sheila no cree en el amor - carolina ortigosa

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Page 1: Sheila No Cree en El Amor - Carolina Ortigosa
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Sheilanocreeenelamor

CarolinaOrtigosa

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Imagendeportada:TYTJEANS-PixabayDiseñoportada:CarolinaOrtigosa,IsaQuintinObraregistradaenelRegistrodelaPropiedadIntelectual©CarolinaOrtigosa©Octubre2015ISBN-13:978-1518621024ISBN-10:1518621023Los personajes, eventos y sucesos presentados en esta obra, son ficticios. Cualquier

semejanzaconpersonasvivasodesaparecidasespuracoincidencia.

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Dedicoesterelatoalaspersonasquesiguencreyendoenelamor.

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Se había quedado hasta bien entrada la noche revisando su correo

electrónico.Aunqueeraunatareatediosa,SheilaRíosprocurabahacersutrabajo lo mejor que podía y sabía. La tienda de vestidos de novia delcentrodeGranadaeragrandeyconocida.Comoerasulegado, loúnicoquesumadreledejóenherencia, teníaquecuidarlocomountesoro.Lohacía sin titubear desde que era apenas una niña y ayudaba a Lorena aponer cada vestido en su percha para que no se arrugara. Ahora era ladueñayteníamásfuncionesqueaquella,porejemplo,delegarensusdosjóvenesayudantesyprocurarque todassusclientasestuvierancontentas.Poresarazón,erararoeldíaquecerrabaasuhorayseibaacasaprontoparadormir.

Aunquenocreíaenelcompromiso,nienelmatrimonio, legustabahacerfelicesaaquellasmujeresqueteníanlasuertedehaberencontradoelamor.Apesardequeniellamismaconfiabaenesesentimiento.

Igual que su madre lo sintió una vez, las mujeres ilusionadas quevisitabansutienda,secreíanenamoradas.EnlosmomentosenqueSheiladeseaba acabar con toda esa pantomima, pensaba en las palabras de sumadre:Esdifícilseguircreyendoenelamor,sobretodo,cuandoestetehafallado una y otra vez, partiéndote el corazón; pero algún día loconocerás,yentonces, sabrásquenohaymayordichaque ladesentirsecorrespondida.

A veces no comprendía la inagotable fuente de positividad de lamujera laquemásadmirabaenelmundo,peronunca lehabíadadounmalconsejo.Noobstante,lecostabacreerenalgointangiblecomoeraunsentimiento fugaz, no podía evitar pensar que, en algúnmomento de suvida, se podría presentar la oportunidad de la que hablaba Lorena, suamadamadre.Hastaentonces, loúnicoqueocupabasu tiempoyenergíaera su trabajo, para que el recuerdo de sumadre perdurara.Era lomás

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importanteparaella.

Para lamañanasiguiente,Sheila teníaprogramadaunavisitay, con

suerte,seríaalgorápidoypodríatrabajarenlanuevadistribucióndelosmodelos para la primavera y el verano. Abrigada hasta las orejas paracombatirel fríode febrero, salióde supisoenelcentroycaminóunaspocasmanzanasparairaltrabajo.

No sabía cómo sería la jovencitaque iba enbuscade suvestidodenovia,almenosfísicamente.Teníaclaroquesíeradoscosas:exigenteyconlasideasclaras.Eltipodeclientesquemáslegustaban.Noledabanquebraderos de cabeza desde una hora temprana y eso siempre era deagradecer.

Con la tienda abierta, se fue directa a por los vestidos que habíaseleccionadoparaVegaRamos,queconsolo23añoshabíadecididodarelpasomásimportantedesuvida.ASheilaaúnlecostabaimaginarsequealguien tan jovenpudierapensarencasarseo tenerhijos,peroclaro, suinfanciatampocohabíasidounmodeloaseguirparanadie.Consieteañossupadrelasabandonó;sumadreyellahabíansobrevividoaduraspenashastaqueLorenadecidiómontarsunegocioparasacarlasadelante.Hacíatansolodosañosquesumundosehabíatambaleadodenuevo.Lamuertede Lorena fue un duro golpe para Sheila, pero decidió que no se iba adejar vencer, porque si su madre tuvo la fortaleza para no dejarsearrastrarporladesesperaciónylatristeza,ellatambiénsobreviviría.

