revista deliberare - número 5 (2015)

17
deliberare REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y DE CIENCIA POLÍTICA Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Nº5 — 2015

Upload: revista-deliberare-uam

Post on 22-Jul-2016

219 views

Category:

Documents


5 download

DESCRIPTION

Quinto número de la Revista Deliberare hecha por estudiantes y para estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Madrid.

TRANSCRIPT

deliberareREVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y DE CIENCIA

POLÍTICA Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Nº5 — 2015

ÍND ICE DE CONTENIDOS

culturaLa deshumanización de los políticos. Manuel Vegín García p. 3

«Verde que te quiero verde». Federico García Lorca p. 4

análisis políticoLas mujeres en campaña: Colau y Carmena. Carlos Samitier Cauvilla p. 5

Una nueva transición. Javier Alemán Uris p. 6

Políticos y Administraciones Públicas 2.0. Julián Villodre de Costa p. 8

Del príncipe moderno. Rosa Oyarzábal Arigita p. 10

Desmitificando a Japón. Diego López Martín p. 11

La Marca España bajo lupa*. Carlos Samitier Cauvilla p. 13

debate/opiniónPor culpa de Chávez. Anónimo p. 15

@deliberareUAM Revista Deliberare UAM

“Para los que no tenemos creencias, la democracia es nuestra religión”

Paul Auster

cultura

deliberare 3

Manuel Veguín García*

Debemos analizar un fenómeno inalienable pro-ducido en los últimos tiempos en el seno de las más desarrolladas sociedades occidentales. Este fenóme-no es lo que puede llamarse la “deshumanización de los políticos”.

Sumergidos en una crisis internacional que se caracteriza por su dureza y profundidad, los ciudada-nos de los países desarrollados han optado por com-partir un valor, una creencia. Este valor es el odio hacia la clase política, una élite que se erige como enemigo común de la sociedad.

La dificultad que la situación macroeconómica plantea ha supuesto la creación de una especie de monstruo que alivia a los más desdichados. Los indi-viduos encuentran un consuelo absolutamente dulce al increpar la totalidad de actuaciones de sus gober-nantes.

Los electores ya no pueden conformarse con el castigo a sus votados en los próximos comicios, nece-sitan algo más, una especie de castigo malévolo que extermine toda posibilidad de supervivencia de los animales políticos. Evidentemente, en un país como el nuestro, España, la situación se ve tremendamente agravada, debido a la corruptibilidad que caracteriza a nuestro sistema democrático, y que, sin embargo, está presente no sólo en los mandatarios sino en una gran pluralidad de entes humanos.

Las diversas actuaciones ilícitas emprendidas por los Gobiernos han supuesto la creación de una especie de terrorismo ciudadano, que aspira de forma paulatina a la aniquilación del político. Dicho de otra forma, los españoles han deshumanizado a la clase política, que se convierte precisamente en una forma de animal demoníaco antes desconocida.

Estos culpables, los políticos, están destinados a lo que podemos llamar “guillotina electora”, en lo que puede considerarse un atentado contra la bon-dad misma. Los políticos son evidentemente la nue-va víctima que la sociedad pretende excluir, algo que

puede llegar lamentablemente a convertirse en símil de la guetificación de Varsovia.

Catedráticos, profesores universitarios, perio-distas y estudiantes reclaman una movilización sin precedentes, apelando a los atropellos que según ellos la clase gobernante practica constantemente. Incluso algunos reclaman una revolución de carác-ter bakuninista, que sólo puede alcanzarse mediante la violencia. Parece irrisorio, la vulneración que de valores fundamentales como la representatividad de-mocrática se han producido en nuestro ordenamiento constitucional.

Los ignorantes, masas sumisas, siguen la estela de estos monstruos, individuos desinteresados de la política, la libertad y el respeto que tras deshumani-zar a las élites rectoras del sistema, reclaman una democracia obtenida a través de la destrucción.

*Estudiante del Doble Grado de Derecho y Ciencias Po-líticas y de la Administración Pública.

LA DESHUMANIZACIÓN DE LOS POLÍTICOS

cultura

4 deliberare

Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar y el caballo en la montaña. Con la sombra en la cintura ella sueña en su baranda, verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata. Verde que te quiero verde. Bajo la luna gitana, las cosas le están mirando y ella no puede mirarlas.

Verde que te quiero verde. Grandes estrellas de escarcha, vienen con el pez de sombra que abre el camino del alba. La higuera frota su viento con la lija de sus ramas, y el monte, gato garduño, eriza sus pitas agrias. ¿Pero quién vendrá? ¿Y por dónde...? Ella sigue en su baranda, verde carne, pelo verde, soñando en la mar amarga.

Compadre, quiero cambiar mi caballo por su casa, mi montura por su espejo, mi cuchillo por su manta. Compadre, vengo sangrando, desde los montes de Cabra. Si yo pudiera, mocito, ese trato se cerraba. Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa. Compadre, quiero morir decentemente en mi cama. De acero, si puede ser, con las sábanas de holanda. ¿No ves la herida que tengo desde el pecho a la garganta? Trescientas rosas morenas lleva tu pechera blanca. Tu sangre rezuma y huele

alrededor de tu faja. Pero yo ya no soy yo, ni mi casa es ya mi casa. Dejadme subir al menos hasta las altas barandas, dejadme subir, dejadme, hasta las verdes barandas. Barandales de la luna por donde retumba el agua.

Ya suben los dos compadres hacia las altas barandas. Dejando un rastro de sangre. Dejando un rastro de lágrimas. Temblaban en los tejados farolillos de hojalata. Mil panderos de cristal, herían la madrugada.

Verde que te quiero verde, verde viento, verdes ramas. Los dos compadres subieron. El largo viento, dejaba en la boca un raro gusto de hiel, de menta y de albahaca. ¡Compadre! ¿Dónde está, dime? ¿Dónde está mi niña amarga? ¡Cuántas veces te esperó! ¡Cuántas veces te esperara, cara fresca, negro pelo, en esta verde baranda!

«VERDE QUE TE QUIERO VERDE»Sobre el rostro del aljibe se mecía la gitana. Verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata. Un carámbano de luna la sostiene sobre el agua. La noche su puso íntima como una pequeña plaza. Guardias civiles borrachos, en la puerta golpeaban. Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar. Y el caballo en la montaña.

¿Sabías que....?Federico García Lorca no comenzó a caminar hasta los cuatro años; no fue un estudiante muy regular de jo-ven, y obtuvo su licenciatura en Derecho por la Univer-sidad de Granada, aunque nunca ejerció su profesión.

