revista venezolana de salud pública, rvsp. vol 3, no 2, julio diciembre 2015, barquisimeto
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Revista Venezolana de Salud Pública. Volumen 3. Número 2. Julio-Diciembre del año 2015. Universidad Centroccidental "Lisandro Alvarado". Barquisimeto. Estado Lara. Venezuela.TRANSCRIPT
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado
Decanato de Ciencias de la Salud Programa de Medicina
Comité Editorial
Director
Dr. Rafael Gásperi
Editor Jefe MSc. Luis Eduardo Traviezo Valles
Editor Ejecutivo
Dr. Adaucio Morales
Editores de línea Dra. Sonia Cabré
Dra. Damelis Daza Dra. Mariálida Mujica Dra. Ahimara Márquez Dra. Mariela Montilva
Dra. Rossy D´Apollo Dr. Leonardo Montilva
Dr. Douglas García Dr. Georges Agobian
Rev Vzlana Sal Pub
Comité Asesor Internacional
Dr. Alfonso J. Rodríguez Morales
Universidad Tecnológica de Pereira, Colombia.
Dr. Oscar Daniel Salomón. Instituto de Medicina Tropical. Argentina.
Dra. Wendy Murillo
Lab. De Virología. Escuela de Microbiología. UNAH. Honduras.
MSc. Gabriela Arévalo Pinzón, Fundación Instituto de Inmunología de Colombia FID
Versión On line
MSc. Reina Sánchez C. Lcda. Edith Zambrano Lairet
Indizaciones y Edición
MSc. Luis E. Traviezo Valles
ISSN Nº: (Versión Impresa) N⁰: 2343-5526. (Versión Electrónica) N⁰: 2343-5534.
Depósito Legal
(Versión Impresa) N⁰: pp201302LA4909 (Versión Electrónica) N⁰: ppi201302LA4910
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AUTORIDADES Decano de Ciencias de la Salud. UCLA. Dr. José Francisco Guirnaldos Director Administrativo Dr. Nelson Loureiro Secretaria Docente Dra. Ana Jara Directora del Programa de Medicina Dra. Ahimara Márquez Directora del Programa de Enfermería Lcda. Belkis Andrade Coordinación de Investigación Lcda. Mireya Alejo Jefe del Departamento de Medicina Preventiva y Social Dra. Rossy D´Apollo
Portada: Contraportada: Iglesia en Los Roques. Catedral de Barquisimeto Venezuela. Venezuela Foto: Luis Traviezo. Foto: Luis Traviezo
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TABLA DE CONTENIDO
1. EDITORIAL. Gásperi Rafael Página 7.
Artículos Originales
2. PEDICULOSIS CAPITIS EN HABITANTES DE UNA COMUNIDAD INDÍGENA DEL ESTADO BOLÍVAR, VENEZUELA.
R Devera, Y Blanco, I Requena, I Amaya, J Nastasi, R Aray, V Velázquez, Z Devera, Y Oliveros. Páginas 9-16.
3. Achatina fulica: ANALISIS PARASITOLÓGICO DE ESPECIMENES RECOLECTADOS EN LA URBANIZACION SAN MIGUEL (MÉRIDA). M Ramírez, M Araujo, Y Ávila, O Uzcátegui, Z Rodríguez, Ana Bolívar. Páginas 17-21.
4. SÍNDROME DE LIPODISTROFIA EN PACIENTES CON VIH/SIDA O Herize, M González, R Castillo, M Mujica. Páginas 23-28.
5. CALIDAD DE IMAGEN DE LAS RADIOGRAFÍAS DE TÓRAX. EMERGENCIA HOSPITAL CENTRAL “ANTONIO M. PINEDA”.
BARQUISIMETO. VENEZUELA. J Reyes, L Landaeta, R Gásperi. Páginas 29-34.
6. CAMBIOS ELECTROCARDIOGRÁFICOS PRESENTES EN LOS PACIENTES CON DIAGNÓSTICO DE SÍNDROME METABÓLICO C Medina, O Tovar, G Bohorquez, I Meza. Páginas 35-41.
7. COBERTURA ANTIHEPATITIS B. TRABAJADORES DE SALUD. HOSPITAL CIVIL DE MARACAY. MUNICIPIO GIRARDOT. . ARAGUA. 2014. T Fort, A Pérez, S Suárez, A Rodríguez, I Fort. Páginas 43–50.
8. ANÁLISIS DE LA TRANSICIÓN EPIDEMIOLÓGICA DE LA POBLACIÓN EN EL ESTADO LARA DESDE 1950 A 2011 Y SU PROYECCION AL 2020. Jesús Mantilla Chico. Páginas 51–60.
Ensayo
9. RETOS DE LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN SALUD I Jiménez Monsalve Páginas 61-64.
Imágenes en Salud Pública
10. ENCUENTRO DE EDITORES EN LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES, VENEZUELA Luis Traviezo Valles. Páginas 65-66.
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Misión
La Revista Venezolana de Salud Pública tiene la misión el generar, discutir y difundir investigaciones, conocimientos, documentos y demás información en Salud Pública, para que esté al alcance de profesionales y estudiantes de las Ciencias de la Salud y del público interesado en estos temas, a través de un planteamiento práctico, sencillo y atractivo, que permita llegar a un mayor número de usuarios, lo que servirá para la promoción de la salud.
Visión
Ser una revista reconocida tanto nacionalmente como internacionalmente, que sea punto de referencias en Salud Pública y motivo de consulta constante de profesionales del área, logrando la inclusión en índices de calidad internacional, producto de un reconocimiento por cumplir con los estándares bibliométricos y cienciométricos internacionales.
Objetivo general.
Publicar artículos de investigación, artículos históricos, ensayos, sistematización de experiencias, imágenes en Salud Pública y cartas al Editor, que versen sobre la Salud Pública, especialmente sobre temas como la Parasitología, Microbiología, Medicina Rural, Medicina Urbana, Medicina Laboral, Historia de la Salud Pública, Medicina Laboral, Epidemiología, Gestión en Salud Pública, Promoción y Prevención en Salud, Vigilancia en Salud, Salud Ambiental y demás temas relacionados con la salud comunitaria.
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Editorial
FUNCIONES ESENCIALES DE SALUD PÚBLICA
(Essential Public Health Functions)
Rafael J. Gásperi R.
Director de la Revista Venezolana de Salud Pública
Las Funciones Esenciales de Salud Pública (FESP) describen el espectro de competencias y acciones necesarias por parte
de los sistemas de salud para alcanzar el objetivo central, que es el mejorar la salud de las poblaciones. La Organización
Panamericana de la Salud por medio de la Iniciativa "La Salud Pública en las Américas", definió once (11) FESP y
desarrolló un instrumento para medir su desempeño, lo que permite a los países realizar una auto-evaluación de sus
capacidades para ejercer la salud pública. Especial atención merece, dentro de esta FESP, la investigación en salud pública,
la promoción de la salud, la participación social así como el monitoreo, evaluación y análisis de los problemas de salud de la
población. Estas funciones son algunos de los temas centrales de la Revista Venezolana de salud Pública contribuyendo así,
a través de sus artículos científicos a divulgarlas y fortalecerlas. De igual manera la difusión continua de conocimientos
sobre estos tópicos ayuda a incidir sobre otras de sus funciones como son la formación de recursos humanos en salud
colectiva y en la vigilancia, investigación y control de problemas sanitarios.
La revista Venezolana de Salud Pública se puede consolidar como una fortaleza ante una de debilidad institucional de
nuestro sistema de salud actual como es la poca información epidemiológica, pudiendo nuestra publicación aportar datos
valiosos y necesarios para mejorar la vigilancia de muchas enfermedades y situaciones problemáticas en nuestro país,
profundizando además el estudio y mejoramiento de las FESP. En este sentido, se presentan en este número un ensayo sobre
la participación comunitaria en salud, la prevención de la hepatitis y se plantean trabajos sobre temas por demás interesantes
como la administración de los recursos de los servicios de salud como las radiografías y el estudio demográfico de la
población larense. Además se abordan otros problemas de salud pública como: la pediculosis capitis, el síndrome
metabólico, los efectos del caracol africano, el SIDA y la liposdistrofia.
Agradecemos a los nuevos índices: Revistas Venezolanas de Ciencia y Tecnología (REVENCYT), Biblioteca Virtual de
Biotecnología de las Américas, ISJ, Research Gate, Research Bib Index, CCG UNAM, KAI, EZB ZB Med, Red
Iberoamericana, Wir Fuhren Wissen, Karlsruher Virtueller Katalog, Eurasian Scientific Journal Index, Scientific Indexing
Services, Journals Index, Free PdfS y WIS Portales Médicos, por su confianza en nuestra revista al incorporarnos en sus
bases de datos, aumentando nuestra indización a 46 índices o plataformas electrónicas de difusión. Así mismo, agradecemos
a la UCLA, y al Departamento de Medicina Preventiva y Social, y a todos los árbitros locales, nacionales e internacionales
por su trabajo en el dictamen de nuestros artículos y en el mejoramiento de la calidad de nuestra publicación.
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Artículo Original
PEDICULOSIS CAPITIS EN HABITANTES DE UNA COMUNIDAD INDÍGENA DEL ESTADO BOLÍVAR, VENEZUELA.
Rodolfo Devera, Ytalia Blanco, Ixora Requena, Iván Amaya, José Nastasi-Miranda,
Rosangela Aray, Virma Velázquez, Zahory Devera, Yucelis Oliveros.
Departamento de Parasitología y Microbiología, Escuela de Ciencias de la Salud, Universidad de Oriente, Núcleo Bolívar, Ciudad Bolívar, estado Bolívar, Venezuela. E mail: [email protected]
RESUMEN
La pediculosis capitis es producida por Pediculus capitis, un insecto áptero que se ha especializado a vivir en el cuero
cabelludo humano. Esta ectoparasitosis sigue siendo común en la actualidad especialmente en niños en edad escolar y con
deficiencias sociosanitarias. El objetivo de este estudio de tipo transversal, realizado en junio de 2014, fue determinar la
prevalencia de pediculosis capitis en habitantes de la comunidad indígena “Itopoicon”, estado Bolívar, Venezuela. Previa
firma del consentimiento informado, a cada participante se le llenó una ficha clínico-epidemiológica y se le realizó un examen
del pelo y cuero cabelludo. El diagnóstico parasitológico se realizó por observación directa de huevos, ninfas y adultos sobre
el cuero cabelludo y/o pelo de la persona. Se evaluaron 170 individuos, determinándose una prevalencia de 10,6% (18/170).
El género femenino resultó más afectado (p<0,05) sin diferencias con relación a la edad (χ2 =8,79 g.l.: 7 p>0,05). Los
factores asociados a una mayor prevalencia de pediculosis fueron, además del género femenino, el tener el pelo largo, el haber
tenido pediculosis previamente y vivir en hacinamiento. En conclusión, se determinó una prevalencia de pediculosis capitis de
10,6% con predominio de las mujeres con pelo largo y que vivían en hacinamiento. Se requieren implementar campañas de
tratamiento y prevención en esta comunidad que constituye un grupo socialmente vulnerable.
Palabras clave: infestación por piojos, Pediculus capitis, población indígena
PEDICULOSIS CAPITIS IN AN INDIGENOUS POPULATION, BOLIVAR STATE, VENEZUELA
ABSTRACT
Pediculosis capitis is caused by Pediculus capitis, wingless insect that is specialized to live on the human scalp. This
ectoparasitosis remains common today especially in children of school age and with socio sanitary deficiencies. The aim of
this cross-sectional study, conducted in June 2014, was to determine the prevalence of head lice in people of the indigenous
community “Itopoicon”, Bolívar State, Venezuela. After signing the informed consent, each participant filled a clinical
epidemiological record and underwent an examination of the hair and scalp. The parasitological diagnosis was made by direct
observation of eggs, nymphs and adults on the scalp and / or hair of the person. 170 individuals were evaluated, determining a
prevalence of 10.6% (18/170). Female gender was more affected (p <0.05) without differences in relation to age (χ2 = 8.79
d.f: 7 p> 0.05). Factors associated with a higher prevalence of pediculosis capitis were also the female gender, having long
hair, previously having had lice and live in overcrowded. In conclusion, we determined a prevalence of head lice of 10.6%. It
was most common in women with long hair and living in overcrowding. It is required to implement treatment and prevention
campaigns in this community which is a socially vulnerable group.
Keywords: head lice, Pediculus capitis, Indigenous population
Recibido: 23-06 -2015. Aprobado: 18-11-2015
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INTRODUCCIÓN
Pediculosis es una ectoparasitosis causada por insectos
el género Pediculus, conocido comúnmente como piojo.
La pediculosis puede ser de tres tipos dependiendo del
agente causal y el área del cuerpo afectada. En la
pediculosis corporis el agente (Pediculus corporis)
afecta principalmente el cuerpo; en la pediculosis
capitis (P. capitis) el artrópodo afecta el cuero
cabelludo. El tercer tipo de pediculosis se conoce como
Pthiriasis y es aquella producida por Phthirus pubis que
habita la región púbica del ser humano. Los tres agentes
pueden ser diferenciados con base en las características
morfológicas de su cuerpo (1). Aunque algunos autores
consideran a P. capitis y P. corporis como especies
distintas, las evidencias moleculares indican que se trata
de la misma especie pero que han sufrido un proceso
adaptativo debido al hábitat diferencial que ocupan (2,3).
Desde el punto de vista histórico la pediculosis ha
formado parte de la historia misma del hombre incluso
en algunos casos a su cultura. Se han encontrado
momias de hasta 10000 años de antigüedad con piojos
según diversos estudios paleopatológicos (4-7). Los
estudios moleculares realizados a ejemplares de
Pediculus encontrados en momias americanas han
demostrado que el parásito ya estaba presente en las
etapas precolombinas (8,9).
Pediculus en su ciclo de vida presenta los estadios de
huevo o liendre, ninfas y adultos. Para completar el
ciclo de huevo a adulto se requieren de 20 a 25 días.
Una vez puestos los huevos requieren de 5 a 10 días de
incubación, dependiendo de la temperatura corporal del
hospedero (se detiene si baja de 23 °C). Del huevo sale
una ninfa, hematófaga casi de inmediato, la cual en dos
semanas llegará a adulto habiendo pasado por tres
mudas. Después de fecundada, la hembra inicia la
postura de huevos (promedio 10 diarios), hasta que
muere; es decir, un adulto puede vivir de 30 a 40 días.
Se calcula que el piojo de la cabeza coloca 100-150
huevos a lo largo de su vida (1).
La pediculosis capitis es un problema de salud pública
cosmopolita con una elevada prevalencia. Se ha
relacionado con la limitada disposición de agua y
deficientes prácticas de aseo personal. Una vez
instalada, la infestación puede causar no solo
alteraciones individuales y del núcleo familiar, sino
sociales y hasta económicas (10). Los niños en edad
escolar suelen ser los más afectados, especialmente las
niñas (11).
En Venezuela hay pocos estudios publicados (12-14) y en
el estado Bolívar, como el resto del país, existen pocas
publicaciones sobre el tema, siendo todos ellos trabajos
de grado, en su mayoría antiguos, y con poca difusión (15-17), a pesar de saberse que es una ectoparasitosis
común, especialmente en la población escolar (17).
Las comunidades indígenas son consideradas
poblaciones socialmente vulnerables (18) y propensas a
las parasitosis debido a que tienen ingresos bajos, viven
en condiciones deficientes y carecen de acceso
adecuado al empleo, educación, el agua potable, la
alimentación y los servicios de atención de salud (19).
Los estudios de pediculosis capitis en indígenas son
escasos tanto en Venezuela como el resto de América
Latina. En Brasil se encontró una prevalencia de 37,4%
entre 216 indios “Xavánte” en la región amazónica de
ese país (20). Mientras que en Argentina en la provincia
de Misiones, se evaluaron dos comunidades y 177
personas, encontrando una elevada prevalencia de 83%,
con predominio de los niños de 1-10 años (21).
En Venezuela el único estudio disponible en este tipo de
individuos encontró una elevada prevalencia de 42%
entre indígenas de las etnias Jiwi (jivi) y Guayú
(wayúu) en una comunidad del municipio Sucre del
estado Bolívar. El autor concluye que las deficiencias
sociosanitarias de la comunidad y la falta de recursos
médicos locales son la razón de esa elevada prevalencia (22).
Ante esta situación, se decidió realizar un estudio para
determinar la prevalencia de pediculosis capitis en
habitantes de la comunidad indígena “Itopoicon” del
municipio Heres del estado Bolívar y de esta forma
contribuir con el conocimiento epidemiológico de esta
ectoparasitosis en este grupo de personas.
METODOLOGÍA
Tipo de estudio
Se realizó un estudio de campo, descriptivo y
transversal en habitantes de la comunidad indígena
“Itopoicon” del estado Bolívar, Venezuela.
Área de estudio
“Itopoicon” (8o 00' 63,9” N, -63o 55' 80,6” E) se ubica a
7 kilómetros al noroeste de Ciudad Bolívar, vía Ciudad
Piar, sector Cardozo, parroquia José Antonio Páez,
municipio Heres, estado Bolívar. Sus habitantes
pertenecen a la etnia Pemón y son originarios de la
Gran Sabana. En la actualidad hay un sector netamente
formado por población indígena y otra que cuenta con
población mixta. La comunidad cuenta con un
preescolar tipo Simoncito, escuela hasta educación
básica y también hay un núcleo de la Universidad
Indígena de Venezuela. Con relación a los servicios hay
energía eléctrica permanente, el agua se distribuye por
tubería a partir de un tanque aéreo principal pero este
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sistema no abarca a toda la comunidad. Hay una línea
de autobuses que hacen el transporte hasta la vecina
Ciudad Bolívar. No existe aseo urbano domiciliar ni
sistema de cloacas.
Universo y muestra
El universo estuvo formado por todos los habitantes de
la comunidad indígena que, según información
proporcionada por el Consejo Comunal del sector es de
600 personas. La muestra la formaron todos aquellos
habitantes que voluntariamente permitieron el examen
del cuero cabelludo y aportaron datos para el llenado de
la ficha de control.
Recolección de datos
Se informó a la comunidad sobre la importancia de la
investigación a través de sus líderes comunitarios
(“cacique y capitán”) con la finalidad de obtener su
colaboración.
Se realizó un cronograma de convocatorias donde se
establecieron las fechas para la evaluación de los
habitantes. El día indicado cada habitante participante
debió firmar el consentimiento informado. Este fue
hecho en español ya que el 90% de la población lo
habla y entiende. En aquellos casos que la persona solo
hablase el dialecto Pemón, el cacique realizó la
traducción y sí estaba de acuerdo, la persona firmaba el
consentimiento. En caso de niños fue firmado por uno
de los padres. También se llenó una ficha de control la
cual incluyó datos de identificación, epidemiológicos,
sociosanitarios y clínicos de interés; así como
características del pelo. El color del pelo se clasificó en
claro (rubio y rojizo) y oscuro (negro y castaño) (13). La
estratificación sociosanitaria del grupo familiar de cada
habitante se realizó según el método de Graffar
modificado (23). Para determinar si la persona vivía en
hacinamiento se realizó el cociente entre el número de
personas que habitaban la casa y el número de
dormitorios. Si el resultado fue igual o superior a 4 se
consideró hacinamiento.
A cada persona se le realizó una anamnesis clínica
orientada, así como una inspección visual y manual con
la ayuda de un peine especial en el cuero cabelludo y
pelo para la búsqueda de posibles lesiones producto de
la infestación así como la colecta de estadios (huevos,
ninfas y adultos) del insecto. Para esto último, se realizó
un peinado de la cabeza de la persona sobre una tela
blanca para mejor identificación de los estadios
encontrados. También se revisó detalladamente el peine
especial utilizado para el examen.
Cada estadio encontrado fue colocado en un tubo de
ensayo con 10 ml de alcohol isopropílico al 70% para
su conservación; en los casos positivos se tomaron
algunos pelos con liendres y se colocaron en un sobre
previamente identificado, se transportaron al laboratorio
y se realizó su identificación definitiva mediante estudio
en microscopio estereoscópico.
Se consideró como positiva para pediculosis capitis, la
presencia de al menos un estadio del ectoparásito
(huevo, ninfa o adulto).
Análisis de datos
Los resultados se analizaron mediante estadística
descriptiva básica. La significancia de la asociación
entre pediculosis y los posibles factores asociados
(edad, sexo, etc.) se evaluó mediante la prueba
estadística Ji al cuadrado (χ2) con un nivel de
significancia de 95% o la razón de los productos
cruzados u Odds Ratio (OR) según el caso. Se
consideró significativo un valor de OR igual o mayor de
2. Se trabajó con un intervalo de confianza del 95% y
todos los datos se analizaron con programa SPSS
versión 21.0 para Windows.
Aspectos bioéticos
Además de la firma del consentimiento informado, se
entregó a cada habitante el resultado de su evaluación.
A los individuos que resultaron parasitados se les
suministró de forma gratuita, tratamiento pediculicida y
un folleto con las medidas preventivas. Este trabajo se
realizó apegado a las normas de investigación en seres
humanos según la declaración de Helsinki (24).
RESULTADOS
De una población total de 600 personas, se evaluaron
170 habitantes, es decir, 28,3% del universo. De ellos,
la mayoría era del sexo femenino con 104 habitantes
(61,2%). Con relación a la edad, se evaluó una mayor
cantidad de personas menores de 10 años (94
individuos-54,7%), aunque se estudiaron habitantes
desde el mes de nacido hasta los 84 años, con una
media de edad de 17,75 años ± 20,1.
La prevalencia de pediculosis capitis fue de 10,6%
resultando afectados 18 personas. Entre los menores de
10 años se diagnosticó el mayor número de casos de
pediculosis con 8 (8,6%). Destacó que después de los
30 años no se encontraron casos con excepción de uno
en el grupo de 60-69 años, sin embargo, la diferencia no
fue estadísticamente significativa (χ2 (corrección de
Yates)=8,79 g.l.: 7 p > 0,05) (Tabla 1). Con relación al
género, el femenino fue el más afectado (15,4%) con
una diferencia estadísticamente significativa (p <0,05)
(Tabla 2).
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Al relacionar la presencia de pediculosis capitis y las
características del pelo de los habitantes, se encontró
una relación estadísticamente significativa entre
pediculosis capitis y tener el pelo largo. La higiene, el
color y el tipo del pelo, no se asociaron con una mayor
prevalencia del insecto entre los habitantes evaluados
(Tabla 3).
Se estudiaron otros posibles factores asociados a una
mayor prevalencia de pediculosis capitis, encontrándose
que con relación al estrato sociosanitario, 110 (64,7%)
pertenecían al estrato de pobreza (IV) y 44 (25,9%) al
de pobreza extrema (V). No se evaluaron habitantes
pertenecientes a los estratos I y II. Habitantes de los
estratos I a II fueron afectados por la pediculosis capitis,
sin diferencias estadísticamente significativas (χ2
(Corrección de Yates)=4,21 g.l.: 2 p>0,05). El 38,2%
(65/170) de los habitantes evaluados vivían en
condiciones de hacinamiento. De los 18 casos de
pediculosis capitis, 11 (61,1%) estaban hacinados
siendo esta diferencia estadísticamente significativa (χ2
=4,46 g.l.: 1 p<0,05) comparada con los que no tenían
pediculosis. Solo 35,3% (60 casos) de los estudiados
dijeron haber tenido pediculosis previamente. De ellos,
11 (18,3%) tenían la ectoparasitosis al momento de
realizar el estudio. Mientras que de los 64,7% (110
casos) que no habían tenido la infestación previamente,
solo el 6,4% la tenía actualmente. Es decir, el haber
tenido la enfermedad previamente fue un factor de
riesgo para tener pediculosis (χ2=5,88 g.l.: 1 p<0,05
OR: 3,3) (Tabla 4).
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De los 18 habitantes con pediculosis capitis, solo 5
(27,8%) sabían que tenían la enfermedad actualmente;
mientras que de los 152 casos sin pediculosis, 4 (2,6%)
dijeron que tenían actualmente la parasitosis, siendo
esta diferencia estadísticamente significativa.
El 38,9% (7/18) de los parasitados estaba asintomático
y en el grupo de sintomáticos (11 casos), las
manifestaciones clínicas encontradas fueron prurito en
cuero cabelludo (72,7%), lesiones costrosas (36,4%) y
eritema (9,1%). Dos niños presentaron simultáneamente
prurito y costas en cuero cabelludo. Llamó la atención
que no se identificaron adenopatías satélites en ninguno
de los casos. El prurito en cuero cabelludo fue
significativamente más frecuente entre los niños con
pediculosis capitis (χ2 =22,44 g.l.: 1 p<0,05).
Con relación a las fases evolutivas del pedículo
encontradas en los habitantes parasitados, solo se
identificaron huevos y adultos, siempre en baja cantidad
(datos no presentados). El estadio evolutivo más
comúnmente encontrado fue el huevo con 88,9% (16
casos), seguido de adultos (3 casos-16,7%). Valga
resaltar que 15 habitantes (83,3%) tenían solo huevos, 2
(11,1%) solo adultos y un caso (5,6%) asociado adultos
y huevos.
