revista "alabarda"

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Concurso de dibujo infantil

Alabarda 26 133

Concurso de dibujo infantil

Ganadora Categoría "A" Inés Bordonado de Luis 7 años

Ganadora Categoría "B" Patricia Barro Benito 12 años

Page 3: Revista "Alabarda"

Sumario

• HablaelSr.Coronel...............................2-3• HojadeAlabarda.................................. 4-6• Notasdeboinayros........................... 7-18• 15preguntasenguardia................. 19-21• MásalládeSomontes....................22-23• DinámicadeGrupos..........................24-27-Honores.............................................28-43-Escoltas..............................................44-59

-Logística.............................................. 60-71-Apoyo....................................................72-83

• ElrincóndenuestrosAlabarderos84-85• Elabanico............................................. 86-93• Auñadecaballo................................94-95• PatrimonioNacional..................... 96-98• Salóndeltrono.................................. 99-101• Elsombrerodetrespicos........... 102-103

• Echadosalmonte.........................104-109• Cuadrodehonor..............................110-111• Aretaguardia...................................112-115• TesorosdelaGuardiaReal.........116-117• Ecosdelamemoria.......................118-123• Comunidadinternacional........124-127• LaGuardiaRealcaraacara....128-132• Concursodedibujoinfantil..................133

DISEÑO Y MAQUETACIÓNCabo 1.º D. Ismael Salazar Cuéllar

FOTOGRAFÍACEMAV de la Guardia Real

IMPRIMEGrá�cas Monterreina

REDACCIÓNCuartel “El Rey”Paseo de El Pardo, 4328048 El Pardo (Madrid)91 727 85 [email protected]

DEPÓSITO LEGALM – 7272 – 2012

DIRECTORComandante D. Francisco Javier Rodríguez Crespo

COORDINADOR JEFECapitán D. Manuel Fernández del Hoyo

AYTE. DE COORDINACIÓNSargento 1.º D. Manuel J. Escalona Rivera

CONSEJO DE REDACCIÓNComandante D. Rafael Pardo de Santayana y GalbisCapitán D. Luis Esteban PérezCapitán D. Román Barroso MuñozCapitán D. Fermín Peñarroya PratsTeniente D. Fernando Romero DíazSubteniente D. Francisco Carratalá MartínezBrigada D. Antonio Fernández CorpasBrigada D. Julio Mesa MoraSargento D. Rafael Carracedo CrespoCabo Da. Margarita Vázquez Patiño

NUESTRA

GRATITUD

AL GEOGRÁFICO DEL EJÉRCITO

POR SU AYUDA INESTIMABLE.

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CENTRO

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HablaelSr.Coronel

“En 40 años de total entrega y constante y permanente servicio, 24 horas al día, 365 días al año, los guardias reales han cumplido su misión con total eficacia, nunca ha llegado a filtrarse ninguna información al exterior y en sus cometidos han brillado por su extrema discreciónhan brillado por su extrema discreción”

El 31 de diciembre del pasado año se han cumpli-do 40 años de la constitución de la Guardia Real al servicio de los Reyes Juan Carlos I y Felipe VI. Consi-dero de justicia aprovechar esta tribuna para rendir homenaje a todos los que han formado parte de esta unidad a lo largo de dicho periodo. En primer térmi-no, a todos los coroneles que han tenido el honor de mandarla: Mendizábal, Fernández de Mesa, Porgue-res, Martínez Valín, Ruiz de Conejo, Santos, Rodrí-guez de Austria, Cárdenas, Dávila, Muro, Díaz Cruz y el Coronel Arribas. Por supuesto, a todos los man-dos que estuvieron a sus órdenes: sus jefes de Plana y Estado Mayor, Grupo, Centro Financiero, Unidad de Música, Compañía, Sección y Pelotón. Y cómo no, a su excelente tropa. Tras la proclamación de Juan Car-su excelente tropa. Tras la proclamación de Juan Car-su excelente tropa. Tras la proclamación de Juan Carlos I como Rey de España, la escolta del anterior jefe del Estado quedó plenamente integrada en la escala de la Guardia Real. Su primer servicio lo efectuó el Escuadrón ese mismo día de la proclamación, al pro-porcionar, al mando del Capitán Churruca, la escolta a caballo a los nuevos Reyes en su salida del Congre-so. Estos hombres han sido, a lo largo de toda su vida, un auténtico ejemplo de virtudes militares: hombres duros dotados de una férrea disciplina, incansable ca-pacidad de trabajo, excelente compañerismo, sufrida abnegación y gran espíritu de sacri�cio, y han cumpli-do su servicio con una inquebrantable lealtad al Rey y a la Corona. Con motivo de la extinción de la esca-la, por aplicación de la ley de la reforma militar de 1989, el personal de tropa de las Fuerzas Armadas asumió ese cometido heredando las mismas virtudes de sus antecesores. En 40 años de absoluta y constan-

te entrega y permanente servicio –24 horas al día, 365 –24 horas al día, 365 –días al año– han cumplido su misión con total e�ca– han cumplido su misión con total e�ca– -cia, nunca ha llegado a �ltrarse información alguna al exterior y sus cometidos han brillado por su extrema-da discreción. Como su jefe actual, puedo asegurar que han conseguido ganarse la absoluta con�anza de todos sus mandos.

Las misiones que se encomiendan a la Guardia Real son siempre de una gran importancia por la trascendencia que adquieren. Una de ellas es pro-porcionar honores y servicio de escolta a los jefes de Estado extranjero en sus visitas a España. Nada más llegar la autoridad, a pie de avión, se ponen a

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su disposición un comandante y dos capitanes que componen el séquito técnico y que serán los respon-sables de todos los recorridos que se lleven a cabo durante la visita. A continuación, el jefe del Estado se traslada en un Rolls Royce Phantom IV, de más de 60 años de antigüedad –conducido y mantenido por personal de la Guardia Real– al que acompaña – al que acompaña –su séquito en los Cadillac que proporciona la Com-pañía de Transportes y escolta nuestra Sección de Motos. Al llegar al Palacio de El Pardo, que se en-cuentra ya custodiado por la propia Guardia, y una vez rebasado el pasillo de escolta de los coraceros, el jefe de Estado es recibido por Su Majestad el Rey. Se interpretan, entonces, los dos himnos nacionales al tiempo que la Sección de Artillería efectúa el dis-paro de las 21 salvas de ordenanza, el mandatario extranjero pasa revista a la Compañía que le ha ren-dido los honores y presencia el des�le de todas las unidades que han intervenido. Además de la guardia diaria que se monta en el Palacio de la Zarzuela, por la noche, en el Palacio Real de Madrid, la Sección de Alabarderos le escoltará hasta el comedor de gala en el que se celebra la cena en la que sirven camareros guardias reales y que es amenizada por nuestra Uni-dad de Música. Estos encuentros tienen la �nalidad de mejorar las relaciones bilaterales con otras nacio-nes. En estos 40 años se han realizado 178 visitas de Estado de reyes y presidentes de casi todos los países del mundo. La Guardia Real desempeña un gran pa-pel en ellas, trabajando para conseguir dar la imagen que a un reino milenario, cargado de una gloriosa historia como España le corresponde.

La Guardia Real no es mejor que otras unidades de las Fuerzas Armadas, todas son buenas, pero sí es una representación de su conjunto, y eso implica que

todos sus componentes asumen una gran responsa-bilidad. El error de un solo hombre afecta a toda la unidad y un error en esta unidad afecta a la imagen de nuestras Fuerzas Armadas. De ahí la importancia que tiene mantener un estrecho contacto con las diferentes unidades de los tres ejércitos: visitas, cursos, ejercicios de instrucción, colaboración en misiones internaciona-les, campeonatos nacionales militares, participación en formaciones y celebración de patronas en otros acuar-formaciones y celebración de patronas en otros acuar-formaciones y celebración de patronas en otros acuartelamientos, ejercicios “Guardia Real” por las diferen-tes provincias españolas, etc. Debemos remar juntos, siguiendo la misma dirección, porque como dice nues-tro ideario, somos eslabones de la misma cadena.

Para terminar, quisiera tener un especial recuer-Para terminar, quisiera tener un especial recuer-Para terminar, quisiera tener un especial recuerdo para todos nuestros caídos en acto de servicio: el Teniente Coronel Pérez de Seoane, el Comandante Valenzuela, la Sargento Ruiz Navas, el Cabo Dávila, el Guardia Real Omar Peco, y los Cabos Luis López Martínez, que antes de fallecer pudo salvar de morir ahogados a dos montañeros en un río de la sierra de Gredos, y Gregorio Muñoz, que protegió con su cuer-Gredos, y Gregorio Muñoz, que protegió con su cuer-Gredos, y Gregorio Muñoz, que protegió con su cuer

po el estallido de una granada al lado de va-rios compañeros, así como los fallecidos en el atentado terrorista perpetrado por ETA con-tra el Jefe del Cuarto Militar: el Teniente Co-ronel Guillermo Tévar Saco, el Cabo Manuel Rodríguez Taboada y el Guardia Real Anto-nio Noguera García. Sus nombres, inscritos en las placas de nuestro monolito, nos deben ser-las placas de nuestro monolito, nos deben ser-las placas de nuestro monolito, nos deben servir de recuerdo siempre que se realice el toque de oración en la Plaza de Armas Reina Sofía, y su sangre derramada, de estímulo para llevar a cabo nuestro exacto cumplimiento del deber.

Orgulloso de mandaros. Álvarez de Toledo, vuestro Coronel

“La Guardia Real no es mejor que otras unidades de las Fuerzas Armadas, todas

son buenas, pero sí es una representación de su conjunto,

y eso implica que todos sus componentes asumen una

gran responsabilidad”

Visita de Estado del presidente de los Estados Unidos de América, Ronald Reagan, a España en 1985

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AZUAZULL OSCU OSCURORO, CACASI NSI NEGROEGRO

Guía de lectura para el número 26 de nuestra revista, segundo del reinado de don Felipe

Capitán Manuel Fernández del Hoyo. Jefe de Comunicación.

Con los cañones aún humeantes de nuestros ar-tilleros festejando a Santa Bárbara, el eco fresco de los sones mágicos del himno de la �el infantería es-pañola recorriendo los arcos del patio de Batallas y con nuestros aviadores inundando la Guardia de azul “Loreto”, llega a mis manos el primer gran borrador de Alabarda y, junto a él, una sensación que me resulta familiar y un tanto desasosegante: parece que navegamos en la super�cie. Cada año, a través de sus páginas, nos esforzamos mucho no solo por acercar la Guardia Real al resto de uni-dades militares de los Ejércitos y la Armada, y a la sociedad civil espa-ñola, sino también por convertir estas páginas en un ajustado re�ejo de lo que esta unidad, entregada a la Corona, signi�ca que nuestros guardias reales, y sus familias, se sientan en absoluta comunión. Es precisamente por eso por lo que me encuen-tro en el trance conse-cutivo de lidiar con la impresión de que nos hemos dejado páginas me-morables en el tintero. Echo la vista atrás y me recuerdo escrutando –cada primero de mes- la in-terminable ristra de actividades previstas para los siguientes treinta días y no tengo la certeza abso-luta de que las centenas de párrafos que suceden a estos míos acierten a describir la magnitud del trabajo desarrollado por los hombres y mujeres que calamos la boina azul, desempeño que �uye como un perpetuum mobile aun cuando redacto estas líneas y decenas de compañeros, en una la-bor discreta y abnegada, están dando lo mejor de sí mismos, simplemente, para que la normalidad triunfe.

Así es que, dado que muchos esfuerzos quedarán en la penumbra de estos párrafos, otros deberán servirles, en lo posible, como “faro de Alejandría”. Tendrán ocasión de conocer una parte de nuestras actividades de instrucción y adiestramiento, tanto a través de las “Notas de boina y ros” como de algu-nas de las páginas suscritas por el Grupo de Hono-res, que se completan con el magní�co frontispicio suscrito por nuestro coronel y en el que relata có-mo se sucedieron los inolvidables días que pasamos, allá por el mes de septiembre, en el Principado de

Asturias, líneas que, de manera absolutamente excepcional, publicaron con texto idéntico y en la misma jornada, las dos principales cabeceras as-turianas, El Comercio y La Nueva España.

Como decimos en “Dinámica de Gru-pos”, Honores nos acercará a un buen nú-mero de sus actividades de instrucción de adies-tramiento, en todo tipo de ambientes, acuáticos

y subacuáticos, marítimos y �uviales, terrestres y aéreos. Escoltas, por su parte, nos trae dos pun-tales de su Compañía de Control Militar, el curso de motos de la Guardia Real, referencia en la en-señanza sobre dos ruedas, y el XXXV aniversario de la fundación de la Sección de Guías de Perros, a los que siguen la integración de la Batería Real en el ejercicio Thunder I/15 y dos artículos so-bre nuestra cabaña equina, que encuentran justo correlato en las secciones “A uña de caballo” en la que se repasan algunas capacidades quirúrgicas del Servicio de Veterinaria y “Tesoros de la Guar-dia Real”, que recoge una preciosa evocación de los toques tradicionales de la caballería española.

HojadeAlabarda

“No tengo la certeza absoluta de que las centenas de párrafos que suceden a estos míos acierten a describir la magnitud del trabajo desarrollado por los hombres y mujeres que calamos la boina azul”

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Con un ojo en la rica historia de la que es depositaria la Guar-dia Real, el Grupo de Logística disecciona la recuperación de una de las joyas de nuestra Sala Histórica, el Ford V8, realizada, íntegramente en los talleres del cuartel “Príncipe de Asturias”, recorrido –técnico– por un ca– por un ca– -pítulo de nuestro pasado recien-te que se completa con el salto hacia atrás que en, otra parte, “Ecos de la memoria”, dedica a la historia de la miniaturas militares en nuestro país y a la formación de las Guardias Es-pañolas y Valonas en tiempo del rey Felipe V. Hace el Grupo de Logística buena labor didácti-ca explicando las heterogéneas funciones de la Sección de Suministros y la orga-nización del Servicio Sanitario de la Guardia Real, artículos a los que acompañan una aproximación a los jardines históricos del cuartel “El Rey” y otro, también de carácter técnico, sobre la estructura-ción de las caravanas durante las visitas de Estado.

Guiados por esa voluntad de no dejar un solo rincón de nuestra Guardia Real por recorrer, el Grupo de Apoyo nos detalla cómo se desarrollan los servicios de cavero durante las grandes oca-siones del Estado, cómo atiende al bienestar y la conciliación familiar de los guardias reales la o�-cina de apoyo al personal –con un capítulo muy destacado acerca de la peregrinación a Santiago que tuvo lugar el pasado verano– y también cuá– y también cuá– -les han sido los escrutinios por los que han tenido que pasar los aspirantes del Ejército del Aire antes de ceñirse la prestigiosa boina azul. Los desafíos constantes que amenazan nuestra seguridad pro-pician un artículo sobre la irrupción de los “lobos solitarios” y otros desafíos, los que ponen en ja-que nuestra integridad física durante las jornadas de trabajo son abordados en la colaboración que nos ofrece el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales.

Dos disciplinas en las que nuestra unidad es puntera dentro de las Fuerzas Armadas Españolas son los deportes y la música. En “Echados al mon-te” incluimos una larga reseña del año deportivo en la Guardia, jalonado por acontecimientos tan importantes como el Campeonato Nacional Mi-

litar de Triatlón o la participación en los Juegos Mundiales Militares celebrados en Corea del Sur, mientras que “El abanico” nos trae dos miradas sobre el pasado –grabaciones históricas de la ban-da de Alabarderos y el hallazgo de dos piezas de Strauss relacionadas con la monarquía española–y una más sobre el futuro, pues grandes son los deseos de que la colaboración iniciada con DIGE-REM para acercar la música militar a la sociedad civil española se prolongue durante muchísimos años.

No menos deseamos que se mantenga la exce-lente fraternidad que existe con el Patrimonio Na-cional y que, entre un largo elenco de actividades, encuentra un paradigmático exponente en la or-ganización de las presentaciones de cartas creden-ciales de los plenipotenciarios extranjeros que, con sumo detalle, nos desgrana su jefe de prensa, do-ña Soledad Semprún Martínez. Relación en la que ahondar y profundizar es la que hemos inaugurado –a nuestro nivel– con la Guardia Real de Suecia, – con la Guardia Real de Suecia, –cuya o�cina de comunicación rubrica en este nú-mero el apartado que dedicamos a la “Comunidad Internacional”, así que no me gustaría dejar pasar la ocasión de agradecer a Paula Levänen –jefa del servicio– y a todo su equipo, la excelente disposi– y a todo su equipo, la excelente disposi– -ción que han mostrado para desgranarnos cómo funcionan nuestros colegas suecos desde el primer correo que intercambiamos.

De entre quienes nos apoyan incondicionalmen-te, y nos sirven de acicate para continuar, día a día,

La guardia saliente abandona la plaza de la Armería a la �nalización de un relevo solemne

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dando lo mejor de nosotros mismos para el bien de la Corona y de España, queremos destacar las colaboraciones de nuestra “Alabardera de Honor” doña Inmaculada Galván, que repasa, cariñosa-mente, cómo se produjo su acercamiento a la Guar-dia Real a través de la Congregación del “Cristo de los Alabarderos”, de su compañero de fatigas, don Ángel Expósito, que ha sido tan amable de poner negro sobre blanco lo que para él signi�ca nuestra unidad, y de don Federico Ayala, jefe de archivo de ABC, que nos trae, de nuevo, una fenomenal visión sobre la Guardia de los que nos precedieron.

Tengo que reconocer que me ha producido una especial alegría poder con-tar con la contribución de una persona que llenó tan-tos espacios de mi infancia y juventud, un dibujante que desde hace ya muchos años ocupa un merecido lugar de privilegio en el sancta santorum del có-mic español de los siglos xx y xxi, y que a pesar de sus agotadoras jornadas de trabajo o los interminables compromisos adquiridos, nos dio desde el primer minuto, un sí rotundo. Me re�ero, como es fácil supo-ner, al grandísimo Francis-

co Ibáñez, quien nos obsequia con ese Mortadelo guardia real, una parte ya de nuestra historia.

En este capítulo de los que hicieron lo indeci-ble para honrarnos con su presencia debemos si-tuar también a don Bertín Osborne, dedicado en los últimos tiempos a abrir corazones y que se ha prestado, con su perpetua sonrisa por delante, a abrirnos el suyo en “15 preguntas en guardia”. Así lo han hecho, también, el sargento primero don Ra-món Medina, quien en nuestro espacio dedicado a los veteranos de la Guardia Real “A retaguardia”, repasa con un enorme cariño sus años en nuestra

unidad, desde el día en que, por vez pri-mera, puso un pie en estos acuartela-mientos de “El Pardo”, hasta que llegó el momento de la triste despedida. Sobre su vida, sus ilusiones y sus logros nos ha-bla, igualmente, el guardia real Joaquín López, destacado maestresala que forma en nuestras �las, y que pone cara a otras tantas caras de la Guardia Real, de las que, en último término, solo podemos traer una pequeña y siempre injusta se-lección. Si las largas horas que hemos empeñado en esta obra llevan al lector una Guardia Real entusiasmada con su trabajo, diligente y entregada al servicio de la Corona española, el esfuerzo de los hombres de Azul oscuro, casi negro, ha-brá merecido la pena.

Su Majestad don Felipe de Borbón pasa revista a la Guardia Real durante la jura de bandera que tuvo lugar el pasado 22 de mayo en el cuartel “El Rey”

Instrucción de tiro con mortero “comando”, concentración para el disparo y corrección del área de impactos por observación directa.

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Notasdeboinayros

Sargento 1.º Manuel J. Escalona Rivera. Negociado de Comunicación.

Primera Pascua MIlitar del Reinado de Felipe VI

El Palacio Real de Madrid acogió el 6 de enero, la celebración de la Pascua Militar presidida por sus majestades los reyes. Finalizados los honores, el himno nacional y la salva de veintiún cañonazos en la Plaza de la Armería, Don Felipe pasó revista a la formación de la Guardia Real, acompañado por el jefe de Estado Mayor de la Defensa, el jefe del Cuarto Militar y el coronel jefe de la Guardia Real.

En el tradicional discurso que tiene lugar en el salón del trono, su majestad el rey a�rmó: “En esta primera Pascua Militar de mi reinado, quiero sobre todo agradeceros a todos los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil vuestro compromiso de lealtad y servicio a España y a la Corona”. La imposición de condecoraciones a diferentes miembros de las comisiones militares cerró el acto.

Sus majestades los reyes estuvieron acompañados por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy Brey; el ministro de Defensa, Pedro Morenés Eulate; el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz; el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Fernando García Sánchez; y por el jefe del Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad el Rey, vicealmirante Juan Ruiz Casas, entre otras autoridades.

478.º Aniversario de la creación de la Infantería de Marina

El pasado día 27 de febrero se celebraron los actos del 478.º aniversario de creación del Cuerpo de Infantería de Marina con la participación, junto a la Guardia Real, de unidades de la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid. Estos actos fueron presididos por el jefe del Cuarto Militar Excmo. Sr. Vicealmirante, don Juan Ruiz Casas.

Tras la llegada de la autoridad que presidió el acto y la recepción de los honores reglamentarios, se pasó revista a la fuerza. En el desarrollo de la parada destacó la ceremonia de transmisión del legado espiritual e histórico en el que se entrega, por parte del o�cial del cuerpo activo más antiguo en servicio entre los presentes, al soldado más moderno, una copia del real decreto que establece la antigüedad del Cuerpo de

Infantería de Marina. El acto �nalizó con un des�le de la fuerza en el que participó la enseña nacional y las antiguas banderas de la Infantería de Marina.

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Visita de Estado del Presidente de Colombia

Entre los días 1 y 3 de marzo de 2015, sus majestades los reyes recibieron el presidente de la República de Colombia, Excmo. Sr. don Juan Manuel Santos Calderón y a su esposa, Sra. María Clemencia Rodríguez de Santos, en su visita de Estado a España.

Durante la primera jornada, los reyes presidieron el acto de recibimiento o�cial en el Palacio Real de El Pardo, en una ceremonia en la que se interpretaron los himnos nacionales de ambos países, se rindieron honores militares, y, tras el saludo de las delegaciones, tuvo lugar el des�le de la Guardia Real con la participación junto a Bandera de la Guardia Real del Grupo de Honores y del Grupo de Escoltas.

A lo largo de la visita de Estado se trabajó en el fortalecimiento de las excelentes relaciones que existen entre ambos países.

Audiencia con los mejores deportistas

de la Casa de SM. el Rey

Su majestad el rey Felipe VI, recibió el pasado mes de abril, en el Palacio Real de Madrid a una representación de deportistas del Cuarto Militar, y de la Guardia Real que se han destacado en diferentes disciplinas entre los años 2012 y 2014.

En la Cámara O�cial del Palacio Real, el monarca saludó, uno por uno, a los componentes de la delegación, que se encontraban acompañados por el jefe del Cuarto Militar, vicealmirante Juan Ruiz Casas, y el por el jefe de la Guardia Real, coronel Ramón Álvarez de Toledo.

A la audiencia acudieron treinta y cinco militares, de diversos empleos, desde teniente coronel a guardia real, campeones de equitación (saltos), judo, esgrima, carreras de orientación, duatlón, triatlón, natación, tiro y esquí.

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Nuestra Sección de Motos y los “Sin Riders” en la carretera La Sección de Motos de la Guardia Real colaboró durante el pasado mes de abril con la campaña promovida

por el grupo Sin Riders, cuyo principal objetivo es concienciar a los amigos de las dos ruedas de que carretera y alcohol no son compatibles.

Se trató de una jornada en la que estos motoristas comprobaron de primera mano cómo funciona la Sección de Motos de la Guardia Real, cuáles son las exigencias que encierra su selección de personal y su instrucción diaria, y que �nalizó con una ruta entre el Real Sitio de El Pardo y el Real Sitio de la Granja de San Ildefonso.

Cambio de esmalte en nuestro emblema

Su majestad el rey Felipe VI, siguiendo la tradición de la monarquía española, y contando con el asesoramiento de la Real Academia de la Historia, decidió adoptar durante su reinado un escudo de armas propio y un guion y estandarte que identi�caran inequívocamente su �gura y así se vio recogido en el Real Decreto 527/2014, de 20 de junio, por el que se crea el guion y el estandarte de su majestad el rey Felipe VI y se modi�ca el reglamento de banderas y estandartes, guiones, insignias y distintivos, aprobado por el real decreto 1511/1977, de 21 de enero.

Entre las modi�caciones aprobadas en ese real decreto, �gura el cambio del esmalte en el guion y en el estandarte, de azul turquí, a rojo carmesí lo que ha supuesto una adaptación paulatina, tanto de la uniformidad como de las instalaciones de la Guardia Real. Este color rojo carmesí, “color sangre de toro” que, como ya dijese el Excmo. Sr. conde de Barcelona, D. Juan de Borbón, representa la fuerza, así como la tradición, tradición que ha vuelto a lucir en las fachadas de nuestros monolitos y acuartelamientos desde �nales del mes de mayo.

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Jura de Bandera presidida por SS. MM. los Reyes

El pasado día 22 de mayo tuvo lugar en el acuartelamiento “El Rey” un acto de jura de bandera en el que 39 guardias reales –6 pertenecientes al Cuerpo de Infantería de Marina y 33 al Ejército del Aire– solemnizaron su

compromiso con la Defensa de España. Junto a ellos besaron la bandera nacional 300 jurandos civiles en una ceremonia presidida por sus majestades los reyes, primera del reinado de Felipe VI.

Acompañaron a don Felipe y doña Letizia, el embajador del Principado de Mónaco, D. Jean-Luc Van Klaveren; el secretario de Estado, director del Centro Nacional de Inteligencia, D. Felix Sanz Roldán, la subsecretaria de Defensa, Dª. Irene Domínguez-Alcahud Martín-Peña, el JEME, general de Ejército D. Jaime Domínguez Buj, el JEMA general del Aire D. Francisco Javier García Arnaiz, junto al jefe del Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad, vicealmirante D. Juan Ruiz Casas y al jefe de la Guardia Real, coronel D. Ramón Álvarez de Toledo Álvarez de Builla, quien tomó juramento a los nuevos guardias.

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Jornada de puertas abiertasCon motivo de la festividad de San Juan, patrón

de la Guardia Real, se celebró, el pasado mes de junio, una jornada de puertas abiertas en la que los familiares de todo el personal destinado en el Cuarto Militar, en la Secretaría de la Casa de Su Majestad el Rey, y de la propia Guardia Real pudieron disfrutar de diversas actividades que tratan de mostrar a las familias el trabajo diario de esta unidad militar.

De este modo, niños –y no tan niños– asistieron a exhibiciones de conducción evasiva, formación de cápsulas motorizadas de seguridad, guías de perros y destrezas ecuestres, entre otras, a la vez que tuvieron ocasión de tomar parte en diferentes actividades lúdico deportivas.

San Juan Bautista, Patrón de la Guardia Real

La Guardia Real concluyó las celebraciones en honor a su patrón, San Juan Bautista, con una parada militar celebrada el pasado 24 de junio en la Plaza de Armas “Reina Sofía” de su acuartelamiento “El Rey”.

El solemne acto militar fue presidido por el jefe del Cuarto Militar, vicealmirante Juan Ruiz Casas y en él se dieron cita un buen número de autoridades civiles y militares. Tras la imposición de condecoraciones a los miembros de la Guardia Real que han destacado por su buen hacer durante los últimos meses, varias promociones de antiguos guardias reales realizaron un saludo a la enseña nacional, a los que siguieron nueve cuadros de mando de la unidad que pasaron a la reserva en fechas recientes. El tradicional acto de homenaje a los que dieron su vida por España, y un des�le –en el que participaron todas las unidades de la Guardia Real– sirvieron para �nalizar la parada.

Visita de Estado del Presiedente de la República del Perú

Sus majestades los reyes recibieron al presidente de la República del Perú, Sr. Ollanta Humala Tasso, y a su esposa, Sra. Nadine Heredia Alarcón, en su visita de Estado a España entre los días 7 y 8 de julio de 2015.

Don Felipe y doña Letizia presidieron el acto de recibimiento o�cial en el Palacio Real de El Pardo, en una ceremonia en la que se interpretaron los himnos nacionales de ambos países, se rindieron honores militares, y, tras el saludo de las delegaciones, tuvo lugar un des�le de la Guardia Real.

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XXXIII Aniversario del Fallecimiento del Cabo López

Con motivo del XXXIII aniversario del fallecimiento del cabo don Luis M. López Martínez –quien estuviera destinado en la Compañía “Mar Océano” y entregara la vida heroicamente durante un rescate de personal civil en Guisando el día 25 de septiembre de 1982– el Grupo de Honores de la Guardia Real puso en marcha varias actividades para revivir su memoria.

En el área de Gredos cercana a Arenas de San Pedro, Honores llevó a cabo diversas marchas de endurecimiento que concluyeron en el campamento al que dicho guardia real da nombre. Ante el busto erigido en su recuerdo se realizó un acto de homenaje a los que dieron su vida por España que contó con la presencia de familiares del militar fallecido.

Nombramiento de Alabarderos de Honor

La última incorporación de nuestros alabarderos más distinguidos se produjo durante la parada militar celebrada para conmemorar el bicentenario de la Diputación Permanente y el Consejo de la Grandeza de España, al que acudieron miembros de las principales Órdenes Militares españolas.

En esta ocasión, ha pasado a engrosar la lista de “Alabarderos de Honor” el primer introductor de embajadores, don Juan Sunyé Mendía, diplomático cuya larga carrera se ha desarrollado en destinos tales como Dinamarca, Estados Unidos o Alemania, y con el que la Guardia Real mantiene una estrecha relación a causa de las escoltas, caravanas y actos que se organizan durante las visitas de los jefes de Estado extranjeros a España y, también, durante las presentaciones de cartas credenciales de los nuevos embajadores a su majestad el rey. Junto a él, y de manos del coronel jefe de la Guardia Real, recibió el diploma acreditativo doña Alicia Pastor Mor, gerente del consejo de administración del Patrimonio Nacional, y don Nilo Fernández Ortiz, delegado de Patrimonio en los palacios de La Granja de San Ildefonso y Riofrío y cuya entrega y colaboración con nuestra unidad, en ambos casos, ha sido extraordinaria.

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Honras Fúnebres al Infante don CarlosDurante los días 7 y 8 de octubre, la Guardia Real participó en las honras fúnebres que tuvieron lugar en el

Real Monasterio de El Escorial con motivo del fallecimiento del infante don Carlos de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma, primo de su majestad el rey don Juan Carlos I.

Con los respectivos piquetes de honores y portadores y con el personal que formó en el pasillo de honor, la Guardia Real recibió solemnemente los restos del infante a su llegada al monasterio y los depositó en la iglesia vieja, donde quedó instalada la capilla ardiente con sus correspondientes turnos de vela.

En la jornada del funeral, el Grupo de Honores, acompañado por el de Escoltas y la Unidad de Música, rindieron a los restos de don Carlos los honores fúnebres de ordenanza que por su condición de infante de España le son propios. El féretro, en un armón de artillería y cubierto por la bandera de España, fue trasladado al interior de la basílica, donde se celebró una misa de corpore insepulto, y, posteriormente, entregado por personal del Patrimonio Nacional a la comunidad agustina para su depósito en el “pudridero”.

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Acciones de comunicación, un no parar...

Con gran interés siguió la prensa almeriense las maniobras realizadas por el Grupo de Honores en Viator, al igual que los medios de comunicación de ámbito nacional proporcionaron una destacadísima cobertura a la jura de bandera presidida por sus majestades los reyes en el cuartel “El Rey” a �nales del mes de mayo, en la que se acreditaron unos cuarenta profesionales, entre grá�cos y redactores.

La Sección de Motos ha concitado gran interés a lo largo de todo 2015 y, además del gran trabajo realizado por Ramón Pradera y sus “Sin Riders”, nuestros motoristas han sido objetivo destacado para un buen número de medios, tanto escritos, como audiovisuales.

La “semana fantástica” para el Negociado de Comunicación fue, sin duda, la que llevó a la Guardia Real al Principado de Asturias, y en la cual, los profesionales de la información de esa comunidad autónoma –como corresponde- no nos dieron tregua, secuela incluida, que se materializó, un mes y medio después, en la publicación por parte del diario El Comercio de un reportaje sobre los asturianos que sirven en esta Unidad.

Otra de las grandes protagonistas del año ha sido nuestra Sala Histórica, que ha servido de marco para la realización de programas como “Centímetros Cúbicos” de Atresmedia y “Dossier” de Telemadrid.

Mención Honorífica de la Policía Local de Gijón

Cumpliendo su tradición anual, el pasado mes de octubre la Policía Local de la localidad asturiana de Gijón ha completado las celebraciones de San Miguel Arcángel con una entrega de premios en la que se distingue tanto a los agentes del propio cuerpo, como a otras instituciones y ciudadanos de la sociedad civil.

La larga trayectoria de colaboración que existe entre la Unidad Canina de la Policía Local de Gijón y nuestra Sección de Guías de Perros se materializó en una cariñosa

mención honorí�ca que recogieron, en nombre de todos los hombres y mujeres que componen la sección, su jefe, el teniente Fernando Carrasco Bernal y el subteniente Alfonso Gimeno López.

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Día de la Fiesta Nacional Sus majestades los reyes, acompañados por sus hijas, sus altezas reales la princesa de Asturias y la infanta

doña Sofía, presidieron el acto solemne de homenaje a la bandera nacional y el des�le militar celebrado en la Plaza de Cánovas del Castillo.

Las compañías “Monteros de Espinosa”, “Mar Océano” y la escuadrilla “Plus Ultra” se encargaron de rendir los honores de ordenanza correspondientes. Tras el traslado de la enseña nacional por tres guardias reales, representantes de cada uno de los Ejércitos, y un guardia civil, se procedió a su izado a los acordes del himno nacional, que dio paso al acto de homenaje a los que dieron su vida por España. La Unidad de Música de la Guardia Real fue la encargada de interpretar “La muerte no es el �nal”, a cuyos compases se realizaron los movimientos de

guiones y porta coronas. A su �nalización, su majestad el rey se dirigió a la plataforma para ofrendar una corona de laurel.

Concluido el toque de oración, el sobrevuelo de la Patrulla Acrobática “Águila” y una descarga de fusilería -a cargo de la Escuadrilla “Plus Ultra”- dieron al paso des�le terrestre y aéreo, tras el que sus majestades los reyes se dirigieron al Palacio Real para presidir la tradicional recepción.

El Escuadrón de Escolta Real en el SICAB

El Escuadrón de Escolta Real tomó parte en el Salón Internacional del Caballo (SICAB) que se celebró en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla entre los días 17 y 22 de noviembre.

El Escuadrón instaló un stand a través del cual dio a conocer sus numerosos cometidos así como una exposición de uniformes, armamento, equipación y fotografías con los que los asistentes pudieron hacerse una idea más directa de cómo se desarrolla el día a día en esta unidad militar. La última unidad montada de las Fuerzas Armadas participó, también, en el concurso de saltos junto con el resto del equipo de la Guardia Real.

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Premio de la Sociedad Canina de la Costa del Sol

Los pasados días 17 y 18 de octubre tuvo lugar en el Palacio de Ferias y Congresos de Málaga la XIX Exposición Nacional y XXIX Exposición Inter-nacional de la Sociedad Canina de la Costa del Sol.

La Sección de Guías de Perros de la Guardia Real recibió el Escudo de

Oro de la Sociedad y una placa conmemorativa. El presidente de la entidad, don Manuel Ramírez Muñoz, agradeció la labor de las unidades cinológicas de las Fuerzas Armadas y destacó la fantástica relación que existe entre la Sociedad Canina de la Costa del Sol y la Sección de Guías de la Guardia Real, que en los últimos años viene ofreciendo las principales exhibiciones en el “Ring de Honor” del certamen.

La Unidad de Información se mueveLa Guardia Real estuvo presente tanto en la Feria de

Muestras que tuvo lugar en Valladolid, entre los días 5 al 8 de septiembre, como en la 75.ª Feria General de Zaragoza que se celebró en el Pabellón de la Ciencia y la Innovación de capital aragonesa entre días 11 y 18 de octubre.

Los visitantes que acudieron al stand de la Guardia Real pudieron contemplar un vehículo Cadillac Eldorado de los que forman parte de las caravanas o�ciales de los jefes de Estado extranjeros durante sus visitas en España, y una motocicleta Harley Davidson Glide Police, utilizada para las escoltas solemnes a sus majestades los reyes.

Completaron dichas exposiciones una coraza y un casco de la Sección de Coraceros del Escuadrón de Escolta Real, algunos uniformes y paneles grá�cos, además de un punto de información sobre las actividades de la Guardia Real y sobre los requisitos que deben cumplirse para el ingreso en la misma.

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Inauguración de los nuevos jardinesA �nales del mes de noviembre se produjo la recepción de la

obra de acondicionamiento del espacio que separa el edi�cio de mando del cuartel “El Rey” y la Sala Histórica de la Guardia Real. Con anterioridad esta área estuvo ocupada, en parte, por un edi�cio que albergó una zona de talleres y un aparcamiento cubierto que fueron demolidos a principios del año 2014.

El proyecto, ideado por el servicio de obras de la Guar-dia Real, y materializado por la Dirección General de In-fraestructuras del Ministerio de Defensa, ha recuperado una fuente del siglo XVII que, durante largo tiempo, estuvo en el patio de los Austrias del Palacio Real de El Pardo y que, en la actualidad, se encontraba desmontada y custodiada en instalaciones del Patrimonio Nacional. Alrededor de la fuente se ha construido un jardín, dividido en cuatro cuarteles, rodeado de un área peatonal.

