siempre hay una salida

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  • 8/17/2019 Siempre Hay Una Salida

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    GBEMI

    Gbemi es el seudónimo de una joven nigeriana que trabaja en Ibadán como maestra. Estudió en

    Lagos y Gran Bretaña.

    (Pintura de Peter lar!e " #ooster " $%&'

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    SIEMPRE HAY UNA SALIDA

    )asasi sab*a de todo. +ntes de retirarse, -ab*a sido mensajero jee de una enorme tienda mi/ta en

    la ciudad y, a-ora que se -ab*a establecido en la remota 0logede, los demás granjeros ace1taban a ciegas

    su autoridad en casi todas las materias. 0logede era el centro de una gran 2ona agr*cola y, al atardecer,

    cuando los -ombres regresaban a casa, soltaban el a2adón y el mac-ete y se reun*an 1ara una 1artida de

    ayo o una c-arla amistosa mientras tomaban vino de 1alma en sus j*caras, la cabaña de barro de )asasi

    siem1re estaba llena de gente. Pod*a v3rsele -asta bien entrada la noc-e e/tendiendo sus bra2os en todas

    direcciones, mientras con vo2 atronadora sentenciaba sobre esto o aquello, o regalaba a sus cr3dulos

    oyentes con -istorias de 4cuando viv*a en la ciudad5.

    Por lo tanto, ue una sor1resa saber que el Bale le -ab*a orecido a )asasi la jeatura, 1ero 3ste,

    aunque muy agradecido, iba a declinar el orecimiento. 6odos sab*an lo que eso signiicaba. 7o a todo el

    mundo le ca*a en el rega2o una jeatura, y se sab*a que los -ombres se retorc*an el 1escue2o los unos a

    los otros, sin más miramientos, 1or obtener el codiciado t*tulo. Era tambi3n sabido que un t*tulo no se

    ganaba sin una generosa distribución de dinero en los lugares adecuados.

    8e e/tendió el rumor y, cuando los amigos de )asasi no 1udieron seguir 1retendiendo que

    ignoraban todo, le abordaron urtivamente el tema una noc-e.

     9:ime, jee 91reguntó un -ombre que -ab*a estado bebiendo muc-o9, no es verdad que vas a

    rec-a2ar la jeatura, ;e-< Eso anda rodando 1or la aldea, ;sabes<

    )asasi casi se a-oga con su ta2ón de vino de 1alma, 1ero sab*a que era algo que deb*a enrentar 

    más tarde o más tem1rano.

     9 =>e?je?je@ 9#ió, y la carcajada sonó alsa aun a sus 1ro1ios o*dos9. Los tontos -ablan de lo

    que los grandes -acen.

    Esta cita mal encajada ue recibida con un gran silencio y un urtivo intercambio de miradas, y, 1or 

     1rimera ve2, )asasi su1o que estaba 1erdiendo.

     9Bueno 9continuó9, es verdad que me -an orecido la jeatura, la  Asumpewa,  4como

    corres1onde a un -ijo ilustre que -a aumentado nuestra gloria en el e/terior5, 1ara citar al  Bale,  jeesu1remo de 0logede. Es un gran -onorA me siento abrumado.

    En cuanto a si iba o no a rec-a2ar el t*tulo, no dijo nada, y sus amigos, que sab*an que no era

    -ombre de dejar esca1ar ninguna o1ortunidad de alimentar su vanidad, ignoraron la evasiva 1ara evitarle

    más engorro si ten*a el dinero, comentaban, no dudar*a en ace1tar el t*tulo. :es1u3s de todo, siem1re le

    -ab*a gustado que le dijeran 4jee5. ;Cu3 1od*a ser más -alagDeño 1ara 3l que convertirse en un jee con

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    todos sus derec-os, 3l el Asumpewa?

    no a uno, a1uraron sus ta2ones de vino de 1alma y se des1idieron de 3l. )asasi se tiró con gran

    alivio en su butacón avorito. Estuvo 1roundamente absorto uno o dos minutos y entonces gritó

     9 =+bi!e, +bi!e, ven acá, 1or avor@

    nos minutos des1u3s, una oscura matrona entró lentamente en la -abitación sonriendo con

    timide2, mientras se ataba y volv*a a atar la la1a. +l in, se arrodilló a los 1ies de )asasi.

     9+bi!e, mi amor, estoy en un gran a1uroA necesito tu ayuda.

    +bi!e dejó esca1ar un sus1iro sab*a lo que ven*a.

