revolución industrial

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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA CENTRO UNIVERITARIO DE TONALA METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÓN LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Maestro: Cástulo

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Page 1: Revolución Industrial

UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA

CENTRO UNIVERITARIO DE TONALA

METODOLOGIA DE LA INVESTIGACIÓN

LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Maestro: Cástulo

Alumna: Carolina Livier Recio Colmenares

Page 2: Revolución Industrial

Revolución IndustrialLa Revolución industrial fue un periodo histórico comprendido entre la segunda mitad del siglo XVIII y

principios del XIX, en el que Gran Bretaña en primer lugar,1 y el resto de Europa continental después,

sufren el mayor conjunto de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y culturales de

la historia de la humanidad, desde el neolítico.

La economía basada en el trabajo manual fue reemplazada por otra dominada por la industria y

la manufactura. La Revolución comenzó con la mecanización de las industrias textiles y el desarrollo de

los procesos del hierro. La expansión del comercio fue favorecida por la mejora de las rutas de

transportes y posteriormente por el nacimiento del ferrocarril. Las innovaciones tecnológicas más

importantes fueron la máquina de vapor y la denominada Spinning Jenny, una potente máquina

relacionada con la industria textil. Estas nuevas máquinas favorecieron enormes incrementos en la

capacidad de producción. La producción y desarrollo de nuevos modelos de maquinaria en las dos

primeras décadas del siglo XIX facilitó la manufactura en otras industrias e incrementó también su

producción.

Así es que en la Revolución industrial se aumenta la cantidad de productos y se disminuye el tiempo en

el que estos se realizan, dando paso a la producción en serie, ya que se simplifican tareas complejas en

varias operaciones simples que pueda realizar cualquier obrero sin necesidad de que sea mano de obra

cualificada, y de este modo bajar costos en producción y elevar la cantidad de unidades producidas bajo

el mismo costo fijo.

Causas

Máquina de vapor situada en el vestíbulo de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales de la UPM

(Madrid).

Page 3: Revolución Industrial

La existencia de controles fronterizos más intensos evitó la propagación de enfermedades y disminuyó

la propagación de epidemias como las ocurridas en tiempos anteriores. La revolución agrícola

británica hizo además más eficiente la producción de alimentos con una menor aportación del factor

trabajo, alentando a la población que no podía encontrar trabajos agrícolas a buscar empleos

relacionados con la industria y, por ende, originando un movimiento migratorio desde el campo a las

ciudades así como un nuevo desarrollo en las fábricas. La expansión colonial del siglo XVII acompañada

del desarrollo del comercio internacional, la creación de mercados financieros y la acumulación de

capital son considerados factores influyentes, como también lo fue la revolución científica del siglo XVII.

Se puede decir que se produjo en Inglaterra por su desarrollo económico.

La presencia de un mayor mercado doméstico debería también ser considerada como un catalizador de

la Revolución industrial, explicando particularmente por qué ocurrió en el Reino Unido.

La invención de la máquina de vapor fue una de las más importantes innovaciones de la Revolución

industrial. Hizo posible mejoramientos en el trabajo del metal basado en el uso de coque en vez de

carbón vegetal. En el siglo XVIII la industria textil aprovechó el poder del agua para el funcionamiento de

algunas máquinas. Estas industrias se convirtieron en el modelo de organización del trabajo humano en

las fábricas.

Además de la innovación de la maquinaria, la cadena de montaje (fordismo) contribuyó mucho en la

eficiencia de las fábricas.

Revolución agrícola: aumento progresivo de la producción gracias a la inversión de los propietarios

en nuevas técnicas y sistemas de cultivo, además de la mejora del uso de fertilizantes.

El desarrollo del capital comercial: Las máquinas se aplicaron a los transportes y a la comunicación

iniciando una enorme transformación. Ahora las relaciones entre patronos y trabajadores son

únicamente laborales y con el fin de obtener beneficios.

Cambios demográfico-sociales: la modernización de la agricultura permitió un crecimiento

demográfico debido a la mejora de la alimentación. También hubo adelantos en la medicina y en la

higiene, de ahí que creciera la población. También hubo una migración del campo a la ciudad

porque la ocupación en labores agrícolas disminuyó mientras crecía la demanda de trabajo en las

ciudades.

Esta primera revolución se caracterizó por un cambio en los instrumentos de trabajo de tipo artesanal

por la máquina de vapor, movida por la energía del carbón. La máquina exige individuos más

cualificados, produce una reducción en el número de personas empleadas, arrojando de manera

incesante masas de obreros de un ramo de la producción a otra. Especialmente del campo a la ciudad.

El comercio internacional

Page 4: Revolución Industrial

Economía industrial

Sin embargo, y a pesar de todos los factores anteriores, la Revolución industrial no hubiese podido

prosperar sin el concurso y el desarrollo de los transportes, que llevarán las mercancías producidas en

la fábrica hasta los mercados donde se consumían.

Estos nuevos transportes se hacen necesarios no sólo en el comercio interior, sino también en el

comercio internacional, ya que en esta época se crean los grandes mercados nacionales e

internacionales. El comercio internacional se liberaliza, sobre todo tras el Tratado de Utrecht (1713) que

liberaliza las relaciones comerciales de Inglaterra, y otros países europeos, con la América española. Se

termina con las compañías privilegiadas y con el proteccionismo económico; y se aboga por una política

imperialista y la eliminación de los privilegios gremiales. Además, se desamortizan las tierras

eclesiásticas, señoriales y comunales, para poner en el mercado nuevas tierras y crear un nuevo

concepto de propiedad. La Revolución industrial generó también un ensanchamiento de los mercados

extranjeros y una nueva división internacional del trabajo (DIT). Los nuevos mercados se conquistaron

mediante el abaratamiento de los productos hechos con la máquina, por los nuevos sistemas de

transporte y la apertura de vías de comunicación, así como también, mediante una política

expansionista.

El Reino Unido fue el primero que llevó a cabo toda una serie de transformaciones que la colocaron a la

cabeza de todos los países del mundo. Los cambios en la agricultura, en la población, en los

transportes, en la tecnología y en las industrias, favorecieron un desarrollo industrial. La industria textil

algodonera fue el sector líder de la industrialización y la base de la acumulación de capital que abrirá

paso, en una segunda fase, a la siderurgia y al ferrocarril.

A mediados del siglo XVIII, la industria británica tenía sólidas bases y con una doble expansión: las

industrias de bienes de producción y de bienes de consumo. Incluso se estimuló el crecimiento de la

minería del carbón y de la siderurgia con la construcción del ferrocarril. Así, en Gran Bretaña se

desarrolló de pleno el capitalismo industrial, lo que explica su supremacía industrial

hasta 1870 aproximadamente, como también financiera y comercial desde mediados de siglo XVIII

hasta la Primera Guerra Mundial (1914). En el resto de Europa y en otras regiones como América del

Norte o Japón, la industrialización fue muy posterior y siguió pautas diferentes a la británica.

Unos países tuvieron la industrialización entre 1850 y 1914: Francia, Alemania y Bélgica.

En 1850 apenas existe la fábrica moderna en Europa continental, sólo en Bélgica hay un proceso de

revolución seguido al del Reino Unido. En la segunda mitad del siglo XIX se fortalece

en Turingia y Sajonia la industrialización de Alemania.

Page 5: Revolución Industrial

Otros países siguieron un modelo de industrialización diferente y muy tardía: Italia, Imperio

austrohúngaro, España o Rusia. La industrialización de éstos se inició tímidamente en las últimas

décadas del siglo XIX, para terminar mucho después de 1914.

Véanse también: Segunda revolución industrial y Tercera revolución industrial.

Etapas de la Revolución industrial

La Revolución industrial estuvo dividida en dos etapas: la primera del año 1750 hasta 1840, y la

segunda de 1880 hasta 1914. Todos estos cambios trajeron consigo consecuencias tales como:

1. Demográficas: Traspaso de la población del campo a la ciudad (éxodo rural)

— Migraciones internacionales — Crecimiento sostenido de la población — Grandes

diferencias entre los pueblos — Independencia económica

2. Económicas: Producción en serie — Desarrollo del capitalismo — Aparición de las grandes

empresas (Sistema fabril) — Intercambios desiguales

3. Sociales: Nace el proletariado — Nace la Cuestión social

4. Ambientales: Deterioro del ambiente y degradación del paisaje — Explotación irracional de la

tierra.

A mediados del siglo XIX, en Inglaterra se realizaron una serie de transformaciones que hoy conocemos

como Revolución industrial dentro de las cuales las más relevantes fueron:

La locomotora de vapor fue un modo de transporte surgido durante la Revolución Industrial.

La aplicación de la ciencia y tecnología permitió el invento de máquinas que mejoraban los

procesos productivos.

La despersonalización de las relaciones de trabajo: se pasa desde el taller familiar a la fábrica.

El uso de nuevas fuentes energéticas, como el carbón y el vapor.

La revolución en el transporte: ferrocarriles y barco de vapor.

Page 6: Revolución Industrial

El surgimiento del proletariado urbano.

La industrialización que se originó en Inglaterra y luego se extendió por toda Europa no sólo tuvo un

gran impacto económico, sino que además generó enormes transformaciones sociales.

Proletariado urbano. Como consecuencia de la revolución agrícola y demográfica, se produjo

un éxodo masivo de campesinos hacia las ciudades; el antiguo agricultor se convirtió en obrero

industrial. La ciudad industrial aumentó su población como consecuencia del crecimiento natural de sus

habitantes y por el arribo de este nuevo contingente humano. La carencia de habitaciones fue el primer

problema que sufrió esta población marginada socialmente; debía vivir en espacios reducidos sin

comodidades mínimas y carentes de higiene. A ello se sumaban jornadas de trabajo, que llegaban a

más de catorce horas diarias, en las que participaban hombres, mujeres y niños con salarios miserables,

y carentes de protección legal frente a la arbitrariedad de los dueños de las fábricas o centros de

producción. Este conjunto de males que afectaba al proletariado urbano se llamó la Cuestión social,

haciendo alusión a las insuficiencias materiales y espirituales que les afectaban.

Burguesía industrial. Como contraste al proletariado industrial, se fortaleció el poder económico y

social de los grandes empresarios, afianzando de este modo el sistema económico capitalista,

caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción y la regulación de los precios por el

mercado, de acuerdo con la oferta y la demanda.

En este escenario, la burguesía desplaza definitivamente a la aristocracia terrateniente y su situación de

privilegio social se basó fundamentalmente en la fortuna y no en el origen o la sangre. Avalados por una

doctrina que defendía la libertad económica,los empresarios obtenían grandes riquezas, no sólo

vendiendo y compitiendo, sino que además pagando bajos salarios por la fuerza de trabajo aportada por

los obreros.

Las propuestas para solucionar el problema social. Frente a la situación de pobreza y precariedad

de los obreros, surgieron críticas y fórmulas para tratar de darles solución; por ejemplo, lossocialistas

utópicos, que aspiraban a crear una sociedad ideal, justa y libre de todo tipo de problemas sociales

(para algunos, el comunismo). Otra propuesta fue el socialismo científico de Karl Marx, que proponía la

revolución proletaria y la abolición de la propiedad privada (marxismo); también la Iglesia católica, a

través del Papa León XIII, dio a conocer la Encíclica Rerum Novarum(1891), primera Encíclica social de

la historia, la cual condenaba los abusos y exigía a los estados la obligación de proteger a lo más

débiles. A continuación, un fragmento de dicha encíclica:

« (...) Si el obrero presta a otros sus fuerzas a su industria, las presta con el fin de alcanzar lo necesario para

vivir y sustentarse y por todo esto con el trabajo que de su parte pone, adquiere el derecho verdadero y

perfecto, no solo para exigir un salario, sino para hacer de este el uso que quisiere (...) »

Page 7: Revolución Industrial

Estos elementos fueron decisivos para el surgimiento de los movimientos reivindicativos de los derechos

de los trabajadores. Durante el siglo XX en medio de los procesos de democratización, el movimiento

obrero lograba que se reconocieran los derechos de los trabajadores y su integración a la participación

social. Otros ejemplos de tendencias que buscaron soluciones fueron losnacionalismos, así como

también los fascismos en los cuales se consideraban a los obreros y trabajadores como una parte

fundamental en el desarrollo productivo de la nación, por lo que debían ser protegidos por el Estado.

Gran Bretaña como centro Industrial

La Primera Revolución Industrial comenzó en Gran Bretaña. Las causas de que fuese el país pionero en

la industrialización fueron tener una nueva mentalidad liberal económica en la cual se difundió

el liberalismo económico y permitió desarrollar un mercado más amplio. Otro factor fue poseer

numerosos yacimientos de hierro, usado para construir la maquinaria y las herramientas y la red de

ferrocarriles y contar con abundantes cuencas carboníferas que producían carbón mineral, alimento

para la maquinaria.

A mediados del Siglo XIX empezaron a cobrar importancia países como Alemania y Estados Unidos,

centros industriales de la Segunda Revolución Industrial y otros próximos a Gran

Bretaña:Francia, Bélgica y Rusia.

Principios fundamentales de la industria

Uno de los principios fundamentales de la industria moderna es que nunca considera a los procesos de

producción como definitivos o acabados. Su base técnico-científica es revolucionaria, generando así, el

problema de la obsolescencia tecnológica en períodos cada vez más breves. Desde esta perspectiva

puede afirmarse que todas las formas de producción anteriores a la industria moderna (artesanía y

manufactura) fueron esencialmente conservadoras, al trasmitirse los conocimientos de generación en

generación sin apenas cambios. Sin embargo, esta característica de obsolescencia e innovación no se

circunscribe a la ciencia y la tecnología, sino debe ampliarse a toda la estructura económica de las

sociedades modernas. En este contexto la innovación es, por definición, negación, destrucción, cambio,

la transformación es la esencia permanente de la modernidad. Principios fundamentales de la industria

moderna es que nunca considera a los procesos de producción como definitivos o acabados. - El

desarrollo de nuevas tecnologías, como ciencias aplicadas, en un receptivo clima social, es el momento

y el sitio para una revolución industrial de innovaciones en cadena, como un proceso acumulativo

de tecnología, que crea bienes y servicios, mejorando el nivel y la calidad de vida. Son básicos

un capitalismoincipiente, un sistema educativo y espíritu emprendedor. La no adecuación o

correspondencia entre unos y otros crea desequilibrios o injusticias. Parece ser que este desequilibrio

en los procesos de industrialización, siempre socialmente muy inestables, es en la práctica inevitable,

pero mensurable para poder construir modelos mejorados.

