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    Revista Geolgica de Amrica Central, 37 Especial: 79-90, 2007ISSN: 0256-7024

    DINMICA INTERNA DEL GLOBO: INVESTIGACIONES SOBREUNA NUEVA TEORA DE LA CAUSA DE LOS TEMBLORES

    Luis MatamorosSan Jos, Costa Rica

    Transcrito por:Giovanni Peraldo Huertas

    Escuela Centroamericana de Geologa, Universidad de Costa [email protected]

    Tomado del documento original publicada por la Tipografa Nacional, SanJos, Costa Rica, 27 pgs.

    MATAMOROS, L., 1902: Dinmica interna del Globo: Investigaciones sobre una nueva teora de la causa de los temblores.-

    Transcrito por PERALDO, G., 2007 [de la publicacin original publicada por la Tipografa Nacional, San Jos, Costa Rica, 27pgs.].- Rev. Geol. Amr. Central, 37 Especial: 79-90.

    A Mr. De Lapparent

    Dedica respetuosamente este el autor

    Fue despus del terremoto de fines del ao1888 (29-30 de diciembre) cuando por primeravez nos ocupamos seriamente en el examen de losfenmenos de Dinmica Interna, tan comunes enestos pases de la Amrica Central.

    En el ao que nos referimos, la altiplaniciecentral de Costa Rica fue azotada por una serie de

    temblores que termin con el terremoto que aca-bamos de mencionar: recordamos perfectamentean, que despus del temblor de las once p.m. del29 de diciembre y varios otros anteriores de me-nor intensidad, tuvimos bien presente en nuestramemoria las palabras de Mr. de Lapparent en suimportante tratado de Geologa, pgina 523: Onremarque que la plus forte secousse est rarementla premire de la serie et qu`elle n`est jamais la

    dernire. Ello nos vali el haber estado prepa-rados para salir de la habitacin con la familia, almomento del terremoto que ocurri las 4 a.m.del da 30, sea, cinco horas despus del msfuerte aviso que habamos tenido.

    Ms tarde, cuando se presentaron otros movi-mientos de menor intensidad, pudimos averiguar,sin temor de equivocarnos, que el terremoto habapasado ya y que no haba motivo para temer untemblor mayor.

    As se han confirmado aquellas palabras entodas nuestras observaciones posteriores, y des-pus de diez aos de estudio, manifestamos que lahiptesis de Mr. Lapparent es un verdadero prin-cipio que deba estar escrito con letras de oro ensu monumental estudio.

    La coincidencia de aquellos fenmenos ses-micos con otros importantes que se realizaban enel cielo en aquella misma poca, y la comparacin

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    que desde 1888 hasta hoy hemos venido estable-ciendo en este sentido, no nos dejan ya lugar du-das, y nos atrevemos exponer una nueva hiptesissobre la causa de los temblores, con la esperanza

    de que personas ms competentes puedan ensan-charla y completarla desvanecerla, con pruebasen contrario, y podemos advertir desde luego, queninguna de las otras hiptesis admitidas satisface, nuestro entender, tan bien los hechos que se obser-van, como lo que aqu exponemos.

    DIVISIN CARACTERSTICA DE LOSTEMBLORES

    Por razn de los efectos mecnicos de lostemblores, pueden estos dividirse en dos clasesperfectamente distintas: la primera es la que pro-duce movimientos verticales, y en donde se notaque la mayor oscilacin es en la parte superiorde las casas, edificios, etc.; es el choque de abajopara arriba. La segunda constituye la de los mo-vimientos horizontales ondulatorios, y casi siem-pre con manifestaciones de haber habido torsin,como si fuerzas apareadas accionaran en sentidoinverso. La primera clase algunas veces con lige-ras ondulaciones, se caracteriza por ser los tem-blores nicos y aislados; la segunda se manifiestageneralmente en series que siguen rigurosamenteel principio de Mr. de Lapparent. Estudiaremoscada clase por separado.

    I Clase

    Estos temblores, conocidos muy generalmente

    entre nosotros con el nombre de temblor de aire,pueden reconocer por causa la misma que atribu-mos los de la segunda, por lo menos sus con-secuencias; pero dadas las condiciones en que severifican, bien pudiera pensarse que una dilatacin contraccin brusca de la corteza terrestre, bajo lainfluencia de la temperatura, los ocasiona.

