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Año XXll Número 02 04 / Abril / 2011 San Pedro Huamelula La danza de moros y cristianos El cocogua Numeración Chontal

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La siguiente revista aborda la cultura chontal, especificamente la comunidad de San Pedro Huamelula. En sus páginas muestra los mitos que giran en torno a la población.

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Page 1: REVISTA AZTLÁN N° 2

Año XXll Número 02

04 / Abril / 2011

San Pedro Huamelula

La danza de moros y cristianos

El cocogua

Numeración Chontal

Page 2: REVISTA AZTLÁN N° 2

Año XXII Número 02 04 de Abril de 2011

Fundador: Faviola Onofre Fermín y Nery Ortíz García

Director: Faviola Onofre Fermín

Editor: Faviola Onofre Fermín

Fotografía: Faviola Onofre Fermín

C O N T E N I D O

3 Historia de San Pedro Huamelula

6 La danza de moros y cristianos

8 El cocogua (donde sopla el viento)

11 Numeración chontal

El estado de Oaxaca alberga diversos grupos étnicos, como son: chatinos, zapotecas, mixes, huaves, mixtecos, triquis, chontales, entre otros. Cada etnia tiene su propia historia, costum-bres, tradiciones y modos de vida de-pendiendo de la cultura a la cual per-tenecen.

En este multiculturalismo existente, se ha optado por retomar a la cultura chontal para esta segunda edición. La comunidad abordada en las siguientes páginas es San Pedro Huamelula, una de las poblaciones más importantes durante la época colonial, ubica a ori-llas de la carretera número 200, entre la región costa e Istmo.

Huamelula es una de las poblacio-nes rica en historia. Es un ejemplo de sincretismo religioso, entre la cultura chontal y la española.

E D I T O R I A L

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RESEÑA HISTÓRICA DE SAN PEDRO HUAMELULA

La comunidad de San Pedro Huame-lula fue fundada aproximadamente en

el año de 1587 d. C.

Acceso a la población de San Pedro Huamelula.

Huamelula o Huamilollan, como los mexicas lo llamaban, sig-

nifica lugar de las sementeras del bledo. Etimológicamente, Huamilo-llan se compone de huauhtli (ble-do), y milli (campo o sementera); de otli (camino) y de tlan (lugar de).

Huamelula también puede prove-nir de Cuauhmilollan, camino de las sementeras del águila, o de la arbo-leda, que etimológicamente se com-pone de cuauhtli (águila), cuauhitl (árbol); de milli (campo, sementera) y de otli (camino); y de tlan (lugar de).

Huamelula o Huamilollan, geográfica-mente está situado entre 16° 06’ de latitud norte y 3° 35’ de longitud este del meridiano de México.

Limita al norte con el municipio de San Miguel Tenango, San Miguel Eca-tepec y el punto denominado Arco Iris; al sur con el municipio de Santia-go Astata (Ayguala apig), la Barra de San Diego, El Boquerón (Cocogua) y el Oceano Pacífico.

Al oriente, con la laguna La Colorada, Zaachila, El Cupil y el Pacífico; al Oc-cidente con Santa María Zapotitlán, Cerro Gris (Ijualaj tzin), Cerro Papaya (Ijualaj tzecualt).

Huamelula se localiza a 62.5 km del Puerto de Salina Cruz , por la carrete-ra costera del pacífico rumbo a Santa María Huatulco, y está enclavado en un valle rodeado por cerros: el cerro de la Arrieta (Ijualaj ampulié), el ce-rro Muchacho (Ijualaj Mulii), y el cerro Río del Plátano (pannag hueyhué).

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Con miras hacia el cerro Muchacho

RESEÑA HISTÓRICA DE SAN PEDRO HUAMELULA

El río Huamelula nace en la sierra en el punto denominado Arco Iris.

El municipio de Huame-lula, con sus agencias

y rancherías tiene una población aproximada de 8 mil habitantes y una ex-tensión de 60 leguas cua-dradas, equivalentes a 1 185 km cuadrados; su mayor longitud es de 10 leguas lineales, equiva-lente a 44.440 km del cerro de Boquerón al punto denominado Arco Iris, de sur a norte, y su mayor anchura es de seis leguas, equivalente a 26.664 km del Río Ci-ruelo a Piedra Labrada, de oriente a poniente.

Huamelula tiene la En-senada del Rosario, de donde se extrae sal y era fuente de pesca; tenía una longitud aproxima-da de 2,200 m por una anchura de 1,100 y una profundidad de 2.50 m; también cuenta con una boca-barra, la de Mo-rro Ayuta, que mide 40 m de longitud por 10 m de ancho y 1.50 m de profundidad, aproxima-damente. cuenta con un solo río, el río Huamelu-la que nace en la Sierra en el punto denominado Arco Iris y desemboca en la Barra de San Diego,

del Municipio de Santiago Astata, después de re-correr más de 40 km río arriba. El río Santa María, que nace en las monta-ñas del cerro de Liguas-ta (Lihipihua la astá, el agujero de la iguana) pasando por el cerro Pa-paya Orejona (Ijualaj tze-cuatl) y se une con el río Huamelula en el punto denominado el puente de Santiago Astata. En pa-sadas épocas Huamelula contó con dos caudalosos arroyos, El Mato y el Pan-nag Toló, hoy desapare-cidos, pero en su tiempo fueron fuente de historia.

