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 Texto y comentario

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  • Texto y comentario

    LENGUA Y LITERATURA

    J. M. MARN

    BACHILLERATO

    Libro del profesorado

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  • Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizacin escrita de los titularesdel copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproduccin parcial o total

    de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografa y eltratamiento informtico, y la distribucin de ejemplares de ella mediante alquiler

    o prstamo pblico.

    Esta obra ha sido impresa sobre papel ecolgico y 100 % reciclable.

    Primera edicin, 2009

    J. M. Marn Editorial Teide, S. A. - Senyera, 58 - Polgono Bobalar - 46970 Alaqus

    [email protected]

    ISBN: 978-84-307-5303-1 Depsito legal: B-

    Impreso en Zero Preimpresin, S. L. - Menndez Pelayo, 26 - 08750 Molins de Rei

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  • NDICE

    1. Consejos previos sobre la lectura . . . . . . . . . . . . . . . . 7

    2. Qu se considera un texto? . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

    3. Rasgos de un texto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

    4. Anlisis de los rasgos de coherencia . . . . . . . . . . . . . . 12

    5. Anlisis de los rasgos de adecuacin . . . . . . . . . . . . . . 19

    6. Anlisis de los rasgos de cohesin . . . . . . . . . . . . . . . 26

    7. Valoracin de un texto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

    48 textos para comentar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29

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  • Para practicar (pg. 11)

    1 Respuesta abierta.

    Para practicar (pgs. 13-14)

    1 Las ideas aportadas prrafo a prrafo son las si-guientes:

    Primer prrafo: un anuncio cuyo texto resulta de-masiado agresivo se ha reproducido sin ningunacortapisa.

    Segundo prrafo: es raro que nadie haya dadola voz de alarma.

    Tercer prrafo: sabemos que en el lenguaje publi-citario no son infrecuentes las licencias expresivas.

    Cuarto prrafo: parece que en la publicidad sepuede mentir siempre que esa mentira nos com-plazca.

    Ultimo prrafo: aunque somos conscientes de losembustes publicitarios, los creativos se empeanen recurrir a cualquier engao con tal de provo-car la compra de un producto.

    Con la colocacin de un nexo de unin entre algu-nas de las ideas, se puede configurar el prrafo deresumen:

    Un anuncio cuyo texto resulta demasiado agresivose ha reproducido sin ninguna cortapisa, y es raroque nadie haya dado la voz de alarma. Desdeluego, sabemos que en el lenguaje publicitario noson infrecuentes las licencias expresivas, pero pa-rece que en la publicidad se puede mentir siempreque esa mentira nos complazca. Y es que, aunquesomos conscientes de los embustes publicitarios, loscreativos se empean en recurrir a cualquier engaocon tal de provocar la compra de un producto.

    2 Se destacan en negrita las lneas en las que se con-centra ms informacin:

    La bestiaEl mundo se divide entre cazadores y presas. Unoscapturan y otros son capturados. Unos tienden su tela

    de araa y otros caen en ella. As, a primera vista, us-tedes podrn creer que esta cita est extrada de algntexto de ideologa delirante, de aquella que abundabaen pocas de mal recuerdo y hoy todava reproducenciertos marginales extremistas. Pero no es as. Se tratade un texto publicitario que sirve para promocionaruna cmara fotogrfica. El anuncio, encabezado poraquellas frases, ha sido desplegado a toda pgina en re-petidas ocasiones en los peridicos. Es muy probableque ustedes lo hayan visto. [...]

    No tengo ni idea si el mencionado anuncio ha me-recido la atencin de las instituciones que velan contrala discriminacin y el racismo. Nadie, desde luego, loha prohibido, a juzgar por su permanencia en los me-dios de comunicacin. Con todo, no deja de ser cho-cante que ninguna voz de nuestra democracia seescandalice ante el hecho de que el mundo se dividaentre cazadores y presas, de modo que unos cazan yotros son cazados. Esta constatacin didctica debe-ra despertar cierta alarma. Pero al parecer nadie seextraa si encuentra en su peridico, y a toda plana,esta declaracin de principios.

    Una primera explicacin es que se trata de un re-curso publicitario, y ya se sabe, al lenguaje de la publi-cidad se le permiten licencias que jams permitira-mos en otros lenguajes. Si un poltico proclamara queel mundo se divide entre cazadores y presas lo tacha-ramos inmediatamente de fascista; si un periodista, enun editorial, opinara que estamos en esta vida paracazar o ser cazados sera probablemente expulsado desu peridico. Especialmente, claro, de utilizar el tonoapologtico del anuncio que nos ocupa.

    A la publicidad, en cambio, se le supone una di-mensin de encantamiento colectivo que justifica casitodas las afirmaciones. Es algo as como un cocktail deinformacin, camuflaje, sugestin y embuste; lo maloes que acostumbramos a ignorar los autnticos ingre-dientes que forman el combinado. Aparentemente, ala publicidad [...] se le otorga una cierta va librepara el manejo de la mentira, con tal de que estamentira sea encantadora.

    7

    Consejos previos sobre la lectura

    1

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  • TEXTO Y COMENTARIO

    8

    Al fin y al cabo, alguien se toma en serio los men-sajes de la publicidad? Alguien cree verdaderamenteque para cuidar su ego debe comprar un coche? Comoa la industria publicitaria no son recursos econmicoslo que le faltan, sus creativos una denominacin mo-desta reproducen para los consumidores cualquiercondicin virtual: seremos msticos, budistas, guerre-ros, ingenuos, vanguardistas o lo que quieran que se-amos, siempre que compremos lo sutil o grosera-mente anunciado.

    3 apologtico: que trata de defender o de alabar in-tensamente a alguien o a algo. En este contexto serefiere a la rotundidad con que se manifiesta en elanuncio nuestra condicin de cazadores o de caza-dos. Se destaca de ese modo nuestro lado ms sal-vaje, ms primario o ms agresivo.

    ego: en este contexto es sinnimo de autoestima.

    4 a) esta constatacin didctica: es un sintagma concierto grado de irona, pues se refiere a la afirma-cin inmediatamente anterior, en la que los habi-tantes de este mundo quedan sencillamente agru-pados en cazadores y presas. Es una explicacinmuy sencilla de nuestro mundo, porque se en-tiende con facilidad, pero no resulta adecuada.

    b) se le supone una dimensin de encantamientocolectivo: quiere decir que la publicidad tienecapacidad para embelesar a una parte impor-tante de la poblacin.

    c) una denominacin modesta: se refiere a la deno-minacin creativos con la que se designan a s mis-mos los diseadores de los mensajes publicitarios,porque su intencin es crear ilusiones virtuales enquienes contemplan sus anuncios. Para el autor re-sulta precisamente poco modesto calificar de cre-ativos a quienes sencillamente urden falsedades.

    5 La valoracin del autor sobre la publicidad es clara-mente negativa. En el penltimo prrafo la definecomo un cocktail que incluye el camuflaje y el em-buste, y en la ltima oracin resalta el engao a quela publicidad nos somete con tal de que compremoslo que se anuncia de un modo grosero.

    6 Da la impresin de que a la publicidad se le permitementir, siempre que esa mentira sea capaz de cauti-varnos o de seducirnos.

    7 Son dos trminos que tienen un lexema comn y, portanto, pertenecen a la misma familia. Sin embargo,su significado vara notablemente. El encantamientocolectivo se refiere al modo en que el pblico aceptael engao de la publicidad, mientras que con el ad-jetivo encantadora se aaden matices como maravi-llosa, fascinante y simptica.

    Se trata, pues, de un pequeo juego de palabrasque, partiendo de un mismo lexema, aportan signi-ficados distintos.

    8 En ese apartado aparecen algunos ejemplos paraexplicar el proceso. En dicha explicacin se indicaque la lectura del ttulo ofrece, por s misma, una su-gerencia del contenido del artculo, y que ademsparece razonable que a partir de dicha sugerenciapodamos inferir alguna otra informacin. Esa suge-rencia y esa inferencia son ideas que surgen en ellector y lo hacen antes de que se lance a leer todoel texto. Es como si se anticipase a lo que va a leer.Por eso lo compara con el escritor, ya que ste s esconocedor de las ideas sobre las que va a escribirantes de transformarlas en palabras.

    9 Se dice en el apartado Prelectura:

    Sea cual sea el resultado de esta lectura, habrpuesto en marcha nuestra enciclopedia cultural, esdecir, todo nuestro bagaje de conocimientos anterio-res; y aunque haya sido de una manera poco cons-ciente, de un modo muy intuitivo, nuestra mente ha-br elaborado al menos una hiptesis acerca delcontenido del texto.

    Este prrafo se relaciona directamente con la afirma-cin de A. Manguel cuando dice que en el lectorsurge un recuerdo de algo que l ya conoca, es decir,todo nuestro bagaje de conocimientos anteriores.

    10 En el captulo se dice que en la lectura completa ellector no puede limitarse a descifrar slabas o reco-nocer palabras, sino que debe interpretar prrafoscompletos.

    En el texto de Juan Manuel de Prada se aade la re-ferencia a las posibilidades retricas del lenguajecomo un recurso que es preciso manejar con solturapara captar significados que no aparecen de unmodo explcito en el texto, como las ironas, los ca-lambures, las sinestesias o las alegoras.

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  • 9Para practicar (pgs. 17-18)

    1 En el primer texto destacan dos aspectos: en primerlugar, la equiparacin del viejo con un perro o conuna planta, ya que las tres figuras tienen un tamaosimilar e idntico color, y su contexto tambin es elmismo; en segundo lugar, el aislamiento, ya que lastres figuras se presentan confinadas, encerradas ensu propio balcn y, adems, el anciano y el perromiran en sentidos opuestos.

    En el segundo texto se recoge tambin la idea de laconsideracin del anciano como un objeto ms,pero se incide en el abandono social que padece.

    En el tercer texto se destaca el desvalimiento del an-ciano, as como la ingratitud y el desprecio que do-minan en nuestro trato hacia las personas de edadavanzada.

    2 S. Se trata de una comparacin, ya que la ilustra-cin se compone de tres imgenes. Son tres siluetasque estn situadas en un contexto casi idntico:todas en un balcn, todas aisladas, todas en un es-pacio pequeo y todas tras unos barrotes. Es inevi-

    table concluir que la situacin del anciano es igualque la de una planta o a la de un perro.

    3 Son dos las frases que pueden servir como leyen-da tanto de la ilustracin del texto A como de ladel B:

    ... los ancianos carecen de fuerzas para protes-tar y terminan muriendo tan calladitos dentro delencierro de sus casas;

    les ninguneamos y les aparcamos fuera denuestra vista.

    Ambas frases sirven porque tanto la primera comola segunda ilustracin reflejan la situacin de sole-dad y abandono de los viejos.

    4 Tanto en la cita como en el captulo se habla de lanocin de texto. En la cita, adems, se aaden dosconceptos: en primer lugar, se indica el sentido eti-molgico del trmino, y en segundo lugar, se insisteen la necesidad de que el lector o lectora participede una manera activa en el texto, de que cooperepara que lo que est leyendo pueda ser reconocidocomo un texto con sentido unitario.

