saga la novena noche - 2-los cuatro tronos.pdf

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  • 1

  • 2

    Agradecimientos Agradecemos a todas aquellas personas las cuales con su inters, colaboracin y

    apoyo incondicional se pudo sacar adelante este proyecto. Igualmente a las

    lectoras y lectores, que con su entusiasmo nos dan el nimo necesario para

    seguir trabajando en nuevos libros.

    Transcriptoras

    sooi.luuli

    jaanyta

    Mary Ann

    lizC

    Lia Belikov

    majo2340

    Maytty

    Danny

    Nessy dragomir

    Ninaaa

    Moderadora

    Ninaaa

    Correctora

    Ninaaa

    Diseadora

    Mari NC

  • 3

  • 4

    ndice

    Sinopsis .. 5

    Fragmento Sueo de una noche de

    verano ........ 6

    Viernes 13 de Noviembre de 1903 8

    Captulo 1 11

    Captulo 2 .... 25

    Captulo 3 35

    Captulo 4 48

    Captulo 5 .... 55

    Captulo 6 .... 65

    Captulo 7 .... 69

    Captulo 8 .... 74

    Captulo 9 .... 79

    Captulo 10 .. 97

    Captulo 11 .... 109

    Captulo 12 122

    Captulo 13 .... 131

    Captulo 14 136

    Captulo 15 .... 142

    Captulo 16 .... 150

    Captulo 17 160

    Captulo 18 171

    Captulo 19 177

    Captulo 20 .... 190

    Captulo 21 .... 197

    Captulo 22 .... 207

    Captulo 23 214

    Captulo 24 ... 218

    Captulo 25 .... 224

    Viernes 9 Abril. Ahora . 136

    Siguiente libro ... 238

    Biografa 239

  • 5

    Sinopsis

    os duendes no mienten... o tal

    vez s?

    Muchas cosas han cambiado

    desde el otoo, cuando Kelley Winslow

    supo que era una princesa del reino de las

    hadas y se enamor de Sonny Flannery,

    miembro de la guardia del rey del Invierno.

    Kelley sigue en Nueva York, donde ensaya

    Romeo y Julieta. Con cada beso que recibe

    en el escenario aumenta su nostalgia, pues

    Sonny tuvo que regresar al Otro Mundo.

    En una de sus visitas a Central Park, Kelley

    logra cruzar ese umbral pero el feliz reencuentro con Sonny quedar

    interrumpido. Una magia oculta y muy antigua ha renacido, y un nuevo y

    peligroso enemigo est dispuesto a arriesgarlo todo con el fin de recobrar ese

    poder. Kelley y Sonny se vern atrapados en una maraa de engaos y dudosas

    lealtades, y debern andar con cuidado, pues cada nuevo movimiento puede

    derrocar un reino... o separarlos para siempre.

    L

  • 6

    SUEO DE UNA NOCHE DE VERANO WILLIAM SHAKESPEARE

    Transcrito por sooi.luuli

    TITANIA (Despertando):

    Qu ngel me despierta en mi lecho de flores?

    LANZADERA (cantando): Ni el cuclillo, la alondra o el pinzn,

    a los que no se da contestacin. Porque, en efecto, quin haba

    de perder el tiempo contestando a tan necio avechucho? Quin quiere

    dar un ments a un pjaro, aun cuando grite cuc a quemarropa?

    TITANIA:

    Te ruego, gentil mortal, que cantes de nuevo; tus canciones han cautivado mi odo.

    As mismo, mis ojos se han enamorado de tus formas, y la fuerza de tu brillante

    mrito me obliga a decirte, a jurarte, que te amo.

    LANZADERA: Me parece, seora, que tenis motivo

    para ello. Pero, a decir verdad, en el tiempo que vivimos, la razn

    y el amor rara vez van juntos. Es mucha lstima que algn vecino honrado

    no se proponga reconciliaros. Ya veis cmo s chancear cuando conviene.

    TITANIA:

    Eres tan cuerdo como hermoso.

    LANZADERA: No soy una cosa ni otra.

    Pero si tan slo tuviese talento para salir de este bosque,

    creera tener lo suficiente para mi gusto.

  • 7

    TITANIA:

    No desees salir de este bosque; te quedars aqu, quieras o no. Soy un espritu de orden superior.

    La primavera dura siempre en mis estados, y te amo.

    Ven, pues, conmigo; te dar hadas para servirte; irn a buscarte joyas en el fondo del mar. Mientras duermes en un lecho de flores,

    mis cantos mecern tu sueo; y de tal suerte purificar los groseros elementos de tu naturaleza

    mortal, que tendrs la suavidad de un espritu areo. Flor de-de-guisante! Telaraa! Polilla! Grano-de-Mostaza!

  • 8

    VIERNES, 13 DE NOVIEMBRE DE 1903

    Transcrito por sooi.luuli

    El viejo yaca retorcido sobre la acera frente a un elegante edificio de Park Avenue. La sangre que le haba dado a la vida brotaba a travs de cuatro pequeos agujeros abiertos en su chaleco perfectamente abrochado, como la savia de un arce en primavera. De pie, frente a l, empuando una pistola todava humeante, se hallaba un hombre con la mirada perdida, desprovisto de pensamiento racional, presa de una ira salvaje. Un thrall, pens el moribundo, y por un breve instante se pregunt quin de entre los de su especie haba cado tan bajo como para enviar a ese pobre mortal, ese esclavo sin mente, a ejecutar el encargo. Pero eso ya no importaba. El viejo alz la mirada y la fij, ms all del rostro del cautivo, en un cielo de un azul tan intenso que arranc lgrimas de las comisuras de sus ojos. Record el da en que puso un pie en este mundo por primera vez. l fue el primero. Otros de su reino le siguieron, pero fue l quien los condujo hasta all. Haba sido el ms importante de su pueblo, el ms poderoso. l fue quien descubri el pasadizo entre el otro reino y ste. l haba creado las Cuatro Puertas, una para cada corte del Otro Mundo, para cada uno de los cuatro cambios de estacin, las entradas por las que los de su especie podan pasar libremente para saborear las delicias de este Nuevo Mundo. Eso fue en los tiempos en que el ser humano an no haba alargado su brazo, antes de que los bosques dieran paso al hacha, antes de que se cubrieran de cemento las praderas y se interrumpiera con diques el curso de los ros. El viejo haba aprendido a vivir con los humanos, al igual que los duendes y las hadas que lo siguieron, a buscar maneras de coexistir, como hacen las plantas que crecen entre las grietas del pavimento. Con el paso del tiempo, haba ido cambiando las Puertas de lugar, por una u otra razn: por causa de la guerra o del progreso, o sencillamente porque los duendes y las hadas se aburran. An recordaba cuando los mortales de este mundo se referan a la Puerta de Beltane con el nombre de Jardines Colgantes de Babilonia. Eso ocurri antes de que se escondiera en las profundidades de los bosques de Irlanda.

  • 9

    La Puerta de Lnasa todava se llamaba Stonehenge, y probablemente seguira llamndose siempre as. La Puerta de Imbolc, emplazada en algn lugar del lejano norte, nunca fue bautizada con un nombre humano. Gwyn ap Nudd, el inescrutable rey de la corte de la Primavera, lo quiso as. Ahora, con el cambio de ubicacin de la Puerta del Samhain, el viejo haba llevado a cabo su obra maestra. Los humanos del Nuevo Mundo admiraran su belleza durante siglos. Sin embargo, nunca conoceran su verdadero propsito: alojar un secreto ferico, un portal hacia el Otro Mundo. La multitud acudira a la Puerta y la llamara con su nombre humano: Central Park. Andrew. El viejo parpade y alz la mirada hacia la silueta de un hombre alto recortada contra el cielo. Andrew, viejo amigo Ah, jade el viejo, apoyndose en un codo para intentar incorporarse. Un hilo de color carmn se escurra entre la comisura de sus labios. Eres t. No te muevas, Andrew. El hombre alto se arrodill y apoy una mano con suavidad en el pecho ensangrentado del viejo. Yo te ayudo. S. Andrew Haswell Green, filntropo y un verdadero padre para la ciudad de Nueva York, miembro destacado de las fuerzas vivas que estuvieron detrs de la creacin de Central Park, suspir con alivio. Menos mal que has venido. Qu puedo hacer? Debes llevar mi carga. Har lo que sea. Gracias, viejo amigo. Green puso una mano en la frente bronceada del hombre. Por un instante, el pequeo patio gris del edificio de piedra arenisca se ilumin con una luz clida, como la que se filtra entre los rboles del bosque, y el aire glido de noviembre se llen del aroma de las plantas, del olor de la fermentacin y descomposicin de los vegetales. El hombre alto jade y abri los ojos de par en par, pero permaneci inmvil.

  • 10

    El ritual de transferencia no dur mucho. Cuando termin, el hombre alto deposit suavemente en el suelo el cuerpo de su viejo amigo y se puso en pie. Luego dio media vuelta y camin hacia el norte, ms all del recargado edificio de Grand Central Terminal, en direccin al parque, donde los rboles susurraban ahora su nombre. El negro y brillante carruaje avanz hasta detenerse al otro lado de la calle. Su ocupante descorri la pesada cortina de terciopelo y resopl llen de frustracin al ver el cuerpo de Andrew Green despojado de la vida y el poder. La calle segua desierta, pero eso no iba a durar mucho. Poda or dbilmente el sonido de unos gritos de alarma. El conductor se ape del pescante. Los tacones de sus lustrosas botas de hebillas plateadas resonaron en el pavimento mientras se acercaba a la acera y se inclinaba sobre el cuerpo yacente. Instantes ms tarde, regres al carruaje llevando en su mano cuatro pelos plateados que haba arrancado de la barba del cadver. Estaban manchados de sangre y anudados entre s con cuatro lazadas. El gritero de la multitud se oa cada vez ms cerca. Sin mirar atrs, el ocupante del carruaje negro ech la cortina e hizo una seal al conductor para que se pusiera en marcha.

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    Captulo 1

    Transcrito por ninaaa

    amos, mrchate. Que la luz ya se acerca. Luz en nuestra luz y sombra en nuestras penas Los amantes se fundieron en un breve y conmovedor abrazo.

    Fin de la escena! grit el director con su perfecto acento ingls; el grito reson como el ladrido de un terrier impaciente. Nos saltaremos el resto del texto hasta la entrada de la seora de Capuleto. Mindi, pon una nota al margen en el guin. Julieta, haz el gesto con la mano derecha, no con la izquierda. Romeo, vigila la diccin!Consult el reloj. Son las diez. Se acab por hoy. Lo retomaremos ah en el prximo ensayo, chicos. Comprobad los horarios en el tabln de anuncios, y no os retrasis. Os pasar unas notas a cada uno de vosotros antes de empezar, de modo que no pensis que os ha salido tan bien. Ahora, id a casa y repasad el guin. Kelley Winslow recogi sus cosas y colg la ropa de ensayo en la percha de la puerta de su camerino. Buenas noches a todosgrit mientras se pona el bolso en bandolera y se diriga a la entrada de artistas del Gran Teatro Avaln. Buenas noches, jovencita. El veterano actor Jack Savage, a quien llamaban Caballero Jack Savage, le sonri desde la puerta de su propio camerino alzando una taza de caf para saludarla. Esplndido trabajo el de esta noche. Tu escena del balcn har que el pblico se caiga de espaldas. Mejor que se queden pegados a sus butacasdijo secamente Quentin, el director, apareciendo entre bastidores. Adems, eso est por ver. Me reservo cualquier juicio sobre el impacto que pueda causar la escena en el pblico hasta que recuerdes que debes girarte noventa grados hacia el fondo del escenario cuando te llame la nodriza. Y chale algo de pasin a esos morreos, vale? Ests con Romeo, por el amor de Dios, no en una boda dando un besito a un pariente lejano para no quedar mal con tu ta abuela.

