tres perfectas casadas, de alejandro casona

37
5/18/2018 TresPerfectasCasadas,deAlejandroCasona-slidepdf.com http://slidepdf.com/reader/full/tres-perfectas-casadas-de-alejandro-casona 1/37 ALEJANDRO CASONA LAS TRES PERFECTAS CASADAS ACTO PRIMERO Saloncillo en casa del senador Javier Guzmán. Puerta a foro derecha sobre el vestíbulo.  Izquierda, ventanal sobre el jardín. Puertas laterales. Derecha, una al desacho. Izquierda., dos! rimer t"rmino, a las habitaciones interiores# se$undo t"rmino, salida al jardín.  %mbiente confortable# libros, cuadros, tel"fono. % la izquierda hacen un rinc&n amable diván, butacones ' una mesita con coas ' botellas. % la derecha, una mesa ma'or ' sillas. (%l  levantarse el tel&n está en escena JAVIER   ' su esosa, ADA; MÁXIMO  ' GENOVEVA , JORGE  ' LEOPOLDINA ;  son tres matrimonios felices que celebran su aniversario de bodas. )llos, entre los cuarenta ' cinco ' cincuenta a*os# ellas, más j&venes. CLARA, una adolescente, hija de JAVIER   ' ADA , los contemla sonriente, entre burlona ' conmovida,. +rajes de noche. oces  ' risas antes de levantarse el tel&n.- JAVIER  (+erminando un brindis.-.  —...Y que la fe!"a #e e!"a $%&'e, que nos (e&ue(#a a "%#%! el #)a *+! lu*$%!% #e $ue!"(a #a, !e (e-"a &e$ a/%! *+!, $a(a0le &%*% $%!%"(%!, 1 leal &%*% e!"e la2% que $%! a"a, 1 que $a#e -%#(+ #e!a"a( 3a*+!. Salu# a "%#%!4 ADA.—Salu# 1 fel&#a#4 (hocan las coas ' beben, cruzando cada una la/ coa con su areja. 0ue$o se besan, cambiando al$una frase $a1ttn,. te, que se ierde entre risas. CLARA tararea burlonamente la 23archa nucial.2- CLARA.—5Pue#% (e"(a(*e 1a, -a-+6 JAVIER .—5Ta$"% !ue/% "e$e!6 CLARA .—L% que "e$7% e! que -(e-a(a( *! &la!e! -a(a *a/a$a. JAVIER .—D83a"e a'%(a #e l0(%!. N% (+! a -e$!a( que $%! e!"+! e!"%(0a$#%4 CLARA.—9u8$ !a0e4 A l% *e3%(, e$ el f%$#%, e! que *e e!"+! #a$#% e$#a. JAVIER .—Pe(#%$a, '3a. :e$ &%*-(e$#% que, -a(a "u 3ue$"u#, $ue!"(a fe!"a 'a #e (e!ul"a( u$ "a$"% a0u((#a. CLARA.—P%( D%!, -a-+... JAVIER .—S), !), a0u((#a. Y $% !8 ! 'a!"a #()a 7(%"e!&a. ADA.—Te e!"+! e&e#e$#%. 5P%( qu8 'a0)a #e -a(e&e(le 7(%"e!&% que $%! que(a*%!6 JAVIER .—E$"8$#e*e< que(% #e&( que Cla(a -e("e$e&e a u$a 7e$e(a&=$ &%$%&la!"a 1 #e-%("a, que $% &(ee e$ el a*%(. L% a#*"e &%*% u$a flaque2a, (%*+$"&a #e la 3ue$"u#;  -e(%, -a!a#%! l%! &ua(e$"a a/%!, l% e$&ue$"(a (#)&ul%. ADA .—Te !7ue! e&e#e$#%, Jae(4 JAVIER .—5E! *u&'% #e&( (#)&ul%6 ADA.—Pe(% e! *u&'% #e&( &ua(e$"a. N$7u$a #e $%!%"(a! l%! 'a &u*-l#%. JAVIER .—Pe(#=$, *e (efe()a a l%! *a(#%!. GENOVEVA .—Ta*-%&%; e$ (eal#a#, $$7u$% #e $%!%"(%! "e$e *+! que #e&%&'% a/%!< l%! #e $ue!"(a! 0%#a!. MÁXIMO.—:(a%, Ge$%ea4 De "%#%! *%#%!, *e3%( !e(+ $% 'a0la( #e a/%!. JORGE.—Y ! $% 'a0la*%! #e a/%!, 5#e qu8 !e a a 'a0la( e$ u$ a$e(!a(%6 LEOPOLDINA .—De a*%(. E! u$ a$e(!a(% #e 0%#a!. >