    Estos son los que algunos autores consi-deran que personas ms o menos sensibles lospresienten. En das extremadamente calurosos,tiempos de calma, y atmsfera por lo comn

    muy despejada, con algunos stratus cirro-c-

    mulos, inmviles y perfectamente equilibrados,se asegura, con razn, que algn movimientopuede sobrevenir, y por lo regular acontece.Estos movimientos son de muy corta duracin,

    afectan principalmente la parte superior de losedificios y altas construcciones y parece verda-deramente que el temblor viene del aire, puescasi es imperceptible en la superficie del suelo,mientras que se acenta mucho ms en los ex-tremos superiores.

    Siendo as ello sera una de las ms preciosaspruebas que la Fsica del Globo nos da de que lamasa terrestre es perfectamente elstica; pues enefecto, segn las leyes del choque de los cuerpossi esta condicin existe, ellos se comprimen en elmomento del choque pero recobran su forma pri-mitiva en seguida.

    Sean dos masas m y m, homogneas y dota-das de velocidades iniciales v y v, la una contrala otra: segn la hiptesis de ser perfectamenteelsticas, al momento del choque se comprimirnpero tomarn un instante despus su forma pri-mitiva. La masa m habr perdido una cantidad develocidad x, tal como si estuviere desprovista deelasticidad, y recibir por consecuencia de la re-accin otra velocidad igual x en sentido inversoy tendr, por tanto, una velocidad

    La masa m habr adquirido una velocidad xal momento del choque y otra velocidad x por lareaccin, y las velocidades de los dos cuerpos demasa m y m sern

    (1)

    (2)

    Como las velocidades adquiridas son inver-samente proporcionales las masas, podemosescribir

    Adems, en el caso de choque de masas noelsticas, las ecuaciones generales son

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    luego x =

    x =

    y sustituyendo estos valores en la (1) y (2),nos da

    (3)

    Si las masas son iguales, esto es m = m, lasfrmulas (3) se convierten en

    (4)

    Lo que quiere decir que los cuerpos cambia-ron las velocidades y si v = 0, lo que indica que elcuerpo chocado estuviera en reposo al momentodel choque,

    Expresin importante que demuestra en el

    caso supuesto de v = v que el cuerpo chocantequed en reposo y transmiti toda la velocidad alcuerpo chocado.

    Esto es precisamente lo que acontece en esa clasede temblores, y el aparato de Mariotte, que consiste enbalas de marfil suspendidas y en contacto, procurando

    que sus centros queden en una lnea recta, demuestrabrillantemente aquella solucin, pues que si se separala primera bola dejarla caer chocando contra la se-gunda, sta y las siguientes, sin salir de su estado dereposo, transmitirn el efecto la ltima del choque,que saltar su vez y caer en seguida para hacer sal-tar de nuevo a la primera, etc., presentando as dichoaparato, al mismo tiempo, la idea clara y prctica delfenmeno que hemos analizado.

    La prediccin de estos movimientos sesmi-cos se hace casi imposible en el estado actual de

    la ciencia meteorolgica, pues nuestro entender,

    no son el resultado de un aspecto tranquilo quefcilmente se reconocera en el barmetro, sino elde una acumulacin de hechos poco definidos ysometidos influencias muy diversas. Los obser-

    vatorios podran indicarlos despus de una largaserie de observaciones y estudios comparativosde las condiciones apuntadas anteriormente, nodejando de incluir tambin los motivos que cree-mos que determinan la 2 clase de temblores, por-que se nota que en los lugares donde no existenvolcanes estos movimientos tampoco aparecensino alguna rarsima vez y esto como microses-mos perceptibles nicamente en los seismgrafosms delicados.

    Debemos agregar que no se han observadonunca efectos desastrosos en esta clase de tem-blores. Su accin es instantnea, no se repiten confrecuencia, y pasado el temblor, generalmente eltiempo cambia, debido sin duda al desequilibrioproducido en la atmsfera por la vibracin.

    II Clase

    La segunda clase de temblores, cuyos efectosy condiciones son muy distintos de los de la an-terior, y que llamaremos desde ahora elctricos,reconocen tambin causas diferentes.

    Las teoras de Perrey, Quet y Falb, mimodo de ver, se acercan mucho la verdad so-bre la causa de estos temblores, pero ellas nollenan muchas lagunas que quedan en la ciencia este respecto y grandes objeciones se les pue-den presentar. No es nuestro objeto hacer aqula crtica de ninguna teora1, sino presentar lanuestra, tal como la hemos concebido y estudia-

    do, anotando desde luego que se acomoda laexplicacin de todos los fenmenos que se pre-sentan ms que ninguna otra y muchsimo mstodava que las que han prevalecido en contrade las mismas que apoyamos.