Hazañas de nuestros montañerosNumerosos han sido los picos conquistados por nuestro Grupo de Alta

Montaña a lo largo de este año, durante el desarrollo de su programa de instrucción y adiestramiento.

Muy destacadas fueron la “Travesía Regil”, en los Picos de Europa, la participación del capitán Peñarroya en la salida “Balcanes 2015” del Grupo Militar de Alta Montaña en Bulgaria –en la que se ascendió con esquís de travesía a los picos Musala, de 2.925 metros, Popoba Capa, de 2.705, Matyovitsa, de 2.729, y Ovinati Vrah, de 2.632– la fase de escalada deportiva en Montserrat y en Morata de Jalón, y por �n, la escalada de alta montaña en Pedraforca.

Durante el ejercicio “Asturias 2015” se culminó la ascensión a Torre Cerredo y en la fase de escalada que tuvo lugar en Murcia se acometieron las vías: “Gallego-Carrillo”, de 175 metros y “Espolón Terray”, de 230, en la pared de Leiva de Sierra Espuña y la vía “El Espolón”, de 155 metros, en la pared Negra de Orihuela.

La Guardia Real en la “Madrid Horse Week”Miembros del Escuadrón de Escolta Real y de la Batería Real

participaron en la inauguración de la tercera edición de la Madrid Horse Week, el mayor evento de esta naturaleza que se celebra en nuestro país, que tuvo lugar en la capital durante la última semana de noviembre.

Estas unidades, que pertenecen al Grupo de Escoltas de la Guardia Real, emplearon un total de 57 caballos, entre hispano-bretones y pura raza española. El Escuadrón instaló un stand donde se mostraron sus diversos cometidos y donde los asistentes pudieron visitar una exposición de uniformes, armamento, equipo y fotografías.

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A lo loco en la Guardian RaceYa casi con la Navidad encima, y en el privilegiado entorno del monte de El Pardo llevamos cabo una carrera

multidisciplinar con la �nalidad de incrementar la cohesión entre el personal y las diferentes unidades que forman la Guardia Real y, de igual modo, con el objetivo de potenciar la formación moral, la preparación física y la

instrucción de tiro. La prueba, de nombre Guardian Race, reunió a 33 patrullas de cinco guardias reales cada una y en ella se pusieron a prueba sus habilidades para superar los numerosos obstáculos que jalonaban los 8 kilómetros del recorrido.

Tronco al hombro, las patrullas salieron en estampida con voluntad determinada de hacerse con el triunfo, pero este se vendió caro. Arrastre de ruedas, lanzamiento de granadas, cuestas imposibles, calles con obstáculos, pista de airsoft y algún chapuzón en las frías aguas invernales del río Manzanares, formaron parte de los apuros por los que tuvieron que pasar los participantes, eso sí, dentro de un gran ambiente de camaradería.

Concurso de belenes

Como es tradición, unos días antes de Navidad, se concedieron los premios a los mejores belenes realizados por nuestros guardias reales.

Se presentaron a concurso un total de 13 belenes que se corresponden con los de la plana mayor del Grupo de Honores, Compañía “Monteros de Espinosa”, Compañía “Mar Océano”, Escuadrilla “Plus Ultra”, Escuadrón de Escolta Real, Batería Real, Sección de Alabarderos, plana de la Compañía de Control Militar, Centro de Formación, Unidad de Mantenimiento, Cocina, Sección de Asuntos Económicos y plana mayor del Grupo de Apoyo.

Los premios fueron para la Sección de Cocina por su belén tradicional, y para la Unidad de Mantenimiento y la plana mayor de Apoyo por su originalidad.

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15preguntasenguardia

Bertín Osborne

Coordenadas de urgencia: [Madrid, San Ambrosio de 1954] [Padre de seis hijos, jerezano de origen y de corazón] [Aprendiz de muchos oficios y maestro en algunos, lleva en la brecha del show business desde 1970, casi nada…]

“Más importante que los títulos de mis antepasados es toda esa gente que confía en mí y que me sigue”

Capitán Manuel Fernández del Hoyo. Jefe de Comunicación.

ALABARDA: Señor Os-borne, bienvenido a la Guar-dia Real. De todo lo que se ha publicado sobre usted a lo largo de su carrera (daría para completar unos cuantos tomos de la Enciclopedia Bri-tánica) qué es lo más “real” y lo menos “real”.

BERTÍN OSBORNE: Ca-si todo lo publicado es real, porque no me he podido es-capar de estar siempre en los medios y porque yo soy un libro abierto. Soy lo que veis. No me escondo tampoco.

Es verdad que algunas veces se han dicho cosas que no son ciertas, en su mayo-ría pequeños errores, pero también ha habido noticias que han sido grandes cagadas. Hace años, estando en México, dieron la noticia de mi muerte en un ac-cidente. Luego, años después, también me mataron por no sé qué enfermedad. En �n, errores a los que no atribuyo una mala intención...

ALAB: De todos es bien conocida su pasión por los caballos, aunque quizá no sean tantos los que sepan que su primer nombre es Norberto. Otro caballista de pro, San Pablo, empezó a ver las cosas claras tras to-car tierra, y se da la casualidad de que su santo patrón, Norberto de Xanten, también comenzó a profundizar en la fe después de un sonoro accidente ecuestre. En la vida, ¿cuál ha sido su topetazo iniciático?

BO: La verdad es que no ha habido ninguno his-tórico. Muchos pequeños, eso sí, pero ninguno gor-

do. Tropiezos que no he olvidado, porque esa es la clave para no volver a fallar, y que además en oca-siones me sirven para contarlos como anécdotas.

ALAB: Antes de dejar a un lado el asunto ca-ballar, y, si me lo han soplado bien, hizo usted el servicio militar en la “remonta” de Valdeacederas. ¿Hizo colección de arrestos o fue un recluta mo-delo?

BO: Efectivamente, la hice en la Subinspección de caballería de Bravo Murillo y jamás me arres-taron, ni tampoco en el CIR de Alcalá de Henares. Fui siempre un buen soldado, es más, el sargento de mi compañía, Carpio, me pidió que fuera yo quien diera las clases de armamento y tiro a mis compa-ñeros. ¿A que eso no lo sabías?

Bertín Osborne en la pista de equitación durante su visita a la Guardia Real

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ALAB: Siendo un Osborne, de los Osborne de toda la vida, ahora que ya ha saltado por encima de la tapia de los sesenta, en qué papel se siente más cómodo en el “Espléndido”, en el de “Veterano”, en el de “Fundador” o en el de “Magno” (no me diga que en el de “Soberano” que a ver cómo lo arreglo yo luego).

BO: Sin duda en el de Veterano. Veterano de mil historias. Me gusta serlo, además, porque puedes ver la vida de otra manera. Me siento a gusto en ese papel hoy en día. Y lo elijo también por lo que signi�ca para los que se encuentran a mi alrededor. Les noto más seguros, y a mí más responsable.

ALAB: Usted, que se ha dedicado a los o�cios más inimaginables, si pensamos que los mismos han concurrido en una misma persona: agente in-mobiliario, corredor de seguros, cantante festiva-lero, galán de telenovelas, presentador de éxito, empresario del ramo de la alimentación, tertuliano, actor de teatro y entrevistador avezado, ¿cree que todavía le quedan trucos en la chistera con los que podría sorprendernos?

BO: A estas alturas, y tras ese largo recorrido que enumeras, inventarme algo nuevo es ya muy difícil. Pero como aún sigo metido en muchos pro-yectos, soy consciente de que en la vida siempre se puede mejorar. Y en eso estamos.

En estos momentos estoy inmerso en una obra de teatro junto a Arévalo, titulada “Por humor al arte”, el programa de televisión “En la tuya o en la mía”, mi nuevo disco Crooner con sus conciertos, y por su-puesto también con mi empresa de alimentación, BOS (Bertín Osborne Selección), que quizá sea esa última vuelta de tuerca que me faltaba: ser empresario gas-tronómico. Creo que por todo esto 2015 ha sido un año de aciertos, pero que se puede seguir mejorando.

ALAB: Entre los deportes que ha practicado ocu-pa un lugar destacado el buceo. Dígame cuál es esa cosa, actitud, situación que siempre le obliga a conte-ner la respiración y contar, como mínimo, hasta tres.

BO: Soy temperamental, la verdad. No soy capaz de contar hasta tres. Lo intento, pero no lo consigo nunca. Cuando me calientan, tengo unos minutos de bastante peligrosidad. Así que hay que dejarme solo, tranquilo, y en cinco minutos vuelvo a mi ser. A mi estado habitual más calmado.

ALAB: Ha sido usted padre de seis hijos, algunos de los cuales son aún pequeños ¿Cuál es el mejor recuerdo que conserva de su infancia?

BO: No hay uno solo. Yo los agrupo. Por eso, mi mejor recuerdo de la infancia es muy amplio,

porque fueron todos aquellos momentos que vivía en mis vacaciones de verano con mis padres y mi hermana en Ciudad Real, y por supuesto con mis primos que estaban en la �nca de al lado, y con los que me pasaba la mañana y la tarde haciendo el salvaje. Fueron buenos años. Muy buenos.

ALAB: De trastadas, así a bote pronto, me atre-vería a decir que, cuando chaval, debió reunir un elenco como para empapelar un cortijo. ¿Hay algu-na que aún le da sonrojo recordar, o que ni siquiera se ha atrevido a desvelar? Este es su momento…

BO: Puff... esta es gorda, y no me enorgullezco mucho de ella, pero era un niño y tenía que salir del paso como fuera.

Un día mi padre trajo dos caballos portugueses negros, preciosos, impresionantes, y nos prohibió a los niños tocarlos, y en cuanto se dio la vuelta lo primero que hice fue subirme en uno de ellos, e irme al pueblo cercano con mis primos. Entra-mos como en el Oeste. Pero mi caballo resbaló con el asfalto, cayó y se raspó todas las rodillas, las cañas, las cuartillas… tenía unos desollones de miedo.

Menos mal que mi padre se había ido de viaje y volvió a los 15 días. Todos estábamos horrorizados porque nos iba a pillar, con lo que eso supondría.

El caballo había mejorado, pero tenía una costra y se le veía demasiado. Con lo cual se me ocurrió ir a una ferretería a comprar un spray negro, y entonces le rocié todas las heridas con ese spray para que mi padre no lo viera. El pobre caballo pegaba unos sal-tos del escozor que le provocaba la pintura… pero mi padre no comprendía qué ocurría con el caballo.

En cuanto mi padre se fue, fuimos inmediata-mente a dar un manguerazo al pobre animal y qui-tarle esa pintura, porque estaba pasándolo fatal. Y la verdad es que nosotros también.

ALAB: Para una tardecita de “palomiteo” en fa-milia: ¿El Discurso del Rey, Juego de Tronos o La Princesa prometida?

BO: Cuando tengo tiempo para ver la tele, lo que nos gusta ver es fútbol y el National Geogra-phic. Esos son nuestros entretenimientos televisi-vos. Fútbol y animales salvajes.

ALAB: A lo largo de su extensísima carrera mu-sical ha navegado usted con éxito notable entre diversos estilos musicales, pero dígame cuál es esa canción con la que, apenas suenan los primeros acordes, le cuesta mantener la compostura.

BO: La canción que más me gusta a mí cantar es “Venezuela” porque me emociona, y también “Cuan-

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do aprieta la vida”, por su letra que es muy personal, y con ellas me cuesta mantener la compostura.

ALAB: Está clarísimo que se siente usted muy orgulloso de ser español todos los días del año y que ese es un sentimiento del que da testimonio allá donde va. Si tuviera que quedarse con dos o tres rasgos de los que, como pueblo, nos distin-guen –aún– en este mundo globalizado, ¿cuáles serían?

BO: Lo que más nos distingue de todos los paí-ses que yo conozco es que nosotros buscamos siem-pre la forma de disfrutar la vida. Primero hay que disfrutar y luego ya vendrán las demás cosas.

Es algo que quizá podamos compartir con ita-lianos, griegos y algunos países latinoamericanos, pero que nos diferencia totalmente de países como Francia, Alemania, China o Estados Unidos.

ALAB: Supongo que al igual que el resto de los mortales, tendrá su pequeña ristra de remordimien-tos. Le pesan más los que vienen por acción o los que guarda por omisión.

BO: Remordimientos no tengo muchos, porque jamás he hecho daño a nadie de manera consciente, y siempre que he podido he ayudado a los demás. Así que si tuviera que pensar en algún remordimiento, necesita-ría mucho tiempo para ello, y quizá no lo encontraría.

ALAB: Como decía el otro, se está poniendo la co-sa de unas maneras, que solo falta que nos quiten “lo bailao”. De entre todo “lo bailao”, que es mucho, de qué podrían despojarle sin que notase la falta.

BO: Lo que no te mata te hace más fuerte, o eso me decía mi abuela. Por eso, yo pre�ero no re-nunciar a nada de mi pa-sado, primero porque no me arrepiento de nada, y segundo porque si no no sería el Bertín Osborne con el que estás hablan-do en estos momentos.

ALAB: Está el primero en la lista para heredar el condado del Donadío de Casasola. Hace un buen puñado de siglos el �ló-sofo romano Boecio dijo que “si algo bueno tiene la nobleza es, solamen-te, que impone sobre los nobles la necesidad de no desmerecer las virtu-

des de sus antepasados”. ¿Siente, en este sentido, el peso de la púrpura, o a estas alturas del partido ya está por encima del bien y del mal?

BO: Para mí es mucho más importante que los títulos de mis antepasados, toda esa gente que con-fía en mí y que me sigue. Esa es una responsabili-dad mucho mayor que la de ningún título, por eso intento estar siempre a la altura, porque me dolería mucho decepcionar a las personas que confían en mí y que me tienen cariño.

Algo que nunca me falla, siempre que tengo una duda pienso en lo que haría mi madre. Y he de decirte que siguiendo esta norma nunca me he equivocado.

ALAB: Felipe I “El Hermoso”, Felipe II “El Pru-dente”, Felipe III “El Piadoso”, Felipe IV “El Pla-neta”, Felipe V “El Animoso”… ¿Y Felipe VI?... En este mismo espacio, el año pasado, el jefe del Cuarto Militar señaló que su majestad el rey es la persona más cabal que ha conocido en su vida… ¿Lo dejamos así para la Historia?

BO: Estoy seguro de que es así. Y que acertaría-mos. Por mi parte pienso además de eso, y estoy completamente convencido de que es así, que este es “el Felipe” de la historia más preparado. Más que cabal, que seguro que lo es, considero que está muy preparado. Y que lo está más que ninguno y por supuesto más que ningún político de los que hay en el panorama español actual. Charlar con él en el programa sería estupendo.

Bertín Osborne durante la entrevista en la Sala de Reales Guardias de Corps

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MásalládeSomontes

SOBRE VALORES E INSTITUCIONES Ángel Expósito Mora. Periodista.

Los europeos, pero muy particularmente los es-pañoles, asistimos a un problemón con una doble vertiente: Una crisis de valores intergeneracional y, como consecuencia directa, un proceso de desins-titucionalización rampante. Quizá no se trate de buscar responsables –o sí– de esa falta de respeto a los símbolos; pero una vez que el problema nos ha estallado en la cara, en la urnas, en las estadís-ticas y hasta en los estadios, convendría retomar los principios. Y debemos hacerlo por y para todos porque no es cuestión de los jóvenes; en absoluto ¡Ojalá fuera solo eso...! El problema es mucho más grave y transversal.

Las Fuerzas Armadas en general y unidades co-mo la Guardia Real en particular, demuestran la vigencia de los Valores –así, con mayúscula– y de la necesidad de auténticas Instituciones -también con mayúscula-. Y en este sentido, el primer va-lor que debe considerarse, cuando no recuperarse por completo, es el conocimiento y el respeto de la Historia. En el caso de la Guardia Real, apreciar lo que supusieron aquellos Monteros de Espinosa

hasta llegar al actual Grupo de Honores, pasando por los Guzmanos, los Alabarderos, los Guardias de Corps o las diferentes tropas de caballería que hoy representa el Escuadrón de Escolta Real. Bas-ta un repaso por esa in�nita historia que nos ha llevado a la actual Guardia Real para entender su grandeza y la importancia de la tradición.

Pero esa tradición ha de ir de la mano de la mo-dernidad. Y esta es una de las claves de la Guardia Real, más aún, cuando se cumple el segundo año de reinado de Felipe VI. Eso se llama vivir la Historia de España en directo. Aquella tradición, junto a es-ta modernidad, se ve perfectamente re�ejada en el mosaico que conforman cada Ejército, la Armada y los Cuerpos Comunes; todos ellos bajo la boina azul de la Guardia Real.

El mejor lazo para esa simbiosis entre moderni-dad y tradición se re�eja con las cinco claves que destaco y que aparecen marcadas en el Ideario de la Guardia Real, un texto tan breve como solem-ne, cuyas ideas fundamentales me atrevo a enlazar: “Extremada disciplina y absoluta discreción” a

Ángel Expósito en la Sala de Corazas del Escuadrón de Escolta Real durante su visita a nuestros acuartelamientos en El Pardo

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cargo de “los mejores”, como representación de la “cohesión de las Fuerzas Armadas” y con la ejem-plaridad en el frontispicio: “Cada uno de nosotros debe ser un ciudadano ejemplar”.

¡Cuánto deberíamos aprender!, para bien de esta nuestra España que vive (padece) tres crisis super-puestas: una crisis económica de la que saldremos –por gestión y sobre todo por esfuerzo–; una crisis política que todavía puede empeorar –producto en gran medida de la falta de conocimiento de nuestra Historia y el poco respeto institucional– y la más importante: la mencionada crisis de Valores en la que casi todos tenemos culpa.

Y permítanme que regrese unas líneas atrás por-que como ¿adultos? no hacemos la su�ciente auto-crítica desde dentro de la sociedad española. ¿Son

nuestros hijos culpables de sus carencias? ¿Seguro que ellos son los primeros responsables del país y de la Europa que les estamos dejando? Me da a mí que no. Seamos sinceros: sufrimos un panorama que hemos fabricado compuesto por un escenario político insostenible; una educación que suspende y, en suma, una descapitalización progresiva de lo más nuestro, que no es otra cosa que la Historia.

¿Y cómos salimos de esta? Se trata de educar y reeducarnos en Valores y Principios fundamentales –casi nada– para honrar a los símbolos y respetar himnos o banderas; para ensalzar lo mejor del pa-sado y no repetir lo peor; para fusionar tradición y modernidad como hacen todos y cada uno de los componentes de la Guardia Real. Y resulta que, lo que son las cosas, tenemos ejemplos bien cerquita, perfectamente visibles y dispuestos. En El Pardo mismamente. Solo con unidades ejemplares como la Guardia Real, cargadas de Historia, Honor y Futuro y abriendo la perspectiva, con instituciones como las Fuerzas Armadas y con sus profesionales al frente, podremos recuperar los Valores. Porque los llevan dentro, porque los representan y porque al resto nos hacen mucha falta.

PD: Es más necesario que nunca que las Fuerzas Armadas y en especial unidades como la Guardia Real abran sus ventanas, “vendan” su historia y nos enseñen su grandeza. Es clave. Son más funda-mentales que nunca porque cuanto más se les co-noce... más se les quiere.

“Solo con unidades ejemplares como la Guardia Real, cargadas

de Historia, Honor y Futuro y abriendo la perspectiva, con instituciones como las Fuerzas Armadas y con sus

profesionales al frente, podremos recuperar los Valores”

El coronel Álvarez de Toledo y Ángel Expósito departen en la Sala de O�ciales de la Antigua Guardia Mora

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DinámicadeGrupos

LA GUARDIA REAL EN ASTURIAS

Este artículo, en el que se repasa la intensa semana de maniobras que vivimos en esa comunidad autónoma, fue

publicado, de manera excepcional y con formato idéntico, en los dos principales diarios del Principado: La Nueva

España y El Comercio, el pasado 20 de septiembre

Coronel Ramón Álvarez de Toledo y Álvarez de Builla. Jefe de la Guardia Real.

Todos los años la Guardia Real realiza un ejer-cicio de una semana de duración en alguna de las provincias de nuestra querida España, que le sirve no solo de instrucción, sino también para mante-ner una estrecha convivencia con la población civil así como para dar a conocer esta unidad explican-do sus funciones y cometidos.

Nuestra misión consiste en apoyar a Su Majes-tad el Rey en cuantas actividades se deriven del ejercicio de sus funciones como jefe del Estado. Le proporcionamos seguridad en el Palacio de la Zar-zuela y en todos los Palacios donde se desarrolle algún acto, rendimos los honores correspondientes tanto a Su Majestad y su Real Familia, como a los jefes de Estado extranjeros en sus visitas a España, y les proporcionamos escolta solemne y los apoyos administrativos y logísticos que sean precisos.

Durante esta semana hemos recorrido en moto, a pie y a caballo todo el Principado de Asturias. Nuestro primer objetivo ha sido cruzar esta comu-nidad de oriente a occidente siguiendo el trazado costero del Camino de Santiago. Nuestros Alabar-deros comenzaron las primeras etapas a pie, desde el río Deva al recién nombrado pueblo ejemplar, Colombres, Llanes, Ribadesella, Colunga, Gijón hasta llegar a Piedras Blancas. El resto del cami-no a San Tirso de Abres –pueblo ejemplar del año pasado– donde se efectúa el paso del río Eo para llegar a Galicia, lo ha completado la Sección de Motos, y también lo que hoy conocemos como el

Camino Primitivo, la vía que inaugurara el Rey Al-fonso II hacia el 830, que comunicaba la ciudad de Oviedo, capital del reino asturiano, con la tumba del apóstol Santiago.

La Compañía “Monteros de Espinosa”, repre-sentante del Ejército de Tierra y heredera de la primera guardia que tuvieron los reyes hace más de 1.000 años, ha establecido su puesto de mando en Tineo y ha recorrido toda la zona occidental del Principado. Los Monteros han pernoctado en Grado, Pola de Lena, Riosa, Teverga, Navia y Ve-gadeo, conocido las brañas con sus teitos, efectua-do marchas por los alrededores como la calzada romana de La Mesa y han recorrido las zonas de Quirós, la senda del Oso, los parques de Somiedo y Muniellos, la mayor mancha vegetal de España, para �nalizar con la ascensión a Peña Ubiña, don-de la mirada se pierde entre los puerto de Leitarie-gos y de Pajares.

La Compañía que representa a la Armada y que toma el nombre de “Mar Océano”, en recuerdo del Tercio más antiguo del mundo, ha ocupado la zona oriental de la comunidad. Desde la que fuera la primera corte de los reyes de la monar-quía asturiana, Cangas de Onís, han efectuado recorridos por los Picos de Europa, la Sierra del Sueve, donde todavía siguen trotando en estado salvaje los asturcones, y el bosque autóctono de Peloño en el Concejo de Ponga. Han bogado con sus embarcaciones por las desembocaduras de los

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ríos Navia, Nalón y Sella y han realizado manio-bras de desembarco en las playas cercanas. En co-laboración con el Servicio Marítimo de la Guardia Civil han efectuado, también, prácticas de buceo en el punto más septentrional de la provincia, el Cabo de Peñas.

De los recorridos por la zona central de Asturias se ha ocupado la Escuadrilla “Plus Ultra”, repre-sentante del Ejército del Aire y cuyo nombre nos recuerda la gesta efectuada en la década de 1920

por los tres pilotos militares que cruzaron por pri-mera vez el Atlántico. La Escuadrilla ha organiza-do marchas por los extensos hayedos del Parque Natural de Redes y ha acampado en las Polas de Siero y de Laviana, El Entrego, Nava, la capital de la sidra, Villaviciosa, el reino de la manzana, Candás, Luanco, Pravia –donde el Rey Silo esta-bleció su corte para controlar los pasos desde Ga-licia–, Soto del Barco, y en el an�teatro que forma Cudillero. Se ha efectuado la ascensión al punto más alto de la provincia, el Pico Tesorero, que con sus 2.563 metros es también punto fronterizo con Cantabria y León, y se ha encumbrado el mítico Naranjo de Bulnes por su cara oeste.

Un equipo de nuestra Sección de Guías de Pe-rros ha efectuado exhibiciones del adiestramiento de los mismos en maniobras de ataque, paso de obstáculos y detección de explosivos y ha llevado a cabo diversos ejercicios en colaboración con la Policía Municipal de Gijón.

El Escuadrón de Escolta Real, compuesto por 120 caballos de pura raza española, y que propor-

“El amor a España comienza por el amor al lugar en que se ha

nacido, y les puedo asegurar que estos días nos hemos contagiado

del que sienten los nacidos en esta hospitalaria tierra asturiana”

La Batería, a la vieja usanza, con sus piezas al galope ante el entusiasmado público de Mieres que abarrotó el espacio dispuesto para la exhibición

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ciona la escolta a SS. MM. los Reyes en los actos más solemnes, y a los Embajadores en su día de presentación de Cartas Credenciales, se ha estabu-lado en el centro ecuestre de Las Mestas, y desde allí ha efectuado recorridos a Posada de Llanera y al Alto del Naranco, donde han tenido la oportu-nidad de conocer dos joyas del prerrománico as-turiano, la que fuera el aula regia del palacio real de Ramiro I, Santa María del Naranco, y la iglesia palatina de San Miguel de Lillo.

En Mieres, capital histórica de las cuencas mi-neras, se ha establecido con sus caballos de tiro hispano-bretón la Batería Real. Mi agradecimiento desde esta tribuna a su alcalde por la hospitalidad

que ha mostrado con nuestros jinetes y sus caba-llos, al alcalde de Oviedo por el apoyo brindado en la realización del concierto de nuestra Unidad de Música en el Auditorio Príncipe Felipe, así como a las alcaldesas de Gijón, Avilés y Ribadesella por haber permitido llevar a cabo las exhibiciones de la Unidad que se han efectuado estos días. Agrade-cimiento que debe extenderse a todos los alcaldes de los pueblos donde se han alojado las unidades de esta Guardia Real, al Coronel jefe del Regi-miento “Príncipe nº. 3” ubicado en Noreña, donde se ha instalado el Estado Mayor, al señor delegado del Gobierno y a las Fuerzas de Seguridad del Es-tado y Policía Local por su total y desinteresada

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colaboración, así como a sus conciudadanos, que con tanto cariño nos han tratado.

El amor a España comienza por el amor al lu-gar en que se ha nacido, y les puedo asegurar que estos días nos hemos contagiado del que sienten los nacidos en esta hospitalaria tierra asturiana. Los “pueblos guapos” re�ejan ese cariño de los habitantes por su patrimonio. Nos hemos sor-prendido del arraigo y gran sentido de pertenen-cia a su tierra, su respeto a los valores naturales y su variada fauna, del oso pardo al urogallo, del estruendo de las olas en sus acantiladas costas al silencio de Covadonga donde se rinde culto a la Santina, a la que acabamos de ofrecer la bandera

que ondea en nuestro Cuartel de el Pardo. He-mos admirado la difusión de sus manifestaciones musicales y folclóricas –emociona escuchar las gaitas que entonan el himno del Principado– su �delidad por la gastronomía tradicional: “estes fabes fai la boca agua, prueba un culín, fío, que está pistonuda la sidra”, el orgullo por su gana-dería autóctona que tan buenas carnes, leche y quesos producen, y el honor que supone perte-necer al primer reino cristiano de la península. Pero, sobre todo, hemos convivido con la alegría y la afabilidad de todos los asturianos, y hemos disfrutado de una profunda y sincera amistad que no olvidaremos nunca.

El delegado del gobierno, don Gabino Lorenzo, presidió la parada militar que tuvo lugar en el Real Sitio de Covandonga

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Dinámica de Grupos

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HONORES

EL GREL GRUUPO DE HONOREPO DE HONORESS SSE ADE ADIIEESSTRA TRA EN LA EN LA SSERRANÍA DE RONDAERRANÍA DE RONDA

Marchas, escalada y espeleología constituyeron el núcleo central de las actividades que se llevaron a

cabo entre las provincias de Cádiz y Málaga

Teniente coronel Fernando Rocha y Castilla. Jefe del Grupo de Honores.

Entre los días 31 de agosto y el 4 de septiembre el Grupo de Honores se desplazó a la Serranía de Ronda, entre las provincias de Málaga y Cádiz, para realizar un ejercicio multi-disciplinar y comprobar el nivel de instrucción de las compañías y escuadrilla en diferentes am-bientes. Este ejercicio consistió en realizar recorridos tácticos por media montaña, técnicas de escalada, trepa, pasos semiper-manentes y recorridos bajo tie-rra en cuevas de diferente longi-tud y di�cultad. Se llevó a cabo en tres zonas de acción, donde las compañías y escuadrilla ro-taban a diario para conseguir que todo el personal del Grupo realizara las mismas activida-des. El puesto de mando se situó en el Patronato militar “Virgen de la Paz” en Ronda y participaron en él las tres unidades que conforman el Grupo. A continuación detallaremos las actividades que se llevaron a cabo durante esas jornadas.

En primer término, una marcha táctica entre Acinipo y Ronda, pasando por Setenil de las Bo-degas, en la que se recorrieron 35 kilómetros. Ini-ciamos el movimiento en las ruinas romanas de Acinipo, conocida también como Ronda la Vie-ja… Tras una rápida visita a las mismas, comienza la marcha, en principio muy suave con ligera pen-

diente descendente hasta llegar al pueblo de Sete-nil de la Bodegas. Este pueblo, uno de los más be-llos ejemplos de la arquitectura excavada en roca –y donde numerosos edi�cios están incrustados en la misma– es de una belleza singular. Rápidamente – es de una belleza singular. Rápidamente –se observa un torreón moro y no se puede aban-donar el pueblo sin pasear por sus dos principales calles, cuevas del sol y de la sombra. Desde aquí nos queda la parte más dura de la marcha, que ya es conocida por ser una parte de la carrera de los “101 kilómetros de Ronda”, en la que tras an-dar 25 kilómetros, se pasa por el acuartelamiento

Panorámica del Grupo de Honores a su paso por el “Caminito del Rey”

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de Montejaque y �nalmente se observa el famoso “Tajo de Ronda”. Aunque da mucha alegría verlo –puesto que la marcha se va acabando– de todos – de todos –es conocido que para acceder a Ronda hay que subir la “cuesta del cachondeo”, muy dura por la longitud y el desnivel que presenta. En Setenil, la acogida a las compañías que pasaban cada día fue inmejorable. En todos los casos se dio tiempo su�-ciente para visitar el pueblo y refrescarse en algún sitio bonito de la localidad. ¡Un día para recordar!

En segundo término nos enfrentamos a una vía ferrata en Benaoján y nos adentramos en la cueva del Gato. En los alrededores de esa localidad, como decimos, se utilizó una vía ferrata ya montada para comprobar el nivel de trepa y escalada del personal. Esta tenía dos partes y para enlazarlas había que pasar una impresionante tirolina sobre un barran-co de unos 40 metros. La primera parte de la vía, de unos 50 metros –de di�cultad media– contaba – contaba –con alguna parte extraplomada que exigía un po-co más de arrojo y concentración. La segunda, de unos 70, era aún más exigente con tres tramos de mayor esfuerzo y fue donde ocurrieron las caídas. Tres guardias reales probaron los sistemas de se-guridad que el grupo de Alta Montaña –encargado de supervisar esta actividad– nos había explicado y – nos había explicado y –

montado, al caerse durante la práctica, pero sin da-ños que lamentar. Esta práctica de trepa y paso de tirolina nos dejó a todos con un buen sabor de bo-ca al superar el reto de la altura y la incertidumbre.

La cueva del Gato, que también se encuentra en las cercanías de Benaoján, es una gruta natural por la que circula el cauce de un río que alimenta unas cuantas lagunas en medio de la cueva cuyo paso a nado es forzoso. Los integrantes de cada grupo que entraba (no todos pudieron participar, debido a las restricciones medioambientales) iban provistos de trajes de neopreno y zapatillas de deporte y diri-gidos por algún miembro del Grupo de Montaña. Pronto la cueva se oscurece totalmente y el paso a nado por esas aguas negras y frías, que tiene su punto tétrico, hace que la mayoría quiera salir del agua en cuanto se pueda. Nos sorprende por sus dimensiones, por las abundantes formas extrañas que produce el agua con el paso de los años, es-talactitas, estalagmitas, hongos etc. Tras unas tres horas y media realizando un recorrido circular da mucha alegría ver de nuevo la luz y salir al aire libre. Antes de acabar, en la poza que hay justo de-lante de la cueva, se hace un salto de decisión.

En último término, recorrimos el “Caminito del Rey”, la cueva de Ardales y las ruinas de Bobastro.

Esta tercera zona de acción tiene como actividad principal el paso del conocido y recién rehabilitado “Caminito del Rey”, que recorre de manera casi imposible el paraje natural del des�ladero de los Gaitanes, sin duda uno de los lugares más bellos de

“Este ejercicio multidisciplinar ha permitido la cohesión

de unidades tipos sección y compañía, ha mejorado la

instrucción de técnica de escalada, pasos semipermanentes,

espeleología y ha permitido conocer una zona del sur de nuestro país, con sus parajes impresionantes”

El coronel Álvarez de Toledo y el teniente coronel Rocha durante un alto en el “Caminito”

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la provincia de Málaga. Este recorrido de unos tres kilómetros atraviesa las impresionantes gargantas abiertas por el rio Guadalhorce y nació como una solución a una necesidad de unir de forma rápida los extremos de un novedoso salto eléctrico a prin-cipios del siglo xx.

Una vez �nalizado el “Caminito del Rey”, la com-pañía se dividió en dos secciones que realizaron las siguientes visitas: cueva de Ardales, un magní�co exponente de yacimiento prehistórico con pinturas rupestres. Acompañados por don Pedro Cantalejo, principal investigador y arqueólogo de la misma, disfrutamos durante más de tres horas por el in-terior de la misma durante las que nos relató, con todo detalle, cómo era la vida dentro de la cueva y las numerosas pinturas encontradas así como los restos humanos que se remontan a unos 5.000 años de antigüedad. Iglesia rupestre mozárabe de Bobas-tro, igualmente acompañados por un guía pudimos recorrer los restos de esta iglesia, la única de origen mozárabe en todo Al-Ándalus, excavada en roca arenosa y perfectamente orientada hacia el este.

Este ejercicio multidisciplinar ha permitido la cohesión de unidades tipos sección y compañía, ha mejorado la instrucción de técnica de escalada, pa-sos semipermanentes, espeleología y ha permitido conocer una zona del sur de nuestro país, con sus parajes impresionantes. Recibimos la visita del co-ronel Álvarez de Toledo que hizo el recorrido del “Caminito del Rey” y acompañó a la Compañía

“Mar Océano” en su paso por Setenil de las Bo-degas donde se realizó una ofrenda de �ores a la patrona de la villa, la Virgen del Carmen, que in-cluyó el canto de la Salve, junto a las numerosas hermandades de Setenil, que dejó impresionados a

los vecinos que compartie-ron ese recorrido. Además, nuestro coronel visitó a las Unidades que estaban en la zona desarrollando el resto de actividades.

La climatología que nos acompañó y la belleza de los lugares recorridos, han hecho que este ejercicio sea difícil de olvidar. Como en-señanza nos queda que… el calor, la dureza de la ascen-sión de la vía ferrata o las marchas, la oscuridad y el agua congelada de la cueva del Gato ¡no son obstáculo para el Grupo de Honores! Gotas de sudor en la ins-trucción… ¡Ahorran gotas de sangre en el combate!

Interior de la cueva del Gato, donde se practicó espeleología

Paso de tirolina con Montejaque al fondo

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EL ESPÍRITU DE “LOS MONTEROS”La responsabilidad de mantener una tradición milenaria sobre los pilares de las virtudes castrenses, propias de la infantería

Sargento Miguel Ángel Erades Rodríguez. Compañía “Monteros de Espinosa”.

El cuerpo de los Monteros de Espinosa nació en el año 1006 de la mano del conde Sancho de Casti-lla. Su misión era custodiar la alcoba de los monar-cas castellanos y, posteriormente, la de los sucesivos titulares del reino de España. Eran los encargados de cerrar el palacio y custodiar sus llaves, así como velar que nadie permaneciera en él, incluido el ser-vicio y demás cortesanos que tuviesen acceso diur-no. También debían escoltar a los miembros de la familia real donde quiera que quisieran ir –en las horas de su guardia– aunque fuese fuera de pala-cio. En tiempo de enfermedad o muerte, el servicio se extendía a las horas del día. Asistían a las cere-monias de Estado y en ellas constituían la escolta fúnebre que velaba al difunto hasta su sepultura. Su lema, como reza en su escudo, era “Custodia y

vigilia” rúbrica a la que se añade un epígrafe en la-tín que resume toda su naturaleza: “Fidi etgenerosi potentissimis hispaniae regibus aeternum adicti vi-giles”, que podría ser traducido por: “Los leales y generosos, dedicados eternamente a ser guardas de los poderosísimos reyes de España”.

Tras el exilio del rey Alfonso XIII y la proclama-ción de la Segunda República Española en 1931, quedaría disuelto este Cuerpo y no volvería a ser restablecido, salvo en nombre “a título póstumo” tras la instauración borbónica en 1975 con el rey Juan Carlos I. Así nace la compañía de infantería del Ejército de Tierra “Monteros de Espinosa”, per-teneciente al Grupo de Honores de la Guardia Real. Llevamos el nombre del primer cuerpo que custodió y veló por nuestros reyes españoles. De ahí el privile-

La Compañía “Monteros de Espinosa” a su paso por la tribuna regia en el Día de la Fiesta Nacional de este año

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gio de des�lar delante de la bandera nacional en los actos institucionales en los que el Grupo de Honores de la Guardia Real está involucrado.