Upload: casilla

Post on 04-Nov-2015

27 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Obra teatral

TRANSCRIPT

ALEJANDRO CASONA

LAS TRES PERFECTAS CASADAS

ACTO PRIMEROSaloncillo en casa del senador Javier Guzmn. Puerta a foro derecha sobre el vestbulo. Izquierda, ventanal sobre el jardn. Puertas laterales. Derecha, una al despacho. Izquierda., dos: primer trmino, a las habitaciones interiores; segundo trmino, salida al jardn. Ambiente confortable; libros, cuadros, telfono. A la izquierda hacen un rincn amable divn, butacones y una mesita con copas y botellas. A la derecha, una mesa mayor y sillas.(Al levantarse el teln est en escena javier y su esposa, ada; mximo y genoveva, jorge y leopoldina; son tres matrimonios felices que celebran su aniversario de bodas. Ellos, entre los cuarenta y cinco y cincuenta aos; ellas, ms jvenes. clara, una adolescente, hija de javier y ada, los contempla sonriente, entre burlona y conmovida,. Trajes de noche. Voces y risas antes de levantarse el teln.)javier (Terminando un brindis.)....Y que la fiesta de esta noche, que nos recuerda a todos el da ms luminoso de nuestra vida, se repita cien aos ms, invariable como nosotros, y leal como este lazo que nos ata, y que nadie podr desatar jams. Salud a todos!ada.Salud y felicidad!(Chocan las copas y beben, cruzando cada una la copa con su pareja. Luego se besan, cambiando alguna frase gaUttn,. te, que se pierde entre risas. clara tararea burlonamente la "Marcha nupcial.")clara.Puedo retirarme ya, pap?javier.Tanto sueo tienes?clara.Lo que tengo es que preparar mis clases para maana.javier.Djate ahora de libros. No irs a pensar que nos ests estorbando!clara.Quin sabe! A lo mejor, en el fondo, es que me estis dando envidia.javier.Perdona, hija. Bien comprendo que, para tu juventud, nuestra fiesta ha de resultar un tanto aburrida.clara.Por Dios, pap...javier.S, s, aburrida. Y no s si hasta dira grotesca.ada.Te ests excediendo. Por qu haba de parecerle grotesco que nos queramos?javier.Entindeme: quiero decir que Clara pertenece a una generacin iconoclasta y deportiva, que no cree en el amor. Lo admite como una flaqueza, romntica de la juventud; pero, pasados los cuarenta aos, lo encuentra ridculo.ada.Te sigues excediendo, Javier!javier.Es mucho decir ridculo?ada.Pero es mucho decir cuarenta. Ninguna de nosotras los ha cumplido.javier.Perdn, me refera a los maridos.genoveva.Tampoco; en realidad, ninguno de nosotros tiene ms que dieciocho aos: los de nuestras bodas.mximo.Bravo, Genoveva! De todos modos, mejor ser no hablar de aos.jorge.Y si no hablamos de aos, de qu se va a hablar en un aniversario?leopoldina.De amor. Es un aniversario de bodas.javier.A eso iba. Y quera llamar la atencin de estas nuevas generaciones sobre nuestro caso: tres matrimonios que cumplen hoy dieciocho aos de servicios, que se quieren como el primer da y que tienen el orgullo de llamarse pblicamente felices. Un caso extraordinario!clara.Nunca lo he dudado yo. Pero di, pap, si tan natural es el amor dentro del matrimonio, por qu, al hablar de vuestro caso, le llamas "un caso extraordinario"?javier.Yo he dicho extraordinario?ada.Realmente ha sido, por tu parte, un adjetivo poco afortunado.javier.Es que no he querido decir eso! Lo extraordinario de nuestro caso es que tres amigos inseparables nos hayamos casado con tres amigas inseparables; que nos hayamos casado el mismo da y que el mismo da tambin celebremos nuestro aniversario.leopoldina.Pero, Javier, si nos hemos casado el mismo da, cmo bamos a celebrar el aniversario en fecha distinta?ada.Decididamente, no ests nada bien en oratoria esta noche. Y en cuanto a eso de pregonar pblicamente nuestro amor, tiene razn Clara si lo encuentra un poco..., cmo dira yo?..., un poco insolente. Nunca se debe alardear de felicidad: trae desgracia.mximo.Ada tiene razn. Los chinos nunca confiesan en voz alta que son felices por miedo a la venganza de los dioses. Y los ricos nunca confiesan que tienen dinero...jorge.Por miedo a que se lo pidan los amigos.genoveva.Pero la felicidad no puede robarse.ada.Se envidia, y es lo mismo; trae desgracia. Seamos felices, pero cerremos las ventanas para que nadie se entere. Ni nuestros hijos. Anda, Clara, ve a preparar tus clases.clara.No, as no. Pero es que de verdad pensis que yo puedo encontrar grotesco el amor de mis padres?ada.No es eso, hija. Pero tienes que preparar tu trabajo, tienes que madrugar...jorge.Y sobre todo, se trata de un aniversario de bodas, comprendes? Ahora saldrn a relucir aqu las ancdotas, las confidencias... Es un tema para personas sensatas.genoveva.Ancdotas no, por favor, que te conozco!clara.Entonces no se hable ms. Lo que yo tengo que preparar para la Universidad es mucho ms sencillo.mximo.Si es para mi clase, te lo perdono.clara.Es para Historia Natural: "Vida sexual de los protozoarios".genoveva. (Espantada.)De quin?clara..De los protozoarios: unos animalitos microscpicos.genoveva.Ah!..., cre que era una tribu de frica.clara.Tranquilcese, son mucho menos complicados. Y ms limpios. Los ver luego, antes de salir. Adis, pap. (Le besa. Se vuelve a todos antes de salir.) Y conste que mi generacin tiene tanta fe en el amor como la vuestra. Y que, por mi parte, el da que me case slo quisiera para ser feliz que mi marido se pareciese a mi padre y a los amigos de mi padre.(mximo y jorge se ponen galantemente en pie.)jorge.En nombre de los amigos de tu padre, gracias.clara.Felicidades a todos.(Una graciosa reverencia y sale.)javier.Adis, hija... (La mira ir cariosamente.) Es una mujercita encantadora.genoveva.Dichosos vosotros que tenis esa hija. Es lo nico que a nosotros nos ha faltado.leopoldina.Y a nosotros...ada.Lo que dice ms an en honor vuestro. Matrimonios felices, teniendo hijo, son bastante frecuentes. Vosotros no habis necesitado ni eso.javier.Adems, nunca es tarde.genoveva.Son dieciocho aos esperando!javier.Y qu son dieciocho aos? No hay que perder la esperanza! Animo..., y a ello!genoveva (Ruborizada.).Javier!javier.Perdn, no he querido decir eso. Lo que quiero decir...ada.:Pero qu has bebido t esta noche?jorge.Lo que pasa es que, seguramente, no hemos bebido bastante los dems. Bebamos!(Sirve.)leopoldina.T no, tesoro. Ya has bebido cuatro veces en la mesa. jorge.Tres. Y con soda.leopoldina.Con soda, pero cuatro. Crees que no te llevaba la cuenta? Y te has servido salsa trtara con los mariscos, sabiendo cmo te sienta. Acurdate de la urticaria!jorge.Djate de recuerdos tristes. Una fecha como esta lo merece todo. Bebamos!javier.Permitidme otro brindis.jorge.Sin oratoria, eh?javier.Sin oratoria. (Estn todos en pie, las copas en la mano.) Amigos mos: hoy hace dieciocho aos que los seis hemos unido nuestras vidas Dieciocho veces, ao por ao, nos hemos reunido aqu a celebrar nuestra felicidad. Pero hoy, por primera vez, hay un hueco en nuestras filas. Nuestro fraternal amigo Gustavo Ferrn, el soltern eterno, el padrino de estas tres bodas, ha faltado por primera vez a esta cita sagrada. Qu puede haberle pasado?mximo.Algo grave tiene que ser para faltar l.javier.Ayer recib un telegrama anuncindome su llegada en el avin de Marsella. Pero el avin llega al atardecer... Y es ms de medianoche.jorge.Alguna aventurilla de ltima hora. Gustavo no ha credo nunca en el amor, pero ha vivido siempre para las mujeres.mximo.Brindemos como si estuviera aqu. Su espritu est siempre con nosotros. Sirve champaa en su copa, Jorge.genoveva.Djate de espritus. No me gustan nada estas escenas de invocaciones.javier.Salud, Ferrn, empedernido soltern! Aunque nunca hayas credo en el amor, salud a ti, que has presidido el nuestro!(Se vuelve hacia el hueco imaginario que habra de ocupar el amigo ausente.)mximo y jorge. (Al mismo tiempo.)Salud!(Van a beber. ada, que ka escuchado visiblemente nerviosa, vacila un momento; la copa se resbala de su mano y se rompe. Sorpresa.)javier.Qu ha sido?leopoldina.Te sientes nial?ada.Nada..., no s cmo ha podido ser...genoveva.Se te ha resbalado la copa de las manos !...ada.No ha sido nada, de veras..., un vahdo.javier.Pero por qu? Es que no te sientes bien?genoveva.Te has puesto plida!jorge.El calor, tal vez...ada.Nada..., ya pas. Flue como una gasa que se me puso delante de los ojos. Pero qu caras habis puesto todos! Soy yo la que deba asustarme de veros. (Re.) Ea, bebamos, amigos!mximo.Falta una copa.ada.No importa; yo beber en la suya. La copa del rey de Thule! (Re nerviosamente.) Salud, Gustavo Ferrn! Salud y alegra a todos!(Beben en silencio.)javier.De veras no ha sido nada?ada.Pero no me ests viendo?leopoldina.Seguramente tienes algo al hgado.ada.Ea, se acab! Si volvis a hablar de eso tendr que enfadarme. A beber. Salud, querido padrino! Salud a ti que no has faltado nunca en nuestras horas felices!(Re ms.)genoveva.Ay, no te ras as!... Me ests contagiando tus nervios.(Calla, preocupada de pronto.)ada.Yo? Estoy nerviosa yo?leopoldina.Es el calor de aqu dentro. Vamonos un rato al jardn; que sirvan all el caf. genoveva.Mejor ser; hace una noche deliciosa. leopoldina.No te pondrs a fumar si te dejo solo, verdad, tesoro?jorge.Vete tranquila.leopoldina.Vamos, Ada; y viglate el hgado, hazme caso. Quieres apoyarte en mi brazo? ada.Ah, eso s que no! Hasta ah podamos llegar! Qu fiesta va a ser esta? Vamonos al jardn, pero a cantar, a rer, domo tres novias felices..., y sin fantasmas! Sin fantasmas solterones!(Sale riendo. Las otras, con ella. javier la contempla, ir, preocupado. Pausa.)javier.Es extrao..., no parece una risa natural.mximo.Risa de champaa. En cuanto le d el aire se le pasar.jorge.Pero qu, tambin t te has puesto plido?javier.Hace un momento deca Ada que alardear de felicidad trae desgracia.mximo.Ah!, te has vuelto supersticioso? Pues si no es ms que eso acurdate de que somos invulnerables, nos hemos casado los tres un da tres a las tres de la tarde. El nmero tres da buena suerte.(Sonre.)javier.As sea. Un cigarrillo? mximo (Rechazndolo.).No, gracias.(javier ofrece a jorge.)jorge.Tampoco. Acabo de prometerle a Leopoldina no fumar.(javier enciende el suyo.)mximo.S, Javier; hacer un hogar feliz es una difcil obra de arte. Pero nosotros hemos tenido la fortuna de encontrar tres mujeres que representan la perfeccin de tres virtudes.javier.Yo las nombrara como los moralistas del dieciocho titulaban sus novelas: con un nombre de mujer y una virtud. "Genoveva, o el pudor", "Leopoldina, o la caridad", "Ada, o la inteligencia".jorge.S, s, sin duda. Pero a veces, no os parece que son tres excesos de virtud?javier.Qu quieres decir?jorge.Sencillamente: tu mujer es la Inteligencia. Muy bien... Pero a veces, no te da un poco de rabia que sea ms inteligente que t?javier.Muy amable.jorge.Y tu Genoveva, tan pudorosa, no te resulta, a veces, un exceso de castidad?mximo.Jorge!jorge.Entindeme. Una mujer casada, qu diablos!, es una mujer casada; tiene ya que estar de vuelta de muchas cosas. Pues ah tenis a Genoveva, igual que el da que sali del colegio. Yo la he visto ruborizarse hasta en el Museo!mximo.S, en eso quiz es un poco exagerada.jorge.Y en cuanto a la ma, ya es demasiado caridad. Seor! "Cuidado con las corrientes, tesoro; acurdate de la urticaria, cielo; te has puesto la bolsa de agua caliente, mi vida?" Y la presin, y el metabolismo, y la infusin de manzanilla... Y tesoro, y tesoro, y tesoro!... No es serio!javier.Tienes que comprenderla; es una compensacin de madre fracasada.jorge.Y del librito, qu?javier.Qu libro?jorge.Que se ha ledo veinte veces "La perfecta casada", y ya me tiene hasta aqu de fray Luis de Len. Y las obras de beneficencia? Es presidenta de tres sociedades y vocal de catorce ligas: La Alegra del Hurfano, La Viuda del Nufrago, El Hogar del Perro Perdido... Qu s yo! Os juro que es un caso de sadismo al revs: ella quisiera que todo el mundo fuera desgraciado para darse el gusto de consolarlo.mximo.Y no te parece hermoso? El otro da.la vi en el jardn curando a unos nios heridos. Pareca una estampa de Santa Isabel de Hungra!jorge.S, muy bonito; pero aqu no estamos en Hungra! Nuestras mujeres son perfectas, indudablemente. Pero ahora os digo yo1..., en serio: y a tres mujeres as, tan perfectas, no es una especie de deber nuestro el traicionarlas?javier.Traicionarlas? Por qu?jorge.Por humanidad! Todo lo que es perfecto es inhumano. O es que tambin vosotros sois perfectos? De hombre a hombre, Javier, de amigo a amigo: t no has traicionado nunca a tu mujer?javier.Te dir... Segn lo que se entienda por traicionar.jorge.Lo que entiende todo el mundo, sin filosofas. Nunca has conocido a otra?javier.En fin..., antes del matrimonio... jorge.Nada, eso no cuenta. Despus, despus.javier.Despus..:, no creo.jorge.Mentira! Mrame a los ojos.(javier los aparta.)javier.Vamos, si quieres decir pequeas aventuras, sin responsabilidad...; en ese caso, claro...jorge (Tranquilizado.).Menos mal. Ya cre que era yo solo!mximo (Sorprendido, a javier.).Ah, ah!.. De modo que t...?javier (Modesto.).Nada; escaramuzas...mximo.Y t?jorge.Yo? Oooh! (Gesto largo, con una malicia pueril.) Con todo respeto a Leopoldina, eso siempre. Pero qu quieres? El matrimonio es el amor domesticado. Y yo soy un salvaje!mximo.Pero cundo? Si t nunca sales de noche!jorge.Ese es mi truco. Las mujeres creen que slo se las engaa de noche. Yo soy aficionado a la caza, y me levanto temprano, comprendes? No es tan cmodo, pero es ms tranquilo.mximo.Ya, ya, ya. Nunca me haba explicado yo por qu eras tan madrugador.jorge. (Lrico.)Es la hora de las trtolas!(Pequea pausa.)javier.Y t, Mximo...?mximo.Por lo visto, yo debo de ser un caso clnico.jorge.Es decir, que t no...?mximo.Jams. Yo creo firmemente que la monogamia es el estado perfecto del hombre civilizado.jorge.Sin sociologa, Mximo!mximo.Sin sociologa. Genoveva ha llenado toda mi vida!... Y no me perdonara a mi mismo si un da la ofendiera con una traicin innecesaria y estpida. Tal vez os parezca grotesco.javier (Corts.).Tanto como grotesco, no. Original.jorge.Pero, por lo menos, histricamente..., quiero decir, antes de Genoveva?mximo.Tampoco; ni antes ni despus. Entre todos los que conozco, yo tengo el orgullo de ser el nico hombre de una sola mujer.jorge (A javier, sinceramente asombrado.).Y lo dice tan tranquilo! Qu manera de extinguirse una raza!mximo.Perdn...doncella.Seor, Francisco pregunta si puede recibirle un momento. Parece que es cosa urgente.javier.Francisco?... Qu Francisco?doncella.El criado del seor Ferrn.javier.Ah, s! Que pase. (Sale la doncella.) Qu diablos traer a estas horas? ...Adelante, adelante !francisco (Nervioso.).Seor, perdone que les interrumpa, pero el caso es grave.javier.No ha llegado el seor Ferrn?francisco.Ayer recib un cable suyo de Marsella.(Mostrndolo.)javier.S, nosotros tambin... Y...?francisco.El avin de Marsella tiene la llegada al anochecer. La pizarra del aeropuerto anunci primero un retraso de una hora; luego, cambio de ruta; despus, un segundo retraso, sin plazo; tormenta de nieve en los Pirineos. Entonces corr a la central, pero no me dejaron pasar... Estaban llegando los periodistas... Ustedes saben que los periodistas slo acuden a donde hay desgracias.mximo.Vamos, calma. Seguramente un aterrizaje forzoso.francisco.Y he pensado que acaso el seor, con su autoridad...javier.Tienes el nmero de la central?francisco.Oriente, 23-48.(javier, nervioso, va al telfono.)jorge.No creo que sea para intranquilizarse. Estos aterrizajes ocurren a cada paso.javier.Transpirenaica? Aqu, senador Guzmn. Por favor, necesito informacin sobre el avin de Marsella... Cmo?... Sin noticias a estas horas?... No es posible. Hgame el favor de llamar al gerente... No hay rdenes que valgan! Lo exijo! Anote: senador Guzmn, 11-97-Sur. Urgente. Gracias; espero. (Cuelga.) Nada; al parecer, tienen rdenes de no dar informacin.francisco.Qu debo hacer yo?... Vuelvo al aeropuerto?javier.Para qu? Vete a casa y espera. Yo te avisar en. cuanto comunique.francisco.Gracias. Y perdone. Seores...jorge.Adis, Francisco.(Sale francisco. javier pasea preocupado.)javier.Tormenta de nieve..., sin noticias... Ahora comprendo aquella risa nerviosa. Ada tiene corazonadas, presentimientos...mximo.Y adonde vas a parar con eso?javier.Fue en el momento en que brindbamos por l, os acordis? La copa se le cay de las manos, y le pas por los ojos como una gasa...jorge (Nervioso tambin.).Pero qu es lo que ests pensando?javier.Nada, perdn,... Es estpido. (Contempla la copa rota.) Y, sin embargo... (Suena el timbre del telfono. javier se abalanza al aparato.) Transpirenaica?... Es el gerente?... S, aqu Javier Guzmn... Gracias... Necesito una noticia exacta del avin Marsella... No, nada familiar; la persona que me interesa no tiene ms familia que sus amigos... Diga; diga... sin miedo... Eh? Noticia confirmada?... (Hace un gesto de calma a los otros, que le interrogan ansiosos con el gesto. Su voz se hace grave.) Y los pasajeros?... Todos?... Espere, haga el favor de leerme la lista del pasaje. Siga..., siga... eh?... A ver, quiere repetirme ese nombre?... Exactamente: Gustavo Ferrn, escritor... Nada ms... Gracias...(Cuelga el telfono, lvido.)jorge.Muerto?javier (Afirma con el gesto.).El avin perdi la ruta, cegado por la nieve, y se ha estrellado en el Alto Garona. No se ha salvado ninguno. (Vuelve a la mesita y bebe.) Es lo nico que poda hacerle faltar hoy.(Pausa angustiosa.)jorge.Pobre Ferrn!javier.El mejor de los amigos. Un verdadero hermano.mximo.No hay una sola hora solemne de nuestra vida en que l no estuviera presente. Primer ro, en el colegio; luego, en la Universidad; despus, como padrino de nuestras bodas...javier.Yo le recuerdo a mi lado, en el sanatorio, mandndome vivir... Con aquellos ojos verdes que no se podan mirar de frente, y aquel mechn gris que le cruzaba la sien como un plumazo.mximo.Era una voluntad puesta en pie. Un hombre extraordinario...jorge.Oye... Y t crees que cuando a Ada se le cay la copa de las manos...?javier.Tal vez en ese momento se desplomaba el avin. Por qu no hemos de creer en el misterio? Yo mismo sent algo inquietante en el aire.jorge.S?(Mira disimuladamente a su alrededor, alarmado.)javier.Tambin Ferrn era supersticioso; estaba convencido de que haba de morir de una muerte violenta. Tanto, que hace dos aos me entreg en depsito un sobre lacrado, dirigido a los tres, para despus de su muerte...mximo.El testamento?javier.No; lo que a m me entreg es una confesin.jorge.Una confesin? Qu extrao! ...Y dnde est ese sobre?javier.En mi caja fuerte.jorge.No lo has abierto?javier.Soy notario de profesin, y era un depsito sagrado! (Haciendo ademn de salir.) En fin, amigos; creo que debemos dar la noticia a las mujeres.jorge (Que no puede dominar su curiosidad.). Djalas; no les amargues la fiesta ahora. De modo que un sobre lacrado, dirigido a los tres?javier."Confesiones de un soltern; slo para hombres". As reza el sobre.jorge.Escabroso ttulo... Y dices que est en tu caja fuerte?javier.Tanta curiosidad tienes?jorge.Te dir... no es simple curiosidad. Quiz sea un deber.mximo.Tiene razn Jorge. Quin sabe lo que puede pedirnos ?javier.En ese caso, si los dos estis conformes...(Pequea pausa. Los otros indican que s. Sale hacia su despacho.)jorge.Te confieso que estoy empezando a ponerme nervioso. Un mensaje lacrado, una fecha solemne y un amigo que nos va a hablar desde el ms all! Realmente la situacin es novelesca.doncella (Desde el umbral.).De parte de las seoras, el caf est servido en el jardn.jorge.Dgales que estamos despachando un asunto urgente..., que en seguida vamos. Y cierre esa puerta.(Sale la doncella y cierra. A su vez, jorge entorna la puerta interior de acce. sio al jardn y echa las persianas de la ventana. Vuelve javier con un sobre grande, cuidadosamente lacrado.)javier.Aqu estn las famosas confesiones, de su puo y letra. (Se sienta, a la mesa grande. javier, frente al publico; los otros, a sus lados.) "A mis queridos amigos Mximo Rojas, Javier Guzmn y Jorge Villamil, al otro lado de la muerte." Podis comprobar que los sellos estn intactos.jorge.Por favor... (Le tiende la, plegadera.) Veamos.javier (Rasga el sobre, saca un pliego manuscrito y lee.). "Amigos mos: Perdonadme que haya tardado tanto tiempo en morir; no ha sido ma la culpa. Tengo hoy cuarenta y cinco aos, y hace ya cuarenta que estoy cansado de la vida. Tan cansado, que no he querido tomarme el trabajo de morir por mi cuenta..."mximo.No hara falta ver la firma. Recordis que ya una vez en el colegio, cuando an no tena catorce aos, intent suicidarse?jorge.Djate ahora de recuerdos. Adelante.javier."...Para unos he sido un escritor morboso; para otros, un libertino' vulgar; y para todos, un soltern extravagante y pesimista. Pero hay algo que nadie ha podido negarme nunca: mi independencia orgullosa y mi enorme capacidad de desprecio. Jams he dicho una mentira que pudiera favorecerme, ni mucho menos una mentira cobarde. En cuanto a lo que el mundo pueda pensar de m, nada me importa; con lo que yo pienso de l, estamos en paz..."mximo.Es estar vindole! Un verdadero romntico !javier."...Slo una cosa he callado siempre; el secreto de mi soltera. Y slo a vosotros quiero confesrosla, porque slo vosotros sois capaces de comprenderme. Od, amigos, la amarga verdad de mi vida. Y odla solemnemente... Escuchadme en pie..." (Vacilan un momento, mirndose; al fin se ponen en pie respetuosamente.) "...Yo s que vosotros habis hecho una religin de la amistad y del amor. Os lo agradezco y os admiro. Pero yo no puedo compartir vuestro optimismo. Porque yo, queridos amigos, yo..." (Se detiene plida, sin aliento.) Eh?... No es posible!mximo.Qu te pasa? javier.No es posible!...(No acierta a decir nada ms. Con la mamo temblando, deja el papel sobre la mesa. Y se retira, tratando en vano de dominar su emocin. mximo, impresionado, toma el papel, se cala sus gafas y busca el sitio donde javier dej la lectura.)mximo."...vuestro optimismo. Porque yo, queridos amigos, yo..." No! (Vuelve los ojos aterrados a javier, que est de espaldas.) No puede ser!jorge (Empezando tambin a sentirse invadido por un extrao terror.).Pero qu pasa? Qu es lo que no puede ser? (Arrebata el pliego a mximo, que a su vez se retira de la mesa, en direccin contraria a javier. Vuelve, nervioso, el pliego, que ha cogido al revs, y repite el pie.) "...Pero yo no puedo compartir vuestro optimismo. Porque yo, queridos amigos..." (Ligera pausa. Voz lenta y solemne.) "...Yo os he engaado con vuestras tres mujeres." (Situacin: jorge, helado de asombro, mira alternativamente a javier y a mximo. Cada uno, desde su extremo, contesta a la muda interrogacin con un gesto fatalista) Pero esto es inaudito!javier.Inaudito!...mximo.Inaudito!...jorge (Sin acabar de digerir.).Con vuestras tres mujeres... (Al fin, la indignacin vence a la sorpresa.) El miserable!... Y para esto nos ha mandado ponernos en pie?... (Tira furioso el pliego contra la mesa.) Cobarde!... Por qu no se atrevi a decrnoslo vivo y cara a cara?mximo.Calma, Jorge... No levantes la voz.jorge.Qu calma, calma!... Es muy cmodo: primero, morirse tranquilamente, y luego, ah queda eso... As tambin lo hago yo! Cobarde! Slo quisiera ahora poder resucitarle y traerle aqu. Aqu! A dar la cara! Cobarde!...javier (Abatido.).Djalo. Despus de esa revelacin, que nos importa ya l? Lo que importa ahora son ellas!jorge.Tienes razn. (Mordiendo la palabra!.) Ellas!... (Enciende y se deja caer en su asiento.) Ellas!...(Pausa larga. No se atreven a mirarse evtre s. javier y mximo, hondamente abatidos, atentos a su interior. jorge volcados hacia afuera los nervios, baila los pies, repica los dedos y lanza, grandes bocanadas de humo, que disuelve a puetazos. Al fin, javier avanza hacia el centro y aborda la situacin, evocando tardes difciles del Senado.)javier.Amigos mos: bien comprendo que la situacin... es..., no s cmo decirlo.jorge.Lo que es la situacin ya lo sabemos todos. Adelante.javier.Acabamos de ser vctimas de una agresin brutal. Doblemente brutal: por ir contra quien va, y por venir de quien viene..., de ese hombre: al que siempre habamos credo el mejor de los amigos.jorge.Lo creais vosotros. Yo tena mis dudas.javier.Lo creamos todos; no tratemos de desviar culpas. Y sobre todo, no nos dejamos arrastrar a una solucin de violencia que tengamos que lamentar maana.jorge.Pero qu quieres decir? Es que nos lo vamos a tragar as?javier.Por lo pronto, se impone una reflexin serena.jorge.Yo no tengo nada que reflexionar. Lo que se impone es la accin.mximo.No es un problema tuyo: es de los tres!javier.Examinemos primero quin es el agresor. Ahora lo vemos claro; Ferrn era todo l una negacin; su nica gracia era su cinismo elegante; su nico placer, rerse de todo lo que era sagrado para los dems.