Federico García Lorca (1898- 1936)

análisis político

deliberare 5

LAS MUJERES EN CAMPAÑA: COLAU Y CARMENA

Carlos Samitier Cauvilla*

Junto con los vientos de cambio que soplan a lo largo y ancho de toda la geografía española hay que señalar que, en primer lugar, sería un tremendo error no calificar de histórico el triunfo de dos mujeres en las dos ciudades más grandes de nuestro país, Ma-drid y Barcelona. También de histórico el batacazo electoral de otras mujeres, en Castilla-La Mancha o Valencia. Pero más allá de cómo lo han consegui-do (o de cómo lo han perdido), me gustaría poner el acento en los valores que encarnan.

Una, Ada Colau, se enfrentó un día en un debate de televisión un sábado por la noche a un periodista un tanto rancio. A una pregunta incómoda, la acti-vista hoy alcaldesa, contestó la verdad: que no sabía acerca del tema. Lejos de parecer débil o que no se había preparado lo suficientemente bien el debate, re-forzó su posición. ¿Cómo? Pues simplemente mostró que no tenía que saberlo todo, que también tenía sus defectos, y así afianzó su autoridad, la humanizó de algún modo. En el otro caso, a Manuela Carmena se le reconoce por su bondad y buen hacer, lo que ha dado lugar a una campaña grassroot y de movili-zación de la comunidad de Internet sin precedentes. Las redes sociales ardían con las aportaciones de los usuarios a la campaña; uno aportaba un dibujo, otra un cartel, dos se unían y hacían una infografía. Sim-plemente maravilloso.

Esto, que nos puede chocar en un principio, es algo que aporta a la comunicación política unas he-rramientas inimaginables. Atrás quedan los años en los que los asesores indicaban cómo posar al enton-ces candidato D. Einsenhower para que no se viese en los carteles que le faltaba pelo en la cabeza. Atrás quedan los años de otra mujer, Margaret Tatcher, que triunfó en política mediante la masculinización de su

carácter. Era el mundo en el que vivía: duro, frío, im-pasible, calculador.

Pero hoy día, el mundo ha cambiado. Nuevas líderes están llamando a las puertas de las institu-ciones, líderes con familia. Tal y como señalaba la propia Colau, estos vínculos familiares juegan un rol clave en su éxito. Pensémoslo bien, ¿alguien hubiese esperado ese tweet de algún hombre, ni siquiera Pa-blo Iglesias?

Por tanto, un nuevo discurso está emergiendo en política: el discurso de las mujeres. A mi parecer, ésta es la nueva forma de hacer política: el cuidado. Lejos de las voces (al más puro estilo de Julia Kris-teva) graves asociadas con la autoridad y el mando, éstos dos casos de estudio proyectan su autoridad, pero asentada en pilares totalmente diferentes.

Esta es la nueva política, lejos de morados o “na-

Dilma Rousseff , presidenta de Brasil “No necesito hacer política como los hombres para ga-nar unas elecciones a la Presidencia”

análisis político

6 deliberare

Javier Alemán Uris*

Hace siete años, las estructuras económicas y fi-nancieras de España colapsaron y dieron como resul-tado una crisis económica sin precedentes en tiempos recientes. La propia crisis y las políticas que debían combatirla han desgastado a las clases medias, pro-duciendo una fractura social y un incremento notable de los índices de desigualdad en nuestro país. Con-forme la dureza de esta crisis social golpeaba a la ciu-dadanía, las instituciones que articulan el sistema po-lítico español comenzaron a ser cuestionadas. A esto último han contribuido decididamente las disfuncio-nalidades que aquejan y la falta de civismo de un alto número de sus responsables. Se abrió paso así una alarmante crisis política en la que presentaban preo-cupantes achaques la Jefatura del Estado, los poderes del Estado, los partidos políticos y las organizaciones sociales (empresariales, sindicales…). Este era, sin duda, el caldo de cultivo más idóneo para que resur-gieran viejas tensiones territoriales. De un lado, en algunos sectores ha despertado de su aletargamien-to un movimiento centralizador de competencias y limitativo del autogobierno. De otro, probablemente al socaire del escenario de socavamiento de legitimi-dad de las instituciones, una corriente nacionalista de pretensiones soberanistas.

España está sumida, pues, en una cuádruple cri-sis de Estado: económica, social, política y territorial. A este diagnóstico es necesario dar una respuesta más pronto que tarde, puesto que estos problemas no se resolverán por sí mismos sino que amenazan con agudizarse. El Gobierno ha de rectificar su rumbo actual: debe convocar a las fuerzas políticas al diálo-go y al acuerdo de un nuevo texto constitucional que

suponga la culminación de la transición a un nuevo proyecto político para España. Digo más, tengo el convencimiento de que tal cosa acabará ocurriendo por ser la única salida al atolladero que aquí he des-crito.

La reforma constitucional es la única alternativa sensata al choque de tendencias territoriales centrí-fuga y centrípeta que sufre nuestro país. Muchos de nosotros tenemos la convicción de que un escenario de independencia de Cataluña perjudicaría a todos, pero no podemos permitirnos ignorar lo que está ocurriendo. Una parte significativa de los catalanes está expresando claramente su malestar con el Esta-do español; lo que no es – al menos exclusivamente - un problema jurídico que hay que resolver invo-cando la legalidad vigente, sino que como problema esencialmente político exige una respuesta eminen-temente política. Ésta es el diálogo, la negociación y un nuevo consenso constitucional sobre la estruc-tura territorial de nuestro país. A quienes, impacien-tes, urgen a detallar con apremio los pormenores de ese encaje de Cataluña, ha de explicárseles que quien quiere dialogar no cerca su posición, sino que únicamente marca unos límites fuera de los cuales todo puede ser considerado. A mi juicio, la línea roja debe ser, en este caso, la igualdad de derechos de los españoles. Fuera de ello, hay un margen importante de actuación, donde parece razonable un reconoci-miento simbólico de la naturaleza de Cataluña como nación y otorgar mayores competencias a la Genera-litat catalana en ciertas materias, como pueden ser culturales o lingüísticas. España debe ser capaz de reconocerse a sí misma como un Estado plural, una nación de naciones que exhibe como valor superior una diversidad que a todos nos enriquece.

Es importante señalar que los ciudadanos no que-

UNA NUEVA TRANSICIÓN

ranjitos“, sino el color femenino, el color del cuidado. Estoy seguro que si le damos una oportunidad a unas mujeres que se han ganado el derecho de hablar con una autoridad que ninguno de nosotros habíamos ex-perimentado antes, las instituciones serán más cer-canas al ciudadano. De la teoría a a la práctica, o lo que es lo mismo del discurso identitario al discurso práctico.