DISCUSIÓN
La prevalencia de pediculosis capitis en habitantes de la
comunidad indígena “Itopoicon” fue de 10,6%. Esta
prevalencia es baja comparada con otros estudios a
nivel mundial en niños (11,25-34). Con relación a
comunidades indígenas, hay apenas dos estudios
publicados en América Latina y en ambos la
prevalencia fue mayor que la aquí establecida: 37,4%
entre 216 indios Xavánte en la región amazónica de
Brasil (20) y 83% en habitantes de dos comunidades (177
personas) indígenas de Argentina (21).
En Venezuela el único estudio disponible en indígenas,
determinó una elevada prevalencia de 42% entre
indígenas de la etnia Jiwi y Guayú en una comunidad
del municipio Sucre del estado Bolívar (22). Es decir
también, superior a la cifra aquí determinada.
Como en otros estudios la mayoría de los afectados era
del género femenino (11-17,27,29,31-34), siendo la diferencia
estadísticamente significativa. La mayor prevalencia en
el género femenino se debe a que las mujeres
generalmente usan el pelo largo lo que favorece el ciclo
biológico del insecto. Además, las mujeres cuando
niñas contribuyen con sus hábitos y comportamientos, a
la transmisión pues ellas suelen tener un contacto social
más frecuente y estrecho que los varones, teniendo la
costumbre de intercambiar objetos de uso personal,
tales como peines y cepillos (10,17,35). En el trabajo de
Villalobos et al. (21) en indígenas de Argentina
predominó el sexo femenino, lo cual tiene relación
directa con el uso de pelo largo en los individuos
evaluados en esas comunidades.
Con relación a la edad, los niños resultaron más
afectados lo cual coincide con los estudios realizados
tanto en Venezuela como en otros países (14,36,37). En los
trabajos de Villalobos et al. (21) en Argentina y en el de
Onton (22) en indígenas del estado Bolívar, Venezuela,
también los niños menores de 10 años resultaron más
afectados.
En el presente estudio, llamó la atención la presencia de
varios casos en adultos, lo cual es infrecuente (14,21,36-39).
Es necesario realizar otras evaluaciones para establecer
los determinantes epidemiológicos exactos de esos
casos, pero se encontró que la mayoría de ellos
ocurrieron en el seno familiar (convivientes en la misma
vivienda) donde habían casos de niños parasitados,
hecho que es común que ocurra (38) en especial cuando
hay hacinamiento en el domicilio (39).
Con relación a las características del pelo asociadas a la
pediculosis capitis se determinó que los habitantes con
pelo largo presentaron mayor prevalencia de
pediculosis. Estudios previos han encontrado resultados
similares aunque no en comunidades indígenas (10,13,17,27,34). Un pelo largo le brinda mejores
condiciones ecológicas al pedículo para su desarrollo;
además, hace más difícil la higiene del mismo (35).
En el presente estudio otros factores como color del
pelo y tipo del mismo no tuvieron asociación
estadísticamente significativa con una mayor
prevalencia de la ectoparasitosis. Ello posiblemente se
debe a la homogeneidad fenotípica existente en la
población con respecto a estas dos características. De
hecho, la mayoría tenia pelo liso y oscuro y solo una
cantidad muy pequeña lo tenía claro y ondulado. Es por
ello que no se encontraron diferencias al respecto, como
si ocurre cuando se evalúan poblaciones no indígenas (13,17,27,32,34).
Varios autores han relacionado la elevada prevalencia
de pediculosis capitis con las deficiencias
sociosanitarias y económicas de las personas afectadas (12,13,36,40), especialmente en el caso de comunidades
indígenas (20-22). La mayoría de la población aquí
estudiada, pertenecía a los estratos de pobreza y pobreza
extrema; así que se esperaba una elevada prevalencia de
pediculosis capitis, pero ello no sucedió. Esto indica
que las deficientes condiciones sociosanitarias no debe
ser el único factor a considerar. Tal vez el fácil acceso
al sistema de salud actué como un factor protector en
ese sentido, pues aunque la comunidad cuenta con
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deficiencias sanitarias y de saneamiento ambiental, la
cercanía de una ciudad importante como Ciudad
Bolívar, capital del municipio Heres, tal vez, tenga
algún papel (transculturización) en cuanto a los
cuidados médicos, particularmente los curativos, ya que
los pobladores suelen ir hasta esa ciudad en busca de
ayuda médica.
Igualmente, por tratarse de un grupo social y
culturalmente vulnerable, se realizan frecuentemente en
la comunidad diversas campañas y programas medico-
asistenciales por parte de universidades, alcaldía y la
gobernación del estado. Finalmente, la comunidad
cuenta con un ambulatorio médico que es ampliamente
usado por sus habitantes. Todo ello facilita los cuidados
de la salud de estas personas y pudiera estar incidiendo
en la baja prevalencia de la ectoparasitosis.
Otro hecho que se debe resaltar es que si bien es una
comunidad muy pobre, la mayoría de los examinados
no tenía el pelo sucio sino todo lo contrario, limpio y
amarrado, lo cual puede influir negativamente en la
transmisión y/o sobrevida del insecto.
El hacinamiento es tan importante de la transmisión de
la pediculosis capitis que los casos pueden ocurrir sin
importar el estrato sociosanitario y económico siempre
y cuando la persona viva en hacinamiento (27,39,41,42).
Esto se verificó en el presente estudio donde el 61,1%
de los casos de pediculosis ocurrieron en viviendas con
hacinamiento. El contacto estrecho y permanente
favorece la transmisión del pedículo (38).
Otro factor asociado a la presencia de pediculosis
capitis fue el haber padecido previamente la
enfermedad. Esto se explica porque el individuo
infectado puede permanecer bajo las mismas
condiciones que determinaron en contagio anterior y
mientras no cambie de hábitos y/o actitudes seguirá en
riesgo de padecerla.
Como en otros estudios (13), el huevo fue la fase
evolutiva de Pediculus más común, lo que pudiera
indicar que las personas realizaban desparasitación
manual pues aunque se encontraron adultos en algunos
casos, la cantidad fue pequeña. Esto indica que aunque
se trata de un grupo poblacional socialmente vulnerable
con bajo nivel educativo y social, reconocen y saben
cómo tratar la pediculosis. De hecho, de los 18 casos, 5
sabían que tenían el insecto. Este hallazgo es importante
y podría tener repercusiones directas para implementar
estrategias de control y tratamiento.
Con relación a las manifestaciones clínicas, entre los
parasitados se encontró el prurito en cuero cabelludo
como la más común, coincidiendo con otros estudios (13,30). El hecho de que 38,9% de los casos estuviera
asintomático sugiere una baja carga parasitaria entre los
infestados. Eso se explica, como ya se comentó, por el
conocimiento que tenían las personas de saberse
infectadas y por consiguiente realizan algún tipo de
tratamiento para su eliminación. Recordando que las
manifestaciones clínicas dependen de la acción ejercida
por los adultos y las ninfas.
En conclusión, se determinó una prevalencia de 10,6%
de pediculosis capitis en habitantes de la comunidad
indígena “Itopoicon” del estado Bolívar, Venezuela,
con una mayor afectación del género femenino pero sin
diferencias con relación a la edad, aunque los niños
menores de 10 años resultaron más afectados. Los
factores asociados a una mayor prevalencia de
pediculosis capitis fueron: género femenino, poseer pelo
largo, el haber padecido previamente la parasitosis y
vivir en hacinamiento. A pesar de esta baja prevalencia
se deben implementar campañas de tratamiento y
prevención en esta comunidad que constituye un grupo
socialmente vulnerable.
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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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Artículo Original
Achatina fulica: ANALISIS PARASITOLÓGICO DE ESPECIMENES RECOLECTADOS EN LA URBANIZACION SAN MIGUEL (MÉRIDA).
Marbelis Ramírez 1, Mislet Araujo 1, Yetzymar Ávila 1,
Oriana Uzcátegui 1, Zuleidy Rodríguez 1, Ana María Bolívar 2.
1 Liceo Juan Félix Sánchez, Mérida. 2 Investigaciones Parasitológicas “Jesús Moreno Rangel”. Departamento de Microbiología y Parasitología. Facultad de Farmacia y Bioanálisis. Universidad de Los Andes, Mérida, Venezuela.
E mail: [email protected]
Resumen Se presenta los hallazgos del análisis parasitológico en el excremento y la baba de especímenes de A. fulica recolectados en la urbanización San Miguel II del estado Mérida. Se encontró negatividad en la baba, mientras que en las excretas la prevalencia parasitaria se ubicó en 70,6%, detectándose los géneros Entamoeba, Giardia, Endolimax, Toxocara, Trichuris e Hymenolepis así como una larva del orden Strongylida adicional de estadios evolutivos de Blastocystis sp.
Palabras clave: Achatina fulica, caracol africano, parásitos, diagnóstico Abstract
Achatina fulica: PARASITOLOGY TEST´S OF SPECIMENS COLLECTED IN THE
SAN MIGUEL URBANIZATION (MÉRIDA)
We present the findings in feces and pedal mucus from parasitological study on specimens collected of A. fulica in San Miguel II community, Merida. Was negative the pedal mucus, and was found in feces 70.6% of parasite rate, detected the taxa Entamoeba, Giardia, Endolimax, Toxocara, Trichuris and Hymenolepis, well as larval stage of order Strongylida, additional evolutionary stages of Blastocystis sp.
Key words: Achatina fulica, African snail, parasites, diagnosis
Recibido: 06-09-2015. Aprobado: 03-11-2015.
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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INTRODUCCIÓN Achatina fulica (A. fulica) (Bowdich, 1822), es el más
común de los caracoles de tierra. Originario de África
Ecuatorial y Oriental, se ha introducido tanto deliberada
como accidentalmente en muchos países de África,
Asia, Oceanía y América. Se piensa que la introducción
y distribución de A. fulica en el continente americano
ocurrió probablemente a partir de la década de los años
treinta (1). En Venezuela, se reportó su presencia por vez
primera en el Distrito Capital en 1997. Al presente, se
ha descrito además, en los estados Anzoátegui, Aragua,
Bolívar, Carabobo, Lara, Miranda, Monagas, Nueva
Esparta, Portuguesa, Sucre y Zulia (2, 3, 4, 5). La
proliferación de A. fulica en Venezuela ha causado
alerta, afectado plantaciones y comunidades urbanas (6).
En este sentido, en dos instalaciones educativas
ubicadas en la ciudad de Maracay (estado Aragua), la
propagación del molusco ocasionó una situación
alarmante entre maestros, estudiantes y representantes
al invadir salones de clases y tanques de agua, siendo
incriminado en cuadros de gastroenteritis e infecciones
respiratorias, debiendo solicitar apoyo de los
Ministerios de Salud y Agricultura y Tierra para
emprender medidas de manipulación y recolección (3, 6).
A. fulica es la especie de molusco terrestre más grande
que existe, alcanzando un peso de hasta 600g. La mayor
parte de su crecimiento se produce en los primeros 6
meses de vida. Presentan una esperanza de vida de hasta
10 años con un promedio entre 5-7 años (7). El hábitat
ideal para esta especie lo constituyen sitios no
expuestos directamente a la luz solar, con temperaturas
entre 17-20ºC y humedad del 70%; adicional, orillas de
cuerpos de agua cercanos a asentamientos urbanos con
vegetación (7, 8, 9). Durante el período de sequía, los
caracoles buscan un lugar protegido que les brinde
refugio (bajo piedras, ramas, grietas, árboles,
hojarasca), tiempo durante el cual las poblaciones cesan
su vida activa. Cuando las condiciones ambientales de
temperatura y humedad retornan favorables, salen del
letargo para comenzar un crecimiento explosivo y una
alimentación voraz, acarreando importantes daños
agrícolas y ecológicos (2, 10). En salud pública, su
principal importancia viene representada por ser
hospedador intermediario de parásitos del género
Angiostrongylus (11), y reservorio de numerosos
parásitos y bacterias intestinales (5, 6). De tal modo que
el conocimiento de su hábitat y ritmo biológico resultan
pertinentes a fin de implementar estrategias de
prevención, vigilancia y control (2).
Ha sido reportado en espacios educativos y
residenciales del municipio Campo Elías del estado
Mérida la presencia de A. fulica desde el año 2012, y a
sabiendas del impacto del caracol africano en salud
pública, el personal docente del Liceo Bolivariano Juan
Félix Sánchez, decidió proponer como proyecto de
investigación el análisis parasitológico del excremento
y la baba de A. fulica a partir de especímenes hallados
en la urbanización San Miguel II, a fin de aportar datos
que contribuyan al entendimiento de la biología del
molusco en el área y acorde a los resultados obtenidos,
colaborar en la formulación de estrategias de educación
sanitaria para este espacio comunal.
MATERIALES Y MÉTODOS La investigación correspondió a una exploración
descriptiva y transversal, a partir de especímenes de A.
fulica recolectados durante los meses de marzo y abril
de 2015 en dos veredas residenciales (vereda 4 y vereda
9) de la urbanización de San Miguel II (figura 1). San
Miguel II (8°33'14'; 71°14'47''), se ubica a 1170 msnm,
al suroeste de la ciudad de Mérida, con temperaturas
promedio anual entre 18 y 23ºC y precipitaciones
máximas de 1000 mm. La colecta de los especímenes se
realizó mediante el método de captura por unidad de
esfuerzo (búsqueda y recolección durante un periodo
máximo de 1 hora). Los ejemplares capturados
manualmente en diferentes espacios que
correspondieron a suelo, paredes, vegetación, arbustos,
hojarasca, rocas y troncos caídos fueron colocados
individualmente en contenedores de plástico, limpios y
herméticos, en cuya tapa se realizó la apertura de
orificios para favorecer la respiración. Dado que la
recolecta se realizó durante los fines de semana, fue
necesario colocar trozos de lechuga hervida para la
alimentación. Los análisis parasitológicos se realizaron
en el Laboratorio de Investigaciones Parasitológicas
“Jesús Moreno Rangel”, FFB-ULA, Mérida.
El estudio en laboratorio se inició con la comprobación
taxonómica, seguido de la medición de la longitud (cm)
de cada caracol, valor que se obtuvo calculando la
distancia máxima entre el punto del labio exterior y el
punto externo opuesto a la concha. Seguidamente, se
inició el análisis parasitológico mediante la toma (con
ayuda de un aplicador), de la baba que se hallaba en
cada contenedor, siendo depositada sobre una lámina
portaobjeto y luego de cubrir con laminilla, visualizada
al microscópico con objetivos de 10X y 40X (examen
directo microscópico en fresco). Para el estudio del
excremento, se esperó por la defecación espontánea en
cada contenedor, tomando con ayuda de un aplicador de
madera, parte de la materia fecal, siendo colocada sobre
una lámina portaobjeto. Fueron aplicadas para la
búsqueda de formas evolutivas parasitarias, las técnicas
directas con solución salina fisiológica isotónica estéril,
solución yodada y Kato. Para cada ejemplar capturado,
los análisis de baba y excremento se realizaron por
duplicado.
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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Finalizada la investigación, todos los ejemplares fueron
eliminados siguiendo las indicaciones del Instituto
Nacional de Salud Agrícola (INSAI) que consiste en
colocar los caracoles durante un tiempo mínimo de 4
horas en un recipiente de aluminio con 3L de agua y
1kg de sal común. Al finalizar, fueron enterrados con
cal a una profundidad mínima de 50 cm.
RESULTADOS En total fueron capturados y analizados 17 ejemplares
de A. fulica (figura 2), 12 provenientes de la vereda 4 y
5 de la vereda 9. La longitud promedio se ubicó en 6,5
cm. No se encontraron elementos parasitarios en la
baba, mientras que en el excremento, 12 ejemplares
presentaron parásitos (tabla 1) para una prevalencia
total de 70,6%. Las formas evolutivas detectadas
correspondieron a quistes de protozoarios (Entamoeba
sp., Endolimax sp., Giardia sp., y Toxocara spp.),
huevos de nematodos (Trichuris sp.), huevos de
cestodos (Hymenolepis sp.) y larvas de nematodos
(orden Strongylida) (figura 3). Ningún nematodo fue
detectado por la técnica de Kato. Adicional, se detectó
en 7 ejemplares, el Stramenopiles Blastocystis sp.,
presentándose en infecciones únicas (2/7) y en
asociación con protozoarios, nematodos y cestodos
(5/7).
Finalizado el trabajo en laboratorio, se iniciaron las
actividades comunales educacionales mediante la
distribución de folletos informativos y el dictado de
charlas a los habitantes de las veredas afectadas sobre la
importancia de los hallazgos obtenidos y el valor de la
participación comunitaria a fin de evitar la proliferación
del caracol.
DISCUSIÓN A. fulica es uno de los invasores más agresivos para la
agricultura y la diversidad biológica a escala mundial,
sobre todo en cultivos altamente susceptibles (1, 2, 3, 13) y
puede también, ser catalogado como indicador de
infecciones microbianas humanas al transportar
diferentes especies de microorganismos, algunos de los
cuales pueden desencadenar enfermedades (2,6),
panorama con alta probabilidad de acrecentarse debido
a su alta tasa de dispersión, reportada para regiones
boscosas y montañosas a una velocidad promedio de
100 km/año desde la localidad donde se registró
inicialmente (14).
Respecto a la presencia de parásitos en A. fulica, ha sido
reportada una asociación positiva con su tamaño,
sugiriendo un mayor riesgo epidemiológico en
especímenes mayores. En promedio A. fulica en adultos
mide 12 cm de longitud, con un diámetro de 6 cm (3, 7).
Los ejemplares grandes (>8 cm) resultan
significativamente más afectados que los pequeños, por
ser mayores su longevidad y oportunidad de contacto
con formas parasitarias presentes en el ambiente (4). Sin
embargo, los hallazgos reportados en esta investigación
parecieran no estar en concordancia con estos reportes,
al encontrar una prevalencia parasitaria de 70,6% en
ejemplares cuya máxima longitud se registró en 8,2 cm.
La baba de A. fulica utilizada para la locomoción debe
ser diferenciada de la secreción mucosa producida como
mecanismo de defensa, y en la cual ha sido reportada la
presencia de Angiostrongylus costaricensis y
Angiostrongylus cantonensis (4), agentes causales en el
hombre de la angiostrongilosis intestinal y la
meningoencefalitis eosinofílica respectivamente (15). De
tal modo, que la secreción mucosa debe ser considerada
en los análisis parasitológicos en estos ejemplares, más
aun cuando se pretende implementar cualquier medida
de control sanitario.
A pesar de que en Venezuela se han librado numerosas
campañas para controlar al caracol africano,
lamentablemente el factor humano ha tenido una
participación negativa, limitando esta difícil tarea.
Muchas personas lo colocan deliberadamente en
jardineras, por ser muy vistosos; además, y a sabiendas
que la introducción deliberada de esta especie
representa un peligro para la biodiversidad, economía y
ambiente, la participación en campañas de control ha
sido muy pasiva (3). De tal modo que resulta necesario
afianzar en la educación y participación ciudadana
como medidas preliminares preventivas para controlar
esta especie. Así mismo, se indican como medidas
preventivas gubernamentales, el aprovechamiento de
instrumentos legales existentes, el desarrollo de
sistemas de alerta temprana, la existencia de una
infraestructura de evaluación de riesgo, la investigación
enfocada al impacto ambiental y la colaboración entre
instituciones (8).
Los resultados reportados en esta investigación
contribuyen a concientizar a los habitantes de las áreas
afectadas sobre la importancia en la transmisión
parasitaria intestinal, sin embargo, son necesarias
nuevas investigaciones donde se incluya una evaluación
epidemiológica más exhaustiva, adicionando entre otros
aspectos, mayor cantidad de especímenes, así como la
presencia y valoración de fauna animal representada
principalmente por roedores, caninos y felinos.
CONCLUSIÓN Se detecta la presencia de parásitos en excretas de
ejemplares de A. fulica capturados en la urbanización
San Miguel II del estado Mérida. En relación al
espectro parasitario, predominaron los protozoos sobre
nematodos y cestodos.
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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Figura 1. Área de estudio. La parroquia Matriz donde
se ubica la urbanización San Miguel II se localiza en la
cuenca media del rio Chama y concentra el 47,03% de
la población del municipio Campo Elías. El municipio
presenta un régimen bimodal con dos máximos de
precipitación, el primero entre abril-mayo y el segundo
entre septiembre-noviembre. Los mínimos de
precipitación suceden durante los meses de julio-agosto
y diciembre-marzo (12).
Figura 2. Ejemplares de A. fulica analizados.
Taxonómicamente, se presentan de forma espiral
cónica, color pardo con marcas o bandas longitudinales
oscuras e irregulares (los juveniles son más claros y
bandas amarillas de una pulgada o más de longitud); la
concha presenta forma cónica y superficie relativamente
lisa, bastante puntiaguda con la espira alargada y
generalmente 7-9 verticilos (10).
Tabla 1. Longitud y detección microscópica en el excremento de A. fulica recolectados en la
urbanización San Miguel II (Mérida)
Figura 3. Elementos parasitarios detectados en las
excretas de A. fulica recolectados de la urbanización
San Miguel II. A: huevo de Hymenolepis sp., B: quiste
de Giardia sp., C: huevo de Trichuris sp., D: quiste de
Entamoeba sp., y E: larva del orden Strongylida.
Adicional en F: Blastocystis sp. (r = forma de
resistencia, d = formas en división).
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Artículo Original
SÍNDROME DE LIPODISTROFIA EN PACIENTES CON VIH/SIDA
Olga Herize 1, María González 2, Ramón Castillo 3, Mariálida Mujica 4
1Hospital “Dr. Antonio María Casal”. Estado Portuguesa. 2Hospital “Dr. Armando Velásquez Mago” de Sarare. Estado Lara. Hospital Universitario “Dr. Miguel Oraá. Programa de Infección de Enfermedades Sexuales, SIDA/ITS.” Estado Portuguesa 3. 4Decanato de Ciencias de la Salud de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”. Barquisimeto. Venezuela. E mail: [email protected]
RESUMEN
Determinar el síndrome de lipodistrofia (SLD) en pacientes con VIH/SIDA atendidos en la consulta de SIDA/ITS del
Hospital Universitario “Dr. Miguel Oraá” de Guanare Venezuela. Se realizó un estudio descriptivo, ambispectivo en pacientes
con VIH/SIDA que recibieron terapia antirretroviral combinada, Los datos fueron recolectados de las historias clínicas y
directamente de los pacientes. Se valoraron 80 pacientes con edad promedio 36,6 ± 12,0 años. El tiempo de uso de la terapia
antirretroviral combinada varió (menos de 3 años hasta 15 años). El porcentaje de pacientes con SLD, previo a la consulta y a
los 6 meses de recibir terapia combinada (ITRAN+ ITRNN) disminuyó levemente. No obstante, en los niveles de colesterol y
triglicéridos se observó un incremento ligero. El SLD en personas con infección por Virus de Inmunodeficiencia Humana
(VIH) bajo tratamiento antirretroviral es descrito como una consecuencia del uso de estos fármacos, evidencias de
investigaciones apuntan hacia esta teoría, aunque existen autores que asocian la aparición de este síndrome a causas
desconocida; hoy en día se piensa que las alteraciones metabólicas asociadas al VIH son multifactoriales y no una
consecuencia exclusiva del tratamiento antirretroviral.
Palabras clave: Síndrome de lipodistrofia, VIH/SIDA, terapia antirretroviral combinada,
LIPODYSTROPHY SYNDROME IN HIV/AIDS PATIENTS
ABSTRACT
To determine lipodystrophy syndrome (LDS) in HIV/AIDS patients attended in consultation the SIDA/ITS in the University
Hospital “Dr. Miguel Oraá”, Guanare, Venezuela. A descriptive, ambipesctive study was conducted in a group of HVI/AIDS
patients who received a combined anti-retroviral therapy. The information was collected from the clinical history and
interviewing the patients. Eighty (80) patients were assessed; the mean age was 36.6 ± 12.0 years. The length of time using
the combined anti-retroviral therapy varied (from less than 3 years to 15 years). The percentage of patients with LDS before
the appointment and at six months of receiving anti-retroviral combined therapy (NARTI+NNTRI) decreased slightly.
However, a small increase in the cholesterol and triglycerides levels was observed. The LDS among people infected with the
Immunodeficiency Virus (HIV) under anti-retroviral therapy was describe as a consequence of the use of these medications,
theory that has been demonstrated by other investigations, however, there are some authors that associate this syndrome to
unknown causes; nowadays it is thought that the metabolic changes associated to the HIV are multifactorial and no an
exclusive result of the use of antiretroviral therapy.
Keywords: Combined Antiretroviral Therapy, lipodystrophy syndrome, HIV/AIDS
Recibido: 25-09-2015. Aprobado: 03-11-2015.
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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INTRODUCCIÓN
En los últimos años los estudios relacionados con la
lipodistrofia se han multiplicado, abarcando desde
aspectos clínicos hasta diversas opciones terapéuticas.
El tratamiento antirretroviral ha dado lugar a una
disminución de la morbimortalidad de las personas que
conviven con VIH/SIDA, sin embargo existen
evidencias significativas de asociación de este
tratamiento a efectos colaterales o efectos adversos que
van desde toxicidad farmacológica propiamente dichas
e intolerancia medicamentosa, hasta trastornos
sindromaticos bien definidos.