mximo.Exacto: eso era nuestro amigo.jorge.Entonces, si tan claro lo veais, por qu era amigo vuestro?mximo.Ese fue nuestro pecado. Le aceptamos por cobarda; y en el fondo, por vanidad.javier.Admirbamos en l todo lo que a nosotros nos faltaba, hasta sus vicios.mximo.No le tenamos a nuestro lado por cario, sino por miedo a tenerle enfrente. Por qu le admirbamos en el colegio?jorge.Porque nos pegaba a todos. mximo.Recordis su crueldad? Recordis cmo se rea de nuestro espanto aquel da que le vimos arrancando las alas a una golondrina? Recordis la frialdad de aquellos ojos verdes?javier.Aquellos ojos... Cuando yo era nio y me contaban la historia del Paraso, siempre me imaginaba as los ojos de la serpiente.mximo.Eso era Ferrn: un espritu satnico. Y bien: ese hombre sin moral, ese amasijo de resentimiento y de vicio..., ese es el que ahora pretende destrozar nuestras vidas y tirar su barro sucio contra nuestras mujieres. Por qu hemos de tener ms fe en l que en ellas?...jorge.Eh!...mximo.Qu garanta pueden tener sus palabras? Quin nos asegura que en el fondo de esta acusacin no hay tambin una larva de resentimiento y de venganza?jorge.Pero... contra quin?javier (Agarrndose al rayo de esperanza que acaba de desatar mximo.).Contra nuestra felicidad.mximo.O contra nuestras mujeres! Quin sabe lo que ha pretendido de ellas, y cmo se habr visto rechazado?javier.Eso digo yo!(Pausa.)jorge (Los mira con aire superior y se levanta con un gesto escptieo.).Amigos mos, yo comprendo la buena intencin de vuestros discursos, pero... para qu nos vamos a engaar? Ferrn sera cualquier cosa, pero un embustero, no. Y menos en esta ocasin. Nadie miente delante de la muerte. Y, en ltimo caso, a qu hablar ms de Ferrn? Vosotros lo habis dicho: lo que importa ahora son ellas... Ellas!... Las tres perfectas casadas! (Se sienta nuevamente y se vuelve sarcstico a mximo.) Hombre, quin deca antes que el nmero tres da buena suerte?mximo (Con ira).Qu hermosa ocasin de callar te ests perdiendo!javier.Calma, por favor. (Pausa.) En cuanto a ellas, el hecho resulta ms increble an. Son dieciocho aos de felicidad tranquila sin una sombra en sus ojos, sin una intencin dudosa en sus palabras.(Suena mimosa, desde el jardn, la voz de leopoldina.)leopoldina.Jorgito!...jorge (En pie mecnicamente, con sarcasmo.).Santa Isabel de Hungra!...leopoldina.Jorgito!... (Acude mximo a la ventana.) Es que no pensis bajar a tomar el caf?mximo.En seguida. Estamos terminando unos asuntos.leopoldina.Y Jorge?... Qu tal est mi maridito?jorge (Bronco, desde su sitio.).Mal. Gracias.leopoldina.No estars fumando, verdad tesoro?jorge.Tesoro! Je! "Cuidado con el tabaco, mi amor; acurdate de la angina." Farsante!(Se apresura a encender el mayor cigarro que encuentra.)leopoldina.No tardis, por favor. Estamos tan solas sin vosotros!mximo (Volviendo.).Ya se fue.jorge.La esposa modelo. Ya te dar yo fray Luis de Len. (A javier.) Y a propsito de fray Luis: decamos ayer...?javier.Deca que en cuanto a ellas, el hecho resulta ms increble an. En lo que a m se refiere, puedo aseguraros que delante de Ada apenas, me atreva a hablar de Ferrn. No le era simptico. Ms an: creo que hasta le molestaba su presencia.jorge.Cundo t estabas delante?... Ya! Conozco el truco. Lo he hecho yo muchas veces!javier.Jorge!jorge.Y ahora veo claro lo de la copa... Por qu se le cay de las manos cuando estbamos hablando de l? A qu vena aquella risa nerviosa? Claro, claro, claro: ese era todo el misterio.javier.Quieres callarte de una vez?jorge.Disculpa.mximo.Parece mentira que t mismo ests echando lea al fuego. Piensa en lo que han sido siempre nuestras mujeres. Cmo crees posible en ellas una traicin semejante?jorge.Eso digo yo. Cmo diablos se las han podido arreglar? Y dnde? Y cundo?... Lo de las vuestras, pase..., pero Leopoldina...javier y mximo. (Al mismo tiempo.)Jorge!...jorge.Perdn..., no s lo que digo. (Otra pausa difcil. jorge, hundido en su asiento-, medita en voz alta, sarcstico.) "Cuidado con las corrientes, tesoro... Te has puesto la bolsa de agua caliente, vida?..." Hipcrita! Y el metabolismo... Je! Y el perro vagabunda... (Tira al suelo su cigarro y lo pisotea, en uwa Crisis de nervios.) Hipcrita! Farsante! (Se arranca el cuello. A gritos.) Aire! Aire! Esa ventana!mximo.No grites as. Pueden orte. (jorge respira fatigosamente, repitiendo casi sin voz...) Hipcrita!... Hipcrita!...(Pausa.)javier.Vamos, calma. Seamos fuertes y pongmonos a la altura de las circunstancias... Si me lo permits, yo voy a proponeros una solucin.mximo.Una solucin?javier.Pongmonos en el peor de los casos: admitamos que eso que dice Ferrn... fuera verdad.mximo.Pero es que no puede ser verdad!jorge (Escptico.).Admitmoslo..., por si acaso.javier.La situacin en que estamos colocados tiene dos aspectos: uno social y otro individual. Socialmente somos tres maridos en ridculo. Individualmente, somos tres, hombres desgraciados. Por fortuna, en nuestro caso, el primer aspecto queda descartado.jorge.Descartado..., por qu?javier.Porque somos los nicos que lo sabemos. Lo peor de estas situaciones es la mirada compasiva de los amigos, la risita disimulada de los que se consideran bien seguros y se creen con derecho a tirarnos la primera piedra.jorge.Inconscientes!... Rerse de un marido engaado es una imprudencia temeraria.mximo.Y qu me importa a m la opinin de los dems? Mi problema no son ellos quienes han de resolverlo; soy yo mismo.javier.Queda, esa segunda parte: nuestra tragedia ntima.jorge.Casi nada!javier.Por lo menos, no tan grave. Entre un ridculo y una tragedia, todo marido civilizado prefiere la tragedia antes que el ridculo. Mi proposicin es sta: No hemos sido felices hasta hoy con un engao? Pues bien: semoslo en adelante con un engao ms: engamonos a nosotros mismos.jorge.Qu? A ver, a ver..., aclara eso.javier.Echemos esa carta al fuego, como si nunca se hubiera escrito, y jurmonos guardar silencio. Ferrn ha muerto con su secreto. Ellas guardaron el suyo. Guardemos nosotros el nuestro... Y resptemenos mutuamente..., puesto que los tres estamos igualmente comprometidos. Esta es mi solucin. Ahora vosotros diris.(jorge, despus de mirar a uno y otro, se levanta con el mismo gesto escptico de antes.)jorge.Pido la palabra! (Oratorio.) Queridos colegas... (A un gesto de ellos.) Perdn, queridos amigos. Por mi parte, voto en contra. Cerrar los ojos no es una solucin de hombre; es una solucin de avestruz. Perdonar decs? Callarnos?... Qui!... Qu ms quisieran ellas! No, compaeros, no; hay que averiguar la verdad... Y los datos! Y luego, castigar. La traicin conyugal es un delito que se paga caro!javier.No pensabas as cuando te dabas esos madrugones... a las trtolas.jorge.Un hombre es distinto.javier.Ya.jorge.Voto por la violencia: es la tradicin de nuestra raza. Qu hubiera hecho en este caso Caldern?javier.Y qu saba l? Caldern era un clrigo, y muri soltero.jorge (Que nunca se lo hubiera imaginado.).No me digas! Entonces, todo aquello del honor?... javier.Literatura barroca.mximo.Queris dejar en paz a Caldern y queris orme a m?javier.T dirs.mximo.He escuchado con tristeza vuestras opiniones: permitidme ahora que os d la ma.Y perdonadme que os hable con toda crudeza. Amigos mos..., os compadezco a los dos.jorge.Hombre, muchas gracias. Y t qu?mximo.A los dos. Te he visto a ti reaccionar por simple vanidad herida, cacareando desafos como un gallo de corral. Y te he visto a ti soslayar cobardemente las entraas, sin ms preocupacin que salvar las conveniencias. Tena de vosotros una opinin ms alta.jorge.Era lo que nos faltaba esta noche!mximo (A jorge.).Si lo que dice ese papel fuera verdad..., de qu nos servira tu palabrera epilptica de macho ofendido y esa sucia curiosidad de averiguar los datos? (A javier.) De qu nos servira ese falso consuelo de ser los nicos en conocer nuestra desgracia?javier.Ya que hemos perdido la fe, por lo menos... podramos salvar la paz.mximo.Valiente solucin! No, amigos, no; si yo pudiera creer que mi mujer no es digna de la fe que tengo en ella, me limitara a salir de aqu tristemente... y pegarme un tiro a la orilla del ro. (Emocionado.) Vosotros, haced lo que queris... Pero yo no tengo otra fe, ni otra esperanza, ni otra religin que Genoveva. Y esta noche la llevar del brazo a casa, con ms respeto que nunca, como a una reliquia que hubieran querido robarme. Y nunca le preguntar nada, porque todas las palabras de un Ferrn, de cien hombres como Ferrn, no valen el silencio de una mujer honrada! Esta es mi solucin.(Pausa. javier vacila envidiando la fe de su amigo.)javier.Realmente..., quiz tengas razn t...jorge.All vosotros. Pero yo he de averiguar toda la verdad. Y los d&tos! El cmo, y el dnde, y el icundo. Sobre todo el cundo!javier.Y qu nos importa el cundo?jorge. Mucho! Y a ti ms que a nadie. Al fin y ai cabo nosotros no tenemos ms problema que nuestras mujeres... T, en cambio, tienes una hija...javier. (Repentinamente plido, volvindose.). Qu quieres decir?mximo.Pero es que has perdido la razn, imbcil?javier.Qu es lo que te has atrevido a pensar?... (Se acerca a l tembloroso, Agarrndole de Jais solapas.) Mi hija es ma!... Lo oyes?... Quin se atreve a dudar de eso?jorge (Dndose cuenta de la gravedad de sus palabras.).No me hagas caso..., estoy trastornado...javier.Podis pensar de mi mujer lo que queris... Ya no me importa nada!... Pero mi hija es ma!... Mi hija es ma!... Ma!...(Se le rompe en sollozos la voz. Cae deshecho en un asiento. Pausa.)jorge.Perdname, Javier..., no quise hacerte mal. javier (Con un esfuerza para rehacerse.). Lo s... Perdonadme vosotros esta escena... No estaba preparado para un golpe as. Esa chiquilla es toda la razn de mi vida... Comprendes? mximo.Pero es que has podido dudar? Yo conozco a tu hija ms que t mismo; la he tenido en mis clases desde nia, y te juro que no hay en ella un solo gesto ni una sola palabra que no sean tuyos.(Apretndole la mano que tiene sobre su hombro.)javier.Gracias, Mximo...mximo. Ea!, s fuerte. Murdete esas lgrimas... y avergnzate como yo de haber dudado! (Se oye la voz de leopoldina, que se acerca tarareando alegremente.) Ellas vienen. Guarda ese sobre! (A jorge, imperativo.) Y t, silencio. Entendido? Silencio!(javier guarda el sobre en su bolsillo y se rehace. Entra leopoldina con una sonrisa colegial, totalmente ajena, a la situacin.)leopoldina.Cu-cu! Conque, jugando al escondite, eh?... Muy bonito!. (Amenazando puerilmente con la mano.) Ah, picaros!... Pero es que vais a seguir as toda la noche? Jess..., qu caras tenis los tres! Es una broma? O es que ha ocurrido algo serio?mximo.No, nada serio... (Dndole una salida a jorge.) Tu marido, que se ha sentido un poco indispuesto y quera retirarse.leopoldina. (Corre a l, con mimo alarmado.)T, mi vida? Pero, por qu?... Ves? No te lo deca yo? La salsa trtara!jorge (Aspero.).Quieres dejarme en paz con tus salsas?leopoldina.Ya te avis que estaba muy fuerte, y con mostaza inglesa. Tienes los ojos congestionados.jorge (Empieza a enfurecerse y va subiendo cada vez ms el tono.). Yo tengo los ojos como me da la gana, para eso son mos!leopoldina.Pero por qu me hablas as? No te enfades t, tesoro...jorge (Furioso.).No hay tesoros! O es que yo soy una isla de piratas?leopoldina (Retrocede espantada.).Jorge!mximo.No le hagas caso; ha bebido un poco ms de lo justo.leopoldina.Sin soda?jorge.Con plvora negra! Y se acabaron los mimos... y la bolsa de agua caliente!leopoldina.Pero, Jorge!jorge.Desde hoy voy a dormir con las ventanas de par en par, o desnudo en la terraza! Quiero una salud heroica!leopoldina.No te excites as, mi cielo... Acurdate de la urticaria!jorge (Ululante.).Se acab la urticaria! Ahora soy un hombre libre!leopoldina (Refugindose, aterrada, junto a mximo.).Pero, a qu vienen esos gritos?mximo.No es nada... Vamos, Jorge, calma...leopoldina.Seguro que es el exceso de trabajo. Siempre se lo digo: madruga demasiado... Y luego llega a casa deshecho...jorge (Con una galantera siniestra.).Tranquilzate..., "encanto". Desde maana salgo por la noche. Es ms cmodo. Vmonos a casa!leopoldina.Deja, por lo menos, que me despida.jorge.Sin despedirte.leopoldina. Pero es que me he dejado el abrigo en el jardn...jorge.Mejor. Yo saldr en mangas de camisa. (Terminante, a ada, genoveva y clara, que entran.) Buenas noches a todos! Andando! Y se acab el metabolismo... y el perro vagabundo! Y fray Luis de Len! Ahora vas a ver t lo que es un hombre! Un hombre!(Salen, ella delante, l tirndole sus gritos como pedradas. ada y genoveva miran a sus maridos con asombro.)ada.Pero qu ha pasado aqu? Qu significa esa escena?genoveva.Nunca haba odo a Jorge bramar de ese modo.mximo.No es nada, el pobre no est acostumbrado a beber.ada (Incrdula.).De veras? Pues tampoco a vosotros os veo nada sonrientes. Alguna mala noticia?mximo.Cosas de negocios; este Javier no sabe dejar nada para el da siguiente. (A l, con intencin.) Maana terminaremos eso!; hazme caso. Ahora lo que te conviene es descanso... (Tendindole la mano.) y silencio. Adis, Ada; mil felicidades una vez ms. Con toda el alma.(Le besa la mano.)ada.Gracias, Mximo. Y a vosotros.mximo.Y t, pequea, no estudies tanto. La ciencia no vale la pena; la vida es lo que importa.clara.Hasta maana, profesor. A las ocho en el laboratorio?mximo.A las ocho en punto: el profesor Rojas no ha faltado nunca a, su hora. Vamos, Genoveva?genoveva.Tienes la voz cansada..., triste.mximo.Triste a tu lado? No seas nia! (Ayudndola a ponerse la piel.) Abrgate, Genoveva; est fresca la noche. Abrgate, querida... Abrgate...(Sale acariciando la mano compaera. Pausa. ada siente que algo grave se cierne en el aire, javier se acerca lentamente a clara, toma su cabeza entre las manos, acaricindole los cabellos, contemplndola con una ternura nueva y melanclica.)javier.Eres linda, hija...clara.Pap...javier.Muy linda... Si t supieras todo lo que eres para m!ada.Quieres explicarme a qu viene todo esto?javier (Se vuelve a ella, mirndola severamente un momento.).Quiz. Djanos ahora, Clara; tengo que hablar con tu madre.clara.Subirs luego a darme un beso?javier.Siempre!(La besa.)clara.Buenas noches, mam.(Sale. javier se queda contemplndola an despus de haber salido. Pausa larga.)ada.Qu negocio era ese tan importante que os ha tenido aqu encerrados toda la noche?javier.Qu importa... Nunca te he hablado de negocios.ada.Pero hoy no son simples negocios. Es algo ms grave y ms hondo: algo de dentro.javier.Por qu lo piensas?ada.Se lo not a Mximo en la voz. Lo veo en esos ojos tuyos, que se andan agazapando, sin buscar los mos; lo veo en esas manos que te estn temblando. Qu ha ocurrido esta noche?javier.Pues bien..., s. Hemos recibido una triste noticia.ada.De quin?javier (La mira fijamente.).De Ferrn. Nuestro querido amigo Gustavo Ferrn... acaba de morir. (Espa la reaccin de ada. Ella palidece, esquiva la mirada, pero se domina con un esfuerzo de voluntad. Silencio.) Qu dices? Es que no has odo? Nuestro amigo Ferrn acaba de morir! (Nuevo silencio.) Habla! Di algo!...ada (Fra.).Y qu quieres que diga yo? Ferrn no era amigo mo; lo era vuestro.javier.Pero t sabes cunto significaba en nuestra vida! Ayer tom el avin slo para venir a darnos un abrazo!... Y ahora, en este mismo momento, est muerto contra la nieve y la noche! T no puedes recibir la noticia as... Esa frialdad no es natural! Habla!ada (Serenamente, despus de una pausa.).Quieres que te hable con toda lealtad?javier.Eso es precisamente lo que pido!ada.Pues bien, me alegro.javier.Qu dices?...ada (Con ira contenida.).Digo, sencillamente, que me alegro. "Vuestro amigo" Gustavo Ferrn... era un canalla!TELNACTO SEGUNDO