Page 8: Revolución Industrial

Véase también

Industrialización

Ludismo

Segunda revolución industrial

Tercera revolución industrial

Teoría de Olduvai

Referencias

1. ↑  (en inglés) European Network of Industrial Heritage. Industrial History: Europe  Consultado el 25 de

mayo de 2011

Enlaces externos

Internet Modern History Sourcebook: La Revolución industrial  (en inglés)

Trabajadores industriales en la Revolución (en inglés)

University of Cambridge  "The Day the World Took Off" Documento video en seis partes. (en inglés)

BBC History Home Page  La Revolución Industrial. (en inglés)

Orígenes de la Revolución Industrial en Inglaterra

Después de siglos de estancamiento en Europa, el crecimiento económico volvió a

encontrar perspectivas muy favorables. La Revolución Industrial iniciada en Inglaterra a

mediados del siglo XVIII, al cambiar las condiciones de producción, indujo un

enriquecimiento espectacular que se fue generalizando con el correr de los años.

Un buen índice de este crecimiento fue su producción de hierro: 60.000 ton. en 1780;

300.000 ton. en 1800 y 700.000 ton. en 1830.

Es el mayor cambio que ha conocido la producción de bienes desde 1800 en Inglaterra. La aparición de las

máquinas, instrumentos hábiles que utilizan energía natural en vez de humana, constituye la línea divisoria

entre dos formas de producción. La producción maquinista creó las condiciones para la producción y el

consumo en masa, característicos de época actual, hizo surgir las fábricas y dio origen al proletariado.

La revolución industrial es el cambio en la producción y consumo de bienes por la

utilización de instrumentos hábiles, cuyo movimiento exige la aplicación de la

energía de la naturaleza. Hasta finales del siglo XVIII el hombre sólo había

utilizado herramientas, instrumentos inertes cuya eficacia depende por completo

de la fuerza y la habilidad del sujeto que los maneja. El motor aparece cuando se

consigue transformar la energía de la naturaleza en movimiento. La unión de un

instrumento hábil y un motor señala la aparición de la máquina, el agente que ha

causado el mayor cambio en las condiciones de vida de la humanidad.

Caldera 1801

(ampliar

imagen)

Locomotora a vapor

1829.

Page 9: Revolución Industrial

La aplicación de la máquina de vapor a los transportes, tanto terrestres como marítimos, tuvo una inmediata

repercusión no sólo en procesos de comercialización, sino también en la calidad de la vida, al permitir el

desplazamiento rápido y cómodo de personas a gran distancia.

La construcción de los ferrocarriles fue la gran empresa del siglo XIX.

La tecnología

A comienzos del siglo XVIII las telas que se fabricaban en Europa tenían como materia prima la

seda (un artículo de lujo, debido a su precio), la lana o el lino. Ninguna de ellas podía competir

con los tejidos de algodón procedentes de la India y conocidos por ello

como indianas o muselinas. Para entonces, la producción de tejidos de algodón en Inglaterra

era insignificante y su importación desde la India constituía una importante partida de su

balanza mercantil. Para competir con la producción oriental se necesitaba un hilo fino y fuerte

que los hiladores británicos no producían.

La primera innovación en la hilandería se produjo al margen de estas preocupaciones:

Hargreaves, un hilador, construyó el primer instrumento hábil, la spinning-jenny (1763), que

reproducía mecánicamente los movimientos del hilador cuando utiliza una rueca y al mismo

tiempo podía trabajar con varios husos. El hilo fino pero frágil que con ella se obtenía limitó su aplicación a la

trama de tejidos cuya urdimbre seguía siendo el lino. Continuó por tanto la fabricación de tejidos de lino y la

productividad recibió nuevo impulso debido a las limitadas exigencias de la jenny en espacio y energía.

Pocos años después surgía la primera máquina, con la aparición de la estructura de agua de Arkwright

(1870), que recibe su nombre porque necesitaba la energía de una rueda hidráulica para ponerse en

movimiento.

Para entonces, Samuel Crompton había construido una máquina nueva, inspirada en las

anteriores, conocida como la mula, y que producía un hilo a la vez fino y resistente. El

grueso de un hilo se mide por el número de madejas de 768,1 metros (840 yardas) que se

puede obtener con 453 gramos de algodón (una libra). Un buen hilandero podía fabricar 20

madejas y la mula comenzó duplicando esta cifra para pasar a 80 y poco después a 350,

más de 268 km. El número de husos, que no pasaba de 150 en la primera versión, alcanzó

los dos mil al cabo de unos años y todo ello se conseguía con el solo trabajo de un oficial y

dos ayudantes. La exportación de tejidos británica se multiplicó por cien en los cincuenta

años que siguieron a 1780.

A partir de la renovación de la hilandería se puso en marcha un proceso que condujo a la

mecanización de todas las etapas de la producción de tejidos, desde

la desmontadora de algodón, fabricada en América por Eli Whitney,

hasta las máquinas que en Inglaterra limpiaban de cualquier impureza el

algodón en rama (trabajo especialmente penoso por el polvo que levantaba), el cardado y la

elaboración mecánica de los husos para la fabricación de hilo. Una vez fabricado éste, los

telares mecánicos, desarrollados en Francia por Jacquard, sustituían ventajosamente a los

manuales tanto por la rapidez como por la calidad.

El blanqueado de la tela, que llevaba varias semanas, se redujo a un par de días cuando al

cambiar el siglo se descubrió un procedimiento químico a base de clorina. El estampado,

que concluye el proceso, se hacía utilizando tacos de madera, que se aplicaban

manualmente, hasta que en 1785 se encontró un rodillo que multiplicó la producción.

La demanda de energía que las máquinas textiles requieren fue satisfecha inicialmente

recurriendo al método tradicional de las ruedas hidráulicas y las primeras fábricas se

establecieron en las orillas de los ríos, tomando el nombre de molinos. La irregularidad de la

corriente aconsejaba buscar una fuente independiente de energía. Las experiencias para

Máquina

de

Arkwrig

ht 1870

(ampliar

imagen)

Telar de

Crompton

1780

(ampliar

imagen)

Hilado

manual.

Page 10: Revolución Industrial

conseguir un motor capaz de elevar el agua, mediante el vacío producido por la condensación del vapor,

habían llegado, a mediados del siglo XVII, a una primera formulación, desarrollada por Savery en una

máquina eficaz, aunque de escasa potencia y limitada aplicación.

Newcomen combinó la presión de vapor con la atmosférica para producir una máquina mucho más eficaz,

aunque muy costosa por la cantidad de combustible que requería el calentar y enfriar sucesivamente el

cilindro en el que se iniciaba el movimiento. En la universidad de Glasgow enseñaba Black, quien había

descubierto la existencia del calor latente de vaporización, principio que venía a explicar la gran cantidad de

agua que se necesitaba para conseguir la condensación del vapor.

Pero el doctor Watt fue quien dirigió sus trabajos para independizar las dos etapas del proceso (vaporización y

condensación) de modo que no hubiera pérdida de energía. La construcción de un condensador

independiente, que permanecía constantemente frío, en tanto el cilindro estaba siempre caliente, puso fin al

despilfarro de carbón. La utilización de un cilindro de doble efecto permitió prescindir de la presión atmosférica

en tanto la aplicación de altas presiones, sin las cuales no había posibilidad de aplicar el motor a un vehículo,

se encuentra en el origen de la locomoción mecánica.

De entrada, la máquina de vapor vino a resolver el problema planteado por el drenaje de las minas y, junto

con la lámpara de seguridad de Davy (1815), permitió abrir pozos cada vez más profundos y explotar aquellos

que habían sido abandonados por las dificultades y riesgos que implicaba la explotación.

En cuanto al hierro, su demanda estaba limitada por la dificultad de transformar el mineral. éste se presentaba

combinado con oxígeno cuya eliminación se realizaba mediante combustión en altos hornos. La masa fluida

que se obtenía en la parte inferior estaba llena de impurezas que eran eliminadas mediante el afinado, que le

quitaba el carbono sobrante, y el forjado, en el que los golpes de un martillo hidráulico permitían

homogeneizar su estructura.

La primera línea de mejora consistió en la sustitución del carbón por el

coque, que se obtiene mediante la combustión incompleta del carbón para

separar el sulfuro y el alquitrán. La utilización de coque en la producción de

hierro se realizó con éxito a comienzos del siglo XVIII por Abraham Darby,

pero sólo se generalizó en la segunda mitad del siglo.

Una nueva técnica para mejorar la calidad del lingote fue el pudelado, en el

que la fusión se realizaba manteniendo separado el carbón del mineral. El

acero es el hierro sin otra impureza que uno por ciento de carbono; hasta

entonces se había conseguido en pequeñas cantidades utilizando como

materia prima un mineral de excepcional pureza. La fundición del hierro en

un crisol y a más altas temperaturas permitió la producción masiva de acero

y con ella la satisfacción de toda clase de demandas procedentes de la

propia industria.

Los cambios en la agricultura

El parlamento inglés, durante el transcurso del siglo XVIII, permitió cercar las fincas en el campo abierto. El

gasto que demandaba esta operación favoreció a los hacendados más ricos y permitió la aplicación de

nuevas técnicas para incrementar la productividad agrícola. Se empezó la rotación de cultivos suprimiendo el

sistema anterior de barbecho, se mejoraron las especies ganaderas gracias al cruce de ejemplares

seleccionados, se generalizó el cultivo de nuevas especies, se mecanizaron las labores del campo, se

aumentaron las superficies cultivables desecando pantanos, y se logró un rendimiento mayor con la utilización

de abonos.

El ejemplo de Inglaterra fue seguido por los países europeos cuya producción agrícola se duplicó entre 1840 y

1914. Durante la misma época, en los extensos territorios de los Estados Unidos, Canadá, Australia y

Argentina se generalizó el cultivo de cereales o la crianza de ganado, convirtiéndose estos países en los

Fabrica de hilados.

Page 11: Revolución Industrial

abastecedores de Europa y del mundo entero. En los países tropicales se intensificaron las plantaciones de

caña de azúcar, café y otros productos alimenticios, de algodón y de otras materias primas que abastecieron

las industrias europeas.

El crecimiento demográfico y su interrelación con el desarrollo urbano

La mejor alimentación, resultante de la diversificación y de los mejores rendimientos de la agricultura, permitió

disminuir la mortalidad infantil y alargar la vida de los europeos. A ello también contribuyeron los progresos de

la medicina, especialmente el descubrimiento y la aplicación de la Vacuna para atajar las epidemias

periódicas que diezmaban la población.

Los europeos casi se triplicaron en el transcurso del s. XIX, siendo su crecimiento más notorio en los países

industrializados. Este aumento demográfico estuvo estrechamente unido al despegue industrial, pues al

elevarse la población se contó con abundante mano de obra y un amplio mercado de compra que

garantizaron las ganancias indispensables para nuevas inversiones. El mejoramiento tecnológico de la

actividad agrícola liberó mano de obra y se produjo el éxodo rural hacia los centros industriales. Las antiguas

ciudades fueron adquiriendo una nueva fisonomía, pues la aparición de las fábricas y la aglomeración

demográfica impusieron cambios urbanísticos por las urgentes exigencias de distribución de agua, servicios

de alcantarillado, transportes, parques y lugares de esparcimiento.

La organización del trabajo y los problemas sociales

Las transformaciones económicas que originó la Revolución Industrial alteraron las estructuras sociales

vigentes desde la Edad Media. En las zonas rurales, el campesino se desvinculó del señorío feudal y se

convirtió en un jornalero cuyo trabajo se retribuyó con un salario. En las ciudades, el artesano que trabajaba

su propio taller se trasladó a las fábricas en calidad de obrero asalariado y pasó a depender del propietario de

las máquinas. Esta nueva situación constituyó el germen de las alteraciones campesinas y de las revoluciones

obreras que acontecieron durante la segunda mitad del s. XIX en Europa.

Segunda revolución industrial

Entre los años 1880 y 1914, el desarrollo industrial se extendió a nuevos países y adquirió un ritmo acelerado.

Este fue de tal magnitud que muchos historiadores han denominado este período

como el de "la segunda revolución industrial".

El progreso científico y la  aplicación  tecnológica

Como vimos, las industrias textiles y siderúrgicas fueron las primeras en

desarrollarse. Los ingleses contaban con abundante algodón proveniente de

la Indiaa bajo precio, por lo que crearon grandes manufacturas textiles que

terminaron por desplazar al lino y a la lana en la confección del atuendo entre los

europeos. Para ello, desde mediados del s. XVIII, contaron con la progresiva

aparición de nuevos inventos que facilitaron una rápida y abundante producción.

Se comenzó con el descubrimiento de la lanzadera volante, siguieron los diversos

tornos de hilar que permitieron a un obrero trabajar varios husos a la vez,

continuaron con el telar mecánico y se combinaron de tal forma estos diversos

inventos que la cantidad de productos fabricados superó ampliamente la demanda tradicional. Esta situación

convirtió a Inglaterra en un país exportador y en el verdadero taller del mundo en la primera mitad del s. XIX.

El invento y la aplicación de la máquina a vapor abrió enormes posibilidades al desarrollo tecnológico que no

dejó de progresar durante todo el s. XIX.. A fines del siglo, el alemán Daimler inventó el motor de combustión

interna; entre 1900 y 1914, el automóvil y el avión se perfeccionaron gracias al motor Diesel. Al mismo

tiempo, la electricidad empezó a utilizarse con fines industriales. Los estudios científicos, estimulados por los

Fábrica alemana.

Page 12: Revolución Industrial

gobiernos en las universidades y financiados por las empresas, lograron obtener algunas materias con

procedimientos químicos realizados en los laboratorios. Estos nuevos productos, como el caucho y el salitre

sintético, abrieron un campo ilimitado al desarrollo científico y tecnológico.

El avance de los medios de comunicación

Uno de los acontecimientos más destacados durante la segunda mitad del s. XIX, fue la población y

colonización de nuevas tierras. Trece millones de europeos se desplazaron a los Estados Unidos, otros se

dirigieron a Australia y al algunos países de Sudamérica. California y Australia ejercieron especial atractivo

sobre los buscadores de oro. Este sorprendente movimiento migratorio se pudo realizar porque los

transportes se abarataron y facilitaron a los campesinos, que no encontraban trabajo en las ciudades

europeas, el traslado a tierras donde existían mejores expectativas laborales. En 1869, se abrió el Canal de

Suez que acercó Europa al Lejano Oriente; más tarde, se construyó el ferrocarril en el Istmo de Panamá y,

finalmente, se construyó en 1914 el canal que une el Atlántico con el Pacífico.

La aplicación de la fuerza del vapor a la navegación que iniciara Fulton en 1807 y la

generalización de la hélice desde 1885 aumentaron las posibilidades de carga y de

velocidad en el tráfico marítimo. Los meses que se tardaban para viajar entre dos

puntos se redujeron a semanas. El ferrocarril, de invención más tardía, trajo similares

consecuencias y se erigió en el símbolo del progreso. Puso en contacto las zonas

rurales interiores con las ciudades costeras y permitió unir las regiones más distantes

de los extensos estados que surgieron en la segunda mitad del s. XIX. Los ferrocarriles

que unieron Moscú con Vladivostock en el imperio ruso, y el transoceánico que unió

Nueva York con San Francisco, dieron vida a inmensos y productivos territorios

continentales.