La introducción del tratamiento antirretroviral de gran
amplitud con la inclusión de inhibidores de proteasas se
ha relacionado desde hace algunos años con la aparición
de alteraciones de carácter metabólico que tienden a
modificar la calidad de vida de los usuarios con este
tratamiento y que en transcurrir del tiempo traerán
como consecuencia el aumento de la morbilidad por
causas distintas al VIH en personas que padecen esta
infección.
Estudiosos en el campo se han encargado de buscar
terapias combinadas que logren prolongar la vida del
paciente VIH, es así donde surge para 1995 los
Inhibidores de proteasa que aunados con los Inhibidores
de la transcríptasa inversa análogo de los nucleósidos se
llega a la formación de las terapias combinadas que
recibieron el nombre de tratamiento antirretroviral de
gran actividad (TARGA), el cual persiste hasta la
actualidad como el esquema con mayor efectividad. (1)
Sin embargo, investigadores en el área refieren, para
1997 comenzaron a producirse numerosos efectos
colaterales entre los cuales el más alarmante y menos
deseado era el incremento de la masa abdominal,
adelgazamiento en su cara y cuello de búfalo; este
fenómeno fue denominado lipodistrofia y se asoció su
aparición con el uso de la terapia antirretroviral,
específicamente en pacientes que se encontraban bajo el
esquema con inhibidores de proteasa. (2,3,4) El SLD
aparece en pacientes VIH/SIDA que reciben el
tratamiento antirretroviral, la redistribución de grasa en
este tipo de pacientes tratados con el Inhibidor de
Proteasa (IP) fue publicado en la literatura médica en
1998.(3)
En los últimos años estudios relacionados con la
lipodistrofia se han reproducido, abarcando desde
aspectos clínicos hasta diversas opciones terapéuticas;
es importante distinguir que el diagnóstico de
lipodistrofia en la práctica clínica generalmente
depende de una interpretación individual y no de una
clasificación evaluada..(2) Al respecto, la literatura
científica consultada en datos mostrados en pacientes de
Estados Unidos y Europa, describen que el porcentaje
de pacientes con SLD, en la población con VHI/SIDA,
es muy amplia, el mismo oscila entre 8 a 84 %. (2) .En
este orden de ideas, se presentan resultados coincidentes
que la enfermedad es muy variable debido a las
diferencias que hay en los criterios diagnósticos; es así
como se reporta una incidencia del 42% de casos
nuevos de lipodistrofia en los pacientes VIH positivos
tratados con Inhibidores de Proteasa (IP); encontrando
además, riesgo de padecer SLD dependiendo de la
duración del tratamiento, lo que significa, que ésta
aumenta 45% por cada seis meses de tratamiento.(4,5,6)
En este orden de ideas se han realizado otras
indagaciones, tal es el caso de una paciente femenina
seguida en el servicio de Medicina Interna II de la
Unidad de Enfermedades Infecciosas/Sida del Hospital
Universitario de Salamanca, España, quien presentó
manifestaciones adversas a los fármacos
antirretrovirales. En este caso el médico decidió iniciar
terapia combinada con estavudina (30 mg/12 h),
lamivudina (150 mg/12 h) e indinavir (800 mg/8 h).
Después de un año y 5 meses de tratamiento la paciente
consultó muy angustiada por haber apreciado
adelgazamiento en las extremidades superiores e
inferiores y, sobre todo, en región facial, con un
discreto aumento del diámetro abdominal y de las
mamas. (7)
Estos hallazgos se confirmaron con la exploración física
y el control analítico, en el que se obtuvieron los
siguientes datos: CD4, 44/ml y carga viral indetectable;
en la bioquímica se aprecia colesterol total, 205 mg/dl,
y triglicéridos, 343 mg/dl (cifras previas siempre dentro
del rango de la normalidad). Dado el cuadro clínico se
le diagnosticó lipodistrofia. Cinco meses después se
cambió el tratamiento antirretroviral, efavirenz en lugar
de indinavir. (7) Es importante referir que el SLD se
puede diferenciar dos tipos de manifestaciones; por una
parte, manifestaciones morfológicas, de redistribución
de la grasa corporal y, por otra, manifestaciones
bioquímicas detectables en el análisis.
En este enfoque se corresponde con lo expuesto en la
revisión bibliográfica sobre la lipodistrofia y el VIH,
los fundamentos teóricos que describen esta patología
son elementos coadyuvantes para aclarar u orientar a
cualquier lector interesado, se expone que han existido
muchas controversias sobre las causas de la lipodistrofia
en las personas con VIH. Algunos investigadores
proponen que se debe a los efectos secundarios de los
inhibidores de proteasas, lo cual ha coincidido en que la
misma se ha hecho más común desde la utilización de
estos medicamentos en las terapias contra el VIH; otros
informan que algunos análogos de los nucleótidos
pueden ser un factor que incide. (1)
Además se presenta la lipodistrofia como un problema
anatómico y funcional del paciente evidenciado a
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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través de una serie de cambios en la redistribución de la
grasa corporal, ya sea en la forma constitucional del
cuerpo o en los lípidos sanguíneos, el cual ha sido
atribuido al uso de antiretrovirales tales como IP de tipo
Ritonavir y Saquinavir en un grupo de personas en
estudio, donde los niveles séricos de triglicéridos y
colesterol se encontraban elevados y resistencia a la
insulina, comparados con los pacientes que utilizan otra
terapia con ITRAN o ITRNN que rara vez desarrollan
cambios en los lípidos sanguíneos. (1)
A su vez algunos pacientes fueron tratados con
medicamentos (Atorvastatina y Genfibrozil) para
disminuir este aumento de triglicéridos y colesterol
sérico pero los resultados demostraron poco éxito. Esta
investigación propone como causas de lipodistrofia
múltiples factores, siendo el de mayor peso el uso de IP
como terapia antiretroviral en los pacientes con VIH,
sin embargo un bajo porcentaje lo asocia a la terapia
combinada con ITRAN+ITRNN, así como también por
el mismo VIH que interfiera con el proceso del
metabolismo de las grasas. (1)
En otro estudio de tipo transversal se evaluaron los
efectos del metabolismo lipídicos provocados por el
tratamiento retroviral, especialmente en pacientes que
utilizaban el tipo IP. A pesar del gran avance por la
introducción de estas drogas para prolongar la vida de
estos paciente se han producido efectos colaterales
como lo son trastornos metabólicos, como aumento de
triglicéridos, colesterol LDL y disminución de HDL
ligado a los IP ya que estos tienen afinidad con dos
proteínas relacionadas con las LDL lo que ocasiona
hiperlipemia y la pérdida de los adipocitos subcutáneos;
otra hipótesis involucra la toxicidad mitocondrial
originada por la inhibición de la enzima polimerasa
gamma mitocondrial DNA producida por los ITRAN lo
que lleva a disfunción celular.(8)
Refieren los autores que utilizaron como muestra 136
pacientes cuyas variables a evaluar fueron edad, sexo,
tiempo de infección, tipo de esquema antirretroviral,
medidas antropométricas, carga viral y conteo de
linfocitos y paraclínicos como colesterol, triglicéridos,
HDL y LDL; obteniéndose como resultados el aumento
de los lípidos séricos en un 58% elevación de colesterol
y un 75% en triglicéridos en pacientes que recibían
tratamiento antirretroviral de tipo IP y ITRAN en
comparación con el grupo control sin tratamiento.(8)
En Venezuela son escasas las estadísticas publicadas
que refieran el SLD como efecto secundario del
tratamiento antirretroviral en paciente con VIH/SIDA;
reportes en el país señalan que fueron atendidos de
manera integral 583.017 pacientes con ITS/VIH, de los
cuales, 43.805 recibieron terapia antirretroviral de alta
eficacia durante el período 2006 al 2011.(6) Los
planteamientos referidos anteriormente, se evidencian
elementos que pudieran explicar diversas causas por las
cuales el paciente que asiste a la consulta SIDA/ITS del
Hospital Universitario Dr.”Miguel Oraá” de Guanare
inicia una terapia antirretroviral que no es controlada y
que pudiera ser definida como un factor de “adherencia
al tratamiento”,(9) el cual se ha convertido en una de las
principales preocupaciones en los últimos años con
relación al éxito o fracaso terapéutico en la toma de los
medicamentos antirretrovirales y la asistencia a las citas
médicas.
Entre otras causas se mencionan: el financiamiento del
estado para cubrir el tratamiento del enfermo, el
subregistro obtenido por diversas causas; falta de
cooperación e integración de los servicios con el
paciente, falta de recursos especializados para la
atención del paciente seropositivo que dé respuesta
efectiva a su problemática; de ahí que se desconozcan
estadísticas de la terapéutica con antirretrovirales que
estimen el efecto secundario que estos producen.
Los resultados serán de utilidad para generar
estadísticas actualizadas, que permita a las distintas
instancias la toma de decisiones en la atención oportuna
de los pacientes con VIH/SIDA tratados con
antirretrovirales. Además se espera que se implementen
estrategias de prevención y/o tratamiento para el
paciente con riesgo de SDL.
MÉTODO Se realizó un estudio descriptivo, ambispectivo, con 80
pacientes Seropositivos para VIH/SIDA, que asistieron
a la consulta de SIDA/ITS del Hospital Universitario
Dr. “Miguel Oraá”, durante el período de un año y
recibieron terapia antirretroviral combinada. Fueron
incluidos los pacientes con diagnóstico de VIH positivo,
edad mayor o igual a 18 años, uso y tiempo con
tratamiento antirretroviral, pacientes con niveles de
adherencia al TARGA adecuados. De igual manera se
excluyeron del estudio todos los pacientes que
recibieron monoterapia, mujeres embarazadas y
pacientes en edades pediátricas.
En la recolección de datos se emplearon dos fuentes,
una primaria, directamente de los pacientes y
secundaria de las historias clínicas; como instrumento
se manejó una ficha de recolección de datos, Los datos
fueron procesados mediante el programa estadístico
SPSS versión 18.0 para Windows. Para la descripción
de los resultados se utilizaron porcentajes, promedio y
desviación estándar.
Esta investigación fue aprobada por los pacientes
mediante el consentimiento informado e
institucionalmente en los principios de la Bioética que
involucra seres humanos.
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RESULTADOS En la tabla 1, se presentan las características sociales,
demográficas y clínicas de los pacientes estudiados. Se
valoraron un total de 80 pacientes entre 17 a 72 años.
La edad promedio fue de 36,6 ± 12,0 años; 73,4% son
del sexo femenino, los antecedentes personales y
familiares predominantes son la hipertensión, hábitos
tabáquicos y alcohólicos.65,6% de los pacientes tienen
un diagnostico de HIV menor o igual a cuatro años;
encontrándose cerca del 33% que recibe tratamiento
entre cinco y nueve años.
En la tabla 2, se muestra el tiempo de uso de la terapia
antirretroviral combinada con ITRAN+ITRNN, es
menor o igual a 6 años en 75% de los pacientes. Por
otra parte, 68,3% utiliza IP+ ITRAN por un tiempo
menor o igual a 9 años, correspondiendo sólo 16,7% a
un tiempo entre 10 y 12 años
En este orden de ideas, se observó que previo a la
consulta, 86,9% de los pacientes con SLD recibió
terapia antirretroviral combinada (ITRAN+ITRNN),
posterior a los 6 meses, se evidenció una ligera
disminución (85,4%).Tabla 3
Al evaluar los niveles de colesterol y triglicéridos
previo a la consulta y a los 6 meses, se obtienen como
resultados pacientes con mayor porcentaje de
parámetros deseable y normal respectivamente. Sin
embargo, en aquellos pacientes que recibieron ITRAN+
ITRNN e IP+ ITRAN, se observa previo a la consulta y
a los 6 meses un colesterol (6,8% a 12,6%) y
triglicéridos (12,6% a 18,9%) en alto limite, con ligero
incremento. Al asociar el perfil lipídico con la terapia
con base a los IP+ITRAN se conservan los mismos
resultados antes y después del uso de la terapia
antirretroviral combinada. (Tabla 4)
DISCUSIÓN La literatura reporta que el tratamiento antirretroviral ha
dado lugar a una disminución de la morbimortalidad de
las personas que viven con VIH/SIDA, sin embargo
existen evidencias significativas de asociación de este
tratamiento a efectos colaterales o adversos que van
desde toxicidad farmacológica propiamente dicha e
intolerancia medicamentosa, hasta trastornos
sindromática bien definidos, están asociados con el
tratamiento antirretroviral en personas con VIH.
Situación que orienta a realizar una revisión de los
diferentes estudios reportados entre la lipodistrofia y el
uso de tratamiento antirretroviral, (1,2)
Con base al estudio realizado se reporta la edad
promedio de los pacientes seropositivos para VIH/SIDA
de 36,6 ± 12,0 años, cuyos valores son similares (37,3 ±
10,3 años) a otros estudios (3,). De igual manera en el
sexo se observó un predominio del masculino (73 %)
sobre el femenino; esto revela que existe un
comportamiento marcado en el sexo masculino. Estas
características representan a su vez factores de riesgo
para la población que padece la viremia a la hora de
desarrollar el SDL.
Los antecedentes predominantes fueron los hábitos
alcohólicos y tabáquicos; investigaciones realizadas
coinciden que el consumo de tabaco y alcohol
constituyen un impacto negativo en la salud; así como
el riesgo de adquirir una amplia variedad de patologías
infecciosa; (8,9,10,11) de igual modo, otros autores han
encontrado que existe una asociación especifica con el
hábito tabáquico (12,13). El impacto de estos
antecedentes genera repercusiones en la evolución de la
enfermedad,
El porcentaje de pacientes con SLD diagnosticados
como VIH en un tiempo menor o igual a 4 años tiene
correspondencia con el uso de la terapia antirretroviral
combinada; resultados similares a los reportados por
otros investigadores; (3,13,14) es decir, existe similitud en
el intervalo.de tiempo para el diagnóstico precozmente
de VIH y, el uso de la terapia antirretroviral
combinada.
Ochenta por ciento de los pacientes con SLD usaron
terapia antirretroviral combinada (ITRAN+ITRNN)
entre 0 y 6 años, respecto al 35,0% que emplearon
como terapia el IP+ ITRAN. (8) Pudiera inferirse que la
mayoría de los pacientes que consultan en el servicio de
SIDA/ITS recibieron tratamiento en un tiempo menor o
igual a 6 años, lo que habla a favor o en contra de la
evolución de la enfermedad. Asimismo, el tiempo en
que los pacientes recibieron terapia antirretroviral
combinada (ITRAN+ITRNN o IP+ ITRAN) fue similar
previo a la consulta y a los seis meses. Investigaciones
reportan que las manifestaciones de aparición de este
síndrome son variables debido a factores genéticos en
cada persona, por que las respuestas son diferentes al
tratamiento, (15) lo que significa que las personas
pueden tardar años en desarrollar el SLD,
El perfil lipídico (colesterol y triglicéridos) de los
pacientes con tratamiento antirretroviral combinado con
ITRAN+ ITRNN, previo a la consulta y a los 6 meses
son deseables o normales, sólo con ligero incremento en
parte de la población. Igualmente, al valorar la terapia
IP+ITRAN y el perfil lipídico se evidenció que estos se
mantienen. Estudios confirman que la concentración de
colesterol total y triglicéridos aumenta durante el
tratamiento, siendo más frecuente en pacientes 6ue
desarrollan lipodistrofia.(15,17) Posiblemente ambas
alteraciones compartan un mecanismo de producción
común dependiente del uso de inhibidores de la
proteasa (16,17).
Finalmente, se concluye que el uso de la terapia
antirretroviral se encuentra asociada en un porcentaje
bajo, pero considerable con el aumento de lípidos en
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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sangre en la muestra de pacientes posterior a los 6
meses de estudio, lo que a su vez probablemente tenga
relación con el SDL.
En otro orden de ideas, se puede considerar que la
terapia antirretroviral en pacientes seropositivos para
VIH/SIDA con síndrome de lipodistrofia exacerba todas
las manifestaciones clínicas que conforman este
conjunto sindromatico desde el punto de vista
morfológico y de la química sanguínea (colesterol y
triglicéridos), tal cual como lo afirman algunas teorías
que sustentan la investigación en correspondencia con
los resultados obtenidos en el presente estudio donde el
mayor porcentaje de pacientes ya desarrollaban este
síndrome sin la influencia directa de la terapia
antirretroviral en cualquiera de sus combinaciones.
No obstante, la muestra evaluada previa a la consulta y
después de los 6 meses aun presentaban todas las
manifestaciones clínicas entre las cuales destacan
perdida de grasa en cara, brazos, piernas, aumento de la
circunferencia abdominal y cadera; además se tomo en
cuenta los niveles de colesterol y triglicéridos para
evaluar el metabolismo de los lípidos, observándose un
incremento de pacientes entre niveles elevados
asociados a la terapia sin inhibidores de proteasa. Es
decir, que la presencia del virus en el organismo guarda
una relación intima con el síndrome en cuanto a su
manifestación, mientras que la terapia incrementa el
cuadro clínico; lo que significa que por ser esta una de
las variables para llegar al diagnóstico de esta patología
poco conocida para muchos. De allí que todos los
hallazgos reportados en este estudio no son
concluyentes, los cuales difieren en algunas variables de
lo encontrado en otras revisiones de literatura, lo que
indica que deben ser profundizados en futuras
investigaciones.
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30
Artículo Original
CALIDAD DE IMAGEN DE LAS RADIOGRAFÍAS DE TÓRAX. EMERGENCIA HOSPITAL CENTRAL “ANTONIO M. PINEDA”. BARQUISIMETO. VENEZUELA.
Javier Reyes1, Lisabeth Landaeta1,2, Rafael Gásperi1,3
1Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado. 2Departamento de Radiaciones.
3Departamento de Medicina Preventiva y Social. Email: [email protected] RESUMEN
Con el objetivo de evaluar la calidad de imagen diagnóstica de las radiografías de tórax del Servicio de Emergencia del
Hospital Central Universitario Dr. “Antonio María Pineda”, se realizo un estudio descriptivo transversal, mediante una
revisión sistemática de radiografías de tórax, se seleccionó una muestra de 100 radiografías, de manera no probabilística
en el lapso de 30 días. Estas fueron cotejadas con los criterios establecidos en la “Guía Europea sobre los Criterios de
Calidad en las Imágenes Radiográficas Diagnósticas” basadas en la características anatómicas identificadas en la imagen.
El instrumento de recolección de datos registró los criterios cumplidos, clasificándolas en categorías: mala, regular y
buena, así como los datos de identificación de las mismas. Los resultados se presentaron en forma de porcentajes. El
cumplimiento global promedio de los criterios fue 50,4%, prevaleciendo la categoría de regular calidad de imagen. La
reproducción visual de los bordes del corazón y aorta, mostró el mayor porcentaje con 75%. Por otra parte, la
visualización de la columna vertebral a través de la sombra cardiaca reveló el menor porcentaje de cumplimiento, con
24%. Se concluyó que la calidad de imagen de las radiografías de tórax de la muestra fue regular, debido principalmente
al bajo cumplimiento de los criterios de calidad relacionados con el posicionamiento del paciente y, en menor grado, por
errores en la exposición de la película o material radiográfico empleado. Se recomendó una mayor atención del personal
técnico radiológico de los parámetros requeridos durante la realización de las radiografía.
Palabras clave: radiografía de tórax, calidad de imagen, criterios diagnósticos
ABSTRACT
IMAGE QUALITY CHEST RADIOGRAPHS. EMERGENCY CENTRAL HOSPITAL "ANTONIO MARÍA PINEDA". BARQUISIMETO. VENEZUELA
With the purpose of assessing the quality of diagnostic image of chest radiographs from emergency department of
University Central Hospital “Dr. Antonio Maria Pineda”, a transversal descriptive study was executed through a
systematic revision of chest x-rays, a sample of 100 radiographs was selected, in a non-probable manner in a term of 30
days. These were compared to the quality criteria of European “Guidelines on Quality Criteria for Diagnostic
Radiographic Images”, based on anatomical features seen on the image. The instrument for collecting data recorded each
accomplished criteria, labeling them in categories such as: poor, regular and good; including their identification data.
Results were shown in percentages. The average global accomplishment of criteria was 50,4%, and regular category of
image quality prevailed. Visual reproduction of the borders of the heart and aorta, exhibited the highest percentage of
75%. In contrast, visualization of the spine through the heart shadow presented the lowest amount of accomplishment,
with 24%. It was concluded that image quality of chest radiographs of the sample was regular, mainly due to minimal
achievement of image quality criteria related to both, patient positioning, and in a minor degree, errors of film exposure
and the quality of the used film. It was recommended for radiologic technicians to pay more attention to the guidelines for
performing chest radiographs properly during the making of the radiographs.
Key words: chest radiographs, quality image, diagnostic criteria.
Recibido: 17-06-2015. Aprobado: 03-11-2015
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
30
INTRODUCCIÓN Actualmente, la radiografía simple de tórax continúa
siendo un examen muy frecuente, y forma parte del
protocolo de estudio clínico rutinario de muchos
pacientes (1). Aún gran cantidad de radiografías de tórax
sigue adquiriéndose con sistemas radiográficos con
películas convencionales, que proveen un menor costo,
buena calidad de imagen, y alta resolución espacial, sin
embargo, las desventajas incluyen una alta tasa de
repetición e inflexibilidad en su manipulación, bajando
la eficiencia en los servicios de Radiodiagnóstico y
desmejorando la administración en Salud Publica. (2)
Cabe señalar, que la adopción de la radiografía
digital en las instituciones públicas del país aún no es
completa, así pues, los estudios radiográficos continúan
siendo mayoritariamente realizados con el sistema
convencional película-pantalla.
No obstante las bondades que aporta la radiografía,
su utilidad está en relación directa con la cantidad de
información diagnóstica que proporcione al médico
tratante, ante la condición clínica del paciente en un
momento determinado, por ende, lo primero que el
clínico debe hacer es verificar que ha recibido un
examen técnicamente adecuado. Un estudio radiológico
con imagen inadecuada acarreará innumerables
perjuicios para el paciente, el médico y denota
deficiencias en la administración de los recursos de la
institución de salud, repercutiendo esto en una baja
calidad del servicio prestado. Paralelamente, los
estudios repetidos incrementan los gastos en recursos
económicos y tiempo por parte de la institución de
salud, además de contribuir con el acortamiento de la
vida media útil de los equipos radiológicos, exponiendo
al paciente a una mayor dosis de radiación ionizante.
Se ha reportado que la radiografía de tórax es la más
comúnmente malinterpretada por los observadores,
ocurriendo especialmente en el departamento de
emergencias. Las radiografías con pobre calidad de
imagen, reducen en forma marcada la oportunidad de
hallar anormalidades. (3,4,5) y por consiguiente una pobre
atención de salud incluyendo diagnósticos errados.
Es por ello que en las instituciones hospitalarias se
hace necesario el monitoreo permanente para detectar
las causas y porcentajes de rechazos de estos estudios,
que se puede comenzar con la evaluación de las
radiografías que se desechan y las que se rechazan por
no tener la calidad de imagen necesaria para el
diagnóstico.
A tal efecto la Unión Europea, a través de una comisión
Ad Hoc, concerniente a la ciencia, investigación y
desarrollo, ha instaurado las “Guías Europeas sobre la
Calidad de la Imagen Radiográfica Diagnóstica”
(GECIRD), que concentran explícitos criterios de
evaluación de la imagen radiográfica, dichos criterios
comparten amplias similitudes a nivel mundial,
inclusive con el acreditado Colegio Americano de
Radiología (ACR), salvo mínimas discrepancias. (6)
Dichos criterios han sido empleados no sólo en el
ámbito local sino a nivel mundial, inclusive en
Latinoamérica. Su utilidad radica en permitir examinar
la calidad de imagen de las radiografías, en particular
las de tórax, y permitir una base de comparación con
estudios similares, para ulteriormente poder establecer
el nivel de atención los servicios de radiodiagnóstico
hospitalarios.
En base a estos criterios, se han realizado trabajos de
investigación que ilustran un poco la situación actual de
nuestro problema en estudio. En Tanzania 7, país con
bajos niveles de atención en salud, se procuró establecer
la utilidad de los criterios de la Comisión Europea en el
departamento de radiodiagnóstico del Hospital Nacional
de Muhimbili. Se evaluaron 50 radiografías de tórax,
con un porcentaje de cumplimiento de los criterios del
70%. Se recomendó la adopción de los criterios y la
familiarización de los mismos por parte del grupo de
médicos radiólogos, así como se resaltó la importancia
de la educación y programas de entrenamiento dirigidos
al personal técnico para obtener mejores resultados. En
Irán 8, al estudiar la dosis de radiación del paciente
proveniente de estudios radiológicos que se repitieron
en la Universidad de Ciencias Médicas de Urmia, donde
hallaron una tasa de rechazo y repetición de radiografías
de tórax del 9,02%. Además demostraron que la razón
principal de repetición de radiografías se debe a errores
de exposición (58%) y de posicionamiento del paciente
(18%), y encontraron que el error humano tiene un rol
importante en estas causas.
Asimismo, en Brasil, se evaluó la dosis de radiación
de entrada en la piel, la dosis efectiva y la calidad de
imagen en las radiografías de tórax de pacientes adultos 9. Para esto, examinaron dichos parámetros en
radiografías de tórax de 8 hospitales regionales, con un
total de 520 radiografías. También fueron empleados
métodos evaluativos basados en las características de la
imagen, confrontándolas con los criterios de calidad de
la imagen de las GECIRD. Entre los resultados,
destacan los referidos a la calidad de la imagen, con un
valor medio de la presencia de criterios de sólo el 55%.
