sobre el ritmo en la prosa enunciativa de azorín

41
Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín La gran sabiduría del buen prosista consiste en hacer coin- cidir las ,exigencias del ritmo de la frase con las del sentido. Azo- rín acomoda las líneas de la estructura rítmica de la frase con las ideas que quiere expresar 1 . De ahí el gran valor estilístico de su prosa. Veamos un poco detenidamente cómo es la prosa de Azorín 2 Mi propósito es examinar esta prosa de la misma manera que contemplamos un bello trozo de pintura, sin recurrir a la lupa ni al examen químico de lo s colores empleados. Vemos los ele- mentos que producen el ritmo de una manera sensible, casi di- ríamos grosera, en contraposición a los clásicos análi sis micro- métricos de los trazos sobre el papel, en d desentrañar de lo s cua- le s cabe el peligro de descentrar el verdadero ritmo. (¿Y si todas esas medidas pequeñas no fuesen las verdaderamente significati- vas en la .percepción auditiva del ritmo?). Hay, naturalmente, una cuestión previa. Para este intento de estudio disponemos de una buena interpretación, de una actuali- zación del fenómeno ritmo hecha por un lector de máxima ga- rantías. 1 A. Zamora Vicente considera a Azorín como "el autor más aferrado a lo que podríamos llamar una preocupación dr equilibrio entre las ideas y la lengua que las expresa". (Lengua, literatura, intimidad. Taurus, Ma- drid, 1966, pág. 125.) 2 Para las bases de todo el sistema tonal de la frase castellana, véase el Manual de Entonación Espaiiola de ToMÁs NAVARRO ToMÁs, Hispanic Institute in the United States. New York, 1944. 3 únicamente he recurrido a una grabación como puro mecanismo comprobatorio en algunos casos de enumeración completa e incompleta, y de una frase completa. •Estas grabaciones han sido amabi simamente faci- litadas por el Laboratorio de Fonética de la Universidad de Oviedo, di- ri gido por el profesor Alar cos Llorach.

Upload: others

Post on 04-Jul-2022

2 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Page 1: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

La gran sabiduría del buen prosista consiste en hacer coin­cidir las ,exigencias del ritmo de la frase con las del sentido. Azo­rín acomoda las líneas de la estructura rítmica de la frase con las ideas que quiere expresar 1

. De ahí el gran valor estilístico de su prosa.

Veamos un poco detenidamente cómo es la prosa de Azorín 2 •

Mi propósito es examinar esta prosa de la misma manera que contemplamos un bello trozo de pintura, sin recurrir a la lupa ni al examen químico de los colores empleados. Vemos los ele­mentos que producen el ritmo de una manera sensible, casi di­ríamos grosera, en contraposición a los clásicos análisis micro­métricos de los trazos sobre el papel, en d desentrañar de los cua­les cabe el peligro de descentrar el verdadero ritmo. (¿Y si todas esas medidas pequeñas no fuesen las verdaderamente significati­vas en la .percepción auditiva del ritmo?).

Hay, naturalmente, una cuestión previa. Para este intento de estudio disponemos de una buena interpretación, de una actuali­zación del fenómeno ritmo hecha por un lector de máxima ga­rantías.

1 A. Zamora Vicente considera a Azorín como "el autor más aferrado a lo que podríamos llamar una preocupación dr equilibrio entre las ideas y la lengua que las expresa". (Lengua, literatura, intimidad. Taurus, Ma­drid, 1966, pág. 125.)

2 Para las bases de todo el sistema tonal de la frase castellana, véase el Manual de Entonación Espaiiola de ToMÁs NAVARRO ToMÁs, Hispanic Institute in the United States. New York, 1944.

3 únicamente he recurrido a una grabación como puro mecanismo comprobatorio en algunos casos de enumeración completa e incompleta, y

de una frase completa. •Estas grabaciones han sido amabi lísimamente faci­litadas por el Laboratorio de Fonética de la Universidad de Oviedo, di­rigido por el profesor Alarcos Llorach.

Page 2: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

El material de estudio está constituido por los trozos enuncia­tivos de España, de Azorín, publicada en la Colección Austral, número r .202, a cuyas páginas se hace referencia.

Frase de un solo elemento:

N o trata de presentar contraste alguno. N o ofrece ninguna pausa. Consta de un solo grupo fónico, y toda ella discurre en

20

19

18

17

16

15

14

13 ----------~---

12

11 -------------10

9

8

7

6

5

4

3 -- -----

2

1 · 1

2 3. 4 5 6 7 8 9 10 11 12

Un 7.1 % de las frases de un solo elemento cm-r~sponde a las medidas de 7 a 9 sílabas. La medida de 8 sílabas, la del verso popular español, da la

mayor frecuencia, 28 %.

Page 3: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 47

Rama Distensiva. No cuento aquí las frases que, aunque tengan una sola unidad, se agrupan en series, sino wlamente las aisladas.

Cinco sílabas:

Es por la noche (40); Así lo hizo (52); Se hace una pausa (82).

Seis sílabas:

No sabemos nada (42); Va todo afeitado (67); El cielo estaba azul (103); Cae el crepúsculo (149).

Siete s-ílabas:

El ensueño está en marcha (36); Todo lo cambia el tiempd (42); Le han llevado a la cama (44); Pepita se detiene (65); 'Es ya casi de noche (66); Nadie cuida estas plantas (78); He dejado la casa (85); Nac)a turba el silencio (85); He salido a la calle (103); E l cielo está siempre azul (130); Yo pensaba en España (148).

Ocho sílabas:

Nuestra Señora le salva (15); Estudiaba medicina (52); Don Loren­zo entra en su alcoba (58); 1Es imposible oir nada (65); Son las diez de la mañana (70); Iba con él un criado (71); La cena es frugalísima (72); Serrano vive en Madrid (74); He llegado a la Catedral (87); No pode­mos dudar de esto (95); Trinaban los pajaricos (n6); No pasa nada en el pueblo (130); Los labriegos son muy pobres (131); Juanica es hija de Juana (137); La casa era sosegada (142); Ya la campana ha callado (149).

Nueve sílabas:

No cruza nadie por las plazas (33); Nuestro paseo continúa (35); Esto es una cosa terrible (55); Don Fulgencio come a la una (71); He continua­do mi paseo (87); Se escucha el alma de las cosas (88); Esta ciudad pa­rece muerta (91); Nos volvemos rápidamente (96); Permanecemos silen­ciosos (97); Cantaba a lo lejos un gallo (103); El aire es fino y trans­parente (1II); Todo era un profundo silencio (n6); No sonaban timbres ruidosos (142).

Page 4: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

Diez sílabas:

Todos quieren a este mal labrador (14); Y ya está descifrado el enig­ma (r7); Delicado es un cura de pueblo (25); Hemos saludado a nuestro amigo (6o); 'Entra en la librería un comprador (69); El señor Serrano nos espera (73); Va a una vieja ciudad ele provincias (74); Los Prietos pasaron a otro dueño (122); Son las primeras horas del día (150).

Frases que pueden constar de un solo gntpo fónico, o que pueden ser dichas en dos. (La sepm'ación en dos grupos depende de varias causas, en último recurso de 'la di·sposición más o me­nos reposada del 'lector. La mayor parte de estos ejemplos consta ele suj:eto antepuesto al predicado.)

Nueve sílabas:

El problema 1 queda resuelto (n); Esta hierba 1 se llama pico (32); No cruza nadie 1 por las plazas (33); En él 1 ya le espera Remigio (55).

Diez sílabas:

Hace un claro y tibio 1 día de invierno (70); La casa ele don Juan 1 es muy grande (82); La viejecita 1 no dice nada (93); Me he levantado 1 muy ele mañana (ro3); Juanico 1 se acostó en el muladar (125).

Once sílabas:

Pero los años 1 han ido pasando (27); Aludimos 1 a la Ilustre Frego­na (41); Todos conocéis 1 a don José Nieto (47); Y nuestro amigo 1 pe­netra en la casa (82); Estoy 1 en una fonclita modesta (103); No hay pá­jaros 1 en toda la llanura (121); La madrastra 1 quería poco a Juanico (122); Juanico 1 se quedó desocupado (124); Juanico 1 volvió a quedar sin trabajo (125); Juanico 1 se acostó en el muladar (125).

Doce sílabas:

Esta criada 1 se llama Marinilla (41); Una criada vieja 1 hace el ser­vicio (70); Se ve humear 1 las chimeneas ele algunas (rr7); Así pasan la vida ./ Juana y Juanita (140); Los muebles 1 eran sencillos y cómo­dos (142).

Page 5: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 49

Trece sílabas:

Este 1 es el queridísimo amigo Carlos (61); La carretera 1 es estrecha y polvorienta (1rr); Son casas 1 de jornaleros o de artesanos (rr2); Se oía una lejana 1 canción indecisa (rr6); No hay ningún estrépito 1 que turbe el sil encio (rrg); Su muj er 1 era bonita e inteligente (141); Dos años vivió 1 en un perpetuo martirio (143).

Catorce o más sílabas:

Corren los primeros años 1 del siglo xvr (17); No sabemos 1 cuánto tiempo permanece estudiando (23); Nos hemos acostado 1 en la paz pro­funda del pueblo (40) ; Yo veo los viejos y grandes 1 caserones solariegos (79); Pían y saltan 1 unos gorriones en los naranjos (88); He recorrido varias callejuelas 1 estrechas y torcidas (103); Se descubría 1 una porción inmensa de terreno (rr7); Oigo a lo lejos 1 el tintineo de una esquila (II9); E l ambiente/ es de una limpidez soberbia (ng); Le indicaron un coberti­zo j lleno de estiércol (125).

Frase de dos elementos:

La componen dos ra:mas opuestas: la Tensiva en contraste con la Distensiva. Su fórmula es: Anticadencia X Cadencia (A- C).