La información  se vio también favorecida por nuevos sistemas: el telégrafo eléctrico,

iniciado en 1844 y el teléfono en 1876, se unieron al sistema de franqueo postal

introducido desde 1840. Todos estos adelantos contribuyeron al acortamiento de las distancias y al mejor

aprovechamiento del tiempo, acercaron a los hombres y cambiaron las relaciones económicas entre los

pueblos y las empresas.

El apogeo del capitalismo

El nuevo sistema industrial exigió un cambio en  el mundo de las finanzas. Las antiguas sociedades

integradas con capitales familiares fueron cediendo ante la aparición de las grandes sociedades anónimas,

indispensables para costear los gastos que demandaban la fabricación de las máquinas y la construcción de

los ferrocarriles. Gracias a esta concentración del capital, se formaron los grandes bancos internacionales y el

crédito permitió emprender obras cada vez más costosas y más rentables. Así se fue afirmando

progresivamente a lo largo del s. XIX un sistema económico en el que la dirección de las empresas pertenecía

exclusivamente a los poseedores del K: el capitalismo. A ello colaboraron diversos factores: la libertad de

enriquecimiento que benefició a quienes poseían la capacidad empresarial, la economía de mercado basada

en el libre juego de la oferta y la demanda en la fijación de precios y salarios, así como la formación de las

nuevas sociedades anónimas capaces de concentrar el capital indispensable para financiar los elevados

costos del maquinismo

Las trasformaciones sociales

La revolución industrial tuvo hondas repercusiones en la sociedad. La burguesía desplazó definitivamente a la

nobleza como clase rectora en los países occidentales. Los Lores ingleses, sin abandonar su carácter y

conservando algunos de sus privilegios, se mezclaron con los burgueses y compartieron con éstos las

ventajas del auge económico. En Francia y los Países Bajos la nobleza desapareció como grupo privilegiado.

En Alemania, los nobles tuvieron que conformarse con hacer carrera en el ejército y en la diplomacia.

Canal de Panamá

1914.

Page 13: Revolución Industrial

Solamente en Rusia, escasamente industrializada, mantuvieron sus privilegios hasta el s. XX. En cambio, la

burguesía —integrada por los empresarios industriales y los banqueros (alta burguesía), por profesionales

como médicos, ingenieros o abogados, y por los comerciantes y pequeños empresarios (mediana y pequeña

burguesía)— impuso su concepción de la vida, sus costumbres y valores. Estos giraron en torno a la riqueza y

exaltaron las virtudes del ahorro metódico, de la constancia en el trabajo y del respeto del orden establecido.

El campesinado, arrojado del campo por la creciente mecanización de las actividades agrícolas, emigró a las

ciudades y, junto al artesano empobrecido por el nuevo sistema fabril, dio origen a la nueva clase social:

el proletariado obrero.

El proletariado y la cuestión social

La concentración fabril agrupó a los trabajadores, les hizo sentirse solidarios de sus problemas y tomar

conciencia de los mismos para buscarles solución. El proletariado se encontró sometido a duras condiciones

que empezaron a conocerse gracias a los informes de médicos y sociólogos a partir de 1830. El trabajo se

realizaba en jornadas superiores a las 15 horas diarias en fábricas inhóspitas. Algunos empresarios preferían,

por razones de economía, contratar a mujeres y niños. El salario se regía por la ley de la oferta y la demanda,

era bajo e inseguro. Tampoco existían leyes de previsión social ni sobre accidentes del trabajo. En ciertos

casos, las condiciones de las viviendas obreras eran insalubres y favorecían las enfermedades.

El estado burgués, imbuido de la ideología liberal, consideraba que toda intervención para solucionar los

problemas surgidos entre el capital y el trabajo era inútil, perjudicial e injusta, porque en toda actividad debían

respetarse las leyes naturales y no limitar la libertad de los individuos. Aunque en Inglaterra, en 1802, se

prohibieron los horarios que excedieran las 12 horas, y en 1819 el trabajo de niños menores de 10 años,

solamente a mediados del siglo los gobiernos publicaron las primeras leyes sociales favorables a los obreros.

Estas disposiciones fueron resultado de la presión de algunos intelectuales cuyos escritos despertaron un

sentimiento humanitario, y de los movimientos organizados de los trabajadores. Las primeras fueron las

diversas corrientes del "socialismo utópico". Entre sus exponentes se destacaron : Saint-Simon, Fourier,

Proudhon, Owen.

La ideología marxista

En cambio, el socialismo "científico", como lo denominó Karl Marx (1818-1883), se decidió abiertamente

por la acción política. En 1848, este ideólogo alemán de origen israelita publicó, con la colaboración

de Federico Engels, el Manifiesto del Partido Comunista. En él aparecen los principios de la ideología

marxista y los fundamentos de su acción: materialismo histórico, lucha de clases, organización internacional

de los obreros y opción deliberada por la revolución como instrumento para conquistar el poder e implantar el

régimen comunista. En obras posteriores, Marx completó la exposición de su programa socio-político, pero

el"Manifiesto", por su estilo apasionado y su vibrante espíritu revolucionario, es el escrito que mayor

repercusión ha tenido entre los sectores obreros de la época.

En 1864, se organizó la "Primera Internacional Obrera" para impulsar la lucha revolucionaria en todos los

países. Esta asociación no pudo mantener su unidad por la escisión que se produjo en 1872 debido a la

corriente anarquista que dirigía el ruso Bakunin. Elanarquismo deseaba suprimir el estado burgués liberal y

capitalista; pero se oponía también a la instalación de un estado socialista. Propiciaba la máxima libertad de

acción, por lo cual propugnaba la abstención política y la huelga para combatir al capitalismo. La Segunda

Internacional, creada en 1889, no pudo superar el nacionalismo de los partidos socialistas que la integraban

e hizo crisis al estallar la guerra de 1914.

La respuesta de la Iglesia

La Iglesia, conforme al mandato de Cristo, siempre ha mantenido obras asistenciales para ayudar a los

pobres y menesterosos. Desde su fundación ha contado con numerosas congregaciones destinadas a la

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ayuda caritativa del prójimo más necesitado. Por esta tendencia tradicional, en el seno del cristianismo, no

faltaron desde comienzos del s. XIX las denuncias de algunos católicos contra las injusticias del sistema

capitalista y la condena al escándalo de los salarios ínfimos y a la duración excesiva de las jornadas de

trabajo. Entre 1835 y 1848  varios obispos franceses e italianos invocaron la intervención legislativa en

defensa del bien común y en favor de los más débiles. Incluso en 1831, y posteriormente en 1848, algunos

pensadores como Lacordaire y Ozanamtrazaron un programa de legislación en defensa de los niños, de los

enfermos y de los ancianos, propusieron la formación de comités mixtos para dirimir los pleitos entre el capital

y el trabajo y, finalmente, exigieron el reconocimiento del derecho al trabajo.

En el plano práctico, el mismo Federico Ozanam organizó en 1833 "Las Conferencias de San Vicente de

Paul" para socorrer a los pobres y a los enfermos. En 1840 surgió la "Sociedad de San Francisco Javier" que

creó escuelas para los obreros y una oficina de colocación para los cesantes. Don Bosco, entre 1841 y 1854,

echó las bases de los oratorios y de las escuelas profesionales y, pocos años más tarde, el beato Luis

Orione creó la heroica fundación de Cottolengo.

Monseñor Emmanuel von Ketteler, obispo de Maguncia, dio un paso adelante con sus sermones en la

catedral durante el año 1848, y con la publicación en 1864 sobre "La cuestión social y el cristianismo". En

ambas ocasiones planteó la acción social como una exigencia de justicia y no solamente como caridad

asistencial.

No todos los sectores católicos coincidieron con estos planteamientos, se realizaron numerosos estudios

sobre el tema y se suscitaron acaloradas polémicas. Sin embargo, unos 40 años después, las corrientes del

catolicismo social representadas por Ketteler fueron confirmadas oficialmente en 1891 por el Papa León

XIII en su encíclica Rerum Novarum. Este documento pontificio ratificó: el derecho a la propiedad privada y la

función social de ella, la obligación aunque limitada que le incumbe al Estado de promover la prosperidad

pública y privada, los deberes de los obreros para con sus patrones y sus derechos a un salario suficiente

para vivir con dignidad. Consagró así el aspecto humano y personalista del trabajo y la condenación de la

lucha de clases, aunque invitó a los obreros a organizarse en asociaciones para defender sus derechos e

intereses.

Algunos Inventos, descubrimientos e innovaciones en el siglo XVIII

1709 Cristófori (Italiano) Piano 1777 Lavoisier (Francés) Explicación Combustión

1714 Fahrenheit (Alemán) Temómetro de Mercurio 1778 Jouffroy (Francés) Bote de Vapor Experimental

1745 Von Kleist (Alemán) Botella de Leyden 1780 Franklin (EE.UU.) Lentes Bifocales

1745 Musschenbroeck (Alemán) Botella de Leyden 1783 Montgolfier (Francés) El Globo

1752 Franklin (EE.UU.) Pararrayos 1785 Cartwright (Inglés) Telar Mecánico

1761 Harrison (Inglés) Cronómetro 1785 Blanchard (Francés) Paracaídas

1769 Watt (Escocés) Máquina de Vapor 1785 Ransome (Inglés) Arado de Hierro Fundido

1770 Cugnot (Francés) Carro de Vapor 1792 Murduch (Escocés) Lámpara de Gas

1774 Priestley (Inglés) Oxígeno 1796 Senefelder (Bohemio-Alemán) Litografía

1777 Miller (Inglés) Sierra Circular 1797 Wittemor (EE.UU.) Máquina de Tarjeta

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Algunos Inventos, descubrimientos e Innovaciones en el siglo XIX

1800 Volta (Italiano) Pila 1868 Gramme (Belga) Dínamo

1802 Symington (Escocés) Bote Vapor 1876 Otto (Alemán) Motor 4 ciclos

1824 Aspdin (Inglés) Cemento

Portland 1876 Bell (EE.UU.) Teléfono

1828 Henrry (EE.UU.) Electromagneto 1879 Edison (EE.UU.) Lámpara

Incandescente

1835 Talbot (Inglés) Fotografía 1882 Wheeler (EE.UU.) Ventilador

Eléctrico

1837 Davenport (US) Motor CD 1885 Benz (Alemán) Automóvil

1837 Morse (EE.UU.) Telégrafo 1885 Daimler (Alemán) Motocicleta

1845 Hoe (EE.UU.) Rotatíva1885 Stanley (EE.UU.) Transformador

Eléctrico

1846 Howe (EE.UU.) Máquina de

coser

1887 Tesla (EE.UU.) Motor de

Inducción

1847 Staite (Inglés) Lámpara de Arco1888 Eastman (EE.UU.) Cámara

Kodak

1849 Bourding (Francés) Turbina Gas1889 Daimler (Alemán) Motor

Gasolina

1849 Francis (EE.UU.) Turbina

Hidráulica

1892 Tesla (EE.UU.) Motor Corriente

Alterna

1858 Siemens (Alemán) Horno para

acería

1892 Morrison (EE.UU.) Auto

Eléctrico

1864 Marcus (EE.UU.) Automóvil

Experimental1893 Tesla (EE.UU.) Radio

1866 Nobel (Suizo) Dinamita 1895 Diesel (Alemán) Motor Diesel

 

León XIII : Encíclica Rerum Novarum, 1891 (extracto):

"Una vez despertado el afán de novedades, que hace tanto tiempo agita a los

pueblos, necesariamente había de suceder que el deseo de hacer cambios en el

orden político se extendiese al económico, que tiene con aquel tanto parentesco.

Efectivamente, los aumentos recientes de la industria y los nuevos caminos porque

van las artes, al camino obrado en las relaciones mutuas de patrones y trabajadores,

el haberse acumulado las riquezas en unos pocos y empobrecido la multitud, y en los

obreros la más clara sensación de lo que su propio valer y poder han alcanzado, y la

unión más estrecha con que unos a otros se han juntado, y , finalmente, la corrupción

de las costumbres, han hecho estallar la guerra.

Su Santidad León

XIII.

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... Por esto, proponiéndonos como fin la defensa de la iglesia y el bien común... creemos deber escribir algo

del estado y condición de los obreros...

Pero ella (la solución que demanda la verdad y la justicia) es difícil de resolver y la empresa no carece de

peligro. Porque difícil es dar la medida justa de los derechos y deberes en que deben ubicarse ricos y

proletarios, los que aportan el capital y los que ponen el trabajo. Y peligrosa es una contienda que por

hombres turbulentos y maliciosos frecuentemente se tuerce para pervertir el juicio de la verdad y mover a

sediciones la multitud. Como quiera que sea, vemos claramente, y en esto convienen todos, que es preciso

dar pronto y oportuno auxilio a los hombres de las clases modestas, pues que sin merecerlo se hallan la

mayor parte de ellos en una condición desgraciada y calamitosa.

Pues, destruidos en el pasado siglo los antiguos gremios de artesanos y no habiéndoseles dado en su lugar

defensa alguna por haberse apartado las instituciones y leyes públicas de la Religión de nuestros padres,

poco a poco los obreros se encontraron entregados, solos e indefensos por la condición de los tiempos, a la

inhumanidad de sus amos y a la desenfrenada codicia de sus competidores, hizo aumentar el mal la voraz

usura, la cual, aunque más de una vez condenada por sentencia de la iglesia, sigue siempre, bajo diversas

formas, la misma en su ser, ejercida por hombres avaros y codiciosos. Júntase a esto que los contratos de las

obras y el comercio de todas las cosas están casi todos en manos de pocos, de tal suerte que unos cuantos

opulentos y riquísimos hombres han puesto sobre los hombros de la multitud innumerables de proletarios un

yugo que difiere poco del de los esclavos".

