un corazon - recursosjuventud.diocesismalaga.es · y este otro de la carta de san pablo a los...

Avivar el deseo y ser conscientes de que nuestra vida desea buscar a Dios.

Conocer los caminos para encontrar a Dios: la creación, el mundo y la persona.

Descubrir que la felicidad plena consiste en el conocimiento de Dios y el encuentro con Él.

CEC 27-49 – El hombre es «capaz» de Dios.

El deseo de Dios.Las vías de acceso al conocimiento de Dios.El conocimiento de Dios según la Iglesia.¿Cómo hablar de Dios?

YOUCAT 3 – 6.

un corazonque anda inquieto

Objetivos

contenidos

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DIoCESIS DE mALAGA | Delegación de Infancia y Juventud

36 CREER Etapa I Ciclo A

espués de que el catequista ambiente el comienzo de la reunión se hace un breve silencio. Nos ponemos en la pre-

sencia del Señor: «Aquí estamos, volvemos a ti, Señor, tú eres nuestro Dios» ( Jer 3,22). Dios, tu amigo más antiguo, el Dios de tu niñez, de tu adolescencia y juventud, de tus ilusiones

y esperanzas. Pero también, el Dios abando-nado, temido, olvidado… casi desconocido, es nuestra gran asignatura pendiente. ¿Cómo volver a Dios? (Se invita a rezar con el frag-mento del salmo 42 que se encuentra al prin-cipio del tema).

n este apartado se pretende que el jo-ven comience a reflexionar partiendo desde la propia experiencia suya o de

alguien que haya vivido lo mismo. Nos cen-tramos ahora en un gran santo de la historia de la Iglesia, san Agustín. Conviene leer lo que aparece escrito sobre el santo en la pág. 14. Se

recomienda que el catequista conozca algo de la vida de este pensador, filósofo y teólogo cristiano del siglo IV. Al menos, se debe hacer referencia a que escribió mucho y tiene un li-bro especialmente fascinante: Las Confesiones, donde cuenta su conversión y pregona el de-seo de Dios inscrito en el corazón del hom-

rimero, cada participante del grupo, en caso de que no se conozcan todos, dice su nombre, su procedencia y una cua-

lidad suya. Se puede también proponer que expresen qué les motiva para venir al grupo y hacer este Itinerario de vida juntos. En caso de que no haya nadie desconocido el catequista dice unas palabras de ánimo que les ayude a iniciar esta experiencia de caminar juntos. Co-menzamos la sesión y el Itinerario preguntan-do sobre el título del tema: ¿Qué es eso de un corazón inquieto?

Se abre un turno de palabra para que los jó-venes vayan expresando libremente lo que

les sugiere el título. Puede ayudar a este diá-logo inicial la fotografía de la pág. 13 y la des-cripción que allí aparece donde se expresa la realidad profunda que suelen vivir los jóve-nes. Desde las aportaciones espontáneas que ellos hagan les ayudaremos a concretar que la inquietud profunda, la insatisfacción que sen-timos en nuestra vida nos invita a avivar el de-seo de lo que está más allá de las cosas: Dios. Y comentamos la frase del matemático y filó-sofo Blaise Pascal que hay también al princi-pio del tema.

Desarrollo de la primera sesion

inicio de la sesion:

la vida al descubierto

Comienzo de la sesion:

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Guía del catequista | DIOCESIS DE MALAGA

37Etapa I Ciclo A CREER

bre. Dialogando con Dios, san Agustín expresa este sentimiento y describe a todo ser huma-no como un ser fundamentalmente inquieto y en búsqueda de felicidad. Se puede comentar su famoso y profundo pensamiento: «Nos has hecho, Señor para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti».

A continuación se presenta a san Agustín como uno de los santos más notables que ha tenido la Iglesia y uno de los hombres que, después de una vida apartada de Dios, se convirtió. Nos ayudamos para ello de un frag-mento de la película que narra su vida y que refleja el proceso de su conversión. Se ofre-cen dos opciones: la primera, hacerlo de ma-nera global y desgranar el proceso al final de la proyección; o bien, irlo secuenciando poco a poco. En los siguientes enlaces de Youtube po-déis encontrar los fragmentos de la película.