Debíaintentarlocontodassusfuerzas.

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Puntualcomounreloj,aparecióunachicarubiaynodemasiadoalta,

acompañadaporunjovendeunostreintaañosconcaradequererestarencualquierotro sitio.Sheiladeseóqueno fueseelnovio…Noesque lastradiciones le importaran mucho, pero eso siempre le dificultaba eltrabajo a la hora de escoger algo que gustara a ambos.Claro que si lopensaba bien, ocurría en cualquier circunstancia y sea quien fuese elacompañante de la novia. Las indecisiones eran parte de su día a día.Supusoqueporesolajovenlecayóbiendesdeelprincipio,porquesabíaloqueibabuscando.

Sheilaseacercóaellosconunasonrisayactitudprofesional.

—Buenos días, soy Sheila Ríos, la dueña de la tienda. ¿Eres VegaRamos?

—Sí, soy yo —afirmó con una alegría contagiosa—. Este es mihermano,Gabriel.Él…odia ir de compras—comentó condiversión—,pero me adora y me está ayudando con casi todo porque mi dama dehonor, aunque aquí en España no se lleve mucho eso —matizó—, esdemasiado loca y todo el mundo cree que acabará estropeando lospreparativos.

—Vaya—soltó,evitandoreírseacarcajadas—.Esto…encantadadeconocerosaambos.Yenhorabuenaporlaboda—dijo,ytendiólamanoalosdos.

Sheilatratódeocultarsucuriosidadantelaexplicacióndelaefusivanovia.¿Acasoeraunaadvertenciasobresuhermano?Muchotemíaquesí.Solo esperaba que no le pusiera las cosas demasiado difíciles o tendríaquepararlelospies.

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Temía que pudiera ser demasiado exigente si estaba implicado en

cadadetalledelaboda.

Leshizopasary les alentó a acomodarse enuna sala contigua.Erahabitual que los clientes pasaran horas allí, por lo que contaba concómodosasientosypercherosparalaschaquetasybolsos.

Se dio cuenta de la diferente actitud de los dos hermanos; Vegamirabaatodaspartesconlosojosbrillantesdeemoción,lareaccióntípicaen las mujeres ante su elegante decoración, y Gabriel por su parte,mostrabaresignaciónyfueasentarsesinmás,conlamiradaperdidaenlaparedmás lejana.Nopudopasarporaltosuatractivopeseasuevidentedesgana e incomodidad, peroSheila seobligó a centrarse en su trabajo.Habíacosasqueno interferían jamásensuvida,yesoseran losclientesmasculinos guapos. Eran una distracción que no se permitía, por elpeligroqueacarreabayporqueerapocoético.Desaconsejabletotalmente.

Fueabuscarlosvestidosyloscolocóenunpercherovacíojuntoalapuertaunodelosvestidoresdegrantamaño.

—Creo que estos cinco se ajustan más a los requisitos que meenviaste por correo electrónico. Pero pienso que no deberías descartarotrosestiloshastaquenotelosveaspuestos,podríansorprenderte.Sobretodosieslaprimeravezquetepruebasunvestidodenovia.

—Estábien—musitólanovia.

Sheilapudoverdeterminaciónenlosojosdelaguapajoven,ysupoque no sería nada fácil de convencer para que cambiara de parecer.Aunque Vega se había mostrado de acuerdo, Sheila conocía bien a lasmujerescomoella.Separecíamuchoasímisma.Aunquenoentodo,esoestabaclaro.