Y estábamos diciendo J que la casa es ancha y cómoda (13); Los mozos ele la labranza 1 están encantados con este labrador (14); Él lo ve todo 1 y provee prestamente a cualquier desarreglo (14); Él les arma un caran1illo formidable j en menos que canta un gallo (15); Él les pone mil pleitos 1 y

los em ecla en las mil sutiles mallas de la ley ( r 5) ; Y por éste y otros des­afueros 1 este labrador es cogido a su muerte por los diablos (rs); Y la Madre ele Dios J le salvó en el trance supremo (r6); Y ahora 1 es pre­ciso que el criado traiga la capa de velar (22); Él 1 tiene una erudición portentosa en estos asuntos (26) ; Y aquí 1 mora feliz y satisfecho (27); El día 1 él lo pasa de casa en casa (27); Loado sea Dios 1 y su santo nombre bendigan todas las criaturas (30); Sabrá quitar de un labio adora­ble ¡ un vello incliscreto (31) ; León 1 es una ciudad vetusta y gloriosa (33); Las callejuelas 1 han dejado de vivir hace siglos (33) ; Pero en León 1 no sucede nada ele esto (33) ; Las calles 1 tienen su alma en sus títulos (34); Nos detenemos un momento 1 atraídos por una fuerza des­conocida (35); Esta blanca cartulina 1 es ele una monja (36) ; Sor Ga­briela ./ es la abadesa de un convento (36) ; Lo que sor Gabriela escribe en

Page 6: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

so BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

estas páginas 1 son las cuentas prosaicas qel monasterio (37) ; Este pobre hombre 1 estaba paseando en su huerto (43); En Madrid 1 don José ten­drá un grande y pétreo caserón (49); Un extenso huerto 1 se espaciará detrás ele él (49); 1En la primavera de 1829 1 vino a España ''vVáshington Irving (51).

He cantado un total ele 330 frases ele este tipo.

Sólo rama distensiva.

En estas frases no hay contraste. No hay anticwdencia. Entra a:quí la frase de un solo elemento, con cadencia final (v. pág. 3). Entran también en este grupo las frases de dos elementos, del tipo e, C. Ejemplos:

La viejecita le dice que espere en la puerta, que ella bajará a abrirle (92); Ninguna, contesta el pobre clawn (108); Apenas tenía fuerzas, le daban ele cuando en cuando unos profundos desmayos (125); Ya ha eles­aparecido, dice al cabo (97).

Entran frases del tipo s, e:

Un tercero: cada uno pasa el tiempo como quiere (67).

Y del tipo e, S, C;

Hay que seguir por el camino que tenemos delante, sin pensar en otro sobre todo cuando no tenemos otro (69).

También entran en este apartado los diversos tipos de enu· . meración, que ya veremos (v. págs. 65 y 66, grupos I y II). Ejemp1o:

Cuatro iglesias se levantan en la ciuclacl: la Vieja, la Nueva, la ele San Felipe y la de Santiago el Verde (127) cuyo esquema sería: e, e, e, a, C.

Frase de tres elementos.

Éstos pueden agruparse de dos formas: a) Uno en la Rama Tensiva, dos en la Distensiva: Ejem­

plos del tipo A-a, C.

Page 7: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 51

Este mi smo autor /1 alude tambi én en el mi smo pas:1j e j a estas som­brereritas a quienes acabamos nosotros de dedicar estas líneas (20); Pero cuando se acerca la hora de dar por terminada la tarea // este erudito man ­da que le preparen bien la cama / y que pongan en ella bastante abrigo (23) ; Sobre las tiendecillas y los portales 1 j campean rótulos en que leéis apellidos que no os dicen nada / y que os sugieren un mundo de cosas im­

precisas y remotas (34) ; Sor Gabriela // tendrá sobre una mesa 1 un cristo de marfil (37); Y otros ratos // abrirá otro gran libro blanco / e irá escribiendo en él con su letrita alargada y etérea (37); Este peral estaba él contemplando precisamente // cuando ha visto veni r corriendo hacia él / a un muchachito de la casa (43); Pero al cabo // el pobre hombre ha entendido algo de inquisidor / y de que le esperaban en la casa (44) .

E jemplos del tipo A- e, C.

La luz de aceite // es más suave J más dulce (22); 'Quien la ha empleado /1 es una muj er astuta / cliestrísima (29-30); Las calles // están formadas por casas sencillas / pobres (33-34) ; Su casa // es peque­ña / modestísima (99); A lo lejos // veía muchos tejados llenos de hier­ba/ llenos de una vegetación verde y tupida (1o6) .

Ejemplos contados en la forma a): 67.

b) Dos elementos en la Rama T ensiva, uno en la Disten­siva. Tipo c,A-C.

Nosotros, 1 modestos periodistas que escr ibimos en un modesto mechina! a salga lo que sali ere, / J sentimos una envidia sincera por todo esto (21); Ya cerradas las maderas / o antes ele cerrarlas 1/ el erudito hace que le preparen las luces (22); Un inmortal español j Miguel ele Cervantes // tenia una gran simpatía por estas mu chachas (41); 11 En un estante j a\ lado de las comedias de Bretón de los Herreros /1 se ve una colección legislativa (70); Yo veo en las viejas / venerables catedrales // estos pa­tios que rodean un cl austro de columnas (78).

Tipo s,A-C.

Cántame algun a cosa con la vihuela / al uso ele Pitágoras / j para que duerma más presto y con más dulzura (23); No es posibl e / repeti ­mos 1/ una loanza más agradabl e y más profunda (29); Y las ele León poseen el priv il egio / rancio y aristocrático // de los rótulos castizos (34); Entre ellos ha · venido a mi s manos / traída por el sabio azar que con­cierta las cosas // una tarjeta extraña (36); Sor Gabdela / a lo largo del día // leerá un breve rato en estos libros (37); Tal vez llegamos un día / cansados ele la vida cortesana / J a una pequeña y vieja ciudad de

Page 8: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

52 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

provincia (40); Unos rizos sedosos 1 que parece que son movidos ligera­mente por un viento invisible 11 se adelantan sobre las sienes de Pepi­ta (64).

De la forma b) en sus dos tipos, he encontrado 59 ejemplos.

Frases de cuatro o cinco elementos.

Son frases completas, perfectamente equilibradas, en las que las dos ramas se compensan.

Diagrama r.-Rama tensiva de la f1·ase completa: N o muele la aceituna 1 porque no tiene trujal 11

Se aprecia la semicadencia en aceihtna y la anticadencia en trujal, con la cúspide máxima de toda la frase.

Diagrama 2.-Rama distensiva de la frase completa: (ni pi)sa la uva 1 porque no tiene jaraíz.

Aparece la semianticadencia en uva y la cadencia final en jaraíz.

Page 9: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

~ ';' b Q.) ¡: O)

·..:;

tf. .. ~ g Q.)

::l C7 ....

·' o p.

'-. ro

B . ., u ro ~

Q.)

v ~ ¡:

o z 1 ...;

Page 10: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín
Page 11: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

,.,; '@ ... " <!.! ¡:; <!.! ;::;

g <!.!

§. 6 "" "--

" > " .-"i " en ~

"" 0

N

' " " ·~

Page 12: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín
Page 13: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 53

De cuatro elementos.

Del tipos, A -a, C:

Entonces él 1 puesto que había venido a España para visitar la Alham­bra 11 creyó que lo mejor que podía hacer 1 era irse a vivir a ella. (52); Es que don Lorenzo se ha acordado 1 al tentarse los bolsillos / j de que la cajita de pastillas para la tos que él usa / se ha quedado en la otra le­vita. (58); Y todas estas viejecitas que exclaman a cada momento j ¡Ay Señor! // desaparecen con sus tocas negras / por las callejuelas retor­cidas de la vieja ciudad (149).

Del tipo e, A- a, C:

Don Lorenzo entra en su alcoba / permanece en ella un momento j j y luego sale vistiendo otra levita / y con la manchada en la mano (58); Otras tardes / cuando hace mal tiempo // se encierra en su despacho 1 y va trabajando en Wl libro sobre la Historia Parlamentaria de la Revo­lución (71); 1E I gato permanece inmóvil / con los ojos medio abiertos 1 j o baja de su silla / para acariciarse en los pantalones del senador (71); Yo veo las vidas opacas 1 grises y monótonas // de los señores de los pueblos / en sus casinos y en sus boticas (So); Pepa 1 enardecida por una cuchufleta // se lanza sobre el anacalo 1 y hace como que le va a pegar un coscorrón (83); Acaso una planta de evónimus / o un laurel 11 destacaban sobre la nitidez de las paredes / o sobre el azul del cielo (86); Por ella vamos marchando 1 lentamente 1/ en esos días de invierno / en el que el sol baña el alto declive (95); No muele la aceituna / porque no tiene tru­jal 11 ni pisa la uva 1 porque no cuenta con jaraíz (roo) :a; Allá a la derecha / al pie de una loma // veo seis u ocho hombres en hilera / ca­vando un bancal (118); Un perro vagabundo y extenuado/ con unos ojos brillantes // se incorporó a él / y no le dejaba en sus caminatas (125); A las nueve y media j o diez de la noche 11 el conserje apaga los quin­qués 1 y se va a su casa (129); Jerónimo / el segundo de los hijos del matrimonio 1/ estudió el trivio y cuadrivio 1 en la capital de la provincia (133); En esta hora plácida y de expansión espiritual / pasada en las mon­tañas del Pirineo JI el recuerdo de paisajes y escenas de España/ se hacía en mí más vivo (148); Arriba / en las ventanas de la cúpula // palidecen imperceptiblemente / los últimos resplandores de la tarde (149) .

.s En la grabación se dijo impensadamente el texto "no tiene jaraíz", en vez de "no cuenta con jaraíz".

Page 14: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

54 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

De cinco ele1ne-ntos.

Del tipo e, A- e, a, e: ' Quizá un estrepitoso palacio de ladrillos rojizos / la Diputación pro­

vincial o un Banco // rompe la armonía del conjunto / y pone hálitos de frivolidad modema / entre las viejas piedras (33); Si salimos de la Ca­tedral / y avanzamos un poco hacia el río // vemos allá a lo lejos / en la ribera opuesta / dilatarse una campiña de tierras sembradizas (88).

