teoría del conocimiento, 2015

Instituto de Educación Superior Nro. 1

Dra. Alicia Moreau de Justo

Año lectivo 2015

Profesorado de Educación Superior en Filosofía

Trayecto de Formación centrado en la enseñanza de la disciplina

Instancia curricular: Teoría del conocimiento

Nº de código: 427

Modalidad: Materia

Duración: Anual

Turno: Vespertino

Carga horaria: 4 horas cátedra semanales

Profesora: Liliana Ponce

Teoría del ConocimientoLic. Liliana Ponce

Fundamentación

La "teoría del conocimiento" es el intento de solución de un problema: el problema del

conocimiento. Sin embargo, ese problema, como todo problema filosófico, no puede definirse

independientemente de las categorías conceptuales con que se lo plantea. Los conceptos se

enlazan y se entrecruzan, se transforman, se vuelven "otros" y así van forjando su propia

historia. Ningún concepto es simple, está formado por una pluralidad de componentes: cada

concepto es el punto de coincidencia, de condensación o de acumulación de sus propios

elementos. También el concepto de "conocimiento" es como un punto de referencia que

remite a sus propios nudos y a la historia de sus transformaciones (Deleuze y Guattari, 1991).

La expresión “gnoseología” o "teoría del conocimiento", designa entonces el tema de

preocupación dominante durante los siglos XVII y XVIII (Habermas, 1968) y que podría

resumirse en su formulación kantiana: ¿cómo es posible nuestro conocimiento de la

naturaleza? En esta “simple” formulación aparecen ya los términos implicados: nosotros (el

sujeto del conocimiento), la naturaleza (el objeto del conocimiento) y los alcances de esa

relación (las condiciones de posibilidad de acceder a la verdad). En esta pregunta, están

contempladas las cuestiones suscitadas desde la revolución científica de la Física operada por

Galileo. De ahora en más, la filosofía tendrá como tarea garantizar la objetividad y la certeza de

un conocimiento matemático de la naturaleza, ya que la matematización de la ciencia galileana

de la naturaleza implicó no sólo un cambio en la "imagen del mundo", sino también un nuevo

problema por resolver: el de fundamentar y legitimar el conocimiento científico. El "marco

epistemológico" en el que se encuadran las nuevas tareas de la filosofía, reclama nuevos

conceptos, nuevas estructuras y nuevos procedimientos a partir de los cuales se configure el

espacio del pensar filosófico: la revolución teórica de la Física requiere de un nuevo

instrumental conceptual que nos permita responder a la vieja pregunta por la "verdad".

En Las palabras y las cosas (1966), Michel Foucault caracteriza el sistema general del

pensamiento de los siglos XVII y XVIII en términos de "episteme clásica". Para Foucault, la

episteme puede caracterizarse como la "red que define las condiciones de posibilidad de un

debate o un problema" en un período determinado de la historia del pensamiento. En este

período, lo que domina es la cuestión del signo y de la representación. Como señala Heidegger

(1938), en este período, la naturaleza se vuelve “imagen” u “objeto representado”, el hombre

se vuelve “sujeto de la representación” y la verdad deviene "certidumbre del representar". En

este sentido, la ciencia física matemática nos da una determinación anticipada y a priori del

mundo como naturaleza u “objeto de la representación”. Esta determinación del ser de la

naturaleza como "objeto" implica la posición de un "sujeto" que se representa a lo existente

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como un o-puesto, y que en ese referír-se-lo-a-sí-mismo lo hace entrar en esa relación consigo

mismo en el dominio de "lo que es" y de "la verdad".

Cuando el hombre pasa a ser el "existente" a partir del cual se determina "la medida"

del ser del ente y de su verdad (Heidegger, 1938), se hace posible la "gnoseología" como

"teoría del conocimiento" que se pregunta por "la verdad" de nuestras representaciones

científicas. De esta manera, el perímetro, el “plano” en el que los conceptos se redefinen, se

articulan, se componen y se recomponen, fundan a la “gnoseología” como “campo

problemático”. Campo donde a partir de los conceptos de “sujeto”, “objeto”, “lenguaje” y

“verdad” se intenta responder a las preguntas: ¿qué? ¿cómo? ¿hasta dónde podemos

conocer?

