revista palanca agosto 2013

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ÓRGANO INFORMATIVO DEL MOVIMIENTO DE CURSILLOS DE CRISTIANDAD DE LA ARQUIDIÓCESIS DE SANTO DOMINGO NUM. 508 AGOSTO 2013 «Acuérdense de sus dirigentes e imiten su fe» Heb 13, 7

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Page 1: Revista Palanca Agosto 2013

ÓRGANO

INFORMATIVO

DEL MOVIMIENTO

DE CURSILLOS

DE CRISTIANDAD

DE LA ARQUIDIÓCESIS

DE SANTO DOMINGO

NUM. 508 AGOSTO 2013

«Acuérdense de sus dirigentes e imiten su fe» Heb 13, 7

Page 2: Revista Palanca Agosto 2013

1. Editorial

2. Sintonía con la Iglesia

3. ¿Por qué confesarme?

5. 50 años MCC Santiago de los Caballeros

7. Todo me es lícito más no todo conviene

9. A quien mucho ama, mucho se le perdona

10. Ultreya general de julio

12. Cursillo damas No.815

Itinerario de Evangelización 2013Tema: «Un pueblo en misión, lleno de fe, que valora la convivencia fraterna».

Lema: «Con fe y fraternidad, construimos la comunidad».

Agosto 2013

Campo de Acción: Testimoniar la fe en la caridad

Valor: Testigos de fe y amor

Lema:«Acuérdense de sus dirigentes e imiten su fe» (Heb. 13, 7)

Próxima Ultreya:

Miércoles 4 de Septiembre 20137:30pm, Auditorio Casa San Pablo

Guillermo Mejía MartyDIRECTOR

Noris Núñez de BelloVICE DIRECTORA

José MonegroVOCAL ESCUELA DE DIRIGENTES

Silvia Risk de PereyraVOCAL DE PRECURSILLO

Victoria Madé de PenzoVOCAL DE POSCURSILLO

Tamayra Reynoso de FélizSECRETARIA

Juan ReyesTESORERO

Alejandro PorcellaVOCAL DE ULTREYA

Laura Henríquez de RubioVOCAL DE PUBLICACIONES

Con el Plan Arquidiocesano de Pastoral

Enrique García PecciVOCAL ADMINISTRATIVO

Excia. Rvdma. Mons. Amancio Escapa, O.C.D.ASESOR ARQUIDIOCESANO

R.P. Víctor Manuel Rodríguez, C.M.VICE ASESOR

R.P. Robert Brisman PolancoVICE ASESOR

Excia. Rvdma. Mons. Víctor Emilio MasallesVICE ASESOR

R.P. Domingo LeguaVICE ASESOR

Secretariado Arquidiocesano del Movimiento de Cursillos de Cristiandad

Page 3: Revista Palanca Agosto 2013

EditorialDios viene al encuentro del hombre y se revela.

«Dispuso Dios en su sabiduría y su bondad, revelarse a sí mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad» (Vat II, Const. Dogmática Dei Verbum no. 2).

Cuando nosotros leemos las sagradas escrituras nos damos cuenta de que siempre Dios, a lo largo de los siglos, ha hablado directamente al corazón del hombre para manifestarse a él de una manera progresiva y pedagógica. Por eso Dios se escogió un pueblo de entre todos los de la Tierra, con el cual hizo una alianza; fue acompañándolo, instruyéndolo, guiándolo todo el camino.

Este pueblo es un pueblo pequeño, el pueblo de Israel. Esta elección de Israel es simbólica de todos los pueblos de la Tierra. Es decir, esta elección de Israel no es exclusiva, sino inclusiva. Por medio de este pueblo, Dios hará su entrada al mundo y por este pueblo de Israel les mostrará a los demás que Él existe y que tiene un proyecto para todos los hombres y mujeres.

Todo el Antiguo Testamento es la narración de cómo se va desarrollando esta alianza entre Dios y el pueblo de Israel. Es todo un camino de preparación, por etapas, hasta llegar a la revelación definitiva en el Nuevo Testamento, por medio de la persona de su Hijo Jesucristo y de su misión, es decir, el Verbo de Dios hecho hombre.

La carta a los Hebreos es muy específica en este punto, cuando nos dice: «En múltiples ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas. Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por su Hijo» (1,1).

Dicho en otras palabras, Jesucristo es la última palabra del Padre dada a nosotros los hombres y mujeres para nuestra salvación. Dios vino a nuestro encuentro definitivo por medio de su Hijo Jesucristo y ha entrado así en diálogo, en comunicación con nosotros; ha entrado en relación con nosotros. Por eso, el que ha visto al Hijo ha visto al Padre; el que escucha al Hijo escucha al Padre. Pero el que se resiste al Hijo, se resiste también al Padre.