Del tipo e, A - s, a, C:

Y ella puede instruirnos sobre el grande temor / sobre el profundo res­peto // que la Santa Inqui sición / estatuida para perseguir la herética pra­vedad/ inspiraba a nuestros abuelos (46).

Del tipo e, e, A- a, C:

Tiene la tez de este tenue ./ suave color bronceado / que tan raro es en­contrar /./ y que da a algunas partes de la cara / un maravilloso color de ámbar (64).

Del tipo e, A - a, a, C:

Se levanta el anacalo por la mañana / se desayuna 1/ y entre él y su mujer / comienzan a llenar el horno 1 de leña y de hierbajos (Sr); Se cuelga del techo / se pone al niño en él ./1 y la madre lo va meciendo sua­vemente 1 al mismo tiempo que acaso canta 1 una dulce canción popular (rr2); Una montaña que se ve en el horizonte/ sobre el cielo límpido ./1 es una imagen que se graba en nuestra alma 1 y que en ella reposa 1 duran­te tiempo y tiempo (rrs).

Series coordinadas.

Son, generalmente, descripciones. Frases agrupadas en una idea ·central. N o están separadas con cadencias, sino sólo por se­mica:dencias. Pueden llegar a tener una anticadencia cada una. A l final aparece la cadencia. Ejemplos:

1Eran las primeras horas de la mañana 1 se respiraba un aire fresco y

Page 15: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 55

sutil / estaba el firmamento despejado (85): e, e, C; Es un patio pe­queño / unos tienen fuentes, albercas, surtidores / otros tienen columnas que sostienen una galería / otros son más modestos, más pobres (86) : c/c, e, e/ e/ e, C; He visto uno - cuyo pavimento se alejaba en una ram­pa suave / luego, allá, en el fondo, se abría otro reducido patio, al cual se entraba por un arco sencillo y blanco j debajo del arco, esperaba in­móvil, rígido, impasible, un asno enjaezado con rojos y amarillos aneos ¡ por encima del arco asomaba, negruzco y simétri co, un ciprés que resal­taba en el azul de cielo (8) : A, c/c, e, A, a, e/ A, e, e, a, e/ s, A, C; He llegado a la Catedral / He traspuesto la puerta, y he entrado en el Patio ele los Naranjos / cnatro o seis mendigos toman el sol / el patio es ancho, empedrado de guijarros; se extienden los naranjos en filas / la alta y recia torre - se yergue a un lado 1 Sólo algunos viajeros cruzan

a esta hora el patio, y se dirigen hacia la Catedral (87): e/ A, e/ e/ e, e, e/ A, e/ A, C. E l mismo silencio de la ciudad - se gozc. aquí en este recinto/ Una fuen te deja caer un hilo ele agua/ Cada media hora, una moza con un cántaro - aparece y lo llena en la fuente / el agua - hace un son ronco y precipitado - al caer en el cántaro. // La moza - espera inmóvil junto a la fuente / Pían y saltan - unos goniones- en los naranjos. // Se ¡·emueve lentamente - un mendigo en su capa. / Las campanadas ele las horas - vuelven a descender sobre la ciudad, lentas, acompasadas, sono­

ras. (87-88): A c/c/ Aac/ Aac/ A e/ cAe/ Ac/ AaccC; Hay un silencio profun­do en la ciudad vetusta / toca de tarde en tarde - una campanita lejana

de alguna iglesia / los recios portones ele las casas - están cerrados / sobre los umbrales, reposan los anchos escudos. (91): e/ Ac/ Ac/ AC; Este pobre l1ombre sin embargo - no es tío de nadie / en cuanto a "un hom­bre" - hay muchos sobre la tierra / y respecto a "aquél", todos los hom­bres de la tierra pueden ser aquél (99): Ac/ Ac/ AC; Las callej uelas -se perdían en un dédalo ele vueltas y revueltas / aparecía ele cuando en cuando - un viejo y noble caserón / el sol - entraba en las ventanas altas ele los sobrados y las falsas (104): Ac/ Ac/ AC; H e llegado a la Cate­dral, y he entrado al patio ele los N aran jos 1 En el centro hay una fuen­te / Su piedra -- es negruzca y gastada / hay en la alberca - una agua verdinegra y muerta / cae ele la taza ele arriba - un hilillo imperceptible, ele agua, que se desgrana en gotas - y no hace ruido al caer sobre las aguas muertas (ro4): A c/c/ Ac/ Ac/ AsaC; Son los primeros días de ene­ro / La vieja ciudad - tiene un aspecto triste, sombrío 1 ha desapareci­do el tapiz verdeclaro ele los maizales / en los campos ele eriazo - se eles­tacan plomizos los olivos / no está ya el cíelo azul / y a ratos - el ven­daval sopla, y hace gemir en los sobrados - las viejas ventanitas. (ro7): e/ Acc/ e/ A e/ e/ A e a C.

Las bombitas eléctricas - apenas lanzan una luz débil, mortecina / se oye una puerta que golpea a intervalos, fmiosa / Todas las casas ele la ciuclacl - están cerradas / las calles aparecen solitarias, desiertas / en la

Page 16: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

s6 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

feria - han ido echando todos los toldos / el clown ha apagado las luces de su barraca / por una callejuela, silencioso, lento, se ha marchado con su ancho cesto el melcochero. (rog): Acc/cc/ Ac/cc/ Ac/c/c e A C.

Que explicativo.

Se comporta como un complemento. V éanse páginas 59-60.

El maestro Gonzalo de Berceo / s. que nos ha contado su vida /A. (13); de colgajos de uvas y membrillos /a. que pende;1 de largas cañas /C (14); estas mozas recias /c. sanas /c. fuertes /c. que tanta impresión nos hacen a los que llegamos de la ciudad /c. (14-15).

en la sala /A. hay uno o dos tornos de hilar /a. que hacen un leve ruido cuando funcionan } C. (r7); el autor se refiere a Brujas /a. que es donde él vivía /C. (22);

cuando se es contemplada largas horas /c. largos días /a. por el aman­te /s. que nunca se cansa de mirar /c. (29);

la oración del justo Juez /c. la ele san Gregario /c. que no recordamos ahora para qué sirve /c. (30).

Que especificativo.

N o admite pausa. Va unido directamente al antecedente.

y hay cámaras anchas /A con puertas que crujen misteriosamente por las noches (14);

Las mozas que trajinan por la casa/ A. (14); este mismo autor alude también a estas sombrereritas a quienes acaba­

mos de dedicar estas líneas. (2o); haciendo que uno de sus criados vaya trayéndole los libros que necesi­

ta a/. (zr); otro criado /A. le trae los libros que necesita para el estudio / s. (23) ; Ana /A. sabrá rezar oraciones que tengan la virtud de causar tales

efectos /C. (30). Entre los guijos menudos que forman el piso de la plaza /A. (35); El claustro que conduzca a su celda /A estará enjalbegado con cal

blanca /C. (36); No pintaremos el pasmo que se ha apoderado de nuestro amigo /C. (44); que hiciese la merced de mandarle unas peras /a. del soberbio y maravilloso peral que él tenía en su huerto /C. (46); El la­berinto ele callejas que se extiende en los aledaños de la Catedral /A. (87); de las angustias con que nosotros /c. los hombres que queremos ser filósofos /A. (139).

Page 17: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 57

Rit1%0 interrum.pido.

Se rompe e'l ritmo para introducir una aclaración o un parén­

tesis, y se vuelve a tomar en el mismo sitio, repitiendo parte de lo dicho con la misma entonación:

En la fachada /A. (y ya veremos esto después para qué sirve /. ) en la fachada /A. fo rmado con azulejos de Segovia o de Valencia /a. (13-14); Las mozas que trajinan por la casa /A. (estas mozas recias, sanas, fuertes, que tanta impresión nos hacen a los que llegamos ele la ciudad /e); las mozas /A. adoran también a este labrador / C. (14-15);

esta noche pasada /c. en Córdoba /A. (56) Pero antes ele que Remi­gio acabe de decir las cosas estupendas que han ocurrido en Córdoba /A. don Lorenzo .. . (56) que en Córdoba /a. han ocurrido en la noche pasada graves sucesos (46) Decía, don Lorenzo /c. que anoche en Córdoba /A. (57) Lo que ha ocurrido en Córdoba esta noche pasada /A. (58);

y en su vestir /A. (tan atildado antes /c. con ese atildamiento pecu­liar que sólo se ve en provincias) /c. en su vestir /A. hay una dejadez

/c .... (96)

Cuando ·la interrupción se hace ·en el medio de un elemento, luego se vuelve a tomar con la entona·ción / s :

él coge la pluma y va escribiendo estas páginas soberbias /c. únicas en nuestra literatura picaresca /c. estas páginas /s ... . ; (27)

es posible que Isabel /c. la antigua criada /c. o Leonorcica /c. la linda moza nueva /A. ... es posible /s. repetimos /A que Isabel o Leo­norcica ... (82 ).

Aposición.

