revista laboral # 12

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ISSN 0719-1715

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La temática laboral de la revista, en este número, se aborda en el contexto de los casi dos años desde el arribo a la presidencia de la Derecha política. Y la perspectiva desde la cual se da cuenta de esta problemática es el Pensamiento Crítico, un punto de vista contrario al régimen de acumulación capitalista imperante y, por lo mismo, a las condiciones sociales de producción y reproducción del modelo económico, cultural y social hegemónico en el país.

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ISSN 0719-1715

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Revista Laboral Ical Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz

Dos años de derecha neoliberal en el gobierno

Discusiones en torno al trabajo

Mauricio Muñoz Katia Molina

Felipe Valenzuela Pablo Canelo

Aportes Internacionales de Jorge Notaro(Uruguay)

Julio Gambina(Argentina)

Luis Rojas (Paraguay)

Katia Molina - Mauricio Muñoz

Editores

Nº12 – AÑO 4

ISSN 0719-1715

Page 4: Revista Laboral # 12

Diseño de la portada: Valeria Hevia C. – Elías Valenzuela R.

Fotografía: Elías Valenzuela R.

Colectivo OMYC Fotografía http://www.flickr.com/photos/omcfotografia/

Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz Ical.

Ricardo Cumming 350, Santiago, Chile. http://www.ical.cl

[email protected]

Año 2011.

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Índice

Editorial 3

Dos años de derecha neoliberal en el gobierno. Proyecciones políticas sobre el trabajo.

Mauricio Muñoz 5

El sindicalismo en el contexto

de un gobierno de derecha. Katia Molina 17 Los funcionarios públicos y

el rol del Estado en el gobierno de

Sebastián Piñera. Felipe Valenzuela 31

Trabajo decente y PYMES: Hacia una política de fomento productivo que beneficie a los trabajadores. Pablo Canelo 41

La redistribución del ingreso y la riqueza: el debate actual en el Uruguay.

Jorge Notaro 57

El debate ideológico sobre el orden económico.

Julio Gambina 63

Periodos de la economía del Paraguay. Aportes a un debate inconcluso.

Luís Rojas 69

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3

Editorial

La presente edición, es producto del trabajo colectivo de los

integrantes del Área Laboral del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz ICAL, los cuales, a través de las

constantes discusiones, paralelos y contrastes, dieron forma a los artículos que acá se presentan.

La temática laboral de la revista, en este número, se aborda en el contexto de los casi dos años desde el arribo a la

presidencia de la Derecha política. Y la perspectiva desde la cual se da cuenta de esta problemática es el Pensamiento Crítico, un punto de vista contrario al régimen de

acumulación capitalista imperante y, por lo mismo, a las condiciones sociales de producción y reproducción del

modelo económico, cultural y social hegemónico en el país.

Así, distintos cuestionamientos frente a las políticas en

torno al trabajo, propuestas en el Programa de Gobierno de Sebastián Piñera o instaladas en la palestra por las dos

Ministras del Trabajo que han asumido en el periodo, y sus

impactos o alcances sociopolíticos, son puestos en circulación, a modo introductorio, por Mauricio Muñoz. Por

su parte, Katia Molina, desde una visión panorámica en que analiza el impacto en el sindicalismo de las políticas

neoliberales implementadas en Chile pasa a un análisis

más micro y detallado acerca de lo sucedido en los últimos meses, instalando la tensión entre una radicalización del

modelo y las organizaciones sindicales. Tensión atravesada por el desequilibrio de poder en las relaciones laborales.

Por otro lado, Felipe Valenzuela, aborda la impronta neoliberal del Estado chileno y su relación con los

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4

funcionarios públicos, configurada, con matices, por las

administraciones gubernamentales posteriores a la Dictadura Militar, bajo el discurso de la modernización del

aparato estatal, y cuyo cenit se alcanza con la actual administración.

En el ámbito de las relaciones productivas, Pablo Canelo examina las relaciones laborales en las Pequeñas y

Medianas Empresas (PyMEs). Tema que la derecha acota al concepto de emprendimiento y evita tocar cuestiones más

profundas, como la asimétrica relación entre las grandes

empresas y las de menor tamaño, así como también el plantear proyectos de políticas públicas que fomenten la

producción y desarrollo de los sectores productivos

menores, desfavorecidos por el desarrollo del neoliberalismo y el imperio de las transnacionales.

En síntesis, en este número de la Revista Laboral Ical, se

articulan, a partir del abordaje de distintas dimensiones,

una mirada aguda y crítica, que busca ser un aporte para el pensamiento alternativo, mostrando los conflictos y

desigualdades propios del momento actual del capitalismo neoliberal chileno.

Finalmente contamos con aportes internacionales que nos entregan una panorámica general respecto de los distintos

contextos en los países vecinos. Jorge Notaro, economista uruguayo, nos pone al tanto del debate acerca de la

redistribución del ingreso y la riqueza en Uruguay. El

académico argentino Julio Gambina, contribuye con un breve pero contundente análisis del debate ideológico sobre

el orden económico. Y, finalmente, el investigador paraguayo Luis Rojas, se inmiscuye en el debate acerca de

la constitución del actual sistema económico y político de

Paraguay.

Katia Molina – Mauricio Muñoz Editores

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5

Dos años de derecha neoliberal en el gobierno

Proyecciones políticas sobre el trabajo

Mauricio Muñoz*

La actual derecha política chilena

La Unión Demócrata Independiente (UDI), fue fundada en

1983 por Jaime Guzmán, ideólogo de la Constitución

Política de 1980, impuesta en plena Dictadura Militar, y

Pablo Longueira, fundamental figura política actual del

conglomerado derechista. Por otro lado, Renovación

Nacional (RN) fue fundada en 1987 y es un hibrido de

descolgado de la UDI, del Movimiento de Unión Nacional1,

del Frente Nacional del Trabajo2 y viejos militantes del

Partido Nacional y la Democracia Cristiana. Ambos Partidos

– UDI y RN – son la resultante política, pero también la

plataforma ideológica, del proceso dictatorial mediante el

cual se instaló el neoliberalismo en el país.

La Coalición por el Cambio, unión política conformada por

los dos partidos de derecha antes mencionados, es la

alianza que llevó como candidato presidencial a Sebastián

Piñera y es, a la vez, la base política de su actual gobierno.

Estos partidos aceptan tres cuestiones constitutivas del

* Sociólogo. Área Laboral Ical. 1 Protopartido político prodictatorial, fundado en el año 1983 por Andrés

Allamand, Francisco Bulnes Sanfuentes, Pedro Ibáñez Ojeda y por otros

antiguos militantes y partidarios del Partido Nacional. 2 Fundado por Sergio Onofre Jarpa (Ministro del Interior en Dictadura,

entre 1983 y 1985), quién fuere militante del Partido de Acción Nacional

(1963 – 1966) y fundador del Partido Nacional (1966 – 1994), tras la

debacle de la derecha chilena en las elecciones parlamentarias de 1965,

acontecimiento el cual hizo que los partidos Liberal y Conservador se

fusionaran.

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actual orden socio-económico (Gómez, 2010: 114). En

primer lugar, no cuestionan al capitalismo en sus

dimensiones económica, política y social; a consecuencia,

en segundo lugar, la defensa de la propiedad privada es un

axioma, por lo tanto, un principio configurador y, en tercer

lugar, aceptan el mercado como un lugar competitivo, desde

la perspectiva neoliberal: como aquel lugar de intercambio

entre oferta y demanda, donde el equilibrio “natural” de

estos términos sólo es posible a partir de la reducción

máxima de cualquier intervención3.

Esta derecha, este engendro que tiene como marca de

nacimiento el autoritarismo, el terrorismo de Estado en

tanto mecanismo-contrarevolucionario-anti-proyecto-popular,

que configuró el actual capitalismo neoliberal chileno con

sus particularidades económicas, sociales, políticas y

culturales; es la que llega al gobierno el 11 de Marzo del

2010, tras 20 años de espera, con el objetivo de, tal como

desarrollará Felipe Valenzuela, perfeccionar, enarbolando la

bandera modernizante, la impronta neoliberal del Estado

chileno.

Las propuestas del programa: Una sociedad de

seguridades

El objetivo de la Coalición por el Cambio, según su Programa

de Gobierno, es “construir una auténtica sociedad de

seguridades”. Estos lineamientos, en tanto directrices

político-ideológicas, son la guía a seguir durante el periodo

por el cual fue electo Sebastián Piñera.

3 Es necesario advertir que estas mismas premisas son aceptadas por los

partidos de Centro Izquierda, quienes administraron el poder posterior a la

dictadura, periodo que eufemísticamente se le llamó transición a la

democracia y que tuvo su fin en el periodo presidencial de Ricardo Lagos,

momento en el cual se arribó a una democracia sui generis, por decirlo de

una forma sutil.

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7

El nudo central para alcanzar el propósito que la Coalición

se plantea en el Programa, es el ámbito laboral. Al respecto

el diagnóstico de la derecha es taxativo:

1) Existe una baja proporción de la población que

participa en la fuerza de trabajo.

2) Hay una baja capacidad de la economía para generar puestos de trabajo que repercute en el alto

desempleo que afecta principalmente a las mujeres y a la población más joven y pobre del país (cuestión

que la derecha endosa a la ineficiencia de los

gobiernos de la Concertación y a la rigidez impuesta al mercado).

3) Los salarios son bajos y la principal razón es la baja formación y capacitación de los trabajadores.

De las tres principales problemáticas que identifica el programa presidencial ninguna está vinculada directamente

al mercado, sino que, más bien, lo que se expone son dificultades exógenas a éste, las cuales afectan al “equilibrio natural” que le sería inherente al trabajo, como a cualquier

otro mercado. La “mano invisible” liberal continúa siendo el

filtro por el cual pasan las miradas de la derecha neoliberal

actual.

Las soluciones que esgrime el ahora gobierno frente a las

problemáticas antes expuestas, están vinculadas principalmente a flexibilizar aún más el mercado laboral,

subsidiar gastos que en muchos casos debiesen ser de

responsabilidad de los empleadores y reformular el seguro de cesantía. Es pertinente darle hincapié a que estas tres

dimensiones –la flexibilización, el subsidio (al empleo juvenil o femenino, por ejemplo) y el seguro de cesantía- son

tres directrices que, desde el concierto internacional, la

OCDE entrega como recomendaciones de implementación y consolidación a los países que la integran:

"Las indemnizaciones son parte de la flexibilidad. Si éstas son muy altas, es menor el apetito de los empresarios por crear empleos (...) Y el problema es

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que estos instrumentos a quienes más afectan es a quienes están fuera del mercado laboral, así como también a los jóvenes y mujeres" (Ángel Gurría,

Secretario General de la OCDE. Diario El Mercurio, 5 de Abril de 2011).

El recurso flexibilidad laboral y su vínculo con el empleo precario

Teletrabajo Con respecto a la implementación de mayor flexibilidad, la

derecha insinuó en un comienzo la necesidad de promover la modalidad del teletrabajo, es decir, que la actividad

productiva que tecnológicamente sea compatible con esta particular forma de organizar la producción, pueda ser

realizada desde el domicilio de las personas. Muchos de los publicistas del neoliberalismo, actualmente, ven allí la

posibilidad del fin de la enajenación que provoca el trabajo

en el capitalismo:

“La automatización de procesos que surge de las tecnologías de información, ahora digitalizada y conectada mediante banda ancha, permite un trabajo menos alienante, rutinario y repetitivo. […] No será inusual que el trabajo pueda ahora realizarse desde el hogar, mejorando las opciones laborales de la mujer embarazada o con hijos” (Editorial “Necesidad de una robusta agenda laboral”. Diario El Mercurio,

8 de Mayo de 2011).

En la misma línea, Sebastián Piñera, en el mensaje

presidencial con el que inicia el proyecto de ley sobre el contrato especial del trabajo a distancia indica que:

“La creación de nuevos empleos y de diversas fuentes laborales que en el pasado reciente fueron impensables, también ha traído como consecuencia inmediata nuevas formas de vida, las que cada vez más irán reemplazando a las antiguas. Al efecto,

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hemos tenido como principal consideración el proveer de un mecanismo que facilite, especialmente, la incorporación de la mujer, los jóvenes, los adultos mayores y las personas con discapacidad al mundo laboral, como una forma de promover nuevas fuentes de trabajo. Es decir, la nueva legislación permitirá conciliar de mejor manera el desarrollo de labores remuneradas con la vida familiar, junto a otras actividades culturales, educacionales, deportivas o recreativas, las que contribuyen decisivamente a mejorar la calidad de vida de las personas” (Mensaje

presidencial N° 224-358. 20 de Enero de 2010).

Esta miopía deliberada, propia de la clase dominante

chilena, que da cuenta de lo ordinario y brutal de su discurso ideológico, impide una lectura más compleja de la

problemática de la flexibilización y la adaptabilidad de la fuerza de trabajo, a la cual es posible acceder -entre otras

causas- gracias al alto desarrollo tecnológico de los medios

de producción combinado con una institucionalidad política eunuca; y a la vez, por otro lado, omite cuestiones

fundamentales de ser discutidas, como lo son: la radicalización del capitalismo, la desarticulación de

colectivos políticos, la precarización de los trabajos, el

subempleo encubierto, la deslocalización de la fuerza de trabajo y la invasión de los espacios privados, libres,

propios de las personas y las familias, lugares a los que el Capital no tenía acceso y a los cuales, mediante el

dispositivo teletrabajo, pretende arribar; por nombrar sólo

algunas problemáticas. Subsidios En lo que guarda relación con los subsidios la derecha

propone crear una institucionalidad de intermediación laboral dedicada a buscar trabajo a los “trabajadores más vulnerables”, es decir aquellos menos capacitados,

caracterizados en los segmentos más jóvenes de la Población Económicamente Activa (PEA) y las mujeres,

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creando un “bono de intermediación” financiado por el

Estado.

Para incentivar la contratación de mujeres y jóvenes, el gobierno ha indicado que, para que las primeras puedan “compatibilizar el trabajo con la vida familiar”, es necesario

modificar la actual normativa de salas cunas, haciendo que

el Estado financie el 50% de éstas y, por otro lado, flexibilizar el periodo de postnatal, para un determinado

sector de la fuerza de trabajo femenina. En relación a los jóvenes, desde la cartera del trabajo se ha indicado que:

“Es importante que le demos una oportunidad a los jóvenes, hoy día solamente el 30% de los jóvenes entre 15 y 25 años trabaja, en los países desarrollados esta cifra se eleva al 43%, tenemos mucho por avanzar. Tenemos que darle una oportunidad, porque a ellos esto les permite no solamente tener una remuneración, sino también es parte de su formación como persona y como profesionales” (Camila Merino. Comunicado de

prensa. Ministerio del Trabajo y Previsión Social. 12

de Enero de 2011).