    Qu se considera un texto?

    2

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  • 10

    Para practicar (pgs. 22-23)

    1 En el primer texto, el trmino quiz s acta comoanunciador de la idea fundamental, que en este casopuede formularse del siguiente modo: el uso del te-lfono mvil todava no se ha integrado dentro delas actuales formas de respeto social.

    En cambio, en el segundo texto la idea principal seencuentra en el segundo prrafo: nada nos protegede la contaminacin acstica que provoca el uso in-discriminado del telfono mvil. En este artculo, lapalabra quiz inicia una conclusin reflexiva so-bre la personalidad del personaje que se retrata alo largo de los prrafos segundo, tercero, cuarto,quinto y sexto.

    2 Las ideas fundamentales de ambos textos se centranen las molestias que provoca la utilizacin indiscrimi-nada de los mviles, pero en el primero la formula-cin se queda en un lamento por la prdida de lasantiguas buenas costumbres sociales, mientras queen el segundo se apela a la actuacin de las autori-dades pblicas para que intervengan o regulen lacontaminacin acstica que conlleva el uso de losmviles en pblico.

    3 El maleducados del primer texto tiene su correspon-dencia en las siguientes expresiones del segundo:desaprensivo, gesto desabrido, su indignacin.

    Las llamadas vociferantes y absolutamente superfluasse relacionan con las siguientes palabras o expresio-nes del segundo: gritn, a grito limpio.

    4 En el primer texto, los maleducados aparecen en plu-ral, sin mayor descripcin de su comportamiento,salvo la referencia al elevado volumen de su voz y ala banalidad de su dilogo. En el segundo artcu-lo, la mayor parte del texto es una descripcin por-menorizada del comportamiento de uno solo de esosmaleducados, que se propone como retrato de todosaquellos que se comportan de modo similar. Por ello,el segundo texto es mucho ms rico y ms preciso enla definicin del personaje maleducado.

    Para practicar (pgs. 26-28)

    1 De los cuatro textos, el que tiene un carcter mssubjetivo es el titulado La chica del metro. La autoraha adoptado el punto de vista de la chica agrediday ha construido el artculo como si la chica mismafuese la propia escritora. Por eso, el yo que aparececomo la primera persona de las formas verbales noes el de la autora, sino el de la joven protagonista.De este modo se muestra exclusivamente el punto devista de la chica.

    El segundo lugar lo ocupa el texto titulado Yo soy ra-cista, y el tercero, el texto El kfir.

    El texto que tiene un carcter ms objetivo es el titu-lado Juicio rpido y eficaz. En ningn momento sepercibe la presencia del autor. De hecho, se trata deun editorial y, por tanto, no hay una firma individual,sino que se refleja la opinin del consejo editorialdel peridico.

    2 El texto que presenta un lenguaje ms coloquial esEl kfir. La ausencia de cultismos y la sintaxis sen-cilla son dos rasgos que lo sitan cerca de este tipode lenguaje.

    El artculo que se aleja ms del lenguaje coloquial esJuicio rpido y eficaz. Contiene bastantes trminosy expresiones propias del lenguaje jurdico y portanto alejadas de los usos coloquiales. Por ejemplo:decretar, integridad fsica, velar, lega en leyes, o lavista no debe demorarse.

    3 La idea principal que ofrece El kfir se recoge enuna sola frase del texto: ... nuestro sistema pedag-gico y nuestro Cdigo penal son los ms benignosdel mundo.

    La idea principal de Juicio rpido y eficaz es quela justicia no puede pronunciarse segn lo que de-mande la opinin pblica, pero s debe ser rpidaen su respuesta, sobre todo cuando la pena nopuede ser muy elevada, como en el caso que nosocupa.

    Hay una parte coincidente entre ambas ideas, ya

    Rasgos de un texto

    3

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  • CAPTULO 3

    11

    que en el primer texto se afirma que el Cdigo penales demasiado benigno y en el segundo se recono-ce que como respuesta a la agresin del joven, lapena que prev el Cdigo penal no podr superarlos dos aos de prisin.

    4 El rasgo literario que se presenta con mayor abun-dancia es el uso de la metfora. Algunos ejemplosson: el tren que discurre con rumor de marea, susordo eructo de patadas, una espuma que la idio-tez golpea, un cristal a merced de un portazo vio-lento.

    Es notable, tambin, el paralelismo sintctico: queaguarde, que me humille, que me esconda.

    A lo largo del primer prrafo se percibe, adems,

    una cadencia rtmica que combina secuencias desiete y de cinco slabas.

    5 Se cumple plenamente, ya que el apartado conclu-sivo est compuesto por el ltimo prrafo, que ocupalas siete ltimas lneas, y que enuncia la idea funda-mental: llegar a ser una persona es un proceso en elque los impulsos ms violentos quedan progresiva-mente anulados.

    6 El contenido de esta cita enlaza con el apartadoAdecuacin sobre todo en lo que respecta a losusos sociales del lenguaje y a la decisin que toma elemisor a la hora de optar por una de las diversas po-sibilidades de enunciacin de un mismo mensaje, yaque puede utilizar un registro lingstico u otro.

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  • 12

    Para practicar (pgs. 32-33)

    2 En el texto Los nios son ms listos que nunca se rei-teran las siguientes ideas:

    El conocimiento se aprende en las superficies delplano audiovisual. (segundo prrafo)

    Ahora se aprende por la superficialidad de lavista y el odo. Se aprende panormicamente.(tercer prrafo)

    Lo relevante ahora es el saber extensivo, mltiple,en superficie. Ahora todo el saber que de verdadimporta se encuentra en las pantallas. (cuarto p-rrafo)

    Resumen: El principal modo de conocimiento de losadolescentes actuales es el que obtienen a travs delas pantallas, que ofrecen informaciones diversas,mltiples, copiosas y poco cohesionadas.

    3 a) diagnstico: reconocimiento de una enfermedadmediante sus sntomas.

    b) sustantivamente: esencialmente, fundamentalmente.

    c) abigarradamente: sin orden.

    d ) polarizadamente: concentrndose en algo con-creto.

    e) indolencia: insensibilidad.

    f ) pandmica: relativa a la pandemia, enfermedadmuy extendida.

    4 Como ya hemos comentado ms de una vez, no meconsidero una feminista al uso o, en todo caso, soyposfeminista. En otras palabras, creo que si bien en elTercer Mundo a las mujeres an nos queda mucho ca-mino por andar y muchas batallas por ganar, en el Pri-mer Mundo no veo necesario continuar teniendo unaactitud beligerante que eche ms lea a la ya de por smuy inflamable hoguera de la guerra entre los sexos.Dicho esto, considero tambin que pervive un ma-chismo residual muy difcil de erradicar y en el quevale la pena detenerse para ver en qu consiste. Hacems de un ao escrib un artculo titulado Y de no-

    vios, qu? en el que sealaba cmo, a pesar de que lasmujeres hemos alcanzado un papel importante en lasociedad, de alguna manera el xito de una mujer sesigue midiendo por parmetros muy arcaicos. As,cuando una mujer triunfa en su carrera, enseguidasurge alguna vocecilla estpida que seala: S, s,guapa, eres directora general, pero y de novios,qu?, como dando a entender que una mujer nopuede sentirse realizada y feliz a menos que tenga unapareja. Y es que, nos guste o no, la sociedad sigue con-siderando que el xito de una mujer est ms en el m-bito de lo privado que en el de lo pblico, lo queexplicara por qu se les da tanta cancha a esas seori-tas perfectamente ociosas e intrascendentes quevemos, monsimas ellas, en las revistas del corazn ycuyo nico mrito es haber pescado un marido aris-tcrata o famoso.

    5 Como ya hemos comentado ms de una vez, no meconsidero una feminista al uso o, en todo caso, soyposfeminista. En otras palabras, creo que si bien en elTercer Mundo a las mujeres an nos queda mucho ca-mino por andar y muchas batallas por ganar, en el Pri-mer Mundo no veo necesario continuar teniendo unaactitud beligerante que eche ms lea a la ya de por smuy inflamable hoguera de la guerra entre los sexos.Dicho esto, considero tambin que pervive un ma-chismo residual muy difcil de erradicar y en el quevale la pena detenerse para ver en qu consiste. Hacems de un ao escrib un artculo titulado Y de no-vios, qu? en el que sealaba cmo, a pesar de que lasmujeres hemos alcanzado un papel importante en lasociedad, de alguna manera el xito de una mujer sesigue midiendo por parmetros muy arcaicos. As,cuando una mujer triunfa en su carrera, enseguidasurge alguna vocecilla estpida que seala: S, s,guapa, eres directora general, pero y de novios,qu?, como dando a entender que una mujer nopuede sentirse realizada y feliz a menos que tenga unapareja. Y es que, nos guste o no, la sociedad sigue con-

    Anlisis de los rasgosde coherencia

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  • CAPTULO 4

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    siderando que el xito de una mujer est ms en el m-bito de lo privado que en el de lo pblico, lo que ex-plicara por qu se les da tanta cancha a esas seoritasperfectamente ociosas e intrascendentes que vemos,monsimas ellas, en las revistas del corazn y cuyonico mrito es haber pescado un marido aristcratao famoso.

    6 En el mundo occidental, la igualdad entre el hombrey la mujer en el mbito social es casi un hecho. Noobstante, se mantienen ciertas tendencias machistas,como la de considerar que el triunfo social de unamujer no tiene valor si no ha triunfado tambin en elmbito privado.

    Para practicar (pg. 37)

    1 En este caso, el ttulo s est relacionado con el tema,aunque su enunciacin no es lo bastante precisacomo para conocer el alcance de su significado. Poreso se precisa la lectura de al menos los dos primerosprrafos para reconocer el significado pleno del ttulo.

    2 En ms de una ocasin le he reprochado a este peri-dico su pusilanimidad en algunas cuestiones, sobretodo en la acoquinada observancia de las represorasleyes polticamente correctas, por utilizar un tr-mino innoble pero ya consagrado. Cada vez que a ElPas se lo acusa de inventar o insertar un anuncio quemolesta a algn colectivo, el diario se apresura a reti-rarlo y a darse golpes de pecho, tengan o no raznquienes protestan. Lo mismo hacen los anunciantes,los redactores, el Defensor del Lector y, en un mbitoya ms amplio, la sociedad en su conjunto. Hace yatiempo que los individuos susceptibles y los colecti-vos quisquillosos descubrieron la enorme eficacia deponer el grito en el cielo, con motivo o sin l. Quehaya gente as no es nuevo ni sorprendente: per-sonas vigilantes, con mentalidad policial, a la defensi-va, que rastrean diariamente la prensa a la bsquedade infracciones, predispuestas a saltar y a denunciary a indignarse, a detectar actitudes o frases supues-tamente machistas, sexistas, racistas, xenfobas, degra-dantes, inmorales, antinacionalistas, acosadoras, ho-mfobas [].