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conceptual

 

 

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Revolución Industrial

El cambio que se produce en la Historia Moderna de Europa por el cual se desencadena el paso desde una economía agraria y artesana a otra dominada por la industria y la mecanización es lo que denominamos Revolución Industrial.En la segunda mitad del siglo XVIII, en Inglaterra, se detecta una transformación profunda en los sistemas de trabajo y de la estructura de la sociedad. Es el resultado de un crecimiento y de unos cambios que se han venido produciendo durante los últimos cien años; no es una revolución repentina, sino lenta e imparable. Se pasa del viejo mundo rural al de las ciudades, del trabajo manual al de la máquina. Los campesinos abandonan los campos y se trasladan a las ciudades; surge una nueva clase de profesionales.Algunos de los rasgos que han considerado definitorios de la revolución industrial se encuentra en el montaje de factorías, el uso de la fuerza motriz... además de los cambios que trajo: se pasa de un taller con varios operarios a grandes fábricas, de la pequeña villa de varias docenas de vecinos a la metrópoli de centenas de miles de habitantes.Esta revolución viene a ser un proceso de cambio constante y crecimiento continuo donde intervienen varios factores: las invenciones técnicas (tecnología) y descubrimientos teóricos, capitales y transformaciones sociales ( economía), revolución de la agricultura y al ascenso de la demografía. Estos factores se combinan y potencian entre sí, no se puede decir que exista uno que sea desencadenante.Las enormes transformaciones económicas que conocerá Europa (comenzando estos cambios Gran Bretaña) a partir del siglo XVIII modificarán en gran medida un conjunto de instituciones políticas, sociales y económicas vigentes en muchos países desde al menos el siglo XVI que suelen denominarse como El Antiguo Régimen. El nombre fue utilizado por primera vez por dirigentes de la Revolución Francesa en un sentido crítico: los revolucionarios pretendían terminar con todo lo que constituía ese Antiguo Régimen. Aquí nos ocuparemos fundamentalmente de los aspectos económicos, aunque dando también las claves básicas para comprender las instituciones políticas y sociales de esta época.

2. El antiguo régimen

Política y sociedadEn cuanto a la política la forma del estado durante el Antiguo Régimen es la Monarquía Absolutahttp://www.cnice.mecd.es/recursos/bachillerato/historia/rev_industrial/textos.htm - AbsolutismoTexto. El rey considera que su poder es de origen divino (Dios ha delegado en él) y, por tanto, ilimitado (sólo responden ante Dios). Los monarcas absolutos concentran en sus manos el poder legislativo, el ejecutivo y el judicial, mandan sobre el ejército y todas las instituciones del estado. El estadoen su conjunto (incluyendo sus habitantes-súbditos) no son sino una propiedad personal del Rey.Las sociedades del Antiguo Régimen se caracterizan por tener una población estancada, sometida periódicamente a las llamadas crisis de subsistencia, Texto y que aún no han conocido la revolución demográfica que hará crecer la población europea a ritmos nunca antes conocidos. Se trata de una sociedad formada por grupos muy cerrados: la sociedad estamental.

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La sociedad estamental se caracteriza por la desigualdad legal entre los diferentes grupos sociales o estamentos. De un lado distinguimos el grupo de los Privilegiados, constituidos por la nobleza y el alto clero, que poseían enormes riquezas provenientes de las rentas de la tierra y gozaba de exenciones fiscales -estaban excluidos del pago de varios impuestos-, eran juzgados según leyes distintas a las del pueblo, y se reservaban los cargos más importantes del ejército, la iglesia y el estado.De otro lado tendríamos al estamento no privilegiado (o tercer estado), que no era un grupo nada homogéneo, pues cabían en él, desde ricos comerciantes y banqueros (que nada envidiaban a la nobleza en cuanto a riqueza) hasta el más humilde de los campesinos, pero que tenían en común el hecho de ser quienes sostenían económicamente el país con su trabajo, y el estado con sus impuestos. El tercer estado constituía habitualmente 9/10 de la población, de ellos la mayoría campesinos pobres.

La economíaLas economías tienen una fortísima base agraria: dos tercios, incluso tres cuartos de la población se ocupan de tareas agropecuarias.  Se trata de una agricultura en general caracterizada por su bajísima productividad, por estar dirigida al autoconsumo (el campesino piensa fundamental en alimentarse directamente el mismo y sus familias con el producto de sus tierras) y no a la comercialización, y por la utilización de técnicas y herramientas que apenas han conocido cambios en varios siglos: la utilización del arado romano sigue siendo general en casi toda Europa y el mantenimiento del barbecho (dejar sin cultivar cada año un tercio o la mitad de las tierras para que esta recupere sus nutrientes) en la rotación de cultivos  como técnica de fertilización de las tierras.Además en muchas zonas se conservan estructuras del llamado régimen señorial típicas de la Edad Media: muchos campesinos en teoría hombres libres, debían sin embargo pagar impuestos a su señor (normalmente algún gran propietario de la zona con un título de nobleza o algún cargo eclesiástico) en forma de pagos en moneda, en especie (una parte de la cosecha) o personal (trabajando gratis durante varias jornadas en las tierras del señor). Además estos campesinos debían aceptar la autoridad judicial del señor y estaban obligados a utilizar (pagando) el molino o el lagar, e incluso a pedir su autorización para casarse. Todavía en el siglo XVII en muchas zonas de Europa esos campesinos tenían prohibido moverse de sus tierras y buscar otro trabajo, obligación que heredaban sus hijos. Sin embargo este sistema señorial se había debilitado con la peste que diezmó la población europea desde fines del siglo XIV : los señores debieron "aflojar" la presión sobre los campesinos. En los siglos XV y XVI, con la mayor circulación monetaria muchos campesinos cambiaron sus obligaciones por pagos en dinero.Además las monarquías absolutas recortaron el poder de los señores, en especial su capacidad para ejercer justicia y cobrar impuestos. De esta manera, mientras en algunos países del este de Europa el régimen señorial sigue vigente de lleno, en Gran Bretaña ya casi ha desaparecido, lo que es considerado por muchos historiadores como favorable para la modernización de la agricultura y de la economía en general que se producirá en este país a partir el siglo XVIII.Esta economía agraria atrasada convive en muchas zonas con un importante desarrollo urbano y comercial dinamizado por los grandes

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descubrimientos geográficos pues, desde mediados del siglo XV, exploraciones portuguesas y castellanas revolucionan el conocimiento geográfico y científico en general, incorporando a la cultura europea nuevas tierras, mares, razas, especies animales y vegetales... Primero serán las costas africanas, luego el descubrimiento de América, posteriormente las tierras del Pacífico, de forma que a finales del siglo XVIII apenas quedaban por descubrir el interior de África y las zonas polares. Pronto algunos países europeos construirán enormes imperios coloniales basándose en su superioridad técnica (armas de fuego) que servirán, inicialmente, para animar el comercio europeo con inmensas cantidades de oro y plata (monedas) y ya desde el siglo XVIII se incorporan enormes plantaciones de tabaco y azúcar, que junto al comercio de especias y a la trata de negros, servirán para enriquecer enormemente a las burguesías mercantiles de algunos países europeos.Pero este panorama  de cambios hay que matizarlo, destacando, por ejemplo, la pervivencia de los gremios dentro de las actividades artesanales: los trabajadores de cualquier sector artesanal en una ciudad (zapateros, tejedores, alfareros...) estaban obligados a formar parte de una organización, el gremio, que controla toda la actividad que se desarrolle en esa ciudad, de manera que las mercancías fabricadas en otros lugares no puedan entrar en su ciudad. El gremio fijaba de una forma rígida horarios, precios, salarios, herramientas, número de trabajadores por taller..., e impedían cualquier avance técnico u organizativo que pudiese dar ventaja a unos talleres sobre otros. Por estas razones los nuevos regímenes liberales prohibirán la existencia de gremios como organismos incompatibles con economías basadas en el progreso tecnológico continuo que deriva de la competencia y el libre mercado.El comercio encontraba numerosos obstáculos a su desarrollo como eran la existencia de multitud de aduanas interiores o la mala calidad de los transportes terrestres que sólo mejorarán con la construcción de los primeros ferrocarriles.

3. Factores de la revolución industrial 

La denominada Revolución Industrial tuvo su origen en Gran Bretaña desde mediados del siglo XVIII. Uno de los aspectos más discutidos del estudio de este proceso radica en la explicación de por qué tuvo lugar primero en Gran Bretaña y no en otros países. Se trata por tanto de pasar revista de una forma sucinta a los principales rasgos de este país en los momentos del "despegue" del proceso industrializador.

Factores políticosUn régimen político estable, la monarquía liberal, que desde el siglo XVII es el sistema político imperante (mientras en otros países de Europa se refuerza la monarquía absoluta), y que se mantiene libre de las revoluciones que aquejan a otros países europeos.Las numerosas  guerras en las que se vio envuelto el Reino Unido durante los siglos XVIII y XIX  no provocaron daños en territorio británico. La insularidad actuó en este sentido como una barrera de protección a la que se unía el desarrollo de una poderosa flota de guerra que mantendrá su hegemonía mundial durante los siglos XVIII y XIX.La existencia de una moneda estable y un sistema bancario organizado:

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el Banco de Inglaterra fue creado ya en 1694. Estas condiciones no se darán en otros países europeos hasta finales del siglo XVIII.

Factores sociales y económicosAbundancia de capitales, procedentes, en parte, del dominio comercial británico, pues desde el siglo XVII la marina mercante británica en dura competencia con los holandeses se ha hecho con el control de buena parte de los intercambios comerciales de otros continentes con Europa. El comercio de productos como el te o el tabaco, y el tráfico de esclavos, había permitido la creación de enormes fortunas, en manos de comerciantes y banqueros. Este comercio colonial proporcionaba a Gran Bretaña materias primas y mercados donde vender sus productos manufacturados.Incremento sostenido de la capacidad para producir alimentos por parte de la agricultura británica que está conociendo un importante desarrollo, la denominada revolución agraria,  desde la aprobación de leyes que permiten el cercamiento de las propiedades.Existencia de una abundante mano de obra. La población británica crece a gran ritmo a causa fundamentalmente de los cambios en la agricultura: el suministro constante y creciente de alimentos va terminando con las crisis demográficas. Parte de esa población en crecimiento emigrará a las ciudades y formará la masa de los trabajadores industriales.La mayor libertad económica a causa de la debilidad relativa con respecto a otros países de organismos como los gremios que suponían un freno a cualquier innovación en las actividades industriales. No es casual que fuese un británico, el escocés Adam Smith, autor de La Riqueza de las Naciones, quien hiciese la más destacada e influyente defensa de la libertad económica: para Adam Smith la mejor forma de emplear el capital para crear riqueza es aquella en la cual la intervención de los gobiernos es lo más reducida posible. La mano invisible del mercado asigna siempre de la forma más eficiente los recursos económicos de un país.Abundancia de emprendedores entre los comerciantes y los grandes propietarios de tierra.Una aristocracia que permite y premia las innovaciones y la creación de riqueza, en contraste con la nobleza de otros países, más tradicional, apegada a la tierra y que desprecia cualquier forma de trabajo productivo.Menor peso de los impuestos al comercio en el mercado interno: en Gran Bretaña el peso de los impuestos interiores era muy reducido comparado con otros países europeos donde era muy común encontrarse aduanas interiores cada pocos kilómetros lo que convertía al comercio en una actividad poco productiva. Puede decirse que en Gran Bretaña existía ya un mercado nacional que en otros países sólo existirá cuando se eliminen las aduanas interiores y se cree una importante red de ferrocarriles.

Factores geográficosAbundancia de hierro y, sobre todo, de carbón. El hierro se encontraba en los Montes Peninos, mientras que el carbón abundaba tanto en Inglaterra como en Gales y Escocia. De hecho, después de tres siglos de explotación, Gran Bretaña sigue teniendo enormes reservas de carbón. En las proximidades de las minas de carbón se concentrará gran parte del potencial industrial británico en especial

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con el nacimiento de una fuerte industria siderúrgica básica para proporcionar metales baratos para la construcción de máquinas, ferrocarriles, infraestructuras.Fácil y constante suministro de agua como fuente de energía, pues el clima, lluvioso, superando de promedio los 1.000 mm anuales y sin estación seca, proporciona corrientes de agua numerosas y constantes. La energía hidráulica desempeñará un importante papel en los años previos a la difusión de la máquina de vapor.El factor "insular": abundancia de puertos que facilitan el comercio nacional e internacional. Este factor unido a la existencia de muchos ríos navegables (y canales que se construirán) favoreció la creación muy temprana de un mercado nacional con las ventajas que supone contar con un mercado de gran tamaño a la hora de acometer inversiones.

4. El mundo rural

Los sistemas tradicionalesLa formación de las aldeas fue especialmente activa en Europa durante la Edad Media. El emplazamiento se elegía en función de la cercanía a las vías decomunicación y, generalmente, a los cursos de agua. Deforestado el bosque, las tierras cultivadas se extendían alrededor de la aldea, formando un anillo, más o menor regular, condicionado por el relieve del terreno. Divididas en parcelas, se sembraba en ellas cereal y legumbres fundamentalmente, base de la alimentación campesina. Más allá de los campos de cultivo, se extendía un segundo cinturón formado por montes, donde pastaba el ganado, y el bosque, fuente muy importante de recursos, del que se obtenían leña y madera, miel y cera, frutos secos y la caza. Este segundo anillo –montes y bosque- constituía las tierras comunales, que eran explotadas colectivamente por toda la aldea, de modo que el terreno no estaba parcelado.En los cultivos predominaba la agricultura de temporal, puesto que la de regadío, especialmente importante en los países del sur, se reducía a las zonas inmediatas a los ríos. La explotación requería el acuerdo de los vecinos y se hacía de la manera siguiente: se dividía todo el terreno cultivable en grandes espacios llamados hojas y en cada una de ellas cada vecino debía tener, al menos, una parcela. En una de estas hojas se sembraba cereal en invierno (trigo o cebada), en otra cereal en primavera (avena o centeno), quedando la tercera sin cultivar, es decir en barbecho. Recogida la cosecha de trigo en agosto, se introducía el ganado de la aldea en los campos.Allí pastaba aprovechando los tallos secos del cereal cosechando (rastrojos), y abonaba el terreno. En la hoja donde se había sembrado en primavera (avena o centeno) se sembraba en invierno (trigo), ya que la tierra no había sufrido tanto desgasto. Para completar el circulo, en los campos que habían descansado se sembraba en primavera. De este modo, trigo, barbecho y avena iba rotando, alternándose en las tres hojas. Esto permitía por una parte, regenerar el suelo y, por otra, complementar la dieta al añadir productos ganaderos (leche y grasas, sobre todo).Como consecuencia de este tipo de explotación (rotación trienal) las parcelas estaban situadas de manera dispersa y eran de tamaño reducido tras las sucesivas

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divisiones de generación en generación. Además, el rendimiento de la tierra era bajo, puesto que cada parcela daba sólo dos cosechas cada tres años.

