triptico irisarri

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Ley de Honor Es el código que rige la vida del Explorador, es la manifestación concreta de la Ley de Cristo. Como definición e ideal está siempre delante, atrayendo y guiando la evolución de la persona. Por ello, no se impone como una obligación que presiona, sino que actúa como estímulo a avanzar con alegría, y de esta manera la ley indica cómo es el SER EXPLORADOR. 1. El Explorador vive íntegramente su Fe, siendo testigo de Cristo y miembro activo de la Iglesia. 2. El Explorador quiere a su Patria, desea y busca la Paz, por eso trabaja por la Justicia. 3. El Explorador ama y obedece pronta y alegremente a sus padres y superiores. Se siente corresponsable con ellos. 4. El Explorador está Siempre listo para servir; colabora en toda iniciativa buena. 5. El Explorador es amigo y hermano de todos porque en ellos ve a Cristo. 6. El Explorador es educado y limpio en sus pensamientos, palabras y acciones. 7. El Explorador es noble, generoso y alegre, aún en las dificultades. 8. El Explorador es leal, veraz y digno de confianza; no realiza nada a medias. 9. El Explorador ama, respeta y perfecciona la naturaleza por ser obra de Dios. 10. El Explorador es artífice de su vida y constructor de un mundo mejor en su comunidad. Consejo Ejecutivo Regional Región La Plata Bernal, 18 de Agosto de 2014 Iliana Panos P. Rubén Guarnera SDB Leonel Mantía Jefa Regional Capellán Regional Jefe Regional Exploradores Argentinos de Don Bosco Región La Plata

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Page 1: Triptico Irisarri

Ley de HonorEs el código que rige la vida del

Explorador, es la manifestación concreta de la Ley de Cristo. Como definición e ideal está siempre delante, atrayendo y guiando la evolución de la persona. Por ello, no se impone como una obligación que presiona, sino que actúa como estímulo a avanzar con alegría, y de esta manera la ley indica cómo es el SER EXPLORADOR. 1. El Explorador vive íntegramente

su Fe, siendo testigo de Cristo y miembro activo de la Iglesia.

2. El Explorador quiere a su Patria, desea y busca la Paz, por eso trabaja por la Justicia.

3. El Explorador ama y obedece pronta y alegremente a sus padres y superiores. Se siente corresponsable con ellos.

4. El Explorador está Siempre listo para servir; colabora en toda iniciativa buena.

5. El Explorador es amigo y hermano de todos porque en ellos ve a Cristo.

6. El Explorador es educado y limpio en sus pensamientos, palabras y acciones.

7. El Explorador es noble, generoso y alegre, aún en las dificultades.

8. El Explorador es leal, veraz y digno de confianza; no realiza nada a medias.

9. El Explorador ama, respeta y perfecciona la naturaleza por ser obra de Dios.

10. El Explorador es artífice de su vida y constructor de un mundo mejor en su comunidad.

Consejo Ejecutivo RegionalRegión La Plata

Bernal, 18 de Agosto de 2014

IlianaPanos

P. Rubén Guarnera SDB

Leonel Mantía

Jefa Regional Capellán Regional Jefe Regional

El recuerdo y el estudio de la vida de los ejemplos de la juventud Domingo Savio, Ceferino Namuncurá, Miguel

Magone, Alberto Irisarri, Laura Vicuña, Santa María Goretti y otros, serán propicios para orientar al

explorador en los valores del cristiano.(RN, Artículo 85)

Exploradores Argentinos de Don Bosco

Región La Plata

Page 2: Triptico Irisarri

Alberto Jorge Irisarri

Una vida que merece ser conocida, un fruto del Sistema Preventivo de Don Bosco, que no dejaremos caer en el olvido.Hoy se entrega por primera vez el premio "ALBERTO JORGE IRISARRI", y queremos contarte quién fue este joven que tanta admiración causó en los de su época. Un modelo de adolescencia bien vivida.

Rasgos Biográficos

En una espaciosa vivienda ubicada en calle 12 entre 57 y 58 número 1291 de la ciudad de La Plata, nació el 22 de enero de 1929 Alberto Jorge Irisarri, "el vasquito". Sus padres eran Juan José Irisarri y Doña Pilar Arteaga, descendientes españoles.

Realizó sus estudios a pocas cuadras de donde nació, en el colegio Sagrado Corazón, ubicado en 57 entre 8 y 9. Allí asistía a clases durante la semana y a las misas dominicales en la Basílica. Los fines de semana, además,

formaba parte del Batallón 10 de Exploradores Argentinos de Don Bosco, que aún hoy tiene allí su sede. Por ese entonces, sólo los alumnos de mejor conducta podían aspirar a ser parte de los exploradores.

Al ingresar al Batallón, obtuvo el cargo de suboficial (aunque no existan las "equivalencias" entre los viejos cargos y los nuevos servicios, sería una suerte de Baquiano al frente de un grupo), que desempeñó de manera sobresaliente. Su escuadra era una de las mejores, y había sido felicitada en una ocasión por el capitán del Batallón. En las excursiones, Irisarri figuraba siempre al frente del grupo más inquieto y mejor organizado; alrededor de su fogón y de su mate se reunía su grupo, mientras él fomentaba el buen humor, y repartía las infaltables tortas negras.

Por ese entonces, el reglamento exploradoril permitía los castigos públicos para las faltas graves. Sin embargo, "el vasquito" jamás permitió esto: defendía a cada uno de sus chicos y se echaba a sí mismo las culpas de lo que hacían los demás, para evitar su castigo. Así, se convirtió en uno de los primeros en implementar el Sistema Preventivo de Don Bosco. Este tipo de actitudes generaban admiración y simpatía en sus pares y jefes.

A lo largo de su vida, Alberto Jorge Irisarri supo ganarse el amor, el respeto y sobre todo la admiración tanto de sus amigos como de sus profesores, padres y superiores. ¿Cómo? Con una conducta irreprochable, moral y cristiana, una estricta fidelidad al reglamento del colegio y a sus deberes de clase, con grandes resultados

en sus estudios. También, por supuesto, por su activa participación en los grupos de jóvenes y los oratorios. Se destacaba simplemente por cumplir de manera correcta las pequeñas cosas que le pedía cada día, los pequeños deberes. Fue varias veces premiado en la escuela no sólo por su aplicación a las tareas sino también por su comportamiento, asistencia y puntualidad, gimnasia, religiosidad, y sobre todo, conducta.

Sólo vivió catorce años. Murió el 21 de junio de 1943. Su partida causó gran tristeza, pero fue despedido en medio de rostros de admiración, por cómo Alberto Irisarri había hecho valer su corto paso por la vida.