    Lo que s es sorprendente y relativamente nuevoes que las personas razonables y no histricas se achan-ten con tanta facilidad ante el viejo truco de poner elgrito en el cielo. Yo echo de menos la capacidad deplantarse ante las exageraciones y los bramidos y lasdistorsiones. [] A cualquiera puede molestarle uofenderle algo, pero ah entramos en un terreno im-posible, el de la subjetividad de cada uno, y no sepuede estar haciendo caso menos an obedeciendo

    a las infinitas subjetividades del mundo, sobre todo aaquellas tan en permanente insatisfaccin y guardiaque considerarn siempre pocas las concesiones quelos achantados les vayan haciendo. No se debe inten-tar contentar a quienes nunca se van a dar por conten-tos, era un viejo adagio de mi difunto padre que meparece acertado. Y sin embargo nuestras sociedadesestn resueltas a desorlo y a hacer lo contrario, a sa-biendas de que hay sujetos, [] a los que nada nuncales parecer bastante. []

    Demasiada gente est hoy convencida de que, siarma suficiente estrpito y se comporta desmedida-mente, acabar salindose con la suya, porque esas ac-titudes asustan a unas sociedades pusilnimes y me-drosas a las que da pnico ser tildadas de cualquiercosa mal vista, aunque las acusaciones vengan de indi-viduos sin autoridad moral y nada ecunimes, cuandono de cabestros. Ese es uno de nuestros problemas:que ya no se tiene en cuenta quin acusa, ni su capaci-dad o incapacidad para hacerlo, su objetividad o sub-jetividad, su imparcialidad o parcialidad posibles. Loque nuestro mundo ms teme es verse vociferadopor quien sea, cuando todos sabemos que algunas vo-ciferaciones, segn de quienes vengan, no haran sinohonrarnos y confirmarnos nuestra buena senda. Estediario, y nuestras sociedades, antes de echarse a tem-blar cada vez que se los tacha de algo vergonzoso omalo, deberan echar un vistazo a los tachadores yjuzgar en consecuencia. En muchas ocasiones se tran-quilizaran y veran que lo nico sensato sera hacer loque casi nunca hacen: caso omiso.

    A la vista de las zonas donde se ubican las ideas im-portantes del texto, se cumple aqu que los concep-tos ms relevantes aparecen en los inicios o en losfinales de prrafo.

    3 No hay que responder a algunas acusaciones dehaber vulnerado las normas de lo polticamente co-rrecto, ni siquiera hay que inmutarse. Simplementehay que hacer caso omiso de ellas, sobre todocuando provienen de personas con escasa autori-dad moral.

    Para practicar (pgs. 41-42)

    1 Texto ALlega una nueva serie de televisin []. Rizando elrizo de la venta al por mayor de la violencia, el prota-gonista es un psicpata encantador, un sdico la mar desimptico que busca la complicidad del espectador.Para endulzar la despampanante orga de sangre, atro-cidades perversas y refinada saa, este agradable ase-sino en serie slo mata a los malos, es decir, a aquellos

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  • TEXTO Y COMENTARIO

    14

    que a su vez son asesinos. Por cierto que no acaba conellos por hacer justicia, sino porque disfruta haciendosufrir. Ya digo que es un sdico. No pude terminar dever ni siquiera un captulo, as de repugnante es el pro-ducto. Segn un informe del Centro Reina Sofa parael Estudio de la Violencia, los nios espaoles pasanfrente al televisor 930 horas al ao, por 900 que estnen el colegio. Cada hora ven entre cinco y diez actosviolentos, y est demostrado que cuanta ms violenciatelevisiva han visto, ms agresivos son a los dieciocho.Se me ocurre que este nuevo carnicero dejar su hue-lla en grandes y chicos.

    En los aos setenta, las pelculas que ofrecan dosismasivas de violencia bajo la tenue justificacin de unjusticiero solitario que mataba malos, como Harry elSucio, eran consideradas reaccionarias. Hoy, en cam-bio, se dira que el sadismo est de moda, con el agra-vante de que ahora las carniceras son infinitamentems perversas y realistas. Hoy Quentin Tarantino sacaen primer plano cmo torturan a un tipo rebanndolela oreja lentamente y a todos los modernos les pare-ce la bomba. Y lo mismo sucede con este nuevo hroetelevisivo cruel y morboso: qu guay, un matarife psi-coptico. Diversin a tope.

    Explotar el sadismo para obtener ms share se con-sidera de lo ms normal, forma parte de ese fofo valetodo en el que vivimos. A m, sin embargo, me re-pele: debo ser una antigua.

    Texto BNo slo los objetos que adquirimos tienen una vidacada vez ms efmera. Tambin las relaciones laborales,de amistad y de pareja. Una sociedad donde resultams econmico y gratificante reponer que reparar de-bilita la solidaridad social y provoca una creciente fra-gilidad en los lazos y vnculos humanos.

    [] El eminente socilogo Zygmunt Bauman, unode los mximos exponentes del debate sociolgico ac-tual, habla del amenazante debilitamiento de la solida-ridad social y sostiene que ste provoca una crecientefragilidad de los lazos humanos.

    Acua un trmino nuevo para los vnculos quesostienen las relaciones humanas: Liquid love (amorlquido). El amor lquido es la consecuencia de una so-ciedad lquida: Lo que nos gustara es poner en cadarelacin personal un cartel de que se trata de un com-promiso, pero hasta nuevo aviso.

    Hagamos un repaso por los diferentes tipos de re-laciones humanas que se establecen para demostrarhasta qu punto esto es as.

    [] Conexiones en lugar de relaciones. Baumanpone como ejemplo una situacin cotidiana: en el tren,

    un pasajero habla sin parar por su telfono con susseres queridos. Esas conversaciones han dejado de serlos prolegmenos de otras que se producirn cara acara al llegar para convertirse en sustitutas de ellas. Nosconectamos en lugar de relacionarnos. La idea de re-lacin tiene hoy da negativas connotaciones, pues setrata de una unin con un cariz de atadura, de grilletede prisin. La gente prefiere conectarse que relacio-narse porque multiplica el universo de relacin, dandolugar a las denominadas redes. En la actualidad es msdeseable pertenecer a una red que tener un buen amigo.Ralph Waldo Emerson escribi que cuando uno patinasobre hielo fino, la salvacin es la velocidad.

    Cuando la calidad no es suficiente, tendemos a sus-tituirla por la cantidad. En lugar de relacionarnos conpocos, nos conectamos con muchos. Eso nos da msseguridad. Queremos amigos, pero no el compromisode la amistad. Y conectarse en redes es una buena so-lucin porque menor compromiso implica tambinmenor riesgo.

    2 El modelo estructural general en el primer texto es sin-tetizante. Su idea principal se encuentra en el ltimoprrafo, donde se seala que en los medios de co-municacin cualquier mtodo vale para incrementarla audiencia, aunque sea a costa de emitir numero-sos programas con imgenes violentas.

    El segundo texto ofrece un modelo estructural gene-ral analizante, ya que es en el primer prrafo dondepropone su tesis: las relaciones humanas en nuestrasociedad actual son cada vez ms dbiles.

    3 a) La ausencia de una slida escala de valores enla sociedad actual ha provocado que se lleguea utilizar la abundancia de imgenes violentascomo un medio ms para incrementar la audien-cia en los medios audiovisuales.

    b) La facilidad con la que nos incluimos en las redessociales que posibilita Internet nos mantiene co-nectados con muchos amigos, pero con una re-lacin superficial que carece de la profundidadde una verdadera amistad.

    4 rizando el rizo: exagerando an ms. solidaridad social: la ayuda entre las personas

    que pertenecen a la misma sociedad. negativas connotaciones: provoca una respuesta

    negativa. un cariz de atadura: una apariencia de estar

    amarrado.

    Para practicar (pg. 44)

    1 Puede fragmentarse este artculo en tres secuencias.La primera comprende las 12 primeras lneas. En

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    ellas se habla del enfoque de los numerosos librosque pretenden ser una ayuda para alcanzar la feli-cidad, se cita una frase de la Declaracin de Inde-pendencia de los Estados Unidos en la que semenciona precisamente la felicidad, y se alude alengao a que ha conducido la interpretacin dedicha frase.

    La segunda parte, la ms extensa, abarca desde lalnea 12 hasta la 66. En ella se seala que la felici-dad es algo que preocupa nicamente en las socie-dades ricas, donde, adems, la persecucin delbien material es constante porque las personas com-paran sus posesiones con las de los ms pudientes,ya que stos se muestran de forma insistente en latelevisin.

    La ltima secuencia es la comprendida entre la lnea66 y el final. En ella, la autora trata de ajustar el sig-nificado de esa bsqueda de la felicidad y proponeque no centremos nuestra atencin exclusivamenteen compararnos con aquellos que disfrutan de gran-des riquezas. Es preferible valorar aquello de lo quedisponemos realmente.

    2 Ideas principalesLa mayora de los muchos libros que, segn sus auto-res, nos ayudan a encontrar la felicidad hace siempreuna alusin admirativa y tambin agradecida a Tho-mas Jefferson. Como ustedes saben, l fue el responsa-ble de que en la Declaracin de la Independencia delos Estados Unidos se incluyeran como derechos in-alienables del ser humano la vida, la libertad y la bs-queda de la felicidad. Magnfica frase, sin duda [...],pero su ltima parte la bsqueda de la felicidad hacreado un malentendido que, a mi modo de ver, resultanegativo. Primero, me gustara decir que la bsquedade la felicidad es un problema que preocupa slo asociedades que ya de por s son bastante felices.Como es lgico, para quienes estn penando por darde comer a sus hijos o por evitar ser vctimas de la in-justicia, de la enfermedad o de la muerte su meta es so-brevivir [...]. En otras palabras, son felices porque eseda han logrado un pedazo de pan que llevarse a la bocao porque han evitado a sus hijos un gran peligro. Enlas sociedades ricas, en cambio, la felicidad es un fin.La mayora de nosotros, cuando nos preguntan qu eslo que ms deseamos en esta vida, respondemos queser felices. Y ser feliz en el mundo opulento est casisiempre relacionado con lo que tenemos y, ms an,con lo que tienen los dems. Antes, [...] nos meda-mos con nuestros pares y con las personas de nuestroentorno. As, podamos pensar, por ejemplo, que ra-mos ms o menos guapos, ricos o inteligentes que el

    vecino del quinto o que el farmacutico de la esquina[...]. En cambio, ahora, en la era de la informacin [...]nos medimos con lo que vemos en la tele y en el cine.Nos comparamos, por tanto, no con la vecina delquinto, sino con Angelina Jolie; no con el farmacu-tico de la esquina, sino con Bill Gates []. Estos mo-delos inalcanzables, estn ah y esa sola circunstanciacrea un nivel de exigencia personal y tambin de deseoque no es el que tenan nuestros abuelos. Por todoesto, a mi modo de ver, el hecho de que los librillos deautoayuda que tanto infestan nuestras vidas digan []que la felicidad es un derecho no hace ms que aadirlea a la hoguera de nuestra insatisfaccin. Conscienteo inconscientemente, lo que esas publicaciones inten-tan hacernos creer es que la felicidad nos es debida, quela merecemos y que, en una sociedad abierta, est alalcance de todos. Para empezar, el primer error resideen una falsa interpretacin de la frase de Jefferson. lnunca dijo que tuviramos derecho a la felicidad, sinoa su bsqueda, lo que implica no una actitud pasiva,sino una muy activa. [...] Despus, est el asunto de lascomparaciones. Otra de las falacias de la sociedadmoderna es la de hacernos creer que podemos llegara ser Alguien, con maysculas. No, ni vamos a serAngelina Jolie, ni Bill Gates []; de modo que no valela pena perder ni un momento de felicidad en eso. Ypor fin est el tema ms peliagudo de todos: el de quela felicidad est no en contar lo que uno no tiene,como hacemos todos en esta sociedad ricachona ycaprichosa en la que vivimos, sino en contar precisa-mente lo que s tenemos. Porque sa es la gran para-doja del ser humano: cuanto ms tiene, ms echa enfalta aquello de lo que carece; y cuantas ms carencias,ms aprecia lo que tiene. Pequeas compensacionesque hacen pensar que no todo es tan injusto en estavida...