Los dos elementos que se unen mediante una aposición, llevan siempre una /e intem1edia.

a) En rama tensiva:

Guiomar /c. la de los ojos verdes /A. (rg); entra en el taller algún comprador /c. un estirado hidalgo /c. o un reverendo abad o presentado de algún monasterio o del tal parroquia 1 A. (19);

Nosotros /c. modestos periodistas que escribimos ... (2r);

Page 18: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

58 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

Un inmortal español /c. Miguel ele Cervantes ./A. (41); que lo que el inquisidor /c. su vecino /c. requería ele él /A (46); un enanito ./c. Nicolás Pertusato /c. vivaracho y nervioso /A. (47); es posible que Isabel /c. la antigua criada /c. (82); o Leonorcica / c. la linda moza nueva que don Juan acaba de tomar a

su servicio /s. (82); todas las cosas que pasan por el monte /c. nuestras ropas /c. nuestros

pies 1 A (u6); J erónimo /c. el segundo ele los hijos del matrimonio /A (133); Francisco /c. el otro hermano ele don Joaquín /A. (133); Paula /c. la hermana menor /A. (134); las angustias con que nosotros /c. los hombres que queremos ser filó­

sofos /A. (139); las manos ele Juanita /c. estas manos blancas y finas /A. (139); un silencio admirable /c. paz para el espíritu /A. (142).

b) En. rama distensi7'a:

alguna sonrisa /c. alguna carcajada argentina /a. (19); manda llamar a otro criado / c. a Diclymo / (22); con Peclro / c. el carpintero /a.; con José Luis /c. el herrero /a.; con Álvaro /c. el tejedor /a.; con Romual­do ./c. el alfayate /C. (25); F . Pernia /c. procurador /C. (34);

Mari Bárbola /c. la enana /a. (47); sobrinos suyos /c. hijos de di­ferentes hermanos /C (52); su secretario particular /c. el hombre ele su con­fianza /C. (55); [libros] pequeñitos /c. traducciones impresas en La Haya o en Amsterdam /a.; [libros] graneles ./c. libros cuyas hojas hacen un sonido sonoro al ser pasadas /c. libros de los que se desprende un olor de humedad ./C. (68); [.periodista] que lleva siempre los bolsillos llenos de papeles J c. autor ele un libro sobre las Regalías /c. (68);

un sobrino y un senador /c. pariente lejano suyo ./s. (71); sobre un montoncillo ele piedras /c. un majano /a. (77); el Marañón, Manresa, Mucio Scévola /c. libros que estudian afanosos

para hacer unas oposiciones /.C. (So); ante la casa de doña Asunción /c. la viuda ele don Anselmo /c. (82); nació en Los Prietos /c. un caserío ele La Roda /C. (121);

a unos vendedores ele mulos /c. forasteros que se enriquecieron ven-diendo caballerías a los labradores /a. (129);

porque su padre /c. don Jerónimo /a. lo era /C. (133); Don Jerónimo }c. su padre /a. (134); el hijo de Toscano /c. oficial de Artillería /a. (143); el otro hijo /c. una linda muchacha /s. (143).

Page 19: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 59

Un solo complemento.

a) En rumta tensiva.

Aparece una /s. a:l comenz'ar el complemento, y se avanza ha­cia el fina'! de él la /A. que habría en el ca:so de no existir tal

complemento:

E l maestro Gonzalo ele Berceo /s. que nos ha contado su vida A/. está con él verdaderamente furioso /C. (13);

(Si no existiera el complemento diría; el maestro G. Berceo /A. está con él verdaderamente furioso /C. (13) ),

Este hombre /s. tan llano y corr iente aq uí en casa /A hace todo lo posible por .. . (15); y los ojos ele Guiomar /s. como los ele su paisana Me­libea /A. (17); Don Quijote /s. cuando estaba sentado en su cama /A. dice Cervantes que tenía (r8); Baltasar Gracián /s. en su Criticón /A. dedica unos párrafos ... (r8); Ya cerradas las maderas /s. o antes ele ce­rrarlas /A. el erudito hace ... (22); os digo que a él le place js. sobre todas las cosas /A. una comida limpia y bien aliñada /C. (26); Otras ciudades seculares ./s. como Toledo, como Villanueva ele los Infai1tes /A. ofrecen la impresión ... (33); poseen el privilegio /s. rancio y aristocrá­tico /A. ele los ¡·ótulos castizos. /C. (34);

Don Fulgencio /s. que estaba limpiando las gafas con su blanco pa­ñuelo /A. se las pone ... (67);

Y ahora Serrano /s. que mora habitualmente en esta corte /A. ha te­nielo necesidad ele ... (74); la artesa /s. grande y ele pino /A. se halla colo­cada ... (83).

b) En rama distensiva.

Cuando está en posición final, añade cadencia a 'la semicaden­Cia o a la semiantica,dencia anterior.

Cambiaba los mojones por ganar hereclat /c. dice el buen Berceo lleno ele indignación /C. (15);

Aclorémosla siempre /c. clice el querido /c. el muy amado p0eta JC. (16);

Gerarcla /A. tiene unas manos maravillosas /a. con unas uñas comba­clitas y rosadas /C. (17);

en O caña /A. hacen unos famosos guantes /a. que después se ponen estos señores a quienes retratan Pantoja y Velázquez /C. (r8);

al lado ele esta casa /A. vive un respetable caballero /a. a quien hemos

Page 20: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

1

6o BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

de ir aún a visitar esta mañana /C. (20); manda llamar a otro criado jc. a Dídymo /a. que es el que me sirve cuando estudio /C. (22).

En el interior de .Ja rama distensiva, produce con la /a. el mis­mo mecanismo que para la /A. en la rama tensiva : Pone una js . donde debiera haber fa. si no exisúera el complemento:

Otra niña gentil /A. permanece en pie /s. un poco inclinada /a. a la otra vera de la infanta /C. (47); Pero antes de que Remigio acabe de decir las cosas estupendas que han ocurrido en Córdoba j A . don Lo­renzo /s. que ha estado tirando del cordón de la campanilla sin que la campanilla sonara /a. exclama .. . (s6); A ver, Pepita 1 A. si queda bien /s. ante todo /a. la escena segunda /C. (64); Es una de esas calles que no son paso para ninguna gran arteria /A. y desde las cuales ./s. en cuatro pasos /a. se está en el centro de la ciudad (70); quisiéramos preguntar por Pepita /A. y presentimos /s. sin saber por qué /a. que algo doloroso y terrible .. . (97); echa una mano de conversación con algún otro hombre tan pobre como él ./a. y va /s. mientras tanto /a. labrando unas brazadas de plei_ta o de tomiza /C. (100); He salido de esta calle /A. y he entra­do ./s. al azar ./a. en varias iglesias /C. (106); en el viejo casino del pue­blo 1 A. cuatro o seis hidaJgos /s. sentados en un rincón /a. cambian de rato en rato una frase anodina ./C. (108); hicieron una de las dos que habían de flanquear la fachada /A. y la otra ./s. un poco cansados /a. la dejaron sin hacer /C. (rr2); le dio por emborracharse y romperlo todo /s. en las tiendas ele la capital de la provincia /a. pagando después esplén­didamente los destrozos /C. (I28-I29); En Carnaval /A. van algunas más­caras por la calle /s. vestidas ele esteras fa. y con escobas viejas al hom­bro /C. (I3I); atraviesa esos años en que las mujeres nos hacen sen­

tir /s. a los que comenzamos a caminar hacia la senectud /a. las doloro­sas añoranzas del pasado /C. (I37).

e omplemento inicial.

Puede formar él solo, toda la rama tensiva :

Y por éste y otros desafueros 1 A. este labrador es cogido a su muer­te por los diablos /C. (IS); en la sala /A. hay uno o dos tornos de hilar /a. que hacen un leve ruido cuando funcionan (I7); Y ahora /A. es pre­ciso que el criado traiga la capa ele velar /c. (22); Ante todo /A. Ana sabrá rezar oraciones ... (30); Pero al cabo ./A. el pobt:e hombre ha enten­dido algo ... (44); En la primavera de I829 /A. vino a España Wáshington Irving ./C. (SI); Entonces /A. aún no había ferrocarril /C. (SI); Y cuan-

Page 21: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 61

do el ensayo ha terminado /A. don Cristóbal se despide afectuosamente de todos /a. y se marcha con su pasito corto /C. (66); Al llegar a la fonda /A. nos encontramos en un vestíbulo semi oscuro /C. (75) 4.

Un complemento en cada una de las ramas.

Siguen la norma general :

Y ello es que /s. haya o no ruido en Brujas a las cinco de la tarde j A. este sabio manda cerrar /s. como hemos dicho /a. las maderas de sus bal­cones /C (22);

Baltasar Gracián /s. en su Criticón /A. declica unos párrafos a la in­finita variedad de sombreros /s. altos, bajos, chiquitos, anchurosos /a. que se usan en España /C. (r8);

Él se acuerda /s. lleno de íntima ternura /A. de unos garañones con tocino que comió en Jaén /s. siendo ni1~o /a. y que ya no ha vuelto a co­mer tan buenos /C. (26);

y allí se pondrá en la escalera /s. j-unto a la cortina /A. para que don Diego le pinte /a .... que no es capaz de tirar por una ventana /s. ardiendo en cólera /a. a una dueña y a un enano /C. (so); su novio /s. que era un perdulario /A. se emborrachó /c. y pasó por delante de la casa de Pau­la /s. cogido del brazo de una tmzanta y gritando y alborotando /a. en compañía ele otros mozuelos. /C. (134); 1En la iglesia /s. silenciosa y ne­g-ra /A. parpadean /s. débiles y eternas ja. dos o tres lamparitas ... (149).

Varios co111>plementos en rama tensiva.

Todos acaban en /c. menos el último que acaba en antica­dencia:

Y aquí, /c. en la impe1·ial ciudad /A. labran Jos armeros peritísimos /a. unas espadas que no tienen rival en el mundo /C. (18);

Delante /c. enf¡·ente de él /c. en un testero del salón j A. están nuestro

4 Este mismo esquema A/C nos vale para . una frase completamente distinta en su sintaxis. La rama tensiva está formada por un sujeto inicial.

Todos los contertulios j A. aprueban Jo dicho por don Fulgencio /C. (67); Los interlocutores /A. se hallan en una pequeña librería ele la calle ele Carretas /C. (68); E l cuarto que habita don Fu\gencio /A. es am­plio... (70); El señor Serrano /A. se encuentra ahora en el medio del camino de la vida (73); Nuestro amigo /A. se halla ante la casa de doña Asunción /C. (82); La viejecita y el apañador /A. entran en una vasta estancia /C. (92) .

Page 22: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

amado monarca don Felipe ... (47); Después /c. al lado del pinto?· /A. W1a niña con la cara sonrosada .. . (47) ;

y en sus pies /c. sobre la delicada arcatura jc. en el escote del zapa­tito de charol j A. una media sutil de seda ... (64);

Otras tardes /c. cuando hace mal tiempo /A. se encierra en su despa­cho ... (?I);

Y en la calle /c. al mismo tiempo /A. se oirá la voz del hombre ... (94)

Dos complementos en rama dis tensiva.