Aquí se aprecia un ejemplo de investigación, donde se
combinó criterios físicos con los propios de la imagen.
Pasando al ámbito nacional, en Venezuela se han
realizado algunos trabajos donde se emplean los
criterios de las GECIRD, en el Hospital Universitario de
Caracas (HUC)10, se analizaron las radiografías que se
desechan y las que se rechazan por no tener la calidad
de imagen necesaria para el diagnóstico, las causas de
tales rechazos, y los porcentajes de rechazo. Obtuvieron
un 28,7% de radiografías rechazadas, un 75% de las
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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mismas debidas a problemas de exposición de la
película, y un 7% a la posición y movimiento del
paciente. Al evaluar las causas se observó que están
relacionadas con el funcionamiento del equipamiento
del servicio, dificultades asociadas con el examen,
competencias del personal, o una combinación de
dichos elementos. Se concluyó que para solventar los
problemas encontrados se debe establecer un programa
de control de calidad e implementarse la educación
continua del personal.
Durante el primer semestre de 2012, en el Servicio de
Emergencia de nuestro Hospital, médicos especialistas
y residentes adscritos al departamento de radiología,
había notado un incremento en la cantidad de
radiografías de tórax que han sido rechazadas o
repetidas. Asimismo, al momento de efectuar la
evaluación inicial de las radiografías, médicos y
residentes se percataban de la deficiente identificación
de los estudios realizados en el Servicio de Emergencia,
particularmente respecto a la información de la fecha y
hora de la radiografía, edad y género del paciente, o si
la proyección fue hecha con el paciente erguido o en
decúbito, entre otros datos.
En vista de tal situación y de la deficiente
información o estudios sobre el comportamiento y
origen de este problema en nuestra institución de salud,
se hace relevante determinar las características de este
problema y la posibilidad de disminuirlo, por lo que se
decide realizar el presente trabajo de investigación con
el objetivo de evaluar la calidad de la imagen
diagnostica de las radiografías de tórax del servicio de
emergencia del hospital central Antonio María Pineda.
MATERIALES Y MÉTODOS El presente estudio constituyó una investigación
descriptiva de corte transversal, dado que permitió
describir variables y analizar las características
presentes en la imagen de una muestra de radiografías
de tórax del Servicio de Emergencia del Hospital Central
Universitario “Dr. Antonio María Pineda”
(H.C.U.A.M.P), que luego fueron cotejadas con los
criterios de calidad de imagen establecidos por las
Guías Europeas de Criterios de Calidad de la Imagen
Radiográfica Diagnóstica (GECIRD)6
En este sentido, se revisaron de manera sistemática
en el Servicio de Emergencia del H.C.U.A.M.P, durante
el mes de octubre de 2013, hasta Diciembre del mismo
año 100 radiografías de tórax en proyección PA,
seleccionadas de forma no probabilística e intencional.
En relación al procedimiento realizado en el
desarrollo de la investigación, se efectuó una amplia
revisión bibliográfica, examinando todos los aspectos o
elementos teóricos relacionados al tema en estudio, así
como se analizaron las diversas investigaciones
ejecutadas afines al área del diagnóstico por imágenes y
al tópico de calidad de la imagen radiográfica.
Posteriormente, se solicitó la autorización al Jefe del
Departamento de Radiaciones con el propósito de
programar los objetivos del estudio y las actividades
relacionadas. Luego, se presentó el proyecto ante la
Comisión de Ética y Bioética del H.C.U.A.M.P para su
evaluación respecto a las pautas y requerimientos para
su realización, siendo aprobado. Una vez conseguido lo
anterior, se procedió a la identificación y recolección de
las radiografías de tórax que se practicaron a los
pacientes provenientes del servicio de emergencia.
Dicho muestreo fue ejecutado durante horario matutino
y vespertino, incluyendo sábados y domingos para
obtener así una mejor representación del universo de
radiografías realizadas. Cuando las condiciones lo
permitieron, se le explicó al paciente o a su familiar,
con lenguaje llano y diáfano, los objetivos de la
investigación, solicitándole su consentimiento
informado escrito, para permitir el empleo temporal de
la radiografía de tórax para ser sujeta a análisis y ser
incluida ulteriormente en los datos del estudio.
Seguidamente, empleando negatoscopio y en
circunstancias apropiadas se analizó cada radiografía de
tórax, verificando el cumplimiento de las características
de identificación y criterios de calidad de imágenes
sujetas a estudio y se registró la información en el
instrumento de recolección de datos. . También se
incluyeron los datos de identificación de la radiografía
tales como nombre y edad del paciente, señalización del
lado derecho o izquierdo de la radiografía, posición del
paciente, nombre de la institución y la fecha y hora de
la exposición de la radiografía.
Se empleó para la recolección de los datos, una
lista de los criterios de la calidad de la imagen de las
GECIRD sobre las variables a considerar que constó de
tres elementos: una primera parte “A”, constituida por
datos de identificación del paciente como las siglas de
su nombre y apellido, edad, género. La segunda etapa
de registro, o parte “B”, permitió asentar los hallazgos
obtenidos en la radiografía de tórax y el grado de
cumplimiento de los criterios. La parte final “C”,
registró los datos de identificación de las radiografías
relacionados a la investigación.
Acto seguido, los datos registrados fueron analizados
según los objetivos de la investigación, determinando la
frecuencia de cumplimiento de cada criterio, y al
evaluarse 10 criterios, la puntuación máxima fue de 10
puntos, que permitió clasificarlas en 3 categorías de
calidad: mala (menor o igual a 4), regular (5 a 7) y
buena (8 a 10). Los datos de identificación de las
radiografías fueron examinados para cada estudio.
Finalmente se presentó la frecuencia absoluta y relativa
de cada criterio, tanto de las categorías de calidad de
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
32
imagen como de identificación de las radiografías, y los
resultados fueron expresados en valores porcentuales, y
posteriormente representados mediante cuadros.
RESULTADOS A continuación se presentan los datos obtenidos
sobre la calidad de imagen diagnóstica de las
radiografías de tórax del Servicio de Emergencia del
Hospital Central Universitario Dr. “Antonio María
Pineda” durante el mes de octubre de 2013.
En primer lugar, como se observa en el cuadro 1,
respecto al cumplimiento de cada criterio de calidad de
imagen, la reproducción total de la parrilla costal
encima del diafragma y la reproducción visual detallada
de los bordes del corazón y aorta, presentaron los más
altos porcentajes con 69% y 75%, respectivamente. Por
otra parte, la visualización de la columna vertebral a
través de la sombra cardiaca mostró el menor porcentaje
de cumplimiento, con 24%. Los tres primeros criterios
también presentaron bajo cumplimiento, con
porcentajes de 36%, 37% y 35%, respectivamente. En
relación a los criterios que exhibieron dificultad para su
evaluación, el primer y quinto de ellos, presentaron
patología torácica asociada en 9% de las radiografías. El
cumplimiento global promedio de los criterios resultó
de 50,4%.
El cuadro 2 muestra el porcentaje de cumplimiento de
los datos de identificación para el total de radiografías
analizadas. El mayor porcentaje fue el correspondiente
al nombre del paciente, con 92%. Sin embargo, la edad
del paciente estuvo presente en 24%. Destaca la
ausencia en 100% de las radiografías de los datos
referidos a la señalización de la posición y derecha del
paciente, así como del nombre de la institución. El dato
de fecha y hora estuvo incompleto en 86%, debido a
que la hora fue omitida en el rótulo de la mayoría de
radiografías. El porcentaje promedio de datos ausentes
fue 63,5%, mientras que en 21% de la muestra los datos
fueron registrados correctamente. El rotulado estuvo
incompleto en 15,5%
Por último, el cuadro 3 presenta los resultados según
la calidad de imagen de las radiografías en la muestra,
donde 50% mostró calidad de imagen regular. Además
de apreciar que 35% exhibieron mala calidad de imagen
y por el contrario, solo 15% se consideró con buena
calidad
DISCUSIÓN
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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La presente investigación tuvo origen debido a
varias interrogantes que se plantearon en el primer
capítulo, todas vinculadas con el propósito de evaluar la
calidad de imagen diagnóstica de las radiografías de
tórax sujetas a estudio. A continuación se discuten los
resultados producidos, analizando sus repercusiones y
relaciones con otros estudios similares.
La primera pregunta referida a cuáles criterios de
calidad de la imagen se cumplirían y con qué frecuencia
los resultados son comparables a los realizados en
Brasil 9, en el cual se puso de manifiesto que la calidad
de imagen no fue buena ya que obtuvieron un valor
medio de la presencia de criterios de sólo 55%. De igual
manera, en esta investigación los resultados obtenidos
mostraron comportamiento parecidos, pero con valores
levemente inferiores, con 50% de la muestra analizada
presentando calidad de imagen regular.
Por otro lado, al comparar con los resultados
obtenidos en Tanzania 7, se puede apreciar que
encontraron un porcentaje de cumplimiento de los
criterios del 70%, valor superior respecto al presente
estudio.
También estudiando las radiografías que fueron
clasificadas en la categoría de mala calidad de imagen,
con un total del 35%, se puede inferir que la utilidad
médica para el diagnóstico del paciente fue reducida, y
posiblemente gran parte de ellas hayan sido rechazadas
o repetidas, tal como lo afirma la investigación 10
realizada en Caracas, Venezuela donde obtuvieron
28,7% de radiografías rechazadas. Si se consideran los
márgenes de la tasa de rechazo y repetición
recomendados por la OMS, que se encuentran entre 5-
10%, se estaría casi cuadruplicando estos valores.
En consecuencia, puede verse como la calidad de
imagen de las radiografías analizadas fue inferior al de
las dos investigaciones señaladas. Además, el
porcentaje de radiografías de mala calidad superó 30%,
involucrando el uso innecesario de recursos, la
exposición adicional a radiación de los pacientes y
puede sustentar la idea de un deficiente control de
calidad, de supervisión, así como una deficiente
administración y maximización de los recursos
hospitalarios.
Otra de las preguntas que se intentó resolver durante
el estudio giraba en torno a cuáles de los criterios sería
el de mayor y de menor cumplimiento, y tal como se
observa, la reproducción visual detallada de los bordes
del corazón y aorta presentó el mayor porcentaje con
75%.
Por el contrario, el de menor frecuencia fue el
décimo criterio, que trata de la visualización de la
columna vertebral a través de la sombra cardiaca, con
24%. De igual manera, los tres primeros criterios,
relacionados con la realización de la radiografía durante
inspiración máxima, simetría del tórax y de las
escápulas fuera de los campos pulmonares, mostraron
36%, 37% y 35% respectivamente.
En este sentido, existen semejanzas y discrepancias
al comparar estos resultados con los de Osibote y cols 9.
Una similitud está en el porcentaje logrado por el
séptimo criterio en ambos trabajos, con 75%, sin
embargo no fue el de mayor cumplimiento para ellos,
ya que los tres últimos criterios mostraron valores
superiores, con 97%, 94% y 89%, respectivamente.
También se presentan resultados opuestos en cuanto al
criterio de visión de la tráquea y bronquios principales,
donde reportaron que ninguna radiografía de su muestra
cumplió dicho característica, contra 55% del presente
trabajo.
Análogamente, se muestran resultados
contradictorios del décimo criterio, donde ellos reportan
89%, en oposición al 24% obtenido por este autor. Esto
puede deberse a defectos de la exposición de la
radiografía, tal como refiere Jabbari y cols 8, dado que
durante el análisis de la muestra, generalmente se
registró subexposición de la radiografías, produciendo
una imagen “blanda” que impidió la visualización de la
columna vertebral a través de la sombra cardiaca. Otra
posibilidad podría estar relacionada con las propiedades
intrínsecas de los materiales radiológicos utilizados,
tales como películas, químicos, componentes del
sistema de rayos x, entre otros.
Por otra parte, para Osibote y cols 9, el primer
criterio mostró 72%, duplicando el porcentaje de 36%
obtenido en el presente estudio. Es oportuno indicar que
sólo en 9% de la muestra se asoció proceso patológico
que dificultó el cumplimiento de este criterio. Por lo
tanto, se deduce que la exigencia de realizar las
radiografías durante una inspiración máxima fue poco
procurada por el personal técnico radiológico en estos
casos especiales, en contraposición con los resultados
de la investigación brasilera; no obstante, en relación al
segundo y tercero criterios, se aprecian coincidencias
con valores ubicados entre 30 y 39%. Por consiguiente,
la reproducción simétrica del tórax y la no
superposición de los bordes internos de las escápulas en
los campos pulmonares, tuvieron similares
comportamiento. Ambos son criterios que dependen del
posicionamiento del paciente, así pues, se supone falta
de diligencia del personal técnico radiológico en
intentar colocar al paciente en forma adecuada, tal como
lo sugieren Jabbari y cols 8
Ahora bien, se observa como los resultados
obtenidos en este estudio, revelan una preponderancia
de errores en el posicionamiento del paciente durante la
realización de la radiografía, y menor relevancia de la
exposición de la película o características intrínsecas de
la misma, coincidiendo parcialmente con el estudio
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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Tanzano, pero en contraposición con las conclusiones
de las investigaciones Brasilera, Caraqueña e Iraní 9,10,8
A continuación se analiza los datos asentados en el
rotulado de las radiografías, donde se registró 94% con
el primer nombre y primer apellido del paciente en
forma correcta, además 7% presentó el rotulado con
nombre y apellido del paciente de manera incompleta,
debido a no coincidir de forma parcial o total con el
nombre o el apellido del paciente correspondiente.
Solamente, 1% de la muestra carecía de nombre y
apellido.
Del mismo modo, entre los datos de identificación de las
radiografías estudiadas, la edad del paciente estaba ausente
en 76%. La falta de este registro posee múltiples
implicaciones médicas y diagnósticas, dado que las
patologías torácicas pueden presentarse en grupos etarios
específicos, con evolución y pronósticos diferentes. Aun
así, sólo una de cada cuatro radiografías poseía el dato de la
edad en la identificación.
Por otro lado, los datos referentes a la señalización de la
posición del paciente y de la ubicación derecha de la
radiografía, estuvieron ausentes en 100% de la muestra
radiográficas revisadas. Esto dificultaría diagnosticar casos
de situs inversus, síndromes de ocupación pleural por aire o
líquido, lesiones mediastínicas, o establecer pronósticos
médicos determinados. Asimismo en la totalidad de las
radiografías estuvo omitido el nombre de la institución.
Estos resultados no fueron comparados por falta de
literatura que abordara dichos datos de identificación.
Además, la fecha y hora estuvieron rotuladas en sólo
10%. Por el contrario, 86% de la muestra presentó este dato
de forma incompleta, mostrando el dato de la fecha pero
con el registro de la hora ausente. La gran cantidad de
radiografías sin el rotulado de la hora de realización, puede
dificultar el seguimiento y evolución de cuadros patológicos
torácicos, así como la estimación del ritmo de mejoría o
empeoramiento de un paciente determinado.
Por último, una vez discutidos los resultados obtenidos y
de haberlos confrontado con los antecedentes reseñados, se
puede concluir que la calidad de imagen de las radiografías
de tórax de la muestra fue regular, debido principalmente al
bajo cumplimiento de los criterios de calidad relacionados
con el posicionamiento del paciente y, en menor grado, por
errores en la exposición de la película. Más aun, los datos
de identificación principalmente estuvieron ausentes. Estos
hechos están directamente influenciados por el desempeño
profesional del personal radiológico, por consiguiente, una
mayor atención de los parámetros técnicos requeridos
durante la ejecución de las radiografías podría mejorar los
resultados aquí mostrados.
Entre las recomendaciones destacan la de establecer un
programa de control de calidad en el servicio, mediante un
análisis de la tasa de rechazo o repetición de radiografías, o
de otros métodos similares. Además de implementar
programas de entrenamiento y educación continua del
personal técnico radiológico, subrayando los parámetros
técnicos involucrados en la realización de las radiografías,
esto mejoraría la calidad de la atención de los pacientes y
contribuiría a maximizar los recursos económicos de la
institución en equipos, reactivos y material radiográfico.
En consecuencia, se implantarían condiciones
apropiadas para el mejoramiento progresivo de la calidad de
la imagen de las radiografías, disminuyendo dosis de
radiación a pacientes, reduciendo costos, contribuyendo así
a mejorar los diagnósticos y hacer eficientes desde el punto
de vista de Salud Pública.
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http://www.scielo.org.ve/scielo.php?pid=S0798-
04692000000200017&script=sci_arttext [Consultada 2012,
Junio 19]
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
35
Artículo Original
CAMBIOS ELECTROCARDIOGRÁFICOS PRESENTES EN LOS PACIENTES CON DIAGNÓSTICO DE SÍNDROME METABÓLICO
Carlos E. Medina-Santander, Olga M. Tovar, Griselia Bohorquez, Isabel A. Meza
Decanato de Ciencias de la Salud. Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”,
Barquisimeto, estado Lara, Venezuela. E-mail: [email protected]
RESUMEN El Síndrome Metabólico es una patología que en la actualidad representa un factor de riesgo múltiple para el desarrollo de
enfermedad cardiovascular. Esta investigación tuvo como objetivo determinar los cambios electrocardiográficos presentes en
los pacientes con diagnóstico de Síndrome Metabólico (SM). Se realizó un estudio de corte transversal en el cual fueron
atendidos durante el período julio 2012 a julio de 2013 un total de 95 pacientes en la consulta de atención al paciente con
síndrome metabólico del Ambulatorio Urbano tipo II “Dr. Ramón Gualdrón” de Barquisimeto-Estado Lara, de los cuales solo
veinte (20) cumplieron con los criterios de la ATPIII (Adult treatment Panel III) para el diagnóstico de SM, modificando el
criterio del diámetro de la circunferencia abdominal, de acuerdo a la recomendación para países latinoamericanos establecido
en ≥ 90 cm en hombres y ≥ 80 cm en mujeres. El 80% de los pacientes con SM presentaron electrocardiogramas alterados, el
diagnóstico electrocardiográfico más frecuente fue la isquemia miocardica (81,25%), la alteración electrocardiográfica más
frecuente fue la onda “T” negativa (62,5%). Se concluye que el elevado hallazgo de alteraciones electrocardiográficas
relacionadas con la isquemia miocardica reportado en esta investigación, sugieren una importante relación de éstas con el
síndrome metabólico tal como ha sido reportado por otros investigadores.
Palabras clave: síndrome metabólico, electrocardiograma, riesgo cardiovascular.
ELECTROCARDIOGRAPHIC CHANGES PRESENT IN PATIENTS DIAGNOSED WITH METABOLIC SYNDROME
ABSTRAT Metabolic syndrome is a disease that currently represents a multiple risk factor for developing cardiovascular disease. This
research aimed to determine the electrocardiographic changes present in patients diagnosed with metabolic syndrome (MS).
Cross-sectional study in which they were treated during the period July 2012 to July 2013 a total of 95 patients in the
consultation of patient care with metabolic syndrome Ambulatory Urban type II "was held Dr. Ramón Gualdrón "of
Barquisimeto State Lara, of which only twenty (20) met the criteria of ATPIII (Adult Treatment Panel III) for the diagnosis of
MS, changing the criteria of the diameter of the abdominal circumference, according to the recommendation for Latin
American countries set to ≥ 90 cm in men and ≥ 80 cm in women. 80% of patients with MS had altered electrocardiograms,
the most common ECG diagnosis was myocardial ischemia (81.25%), the most frequent electrocardiographic alteration was
the negative “T” wave (62.5%). It is concluded that the finding of elevated electrocardiographic abnormalities related to
myocardial ischemia reported in this study suggest a significant relationship between these and the metabolic syndrome as has
been reported by other researchers.
Keywords: Metabolic syndrome, electrocardiogram, cardiovascular risk.
Recibido: 13- 09- 2015. Aprobado: 18-11-2015
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
36
INTRODUCCION
El síndrome metabólico (SM) es reconocido en la
actualidad como una condición que eleva la posibilidad
en el futuro de presentar enfermedades
cardiovasculares, en particular la cardiopatía isquémica
y Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2). Está caracterizado
por la presencia de resistencia a la insulina e
hipersinsulinismo compensador, asociado con trastornos
del metabolismo de los carbohidratos y lípidos, cifras
elevadas de presión arterial (PA) y obesidad, los cuales
representan un impacto importante en la
morbimortalidad cardiovascular. (1,2) La
prevalencia del SM varía de acuerdo a la geografía, la
edad, raza, sexo y según la clasificación que se utilice
para su diagnóstico, por ello puede que haya mucha
variabilidad en las prevalencias según los diferentes
estudios.(3,4,5) El estudio WOSCOPS (The West of
Scotland Coronary Prevention Study) uno de los más
amplios en Europa, reporta una prevalencia general del
26,6 %; según el ATP III el 19,1% de población en
Canadá presenta SM.(6,3) En el estudio CARMELA
(Cardiovascular Risk Factor Multiple Evaluation in
Latin America), la prevalencia del SM varió de acuerdo
con las ciudades consideradas, entre el 14% y el 27%.
La prevalencia fue mayor en México DF (27%) y en
Barquisimeto-Venezuela (26%), seguidas por Santiago
de Chile (21%), Bogotá (20%), Lima (18%), Buenos
Aires (17%) y Quito (14%). (7)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1998,
destaca el papel central de la resistencia a la insulina
(RI) en esta patología, la cual es difícil de medir en la
práctica diaria, pero aceptó evidencias indirectas como:
la alteración de la glucosa en ayunas y luego de la carga
oral de glucosa y la DM2. En tal sentido, según los
criterios de la OMS para diagnosticar el SM, el paciente
debe mostrar marcadores de RI, mas dos factores de
riesgo adicional que incluyen: obesidad [medida por el
índice de masa corporal (IMC) y/o relación cintura
cadera], hipertensión arterial (HTA),
hipertrigliceridemia, nivel de lipoproteína de alta
densidad (HDL-c) bajo y microalbuminuria. (8)
En el 2001, el National Colesterol Education Program
(NCEP) Adult treatment Panel III (ATPIII) (9), no hizo
necesaria la demostración directa de la RI, ni obligó la
presencia de un factor único para el diagnóstico; pero en
su lugar estableció la presencia de 3 de 5 factores, que
incluían: obesidad abdominal medida por perímetro
abdominal (circunferencia abdominal > 88 cm en la
mujer y > 102 cm en el hombre), hipertrigliceridemia
(triglicéridos ≥ 150 mg/dl), HDL-c bajo (HDL-c < 50
mg/dl en la mujer y < 40 mg/dl en el hombre) , PA
elevada ≥ 130/85 mmHg (no necesariamente en rango
de hipertensión arterial), glicemia elevada, incluyendo
diabetes melliltus (DM). En la definición original del
2001, el punto de corte de la glicemia para ser criterio
de SM era 110 mg/dl (6.1 mmol/l), pero en el 2004 con
la actualización de la American Diabetes Association
(ADA) se modificó a 100 mg/dl (5.6 mmol/l). (10)
En el 2005, la International Diabetes Foundation (IDF)
publicó sus propios criterios. Este grupo deja como
criterio necesario la obesidad, enfatiza que la mejor
medida es el perímetro abdominal por su alta
correlación con la RI, sumado a dos de los siguientes
criterios: hipertrigliceridemia, HDL-c bajo, PA elevada
≥ 135/85 mmHg, glicemia ≥ 100 mm/dl incluyendo
DM. (11,12) Por otra parte, se reconocen las diferencias
étnicas para la obesidad abdominal, quedando
establecida para países latinoamericanos la
circunferencia abdominal ≥ 90 cm en el
hombre y ≥ 80 cm en la mujer. (8)
Asimismo, en el 2005, la American Heart Associatiion
(AHA) y el National Heart, Lung and Blood Institute
(NHLBI), publicaron sus criterios, muy similares a los
del ATPIII, y para el diagnóstico el paciente debe
cumplir con tres de los cinco criterios: obesidad central
por perímetro abdominal, hipertrigliceridemia o en
tratamiento farmacológico, HDL-c bajo o en
tratamiento farmacológico, PA elevada ≥ 130/85 mmHg
o con antihipertensivos, glicemia basal elevada o en
tratamiento farmacológico para hiperglicemia. (13)
El SM definido en general en base a los criterios del
ATPIII, se asocia a un riesgo de 1,5 – 3 veces mayor de
enfermedad cardiovascular, un riesgo 5 veces mayor de
desarrollar DM2, un mayor riesgo de desarrollar HTA,
una mayor frecuencia de lesiones tempranas en los
órganos blanco tales como: microalbuminuria,
disminución del filtrado glomerular, hipertrofia
ventricular, disfunción diastólica del ventrículo
izquierdo, rigidez arterial y engrosamiento de la pared
de la carótida y aumento en el nivel de los marcadores
de la inflamación.(13,14,15,16)
Un estudio realizado en Chile encontró, que el riesgo
relativo para mortalidad coronaria en pacientes con
síndrome metabólico fue de 3,3 y para mortalidad
cardiovascular fue de 2,8 altamente significativos. (17)
En tal sentido, el incremento en la incidencia de
enfermedad cardiovascular como la cardiopatía
isquémica en los pacientes con síndrome metabólico,
impone la necesidad de realizar el electrocardiograma
(EKG) a todo paciente que cumpla con los criterios para
este síndrome. (18)
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
37
Cada componente del SM contribuye al aumento del
riesgo de infarto cardiaco, angina de pecho, muerte
súbita y enfermedad cerebral vascular, lo cual
determina un mayor riesgo de enfermedad
cardiovascular. (19,20,21)
El ECG es una herramienta útil para documentar el
Infarto del Miocardio (IM) previo no diagnosticado, la
isquemia miocárdica, una alteración del ritmo cardiaco,
un trastorno de la conducción del impulso eléctrico,
hipertrofia ventricular izquierda, entre otras.(22)
Entre las alteraciones electrocardiográficas
más importantes que se han reportado en los pacientes
con SM están la presencia de ondas de necrosis y
signos de hipertrofia ventricular izquierda.(16) En el
Estudio Multiétnico de Aterosclerosis (MESA), sobre
anormalidades electrocardiográficas asociadas al SM y
sus componentes, llevado a cabo en seis regiones de
EEUU entre los años 2000 y 2002, se determinó en
todos los grupos étnicos una mayor prevalencia de
anormalidades electrocardiográficas mayores y menores
en pacientes con SM respecto a aquellos sin SM. (23)
Las anormalidades mayores en el
electrocardiograma estuvieron representadas por:
defecto mayor de la conducción ventricular, infarto
miocárdico definitivo (definido por la presencia de la
onda Q mayor), posible infarto miocárdico (definido
por onda q menor/qS mas anormalidades del ST y onda
T negativa), anormalidades aisladas del ST y onda T,
hipertrofia ventricular izquierda, anormalidades de la
conducción aurículo ventricular, prolongación mayor
del QT (QT ≥ 116%), arritmia de marcapaso y otras
arritmias mayores. (23)
Respecto a las anormalidades electrocardiográficas
menores estas incluyeron: onda Q/QS aislada,
anormalidades aisladas del ST y onda T negativa, onda
R elevada, elevación del ST, bloqueo incompleto de
rama, prolongación menor del QT (QTi ≥112%),
intervalo PR corto, desviación del eje a la izquierda,
desviación del eje a la derecha, ectópicos ventriculares
frecuentes y otras arritmias menores. (23)
En otro estudio, llevado a cabo para estimar la
prevalencia de factores de riesgo cardiovascular y
síndrome metabólico en una población de trabajadores
sin antecedentes de enfermedad cardiovascular, se
encontraron las siguientes alteraciones
electrocardiográficas: hipertrofia ventricular izquierda,
bradicardia sinusal, hemibloqueo anterior izquierdo y
fluter auricular, con una prevalencia del SM de 25% en
varones y 33,3% en mujeres (24). El alto riesgo de
enfermedad cardiovascular y DM2 que conlleva el SM
destaca la importancia en la detección del riesgo para el
SM en la población y la posibilidad de adoptar medidas
preventivas en estos sujetos.