Después de verlos, se pueden comentar bre-vemente e invitar a un joven del grupo a que lea en voz alta el apartado «Si san Agustín nos hablara hoy nos diría… ».

ste apartado pretende iluminar la rea-lidad que estamos reflexionando des-de la Palabra de Dios. De ahí su nombre:

«Palabras de fe». Hilando con la proyección que acabamos de ver se lee el siguiente texto del libro de los Hechos de los Apóstoles: «Con el fin de que lo buscasen a él, a ver si, al me-nos a tientas, lo encontraban; aunque no está lejos de cada uno de nosotros, pues en él vi-vimos, nos movemos y existimos» (Hch 17, 27-28a). Y este otro de la carta de san Pablo a los Romanos: «Lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó. Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras» (Rom 1, 19-20). Se explican am-bos pasajes bíblicos con el objetivo de hacer caer en la cuenta a los miembros del grupo que nuestra vida está en búsqueda constan-

te, que nuestra vida es plena cuando encon-tramos a Dios puesto que Él se nos hace pre-sente y es el Creador.

Desde la lectura reposada del tema profundi-zamos en las siguientes ideas principales que aparecen en la sección. Conviene recurrir a la explicación del Catecismo de la Iglesia en los nn. 27-49:

El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre, porque el hombre ha sido crea-do por Dios y para Dios. Por eso deseamos buscar a Dios.Disponemos de caminos para encontrarlo a partir de la creación: el mundo y la persona.Conocer a Dios es vivir la felicidad plena.Es necesario hacer silencio para escuchar nuestro corazón, lo que Dios nos dice a tra-

palabras de fe

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Enlaces de vídeo sobre la conversión de san Agustín:

http://goo.gl/TE6bCN (proceso entero - conversión).http://goo.gl/Et20KD (cae en la cuenta de su pecado e insa-tisfacción).http://goo.gl/5rureS (se encuentra con Cristo en su Palabra).http://goo.gl/1D0GQ6 (su bautismo).

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38 CREER Etapa I Ciclo A38

vés de la naturaleza, de su Palabra, de las personas… Para decir algo acerca de Dios utilizamos imágenes imperfectas y representaciones li-mitadas. Nuestro lenguaje no está a la altu-

ra de la grandeza de Dios; sin embargo, po-demos hablar acertadamente de Él. Debemos purificar y perfeccionar una y otra vez nuestra manera de hablar de Dios.

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n este nuevo apartado se pretende que la reflexión que se viene haciendo en la sesión se concrete y se asimile por par-

te del joven. En esta sección se ofrece la vida de san Agustín como la historia de un hombre que sacudió su pereza mental, que se libró de todas sus versiones antiguas y cambió su pro-grama obsoleto de vida. Como la historia de un hombre que tuvo la valentía de preguntar-se: ¿quién soy yo sin Ti, Señor? Y que instaló en su existencia la mejor, la más reciente, la últi-ma y la primera, la eterna verdad: Cristo.

Conocer al Dios invisible es un gran reto para el hombre. Muchos se acobardan ante ese reto. Otros no quieren conocer a Dios, porque ello supondría tener que cambiar de vida. Ani-

mamos al joven a buscar la verdad, y a seguir-la una vez encontrada como el modo de ser feliz. Lo invitamos a abrir su corazón a la ver-dad, a la vida, al amor, a la oración y a la li-bertad… y a repetir con Agustín: «Nos hiciste, Señor, para Ti e inquieto estará nuestro cora-zón hasta que descanse en Ti». Se recomien-da además insistir en la frase y preguntas de la pág. 18 que dice «Aquel a quien buscas está ya en ti removiendo tu corazón, ¿en qué lo no-tas?, ¿qué escucha tu corazón?». Es necesario provocar un pequeño encuentro con Dios que está dentro de nosotros. Se lee el texto de Mt 11, 25-30.

para la vida

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o hacemos orando, teniendo unos minu-tos de silencio. Haciéndolos conscientes de que es necesario hacer silencio para

escuchar nuestro corazón, lo que Dios nos dice a través de la naturaleza, de su Palabra, de las personas… Invitamos al joven a reflexio-nar sobre su vida y a dar gracias por ella, res-pondiendo en voz alta a esta pregunta: «¿Qué escucha tu corazón?»

Se dan los avisos y recordatorios necesarios. Se anima a trabajar el cuestionario en el Cua-derno de Vida y finalizamos la reunión ponien-do en manos de Dios todo lo visto, escuchado, sentido, vivido… y lo hacemos rezando el Glo-ria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

oracion final

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39Etapa I Ciclo A CREER

espués de poner al grupo en manos del Señor, podemos usar alguno de los textos bíblicos que se proponen en la

sección «Palabras de fe» o «Para la vida». Deja-mos un pequeños espacio de reflexión, expli-camos el texto que se acaba de leer y dejamos la opción para que los jóvenes compartan

cómo les ha ido en su trabajo del tema, reali-cen alguna petición o acción de gracias.

