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1 UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID FACULTAD DE MEDICINA Departamento de pediatría TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL CONTINUA EN EL NIÑO CRÍTICAMENTE ENFERMO TESIS DOCTORAL MARIA JOSÉ SANTIAGO LOZANO MADRID 2011

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1

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID

FACULTAD DE MEDICINA

Departamento de pediatría

TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL

CONTINUA EN EL NIÑO CRÍTICAMENTE

ENFERMO

TESIS DOCTORAL

MARIA JOSÉ SANTIAGO LOZANO

MADRID 2011

2

A Marina y Aurelio, por las horas que les he robado.

3

Agradecimientos

A los médicos del Servicio de Cuidados Intensivos Pediátricos del

Hospital General Universitario Gregorio Marañón por enseñarme con tanto

cariño a amar este trabajo.

Al Dr. Jesús López-Herce Cid por guiarme y brindarme la

oportunidad de recoger el testigo de todo este trabajo en el campo de la

hemofiltración. Por su paciencia y todo el esfuerzo puesto en la realización

de esta tesis.

A las enfermeras del Servicio de Cuidados Intensivos Pediátricos del

Hospital General Universitario Gregorio Marañón sin cuya dedicación a

esta técnica hubiera sido imposible obtener los resultados que aquí

presentamos. Por todo lo que me han enseñado en el plano profesional y

humano.

A Jose María Bellón de la Unidad de Estadística y Epidemiología del

Servicio de Epidemiología del Hospital General Universitario Gregorio

Marañón por todo el trabajo y comprensión desarrollados para que los

estudios estadísticos de la tesis pudieran ver la luz.

4

ÍNDICE

1. INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 7

1.1 INSUFICIENCIA RENAL AGUDA ....................................................................... 7

1.2 TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL ........................................... 31

2. OBJETIVOS ............................................................................................................. 57

2.1 OBJETIVOS PRINCIPALES ............................................................................... 57

2.2 OBJETIVOS SECUNDARIOS ............................................................................. 57

3. HIPÓTESIS ............................................................................................................... 58

4. MÉTODOS ................................................................................................................ 59

4.1. DESCRIPCIÓN DE LA UCIP DEL HOSPITAL GREGORIO MARAÑÓN . 59

4.2. CARACTERÍSTICAS DEL ESTUDIO .............................................................. 60

4.3. METODOLOGÍA DEL ESTUDIO PRINCIPAL .............................................. 60

4.4. METODOLOGÍA DE LOS ESTUDIOS SECUNDARIOS ............................... 66

4.4.1 ESTUDIO EXPERIMENTAL DE COMPATIBILIDAD DEL FOSFATO EN

LAS BOLSAS DE DIÁLISIS Y REINYECCIÓN ................................................. 67

4.4.2 ESTUDIO EXPERIMENTAL DE INSERCIÓN DE UNA BOMBA DE

HEMOFILTRACIÓN EN UN SISTEMA DE OXIGENACIÓN

EXTRACORPÓREA: .............................................................................................. 69

4.5. ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE LOS RESULTADOS ...................................... 72

4.6. PACIENTES .......................................................................................................... 73

4.7. TÉCNICA DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL ............................................ 76

5. RESULTADOS ......................................................................................................... 80

5.1. ESTUDIO PRINCIPAL ........................................................................................ 80

5

5.1.1. EFICACIA DE LA TÉCNICA .......................................................................... 80

5.1.2. PRONÓSTICO ................................................................................................... 83

5.1.3. COMPLICACIONES DE LAS TDEC ............................................................. 89

5.1.4. DURACIÓN DE LOS FILTROS ...................................................................... 99

5.1.5 RESULTADOS DE LA TDEC EN PACIENTES EN EL

POSTOPERATORIO DE CIRUGÍA CARDIACA ............................................ 104

5.1.6. PACIENTES QUE PRECISARON TDEC PROLONGADA ..................... 112

5.2. ESTUDIOS SECUNDARIOS ............................................................................. 118

5.2.1. ESTUDIO DEL FOSFATO ............................................................................. 118

5.2.2. ESTUDIO INSERCIÓN DEL MONITOR DE TDEC DENTRO DE UN

CIRCUITO DE ECMO .......................................................................................... 125

6. DISCUSIÓN ............................................................................................................ 130

6.1 ESTUDIO PRINCIPAL ....................................................................................... 130

6.1.1. EFICACIA DE LA TÉCNICA ........................................................................ 130

6.1.2 PRONÓSTICO .................................................................................................. 131

6.1.3 COMPLICACIONES ........................................................................................ 135

6.1.4. DURACIÓN DE LOS FILTROS .................................................................... 140

6.1.5 ESTUDIO DE LA TDEC EN LOS PACIENTES EN EL

POSTOPERATORIO DE CIRUGÍA CARDIACA ............................................ 145

6.1.6 TDEC PROLONGADA .................................................................................... 148

6.2 ESTUDIOS SECUNDARIOS .............................................................................. 151

6.2.1 ESTUDIO DE LA HIPOFOSFATEMIA Y SUPLEMENTACIÓN CON

FOSFATO DE LOS LÍQUIDOS ........................................................................... 151

6

6.2.2 INTRODUCCIÓN DE MONITOR DE TDEC EN EL CIRCUITO DE ECMO

.................................................................................................................................. 156

7. CONCLUSIONES .................................................................................................. 160

8. BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................... 162

9. ANEXO 1. PUBLICACIONES DEL ESTUDIO ................................................ 191

7

1. INTRODUCCIÓN

1.1 INSUFICIENCIA RENAL AGUDA

CONCEPTO

La insuficiencia renal aguda se caracteriza por una disminución brusca de la

función glomerulotubular, produciéndose retención de productos nitrogenados y

desequilibrios hidroelectrolíticos y del equilibrio ácido-base (1).

Durante muchos años se utilizaron diferentes definiciones de insuficiencia renal

aguda (IRA) (2, 3) lo que hacía muy difícil comparar los resultados de los estudios. Para

superar este problema la segunda conferencia internacional de la iniciativa para la

calidad de la diálisis en situación aguda “Acute Dialysis Quality Initiative” (ADQI) (2)

realizó una propuesta de definición y clasificación de la IRA. La IRA denominada en

inglés “Acute Kidney Injury” (AKI), se definió como “un descenso sustancial y abrupto

de la filtración glomerular, de la producción de orina o de ambos”, y se clasificó en

diferentes grados (clasificación “RIFLE) (2). Posteriormente se realizó una adaptación

de esta clasificación a la edad pediátrica (4).

En este texto utilizaremos indistintamente los términos insuficiencia renal aguda y fallo

o fracaso renal agudo.

INCIDENCIA

La IRA se desarrolla generalmente en pacientes hospitalizados, sobre todo los

ingresados en las unidades de cuidados intensivos. Hasta la aparición de los criterios

RIFLE (2,4-6) se estimaba que la IRA complicaba la evolución del 5% de los ingresos

hospitalarios y del 30% de los realizados en unidades de cuidados intensivos en adultos

8

(5,7,8). En niños, Moghal y colaboradores encontraron una incidencia casi cinco veces

menor que en la población adulta, siendo el 82% de los pacientes menores de un año (9).

Algunos estudios han aplicado los criterios RIFLE de forma retrospectiva

encontrando una incidencia de AKI del 36 al 58 % de los niños ingresados en UCIP

(6,10,11). Sólo existen tres estudios prospectivos que hayan analizado la incidencia de

IRA en niños críticos (4,12,13). En dos estudios realizados antes de la definición de los

criterios RIFLE la incidencia de IRA varió de un 2,5% en el estudio prospectivo

multicéntrico español (12) al 4,5% en un estudio canadiense (13). En el tercer estudio

que aplicó los criterios RIFLE la incidencia de alteración renal fue del 82% aunque sólo

el 25,2% presentaron el criterio F (“fallo”) (4).

El aparente aumento de incidencia de IRA encontrado en los estudios más

recientes es probablemente debido en parte a que los criterios RIFLE incluyen también

pacientes con riesgo de IRA, mientras que en los trabajos anteriores sólo se incluían los

pacientes con una IRA establecida, muchos de los cuales precisaban técnicas de diálisis.

Por otra parte, Ball encontró que un 4 por 100.000 habitantes menores de 15 años

precisaron técnicas de depuración extrarrenal por IRA (14). Esta cifra es 5 veces menor

de la encontrada por Hoste en adultos (15).

ETIOLOGÍA

Las causas de IRA en niños han cambiado en los últimos años. Antiguamente las

causas más frecuentes eran la deshidratación y las grandes quemaduras, mientras que en

el momento actual lo son el fallo multiorgánico, frecuentemente secundario a sepsis, el

shock cardiogénico en el postoperatorio de cirugía cardiaca y las enfermedades

hematooncológicas (1).

9

La IRA puede clasificarse según el origen de la causa en (16):

1.- IRA prerrenal: la disminución de función se debe a hipoperfusión renal secundaria

a hipovolemia o a una disminución del volumen de sangre circulante efectivo.

La disminución de la volemia puede deberse a hemorragia, deshidratación, sepsis,

grandes quemaduras, traumatismos o síndromes de pérdida capilar. También se puede

producir por pérdida salina en enfermedades como la diabetes insípida central o

nefrogénica, o por descenso del volumen circulante efectivo por insuficiencia cardiaca o

taponamiento cardiaco.

2.- IRA renal, intrínseca o parenquimatosa: la necrosis tubular aguda por isquemia y

agentes nefrotóxicos es la causa más frecuente, suponiendo el 90% de los casos de IRA

intrínseca (7). En el periodo neonatal, en segundo lugar están las malformaciones

congénitas renales como la displasia renal y las enfermedades quísticas renales. Fuera

del periodo neonatal la segunda causa de IRA intrínseca y la primera de causa

extrahospitalaria es el síndrome hemolítico urémico. Otras enfermedades renales que

producen fallo renal agudo son la glomerulonefritis aguda y la nefritis intersticial aguda.

Los insultos vasculares como la trombosis de la arteria o vena renal, son causas menos

frecuentes, que pueden ser secundarios a canalización umbilical, o aparecer en pacientes

con deshidratación muy severa o síndrome nefrótico.

La IRA en el paciente crítico ocurre frecuentemente en el contexto de un fallo

multiorgánico, que aparece complicando otra enfermedad como la sepsis, el síndrome

de dificultad respiratoria aguda o tras una cirugía cardiovascular o transplante de órgano

sólido o de médula ósea.

10

3.- IRA postrenal: las causas obstructivas (válvulas de uretra posterior, obstrucción de

riñón único u obtrucción ureteral bilateral) son raras en la infancia, suponiendo menos

del 5% de los casos de IRA (7).

FISIOPATOLOGÍA (7, 16)

Patogenia de la IRA prerrenal

En situaciones de bajo gasto se produce un aumento del tono simpático y de la

producción de angiotensina II que produce vasoconstricción de la arteriola eferente y

aumento de la presión hidrostática con aumento de la fracción de filtración. Además,

algunos fármacos como los antiinflamatorios no esteroideos que inhiben la síntesis de

prostaglandinas, o los inhibidores de la de la enzima convertidora de angiotensina, que

inhiben la angiotensina II, producen fallo prerenal al bloquear los mecanismos de

autorregulación de la perfusión renal.

En el fallo prerrenal si se logra restaurar el volumen circulante efectivo se puede

recuperar totalmente la función renal; pero cuando la hipovolemia se mantiene y se

produce isquemia e hipoxia de las células renales el fallo prerrenal avanza a enfermedad

renal intrínseca por necrosis tubular aguda.

Patogenia de la IRA intrínseca

Puede producirse por cuatro mecanismos fundamentales:

Vasoconstricción renal intensa: el daño al epitelio tubular por isquemia o tóxicos

produce una liberación de componentes vasoactivos que incrementan las

resistencias vasculares disminuyendo el flujo sanguíneo. Las áreas renales más

susceptibles a la isquemia son la parte recta del túbulo proximal y la parte ancha de

la rama ascendente del asa de Henle.

Alteración de las propiedades de filtración del glomérulo.

11

Retrodifusión del filtrado glomerular: las células del túbulo pierden su integridad y

una parte del ultrafiltrado se reabsorbe pasivamente a través del epitelio dañado y

pasa al espacio intersticial y posteriomente a la circulación contribuyendo a la

oliguria.

Obstrucción tubular por pigmentos o desechos celulares, que produce un aumento

de la presión intratubular, aumento de la presión en el espacio de Bowman y

disminución de la presión de filtración.

Patogenia de la insuficiencia renal postrenal

La lesión se produce al aumentar la presión dentro de los túbulos que se

transmite al espacio intersticial y afecta a la microvasculatura.

CLÍNICA

La IRA es un síndrome que puede presentar manifestaciones clínicas diferentes

según la enfermedad causal, el grado de lesión y las alteraciones fisiopatológicas

secundarias. En muchas ocasiones, las manifestaciones clínicas relacionadas con la IRA

son mínimas, salvo que existan alteraciones metabólicas importantes, y el único signo de

alarma es la elevación de las cifras de urea y creatinina en sangre.

En la IRA prerrenal se pueden encontrar síntomas y signos de deshidratación y/o

hipovolemia. En la IRA parenquimatosa se pueden diferenciar tres fases: oligúrica,

poliúrica y de recuperación. La primera es la fase oligúrica aunque la disminución de la

diuresis no es constante y, en ocasiones, puede existir poliuria. Se caracteriza por la

retención de productos nitrogenados en sangre debido a la disminución del filtrado

glomerular. La disminución de la diuresis, los vómitos y la intolerancia gástrica

provocados por la elevación de la urea hacen que la ingesta energética esté disminuida.

12

El organismo inicia un estado de catabólico para obtener energía de sus reservas

energéticas lo que produce más urea. En los casos de IRA secundaria a sepsis, quemados

o cirugía, a este estado catabólico se añade el producido por la causa primaria.

Debido a la disminución del filtrado glomerular y a la disfunción tubular se

produce una disminución de la eliminación de agua y un aumento de producción de agua

endógena secundaria al catabolismo. La retención de agua y solutos provocan signos de

hipervolemia con aparición de edemas periféricos, ascitis, derrame pleural, insuficiencia

cardiaca congestiva e incluso edema agudo de pulmón.

La hiponatremia se produce fundamentalmente por hemodilución debido a la

disminución de la eliminación renal y al aumento de producción de agua del

catabolismo. También puede existir una verdadera depleción de sodio en la IRA

secundaria a deshidratación hiponatrémica o en la IRA no oligúrica.

La hiperkaliemia se produce por la incapacidad renal para la eliminación de

potasio, ya que el 90% del potasio ingerido en la dieta o producido por el metabolismo

es eliminado por vía renal. A partir de niveles de potasio mayores de 6 mEq/L puede

producir clínica de debilidad muscular, nauseas y cambios electrocardiográficos, desde

aparición de ondas T picudas, prolongación del PR, desaparición de la onda P y QRS

ancho, hasta fibrilación ventricular.

La retención de fosfato se produce cuando la función renal cae por debajo del

30%. Habitualmente es asintomática. La hipocalcemia es un hallazgo constante en la

IRA, que se produce por resistencia a la acción de la PTH y disminución de la vitamina

1,25 hidroxi-D3. En general no suele producir clínica específica salvo en casos muy

severos (tetania, convulsiones). La hiperuricemia también es frecuente pero suele ser

asintomática.

13

La acidosis metabólica está producida por incapacidad para la eliminación renal

de ácidos y regeneración del bicarbonato y puede producir polipnea.

La hipertensión arterial puede aparecer como consecuencia de la hipervolemia o

por alteración vascular, como sucede en la glomerulonefritis y en el síndrome hemolítico

urémico.

La palidez de piel y mucosas se debe a la anemia que es multifactorial

(hemólisis, hemodilución, hemorragia, disminución de la producción de eritropoyetina).

También está aumentada la tendencia al sangrado por alteración plaquetaria.

Las alteraciones neurológicas como irritabilidad, convulsiones o trastornos de

conciencia sólo se producen con cifras de urea muy elevadas mantenidas.

La duración de la fase oligúrica es variable, dependiendo de la severidad de la

causa, aunque generalmente es menor de dos semanas. Posteriormente aparece la fase

poliúrica. En esta fase se produce una mejoría de la filtración glomerular pero persiste el

daño del túbulo por lo que se pueden producir importantes desequilibrios electrolíticos.

Además, la urea y creatinina pueden mantenerse todavía elevadas.

DIAGNÓSTICO

Historia clínica

a) Antecedentes familiares y personales: es importante descartar antecedentes familiares

de enfermedad renal y signos y/o síntomas que sugieran enfermedad renal previa.

b) Historia actual: la presencia de vómitos y diarrea orientan a una IRA prerrenal o a un

síndrome hemolítico urémico, sobre todo si la diarrea fue sanguinolenta. Una

faringoamigdalitis o un impétigo sugieren una glomerulonefritis aguda

postestreptocócica. La presencia de fiebre, exantema, artritis o síntomas pulmonares,

14

son signos de una enfermedad sistémica como el lupus eritematoso o vasculitis. El

antecedente de cirugía, sobre todo si es cardiaca, orienta hacia una IRA prerrenal.

Igualmente hay que registrar la administración de fármacos nefrotóxicos: antibióticos,

quimioterápicos, antiinflamatorios no esteroideos, inhibidores de la enzima

convertidora de angiotensina o medios de contraste.

Exploración física

Además de una exploración física completa se debe realizar la medición del peso

y la talla (un desarrollo ponderoestatural retrasado puede orientar a una IRA previa), la

tensión arterial y la diuresis y valorar el grado de hidratación.

Bioquímica sanguínea

Urea: el aumento de la urea en plasma es un parámetro poco específico de IRA, ya

que puede estar elevada tras sangrado gástrico, tratamiento con corticoides, aporte

elevado de proteínas o estado hipercatabólico. En estas situaciones la urea está

desproporcionadamente elevada respecto a la creatinina y el índice BUN/creatinina es

mayor de 20.

Creatinina: la concentración sérica de creatinina proporciona una estimación más

fiable e indica, en general, reducción del filtrado glomerular (FG) (la creatininemia

se duplica por la caída del 50% del filtrado). Como el FG cambia a lo largo de la

infancia conforme madura la función renal, los valores normales de creatinina varían

con la edad. En el recién nacido a término la creatinina es similar a la de la madre

hasta el 7º día de vida. Los prematuros con edad gestacional menor de 32 semanas

tienen valores de creatinina sérica más elevados. El FG se incrementa

progresivamente a lo largo de la lactancia hasta estabilizarse a partir del año de vida

(tablas 1 y 2). En general se consideran valores elevados de creatinina > 0,5 mg/dl

15

(lactantes), > 0,7 mg/dl (niños) y > 1,2 mg/dl (adolescentes), e incrementos superiores

a 0,3 mg/día. Sin embargo, pueden encontrarse valores elevados de creatinina en la

rabdomiolisis, o por error de laboratorio, ya que la presencia de cuerpos cetónicos y

cefalosporinas interfieren en su medición. Además, en niños con una masa muscular

disminuida, los valores de creatinina son menores.

EDAD POSTNATAL

NEONATOS 1 semana 2 - 8 semanas > 8 semanas

Edad gestacional Creatinina FGE Creatinina FGE Creatinina FGE

25 - 28 semanas 1,4 ± 0,8 11 ± 5,4 0,9 ± 0,5 15 ± 6,2 0,4 ± 0,2 47,4 ± 21,5

29 - 34 semanas 0,9 ± 0,3 15 ± 5,6 0,7 ± 0,3 28 ± 13 0,35 51,4

38 - 42 semanas 0,5 ± 0,1 41 ± 14 0,4 ± 0,1 65 ± 24 0,4 ± 0,1 95,7 ± 21,7

Tabla 1. Valores normales de creatinina y filtrado glomerular estimado (FGE) para

neonatos. Creatinina: mg/dl; FGE: ml/min/1,73 m2

MESES CREATININA FGE AÑOS CREATININA FGE

2 0,2 - 0,4 42 - 90 2 0,31 - 0,52 101 -179

3 0,2 - 0,4 46 - 125 3 0,3 - 0,5 100 -184

4 0,2 - 0,4 56 - 120 4-5 0,3 - 0,6 120 -184

5 0,2 - 0,4 89 - 144 6 0,3 - 0,6 79 -170

6 0,2 - 0,4 58 - 160 7-9 0,4 - 0,7 88 -166

8 0,2 - 0,4 63 - 150 10 0,4 - 0,8 95 -162

12 0,2 - 0,4 105 - 235 11 0,4 - 0,7 110 -146

18 0,2 - 0,4 102 - 172 12 0,4 - 0,8 110 -136

Tabla 2. Valores normales de creatinina y filtrado glomerular estimado (FGE)

para lactantes y niños. Creatinina: mg/dl; FGE: ml/min/1,73 m2

16

Aclaramiento de creatinina (ml/min/1,73 m2): permite cuantificar el FG a través de la

siguiente fórmula, que requiere recolectar orina de 24 horas.

SC: superficie corporal

Schwartz et al desarrollaron una fórmula a partir de la concentración de creatinina

sanguínea y la talla que permite estimar el aclaramiento de creatinina en niños con

hábito corporal normal. Esta fórmula es fácil de calcular y se correlaciona bien con el

aclaramiento de creatinina (17):

¨K¨ es una constante que depende de la creatinina urinaria relacionada con el tamaño

corporal. Su valor es 0,33 en prematuros, 0,45 en menores de un año, 0,55 de 2 a 12

años, 0,55 en mujeres de 13 a 21 años y 0,70 en hombres de 13 a 21 años.

El aclaramiento de creatinina tiene algunas limitaciones en el diagnóstico de IRA, ya

que la creatinina aumenta su secreción por el túbulo cuando disminuye el filtrado

glomerular y la creatinina sérica está disminuida en niños con escasa masa muscular.

Creatinina orina (mg/dl) x volumen orina (ml/24h) x 1,73

1440 min x creatinina plasma (mg/dl) x SC (m2)

Talla (cm) x K

Cr plasma (mg/dl)

17

Cistatina C (18,19): es una proteína de bajo peso molecular y de eliminación casi

exclusiva por filtrado glomerular, que no se ve influida por la edad, el sexo, la masa

muscular o el estado nutricional (20-22). Puede anticipar el diagnóstico de la

alteración renal en uno o dos días con respecto a la creatinina (23) y además no

precisa recogida de orina.

Otros marcadores que se están investigando son el KIM-1 (Kidney Injury Molecule-

1) y el N-GAL (neutrophil gelatinase-associated lipocalin) que pueden detectarse en

la orina de pacientes con necrosis tubular aguda con daño del túbulo proximal, lo que

permite un diagnóstico precoz y diferenciación con otras causas de disfunción renal

(24,25).

Además de estimar el filtrado glomerular, deben monitorizarse los niveles de sodio,

potasio, cloro, calcio, magnesio y fósforo y el equilibrio ácido base.

Bioquímica en orina

En los niños en los que la micción voluntaria no sea posible, ante la sospecha de

oliguria es recomendable realizar sondaje vesical. En la orina se analizará el color,

densidad, osmolaridad, proteinuria, hematuria y presencia de cilindros. Una orina rojiza

se observa en la mioglobinuria o hemoglobinuria y colúrica en la glomerulonefritis. Una

densidad elevada (>1020) es sugestiva de IRA prerrenal o glomerulonefritis aguda. La

hematuria y proteinuria mínima se observa en la IRA prerrenal y en la necrosis tubular

aguda. La valoración citológica urinaria puede ayudar al diagnóstico etiológico y una

cuidadosa valoración del número y tipo de células y cilindros puede ayudar a predecir la

severidad del cuadro (26). En la tabla 3 se presentan los posibles hallazgos en el

sedimento urinario en el fracaso renal agudo.

18

Sedimento Etiologías

Anodino, cilindros hialinos Prerrenal, Postrenal, Vasculitis

Cilindros granulosos Necrosis tubular aguda

Cilindros hemáticos, hematíes

dismórficos

Glomerulonefritis, Nefritis intersticial

Células epiteliales, cilindros leucocitarios Nefritis intersticial alérgica (eosinófilos)

Pielonefritis, Nefritis intersticial

Cristaluria Lisis tumoral (ácido úrico)

Oxalato cálcico (nefrotoxicidad)

Tabla 3. Hallazgos en el sedimento urinario en el fracaso renal agudo

Los índices urinarios pueden ser útiles en el diagnóstico de la IRA de origen

prerrenal y renal antes de iniciar el tratamiento (27), (tabla 4). Los valores difieren en

el periodo neonatal y más aún en el prematuro por su incapacidad funcional tubular. Los

indicadores también se alteran cuando el paciente recibe dopamina.o diuréticos en las 12

horas previas.

La densidad y la osmolaridad reflejan la capacidad del riñón para concentrar la

orina. La densidad se modifica por la proteinuria, glucosuria, manitol o dextrano. La

incapacidad de concentrar o diluir la orina es un indicador de IRA intrínseca.

El sodio urinario se modifica por la aldosterona, los diuréticos y los expansores de

volumen.

19

La excreción fraccional de sodio (EFNa) valora las funciones tubulares de

reabsorción de agua y sodio y es el índice que ha mostrado mayor sensibilidad,

especificidad y valor predictivo para diferenciar la IRA prerrenal de la necrosis

tubular aguda establecida. Sin embargo, la glomerulonefritis aguda, el síndrome

hemolítico urémico, la necrosis túbulointersticial y la necrosis tubular aguda

secundarias a pigmentos (hemoglobina y mioglobina) y a contrastes yodados

presentan valores similares a la IRA prerrenal. La EFNa se realiza midiendo la

concentración de sodio y creatinina en una muestra de sangre y orina recogidas

simultáneamente.

El aclaramiento de agua libre (ClH2O), valora la capacidad de concentración del

túbulo y requiere recolección de orina de dos horas como mínimo, y es útil cuando

se han administrado diuréticos. En la IRA se pierde la capacidad de concentración y

el aclaramiento de agua libre se aproxima a cero.

20

PRERRENAL NTA GLOMERULAR

Sodio urinario (mEq/L) < 20 > 40 < 10

EFNa (%) < 1 > 2 < 1

Osmolaridad urinaria > 500 < 350 > 500

Creatinina U/S > 40 < 20 Variable

Densidad urinaria > 1020 < 1015 > 1020

IFR < 1 > 1

Urea U/S > 8 < 3

Tabla 4. Índices urinarios en la IRA

NTA: Necrosis tubular aguda, EFNa = (NaU x CrS / NaS x CrU) x 100

IFR (Índice de fracaso renal) = NaU x CrS / CrU

Cl H2O L = diuresis (ml/h) – [(diuresis (ml/h) x OsmU) / OsmS]

NaU y NaS: concentración de sodio en orina y sangre.

CrS y CrU: concentración de creatinina en sangre y orina.

OsmU y OsmS: osmolaridad urinaria y sanguínea.

Hematología

En el hemograma el hallazgo más frecuente es una anemia normocítica y

normocrómica moderada. La presencia de anemia hemolítica con esquistocitos en

sangre periférica y trombopenia hará sospechar un síndrome hemolítico urémico.

El estudio de coagulación suele ser normal pero puede existir diátesis

hemorrágica debido a la alteración de la funcionalidad de las plaquetas por la uremia.

21

Estudio inmunológico

Para el diagnóstico diferencial pueden ser de ayuda el estudio de los C3, C4,

anticuerpos antinucleares (ANA), anticuerpos anticitoplasma de los neutrófilos (ANCA),

C3 nefritogénico, crioglobulinas, inmunocomplejos circulantes, anticuerpos

antimembrana basal glomerular, ASLO y antiDNAasa B. Los niveles séricos de C3 están

disminuidos en la glomerulonefritis postestreptocócica, lúpica o membranoproliferativa;

los anticuerpos frente a estreptococo (ASLO) se elevan en la glomerulonefritis

postestreptocócica y los ANA en el lupus.

Pruebas microbiológicas

La infección puede ser causa y complicación de la IRA. Si existe un proceso

infeccioso se realizará hemocultivo. El urocultivo es fundamental en el paciente con

malformación congénita del tracto urinario. Se realizará coprocultivo en el paciente en el

que se sospeche síndrome hemolítico urémico epidémico, donde hay que estudiar la

presencia de la enterotoxina de E.Coli (serotipo O157:H7).

Estudios de imagen

La ecografía valora el tamaño renal, la ecogenicidad del parénquima y permite

descartar dilataciones y obstrucciones. La ecografía doppler valora el flujo renal y las

resistencias vasculares, siendo útil para el seguimiento. Una disminución del tamaño

renal y de la resistencia vascular se ha relacionado con la recuperación de la función

renal (28).

Entre los estudios isotópicos, el renograma diurético utilizando MAG-3 permite

diferenciar entre problemas vasculares, del parénquima u obstrucciones. La

22

gammagrafía renal con DSMA es de utilidad para el diagnóstico de pielonefritis y la

identificación de las cicatrices renales (7).

La radiografía de tórax permite valorar los signos de congestión, derrame pleural

o edema pulmonar.

La biopsia renal sólo está indicada para confirmar una nefritis tubulointersticial

aguda, en el caso de sospecha de una glomerulonefritis rápidamente progresiva o en la

IRA no filiada de más de 6 semanas de evolución.