En este sentido, la filosofía trascendental de Kant expresa en todos sus términos el

problema del conocimiento humano: la cuestión de cómo es posible la configuración de un

objeto en la experiencia y de la posibilidad de la metafísica (general y especial) como disciplina

científica. Kant considera que es necesario verificar las "condiciones" del conocer antes de

aceptar y confiar en los saberes obtenidos. La tarea de la filosofía trascendental será entonces

la justificación crítica de las condiciones de nuestro conocimiento, una "teoría" del

conocimiento.

Sin embargo, según Hegel, toda "teoría del conocimiento" comporta una diferencia

esencial entre "lo Absoluto" y "la Verdad", y por consiguiente, la imposibilidad de un saber

verdadero acerca de lo Absoluto. La crítica de Hegel se dirige así contra la filosofía

trascendental kantiana como "teoría del conocimiento" y propone sustituirla por la experiencia

del conocimiento, esto es, por la descripción fenomenológica del conocer mismo. Mientras la

crítica kantiana es una reflexión, y como tal está mediatizada por una serie de supuestos, la

experiencia fenomenológica pretende ser una verdadera contemplación del recorrido de la

conciencia hasta llegar a la ciencia, la descripción del saber "tal y como se manifiesta", sin

suposiciones previas: la exposición del Saber Absoluto realmente efectivo. A partir de aquí se

configura una “imagen” especulativa de la ciencia, donde sólo la filosofía podrá alcanzar el

carácter de “ciencia”.

A partir del siglo XIX, de la mano del positivismo, se produce un desplazamiento donde

el papel preponderante del sujeto del conocimiento deja lugar al método como rasgo central

dominante para validar la legitimidad de la ciencia. Esta positivización del saber (este exceso

de cientificismo) encuentra en la obra de Nietzsche una crítica que permite reposicionar el

lugar del sujeto y de la verdad: “poner en entredicho el valor de la verdad” (Nietzsche, 1885)

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significa poner en cuestión no sólo los supuestos cientificistas que orientan la constitución de

los saberes, sino también poner en cuestión aquellas concepciones que hacen de la ciencia un

saber “desinteresado”. Según Nietzsche, detrás de los cánones de “objetividad” y

“rigurosidad”, lo que se deja ver es una voluntad de poder (una voluntad de verdad) a partir

del cual el saber se configura como herramienta de dominio de la naturaleza (Nietzsche, 1873,

1882). De este modo, lo que se pone en cuestión es la posibilidad misma del fundamento de la

Verdad.

En el siglo XX, la fenomenología de Husserl representa, a nuestro entender, el último

intento de encontrar un punto fijo a partir del cual sea posible reconstruir la “episteme”

(Husserl, 1927). La fenomenología se presenta, en cierto sentido, como “metafísica” y como

“método” (Funke, 1987). En cuanto método de análisis, recurre a la “epojé” y a la “reducción

eidética” en vistas a aclarar los procesos que se constituyen como “configuradores de sentido”.

En este recorrido, lo que Husserl vuelve a buscar son los fundamentos de la objetividad del

conocimiento de una subjetividad trascendental que ha dejado de ser un “yo” para devenir

una “conciencia intencional intersubjetiva”. A partir de La crisis de las ciencias europeas y la

fenomenología trascendental (1935) Husserl deja abierta la posibilidad de construir una ciencia

del “mundo de la vida” que permita dar cuenta de la plural y multifacética experiencia

humana. El método fenomenológico husserliano quedará como opción y alternativa ante las

exigencias del naturalismo positivista que no ha hecho más que reducir la idea de ciencia a

“mera ciencia de hechos” (Husserl, 1935).