    TemaEn las sociedades econmicamente pudientes la bs-queda de la felicidad debe partir de la conscienciade lo que poseemos, no de la comparacin de nues-tra situacin con el lujo de las grandes fortunas.

    ResumenNuestra sociedad nos ha hecho asumir tres falacias:la primera es que tenemos derecho a la felicidad; lasegunda es que todos podemos llegar a ser alguiensocialmente importante, y la tercera es que cuantosms bienes materiales tengamos, ms cerca estare-mos de la felicidad.

    En realidad, aquello a lo que tenemos derecho noes la felicidad en s misma, sino la bsqueda de la

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    felicidad, lo que conlleva una actitud ms activa quepasiva. Por otro lado, ms que estar pendientes delo que no tenemos por comparacin con algunospersonajes que se exhiben en los medios de comu-nicacin conviene fijarse en lo que ya poseemos.

    Para practicar (pgs. 55-57)

    1 Texto AMucho se habla de la sociedad de la informacin y delconocimiento, pero no tengo la menor duda de quenada se puede comprender acerca de nuestras actitudesy comportamientos sociales actuales sin conocer losgraves niveles de desinformacin y confusin en los quevivimos. [] Quizs sepamos algo de lo que conoce-mos, pero ignoramos casi todo de la confusin en laque vivimos.

    La mayor y ms extendida confusin es creerque en nuestras decisiones prima una relativa buenainformacin, gracias a la facilidad de su acceso y asu rpida circulacin. Pero la existencia de una po-tente red de medios de comunicacin no slo no es ga-ranta de informacin de calidad, sino que es la quepermite ocultar los altos niveles de confusin. Por unaparte es as porque su presencia simula una alta circu-lacin de informacin mientras disimula su escasaeficacia. Pocos investigadores se dedican a estudiar losfracasos en la recepcin de la informacin, quizs unade las mayores formas de creacin de desigualdad so-cial en nuestros das. La mayor parte de los anlisissobre televisin, por poner un ejemplo, se ocupan slode estudiar los mensajes enviados por la red, conside-rando que son comprendidos tal cual se emiten. Encambio, no suelen poner el acento en las formas de re-cepcin de tales mensajes y en lo que queda de ellosen nuestra conciencia e inconsciente, si es que quedanada ms all de ideas inconexas, para bien y para mal.

    Por otra parte, la tupida red de comunicaciones es,en s misma, causa de confusin. No es que existancontradicciones entre distintos medios, sino que en unsolo medio de comunicacin suelen circular mensa-jes absolutamente contradictorios, todos ellos contodas las marcas de veracidad a las que se recurre con-vencionalmente para darles credibilidad. [] No des-cubro ni digo nada nuevo, claro. Slo aado quequizs habra que considerar las consecuencias que sederivan de vivir en un mundo tan dramticamenteconfundido, y no seguir cantando las excelencias deuna sociedad de la informacin y el conocimiento in-existente para la mayora. []

    Una visin ingenuamente optimista supondra quela ignorancia es un no saber que se resuelve cono-ciendo. Pero [] dada la cantidad de falsos mensajes

    que circulan, nunca como ahora conocer ha sido dis-cernir. Y para discernir hace falta criterio. Es por esarazn por lo que es tan difcil tener esperanzas depoder salir del guirigay comunicativo actual. []

    No crean que con este artculo intento escapar delcomentario de actualidad. Todo lo contrario: es la ac-tualidad la que me sugiere que es el mar de confusinen el que estamos nadando el que permite el ejerciciodel poder ms absoluto. [] Quizs habra que ha-blar menos de la sociedad red y hablar ms de la so-ciedad laberinto. Quizs el tema que hay que investi-gar sea la democratizacin de la ignorancia.

    Texto BZeus solt dos guilas desde los dos extremos de laTierra y stas, volando a la misma velocidad, se cruza-ron en Delfos, sealando as el centro de la Tierra. Allsitu una piedra llamada onfalos (ombligo) y consa-gr un templo en honor a su esposa Gea. Su hijoApolo luch en aquel lugar contra una monstruosaserpiente pitn. Tras derrotarla, construy all su orcu-lo. Peregrinos de toda Europa acudan al orculo deDelfos para que se les leyera el futuro.

    Apolo les hablaba a travs de una vidente llamadaPitonisa (en honor a la derrotada serpiente pitn).

    Tras recoger las preguntas de los visitantes, Pito-nisa se inclinaba sobre una grieta de la que emanabaagua sagrada y, tras inhalar los vapores divinos, en-traba en una especie de trance y emita sonidos inco-herentes que los sacerdotes del lugar interpretabanpara el cliente. ste, tras pagar la tarifa pertinente, re-ciba la respuesta en forma de verso.

    El xito del orculo de Delfos se deba en gran me-dida al hecho de que normalmente las prediccioneseran tan suficientemente vagas que raramente se in-cumplan. La incapacidad de hacer predicciones serias,sin embargo, qued demostrada cuando el templo fuedestruido por un maremoto que los sacerdotes no pu-dieron anticipar.

    Explico todo esto porque durante los primerosdas de cada ao recibo docenas de invitaciones (tele-visiones, radios, peridicos, almuerzos empresariales,revistas y e-mails de algunos de ustedes) instndome ahacer pronsticos sobre la bolsa, la inflacin, los tiposde inters, la burbuja inmobiliaria, el dlar o la tasa decrecimiento de la economa mundial durante el aoque empieza. Y es que todava son muchos los quecreen que los economistas somos profetas. Nada mslejos de la realidad.

    Es cierto que para tomar algunas decisiones porejemplo, para hacer un presupuesto se tienen que ha-cer previsiones de ingresos y de gastos futuros y que

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    esas previsiones van a depender de las circunstanciaseconmicas que rodean a la empresa, el Gobierno o lafamilia que est haciendo el presupuesto. Y s, tambines cierto que los expertos se han inventado diferentesmtodos estadsticos (ellos los llaman economtricos)para hacer predicciones econmicas. El problema esque slo funcionan cuando las cosas no cambian de-masiado. La razn es que todos los modelos econom-tricos de previsin utilizan los datos del pasado paravaticinar el futuro. Y, como ya he indicado en algunaotra ocasin, eso es como conducir un coche mirandopor el retrovisor: si la carretera es recta y no giras el vo-lante, no pasa nada y todo el mundo piensa que sabeslo que haces. Ahora bien, si giras cuando no hay curvao tiras recto cuando la hay, te vas directo a la cuneta yla gente se re de tu incompetencia. Eso es exactamentelo que pasa con los modelos economtricos de predic-cin, por ms sofisticados que sean.

    [] Mi trabajo como economista no es el de adi-vinar el futuro, sino el de diagnosticar problemaseconmicos y encontrar e implementar soluciones.Lo que s s seguro es que las predicciones que los me-dios de todo el mundo estn haciendo estos primerosdas del ao o bien son de una vaguedad que las haceintiles, o bien deben ser tomadas con extrema pre-caucin. La misma precaucin que tendramos si, enlugar de venir de complicados modelos economtri-cos, provinieran de una bola de cristal, del templummgico de un druida celta o de los vapores sagradosdel orculo de Delfos.

    2 Hacia la sociedad de la confusin: La abundan-te informacin y la velocidad a la que accedemos aella no son una garanta para estar bien informados.Slo con un buen criterio de seleccin podremosaprovechar la abundancia de informacin de los po-tentes medios actuales de comunicacin.

    El orculo de Delfos: Las predicciones en economaslo funcionan cuando el sistema es muy estable.

    3 A pesar de las apariencias, vivimos bastante desin-formados. Es cierto que los medios de comunicacinnos proporcionan muchos datos a los que llegamoscon gran facilidad, pero la recepcin no es tan claraporque son muchos los mensajes contradictorios, aunen un mismo medio, y porque no todos los mensajesque se emiten son comprendidos. As pues, la mayorparte de la informacin nos llega de manera muydesorganizada, por lo que es necesario disponer deun buen criterio para que todas las noticias que re-cibimos sean tiles.

    4 El modelo estructural general del primer texto es ana-lizante. En el primer prrafo se afirma de manera ro-

    tunda que la abundancia de informacin que nos fa-cilitan los medios de comunicacin nos ha sumido,paradjicamente, en un mundo confuso y altamentedesinformado. En los siguientes prrafos se justificaesta afirmacin inicial.

    5 El modelo estructural general es sintetizante. Es en elsexto prrafo en donde se muestra de manera expl-cita la idea principal: las predicciones en economason acertadas en muy contadas ocasiones y slocuando la economa es muy estable.

    La estructura general puede dividirse en tres secuen-cias. La primera la constituyen los cinco primerosprrafos, que componen una introduccin. En stase parte de un ejemplo de la mitologa griega (elorculo de Delfos) para mostrar el paralelismo queexiste entre las predicciones en el templo de Apolo ylas que realizan hoy en da no pocos economistas. Lasegunda secuencia se sita en el sexto prrafo,donde se especifica el limitado marco en el que pue-den ser vlidas las predicciones en economa. Por l-timo, la tercera secuencia la configura el ltimoprrafo, donde el articulista define cul debe ser lafuncin de un economista e insiste en la poca utili-dad de sus predicciones.

    El argumento principal se basa en la ejemplificacin,en la referencia al orculo de Delfos. Este argumentose usa para apoyar la idea de la escasa fiabilidadde los pronsticos en economa.

    En el texto, la tesis aparece formulada de maneraexplcita cuando se menciona que los modelos eco-nomtricos de prediccin nicamente pueden ser v-lidos a muy corto plazo y cuando la economa esmuy estable.

    6 a) en nuestras decisiones prima una buena infor-macin: disponer de buena informacin es el fac-tor principal para tomar una decisin acertada...

    b) marcas de veracidad: seales que indican quealgo es cierto.

    c) para discernir hace falta criterio: para deslin-dar las informaciones confusas y las acertadases necesario disponer de una buena formacinque nos permita reconocer unas y otras.

    d ) pagar la tarifa pertinente: realizar el pago quecorresponda.

    e) vaticinar el futuro: adivinar lo que va a suceder.

    f ) implementar soluciones: poner en funcionamien-to soluciones, aplicarlas.