Pidamos a Dios, por mediación de su Hijo, que nos conceda la gracia de poder dejarnos encontrar por Él para que tengamos vida en abundancia.

Page 4: Revista Palanca Agosto 2013

Sintonía con la Iglesia +Mons. Amancio Escapa, OCDObispo Auxiliar de Santo Domingo

Asesor del MCC

«Caminar, edificar, confesar». Tres palabras con un hondo significado para este año de la fe. Se las dirigió el Papa Francisco al Colegio de Cardenales en la misa «Pro Ecclesia», la primera que como Sumo Pontífice pronunciaba ante los electores.

Caminar, que indica el proceso que la Iglesia ha de mantener para afianzar la fe de los creyentes. La Iglesia no es un ente estático, sino dinámico. Ha de permanecer en acción constante, puesto que desde la perspectiva de la evangelización y el anuncio de la buena noticia, es mucho el camino que queda todavía por recorrer hasta que la verdad llegue a todos los rincones de la tierra.

Se anuncia la buena noticia para edificar el reino de Dios. Reino que aunque no es de este mundo, ha de realizarse «en medio de las persecuciones del mundo y de los consuelos de Dios», para que estos se conviertan en edificios fundamentados sobre la roca de la verdad, que es Cristo.

Y éste, Cristo, es el que hay que confesar. Un Cristo vivo que no se puede separar de la cruz. Quien busca a Cristo fuera de la cruz no lo encontrará.

Para este caminar, edificar y confesar es imprescindible la fe. Una fe que sin ser nueva hay que despertarla, avivarla en la práctica.

Nos dice la Carta apostólica Porta Fidei a este respecto: «Desde el comienzo de mi ministerio como Sucesor de Pedro, dice el Papa Benedicto XVI, he recordado la exigencia de redescubrir el camino de la fe para iluminar cada vez más clara la alegría y el entusiasmo renovado del encuentro con Cristo» (PF 2).

Hay que redescubrir la fe «a causa de una profunda crisis de fe que afecta a muchas personas». Recordemos que esta «crisis de fe» ha sido uno de los motivos causantes del año de la fe.No se puede «presuponer» la fe. Existe ciertamente, pero en la vida común de cada día no tiene una presencia viva y convincente para los demás.

Si queremos buscar una causa de esta apatía frecuente en el mundo de hoy, tendríamos que afirmar el error de dar como un hecho el presuponer el acto de fe, por el hecho de haber nacido en un territorio católico. Se practica la fe, pero sin un sólido fundamento; más bien se vive como herencia recibida sin ahondar en el compromiso que lleva consigo el ser creyentes convencidos.

Tenemos que reconocer que la mayoría de las veces expresamos signos que son realizados en nombre de la fe, pero que no convencen a los que nos rodean. Esta es la razón urgente de redescubrir la fe que supone saber por qué creo, y actuar en consecuencia con los principios fundamentales que dan sentido a la vida de verdaderos discípulos de Cristo.

«No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta» (PF 3).

Redescubrir, por tanto la fe, supondrá dar sabor de Dios a este mundo insípido, que en el fondo busca a Dios, tiene sed de Dios y sólo faltaría para encontrarse con Dios mismo, que cada uno de nosotros seamos luz, que refleje el rostro de Dios, iluminados por la fe. La tarea no es fácil, pero es posible.

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«Redescubrir la Fe»«Redescubrir la Fe»

Page 5: Revista Palanca Agosto 2013

«…Jesús les dijo otra vez: la paz con ustedes. Como el Padre me envió, también yo los envió. Dicho esto sopló y les dijo: Reciban el Espíritu Santo. A quienes les perdonen los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengan, les quedan retenidos» (Jn 20,2123).

De entrada, podemos decir que la confesión no es un paso fácil para muchos católicos. Cuanto más parece que la necesitamos, menos la buscamos. No a todos nos gusta hablar de nuestros fallos o faltas morales, y esto hasta puede parecer natural. También es cierto que el pecado es un mal del cual debemos avergonzarnos; ya san Agustín decía: «¡Ay del hombre y de sus pecados! Cuando alguno admite esto, Tú te apiadas de él; porque Tú lo hiciste a él, pero no sus pecados». Hemos de saber que cuando pecamos estamos rechazando hasta cierto punto el amor de Dios, y nada queda oculto para Él.

