revista verbo y acción
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Número 12TRANSCRIPT
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Mirevistadigital.es y Democracia Nacional as como Lucio Peacoba en calidad de director de este medio, no se hacen responsables de las opiniones, contenidos e informaciones de los artculos que
cada redactor o colaborador publique, siendo cada uno de ellos responsables de sus diferentes publicaciones.
En nombre del equipo de VyA quiero agradecer a nuestros lectores la buena acogida de nuestro primer nmero, que nos anima an ms a seguir superndonos.
En este nmero contamos con nuevos colaboradores que engrosan un equipo humano comprometido y brillante. No puedo dejar de agradecer especialmente a la Asociacin Cultural Espaa en la Memoria su compromiso de enriquecer VyA con sus artculos de historia.
En fin, muchas novedades para este segundo nmero que espero que resulten intere-santes, pero sobre todo que inviten a pensar y a estar preparados para lo que est por venir, porque siendo realistas el rgimen actual se desmorona y sus principales institu-ciones se resquebrajan a marchas forzadas.
El prestigio de la Corona se encuentra bajo mnimos, la Carta Magna ha sido sobrepa-sada y amenaza ruina, los nacionalismos perifricos apuestan abiertamente por el secesionismo y el poder judicial perdi hace tiempo todo rastro de independencia carece de credibilidad.
La extrema izquierda campa a sus anchas a pie de calle, cometiendo ilegalidad tras ilegalidad, mientas es mimada desde los cargos pblicos de la izquierda y es presenta-da como vctima en los medios de comunicacin cuando la polica acta contra ellos intentando defender los restos de la legalidad.
Malos tiempos estos en que el pedir el cumplimiento de la ley convierte a cualquiera en un radical y la persecucin del delincuente se llama represin.
Los enemigos de Espaa acechan como lo haran los buitres que desde su atalaya ven-tean la muerte inminente de su prximo almuerzo. Y no hablo slo de los enemigos internos sino tambin de los enemigos externos: los tiburones financieros encuentran en Espaa una presa fcil con un gobierno dbil, unas instituciones decrpitas y una sociedad fragmentada. Ya slo falta que nuestro enemigo del sur piense que es el momento de arrancarnos un pedazo de territorio cual hiena ante un animal herido. Tiempo al tiempo.
Solo una reaccin de los espaoles puede salvarnos, quiz sea mucho esperar de un pueblo que se ha empeado en suicidarse, un pueblo que eleccin tras eleccin ha decidido respaldar a los partidos que lo estn destruyendo. Y a esto lo llaman voto til... til para quin ,se pregunta uno al ver el resultado?
El tiempo se termina y ya nadie se re de nosotros, como hacan antao, cuando hablbamos de la desintegracin de Espaa. Han entendido, esperemos que no dema-siado tarde, que tenamos razn.
Como empec diciendo, hay que estar preparados para lo que pueda venir. El sistema se resquebraja y en medio de la cada a la que asistimos slo una cosa parece cierta, la Espaa de las ltimas dcadas no se parecer en casi nada a lo que est por venir: ser una nacin regenerada ms fuerte, ms cohesionada o no ser nada y desaparecer definitivamente para convertirse en un mero apunte en los libros de Historia. La accin o la inaccin de los que aun nos consideramos espaoles decidirn el resultado.
Lucio Peacoba Director de VyA
DIRECTOR: LUCIO PEACOBA
SUBDIRECTOR: ANTONIO DE LA PEA
REDACTORES:
LUCIO PEACOBA MAX ROMANO
ANTONIO GARCA PEDRO CHAPARRO
VICENTE ESTARELLES ANTONIO DE LA PEA
COLABORACIONES:
UNTERSS LENI
MANUEL CANDUELA JUAN PABLO VITALI
FOTOGRAFA & DIBUJOS:
FUENTES DIVERSAS
MAQUETACIN:
ANTONIO DE LA PEA
EL EQUIPO
PUBLICACIN: 05-10-12 N PUBLICACION: 2 AO: 1 PGINAS: 38
PUBLICACIN
A FONDO
GOLPEA A UNO PARA CASTIGAR .... 5
IVA LA ESTAFA SILENCIOSA ............ 27
ACTUALIDAD
FALLECE SANTIAGO CARRILLO ....... 32
ECONOMA
ORGANIZANDO LA RESISTENCIA .... 13
LA LUCHA
EN LA HISTORIA
DON PELAYO ................................... 34
LA EXTRAA PRIMAVERA ARABE ... 9 LA DIADA ........................................ 17
PENSAMIENTO INCORRECTO
MS QUE PALABRAS
11-S LA MENTIRA DE LA DIADA ...... 23
EL TABLN...................................... 20
TABLN DEL LECTOR
DN RECLAMA TRABAJO DIGNO ...... 16
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GOLPEA A UNO PARA EDUCAR A CIEN LA OCUPACIN FEMINISTA DE LA JUSTICIA
Entre tantos payasos, cobardes, lame ovarios y gilipollas domesticados, merece nuestro mximo
respeto un hombre que ha elegido mantenerse de pie y no agachar la cabeza, pagando un alto
precio por su rectitud y atrayendo sobre s el odio de la jaura.
uiz algunos lectores conozcan el caso del juez
Serrano, desde hace tiempo en el punto de mira
de la lobby feminista por sus crticas a las leyes
de gnero, es decir contra el varn, implantadas en
Espaa. Especficamente en referencia a los perversos
efectos de la injusta Ley de Violencia de Gnero, este juez
ha denunciado el condicionamiento de la justicia por la
lobby feminista, que ha llevado a una prctica judicial
ideolgica, sectaria y antimasculina por principio.
En una palabra, la lobby le tena muchas ganas a este
magistrado por atreverse a intentar impartir justicia de
manera correcta e imparcial, en vez de hacerlo
sistemticamente en contra del varn.
Y al final naturalmente han conseguido encontrar el
pretexto para quitarle de en medio, con una acusacin de
prevaricacin. El motivo? haber extendido en una
situacin puntual el rgimen de visitas de un nio con su
padre -un da y medio- para que el hijo pudiera asistir a
una cofrada. Por este motivo se solicit su inhabilitacin
como juez.
El lector decidir si esta es una falta que justifique
inhabilitar a un juez y truncar su carrera, aun suponiendo
que no obrase correctamente. Evidentemente se trata de
un pretexto para quitarle de en medio y la verdadera razn
es otra, inconfesable, la que he apuntado antes.
El mismo hecho de que un pretexto tan risible haya dado
pie a solicitar un castigo tan grave indica claramente cun
profunda es la degradacin de la justicia. En un pas donde
toda clase de gentuza goza de la mayor indulgencia, puede
parecer curioso este rigor, pero al contrario es totalmente
lgico. En toda tirana que se precie los criminales polticos
son tratados mucho ms severamente que los criminales
comunes, y hoy en da es un crimen ideolgico oponerse a
la ideologa de gnero y al feminismo, como ha hecho el
juez Serrano.
Q
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El magistrado ya recibi en su da advertencias por su
actitud, comportamientos que revelan la arrogancia y
prepotencia de quienes ya ni se preocupan por esconder
que, para ellas, la Justicia es un coto privado que van a
defender con uas y dientes. Ahora se han salido con la
suya y han conseguido truncar la carrera de este juez:
absuelto por dos tribunales en sucesivos grados de
apelacin, finalmente el Tribunal Supremo le ha
condenado a diez aos de inhabilitacin, lo cual supone en
la prctica su expulsin de la carrera judicial.
Aunque lo han golpeado duramente, no han conseguido
doblegar a este hombre recto e ntegro ni su voluntad de
justicia. Ahora pasar a ejercer la abogaca. Sus amargas
palabras, dignas, orgullosas, retratan la situacin actual de
la justicia en nuestro pas:
Prefiero ser un abogado libre a un juez esclavo del miedo
y la presin poltica.
El inters y motivo que realmente
subyace en este procedimiento, ante
su absurdo, incoherencia y
desproporcin, ha sido desde el
principio el de pretender expulsarme
de la carrera judicial por ser un juez
molesto al lobby de gnero.
"Ese lobby ya anunci que pediran al
Consejo mi expulsin de la carrera
judicial por mi parcialidad en el
ejercicio profesional, y que estudiaran
si presentaban una denuncia por
prevaricacin".
El juez Serrano recurrir al Tribunal
Constitucional y al de Estrasburgo para
agotar todos los recursos posibles
contra este atropello, pero
seguramente es consciente de sus
escasas posibilidades pues la secta
feminista est anidada en todas partes,
impone su ley a cualquier nivel.
Para saber qu se puede esperar del
TC baste recordar que en su momento
no consider inconstitucional esa
aberracin que es la Ley de Violencia
de Gnero, especficamente diseada
para castigar al varn. Por otro lado, la
justicia de Estrasburgo es dudoso que
sirva para algo, pues todas las instituciones europeas estn
infectadas y dominadas por la correccin poltica, y la
correccin poltica tiene en su ADN entre muchas otras
inmundicias- el odio al varn y a la masculinidad. De todos
modos deseamos la mejor fortuna al juez Serrano en sus
recursos.