    La causa principal, nica de estos temblores

    es la deformacin de la masa del globo terrestre,

    bajo la influencia de los otros cuerpos celestes.Sabido es que la figura terica de una masa

    fluida, homognea y sometida las fuerzas deatraccin newtoniana y centrfuga, es la de un

    elipsoide de revolucin.

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    En una memoria que elevmos la academia,hoy Universidad de Laussanne, Suiza, y que fucoronada, presentmos una solucin original yanaltica de este problema, la cual, por lo corta, no

    tememos causar molestia al lector en exponerla.Se trata, pues, de determinar la figura que to-

    mar una masa fluida, homognea y sometida las fuerzas de atraccin y repulsin considerandoque ella gira sobre su eje.

    Si se supone que la masa gire alrededor deleje de las Y, no tendramos ms que considerar lasdos fuerzas X y Z, y que la ecuacin de equilibriosegn la mecnica racional ser

    (1)

    X y Z expresan la atraccin de las molculasdel fluido y la fuerza centrfuga debida al mo-vimiento de rotacin, que consideramos comopositiva, porque ella tiende indicarnos que elcuerpo gira.

    Si llamamos K el coeficiente newtoniano(nmero de Gauss), rel radio vector y w2la fuer-za centrfuga la distancia unitaria, se tendr,por la unidad de masa, las siguientes ecuacionesde las fuerzas

    Si sustituimos estos valores en la ecuacin

    (1), tendremos

    pero como sabemos que xdx + zdz = rdr, sus-tituyendo, nos dar

    Integrando esta ecuacin se obtendr

    donde admitimos rcomo constante, por serla masa fluida, homognea, esto es, de densidadconstante.

    Para obtener la superficie libre es necesariotambin que la presin sea constante, esto es que

    dp = 0 (3)

    lo que nos da

    pero como por un valor de x=0 se debe ob-tener r = r0 la constante C queda determinada igual

    y sustituyendo su valor, resulta

    bien

    (4)

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    Pero como tambin por un valor de x = r, seobtiene que r = r, si reemplazamos estos valoresen la ecuacin anterior, se tendr

    (5)

    Si dividimos la ecuacin (4) por la (5) obten-

    dremos

    Habremos notado que la cantidaddefine el achatamiento del cuerpo girante.

    Pongamos, pues,

    y tendremos sustituyendo

    bien

    (6)

    Esta ecuacin, ya de una forma bastante ele-gante, puede ser transformada en otra mejor y quepermitir resolver el problema propuesto

    Si se extrae el valor r de (6) se obtiene

    Reemplacemos r por su valor obtenido de laecuacin r2= x2+ z2y se tendr:

    bien

    que se puede escribir

    con el objeto de desarrollarla en serie segnel binomio de Newton, lo que es posible en estecaso porque x no ser jams mayor que r, y porconsiguiente ser siempre menor que 1.

    El desarrollo nos da, eliminando las poten-

    cias superiores

    lo que es posible, porque siendo la cantidadx/r` ya muy pequea, lo mismo que a, es permiti-do en anlisis despreciar todos los otros trminosque contengan a2en presencia de a.

    Tendremos as

    dividiendo por r0

    2, resulta

    pero como , el valor de r0es

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    y sustituyendo su valor en la anterior, se tendr:

    Si desarrollamos otra vez en serie el valor de (1- a)2poniendo r

    12 como divisor comn, resultar

    lo que nos da

    Pero esta ecuacin muy conocida, es la deuna elipse cuyos semiejes son r

    0y r1

    Y si esta elipse, su vez, girando engendralo que llamamos una elipsoide de revolucin, yella tambin indica la meridiana de la figura quese busca, luego, podemos concluir que si lo queinvestigamos es la figura de la tierra, considern-dola como masa, fluida, homognea, girando so-bre su eje, y sometida a las fuerzas descritas, lafigura de la tierra, decimos, es la de una elipsoidede revolucin.

    He aqu lo que nos conduce el anlisis mspuro, ms simple y ms natural de la cuestin.

    Debemos agregar que nuestra ecuacin es ge-neral y no aplicable slo la tierra, sin a la figurade todos los cuerpos celestes.

    En un trabajo que preparamos, expondremos

    la teora general para todos los cuerpos celestes,inclusive la figura del planeta Saturno, que entratambin en nuestra frmula fundamental.