La entonces ministra Camila Merino, en este contexto, destacó el incremento que tendrá durante el año 2011 el Subsidio al Empleo Joven, que tiene como propósito

incentivar la contratación de personas entre 18 y 25 años, con baja calificación laboral, el cual dispondrá de un

presupuesto de $47.293 millones, lo que representa un aumento de un 40% respecto al año anterior.

Las iniciativas subsidiarias, más que estar marcadas por la mejora sustancial en las condiciones de vida de los

trabajadores, estas tienen un denominador común, a saber: ser una prestación pública de carácter económico, que busca aliviar de compromisos a la empresa, neoliberalizando aún más al Estado, poniéndolo al servicio y disposición de los intereses del Capital.

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Es razonable plantear que si las empresas -sobre todo las

grandes empresas- que obtienen elevadas ganancias, sea por la explotación de recursos naturales del país

(principalmente mineras, forestales y energéticas) o por el sometimiento extremo de la fuerza de trabajo a través del

empleo precario (mandantes que subcontratan personal

para actividades relacionadas con el giro principal de la empresa o conglomerados del Retail como Censosud o

Falabella (Ruminot, 2010), por nombrar sólo algunas), debiesen actuar dentro de un marco de responsabilidad social que promueva el trabajo decente, entregando

condiciones de integración y desarrollo a la comunidad donde está instalada e invirtiendo en los trabajadores que

son, en definitiva, los que producen la riqueza. Así, más que

subsidios enfocados a hacer crecer las ganancias de la empresa privada, la discusión debería apuntar hacia las

políticas de inversión de las propias empresas y su relación con el desarrollo integral y sustentable de la sociedad.

Seguro de Cesantía

Otra de las propuestas de la derecha es reemplazar el pago

por el concepto de indemnizaciones por años de servicios

que se les entrega a los trabajadores al momento de ser

despedidos, por un Seguro de Cesantía que permita una

indemnización a todo evento, es decir, cuando el trabajador,

no importando el motivo, cesa sus funciones en una

empresa determinada. Los dardos de los neoliberales

apuntan a terminar con esta compensación a los

trabajadores puesto que, para la derecha, este sería uno de

los grandes obstáculos que impiden el dinamismo del

mercado del trabajo y, es más, limitaría la contratación.

Tratar de equiparar la indemnización por el tiempo que el

trabajador prestó servicios en una empresa con el seguro de

cesantía, es caer en un error. Someramente podemos decir

que la indemnización tiene que ver con una compensación

por los años trabajados para una determinada empresa y,

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por otro lado, un seguro es un contrato por el cual al

asegurador se obliga, mediante una cuota estipulada –que

en este caso no existe claridad de quien la asumiría-, a

indemnizar al asegurado por un daño producido, en el caso

de los trabajadores: el despido. En segundo lugar, se debe

tener muy claro que priorizar una modalidad de seguro por

sobre la de indemnización, es pasar por encima de un

derecho ganado por de los trabajadores, y esta decisión sólo

puede ser tomada teniendo en cuenta la perspectiva de

éstos. Ambos puntos, aquí solamente introducidos, así

como las potencialidades y limitaciones tanto del

mecanismo de indemnización como el de seguro, la derecha

ni siquiera los menciona.

Nuevos empleos: Subempleo

Finalmente, ya con Evelyn Mattei en la cabeza del

Ministerio del Trabajo y Previsión Social, la impronta del

gobierno estará dada por la generación de empleos: “superar

la meta de 1 millón de nuevos y buenos empleos al 2014”

(Evelyn Mattei. Comunicado de Prensa. Ministerio del

Trabajo. 21 de Enero de 2011).

Sin embargo, ya en Marzo del año 2011, a partir del

contraste de la información entregada por el diario El

Mercurio4 con otras fuentes, es posible afirmar que el 40%

de los “nuevos” puestos de trabajo creados durante el

primer año de gobierno de Sebastián Piñera son informales.

En tanto que el 70% de esta fracción está integrado por

trabajadores independientes, el 19,9% son empleadores o,

si se quiere, microempresarios “emprendedores”, y el

restante 10,1% son personas enroladas en los servicios

domésticos.

4 El Mercurio, 27 de Marzo de 2011.

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Estos paradójicos “nuevos y buenos empleos” no son otra

cosa que subempleo, puestos de trabajo precario, en tanto

no se da en el marco de la relación laboral clásica

empleador/trabajador, su duración es incierta, no está

afecto a la legislación laboral, ni cuenta necesariamente con

seguridad social. Esto trae consecuencias devastadoras

para la clase trabajadora, marcadas por la precarización en

las condiciones de vida, la incertidumbre y desprotección,

pero también impactando en la desarticulación de los

actores sindicales, atomizando estos colectivos,

fundamentales para obtener y mantener beneficios frente

al Capital.

En síntesis

Las políticas de la derecha, frente a la problemática del

trabajo, buscan acotar lo laboral a lo meramente

económico, flexibilizar el trabajo y quitarle cualquier tipo de

responsabilidad al Capital. Lo que pretende la tecnocracia

de derecha es instalar la flexibilidad laboral como

paradigma de desarrollo del mercado del trabajo, localmente

propenso a la precariedad. La flexibilidad se concibe sólo

como la facilitación de la manipulación de la fuerza de

trabajo, sea en el registro de la multifuncionalidad o en el

de la desvinculación o despidos, disminuyendo los costos

para el empleador y endosándolos al Estado o al propio

trabajador, impactando no sólo en la producción sino que

también, como apuntará Katia Molina, en la articulación de

las organizaciones sindicales, atomizándolas, mediante el

desequilibrio de poder en las relaciones laborales.

Los discursos del gobierno, en materia laboral, han evitado

referirse a políticas de empleo de calidad, a la reinserción y

la capacitación de los trabajadores; han omitido cuestiones

importantísimas como es el desarrollo del actor sindical, la

sindicalización y la negociación colectiva. Por otro lado,

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vinculado con las relaciones productivas, se han evitado las

discusiones en torno a las desigualdades entre las grandes

empresas y aquellas de menor tamaño, la “precarización del

emprendimiento” que esta asimetría provoca, así como la

construcción de una política pública que fomente la

producción y el desarrollo de sectores productivos

desfavorecidos por el modelo neoliberal. Cuestión última

que será abordada por Pablo Canelo en las siguientes

páginas.

La derecha, en vez de construir una “sociedad de

seguridades”, como lo prometió, ha consolidado una

configuración social caracterizada por la desigualdad,

explotación y precariedad en virtud del acrecentamiento de

la tasa de ganancia de las grandes empresas, sobretodo de

las multinacionales instaladas en el país.

Paralelo a lo anterior, se tiende a encontrar un respiro en

modelos de flexiguridad de países europeos,

particularmente la experiencia danesa, olvidando la

especificidad de ésta y, por lo tanto, la imposibilidad de

aplicarla de manera mecánica a una realidad tan distinta

como la chilena o la latinoamericana en general.

El trabajo, lugar donde se pone en juego la producción y

reproducción de una sociedad, en tanto actividad que

configura las condiciones materiales en las cuales los

actores se desenvuelven, es fuente de ingreso para los

trabajadores y a la vez creación de riqueza para las

empresas –plusvalía-. De lo equitativo de esta repartición

depende directamente el desarrollo económico, social y

cultural de un país. Esta simetría sólo es posible alcanzarla

a través de la validación de los actores sociales

involucrados. La OIT plantea un tripartismo donde estén

presentes el Estado, los empresarios y los trabajadores;

representados por las organizaciones sindicales. A su vez la

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Central Unitaria de Trabajadores (CUT) propone la creación

de una comisión de trabajo decente, en la cual converja la

tríada propuesta por la OIT. En este contexto, ¿Qué es lo

que proponemos desde la izquierda?

Referencias bibliográficas

Diario El Mercurio. 2011. Marzo 27.

Editorial “Necesidad de una robusta agenda laboral”. 2011.

Diario El Mercurio, Mayo 8.

Gómez, J. 2010. “La derecha política en la sociedad

neoliberal, 1990 – 2010”. Pp. 109-135 en, La ofensiva de las

derechas en el cono sur, editado por Marielle Palau.

Asunción: BASE-RLS.

Gurría, Á. 2011. Diario El Mercurio, Abril 5.

Mattei, E. 2011. Comunicado de prensa. Ministerio del

Trabajo y Previsión Social. Enero 21.

Mensaje presidencial N° 224-358. 2010. Enero 20.

Merino, C. 2011. Comunicado de prensa. Ministerio del

Trabajo y Previsión Social. Enero 12.

Ruminot, N. 2010. El negocio del consumo y las nuevas lógicas de explotación laboral, Cartilla Laboral. Santiago:

ICAL.

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16

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El sindicalismo en el contexto de un gobierno

de derecha

Katia Molina*

Es necesario ahondar en los elementos centrales, que nos permitirán desarrollar una mirada frente a la situación del

sindicalismo en Chile, a casi dos años de la derecha en el poder y su “nueva forma de gobernar”.

Enfatizaremos en los conceptos ideológicos de sustentación del gobierno que impactan en la organización sindical.

Entendiendo que la matriz neoliberal, nunca ha dejado de

funcionar y el proceso que ha vivido la organización de los trabajadores, debe enfrentar el contexto económico, político,

social y cultural originado por esta, además de los factores propios de la dinámica interna que se expresa en el papel

que juegan actualmente los sindicatos y su rol frente al

capital.

Con Sebastián Piñera y su gabinete tecnocrático y

empresarial, la democracia liberal de Hayek y el modelo económico logran confluir, disminuyendo la tensión

existente en los gobiernos concertacionistas, la derecha como bloque de poder, perspectiva una profundización del

sistema económico en pos de la meta: Chile país

desarrollado al 2018, de esta forma el acoplamiento de Chile al capitalismo mundial se mantiene y refuerza.

La desaceleración del modo de acumulación que vive el capitalismo, “la perdida de dinamismo de la economía” es

explicada a partir de las cifras macroeconómicas, que son necesarias de revertir. El diseño de una ruta para

alcanzar el desarrollo, define la necesidad de avanzar en un

* Socióloga. Área Laboral Ical.

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crecimiento sostenido, volver a crecer a tasas en torno al 6%, mejorar el colapso de la productividad que se

encuentra en 0.6% anual y aumentar la inversión hasta

un 28% del PIB al año 2014 (Ministerio de Hacienda. Gobierno de Chile, 2010), mantener la inflación en un 4.0

%, entonces se hace necesario para el gobierno, focalizar

certeramente las políticas en los intersticios del modelo que aun son necesarios de profundizar.

De esta forma, consideramos que el modelo neoliberal continuará intensificándose en el ámbito del trabajo,

aspirando a una mayor flexibilidad laboral, tanto interna como externa, polivalencia, de remuneración, de contrato,

de jornada, que impacta en la vida de los trabajadores y en

sus organizaciones, modificando la propia concepción de sí mismos. Esta tendencia que se venía desarrollando en el

país, pasa a un nuevo nivel de profundidad, entonces visibilizar la concepción que tiene la derecha de las

organizaciones sindicales se hace relevante, cuando el

desequilibrio de poder en las relaciones laborales se acentúa.

Se distingue el proceso desarrollado por el movimiento

sindical en la recuperación de su protagonismo social a partir de nuevas estrategias y su actual replanteamiento

para superar la estrategia utilizada en los gobiernos de la

Concertación, que limitó su propio quehacer, debilitándolo y manteniéndolo constreñido a la empresa, postergando las

reivindicaciones propias del sector en aras de la transición

democrática.

La nueva forma de gobernar, perspectivas del impacto en los trabajadores y la organización sindical

La derecha gobernante plantea “transformaciones estructurales”, que se sustentan en tres ejes centrales:

seguridad, valores y oportunidades, esto se traduce en la

agenda Laboral (Diario El Mercurio. 12 de Mayo de 2011) en impulsar Cambios al actual Código Laboral, Modificaciones a las normas Laborales, Previsionales y de

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19

Higiene y Seguridad, de esta forma “El Chile país desarrollado, más oportunidades y empleo”, promovido por

el gobierno se instala desde la noción de avanzar en mayor flexibilidad, es decir atacar “los factores estructurales que limitan el dinamismo del mercado laboral” y las trabas del

emprendimiento, para ello se requiere adecuar la

normativa jurídica que limita la flexibilidad deseada. La Coalición por el Cambio, ha insistido frente a esta

problemática pues su diagnóstico es que para mejorar la

productividad de las empresas se requiere eliminar las distorsiones, restituyéndole la dirección al mercado. El

sindicalismo es visto como una rigidez que es necesario superar “la solución flexibilidad- laboral es, por un lado, una especie de antídoto que contrarresta los efectos nocivos que representan las rigidices del mercado del trabajo -cosificadas generalmente en el sindicalismo o en el pago de indemnizaciones de parte de los empleadores“- y por otro lado, es un profiláctico, en tanto que una vez aplicada la cura, sirve para preservar inmune al mercado del trabajo y conservar fuera la enfermedad” (Muñoz, 2011). La

acumulación del capital se realiza bajo este paradigma1.

Para los sindicatos la flexibilidad ha significado eliminar múltiples conquista que obtuvieron tras años de lucha,

además de un deterioro de los derechos de los trabajadores, sus condiciones laborales y los derechos colectivos, “derechos flexibles para poder disponer de una fuerza de trabajo en función directa a las necesidades del mercado consumidor” (Antunes, 2001) También ha debilitado la

organización sindical, fragmentándola e imposibilitando superar la lógica individualista instalada en las

subjetividades de los trabajadores. Los efectos políticos de

la flexibilidad, siguen siendo la desarticulación del movimiento de trabajadores, buscada racionalmente por la

elite dominante. El poder ejecutivo, además, promueve un proyecto de “adaptabilidad pactada”, que impulsa Mesas de Diálogo

1 El modo de acumulación capitalista utiliza la flexibilidad para mejorar la

acumulación frente a la crisis del capital.

Page 25: Revista Laboral # 12

20

del mercado laboral al interior de las empresas, ampliando

la negociación no sólo a las remuneraciones, sino también a las “alternativas que permitan aumentar el bienestar de los trabajadores y la productividad de la empresa”. (Ministerio

de Hacienda, 2011) De esta forma, el énfasis está puesto en las “relaciones laborales equilibradas, modernas y constructivas”, esta

concepción invisibiliza en el discurso la asimetría del

capital, que se inclina a favor del empresariado, pero además pone el acento en la productividad que es

necesaria mejorar, la cual descansa directamente en la organización del trabajo para la obtención de un aumento

en la plusvalía.

Entonces, la derecha sigue privilegiando las relaciones

pluri-individuales frente a las colectivas, es en definitiva el trabajador- individuo, nunca la organización sindical la que

enfrenta el desequilibrio del capital. Este juego sólo

ventajoso para la patronal, inhibe el poder negociador del sindicato. La normativa existente, permite que las

Negociaciones Colectivas no sean función exclusiva de la organización sindical, sino que pueden ser desarrolladas

fuera de esta, por grupos negociadores. Tal como se

presenta hoy, los sindicatos tienen limitadas capacidades de negociación efectiva. La organización sindical dentro del

discurso hegemónico no es reconocida, es innombrada, de

esta forma los derechos colectivos son vulnerados.