Este es el legado en nuestro pas del miserable perodo de
Zapatero, el enemigo del varn que ha llevado la dictadura
feminista en Espaa a niveles de fanatismo inconcebibles.
Golpea a uno para educar a cien. La antigua mxima de
Confucio recuperada y siniestramente pervertida por los
comunistas chinos, adoptada por las Brigadas Rojas en
Italia, que disparaban a las piernas de periodistas y
personajes pblicos que deban ser educados, o los
mataban para educar a los dems. Los mtodos en la
Espaa de hoy son diferentes, menos sangrientos, pero la
lgica y la mentalidad que hay detrs son las mismas.
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En el caso del juez Serrano la leccin impartida por las
educadoras es sencilla y elemental, para que todos la
entiendan: no se admiten crticas a los abusos de la secta, a
cualquiera que se atreva a levantar la cabeza se la cortan.
Entre tantos payasos, cobardes, lame ovarios y gilipollas
domesticados, merece nuestro mximo respeto un hombre
que ha elegido mantenerse de pie y no agachar la cabeza,
pagando un alto precio por su rectitud y atrayendo sobre s
el odio de la jaura.
Las implicaciones de este episodio son claras, la
advertencia para los dems magistrados inequvoca. Los
jueces se pueden dar por educados. Para no ser expulsado,
para tener una vida tranquila y no ver arruinada la propia
carrera, no hay que ponerse en contra de las feministas.
Si se permiten ya esta arrogancia tan abierta, debemos
llegar a la conclusin de que la ocupacin de la
magistratura est ya en un punto muy avanzado. Que cada
vez ms los magistrados a quienes se permitir impartir
justicia en nuestro pas y los que llegado el caso nos
juzgarn, estarn a favor de la ideologa feminista o si no,
estarn condenados a ser esclavos del miedo y la presin
poltica.
En otras palabras, o impartirn (in)justicia antimasculina
por conviccin o lo harn por miedo y presiones polticas.
El resultado al final es el mismo. No es un futuro que nos
amenaza sino un presente que ya est aqu.
Max Romano Septiembre 2012
DE PIE SOBRE LAS RUINAS
Cuando toda esta miseria se termine Nosotros estaremos aqu De pie Sobre las ruinas. Cuando no haya sol Y llueva polvo Y llueva sangre Nosotros estaremos aqu De pie sobre las ruinas. Cuando los rboles No reconozcan a su sombra Ni los hombres recuerden a sus dioses, Nosotros estaremos aqu De pie sobre las ruinas. Cuando sean tan negras las banderas Que se vuelvan Una sola cosa con la noche Nosotros, como sombras furtivas del pasado Estaremos de pie sobre las ruinas. Cuando los muertos hablen nuevamente Con smbolos y voces de victoria Nosotros los estaremos esperando Atentos y de pie sobre las ruinas. Cuando los dioses nos devuelvan A cada camarada perseguido Nosotros como carne de su carne En un espritu comn All estaremos De pie sobre las ruinas. Cuando los mejores vuelvan Con su cara de luz Sobre caballos de fuego Nosotros estaremos esperando Justo en el centro de este laberinto Donde el corazn secreto de los tiempos Nos sostiene de pie, siempre de pie Sobre las ltimas ruinas De la vieja Europa combatiente.
Juan Pablo Vitali
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LA EXTRAA PRIMAVERA RABE Una vez ms asistimos a un cctel sorprendente: Estados Unidos, adalid mundial de Israel, se-
cundado por sus perritos falderos de la OTAN, est de nuevo a punto de culminar el derroca-
miento de un gobierno que no le era hostil, y lo har aliado con Al Qaeda.
a muerte de Chris Stevens, embajador de los Esta-
dos Unidos en Bengasi, ha conmocionado a la opi-
nin pblica occidental que empieza a asumir que
tras la primavera rabe ha llegado el otoo rabe, preludio
de un fro invierno que helar la sangre de los ms despre-
venidos.
Pobres ciudadanos occidentales, condenados a no enten-
der nada a causa de la premeditada ausencia de informa-
cin veraz, o de lo que es peor, de las toneladas de infor-
macin intoxicada vertida por sus medios de comunica-
cin. No entienden qu ocurre y es comprensible que as
sea. Se preguntan Por qu? Por qu despus de la pri-
mavera rabe y la tan celebrada cada de los tiranos de
Oriente Medio, los rabes se encuentren inmersos en un
acelerado proceso de islamizacin, con fuertes dosis de
odio a Occidente y a Israel?
Y no lo entienden porque las revueltas que los medios bau-
tizaron con el romntico nombre de primavera rabe se
nos vendieron como protagonizadas por jvenes coordina-
dos a travs de las redes sociales, deseosos de un proceso
democrtico y de una modernizacin de sus pases. Cada
nueva cada era celebrada en nuestros telediarios como
una conquista de la libertad; sus luchadores eran hroes y
all donde fue necesario se les prest tanto apoyo como
pudieran necesitar.
Occidente no ha intentado siquiera guardar la apariencia
de neutralidad, se amenazaba con juzgar a los ya derroca-
dos lderes, se impusieron sanciones internacionales, se
enviaron asesores, dinero y armas. Y cuando todo esto no
fue suficiente se intervino militarmente, como en el caso
libio.
Ahora descubrimos que Tnez, el que fuera el pas ms
occidentalizado del mundo islmico, est gobernado por
un partido islamista y los salafistas se han hecho los due-
os de la calle ante la pasividad de la polica. Han atacado
hoteles donde se serva alcohol, han asaltado eventos cul-
turales que consideraban contrarios al Islam y han llegado
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a asesinar en un campus universita-
rio a un joven por pasear de la mano
con su novia.
Descubrimos que Egipto, el eterno
mediador en la zona, el ms fiable
de los aliados que Occidente tena
en el mundo rabe, ese Egipto que
durante dcadas presumi de un
gobierno laico y de su modelo de
convivencia entre la mayora islmi-
ca y las minoras como los cristianos
coptos, se ha trasformado tras la
primavera rabe y est gobernado
por los hermanos musulmanes; las
hordas islamistas extienden el terror
entre la minora cristiana a la vez
que prometen mano dura para con
los turistas y destruyen mercados de
libros. Al Khafagy, director de las
Juventudes de Justicia y Libertad en
Giza declaraba recientemente: Los
indecentes trajes de bao y la mez-
cla de sexos en la playa son cosas
que van en contra de nuestra tradi-
cin. No es slo una cuestin de
religin. Cuando voy a la playa, yo
no quiero ver la desnudez.
Ante estos cambios cmo no van a
preguntarse nuestros mal informa-
dos ciudadanos qu demonios ha
ocurrido? Sentados frente al televi-
sor ven atnitos las embajadas occi-
dentales sitiadas por enfurecidos
musulmanes y la muerte del emba-
jador de Estados Unidos en Libia...
No habamos derribado a los ma-
los? No habamos ayudado a los
defensores de la libertad? Y sobre
todo Pero no haban ganado la
guerra los nuestros? Por qu nos
agradecen as la ayuda prestada?
Los medios de comunicacin inten-
tan explicarnos la situacin diciendo,
bsicamente, que es una lstima que
la primavera rabe finalmente haya
sido rentabilizada por el islamismo
radical, pero que nosotros hicimos lo
que debamos hacer: apostar por los
luchadores de la libertad. La cues-
tin es que los apodados defensores
de la libertad por la prensa occiden-
tal nunca lo fueron y lo que es peor,
la prensa occidental lo saba y nos
minti desvergonzadamente.
Que los insurgentes eran unos radi-
cales islmicos era, desde el primer
momento, algo tan evidente que
slo dos cosas pueden justificar ese
tono de preocupacin y asombro
con el que ahora se nos estn na-
rrando los acontecimientos: o bien
nuestros periodistas son unos abso-
lutos incompetentes, o bien son
unos manipuladores natos que si-
guieron al pie de la letra instruccio-
nes de no desvelar quin se encon-
traba detrs de la tan elogiada pri-
mavera rabe hasta que ya fuera
inevitable la victoria de los insurgen-
tes gracias, por supuesto, al apoyo
militar econmico y logstico de las
potencias occidentales.
Poco parece haber importado a
quienes nos vendan las bondades
de la primavera rabe que los lderes
del Islam ms radical apoyaran des-
de el principio dichas revueltas, co-
mo el nmero dos de Al Qaeda, Ay-
man Al Zawahiri, que llam abierta-
mente a los musulmanes a levantar-
se contra Gadafi, o que el influyente
clrigo musulmn Yusuf al-
Qaradawi, lder de los Hermanos
Musulmanes de Egipto, emitiera
J. Christopher Stevens
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desde la cadena Al Jazeera una fatua
por la que cualquier soldado libio
pudiera disparar y matar al acosado
lder Muamar Gadafi. Tampoco pa-
reci importar a los medios de co-
municacin la emisin de un vdeo
en el que el libio Abu Yahya al Libi,
un importante lder de Al Qaeda,
instaba a sus compatriotas a conti-
nuar e intensificar la lucha contra
Gadafi... No, ni estas ni otras muchas
noticias similares han importado,
haba que presentar a los rebeldes
como luchadores por la libertad y
punto.