Desarrollo de la segunda sesion

oracion de inicio

D

s tarea del catequista hacer un resumen del tema que clarifique o haga especial hincapié en aquellos puntos que duran-

te la primera sesión los jóvenes tuvieron más dificultades o interés. No debe durar más de 10 minutos esta exposición. Para centrar el

cuestionario se puede proyectar el «anuncio» que hay en el código de la página sobre qué tipo de felicidad buscamos.

breve resumen del tema

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40 CREER Etapa I Ciclo A

iguiendo las indicaciones del punto 9. Sesión Creer de la presentación de esta Guía, se pasa a exponer el cuestionario

y el trabajo realizado en casa sobre este tema. Invitamos al joven a descubrir que Dios no ha dejado de actuar en él, a descubrir sus huellas en el presente de su vida y a vivir su esperan-za. Aquí se pretende que el cuestionario sir-va para que el joven descubra que la felicidad real y auténtica se la está proponiendo Dios y

que debe encauzar su vida para vivirla plena-mente.

Como siempre, se propone que se compro-meta con una acción concreta y precisa que debe ser evaluable en el tiempo. Es tarea del catequista orientar estos compromisos para que no se queden en declaraciones de inten-ciones o en compromisos demasiado abiertos o no realizables.

Puesta en comun del cuestionario

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i no han hecho la oración en casa, se de-jan unos minutos para que la puedan es-cribir. Se ofrecen al Señor los compro-

misos de los jóvenes y las oraciones que han elaborado en casa al terminar el cuestionario. Finalizamos la reunión poniendo en manos de

Dios todo lo visto, escuchado, sentido, vivido… y lo hacemos rezando el Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo...

oracion final

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adoremUsla busqueda de dios

s fundamental que todas las sesiones que hemos llama-do Adoremus, y que están en el ámbito de las sesiones Orar/Celebrar, se preparen con especial esmero e interés,

y se cuide la ambientación. Todos los momentos especiales en nuestra vida tienen una determinada ambientación e intentamos cuidar mucho los detalles. Estas sesiones no son otras más, son encuentros con Aquél que nos convoca. Este es el momento donde acer-camos a nuestros jóvenes a Jesús, el Señor, y por tanto debemos tratarlo con especial in-terés y dedicación.

Para preparar bien esta sesion

ambientacion

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4242


42 ORAR - CELEBRAR Etapa I Ciclo A

Se debe intentar buscar un espacio adecua-do (a ser posible capilla donde se encuentre el Señor en el sagrario e incluso si fuese posible exponiendo el Santísimo) y prepararlo buscan-do un cierto recogimiento. Tal vez una vela en-cendida, una luz un tanto tenue y una música de fondo sean necesarias para poder entrar con más facilidad en oración.

Antes de la introducción a la oración que apa-rece en el Cuaderno del joven podemos de-jar unos minutos para relajarnos y situarnos. «Donde dos o tres están reunidos en mi nom-bre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18, 28). Puede que estemos en una capilla con el Se-ñor presente y tenemos que tomar conciencia de dónde estamos. Debemos ser conscientes

también de la suerte que hemos tenido de es-tar ese día delante de Él. Él es quien ha queri-do que estemos hoy aquí. Deja un par de mi-nutos de silencio para tomar conciencia de todo esto. Mientras, puede sonar una música de fondo.

Es importante que se tenga preparada una Bi-blia con los textos buscados para leerlos. Tam-bién es conveniente, como decíamos antes, tener música de fondo. Pueden servir los can-tos meditativos de Taizé, alguna banda sonora o incluso música de relajación. También será conveniente cantar alguna canción, por lo que tal vez haga falta una guitarra o instrumento con el que acompañar el canto.

l catequista o sacerdote acompañan-te es la persona que dirige la oración y por tanto quien marca el ritmo de esta.

No es necesario saltar de un texto a otro rá-pidamente; al contrario, es conveniente siem-pre dejar un momento, aunque sea breve, de silencio entre parte y parte. Previamente se debe haber repartido quien lee cada cosa.

Al comienzo, después de entrar en ambiente de oración se puede comenzar cantando jun-tos un canto de inicio («Vengo aquí mi Señor», «No adoréis a nadie»).

Cuando haya preguntas es fundamental dejar un momento para reflexionar. Se debe invitar a los jóvenes a que compartan la respuesta que se suscita en ellos. El compartir hace más profunda la oración y lo que cada uno aporta ayuda a los demás.