Seoíanvocesalotro ladode la tiendaperosoloellapareciódarsecuenta.MiriamyNoeliahabíanllegado.Sedisculpóconsusclientesyfue

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ahablarconellas.

—Buenosdías,misayudantesfavoritas.

Ellasrespondieronalsaludoalunísonoconunasonrisa.Lasdoseraneficientes,trabajadorasy…adorabansutrabajo.Más,incluso,queSheila.

—¿Hallegadoyalanovia?—preguntóNoelia.

—Sí, está echando un vistazo a los vestidos. Así que ya sabéis;Miriam,túventeconmigoparaayudarlaavestirse,tráemeloszapatosdepruebaytodolodemás—estaasintióyempezóamoversesindilación—.Noe, van a traer un pedido, necesito que lo recibas y si no haymuchojaleo,hacefaltaordenarunpocoelalmacén.

—Si no hay más remedio—murmuró con desgana—. Era muchopedirestarotrasemanasinentrarenelalmacén,¿no?

—Esometemo—asintióSheilaconunasonrisacompasiva.

Seencogiódehombrospara indicarlequepocopodíahacerellaalrespecto.Atodaslesllegabasuturnodelimpiezadeaquellugarrecónditodellocal.Noeralúgubre,nimuchomenossucio,perosíconteníacientosdevestidosycajasy,tenerqueordenarlotodoerarealmenteunfastidio.

—¿Puedo llevar allí a noviopara enrollarmecon él?Creoque esoharíalatareamásllevadera—bromeóNoeliaconunasonrisasocarrona.

—Creoqueesoseríademasiadomorbosoparamí,yparalasclientas—añadióconunacejalevantada.

Noelia asintió con cara de estar sopesando sus palabras. Con unasonrisa,sepusotraselmostradorparaempezarsutrabajo.CuandoSheilasediolavueltayseencontróconGabrielenlaentradadelaotrasala,sequedó de piedra. ¿Hasta dónde habría oído? Se maldijo mentalmente ylanzóunamiradadesasosegadaasuayudanteyamiga.

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Estaabriólabocasinsaberquéhacerodecir.Sesonrojóycomenzó

acogerpapelesparafingirqueteníamuchascosasquehacer,dejandoasujefaconelmarrón.

—Si han acabado con sus bromas —soltó molesto—, creo quedebemoshablardelosvestidosquequierequesepruebemihermana.

—Claro—dijo,haciéndoleentraralasala.

Miriamsehabíaadelantadoyestabadentrodelprobador,ayudandoalanoviaconelvestidoy loscomplementos.Vega leshabíadejadoclaroquelodeseabatodo:diademabrillante,velo,zapatos…ytambiénlesdijoque llevaría un conjuntodediamantes dependientes, colgante y pulsera.Aunquenoeraloideal,nilohabitual,lanoviadeseabacontemplartodoelconjuntoparaayudarseadecidiryasíloharían.Aunquefueralaprimeraprueba.

Mientrasesperaban,SheilamirófijamenteaGabriel,dejándoleclaroque no iba a achantarse con esamirada intimidatoria y su expresión deprepotencia.

—Usteddirá.

—Nomegustan.

Sheila se quedó estupefacta. Imaginó que se refería a los vestidos.Tratódenotransmitirlaexasperaciónquesentíaenesemomento.

—¿Puedosaberelmotivo?

Suvozsonóconlanotajustadepreocupación.

—Mi hermana se va a casar en la iglesia y mi familia es muytradicional—explicó con la mandíbula tensa—. No puede ir enseñandotanto.Meniego.

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Asíquetradicional…Sheilasospechóqueensuvidaprivadanosería

tan mojigato. Menuda hipocresía. No iba a permitir que destrozara lasilusionesdelahermanapequeña.Menosmalquesabíacómotratara loshombressobreprotectores.