En tanto, la productividad que es necesaria mejorar descansa directamente en la organización del trabajo. Los

cambios en la organización y gestión empresarial propician

un mayor involucramiento de los trabajadores con la empresa, afectando de ese modo la identidad sindical

(Aravena, 2007) la identificación del trabajador con los intereses de la empresa, mella sus propios derechos.

Identificación que funciona como dispositivo de control o

disciplinamiento subjetivo propiciado por la gestión del modelo organizativo empresarial.

Page 26: Revista Laboral # 12

21

Las regulaciones laborales retroceden y el papel de la

Inspección del Trabajo paulatinamente disminuye. Las Modificación de la Dirección del Trabajo diseñadas, implican

una debilidad como órgano fiscalizador. Según los dirigentes sindicales, “ya no se sanciona a la empresa por sus prácticas, siempre prima la mediación”, de ahí que la

vulneración de los derechos de los trabajadores será mayor, si le quitan su papel central: fiscalizar.

Pero además el sindicalismo es un peligro para el crecimiento económico, esta visión de los empresarios

chilenos difiere a la de sus pares de los países de la OCDE, donde la filiación sindical es un indicador del desarrollo que logra un país. “El funcionamiento libre y autónomo de organizaciones sindicales y sociales fuertes, respetadas y gravitantes, es uno de los indicadores fundamental para juzgar si un país cumple con los más altos estándares en valores, principios, prácticas e instituciones democráticas”. (ANEF, 2011)

De esta manera la intensificación del modelo neoliberal,

mediante modificaciones para procurar mayor flexibilidad y

aumentar la acumulación de los capitales, se realizará en desmedro de los trabajadores en condiciones de subcontrato y precarización, esta “nueva forma de gobernar”, impacta en los trabajadores y en la organización

sindical.

La normativa jurídica que permite la sindicalización

hoy y los Conceptos ideológicos que la sustentan

La normativa jurídica elaborada por la ideología neoliberal,

tuvo por objetivo central: la de-construcción del movimiento sindical, su fragmentación y debilitamiento.

Hasta la dictadura militar, las organizaciones de los

trabajadores eran actores centrales de las

transformaciones sociales, es así que durante el proceso de Industrialización por Sustitución de Importaciones (ISI) se

fortaleció un proceso político-social de inclusión de amplios

Page 27: Revista Laboral # 12

22

sectores sociales, dando forma a la denominada matriz

populista conformada por los empresarios mercado-internistas, el Estado y los asalariados organizados, con

una idea compartida de desarrollo basada en la industrialización del país. En esta etapa, el proletariado

urbano y los empleados públicos, cuentan con un empleo

estable, contratos colectivos, influencia en la organización del trabajo de la empresa y una presencia en los partidos

políticos. (Moulian, 1997) Los sindicatos realizaban Negociaciones ramales y tenían la capacidad de

interlocutar con el Estado, fijar las condiciones laborales

directamente, el sueldo mínimo, los despidos, etc. demostrando poder frente a la asimetría del capital. Esta

alianza de clases, logró expresión concreta en los gobiernos

de la época.

Los primeros dispositivos de control utilizados en la dictadura militar, contra los trabajadores y sindicalistas

fueron el terror, la persecución y el aniquilamiento de los

dirigentes. Junto a este mecanismo fue necesario, construir una legislación pensada en impedir su actuar colectivo,

quitarle el protagonismo político y el poder negociador, dejándolo encapsulado en el sindicato de base. Se pasa de

un sujeto político a un individuo cooptado. Esto, porque se

necesitaban realizar cambios estructurales al modelo de desarrollo que impulsaba la Unidad Popular, sin regresar al

modelo de inspiración keynesiana, era la oportunidad de materializar la utopía neoliberal y transitar hacia una

economía abierta al mundo.

Los antecedentes del Código del Trabajo vigente, lo

encontramos en la cosmovisión plasmada en el Plan Laboral de 1979, que sostiene una concepción plagada de neoliberalismo, “para producir y reproducir el capitalismo neoliberal es necesario, entregar las condiciones para alcanzar su objetivo principal: la „libertad‟, la condición para esta, es que se reduzca completamente la coacción sobre el individuo en el ámbito social defendiendo su independencia frente al poder arbitrario de sus semejantes y, por lo tanto,

Page 28: Revista Laboral # 12

23

priorizando por la individualización antes que por la constitución de colectivos…” (Muñoz, 2011)

Los pilares del Plan Laboral, según su ideólogo José Piñera, son la democracia y la libertad, expresadas en “Plena libertad sindical (de afiliación y de creación de sindicatos), genuina democracia en las decisiones (elección de dirigentes, afiliación a federaciones y confederaciones, votación de la huelga, determinación de las cuotas), existencia de negociación colectiva en cada empresa, huelga sometida a la disciplina del mercado y sin monopolios de los puestos de trabajo, y no intervención estatal en la vida sindical y la negociación colectiva” (Piñera, 1990)

Los dirigentes sindicales “vasallos de partidos políticos… terminaban arrastrando a todo el sindicato a estas posiciones”. La postura definida por la elite en el poder es

coherente con la visión que la derecha tiene históricamente

del movimiento sindical, la ideología mercado-céntrica,

impregna el marco regulatorio, donde debe desenvolverse la acción sindical.

Es así que, la definición de los sindicatos que se encuentra en el Código del Trabajo establece que estas son

organizaciones constituidas por grupos de trabajadores de manera voluntaria (Dirección del Trabajo, 2011),

manteniendo de esta forma la conceptualización del Plan

Laboral hasta el día de hoy. Esta característica de la filiación ha contribuido a debilitar el sindicalismo. El modo

voluntario no incentiva el interés de los trabajadores para asociarse al colectivo, menos aún cuando la participación social, como problema de la “democracia protegida” no fue

encarada por los gobiernos durante décadas.

La estructura sindical heredada permite que los sindicatos puedan ser de cuatro tipos: de empresa, Inter-empresa, de

Trabajadores Independientes y de Trabajadores Eventuales

o Transitorios, esta disposición permitió terminar principalmente con las Negociaciones ramales y debilitar la

Page 29: Revista Laboral # 12

24

capacidad de la organización sindical, atomizando su

quehacer.

La legislación laboral, no legitimada socialmente, no ofrece incentivos para crear sindicatos, permite la afiliación sindical voluntaria, Paralelismo sindical y admite extender

los beneficios obtenidos por el sindicato a los no sindicalizados. Tras el Plan laboral se abrió la posibilidad

legal de que existieran grupos organizados de trabajadores

aparte del sindicato, el paralelismo sindical fue erosionando las bases de poder y de confianza entre los trabajadores

sindicalizados y los no sindicalizados, trizando la base interna (Morris, 1998).

El sindicalismo “moderno”

Las reformas al marco legal realizadas en democracia no alteraron el desequilibrio entre el poder del empresario y

del trabajador, se sacralizó una legislación laboral débil

para no estorbar la apertura democrática y asegurar su éxito.

El nuevo tipo de sindicalismo “moderno” impulsado por la

Concertación debía ser moderado, responsable, no

contestatario y eficaz, con una amplia capacidad de gestión, una nueva clase dirigente, con la fuerza y

legitimidad simbólica de su tradición histórica, pero dejando de lado la tradición clasista y popular y

acentuando en cambio un nuevo rol como actor nacional

(Morris, 1998).

Esta cooptación como actor político y social impidió su

fortalecimiento para impulsar las transformaciones al marco jurídico y a la matriz neoliberal que aflige a los

trabajadores, provocando el debilitamiento general del sindicalismo en el periodo de regreso a la democracia. Las

cifras sobre filiación sindical, número de negociaciones

colectivas y de huelgas, nos entregan una visión de lo que ha sucedido con el sindicalismo durante veinte años, donde

Page 30: Revista Laboral # 12

25

siguió actuando un entramado normativo, enraizado en la

dictadura militar, derogatorio de los derechos colectivos. Respecto de la filiación sindical los datos en la década del

noventa nos muestran un decrecimiento paulatino de la

población afiliada a sindicatos, la información estadística de

la Dirección del Trabajo señala que la filiación sindical en 1992 era de 724.065 trabajadores afiliados, pasando a

579.996 trabajadores sindicalizados en 1999. Observamos

una tendencia no revertida en los indicadores, mostrando un estancamiento y declinación de los modos de

organización sindical del país.

El año 2001 la población afiliada a sindicatos es de

599.610, en el año 2007 la cifra aumenta a 724.606 llegando en el año 2009 a 837.055 trabajadores

sindicalizados, en el año 2010 los sindicalizados alcanzan sólo a 858.571 personas, siendo la fuerza de trabajo

asalariada del sector privado de 4.646.299 trabajadores.

Según ENCLA 2008, los trabajadores no se sindicalizan por

el temor a sufrir represalias en sus trabajos 47.0 %, y no ven utilidad del sindicato un 18.2% Las causas de la no

participación sindical es avalada por las prácticas

antisindicales especialmente orientada a obstaculizar la afiliación sindical, lo que implica una erosión del ejercicio

del derecho fundamental de la libertad sindical.

La violación de los Convenios 98 referido a derecho de

sindicación y negociación colectiva y el Convenio 87 sobre libertad sindical y la protección del derecho a sindicación de

la OIT, correspondientes a derechos humanos de Segunda generación, han sido permanentemente violentados, porque

desde la concepción neoliberal, sólo la libertad individual

debe ser protegida. Relacionado con la negociación colectiva podemos afirmar

que es un instrumento estéril para los trabajadores, porque sólo se puede negociar en condiciones de poder. Según

datos de la Dirección del Trabajo, las negociaciones

Page 31: Revista Laboral # 12

26

colectivas se comportan del siguiente modo: en 1993

negocian 255.226 trabajadores, en 2007 negocian 232.667 trabajadores y en 2009 logran negociar 227. 282

trabajadores (ENCLA 2008) decrecen paulatinamente el número de trabajadores/as que utiliza los instrumentos

colectivos, lo que implica que los trabajadores en la

inmensa mayoría de las empresas del país no negocian colectivamente, ni tienen derecho a huelga. La negociación

colectiva está restringida al ámbito de la gran empresa y según ENCLA 2008 la negociación se desarrolla sobre todo

en empresas que cuentan con sindicato, cuando este no

existe, los trabajadores a pesar que pueden utilizar los instrumentos colectivos, no lo hacen.

Por otro lado, la huelga es un derecho débil y legalmente

desprotegido. La posibilidad de reemplazar a los

trabajadores en huelga es lo que hace ineficaz el instrumento, además expone a los dirigentes y trabajadores

al despido tras su participación en ella. Según datos de la

Dirección del Trabajo en 1991 se realizaron 219 huelgas, donde participaron 45.910 trabajadores. En la década del

noventa existe un descenso paulatino hasta llegar al 2001 donde se efectuaron 86 huelgas con 11.591 involucrados.

Para aumentar a partir del 2006 llegando el 2008 a 134 con

15.602 participantes.

Las negociaciones colectivas y el reconocimiento efectivo del derecho a huelga siguen como deuda de la sociedad de

derechos que debemos construir, toda vez que el conflicto

laboral, legal e ilegal, tiene una ocurrencia baja y la percepción de los trabajadores es tender a su

invisibilización.

Estrategias y resistencias del sindicalismo El sindicato actúa y se sitúa en un mundo cada vez más

complejo, donde las transformaciones y las dinámicas del trabajo han conformado un nuevo contexto que redefine su

papel y le impone nuevos desafíos que van más allá de las

lógicas corporativistas, individualistas y consumistas del

Page 32: Revista Laboral # 12

27

modelo de desarrollo neoliberal, que toca sus límites. El

sindicalismo presenta nuevas características, un proceso de recomposición buscando un espacio en la sociedad global

actual y no simplemente desvaneciéndose (Aravena, 2011).

Indudablemente presentan un estado de debilidad si se le

compara con su rol histórico, pero se viene gestado un proceso de luchas desde el año 2003, embrionaria y

simbólica. Los niveles de organización mostrada por los trabajadores subcontratistas2 entre 2006 y 2008 implicaron

el desarrollo de una serie de movilizaciones masivas, que

los visibilizó en la sociedad. Su estrategia: legitimar su acción fuera de la legalidad, dando un salto cualitativo al

plantear Negociaciones Colectivas fuera de la empresa y

negociar por la vía de los hechos con la mandante.

Con el gobierno de derecha, culmina una etapa, la cooptación de los gobiernos de la Concertación concluye. El

dispositivo de control implementado por veinte años se

afloja, impactando en los empresarios y en los trabajadores, acentuando la asimetría capital/trabajo, a favor cada vez

más de los capitalistas.

Los empresarios (individuos exitosos no colectivos) con un

gobierno que les pertenece, actúan cada vez con mayor impunidad, su principio es “no darle nada a los trabajadores”. Muchas Negociaciones colectivas realizadas

en este periodo no benefician a los asalariados y los costos

para ellos son significativos, ejemplo de esto son la huelga

de 58 días de los mineros de COEMIN en Copiapó en mayo 2010, donde el empresario, primero es renuente a sentarse a negociar y luego sólo ofrece un incremento de 4% al

sueldo de los mineros.3

2 Ubicados en los sectores estratégicos del modelo económico: Minería,

forestal, salmón. 3 Los sueldos de los trabajadores oscilaban entre 171.000 y 210.000 pesos,

propensos a accidentes mineros porque trabajan en condiciones de

seguridad mínima.

Page 33: Revista Laboral # 12

28

En el caso de la Huelga de Farmacias Ahumada por más de 22 días, ocurre lo mismo "hemos hecho un llamado por todos los medios para que Casa Saba4 se siente a conversar con los trabajadores", pero "se ha negado totalmente a dialogar”.

O la huelga por 18 días de la Ferretería Imperial, mayo

2011, donde se aplica el artículo 369, que permite que los trabajadores vuelvan a sus trabajos, sin recibir nada y “no es que la empresa no tenga dinero” es que la actitud del

capital se torna cada vez más intransigente, se refuerza su lógica, que no tiene contención, con una legislación que

los favorece absolutamente y medios de comunicación que invisibilizan los conflictos de los trabajadores.

Los dirigentes sindicales dan cuenta del comportamiento de una patronal más soberbia y segura, donde el desequilibrio

de poder en las relaciones laborales se ha agudizado, pero además de una actitud despótica expresada en la

persecución de los trabajadores afiliados al sindicato y a

sus dirigentes, que son despedidos por necesidad de la empresa, artículo 161 del Código del Trabajo, una vez

terminada la Negociación.

Los dispositivos de control de la derecha, se articulan en pos de mayor flexibilización, a pesar que un 80% de trabajadores encuestados prefiere un trabajo con contrato formal en lugar de un trabajo flexible (OIT, 2011).