    7 El contenido de esta cita est relacionado con el l-timo prrafo de la introduccin del apartado La es-tructura (pg. 38).

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    Dice esta cita que la lectura es un proceso activoentre el texto y el propio lector o lectora, ya que elprimero aporta y ste interpreta, y en la introduccinse menciona que la descripcin de la estructura in-terna es algo que se genera a partir de la interpre-tacin que el lector hace del texto.

    8 El contenido de esta cita puede relacionarse tambincon la introduccin del apartado dedicado a la es-tructura porque incide en la actividad lectora como unproceso muy activo por parte del lector. Adems,

    puede vincularse con el subapartado titulado El mo-delo estructural general (pg. 38), en el que se hablade las secuencias que componen un texto. En el se-gundo prrafo de este subapartado se indica que lafragmentacin de un texto es un proceso en el que ellector debe tratar de ponerse en el lugar del escritorcon objeto de intentar recomponer el esquema con elque confeccion su escrito. En la cita se indica queel lector debe fracturar, arrugar, y volver a coser eltexto.

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    Para practicar (pgs. 65-67)

    1 Fragmentos narrativos:Texto A: todo el tercer prrafo.El texto B carece de fragmentos narrativos.Texto C:La mujer estaba en el mercado, frente a un puesto depollos, esperando turno. Tendra unos treinta aos, noms, y a su lado tena un nio, seguramente su hijo, deunos seis aos. Era un da laborable, as que supu-se que el nio haba estado enfermo y aquel da sehaba quedado con su madre. Un nio enfermo en unda laborable es una de las mayores complicacionesque le pueden ocurrir a una madre, sobre todo si tra-baja. Supuse que aquella mujer haba pedido un per-miso especial en el trabajo o haba hecho malabarismoscon los horarios hasta conseguir que alguien la susti-tuyera (el padre del nio, me temo, rehua todas estascomplicaciones domsticas).

    El nio, aburrido por la espera en el mercado, co-rra de un lado a otro y se esconda entre las piernas delos compradores. Hubo un momento en que se per-di de vista, as que la mujer tuvo que salir a buscarlo.Volvi con el nio en la mano, sin decir nada y el ceocruzado por una arruga que tal vez era de cansancio ode hartazgo o de aburrimiento (o de las tres cosas a lavez). Vi que era una mujer bastante guapa, aunque es-taba claro que su belleza tena los das contados (y ellalo saba). Muy cerca de la frente tena ya un mechn depelo canoso. En cuanto lo vi, me acord de unos ver-sos de Jane Kenyon, una poeta norteamericana quepor alguna razn me recordaba a aquella madre, yaque una gran parte de sus poemas se inspiraban en ex-periencias domsticas: Soy el pelo ms largo, ya ca-noso / antes que los dems.

    Puede que aquel mechn canoso tuviera un origengentico, pero me dio la impresin de que aquel me-chn se deba a la vida que llevaba aquella madre. Noera difcil de imaginar: un trabajo que no le gustaba,

    un nio travieso y activo, una bsqueda incesante deasistentas que pudieran ocuparse de la casa y de suhijo, una pareja que procuraba escurrir el bulto a lahora de llenar la nevera o de llevar el nio al mdico,un piso sin pagar que no estaba donde a ella le hubieragustado que estuviese En fin, no creo que aquellamujer fuera muy distinta de otras muchas madres.Cuando le lleg el turno, su hijo se apart un poco yse fue a hablar con el panadero del puesto de al lado.La mujer compr pechugas de pollo y luego preguntel precio de unos huevos con bechamel. Al orlo, sacu-di la cabeza con un bufido de incredulidad. Estabaclaro que no poda permitirse aquel gasto, as que paglas pechugas, fue a recoger al nio (que segua con elpanadero) y se fue.

    Antes de que se perdiera por el mercado, mir porltima vez a aquella mujer del mechn de pelo gris. Denuevo record un poema de Jane Kenyon: Que vengala noche, y no temas. / Dios no nos deja sin consuelo./ Que venga la noche cuando quiera. Y con el eco deestos versos, que eran casi una oracin, le dese buenasuerte.

    Fragmentos expositivos:

    Texto ADe qu manera pueden verse alterados nuestros com-portamientos a partir de las creencias que tienen losdems sobre nosotros? Las expectativas favorablesque sobre nosotros tiene nuestro entorno de afectos yamistades pueden llevarnos a llegar ms all de lo queesperamos? O, por el contrario, cuntas veces ni lohemos intentado o nos ha salido mal, movidos por elmiedo al fracaso que otros nos han transmitido, por sufalta de confianza o por su invitacin a la resignacin yal abandono?

    No es descabellado afirmar que en cada da de nues-tras vidas suceden actos porque, consciente o incons-cientemente, estamos respondiendo a lo que las perso-nas que nos rodean esperan de nosotros, para lo bueno

    Anlisis de los rasgosde adecuacin

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    y para lo malo. Lo que los dems esperan de uno puededesencadenar un conjunto de acciones que nos llevenmucho ms all de lo que podemos imaginar, en lomejor y en lo peor. Este principio de actuacin a partirde las expectativas de los dems se conoce en psicologacomo el efecto Pigmalin.

    Tan curioso nombre nace de la leyenda de Pigma-lin, antiguo rey de Chipre y hbil escultor. En susMetamorfosis, Ovidio recre el mito y nos cont quePigmalin era un apasionado escultor que vivi enla isla de Creta. En cierta ocasin, inspirndose en labella Galatea, Pigmalin model una estatua de mar-fil tan bella que se enamor perdidamente de ella, hastael punto de rogar a los dioses para que la escultura co-brara vida y poder amarla como a una mujer real.Venus decidi complacer al escultor y dar vida a esaestatua, que se convirti en la deseada amante y com-paera de Pigmalin.

    Como en la leyenda, el efecto Pigmalin es el pro-ceso mediante el cual las creencias y expectativas deuna persona respecto a otro individuo afectan de talmanera a su conducta que el segundo tiende a confir-marlas. []

    Uno de los experimentos ms conocidos es el quellevaron a cabo en 1968 Robert Rosenthal y Lenore Ja-cobson, bajo el ttulo Pigmalin en el aula. El estudioconsisti en informar a un grupo de profesores de pri-maria de que a sus alumnos se les haba administradoun test que evaluaba sus capacidades intelectuales.Luego se les dijo a los profesores cules fueron, concre-tamente, los alumnos que obtuvieron los mejores resul-tados. [] Ocho meses despus se confirm que elrendimiento de estos muchachos especiales fue muchomayor que el del resto. Hasta aqu no hay nada sorpren-dente. Lo interesante de este caso es que en realidadjams se realiz tal test al inicio de curso. []

    Muchos otros estudios similares han confirmadoen los ltimos aos la existencia de este efecto que, porotro lado, es de puro sentido comn. Sin duda, la pre-disposicin a tratar a alguien de una determinada ma-nera queda condicionada en mayor o menor grado porlo que te han contado sobre esa persona. []

    En efecto, la perspectiva de un suceso tiende a faci-litar su cumplimiento. [] Y es que Pigmalin tieneuna explicacin cientfica: hoy sabemos que cuando al-guien confa en nosotros y nos contagia esa confianza,nuestro sistema lmbico acelera la velocidad de nues-tro pensamiento, incrementa nuestra lucidez y nuestraenerga, y en consecuencia, nuestra atencin, eficacia yeficiencia.

    Texto BLa televisin empez siendo un pasatiempo ms entreotros con los que los espaoles llenbamos los ratoslibres. Ahora es el pasatiempo por excelencia de casitodos, y el nico para muchos. En 2007 se ha batido,una vez ms, el rcord de consumo televisivo: 223 mi-nutos diarios por cada espaol. Ms cerca de las cua-tro horas al da que de las tres.

    Adnde vamos a parar si contina la tendencia?No lo s, pero desde 1990 el consumo diario de tele-visin se ha incrementado ms de cuarenta minutospor persona en Espaa. Ningn otro contenido deltiempo de ocio de los espaoles se le aproxima. Ni elcine, ni el deporte, ni la lectura a quin se le ocurre!ni los viajes nos atraen tanto como ver la tele. La pe-quea pantalla es la gran pantalla que domina nuestrasvidas. A travs de ella nos divertimos, nos informamosy nos formamos.

    A veces exclusivamente, lo cual, sin exageracin, dacierto miedo. No hace falta sealar con el dedo algunosprogramas de xito apabullante, pero la televisin, to-mada en dosis masivas y sin contrapesos, produce in-dividuos dotados de una informacin superficial,bsicamente pasivos, ayunos de instrumental crticofrente a la realidad y ahtos de valores efmeros y frivo-lones. Ms que ciudadanos, consumidores de todo loque les echen.

    El consuelo de algunos socilogos preocupadospor el estado mental de los espaoles era que el con-sumo de TV estaba en funcin de la meteorologa.Con el llamado buen tiempo se vea menos la tele y,por as decirlo, el ocio de los espaoles se normalizabay diversificaba. Escribo en pasado porque en este aoque recin acab los aumentos del tiempo de exposi-cin a la TV la expresin es para enmarcarla: comosometerse a los rayos ultravioletas se han registradoen abril, mayo, julio, agosto y septiembre; es decir,cuando tericamente apetece salir a la calle en lugar deapoltronarse frente al aparato. Y los que ms se hanexpuesto han sido, cmo no, los sectores sociales demenor nivel de renta y cultura, y los inmigrantes. Losms indefensos ante un medio de comunicacin avasa-llador y de vocacin excluyente.

    Ni siquiera cabe el consuelo de considerar que latelevisin mantiene a las familias unidas, aunque sea sinintercambiar una sola palabra, atontadas alrededor dela caja tonta. Eso pertenece a la prehistoria, cuando eltelevisor serva como elemento de integracin vecinal ysocial. Ahora, con la fragmentacin de la audiencia, elconsumismo sin lmites y la individualizacin del con-sumo, las familias no ven juntas la tele. Cada miembrotiene la suya en su cuarto y se encierra a solas con su

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  • CAPTULO 5

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    programa favorito. Hasta las peleas por controlar elmando a distancia, tan familiares, se han acabado.

    El texto C carece de fragmentos expositivos.

    2 En el primer artculo predominan de forma clara losfragmentos expositivos, ya que slo un prrafo es na-rrativo. Por el contrario, en el ltimo texto, el dominiodel tipo narrativo es evidente. En el segundo artculo,el titulado Tele-atontados, se alternan los fragmen-tos expositivos con los argumentativos.

    3 El argumento ms destacado en este texto es el dedatos y cifras. Se utiliza en tres ocasiones:

    En 2007 se ha batido, una vez ms, el rcordde consumo televisivo: 223 minutos diarios porcada espaol. Ms cerca de las cuatro horas alda que de las tres;

    desde 1990 el consumo diario de televisin seha incrementado ms de cuarenta minutos porpersona en Espaa;

    en este ao que recin acab los aumentos deltiempo de exposicin a la TV [] se han regis-trado en abril, mayo, julio, agosto y septiembre.