CLASIFICACIÓN DE LA IRA

La clasificación de la IRA más aceptada actualmente es la denominada “RIFLE”

(2) (tablas 5 y 6). Las ventajas de esta clasificación son que se basa en el cambio de los

valores de creatinina con respecto a los basales en lugar de en números absolutos, lo que

es muy importante en los niños que presentan valores absolutos diferentes en función de

su edad. Además es una clasificación en varios niveles que ayuda a poner atención en los

estadíos tempranos y leves de IRA, es fácil de determinar y comparable entre centros.

Clase Criterio de filtración glomerular Criterio de diuresis

(ml/kg/h) Riesgo (Risk) Creatinina sérica x 1,5 < 0,5 x 6 horas

Daño (Injury) Creatinina sérica x 2 < 0,5 x 12 horas

Fallo (Failure) Creatinina sérica x 3 < 0,3 x 24 horas

Pérdida (Loss) Pérdida de function >4 semanas

Estadío terminal

(End Stage Kidney Disease)

Pérdida de función > 3 meses

Tabla 5. Criterios “RIFLE” (Risk, Injury, Failure, Loss y End-stage)

23

En la modificación pediátrica de estos criterios no se utiliza la creatinina sérica

sino el descenso del filtrado glomerular.

Clase Aclaramiento glomerular estimado Criterio de diuresis

(ml/kg/h)

Riesgo (Risk) Disminución del aclaramiento en un

25%

<0,5 x 8 horas

Daño (Injury) Disminución del aclaramiento en un

50%

< 0,5 x 16 horas

Fallo (Failure) Disminución del aclaramiento en un

75% o aclaramiento < 35

ml/min/1,73 m2.

< 0,3 x 24 horas o

anuria durante 12 h.

Pérdida (Loss) Pérdida de función > 4 semanas

Estadío terminal

(End Stage Kidney Disease)

Pérdida de función > 3 meses

Tabla 6. Criterios “RIFLE” pediátricos (4).

Un grupo de nefrólogos e intensivistas pediátricos se han asociado en la AKIN

(Acute Kidney Injury Network) (29) que ha propuesto unos criterios simplificados en

tres niveles de disfunción renal que coinciden con los propuestos como Risk (Estadío 1),

Injury (Estadío 2) y Failure (Estadío 3), eliminando las categorías L y E por

considerarlas resultados y no etapas.

24

PRONÓSTICO DE LA IRA

Pronóstico de la IRA en adultos

La falta de uniformidad a la hora de definir la IRA hace que sea difícil conocer su

pronóstico. El aumento de la esperanza de vida, de la complejidad quirúrgica y de la

supervivencia en enfermedades como la sepsis o el Síndrome de dificultad respiratoria

aguda (SDRA) ha incrementado el número de pacientes con IRA. Sin embargo, la

mortalidad de la IRA, a pesar de los avances en el tratamiento sustitutivo sigue siendo

muy elevada, alrededor de un 50 % (30) (tabla 7).

Autor, año, referencia Tipo de patología

(médica, quirúrgica,

mixta)

Número de

pacientes

Mortalidad

Lamiere, 1987 (31) Quirúrgica 287 45%

Brivet, 1996 (32) Médica 360 58%

Liaño, 1996 (16) Mixta 748 45%

Guerin, 2000 (33) Mixta 1086 66%

De Mendoça, 2000 (34) Mixta 348 49%

Fiaccadori, 2000 (35) Mixta 425 39%

Morgera, 2002 (36) Mixta 979 69%

Metnitz, 2002 (37) Mixta 839 63%

Bouman, 2002 (38) Mixta 372 43%

Uchino, 2005 (8) Mixta 1738 60,3%

Bagshaw,2005 (39) Mixta 240 51%

Cappi, 2006 (40) Mixta 111 57%

Schiffl, 2006 (41) Mixta 433 47%

Lins,2006 (42) Mixta 293 50,5%

Ali,2007 (43) Mixta 474 50%

Payen, 2008 (44) Mixta 1120 36%

Tabla 7. Pronóstico de la IRA en adultos.

25

Los factores que se han asociado a un peor pronóstico en adultos con IRA son

una mayor edad (32,34,40,45), las puntuaciones de gravedad elevadas al ingreso (32,46,

47), la sepsis (8,48), patología cardiovascular (34,44,47,49,50), fracaso respiratorio (8,

37,44,45,51) y el grado de sobrecarga de volumen antes del inicio de la terapia de

depuración (8,44).

Recuperación de la función renal y dependencia de diálisis

Un aspecto importante del pronóstico es la evolución a largo plazo en los

supervivientes del episodio agudo de fallo renal. La recuperación de la función renal

puede ser completa o parcial, cuando el paciente no queda dependiente de una técnica de

depuración pero la función renal no vuelve a la situación basal.

Los resultados son muy variables según el tipo y grado de alteración de la

función renal. En los estudios que incluyen formas menos severas de IRA el porcentaje

de pacientes con una recuperación parcial de la función renal varía entre un 7 y un 10 %

(42,43). En el estudio de Schiffl (41) sólo un paciente de 425 requirió diálisis a largo

plazo. Por el contrario, en el estudio multinacional “BEST” (8) en el que se estudiaron

1700 pacientes con AKI severa, un 13,8% de los pacientes requerían diálisis al alta

hospitalaria y en el estudio de Bagshaw un 22% de los 240 pacientes analizados

requería diálisis al año (39).

Otro aspecto importante, es que los pacientes que presentan una recuperación

parcial de la función renal siguen manteniendo a largo plazo mayor riesgo de desarrollar

insuficiencia renal crónica y de fallecer (52).

Pronóstico de la IRA en niños

La IRA en niños también se asocia con un aumento de la morbi-mortalidad y de

la estancia hospitalaria (4,12,53). En un estudio multicéntrico español los niños

26

críticamente enfermos con IRA tuvieron una mortalidad del 31,2 % (12). La mortalidad

y la duración de estancia se incrementan significativamente según aumenta el grado de

IRA en la clasificación RIFLE (54). La mortalidad de los niños que requieren técnicas

de depuración varía entre un 35 y un 57 % (tabla.8).

Autor Año Características

del estudio

País Nº de

pacientes

Edad Mortalidad

Goldstein 2001 Retrospectivo

Unicéntrico

USA 21 0,5 a 18 años

(media 8,8

años)

57%

Ponikvar 2002 Retrospectivo

Unicéntrico

Eslove-

nia

21 Recién

nacidos y

lactantes

57%

Symons 2003 Retrospectivo

Unicéntrico

USA 85 < de 10 kg 38%

Foland 2004 Retrospectivo

Unicéntrico

USA 113 2,5-14,3 años

(media 9,6

años)

39%

Shiga 2004 Retrospectivo

Unicéntrico

Japón 60 Niños

Incluye

prematuros

48%

Pichler 2007 Retrospectivo

Unicéntrico

Austria

115 50 < 1 año

43%

Symons 2007 Prospectivo

multicéntrico

USA 344 80% >1año

hasta 25

años.

42%

Santiago 2009 Prospectivo

Unicéntrico

España

174 Neonatos a

22 años.

35 %

Tabla 8. Comparación de la mortalidad en estudios de niños críticos con CRRT

La evolución a largo plazo de la IRA en los niños ha sido poco estudiada. Hui-

Stickle encontró que un 34% de 176 niños que habían presentado una IRA quedaron

dependientes de diálisis al alta de UCIP (55). La supervivencia de estos pacientes a los 3

27

a 5 años fue del 56,8% y un 58 % de los supervivientes presentaron alteración analítica

de la función renal (56).

PREVENCIÓN

Es fundamental identificar y corregir las situaciones que presentan riesgo de

producir daño renal. Sin embargo, un inconveniente importante para realizar

intervenciones preventivas es la falta de biomarcadores precoces de daño renal agudo

que ayuden a actuar antes de que la situación se haya establecido.

Expansión de la volemia

La hipovolemia es uno de los factores de riesgo más importantes de IRA (34,

57). Por ese motivo se recomienda realizar una expansión precoz de volumen en la

hipovolemia. No se han encontrado diferencias entre los distintos tipos de expansores

(cristaloides, coloides basados en gelatinas o almidones) en la prevención del fallo renal

agudo (58). En la sepsis no se recomienda la administración de almidones de alto peso

molecular (59, 60).

La administración de cristaloides puede prevenir la nefropatía por contraste en

pacientes de riesgo, recomendándose las soluciones de bicarbonato sódico para

procedimientos de emergencia (61-63).

Diuréticos

Los diuréticos no deben ser usados para prevenir el fallo renal agudo (61).

Aunque los diuréticos de asa se utilizan frecuentemente para transformar una IRA

oligúrica en poliúrica (64), no han demostrado que mejoren el pronóstico renal de los

pacientes críticos y algunos han encontrado un aumento de las complicaciones (65,66) y

la mortalidad (67). El manitol tampoco ha demostrado ningún beneficio (68).

28

Inotrópicos y vasopresores

El tratamiento de la hipotensión es esencial para prevenir el daño renal. No existe

evidencia de superioridad de ningún fármaco vasoactivo sobre el resto (68). La

dopamina a dosis bajas aumenta la diuresis en voluntarios sanos pero en los pacientes

críticos no se ha observado ningún beneficio sobre la función renal (69).

N-acetilcisteína

La N-acetilcisteína ha sido recomendada para la profilaxis de la nefropatía por

contraste por sus efectos antioxidantes y vasodilatadores. Sin embargo, los últimos

estudios no han demostrado un beneficio claro (70-73).

Uso profiláctico de la hemofiltración

Se ha sugerido que el uso profiláctico de la hemofiltración podría prevenir la

nefropatía por contraste tras intervenciones coronarias en pacientes con insuficiencia

renal crónica (61,74,75). Sin embargo, no existen datos que demuestren un efecto

preventivo.

TRATAMIENTO GENERAL

Monitorización

En todo paciente con IRA se debe realizar monitorización de las constantes

vitales (frecuencia cardiaca, respiratoria y tensión arterial), ECG y perfusión periférica.

También hay que realizar un balance exhaustivo de entradas (oral, parenteral) y salidas

(diuresis, drenajes, vómitos, fiebre).

Control hidrolectroltítico

Líquidos: una vez conseguida la normovolemia, la cantidad de líquidos a

administrar será igual a las pérdidas insensibles (300 ml/m2/día) más la diuresis y

29

las pérdidas extrarrenales (taquipnea, fiebre). Se repondrán las pérdidas de sodio y

cloro en orina y en otros fluidos corporales teniendo en cuenta su concentración en

los mismos. El aporte de potasio dependerá de las pérdidas urinarias y de otros

fluidos, así como de su concentración sanguínea.

Sodio: la anomalía electrolítica más frecuente es la hiponatremia dilucional causada

por un balance muy positivo en las entradas de agua. Su corrección se realiza con

restricción del aporte de agua libre. Si es muy severa (< 120 mEq/L) o produce

sintomatología neurológica, se administrará una solución salina hipertónica al 3%

i.v. lenta hasta remitir la sintomatología y/o hasta alcanzar unos valores de 120-125

mEq/L.

Potasio: la hiperkaliemia es la complicación electrolítica más importante. El

tratamiento va dirigido a contrarrestar la toxicidad miocárdica con gluconato

cálcico, a introducir el potasio en las células con bicarbonato sódico, glucosa,

insulina y salbutamol, y a eliminarlo del organismo mediante diuréticos y diálisis. El

tratamiento debe iniciarse cuando el potasio sérico supera los 6 mEq/L o a niveles

inferiores si se observa un ascenso rápido en dos determinaciones sucesivas. En

casos muy severos las técnicas de depuración renal son la forma más rápida de

eliminar potasio.

Equilibrio calcio-fósforo: la hipocalcemia sólo debe corregirse cuando es severa o

sintomática utilizando gluconato cálcico al 10% i.v. a dosis de 0,5 mEq/kg diluido al

50%. En el resto de los casos se corrige controlando la hiperfosforemia, ya que si el

producto Ca x P es > 70 aumenta el riesgo de calcificaciones metastásicas,

especialmente a nivel vascular, coronario y cerebral. Por ello, se debe mantener la

fosfatemia por debajo de 7 mg/dl mediante la restricción de aportes y administración

30

de quelantes del fósforo que aporten calcio, como el carbonato cálcico a dosis de

50-300 mg/kg/día.

Equilibrio ácido-base: si existe acidosis severa (pH < 7,2 o el bicarbonato es < 12

mEq/L) o la acidosis contribuye a la hipercaliemia se debe administrar bicarbonato

sódico. Si existe hipocalcemia concomitante debe corregirse primero, si es posible,

para no desencadenar tetania.

Nutrición

El aporte nutricional es esencial en el manejo de la IRA dado el estado

hipercatabólico que suele existir. Se intentará conseguir un aporte calórico cercano al

100% del recomendado para su edad y peso con un mínimo del 50% en base a lípidos y

a hidratos de carbono. Los aportes proteicos serán de 0,5-2 g/kg/día en función del

aclaramiento de creatinina, conteniendo aminoácidos esenciales y no esenciales,

debiendo aumentar los aportes hasta 3 g/kg/día cuando se emplean técnicas de

depuración extrarrenal por la pérdida de aminoácidos que se produce a través del filtro.

La vía de administración preferente será la oral o enteral y, sólo si hay contraindicación

absoluta de uso de la vía enteral, se administrará nutrición parenteral.

Hipertensión arterial

La hipertensión arterial en la IRA responde a la restricción hídrica y a los

diuréticos de asa como la furosemida. Si no existe respuesta se utilizarán

vasodilatadores, bloqueantes del calcio o inhibidores de la enzima convertidora de la

angiotensina.

31

1.2 TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL

Cuando el tratamiento conservador fracasa y no se pueden controlar las

alteraciones hidroelectrolíticas es preciso iniciar una técnica de depuración extrarrenal.

Existen tres métodos de depuración extrarrenal, la hemodiálisis, la diálisis

peritoneal y las técnicas de depuración extrarrenal contínua (TDEC) arteriovenosas o

venovenosas. Estas técnicas suplen sólo parcialmente la función del riñón mediante la

eliminación de solutos (diálisis) y/o de agua (ultrafiltración) pero no sus funciones

endocrina, metabólica o tubular.

BASES FISIOLÓGICAS

Las técnicas de depuración extrarrenal aprovechan el intercambio de agua y solutos

que se establece entre dos compartimentos (la sangre y el líquido de diálisis) separados

por una membrana semipermeable, bien de tipo biológico (el peritoneo en la diálisis

peritoneal) o bien sintética (como en la hemodiálisis o en las TDEC).

El paso de solutos a través de membranas semipermeables obedece a leyes de

transferencia de masa según fenómenos de tipo difusivo, convectivo y de adsorción

(76).

a) Transporte por difusión o diálisis:

Se produce por la diferencia de concentración a ambos lados de una membrana

semipermeable. Los factores que influyen en la difusión son:

- Gradiente de concentración: el paso de las partículas solubles se produce del

lugar donde hay una mayor concentración a donde ésta es menor, y aumenta

cuanto mayor sea la diferencia entre ambas concentraciones.

32

- Peso molecular del soluto: mediante este mecanismo se depuran

fundamentalmente sustancias de bajo peso molecular, menores de 1000 daltons.

A partir de ese peso molecular la difusión es un mecanismo relativamente

ineficaz.

- Resistencia de la membrana: depende de su grosor, tamaño y número de poros y

de si se produce durante la técnica recubrimiento por material sanguíneo a los

dos lados de la membrana, lo que aumenta su espesor.

El flujo de difusión de un soluto “x” (Qd(x)) resulta de la ecuación

Qd(x)= D x T x S (∆c/G)

D: coeficiente de difusión de ese soluto en ese solvente a esa temperatura.

T: temperatura de la solución.

S: superficie de la membrana.

∆c: gradiente de concentración del soluto a ambos lados de la membrana.

G: grosor de la membrana.

Otros factores que influyen en el aclaramiento de una sustancia son la unión a proteínas

y las cargas eléctricas.

b) Transporte por convección o ultrafiltración:

Es el paso de agua a través de una membrana semipermeable debido a un gradiente

de presión hidrostática (hemodiálisis) u osmótica (diálisis peritoneal). Al pasar el líquido

hacia el lado de menor presión, arrastra los solutos de pequeño peso molecular que lleva

disueltos. Este fenómeno se denomina arrastre por el solvente.

El flujo de ultrafiltración (FU) depende del coeficiente de permeabilidad hidráulica

de la membrana (Kuf), de la superficie de la misma (S) y de la presión

transmembrana (gradiente de presión hidrostática entre los compartimentos: PTM).

33

FU = Kuf x PTM

PTM (presión transmembrana): es la diferencia entre la presión hidrostática de la

sangre (Ps), la presión hidrostática del dializado (Pd) y la presión oncótica de la

sangre.

PTM= Ps-Pd-Po.

Kuf (coeficiente de ultrafiltración): se define como la cantidad de fluido en ml/h que

se transfiere por cada mmHg de gradiente de presión transmembrana. Es la

permeabilidad hidráulica de la membrana.

Kuf= FU/T x (S x PTM) se suele expresar en ml/h x m2 x mmHg.

El flujo convectivo de un soluto depende del flujo de ultrafiltración, la

concentración de ese soluto en el plasma y su coeficiente de cribado, también

denominado “sieving”.

Coeficiente de sieving (S): de la membrana es la relación entre la concentración

de un soluto en el ultrafiltrado y en el plasma.

Si una molécula atraviesa libremente la membrana el S = 1

Si una membrana es impermeable a una molécula tendrá un S = 0.

S es independiente del flujo de sangre y del de UF pero depende de la fracción

unida a las proteínas, porque las proteínas no se filtran.

El aclaramiento de una molécula es la suma del aclaramiento obtenido por

difusión y el obtenido por convección.

c) La “adsorción”

Es un mecanismo inherente a determinadas membranas, que permite la

eliminación de sustancias, fundamentalmente mediadores inflamatorios, por unión a la

34

membrana. Sin embargo, la saturación de la membrana se produce rápidamente, por lo

que este mecanismo parece que es clínicamente poco importante (77).

INDICACIONES

Las indicaciones más frecuentes de las técnicas de depuración extrarrenal son:

IRA que no responde al tratamiento médico. Los criterios son oliguria, hiperkalemia

grave o progresiva y/o acidosis importante. No existe consenso sobre el valor de urea

o creatinina al que se deban iniciar las técnicas de depuración.

Hipervolemia refractaria a tratamiento diurético. Se ha recomendado su utilización

precoz en la hipervolemia y/o oliguria sin fracaso renal aunque faltan estudios que

demuestren que esta estrategia logre una mejoría en el pronóstico (38, 78-80).

Insuficiencia cardiaca refractaria a tratamiento médico.

Cirugía cardiaca: a la salida de la bomba circulación extracorpórea.

Síndrome de fallo multiorgánico (81).

Alteraciones electrolíticas graves: hiperkalemia, hipocalcemia, hipercalcemia,

hipernatremia, hiponatremia, hipermagnesemia, acidosis metabólica refractaria.

Síndrome de lisis tumoral.

Fallo hepático fulminante con encefalopatía.

Descompensación aguda de enfermedades metabólicas congénitas (alteraciones del

ciclo de la urea, acidemias orgánicas, hiperamoniemias idiopáticas, síndrome de

Reye) (82).

Intoxicaciones por sustancias dializables como el ácido acetil salicílico (AAS), litio,

alcoholes, aminoglucósidos, teofilina, fenobarbital, N-acetil procainamida (83).

Rabdomiolisis (77).

35

CONTRAINDICACIONES

No existe ninguna contraindicación absoluta para la utilización de las técnicas de

depuración extrarrenal

36

MODALIDADES DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL

Existen tres modalidades fundamentales:

- Diálisis peritoneal (DP).

- Hemodiálisis (HD).

- Técnicas de depuración extrarrenal continuas (TDEC).

DIÁLISIS PERITONEAL (84-86)

La diálisis peritoneal es un procedimiento de depuración extrarrenal que

aprovecha la capacidad dialítica de la membrana peritoneal.

Técnicamente se basa en la infusión de un líquido de diálisis con capacidad

osmolar, en general glucosa en soluciones entre el 1,5 y el 4,75%, dentro de la cavidad

abdominal, a través de un catéter, que tras permanecer un tiempo determinado es

extraído junto con el dializado.

La eficacia de extracción de solutos depende fundamentalmente del volumen del

líquido de diálisis y el tiempo que éste permanece dentro de la cavidad abdominal, según

la fórmula:

Kp = (D/P) x (Vd/t)

Kp = coeficiente de aclaramiento de un soluto.

D = concentración del soluto en el líquido de diálisis.

P = concentración del soluto en plasma.

Vd = volumen de diálisis.

t = tiempo de estancia del pase.

37

La velocidad de aclaramiento no es igual para todos los solutos: el sodio,

potasio, calcio, y urea se igualan antes, mientras que la creatinina, el fósforo y el acido

úrico tardan más.

Las situaciones que disminuyen el riego sanguíneo como el shock, disminuyen el

aclaramiento peritoneal.

La diálisis peritoneal es en general bien tolerada, aunque en pacientes con

alteraciones hemodinámicas cuando el líquido dializante se encuentra dentro de la

cavidad abdominal la presión intraabdominal aumenta, lo que puede interferir en el

retorno venoso y en pacientes con insuficiencia respiratoria la diálisis peritoneal puede

empeorarla al dificultar la movilidad del diafragma.

HEMODIÁLISIS (76)

En la hemodiálisis el intercambio de solutos se realiza a través de una membrana

artificial. Técnicamente se compone de una bomba y un circuito extracorpóreo. La

sangre procedente del paciente se enfrenta al líquido dializador a través de una

membrana produciéndose ultrafiltración (convección) y depuración (diálisis).

La hemodiálisis es el método de depuración extrarrenal más efectivo. Sin

embargo, precisa accesos vasculares (fístula arteriovenosa o catéteres venosos de doble

luz) de gran calibre, anticoagulación a dosis altas y personal específicamente

cualificado. Su limitación más importante para su aplicación en el niño crítico es la

inestabilidad hemodinámica que produce sobre todo en los niños pequeños.

38

TÉCNICAS DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL CONTINUA

CONCEPTOS

Las TDEC son técnicas de depuración continuas (a diferencia de la DP y HD, que

habitualmente son intermitentes), consistentes en un circuito por el que se hace circular

la sangre, en el que se intercala un filtro de baja resistencia que permite la filtración de

agua, electrolitos, urea, creatinina y solutos no unidos a proteínas con peso molecular

menor de 50.000 daltons. Las proteínas y células sanguíneas no se filtran.

Existen dos tipos de TDEC, las pasivas o arteriovenosas en las que el flujo

sanguíneo a través del circuito extracorpóreo depende de la diferencia de presión entre la

arteria y la vena del paciente, y las activas o venovenosas en las que el flujo sanguíneo

se regula mediante una bomba que extrae sangre desde el sistema venoso y tras pasar por

el filtro la retorna al paciente.

Las técnicas arteriovenosas son más sencillas porque no precisan de una bomba,

pero son mucho menos eficaces y tienen mayores complicaciones debido a que precisan

canulación arterial (87) por lo que actualmente sólo se usan en casos excepcionales.

Existen tres modalidades de TDEC (88):

Ultrafiltración continua (figura 1): el agua plasmática y los electrolitos se extraen por

mecanismo de convección, sin reponer los mismos. El volumen de ultrafiltración

puede regularse con una bomba (bomba del efluente). Se utiliza en pacientes con

hipervolemia y/o insuficiencia cardiaca, y en la cirugía cardiaca tras la salida de la

bomba extracorpórea (ultrafiltración modificada).

39

Figura 1. Ultrafiltración continua

Hemofiltración continua (figura 2): se extrae agua y electrolitos por mecanismo de

convección. Una solución de sustitución vuelve a añadir parte o toda el agua y

electrolitos extraídos. Los solutos no deseados no se sustituyen, disminuyendo de

esta forma su concentración en la sangre del paciente. Se utiliza en pacientes con

insuficiencia renal y/o hipervolemia.

Figura 2. Hemofiltración continua

40

Hemodiafiltración (figura 3): a la hemofiltración se añade la infusión de líquido de

diálisis a contracorriente por la cámara externa del filtro. Además de extraer líquido

y solutos por mecanismo de convección lo hace por diálisis (diferencia de

concentración). Se utiliza en pacientes con insuficiencia renal, hipercatabolismo, con

fallo multiorgánico ó alteraciones electrolíticas importantes. Añadir diálisis a la

hemofiltración mejora el aclaramiento de sustancias de bajo peso molecular pero

menos el de sustancias de peso molecular intermedio, cuyo mecanismo fundamental

de aclaramiento es la ultrafiltración (77).

Figura 3. Hemodiafiltración continua

41

La figura 4 resume la técnica de hemodiafiltración venovenosa continua

Figura 4. Hemodiafiltración venovenosa continua

VENTAJAS DE LAS TDEC

Las ventajas fundamentales de las TDEC con respecto a la hemodiálisis y la

diálisis peritoneal son (89):

- Permiten la infusión de líquidos sin restricciones y una nutrición adecuada, que es un

importante factor en el pronóstico de los pacientes críticos con IRA (90,91).

- Consiguen una eliminación gradual de la urea y electrolitos sin los picos de

concentración asociados a las técnicas discontinuas (89).

- Permiten la eliminación de urea y electrolitos independientemente de los cambios en

el volumen corporal total de agua.

42

- Consiguen la eliminación de mediadores de peso molecular medio-alto y de tóxicos.

- Corrigen la acidosis y la hiperlactacidemia.

- Mejoran el intercambio gaseoso por disminución de la presión hidrostática y por

mejoría de las presiones de llenado ventricular.

- La rápida difusión de la urea que se produce en la hemodiálisis convencional crea un

gradiente desde el plasma al espacio intersticial y de éste al interior de la célula lo que

arrastra agua y puede producir edema neuronal. Esto puede ser importante en

pacientes con hipertensión intracraneal (92,93). La difusión más lenta en las TDEC

evita este problema.

- Aunque en pacientes estables la eficacia de la hemodiálisis y las TDEC es similar

(94), en los hemodinámicamente inestables las técnicas continuas son mejor toleradas

debido a:

Se evita la hipovolemia brusca que se produce cuando se elimina líquido del

compartimento intravascular a una velocidad mayor de la que se rellena desde el

espacio intersticial (95).

Las TDEC producen una disminución de la temperatura corporal y

vasoconstricción (96,97) que puede contribuir a una mejoría de la presión

arterial.

El aclaramiento de sodio con las TDEC es menor que con la hemodiálisis (98).

La eliminación de mediadores de inflamatorios por convección puede contribuir

a mejorar la estabilidad hemodinámica en las fases precoces del shock séptico

(99).

43

DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL

VENOVENOSA CONTINUA

Acceso vascular

Para el acceso vascular se deben utilizar vasos de elevado calibre, para disminuir

la resistencia al flujo sanguíneo. La vía venosa central se elige dependiendo de la

situación y características del paciente. La vena yugular es la que produce menos

trombosis y se ha relacionado con mayor duración de los filtros (100), pero es más difícil

de fijar y mantener en pacientes no relajados. La vena femoral tiene menor tasa de

complicaciones en la canalización pero mayor riesgo de trombosis y de problemas de

aspiración y retorno. La vena subclavia es la de mejor fijación y mantenimiento, aunque

tiene mayor riesgo de canalización, sobre todo en pacientes con coagulopatía, y de

estenosis a largo plazo (101-103).

Catéteres

Para conseguir un flujo sanguíneo adecuado es necesario utilizar catéteres cortos

y de gran calibre. Se recomienda colocar una llave de 3 pasos en cada una de las líneas

para poder comprobar la permeabilidad del catéter durante la terapia.

Circuitos

Deben tener el menor volumen de purgado posible para reducir la repercusión

hemodinámica. Esto es más importante cuanto menor es el paciente ya que un volumen

de purgado elevado empeora la tolerancia hemodinámica de la técnica (104).

Filtros

La característica más importante de una membrana de hemofiltración es la

porosidad. Además debe tener buena biocompatibilidad, alto coeficiente de

44

ultrafiltración y no filtrar la albúmina (105). Las membranas de filtración más utilizadas

son las de polisulfonas, poliacrilonitrilo, polimetilmetacrilato y policarbonato. En

función del coeficiente de filtración (Kf) que presentan se denominan de baja

permebilidad (Kf entre 3 a 10 ml/h/mmHg) y de alta permeabilidad (Kf 20 ml/h/mmHg)

(105).

La tabla 9 recoge las indicaciones de filtros para los pacientes pediátricos de acuerdo a

su peso.

SUPERFICIE VOLUMEN DE CEBADO PESO

0,015 -0,08 m2

6 – 15 ml

< 4 kg

0,2 -0,3 m2

15 -38 ml

3-20 kg

0,5 -0,7 m2

39 -54 ml

20 -40 kg

0,9 -1,2 m2

66-73 ml

30-70 kg

1,9 m2

109 ml

> 50 kg

Tabla 9. Indicaciones de los filtros según el peso del paciente

Bombas o monitores de depuración

Los monitores de depuración extrarrenal consisten en un conjunto de bombas

peristálticas oclusivas para regular los flujos, mecanismos para atrapar el aire y

transductores para la monitorización de presiones. En el momento actual existen

diversos monitores de TDEC que pueden ser utilizados en el paciente pediátrico (106).