Hay tantas opiniones encontradas de mucha gente, sobre la confesión. Lo primero que hay que decir al respecto, es que, muchos creen que la confesión es un invento de la Iglesia Católica. Esto es falso. Ciertamente que el que esto afirma no ha leído bien el evangelio. La confesión es algo que ya existía en el Antiguo Testamento. La confesión existe desde que existe el pecado en el mundo. Pensemos en el pecado original que está al principio del génesis. Es interesante un análisis de lo que se nos narra en el capítulo 2,16-17. En todo ese diálogo que

+ P. Robert Brisman

Dios sostiene con los primeros seres humanos, podríamos decir que su única intención es llegar al punto de que «ellos reconozcan su pecado», pero no lo hacen. Siempre utilizan la excusa y la justificación y hasta el señalamiento. Esto mismo podríamos decir de uno de los hijos de esta primera pareja, Caín. Al cometer su pecado o su falta contra su hermano Abel, es interrogado por Dios para inducirlo al reconocimiento de su culpa. Pero se niega a reconocerla.

Esto lo podemos aplicar al hombre y mujer de hoy: el hombre y la mujer de hoy tampoco estamos muy dispuestos a reconocer nuestros pecados o fallos. Es cierto que en nuestro interior se dan los resentimientos, vergüenza, dolor, etc., pero de ahí no pasa. Todo esto se queda dentro de la persona. Por lo regular siempre buscamos de manera injustificada, la justificación; o dicho en otras palabras, siempre estamos buscando a quién echarle la culpa, y entre ellos está Dios; porque Él es el culpable de nuestras circunstancias, descollos, mal herencia, sufrimiento, etc.

Pedir perdón es una necesidad; es también necesario demostrarlo, y por lo tanto, necesario hacer algo para ello. El pecado causa la muerte: una auténtica pérdida de la vida espiritual, que es mucho más mortal que cualquier muerte física; Cristo mismo dijo: “no teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; teman más bien al que

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¿Por qué confesarme? (1ª. Parte).¿Por qué confesarme? (1ª. Parte).

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+ P. Robert Brisman ¿Por qué confesarme? (1ª. Parte).

matando el cuerpo puede también matar el alma llevándola al infierno” (Mt 10,28).

Como ya hemos dicho, el pecado y la confesión ya existían desde el Antiguo Testamento. Cuando Jesús inició su misión de anunciar el Reino de Dios, Él no vino a derogar lo que Dios ya había establecido desde la antigüedad. Él no vino a sustituir algo malo por algo bueno; vino más bien a darle su real y definitivo sentido o plenitud. La confesión, primero es un acto de fe, y la fe en el poder de Cristo para perdonar pecados es una señal del creyente. Ahora, Cristo ha querido ejercer ese poder de una manera muy peculiar (recordemos la cita bíblica del evangelio de Juan al inicio de nuestro escrito). Jesús otorgó a sus discípulos un nombramiento y una autoridad para perdonar los pecados en su nombre. Entonces, hay que entender bien esto: es cierto que el único que tiene poder para perdonar pecados es Dios y que por tanto, debemos de confesarnos con Él, pero del modo en que Él lo ha establecido a través de su Hijo Jesucristo, ¿cómo? Con un sacerdote.

El apóstol Santiago nos enseña diciéndonos: «¿Está enfermo alguien de ustedes? Llame a los presbíteros (sacerdotes) de la Iglesia para que oren por él, después de ungirlo con óleo en nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor le curará; y si ha cometido pecado le perdonará. Por tanto, confiesen mutuamente los pecados y oren unos por otros para que sean salvados» (St 5,14-16).

Podemos decir, que Santiago conecta la práctica de la confesión, con la fuerza sanante del ministerio sacerdotal. Los sacerdotes son sanadores: los llamamos para que unjan nuestros cuerpos cuando estamos enfermos; y acudimos a ellos para recibir la fuerza sanadora y liberadora del sacramento del perdón cuando nuestras almas están enfermas por el pecado.

Bendiciones.

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Page 7: Revista Palanca Agosto 2013

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«Yo soy Iglesia, Tú eres Iglesia, Nosotros somos Iglesia».

Infinidad de veces hemos oído esta expresión, que sin dejar a un lado todo lo demás, creo ésta es la gran revelación del Cursillo de Cristiandad.

Muchas veces también hemos repetido que la identidad del Cursillo se defina como «Movimiento de Iglesia que con un método propio posibilita la vivencia y la convivencia de lo fundamental cristiano, en orden a crear núcleos de cristianos que fermenten de evangelio los ambientes».

De aquí se desprende todo el SER y el HACER del Movimiento de Cursillos de Cristiandad.

SER IGLESIA. Como les decía, uno de los descubrimientos más impactantes de los que han participado y participan en el Cursillo, es el de tomar conciencia que por la fe recibida en el bautismo entramos a formar parte de la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo, Pueblo de Dios. Es ella, la Iglesia, quien nos comunica la fe por el bautismo, sacramento que da vida, da el ser.