En el mismo lugar, al da, siguiente. Est anocheciendo. La escena en penumbra, cruzada por los largos reflejos violeta del crepsculo, que ilumina fuertemente la ventana.(javier, a solas, pasea ensimismado: tiene deshecha la corbata, revuelto el pelo, con profundas huellas de insomnio. Sa detiene un momento a beber, mientras en un reloj lejano dan, las seis lentamente. Se sienta, saca el sobre lacrado y, sin abrirlo medita fijamente. Llaman a la puerta del fondo. javier se sobresalta; se arregla rpidamente el pelo y la corbata, guarda el sobre.)javier.Quin es? doncella.Seor...javier.Un momento. (Pausa mientras se arregla.) Adelante.(Abre la doncella.)doncella.Es el delegado del Banco Agrcola...javier.No estoy para nadie. Cierre esa puerta. Y no vuelva a llamar con ninguna disculpa. No quiero ver a nadie, me entiende? A nadie!...(Cuando la doncella va a cerrar, la detiene clara, que habla desde el umbral.)clara.A m tampoco? javier (Vacila un momento.). Pasa...clara.Cmo tienes esto a oscuras? Te molesta que encienda?... (Silencio. clara enciende las luces.) Por qu ests aqu encerrado todo el da?javier.Tengo que trabajar.clara.Ayer no te acostaste en toda la noche... y no estabas trabajando.javier.Quin te lo ha dicho?clara.Lo vi yo misma. Nunca te habas acostado sin ir a mi cuarto a darme un beso. Anoche lo estuve esperando hasta la madrugada..., oyendo todos los relojes. Los relojes de la ciudad, de noche, dan una angustia extraa. Una tristeza de lentitud: y de vaco.javier.Tambin yo los oa.clara.No haba modo de dormirse, esperando cada campanada... como cuando cae una gota de agua en el lavabo. Entonces sal descalza; pero no me atrev a llamarte; estabas hundido en este silln, con la cabeza entre las manos... Hasta me pareci orte llorar.javier.Imaginaciones tuyas...clara.Fui a vuestro cuarto a decrselo a mam. Pero tampoco ella estaba all. Entonces me entr miedo, corr toda la casa..., al fin la vi en la terraza, tendida en una hamaca, con una manta sobre las rodillas y los brazos cados a los lados.javier (Se vuelve bruscamente.).Tambin lloraba ella?clara.No; estaba con los ojos muy abiertos, clavados en las estrellas. Y de vez en cuando fumaba cigarrillos, mordindolos... Tampoco a ella me atrev a acercarme; no pareca la misma. (Se acerca al padre con un tono ntimo, de confidencia temblorosa.) Qu est pasando en esta casa, pap?javier.Nada que deba preocuparte a ti, lo oyes? No vuelvas a hablar de eso. T lees demasiado y tienes un exceso de imaginacin. Ahora hablemos slo de ti. Ven ac, hija, sintate aqu conmigo... (Le acaricia con ternura los cabellos. Le levanta la frente entre las manos. Ella se sienta en un almohadn en el suelo.) Mrame, Clara... De qu color tienes los ojos?clara (Que va perdiendo el tono miedoso.).No los ests viendo?javier.No los veo bien a esta luz... y tengo los mos turbios.clara.Pero los has visto mil veces.javier.Nunca me haba fijado antes... Dime, no tienen..., no tienen un reflejo verde?clara.Verde? No! Son pardos y grandes..., como los tuyos. Y cuando me ro tienen un polvillo de oro, como ese que dejan entre los dedos las mariposas: es la risa de mam. As. Mralos!... (Re.) No te gustan mis ojos?javier.Mucho..., te lo agradezco mucho. (Se los besa.) Oye, Clara, voy a hacerte una pregunta que parece estpida, pero te pido que me contestes sinceramente.clara.Di.javier.Si t no fueras mujer..., qu querras ser?clara (Re.).Pero pap...javier.Sin rer. Contesta.clara.Y qu quieres que te diga?... (Con una gran naturalidad.) Si yo no fuera mujer..., querra ser mujer.javier.No, no es eso... Quiero decir, si fueras un muchacho, qu te gustara ser el da de maana? No te atraen los viajes, las aventuras?clara.Si fuera muchacho, no s. Tal como soy..., no...javier.No te gustara ser un artista..., un escritor, como Gustavo Ferrn, por ejemplo?clara.No te canses, pap; si vas buscando en m una pgina literaria sentir desengaarte, pero yo me siento terriblemente burguesa! Por hoy me bastan mis clases y mi laboratorio. Y para maana, una casa con rboles, muy tranquila, muy ma..., y si es posible, con tres hijos: dos nios y una nia. (Vuelve a rer.) Es vergonzoso hablar as a mi edad, verdad?javier.Oh, no!...clara.Dicen que a los diecisiete aos la poesa es un deber. Pero est visto que soy toda prosa.javier.No te importe. Tantos libros poticos se han escrito en prosa! (Pausa.) Dime, t has conocido mucho a Gustavo Ferrn... Qu sentas hacia l?clara.Respeto. Ferrn era un gran amigo tuyo. Y un escritor clebre.javier.Slo respeto? Sin embargo, yo recuerdo que, a veces, cuando volva de algn viaje largo, t corras a su encuentro, gritando, con los brazos abiertos...clara.De nia, s. Le admiraba tanto! Siempre os oa hablar de l como de un aventurero extraordinario. Y soaba hojeando su lbum de fotografas; caceras en montes de nieve, palmeras con negros, canoas al pie de grandes cataratas blancas... Ferrn era entonces mi libro de cuentos.