Somos herederos de un gran legado. Sobre nues-tras espaldas recae el peso de la responsabilidad de mantener intacto el espíritu de nuestros anteceso-res y lo llevamos a cabo a�anzándolo en los pilares de las virtudes castrenses propios de la infantería:

Lealtad: asumida como un compromiso inexcu-sable. Un “montero” jamás traicionará a su patria, su rey, su unidad y sus jefes, así como un jefe de “monteros” jamás traicionaría a sus subordinados. Porque la lealtad en “Monteros” se entiende de una manera bidireccional creando de este modo una at-mósfera de respeto mutuo y con�anza.

Disciplina y subordinación: anteponiendo las órdenes recibidas al deseo propio. El “montero” hace suyas las órdenes encomendadas, puesto que la disciplina inculcada se funda en el convenci-miento moral. A un “montero” se le identi�ca sin necesidad de escudos y emblemas ya que lleva al extremo las manifestaciones externas de la discipli-

na. Su porte, uniformidad y policía son exquisitos, así como la marcialidad y energía en el saludo, sello indiscutible de los miembros de esta unidad.

Voluntariedad y abnegación: siempre de forma desinteresada, sin esperar nada a cambio, tan solo la íntima satisfacción del deber cumplido. El “mon-tero” es voluntario, en toda ocasión, para cualquier esfuerzo y sacri�cio. Desde su participación en em-presas que requieren de su total disponibilidad, debido al altísimo nivel técnico, como son la uni-dad de alta montaña, la de tiradores, la Sección de Movimientos Floreados o la integración en todos y cada uno de los equipos deportivos de la unidad, así como la voluntariedad de ser empleado en las misiones de más riesgo y fatiga como la deseada y esperada participación en misiones internacionales. Su voluntariedad y abnegación se extiende también al plano espiritual. El Santísimo Cristo de la Fe, co-nocido popularmente como Cristo de los Alabarde-ros, siempre podrá contar con un “montero”, tanto para dar testimonio de la fe católica, como para ofrecer su humilde hombro, esfuerzo y sudor, siem-

Ejercicio helitransportado de la compañía que se desarrolló en las inmediaciones de la Academia de Ingenieros en Hoyo de Manzanares (Madrid)

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pre de modo discreto bajo un sayón, para portar su trono en la Semana Santa madrileña.

Compañerismo: clave indiscutible del espíritu de unidad. El “montero” no encuentra entre su semejan-te solo a un compañero sino también a un incondicio-nal y �el amigo. Respetar y ayudar al prójimo eleva el respeto y la reputación de uno mismo. El amor por la Compañía “Monteros de Espinosa” se contagia en-tre sus componentes. En esta Unidad se enseña que el orgullo hacia su banderín está por encima de todo. Cuando un “montero” tiene que abandonar la com-pañía por imposición externa o motivos ajenos a su voluntad, lamenta su marcha y con lágrimas en los ojos cumple estrictamente la orden de su destierro. Cuando la marcha es de modo voluntario como con-secuencia de su trayectoria profesional, el “montero” nunca olvida su paso por la Unidad pues deja en ella parte de su esencia. En ambos casos la compañía llora su pérdida y agradece encarecidamente todo el traba-jo desempeñado en ella.

Marcialidad: demostrada en cada formación y actos, con independencia del grado de solemni-dad de los mismos. Un “montero” demuestra su elegancia y porte sintiéndose dichoso de vestir el uniforme con propiedad. Se mantiene inmóvil en las paradas militares, con la cabeza alta, el pecho henchido, orgulloso de quién es y de la unidad a la que pertenece. No abandona jamás la formación hasta dar con sus huesos en el suelo.

Humildad: el “montero” siempre cumple con su misión en la sombra, lejos de la vanidad y el prota-gonismo, ya sea en la instrucción táctica como en las misiones de honores y seguridad. Aunque pa-rezca que su presencia es inadvertida, él se siente orgulloso porque sabe que sin su labor la misión no podría cumplirse. El amor y lealtad hacia su rey es el único alimento que reconforta su moral.

Espíritu de sacri�cio y superación: cada día el “montero” aspira a ser mejor en su labor. Quiere crecer profesionalmente y para ello no escatima en sufrimiento y trabajo. Por su sangre corre el ardor guerrero de la Infantería Española. Está deseoso de mostrar al mundo su valía en cualquier escenario o situación. Se prepara continuamente para cumplir con la misión encomendada, renunciando numero-sas veces a su vida personal, alejándose de la familia, amigos y hogar. No se conforma con ser un buen profesional puesto que su entrega es puramente vo-cacional. Un “montero” siempre quiere ser el mejor.

Todas y cada una de estas virtudes castrenses mantienen vivo el espíritu de “Los Monteros” y es-

tán presentes en cada uno de sus corazones, cora-zones que incansablemente recitan:

En memoria de unos valientes,y de su lealtad gloriosa,somos �eles herederos

de los “Monteros de Espinosa”.

“Monteros”, mi compañía.Guardia Real, mi religión.

Ejemplo de cortesía,disciplina y gran valor.

Lucharé sin desfallecer,pues soy hombre leal y duro.

Antes morir que caer.Por mi bandera lo juro.

Elegancia al des�larnos mana de las entrañas.Nuestra sangre derramar,

por nuestro amor por España.

Glorioso fue el día aquel,con el alma entre las manos,

bien juramos serle �ela España mientras vivamos.

Somos todos compañeros,del más débil al más fuerte.Dios, Patria, Rey lo primero.

Unidos hasta la muerte.

Trabajo día tras día,por un sueño y un ideal:

Defender a la Coronasiendo un �el Guardia Real.

La gloriosa Infantería,es mi arma y mi blasón.

Sin dudar entregaría,por el Rey mi corazón.

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FRANJAS ROJAS Y SARDINETAS

La Compañía “Mar Océano” es orgullosa heredera de una historia al servicio de nuestro rey

Teniente Juan Carlos Andrés Herrero. Comandante de sección en la Compañía “Mar Océano”.

En 1981 se crea la Compañía “Mar Océano”, uni-dad que la Armada pone al servicio directo de su majes-tad el rey. Como miembros del Real y Glorioso Cuerpo de Infantería de Marina, los guardias reales destinados en esta compañía tienen el honor de representar a todos los infantes de marina que han servido, sirven y, segu-ro, servirán a la Corona. Existe una histórica y estrecha relación de servicio del infante de marina con su rey. Fue Carlos I quien, el 27 de febrero de 1537, asigna de manera permanente las Compañías Viejas del Mar de Nápoles a las escuadras de galeras. Este hito marca la creación de la Infantería de Marina Española. Felipe II

la rati�ca y potencia al acuñar el término de “fuerza de desem-barco”, para lo que ordena la creación, entre otros, del Tercio de la Mar Océano. La tropa de marina heredera de aquellas viejas compañías son las que en 1718 nutren al recién creado Regimiento de Corona.

Pero quizá el hecho que se-lla para siempre los lazos de la infantería de marina con la Corona acontece en 1763, cuando 600 infantes de mari-na demuestran una extraordi-naria bravura y férrea lealtad durante la defensa del castillo del Morro de La Habana. Co-mo recompensa a este acto de valor, se otorga al Cuerpo el privilegio de lucir las sardine-tas propias de las compañías de preferencia, así como el derecho a vestir los colores azul y rojo como tropas de la Casa Real. Herederas de esta recompensa son las franjas rojas y sardinetas que actual-mente vestimos los infantes de

marina en nuestros uniformes.Desde entonces y durante los siglos xviii y xix,

la tropa de marina ha tenido el honor de rendir guardia en los palacios reales y de proporcionar la escolta a la Real Familia fuera del recinto de pala-cio. Tiempo después, ya en 1978, su majestad el rey D. Juan Carlos I rati�ca por real decreto la antigüe-dad del Cuerpo de Infantería de Marina en el año 1537, convirtiéndola en la más antigua del mundo, motivo de regocijo para todo infante de marina.

En esta gloriosa trayectoria, es digno de mención el heroico sacri�cio realizado por el Cabo D. Luis

Instrucción de orden cerrado, un puntal de la compañía

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Manuel López Martínez en 1982, durante el res-cate de unos montañeros atrapados en el torrente del río Pelayos, en Guisando, Ávila. Su entrega sir-ve como estímulo diario a todos sus compañeros de “Mar Océano”, y es para nosotros un ejemplo de continuo afán de superación. La historia hace que los guardias reales que servimos a su majestad el rey don Felipe VI vistiendo el uniforme de franjas, lo ha-gamos con el profundo sentimiento de satisfacción y reconocimiento, sabedores de que somos herede-ros de antiguos soldados de marina que hicieron de nuestro nombre, nuestro orgullo.

En la actualidad, la Compañía Mar Océano tiene asignados dos cometidos principales como miembro del Grupo de Honores de la Guardia Real: rendir honores y prestar seguridad a su majestad el rey, a los miembros de su real familia, a jefes de Esta-do extranjeros durante sus visitas o�ciales y a los embajadores en la presentación de sus car-tas credenciales. Para poder cumplir con estos cometidos y como base de todo adiestramiento, la mejora y el desarro-llo del estado de forma física del guardia real es prioritario. La compa-ñía lleva a cabo un plan de adiestramiento físico militar intenso, basado en dos disciplinas princi-pales: carrera y entrena-miento funcional. Este plan permite, además de desarrollar los planes de instrucción y adiestramiento con garantías, partici-par en diferentes pruebas deportivas civiles y milita-res, como el Fan-Pin y la Ruta de las Fortalezas.

Anualmente la compañía se emplea en un ejer-cicio an�bio con la Armada, integrándose en uni-dades de infantería de marina. Este año ha partici-pado en el ejercicio “MARFIBEX-51”, el cual ha tenido lugar entre las aguas de la Bahía de Cádiz y el campo de adiestramiento sierra del Retín. Los objetivos principales de la participación en estas maniobras son potenciar las capacidades an�bias propias de cualquier unidad de Infantería de Mari-na y familiarizar a los guardias reales con el mate-rial y procedimientos actuales del Cuerpo. Fruto de

esta integración es la convivencia con otras unida-des de la Armada, a las cuales representamos con orgullo ante nuestro capitán general.

Cabe destacar el especial papel que desempeñan las maniobras de entidad sección en la instrucción y adiestramiento de la compañía. Este tipo de ejercicios permiten una gestión detallada de los recursos huma-nos y materiales, lo que redunda en un adiestramiento individual muy intenso. Las tres secciones en las que se estructura la compañía han realizado sus correspon-dientes maniobras, centrando la actividad en ejercicios de tiro con los distintos sistemas de armas orgánicos de la unidad: fusil de asalto, pistola, lanzagranadas, ametralladora y lanzacohetes. Estas actividades se han completado con ejercicios de combate en población, ti-ro y conducción de fuegos de mortero, rapel y defensa

personal policial.Para mantener el alto

nivel en instrucción mili-tar de orden cerrado que se espera de una unidad del Grupo de Honores de la Guardia Real, la compañía ejecuta, tam-bién un detallado plan de adiestramiento que sirva a este �n. En dicho plan el guardia real es el elemento esencial, por lo que conseguir la exce-lencia en sus movimien-tos es la clave del éxito. Se puede a�rmar que el nivel �nal alcanzado por el conjunto de la com-pañía ha sido óptimo y

acorde a lo requerido. En esta línea de acción, “Mar Océano” también proporciona un pelotón y cuadros de mando a la Sección de Movimientos Floreados, unidad formada por personal de los tres ejércitos es-pecializada en la ejecución de movimientos de fusil complejos y muy sincronizados.

Con la profunda satisfacción del deber cumpli-do y como colofón a estas líneas, podemos a�rmar que el infante de marina que tiene el honor de servir en la Guardia Real, lo hace, como ya demostró en 1763, con la mayor de las lealtades, al igual que sus compañeros de armas del Ejército de Tierra y del Ejército del Aire, con extremada disciplina, y, como depositario histórico de la con�anza de su rey, con absoluta discreción.

“La historia hace que los guardias reales que servimos a su majestad el rey don Felipe VI vistiendo el uniforme de franjas, lo hagamos con el profundo sentimiento de satisfacción y reconocimiento,

sabedores de que somos herederos de antiguos soldados

de marina que hicieron de nuestro nombre, nuestro orgullo”

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CAZADORES DEL AIRE, SOLDADOS DE AVIACIÓN

La completa dedicación, la estrecha colaboración y el duro trabajo definen el año 2015 para la

escuadrilla aviadora de la Guardia Real

Teniente Fernando Romero Díaz. Jefe de Sección en la Escuadrilla “Plus Ultra”.

“Hombres que luchan todos los días… Esos son los imprescindibles…”. Luchar, porque ha sido un año repleto de retos y objetivos y porque la escuadrilla ha mantenido en todo momento, y como siempre, la ilusión y el esfuerzo en todas aquellas actividades que se le han encomendado. Con un ojo en el cielo y otro en el andar, se ha llevado a cabo la instrucción, el adiestramiento y los múltiples ejercicios programados para con-tinuar cumpliendo con la misión de la Guardia Real.

El pistoletazo de salida lo dio en el mes de fe-brero, la sección de instrucción con la preparación y ejecución del ejercicio “Zarzeval 01 15”. Dicho ejercicio puso punto y �nal al ciclo de instrucción en materia de intervención operativa policial que durante el mes de enero realizó todo el perso-nal de la Escuadrilla. “Zarzeval” una evaluación teórico-práctica de procedimientos técnicos de

desempeño durante una guardia de seguridad en Zarzuela. Para ello se simulan condiciones simi-lares a las que soportan diariamente los guardias reales, en cuanto a organización operativa, zona de actuación e incidentes posibles, así como el res-to de situaciones rutinarias que acontecen durante el servicio.

Continuamos en el mes de abril, con el ejerci-cio de Grupo “Viator 15”,en el que nos instrui-mos en tiro con las diferentes armas colectivas de que disponemos y practicamos técnicas, tácticas y procedimientos propios de un ambiente como el que nos ofrecía el campo de maniobras de La Legión, respuesta a ataques con mortero desde un combat out post (COP), lanzamiento de granadas, tiro nocturno, movilidad con vehículos, además de prácticas de combate urbano en la magní�ca reproducción de poblado africano de que dispone dicha instalación.

Práctica de recuperación y evacuación de heridos durante un ejercicio en “Los Alcázares” (Murcia)

Reacción de la Force Protection Task durante el desarrollo del “Sirio-Tormenta 15” (Zaragoza)

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Del 9 al 13 de mayo se realizó el ejercicio anual de colaboración nacional “Sirio-Tormenta 15” en la Base Aérea de Zaragoza y en otros emplaza-mientos del territorio nacional. El nuevo enfoque dado este año a la intervención de algunas unida-des participantes, entre las que se encontraba la Plus Ultra, fue motivo de gran interés e incentivo para todo nuestro personal. El ejercicio se basó en la participación y conformación de una célula mixta de mando y control de una force protec-tion (FP) compuesta por o�ciales y subo�ciales de seguridad y defensa de unidades del Ejército del Aire que dirigían, coordinaban y supervisaban a

un componente de seguridad, también mixto, en-cargado de proteger la base aérea y su aeródromo. La interacción y coordinación entre el personal de las distintas unidades fue clave para el correcto desempeño y éxito de la misión y la semejanza de dicha simulación con las misiones reales desem-peñadas, un gran catalizador de fuerzas y moti-vación.

En junio, durante la semana del 15 al 19 tuvo lugar en Casas de Uceda (Guadalajara), el ejerci-cio “Metopa 01-15”. En ese tiempo –evaluación última del Plan de Instrucción Inicial– el personal de nuevo ingreso se enfrentó a distintas y di�culto-sas situaciones de supervivencia y pericia militar, donde el esfuerzo, el sacri�cio y el compañerismo fueron la tónica dominante, así como la única vía posible para asegurar el éxito en dicha evalua-ción. Una semana más tarde, realizamos el ejerci-cio “Paraca 01-15” en Murcia. La Escuela Militar de Paracaidismo “Méndez Parada” y el fenomenal clima murciano nos brindaron nuevamente la po-sibilidad de realizar cuatro saltos paracaidistas en sus modalidades de automático y manual; prácti-cas de balizaje de Helo Landing Zones y guiado de helo´s y fast-rope con el Ala 48, así como un re-señable lanzamiento al Mar Menor y prácticas de emergencia en el agua (en colaboración necesaria con la Compañía “Mar Océano”), que pusieron la guinda a una semana completa en materias de aviación. Disciplinas que, conviene recordar, son propias de la escuadrilla desde su fundación, una historia y responsabilidad de la que nos sentimos enormemente orgullosos y depositarios.

En noviembre, y un año más, pudimos asistir a uno de los ejercicios de colaboración gestiona-dos por el European Air Group. En esta ocasión, dos mandos de la escuadrilla asistieron al ejerci-cio “Air Commando” que en la ciudad de Arlon organizó la Fuerza Aérea Belga. El componente de la force protection belga desarrolló un plan de actividades encaminadas a perfeccionar los cono-cimientos en materias de tiro operativo, combate en zonas urbanizadas y combate cuerpo a cuerpo. Dicho ejercicio supuso un paso más en el cono-cimiento y normalización de procedimientos con otras unidades aéreas similares de la OTAN, que además nos brindó una excelente ocasión para convivir y trabajar con los países aliados junto a quienes desplegamos en zona de operaciones.

Para �nalizar el año complementamos nuestro adiestramiento con un ejercicio de tiro táctico y de

“En noviembre, y un año más, pudimos asistir a uno de los

ejercicios de colaboración gestionados por el European Air Group. En esta ocasión, dos mandos de la escuadrilla asistieron al ejercicio “Air

Commando” que en la ciudad de Arlon organizó

la Fuerza Aérea belga”

Vadeo de un río en el ejercicio “Metopa 01 15” en Casas de Uceda (Guadalajara)

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combate realizado en Casas de Uceda, en el que el personal de la escuadrilla se adiestró durante siete días en el uso de sus armas reglamentarias, fusil H&K y pistola, en maniobras con fuego real de fuego y movimiento, rupturas de contacto, cuidado táctico de heridos en combate e intervención ope-rativa policial en ambientes diurno y nocturno.

Trabajo diario y esfuerzo permanente forjan el carácter propio que, en la unidad y fuera de ella, distinguen al personal de la escuadrilla, así que orgullosos recitamos: “Valor, Honor y Lealtad”, lema en el que resumimos nuestro credo y motor de vida militar.

Aplicación de un torniquete durante el “Air Commando” en Arlon (Bélgica)

MONTSERRAT, UNA MONTAÑA PARA DESCUBRIR Y DESCUBRIRSE

Las exigentes ascensiones al Cavall Bernat y al Bis e se unen ya al largo elenco de cumbres alcanzadas por el grupo

Guardia real Francisco Javier Jiménez Martín. Grupo de Alta Montaña de la Guardia Real.

A �nales del pasado mes de abril, el Grupo de Alta Montaña de la Guardia Real realizó una ac-tividad en la conocida sierra de Montserrat, en la provincia de Barcelona, con el objetivo de escalar algunas de las más míticas rutas que recorren estas famosas agujas. Montserrat es a Barcelona lo que La Pedriza a Madrid, una vía de escape del agobio de la ciudad, a un mundo de serenidad y naturaleza abrumadora, a poco más de media hora en coche. Pero para la comunidad escaladora, es algo más. Es una de las de las principales zonas de escalada de la península, de fama internacional, como pueden ser los mallos de Riglos o el pico Urriello (Naranjo de Bulnes). La roca aquí es un conglomerado de guijarros asentados en cemento calcáreo.

Los cambios climáticos y la erosión, han acaba-do modelando un relieve con grandes paredes de contornos redondeados. Son más de 1.500 agujas con más de 5.000 vías en total. Como solemos decir los escaladores, tendríamos que vivir varias vidas para poder escalarlas todas… Esta cantidad de rutas ha llegado a preocupar a las autoridades del parque. Tanto es así que, en la actualidad, la

apertura y restauración de las mismas está regula-da. Existen también multitud de cuevas y ermitas,

Perspectiva de una de nuestras incursiones en las zonas de escalada deportiva en Montserrat

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así como pequeños y toscos refugios que, desde tiempos inmemoriales, fueron habitados por drui-das y ascetas de distintas épocas y credos. Todo esto, junto a una red de senderos perfectamente señalizados y bien mantenidos, hace que Montse-rrat posea un gran atractivo para la práctica del senderismo y la bicicleta de montaña

En esta salida se dio el caso de que, pese a la dila-tada experiencia alpinista de algunos de los miem-bros del equipo, nadie de nosotros habíamos esca-lado allí nunca, por lo que la actividad adquirió ese cariz más aventurero o de exploración que tanto

nos gusta a los montañeros. Para los que no conoz-can este macizo, hay que señalar que es un auténti-co laberinto de rocas de las más variadas formas y tamaños, que convierten las aproximaciones y los descensos, de según qué vías, en verdaderas “aven-turillas”. Barajábamos diferentes opciones, que variarían en función de la meteorología. Al �nal escalamos el Cavall Bernat y el Bisbe, además de numerosas vías de escalada deportiva.

El Cavall Bernat es sin duda la cima más emble-mática del macizo, tanto por su llamativa �gura, como por estar un poco más aislado del conjunto de agujas. Su nombre es un eufemismo impuesto, dado que su verdadero apelativo procede de una expresión catalana que hace referencia a su forma. Este pico se eleva 250 metros por su cara norte y 60 por la sur, a la cual se accede desde un collado que lo une al resto del macizo. Precisamente por esa cara transcurre el itinerario que siguieron los primeros ascensionistas en 1935, tras multitud de intentos a cargo de diferentes cordadas. Como anécdota de esta primera ascensión haremos cons-tar que, debido a que no funcionó la cámara foto-grá�ca, y al no haber testigos presenciales, los mon-

jes del monasterio, que al parecer hacían las veces de notarios, no les creyeron, por lo que hubo de repetirse la ascensión, esta vez con gran a�uencia de público y medios de la época.

Nosotros elegimos su vía más representativa: la Punsola-Reniu, que recorre todo su lomo norte, ga-nando inclinación paulatinamente, hasta alcanzar la completa verticalidad, e incluso algo de desplo-me en sus largos �nales. Para realizar la ascensión nos dividimos en dos cordadas de tres, por lo que la progresión se hace algo más lenta y pesada que en las de dos, pero así también los segundos de cordada se aburren menos, y se pueden sacar más fotos… Tras algún “sustejo”, y entre los quejidos y resoplos de alguno, conseguimos hacer cima todos sanos y salvos. Las vistas son maravillosas: al norte el Pirineo Catalán, y a nuestros pies el impresionan-te conjunto del santuario de Montserrat, al este el río Llobregat y el mar Mediterráneo, al sur la pared del Aeri y Les Diables , “tapiones” por excelencia

“Para los que no conozcan este macizo, hay que señalar que es

un auténtico laberinto de rocas de las más variadas formas y tamaños, que convierten

las aproximaciones y los descensos, de según qué vías, en verdaderas “aventurillas”

Vista del Cavall Bernat

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de la zona y al oeste el Bisbe, el Serrat del Moro y la ciudad de Manresa. El descenso, parte delicada de la escalada, transcurrió sin ningún problema.

La segunda cima a la que nos enfrentamos fue el Bisbe, el obispo en castellano, llamado así por su forma, que recuerda la �gura de dicho religioso. En

esta ocasión repetimos las cordadas, puesto que es importante que los integrantes estén bien compene-trados unos con otros, el funcionar casi sin hablar, que el asegurador se anticipe a lo que va a necesitar el que escala en ese momento. La vía elegida fue la GAM, algo más corta, pero más difícil de escalar en libre que la anterior. Su primera ascensión data del 24 de septiembre de 1959, y es, sin duda, la gran clásica de Les Frares Encantat, conjunto de agujas al que pertenece el Bisbe. Probablemente supuso el mayor reto al que nos enfrentamos en esta salida, pero a la vez el que más satisfacción nos reportó. La bajada fue algo más compleja que la del Cavall Bernat y aquí hubo que agudizar el sentido de la orientación y la agilidad para moverse con seguri-dad y soltura en busca del camino de vuelta.

Hacia la cumbre del Cavall Bernat por la vía “Punssola-Reniu” La curiosa silueta del Bisbe, con su forma de mitra

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PROFUNDIDAD, FRÍO Y OSCURIDAD

El Grupo de Buceo de la Guardia Real, capacitado para servir donde se le requiera

Sargento Iván García Algaba. Comandante de pelotón. Miembro del Grupo de Buceo.

El Grupo de Buceo de la Guardia Real (GRU-BUC) ha realizado este año numerosas actividades, y aunque todas ellas merecían ser mencionadas, hemos querido elegir las tres más signi�cativas. Pero antes de continuar y sabedores de las res-ponsabilidades y carga de trabajo que los equipos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) de la Guardia Civil tienen diariamente, es de justicia que reconozcamos la total predisposi-ción de todos sus miembros durante las colabora-ciones que, con el GRUBUC, han llevado a cabo durante este año.

La primera actividad que debemos señalar es el ejercicio “Orellana 15”, enmarcado dentro de la fase de buceo en pantanos. Tuvo lugar en el mes

de febrero en aguas del embalse homónimo y en él contamos con la inestimable colaboración del equipo GEAS de Badajoz. Es importante recalcar que el buceo autónomo en pantanos requiere de un alto grado de adiestramiento y preparación, ya que normalmente este tipo de aguas son muy frías y de escasa o nula visibilidad. Estas características condicionan el tiempo de inmersión del buceador y di�cultan la realización de todo tipo de trabajos.

La colaboración con el GEAS comenzó con la realización de ejercicios de orientación subacuática, búsqueda de personal ahogado y todo tipo de ma-terial a profundidades de entre 20 y 35 metros. La fase �nalizó con trabajos de re�otamiento de ma-terial a 20 metros de profundidad y sin visibilidad.

Primer plano de un buceador de la Guardia Real en plena inmersión

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Esta cota de trabajo requiere de un planeamiento minucioso y de una preparación previa intensa, con el �n de conseguir un completo acoplamiento entre los elementos participantes. En este ambiente, la importancia que tiene la coordinación y con�an-za en el compañero se eleva a la máxima potencia. Ambos se sentirán solos, sin visibilidad y con frío, por ello es importante permanecer unidos en todo momento, transmitiéndose mutuamente la certeza

de que todo va bien y que se puede continuar con el trabajo.

Aproximadamente después de 10 minutos de inmersión a 5ºC de temperatura en el agua, apare-ce la sensación de frío extremo, y se entra en una fase inicial de entumecimiento que puede llevar al buceador, si no se toman las medidas oportu-nas, a la hipotermia. Finalizada la maniobra, los integrantes del GRUBUC tuvimos la satisfacción de sentirnos capaces de sobrevivir en un entorno complicado como las aguas pantanosas. La uni-dad pudo cumplir con un reto que hasta ahora no se había presentado y en el que seguirá adiestrán-dose, ya que potencia, en gran parte, su con�anza interna.

Para el ejercicio “Gerona 15” trasladamos todo el personal y material necesario para una semana de inmersiones hasta L’Estartit, provincia de Ge-rona. Este hecho supuso un reto logístico que se solventó de manera e�caz y que sirvió de adiestra-miento para futuros despliegues. En esta ocasión contamos con el GEAS de Gerona para la realiza-ción de ejercicios de adiestramiento y como apoyo para la preparación y mantenimiento de equipos, tal y como ocurriese en “Orellana 15”. El objeti-

“En este ambiente, la importancia que tiene la coordinación y confianza en el compañero se eleva a la máxima potencia. Ambos se sentirán solos, sin visibilidad y con frio, por ello es importante permanecer unidos en todo momento”

Inmersión en la “Catedral”, en aguas de Las Palmas de Gran Canaria

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vo principal marcado para este ejercicio era el de ganar cota de profundidad, con especial interés en el incremento de la autocon�anza individual. Se realizaron inmersiones con progresivo aumen-to de dicha cota, con el �n de aclimatar el cuerpo a una mayor cantidad de presión y de nitrógeno en sangre. La profundidad �nal alcanzada fue de 40 metros, punto en el que todos los miembros del GRUBUC mostraron soltura y capacidad de tra-bajo. Gracias a la gran experiencia acumulada por el equipo GEAS, se pudieron realizar sesiones de instrucción técnica y de mantenimiento de equipos, muy apreciada por los miembros del GRUBUC.

Un elemento de notable importancia para el GRUBUC son las plataformas de buceo. Dispone-mos de embarcaciones semirrígidas y neumáticas. Como parte del adiestramiento de nuestros patrones y nadadores de rescate, podemos destacar el apoyo proporcionado a los compañeros de la Escuadrilla “Plus Ultra” durante la ejecución de un ejercicio de helocasting y un salto paracaidista en aguas del Mar Menor. Para esta actividad se desplegó en el acuar-telamiento de “Los Alcázares” (Murcia) una unidad de embarcaciones compuesta por dos semirrígidas y cuatro neumáticas. Durante el ejercicio de helocas-

ting, la unidad de embarcaciones sirvió a dos pro-pósitos: en primer término, balizar la zona de lanza-miento, manteniendo enlace continuo vía radio con el helicóptero; en segundo lugar, recoger y desplegar en tierra al personal lanzado. Como misión paralela, en la embarcación de mayor porte y velocidad nos acompañó el personal sanitario y de control de ejer-cicio, con lo que se mantuvo, en todo momento, un elevado nivel de seguridad.

Para el lanzamiento paracaidista, la dinámica y estructura fueron similares. Se realizó la recogida de personal y paracaídas de manera coordinada y e�caz. En todo momento los nadadores de resca-te estuvieron preparados para socorrer al posible personal en peligro. La colaboración fue perfecta y ambos ejercicios se desarrollaron con éxito y se-guridad. Todos estos ejercicios han capacitado al GRUBUC para poder desplegar con todas las ga-rantías como parte del Servicio de Seguridad a su majestad el rey y su Real Familia en Porto Pi, Pal-ma de Mallorca. Como guardias reales, es un ho-nor poder poner a disposición de nuestro rey todas las capacidades de las que dispone el GRUBUC, siendo nuestro principal objetivo servir allá donde se nos demande.

Reagrupamiento de los buceadores del Grupo

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Dinámica de Grupos

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ESC OL T A S

CREACIÓN DE UN MÓDULO DE INTERVENCIÓN EN ESPACIOS REDUCIDOS

La Compañía de Alabarderos a la vanguardia en la normalización de procedimientos de esta naturaleza

Sargento primero David Reina Laso. Sección de Seguridad Inmediata II.

A mediados del mes de enero pasado, la Com-pañía de Alabarderos recibió la orden de promover un procedimiento para la intervención en espacios reducidos. Dicho procedimiento debía ir orientado a la necesidad que tienen nuestros núcleos de reac-ción y puestos de centinela dentro de los palacios, de uni�car procedimientos ante una posible amenaza dentro de dichos lugares.

Considerando la importancia que tenía dejar este protocolo por escrito –a �n estandarizar la instruc-ción de todo el Grupo de Escoltas– el teniente José Cando Casado, jefe de la Sección de Seguridad Inmediata I, dio los pri-meros pasos para la ela-boración de un borrador a tal efecto. En la ela-boración de este primer proyecto de “módulo de intervención en espacios reducidos” (MIER), el teniente Cando se apo-yó en varios manuales e instrucciones técnicas así como en su propia experiencia y recibió, también, el apoyo del resto de los integrantes de la Compañía de Alabarderos en cuanto al asesoramiento tanto técnico como táctico.

Tras la �nalización del borrador, durante la sema-na del 16 al 20 de febrero, se pusieron en marcha unas jornadas de instrucción para uni�car a todos los cuadros de mando de las compañías de Alabar-deros y de Control Militar en lo que correspondía

a esos procedimientos puestos ya por escrito. Estas jornadas se llevaron a cabo en el acuartelamiento “El Rey” y en la Base Aérea de Cuatro Vientos, con-cretamente en las instalaciones del antiguo Regi-miento de Zapadores Ferroviarios que sirvieron a la perfección para representar tanto las inmediaciones de los palacios como los grandes salones por los que deben moverse los núcleos de reacción y los puestos interiores de vigilancia.

Durante esa semana de instrucción con los man-dos de las mencionadas compañías, se pudo realizar

la necesaria estandariza-ción tanto en las expe-riencias procedentes de la puesta en práctica de dicho borrador como en los diversos criterios a se-guir. Dichos criterios nos llevaron a tener claro que el MIER no puede ser un manual de combate en población o zonas urba-nizadas, y que tampoco debemos utilizar mate-riales o procedimientos

de dicho ámbito del combate para este tipo de ins-trucción, sino que debemos adaptar la necesidad que se nos planteó inicialmente al tipo de misión que te-nemos encomendada como Grupo de Escoltas de la Guardia Real. Precisamente, por la naturaleza de tal misión y por el material y armamento que portamos cuando estamos de servicio en los palacios, debemos tener claro que no podemos aumentar ni su volumen

“El MIER no puede ser un manual de combate en población o zonas urbanizadas, y tampoco debemos utilizar materiales o procedimientos de dicho ámbito del combate para este tipo de instrucción”

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ni su número, puesto que es el que nos sirve para la realización de nuestra principal misión. De esto se deduce, por tanto, que la instrucción del MIER debe desarrollarse de la misma manera en que vamos a rea-lizar el servicio en los palacios: cinturón policial con arma corta, bastón policial, grilletes y segundo carga-dor de pistola además de fusil HK con dos cargadores para el núcleo de reacción.

Esa semana de uni�cación con los mandos de las compañías resultó más importante de lo que parecía inicialmente, dado que enseguida empezarían los di-ferentes grupos de las secciones inmediatas a recibir la instrucción del MIER. La semana del 23 al 27 de febrero, el grupo de los Reales Guardias de Corps (2.3) fue el primero en iniciar la instrucción del MIER. Esta se desarrolló de manera similar a como se había producido en la semana anterior. Los dos primeros días en el acuartelamiento “El Rey”, donde tras una introducción teórica al módulo para expli-car su naturaleza y razonar su necesidad, contamos con la inestimable ayuda de los compañeros de la Sección de Guías de Perros de la Compañía de Con-trol Militar, quienes gracias a su dominio del animal –en los distintos casos en los que nos podemos en-contrar con una amenaza– pudimos ser conscientes de la gran ayuda que supone el perro en la búsqueda y neutralización de cualquier amenaza dentro de las instalaciones de un palacio.

En la segunda y tercera jornadas de instrucción, se realizaron distintos ejercicios dentro del marco de las materias a instruir que se expresan en el borrador del MIER: manejo del armamento (fusil y pistola), instrucción individual, movimientos por binomio y equipo, progresión del binomio y equipo, entrada y limpieza en habitaciones, aproximación en vehículo y a pie y sus distintas formaciones. El cuarto y últi-mo día del módulo se empleó en desarrollar distintos tipos de incidencias en los que los núcleos de reac-ción o el personal de la guardia interior de un palacio podrían verse involucrados. Para estos ejercicios de incidencias se utilizaron las instalaciones del antiguo Regimiento de Zapadores Ferroviarios en la Base Aérea de Cuatro Vientos.

En ellas, el personal del grupo tuvo que emplear todos los conocimientos y procedimientos vistos durante la semana y que se desarrollan en el borra-dor del MIER. Las incidencias en la que se evaluó al personal fueron las siguientes: aglomeración de personal en actitud amenazante en las inmediacio-nes de las puertas de acceso al palacio, intento de intrusión detectado en las puertas de acceso al pa-

lacio, aviso de artefacto dentro del palacio (sin que se conozca el lugar de su ubicación) y la detección de un intruso dentro del palacio (también sin cono-cimiento de su situación).

Varias instantáneas de la sección poniendo en práctica los procedimientos desarrollados en el MIER

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LA BATERÍA REAL VUELVE A SAN GREGORIO

Con ocasión de las Escuelas Prácticas de Artillería de Campaña tuvimos la oportunidad de integrarnos con la Brigada Paracaidista en el ejercicio “Thunder I/15”

Capitán Hugo J. O’Donnell y Armada. Jefe de la Batería Real.

La Batería Real, cumpliendo con la misión de instruirse en las técnicas y procedimientos artille-ros, realizó del 20 al 27 de abril las Escuelas Prác-ticas de Artillería de Campaña (EPARTACA). En esta ocasión, el campo de maniobras empleado no fue el del Teleno, sino el Centro Nacional de Adies-tramiento (CENAD) de San Gregorio. Cumpliendo también con la tradición se hizo extensible la par-ticipación a la Sección de Honores del Regimiento Inmemorial n.º 1, que aportó personal y tres pie-zas Otto Melara 105/14, con lo cual pudo consti-tuirse una batería con un centro director de fuegos (FDC), una línea de seis piezas, un pelotón de le-vantamiento topográ�co y dos equipos de puesto de observación.

La singularidad de las EPARTACA de este año vino como consecuencia de la invitación, por par-te de la Brigada Paracaidista a participar dentro del ejercicio Thunder I/15 que se iba a desarrollar en esas fechas en San Gregorio. De aceptar dicha invi-tación, la batería se debía agregar como una unidad de apoyos de fuegos (APOFU), junto con otra del Mando de Artillería de Campaña (MACA), dentro de la estructura del Grupo de Artillería Paracaidista (GACAPAC) y realizar, de manera conjunta, cual-quier tipo de fuego artillero que se contemplara en el planeamiento del estado mayor de la Brigada.