    V

  • 12

    Me ocupar de eso, Qdijo Kelley conteniendo la risa, pues Alec Oakland, que interpretaba a Romeo, le mandaba besos a distancia, fuera de la vista del director. Si, claro, en las escasas tres semanas que quedan para el estreno!...replic Quentin con una mueca de disgusto. Bueno, voy a suponer que los milagros existen Una crtica como sa habra resultado hiriente si hubiese provenido de cualquier otra persona, pero tratndose de Quentin St. John Smith, el comentario equivala ms bien a cuatro estrellas en una resea del Times. Alec desapareci en el interior de su camerino antes de que el director lo encontrase para reprenderle por su interpretacin. Necesitas que alguno de los chicos te acompae a casa?pregunt Jack, sonriendo con afecto paternal . Estoy seguro de que a Alec no le importar. No, no es necesario. Kelley dio un abrazo al veterano actor y abri con el hombro la pesada puerta de roble. Hasta luego. Ten cuidado ah fuera, Kelley. No te preocupes por m, Jack. .Se despidi con la mano mientras se escabulla por la puerta. S cuidar de m misma. S, saba cuidar de s misma tal vez mejor que la mayora de las chicas de

    dieciocho aos. Kelley haba madurado mucho en los ltimos meses; se haba endurecido. Cuando la puerta se cerr tras ella, permaneci un momento en lo alto de los escalones de piedra contemplando la oscura silueta de la antigua iglesia, que haba sido transformada en el Gran Teatro Avaln. Qu voy a hacer el resto de la noche?, se pregunt. Como siempre, haba planeado no acercarse al parque. Pero la noche de abril tena un efecto embriagador. Era perfecta para gozar de las delicias de las primeras flores de primavera. Adems, an le quedaban por memorizar algunos de los monlogos ms largos de Julieta, y en la obra

    anterior sola ir al parque a estudiar su papel. Aquel lugar le inspiraba. Un breve paseo no le sentara mal. Y tal veztal vez, suspir.

  • 13

    Sonny se haba ido hacia casi medio ao. Una eternidad, pens. Y en una noche tan bella, en la que incluso el aire pareca rebosante de delicada magia, no era imposible que el jano encontrara el camino de regreso hasta ella. O s lo era? Antes de que hubiera tenido tiempo de tomar una decisin, sus zapatillas deportivas parecan haberlo hecho por ella. Dio media vuelta y enfil la Octava Avenida hacia Columbus Circle la entrada a Central Park ms cercana. Poco despus de que Sonny regresara al Otro Mundo, al reino de los duendes y las hadas, Kelley descubri que cada vez que se adentraba en los confines de Central Park, la tentacin de jugar con su propio poder se tornaba irresistible. Quiz se deba a que fue all donde conoci a Sonny o a que el parque no era

    en realidad un parque. Tambin era la Puerta del Samhain: la entrada al Otro Mundo, oculta y desconocida para los mortales que habitaban la ciudad de Nueva York. La mayora de la gente no saba su existencia. Pero Kelley Winslow no perteneca a la mayora de la gente. Tampoco Sonny Flannery. Sonny era miembro de una fuerza de lite llamada Guardia de Janos. Todos los janos eran arrebatados, humanos que haban sido raptados de nios, en momentos y lugares diferentes, y llevados al Otro Mundo, al mundo de los duendes. Estos arrebatados en particular haban sido nombrados guardianes de la Puerta del Samhain por Obern, el rey del Invierno. El padre de Kelley. Cuando en el otoo anterior se abrieron las Puertas, los janos estuvieron bastante ms atareados que en aos anteriores, y todo por el jaleo que haba originado la presencia de Kelley en la ciudad de Nueva York. Una mortfera banda del mundo de los duendes, llamada la Cacera Salvaje, fue liberada de su hechizo, y Sonny se convirti en su terrible cabecilla. Kelley tuvo que desprenderse de la mitad de sus derechos de cuna, es decir, del poder que haba heredado de su padre, con el fin de salvar a Sonnyy a la totalidad del reino de los mortales. En medio de tanta desgracia, Obern haba ordenado a Sonny que regresara al reino de los duendes para acabar con los ltimos miembros de la Cacera, que estaban asolando el Otro Mundo. Kelley, por su parte, reanud su vida de actriz. Desde la partida de Sonny, Kelley empez a frecuentar a algunos de los miembros de la Guardia de Janos. Dado que todos ellos conocan su secreto, poda mostrarse con total libertad. Adems, en su compaa, se senta ms cerca de Sonny. Era consciente de la importancia de lo que ste haba ido a hacer, es decir, de lo que se vea obligado a hacer. Kelley haba experimentado en sus propias carnes el poder devastador de la Cacera Salvaje, y lo nico que deseaba

  • 14

    era que Sonny regresara junto a ella. En el fondo de su corazn sabia que cuando su amigo hubiera cumplido su cometido, deshara el camino hacia el reino de los mortales. Le haba dado su palabra. Por supuesto, no haba ninguna razn para esperar que tal cosa fuese a suceder precisamente esa noche. Pero, en cualquier caso, la idea de dar una vuelta por el parque resultaba tentadora, si bien algo arriesgada. Por alguna razn, siempre que paseaba por aquellos senderos tan familiares, se llevaba las manos instintivamente a la nuca para palpar el cierre de la cadena de plata de la que colgaba un amuleto, y lo abra. El amuleto era de mbar verde y tena la forma de un trbol de cuatro hojas. Y era la nica cosa capaz de contener el poder que an corra por su sangre de hada. El poder de su madre. Un poder peligroso. Es su ltima visita a Central Park no haba actuado con la cautela necesaria. Se hallaba suspendida en el aire, medio palmo sobre la verde superficie del prado, en Sheep Meadow, cuando apareci un polica a lomos de un caballo. Por fortuna, era noche de luna nueva y el agente no se percat de su estado de ligera levitacin. Aunque ella habra jurado que el caballo la miraba de reojo Como no le apeteca repetir la experiencia, decidi evitar el parque, y consigui, parcialmente, olvidar por un tiempo la seductora llamada de su herencia de hada. El hecho de haber estado tan ocupada con la nueva obra le sirvi de gran ayuda. La ltima representacin de la compaa, El sueo de una noche de verano, haba sido un gran xito gracias, en parte, a su interpretacin del papel de Titania, la reina de las hadas, lo que no dejaba de resultar irnico. Con Romeo y Julieta pretendan superar ese xito. Si Kelley lograba cuajar una buena actuacin, ese papel podra significar el lanzamiento de su carrera. Kelley se dirigi al Ladies Pavilion, junto a la orilla del lago, subi por los escalones y se apoy en la verja para contemplar el agua oscura y encalmada. El amuleto en forma de trbol de cuatro hojas se mantena firmemente sujeto alrededor del cuello.

    Con el aliento del verano, este brote amoroso puede dar bella flor cuando volvamos a vernos.

    Adis, buenas noches. Que el dulce descanso se aloje en tu pecho igual que en mi nimo.

    Y me dejas tan insatisfecho? pregunt una voz en la oscuridad. Sorprendida, alz la mirada y, de inmediato, ech un vistazo a sus pies para

    asegurarse de que las suelas de sus zapatillas estaban en contacto con el suelo.

  • 15

    Qu? Quin?...balbuci atolondrada. La haban pillado desprevenida. La luz de la luna que caa sobre los escalones del Ladies Pavilion la iluminaba como el foco de una sala de teatro. Sonny? Kelley escudri la oscuridad entre los rboles, intentando averiguar de dnde proceda la voz. No, no era Sonny. Sonny no le hara una broma de ese estilo. Tena que haber sido uno de sus compaeros del teatro jugando al escondite. Alec? No hubo respuesta. Para disimular si inquietud, Kelley solt una risita. De acuerdo, juguemosdijo, y respondi con la rplica de Julieta : Qu satisfaccin esperas esta noche? Veamoscontest la voz. Para empezar, me quedar con ese bonito collar. Kelley se llev la mano a la garganta en el mismo instante en que un desconocido sala a la luz desde la oscuridad circundante. No era Alec Oakland. Y con todas las joyas que llevas. Y tambin con tu bolso, slo por el placer de llevrmelo. Y el reloj, si no es imitacin. El hombre ech a andar tranquilamente hacia ella. Tena un aire amenazador y despreocupado al mismo tiempo. Era delgado, lucia tatuajes y calzaba botas de motorista. Kelley sinti cmo el miedo le provocaba un nudo en el estmago. Vaya, pens, un atracador amante de Shakespeare. Esto slo puede ocurrir en Central Park. Nadie te ha dicho que este lugar es peligroso de noche, chiquilla?dijo el hombre pasndose los dedos entre los cabellos que cubran su cara angulosa. No soy una chiquillareplic ella bruscamente. Un acceso de ira dej a un lado su aprensin inicial. Apret los puos con rabia. Caramba, qu susceptible!dijo el hombre, con una desagradable sonrisa. Kelley sinti un molesto hormigueo a lo largo de la espalda, un estremecimiento que la acercaba peligrosamente a la excitacin y que acab de llevarse el miedo que an le quedaba, aunque la ira persisti. Hazlo, murmuraba una voz en su mente. Sultalo. Dale una leccin a este idiota. Pareca la voz de su madre.

  • 16

    Mire dijo Kelley alzando una mano. No quiero problemas. Y usted tampoco debe quererlos, crame. Oh, yo vivo de los problemas, chiquilla. Kelley estuvo a punto de soltar una carcajada: No de este tipo. Naturalmente, el hombre se burl de ella y de sus amenazas con una mueca desdeosa. Kelley percibi una especie de calor en lo ms profundo de su pecho. Sonri con dulzura y dio al hombre una ltima oportunidad: Crame dijo. Es mejor que se vaya. Djame que lo adivine repuso l avanzando hacia ella con una mano a la espalda y la actitud de un depredador.A que sabes Kung-fu? No necesito el kung-fu. Pues no me toques ms las narices y no te pasar nadagru el hombre mostrando de repente una navaja. Dame el amuleto de la suerte! Y nada de trucos. No quieres trucos, eh? dijo Kelley con toda la frialdad. Pues aqu tienes uno. Agarr la cadena de plata que llevaba colgada al cuello y tir de ella. El cierre se abri y una luz brillante del color del rub ilumin el Ladies Pavilion y se extendi hacia la orilla del lago. Desde el corazn de su brillante nube urea, Kelley observ impasible cmo el rostro del hombre cambiaba de expresin al ver el fuego oscuro de sus alas de hada, dejaba caer la navaja y escapaba a toda velocidad como si le estuvieran persiguiendo todos los perros del infierno. Comprendi esa reaccin, pues a ella misma la haban perseguido una vez los verdaderos perros del infierno. Casi le dio lstima. Kelley guard el amuleto en el bolsillo, baj las escaleras hasta la hierba y se agach para coger el arma del hombre, una daga con hoja de acero pulido y empuadura de madera de bano grabada. Con una mueca de asco, tom aquella cosa por la empuadura con el ndice y el pulgar, como si se tratase de una serpiente sin vida, y la meti en un bolsillo lateral del bolso. No era cosa de dejarla tirada en medio del parque.