La reforma agraria y la revolución agrícolaA partir del primer tercio del siglo XVIII, los sistemas de explotación tradicional fueron modificándose como consecuencia de la aparición paulatina de innovaciones técnicas y de cambios en la distribución de la propiedad. Estas novedades se experimentaron por primera vez en el este de Inglaterra (en el condado de Norfolk) y se difundieron después a los países de mediterráneos, las innovaciones fueron más tardías y consistieron, sobre todo, en una mejora, diversificación y ampliación de los regadíos.En la Europa septentrional, el barbecho fue sustituido por la rotación de cultivo complementarios. Los tubérculos (nabos, papas) y los forrajes (trébol), para alimentar el ganado, podían ser introducidos en las rotaciones sin agotar la tierra, intercalándose con el cereal, según el siguiente ciclo: trigo-nabos-cebada-trébol. De este modo, la tierra se regeneraba sin necesidad de dejar de producir.Junto con la papa, otros productos originarios de América, y ya conocidos con anterioridad, se difundieron en este periodo. Es el caso del maíz, empleado como forraje, o los pimientos, cultivados en huertas.La supresión del barbecho supuso la desaparición del sistema de explotación colectiva, basada en la división de hojas, y también del ganado que pastaba en los rastrojos. Éste fue sustituido por la ganadería en establos, alimentada ahora con el forraje cosechado.Simultáneamente, se produjo una reforma de la estructura de propiedad de la tierra. En Gran Bretaña, el parlamento aprobó las leyes de crecimiento ("Enclosure Acts", por las que se legalizaron múltiples apropiaciones realizadas por los grandes terratenientes ("gentry") en las tierras comunales – montes y bosques– para su presunta mejora o puesta en cultivo. En Francia o España, las tierras de la Iglesia fueron expropiadas, subastadas y adquiridas por la nobleza y la burguesía (venta de bienes nacionales o desamortizaciones). Se produjo así una concentración parcelaria, que permitió ampliar el tamaño de las parcelas y hacer rentable de este modo la mecanización de las explotaciones.La sembradora de Jethro Tull (17301 permitía ahorrar semillas y mano de obra. La segadora de Mackormirck (1830), tirada inicialmente por caballos, realizaba el trabajo equivalente de un elevado número de personas provistas de las tradicionales hoces y guadañas. La trilladora de Turner (1831) quitaba el trabajo a decenas de jornaleros, separando eficazmente la paja del grano. Su introducción en los campos ingleses provocó en la década de los treinta una serie de revueltas campesinas que, entre otras ocasiones, llevaron a la destrucción de estas máquinas.El conjunto de innovaciones perjudicó notablemente a los campesinos, sobre todo a jornaleros y pequeños propietarios. Suprimidas las zonas comunales de pastos, reducido el bosque, incapaces de hacer frente a la competencia de las máquinas, sus posibilidades de subsistencia eran mínimas. En muchos casos, la única solución posible era la venta de propiedades a los terratenientes y el éxodo rural hacia las ciudades, es decir, su proletarización. Éste fue el precio de la modernización de las explotaciones.Los campesinos eran conscientes del perjuicio que les acarreaban los

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cercamientos y presentaron quejas a los tribunales de justicia, que no fueron admitidas porque las leyes del parlamento defendían los intereses de los grandes propietarios. Encontramos un ejemplo de ello en 1797 en la aldea de Raunds, en el condado de Northampton, situado a unos 70 Km. al norte de Londres.La figura del propietario se asimilo a la de un empresario rural (burguesía agraria) al invertir en la compra de tierras, la mecanización o la mejora de los terrenos, como por ejemplo el drenaje de zonas pantanosas. El resultado fue el aumento de la producción (rendimiento) y la producción (rendimiento) y la productividad (menor número de trabajadores y mayor volumen de cosecha), la especialización de los cultivos, cuyo precio se abarato notablemente, y la orientación de la producción hacia el mercado, en lugar del autoabastecimiento tradicional. Por último, la libertad de contratación hizo descender el salario de los jornaleros, en tanto que el importe de los contratos o arrendamiento se debía pagar en metálico y no en especie como antes, con lo que los campesinos se vieron atrapados por la caída de los precios, que les impedía reunir el dinero suficiente para hacer frente a la renta fijada.

5. Maquinismo y desarrollo industrial

Uno de los elementos sustanciales de la mecanización y modernización industrial fue la aplicación de un nuevo tipo de energía: el vapor, cuya producción requería carbón. La máquina de vapor del escocés James Watt (1782) se convirtió en el motor incansable de la Revolución Industrial.

El sector algodoneroLa introducción de máquinas automáticas, movidas por la fuerza expansiva del va por, para la fabricación industrial se produjo por primera vez en Inglaterra, en el sector textil del algodón En los años anteriores a la Revolución Francesa, ya se ha habían puesto a punto las principales innovaciones que afectaron a las dos operaciones básicas del sector: hilado y tejido.El hilado de lana o algodón se había realizado hasta entonces con la rueca. En 1764 la "Jenny", de Heargraves, desarrollaba un mecanismo aprovechando el movimiento de una rueca, accionada mediante una manivela, para obtener simultáneamente varias bobinas de hilo, con lo que se multiplicaba la producción. La "waterframe" de Arkwnght (1769), sustituía la energía humana por la hidráulica. La rueda que accionaba la máquina se movía como una hélice, impulsada por un chorro de agua.El desarrollo de la hilatura del algodón estimuló la modernización del telar.El telar manual tradicional constaba de un entramado de hilos por el que se hacía circular un lado a otro. La bobina se pasaba de mano a mano por lo que la anchura de la tela quedaba limitada a la envergadura del tejedor. En 1733, J. Kay ideó un procedimiento automático para lanzar la bobina, la "lanzadera automática", lo que permitía fabricar piezas más anchas, y se ahorraba la mitad tiempo. Por fin, en 1781, Cartwright aplicó el movimiento de vaivén de la máquina de vapor a vanos telares, con lo cual nació el "telar mecánico".Hacia 1815, los telares mecánicos, aún en frase experimental, eran minoría frente a los telares manuales. Sólo había 2400 en toda Inglaterra. Durante la década de 1820, la cifra se multiplicó por diez. En 1850 había unos 250 000 telares, y, de ellos, unos 200 000 eran mecanizados.

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El hecho de que las novedades señaladas correspondiesen a la industria de algodón, y no a la de la lana, que era la más difundida hasta entonces, pudo deberse a la mayor resistencia y elasticidad de la fibra vegetal. Además existía algodón abundante y barato en las colonias de Norteamérica debido al trabajo esclavo y, más tarde, en India.Desde de 1701 quedó prohibida en Inglaterra la importación de tejidos estampados de algodón en India. Hasta 1750 la supremacía de las telas de este origen era incuestionable, pero se vendían como productos de lujo para gente rica. En esa época, del total de exportaciones inglesas, el 46% era de lana y el 26% de cereales. En 1800 el 28.5% era de lana y el 24% era de algodón. En 1810, los tejidos de algodón habían superado a los de lana. Por fin, aprincipios de la década de 1830, las exportaciones de algodón no sólo superaban cuatro veces a las de lana, sino que además constituían la mitad del total de las exportaciones británicas.Los talleres artesanales no reunían las condiciones necesarias para albergar las máquinas. Éstas se concentraron en grandes naves destinadas exclusivamente a la producción: las fábricas.La industria algodonera fue el primer sector en el que se invirtieron los capitales obtenidos en el comercio y la agricultura. Además, dio lugar a la mecanización industrial, cuyos efectos positivos y negativos se dejaron sentir rápidamente.Las exposiciones universales (desde la de Londres de 1851) se convirtieron en e1 escaparate de todas las novedades, lo que agilizó la difusión de las nuevas máquinas. La multiplicación de la producción redujo considerablemente los costos: en 1812, los costos de producción de hilo de algodón eran una décima parte de los de 30 años después. La consecuencia inevitable fue el abaratamiento de los precios y la extensión de las ventas.Sin embargo la supervisión de los telares automáticos, para lo que no se requería fuerza, pasó a ser realizada por niñas, cuyas pequeñas manos podían desenvolverse bien para limpiar y engrasar entre los engranajes de las máquinas. Los salarios que se les pagaba eran mucho más reducidos y las jornadas más largas, a la vez que el ritmo de trabajo era marcado por las pausas obligatorias de la máquina. El sonido de la sirena fue otra de las aplicaciones de la máquina de vapor.Los grandes beneficios obtenidos buscaron pronto otros objetivos. La industria algodonera sirvió de motor para el desarrollo de la industria química: blanqueado (lejías, detergentes a base de cal y sales), tinturas, fijadores, no ya de origen vegetal o animal como se utilizaban anteriormente, sino a partir de combinaciones de elementos minerales tratados convenientemente.La industria textil algodonera se concentraba en el noroeste de Inglaterra, alrededor del condado de Lancaster (Lancashire), en ciudades como Leeds, Manchester o Chester y el puerto y centro comercial de Liverpool, una zona bien comunicada y dotada de ríos, necesarios para mover las hiladoras que se empleaban en el siglo XIX. La mecanización textil se difundió en el continente –Francia, Bélgica, la Confederación Germánica o España (Cataluña)– desde 1830, a medida que iban caducando las patentes. Mientras que en Inglaterra el telar mecánico se impulso entre 1834-1850, en el resto de las zonas no lo hizo hasta 1870, coexistiendo hasta entonces con el manual.La Revolución de los transportes: el ferrocarril, el barco de vapor y el desarrollo

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siderúrgicoEl ferrocarril, es decir, los vagones que circulaban sobre unas vías de hierro, eran utilizados ya en el siglo XVIII para la extracción minera.En 1825 Stephenson aplicó la maquina de vapor capaz de desplazarse (locomotora) como fuerza de tracción para arrastrarestos vagones. que antes eran tirados por caballos y personas. La idea de desplazarse así por vía terrestre supuso la aparición del ferrocarril moderno, como medio de transporte para mercancía personas.El ferrocarril permitía transportar materias pesadas con una rapidez antes impensable de 32 a 40 Km. (debemos tener encuenta que 40 Km. era la distancia que solía recorrer un caballo en una jornada). La revolución de la velocidad acorto extraordinariamente el tiempo de los desplazamientos y permitió vertebrar el comercio interior, escasamente desarrollado hasta entonces. El volumen de los intercambios se multiplicó.Hacia l870 ya habían construido dos tercios de la red ferroviaria británica, la más extensa y densa de Europa. En el continente, los más desarrollados eran los ferrocarriles de Bélgica y Holanda, favorecidos por su condiciones orográficas: no existía en sus trazados un solo túnel. El caso opuesto era el de Suiza, cuyos túneles alpinos dificultaban la construcción. El resto, Alemania e Italia en sus albores como naciones, Francia o España, alianzaban sólo un tercio de la extensión de la red que tendrían en vísperas de la Primera Guerra Mundial. En Estados Unidos, el final de la Guerra de Secesión, en 1865, marco el punto de gran expansión ferroviaria, que le llevaría a destacarse como la red más extensa del mundo.La fuerza del vapor se empleó también en la navegación. Los experimentos transoceánicos iniciados hacia 1840 sufrieron algunos percances. Las hélices tenían dificultades para adaptarse al oleaje. Como consecuencia, los vapores de rueda trasera se desarrollaron para la navegación fluvial, mientras que para el tráfico marítimo se empleaban buques mixtos, dotados de dos grandes ruedas laterales movidas a vapor, pero conservaban la estructura de mástiles y velas que les permitía, además, desplazarse impulsados por el viento. Simultáneamente, y a pesar de los contratiempos, se van acorazando con hierro o, incluso, se fabrican totalmente de hierro, lo que permite aumentar el tonelaje y la velocidad. No obstante, durante todo el siglo los nuevos barcos a vapor coexistían con los grandes veleros ("clippers").La aparición del ferrocarril y del barco de vapor estimuló extraordinariamente la demanda de hierro. La fabricación de vías, locomotoras, vagones y barcos disparó definitivamente la industria siderúrgica. Además, la siderurgia y la aplicación del vapor a la industria incrementaron las necesidades de carbón. Su explotación masiva abarató el precio, con lo que se fue extendiendo para el uso doméstico (cocinas y calefacción). Las innovaciones introducidas a lo largo del siglo XVIII se realizaron en dos campos: la mejora de la combustión en el carbón y la mayor calidad del producto final en el hierro. En cuanto al primero, se consagró como combustible un tipo de carbón, "coque" (hulla refinada), capaz de producir elevadas temperaturas. La combustión se avivaba con la inyección de aire caliente. En cuanto al segundo, se ideó la técnica del "pudelado" (1784), consistente en batir la masa de metal incandescente, con lo que se obtenía un hierro más maleable. Mediante el "laminado" (1783), la masa de hierro fundido se

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transforma en barras al pasar por unos rodillos, lo que facilita su utilización industrial.

 Cambios Sociales

Aunque la industrialización va a producir enormes transformaciones en la sociedad británica como el crecimiento de la llamada clase burguesa, o el éxodo rural producto de la revolución agraria, sin embargo quizá los dos fenómenos sociales más dignos de estudio sean el espectacular crecimiento demográfico y el nacimiento de una nueva y masiva clase trabajadora formada por los obreros de las nuevas industrias.La industrialización va a provocar un crecimiento de la población sin precedentes en la historia de la humanidad conocido como la Revolución Demográfica. Los cambios en la industria, la agricultura y los transportes produjeron un aumento espectacular de la riqueza (que se traduce fundamentalmente en una mejor alimentación) que se reflejó en un crecimiento notable de la población que servirá para multiplicar los habitantes deEuropa en muy pocos años e incluso para poblar con emigrantes otros continentes.La disminución de algunas de las más temibles epidemias que habían azotado Europa durante siglos, ciertas mejoras sanitarias e higiénicas ( como el descubrimiento de la primera vacuna por el doctor Edward Jenner en 1796 que protegía contra la viruela) y, sobre todo,  una mejor alimentación con el fin de las crisis de subsistencia, están entre las causas de ese crecimiento demográfico. Este aumento de la población fuerte y sostenido explica el enorme crecimiento de las ciudades británicas a lo largo de los siglos XVIII y XIX.