Tampoco importaba la presencia de
miembros de Al Qaeda dirigiendo las
unidades militares rebeldes, como
Abdelhakim Belhadj, a quien las
autoridades rebeldes han confiado
el mando militar de la capital del
pas. Belhadj es el antiguo emir del
Grupo Islmico Libio de Lucha (LIFG,
por sus siglas en ingls), incluido en
la lista de organizaciones terroristas
tras los atentados del 11-S en Nueva
York. O Abu Laith al-Libi, responsa-
ble de campos de entrenamiento de
terroristas y enlace entre Al Qaeda y
el movimiento talibn, segn el dia-
rio Asharq Alawsat. O Abdelkarim al-
Hasadi y Abu Sufian bin Qumu, ex
prisioneros de Guantnamo y ac-
tualmente importantes comandan-
tes de los sublevados.
No, nada de esto importaba, para
nuestras televisiones eran luchado-
res por la libertad y ahora claro,
despus de tal campaa de intoxica-
cin informativa, la poblacin no
entiende los asaltos a embajadas.
Ya ni las mentes ms cndidas pue-
den creer que hemos asistido a una
serie de revueltas espontneas pro-
movidas por jvenes con aspiracio-
nes. Lo cierto, y fcilmente consta-
table, es que hemos estado ayudan-
do al islamismo ms radical a derro-
car, uno tras otro, a gobiernos laicos
y prooccidentales; o al menos si no
prooccidentales como el caso de
Libia, s aliados frente al fundamen-
talismo islmico, algo que, todo sea
dicho, seguimos haciendo con Siria:
de la misma forma en que se denun-
ci que miembros de Al Qaeda esta-
ban peleando en Libia contra las
tropas de Gadafi, hoy se est denun-
ciando que son las milicias de Al
Qaeda las que estn peleando en
Siria.
De hecho el actual lder de Al Qaeda,
Aymn al Zawahir, ha pedido a los
musulmanes del mundo rabe que
apoyen a los rebeldes que buscan
deponer al presidente sirio Bashar Al
Assad. En su comunicado pidi a los
musulmanes en Irak, Jordania, Lba-
no y Turqua que se unan al levan-
tamiento en contra del "pernicioso,
canceroso rgimen" de Assad. El
vdeo de ocho minutos fue publica-
do en pginas extremistas de Inter-
net.
Bashar Al Assad
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Cmo han reaccionado los Estados
Unidos ante este apoyo explcito y
manifiesto de Al Qaeda a los insur-
gentes en Siria? Pues de la misma
forma en que lo hicieron en el caso
libio. La secretaria de Estado, Hillary
Clinton, ha prometido hacer llegar
ms ayuda a la oposicin en Siria y
coordinar con Turqua medidas con-
cretas, incluidos aspectos de espio-
naje y militares, mientras que Barack
Obama ha firmado una orden que
autoriza operaciones encubiertas de
la CIA y otras agencias para apoyar a
los rebeldes sirios en su lucha por
acabar con el rgimen de Bachar al
Asad, segn han revelado la CNN y la
agencia Reuters.
Una vez ms asistimos a un cctel
sorprendente: Estados Unidos, ada-
lid mundial de Israel, secundado por
sus perritos falderos de la OTAN,
est de nuevo a punto de culminar
el derrocamiento de un gobierno
que no le era hostil, y lo har aliado
con Al Qaeda. Al menos en esta oca-
sin no tendremos que asistir, al
espectculo bochornoso de ver a
nuestro ejrcito del brazo de las
fuerzas qatares, un pas con un
rgimen pseudo medieval en el que
aun sobrevive alguna forma se es-
clavitud, como sucedi con Libia,
involucrndonos en una guerra en
defensa de "la libertad y la demo-
cracia" que segn nos decan se
encontraban encarnadas en los ex-
tremistas islmicos que formaban el
grueso de los rebeldes libios.
La pregunta del milln sin duda es
Por qu? Por qu Estados Unidos
ha empleado tanto tiempo, esfuerzo
y dinero en derrocar los regmenes
que no eran un peligro para Occi-
dente? Y lo que es ms sorprenden-
te Por qu lo ha hecho a sabiendas
de que ayudaba a islamistas radica-
les, enemigos acrrimos de Occiden-
te y de Israel, a hacerse con el nuevo
gobierno?
Un general sirio encargado de las
operaciones en el oeste de Alepo ha
dicho a la agencia de noticias AFP
que los europeos muestran una
ceguera con el apoyo a los rebel-
des contra el rgimen del presidente
Bashar al-Assad. Expres con incre-
dulidad No entienden que somos
la ltima presa que est frenando el
flujo de islamistas hacia Europa?
Qu ceguera! remach.
Cualquiera dira que lejos de estabi-
lizar la zona, lo que Estados Unidos
est haciendo es crear la tormenta
perfecta. Quiz en el invierno rabe
que se avecina a alguien le interese
una nueva guerra rabe-israel a
gran escala Tiene otro sentido todo
cuanto est ocurriendo?
En la poltica, nada sucede por ac-
cidente. Si sucede, usted puede
apostar que as se plane.
Franklin Delano Roosevelt
Lucio Peacoba Septiembre 2012
Familia Al Assad en los 70
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ORGANIZANDO LA RESISTENCA Tiempos difciles nos ha tocado vivir, pero no por ello menos apasionantes. Los nacio-
nalistas Espaoles, bajo el movimiento poltico Democracia Nacional, continan orga-
nizando la resistencia con la intencin de crear una lite revolucionaria capaz de tomar
en muy poco tiempo las riendas de la situacin.
n verano movidito dejamos atrs, los Draghi
y las Merkel, los Monti y las Lagarde han sido y
siguen siendo los protagonistas del aniquila-
miento total del ltimo resquicio de soberana econmica
que tena la nacin Espaola antes de estar orientada a la
intervencin monetaria. La quiebra econmica de Espaa
es inminente y durante este pasado verano 2012 los me-
dios de comunicacin no han cesado de transmitir en sus
informativos la gran mentira de lo terrible y excesivo del
gasto econmico que todos los Espaoles hemos venido
haciendo durante los aos de bonanza econmica.
Las noticias de alerta financiera han inundado ms que
nunca los noticiarios, en un verano en el que mientras
quemaban a la poblacin con sus grandes mentiras sobre
economa, tambin lo hacan nuestros bosques, en nume-
rossimos incendios forestales, bajo la pasividad de unas
autoridades execrables, demostrando as que el pueblo
Espaol est direccionado a la catstrofe natural, moral,
econmica y social por culpa de una casta al servicio del
poder que, lejos de hacer poltica, tan slo quiere vivir de
ella.
Tiempos difciles nos ha tocado vivir, pero no por ello
menos apasionantes. Los nacionalistas Espaoles, bajo el
movimiento poltico Democracia Nacional, continan
organizando la resistencia con la intencin de crear una
lite revolucionaria capaz de tomar en muy poco tiempo
las riendas de la situacin.
Uno de los principales objetivos del movimiento poltico
Democracia Nacional es buscar la frmula adecuada que
conjugue el verbo y la accin para resistir los envites que
el sistema y sus cmplices lanzan a la poblacin occiden-
tal.
Es por ello que cada ao Democracia Nacional realiza, en
torno al periodo estival, reuniones de los mximos diri-
gentes del partido, adems de ciclos de conferencias para
U
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sus militantes, con el fin de mejorar
la disciplina de la organizacin y su
formacin poltica e intelectual.
Este evento que se lleva realizando
durante diecisiete aos son las co-
nocidas UNIVERSIDADES DE VERA-
NO.
Todos los aos, congregados en
algn punto estratgico de la geo-
grafa nacional, Democracia Nacional
organiza la resistencia y hace balan-
ce de toda la problemtica que ge-
nera en Espaa y el resto de Europa
este nuevo proceso al que nos so-
meten y que se denomina globaliza-
cin.
En esta ocasin la XVII edicin de la
Universidad de Verano se realiz
entre las jornadas del 16 al 18 de
septiembre en la ciudad de Barcelo-
na, bajo el ttulo: La unidad nacio-
nal y el nacionalismo la nica salida
a la crisis.
Para esta ocasin, y como nos tiene
acostumbrados los cursos de verano
de DN, las conferencias que tuvieron
lugar durante la jornada del Sbado
18 fueron de un carcter extensa-
mente formativo, cubriendo los
principales pilares que el neolibera-
lismo y el marxismo cultural estn
rompiendo con una celeridad pre-
ocupante, la economa social, la
unidad nacional y los principios cris-
tianos y tradicionales.
La universidad de verano cont con
unos oradores de excepcin, Rober-
to Fiore, Lucio Peacoba y Manuel
Canduela.
Roberto Fiore, secretario nacional
del movimiento nacionalista italiano
FORZA NUOVA, fue el encargado de
abrir el ciclo de conferencias de la
universidad, realizando una brillante
conferencia cargada de proyeccin
ideolgica ante las decenas de mili-
tantes, dirigentes y simpatizantes
que abarrotaban el saln de actos.