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Fuente: www.inali.gob.mxActuales chontales que habitan la co-munidad de San Pedro Huamelula.

RESEÑA HISTÓRICA DE SAN PEDRO HUAMELULA

Huamelula se fundó aproximadamen-te en el año de 1587 d. C., al respec-

to no existen datos exactos. Su parroquia de San Pedro se terminó de construir en 1703 d. C. Fecha en que los dominicos impusieron a la población el nombre de San Pedro, ahora San Pedro Huamelula. Según la historia de los chontales, San Pedro Huamelula es uno de los pue-blos de rancio abolengo indígena chon-tal, sus ancestros tuvieron como último rey a Amashi Tlapique, adoraron como dios a Afane Lan Tzinin y admiraron con devoción a su doncella Quecutlipa.

Por su antigüedad, Huamelula es fuente de interesantes cuentos y ex-trañas leyendas que revelan su es-tirpe india, tales como: El Cocogua (donde sopla el viento), El Pannag cote (río de siete cuerpos), Mish Cris-to (el pie de Cristo), Tonjlé fuliepá lan brujú (así pelearon los brujos), Amas-hi Tlapique (el rey chontal), Afane lan Tzinin (tres colibríes), Quecutlipa (doncella bella dos flores), Jacuncua (lugar de fuergo), El Pushi (el tronco), Tajli eck (el corral de leña), La Apohua (donde entra el aire) , entre otros.

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LA DANZA DE MOROS Y CRISTIANOS

Representación de “La danza de moros y cristianos”, ejecutado por jóvenes de la localidad de San Pedro Huamelula.

La danza de moros y cristianos, en su periodo formativo, según manifiesta Ar-turo Warman en su obra “La danza de moros y cristinanos”, data de la época medieval y su origen se remonta al si-glo XII, posiblemente en la Aragón de España en 1150; quizás con los torneos caballerescos, las danzas con espadas o con garrotes, que gozaron de mucha fama en toda Europa. En cuanto a lo re-ligioso, las grandes procesiones y mani-festaciones públicas del poder del clero, se fortalecieron con la celebración del corpus.

En estas festividades estaban presen-tes las autoridades religiosas, las gre-miales, los cofrades, todo el alto clero exhibiendo toda su fuerza del bien, en oposición con las fuerzas del mal, que eran representados con peleles grotescos, otros simulaban gigantes moros, cabezudos, dragones y de-formes seres. Mientras España per-día su prestigio del culto a Santiago, en la Nueva España ganaba terreno , tanto así que en 1541 fue institui-da por los conquistadores y el clero, como fiesta titular de la Ciudad de México, el famoso Paseo del Pendón.

Fuente: National Museum of Natural History.

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LA DANZA DE MOROS Y CRISTIANOS

Representación de “La danza de moros y cristianos”

En estas festividades también participa-ban los pajes, los músicos, los caballe-rangos, los sirvientes, los esclavos, los poetas, los escritores y el alto clero, que iban de coadyuvantes en las festivida-des y que resultaban ser verdaderos sa-queadores de la riqueza popular. Así la corte, la nobleza y el alto clero se con-fundía con el pueblo que representaban los moros y los cristianos en su escara-muza y sus disfraces, para burlarse de ellos. La danza de moros y cristianos es de origen europeo, y llegó a esta co-munidad por los consquistadores espa-ñoles, que resultó ser una conjugación de juglares, épico, popular, del teatro de masas y de procesiones religiosas.

De ahí que la danza de moros y cristia-no que se celebra en San Pedro Hua-melula (Lan muhú, guaytia lan pichi-lingues), resulta ser siempre chusca, divertida, cuando todo el pueblo parti-cipa y es muy interesante; lo religioso se manifiesta cuando el capitan turco se postra ante San Pedro y le pide permiso; los social, cuando los pichi-lingues y su rey Mahoma firman el tra-tado de paz y venden la tierra (labor) a los guapis, frente al palacio municipal; y lo popular cuando el pueblo participa en todo su esplendor con las muliatas, San Martín y su caballería, los guapis, la lagarta y los músicos; cuando Hua-melulay su gente explotan de emoción.

Fuente: National Museum of Natural History.

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EL COCOGUA(donde sopla el viento)

El siguiente relato data desde la época de los bisabuelos, los abuelos que con toda devoción narran a sus descendien-tes empezando siempre de este modo: “Hijos, sucedió hace mucho, pero mu-cho tiempo, en el lugar ahora conocido como El Boquerón”...(en chontal Co-conagua, lugar donde sopla el viento).Ahí, por las noches, sucedían cosas extrañas; a los arrieros que pasaban se les aparecían los nahuales o la Mit-laccíhuatl convertida en persona o en animal; también por las noches se escuchaban los lamentos y quejidos de personasque han sido muertas en ese lugar desde hace mucho tiempo.