Los monitores de depuración extrarrenal tienen de varias bombas.

- Bomba de sangre que regula el flujo sanguíneo.

45

- Bomba de infusión del líquido de reposición (también denominado reinyección o

sustitución).

- Bomba de infusión del líquido de diálisis.

- Bomba para regular el ultrafiltrado (efluente).

- Bomba de infusión de heparina.

- Bomba adicional: para infusión de otro anticoagulante por ejemplo citrato.

Los monitores de TDEC actuales permiten realizar diversas técnicas:

ultrafiltración venovenosa continua, hemofiltración venovenosa continua,

hemodiafiltración venovenosa continua, hemodiálisis venovenosa continua y otras

técnicas de depuración como plasmafiltración, depuración hepática y adsorción.

Líquidos de reposición y diálisis (107,108)

El líquido de reposición debe tener una concentración de electrolitos parecida a

la sangre con mayor cantidad de bicarbonato, y una concentración variable de potasio.

Existen líquidos específicos de reposición y diálisis para TDEC. En caso de necesidad el

líquido de reposición se puede preparar en la UCIP con suero salino: 685 ml,

bicarbonato 1 M: 35 ml, gluconato cálcico 10 %: 6 ml, ClK 2 M: 2 ml, sulfato

magnésico 15 % 1,3 ml, fosfato monopotásico 1,2 ml, glucosa 50 %: 2,5 ml y agua

destilada, 265 ml.

En los pacientes con shock u otras patologías que produzcan hiperlactacidemia es

preferible utilizar un líquido en que se sustituya el lactato por bicarbonato (109,110). La

concentración de bicarbonato en el líquido de reposición debe ser mayor que en suero ya

que el coeficiente de filtración del bicarbonato es > 1.

46

Bicarbonato y calcio: la administración conjunta de bicarbonato y calcio puede dar

lugar a precipitación de la solución. Para solucionar este problema existen líquidos

que mezclan el calcio y el bicarbonato en el momento de usarse. También puede

administrarse el calcio en bolos intravenosos o el bicarbonato en perfusión

intravenosa o usar líquidos con acetato, citrato o lactato en vez de bicarbonato.

Fosfato: como los líquidos de reposición y diálisis no tienen fosfato es frecuente que

durante la TDEC se produzca hipofosfatemia (77,111,112). Para evitarlo se puede

añadir fosfato monosódico tanto en el líquido de reposición como en el de diálisis

(111).

Reposición predilución y postdilución

El fluido de reposición puede ser infundido antes (predilución o reinyección

prefiltro) o después del filtro (postdilución).

Reposición postdilución: la HFVVC se convierte en una técnica puramente

convectiva. Los solutos son arrastrados con el agua del plasma y su aclaramiento

(Cl) en ml/min depende del flujo de ultrafiltración (FU) y de su coeficiente de

Sieving (S). Cl = FU x S. Para las moléculas pequeñas en las que el coeficiente de

filtración se aproxima a la unidad el aclaramiento es proporcional al flujo de

ultrafiltración.

La fracción de filtración (FF) es la división del flujo de ultrafitración (FU) entre el

flujo plasmático FF= FU/ FP (Flujo plasmático = Flujo de sangre (1 – Hcto).

Deben evitarse FF mayores del 30% debido a que esto produce hemoconcentración,

recubrimiento de proteínas y coagulación de los filtros (105). En este caso para

conseguir mayores volúmenes de ultrafiltración hay que aumentar el flujo de sangre,

lo que no siempre es posible si el calibre del catéter no es suficientemente grande.

47

Reposición predilución: la predilución se introdujo para evitar la coagulación de los

filtros y aumentar su vida media. El aclaramiento en predilución se obtiene de la

siguiente fórmula (113):

Cl= FU x S x [FP/(FP + FR)] FR: Flujo de reposición

El cociente [FP/(FP + FR)] es la disminución del aclaramiento de una sustancia debida

a la dilución prefiltro. El uso de predilución tiene el inconveniente teórico de disminuir

la eficacia de depuración de solutos debido a que las concentraciones de éstos

disminuyen antes de entrar en el filtro porque se diluyen con el líquido de reposición

(77). Sin embargo, en la práctica este efecto es poco relevante. De hecho se ha

observado que el impacto de la predilución para urea y creatinina es menor de lo

predicho por la fórmula. Esto se podría explicar por la difusión pasiva de solutos

intracelulares al plasma después de la reinyección (77,113,114).

DESARROLLO DE LA TÉCNICA

INICIO DE LA TÉCNICA

La técnica comienza con la canalización de una vía venosa central cuya

permeabilidad debe ser comprobada antes de la conexión.

El circuito que contiene el filtro debe ser insertado en el monitor de la terapia y

debe ser purgado con al menos 1 litro de suero salino heparinizado con 5000 UI de

heparina, hasta comprobar la ausencia de aire en el mismo.

CONEXIÓN

1º Se debe valorar el tipo de conexión. Existen dos tipos de conexión en función del

destino del líquido de cebado del circuito: desechando el líquido, lo que produce una

disminución de la volemia más importante cuanto más pequeño sea el niño, o

48

administrándoselo al paciente. Se debe tener en cuenta que el purgado heparinizado

contiene una importante cantidad de heparina.

2º En neonatos y lactantes pequeños y en los pacientes con alteración hemodinámica tras

el purgado con suero salino heparinizado se puede cebar el circuito con sangre,

plasma, albúmina al 5 % o coloide sintético para poder administrar este purgado y

evitar la hipovolemia brusca al conectarle.

3º Conectar el lado arterial al paciente, o ambos lados simultáneamente si se decide no

desechar el purgado, y dejar que la sangre del paciente vaya llenando el circuito y el

filtro. Se puede programar un flujo de sangre bajo durante los primeros minutos y, si

el paciente lo tolera hemodinámicamente, aumentar progresivamente hasta alcanzar

el flujo de sangre deseado.

4º En caso de anticoagulación con heparina: administrar el bolo de heparina prefiltro en

el momento que se llene de sangre e iniciar la perfusión continua.

5º Cuando la sangre esté llegando al extremo venoso conectar éste al paciente, si se

estaba desechando el purgado.

PROGRAMACIÓN

Se debe programar el flujo de sangre, líquido de reposición, diálisis, y flujo de

ultrafiltrado y/o balance de líquidos.

Flujo de sangre: habitualmente se programa un flujo entre 3 y 10 ml/kg/min, hasta un

máximo de 180-250 ml/min según la tolerancia del niño, el calibre de las vías y la

superficie del filtro (115-117).

Líquido de reposición: el flujo líquido de reposición o reinyección habitualmente se

programa entre 20 y 30 ml/kg/h (115). Se recomienda que el flujo de reinyección no

sea > 20% del flujo sanguíneo porque aumenta el riesgo de coagulación del filtro.

49

No existe evidencia que la ultrafiltración de alto volumen (>35 ml/kg/h) mejore el

pronóstico (115,118).

Diálisis: se debe usar diálisis (hemodiafiltración) siempre que la hemofiltración no

sea suficiente para depurar los solutos. Generalmente se utilizan flujos de diálisis

entre 100 y 1.500 ml/h según la edad y peso del paciente, el filtro utilizado y los

niveles sanguíneos de urea y creatinina. Algunos autores recomiendan utilizar

siempre hemodiafiltración porque puede aumentar la duración de los filtros (119) y

en algunos estudios se ha relacionado con un mejor pronóstico (120,121).

Flujo de ultrafiltrado o balance: se debe programar también el balance negativo

horario deseado teniendo en cuenta el tamaño del paciente, la sobrecarga de volumen

y la estabilidad hemodinámica. Los monitores regulan el flujo de ultrafiltrado para

alcanzar el balance programado. Se puede iniciar la técnica con balance neutro e ir

aumentando de forma progresiva el volumen de ultrafiltrado de acuerdo a la

tolerancia hemodinámica y realizar un cuidadoso balance horario de entradas y

salidas.

ANTICOAGULACIÓN

La anticoagulación se realiza generalmente con heparina administrada previa al

filtro (122). Inicialmente se administra un bolo de 20 a 50 U/kg/iv al conectar al paciente

y posteriormente una perfusión a 5-20 U/kg/h.

La anticoagulación se controla mediante el tiempo de coagulación activado

(ACT) postfiltro que debe estar entre 180-200 s o el TTPA (tiempo de tromboplastina

activado) entre 1,5 y 2 veces el control. En general a menor flujo sanguíneo mayor

necesidad de heparinización.

Las alternativas a la heparina son:

50

Citrato: se basa en la capacidad del citrato de quelar el calcio iónico impidiendo la

activación de la cascada de la coagulación. Se precisa conseguir una concentración

de citrato entre 3 y 6 mmol/L para mantener un calcio iónico postfiltro < 0,35

mmol/L o un ACT > 200 s (122-124). La anticoagulación es regional (sólo en el

circuito) y posteriormente se administra calcio por otra vía o en el retorno del filtro

al paciente para antagonizar el efecto. La dosis de citrato se calcula mediante la

fórmula:

Dosis de citrato = flujo de citrato (ml/min) x concentración de citrato (mmol/L)

/ flujo de sangre programado (ml/min).

El citrato consigue una duración de los filtros igual o mayor que la heparina (125,

126) con menor riesgo de sangrado, pero precisa un control cuidadoso de los niveles

de calcio iónico, una línea prefiltro para su administración y otra postfiltro o en el

paciente para infusión de calcio y utilizar líquidos de reposición sin calcio. Como

complicaciones puede producir alcalosis metabólica, hipocalcemia, hipernatremia o

acidosis metabólica en casos de intoxicación por citrato (127).

Heparina de bajo peso molecular (128): es difícil regular la dosis necesaria para

evitar la coagulación del filtro ya que en muchos centros no se realizan controles de

anti-Xa de urgencia.

Neutralización de la heparina mediante administración de protamina postfiltro (122).

Es complicada de regular por lo que no se utiliza en la práctica.

No administrar heparina y realizar lavados periódicos del circuito con bolos de suero

salino. Produce menos riesgo de sangrado pero los filtros se coagulan más.

51

CAMBIO DE FILTRO

Los filtros se pueden cambiar de forma programada cada 24-72 h o cuando haya

signos de coagulación del filtro (aumento de la presión transmembrana y presión de

caída del filtro). Los cambios programados permiten elegir la mejor hora para realizarlos

y reinfundir la sangre del circuito al paciente, pero suponen mayor trabajo de enfermería

y gasto ya que suponen un cambio más frecuente de filtros.

CONTROL DE LA TEMPERATURA

Las TDEC producen hipotermia (129). Para evitarla se pueden utilizar sistemas

externos (cunas térmicas, mantas), sistemas de calentamiento de la sangre y calentar los

líquidos de reposición y/o diálisis. Algunos monitores de depuración extrarrenal tienen

incorporado un sistema de calentamiento del líquido de diálisis y/o reposición.

MONITORIZACIÓN, CONTROLES Y ALARMAS

Los pacientes sometidos a TDEC deben tener una monitorización de las

constantes vitales y control de funcionamiento del filtro.

Paciente:

Monitorización: FC, FR, ECG, TA invasiva, PVC, temperatura, balance de

líquidos horario, exploración de signos del estado de hidratación.

Controles periódicos de: equilibrio ácido base, electrolitos (Na, K, Cl, Ca, calcio

iónico, P, y magnesio) hemograma, función renal, albúmina, coagulación.

Controles y alarmas de los monitores de TDEC:

Presión arterial o de entrada: mide y avisa de los problemas para extraer la sangre

del paciente (coagulación, acodamiento, mala posición del catéter).

52

Presión venosa o de retorno: mide y avisa de los problemas para retornar la

sangre al paciente (coagulación, acodamiento, mala posición del catéter o

coágulos en la cámara cazaburbujas).

Presión de caída del filtro: es la diferencia entre la presión previa al filtro y la

presión de retorno. Aumenta cuando el filtro se va coagulando o cuando el flujo

sanguíneo y/o volumen de reposición prefiltro son excesivos para el tamaño del

filtro.

Presión transmembrana: mide la presión que soporta la membrana del filtro.

Aumenta cuando el filtro se va coagulando, cuando los poros de la membrana

están saturados o cuando se le está exigiendo al filtro un volumen de ultrafiltrado

mayor del que puede conseguir con el flujo de sangre programado.

Presión de ultrafiltrado: mide y avisa de la presión necesaria para extraer líquido

e indirectamente de la coagulación del filtro.

Aire en el circuito: avisa, para automáticamente la bomba y cierra el paso de

sangre al paciente, cuando existe aire en el circuito venoso o después de la

cámara cazaburbujas.

Sangre en ultrafiltrado: avisa de la presencia de sangre en el líquido ultrafiltrado

por rotura de microfibrillas. Da falsas alarmas con la presencia de aire u otras

sustancias (bilirrubina) que coloreen el ultrafiltrado.

Vigilar la presencia de coágulos y burbujas de aire en el circuito. Manipulación

cuidadosa para evitar desconexiones y contaminación.

Control de la anticoagulación del filtro según el tiempo de coagulación activado

postfiltro.

53

FÁRMACOS Y TÉCNICAS DE DEPURACION EXTRARRENAL CONTINUA

(130-132)

La mayoría de los fármacos tienen un peso molecular bajo < 1.000 daltons y

atraviesan la membrana del filtro siempre que no estén unidos a las proteínas. La

dosificación de fármacos en pacientes con TDEC debería realizarse según la unión del

fármaco a proteínas, su volumen de distribución, la capacidad de aclaramiento del filtro,

la utilización o no de diálisis y su flujo, y el volumen de ultrafiltrado.

Se recomienda administrar la dosis de carga normal y establecer el intervalo

según el volumen de ultrafiltrado, asumiendo que, en general, el volumen de ultrafiltrado

en ml/min es igual al aclaramiento del fármaco. En la práctica se considera que el

aclaramiento con las TDEC está entre un 10 a 50 ml/min y con esta estimación se

ajustan los intervalos de administración. Sin embargo, en los fármacos con un rango

terapéutico estrecho, como los aminoglucósidos, es necesario la determinación de su

concentración en sangre.

COMPLICACIONES

Como otras técnicas invasivas, las TDEC tienen complicaciones que se pueden

clasificar en técnicas y clínicas (133).

- Complicaciones técnicas:

Mal funcionamiento del acceso vascular: produce una falta de flujo sanguíneo

adecuado debido a succión de la pared del vaso alrededor del catéter,

acodamiento o coagulación. Si el catéter se dobla o torsiona el flujo a su través

deja de ser laminar y se producen depósitos de fibrina que inducen la formación

posterior de trombos.

54

Un problema de los catéteres es la recirculación de sangre que ya ha sido

depurada y vuelve a entrar en el circuito extracorpóreo al succionar la máquina.

Este fenómeno que es mayor en los catéteres más cortos disminuye el

aclaramiento de solutos (134), aunque este hecho no suele producir una

repercusión clínica significativa.

Coagulación del circuito y/o del filtro: debido a un flujo sanguíneo bajo,

interrupciones frecuentes del funcionamiento o anticoagulación insuficiente. La

reducción de la vida del filtro conlleva una disminución de la eficacia de la

técnica y mayor consumo de hemoderivados.

Errores en el manejo de los volúmenes: debido a alteraciones en las balanzas o

errores en la programación. Puede provocar problemas importantes por lo que es

muy importante realizar balances hidroelectrolíticos frecuentes y monitorización

clínica del estado de hidratación.

Desconexión accidental: puede producir un sangrado importante. Para evitarla se

deben mantener siempre las conexiones a la vista.

Embolia aérea: es excepcional ya que los monitores tienen cámaras cazaburbujas

y detectores de aire en el lado de retorno de la sangre al paciente.

- Complicaciones clínicas:

Complicaciones de canalización: las complicaciones son las mismas de

canalización de una vía central (hemorragia, hematoma en el lugar de la punción,

fístula arterio-venosa, aneurisma, hemotórax, neumotórax, arritmia, embolismo

aéreo, hemorragia retroperitoneal, alteración de la perfusión del miembro),

aunque al utilizar catéteres de mayor calibre pueden ser más frecuentes e

importantes.

55

Trombosis: con el uso prolongado se pueden producir trombosis de los accesos

venosos.

Hipotensión en la conexión: en el momento de la conexión existe riesgo de

hipotensión ya que aumenta bruscamente el volumen circulante. El riesgo es

mayor cuanto menor es el paciente y pueden requerir expansión de volumen y/o

aumento de los fármacos vasoactivos. Otra causa de inestabilidad hemodinámica

es la depleción de volumen intravascular si se exige un excesivo balance

negativo.

Alteraciones en el balance hídrico (hipo o hipervolemia): por excesivo balance

negativo o por no conseguir el balance deseado.

Disturbios electrolíticos y del equilibrio ácido-base: algunas alteraciones pueden

ser producidas por errores en la preparación de los líquidos que pueden ser

evitados utilizando las soluciones comerciales. Cuando se utiliza citrato como

anticoagulante se puede producir hipocalcemia, alcalosis o acidosis metabólica.

Hipotermia: es más frecuente en los lactantes y niños pequeños y cuanto mayor

sea el flujo sanguíneo y el volumen de ultrafiltrado. Se produce una pérdida de

temperatura de 2,8ºC de media con un descenso del consumo de oxígeno del

26% (129). Esta pérdida calórica lleva a aumentar el gasto de energía para

recuperar la normotermia. La hipotermia enmascara la fiebre y dificulta el

diagnóstico de infección. Se necesitan sistemas para calentar la sangre y mantas

de calor.

Infección: existe un aumento de la susceptibilidad a infecciones debido a la

invasividad del procedimiento (135). Por esta razón es esencial un cuidadoso

manejo del sistema y de las conexiones. El acceso femoral se había asociado a un

56

mayor riesgo de infección, sin embargo un estudio reciente en adultos sólo se

encontró un incremento de la incidencia de infección en los pacientes obesos

(136).

Activación inmunológica: la exposición a las membranas produce activación de

los mediadores de la inflamación, aunque no se conoce bien la repercusión

clínica de este fenómeno (133).

Hemorragia: existe un mayor riesgo de hemorragia debido a la anticoagulación

con heparina, a la trombopenia por consumo en el filtro y a la alteración de la

agregación plaquetaria (137).

Trombopenia inducida por heparina (138): aunque su incidencia es baja, un

estudio reciente observó que hasta un 25% de los pacientes con trombopenia que

tenían coagulación prematura del filtro presentaban anticuerpos antiPF4/heparina

(139). El cuadro clínico se manifiesta como trombopenia moderada 20.000 a

100.000 y signos clínicos de trombosis que pueden producir isquemia de

miembros, tras 5 a 10 días de administración de heparina.

Hemólisis: existe un cierto grado de trauma a los eritrocitos debido a las bombas

de rodillo que podría producir hemólisis, aunque en la práctica esta complicación

es excepcional (140).

Pérdidas nutricionales: los pacientes con IRA están en un estado hipercatabólico

con necesidades nutricionales aumentadas (141). Las TDEC permiten realizar un

suficiente aporte calórico. Sin embargo, hay que tener en cuenta las pérdidas de

aminoácidos a través de la membrana que pueden llegar en adultos hasta 10-20

g/día (142,143).

57

2. OBJETIVOS

2.1 OBJETIVOS PRINCIPALES

1. Evaluar la efectividad del tratamiento de depuración extrarrenal venovenosa

continua en niños en estado crítico.

2. Estudiar los factores pronósticos de los niños sometidos a técnicas de depuración

extrarrenal venovenosa continua.

3. Analizar las complicaciones de las técnicas de depuración extrarrenal venovenosas

continua en el niño en estado crítico.

2.2 OBJETIVOS SECUNDARIOS

1. Analizar los factores implicados en la duración de los filtros durante las técnicas de

depuración extrarrenal venovenosa continua.

2. Evaluar la eficacia, pronóstico y evolución de los niños que precisan técnicas de

depuración extrarrenal venovenosa continua en el postoperatorio de cirugía cardiaca.

3. Evaluar el pronóstico y evolución de los niños que precisan técnicas de depuración

extrarrenal de forma prolongada.

4. Analizar la incidencia de hipofosfatemia en los pacientes sometidos a técnicas de

depuración extrarrenal continua y el efecto de la suplementación de fosfato en los

líquidos de reinyección y diálisis.

5. Estudiar la compatibilidad de la inserción de un monitor de depuración extrarrenal

continua en el circuito de oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO).

58

3. HIPÓTESIS

1. Las TDEC son eficaces en los pacientes pediátricos en estado crítico. Con ellas,

es posible conseguir una depuración adecuada y extraer líquidos manteniendo la

estabilidad hemodinámica.

2. El pronóstico de los niños que precisan una TDEC depende más de su estado

clínico inicial que de las características de la técnica utilizada.

3. Las complicaciones asociadas a las TDEC son clínicamente poco importantes y

controlables.

4. Las TDEC tienen la misma efectividad y complicaciones en los pacientes en el

postoperatorio de cirugía cardiaca que el resto de los niños en estado crítico.

5. Se puede administrar fosfato en los líquidos de reposición y reinyección para

disminuir la incidencia de hipofosfatemia.

6. Los monitores de TDEC pueden ser insertados dentro de un circuito de ECMO

sin alterar el funcionamiento de ambos sistemas.

59

4. MÉTODOS

4.1. DESCRIPCIÓN DE LA UCIP DEL HOSPITAL GREGORIO

MARAÑÓN

El servicio de cuidados intensivos del Hospital General Universitario Gregorio

Marañón es una unidad de nivel III que dispone de 11 camas y tiene una media de 570

ingresos al año. El 37% de los ingresos son pacientes que ingresan por patología

cardiovascular y el 74% de ellos en el postoperatorio de cirugía cardiaca. La asistencia

clínica se realiza las 24 horas al día por una plantilla de médicos y enfermeras con

dedicación completa a los cuidados intensivos pediátricos.

Figura 5. Distribución de ingresos por patologías (año 2009).

60

4.2. CARACTERÍSTICAS DEL ESTUDIO

Se realizó un estudio principal clínico, prospectivo observacional, en el que se

incluyeron todos los niños ingresados en la UCIP del Hospital General Universitario

Gregorio Marañón que recibieron tratamiento con TDEC desde el inicio de la técnica en

el año 1996 hasta junio de 2009.

Se realizaron dos estudios secundarios que incluyeron metodología experimental y

clínica: el primero para valorar el efecto de la administración de fosfato en los líquidos

de reinyección y diálisis, y el segundo para comprobar la posibilidad de inserción del

monitor de TDEC en el circuito de oxigenación extracorpórea (ECMO).

4.3. METODOLOGÍA DEL ESTUDIO PRINCIPAL

Los datos se recogieron de forma prospectiva mediante una ficha que se rellenó

al inicio de la TDEC (tabla 10), recogiéndose diariamente los datos de los pacientes y la

técnica (tabla 11). Los resultados se introdujeron en una base de datos para su análisis

estadístico posterior.

- Datos de los pacientes (tabla 10)

Edad, sexo, peso, talla, diagnóstico, índices de gravedad clínica: PRIMS II

(144), PIM II (145), PELOD (146) y el índice de fallo de órganos según la

conferencia de consenso internacional para la sepsis “International Pediatric

Sepsis Consensus Conference”(147).

Diagnóstico al ingreso de los pacientes, clasificado en los siguientes grupos:

- Cardiopatía congénita: se especificó si el ingreso era en el posoperatorio de

una cirugía cardiaca o por causa médica).

61

- Sepsis.

- Postoperatorio de cirugía abdominal.

- Síndrome hemolítico-urémico.

- Síndrome de lisis tumoral.

- Enfermedad metabólica congénita.

- Insuficiencia renal crónica reagudizada.

- Otros diagnósticos: en este grupo se incluyeron los pacientes que no podían ser

clasificados en los grupos anteriores.

Indicación de la depuración extrarrenal, clasificada en:

- Insuficiencia renal aguda: cuando la indicación fundamental era la elevación de

la urea y creatinina acompañadas o no de oliguria.

- Hipervolemia: la indicación era una sobrecarga de volumen refractaria a

tratamiento diurético con función renal normal.

- Insuficiencia renal aguda más hipervolemia: cuando existía hipervolemia

refractraia a diuréticos y alteración de la funión renal.

- Síndrome de lisis tumoral.

- Otras indicaciones: alteraciones metabólicas importantes, fallo de otras técnicas

de diálisis.

- Datos del inicio de la técnica de depuración extrarrenal (tabla 3.1)

Vía venosa central canalizada: subclavia, femoral, yugular, ECMO, otros

accesos.

Calibre de catéter utilizado.

Monitor de depuración utilizado.

Tipo de filtro.

62

- Datos recogidos al inicio de la técnica y diariamente hasta la finalización de la

técnica (tabla 11).

Situación hemodinámica: frecuencia cardiaca, tensión arterial, necesidad y dosis

fármacos vasoactivos, índice de inotrópicos (dopamina + dobutamina + 100 x

adrenalina+ 100 x noradrenalina + 100 x isoproterenol +15 x milrinona) y ácido

láctico máximo del día.

Datos de la TDEC: flujos programados, presiones y balance negativo alcanzado.

Anticoagulación: dosis de heparina y tiempo de coagulación activado (ACT)

postfiltro.

Analítica: pH y exceso de bases, creatinina, urea, ALT, bilirrubina, sodio,

potasio, cloro, calcio, fósforo, magnesio, albúmina, hemograma.

Duración de cada filtro y causa de la retirada (coagulación, programada para

cirugía o cateterismo, electiva por mejoría, por problemas técnicos con la vía

venosa, aire en el circuito, rotura del filtro, o por fallecimiento del paciente).

Necesidad de transfusiones.

Complicaciones de la técnica:

- Complicaciones en la canalización de la vía central (hemorragia, trombosis,

neumotórax, alteración en la perfusión del miembro) y si precisan la retirada

del catéter.

- Hipotensión durante la conexión del filtro: se definió como la disminución de

la tensión arterial media (TAM) más de 20 mmHg sobre la basal y/o TAM <

2 DS de los valores normales para su edad que precisan tratamiento con

expansión de volumen y/o aumento de los fármacos vasoactivos que recibía

el paciente. La conexión de la TDEC se realizó de varias formas según la

63

indicación del médico que atendía al paciente. En los pacientes de mayor

tamaño con estabilidad hemodinámica se desechó el purgado durante la

conexión. En los pacientes peuqeños o con alteración hemodinámica se

conectó directamente el circuito heparinizado al paciente o el sistema se cebó

previamente con albúmina al 5 % antes de su conexión al paciente.

- Hemorragia significativa que produce disminución de > 2 g/dl y/o

hipotensión y que precisa transfusión de concentrado de hematíes.

- Alteraciones electrolíticas definidas como: hiponatremia Na < 130 mEq/L,

hipernatremia Na > 150 mEq/L, hipokalemia: K < 3 mEq/L, hiperkalemia K

> 5,5 mEq/L, hipocloremia: Cl < 95 mEq/L, hipercloremia: Cl: > 115

mEq/L, hipocalcemia: Ca total < 8 mg/dl, hipercalcemia C total > 12 mg/dl,

hipofosfatemia ( fosfato < 4 mg/dl en niños < 6 años y fosfato < 3 mg/dl en

niños > 6 años), hiperfosfastemia (P > 7 mg/dl), hipomagnesemia Mg < 1,5

mg/dl, hipermagnesemia: Mg > 3 mg/dl.

Duración total de la técnica y causa de la retirada: recuperación de la función

renal, paso a otra técnica de diálisis, fallecimiento.

Causa de la muerte en caso de fallecimiento, clasificada en: fallo multiorgánico,

causa cardiaca, insuficiencia respiratoria, muerte cerebral y otras.

64

Tabla 10. Hoja de recogida de datos

65

Tabla 11. Hoja de evolución diaria

66

En el estudio principal se realizaron los siguientes análisis:

- Estudio descriptivo global de los pacientes incluidos en el estudio y la técnica

empleada.

- Análisis de los factores asociados a la supervivencia.

- Estudio de las complicaciones asociadas a las TDEC y los factores relacionados con

cada una de ellas.

- Análisis de la evolución y pronóstico de los pacientes que requirieron TDEC en el

postoperatorio de cirugía cardiaca y comparación con el resto de los pacientes.

- Estudio de los niños que requirieron TDEC más de 14 y 21 días y comparación con

el resto de los pacientes

- Análisis de la duración de los filtros y los factores relacionados con la coagulación

de los mismos.

4.4. METODOLOGÍA DE LOS ESTUDIOS SECUNDARIOS

Se realizaron dos estudios secundarios:

- Fosfato: se diseñó un estudio experimental para comprobar la compatibilidad in vitro

del fosfato en los líquidos de diálisis y de reposición. A continuación se analizó la

incidencia de hipofosfatemia en los pacientes antes y después de utilizar fosfato en

los líquidos de diálisis y reposición.

- ECMO y TDEC: se diseñó la inserción del monitor de TDEC en el circuito de

oxigenación por membrana extracorpórea. Se comprobó su funcionamiento in vitro

en un circuito cerrado, posteriormente en un animal de experimentación y finalmente

en los pacientes.