La Iglesia no es una utopía, ni un ente abstracto. Es algo,

mejor alguien, tan concreto que tiene como centro a Cristo, como doctrina su mensaje, como ley la caridad.

En efecto Cristo es el centro de la historia, de nuestra historia personal, de nuestra vida. «Para mí la Vida es Cristo», decía San Pablo.

El mensaje que nos mueve es un mensaje de vida, vida en abundancia que nos ofrece Jesús, como lo prometió: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin de los tiempos».

Y su ley, decimos, es la caridad. «Este es mi mandamiento que os améis unos a otros como yo os he amado y en esto conocerán que sois discípulos míos».Tiene el Documento de Aparecida que resume maravillosamente esta idea. «Conocer a Jesucristo es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberle encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo» (A 29).

A más de medio camino en el recorrido del año de la fe que estamos celebrando, hay que seguir recalcando la idea

50 años MCC Santiago de los Caballeros23 Junio 2013

+Mons. Amancio Escapa, OCDObispo Auxiliar de Santo DomingoAsesor del MCC

Page 8: Revista Palanca Agosto 2013

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de que «no se comienza a ser cristiano por una decisión ética, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte en la vida y, con ello, una orientación decisiva. Un encuentro de fe con la Persona de Jesús» (A 243).

Este es el principio y el centro de nuestro SER Iglesia.Aceptado este encuentro, tenemos que aceptar el reto de ser comunicadores del mismo, de la buena noticia, mediante la evangelización, que como decía el Papa Benedicto XVI «no es obra de algunos especialistas, sino de todo el Pueblo de Dios, bajo la guía de los Pastores. Cada uno de los fieles, en y con la comunidad eclesial, debe sentirse responsable de anunciar y testificar el evangelio.

Esto es HACER Iglesia. Anunciar y testificar el evangelio en la caridad. Esta es la finalidad del MCC: «Fermentar de evangelio los ambientes».

Como la levadura que hace crecer la masa, así ha de ser el cristiano que ha tenido un encuentro con Cristo y toma conciencia de su SER Iglesia. SER para HACER.Nos lo acaba de decir el Papa Francisco. «Ser parte de la Iglesia es estar unidos a Cristo y recibir de Él la vida divina que nos hace vivir como cristianos. Ser parte de la Iglesia es permanecer unidos al Papa y a los Obispos que son instrumentos de unidad y de comunión. Ser parte de la Iglesia significa aprender a superar personalismos y divisiones, para entenderse mejor, para armonizar la variedad y la riqueza de cada uno. Ser parte de la Iglesia, en una palabra, es querer amar más a Dios y a

+Mons. Amancio Escapa, OCDObispo Auxiliar de Santo Domingo

Asesor del MCC

las personas que están junto a nosotros, en la familia, en la parroquia, en las asociaciones».

Para conseguir esto es importante hacer realidad el slogan de Puebla que dice: «Hombres del mundo en el corazón de la Iglesia, hombres de Iglesia en el corazón del mundo» (Puebla 706; A 209-213).

Dicho de otro modo. «Hacer creíble la fe que profesan mostrando autenticidad y coherencia en su conducta» (A 210).

Termino citando a Eduardo Bonín, uno de los cocreadores del MCC en una reunión del Movimiento en Caracas:

«El evangelio es fabuloso. Creo hay demasiado evangelio, buena noticia, para tan poco mundo».

Y añadía: «No estamos aquí para pasar un rato, la Ultreya, ni para cumplir un rito, la celebración de la acción de gracias, sino para aceptar un reto. El reto de tomar conciencia de SER Iglesia para HACER Iglesia».Tenemos las herramientas propias desde nuestro Movimiento:

Su esencia, movimiento de Iglesia. Su mentalidad, la vivencia y convivencia de lo fundamental cristiano. Su finalidad, fermentar de evangelio los ambientes. Su método, presentar a Jesucristo, kerigma, que nos conduce hasta Dios y hasta los hermanos.

ULTREYA, ADELANTE, MAS ALLA. No estamos solos, Cristo está a nuestro lado, con nosotros, como lo prometió: «Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin de los tiempos».

Cristo y la Iglesia cuentan con nosotros, y nosotros, conscientes de SER Iglesia, contamos con Él para HACER iglesia.

Que así sea.

50 años MCC Santiago de los Caballeros23 Junio 2013

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Nathalie Romero de Grau «Todo me es lícito, mas no todo conviene».

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¡Esta frase la llevo como escudo de batalla diaria!Todo lo podemos hacer, por supuesto, pero como nos dice San Pablo «no todo nos conviene o es para provecho de nuestra alma».