Para leer los salmos se puede dividir al grupo en dos coros, alternándose cada uno para leer los párrafos. De esta forma todos participan

durante la oracion

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434343Etapa I Ciclo A ORAR - CELEBRAR

Buscar en la Biblia el texto necesario para este Adoremus: Mateo 11, 1-6.

Se puede empezar con la proyección o can-ción «Tú estás Aquí», de Jesús Adrián Rome-ro.

Preparar ordenador, altavoces, proyector y, si fuese necesario, pantalla para las proyec- ciones.

Para el gesto se pueden repartir unas gafas de cartulina a cada joven. También puede deco-rarse el espacio poniendo algunas gafas.

Después de leer el salmo a dos coros, pode-mos invitar a los jóvenes a que hagan eco. Es decir, en unos minutos de silencio, que cada uno repita en voz alta la frase que más le ha gustado.

Desarrollo de la sesion

recomendaciones

royecta el video «Look through my eyes». Es una canción de Phil Collins en el que a través de la música y las letras

se habla de mirar con los ojos de Cristo. Sería interesante que después hubiera un pequeño momento de compartir, pero que no rompa

el clima de oración. Puede ser quizás una re-flexión que hace el catequista en torno al ví-deo y que introduzca al gesto que viene a con-tinuación.

n un lugar especial de la capilla habrá una cesta con gafas de cartulina. Una para cada joven. Después de las pre-

guntas es el momento de que cada uno coja una de esas gafas y piense cuáles son las que debe poner en su vida. Pueden usar la mon-

tura para escribir o reflejar de alguna manera su respuesta.

Es importante que todos compartan qué ga-fas necesitan en su vida y por qué.

proyeccion

gesto

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Vídeo

https://www.youtube.com/watch?v=k2mV2rUTdJw./

LOOK THROUGH

MY EYES/

http://goo.gl/kpUAm6


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44 ORAR - CELEBRAR Etapa I Ciclo A

No reces a Dios mirando el cielo, ¡mira hacia adentro! No busques a Dios lejos de ti, sino en ti mismo.

No le pidas a Dios lo que te haga falta, búscalo tú mismo, y Dios lo buscará contigo, porque ya te lo dio como promesa y como meta para que tú lo alcances.

No reproches a tu Dios por tu desgracia, súfrela con él, y él la sufrirá contigo, pues si hay dos para un dolor, se sufre menos.

No le exijas a Dios que te gobierne a golpes de milagros, desde afuera gobiérnate tú mismo con responsable libertad, amando.

Y Dios estará guiando desde adentro y sin que sepas cómo.

No le pidas a Dios que te libere, desconociendo la libertad que ya te dio, ¡anímate a vivir tu libertad!

¡Y sabrás que solo fue posible porque tu Dios te quiere libre!

e puede leer todos juntos la oración a una sola voz y acabar con un canto de salida o a la Virgen

oracion final

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musicalianos hiciste senor para ti

espués de que el catequista ambiente el comienzo de la reunión se hace un breve silencio. Podemos usar la mis-ma oración del salmo 42 que aparece en la sesión Creer.

ntes de comenzar con la sesión del Vivir intentamos hacer memoria de lo visto en las reuniones anteriores: el hom-

bre tiene necesidad de Dios; la creación, el

desarrollo de la sesion

oracion de inicio

ambientacion

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46


VIVIR Etapa I Ciclo A

mundo, la persona son los caminos para en-contrarlo, y encontrarse con Dios y conocerlo es vivir la felicidad plena. Recordamos la figura de san Agustín. Debemos también recordar el

compromiso que nos hicimos para que nues-tra vida adquiriera el sentido que Dios ofrece y ver si lo estamos cumpliendo.

na vez repasado y ambientado el tema, el catequista puede empezar pregun-tando si nos gusta la música ¿Qué tipo

de música nos gusta? ¿Por qué? Explicamos a los jóvenes la introducción del material.

Es importante que el catequista se haga antes de la reunión con las canciones que se pro-ponen para así poder ir más rápido, así como si fuese necesario conseguir unos altavoces para que se escuchen bien.

e puede concluir la sesión con la lectu-ra de Jn 10, 6-15, hecha por uno de los jóvenes. El catequista hace una oración

de petición al Señor para que los jóvenes des-

cubran la huella de Dios en sus vidas cotidia-nas. Se finaliza la reunión rezando juntos el Pa-drenuestro

DESARROLLO

oracion final

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un corazon - recursosjuventud.diocesismalaga.es · y este otro de la carta de san pablo a los...

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