javier.Y despus, cuando fuiste mayor?clara.Despus..., curiosidad... Deba decir cosas muy interesantes, porque siempre que l empezaba a contar algo me mandabais salir.javier.Admiracin..., curiosidad... Bien, pero y cario? No sentas cario hacia l?clara.Segn. A qu llamas t cario?javier.Por ejemplo..., a veces, estando conmigo a solas, con tus manos entre las mas..., como ahora..., hemos pasado horas enteras en silencio. Sin decirnos una sola palabra, pero sin sentir el vaco entre nosotros. Y a eso llamo yo cario, comprendes? A esa plenitud tranquila, que slo siente uno... "entre los suyos". (ada entra a estas ltimas palabras y va avanzando en silencio, sin que ellos se den cuenta de su presencia.) Has sentido eso alguna vez junto a Ferrn ?clara.Al contrario; l era inquietante. Y cuando te miraba fijamente sentas la mirada sobre la piel, como si tuviera dedos en los ojos.(Pausa.)javier.Has ledo alguna vez sus libros?clara.S.javier.Y qu te parecen? Sinceramente.clara.Pues, la verdad, no me gustan. Me parecen una cosa enferma, viscosa... Si yo no conociera al autor creera que es un resentido, capaz de cualquier verdad o de cualquier mentira con tal de hacer dao.javier.Pero a quin, y por qu?clara.No s... Es como una venganza contra todos y contra todo. A un hombre as se le puede admirar, pero quererle ya es ms difcil.(javier vuelve a tomar su cabeza entre las manos, con una infinita ternura.)javier.Gracias, hija. Gracias... No sabes todo el bien que me hace orte.(Vuelve a besarla.)ada (Avanza serenamente, cortando la escena.). Buenas tardes, Javier. javier (Se desconcierta, temeroso de haber sido sorprendido. Se levanta.).Hola.(ada se acerca a clara, que tambin se hu puesto en pie.)ada.Hablabais de libros?clara.S, pap me ha estado haciendo un examen de literatura.ada (Con intencin.).Un examen..., s..., ya he visto. Quieres ahora prepararnos el t t misma? Tu padre no ha almorzado todava.clara.En seguida.(Sale. Pequea pausa. ada aborda resueltamente la situacin.)ada.De qu hablabas a tu hija? javier.No lo has odo ya? De libros. ada.No. Hablabais de Ferrn. javier.Me oste? Por qu me preguntas entonces?ada.Porque me pareci un interrogatorio muy extrao. Hay algo en esta casa desde anoche que no acabo de comprender. javier.Ms vale as. ada.A qu vienen estos misterios? Por qu te negaste hoy a ir a la mesa? Por qu no dormas anoche?javier.Dormas t? Qu hacas en la terraza, con los ojos fijos, mordiendo cigarrillos?ada.Ah!, me espiabas?javier.Yo no. Pero no estoy yo solo en la casa.ada.Es curioso. Cre que te conoca a fondo; pero, por lo visto, estaba engaada.javier.Quiz estbamos engaados los dos,ada.Quiz. En todo caso, lo que puedo asegurarte es que no vamos a estarlo ni un momento ms.javier.Qu quieres decir?ada.Que he entrado aqu dispuesta a saber la verdad y que no me ir sin ella.javier.Muy resuelta vienes. No s si te arrepentirs.ada.Tengo absoluto derecho a tu lealtad, como t lo tienes a la ma. Habla ya! Te lo exijo!javier.T? Y eres t la que puedes exigir?ada.Yo. Tu mujer. Hasta hoy hemos tenido una casa firme, con todas las ventanas abiertas. Hoy, que la veo tambalearse, tengo derecho a saber qu es lo que le est royendo los cimientos. Habla! Por qu me andas huyendo los ojos? Porqu no te atreves a mirarme de frente?javier (Alzando la vista airado.).Y cmo te atreves a mirarme t?... Cualquiera dira que soy yo el culpable.ada.Ah!..., luego hay un culpable?javier.Quiz.ada.Ya es algo. Y, por lo visto, ese culpable , soy yo.javier.Si t misma lo dices...?ada.Muy bien. La cosa se va aclarando. Ahora... puedo saber de qu se me acusa?javier.Es necesraio que te lo diga yo?ada.Quin podra hacerlo si no?javier (La mira fijamente, desconcertado ante la serenidad de su actitud. Pausa.).Escchame, Ada: es un asunto relacionado con la muerte de Ferrn, me oyes bien?, con la muerte de Ferrn. En ese caso, no te da un poco de miedo exigir toda la verdad?ada.Y por qu ha de darme miedo la verdad?javier (Vuelve a contemplarla en silencio. Vacila.).No s qu pensar..., me desconciertas..., te estoy mirando y no s si eres vctima de una maquinacin monstruosa... (Voz reconcentrada.) o si eres un caso de cinismo inaudito.ada.Javier!... (Se le escapa un sollozo. Se domina en seguida.) No lo esperaba de ti. En dieciocho aos es la primera vez que te oigo un insulto.javier.Perdona!...ada.No vale la pena... Me ha dolido, sobre todo por ti.javier (Dando rienda suelta a sus sentimientos.). Pero no comprendes que a m me ha dolido ms an? No comprendes que no te he pedido perdn por esa palabra, sino por todo lo que hay detrs? Por mi fe en ti, que he perdido irremediablemente! Porque quisiera creerte..., porque dara ahora toda mi vida por creerte! Y no puedo!...ada.Tanta autoridad tiene para ti el que me acusa?javier.En este caso, toda. (Mostrndole el sobre.) Conoces esta letra?ada.Naturalmente que s. Es la letra de Ferrn.javier.Pues bien: ah est tu acusacin. Ahora, yeme bien antes de decidir. Si de verdad no hay nada culpable en tu vida, puedes abrir el sobre. Si no es as..., djame quemarlo y ahorrarte una vergenza intil. Y no tengas miedo a la verdad: puede doler mucho, pero es un dolor sano. Decide.ada.En ese caso tengo derecho a abrirlo. (Abre el sobre y resbala por l una mirada en que se acusa una mezcla de dolor y repugnancia. Pausa. El reloj da una campanada.) No me extraa... Yo conoca a Ferrn mejor que t..., ya te dije ayer que era un canalla. (Vuelve a guardar el pliego y se lo tiende en la punta de los dedos.) Piensas guardar esta basura?javier.Lo quemaremos juntos.ada.Gracias. Es muy noble por tu parte. (javier da vueltas al sobre, en espera de una justificacin que no llega.) Qu esperas?javier.No tienes nada que responder a esto? Qu explicacin lgica puedes ofrecerme?ada.Lgica? Ninguna. A eso slo se responde con una conducta. Y si la conducta no basta, sobran todas las palabras.javier.Pero, en fin... No es posible que no haya siquiera una sombra de verdad, por pequea que sea. Nadie miente as delante de la muerte! Dime la verdad, Ada. No tengas miedo por ti ni por m. Yo te ofrezco desde ahora el silencio y la paz. Con toda mi amargura, pero con todo respeto. Habla.ada.Gracias, Javier, eres todo lo bueno que puedes..., pero, desdichadamente, ya veo que la cosa no tiene remedio. T lo has dicho: tu fe se ha roto... Y la fe no admite composturas. Qu 1e vamos a hacer! Nos conformaremos con ese silencio y esa paz.javier.Una paz triste.ada.Carcomida; como esas manzanas hermosas que, al morderlas, tienen un gusano dentro.javier.Un gusano terrible... Porque ya no se trata de nosotros solos. Entre nosotros dos hay una hija.ada (Comprendiendo de pronto, levanta ka cabeza con un gesto brusca.).Qu quieres decir?javier.Eso! Lo que acabas de adivinar! T puedes dolerme mucho, y me dueles..., pero esa. hija me duele mucho ms..., comprendes?... Esa hija..., de qu color tiene los ojos Clara?ada.Javier!javier.Antes los he estado mirando..., y me pareci que tenan un reflejo verdoso..., como los de Ferran.ada.Pero es que has podido dudar hasta de ella? Tan ciego ests que ya ni los ojos de tu hija ves?javier.Perdname... Quiz tengo fiebre...ada (Abrazndose a l desesperada.).Por lo que ms quieras, Javier!... Duda de m; condname a tu silencio o a tu desprecio... Yo soy fuerte y puedo sufrir... Pero nuestra hija, no!... Lo oyes?... Nuestra hija!... Nuestra!...javier.No me hagas caso... Te creo... Qu sera de m si no te creyera! Djame ahora.ada.No, ahora no!... Jrame antes que no lo volvers a pensar!javier.Perdname, te digo..., tengo fiebre. Necesito descansar...ada.Javier!javier (Inicia el mutis, tratando de dominar un llanto de vencido que le quema la garganta"). Pero cmo puede uno estar ciego? Si los he visto!... Son pardos y grandes..., como los mos..., y cuando se re tienen un polvillo de mariposa...(Sale buscando entre sus dedos el recuerdo de las palabras de clara. ada, vencida por el esfuerzo sobre s misma que ha soportado en toda la escena, se deja caer sollozando en un asiento. Pausa. Vuelve a rehacerse, y con los ojos fijos, murmura entre dientes.)ada.Canalla!... Canalla!...(Entra leopoldina, puerta de fondo.)leopoldina.De modo que tampoco est aqu? Buenas tardes, querida... Pero qu te pasa?... Estabas llorando?ada.No me hagas caso. Tengo una jaqueca atroz.leopoldina.Tambin t? Vaya, por lo visto la nochecita ha sido buena para todos. Genoveva est preocupadsima con su marido, que no hace ms que mirarla con los ojos fijos sin decir una palabra.ada.Cansancio. Mximo se entrega demasiado a su trabajo. No ha venido Jorge contigo?leopoldina.Si precisamente vena a buscarle aqu! Dnde puede haberse metido? Sali sin decir una palabra, dando portazos, y ni ha vuelto a almorzar ni ha llamado por telfono, ni nada. Es la primera vez que me hace una cosa as.ada (Pendiente de sus ideas, sigue la conversacin con visible distraccin.).Djale, ya volver.leopoldina.Te aseguro que Jorge no est bien. T viste cmo me sac ayer de aqu? Pues as me llev hasta casa, corriendo delante de l por las calles, como un nio castigado.ada.Anoche haba bebido...leopoldina.Ojal no fuera ms que eso. Pero no estoy tranquila. Hace unas cosas extraas!... Imagnate que anoche al pasar por esa institucin de caridad que yo presido, La Viuda del Nufrago, se qued mirando el letrero con una risa..., cmo se llaman esas risas de las novelas?ada.Sardnica?leopoldina.Eso! Una risa sardnica que daba miedo!... Oye..., la risa sardnica, cmo es?ada.No s; es una enfermedad.leopoldina.Pues as: a carcajadas y con la cara muy seria, como si fuera otro el que se estuviera riendo dentro de l. Y luego se empe en dormir desnudo en el jardn!... Te digo que no es normal! Qu crees t que debo hacer?... Pero, Ada, es que no me oyes?ada.Perdona. No s en qu estaba pensando.leopoldina.Pase que se enfade conmigo; l sabr por qu. Pero y el perro? Qu culpa tena el pobre perro? Pues anoche, en cuanto llegamos a casa, le at una lata al rabo y lo ech a la calle. No te parece sospechoso?... A qu viene ese odio a los perros? No es civilizado. Lord Byron hizo enterrar al suyo en la capilla de sus abuelos.ada (Interesada de pronto.).Eh? Y quin te ha contado a ti eso de lord Byron?leopoldina.Lo habr ledo en alguna parte.ada (La mira fijamente.).No, Poldina, no lo has ledo; se lo has odo contar a alguien.leopoldina.Es posible.ada.A quin?leopoldina.Qu s yo! Seguramente a Gustavo Ferrn.ada.Ah!...leopoldina.Tiene algo de extrao?ada.No. Lo extrao es que en un momento como este hayas podido pronunciar ese nombre con tanta indiferencia...; al fin y al cabo, Ferrn era un amigo.leopoldina.Lo era?... Y no lo es?ada (La mira extraada.).Pero, ven ac, de verdad Jorge no te ha dicho nada?leopoldina.De qu?ada.Y no has ledo tampoco la Prensa? Todos los peridicos de hoy dan la noticia.leopoldina.Pero qu noticia? Habla de una vez!ada.Cre que lo sabas. Gustavo Ferrn ha muerto ayer.leopoldina.Muerto?... Gustavo?ada.Se ha estrellado anoche, en los montes de nieve, cuando vena a vernos... (leopoldina, sobrecogida por la noticia, rompe de pronto a llorar. Pausa. ada se le acerca.) Cuidado con esas lgrimas, Poldina... Pueden ser peligrosas... Qu era para ti Gustavo Ferrn?(leopoldina levanta la cabeza y la mira asustada.)leopoldina.Pero qu ests pensando, Ada? ada.No es as como llora una mujer a un amigo de su marido. Vamos, no tengas miedo..., soy tu amiga. Qu era para ti Gustavo?leopoldina (Refugiando la confidencia en sus brazos.).Perdname, Ada... Soy una mala mujer... Comprendo que deba odiarle; era un miserable y slo le debo amarguras. Adems, l no me quiso nunca... Pero yo s le he querido..., le he querido tanto, que ni siquiera soy capaz de avergonzarme. T, que eres mujer, puedes comprenderme.ada.Comprendo. Tena un extrao poder de sugestin.leopoldina.Era como un escalofro de tentacin y de dominio... Todas las que le hemos conocido de cerca lo hemos sentido.ada (La mira con sobresalto.).Todas? Qu quieres decir?leopoldina.Un da que no me esperaba en su casa, trat de cerrarme el paso; fue la nica vez que le vi perder su aplomo. Disputamos con violencia, me empuj... Entonces yo, ciega de celos, me lanc contra l, arranqu la cortina de un tirn... y vi all dentro a otra mujer, plida como la pared... Era Genoveva!ada (Con una energa brusca.).Genoveva? No es posible! O es que necesitas acusar a otra para defenderte t?leopoldina.Ada! Por qu me hablas con esa dureza? Yo esperaba que seras capaz de comprenderme... y perdonarme...(Vuelve a llorar. ada, despus de una pausa, cambia el tono y se le acerca con ternura compasiva.)ada.Pobre Poldina!...leopoldina.No; as tampoco. Parece que me tiras tu lstima como una limosna. Djame explicarte...ada.Para qu? (Con honda intencin.) Yo te juro que comprendo ese dolor, igual que si yo misma lo hubiera padecido. Y que, por muy alta que me creas, nunca podra despreciarte. (Le tiende el bolso, con autoridad, y le ayuda mientras habla.) Scate ya esas lgrimas. Y acostmbrate a llorar de noche, a oscuras, encerrada en tu cuarto... Y yeme bien: pase lo que pase, lo que acabas de decirme no debe saberlo nadie. (Casi sin voz.) Lo oyes? Cueste lo que cueste y pase lo que pase! (Sintiendo abrir la puerta.) Y ahora, a sonrer delante de todos! (Vuelve a su tono natural al ver entrar a clara, seguida por la doncella, con una mesita rodante de t.) Ya, hija?clara.Buenas tardes, Poldina. leopoldina.Hola, Clara. clara.Y pap?ada.En su cuarto. Llvale t misma una taza de t. Quieres? Y qudate con l; estoy segura de que hoy necesita verte. Tambin yo necesito mirarte, hoy ms que nunca... Hija!...(La besa.)clara.Mam!... Qu te pasa?ada.No s... Hay das en que el alma no puede tenerse de pie y necesita apoyarse en alguien. Afortunadamente yo te tengo a ti... Eso me dar fuerzas! (Entra mximo.) Anda; ahora vuelve con tu padre... Buenas tardes, Mximo.mximo.Buenas tardes. Hola, pequea. Qu te pasaba esta maana en clase?... Estabas triste..., no parecas la misma.clara.Tampoco usted, profesor; nos hablaba de esas razas lejanas y desaparecidas como si fueran hermanos... No cre que en la ciencia pudiera caber esa emocin. Con permiso.(Sale hacia el cuarto de javier con su taza de t.)ada.Tomars una taza de t con nosotros? mximo.Un momento slo; me he entretenido en el laboratorio y hoy tenemos que cenar temprano. Javier no est?ada.Acostado.mximo.Enfermo?ada.Fatigado. Gracias, Luisa; djalo ya. (Sale la doncella.) Y por qu tanta prisa?mximo.Esta noche voy con Genoveva al concierto... Shumann! A Genoveva le encanta Schumann, le va bien esa melancola tranquila.(Entren jorge con un aire de seyeridaid solemne que no le sienta.)ada.Vaya, por fin!jorge.Buenas tardes, Ada. Salud, Mximo... (Seco a leopoldina.) Hola.ada.Ah tienes a Poldina toda asustada, creyendo que te haba tragado la tierra.jorge.Tampoco es para tanto. O es que un marido tiene que estar telefoneando a todas horas por dnde anda?leopoldina.Pero, mi vida!jorge (Cortando en seco.).Sin mimos! He estado liquidando todas mis cuentas. Maana nos vamos.