En la sociedad, la confianza en los sindicatos aumenta,

según la Encuesta CERC, sube a 44%, mayor que otras instituciones sociales. Los sindicatos alcanzan una legitimidad de 73%, percibidos como “necesarios para la defensa de los derechos de los trabajadores”. Y frente a los instrumentos colectivos, “la Negociación colectiva es preferida” en un 66% que “negociar individualmente con el empleador” (Encuesta CERC, 2011).

El replanteamiento de las organizaciones sindicales es avanzar en la acción conjunta de los trabajadores con otros

4 Dueño de la cadena de farmacias.

Page 34: Revista Laboral # 12

29

actores sociales, ligando las demandas contra el modelo de

desarrollo neoliberal. Las acciones de los trabajadores del cobre, su llamado a Paro el 11 de julio, en un escenario de multitudinarias movilizaciones estudiantiles “por una educación pública, de calidad y sin lucro”, que se extiendes

desde Mayo, dibujan el intento de articulación más allá de

lo estrictamente laboral, al igual que el llamado a Paro hecho por la multisindical CUT, que se inscribe en esta

lógica.

Es necesario leer el nuevo momento en la organización del

trabajo y evocar los repertorios de acción aprendidos en la

historia de las luchas sindicales a lo largo del siglo veinte,

conjugándolos con los nuevos escenarios del presente,

para avanzar en la democracia participativa y en modelos

de desarrollo sustentable, respetuosos del medioambiente y

de la fragilidad de los ecosistemas. Se hace necesario

impulsar la democracia y la participación en la organización

de los trabajadores, la solidaridad como elemento

constitutivo de lo colectivo, la generación de redes y la

construcción de la subjetividad política.

Sabemos que sin una revolución en materia laboral es

imposible la instalación de un nuevo proyecto de sociedad.

Referencias bibliográficas

Anef. 2011. Informe preliminar. Santiago.

Antunes, R. 2001. ¿Adiós al trabajo? Ensayo sobre la metamorfosis y la centralidad del mundo del trabajo. Sao

Paulo: Corez Editora.

Aravena, A. 2007. “Reflexiones metodológicas para el

estudio del sindicalismo en Chile: aportes para un debate necesario”. Alternativa Nº25. Santiago: Ical.

Dirección del Trabajo. 2009. ENCLA 2008. Informe de Resultados Sexta Encuesta Laboral. Santiago.

Page 35: Revista Laboral # 12

30

Dirección del Trabajo. 2011. “Código del Trabajo”. (http://www.dt.gob.cl/legislacion/1611/w3-article-

95516.html).

Encuesta CERC. 2011. Barómetro de la política.

(http://www.cerc.cl/pdf/Barometro_de_la_Politica.pdf). Ministerio de Hacienda. 2010. Chile, país desarrollado. Más oportunidades y mejores empleos. Gobierno de Chile:

Santiago.

Morris, P. 1998. “Sindicato en Receso: La otra cara de la

estabilidad sindical”. Aportes al Debate Laboral Nº 4.

Santiago: Dirección del Trabajo. (http://www.dt.gob.cl/1601/articles-

59890_recurso_4_Aporte_al_debate_4.pdf). Moulian, T. 1997. Chile Actual: Anatomía de un Mito.

Santiago: Lom. Muñoz, M. 2011. La flexibilidad laboral como dispositivo desarticulador de colectivos políticos. Documento de trabajo

inédito. Santiago.

OIT. 2011. Encuesta III Barómetro Mujer y Trabajo.

(http://www.slideshare.net/comunidadmujer/iii-barmetro-

mujer-y-trabajo-2011)

Piñera, J. 1990. “La revolución laboral en Chile”. (http://www.josepinera.com/jp/revolucion_laboral.pdf).

Rienzi, F. 2011. “Discurso del 21 de Mayo tendrá baterías de anuncios en materia de seguridad laboral” diario El

Mercurio, 12 de Mayo.

Page 36: Revista Laboral # 12

31

Los funcionarios públicos y el rol del Estado

en el gobierno de Sebastián Piñera

Felipe Valenzuela*

Si observamos el programa del actual gobierno, podemos

constatar que lo que corresponde al sector estatal, es consecuente con el rol que ha jugado el aparato del Estado

desde la aplicación del modelo neoliberal en nuestro país. Podemos observar en general la existencia de los siguientes

cuatro aspectos:

1) Mejorar la gestión para una mejor administración

del Estado dirigido a superar los problemas de

coordinación, con una mejor asignación de

responsabilidades. Para lo que se contempla crear el

Ministerio de Desarrollo Social, nuevas agencias de

control, entre otras medidas.

2) Para la “modernización” del Estado se considera la

capacitación de los funcionarios y colocar fin al tema

de los cuoteos políticos, para trabajar con los

mejores y no con los elegidos por otro tipo de

compromisos. Aplicar el sistema de Alta Dirección

Pública hasta el tercer nivel de decisión.

3) Se creará la Agencia Autónoma de Calidad de las

Políticas Públicas, con el fin de evaluar los

resultados en la aplicación de políticas aplicadas,

para mejorar el diseño de los proyectos y asegurar

un mejor resultado de las inversiones.

* Sociólogo. Área Laboral Ical.

Page 37: Revista Laboral # 12

32

4) Luchar por la probidad en todos los niveles de la

administración de los recursos. Otorgándole mayor protagonismo a la Contraloría General de la

República

Volviendo a nuestro primer comentario, vemos que se sigue hablando de la “modernización” del Estado y este concepto

ha tenido variadas aplicaciones durante las últimas tres décadas, desplazándose desde las privatizaciones de las

empresas estatales, drásticas reducciones de personal en la gran mayoría de los servicios, traspasando la educación y la

salud a la administración local (municipios), políticas

agresivas de concesiones que entregaron la construcción y negocio de las autopistas urbanas y espacios públicos como

estadios u otros a la iniciativa privada.

Por lo tanto queda poco por hacer de novedoso en el Estado

chileno, como se puede observar en los ejes del programa

de gobierno, que no sea el perfeccionamiento del rol que la teoría neoliberal y la práctica le han asignado, es decir

como nos señala por ejemplo Hayek: Los precios, son el mecanismo de transmisión de información por excelencia,

para el funcionamiento de una sociedad y para esto la

libertad es un requisito fundamental para que el sistema de precios pueda cumplir su función, entonces, dice Hayek, el

rol del Estado debe reducirse al mínimo para asegurar la mejor circulación de la información.

David Harvey (2005) colocando a Chile como ejemplo a nivel mundial nos comenta lo siguiente: el neoliberalismo es ante

todo una teoría de prácticas político-económicas, que para

el bienestar humano no debe restringir el libre desarrollo de las capacidades y libertades empresariales, caracterizado

por derechos de propiedad fuertes, mercados libres y libertad de comercio, para estos efectos, “el papel del Estado es crear y preservar el marco institucional apropiado para el desarrollo de éstas prácticas. Por ejemplo, tiene que garantizar la calidad y la integridad del dinero. Igualmente, debe disponer las funciones y estructuras militares, defensivas, policiales y legales que son necesarias para

Page 38: Revista Laboral # 12

33

asegurar los derechos de propiedad privada y garantizar, en caso necesario mediante el uso de la fuerza, el correcto funcionamiento de los mercados” (2005: 6).

Como podemos observar los esfuerzos para adecuar el

Estado en nuestro país por parte de los gobiernos corresponden a lo que nos dice Harvey en el párrafo anterior, especialmente este gobierno: “Construir una auténtica sociedad de seguridades”.

En la práctica todos los esfuerzos y presiones desde la

política y la empresa no han cesado en asignar un rol al Estado, que represente cada vez menor influencia en el

destino de la sociedad, como se puede observar en este tipo de declaraciones hechas por Oscar Guillermo Garretón, en

entrevista al Mercurio en Julio del año 2000, que en parte

señala:

“[Pregunta:] Su pasado político de izquierda siempre sale a colación dado su actual rol de empresario. ¿Cómo visualiza al Estado en el futuro?

[Respuesta:] Creo que el Estado tiene que rehacerse a nuevos roles. En general el Estado del futuro debiera ser más chico, más descentralizado y con una forma distinta. Antes el Estado era la cúspide de todo; ahora es parte, un actor complementario.En segundo lugar, el Estado debiera ser un actor más regulador que ejecutor…” (Diario El Mercurio.

2011. Julio 7).

Gobierno de Derecha

El mes de Marzo del 2010 será recordado por nuestra

historia como aquella en que asume en el gobierno de Chile un presidente reconocido como integrante de la derecha

chilena, mediante votación popular, después de 52 años, cuando asume la primera magistratura Jorge Alessandri

Rodríguez en Diciembre de 1958, en representación de la

derecha. Aquel gobierno asumía el control del Estado,

Page 39: Revista Laboral # 12

34

cuando éste jugaba un rol preponderante, Chile se

encontraba en la fase de la sustitución de importaciones.

El gobierno Alessandrista se enfrentaba con la existencia de los funcionarios públicos organizados. “El 5 de mayo de 1943, año en que la humanidad vivía uno de sus momentos bélicos más duros y amargos, un grupo de visionarios chilenos, en un sencillo lugar de la calle Esmeralda, liderados por Don Clotario Blest Riffo, dío vida a la AGRUPACION NACIONAL DE EMPLEADOS FISCALES, ANEF, organización que ha sido decisiva para el movimiento sindical chileno y el destino de los derechos de los trabajadores” (www.anef.cl).

Estos dos años de gobierno piñerista se ha diferenciado de aquel lejano gobierno de derecha, no sólo por administrar

un modelo de desarrollo diametralmente opuesto, sino que también porque sus principales integrantes, fueron quienes

jugaron importantes funciones en el inicio del actual

modelo neoliberal durante la dictadura, esta condición ha significado en la relación con los trabajadores del Estado el

surgimiento de prácticas y orientaciones que reflejan actitudes de quienes se sienten embestidos como

fundadores del modelo.

Por tanto si bien es cierto lo que señalábamos más arriba

respecto de las características del Estado en los últimos veinte años transcurridos hasta Marzo del 2010, las

relaciones con los funcionarios en esas dos décadas, fueron

mediadas por el esfuerzo de la aplicación de políticas sociales de mayor impacto en la sociedad, que implicó una

mayor participación de los trabajadores públicos.

La nueva relación que se ha percibido entre las nuevas

autoridades y los trabajadores ha estado caracterizada por los despidos masivos desde el momento el inicio del

gobierno.

Page 40: Revista Laboral # 12

35

Los Trabajadores

Es, en este escenario donde debaten su vida diaria los

trabajadores que son los responsables del funcionamiento

del Estado, y que al igual que a los demás trabajadores de

nuestro país, el crecimiento sostenido de la economía no los

toca de cerca, situación que ha provocado los conflictos que

se han verificado durante la aplicación del sistema

neoliberal como se señala en el los siguientes datos:

“En el Sector Público no se presentan huelgas entre

los años 1985 y 1986, pero para los restantes

periodos el principal motivo de huelgas es el mismo

del Sector Privado, esto es, causas económicas.

Entre 1987 y 1989 ésta comprende el 88,9% de las

razones para declarar huelga, mientras que el 11,1%

restante corresponde a motivos ajenos a la empresa.

Para el periodo 1990-1997 la principal causa

disminuye a un 83,3%, aumentando los motivos

ajenos a un 12,5% y apareciendo una tercera causa

de declaración de huelga correspondiente a las

relaciones con los superiores que alcanza un 4,2%.

Finalmente entre los años 1998 y 2006 si bien sigue predominando la causa económica (70,4%), aparecen dos nuevos motivos: condiciones generales de trabajo e incumplimiento de acuerdos, cada uno concentrando un 7,4%.” (Espinoza, 2007: 6-7)

Desde que asume el Presidente Piñera, se han aplicado criterios de ajustes para el funcionamiento del aparato

estatal por la vía de los despidos, logrando amedrentar a los

funcionarios. Los despidos aunque en cantidades pequeñas de funcionarios siguen produciéndose en este año, luego

que se han apagado los ecos de los primeros meses donde fueron masivos y lograron que la sociedad se enterara que

Page 41: Revista Laboral # 12

36

las promesas de campaña al respecto, no se estaban

cumpliendo.

Estos despidos en menores cantidades, son por ejemplo

como los que se han producido en Talca en los últimos

meses “De la Puente (presidente ANEF) nos explicó que su

visita a Talca, tuvo por objeto respaldar a 16 funcionarios

públicos que han sido despedidos este 2011 en la seremi de

Salud (12) y en Obras Públicas (4). Y además señaló que esta

es la única región donde han continuado los despidos

durante los meses recién pasados” (Entrevista realizada por

María José Muñoz. RedMaule.com. 14 de Marzo de 2011).

Las movilizaciones de los funcionarios del Estado a

propósito de los despidos del año pasado han cesado y su

organización madre la ANEF, se encuentra trabajando en

sistematizar el problema de los despidos con la creación de

un departamento de exonerados.

Como sabemos las movilizaciones y las acciones que

impliquen huelgas son ilegales en el sector del Estado, por

esa razón la ANEF, también se encontraba desplegando

energías para lograr una modificación legal en el Congreso,

que tomando en cuenta la inspiración que acompaña a los

senadores y que tiene consecuencia con los elementos que

se entregan más arriba, produjeron el siguiente resultado

hace un par de semanas de acuerdo a la información que

nos entrega la pagina electrónica del Senado:

“Tras dos jornadas de debate de la iniciativa, la Sala del

Senado no alcanzó el quórum requerido de 25 votos para

aprobar la idea de legislar. Solo después de un año se podrá

volver a insistir con una nueva reforma constitucional sobre

negociación colectiva y derecho a huelga de los funcionarios

públicos. Ello, luego de que la Sala del Senado rechazara la

idea de legislar del proyecto en tal sentido que tuvo su origen

en una moción de los senadores Hernán Larraín, José

Page 42: Revista Laboral # 12

37

García Ruminot, Juan Pablo Letelier, Hosaín Sabag y Víctor

Pérez.” (boletín Nº 7293-07. 2011. Departamento de Prensa.

Senado República de Chile. Abril 13).

Los esfuerzos de los trabajadores y sus dirigentes están

dirigidos a la modificación del “Estatuto Administrativo” que

se instala en el siguiente derrotero (Portales, 2010):

1) La Constitución Política de Chile establece en su

artículo 38 que una ley orgánica constitucional

determinará la organización básica de la

Administración Pública, garantizará la carrera

funcionaria y sus principios, asegurando la igualdad

de oportunidades de ingreso y la capacitación y

perfeccionamiento de sus integrantes.

2) En 1986 se dictó la Ley 18.575 relativa a las Bases

Generales de la Administración del Estado que

establece los principios básicos de la carrera

funcionaria, entre ellos las cuestiones relativas al

ingreso, derechos y deberes, responsabilidad

administrativa, capacitación y cesación de

funciones.