En su alocucin Fiore transmiti la
importancia de responder firme-
mente a la concepcin internaciona-
lista, liberal y marxista que los ene-
migos de Occidente han creado de
nuestra madre Europa, por ello los
patriotas Europeos debemos lanzar
con fuerza la nica concepcin que
existe de nuestra madre patria, la
concepcin nacional europea, social
y cristiana.
Durante la conferencia Roberto
explic asuntos muy interesantes
referentes a la enorme crisis finan-
ciera que han creado las lites in-
ternacionales y las cuales estn
atacando parte de Europa, espe-
cialmente los denominados PIGS
por los financieros internacionales
(Portugal, Italian, Greek, Spain, PIGS
= CERDOS).
Roberto explic el fuerte crecimien-
to que los movimientos nacionalis-
tas estn obteniendo en numerosos
pases de Europa. As como nume-
rosas acciones que su movimiento
est llevando a cabo en toda la bota
italiana.
Tras la brillante intervencin de Ro-
berto fue Lucio Peacoba, responsa-
ble de formacin de Democracia
Nacional y codirector de la revista
VyA, quien comenz su conferencia
bajo el ttulo La Guerra Ideolgica,
explicando la situacin poltica en la
que vivimos inmersos, e identifican-
do la actual lnea de frente ideolgi-
co, situada entre aquellos que de-
fienden Occidente y las naciones
que lo componen y aquellos que
desean su destruccin.
En su intervencin Lucio hizo una
gran disertacin sobre cmo entre
los neoliberales y los socialdemcra-
tas ya no existe ningn tipo de dife-
rencia ideolgica, ni diferentes vi-
siones de interpretar el mundo. Sin
lugar a duda Lucio volvi a demos-
trar en esta conferencia el potencial
ideolgico que s tienen los Dem-
cratas Nacionales y el frente comn
que junto a nuestros amigos nacio-
nalistas Europeos se est llevando a
cabo.
Quien puso el toque final a esta
magnfica jornada de idealismo y
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formacin fue Manuel Canduela,
Presidente de Democracia Nacional.
El lder nacionalista Espaol, en una
intensa intervencin, explic lo que
se nos viene encima a los Espaoles
de no reaccionar ante el chantaje de
los polticos; Canduela hizo referen-
cia a la ltima manifestacin de los
separatistas que se dieron cita en
Barcelona pidiendo la destruccin de
Espaa el pasado once de septiem-
bre en la Ciudad Condal y de cmo
los medios de comunicacin trans-
mitieron este triste acontecimiento
con total normalidad como si se
tratase de una cabalgata de Disney
Manuel denunci claramente al
gobierno del partido popular por no
tomar medidas para defender Espa-
a de los enemigos externos e inter-
nos de la nacin, dejando claro que
no lo hace porque es un gobierno
traidor y anti-Espaol.
Por ltimo, Manuel cerr la jornada
animando a los asistentes a respon-
der al gobierno y sus cmplices se-
paratistas en el prximo da de Es-
paa, el doce de Octubre en Mont-
juic, Barcelona, en el mitin que se
lleva celebrando estos ltimos vein-
ticinco aos el Da de la Hispanidad.
En un momento en el que Espaa
est herida de muerte y necesita
ms que nunca de sus hijos para que
la sanen y la defiendan, se encuen-
tra un nutrido grupo de idealistas
guiando el despertar del pueblo
Espaol.
Se llama Democracia Nacional.
Para terminar nos quedamos con
una frase en clave de ancdota que
Roberto Fiore cit al trmino de su
intervencin.
Espaa es as, siempre despierta
dos das ms tarde, pero cuando lo
hace, son dolores para todos
Pedro Chaparro Septiembre 2012
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DN RECLAMA TRABAJO DIGNO
PARA TODOS LOS ESPAOLES
l pasado da 29 un nutrido grupo de militantes y
simpatizantes de Democracia Nacional recorri las
calles de Valladolid reclamando la prioridad nacio-
nal. Algo tan elemental que, en un pas que no haya perdi-
do el norte, no debera hacer falta pedirlo. Pero en Espaa
s, y con los efectos de la crisis, cada da ms.
Una madre que no est desnaturalizada alimentar prime-
ro a sus hijos, y luego, si puede, a los de los dems. Slo
una mala madre dejar que sus hijos pasen hambre para
alimentar a los de otros. Y as es como se est comportan-
do Espaa con muchos de nuestros compatriotas, como
una mala madre que les niega el pan y la sal para drsela
a los hijos de otras tierras que, en muchos casos, incluso
entraron ilegalmente.
Es razonable que en un pas con ms de cinco millones
de parados se consienta que existan algunas grandes em-
presas con ms de un 80% de mano de obra inmigrante?
Es razonable que se nieguen ayudas escolares y de todo
tipo a familias espaolas necesitadas mientras que dichas
ayudas son concedidas a ciudadanos extranjeros?
Creemos que no, y nuestros militantes salieron a la calle
para gritarlo.
As mismo, durante la marcha, se hizo sentir el desacuer-
do de nuestra militancia con la poltica que el actual go-
bierno mantiene con respecto a la banca. El nico negocio
del mundo cuyos beneficios son privados y se los reparten
sus dueos, pero que cuando tienen prdidas, stas son
sufragadas por todos.
Quin no deseara tener un negocio as!
Son muchos los frentes en los que hay que luchar en la
Espaa actual. Y Democracia Nacional ha demostrado,
una vez ms, que est dispuesta a dar la batalla en todos
ellos.
E
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9
Muerto Franco, los herederos del Rgimen bailaron al son de los traidores y los cantos de sirena
de los polticos europeos. El Rey debi de dar un golpe de timn, s, el Rey, que jur Los Princi-
pios del Movimiento Nacional y sobre el que descansaban entonces las ltimas decisiones en tan
pesados menesteres.
untas reflexiones sobre tantos y tantos te-
mas que me preocupan tengo pendientes de
trasladar al papel! Cuntos pensamientos
que bullen en mi cabeza se quedan en el tintero por falta
de tiempo para transcribirlos! Cuntas ideas dejo or slo
en mis discursos y charlas y se pierden sin remedio!
Eso se va a acabar, desde ahora voy a utilizar esta seccin
que me ceden desde la direccin de VERBO y ACCION
para que conozcis mi humilde opinin sobre esos asuntos
que me preocupan, y creo que tambin preocupan a los
buenos ciudadanos de este pas, antes llamado ESPAA, y
que por tan obvia a veces para mi razn, dejo de expresar
en negro sobre blanco; problemas en general, problemas
masivos, problemas e inquietudes al cabo de la calle, pro-
blemas al fin y al cabo que creo que mis compatriotas su-
fren como yo, en silencio y que a travs de estas lneas
quiero tener la valenta de reflejar, sobre todo, para que el
lector que se identifique con lo escrito, reconozca su opi-
nin en la ma y se d cuenta que no est solo en el proce-
loso ocano de la duday de la lucha
Se acab Este es mi primer artculo y no ser el nico en
estas pginas.
En esta ocasin os voy a hablar sobre la DIADA de CATA-
LUNYA, ese nefasto acto que se celebr el pasado once de
septiembre y cuya masiva asistencia los polticos catala-
nes catalanistas no cejan de blandir contra el dbil gobier-
no de la Nacin para con ello, exultantes, proclamar que el
Pueblo Cataln est con ellos y que, mal que les pese a los
partidos centraloides, Catalunya ha sido y ser una Naci,
sin ms El nclito Artur Mas estuvo con ellos en espritu
y dej bien claro que, desde las instituciones oficiales cata-
lanas (y oficiosas, Bara incluido club de mis amores-) se
apoya con firmeza el acto popular puesto que, segn
ellos mismos, dicho clamor refleja la inquietud de los cata-
lanes hacia este proyecto de nueva nacin dentro de Eu-
ropa que debe comenzar con la independencia fiscal tan-
tas veces demandada a los (des)gobiernos de Madrid,
C
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18
puesto que sta independencia fiscal
no es sino el primer paso para con-
seguir las estructuras nacionales que
Catalunya necesita para instaurarse
como naci. Usan la ambigedad
del s pero no para hacer creer a
los dbiles de espritu que esta fisca-
lidad a la catalana no es ms que el
dinero cataln se queda en Catalu-
a. Pero no es as, y as se le escapa
a algn figurn de la poltica el argu-
mento contrario a poco que le pre-
gunte un periodista catalanistaEl
dinero cataln para Cataluay lo
dicen como si nada.
El problema cataln, y el vasco, y el
gallego nacen juntitos de la mano,
en parto triple malparido de la ne-
fasta Constitucin que nos dimos
los espaoles all por los SETENTA y
que se estudia en Derecho y en las
oposiciones a funcionario como el
que debe leerse La Regenta para
elaborar un comentario de texto
sin reflexin.
Maldita Constitucin est que desde
el da en que se aprob NO hace a
TODOS LOS ESPAOLES iguales ante
la Ley, pues da dos vas (dos art-
culos distintos, no recuerdo de me-
moria cuales algn ciento treinta
y algo?) para que las autonomas
histricas y las provincias y regio-
nes que no lo son adquieran su
carta estatutaria de modo distinto.