—Sonvestidosdefirmaydeunacalidadextraordinaria,además,suhermanameenvióunalistadedetallesquehetratadoderespetar,porloquecreoquedeberíamoscontarconsuopinión,yaqueseráellalaquesecase.

—Una boda no debería ser motivo para exhibir el cuerpo de unajovencitainocente.

Sheila usó toda su fuerza de voluntad para no echarse a reír acarcajadas.Enestesiglo,pocasjóvenesalcanzanlos23siendovírgenes,perodado suestadodeánimo,decidiónoecharmás leñaal fuegoynoprovocarlemás.SiGabrieldeseabaseguirpensandoeso,porellaestababienasí.

—Suhermanatieneya23años—constató—.Noesunaadolescente—replicómolesta—.Siestádispuestaapasarporelaltar,sindudatendrácapacidadparadiscernirloqueleconviene.

GabrielseacercóvariospasosySheilasequedóembelesadaporsubellezaunossegundos,hastaquesediocuentadequeelpropósitodeesteeraintimidarla.Susclarosojosazulesyanoerantanatrayentes.Ardiódefuriaentonces.Entrecerrólosojosycontóhastadiezparanoabofetearle.Loshombresqueutilizabansualturaparasometerasuinterlocutornolegustaban nada, ymenos si era ella la que estaba al otro lado, siendo elobjetodelamanipulación.

—¿Qué ocurre? ¿Siente desprecio por lasmujeres que creen en elmatrimonio?

—¿Qué?—inquirióconfusa.

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Laestudiólargorato,enelquesoloseoíanlosmurmullosapagados

delcambiador,apocospasosdeellos.Sheilasabíaquenolespodíanoír,puestoqueconversabanenvozbaja,perodeseóquesalieranenseguidayasí poder escapar del intenso escrutinio de ese hombre que, muy a supesar,habíaaceleradosuritmocardíaco.

No tenía pensado compartir sus problemas con alguien como él.¿Quiénsehabíacreídoparapsicoanalizarlacomoestabahaciendo?

—Te has divorciado ya —comentó él, dando por hecho que laconocía—, y por eso, aunque vendas pomposos vestidos de novia, ensecretodespreciaslainstitucióndelmatrimonio,¿meequivoco?

Apretó lamandíbulacon fuerzaycontuvo susganasdemandarleapaseo.Era,antetodo,unaprofesional.Consumejorcaradeindiferencia,aunque no controlara del todo sumal humor, lemiró directamente y leapuntóconundedo.

—Nimehecasado,nipiensohacerlo.Esta tiendaerademimadre,peronoporellohagomejoropeormilabor,¿comprendes?Estetrabajoestodamivida,ymelotomomuyenserio.

Gabrielnodijonada,larepasóconlamiradaysedeleitóconloqueveía.Le resultabaunamujermuyatractiva, con supeloyojos castaños.Unamujercorriente,amenosqueleprestaraslaatencióndebida,yéleraexperto en eso. Sin duda veía fuego y pasión en ella, cualidades que leencendían.Asuvezsesentíafuriosoporlosvestidosquelehabíaqueridoprobarasuhermanitapequeña.

Gabrielpodíaversuluchainteriorydedujoqueellahabíareveladomásdeloquepretendía.SesintiómalporpagarconSheilasufrustración,peroelhechodequesuhermanitasecasaraconsumejoramigo,leestabaafectandomásdeloquelegustaríaadmitir.Podíaconlasfloresytodolodemás…perosuhermana,conescote…Eraalgoquelesuperaba.

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No imaginó que sería tan complicado. Lamentó que sus padresestuvierandeviajedenegocios,porquesumadrepodríaestarensulugaryél,bueno,haciendoalgoquelegustara,ynoviendoasuhermanaconvestidosdenoviablancosybrillantes.Nisiquierahabíanempezadoyyadeseaba terminar.No tenía claro si sobreviviría a la tortura a la que loiban a someter; tendría que respetar la decisiónde su adoradahermana,peroseríadifícil.Muydifícil.