Otros narran que se les aparece “el se-ñor de la noche”, el diablo (en chontal, Tlapocna leimina) disfrazado de alguna persona conocida de la población.

Este personaje siempre va cabalgando en su tordillo negro, vestido de charro negro, con espuelas y botines relucien-tes. Aparece en el Cocogua a media no-che o en la madrugada; los que lo han visto dicen que emite un silbido y su ca-ballo un fuerte relincho, y cuando pasa a media población se percibe un fuerte olor a azufre, y los que por desgracia lo llegan a encontrar mueren de susto.

El Cocogua, lugar donde sopla el viento.

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EL COCOGUA(donde sopla el viento)

Cerro en el que se localiza “Cocogua”

El Boquerón, en su ori-gen, era una sola mon-taña de aproximadamen-te 500 metros de altura, pero según cuenta la tradición oral dicho cerro se partió en dos cuando la princesa de los huaves fue rescatada del mana-tial el Arco Iris, donde los chontales la tenían prisionera. Los huaves, quienes tenían el poder de convertirse en peces, caimanes u otros anima-les marinos, esta vez se convirtieron en Juana de Agua, la mujer del mar,

y provocaron el diluvio inundando a toda la na-ción chontal; San Pedro, al ver que su pueblo se estaba ahogando, man-dó a Santiaguito con su caballo celestial y su espada a destruir a la malvada serpiente que estaba atravesada y no dejaba pasar el río.Santiago, de un tajo par-tió a la serpiente y al ce-rro del Cocogua en dos partes y la princesa hua-ve pudo pasar; de este modo los huaves de San Francisco y San Dionisio

del Mar, se llevaron a su princesa por vía maríti-ma. Desde entonces, el Cocogua es el mudo tes-tigo y portador de leyen-das extrañas.

El Boquerón se encuen-tra en los límites de los terrenos comunales de San Pedro Huamelula y Santiago Astata. Al pie de esta montaña hay una cueva que, decían, con-ducía al centro de la tie-rra y, según los antiguos chontales, su entrada era muy amplia.

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Punto de referencia del cerro Cocogua.

Antes de la puer-ta mayor ha-bían doce puer-tas menores por donde la gente de aquella épo-ca entraba para ir a la ciudad de

Oaxaca.

EL COCOGUA(donde sopla el viento)

Este espacio contaba con varias escali-natas por donde los viajeros eran con-ducidos a lugares encantados. Además, antes de la puerta mayor habían doce puertas menores por donde la gente de aquella época entraba para ir a la ciu-dad de Oaxaca (Palá, en náhuatl, en la punta de la nariz del guaje). Estos en-cantamientos ocurrían solamente a la media noche de cada 31 de diciembre.A continuación, un testimonio de los acontecimientos narrada en voz de Jor-ge; anciano de más de 100 años de la misma localidad.En las proximidades del 30 de diciem-bre, el pueblo de Huamelula esta albo-rotado, todos se preparaban para pedir permiso al sontaá-sans (el diablo).

En la noche oscura, sólo se ve el titilar de una que otra luciérnaga, se escu-chan los grillos cantar y uno que otro candil prendido a un encorvado horcón de las enramadas; las ancianas del lu-gar van y vienen mientras labran con devoción doce cirios, de a codo cada uno, y los hombres recolectan el copal (astoraque) que tenía que ser de una arroba, pesada con la balanza munici-pal. Tanto los ancianos como las an-cianas pasaban esa noche orando en vigila hasta que Tlapocna cal faunatl (Dios sol) asomaba sus primero rayos del nuevo día. Esta historia continuará...en la siguien-te edición...

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Numeración CHONTAL

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Nushans-malfáNushans-penláNushans-QuimbamáNushans-Quimbamá-ñulyiNushans-Quimbamá-ucuéNushans-Quimbamá-fanéNushans-Quimbamá-malpúNushans-Quimbamá-maguéNushans-Quimbamá-cantchyiusNushans-Quimbamá-cotéNushans-Quimbamá-malfáNushans-Quimbamá-penláUcué-NushansUcué-Nushans-ñulyiUcué-Nushans-ucuéUcué-Nushans-fanéUcué-Nushans-malpúUcué-Nushans-maguéUcué-Nushans-cantchyiusUcué-Nushans-cotéUcué-Nushans-malfáUcué-Nushans-penláUcué-Nushans-QuimbamáUcué-Nushans-Quimbamá-ñulyiUcué-Nushans-Quimbamá-ucuéUcué-Nushans-Quimbamá-fanéUcué-Nushans-Quimbamá-malpú

ÑulyiUcué o cuesiFané o fanchiMalpú o morsiMagué o matizCantchyiiusCotéMalfáPenláBamáBamá-ñulyiBamá-ucuéBamá-fanéBamá-malpúBamá-maguéBamá-cantchyiusBamá-cotéBamá-malfáBamá-penláNushansNushans-ñulyiNushans-ucuéNushans-fanéNushans-malpúNushans-maguéNushans-cantchyiusNushans-coté

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