Las transformaciones sociales: la sociedad en clasesHasta el siglo XVIII, la sociedad estaba dividida en estamentos, grupos prácticamente cerrados a los que se accedía por nacimiento. A cada uno le correspondía desempeñar un papel distinto en la sociedad: la defensa militar correspondía a la aristocracia, la función espiritual, que incluía la cultura y la enseñanza, era desempeñada por el clero, y la función de proporcionar la manutención, derivada del trabajo, era atribuida al denominado tercerestado.Las sucesivas oleadas revolucionarias y los cambios económicos provocarán intensas transformaciones. Las leyes particulares de cada estamento desaparecerán y, con ellas, los estamentos, pues todos los individuos serán considerados iguales ante la ley. Incluso ante la muerte: la Revolución Francesa difundió el sistema de decapitación mediante la guillotina, que igualaba en el cadalso a reyes y miserables, a aristócratas y plebeyos. Sin embargo, las diferencias de riqueza se hicieron cada vez más acusadas. La sociedad quedó dividida en clases, y mientras los grupos superiores se enriquecían considerablemente y llevaban una vida de lujo, la mayoría de la población vivía en condiciones deplorables, en el límite de la subsistencia. Entre ambos, un grupo, la clase media, atendía negocios familiares en las ciudades o explotaciones propias en los campos. Así, la nueva sociedad quedaba dividida en tres grandes grupos: clases superiores, medias y bajas.*Clases superiores. Estaban formadas por dos grupos de distinto origen: la aristocracia y la alta burguesía. La nobleza, aun perdiendo privilegios

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yderechos señoriales, se había visto beneficiada por la consolidación y ampliación de sus propiedades tras las desamortizaciones v cercamientos.El término burguesía aludía en esta época a los grupos dedicados a los negocios (finanzas, comercio o industria), de los que eran propietarios total o parcialmente. A la alta burguesía pertenecían los grandes banqueros, los constructores del ferrocarril, los empresarios del sector textil, la minería o la siderurgia, los propietarios de compañías navales y de astilleros, los especuladores enriquecidos con la construcción inmobiliaria, etc. Entre aristócratas y burgueses enriquecidos se fue produciendo un acercamiento, cada vez mayor, intensificado por lazos familiares por vía matrimonial y la identificación económica e ideológica: eran partidarios de la defensa de la propiedad, el orden social, una moral conservadora de fundamento católico e, incluso, llegaron a tener gustos y costumbres afines.Aristocracia y alta burguesía eran los únicos grupos que ejercían sus derechos de participación política, exceptuando los cuadros militares superiores y las profesiones liberales (catedráticos, médicos, abogados). Todos ellos componían el bloque con el que se formaban los gobiernos y los restringidos parlamentos del liberalismo moderado.*Clases medias. En ellas se incluyen los grupos de la llamada pequeña burguesía, formada por tenderos y comerciantes, de telas y ultramarinos principalmente. Estos últimos se sustituyeron al comercio artesanal de los talleres y la venta ambulante. En las décadas finales de siglo aparecieron, en algunas grandes ciudades como París, los primeros grandes almacenes, que pondrán en peligro la continuidad de los pequeños tenderos. También se incluían en este grupo los propietarios de negocios de tipo familiar, con un reducido número de trabajadores, dedicados sobre todo a objetos deconsumo, como pequeñas empresas textiles, de calzado, confección, mueble o alimentarias.Por su nivel de renta, también deberían incluirse aquí las profesiones liberales y los cargos militares de alto rango, salvo por la peculiaridad ya señalada: gozan de derechos políticos en un sistema de sufragio restringido. En las zonas rurales, corresponderían también a las clases medias los trabajadores que labran sus propias tierras y que, ocasionalmente, emplean trabajadores agrícolas. A menudo se trata de herederos que se hacen cargo de las tierras familiares mientras que el resto de los hermanos busca trabajo en las ciudades.*Clases bajas. Los trabajadores constituían la mayor parte de la población, como había sucedido siempre. La novedad fue, sin embargo, la aparición del proletariado, constituido por los emigrantes rurales convertidos en obreros de las fábricas, las minas o la construcción, y cuyo único sustento proviene de su fuerza de trabajo, alquilada a cambio de un salario. La única seguridad para su futuro es su prole, es decir, el número de hijos, muchos de los cuales trabajaban desde cortas edades. Ante la precaria situación laboral, un accidente, un despido, el cierre de la fábrica o la vejez, podían significar la ruina de las familias.

Las condiciones de vida de los obrerosPrecisamente en algunas de estas ciudades el crecimiento rápido, desordenado y sin criterios surgirán enormes suburbios superpoblados, sucios y conflictivos donde las epidemias de tifus o cólera se convierten en algo habitual. Estos suburbios surgían muchas veces en torno a una fábrica: estaban formados por los barracones donde vivían los operarios de esa fábrica.

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Sin entrar en el conocido debate de si la industrialización mejoró o empeoró las condiciones de vida de los trabajadores, si que puede intentarse describir las situación en la que vivían estos obreros, que puede calificarse en general como muy mala, así como sus condiciones laborales habría que describirlas como espantosas: fábricas sucias, húmedas, oscuras, poco ventiladas y ruidosashttp://www.cnice.mecd.es/recursos/bachillerato/historia/rev_industrial/textos.htm - Salud(condiciones causadas por la presencia en ellas de las máquinas de vapor y por la nula preocupación de los patrones por las condiciones laborales de sus empleados). En estas fábricas poco sanas y peligrosas era habitual que sus obreros pasasen de doce a catorce horas diarias, trabajándose incluso sábados en jornada completa, y domingos hasta mediodía. La concentración de obreros en las fábricas es la que hace posible que estos trabajadores tomen conciencia de su situación y vean que mediante acciones colectivas podrían tratar de mejorar sus condiciones de vida. El sistema de fábricas se encuentra por tanto en el origen del movimiento obrero.La industrialización impulsó también el trabajo de mujeres y niños de muy corta edad, pues si antes en muchos oficios la fuerza del trabajador era un factor clave, ahora la fuerza la realizan las máquinas. Los empresarios fomentaron el trabajo infantil y femenino porque mujeres y niños recibíansalarios dos y tres veces inferiores a los de los hombres. Los niños fueron empleados en la industria textil, en las minas, en la industria siderúrgica: durante el siglo XVIII no hubo normas que regulasen el empleo infantil. Para hacerse una idea de las dimensiones alcanzadas por esta explotación basta con citar la existencia de una ley del parlamente británico que en 1833 ("The Factory Act", 1833) dejaba la jornada laboral de los niños de nueve a trece años en "sólo" nueve horas diarias, y de trece a dieciocho años el trabajo estaba fijado en diez horas y media (la jornada duraba para ellos doce horas, pero con hora y media reservada para las comidas). Todavía en 1.891, una ley que pretendía luchar contra abusos en la explotación infantil se limitó a elevar la edad mínima de trabajo de los diez a los once años.De hecho, apenas se detectan preocupaciones sociales durante la segunda mitad del siglo XVIII pues estas condiciones se aceptan como normales. Ya en el siglo XIX investigaciones parlamentarias, protestas sindicales o conocidos relatos como los de Dickens en "Tiempos Difíciles", pusieron de manifiesto la dureza de la vida de los obreros industriales.

Protestas obrerasLudismoAunque desde los inicios de la industrialización se registra una notable oposición de los obreros artesanos a la introducción de máquinas, las primeras formas de protesta obrera se detectan en Gran Bretaña en la segunda década del siglo XIX cuando surge el conocido Movimiento Ludita (o Ludismo), nombre que deriva de un personaje real o inventado, un obrero, Ned Ludd, cabecilla de este movimiento de protesta que se canalizaba hacia la destrucción de la maquinaria, y que pronto se extenderá por varios condados de Inglaterra donde la industria textil se había convertido en la principalmanufactura. Las Guerras Napoleónicas de años posteriores hicieron saltar en varias ocasiones nuevas protestas luditas.

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CartismoEl llamado Movimiento Cartista supone una versión más organizada del Movimiento Obrero y que se desarrolla entre 1837 y mediados del siglo XIX. Debe su nombre a la denominada Carta del Pueblo, documento que llegó a conseguir la firma de cientos de miles de obreros y que era una petición elevada al Parlamento en la que se pedía el Sufragio Universal, el voto secreto, la igualdad en el valor de los votos... En definitiva, revelaba el deseo de democratización del sistema político británico: el movimiento obrero desea participar en el juego político y desde ahí mediante la presentación de leyes en el Parlamento, mejorar las condiciones de vidas de los obreros industriales. Desde mediados de siglo el movimiento irá perdiendo fuerza progresivamente, aunque paradójicamente, en años posteriores, el Parlamento Británico adoptará la mayor parte de las peticiones recogidas en la Cartadel Pueblo.Hay que recordar que la legislación británica (leyes aprobadas en 1799 y 1800) prohibía de una forma terminante la formación de asociaciones obreras, pues se consideraba que estas asociaciones chocaban con el espíritu del liberalismo económico: debía ser el mercado quien fijase los salarios y no lapresión de los sindicatos.Pero a pesar de estos obstáculos legales surgieron diversas formas de asociacionismo obrero sostenidas por las cuotas que pagaban los trabajadores y que pretendían, ante todo, ofrecer protección para los asociados en caso de accidente o enfermedad. A partir de 1.824 las leyes británicas autorizan el asociacionismo obrero que darán origen a lo que podemos considerar los primeros sindicatos de obreros, las llamadas Trade Unions en las que, en principio se unían los trabajadores con un mismo oficio en una localidad. En los años treinta esas asociaciones profesionales y locales se irán uniendo entre sí hasta formar enormes asociaciones que a mediados de siglo agrupaban a cientos de miles de obreros británicos de todos los oficios. La huelga, lanegociación colectiva pacífica y, cuando lo permitan las leyes electorales, la participación en política, serán los instrumentos de los que se valdrá elsindicalismo británico para mejorar las condiciones de vida de los trabajadores.

MarxismoEste temprano desarrollo del sindicalismo en Gran Bretaña es el causante probablemente del escaso éxito que tendrán las nuevas ideologías obreras revolucionarias (el marxismo y el anarquismo) que están naciendo a mediados del siglo XIX. Cuando Marx (líder del socialismo) y Bakunin (líder anarquista) funden la Asociación Internacional de Trabajadores (A.I.T.) en Londres, ésta tendrá un éxito importante en países como Francia yAlemania, mientras que en Gran Bretaña (país donde se fundó) nunca pudo competir con las Trade Unions.

Leyes fabriles y obrerasDurante mucho tiempo, mientras el capitalismo estuvo en su mayor auge, las leyes fueron opuestas a toda sindicalización y a toda protección efectiva de la clase trabajadora. Se pensaba que cualquiera intervención gubernamental o legal era opuesta a la libre empresa y a la libre contratación, que eran las bases socioeconómicas que entonces admitían los Estados capitalistas.En Francia, durante la época de la Revolución, la "Ley de Chapelier" disolvió los antiguos gremios de artesanos y prohibió las asociaciones profesionales.

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En Inglaterra, las asociaciones de dicho tipo también fueron disueltas en el siglo XVIII, y aún más, los excesos ocurridos durante la Revolución Francesa hicieron que en Inglaterra se dictaran, en 1799 y 1800, las "Combination Laws" (Leyes sobre Asociaciones) que prácticamente consideraban criminal todo sindicalismo. A cualquier trabajador que participara en una huelga o que ingresara a un sindicato, se le juzgaba por dos magistrados, y de encontrársele culpable, se le sentenciaba a tres meses de prisión. Las leyes contra conspiradores, por otra parte, podían ser esgrimidas contra las agrupaciones de trabajadores, y en tal caso las penas a los que se considera como violadores del orden, eran mayores.Pese a todo, la relativa impopularidad de tales leyes y la falta de un sistema policiaco adecuado, permitieron que algunos sindicatos continuaron existiendo dentro de un ambiente más o menos secreto. En 1824 se logro que el Parlamento dictara una ley según la cual no era criminal ser miembro de un sindicato, aunque este último todavía no era reconocido legalmente. La ola de huelgas que se produjo más tarde hizo, sin embargo, que los grandes intereses económicos, especialmente a los de los armadores de barcos, provocaran una reacción, que dio por resultado el debilitamiento del sindicalismo, aunque no su extinción. En 1834 se estableció el "Gran Sindicato Nacional Consolidado" que pretendió abarcar a trabajadores industriales y agrícolas, teniendo a Roberto Owen por principal sostenedor. Con ciertas ideas socialistas, pretendía que los sindicatos tomaran posesión de las grandes industria, bajo amenazas de huelga; pero el "Gran Sindicato" desapareció poco tiempo después, sin alcanzar sus metas. El sindicalismo británico progresó lentamente, y entre 1871 y 1875 las leyes inglesas concedieron reconocimiento a los sindicatos, con plena personalidad jurídica. En 1906 se dictó la "Ley sobre Conflictos Industriales", en virtud de la cual los sindicatos no podían ser sujetados a proceso judicial.Las huelgas de tipo general en Inglaterra ocurrieron en algunas ocasiones, y tuvieron variada suerte; algunas de ellas alcanzaron, no obstante, efectos considerables, y quizá por ello en 1927 se dictó la "Ley Sindical" que declaró ilícitas las huelgas generales.En la historia económico-social de la Gran Bretaña, las leyes de protección a los trabajadores no siempre tuvieron la misma amplitud. Al principiar el siglo IX, en 1802, apareció una de las primeras dichas leyes. Su objeto era limitar la jornada de trabajo e los niños a 12 horas, quienes debían contar además con medios educativos, y con dormitorios cómodos y limpios. Esto se refería sobre todo a los niños de los hospicios ingleses del sur, que eran enviados a trabajar a las fábricas del norte, casi dentro d una situación práctica de esclavitud. La ley de hecho no rigió, y al final resultó inoperante, ya que los empresarios de las fábricas, posteriormente, no tuvieron que recurrir a los niños de los hospicios, sino que pudieron contratar "niños libres". Poco más tarde se dictó otra "Ley sobre Fábricas", que prohibía emplear en labores textiles a niños menores de 9 años, mientras para los menores de 16, su jornada no podía exceder de 12 horas. Pero los efectos que el texto de la ley tenía impidieron que pudiera aplicarse realmente.Después de 1830, Inglaterra fue escenario de una gran agitación. Se proclamó públicamente que los trabajadores explotados en forma inicua, y elgobierno decidió investigar. Frutos de tal investigación fueron varios documentos que corroboraban la situación de miseria y de sujeción en que

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se tenía a todos los obreros ingleses. Con tal base, el Parlamento aprobó en 1833 una ley que prohibía a los niños de 9 años el trabajo en las fábricas detejidos; los menores de 13 años tendrían una jornada no mayor de 12 horas; y se prohibía en general el trabajo nocturno. La ley no provocó entusiasmo entre los obreros, que siguieron insistiendo en que el trabajo no debía ser demasiado prolongado. Un paso más se dio en 1844, al prescribirse que las mujeres y los jóvenes no podían trabajar jornadas mayores de 12 horas, y al señalarse medidas de protección para el uso de maquinaria peligrosa. Posteriormente, el 8 de junio de 1847 aprobó el Parlamento una nueva norma en virtud de la cual la jornada máxima de trabajo, para mujeres y niños, no podría ir más allá de 10 horas diarias. Sin embargo, muchos dueños de fábricas frustraron los términos de la ley, de modo que los niños y las mujeres de hecho siguieron trabajando 12 horas. Poco más tarde, la jornada de 10 horas se hizo efectiva para todo mundo, incluso hombres.