67

4.4.1 ESTUDIO EXPERIMENTAL DE COMPATIBILIDAD DEL FOSFATO

EN LAS BOLSAS DE DIÁLISIS Y REINYECCIÓN

Se realizó un estudio experimental in vitro añadiendo tres concentraciones

diferentes de fosfato monosódico en el líquido de reposición y de diálisis utilizados en

las TDEC. Todas las soluciones fueron preparadas a temperatura ambiente, como se

realiza en la práctica clínica habitual. Como líquido de reposición se utilizó el Clearflex

D6R (Baxter, España) (tabla 12) al que se añade glucosa 50% 2,5 ml/L) para obtener una

concentración de glucosa de 120 mg/dl, calcio (en forma de gluconato cálcico al 10 % 5

ml/L) para obtener una concentración de 4,5 mg/dl, potasio (cloruro potásico 2M 2

ml/L) para obtener una concentración de 4 mEq/L y magnesio (sulfato de magnesio al

10 % 1 ml/L) para obtener una concentración de 1,5 mg/dl. Como líquido de diálisis se

utilizó el CVVHD (Hospal, España) (tabla 12).

Se estudiaron un total de 12 bolsas (6 de líquido de reposición y 6 de líquido de diálisis).

Cada bolsa se agitó vigorosamente, se obtuvo una muestra analítica basal y después se

añadió el fosfato. Se utilizó fosfato monosódico (1 ml = 30,9 mg =1 mmol = 2 mEq).

Se utilizaron tres tipos de concentraciones de fosfato monosódico 0.8 ml/L (2,48 mg/dl),

1.5 ml/L (4,6 mg/dl) y 2,5 ml/L (7,7 mg/dL). Cada una de las concentraciones de fosfato

se añadió a dos bolsas de líquido de reposición y a dos de diálisis. Se realizaron

controles de pH, glucosa, calcio total, fosfato y magnesio antes de añadir fosfato y a las

2, 24 y 48 horas de añadirse. La bolsa fue observada macroscópicamente por dos

observadores para descartar precipitación usando luz potente y un fondo negro.

68

Reposición Diálisis

Fosfato 0 0

Calcio 4.5 mg/dl 7 mg/dl

Magnesio 1.5 mg/dl 1.22 mg/dl

CO3H 40 mEq/L 32 mEq/L

Tabla 12. Composición del líquido de diálisis y líquido de reposición antes de

añadir el fosfato.

ESTUDIO DE LA HIPOFOSFATEMIA DURANTE LAS TDEC: EFECTO DE

LA SUPLEMENTACIÓN CON FOSFATO

Se revisaron retrospectivamente los pacientes que habían requerido una TDEC

desde 2001 a 2005. Además de los datos ya registrados se recogieron otros factores de

riesgo de hipofosfatemia como la cirugía extracorpórea, alimentación parenteral,

administración de insulina, diuréticos, dosis elevadas de inotrópicos, sepsis y la estancia

prolongada en UCIP. Se registró la necesidad de administración de fósforo intravenoso y

la evolución de los pacientes.

Posteriormente de 2005 a 2007 se añadió 0,8 ml de fosfato monosódico por litro

(que contiene PO4H2-: 1mmol/ml y Na 1 mmol/ml) en los líquidos de reposición y

diálisis. Se excluyeron de la administración de fosfato los pacientes con hiperfosfatemia

(fósforo mayor de 7) o riesgo de síndrome de lisis tumoral.

Se registraron los valores de fósforo, calcio y magnesio previos al inicio de la

TDEC, y a las 24, 48, 72 horas y al final de la misma.

Los criterios de hipofosfatemia se definieron de acuerdo a la edad (tabla 13)

(148-151). En mayores de 16 años se utilizaron los criterios de pacientes adultos (152).

69

Edad Hipofosfatemia

moderada

Hipofosfatemia

grave

Hasta 6 años < 4 mg/dl < 3 mg/dl

Entre 6-16 años < 3 mg/dl < 2 mg/dl

Mayores de 16 años < 2 mg/dl < 1,5 mg/dl

Tabla 13. Criterios de hipofosforemia utilizados en el estudio

4.4.2 ESTUDIO EXPERIMENTAL DE INSERCIÓN DE UNA BOMBA DE

HEMOFILTRACIÓN EN UN SISTEMA DE OXIGENACIÓN

EXTRACORPÓREA

Se utilizó un circuito de ECMO cerrado recubierto de heparina sin reservorio

venoso compuesto por una bomba centrífuga (Jostra Rotaflow HL20, Maquet,

Alemania) y un oxigenador de fibra hueca (Quadrox; Jostra, Alemania). El volumen

total de purgado es de 450 ml. La TDEC se realizó mediante el monitor Prisma (Hospal,

España) con filtros con membrana de polyacrilonitrilo (AN69) y superficie de de 0,6 y

0,9 m2 y volumen de purgado total con el circuito de 100 y 120 ml respectivamente.

La introducción del monitor de TDEC en el circuito de la ECMO se realizó de la

siguiente forma. La vía de entrada (arterial) del circuito de TDEC se conectó después

de la bomba centrífuga en la llave de tres pasos que sirve también para infundir heparina

y la vía de retorno (venosa) se conectó al circuito en otra llave previa al oxigenador

(figura 6).

70

Figura 6. Introducción del monitor de TDEC en el circuito de ECMO.

El estudio se realizó en tres fases.

Inicialmente se comprobó el funcionamiento de ambos dispositivos en un

circuito cerrado purgado con coloides. Se varió tanto el flujo sanguíneo de la ECMO

como los parámetros de la TDEC (flujo sanguíneo, flujo de reinyección y flujo de

líquido de diálisis) anotándose las presiones en ambos dispositivos.

A continuación se aplicó el sistema en un modelo animal infantil en el

laboratorio de cirugía experimental, en un cerdo minipig con un peso de 7 kg,

previamente sedado e intubado. Durante el estudio se siguieron las normas

internacionales de cuidado de los animales de experimentación. Los animales se sedaron

con propofol y fentanilo y se relajaron con atracurio y se mantuvieron con ventilación

71

mecánica. Se canalizaron la vena yugular externa y la arteria carótida con cánulas de 12

Fr y 8 Fr para la colocación del circuito de ECMO. La arteria y vena femorales fueron

canuladas para la monitorización de la presión arterial, la presión venosa central y el

gasto cardiaco mediante el sistema PiCCO (Pulsion, Germany) y para la obtención de

muestras sanguíneas.

Por último se analizó el efecto de esta técnica en 6 pacientes (en uno de ellos

antes y después del trasplante cardiaco), previo consentimiento informado de los padres.

72

4.5. ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE LOS RESULTADOS

El estudio estadístico fue realizado por la Unidad de Estadística y Epidemiología

del Servicio de Medicina Preventiva y Gestión de Calidad del Hospital General

Universitario Gregorio Marañón de Madrid. Los resultados fueron analizados mediante

el programa de análisis estadístico SPSS versión 15.0. (SPSS Inc., Chicago, IL, USA).

Para comprobar si las variables seguían una distribución normal se utilizó el test

de Kolmogorov Smirnov. Las variables cuantitativas estudiadas se expresaron en forma

de media y desviación estándar cuando la distribución era normal y como mediana y

rango intercuartílico en caso de asimetría o valores alejados.

Se empleó la T de Student cuando las variables siguieron una distribución

normal, para la comparación de variables cuantitativas entre grupos independientes y

entre grupos dependientes o pareados. Se empleó la Ji-cuadrado de Pearson y el

estadístico de Fisher para la comparación de porcentajes.

Se utilizaron la prueba de Wilcoxon de medidas repetidas y la U de Mann-

Whitney para la comparación de dos grupos independientes cuando las variables no

seguían una distribución normal o bien el tamaño muestral era muy pequeño.

Se utilizó un análisis de varianza (ANOVA) para estudiar la evolución de cada

parámetro a lo largo del tiempo y comparar los valores de medidas repetidas.

Se realizaron estudios de regresión logística univariante y multivariante para

analizar la influencia de cada uno de los factores sobre el pronóstico en la población

global, los pacientes con cirugía cardiaca y aquellos con TDEC prolongadas, la

presencia de complicaciones y la duración del filtro. La capacidad predictiva de las

escalas de gravedad clínica se analizó mediante la curva “COR”.

Se consideró significación estadística cuando la “p” fue menor de 0,05.

73

4.6. PACIENTES

Durante el periodo de estudio ingresaron en la unidad 7.767 pacientes de los que

174, un 2,2% precisaron TDEC. La figura 7 refleja el número de TDEC realizadas

anualmente. Puede observarse un aumento progresivo del uso de las TDEC con una

meseta en los últimos años, manteniéndose estable el número de ingresos entre 500 y

600 pacientes anuales.

Figura 7 . Evolución del número de TDEC realizadas anualmente

El 60,3% eran varones. La edad media fue de 52 meses y la mediana de 18

meses, con un rango entre 6 días y 22 años. El peso medio fue de 17 kg y la mediana de

10 kg, con un rango entre 2,5 y 90 kg. El 22% de los pacientes (38 niños) tenía un peso

74

inferior a 5 kilos.

La tabla 14 recoge los diagnósticos de los pacientes. El diagnóstico más

frecuente fueron las cardiopatías (56% de los pacientes) seguido por la sepsis (20%).

Dentro del grupo de cardiopatías el grupo más numeroso (69%) lo constituyeron los

postoperatorios de cirugía cardiaca, 14 de ellos tras un trasplante cardiaco. En el grupo

de otros diagnósticos se incluyeron un paciente con shock hemorrágico, una

glomerulonefritis en un paciente con linfoma de Hodgkin, una afectación renal de la

enfermedad de injerto contra huésped en un trasplante de médula osea y tres casos de

intoxicación por fármacos: indometacina (153), ciclosporina y metotrexate.

DIAGNÓSTICO FRECUENCIA PORCENTAJE

Cardiopatía 97 55,7

Sepsis 34 19,5

Insuficiencia renal terminal 17 9,8

Cirugía abdominal 6 3,4

Síndrome hemolítico urémico 4 2,3

Síndrome de lisis tumoral 5 2,9

Enfermedad metabólica congénita 5 2,9

Miscelánea 6 3,4

Total 174 100,0

Tabla 14. Diagnósticos de los pacientes.

La tabla 15 recoge las indicaciones de TDEC. Las causas más frecuentes fueron

la insuficiencia renal aguda aislada y la asociación de IRA e hipervolemia. En el grupo

75

de otras indicaciones se incluyeron pacientes con malfunción del catéter de diálisis

peritoneal y los tres pacientes ya comentados por intoxicación por fármacos.

INDICACIONES FRECUENCIA PORCENTAJE

Insuficiencia renal aguda 73 42,0

Hipervolemia 35 20,1

IRA+Hipervolemia 55 31,6

Síndrome de lisis tumoral 5 2,9

Miscelánea 6 3,4

Total 174 100,0

Tabla 15. Indicaciones de la TDEC.

La diuresis media previa a la TDEC era de 1,5 ml/kg/hora, presentando oliguria

el 40,8 % de los pacientes, definida como diuresis < 1ml/kg/h en niños menores de 12

meses o menor de 0,5 ml/kg/h en mayores de 12 meses (154).

147 pacientes, el 85%, requirieron ventilación mecánica, y 141 (el 81%)

fármacos vasoactivos al inicio de la técnica, con un índice de inotrópicos medio de 64,6

(mediana de 40). 20 pacientes estaban asistidos con membrana extracorpórea (ECMO).

Las puntuaciones de gravedad media al inicio de la técnica fueron PRIMS 14,7 (DS 8),

mediana 13, con un riesgo de mortalidad del 20,2%; mediana 21%; PELOD 17,6 (DS 8),

mediana de 20, riesgo de mortalidad del 22,2%, mediana 18,5% y PIM II riesgo de

mortalidad del 10,7%, mediana 3%. Un 74.7% de los pacientes presentaba fallo de 3 ó

76

más órganos con un PMODS de 5,8 (DS 2,5). El ácido láctico inicial fue de 3,1 (DS 3,7)

mmol/L y un 46% de los pacientes presentaba hipotensión.

4.7. TÉCNICA DE DEPURACIÓN EXTRARRENAL

Monitor de depuración

Los primeros años del estudio se utilizó el monitor de depuración extrarrenal

BSM32IC (Hospal, Madrid, España) (20,1% de los pacientes). Posteriormente se utilizó

el monitor “PRISMA” (Hospal, Gambro, Madrid, España) (75,9% casos). En algunos

casos se utilizaron las dos bombas en distintos momentos del tratamiento. Desde el año

2008 se empezó a utilizar el monitor “Prismaflex” (Hospal, Gambro, Madrid, España)

(2,2 % casos).

Acceso vascular

La vena femoral fue el acceso venoso más frecuentemente utilizado (64%),

seguido por la yugular (15,1 %) y la subclavia (11,6%). En 9 pacientes (5,2 %) se

utilizaron varios accesos. En 7 pacientes (4,1 %) se utilizó el circuito de ECMO para

emplazar el monitor de depuración.

Catéter

Se utilizaron catéteres entre 5 y 11 Fr según la edad y el peso de los pacientes. Se

utilizaron dos catéteres de 4 Fr o uno de doble luz de 5 Fr en 21 niños con pesos menor

de 5 kg (21,2 %); se utilizaron catéteres de 6.5 a 7 Fr en 91 pacientes (52,2 %) entre 5

and 15 kg, y catéteres entre 8 y 11 Fr en 55 pacientes (31,6 %) con peso mayor de 15

kg.

77

Filtros

Se utilizaron filtros de poliacrilonitrilo (membrana AN69) o polisulfona de fibra

hueca, dependiendo de la superficie corporal del paciente y de la bomba empleada. Los

filtros M10R (Hospal, Lyon, Francia) 0,04 m

2 o FH22

R (Renaflow, Minntech,

Minneapolis, USA) 0,15 m2 fueron usados en niños por debajo de 5 kg. El filtro M60

R

(Hospal, Lyon, France) 0,6 m2 o el HF400

R (LinC Medical Systems, United Kingdom)

0.3 m2 (Renaflow, Minntech, Minneapolis, USA) en pacientes entre 5 y 15-35 kg, y el

filtro M100R (Hospal, Lyon, France) 0,9 m

2 (HospalR) en niños con peso superior a 35

kg. El filtro más utilizado fue el M60 (0,6 m2). La tabla 16 recoge la frecuencia de

utilización de cada filtro.

FILTRO FRECUENCIA PORCENTAJE

M10 49 28,2

FH22 14 8,0

HF400 4 2,3

M60 67 38,5

M100 24 13,8

Varios filtros 16 9,2

Tabla 16. Filtros utilizados en el estudio.

Líquidos de reposición y diálisis

Como líquido de reposición se utilizó ClearFlex D6R (Bieffe Medital): Na 140

mEq/L, C03H: 40 mEq/L, Cl: 100 mEq/L. A este líquido se le añadió: K: 0- 2 ml de Cl

78

K 2 M, Calcio: 7 ml de Gluconato cálcico 10 %, Magnesio: Sulfato de magnesio 1,5 %

0,7 - 1,3 ml, Glucosa: Glucosa 50 %: 2,5 ml. Con esto se alcanzan concentraciones de

calcio: 3,25 mEq/L, magnesio: 0.84 -1,6 mEq/L, glucosa 125 mg/dl y potasio 0-4

mEq/L. En algunos pacientes se añadió fosfato monosódico a concentraciones entre 0,8

y 1,5 ml/L.

Como líquido de diálisis se utilizó DIALISAN CVVHDR, (Hospal, España) cuya

composición es: Na: 140 mmol/L, K 2 mmol/L, Calcio 1,75 mmol/L, Lactato 3 mmol/L,

Glucosa 110 mg/dl , CO3H 32 mmol/L, Cl : 111, 5 mmol/L. En algunos pacientes se les

añadió 2 mmol/L de potasio y/o fosfato entre 0,8 ml/L y 1,5 ml/L.

Anticoagulación

Se utilizó heparina como anticoagulante en el 98% de los casos. No se utilizó

anticoagulación en 2 casos debido a sangrado o coagulopatía grave. La dosis media de

heparina fue de 16 UI/kg/hora.

Programación de la TDEC

Las modalidades de depuración utilizadas fueron HFVVC en el 26% de los

pacientes y HDFVVC en el 74% de los casos.

El flujo de sangre medio utilizado fue de 61,4 ml/min, 5,3 (4,2) ml/kg/minuto,

mediana 50 ml/min, rango entre 10-150 ml/min. El flujo de sangre fue disminuyendo al

aumentar el peso de los pacientes con diferencias significativas entre los grupos (tabla

17).

79

PESO (kg) FLUJO DE SANGRE (ml/kg/min)

<10 kg 5,6

10-25 4,1

25-50 2,7

>50 1,8

Tabla 17. Flujo sanguíneo según el peso del paciente

El flujo de reposición fue de 303 (268) ml/h (17,2 ml/kg/h), mediana 200 ml/h y

el flujo de diálisis de 481,4 (319) ml/h (27,3 ml/kg/h), mediana 450 ml/h, rango entre 0-

1500 ml/h. El flujo total de efluente (flujo de diálisis más flujo de ultrafiltración dividido

entre el peso del paciente) fue de 49,3 ml/kg/hora (27,6), mediana 43,5 ml/kg/h, rango

entre 4-156 ml/kg/h.

Duración de la TDEC

El tiempo medio de tratamiento fue de 205 horas (8,5 días, rango 2 horas a 79

días). 32 pacientes (18,4%) precisaron la técnica durante más de 14 días

El número medio de filtros utilizados fue de 5 por paciente, con una duración media de

42,5 (DS= 40) horas (mediana 33 horas).

80

5. RESULTADOS

5.1. ESTUDIO PRINCIPAL

5.1.1. EFICACIA DE LA TÉCNICA

El descenso de los valores medios de urea fue de 84 a 48 mg/dl a las 72 horas de

la técnica (figura 8), de la creatinina de 1,53 a 0,82 mg/dl y del ácido úrico de 7,6 a 2,7

mg/dl (figura 9).

Figura 8. Evolución de la urea durante las primeras 72 horas de la técnica.

81

Figura 9. Evolución de la creatinina y el ácido úrico durante las primeras 72 horas

de la técnica.

La evolución de los iones (sodio, potasio, cloro, calcio, fósforo y magnesio)

durante las primeras 72 horas de TDEC viene reflejada en las figuras 10 y 11. En las

primeras 72 horas de TDEC los niveles de sodio, cloro y fosfato disminuyeron, el calcio

total aumentó, mientras que los niveles de potasio y magnesio no se modificaron

significativamente.

82

Figura 10. Evolución del sodio y el cloro durante las primeras 72 horas de

tratamiento.

Figura 11. Evolución del potasio, fosfato, magnesio y calcio durante las primeras 72

horas de la técnica.

136,7 135,6133,7 133,2

104,8101,7 100,1 99,8

80

100

120

140

Previo 24 h 48 h 72 h

mE

q/L

Na

Cl

4 3,9

44,1

8,8 9,1 9,4 9,6

5,7

4,1

3,6 3,7

2 1,9 1,9 2

0

4

8

12

Previo 24 h 48 h 72 h

K (mEq/L)

Ca (mg/dl)

P (mg/dl)

Mg (mg/dl)

83

5.1.2. PRONÓSTICO

La mortalidad global fue del 35,6%. Las causas del fallecimiento están recogidas

en la tabla 18 siendo el fallo multiorgánico la causa más frecuente. La mortalidad

clasificada según los diagnósticos está recogida en la tabla 19. La sepsis y la cardiopatía

fueron los diagnósticos con mayor mortalidad, aunque en el estudio de regresión

univariante sólo la sepsis a aumentó el riesgo de mortalidad (tabla 20).

CAUSA FRECUENCIA PORCENTAJE

FALLO MULTIORGÁNICO 33 53,2 %

CARDIACA 15 24,2 %

RESPIRATORIA 2 3,2 %

CEREBRAL 6 9,7 %

OTRAS 6 9,7 %

TOTAL 62 100 %

Tabla 18. Causa de la muerte

84

Tabla 19. Mortalidad por diagnóstico.

*Otros: intoxicación por ciclosporina, intoxicación por indometacina, intoxicación por

metotrexate, shock hemorrágico, glomerulonefritis en paciente con linfoma de Hodgkin

y enfermedad de injerto contra huésped en transplante de médula osea.

Los niños menores de un año tuvieron una mortalidad significativamente mayor

(44,7%) que los mayores de esa edad (28,6%) (p=0,03). Los pacientes menores de 10 kg

también presentaron mayor mortalidad (43%) que el resto (27%) (p=0,02). No hubo

diferencias entre varones y mujeres.

En el análisis univariante los factores que se asociaron con aumento del riesgo de

mortalidad fueron la edad, el peso, la presencia de alteraciones hemodinámicas

(hipotensión, necesidad de fármacos vasoactivos, dosis de adrenalina y dopamina), el

estado de gravedad clínica al inicio de la TDEC (PRISM, PELOD y número de fallo de

órganos), y un nivel más bajo de creatinina y urea al inicio de la TDEC (tabla 20).

DIAGNÓSTICO Nº DE

PACIENTES

MORTALIDAD %

CARDIOPATÍA 97 40,2%

SEPSIS 34 44,1 %

REAGUDIZACIÓN DE

INSUFICIENCIA RENAL TERMINAL

17 5,9 %

CIRUGÍA ABDOMINAL 6 16,7%

ENFERMEDAD METABÓLICA

CONGÉNITA

5 40 %

SÍNDROME DE LISIS TUMORAL 5 0 %

SÍNDROME HEMOLÍTICO-URÉMICO 4 0 %

OTROS* 6 66,7 %

TOTAL 174 35,6 %

85

Factor de Riesgo 95% IC P

Edad < 12 meses 1,71 1,03 - 2,82 0,037

Peso < 10 kg 1,89 1,12 - 3,17 0,016

Diagnóstico de cardiopatía 0,83 0,48 - 1,42 0,497

Diagnóstico de sepsis 2,21 1,22 – 4,00 0,009

PRISM 2,46 1,42 - 4,27 0,001

PIM 1,29 0,9 - 1,85 0,162

PELOD 2,37 1,15 - 4,9 0,019

Numero de fallo de órganos 1,43 1,15- 4,9 0,001

Lactato

1,48 0,83-2,63 0,182

pH arterial inicial 0,20 0 -10,58 0,426

Presión arterial media 2,84 1,62-5,01 0,001

Hipotensión 2,86 1,56-5,23 0,001

Drogas vasoactivas 3,40 1,23-9,39 0,018

Dosis de adrenalina 1,43 1,24-1,65 0,001

Dosis de dopamina 1,06 1,02-1,1 0,002

Ventilación mecánica 25,9 0,71-950 0,077

Creatinina inicial 2,31 1,26-4,23 0,007

Urea inicial 0,99 0,99-1 0,043

Creatinina final 1,14 0,66-1,95 0,641

Urea final 1,01 1-1,02 0,100

ALT (alanina aminotransferasa) 1,00 1-1 0,933

Bilirubina 1,02 0,85-1,23 0,833

Técnica de filtración:hemofiltración 4,06 2,23-7,39 0,001

Flujo de ultrafiltración 1,00 0,99-1,01 0,742

Superficie del filtro < 0.15 m2 2,78 1,22-6,34 0,015

Periodo incial del estudio 1996-2002 1,15 0,65-2,02 0,638

Tabla 20. Estudio univariable para el análisis de los factores asociados a

mortalidad (regresión de COX).

Riesgo por encima de 1 significa aumento de riesgo de mortalidad. PRISM: Paediatric

Risk of Mortality. PIM: Paediatric Index of Mortality. PELOD: Paediatric Logistic

Organ Dysfunction.

86

La creatinina y la urea antes de iniciar la TDEC eran significativamente más

elevadas en los pacientes que sobrevivieron, 1.8 (1.6) mg/dl y 92 (65) mg/dl) que en los

que fallecieron, 1 (0.7) mg/dl y 70 (47) mg/dl respectivamente, pero no existieron

diferencias significativas en la urea y creatinina al finalizar el tratamiento (tabla 21).

En relación a las características de la TDEC, la mortalidad fue mayor en los

filtros de menor superficie, debido a que éstos se utilizan en los niños más pequeños.

Los pacientes tratados con hemodiafiltración tuvieron menor mortalidad que los tratados

sólo con hemofiltración. No existieron diferencias significativas en la tasa de depuración

(diálisis + ultrafiltración) entre los supervivientes 37,6 (26) ml/kg/h y los fallecidos 38,7

(27) ml/kg/h.

La mortalidad fue ligeramente superior en la segunda parte del estudio que en los

primeros años, aunque las diferencias no alcanzaron significación estadística. Los

pacientes del segundo periodo tenían un mayor número de fallo de órganos 3,1 (0,09)

que los del periodo inicial 2,6 (0,1), p = 0,04. También la hipotensión fue más frecuente

el segundo periodo 50,9 % que en el primero 36 %.

87

Supervivientes Fallecidos p

Sexo

Varón

Mujer

63,8%

65,2%

36,2%

34,8%

0,850

Ventilación mecánica

No

57,2%

100%

42,8%

0%

<0,001

Fármacos vasoactivos

No

57,4%

89,5%

42,6%

10,5%

<0,001

Modalidad de depuración

Hemofiltración

Hemodiafiltración

55,6%

67,4%

44,4%

32,6%

0,152

Hipotensión para la edad 33,7% 71,2% <0,001

Media DS Media DS

Edad (en meses) 59 66 39 57 0,011

Adrenalina 0,3 0,5 0,8 1,6 <0,001

Dopamina 7,7 5,9 11,5 7,0 0,002

PAM 65,3 20,7 51,2 14,1 <0,001

Láctico 2,7 3,6 3,6 3,5 0,002

PRIMS 12,7 8,4 18,2 7,1 <0,001

PIM -2,3 1,4 -1,4 1,4 0,058

PELOD S 15,9 7,5 20,6 8,6 0,002

FMO 2,6 1,0 3,5 1,2 <0,001

Creatinina previa 1,8 1,6 1,0 0,7 0,003

Urea previa 92 65 70 47 0,060

Descenso creatinina 24 0,5 1,1 0,1 0,3 0,025

Descenso urea 24 28,9 44,9 14,8 43,4 0,007

Creatinina final 0,9 0,5 0,7 0,5 0,165

Urea final 49,8 27,5 56,79 30,8 0,152

Ultrafiltrado (ml/h) 103 104 100 87 0,836

(Diálisis+Ultrafiltrado)/kg 37,6 26 38,7 27 0,790

Duración (hora) total 203 281 208 294 0,197

Duración (horas) media 44 39 40 43 0,158

Heparina máxima 16 10 14 11 0,062

Tabla 21. Estudio univariante. Comparación entre supervivientes y fallecidos.

88

En el estudio de regresión logística multivariante (tabla 22) los únicos factores que se

asociaron con la mortalidad fueron el número de fallo de órganos, la hipotensión y

necesidad de adrenalina > 0,6 mcg/kg/min al inicio de la TDEC. La mortalidad de los

pacientes con > 3 fallos de órganos fue de un 69 % frente a un 26,8% en los pacientes

con 3 o menos fallos (p =0,01).

Variable OR IC 95% p

Hipotensión 4,9 1,97-12,17 0,001

Adrenalina > 0.6 4,73 1,72-12,97 0,003

FMO 1,77 1,12-2,80 0,014

Tabla 22. Estudio multivariante regresión logística. Factores con significación

estadística. OR: Odds ratio. IC: intervalo de confianza.

El estudio de la capacidad predictiva pronóstica de la mortalidad de las escalas de

gravedad clínica mediante curvas ROC viene reflejada en la tabla 23. La escala PRISM

fue la que tuvo mejor capacidad predictiva. Sin embargo, las tres puntuaciones

pronosticaron una mortalidad sensiblemente inferior a la real.

ABC IC 95% p

PRISM 0,727 0,646-0,809 0,001

PELOD 0,696 0,578-0,814 0,002

FMO 0,690 0,604-0,777 0,001

PIM II 0,590 0,494-0,686 0,071

Tabla 23. Capacidad pronóstica de las puntuaciones de gravedad.

ABC: área bajo la curva. IC: intervalo de confianza

89

5.1.3. COMPLICACIONES DE LAS TDEC

ESTUDIO DE LAS COMPLICACIONES DE CANALIZACIÓN DE LA VÍA

CENTRAL

13 pacientes (7,4 %) presentaron complicaciones en la canalización vascular para

realizar la TDEC. En cuatro pacientes se produjo más de una complicación de

canalización. Las complicaciones fueron: hematoma en el lugar de punción (6 casos 3,4

%), hemorragia (4 casos, 2,2 %), alteración del drenaje venoso de los miembros

inferiores (6 pacientes, 3,4 %), y malposición de un catéter yugular que precisó su

cambio (1 caso, 0,05 %). No se produjo ningún caso de neumotórax ni hemotórax. Los

pacientes con complicaciones en la canalización tenían una edad y peso

significativamente menor al resto; siendo las complicaciones más frecuentes en los niños

con edad menor a 12 meses y peso menor de 10 kg (tabla 24).

No existió relación entre las complicaciones en la canalización con el

diagnóstico, el estado de gravedad de los pacientes al inicio de la técnica, la necesidad

de ventilación mecánica, el calibre del catéter, el recuento plaquetario inicial o el acceso

venoso utilizado (subclavia, 5%; yugular, 7,7%; femoral, 8,2%; p=0,912).