Esta investigación tuvo como objetivo determinar los
cambios electrocardiográficos presentes en los pacientes
con diagnóstico de Síndrome Metabólico.
PACIENTES Y METODO
Se realizó un estudio de corte transversal en el
cual fueron atendidos durante el período julio 2012 a
julio de 2013, un total de 95 pacientes en la consulta de
atención al paciente con síndrome metabólico del
Ambulatorio Urbano tipo II “Dr. Ramón Gualdrón” de
Barquisimeto – Estado Lara, los cuales consultaron por
síntomas atribuidos al síndrome metabólico tales como
cefalea, mareos, aumento del apetito, cambios en el
peso corporal, aumento de las cifras de tensión arterial,
y alteraciones en el perfil metabólico relacionadas con
variaciones en los niveles de glicemia, colesterol y
triglicéridos a nivel sanguíneo.
Fueron incluidos los pacientes que cumplieron con tres
(3) de los cinco (05) criterios para el diagnóstico de
síndrome metabólico de acuerdo a la definición de la
National Colesterol Education Program (NCEP) Adult
treatment Panel III (ATPIII)(5), modificando el criterio
del diámetro de la circunferencia abdominal, de acuerdo
a la recomendación para países latinoamericanos, que
estableció el diámetro de ≥ 90 cm en hombres y ≥ 80
cm en mujeres(4). Asimismo, se excluyeron aquellos
pacientes con enfermedad conocida de la glándula
tiroides, ingesta de medicamentos esteroideos y
aquellos que no aceptaron ni firmaron el consentimiento
informado.
A todos los pacientes que asistieron a la consulta les fue
solicitado el consentimiento informado para participar
en la investigación, se les explicó el objetivo del
estudio, el procedimiento al cual iban a ser sometidos,
el tratamiento para el control y el valor científico y
social de los resultados.
Del total de 95 pacientes atendidos, veinte (20)
cumplieron con los criterios de la ATPIII para el
diagnóstico de SM conformando la muestra definitiva.
Todos los pacientes tuvieron una edad igual o mayor de
18 años y fueron de ambos sexo; también, les fue
recolectada una muestra de sangre en la mañana
después de un ayuno de 12 horas para las
determinaciones de: Glicemia, colesterol total,
lipoproteína de alta densidad (HDL-c), lipoproteína de
baja densidad (LDL-c) y triglicéridos, todos procesados
a través del método enzimático colorimétrico y se les
realizó un electrocardiograma de reposo de 12
derivaciones. Del mismo modo, fueron tallados y
pesados, y se midió la circunferencia abdominal. Toda
la información anterior fue anotada en una hoja de
registro de datos.
Los electrocardiogramas fueron analizados de acuerdo a
los siguientes criterios electrocardiográficos: (25,26)
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
38
Hipertrofia ventricular izquierda: a) AQRS
mayor a -30°; b) R en AVL mayor de 8 mm;
c) R en D1 mayor de 15 mm; d) R en V5 o V6
mayor de 25 mm; e) S en V1 o V2 mayor de
26 mm; f) Deflexión intrensicoide en V5 o
V6 de 0,045 o más; g) Rotación antihoraria;
h) Índice Sokolow (S en V1 + R en V5) o (S
en V1 + R en V6) mayor de 35 mm; i)
Corazón punta adelante (q1,q2,q3).
Hipertrofia ventricular derecha: a) AQRS
entre +90 y +150 grados: b) Complejos rS o
rs en cara lateral; c) Complejos
predominantemente positivos en AVR y V1-
V2; d) Sumatoria entre R o R ́de V1 o V2 y
S de V5 o V6 es mayor de 11 mm.
Sobrecarga auricular izquierda: a) Onda “p”
prolongada mayor de 10 seg; b) Morfología
en “doble lomo” en V1 con componente
negativo mayor que el positivo.
Sobrecarga auricular derecha: a) Onda “p” de
duración normal; b) Voltaje aumentado (> 2,5
mm) y morfología típica (“p” picuda) en D2,
D3 y AVF, o en D1, D2 y AVL; c) En V1 es
difásica con componente positivo mayor que
el negativo.
Bloqueo de la rama derecha del Haz de His:
a) AQRS normal; b) QRS de duración
prolongada (> 0,10 seg) y de morfología
alterada; complejo rsR´en V1 e inversión del
ST-T en V1 y V2.
Bloqueo de rama izquierda del Haz de His: a)
AQRS desviado a la izquierda; b) QRS de
duración prolongada (> 0,10 seg) y de
morfología alterada; c) ausencia de ondas Q y
S en D1, AVL y V5-V6; d) Melladuras en el
QRS en la fase inicial del complejo; e)
Inversión del ST-T en las derivaciones que
miran a la izquierda (D1, AVL, V5-V6).
Bloqueo del fascículo anterior de la rama
izquierda del Haz de His: a) AQRS a la
izquierda de -30 grados; b) q1S3, S en V5 y
V6; c) Rotación horaria en las precordiales.
Bloqueo del fascículo posterior de la rama
izquierda del Haz de His: a) AQRS a la
derecha de más de 100 grados; b) S1q3, R alta
en DII – DIII; c) Rotación antihoraria en las
precordiales.
Isquemia Miocardica (IM): a) En la fase
hiperaguda supradesnivel del segmento ST
que se evalúa a 2 “cuadritos” del punto J (la
unión entre la onda S y el segmento ST),
ondas T picudas y simétricas, pueden aparecer
además infradesniveles en espejo en las
derivaciones opuestas. Puede aparecer la onda
Q patológica como signo diagnóstico de la
necrosis transmural miocárdica; b) La fase
crónica del IM, ST nivelado con la línea de
base, una onda T negativa y simétrica, una Q
francamente patológica. La fase residual se
manifiesta por ondas Q patológicas o
complejos QS.
Extrasístole ventricular: a) QRS adelantado en
el ciclo; b) No están precedidos de onda “p”;
c) Morfología del QRS diferente al complejo
de base, tienen pausa compensadora.
Extrasístole supraventricular: a) QRS
adelantado; b) QRS de morfología de base
igual o diferente; c) No tiene pausa
compensadora
Extrasístole interpolada: a) No perturba el
ritmo de base; b) No tiene pausa
compensadora; c) El P-R del impulso
postextrasistólico suele ser más largo que el
precedente.
Bradicardia: Frecuencia cardiaca menor de 60
latidos por minuto.
Los datos fueron procesados usando el Programa
Estadístico para Ciencias Sociales (SPSS) versión 15.0
para Windows. Los resultados fueron analizados
utilizando las medidas de frecuencia y porcentaje, y
presentados en tablas y gráficos.
RESULTADOS
La población estudiada quedó conformada por
95 pacientes de ambos sexos, de los cuáles 20 (21,05%)
cumplieron con los criterios de la ATPIII para el
diagnóstico de síndrome metabólico y 75 (78,95%) no
lo presentaron, ver Tabla 1.
En la Tabla 2, se observa que el mayor
porcentaje de pacientes (40%) se encuentra en el grupo
etario correspondiente a 38-47 años de edad.
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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TABLA 2
En la Gráfica 1 se observa que el 80% de los pacientes
con diagnóstico de síndrome metabólico fueron mujeres
y el 20% fueron hombres.
TABLA 3
En la Tabla 3, se aprecia que el 80% de los
pacientes con diagnóstico de síndrome metabólico
presentaron alteraciones en el electrocardiograma,
mientras que el 20% restante no tuvo alteraciones.
En la tabla 4 se presentan las alteraciones
electrocardiográficas observadas en los pacientes con
diagnóstico de síndrome metabólico encontrándose que
la presencia de onda T negativa fue la más frecuente
(62,5%), seguidas de: onda q patológica (43,75%), onda
T aplanada (37,5%), AQRS desviado a la izquierda y
RR`en V1 y V2 con el 18.75% cada una. El resto de las
alteraciones presentaron frecuencias más bajas.
Seguidamente en la Tabla 5, se presentan los
diagnósticos electrocardiográficos en los pacientes con
diagnóstico de síndrome metabólico, resultando el más
frecuente la isquemia miocárdica con el 81,25%,
seguido de bloqueo de la subdivisión anterior de la rama
izquierda del Has de His y bloqueo incompleto de la
rama derecha del Has de His con el 18,75% cada uno;
luego, los trastornos de la conducción intraventricular y
bloqueo bifascicular con el 12,5% cada uno. Los otros
diagnósticos representados por: Bloqueo completo de la
rama derecha del Has de His, bloqueo de la subdivisión
posterior de la rama izquierda del Has de His y
sobrecarga auricular izquierda obtuvieron las
frecuencias más bajas (6,25% cada uno).
DISCUSIÓN
El síndrome metabólico representa en la actualidad un
factor de riesgo múltiple para el desarrollo de
enfermedad cardiovascular; así como también, un
mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. El
electrocardiograma (EKG) como herramienta de gran
utilidad y de fácil acceso en la gran mayoría de las
consultas de medicina de los centros dispensadores de
salud, permite complementar los datos recogidos en la
historia clínica del paciente para el estudio y
diagnóstico de afectación cardiaca, en particular, en
aquellos enfermos con diagnóstico de síndrome
metabólico (SM) por el riesgo cardiovascular que éste
representa.
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
40
En esta investigación, el 80% de los pacientes con SM
presentaron alteraciones electrocardiográficas entre las
cuáles la más frecuente fue la onda “T” negativa
(62,5%), seguida de onda “q” patológica (43,75%) y la
onda “T” aplanada (37,5%); asimismo, el diagnóstico
electrocardiográfico más frecuente fue isquemia
miocárdica con el 81,25%, seguido de los trastornos de
conducción del impulso eléctrico expresados por el
bloqueo incompleto de la rama derecha del Haz de His
y el bloqueo de la subdivisión anterior de la rama
izquierda del Haz de His con el 18,75% cada uno. Estas
alteraciones electrocardiográficas se correspondieron en
su mayoría, con las señaladas en los resultados del
Estudio Multiétnico de Aterosclerosis (MESA), en el
cual se estudiaron 6.814 hombres y mujeres de los
cuatro grupos étnicos (38% blancos, 28%
afroamericanos, 22% hispanos y 12% chinos), con edad
comprendida entre 45 y 84 años, demostrando una
asociación estadísticamente significativa del SM con
alteraciones mayores y menores del EKG . (19)
Del mismo modo, desde el punto de vista de las
alteraciones electrocardiográficas, estos resultados
coinciden con los reportados por Brollo,(16) quien
encontró una asociación significativa de enfermedad
coronaria aterosclerótica en pacientes que desarrollaron
síndrome metabólico, evidenciado por frecuentes ondas
de necrosis en el electrocardiograma; pero además,
reportaron también una mayor frecuencia de hipertrofia
ventricular izquierda (HVI); esta última sin embargo, no
fue encontrada en los pacientes estudiados en esta
investigación.
Asimismo, la investigación realizada por Kim, en una
población coreana, en la cual participaron 31.399
sujetos con edad comprendida entre 20 y 89 años de
edad encontró, que el EKG isquémico estuvo asociado
fuertemente con el síndrome metabólico, tal como fue
encontrado en este estudio. Esta asociación fue
independiente de otros factores de riesgo para
enfermedad de arteria coronaria y de los componentes
del SM, la hiperglicemia fue el principal determinante
de riesgo para EKG isquémicos en la población menor
de 40 años, mientras que la HTA lo fue para grupos de
más edad.(27)
Con base a lo anterior se puede concluir, que el elevado
hallazgo de alteraciones electrocardiográficas
relacionadas con la isquemia miocárdica reportado en
esta investigación, sugieren una importante relación de
éstas con el SM, tal como ha sido reconocido por
diferentes autores, con lo cual el SM viene a
representar un mayor riesgo de enfermedad
cardiovascular. (14,15,16,17,27,28)
Agradecimiento: Al Consejo de Desarrollo Científico,
Humanístico y Tecnológico de la Universidad
Centroccidental Lisandro Alvarado de Barquisimeto-
Estado Lara. (CDCHT), por el financiamiento otorgado
a este proyecto, distinguido con el código No. 009-CS-
2012.
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Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
42
La ciencia es el alma de la prosperidad de las naciones y la fuente de vida de todo progreso. Louis Pasteur
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
43
Artículo Original
COBERTURA ANTIHEPATITIS B. TRABAJADORES DE SALUD. HOSPITAL CIVIL DE MARACAY. MUNICIPIO GIRARDOT. ARAGUA. 2014
1Tami Fort-Carrizo, 2Ana Pérez-Rodríguez, 3Silvia Suárez-Salazar,
2Ana Rodríguez-Rodríguez, 4Ingrid Fort-La Vitoire.
1Dirección Municipal de Salud del municipio Girardot del estado Aragua.2 SA Instituto de Altos Estudios “Dr. Arnoldo Gabaldon”. 3Corporación de Salud del Estado Aragua (CORPOSALUD), Dirección Municipal de Salud del municipio
Ribas del estado Aragua. E-mail: [email protected]
RESUMEN La infección por hepatitis B es un problema de salud pública, donde según la Organización Panamericana de la Salud,
Venezuela presenta una prevalencia intermedia (2,2 a 8%) y el mayor factor asociado es la exposición ocupacional a
objetos punzocortantes, por lo que los organismos internacionales de salud indican la vacunación. Es de allí que surge esta
investigación que determinó la cobertura de vacunación contra la hepatitis B en trabajadores que laboran en el
ambulatorio “Dr. Efraín Abad” y Dirección Municipal de Salud Girardot del estado Aragua. Se realizó un estudio no
experimental, de campo, tipo descriptivo, de corte transversal, presentando una población y muestra de 108 trabajadores,
donde el 64% labora en el ambulatorio “Dr. Efraín Abad” y 36% en la Dirección Municipal de Girardot. Se realizó la
revisión documental para cálculo de cobertura, valoración de tarjetas de vacunación y se aplicó el Registro del Monitoreo
Rápido de Cobertura a cada trabajador de salud. Los principales resultados fueron los siguientes: La Cobertura de
Vacunación verificada fue de 50%, con una Tasa de deserción de vacunación de 14.2% y dentro de los motivos de no
vacunación: 40,7% de los trabajadores refirieron perder la tarjeta, 8,33% “no tiene tiempo” y 0,98% no conoce la vacuna.
El 59% refiere estar vacunado y presentan Tarjeta de Vacunación, 41% refiere haber perdido la Tarjeta. Dentro de las
recomendaciones, se debe reprogramar la vacunación en los trabajadores, implementar estrategias educativas para
fortalecer la promoción de enfermedades prevenibles por vacunas y sensibilizar de esta forma al personal.
Palabras clave: Trabajadores de Salud, Cobertura de vacunación, Esquema de Vacunación, Hepatitis B.
ABSTRAC
HEPATITIS B. COVERAGE OF HEALTH WORKERS. CIVIL HOSPITAL OF MARACAY. GIRARDOT MUNICIPALITY. ARAGUA. 2014.
Hepatitis B infection is a public health problem, which according to the Pan American Health Organization, Venezuela
has an intermediate prevalence (2.2 – 8 percent) and the highest associated factor is occupational exposure to sharp
objects, therefore, international health agencies indicate vaccination. This issue prompted the research that determined the
vaccination coverage against hepatitis B in workers at "Dr. Abbot Ephraim " Outpatient Clinic and Girardot Aragua State
Health Management. A non-experimental study, field, descriptive, cross-section was performed, showing a population
sample of 108 workers, where 64 percent work at "Dr. Abbot Ephraim” Outpatient Clinic and 36 percent in the Girardot
Municipality. They conducted the document review to estimate coverage, assessment of vaccination cards and applied the
registration of rapid monitoring of coverage to each health worker. The main results were as follows: Vaccination
Coverage verified was 50 percent with a dropout rate of vaccination of 14.2 percent and among the reasons for non-
vaccination: 40.7 percent of workers reported losing their cards, 8.33 percent "do not have time" and 0.98 percent don’t
know the vaccine. 59 percent reported being vaccinated and have vaccination card, 41 percent reported having lost the
card. Among the recommendations, a workers vaccination should be rescheduled, implement educational strategies to
strengthen the promotion of vaccine-preventable diseases and thus sensitize staff.
Keywords: healthworkers, vaccination coverage, vaccination scheme, Hepatitis B. Hepatitis B.
Recibido: 17-06-2015. Aprobado: 03-11-2015
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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INTRODUCCIÓN
La hepatitis B es una enfermedad viral que afecta al
hígado, es la causa de hasta 80% de los casos de cáncer
hepático en todo el mundo y ocupa el segundo lugar
después del tabaco entre los carcinógenos conocidos1.
El virus de la hepatitis B (VHB) está presente en la
sangre, fluidos y líquidos orgánicos como leche
materna, saliva, semen, orina de las personas portadoras
del virus, tanto si son asintomáticas como si presenten
una infección aguda o crónica, y son estas personas las
que constituyen el foco o reservorio del virus a los
efectos de transmisión2.
La infección por hepatitis B es un serio problema de
salud pública, alrededor de 2.000 millones de personas
a nivel mundial están infectadas por este virus. La
infección crónica es padecida por más de 240 millones,
muriendo cada año, unas 500.000 a 700.000 personas,
como consecuencia de estar infectados por el VHB3.
Según datos aportados por la Organización
Panamericana de la Salud, la prevalencia en Estados
Unidos, Canadá, Europa Occidental, Australia y Nueva
Zelanda es baja (0,2 a 0,9%). Para Japón, Europa
Oriental, Mediterráneo, Asia Central, y Medio Oriente
presentan prevalencia intermedia (de 2 a7%). En cuanto
al sudeste de Asia, China, África Subsahariana y
Esquimales de Alaska, se observa una prevalencia alta
(8 a 20%)1.
En el patrón geográfico de Latinoamérica se observa
prevalencia baja (0,3 a 2%) en la Región Caribeña
como Bahamas, Barbados, Cuba, Jamaica Trinidad y
Tobago, Granada y Martinica. Igualmente, en América
Central Costa Rica, El Salvador, Nicaragua y Panamá;
en América del Norte México, en América del Sur
Argentina, Bolivia, Brasil (sur), Chile, Ecuador,
Paraguay y Uruguay. La Prevalencia intermedia (2,2 a
8%) se observa en la Región Caribeña como Haití y
República Dominicana, en América Central Guatemala
y Honduras; y en América del Sur en Colombia, Perú,
Surinam, Venezuela y el norte de Brasil. La
Prevalencia alta (> a 10%) en América del Sur en la
Cuenca del Amazonas con Brasil, Colombia, Perú y
Venezuela1, 2.
Venezuela es identificada como área de endemicidad de
intermedia a alta por la Organización Mundial de la
Salud, presentándose la enfermedad es en forma de
endemia, con prevalencia de 2-8%, con focos de alta
endemicidad en los estados Zulia, Barinas, Amazonas y
Delta Amacuro; siendo más afectadas las comunidades
indígenas, como la Etnia Yukpa del estado Zulia. Otros
estados afectados son Apure, Mérida, Lara, Vargas,
Táchira, Aragua, Guárico, Trujillo, y Yaracuy, que
reportan prevalencia mayor que el promedio de todo el
país4.
La exposición ocupacional a situaciones que pueden
causar enfermedad severa y muerte, del personal de
salud en los países en desarrollo, está estimada en 90%5.
De acuerdo a cifras reportadas por la Organización
Mundial de la Salud6, dos millones de trabajadores de
la salud en el mundo han experimentado exposición
percutánea a enfermedades infecciosas anualmente,
encontrándose que 52% de ellos han adquirido
infecciones con el VHB. Entre las enfermedades
prevenibles por vacuna, la infección por el VHB
representa el mayor riesgo de infección para el personal
de salud que está expuesto al contacto con sangre,
fluidos corporales y material corto-punzante.
El VHB presenta estabilidad relativa en el medio
externo, permaneciendo viable aproximadamente siete
días sobre superficies expuestas a temperatura
ambiente, toda persona susceptible y expuesta a él, por
ejemplo, personal de salud con riesgo de un pinchazo de
aguja infectada con el virus, tiene de 23-62% de
contraer la infección. Los riesgos pueden ser reducidos
con la adecuada intervención en el menor tiempo
posible postexposición. Sin embargo, la recomendación
fundamental es que todo personal sanitario debe recibir
la vacuna contra el virus (si no fue vacunado en la
infancia) y una capacitación previa antes de tomar el
empleo7.
Desde 1949, la hepatitis viral ha sido reconocida como
un riesgo ocupacional en trabajadores de salud que
están frecuentemente expuestos a productos sanguíneos
y sus derivados. Los casos inicialmente reportados de
hepatitis en trabajadores de salud como enfermedad
ocupacional fueron confirmados por medio de
vigilancia de hepatitis clínicas, investigación de
epidemias, y pruebas serológicas para el VHB (estudios
de seroprevalencia)8.
La vacuna contra la hepatitis B es el principal pilar de la
prevención de esa enfermedad. La inmunización
universal de rutina, y la vacunación a los trabajadores
de salud expuestos a la sangre u otras secreciones
corporales se encuentra entre las principales estrategias
de control para prevenir la transmisión del VHB1. En
este sentido, se hace necesario conocer el estado de
vulnerabilidad de los trabajadores en el campo de la
salud en cuanto a protección vacunal.
Cualquier trabajador que esté en contacto con agujas o
cualquier instrumento cortopunzante corre el riesgo de
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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lesionarse y entre ellos se incluye el personal de
enfermería, los trabajadores de laboratorio, los médicos,
odontólogos y los empleados de la limpieza. En esta
investigación se determinó la Cobertura de Vacunación
Antihepatitis B en los trabajadores de salud del
ambulatorio “Dr. Efraín Abad” y coordinaciones de:
Toxicología, Inmunología, Dermatología e Infecciones
de Transmisión Sexual (ITS) de la Dirección Municipal
de Salud (DMS) del municipio Girardot, estado Aragua,
además se calculó la Tasa de Abandono del esquema de
vacunación y se identificaron los motivos de la “No
vacunación”. Estuvo dirigido al personal de las áreas:
médica, laboratorio, odontología, enfermería y
saneamiento. La situación de Cobertura de Vacunación
Antihepatitis B en este grupo no está determinada, por
lo que el grado de protección o vulnerabilidad en
términos de protección vacunal se desconoce.