Frente a la “mirada fenomenológica”, hacia fines del siglo XX, Cornelius Castoriadis

(1922-1997) pone en cuestión la lógica y la ontología “heredadas” a partir del análisis del

“modo de ser” propio del dominio histórico-social. La tesis central de la “lógica identitaria”,

según Castoriadis, es que el ser es “determinación” y que “conocer” es aprehender el ser

determinado por una particular “teoría” entendida como “mirada” que inspecciona. Para

Castoriadis, los “modos de ser-representar-decir, lejos de pertenecer a una especie de

“naturaleza humana” intemporal, son cada vez instituidos por la acción instituyente de lo

imaginario social y de la imaginación radical de los individuos. Con ello, Castoriadis recupera el

carácter histórico de las “figuras del pensar” y de las “figuras del hacer” histórico-social.

En este curso, nos proponemos reconocer las operaciones que hacen de la teoría del

conocimiento un saber diferenciado en el terreno de la filosofía, las condiciones históricas de

posibilidad de su surgimiento, y las diferentes formas que ha tomado la problemática del saber

y de la verdad desde los siglos XVII y XVIII hasta nuestra contemporaneidad.

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Objetivos

Que los estudiantes logren:

• Reconocer el horizonte histórico y epistemológico en que se inscribe el problema del

conocimiento

• Identificar las principales categorías teóricas anudadas a la resolución del problema del

conocimiento: sujeto, objeto, lenguaje y verdad

• Utilizar el vocabulario técnico específico para el abordaje filosófico de la teoría del

conocimiento

• Analizar críticamente la teoría clásica del conocimiento, reconocer los interrogantes, analizar

las alternativas de solución y sus alcances en el contexto teórico de la época y sus derivaciones

en los debates actuales de la filosofía

• Reconocer la estructura lógica de las principales teorías gnoseológicas, su fundamento

ontológico, sus derivaciones en el terreno de la praxis y los efectos residuales de los modelos

de legitimación del conocimiento científico

• Leer, comprender e interpretar los textos de los principales autores de la teoría del

conocimiento clásica y las problemáticas gnoseológicas contemporáneas

• Desarrollar la capacidad argumentativa y comunicativa respecto de los saberes objeto de

apropiación

• Desarrollar las competencias necesarias para la producción de textos destinados a la

comunicación en la disciplina

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Contenidos

• Unidad 1: El problema del conocimiento en la modernidad

La cuestión del problema del conocimiento. Conocimiento, razón y verdad. El surgimiento de la ciencia moderna y la pregunta por el conocimiento en la obra capital de Kant. El problema del “origen” del conocimiento como criterio de fundamentación. Racionalismo y Empirismo. Los límites y las reglas de uso del Entendimiento como fundamento de la verdad.

Unidad 2 : La crítica a la teoría clásica del conocimiento: de la consumación a la deconstrucción del problema del conocimiento

2.1. Hegel y la experiencia fenomenológica.

El Saber Absoluto como autorreflexión del Espíritu: el proceso formativo de adquisición de “la ciencia”. El devenir temporal del conocimiento. La onto-lógica de Hegel como modelo de apropiación dialéctico de lo real: de la Idea Abstracta al Concepto Absoluto. La fuerza de la negatividad: la mediación dialéctica. La filosofía como ciencia y la experiencia del Saber Absoluto.

2.2. La crítica de Nietzsche a la tradición gnoseológica y al cientificismo del siglo XIX

El positivismo de August Comte. La positivización de los saberes y las nuevas tareas de la filosofía. Teoría del conocimiento y Filosofía de la ciencia. El impacto del método de la ciencia natural sobre la configuración epistémica del siglo XIX. Nietzsche y la crítica del ideal ascético de la verdad y de la objetividad. Hacia una genealogía del conocimiento. El papel del entendimiento y la construcción de los conceptos. Pensamiento, lenguaje y realidad.