—Perdonami comentario de antes, no erami intención herirte. Esqueestoesdifícilparamí.Elnovioesmimejoramigoy…bueno…—balbuceómientras pasaba sus bronceadasmanos por su cabello castañoclaro.

La expresión de Sheila se suavizó. Comprendía muy bien lo quesentía, aunque no pudiera ponerse en su lugar, no era complicadoimaginarlo.

—Notepreocupes—letuteó.

Gabriel le obsequió con una resplandeciente sonrisa y el ambientecambióenuninstante.Sevolviócargado,eléctricoyambossequedaronmuyquietos,comosielhechodemoverunsolomúsculo,acabaraconeseextrañomomento.Sheilasequedómirandosus labiosunossegundosdemásylasonrisadeélsevolviómásprovocadora.

Enesemomentosaliólanoviaconunespectacularmodelodecuerposirenaconpedreríayencaje.Paranadaeraunvestidosencillo,peroellaestabaresplandeciente.

Ambossevolvieronparacontemplarla.

Gabrielnosupoquédecir.Eramuchomásbonitoqueen lapercha,porsupuesto.PorprimeravezdesdequesupoqueVegasecasaba,pudoapreciarquesehabíaconvertidoenunamujerpreciosayestabasegurodeque sería inmensamente feliz.Ya le dejaría a sumejor amigo las cosasmuy claras a ese respecto. Aunque por suerte, sabía que eso no sería

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necesario.

Todos alabaron a Vega, parecía una princesa y su cara era purafelicidad.Quisoquesuhermano lesacara fotosparapoderverlas luegotranquilamenteencasayéllacomplaciócongusto.

SeprobótodoslosvestidosqueSheilalehabíapreparadoyapesardequeteníaunfavorito,quisomeditarloduranteunosdías.

Sheilalediolarazón.

Quedaron en hablar por teléfono al cabo de una semana paraconcertarunanuevacitaytomardecisionesimportantes.

Trascurrido el plazo y cuando Sheila quedó en recibir a Vega dos

díasmástarde,porfinsequedótranquila.Yapensabaquepodríahabersearrepentido, porque no era la primera vez que una novia cambiaba deparecer o buscaba en otra parte el vestido que llevaría a su boda.Y nosabíaporqué,peroellasdoshabíancongeniado.Yalaprimeravisitafuetoda una experiencia, y no solo por la perturbadora presencia de suhermanoGabriel…al quepor cierto, esperabanovolver a encontrarse,pueslaalterabadeunmodoquejamáscreyóposible.

—Buenochicas,creoqueeshoradeirnos.

Sheilaoyómurmurarasusayudantesysintióunescalofríoalverlassonreír demanera traviesa. Significaba que estaban tramando algo. Susconspiracioneseranpara temblar…porquesiemprehabíaunhombredepormedioyesolaasustaba.Desdesiempre.

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—¿CreesqueGabrielRamosvendrápasadomañanaconsuhermana?

Sheilanopudoevitarponerlosojosenblanco.

—Chicas, dejadlo ya. Sabéis que no es buena idea mezclar los

negociosyelplacer.

—Bueno, yo que estoy soltera, no tendría ningún problema con losegundo,porqueestehombreestáparacomérselo—declaróMiriam.

Serieronacarcajadas,peroSheilasepusoseriaenseguida.

—Confiesoquenoestanarrogantecomocreíenunprincipio.Y,alfinal de la primera cita, creo que hasta se divirtió con todo el proceso.Inclusomásqueyo.

—Nosécómoaestasalturastienesfobiaalosvestidosdenovia—comentóNoelia.

—No solo a eso, creo que es todo el conjunto.Confieso que simimadrehubieraabiertounatiendadeperritos,yoseríamásfeliz—bromeóconciertotonodetristeza—.Tantoblancomecreadolordecabeza.