No hay ejemplos abundantes. Cuando ·los dos son comple­mentos finales, llevan, respectivamente a/. y /C. :

un poco iudinada }a. a la otra <·rra de la in/a111a /C. (47) ; snbimdo f' or unos breves escalones de piedra /a. junto a una cortina }C. (48).

Cuando no son fina:les, sino que ocupan los dos lugares an­teriores a la cadencia, llevan /c. y Ja ., respectivamente:

luego ./c. pasado rste anechucho /a. comprenderá que ha hecho mal /c. (49); ~'a consolado /c. lrntamen.te /a. a palacio /C. (49-50);

dttra.nte un largo mto / c. a pesar nuestro /a. hacen que no pensemos más que en ellas /C. (57) .

A lternancins.

La altura de ·la anüca:clencia y ele la semianticadencia va mez­clada, sabiamente mezclada, con el descenso y con 'la suspensión, ele manera que el ·equilibrio queda, en las f.r'a-ses largas, bien pa­tente. He aquí algunos ejemplos demostrativos:

Y si ocurre que entra en el taller algún comprador / un estirado hi ­dalgo que va a hacer un encargo / o un reverendo abad o presentado de algún monasterio o ele tal parroquia // veréis cómo estas traviesas mozas cuchichean ent re sí / cómo lanzan miradas maliciosas al intruso / y cómo alguna sonrisa j alguna carcajada argentina / revuela ele pronto por la sala J (19): c,c,A-c,a,c,a,C.

Envidiamos nosotros profundamente a este buen hombre // que tiene dos o tres criados / que posee w1a casa confortable / que dispone ele to­das las comodidades / y que / por las noches / estuclia un rato / tomando para ello toda clase ele precauciones / abrigándose bi en / haciendo que

Page 23: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 63

uno ele sus criados vaya trayéndole los libros que necesita / y que otro ayuda ele cámara o cubiculario 1 se halle a su lado por si le ocurriera algo (zr): A-c,c,a,s,a,s,a,c,a,a,C.

es decir / que esta mujer le desea a la joven 1 a la cual pide una li­mosna /1 que tenga en todos los momentos ele su vida 1 la faz que se tiene cuando se es amada 1 cuando se es contemplada largas horas / lar­gos días 1 por el amante 1 que nunca se cansa ele mirar 1 y que siempre acaba por encontrar en esta cara queridísima / una nueva perfección 1 un nuevo y desconocido motivo ele amor. (29): s,s,A-a,c,c,a,s,c,a,c,C.

Encomiéndense a nuestra amiga 1/ los nobles seres 1 cuya misión con­siste en abrir 1 durante nuestra ausencia / nuestras puertas 1 armarios j y escritorios (32): :A-s,s,a,c,a,C.

De cuando en cuando 1 al volver ele una esquina // aparecen en el fondo 1 por encima ele los tejados negruzcos / sobre el cielo azul y diá­fano / las dos torres agudas / esbeltas / ele la Catedral. (35): c,A -s,c,a,c,a,C.

Y hay por la plaza sol itaria / esparcidos /1 papeles rotos 1 esos pa­peles que el viento lleva ele una parte a otra 1 que son como el símbolo del abandono y ele la desolación 1 y en que encontramos frases truncadas / que tien~n la elocuencia ele lo incomprendido y ele lo absurdo (35): s,A-c,c,c,a,C.

Y como él 1 a pesar ele todo / es bueno / es dulce 11 luego 1 pasado este arrechucho / comprenderá que ha hecho mal / sentirá un profundo arrepentimiento 1 y cogerá 1 para conformarse / el libro De Consolación ele Boecio 1 o los Sonetos de Petrarca. (49): s,s,c,A-c,a,c,a,s,a,c}C.

y allí se pondrá en la escalera 1 junto a la cortina // para que don Diego le pinte 1 y nos lo muestre como un hombre muy plácido / muy sosegado 1 muy suave / que no es capaz ele tirar por una ventana 1 ar­diendo en cólera ./ a una dueña y a un enano (5io): s,A-a,c,c,a,s,a,C.

Cuando era hora j 1 se detenían bajo los olivos 1 ponían sus mantas o sus capas en el suelo 1 y comían con toda calma / en la serenidad de un ambiente tibio y suti l 1 teniendo a lo lejos la perspectiva de una mon­taña azuL (5r): A-c,a,s,a,C.

Uno de ellos 1 algo gordo 11 tiene colocado el sombrero ele medio lado / y con el dedo índice ele la mano izquierda 1 lleno ele gruesos ani­llos / sacude ele cuando en cuando la ceniza del cigarro (63): s,A-a,s,a,C.

Don Fulgencio 1 envuelto en su capa negra / con negras vueltas ele veluelillo /1 baja lentamente por la calle ele Carretas 1 y se encamina 1 por la ele Alcalá 1 a la Castellana. (70): s,s,A-a,s,a,C.

Y entonces 1 en esta fonda triste / envejecida / pobre / situada en el corazón ele esta vetusta y muerta ciudad // nos damos cuenta ./ como se la habrá dado Nicolás Serrano 1 ele qué nuestra sem;ación de inquietud llega j en esta hora ele la noche y sin saber nosotros por qué 1 a los lí­mites ele una angustia íntima/ honda / y desgarradora. (75-76): s,c,c,c,A-s,a,s,a,c,a,C.

Una abeja /1 zumba sobre nn as flo recillas de romero 1 una araña /

Page 24: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

que tiene su tela entre un lentisco // sale lenta 1 muy lentamente ¡ de su agujero. (II9): A-c,s,A-c,a,C.

A esta Juana // nos ha contado el querido maestro Val era / que sus convecinos / por sobrenombre / la llamaban La Larga (137) : A- c,s,a,C.

Dos años más tarde // el otro hijo / una linda muchacha / delicada e inteligente 1 se sintió un día enferma 1 y murió cuatro días después / de una pulmonía rápida y violenta. (143): A-c,s,a,c,a,C.

En'IAii'neración.

Es una arquitectura de la frase de que gusta especialmente nuestro escritor 5

a) Enumeración en rama tensiva.-Es menos frecuente que la enumeración en rama distensi:va. N o hay distinción entre la completa y la incompleta; el tratamiento es el mismo:

estos le arrastran / le zarandean / y ya están a punto de llevárselo a los infiernos 1/: c,c,A (rs); ·En Murcia/ en Valencia 1 y en Sevilla //: c,c,A (r8); este pueblo es un claro / pintoresco 1 suavemente melancóli­co /1: c,c,A (25); una niña está enferma, / pálida 1 ahilada 11: c,c,A (25); sólo los palacios / las torres / los tejadillos 1 las veletas 1 los escu­dos /los anchos aleros / las rejas y los balcones saledizos / los ábsides // : c,c,c1o,c,c,c,A (33); la armonía entre la hora matinal 1 la luz / el silen­cio de la vieja ciudad / el azul del cielo //: c,c,c,A. (40); Y esta con­dición de momentaneidad / de cosa pasajera / de cosa imprevista y que no buscábamos //: c,c,A (41); una dueña / un servidor de palacio / y

don José Nieto //: c,c,A (48); sólo unas patillitas cortas / estrechas / claras /1: c,c,A (55); con su cara rapada / con su traje negro ./ y sus gafas .// : c,c,A (68); en esta fonda triste / envejecida / pobre / situada en el corazón ele esta vetusta y muerta ciudad //: c,c,c,A (75); Yo veo las vidas opacas / grises / y monótonas //: c,c,A (So); un mandil rojo j verde ./ amarillo ./ y azul //: c,c,c,A (83); el silencio 1 la serenidad / la melancolía //: c,c,A (87); Suenan lentas / sonoras / rítmicas/ 1: c,c,A (87); este paisaje austero / noble / místico 1/: c,c,A (88) ; Hace seis, ¡ ocho ./ diez años // : c,c,A (96); Esto parecerá duro / molesto / cruel //: c,c,A (99); en la iglesia ancha / silenciosa/ y clara //: c,c,A (nz); Todos los

"Azorín se recrea en la repetición" dice A. ZAMORA VICENTE, ob. cit., pág. I4I. El mismo Azorín (Riofrío, 53) ve en el enumerar las cosas, en el colocar las cosas - ideas, sensaciones- unas después ele otras, el resorte del gran estilo. Véase HEINRICH DENNER, Das Stilproblem bei Azorin. Zürich, 1931, pág. 53·

Page 25: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín
Page 26: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín
Page 27: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 65

nombres de las cañadas / lomas 1 picos 1 cabezos / y barrancos //: c,c,c,c,A (n8); Dan albergue en la ciudad a trajinantes j cosarios / y almocrebes //: c,c,A (127).

He contado 21 ejemplos.

b) Enumeración en rama distensiva.

I ) Completa.-Todos los dementos llevan /c. menos el pen­último que lleva ja. y el último, /C.

en la cual leja se ven peroles, / ollas / y cuencos vidriados: c,a, e (14); lleno de cerdos negros / blancos 1 o jaros: c,a,e . (14); unos mol­des extraños / unos grandes pedazos de castor / y otros grandes trozos de joyantes sedas: c,a,e (17); fabrican unos platos / unos aguamaniles 1 y unos cacharros portentosos: c,a,e (r8); son un tanto caprichosos ) tornadizos / y amigos ele las más extrañas y estrambóticas modas : c,a, e (r8); Descálzame 1 pon aquí la silla de goznes para sentarme 1 esté prevenido el vaso de noche en el escaño junto a ·Ja cama 1 quema un poco ele incienso o de enebro j y haz sahumerio: c,c,c,a,e (23); los pestiños / las ro~uillas de alfajor /los tostones de cañamones y de ajon­jolí / los nuégados 1 y las xopaipas: c,c,c,a,e (26); que se confeccionan con harina 1 agua caliente / sal / mantalauva / y un poco ele azúcar : c,c,c,a,e (26); mil hierbas 1 confecciones / y sutilísimas mixturas: c,a,e (30); nuestras puertas / armarios / y escritorios: c,a,.C (32); unas palomas vienen lentas / caminan un instante sobre las piedras / y

tornan a marcharse pausadas: c,a,e (35); aquellas otras horas más pre­paradas 1 más largas / más buscadas / y más ansiadas: c,c,a,e (41); un libro, · / un buen amigo 1 y un huerto umbrío: c,a,e (43); se ha levantado corriendo de la cama / ha ido al huerto 1 ha hecho arrancar el peral / y se lo ha enviado entero y verdadero al inqui sidor: c,c,a,e (46); He pasado por la calle de las Sierpes /A. llena de barberías /c. lim­piabotas 1 y pequeños casinos /C. (ros): etc. 6 .