Epidemiología Municipal del Municipio Girardot
(EMMG), notifica que en cuanto a la frecuencia de
accidentes laborales, el año 2014 cerró con un promedio
de siete accidentes semanales para todo el Municipio;
de los cuales 90% son de tipo percutáneo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Se trata de una investigación, no experimental, de tipo
descriptivo, de corte transversal. Se llevó a cabo durante
el año 2014. La población objeto de esta investigación
fue el total de los 108 trabajadores que laboran en áreas
clínicas y que tienen exposición a sangre y fluidos
orgánicos, en el ambulatorio “Dr. Efraín Abad” y
coordinaciones de la DMS del municipio Girardot del
estado Aragua, Venezuela.
Para esta investigación se realizó la revisión y
valoración de tarjetas de vacunación (Anexo 1) y se
aplicó el Registro del Monitoreo Rápido de Cobertura
(MRC) (Anexo 2) a cada trabajador de salud. El MRC
contiene datos de establecimiento de salud donde
laboran los trabajadores, Parroquia a la que pertenecen,
grupo etario, vacunas aplicadas, numero de dosis, y
razones que aduce para “No vacunación”. A dicho
instrumento se le agregaron las variables edad, área
laboral, sexo y tenencia tarjeta de vacunación, datos
sobre los cuales se les consultó a los encuestados. La
encuesta se aplicó a personal sanitario activo, fijo o
contratado que labora en el ambulatorio “Dr. Efraín
Abad” y las coordinaciones de salud, y que por su
actividad clínica se consideran en exposición y riesgo
de adquirir y transmitir infección por el VHB. No están
incluidos en este estudio, personal de salud que laboran
en área clínica, que para el momento de la entrevista, se
encontraban ausentes por reposo médico, vacaciones, o
permisos. La información utilizada conservó los
lineamientos de los principios bioéticos para su
obtención. Se requirió de cada trabajador de salud el
consentimiento informado previo a la aplicación de la
encuesta de cobertura. Se guardó el carácter
confidencial entre el trabajador y la persona que realizó
la encuesta.
Se evaluó la tenencia de la tarjeta de vacunación. Luego
se procedió a determinar los indicadores de vacunación.
La Cobertura de Inmunización se obtuvo aplicando la
fórmula siguiente (OMS):
Se calculó, obteniendo el número de terceras dosis
aplicadas (tomando en cuenta la evidencia en la tarjeta
de vacunación de terceras dosis de Antihepatitis B), lo
que constituyó el numerador y como denominador el
número total de trabajadores de salud de los
establecimientos según censo de nómina, esto permitió
medir la proporción de trabajadores que han recibido la
vacunación completa de Antihepatitis B, y que por
consiguiente se consideran protegidos (tres dosis). Así
mismo los que refirieron estar vacunados pero no
presentaron tarjeta o carnet de vacunación se
consideraron como no vacunados. El porcentaje de
cobertura pudo determinarse y calificarse en base a las
coberturas recomendadas por la OMS, para la vacuna
Antihepatitis B en adultos, la cual debe ser igual o
mayor a 95%.
La Tasa de Abandono (TA), es un indicador de
seguimiento, que permite saber cuántos individuos
luego de iniciado el esquema Antihepatitis B. no han
regresado al establecimiento o al Servicio de
Inmunizaciones para completar las dosis necesarias para
ser protegidos. Cuya interpretación está basada en la
escala propuesta por la OPS (Anexo 3) y se obtiene
aplicando la fórmula:
La TA se calculó, obteniendo el número de primeras
dosis y terceras dosis aplicadas, tomando en cuenta la
evidencia en la tarjeta de vacunación, primeras y
terceras dosis de Antihepatitis B, lo que constituyó el
numerador y como denominador el número de
trabajadores con primeras dosis aplicadas, esto permitió
medir la proporción de trabajadores que han iniciado el
esquema y luego han regresado al servicio de
inmunizaciones para completarlo. Se calculó solo para
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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el grupo que presentó tarjeta de vacunación. Los
motivos de la “no vacunación” por parte de los
trabajadores en estudio con esquema incompleto, fueron
obtenidos a través de la encuesta, clasificados,
tabulados y cuantificados.
Los datos arrojados por la encuesta aplicada
(distribución de las variables como sexo, edad y área
laboral del grupo en estudio), se ordenaron y
codificaron en una base de datos, utilizando para ello
programa de Microsoft® Excel 2007, que permitió el
cálculo de estadísticos como Porcentaje de Cobertura de
Vacunación, Tasa de Abandono o Deserción de la
Vacunación, Promedios, Mediana, Moda y Desviación
Estándar. Las variables sexo, edad, y área laboral (área
clínica donde cumple las funciones el trabajador), al
igual que los indicadores como Tasa de Abandono,
Cobertura de Vacunación y motivo de la “no
vacunación” fueron representadas según su frecuencia
en forma de tablas. Los datos se expresan en cifras
porcentuales.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Se trata de una población de 108 trabajadores de salud
que laboran en áreas clínicas del antiguo “Hospital
Civil” sede actual de la Dirección Municipal de Salud y
del Ambulatorio “Dr. Efraín Abad”, perteneciente al
municipio Girardot del estado Aragua. En la población
de trabajadores de salud estudiada, el área clínica de
Enfermería presenta el mayor porcentaje de la
población en estudio con 35% (n=38). El área médica es
la que aporta mayor número de individuos del sexo
masculino (n=8). Es un grupo de predominio femenino
(88%, n=95), con índice de masculinidad de 13.6
hombres por cada 100 mujeres. Estos resultados se
diferencian de los obtenidos en estudios realizados por
otros investigadores9,10,11, donde se observó la
feminización de la población con indices de
masculinidad de 49.3, 30.3 y 21.7 respectivamente.
Los resultados evidencian alta variabilidad de grupos de
edad, con una población estructuralmente madura. Con
rango de 23 a 60 años, donde la edad promedio del
grupo es de 43 años, la desviación estandar de 8.8,
Mediana y Moda de 44. El mayor porcentaje de
población se ubica en el grupo de 40 a 49 años de edad
39% (n= 42), sin embargo, los grupos de 18 a 28 y de
29 a 39 años, suman 33.3% (n=36) lo cual supera al
número de la población de 50 a 60 años que es de 28%
(n=30), expresando esto un remplazo positivo de la
población laboral (Tablas 1, 2 y 3).
Con relación a la Tenencia de la Tarjeta de Vacunación
(Tabla 4), los resultados evidencian que 59,3% (n=64)
de los trabajadores en estudio presentaron Tarjeta de
vacunación, de los cuales, 54 reflejan esquema de
vacunación completo con Antihepatitis B, lo que
representa el 50% del total de los trabajadores en
estudio, mientras que los 10 trabajadores restantes con
tarjeta de vacunación presentaron vacunación
incompleta (9,3%). Así mismo, 40,7% (n=44) no
presentaron la Tarjeta, este resultado supera al obtenido
en un estudio realizado en el estado Cojedes en 201011,
en el cual 29% de los trabajadores estudiados, no
presentó la Tarjeta de vacunación.
Los resultados mostrados en la Tabla 5, evidencian que
50% (54/108) de la población investigada, concluyeron
el esquema de vacunación (tres dosis), lo cual muestra
una cobertura por debajo de las recomendaciones de los
organismos nacionales e internacionales para el control
y la eliminación de la enfermedad. Sin embargo, con
este resultado se mostró que la cobertura alcanzada, está
por encima de la de otros grupos estudiados9,10,11,12. Las
bajas coberturas son un hallazgo común en otros
trabajos de investigación, en los que se ha encontrado
que solo 5.5%9, 23,7%10, 30,9%11 y 33.07%12, de los
trabajadores de las salud estudiados para el momento de
la investigación, cumplió con el criterio de esquema de
vacunación completo.
En cuanto a la cobertura de vacuna Antihepatitis B en
terceras dosis, por área laboral en los trabajadores de
salud encuestados en este estudio (Tabla 6), se observan
tres áreas en las que se cumplió el esquema de
vacunación en más de 50%. En el área de Enfermería se
observó la mayor cobertura (63,2%), seguido por el área
Médica (57,1%), luego le sigue el área de saneamiento
(52,9%), lo que orienta a las investigadoras a que existe
una mayor sensibilización de parte de este personal a la
vacunación. Se observó también que existen coberturas
de vacunación internas por debajo de 50%, como se
evidencia en el área de laboratorio y odontología.
Aunque los porcentajes de cobertura por área laboral en
general son bajos, se pudo constatar que el
comportamiento según área es diferente y orienta acerca
de cuáles servicios tienen prioridad de abordaje en las
acciones de vacunación y promoción para concientizar
en cuanto a la importancia de la vacunación, para el
aumento de las coberturas, especialmente el área de
laboratorio, cuya cobertura estuvo en 19,0%. Es de
hacer notar que aunque la Cobertura de la Vacuna
Antihepatitis B, en los trabajadores del ambulatorio Dr.
Efraín Abad y las coordinaciones de la DMS del
municipio Girardot se observaron por debajo de la
cobertura óptima, se encuentra dentro del límite de la
dosis efectiva de inmunización, puesto que el nivel útil
de inmunización es la proporción de vacunados
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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necesaria para evitar el riesgo epidémico y va de 50% a
80%13.
Tasa de Abandono (TA) de vacunación en los
trabajadores del ambulatorio “Dr. Efraín Abad”
y coordinaciones de DMS Girardot del estado
Aragua. 2014
Con base a la revisión de Tarjetas de Vacunación de los
trabajadores bajo estudio, se observó que el número de
dosis de Antihepatitis B administradas en los
trabajadores fue la siguiente: primeras dosis (n=63),
segundas dosis (n=60) y terceras dosis (n=54), al
número de “Primeras dosis de Antihepatitis B”, se le
restó el número de terceras dosis (n=54), para un
resultado de (n=9), que dividido entre el denominador
“Primeras dosis de Antihepatitis B” (n=63) y
multiplicado por 100 (factor de corrección), arrojó
como resultado 14.2% de Tasa de abandono, la cual se
puede calificar como “Alta”, basado en la Escala
establecida por la OPS (Anexo 3). Lo que significa que
de cada 100 trabajadores que inician el esquema de
vacuna Antihepatitis B, 14.2 no vuelven al servicio de
inmunizaciones para completar la tercera dosis. Sin
embargo, al comparar con el estudio de Camacho11, se
observa como resultado una Tasa de Deserción de 48,3
la cual se califica como una tasa “exageradamente alta”,
considerablemente mayor a la obtenida en esta
investigación. El resultado obtenido en el presente
estudio permitió conocer el riesgo al “no retorno” de los
trabajadores que inician la vacunación para completar
esquema de vacunación. Esta situación hace que
aumente la acumulación de “no vacunados” y por tanto
aumenta la vulnerabilidad del grupo ante el contagio.
En la Tabla 7, se indica lo respondido por los 54
trabajadores (50%) que tienen esquema incompleto o
ausencia del mismo, destacándose que los que no
presentaron Tarjeta de Vacunación se toman como no
vacunados, es decir, ausencia de esquema de
vacunación con Antihepatitis B. Al consultárseles el
“motivo de la no vacunación”, nueve (8,33%)
respondieron que “no tiene tiempo” y uno (0,93%)
respondió que “no conoce la vacuna”. La mayoría de
los consultados (n=44; 40,7%) no mostraron Tarjeta de
Vacunación, observándose que en ese grupo, los
argumentos expuestos para la “no vacunación” fueron
“dolor” (n=12; 22,2%) o por “contraindicación” (n=4;
7,0%). El resultado indica que el dolor constituyó el
principal motivo para la “no vacunación” en este
estudio, difiriendo a lo obtenido por Camacho11, quien
encontró como principal motivo de no vacunación el
“no conoce la vacuna” (22,4%). Igualmente, en el
estudio realizado en Tinaquillo, estado Cojedes11, se
observó que 29,4% de los trabajadores encuestados
dijeron “estar vacunados, pero perdieron la Tarjeta de
Vacunación”.
Según los encuestados los motivos de “no vacunación”
no están referidos al Servicio de Inmunizaciones, sin
embargo, se puede afirmar que la buena atención, la
promoción e información sobre las vacunas y sus
beneficios en el momento de la aplicación del producto,
son estrategias para aumentar el retorno al Servicio.
Gracias a la presente investigación se observaron
debilidades en cuanto a la conservación del
comprobante o Tarjeta de Vacunación en el grupo en
estudio, haciéndose necesario promover en el trabajador
el hábito de conservarla y recalcar la importancia que
tiene como documento de interés personal e
institucional, en cuanto a su propia seguridad.
Es necesario aumentar la Cobertura de Vacunación del
grupo en estudio ya que cuando la inmunidad de grupo
alcanza un efectivo nivel de cobertura, se interrumpe la
cadena de transmisión y se hace posible el control y
hasta la eliminación de la enfermedad.
Como se ha demostrado desde el punto de vista
epidemiológico, el comportamiento de la infección por
el VHB en los trabajadores de salud en atención al
contagio nosocomial, dependerá de la Cobertura de
Vacunación, ya que por medio del incremento de
cobertura se puede reducir el riesgo de adquirir la
infección por el VHB. Se debe ofrecer y promover la
vacunación en el grupo de trabajadores de salud y
mejorar el control y seguimiento con el fin de buscar
reducir la tasa de abandono. Tanto los trabajadores de
salud que habiendo iniciado la vacunación no vuelve
al servicio a dar continuidad al esquema, como aquellos
trabajadores que no han tenido contacto con la vacuna,
constituyen un grupo de trabajadores no vacunados, lo
cual representa un acumulado de susceptibles que estará
en posible contacto con un caso y aumenta el riesgo de
infección y vulnerabilidad del grupo ante el contagio.
Se hace necesario superar la falla programática,
implementando talleres de información y promoción de
las enfermedades prevenibles por vacuna, como
estrategia para sensibilizar al personal, y fortalecer una
cultura de buena atención en los servicios, todo con el
fin de reducir la tasa de abandono, incrementar las
Coberturas de Vacunación, e incentivar la conservación
de la Tarjeta de Vacunación.
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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Artículo Original
ANÁLISIS DE LA TRANSICIÓN EPIDEMIOLÓGICA DE LA POBLACIÓN EN EL ESTADO LARA DESDE 1950 A 2011 Y SU PROYECCION AL 2020.
Jesús Orlando Mantilla Chico .Programa Desarrollo Humano, Decanto de Experimental de Humanidades y Artes,
Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”. Barquisimeto, estado Lara. E mail: [email protected]
RESUMEN
La transición epidemiológica es el proceso de cambio en los patrones de mortalidad por causas y grupos de edad en la
población. Con el objetivo de analizar dicha transición en el estado Lara desde 1950 a 2011 y su proyección al 2020, se
realizó un estudio descriptivo longitudinal de tendencia. Entre los resultados obtenidos, se observó como la población se
incrementó de 1950 al 2011, produciéndose un descenso del crecimiento anual medio en los últimos períodos
intercensales, consecuencia de la disminución de la tasa general de natalidad. Aunado a lo anterior, el descenso de la tasa
general de mortalidad, generó el envejecimiento de la población. Por otro lado, la tasa mortalidad por edad pasó de ser
predominante en los primeros años de vida en 1950 a una mortalidad dominada por los adultos mayores en el 2011. En
cuanto, a la mortalidad por causas, la enfermedades no transmisibles desplazan a las transmisibles, nutricionales y
maternas, pero con la persistencia en la actualidad de patologías de origen infeccioso, así como, el aumento continuo de
defunciones por causas externas, lo que obliga a modificar la teoría original de Omran2 y caracterizar el proceso que se
presenta en el estado Lara, como un modelo de transición prolongado y focalizado. Por último se proyectó la población y
la mortalidad general y por causas, para el resto de la década, estimándose un comportamiento similar a la actual, con
excepción de la tasa general de mortalidad que tendrá una leve tendencia al aumento, producto del envejecimiento
demográfico.
Palabras clave: Epidemiología, Demografía, Transición Epidemiológica
ANALYSIS OF EPIDEMIOLOGICAL TRANSITION OF THE POPULATION IN THE LARASTATE
FROM 1950 TO 2011 AND PROJECTION TO 2020
ABSTRACT
The epidemiological transition is defined as the process of change in the patterns of mortality by causes and age groups in
the population. With the aim to analyze the epidemiological transition in The State of Lara population in the period 1950-
2011 and their projection until 2020, a longitudinal descriptive study of tendency was performed. Among the results
obtained, it was observed as the population increased from 1950 to 2011, showing a decrease of average annual growth in
the intercensal period from 1981 to 1990, until the last year. This arises from the decrease in birth general rate. Added to
this, the decline in overall mortality rate, generated the aging population. On the other hand the mortality rate by age went
from being predominant in the first years of life in 1950 to a mortality dominated by seniors in 2011. With regard to
mortality causes, non-communicable diseases displace maternal and nutrition communicable diseases, but with the
persistence at the present of pathologies of infectious origin, as well as the continued increase in deaths from external
causes, forcing to modify the original theory of Omran2 and characterize the process that occurs in The State of Lara, as a
model of prolonged and focused transition. Finally the population, birth and general mortality and causes, for the rest of
the decade was projected being found a similar trend in the actuality, except for the general mortality rate which will have
a slight tendency to increase product of demographic aging.
Keywords: Epidemiology, Demography, Epidemiological Transition
Recibido: 17-07-2015. Aprobado: 03-11-2015
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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INTRODUCCIÓN
El estudio de la dinámica poblacional ha sido
tradicionalmente el campo de acción de la Demografía,
haciendo uso de las variables que integran la ecuación
compensadora: natalidad, mortalidad y migración. Por
otra parte, las defunciones, la fecundidad, el tamaño, la
composición por grupo de edad y la distribución de la
población son también objeto de estudio de la
epidemiología. Esto expresa la estrecha relación entre
las dos disciplinas.
En la sociedad actual se produce un doble proceso en la
dinámica de la población, la transición demográfica y la
transición epidemiológica. La primera está
caracterizada por la disminución en los niveles de
mortalidad y posteriormente los de fecundidad1. La
transición epidemiológica, término propuesto por el
epidemiólogo egipcio naturalizado norteamericano
Omran2, considera en primer lugar, el descenso de las
defunciones originada por causas infecciosas y
carenciales, las cuales están asociadas a la pobreza, y en
segundo lugar el aumento de las muertes debidas a
enfermedades crónicas degenerativas y de las mentales.
En consecuencia, el mayor número de defunciones se
traslada de los grupos más jóvenes a los de mayor edad.
Por otro lado, las etapas que caracterizan la
transición demográfica varían según las regiones debido
a diferencias en el inicio y el tiempo de desarrollo3. En
Europa, el proceso se inició con la consolidación de la
Revolución Industrial y el paso por las diferentes
etapas de esta transición fue lento. En cambio, en
América Latina, la reducción de la mortalidad y la
posterior disminución de la fecundidad tienen su origen
en la mayoría de los países a mediados del siglo pasado,
con una evolución muy rápida producto de los avances
tecnológicos. Por supuesto, existen diferencias entre los
países Latinoamericanos, donde el proceso de inició
estuvo ligado a sus condiciones socioeconómicas.
Ahora bien, la transición epidemiológica evidencia el
proceso transicional de la población. El contexto que da
inicio al descenso en la mortalidad, está relacionado con
la modernización de la sociedad, sobre todo en los
aspectos concernientes al mejoramiento de la salud:
acceso masivo a los servicios, avance tecnológico,
educación y promoción de la salud y el mejoramiento
de las condiciones ambientales4. Al estudiar los
cambios en la mortalidad, Omran2 describió en principio
tres etapas bien definidas para los países europeos: la
etapa de pestilencia y hambruna, la etapa de descenso y
desaparición de las pandemias y la etapa de las
enfermedades degenerativas y producidas por el
hombre.
Sin embargo, en América Latina el proceso de
transición epidemiológica ha generado
comportamientos diferentes al europeo5. Es más
compleja, debido a que en las últimas décadas han
resurgido tanto en áreas rurales como urbanas,
enfermedades infecciosas relacionadas con la pobreza,
el hacinamiento, el deterioro de los servicios públicos y
la falta de acciones preventivas.
Hoy en día, Venezuela se encuentra en plena transición
epidemiológica y el estado Lara no escapa de dicho
proceso, pero con algunas modificaciones. Con la
finalidad de comprender el proceso demográfico y
epidemiológico del estado Lara en el pasado, presente y
futuro, se realizó este trabajo.
MATERIALES Y MÉTODO
La presente investigación se ubica dentro de la
modalidad cuantitativa y el tipo de estudio se enmarca
en una investigación descriptiva longitudinal de
tendencia. Los datos utilizados en este trabajo se
obtuvieron de fuentes secundarias de información y se
registraron en instrumentos tipo fichas de recolección,
iniciando en el año 1950, debido a la disponibilidad de
los datos de mortalidad por causas. El primer
instrumento recopila la población por grupo de edades
en el estado Lara desde el año 1950 al 2011
correspondiente a los años censales y permitió
caracterizar la evolución de la población, realizar la
proyección anual y servir en el cálculo de indicadores
demográficos y epidemiológicos.
Para la mortalidad se utilizaron las fichas de mortalidad
por causas y grupos de edad en el estado Lara para el
período 1950 al 2011, correspondiente a los años
censales, permitiendo caracterizar la mortalidad por
edad, sexo y causas. Se construyó otra ficha con la
mortalidad por años, con el objetivo de construir las
series temporales y proyectar su comportamiento hasta
el 2020.
Por último, se utilizó un instrumento nacidos vivos
desde 1950 al 2011 en el estado Lara con la finalidad
de identificar el comportamiento de la natalidad en el
período.
Se utilizó como fuente las publicaciones censales del
Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y los Anuarios
de Epidemiología y Estadística Vital del Ministerio del
Poder Popular para la Salud (MPPS).
En la categorización de las causas de mortalidad se
utilizó la Clasificación Internacional de Enfermedades
(CIE). Para ello, se consideraron los tres grupos
definidos por Salomón, citado por Di Cesari6 para la
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
53
CIE-9 y 10 y para las CIE-6 a la 8, los grupos
propuestos por Janssen7.
Los datos obtenidos con dichas tablas se procesaron en
Microsoft Excel 2007. La información de mortalidad y
la población en los años censales sirvieron para calcular
las tasas de mortalidad por causas y edad aglomerando
la mortalidad por grandes grupos. Se elaboraron
gráficos para simplificar la descripción y el análisis de
la información del comportamiento de la mortalidad en
los diferentes años.
La información utilizada para estimación y proyección
de los datos de mortalidad al año 2020, se procesaron en
el programa Statiscal Package for Social Sciences
(SPSS)8 para Windows versión 15.0 y se trabajó con la
opción para series temporales, la cual permite además,
detectar automáticamente los valores atípicos producto
de un mal registro y estimar si hiciera falta, datos
faltantes en el registro. El modelo escogido fue el de
suavizado exponencial no estacional, debido a que los
datos se encuentran agrupados por años.
Se hizo necesario estimar de la población anual entre
los censos de 1950 a 2011 por no estar publicada y para
ello, utilizó método aritmético por tratarse de períodos
entre censos. Sin embargo, para la proyección de la
población hasta el 2020, los métodos matemáticos que
utiliza el Instituto Nacional de Estadística presentan
limitaciones, por cuanto se requería hacer las
proyecciones por edad y en períodos largos de tiempo.
Se utilizó el método de componentes, el cual permite
proyectar la estructura por grupo de edades de la
población y por más de cinco años, desagregando el
crecimiento poblacional en los elementos básico de la
ecuación compensadora: natalidad, mortalidad y
migración.
Sin embargo, para la adecuada aplicación se requieren
datos precisos de los componentes demográficos, dentro
de los cuales la migración suele ser omitida por no
contarse con fuentes confiables. Es por ello, que el
movimiento de la población utilizado en toda la
proyección, fue la proporcionada por el Censo del 2011
y se mantuvo constante, presumiendo de esta manera
que las fuerzas migratorias se mantendrán con el mismo
comportamiento hasta el 2020. Otra característica
importante del método, es que las proyecciones son
realizadas a mitad de año. Es por eso, que se debe
trasladar las poblaciones censales, al 01 de julio de los
años respectivos. Por último, se procedió a introducir
los datos de fecundidad, esperanza de vida y migración,
para proyectar la población con el Software DemProj
versión 4, que forma parte del Sistema de Modelos de
Políticas Spectrum9.
Posteriormente, se analizó el comportamiento en el
tiempo de las variables en estudio, así como, las
proyecciones que se realizaron, mediante la utilización
de indicadores demográficos y epidemiológicos.
RESULTADOS
Con el propósito de ordenar la información, los
resultados de la investigación se presentan de la
siguiente manera: comportamiento de la población total
y por grandes grupos de edad, la natalidad para los años
censales, el comportamiento de la mortalidad general y
específica por causas, edad y sexo.
Crecimiento de la población
El tamaño de la población es de importancia en los
estudios de Salud Pública por permitir programar
estrategias en el logro de una sociedad saludable. En el
gráfico 1 se observa como a lo largo del tiempo la
población de la entidad presentó un ascenso durante
todo el período estudiado, pasando de 368.169
habitantes registrados en el Censo de 1950 a 1.774.867
en el Censo de 2011. La forma logística de la curva de
crecimiento permite deducir que este crecimiento fue
más acelerado a medida que transcurren los años.
Sin embargo, a partir de principios del siglo XXI, la
curva sufre un pequeño quiebre de tal manera que el
alto crecimiento que venía presentando desde el
principio del período, comienza a disminuir en
intensidad. Dicha tendencia persiste en la proyección
hasta el 2020 donde se estima alcanza una población de
2.066.916 habitantes.