3) Los aspectos específicos fueron posteriormente

reglados mediante la Ley 18.834 del 23 de

septiembre de 1989, denominada Ley del Estatuto

Administrativo que establece el marco central de la

gestión de recursos humanos en el Estado chileno.

La lucha de los trabajadores está centrada en cambiar las

condiciones a los que los somete el articulado de la

constitución que prohíbe la negociación colectiva y el

derecho a huelga, buscando homologarse al convenio 151

de la O I T.1

1 Convenio sobre la protección del derecho de sindicación y los

procedimientos para determinar las condiciones de empleo en la

Page 43: Revista Laboral # 12

38

Misión

Los trabajadores del Estado,

desde el inicio de la aplicación del modelo neoliberal en

nuestro país, han estado en el

centro de la discusión que ha tenido que ver con el tamaño

de la función pública y de la relación que el número de

funcionarios tiene con la

eficiencia en la administración estatal, sin embargo el

siguiente cuadro revela que

Chile no tiene precisamente una cantidad abultada de

trabajadores públicos respecto del total de la fuerza de trabajo

El Estado tal como se ha modelado en las últimas décadas ha sido funcional al sistema, sin embargo, producto de las

contradicciones que se están verificando en los ámbitos de la educación la salud y la falta de control en las estafas por

parte de empresas comerciales en contra de los

consumidores, es posible que nos encontremos con una etapa en que se refuercen sus funciones. De hecho en el

programa de gobierno, cuando se critica lo hecho por la concertación en los gobiernos anteriores respecto de la

modernización del Estado, se reconoce, como bueno, la

situación del Servicio de Impuestos Internos.

Probablemente desde el gobierno se encuentren observando comentarios como el que sigue: Joseph Stiglitz (Premio

Nobel de economía) vincula los escándalos empresariales de

la presidencia del segundo George Bush con el peligro que representan los mercados no regulados: ellos han

demostrado que los incentivos funcionan, pero no

administración pública. Convocada en Ginebra por el Consejo de

Administración de la Oficina Internacional del Trabajo, y congregada en

dicha ciudad el 7 junio 1978 en su sexagésima cuarta reunión.

País %

Noruega 29%

Suecia 28%

Finlandia 21%

Hungría 19%

Francia 18%

EE.UU. 14%

España 13%

México 12%

Turquía 9%

Corea 6%

Chile 6%

Japón 5%

Fuente: OCDE, OIT, Dipres 2007.

Empleo público como

porcentaje del empleo total

Page 44: Revista Laboral # 12

39

necesariamente en interés de la economía en su conjunto,

ni tampoco del accionista común. Para Stiglitz (Arrau, 2004: 26) son fruto del mismo mantra de desregulación que

se promovió en América Latina.

La práctica le esta indicando al gobierno que es necesario el

desarrollo de mejores formas de regulación, por lo que podemos esperar un escenario en donde los trabajadores

del sector público, puedan aprovechar la oportunidad política para movilizarse intentando recuperar la dignidad

que les corresponde.

Referencias bibliográficas

Anef. 2011. “Quienes Somos”. Sitio web oficial de la Asociación. Consultado julio 11, 2011

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Page 46: Revista Laboral # 12

41

Trabajo decente y PYMES:

Hacia una política de fomento productivo que

beneficie a los trabajadores

Pablo Canelo*

Los cambios producidos en las relaciones laborales a partir

de la instalación del modelo de desarrollo neoliberal en nuestro país se ven reflejados en diferentes ámbitos de la

producción. En el sector de las empresas de menor tamaño, existe una falta de regulación que ha provocado una

exclusión de este sector en el mercado a partir de las

desiguales condiciones de competencia en que se encuentran frente al gran empresariado, lo que ha

provocado una precarización del emprendimiento. Frente a

esta situación, el actual gobierno de la derecha se comprometió recientemente a implementar una Agenda de

Impulso Competitivo (AIC), contemplando 24 proyectos de ley que ingresarán al Congreso, además de iniciativas

tendientes a la actualización de reglamentos, desarrollo de

nuevos programas y mejoras en la gestión pública a fin de aumentar el desarrollo del emprendimiento y la

competitividad. Las 50 medidas apuntan en lo que atañe a las empresas de menor tamaño, principalmente a la

reducción de las tramitaciones.

Como plantea el presidente, “la agenda apunta a lograr una mayor igualdad de oportunidades para los más pequeños que se quedan atrapados en los laberintos de la burocracias… queremos crear 100 mil nuevos emprendedores en el período 2010-2014” (La Nación, 17 de

mayo de 2011). Es decir, su objetivo es crear más

emprendedores y perfeccionar la capacidad de pago de deudas del Estado con las Pymes. Sin embargo, algunas

organizaciones gremiales plantean que, si bien estas

* Sociólogo. Área Laboral Ical.

Page 47: Revista Laboral # 12

42

medidas pueden ser consideradas como avances, no atacan

los problemas de fondo que impiden a las Pymes acceder de mejor manera a los mercados. Como plantea Iván Vuskovic,

director del Instituto de Empresas de Menor Tamaño perteneciente a la CONUPIA, una de las asociaciones

gremiales de pequeños y medianos empresarios más

representativa del país:

“Las iniciativas se han encauzado a superar el tema de la burocracia con el objetivo de aumentar el emprendimiento en términos cuantitativos. Sin embargo, no es suficiente. Lo principal es el problema de las ventas, las pymes no venden ya que el mecanismo económico en el que funciona el país hay una situación de mayor concentración económica. Las grandes empresas manejan la economía y no se puede competir por ejemplo con los grandes del retail, es una competencia desigual. El modelo económico funciona con un alto grado de monopolización. Los pequeños tienen pocas posibilidades de vender su producción. Siendo así, es evidente que esto es el problema principal” (Entrevista a Iván Vuskovic. 18 de abril de

2011).

En efecto, el “exitoso” modelo de desarrollo chileno generó un gran crecimiento en los últimos 15 años, exhibiendo en

las estadísticas oficiales grandes ventajas comparativas con el resto de los países latinoamericanos. Sin embargo, esto

ha ido de la mano con una excesiva concentración

económica, produciendo no sólo desigualdades entre las personas, sino también entre sectores productivos,

afectando principalmente a las pequeñas y medianas empresas. Existe un trato abusivo y el uso de la posición

dominante que sufren los pequeños a manos de las

empresas más grandes tanto como proveedores y como clientes.

“Otro tema es como facilitar crédito a las Pymes para poder competir. Las Pymes pagan más de 10 veces el nivel de interés que las grandes empresas para

Page 48: Revista Laboral # 12

43

acceder al crédito. Nos piden que compitamos, que seamos eficientes, mejores precios, pero con un mercado con restricciones no se puede, sin acceso a financiamiento económico, créditos caros que rayan en la usura, no se pueden.” (Entrevista a Iván Vuskovic.

18 de abril de 2011).

De la misma manera, la falta de regulación en las

relaciones entre pequeños y grandes empresarios se ve

reflejada también en el desinterés por parte de las instituciones de atender a las relaciones laborales al

interior de las empresas de menor tamaño. Este hecho se vuelve crítico al reconocer que más del 60% de la población

económicamente activa se desempeña en este tipo de

empresas. Sin embargo, ninguna de las medidas del actual gobierno para las Pymes está referida a las relaciones

laborales. Solo se reconoce la capacidad de generación de empleo de este tipo de empresas. Y punto.

Frente a esta realidad, es necesario develar qué es lo que

ocurre en las relaciones productivas y laborales al interior de las empresas de menor tamaño, y de esta manera

aportar a la construcción de una política pública que fomente la producción y el desarrollo de sectores

productivos desfavorecidos por el modelo neoliberal,

siempre y cuando esta vaya de la mano con el mejoramiento de las condiciones laborales en dichas empresas. Frente a

esto nos hacemos las siguientes preguntas ¿Son contradictorios ambos procesos? ¿Es posible hablar de

trabajo decente en las pequeñas y medianas empresas?

¿Cuál es el rol que jugarían las empresas de menor tamaño en la superación del modelo económico neoliberal?

En Chile, así como en varios países de Latinoamérica, las

relaciones de trabajo se caracterizan por muchos factores,

entre los cuales destaca su heterogeneidad. Esta se manifiesta en variados aspectos, y uno de ellos es el tamaño

de la empresa. Es decir, las relaciones laborales de una empresa grande no serán las mismas que en una de menor

tamaño, sea esta pequeña o mediana. Sobre esto, existen

varias definiciones de la categoría “pequeña y mediana

Page 49: Revista Laboral # 12

44

empresa” dependiendo de la variable utilizada para medir

su tamaño (ventas, empleo o capital invertido). La complejidad de esta definición aumenta cuando observamos

que junto a las Pymes se encuentran las microempresas y el trabajo familiar (MEF).

Este artículo estará referido en términos de análisis solo a las Pymes ya que estas representan un ámbito dimensional

crítico en lo que respecta a la vigencia del derecho del trabajo. La microempresa constituye un submundo laboral

aún más flexibilizado y desregulado que el resto de las

categorías, donde la voluntad unilateral del empleador es la única fuente normativa. Por otro lado, dentro de las

características de las microempresas, hay un factor laboral

importante y que refleja la principal diferencia con el resto de las empresas de menor tamaño: el trabajo familiar. Estos

elementos podrían ser de análisis para futuras investigaciones, y este artículo pretende aportar insumos

también en esa dirección.

Aproximación conceptual

En Chile, de acuerdo al Servicio de Impuestos Internos, se

considera microempresa a toda entidad que ejerce una

actividad económica de forma regular, ya sea artesanal u otra, a título individual o familiar o como sociedad, y cuyas

ventas anuales son inferiores a 2.400 UF ($52.464.000 según valor UF al 20/06/2011). En su producción emplea

menos de 10 trabajadores. Luego de la microempresa está

la empresa pequeña cuyo nivel de ventas se ubica entre las UF2400 y UF25000, es decir, entre $52.464.000 y

$546.500.000, y tienen más de 10 trabajadores y menos de 50. Finalmente la mediana empresa, que vende más de

UF25.000 y menos de UF100.000 ($2.186.000.000) y en su

actividad remunera entre 50 y 199 empleados. Esto implica que en términos de ventas anuales definimos como PYMES

a las empresas que se encuentran en el rango de UF2.400 y UF100.000 y tienen más de 10 trabajadores y menos de

199 (SERCOTEC/OIT, 2010).

Page 50: Revista Laboral # 12

45

Dieste (1995) utiliza una definición bastante amplia y que

servirá de guía para este análisis. Así, tenemos que una pequeña y mediana empresa (PYME) puede ser definida

como aquella que, cualquiera sea su actividad y la forma jurídica que adopte, está dirigida personalmente por sus

propietarios, posee personal reducido, no ocupa una

posición dominante en su sector, no dispone de elevados recursos económicos, su cifra de facturación anual y su

capital son reducidos en relación con el sector económico donde opera, no está vinculada directa o indirectamente

con los grandes grupos financieros, y, aunque pueda tener

relaciones con otras grandes empresas, no depende jurídicamente de ellas (Dieste, 1995).

Respecto a la importancia de este tipo de empresas, se puede afirmar que la participación de las MIPYMES en la

economía nacional es significativa tanto por la cantidad de ellas como los trabajadores que ocupa, siendo relevante

sobre todo su capacidad creadora de empleo. Los micro,

pequeños y medianos empresarios que constituyen la mayoría de las empresas formales (95,9% del total) y están

organizados en poco más de 740.000 empresas y seguramente la totalidad de las empresas informales son

micro y ocasionalmente pequeñas empresas (son casi

800.000) de Chile. Sin embargo su importancia económica es cada vez menos significativa. Si en 1990 la participación

de la MIPYME en las ventas totales del país era de 30%, hoy esta cifra no supera el 13,5%. Este segmento de empresas

da trabajo a 3.920.615 personas lo que representa un

68,3% del empleo privado del país (SERCOTEC/OIT, 2010).

En resumen, las empresas de menor tamaño tienen gran importancia por la proporción de empresas que representa,

de la dinámica de creación de empresas y sobre todo desde

la perspectiva del empleo que genera. Además, constituyen desafíos para este segmento de empresas la calidad del

empleo y la informalidad, su baja productividad y su participación cada vez menor en las ventas totales. Esto

muchas veces hace plantear la necesidad de una mayor

competitividad e inserción en los mercados, elementos

Page 51: Revista Laboral # 12

46

consustanciales al mejoramiento de la calidad del empleo.

Sin embargo, diferentes análisis sobre relaciones laborales en las Pymes plantean que estos elementos no debieran

utilizarse como un medio para la desreglamentación de las prácticas de trabajo y la erosión de los derechos de los

trabajadores: la creación de puestos de trabajo no puede

realizarse a expensas de los derechos sindicales y del bienestar de los trabajadores. Desde una perspectiva

sindical, estas empresas deben cumplir con las normas establecidas para sus sectores, incluidas las relativas al

salario mínimo y a la higiene y seguridad del trabajo

(Dieste, 1995).

A pesar de esto último, se reconoce que las Pymes requieren

de un tratamiento y una normativa especial que tenga en cuenta su tamaño y sus dificultades en el proceso

económico. Si bien deben recibir facilidades de distinto orden, esta ayuda y tratamiento especiales deben ir en el

sentido que sean capaces de enfrentar las exigencias de

mercado y, fundamentalmente, que puedan cumplir con normativas básicas de nuestro país como son las

ambientales, sanitarias y laborales (CENDA, 2007).

Realidad laboral en las Pymes

Numerosos estudios a nivel latinoamericano plantean de

manera sintética, que la calidad en el empleo en las Pymes

se puede resumir en cinco características (Dieste, 1995):

1) Remuneración: el nivel de salario de las Pymes es

inferior al de las grandes empresas, además de que

éste es marcadamente desigual entre un sector y

otro de la economía, el género del trabajador y la

ubicación geográfica de la empresa.

2) Ventajas sociales. El acceso a la seguridad social, a

que tienen derecho todos los trabajadores, no está

garantizado en las Pymes, ya que un importante

número de empresas evade casi totalmente las

contribuciones en este rubro. Muchas veces se

Page 52: Revista Laboral # 12

47

contrata personal sin registro en la seguridad social

o éste se hace algún tiempo después de iniciada la

relación laboral, lo que lleva a que cuando la

contingencia de riesgo sobreviene (desocupación

total o parcial, enfermedad o accidente), la cobertura

sea incompleta.

3) Estabilidad en el empleo: el tipo y calidad del trabajo

en las micro y pequeñas empresas generan una

menor estabilidad en el empleo que, además, está

ligado al índice de desaparición de las empresas

recién creadas, a la rotación del personal por el bajo

salario o al despido individual que el empleador

puede realizar sin complicaciones, dada la ausencia

o escasa presencia de sindicatos.