Así he contado 57 ejemplos.

6 Cuando la enumeracwn en rama distensiva no está en posicJOn final, la cadencia pasa al último elemento, aunque no sea un término enu­merativo de la serie. Ejemplo :

los más elegantes / los más airosos sombreros / gorros / y bonetes / que pueda ponerse sobre la testa un caballero: c,c,c,a,C. (r8); con recias cejas / con los labios bermejos 1 con las manos gordezuelas / que acari­cian bondadosamente a los niños de las vecinas/.: c,c,a,C.

Page 28: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

66 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

Diagrama J.-Enumeración completa: (ba)rberías 1 limpiabotas 1 y pequeños casinos /.

(Marcado con elevación de se~1ianticaclencia el penúl timo mi embro ele la enumer::tción).

II) Incompleta.

Todos los elementos llevan /c . incluso el penúltimo. E l últi ­mo no alcanza a bajar a la cadencia completa, aunque lo repre-sento con /C. 7

• ~

estas mozas recias 1 sanas 1 fuertes. : c,c,c (14); menudas 1 blancas 1 picarescas: c,c,C (17); altos 1 bajos 1 chiquitos 1 anchurosos. (c,c,c,c.) (18); Demóstenes, Gregorio Nacianceno 1 Xenofonte 1 Cicerón ... : c,c,c,C (23); gusta de las albondiguillas redondas y apretadas con culantro verde 1 ele la col murciana con alcaravea 1 de la cazuela de berenjenas moxíes 1 ele la cazuela de pescado cecial con oruga : c,c,c,C. (26);

tendrá las manos blancas 1 de color de cera j transparentes : c,c,C. (36); manzanos 1 milgranos .. . azufaitos 1 perales 1 membrilleros 1 albarico­queros con sus albaricoques mantecosos y aromáticos 1 cerezos 1 acaso na­ranjos: c,c,c,c,c,c,c,.C. (43); iban caminando lentamente 1 observaban las tierras por donde pasaban 1 admiraban los bellos paisajes 1 se detenían en las alquerías y cortijos 1 preguntaban a los caminantes que se cruzaban con ellos en el camino: c,c,c,c,C. (SI);

lentas 1 acompasadas 1 sonoras: c,c,C. (88); sale al campo 1 labra 1 cava ./ poda los árboles 1 escarda 1 bina 1 ester­

cola 1 cohecha 1 sacha j siega 1 trilla 1 rodriga los majuelos y las hortali­zas 1 escarza tres o cuatro colmenas que posee.: c,c,c,c,c,c,c,c,c,c,c,c,C. (100);

N o cuento la enumeracwn de dos únicos elementos, tan numero­sa, del tipo c,c, por ejemplo: tiene una casa amplia 1 cómoda 1: c,C. (15).

Page 29: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín
Page 30: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín
Page 31: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 67

Su espectáculo /A. son las montañas /c. el campo /c. el cielo /C. (!02);

hace maravillosos hojaldres / empanadas estupendas con boquerones y pi­cadillo de tomate y cebolla / polvorones / roscos de huevo y vino ¡ pesti­

ños 1 gajorros / hojuelas/ arropes/ gachas de mosto : c,c,c,c,c,c,c,c,C (138).

He contado 65 ejemplos.

1 1 1 1 1

~:~: ---~ : 1 1 ~ 1

Diagrama 4.- Enumeracion incompleta: (s)on las montañas/ el campo / el cielo.

(Sem icadencia en los tres el ementos de la em1meraciún).

E-numeración en las dos ramas.

N o hemos hallado en ningún libro / en ninguna literatura /1 una ex­. presión más cariñosa / más halagadora / más profundamente amable 1 que esta de cara de siempre novia. : c,A - c,c,a, C (29); - ~~

Otras ciudades seculares 1 como Toledo / como Villanueva de los In-fantes // ofrecen la impresión de un museo frío 1 desierto: s,c,A-c,C (33);

--~ y nosotros / que nos hemos comprado cuellos y puños 1 cuando éramos

estudiantes / en esta calle tan simpática / tan pintoresca // la tenemos un

vago / íntimo cariño: c,s,c,c,A - c,C. (95); -- ~

nos despedimos de don Antonio / de don Fernando / o de don Lui s /) y nos alejamos entristecidos / obsesionados ~ (97) ;

pero queda en la iglesia 1 ancha / si lenciosa / y clara // algo como un hálito / como un dejo / como un rastro / de la paz y ele la sencillez ele estos humildes monj es.: s,c,c,A- c,c,a,C. (1 12);

~ -~-

Era alto / escuálido / moreno / feúcho // pero tenía unos ojos an-chos/ unos ojos melancólicos / unos ojos luminosos:.~ -~· (122);

Dan albergue en la ciudad a trajinantes / cosarios / y almocrebes // tres viej as posadas / la de Antón Gallardo 1 la ele las Animas 1 y la de

la Luna : c,c,A - c,c,a,C. (127) .

Page 32: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

68 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

Enumeración intensificativa.

Rcepite la partícula que une a los elementos. Esto supone un refuerzo de la expresión y de la carga afectiva. La terminación

de cada elemento de 1a enumeración, menos el último, lleva /a. en lugar de /c. 8

Y hay una camarilla gratísima / j A. toda llena de orcitas con mieles y arropes /a. de perniles /a. de tornizuelos y orejas de puerco puestos en sal /a. de embutidos /a. ele nueces colocadas en grandes arneros /a. de colgajos de uvas y membrillos /a. que penden de largas cañas /C. (14);

Y aquí lo habeis visto todos /A. con su chapeo forrado ele joyanfe seda en una mano /a. con su capita veraniega de tafetán /a. con su cráneo fino y medio acalvaclo /a. con sus ojos sutiles /c. (48);

ni faltará tampoco la piedra traída del nido del águila /a. ni el manti­llo de niño /a. ni los ojos ele la loba /a. ni la barba del cabrón /C (31);

se respira en estas callejas ja. en estos zaguanes sórdidos /a. en estas tienclecillas de abaceros y regatones /a. en estos obradores ele alfayates y boneteros /a. en este ir y venir /s. durante toda la mafíana fa. ele no­bles y varoniles rostros castellanos /C. (34);

él subirá en una hora treinta escaleras /a. y después veinte /a. y luego cuarenta /a. y hablará con diez o doce personas /A. por hacer favor a un desconocido que se ha presentado inopinadamente en su casa /C. (61);

en un anchuroso mosaico /A. los cuadros ele trigales /a. de barbechos ja. de eriazo /C. (77);

Hay calles estrechas /A. en que los regatones /a. y los talabarteros fa. y los percoceros /a. tienen sus tiendecillas /C. (78);

Al hacerlo j A. tendría que expresar este concierto profundo de las cosas /a. esta compenetración íntima de los matices /a. esta serenidad /a. este reposo /a. este silencio /a. esta melancolía /C. (89);

allí j A. entre los limoneros /a. entre los cipreses fa. entre los laureles siempre verdes /a. bajo los toldos de los pámpanos /a. paseábamos nos­otros con Pepita /C. (97);

Se desprende una sensación ele olvido y de serenidad /A. de esta fuen­te silenciosa ja. ele estas piedras seculares y negras /a. de este cielo azul y limpio /a. del vuelo elástico y callado de estas aves /a. del son lento y cristalino de esta campana /C. (104-105);

en la del Cristo del Gran Poder /a. en la del Cristo del Perdón fa. en la ele la Virgen del Mayor Dolor /C. (ro6);

La montaña j A. tiene sus hondos barrancos /a. sus salientes de roca

s V., NAVARRO ToMÁS, Manual de Entonación,§ 32.

Page 33: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 69

erizada y pelada /a. sus laderas suaves /a. sus torrenteras /a. sus para­tas o rellanos /a. que el hombre ha formado y cultivado /C. (u6) Sbis.

vosotros 1 A. sois un complemento de las viejas y nobles ciudades /a. de los viejos caserones /a. de las catedrales /a. de las colegiatas /a. de las alamedas umbrías y seculares /a. de los huertos cercados y abandonados. /C. (II7).

Enumeraciones encadenadas.

N o son siempre las enumeraciones tan sencillas y tan linea­les como las que hemos visto. A veces se encadenan y enzarzan unas dentro de otras.

U nos ejemplos :

estos dulces 1 tan andaluces / tan sabrosos 11 que sólo podemos comer en Osuna / en Cabra / en Lucen a / en Jerez / o en Utrera / los pesti­ños / las rosquillas de alfajor / los tostones de cañamones y ele ajonjolí / los nuégados /y las xopaipas. //: (26)

s,e, A-~ ~ a e

e e e a e

Y ele esta condición ele momentaneidad / ele cosa pasajera / de cosa im­prevista y que no buscábamos // es precisamente lo que hace que en nues­tra alma quede ele estos minutos / un recuerdo más dulce / más enterne­cedor / que el de aquellas otras horas más preparadas / más largas / más buscadas y más ansiadas (41) :

Respecto a Dolores o Lo! ita // habremos de decir que era gorclezuela / que tenía los ojos negros 1 que todas sus ilusiones las cifraba en unas palomitas que tenía en un palomar / y que era tan jovial / tan sociable / tan comunicativa / que merecía llevar un nombre más alegre que el que 11 evaba (52) :

a,a,a,C

s bis En este ejemplo no se repite la conjunción, es el posesivo el que cumple el papel de señal de intensificación.