Sabemos que el Espíritu mora en nosotros; sabemos que somos seres espirituales pasando por una experiencia humana; sabemos que esta vida terrena no es nuestro fin; sabemos que estamos aquí en el mundo, pero que no somos de aquí... y muchas veces actuamos como si tuviésemos amnesia temporal.¡Oh Dios! El mismo Espíritu nos va guiando, ¡Sí! no te sorprendas, es como si tuviésemos un «chip» integrado que nos indica cuando las cosas son de Dios o no.

Estoy segura de que muchísimas veces te ha pasado igual que a mi. Como en los muñequitos, que veías que aparecía un angelito o un diablito encima del hombro indicándole que hacer... más o menos así.Cuando estamos frente a algo que no es de Dios, como que NO nos sentimos a gusto en ese momento o lugar, sentimos que «algo no está bien», pero no sabes muy bien qué. Ese «algo» no es más que el Espíritu que nos pone alerta; y como las cosas que vienen de Dios son de un único Espíritu Santo, las que no están dentro de esa unidad, se perciben.Retomo a San Pablo: todo lo podemos hacer, TODO, pero no todo va a ser de provecho.

Yo puedo ver televisión, ¡claro!, todo lo que yo quiera, sin embargo, ¿qué gano si me pongo a ver programas llenos de groserías, de desnudez, de bailes raros, de tarot, de lecturas de cartas, de adivinadores de números, de horóscopos y suerte? Nada de eso es provechoso, todo es basura y nada de eso me va a causar un bien.

¡Ah! Vale decir que ahora hay muchas cosas, finísimas, que te venden el relativismo racionalmente, por ejemplo, «tu puedes lograr todo lo que te plantees, solo tienes que quererlo y ya lo tienes» ...y dejan fuera a Dios convirtiéndote a ti mismo en dios y en

esperanza. Es muy cruel, porque te voy a decir algo, tú y yo somos seres finitos, imperfectos, y cuando se nos acabe el «power» ¿qué quieren asignarnos, qué va a pasar?, Nos desmoronamos. No podemos poner en lugar de Dios, ni a nosotros ni otras cosas.El cristiano está en libertad de hacer lo que desee, si se halla en armonía con la voluntad de Dios; pero hay una condición que se debe tener en cuenta: no debe hacer nada que pueda ser motivo de tropiezo para otro.

Los principios que gobiernan la vida del verdadero cristiano son el amor a Dios y el amor al prójimo. El cristiano está en plena libertad de hacer cualquier cosa que desee si no contradice estos dos principios guiadores (1 Cor. 10: 23).

Imagino a San Pablo predicando en el Areópago a los griegos, y hablando de que las infidelidades no son buenas, condenando los engaños y las orgías, en aquella sociedad, y otras tantas cosas que aun en la nuestra la podemos ver.

Durante su paso por la gran ciudad griega, el Apóstol «se llenaba de indignación al ver la ciudad llena de ídolos» y discutía en las sinagogas y las plazas. Los atenienses estaban curiosos por lo que decía San Pablo y queriendo saber de qué se trataba

Page 10: Revista Palanca Agosto 2013

todo aquello, curiosos por conocer detalles de la doctrina que anunciaba San Pablo, lo llevaron al Areópago.

Allí el Apóstol, puesto en pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, por todo veo que sois muy religiosos. Al recorrer vuestra ciudad y contemplar vuestros monumentos sagrados, me he encontrado incluso un altar con esta inscripción: “Al Dios desconocido”. Pues bien, lo que veneráis sin conocerlo, eso es lo que yo os vengo a anunciar. El Dios que ha hecho el mundo y todo lo que hay en él, siendo Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos construidos por la mano del hombre. Ni es servido por manos humanas, como si necesitase algo él, que da a todos la vida, el aliento y todas las cosas…» (He 17, 22-25).

En la encíclica Redemptoris Missio, publicada en 1990, con motivo del 25 aniversario de la promulgación del decreto «Ad Gentes» del Concilio Vaticano II, nuestro muy querido Juan Pablo II, trazó un revelador paralelo entre la situación del apóstol ante los atenienses, y la de los evangelizadores contemporáneos ante el mundo moderno, empleando el símbolo del areópago para representar los ambientes que reclaman hoy la acción evangelizadora de la Iglesia.

Señala la Encíclica, en primer lugar, entre estos «areópagos del tiempo moderno», el mundo de la comunicación.

Hoy día, necesitamos voces en estos ambientes modernos, necesitamos «fermento cristiano», necesitamos salpicar con amor a Cristo Jesús, así como lo hizo San Pablo, guardando las grandes distancias entre Él y nosotros, pero tratando de hacerlo.