    En los tres casos este argumento apoya la idea for-mulada en el primer prrafo: la televisin se ha con-vertido en la principal fuente de ocio de los espa-oles.

    4 En efecto, las ltimas oraciones de cada uno de losprrafos de este texto son las que concentran el con-tenido fundamental del escrito. Resumen:

    Segn los ltimos datos, son casi cuatro horas al dalas que pasamos frente al televisor. La pequea pan-talla se ha convertido, as, en el elemento que do-mina nuestras vidas. No slo nos informa, sino queadems llena nuestro tiempo de ocio.

    Este consumo elevado y pasivo produce consumi-dores superficialmente informados, sin valores sli-dos y totalmente acrticos.

    Los que ms tiempo pasan frente a la pantallade televisin son los sectores con menores niveles derenta y de cultura.

    Adems, la presencia de varios televisores en unmismo hogar disgrega todava ms el ncleo familiar.

    Tema

    El incremento de consumo televisivo indiscriminadoresulta perjudicial no slo para la formacin de laspersonas, sino para la convivencia familiar. Deber-amos emplear nuestro tiempo de ocio en otras tareasms activas.

    5 Fragmentos de texto que son producto de las figu-raciones del autor: lns. 5-8, 10-15, 29-34 y 35-45.

    Tema

    Deberamos tomar conciencia de las cargas que so-portan muchas mujeres en la sociedad actual cuando,adems de ejercer una profesin fuera de casa, den-tro de ella tienen que asumir las tareas domsticas yfamiliares habituales, pues stas no se comparten.

    Para practicar (pgs. 73-75)

    1 El rasgo lxico perteneciente al registro coloquial esla presencia de la voz extranjera niet pertenecientea la lengua rusa para denotar la negacin no. Tam-bin aparecen palabras toscas o groseras que pue-den acercar ms el texto al registro vulgar, como nide coa o pichafloja.

    2 Los rasgos sintcticos pertenecientes al registro colo-quial que se observan son los siguientes: se transcri-ben una pronunciacin muy poco cuidada y unamorfologa tambin descuidada en homesplante lahueva empor, y se produce elipsis de sintagmasen en plan buen rollito y ni de coa, donde handesaparecido los ncleos del sintagma verbal.

    3 En el ltimo prrafo, el lxico pertenece al registro es-tndar, pero la sintaxis se ubica dentro del nivelculto, dada la complejidad que ofrece. Todo el p-rrafo se compone de una nica oracin en dondese combina la coordinacin con la subordinacin enun nico periodo sintctico muy extenso.

    4 Seguir a rajatabla los principios ms slidos puedeser perjudicial. Debemos ser ms flexibles con nues-tras convicciones.

    5 Se trata de un texto con una nica secuencia narra-tiva. El relato de la lapidacin ocupa todo el texto.Tan slo puede advertirse otra secuencia mnima enla ltima oracin, porque aporta un punto de refle-xin que, a modo de conclusin, cierra el texto.

    6 Es un texto constituido por una nica narracin.Como narracin, contiene algunos fragmentos en losque se representa el ambiente, como las cuatro pri-meras lneas, pero sin que eso le haga perder su ca-rcter predominantemente narrativo.

    7 El lxico empleado es en su mayor parte estndar,aunque aparece algn ejemplo aislado de cultismoscomo tamizaban o lapidacin.

    Por lo que respecta a la sintaxis, la mayora de lasoraciones presentan escasa complejidad. Son ora-ciones simples o con una pequea oracin subordi-nada. Las cinco primeras oraciones ejemplifican bienla sintaxis del texto.

    La funcin lingstica dominante es la representativa.

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  • TEXTO Y COMENTARIO

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    8 esbirro: quien ejecuta las rdenes de una autori-dad.

    lapidar: matar a pedradas. resquicio: abertura pequea y estrecha. impune: no castigado.

    9 Se trata de una frase con metforas como cielo dediamante o los relmpagos eran la geometra,que provocan que este texto se encuentre ms cercadel lenguaje literario que del periodstico. La frasequiere decir que bajo el limpio cielo se vean los re-lmpagos secos, como si stos fuesen el modo deexpresin de la divinidad.

    10 Son propias del registro culto voces como ultrate-rrena o cnicamente.

    11 La sintaxis en este texto se sita a medio caminoentre el registro estndar y el culto, ya que se com-binan las oraciones simples y breves, como la pri-mera, con otras ms extensas y complejas quecontienen varias oraciones subordinadas, como esel caso de la tercera oracin.

    12 La primera frase entrecomillada Comamos y beba-mos, que maana moriremos s puede considerarseuna cita, ya que se menciona el nombre del autor yadems sirve para apoyar una idea del texto, precisa-mente aquella con la que se inicia el artculo: vivimosen una sociedad en la que el desnimo y la desespe-ranza son las notas dominantes. Sin embargo, ni sl-vese quien pueda ni Puesto que no existe el Paraso,traigamos el Paraso a la Tierra son citas propiamentedichas, sino frases con las que se trata de reflejar la ac-titud de determinadas personas sin que sean expresio-nes atribuibles a nadie en concreto.

    13 a) nota dominante: la actitud generalizada.

    b) expresarse cnicamente: defender una causa queno debiera ser defendida; en este caso, disfrutarde la vida como nica meta de nuestra existencia.

    c) tocar a rebato: dar la seal de alarma.

    d ) remedo: imitacin o copia.

    e) mprobas: que exigen un esfuerzo grande y con-tinuado.

    14 La funcin metalingstica se observa en las dos pri-meras oraciones del texto. En ellas se explica el sig-nificado del trmino desesperacin con otras pala-bras que pertenecen al mismo sistema lingstico.

    Para practicar (pgs. 85-87)

    1 El primer destacado (hija, deficiente y discapaci-tada) expresa la subjetividad a travs del lxico. Enconcreto, los adjetivos deficiente y discapacitada,

    que subrayan el perfil claramente desfavorecedor deesta persona.

    El segundo subrayado (simplemente al salir de casa)muestra la subjetividad a travs de la figura retricade intensificacin, al producirse la reiteracin del sin-tagma al salir de casa para acentuar el carcterde cotidianeidad que tiene esa accin.

    El tercer subrayado (grupsculo de siete u ocho ado-lescentes) muestra la subjetividad a travs del mor-fema derivativo -sculo, que empequeece al grupode los adolescentes.

    El cuarto subrayado (una lluvia de salivazos) muestrala subjetividad a travs de la figura retrica de la me-tfora, al producirse una identificacin entre la cadade los salivazos con la lluvia, y no slo por la calidaddel lquido sino tambin por la cantidad.

    El quinto subrayado (paciente y abnegada madre)expresa la subjetividad a travs del lxico, concreta-mente de los adjetivos paciente y abnegada, quesubrayan la bondad de la madre volcada en el cui-dado de su hija.

    El sexto subrayado (el acoso y la burla, la violenciay el cerco) muestra la subjetividad a travs de la fi-gura retrica de intensificacin acumulativa, al pro-ducirse la reiteracin de cuatro sustantivos valorativosque describen el tono beligerante de la actuacinde los agresores.

    El sptimo subrayado (hijos de puta) muestra la sub-jetividad a travs del cambio de registro. La presen-cia de esta expresin que pertenece claramente alregistro vulgar en un texto en el que domina el regis-tro estndar o incluso culto llama la atencin y hacesobresalir todava ms su connotacin peyorativa.

    El octavo subrayado (asola) expresa la subjetividada travs del lxico. Se trata de un verbo con conno-taciones negativas que intensifica el significado de lacrisis de autoridad que es el sujeto de ese verbo.

    El noveno subrayado (sinrazn) expresa la subjetivi-dad a travs del lxico. Se trata de un sustantivo quevalora de un modo muy concentrado el problema so-cial que ha generado la actual crisis de autoridad.

    2 Todos los principios que aparecen en el declogose expresan de modo irnico, pues su enunciacincontiene un significado literal que es opuesto al sig-nificado que el lector entiende.

    3 Por lo que respecta al lxico, el registro que manejaen los dos prrafos es predominantemente estndar.No obstante, en el segundo prrafo aparecen des-viaciones hacia el registro coloquial y vulgar con lasexpresiones hijos de la gran puta y escabeche de ju-

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  • CAPTULO 5

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    bilata. Por el contrario, en el quinto prrafo se en-cuentran palabras que son ms propias de un lxicoculto, como infortunio y lcida.

    En cuanto a la sintaxis, ambos prrafos se ubican enel registro estndar, ya que presentan una combi-nacin de sintaxis sencilla (oraciones breves y sim-ples, como la que inicia el segundo prrafo) y sinta-xis ms compleja, con oraciones compuestas porsubordinacin y de extensin mucho mayor, comoes el caso de la ltima oracin del segundo prrafo.

    4 El cuarto prrafo presenta un modelo de sintaxiscompleja. Un ejemplo claro de ello es su segundaoracin: una frase muy larga prcticamente de cua-tro lneas compuesta por ocho oraciones con rela-cin de subordinacin.

    Por el contrario, el sexto prrafo acumula en sus cua-tro lneas cinco oraciones, algunas de ellas extrema-damente breves, incluso con elipsis verbal, lo que esms propio del lenguaje coloquial.

    5 Los dos trminos contienen el mismo morfema deriva-tivo, que en todos los casos es un recurso de moda-lizacin porque aade al lexema un matiz carioso.

    6 Se trata de una irona, puesto que el significado lite-ral de osado, as como el de humanidad no coin-cide con el sentido que efectivamente surge en lamente del lector, quien interpreta esas palabras justoal revs, ya que no percibe al viejo como una per-sona osada ni reconoce en los conductores ningunaactitud humanitaria.

    7 Los guiones de las lneas 11-13 (tampoco es cosade salir corriendo descamisado como Clark Kent)no presentan rasgos de modalizacin.

    Los guiones de la lnea 17 (pocas veces excesiva enMadrid) s que facilitan la expresin de la subjetivi-dad al aportar la opinin del autor sobre el compor-tamiento inhumano de los conductores madrileos.

    Los guiones de las lneas 39-40 (pareca tener todoel tiempo del mundo, y ponerlo a disposicin del an-ciano) recogen una ligera modalizacin, ya que setrata de un rasgo del comportamiento de la mujer. Sumencin por parte del autor delata la valoracin po-sitiva que le merece dicho comportamiento.

    Los guiones de las lneas 49-50 (me lo haba pare-cido de lejos, pero no estaba seguro) no presentanrasgos de modalizacin.

    Los guiones de las lneas 56-57 (eso pienso vindolaalejarse) no presentan rasgos de modalizacin.

    Los guiones de las lneas 72-73 (la vida es dura yno hay ngeles, sino carne mortal) acogen clara-mente la valoracin que le merece al autor el modo

    de vida habitual en los pases menos favorecidos, ypor tanto s tienen un matiz modalizador.

    8 El primer subrayado (inmenso porcentaje) muestra lasubjetividad a travs de la figura retrica hiprbole,al exagerar sin determinar el nmero al que se re-fiere el porcentaje de poblacin.

