sobre algunos problemas actuales de la lingüística histórica-comparativa
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SOBRE ALGUNOS
PROBLEMAS ACTUALES DE
LA LINGÜÍSTICA
HISTÓRICA-COMPARATIVA
Curso: Lingüística Histórica
Integrantes:
• Alvarado Valladares, Kristhel
• Cabello Villanueva, Yadira
• Oyarce Ludeña, Gary
• Raá Rodriguez, Marco
I. La actualidad de la Lingüística
Histórica-Comparativa
Se tiene la impresión de que poco o nada se ha avanzado en este tipo de lingüística en nuestro siglo.
Propósito del artículo
Poner de manifiesto que la lingüística histórico-comparativa es una disciplina totalmente actual, que presenta todas las características que configuran las diversas corrientes de la ciencia contemporánea del lenguaje.
a) La capacidad del método para poder ser utilizado fructíferamente en el estudio de diversos grupos de lenguas genéticamente emparentadas.
b) La capacidad que se nos ofrece de plantearnos científicamente el problema de los posibles parentescos entre grupos de lenguas cuya relación genética interna se considera probada.
II. El método histórico-comparativo y
las lenguas no indoeuropeas
La aplicación exitosa del método histórico-comparativo, conseguida en nuestro siglo, en la reconstrucción de la protolengua indoeuropea no implica que este haya surgido de las lenguas indoeuropeas mismas. Es independiente de ellas.
Dos consideraciones sirven de argumento para esta idea:
a) Se ha
demostrado en la
práctica que el
método es aplicable
a otras familias
lingüísticas.
b) La evolución de
la propia lingüística
indoeuropea.
Algunos autores afirman que es posible que el método histórico-comparativo no sea aplicable a todas las posibles familias lingüísticas.
N. Boretsky
• Distinción entre lenguas europeas y, las llamadas por él, lenguas exóticas.
• Reconstrucción histórica de la protolengua correspondiente a una familia de lenguas autóctonas australianas.
• Aspectos de esas lenguas de Australia que influyen de modo decisivo en los cambios lingüísticos y en la opacidad de los resultados de las leyes de evolución fonética.
La idea, evidentemente errada, de que este método sea aplicable solo a las lenguas indoeuropeas, se debe a que se ha dedicado más tiempo, ingenio y paciencia al estudio de estas, en comparación a
lo que recientemente se ha logrado con las llamadas lenguas exóticas.
Las diferencias culturales entre familias de lenguas alejadas en el espacio y/o en el tiempo crean dificultades dispares en la aplicación de este método.
Se cuenta con testimonios escritos de enorme antigüedad que ofrecen a los estudiosos la posibilidad de imponer un orden a gran parte de ese caos derivado de una evolución histórica complejísima
La razón no está en que no haya leyes fonéticas en lenguas exóticas o que estas sean menos
exactas o precisas.
Sociología científica: pocos estudios sobre
estas lenguas.
Prejuicio de que la lengua sea inasequible
al análisis.
Razones por las que el conocimiento de la prehistoria de las
llamadas lenguas «exóticas» es mucho menor que el de las
lenguas indoeuropeas
Progresos importantes en la reconstrucción
de las protolenguas de diversas familias
linguísticas consideradas «exóticas»
Inició de modo sistemático y con resultados importantes la reconstrucción del protoaustronesio.
Isidore Dyen continuó la labor de este autor.
Dahl, discípulo de Dempwolff, revisó críticamente las
propuestas del maestro.
Dempwolff
La evolución de la lingüística indoeuropea
Neogramáticos
• Suponían la adaptación máxima del método histórico- comparativo.
Bernabé
• Propone el sistema de oclusivas que denomina máximo.
Dos factores fundamentales
• General: demuestra la independencia del método respecto a la familia de lenguas.
• Particular: hay que postular la protolengua que convenga
Evolución de la
lingüística indoeuropea
El método histórico-comparativo nos especificará los
procesos que hay que usar para la
derivación pertinente
No hay objeción en este
propuesta siempre y
cuando tenga una justificación
La lingüística general diacrónica nos dirá que leyes fonéticas son mas
comunes
Se propuso un subsistema vocálico con
una sola vocal
El éxito del método histórico-comparativo no se debe a
que haya sido aplicado a una familia de lenguas que
ha dado la casualidad de que tiene una realidad
genética demostrable. Sino que esta demostración ha
sido posible gracias al método, porque este es
independiente de la familia a la que se aplique.
III. Tipología y método
histórico-comparativo
Este Método no es específico de
una lengua
Las leyes tipológicas están
llenas de excepciones
La idea de que la reconstrucción
ha de concordar con las
generalizaciones tipológicas debe
rechazarse
Las generalizaciones empíricas no son
tipológicas ni constituyen
tipología alguna
Las tipologías horizontales fueron desarrolladas en el siglo XIX
― Schegel ― Humboldt ― Bopp ― Pott ― Schleicher ― Steinthal ― Müller ― Misteli ― Finck
por los autores
Consisten en hacer una comparación entre las estructuras de varias lenguas y determinar sus rasgos. De esto proviene la conocida tricotomía de lenguas aislantes, aglutinantes y flexivas. Sin embargo, con solo mirar esto con más detenimiento se puede dar cuenta de que este tipo de tricotomías no es muy útil por ser muy generales y no decir casi nada sobre las lenguas
El autor afirma que es por esto que en pleno siglo XIX se tuvo que recurrir a crear un tipo distinto para cada familia tratada. Entonces, lo que se ha denominado «tipología lingüística» es inseparable de la lingüística histórica comparativo, pues son dos caras de una misma moneda.