Qu triste! Una constitucin que
nos damos como primera papilla
democrtica y que comete tan craso
error! Y de aquellos polvos vienen
estos lodos Como si un seor de
Guadalajara, castellano viejo l, fue-
ra un mindundi, un cualquiera, com-
parado con un hidalgo vizcano, o un
cataln de pura cepa. Como si un
valenciano o un extremeo, muy
seores ellos, no fueran ms que los
limpiabotas del noble galego que
tuvo antao todo un reino! Y qu
fueron sino Castilla, o Valencia, sino
Reynos de las Espaas? Pues tal
fue la ceguera de aquellos polticos
transicioncitas que consideraron
como moderados a los naciona-
lismos vasco, cataln y gallego y les
dieron carta de recomendacin les
dieron ttulo nobiliario ante el resto
de la Espaa que quedaba, as, como
un sin papeles cualquiera, compues-
ta y SIN DEMOCRACIA
Y SE LLAMAN PADRES DE LA PA-
TRIA!... semejantes traidores, con el
Rey por padrino, aquellos que per-
petraron tal crimen contra la Unidad
de la Nacin.
Traidores a la Patria y vendidos al
Poder. Algunos analistas muy sesu-
dos ellos, dicen que poco se pudo
hacer, que haba que darle paso a las
inquietudes nacionalistas dentro de
la Constitucin para que se encauza-
sen por los caminos de la democra-
cia. Leche! Pero qu mal sali el
experimento! GRAPO, ETA, ERPGC,
TERRA LLIURE Qu pasa? Que
eran democrticos y no lo saba-
mos? Que mataban por la demo-
cracia? Seguro que CiU, PNV y
BNGA no han sacado ningn rdito
poltico en treinta aos de constitu-
cin de sus moderadas posturas
nacionalistas?
Siempre he criticado la falta de cin-
tura de S.M. El Rey en momentos
como aquellos de la transicin
hubiera sido tan fcil o no Pero
yo tena una idea ya, que como va-
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19
lencianista, anhelaba de un Borbn,
heredero de Felipe V, y era bien
sencilla.
Siempre me he preguntado por qu
el Rey no aprovech la circunstancia
de proclamar una Constitucin Es-
paola, tras la muerte del General
Franco, donde se empezase con
tabla rasa.
Muerto Franco, los herederos del
Rgimen bailaron al son de los trai-
dores y los cantos de sirena de los
polticos europeos. El Rey debi de
dar un golpe de timn, s, el Rey,
que jur Los Principios del Movi-
miento Nacional y sobre el que des-
cansaban entonces las ltimas deci-
siones en tan pesados menesteres.
SIEMPRE he pensado Qu hubiera
sido de ESPAA si el Rey, al acceder
al trono muerto el Caudillo, hubiese
derogado EL DECRETO DE NUEVA
PLANTA? Qu hubiera sido de los
nacionalismos histricos si S.M.,
de un plumazo, en las jornadas pre-
vias a las sesiones de las Cortes
Constituyentes, devuelve a los anti-
guos reinos, en fin, a TODA ESPAA,
aquellos fueros que derog su reta-
tarabuelo? Cmo se lo hubieran
tomado los nacionalismos histri-
cos que, de golpe, dejan de ser
nacionalismos e histricos? Tendr-
an hoy por hoy las competencias
concedidas que, desmembradoras,
nos hacen desiguales a los ciudada-
nos, y nos dan o quitan derechos
segn en qu lugar de Espaa resi-
damos?
No soy dado a la poltica ficcin ni a
imaginar como sera si, pero creo
que los hechos hablan por s mismos
y tambin creo firmemente que, de
haber sido como propongo, no habr-
a hoy sorbiendo la savia de Espaa
unos nacionalismos centrfugos que
viven de nuestra debilidad como
nacin y se reafirman en nuestra
estulticia.
En fin, poco podemos hacer ya, o
eso creemos los espaolitos de a
pie; o mucho, todo depende del
empeo que pongamos en ello. To-
do depende de quin DEJEMOS que
nos gobierne, cada cuatro aitos,
prometiendo cambiarlo todo, sin
cambiar nunca nada y as nos va,
como en el mito de la caverna, slo
que las sombras que vemos pasar
son lo poco que queda de la ESPAA
que tras nuestros usos polticos nos
viene quedando y as, engaados,
vivimos y pensamos como quieren
que vivamos y pensemos. VIVA LA
DEMOCRACIA! Y acabo como m
admirado Forges dicindolo todo
con una sola palabra, slo que sin su
arte: PAIS!
Vicente Estarelles
-
LA MARCA ESPAA
El otro da mientras me duchaba pens que...
... pocas cosas deberan provocar tanto rechazo a
un pueblo como que sus gobernantes? decidan
hacer de ellos una "marca".
En el colmo del delirio neoliberal la "Marca Espaa"
convierte a nuestro pas, a nuestra nacin, a nues-
tro pueblo entero en una especie de mercanca sus-
ceptible de qu... de ser vendida a precio de saldo
al mejor postor? Tan avanzado est el estado de
degeneracin, tan atrofiados los espaoles, que ni
siquiera intentan disimularlo?
No debe quedarnos duda de que tras esta repug-
nante charada se esconde lo de siempre: comisio-
nes millonarias, cargos de "responsabilidad" asig-
nados a dedo, promotores incompetentes y ejecu-
tores miserables que se venden por las eternas
treinta monedas de plata.
La "Marca Espaa" no es ms que otra abyecta idea
ms engendrada en los "think tanks", esos vertede-
ros morales financiados multimillonariamente des-
de donde se dirigen los proyectos de ingeniera so-
cial destinados a reventar Occidente.
A nuestros inmundos gobernantes hay que decirles
que su sagrado deber y obligacin es mejorar Espa-
a, y mejorar Espaa no se consigue con iniciativas
vacas de contenido, ni etiquetas, ni bonitos logos,
ni sonoros lemas, ni imbecilidades de "marcas".
Una Espaa mejor se consigue con trabajo, esfuerzo
y honradez, algo de lo que nuestra clase poltica ha
demostrado carecer.
Una marca identifica un producto comercial, e in-
cluso ese bar de carretera del farolillo rojo puede
ser una marca. Pero un pas, no, un pueblo, no.
Desde aqu os pido que cada vez que oigis hablar
de la "Marca Espaa" respondis al cretino de turno
que se meta la marca por la etiqueta y le digis alto
y claro que ESPAA Y LOS ESPAOLES NI SE COM-
PRAN NI SE VENDEN.
Leni
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11-S LA MENTIRA DE LA DIADA El gran embuste que los nacionalistas han construido alrededor del 11-S ha provocado que sean muchos los catalanes que no celebren el da de la Diada, ya que la participacin en dicha fiesta supone la perpetuacin de una mentira.
esde hace 32 aos, desde un 1980 que marc el principio de un independentismo exacerbado, cada 11 de septiembre se celebra la Diada de Catalua.
En esta fecha aquellos que desean la independencia de Catalua conmemoran la rendicin de Barcelona a las tro-pas borbnicas, dirigidas por el Duque de Berwick, durante la guerra de sucesin Espaola y que sucedi en 1714.
Fue sin embargo mucho antes, a finales del XIX, cuando esta fecha fue elegida por el nacionalismo alejndose to-talmente de la realidad histrica pasando a lo mstico y casi sin planterselo de la realidad a la ficcin.
Festividad llena de actos que ocultan su peculiar verdad hospedada en una mentira han hecho creer a las nuevas generaciones sus medias verdades nacionalistas celebradas ao tras ao. Una de esas medio verdades es la ofrenda floral a Rafael Casanova y Comes Conseller en Cap de la ciudad de Barcelona y mxima autoridad militar y poltica de Catalua durante el sitio borbnico de Barcelona. Pre-sentado como mrtir fallecido en la cada de Barcelona es algo ms que un hroe para las nuevas legiones de cacho-rrillos independentistas que creen a pies juntillas lo que sus amos les cuentan. Sin embargo nada ms alejado de la realidad, Rafael Casanova fue herido en la batalla final del 11 de septiembre de 1714 pero en ningn caso ni muri ni fue mrtir. Fue exonerado de sus cargos polticos y milita-res y volvi a ejercer la abogaca, su profesin, hasta poco antes de su muerte en 1743 en su domicilio de Sant Boi de Llobregat. Mantuvo el contacto con varios de los que hab-an sido dirigentes de la ciudad durante el sitio, as como con los exiliados en el imperio austraco, y se le atribuye la autora de un opsculo austracista publicado en 1736. Su figura se ha convertido en un icono del catalanismo, que le rinde tributo como a uno de sus grandes patriotas. Esta instrumentalizacin es duramente criticada por quienes lo consideran un mero austracista, partidarios del Archiduque Carlos de Austria como candidato a la Corona de Espaa en la Guerra de Sucesin Espaola. Esta manipulacin la histo-ria se ha prolongado hasta nuestros das convirtindose en una descarada mentira al servicio de los independentistas que la mantienen como una realidad para mantener sus pilares. La ciudad de Barcelona le dedic en 1863 una calle, y en 1888 erigi una estatua en su memoria. Convertido en
D
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referente catalanista, los homenajes en su honor fueron prohibidos du-rante las dictaduras del Miguel Pri-mo de Rivera y Francisco Franco, cuando la estatua fue asimismo reti-rada. Desde su restitucin en 1977, el monumento a Casanova es esce-nario de los homenajes florales de las principales instituciones y asocia-ciones catalanas durante la Diada de Catalua.