La incidencia de complicaciones en el primer periodo del estudio (14,5%) fue

mayor que en el segundo periodo: 4,2 % (p = 0,01).

Ninguna de las complicaciones de canalización produjo repercusión clínica grave

ni impidió la realización de la TDEC. No existió relación entre las complicaciones de

canalización y la mortalidad (tabla 24).

90

Con complicaciones

Media DS

Sin complicaciones

Media DS

p

Edad (meses) 20,2 39,4 53,6 64,2 0,016

Peso (kilos) 8,0 10,4 17,9 18,4 0,014

PRIMS 14,7 8,4 14,7 8,4 0,596

PIM -2,8 1,4 -1,9 1,4 0,181

PELOD 23,2 3,9 17,2 8,2 0,095

Número de fallo de órganos 2,8 1,0 2,9 1,1 0,922

Láctico (mmol/L) 2,1 1,2 3,1 3,7 0,725

pH arterial 7,27 0,1 7,32 0,1 0,416

PAM (mmHg) 53,7 27 62,0 17,9 0,173

Adrenalina (mcg/kg/min) 0,3 0,2 0,5 1,2 0,914

Dopamina (mcg/kg/min) 8,4 9,5 9,1 6,3 0,208

Creatinina inicial (mg/dl) 1,3 1 1,5 1,4 0,825

Urea inicial (mg/dl) 92,0 83,1 83,4 57,9 0,835

ALT (UI/L) 89,7 151,3 222,3 756,6 0,977

Billirubina (mg/dl) 1,5 1,5 1,9 2,3 0,781

Plaquetas iniciales 158,583 124,291 175,425 188,538 0,821

COMPLICACIONES Número % Número %

Edad < 12 m > 12 m

10 13,2 3 3,1 0,013

Sexo Varón Mujer

8 7,8 5 7,2 0,889

Peso < 10 kg > 10 kg

11 12,2 2 2,4 0,015

Diagnóstico Cardiopatía Resto

5 5,3 8 10,4 0,206

Ventilación mecánica Sí No

11 7,6 2 7,4 0,974

Fármacos vasoactivos Sí No

10 7,4 3 8,3 0,843

PAM inicial < 55 mmHg > 55 mmHg

7 11,4 4 4,4 0,112

Hipotensión inicial Sí No

6 8,3 5 6 0,530

Adrenalina > 0,6 mcg/kg/min > 0,6 mcg/kg/min

3 8,8 7 6,4 0,632

Calibre del catéter 4-6,5 FR > 6,5 FR

10 9,8 2 3,8 0,183

Mortalidad Sí No

4 30,8 9 36,5 0,680

Tabla 24. Factores de riesgo de complicaciones durante la canalización en TDEC.

PAM: presión arterial media. PRIMS: Pediatric Risk of Mortality. PIM: Pediatric index

of mortality. PELOD: Pediatric Logistic Organ Dysfunction.

91

ESTUDIO DE LA HIPOTENSIÓN

Se produjo hipotensión con la conexión a la TDEC en 53 pacientes (30,4 %). La

hipotensión con la conexión no se relacionó estadísticamente con ninguna característica

de los pacientes o de la técnica.

No existió relación entre la hipotensión y la edad y el peso de los pacientes

Tampoco existió relación entre la hipotensión y el volumen del circuito

extracorpóreo en relación al peso del paciente, ni el tipo de filtro utilizado.

No hubo diferencias en la incidencia de hipotensión entre los dos periodos del

estudio (tabla 25).

No se analizó la relación entre la hipotensión y la forma de realizar la conexión

con prepurgado con albúmina o sin él ni la necesidad de expansión de volumen y/o

aumento de la perfusión de fármacos vasoactivos durante la conexión.

92

Hipotensión

Media DS

No hipotensión

Media DS

p

Edad (meses) 53,4 67,5 50,0 61,4 0,694

Peso (kg) 18,1 19,8 16,9 17,3 0,910

PRIMS 16,8 15,5 21,6 25,8 0,650

PIM 10,1 13,4 10,9 16,8 0,874

PELOD 25,7 30,2 20,7 22,7 0,294

Número de fallo de órganos 3,2 1,2 2,8 1,1 0,139

Láctico (mmol/L) 3,2 3,3 3,0 3,8 0,357

pH arterial 7,32 0,12 7,31 0,10 0,341

PAM (mmHg) 58,2 14,8 62,9 20,2 0,124

Dosis de adrenalina (mcg/kg/min) 0,4 0,5 0,57 1,3 0,734

Dosis de dopamina (mcg/kg/min) 9,1 6,6 9,0 6,6 0,932

Creatinina inicial (mg/dl) 1,4 1,1 1,5 1,3 0,491

Urea inicial (mg/dl) 79,2 61,4 86,2 59,6 0,236

ALT (UI/L) 523,5 1261,7 71,0 112,5 0,212

Billirubina (mg/dL) 1,8 1,6 1,8 2,4 0,667

Volumen circuito/ peso (ml/kg) 8,6 4,6 8,8 5,3 0,982

HIPOTENSIÓN Número % Número %

Edad < 12 m > 12 m

24 31,6 29 30,2 0,847

Sexo Varón Mujer

34 33 19 27,5 0,446

Peso < 10 kg > 10 kg

27 30 35 31,7 0,809

Diagnóstico Cardiopatía Resto

31 32,6 22 28,6 0,566

Ventilación mecánica Sí No

48 33,1 5 18,5 0,132

Fármacos vasoactivos Sí No

42 30,9 11 30,6 0,970

PAM inicial < 55 mmHg > 55 mmHg

24 38,1 25 27,5 0,164

Adrenalina > 0,6 mcg/kg/min > 0,6 mcg/kg/min

12 35,3 32 29,4 0,513

Superficie del filtro < 0,3 m2 > 0,3 m2

21 33,3 32 24,4 0,586

Volumen del circuito/peso >5 ml/kg <5 ml/kg

36 32,1% 10 22,2% 0,271

Mortalidad Sí No

24 38,7 29 26,4 0,095

Tabla 25. Factores de riesgo de hipotensión con la conexión de la TDEC. PAM:

Presión arterial media. PRIMS: Pediatric Risk of Mortality. PIM: Pediatric index of

mortality. PELOD: Pediatric Logistic Organ Dysfunction.

93

ESTUDIO DE LAS COMPLICACIONES HEMORRÁGICAS

18 pacientes (10,3 %) presentaron una hemorragia clínicamente significativa

durante la TDEC. No existió relación entre la presencia de hemorragia con la edad, peso,

diagnóstico ni estado de gravedad clínico al inicio de la TDEC (tabla 26). No existieron

diferencias significativas en la dosis de heparina máxima administrada entre los

pacientes con hemorragia y el resto (tabla 26).

Aunque el recuento plaquetario fue ligeramente inferior en los pacientes con

hemorragia la diferencia no fue significativa en ningún momento durante el tratamiento

(tabla 26). Sin embargo, los pacientes con sangrado recibieron más frecuentemente

trasfusiones de plaquetas.

Los pacientes con hemorragia presentaron una mayor mortalidad que el resto de

niño aunque la diferencia no fue estadísticamente significativa (p=0.068) (Tabla 27).

La incidencia de hemorragia clinicamente significativa fue ligeramente mayor en

el primer periodo de estudio (14,5 %) que en el segundo (8,5%), sin embargo la

diferencia no fue estadísticamente significativa (p = 0,2).

Los pacientes en ECMO tuvieron más frecuentemente complicaciones

hemorrágicas, aunque en ninguno de los casos fueron atribuibles a la TDEC.

94

Hemorragia

Media DS

No hemorragia

Media DS

p

Edad (meses) 64,2 70,8 49,5 62,3 0,385

Peso (kg) 22,7 22,0 16,6 17,5 0,310

PRIMS 15,0 7,0 14,7 8,5 0,643

PIM -2,1 0,9 -2,0 1,5 0,929

PELOD 18,1 9,2 17,5 8,1 0,402

Número de fallo de órganos 3,3 1,1 2,9 1,1 0,189

Láctico (mmol/L 4,3 5,4 2,9 3,4 0,530

pH arterial 7,31 0,1 7,31 0,1 0,906

PAM (mmHg) 56,2 22,7 62,0 18,2 0,211

Dosis de adrenalina (mcg/kg/min) 0,5 0,6 0,5 1,2 0,409

Dosis de dopamina (mcg/kg/min) 10,9 8,2 8,8 6,3 0,295

Creatinina inicial (mg/dl) 1,2 0,8 1,5 1,4 0,956

Urea inicial (mg/dl) 93,8 68,9 82,9 59,0 0,475

ALT (UI/L) 174,7 171,0 209,5 776,3 0,355

Billirubina (mg/dl) 3,1 4,0 1,5 1,4 0,218

Plaquetas iniciales 150.944 119.341 177.289 170.637 0,821

Plaquetas a las 24 horas 89.000 72.960 122.068 111.964 0,254

Plaquetas a las 48 horas 93.000 76.183 105.589 99.070 0,657

Dosis máxima de heparina

(U/kg/h)

14,7 13,1 15,2 10,3 0,351

Ultrafiltration rate (mL/kg/h) 43,6 34,4 37,3 25,3 0,751

Duración de los filtros (h) 47,5 61,5 41,9 36,9 0,638

Tabla 26. Estudio univariante de los factores de riesgo de hemorragia

PAM: Presión arterial media. PRIMS: Pediatric Risk of Mortality. PIM: Pediatric index

of mortality. PELOD: Pediatric Logistic Organ Dysfunction

95

Hemorragia

Número %

Hemorragia

Número %

p

Edad < 12 m > 12 m

9 11,8 9 9,4 0,600

Sexo Varón Mujer

9 8,7 9 13 0,366

Peso < 10 kg > 10 kg

9 10 9 11 0,835

Diagnóstico Cardiopatía Resto

10 10,5 8 10,4 0,977

Ventilación mecánica Sí No

17 11,7 1 3,7 0,211

Fármacos vasoactivos Sí No

15 11 3 8,3 0,638

PAM inicial < 55 mmHg > 55 mmHg

11 17,5 7 6,6 0,034

Hipotensión inicial Sí No

10 14,3 8 8,3 0,241

Adrenalina > 0,6 mcg/kg/min > 0,6 mcg/kg/min

5 14,7 13 11 0,561

Plaquetas < 50.000 > 50.000

6 20 12 10,3 0,152

Trasfusión de plaquetas Sí No

14 18,9 4 4,1 0,002

Técnica de depuración Hemofiltración Hemodiafiltración

3 6,7 15 11,8 0,333

Filtros < 0,3 m2 > 0,3 m2

9 14,3 9 14,7 0,937

Heparina máxima > 10 U/kg/h < 10 U/kg/h

7 8,4 11 12,4 0,401

Mortalidad Sí No

10 55,6 % 8 33,8 % 0,068

Tabla 27. Estudio de los factores de riesgo de hemorragia (2).

96

ESTUDIO DE LAS ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS

Las figuras 12 y 13 recogen el porcentaje de alteraciones electrolíticas durante

los primeros 3 días de TDEC. El porcentaje de pacientes con niveles elevados de

electrolitos disminuyó progresivamente durante los 3 primeros días de la TDEC (figura

12). Por el contrario el porcentaje de hiponatremia, hipocloremia e hipofosfatemia

aumentó significativamente durante la TDEC, requiriendo aumento de la concentración

de estos electrolitos en los líquidos de diálisis y reposición y/o reposición por vía

intravenosa.

Las alteraciones electrolíticas no produjeron manifestaciones clínicas, excepto en

una paciente en que por error se utilizó durante unas horas como líquido de diálisis un

líquido de hemodiálisis concentrado (Dialisan AFB, Hospal®) con una concentración

de sodio de 4725 mEq/L que requiere dilución de 1 ml en 35 ml de agua. La paciente

presentó hipernatremia de 216 mEq/L, hipercloremia de 189 mEq/L e hipercalcemia con

un calcio iónico de 4 mmolL que produjeron hipertensión y crisis convulsivas. Las

alteraciones desaparecieron al sustituir el líquido de diálisis. Tras la corrección la

paciente presentó buena evolución clínica y se encuentra asintomática tras nueve años de

seguimiento (155).

Las alteraciones iónicas durante el estudio no se relacionaron con ninguna de las

variables relacionadas con la técnica de depuración. No hubo relación entre la

mortalidad y ninguna de las alteraciones electrolíticas observadas.

97

Figura 12. Porcentaje de pacientes con niveles de electrolitos elevados durante las

primeras 72 horas de la TDEC.

3,9

0 0

1,3

16,3

2,4

6,5

10,1

5,7

00,6

2,5

15,9

0,8 0,9

3,6

3,6 3,3

1,5

0

2

4

6

8

10

12

14

16

18

Previo 24 h 48 h 72 h

Na K Cl

Ca P Mg

% p

orcen

taje

98

Figura 13. Porcentaje de pacientes con niveles de electrolitos bajos durante las

primeras 72 horas de la TDEC.

13,4 12,3

15,1

21,3

5,2

6,3 5,6

1,3

6,9

2,9

8,513,5

17,7

8,5 7,6 6,3

15,9

41,7

53,5

50,6

5,54,5

01,5

0

10

20

30

40

50

60

Previo 24 h 48 h 72 h

Na K Cl

Ca P Mg

% p

orce

ntaje

99

5.1.4. DURACIÓN DE LOS FILTROS

Se analizaron los datos de 540 filtros. 365 filtros (67,6 %) fueron cambiados por

coagulación. La vida media de estos filtros fue de 31 horas (rango entre 1 y 293 horas).

La tabla 28 resume la influencia de cada uno de los factores sobre la duración del

filtro. La vida media de los filtros fue ligeramente superior en los niños mayores de 12

meses y con peso mayor de 10 kg, pero esta diferencia no fue estadísticamente

significativa.

La vida media del filtro no se correlacionó con el diagnóstico de los pacientes, la

urea y creatinina inicial, la localización del acceso venoso, el tipo de bomba, el flujo de

sangre, las puntuaciones de gravedad, la necesidad de inotrópicos o el pronóstico.

Tampoco existieron diferencias significativas al comparar las superficies de

membrana de los filtros, el tamaño de los catéteres utilizados o la localización del acceso

venoso.

Sin embargo, sí existieron diferencias significativas al comparar la duración del

filtro entre los catéteres mayores de 6,5 Fr con los menores de este calibre, y entre los

filtros con superficie mayor y menor de 0,4 m2 (tabla 28).

100

Vida media del circuito

(horas)

P

Edad

< 12 meses

> 12 meses

Media DS

29,1 32,8

33,3 35,5

0,33

Peso

< 10 kg

> 10 kg

28,8 31,9

34,3 37,0

0,24

Periodo de estudio

1996-2001

2002-2206

27,0 25,0

32,8 37,4

0,43

Tipo de bomba

PRISMA

BSM32

31,8 36,1

29,0 27,1

0,98

Tamaño del catéter

Dos catéteres de 4 French

Doble luz 5 F

Doble luz 6,5 F

Doble luz 8-9 F

Doble luz 10-11 F

12,5 8,6

25,7 25,4

34,2 37,8

22,8 20,8

36,1 38,6

0,07

4-5 Fr

6,5-11 Fr

25,0 25,0

33,0 36,3

0,04

Acceso venoso

Subclavia

Femoral

Yugular

Otros

34,2 27,6

30,5 34,4

21,2 21,9

38,2 40,5

0,12

Flujo de sangre

< 50 ml/h

> 50 ml/h

29,9 34,5

32,8 33,2

0,33

Superficie del filtro

0,04 m2

0,15 m2

0,4 m2

0,6 m2

0,9 m2

27,7 31,2

20,6 14,5

43,6 51

37,7 36,8

38,2 53,5

0,18

0,04 -0,15 m2

0,4-0,6-0,9 m2

26,1 28,7

38,2 40,3

0,01

Membrana del filtro

Polisulfona

Poliacrilonitrilo

25,8 28,5

32,0 35,3

0,18

Anticoagulación

No heparina

Heparina

31 16,6

31 34,6

0,15

Tabla 28. Factores asociados a la duración del filtro.

101

La vida media de los filtros fue mayor en los pacientes en que se utilizó

hemodiafiltración que en aquellos tratados con hemofiltración. La duración de los filtros

fue mayor cuando con un flujo efluente total mayor de 35 mlkg/h, cuando el flujo de

ultrafiltración se mantuvo por debajo de 25 ml/kg/h y las fracción de filtración por

debajo del 10%, aunque estas diferencias no llegaron a ser estadísticamente

significativas (tabla 29).

Los filtros tratados con una dosis de heparina mayor de 15 UI/kg/h tuvieron una

duración significativamente más prolongada, sin aumentar la incidencia de hemorragia,

que los tratados con dosis inferiores.

Vida media del circuito (horas)

Media (DS) P

Dosis de heparina

<10 U/kg/h >10 U/kg/h

<15 U/kg/h >15 U/kg/h

<20 U/kg/h >20 U/kg/h

28,4 (28,4) 34,5 (34,4)

28,9 (31,5) 35,5 (38,9)

29,1 ( 31,5) 39,0 (42,7)

0,08

0,02

0,008

Hemodiafiltracion

Sí No

34,0 (36,6) 22,7 (24,0)

0,001

Flujo de ultrafiltración

< 25 ml/kg/h > 25 ml/kg/h

32,2 (35,4) 21,0 (17,2)

0,10

Fracción de filtración

<10 % >10 %

31,5 (34,6) 18,3 (13,3)

0,12

Flujo efluente total

> 35 ml/kg/h < 35 ml/kg/h

34,6 (39,6) 25,8 (22,9)

0,06

Creatinina inicial

< 2 mg/dl > 2 mg/dl

32,4 (36,0) 26,5 (22,3)

0,39

Urea inicial

< 60 mg/dl > 60 mg/dl

30,9 (34,1) 30,4 (32,0)

0,99

Mortalidad

Sí No

32,6 (36,8) 30,2 (32,6)

0,94

PRIMS

< 15 > 14

29,0 (29,5) 36,1 (41,7)

0,95

Acido láctico

< 4 mmol/L > 4 mmol/L

28,7 (29,9) 34,7 (39)

0,91

Tabla 29. Factores asociados a la duración del filtro (2).

102

En el estudio de regresión logística multivariante la hemodiafiltración, la dosis de

heparina mayor de 20 U/kg/h, los filtros de superficie igual o mayor de 0,4 m2, y una

creatinina inicial menor de 2 mg/dl se asociaron con una duración del filtro mayor de 24

y de 48 horas. Un flujo efluente total > 35 ml/kg/h se asoció solamente con una duración

mayor de 24 horas (tablas 30 y 31).

Factor p RR IC 95 % (rango)

Peso < 10 kg 0,147 1,914 0,796-4,606

Catéter 6,5-11 Fr 0,051 1,933 0,996-3,749

Filtro 0,4-0,9 m2 0,006 3,311 1,407-7,795

Creatinina inicial < 2 mg/dl 0,009 2,534 1,263-5,088

Dosis de heparina > 20 U/kg/h 0,031 2,026 1,065-3,852

Hemodiafiltración 0,001 4,162 1,781-9,726

Ultrafiltración < 25 ml/kg/h 0,224 1,811 0,696-4,710

Flujo efluente total >35 ml/kg/h 0,029 2,143 1,082-4,245

Tabla 30. Análisis multivariante de la duración del filtro mayor de 24 horas.

RR: riesgo relativo. IC: intervalo de confianza

103

Factor p RR IC 95 % (rango)

Peso < 10 kg 0,074 2,486 0,916-6,742

Catéter 6,5-11 Fr 0,093 2,128 0,002-5,134

Filtro 0,4—0,9 m2 < 0,001 6,786 2,396-19,221

Creatinina inicial < 2 mg/dl 0,011 3,120 1,305-7,460

Dosis de heparina > 20 U/kg/h 0,007 3,148 1,361-7,279

Hemodiafiltración 0,004 5,473 1,715-17,469

Ultrafiltración < 25 ml/kg/h 0,455 1,812 0,381-8,618

Flujo efluente total >35 ml/kg/h 0,109 2,128 0,882-5,134

Tabla 31. Análisis multivariante de la duración del filtro mayor de 48 horas.

RR: riesgo relativo. IC: intervalo de confianza

104

5.1.5 RESULTADOS DE LA TDEC EN PACIENTES EN EL

POSTOPERATORIO DE CIRUGÍA CARDIACA

El diagnóstico de cardiopatía fue el que más frecuentemente precisó TDEC. Al

tratarse de un grupo heterogéneo se clasificaron los pacientes en ingresados por causa

médica y en el postoperatorio de cirugía cardiaca y se realizó un análisis específico de

éstos últimos. Durante el periodo de estudio ingresaron en la unidad 1650 pacientes en el

postoperatorio de cirugía cardíaca, 99 de ellos tras trasplantes cardiacos, de los que 81

pacientes requirieron TDEC (4,9 %), 18 de ellos tras trasplante cardiaco (22,2%). De

estos pacientes, 13 también precisaron ECMO. Los diagnósticos más frecuentes y las

cirugías realizadas se resumen en la tabla 32.

POSTOPERATORIO DE Número %

Trasplante cardiaco 18 22,2

Cirugía de cierre de comunicación interventricular 5 6,2

Cirugía de cierre de canal aurículo-ventricular 6 7,4

Cirugía correctora de Tetralogía de Fallot 10 12,3

Cirugía de Norwood 2 2,5

Cirugía de Glenn 9 11,1

Cirugía de Fontán 12 14,8

Estenosis aórtica crítica. Cirugía de Ross-Konno. 2 2,5

Reconstrucción de arco aórtico 2 2,5

Valvuloplastia mitral 7 8,6

Trasposición de grandes arterias. Cirugía de recambio

arterial.

5 6,2

Atresia pulmonar con colaterales aortopulmonares

múltiples. Cirugía de unifocalización de colaterales.

3 3,7

Tabla 32. Cirugía realizada en los pacientes con cardiopatía

105

Las indicaciones más frecuentes de TDEC fueron la IRA con hipervolemia (37

%), la IRA aislada (36 %), y la hipervolemia refractaria al tratamiento diurético (25 %).

Las características de la TDEC están resumidas en la tabla 33. La vena femoral fue el

acceso venoso más frecuentemente usado. En tres pacientes la bomba se insertó dentro

del circuito de ECMO (156).

Característica Número y porcentaje

Acceso vascular

- Vena femoral

- Vena yugular

- Vena subclavia

- Insertado en circuito de ECMO

- Otros accesos

54 (67%)

13 (16%)

6 (7%)

3 (4%)

5 (6%)

Tipo de bomba de TDEC

- Prisma

- BSM32IC

- Prismaflex

63 (77%)

15 (19%)

3 (4%)

Catéter

- 5 Fr

- 6,5 Fr

- 7-9 Fr

- 10-11 Fr

- Varios

8 (10%)

42 (52%)

13 (16%)

10(12%)

5 (6%)

Tipos de filtros (superficie)

- M10 (0,004 m2)

- FH22 (0,15 m2)

- M60 (0,6 m2)

- M100 (0,9 m2)

- Varios

25 (31%)

7 (8%)

28 (35%)

13 (16%)

8 (10%)

Técnica

- Hemofiltración

- Hemodiafiltración

24 (30%)

57 (70%)

Rangos de flujo Media Mediana Rango Interquartílico

- Flujo sanguíneo (ml/kg/min) 5,5 4,3 (3,0-6,0)

- Flujo de reinyección (ml/h) 289 200 (100-400)

- Flujo de diálisis (ml/h) 464 300 (163-750)

- Flujo effluente total (ml/kg/h) 53 49 (39-64)

Tiempo total de tratamiento 271 115 (48-398)

Número de filtros/paciente 6 3 (2-8,5)

Vida media del filtro (horas) 50 39 (17-64)

Tabla 33. Características de la TDEC en el postoperatorio de cirugía cardica

106

Las características de los pacientes, su estado de gravedad y el tratamiento que

recibían al inicio de la técnica están resumidos en la tabla 34. En esta tabla se comparan

las características con el resto de niños tratados con TDEC.

Postoperatorio N=81

Media (DS) Mediana

Resto de pacientes N=93

Media (DS) Mediana

P

Edad (meses) 50 (64) 10 55 (64) 24 0,807

PRISM (%M) 21 (22) 9,6 20 (25) 9,6 0,172

PIM (%M) 9 (14) 4 12 (17) 2 0,363

PELOD(%M) 20 (29) 1,7 25 (28) 21 0,168

Número de fallo de

órganos

3,1 (0,7) 3 2,9 (1,5) 3 0,213

Lactato (mmol/L) 3,1 (3,6) 1,9 3,1 (3,7) 2 0,440

pH arterial 7,35 (0,1) 7,34 7,29 (0,1) 7,32 0,065

PAM (mmHg) 55 (14) 57 66 (23) 64 0,003

Indice inotrópico 75,6 (141,9) 50 55,1 (90,1) 25,0 <0,001

Dosis de adrenalina

(mcg/kg/min)

0,6 (1,5) 0,3 0,4 (0,8) 0,15 0,008

Dosis de dopamina

(mcg/kg/min)

10 (6) 10 8 (7) 7,5 0,003

Creatinina inicial

(mg/dl)

1,1 (0,8) 0,8 1,9 (1,7) 1,4 0,002

Urea inicial (mg/dl) 70 (46) 55 98 (68) 79 0,004

ALT (IU/L) 223 (764) 19 181 (642) 19 0,635

Bilirrubina (mg/dl) 2,1 (2,8) 0,9 1,6 (1,4) 1 0,609

Dosis máxima de

heparina (U/kg/h)

17 (11) 12 13 (10) 10 0,042

Flujo efluente total

(ml/kg/h)

53 (19) 49 62 (33) 51 0,518

Vida media del filtro

(horas)

50 (48) 38 36 (31) 29 0,027

Duración total de la

técnica

271 (357) 115 148 (188) 79 0,025

107

Número de %

pacientes

Número de %

pacientes

p

Sexo Masculino 55 (68%) 50 (54%) 0,06

Ventilation mecánica 78 (98%) 67 (73%) <0,001

Técnica de diálisis

Hemodiafiltration

57 (70%)

72 (77%)

0,290

Fármacos

vasoactivos

77 (95%) 59 (63%) <0,001

Hipotension previa 45 (59%) 27 (34%) 0,001

Tabla 34. Comparación entre los niños en postoperatorio de cirugía cardiaca y el

resto de pacientes críticos que requirieron TDEC.

PAM: Presión arterial media. %M: riesgo de mortalidad. PRIMS: Pediatric Risk of

Mortality. PIM: Pediatric index of mortality. PELOD: Pediatric Logistic Organ

Dysfunction

Los pacientes en el postoperatorio de cirugía cardiaca requirieron con mayor

frecuencia TDEC (4,9%) que el resto de patologías (1,6%). El 38 % de los niños con

TDEC tras cirugía cardiaca tenía menos de 6 meses. Un 58% tenían un peso menor de

10 kg y un 26% menor de 5 kg. No existieron diferencias en la edad con el resto de los

pacientes con TDEC, si bien existió un mayor porcentaje de niños menores de 12 meses

en el postoperatorio de cirugía cardiaca (53% vs 35%; p=0,02). No existieron diferencias

en el riesgo de mortalidad calculada por PRISM, PIM y PELOD entre los niños con

TDEC tras cirugía cardiaca y el resto de los pacientes. Un 80,2 % de los pacientes

presentaba fallo de 3 ó más órganos.

La tensión arterial media de los niños con cardiopatía era significativamente menor que

la del resto de los pacientes y el 95% precisaron fármacos vasoactivos con un índice

inotrópico más elevado que el resto. También presentaron mayor necesidad de

ventilación mecánica al inicio de la TDEC. La media de creatinina y urea al inicio de la

108

técnica fue menor. La duración media de los filtros fue de 50 horas, significativamente

mayor que en el resto de pacientes y la dosis máxima de heparina también fue mayor

(tabla 33).

Un 65% de los niños con TDEC tras cirugía cardiaca presentaron alguna

complicación. La incidencia de complicaciones y su comparación con el resto de los

pacientes viene reflejada en la tabla 35. Sólo la incidencia de hipokalemia fue

significativamente mayor en los pacientes con TDEC tras cirugía cardiaca que en el

resto.

Cardiopatías Resto de pacientes

N % N % P

Complicaciones de canalización 5 6,3% 8 8,7% 0,545

Sangrado 10 12,5% 8 8,7% 0,416

Hipotensión con la conexión 27 33,8% 26 28,3% 0,437

Hiponatremia 4 9,3% 6 15% 0,426

Hipocalcemia 0 0% 4 10,3% 0,071

Hipokalemia 3 7% 2 4,9% 0,049

Hipomagnesemia 2 5% 1 2,9% 0,892

Hipofosfatemia 20 42,6% 19 47,5% 0,644

Trombopenia 13 27,7% 11 23,4% 0,636

Mortalidad 35 43,2% 27 29,0% 0,051

Tabla 35. Complicaciones de las TDEC. Comparación entre niños en el

postoperatorio de cirugía cardiaca y el resto de los pacientes.

109

Veintidós pacientes con TDEC tras cirugía cardiaca cardiopatía requirieron la

técnica durante más de 14 días (27 %) y de ellos 15 (18,5%) durante más de 21 días. En

el estudio de regresión logística se encontró que el diagnóstico de cardiopatía aumenta la

probabilidad de precisar TDEC de forma prolongada 1.291 (1.299-2.840), p = 0,001.