  • 17

    Cuando se incorpor, no quedaba rastro del atracador. Sonri para s e inspir profundamente. Percibi el aire de la primavera penetrando en su nariz, y todo a su alrededor apareci ante ella con la difana claridad de un diamante. Con un ligero brinco y abriendo ampliamente los brazos, se elev sobre el suelo y alz el vuelo. Plane por encima del lago hasta quedar suspendida en el aire, a considerable altura. Su asaltante haba huido hacia el norte y se hallaba escondido en el terreno densamente poblado de rboles de la Ramble de Central Park. Kelley permaneci all arriba unos instantes, deleitndose con la corriente de excitacin y el resurgimiento del poder que se haba estado negando a s misma durante largos meses. De pronto, capt un movimiento rpido entre los rboles. Repleg las alas como un halcn en plena cacera y descendi en picado hacia el suelo trazando un arco inclinado. Vol imprudentemente en un recorrido serpenteante para dar con su presa, evitando chocar contra los rboles. Aquel ser asqueroso no apareca por ninguna parte. Excitada por la emocin de la cacera, resoplo de frustracin y bati el aire con las alas. Al llegar al estrecho barranco de Gill, se detuvo y permaneci suspendida en el aire, escuchando. Entonces, algo la golpe por detrs y le hizo expulsar el aliento de los pulmones. La luz de sus alas se atenu tras un parpadeo, y cay desde el aire, aterrizando dolorosamente en el lecho rocoso de las aguas fras y tumultuosas del barranco de Gill. Se retorca de dolor mientras intentaba rehacerse e imaginar qu la haba golpeado. De repente, advirti que no estaba sola en el agua. Quiso gritar, pero su garganta se llen de agua al tiempo que docenas de manos esculidas y repletas de garras la asan fuertemente, arrastrndola hacia el fondo. Nyxxies!, pens aterrorizada. Saba que algunas criaturas del reino de las hadas vivan dispersas entre los mortales, y los janos la haban informado de cules deba evitar con las

    nyxxies en las primeras posiciones de la lista, aunque tambin le haban dicho que un encuentro con una de aquellas malignas hadas que habitaban las aguas era muy poco probable. No digamos con un grupo entero. Pero no dispona de tiempo para lamentar su mala suerte. Unos ojos plidos y sin embargo incandescentes la miraban, llenos de ira, y senta que unos miembros escamosos se le enroscaban en los brazos y las piernas. Su mente le gritaba lo estpida que era. Su asaltante tena razn, ms de la que l mismo poda sospechar, cuando le dijo que el parque era un lugar peligroso por la noche. Con demasiada arrogancia, Kelley haba decidido darle su merecido y se haba dejado llevar directamente hacia otro tipo de peligro.

  • 18

    Lanz violentas patadas para sacudirse a las nyxxies que le estaban desgarrando la pernera del pantaln y gate hasta la orilla del arroyo. Pero entonces se percat de que las hadas de las aguas no eran su nico problema. Sombras oscuras deambulaban entre los rboles y por los empinados peascos rocosos. Haba ojos por todas partes, ojos que la miraban fijamente con una voracidad inhumana. Se estremeci de miedo. Justo entonces, la luna apareci tras un banco de nubes y su brillo ilumin la escena tras aquellos seres amenazadores, dibujando con toda nitidez la silueta de doce figuras, firmes en la cresta de la quebrada. La Guardia de Janos. Impresionante, pens, casi dando gritos de alegra. La adrenalina y la magia ferica recorran sus venas. Estaba deseosa de una batalla en toda regla. Oy una voz grave y sonora dando una ordenTena que ser Aaneel, el jefe de la Guardia. Luego observ cmo las siluetas se abran formando un abanico, en un movimiento preciso y perfectamente organizado. La pequea y linda Cait, con su coleta balancendose, blanda en el aire un estoque de hoja afilada. Selene disparaba a las sombras con su arco desde una posicin de ventaja sobre las ramas bajas de un rbol. Kelley vio a Bellamy y Camina, hermano y hermanas gemelos, trabajando en letal pareja, con un tramo de reluciente cadena plateada tensada entre ambos, con la que daban buena cuenta de lo que pareca un erizo del tamao de un hombre. La silueta alta y desgarbada de Maddox se mova con una agilidad y una rapidez sorprendentes mientras persegua a una criatura que, con gruidos propios de un lince, intentaba escabullirse entre los matorrales. En mitad del combate, alguien en la distancia gritabaGodwyn, pens Kelley al escuchar aquellos aullidos feroces flotando en el aire de la noche. El reto de la escaramuza prosigui en la oscuridad entre los alaridos y gruidos de las presas, mientras la Guardia de Janos trabajaba casi en silencio. Kelley se sec los ojos con repetidos parpadeos y trep por la empinada cuesta para unirse al combate, pero cuando estaba a mitad de camino, un rugido de alerta la hizo volverse bruscamente: otra nyxxie se abalanzaba sobre ella con gran brinco, como una barracuda maligna de forma humana, un cuerpo vigoroso y afilado como una cuchilla. La criatura la derrib y la lanz de nuevo al agua, retorcindose mientras forcejeaba con ella. Las aguas espumosas del Gill las llevaron con rapidez corriente abajo, lejos del sonido del combate. Se deshizo de la nyxxie propinndole un fuerte puetazo en el estmago y brace denodadamente para mantenerse a flote, esperando ganar un lugar seco

  • 19

    y relativamente seguro. Por fin pudo agarrarse a una roca, y tras darse tiempo para recuperarse, estir un brazo, arque el cuerpo y arroj un puado de magia sin forma, como si estuviese lanzando una pelota de bisbol. Sinti un crujido de energa sobrenatural en las yemas de los dedos al hacerlo, y se form un giser de agua de agua hirviendo en el arroyo. Cuando finalmente se calm la turbulencia, apareci la nyxxie, flotando inmvil, aturdida por la exploracin, sus cabellos negros de alga marina extendidos sobre la superficie del agua. Kelley recuper la respiracin entre jadeos y resuellos. Le dolan los msculos tras el aterrizaje en las rocas, y senta escozor en las piernas: eran las heridas que le haban provocado las garras de las nyxxies. Pero luca una sonrisa de oreja a oreja. No se haba sentido tan viva en meses. Trep corriente arriba entre las rocas. Los janos se haban dispersado. Apenas poda entrever el combate entre ellos y unas criaturas propias de una pesadilla del reino de las hadas, seres escurridizos como animales acuticos, retorcindose como langostas amenazantes, que no se daban por vencidos. El refugio de aviso proceda de un jano llamado Fennrys el Lobo, que se haba arrojado al agua para encargarse del resto de las mortferas criaturas acuticas que haban atacado a Kelley. Estall un combate a gran escala, con las nyxxies retorcindose y revolcndose en las aguas poco profundas como piraas atradas por el olor de la sangre. Toda su atencin se centraba en Fennrys. Esto le ofreci la oportunidad de concentrarse en reducir el ritmo de sus latidos y en alcanzar, ms all del frentico galope de su pulso, el lugar donde el poder que le haba otorgado su madre reposaba esperando su llamada. Sinti el entramado centelleante de sus alas abrindose en espiral sobre sus hombros, en una explosin resplandeciente de ail, como una aurora boreal. Por todas partes llovan chispas propias de fuegos de artificio. Nubes relampagueantes bullan en el cielo sobre ellas, y gruesas gotas de lluvia salpicaban la orilla y la superficie del arroyo. En realidad, no haba concebido ningn plan especfico para ayudar a Fennrys a salir de la desesperada situacin en que se encontraba. No estaba lo bastante versada en combates para saber siquiera cmo actuarpero no importaba. A falta de un plan de accin coherente, su magia de hada decidi por su cuenta

    y pidi ayuda. Kelley oy un aullido y unos silbidos ensordecedores que traspasaban sus odos y alz la vista. El cielo pareca venirse abajo directamente sobre su cabeza en forma de nubarrones negros y rojizos, y tres cailleachs, las temibles arpas de tormenta, aparecieron de repente acompaadas de rfagas de rayos y truenos, respondiendo a su llamada. Las arpas eran las subordinadas ms poderosas y

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    peligrosas de Mabh. Llevaban a cabo las misiones que ella les encomendabay, por lo visto, las mas tambin!, pens Kelley, estupefacta. Las cailleachs eran personificaciones de fenmenos meteorolgicos violentos; en este caso, tres tornados con sus remolinos de viento y lluvia. Kelley grit sobre el ulular del viento para advertir a Fennrys de que deba ponerse a cubierto. El jano alz la vista al cielo y corri a guarecerse tras una roca en mitad de la corriente. Las nyxxies no tuvieron tanta suerte. Las cailleachs se agruparon para formar un enorme remolino, un tornado con el que arrancaron del Gill a la cuadrilla completa de hadas enmaraadas, arrastrndolas consigo en su vuelo, dibujando volutas sobre las copas de los rboles y escupiendo rayos por doquier sobre el parque mientras se alejaban. Dejaron tras de s una estela de silencio sepulcral. Kelley se qued observando cmo se retiraba la tormenta mientras Fennrys el Lobo vadeaba hacia la orilla. Buenas nochessalud el jano arqueando los labios para exhibir su caracterstica media sonrisa sarcstica, mientras se escurra el agua de la camisa. Qu tal, Fennrys? Muy curioso dijo l, asintiendo con la cabeza mientras observaba alejarse la tormenta en direccin a Harlem Meer, en el extremo septentrional de Central Park. Smascull Kelley, an aturdida por los acontecimientos. No saba que podan hacer eso. Y, desde luego, no saba que pudiera hacerlo yo. Se volvi hacia el chico. A medida que se relajaba de la tensin de la batalla, creca en ella una nueva excitacin. Invocarlas de este modo, quiero decir. Llevan merodeando por ah desde noviembre. Pero a distancia. A m ya me iba bien as, porque, con franqueza, me ponen los pelos de punta. Pero la verdad es que han respondido muy oportunamente a mi llamada. Ha sido fantstico Y til. Not que balbuceaba. Su excitacin era tal que se senta aturdida.

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    Y hemos ganadoconcluy, y abraz impulsivamente a Fennrys, de pura alegra, pasndole los brazos por detrs de la nuca empapada. Sdijo l. Fennrys dud unos instantes antes de devolverle torpemente el abrazo. Nadie que lo conociera poda imaginarlo mostrndose afable o afectuoso, y a Kelley nunca se le abra ocurrido darle un abrazo de no haber sido por su desmedida alegra. Srepiti l mientras soltaba los brazos de Kelley y la depositaba en el suelo. Hemos ganado, pero yo, en tu lugar, pondra ms cuidado al elegir los sitios por los que pasear. Este lugar es peligroso de noche. Eso mismo dijo aquel tipo. Kelley contempl el caos a su alrededor: haba ramas de rboles rotas por todas partes, y anchos trazos de garras surcaban las orillas del arroyo. Qu tipo? pregunt Fennrys. Un pobre diablo que intent atracarmerespondi Kelley frunciendo el ceo. Huy en esa direccin. Apuesto a que las nyxxies se lo han comido. Bueno, as aprender a comportarse, no te parece? Fennrys! El jano esboz una fra sonrisa ante la exclamacin de Kelley e hizo un gesto con la mano para sealar lo que les rodeaba. Si quieres saber mi opinin, el tipo ese debera haber seguido el consejo que te dio a ti. Desde toda aquella locura de la Novena Noche, hemos detectado una creciente actividad por parte de duendes renegados. La explosin de la Puerta y la manera en que se abri en la vigilia del Samhain les ha envalentonado bastante. Supongo que eso explica por qu estis todos vosotros en el parque esta noche. Fennrys asinti: Aaneel dice que, adems de lo engredos que se muestran los duendes perdidos, se han abierto pequeas grietas en la Puerta del Samhain. Ninguna es lo bastante grande como para que se cuele por ella ni siquiera un duendecillo, pero el caso es que ah estn.