7. Las nuevas teorías económicas: el liberalismo

MercantilismoEl mercantilismo era una doctrina de pensamiento económico que prevaleció en Europa durante los siglos XVI, XVII y XVIII y que promulgaba que el Estado debe ejercer un férreo control sobre la industria y el comercio para aumentar el poder de la nación al lograr que las exportaciones superen en valor a las importaciones. El mercantilismo no era en realidad una doctrina formal y consistente, sino un conjunto de firmes creencias, entre las que cabe destacar la idea de que era preferible exportar a terceros que importar bienes o comerciar dentro del propio país; la convicción de que la riqueza de una nación depende sobre todo de la acumulación de oro y plata; y el supuesto de que la intervención pública de la economía es justificada si está dirigida a lograr los objetivos anteriores. Los planteamientos mercantilistas sobre política económica se fueron desarrollando con la aparición de las modernas naciones Estado; se había intentado suprimir las barreras internas al comercio establecidas en la edad media, que permitían cobrar tributo a los bienes con la imposición de aranceles o tarifas en cada ciudad o cada río que atravesaban. Se fomentó el crecimiento de las industrias porque permitían a los gobiernos obtener ingresos mediante el cobro de impuestos que a su vez les permitían costear los gastos militares. Así mismo la explotación de las colonias era un método considerado legítimo para obtener metales preciosos y materias primas para sus industrias.El mercantilismo tuvo gran éxito al estimular el crecimiento de la industria, pero también provocó fuertes reacciones en contra de sus postulados. La utilización de las colonias como proveedoras de recursos y su exclusión de los circuitos comerciales dieron lugar, entre otras razones, a acontecimientos como la guerra de la Independencia estadounidense, porque los colonos pretendían obtener con libertad su propio bienestar económico. Al mismo tiempo, las industrias europeas que se habían desarrollado con el sistema mercantilista crecieron lo suficiente como para poder funcionar sin la protección del Estado. Poco a poco se fue desarrollando la doctrina del librecambio. Los economistas afirmaban que la reglamentación gubernamental sólo se podía justificar si estaba encaminada a asegurar el libre mercado, ya que la riqueza nacional era la suma de todas las riquezas individuales y el bienestar de todos se podía alcanzar con

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más facilidad si los individuos podían buscar su propio beneficio sin limitaciones. Este nuevo planteamiento se reflejaba sobre todo en el libro "a riqueza de las naciones"(1776) del economista escocés Adam Smith.

La riqueza de las nacionesEl mismo año en que las 13 colonias americanas proclamaban su independencia de Gran Bretaña, el escocés Adam Smith establecía las bases del liberalismo económico con la publicación del libro "Investigaciones sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones" (1776). En síntesis, esta obra postulaba:Crítica de las posiciones económicas vigentes la riqueza de un país no residía, como se pensaba, en la acumulación y atesoramiento de metales preciosos (mercantilismo), ni tan sólo en la producción agraria (fisiocracia). La riqueza de las naciones dependía de la capacidad productiva total de cada país entendida como la suma de los trabajos y esfuerzos individuales de los habitantes en todas las parcelas productivas: agricultura, industria y comercio. La riqueza generada por la producción nacional generaría el bienestar de sus habitantes. La formación de capital procedía del ahorro y de los beneficios obtenidos de la diferencia entre el precio de costo (materia prima, trabajo, energía...) y el precio de venta.El mercado fluye según el acuerdo individual del productor y el consumidor ("ley de la oferta y la demanda"). Tanto estas relaciones como las de producción entre capital y trabajo debían ser libres y basadas en el mutuo acuerdo, resultado de la búsqueda del propio interés de cada parte. El Estado no debía intervenir en la economía, sino que su función estaría dirigida a garantizar el orden jurídico y los derechos individuales, la defensa del país y e1mantenimiento de las estructuras básicas de transporte y comunicaciones mediante la realización de obras publicas.El funcionamiento espontáneo de la actividad económica implicaba la supresión de todas las normas que regulaban y dificultaban el intercambio en el Antiguo Régimen: barreras aduaneras y peajes interiores, derechos preferentes de venta de los grupos privilegiados, monopolios, propiedad amortizada. Incluso debía permitirse el librecambio entre las naciones.Las ideas de Adam Smith fueron divulgadas por sus discípulos y seguidores. Entre éstos se destaca David Ricardo (1792-1823), quien en 1817 formuló sus "Principios de economía política". En este estudio, su aportación más original sería la teoría del salario, según la cual los salarios debían permanecer bajos, ya que están regulados por las reyes naturales del mercado. Un aumento de los salarios por encima del nivel de subsistencia desencadenaría una mejora del nivel de vida y, consecuentemente, un aumento de la población trabajadora. Esto provocaría una mayor competencia entre la mano de obra, de lo que generaría una baja salarial, ya que en un sistema económico liberal, la abundancia siempre supone un descenso, bien de precios, bien de salarios.Las coincidencias entre liberalismo económico y liberalismo político eran totales. Ambas concepciones imaginaban el Estado o las naciones como una suma de individuos (sin tener en cuenta las clases). Basaban sus formulaciones en la defensa de las libertades individuales y de derechos e intereses particulares que, en un sistema de desigualdad manifiesta, favorecen siempre a los poderosos. El derecho al voto, por poner un ejemplo, pronto quedo reducido exclusivamente a 1os más ricos, de tal modo que el nivel de renta acabo determinando el acceso y

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la participación en la política. Dueños de los medios de producción y representados en las instituciones públicas, los burgueses dominaron la vida social imponiendo sus valores (orden, libertad, progreso).A finales de siglo, los teóricos del movimiento obrero señalaban lúcidamente que el Estado liberal no representaba a la nación, sino tan sólo a la burguesía.

8. Del capitalismo financiero al capitalismo industrial

Con el desarrollo del maquinismo asistimos a la implantación de un nuevo sistema económico: el capitalismo, que se caracteriza por la propiedad privada de los medios de producción, lo que supone que el que posee el capital (no sólo dinero, sino también locales, máquinas y materias primas) organiza y controla toda la producción. Se trata de una nueva organización de la vida económica, que se extiende al ámbito de lo social y político.En la Edad Moderna ya habían existido prácticas capitalistas de tipo financiero mercantil: sociedad anónima, bolsa y banca, que habían crecido con el desarrollo comercial asociado a los grandes descubrimientos geográficos y a la afluencia de metales preciosos a Europa provenientes de América yÁfrica.En el seno de la fabricación artesanal manufacturera había aparecido el antecedente del primer empresario capitalista, el denominado sistema doméstico o trabajo a domicilio. Los comerciantes, que estaban en contacto con los mercados, fueron extendiendo su actividad en las zonas rurales fuera del control de los gremios. La materia prima (lana) era repartida en diversos hogares campesinos, la operación de cardado e hilado era realizada por las mujeres, que añadían, de este modo, un complemento a sus ingresos. Los pagos se hacían a destajo y en especie. También se confiaban otrasoperaciones (tejido, tintado) a artesanos especializados. Durante todo el entramado de operaciones, el comerciante permanecía como propietario de la pieza, que luego almacenaba y, finalmente, vendía. Este sistema de producción era común también en otros sectores, como el metal y la madera. Suevolución durante el siglo XVIII originaría la primera acumulación de capital procedente de la manufactura.Si bien en los primeros momentos de la Revolución Industrial los cambios técnicos se realizaron con muy bajos costos para mantener y aumentar el ritmo de crecimiento y beneficio, pronto fue necesario incrementar la cuantía de las inversiones, pero éstas resultaban difíciles de asumir por unapersona, por lo que se hizo necesaria la creación de grandes compañías en las que pudiera afluir dinero de varios inversores.Ya desde el Renacimiento existían sociedades mercantiles de tipo familiar. La sociedad estaba formada por los miembros de una familia que aportaban diferentes sumas de dinero para emprender negocios, por lo que solía llevar el nombre del apellido familiar (Medici, Fugger...). Los beneficios se repartían en proporción a la cantidad aportada inicialmente. Los vínculos familiares favorecían la estabilidad de estas sociedades, que se mantenían, incluso hereditariamente, durante generaciones. Desde el siglo XVII, la creación de colonias europeas en América, Asia o África y el aumento devolumen del comercio internacional favorecieron la creación de grandes compañías mercantiles (como la Compañía Inglesa de las Indias Orientales) que se ocupaban de acondicionar puertos, armar navíos, compraventa de mercancías, almacenaje, e incluso llegaron a propiciar la intervención militar para defender sus intereses.

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De este modo, el precedente de las sociedades mercantiles o financieras se adaptó a las necesidades del desarrollo industrial.Las sociedades anónimas estaban compuestas por un elevado número de personas, algunas de las cuales ni siquiera se conocían. Su participación en el capital de la empresa se hacía a través de la compra de acciones (títulos de propiedad) y el reparto de los beneficios se hacía de forma proporcional al número de acciones compradas, en caso de quiebra de la compañía, la responsabilidad quedaba limitada al valor de las acciones y no a sus bienes particulares. Cada acción tenía un carácter transferible, podía ser comprada y vendida, y su valor se fijaba siguiendo el juego de libre mercado: si la empresa gozaba de beneficios, las acciones aumentaban su valor o cotización; si, por el contrario, acumulaba pérdidas, bajaban. El lugar donde se realizan estas transacciones se denomina bolsa o mercado de valores.Las sociedades anónimas, sin embargo, no se generalizarán hasta la segunda mitad del siglo XIX. Hasta entonces, el modelo de sociedad más generalizado fue la "partnershrp", de responsabilidad ilimitada, en la que el inversor respondía con sus bienes particulares. En Gran Bretaña. hasta 1825, estuvo vigente la "Bubble Act", promulgada en 1721 a raíz de una operación especulativa de la Compañía de los Mares del Sur, por la que se impedía la creación de este tipo de compañías. En Francia no se aprobaron hasta 1863.Otra vía de financiación para las empresas apareció con la emisión de obligaciones, en este caso, el inversor compraba obligaciones con carácter de préstamo y la compañía se comprometía a devolver su importe en un tiempo y con un interés fijados previamente. Esta nueva fórmula se ideó para atraer a pequeños inversores, más temerosos ante operaciones de riesgo. Este tipo de financiación será muy importante en la expansión del ferrocarril.Por último, la banca, de origen medieval, que actuaba como lugar seguro de depósito de dinero, evoluciona ahora hacia la banca de negocio, contribuyendo al financiamiento de las empresas mediante la concesión de créditos, compra de acciones a empresas, e intermediarios en la colocación de acciones a sus depositarios. Se destacan "Société Générale de Belgique" (Bruselas, 1822), "Société Générale du Crédit" (París, 1852), "Darmstädter Bank" (Darmstadt, 1853).

9. Consecuencias de la Revolución Industrial

Los progresos técnicos que introdujo la Revolución Industrial, en el siglo XIX transformaron todos los aspectos relacionados con la vida europea.Surge así, una nueva historia de la civilización occidental.Económicas: Se imponen la industrialización y el capitalismoSociales: Predomina la burguesía y surge el proletariadoPolíticas: Se consolida el liberalismo político bajo la forma de monarquía constitucional.Ideológicas: Prevalecen el racionalismo y el sentido crítico.Industrialización : Se difundió por los países europeos y los Estados UnidosExplosión Demográfica: Se produce en los países industrializados una inesperada explosión demográfica a su vez, resultado adelantos higiénicos y médicos.El crecimiento de la población benefició a la industria y favoreció la inmigración hacia otros países.

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Revolución Agrícola: Inglaterra realizó notables progresos; introdujo la siembra de plantas de origen americano(maíz, papa), estableció las faenas agrícolas, aplicó abonos y fertilizantes.Desarrollo Comercial: el comercio se intensificó, tuvieron los países industrializados de vender mercancías y adquirir materias primas, se incrementaron el comercio, las comunicaciones y los transportes.De forma más general la revolución industrial provocó:

a. La industria progreso.b. La producción se hizo en serie.c. Los precios de los productos bajaron.d. Se formaron 2 clases sociales: Burguesía: Compuesta por los dueños de

fábricas y grandes comerciantes y los Proletariados: Compuesta por obreros.e. Hubo desempleo, porque con las máquinas no eran necesarios tantos

trabajadores.f. Aumento la delincuencia.g. Algunos obreros culparon a las máquinas de ser la causa de se desempleo y

las destruyeron. Esto se llamó "Ludismo" porque el jefe de éste movimiento fue Ned Ludd.

h. La burguesía explotó a los proletariados.i. Los proletariados formaron organizaciones llamadas "Trade Unions"

(sindicatos, para defender sus derechos"j. Fueron logrando que la jornada de trabajo diario se fuera reduciendo, que se

le pagara un salario adecuado y que se le diera derecho a huelga.k. En la economía hubo un gran auge porque surgen los grandes capitales,

las operaciones financieras y los cambios.

10. Bibliografía

El mundo Contemporáneo; Alvear Acevedo; Editorial Jus; Págs. 42 a 44Historia del Mundo Contemporáneo; Fernández, Gómez; Editorial Mc Graw Hill; Págs. 20 a 31

 

PERSONAJES IMPORTANTES(REVOLUCION INDUSTRIAL) JAMES WATT

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Nacido en Greenock, vivió y trabajó en Birmingham, Inglaterra. Fue un miembro clave de la Sociedad Lunar. Muchos de sus escritos se conservan en la biblioteca "Birmingham".La falsa idea de considerar a Watt como el verdadero inventor de la máquina de vapor se debe al gran número de aportaciones que hizo para su desarrollo.Falleció el 25 de agosto de 1819 en Heathfield, su casa, en Handsworth, Inglaterra, a la edad de 83 años.

 Sus logros como ingeniero

Watt inventó el movimiento paralelo para convertir el movimiento circular a un movimiento casi rectilíneo, del cual estaba muy orgulloso, y el medidor de presión para medir la presión del vapor en el cilindro a lo largo de todo el ciclo de trabajo de la máquina, mostrando así su eficiencia y ayudándolo a perfeccionarla.Watt ayudó de sobremanera al desarrollo de la máquina de vapor, convirtiéndola, de un proyecto tecnológico, a una forma viable y económica de producir energía. Watt descubrió que la máquina de Newcomen estaba gastando casi tres cuartos de la energía del vapor en calentar el pistón y el cilindro. Watt desarrolló una cámara de condensación separada que incrementó significativamente la eficiencia. Hasta el momento eso fue uno de los mejores desarrollos de la historia.Watt se opuso al uso de vapor a alta presión, y hay quien le acusa de haber ralentizado el desarrollo de la máquina de vapor por otros ingenieros, hasta que sus patentes expiraron en el año 1800. Junto a su socio Matthew Boulton luchó contra ingenieros rivales como Jonathan Hornblower quien intentó desarrollar máquinas que no cayeran dentro del ámbito, extremadamente generalistas, de las patentes de Watt.Él creó la unidad llamada caballo de potencia para comparar la salida de las diferentes máquinas de vapor. Todavía se utiliza, sobre todo en los vehículos

DAVID RICARD 

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David Ricardo era el tercero de diecisiete hijos de una familia sefardí judía que emigró de Holanda a Inglaterra antes de su nacimiento. Empezó a trabajar a los catorce años, en la London Stock Exchange (Bolsa de Londres), como empleado de su padre. En 1793 se casó fuera de la fe judía y las relaciones con su familia se volvieron más tirantes, por lo que Ricardo decidió establecerse por su cuenta. Especializado en la negociación de valores públicos, prosperando bastante rápido y para 1815 había amasado una fortuna considerable. Después de haber adquirido su fortuna en la Bolsa de Londres, se convirtió en terrateniente. En 1819 fue elegido miembro del Parlamento; retuvo el cargo hasta su muerte. En la Cámara de los Comunes sus opiniones gozaban de autoridad, y se ha dicho de él que fue el primero en educar a la Cámara en el análisis económico. Se retiró de los negocios lo que le permitió dedicarse a trabajos intelectuales desde muy joven. Su interés por los problemas de la teoría económica se desarrolló hacia la mitad de su vida. Su primer contacto con el tema parece datar de 1799 cuando leyó a Adam Smith. En 1809 aparecieron publicadas sus primeras opiniones sobre economía en forma de cartas a la prensa firmadas por "R" en relación con la devaluación de la moneda.