El simple hecho de la eleccin del 11 de septiembre como la fiesta na-cional de Catalua demuestra su guerra abierta contra el estado al escoger el da de una supuesta de-rrota de la Catalua independiente. Y estos barbaros no cesaran hasta
que esa imaginaria Catalua inde-pendiente resurja como el ave Fenix de sus cenizas.
Para los que apoyan el independen-tismo sus enemigos son los descen-dientes polticos de aquellos que un da de 1714 asediaron Barcelona, cuando en realidad fueron las auto-ridades catalanas las que traiciona-ron los pactos firmados con Felipe V para aliarse con Inglaterra llevando destruccin y guerra a Catalua, a su propia tierra.
Fue la clase poltica que veneran la que entro en guerra jugndoselo todo y sin un ejrcito, confiando en que sus aliados lo resolvieran todo.
Catalua fue arrasada por ejrcitos de media Europa durante diez aos mientras sus polticos se sentaban a esperar para poder recoger lo que sus aliados quisieran dejarles. Todo acabo un fatdico 11 de septiembre con una carnicera que cost la vida de 16000 personas entre ambos mandos.
Eso es lo que celebran los Catalanes cada 11 de septiembre la masacre de 16000 inocentes que su traicin provoco.
Curiosamente se al que hoy los separatistas van a poner flores cada 11 de septiembre como caudillo independentista contra Espaa, a las tres de la tarde de ese mismo da del ao 1714 y con la intencin de con-vocar a los barceloneses a defender las murallas de su ciudad por ltima vez escribi:
"Se hace tambin saber que siendo la esclavitud cierta y forzosa, en obligacin de sus empleos explican, declaran y protestan a los presen-tes, y dan testimonio a los venide-ros, de que han ejecutado las lti-mas exhortaciones y esfuerzos, pro-testando de los males, ruinas y de-solaciones que sobrevengan a nues-tra comn y afligida patria, y del exterminio de todos los honores y privilegios, quedando esclavos con los dems espaoles engaados, y todos en esclavitud del dominio francs; pero se confa, con todo, que como verdaderos hijos de la patria y amantes de la libertad acu-dirn todos a los lugares sealados a fin de derramar gloriosamente su sangre y vida por su rey, por su honor, por la patria y por la libertad de toda Espaa.
Este es el ese verdadero indepen-dentista al que hoy homenajean los catalanes que quieren ver rota Es-paa. Palabras similares a las que dejo para el recuerdo el comandan-te del ejrcito de Catalua Antonio de Villarroel y Pelez.
Estatua erigida en honor a Rafael Casanova en Barcelona (1888)
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Este es el groso de la historia pero he de hacer unas pequeas puntua-lizaciones que magnifican ms aun la mentira que se ha extendido por el tiempo.
En primer lugar dejar claro que no solo los barceloneses resistieron a las tropas borbnicas muchos caste-llanos tambin lo hicieron, incluyen-do Madrid. Importante recalcar esto por varios motivos pero el principal evitar la suspicacia de aquellos que en nombre de la independencia se empean en sacar punta a las ver-dades que les escuecen.
Los independentistas siempre han vendido la guerra como una guerra de secesin sin embargo la guerra no fue de secesin, sino de suce-sin. En dicha guerra dos preten-dientes se jugaban el acceso al trono de la Corona de Espaa tras la muer-te sin descendencia del Rey Carlos II: por un lado Felipe DAnjou, francs, y por otro el Archiduque Carlos de Habsburgo, austriaco, en lo que fue una autntica guerra eu-ropea.
No fue una guerra de secesin fue una guerra civil espaola entre
partidarios de dos pretendientes a suceder en la corona de Espaa a un rey muerto sin descendencia.
Felipe V rein sin oposicin interna entre 1700 y 1705. Tras ser corona-do, se desplaz a Barcelona donde residi 6 meses, jurando el 4 de oc-tubre de 1701 sus leyes y constitu-ciones, otorgando nuevos privilegios a las instituciones catalanas, los ms generosos en 100 aos. Pero los dirigentes catalanes parecan no estar conformes nunca con el poder que se les otorgaba. Antoni Peguera y Domnec Parera, en representa-cin de la Diputacin de Barcelona, fueron quienes rompieron los pactos institucionales unilateralmente pac-tando en secreto con Inglaterra de-clarando la guerra a Felipe DAnjou, dejando entrar tropas extranjeras. Fue en el pacto de Gnova, en el cual Catalua entraba en guerra junto a los aliados, indicando que el objetivo era que Carlos III de Austria se convierta en rey de TODOS los dominios que entonces conforma-ban Espaa.
Los seguidores de Carlos de Habs-burgo en Catalua defendan la uni-dad de Espaa. Trataban de imponer su candidato al conjunto de todo el pas recelosos de la influencia fran-cesa; lejos, pues, de cualquier aspi-racin secesionista o desmembrado-ra. Los soldados que fueron derrota-dos el 11 de septiembre de 1714 frente a las tropas de Felipe V esta-ban mandados por el general Anto-nio de Villarroel, que en su ltima arenga les record: estis luchando por nosotros y por toda la nacin espaola.
El final de la guerra supuso el final de tres siglos de decadencia de Cata-lua y el inicio de su resurgimiento econmico. El siglo XVIII, lejos de ser un periodo de declive en Catalua, result ser una etapa de particular esplendor y auge demogrfico, agr-cola, comercial e industrial, benefi-ciado por el proteccionismo de la Corona.
Constituciones catalanas juradas por Felipe V de Castilla en 1702
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El denominado decreto de Nueva Planta, llamada en realidad Cdula Real de Nueva Planta de la Real Au-diencia del Principado de Catalua, organizaba las instituciones judicia-les en Catalua, respetando las Constituciones y prcticas previas, estableciendo que los letrados fue-sen expertos en legislacin y lengua catalana. Fijaba el castellano mera-mente como lengua jurdica y elimi-naba los privilegios por nacimiento en un territorio determinado.
El da del asalto final de las tropas borbnicas, Casanova estaba dur-miendo y tras ser avisado se pre-sent en la muralla con el estandar-te de Santa Eulalia para dar nimos a los defensores. Herido de poca gra-vedad por una bala en el muslo. Ca-sanova fue trasladado al colegio de la Merced donde se le practic una primera cura. Tras caer la ciudad en manos de las fuerzas borbnicas, quem los archivos, se hizo pasar por muerto y deleg la rendicin en otro consejero. Huy de la ciudad disfrazado de fraile y se escondi en una finca de su hijo en Sant Boi de Llobregat. En 1719 fue amnistiado y volvi a ejercer como abogado hasta retirarse en 1737. Muri en Sant Boi de Llobregat en el ao 1743. Treinta y dos aos despus de la rendicin y de haber salido corriendo en vez de aguantar hasta las ltimas conse-cuencias. De nuevo un villano se convierte en un hroe cataln auspi-ciado en las mentiras.
La primera vez que en nombre de la unidad de Espaa se gano la partida al independentismo. Parece que los sectores independentistas fueron capaces de sacrificar, traicionar y vender su tierra y su gente por dine-ro y aun as hoy en da pretenden hacerse pasar ante aquellos que se dejan lavar el cerebro por mrtires y victimas cuando ellos fueron los que vendieron a su gente.
Antonio De La Pea Septiembre 2012
Antonio de Villarroel y Pelez
militar espaol al servicio de Feli-
pe V hasta 1710 durante la Gue-
rra de Sucesin Espaola. Tras la
cada en desgracia del duque de
Orleans, se pas a la causa aus-
tracista y se le mantuvo el grado
de teniente mariscal. En 1713 fue
nombrado general comandante
del Ejrcito de Catalua.
Era hijo de un militar acomoda-
do, procedente de la localidad
gallega de Vilanova dos Infantes
(actual provincia de Orense), y de
madre asturiana. Ingres joven
en el ejrcito, y en 1697 defendi
Barcelona contra los franceses. Al
comenzar la Guerra de Sucesin,
form parte del ejrcito de Felipe
V. Sin embargo, al caer en des-
gracia el duque de Orleans
march a Galicia, donde se ad-
hiri a los aliados antiborbnicos.
Fue nombrado teniente mariscal
por el archiduque Carlos.
Nombrado comandante supremo
de las fuerzas austracistas por los
Tres Comunes de Catalua, fue el
encargado de organizar la defen-
sa de Barcelona. Formalizado el
sitio de la ciudad por las tropas
del duque de Populi, que la bom-
barde para atemorizar a los
habitantes, Villarroel hizo replicar
con la artillera. Pero los ataques
borbnicos abrieron nuevas bre-
chas, lo que indujo a Villarroel a
convocar un consejo de guerra el
da 1 de septiembre, a espaldas
de los consejeros de la ciudad, en
el cual sugiri, en vista del estado
desesperado de las defensas, la
conveniencia de capitular y de
aceptar el ofrecimiento del duque
de Berwick.