El reto era enorme y el tiempo escaso, pero no se podía perder semejante oportunidad y rápidamen-te se recogió el guante lanzado. En las siguientes semanas se organizaron cursos informativos en el Regimiento de Transmisiones n.º 1 del acuartela-miento “Zarco del Valle”, para que nuestros ope-radores de radio pudieran trabajar con la PR4G en las diferentes mallas de transmisiones que se iban a crear, al mismo nivel que lo hacen sus compañeros paracaidistas. Se participó en la instrucción espe-

cí�ca de FDC del GACAPAC con nuestro equipo, adoptando la nueva versión del sistema de mando y control Talos que se iba a probar en el LP Thun-der. Por último, el equipo topográ�co y la sección de fuego con sus seis piezas se instruyeron en el campo de tiro de la base “El Goloso”, con tiro re-ducido Dynamic, realizando entradas y puestas en vigilancia en tiempos vertiginosos.

Con los deberes hechos, solo faltaba un periodo de adaptación a un entorno que muchos de los arti-lleros de la batería desconocían; el CENAD de San Gregorio. El ejercicio Thunder I/15 no contempla-ba la integración de los fuegos heterogéneos hasta el 25 de abril, por lo que se pudo ahondar, durante los primeros días, en la instrucción topográ�ca, en

“La batería se debía agregar como una unidad de apoyos de fuegos junto con otra del Mando de Artillería de Campaña dentro de la estructura del Grupo de Artillería Paracaidista y realizar, de manera conjunta, cualquier tipo de fuego artillero que se contemplara en el planeamiento del estado mayor de la Brigada”

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las entradas y salidas de posición y en el estableci-miento de asentamientos, tanto principales como alternativos dependiendo de las zonas de caída de fuego artillero. La visita que recibió la batería, de nuestro coronel don Ramón Álvarez de Toledo y Álvarez de Builla y de nuestro teniente coronel don Carlos Prada Larrea, sirvió para insu�arnos de nuevos ánimos y afrontar los siguientes días con gran motivación, conscientes del enorme reto al que nos enfrentábamos.

Llegó el día que todos esperábamos con ansiedad; en un ejercicio tan exigente como el Thunder I/15 se iban a integrar tres unidades artilleras con mate-riales y misiones heterogéneas. Iban a ser dirigidas, en tiempo real, con el sistema de mando y control Talos en una versión modernizada y no probada en ejercicio de fuego hasta la fecha. El resultado: un rotundo éxito.

Tras el lógico conservadurismo inicial, las accio-nes de fuego se fueron sucediendo cada vez más rá-pidas, cumpliendo los diferentes planes de fuego en tiempo y forma oportunos. La rapidez en la entrada, fuego y salida de asentamiento de las piezas para-caidistas Light Gun era complementada por nues-tras piezas del 105/14, más lentas pero más precisas, siendo los imponentes obuses del 155/52 del Sistema Integrado de Artillería de Campaña (SIAC) del MA-CA los más devastadores.

Los dos días de integración, en turnos de maña-na, tarde y noche supieron a poco. Pudiera ser que fuera porque conforme se iba haciendo fuego en cada acción y el aire se impregnaba de ese olor tan

característico a pólvora quemada, en cada uno de nosotros se avivaba el deseo de seguir demostran-do de lo que es capaz un “artillero real”. Pudiera ser también que sintiéramos en esos momentos, rodeados de estas unidades, el hermanamiento y su vinculación –por lazos invisibles– pero inten-sos que los artilleros sabemos sentir de manera profunda.

Han sido muchas semanas de duro trabajo, com-patibilizando nuestra instrucción de unidad monta-da y de seguridad con la instrucción puramente arti-llera, pero ha merecido la pena viendo los resultados alcanzados y la enorme satisfacción que se siente al comprobar que la Batería Real ha cumplido de nue-vo con su deber.

Uno de nuestros artilleros “cazado” en plena ejecución de uno de los ejercicios de tiro

La Batería posa durante la visita del coronel Álvarez de Toledo a las maniobras

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EL CABALLO DE PURA RAZA ESPAÑOLA, EL CABALLO DEL ESCUADRÓN

Más de cien ejemplares, procedentes en su mayoría de la Yeguada Militar, prestan escolta solemne y

dan seguridad a sus majestades los reyes

Capitán Carlos Berlanga Correa. Jefe del Escuadrón de Escolta Real.

De entre los muchos aspectos de los que po-dríamos dar testimonio en estos párrafos: ejerci-cios, personal, materiales, actos y ceremonias…, hemos decidido que emplearemos un pequeño esfuerzo para acercar a los lectores de Alabarda al caballo de pura raza española (PRE) –común-mente conocido también como “caballo español o andaluz” dado que, junto a nuestros jinetes, es uno de los principales activos con los que conta-mos en el Escuadrón de Escolta Real. Son más de cien las razones que tenemos para escribir sobre este animal, pues más de cien son los ejemplares que reunimos en esta unidad, con sus diferentes capas, con su diferentes comportamientos, con sus diferencias morfológicas, pero con una ca-racterística común, una misma raza.

Se trata de un caballo ibérico cuya estirpe se encuentra entre las más antiguas del mundo. El

origen de la estirpe equina española se remon-ta al encargo que Felipe II hizo al marqués de Carpio, Diego López de Haro, y del que surgie-ron las Caballerizas Reales de Córdoba, pastos y cuadras que reunieron a los mejores ejemplares de la ribera del Guadalquivir, de modo que la yeguada real constituyó el punto de partida de

la raza andaluza. Era un caballo muy apreciado durante el Siglo de Oro (siglos xvi y xvii) dentro y fuera de España, no se dudaba de su excelencia y prueba de ello fue su empleo como caballo de guerra. A lo largo de la historia, el caballo an-daluz ha tenido un papel fundamental en la for-mación de razas equinas europeas y americanas, como el caballo hispano-árabe, hispano-bretón, el frisón, el lipizzano, el kladruber, el criollo, el paso �no, el peruano de paso, el mustang, el alter real y el lusitano.

Es un animal fácil de montar, por lo que se uti-liza como caballo de paseo. De naturaleza noble y dócil, es un animal inteligente muy apropiado para las disciplinas de la doma clásica, doma va-quera y en el rejoneo. Y aunque se pueden reali-zar recorridos de salto con él, sus características no le hacen sobresalir en esta modalidad. Su peso se encuentra en torno a los 500 kilos y su alzada, que es la altura desde el suelo hasta la cruz (zo-na próxima a la parte inferior de las crines del caballo), es de unos 168 centímetros. Elegante y bien construido. La cabeza es de longitud media con un per�l recto. El cuello es largo y amplio, cruz bien de�nida, pecho extenso, dorso corto, cuartos traseros amplios y fuertes con una grupa bien redondeada. Patas limpias, crin y cola �ui-das, cuerpo profundo, corto y acoplado. Como curiosidad, todos los ejemplares del Escuadrón de Escolta Real son machos y la gran mayoría están enteros, es decir, sin castrar.

El caballo pura raza español es conocido mundialmente y popularizado por su capa tor-da, siendo, efectivamente, la más extendida en este linaje ecuestre. Pero no debemos olvidar que existen más variedades dentro de esta raza y que, por supuesto, esto no repercute en la calidad del

“De naturaleza noble y dócil, es un animal inteligente muy apropiado para las disciplinas de la doma clásica, doma vaquera y en el rejoneo”

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ejemplar. Son capas aceptadas: la torda –ca-pa mixta formada por la combinación de pelos blancos con otros de color en distintas propor-ciones– en todas sus variedades, desde el tordo en fase blanca hasta el tordo rodado, pizarro, vinoso… Es característica común en el caballo español sufrir una decoloración paulatina hacia el blanco. La castaña –capa simple que asemeja el color de ese fruto– también, en todas sus va-riedades: oscura, cereza, cobriza... La negra, ca-pa, por lo general, completa de ese color. Alazán, de color rojizo, aunque puede tener las crines y la cola pelirrojas o rubias. Bayo o Isabela, capa simple de tonalidad amarillo pajizo, con cabos y extremos negros y raya de mulo; albino. Aunque recordemos que los caballos albinos genética-mente no existen, se usa el término albino para referirse a las capas: perlino, cremello, champán o blanco puro. Por último, se acepta también la capa palomino o perla, dorada con cola y crines blancas. Entre las poco comunes están la capa overa, con pelaje de capa sólido y grandes man-chas irregulares blancas, y la capa ruana, con dos o más tonalidades.

En el Escuadrón de Escolta Real se pueden ver caballos de capa torda en la Sección de Lanceros, en la Banda de Clarines y Timbales y en los que lleva el mando y su plana mayor. La Sección de Coraceros emplea caballos de capa castaña, y ne-gra los batidores.

Sección de Lanceros con caballos españoles de capa torda

Cápsula de seguridad a su majestad el rey a cargo de la Sección de Coraceros con caballos españoles de capa castaña

Escuadra de Batidores con caballos españoles de capa negra

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CURSO DE MOTOS DE LA GUARDIA REAL: DUREZA Y PRESTIGIO EN EL MUNDO DE LAS DOS RUEDAS

Acceder al restringido número de plazas es difícil, no causar baja durante el periodo académico lo es aún más,

y finalizar con éxito, patrimonio de unos pocos

Cabo primero Félix Francisco Pastor Cañada. Sección de Motos.

Ser motorista de la Guardia Real no es cual-quier cosa. Con tu reluciente y carismática Harley te corresponderá el honor de escoltar tanto a la Familia Real como a los presidentes extranjeros que se encuentran en visita o�cial a nuestro país, abrirás el des�le del Día de la Fiesta Nacional y arrancar, así, los primeros aplausos en el Paseo de la Castellana. En tu servicio diario deberás, ade-más, enlazar el Palacio de la Zarzuela, el Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad o la misma Guardia Real con distintos organismos o�ciales. Sobre tu moto todoterreno llegarás a hacer rutas de campo por paisajes de cuento o por lugares en los donde hace tiempo que nadie pisa. En carrete-ra, practicarás “ruteando” por carreteras dignas de Gran Premio y, si perteneces al taller, tendrás que reparar averías y podrás ser mecánico titula-do por BMW, Harley-Davidson, Honda… Como decía, esto no es cualquier cosa…

Pero claro, la grandísima responsabilidad que apareja este trabajo de ensueño no se concede así como así. Para que puedas llegar a ser motorista, debes pasar el curso de la sección y para poder hacerlo, debes ser seleccionado, con anterioridad, en las pruebas de acceso al curso y demostrar que posees unos conocimientos básicos para montar en moto. Aparentemente, no es complicado: unos cuantos conos, un trazado todoterreno por una senda en un “pasillo” de 15 metros de ancho y una prueba de circulación en carretera abierta. Vamos, seguro que es sencillo.

Si lo has superado, empezarás a sentirte mejor, porque has visto gente que parecía ser “piloto de MotoGP”, que se ha quedado fuera. Sin embar-go, tú estás dentro. Recibirás, entonces, una for-

mación especí�ca durante unas ocho semanas si perteneces a la escala de tropa y si eres subo�cial, o�cial o perteneces a la Guardia Civil, la Policía Nacional o Municipal, tu curso durará en torno a cinco semanas. Todo el curso está apoyado por clases teóricas, vídeos, charlas y demostraciones, por parte de los profesores, de la forma correcta de hacer cada ejercicio. Nada de lo que se hace en este curso es al azar y todo tiene una aplicación para el trabajo que se desempeña en la sección.

Básicamente, se puede decir que el curso consta de dos fases: campo y carretera. Empe-zarás probando el suelo de la base militar de El Goloso. Allí recibirás los conocimientos básicos

que tendrás que aplicar en carretera: posicio-nes, manejo general, control del gas, del freno, del embrague. Técnicas sobre distintas superfi-cies: caminos, arena, barro, agua… ¡Aire! Ese campo de maniobras permitirá que los primeros errores, que todos cometemos, no supongan un

“Acabarás desfondado, rebozado en barro o lleno de polvo, posiblemente algo magullado y en algunos casos, con tu orgullo acompañándote por los suelos. Es más, habrá días que acabarás ¡hasta sin ganas de motos!”

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Algunas imágenes del desarrollo del curso, tanto en su fase campo, como en la de carretera

coste muy elevado en forma de lesión. Acabarás desfondado, rebozado en barro o lleno de pol-vo, posiblemente algo magullado y, en algunos casos, con tu orgullo acompañándote por los suelos. Es más, habrá días que acabarás ¡hasta sin ganas de motos! Pero habrás subido o baja-do por paredes que nunca pensaste, tumbarás en curvas con unos bancales de arena que atra-pan tus ruedas como una magdalena a tu café y recorrerás rutas que pondrán a prueba todos los conocimientos que los profesores te han inten-tado inculcar. El generoso campo de maniobras te permitirá arriesgar, errar y aprender, porque siempre te acogerá en sus pozas, cunetas o sim-plemente sobre su, a veces, esponjoso suelo.

Si a estas alturas no has pedido la baja volun-taria, no has sufrido una lesión y has tenido que abandonar, o los monitores han estado bregando contigo para mejorar pero han acabado “man-dándote de vuelta a casa”, habrás completado casi la mitad del curso. Tu moral subirá por las nubes, puesto que todo el mundo te contó que “el campo” era la fase más dura.

Después llega lo serio, la carretera. Aquí no po-demos fallar y si ya estábamos prestando el 200% de atención, ahora solo nos falta otro tanto, pues-to que la carretera pasa a los motoristas “factu-ras” que, normalmente, no son fáciles de digerir. Aunque empezarás casi en autovías, terminarás recorriendo las mejores rutas en moto por todo Madrid y algunas provincias cercanas, a un nivel de conducción que no todo el mundo tiene.

Tras los primeros días de circulación en carre-tera, probarás tus límites sobre el asfalto en el único sitio donde el margen de seguridad podrá bajar desde el 100% al 99%: un circuito. Contan-do con la seguridad que genera un trazado pre-parado especí�camente para la conducción, se te dará la oportunidad de conocer los límites de la moto y los tuyos propios. Así aprenderás a gestio-nar todo ese margen de seguridad ya que siempre lo debes tener presente, en tu conducción diaria, en escoltas, o en esas rutillas: siempre, siempre, lo primero es la seguridad.

Los monitores te exigirán más y más, siempre pedirán que vayas más pegado, que conduzcas

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para facilitar el trabajo al grupo, que corrijas tu trazada, que te anticipes a las circunstancias del trá�co, que aumentes tu seguridad en la conduc-ción porque repercute en la de todos tus compa-ñeros y en la tuya propia, que practiques, practi-ques y practiques, y cuando pienses que puedes seguir el ritmo que el profesor te está marcando, se irá de ti como si alguien agarrara tu rueda. Entonces empiezas a comprender que “los malos tragos” de El Goloso tenían una razón de ser y todas esas parrafadas –cuando solo pensabas en recuperar el aliento– vuelven a repetirse porque, como te dijeron, tienen su aplicación en la carre-tera. Te bajas de la moto exultante y el profesor te pone de vuelta y media; lo malo es que te lo dice con argumentos y lleva razón. Tu moral vuelve a bajar.

El cambio más signi�cativo será adaptarse a la conducción en grupo y, en especial, a la conduc-

ción en grupo de la sección, llevando literalmen-te tu rueda delantera donde acaba la trasera del que te precede, como se requiere en una escolta, donde cierras todos los espacios alrededor del VIP, ocupándolos con tu moto y con las de tus compañeros. Te verás depositando toda tu con-�anza en el que “te está dando rueda” y llegarás a controlar tu moto hasta el punto de que puedas dedicarte a dar seguridad y no tengas que estar pendiente de conducir. Ese es el nivel de conduc-ción que requiere formar parte de la Sección de Motos de la Guardia Real. Tu medio natural se desarrolla sobre una moto.

Cuando tengas ese nivel de conducción, podrás cumplir tus cometidos sin poner en riesgo la mi-sión, la vida de los demás e incluso la tuya pro-pia. Entonces y solo entonces habrás superado el Curso de Motos de la Guardia Real. ¿Crees que puedes hacerlo?

XXXV ANIVERSARIO DE LA SECCIÓN DE GUÍAS DE PERROS DE LA GUARDIA REAL

Con motivo de las jornadas técnicas que acompañaron a esta celebración se dieron cita en nuestras instalaciones representantes

de numerosas unidades militares y policiales de nuestro país

Teniente Fernando Carrasco Bernal. Jefe de la Sección de Guías de Perros.

Durante los días 16 y 17 de abril del 2015 se celebraron en el cuartel “El Rey” las Jornadas Técnicas Militares y Policiales organizadas con motivo del XXXV Aniversario de la creación de la Sección de Guías de Perros de la Guar-dia Real. En ellas se dieron cita representantes de las unidades cinológicas militares y policiales más importantes de España: Mando de Opera-ciones Especiales del Ejército de Tierra, Unidad Militar de Emergencias, Centro Militar de Vete-rinaria de la Defensa, Centro de Cría Caballar de Ávila, Servicio Cinológico y Remonta de la Guardia Civil, Servicio de Seguridad de la Casa de su majestad el rey, Batallón de Policía Mili-tar, Agrupación Madrid de Infantería de Marina,

Tercio Sur Infantería de Marina, Tercio Levante Infantería de Marina, Tercio Norte Infantería de Marina, Unidad de Seguridad de Canarias Infan-tería de Marina, Escuela de Infantería de Marina “General Albacete y Fuster”, Escuela de Técnicas de Seguridad, Defensa y Apoyo, Unidad Canina de la Guardia Civil de Presidencia del Gobierno, Centro Nacional de Inteligencia, Cuerpo Nacio-nal de Policía (Escuela Canina y Sección Opera-tiva Canina), Policía Municipal de Madrid, Poli-cía Municipal de Móstoles, Mossos d´Escuadra, Ertzaintza, Policía Foral de Navarra, las policías locales de Málaga, San Fernando, Gijón, Alicante y Torrejón de Ardoz y el Real Club Español del Perro Pastor Alemán.

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Estas jornadas supusieron un enorme reto tan-to organizativo como logístico y materializaron una iniciativa inédita a nivel nacional: reunir al mayor número posible de profesionales militares y policiales. Los objetivos eran varios. En primer término, debatir sobre la actual situación de las unidades cinológicas en las diferentes especia-lidades de trabajo: seguridad y combate, detec-

ción, búsqueda y rescate, etc. En segundo lugar, compartir e intercambiar experiencias relaciona-das con todos los ámbitos del perro de trabajo: cría; socialización; instrucción y adiestramiento; alimentación; tácticas, técnicas y procedimientos; consideraciones legales derivadas de su empleo; cuestiones logísticas y veterinarias; interacción e integración de los equipos cinológicos con otras unidades militares y policiales, y en último lugar, fomentar el encuentro de profesionales que, da-das sus vicisitudes y distribución geográ�ca, solo pueden coincidir en contadas ocasiones… Y qué mejor marco para ello que el cuartel “El Rey” de la Guardia Real.

La tarde del miércoles 15 de abril comenza-ron a llegar los asistentes de fuera de Madrid y se procedió a su alojamiento en las instalaciones de nuestro acuartelamiento de quienes así lo habían solicitado. El jueves 16, primer día de las jorna-das, comenzó con la recepción y acreditación del resto de participantes, a lo que siguió una foto de

“Estas jornadas supusieron un enorme reto tanto organizativo como logístico y materializaron

una iniciativa inédita a nivel nacional: reunir al mayor

número posible de profesionales militares y policiales”

Foto de grupo de todas las unidades caninas que tomaron parte en las jornadas

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grupo y el protocolario acto de bienvenida en el marco de un desayuno, presidido por el coronel jefe de la Guardia Real.

A las 10:00 horas y con todos los participantes ya en el salón de actos, se proyectaron sendos ví-deos institucionales, uno sobre la Guardia Real y otro sobre la Sección de Guías. Durante el resto de la mañana y parte de la tarde se impartieron las primeras conferencias: “La formación del perro detector de explosivos orientado a las misiones internacionales”, “El equipo cinológico DDE”, “Nutrición en el perro de trabajo”, “Primeros auxilios veterinarios en perros de trabajo” y “El bozal de impacto: evolución y posibilidades en el ámbito policial y militar”. Entre las 14:00 y las 16:00 horas se celebró en el comedor del cuartel “Príncipe de Asturias” una comida de hermandad, a la que asistieron, además de los participantes en las jornadas, numerosos mandos de la Guardia Real y la Sección de Guías de Perros al completo.

El jueves 17 comenzó con las dos últimas con-ferencias: “Búsqueda y rescate en los ámbitos po-licial, militar y civil y “Perro de SYC: seguridad, protección, combate e intervención”. Tras un inte-resante debate, en el que se trataron todos los temas expuestos en las conferencias y se repasó extensa-mente la actual situación de las unidades cinoló-gicas españolas, la Sección de Guías de Perros de

la Guardia Real ofreció una exhibición profesional en la explanada “Reina Sofía”, para posteriormen-te realizar una visita guiada a sus instalaciones. A su �nalización, se procedió a la clausura o�cial de las Jornadas y los participantes emprendieron viaje de vuelta a sus respectivos destinos.

Desde nuestro punto de vista, el desarrollo de las Jornadas Técnicas Militares y Policiales supu-so un éxito de participación y propició el encuen-tro de profesionales venidos de todos los rincones de España. La preparación, organización y desa-rrollo de las mismas conllevó un gran esfuerzo para la Sección de Guías, cuyos componentes se implicaron en cuerpo y alma. Todo ese esfuerzo habría resultado inútil sin la colaboración del res-to de unidades de la Guardia Real: desde el Área y Compañía de Seguridad hasta la Compañía de Apoyo, pasando por las secciones de Estado Ma-yor, la Compañía de Transmisiones, Compañía de Abastecimiento, Servicio Veterinario y, por su-puesto, la Plana del Grupo de Escoltas. El inesti-mable apoyo de todos ellos contribuyó en mucho al éxito del XXXV Aniversario de la Sección de Guías de Perros, que una vez más ha demostra-do ser la unidad de referencia en la instrucción, desarrollo de tácticas, técnicas y procedimientos y el empleo de los perros de servicio en el ámbito militar y policial.

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Dos momentos de las exhibiciones que tuvieron lugar en el cuartel “El Rey”

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UN AÑO DE EQUITACIÓN CON MUCHOS “REPAROS”

Capitán Sara Rivera López. Jefe del Núcleo de Enseñanza Ecuestre.

El coronel Álvarez de Toledo, resolutivo en todos los terrenos: pista, campo, des�le y salto… No en vano, su equipo ganó la competición celebrada por San Juan,

y eso que dicen que “Agresivo” no estaba para muchas bromas ese día.

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El teniente coronel Azores. Como todos los grandes atletas por naturaleza, se prodiga poco

–él dice que las cuentas le tienen atado a la silla– pero el caso es que en la de montar cae

como si no hiciese otra cosa. Prueba irrefutable es esa cabalgada por el “río Seco” con “Areje”.

El teniente coronel Prada, otro imparable. Un todoterreno que se atreve con cualquier jaco. En la fotografía salta con “Guaje”, aunque su

alma gemela (ecuestre, claro) es “Gurugú”.

Nuestro jefe de Estado Mayor, el teniente coronel Diz, es también un habitual de las

clases, aunque menos de lo que le gustaría, y, al igual que en el trato diario, nunca pierde la calma, por mal que se ponga la cosa…

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Se rumorea que el éxito del capitán del Hoyo viene precedido –a partes iguales– de su determinación para seguir montando,

caiga lo que caiga, y de la facilidad que tiene para a�ojar el bolsillo cada vez que toca

tierra (que ya van unas cuantas… Aunque este salto con “Selecto” acabó bien).

El comandante Ramajo reconoce que está entusiasmado con este descubrimiento de la hípica, no pierde ocasión de salir al monte o de venir a la pista –y se nota–, tiene buen

asiento y, también, como paracaidista de toda la vida, se adapta a cualquier montura.

Después de sufrir un importante acoso para hacerle volver al caballo, parece que el comandante Pardo de Santayana se va

animando… Bueno… Se va animando tanto que ahora viene ¡dos veces por semana!

Como buen paracaidista, el comandante Crespo tiene estilo para montar… ¡Y para

volar! (si las cosas vienen mal dadas)… Está tramando un dream team de comandantes para

el próximo concurso de San Juan y, en tanto infante de pro, es más de campo que de pista.

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En periodo remember académico se encuentran los capitanes Lorenzo y González Martín, quienes, además, se afanan en la preparación de sus palafrenes.

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Dinámica de Grupos

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L OG Í ST I C A

EL FORD 817T DORMITORIO, UN PEDAZO DE LA HISTORIA MILITAR ESPAÑOLA

Su cuidado, conservación y restauración corresponden a la Unidad de Mantenimiento, y su custodia, a

la Sala Histórica de la Guardia Real

Subteniente José Alberto Santos Márquez. Unidad de Mantenimiento.

La pieza más antigua que alberga nuestra Sala Histórica, en lo que a vehículos se re�ere, es el Ford modelo 817T, que fue despacho dormitorio del general Franco durante la Guerra Civil. Este vehículo se encontraba encuadrado en lo que se denominó “tren de campaña” o “cuartel general móvil de S. E.” que bajo el nombre en clave “Tér-minus”, estaba compuesto por las siete unidades que a continuación se detallan: Ford con matrí-cula ET-000043, despacho-dormitorio de S. E.; Ford, ET-000044, coche farmacia; Ford, ET-000045, cocina de campaña de S. E.; Ford, ET-000046, comedor de campaña de S. E.; 2 Ford con matrículas ET-000047 y ET-000048, dormi-torio de ayudantes, y, por último, un Chevrolet, ET-000050, dormitorio de o�ciales.

Los vehículos con matrículas ET-000043, 45, 46, 47 y 48 fueron carrozados por la empresa zaragozana Carde y Escoriaza y entregados al Parque de Automóviles de la Residencia de S. E. el Generalísimo, por el Servicio de Recuperación Militar en la Primavera de 1938, mientras que las unidades ET-000044 y ET-000050 fueron recibi-das por la Dirección General de Transportes del Ministerio del Ejército a la Casa Militar de Su Ex-celencia –con fecha 1 de enero de 1940 el primero y 24 de mayo de dicho año el segundo– �nalizada ya la contienda. El coche Farmacia, ET-000044, estuvo prestando servicio en la batalla de Teruel en 1938, asignado a la División 81, y el vehículo Cocina, ET-000045, fue utilizado periódicamente por el servicio de la Casa Civil de S. E. en despla-

zamientos del general Franco a La Granja de San Ildefonso (Segovia) y a Mancha Real (Jaén), así como en cacerías por la provincia de Toledo y en jornadas de pesca en los ríos de la cuenca cantá-brica. El vehículo Comedor, ET-000046, también se usó durante estos desplazamientos, aunque con menor frecuencia y hoy es propiedad de la asocia-ción “Frente de Aragón”, que se ha dedicado a su restauración.

Volviendo al origen de estos vehículos, intenta-remos acercar al lector a la empresa que carrozó los mismos: Carde y Escoriaza. Fue fundada en 1896 por el empresario Francés Paul Carde y di-versos miembros de la familia aragonesa Escoria-

El V8 durante su último paso por los talleres de chapa y pintura

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za. Dicha empresa poseía una amplia experiencia en la fabricación de material aeronáutico para el Ejército español, como los aviones fabricados ba-jo licencia DH4 o el desarrollo de otros proyectos como el del “Flecha” o “Parasol” Escoriaza, cu-yos planos se conservan en el Archivo Histórico de la Empresa, hechos por los que se les concedió la Cruz del Mérito Militar. Asimismo, dicha em-presa fue clave para el desarrollo del ferrocarril en España; en 1971 fue absorbida por la actual CAF (Compañía Auxiliar de Ferrocarriles). La empre-sa tenía su sede detrás de la antigua estación de “El Portillo”, en los terrenos denominados actual-mente “Parque Roma”.

Entre el material que dicha empresa fabricó pa-ra el Ejército durante la Guerra Civil destacan: el blindado “Ebro” en sus dos versiones y las diver-sas modi�caciones de las camionetas Ford 817T Modelos 79 y 85. Precisamente de una de estas modi�caciones surgió el vehículo objeto del pre-sente artículo. Se utilizó el chasis de la camioneta Ford, a la cual se le agregó la caja de un vagón de ferrocarril, y se acomodó en su interior un dormi-

torio, un escritorio y un baño completo con ducha e instalación de agua caliente y un lavabo retráctil de plata de una orfebrería de París. Completaba el conjunto una alfombra realizada a medida del habitáculo. El vehículo fue matriculado con fecha 12 de diciembre de 1939.

Respecto a la técnica, el furgón está equipado con un motor de ocho cilindros en “V”, con una cilindrada de 3.919 centímetros cúbicos y una re-lación de Compresión de 6,2 : 1 que rinde una potencia de 85 CV a 3800 rpm, de ahí su denomi-nación comercial. La distribución es mediante un árbol de levas central y válvulas laterales. De la alimentación de combustible se encarga un carbu-rador tipo Holley 94, al que llega el combustible desde un depósito que tiene una capacidad de 52 litros de gasolina.

Tras un largo periodo de inactividad, en el año 2000 el Ford 817T fue sometido a una completa restauración en los antiguos talleres de la Guardia Real, donde precisamente hoy se ubica nuestra Sa-la Histórica. Dicha restauración abarcó las áreas de mecánica, chapa y pintura, electricidad y car-pintería y para la misma contamos con la inesti-mable ayuda del coronel don Eustaquio Zamora. Tras aquella primera restauración, el Ford 817T des�ló en la explanada “Reina Sofía”, en un acto presidido por el entonces jefe del Cuarto Militar de la Casa de Su Majestad el Rey, teniente general don Gonzalo Rodríguez de Austria Rosales.

Como el paso del tiempo deja siempre su huella y el estado de la pintura y de la cubierta del techo se habían resentido por el mismo, en el presente año se volvió a acometer una restauración de cha-

Placa interior en la que se puede leer el nombre de la empresa carrocera

Detalle del interior de la cabina y puesto de conducción

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pa y pintura, por parte de dicha sección de la Uni-dad de Mantenimiento, al mando del subteniente Amador Díaz-Flores. En dicha restauración, la Sec-ción de Carpintería de la Compañía de Apoyo a las Instalaciones ha renovado completamente la cu-bierta de madera que cubre el techo, mientras que por parte de la Sección de Chapa y Pintura se han reparado todas las imperfecciones de la carrocería y se ha pintado el vehículo. Esta rehabilitación ha sido extraordinariamente laboriosa, ya que toda la tornillería tuvo que ser extraída por medio de un cincel y un martillo, de manera artesanal. Asimis-mo, se repararon una a una las molduras laterales de aluminio, tarea especialmente laboriosa, dada la complejidad de trabajar sobre dicho material. Se ha recobrado también el aspecto original de las venta-nas del vehículo, que son de latón.

Respecto a la mecánica, esta se encuentra en perfecto estado de funcionamiento, teniendo en cuenta la antigüedad del vehículo. El Ford 817T está sometido a las revisiones periódicas de man-tenimiento preventivo y aquellas de mantenimien-to, correctivo que son necesarias, como cualquier otro vehículo de los que componen nuestro par-que, así es que, desde la Unidad de Mantenimien-to seguiremos trabajando para que este testigo mudo de nuestra historia siga en perfecto orden de funcionamiento, contribuyendo así a la conser-vación de nuestro patrimonio histórico, del cual la Guardia Real es depositaria a través de su magní-�ca Sala Histórica.

“Tras un largo periodo de inactividad, en el año 2000 el Ford 817T fue sometido a una completa restauración en los antiguos talleres de la Guardia Real, que abarcó las áreas de mecánica, chapa y pintura, electricidad y carpintería”

El V8 –en perfecto estado de funcionamiento– durante un des�le en la explanada “Reina Sofía” del cuartel “El Rey”

Detalle del despacho que el general Franco se hizo instalar en esta parte de su cuartel general móvil

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¡PREGUNTA EN LA IMPRENTA!

Múltiples, dispares y a veces poco conocidas son las tareas a las que debe atender la Sección de Suministros

encuadrada en la Compañía de Abastecimiento

Brigada Manuel Morales Escuderos. Jefe de la Sección de Suministros.

Retratemos algunos cuadros cotidianos de nues-tra Guardia Real… Sección de Guías de Perros: “Hay que pedir pienso para la semana que viene; no queda”… Compañía Monteros de Espinosa: “Nos vamos de maniobras la semana que viene; hay que pedir raciones”… Núcleo de Enseñanza Ecuestre: “Necesitamos un camión de heno para el viernes; que no se nos pase”… Compañía de Seguridad: “Nos vamos a los Alcázares; hay que pedir blancos, parches de tiro y material de limpieza”… Plana ma-yor del Grupo de Escoltas: “La semana que viene hay un curso; necesitamos manuales, cuadernos, material de escritorio y blancos y parches de tiro”… Unidad de Música: “Se ha roto la fotocopiadora; si avisas para que la reparen, recuérdales que nece-sitamos recoger el pedido mensual de limpieza”… Cuarto Militar: “Entérate de si ya están �rmados los

reales despachos y las cédulas de San Hermenegildo que mandamos la semana pasada”…

Si a modo de examen lanzásemos una pregunta del tipo “¿dónde vamos a pedir todo eso?”..., ha-brá algunos que pondrán cara de intriga y se enco-gerán de hombros, pero un buen número te dirán sin dudarlo: ¡Pásate por la imprenta!... ¿A que sue-na extraño?... Bueno, pues no lo es tanto, y esto tiene un porqué. Esas cosas tan heterogéneas las facilita la Sección de Suministros de la Compañía de Abastecimiento y la imprenta es la parte más visible de esa sección. De hecho, la misma persona que hace las fotocopias e imprime manuales, posi-blemente, en algún momento, acabe proporcionán-dote raciones de previsión, o un pedido de material de limpieza, o la encuentres pesando heno y viruta para los caballos.

Pesaje de un camión de heno en las instalaciones del cuartel “La Reina”

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Desde un punto de vista orgánico, la sección es una de las cuatro que forman la Compañía de Abastecimiento del Grupo de Logística, junto con Vestuario (está claro a lo que se dedica), Municio-namiento y Carburantes (plomo de diverso tipo y carburantes de calefacción) y Material, que bási-camente compra y distribuye todo lo inventariable de la Guardia Real y carga y mueve casi cualquier cosa que se le pida. La Sección, que hace con lo no inventariable lo que Material hace con lo que sí lo es, está mandada por un o�cial, con un subo�cial como segundo de a bordo, y actualmente cuenta con tres cabos primeros, seis cabos, dos soldados y un civil. Como curiosidad, la persona más joven

tiene más de 30 años y todo el personal de tropa es permanente o con compromiso de larga dura-ción. Otra particularidad es que salvo las raciones de previsión, todos los demás suministros exigen proveedores civiles, lo que exige un trabajo previo de búsqueda de precios, de control de calidades del suministro que se recepciona y de liquidación y cer-ti�cación de facturas y suministros con la Sección de Asuntos Económicos.

La sección tiene como dependencias: una peque-ña o�cina, la imprenta en sí –con el gabinete de di-seño grá�co–, el almacén de material de escritorio y el almacén de material de limpieza y raciones. La o�cina lleva todo el control de la facturación, reali-za el trabajo administrativo, pide y recepciona todo lo relativo a la alimentación de ganado equino y canino (incluido su pesaje; como chascarrillo, en lo que va de año, se han pesado más de un cuarto de millón de kilos); también concreta y realiza pe-didos de material de limpieza. El almacén de lim-pieza y raciones, por su parte, controla existencias, gasto, apoyos y reparte los pedidos de limpieza y raciones de previsión. Asimismo advierte de las ne-cesidades para que la o�cina de la sección haga el pedido a los proveedores. El almacén de material de escritorio e imprenta controla existencias, gasto, apoyos y reparte los pedidos de escritorio. Prevé, a su vez, las necesidades para hacer pedidos a di-ferentes proveedores. Por �n, tenemos la imprenta y el gabinete de diseño. Cualquier artículo de im-prenta que se vea por la Guardia sale de aquí, desde la maquetación de esta revista hasta los humildes estadillos que ves en cualquier control de Zarzuela. Como trabajos curiosos acometidos últimamente en la imprenta destacan la parte técnica del diseño del anagrama de su majestad el rey don Felipe VI, o el estampado de los reales despachos y cédulas de San Hermenegildo. Podríamos seguir, pero como referencia, esos cuadernos que ves por la Guardia con el nuevo escudo de la Casa de S. M. el Rey y el antiguo de fondo están diseñados y hechos en imprenta. Porque esa es otra peculiaridad, todo se diseña aquí y prácticamente todo se imprime aquí.

En de�nitiva, si necesitas: pienso para perros, pienso, heno o viruta de madera para caballos, ra-ciones de previsión, material de limpieza, reparar una fotocopiadora, material de escritorio, cual-quier trabajo de imprenta… Acude a la o�cina de la Sección de Suministros… Y si no tienes claro dónde está la o�cina de la sección dentro del edi�-cio de Logística... ¡Pregunta en la imprenta!

“La misma persona que hace las fotocopias e imprime manuales, posiblemente, en algún momento, acabe proporcionándote raciones de previsión, o un pedido de material de limpieza, o la encuentres pesando heno y viruta para los caballos”

Máquina de offset GTO-52 que soporta buena parte del trabajo de nuestra imprenta

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LOS JARDINES HISTÓRICOS DE LA GUARDIA REAL

Un espacio natural privilegiado que da cobijo a un buen número de actividades pero que exige de un

especializado y continuo esfuerzo de mantenimiento

Teniente Germán Martín Martín. Jefe de la Sección de Servicios.