    Demostrando, como acabamos de hacerlo,que la figura de la tierra es la de un elipsoide derevolucin, bajo las influencias combinadas de laatraccin y de la fuerza centrfuga, natural es pen-sar que los astros vecinos influyen modificando,en razn de sus masas, distancias y posiciones re-lativas en el espacio, aquellas fuerzas, y por con-siguiente deformen constante y continuamente el

    elipsoide. La teora de las mareas confirma esteresultado analtico.

    Indudable es tambin que esta deformacinproduzca un frotamiento enorme de las molcu-las que componen la masa, tanto mayor, cuantomayores sean las masas atrayentes, hasta tomar la

    nueva forma de equilibrio que le corresponde, yeste frotamiento su vez, desarrolle una gran can-tidad de electricidad y calrico en proporcioneshasta ahora desconocidas.

    Esta gran masa elctrica har desarrollar,en lugares propsito, una fuerte carga de in-duccin que en un momento dado descargue conenerga muy superior la de los rayosatmosf-ricos en otro punto de la masa hasta equilibrarsu potencial.

    Esa descarga elctrica, profundidades de

    la tierra mayores menores, es lo que constituye

    el temblor y sus consecuencias.Bien puede suceder que sea una induccin

    elctrica directa de los cuerpos celestes sobre latierra, y que acompaado de calor producido porel frotamiento molecular desarrolle tambin unacantidad tan grande de ste, que ponga en ignicinmaterias ms o menos inflamables.

    El hecho resulta tambin de que la chispaelctrica, al atravesar masas de agua, debido in-filtraciones, descomponga estas en sus elementos,dando origen grandes masas de gas combustibleque su vez se inflaman y produzcan las erupcio-nes volcnicas.

    Si hemos dicho anteriormente en lugares apropsito ha sido con marcada intencin: indu-dable es que la deformacin se produce y conello el frotamiento y desarrollo de electricidad,pero sta no induce sino en los lugares donde sehallan elementos capaces de cargarse, as comocuando un rayo atmosfrico cae, no es sino la

    pila elctrica del telfono telgrafo la que re-cibe la carga inducida y hace vibrar el timbre instrumento de alarma.

    As, en nuestro caso, son slo las masas vol-cnicas las que se cargan de electricidad. Esoscentros, no son en nuestro concepto, sino unosgrandes acumuladores hoy en descubierto, peroanteriormente focos de reunin de materialesinflamables, minerales descomponibles por laelectricidad y los gases que se desarrollan, agua yotros elementos que los caracterizan.

    Bajo la influencia de la electricidad y del ca-lor, descompuestas unas materias, incandescentes

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    otras, los vapores en presin han vencido las ma-sas slidas y escapado por grietas, lanzando haciaafuera materiales que interrumpen su paso.

    En estas condiciones queda muy bien expli-

    cada la coincidencia de las erupciones volcnicascon los temblores; pero no es aceptable que eltemblor de esta segunda clase sea consecuenciade la erupcin; sta ms bien, es una consecuenciade aqul, y aqul, su vez, es la consecuencia dela descarga elctrica interna.

    Bien pueden ocurrir ambos aisladamente,pues si la chispa elctrica no atraves lquidosque se descompusieran en vapores y gases queadquieran tensiones, solo ocurri el temblor y nola erupcin.

    Se explica la concurrencia de ambos fen-menos, reconociendo al principio la misma cau-sa, pero unos por descomposicin de los lquidoscomo hemos dicho y otros por la descarga de laelectricidad acumulada.

    Cuando el terremoto de 1888, una comisinse encarg de examinar el volcn de Pos, de don-de se crea provenan los movimientos sesmicos.La comisin declar que una recrudescencia deactividad se notaba en el volcn extinto, cuyo cr-ter hoy solo tiene una laguna de agua con granproporcin de cido sulfrico diluido.

    No es de extraar, en efecto, segn nuestrateora, esta recrudescencia, pues muy posible fue-ra que la deformacin del globo indujera en aquelpunto una fuerte carga elctrica descomponiendolas materias y poniendo en actividad la masa vol-cnica, al mismo tiempo que esa carga elctrica sedescargara, ya en la masa del volcn Iraz, enotro volcn cercano.