*Es estudiante del Grado de Ciencia Política y Admi-nistración Pública y está interesado en Comunicación Política, Marketing Político, Gobierno Abierto y redes sociales. Es además, coordinador de esta revista y re-presentante de estudiantes en la Comisión Técnica de Modificación de Planes. •Twitter: @CarlosSamitier

análisis político

deliberare 7

damos excluidos de este proceso, sino que seríamos llamados a refrendar el nuevo marco de convivencia en las urnas. De manera que los catalanes ejercerían el socorrido ‘‘derecho a decidir’’ doblemente: prime-ro tendrían la oportunidad de votar la reforma cons-titucional junto con el resto de españoles, y después de ello podrían pronunciarse – esta vez solo ellos – sobre un renovado estatuto de autonomía.

Pero seamos ambiciosos. La reforma del Estado autonómico no ha de ocuparse exclusivamente de acomodar a Cataluña en el Estado español, sino que debe responder igualmente a las inoperancias que es-tas décadas han venido manifestándose. Aproveche-mos para revisar y esclarecer el reparto competencial y para abordar la espinosa cuestión de la financiación de los territorios estableciendo un sistema más trans-parente y justo. Asimismo, cumplamos por fin con el histórico propósito de hacer del Senado una verda-dera Cámara de representación territorial que haga las veces de foro de debate y coordinación entre las distintas regiones del país.

En otro orden de cosas, si bien la reforma de la Carta Magna debe tener como objetivo capital la re-solución del conflicto territorial, es una oportunidad excelente para oxigenar y revitalizar la arquitectura institucional española, efectuando para ello igual-mente las modificaciones legales necesarias. Buena parte de las altas instituciones del Estado (Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial, Consejo de Estado, Tribunal de Cuentas…) debe so-meterse a importantes cambios en lo referido a su composición y funcionamiento, que aseguren por completo su independencia. En estos años han sido colapsadas por los partidos políticos, que las han empleado de forma impertinente como instrumentos útiles a sus fines partidistas. Paralelamente, ha teni-do lugar algo similar en los medios de comunicación públicos. Debemos volver a hacer de estos un ins-trumento de cohesión social y de difusión cultural, apostando por la profesionalidad y la neutralidad de sus directivos.

En el ámbito del Poder Judicial, es urgente que quede fuera de toda duda la imparcialidad de Jue-ces y Magistrados. Los miembros del Tribunal Su-premo en la actualidad se eligen indirectamente por los partidos políticos, a través del CGPJ. Elimine-mos cualquier indicio razonable, como es el caso, de dependencia de quienes ejercen la potestad juris-diccional. A propósito, la figura del indulto, como

una ruda revisión a lo que la justicia ha dictaminado, debe ser restringida notablemente exigiendo motiva-ción en todo caso.

Por otra parte, parece éste el momento ideal para proceder a una revisión parcial del sistema electo-ral, que sustituya la provincia como circunscrip-ción electoral por la actual Comunidad autónoma (o como vengan en denominarse) y que desbloquee las listas electorales. Reforcemos también el poder de control al Ejecutivo del Congreso de los Diputados, con el objeto de evitar que un partido que obtiene en los comicios mayoría absoluta acabe dirigiendo el Parlamento. Para ello, endurezcamos las sesiones de control al Gobierno, generalicemos las compare-cencias de sus miembros y facilitemos la constitu-ción de comisiones de investigación. Finalmente, es ineludible que los partidos políticos reformulen las reglas que rigen su funcionamiento. Es la ocasión de concretar el principio democrático en elecciones primarias obligatorias para la elección de puestos orgánicos y candidatos a cargos institucionales, así como de abrir el debate sobre su financiación, pro-hibiendo donaciones de empresas y restringiendo el resto e incrementando los controles efectivos sobre su contabilidad.

En último lugar, al margen de las reformas de regeneración democrática y de adecuación del mo-delo territorial, es pertinente adaptar la Norma Fun-damental a la realidad social vigente en España. Incorporemos al máximo rango jurídico los nuevos modelos de matrimonio y familia, suprimamos definitivamente la pena de muerte de nuestro texto constitucional. Reforcemos la igualdad entre hom-bres y mujeres (por ejemplo, consolidando las lla-madas listas cremallera) y elevemos a lo más alto de la jerarquía normativa la lucha contra la violencia de género para garantizar que los Gobiernos adop-tan una postura activa en este asunto. Perfilemos al-gunos derechos fundamentales e incluyamos otros, como el derecho a la muerte digna o a una sanidad pública, universal y gratuita. Seamos valientes y reconsideremos los Acuerdos con la Santa Sede de 1979, elaborando seguidamente una ley de libertad religiosa comprometida con la laicidad del Estado.

En definitiva, afrontemos una transición políti-ca que nos brinde una nueva convivencia social pa-cífica y un proyecto renovado de país. Es hora de exhibir responsabilidad y altura de miras, de evitar oportunismos y ocurrencias propias de quien quiere

análisis político

8 deliberare

Julián Villodre de Costa*

Unamuno dijo un día, y con razón, que el progre-so consiste en renovarse. Esta frase ha llegado a no-sotros como una dialéctica entre la vida y la muerte, (sin ir mal encaminada), estando presente a lo largo del desarrollo de nuestras costumbres y formas de vida, y marcando el rumbo de las civilizaciones.

La Política, y las Administraciones Públicas, no han estado exentas de los impulsos de ese progreso que comentábamos a través de nuestro afamado arti-culista. Hubo un día en que la ciudadanía, vacilante en un mundo hostil y aterrorizado por la guerra, ha-cía su vida en la calle. Entre las ruinas y las nuevas promesas faraónicas, se escuchaba al político que, a pie de calle, trataba de tocar el corazón de sus ciu-dadanos. Poco a poco, comenzaron a extenderse los medios de masas: con la radio, y, posteriormente la televisión, las maquinarias partidistas comenzarían a ver un nuevo nicho perfecto para llegar a la ciudada-nía, ahora en un mundo que, maravillado, se reunía diariamente entorno a los nuevos artificios de la tec-nología. El político, sin dejar del todo la calle, migra-ba hacia una vida de audiovisuales, al mismo ritmo que lo hacían sus conciudadanos, y se adaptaba a las posibilidad que ofrecía el nuevo prime time.

Con las Administraciones Públicas, la historia es, a grandes rasgos, similar, pero, para nuestra fi-nalidad, es aun mejor: refleja, además, de una forma clara y concisa, lo que puede ocurrir cuando un ele-mento queda estancado en un momento del tiempo, y la distancia de su evolución se amplía más y más. Si hay un elemento llamativo de ello, es el propio lenguaje administrativo, un código más antiguo que matusalén, y que ha llegado a un mundo diferente del siglo XIX que le concibió, malviviendo alejado de una ciudadanía incapaz de comprenderlo.