«Damos prueba de que somos ministros de Dios», 2 Corintios 6,1-10.

Hermanos: Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque Él dice: «En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda»; pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación. Para no poner en ridículo nuestro ministerio, nunca damos a nadie motivo de escándalo; al contrario, continuamente damos prueba de que somos ministros de Dios con lo mucho que pasamos: luchas, infortunios, apuros, golpes, cárceles, motines, fatigas, noches sin dormir y días sin comer; procedemos con limpieza, saber, paciencia y amabilidad, con dones del Espíritu y amor sincero, llevando la palabra de la verdad y la fuerza de Dios. Con la derecha y con la izquierda empuñamos las armas de la justicia, a través de honra y afrenta, de mala y buena fama. Somos los impostores que dicen la verdad, los desconocidos conocidos de sobra, los moribundos que están bien vivos, los penados nunca ajusticiados, los afligidos siempre alegres, los pobretones que enriquecen a muchos, los necesitados que todo lo poseen.

Dejémonos llevar por la mano de Dios, entreguemos nuestras cosas, hasta las más chiquitas a Dios, Él hará. Él nos llenará de su amor a un grado tal, que nos serán de sabor amargo las cosas que no vengan de Él, para que un día, como el apóstol Pablo digamos ante cualquier embestida del mal: “Todo me es licito, pero no todo me es provechoso”.

Dios bendiga todas tus cosas,

Una hija muy amada de Dios,Nathalie Romero de Grau¡De Colores, siempre!

Nathalie Romero de Grau«Todo me es lícito, mas no todo conviene».

Page 11: Revista Palanca Agosto 2013

Se presenta una mujer, que lava los pies a Jesús con sus lágrimas y los seca con su cabello; los besa y los unge de perfume… Simón duda de Jesús, porque no identifica la pecadora.

Jesús dice: «Un prestamista tenía dos deudores; uno debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían con qué pagar, los perdonó a los dos. ¿Cuál de los dos lo amará más?» Simón contestó: «Supongo que a quien se le perdonó más».

Jesús dijo: «Has juzgado rectamente. Por eso te digo: sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor». Y a ella le dijo: «Tus pecados están perdonados». En este Evangelio, el Señor nos muestra su gran amor. Él es compasivo y misericordioso; siempre dispuesto a perdonarnos. Pero necesitamos tener fe, creer en Jesús, acercarnos a Él con valentía, sin avergonzarnos, seguros de que aunque somos pecadores, el Señor nos va a acoger y a devolver nuestra dignidad, porque nos ama.

Cada día me encomiendo al Señor, completamente segura de que Él está conmigo permanentemente. Me acompaña, me apoya, me guía, me fortalece; por lo que a la vez tomo conciencia de que mi deuda con Cristo es infinita, y que necesito purificarla como Él quiere: amando y sirviendo a los demás, ayudando a los más débiles y necesitados. Allí donde nadie lleva

comida, ropa, medicinas, allí donde no reciben ni siquiera una palabra de consuelo, convertirme en instrumento de Jesús para llevar no solo la ayuda material, sino también la esperanza, el amor y la fuente de agua viva, que es el mensaje de Jesucristo.

A partir de la experiencia del Cursillo de Cristiandad, mi vida cambió, pues yo aprendí que amar a Dios y a los demás es la prioridad en mi vida. He aprendido a amar a Dios al conocerlo; mientras más lo conozco, más lo amo. Estudiando su vida y su doctrina en los Evangelios, voy descubriendo qué es lo que el Señor espera de mí; teniendo un contacto con Él a través de la oración, en la Eucaristía, en las visitas al Sagrario, se fortalece mi Fe, se renueva en mí la Gracia. Y así encuentro las fuerzas que me impulsan a transmitir su amor a todos los que me rodean.

Todos somos pecadores, pero dispongámonos a lavar los pies de Jesús, que camina junto a nosotros siempre, que nos guía con su Luz en esta difícil situación que vive el mundo actual (violencia, corrupción, odio, miserias); vamos a demostrar nuestra Caridad. Vamos a ungir los pies de Jesucristo con el perfume de nuestro amor y el perdón a los hermanos, para que podamos tener el privilegio de aquella mujer pecadora, y que el Señor nos diga también a nosotros: «Tus pecados te han sido perdonados».

Candida Almánzar de Báez Cursillo No. 547

«A quien mucho ama, mucho se le perdona»

Page 12: Revista Palanca Agosto 2013

La Iglesia nos propone en su plan de pastoral, para este mes de julio la meditación en la figura de Dios Padre. Para todos los evangelizados este parecería ser un «tema viejo». De alguna manera todos los esquemas de evangelización que conozco parten desde o llegan hasta El Amor del Padre.