MiriamyNoelia,que laconocíanbien,nose sorprendieronconsuconfesión. Pero alguien entró en ese momento a la tienda y se quedóhelado.Gabriel.

Noparecíamuyamigable,llevabaunabolsadepapelenlamanoyladejóenelmostrador,mirandoaSheilaconunaexpresiónsombría.

—Veníaatraerteesto,aunqueahoramismonoleveoelsentido.

—¿Aquéterefieres?—inquirióSheila.

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Noprestómuchaatencióna sus ayudantes,queenesemomento, semarcharonentrelevessonrisasdecomplicidad.

—Nosésilacitadelviernesesunabuenaidea.Ysitantodetestaslasbodas, podrías quedarte al margen y dedicarte solo a la gestión de latienda.

—Jamás podría dar de lado mi trabajo. Aunque no crea en elcompromisoyenlasbodas,estatiendaesellegadodemimadre,yjamáspodríadesentendermedeella.

—Esunahipocresía,¿nocrees?

Sheila estuvo a punto de explotar. Los recuerdos de su infancia laabrumaron.SeacercóaélconpasolentoyGabrielsequedódesorientadoporun segundo.Esta, con losbrazos en jarras, le increpócon rabia.Sumiradaerapurofuego,peronoporeldeseoprecisamente.

—¿Crees que tienes la más mínima idea del motivo de missentimientos?

—Yo…

—Nosabesnada.Yparaqueentreen tucabecita, te loexplicaré—cogióaireyentrecerrólosojos—.Mipadrenosabandonócuandoyoeraunaniñaymimadreyyohemos estado solas desde entonces, luchandoporseguiradelante.Estatiendaesloúnicoquemequedadeella,asíqueperdona si nocreo en elmatrimonioo finjohasta lograrlo, peroyonosoyasí.Hagomitrabajolomejorquesé,porquenovoyapermitirqueelrecuerdoylegadodemimadresepierda.

—Sientohabersidotandurocontigo—sedisculpóconvozsuave.

Sheila lemiróconescepticismo.Cruzó losbrazosensupechoy lemirócondesdén.

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—Eresunimbécil.

Élsequedóboquiabierto,peronodijonada,solosonrióanteelpocoamablecalificativo.

—Tienes toda la razón —admitió alzando las manos en señal derendición—.Es quehe salido conmujeres tanmentirosas, que creoquecualquieraquemaquilleunpocosussentimientos,esunapersonafalsa…

ParecíaafectadodeverdadySheilasecompadeció.Ellasabíaloqueeraconvivirconelrecuerdodeunarelaciónquesaliómal.

Suspiródemaneraexageradayunpocoteatral.

—No está bien vivir en el pasado —comentó con suavidad—,supongo que podríamos empezar de nuevo, tratando de ser máscivilizados,¿teparecebien?

GabrielsopesólaspalabrasdeSheilaylaobservócondetenimiento.Seexplayóconunexamendetodosufísicoynopudoevitardetenerseensuescote.Lacamisaquellevaba,dejabaunabuenaporcióndesuspechosaldescubierto,locualinvitabaadesearvermás.Esofueloquelepasóaél.

Caminó hasta quedar muy cerca. Se excitó tan solo con suproximidadylamiróalosojos.

—Me parece muy bien —acarició su mejilla y apartó un largomechónde su sedosocabellocastañohaciaatrás.Posó sus labiosen lossuyosconunasuavecaricia—,peroesto,mepareceaúnmejor…

Oyeron un leve ruido y Sheila pensó en las posibilidades: dejarlocomo estaba y no complicar las cosas, es decir, lomás razonable, o…continuar,loqueenrealidaderaunalocura.Optóporlosegundoapesardesaberquenoeralamejoridea,yfueronhaciaunlugardondenoseríanmolestados.

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—¿El almacén? —inquirió él con sorna. Ella cerró la puerta con

fuerza.