Como algunos ya se habrán percatado, este artí-culo es realmente una advertencia más de las muchas ya acontecidas, un nuevo aviso a navegantes. Con la universalización de Internet, y el posterior auge de las redes sociales, la ciudadanía ha ido embarcándo-se a un nuevo mundo, en el que Políticos y Adminis-traciones Públicas, siguen manteniendo un siniestro silencio, o, en el peor de los casos, hablando y man-teniendo una vida muy alejada de lo que las nuevas necesidad de la ciudadanía 2.0 exigen.

El nuevo Ciudadano 2.0 no es un ser ajeno al mundo real, pero vive a la par de un metaverso vir-tual, que enriquece las relaciones sociales que man-tiene diariamente, y potencia nuevas vías de comu-nicación y de interacción con elementos de su vida diaria. Es el ciudadano que escucha, pero que tam-bién propone a través de las nuevas herramientas que la tecnología le ha facilitado. Es un individuo que ha descubierto una nueva vía para manifestar sus con-vicciones, y dar a conocer sus opiniones a partir de los nuevos formatos dinámicos y participativos que las Tecnologías de la Información y la Comunicación han puesto a nuestra disposición.

Políticos y Administraciones Públicas también han querido, como ya sucediera en anteriores etapas, acompañar a sus queridos conciudadanos. Pronto, las Administraciones Públicas se lanzarían a la construc-ción de infraestructuras tecnológicas, conectadas a la red a través de webs 1.0. Más tarde, llegaría el mo-mento de empezar a ofrecer los primeros servicios y ventanas telemáticas, e incluso a tener presencia en las redes sociales. Tras todo esto, una inversión in-creíble en tecnología, la eficacia de la cual podríamos cuestionarnos en estas líneas.

Pero la realidad es bien diferente. Si bien pode-mos observar una evolución positiva de muchas Ad-

RENOVARSE Y NO MORIR EN EL INTENTO: POLÍTICOS Y ADMINISTRACIONES PÚBLICAS 2.0

obtener rédito de la confusión en la que está sumi-da la ciudadanía española. Esta crisis es la ocasión de esforzarnos en constituir una España moderna y preparada para hacer frente a los retos de los próxi-mos cuarenta años.

* Es estudiante de 5º curso de Derecho y Ciencias Políti-

cas en la Universidad Autónoma de Madrid.Durante los últimos tres años ha sido representante de estudiantes, primero en la Junta de Facultad y actualmente en Con-sejos de Departamento. •Twitter: @jalemanuris

análisis político

deliberare 9

cierto, que la estrategia de PODEMOS estuvo apo-yada en un extraordinario uso de los medios de co-municación, selectivamente apropiados, no se debe quitar mérito a la gestión eficaz de sus integrantes en las redes sociales, que, hoy todavía, continúan inte-ractuando activamente.

A pesar de todo, no sería justo concluir aquí, sin decir que algunas Administraciones Públicas están trabajando ya muy seriamente en su posicionamiento 2.0, empleando, por ejemplo, guías de uso (Gobier-no Vasco, o Generalitat de Cataluña) y estrategias de social media y continuidad para que su presencia en las redes sociales deje de ser meramente testimonial, afiance su interacción, y pueda soñar con pasar a un plano más técnicamente networking (de alto com-ponente interactivo y sinérgico con la ciudadanía). La incorporación de elementos del 2.0, tales como la figura del Community Manager y del Content Ma-nager, o del formato colaborativo wiki para el desa-rrollo de conocimiento en red, comienzan a ser fre-cuentes. De la misma forma, los políticos comienzan a concienciarse ya de la importancia de comenzar a caminar hacia la interacción 2.0, dejando muchos fantasmas del pasado atrás. Aun con todo esto, es-tos avancen continúan siendo la excepción a la regla. Para todo ello, se requerirá de mucho esfuerzo, de-dicación y compromiso con la innovación pública. Pero, sobretodo, de incentivos a la función pública y los políticos, para evitar su enroque entorno a una visión limitada sobre las posibilidades del 2.0. Inten-tando, así, renovarse y no morir en el intento.

* Es estudiante de Ciencia Política y de la Admón. Pú-blica en la Universidad Autónoma de Madrid, además de Gestor de Contenidos en NovaGob, la red social de la Administración Pública Iberoamericana. Interesado en el eGovernment, la participación política en red, el social media y social networking, los retos de las TIC, la brecha digital y la Admón. Pública. •Twitter: @VillodreJulian

ministraciones hacia ese ciudadano 2.0, lo cierto es que una gran parte de ellas siguen sin dar el salto, “renovarse” y continuar junto a su razón de ser, la ciudadanía, en la nueva aventura virtual. Su presen-cia en las redes sociales, el nuevo foro del ciudadano 2.0, sigue siendo meramente testimonial. Muchos de los perfiles de las Administraciones Públicas en las principales redes sociales, como Twitter y Facebook, no han tenido una actividad desde meses. Muchos otros, ofrecen publicaciones diarias estáticas y opa-cas, que bloquean cualquier posibilidad de interac-ción con la ciudadanía, perdiendo la ocasión de estar en contacto con ella de una forma completamente novedosa, y de crear nuevas sinergias para mejorar la calidad de los servicios públicos.

Si la presencia e inmersión de muchas adminis-traciones y organismos públicos en el 2.0 ha sido, como diría el refrán, “de estar por estar”, con los Po-líticos, la transición hacia el web 2.0 ha sido más de lo mismo. A todos les ha encantado abrir su maravi-lloso website en plena campaña, y habilitar un buzón de sugerencias ciudadanas, pero la gran mayoría si-gue el patrón de no actualizarlo de nuevo, una vez la expectación electoral ha pasado. A muchos Alcaldes les encanta abrir su blog, y adentrarse en el mundo del microblogging que nos ofrece Twitter, pero pocos pueden demostrar que lo emplean de una forma tan acertada e interactiva como la archiconocida cuenta del Alcalde de Jun.