No puedo comenzar este artículo sin hacer refe-rencia a lo que rodea y ha sido origen del Real Sitio de El Pardo, en general, y del cuartel “El Rey”, en particular, que es donde se encuentran ubicados los jardines históricos de la Guardia Real. El Monte de El Pardo, con una extensión de 15.821 hectá-reas comprendidas entre los términos municipa-les de Colmenar Viejo y Hoyo de Manzanares, al norte; los de Aravaca y Madrid capital, al sur; los de Fuencarral y El Goloso, al este y los de Torre-lodones y Las Rozas, al oeste, mantiene la tradi-cional división en sec-tores o “cuarteles” de caza, y constituye una importante reserva eco-lógica y biológica como encinar típico medite-rráneo de acusada con-tinentalidad, con relieve suave ondulado –sobre la vega del río Manza-nares– que lo atraviesa de norte a sur.

Los orígenes de los jardines históricos de la Guardia Real o como diría el poeta “este recinto de naturaleza domada” y sus terrenos, están ligados a los antecedentes históricos de el Palacio Real de El Pardo, que deben buscarse en una “casa real” que Enrique III mandó construir durante su reinado en estas tierras por el año 1405. Posteriormente, Enrique IV construyó en el mismo lugar un pequeño castillo, del cual en la actualidad el Palacio aún conserva el foso que lo rodea. Fueron la riqueza cinegética y el enclave natural del monte de El Pardo los que propiciaron que se convirtiera en Real Sitio de Recreo y Descanso, siendo el rey

Carlos III quien hiciera una a�rmación visionaria, al decir que este debe ser un lugar “para la Corte, para los españoles y para los extranjeros”.

A unos 30 pasos del foso del palacio real está la línea imaginaria descrita por un camino de tierra colindante entre los jardines del Cuartel “El Rey” y los jardines del Palacio Real. Los límites entre los dos recintos en cuestión son puramente jurídicos, que no físicos, de manera que cualquiera de los huéspedes ilustres que nos visitan y se alojan en

tan distinguida estancia, pueden pasear sin apre-ciar barrera o discor-dancia estética alguna, a lo más, una variada ar-boleda densa que se dis-tribuye entre senderos y parterres con �ores, tejos, durillos u otros arbustos, todos ellos en-marcados por setos de boj y aligustre.

Los jardines históri-cos de la Guardia Real son el nexo de unión

natural e histórico entre la Casita del Príncipe y el Palacio Real de El Pardo, espacios que se comunican a través de la palaciega avenida de los Tilos, obra del arquitecto Juan Antonio de Villanueva y de Montes, artí�ce de la Casita. Tanto al inicio como al �nal de este paseo se produce una conexión estética con los jardines de corte neoclásico de los dos regios e ilustres recintos. En el recinto ajardinado se celebran algunos eventos destacados de la Guardia, entre los que destaca la cena con motivo de nuestro patrón, San Juan Bautista, y es el lugar ideal para desarrollar las actividades de la ludoteca en un entorno único,

“Los jardines históricos de la Guardia Real son el nexo de unión natural e histórico

entre la Casita del Príncipe y el Palacio Real de El Pardo,

espacios que se comunican a través de la palaciega

avenida de los Tilos”

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donde los niños juegan y corretean rodeados de na-turaleza viva, rebosante de belleza vegetal, que atrae a aves e insectos de diversas especies.

En el recinto destaca un parterre, anejo al paseo de los Tilos, en el que hay veintisiete catalpas, a las que recientemente se las ha practicado una poda de saneamiento. Dicha acción ha puesto de mani�esto la sombra, cobijo y bienestar que nos ofrecen estas bignoniáceas con sus grandes hojas acorazonadas trilobuladas, así es que todos los años, cuando una celebración coincide –en primavera o en verano– ba-jo el sol justiciero de mediodía, es a la sombra de estos árboles caducos donde todos queremos encon-trarnos al tiempo de brindar por el primer español.

Debe ser un orgullo para todos los componen-tes de la Guardia Real y un deleite de sensaciones

pasear por nuestros jardines, comprendiendo así la admiración de quienes nos visitan cuando contem-plan este espacio natural, patrimonio de todos. Son vivencias sublimes las que nos despierta la naturale-za y que son compartidas por la mayoría de los hu-manos, ya que hay en lo más íntimo de nuestro ser la huella de un tiempo que ya no es nuestro tiempo, de un mundo que solo es un tímido re�ejo de lo que antaño fue; porque el paisaje nos calma, nos atem-pera del fragor de la batalla cotidiana, la mirada, el tacto, el olfato nos hacen recuperar la armonía y la paz interna perdidas.

Por supuesto, debe tenerse en cuenta el ingen-te trabajo que exigen el mantenimiento, limpieza y cuidado todos los espacios ajardinados y, muy especialmente, el arbolado, que es acometido por el

La Sección de Servicios posa ante una fuente histórica que ha emergido tras una reciente poda

Personal de la sección haciendo labores de limpieza y deshojado en los jardines

Trabajos de poda, fundamentales tanto para la vida de la planta como para la seguridad de los viandantes

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personal de la Sección Servicios de la Compañía de Apoyo a las Instalaciones, con una profesionalidad y predisposición encomiables y que varía en su in-tensidad dependiendo de los periodos estacionales. Estos trabajos no solo se circunscriben al cuartel “El Rey”, sino que a las labores anteriormente ex-puestas hay que sumar las originadas a causa del mantenimiento de los acuartelamientos “Reina” y “Príncipe de Asturias”.

En el cuartel “El Rey” se encuentra un inverna-dero que está situado en la que antiguamente era la zona de responsabilidad de la Guardia Real y que terminaba en la puerta metálica entre el “me-són” y la piscina de mandos, y que, por lo tanto, quedaba fuera, pero tenía una servidumbre de pa-so hasta las garitas próximas a la puerta de carros. Cuando se iniciaron las obras de remodelación de las perreras se decidió tirarlo, y el que fuera el capitán jefe de la Compañía de Mantenimiento Emilio Galindo López contactó con el gerente de Patrimonio Nacional, responsable del invernade-ro. Esta iniciativa resultó provechosa y fructi�có con el acuerdo de que fuese dicha compañía la que se responsabilizase de su uso y mantenimiento. Se destina a un jardinero permanentemente que

consigue proveer de esquejes de salvias, lavandas, romeros, boj, aligustres, etc., que sirven para la re-posición de los jardines y sobre todo para el área ajardinada de la explanada “Reina Sofía”. En la actualidad está pendiente de ser restaurado con su correspondiente cobertizo, ya que son muchas las plantas que necesitan ser recuperadas y protegidas de las heladas de El Pardo, así como de los cam-bios estacionales.

Como ya he reseñado anteriormente, la varie-dad de árboles de nuestros jardines históricos es notable y sus diferentes especies, edades, estados �siológicos y �tosanitarios, son muy signi�cativos. Hay cedros del Atlas, del Himalaya, olmos de Si-beria, acacias de Japón, olmos campestres, casta-ños de Indias, moreras, árboles del paraíso, abetos pinsapo, plátanos de sombra, arces campestres, entre otros muchos, y esto exige que su poda y mantenimiento requieran de una dirección técnica especializada. Dichas labores han estado siempre encaminadas a la seguridad de todas las personas que trabajan, caminan o pasean bajo la arboleda. No quisiera �nalizar estas líneas sin agradecer el apoyo que me ha brindado para su redacción el Patrimonio Nacional.

REPRESENTACIÓN SOBRE CUATRO RUEDAS. LAS CARAVANAS DURANTE LAS VISITAS DE ESTADO

Un material único en el parque móvil de nuestro país y un personal experto son la garantía de que la primera impresión de los jefes de Estado que nos visitan y la seguridad en sus desplazamientos sean inmejorables

Teniente Pablo César Álvarez Bedia. Jefe de la Sección de Vehículos de Alta Representación.

En la Compañía de Transportes de la Guardia Real encontramos dos secciones bien diferenciadas. De una parte, una sección de vehículos pesados que, como su nombre indica, cuenta con vehículos de gran tamaño y todo terreno. De otra, una sec-ción que, si bien podríamos cali�car “de vehículos ligeros”, se denomina de “Alta Representación”.

Dicha unidad cuenta con numerosos vehículos li-geros convencionales tipo turismo, con los que se trata de cubrir gran parte de las necesidades diarias de la Guardia Real, y a los que deben añadirse los que se encuentran de manera –casi permanente– prestando servicio tanto en Palacio Real como en el Palacio de la Zarzuela. Todos ellos constituyen

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el grueso de la sección, y hacen un número eleva-dísimo de servicios y, por tanto, de kilómetros al año. Pero aparte de estos medios, que constituyen ese grupo más nutrido, nos encontramos con otra cantidad, no tan profusa, de vehículos mucho me-nos convencionales que despiertan el interés de to-do aquel que pisa el garaje del cuartel “Príncipe de Asturias” y más si es ajeno a la unidad, como yo mismo lo era hasta hace unos meses.

Como digo, la sección no se denomina de “lige-ros”, sino de “alta representación” y esto se debe a que el otro cometido de la sección, más puntual, si se quiere, es el de proporcionar medios y personal para el traslado, no solo de los miembros de la Ca-sa de Su Majestad el Rey –puesto que ese cometi-do ya va implícito en el hecho de pertenecer a esta unidad– sino también de cualquier jefe de Estado extranjero que acuda a nuestro país en visita de Estado y sea recibido por sus majestades los reyes. Para ello la sección cuenta con numerosos vehícu-

los de representación, conocidos ya por todos, que van desde diversos modelos Cadillac de los años 60, 70 y 80 hasta los impresionantes Rolls Royce, ya sean los Phantom IV o el Silver Wraith. Además se cuenta con numerosos vehículos modernos co-mo alternativa, en este caso Audi A-6, además de un Mercedes clase S que podría hacer las veces, de vehículo VIP dentro de instalaciones militares o de vehículo de respeto del proporcionado por el par-que móvil del Palacio de la Zarzuela.

En el momento en que se informa a la unidad de una visita de Estado se inicia el procedimiento es-tablecido. Se nombra a un jefe del séquito técnico, en este caso un comandante, que centraliza y diri-ge todas las actuaciones de los miembros de dicho séquito dentro de la unidad. Será él quien esté en

contacto con el personal del Ministerio de Asuntos Exteriores, normalmente el primer o segundo in-troductor de embajadores, quien le informará del programa inicial previsto de la visita. Como digo, la sección es la responsable de proporcionar los medios para organizar la caravana de vehículos para el traslado, durante todo el tiempo que dure la visita, del jefe de Estado extranjero, su consorte, llegado el caso, y todo el personal que le acompa-ñe, además del personal del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación ya mencionado.

Esta caravana estará compuesta por un vehículo piloto colocado en cabeza, un espectacular Cadillac Eldorado de 1973 descapotable, conducido por un subo�cial de la sección, un vehículo de protocolo con el personal del MAEC, un Cadillac Brougham, conducido normalmente por un cabo primero de la

“El personal que integrará la caravana reconoce los lugares por los que esta pasará, a fin de determinar detalles como el espacio disponible para situar los vehículos, maniobrar, o incluso por dónde ha de bajarse el personal de los vehículos en cada lugar”

Una caravana estacionada a las puertas del Senado en la Plaza de la Marina Española

Algunos de los vehículos que forman parte de las caravanas que se realizan en las visitas de

Estado durante un des�le en El Pardo

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sección, el vehículo VIP, de manera habitual el mí-tico Rolls Royce Phantom IV, conducido por otro subo�cial de la sección, y varios vehículos para el séquito del jefe de Estado y para el personal médi-co, el resto de los Cadillac Brougham conducidos por personal de tropa de nuestra unidad. La sec-ción aporta, también, un vehículo VIP de respeto si es necesario –en este caso un Mercedes S 350– y una ambulancia UVI donde viajará personal sani-tario y organiza una segunda caravana alternativa compuesta por vehículos Audi A-6, en lugar de los mencionados Cadillac, con lo que el vehículo VIP pasa a ser un Mercedes S proporcionado por el parque móvil de Zarzuela en lugar del Rolls Royce.

Llegado el caso, la sección proporcionará los medios y el personal para montar la caravana del/la consorte del jefe de Estado, si es que en algún momento tienen una agenda diferente. Dicha cara-vana estará compuesta por un vehículo piloto, un Audi A-6, el vehículo VIP, que podría ser Mercedes S de la sección y otros dos vehículos de protocolo y respeto VIP respectivamente, también Audi A-6. En todas las caravanas a las que nos hemos referido se integra personal y medios de la Sección de Motos de la Guardia Real, que harán labores de escolta.

Varios días antes de la llegada del jefe de Estado, el personal que integrará la caravana reconoce los lugares por los que esta pasará, a �n de determinar detalles como el espacio disponible para situar los vehículos, maniobrar, o incluso por dónde ha de

bajarse el personal de los vehículos en cada lugar. Lo normal será que la visita dure al menos tres días, des-de que se recoge a la delegación extranjera a pie de pista has-ta que se les deja de nuevo en el pabellón de Estado del aero-puerto “Adolfo Suá-rez”. Durante todo ese tiempo, el perso-nal de la sección debe estar dispuesto para llevar a cabo todos los traslados del per-sonal, ya sea dentro de la capital, a los distintos palacios: El

Pardo, Palacio Real o el de la Zarzuela, así como al Congreso o al Senado o incluso fuera de la Co-munidad de Madrid. Ello supone una disponibili-dad total, con la uniformidad establecida para cada ocasión, ya sea la del ejército correspondiente, la de gala o incluso ropa de paisano si las circunstancias lo requieren. Los tiempos han de ser por tanto per-fectamente establecidos. No se puede fallar. Todo ello en contacto directo y permanente con personal del Ministerio de Asuntos Exteriores, a través del jefe de séquito y con personal de seguridad de la Policía Nacional y Guardia Civil –integrados tam-bién en las caravanas– así como personal de la Po-licía Municipal de la ciudad de Madrid para todo lo que concierne a los itinerarios dentro del casco urbano, con los correspondientes e imprescindibles cortes de trá�co.

Así pues, los cometidos desempeñados por el personal de la Sección de Alta Representación, desde el jefe de dicha sección hasta los numerosos conductores aportados por esta, resultan esenciales en todos los sentidos. Dichos conductores tienen, en su mayoría, mucha experiencia por lo que todo resulta fácil aunque no lo sea tanto; desde la colo-cación de los vehículos en los desplazamientos y en los altos establecidos hasta la propia conducción de los vehículos, muchos de características singu-lares. Todo ello convierte a la Sección de Alta Re-presentación en un destino único y, en mi opinión, privilegiado.

Cadillac Eldorado de los años 70 del siglo pasado, un clásico americano al servicio de las ocasiones más importantes del Estado

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UNA VOCACIÓN DE SERVICIO

Un elenco de excelentes profesionales, en permanente entrega a la Casa de Su Majestad el Rey, forman

el Servicio Médico de la Guardia Real

Teniente coronel Juan Manuel Martínez Pérez. Servicio Médico de la Guardia Real.

Si la vocación debe de ser una característica inherente a todas las profesiones, en el caso de la profesión sanitaria, y muy especialmente en el de los médicos y enfermeros, este término alcanza su máxima expresión. En este primer artículo del ser-vicio médico, en nuestra revista Alabarda queremos presentar a nuestros lectores una visión nostálgica, para los más antiguos, e informativa, para los más nuevos en la Guardia Real, que permita a los “vie-jos” del lugar recordar nombres y situaciones, y a los noveles conocer el pasado de nuestro personal y familiarizarse con los que ahora desarrollamos la labor propia de nuestra profesión.

Aunque desde la constitución de la Guardia Real, a �nales de 1975, siempre hemos estado presentes en ella, a lo largo de tantos años nues-tros cometidos han ido evolucionando a la vez que nuestro personal se iba relevando. El padre

de este servicio, tal y como está estructurado en la actualidad, fue el entonces comandante y hoy coronel Avelino Barros Caballero. Allá por 1999 recibió el encargo de ampliar el servicio médico de la Guardia Real con la �nalidad de compaginar el tradicional apoyo a la Guardia Real con el moti-vador reto de prestar un servicio más directo a la Familia Real. Así, las plantillas se incrementaron de 4 a 10 médicos y de 8 a 12 enfermeros, situa-ción que se mantiene en la actualidad.

En los últimos 16 años son muchas las activida-des que hemos compartido con el resto de compo-nentes de la Guardia Real. Hemos participado en multitud de ejercicios (maniobras, tiros, formacio-nes) a lo largo de toda la geografía nacional e inclu-so en el extranjero (París, Roma…). Hemos presta-do servicio médico directo a muchísimos guardias reales. Hemos asesorado sobre temas médicos a

Personal médico de la Guardia Real en una intervención tras un accidente durante una exhibición

Traslado del herido a un centro sanitario

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todos los componentes de la Guardia Real que así lo han requerido, tanto para ellos como para sus familias. En la actualidad la teniente coronel Ímaz y la comandante Grande están diariamente pen-dientes de vuestra salud y para ello cuentan con la colaboración de todos los sanitarios, enfermeros y resto de médicos, que tantas veces os hemos acom-pañado para que recibieseis el mejor de los tratos en cualquier lugar que haya sido preciso.

Al igual que los demás componentes de la Guar-dia Real, tenemos el cometido y el honor de traba-jar para la Familia Real. Los médicos y enfermeros tenemos la suerte de prestar ese servicio desde la cercanía. El servicio de guardia en el Palacio de la Zarzuela y en el Palacio de Marivent es la parte más conocida por muchos de vosotros, que habéis compartido días, noches, �nes de semana, veranos, etc., con nosotros. Pero, ¿sabéis que varios de nues-tros enfermeros y médicos están rondando, si no han superado, ¡el millar de guardias en palacio! No sé si alguno de vosotros también se mueve en esas cifras, pero lo cierto es que la “siguiente guar-dia” sigue siendo para nosotros un nuevo privilegio del que disfrutar. Son muchas las actividades de la Familia Real en las que solemos prestar servicio, generalmente apoyados por los conductores de la compañía de Transportes. Para ello organizamos en la Guardia Real unos cursos de soporte vital básico y des�briladores semiautomáticos externos (gracias sobre todo a los capitanes enfermeros Vi-llanueva y Nieva) tratando de dar una formación sanitaria a los conductores, que nos pueda ser de utilidad cuando requiramos su colaboración. Estos cursos han tenido muy buena acogida, así que tra-tamos de hacer un par de ellos al año para que no solo los conductores puedan formarse, sino para que el resto de los miembros de la Guardia también podáis ir participando. ¡Os esperamos!

Durante estos 16 años han sido 22 los médicos que han estado en nuestro servicio, 4 compañeros intensivistas nos dejaron entre 2005 y 2007, y otros 5 entre 2009 y 2010, buscando nuevos horizontes laborales. Todos han dejado su impronta en la Ca-sa de su Majestad el Rey y continúan ejerciendo su profesión, unos en la sanidad civil y otros en la sanidad militar, siendo profesionales de reconocido prestigio, como el doctor De la Torre (neurociru-jano) que desde su nueva situación ha continuado colaborando con nosotros en bene�cio de la Guar-dia Real y de la Casa de Su Majestad el Rey. En el mismo periodo unos pocos enfermeros nos deja-

ron, en busca de nuevas experiencias profesiona-les, expresando su deseo de volver en un futuro a formar parte de esta Guardia Real, a la que siguen prestigiando en sus nuevos destinos (capitán Segui-do en la UMAER, capitanes Masip y Bartual en la UME y capitán Nieva en la Guardia Civil).

Nuestro actual jefe, el coronel Miguel Fernández Tapia-Ruano, durante estos tres últimos años ha dado forma e impulso a un servicio médico que ha conseguido desmentir el “cualquier tiempo pasado fue mejor” del famoso poeta palentino Jorge Man-rique, efectuando brillantes logros y, lo que para nosotros es más importante, recibiendo de todos

vosotros muestras de afecto y de reconocimiento, lo cual resulta altamente motivador para continuar con esta nuestra vocación de servicio hacia voso-tros.

También es cierto que os debemos sincero agra-decimiento porque en muchas de nuestras activi-dades hemos contado con vuestra ayuda, vuestra colaboración y siempre con vuestra compañía. A los conductores, que nos habéis apoyado en miles y miles de actividades, sin que nunca hayamos su-frido un percance, lidiando con barro, nieve, atas-cos, pasando frío y calor, pero siempre nos habéis llevado a tiempo para no faltar nunca a nuestro cometido. A los capitanes, tenientes y subo�ciales que nos habéis hecho compañía en las guardias en Palacio. A los que en maniobras nos habéis acogido como uno más y habéis puesto a nuestra disposi-ción vuestra experiencia en esas lides, para ayudar-nos a “sobrevivir” en las situaciones adversas. En de�nitiva, gracias a todos por hacer posible que nuestro trabajo pueda salir adelante.

“El servicio de guardia en Palacio de la Zarzuela y en

el Palacio de Marivent es la parte más conocida por muchos

de vosotros … ¿Sabéis que varios de nuestros enfermeros y médicos están rondando, si

no han superado, ¡el millar de guardias en palacio!”

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Dinámica de Grupos

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A P OY O

EL DÍA DE UN CAVERO EN EL PALACIO REAL DE MADRID

Acercamiento a un servicio que requiere de una gran cualificación y que exige de templanza y entrega constantes

Guardia real Sergio Placer Bustabad. Tercer cavero.

El trabajo de un cavero no es un servicio habitual, sino un servicio para el que somos seleccionados con el objetivo de apoyar a la Casa de Su Majestad el Rey en diferentes actos institucionales, tales como recepciones, almuerzos o visitas de delegaciones extranjeras. El primer paso, antes de poder ser nombrado cavero, es haber acreditado experiencia en el desempeño del o�cio de camarero. Así, cuando se produce una vacante, el cabo mayor encargado de este servicio, selecciona al próximo cavero de acuerdo con sus conocimientos sobre el palacio y sobre los cometidos de su función. En este momento, tres somos las personas que tenemos la fortuna de desempeñar este trabajo: el primer cavero, Francisco León, el segundo, Francisco

Rivera, y quien suscribe estas líneas, como tercer cavero muy pocos lo han sido anteriormente, a causa de las responsabilidades que conlleva.

El servicio de cavero es, en sí, peculiar puesto que no todos los eventos son iguales ni la preparación que aparejan es la misma. El día que va a tener lu-gar un acto, comenzamos presentándonos al cabo mayor en el Palacio Real a las 8 horas de la maña-na, quien nos indica cuáles serán nuestros cometi-dos en el evento. Sin descanso, nos dirigimos a las bodegas –dos plantas abajo– donde encontramos al encargado que nos va a ayudar en la cava. Una vez seleccionado el material con el que vamos a trabajar, tenemos que transportarlo hasta la zona de la ca-va –normalmente tres pisos por encima del suelo– y

Caveros y camareros antes de atender una recepción o�cial en el Salón de Columnas del Palacio Real de Madrid

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cinco desde las bodegas. Tras habernos coordinado con el personal de Patrimonio Nacional procedemos al montaje de las mesas, preparación de cristalería y de bebida. Sobre las 10 de la mañana se incorporan al servicio nuestros compañeros, los camareros de la Guardia Real, quienes nos ayudan en la �naliza-ción del montaje de la cava. A esa misma hora los profesionales de la cocina de servicio del Palacio de la Zarzuela y también los camareros que allí sirven, hacen su aparición, momento de saludos y encuen-tros con antiguos compañeros de trabajo y amigos y en el cual disfrutamos de un breve pero muy agra-decido descanso.

Finalizada esta pausa estamos listos para el acto. Desde la cava disponemos las bandejas de los cama-reros principales –que son normalmente dos o tres– los cuales llevan una preparación diferente al resto. Se informa al resto de camareros de la clase de bebida que tenemos para el evento, de manera que puedan

ser capaces de solventar cualquier duda que pudiese plantear el invitado. Así, entre 10 y 15 minutos antes del acto, el cabo mayor nos avisa y todo comienza: los camareros se reúnen frente a sus bandejas y se pre-paran para el inicio. Llegan las prisas y los nervios, pero gracias a la larga experiencia acumulada por el personal, se logra que todo salga siempre perfecto.

Marcando los pasos de bebida desde el princi-pio y a través de la coordinación con los cocineros y camareros logramos que un acto se desarrolle de manera rápida y e�caz. Concluido el evento, ca-mareros y cocineros recogen sus materiales, mien-tras los caveros procedemos al desmontaje de la bebida de la cava y a su posterior traslado a las bodegas, donde hacemos recuento de lo consumi-do, y se coloca el sobrante para su posterior uso. A partir de este momento, resta, tan solo, despe-dirnos del cabo mayor y esperar a que se nombre el próximo servicio.

UNA NUEVA PROMOCIÓN DE GUARDIAS REALES: UN TORRENTE DE ILUSIONES

La fase de formación general militar de los aspirantes se ha llevado a cabo entre El Pardo y la base militar

“Cid Campeador” en Castrillo del Val (Burgos)

Capitán Eduardo Fernández Huerta. Jefe del Centro de Formación.

El día 1 de junio se incorporaron al Centro de Formación (CFOR) 21 nuevos alumnos de la especialidad de protección y apoyo a la fuerza (PAF) del Ejército del Aire, y con ello dio comien-zo la llamada fase de formación general militar, cuya duración aproximada es de dos meses. En-tre estos aspirantes –la mayoría hombres– cuyas edades oscilan entre 18 y 28, encontramos titu-lados en E. S. O, graduados y máster, y una sola mujer, que llega a este periodo de formación con un currículum deportivo de alto rendimiento a sus espaldas.

Tras pasar la primera semana en El Pardo lle-vando a cabo los trámites administrativos propios de su primer contacto con un régimen militar, el CFOR se desplaza del 8 de junio al 17 de julio a la base “Cid Campeador”, situada en Castrillo

del Val (Burgos), lugar que reúne todos los servi-cios y medios necesarios para poder desarrollar los ejercicios y clases pertinentes. Tras un periodo en el que la intensidad iba subiendo de manera constante, se realizó un ejercicio �nal durante los días 15 y 16 de julio, cuyo colofón fue el acto –en caliente– de imposición de la boina de la Guardia Real, presidido por el teniente coronel jefe de es-tudios del CFOR de la Guardia Real.

Todo este periodo –que contado de mane-ra fría– puede parecer mera rutina desarrollada por el Centro de Formación, estuvo envuelto de multitud de sensaciones y vivencias re�ejadas en distintos momentos que marcan e imprimen la personalidad del guardia real. Estos sentimientos a �or de piel y la exigencia de esta fase están pre-sentes desde el día en que pisan las instalaciones

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del cuartel “El Rey”, aunque los nuevos aspiran-tes recuerdan –principalmente– la fase de instruc-ción en Burgos: “Ha sido duro, en ocasiones hasta muy, muy duro” , señala el guardia real Jiménez. “Llevaremos en la memoria esos días más duros, esos días de campo que nos recordarán lo que nos ha costado llegar hasta aquí”, corrobora su com-pañero el guardia real Martín, a lo que el guardia real Velázquez apostilla: “He aprendido a sufrir físicamente, llegando hasta puntos que creía que era incapaz de alcanzar y superar”, y el guardia real Flores: “He alcanzado límites a los que ja-más imagine que podría llegar. Con la ayuda de la mente, no hay barreras que el cuerpo humano no pueda superar”.

En este contexto de dureza, aprenden a valo-rar las comodidades cotidianas, que antes con-sideraban normales, y valores como disciplina, honor, lealtad, compañerismo: “Estábamos todos

muy cansados, nos fuimos apoyando y ayudando unos a otros hasta llegar al �nal. Fue el momento en el que creo que todos, incluido yo, nos dimos cuenta de lo que es el compañerismo”, dice el guardia real Bueno. “Me llevo 20 más que ami-gos porque hemos sido y somos una familia”, remarca, de nuevo, Velázquez, mientras el guar-dia real López añade: “He visto a gente conver-tirse en personas, y a esas personas convertirse en amigos. He visto al débil superar al fuerte en muchos aspectos. He visto 20 manos ayudando al que se ha caído. También he aprendido mu-cho, he aprendido el valor de un litro de agua, he aprendido el signi�cado de una lata de frutas un cuarto día de campo, he aprendido a reírme de las adversidades y superarlas, he aprendido a acatar las órdenes, y he ignorado, he ignorado el frío el calor, el cansancio…”.

Después de todo lo pasado se consigue la an-siada boina que convierte a los nuevos aspiran-tes en guardias reales de derecho: “Sorprende al ver el cambio tan radical de 20 personas en tan poco tiempo“, asegura el guardia real Camacho. “Cuando el teniente coronel comenzó el discurso dándonos a entender que habíamos conseguido el objetivo, en ese momento, no pude evitar sol-tar unas lágrimas de alegría”, dice el guardia real Bravo, a lo que añade el guardia real Pena “Hay momentos en mi vida que –con seguridad– no olvidaré, como el día de la entrega de la boina”.

“He visto a gente convertirse en personas, y a esas personas convertirse en amigos. He visto al débil superar al fuerte en muchos aspectos. He visto 20 manos ayudando al que se ha caído…”

Algunos momentos de la fase de instrucción que tuvo lugar en Castrillo del Val (Burgos)

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Como capitán jefe del Centro de Formación, no puedo más que llenarme de orgullo al ver que el trabajo de los instructores se ve re�ejado en el carácter de estos nuevos guardias reales: “Este ci-clo me ha hecho sentir cosas que hace mucho no sentía como militar, el trabajo diario con los as-pirantes, su ilusión, trabajo, entrega y sacri�cio en el campo. Yo también he aprendido mucho de ellos, siempre se aprende”, a�rma el cabo prime-ro De Santos. “El momento más emotivo y que siempre resaltaré por encima de cualquiera es esa entrega de la boina… Ver derrumbarse a esos fu-turos guardias reales por haber cumplido con su objetivo no tiene palabras”, recuerda el sargento primero López. Con una larga perspectiva sobre el Centro, el cabo primero Serrano señala: “Para mí, después de 8 años destinado en el CEFOR, ha sido uno de los mejores ciclos que ha pasado por aquí”.

Después de todo este esfuerzo realizado por los nuevos guardias reales, prestan juramento a la bandera el día 31 de julio, y �rman su primer compromiso, el que los vinculará con las Fuerzas Armadas durante los próximos tres años. Desde el Centro de Formación esperamos la llegada de los nuevos aspirantes, con los que comenzare-mos un nuevo ciclo, esta vez, en “Los Alcázares” (Murcia). Imposición de boinas –en caliente–, un momento

de gran emoción para los aspirantes

Jura de bandera de los nuevos guardias reales en el patio Moro del cuartel “El Rey”

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LA OFICINA DE APOYO AL PERSONAL, UN PUNTO DE ENCUENTRO PARA TODOS LOS GUARDIAS REALES

Muchas son las horas que dedicamos a vuestro bienestar pero mucho mayor es aún la recompensa

de vuestro cariño y el de vuestras familias

Guardia real Verónica Vada Macizo. Oficina de Apoyo al Personal.

Ya ha pasado otro año más, cargado de trabajo e ilusión. Empezamos 2015 con las tablas de esquí puestas y esperamos terminarlo con ellas y, aun-que quizá esta sea la parte más vistosa de nues-tro trabajo, hay mucho esfuerzo acumulado entre descenso y descenso. Cada día decenas de perso-nas pasan por nuestra o�cina con dudas, proble-mas y necesidades, aunque, sin duda, el servicio “estrella” es recordar la contraseña del portal per-sonal… Entre 15 y 20 reseteos diarios… “Tarjeta azul del ISFAS y los cinco últimos dígitos de la

cuenta corriente” es una de las cantinelas que más se escuchan en la OFAP.

Siempre al día de las convocatorias, cursos, distribuimos la información por los cuarteles que conforman nuestra unidad, buscando ofertas, con-venios en bene�cio de todos. Nada mejor para desayunar que una buena lectura de BOD, BOE, BOCM, etc., lecturas ligeras… Esos proyectos de sargentos, guardias civiles y policías nacionales a los que cada año echamos una mano para rellenar papeles, instancias o lecturas explicativas de cada

Los entusiastas del esquí disfrutaron de lo lindo en las pistas de Baqueira el pasado enero

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convocatoria. Muchos consiguen sus sueños gra-cias a un gran esfuerzo personal, pero nos sentimos orgullosos de ser un grano de arena en su camino facilitando su formación con la realización de cur-sos de apoyo. Cada año, de manera gratuita, se im-parten cursos de apoyo: acceso al grado superior, subo�ciales, guardia civil y policía nacional, etc., todos ellos en horario de tarde. Por las mañanas, sin embargo, es el turno de la amalgama de cursos de Boletín, de la Guardia… Un poco de todo que nos tiene muchas horas “jugando al Tetris” con las instalaciones de que disponemos para que todos tengan un lugar.

Muchos se acuerdan de nosotros esos días en que los maestros deciden no trabajar, y ahí está la OFAP, organizando los ya famosos “días sin cole”, o ante las largas vacaciones navideñas o estiva-les de los retoños, ¿qué hacer con los niños? Pues que disfruten como los indios en la ludoteca con su suelo de colores, o si ya están más creciditos, a pasarlo en grande con el frescor asturiano en el

campamento “Guardia Real”. ¿Y por dónde han pasado muchos de esos pequeños en sus prime-ros años de vida? Pues por la escuela infantil de la Guardia. ¿Y a quién se le mandan toooodos esos papeles e instancias en el mes de abril? De nuevo, a vuestra OFAP, ya que la escuela es el pilar principal de nuestra área de conciliación.

Por último, y no por ello menos importante, las acciones que llevamos a cabo para tratar de ani-mar vuestro tiempo de ocio. Buscando actividades para todos los gustos os remitimos los Boletines de Ocio de la OFAP (recordad apuntaros a nues-tra lista de distribución), colgando en los tablones ofertas de escapadas de la DIAPER, o empresas civiles, y, por supuesto, con los viajes que direc-tamente nosotros os organizamos. Ahora estamos en época de senderismo, salida a Ordesa-Monte Perdido, visitas al Museo del Ejército de Toledo, al Palacio Real, el hercúleo trabajo que supone el Camino de Santiago y las siempre exitosas salidas de esquí.

CRÓNICA DE NUESTRO “CAMINO INGLÉS” A SANTIAGO DE COMPOSTELA

Movilizar a más de 250 personas supone un importante reto organizativo que asumimos con una gran ilusión

Cabo María Teresa Morales de Juan. Oficina de Apoyo al Personal.

Pasaban las siete de la mañana cuando comenzá-bamos a recibir a nuestros peregrinos, más de dos-cientas personas con la mejor de sus sonrisas ante la ilusión de emprender uno de los viajes que jamás olvidarán, el Camino de Santiago. Los peregrinos en los autobuses, las maletas en el camión de carga, los cinturones abrochados y ya teníamos todo listo para emprender la marcha hacia Ferrol. Ha sido nuestro segundo año organizando el Camino, con algo más de experiencia a nuestras espaldas, pero los nervios que nos producían las ganas de que todo saliera bien nos acompañaron durante los más de 600 kilóme-tros que nos separaban de nuestro destino. Por la tarde ya estábamos viendo la costa de Ferrol y, fren-te al ayuntamiento, dimos la bienvenida o�cial al

“Camino Inglés 2015”: un viaje que nos haría pasar por las Rías Altas de Galicia.

Como calentamiento, la primera etapa, apenas 20 kilómetros bajo eucaliptos rodeando la ba-hía de Ferrol teniendo como meta Pontedeume, una perfecta conjunción de río, mar y montaña en la desembocadura del Eumesa. El tiempo nos acompañó para poder disfrutar de un chapuzón en el mar, para muchos el primero del verano. El martes, el grupo comenzaba bien temprano la siguiente etapa, para llegar a la hora de comer a Betanzos y disfrutar de su famosa tortilla de patatas. Por la tarde, y tras recuperarnos de la caminata, fuimos recibidos por el alcalde, D. Ra-món García Vázquez, en el salón de plenos de la

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localidad y, más tarde, acompañados por la con-cejala de turismo a través de los monumentos de tan pintoresco pueblo.

Ya el miércoles emprendimos la que quizá fue la etapa más dura, hasta Hospital de Bruma. Finali-zada esta nos desplazamos en los autobuses hasta Ordes, municipio cercano a Santiago de Compos-tela. Y por �n llego el jueves y todos, desde el pe-regrino más joven (Rodrigo) hasta el más veterano (de cuyo nombre �ngiremos no acordarnos para no dañar sentimientos…), olvidamos el cansancio acu-mulado para resurgir cual ave fénix de sus cenizas y comenzar la última etapa, para muchos la más especial, con ilusión y una sonrisa hasta la Plaza del Obradoiro. Allí les esperábamos para recibirles con el aplauso que tanto se merecían. Ver las caras de felicidad de cada peregrino fue para nosotros la mayor satisfacción.

El viernes, ya de uniforme y frente al Santo, asistimos a la misa del peregrino disfrutando del espectacular vuelo del botafumeiro, de las entre-tenidas clases de cánticos de la hermana que nos acompañaba y de las palabras de nuestro arzobis-po castrense, monseñor D. Juan del Río Martín. De regreso en El Pardo y �nalizada la actividad solo nos queda decir ¡Gracias por todo y… Nos vemos en el “Camino Portugués”!