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    Creo que, en parte, es culpa ma Yo no he dicho eso. Slo he dicho que hay que andarse con cuidado. Y especialmente t. Gracias, Fenn. Es un consejo, nada ms. T misma. NoKelley sonri tmidamente. Saba que tena que haber sido ms cauta. Quiero decir que gracias por haberme rescatado. No las merezco. S! No, en serio. No me des las gracias. Fennrys se sacudi sus cabellos castaos y pas la mano por ellos desde la frente hasta el cogote. Mejor no lo comentes a nadie. Si alguien se entera de que voy por ah rescatando damiselaseso arruinara mi reputacin. Kelley no estaba segura de si el jano hablaba en serio. Bueno, gracias de todos modos. A su servicio, mi Seoradijo l e hizo una corts reverencia. Kelley intent averiguar si le estaba tomando el pelo o no. A pesar de los muchos ratos que ltimamente haba pasado en compaa de miembros de la Guardia de Janos, no conoca a Fennrys lo bastante para saber si se estaba burlando de ella. Por lo general era un tipo imperturbable. Vengadijo l, ofrecindole un brazo como si la invitara a dar un paseo. Vamos a comprobar si se han comido o han matado a los dems. Lo ves? dijo Maddox respirando ruidosamente y apoyando las manos en las rodillas mientras Kelley y Fennrys se acercaba a l. ste es el tipo de cosas a las que me refiero cuando te digo Ten cuidado, Kelley, o No pasees sola de noche por Central Park. Pero si nunca lo hago, Maddoxdijo Kelley con un tono de voz lnguido, cojeando visiblemente ahora que le haba bajado el nivel de adrenalina. Parece que a Fennrys le ha sentado bien el ejercicio. El Lobo se limit a sonrer relajadamente.

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    Madd, es cierto lo que ha dicho Fennrys de que hay grietas en la Puerta? pregunt la muchacha mientras sacaba su amuleto del bolsillo y lo ataba a la cadena. Pues s. Y que algunos duendes perdidos estn atacando a la gente? Bueno, sirespondi l encogindose de hombros. Es decir slo a cierto tipo de gente. Aqu y all. Como esta noche. Maddox siempre se mostraba evasivo cuando se hablaba de los duendes perdidos. Kelley saba que era por Chloe. Los perdidos eran criaturas fericas que moraban entre los mortales. Algunos haban quedado atrapados aqu cuando Obern cerr la Puerta por primera vezaunque se rumoreaba que en realidad se trataba de un encarcelamiento; otros haban decidido escapar de forma voluntaria a travs de la Puerta del Samhain y abandonar para siempre el Otro Mundo. Chloe se encontraba entre ellos. Era una sirena. Una ex sirena, segn Maddox. Haba salvado la vida a Kelley cuando sta estaba a punto de perecer ahogada en el lago. Fue entonces cuando Chloe descubri que Kelley era una princesa de las hadas a quien una mujer mortal haba raptado de la corte de Obern, casi un siglo antes. Hasta entonces, Kelley haba vivido y crecido en las Catskills bajo la atenta mirada de su ta Emma, completamente ajena a todo presentimiento de ser algo ms que una simple mortal. Pero Chloe, como buena sirena que era, no haba podido resistirse a la tentacin de robar una cancin de la mente de Kelley, mientras sta se hallaba inconsciente, como pago por el rescate. Un precio realmente bajo por los servicios de una sirena, ya que, por lo general, stas tomaban hasta el ms pequeo fragmento de cancin que una mente pudiera contener, causando daos irreparables. La muerte, en la mayora de los casos. As es como, a lo largo de la historia, se haban ganado su temible reputacin. Chloe haba renunciado a tal comportamiento muchos aos atrs, pero, segn parece, haba recado justo el pasado octubre, cuando rescat a Kelley. El robo de la cancin no le haba ocasionado ningn dao a Kelley, pero eso se debi a que no era un ser humano, un secreto que qued desvelado para la sirena en el momento en que se introdujo en la mente de la princesa.

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    Chloe decidi comerciar con esa informacin y canje ese conocimiento por otra pieza musical: tras excavar profundamente en la memoria de Sonny, le rob al muchacho una cancin de cuna, el nico recuerdo que posea de su madre humana. Para Kelley, Chloe no era mucho mejor que un vampiro. Pero saba que Maddox albergaba sentimientos hacia ella y evitaba abordar el tema. Vamos a sacarte de este maldito parquedijo Maddox, pasando por alto el incmodo silencio de Kelley y apoyando uno de sus larguiruchos brazos sobre sus hombros. Era el mejor amigo de Sonny, y, en ausencia de ste, se haba convertido en una especie de hermano mayor para Kelley. En la oscuridad, oyeron a Fennrys gruir con regocijo. Pareca haber encontrado algo digno de continuar la cacera. Vamosprosigui Maddox, dando a la muchacha un suave codazo. Seguro que los dems se las arreglarn sin m. Kelley asinti distradamente. Estaba tan convencida como Maddox de que los otros janos daran cuenta de los duendes renegados con facilidad. Eran muy buenos en su trabajo. Me pregunto qu tal le ir a Sonnypens Kelley de repente en voz alta! Sinti enrojecer sus mejillas al ver que Maddox la miraba, divertido. Estoy seguro de que le va bien dijo l despreocupadamente. Mientras los dems estamos atascados aqu en el mundo mortal, hurgando entre los matorrales y jugndonos la vida, Sonny, probablemente, se lo estar pasando en grande, bebiendo el vino de los duendes y comiendo frambuesas salvajes.

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    Captulo 2

    Transcrito por sooi.luuli

    onny Flannery profiri una palabra muy antigua y excepcionalmente soez, se apart con violencia y se lanz al interior de una maraa de matas de frambuesas repletas de espinas largas y afiladas como anzuelos de pesca.

    Tal vez el movimiento fue poco elegante, pero le salv de morir decapitado. El duende cazador que haba estado a punto de cortarle la cabeza rugi de ira y frustracin. Estaba convencido de que su golpe sera definitivo, y de haberse tratado de otro adversario, probablemente habra sido as. Pero Sonny Flannery era un rival muy especial. Ms cazador que presa, incluso en sus actuales circunstancias. El cazador salvaje lo haba pillado desprevenido. Tras meses de abrirse paso a machetazos a travs de la traicionera espesura, de seguir senderos entre bosques de hadas calcinados y cadveres de duendes menores, sin darse tregua en su obstinada persecucin de los cazadores salvajes que seguan merodeando por all, Sonny tuvo que admitir que este combate iba a ser ms entretenido que la mayora. Olvidando el hecho de que se haba metido en un zarzal, lo cual era bastante doloroso, Sonny senta un perverso regocijo al pensar que aquel guerrero le haba estado buscando a l. Es mucho ms interesante con los papeles cambiados. Me exigir ms esfuerzo, pens, mientras luchaba enconadamente por librarse de las zarzas antes de que el cazador pudiese dirigir de nuevo su montura para volver a la carga. As, al menos, no me siento tan culpable por cumplir con mi obligacin. Esta vez pareca que el combate iba a estar igualado. Su rival era digno de tal nombre. De todos modos, Sonny no tena ninguna intencin de perder. Mientras el caballo del cazador se precipitaba hacia l, Sonny se deshizo de las espinas que, a modo de anzuelos, mantenan enganchada su capa de montar, se puso en pie de un salto y corri hacia un claro entre rboles, de los que colgaban jirones de liquen como fantasmagricas mortajas. Slo entonces advirti que, al librarse del zarzal, haba dejado atrs la mochila de piel que llevaba sujeta al cuerpo por medio de una correa y que ahora penda

    S

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    intilmente de una rama espinosa lejos de su alcance y repleta de armas que necesitaba desesperadamente. El cazador tir de las riendas de su montura y carg sobre l, que se hallaba de pie, desguarnecido y vulnerable. Sonny se arroj al suelo, protegindose la cabeza con un brazo. Una ola de desesperacin golpe su mente: en la siguiente carga, el cazador dara por finalizado el juego, de una vez y para siempre. Pero entonces un agudo relincho reson en el aire, y al levantar la mirada, vio a un kelpie, el mtico caballo con su capa de color rojo incandescente, galopando con furia a travs de un bosquecillo de espinos en direccin a l, en pos del cazador. Pero el caballo pas de largo, ante la mirada estupefacta del muchacho. Buena Suerte! grit Sonny con una mezcla de alivio y frenes al reconocerlo. No haba vuelto a verlo desde que cierta princesa de las hadas le haba hecho caer de la grupa, precisamente mientras volaban a gran altura sobre Central Park, un suceso que pareca haber ocurrido meses y meses atrs. El chico se puso en pie de un brinco mientras Buena Suerte daba media vuelta con gran agilidad. Pero cuando lleg de nuevo a su altura, el kelpie se encabrit sbitamente y arremeti contra la cabeza de Sonny con sus letales pezuas. Sonny se ech de nuevo al suelo. Justo a tiempo: aquella coz le habra aplastado el crneo. Pero qu diablos gru; sin embargo, al darse la vuelta, vio que el objetivo del ataque de Buena Suerte no era l. Encima de donde se encontraba, tendido cuan largo era sobre el terreno cubierto de hierbajos, vio al caballo del cazador, alzado sobre sus patas traseras como una gigantesca silueta amenazadora, un ser de humo y vapor descargando golpes sorprendentemente corpreos. Las dos criaturas danzaron sobre el cuerpo de Sonny en un feroz duelo de centelleantes pezuas delanteras. Firme sobre su corcel, que manejaba con destreza, el cazador solt una salvaje carcajada mientras lanzaba un golpe con su larga e infame espada sobre la figura postrada del jano. Sonny se protegi el pecho con los brazos y rod con gran rapidez a uno y otro lado para eludir la hoja del arma. Las dos bestias proseguan su intercambio de golpes; unos iban al aire, otros acertaban al rival y otros llegaban al suelo como porrazos demoledores. Sonny rod en el suelo mientras Buena Suerte evitaba convertirlo en un delicado pur de pasta rojiza. El jano gate hasta el zarzal y hasta la mochila, que contena,

    entre otras cosas, un arco y una aljaba con flechas de puntas de hierro.