    El segundo subrayado (cierran incluso la creencia enun porvenir mejor) muestra la subjetividad a travsde la figura retrica metfora, al identificar una ne-gacin (no se puede creer en un porvenir mejor) conla accin de cerrar, que de una manera grfica di-buja la imposibilidad de ir ms all.

    El tercer subrayado (su tortura como un designio deDios, una fatalidad del destino o una penitencia quecree merecer) muestra la subjetividad a travs de lafigura retrica intensificacin acumulativa, al descri-bir de tres modos un nico sentimiento que tiene eltrabajador (ni es un designio divino, ni es el destino,ni es una penitencia).

    9 Son varias las intensificaciones acumulativas quepueden indicarse:

    Estresados, ansiosos, agotados, deprimidos,hartos (ln. 1)

    la produccin, la productividad, la creatividad,la tica, la civilizacin, la satisfaccin (ln. 6)

    Semana tras semana, ao tras ao (ln. 9) Las fiestas, las Navidades, las rebajas, el ve-

    rano (ln. 14) Las hipotecas, las deudas, los hijos, la pareja

    imperfecta, el desaliento, las multas, la injusticia,la impotencia (ln. 19)

    La opresin del urbanismo y sus infartos, la opre-sin del presupuesto y su pavor, la opresin delhogar y sus txicos, la gran opresin del empleoy sus condiciones (lns. 31)

    mezquinas, indignas, aniquiladoras (ln. 35)

    10 Los adjetivos modalizadores, es decir, que aportanuna opinin porque el propio vocablo transmite unavaloracin del autor, son los subrayados:

    Estresados, ansiosos, agotados, deprimidos, hartos.Un inmenso porcentaje de la poblacin suma al es-fuerzo de su obligacin laboral la tarea de soportar ungrave malestar crnico que les acompaa da tras da.Puede esperarse que la produccin, la productividad,la creatividad, la tica, la civilizacin, la satisfaccin selogren a partir de esta inicua plataforma?

    11 a) crnico: largo.b) inicua: malvada.c) subversin: alteracin de valores ticos.d ) mezquina: innoble.

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  • TEXTO Y COMENTARIO

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    Para practicar (pgs. 92-93)

    1 AAlgn lector es una frmula dectica que correspondeal destinatario del texto.

    Inici es una forma verbal que incluye a la primerapersona del singular, equivalente al emisor del texto.

    Me es un pronombre que designa a la primera per-sona, equivalente al emisor del texto.

    BAplaudimos y denostamos son formas verbales queincluyen deixis personal: el pronombre de primerapersona del plural. Equivale a una referencia tanto alemisor como a los mltiples receptores del texto.

    Aqu es un adverbio cuya referencia dectica es Es-paa, ya que en la oracin anterior se menciona alos espaoles.

    El pasado inmediato es una forma de deixis tempo-ral. Es un sintagma nominal que se refiere a untiempo pasado. Puede inferirse que se trata de losaos anteriores a la fecha en la que se escribe el ar-tculo, a partir de los aos en los que se produjo laguerra civil en Espaa, por paralelismo con el con-flicto armado de Vietnam en Estados Unidos.

    El presente es una forma de deixis temporal com-puesta por un sintagma nominal que se refiere a untiempo actual en torno a la fecha en que se ha es-crito el texto.

    Asistimos es una forma verbal que incluye una deixispersonal a travs de un pronombre. Se trata de laprimera persona del plural, lo que equivale a una re-ferencia tanto al emisor como a los mltiples recep-tores del texto.

    Los ltimos aos es una forma de deixis temporal.Es un sintagma nominal que se refiere a un tiempopasado. Puede inferirse que se trata de un periodode unos cuantos aos anteriores a la fecha en la quese escribe el artculo.

    Entrar y echar son infinitivos y, en sentido estricto, notienen un pronombre personal asociado. No obs-tante, en la prctica comunicativa podemos inferirdel contexto quin puede ser el sujeto de un infinitivo.En este caso, una primera persona del plural que in-cluye tanto al emisor como al receptor puede ser con-siderada dectico personal en el caso de ambosinfinitivos.

    CNuestra poca es un dectico temporal compues-to por un sintagma nominal. Se refiere a un tiem-po actual en torno a la fecha en que se ha escrito eltexto.

    DHoy es un dectico temporal compuesto por un adver-bio de tiempo. Se refiere a un tiempo actual en tornoa la fecha de escritura del texto.Se privilegia revela un rasgo especial de deixis conel que se pretende ocultar al emisor a travs de laforma impersonal se.

    ELa sociedad es un dectico espacial compuesto porun sintagma nominal. Se refiere a la sociedad que seubica en lo que se conoce como mundo occidental.

    Cualquier ciudadano es un sintagma nominal que in-cluye una deixis personal encubierta a travs delindefinido cualquier. Tras ese sintagma se oculta elemisor del texto.La nueva sociedad es un dectico espacial com-puesto por un sintagma nominal. Se refiere a la so-ciedad que se ubica en lo que se conoce comomundo occidental.Las personas es un sintagma nominal que incluye unadeixis personal encubierta a travs del hipernimopersonas. Tras ese sintagma se ocultan tanto el emi-sor como el receptor del texto.

    FEn los dos casos, te es un pronombre personal quese refiere a la segunda persona. Se trata de una dei-xis personal desplazada, puesto que tras ese pro-nombre se encuentra el propio emisor, como lorevela la forma estaba, situada casi al final del texto.

    GHace muchos aos es un dectico temporal compuestopor una oracin. Se refiere a un tiempo pasado ale-jado de la fecha en que se ha escrito el texto.En ambos casos, me es un pronombre personal quealude a la primera persona. Se trata de una deixispersonal referida al emisor del texto.

    Para practicar (pgs. 95-96)

    Texto A

    1 El lxico empleado es en su mayor parte estndar,aunque aparece algn ejemplo aislado de lxico co-loquial, como ni dios (ln. 43), y de cultismos, comointemperancia (ln. 27). Por lo que respecta a la sintaxis, la mayora de lasoraciones presentan una complejidad media, que secombina con la mayor complejidad de otras. Porejemplo, en el cuarto prrafo las oraciones primeray ltima no ofrecen gran complejidad, pero la se-gunda es una oracin muy extensa que contiene va-rias subordinadas.

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  • CAPTULO 5

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    2 La funcin lingstica dominante es la representativa,que aparece constantemente. Tambin encontramosuna muestra notable de funcin conativa en el ltimoprrafo, donde el imperativo miren se repite hastaocho veces.

    3 En este escrito, la expresin de la subjetividad o mo-dalizacin se detecta en el lxico, los signos de pun-tuacin, las figuras retricas y la manifestacin de lacerteza.

    El artculo presenta elementos lxicos valorativos, aun-que no son muy frecuentes. En la categora de adje-tivos: horribles (ln. 32) se usa para valorar con ironay, por tanto, de modo positivo los libros. En la ca-tegora de sustantivos: dormidera (ln. 33) se utilizapara referirse a la televisin, que adormila la volun-tad, a diferencia del libro, que la despierta. Por l-timo, en la categora verbal, desengense (ln. 53)se usa para forzar un cambio de opinin en quienespiensan inocentemente que la lectura es una activi-dad muy difundida.

    Tambin se aprovechan los signos de puntuacinpara modalizar el texto. Por ejemplo, en Pero ni dioscita un libro, para qu, los libros (lns. 43-44) seutilizan las comas para resaltar el sentido interroga-tivo con carcter retrico e incidir en el hecho de quelos libros son los grandes ausentes de los debates.

    En el texto se utilizan, adems, las posibilidades mo-dalizadoras de las figuras retricas. Destaca la in-tensificacin por repeticin del trmino miren a lolargo del ltimo prrafo.

    La manifestacin de la certeza es otro rasgo queayuda a modalizar el escrito. Se muestra al menosen la oracin no forman parte, desengense, noforman parte (lns. 53-54). En general, se trata deun texto en el que la expresin de la subjetividad esespordica y se concentra en la parte final.

    4 Los decticos temporales toman como punto de par-tida la fecha de publicacin y, desde ella, apuntanhacia un tiempo pasado (hace un ao, en la ln. 1;en los aos sesenta, en la ln. 16) o hacia el presen-te (an, en la ln. 6; ahora, en la ln. 19).

    Los decticos personales muestran la presencia delemisor a travs del pronombre me (lns. 1 y 3). Tam-bin manifiestan la presencia del receptor a travsde los verbos imperativos que predominan en el l-timo prrafo (desengense, miren, zfense). La ocul-tacin del emisor se aprecia en la palabra gente(lns. 11 y 18), que de un modo indefinido alude alemisor, al receptor e incluso a aquellos que son aje-nos a este acto comunicativo.

    Texto B

    1 El lxico empleado es en su mayor parte estndar,aunque hay algn ejemplo de lxico coloquial, comoechan ms de dos horas (ln. 4) y monda y lironda(ln. 19), y algunos otros de lxico culto, como subsu-men (ln. 14), convulso (ln. 18) y compulsin (ln. 22).

    Por lo que respecta a la sintaxis, la mayora de lasoraciones presentan una complejidad media (comola oracin con la que arranca el texto), combinadacon la mayor complejidad de otras (como, por ejem-plo, la oracin con la que se cierra el artculo).

    2 La funcin lingstica dominante es la funcin repre-sentativa. Un ejemplo de esta funcin es el inicio deltexto, donde se dice: El 97 % de los jvenes espa-oles entre 14 y 19 aos va cosido permanente-mente a su telfono mvil, y dos de cada tres echanms de dos horas diarias frente al ordenador.

    Tambin hay una muestra de funcin metalingsticaentre las lneas 18 y 22: consumo convulso , estoes, sin un cerebro despejado, cultivado e instruidoque lo dirija hacia algn sitio.

    3 En este escrito, la expresin de la subjetividad o mo-dalizacin se detecta en el lxico, los morfemasapreciativos y las figuras retricas.

    El texto presenta elementos lxicos valorativos. En lacategora de adjetivos, aterrados (ln. 6) se refiere ala reaccin de los padres frente a la utilizacin pococonsciente de la tecnologa por parte de sus hijos.En la categora de sustantivos, egosmo (ln. 10) seusa para reprobar el comportamiento paterno, y cho-rradas (ln. 29), para desautorizar la informacin quemaneja la juventud. En la categora verbal, fastidia(ln. 24) se utiliza para referirse al sentimiento quenace en el autor del texto.

    Tambin se observan morfemas apreciativos, comoel de telefonito, que se interpreta como claramentedespectivo.

    El autor recurre a las posibilidades modalizadorasde las figuras retricas. Destaca la metfora de lalnea 2: cosido a su telfono; la intensificacin acu-mulativa que empieza en la lnea 30: tan sugerente,tan dulce, tan fascinante. En general, es un texto enel que la expresin de la subjetividad es alta.

    4 En este texto destaca la escasa presencia de decti-cos. Tan slo la deixis personal est presente de unmodo claro en la lnea 26 (estamos los dems). Elpronombre personal implcito en el verbo se refieretanto al emisor como al receptor del texto, y el inde-finido los dems indica una ocultacin del emisortras esa frmula ambigua.