mximo.Qu os vais? Adonde?jorge.A la montaa. Poldina est muy fatigada y necesita reposo!leopoldina.Fatigada yo?... De qu?jorge.Tantos hurfanos y nufragos, tantos desterrados, tantas sociedades benficas... Ya te he dado de baja en todas... ada.Y es cosa resuelta ese viaje?(Va sirviendo el t, que ofrece sucesivamente a mximo, a jorge y a leopoldina.)jorge.Maana, de madrugada. He comprado un castillo en ruinas en los montes de Aragn. Ah!, un lugar delicioso con hiedra y murcilagos... Adems, no hay un alma viviente en diez leguas a la redonda, con lo cual quedan eliminados los hurfanos. Y no tiene ni un lago, ni un estanque, ni un miserable arroyuelo..., con lo cual quedan eliminados los nufragos...ada.Pero eso es una crcel!jorge.Una cosa as, pero muy sano.mximo.En cambio tendr un esplndido coto de perdices.jorge.Desde luego.ada.No me parece muy galante por tu parte. Con leche o con limn?jorge.Con coac.leopoldina.Pero Jorge!jorge (Desafiante.).Qu?leopoldina.No... Nada.jorge.Ah!...ada (Le sirve sin cacusar la menor sorpresa.).Y de qu te ha venido esa idea buclica?...jorge.Pchs!... Romanticismo... El castillo tiene su leyenda. (Con intencin cruel.) Una leyenda siniestra de caza y de adulterio, que han cantado los trovadores de antao. No habis odo hablar de Raimundo de Aragn?mximo.Pero es que nos vas a encajar una historia del siglo doce? No es lo ms divertido para un t.(Se levanta.)jorge.Pero puede ser ejemplar. La historia merece orse. (mximo vuelve a sentarse, resignado. jorge adopta un tono siniestro que, visiblemente, le viene ancho.) Raimundo de Aragn, gran cazador, tena una esposa llena de ternura y de virtudes, llamada Madonna Margarita. Era una talla de marfil, amiga de los heridos y los pobres. Pero parece ser que la tal Madonna Margarita tena, aparte, un hermoso trovador para los ratos de ocio. Un da Raimundo se enter; sorprendi al traidor en una cacera de ciervos; le mat en duelo..., y con su propio cuchillo le sac del pecho el corazn.ada (Con la ms elegante indiferencia.).Un poco truculento, pero deliciosamente interesante. Cuntos terrones, Poldina?jorge (Molesto.).Un momento: no he terminado an.ada.Ah! no?jorge.Esto no es ms que el principio. Y sigue! Por la noche, cuando volvi a casa, Raimundo le dijo a su mujer: "Algrate, querida; hoy he cazado un hermoso ciervo para ti." Y mand a sus criados asar el corazn del galn... Y se lo hizo servir a la mesa. (Pausa, buscando sus efectos.) Tiene gracia, eh?leopoldina (Que est sinceramente aterrada.). Mucha gracia... Ja!...ada.Pchs!... No est mal. No te conoca esa aficin a contar cuentos de miedo.jorge (Un tanto desconcertado.).Yo me limito a recordar una fbula, que puede tener su moraleja. Raimundo era lo que se dice "un caballero espaol". No os parece?ada.Demasiado espaol. Pero por qu no cuentas el final?jorge.Ah!, pero tiene final?ada.Cmo no! (Imitndole.) Y sigue! El conde del Roselln, que era un galante caballero francs, conmovido por esta historia, declar a Raimundo la guerra, le hizo meter en una crcel por asesino, y mand levantar un monumento a los dos amantes en la ciudad de Perpin... Y eso... qu te parece a ti?jorge (Rencoroso.).Demasiado francs!ada.Es natural! Los trovadores que escribieron esa historia eran franceses tambin.mximo (Se levanta.).En fin, Jorge, que seis felices en esas montaas; as lo espero de ti. Y djate de leyendas remotas, que hoy resultan grotescas. Desde Raimundo ac han pasado ochocientos aos. Es de esperar que no hayan pasado en vano.(La doncella anuncia desde la puerta.)doncella.Seora: el seor Ferrn.ada.Quin?jorge.Qu Ferrn?doncella (Extraada a su vez de la sorpresa.).Don Gustavo Ferrn. ada.No es posible!(Situacin: silencio rgido. jorge, posado el primer momento de asombro, hace un brusco ademn de lanzarse a su encuentro.)jorge.Gustavo Ferrn aqu!ada (Le detiene con tono enrgico.).Un momento! No s a qu vienen esos nervios..., pero me permito recordaros a todos que estis en mi casa. Entendido? (A la doncella.) Que pase el seor Ferrn.(Pausa.)ferrn.Queridos amigos!... No esperaba encontrar a tantos juntos!... (Se adelanta a besar la mano de ada y leopoldina.) Ada... Poldina... (Queda algo sorprendido por el fro silencio de todos.) Salud, Jorge! Siempre sonriente, eh?jorge (Lgubre.).Hola!ferrn.No es un recibimiento muy amistoso. Es que no me esperabais?adaCmo bamos a esperarte si todo el mundo te daba por muerto? Pero quiz sea mejor as...ferrn.Ah!..., era por eso? Pues, no, amigos; no tenis delante a ningn fantasma. Iba a tomar el avin de ayer, ya tena reservado el pasaje, pero a ltima hora hubo dificultades con el pasaporte. Cuando llegu al campo, el avin que se haba de estrellar ya haba salido, y he venido en el siguiente. Eso es todo.jorge.Pues ha sido una verdadera lstima. Y entonces, los peridicos?ferrn.Los peridicos se habrn limitado a pedir la lista del pasaje, y se han equivocado, como siempre. Ya es la segunda vez que me matan a grandes titulares. Esperemos que a la tercera tengan ms suerte. (Se dirige a mximo.) Disculpa. Mximo, creo que ni siquiera te he dado la mano.mximo (Con frialdad, sin aceptar la mano tendida.).Y por qu?... Est usted seguro de que nos conocemos?ferrn.Mximo!mximo.Es curioso cmo se va perdiendo la memoria. Yo tuve un amigo que se pareca mucho a usted. Pero ya muri.ferrn.Qu ests diciendo? Es que ests ciego?mximo.Nunca tuve los ojos ms abiertos, ni el alma ms tranquila. Y puedo jurrselo: aquel amigo mo est muerto. Y bien muerto. Con permiso, Ada; Genoveva me est esperando para el concierto. Buenas tardes a todos. Buenas tardes.(Una ligera inclinacin a ferrn y sale. Pausa embarazosa.)ferrn.Pero qu le ocurre a Mximo?... Y: a vosotros todos?ada.La sorpresa quiz.jorge.Eso. Ha sido una sorpresa tan agradable! Vamos, Polaina, tiene que preparar los equipajes.ferrn.Os vais de viaje?jorge.He comprado un coto de caza en Aragn. Por cierto que tendra el mayor gusto en verte un da por all..., a solas... (Avanza amenazador.) Creo que t y yo tenemos algo que hablar.ada (Enrgica. Corteando la situacin.).Perdona, Jorge; pero la que tiene que hablar ahora con Ferrn soy yo. Me hacis el favor de dejarnos solos?jorge.Si t lo mandas... Buenas tardes, Ada.leopoldina.Adis, querida.jorge.No faltes. Cazaremos ciervos en los montes de Raimundo..., y te contar una vieja historia. Vers cmo nos divertimos. Vamos..., "tesoro"?(Salen. ada llega con ellos hasta la puerta, mientras ferrn enciende un cigarrillo. Desde la puerta, que cierra, se vuelve y queda, contemplndole con una mezcla de rencor y de desprecio.)ferrn.T me dirs qu significa todo esto.ada (Avanza lentamente hasta l. Voz renconcentrada.).Canalla!ferrn (Sin descomponerse en absoluto.).Gracias, una vez ms. Siempre que te lo oigo me suena a nuevo. Y lo pronuncias deliciosamente. Ca-na-lla...ada.No sabra encontrarte otra definicin. Es una palabra sola, pero te dice entero.ferrn.Me alegro de que estemos de acuerdo en algo; tambin a m me gustan las sntesis, pero en fin..., puede saberse qu ha ocurrido aqu?ada.No lo supones an? Hace dos aos dejaste escrita una pgina que slo un hombre como t poda firmar. Y llevaste tu sarcasmo hasta entregrsela al mismo Javier en un sobre lacrado.ferrn.Ah, ya..., mis confesiones!... Y han abierto ese sobre?ada.No lo adivinaste al verlo?ferrn.Francamente, no. Si no recuerdo mal ese sobre estaba entregado en depsito para despus de mi muerte.ada.Ya s; ya s que tratabas de esconder tu cobarda detrs de la muerte. Pero no ha ocurrido as. Anoche, cuando lleg la noticia, se encerraron aqu los tres.feern.Y lo leyeron juntos? Soberbio! Lstima no haber podido presenciarlo. (Re.) Y estoy seguro de que se pusieron en pie!ada (Le contempla con desaliento.).Es increble. Cuanto ms te escucho menos capaz me siento da comprenderte. No cabes en la maldad humana.ferrn.En la corriente no. Nunca me ha gustado lo que puede hacer todo el mundo.ada.Qu es lo que has podido proponerte al escribir eso?ferrn.Lo que se propone todo el que se confiesa: decir la verdad. O es que no es verdad?ada.Una triste verdad, s. Pero por qu y para qu? Qu pretendas conseguir?ferrn.Lo ves? Estis tan acostumbrados a la hipocresa que, cuando uno se atreve a decir una. verdad, sin ningn inters, lo juzgis monstruoso. Es lo que llamis cinismo.ada.Es intil, no te entender jams.ferrn.Y, sin embargo, no es nada difcil. Quieres que te ayude yo? Vamos con orden. Supon, por un momento, que yo estuviera realmente enamorado de ti... Furiosamente, desesperadamente enamorado! y que te lo hubiera confesado, con todo mi orgullo, puesto de rodillas. Y que slo hubiera odo esta respuesta tuya un da y otro da: "Canalla..., canalla!..." No podra ser la venganza una razn?... ada.Si te hubiera rechazado siempre, tal vez... Pero, desgraciadamente no fue as. ferrn.Peor an. Slo una vez estuviste en mis brazos. Y slo una hora. ada.Lo bastante para salir de ellos sucia de tus palabras...ferrn.En ese caso mi humillacin es mayor y la venganza ms Justificada. Pero, vayamos ms lejos todava; supongamos que yo no he sido nunca amigo de tu marido. Ms an: que le he odiado desde que ramos estudiantes... Cuando te conoc, cuando te dije por primera vez que te quera..., cuando ya paseabais juntos, del brazo, por delante de mi sonrisa despechada...ada.Ahora s!... Por fin creo que empiezo a comprenderte! Y eso era todo?... Celos?ferrn (Recogiendo su voz, que se ha, emocionado un momento.).Yo me he limitado a decir "supongamos". No encontrabas ninguna explicacin y te he ofrecido todas las posibilidades. Elige t la ms elegante.ada.Elegancia... palabrera... Y eso es todo lo que se te ocurre?... No te queda en la conciencia un pequeo rincn para avergonzarte ?ferrn.No veo el motivo.ada.Entonces, si t no eres capaz, permteme que ime avergenze yo en tu nombre.ferrn.Gracias.ada.Una cosa quisiera saber an. Si la venganza era toda contra m, por qu mezclabas tambin a Polaina y Genoveva?ferrn.Porque, ya puesto a decir la verdad, me pareci ms divertido contrselo a los tres juntos que no a uno solo. Era un modo ms de hacerles inseparables.ada.Magnfico. La explicacin es perfecta, como tuya. Slo se te olvid un detalle insignificante. Slo se te olvid que destrozabas de un golpe tres hogares felices, que envenenabas el alma de tres hombres que te llamaron amigo; que salpicabas de vergenza a tres mujeres de las cuales dos te quisieron, aunque no te deban ms que dolor, y la otra te entreg una hora de su vida, aunque haya tenido que llorarlo siempre.ferrn.Siento que tengamos ideas opuestas sobre aquella hora. Para m es la nica que vale recordar.ada.Si esas mucres y esos hombres no te merecan ninguna piedad, no se te ocurri pensar, siquiera, que podas herir a una vctima inocente? Sabes que Javier ha llegado a dudar de su propia hija?ferrn.De Clara? Qu disparate!ada.Hace un momento le sorprend aqu, explorando sus ojos y su alma, con miedo de encontrar tus huellas. Y t sabes que eso no es verdad!, que no puede ser verdad. Acurdate!ferrn.Lo recuerdo perfectamente: fue un veintitrs de abril. Hace diez aos.ada.Hace diez aos. Y Clara tiene diecisis. (Humaniza el tono.) yeme, Gustavo; no te voy a pedir nada por m, ni siquiera por esas pobres mujeres que no han cometido otro delito que quet-rerte. Pero te lo pido por esa hija. T la has tenido, de nia, en las rodillas. Si algo humano te queda an en tus entraas, miente por ella!ferrn.Mentir? Y qu arreglaramos con eso? Ahora ya no me creeran vuestros maridos si me volviera atrs.ada.Te creern, porque lo necesitan! Te creern, porque estn deseando creer.ferrn.T has hablado con Javier?ada.Ahora mismo. Con tu famosa confesin en la mano.ferrn.Y ante una prueba tan terminante, has sido capaz de mentir?ada.Con toda el alma en los labios! Si se tratara solamente de m no lo habra hecho. Pero no comprendes que era mi casa y mi hija lo que defenda? Que le defenda a l mismo? Igual hubiera mentido delante del mundo entero! Y con la conciencia tranquila de haber cumplido un deber.ferrn.Es curiosa vuestra moral: todo lo arreglis mintiendo.ada.Y que entiendes t de eso? Entre mi mentira, que salva, y tu verdad, que destruye..., de parte de quin est la moral?ferrn.No s; confieso que la moral no ha sido nunca mi especialidad. Pero tu solucin me parece intil. De qu servira declarar ahora que todo fue una farsa? Habra alguien tan estpido que lo creyera?ada.As, en fro, no. Pero lo que yo te voy a pedir... no es una mentira cmoda y vulgar. Ms an: es algo tan extraordinario, que slo un hombre como t sera capaz de hacerlo.ferrn (Con una inclinacin.).Pide.ada (Se acerca.).Javier me lo deca esta tarde: nadie miente delante de la muerte. Por eso te creyeron..., y slo as podran creerte otra vez.ferrn.No entiendo.ada (Lentamente.).T les dejaste una confesin que, desdichadamente, era verdad, y una muerte que, desdichadamente tambin, result falsa. (Mirndole intensa, de frente.) Pues bien: si eres de verdad un hombre..., un hombre!, y no un guiapo de cinismo cobarde..., atrvete ahora a invertir los trminos! Djales una confesin falsa..., pero una muerte verdadera.ferrn (La contempla con sincera admiracin, sonre.).Ah!, pero es la vida lo que me ests pidiendo?ada.No has dicho cien veces que lo nico que te da miedo de la muerte es su espantosa vulgaridad? Pues aqu tienes la gran ocasin de no ser vulgar. Yo, en tu lugar, no la dejara perder. (Se levanta.) Ahora, pinsalo.feren. (Despus de reflexionar.).No est mal calculada la cosa: yo declaro que eso del sobre fue una calumnia, una venganza contra tres mujeres honradas a las que no pude conseguir, y luego, lleno de remordimientos, me hago justicia a m mismo pegndome un tiro. 4 La historia de la galantera no tiene nada igual! Las tres amantes, agradecidas, iran todos los aos a llevarme flores! No es as?ada.Te ha parecido demasiado fuerte, eh? No es lo mismo jugar con la vida de los dems que con la propia.ferrn.Nada de eso, al contrario. Te juro que la idea es realmente tentadora. Y un gran final para una vida como la ma. El nico error es que lo pidas por tu hija; un sentimiento muy tierno, sin duda, pero yo no s reaccionar a la ternura. A la pasin, s.ada (Decidida, avanzando.).Y si te lo pidiera por m?ferrn.Por el recuerdo de aquella hora?ada (Baja los ojos.).Por aquella hora.ferrn.Entonces..., s. Por aquella hora todo. Pero con una condicin: yo escribir esas nuevas confesiones, pero slo te las entregar a ti misma..., en mi casa.ada.Ya... Entonces, es un precio?ferrn.Es una splica.ada.No ir.ferrn.Por qu no? T eres una mujer fuerte, duea de ti misma... Y el hecho de que vayas a mi casa... no quiere decir, necesariamente, que vuelvas a caer en mis brazos otra vez.ada (Orgullosa.).Es un desafo?feren.Es una invitacin.(Se oye dentro la voz de clara llamando.)clara.Mam!ada (Rpida, bajando la voz.).Vete ya. Pueden entrar.ferrn.No me has contestado an. Irs? ada.Vete.ferrn.Puedo esperarte? ada (Vacila.).No s... ferrn.Entonces... te espero...(Le tiende la mano que esta finge no ver.)ada.Sal en seguida!ferrn.Nunca me he despedido de una dama sin besarle la mano.ada. (Se la tiende con voz ahogada.)Canalla!...ferrn (Se las besa y la retiene.).Tanto miedo me tienes?voz de clara.Mam!...ada (Como fortalecida al escucharla.).Ya no! La oyes? Si algo pudiera darme miedo maana en tu casa me defender el recuerdo de esa voz que me llama. (Como un desafo.) Hasta maana!(ferrn se inclina.)TELNACTO TERCERO