• Unidad 3: El retorno al problema de la fundamentación de la ciencia: la fenomenología

La fenomenología de Husserl. La reducción eidética y la conciencia intencional. La reducción trascendental. La constitución de la intersubjetividad trascendental. El mundo de la vida y las verdades subjetivo-relativas. La historia y la racionalidad. El mundo como horizonte de significatividad. La experiencia del sentido.

• Unidad 4: Cornelius Castoriadis y el modo de ser y de conocer el dominio histórico-social

Castoriadis y la puesta en cuestión de la ontología y de la gnoseología tradicional. La “lógica de la determinación” aplicada al estudio de la sociedad y de la historia. Las categorías de la identidad: légein y teukhein. El dominio histórico-social: modos de ser y modos de hacer y de representar. Imaginario radical e imaginario social instituyente. La onto-lógica de los magmas. Presuposiciones onto-gnoseológicas, sociedad e historia.

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Bibliografía obligatoria

• Unidad 1:

- Heidegger, M. “La época de la imagen del mundo” en Caminos de bosque, Madrid, Alianza, 1996.

- Kant, Immanuel. Crítica de la razón pura, Buenos Aires, Losada, 1977. Prefacios a la 1era. y a la 2da. Edición, Introducción, Estética trascendental, Parág. 8, Analítica Trascendental, Sección 2da.

• Unidad 2:

2.1.

- Hegel, Georg W.F. Fenomenología del Espíritu, México, FCE, 1966, Prefacio a la 2da. Edición. Introducción. I Parte. Conciencia.

- Hegel, Georg W.F. Enciclopedia de las ciencias filosóficas, Madrid, Alianza, 1977.

- Heidegger, M. La Fenomenología del Espíritu de Hegel, Madrid, Alianza, 1995.

2.2.

- Comte, August. Discurso sobre el espíritu positivo. Madrid, Alianza, 1985

- Nietzsche, Friedrich. Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, Madrid, Tecnos, 1994

- Nietzsche, Friedrich, La genealogía de la moral, Madrid, Alianza, 1986. 3era. parte.

• Unidad 3:

- Husserl, Edmund. Invitación a la fenomenología. Buenos Aires, Paidós, 1998.

- Husserl, E. La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología trascendental, México, Folios, 1984.

- Merleau-Ponty, M. La fenomenología y las ciencias humanas. Buenos Aires, Prometeo, 2012

• Unidad 4:

- Castoriadis, C. “Pasión y conocimiento” en Hecho y por hacer, Bs. As., Eudeba, 1998

- Castoriadis, C. La institución imaginaria de la sociedad, Barcelona, Tusquets, 1983. Cap. V y VII.

- Castoriadis, C. “El imaginario social instituyente” en Revista Zona Erógena. Nº 35. 1997.

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Bibliografía de consulta

- Cacciari, M. Crisis: ensayo del pensamiento negativo de Nietzsche a Wittgenstein, México, Siglo XXI, 1982.

- Cassirer, E. El problema del conocimiento, México, FCE, 1979

- Cassirer, E. Antropología filosófica, México, FCE, 1968

- Castoriadis, Cornélius. Les carrefours du labyrinthe. Paris, Seuil, 1978

- Chatelet, F. Una historia de la razón, Buenos Aires, Nueva Visión, 1994.

- Deleuze, Gilles. Nietzsche y la filosofía, Barcelona, Anagrama, 1971.

- Derrida, J. La filosofía como institución, Barcelona, Granica, 1984

- Descombes, Vincent. Les institutions du sens. Paris, Minuit, 1996

- Foucault, M. Theatrum philosophicum, Buenos Aires, Anagrama, 1974

- Foucault, M. Las palabras y las cosas, México, Siglo XXI, 1984

- Foucault, M.. La verdad y las formas jurídicas Barcelona, Gedisa, 2003.

- Funke, Gehrard. Fenomenología: ¿metafísica o método? Caracas, Monte Avila, 1991.