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    Sonny haba encargado las armas a un herrero mortal al servicio de Obern, el rey del trono Maligno. Se alegr de haberlo hecho. Su arma favorita haba sido siempre la espada hechizada que el rey le concediera junto con su condicin de jano, pero confiar solamente en la espada implicaba, por supuesto, acercarse lo suficiente a su objetivo para descargar el golpe. Esto nunca haba supuesto un problema para l, pero los cazadores salvajes eran harina de otro costal. Haba encargado el arco como solucin de emergencia. Y le haba resultado muy til en ms de una ocasin. Mientras Buena Suerte, alzado sobre sus patas traseras, se agitaba frenticamente con el fin de proteger al chico, ste hundi la mano en la bolsa para extraer el arco y las flechas y se alej a saltos antes de que los caballos en combate acabaran por aplastarlo. Con rpidos y diestros movimientos, fruto de interminables horas de entrenamiento, levant el arco, carg una flecha y en un instante se prepar, apunt y dispar. La corta y gruesa flecha alcanz al cazador en el hombro, derribndolo de su oscuro corcel. Su cuerpo choc pesadamente contra el suelo, pero se puso de pie en un abrir y cerrar de ojos. Sonny advirti que, alrededor del punto donde haba clavado la flecha, el aspecto del duende cambiaba. Mutaban sus formas espectrales. Se solidificaban. Su montura, espantada por la cada del jinete, se encabrit y se alej profiriendo un terrible alarido. Con firme determinacin, Sonny prepar el arco y lo carg de nuevo. La segunda flecha hiri en el muslo del cazador, que cay sobre una rodilla, rugiendo con rabia desenfrenada. Sonny extrajo de la mochila un haz de tres bastoncillos atados con una cuerda roja, y tras susurrar un conjuro, los bastoncillos se transformaron en la espada de hoja plateada que era su arma emblemtica. Se aproxim al cazador con paso firme, esquivando fcilmente los torpes golpes que el duende le lanzaba con un solo brazo, y lo desarm. Ahora su rival era casi enteramente corpreo, pues el efecto del hierro clavado en su carne se expanda rpidamente. Sin embargo, para su sorpresa, con un grito desafiante propio de un guerrero embravecido, el duende se abalanz sobre l, placndolo por la cintura y arrojndolo al suelo, lo que hizo que perdiera el control de su espada y sta saliera volando hasta quedar lejos de su alcance. Esto es una novedad, pens Sonny mientras intentaba evitar que el cazador lo estrangulara con sus fuertes y hbiles manos. A diferencia de muchos de los

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    ms horribles habitantes del Otro Mundo, la mayora de los duendes de alto rango consideraban deshonroso e indigno forcejear cuerpo a cuerpo con un oponente, incluso en los momentos ms desesperados. Pero ste no. Usando la rodilla de la pierna herida, inmoviliz al jano contra el suelo, y luego, arqueando el cuerpo hacia atrs, extrajo una daga de una funda que llevaba colgada al cinturn e hizo el gesto propio de quien se dispone a rebanar la garganta de su rival. En el ltimo momento, Sonny alz el brazo izquierdo para frenar el golpe: extendi la mano, con los dedos estirados en toda su longitud, y se prepar para soportar el agudo dolor del cuchillo que se hunda en su palma dibujando un profundo corte. Sonny dirigi el chorro de sangre directamente hacia el sorprendido rostro del cazador, que se ti de rojo bermelln. La sangre le ceg momentneamente los ojos y dej caer la daga. Sin tan siquiera intentar deshacerse del cazador salvaje, el jano alarg la mano herida, sangrante, y agarr el talismn negro con forma de cabeza de venado que colgaba reluciente de un cordel de seda sujeto al cuello de su rival. A continuacin mascull un encantamiento, recogi el arma del cazador y cort el cordel que sujetaba el talismn. La expresin del duende mud de la sorpresa a la alarma y despus al asombro cuando su mirada tropez con la del chico y qued cautiva de ella. Sus bellos ojos de color dorado, desprovistos de repente de la locura del combate, recorrieron el rostro de Sonny, y entonces se ech a rer suavemente, con una risa ahogada que se apag al desplomarse junto al joven jano. Lo veo, s dijo con un susurro. Ah, ahora lo veo! Qu ves? pregunt Sonny, resollando, mientras giraba la cabeza para mirar a su adversario, en los instantes finales de la lucha. Qu es lo que ves? No me siento tan mal alcanz a decir el cazador, respirando con dificultad y haciendo esfuerzos para conseguir que penetrara aire en sus atareados pulmones tras haber tras haber sido derrotado por alguien como t. Fue una esplndida persecucin, verdad, noble seor? Noble seor? Sonny se ech atrs, sobresaltado, sin dejar de sujetar fuertemente con su puo cerrado el amuleto ensangrentado y resbaladizo. Este duende debe haber entrado en una especie de delirio, pens. Sin embargo, la expresin del cazador sigui mostrando lucidez. Por qu me llamas de este modo? pregunt. No soy un seor. Y, desde luego, no soy noble. El cazador separ los labios para hablar, pero era demasiado tarde. Se estaba desvaneciendo. En pocos instantes, de la monstruosa creacin de Mabh no

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    quedara ms que humo y vapor, y un inquietante alarido que se llevara el viento. Sonny apart la mirada para no tener que contemplar de nuevo cmo un cazador salvaje se disolva en la nada. Otro para el fuego dijo Sonny, al tiempo que daba un golpe seco con la mano en la mesa de roble y se hunda en un banco, agotado. Gofannon, el herrero, una montaa de msculos tras un delantal chamuscado, le dio la bienvenida sonoramente, con una voz que pareca hecha de humo y ceniza. Introdujo una barra de hierro sin pulir en el corazn de la fragua y levant las tenazas como si no pesaran ms que un par de agujas de coser. Cuando Sonny retir la mano, sobre la mesa apareci una reluciente joya con forma de cabeza de venado. Gofannon ech una ojeada a la piedra como si se tratara de una serpiente venenosa. Sac del bolsillo del delantal un retal de hule sucio que utilizaba como trapo y cogi la piedra. Movindose con agilidad, a pesar de su enorme masa corporal, volvi hacia el fuego y tir ambas cosas, trapo y gema, a la fragua. Luego tom el fuelle e insufl aire hasta que las llamas ardieron casi blancas. Vas a estropear el hierro dijo Sonny, sealando con la cabeza la barra de metal, que haba comenzado a deformarse por causa del calor extremo. Tengo muchas ms como sta gru Gofannon sin dejar su labor. Cuando volvi junto al chico, llevaba una pequea caja de madera que haba sacado de un armario colgado en el muro de piedra vista, junto con un pao limpio, un plato y una jarra. Dame la mano dijo, al tiempo que echaba agua de la jarra en el plato y humedeca el pao. Sonny llevaba la mano envuelta con una tira de tejido que haba arrancado del dobladillo de la capa de montar. Tena la ropa empapada de sangre seca. Dej reposar el antebrazo sobre la mesa y esper en silencio mientras el herrero retiraba el improvisado vendaje. El chico intent no hacer caso de las expresiones de consternacin que mascullaba el herrero cuando, una vez hubo limpiado la sangre, repas las delgadas lneas blancas de dos docenas de cicatrices que corran a lo largo de la palma de la mano, adems de la costura, rabiosamente roja, de su herida ms reciente. Hasta cundo va a durar esto? pregunt Gofannon, en tono estudiadamente neutro.

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    En total, eran veintisiete cazadores dijo Sonny, contemplando las cicatrices de su mano como si pudiera leer el futuro en ellas. En ese caso, a juzgar por lo que veo, debes estar cerca del final. Quedan tres, creo. Estn empezando a confundirse entre s, tanto en mi mente como en mi mano Tras su retorno al Otro Mundo con Obern, Sonny descubri enseguida que eliminar a los cazadores salvajes exiga emplear una magia muy peligrosa. La tarea que se le haba encomendado no se reduca simplemente a dar caza a sus diseminados miembros, sino a liberarlos de la maldicin de la reina Mabh, y para ello deba recurrir a la magia de sangre, de su propia sangre. El herrero frunci el ceo mientras se ocupaba de la mano herida del chico. Cuando me hablaste de esa tarea que el rey te haba encargado bueno,

    tendra que haberte aconsejado que renunciases a ella. Nada habra cambiado, Gof. Obern no me habra permitido rechazarla. Adems, soy en parte responsable del despertar de la Cacera. Es justo que sea yo quien restablezca el orden de las cosas. En cualquier caso, la magia de sangre es mal asunto, Sonny. Es muy peligrosa. Ay! se quej Sonny. Y a menudo dolorosa. Doy fe. Una vez hubo limpiado el corte en la mano, Gofannon desenrosc el tapn de un tarro verde y opaco que haba sacado de la caja. Extendi profusamente una gruesa capa de ungento acre sobre la herida todava sin curar, despleg un vendaje de lino y envolvi con l la mano del jano. La magia de los duendes es una enfermedad, Sonny. Peor que la peste. Se alimenta de pasin, se es el peligro, pues cuanto ms te sirves de ella ms se sirve ella de ti. S de qu hablo, creme. Incluso el ms sencillo de los hechizos puede herir tu alma. Pero la magia de sangre es sin duda la peor de todas. Sonny no necesitaba que le dieran lecciones sobre los peligros de la magia de sangre. La magia de los duendes, que se nutra del pensamiento y de las emociones, ya era bastante peligrosa, en especial cuando el corazn rega sobre la cabeza. Pero la magia de sangre hunda sus races en un lugar ms profundo: provena de la esencia del alma. Era fcil de corromper y, como tal, casi nunca

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    se empleaba para crear, slo para destruir. El joven jano saba eso en lo ms ntimo de su mente. Clavar sus garras en ti, Sonny. S cauto. S prudente. Sabio consejo, pens el muchacho. Sobre todo porque quien se lo daba era Gofannon, el cual, algunos siglos atrs, haba hecho con Obern un pacto que no era ni cauto ni prudente. Sonny nunca conoci los detalles, pero saba que, como resultado final, el herrero haba quedado al servicio del rey del Invierno para toda la eternidad. El hecho de poseer abundante hierro esparcido alrededor de la forja era el nico signo de rebelin por parte del herrero, ya que el metal era un veneno para los duendes, y stos lo odiaban por ello. Pero Obern haba encontrado una manera de sacar provecho incluso de esta circunstancia. Recuerdo cuando fabriqu esto dijo Gofannon acariciando el medalln que colgaba de un cordel de cuero trenzado alrededor del cuello de Sonny. Puse ms magia en estos amuletos de los janos de la que nunca cre atesorar. Magia de sangre? pregunt Sonny en tono suavemente sarcstico. Un poco reconoci el herrero. Aunque no ma! En cualquier caso, la magia es magia, y hay que pagar un precio por ella. El de esas chucheras de hierro fue ms alto que el de la mayora. Sonny repas con los dedos el intrincado dibujo que mostraba la cara del medalln, pensando que no poda siquiera recordar qu se senta al no llevarlo. Aunque el rapto de nios ideado para la creacin de la Guardia de los Janos haba sido perpetrado por parte de las Cuatro Cortes para servir al rey del Invierno, ste se haba asegurado de marcarlos como propios desde el mismo instante en que los reclut. Ningn otro duende, ninguna otra hada, osaran jams despojarlos de sus medallones, y el hecho de que estuvieran fabricados con hierro reafirmaba esa circunstancia. Hablando de hierro dijo Sonny mientras se levantaba, turbado de repente por el sentimiento de que, en esencia, el medalln representaba su propia esclavitud. Tom en sus manos una aljaba que haba dejado a la entrada junto con su mochila. Necesitar un par de docenas de flechas para mi arco aadi, dejando caer la funda casi vaca sobre la mesa. Eso es mucha municin, considerando que solamente quedan tres cazadores sueltos.