    Por la teora de la induccin elctrica, que

    no creemos necesario repetir aqu, sabemos la in-fluencia ejercida por un punto electrizado A sobreuna esfera C, aislada y primitivamente en estadoneutro. El anlisis demuestra, conforme la expe-riencia de OEpinus, que la densidad elctrica enun punto cualquiera P, tiene por valor

    en el punto E, que es el ms cercano de laesfera al punto A

    PA = d - R

    y

    siendoEsta densidad es negativa y en el punto

    E, que es el ms lejano, se tiene

    Su densidad es positiva y la lnea neutra est

    determinada por la relacin

    de donde

    ecuacin que representa un crculo cuyo pla-no es perpendicular AB, dividiendo la esfera, endos zonas desiguales. La superficie de la zona ne-gativa es ms pequea y tiende hacia cero cuandoel punto de influencia se acerca indefinidamente;y tiende hacia la mitad de la esfera cuando el pun-to se aleja al infinito. Sera ste el caso de induc-

    cin producida directamente de los astros sobreel globo terrestre, y lo mismo podra hacerse res-pecto de un punto electrizado en el interior de laesfera, cuya densidad en funcin de la distanciaCB = d` sera

    Es ste el valor que debe aplicarse en el caso

    de que tratamos, esto es, en el caso de induccinen las grandes masas volcnicas.

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    Ampliacin de la teora y comparacin con losfenmenos observados

    Para ser verdaderamente ingenuos al exponer

    la teora apuntada, repetimos que nuestro des-cubrimiento data desde 1888, acentuando ms fines de ese ao y corroborado con multitud deejemplos y observaciones verificadas desde aque-lla poca.

    Testigos de ello han sido nuestro malogra-do amigo el inolvidable Tessier, Ingeniero de laDireccin General de Obras Pblicas, y variosotros distinguidos empleados de aquel centro, du-rante las ocasiones que he ocupado el puesto deDirector inspector del mismo.

    Dio la casualidad, podra decir, que desde elao 1888, el Bureau des longitudes principi publicar unas tablas, que contienen las pocasde los fenmenos celestes ms notables del ao:puede leerse en cualquiera de los prefacios de laConnaissance des temps publicados por aquellaoficina, lo siguiente: Depuis 1889, nous donnonssour le titre de Phnomnas, un tableau contenantles poques des phnomnes les plus importantsdelannees.

    Esas tablas fueron, por decirlo as, nuestragua en un principio y cada vez que se presentabaun movimiento sismico de un carcter diferenteal tpico de los de primera clase, consultbamoslas tablas de fenmenos, encontrando casi siem-pre una relacin ntima entre el temblor y las po-siciones de los cuerpos celestes ms inmediatos nuestro globo.

    Hemos dicho que una induccin, ya sea di-recta de los cuerpos celestes, ya producida porlas grandes masas electrizadas que provienen de

    la deformacin de las molculas del globo, mo-tivada su vez por mayores atracciones de loscuerpos celestes que exigen una nueva forma deequilibrio nuestro globo, produce una cantidadde electricidad que se acumula en ciertos luga-res que hemos designado ser especialmente losvolcanes. Evidente es que siendo la tierra, no unconductor metlico, sino una masa discontnua,en donde la electricidad puede estar desigualmen-te distribuida, se pueden producir en el momentode la descarga una serie de chispas elctricas que

    constituyan una longitud considerable, sobre todolo cual se manifiesten los fenmenos sesmicos en

    el instante de la descarga, tal y como sucede en laatmsfera con los relmpagos que miden grandeslongitudes y hacen vibrar su aparicin las capasde aire vecinos.

    La teora analtica de la figura de los relm-pagos, muy ingeniosamente descrita por Mr. PaulPerrin (Pars, 1873), de la cual tenemos un precio-so ejemplar en la Biblioteca Nacional, demuestraque la figura en zigzag es la que presenta menorresistencia al paso de la chispa2, y muy probable-mente es que en el seno de la tierra, cuya densidades mucho mayor que la del aire, esta figura seams acentuada, y de ello resulta una de las prue-bas ms evidentes de nuestra teora, como vamosa probarlo.

    Los temblores de esta clase presentan casisiempre efectos de torsin en las columnas, y al-gunos movimientos caprichosamente aislados

    Ninguna de las teoras hasta ahora emitidassatisface en la explicacin de este fenmeno,mientras que la nuestra con slo considerar la fi-gura del relmpago elctrico subterrneo, lo dejeexplicado.

    Todava nos quedan muestras en el ce-menterio de esta ciudad y en las columnas cua-dradas del cuartel de Alajuela, que indican elfenmeno descrito de torsin acaecido con elterremoto de 1888.