Lo que voy a compartirles esta noche no es una novedad (aunque ciertamente Dios hace nuevas todas las cosas) es en gran medida lo que Dios ha susurrado a mi corazón en éstos días. La novedad del evangelio, es la revelación de la persona del Padre: Jesús, al Dios creador le llama Padre. Además en sus enseñanzas nos revela que ese Padre es de todos y que es infinitamente misericordioso (que ofrece a sus hijos el perdón y la salvación). Jesús nos muestra que el Amor de Dios es mucho más fuerte que el pecado de los hijos.

En la enseñanza de Jesús, ese afecto paternal de Dios se describe de manera impresionante en la parábola del «Hijo Pródigo» o del «Padre de la Misericordia». Cuando Jesús comparte esta parábola, tiene como oyentes a dos grupos: Los publicanos y pecadores que se acercan a escuchar y los fariseos y maestros de la ley que se dedican a murmurar.

Jesús entonces ofrece esta parábola que alcanza al hijo menor y al hijo mayor, al publicano y al fariseo, al pecador y al maestro de la ley, a ti y a mí. Hoy Jesús quiere volver a hablarnos del amor infinito del Padre.

Imagino el dolor que debe causar en un padre el

hecho de que su hijo le pida la herencia. Pedir la herencia es como desear la muerte del padre en cierta medida. Mayor aún debe ser el dolor ver a su hijo marcharse a un país lejano en una muestra clara de rechazo. Es como autoproclamarse huérfano.

Eso hacemos nosotros. Abandonar el hogar es marcharnos al mundo, apartarnos de lo sagrado, irnos a un país lejano lleno de ruido en el que pronto, y sin darnos cuenta, dejaremos de escuchar la dulce voz del padre que susurra «tú eres mi hijo amado».

El hijo menor es sin duda un reflejo de nosotros mismos. Nos cuesta vernos reflejados en el hijo menor, quizás podemos reconocer rasgos del hijo menor en nuestro pasado, pero en el «aquí y ahora» de nuestra vida de fe, ese hijo que se va de parranda nos puede resultar muy ajeno. Sin embargo, quizás con pecados o miserias distintos, es muy fácil caer en la misma trampa que el hijo menor.

Si buscamos bien podemos descubrirnos a nosotros mismos saliendo a buscar en falsos amores, fuentes para llenar nuestros vacíos. El mundo me dice que tengo que demostrar que merezco ser amado, que debo tener poder, relaciones, sacar buenas calificaciones, ganar premios, cumplir objetivos, tener dinero, vestir de tal manera, ir a los lugares de moda, y muchas cosas más.

Jesús nos retrata en el hijo menor cuando nos damos cuenta que los regalos de Dios (nuestra fortuna) –salud, cuerpo, dones materiales, intelectuales y emocionales- los malgastamos para buscar la aprobación de los demás, para impresionar, para reafírmame, para competir en lugar de darle gloria a Dios.

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Ultreya General de JulioDios: Padre de Misericordia

Expositora: Leslie Torres

Page 13: Revista Palanca Agosto 2013

Ultreya General de JulioDios: Padre de Misericordia

Y el Señor continua retratándonos en la parábola. ¿Qué hay de hijo mayor en mí? ¿Qué hay de fariseo y de maestro de la ley en mis sentimientos y actitudes? Pienso que las actitudes del hijo mayor son las más «cotidianas» en los cristianos.

Hay una gran similitud y una gran diferencia entre los dos hijos. El hijo menor se perdió, y pecó de forma evidente, malgastó su dinero, tiempo, amigos, su cuerpo, públicamente todos se enteraron. El hijo mayor aparentemente lo hacía todo bien, era obediente, servicial y fiel, su pecado estaba oculto, se pone de manifiesto cuando el padre sale al encuentro del hermano, ahí se ve su resentimiento, orgullo, envidia y egoísmo.

Ambos están perdidos, el hijo menor tiene una perdición obvia, el hijo mayor una perdición más discreta.

Dios es Padre de Misericordia. Esa es una verdad. No cambia. La mayoría de los que estamos aquí hemos escuchado y hemos asumido esta verdad. Nuestra condición de hijos, y el amor filial del Padre no depende de nosotros, es una constante, lo que SI depende de nosotros es la decisión de vivir como hijos o vivir como huérfanos.