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    Estos ltimos se estn mostrando ms peligrosos y desesperados aclar el muchacho pasando la mano abierta por sus cabellos enmaraados. Y la verdad es que no me gust demasiado que me patearan el trasero por el duro suelo de las Tierras Fronterizas en mi ltimo combate. Si puedo inhabilitarlos a distancia, mejor que mejor. El fornido herrero solt una risotada, al tiempo que tomaba de una estantera situada junto a la puerta dos tazas y una jarra de barro de color marrn. Mientras se sentaba a la mesa, levant la tapa de la jarra e hizo deslizar una de las tazas sobre la mesa, hacia donde Sonny tena la mano vendada. Ahora que mencionas los traseros dijo. Si me permites una observacin refinada, querido jano, te dir que pareces recin salido del culo del infierno. Eres muy generoso repuso Sonny con irona. Muchas gracias. Cundo has dormido por ltima vez, Sonny? pregunt Gofannon escudriando su rostro. Me refiero a dormir de verdad, la noche entera. La verdad es que no me acuerdo. Hace unos das. Tres, tal vez? Y qu es lo que te mantiene despierto noche tras noche? No puede deberse slo a la Cacera. T mismo lo has dicho: este tipo de magia te penetra hasta lo ms hondo. S de otro tipo de hechizo que tambin cala hondo. Y es an ms peligroso. El herrero movi la cabeza de lado a lado. Conozco esa mirada. Ests enamorado, joven caballero. Sonny sonri. Una sonrisa limpia y clara. S, lo estoy dijo con voz queda. Ah! Pues muy bien. El amor es el Gran Confabulador. Especialmente para nosotros los mortales. Tendra que haberlo adivinado antes. Gofannon verti dos generosas raciones de lquido dorado. En ese caso, voy a desearte sencillamente la felicidad y buena Cacera. Sonny ri cansinamente. Por lo que parece, no alcanzar la una sin la otra. De modo que acepto el brindis dijo, y tom un largo trago de aquella bebida fresca y suave. Era como

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    morder una pera que hubiera cado en un arroyo de agua helada en las montaas. Sonny mir largamente a travs de la ventana en direccin a una hilera de colinas dentadas que sobresalan tras el cercano bosque de pinos cubiertos de nieve. El pico ms alto estaba coronado por las agujas y las almenas del palacio de Obern, que parecan brillantes estalagmitas. Cmo van las cosas ah arriba? Por qu lo preguntas? dijo Gofannon con sorpresa. Es que no te alojas en palacio? Sonny neg con la cabeza. Hay una cabaa cerca del bosque de la frontera del Otoo. Ah es donde estoy. Quiero decir, los escasos das que no me dedico a cazar dementes. No, Gof, sigo trabajando para el rey del Invierno, pero eso es todo. No pienso guarecerme bajo su mismo techo. No lo ha mencionado? pregunt Sonny, con un tono de voz hosco y al mismo tiempo algo dolido. Obern era el nico padre que haba conocido. Hace bastante tiempo que no veo a su glacial seora respondi Gofannon. Desde el Samhain, cuando regresaste del mundo de los mortales. ltimamente, cada vez que me hace un encargo, cosa que sucede rara vez, enva a Robin Buen Chico. Y esa alimaa tramposa Bueno, con el paso del

    tiempo cada vez me muerdo menos la lengua. Me pregunto si queda alguien al que Puck no haya conseguido enloquecer o convertir en su enemigo. El herrero se encogi de hombros. Antes tenamos una relacin cordial, incluso amistosa. Qu ocurri? Pues que es un maldito ladrn, eso es lo que ocurri. S, pero bastante malo, segn cuentan ri Sonny. Malo o no, te roba hasta los pantalones si se te ocurre dejarlos a la vista. Puah! Gofannon se dio la vuelta y escupi en el fuego. No me hables de

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    Buen Chico. Un da de stos va a tener problemas por esa mana suya de robar, y yo brindar por ello. A Sonny le sorprendi ver tan alterado al herrero, que era de natural muy equilibrado. El herrero se alej del muchacho y regres al brillo de su forja. Te avisar cuando estn listas las flechas dijo secamente, y tom el martillo entre sus manos. Al poco, empezaron a saltar chispas del lingote ardiente que golpeaba. La visita tocaba a su fin. Gracias, Gof dijo el jano mientras se colgaba el zurrn en bandolera. Al ver que el herrero no responda, abri la puerta y, en silencio, se adentr en el aire helado del da invernal.

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    Captulo 3

    Transcrito por Jaanyta

    o! Kelley se incorpor sbitamente en la cama. Las sangrientas imgenes

    de la pesadilla eran tan vvidas que parecan colgar ante ella en la oscuridad de su habitacin. Inspir profundamente, intentando apaciguar los furiosos latidos de su corazn, y dobl las piernas, abrazndolas contra el pecho. Oh, Sonny!, pens con desolacin, otro ms La brisa de final de abril penetraba a travs de una rendija de la ventana entreabierta. El aire era glido, hiriente, pero las sbanas estaban empapadas de sudor, y Kelley se senta enfebrecida. Segn indicaba el reloj de la mesita de noche, con su resplandor azulado, haba dormido menos de una hora, pero al parecer haba cado profundamente en las voraces fauces de sus sueos. Otra vez. Pero estos sueos eran diferentes. Kelley prefiri pensar que era slo eso, un sueo. Aunque no lo era, no en el sentido habitual del trmino. Al principio, ella los haba tomado por pesadillas corrientes. Muy vvidas, sin duda, pero simples pesadillas. Ahora, sin embargo, saba que esas alucinaciones que la atormentaban de vez en cuando eran visiones de hechos reales. Saba, por ejemplo, que Sonny haba conseguido dar caza a un nuevo miembro de la Cacera Salvaje, cuyo nmero segua menguando. Le haba dado caza y lo haba matado. Kelley saba que era real. Haba visto la sangre brillante salpicando la mejilla del cazador mientras ste jadeaba en busca de aliento, y se oblig a s misma a despertarse antes de que llegara el terrible momento en que tuviese que presenciar cmo se apagaba la luz en sus bellos ojos. Poda dar las gracias a su madre por esas visiones perturbadoras, pero eso era apenas una sorpresa. Eran muchas las cosas por las que su madre tendra que responder. Kelley busc a tientas el vaso de agua que haba sobre la mesita de noche y tir al suelo una pila de papeles con guiones. Se inclin para recogerlos, suspirando. Entre las hojas esparcidas por el suelo vio una postal de su ta Emma, que

    N

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    empleaba como punto de libro. Era de Irlanda. Kelley la cogi y contempl la esplndida imagen de colinas verdes y ondulantes. Todava le costaba creer que la mujer a quien siempre haba tomado por su ta fuese en realidad la madre de Sonny, y que la hubiese raptado siendo ella un beb, robndola de su cuna en la corte de lo Maligno para aparecer en Nueva York, dando tumbos a travs del espacio y el tiempo, ms de un siglo despus de haber iniciado su peligrosa misin y con un ocano de por medio. Aunque Kelley no se acababa de acostumbrar a tales revelaciones, estaba contenta de saber que Em hubiese decidido regresar por unos meses a su tierra natal. Por lo que poda entender, el viaje le haba hecho bien. Kelley puso la postal de nuevo en su lugar y recogi los guiones que haban cado al suelo. Apretujada entre copias de La Tempestad de Shakespeare y unas cuantas tragedias griegas, encontr una hoja de papel doblada por la mitad. Con dedos levemente temblorosos, la desdobl; era la pgina veintisis de su antiguo guin para la representacin de Sueo de una noche de verano. Le haba pedido a Sonny que guardara el guin como amuleto, y l le haba devuelto esa pgina la noche del estreno con las palabras te amo subrayadas con tinta dorada. Kelley ahog el tenue sollozo que se estaba formando en su garganta, dobl la hoja con delicadeza, la apret contra el pecho y se abraz a s misma en la oscuridad. Temblando de fri a causa de la corriente de aire que entraba por las rendijas de la ventana del cuarto de bao, abri el grifo y se ech agua en el rostro y el pescuezo. No tena muchas ganas de volver a dormir. Al contemplarse en el espejo, los ojos verdes que le devolvan la mirada parecieron sonrer con tristeza. De modo que lo has visto. Claro que lo haba visto. Mabh le enviaba las visiones con la precisin de un reloj cada vez que Sonny culminaba con xito una de sus mortferas persecuciones. Era como correo basura sobrenatural depositado en la bandeja de entrada de su mente. Ha cado otro. Ya slo quedan tres cazadores Mientras el reflejo de Kelley hablaba, sus facciones comenzaron a cambiar hasta convertirse en las de una mujer con sus mismos ojos, pero mayor, aunque resultaba imposible precisar su edad. Era de una hermosura sin par, y ms peligrosa que nadie a quien Kelley hubiera conocido nunca. Mabh. Su madre.

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    La reina hada de la corte de Otoo suspir con afliccin y continu hablando como si Kelley no la estuviera atravesando con su mirada teida de odio. Me atrevo a decir que pronto vendr a por mprosigui, logrando insuflar

    un astuto temblor en la msica de su voz, como si realmente tuviese miedo. Volvern a enjaularme como a un animal. Das por sentado que me importa dijo la muchacha secamente, mientras se

    apartaba los cabellos mojados de la cara y se volva de espaldas al espejo. Kelley! La voz aterciopelada se torn en quejido malhumorado, como el de un chiquillo haciendo pucheros. Soy tu madre! Kelley cogi cansinamente una toalla del estante junto a la baera y la colg del espejo para taparlo. Apuesto a que, cuando le prometiste tu corazn y tu alma, ignorabas que tu chico no era ms que un don nadie sediento de sangre prosigui la reina

    Mabh, con la voz apenas amortiguada por la gruesa tela de felpa. Y ahora,

    cmo te sientes, querida? Te ha roto ya el corazn? Eso es lo que hacen los hombres, sabes? Vale ya, madre. Kelley senta una creciente rigidez en las mandbulas. Te ha llamado? Te ha escrito? Te ha enviado un ramo de ro Kelley peg un puetazo al espejo y el cristal se hizo aicos tras la toalla. La voz de su madre se apag sin remisin, y en su lugar se oy el tintineo de los fragmentos de cristal cayendo como gotas de lluvia en el lavamanos. Bueno, ya est bien! Kelley dio un respingo, sobresaltada. Se gir y vio a su compaera de piso, Lady Tyffanwy de la Mere, ms conocida entre los mortales como Tyff Meyers, modelo e inigualable chica de compaa, apoyada ociosamente en el marco de la puerta. Winslow, tendras que salir y divertirte. Tyff, yo Buf! Tyff le indic con un gesto de la mano que callara. Salgamos. Pero

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    No te ofendas, Kell suspir Tyff, pero desde que Smiley se puso en camino

    para regresar al Otro Mundo, convivir contigo se ha convertido en un autntico coazo. Se llama Sonny. Y no soy ningn coazo protest Kelley indignada. S lo eres! No lo soy! Bueno, si t lo dices Has estado alegre y animada, y paciente, y pulcra y

    esmerada, y has llegado a tiempo a todas partes. Tyff dio media vuelta sobre

    sus talones y se dirigi a su habitacin sin dejar de hablar, seguida de mala gana por Kelley. Lo que indica que ests ms colgada que un yoy recin

    salido de fbrica. Por no hablar de que acabas de romper el espejo de un puetazo. Lo sient No te preocupes. Tyff abri de par en par las puertas de su ropero y empez a sacar prendas de diseadores de moda y a lanzarlas por encima de la cabeza hacia Kelley. En realidad, es lo ms sensato que has hecho en meses. Vamos,

    vstete. El River era un hotel de lujo para gente guapa situado en el Midtown. La mayor parte de los pisos inferiores y del vestbulo de entrada estaba ocupada por salones con muebles y decoracin de diseo. Dispona adems de un restaurante de cocina extica en el que, segn Tyff, haba que reservar con meses de antelacin para conseguir mesa. Visto desde fuera, no pareca gran cosa, pens Kelley. Pero el interior era otra historia. La escalera era el nico rasgo sobresaliente en un lobby que era enteramente blanco. Kelley subi a la estrecha escalera mecnica siguiendo la estela de su compaera de piso, y juntas fueron transportadas hacia arriba. Luego continuaron a lo largo de un pasillo iluminado por una luz fluorescente de color amarillo limn y accedieron a una amplia sala que haca las veces de zona de recepcin. Era espaciosa y aireada, aunque oscura, y las paredes estaban revestidas de madera de alta calidad. El techo daba la sensacin de desaparecer en frondosas sombras. Haba una gran mesa de recepcin, con un grabado en forma de rbol retorcido, iluminada nicamente por las parpadeantes llamas elctricas de un candelabro de cristal adornado con centenares de imgenes hologrficas, como fotografas, slo que eran cambiantes y titilaban. Al pasar ante el candelabro, Kelley crey percibir que una de las caras de los retratos le guiaba el ojo, pero tras pestaear la observ de nuevo y advirti que el