    El tiempo de duracin del temblor es otro delos motivos que nos hacen desechar la teora de losgases y vapores. La duracin del temblor en estahiptesis no puede ser mayor que la producidapor la expansin brusca de las masas en presiny debera tener siempre un mximum de intensi-dad al principio al ir en disminucin hasta anularsemientras que observamos en la prctica que sucede

    todo lo contrario: los temblores largos principiancasi insensiblemente, acentan hacia el centro susms grandes efectos de vibracin, para disminuirdespus. Muchas veces el mismo temblor cesarepentinamente para aparecer un instante despuscon igual casi siempre con mayor intensidad. Seexplica por el contrario fcilmente todo ello connuestra teora, admitiendo que la descarga elctri-ca, verificada primero sobre una extensin corta yde gran resistencia, se ha disminuido sta y se pro-paga enseguida con mayor intensidad y mayores

    distancias, porque muchas veces la resistencia yavencida, facilita una nueva descarga con menor

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    potencial, por el mismo camino que atraves laprimera, tal y como sucede en la atmsfera, dondegeneralmente despus de un relmpago sobrevieneotro inmediato como si aprovechara el enrareci-

    miento ocasionado por el primero y utiliza el mo-mento de mnima resistencia.

    Si, pues, como acabamos de comprobarlo,todos estos fenmenos de los temblores y los delos volcanes mismos, son la consecuencia de unagrande electrizacin, y sta su vez, es ocasiona-da por la influencia de los cuerpos celestes, nece-sario es que alguna coincidencia los produzca enciertas, y determinadas ocasiones.

    As lo es, en efecto, y desde los tiempos pre-histricos los antiguos turcos como un castigodivino la aparicin de un eclipse, y no estuvie-ron nunca muy lejos de la verdad, como veremosenseguida.

    Efectos de los cuerpos celestes sobre la tierra

    Como acabamos de decirlo, los eclipses, ascomo las conjunciones de los astros con la tierra,han producido casi siempre grandes perturbacio-nes, y de aqu el honor de los antiguos al fen-meno extraordinario de un eclipse ms bin alnico fenmeno visible que se les presenta comocausa de lo que suceda en la tierra.

    La ciencia nos dice hoy que no es el eclipseprecisamente el que verifica la perturbacin, sinola mayor masa de atraccin induccin.

    Las observaciones de Mr. Perrey en que sos-tiene que la luna en sus zizigas es el principalmotivo de los temblores, y las de Falb que losatribuye las mareas interiores producidas por la

    atraccin de los astros, no estn desprovistos derazn: son, en efecto, los astros los que con su ma-yor atraccin y mayor masa inductiva, producenen la tierra los fenmenos que hemos descrito, ylos huracanes, las tempestades, etc., pero de ma-nera diferente, en mi concepto, de cmo lo propo-nen los eminentes sabios Perrey y Falb.

    El Sol y la luna como ms cercanos a la tierra,tienen, no hay duda, mayor influencia sobre ello,pero esta influencia se aumenta considerablemen-te con las masas de otros planetas que se interpo-

    nen en ciertas ocasiones; as, cuando adems de laconjuncin de la luna se agregan las conjunciones

    de Mercurio y de Venus con sta, sobre todo enlos casos de menor distancia de la tierra, los fe-nmenos sesmicos aparecen; otras veces no sontemblores sino huracanes, ciclones, etc., y cuando

    no stos grandes lluvias, inundaciones y derrum-bamientos, etc.

    Algunas veces las conjunciones opuestas rea-lizan un perfecto equilibrio en la masa terrestre y pesar de su coincidencia no se presenta la menorperturbacin, tal sucede cuando al mismo tiempoque se realizan las conjunciones de Mercurio yVenus con la luna y sta con la tierra, se realizanlas de Marte y Jpiter con la misma luna.

    Un vaco nos queda por llenar, y este es elsaber si podra determinarse el fenmeno que so-brevendra en una poca dada, en que se realicenlas consideraciones enteras.

    Nosotros lo dudamos. La teora precedente-mente expuesta sobre la influencia de los cuerposelectrizados (los astros) sobre una esfera (la tie-rra) en estado neutro, ayudar poderosamente esa investigacin. Si adems se determina astro-nmicamente el punto puntos principales afec-tados de la esfera terrestre, y la lnea, eje centralde todos los cuerpos en conjuncin simultnea, esmuy probable que la posicin de esta lnea conrespecto los lugares ms o menos aptos para serinfluenciados, produzcan unos otros efectos.Nada de extrao tendr que si el punto puntosafectados fueran en los centros de los ocanos, en-tonces no se produjeran ms que ciclones y gran-des tempestades, y si estos puntos fueran cerca delos volcanes, su producto sera temblores, sacudi-mientos y erupciones.