Dejemos de pensar en Dios como en alguien que se esconde, y comencemos a pensar en El cómo en aquel que me busca mientras que yo me escondo, aquel que sale a tu encuentro desde lejos, que perdona desde antes que la explicación salga de tu boca! Un Dios que hace fiesta, que se alegra por ti, que danza de júbilo por ti, que celebra tus logros. Un Dios que se derrite de ternura, de dulzura y de bondad al verte. OIGAN ESTO: Un Dios que no te compara con nadie. GRANDE ES LA MISERICORDIA DEL PADRE.

Calendario de Cursillos en el exterior e interior Agosto 2013

Expositora: Leslie Torres

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CURSILLO  NO. CIUDADAD  /  PAIS Referencia FECHA-­‐ STO  DGO  SAN  FCO  DE  MACORIS DAMAS 22-­‐25-­‐ CARTAGENA  MRCIA  ESPAÑA DAMAS 22-­‐25

156 LAS  PALMAS  DE  GRAN  CANORIA MIXTO 4-­‐Jan-­‐ MAPO-­‐KU,  SEOUL,  REPUBLIC.  OFKOREA MIXTO 15-­‐18

364 MAPO-­‐KU,  SEOUL,  REPUBLIC.  OFKOREA HOMBRES 11-­‐Aug

346 MAPO-­‐KU,  SEOUL,  REPUBLIC.  OFKOREA DAMAS 22-­‐25

HOMBRES 9-­‐Jun-­‐ ALAVANCASMARINGA JOVENES 16-­‐18

108 ANAPOLIS-­‐  GOIAS  -­‐  BRASIL DAMAS 22-­‐25508 ARACIBO  PUERTO  RICO HOMBRES 22-­‐25160 MARUGA,  PANAMA,  BRASIL   MASC.  P/  JOVENES 16-­‐18

78SAN  JUSTO-­‐  BUENOS  AIRES  ARGENTINA

HOMBRES 16-­‐19

Page 14: Revista Palanca Agosto 2013

Cursillo de Cristiandad #815De la arquidiócesis de Santo Domingo

DIRECTORES ESPIRITUALES:Rvdo. P. Víctor Rodriguez C.Rvdo. P. Robert Adriano Brisman PolancoRvdo. Adic Ramírez

RECTORA:Tamayra M. Reynoso de Feliz

DIRIGENTES:Monina de PouClarissa Barceló de RodríguezLaura Matos de MuñozMaría Isabel Sánchez de ArisOdalis Peña MoyaSanta de ZaiterDeyhanira Altagracia PiantiniAnny Peña de QuintanaElizabeth Guerra AdamesPaloma Cabrera Gómez

DECURIA NUESTRA SRA. DE LA ALTAGRACIAIsabel María Martínez de Russo (Arquitecto)Deyanira Batista Lebrón (Comerciante)Anaiki Tajeda Sánchez (Adm. de Empresa)Josefa Martinez De Los Santos (Q.D.)Kirsys Cepin Castro (Licda En Contabilidad)Dulce María García Collado (Recepcionista)

María Isabel Sánchez de Aris Anny Peña de Quintana

DECURIA SANTA MÓNICAMaría Isabel García (Administración de Empresa)Marialfred Paulino Batista (Arquitectura)Miselani Franco Pérez (Empleado Público)Ingrid Soraya González Sosa (Contabilidad)Orissel Alt. Alvarez González (Contabilidad)Fany Altagracia Paulino de Cuadrado (Lic. Idioma)

Monina de Pou Paloma Cabrera

DECURIA SANTA MARIA MAGDALENAElsa Liz Hazoury Baiges (Mercadologa)Beyanira Del Carmen López Beltran (Estudiante)Gladys Genao de Sánchez (Administrador)Fredesbinda Aquino Jiménez (Educadora)María De Jesús Espinosa Lorenzo (Contadora)Altagracia Libertad Lizardo L. (Adm. Empresa)

Clarissa Barceló de Rodríguez Santa de Zaiter

Del 27 al 30 de Junio del 2013

DECURIA SANTA ROSA DE LIMAPamela María Freixas de Betances (-)Marcelle Marie Elías Purcell (Médico)Yomary Rodríguez Familia (Sicóloga)Paula Martínez De Los Santos (Estilista)Dulce María Almanzar (Lic Educación)

Odalis Peña Moya Elizabeth Guerra Adames

DECURIA SANTA ANAGlenys Elaine Montas González (Adm. de Emp.) Yaneris Cruz Sena (Arquiectura)Yngrid Del Carmen De La Rosa (Emp. Privado)Juana Abad Muñoz (Operaria)Myrna Estela Alt. Hernández Sánchez (Dis. D.)Yira Alt. Lorenzo Pimentel de Cuello(Lic.Merc.) Laura Matos de Muñoz Deyhanira Altagracia Piantini

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