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    grotesco rostro simplemente miraba con malicia a ningn sitio en particular. Aceler el paso para atrapar a Tyff, que estaba dejando la chaqueta en el guardarropa que haba en un rincn de la sala, atendido por una chica joven de cabello blanco y extremada delgadez, de pie bajo una cabeza de cabra monts disecada. Kelley habra jurado que esa cabeza tambin le haba guiado el ojo mientras entregaba su chaqueta. Tyff sonri al ver la expresin de Kelley. Vamos! dijo mientras la tomaba por el codo y la conduca a travs de un

    pasillo iluminado por luces intermitentes a la altura del tobillo. Kelley ech una ojeada nerviosa alrededor para observar a los clientes del River y se solt de la mano de Tyff, que la agarraba con sus largos dedos. No estoy segura de que esto A qu vienen esos nervios, Winslow? Dijiste que vendras a bailar esta

    noche, y ahora no puedes echarte atrs. Ya le he dicho al tipo de la recepcin que no te deje salir sin m. Y te aseguro que es un ogro. Quieres decir? S, s, un ogro de verdad. Me debe un favor y est deseando devolvrmelo. De

    modo que si intentas huir, igual te rompe en pedazos sin querer. Se encogi

    de hombros. Los ogros son un poco torpes. Pues qu bien Dijiste que esta noche queras diversin. Eso lo dijiste t! Lo hago por el bien de las dos. Lo haces porque te gusta bailar. Y, por lo visto, porque te gusta martirizarme. Tyff no hizo caso de las protestas de Kelley y subi, abrindose paso con suaves empujones, por una escalera poco empinada hacia la sala principal. En comparacin con la de la entrada, la luz all era casi cegadora, incluso daba sensacin de mareo. El suelo estaba cubierto de paneles rectangulares iluminados. Desde varios rincones, unos focos de colores verde chilln, oro y violeta barran la sala, oscureciendo e iluminando intermitentemente un intricado mural en el techo: parras retorcidas y volutas de hojas y flores rodeaban una figura femenina abstracta, enroscada sobre s misma.

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    El mobiliario, de los ms dispares estilos, le daba al lugar un aire eclctico; sofs blancos y sillas de diseo de plstico transparente con formas que imitaban muebles de poca se hallaban diseminados entre enormes troncos de rbol dispuestos en diagonal sobre el suelo para ser usados como bancos. Aqu y all, las paredes doradas relucan tras el agua que caa en forma de pequeas cascadas. Tyff se hizo con un par de copas en la larga barra de madera de roble y condujo a Kelley a travs de un laberinto de cuerpos que se bamboleaban al son de la msica. El club estaba atestado de gente, pero en una de las esquinas Kelley vio una butaca dorada de respaldo alto, vaca, como si estuviera reservada para alguna estrella de Hollywood o alguna celebridad de Nueva York. Continuaron hacia otra sala, atravesando varias puertas elevadas de doble hoja, y desde all salieron a un patio central con profusin de plantas cuajadas de flores. Era el mes de abril, demasiado pronto para tal profusin vegetal, pero el River no pareca regirse por las leyes de la naturaleza. Todo el lugar era como un gigantesco y fantstico jardn. Kelley se senta un poco como Alicia en la madriguera del conejo una madriguera repleta de duendes perdidos. Tyff se abri paso hasta el centro del patio. Kelley sigui su estela intentando no fijarse en nada en particular. La nica iluminacin del patio era la que ofrecan docenas y docenas de velas esparcidas por el lugar, dentro de sus recipientes de cristal. La noche las envolva como un jersey de cachemir, clida, suave y perfumada por la abundante flora que se desparramaba de las macetas, jardineras y jarrones que colgaban suspendidos sobre las cabezas de quienes bailaban. La banda de msica estaba instalada sobre un escenario situado en un rincn. Un hada de cabello oscuro cantaba con una bella voz etrea en una lengua incomprensible para Kelley. Su amplio registro vocal intercalaba armoniosamente el tono operstico con los ritmos urbanos. Crea que los duendes perdidos iban de fiesta a la Taberna de Herne dijo

    Kelley. Los duendes perdidos van all cuando quieren alejarse lo mximo posible de

    los humanos. El River Tyff hizo un gesto con la mano como para abarcar todo

    el esplendor que las rodeaba es el lugar indicado si lo que quieres es intimar con ellos. Kelley ech una ojeada alrededor y observ que, efectivamente, el personal que haba all estaba compuesto a partes iguales por duendes y hadas y neoyorquinos desprevenidos, deseosos de ir de marcha a un lugar de moda repleto de gente guapa. Gente guapa, en el sentido literal de la expresin.

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    Venga! le grit Tyff al odo. Vamos a ver si encontramos a Titania!

    Tienes que conocer a la reina! Kelley neg decididamente con la cabeza: No creo que deba es decir no voy adecuadamente vestida para

    presentarme ante la realeza. Pero si perteneces a la realeza, Winslow. Todava no he tomado ninguna decisin al respecto. Eso no es opcional, ya lo sabes. Sencillamente lo eres. Adems, se te ve muy bien Claro, cmo no, vas vestida con mi ropa Era verdad. Kelley segua arrepentida de la ltima vez que haba tomado prestada ropa del enorme fondo de armario de Tyff: tuvieron que tirar el vestido de Galliano a la basura; Kelley an se estremeca cuando pensaba en ello. Sin embargo, tena que admitir que los tejanos de diseador de moda y el top de color violeta intenso que Tyff le haba obligado a ponerse en el apartamento le realzaban la silueta y el color de la piel, y que las sandalias le proporcionaban unos centmetros de estatura extra que la hacan sentir casi esbelta. De todos modos prosigui Tyff, estirando el cuello para ver por encima de la

    multitud Titania no es como los otros monarcas. Quieres decir que no da miedo y no est loca? Te gustar, Kell. Es afable. Incluso simptica. Y ya le he contado todo sobre ti. Pero estar, lo que se dice estar, no est, verdad? Es como lo que hace mi

    madre con el espejo, no? Kelley se cruz de brazos, testaruda. Que, por

    cierto, lo encuentro espeluznante. Es como hablarle a un televisor y que te conteste. No, Kelley suspir Tyff, y luego, con un soplido, apart de sus ojos

    exageradamente azules un mechn de pelo dorado como el trigo. Con su piel perfecta, su cabello y sus ojos, por no mencionar el cuerpo, Tyff no sola pasar desapercibida, ni siquiera en Manhattan. Los hombres la miraban fijamente desde una docena de manzanas de distancia. Est presente de verdad. Es ms,

    todo esto le pertenece. Es la duea del club?

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    Del hotel entero. Por lo que s, gan el terreno en una partida de cartas, en 1920, y construy una residencia para mujeres. Aunque era una tapadera. En realidad, se trataba de un santuario, un lugar de reunin para las chicas de la corte Benigna que haban quedado atrapadas en el reino de los mortales cuando el mal bicho de tu padre, quiero decir, el rey Obern, cerr la Puerta. Kelley frunci el ceo. O sea que Titania pasa de un mundo a otro a su antojo a pesar de que otras

    hadas como t quedaron atrapadas. Pues s Tyff se encogi de hombros, mostrando sus bien formados msculos. A los reyes y las reinas del Otro Mundo no les cierran el paso las

    Puertas, precisamente. Pero Mabh no puede pasar Es ocurri despus de que gastara la mayor parte de su poder en transformar

    a Herne y sus compinches en la monstruosidad de los Cazadores Salvajes. Aun as, fue necesaria la intervencin de los dos monarcas ms fuertes para sujetarla, a una reina menor como ella Aunque tampoco eso dur eternamente, como

    todos descubrimos el pasado otoo, para desgracia de una prenda especialmente cara de mi vestuario. Los ojos de Tyff escudriaban sin descanso entre la multitud. Ah est! exclam de repente. Entonces agarr a Kelley por la mueca y la condujo de

    vuelta al saln principal hasta la butaca en forma de trono, ocupada ahora por la criatura ms extraordinaria que Kelley haba contemplado nunca. Titania, la reina del Verano, no se pareca en nada a la imagen que Kelley se haba formado de ella, quizs a causa de todos aquellos cuadros de hadas de la poca victoriana que haba visto a lo largo de su vida, o tal vez porque Tyff tambin un hada del reino del Verano pareca ahora una californiana recin

    tostada al sol de la playa. Fuera cual fuera el motivo, Kelley descubri que se haba quedado inmvil, mirndola fijamente. La belleza de la reina era de un exotismo apabullante. Su tez era del color de la miel y los melocotones maduros; el cabello, que le caa por la espalda como una cascada, tena la tonalidad rica y oscura del chocolate, con reflejos de bronce rojo y rub. Su estructura sea estaba delicadamente esculpida, y su majestuosa cabeza descansaba sobre un cuello de extraordinaria elegancia. Con un sobresalto, Kelley se dio cuenta de que era casi idntica al famoso busto de la reina egipcia Nefertiti. Pero dispuso tan slo de un fugaz instante para hacer la comparacin, antes de que los ojos de color dorado oscuro de Titania se

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    posaran sobre los suyos y capturaran su mirada con la intensidad de un rayo de sol en los ltimos das del verano. Sedas coloridas con los tonos de la cola de un pavo real cubran su cuerpo, y cuando se mova podan entreverse destellos de su piel bruida, que parecan atrapar a quien la miraba. De modo que t eres Kelley dijo; su voz era bella y clara como la de los

    pjaros. Es un gran placer conocerte por fin, querida. Hizo un gesto para

    sealar una silla a su lado. Tyffanwy, amor, tu reina est sedienta. Sers tan amable de traerme algo? Tyff sonri e hizo una ligera reverencia con la cabeza. Luego lanz un guio a Kelley y se fue a buscar un refresco para su reina. Todos esos disgustos del ltimo Samhain Titania neg con la cabeza.

    Qu lstima! Qu tragedia! Lamento muchsimo que tuvieras que descubrir tu ascendencia de una manera tan poco apropiada. He odo que tuviste algo que ver con el hecho de que los planes de la Cacera quedasen desbaratados. Yo yo slo estaba en el lugar adecuado ejem en el momento adecuado.