Page 34: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

70 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

Remigio 11 se pone serio 1 grave 1 como quien va a dar una noticia sensacional 1 desagradable. (56) :

A e ) e a ) e

Hay en estos palacios 11 vastas salas desmenteladas 1 una ancha es­calera de mármol 1 un jardín salvaje 1 unas falsas o sobrado 1 donde 1 entre trastos viejos 1 va cubriéndose de polvo 1 (el polvo de los siglos) 1 un retrato de un conquistador 1 de un capitán de Flandes (79) :

A-) l -s, a , s (e)

e e

Montañas finas, 1 claras 1 olorosas 1 y radiantes 11 ele Castilla 1 ele Ali­cante 1 y de Cataluña 1 vosotras teneis todo mi afecto 1 todas mis sim­patías (IIS):

e,c,e ,A -l ; l ~ no piensan nada 1 viven la vida sin entristecerla 1 sin deprimirla 1 sin

llenarla ele preocupaciones 1 ele los terrores 1 ele las angustias 11 con que nosotros 1 los hombres que queremos ser filósofos 1 la llenamos (139):

e e e e e A

e a e

cipreses centenarios 1 cipreses inmóviles 1 que os levantais en la deso­lación castellana 1 cipreses que habeis escuchado tantas voces y lamentos 1 tantas súplicas salidas ele humildes corazones 1 cipreses que habreis oído las plegarias ele nuestros abuelos 1 y ele nuestros padres 1 yo tengo para vos­otros 1 para vuestro tronco desnudo y seco 1 para vuestro follaje rígido 1 inmóvil 11 un recuerdo de simpatía y amor (rso) :

c. e, c.~ ) ~ \ ~ j e ) e A -

Superación o ¡;recisión.

Nuestro autor expone una idea, un concepto, en gradación. Hay un elemento que matiza precisando al anterior -o anteriores,

Page 35: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

1

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 71

haciéndole má:s intenso o más expresivo. Lleva mayor carga afec­tiva que el anterior 9 • Este elemento que intensifica o que fija un matiz diferente va si:empre destacado. Si está en la rama tensiva, lleva /A. sobre una /c. anterior. Si está en la rama distensiva, aparece como /c,a, en posición no fina'!, y como /c.C. en posi­ción final. Algunos ejemplos.

a) En rama tensiva:

No hemos hallado en ningún libro fe. en ninguna literatura j A. (29); la hierba misteriosa /c. la hierba estupenda fe. la hierba única /c. sin par /A. (32); se verán limpios /c. fregados/A. los ladrillos .. . (36); y la luz viva /c. fúlgida /A. reverberará con la misma intensidad ... (37); de cosa pasajera, /c. de cosa imprevista y que no buscábamos j A. (41); perple· jo /c. turbado /A. (44); puede instruirnos sobre el grande temor /c. sobre el profundo respeto /A. (46); Y así, en esta dulce /c. inefable calma /A. (53); por unas escalerillas oscuras /c. estrechas. /A. (59); pero unos re­cios /c. unos formidables martillazos /A. (65); rEn el fondo /s. oscuro /c. lóbrego /A. (68); Yo veo las llanuras dilatadas /c. inmensas /A. (77); hay una fuente de piedra granulenta /c. grisácea /A. (78); Yo veo en las viejas /c. venerables catedrales /A. (78); Yo veo las añosas /c. secula· res alamedas /A. (79); Yo veo las vidas opacas /c. grises y monótonas /A. (8o); en que las palomas cruzan fe. se ciernen sobre la ciudad /A. (8r); en un ángulo /c. en una rinconera /A. (82); Este es el oficio trascen· dental /c. supremo /A. del anacalo /C. (83); una armonía perfecta /c. ma­ravillosa /A. (86); Suenan lentas jc. sonoras /c. rítmicas 1 A. las campa· nadas de una hora. (87); La compenetración de este paisaje austero /c. noble /c. místico /A. (88); por la mañana /c. a mediodía /A. (88); una cómoda un poco inclinada /c. lamentablemente inclinada /A. porque le falta un pie /C. (92); en esta calle tan simpática /c. tan pintoresca /A; parecerá duro /c. molesto /c. cruel /A. a los lectores ... (99); su bella re­signación /c. su bella serenidad /A. (102); estas capillas apartadas /c. casi ignoradas /A. (ros); Una lluvia menuda fe. intermitente /A. (107); un clovm /c. un pobre clovm de los caminos y de las posadas 1 A. (ro8); sil en-. cioso /c. lento /A. se ha marchado con su ancho cesto el melcochero /C. (ro9); a la mañana siguiente /c. a las siete /A. (1rr); por la mañana /c. en la hora clara y profunda del trabajo /A. (114); los caminos /c. los

9 Desde otro ángulo ele visión, llega a los mismos resultados apreciando la reiteración ele los esquemas como una expresión ele aumento en la di­mensión afectiva, ALONSO ZAMORA VICENTE. Ob. cit., pág. 136. DENNER, Ob. cit., pág. 247, encuentra en la matización ele las repeticiones un re· curso ele técnica impresionista.

Page 36: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

72 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

viejos caminos /A. (II3); a la derecha /c. al pie de una loma ¡A. (u8); velaba todas las noches /c. sin dormir una hora /A. junto a ellos /C. (123); todo el día /c. de la mañana a la noche /A. (124); Al anochecer /c. cuan­do el sol hacía rato que se había puesto 1 A. (124); entraba en las casas de los coléricos /c. ayudaba a los médicos /c. se acostaba en la misma cama de los enfermos ./A. para hacerlos reaccionar /C. (124); un aire de reposo 1 de sosiego /c. de nobleza /c. de majestad 1 A. (137); y cerca /c. a la terminación de una de las principales vías de la ciudad 1 A. (139); las manos de Juanita /c. estas manos blancas y finas /A. (1 39) ; abrumada /c. enloquecida por las calamidades que sobre la familia llovían 1 A. (143);

Hacía una mañana gris /c. dulce /A. y caía una llovizna suave / C. (147); Arriba /c. en los ventanal es de la cúpula /A. (149); vuestro follaje rígi­do /c. inmóvil 1 A. (rso).

b) En ranza distensiva.

l. N o final.

esta heterogeneidad estupenda /c. increída /a. de los chapeos españo­les ./C (r8); y cómo alguna sonrisa /c. alguna carcajada argentina /a. revuela ele pronto por la sala /C. (19); tomando toda clase ele precaucio­nes ./c. abrigándose bien /a. (21); una capa amplia /c. recia /a. en que el erudito se arrebuja ... (22); esta vida sedante fe. sosegada /a. del bello pue­blo andaluz /C. (23); de las cosas pequeñas /c. triviales /c. ignoradas /a. y que se titula ... (27); una expresión más cariñosa /c. más halagadora jc. más profundamente amable ./a. (29); cuando se es contemplada largas ho­ras /c. largos día.s /a. (29); las dos torres agudas fe. esbeltas /a. de la Catedral /C. (35); un recuerdo más dulce /c. más enternecedor /a. (41) ; ele este libro tan bello /c. tan clelicaclo / a. que se llama ... (53); y arriba /c. en el techo /a. un redondel de humo /C. (59); una fuerza intensa men­tal /A. le lleva como en suspenso /c. como en volandas /a. por la vida ./C. (6o-6r); entornadas /c. casi cerradas /a. en invierno y en verano ./C. (70) ; lo más refinado /c. lo más intelectual y sensual a la vez ./a. que se ha pro­elucido en nuestro siglo xrx /C. (73); y una línea azul ./c. tenuamente azul /a. ele una cordillera de montañas /C. (77); esperaba inmóvil /c. rí­gido /c. impasible /a. un asno enjaezado con rojos y amarillos arreos /C. (86); un fuerte y grato olor a leña /c. a ramaje de olivo quemado /a. se respiraba en las callejas y en las casas /C. (88); hay una dejadez /c. un descuido /a. que nos llena de una íntima tristeza /C. (96); y nos aleja­mos entristecidos /c. obsesionados /a. por esta calle ... (97); estaban mu­chos sentados /c. dormitando /a. y tomaban el sol /C. (ros); algo como un hálito /c. como un dejo /c. como un rastro ./a. ele la paz y de la sen­cillez de estos humildes monjes /C (II2-II3); Cuando los legones están en alto /A. brillan ./c. relucen /a. como si fueran de plata /C. (n8); len-

Page 37: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 73

tamente /c. apoyados en sus bastones /a. (139); podían gastar más /c. mucho más /a. de lo que gastaban /C. (142); un río se deslizaba manso /c. claro /a. entre un follaje tupido /C. (147); entonaban una plegaria larga

/c. melodiosa /a. que iba a perderse ... (148); A largos trechos /A. una lucecita pone un resplandor rojizo jc. ahogado por las sombras /a. en un muro /C. (149).