En palabras de la escritora Teresa Márquez: “Hacer el Camino más allá de la belleza de sus pai-sajes, su energía, su espiritualidad, la cordialidad y hospitalidad de los gallegos, nos permite descubrir toda esa fuerza interior que todos tenemos, abrir nuestra mente y nuestro corazón a iniciar el cami-no hacia una mejor calidad de vida” .

Junto al arzobispo castrense y a nuestro coronel, el grupo de peregrinos posa exultante en la puerta de Platerías de la catedral de Santiago de Compostela

Imagen alegórica de nuestra peregrinación por el “Camino Inglés”… Lentos, pero determinados

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UN NOVATO EN EL CAMINO

La peregrinación vivida en un ambiente de ilusión, esfuerzo y camaradería

Cabo mayor Jesús Maza Carrandi. Jefe de Apoyo al vestuario.

El pasado mes de junio decidí apuntarme a la peregrinación a Santiago de Compostela. A pesar de la fama consolidada que en la Guardia tiene esta actividad –por motivos profesionales de mi ante-rior destino– nunca había tenido la ocasión de rea-lizarla. Llegado el mes de julio –en días previos a que esta comenzara– empecé a organizarme. Con-�eso que a pesar de mi experiencia en ejercicios tácticos, preparación de equipo, etc., afrontaba este reto con un cierto nerviosismo que me hacía recordar aquellas primeras marchas en mis días de aspirante veintitrés años atrás en Cádiz. Volví a te-ner la incertidumbre de qué llevar, qué meter en la mochila, en �n, lo que todos hemos experimentado en nuestro periodo de instrucción.

Llegada la fecha de salida desde El Pardo hacia El Ferrol, esta incertidumbre sobre lo desconocido se iba convirtiendo en la ilusión de poder disfrutar con otros componentes de la unidad y sus familias. Los días transcurrieron en un ambiente increíble. Observaba las caras de los que ya tenían experien-cia y transmitían la misma alegría que atesoraba este viejo novato. No voy a relatar las etapas y los impresionantes paisajes que íbamos dejando atrás, pero sí me gustaría resaltar la maravillosa cama-radería en la que se desarrollaba cada jornada y la ilusión y las ganas con las que me levantaba todas las mañanas para afrontar la siguiente etapa. Nun-ca pensé, cuando decidí apuntarme, que me iba a envolver durante esa semana una atmósfera tan fa-miliar y positiva.

Hoy recuerdo las caminatas, los paisajes, las am-pollas, las rozaduras a las gentes pero también el momento del descanso del guerrero. La última eta-pa –y ya divisando la catedral– se me acumularon todas las sensaciones vividas durante el camino y al entrar en la plaza del Obradoiro y envuelto entre aplausos de familiares de los guardias y de quien había llegado antes, me dije: novato, misión cum-plida. Recordé que llevaba el escudo de la unidad en el pecho e inconscientemente y re�ejo de lo que

uno siente y bien aprende, adopté el porte que se le exige a un guardia real. El último día, emocionado y frente al patrón de España y de mi arma, juré volver.

Solo me resta felicitar a la organización y a los que hicieron posible la ejecución de la misma por el trabajo realizado y enviar, a su vez, un emotivo recuerdo a la familia de mi compañero, quienes me acogieron como uno más desde el primer momen-to. A los futuros “novatos del Camino” quiero ani-marles para que el próximo año dejen de serlo.

Un peregrino de la Guardia Real, con paso �rme y la vista y el corazón puestos en Santiago

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LA IRRUPCIÓN DE LOS “LOBOS SOLITARIOS”, UN NUEVO ESCENARIO EN LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

Más que nunca debemos extremar las medidas de autoprotección, tanto durante el servicio como en nuestra vida diaria

Capitán Luis Castro Blanco . Jefe de la Compañía de Seguridad.

Existe una gran amenaza latente dentro de nues-tra sociedad; una amenaza contra nuestra autopro-tección así como frente a la seguridad interna de la institución, una amenaza que en la actualidad se sitúa en uno de los niveles de riesgo más elevados, no solo por su probabilidad de materialización –que puede estimarse pequeña– sino por el impacto que podría llegar a tener su ejecución. Este impacto está íntimamente ligado al fenómeno de la globa-lización y, sobre todo, a la rápida difusión de noti-cias, lo que convierte en éxito inmediato cualquier acción terrorista.

Este tipo de amenaza a la que nos referimos se conoce, de manera común, como “ataques terro-ristas de lobos solitarios”, un término que puede ser malentendido si se piensa que únicamente pue-den ser llevados a cabo por un solo atacante y muy comúnmente por musulmanes radicales. Pero en realidad esta acepción viene a de�nir acciones co-metidas por personal que no pertenece a una red terrorista –lo que di�culta enormemente su loca-lización– y que además actúa con tácticas y méto-dos que no reúnen ningún tipo de modus, orden o dirección externa, pero que tienen una clara inten-ción política, ideológica o religiosa.

Estos desafíos están mostrando un claro incre-mento en el número de casos producidos en los países occidentales, unos ataques que sin aparejar ni una misma técnica ni un mismo modus operan-di, sí que presentan un origen común, la aparición en el escenario internacional del Estado Islámico, organización que, con una enorme �nanciación, ha conseguido una rápida expansión en determina-dos territorios, la divulgación de vídeos macabros y promover un potente aparato propagandístico que difunde consejos, ideas, formas de actuar, in-cluso información sobre cómo fabricar explosivos

y cómo utilizarlos. Existen numerosos casos, como pueden ser los ataques ocurridos en 2012 contra soldados en Toulouse, en 2013 la agresión con ar-ma blanca contra dos militares en el Parlamento de Ottawa con explosivos o el ataque contra solda-dos en Quebec en 2014, a los que pueden añadirse el asalto en Francia a la revista Charlie Hebdo en enero de 2015, el tiroteo en Tennessee que costó la vida a cuatro marines en la puerta de un centro de reclutamiento en julio de 2015 o el último ataque del pasado 13 de noviembre en París que nos ha conmocionado a todos.

Esta acción terrorista no solo nos ha sacudido, entristecido, enfurecido, sino que también nos ha enseñado su nueva forma de actuación, al intro-ducir a estos lobos solitarios en pequeñas células

durmientes que actúan con la tutela del “aparato de información”, una parte que recaba los datos sobre qué puntos son más propicios para el ataque,

“Hay que preservar una actitud de alerta durante todo el tiempo que dure el servicio de seguridad, ya que los ataques buscan irrumpir en los momentos de mayor vulnerabilidad tanto de las instalaciones, como del personal o de los medios de los que se disponen”

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lugares con aglomeraciones donde la seguridad sea más vulnerable y se pueda perpetrar el ataque de manera más sangrienta. Pero aunque todos estos ataques puedan parecer lejanos, no debemos ir muy lejos dado que una de las últimas tentativas terro-ristas fue desarticulada, justo antes de producirse, el pasado mes de noviembre, cuando tres yihadis-tas fueron detenidos en la Comunidad de Madrid. Las investigaciones apuntan a que la organización de la célula estaba bajo el mando de uno de ellos. También el pasado mes de junio, en Varsovia, fue-ron detenidos dos yihadistas, uno de ellos residente en España, que han permitido obtener información acerca de la existencia de un “mercado ne-gro” de armas con origen en Bélgica, desde donde parte este armamento para actuar. En nuestro país, la obtención de este tipo de armas resulta más complicada, lo que di-�culta a las células terroristas la posibilidad de este tipo de ataques.

Todo esto ha conducido a que nuestro nivel de alerta se haya visto incrementado con medidas adicionales desde principios de año. Pero esta amenaza no se ha rebajado sino que se ha mantenido y por ello el pasa-do día 8 de noviembre el Ministerio de In-terior mantuvo el nivel de alerta en un nivel 4 por terrorismo. Ante la situación actual, el nivel de seguridad de la organización se

mantiene a un nivel más elevado. Para contrarres-tar estas posibles amenazas, se han tomado medi-das extraordinarias dentro de la Compañía de Se-guridad, como ha sido el aumento en el número de personal que se encuentra de guardia –teniendo así más presencia en los momentos de mayor a�uen-cia en la entrada y salida de los acuartelamientos–, también tratando de incrementar los controles de seguridad tanto dentro de las instalaciones como en la zona de seguridad de los acuartelamientos, y, muy especialmente, intentando concienciar al per-sonal de las medidas de autoprotección, así como de la necesidad del esfuerzo diario de preservar una actitud de alerta durante todo el tiempo que dure el servicio de seguridad, ya que los ataques buscan irrumpir en los momentos de mayor vulnerabilidad tanto de las instalaciones, como del personal o de los medios de los que se disponen.

Todos somos, por tanto, susceptibles de conver-tirnos en objetivo de este tipo de ataques, no so-lo porque se lanzan contra las aglomeraciones de personal civil, sino también porque han tratado de atacar a las Fuerzas Armadas, con las posibles connotaciones de venganza por el hostigamiento que se está llevando a cabo contra sus cabecillas. Por ello hemos de concienciarnos tanto durante el servicio como fuera del horario de trabajo, y en nuestra vida cotidiana. Para tratar de reducir al máximo esta amenaza, debemos recordar las reglas de oro de la seguridad personal: romper la rutina –di�cultando así la obtención de infor-mación– y contemplar el paisaje –ver y observar nuestro entorno tratando de detectar cosas in-usuales o extrañas– tratando de que no seamos identi�cados como un posible objetivo.

Portadas de prensa francesa tras los salvajes ataques del 13 de noviembre en París

Desarticulación de una célula yihadista el pasado noviembre en Madrid

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AVANZANDO HACIA UNA CULTURA PREVENTIVA DE EXCELENCIA EN LA GUARDIA REAL

Como en cualquier proceso de cambio, el liderazgo es clave para que esta evolución llegue a buen puerto

Victoria Hernández Esguevillas. Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Guardia Real.

El término “cultura”, referido a una organiza-ción, reúne el conjunto de normas y valores –en permanente evolución– compartidas por todos los miembros de la misma y que impregna cada patrón de comportamiento en su día a día de trabajo. El traslado de estas a la prevención de riesgos labora-les, no es más que la “cultura preventiva”, es decir, la integración de la prevención en cada tarea y pau-ta de conducta, consiguiendo así crear ambientes de trabajo saludables.

Pero crear y mantener esta cultura preventiva no es un camino fácil. En todas las organizacio-nes existen inercias que vencer, frases hechas del tipo “esto lo llevamos haciendo así hace 15 años y nunca ha pasado nada”, que suponen un reto cons-tante para quienes buscan el cambio. Y qué me-jor ejemplo de este compromiso por mejorar que las palabras de su majestad el rey Felipe VI en las que apuesta por una monarquía renovada para un tiempo nuevo que debemos afrontar con ilusión y espíritu renovador.

Como unidad de referencia en las Fuerzas Arma-das no podemos tolerar que durante la ejecución de los trabajos no se atienda a las medidas preventi-vas. La prevención de riesgos laborales debería for-mar parte, por tanto, de la excelencia a la hora de realizar una tarea. La diligencia en el trabajo, que es una marca de identidad de los componentes de la Guardia Real, no implica solo un trabajo bien hecho, sino también un trabajo seguro. Únicamente así podremos cali�car nuestro trabajo de excelente.

Como en cualquier proceso de cambio, el li-derazgo es clave para que esta evolución llegue a buen puerto. Es imprescindible contar con unos mandos dispuestos y adecuadamente formados en prevención de riesgos laborales que trasladen a dia-rio a sus subordinados estos principios y que les

transmitan la energía su�ciente para conseguir un cambio exitoso. Tenemos que dar el paso de una cultura preventiva reactiva, donde se actúa cuando aparece el problema, hacia una cultura preventiva proactiva donde todo el mundo asume que la segu-ridad y la salud son algunos de valores principales de la unidad para la que trabajan. La legislación, tanto civil como militar, no hace más que incidir en este aspecto: una de las mayores responsabilidades de cualquier persona al mando es la seguridad de sus empleados.

Pero la motivación para reducir la siniestralidad no puede venir únicamente de un empeño por cum-plir la legislación, como muchas veces ocurre. Es-tas acciones tienen que atender a un propósito más elevado, que no es otro que proteger el capital más importante con el que cuenta toda organización: las personas. No podemos negar que la prevención de riesgos conlleva un importante coste económico, sobre todo en lo relativo a la adquisición de nuevos equipos y tecnologías que, afortunadamente, mini-

“Debemos cambiar la mentalidad de aceptación resignada del riesgo, y más aún aquella de que la asunción de cierto riesgo implica valentía. Cuando alguien traslada estas actitudes al puesto de trabajo, solo cabe esperar daños hacia uno mismo y hacia sus compañeros”

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mizan los riesgos a la hora de realizar un trabajo. Y esto, en los tiempos de restricciones económicas que corren, impide muchas veces avanzar en la me-jora de las condiciones de trabajo.

Pero está ampliamente demostrado que, a largo plazo, la prevención dejará de ser un coste para con-vertirse en una inversión. Aunque sin duda la motiva-ción más importante ha de ser proteger la seguridad de las personas, no conviene olvidar que la prevención es rentable porque disminuye los índices de siniestra-lidad y repercute, por tanto, en la productividad de la Unidad. Además no es admisible conseguir unos buenos objetivos de rendimiento si parte del precio es poner en riesgo la vida de nuestro personal.

Debemos cambiar la mentalidad de aceptación resignada del riesgo, y más aún aquella de que la asunción de cierto riesgo implica valentía. Cuando alguien traslada estas actitudes al puesto de trabajo ,solo cabe esperar daños hacia uno mismo y hacia sus compañeros. Asimismo, no conviene olvidar la premisa más importante: la seguridad es cosa de todos. El mandato del compañerismo, que �gura en el ideario de la Guardia Real, adquiere en este campo un papel relevante. Un compromiso conti-nuo por mejorar las condiciones de trabajo presen-te en todos los civiles y militares que componemos la Guardia Real.

Y es que las soluciones a los problemas relacio-nados con los riesgos asociados al trabajo no van a venir de fuera de nuestra organización, al contrario, tanto la detección de los factores de riesgo presentes en cualquiera de nuestras actividades como la pro-

puesta de medidas preventivas tienen que surgir ne-cesariamente desde dentro. Juntos iremos más lejos, también en lo relativo a la prevención.

Hay que señalar con claridad hacia dónde que-remos ir. Una vez de�nido este escenario: “ofre-cer las mejores condiciones de trabajo posibles” o “reducir la siniestralidad a cero accidentes” son objetivos que se deben explicar las veces que sea necesario para que todo el mundo se sienta par-te del proyecto. En lo que a nosotros corresponde, queremos asegurar que el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales realizará esta tarea con el entu-siasmo que se deriva de tener encomendada una de las misiones más importantes: luchar por mejorar las condiciones de trabajo en la Guardia Real.

Perspectiva de uno de los talleres de la Unidad de Mantenimiento

Es fundamental el uso de los equipos de protección individual en aquellas tareas que así lo exijan

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MMII ALABARDA ALABARDAInmaculada Galván Olalla. Periodista.

Tengo guardada con mucho cariño y orgullo una pequeña alabarda. Es de plata y me la impusieron un mes de junio de mucho calor, bajo un sol de justicia y en presencia de la infanta Margarita. Junto a mí, iban a ser nombradas “Alabarderos de Honor” unas 10 o 12 personas más, seguro que con más méritos que yo. Tanto es así que mi compañera de banco, una señora que rondaba los 70 años, me preguntó que por qué me iban a otorgar ese honor.... Yo no supe muy bien qué contestar y le dije que el mérito era del Cristo de los Alabarderos con quien yo tenía algo de “enchufe”. Y no le mentí en absoluto. Mi relación con la alabarda comenzó con Él.

En Telemadrid llevábamos unos años transmi-tiendo las procesiones que recorren el centro his-tórico de la capital. Ese Madrid de los Austrias que

nos hace volver la vista a tiempos pasados. Y mu-cha gente que no podía acudir a ver los pasos de Jesús y la Virgen nos lo agradecía de verdad. “Ma-drid Directo” se convirtió en una ventana a la calle, al fervor popular, a nuestras tradiciones y a la Fe. Cada Jueves y Viernes Santo la audiencia nos res-pondía y nos animaba... Y todos los compañeros, creyentes o no, estábamos orgullosos de ofrecer al-go que solo en España podemos ver y sentir de la forma que sabemos hacerlo. Pero nos faltaba algo... Aún no conocíamos una de las imágenes más bellas de nuestro Madrid. Un Cristo que, aunque humilde y doliente, nacido en un pesebre, salía el Viernes Santo de un palacio... Y nosotros que presumíamos de conocer todos los rincones de Madrid, nos en-contramos con la imagen y una procesión única....

ElrincóndenuestrosAlabarderos

En el momento de recibir mi nombramiento como “Alabardera de Honor” de manos de los duques de Soria

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Estábamos en la primavera de 2003 –hace más de una docena de años– cuando decidimos instalar nuestras cámaras y practicables y tirar cientos de metros de cables para hacer llegar el Cristo de los Albarderos hasta cada uno de los hogares madrile-ños. Tomamos al asalto el Palacio Real. Porque no existe otra expresión para narrar cómo el Palacio fue literalmente tomado por una televisión. Cables pegados al suelo para evitar tropiezos, trípodes en el lugar más estrecho, justo donde gira el paso... En �n, que a pesar de todo eso y de volver locos a los responsables, nos acogieron con afecto, cariño y mucha ilusión.

Nos habíamos hecho una idea de cómo iba a ser todo, pero no fuimos conscientes de la belleza y la originalidad de una procesión que nos cautivó. Recuerdo que, ese primer año, la gente comenzó a arremolinarse en el recorrido, alrededor del paso. Nadie daba crédito a la singular forma de portar a Jesús. Sonido de pífanos, brillos de alabardas... Y un sol que se ponía poco a poco tras la imagen. Simplemente fantástico... Pero aún eran pocos to-dos preguntaban por qué salía una procesión del Palacio Real. Al año siguiente, el número de per-sonas que asistió fue mayor. Cientos, miles. Y no ha parado de crecer hasta el momento. Hoy es, sin

duda, la procesión más original que recorre nuestro Madrid.

Después llegó una invitación que fue para mí to-do un honor: ser la pregonera de la Semana Santa de 2012. Un honor y un compromiso. No se me dan bien los pregones. Yo me dedico a contar histo-rias... Eso es lo que hace un periodista. Hice lo que pude y os aseguro que puse el corazón para expre-sar lo que sentía frente a tanta gente que me miraba sin perder ripio. Gracias, al menos no se durmió nadie... No era un buen momento para algunos. Recordé al hijo de Nico, por el que aún rezo. Y sé que cada Viernes Santo lleva el paso sin que le vea-mos... pero ahí está, �rme y orgulloso.

Por todo esto y por lo que aún nos queda por vivir, si Dios quiere, os doy las gracias. Bien sabéis que no soy militar, no sé de graduaciones. Y hoy, sabiendo que me olvido de muchos y por eso os pido perdón de antemano, quiero dar las gracias a los que me lo han puesto tan fácil para sentirme bien entre la Guardia Real. Antonio, Nico, Manuel, Elena, Ismael... Que el Cristo de los Alabarderos derrame sobre vosotros muchas bendiciones. Yo, ahora que llega la Navidad, sigo hablando de Él por televisión. Aunque en esta ocasiones estará en pañales en un pesebre...

En la catedral castrense de España, pronunciando el pregón de Semana Santa para la Congregación del “Cristo de los Alabarderos” en el año 2012

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Elabanico

LA UNIDAD DE MÚSICA DE LA GUARDIA REAL EN EL CONCIERTO “CONOCE A LOS EJÉRCITOS A TRAVÉS DE SU MÚSICA MILITAR”

La cita musical se consolida como un referente de calidad en el panorama bandístico de la capital de España

Subteniente músico Francisco Carratalá Martínez. Unidad de Música de la Guardia Real.

El pasado 9 de junio de 2015 se celebró en el Teatro Monumental de Madrid un concierto que, bajo el lema “Conoce los Ejércitos a través de su música militar”, promovió y organizó la Dirección General de Reclutamiento y Enseñanza Militar. Se trataba del segundo concierto de estas caracterís-ticas, dado que tras el rotundo éxito que tuvo esta iniciativa en su primera edición -celebrada sobre el mismo escenario y en similares fechas del pasado año- se ha querido dar continuidad a este evento que pretende dar a conocer una parte del patrimo-nio de nuestras Fuerzas Armadas a la sociedad.

Tanto en su primera edición como en esta, la Unidad de Música de la Guardia Real junto a la Unidad de Música del Regimiento de Infantería “Inmemorial del Rey” n.º 1 del Cuartel General del Ejército, la Unidad de Música de la Agrupación de

Infantería de Marina y la Unidad de Música de la Agrupación del Acuartelamiento Aéreo de Getafe, conformaron una gran banda sinfónica que cubrió el escenario del Monumental, tanto del colorido propio de los distintos uniformes de los tres Ejér-citos y de la Guardia Real, como de una innegable calidad artística.

Las citadas unidades no actuaron al completo, dado que hubiese sido materialmente imposible dar cabida sobre el escenario a tan ingente forma-ción. Así pues, las Unidades de cada uno de los tres Ejércitos aportaron 20 miembros y la de la Guardia Real, 23, formando de este modo, una magní�ca agrupación musical de 83 integrantes que fueron dirigidos sucesivamente por los respectivos direc-tores de las citadas músicas, los tenientes coroneles José Francisco Boyer, José Manuel Mogino y Ma-

La Unidad de Música de la Guardia Real durante unos de sus conciertos en Madrid

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nuel Ruiz, y por parte de la Guardia Real, el co-ronel Enrique Damián Blasco, quien cerró el Con-cierto. Cabe destacar que entre los instrumentistas aportados por la Guardia Real, se encontraban las cuerdas completas de violonchelos y contrabajos, únicos representantes de la familia instrumental de cuerda en todo el Cuerpo de Músicas Militares y que forman parte de la plantilla de la Unidad de Música de la Guardia Real, lo que contribuyó, sin duda, a dar empaque y verdadera categoría de ban-da sinfónica al conjunto.

Pero no solo fueron nuestros músicos militares los protagonistas de este magní�co evento. También tuvieron un papel protagonista la Coral Polifónica de Getafe y dos fenomenales cantantes líricos, la soprano Hevila Cardeña y el tenor José Antonio Moreno de Torres, quienes actuaron conjuntamen-te, o por separado, con la banda sinfónica militar en aquellas obras del programa que requerían su participación, poniendo de mani�esto, de esta for-ma, la comunión entre la sociedad civil y nuestras Fuerzas Armadas, esta vez en la faceta musical.

La música militar es una manifestación artística que acompaña a los ejércitos desde la antigüedad,

evolucionando y desarrollándose junto a la socie-dad a la que pertenece. El patrimonio histórico que representa la música militar es de enorme interés y permite conocer la realidad y la historia de los Ejér-citos y de España. Este patrimonio musical consti-tuye un fondo de gran importancia cultural.

Muchas de las obras más representativas de la música militar española, o al menos las más po-pulares, provienen de la zarzuela y otras formas análogas de �nales del siglo xix y primer tercio del siglo xx. Este vínculo entre la música de la socie-dad civil y la música militar perdura en nuestros días. Como ejemplo, citaremos dos de las marchas Militares más populares dentro y fuera de la mi-licia. En primer término, la marcha militar Los Voluntarios, pieza que corresponde al inmortal pa-sodoble de la zarzuela del mismo título, obra de Gerónimo Giménez, que data de 1893. Se trata de un cuadro evocador de la guerra de África (1859-1860), durante el reinado de Isabel II. Su condición de marcha-pasodoble hizo que inmediatamente la adoptara el Ejército como marcha militar. Hasta la actualidad se sigue escuchando regularmente en todo tipo de actos militares. El otro ejemplo, una

La Música al completo forma en los jardines del Campo del Moro, a los pies del Palacio Real

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partitura que �gura con destacados caracteres en la historia de nuestra música militar es Banderita, co-mo más popularmente se la conoce, aunque se trata en realidad del cariñoso diminutivo aplicado al Pa-sodoble a la Bandera de la pieza lírica Las Corsa-rias, de Francisco Alonso, estrenada en Madrid, en el Teatro Martín, el 31 de octubre de 1919.

Así pues, la música lírica, la zarzuela, no podía faltar en el programa de un evento de estas carac-terísticas que, como hemos dicho, busca acercar al gran público a sus Fuerzas Armadas y, viceversa, a través de la música. De esta manera, hasta un total de nueve fragmentos de zarzuela fueron interpre-tados en el concierto, programados libremente por cada director de entre las cinco obras que corrían a cargo de cada uno.

Pero no solo de nuestro patrio “género chico” se nutrió el programa de este evento lírico-musical. El repertorio de este año ha tenido un carácter más internacional, ya que se ha pretendido honrar el 70 aniversario del �nal de la Segunda Guerra Mundial, que se cumplió en 2015. Por ello, se incluyeron en

el programa marchas militares representativas de, probablemente, cuatro de los países con más pro-tagonismo en esta contienda: Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos.

Bajo todas estas premisas, el coronel Blasco, director de nuestra Unidad de Música eligió pa-ra esta ocasión un programa compuesto por la famosa y cinematográ�ca marcha Los Granade-ros Británicos, representativa del Reino Unido, la recientemente descubierta Marcha Española op.433 de J. Strauss y tres piezas maestras del repertorio zarzuelístico español: la romanza pa-ra tenor Bella Enamorada de El Último Román-tico(1928) de Soutullo y Vert, la petenera para soprano Tres horas antes del día de La Marche-nera (1928) y el Coro de Repatriados para tenor, soprano y coro de la zarzuela Gigantes y Cabe-zudos (1898), con arreglos del propio Coronel Blasco en todas ellas. Otro año más, un toque de calidad el aportado por la Unidad de Música de la Guardia Real a esta magní�ca iniciativa de la DIGEREM.

GRABACIONES HISTÓRICAS DE LA MÚSICA DE ALABARDEROS

Un tesoro que forma parte del rico patrimonio cultural que nos legó nuestra predecesora

Sargento músico Rafael Carracedo Crespo. Unidad de Música de la Guardia Real.

La Unidad de Música de la Guardia Real puede presumir de poseer uno de los archivos musicales más importantes de España, solo igualado por las bandas municipales de Madrid, Valencia o Barce-lona. Este archivo es herencia de la antigua Banda del Real Cuerpo de Alabarderos, que con su maes-tro don Emilio Vega a la cabeza (entre otros), crea-ron cientos de obras manuscritas originales para la agrupación, así como también –y lo que no es menos importante– un sinfín de transcripciones de valor incalculable –musicalmente hablando– que hoy se conservan en nuestra Unidad de Música.

El laborioso trabajo de los directores preceden-tes y de los profesores instrumentistas con los que contaba la música del Real Cuerpo de Alabarde-

ros, hicieron realidad la ardua tarea de transcribir todo tipo de obras tanto antiguas –de autores de la categoría de como Bach, Mozart, Beethoven…– como de compositores contemporáneos a la fecha: Richard Strauss, Amadeo Vives, Ruperto Chapí… Pensemos que en aquellos años no existía la foto-copiadora –ni mucho menos internet– de manera que si hoy en día está al alcance de cualquiera la adquisición de todo tipo de partituras musicales, entonces toda la música (guiones, particellas y de-más copias), había que hacerla a mano.

Además, y como valor añadido, estos profesores músicos tuvieron que adaptar dichas transcripcio-nes a la plantilla especí�ca con la que contaba el Real Cuerpo de Alabarderos, con instrumentos ya

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en desuso en este tipo de agrupaciones: como el sa-rrusofón, la tromba en Mib, el contrafagot o el �is-cornito en Sib. Un laborioso trabajo que ha queda-do como testimonio de aquellos años, y en el cual podemos admirar el arte de la caligrafía (a pluma) de profesores tan insignes como algunos de los que han formado en la banda: don Leopoldo Martín Elexpuru, don Eduardo López Juarranz, don Bar-tolomé Pérez Casas, don Mariano San Miguel, don Emilio Vega… Y no debemos olvidar, también, al importante número de maestros que dedicaron mucho tiempo y esfuerzo en nutrir de la mejor mú-sica a una banda a la altura de las más prestigiosas agrupaciones de viento del mundo.

Como evidencia de la calidad de estas transcrip-ciones, quedaron plasmadas en una serie de gra-baciones históricas que comprenden entre los años 1898 y 1931. Son registros de muy escaso margen dinámico y frecuencial, y –esto es importantísimo– realizados a una sola toma, es decir, sin posibilidad de repetición de fragmentos delicados, ni mucho menos de empalmes y montajes. En otras palabras, las grabaciones se realizaban “de arriba abajo” con el esfuerzo que esto suponía para que todo quedase perfecto en una única ejecución. Ello nos deja aún más asombrados al comprobar cuál era el nivel téc-nico e interpretativo de la Banda del Real Cuerpo de Alabarderos por aquellos años, puesto que las interpretaciones son verdaderamente impecables.

Estos discos fueron fabricados por la “Compañía del Gramófono de Barcelona”, “Parlophon” y la “Compañía Fonográ�ca Española”, y comerciali-zados por “La Voz de su Amo”.

En estas grabaciones hay que destacar tres perio-dos. El primero comprendido entre los años 1898-1905, con registros efectuados en cilindro de cera, el segundo, que abarca todo el año 1917, con discos de piedra o de pizarra y, �nalmente, las grabaciones realizadas entre los años 1927-1931, también en pi-zarra, y creadas para ser reproducidas en gramófo-nos. Estas grabaciones –sobre todo las primeras– se realizaban en estudios, ya que la frecuencia de soni-do que captaba el receptor era escasa.

Así pues, la distribución de la banda de músi-ca había de ser modi�cada para las grabaciones, siendo muy diferente la colocación de los profe-sores músicos en una sesión de grabación a la de un concierto. Por aquellos años todavía se inter-pretaban los conciertos de pie, y muchas veces con una formación en círculo. Para estas grabaciones, los instrumentos más agudos tenían que tocar muy cerca de la campana, para que esta recogiera su frecuencia, y los más sonoros (trompetas, trombo-nes, etc.,) y graves (bombardinos, tubas, percusión) debían colocarse en la parte más alejada de dicha campana, para que no taparan a los instrumentos de viento-madera: clarinetes, �autas y demás com-ponentes de esta familia.

La Banda del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos en tiempos del maestro Vega, en una plaza de toros

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Las obras que se escogían para las grabaciones, variaban en cuanto a estilo y duración. En lo que corresponde a su estilo, podemos encontrar, tanto marchas con pífanos (La Voltigeur de G.Parés), pa-sodobles (La Giralda de E. López Juarranz), zarzue-

las (La Verbena de la Paloma de T. Bretón), como fragmentos de óperas (Las Walkirias de R.Wagner). Con respecto a su duración, muchas veces era ne-cesario adaptarlas o acortarlas para que cupieran en los escasos cuatro minutos de los cilindros de cera, o nueve minutos en los discos de pizarra. Un

ejemplo de ello lo encontramos en la grabación de 1931 de La Revoltosa, del Maestro Chapí, donde algunos fragmentos fueron suprimidos para ajus-tarlos al tiempo.

Estos discos eran una fuente de cultura que se propagaba por las ciudades de España. En Madrid, por ejemplo, servían para amenizar verbenas, ker-més y reuniones sociales donde no se podía disponer de la su�ciente cantidad económica para contratar una agrupación musical (orquestas de baile, ban-das de música…) Así pues, el gramófono era el gran protagonista de estos eventos. Todo el mundo quería escuchar estas obras célebres que triunfaban en los auditorios y teatros, espacios que no eran accesibles para todos, y que, de esta forma, estaban al alcance

de un mayor número de personas.

La Banda de Música del Real Cuerpo de Ala-barderos, con sus con-ciertos públicos y gra-baciones, tuvo un papel importantísimo en la divulgación de la músi-ca para un público que representaba a todas las extracciones sociales de la época, sin excepción. Su actual heredera, la Unidad de Música de la Guardia Real, sigue hoy en día, realizando dicha labor, tan importante y necesaria para la socie-dad española.

“Las grabaciones se realizaban ‘de arriba abajo’ con el esfuerzo que esto suponía para que todo quedase perfecto en una única ejecución. Ello nos deja aún más asombrados al comprobar cuál era el nivel técnico e interpretativo de la Banda del Real Cuerpo de Alabarderos por aquellos años”

La agrupación musical, con el maestro Vega al frente, en sus acuartelamientos de Madrid

Formación de la Banda de Alabarderos en el patio del Príncipe del Palacio Real de Madrid

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EL HALLAZGO DE ALGUNAS OBRAS DE LOS STRAUSS AMPLÍA EL REPERTORIO DE NUESTRA UNIDAD DE MÚSICA

Las piezas se estrenaron en primavera con arreglos para banda sinfónica del coronel Enrique Blasco Cebolla

Capitán Manuel Fernández del Hoyo. Jefe de Comunicación.

El pasado día 3 de mayo, con ocasión del III Encuentro de Bandas de Música organizado por los Teatros del Canal de la Comunidad de Ma-drid, la Unidad de Música de la Guardia Real estrenó dos obras de los Strauss vieneses que escondían tras de sí, no solo una poco conoci-da génesis en la monarquía española, sino tam-bién una curiosa peripecia que ha terminado por traerlas de vuelta a los atriles de la agrupación musical que presta sus servicios en la Casa de Su Majestad el Rey.

A mediados del siglo xix, la reina Isabel II encargó a Johann Strauss padre sus Dos mar-chas de la Noble Guardia Real Española que el autor austriaco desarrolló en una Triumph-marsch (Marcha Triunfal) y una Gardemarsch o Manövrirmarsch (Marcha de la Guardia o Marcha de maniobra). Dicha obra se estrenó el domingo 4 de marzo de 1849 en una vela-da nocturna celebrada en el Volksgarten vienés para despedir al propio Strauss, quien entonces partía a una gira por Inglaterra. La crónica de la época dice que fue tanta la afluencia de pú-blico, que los asistentes podían darse por bien satisfechos con obtener una plaza de pie, y que Johann Strauss presentó “sus más elegantes composiciones” entre las que se encontraba el encargo de la reina española, frecuentemente re-petido ante el clamoroso éxito que las marchas habían cosechado.

Esta obra, señalada en el repertorio del padre de los Strauss con el número Op. 240 fue escrita tan solo un año antes de su muerte, acaecida el 25 de septiembre de 1849 en Viena, y es posterior a su célebre Op. 228 –la Radetzky Marsch– que Johann Strauss había compuesto con motivo de la victoria de las tropas del imperio austrohúngaro

en la batalla de Custozza y que había dedicado al mariscal Josef Wenzel Graf Radetzky von Radetz, comandante en jefe de los ejércitos imperiales en dicha contienda. 

En el último tercio del siglo, la vinculación en-tre la Familia Real española y los Strauss seguía

vigente como demuestra la Spanischer Marsch o Marcha Española Op. 433 de Johann Strauss hi-jo, obra escrita en 1888 y en cuya portada puede leerse: “Dedicado con el más profundo respeto a S. M. la Reina Regente María Cristina de Es-paña”. Ese mismo año, la reina María Cristina incorporaría a Strauss hijo a la Orden de Isabel La Católica.

A caballo entre los últimos días de 2014 y los primeros de 2015, el subteniente de la Unidad de Mantenimiento, José Alberto Santos Márquez, de vacaciones con su familia en la capital austriaca, se adentró en una tienda de partituras cercana a la catedral de San Esteban, cuando entre el hojeo de varios cuadernillos de piezas amarillentas, ter-

“El subteniente Santos, buen conocedor de la lengua

alemana, se percató enseguida de la magnitud del hallazgo y las puso a disposición del

coronel Blasco Cebolla junto con un manuscrito anotado

de la partitura original”

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minaron en sus manos aquellas dos marchas que Strauss padre había compuesto para la Guardia Real española. El subteniente Santos, buen cono-cedor de la lengua alemana, se percató enseguida de la magnitud del hallazgo y las puso a dispo-sición del coronel Blasco Cebolla junto con un manuscrito anotado de la partitura original que Santos halló en los fondos de la Biblioteca de la Ciudad de Viena. Desde entonces, la búsqueda la Marcha Española, que había sido un antiguo de nuestra Unidad de Música, se aceleró, y el propio subteniente Santos Márquez localizó tanto la obra de imprenta como las partituras manuscritas de Strauss hijo.

El resto de la historia, ya es “historia” de la Unidad de Música de la Guardia Real. El coro-nel Blasco Cebolla se ha encargado de orquestar para banda sinfónica esas magní�cas páginas de los Strauss que, desde ahora, forman parte del extenso y variado repertorio de la unidad de su mando.

Manuscrito del Op. 240 de Strauss. Procedente de la Biblioteca de la Ciudad de Viena

Portada del Op. 433 dedicado a la reina María Cristina

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Edición para piano de las dos marchas para la Noble Guardia Real Española Op. 240

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Auñadecaballo

INTERVENCIONES QUIRÚRGICAS EN LA CABAÑA EQUIÑA DE LA GUARDIA REAL

Nuestro Servicio acomete algunos tipos de cirugía que exceden, en mucho, lo que debería asumir por su naturaleza de escalón básico

Teniente coronel veterinario Joaquín Eugenio Yus Respaldiza. Jefe del Servicio de Veterinaria.

El Servicio de Veterinaria de la Guardia Real tie-ne una entidad de escalón básico –o primer esca-lón– dentro de la estructura orgánica del Ministe-rio de Defensa. Sin embargo, al no disponer dicha estructura de un escalón superior en el que se atien-dan urgencias y se lleven a cabo hospitalizaciones del ganado equino –y puesto que el uso de centros civiles dispararía los costes tanto de la cirugía co-mo de la hospitalización (entre 4.000 y 6.000 € por caso clínico)– nos hemos vistos obligados a dar una mayor entidad al trabajo realizado en este servicio veterinario, y a dotarnos poco a poco, y cuando las circunstancias lo han permitido, de mejores medios para llevar a cabo este �n.