4) Formación profesional: en las empresas grandes se

verifica un poco más la intención de desarrollar

profesionalmente a los empleados pero, una vez

más, por las actividades que se realizan en las

Pymes, generalmente no se da importancia al

desarrollo profesional de los trabajadores.

5) Ambiente de trabajo. En algunas Pymes existen

condiciones de trabajo inadecuadas: jornadas

laborales muy largas, infraestructura deficiente y

mayor número de accidentes y enfermedades

profesionales. La capacidad técnica y financiera de

los patrones impide mejorar las condiciones de

seguridad e higiene y estas situaciones deben ser

aceptadas por los trabajadores porque la posibilidad

de cambio es muy baja, al menos en el corto plazo.

En Chile no se han realizado estudios profundos respecto

de las condiciones laborales en las Pymes. De acuerdo a la

última Encuesta de Caracterización Laboral (ENCLA) del

año 2008 que realiza el gobierno, podemos rescatar algunos

datos respecto de las Pymes, referidos exclusivamente a

remuneraciones, jornada laboral y sindicalización.

Page 53: Revista Laboral # 12

48

Remuneraciones

Cuadro 1: Distribución de trabajadores por tramos de

remuneraciones, según tamaño de empresa (Porcentajes)

TRAMOS MICRO PEQUEÑA MEDIANA GRANDE TOTAL

Menos de 1

sueldo

mínimo

6,7 6,1 4 7,8 6,5

1 a 2

sueldos

mínimos

64,9 54,8 55,5 39,6 48,4

2 a 3

sueldos

mínimos

11,9 16,1 17,3 19,2 17,6

Más de 3

sueldos

mínimos

16,5 23 23 33,4 27,6

TOTAL 100 100 100 100 100

Fuente: ENCLA 2008, Dirección del trabajo (2009)

Si analizamos los tramos de remuneraciones por tamaño de

empresa, se observa que en la medida en que aumenta el tamaño de las empresas disminuye la proporción de los

trabajadores que se ubican en los tramos inferiores de remuneraciones, y aumentan las proporciones de los que se

ubican en los tramos siguientes con algunas excepciones.

En la microempresa se destaca el alto porcentaje de trabajadores que gana entre 1 y 2 sueldos mínimos. De

acuerdo a datos de años anteriores, este porcentaje ha venido aumentando debido al aumento del sueldo mínimo.

Este hecho pone límite al traspaso de la disminución de

Page 54: Revista Laboral # 12

49

costos de las empresas hacia los trabajadores, aunque no

implica un aumento proporcional de los salarios superiores, por lo cual, el ajuste se tiende a dar en términos del

aumento de la cantidad de trabajadores que se ubica en torno del ingresos mínimo.

Jornada laboral

Las diferencias en el tamaño de las empresas reflejan distintos promedios de horas semanales de trabajo y, por

ende, mayor o menor grado de cumplimiento de la nueva

jornada máxima semanal: las microempresas declaran tener dificultades para cumplir la reducción legal de horas

ordinarias de trabajo, mientras que en promedio las

empresas de mayor tamaño declaran cumplirla.

Cuadro 2: Promedio de horas semanales de trabajo por tamaño de empresa

TAMAÑO EMPRESA PROMEDIO DE HORAS

SEMANALES DE TRABAJO

Microempresa 45,7

Pequeña empresa 44,0

Mediana empresa 44,7

Gran empresa 44,5

Fuente: ENCLA 2008, Dirección del trabajo (2009)

Sindicalización y negociación colectiva

Respecto a la relación entre sindicalización y tamaño de empresa, de acuerdo a los datos de la ENCLA 2008, a

medida que aumenta el tamaño de la empresa aumenta también la existencia de sindicatos en ella. De este modo,

mientras en la pequeña empresa apenas el 2,9% de estas

cuentan con sindicato, en las grandes empresas esta

Page 55: Revista Laboral # 12

50

proporción alcanza más de la mitad del total de empresas

(54,1%). Las empresas con mayor número de trabajadores proporcionan un contexto más favorable para la

organización sindical y la negociación colectiva, mientras que en el caso de las empresas pequeñas, además de contar

con una legislación desfavorable para la sindicalización, se

suma el hecho de que los empresarios de este segmento poseen una concepción de la empresa como un espacio

constituido por vínculos de carácter primario, lo que a juicio de éstos haría innecesaria la organización de los

trabajadores en una lógica de conflicto y de oposición de

intereses entre ellos y sus empleadores (Baltera, 2003). A partir de ello, es dable esperar una mayor oposición de

estos empresarios a la constitución de sindicatos en su

interior. Gráfico Nº1

Fuente: ENCLA 2008, Dirección del trabajo (2009)

Al desagregar por tamaño de empresa, en el Gráfico Nº2 se

observa que hay negociación colectiva en todas las

empresas. Además, también se da una relación directamente proporcional, en donde a mayor tamaño de

empresa mayor cantidad de negociación colectiva.

Page 56: Revista Laboral # 12

51

Gráfico Nº2

Fuente: ENCLA 2009, Dirección del trabajo (2009)

En síntesis, en estas dimensiones de las relaciones laborales, el tamaño de la empresa incide en las

características laborales de esta. Mientras más pequeña sea una empresa, más desprotegidos están sus trabajadores y

la flexibilidad laboral aumenta. Esto se da porque los costos

en que se incurren para cumplir con las regulaciones laborales es proporcionalmente mayor en las grandes

empresas, Esto tiene varias consecuencias (Galetovic, Cabrera, Sanhueza y De la Cuadra, 2009). La primera es

que muchas empresas eligen evadir la regulación. Sin

embargo, evadir es más difícil mientras mayor es el tamaño de la empresa, y por eso las que no cumplen tienden a ser

más pequeñas. En segundo lugar, y por la misma razón, las regulaciones penalizan el crecimiento de las empresas más

chicas, porque a medida que aumentan su tamaño se va

haciendo más difícil evadir la fiscalización. Tercero, el mayor costo proporcional que le imponen las regulaciones a

las pyme motiva en parte que a las empresas pequeñas se les exima de algunas obligaciones o se les impongan

estándares menos exigentes. En efecto, muchas de las

regulaciones existentes en el ámbito laboral, sanitario y

Page 57: Revista Laboral # 12

52

tributario, implican que si la empresa crece por sobre un

cierto umbral debe cumplir con normativas de las que antes estaba exenta, los estándares que se le exigen son mayores

y va a ser objeto de una supervisión mucho más estricta de parte de las autoridades. En síntesis, la mayor regulación y

fiscalización a las que están sujetas las grandes empresas,

así como también a la mayor ganancia que estas generan respecto de las otras empresas, posibilitaría un contexto

más propicio a los beneficios laborales en dichas empresas.

Trabajo decente versus fomento productivo

Sin embargo, los resultados de una reciente investigación

realizada por el autor de este artículo plantean que el

modelo de desarrollo económico es el que genera esta contradicción entre trabajo decente y fomento productivo a

las empresas de menor tamaño (Canelo, 2010). En esta se plantea a partir de los resultados, que es posible generar

mejores condiciones laborales en las Pymes sobre todo en

aspectos que no afectan directamente los costos de dichas empresas. De acuerdo a los resultados de la encuesta de

caracterización laboral aplicada a 243 Pymes de la comuna de Valparaíso (Canelo, 2010), tenemos que:

1) En la mayoría de estas empresas se han realizado capacitaciones a los trabajadores.

2) La mayoría de las empresas no han sufrido accidentes de trabajo, y tienen acceso a baño y

comedor.

3) En la mayor parte de estas empresas, no existen diferencias salariales de género.

4) Los aspectos negativos respecto del trabajo decente tienen que ver con el nivel de remuneraciones, el

fortalecimiento sindical y la negociación colectiva. La

mayoría de las empresas de este tipo no tienen sindicatos debido a la actitud negativa de sus

empleadores; además no han realizado nunca una negociación colectiva.

Page 58: Revista Laboral # 12

53

Estos resultados demuestran por un lado una actitud

favorable de los pequeños y medianos empresarios al fomento del trabajo decente. Además, demuestra la

necesidad de redefinir la categorización de pequeñas y medianas empresas, de tal manera de exigirle a las Pymes

condiciones de trabajo adecuadas a su realidad económica,

incluyendo en el marco regulatorio criterios de carácter laboral (Nuevo estatuto MIPYME). Claramente las

condiciones de trabajo en una gran empresa no son las mismas que en una de menor tamaño. Como plantea el

CENDA (2007), si bien las Pymes deben recibir facilidades

de distinto orden, esta ayuda y tratamiento especiales deben ir en el sentido que sean capaces de enfrentar las

exigencias del mercado y cumplir principalmente con

normativas laborales básicas de nuestro país, como son las ambientales, sanitarias y laborales. Precisamente la

investigación realizada ayudó a demostrar la factibilidad de exigir condiciones laborales mínimas de trabajo decente

dentro del contexto de las pequeñas y medianas empresas.

Como vemos, se han encontrado algunos resultados bastante favorables a las condiciones laborales de los

trabajadores, puntos que evidentemente se deben fortalecer y a partir de allí mejorar en todos los aspectos las

condiciones de trabajo de las Pymes. Por lo tanto, a partir

de este hecho es necesario elaborar una política pública de fomento productivo que, a partir de las características

laborales de las Pymes descritas en esta investigación, establezca criterios de apoyo a las empresas de menor

tamaño en base a indicadores de trabajo decente mínimos.

De esta manera, se podrá avanzar hacia una verdadera política de fomento productivo que beneficie a los

trabajadores.

¿Qué dicen las Pymes? Estos hechos no están alejados del discurso y las demandas

de las empresas de menor tamaño. Muchas asociaciones gremiales de Pymes plantean que el desarrollo del sector de

las empresas de menor tamaño implica una superación del

modelo de desarrollo neoliberal. La necesidad de que el

Page 59: Revista Laboral # 12

54

Estado regule los mercados para que de esta manera se

logre detener el avance desenfrenado de las grandes empresas y transnacionales es una medida que

evidentemente favorece a las empresas pequeñas. Por esto que es necesario, dicen, una política de fomento productivo

que defina el tipo de Pymes que el país requiere, haciéndose

cargo de aquellos sectores públicos donde es necesaria la intervención estatal (como el transporte, la educación, la

salud) y fomentando la participación de las Pymes en sectores de la economía que les son de utilidad. Es decir, el

Estado debe definir qué sectores de la economía son para

las pequeñas, las medianas, las grandes y el sector público. Finalmente, plantean la necesidad de reformular el

concepto de pequeña y mediana empresa, por cuanto las

diferencias en términos económicos y laborales entre una y otra dan cuenta de realidades bastante segmentadas y

heterogéneas. Sin embargo, en términos de políticas de fomento productivo, el Estado no hace grandes diferencias.

La situación en que se encuentran muchos empresarios es

peor que incluso algunos trabajadores. Los niveles de renta de los pequeños empresarios han sido bajos. Hay un 6% de

pequeños y medianos empresarios que se encuentran entre el límite de la indigencia y la pobreza. Hay pocas

expectativas de este gobierno, no hay voluntad para

preocuparse de los temas principales: acceso a los mercados y acceso al financiamiento, por más que haya

mejor eficiencia, la situación de las Pymes seguirán deteriorándose. (Entrevista a Iván Vuskovic, 18 de abril de

2011). A modo de síntesis…

Quedan planteadas algunas interrogantes. Si bien algunos

indicadores de trabajo decente son positivos en las Pymes

de Valparaíso, cabe plantear si quizás los índices de trabajo decente planteados por la OIT miden realmente condiciones

de trabajo decente, lo que supondría replantear los criterios para medir dicha variable. Por otro lado, queda pendiente

profundizar en las condiciones laborales de la

microempresa, donde aparentemente las relaciones de

Page 60: Revista Laboral # 12

55

informalidad producirían un submundo laboral mucho más

precario. Finalmente, es necesario revisar el nuevo estatuto MIPYME elaborado por el gobierno anterior y ratificado por

el actual, atendiendo no solo a criterios económicos para la segmentación de los diferentes tipos de empresas, sino

también laborales.

De todas maneras, se considera fundamental generar un

desarrollo de las empresas de menor tamaño pero siempre enfocado en un desarrollo humano, es decir, la mejora de

este sector de la economía tiene necesariamente que

implicar una mejora en las condiciones laborales de los trabajadores de dichas empresas. Desde esta perspectiva,

una empresa de menor tamaño que no cumpla con

requisitos mínimos de trabajo decente no debe ser beneficiada por políticas de desarrollo, por más que

presente buenos índices económicos. Por esto es fundamental incluir la variable “trabajo decente” dentro de

una estrategia de fomento productivo para las pequeñas y

medianas empresas, que permita no sólo un desarrollo económico, sino también humano.

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Page 62: Revista Laboral # 12

57

La redistribución del ingreso y la riqueza: el

debate actual en el Uruguay

Jorge Notaro*

La redistribución del ingreso es un punto del programa del Frente Amplio para este segundo gobierno. Los logros del

primer gobierno fueron importantes y se pueden destacar el aumento sin precedentes del número de personas

ocupadas, la recuperación del salario real al nivel previo a

la crisis con el aumento paralelo de las pasividades, las transferencias de ingresos hacia el 20% más pobre de la

población, la creación de un Sistema Nacional Integrado de Salud que por su cobertura y su financiación tiene un

importante impacto redistributivo y la reducción del

número de personas pobres del 30 al 20% de la población (un 5% por encima de la situación previa a la crisis de 1999

– 2003).

Sin embargo, el acelerado aumento de la actividad

económica y en particular, el aumento de los precios de la

producción agropecuaria y de la tierra, tuvieron un efecto

concentrador del ingreso y de la riqueza. El programa del

FA reconoce que es necesario adoptar medidas con ese

objetivo y se discute como, cuando y cuanto se

redistribuye; el tema central es político, se trata de elegir

entre el riesgo de que no vengan tantos capitales o el de

condenar a la pobreza durante más tiempo a más personas

que lo inevitable.

* Economista Uruguayo. Investigador y docente titular de la Facultad de

Ciencias Económicas y de Administración – Universidad de la República de

Uruguay.

Page 63: Revista Laboral # 12

58

Es útil comenzar por algunos conceptos preliminares y

aproximados. Los ingresos se generan principalmente en la actividad económica, por ejemplo, los salarios para los

trabajadores en relación de dependencia o las ganancias para el capital; otros ingresos resultan de la intervención

del Estado, como las pasividades o las asignaciones

familiares. Mejorar la distribución o redistribuir significa modificar esta situación y aumentar los ingresos de los

muchos que reciben poco, para lo cual es inevitable recortar los ingresos de los pocos que se apropian de mucho. Un

segundo aspecto es la redistribución de la riqueza, que es el

resultado de la propiedad de, dando algunos ejemplos en una lista incompleta, tierras, animales, bosques, vehículos,

acciones, valores públicos o depósitos bancarios.

¿Cómo redistribuir en el capitalismo dependiente? El

Estado, cobrando impuestos al patrimonio, a las rentas del capital y en el Uruguay actual, con impuestos a las

exportaciones con baja industrialización como Argentina.