En casa de Gustavo Ferrn, la noche siguiente. Elegancia sobria y confortable, en que el gusto nuevo, de tonos claros, no ha desterrado la noble calidad de las maderas y el hierro. Ciertos detalles (armas, telas, cermicas, estatuillas) revelan el rastro de los viajes y el gusto por lo extico. Un divn, butacones, una mesita baja preparada para una cena fra de dos cubiertos, y un gran reloj de pared de madera tallada. Al fondo, puerta de entrada sobre el vestbulo y ventana acortinada al exterior. Puertas laterales. Candelabros.gustavo feekn, de "smoking", escribe acodado a un viejo bargueo. Pausa. Entra francisco con botettas y cubiertos que ir disponiendo en el curso del dilogo.ferrn.Qu hora tenemos, Francisco? francisco.Van a dar las once.ferrn.Ya? (Se vuelve sorprendido y mira al reloj. Consulta tambin el suyo.) No cre que fuera tan tarde. Est dispuesto todo?francisco.Todo, seor. Debo quedarme a servir la mesa, o debo retirarme?ferrn.Retirarte.francisco.Dejo entonces preparado el caf?ferrn.Nunca; es de las pocas cosas que a m me gusta hacer. Encontraste por fin los nardos?francisco.Tuve que correr toda la ciudad; pero, al fin, s. En esta poca es un verdadero milagro encontrarlos.ferrn.Ningn ao me lo habas contado.francisco.Disculpe el seor, pero otros aos era en abril. Ahora estamos en noviembre.ferrn.En noviembre?... (Se levanta.) Quin te ha contado eso?francisco.Es lo que dice el calendario.ferrn.Tu calendario atrasa; arrncale todas las hojas hasta ponerle en ahora. Hoy, en esta casa, es veintitrs de abril..., lo oyes bien?francisco.Ya. Entonces empiezo a comprender; el seor, esta noche de abril, cenar solo, con dos cubiertos; no comer nada, beber mucho..., y maana temprano saldr de viaje. Como todos los aos.ferrn.Exacto. (Vuelve a mirar su reloj.) No s si por fin cenar solo. Pero, de todos modos, maana estar de viaje... Y esta vez ser un viaje largo! Trae los nardos. (Sale francisco. ferrn vuelve al bargueo, escribe unas lneas ms, y echa una rpida ojeada a su trabajo.) Calumnia, celos, arrepentimiento... No es una maravilla de pgina precisamente; pero, en cambio, todo lo explica y lo justifica. Una solucin redonda! (Firma. Vuelve francisco con un ramo de nardos. que pone en el jarrn.) Por qu est encendida esa lmpara? Es una luz fra, sin expresin. Apaga. Slo las velas tiemblan como la vida y se consumen, a s mismas. (francisco apaga la lmpara. Quedan encendidos los candelabros. Suenan en la calle lais notas de cristal de una caja de msica, que dice una cwicioncilla llena de gracia melanclica.) Oyes? Es justamente lo que faltaba.francisco.La recuerda el seor?... Es la cancin de todos los aos. El ciego de la caja de msica...ferrn.Le mandaste llamar t?francisco.S que al seor le gusta orlo cuando cena solo. Y como esta noche me pidi nardos!...ferrn.Magnfico, Francisco; eres ms inteligente de lo que yo crea.francisco.Gracias, seor.ferrn.De verdad que ha sido una gran idea. Dile a ese hombre que vuelva a pasar dentro de una hora exactamente. Y llvale de mi parte una botella de champn.francisco.Champn? Por mucho menos puedo llevarle cuatro de vino, que le gustar ms.ferrn.No se trata de l, sino de m. Los grandes momentos hay que celebrarlos. Y en amor slo hay dos noches que valgan la pena: la primera y la ltima. (Mientras la cancioncilla se aleja, ferrn guarda el pliego en un sobre que pone sobre el bargueo; saca luego de un cajoncito un revlver y lo pone encima del sobre. Se vuelve a francisco, que le contempla con extraeza.) Qu miras?francisco.Nada, seor. Debo retirarme ya?...ferrn.Sal por la puerta del jardn.francisco.A qu hora he de volver maana?ferrn.A qu hora suele venir la mujer de la limpieza?francisco.A las siete.ferrn. Entonces, a las seis y media. Prefiero que seas t el primero; las mujeres suelen gritar demasiado. Y si maana tuvieras que hacer alguna declaracin, acurdate de estas palabras mas. Adis, Francisco. (Le estrecha la mano. francisco le mira inquieto, sin moverse.) Qu esperas?francisco.Disculpe el seor, pero le noto algo extrao esta noche. Puedo preguntarle qu le ocurre?ferrn.Preguntar? Te he tenido veinte aos conmigo porque nunca me has preguntado nada. Vas a empezar ahora?francisco.Perdn...ferrn.Buenas noches. Por la puerta del jardn.francisco.Buenas noches.(Sale francisco. ferrn, a solas, lanza una larga mirada en torno suyo. Se acerca a la ventana; se oye lejos la caja de msica. Da el reloj de pared las once, ferrn lo contempla. Y vuelve a mirar el suyo con visible impaciencia. Va a la mesita y se sirve una copa. Antes de tomarla suena, por fin, el timbre de la puerta. ferrn corre a abrir. La escena sola un momento. Vuelve con ada.)ada.No me esperabas ya?ferrn.Te he esperado diez aos. Y nunca es tarde tratndose de ti. Me permites?...(Va a tomarle el abrigo.)ada.No, gracias.ferrn.Tienes fro?ada.Tengo prisa. He dejado el auto esperndome.ferrn.A la puerta?...ada.No soy tan torpe; tres esquinas ms all, en una calle oscura. (Mira a su alrededor.) Supongo que estamos solos. ferrn.Podas dudarlo? ada.No; ya s que conoces bien tu oficio. ferrn.Oficio? ada.Llmale como quieras. (Muda interrogacin.) Y bien? ferrn.Qu?