     96F sabes que me -an orecido el t*tulo de Asumpewa...

     9 ;:e verdad< i señor no me -ab*a -ablado de ese gran -onor. #ealmente lo mereces.

    Por su1uesto, -ab*a o*do -ablar de aquello en el mercado ten*a un 1uesto de vender elubo$ y en

    los Fltimos d*as no se -ab*a -ablado de otra cosa. Cu3 satisec-a se sintió 1or -aber tenido la 1revisión

    necesaria 1ara a-orrar seguro que su es1oso necesitar*a algFn dinero.

     9+cerca una silla y si3ntate, +bi!e, y deja de disimular. 8abes tanto como cualquiera en esta

    alde*ta c-ismosa. El  Bale quiere conerirme el t*tulo de  Asumpewa; 1ero no le -e dado res1uesta ni en

    un sentido ni en otro. 7o tengo dinero 1ara mantener las dignidades 1ro1ias del cargo.

    +bi!e sus1iró una ve2 más ya se ve*a viviendo del cr3dito y de lo que ella ganara en el mercadoAy cuando aquello se agotara, sus a-orritos tendr*an que salir a relucir...

     9:ebemos actuar, y actuar con ra1ide2... =En alguna 1arte tenemos que encontrar dinero@ ;Cu3

    me sugieres<

    + +bi!e no se le ocurrió una solución inmediataA 1ero como vio que 3l no sab*a nada de sus

    a-orros y que aFn no estaban amena2ados, decidió ayudar a su marido.

    +quella noc-e, )aasi durmió bien a 1esar de sus 1reocu1aciones. Pero su es1osa se 1asó toda la

    noc-e en vela, movi3ndose en la cama de juncos tejidos, revolviendo su mente cansada en busca de una

    clave.

    +l amanecer, sus esuer2os -ab*an sido recom1ensados. :ejando a su doncella 1re1arar el

    desayuno, corrió -acia la -abitación de su marido y abrió las ventanas de un tirón.

     9+-, buenos d*as, señor m*o -e estado 1ensando toda la noc-eA no sabes lo rico que eres. 9 

    1Harina de ñame. (N. del A.)

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    )asasi se sentó muy derec-o en la cama y se rascó la cabe2a9. e reiero a tus -ijos 6ienes seis en

    total, ;no<

     98*, ;1ero de qu3 me sirven< Los dos niños 1equeños aFn están en la escuela y las muc-ac-as no

    mover*an ni un dedo 1ara ayudarme. En ve2 de ir al mercado o ayudarme en la inca, están de un centro

    de ciencia del 1a*s 1ara otro, =-aci3ndose las que a1renden sabe :ios qu3@ =Buen dinero que me estáncostando ya@9reunuñó.

     9:e todos modos, tF eres su 1adre, y me atrevo a decir que -ar*an lo que tF quisieras 91or lo

    general a +bi!e no le gustaba mencionar a los -ijos de su marido, ya que ella no ten*a -ijos.

    8in embargo, a-ora quer*a ayudarlo9. En todo caso, no se casar*an sin tu consentimiento,

    ;verdad< 8i lo -icieran, se 1odr*an al nivel de cualquier muc-ac-a de la calle.

    Ha em1e2aba a -ac3rsele la lu2. 8iguiendo la l*nea de 1ensamiento de su mujer, )asasi se levantó y

    se ue -asta la ventana con una mirada ausente en los ojos

     96raeremos a casa a las muc-ac-as. =8erán buenas es1osas 1ara algunos ti1os con suerte@ H

    además, le traerán a su 1obre 1adre una bella dote 9añadió )asasi, con el rostro res1landeciente,

    rotándose las manos en 3/tasis. >untos se sentaron y 1lanearon cómo traer*an a las cuatro muc-ac-as

     1ara la casa y conseguir*an la ortuna, que era el consuelo del 1adre 1or la 13rdida de sus -ijas.

    +quel d*a, en el mercado, +bi!e se encargó de que toda la aldea de 0logede 1re1arara el ánimo

     1ara la llegada de sus -ijastras. Las noticias se 1ro1agan 1ronto en los 1ueblos 1equeños. +l atardecer, el

    mercado cerró y las mujeres se llevaron la noticia a sus casitas. En uno o dos d*as, todo el mundo sab*a

    que las cuatro -ijas de )asasi volv*an a la aldea a casarse, y, es más, algunos dec*an -asta con qui3n seiban a casar, aunque ni )asasi ni +bi!e lo sab*an aFn, 1orque eso era 1arte del gran 1lan. La verdad era

    que al crear un inter3s en sus -ijas, es1eraban subir las oertas 1ara conceder sus manos en matrimonio.