Obra económica

Su obra más importante, "Principios de economía política y tributación", apareció en 1817, constituye la exposición más madura y precisa de la economía clásica; en el prefacio afirma que "el principal problema de la economía política es determinar las leyes que regulan la distribución". Con ese fin desarrolló una teoría del valor y una teoría de la distribución. Escribió también gran número de ensayos, cartas y notas que contienen aportaciones de importancia. Sin embargo, sus escritos resultan tan condensados y complejos que muchos lectores encuentran mejor expuestas sus ideas en los trabajos de Jean-Baptiste Say, Thomas Malthus y John Ramsay McCulloch. Este economista, cuya labor es particularmente importante por el lugar destacado en que colocó al problema del valor, especialmente al poner de manifiesto con claridad que los problemas de la distribución dependen de la teoría del valor = los bienes depende de los costes de producción; defendió la libre circulación de los productos agrícolas y enunció la ley de "bronce de los salarios", según la cual "el salario se reduce a lo estrictamente necesario que permita al obrero subsistir y reproducirse", si el salario sube más de lo estrictamente necesario, la población aumentará y al

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haber mayor oferta de trabajo, los salarios bajarán, por el contrario si los salarios son inferiores a lo estrictamente necesario la población disminuirá, provocando con ello una escasez de mano de obra y por consiguiente un aumento en los salarios. Esta teoría influyó en Marx para afirmar que el obrero nunca disfrutaría de los beneficios del capitalismo.

JOHN STUART MILL

“Principio de economía política”, plantea la intervención estatalJohn Stuart Mill nació en (Inglaterra). Fue el mayor de los hijos del filósofo e historiador James Mill. Sus hazañas como niño eran excepcionales. A la edad de tres años le enseñaron el alfabeto griego y largas listas de palabras griegas con sus correspondientes traducciones al inglés. Alrededor de los ocho años ya había leído las fábulas de Esopo, laAnábasis de Jenofonte y todas las obras de Heródoto, en su idioma original; al mismo tiempo ya conocía a Luciano, Diógenes, Isócrates y seis diálogos de Platón. Para entonces ya había leído mucha historia en inglés.A la edad de ocho años empezó a estudiar latín y álgebra. Fue designado como profesor de los niños más pequeños de su familia. Su principal lectura continuaba siendo la historia, pero estudió también a todos los autores latinos y griegos comúnmente leídos en las escuelas y universidades de aquel entonces. No le enseñaron a escribir en latín ni en griego y nunca fue exactamente un erudito: todo estaba orientado hacia el fin por el cual le hacían leer. A la edad de diez años ya leía a Platón y Demóstenes con facilidad. La Historia de la India de su padre fue publicada en 1818; inmediatamente después, a los doce años, John comenzó el cuidadoso estudio de la lógica escolástica al tiempo que leía los tratados lógicos de Aristóteles en su lengua original. Al año siguiente lo introdujeron en la economía política y el estudio de Adam Smith y David Ricardo.Pero a los 20 años, en 1826, sufrió una “crisis mental”, descrita detalladamente en su Autobiografía (1873). Se rebeló contra su estricta educación, contra el utilitarismo (aunque sin romper con él), y se abrió a nuevas corrientes intelectuales como el positivismo de Comte, al pensamiento romántico y al socialismo.Mill trabajó para la Compañía de las Indias Orientales y fue al mismo tiempo miembro del

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Parlamento por el partido Liberal. Mill abogó por aligerar las cargas sobre Irlanda y básicamente trabajó por lo que él consideró oportuno. En Consideraciones sobre el gobierno representativo, Mill propuso varias reformas del Parlamento y del sistema electoral, especialmente trató las cuestiones de la representación proporcional y la extensión del sufragio. En 1840 inició una fecunda amistad con el psicólogo y filósofo escocés Alexander Bain.En 1851 Mill se casó con Harriet Taylor (Harriet Taylor Mill) tras 21 años de amistad. Taylor fue una importante influencia sobre su trabajo e ideas, tanto durante su amistad como durante su matrimonio. La relación con Harriet Taylor inspiró la defensa de los derechos de las mujeres por parte de Mill.Aunque no fue profesor universitario, Mill cultivó casi todas las ramas de la filosofía, desde la lógica hasta la teoría política pasando por la ética. En lógica, psicología y teoría del conocimiento, Mill era empirista y positivista. Consideraba que el conocimiento humano tenía su origen y su límite en la experiencia observable. Todo conocimiento parte de las impresiones sensibles de los sujetos y los conceptos más abstractos se forman a partir de las “asociaciones” de impresiones realizadas por la mente, este es el llamado asociacionismo psíquico. Según Mill, la inducción es el principio lógico que permite derivar conocimientos universales a partir de la observación de fenómenos particulares. Después de haber observado muchos cisnes blancos particulares podría inducirse el enunciado universal “Todos los cisnes son blancos”. Ahora bien, una gran cantidad no equivale a la totalidad, “muchos” —por más que sean— no puede equipararse a “todos”. De manera que el conocimiento científico es meramente probable, no necesario, como ya indicó en su momento David Hume, a quien Mill sigue en este punto.

ADAM SMITH

Nació en Kirkcaldy (Escocia), durante el año 1723 (bautizado el día 5 de junio del mismo año); estudió en las universidades de Glasgow y Oxford. En 1737 ingresa en la Universidad de Glasgow. En ésta recibe clases de Filosofía Moral por parte de Francis Hutcheson, que a la postre le valdría ser influido por la escuela histórica escocesa. Es en esta asignatura, en la que se dedicaba una

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parte a la moral práctica, en la cual Smith basaría gran parte de La riqueza de las naciones.En 1740 recibiría una beca para ir a estudiar al Balliol College de Oxford, una universidad en decadencia, como sostendría en la Riqueza de las Naciones. De 1748 a 1751 fue profesor ayudante de las cátedras retórica y literatura en Edimburgo. Durante este periodo estableció una estrecha amistad con el filósofo David Hume, amistad que influyó mucho sobre las teorías economistas y éticas de Smith.En 1751 fue nombrado catedrático de lógica y en 1752 de filosofía moral en la Universidad de Glasgow. En 1763 renunció a la universidad y se convirtió en el tutor del III Duque de Buccleuch, a quién acompañó a un viaje por Suiza y Francia. En este viaje conoció a los fisiócratas franceses, que defendían la economía y política basada en la primacía de la ley natural, la riqueza y el orden.Smith se inspiró en esencia en las ideas de François Quesnay y Anne Robert Jacques Turgot para construir su propia teoría, que establecería diferencias respecto a la de estos autores. De 1766 a 1776 vivió en Kirkcaldy. Fue nombrado director de Aduana de Edimburgo en 1778, puesto que desempeñó hasta su muerte el 17 de julio de 1790 a causa de una enfermedad. En 1787 fue nombrado Rector Honorífico de la Universidad de Glasgow

Ventajas y Desventajas de la Revolución Industrial

Entre las ventajas, se encuentra la evolución de la maquinería y los nuevos métodos que

ayudaron a producir más, en menos tiempo, y con menos esfuerzo. Las máquinas que más se

recuerdan son la máquina de vapor, la locomotora, las tejedoras con múltiples hilos y las

tejedoras que funcionaban con energía hidráulica.

 Entre las desventajas, la contaminación (principalmente aérea) era muy notable. Esto desde el

lado de la salud. Desde el lado del pensamiento, el trabajo monotónico de los hombres y la

necesidad de comprar bienes, afectaron mucho a aquellos que se jubilaban, ya que sentían

"desocupados" y toda su vida se basaba en el dinero y en la necesidad de seguir comprando

con este. Por consecuencia de esto, todos los afectos hacia la familia del trabajador se

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perdían.

 

PRINCIPALES INVENTOS DE LA REVOLUCION INDUSTRIAL

Los principales y más importantes inventos de la revolución industrial son:

La maquina de vapor: En 1768 James watt construyó el primer modelo de esta maquina. La

maquina de vapor es un motor de combustión externa que transforma la energía de una

cantidad de vapor de agua en trabajo mecánico o cinético; en la revolución industrial tuvo un

papel muy importante para mover máquinas y aparatos.

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En el sector textil el primer invento de la revolución

industrial fue:

La lanzadera volante : fue inventada por J.Kay en 1733 , al principio el hilo se enrollaba en

una lanzadera que los tejedores tenían que pasar con sumo esfuerzo entre los hilos de la

urdimbre con un mecanismo de cuerdas que el tejedor podía accionar con una sola mano, Kay

aumentó la eficacia del telar con la invención de la lanzadera volante, provista de cuatro

rodillos que se movía por medio de dos raquetas de madera y de un cordel que el tejedor

sostenía en su mano, esto posibilitó la fabricación de tejidos más anchos que antes en el

campo de acción del brazo humano. La lanzadera volante permitía que la labor de tejido, en la

que intervenían dos trabajadores, fuera realizada por un solo trabajador. John Kay se vio

obligado a exiliarse a Francia, porque los trabajadores de la industria textil británica querían

matarle.

Otras maquinas para el sector textil fueron:

Spinning jenny: En 1764 James Hargreaves inventó la máquina de hilar llamada Spinning

Jenny, esta máquina permitía montar hasta 80 hilos y podía ponerla en marcha una sola

persona.Era una máquina con ocho carretes en un extremo, girados por una rueda más

grande que en las máquinas normales.

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Mule jenny: La inventó Samuel Crompton en 1779, funcionaba con energia hidráulica, esta

maquina producia el hilo fuerte, pero delgado, que era conveniente para cualquier clase de

textil. Al principio, esto fue usado para hacer girar el algodón, pero más tarde se aplicó a otras

fibras.

el telar mecánico:Edmund Cartwright diseñó el primer telar mecánico en 1784,la

introducción de este telar mecánico fue rechazada por los que habían sido sustituidos en sus

puestos de trabajo,este telar funcionaba con vapor;En los años siguientes él y otros ingenieros

hicieron algunas mejoras y, a principios del siglo XIX, el telar mecánico se utilizaba

ampliamente.

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locomotora de vapor: Una locomotora de vapor es una locomotora impulsada por la acción

del vapor de agua.La primera locomotora de vapor fue construida por el británico Richard

Trevithick en 1803;el ingles George Stephenson fue uno de los percursores de las locomotoras

a vapor, el 25 de julio de 1814 Stephenson terminó la construcción de su primera locomotora;

Dicha locomotora conseguía arrastrar una carga de cuarenta toneladas a una velocidad de

seis kilómetros por hora.

Las fuentes donde he cogido toda la información son:

http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%A1quina_de_vapor

http://es.encarta.msn.com/encyclopedia_761554687/m%C3%A1quina_de_vapor.html

http://es.wikipedia.org/wiki/Lanzadera_volante

http://www.boulesis.com/boule/actualidad-de-la-lanzadera-volante/print/

http://es.wikipedia.org/wiki/Spinning_Jenny

http://translate.google.com/translate?hl=es&sl=en&u=http://www.spartacus.schoolnet.co.uk/

TEXjenny.htm&sa=X&oi=translate&resnum=2&ct=result&prev=/search%3Fq%3Dspinning

%2Bjenny%26hl%3Des

http://intercentres.cult.gva.es/cefire/46401840/diversificacio/anexo1.htm

http://huitral.tk.iespana.es/TELAR%20DEFINICION.htm

http://es.encarta.msn.com/encnet/refpages/RefArticle.aspx?refid=761569845

http://www.iea.gob.mx/efemerides/efemerides/biogra/lvapor.htm

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http://es.wikipedia.org/wiki/Locomotora_de_vapor

Carta de Boulton a James Watt, inventor de la máquina de vapor. 7 de febrero de 1769. “Dos son los motivos que me han impulsado a ofreceros mi apoyo; mi afecto hacia Usted

y el que tengo un  proyecto tan rentable y genial. He pensado que vuestra máquina, para producir del modo más ventajoso posible, requeriría dinero, una adecuada realización y una amplia publicidad, y que el mejor modo de que Vuestro invento sea tenido en la debida consideración y para que se le haga justicia, sería el de sustraer la parte ejecutiva del proyecto de las manos de esa multitud de ingenieros empíricos que, por ignorancia, falta de experiencia y de los necesarios incentivos, serían responsables de un trabajo malo y descuidado: y todos ellos son fallos que afectarían a la reputación del invento. Para obviarlo y obtener el máximo beneficio, mi idea es instalar una manufactura cerca de la mía, a orillas de nuestro canal, en donde podría poner todo lo necesario para la realización de las máquinas. Con esta fábrica podremos suministrar a todo el mundo máquinas de cualquier tamaño. Con estos medios y con Vuestra asistencia podremos contratar y enseñar a algún buen obrero (dándole instrumentos mucho mejores que los que cualquier otro, para producir una sola máquina, le entregaría) y podremos poner a punto Vuestro invento con un costo inferior  en un veinte por ciento a cualquier otro sistema y con una diferencia en cuanto a la precisión similar a la que existe entre el producto de un herrero y el de un constructor de instrumentos matemáticos. Y así las cosas, no tendría sentido producir sólo para tres condados sino que sería más conveniente producir para todo el mundo.”

Esta carta presenta las características principales de la Revolución industrial británica del siglo XVIII: un empresario capitalista propone al inventor de la máquina de vapor asociarse para instalar una fábrica y producir con los métodos más modernos. El mercado mundial es el objetivo a conquistar. Como idea secundaria se podría resaltar la búsqueda de una buena situación para la fábrica (acceso al mercado, infraestructuras, disponibilidad de mano de obra cualificada, etc…)