Pero Casanova y el resto de los
consejeros se opusieron, y Villa-
rroel intent dimitir. Pero, ante el
asalto decisivo del 11 de septiem-
bre, prepar su columna y prosi-
gui la defensa de la ciudad. Fi-
nalmente, fue herido y qued
fuera de combate. Habiendo ca-
do herido tambin Rafael Casano-
va, el coronel Ferrer, apoderado
del lugarteniente de Mallorca, fue
a ver a Villarroel, quien expuso
que era de la opinin de capitular
antes de la noche, para ahorrar a
la ciudad los horrores del comba-
te. Entonces tom la decisin,
bajo su responsabilidad, de que
tocaran a capitulacin. Pese a las
seguridades dadas en esta, los
veinticinco lderes militares de la
defensa de Barcelona, entre los
que se encontraba el mismo Villa-
rroel, herido, fueron encarcela-
dos.
"Seores, hijos y hermanos: hoy
es el da en que se han de acor-
dar del valor y gloriosas acciones
que en todos tiempos ha ejecuta-
do nuestra nacin. No diga la
malicia o la envidia que no somos
dignos de ser catalanes e hijos
legtimos de nuestros mayores.
Por nosotros y por la nacin es-
paola peleamos. Hoy es el da
de morir o vencer. Y no ser la
primera vez que con gloria in-
mortal fuera poblada de nuevo
esta ciudad defendiendo su rey,
la fe de su religin y sus privile-
gios".
Antonio De Villaroel y Pelez
VILLAROEL Y EL EJERCITO DE CATALUA
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IVA Y SICAVS,
LA ESTAFA SILENCIOSA n las primeras horas de la maana del pasado
lunes, da 3 de septiembre, al igual que otros
muchos millones de espaoles, tuve la
oportunidad de comprobar por m mismo cmo el caf
(solo y con hielo como a m me gusta en cualquier poca
del ao), cuesta ahora un euro cuarenta en mi cafetera
habitual. Para los nostlgicos, doscientas treinta y tres de
las antiguas pesetas. Es decir, lo que hace menos de
quince aos hubiese sido aproximadamente el precio de
dos cafs y un paquete de chicles matadores del aliento.
La Nacin entera era consciente en su vuelta al trabajo
tras las vacaciones de que no haba tenido un mal sueo:
el Gobierno de Mariano Rajoy acababa de subir los tipos
reducido y general del Impuesto sobre el Valor Aadido.
Dos y tres puntos porcentuales, respectivamente.
En noviembre pasado, cuando los espaoles dieron su
confianza en las urnas a la derecha de saln, sta voceaba
a los cuatro vientos poseer el blsamo de Fierabrs que
habra de salvar la economa nacional en un breve plazo
de dos aos. Menos de diez meses despus ha
traicionado las reglas ms elementales de su ideologa
econmica subiendo los impuestos. Matizo: subiendo los
impuestos INDIRECTOS en el contexto de una economa
en RECESIN, lo cual ya son palabras mayores. Cierto es
se trata de una medida de urgencia contra el dficit
pblico. Pero no es menos cierto que la teora neoliberal
(en lo que posiblemente sea su nica aportacin til a
esta ciencia intil que es de por s la economa), defiende
que la relacin ingreso pblico - tipo impositivo no es una
funcin exponencial (a mayor tipo, mayor recaudacin),
sino una campana de Gauss con un punto ptimo en el
cual se da una recaudacin mxima. Si los tipos exceden
de ese determinado punto, el impacto en el ingreso de la
Hacienda Pblica pasar a ser negativo. Es lo que se
denomina el efecto Laffer, una modelizacin algebraica
de lo que en mi tierra se llama sentido comn. Su autor,
Arthur Laffer, no especific cul es ese punto exacto,
porque no existe un ptimo universal. Se supone que ste
variar dependiendo del pas, del contexto
macroeconmico y de una serie de factores ajenos al
modelo con escasa influencia relativa sobre aqul. Yo
personalmente no conozco cul es el tipo de IVA ptimo
para Espaa en este momento concreto de la Historia. Lo
que s s es que mi decisin como homo oeconomicus
que elige alternativas racionales fue, ante el aumento
de precio, sacar a partir de ahora el caf de la mquina
del trabajo, que me sale gratis (y hasta dispongo de hielo
dentro del congelador, con lo cual nada tengo que
perder). Est feo decirlo, pero mi renta mensual es ms
elevada que la de mis compatriotas en trminos medios,
y aun as he tomado esta resolucin sobre un producto
que consumo a diario. Ello me induce a pensar que
individuos con rentas ms bajas pronto tomarn
decisiones similares o incluso ms drsticas. Y, por
consiguiente, que los nuevos tipos de IVA exceden el
ptimo de Laffer, de modo que la medida del ejecutivo
rajoyista ha sido un error con potenciales consecuencias
desastrosas.
Pero esto no debera extraarnos en un pas en el que la
casta poltica se encuentra tan lejos de la realidad
cotidiana como es Espaa. Nuestros polticos creen que el
caf en la calle vale 80 cntimos (aproximadamente,
eso s, concedmosles un margen de error) Qu cabe
esperar de una Nacin en la que existe un palmario
divorcio entre la lite poltica y la sociedad civil cada da
ms acentuado? Si los polticos verdaderamente
representaran al pueblo, no nos mentiran diciendo que
no haba alternativa a subir el IVA. Las haba, y muchas
(empezando por una reestructuracin del Estado de las
Autonomas). Pero quiero centrarme en algo que a mi
modo de ver es un escndalo sin precedentes en la
historia de la fiscalidad espaola. Se trata de las
Sociedades de Inversin de Capital Variable, ms
conocidas como las Sicavs, o donde meten el dinero
los ricos. Esta figura, importada por Espaa a principios
de la dcada de 2000 procedente de otros Ordenamientos
europeos, es un ente de incierta naturaleza jurdica,
hbrido entre una sociedad annima y un fondo de
inversin. Para su constitucin se requiere un capital
mnimo de 24 millones de euros, y al menos
E
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28
menos 100 partcipes. La
principal ventaja que hace
atractiva para las grandes
fortunas a esta forma
societaria respecto de otras
opciones es que sus
beneficios anuales tributan
al 1% en el Impuesto de
Sociedades, mientras el tipo
general de gravamen para el
resto de empresas es del
30%. Hasta hace bien poco,
tenan la ventaja adicional
de poder reducir capital
(desinvertir), sin tener que
tributar por las plusvalas
obtenidas. Es decir, se
aplicaba la fictio iuris de que
los fondos retirados por los
socios era lo que haban
invertido inicialmente, de
forma que la plusvala era
lo ltimo que sala de la
Sicav. Se consegua diferir
as la tributacin de la
plusvala hasta el momento de la liquidacin definitiva de
la sociedad. Una especie de analoga con el mtodo first in,
first out que emplea el Plan General Contable para la
valoracin de almacenes. Afortunadamente, gracias a un
ataque de lucidez mental transitoria de Elena Salgado, este
segundo chollo fiscal vio su fin hace dos aos, en
noviembre de 2010, y el diferimiento de la tributacin de
plusvalas ya no es posible.
Sin embargo, a da de hoy siguen campando a sus anchas
estos grandes capitales, propiedad (entre otros) de Alicia
Koplowitz, Emilio Botn, la familia Del Pino (duea de la
constructora Ferrovial), la familia Polanco (del Grupo
Prisa), Juan Abell (ex socio de Mario Conde), y una larga
lista de inversores extranjeros (indios y rabes, en su
mayora), que eluden ao a ao la tributacin general del
Impuesto de Sociedades mediante el depsito de su
fortuna en estos reductos de impunidad. Slo el 1% de su
beneficio llega a ingresar en las arcas pblicas. Veintinueve
puntos porcentuales menos que el bar de abajo o la
panadera de la esquina.
Los espaoles de la calle, los ciudadanos de a pie, no
podemos seguir tolerando este tipo de atropellos. Hasta
cierto punto es razonable que se pretenda incentivar la
inversin por parte de los grandes capitales mediante un
trato fiscal ms favorable, pero de un 1% a un 30% hay una
amplia horquilla donde situar el tipo. Lo que no es normal
es que se recurra a una subida del IVA (el nico impuesto
que afecta a TODOS los espaoles), mientras que estas
fortunas continan tributando a un 1%. No es tico, no es
lgico, no es digno y, por no ser, ni siquiera es eficaz. Como
colofn, las posibilidades de supervisin a las Sicav por
parte de la Agencia Tributaria son muy reducidas, y las
actuaciones inspectoras precisarn, en su caso, de la
aprobacin por parte de la Comisin Nacional del Mercado
de Valores. La legislacin sobre inversin colectiva as lo
establece, en lo que fue una iniciativa (2005), de CiU,
respaldada por los dos principales partidos del arco
parlamentario. Los mismos partidos que prefieren subir los
impuestos indirectos para ver cmo el poder adquisitivo de
los espaoles se reduce y el pas empieza a pasar hambre.