    =onoc*an bien a su gente@

    H estaban en lo cierto. :es1u3s de una calma de uno o dos d*as, la casa de )asasi se llenó de

    nuevo. 8e brindó vino de 1alma y 1ronto la reunión se -i2o alegre y animada. 8us amigos estaban más

    ingeniosos que de costumbre aquella noc-e contaban un c-iste tras otro, y la casa retumbaba 1or las

    carcajadasA 1ero, aunque )asasi se un*a al jolgorio, manten*a ojo alerta. )inalmente, cuando los

     juerguistas se dis1usieron a marc-arse, tres de ellos se quedaron ten*an algo im1ortante que tratar con

    su anitrión, dijeron.

    + )asasi le divirtió la coincidencia de tener tres consultas im1ortantes aquella noc-e, y tan

     1re1arado estaba 1ara lo que se avecinaba, que sonrió sim1lemente cuando, en la 1rivacidad de su

    cuarto, el 1rimer -ombre le abrió su cora2ón.

     9 =0-, s*, usted se r*e@ 91rotestó el 1retendiente9, 1ero 1óngase en mi lugar un minuto. +unque

    no quiero cantar mis alaban2as, no 1uedo evitar recordarle mis m3ritos director de la escuela local, con

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    grandes 1osibilidades de ser electo 1ara el consejo. Buen salario, soltero, buena a1ariencia.

    )asasi miró a aquel -ombre de cuarenta y 1ico que aFn se em1eriollaba como si uera un

    muc-ac-ito de veinte. 4Bueno 91ensó9, de todos modos, este gallo viejo tiene algo y con sus

     1retensiones y bFsqueda de ace1tación 1Fblica, no va a maltratar a la 1obre muc-ac-a.5 Pero su vo2 se

    llenó de agon*a 1ara contestar

     9i querido amigo, si -ubiera tenido idea de sus intenciones, si -ubiera 1ensado que la

     1ers1ectiva de unirse con mi 1obre amilia lo atra*a... Pero las muc-ac-as están ya com1rometidas ojalá

    lo -ubiera sabido.

     9 ;7o -ay remedio< ;7i siquiera si le doy treinta libras de dote< 6raigo el dinero encima.

    +quello era demasiado 1ara )asasiA quer*a cantar de alegr*a.

    8in embargo, no le conven*a 1arecer muy ansioso y ue con gran desgano que inalmente tomó el

    dinero y ace1tó rom1er el com1romiso anterior de su -ija, que nunca -ab*a e/istido.

    Entró el segundo -ombreA des1u3s el tercero.

    )ue e/actamente la misma -istoria. +mbos ten*an tambi3n el dinero a mano. no ten*a cuarenta

    librasA el otro veinticinco. Evidentemente, e/ist*a gran demanda de muc-ac-as educadas que su1ieran

    leer y escribir, y ya -ab*a uerte com1etencia 1or las -ijas de )asasi, n anciano quer*a una es1osa con

    estas cualidades 1ara su -ijo que estaba 1re1arándose 1ara ins1ector y le agradaba -aberla encontrado en

    4un -ogar tan res1etable5.

    )asasi lo escuc-aba con una indierencia que ciertamente no sent*a. =ómo -enc-*a su vanidad ser suegro de un director de escuela y un ins1ector, y de la noc-e a la mañana@ =H la magn*ica suma de

    setenta libras era ya suya@

    omo era un astuto negociante, su1uso que los 1recios se elevar*an des1u3s, y as*, cuando el

    Fltimo -ombre se le acercó, suave 1ero irmemente se 1lantó en sus trece.

     9Lo siento muc-o 9dijo9. 8i me lo -ubiera dic-o antes, 1ero ya todo está arreglado -e dado

    todas las muc-ac-as.

    uando cerró la 1uerta el Fltimo de sus amigos, )asasi regresó corriendo a la sala y llamó a sues1osa, quien ya estaba sentada en el butacón avorito de )asasi, con una 1*cara sonrisa en los labios.

     9+divina cuánto 9le dijo, -aci3ndose el misterioso.

     96ienes setenta libras en el bolsillo 9res1ondió +bi!e inmediatamente, y des1u3s, sin

    avergon2arse, añadió a modo de e/1licación9 Estuve debajo de la ventana todo el tiem1o.

    =)elicidades@

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