- Habermas, Jürgen. El discurso filosófico de la modernidad. Madrid, Taurus, 1989.

- Habermas, J. Conocimiento e interés, Buenos Aires, Taurus, 1989

- Habermas, J. Sobre Nietzsche y otros ensayos, Tecnos, Madrid, 1982.

- Heidegger, M La pregunta por la cosa, Buenos Aires, Sur, 1977

- Kant, Immanuel. Prolegómenos. Buenos Aires, Aguilar, 1980. Prefacio.

- Koyré, Alexandre. Estudios de historia del pensamiento científico. México, Siglo XXI, 1985.

- Koyré, Alexandre. Pensar la ciencia, Barcelona, Paidos, 1994

- Lyotard, J.F. La fenomenología. Buenos Aires, Eudeba, 1960

- Merleau Ponty, Maurice. Lo visible y lo invisible. Seguido de Notas de Trabajo, Barcelona, Seix Barral, 1966.

- Nietzsche, Friedrich. Más allá del bien y del mal. Madrid, Alianza, 1995

- Reboul, O. Nietzsche, crítico de Kant, Barcelona, Anthropos, 1993

- Recanati, F. La transparencia y la enunciación, Buenos Aires, Hachette, 1979

- Savater, F. Idea de Nietzsche, Barcelona, Ariel, 1995

- Vermal, J.L. La crítica de la metafísica en Nietzsche, Barcelona, Anthropos, 1987

- Vázquez, J. Lenguaje, verdad y mundo. Modelo fenomenológico de análisis semántico, Barcelona, Anthropos, 1986

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Modalidad de Evaluación

En esta asignatura, concebimos la evaluación de los aprendizajes como un único

proceso con dos funciones: comprender las situaciones pedagógicas para intervenir sobre ellas

y constatar los aprendizajes realizados por los alumnos en determinados momentos de su

itinerario educativo, para sustentar el otorgamiento de las certificaciones correspondientes. El

sistema de evaluación y de acreditación se ajusta a la normativa vigente: los alumnos regulares

podrán optar por el régimen de promoción sin examen final o con examen final, mientras que

los alumnos libres se ajustarán a los reglamentos correspondientes.

Criterios de evaluación acordes con los objetivos planteados: La evaluación deberá acompañar

procesos de aprendizaje que impliquen:

utilizar las categorías filosóficas para analizar los problemas relacionados con la teoría del

conocimiento y sus posibles resignificaciones con las disciplinas específicas de la filosofía

comprender e interpretar los textos fuentes y los textos interpretativos de los filósofos

utilizar el vocabulario filosófico específico de los autores, reconociendo los matices de las

significaciones atribuidas por los mismos en el plano de inmanencia en que se inscriben los

términos y conceptos

interpretar, jerarquizar y organizar información y fuentes de actualidad (manejar recursos

bibliográficos, audiovisuales, digitales, etc.);

intervenir activamente en las tareas grupales y en las puestas en común

argumentar y fundamentar tomas de posición

reflexionar críticamente

producir textos sencillos conforme a las reglas de producción y de validación del

conocimiento filosófico

Régimen de promoción

Régimen de Promoción sin examen final:

. 75 % de asistencia a clases

. 80 % de Trabajos Prácticos aprobados

. Aprobación de 2 (dos) parciales con nota no menor a 7 (siete) puntos

Régimen de Promoción con examen final:

. 60 % de asistencia a clase

. 80 % de Trabajos prácticos aprobados

. Aprobación de 2 (dos) parciales con nota no menor a 4 (cuatro) puntos

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. Examen final con Tribunal constituido en los respectivos turnos y llamados

Alumnos libres:

Examen Escrito + Examen Oral

Nota: El Examen escrito ante la Mesa Examinadora deberá ser aprobado para acceder al examen Oral.

Lic. Liliana Ponce

Master en Ciencia Política

Dra. En Filosofía y Ciencias Sociales

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teoría del conocimiento, 2015

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