Un ejemplo, y otro aviso más, de la importancia de la renovación de los políticos al verdadero 2.0 y de las consecuencias de las deficiencias en la pre-sencia y en el uso de los nuevos medios 2.0 fueron vistos en las elecciones al Parlamento Europeo en 2014. La candidatura de PODEMOS, con una cuen-ta plenamente activa y participativa con la ciudada-nía a través su presencia en Twitter, y sus continua-dos trending topics (de hecho, el mismo día de las elecciones llegaron incluso en un breve periodo de tiempo a ser tendencia mundial), supo llegar al ciu-dadano 2.0 con extrema sencillez. Ello contrasta con la cuentas del candidato del Partido Popular (cuya cuenta se abrió, y cerró, exclusiva y únicamente para emitir durante el periodo de la campaña, perdiendo, por tanto, la usabilidad y potencia de la continuidad y la interacción con la comunidad), o la del PSOE (cuya candidata llevaba inactiva en las redes socia-les durante meses, y reactivó su cuenta nuevamente para el tiempo de la campaña, matando nuevamente esa continuidad e interacción prolongada). Si bien es

análisis político

10 deliberare

Rosa Oyarzábal Arigita*

Cuando uno piensa en política, resulta casi in-evitable echar la vista atrás hacia los clásicos. En mi caso, mi particular predilecto es Maquiavelo. Gran teórico político, realista, sensato y con un agudo ins-tinto de supervivencia, desarrolló un legado que aún perdura. Él, y mi cita preferida de El Príncipe me vie-nen a la mente al oír hablar de UPyD: “… y aquel que mejor haga la zorra, mejor saldrá parado…”.

Y es que, en efecto, resulta vital en el mundo de la política la astucia, característica principal de la ra-posa, para garantizar la supervivencia y fortuna de uno. Resultaría inocente, hasta hipócrita, el criticar esta imprescindible cualidad. No. Critiquemos, pues, no cualidades, sino actos. Hechos de un partido, o más bien, de un líder: Rosa Díez.

UPyD se define a sí mismo como un partido “ni de izquierdas ni de derechas”, un partido de ideas, no de ideologías. Y bien, ¿no resulta atractivo? Un partido que, sin un listado de principios férreos e inflexibles, busca ante todo la obtención de mejoras sociales que puedan mejorar la situación nacional. Frente al bipartidismo que España padece desde hace años, surge un adalid por los verdaderos intereses del pueblo, por una democracia verdadera y efectiva, por un mundo mejor.

Y, coronada en lo alto, cual Napoleón reencarna-da, Rosa Díez. El príncipe.

No resulta una analogía descabellada, desde lue-go. De forma reiterada el partido y su dirigente han demostrado una posición “amoral” frente a la políti-ca. Como una vez dijera: “de centroizquierda, pero bueno, a veces se va uno un poquito para la derecha y puede que cuele el gol. ¿Qué es lo importante? Meter gol”. ¿Y qué es meter gol? ¿Obtención de resultados?

Citando de nuevo al ilustre Maquiavelo con otro de sus consejos: “... es central saber disfrazar bien las cosas y ser maestro en el fingimiento...”. Y, señores, Rosa Díez es en ésto maestra.

Pues donde “meter un gol” a costa de la flexi-bilidad, de la volatilidad, parece un sacrificio en aras del bien mayor, yo leo una búsqueda de poder a toda costa. Lo importante es ganar. Lo importante es intentar acoplar bajo un denominador común, sin fundamento real, al mayor número de personas. Una gran pompa de jabón para encerrarnos a todos, boni-ta pero etérea, a punto de hacer ¡pop!, y volatilizarse.

Pues si bien fue desarrollada en su momento, una postura política así es, en la democracia, intolerable. No se trata del Príncipe, sino de La República. No se trata de un dirigente omnipotente, ni de un pueblo servil, analfabeto, sin capacidad de razón y reflexión.

Y un partido con un programa político ambiguo, ideológicamente indefinido, sin una política social concreta, radicalmente centrista y repleto de contra-dicciones en su seno, realidad que se esconde tras la máscara de “partido de ideas”, en principio tan libe-ral y vistosa, no tiene cabida en una democracia.

Porque, sin un programa bien definido, ¿qué responsabilidades podrán pedirse después? Y, sin un consenso interno, ¿cómo se garantiza la uniformidad en las medidas tomadas una vez en el poder? ¿cómo se elimina la arbitrariedad? ¿cómo se controla, cómo se critica algo cuyo núcleo siquiera no está claro?

UPyD resulta un comodín en manos de Rosa Díez, un as que jugar y con el que negociar impu-nemente para alcanzar su propia fortuna, aquella del príncipe: el poder.

Conviene, pues, recordar al sabio maestro, que

DEL PRÍNCIPE MODERNO EN LA ACTUALIDAD

análisis político

deliberare 11

DESMITIFICANDO A JAPÓNDiego López Martín*

Me gustó la idea de llevar a cabo este ensayo a modo de carta de presentación personal de lo que espero, sean unas fructíferas líneas de pensamiento que pretendo compartir con todos vosotros.

Son muchos los mitos y leyendas, clichés en ge-neral, que nos llegan desde el país del sol naciente y que, por falta de conocimientos o por preservar una visión exótica de los asiáticos nos negamos a ver. El conocimiento que los occidentales poseen del Japón no es más que un cúmulo de malentendidos sin nin-guna preocupación por las contradicciones.

En el presente ensayo hablaré de los más comu-nes a mi parecer que en posteriores trabajos trataré de llevar a cabo una exhaustiva profundización indi-vidual de ellos.

Desde el gremio de los politólogos, especialmen-te los interesados en Relaciones Internacionales, nos encontramos ante graves problemas derivados de la falta de información. A nuestras manos llega una ín-fima cantidad de literatura sobre Japón, y no digamos ya, traducida al castellano e, incluso, al inglés.

¿Cómo es posible que siendo Japón uno de los principales gigantes económicos e industriales a ni-vel global apenas tengamos información académica

razón tenía al decir: “quien engañe, encontrará siem-pre quien se deje engañar, todos verán lo que aparen-ta y pocos lo que es, y estos pocos no se atreverán a ponerse en contra de la mayoría…”. Pues bien, atre-vámonos.

sobre él? Japón es un país que se define y estudia de la

misma forma que estudiaríamos y describiríamos cualquier otro país occidental como Francia o Ale-mania pero, claro está, hay que saber usar las pala-bras adecuadas para describirlo.

Nos encontramos, pues, ante un problema de in-formación basado en la poca gente que se dedica a este estudio y, a su vez, la ínfima cantidad de infor-mación deriva de los pocos trabajos de investigación acerca de Japón, cerrando un círculo vicioso.

Me gustaría empezar en un primer lugar por la visión que nos llega de Japón a occidente. Si pre-guntásemos a cualquier persona nos contestaría con multitud de tópicos: son personas muy cerradas, tra-bajadoras, sushi, geishas, ninjas y samuráis.

Incluso, en el ámbito universitario también se mantienen estos clichés.

¿Cuánto nos molesta a nosotros cuando una per-sona extranjera se extraña al vernos con ropa dife-rente a un vestido de sevillana o un traje de luces o se asombra al saber que no somos personas asiduas a una corrida de toros?

Es el mismo ejemplo que pesa sobre los nipones debido, principalmente, al tipo de información que se nos presenta sobre Japón a lo largo del s. XX.