Fallecieron 35 pacientes (43 %). La mortalidad de los niños en el postoperatorio de

cirugía cardiaca fue mayor que la del resto de los pacientes (29 %); p=0,051). Las

causas de fallecimiento fueron en un 46% el fallo multiorgánico, 40% shock

cardiogénico, 3% muerte cerebral, and 11.4 % retirada de la asistencia por

irreversibilidad de la enfermedad.

Las tabla 36 resume el estudio univariante de los factores de riesgo de mortalidad en los

niños con TDEC tras cirugía cardiaca.

110

Riesgo IC 95% p

Edad <= 12meses 1,99 (1; 3,98) 0,050

Peso <10 kg 2,31 (1,13; 4,74) 0,022

PRISM >=21 2,18 (0,99; 4,8) 0,052

PIM 1,40 (0,73; 2,72) 0,314

PIM%M 1,00 (0,98; 1,03) 0,747

PELOD >=22 1,73 (0,64; 4,7) 0,278

Número de fallo de órganos 0,89 (0,54; 1,48) 0,651

Lactato 0,99 (0,9; 1,09) 0,832

pH inicial arterial 0,37 (0; 1837) 0,817

Presión arterial media 2,04 (0,99; 4,18) 0,052

Hipotensión 2,25 (1; 5,08) 0,050

Fármacos vasoactivos 0,57 (0,13; 2,4) 0,441

Dosis de adrenalina 1,49 (1,19; 1,88) 0,001

Dosis de dopamina 1,05 (0,98; 1,12) 0,160

Ventilación mecánica 20,90 (0; 38) 0,680

Creatinina inicial 0,46 (0,25; 0,85) 0,013

Urea inicial 0,99 (0,98; 0,99) 0,040

Creatinina final 0,75 (0,3; 1,91) 0,552

Urea final 1,01 (0,99; 1,02) 0,311

ALT (alanina transferasa) 1,00 (1; 1) 0,894

Bilirrubina 0,94 (0,7; 1,24) 0,646

Técnica: Hemofiltración 8,36 (3,25; 21,5) <0,001

Flujo de ultrafiltración 0,99 (0,98; 1,01) 0,526

Flujo efluente total 1,02 (1; 1,04) 0,073

Superficie del filtro < 0,15 m2 1,54 (0,72; 3,3) 0,262

Periodo inicial del estudio 1996-2002 1,32 (0,61; 2,86) 0,484

Tabla 36. Factores asociados a la mortalidad en los niños con TDEC en el

postoperatorio de cirugía cardiaca.

111

Riesgo mayor de 1 significa mayor mortalidad. PRIMS: Indice de riesgo de mortalidad

pediátrico. PIM: Indice de mortalidad pediátrico. PELOD: Pediatric Logistic Organ

Dysfunction.

Los factores que se asociaron con aumento del riesgo de mortalidad fueron la

edad menor de 12 meses, el peso menor de 10 kg, la presencia hipotensión previa al

inicio de la TDEC, el riesgo de mortalidad al inicio de la TDEC medido por el PRIMS y

un nivel más bajo de creatinina y urea al inicio de la TDEC (tabla 36).

La edad media de los pacientes fallecidos fue menor (30 meses) que la de los

supervivientes (64 meses) (p=0,026). Los fallecidos tenían una mayor puntuación en la

escala de PRISM (18 vs 14; p=0,007) y PELOD (21 vs 17; p=0,046) que los

supervivientes. La mortalidad de los niños que tenían hipotensión al inicio de la TDEC

fue significativamente mayor a la del resto 51,1% vs 25,8% p=0,03. Los pacientes

tratados con hemodiafiltración tuvieron menor mortalidad que los tratados sólo como

hemofiltración. No hubo diferencias en la tasa de depuración (diálisis más

ultrafiltración) entre los supervivientes 35 (22) ml/kg/h y los fallecidos 36 (21) ml/kg/h

ni en el descenso de urea y creatinina.

En el estudio de regresión logística multivariante el único factor que se asoció

con la mortalidad fue la hipotensión al inicio de la TDEC (RR: 4,01; IC 95%:1.2-13.4;

p=0,024).

112

5.1.6. PACIENTES QUE PRECISARON TDEC PROLONGADA

32 pacientes (18.3 %) requirieron TDEC durante más de 14 días y 20 (11,5%) más de 21

días.

a) Factores de riesgo de TDEC prolongada

Las tablas 37 y 38 presentan los estudios univariante y multivariante de los

factores asociados con la necesidad de uso prolongado de la técnica.

Existió una mayor incidencia de TDEC prolongada en los pacientes con

cardiopatía congénita.

En el análisis univariante existieron diferencias en algunos parámetros que

evaluaban la severidad clínica (puntuaciones PRIMS, PIM, PELOD, número de fallo de

órganos) y la situación hemodinámica al inicio de la técnica (presión arterial media,

hipotención, necesidad de fármacos vasoactivos, dosis de adrenalina y dopamina,

niveles de láctico y pH arterial) entre los pacientes que requirieron la TDEC de forma

prolongada y los que no la precisaron (tabla 37). Sin embargo, en el análisis

multivariante no existieron diferencias significativas en ningún parámetro (tabla 38).

113

RR IC 95 % p

Edad 1,00 0,997-1,003 0,973

Peso 0,998 0,988-1,007 0,647

Sexo 1,019 0,695-1,019 0,925

Diagnóstico de cardiopatía 1,291 1,299-2,840 0,001

PRISM 0,990 0,979-1,001 0,080

PIM 1,021 1,005- 1,037 0,012

PELOD 0,993 0,982-1,004 0,237

Numero de fallo de órganos 1,526 1,264-1,845 0,001

Lactato (mmol/L) 0,957 0,894-1,023 0,197

pH arterial 1,368 0,035-53,430 0,867

PAM (mmHg) 1,013 1,003-1,024 0,015

Hipotensión 1,631 1,083-2,455 0,019

Fármacos vasoactivos 1,896 1,262-2,849 0,002

Dosis de adrenalina

(mcg/kg/min)

0,637 0,374-1,084 0,096

Dosis de dopamina (mcg/kg/min) 1,038 1,001-1,076 0,043

Ventilación mecánica 2,932 1,857-4,629 0,001

Creatinina inicial (mg/dl) 1,150 1,029-1,285 0,014

Urea inicial (mg/dl) 1,001 0,998-1,004 0,574

ALT (IU/L) 1,000 0,999-1,000 0,294

Bilirrubina (mg/dl) 0,901 0,757-1,073 0,242

Técnica de filtración

Hemodiafiltración

2,603 1,623-4,174 0,001

Flujo de ultrafiltración

(ml/kg/h)

1,016 0,998-1,035 0,078

Dosis máxima de heparina

(U/kg/h)

1,040 1,020-1,062 0,001

Vida media del filtro (h) 0,986 0,979-0,994 0,001

Complicaciones 1,554 1,059-2,279 0,024

Tabla 37. Factores asociados al uso prolongado de la TDEC.

RR: Riesgo relativo. Riesgo mayor de 1 significa mayor duración de la TDEC. PAM:

presión arterial media. PRIMS: Pediatric Risk of Mortality. PIM: Pediatric index of

mortality. PELOD: Pediatric Logistic Organ Dysfunction

114

Riesgo CI 95 % p

Numero de fallo de

órganos

0,831 0,595-1,161 0,278

Diagnóstico de

cardiopatía

1,888 1,043-3,420 0,036

Presión arterial

media

1,018 0,999-1,038 0,062

Fármacos vasoactivos 0,803 0,340-1,896 0,617

Ventilación mecánica 3,028 1,379-6,651 0,006

Técnica de filtración

Hemodiafiltración

6,256 3,335-11,734 0,001

Creatinina inicial 0,930 0,775-1,116 0,435

Dosis maxima de

heparina (U/kg/h)

1,050 1,023-1,078 0,001

Duración del filtro(h) 0,995 0,987-1,003 0,235

Complicación 1,363 0,553-3,358 0,501

Tabla 38. Análisis multivariante de los factores asociados al uso prolongado de la

TDEC. Riesgo mayor de 1 significa mayor duración de la TDEC.

Los pacientes con TDEC prolongada precisaron una dosis de heparina más

elevada que en el resto. La necesidad de ventilación mecánica y hemodiafiltración se

asoció con la TDEC prolongada tanto en el análisis univariante como multivariante

(tablas 37 y 38).

La frecuencia global de complicaciones (problemas de canalización, hipotensión

durante la conexión, alteraciones electrolíticas y sangrado) fue mayor con el uso

prolongado en el análisis univariante pero no en el análisis multivariante. Ninguna de las

complicaciones fue clínicamente grave ni requirió la interrupción de la técnica.

115

b) Comparación entre los pacientes con TDEC prolongada y el resto de los niños

La comparación entre los niños que requirieron TDEC prolongada y el resto de

los pacientes se muestra en la tabla 39 (>14 días) y 40 (>21 días).

Los factores asociados con el uso mayor de 14 días de la técnica fueron el

diagnóstico de enfermedad cardiaca, la ventilación mecánica, la técnica de

hemodiafiltración, la creatinina inicial, la dosis máxima de heparina y la duración de los

filtros (tabla 39). Los mismos factores se asociaron con la necesidad de la técnica

durante más de 21 días salvo la creatinina inicial que no fue diferente entre ambos

grupos (tabla 40).

La mortalidad fue algo más alta en los pacientes con TDEC prolongada que en el

resto pero las diferencias no fueron estadísticamente significativas. No existieron

diferencias al analizar los pacientes con TDEC más de 14 días y más de 21 días.

Tres pacientes fueron dados de alta de la UCIP precisando técnicas de diálisis,

pero sólo un niño con síndrome hemolítico-urémico que debutó con insuficiencia renal

aguda a los 20 días de vida quedó a largo plazo en insuficiencia renal terminal

dependiente de diálisis.

116

TDEC < 14 días

Media DS

TDEC > 14 días

Media DS

P

Edad (meses) 58,8 64,7 62,3 75,5 0,745

PRISM 11,8 7,5 17,1 10,8 0,077

PIM -2,4 1,3 -1,5 1,7 0,176

PELOD 15,9 7,3 16,3 8,5 0,520

Número de fallo de

órganos

2,5 1,0 2,8 0,8 0,152

Láctico (mmol/L) 2,4 2,7 4,3 6,2 0,246

pH arterial 7,32 0,09 7,32 0,10 0,850

PAM (mmHg) 65,4 21,5 64,8 16,9 0,744

Dosis de adrenalina

(mcg/kg/min)

0,3 0,5 0,2 0,2 0,903

Dosis de dopamina

(mcg/kg/min)

7,7 6,1 7,5 5,2 0,870

Creatinina inicial

(mg/dL)

1,9 1,6 1,2 1,3 0,034

Urea inicial (mg/d) 92,4 66,9 87,2 55,8 0,964

ALT (IU/L) 181 629 96,8 120,8 0,795

Bilirrubina (mg/dl) 1,3 1,2 2,7 4,7 0,981

Dosis máxima de

heparina (U/kg/h)

14,6 9,5 22,6 1,4 0,005

Flujo de

ultrafiltración

(mL/kg/h)

36,8 6,5 41,2 3,4 0,340

Duración de los filtros

(h)

39,0 8,2 67,6 31,5 0,001

Número % Número %

Numero de pacientes 94 83,4 18 16,6

Sexo Hombre 59 62,7 8 44,4 0,191

Diagnóstico:

Cardiopatía

44 46,8 14 77,7 0,014

Ventilación mecánica 66 71,7 17 94,4 0,031

Técnica de depuración

Hemodiafiltración

69 73,4

18 100

0,007

Fármacos vasoactivos 63 67 15 83,3 0,134

Hipotensión 28 32,5 7 38,8 0,397

Tabla 39. Comparación entre los pacientes con TDEC más y menos de 14 días.

Sólo se han incluido los pacientes que sobrevivieron más de 14 días.

PAM: presión arterial media. PRIMS: Pediatric Risk of Mortality. PIM: Pediatric index

of mortality. PELOD: Pediatric Logistic Organ Dysfunction

117

TDEC < 21 días

Media DS

TDEC > 21 días

Media DS

p

Edad (meses) 51,7 63,3 56,1 69,3 0,492

PRIMS 14,4 8,6 16,8 6,3 0,158

PIM -2,0 1,4 -1,2 1,6 0,277

PELOD 17,4 8,3 18,3 7,6 0,678

Número de fallo de órganos 2,9 1,2 3,2 0,8 0,230

Láctico (mmol/L) 3,0 3,7 3,5 3,0 0,302

pH arterial 7,31 0,11 7,32 0,07 0,968

PAM (mmHg) 61,2 19,9 56,4 19,7 0,643

Dosis de adrenalina

(mcg/kg/min)

0,5 1,2 0,4 0,5 0,593

Dosis de dopamina

(mcg/kg/min)

9,0 6,8 9,5 4,9 0,478

Creatinina inicial (mg/dl) 1,5 1,4 1,2 1,2 0,259

Urea inicial (mg/dl) 85,5 61,5 77,6 52,3 0,684

ALT (UI/L) 131,0 474,0 822,6 170,2 0,853

Bilirrubina (mg/dl) 1,7 2,2 2,4 1,7 0,173

Dosis máxima de heparina

(U/kg/h)

13,5 9,5 28,0 10,3 0,000

1

Flujo de ultrafiltración

(ml/kg)

37,9 27,4 38,1 16,7 0,501

Duración de los filtros (horas) 38,9 36,9 69,5 51,8 0,000

1

Número % Número %

Número de pacientes 154 88,5 20 11,5

Edad < 12 meses 68 44,1 8 40 0,724

Sexo Varón 92 59,7 13 65 0,651

Diagnóstico: cardiopatía 79 51,4 18 90 0,001

Ventilación mecánica 125 81,1 20 100 0,04

Técnica de depuración

Hemodiafiltración

109 70,7 20 100 0,005

Fármacos vasoactivos 119 77,2 17 85 0,431

Hipotensión 61 39,6 11 55 0,273

Tabla 40. Comparación entre los pacientes con TDEC con duración mayor y

menor de 21 días.

PAM: presión arterial media. PRIMS: Pediatric Risk of Mortality. PIM: Pediatric index

of mortality. PELOD: Pediatric Logistic Organ Dysfunction.

118

5.2. ESTUDIOS SECUNDARIOS

5.2.1. ESTUDIO DEL FOSFATO

a. ESTUDIO EXPERIMENTAL

Los resultados del estudio experimental vienen reflejados en las tablas 41 y 42.

Tras la administración de fosfato en los líquidos de reposición y diálisis la concentración

del mismo se mantuvo estable y no se produjeron modificaciones significativas en la

concentración de otros componentes ni signos visuales de precipitación en 48 horas.

Fosfato

0,8 ml/L

Fosfato

1,5 ml/L

Fosfato

2,5 ml/L

Fosfato mg/dl Basal 0 0 0

2 h 2,3 4,5 7,4

24 h 2,4 4,5 7,2

48 h 2,4 4,5 7,2

Calcio mmol/L Basal 1,02 1,02 1,02

2 h 1,02 1,02 1,02

24 h 1,02 1,02 1,02

48 h 1,05 1,05 1,05

Magnesio mg/dl Basal 1,7 1,7 1,7

2 h 1,7 1,7 1,7

24 h 1,7 1,7 1,7

48 h 1,5 1,6 1,5

Sodio mmol/L Basal 138 138 139

2 h 139 138 139

24 h 138 138 140

48 h 138 138 140

pH Baseline 7,53 7,49 7,73

2 h 7,47 7,36 7,47

24 h 7,46 7,38 7,45

48 h 7,48 7,38 7,47

Tabla 41. Composición de los líquidos de reposición antes y a las 24 y 48 horas tras

la administración de fosfato.

119

Fosfato

0,8 ml/L

Fosfato

1,5 ml/L

Fosfato

2,5 ml/L

Fosfato mg/dl Basal 0 0 0

2 h 2,4 4,3 7,2

24 h 2,3 4,3 7,1

48 h 2,4 4,5 7,3

Calcio mmol/L Basal 1,72 1,7 1,77

2 h 1,77 1,77 1,75

24 h 1,7 1,72 1,7

48 h 1,75 1,72 1,75

Magnesio mg/dl Basal 1,2 1,1 1,1

2 h 1,4 1,4 1,3

24 h 1,3 1,3 1,3

48 h 1,4 1,3 1,4

Sodio mmol/L Basal 138 139 139

2 h 139 139 140

24 h 138 139 141

48 h 137 138 140

pH Basal 7,48 7,60 7,58

2 h 7,40 7,23 7,14

24 h 7,34 7,29 7,21

48 h 7,13 7,26 7,20

Tabla 42. Composición de los líquidos de diálisis antes y a las 24 y 48 horas tras la

administración de fosfato.

b. ESTUDIO CLÍNICO DE SUPLEMENTACIÓN CON FOSFATO

Una muestra de ochenta y cinco pacientes fueron incluidos en este estudio. La

edad media fue de 4,9 años (rango entre 6 días y 22 años) y el peso medio de 18,9 kg

(rango 2,5 kg a 85 kg). De ellos 47 recibieron TDEC con líquidos de reposición y

diálisis sin fósfato (33 HDFVVC y 14 HFVVC), grupo 1 (sin intervención) y 38

recibieron líquidos suplementados en fosfato (grupo 2): de ellos 27 pacientes sólo en el

líquido de reposición (8 porque no recibieron diálisis), 2 pacientes sólo en el líquido de

120

diálisis y 9 pacientes en ambos líquidos. La tabla 43 recoge la distribución de los

pacientes según el aporte de fosfato recibido.

FOSFATO EN LOS LIQUIDOS Número de

pacientes

HDFVVC HFVVC

No. Grupo 1 47 33 14

Sí . Grupo 2 38 30 8

En el líquido de reposición 27 19 8

En el líquido de diálisis 2 2 0

En ambos líquidos 9 9 0

Tabla 43. Distribución de los pacientes según el aporte de fosfato.

HDFVVC: Hemodiafiltración venovenosa contínua. HFVVC: Hemofiltración

venovenosa contínua

a) Factores de riesgo de hipofosforemia

Antes del inicio de la TDEC 10 pacientes (12%) presentaban hipofosforemia, 6

de ellos eran menores de 12 meses; y 7 pacientes (8%) presentaban hiperfosforemia

(fósforo mayor de 7 mg/dL).

Durante el tratamiento con TDVVC 58 pacientes (68%) presentaron

hipofosforemia y en 33 (38,8%) la hipofosforemia fue importante. La tabla 44 recoge la

evolución de los valores de fósforo en la muestra global de pacientes.

121

Número de

pacientes

Media Desviación.

típica

Mínimo Máximo

P al inicio 80 5,4 1,6 2,3 10,9

P a las 24 horas 81 4,0 1,2 1,6 7,7

P a las 48 horas 74 3,8 1,6 1,1 11,3

P a las 72 horas 57 3,7 1,9 1,2 13,3

P al final del

tratamiento

54 3,8 1,2 1,2 6,7

Tabla 44. Evolución de los valores de fósforo (P)

También se evaluaron otros factores de riesgo de hipofosforemia. En el 17% de

los pacientes se utilizó insulina en perfusión continua en algún momento durante el

tiempo que recibieron la TDEC. No existió mayor incidencia de hipofosforemia en los

pacientes que precisaron insulina.

El 30,5% de los pacientes recibió alimentación parenteral. La incidencia de

hipofosforemia en los niños que recibieron alimentación parenteral fue ligeramente

mayor (76%) que la de los que recibieron alimentación enteral (65%) pero las

diferencias no fueron significativas.

Presentaron hipofosforemia el 63% de los pacientes que recibieron diuréticos y el

72% de los que no los recibieron (diferencias no significativas).

El índice de inotrópicos fue mayor de 10 en 61 pacientes. En ellos la incidencia

de hipofosforemia (64%) no fue significativamente distinta de los que tenían un índice

de inotrópicos menor a 10 (79%).

La incidencia de hipofosforemia fue significativamente mayor en los niños

menores de 6 años comparados con los pacientes mayores (tabla 45).

122

Porcentaje de

hipofosforemia

< 6 años 6-16 años > 16 años Total p

24 horas 47,9 20 0 35,8 0,008

48 horas 56,8 25,9 0 43,2 0,02

72 horas 56,2 26,1 0 42,1 0,03

Final del

tratamiento

58,6 13,6 0 37 0,001

Tabla 45. Porcentaje de pacientes con hipofosforemia clasificados por edades.

Los pacientes con mayor tasa de depuración con la TDEC presentaron una mayor

incidencia de hipofosforemia. La tasa de “depuración” o tasa de filtración media

(ultrafiltración+diálisis/peso en kg) en los pacientes con hipofosforemia fue de 37,7 (DS

28,5) ml/kg/h y en los que no presentaron hipofosforemia de 30,5 (DS 21,9) ml/kg/h

(p=0,290). La incidencia de hipofosforemia fue mayor en los pacientes con tasa de

filtración mayor de 40 ml/kg/h (76,7%) que en el resto de los pacientes (63,6%) aunque

la diferencia no fue estadísticamente significativa (p=0,236). Tampoco el número de días

de ingreso en la UCIP antes del inicio de la TDEC se relacionó con una mayor

incidencia de hipofosforemia.

b) Eficacia y seguridad de la suplementación de los líquidos con fósforo.

La incidencia de hipofosforemia en los pacientes que no recibieron fosfato en los

líquidos de reposición y diálisis fue del 85% (40 de 47 pacientes), mientras que en los

niños en que se suplementaron los líquidos con fosfato la incidencia fue del 55% (18 de

38 pacientes). Las diferencias entre ambos grupos fueron estadísticamente significativas

p<0,001). La incidencia de hipofosferemia importante también fue significativamente

123

mayor en los pacientes sin suplementos de fosfato en los líquidos de reposición y/o

diálisis (57%) que en los que lo recibieron 16% (p= 0,013).

En cuanto a la necesidad de tratamiento con fósforo por vía intravenosa 21

pacientes lo precisaron; 17 (36,1%) del grupo sin suplementos de fósforo en los líquidos

de reposición y diálisis y 4 (10,5%) del grupo con suplementos (p<0,01).

A pesar de que la incidencia de hipofosforemia fue menor en el grupo cuyos

líquidos fueron suplementados en ambos grupos se produjo una disminución de los

niveles de fósforo durante el tratamiento (figura 14).

Figura 14. Evolución de los valores del fósforo durante las primeras 72 horas de

tratamiento. Sin suplementos (No; línea azul) y con suplementos (Sí; línea verde).

P P 72 h P 48 h P 24 h Inicio

6,0

5,0

4,0

3,0

No

P añadido 6,1

5,2

4,1

3,5 3,4

4,2 4,1

4,2

124

Antes del inicio del tratamiento 7 pacientes presentaban una fosforemia mayor de

7 mg/dl. En todos ellos el fósforo disminuyó durante la HDFVVC. Tres de ellos

pertenecían al grupo en el que se suplementaron los líquidos y este suplemento se inició

a las 24 horas del inicio de la técnica. No hubo ningún caso de hiperfosforemia que

precisara retirar el fósforo de los líquidos.

Un 12,7 % de los pacientes presentaron hipocalcemia (calcio total menor de 8

mg/dl) antes del inicio de la terapia. Durante la TDEC el porcentaje disminuyó al 5%.

No existieron diferencias significativas en la incidencia de hipocalcemia entre los

pacientes con y sin suplementos de fosfato (10 y 12 %). Presentaron hipercalcemia

(calcio total mayor de 12 mg/dl) un paciente al inicio de la terapia y dos pacientes

durante el tratamiento.

La hipomagnesemia antes del inicio de la técnica (magnesio menor de 1,5 mg/dl)

fue del 4% y del 6% al finalizar la misma. No se produjo ningún caso de

hipomagnesemia en los pacientes con los líquidos suplementados en P. Al inicio de la

hemofiltración tres pacientes presentaban un magnesio >3 mg/dl. Durante el tratamiento

presentaron hipermagnesemia 5 pacientes (7,2%) (tres del grupo sin P y dos del grupo

con P; diferencia no significativa).

125

5.2.2. ESTUDIO DE INSERCIÓN DEL MONITOR DE TDEC

DENTRO DEL CIRCUITO DE ECMO

a) Estudio in vitro

Ambas máquinas funcionaron adecuadamente no produciéndose cambios

significativos en las presiones del circuito de ECMO. Inicialmente el monitor de TDEC

detectó que la presión de entrada era positiva y desencadenó la alarma “desconexión de

línea de entrada”. Sin embargo, la máquina Prisma permite que se acepte la alarma, por

lo que el sistema siguió funcionando con normalidad consiguiendo los balances

negativos programados.

Las presiones se mantuvieron estables en el circuito de ECMO durante la

experiencia sin alterarse tras la introducción de la TDEC (tabla 46).

126

ESTUDIO IN VITRO IN VIVO

ECMO

Flujo bajo ECMO

Flujo alto ASISTENCIA

MÍNIMA ASISTENCIA

MÁXIMA ECMO

Flujo de sangre (L/min) 0,45-0,6 1-2,36 0,65 0,8

Presión preoxigenador 90-92 87-144 166-168 160-176

Presión postoxigenador 71-75 85-129 167-157 155-172

Presión de succión 19-22 18-21 de -15 a -24 de -23 a -26

TDEC Flujo de sangre (ml/min) 40-180 90-180 40-100 40-160

Flujo de ultrafiltrado (ml/h) 100 100-300 0 0

Flujo de reinfusión (ml/h) 100-350 100-1000 150-300 150-1000

Flujo de diálisis (ml/h) 0 1000 600 600-1000

Presión de entrada 70-25 88-20 139-175 107-170

Presión de retorno 68-157 105-213 175-200 175-236

Presión del filtro 66-203 115-261 185-230 180-300

Presión transmembrana 0-11 0-60 21-33 17-49

Presión de caída de filtro 0-45 13-51 31-6 60-4

Presión del efluente 50 50 50 50

Tabla 46. Resultados del estudio en circuito cerrado (in vitro) y en el animal (in

vivo) a distintos flujos de ECMO, insertando la máquina de TDEC.

ECMO: oxigenación por membrana extracorpórea. TDEC: Técnica de depuración

extrarrenal continua. Presión (mmHg)

b) Estudio experimental animal

Los parámetros de ECMO y TDEC utilizados y las presiones y flujos obtenidos

en el animal vienen reflejados en la tabla 47. El sistema se mantuvo durante 2 horas sin

incidencias.

127

Tabla 47. Flujos y presiones (valores medios) alcanzados en el monitor de TDEC y

en el circuito de ECMO en el animal de experimentación

TDEC

Flujo de sangre (ml/min) 40 90 90 50 40 60 40

Flujo ultrafiltrado (ml/h) 15 110 80 30 30 50 30

Flujo de reinfusión (ml/h) 200 500 500 150 150 200 100

Flujo de diálisis (ml/h) 0 950 1000 0 0 0 300

Presión de entrada (mmHg) -10 102 50 45 130 98 137

Presión de retorno (mmHg) 126 197 254 97 153 153 156

Presión del filtro (mmHg) 142 252 297 116 160 182 170

Presión de caída del filtro (mmHg) 18 53 37 20 12 31 12

Presión transmembrana

(mmHg)

39 111 52 25 24 27 32

Presión del efluente (mmHg) >50 >50 >50 >50 >50 >50 >50

Balance negativo total (ml) 566 22819 32302 9671 2161 8834 11232

Creatinina inicial (mg/dl) 0,41 0,84 0,6 0,25 0,67 0,45 0,36

Creatinina final (mg/dl) 0,19 0,78 0,59 0,32 0,2 0,36 0,2

Urea inicial (mg/dl) 20 52 42 47 36 36 32

Urea final (mg/dl) 10 45 52 44 15 50 18

ECMO

Antes de colocar la TDEC

Flujo sangre (L/min) 0.54 1.8 1.9 0.96 0.42 0.64 0.95

Revoluciones (rpm) 2110 2515 2375 1730 2140 2240 2275

Presión premembrana (mmHg) 100 159 109 74 122 124 122

Presión postmembrana (mmHg) 100 135 98 66 119 113 116

Presión de succión -9 0 -16 -6 -2 -9 6

Después de colocar la TDEC

Flujo sangre (L/min) 0.51 1.8 1.9 0.96 0.41 0.64 0.94

Revoluciones (rpm) 2110 2515 2375 1730 2140 2240 2275

Presión premembrana (mmHg) 109 166 122 80 122 123 124

Presión postmembrana (mmHg) 100 144 107 72 117 114 118

Presión de succión -9 1 -21 -1 -3 -10 6

128

c) Estudio clínico en niños

La tabla 48 recoge los datos de los pacientes, el número de filtros utilizados, la

vida media de los filtros, la heparinización utilizada, los balances negativos, la creatinina

inicial y final, y la urea inicial y final. Los pacientes tenían edades entre 3 días y 8 años

y pesos entre 2,3 y 23 kilos. La indicación de utilización de TDEC fue insuficiencia

renal y/o hipervolemia. La anticoagulación se realizó con heparina administrando

siempre 5 U/kg/h en el circuito de TDEC y el resto en el circuito de ECMO para

mantener un tiempo de coagulación activado en el paciente entre 180 a 220 segundos. La

dosis media de heparina utilizada en el circuito de ECMO al iniciar la TDEC fue de 15,3

UI/kg/h.