—Sí,¿quépasa?Noestátandesordenado—dijomirandoaunladoyaotro.Noera el sitiomás románticodelmundo,pero loshabíamuchopeores,esoseguro—.Loslugaresescondidostienensupunto.

—Esonopiensodiscutírtelo—soltóconsornayunavozgrave,muysensual.

—Mejor.

Unieron sus labios con deseo y sus cuerpos pronto quedaronacoplados el uno contra el otro, como si una fuerza poderosa losempujaraaestarjuntos.Yningunoestabadispuestoalucharcontraello.

Lapasión les encendió, sus respiraciones semezclarony ambos seagarraron condesespero al otro.Gabriel le sujetó el pelo enuna coletacon lamano y tiró hacia atrás con suavidad para profundizar el beso ySheila soltó un jadeo de placer al verse arrastrada a ese torbellinoinesperadodesensaciones.

Pero los dos eran razonables y sabían que dejarse llevar de esamaneranoeraelmejormododeempezaralgo,amenosquepretendieranquesolodurarauninstantefugaz.

Sesepararonconciertoresuello.Sonrieronmientrasrecuperabanelalientoyseaferrabanalacordura.Semiraronalosojos,diciéndolotodosinpalabras.Fueunmomentomístico,perfecto.

Gabrielestabadispuestoasermenosintransigenteconesamujerqueenunospocosmomentos,sehabíaganadobuenapartedesucorazón.Ellaeracomosupropioreflejo,consusdemoniosinternosdelpasado…

Sheila por su parte, estaba dispuesta a olvidar que no creía en el

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amor, pues en ese instante supo que las palabras de su madre erantotalmenteciertas.

Cuandollegaelamor,nohayquienluchecontraél…

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Agradecimientos

Muchísimas gracias a vosotros, lectores, por haber adquirido este

título.Esperoqueestanuevahistoriaoshayaenamorado.

Deseoagradecerosvuestroapoyoconstanteyelhechodequesigáisvalorandomi trabajoconcadanuevapublicación.EstoymuyagradecidaporlanominacióndeotrodemisrelatosenelpremioliterarioSogni,esosignifica muchísimo para mí. Me hace sentir orgullosa de escribir yespero poder seguir haciéndolo por mucho tiempo más, para seguirofreciendonuevashistoriasrománticasyentretenidasyquelasdisfrutéiscomohastaahora.

Como siempre os digo: espero vuestras valoraciones, porque sonmuyimportantesparamí.

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Sobrelaautora

Nació y se crió en Alhama de Granada, España. Estudió en esta

provincia varios cursos de Administración y Finanzas, y desde losdiecinueve años ha vivido en Almería, Madrid y Cádiz, donde resideactualmente.

Leencantaleer,sobretodonovelasrománticasentodossusgéneros,yporsupuestoescribir.Tambiénesunaaficionadadelcineylacocina.

Desdeel2012estáescribiendosinpararyyacuentaconvariostítulospublicadosenlosqueseencuentran:

Novelas románticas: “Nunca olvides”, “Un viaje salvaje” y “Mivampiratraviesa”,

Relatos: “Amor entre el tiempo y la distancia”, “Un encuentromágico”,“Laluzdemivida”,“Tusdeseos:Relatosrománticos”,

Cuentos juveniles de la serie “Lasbrujas deValleAzul”: “Un LagoMístico”y“Loqueocultas”,

Participa también en varias antologías solidarias, junto con otrosautores.

Actualmenteestáenprocesodepublicacióndevariasdesusnuevasobras,entrelascualesseencuentra“Elfrágillazodelamor”,queverálaluzafinalesde2015.

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Siquieressabermás,puedesvisitar:

https://twitter.com/OrtigosaK

https://www.facebook.com/misescritoscarortigosa

www.misescritoscarortigosa.blogspot.com.es

www.lasbrujasdevalleazul.blogspot.com.es