Para situarnos en un contexto histórico, nos en-contraríamos a finales de la II Guerra Mundial don-de Japón fue vencido junto con la Alemania de Hit-ler y la Italia de Mussolini.

Mucha gente desconoce que EEUU, gran victorioso de la IIGM, no conocía apenas nada sobre el país que atacó la base naval de Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, y que, con la derrota de Japón tras las bombas de Hiroshima y Nagasaki el 6 y 9 de agosto de 1945, EEUU tomó Japón de la misma forma que aquí en occidente el caso de Berlín.

Debido a la falta de conocimiento, el general McArthur, quien había combatido contra el ejérci-to japonés en Perl Harbor, fue el seleccionado por el presidente Truman para recapitular información

*Es estudiante de 3º del Doble Grado en Derecho y Cien-cia Política en la Universidad Autónoma de Madrid.

análisis político

12 deliberare

Bibliografía recomendada por nosotros para saber más acerca de la historia y cul-tura de Japón.

- Brochier Hubert. El milagro económico japonés; Dopesa editorial, 1970.

-Hanae Misiko. Breve Historia de Japón; Alianza Editorial. 2003.

-Andressen, Curtis. A short history of Japan, from samurai to Sony. Canberra: Silkworm Books, 2002.

- Buruma, Ian. Inventing Japan, 1853-1964. Nueva York: The Modern Library, 2004.

- Gordon, Andrew. A modern history of Japan: from Tokugawa times to the present. Nueva York: Oxford University Press, 2003.

- Hall, John Whitney. El imperio japonés. Madrid: Siglo XXI Editores, 1973.

- Henshall, Kenneth G. A history of Japan: from sto-ne age to superpower. Nueva York: Palgrave Macmi-llan, 1999.

- Jansen, Marius B. The making of modern Japan. Cambridge (EE.UU.): Harvard University Press, 2000.

- Junqueras, Oriol, Dani Madrid, Guillermo Mar-tínez y Pau Pitarch. Historia de Japón. Economía, política y sociedad. Barcelona: Editorial UOC, 2012.

sobre Japón.La actitud compleja y el carácter contradicto-

rio de los japoneses derivados de su militarización hizo, incluso, desestimar la idea de condenar al Emperador por los crímenes acontecidos durante la IIGM, debido a que el propio McArthur aseguró que, de condenar al Emperador, el pueblo japonés sería aún más difícil de controlar.

Por otro lado, analizaremos la información que nos llega de la mano de los occidentales que han viajado al país nipón y compartieron sus vivencias con nosotros. En esta subcategoría podíamos cla-sificar, en un primer lugar, aquellos que viajan a Japón por su cultura y arte en sí.

Estos regresan entusiasmados de sus vivencias en dicho país, comen ramen, y los más afortunados llegan a dormir en una “Kokedera” de los grandes jardines de Tokyo que eclipsan la existencia de los bosques y campos de arrozales menos llamativos para los extranjeros.

Incluso, ven cumplido su personal sueño in-fantil de ser atendidos por jóvenes sirvientas que enmascaran sus burlas hacia los occidentales bajo sus carismáticas risas infantiles.

Estos occidentales esperan ver una expresión artística a cada paso que dan como si de cada rin-cón del país emanase poesía pura.

Para conseguir todo aquello con lo que han disfrutado han tenido que pasar años de sufridas restricciones y grandes esfuerzos por parte de la población nipona que, a ojos de los occidentales, no tienen valor alguno. En cambio, aquellos hombres de negocios y grandes empresarios emprendedores que, nada más bajar del avión quedan embelesados por la gran urbe industrial, a menudo, no encaja con sus categorías mentales intentando, sin esfuer-zo, tratar de entenderlas desde un punto de vista occidental.

A nivel empresarial, también los occidentales desconocemos las grandes presiones bajo las que trabajan los nipones, siendo constantemente “per-suadidos” por su superior volcándoles en una espi-ral de rutina que muchos occidentales tacharían de absurda.

Ambas cuestiones aquí planteadas, no vienen más que a reforzar el resultado de años de relatos y obras actuales que sólo han sabido reflejar un pun-to de vista parcial de Japón, haciéndonos creer toda clase de estereotipos y clichés.

*Es estudiante de cuarto año del Grado de Ciencias Po-líticas y Administración Pública en la Universidad Autó-noma de Madrid.

análisis político

deliberare 13

LA MARCA ESPAÑA EN EL PUNTO DE MIRA*

Carlos Samitier Cauvilla*

Ante el delicado momento que vive la sociedad española, por un lado, económicamente, pero por otro de identidad, de sentimiento común nacional, se han intentado poner iniciativas encima de la mesa para paliar esa falta de imagen que sufre desde hace unos años nuestro país. Uno de esos proyectos, es la Marca España, de la que procederemos a hablar a continuación.

Si nos situamos en el contexto, vemos como de un tiempo a esta parte la imagen de España frente al mundo ha sido prácticamente hecha añicos, sobre todo tras el cuestionamiento de la soberanía financie-ra tras estar al borde del rescate financiero que propo-nía la Unión Europea. Atrás queda ese país moderno y rico, puerta de entrada a Latinoamérica para los vecinos europeos, y puerta de entrada al mundo de-sarrollado, a una vida mejor para los latinoamerica-nos. Atrás queda también esa idea que llevaba flotan-do alrededor de la política exterior española durante unos años, la de convertir a España en una potencia relevante dentro del ámbito internacional.

Por ello, se planteó en el año 2012, la necesidad de dar un giro de 180 grados en materia de política exterior, buscando el consenso entre los partidos po-líticos de nuevo, como se había ostentado durante los años dorados de la política exterior española, sobre todo desde los años 80 hasta la entrada en el nuevo milenio. Se creó un Alto Representante de la Marca España (que tiene nivel de Secretario de Estado) y se dispuso todo para que éste, junto con más institu-ciones, llevara a cabo el lavado de cara que la diplo-macia española necesitaba. Entre estos otros actores destacan por ejemplo, el propio Gobierno de España, que es el gran impulsor, al menos oficialmente, del proyecto, encontramos también numerosas empre-sas con gran potencial que están agrupadas bajo el “Foro de Marcas Renombradas Españolas”, e incluso grandes personalidades públicas como Rafael Nadal, tenista, Santiago Calatrava, arquitecto o la propia Se-lección Española de Fútbol.