Tanto el ECMO como la TDEC funcionaron correctamente en todos los casos,

alcanzándose los balances negativos programados de forma precisa y normalizándose la

urea y creatinina en todos los pacientes.

Se registraron las presiones en el circuito de ECMO antes y después de la

colocación de la TDEC no produciéndose alteraciones significativas en las mismas.

Sólo en un paciente la presión de entrada al circuito de TDEC fue negativa. En el resto

esta presión fue positiva sin alterar al funcionamiento del sistema. Los pacientes

toleraron bien la técnica sin producirse hipotensión ni otros efectos secundarios. La vida

media de los filtros fue de 138,4 horas con un rango entre 37 y 271 horas (tabla 48).

Sólo en un caso se precisó un cambio de filtro por coagulación. El resto de los cambios

se hicieron de forma programada porque el paciente tuvo que ser trasladado a

hemodinámica. En 4 pacientes se mantuvo el mismo filtro de TDEC durante toda la

duración de la ECMO.

129

Edad

(meses)

6 96 96 3 0,1 24 7

Peso 7 23 23 6 2,9 9 7

Diagnóstico SVIH.

Cirugía

de

Glenn

SVIH.

Cirugía

de Fontan

Tx

Cardiaco

Miocard

dilatada

SVIH.

Cirugía

de

Norwood

Miocard

dilatada

Tx

cardiaco

Indicación HV IRA IRA HV HV HV IRA+HV

Técnica HFVVC HDFVVC HDFVVC HFVVC HFVVC HFVVC HDFVVC

Filtros 0,6 m2 0,9 m

2 0,9 m

2 0,6 m

2 0,6 m

2 0,6 m

2 0,6 m

2

Número de

filtros

1 2 1 2 1 1 3

Vida media

de los

filtros (h)

37 116 271 99 69 186 191

Heparina

en TDEC

U/kg/h

5 5 5 5 5 5 5

Heparina

en ECMO

U/kg/h

24 14 20 18 10 18 3

Tabla 48. Datos de los pacientes con TDEC incluida en el circuito de ECMO

SVIH: Síndrome de ventrículo izquierdo hipoplásico. IRA: insuficiencia renal aguda.

HV: hipervolemia. Tx cardiaco: trasplante cardiaco. Miocard dilatada: Miocardiopatía

dilatada.

130

6. DISCUSIÓN

Aunque las TDEC son actualmente las técnicas de depuración extrarrenal más

utilizadas en el niño críticamente enfermo, existen pocos estudios amplios que hayan

analizado la eficacia de esta terapia y la evolución de los pacientes (81,116,117,157-

159). El nuestro es el mayor estudio prospectivo unicéntrico europeo de TDEC en niños

críticamente enfermos (160). Sólo existe un estudio multicéntrico prospectivo más

amplio, realizado en 13 hospitales de Estados Unidos entre 2001 y 2005 donde se

analizaron 344 pacientes (117,161).

6.1 ESTUDIO PRINCIPAL

6.1.1. EFICACIA DE LA TÉCNICA

Nuestros resultados demuestran que las TDEC son muy eficaces en la depuración

de solutos, normalizándose en la mayoría de los pacientes los valores de urea, creatinina

y úrico en las primeras 24 horas. También los niveles de iones se normalizaron en la

mayoría de los pacientes en las primeras 72 horas de tratamiento.

En el momento actual no hay evidencias que la ultrafiltración de alto volumen

(>35 ml/kg/h) mejore el pronóstico de los pacientes críticos (115,118). En nuestro

estudio se ha utilizado un flujo del líquido de reposición entre 20 y 30 ml/kg/h que es

suficiente para conseguir una depuración adecuada. La tasa de diálisis utilizada depende

de la edad y peso del paciente, el filtro utilizado y los niveles sanguíneos de urea y

creatinina. En nuestra experiencia la hemodiafiltración puede aumentar la duración de

131

los filtros (119) y en algunos estudios se ha relacionado con un mejor pronóstico (120,

121).

Con la TDEC se consiguió el balance negativo deseado. Sin embargo en nuestro

estudio no se ha analizado específicamente la sobrecarga de fluidos previa al inicio de la

TDEC, que en algunos estudios se ha relacionado con el pronóstico (40,78,116), ni los

balances negativos conseguidos con la técnica.

En los pacientes más pequeños, especialmente aquellos con un peso menor de 5

kg, es muy importante la vigilancia clínica frecuente del estado de hidratación y el

control de las entradas y salidas de líquidos, debido a que, aunque los monitores regulan

y miden continuamente el flujo de ultrafiltrado para alcanzar el balance programado,

tienen un margen de error de hasta un 3%. Las versiones de más modernas de los

monitores de TDEC han incluido una alarma de pérdida o ganancia excesiva de peso del

paciente que avisa y finaliza la terapia si se produce una diferencia entre el balance

programado y el medido. A pesar de ello estas alarmas nunca pueden sustituir a la

vigilancia clínica y a un cuidadoso balance horario de entradas y salidas.

6.1.2 PRONÓSTICO

Existen pocos estudios que hayan analizado los factores que influyen en el

pronóstico en los niños que requieren TDEC (81,116,117,157-159).

La mortalidad de los niños críticos que precisan una TDEC es muy elevada,

oscilando entre un 38 % y un 57% (tabla 8) (78,81,116,117,158,159,162-165). El

nuestro a pesar de ser un estudio de larga duración en el tiempo, se encuentra en el

rango de mortalidad más baja entre los publicados (160). Estudios en adultos han

132

encontrado que la mortalidad los pacientes críticos con IRA que requieren técnicas de

depuración no ha cambiado significativamente a pesar de las mejoras tecnológicas (30).

Esto probablemente sea debido a que los pacientes tratados con TDEC en la actualidad

tengan una mayor gravedad clínica. En nuestro estudio la mortalidad fue ligeramente

superior en los últimos años del estudio que en los primeros, aunque las diferencias no

alcanzaron significación estadística.

Los factores de riesgo que se asocian a mayor mortalidad en los pacientes críticos

adultos que requieren TDEC son la edad, la puntuación de gravedad clínica, la sepsis y

el fallo hemodinámico y respiratorio (30,166-168). Hay pocos estudios que hayan

analizado los factores pronósticos en niños críticos que desarrollan IRA y/o requieren

depuración extrarrenal. La gravedad clínica, las alteraciones hemodinámicas, el número

de fallo de órganos y un balance positivo de líquidos antes de iniciar la TDEC parecen

ser los factores que más influyen en el pronóstico (78,117,169,170).

En nuestro estudio los pacientes con sepsis y los cardiópatas fueron los que

presentaron mayor mortalidad. Otros estudios han encontrado que los pacientes con

mayor mortalidad son los sometidos a trasplante hepático, pulmonar o de médula ósea,

los oncológicos y los pacientes con cardiopatías (117,171). Estas diferencias

probablemente estén motivadas por el tipo de pacientes incluidos en cada estudio. En

nuestro estudio, un importante número de pacientes tenían cardiopatías, ya que nuestro

hospital es un centro de referencia de diagnóstico y tratamiento quirúrgico de niños con

esa patología. Sin embargo, en el estudio de regresión logística multivariante ningún

diagnóstico específico se asoció con un aumento de la mortalidad.

133

Los pacientes que precisaron TDEC por un problema renal primario presentaron

una supervivencia más elevada, resultados que coinciden con lo encontrado en otros

estudios tanto en adultos (172) como en niños (78).

Los niños mayores de 1 año y de 10 kg tuvieron una supervivencia mayor que

los menores de esta edad y peso, coincidiendo con lo referido en otras series (116,117).

Esta mayor mortalidad puede ser debida en parte a las dificultades técnicas y mayor

número de complicaciones que ocurren en estos pacientes (173). Sin embargo, en el

estudio de regresión logística multivariante la edad no fue un factor significativamente

importante.

Algunos estudios en niños y adultos han encontrado relación entre la mayor

sobrecarga de volumen al inicio de la TDEC y la mortalidad (44,78,117,174-176). En

nuestro estudio no hemos recogido específicamente la sobrecarga de fluidos previa al

inicio de la TDEC debido a que es un parámetro difícil de cuantificar.

Un hallazgo aparentemente sorprendente de nuestro estudio es que el nivel inicial

de creatinina fue significativamente mayor en los niños supervivientes. Sin embargo, los

cambios en la urea y la creatinina no se asociaron a mayor mortalidad. Esto se debe

probablemente a que los pacientes que sobreviven presentan una menor gravedad

clínica y con mayor frecuencia un daño renal aislado o fallo de un menor número de

órganos. Aquellos que fallecieron presentaron un mayor número de fallo de órganos y en

ellos la indicación fundamental del inicio precoz de la técnica fue la hipervolemia y el

fallo multiorgánico, sin que todavía se hubieran elevado la urea y creatinina.

En nuestro estudio un 74 % por ciento de los pacientes fueron tratados con

hemodiafiltración, que es un porcentaje significativamente más alto que el referido en el

estudio multicéntrico americano 30 % (117). Sin embargo, en ese estudio utilizaron más

134

frecuentemente hemodiálisis venovenosa continua (117). Este hecho probablemente sea

debido a diferencias en los protocolos entre los centros. En nuestro estudio la modalidad

de TDEC utilizada no se relacionó con el pronóstico.

Algunos estudios en adultos encontraron que el uso de ultrafiltración de alto flujo

elevado mejoraba el pronóstico de pacientes adultos que precisan TDEC (177). Sin

embargo, estudios posteriores no han confirmado estos hallazgos (38,178,179). Nuestros

resultados coinciden con estos datos. En nuestro estudio se utilizaron tasas medias de

depuración elevadas, y no se encontraron diferencias en la tasa de ultrafiltración entre

los fallecidos y los supervivientes.

Los dos factores que en el análisis multivariante se asociaron a mayor mortalidad

fueron el fallo multiorgánico y las alteraciones hemodinámicas. Estudios en adultos y

niños también han encontrado que la mortalidad aumenta significativamente al aumentar

el número de fallo de órganos (81). Pocos pacientes fallecen con una IRA aislada pero la

presencia de IRA en el contexto de un fallo multiorgánico aumenta significativamente la

mortalidad (180).

La alteración hemodinámica, manifestada por hipotensión y/o necesidad de

mayor dosis de fármacos vasoactivos, fue uno de los factores asociados a la mortalidad.

Este hecho también había sido referido en otros estudios en niños (169,181, 182). Las

características de nuestra población, en la que predominan los pacientes con cardiopatías

y sepsis, podrían haber influido en estos datos. Nuestros resultados sugieren la alteración

de la función renal no es la causa fundamental de la muerte en los niños sometidos a

TDEC, sino que la mortalidad es probablemente consecuencia del fallo hemodinámico y

el fracaso multiorgánico.

135

Las puntuaciones de gravedad clínica PRISM, PIM y PELOD fueron

significativamente más elevadas en los pacientes que fallecieron que en los

supervivientes, lo que coincide con los resultados de otros estudios (183). Aunque las

puntuaciones PRISM y PIM fueron diseñadas para evaluar el riesgo de mortalidad

durante las primeras 24 horas del ingreso en la UCIP, nosotros hemos preferido analizar

estas puntuaciones al inicio de la TDEC para evaluar con mayor exactitud la gravedad

clínica en el momento en que se inicia la técnica. A pesar de esto las tres escalas

subestimaron el riesgo de mortalidad. Otros estudios también han encontrado que el

PRISM tiene una capacidad reducida para predecir la mortalidad en los pacientes con

IRA (10,184) y en pacientes con diálisis intermitente (185). Sería conveniente diseñar

una puntuación pronóstica para pacientes pediátricos con IRA al igual que se están

diseñando en adultos (166).

6.1.3 COMPLICACIONES

Nuestro estudio es el primero que ha estudiado de forma prospectiva las

complicaciones de los niños críticos que precisan TDEC y ha analizado los factores que

se asocian a estas complicaciones (173).

Complicaciones de canalización de la vía central

El porcentaje de complicaciones asociadas a la canalización venosa fue similar al

encontrado en estudios de canalización de vías venosas centrales en pacientes

pediátricos (186-188), a pesar de que los catéteres utilizados para TDEC son de mayor

calibre. Las complicaciones de canalización fueron más frecuentes en los niños más

pequeños porque en ellos es más difícil la canalización (186-188) y porque en los

136

lactantes el calibre del catéter utilizado es proporcionalmente mayor que en los niños

mayores.

A diferencia de otras series, nosotros no hemos encontrado mayor incidencia de

complicaciones entre las vías superiores (yugular y subclavia) que en la femoral (186-

188). En un estudio reciente en adultos que comparó los accesos yugular y femoral para

realizar TDEC se encontró que la incidencia de hematomas era mayor con el acceso

yugular, sin existir diferencias significativas en los porcentajes de infección asociada al

catéter (136). La infección asociada al catéter no ha sido analizada en nuestro estudio.

Un estudio reciente ha mostrado que las complicaciones de la cateterización

disminuyen utilizando control ecográfico (189). Nosotros no utilizamos este método de

forma habitual salvo en casos de canalización complicada.

Hipotensión

La hipotensión tras la conexión al circuito fue la complicación más frecuente.

Esta complicación es más común en niños debido a que en ellos el circuito extracorpóreo

representa hasta el 10-15% de su volemia (104). Los circuitos utilizados tienen un

volumen de purgado de 50, 100 y 130 ml dependiendo de la superficie de membrana

(0,04, 0,6, ó 0,9 m2). Aunque se intenta ajustar al peso corporal del paciente, el volumen

extracorpóreo es proporcionalmente mayor para los pacientes de menor peso. Por ello, el

diseño de filtros y circuitos con un volumen de purgado pequeño puede ser un factor

esencial en la reducción de las complicaciones hemodinámicas en el momento de la

conexión al sistema. Sin embargo, en nuestro estudio no hemos encontrado relación

entre la frecuencia de hipotensión con la conexión de la TDEC y la edad, peso o

superficie de membrana utilizada.

137

Los pacientes que presentaban alteraciones hemodinámicas antes de la conexión

al circuito teóricamente deberían haber presentado más hipotensión durante la conexión.

En nuestro estudio no hemos encontrado ningún factor individual asociado con la

hipotensión durante la conexión a la TDEC. Sin embargo, es posible que aunque

individualmente ningún factor se asocie con la hipotensión, la asociación de varios

factores de riesgo como el volumen del circuito extracorpóreo y el filtro y las

alteraciones hemodinámicas previas puedan influir en el desarrollo de la hipotensión con

la conexión.

La conexión de la TDEC puede realizarse de varias formas para intentar reducir

el riesgo de hipotensión, como conectar directamente el circuito aprovechando el líquido

de purgado (hay que tener en cuenta la cantidad de heparina que tiene el circuito) o el

cebado con albúmina al 5 % o concentrado de hematíes antes de su conexión al paciente.

No existen estudios que hayan comparado la eficacia de los distintos métodos de

conexión. Una de las limitaciones de nuestro estudio es que no se analizó la relación

entre la hipotensión y el método de realizar la conexión, ni la necesidad de expansión de

volumen y/o aumento de la perfusión de fármacos vasoactivos durante la conexión.

El tratamiento de la hipotensión es diferente dependiendo de la situación de cada

paciente. Generalmente se utiliza expansión con coloides a 10-20 ml/kg como primera

medida. Si la hipotensión es importante se incrementa el soporte vasoativo y si la

hemoglobina es baja puede trasfundirse concentrados de hematíes.

Algunos autores han referido la aparición de un síndrome de producción de

bradikininas cuando se utilizan filtros con la membrana “AN69” purgados con sangre.

Este síndrome produce hipotensión y puede ser evitado si se eleva el pH de la sangre

138

trasfundida (109). En nuestro estudio hemos utilizado este tipo de membrana y no se ha

observado esta complicación, aunque muy pocos filtros se han purgado con sangre.

La hipotensión también puede aparecer si se programa un balance excesivo de

forma rápida (104) o si la medición de volúmenes de la máquina no funciona

correctamente. Para prevenir esto es fundamental que se vigilen tanto los volúmenes

extraídos por la máquina como el estado clínico del paciente. En nuestro protocolo el

personal de enfermería mide horariamente las entradas y salidas de líquidos y controla el

volumen de ultrafiltrado obtenido. El balance negativo programado se modifica según

estos datos y la tolerancia hemodinámica del paciente.

Hemorragia

La necesidad de anticoagulación del sistema de TDEC, asociado con las

alteraciones en la coagulación que frecuentemente presentan los pacientes críticos,

incrementan el riesgo de hemorragia (122). Tanto el sistema de depuración como la

heparina pueden producir una disminución en el recuento plaquetario, como sucedió en

nuestro estudio, así como alteración en la función plaquetaria. La heparina continua

sigue siendo el método de anticoagulación más frecuentemente utilizado en las TDEC

en Europa (190). Sin embargo, cada vez se está utilizando más el citrato porque

disminuye el riesgo de hemorragia (123,124,191) y en algunos estudios aumenta la vida

media de los filtros (125,126). El citrato tiene sin embargo riesgo de producir

hipocalcemia y alcalosis (104,127,192).

El 10% de nuestros pacientes presentó una hemorragia clínicamente significativa

y estos pacientes presentaron una elevada mortalidad. No encontramos relación entre la

incidencia de hemorragia y los recuentos plaquetarios o la dosis de heparina utilizada. Es

posible que los pacientes con alto riesgo de hemorragia hayan recibido una dosis menor

139

de heparina y este hecho pueda influir en que no se haya encontrado relación entre la

dosis de heparina y el sangrado. Una limitación de nuestro estudio es que no se analizó

la relación entre la presencia de hemorragia y el resto de alteraciones en el estudio de

coagulación.

El sangrado de los pacientes con TDEC es probablemente consecuencia de la

asociación de varios factores: alteraciones de la coagulación, de la perfusión tisular,

plaquetarias y activación de la coagulación, producidas por la enfermedad de base, los

circuitos extracorpóreos y el uso de anticoagulación (129,137).

ALTERACIONES ELECTROLÍTICAS

Las alteraciones electrolíticas son muy frecuentes en los pacientes que precisan

una TDEC. Las TDEC pueden utilizarse para corregir alteraciones electrolíticas pero

pueden también producirlas (193).

La hiponatremia aparece si los líquidos no compensan el balance negativo de

sodio que produce la técnica (129). El riesgo aumenta si se utilizan líquidos de

reinyección y/o diálisis inadecuados (194) como sucedió en una de nuestros pacientes

(155). En nuestro estudio, a pesar del uso de soluciones equilibradas, se produjo un

descenso de los niveles de sodio, cloro y fosfato, precisando un incremento de estos

electrolitos en los líquidos de reinyección y diálisis o la administración de suplementos

intravenosos. No se ha podido analizar si el descenso de estos electrolitos se asocia a

una mayor o menor la intensidad de la dosis de reinyección y/o diálisis prescrita.

La incidencia de hipofosforemia fue muy elevada debido a la elevada efectividad

de la técnica para el filtrado de fosfato y a que los líquidos comercializados para la

reinyección y diálisis en TDEC no contienen fosfato (111). El descubrimiento de esta

alteración durante la realización del estudio, llevó al desarrollo de los estudios

140

secundarios in vitro e in vivo sobre la adición de fosfato en los líquidos de reinyección y

diálisis, comprobando la reducción de la necesidad del uso de suplementos de fosfato

intravenoso (111,195). Nuestro estudio, entre otros, ha llevado a la reciente

comercialización de líquidos de TDEC que contienen fosfato.

Debido a la frecuencia de alteraciones electrolíticas que pueden producirse

durante la TDEC se debe realizar una medición frecuente de sus niveles sanguíneos.

Además las concentraciones de iones en los líquidos de reinyección y diálisis deben ser

monitorizados de forma cuidadosa para detectar errores en la preparación.

Otras complicaciones que se han comunicado en relación con la TDEC son la

alcalosis secundaria al contenido de bicarbonato de los líquidos (196) y errores en la

dosificación de fármacos (197). Estas complicaciones no han sido analizadas en este

estudio. Otra limitación de este estudio es que no se registró la incidencia de hipotermia,

que es muy frecuente en los niños con TDEC debido a la pérdida de calor producida por

la salida de sangre al circuito extracorpóreo, ni la incidencia de infección relacionada

con catéter (129).

6.1.4. DURACIÓN DE LOS FILTROS

La efectividad de las TDEC depende en gran medida del mantenimiento del

circuito extracorpóreo (198,199). La duración de los filtros durante las TDEC es corta

tanto en adultos como en niños. La duración de los filtros en este estudio es similar a la

referida en otros estudios en niños y adultos (126,171,192,200,201). Muy pocos estudios

han monitorizado la funcionalidad del circuito de forma prospectiva en adultos en TDEC

(198,202). No hay estudios previos que hayan analizado específicamente los factores

que influyen en la duración de los filtros en niños.

141

La coagulación prematura parece ser el factor más importante que influye en la

duración de los filtros (100,125,198,199,203,204). Durante la TDEC la sangre pasa a

través de un circuito extracorpóreo y se activa la cascada de la coagulación. Por ello es

necesario utilizar una terapia anticoagulante, siendo la heparina la más empleada, como

hemos señalado anteriormente (125,126,128,190,200,203-205). En nuestro protocolo se

administra heparina para intentar mantener un tiempo de coagulación activado (ACT)

postfiltro entre 150 y 200 segundos. En nuestro estudio la administración de dosis más

elevadas de heparina se asoció con una duración más prolongada del circuito sin

aumentar el riesgo de sangrado. Otros estudios también han encontrado que la dosis de

heparina es un predictor independiente de aumento de la vida media del filtro (190,198).

Aunque no hemos observado complicaciones mayores debidas al uso de heparina, los

pacientes con alto riesgo de sangrado podrían ser manejados sin anticoagulación (206-

208).

Como hemos referido anteriormente, algunos estudios han encontrado que el

citrato sódico aumenta la duración de los filtros en comparación a la heparina (125,126,

192,199). La principal ventaja del citrato es conseguir una anticoagulación limitada al

circuito extracorpóreo sin producir efecto sobre el paciente (199). Por ello, su uso va en

aumento (123). Sin embargo la utilización de citrato exige cambiar los líquidos de

reposición, un control estricto del calcio iónico y puede producir alcalosis (199).

Algunos expertos recomiendan administrar heparina sódica, para conseguir un tiempo de

tromboplastina parcial activado de entre 1-1,4 veces el control, o heparina de bajo peso

molecular, para obtener un anti-Xa 0,25-0,35 IU/mL, en pacientes sin riesgo elevado de

sangrado y reservar el citrato para los pacientes con riesgo de sangrado (190). Otros

utilizan anticoagulación con citrato en todos los casos.

142

No hay estudios randomizados en pacientes críticamente enfermos que hayan

evaluado el efecto del lugar de inserción o el calibre del catéter en la duración del

circuito de TDEC. Hackbarth encontró que los catéteres de mayor tamaño y el acceso

yugular se asociaban con una mayor duración del circuito en pacientes pediátricos (100).

Para las TDEC se recomienda utilizar catéteres de mayor calibre y menor longitud. Los

catéteres de menor calibre no permiten flujos elevados y se doblan con facilidad

produciendo un elevado riesgo de malfunción del sistema y coagulación. En nuestro

estudio también se ha observado un aumento de la duración de los filtros al utilizar

catéteres de mayor tamaño aunque este factor no alcanzó significación estadística en el

estudio multivariante. Tampoco se encontraron diferencias en la duración de los filtros al

comparar las distintas localizaciones de los catéteres, aunque la influencia simultánea de

varios factores probablemente impidan analizar adecuadamente los resultados.

La duración del filtro fue algo mayor en los niños mayores de 1 año y con peso

superior a 10 kg, que podrían estar en relación al mayor calibre de los catéteres y a la

mayor superficie de los filtros utilizados pero las diferencias no fueron significativas.

Existió una correlación positiva entre la vida media del filtro y la superficie del

mismo. Aunque el filtro debe de ser elegido según la edad y el peso del paciente, una

mayor superficie se asocia con mayor duración. Esto puede ser explicado por el hecho

de que los filtros con mayor superficie permiten un mayor flujo sanguíneo y por tanto un

mayor movimiento de la sangre dentro de los capilares, disminuyendo el depósito de

proteínas sobre la membrana cuya saturación se retrasa al aumentar la superficie del

filtro (199).

En un estudio prospectivo se encontró que los filtros con fibras perforadas más

largas tuvieron menores presiones transmembrana y mayor duración que los filtros con

143

una mayor sección transversal (209). Esto puede ser debido a que un menor flujo

sanguíneo lleva a incrementar la viscosidad sanguínea en un filtro con mayor sección

transversal. Aunque el tipo de membrana también puede influir en la coagulación del

filtro no existen estudios que hayan analizado su influencia en las TDEC. En nuestro

estudio no son comparables los dos tipos de membranas utilizadas, polisulfonas y

poliacrilonitrilo, ya que las superficies de los filtros son muy diferentes.

No encontramos diferencias en la duración de los filtros a lo largo del estudio, ni

al comparar los tipos de máquinas utilizadas. Aunque las máquinas más modernas

permiten un mejor control de la técnica, un ajuste más preciso y tienen un sistema de

alarmas más sensible, en nuestra experiencia este hecho no llevó a una mayor duración

del filtro. Esta falta de diferencia podría ser debida en parte a que con la máquina más

moderna se utilizó un mayor porcentaje de filtros con menor superficie que son los que

tienen menor vida media.

En adultos la duración del circuito es mayor con la hemodiálisis venovenosa

continua que con la hemofiltración (210). En nuestro estudio la duración de los filtros

también fue mayor con la hemodiafiltración que con la hemofiltración (100). Esto puede

ser debido a que la hemodiafiltración produce menor hemoconcentración, que es

consecuencia de la ultrafiltración, para conseguir el mismo aclaramiento de solutos

(199). En nuestros pacientes el flujo efluente total mayor de 35 ml/kg/h se asoció con

una mayor duración del filtro probablemente debido al uso de diálisis. Esto sugiere que

la hemodiafiltración venovenosa contínua puede conseguir un intercambio de fluidos y

sustancias eficaz con menor riesgo de coagulación. Sin embargo, otros estudios en niños

no han encontrado relación entre la duración del filtro y la modalidad de TDEC (192).

144

También usando menores flujos de ultrafiltración y menores fracciones de

filtración se puede prolongar la vida del circuito, minimizando el efecto procoagulante

de la hemoconcentración (199). Aunque algunos autores utilizan fracciones de filtración

mayores del 25 %, en nuestro protocolo se intenta mantener la fracción de filtración por

debajo del 15 %, consiguiendo un aclaramiento adecuado de solutos. No existieron

diferencias estadísticamente significativas de la duración del filtro en relación con la

fracción de filtración. Otra opción para reducir la fracción de filtración es administrar el

líquido de reinyección antes del filtro para reducir la hemoconcentración. En dos

estudios el uso de reinyección en predilución fue asociado con una mayor duración del

circuito (211,212). En nuestro estudio se utilizó siempre reinyección prefiltro por lo que

no se pudo analizar la influencia de este factor.

En el estudio multivariante se encontró que además de la dosis de heparina y la

hemodiafiltración, una creatinina baja al inicio de la CRRT se asoció a mayor duración

de los filtros. Este hecho podría ser debido a que en los pacientes con una creatinina más

elevada precisan tasas más altas de ultrafiltración lo que podría llevar a mayor

coagulación del filtro. Sin embargo, ya que la comparación se ha realizado con la

creatinina al inicio de la CRRT y no con la creatinina inicial en cada filtro estos

resultados hay que valorarlos con prudencia.

Durante los años del estudio se han introducido cambios en la TDEC que no han

sido controlados en este estudio y pueden haber influido en la duración de los filtros.

Como hemos señalado una limitación de nuestro estudio es la ausencia de datos del

estudio de coagulación de los pacientes cuando se compararon las dosis de heparina, ya

que la farmacocinética de la heparina es compleja (213-216) y la misma dosis puede

tener un efecto muy distinto en cada paciente. Tampoco se han analizado los problemas

145

de malfunción relacionados con el acceso vascular que son una de las causas

fundamentales de fallo del sistema especialmente en lactantes (217). Otro factor que no

fue estudiado es el efecto del entrenamiento del personal de la UCIP. Este factor es

determinante para el reconocimiento y respuesta rápida ante las alarmas del sistema,

teniendo un efecto significativo sobre la duración de los filtros (199,218).

6.1.5 ESTUDIO DE LA TDEC EN LOS PACIENTES EN EL

POSTOPERATORIO DE CIRUGÍA CARDIACA

El tratamiento de soporte renal utilizado en los niños que presentan insuficiencia

renal aguda y/o hipervolemia tras la cirugía cardiaca ha ido variando con el tiempo.

Inicialmente la técnica más utilizada fue la diálisis peritoneal, pero en la últimas décadas

las TDEC la han ido desplazando, excepto en el periodo neonatal, por su mayor eficacia

y predictibilidad (219). Sin embargo, sólo existe un estudio que haya comparado ambas

técnicas, analizando muy pocos pacientes en cada grupo (220). En este estudio, las

TDEC consiguieron un mejor balance hidroelectrolítico que la diálisis peritoneal pero no

existieron diferencias en la supervivencia (220).