Los mismos que anteponen el mantenimiento del modelo
autonmico, la financiacin pblica a partidos y sindicatos,
la salvacin de la banca, del euro y de la sociedad
multitnica y multicultural a las necesidades reales del
pueblo espaol.
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Los mismos que tratan de convencernos de que si les
subimos el impuesto a las Sicav, se irn del pas. Mienten.
La fuga de capitales con la que se nos atemoriza no es tan
sencilla, una vez montada una sociedad en Espaa. Para
empezar, los accionistas que quisieran desmantelar una
Sicav quedaran radiografiados ante Hacienda, ya que
para trasladar el patrimonio al exterior es preciso liquidar
la entidad. Las plusvalas de los socios-personas fsicas
deberan tributar entonces al 21% en el IRPF. El traslado de
ese patrimonio fuera del pas estara sometido a fuertes
controles, ya que existe una directiva comunitaria (la
2011/16) que obliga a los pases a enviar informacin fiscal
o a aplicar una retencin a las inversiones de aquellos que
depositen los ahorros en su territorio. Las Sicav no se irn
de Espaa aunque les suban el Impuesto de Sociedades.
Con la vigente normativa societaria y fiscal, no tendran
forma de hacerlo sin tributar primero aqu por todas las
ganancias obtenidas (lo cual, dicho sea de paso, supondra
un ingreso considerable para el erario pblico). Es una de
las mltiples falacias convertidas en verdades en el
inconsciente colectivo. Lo nico que se precisa es una clase
poltica independiente de los poderes econmicos, que
devuelva la soberana real al pueblo espaol, y que no
tenga duda alguna de que la funcin de la economa es
servir a la Nacin, y no a los intereses de una minora que
juega al padel los domingos con el club Bildeberg.
Antonio Garca
Septiembre 2012
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FALLECE
SANTIAGO CARRILLO
l pasado 17 de Septiembre, Santiago
Carrillo, histrico dirigente del Parti-
do Comunista de Espaa (PCE), falle-
ci en Madrid, a los 97 aos de edad. Para
muchos lder del comunismo en Espaa, para
otros una pieza clave de nuestra transicin y
para muchos el responsable del genocidio de
Paracuellos del Jarama en el que ms de
5000 personas perdieron la vida. En estos
das en el que toda la clase poltica se empe-
a en hablar de su bondad, nosotros simple-
mente dedicamos estas pginas a sus vcti-
mas.
Entre el 7 de noviembre y el 4 de diciembre
de 1936 siendo consejero de Orden Pblico
Santiago Carrillo, con el conocimiento de la
junta de defensa de Madrid y con la instiga-
cin y el respaldo expreso del Ministro de la
Gobernacin del gobierno de la repblica
cerca de 5000 hombres, mujeres y nios fue-
ron sacados de las distintas crceles de Ma-
drid con la excusa de su traslado a otros luga-
res siendo su destino final la muerte en Ara-
vaca, Paracuellos y Torrejn de Ardoz. Fueron
asesinados por las milicias a las ordenes de
Santiago Carrillo y su subordinado Serrano
Poncela. Para todos ellos nuestra ms senti-
da admiracin prestando una muy especial
atencin a los jvenes que perdieron la vida
en esta sin razn y cuyos nombres figuran a
continuacin.
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DON PELAYO En esos meses la gente andaba alborotada por la excesiva presencia de musulmanes en la zona.
Pelayo se dirigi a ellos animndoles a la sublevacin mientras invocaba a los ancestros y a sus
sentimientos de vida en libertad sin sometimiento a ningn yugo extranjero.
l iniciador de la Reconquista naci en Cosgaya, un lugar ubicado en las montaas cntabro-asturianas. Hijo de Favila y primo del rey Rodrigo, se convirti en jefe de su guardia personal. Luch con bravura
en Guadalete y escap a Toledo, donde se mantuvo un tiempo hasta la llegada de los musulmanes. De la vieja ca-pital visigoda sali con sus hombres escoltando a Urbano, arzobispo de Toledo, quien custodiaba las sagradas reli-quias cristianas, adems de otros tesoros eclesisticos.
En 716, los musulmanes establecidos dbilmente por el norte peninsular chocaron con los intereses de los pobla-dores autctonos. El rabe Munuza se instal en Gijn co-mo walid, o gobernador provincial del emirato cordobs, cometiendo el grave error de pretender a la hermana del noble Pelayo; acaso en el afn de estrechar lazos de amis-tad con los desconfiados astures. Empero, el ambicioso mahometano se top con el rechazo del visigodo, y a fin de quitarse el problema de encima, envi a ste como rehn a Crdoba para conseguir el pago de impuestos. Un ao ms tarde de su llegada a la flamante capital andalus, el rebel-de astur consigui burlar a sus captores huyendo en un viaje lleno de peripecias y avatares que le condujo a su tierra natal.
Su entrada en el territorio asturiano coincidi con una reu-nin de lugareos celebrada en Cangas de Ons para deba-tir asuntos de importancia. En esos meses la gente andaba alborotada por la excesiva presencia de musulmanes en la zona. Pelayo se dirigi a ellos animndoles a la sublevacin mientras invocaba a los ancestros y a sus sentimientos de vida en libertad sin sometimiento a ningn yugo extranje-ro. Paradjicamente, aqul que representaba al antiguo invasor godo, se convirti en el lder de unos rudos monta-eses deseosos de combatir cualquier signo autoritario ajeno. La faccin insurgente comenz a ser famosa en los contornos negndose a pagar tributo para luego protago-nizar algunas escaramuzas militares.
Se baraja el 718 como ao en el que se decide por aclama-cin el caudillaje de Don Pelayo. Algunos historiadores apuntan que, posiblemente, fue proclamado rey. Otros
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ms conservadores piensan que slo fue elegido lder guerrero de los resistentes. En todo caso, se produjo una unin popular dispuesta a pre-sentar combate a la fuerza ocupan-te. Su nmero era apenas represen-tativo, ya que no superaba unos pocos cientos de combatientes ap-tos para enfrentarse a una columna militar punitiva encabezada por Al-qama, un lcido militar experimen-tado en la guerra y dispuesto a com-placer las necesidades del emir cor-dobs. Desde el sur llegaron unos 20.000 hombres a todo punto sufi-cientes para aplastar los gritos de aquellos 300 asnos salvajes, como les denominaron los cronistas ra-bes.
En las estribaciones del gran macizo de los Picos de Europa se encontraba el monte Auseva, y en l una oque-dad denominada por las crnicas la Cova Dominica, futura Covadonga, sitio ideal donde se ocultaron buena parte de los rebeldes astures. Don Pelayo dispers a dos tercios de su hueste por las laderas, riscos y acan-
tilados cercanos a su guarida, mien-tras que con otros 105 soldados se parapetaba en la propia cueva, o en un fortn situado unos metros ms arriba, a la espera de los musulma-nes. Cuenta la leyenda que a Don Pelayo se le abrieron los cielos mos-trando el antiguo pendn bermejo de los godos, un estandarte perdido en la batalla de Guadalete. Tras la visin tom dos palos de roble y los uni formando una cruz que enar-bol en la posterior refriega resuelta en triunfo. La victoria para los nor-teos fue total siendo engordada durante siglos por los cronistas cris-tianos. En cambio, para los rabes la escaramuza de Covadonga result insignificante. En todo caso, las noti-cias del desastre llegaron a Gijn, donde se encontraba el desolado Munuza. ste decidi abandonar la ciudad dirigiendo sus tropas berebe-res hacia Len. Sin embargo, el con-tingente fue interceptado por los cristianos, los cuales diezmaron al enemigo matando a muchos, inclui-do el propio Munuza.
Don Pelayo, crecido por la reciente victoria, baj a Cangas de Ons para recibir los vtores de sus paisanos. En poco tiempo vio orgulloso cmo miles de voluntarios se sumaban a su ejrcito, gentes de toda condicin llegadas de Galicia, Cantabria, Viz-caya Con 8.000 infantes y 150 ca-ballos, sali de Cangas dispuesto a tomar Len, empresa que hoy en da es difcil precisar si se consigui o no. Ms bien parece que ese mrito debemos atriburselo a Don Alfonso, yerno de Don Pelayo, hijo del duque Don Pedro de Cantabria y futuro rey de Asturias. El bravo hroe de los cristianos dedic el resto de su mandato a organizar el incipiente reino. Durante aos consolid las fronteras de Asturias desde su capi-tal, Cangas de Ons. Posteriormente, se cas con Gaudiosa y tuvo dos hijos: Ermesinda y Favila. ste ltimo le sucedi a su muerte, acaecida en 737. El primer adalid de la Reconquista espaola fue enterrado junto a su mujer en la iglesia de San-ta Eulalia de Abamia, prxima a Co-vadonga, aunque ms tarde sus res-tos reposaran en la propia cueva que le vio nacer como mito...
Recuerda tu historia. No olvidarla
te hace ms fuerte. Conocerla te
reafirma en tu identidad espaola
Asociacin Cultural
Espaa en la memoria
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