Se complementa gastando para mejorar la educación, la salud y la vivienda de los sectores populares, diseñando

estrategias que promuevan la organización y la participación.

En el siguiente cuadro se presentan los ingresos de los sectores populares como porcentaje del total de ingresos del

país que mide el Ingreso Nacional Bruto Disponible INGRESOS DE LOS SECTORES POPULARES

Como porcentaje del Ingreso Nacional Bruto Disponible (INBD)

Grupos Sociales 2006 2007 2008 2009

Obreros y Empleados 19,7 19,6 19,9 21,5

CuentaPropia sin local 1,4 1,0 0,7 0,5

CuentaPropia con local 8,4 9,1 9,0 9,4

Pasividades 9,7 8,6 8,0 9,1

Transferencias* 1,4 1,4 1,0 1,6

TOTAL 40,7 39,7 38,6 42,1 * Transferencias incluye: tarjeta alimentaria, alimentación de menores,

asignaciones familiares, seguro de desempleo, compensaciones por accidente,

becas y pensión alimenticia. Lo que corresponde al Sistema Nacional Integrado

de Salud se incorporó a los salarios.

Fuente: YNBD del BCU y los ingresos de los sectores populares,

estimaciones a partir de la ECH del INE.

Page 64: Revista Laboral # 12

59

Como se aprecia, los ingresos de los sectores populares son

poco más del 40% del total de ingresos generados en el país y durante los últimos cuatro años tuvieron variaciones

irrelevantes. Del 60% restante aproximadamente un 5% son salarios de directores de empresas y profesionales en

relación de dependencia, un 20% o 25% son pagos a la

seguridad social e impuestos directos.

Los ingresos de los sectores populares integrados por un

millón y medio de trabajadores y setecientos mil pasivos,

son el 40% del total de ingresos del país; los del capital son

un 30% del total, es decir, 14.000 millones de dólares. En

segundo lugar, Uruguay cobra menos impuestos al capital y

sus ganancias que Argentina y Brasil.

El reconocimiento de la dominación del capital no impide utilizar al máximo los márgenes disponibles por el gobierno

para sus decisiones de política económica, que son la resultante de un conjunto de fuerzas económicas, sociales y

políticas contradictorias. Las medidas de luchas del

movimiento sindical luchando por mejores salarios desarrollan la organización, la conciencia de clase y en

última instancia, la libertad de los trabajadores dando un respaldo al gobierno para enfrentar el poder del capital.

Durante el primer gobierno del FA se implementó una importante reforma laboral, participativa y regulada, que

permitió al movimiento sindical atenuar la dominación del

capital.

El actual gobierno tuvo el gran acierto de apoyar un importante aumento de los salarios más bajos, los de las

trabajadoras del servicio doméstico, en su mayoría pobres o

indigentes, con grandes dificultades de organización por la dispersión de los lugares de trabajo; también a los

trabajadores del comercio en supermercados y tiendas.

Tres aspectos de la política laboral del Poder Ejecutivo no

contribuyen a mejorar la distribución del ingreso y reducir la pobreza:

Page 65: Revista Laboral # 12

60

a) Con la aprobación de la ley marco de las

negociaciones colectivas para el sector privado a fines de 2009, el gobierno renunció a la facultad de

fijar todos los salarios por decreto. Debería haber retomado su papel de mediador entre el capital y el

trabajo en los Consejos de Salarios y no definir

“lineamientos” que incorporan un tercer punto de vista a la negociación.

b) Los lineamientos mejoraron las pautas del período

anterior al incorporar indicadores de capacidad de

pago de las empresas como criterio para los aumentos de salarios, que se agrega a la inflación.

Pero lo relativizan por el aumento de la ocupación,

con lo cual los aumentos de salarios reales sólo se pagan si hay aumento de la productividad del

trabajo y como consecuencia no hay ningún efecto redistributivo.

c) Con la aprobación de la ley marco de las negociaciones colectivas para el sector público a

fines de 2009 el gobierno se comprometió a negociar las condiciones de trabajo y no lo cumplió

incorporando estos aspectos en el presupuesto. Un

error como este, el incumplimiento del convenio colectivo de la IMM con ADEOM, creó las

condiciones para que la pérdida de credibilidad del FA y la desorientación política arraigara en los

trabajadores municipales. Se debería prestar

particular atención a mejorar el diálogo con COFE y con AEBU – Banca Oficial.

El programa del FA para el actual período de gobierno no

propone expropiaciones pero incluye tres puntos

relacionados a la redistribución de la riqueza: la entrega de 250.000 hectáreas a pequeños productores, la instalación

de un frigorífico y un complejo de barco y planta procesadora de pescado.

Page 66: Revista Laboral # 12

61

Se puede distribuir la riqueza impidiendo una mayor

concentración y promoviendo el fortalecimiento de las formas de propiedad compatibles con un proyecto de

transformaciones profundas.

La preocupación por el aumento de la inversión no puede

omitir la dimensión política.

Es necesario promover el fortalecimiento de las empresas públicas y de la iniciativa privada con formas de propiedad

compatibles con un proyecto de transformaciones

profundas implementando políticas de apoyo a los productores familiares agropecuarios, las pequeñas y

medianas empresas y las cooperativas.

En un rápido balance a fines de mayo de 2011, se pueden

señalar como las medidas más probables de mayor impacto en mejorar la distribución del ingreso a la devolución del

Impuesto al Valor Agregado (IVA) a los hogares más pobres

y el aumento de los impuestos a las actividades agropecuarias

También se puede hacer una lista de los temas pendientes:

a) La discusión sobre la redistribución de la riqueza todavía no ha empezado.

b) Se produjeron importantes cambios con posterioridad a

la aprobación de una Reforma Tributaria en el año 2006

que hay que tener en cuenta para hacer algunos ajustes como parte del proceso de su implementación.

i) en 2007 empezó un acelerado aumento de los

precios de las exportaciones uruguayas y los

especialistas en el análisis de los mercados internacionales consideran que continuará durante

los próximos cinco o diez años.

ii) como resultado de la crisis financiera internacional

de 2008 aumentaron los flujos de capital hacia los

Page 67: Revista Laboral # 12

62

países dependientes, y sobre todo, hacia los

que tienen recursos naturales como tierra apta para el cultivo o minerales.

iii) esta tendencia se agudiza con la reducción de

la tasa de interés en los Estados Unidos, una

tasa menor que la inflación que por lo tanto tiene rendimientos negativos y los capitales en

dólares pierden valor. Se suma al objetivo del gobierno norteamericano de devaluar el dólar

para aumentar la competitividad de sus

exportaciones. Estos dos aspectos, agregado a la inestabilidad del euro, llevan a los

inversionistas a buscar bienes materiales y a

especular con productos primarios.

Este conjunto de cambios permite considerar aumentos de impuestos al capital y a sus ganancias para financiar el

gasto público con el objetivo de lograr una mejor

distribución del ingreso. Por ejemplo con un impuesto del 6% a la entrada de capital como cobra Brasil o del 35% a

las exportaciones con baja industrialización como Argentina.

En la sociedad capitalista contemporánea hay que respetar al capital, porque de sus decisiones dependen los niveles de

inversión y de empleo. Sin tenerle miedo ni olvidar que es imprescindible erosionar su poder progresivamente si se

aspira a construir una sociedad sin dominación ni

explotación, con una real igualdad de oportunidades.

Page 68: Revista Laboral # 12

63

El debate ideológico sobre el orden económico

Julio Gambina*

Resulta interesante considerar como se hace visible el debate de ideas sobre el orden económico mundial en crisis.

A los efectos didácticos, digamos que tres son las posiciones puestas en discusión, que como tales constituyen corrientes

intelectuales y políticas que actúa en la conformación de la

realidad.

Volver al programa liberalizador

Una proviene de la ortodoxia neoliberal, que fue afectada en

su credibilidad con la explosión de la crisis mundial desde la debacle del 2007/8, y especialmente por la respuesta del

salvataje de las grandes empresas con dificultades, que

devolvió el intervencionismo estatal a la consideración pública. Cuatro décadas de prédica liberalizadora se

estrellaron contra la realidad. Si hasta el titular del FMI pontifica que el Consenso de Washington ha finalizado.

Pese a ello, los herederos de Friedrich Von Hayek (1889-1992 y Nobel de Economía en 1974) y el programa de

máxima del gran capital retornan con su discurso por la

liberalización desde el encuentro que funciona en estos días

* Académico argentino. Doctor en Ciencias Sociales de la Facultad de

Ciencias Sociales de la UBA. Es Profesor de Economía Política en la

Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario, Presidente de

la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP, e Integrante

del Comité Directivo del consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales,

CLACSO. También participa como miembro del Consejo Académico de

ATTAC-Argentina y dirige el Centro de Estudios Formación de la

Federación Judicial Argentina. También participa como columnista sobre

Economía y Cooperativismo en medios periodísticos de Capital Federal y

del interior de este país.

Page 69: Revista Laboral # 12

64

en Buenos Aires (17 al 20 de abril) y auspiciado por la

Sociedad de Mont Pellerín (funciona desde 1947 con su primer encuentro en Suiza y reúne al pensamiento liberal

reaccionario contra el socialismo y el keynesianismo). Se proponen discutir en Argentina “El desafío populista para la

libertad en América Latina” y será clausurado por Mario

Vargas Llosa, que tendrá dos momentos estelares en la semana para enarbolar su propuesta, en este encuentro y

en la inauguración de la anual Feria del Libro.

El diagnóstico intelectual de esta corriente político

ideológica sugiere la necesidad de retomar el rumbo hegemónico de los 80´ y los 90´, con aperturas,

flexibilizaciones, privatizaciones y un clima favorable al

libre movimiento de mercancías, servicios y capitales. Entre nosotros serán de la partida varios economistas y

pensadores asociados a las demandas de las clases dominantes locales, coincidentes con el arco político de la

derecha, y no en vano el anfitrión es el Jefe de gobierno de

la Ciudad de Buenos Aires.

Esas ideas son sostenidas en estos días en una columna

periodística del inefable Domingo Cavallo, que a 20 años del comienzo de la convertibilidad, se animó a sustentar las

políticas económicas que lo tuvo como protagonista importante en los años de la reestructuración regresiva del

capitalismo local, en gobiernos dictatoriales como bajo

administraciones peronistas y radicales.

Hay que sumar a varios argentinos en esta cruzada de

reinstalación del pensamiento hegemónico de las últimas décadas del Siglo XX, los cuales serán expositores en el

cónclave del Hotel Sheraton, entre ellos al ex Ministro López Murphy, de breve paso por la función ante el rechazo de la

movilización popular a su estrategia de ajuste y

privatización educativa.

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65

Regular para salvar al capitalismo

Una segunda posición con incidencia en la aplicación de las

políticas económicas anti crisis asume la necesidad de

regular el capitalismo en crisis. Es la corriente que se ha impuesto en estos años de crisis, como modo de salvataje

del capitalismo. Es el discurso mayoritario en el G20 y en los cónclaves mundiales que analizan el qué hacer para

superar la crisis sin abandonar el rumbo capitalista.

Eso explica la presencia de Josepf Stiglitz (nacido en 1943 y

Nobel de Economía 2001) en el asesoramiento a la reunión

de Naciones Unidas que en Junio del 2010 consideró las políticas para resolver la crisis. Aquella reunión pretendía

ser alternativa al antidemocrático G20, en funcionamiento desde fines del 2008 y producto de la crisis mundial. Se

trataba del G129 versus el G20, y que mejor que formar

una comisión técnica para formular propuestas alternativas, liderada por el Nobel de economía crítico del

orden hegemónico hacia la crisis del 2001 y de las ideas dominantes de los 80´ y 90´.

Puede ser curioso, pero a comienzos del año y de la presidencia Sarkozy del G20, se encomendó a Stiglitz,

asociado al neo keynesiano francés Jean-Paul Fitoussi, la

coordinación de una reflexión intelectual sobre el qué hacer ante la crisis. Para ello se convocó a pensadores de

diferentes regiones y procedencias ideológicas que sugirieron un conjunto de necesarias regulaciones, en

muchos casos con el objeto de resolver la crisis dentro del

sistema capitalista. La política del ajuste implementada por Europa era contrarrestada con opiniones tendientes a

sostener en el tiempo la política de intervención y regulación estatal para el salvataje del capitalismo.

Estas ideas están permeando el clima ideológico en la reunión de primavera del FMI-BM en desarrollo en

Washington y que cuentan con la presencia del Ministro de

Economía de la Argentina y la Presidenta del Banco Central de la República Argentina.

Page 71: Revista Laboral # 12

66

Desde el fin del Consenso de Washington proclamado por el

titular del FMI, Dominique Strauss Kahn, socialista francés con aspiraciones de disputar el gobierno de su país, a la

preocupación del titular del BM por el posible incremento de 10 millones de pobres si continúa en la coyuntura el alza

de los precios internacionales de los alimentos. La pobreza

se incrementó en tiempos de crisis en 44 millones de pobres por la suba de precios de comodities, especialmente

alimentos, y de continuar esta situación el Presidente del BM Robert Zoellick destaca que el registro subiría a los 54

millones de personas. Son opiniones que encarnan en propuestas de regulación estatal de la economía para evitar una recidiva de la

recesión del 2009. Claro que son recetas simultáneas con

ajustes del gasto social en aquellos países que ello sea posible, inclusive en EEUU, tal como fue anunciado por

Obama en estos días para intentar morigerar el gigantesco déficit fiscal estadounidense, equivalente al 10% de su PBI.

Políticas alternativas y anticapitalistas

Una tercera posición ideológica, con menor visibilidad

propone ir más a fondo que con el salvataje del capitalismo, y pensar en las formas de superar la crisis en simultáneo

con la crítica al capitalismo y la sustitución de esa forma del desarrollo y organización económica de la sociedad por

otra sustentada en la satisfacción de las necesidades.

Algo de ello es lo que ocurre en el Congreso del PC de Cuba

a propósito de la discusión sobre el modelo económico de

Cuba y la construcción del socialismo. La revolución cubana intenta renovarse y reinventar el socialismo bajo

extendida hegemonía capitalista mundial.

Algunos pasos relativos a esta posición se asocian a la

experiencia de la región nuestramericana en los años recientes de este comienzo del Siglo XXI, especialmente en

Venezuela, Bolivia y Ecuador, que en sus reformas

constitucionales recientes incorporan, especialmente las dos últimas, categorías que recuperan pensamiento

Page 72: Revista Laboral # 12

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ancestral, tal como el “buen vivir” en las condiciones de la

contemporaneidad. Es una recreación de pensamiento con cultura de pueblos originarios que incide en la innovación

de categorías como el socialismo sugerido desde las tierras de Bolívar.