    Creo balbuci Kelley. Estoy segura de que hiciste mucho ms que eso sonri Titania. Kelley pens por unos instantes que estar en compaa de las hadas tal vez no sera mala cosa, despus de todo. No si se trataba de un hada como aqulla. Tyff tena razn: le gustaba Titania. La reina alarg la mano y le acarici la mejilla con verdadera cordialidad: Eres demasiado modesta dijo. No! En serio! ri Kelley. Fue pura suerte que no acabaran matndome. Mal asunto. La mirada de Titania se pase por encima de las cabezas de la

    gente. Me pregunto quin fue el responsable del despertar de la Cacera

    Salvaje. No lo sabis? A Kelley no le pareca un buen momento para hablar mal de Obern, pero qu otra cosa poda decir? Fue su padre quien solt la Cacera. Fue l quien us el cuerno de Mabh para llamar al Caballo Ruano. Convirti a Sonny en un monstruo Pero saba que Titania y Obern mantenan frecuentes relaciones

    amorosas, en ocasiones casi propias de marido y mujer, y por esta razn imagin que la reina no consentira que vilipendiase a su padre en su presencia. Desde luego, poda encontrar las palabras adecuadas, slo que no estaba segura

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    de en qu punto se hallaban las relaciones entre el rey y la reina en aquel momento. De todos modos, Titania la libr del apuro, pues no quiso insistir en el tema. Se oyen rumores. Por supuesto, querida, no creo que nadie conozca realmente

    todos los detalles de lo que ocurri aquella noche horrible. Mejor ser no pensar mucho en ello. Es una locura, en verdad. As es, Alteza asinti Kelley sin reservas. Para m, toda aquella noche es

    como una pesadilla. Comprendo. Siento haber sacado el tema. La reina se acerc a Kelley como si

    estuviera a punto de hacerle una confidencia. Hblame del chico, quieres?

    susurr, con una chispa divertida en la mirada. El joven hroe, el jano

    favorito del rey del Invierno, que ahora se dedica a cazar criaturas de Mabh para l. Sonny? El mismo respondi la reina sonriendo y pasndose la yema del dedo ndice

    por la comisura de sus perfectos labios. De entre todos los arrebatos que

    Obern llev jams a su corte, ste en particular siempre me ha sorprendido. Aaneel, mi dulce muchacho indio, era extico y, adems, hijo de una princesa. Un chico muy guapo. Es comprensible que Obern lo quisiera como paje. Kelley parpade de sorpresa. Siempre olvidaba que Shakespeare se haba inspirado en la realidad para escribir Sueo de una noche de verano, al menos en parte. Pero el jovencito irlands siempre me pareci tan normal. La risa de

    Titania tena el sonido del agua repicando sobre campanillas de plata. Vulgar,

    incluso. No lo es! protest Kelley. Titania, sorprendida, arque una ceja y la mir. Kelley tuvo que reprimir el deseo de salir rabiosamente en defensa de Sonny, Vulgar? Acaso estaba pensando Titania en otra persona?, quiso preguntar. Pero la reina del Verano tena derecho a expresar su opinin, y adems estaba en su casa. Kelley no quera ser grosera, y tampoco quera verse envuelta en ninguna especie de juego de equvocos propio de las hadas. Aunque Tyff avalase a Titania, Kelley saba demasiado bien que manipular la mente era una especie de deporte nacional, un pasatiempo popular entre duendes y hadas. De modo que decidi cambiar el tono de su discurso:

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    Quiero decir es un jano. Y los janos no son personas vulgares, verdad? En

    realidad es muy fuerte, e inteligente tambin. Ya. La reina lade la cabeza. Y tenaz Y guapo y divertido, y exasperante, y saba besar tan bien Titania la observaba desde muy cerca, de modo que decidi callarse e intent no pensar ms en Sonny, no fuera que acabase ruborizndose por completo. Bien, tal vez hay algo de ese chico que desconozco. La reina hizo un gesto displicente con la mano. Pareces hablar de l con cierta consideracin. Oh, bueno, yo Naturalmente, respeto la opinin de una chica tan lista. Titania exhibi su

    maravillosa sonrisa. Y con tanto talento. Asist a tu representacin el da de la clausura, sabes? Estuviste magnfica. Capturaste mi esencia de un modo brillante. Esta vez, Kelley sinti de verdad que sus mejillas se ponan al rojo vivo. Pensar que la autntica Titania se encontraba aquel da entre el pblico viendo cmo ella finga ser la reina de las hadas! Dios mo Ahora tendrs que disculparme. Debo atender a mis otros invitados. Se puso

    en pie y mir a Kelley desde arriba. Su mirada brillaba como un haz de luz solar. Vive en paz y s feliz en mi casa, hija de Obern, hija de Mabh. Kelley observ a Titania desaparecer entre la muchedumbre y le sorprendi descubrir una figura familiar de pie en un rincn, apartada del gento. Maddox! exclam, ponindose en pie de un brinco y saludndolo con la mano, aliviada de encontrar una cara humana conocida. Humana de verdad.

    No esperaba encontrarte aqu. Eh, hola, Kelley. Maddox devolvi el saludo. Menuda fiesta, no? Pensaba que los janos como t no se mezclaban con los duendes perdidos

    dijo ella, y al instante se arrepinti de la bromita al ver cmo se endureca la expresin del rostro del muchacho, que sin duda se senta incmodo. Maddox, sin embargo, recuper enseguida la compostura.

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    Bueno Hizo un gesto de desdn con la mano. No todos somos tan estrictos como Godwyn. Querrs decir estirados sonri Kelley. Vale. Pues eso asinti con la cabeza, sonriendo de una manera que la

    desarmaba. Yo incluso tengo un par de amigos entre los perdidos, sabes? Claro. Como Chloe. Cmo va todo? Tyff apareci de la nada. Sostena una bandeja con copas de champn que deposit en una para, a continuacin, apartar con elegante astucia a Kelley de un suave codazo, mientras alargaba la mano a Maddox.

    Kelley no me haba dicho que conoca a un chico como Dios manda. Mira que es mala conmigo! Bajo el brillo de los focos que giraban sobre sus cabezas, Maddox se ruboriz hasta las orejas al ver que Tyff le daba un repaso con la mirada de los pies a la cabeza. Kelley tuvo que ahogar una carcajada. Qu tal si bailamos, hermosura? No pareca que Tyff le ofreciera otra opcin: ya lo haba arrastrado casi hasta la pista de baile. Eeeh no deberamos dejar sola a Kelley protest l en voz lo

    suficientemente alta como para que la aludida lo oyese. Claro que no! grit Tyff por encima del sonido rtmico de la batera.

    Venga, Kell! A bailar! No, no! Id vosotros, chicos; yo me quedo aqu hasta que consiga

    aclimatarme al lugar respondi, mientras observaba con cautela la multitud

    de cuerpos que se retorcan al son de la msica. De acuerdo? No os preocupis por m. Divertos, en serio. Tyff suspir y neg con la cabeza en seal de incredulidad, aunque un segundo ms tarde ralentiz el paso y mir a Kelley con una sonrisa que expresaba cierta comprensin, aunque tambin desconcierto. Luego, la maravillosa hada volte el cabello sobre su hombro y agarr a Maddox con ms fuerza. Desaparecieron juntos entre el gento hacia la pista de baile. Kelley se qued mirando cmo se alejaban, con un ligero asomo de envidia en su corazn. Dese poder mostrarse tan despreocupada como ellos. Al terminar la cancin, escuch la risa cristalina de Tyff flotando sobre las cabezas de los duendes y las hadas y de todos los bellos, e ignorantes, mortales. Son una nueva cancin, ms meldica esta vez. No era lenta, pero no tena el ritmo

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    frentico de la anterior. Kelley empez a balancearse suavemente a su ritmo, casi sin darse cuenta. Alguien le dio unos golpecitos en el hombro. Puedo pedirle este baile? Kelley se dio la vuelta, con una educada negativa en los labios, que muri sin ser pronunciada al ver quin era. Fennrys? pregunt sorprendida. Bueno lo de Maddox puedo llegar a

    entenderlo, pero t, Fennrys qu diablos haces aqu? Mezclarme entre el populacho dijo Fennrys el Lobo con aires de

    superioridad al tiempo que echaba una lgubre ojeada a los clientes del River, que parecan titilar a su alrededor. Kelley se cruz de brazos y alz la vista para mirarlo a los ojos. No estaris aqu en una estpida misin consistente en hacerme de nieras? Porque si se trata de eso No, mujer dijo Fennrys mirndola desde arriba. se no es mi estilo.

    Adems, te he visto luchar. Puedes cuidarte sola. Sonri con una expresin

    compuesta de una mueca retorcida en los labios y un destello de malicia en los ojos. Bueno, qu me dices de lo de bailar? No esper respuesta. Simplemente arranc la copa de la mano de Kelley y la deposit sobre una mesa alta junto a ella. Luego la cogi por la cintura y la llev hacia la pista de baile. Aunque hubiera querido resistirse, Kelley saba que no tena muchas posibilidades de xito si intentaba desafiar la nervuda fuerza del Lobo. Adems, descubri que no quera resistirse. Tyff tena razn. ltimamente se haba comportado como una solterona aburrida. Tal vez haba gastado demasiada energa esperando el regreso de Sonny y se haba olvidado de divertirse. Y Sonny querra que se divirtiese. Verdad? De modo que se puso a bailar. Fue divertido.

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    Captulo 4

    Transcrito por Jaanyta

    onny se ape de la grupa de Buena Suerte y pas largo rato observando tristemente el devastado olmedo. Slo las cepas humeantes de los rboles se mantenan en pie, negras como dientes cariados; media docena de

    ninfas yacan esparcidas por el suelo, aplastando las campanillas con sus cuerpos. La Cacera haba estado muy atareada. Y l haba llegado demasiado tarde. Se arrodill, tom entre sus brazos el bello cuerpo quebrado de una ninfa del bosque y lo llev al amparo de un rbol solitario que haba quedado indemne tras la destruccin provocada por la Cacera. Cuando se puso en pie, el dolor haba dejado paso a la rabia. Como hacindose eco de su ira, un viento furioso y desgarrador azot el claro, y un enorme caballo negro descendi en picado desde las alturas como un meteorito y aterriz con un impacto que hizo temblar la tierra, casi aplastando a Sonny. Mabh, reina del Aire y de la Oscuridad, desmont, y sus negros ropajes ondearon al viento como tinta que se disuelve en el agua. Sonny apret los puos con fuerza. Se senta sbitamente amenazado. No imaginaba que la reina de las hadas fuese en persona a por l. Quiz la ansiedad se haba apoderado de ella, ahora que slo tres miembros de la Cacera Salvaje se interponan en su camino hacia un nuevo encarcelamiento. Pero no dio muestras de que as fuese. Apenas mir los cuerpos cados de las hadas menores. Menudo estropicio dijo, como si lo nico que hiciera falta fuese un buen

    barrido. Obra de la Cacera Salvaje, seora dijo Sonny. Criaturas asquerosas. Parece que no tengan nada mejor que hacer. En la voz

    de Mabh se perciba un gran desdn. Se volvi hacia Sonny y lo mir fijamente. Ms o menos como t. Yo hago mi trabajo, nada ms respondi el chico framente.

    S

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    Hablas como un fiel lacayo, esclavo de Obern escupi con desprecio. Al sentir el psimo humor de su ama, el oscuro corcel de la reina resopl y piaf con una pezua del tamao de una olla. Sonny oy el relincho de Buena Suerte, lleno de ansiedad. Pensad lo que deseis, Mabh. Sonny se agach para alzar en brazos el

    cuerpo de otra ninfa y llevarlo junto al de su hermana. Pero alguien tiene que detener la ola de destruccin que tanto parecis querer conjurar. Mabh solt una risita y, tras un breve instante, par