ada.He venido a buscar un pliego de tu puo y letra, que me prometiste ayer.ferrn.Y a cenar conmigo.ada.He cenado en mi casa.ferrn.Lo siento, pero no importa. Lo ms sabroso de una cena es la sobremesa, y estamos a tiempo.ada.No he venido a eso. Quiero ver lo que has escrito.ferrn.Por qu tanta prisa? No aceptars primero una copa?ada.Antes quiero ver lo que me has escrito... Dnde est?ferrn.Si tanta curiosidad tienes..., ah. Yo servir la copa entre tanto.(ada va al bargueo y levanta el revlver que hace de pisapapeles.)ada.Aqu hay dos sobres.ferrn.El de encima, El otro no tiene importancia; es la eterna frmula: "No se culpe a nadie, etctera, etctera..." Ya ves que he cuidado todos los detalles. (ada le mira un momento; luego lee. ferrn, entre tanto, sirve; acerca el jarrn de nardos y se pone uno en la solapa.) Est bien as?ada.Perfecto; como tuyo. S que no te gusta mentir; pero, cuando quieres, lo haces como si fuera verdad. Gracias. (Guarda, el pliego en el sobre.) Y qu piensas ahora hacer con esto?ferrn.Te lo entrego. Si quieres ponerlo en el correo t misma...ada.Ser lo mejor.(Lo guarda en su bolso.)ferrn.La copa ahora?ada.Si quieres ser generoso hasta el fin, prefiero salir.ferrn.Ya?... No es posible. T puedes odiarme, pero eres una mujer correcta, y no buscars humillarme intilmente. Con el enemigo, todos lo-s respetos.ada.Qu es lo que pretendes?ferrn.Decirte adis sin prisa. Y beber juntos la copa de paz. Es mucho pedir?ada.Bebe t. Espero.ferrn.As no, Ada. No se acepta una hospitalidad en pie y con el abrigo puesto. Tanto miedo te da mi casa?ada.Tengo impaciencia por verme otra vez en la ma.ferrn.La tuya la tienes todos los das. Y sta slo la tuviste una hora.ada.Te agradecer que me ahorres el recuerdo.ferrn.Imposible; es el nico que merece la pena en toda nii vida. Me hars el honor de quitarte el abrigo. (ada vacila; al fin se sienta y deja caer el abrigo sobre el respaldo.) As; gracias.ada.Tendr que escucharte mucho tiempo?ferrn.La otra vez me concediste una hora Puedo pedirte hoy el mismo plazo? Cuando subas la escalera daba ese reloj las once; a las doce todo habr terminado. Te lo prometo! Todo! Las doce de la noche es una hora solemne, llena, de prestigio... La copa? ada.Terminemos.(Se lleva la copa a los labios.)ferrn.Gracias otra vez. (Bebe tambin y luego se sienta.) Y bien, querida: ya estamos, como dos buenos amigos, frente a frente. Salvando todas las distancias, parece que estuviramos reviviendo un pasaje bblico.ada.No ser la tentacin en el desierto?...ferrn.No, mucho antes: la historia de Judith. "Y he aqu que Judith, dispuesta al sacrificio por amor a su pueblo, entr en la tienda de Holofernes..."ada.Nada menos? Tienes una gran idea de ti mismo.ferrn.Y de ti; sobre todo, de ti. Porque, en efecto, lo que traes t en los ojos es el mismo fuego de Judith: un miedo heroico, decidido a todo. Y lo que vienes a buscar es tambin lo que buscaba ella; la salvacin de los suyos y mi muerte.ada.Calla. No sigas hablando as!ferrn.Por qu? No es la verdad?ada.Por eso! Porque no es la verdad! Desde que entr, todo esto me est sonando terriblemente a falso. Los dos hemos llegado a esta cita absurda con una mscara. Mi decisin, tu indiferencia glacial, todo es mentira. Fuera ya la mscara! Hablemos sencillamente, como un hombre y una mujer. Qu es lo que piensas hacer?ferrn.Pero, puedes dudarlo?... No me lo has pedido tu misma?ada.Ayer no supe lo que deca; estaba ciega de rencor. Pero no es posible que hayas tomado mis palabras al, pie de la letra.ferrn.Has encontrado otra solucin mejor?ada.No; pero tiene que haberla. Ayer, cuando te ped la muerte, era sincera, te lo juro! La mereces bien. Pero ahora, al sentirla aqu, tan cerca, me da miedo.ferrn.Por m?...ada.No s por quin.ferrn. Yo s lo s: te da miedo por ti y slo por ti. Si yo me matase lejos y por mi sola voluntad, seras feliz. Ya ves que no me hago ilusiones. Pero de este modo mi muerte pesar sobre ti como un remordimiento. Y eso es lo que te da miedo.ada.No es necesario morir. Basta que desaparezcas de nuestra vida para siempre.ferrn.Intil! Slo la muerte dar validez a eso que he escrito y har a vuestros maridos creer. T misma lo dijiste ayer: lo viste de golpe, con una claridad de instinto que me dej admirado. Y ahora quieres volverte atrs?ada.Ayer slo hablaba por m la pasin. Despus, he reflexionado.ferrn.As sois las mujeres: cuando os dejis guiar por la pasin, sois admirables; en cuanto os ponis a razonar, todo lo echis a perder.ada.Es decir, que ests dispuesto a llegar hasta el fin?...ferrn.Tengo costumbre de cumplir mis promesas. Por eso hago tan pocas.ada.No te sientas ligado por tu palabra. Yo te la devuelvo.ferrn.Gracias, pero no me conviene. Me has ofrecido lo mejor que puede ofrecerse a un hombre cansado: una ocasin de morir con belleza y dignidad. Y no la dejar perder. Por otra parte, lo que a ti te asusta es precisamente lo que a m me satisface ms: tu remordimiento.ada.Por qu me retienes aqu entonces? Djame salir.ferrn.Despus. Me has concedido una hora.ada.Para torturarme?ferrn.Para recordar. Hoy es nuestro veintitrs de abril. Todos los aos he celebrado solo esta fecha, y hoy vamos a hacerlo juntos. No sientes en el aire un olor a recuerdos?ada.Un olor mareante. Qu es?ferrn (Sealando los nardos.).Aquel da me lo dijiste: "Lo que emborracha en Andaluca no es el vino, son los nardos."ada.Ya. Por lo visto, era una evocacin completa lo que me preparabas. (Con irona, mirando en torno.) Ya veo que has cuidado el decorado... y las luces. Muy teatral. Pero, si me conocieras mejor, me habras evitado un recuerdo que me repugna.ferrn.De veras? No cre que llegara a tanto.ada.Creo habrtelo demostrado cien veces con mi conducta.ferrn.Demasiado. Pero ese mismo exceso que has puesto siempre en demostrarme tu odio es mi mejor halago. Slo se odia de verdad lo que antes se ha querido.ada.O lo que nunca se podr querer.ferrn.Pero, entonces, si no hubo amor, cmo has podido entregarte a m una vez?ada.Cuntas veces me he preguntado yo lo mismo! Qu locura pudo arrastrarme aquel da? Tal vez una curiosidad malsana.ferrn.Y nada ms? Simple curiosidad?...ada.No me importa averiguar la causa. A qu remover el fondo de nuestra conciencia, si el fondo de todas las aguas siempre es sucio? Todas las mujeres, hasta la colegiala ms pura, hemos tenido alguna noche un sueo monstruoso, del que nos hemos avergonzado a la maana siguiente: "Pero yo!... Yo he sido capaz de soar eso?..." Y durante mucho tiempo hemos arrastrado la vergenza del mal sueo, torturndonos por descubrir sus races... Pero qu importa la raz oscura?... Si las flores soaran con las races, slo soaran estircol.ferrn.Y, sin embargo, el estircol es la verdad profunda de la rosa.ada.Pero no es la nica; hay otra verdad ms alta: su voluntad de belleza y de sol. Y sa es la que importa! Lo mismo que la verdad de la colegiala no es el sueo vergonzoso de una noche, sino la risa de todos los das en el jardn. Y la verdad de mi vida no eres t; es mi casa; son mi marido y mi hija.ferrn.Seamos razonables. No irs a decirme ahora que ests enamorada de tu marido...ada (Herida en lo suyo, reacciona con energa.). Y por qu no?ferrn.Bah!... Javier es un pobre hombre...ada.Y con qu derecho te atreves a despreciarle t, que eres una vida intil, que te has complacido en derribarlo todo, pero que nunca has levantado nada ? Un hombre vale por lo que construye. Y se, que ha levantado mi casa, que me defiende con su trabajo, y que me ha engendrado un hijo..., ese "pobre hombre" vale para m cien veces ms que t..., y es ms hombre que t!... Ya ves qu tremenda vulgaridad: una mujer enamorada de su marido! A ti puede que hasta te parezca inmoral.ferrn.Por lo menos, curioso. No es una forma muy corriente del amor.ada.Y qu sabes t de amor? Amor es lo que yo siento por mi casa y por mi hija, lo que siento por todos los mos..., lo oyes bien? Los mos!... Tan mos, que una herida en su carne la sentira como en carne propia. Eso es amor, y no esa fiebre vuestra que lo imita torpemente y que no es en el fondo ms que una mezcla de vanidad, de lujuria y de literatura.ferrn.No te conoca tan declamatoria. Ni tan egosta.ada.Egosta?...ferrn.Rabiosamente. "Los mos, los mos..." Pero eso no es amor! Es una aberracin del derecho de propiedad.ada.Muy ingenioso.(Se sienta.)

ferrn.Quiz yo no pueda comprender el sentido profundo de esa palabra "los mos"..., porque yo no los tuve nunca: ni padres, ni hermanos, ni amigos. Y por eso me acostumbr desde nio a una soledad orgullosa, que me haca dividir el mundo en solo dos partes: de un lado, yo; del otro, todos los dems.ada.Dos partes bien desiguales.ferrn.Muy desiguales. La de los otros era tan pequea...!ada.Eres de una vanidad insolente.ferrn.Llmalo orgullo, que es pasin viril, y deja la vanidad para los mentecatos y las mujeres.ada.Gracias.ferrn.No lo digo por ti, que tambin eres orgullosa. Por eso me has atrado siempre, porque eres totalmente opuesta a m; pero eres igual que yo. Si no fueras orgullosa, no estaras hoy aqu.ada.No he venido por m. Vine por ellos.ferrn.S, por "los tuyos", ya s. Con qu fuego los defiendes!... Decididamente, no me enga al principio: "Y he aqu que Judith, dispuesta al sacrificio por el amor a los suyos..."ada.A qu sacrificio quieres referirte?ferrn.No se te ha ocurrido sospechar que tambin yo, como el guerrero bblico, pueda exigirte algo a cambio?...ada (Le mira sobresaltada.).Qu quieres decir?ferrn.Oh, no te asustes! Yo no ser tan grande como Holofernes, pero estoy mejor educado. Puedes estar tranquila. (Sirve de nuevo. Pausa. Suena la media hora. ada vuelve los ojos instintivamente hacia el reloj.) Las once y media nada ms. Otra copa?ada.No. (Nueva pausa, angustiosa, durante la cual se oye claramente el tictac del reloj. ferrn bebe. Ella, de pronto, se tapa los odos con un grito.) Basta ya! Ese tictac d