II. En posición final.

es un hombre malo /c. abominable /C. (15); la luz de aceite es más suave /c. más dulce /C. (22); estas páginas soberbias /c. únicas en nues­tra literatura picaresca /C. (27); allí habrá hecho algunas cosas enormes /c. terribles /C. (48); grave /c. sencilla /c. afable /C. (52); una camita de

hierro desnivelada /c. crujidora /C. (61); van apaciguando sus ·voces /c. c.c•llanclo /C. (64); todos charlan debajo ele la lámpara /c. en el comedor /C. (71); Son callejuelas estrechas /c. angostas /C. (85); Otros son más modestos /c. más pobres /C. (86); prefiero éstos de las casas humildes jc. de las casas ignoradas /C. (86); todo parecía reposar en un profundo fe.

denso silencio /C. (86); prosigue su marcha indefinida fe . sin rumbo /C. (91); Sentimos una angustia indefinible /c. íntima /C. (97); no es nada /c. no se distingue por nada /c. nadie le echará de menos cuando se muera

/c. no tiene ni siquiera nombre /C. (99); su casa es pequeña /c. modes­tísima /C. (99); sus nociones políticas son harto vagas /c. imprecisas /C. (101); son las montañas /c. el campo /c. el cielo /C. (102); ha seguido

andando / c. filosófico /c. despreocupado /C (104); un sombrero ancho /c. grasiento fe. con las alas caídas /C. (104); gentes que van y vienen /c. que charlan /c. que gritan /C. (105-106); llenos ele hierba /c. llenos ele una vegetación verde y tupida /C. (106); tiene un aspecto triste /c. sombrío /C. (107); dos o tres labriegos con su paso tardo /c. indeciso /C. (107); con sus sones largos /c. desgarradores /C. (ro8); que golpea a intervalos /c. furiosa /C. (109); las calles aparecen solitarias /c. desiertas /C. (109); lanzan una luz débil /c. mortecina /C. (109); aparecen grisáceas /c. te­

rrosas /c. azules las más lejanas /C. (rr1); son pequeñas /c. de dos pisos /C. (rr2); La pequeña ciudad /A. es tranquila /c. pacífica /C. (113); el ambiente es sec¿ /c. diáfano /C. (rr3); teneis todo mi afecto /c. todas mis simpatías /C. (rrs); crecen libres /c. rebeldes /c. felices /C. (116);

son todas iguales /c. no tienen fisonomía /c. no tienen carácter /C. (rr7); todo irradia /c. esplende ele luz /C. (rr8); era alto /c. escuálido /c. mo­reno /c. feúcho /C. (122); unos ojos anchos /c. unos ojos melancólicos /c. unos ojos luminosos /C. (122) ; no daba que hacer /c. no decía nada /c. no se quejaba nunca /C. (123); surcos simétricos /c. Jarguísimos /c. para­lelos /C. (124); un crimen hon·endo /c. inaudito /C. (130); es discreto /c. afable /C. (130); es afable /c. discreto /C. (136); tiene las casas blan­cas /c. cuidadosamente enjalbegadas ele cal viva /C. (r38); se ex tienden

Page 38: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

74 BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

los olivos grises /c. tétricos /C. (r39); agua fresca /c. transparente /c. sutilísima /C. (r39); una melancolía suave /c. larga /c. inefable /C. (r4o); con su camisa blanca /c. inmaculada /C. (r45); se marchan arrastrando los pies /c. lentamente /C (r49); un hálito profundamente trágico /c. des­garrador /C. (rso); está raso /c. pelado /c. yermo /C. (rso).

Es indudable que los adjetivos acumulados llevan una grada­ción 1.o, quizá una sutil gracla.ción, hacia un punto cu:lminante que es el que cierra la serie :

los hombres graves /c. sesudos /c. importantes /c. trascendentales /c. meditativos /c. cautos /c. prudentes /a. ele la ciudad /C. (r39).

Algo .se va afinando, aquilatando, en las tres series siguientes:

las campanadas que suenan lentas /c. sonoras /c. rítmicas /A. (87); el paisaje austero /c. noble /c. místico /A. (88); el agua fresca /c. trans­parente jc. sutilísima /C. (r39) .

Algunas veces, el último elemento ele estas enumeraCiones pa­rece restm1Ír 'la idea de :todos los anteriores :

un aire de reposo /c. ele sosiego /c. ele nobleza /c. ele majestad/ A. (r37).

La cualidad de la •pobreza en la:s capillas está plenamente lo­grada en la gradación del ejemplo de la página ros: son unas ca­pillas sin riquezas artísticas; y aún podrían tener otro género de riquezas, pero es que además son pobres. Son pobres, pero po­drían estar pobremente vestidas o adornadas. Ni siquiera eso, están casi desnudas con lo que se consuma el proceso de pérdida.

Otra serie en la que se ve aquilatarse un proceso de pobreza y de negación hay en ·la página 99.

En ella vemos el pobre hombre que no es nada jc. que no se distingue por nada jc. que nadie echará de menos cuando se 1nu.era jc. y aJl que, en el bajón final y definitivo de 'la cadencia,

1o "Todos los miembros de una enumeración azonmana responden a 1111 sólido eje interior". ALONSO ZAMORA VICENTE, ob. cit., pág. I45. 1E)

mismo Azorín (Supenealismo, cap. XXIV, Ob. Select., pág. 828) ve como "empresa magna dar el detalle vital, el detalle definidor. Lanzarse con fuerza a lo interior de las cosas" .

Page 39: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 75

llegamos a anular trágkamente, quitándole hasta el nombre: e, e, e, C.

Hay artículos como Don Joaquín el Mayorazgo ( I33) que son simplemente descriptivos. En todo él sólo vemos tres casos de estas enumeraciones progresi!Vas: Paula era bonita, distinguida y afable; María es tan dulce, tan buena y tan bonita como su tía Pau1a; Don Joaquín es afable, discreto. Aparte de esto, sólo nos dice que la casa es anti_qua y espaciosa, y que la ciudad de N e­breda es vieja y hosca. Nada más.

En ·cambio, el articulo siguiente, Juana )' Juanita (r37), en­cierra, en cuatro pá;ginas, mult'i1ud ele ejemplos de estas grada­ciones intensificati'Vas que dan a la prosa de Azorín su visión inconfundible ele matiz y de color : J uanita exhala de sí un aire de reposo, de sosiego, de nobleza, de 11'~<Ljestad. Juanita, a su vez, es vivaracha_. nerviosa, inquiP.ta, auda:z, espontánea, ingenua, en donde de las cualidades físicas se pasa insensiblemente a las mo­rales. Luego viene la larga enumeraición de las deleitosas artes de la gula que maneja Juana. Hasta en estos productos enumerados con "delectación secreta" se puede desentrañar una dulce grada­ción. Empi.eza con los hojaldres y los salados boqtterones, y acaba con la dulzura sin par de los arropes y las gachas de mosto.

En la descripción ele la ciudad donde viven Juana y Juanita, las ·casas no son· simplemente blancas, sino blwncas, cuida:áosa­mente enjalbegoJdas de cal viva. Las rejas de las casas son reja:s saledizas, anchas, y pintadas de verde; en las afueras hay una amena y fugosa huerta, y más lejos hay unos olivos grises, tétri­cos. Hay una fuente con agua fresca, transparente, sutilísima. Cer­ca ele esta fuente vienen lentamente, apoyados en sus bastones, unos hombres. Para describir a estos hombres, Azorín emplea nada menos que siete adjetivos sabiamente encadena:dos: graves, sesudos, importantes, trascendentales, mediativos, cautos, prUr dentes. El más profundo encanto de las dos mujeres consiste en no pensar en nada, en vivir sin entristecer la vida, sin deprimi?'­la, frente a las ¡preocupaciones, terrores y angustias de los hom­bres. c~adación hay en la descripción ele los crepúsculos ele la ciudad andaluza, crepúsculos de una melancolía suave, larga, ine­fable. Y queda aún la contraposición de la fuerte, enhiesta y ju­venil figura de J nanita que va a buscar agua a la fuente, frente

Page 40: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

BOLETÍN DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

a la vaga, íntima, irreprimible tristeza de los hombres venerables que, apoyados en sus bastones, la contemplan.

Esta a manera de superación de un término se ve muy clara en la repetición de una misma palabra, que, al lLevar entonación distinta, a;parece como si dijéramos elevada a una potencia. En la página 108 . nadie compra las melcocha;s al melcochero en la tarde desapacible. Pero esta palabra nadie, ha tenido que aparecer antes, ex;enta, libre del enlace lógico de la oración, y se ha repe­tido superándose, elevándose a la cumbre ele la anticadencia;

pero nadie/c. nadie/ A. nadie compra sus melcochas.

Y ¿qué puede dar más cabal idea de la lentitud en grado sumo que la misma palabra lento, lentamente, repetida en alto, como estirada para hacerla más larga? las campanadas lentas/c. lentas/a. del Angelus. (107) una araña ... sale lenta/c. muy lentamente/a. de su agujero/C. (II9) Unas palomas grises revuelan lentamente/c. muy lentamente/a. sobre el cielo azul (r2r); otras yuntas/ A. caminaban lentas/c. muy lentas/a. allá a Jo lejos /C. (124).

N atas para unas Conclusiones.

Hemos visto el empleo de los cinco tonema.:s con el mismo va­lor con que los define Naval'ro Tümás 11

• Responden, aproxima­damente, a los siguientes conceptos:

e - Lo que es igual, lo que se repite, lo que está en el mismo plano.

a - Lo que muestra contraste, o completa o supera una idea. s - Lo que interrumpe o intercala. C -Lo que acaba definitivamente. A- Punto culminante de la expresión o del contraste.

Hay que destaoar en la prosa enunciativa de Azorín estos valores:

1) La frase lineal, de oraciones sencillas, de mayor frecuen-

n Páginas 69-70 del M anual citado.

Page 41: Sobre el ritmo en la prosa enunciativa de Azorín

SOBRE EL RITMO EN LA PROSA ENUNCIATIVA DE AZORÍN 77

cía con 8 sílabas, como el verso popular español. Estas frases sim­ples pueden organizarse en series coordinadas.

2) La frase bimembre, con perfecto equilibrio. 3) La frase de tres elementos, también equilibrada en las

fórmulas 2 -1- I, I + 2 .

4) La frase de cuatro elementos, perfecta en su rotundidez. S) La gran eXJpresividacl de la enumeración incompleta, que

indica: colorido, abundancia y sobre todo lentitud, pena de lo inacabado 12

6) La sutil matización intensificativa en la enumeración. Por último, quiero dejar bien patente que quizá otros lectoreo

encuentren discrepancia .en el empleo de algunos tonemas. N o son resultados definitivos ni categóricos. Es, simplemente, una posrble apreciación rítmica de la prosa azoriniana.

M." J OSEI'A CANELLADA.

1 2 Alonso Zamora Vicente interpreta así las enumeraciones incomple­tas de Azorín: "Azorín es particularmente aficionado a las enumeraciones abiertas. Así se aumenta la niebla poética que, irrestañablemente, mana de sus escritos . . . Siempre queda algo por decir, algo que se insinúa o que no se quiere tocar. El empobrecimiento de la rotundidad de la cadencia sirve para un extraordinario aumento de la afectividad, de la imaginación, de unas posibilidades latentes" (Ob . cit., pág. 146).