En nuestro estudio, 81 pacientes, un 4,9% de 1650 pacientes en el postoperatorio

de cirugía cardiaca, precisaron TDEC. Estas cifras son similares a las referidas por otros

autores (79,219,221). Existen muchos factores preoperatorios, intraoperatorios y

postoperatorios implicados en la patogénesis del daño renal agudo en los pacientes

sometidos a cirugía cardiaca (hemodilución, hemólisis, embolias, toxicidad de fármacos,

liberación de mediadores durante la circulación extracorpórea) aunque el factor

fundamental son las alteraciones hemodinámicas que llevan a hipoperfusión renal (222).

146

Un porcentaje importante de los niños que requieren TDEC en el postoperatorio

de cirugía cardiaca son menores de 12 meses y un 26 % tienen menos de 5 kg. Este

hecho puede complicar la realización de la TDEC debido a la dificultad de canalización

y menor calibre de los accesos vasculares y catéteres empleados y la mayor repercusión

hemodinámica de la técnica porque el circuito extracorpóreo supone un mayor

porcentaje de la volemia. Sin embargo, no existió una mayor incidencia de

complicaciones en los niños con TDEC tras cirugía cardiaca que en el resto de los

pacientes.

Aunque los niños con TDEC en el postoperatorio de cirugía cardiaca tenían una

mayor incidencia de hipotensión, una mayor necesidad de inotrópicos y un mayor

porcentaje de ventilación mecánica al inicio de la técnica, las puntuaciones de gravedad

(PRISM, PIM y PELOD) no fueron significativamente mayores que los del resto de

pacientes.

La creatinina y urea al inicio de la técnica fue menor en los pacientes con TDEC

tras cirugía cardiaca probablemente debido a que en este grupo la técnica se utilizó

precozmente cuando existía una hipervolemia refractaria a diuréticos.

La TDEC duró casi el doble en los niños tras cirugía cardiaca que en el resto de

los niños críticamente enfermos reflejando probablemente una recuperación renal más en

situaciones de síndrome de bajo gasto cardiaco. En el estudio de regresión logística

multivariante la cirugía cardiaca aumentó significativamente el riesgo de precisar la

técnica de manera prolongada.

La duración media de los filtros fue algo mayor en los pacientes tras cirugía

cardiaca, aunque en estos pacientes también se utilizaron dosis algo más elevadas de

heparina lo que puede explicar este aumento moderado de la vida media de los filtros.

147

Pocos trabajos han analizado la mortalidad de los pacientes que precisan TDEC

tras cirugía cardiaca. En nuestro estudio, la mortalidad en los niños en el postoperatorio

de cirugía cardiaca (43%) fue mayor que la del resto de los niños críticamente enfermos

(29%) (223). El desarrollo de una IRA que precisa diálisis aumenta la mortalidad

adultos hasta un 60-70% (222). Los factores asociados a mayor mortalidad en adultos

que precisan TDEC tras cirugía cardiaca son la disfunción severa del ventrículo

izquierdo, la diabetes mellitus, la enfermedad vascular periférica, la necesidad de cirugía

urgente y la creatinina preoperatoria (222).

Sólo existe un estudio que haya analizado de forma retrospectiva la evolución de

25 niños con TDEC tras cirugía cardiaca (171). En ese estudio un 32% de los pacientes

fallecieron durante la TDEC, aunque la mortalidad final fue del 76 % (171).

En nuestro estudio los niños con edad mayor de 1 año y de 10 kg tuvieron una

mortalidad menor que la de los menores de esta edad y peso, coincidiendo con lo

referido en otros estudios en niños (117,224). Sin embargo, en el estudio de regresión

logística multivariante la edad no fue un factor que aumentara significativamente el

riesgo de mortalidad.

En el grupo de pacientes con TDEC tras cirugía cardiaca, al igual que en el

estudio global, los que fueron tratados con hemofitración presentaron una mayor

mortalidad que los tratados con hemodiafiltración. Como hemos señalado previamente,

aunque probablemente no sea la modalidad de la TDEC la que afecte el pronóstico, se

deberían realizar más estudios para analizar esta relación.

En el análisis multivariante el único factor de riesgo que se relacionó con un

mayor riesgo de mortalidad en los pacientes con TDEC tras cirugía cardiaca fue la

alteración hemodinámica previa, manifestada por hipotensión. Este hecho apoya la idea

148

de que el pronóstico de los niños que requieren TDEC no está relacionado con la técnica

sino con la gravedad clínica y sobre todo en los pacientes tras cirugía cardiaca con la

alteración hemodinámica.

Las puntuaciones de gravedad clínica PRISM, PIM y PELOD fueron

significativamente más elevadas en los pacientes que fallecieron que en los

supervivientes. Sin embargo, al igual que sucedió en el estudio general, las tres escalas

subestimaron el riesgo de mortalidad.

6.1.6 TDEC PROLONGADA

En nuestro estudio no se ha encontrado ninguna característica clínica de los

pacientes que se asociara con la prolongación de la TDEC (225). Los lactantes tienen

una mayor inmadurez de la función renal y podrían teóricamente tener más riesgo de

requerir una TDEC más prolongada. Sin embargo el porcentaje de TDEC en nuestro

estudio fue similar en mayores y menores de un año.

Los pacientes con cardiopatía tuvieron una mayor incidencia de TDEC

prolongada. La duración más prolongada podría ser debido a que estos pacientes sufren

una insuficiencia renal más importante por isquemia renal debido a shock cardiogénico.

En nuestro estudio no encontramos asociación entre las alteraciones hemodinámicas al

inicio de la técnica (hipotensión, necesidad de fármacos vasoactivos y dosis de los

mismos, y niveles de ácido láctico) con la prolongación de la TDEC. Por tanto, según

nuestros resultados, la alteración hemodinámica al inicio de la TDEC no influye en la

prolongación de la misma. Sin embargo, no podemos descartar que una alteración

hemodinámica prolongada esté relacionada con la duración de la TDEC en los pacientes

con cardiopatía.

149

Varios estudios en niños críticos han demostrado la asociación entre la gravedad

clínica, valorada por las puntuaciones PRIMS, PIM y PELOD y el número de fallo de

órganos al inicio de la TDEC con la mortalidad (1,117,147,158,169), pero ninguno ha

analizado su relación con la duración de la TDEC. En nuestro estudio no encontramos

relación entre la gravedad clínica inicial y la prolongación de la TDEC. Sin embargo, no

podemos descartar que exista una asociación entre la prolongación del fallo

multiorgánico y la duración de la TDEC. Por el contrario, la necesidad de ventilación

mecánica es un indicador de riesgo de mortalidad en los niños que requieren TDEC

(158) y también lo fue de prolongación de la técnica. Pero hay que tener en cuenta que la

mayoría de los niños críticos que requieren TDEC precisan ventilación mecánica, y la

necesidad de ventilación mecánica es secundaria a la existencia de fallo respiratorio,

hemodinámico ó neurológico.

En nuestro estudio la hemodiafiltración fue significativamente más frecuente en

los niños con TDEC prolongadas. Esto probablemente sea debido a que nuestro

protocolo de TDEC recomienda iniciar con hemofiltración en los pacientes que no

presentan alteraciones metabólicas importantes. Los niños que precisan pocos días de

TDEC logran controlar bien los niveles de urea y creatinina sólo con hemofiltración,

mientras que aquellos en los que la técnica se prolonga precisan añadir diálisis más

frecuentemente.

Los niños con TDEC prolongada requirieron con mayor frecuencia dosis de

heparina más elevadas que el resto. Por otra parte, la duración de los filtros fue

significativamente mayor en los niños con TDEC prolongadas que en los que precisaron

la técnica durante menos tiempo. Estos hallazgos pueden estar relacionados, ya que en el

150

análisis de la duración de los filtros la dosis de heparina es uno de los factores asociados

con mayor duración de los mismos (119).

En nuestro estudio la prolongación de la TDEC no se asoció con mayor

incidencia de complicaciones (canalización, sangrado, hipotensión) ya que la mayoría

de ellas ocurren los primeros días del inicio de la técnica cuando el paciente se encuentra

más inestable.

No existen estudios previos que hayan analizado la relación entre la duración de

la TDEC y la mortalidad. En nuestro estudio los niños que precisaron TDEC prolongada

tuvieron un 10 % más de mortalidad que el resto de los pacientes, aunque las diferencias

no fueron estadísticamente significativas. No existieron diferencias en la mortalidad de

los pacientes que requirieron más de 14 y más de 21 días de TDEC.

En adultos críticos con insuficiencia renal aguda la tasa de recuperación de la

función renal es de mayor del 80 % y la mayoría no requieren depuración renal al alta

de la UCI. A largo plazo un porcentaje importante queda con una alteración moderada

de la función renal y en algunos progresa a insuficiencia renal terminal (IRT) (52,226,

227). En niños no hay estudios que hayan analizado la evolución a largo plazo de la

función renal de los pacientes que han sufrido daño renal agudo. En nuestro estudio la

mayoría de los niños recuperaron la función renal en la UCIP. Solamente uno de los

pacientes que estaban dependientes de diálisis al alta de la UCIP quedó en IRT, lo que

sugiere que la prolongación de la TDEC no disminuye las posibilidades de recuperación

de la función renal.

El análisis de los pacientes con TDEC prolongada tiene algunas limitaciones.

Aunque el número total de pacientes estudiado es elevado, el número de niños con

TDEC prolongado no es muy alto lo que puede limitar la potencia del análisis

151

estadístico. El estudio es de larga duración y en sus resultados podría haber influido la

mejoría de otros tratamientos en el paciente crítico. Sin embargo, no encontramos

diferencias al analizar los primeros años con los más recientes en los que se utilizó un

monitor de TDEC diferente. Por último, aunque la mayoría de los pacientes recuperaron

la función renal durante su estancia en la UCIP, sólo se realizó un seguimiento posterior

de los pacientes que estaban dependientes de diálisis al alta de la UCIP. Son necesarios

estudios que analicen si la duración de las TDEC se asocia con alteración de la función

renal a largo plazo.

6.2 ESTUDIOS SECUNDARIOS

6.2.1 ESTUDIO DE LA HIPOFOSFOREMIA Y SUPLEMENTACIÓN CON

FOSFATO DE LOS LÍQUIDOS

Varios autores han encontrado que las TDEC, tanto la hemodiafiltración como

como la hemofiltración, producen con frecuencia hipofosforemia sobre todo si se

precisan de forma prolongada (112,228,229,230). A las 48 horas el 10% de los pacientes

con hemodiafiltración y el 14% de los pacientes en hemofiltración desarrollan

hipofosforemia (112). La incidencia de hipofosforemia es mayor con las TDE continuas

que con las intermitentes como la hemodiálisis (228). Esto es debido a que aunque la

hemodiálisis es inicialmente más efectiva para aclarar fosfato, sólo se realiza durante

unas horas. Las técnicas continuas como actúan durante 24 horas logran aclarar una

mayor cantidad total de fosfato (152,231).

En hemodiálisis en adultos se ha descrito la suplementación de fosfato en los

líquidos de diálisis en pacientes malnutridos, mujeres embarazadas, intoxicaciones por

vancomicina, etilenglicol, litio, pericarditis urémica y en sepsis (232).

152

No se conoce cuál es el límite de seguridad de concentración de fosfato en los

líquidos de reposición y diálisis. Los iones monovalentes normalmente no tienen

problemas de solubilidad y por ello concentraciones altas en los líquidos de reposición y

diálisis son generalmente bien toleradas. Los problemas de precipitación pueden ocurrir

con los iones di y trivalentes y en particular con el calcio y el fosfato (233).

Hay muchos factores que pueden influir en la solubilidad del calcio y el fosfato

incluyendo el pH, la temperatura, el tiempo, las concentraciones relativas de calcio y

fosfato, la sal de calcio utilizada y la concentración de magnesio (234,235). Por ejemplo,

un aumento de la temperatura aumenta la disociación del calcio y permite que calcio

libre precipite con el fosfato (234). La sal de calcio utilizada también es un factor

importante. El cloruro cálcico se disocia con mayor facilidad produciendo más calcio

libre para precipitar (236). La concentración de magnesio también puede disminuir la

posibilidad de precipitación porque el magnesio forma sales más solubles y estables con

el fósforo. Se ha encontrado que ratios de magnesio/calcio menores de dos tienen un

efecto positivo en la solubilidad del fosfato cálcico (233).

Existe la posibilidad de que la mezcla de calcio y fósforo precipite en partículas

que estén justo en el límite de la capacidad del ojo humano para detectarlas y se puedan

producir microembolismos al pulmón. Sin embargo, esto no sucede en la alimentación

parenteral (236), en que se utiliza una concentración de estos iones más elevada que la

de los líquidos de diálisis y reposición utilizados en las TDEC.

El mayor peligro de precipitación se produce cuando se produce formación de

CaHPO4 que tiene baja solubilidad en agua. A pH 7,2 la concentración de HPO42-

y

H2PO4- son iguales (236). Al pH fisiológico (7,4) que tienen las bolsas de reposición y

diálisis aproximadamente el 60% del fosfato está en forma dibásica (234).

153

Nuestro estudio experimental demuestra que se puede añadir fosfato al líquido de

diálisis y reposición sin producirse modificaciones de los niveles en 48 horas (195). En

nuestro estudio no se observaron problemas de inestabilidad de la mezcla ni se produjo

precipitación con ninguna de las concentraciones de fosfato utilizadas.

Troyanov añadió fósforo a los líquidos de diálisis y reinfusión, de una

composición similar a las utilizadas en nuestro estudio y con la misma cantidad de calcio

1,75 mmol/L (229). Este autor observó que tras 5 horas no se producía descenso del

calcio ni del fósforo en las bolsas de diálisis, no se producía precipitación, y filtrando la

solución por membranas de celulosa de poro 0,22 micras no aparecían partículas visibles

(229).

Troyanov utilizó fosfato potásico en vez de fosfato sódico. Aunque ambos

podrían utilizarse, nosotros preferimos utilizar fosfato monosódico porque es la

formulación disponible en nuestro hospital y para poder regular la administración de

potasio de forma independiente a la de fosfato. Es frecuente que los niños tratados con

TDEC precisen suplementos de sodio en los líquidos de reposición y diálisis y parte de

este suplemento puede ir en forma de fosfato sódico. Si se produce hipopotasemia los

líquidos se suplementan también con cloruro potásico.

El estudio de Troyanov comprobó la estabilidad de los líquidos de TDEC alas 5

horas de añadirles fosfato (229). Nuestro estudio demuestra que la concentración de

fosfato, calcio y magnesio permanece estable durante 48 horas y no existen signos de

precipitación macroscópica (195). Esto es importante en niños pequeños y lactantes ya

que los líquidos de reposición y diálisis pueden permanecer durante 48 horas en la

máquina de hemofiltración a temperatura ambiente.

154

Por tanto, nuestros resultados experimentales demuestran que la adición de

fosfato en forma de fosfato monosódico hasta concentraciones de 7,7 mg/dl a los

líquidos de reposición y diálisis no produce problemas de inestabilidad de la mezcla ni

precipitación.

Tras estudiar la estabilidad de los líquidos suplementados se realizó un estudio

clínico para estudiar la incidencia de hipofosforemia en los niños con TDEC y analizar

el efecto de la suplementación de fosfato en los líquidos de diálisis y reinfusión (111).

Antes del inicio de la TDEC un 8% presentaba hiperfosforemia y un 12%

hipofosforemia (111). Llama la atención el porcentaje tan bajo de hiperfosforemia en

comparación con los estudios en adultos donde se observa una incidencia entre el 65-

80% de concentraciones elevadas de fósforo antes de iniciar una TDEC (112,228). Esto

probablemente sea debido a que nuestro estudio se realizó una indicación precoz de la

TDEC en pacientes con hipervolemia refractaria a diuréticos y/o insuficiencia renal

oligúrica antes de la aparición de alteraciones electrolíticas.

La frecuencia de alteraciones del fósforo en los pacientes críticos es alta, con

rangos muy variables entre un 8,8 a un 80% (152,237). En nuestro estudio durante la

TDEC un 68% de los pacientes presentaron hipofosforemia y en un 38% ésta fue

importante (111).

Al analizar otros factores que podrían estar relacionados con el desarrollo de

hipofosforemia, no encontramos que ésta se asociara al tratamiento con insulina,

diuréticos o nutrición parenteral. Tampoco se observó mayor porcentaje de

hipofosforemia por presentar necesidades elevadas de inotrópicos, ni por llevar más

tiempo de ingreso en la UCIP. Sí encontramos una mayor incidencia de hipofosforemia

entre los pacientes menores de 6 años comparados con los mayores.

155

El segundo objetivo de este estudio era valorar la efectividad de la adición de

fósforo a los líquidos de reposición y diálisis para disminuir la hipofosforemia. Sólo

existe una publicación previa en adultos (229). Troyanov estudió el efecto de añadir

fósforo a los líquidos de diálisis y reinfusión en 20 pacientes adultos durante 5 días,

observando que los niveles de fósforo se mantenían dentro de la normalidad (229). No

aparecieron efectos adversos del tratamiento, excepto hiperfosforemia en un paciente en

el que se administró inadvertidamente un laxante oral que contenía 180 mmol de fósforo

(229).

En nuestro estudio la incidencia de hipofosforemia fue significativamente menor

en los niños en que se suplementaron los líquidos con fósfato que en los que no se

suplementaron (111). La incidencia de hipofosforemia importante también fue

significativamente menor, y además un menor porcentaje de pacientes en el grupo con

suplementos de fosfato requirió administración de fosfato intravenoso. Sin embargo, en

ambos grupos se produjo una disminución de los niveles de fósforo sérico durante el

tratamiento y la incidencia de hipofosforemia en el grupo de pacientes con suplementos

de fosfato todavía fue elevada, por lo que es necesario analizar la posibilidad de

aumentar los suplementos.

El tercer objetivo del estudio era evaluar la incidencia de complicaciones

derivadas de la intervención.

Existen publicaciones previas de la adición de fósfato a los líquidos de diálisis en

pacientes tratados con hemodiálisis por intoxicación por metanol y etilenglicol (238,239)

en los que al necesitar la técnica durante muchas horas se produce una hipofosforemia

muy importante. En estos casos la adición de fosfato no ha producido complicaciones.

156

En nuestro estudio no se observaron problemas de inestabilidad de la mezcla ni

se produjo precipitación. En los líquidos suplementados la formación de sales de fosfato

cálcico, en el peor de los casos (precipitación de todo el calcio con el fósforo) daría unas

concentraciones de 0,06 a 0,13 g/L que están por debajo del umbral de precipitación,

porque la sal es soluble hasta concentraciones de 0,2-0,3 g/L (229). En caso de

precipitación teóricamente los pacientes podrían presentar hipocalcemia. La

hipocalcemia (calcio total menor de 8) antes del inicio de la terapia era de 12,7%.

Durante el tratamiento con hemofiltración el porcentaje disminuyó al 5%. Al añadir

fósforo en los líquidos no aumentó el porcentaje de hipocalcemia, que se produjo en 6

pacientes sin suplementos de P y en 4 pacientes con suplementos de P (diferencias no

significativas).

Tampoco hubo ningún caso de hiperfosforemia que precisara retirar el fósforo de

los líquidos de hemofiltración, ni alteración en los niveles de magnesio.

Por tanto, según nuestros resultados la suplementación de fosfato monosódico a

los liquidos de diálisis y reinyección es un método útil y seguro para disminuir la

incidencia de hipofosfatemia en los niños sometidos a TDEC (111,195). Tras la

publicación de nuestros resultados se han comercializado soluciones de diálisis que ya

contienen fosfato.

6.2.2 INTRODUCCIÓN DE MONITOR DE TDEC EN EL

CIRCUITO DE ECMO

Según los datos del ELSO (registro internacional de pacientes con ECMO) un

36% de los pacientes en ECMO precisan TDEC (240). Este porcentaje alcanza el 50%

en algunas series (241). El manejo de la disfunción renal y la hipervolemia con una

157

terapia de reemplazo renal en los pacientes en ECMO mejora el balance de fluidos,

resuelve desequilibrios electrolíticos, ayuda a mejorar el aporte calórico, al no precisar

restricción de fluidos, y disminuye la necesidad de diuréticos (242). Además la

disminución de los edemas está relacionada directamente con la capacidad de retirar la

asistencia extracorpórea (243,244).

Existen diversas formas de aplicar una TDEC durante la ECMO. La más

utilizada es introducir un filtro de hemofiltración en el circuito de ECMO y controlar el

volumen de ultrafiltrado con una bomba de infusión intravenosa. Otra posibilidad es

realizar la depuración extrarrenal por otra vía venosa independiente del circuito de la

ECMO. Teóricamente, también se podría incluir una máquina de TDEC en el circuito de

ECMO pero no existen trabajos previos que hayan analizado esta posibilidad. El

objetivo de este estudio secundario fue comprobar la eficacia y seguridad de la inserción

de una máquina de TDEC en el circuito de ECMO.

Los tres métodos descritos para realizar TDEC en pacientes en ECMO tienen

ventajas e inconvenientes. Inicialmente lo más sencillo parecería realizar la TDEC por

otra vía venosa del paciente separada del circuito de la ECMO. El problema es que si el

paciente no ha precisado previamente la TDEC, tras el inicio de la ECMO, la

canalización de una nueva vía venosa central con un catéter de grueso calibre es

complicada y la anticoagulación del paciente aumenta los riesgos.

La introducción un filtro de hemofiltración sin monitor en el circuito de ECMO

(también denominada “en línea”) es el método más utilizado. La entrada y el retorno del

filtro de hemofiltración se conectan all circuito de ECMO; la entrada en general después

de la bomba de ECMO y el retorno antes de la bomba, en el reservorio si el circuito

dispone de éste. El flujo de sangre que pasa por el hemofiltro es la resta del flujo de

158

sangre de la bomba de ECMO menos el flujo de retorno al paciente (precisa de un

medidor de flujo en el lado arterial del ECMO para comprobar el flujo real al paciente).

El volumen de efluente es controlado por una bomba de infusión intravenosa colocada

en la línea de ultrafiltrado, que además debe ser medido de forma horaria para evitar

pérdida excesiva de fluido. También puede pasarse un líquido a contracorriente por la

cámara externa del filtro para realizar hemodiafiltración. Esta técnica tiene la ventaja de

ser relativamente sencilla y barata (241,242). Sin embargo no existe un control

adecuado del flujo sanguíneo que pasa por el hemofiltro y las bombas de perfusión

intravenosa no son exactas cuando se usan para frenar el paso de líquido de ultrafiltrado

a alta presión (245). Otro inconveniente es que no existe monitorización de las presiones

en el circuito de hemofiltración ni se puede detectar precozmente la coagulación o rotura

del filtro. Por estas razones algunos autores proponen cambiarlo de forma programada

(241). El problema es que los cambios pueden producir complicaciones al tener que

manipular el circuito.

Nuestro estudio es el primero que ha analizado inicialmente in vitro, después en

un modelo animal y finalmente en niños el funcionamiento de un monitor de TDEC

insertado en el circuito de ECMO (156). En las tres fases del estudio la TDEC y la

ECMO funcionaron correctamente sin complicaciones.

En nuestra experiencia colocar un monitor de depuración renal en el circuito de

ECMO mejora la monitorización del funcionamiento del filtro y la exactitud del balance

prescrito al paciente. La TDEC se puede retirar, de forma pautada para ir a la sala de

hemodinámica o si el filtro tiene problemas de coagulación, sin afectar al

funcionamiento de la ECMO. Además el flujo sanguíneo es elevado y constante por lo

159

que no se producen alarmas de presiones por dificultad de extracción o retorno de la

sangre.

Debido a la estabilidad, la ausencia de problemas con la entrada y retorno de

sangre y las dosis de heparina recibidas, la duración de los filtros fue significativamente

mayor (138,4 horas) que cuando se realizó la TDEC por otra vía venosa (36,8 horas)

(156). Por otra parte la existencia de controles de la presión del circuito y la exactitud en

el control del ultrafiltrado mejora el control y la seguridad del paciente y disminuye el

trabajo de enfermería. Entre los inconvenientes teóricos de este método es que añade

complejidad al circuito y algunos autores consideran que aumenta su coste (242).

160

7. CONCLUSIONES

1. Las técnicas de depuración extrarrenal continua son un método de depuración útil en

los niños en estado crítico con insuficiencia renal aguda y/o hipervolemia,

consiguiendo un buen control hídrico y una adecuada depuración de solutos y

control de electrolitos.

2. La mortalidad de los niños que precisan técnicas de depuración extrarrenal continua

es elevada. La gravedad de la enfermedad, el fallo multiorgánico y las alteraciones

hemodinámicas son los factores pronósticos fundamentales en estos pacientes. Las

puntuaciones de gravedad clínica infraestiman el riesgo de mortalidad de los niños

críticos que precisan una técnica de depuración extrarrenal contínua.

3. Los niños con que sobreviven tras la técnica presentan tasas muy elevadas de

recuperación de la función renal (98,9% en este estudio).

4. La frecuencia de complicaciones de las técnicas de depuración extrarrenal continua

es alta y algunas pueden ser potencialmente muy graves. Las más frecuentes son la

hipotensión en el momento de la conexión y las alteraciones electrolíticas Por ello

es preciso que los niños con técnicas de depuración extrarrenal continua tengan una

monitorización y control continuo.

5. La vida media de los filtros puede prolongarse utilizando hemodiafiltración,

aumentando la dosis de heparina y utilizando filtros con una mayor superficie de

membrana.

161

6. Aunque sólo un bajo porcentaje de niños sometidos a cirugía cardiaca precisan

técnicas de depuración extrarrenal continua, la mortalidad en estos pacientes es

mayor que en el resto de los niños críticos que requieren estas técnicas. Sin

embargo, los niños en el postoperatorio de cirugía cardiaca no presentan un

porcentaje mayor de complicaciones relacionadas con la técnica.

7. No existen diferencias en las características clínicas iniciales en los niños críticos

que precisan técnicas de depuración extrarrenal continua de forma prolongada. Los

niños con cardiopatías y los que requieren ventilación mecánica precisan con mayor

frecuencia técnicas de depuración extrarrenal continua prolongada. La mortalidad de

los niños que precisan técnicas de depuración extrarrenal continua de forma

prolongada es algo más elevada aunque las diferencias no son significativas.

8. La incidencia de hipofosforemia en los niños tratados con técnicas de depuración

extrarrenal continua es elevada. La suplementación de los líquidos de reposición y

diálisis con fosfato es segura, no produce efectos secundarios, reduce la incidencia

de hipofosforemia y disminuye la necesidad de reposición intravenosa de fosfato.

9. La introducción de un monitor de depuración extrarrenal continua en el circuito de

oxigenación por membrana extracorpórea es una técnica segura y efectiva que

mejora el control del balance de líquidos del paciente, aumenta la duración de los

filtros y no produce complicaciones añadidas. Por estos motivos podría considerarse

como el método más adecuado para realizar las técnicas de depuración extrarrenal

continua en los pacientes con ECMO.

162

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9. ANEXO 1. PUBLICACIONES DEL ESTUDIO

A continuación se refieren las publicaciones que se han realizado con el estudio

que opta a Tesis Doctoral.

1. Santiago MJ, López-Herce J, Urbano J, Solana MJ, del Castillo J, Ballestero Y, et

al. Clinical course and mortality risk factors in critically ill children requiring

continuous renal replacement therapy. Intensive Care Med 2010;36:843-9.

2. Santiago MJ, López-Herce J, Urbano J, Solana MJ, del Castillo J, Ballestero Y, et

al. Complications of continuous renal replacement therapy in critically ill children: a

prospective observational evaluation study. Crit Care 2009;13:R184.

3. López-Herce J, Santiago MJ, Solana MJ, Urbano J, del Castillo J, Carrillo A, et al.

Clinical course of children requiring prolonged continuous renal replacement

therapy. Pediatr Nephrol 2010;25:523-8.

4. Santiago MJ, Lopez-Herce J, Urbano J, Bellon JM, del Castillo J, Carrillo A.

Hypophosphatemia and phosphate supplementation during continuous renal

replacement therapy in children. Kidney Int 2009;75:312-6.

5. Santiago MJ, Sánchez A, López-Herce J, Pérez R, del Castillo J, Urbano J, et al.

The use of continuous renal replacement therapy in series with extracorporeal

membrane oxygenation. Kidney Int 2009;76:1289-92.

6. Fernández C, López-Herce J, Flores JC, Galaviz D, Rupérez M, Brandstrup KB, et

al. Prognosis in critically ill children requiring continuous renal replacement

therapy. Pediatr Nephrol. 2005;20:1473-7.

7. Borrego R, Imaz A, López-Herce J. Hipernatremia grave: supervivencia sin secuelas

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8. González F, López-Herce J, Moraleda C. A child presenting with acute renal failure

secondary to a high dose of indomethacin: a case report. J Med Case Reports

2009;3:47.

9. Santiago MJ, López-Herce J, Urbano J, Solana MJ, del Castillo J. Continuous renal

replacement therapy in children after cardiac surgery. J Thorac Cardiovasc Surg.

Artículo en prensa.

10. Santiago MJ, López-Herce J, Muñoz R, del Castillo J, Urbano J. Effect of phosphate

addition to hemodiafiltration solutions: a experimental study. Ther Apher Dial 2011;

15:75-80.

.