Esta situación se visualiza al apilar a los habitantes por
grandes grupos de edades, representadas en el cuadro 1
donde se observa, como el grupo de 0 a 14 años
denominados jóvenes, aumenta sus valores porcentuales
de 42,52%. en 1950 hasta 46,95% en 1961. A partir de
ese año comienza a disminuir continuamente hasta
alcanzar un valor de 26,94% en el 2011. Dicho
descenso es tan importante, que es el único grupo
durante todo el período que presenta un crecimiento
negativo en valores absolutos entre censos, tal como lo
indican los valores entre el censo del 2001 donde los
menores de 15 años eran 511,783 habitantes y para el
censo posterior del 2011 se empadronaron 478.217
personas, es decir 33.566 jóvenes menos que el año
2001.
Al contrario, la personas de 15 a 64 años, conocida
como población adulta o demográficamente económica,
presentan un descenso porcentual continuo entre el año
1950 cuando alcanzó un 54,91% hasta alcanzar en 1971
el 49,90%. Sin embargo, para el censo de 1981
comienza su ascenso de 54,42%, representando para el
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
54
año 2011 el 66,90% correspondiente al máximo valor
en el período. Por lo que, se deduce que el
comportamiento del grupo de jóvenes y adultos
presentan tendencias opuestas en su crecimiento.
Con respecto a la población de 65 años y más,
denominada adulto mayor, el crecimiento es constante
durante todo el período, reflejando de esta manera el
incremento de la esperanza de vida, durante todo el
lapso de tiempo en estudio.
Al comparar la población joven del 2020, se tiene que
continuará descendiendo sus valores porcentuales al
pasar n 26,94% en el 2001 a 24,93% en la estimación
del 2020. Por otro lado, la población adulta
comprendida entre los 15 y 64 años aumentara de
66,90% en el 2011, hasta el 67,76% en el 2020,
mientras la población adulta mayor, es decir los de 65 y
más años también se incrementará de un 6,16% en el
2011 hasta un 7,31% en el 2020.
Natalidad
De las variables que conforman la ecuación
compensadora de la población, la natalidad es la
responsable de introducir mayores cambios en la
estructura por edad, de allí, la necesidad de estudiar su
comportamiento. Tal como se muestra en el gráfico 2, la
natalidad asciende entre 1950 y 1961 cuando alcanza su
máximo valor en el período (46,71 nacidos vivos
registrados por cada mil habitantes).
A partir de 1961, comienza un descenso sostenido de la
tasa de natalidad, pasando de 39,14 en 1971 hasta llegar
a 19,05 en 2011.
Mortalidad general y específica por causas
La tasa de mortalidad general a lo largo del período de
estudio muestra un continuo descenso, iniciando con
13,18 muertes por cada mil habitantes en 1950 hasta
reducirse a 4,31 en 1993, año en el que se registra el
valor más bajo. A partir de allí los valores de la tasa de
mortalidad presentan un comportamiento errático con
valores que oscilan entre 4,44 defunciones por cada mil
habitantes en 1998 hasta alcanzar el valor de 5,00 en el
2011. Esta tendencia a la estabilización donde,
inclusive se observa un discreto aumento en el último
año, le confiere a la curva forma de parábola asintótica,
tal como se observa en el gráfico 3. Dicha propensión
se mantendrá hasta el 2020 cuando alcanzará una tasa
de 5,11 muertes por cada mil habitantes.
El rápido descenso de la mortalidad se logró mediante
el control de las defunciones por causas de origen
infeccioso, mientras las de origen no infeccioso
comienzan ascender, tal como lo muestra el gráfico 4,
donde se muestra la mortalidad por grandes causas. La
mortalidad por enfermedades de origen transmisibles,
materna y nutricionales, disminuyen desde 1950 cuya
tasa fue de 216,32 muertes por cada cien mil habitantes
a 173,35 en 1961. A partir de allí, comienza el ascenso
hasta 248,18 en el 1972, para descender nuevamente de
manera continua hasta alcanzar un valor de 59,22 en el
2007.
Por otro lado, la mortalidad por causas no transmisibles
se mantuvo oscilante sin mostrar ninguna tendencia
entre 1950 cuando la tasa alcanzó un valor de 303,31
defunciones por cada cien mil habitantes, hasta 1986
con valores de 210,46 y de allí adelante comienza el
crecimiento continuo para alcanzar 349,05 defunciones
en 2011. Sin embargo, es a partir de 1974, cuando la
mortalidad por enfermedades no transmisibles pasa a
ser la principal causa de muerte en la región,
manteniéndose hasta el presente.
En cuanto a la tasa de defunciones por causas externas,
presentaron una tendencia al aumento leve pero
sostenido durante todo el período, cuyo valor fue de
79,12 defunciones en 1950 y aumenta a 84,60
defunciones en el 2011. A partir del 2001 se convierte
en la segunda causa de mortalidad, al superar las
enfermedades de origen infeccioso.
En 2020 la tasa de las causas transmisibles, maternas y
nutricionales continuará descendiendo de manera muy
pausada alcanzando un valor de 54,59 defunciones por
cada cien mil habitantes.
Todo lo contrario sucede con las causas no
transmisibles, ya que mantendrán su ritmo de
crecimiento acelerado alcanzando una tasa de 380,02
defunciones en 2020. Por su lado, las causas externas
presentarán un crecimiento más acelerado al obtenido
hasta ahora llegando su tasa a 110,16 defunciones por
cada cien mil habitantes.
En el gráfico 5, se muestra como la diabetes ocupa el
primer lugar en el porcentaje de variación entre 1950 y
el 2020, con un 3387,89%, seguido por las neoplasias
clasificadas como resto de tumores, que es la segunda
causa en variación con un valor de 626,57% y por
suicidios y homicidios con un 540,34%. Las
enfermedades del corazón que representan la primera
causa durante el 2011 ocupa el séptimo lugar de
variación durante el lapso de estudio.
Llama la atención, el comportamiento de las
enfermedades transmisibles, maternas y nutricionales
(en color amarillo), que presentan un porcentaje de
variación negativo, en otras palabras, para 2011 sus
valores han descendido. De ellas, la que mayor declive
presenta es la tuberculosis con una variación de -
97,56%, seguida de las enfermedades infecciosas e
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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intestinales con un -96,60% y las causas del embarazo,
parto y puerperio con un -92,22%.
Es necesario mencionar que la tosferina, el sarampión y
las infecciones con un modo de transmisión
predominantemente sexual no aparecen en el 2011, por
no presentar defunciones. Por otra parte, el VIH y
Alzheimer son de reciente aparición en la Décima
Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE 10),
por lo que tampoco aparecen en la gráfica.
Mortalidad por edad y sexo
La edad es una variable importante para el estudio de la
población y su relación con la mortalidad. El gráfico 6
muestra como la mortalidad de los menores de 1 año,
desciende durante todo el período, del 34,13% en 1950
a 5,37% en el 2011. Igual tendencia aunque menos
pronunciada, presentan la mortalidad de 1 a 4 años y la
de 5 a 14 años.
A partir de los 15 años, la mortalidad de todos los
grupos crece en valores porcentuales, aunque entre 15 y
24 años, presentan un incremento moderado; es muy
pronunciado para los grupos de 65 años y más. Las
defunciones en las personas de 65 a 74 años ascienden
del 6,27% en 1950 a 16,46% en el 2011. Mayor aún es
la variación para los de 75 años y más, cuyos valores
son semejantes al grupo anterior en 1950 cuando
representaba el 8,22%, pero para el 2011 alcanza el
34,73%, duplicando el valor del grupo de los 60 a 74
años para la misma fecha.
La otra variable utilizada en la estructura de la
población es el sexo, donde es importante la
determinación de la sobremortalidad por alguno de los
géneros. Nótese como en el gráfico 7, donde se
representa la razón de mortalidad masculina, para el año
1950 las mujeres en las edades de 25 a 44 años fallecían
en mayor cantidad Sin embargo, esta tendencia se
invierte para el 2011, cuando el grupo de 15 a 24 años
pasa a tener una razón de 5,73 muertes en hombres por
cada 1 muerte en mujeres, es decir casi seis veces
mayor
DISCUSION
Tomando en cuenta los tres grandes grupos de causas de
mortalidad trabajados hasta ahora, se evidencia como el
estado Lara, en la actualidad presenta un predominio de
las enfermedades no transmisibles seguidas de las
causas externas. Dicho comportamiento originó un
cambio importante en la estructura por edades de la
población, de manera que al reducir las muertes por
causas transmisibles, el grupo más beneficiado fueron
los menores de un año y con ello, se produjo un
aumento en la esperanza de vida.
Esto a su vez promovió el envejecimiento de la
población el cual, ocasionó que las enfermedades
crónicas degenerativas se elevaran significativamente.
La relación entre edad de la población y causas de
muerte seguirán acentuándose según las proyecciones
realizadas hasta el 2020.
Sin embargo, las enfermedades evitables continúan
apareciendo entre las principales causas de muerte en la
entidad, así como, el crecimiento sostenido de las
causas de origen externos durante todo el período y
como dentro de ellas, las agresiones desplazan a los
accidentes.
Por lo anterior, se deriva que el comportamiento de las
causas de muerte en la entidad presenta características
que lo ubican en la tercera etapa de las descritas por
Omran2 en su trabajo sobre la transición
epidemiológica, donde se presenta una supremacía de
las enfermedades cardiovasculares y el cáncer y
aumenta la incidencia de enfermedades mentales. No
obstante, a pesar de la reducción en la mortalidad
general, la descomposición por causas es más confusa
en la entidad. Por ejemplo, el aumento de la mortalidad
por eventos externos y la permanencia de enfermedades
infecciosas, muestran que en la sociedad Larense, se
está produciendo una transición con matices diferentes a
los planteados por el mencionado autor.
Es por ello, que aún se requieren tareas que reduzcan la
mortalidad por neumonía e influenza, causas
perinatales, desnutrición e incluso diarreas y
tuberculosis, patologías ya superadas en otras regiones.
Por supuesto, sin olvidar el comportamiento de la
diabetes, los tumores y los homicidios, que presentan el
mayor porcentaje de variación entre 1950 y el 2011.
Tal como se muestra en los datos, la población en el
estado Lara presentó un incremento acelerado entre
1950 y 1981 cuando la tasa de crecimiento medio anual
pasó de 5,6 personas por cada 100 habitantes, hasta 6,9.
Esto coincide con el aumento de la natalidad y el rápido
descenso de la mortalidad.
Por otro lado, este comportamiento de las variables
demográficas originó el acelerado aumento de los
menores de 15 años, el cual se ve reflejado en los
primeros censos del período, especialmente en el de
1961 donde se observa el crecimiento de los menores de
15 años, producto de la alta natalidad y el descenso de
la mortalidad en los menores de 1 año.
Si bien la reducción de los nacimientos comienza partir
de 1961, la estructura por edad muestra rasgos de
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
56
cambios a partir de 1991, cuando el porcentaje de la
población menor de 15 años comienza a disminuir. Esto
transforma la estructura por edad, donde las cohortes
anteriores de alta fecundidad comienzan a envejecer,
produciendo un aumento porcentual de los grupos
comprendidos entre 15 a 64 años, lo que ocasiona una
disminución de los jóvenes y un crecimiento de los
adultos.
De igual forma, la mortalidad que presentó una caída
importante a principio del período, comienza a
disminuir su tendencia en la década de los 90, cuando
las muertes por causas transmisibles tienden a
estabilizarse y las defunciones por causas no
transmisibles seguían en ascenso, pero que no
repercuten de manera inmediata en la tasa general de
mortalidad debido a que este tipo de enfermedades
afecta a las personas de mayor edad, que cada año ven
acrecentar su esperanza de vida y por lo tanto retardan
el momento de fallecer.
En el futuro, cuando este grupo presente un porcentaje
significativo, la tasa de mortalidad general aumentará
sus valores, siendo esto la causa por la que dicha tasa se
utiliza muy poco en la actualidad, a menos que se
corrija por la estructura de edades en un proceso
denominado estandarización de las tasas de mortalidad.
Esto evidencia la relación que existe entre la transición
demográfica y la epidemiológica, donde la primera
comienza una vez que la mortalidad desciende a
expensas de las enfermedades infecciosas que
benefician en un principio a los niños, los cuales logran
sobrevivir y que en conjunto con la reducción de la
natalidad producen el aumento porcentual de las
personas mayores, generándose un aumento importante
de las causas crónicas degenerativas.
Es así como los cambios demográficos forjan nuevos
perfiles epidemiológicos, donde la mortalidad de los
menores de 15 años que ocupaba más del 50% de las
defunciones para 1950, se invierte de tal forma que para
el 2011, más del 50% de la mortalidad ocurría en los de
65 años y más. En pocas palabras, si bien se habla de un
envejecimiento de la población, lo mismo ocurre con las
defunciones.
Al descender la mortalidad, comienzan a separarse las
tasas entre mujeres y hombres, presentando los últimos
mayores valores de mortalidad en todas las edades. Sin
embargo, en el caso del estado Lara esta diferenciación
presenta un comportamiento anormal, en las edades
comprendidas entre 15 y 24 años, cuando la
sobremortalidad masculina es superior a las 5 muertes
en hombres por cada muerte en mujeres, producto de la
alta tasa por homicidios.
En este contexto, se da una semejanza a lo
descrito en Colombia por Mayorga10, donde se encontró
la coexistencia de causas transmisibles y degenerativas,
lo que difiere a lo descrito por Omran2 para la fase III
de la transición epidemiológica. Se puede decir que la
región debe enfrentar las viejas y nuevas causas de
muerte y con ello, pagar el costo que representa para el
sistema de salud al hacer frente a nuevas patologías sin
haber erradicado las antiguas.
Dicha diversidad es denominada por Frenk11 como la
polarización epidemiológica, típica en los países
Latinoamericanos que se encuentran entre la etapa
avanzada de los países europeos en la actualidad, pero
con las características superpuestas de este mismo
continente a principios del siglo XX. Es por ello, que el
proceso de la transición epidemiológica en el estado se
asemeja a lo descrito por el autor para gran parte de las
sociedades de América Latina donde los períodos se
solapan unos con otros.
Por lo tanto, González y otros12 coinciden con Julio
Frenk y denominan al proceso que transcurre en nuestro
continente como un nuevo modelo, que mencionan
como transición prolongada y polarizada. Prolongada
debido a la existencia de enfermedades con diferentes
orígenes y polarizada por presentar la región diferentes
características epidemiológicas determinadas por las
desigualdades sociales y económicas, lo que impide
hacer generalizaciones como las enunciadas en el
modelo original de la transición epidemiológica.
Esto ha originado fuertes críticas a la teoría que ofrece
un perfil lineal sobre el comportamiento de la
mortalidad. Sin embargo, lo importante es partir del
modelo existente y construir las variaciones que se
puedan producir en las diversas sociedades y con ello,
fortalecer el patrón de análisis de las defunciones. Esto
para Villa13, con el transcurso de los años será necesario
tenerlo en cuenta, debido a los cambios demográficos
que están en pleno desarrollo aunado a los avances
tecnológicos en el campo de la salud.
Lo anterior, va ligado al modelo de transición de la
salud el cual considera entre sus variables de estudio los
establecimientos de salud, abastecimiento de aguas
blancas y saneamiento. Si no se logran progresos en los
servicios y la salud ambiental, los avances hacia
cambios en los patrones epidemiológicos no lograrán
concretarse, permaneciendo la sociedad larense, a pesar
del envejecimiento y avances tecnológicos, en la etapa
descrita anteriormente e inclusive retrocediendo en los
logros alcanzados, tal como refiere Sabina y otros14,
está ocurriendo en la actualidad en las poblaciones
brasileñas.
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
57
El mismo autor, concluye que este nuevo modelo
epidemiológico tiene su origen en lo tardío de su
aparición en relación con Europa y por lo tanto, las
mejoras en salud no estuvieron ligadas a mejores
sociales, sino al desarrollo de la tecnología
representando un gasto sustancial para el Estado, de allí
que con el surgimiento de crisis económicas, la calidad
de la salud se ve continuamente afectada.
Lo dicho anteriormente, obliga a presumir una situación
más compleja a la descrita hasta ahora, donde si bien la
mortalidad permanece dominada por las enfermedades
no transmisibles, en lo relacionado con la morbilidad se
continua con epidemias de enfermedades infecciosas,
tal como el dengue y la influenza. Complicando aún
más esta situación, está la existencia de diversos perfiles
epidemiológicos relacionados con las condiciones
socioeconómicas de las diversas poblaciones que
habitan la entidad.
Como se ha dicho, el peso de la mortalidad se desplaza
de las personas más jóvenes a las de más edad y ello,
está asociado a dos grandes causas. Primero los grupos
de poca edad son afectados en su mayoría por causas
infecciosas, las cuales a su vez son sencillas de prevenir
y se pueden superar con tratamientos efectivos y de bajo
costo.
En segundo lugar, los cambios en las variables
demográficas conllevan al envejecimiento de las
poblaciones, donde en el futuro se producirán aumentos
en las enfermedades crónicas por lo tanto, los costos en
medicamentos y tratamientos son mayores y de difícil
prevención. El que ha dichas enfermedades se les
denominen modernas, no significan que son más
benévolas, todo lo contrario, su prevención requiere de
cambios profundos en los estilos de vida que van desde
una lucha contra los medios de comunicación que
promueven conductas riesgosas, la humanización de la
vida en las ciudades y la disminución de las brechas
sociales.
Por su parte, los costos que generan las
enfermedades crónicas son de largo plazo, casi siempre
de por vida. Además requieren cada día de tecnologías
sofisticadas que representan grandes inversiones tanto
para el Estado como para las familias. De allí la
importancia, de tomar en cuenta las medidas adecuadas
tal como, las recomendadas por la Organización
Mundial de la Salud (OMS)15, que establece que al
padecerse una enfermedad de este tipo es sustancial
mantener una medicación adecuada, el aumento de las
actividades físicas y la eliminación de hábitos
peligrosos como el habito de fumar, el consumo de
bebidas alcohólicas y de alimentos con altos contenidos
en azúcar y grasas, Todo ello para evitar se
desencadenen lesiones que incapaciten a las personas y
por lo tanto, eleve a cifras importantes los gastos en
salud.
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Ensayo
RETOS DE LA PARTICIPACIÓN COMUNITARIA EN SALUD
Ingrid Jiménez Monsalve
Decanato de Ciencias de la Salud. Departamento de Medicina Preventiva y Social. Sección Ciencias Sociales. Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”. Barquisimeto, estado Lara. Venezuela.
Correo electrónico: [email protected].
RESUMEN El trabajo examina las concepciones de salud, comunidad y participación, para posteriormente analizar la participación
comunitaria en salud, como se ha entendido bajo el paradigma dominante de la biomedicina. De igual manera, se explica
como la participación comunitaria se encuentra directamente relacionada con lo que se entiende por salud y participación
por parte de los diversos actores involucrados en el proceso. En el trabajo se concluye que para lograr una participación
comunitaria exitosa en salud es indispensable lograr que las comunidades participen en las deliberaciones y en el proceso
de toma de decisiones con respecto a los problemas que les afectan, así como las acciones y programas en salud.
Palabras clave: Salud, participación, comunidad.
CHALLENGES OF COMMUNITY INVOLVEMENT IN HEALTH
ABSTRACT The work examines the conceptions of health, community and participation, later to analyze the community participation
in health, since he has understood himself under the dominant paradigm of the biomedicine. Of equal way, it explains as
the community participation is directly related what is understood by health and participation on the part of the diverse
actors involved in the process. In the work one concludes that to achieve a community successful participation in health is
indispensable to achieve that the communities take part in the deliberations and in the process of capture of decisions with
regard to the problems that affect them, as well as the actions and programs in health.
Key words: Health, participation, community
Recibido: 25/06 /2015. Aprobado: 04/11/2015
Desde mediados del siglo XX la experticia de los organismos
internacionales y las organizaciones de cooperación han
enfatizado en la importancia de las intervenciones en las áreas
de salud y educación para mejorar las condiciones de vida de la
población. Esto tiene particular interés en los países con altos
niveles de pobreza y exclusión como los latinoamericanos.
En este contexto encontramos el interés creciente que ha
suscitado la participación comunitaria para los gobiernos y los
cooperantes como estrategia para mejorar la salud de las
comunidades. No obstante, a pesar de que a primera vista puede
resultar una tarea sencilla, la participación comunitaria en salud
es un área muy compleja, en la que intervienen diversos
factores.
Antes de analizar la participación comunitaria, resulta
indispensable aclarar ¿de qué hablamos cuando nos referimos a
la salud?, y ¿de qué hablamos cuando nos referimos a la
comunidad? En primera instancia, explicaremos el concepto de
salud. Si examinamos la definición de la Organización Mundial
de la Salud (OMS) globalmente aceptada, encontramos que:” la
salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social,
y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.” (1)
Este concepto, que todavía sigue marcando pauta para el
desarrollo de políticas y planes por parte de los Estados y
organismos privados, requiere de análisis.
Navarro2 sostiene que la definición reconoce que las
intervenciones salubristas no sólo se concentran en los servicios
clínicos, sino en las intervenciones sociales, como la
producción y distribución de la renta, el consumo, la vivienda y
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el medio ambiente. Sin embargo, y en esto coincidimos con el
autor, la definición de la OMS evita el problema
epistemológico del poder. “La salud y la enfermedad no sólo
son categorías científicas, sino también políticas (es decir de
poder).” (1).
En este sentido, puede considerarse como políticas todas las
actividades que realiza un ciudadano cuando vive en sociedad.
Incluso, si examinamos la filosofía clásica, de la cual se
desprenden las concepciones democráticas actuales,
encontramos que la política tiene que ver con el bien de la
ciudad (Estado) y el bien de los ciudadanos. En tal sentido,
ética y política están íntimamente ligadas, en tanto que el
ejercicio político requiere de virtudes ciudadanas. En
consecuencia, la política es mucho más que actividades
partidistas o de proselitismo con las que generalmente se asocia.
Franco1 sostiene que la salud es política porque sus
determinantes sociales son sensibles a las intervenciones
políticas, es decir la salud dependerá en gran medida de las
decisiones que se tomen en los diversos niveles de gobierno
(nacional, regional y municipal), de las políticas sectoriales del
Estado, así como de las decisiones y acciones que tome la
propia sociedad.
Por ende, el poder siempre será una categoría a valorar dentro
de cualquier interacción social, desde la relación médico –
paciente, hasta las actividades de educación para la salud que se
realizan en una comunidad específica.
Navarro 2 consideramos que lo que entendemos por salud viene
a ser el producto del contexto histórico y social donde nos
desenvolvemos. La salud implica” la visión personal que
tenemos de nosotros mismos, que a su vez esta enlazado con lo
que significan la vida, la enfermedad y la muerte” .El concepto
de salud, no puede ser circunscrito a una explicación
estrictamente médica, como ha ocurrido hasta el presente.
Siguiendo a Camacaro3 más que la ausencia de enfermedad, la
salud implica la posibilidad de realizar nuestro proyecto de vida
y las cosas que son importantes para cada quien. Según esta
visión la salud tiene un carácter subjetivo, dentro de la cual la
salud física sólo constituye una arista de la misma.
En consecuencia, no podemos comprender de manera integral a
la salud si se analizan sólo los aspectos médico- asistenciales,
especialmente en nuestro contexto latinoamericano signado por
las desigualdades abismales de renta y educación, por
mencionar sólo las principales, que marcan estilos de vida muy
diferentes en la población incluso cuando viven en el mismo
espacio geográfico.
Además, es conveniente valorar que la propia Organización
Mundial de la Salud 1 desde el año 2005 reconoció la
importancia de los determinantes sociales, y nombró una
comisión con el objeto de estudiarlos y encontrar los
mecanismos y políticas para disminuir las desigualdades que en
definitiva afectan la salud y las políticas públicas diseñadas en
este ámbito. Estamos hablando entonces de que la OMS está
centrando su atención en los determinantes sociales y no en la
atención de la enfermedad como hasta ahora se ha venido
haciendo.
Realizadas estas revisiones, pasaremos a examinar el concepto
de comunidad. Sobre este tema, es amplia la literatura filosófica
y sociológica. Retomando las referencias a la antigüedad
clásica, encontramos que el ser humano comenzó a teorizar
sobre el gobierno y la comunidad, alrededor del concepto
griego de “polis”, siendo ésta una forma de organización
política en la que cada ciudad era una especie de pequeño
Estado, y en la que los ciudadanos alrededor de la plaza pública
(ágora) podían deliberar, tomar decisiones y organizar los
aspectos políticos y administrativos de su ciudad.
Para los griegos, vivir en comunidad era la forma más natural
de organización humana, en tanto que consideraban al hombre
como un ser social y un animal político, de acuerdo a la
concepción aristotélica.
En consecuencia, para Montero4 comunidad es: “Un grupo
social dinámico, histórico y culturalmente constituido y
desarrollado…que comparte intereses, objetivos, necesidades y
problemas en un espacio de tiempo determinado.” (4). En su
concepción para que verdaderamente se constituya una
comunidad, debe existir una identidad colectiva, formado por
los intereses, valores y aspiraciones comunes.