En Argentina pasó por estos días un cónclave de pensamiento crítico en el Parlamento, en torno al debate

sobre “los derechos humanos y la crisis global de la

economía”. La reunión fue animada por parlamentarios de la región junto a redes y movimientos de todo el mundo que

denuncian las políticas hegemónicas y especialmente el papel dependiente ejercido por el endeudamiento público

para los países del sur del mundo. La búsqueda se orientó

en la articulación de propuestas más allá de la crítica al neoliberalismo, para constituir una opinión y subjetividad

popular para las transformaciones profundas, de carácter anticapitalista.

La polémica constituye tres espacios

De este modo, la discusión que atraviesa el rumbo

necesario en nuestramérica está condicionada por estas tres variantes, opiniones o corrientes de pensamiento.

De un lado la vuelta al programa explícito de la liberalización sustentado en los 80´ y 90´; de otro la crítica

a esas políticas, con el impulso de reformas y regulaciones

estatales para el salvataje del sistema capitalista, apuntado como el límite de lo posible de sectores radicalizados en

tiempos recientes.

Finalmente, emerge desde posiciones minoritarias una

visión que intenta romper con el posibilismo y cuestiona a la crisis y las políticas anti crisis en curso para indagar y

proponer un rumbo anticapitalista, incluso por el

socialismo.

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68

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Periodos de la economía del Paraguay.

Aportes a un debate inconcluso

Luís Rojas*

El sistema económico y político vigente en el Paraguay actual, así como las consecuencias económicas y sociales

que del mismo emergen, son resultado de largos procesos históricos marcados por confrontaciones permanentes y la

decisiva influencia de actores externos. El modelo

agroexportador que hoy predomina en el país tiene profundas raíces en la convulsionada historia de esta región

del mundo, dominada en un principio, ya hace varios siglos, por diferentes grupos indígenas, posteriormente por

los enviados del reino colonizador, hasta una nueva

hegemonía de los nacidos en estas tierras, para finalmente caer en manos de las poderosas corporaciones económicas

que se adueñaron del mundo a lo largo del siglo XX.

En el caso del Paraguay, la estructuración y organización

económica y social se ha dado históricamente a partir del uso y la propiedad de los recursos naturales, en especial de

la tierra, y el tipo de producción agropecuaria o extractiva desarrollada en cada época, dada la central participación de

estas actividades en la economía nacional. La seña de

identidad de la economía paraguaya siempre ha sido marcada por el destino que se ha dado a la tierra, para

extraer de ella o para crear a partir de ella los productos necesarios tanto para la vida como para la acumulación de

riquezas. Y este rasgo distintivo puede verse tanto en la

época colonial como en el día de hoy. La posesión de la tierra y las relaciones de producción establecidas a partir de

ella han estado en la base constitutiva de la configuración

nacional en todos los periodos de su historia.

* Investigador de BASE Investigaciones Sociales.

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70

Una periodización de la economía paraguaya debe

responder, más allá de las formas políticas predominantes en cada época, al tipo de organización económica

hegemónica en cada caso, y en nuestro caso esta hegemonía deriva del control y el uso que se ha dado al más

abundante y disputado recurso del país, que es la tierra,

generadora de infinidad de frutos y motivo de disputas interminables. Es necesario apuntar también que una

periodización económica no implica una uniformidad en toda la economía nacional en cada periodo establecido,

puesto que en cada momento conviven diferentes modos de

producción, como ocurre en el presente con el modo de producción indígena que pervive en varias comunidades, y

el modo capitalista que predomina en la mayor parte del

país. Pero esto no excluye que haya un modo de producción hegemónico en cada época, y es el que referencia y

distingue a cada periodo económico establecido. Asumiendo esta posición teórica, podemos dividir a la historia de la

economía paraguaya en al menos tres grandes periodos.

Época colonial: Economía feudo-mercantilista

dependiente (1524-1811)

La conquista y posterior colonización ejecutada por los

europeos en todo el continente americano destruyeron gran parte de la sociedad y las formas de economía indígena,

caracterizada por la organización comunitaria, el uso colectivo de los recursos naturales y por relaciones entre

sus miembros mayormente de cooperación y

complementación. En rigor, el siglo XVI fue principalmente de conquista de nuevos territorios, y ya los siglos XVII y

XVIII de consolidación de la nueva economía colonial, dirigida por los intereses de España.

Los colonizadores se fueron apropiando de grandes extensiones de tierras, anteriormente utilizadas por los

pueblos indígenas, y una vez que aseguraban la posesión de las mismas, las otorgaban en parte a la población que

colaboraba y ejecutaba el proyecto colonial, para generar

productos que puedan dirigirse al comercio internacional,

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71

en gran medida a partir de la explotación del trabajo

indígena de diversas formas, como los regímenes laborales conocidos como la mita, la encomienda o el yanaconazgo.

Bajo estas formas de explotación de la población nativa en este periodo se produjeron rubros como la yerba mate,

tabaco, maíz, algodón y mandioca, parte importante para el

comercio exterior. El periodo tuvo una impronta feudal por la explotación de la fuerza de trabajo bajo condiciones de

semiesclavitud o de servidumbre, a partir del control del territorio y las emergentes formas políticas, por parte de los

colonizadores, quienes dependían de las líneas políticas

estratégicas de la metrópolis española, orientada esta última por una lógica mercantil de acumulación de riquezas

a partir del comercio exterior.

Época independiente: Economía nacional autónoma

(1811-1870)

A partir de la ruptura de la dependencia del Reino de

España mediante los hechos de 1811, además de las instituciones políticas, también la estructura de propiedad

y producción fue cambiando progresivamente. Bajo el gobierno de José Gaspar Rodríguez de Francia se realizó la

recuperación de la mayor parte de las tierras que estaban

en manos de los españoles, así como de las órdenes religiosas y de otros propietarios privados, que fueron

transferidas a favor del Estado paraguayo.

Una parte de esas tierras fueron arrendadas a la población

campesina, a cambio de un bajo pago anual, a condición de que las mismas sean trabajadas en actividades

agropecuarias, con una fuerte orientación hacia la producción de autoconsumo y la conversión de los terrenos

en pasturas. Este proceso de producción a partir de la

incorporación de la fuerza de trabajo campesina diversificó la producción nacional, aumentó la actividad productiva y

el empleo, garantizó la suficiente disponibilidad de alimentos para toda la población y redujo a márgenes

estrechos las desigualdades sociales en el país. No

obstante, en algunos sectores se mantuvieron situaciones

Page 77: Revista Laboral # 12

72

de exclusión y desigualdad, que afectaban en especial a

grupos indígenas y afrodescendientes.

En la misma dirección del fortalecimiento del desarrollo productivo autónomo del país, se establecieron en principio

más de sesenta “estancias de la patria”, que eran unidades

productivas agropecuarias estatales, estratégicamente ubicadas para garantizar la integridad territorial y generar

importantes ingresos al Estado, lo que permitió reducir los impuestos sobre la población. El gobierno controlaba la

mayor parte del comercio y fomentó el establecimiento de

industrias, fortaleciendo el crecimiento económico hacia adentro, priorizando las necesidades de la población local y

el mercado interno, antes que las demandas

internacionales. Esto puede verse con el caso de la yerba mate, que en la colonia se orientaba principalmente a la

exportación, mientras que en el periodo francista se priorizó el mercado local. Como ejemplo, en el año 1808 se

exportaron 327.150 arrobas (1 arroba es igual a 11,5 kilos),

bajando las exportaciones a tan solo 9.084 arrobas en 1839.

Este sistema prosiguió en el periodo de los López,

caracterizado por una agricultura parcelario-comunitaria,

con un Estado autárquico y solvente, y un importante sesgo hacia la inversión en infraestructuras, en el desarrollo

tecnológico, y en la capacidad técnica de la población. Esto quedó patente en la construcción del ferrocarril, el telégrafo,

las fundiciones de hierro, astilleros e importantes obras de

arquitectura. Y esto fue realizado sin endeudar al país con créditos internacionales, dado que el Estado contaba con

los recursos económicos a partir de su participación directa en actividades productivas y comerciales. El Paraguay logró

construir una economía nacional y autónoma, orientada

hacia el progreso y el desarrollo del país.

Page 78: Revista Laboral # 12

73

Época liberal y autoritaria: Economía capitalista

dependiente (1870-2011)

El modelo autónomo de desarrollo del periodo independiente entró en contradicción con el expansionismo

del capitalismo mundial, pues era muy poco permeable a

los flujos de bienes y capitales internacionales. Los grandes capitales ingleses, dominantes en la época, aliados a las

burguesías expansionistas del Cono Sur americano, decidieron la destrucción del modelo paraguayo, a fin de

evitar su réplica y consolidación, y alinear al país a las

necesidades de acumulación internacional. La Triple Alianza arrasó el modelo independiente paraguayo, por

medio de un genocidio y la destrucción de la base

productiva, e inauguró una nueva colonización del país. Después de la guerra se malvendieron las tierras públicas a

favor de grandes capitales extranjeros, dislocando el modelo hacia la producción de materias primas para el mercado

externo, desencadenando una fuerte concentración de la

tierra, el fortalecimiento de los latifundios y los enclaves de extracción de productos agroforestales. Se justificó esta

privatización de las tierras argumentando la necesidad de obtener recursos para enfrentar las deudas y los gastos del

Estado, sumando la idea de que el Estado es mal

administrador de bienes productivos.

Por un decreto del año 1885, Bernardino Caballero ordenó la venta de la totalidad de las tierras públicas. Los

campesinos e indígenas no podían comprar las tierras, por

lo que tuvieron que emplearse en los enclaves extractivos bajo condiciones de absoluta explotación. Los latifundios

tanineros, madereros y yerbateros funcionaban de forma cuasi-feudal, por la autoridad que ejercía el dueño de la

propiedad, incluyendo mecanismos de coacción y represión

al alcance de los patrones, mecanismos tradicionalmente monopolizados por el Estado. A ello se sumaba la

sobreexplotación de los obreros rurales, se trabajaba en los enclaves entre 14 y 16 horas diarias, en las peores

condiciones y a cambio de una paga miserable, casi siempre

en especies. Así en los años siguientes se consolidaron el

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74

modelo dual latifundio-minifundio, la exportación de la

riqueza y los excedentes, y la expansión de la pobreza y la dependencia en el país. Un nuevo colonialismo externo e

interno se arraigó, acompañado en lo ideológico por el surgimiento del discurso civilizatorio, que contraponía

civilización con barbarie, lo moderno con lo atrasado, lo

extranjero con lo local. Esta fue la vía oligárquica a un capitalismo dependiente al que fue sometido el Paraguay.

A la par de la nueva estructuración económica, se fue formando el Estado oligárquico, construido por la clase

dominante para el mantenimiento y la expansión de sus

intereses. Dicho Estado fue controlado por décadas por el sector terrateniente rentista vinculado a la tierra, cuyos

componentes, apoyados por el poder político y la nueva

legislación, establecieron relaciones de producción esclavistas, serviles y capitalistas con la masa de

trabajadores, heterogeneidad de relaciones que surgió por el carácter dependiente del capitalismo naciente en el país.

Las relaciones de producción comunitarias y de gran

autonomía del periodo independiente fueron suplantadas por las relaciones antes mencionadas, lo que expandió de

forma masiva el empobrecimiento en el Paraguay.

En el país no se desarrolló un proceso de industrialización,

por la necesidad exclusivamente de materias primas del mercado internacional y la inexistencia de una

acumulación interna de capital, dado el tipo de inversión extranjera que se radicó en el país. La participación

paraguaya en el excedente económico generado por las

exportaciones fue mínima, a partir de la preeminencia de la inversión extranjera en esta actividad.

El modelo de enclaves de exportación entró en crisis

después de 5 décadas de su implementación, crisis

acelerada por la depresión mundial de 1929, a lo que se sumó la influencia nacionalista desatada en el país con la

Guerra del Chaco. En esos años aumentó la presión del campesinado empobrecido, por lo que el Estado se vio

obligado a habilitar nuevas colonias y adjudicar tierras,

aunque de forma insuficiente. En 1936 alcanza su pico el

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75

impulso nacionalista y popular, con la revolución febrerista,

que entre otras cosas promulgó una ley para expropiar cerca de 2 millones de hectáreas de tierras sin

indemnización, pero la misma apenas pudo implementarse por el golpe militar contra Rafael Franco en 1937. En 1940

se promulgó el Estatuto Agrario, que permitió legalizar

algunos asentamientos ocupados y habilitar nuevas colonias, para controlar la presión que iba aumentando

desde diversos sectores sociales. No obstante, la estructura concentrada de tenencia de la tierra no fue afectada.

En todo ese tiempo no se generalizaron relaciones de producción propiamente capitalistas en la producción

agrícola. Primeras experiencias de agricultura capitalizada de tipo farmer (explotaciones medianas, mecanizadas, con

insumos modernos, contrataciones temporales de

jornaleros y cultivos de renta) se dieron en la década del 30 y 40 de forma muy restringida, por parte de colonos

europeos y japoneses en el sur del país. En los años 60 el

gobierno dictatorial de Stroessner impulsó el Plan del Trigo, con insumos modernos de la naciente revolución verde y

créditos de la Alianza para el Progreso patrocinada por los EE.UU., para expandir el capitalismo en el agro, pero luego

de unos años el plan fue abandonado con pocos resultados.

El escenario en el campo cambia en la década del 70,

cuando se expande la agricultura mecanizada en los estados sureños del Brasil, fenómeno que sobrepasa sus

fronteras y penetra fuertemente en el Paraguay, con una

numerosa inmigración de brasileños y la inclusión en el país de su rubro estrella, la soja. Esta fue la primera gran

oleada de mecanización del campo paraguayo, estimulada por las diferencias de precio de la tierra entre los dos países

y la gran permisividad de la legislación y de las autoridades

nacionales, lo que dio lugar a un desplazamiento sostenido de la población campesina e indígena paraguaya de la zona

fronteriza con el Brasil, acelerándose también la destrucción del medio ambiente. Esta primera expansión de

la agricultura mecanizada se estancó a mediados de los 80,

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por el contexto de crisis económica a nivel externo e

interno.

A mediados de los 90 recobra impulso la producción de soja por la creciente demanda internacional, y empieza a crecer

sostenidamente la superficie cultivada. Con el nuevo

milenio aparece la semilla transgénica en el país, lo que da un nuevo impulso al monocultivo, que crece de forma

acelerada hasta nuestros días. En esta última etapa emergen como los actores hegemónicos de la agricultura

empresarial, ahora llamada agronegocio, las corporaciones

transnacionales que se instalaron en el país, las que siguen exportando las riquezas y gran parte de los excedentes

generados en el territorio paraguayo. Hoy, ya concluida la

primera década del siglo XXI, la propiedad de la tierra sigue siendo determinante en el Paraguay, tanto para la

generación de riquezas como en la persistencia y crecimiento de la pobreza, la desigualdad, la migración

interna y externa, la delincuencia y la violencia social, el

subempleo y el bajo acceso a los alimentos y bienes básicos para la vida.

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