Así es que, sin duda, la instalación estrella de esta continua mejora ha sido el quirófano de équi-

dos que nos permite realizar intervenciones qui-rúrgicas que hasta hace unos años eran inviables. Con todo, debemos reconocer que nuestras limi-taciones son muy grandes ya que hay un gran nú-mero de cirugías que requieren de un alto grado de adiestramiento del equipo que interviene en las mismas y que solo se consigue mediante una rutina quirúrgica diaria de la que aquí no disponemos. Dentro de las intervenciones quirúrgicas que reali-zamos en este Servicio Veterinario podemos desta-car las siguientes:

Hernias inguinales. Es un proceso que se da en los caballos enteros y que se produce cuando parte de un asa intestinal o del mesenterio (grasa, vasos y tejido abdominal) atraviesa el anillo inguinal y pe-netra en el escroto (bolsa testicular) que, en un mo-

mento dado, puede estrangularse pro-duciendo gran dolor en el caballo y ob-servándose al tacto que el testículo afec-tado está frío y muy duro. Este proceso requiere una inter-vención muy rápida ya que el tiempo ac-túa como factor ne-gativo en el mismo, pues el tejido afec-tado puede llegar a edematizarse y ne-crosarse por la falta de riego sanguíneo al que se ve someti-do. En esta cirugía es imprescindible derribar al caballo para, en posición de

La comandante veterinario Raquel García Serrano realiza una intervención odontológica a un castaño español

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decúbito supino (boca arriba), acceder a la bolsa escrotal afectada, extraer el asa intestinal y estudiar su viabilidad. Si esta es positiva se procede a intro-ducir el asa nuevamente a través del anillo inguinal hacia el interior de la cavidad abdominal, aunque en la mayoría de las ocasiones hay que abrir algo el anillo ya que el asa intestinal está engrosada y no cabe por el mismo. Una vez conseguido esto se procede a suturar el anillo. Por supuesto, en esta intervención se realiza la castración del caballo con el �n de que no se vuelva a reproducir la hernia. En el caso de un asa muy afectada requeriría una in-tervención mucho más complicada con apertura de cavidad abdominal y resección de la parte del asa dañada, para la que en estos momentos no conside-ramos estar preparados para ello y que nos condu-ciría, con gran pesar por nuestra parte, al sacri�cio del caballo para evitarle sufrimientos mayores.

Castraciones (orquiectomías). Se realizan por dos motivos principalmente: algún proceso pa-tológico –hernias, tumores testiculares…– o para suavizar el carácter del caballo. En el primer caso se derribaría al équido y en el segundo caso se sue-le hacer con el animal sedado y en estación, aun-que en ocasiones puede surgir una circunstancia inesperada que obligue a derribar al ejemplar ur-gentemente, tal y como sucedió en una castración rutinaria en la que al cortar el escroto se descol-garon más de 50 centímetros de mesenterio que no pudieron volver a introducirse hasta poner al caballo en decúbito supino. El animal sobrevivió haciendo vida normal.

Abscesos. A pesar de que se considera como una intervención quirúrgica menor, en muchos casos son muy delicadas, bien por la zona anatómica en la que se encuentran o bien por el origen de los mismos que van desde enquistamiento de inyecciones hasta mor-discos de otros caballos, heridas punzantes infect-adas, cuerpos extraños, etc. En este último caso es curioso el ocurrido al caballo coracero Fénix que en una patrulla en el Palacio de la Zarzuela se desbocó clavándose una rama en la base de la oreja izquier-da. Tras limpiarle la herida y extraer los fragmentos de rama, de varios centímetros, la herida se curó. Al cabo de cuatro años le apareció un absceso en el mismo sitio que hubo que intervenir, ya que no cer-raba, y apareció un fragmento de madera de más de dos centímetros que había permanecido enquistado durante todo ese tiempo.

Dientes de lobo. Se denomina de ese modo a un premolar vestigial que aparece, con gran frecuen-

cia, delante del que sería el segundo premolar y cuya presencia origina molestias en el manejo del caballo al tropezar el bocado contra él. Además, producen dolor y úlceras en la mucosa del carrillo al presionar sobre ellos la propia pieza dentaria que los origina. Su aparición suele ser más frecuente en la arcada superior, y aunque en principio su ex-tracción podría resultar sencilla, en numerosas oc-asiones el tamaño de su raíz lo di�culta, llegando en ocasiones a fragmentarse, lo que complica, en gran medida, el trabajo del veterinario. Asimismo hay que tener en consideración que muy próxima a ellos se encuentra la arteria palatina, que no está exenta del riesgo de ser seccionada en la manip-ulación de los mismos. También se realiza con el caballo en estación y sedado.

Verrugas y papilomas. Es muy frecuente su pre-sencia en distintos lugares de la anatomía del caba-llo. Su extirpación se suele llevar a cabo, como la anterior, con el caballo en estación, sedado y anes-tesia local en la zona. En estos casos se emplea el bisturí eléctrico que consigue una buena hemosta-sia en la zona operada.

Heridas. También es frecuente la aparición de heridas en los caballos de la Guardia Real, produci-das a la hora de embarcarlos en los adrales, por peleas entre ellos o en las patrullas… Dependiendo de su gravedad, en ocasiones, con una simple se-dación se pueden suturar, pero en otras es necesario el derribo del caballo por la di�cultad que entraña la manipulación de las mismas.

El quirófano de équidos, la pequeña joya del Servicio de Veterinaria de la Guardia Real

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PatrimonioNacional

“A LA ORDEN DE VUESTRA EXCELENCIA, SEÑOR EMBAJADOR, SIN NOVEDAD EN EL ZAGUANETE DE ALABARDEROS”

Soledad Semprún Martínez. Jefe del Departamento de Prensa de Patrimonio Nacional.

Palacio Real de Madrid, explanada de caballe-rizas. Cualquier día entre semana, cuando el reloj no ha dado las campanadas de las 6 de la maña-na. Decenas de guardias reales y personal de Patri-monio Nacional comienzan una actividad intensa pero pautada alrededor de caballos, uniformes y carrozas. Es día de credenciales. La ceremonia, que tiene un ritual de larga tradición –hunde sus raíces en el siglo xvi– y un profundo signi�cado proto-colario y político, comienza en pocas horas. Todo ha de estar listo y en perfecto estado de revista. La noche aún no ha dejado paso a las primeras luces del día, pero la Guardia Real se prepara ya para ocupar sus puestos en los principales accesos de Palacio.

Son los primeros vestigios de un acto o�cial. La entrega de cartas credenciales se conserva con el mismo protocolo desde tiempos del rey Carlos III,

con un procedimiento de cierta sencillez formal pero con todo el esplendor ceremonial. Los nue-vos embajadores presentan sus cartas credencia-les ante el rey de España, Felipe VI, en la Cámara O�cial. Antes han acudido a la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores, el Palacio de Santa Cruz, donde les espera la carroza en la que se desplazan hasta el Palacio Real.

Las comitivas se forman con una carroza tirada por seis caballos. Postillones, palafreneros, lacayos y cocheros forman parte del cortejo que realiza de dos a cuatro desplazamientos: Palacio Real-Santa Cruz-Palacio Real, en cada ceremonia. La primera carroza de las dos comitivas que existen inicia su marcha hasta el Palacio de Santa Cruz, acompa-ñada por la escuadra de batidores de la Policía Municipal de Madrid y por el Escuadrón de Es-colta Real. Las dos berlinas que se utilizan son

La comitiva, recién salida del Palacio de Santa Cruz, atraviesa la Plaza Mayor de Madrid

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cupés de gala, con carrocería francesa, y �rmadas por Binder en 1849 y Beckmann en 1855, respec-tivamente. Fueron adquiridas por el rey Francisco de Asís de Borbón. Mientras, los alabarderos se sitúan en las puertas y a lo largo de la escale-ra principal del Palacio que tiene 72 escalones de 5 metros de ancho cada uno, labrados en mármol de San Pablo (Toledo).

Desde la pendiente de caballerizas, la Unidad de Música de la Guar-dia Real abre la for-mación que, rodeando el Palacio por la calle de Bailén, llega por la puerta principal hasta la explanada de la Ar-mería, donde aguardan la incorporación de la bandera de España. Cuando la comitiva que proviene de Santa Cruz emboca la

fachada principal del Palacio Real de Madrid, se escuchan las primeras notas del himno nacional del país del embajador que presenta sus cartas creden-ciales ante su majestad el rey. La versión completa

del himno es interpre-tada por la Unidad de Música de la Guardia Real. Semanas antes el coronel jefe de la mú-sica, Enrique Damián Blasco Cebolla, realiza una exhaustiva labor de investigación y, si fuese necesario, de adapta-ción de los himnos na-cionales. Los arreglos musicales contribuyen de forma brillante al protocolo del acto.

La carroza avanza solemnemente a lo lar-go de la plaza de La Ar-

mería hasta alcanzar el pie de la escalera principal, coronada por la bóveda de Corrado Giaquinto.

“Tras una segunda inclinación de cabeza, pronuncia unas breves

palabras, ’Majestad, tengo el honor de presentaros las

Cartas que me acreditan como Embajador Extraordinario

y Plenipotenciario de...’ que preceden a la entrega

propiamente dicha”

Los batidores del Escuadrón de Escolta Real y la carroza del Patrimonio Nacional en la calle Mayor de Madrid

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Al descender de la berlina de gala, el embajador es recibi-do por un diplomático de la Casa de Su Majestad el Rey y por el jefe de la Sección de Alabarderos de la Guardia Real que da las novedades. El alto comisionado inicia la ascensión a la planta princi-pal del Palacio, acompañado por su séquito y altos funcio-narios diplomáticos: Salón de Alabarderos, Columnas, saleta de Gasparini y Sa-lón del Trono. Aquí es donde se realizan las fotos o�ciales al nuevo embajador y su séquito antes de atravesar la saleta o�cial, la antecámara y ser anunciado por el primer introductor de embaja-dores, al que ha dado paso el jefe de protocolo de la Casa de Su Majestad el Rey.

Una vez anunciado con la denominación o�cial de su país, el embajador realiza una ligera inclina-ción de cabeza y avanza en línea recta para virar a su derecha y situarse ante su majestad el rey. Tras una segunda inclinación de cabeza, pronun-cia unas breves palabras, “Majestad, tengo el ho-nor de presentaros las Cartas que me acreditan como embajador extraordinario y plenipotencia-rio de...” que preceden a la entrega propiamen-te dicha. El rey toma las cartas credenciales y se las entrega, a su vez, al ministro de Asuntos Ex-

teriores. A continuación, el embajador presenta a los miembros del séquito por sus cargos.

Ya en la saleta del Nun-cio, su majestad el rey de-parte con el nuevo emba-jador y con el ministro de Asuntos Exteriores sobre distintos temas de interés. A la salida del Palacio, una sección de pífanos y tambores de la Guardia

Real interpreta el Himno Nacional de España, mientras la comitiva, encabezada por los mo-toristas, inicia el regreso hacia la residencia del embajador.

Epílogo: Las caballerizas de Palacio fueron re-formadas hace quince años bajo la experta super-visión del coronel de caballería Antonio Ripalda. Albergan 20 caballos de razas holandesa, belga y alemana. Son ejemplares hermosos, aptos para el tiro de carrozas pesadas y que deben su control, tanto en el trá�co de la ciudad como durante el ceremonial, a las manos del cochero y de todo el equipo de las caballerizas reales. Athos, Brezo, Yiyo o Conde son caballos de 6 a 24 años que ocupan las estancias de ladrillo visto, con techos abovedados, destinadas a cuadras. Pared con pa-red está el almacén de carrozas y guarniciones, y la clínica.

Entrada de la comitiva en la Plaza de la Armería a los acordes del himno nacional del país cuyo

embajador presenta credenciales

Panorámica del solemne acto de presentación de cartas credenciales a su paso por la Plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid

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SalóndelTrono

TRAS EL VELO DE LA EJECUCIÓN. PROTOCOLO, GUARDIA REAL Y NOBLEZA (I)

El protocolo es un imperio compuesto de pequeños detalles, la mayoría de ellos invisibles para el profano, que deben ser

manejados a la perfección cuando se organiza un acto

Capitán Victoriano González Martín. Jefe del Negociado de Protocolo.

Desde el punto de vista del protocolo, la organi-zación de actos corporativos e institucionales debe tener en cuenta multitud de detalles para conseguir una plani�cación y ejecución adecuadas. El jefe de protocolo debe cuidar y conocer cualquier tipo de información relevante relacionada con el evento, para posteriormente utilizarla de manera óptima. La Guardia Real, como representación de las Fuer-zas Armadas al servicio de su majestad el rey, rea-liza determinados actos militares donde la nobleza representa un papel destacado. Es por ello que el conocimiento y preparación de todos los detalles relacionados con sus tradiciones, organización, heráldica, antigüedad, tratamiento o uniformidad debe ser estudiado cuidadosamente por el personal de protocolo.

Dentro de las partes del programa de prepa-ración previo elaborado por el jefe de protocolo, cobran verdadero interés en este tipo de actos los gra�smos o diseños realizados para la elabora-ción de todo lo relativo a invitaciones, minutas, cartelería, etc. De este modo, si en la invitación o en las minutas, por ejemplo, además de incluir el emblema de la Casa de Su Majestad el Rey o de la Guardia Real, por deferencia se quiere incluir una corona representativa de algún título nobiliario, se deberá conocer su simbología ade-cuada.

Los títulos nobiliarios en España se conocen co-mo títulos del Reino y forman junto a los títulos de la Casa Real los dos grandes grupos de títulos en España. Estos títulos se subdividen, a su vez, en

Funeral de S. A. R el infante don Carlos de Borbón. Sobre su féretro, el birrete negro de comendador mayor de honor de la Orden de Alcántara

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dos categorías: los de la nobleza titulada y los de la nobleza no titulada. En el campo de la heráldica existen una serie de elementos para ornamentar los escudos, otros, que además de esta función, in-dican la dignidad o título nobiliario del poseedor del mismo. Los adornos exteriores son, principal-mente: el timbre, los lambrequines, las insignias, la divisa, las condecoraciones, los soportes y te-nantes, los pabellones y mantos, las banderas, los bureletes, los penachos y la voz de guerra, entre otros. La principal función del timbre heráldico es distinguir la nobleza del propietario, pudien-do variar si se trata de dignidades eclesiásticas o civiles. Existen, de manera general, diferentes tim-bres: corona, casco, cimera, tiara, capelo y bonete. La corona es quizá el timbre heráldico que tiene más variedades, pero el personal de protocolo de-be identi�car, por ejemplo, una corona ducal, que es la insignia o tocado representativo del título de duque o duquesa y que está formada por un cerco de oro y pedrería, decorado con ocho �orones con forma de hojas de acanto, sostenidas sobre puntas que parten de la base, y la corona condal, insignia o tocado representativo del título de conde y que está compuesta por un cerco de oro y pedrería, decorado con dieciocho puntas, elaboradas con el mismo metal que la base, y rematadas con perlas en los vértices.

De igual modo, para la realización de carteles o impresiones relacionadas con un acto con invitados

de la nobleza, que por ejemplo pertenezcan a una orden militar o a una real maestranza de caballería, se deberá conocer su heráldica apropiada, ya que la impresión de los colores adecuados o incluso las ac-tualizaciones respecto a sus escudos o blasones, son un detalle importante para los invitados y, por tanto, para el objetivo del jefe de protocolo de ejecutar un evento tras una plani�cación minuciosa. Por ejem-plo, respecto a las diferentes órdenes militares Espa-ñolas, la Orden de Santiago, la más antigua, desde su creación en 1154, lleva como insignia una cruz de gules simulando una espada, con forma de �or de lis en la empuñadura y en los brazos. En cambio, la Orden de Montesa, con fecha de creación en 1317, llevaba inicialmente por emblema una cruz roja, pe-ro fue en el siglo xix cuando el emblema evolucionó hasta una cruz griega �ordelisada negra, similar a la cruz de Alcántara a la de Calatrava, cargada con una cruz roja. La Real Maestranza de Caballería de Valencia está representada por un escudo de armas de�nido en el título IV de sus ordenanzas de 1768, expedidas por su majestad el rey Carlos III, en real cédula de 1775. Las armas de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza consisten en un escudo con la e�gie de San Jorge montado a caballo y con la divisa Equites qui primum me eligistis in Regnum Aragonium, timbrado con la corona real y su distin-tivo es la llamada cruz de Íñigo Arista que �gura en el escudo o�cial de Aragón.

Es interesante, igualmente, realizar un profundo y detallado estudio de la organización de las ór-denes, maestranzas, consejos y asociaciones de las que gran parte de la nobleza son miembros per-manentes, ya que en determinados actos institucio-nales se suele invitar a estas corporaciones como conjunto. Es por ello que el negociado de protocolo

“El negociado de protocolo de la Guardia Real realiza un proceso constante de investigación y actualización que incluye autoridades, direcciones y cargos de las organizaciones invitadas. Es interesante conocer que cada una de estas corporaciones nobiliarias dispone de una estructura similar pero casi siempre singular”

Detalle del birrete de comendador mayor de la Orden de Alcántara

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de la Guardia Real realiza un proceso constante de investigación y actualización que incluye autorida-des, direcciones y cargos de las organizaciones invi-tadas. Es interesante conocer que cada una de estas corporaciones nobiliarias dispone de una estructu-ra similar pero casi siempre singular. La Grandeza constituye la máxima dignidad de la jerarquía no-biliaria española, siendo conferida por el Rey a una persona, generalmente unida a un título del reino y con carácter hereditario. Por ello se habla de tí-tulos con y sin Grandeza, ya que normalmente esta sigue el régimen del título al que se incorpora. La Diputación de la Grandeza de España, como úni-co órgano o�cial de representación de los grandes de España y títulos del reino está organizada con

un consejo permanente compuesto por un decano, un secretario, un tesorero y sus diputados conseje-ros. En cambio, la Orden Militar de Alcántara, por ejemplo, está liderada por dignidades, y su organi-zación es: un comendador mayor, un comendador mayor de honor, un clavero y un alférez comenda-dor de Castillnovo.

Por último, el personal de protocolo, como se ha mencionado con anterioridad, debe conocer todos los detalles de las organizaciones o corporaciones invitadas. En determinados eventos, la uniformi-dad puede ser determinante, y debe estar prepa-rada y estudiada igualmente. Un claro ejemplo es el funeral de S. A. R. el infante don Carlos de Borbón-Dos Sicilias. Para un observador no for-mado en protocolo podrían pasar inadvertidos los detalles relativos a la simbología o uniformidad del féretro, pero si se aprecian con detenimiento, cada detalle está estudiado minuciosamente. De este modo, al ver un birrete de color negro con vivos y borla verde encima del féretro del duque de Calabria, cubierto por la bandera nacional, de-bemos conocer su procedencia y su simbología. El infante don Carlos era comendador mayor de ho-nor de la Orden de Alcántara y, por tanto, es una de las llamadas dignidades de la orden. Así es que su birrete es el descrito anteriormente, diferencia-do de los caballeros profesos o novicios, ambos con birrete blanco, que portan vivos y borla verde o blanca respectivamente.

Birrete blanco de caballero profeso o novicio

Elenco de coronas recogido en una publicación germana sobre heráldica y genealogía

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Madrid, 11/4/1912. En el campamento de Carabanchel. Fuerzas del Real Cuerpo de

Alabarderos durante unos ejercicios de tiroFoto: Rivero

Elsombrerodetrespicos

Madrid, 14/4/1911. Procesión del Viernes Santo en Madrid. La venerada e�gie del “Cristo de los Alabarderos”

Foto: Francisco Goñi

Madrid, 20/2/1918. Un o�cial de Alabarderos besando la bandera de la Academia General Militar, al salir a recibir a la comisión portadora que cumplimentó a

SS. MM. con ocasión del trigésimo quinto aniversario de su creaciónFoto: Ramón Alba

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Madrid, 18/4/1922. En el cuartel de Alabarderos, S. M. Alfonso XIII acompañado de su ayudante, teniente coronel Sr. Vigón y del o�cial mayor de dicho Cuerpo, Sr. Íñigo. El monarca revistó a los guardias, formados en el patio del cuartel, y oyó luego en la capilla una misa de réquiem por los

alabarderos fallecidos durante el año actual.Foto: Julio Duque

Madrid, abril de 1922. En el Cuartel de la Montaña. el teniente general D. Joaquín Milans del Bosch y Carrió, como Comandante General

del Real Cuerpo de Guardias Alabarderos, presentando al escuadrón de escolta real a

su nuevo coronel, D. Enrique ChacónFoto: Julio Duque

 Madrid, 1/9/1918. En el cuartel de la Escolta Real. S. A. R. el Sermo. D. Fernando de Baviera y de Borbón, infante de España (x), después

de tomar posesión del cargo de coronel de este escuadrónFoto: Julio Duque

Federico Ayala Sorenssen. Jefe de archivo de ABC.

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Echadosalmonte

LA PRÁCTICA DEPORTIVA EN NUESTRA UNIDAD: UN SACRIFICIO ENCAMINADO AL RECONOCIMIENTO

Un largo elenco de competiciones y de éxitos jalonan el calendario deportivo que hemos acometido durante

el año, pero lo mejor está siempre por venir

Capitán José María Ortega Trujillo. Jefe de Actividades Deportivas.

Teniente Felipe Gómez Alonso. Jefe de la Sección de Deportes.

En el artículo “Frenética actividad deportiva y competitiva en una extensa variedad de disciplinas” que se publicó en el número anterior de nuestra Alabarda, nos marcábamos como objetivo, para el año 2015, potenciar los equipos de arma corta y larga con más componentes y con una importante mejora de equipo y armamento, intención que se ha materializado gracias al apoyo que hemos reci-bido desde la Junta Central de Educación Física y Deportes del Ejército de Tierra, que nos ha dotado de las armas deportivas necesarias para poder par-ticipar en esas dos modalidades, en el último Cam-peonato Nacional Militar de Tiro.

El otro gran reto en el que la Guardia Real se ha volcado es la organización del último Campeonato Nacional Militar de Triatlón y que, no sin alguna di�cultad, pudo celebrarse el día 27 de junio gra-cias al esfuerzo y empeño de �nalizar el proyecto que habíamos iniciado. En este apartado queremos agradecer el apoyo y colaboración recibidos de la Federación Madrileña de Triatlón –encabezada por su presidenta Virginia Sanz– y de la empresa Laetus Sport –encargada del montaje de toda la infraes-tructura de la competición– a través de su gerente Víctor Martínez, quienes nos abrieron una ventana para poder llevar a cabo este campeonato. Ambas corporaciones recibieron nuestro reconocimiento en el acto de clausura que tuvo lugar ese mismo sábado en la explanada Reina Sofía del acuartela-miento “El Rey”.

Dicho acto fue presidido por el jefe del Cuarto Militar, vicealmirante Juan Ruiz Casas, y al mismo acudieron tanto las comisiones militares

de las diferentes Juntas de los Ejércitos, UME y Guardia Civil, como representantes institucionales

Arriado de banderas de las diferentes delegaciones que participaron en el XII CNM de triatlón

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encabezados por el director general de Juventud y Deportes de la Comunidad de Madrid D. Pablo Salazar Gordon. Como novedades de este acto de clausura hemos de destacar la inauguración de la bandera e himno del Consejo Superior de Educación Física y Deportes de las Fuerzas Armadas, compuesto por nuestro coronel jefe de la Unidad de

Música, Enrique Damián Blasco Cebolla. También fue la primera vez que se izó la nueva bandera de Actividades Deportivas de la Guardia Real, con los colores propios del guion de nuestro rey Felipe VI.

Esta decimosegunda edición del campeonato tuvo lugar en la Casa de Campo, y coincidió con otras competiciones relacionadas con el triatlón, lo cual se tradujo en una gran a�uencia de público y en un eco importante de esta prueba en diver-sos medios de comunicación. Merece ser destacado el apoyo recibido del Grupo de Buceo de nuestra unidad que, con sus medios propios y con el perso-

nal titulado en socorrismo acuático y buceo, hizo posible el desarrollo de la prueba en el elemento acuático. Asimismo contamos con el apoyo incon-dicional que, desde el primer momento, recibimos del personal voluntario de toda la Guardia Real, entre los que destacó el Grupo de Honores.

En el aspecto meramente deportivo, el viernes 26 a las 16 horas tuvo lugar la inauguración del campeonato, entrega de dorsales y charla técnica. A dicha reunión se presentaron la totalidad de los triatletas inscritos: 34 de categoría masculina y 9 en femenina. El inicio de la competición se produ-jo a las 12 horas del sábado con una temperatura elevada, propia de la fecha y del momento del día. El primer puesto fue para el guardia real Rodríguez Valencia que obtuvo un magní�co tiempo de 2 h 4 min 53 s, con una ventaja de casi 6 minutos sobre el segundo clasi�cado. Por equipos, el masculino y el femenino de la Guardia Real consiguieron el segundo y el tercer puesto respectivamente.

Una vez que hemos repasado los retos que nos habíamos marcado para este año, vamos a enume-rar, cronológicamente, nuestras participaciones más destacadas en los campeonatos nacionales militares en los que la Guardia Real ha participado.

El banderazo de salida de los campeonatos tu-vo lugar, como siempre, con la reunión –en el mes de noviembre– de los secretarios de las Juntas de los Ejércitos y la Guardia Civil con el secretario general del Consejo Superior de Educación Física y Deportes de las Fuerzas Armadas, en la cual se establece el calendario de los Campeonatos Nacio-

“Participamos, por primera vez al completo, en las tres disciplinas del Campeonato

Nacional Militar de Tiro de arma corta, arma

larga y foso olímpico”

Bandera de Actividades Deportivas de la Guardia Real

El cabo Majada durante su participación en los Juegos Mundiales Militares de Corea

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nales Militares e Internacionales en los que se par-ticipará. En esta ocasión dicha reunión tuvo lugar por primera vez en la Guardia Real.

Campo a través abrió el calendario deportivo y en él resultó vencedor, en la modalidad de cross corto, por séptima vez consecutiva, el guardia real Solís. El equipo masculino fue también primero en esta disciplina. En el mes de febrero tuvo lugar el Campeonato Nacional Militar de Maratón y el de Esgrima. En este último debemos destacar el pri-mer puesto obtenido, en la modalidad de sable, y también, por séptima ocasión consecutiva, por el cabo Villafruela.

En deportes de invierno, por pri-mera vez y gracias al guardia real Beteta Pozuelo, se consiguió en es-quí un segundo puesto en la mo-dalidad de eslalom gigante y tercer puesto a nivel internacional, gran competición la realizada por nues-tro compañero. En el mes de mar-zo nuestro equipo de judo rubricó una excelente actuación al obtener el cabo Moreno Rey y la guardia real Merino Bascuñana, los prime-ros puestos en sus correspondientes pesos y, con ello, el pasaporte para los Juegos Mundiales Militares de Corea.

En abril participamos, por prime-ra vez al completo, en las tres dis-ciplinas del Campeonato Nacional Militar de Tiro de arma corta, arma

larga y foso olímpico, en el que destacó el triunfo de la cabo primero Caballero Martínez en la disciplina de aire comprimido arma larga femenina. Ya en el mes de mayo, en orien-tación, sobresalieron los terceros puestos obtenidos por el cabo primero Garri-do y el teniente Cando en las carreras media y larga respectivamente, más el segundo puesto obtenido por el equipo de la Guar-dia Real en el relevo.

Durante el frenético mes de junio estuvimos

presentes en golf y equitación –deporte en el que el equipo de la Guardia Real fue primero en la prueba interescuadrones– y en el que queremos destacar la actuación de nuestro subteniente Prisciliano que se proclamó, por primera vez, campeón nacional Militar después de muchos años dedicado a esta disciplina. También participamos en el pentatlón militar, en el que fue campeón nacional militar el cabo Majada, quien junto con el sargento primero Jiménez Sánchez (4°. puesto) consiguió ser selec-cionado con el equipo nacional para participar en los Juegos de Corea del Sur. Por último, durante este mes, estuvimos presentes en el 12º. Campeo-

La entonces aspirante a guardia real Luengas participando en el Campeonato Europeo de Salvamento y Socorrismo

Compañía “Monteros de Espinosa”, ganadora del Trofeo “San Juan 2015”.

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nato Nacional Militar de Triatlón que reseñamos con anterioridad.

A principios de septiembre acudimos a la villa de Noja, al CNM de Salvamento Acuático en el que la comandante Elena Villalta obtuvo el segundo puesto en las pruebas de piscina. A �nales de mes nos desplazamos a El Ferral con nuestra patrulla de tiro, y en octubre a Granada con el equipo de recorridos de tiro que, poco a poco va familiarizándose con las cuestiones técnicas de esta compleja com-petición. Cerrando el año, hemos estado pre-sentes en el Campeona-to Nacional Militar de Concurso de Patrullas, prueba militar por ex-celencia –de extrema dureza este año– y en la que nuestro equipo consiguió un segundo puesto, y en el Campeonato Nacional Militar de Adiestradores de Perros, competición en la que resultamos vence-dores en numerosas disciplinas.

Como reconocimiento a cuatro años de partici-pación en los diferentes campeonatos nacionales militares y al esfuerzo realizado por cada uno de los participantes, este año hemos tomado parte de

la delegación española que acudió a los VI Juegos Mundiales Militares del Consejo Internacional del Deporte Militar (CISM) que tuvieron lugar en Co-rea del Sur del 2 al 11 de octubre. En estos juegos compitieron 8.700 atletas, en 24 disciplinas deporti-

vas, representando a 110 países. La delegación es-pañola estuvo compues-ta por 100 personas en-tre deportistas, jefes de equipo, árbitros interna-cionales y representantes institucionales. Como miembros de la Guardia Real –dentro del Equipo Nacional Militar– par-ticiparon en estos jue-gos el sargento primero Jiménez Sánchez y el cabo Majada Coito en pentatlón militar, en ju-do el cabo Moreno Rey

y la guardia real Merino Bascuñana, y en triatlón el guardia real Rodríguez Valencia, quien consiguió el mejor puesto de todas las participaciones anteriores en esta especialidad por parte española. El guardia real Solís Luengo, seleccionado para la prueba de 10.000 metros lisos, no puedo asistir por sufrir una lesión de última hora mientras que muchos de nues-tros deportistas se quedaron a las puertas de ser se-leccionados en las disciplinas de tiro con arma larga,

“Para todos los que participamos en las audiencias

con Su Majestad fue un verdadero privilegio y honor

que siempre tendremos presente, y que nos alienta a seguir

esforzándonos y trabajando al servicio de la Corona”

El guardia real Valencia entrando en meta en el XII CNM de triatlón

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orientación, judo, esgrima y triatlón, a causa de la limitada la entidad de la delegación española.

Más allá de los campeonatos nacionales milita-res hemos estado presentes en pruebas de trail o larga distancia como son los “101 km de La Le-gión”, “Ruta de las fortalezas”, “Travesía El Esco-rial-Navacerrada”, o la “Marcha Alpina La Picón Castro” en la localidad de Espinosa de los Monte-ros, localidad burgalesa hermanada con la Guardia Real. Prueba cumbre fue la participación de la cabo Heredia Juárez –seleccionada para representar al Equipo Nacional absoluto civil– en el Campeonato del Mundo de 24 horas de ultrafondo que se cele-bró en Turín (Italia) en el mes de abril.

En competiciones de equipo acudimos al Torneo Internacional de Fútbol 7 en Mónaco, del que nos proclamamos campeones, al Torneo de Fútbol Sa-la del Ministerio de Defensa, en el que un año más obtuvimos el primer puesto y, por último, nuestro equipo de rugby participó en el Campeonato del Ejército de Tierra que se celebró en Granada en-tre �nales de abril y primeros de mayo. Gracias a las mejoras en la dotación de armamento hemos tomado parte en el Torneo Internacional de Tiro Alberto II de Mónaco y Campeonato de Tiro Po-

licial de la Guardia Civil y estaremos presentes en el primer certamen de tiradores de precisión del Ejército de Tierra que tendrá lugar en Almería.

Muy meritoria ha resultado la integración del sargento primero Conesa García en la tripulación del velero de la Armada Española “Sirius VI” en la XIX Semana Náutica de Melilla en la que obtuvie-ron el primer puesto en la clasi�cación general, y también la participación y buenos resultados obte-nidos por la aspirante a guardia real María Luen-gas Mengual, actualmente en fase de formación especí�ca, en el Campeonato de Europa Absoluto de Salvamento y Socorrismo disputado en Gales (Reino Unido) en agosto.

Hemos acudido, de igual modo, a las típicas carre-ras populares como la “Media Maratón de Madrid” o la de Segovia, la “Maratón de Madrid”, carreras bené�cas como “Corre X Román” o la “Esperan-za”, “Cerro de la Marmota” y la “Carrera Cívico-Militar contra la Droga” en la que se ha mantenido la hegemonía de nuestra unidad con la victoria del guardia real Torregrosa. En carreras especí�cas, bien de extrema dureza entre barrizal, como la XIII ca-rrera de Fan-Pin organizada por el Tercio de Arma-da el pasado 30 de octubre en San Fernando (Cádiz)

Participación en familia en la “Carrera de la Esperanza”

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o bien la carrera de obstáculos del Desafío Acoraza-do, celebrado en la Base El Goloso el 31 de octubre, también hemos dejado el pabellón bien alto.

Dentro de las competiciones internas del Tro-feo San Juan 2015, hemos aumentado el número de competiciones hasta 17 disciplinas deportivas y dos exhibiciones. El ganador del trofeo “Depor-tista Guardia Real” en la modalidad trayectoria, fue al cabo mayor José Manuel Fernández Gay, miembro del Grupo de Montaña, y en la modali-dad temporada, a la guardia real Yolanda Merino Bascuñana, componente del equipo de judo. Espe-cial reconocimiento merece la Compañía “Mon-teros de Espinosa”, que en una estrecha disputa con la Compañía de Alabarderos, se proclamó vencedora del Trofeo “Guardia Real 2015”, por segundo año consecutivo.

Como hito más señalado dentro de los aconteci-mientos sucedidos a lo largo de este año ha sido las audiencias concedidas por su majestad el rey Felipe VI a los mejores deportistas del Cuarto Militar y la Guardia Real durante el periodo 2012-2014. Di-chas audiencias se realizaron en el Palacio Real de Madrid el pasado 20 de abril, y en ellas don Felipe pudo saludar y conversar con los 38 participantes citados para dicho evento. Para todos los que parti-cipamos en las audiencias fue un verdadero privile-gio y honor que siempre tendremos presente, y que nos alienta a seguir esforzándonos y trabajando al servicio de la Corona.

Para el año 2016 se nos plantean una serie de retos entre los que se encuentran la mejora de las instalaciones deportivas. Dotar de aparatos y me-dios para la instauración de la preparación física operativa en nuestra unidad, verdadera revolución en la forma de entender la preparación física y el entrenamiento. Potenciar la organización de compe-ticiones de orientación, dólica militar y Campeona-to Nacional Militar de Triatlón, y seguir realizando charlas impartidas por deportistas de élite, como las pasadas del 29 de abril, a cargo de Nicolás Sánchez Hemme, medalla de plata olímpica en Londres 2012 en taekwondo, entre otros logros, y Jorge Llames Gutiérrez, nueve veces campeón de España de tiro olímpico con pistola velocidad y que recientemente ha obtenido la mínima para participar en los próxi-mos Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Antes de concluir esta reseña anual, queremos transmitir nuestro reconocimiento al sargento primero Francisco Javier Jiménez Sánchez, dos veces campeón de España de pentatlón militar

mientras estuvo con nosotros destinado en la Sección de Deportes y actualmente en el GOE III en Alicante, y también nuestro agradecimiento al subteniente Francisco Javier Arroyo Sánchez, ejemplo y apoyo a nivel deportivo, que tras 28 años de servicio ininterrumpido en la Guardia Real va a pasar a la reserva en el próximo mes de diciembre. El subteniente ha llevado el nom-bre de la unidad a lo más alto del panorama de-portivo, tanto a nivel nacional como internacio-nal. Como logros más destacados, se proclamó campeón del mundo de patrullas militares de 100 kilómetros en los años 1992, 1993 y 1994, y como reconocimiento deportivo, en mayo de 1996, recibió la medalla al mérito deportivo en la categoría de bronce, concedida por el Consejo Superior de Deportes. En fechas recientes, se le ha otorgado el premio a la trayectoria deportiva del Ejército del Aire. Simplemente, muchas gra-cias por tu ejemplo.

El subteniente Arroyo llegando a meta en el Campeonato del Mundo de Patrullas Militares de 100 kilómetros en 1994

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Guardia Real Joaquín López Jiménez

Coordenadas de urgencia: [Madrid, San Andrés de 1983] [Cursó bachillerato y ter-minó un grado medio de administración] [Puso tierra de por medio con los negocios familiares de hostelería y se lanzó a la carrera de las armas en 2008] [Seleccionado entre los tres mejores maestresala del curso de la Cámara de Comercio de Madrid]

“Todo el mundo sabía que era guardia real, así que había que dejar el pabellón bien alto”

Capitán Manuel Fernández del Hoyo. Jefe de Comunicación.