En el plano institucional, es curioso destacar como el proyecto sobresale por su horizontalidad. A pesar de que se engloba dentro del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, se han creado varios grupos de trabajo en función de la materia o especialidad sobre la que se quiere tener más presen-cia, todas ellas coordinadas por el Alto Representan-te para la Marca España. Como vemos en la propia web de Marca España, en el grupo de trabajo de di-plomacia económica se encuentran el Ministerio de Industria, el Ministerio de Fomento, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, la Secretaría de Estado de Comercio (ICEX) y TURESPAÑA. En el grupo de trabajo de diplomacia pública contamos con la presencia de los Ministerios de Educación, Cultura y Deportes, de Asuntos Exteriores y de Cooperación, y de Defen-sa, así como de otros organismos públicos como el Consejo Superior del Poder Judicial, Acción Cultural Española, el Instituto Cervantes, la AECID, la Real Academia Española y el Consejo Superior de Depor-tes. Así pues, encontramos que existe una alta inter-conexión entre diferentes instituciones, por lo que podrán aprovechar las sinergias creadas entre ellas.

Además, la iniciativa se pone como interés el mostrar al mundo a España como referente académi-co. Así pues, encontramos numerosos premios como los Jaime I, los premios Cervantes o los galardones Príncipe de Asturias que pretenden precisamente eso, mostrar a España como un país volcado con el premio a las mejores mentes, ya que incluso se men-ciona a los españoles que han sido premiados con un Premio Nobel.

También trata de impulsar la imagen de Espa-

ña como referente cultural, tal y como se señala en un ejemplo: una película de Bollywood, titulada No viviremos otra vez narra un viaje de varios amigos por carretera en España, donde tienen la oportunidad de practicar deporte, disfrutar de diversiones y cos-tumbres populares. La película, éxito espectacular de público en la India, está contribuyendo con eficacia a difundir en ese país una idea seductora de España, algo que en términos de soft power, es muy impor-

análisis político

14 deliberare

tante. Además, cuenta con la gran ventaja del idioma, que también se engloba dentro de este proyecto como baza muy importante a jugar.

Pero a pesar de todos estos objetivos, el proyecto Marca España tiene un objetivo último: son tiempos en los que la economía dicta como nunca las pautas bási-cas de la política exterior. Además, en la propia web va inserto que en la presente coyuntura de crisis, el plan-teamiento de la Marca debe primar los términos econó-micos, coadyuvando a la recuperación del crecimiento y del empleo. Por lo tanto, vemos como detrás de la cultura, de los premios, del deporte, etc. existe un in-terés económico. Por ello, podemos asegurar que, efec-tivamente, el proyecto está más diseñado en términos económicos. Está pensado como herramienta de mar-keting exterior, para mejorar la imagen de España en el extranjero, y así captar fondos de inversión extranjeros. Pero cuidado, porque también aporta un cierto bene-ficio: el fortalecimiento de la imagen de nuestro país, aunque sea en términos económicos, sirve para frenar la especulación sobre los mercados financieros nacio-nales. Dar la imagen de país fortalecido, puede dar una mayor confianza a la hora de invertir, y por tanto las inversiones serán más sólidas y más duraderas.

Pese a que puede traer los tan necesitados bene-ficios a nuestro país, es curioso destacar la opacidad con la que se ha llevado a cabo todo este proceso. En primer lugar, muchas personas tienen una idea vaga del proyecto Marca España, ya que se nutren de la in-formación con la que bombardean los periódicos y las televisiones sobre la iniciativa. Por ello, es curioso ver cuán poco transparente ha sido la comunicación institu-cional en proyecto, que precisamente, está orientado a fomentar la imagen de un país. Un plan para convencer

al mundo, sin convencer a los ciudadanos españoles. Una de las principales críticas que se le podría

hacer a la iniciativa Marca España, es en primer lu-gar, la abstracción de sus líneas de acción, pero en segundo lugar, es la falta de desarrollo de las tres “D”: diplomacia, defensa y desarrollo. En un primer momento, podría parecer que el desarrollo de la in-fluencia soft power es el futuro, pero España parece caminar, con el recorte de las tres D hacia el replie-gue estratégico. Ello dificultará cualquier concepto de liderazgo español en Europa y su necesaria trans-formación para encarar retos globales.

A modo de conclusión, podemos ver la paradoja que se da en un mundo globalizado, cuando un Esta-do comienza a desarrollar una iniciativa de política exterior con un carácter parcialmente nacionalista, es decir, que crea una idea de nación con unos fun-damentos comunes a toda la población, como podría ser el idioma, la cultura, la gastronomía o la historia que han pasado juntos. A pesar de esta última idea tan asociada a Ernest Renan, podemos afirmar que existe una relación constitutiva entre la globaliza-ción, el Estado y su correspondiente política exterior, como vemos en el two-level game de R. Putnam, en el que a los Estados, en determinadas situaciones, puede convenirles atarse las manos en la esfera in-ternacional, es decir, mostrarse débiles frente a los demás países esgrimiendo el argumento de que el contexto interno no le permite adoptar según qué de-cisión exterior, para así intentar maximizar sus inte-reses. Lo mismo ocurre a la inversa, el Estado puede argumentar que dadas las condiciones internaciona-les, las normas del Derecho Internacional y del cum-plimiento de tratados, no le queda más remedio que adoptar una determinada política de ámbito interno porque le viene impuesta desde los organismos in-ternacionales. Es por ello por lo que decimos que la globalización y Estado no se encuentran en posicio-nes contrarias, sino que deben aprender a convivir entre ellas, en un constante trade-off que moverá la balanza de poder hasta que las diferencias entre la internacionalización y el nacionalismo se borren, y podamos considerar al mundo como la aldea global.

*Este artículo debió incluirse en el anterior número de la revista, pero por errata, se expone en este.

debate/opinión

deliberare 15

POR CULPA DE CHáVEZAnónimo*

Estoy cansado. Me he cansado de ver como se ha tratado —también póstumamente— la figura de Hugo Rafael Chávez Frías, creo que ni que recordar-les tengo quién fue este ser de otro mundo, este animal de galaxia como diría mi querido Silvio Rodríguez.

Y es que no alcanzo todavía la soberana com-prensión de tan salvaje actitud por quienes osten-taron, ostentan y ostentarán el poder de la informa-ción, de dilapidar y dar de baja el recuerdo del que para algunos fue una bestia y para otros un hombre fuera de lo común.

No les exijo ni les exigiré la obligación de man-tenerlo presente, vivo en el recuerdo. Comprendo que sus preocupaciones andan por otra constelación y sus mártires son otros, más reales. Pero egoístamente me recuerdo a mi mismo en unas líneas y a modo de canción quién fue, para no olvidarlo, no debo.

... Fue de planeta en planeta buscando agua po-table

quizás buscando la vida, buscando la muerte eso nunca se sabe

quizás buscando siluetas o algo semejante que fuera adorable

o por lo menos querible, besable, amable...