En cuanto a las tipologías denominadas «verticales», tienen una naturaleza diferente, pues están configuradas en principios implicativos como los postulados por J. Greenberg, que ponen en contactos diversos componentes de los sistemas lingüísticos.
IV. El estudio de las relaciones
interfiléticas
El método histórico-
comparativo
Marcó el fin de las especulaciones fantasiosas sobre el origen y la diversificación de las lenguas.
A partir de su aparición, no es pertinente buscar relaciones genéticas basadas en similitudes rebuscadas, accidentales o ingenuas.
Una vez establecidas algunas familias, como la indoeuropea, semítica, fino-ugria, altaica, drávida, etc., carece de sentido comparar directamente una lengua perteneciente a una familia con una lengua perteneciente a otra en búsqueda de posibles relaciones genéticas. La búsqueda de estas relaciones solo tendría sentido si se comparan las protolenguas correspondientes.
es decir
No se puede realizar una comparación entre dos lenguas de distintas familias mediante una confrontación simplista, sino que hay que recurrir a propuestas ya realizadas sobre la descripción de las protolenguas.
Una cuestión que queda pendiente son los métodos que determinan en qué ocasiones es razonable aplicar esta metodología y en qué otros casos no es aconsejable. No se puede dejar la cuestión de la aplicabilidad del método histórico-comparativo en el plano intuitivo, es necesario desarrollar métodos más rigurosos que determinen cuándo sería razonable aplicarlo en una serie de lenguas.
Las observaciones de algunos indoeuropeístas, semitistas y fino-ugristas referentes a las lenguas que forman estas familias los han llevado a postular que podrían estar genéticamente relacionadas en un gigantesco macro-filo denominado por Pedersen «nostrático».
entonces La cuestión fundamental es la siguiente: ¿Hay justificación suficiente para aplicar el método histórico-comparativo a esas familias para determinar su posible filiación genética?
El método Dolgopol’skii
Se exige la comparación de más de dos lenguas (o protolenguas) para
minimizar de este modo las confluencias o similitudes puramente casuales. 1
Minimizar los efectos del préstamo: la comparación debe realizarse
respecto de elementos léxicos con muy poca o nula tasa de préstamo.
Lista de quince términos que rara vez o nunca se toman prestados. 2
Restricción del concepto de semejanza. ¿Cuándo se considera que hay
semejanza en los términos comparados? La semejanza ha de basarse en
tipos fonéticos que configuran otros tantos espacios naturales en los que se
realizan las leyes fonéticas.
Él señala diez tipos fónicos (P, T, S, K, N, R, W, J y F)
3
/p/ → /b/ o /b/ → /p/ √ /p/ → /t/ o /t/ → /p/ X
pada → bata
pata → tapa
En síntesis
No vale la comparación de dos palabras de dos lenguas: hay que introducir al
menos una tercera lengua.
No vale cualquier palabra: tiene que ser
una de las que corresponden a los
quince términos considerados
inasequibles al préstamos.
No vale cualquier semejanza fonética:
tiene que ser una que esté dentro de los
límites establecidos por los diez tipos postulados como
naturales.
¿Para qué sirve la propuesta de Dolgopol’skii?
Determinar dónde hay justificación para aplicar el método histórico-
comparativo y dónde no tiene sentido hacerlo.
Ratifica que propuestas como la de Illich-Svitych o Bomhard y Kerns
(reconstrucción del macro-filo nostrático) son legítimas científicamente y
suponen una aplicación rigurosa del método histórico-comparativo.
Crítica de Doerfer
«Toda consideración que se base en
protolenguas entra dentro de lo que él
denomina glotogonía y queda fuera de la
ciencia, pues es solo pura especulación
sobre símbolos vacíos de todo contenido
empírico».
Dos aspectos
La propuesta de Dolgopol’skii
La propuesta de Illich-Svitchy, que es el
primer desarrollo completo de la
hipótesis nostrática.
Moreno Cabrera afirma lo
contrario: la investigación
nostrática, desde la
propuesta de Dolgopol’skii,
cae sin duda dentro del
ámbito científico.
V. Conclusión
• En este artículo, Moreno Cabrera ha disertado sobre algunos de
los problemas generales que se le plantea en la actualidad a la
lingüística histórico-comparativa.
• Rescata que lo mucho o poco que se puede saber sobre la historia
y el origen de las lenguas debe esclarecerse mediante la
utilización de métodos científicos.
El método histórico-comparativo es un instrumento
imprescindible en tal investigación, por más que algunos
quieran confinarlo a campos muy delimitados haciendo caso
omiso de su generalidad e inmenso potencial heurístico.