    No nos alarma, pues, que la estadstica con-firme que los ms fuertes temblores sobrevienen

    en los perigeos de la luna, cuando la tierra estms cerca del sol.Evidente es que el medio en que nos encon-

    tramos nos priva del placer de extender ms allnuestras observaciones y clculos. Dejamos lossabios este importante trabajo que nuestros recur-sos no nos permiten proseguir, pero si creemosy estamos seguros de que, determinando exac-tamente la posicin astronmica de los cuerposcelestes ms cercanos, en los momentos de losfenmenos sesmicos ya observados inscritos en

    las cronologas especiales, puede obtenerse unaley para prever los temblores futuros y tambin

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    Revista Geolgica de Amrica Central, 37 Especial: 83-94, 2007 / ISSN: 0256-7024

    para todas las otras perturbaciones geolgicas yatmosfricas ya indicadas.

    Los trabajos de Mr. de Montessus en laRepblica del Salvador, sern de grande impor-

    tancia en la persecucin de esta admirable ley, ydeterminada que sea, lo repetimos, no se nos cul-pe de incompetencia en perseguirla, porque cree-mos que hemos sentado sus bases, sino de falta demedios y recursos para comprobarla.

    La solucin de este importante desideratumde nuestra teora es, en efecto, relativamente sen-cillo. Si examinamos los fenmenos sesmicosdesde el punto de vista de las leyes del malogradoMr. Quet, sobre la induccin solar muy probablees que todo se origine de esta induccin, impor-tante si la masa del sol se agregan las otras ma-sas de los planetas intermedios entre el Sol y latierra incluso nuestro satlite, la luna.

    Consiste, pues, en una simple comparacinentre elementos en que se verifica la induccin, ellugar donde se verifica y el momento y lugar dondese verifica el temblor o la perturbacin terrestre.

    Sentimos mucho no tener nuestro alcance lateora de Mr. Quet.

    Prevencin de los daos

    Demostrada fundamentalmente la causade los temblores y erupciones; establecida comoacabamos de hacerlo, que las erupciones son unaconsecuencia de los temblores, es decir, el resulta-do de la descarga elctrica subterrnea travs demasas lquidas que se han volatizado y descom-puesto en gases inflamables procede investigar sisera fcil o n prevenir los daos y an evitar losmismos temblores (a).

    Establecida la causa, fcilmente se obtiene suremedio. Conocido el diagnstico, procede la cura.Nosotros creemos que ese procedimiento es

    muy sencillo y poco costoso. Puesto que todoproviene de la acumulacin de grandes masas deelectricidad, lo que se necesita es neutralizarlaestableciendo corriente, y en este caso bastaracon introducir en los crteres de los volcanes enactividad un cable que transporte la electricidadall acumulada los ocanos grandes masas deaguas. Es, en suma, el establecimiento de para-

    rrayos (b) en cada volcn para transportar a laatmsfera las aguas esos grandes excesos de

    electricidad acumulada, con positivo xito para latranquilidad de los lugares amenazados.

    Si esa electricidad puede usarse alguna vezindustrialmente, sera ello la mejor comprobacin

    de la teora que exponemos. Ya utilizamos las ma-reas, el resultado fsico de la deformacin; utili-cemos ahora el calor y la electricidad, resultadosfsicos del frotamiento por la deformacin.

    Ningn comentario se necesita despus deleda esta teora para confirmar la causa de la des-truccin de S. Pierre3.

    Las causas alegadas en el ScientificAmerican, Junio de 1902, cuya traduccin pu-blic El Derecho en sus nmeros 195 y 197 de12 y 14 de Junio prximo pasado, no satisfacenen nada los fenmenos ocurridos, as como tam-poco lo que public La Nature de Pars en sunmero 1513.

    Siendo estos documentos extremadamen-te novedosos, nos corresponde, pues, involucrarnuestro exclusivo derecho de propiedad intelec-tual del artculo preincerto.

    Calor interno del Globo

    De la teora precedente, se deduce lo obser-vado de la hiptesis que ha prevalecido hasta hacealgunos aos sobre el fuego central. Desmentidadesde luego y entre otras causas por la simple de-terminacin de la densidad del globo (5,5) cuandoel trmino medio de la densidad de todo el cuerpode su superficie no excede de 3, viene a destruirsetotalmente con lo nuestro. En nuestro concepto ladeformacin es la que causa el calor; este calorser tanto mayor cuanto mayor sea la distancia al

    eje de la tierra. En la zona ecuatorial esa distanciaes mxima, hasta su superficie, ms conforme seaproxima al eje central la temperatura debe dismi-nuir en razn de que las molculas tendrn menordeformacin cuanto ms cerca se encuentran deese eje; que es inmvil. En nuestro sentir, la tem-peratura del centro debe ser igual la temperaturainterplanetaria esto es de 273 bajo cero centgra-do, sea el cero absoluto de la temperatura que setraduce por una vibracin nula de las molculas.