... El descubrió que las minas del rey Salomón se hallaban en el cielo

y no en el África ardiente como pensaba la gente, pero las piedras son frías

y le interesaban calor y alegrías, las joyas no te-nían alma solo eran espejos

colores brillantes, y al fin bajo hacia la guerra, perdón, quise decir a la tierra...

... Hubo la historia de un golpe, sintió en su cabe-za cristales molidos

y comprendió que la guerra era la paz del futuro, lo más terrible se aprende

enseguida y lo hermoso nos cuesta la vida, la última vez lo vi irse entre humo

y metralla contento y desnudo...

... Iba matando canallas con su cañón de futuro, iba matando canallas con su cañón de futuro...

Los más trovadores sabrán por quién y de qué les he hablado y sonreirán. Otros esbozarán una perple-jidad disonante en sus caras alegando que mi egoís-ta defensa de Chávez dista mucho de ser empírica y real. Es exactamente lo que pretendo.

Lejos estoy de todo tipo de quiméricas e imagi-narias informaciones que dieron a conocer medios de comunicación por los cuales no profeso ningún tipo de respeto y que han servido a muchos para elabo-rar críticas del género grotesco. No incluyo tablas ni datos, para mi egoísmo personal Chávez fue mucho más que todo ese amasijo de números y porcentajes.

Supongo que a través de todo esto es como le re-cuerdo, como le mantengo vivo dentro de mí y así lo harán otros muchos. Y lo hago para que no me caiga en el olvido este desdichado hombre de Sabaneta al oeste de Venezuela, lo hago para no terminar hablan-do conmigo mismo de una historia enterrada, de un ser de la nada.

Maldigo todas aquellas sonrisas que se pudie-ron trazar tras la muerte de Hugo y les digo siem-pre egoístamente —pues no seré nunca un buen columnista— y con absoluta certeza que a Hugo, la historia lo absolverá.

* Con motivo de la petición del estudiante, este artículo es mostrado de forma anónima. Cualquier problema o consulta, diríjase a [email protected]

16 deliberare

deliberareBOOKS & FILMS & TV

Te recomendamos....

No pienses en un elefante - George Lakoff¿Cómo enfrentar los avances políticos y electorales de la derecha norteamerica-na desde los tiempos de Ronald Reagan? Según el reputado lingüista G. Lakoff, por la capacidad de los estrategas republicanos de activar estructuras mentales inconscientes, que mueven nuestros comportamientos y nos impiden atender a la racionalidad de nuestros intereses, o a los meros datos de la realidad. Breve e infor-mal, ¡No pienses en un elefante! utiliza y difunde las investigaciones del Instituto Rockridge, único think tank progresista comprometido actualmente en los Estados Unidos con la tarea de un profundo cambio social a través del cambio de los mar-cos de referencia.

Borgen (2010)La identificación del espectador con una serie o con algunos de sus personajes y situaciones es tan necesario para el devenir de la propia serie como complicado de conseguir. Esa empatía suele proceder a partir de diferentes sensaciones que la ficción produzca en el espectador. Sensación de veracidad (se cree lo que ve), de fascinación (le produce algún tipo de atracción sus personajes, por villanos que sean) o de anhelo (el universo que se recrea en la serie es lo que el espectador desearía que ocurriese en su realidad). Con ‘Borgen’, el espectador puede sentirse atraído por la serie y experimentar una completa identificación a través de estos tres anzuelos. Es una auténtica maravilla de serie.

Los idus de marzo (2011) Stephen Meyers es un idealista y brillante comunicador. Es el segundo de a bordo de la campaña presidencial del gobernador Mike Morris, en quien confía ciegamente. Durante las primarias de Ohio, Tom Duffy el jefe de campaña del máximo oponente de Morris, ofrece a Meyers un puesto de trabajo. Al mismo tiempo, las negocia-ciones de Morris para conseguir el apoyo adicional de un senador de Carolina del Sur se estancan. Y la joven becaria Molly Sterns capta la atención de Stephen. Los republicanos guardan varios ases bajo la manga, Meyers puede haberse confiado en exceso y Molly guarda un secreto. ¿Qué es más importante: la carrera, la victoria o la verdad?.

Queridos estudiantes:

Antes de nada os damos las gracias a los que apoyaron la idea de la creación de una nueva revista de carácter cultural enviándonos sus artículos. Por otro lado, también agradecemos a los que ahora mismo están leyendo Deliberare; si no fuera por vosotros, nada tendría sentido.Debido a los problemas surgidos durante la maquetación de la revista estamos forzados a imponer las si-guientes reglas para el material que nos podéis enviar:1. Fuente: Times New Roman2. Extensión: máximo 2 páginas en fuente tamaño 11.3. Documentos en archivos .odt ó .doc (tuvimos problemas con algunos .pdf).4. Si se incluyen dibujos, gráficos, tablas o cualquier otro fichero debe ir adjunto.5. El título del artículo debe ir al principio del texto.6. El nombre del autor debe figurar al comienzo del texto, a la izquierda y en cursiva. Si alguien no quiere revelar su nombre se puede utilizar un pseudónimo o poner «Anónimo».7. El artículo no puede tener notas de pie de página ni referencias bibliográficas. Todos los comentarios deben estar incluidos en el cuerpo del artículo, ya que no es una revista académica sino cultural.8. No sólo se aceptan los textos, sino también las fotos y dibujos, pero éstos deben llevar al menos una línea de descripción.9. El texto debe ser enviado a [email protected]. En el asunto se debe especificar la categoría a la cuál pertenecería el artículo de la siguiente manera: artículo-categoría. Existen las siguientes

posibles categorías:- Cultura- Análisis político- Debate/Opinión- Derecho- Actualidad universitaria

Si el artículo no se ajusta a ninguna de las categorías anteriores, se debería indicar en el asunto del correo electrónico de la siguiente manera: artículo-nueva posible categoría.

10. Dado que la periodicidad de esta revista es semestral, se aconseja no utilizar expresiones como «ayer» o «hace dos días» en los textos de análisis político ya que quedaría desactualizado.

11. Se admiten textos en cualquier idioma.

En suma, estamos muy agradecidos a todo aquel que haya participado en el proyecto. Vamos a seguir adelante, por lo que esperamos tanto vuestros nuevos artículos como nuevas personas que deseen colaborar más directamente, eso es, formando parte del Consejo de Redacción.No dejéis de participar en la vida académica a través de proyectos como éste.

Atentamente:El Consejo de Redacción

Consejo de Redacción de la revista:Carlos Samitier con la colaboración de la Asociación para la Diversidad y Acción Política (ADAP)

¡Mándanos tus artículos a [email protected] y en el próximo número los podrás leer!