Es decir, las comunidades no se pueden constituir de manera
artificial, de acuerdo a los designios de gobiernos o de
organizaciones privadas, son el producto de todo un proceso
histórico – social y de vida ciudadana en común. Para Maya 5 el
sentido de comunidad, implica un sentimiento común de que
todos los miembros de una comunidad son importantes para los
demás y para el grupo, y una fe compartida de que las
necesidades de cada miembro serán atendidas a través del
compromiso de estar juntos en cualquier circunstancia. (5).
Bajo estas premisas, Montero 6 considera que la participación
comunitaria se define como: “actuar conjuntamente,
organizadamente, y también colaborar, en el sentido de aportar
(ideas, recursos, materiales) y de comprometerse con el sentido,
dirección y finalidad de la acción”..
Para Montero4 la participación comunitaria constituye un
proceso ordenado, colectivo y libre en el que todos los
participantes aportan y reciben; y por ende se convierte también
en un proceso educativo. En consecuencia, la participación no
se fomenta de arriba hacia abajo, sino que es un proceso que se
da entre todos los actores en condiciones de igualdad.
Cabe señalar que este trabajo sólo considera la participación
comunitaria bajo los términos de un régimen democrático en el
que la participación ocurre entre ciudadanos libres e iguales, y
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en el que está garantizada la libertad de asociación, de
pensamiento y de expresión, en tanto que consideramos que
sólo bajo un sistema de libertades la participación no está
mediatizada por una ideología o por el gobierno de turno.
La visión de Montero 6 sobre la participación está íntimamente
ligada a lo que es el fortalecimiento comunitario, es decir el
proceso mediante el cual la comunidad desarrolla dominio
sobre sí misma y sobre sus circunstancias de vida. Sin
participación es muy difícil que pueda darse este proceso de
fortalecimiento. Participar conlleva al compromiso individual
de cada uno de los miembros de la comunidad con la
transformación de su entorno y de su propia individualidad.
Realizando estas precisiones, es importante reflexionar acerca
de cómo se ha dado la participación comunitaria en el ámbito
específico de la salud. Bronfman y Gleizer 7 señalan que
tradicionalmente en este ámbito se ha tomado como punto de
partida la posición de la Organización Mundial de la Salud en la
Conferencia de Alma Ata (1978). (8). En ésta se estableció que el
involucramiento y la participación de las comunidades son
vitales para el éxito de los programas sanitarios. En
consecuencia la participación comenzó a ser incluida en las
intervenciones sanitarias en los países pobres como una especie
de “receta preestablecida”, que consistía principalmente en
ofrecer charlas, talleres y capacitación a la comunidad para que
las personas modificaran su estilo de vida.
En consecuencia, Bronfman y Gleizer 7 argumentan que dentro
de la posición favorable a la participación comunitaria se
encuentran: las que privilegian los aspectos políticos y sociales
de la sociedad, para lograr un fin democratizador, y las que
conciben a la participación simplemente como una estrategia
que ofrece mayores posibilidades de éxito a los programas. Este
segundo enfoque es el que históricamente ha prevalecido hasta
ahora en América Latina, es decir, se utiliza la participación con
fines técnicos para la mejor aceptación de los programas, e
incluso se utiliza a la gente para reducir costos, sin tomar en
consideración si esas actividades generen fortalecimiento. Todo
esto enmarcado dentro de una estrategia en donde la
enfermedad y no la salud constituyen el centro de atención.
Torres 9 sostiene que esta participación inducida de arriba hacia
abajo, pasó a ser sólo un recurso institucional para el logro de
objetivos prefijados, perdiendo así su energía como fuente de
movilización social.
De hecho, encontramos que la inversión que hace la
cooperación internacional en el área de salud en los países de
América Latina, Asia y África, se ha incrementado
considerablemente a partir del año 2000. Según el Instituto de
Salud Global (2013) solamente el Banco Mundial en 1997
invirtió en programas sanitarios en América Latina 163
millones de dólares, al tiempo que en 2013 la inversión creció a
494 millones de dólares.(8)
A pesar de las inversiones millonarias el desarrollo humano
sigue siendo bajo en estas regiones. Entonces, cabe preguntarse:
¿Por qué los resultados no son proporcionales a las inversiones
realizadas?. Porque, generalmente los programas de
intervenciones sanitarias son diseñados exclusivamente bajo la
mirada biologicista, y por ende las intervenciones son
medicalizadas. La participación se realiza de manera
paternalista e incluso se impone a la comunidad. Se valoran
más los indicadores de cumplimiento de los proyectos que los
verdaderos impactos que puedan tener las intervenciones sobre
las personas y su entorno, y peor aún la mayoría de los
proyectos no son sostenibles en el tiempo y se acaban una vez
terminado el financiamiento.
Es en este contexto, que Bronfman y Gleizer 7 establecen que la
participación no puede considerarse como neutra ni aislada del
contexto en el que se desarrolla. La participación está
íntimamente ligada con las ideologías predominantes de
quienes diseñan los programas, y a quienes van dirigidos, así
como del contexto político, económico y social en el que se
desarrolla.
A pesar de las dificultades o deficiencias que pueda tener la
forma como se concibe o se implementa la participación
comunitaria en las intervenciones sanitarias; estamos totalmente
a favor de la implementación de este tipo de estrategia en la
comunidad, si entendemos la participación en los términos de
Montero 4,6.
Nuestra posición aboga por una profundización de la
participación comunitaria que centre sus preocupaciones en las
personas como sujetos, con sus particularidades y sus
problemas cotidianos, dejando a un lado el asistencialismo, el
clientelismo y el paternalismo que lejos de contribuir a
fortalecer el tejido ciudadano, fomenta un círculo vicioso en las
personas de creación de expectativas y desilusiones.
En este aspecto es fundamental el rol del Estado, a través del
diseño, implementación y evaluación de políticas públicas que
promuevan la participación comunitaria, en un marco de
corresponsabilidad en el que se fomente la creación de
capacidades en los ciudadanos que las prepare para asumir un
proceso de desarrollo personal y grupal. En nuestro contexto
esto se relaciona con el necesario cambio que debe existir en la
forma de relacionarse el ciudadano con el Estado.
En definitiva, la participación comunitaria está determinada por
lo que entendemos por salud. Si tenemos una visión biologicista
de la salud probablemente la participación que se planifique
será medicalizada y totalmente dirigida por actores externos, en
este caso los profesionales de la salud. Por el contrario, si
nuestra concepción de salud interpreta el contexto sociopolítico
donde se desenvuelve la persona y entiende al ser humano
como sujeto; la participación comunitaria se convertirá en un
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instrumento de fortalecimiento comunitario y de
democratización del espacio público, dentro del cual los actores
externos, orientaran las intervenciones y dejaran de ser los
protagonistas de las mismas.
Una participación comunitaria democrática implica por tanto la
colaboración de múltiples actores, además de los profesionales
de salud y la comunidad. Involucra en consecuencia, al Estado,
a la empresa privada, a las organizaciones no gubernamentales
y a la cooperación internacional entre otros.
Finalmente, concordamos con Torres quien considera que es
una tarea pendiente de las intervenciones en salud, dejar de
considerar al ser humano como objetos con vida para
considerarlos sujetos humanos. (9).
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de 2015. Disponible en: saludpublica.bvsp.bo.
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Imágenes en Salud Pública
ENCUENTRO DE EDITORES EN LA UNIVERSIDAD DE LOS ANDES, VENEZUELA. (EDITORS MEETING AT THE UNIVERSITY OF THE ANDES, VENEZUELA)
Luis Eduardo Traviezo Valles
Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”. Decanato de Ciencias de la Salud.
Barquisimeto, estado Lara, Venezuela. [email protected] Enviado: 18/09/2015. Aprobado: /09/2015
Todo un éxito resultaron los dos “Encuentros de Editores” convocados por la Universidad de Los Andes (ULA-Venezuela), durante
este año 2015, el primero correspondió al “Encuentro Internacional de Editores de Revistas Científicas Venezolanas: desafíos y Oportunidades”, el cual se realizó en la Ciudad de Mérida, Venezuela, los días 18 y 19 de junio del 2015, en la Facultad de Ingeniería de
la ULA, organizado y patrocinado por el Vicerrectorado Académico (Dra. Patricia Rosenzweig), el Servicio Bibliotecario de la ULA
(SERBIULA) y el Grupo Métrica, el encuentro resaltó por las conferencias de ponentes como el Dr. Eduardo Aguado (Director de
Redalyc México) y el Dr. Jaime Requena (Miembro de Número de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales de
Venezuela), Dr. Abel Packer (Director General de Scielo) y la MSc. Nilda Fabiola Rosales (Revencyt ULA), entre otros. En esta reunión
hubo la participación de los Editores de la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado” UCLA, a través de las ponencias de los
Profesores Maritza Torres y Luis Traviezo, (Imágenes 1 y 2).
En segundo lugar, dentro del marco de la XIII Feria Universitaria del Libro en la Ciudad de Trujillo, Venezuela, se desarrolló el
“Segundo Encuentro Internacional de Editores”, patrocinado por el Núcleo Universitario Rafael Rangel (NURR) de la ULA, evento
realizando del 8 al 10 de julio del 2015, en las instalaciones del NURR, en la Casa de Carmona, bajo la coordinación del Dr. Pedro Rivera
(Editor Adjunto del Fondo Editorial) y de la Dra. Elina Rojas (Editora de la Revista Talleres), en el mismo hubo conferencias destacadas
de participantes de la Universidad “Rafael Belloso Chacín”, la Universidad Fermín Toro; la Universidad Central de Venezuela, la
Universidad Nacional Experimental de los Llanos, la Universidad Valle del Momboy, la Coordinación de Cultura del estado Trujillo, la
Asociación Venezolana de Semiótica, la UCLA, y a la ULA (Núcleos Táchira, Mérida y Trujillo), resaltó la ponencia del profesor Jesús
Correa de la Universidad Atlántico de Colombia. En este encuentro la representación de la UCLA, presentó las ponencias: Código Ético
del Arbitraje (Dr. Naudy Trujillo); Revista del Colegio de Médicos Veterinarios (Dra. Milva Javitt) y Estadísticas de la RVSP (Prof. Luis
Traviezo). Este evento tan prestigioso y por segundo año consecutivo, ha sido un punto de encuentro tanto nacional como internacional
de experiencias de los Editores, que se perfila a institucionalizarse, para que anualmente, sea un punto de intercambio de ideas, para
multiplicar las experiencias que enriquecen la producción científica nacional. (Imágenes 3 y 4).
Imagen 1. Ponentes, Autoridades, Editores y participantes, en la Ciudad de Mérida, estado Mérida. Venezuela.
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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Imagen 2. Editores participantes en la Ciudad de Mérida, estado Mérida. Venezuela.
Imagen 3. Ponentes, Autoridades, Editores y participantes, en la Ciudad de Trujillo, estado Trujillo. Venezuela.
Imagen 4. Stand de exposición de Revistas y Libros, editados por la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”.
Revista Venezolana de Salud Pública. 3 (2). Julio - Diciembre 2015.
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NORMATIVA PARA PUBLICAR
REVISTA VENEZOLANA DE SALUD PÚLICA
La Revista Venezolana de Salud Pública es una publicación científica, arbitrada e indizada para la difusión de resultados de las investigaciones nacionales e internacionales realizadas en el campo de la salud pública y áreas afines. Su línea editorial se inscribe en la consideración de distintos enfoques epistemológicos y ontológicos a objeto de responder a la complejidad de los fenómenos relacionados con el objeto de investigación.
Su propósito es crear escenarios para el desarrollo del pensamiento crítico en el campo de la salud pública sobre la base de la democratización del conocimiento, revalorizando la vinculación de la práctica de la investigación científica con la atención y resolución de los problemas socialmente relevantes.
La Revista Venezolana de Salud Pública es una publicación periódica, semestral con un volumen y dos números (Enero y Julio) por año, en formato impreso y electrónico a través de la siguiente dirección web: http://bibmed.ucla.edu.ve/rvsp/
En la Revista Venezolana de Salud Pública se divide en ocho secciones:
1. Artículos originales: Estos artículos constituyen resultados originales de investigaciones sobre la salud pública y áreas afines, enfocados desde una visión compleja e interdisciplinaria. Se caracterizan por: a) Presentan hallazgos científicos de, investigaciones realizadas mediante trabajo de campo, encuestas, censos, casos clínicos. b) Ofrecen, por primera vez una interpretación teórica de estos u otros hallazgos, incrementando o reestructurando los conocimientos sobre un determinado saber.
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3. Ensayos: Constituyen escritos de reflexión crítica cuyo objetivo será estimular la discusión en temas de interés en salud pública (entre otros, políticas y sistemas de salud, equidad, servicios de salud, educación, ética) Debe estar apoyado en una adecuada, suficiente y actualizada documentación
4. Revisión: Son artículos que muestran el resultado de un análisis de información reciente, en un intento de sintetizar los resultados alcanzados sobre un tema determinado relacionado con la salud pública. La revisión puede realizarse siguiendo alguna de las metodologías aceptadas para tal propósito.
5. Reseña Crítica: Consisten en una síntesis comentada de una obra publicada; libros, revistas y otros tipos de publicaciones sobre algunos de los campos o temas de la salud pública, con el objeto de ofrecer una visión, interpretación y valoración personal del texto escogido, por parte de los investigadores.
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8. Imágenes en Salud Pública: Este espacio estará destinado la publicación de documentos fotográficos relacionados con la salud pública. La recopilación de imágenes responderá a un tema específico desarrollado por el investigador(a), sustentado en una confiable, suficiente, y actualizada información.
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El cual será estructurado según la exigencia de cada tipo de artículo.
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d) Discusión: Responde a la pregunta ¿Qué significan los hallazgos?
Sistematización de Experiencia: Tendrán una extensión máxima de 4.500 palabras o 15 páginas, incluyendo todas las partes del artículo. Por lo general se dividen en los siguientes apartados:
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c) Conclusiones, recomendaciones y lecciones aprendidas.
Ensayos: Su extensión será entre 10 y 12 páginas o 3.000 palabras, incluyendo todas las partes del artículo. El ensayo está estructurado de la siguiente forma:
a) Introducción: Donde se expone la tesis central del ensayo.
b) Desarrollo: Donde se presentan los distintos argumentos que apoyan o rechazan la tesis sustentada. Los argumentos presentados pueden ser propios o sustentados en otras fuentes de autoridad reconocida.
c) Conclusión: Donde se comunica el alcance de lo expuesto, la relevancia del tema, importancia, beneficios y recomendaciones de líneas de análisis para posteriores escritos.
Es importante destacar que las tres componentes del ensayo no constituyen secciones subtituladas, en tal sentido el autor o autora debe exponer sus argumentos en un texto único.
Revisión: Su extensión será entre 8 y 10 páginas, incluyendo todas las partes del artículo. La revisión se estructura de la siguiente forma:
a) Introducción y objetivo del trabajo.
b) Método de localización, selección y evaluación de estudios primarios.
c) Desarrollo y discusión del tema.
d) Conclusiones.
Reseña Crítica: Su extensión será entre 5 y 8 páginas, incluyendo todas las partes del artículo. La reseña critica se estructura de la siguiente forma:
a) Introducción: Se incluye la referencia bibliográfica del libro o artículo reseñado, un breve resumen de la obra. De acuerdo con el estilo del autor de la reseña, en esta parte se puede incorporar su opinión central o tesis.
b) Desarrollo o cuerpo: Se presentan todos aquellos elementos contenidos en el libro o artículo que pueden servir para presentar las pruebas que sostendrán la opinión. Aquí se hace énfasis en los aciertos y deficiencias de la obra leída.
c) Conclusión o cierre: es la redacción final, la cual condensa la opinión crítica frente al libro o artículo leído y, así, recomendarlo o advertir acerca del riesgo de leerlo.
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Cartas al Editor: La extensión máxima será de 500 palabras o 2,5 páginas, sin incluir autores ni referencias. Las cartas al editor no podrán ser firmadas por más de dos autores (as). Podrán incluir hasta tres referencias y un cuadro o una tabla si fuese necesario. Las cartas serán recibidas sólo cuando se refieran a material publicado en los dos números más recientes de la Revista Venezolana de Salud Pública.
Nota Histórica o semblanza: La extensión máxima será entre 5 y ocho páginas. La nota histórica o semblanza se estructura de la siguiente forma:
a) Introducción: Describe las instituciones, personajes, enfermedades y/o eventos de relacionados con la salud pública que será objeto de revisión histórica. Apunta en la dirección de generar interés a los lectores.
b) Cuerpo: Se exponen los orígenes del objeto de revisión histórica. Se revisan antecedentes que hayan influido en el desarrollo del personaje, institución o tema vinculado a la salud pública. Es fundamental aportar nexos interesantes y hechos relevantes que lleven al lector a entender más al personaje, institución, y/o eventos de relacionados con la salud pública entre otras.
c) Conclusiones: Donde se exponen elementos relevantes de la evolución histórica que forma parte del estudio.
Salud Pública en Imágenes: La extensión máxima será entre 8 y 10 páginas.
Pautas Generales para las Citas y Referencias
La Revista Venezolana de Salud Pública, utiliza las pautas generales para citas y referencias, contendidas en el documento Requisitos Uniformes para Preparar los Manuscritos que se Presentan a las Revistas Biomédicas(1) elaborado por el Comité Internacional de Directores de Revistas Médicas (actualizado en febrero de 2006). Dichas pautas se conocen también como "normas Vancouver".
Las citas textuales breves o extensas:
La cita es una idea de un autor de un texto o documento que se utiliza para apoyar, corroborar o contrastar lo expresado.
espués de las comillas y antes del signo de puntuación.
e 4 espacios a cada lado, el tamaño de la letra será un punto menos que la del texto general (Arial, 11) el numero de la cita se escribe al final, tal y como se hizo en la cita breve.
como cartas, mensajes electrónicos, verbales y presentaciones en eventos. Estas observaciones se indicarán en el texto con asterisco (*) y colocar una nota al pie de página con la siguiente información: tipo de comunicación, nombre o institución, cargo, ciudad, fecha. Ejemplo: Comunicación personal de Darío Ramírez, Director del Seguro Social, Bogotá, 10 de Julio del 2012.
Consideraciones Generales sobre las Referencias:
Siempre que sea posible hay que proporcionar a los lectores referencias directas a las fuentes originales de los conceptos, métodos y técnicas a los que se hace referencia en el texto y que provienen de investigaciones, estudios y experiencias anteriores.
De las Citas de Referencias
irectamente por el investigador, antes que hacer citas de cita (o segundas fuentes)
xto con números consecutivos, entre paréntesis, preferiblemente utilizando superíndice, de la siguiente manera: "Se ha observado (3, 4) que..." O bien: "Varios autores (1-5) han señalado que..."
ublicados deberían citarse con la especificación “en prensa” o “de próxima aparición”; los autores deberían obtener una autorización escrita para citar dichos artículos, así como la confirmación de que han sido aceptados para ser publicados. La información de los manuscritos que han sido presentados pero no han sido aceptados debería citarse en el texto como “observaciones no publicadas” con el permiso escrito de la fuente.
esencial no disponible en una fuente pública, y en este caso debe citarse en el texto, entre paréntesis, el nombre de la persona y la fecha de la comunicación. En los artículos científicos, los autores dberían obtener el permiso escrito y la confirmación de la exactitud de la propia fuente de una comunicación personal.
Listado de Referencias:
El listado de referencias se numerará consecutivamente según el orden de aparición de las citas en el texto. La lista de referencias o la bibliografía se agregará en hojas separadas, al final del manuscrito, y se ajustará a las normas que se describen a continuación.
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1. Libros: Apellido e inicial del nombre de los autores; título del trabajo o capítulo; apellido e inicial del nombre de los editores; t ítulo del libro; edición; editorial; ciudad donde la obra fue publicada; año; páginas citadas (inicial-final).
2. Artículos de revistas. Es importante suministrar la siguiente información: autor(es), título del artículo (en su versión original sin traducir), Nombre de la revista en que este se publica; año; volumen (en números arábigos), número y páginas inicial y final. Toda la información se presentará en el lenguaje original del trabajo citado.
3. Artículos de Revistas on-line. Autor/es del artículo. Título del artículo. Nombre de la revista [Revista en línea]. También puede ponerse: [Revista on-line]. [Revista en Internet]. Año [fecha de consulta]; también puede ponerse: [acceso....]; [consultado...]; [citado...]; volumen (número): [Extensión/páginas -si la tuvieran-].
4. Artículo de Periódico. · Autor. (si tiene). Título del artículo. Nombre del periódico. (completo) · Día, mes y año; Sección: (Si está identificada) Columna: (Si está identificada). Página.
5. Documentos legales.- Leyes, Decretos, Ordenes. Título de la ley, decreto, proyecto, etc. (Seguida de punto.) Nombre del Boletín Oficial (Seguido de coma) Número del boletín donde se publicó (Seguido de coma) Fecha de publicación. (Entre paréntesis, día-mes-año-)
Tablas e Ilustraciones (Figuras)
cogen la información de forma concisa y la presentan de forma eficiente; ofrecen también la información con los grados de detalle y precisión deseados. La inclusión de datos en tablas y no en el texto permite reducir la extensión del mismo. imprimir las tablas a doble espacio en una hoja aparte. Numerar las tablas consecutivamente siguiendo el orden de la primera cita que aparece en el texto y asignarles un escueto título. No usar líneas horizontales ni verticales. Cada columna debe ir encabezada por un título breve o abreviado. Los autores deben colocar las explicaciones en notas a pie de tabla, no en el título. Explicar en notas a pie de tabla todas las abreviaturas no habituales. Deben ser colocados al final del trabajo,
(después de las referencias) en paginas aparte cada uno por separado y enviados como imágenes y en formato JPG.
as en un formato determinado (por ejemplo, JPEG o GIF) que produzca imágenes de alta calidad en la versión web de la revista. Deben ser colocados al final del trabajo, (después de las referencias) en páginas aparte cada uno por separado. Para radiografías, escáneres y otras imágenes de técnicas diagnósticas, así como para fotografías de imágenes de muestras patológicas o microfotografías, enviar fotografías nítidas y brillantes en blanco y negro o en color, normalmente de 127 × 173 mm. En las leyendas de las figuras no deberían faltar títulos ni explicaciones, pero estas explicaciones no deben figurar en el interior de las ilustraciones. Las figuras deberían numerarse consecutivamente siguiendo el orden de primera aparición en el texto. Si se utiliza una figura ya publicada, debe mencionarse la fuente original y presentar la autorización escrita del propietario del copyright para reproducir el material. El permiso es necesario independientemente del autor o de la editorial, excepto en el caso de documentos de dominio público.
Unidades de Medida
tiplos o submúltiplos decimales. Las temperaturas deberían expresarse en grados Celsius. La presión sanguínea debe medirse en milímetros de mercurio, a menos que la revista especifique otras unidades.
Abreviaturas y símbolos
tores. Evitar el uso de abreviaturas en el título. La primera vez que se usa una abreviatura debería ir precedida por el término sin abreviar, a menos que sea una unidad de medida estándar.
Referencias:
(1) Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas. Requisitos de uniformidad para manuscritos enviados a revistas biomédicas: Ejemplos de referencia [Monografía en internet]. Maryland: Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. (NLM) Institutos nacionales de Salud; [Actualizado el 27 de Julio de 2010; consultado: 21 febrero 2011]. [9 p.]. Disponible en: http://www.metodo.uab.cat/docs
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Índices que incluyen a la Revista Venezolana de Salud Pública
1) . EZB Electronic Journals Library.
2) . Bibliothekssystem Universität Hamburg.
3) . Pädagogische Hochschule Heidelberg.
4) . Universität Des Saarlandes.
5) . El Instituto de Investigaciones Biomédicas, de la Universidad de México.
6) . Bibliothek Hochschule Hannover.
7) . Fundación Ginebrina, Suiza.
8) . Índice Mexicano de Revistas Biomédicas Latinoamericanas. IMBIOMED.
9) . Max Planck Institute.
10) . Green Pilot.
11) . Universitats Bibliothk Leipzig
12) . TU Clausthal
13) . SLUB.
14) . Medicina 21.
15) . Goethe Universitat.
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16) . Actualidad Iberoamericana (Chile).
17) . UniversitätsBibliothek Heidelberg.
18) . Connecticut College - Trinity College- Wesleyan University. 19) German Cancer Research Center.
20) . Universitat Giessen.
21) . Dirección de Bibliotecas de la UCLA.
22) . Google Académico.
23) . Directory of Research Journals Indexing.
24) Wissenschaftskolleg zu Berlín.
25) Sjournals Index.
26) World Cat.
27) Dialnet 28) Social Science Research Center Berlin.
29) Vufind.
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30) Centro Nacional de Información en Ciencias Médicas. Cuba.
31) Medien und Information Zentrum
32) Directory of Abstract Indexing for Journals.
33) Acreditación de Webs de Interés Sanitario en portales Médicos.
34) FREE PDF s.
35) Research Gate (Puerta de Investigación).
36) Index Scientific Journals
37) Biblioteca Virtual de Biotecnología de las Américas 38) Índice de Revista de Ciencia y Tecnología de Venezuela. REVENCYT.
39) Biblioteca CCG UNAM.
40) KAI, der Online – Katalog
41) Research Bible Index.
42) EZB - ZB MED / Medizinische Abteilung der USB Köln .
43) Eurasian Scientific Journal Index
44) Scientific Indexing Services
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