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    Para practicar (pg. 99)

    1 Tres sustantivos reiterados en el texto que mantienenrelacin directa con el tpico del texto son juguetes,que se repite en siete ocasiones, y nias y nios, queen sus variantes de singular y plural se repiten seisveces cada uno.

    2 Existe relacin de hiperonimia en los trminos objetoy juguete. El primero es un hipernimo del segundo.

    3 El verbo dictaminar puede considerarse sinnimo desentenciar (en el segundo prrafo) y de proclamar(en el tercer prrafo).

    4 En esa oracin predomina la funcin conativa, quepersigue modificar o reforzar actitudes y comporta-mientos del lector.

    5 El contraste de ideas se produce en el primer y el l-timo prrafos, y en ambos casos del mismo modo. Laprimera oracin de cada uno de ellos expresa unaidea que va a ser rebatida por el autor en el resto delprrafo.

    Para practicar (pg. 101)

    1 Entre estos trminos existe relacin por su pertenen-cia a un mismo campo semntico, a un mismo ordende realidades. Entre ellos no hay relacin de sinoni-mia, o hiperonimia.

    2 Entre estos trminos existe relacin por su pertenen-cia a un mismo campo semntico, a un mismo ordende realidades. Entre ellos no hay relacin de sinoni-mia, o hiperonimia.

    3 Los dos trminos repiten su lexema en crueles y en hu-manidad.

    4 Estos trminos estn relacionados por la pertenenciaal mismo campo semntico o a un mismo orden derealidades.

    Para practicar (pg. 103)

    1 Los pronombres eso y aquello mantienen una rela-cin anafrica con la frase del familiar cercano, y lo,

    con el mensaje Gracias por no correr. El pronom-bre uno mantiene una relacin doble: anafrica conmensajes y catafrica con el mensaje Gracias porno correr.

    2 Los dos trminos mantienen una relacin de sinoni-mia.

    3 Son trminos que pertenecen a un mismo campo se-mntico o a un mismo orden de realidades.

    4 Son trminos que pertenecen a un mismo campo se-mntico o a un mismo orden de realidades.

    Para practicar (pg. 105)

    1 La elipsis verbal se produce en la ltima oracin: uninfierno rentable. En el lugar de las formas elididas,podra escribirse es o se trata de.

    2 Los trminos negocio, ganancias y bonancible perte-necen a un mismo orden de realidades.

    3 Se trata de una catfora que se refiere a 100 millo-nes de nios, con que se inicia la oracin inmedia-tamente posterior.

    4 Ejemplos de repeticin lxica son las palabras: nego-cio, nia (cuyo lexema aparece en tres ocasiones) ytrfico.

    Mantienen una relacin de sinonimia: estupefacien-tes y droga; sometidas y explotadas; bonancible yganancias.

    Para practicar (pg. 109)

    1 Se trata de una relacin de cohesin por repeticinsinonmica.

    2 La expresin la primera desempea aqu un papelde relacionante supraoracional organizativo. Poneen conexin el prrafo inmediatamente anterior conel prrafo que encabeza.

    La expresin la segunda es tambin un relacionante su-praoracional organizativo. Enlaza el prrafo inmedia-tamente anterior con el prrafo en el que se encuentra.

    Anlisis de los rasgos de cohesin

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  • 27

    Para practicar (pgs. 115-116)

    1 Respuesta orientativa:

    En el texto se declara que durante la juventud no setoma en consideracin de manera prioritaria la bon-dad o amabilidad de los dems. Slo a medida queentramos en la madurez, y sobre todo cuando entra-mos en la ancianidad, apreciamos el valor de la cor-dialidad, la cortesa o el afecto.

    Por lo general as sucede. Todos hemos visto lasmuestras de gratitud que ofrecen nuestros familiaresms mayores cuando se sienten bien acogidos. Sinembargo, en mi opinin, no es en la edad donde ra-dica esta valoracin de la amabilidad, sino en cual-quier situacin en la que nos encontramos desvalidos.El joven accidentado que sufre o es consciente de sugravedad reconoce plenamente el valor de unabrazo, o el adulto que siente su vida bloqueada porun problema realmente grave reitera su agradeci-miento cuando alguien simplemente le escucha. Poreso, no es slo el paso del tiempo lo que nos hacevalorar ms los favores de los dems, sino lo indefen-sos o dbiles que nos sintamos.

    2 Respuesta orientativa:

    El autor manifiesta que ha visitado algunos blogs,pero no les encuentra sentido, slo se los explica porla soledad de sus redactores. Tambin manifiesta sudesagrado por el tono habitualmente grosero quedomina su expresin. Por tanto, recomienda no acer-carse a ellos.

    Es cierto que en los blogs no es raro encontrar lasrabias y los enfados de los participantes, pero tam-bin hay muchos otros blogs en los que las opinio-nes y las experiencias se ofrecen sin ningn tonoagrio. Por otra parte, creo que nada tiene que ver lasoledad de las personas con la redaccin de unblog.

    En mi opinin, un blog es como una reflexin en vozalta, y eso es algo que todos hacemos en algunaocasin. En el caso del blog, la diferencia est enque nuestra voz puede ser escuchada por muchasotras personas y, naturalmente, podemos escuchar oresponder si se es nuestro deseo. Un blog slo esun ejemplo ms de la capacidad comunicativa delas personas de este siglo.

    Valoracin de un texto

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    1 (pg. 119)

    Sobre el maltrato y el feminicidio

    1 Los prrafos que albergan las ideas ms significati-vas son el primero y el segundo. En el primero seofrece un dato (el nmero de vctimas en un perododeterminado) y se anuncia que se van a exponerunas consideraciones para explicar el elevado n-mero de muertes violentas.

    En el segundo prrafo, el autor apunta que lo impor-tante no es tanto sobre quin se ejerza la violenciacomo la violencia en s misma, y aade que si el n-mero de vctimas es tan alto es porque las actitudesy los comportamientos agresivos se alimentan da ada a travs de medios como el cine o la televisin,en los que abundan las imgenes violentas. Esasimgenes acaban convirtindose en modelos decomportamiento.

    2 Cuando esto escribo, [] se elevan hasta 226 las vc-timas mortales desde la entrada en vigor de la Ley In-tegral contra la Violencia de Gnero en diciembre de2004. No ser yo quien caiga en la tentacin de hacerdemagogia fcil contra una accin del Gobierno inspi-rada, sin duda, por las mejores intenciones, pero aunsin mayores armas que las que proporciona la obser-vacin cotidiana de la realidad social, me atrever ahacer algunas consideraciones. Las que se oyen a hom-bres y mujeres a los que avergenza y aterroriza porigual una estadstica que es como el termmetro deuna degradacin colectiva que posee otros muchos in-dicadores, aunque ste sea uno de los ms escandalo-sos y sangrientos.

    Somos muchos los que creemos que al hablar de vio-lencia de gnero, domstica, machista o como la quera-mos llamar, cargamos la suerte en el adjetivo y se nosolvida lo sustantivo, que es la violencia. Atroz y espe-cialmente inaceptable, el maltrato hacia las mujeres porparte de sus parejas actuales o pasadas, cada vez ms fre-cuente y ms brutal, debiera considerarse no como unrasgo especfico de la relacin entre hombres y mujeres,

    sino como un exponente extremo de la violencia quepoco a poco se va adueando de parcelas enteras de lavida social ante la indiferencia de una mayora que seconsidera al margen o preservada de ella hasta que le tocaser su vctima. La agresividad en las actitudes o en el len-guaje se ha convertido hoy en algo comn en la calle, enla escuela, en los lugares de esparcimiento, en el trabajoo en el seno de las familias. Esa agresividad se alimentacotidianamente a travs de los comportamientos que seproponen desde las series de televisin o el cine. Predo-mina y se acepta con naturalidad el desprecio al otro, lacontinua falta de respeto hacia los mayores, las mujereso los ms dbiles, incluso hacia los enfermos, como en elcaso de ese Dr. House que slo cura despus de haberhumillado y devastado al pobre que cae en sus manos oa sus familiares. Todos esos modelos, que hacen de lafalta de educacin y de los malos modos un rasgo del ca-rcter exitoso, se trasladan a la mayora generando rela-ciones egostas, dominantes, desgarradas, desde las quees muy fcil escalar hacia el primer empujn o la trifulca.Una vez ah, ya todo es posible, sobre todo cuando entrehombres y mujeres la vieja atraccin ha sido sustituidapor el odio y la malignidad.

    No todo el problema se reduce a lo expresado,pero el fracaso de la Ley contra la Violencia de Gneroquiz radique en no querer afrontar el tipo de sociedady de relaciones que estamos promoviendo. Despresti-giadas la bondad de carcter y la simple educacin,quin puede poner ahora el cascabel al gato de la vio-lencia social?

    3 Se elevan hasta 226 las vctimas mortales desde laentrada en vigor de la Ley Integral contra la Violen-cia de Gnero en diciembre de 2004.

    Desde el momento en que se promulg la Ley contrala Violencia de Gnero, 226 personas han sido ase-sinadas por sus parejas.

    Somos muchos los que creemos que al hablar de vio-lencia de gnero, domstica, machista o como laqueramos llamar, cargamos la suerte en el adjetivoy se nos olvida lo sustantivo, que es la violencia.

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  • TEXTO Y COMENTARIO

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    Cuando se habla de violencia machista se resalta elpapel agresivo del varn, pero no debemos olvidarque lo esencialmente grave es el hecho violento.

    La agresividad en las actitudes o en el lenguaje seha convertido hoy en algo comn.

    En la sociedad actual nos hablamos y nos compor-tamos de forma agresiva en muchas facetas de lavida cotidiana.

    Esa agresividad se alimenta cotidianamente a travsde los comportamientos que se proponen desde lasseries de televisin o el cine.

    Hay una alta dosis de agresividad en las imgenesque nos llegan de medios de comunicacin como latelevisin o el cine, que proporcionan unos modelosde comportamiento que tendemos a reproducir ennuestra vida diaria.

    2 (pg. 120)

    La formacin de pusilnimes

    1 Los prrafos que recogen las ideas ms importantesson el primero y el ltimo. En la ltima oracin del pri-mero hay una frase temtica, que resume la tesis delartculo. Sucede casi exactamente igual con el ltimoprrafo, donde justo al final se aporta otra idea im-portante: hoy los individuos se forman en esta socie-dad de modo tan dbil que no son capaces de com-portarse con autonoma.

    Por el contrario los dos prrafos intermedios sloaportan ejemplos en los que queda patente la inca-pacidad de las personas para resolver los proble-mas sin miedo y con decisin.

    A continuacin se reproduce el texto. Las partes su-brayadas son las que contienen las ideas ms signi-ficativas.

    Se me escapa el porqu, pero resulta evidente que cadavez interesa ms crear una sociedad de pusilnimes. Seha hecho raro que la gente dirima sus diferencias sinrecurrir a alguna instancia superior o rbitro conmi-natorio: polica, jueces, comits, leyes, ordenan