    Manifestada esta consecuencia de la teora,

    nuestro ilustrado amigo don Juan FernndezFerraz (c), nos llam la atencin de consignar el

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    89MATAMOROS: Dinmica interna del globo: Investigaciones sobre una nueva...

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    hecho resultado de ello las zonas en que se divideel globo, quedando establecida la zona trrida paralas partes ms lejanas del eje, de muy vibracinde sus molculas, la zona templada ms cercana

    al centro y por ltimo la zona fra de los polosen donde la deformacin es nula. No se concibede otro modo, dice el seor Ferraz, que aquellosparajes baados por el sol durante 6 meses al aoestn constantemente fros.

    San Jos, 12 de julio de 1900Luis MatamorosIngeniero Civil

    Notitas al pie

    (a) Aplaudiendo sinceramente el trabajocientfico de mi buen amigo el Ingeniero donLuis Matamoros, quien en efecto comenz susobservaciones sobre la materia en la fecha quecit, estando ambos con nuestras familias acam-pados en el patio de la casa de doa Ins Ugaldev. de Iglesias, de Alajuela, mientras yo lea el in-teresante estudio a los volcanes y terremotos deZurcher y Marcoll, pienso que mi amigo debihacer algn viaje, antes de dar a luz su teora, afin de contrastarla y perfeccionarla, en un obser-vatorio astronmico y meteorolgico magntico.De toda suerte le creo sobre la pista de un grandescubrimiento.

    (b) Antipararrayos llam yo en esos das elaparato que ideaba capaz de descargar en la at-msfera la electricidad desarrollada por la accinfsico qumica interior. Mi imaginacin, enpresencia de las grietas superficiales producidas

    por el temblor en derredor del Pos, vea ese fe-nmeno como el rompimiento de un vidrio, poruna pedrada, y de all que escribiera mi malo-grado amigo don Po Vquez, entonces directordel diario La Repblica, que me pareca que losefectos desastrosos de los temblores se propaganpor la superficie, como toda corriente elctricainducida y que as con habitaciones subterrneas pocos metros de profundidad podramos librar-nos de ellos, y an ms, lucubraba yo, se podrandescargar la atmsfera directamente esa electri-

    cidad acumulada con una especie de pararrayosinvertido antipararrayos. El descubrimiento de

    Figers de Canarias, de que ltimamente ha dadodel cable; de un aparato para el aprovechamien-to directo de la electricidad atmosfrica, me haceahora sospechar que todos vamos en camino de

    algo muy interesante. El seor Matamoros, queacaba de irse los Estados Unidos, nos dir pron-to algo este respecto.

    (c) Demaciado bondadoso fu el seorMatamoros en hacer constancia de mis obser-vaciones acerca de su de su importante trabajo.Por ello le debo gratitud. Lo indicado por m conrespecto la temperatura del globo terrestre, - yque naturalmente se aplica cualquier otro cuer-po celeste, - fu que el fro de los polos nos dabaa entender que todos los puntos del eje que losune en igual reposo relativo debe tener igualtemperatura, advirtindose por la inclinacin ydeclinacin de los polos y por la precesin delos equinoccios que vendran a formar como dosconos opuestos por los vrtices, coincidiendo elpunto de contacto de ste con el centro de figuradel globo y siendo sus bases dos planos idealestangentes los polos, de donde formaron de zonasfras, templadas y trridas.

    No doy este pensamiento ms valor que elde una bella idea, y pienso que el seor Matamorosha exagerado asignndolo como importante

    San Jos, 28 de julio de 1902Juan F. Ferrz

    Notas

    1El seor de Lapparent da un resumen de s-tas en la pgina 542: Influence des phenomnes

    astronomiques pero segn lo que se va expo-ner, se comprender que la nuestra est fundadasobre una base muy diferente.

    2Lgicamente esa figura en zigzag tiene suexplicacin. En efecto, una vez lanzada una chis-pa en cierta direccin rectilnea dada, ha tenidoen su trayecto una gran resistencia y ha descom-puesto las molculas del fluido que ha atravesa-do, rarificando su densidad en los espacios veci-nos. En un momento dado la resistencia ha cre-cido extraordinariamente hasta el punto de que

    la chispa, obedeciendo al principio de mnimaaccin, encuentra mayor facilidad de retroceder

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