Resulta que, de un tiempo a esta parte, eso que hemos llamado toda la vida “dar ánimos”, “infun-dir moral”, “ayudar a un buen amigo a espantar la nube negra”… Todo eso, ahora se llama coaching (me encantaría poder insertar en este punto un emo-ticono de estupefacción, sí, poner al “cara amarilla” con los ojos bien abiertos)… El caso es que –aunque soy muy escéptico respecto a esas cosas que existen desde que el mundo es mundo pero a las que ahora hemos puesto un nombre en inglés y nos parece ha-ber descubierto la pólvora– recibí hace pocos días el mensaje de un compañero de armas, destinado en esta Guardia Real para más señas, en el que me conminaba a dedicarle 20 minutos (¡20 minutos, ni más ni menos!) a un guapete de esos con halo de triunfador, �broso, con buen trabajo y casado con una nórdica. Como el compañero en cuestión tiene una prole considerable, a pesar del rechazo inicial que me ocasionaba la idea de dedicarle un tercio de hora a semejante causa, me dije… Hombre, si este, con el ritmo que lleva, ha tenido tiempo de verlo y recomendarlo, es que el asunto debe merecer la pena. Y así fue. Después de un breve calentamiento, con el que el guapete lograba atraer la atención del público que abarrotaba la sala, el tipo entraba en materia asegurando que, en la vida, las personas so-mos como las bombillas… Unos van a 30.000 vatios y otros parece que llegan a todos los sitios fundi-dos… No puedo estar más de acuerdo, y el guardia real Joaquín López Jiménez pertenece, sin ninguna duda, al primer género de artefactos.

Joaquín es menudo, un �aco de estos de varias generaciones, siempre repeinado como para una mi-

sa dominical y con una sonrisa –a pesar del refulgir plateado de los correctores dentales– que ilumina los rincones más oscuros del alma, y es una sonrisa perpetua. Da igual que alguien asome el hocico por la sala de subo�ciales –en busca del primer café de la OTAN– cuando aún no han puesto ni los bordillos, Joaquín ya sonríe, o que le supliques un viernes a las mil, cuando todo el mundo se ha ido: “Giacomo, me harías una francesa de tres huevos y atún, que no he comido...”. A lo mejor lleva 11 horas al pie del ca-

Cuadrodehonor

El guardia real Joaquín López a las puertas del comedor de gala de la Guardia Real en el cuartel “El Rey”

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ñón y está como loco por irse a casa, pero hace falta algo más que eso para hacerle torcer el gesto.

La de Joaquín, como tantas historias felices que hemos oído, tiene unos orígenes menos idílicos y que en el acervo popular de nuestro país vienen retratadas por los adagios “en casa de herrero, cuchillo de palo” y “nadie es profeta en su tierra”. Así tenemos al joven López huyendo de la tradición familiar hostelera –en plan Scarlett O’Hara, al grito de “a Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre”– y lan-zado a los más variopintos o�cios, como currante de base en el Zoo de Madrid, en el Parque de Atracciones o en una empresa de mantenimiento industrial, hasta que sintió la llamada del servicio público. Una lesión en el hombro le dejó fuera de la Policía Municipal madrileña, de la Guardia Civil el aprobar sin plaza… Pero dispuesto y metódico, nuestro Joaquín, al que sin embargo no respaldaba ninguna tradición militar familiar, sí logró entrar en el último ciclo de aspiran-tes a guardias reales del año 2008. Allí ya apuntaba maneras. De entre los más de sesenta candidatos, so-lo veinte llegaron a jurar bandera, y de ellos, nuestro protagonista fue el único superviviente del Ejército del Aire.

Después vino un tiempo de extraordinaria felicidad en la Escuadrilla “Plus Ultra” y en la Unidad de Seguridad, desde la que, buscando siempre nue-vos retos, pasó a comedores… “Madre mía, qué cosas tiene, la vida, ¿verdad?, con lo poco que me gustaba la hostelería, y unos años después me sor-prendí a mí mismo buscando hueco en comedores”, nos

cuenta –por supuesto– sin parar de sonreír. Y así, entre servicio y servicio, le llegó la oportunidad de incorporarse al prestigioso curso de maestresala que organiza y dirige la Cámara de Comercio de Madrid y al que concurren más de treinta profesionales de la hostelería, previamente seleccionados.

A los ya madrugones infernales que apareja la sec-ción de comedores de la Guardia Real, y a las jor-nadas interminables de trabajo “movidito” siguieron, durante nueve meses, tres horas más de clases diarias, de lunes a jueves… Trabajos, exámenes, pruebas… Un exigente recorrido por todos los entresijos del “buen servir” que encontró, en su caso, la justa re-compensa de ser elegido –entre los seis mejores del curso– para realizar una prueba de la que saldría la tríada vencedora, a quienes se encargaría poner en práctica todo lo aprendido con una exhibición �nal en el Hotel Wellington de Madrid. De sobra está de-cir, a estas alturas, que nuestro guardia real Joaquín López fue uno de esos tres tocados para la gloria.

“Para serle sincero, mi capitán –me dice–, el día de “autos” estaba hecho un �an… Por lo menos has-ta que me puse manos a la obra”… “Todo el mundo

sabía que era guardia real, así que había que dejar el pabellón bien al-to”. El reto era complicado y exigía la aplicación de todas las destrezas que se le exigen a un maestresala: montar una mesa de banquete, re-cibir a los clientes, asesorarles en la elección de platos, vinos, panes y aceites, tomarles nota, y en este caso en particular, preparar una tabla de quesos, realizar una exhibición de corte de jamón, cocinar –a la vista de los clientes– un tartar de atún, y rematar la faena con el servicio de cócteles y bebidas…

Como ese examen �nal resultó un rotundo éxito, Joaquín ya solo piensa en cerrar el círculo, en seguir formándose con el curso de sumi-

ller que imparte la misma institución, y no le duele en prenda reconocer que su tiempo en la sección de comedores y, sobre todo, que la realización de este curso, le ha cambiado la vida y sus planes de futu-ro… “He aprendido muchísimo, he profundizado… Pensaba que no esto me gustaba y me encanta, creí que no servía para esto, pero los profesores me han desmentido… Ha sido un camino duro, pero una gran inyección de moral”.

Joaquín López durante el desarrollo de las pruebas �nales para las que fue distinguido durante el curso de maestría de sala, montando una mesa

y preparando una selección de quesos

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Aretaguardia

Sargento primero Ramón Medina Sánchez

Coordenadas de urgencia: [Toledo, 1963] [Casado, una hija] [En excedencia volun -taria desde 1998] [Cazador impenitente, corredor de paso ligero y diestro con la raqueta de frontón]

“Aquel año fue el intento de golpe de Estado y, por tanto, los servicios fueron reforzados, días y noches de servicio,

orgullosos de quiénes éramos y de a quién servíamos” He recibido la invitación de la revista Alabar-

da para escribir un artículo sobre las vivencias que tuve durante mi paso por la Guardia Real. Es un orgullo que después de tantos años fuera de la unidad se acuerden de mí y les pueda parecer interesante contar con alguien que, aunque ya no está destinado en la Guardia, os siente como una parte muy importante de su vida personal y pro-fesional. Supone una tarea complicada, no por los recuerdos en sí, sino por no estar a la altura de lo que de mí se pretende. El tiempo, que por avata-res del destino, llevo ya fuera de la unidad, de mi unidad, hace que los recuerdos y los amigos que aún están ahí sean lo único y más preciado que

poseo de mi vida militar. Ya escribí un artículo so-bre mis vivencias en el campamento –hace más de treinta años– en la, por entonces, revista Guardia Real. Aquello fue el prólogo de mi historia militar

y ahora, después de treinta y cuatro años, parece que redacto el epílogo.

Mi historia con la Guardia Real comienza por casualidad. Tenía yo, allá por el año 1981, un ami-go que se presentaba a las pruebas de acceso para soldado real, que me animó a presentarme con él a las pruebas. La verdad es que yo nunca había oído hablar de dicho regimiento, ni de ninguno, aunque por aquel entonces me había presentado dos años a la A. G. B. S, si bien mi forma no debía ser la más adecuada ya que nunca pasaba las pruebas físicas. Mandamos las instancias en la primavera de aquel año y nos convocaron para hacer las pruebas fí-sicas y culturales en El Pardo, no recuerdo el día concreto, pero hicimos las pruebas físicas en los jardines y las culturales en el Salón de la Guardia Mora del cuartel “El Rey”.

El destino quiso que mi amigo no superara las pruebas y yo, que iba de acompañante, sí. El día de la presentación fue el 1 de octubre de 1981, creo que éramos 180 aspirantes de las más va-riopintas procedencias. Aún recuerdo a toda la compañía formada de paisano en el patio de Batallas, de ahí íbamos recorriendo la peluque-ría, de donde salimos con descalabraduras que no recordábamos tener y unas siluetas cranea-les que para sí las hubiese querido el director de Alien. El siguiente paso era uniformarnos. Entre peluquería y uniforme el resto del tiempo pasa-ba muy deprisa rodeados de “sabios consejos” de los o�ciales, subo�ciales e instructores proceden-tes de la escala de la Guardia, todos ellos guiados por la mano férrea del capitán D. Ricardo de la Plaza y Diez de Ulzurrún. Han pasado la friolera

Un joven guardia real Medina posa en el cuartel “Príncipe de Asturias” en 1982

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de 34 años y aún me acuerdo del nombre de mi primer capitán.

El día 3 de octubre fuimos trasladados en cuatro autobuses color crema a la ciudad de Tarragona. En sus alrededores y entre un pinar inmenso se encon-traba el campamento de Mas Enrich, lugar donde tuvo su sede la COE de Tarragona, una nave de piedra con dos alturas donde nos ubicaron en literas. En los pasillos se encontraban los armeros anclados a la pared y a un lado de la nave las letrinas. La cocina y el comedor se encontraban separados unos cuatro-cientos metros por un camino polvoriento que suponía un calvario pa-ra la pulcritud de nues-tras botas atiborradas de Kanfort. El campamento duró tres meses y era selectivo, nadie quería marcharse por su voluntad y eso que las condiciones de vida fueron realmente duras. Recuerdo los lunes con angustia, pues era el día en que justo en la formación de la comida, el furriel, que era un cabo de la Compañía “Mar Océa-no” y que por más señas hoy se dedica a salir alguna

vez en televisión como “experto en Casa Real”, salía con un listado en el que aparecían las bajas de esa semana. Nos levantábamos a las 6:30 de la maña-na y salíamos a correr por aquellos caminos en los que a lo lejos se veían las luces de los barquitos de pesca que faenaban cerca de la costa. Pero que no nos engañe esta visión idílica, la realidad era muy diferente, aquello era el in�erno.

Bajábamos los sábados y domingos que podía-mos a Tarragona, después de ser rociados gene-rosamente con colonia a granel, servida en sprays de limpiacristales; paseábamos por sus ramblas de uniforme, orgullosos de pertenecer, al menos por unos días, a la Guardia Real. Fueron pasando los días, perdiendo kilos y ganando en dureza tanto fí-sica como psíquica y por �n solo faltaba una sema-na para la tan ansiada jura de bandera y la entrega de nuestra soñada boina azul. Ensayos continuos, ya con el resto de nuestros compañeros del Grupo de Honores. El día antes de la jura, por la tarde, asistimos las tres compañías a una misa en la ca-tedral de Tarragona donde se cantó la Salve Mari-nera, y posteriormente des�lamos por sus ramblas entre el calor de sus gentes. Cómo ha cambiado todo eso después de estos años, pero entonces fue

posible y me siento muy orgulloso de haberlo vivido. Se me olvidaba contaros que en aquella promoción de solda-dos reales del Ejército de Tierra, la compañía no se llamó “Monteros de Espinosa”, se llamó “Batalla del Bruch”, un guiño hacia la historia de España que se desa-rrolló en Cataluña.

La jura fue el sába-do 19 de diciembre y se desarrolló en el pa-tio de Mas Enrich, una explanada de tierra que no reunía las mejores condiciones para reali-

zar este acto, pero todos teníamos ganas de hacer que este fuera el más importante de nuestra vida. Como no podía ser de otra forma, todo salió a la perfección y allí comenzamos a ser conscientes de la grandeza de esta unidad y a lo que quedábamos comprometidos con ella y con España.

Rapelando en el campamento de Mas Enrich en 1981, haciendo méritos para ser guardia real

“Bajábamos los sábados y domingos que podíamos a

Tarragona, después de ser rociados generosamente con colonia a granel, servida en

sprays de limpiacristales; paseábamos por sus ramblas de uniforme, orgullosos de

pertenecer, al menos por unos días, a la Guardia Real”

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Por �n volvíamos a Madrid y disfrutábamos de unas merecidas vacaciones. Después de Navidad nos incorporamos a nuestro destino en el cuartel “Prín-cipe de Asturias” que por aquel entonces se estaba estrenando. Fuimos los primeros inquilinos de la compañía y aquello sí reunía con creces las condicio-nes necesarias para desempeñar nuestro cometido. Pasaron las semanas, los meses, las guardias en “El Rey”, en “Príncipe”, en el Palacio Real, controles, “supercontroles” y retenes en el Palacio de la Zar-zuela. Téngase en cuenta que aquel año fue el intento de golpe de Estado y por lo tanto los servicios fue-ron reforzados. Días y noches de servicio, orgullosos de quiénes éramos y de a quién servíamos.

En el año 1982 ingresé en la AGBS. Esta vez sí supere las pruebas físicas, no era para menos. Aquel año ingresó un compañero en la AGM, otro en la AGA y siete en la Básica. También los números uno de la novena, décima y undécima promoción de la A. G. B. S salieron de esa promoción de soldados reales. Realmente estábamos bien preparados y po-seíamos un gran espíritu de servicio. Entre �nales del 82 y �nales del 89 estuve fuera de la unidad, en varios destinos.

Por �n, en el año 1989, y tras varias peticiones de destino, logré volver a mi casa. Estar en la Guar-dia Real era un orgullo y un privilegio, téngase en

cuenta que por aquel entonces los únicos sargen-tos del Ejército de Tierra destinados eran los de la Compañía “Monteros de Espinosa”, el resto eran procedentes de la escala de la Guardia Real.

Durante esos años, todo había cambiado mu-cho. Para empezar, la compañía ya no se llamaba “Batalla del Bruch”, sino “Monteros de Espino-sa” y mis compañeros eran ya guardias reales y ocupaban diversos destinos dentro de la unidad. Conocía la Guardia Real desde dentro y sabía lo que siente un soldado cuando realiza un movi-miento de orden cerrado, cuando las noches se ha-cen eternas en una garita y cuando una palmada

en el hombro te reconforta como el mejor de los bálsamos. Ese conocimiento me ayudó tanto en mi relación con mis superiores, como con mis su-bordinados. La primera guardia que realicé como subo�cial en el cuartel del “Príncipe”, el entonces jefe de Grupo, que era el teniente coronel Basail, me dijo que le avisara cuando llegara el capitán de la Compañía “Mar Océano”, de cuyo nombre no me acuerdo. Cuando entró en el acuartelamien-to, llamé al teniente coronel y le comuniqué que había llegado el capitán Chicharro, y el teniente coronel me dijo “Medina, han pasado siete años”, mi mente todavía estaba ubicada en mis tiempos de soldado en la que el capitán de “Mar Océano” era el capitán Chicharro. Por cierto, cuántas vuel-tas dieron muchos “patos” de la época, en sus ra-

Ya con los galones de sargento en un ejercicio de tiro en el campo de Mingorrubio en 1990

Formación, en el patio de armas de Honores, a la que pasa revista el entonces jefe de la Guardia, coronel Rodríguez de Austria Rosales, en 1991

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tos libres, alrededor del cuartel del “Príncipe” con equipo completo y durante horas y horas, gracias al capitán Chicharro.

Cuando llegué a la compañía, el capitán era D. Máximo Romeral Peña, que guiaba a un gru-po de o�ciales y subo�ciales de los cuales apren-dí mucho. A este le sucedió el que hoy es nuestro coronel. Con él hice mi primer campamento en Alicante, formando a la primera compañía de soldados reales de mi vida, con él aprendí, tam-bién, muchas cosas, entre ellas que el ejercicio del mando no está reñido con la buena educación y que el papel del subo�cial en el Ejército es al-go fundamental. Era dialogante pero de �rmes convicciones. Recuerdo una tarde en la que me

ordenó hacer algo en lo que mis pensamientos no coincidían con los suyos e intenté hacerle enten-der mi visión de las cosas, él me escuchó atenta y pacientemente para acabar dándome la razón. Pero seguidamente me dijo “Medina, tienes toda la razón, pero lo hacemos como yo he dicho”. Durante aquellos años la Guardia Real se fue transformando día a día.

Fueron los mejores años de mi vida militar y personal. Aún hoy creo que son muy pocos los

días en los que no tengo un re-cuerdo que me acerque a todos aquellos con los que compartí esa maravillosa experiencia de disciplina, servicio, entrega, abnegación y espíritu de sacri-�cio a España, personi�cada en su majestad el rey y su familia. Estas enseñanzas vividas den-tro de la Guardia Real las sigo llevando a la práctica en mi ahora vida civil, cumpliendo con mis obligaciones también sirvo a España. Os agradezco profundamente esta oportuni-dad que me habéis brindado para acercarme un poco más a vosotros y me pongo a vuestra disposición para lo que de mí necesitéis. No os olvidaré nun-ca. Un montero.

“Fueron los mejores años de mi vida militar y personal. Aún hoy creo que son muy pocos los días en los que no tengo un recuerdo

que me acerque a todos aquellos con los que compartí

esa maravillosa experiencia”

Madrugón de maniobras en Espinosa de los Monteros en 1993… Algunos siguen al pie del cañón…

Durante una visita de su majestad el rey don Juan Carlos a la Guardia Real en 1994

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TesorosdelaGuardiaReal

LA ÚLTIMA BANDA DE LA CABALLERÍA ESPAÑOLA

En nosotros se resume toda esa larga tradición de la caballería forjada a toque de clarín y a golpe de timbal

Cabo mayor Enrique Julián Golderos López. Jefe de la banda del Escuadrón de Escolta Real.

La caballería, tras la infantería, es la más anti-gua de las armas. Toda la historia de la Caballería española está envuelta en los inconfundibles ecos de un instrumento, el clarín, su extremada dureza es el gran enemigo de sus instrumentistas, por lo que no resulta extraño cali�car como algo heroico el esfuerzo que realiza el solista cuando interpreta alguno de los �oreos característicos de las bandas a caballo de nuestro país. Precisamente aquí, en España, es donde se puede escuchar este inconfun-dible sonido que el gran historiador Ricardo Fer-nández De Latorre describió como “melodía con tristeza y una rara melancolía”.

En nuestra banda de caballería no existen marchas sino puntos de marcha. Esos puntos de marcha se adaptan al aire propio del caballo. Puntos de marcha al paso, toques solemnes, notas pausadas y pro-fundas donde un “trom-peta de ataque” (en rea-lidad es un clarín) rompe con agudos las pautas marcadas –en cada mo-mento invención de su propia cosecha– y con las que muestra, incluso, su estado de ánimo, mientras que el resto de compo-nentes de la banda aguantan el aire para contestar-le de nuevo con más notas pausadas y profundas. Los puntos de marcha al trote son toques con notas mucho más cortas, dado que es casi imposible man-tenerlas largas a causa de los golpes secos del jinete con la montura en ese aire del caballo (presumimos de ser los únicos que interpretamos toques al trote).

Por último, en el repertorio de la música de la Caballería española conviven composiciones tan

populares como los valses, polkas, pasodobles, etc..., aunque si hay alguna pieza característica de esta arma es la diana, -la nuestra goza de un pa-rentesco inexplicable con toque de la Caballería Francesa Le Reveil o la retreta �oreada donde se re�eja todo el espíritu y sentimiento de nuestros clarines.

El clarín, a diferencia de la corneta de Infante-ría, es más largo, tiene una vuelta más en su forma física y es justo esta vuelta más, en la que ofrece más resistencia el aire que emplea el instrumentista. Posee una bomba, al igual que la trompeta, para su a�nación, aunque con el movimiento del caballo, la

a�nación es difícilmente alcanzable. Carece de traspositor, con lo que solo registra cinco notas a fuerza de pulmón y la-bio y... con cinco notas, es con lo que resuelven nuestros trompetas to-das las necesidades para transmitir las órdenes o para interpretar en con-junto las obras con las que acompaña a su uni-dad o actuando donde se les requiere.

La di�cultad de formar “trompetas” (clarines) de caballería ha sido a lo largo de la historia una gran preocupación para nuestro Ejército; incluso en el siglo xix nace una curiosa institución: la Escue-la de Trompetas Educandos, con sede en Leganés (Madrid). Otro de los muchos datos curiosos so-bre la importancia que se ha dado históricamente a nuestros clarineros es, por ejemplo, que en 1851 se dispone que los cabos de trompetas, a los tres años de antigüedad, debían obtener la consideración y el derecho a usar los galones de sargento.

“En 1851 se dispone que los cabos de trompetas, a los tres años de antigüedad, debían obtener la consideración y el derecho a usar de los galones de sargento”

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El timbal, por su parte, no es solo un instru-mento de percusión, es un símbolo de honor de la unidad. Hubo un tiempo en que estos se de-positaban fuertemente escoltados junto con las banderas. La pérdida de estos instrumentos en combate era una mancha que solo podía lavar-se con la conquista de otros a un adversario. La

di�cultad del timbalero no la encontramos en el ins-trumento en sí, sino más bien en la preparación del caballo para esta función. Son muy pocos los caba-llos que aceptan el estruen-do de la percusión en sus propios oídos, tampoco suelen admitir el volumen de los atabales (timbales) en la montura (creen que algo les persigue) y, por úl-timo, el jinete debe tener la capacidad de dirigir al cor-cel con los pies, con lo que todas las ayudas que dicho animal tenía aprendidas, tiene que aprenderlas de nuevo pero al revés.

No quisiera concluir este artículo sin señalar que, nuestra banda, además de ser la última ban-da a caballo militar que queda en nuestro país, es una joya y un importantísimo referente musi-cal para otras unidades y formaciones bandísti-cas civiles, donde este estilo se va rescatando con gran entusiasmo.

El clarín, instrumento propio de los cuerpos montados españoles

Nuestra banda de caballería en un pasacalles por la ciudad de Sevilla

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Ecosdelamemoria

LAS GUARDIAS DE INFANTERÍA ESPAÑOLA Y VALONA

Fueron tropas de custodia de la real persona, pero también fuerza de combate en las principales contiendas de su época

Brigada Miguel Ángel Pérez Rubio. Sala Histórica de la Guardia Real.

La creación de las unidades de infantería tanto españolas como valonas, durante el reinado de Fe-lipe V, será la respuesta militar a las amenazas de su reino. Estas se convierten en la punta de lanza de las unidades de combate y en modelo para el ejército en la Guerra de Sucesión española que se libra contra los austriacos, británicos, portugueses y holandeses, partidarios del archiduque Carlos de Austria, donde su actuación será -en muchos ca-sos- decisiva y determinante en batallas como las de Almansa o Villaviciosa, o en sitios como los de Gibraltar, Lérida, Tortosa o Barcelona, empeños a los que debe sumarse la misión de llevar a cabo la guardia exterior en Palacio.

En 1703 se crean las Guardias Valonas, com-puestas inicialmente por soldados �amencos o valones procedentes de los Países Bajos, aunque como consecuencia del desgaste y las numerosas bajas que van a ir sufriendo, pronto se comienza a admitir entre la tropa a soldados de diversas na-

cionalidades. Un año después, en 1704, se crean las Guardias Españolas, que se acuartelan inicial-mente en Vallecas, donde fueron organizadas por el capitán y el ayudante mayor de las Guardias Francesas.

Cada regimiento estaba compuesto por dos ba-tallones de trece compañías, incluyendo una de granaderos, formadas por hombres seleccionados de las compañías de fusileros, que llegan a contar con 2.800 hombres cada uno. El bautismo de fuego de las dos unidades se realiza en el año 1704, para efectuar la invasión de Portugal, que junto con Ca-taluña se convierte en el principal teatro de opera-ciones de los austracistas. Finalizada la Guerra de Sucesión se mantienen como tropa de guarnición en algunas provincias españolas, quedando solo cuatro compañías de cada regimiento para prestar la guardia en palacio.

Años después, el rey Felipe V, que no se resigna a aceptar lo dispuesto en Utrech, decide empren-

La batalla de Almansa según Buonaventura Liglio y Phillipo Pallota. Museo del Prado

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der la conquista de Cerdeña y Sicilia (1717- 1720), bloquear y poner sitio a Ceuta, Gibraltar y Orán y, posteriormente, participar en las guerras de suce-sión de Polonia (1733-36) y Austria (1740-1748), donde, una vez más, las guardias de infantería es-pañolas y valonas se cubrirán de gloria en diversas acciones.

El Regimiento de Guardias Españolas pasará a ser considerado como el primero de la infantería, recibiendo el pendón de Castilla para su compañía coronela, el Regimiento de Valonas quedará como segundo del arma y así se recogerá en la ordenanza de S. M., publicada en 1704, que pretende estable-cer un “reglamento único para evitar el desorden y hacer uniforme el ejercicio militar”. Regimientos que han de servir para la guardia de la Real Per-sona, y también como unidad de combate en las campañas militares que se mandase, con una posi-ción pre�jada, españolas a la derecha, valonas a la izquierda.

Tras el fallecimiento de Felipe V en el año 1746 y con la posterior modi�cación de las ordenanzas en el año 1750, se pretenden solventar los proble-mas habidos entre las dos unidades, motivados por la rivalidad endémica existente entre ellas. Celosos siempre unos de los otros, se detalla cómo se ha de constituir la guardia exterior en los palacios

del Retiro, de Aranjuez y de El Escorial, �jando el número de centinelas que lo componen, así como las órdenes particulares para cada uno de los pues-tos. Se recogen todas las obligaciones, privilegios o prerrogativas concedidas y cómo han de ser cum-plidas, expresando claramente lo que pueden o no hacer y las consecuencias de sus faltas o delitos,

castigándose la traición, la deserción, la negligencia en el servicio, el amancebamiento, la embriaguez u otros vicios, con penas de presidio o incluso de muerte. Para efectuar la guardia en el Palacio de Oriente, entraban dos compañías, una de cada re-

“El bautismo de fuego de las dos unidades se realiza en el año 1704, para efectuar la

invasión de Portugal, que junto con Cataluña se convierte en el principal teatro de

operaciones de los austracistas”

Los regimientos de infantería (españoles y valones) de acuerdo con el Teatro Militar de Europa del marqués Alfonso Taccoli. Biblioteca del Palacio Real de Madrid

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gimiento, que una vez traspasado el arco, llevaban a cabo el relevo en la Plaza de la Armería.

Del mismo modo, se expresa cómo se ha de hacer la recluta para escoger sargentos, cabos y soldados, teniendo en cuenta el nacimiento, la fa-milia, las costumbres y el o�cio al que se dedican. Los soldados han de ser corpulentos, de altura mí-nima de cinco pies y cuatro pulgadas (1,73 cm), mayores de dieciocho años y menores de cincuen-ta. Se regula el sistema de ascensos, prevalecien-do siempre la pertenencia a la unidad y se �ja el tiempo de servicio en seis años en paz y de cinco en guerra.

El vestuario de ambos regimientos será idénti-co al de las Guardias Francesas, compuesto por casaca azul con divisa encarnada de plata, cal-zón azul, alamares de estambre blanco o de pla-ta para los o�ciales, media blanca, con pluma y cucarda encarnada para las Guardias Españolas y pluma blanca con cucarda negra para la Valo-nas, que había de ser repuesto cada dos años con tres pares de zapatos al año. Los o�ciales tendrán dos modalidades: “el gran uniforme” y “el pe-queño uniforme”, reservándose el primero para los actos de gala y el segundo para campaña. Su armamento será el mismo fusil que la infantería de línea, aunque con la llave mejorada, bayoneta de cubo y espada, hasta que esta última se supri-me, quedando su uso exclusivamente para cabos, sargentos y o�ciales.

Cuando el rey desplazaba la corte a alguno de los Reales Sitios, era acompañado tanto por la Guardias de Corps, como por las Guardias Es-

pañolas y Valonas, tropas a las que era necesario alojar. Para ello se fueron construyendo cuarteles en las inmediaciones de estas localidades. En Ma-drid se construyó el primero de ellos, en 1719, ubi-cado en la calle de San Mateo, desaparecido hoy. Los de San Lorenzo de El Escorial, la Granja de San Ildefonso y Aranjuez, se construyeron a partir del segundo tercio del siglo xviii junto con el de El Pardo, conocido como “Cuartel de Boyerizas” y ubicado detrás del convento de las monjas. Los dos más importantes serán el de Vicálvaro y el de Leganés, construidos el primero para la Guardia Española y el segundo para la Valona, este último, proyecto de Sabatini y sede, en la actualidad, de la Universidad Carlos III.

De este modo se resume, brevemente, la historia y características de estas unidades, al servicio de la corona, que tras destacadas y gloriosas acciones de guerra serán disueltas en el siglo xix.

Las guardias exteriores, tal como aparecen en El Ejército y la Armada, obra de Giménez González

Plano del cuartel de Boyerizas que se custodia en el Archivo General de Simancas

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EL UNIVERSO DE LAS MINITURAS MILITARES, UNA ATALAYA DESDE LA QUE CONTEMPLAR NUESTRA HISTORIA

En nuestro país, esta disciplina artística hunde sus raíces en el siglo XIX

Brigada Miguel Ángel Pérez Rubio. Sala Histórica de la Guardia Real.

El hombre, a lo largo de la historia, ha repro-ducido la �gura humana y los elementos u objetos del medio que le rodean en diferentes materiales, dotándoles de un signi�cado, en algunos casos, simbólico, en otros, mágico o lúdico. La repre-sentación de guerreros o soldados a escala está documentada desde la Antigüedad: esculturas en piedra, bronce, tallas en mar�l, porcelana o metal, están presentes en todas las civilizaciones, cons-tituyéndose en piezas más complejas al tiem-po que la sociedad evo-luciona, prueba de ello son los grupos de �gu-ras encontrados en al-gunas tumbas egipcias o romanas, los exvotos ibéricos realizados en bronce que representan guerreros, o las �guras realizadas en madera para el entretenimiento y la formación de los príncipes durante el Re-nacimiento, que llegan a constituir verdaderos ejércitos a escala, donde se podría incluir como muestra singular las �guras realizadas para los ta-bleros del ajedrez.

Centrándonos en la miniatura militar, nos en-contramos diversas interpretaciones, desde la con-sideración de simple juguete destinado al público infantil, a la creación de complejas obras. Si obser-vamos la evolución del miniaturismo, descubrimos ciertas similitudes con la escultura y pintura artís-tica del hieratismo y la rigidez de las primeras pie-zas, al hiperrealismo actual, donde la expresividad

se convierte también en protagonista, llegándose a recrear escenas con una cuidada composición.

Si nos situamos en la España de pleno siglo xix, los pioneros del miniaturismo tienen apellido ita-liano: Piozzim, Ortelli y Baciarini, maestros que de-sarrollan su actividad creando �guras planas. No obstante, no será hasta el siglo posterior cuando surjan miniaturistas y fabricantes que recreen gran-des formaciones o episodios de la historia nacional

como Pedro Palomeque, Teodoro Rodríguez, Ra-món Labayen, o Vicente Juliá, entre cuyas obras destacan ceremonias como el Relevo de la Guardia en la Plaza de la Armería del Palacio Real de Madrid, o La Comitiva de la Boda del Rey Alfonso XII, que reproducen con detalle la uniformidad de las unidades militares que lo componen.

Para elaborar una miniatura militar, pre-

viamente hay que llevar a cabo un proceso labo-rioso que da comienzo con la recopilación de la documentación necesaria para representar �dedig-namente cada una de las piezas que la componen, detalles de uniformidad, armamento o pertrechos del soldado. Los estados militares, los reglamentos de uniformidad y las fotografías se convierten en referencias grá�cas, y en muchos casos los pintores o escultores e ilustradores especializados en temáti-ca militar, en inspiradores de algunas obras. Nom-bres como Josep Cussachs, Augusto Ferrer-Dal-

“Antiguamente se tallaban o esculpían y, a continuación, una vez obtenido el molde

correspondiente, se sacaban copias en plomo. En la

actualidad es una masilla bicomponente el material

preferido para modelarla”

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mau, Mariano Benlliure, José María Bueno, Delfín Salas, Ricardo Sanfeliz o Dionisio Álvarez Cueto, han representado al Ejército español en muchas de sus obras.

Crear una �gura en miniatura signi�ca mode-lar, tallar o esculpir una primera pieza, que será trabajada en múltiples materiales. Antiguamente se tallaban o esculpían y, a continuación, una vez obtenido el molde correspondiente, se sacaban copias en plomo. En la actualidad es una masilla bicomponente el material preferido para mode-larla, producto industrial que se trabaja como la plastilina, pero que se endurece al poco tiempo. Partiendo, inicialmente, de un armazón o “esque-leto” que guarda las proporciones y se ajusta a la escala correspondiente –y una vez que se ha establecido la postura o “pose”– se trabajará en diferentes sesiones, conformando –en primer lugar– la anatomía, obteniendo un maniquí, y a continuación ir vistiendo la �gura, trabajando siempre desde el interior al exterior. El tiempo estimado para realizar una pieza original puede oscilar entre 60 a 100 horas de paciente y meti-culoso trabajo, dependiendo de la pericia y habi-lidad del modelista.

Finalizada la �gura en masilla y con un despie-ce convenientemente estudiado, se pueden obte-ner copias en aleaciones de metal o resina con la

maquinaria adecuada, o por el contrario pueden convertirse en obras únicas que cobran vida con la pintura, que será el siguiente proceso. De nuevo, las habilidades artísticas y técnicas se unen para dar vida a estas pequeñas obras empleando todo tipo de materiales existentes en el mercado, desde el esmalte, pasando por el óleo, a los acrílicos y la pintura con aerógrafo o, en muchos casos, con una estudiada combinación de todos ellos.

Hoy en día, ya no es frecuente encontrarse con grandes formaciones de “soldados de plomo”, lo habitual es crear piezas únicas o pequeñas compo-siciones donde cada vez más se cuidan todos los detalles. Por este motivo, se muestra la obra en un marco adecuado que refuerza la presentación, aportando calidad al conjunto. El entorno en el que se ambienta, la elección de la peana, y el título y descripción de la obra forman parte fundamental del resultado �nal.

Los espacios para poder contemplar este tipo de obras se han visto reducidos en los últimos años, debido en parte a la evolución del ocio de la so-ciedad que ha derivado a otro tipo de actividades, quedando reducidos a los concursos que a nivel nacional o internacional se celebran, entre los que cabe destacar los “Premios Ejército”, como impul-sores de esta disciplina miniaturística dedicada en exclusiva al Ejército español.

Coraceros y lancero de la Guardia Real de Fernando VII

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Alabardero de Alfonso XII en campaña

Abanderado de las Guardias de Infantería españolas

Alabardero de la Guardia Amarilla de Carlos I

Guardias de Infantería. Guerras Carlistas

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ComunidadInternacional

Los “Guardias de vida”, una parte importante de una orgullosa tradiciónBjorn Westerdahl y Annika Gustafsson. Oficina de Comunicación de la Guardia Real de Suecia.

Durante casi 500 años, los “guardias de la vida” (Livgardets) –una de las unidades más signi�cativas de las Fuerzas Armadas de Suecia– han protegido el Palacio Real. Hoy en día, la Guardia es una parte esencial del panorama de Estocolmo y un popular destino turístico. Junto con el mando, las bandas de música y los guardias reales, tanto los suecos como los turistas extranjeros pueden contemplar a diario el relevo de la Guardia.

El batallón de la Guardia Real sueca tiene por mi-sión intervenir en cualquier situación de crisis y, por tanto, la responsabilidad de proteger a la jefatura del Estado. En tiempos de paz, en la vida diaria, el batallón participa en las ceremonias solemnes y lleva a cabo guardias de seguridad en el Palacio Real de Estocol-mo y en el castillo de Drottningholm. Existe una larga tradición que se ha mantenido desde 1523, de manera que la Guardia es depositaria de una gran cantidad de elementos tradicionales, y es muy común entre los turistas que visitan la capital acercarse a contemplar el cambio de guardia que desempeña esta unidad.

Un “Livbataljonen”, tres unidadesLa Guardia Real, el ”Livbataljonen”, ha de ser ca-

paz, además, de fortalecer la protección militar del país en el área de Estocolmo, así es que el batallón es-tá entrenado para el combate urbano, y en su labores cotidianas se alterna el servicio de ceremonial con la instrucción en esta modalidad de combate. La Guar-dia Real está organizada, a su vez, en tres unidades que se ubican en un cuartel de caballería del centro de Estocolmo. En primer término, el mando y plana mayor del batallón, en segundo lugar, una “livkom-paniet” con soldados de infantería que son los encar-gados de la guardia a pie en las ceremonias solemnes, con su característico uniforme azul oscuro, y, en ter-cer lugar, un escuadrón de guardias reales, también uniformados de azul, que participan en dichos actos, tanto a pie, como a caballo. Todos toman parte en las

Livgardet – en viktig del av en stolt tradition

Bjorn Westerdahl & Annika Gustafsson

I snart 500 år har Livgardet, ett av den svens-ka Försvarsmaktens största förband, vaktat Stockholms slott. I dag utgör den dagliga högvakten en viktig del av Stockholms stadsbild och är ett populärt turistmål. Tillsammans med kommendantstaben och musikkårer ser solda-ter från Livgardets insatsförband livbataljon till att det svenska folket och utländska turister får beskåda den dagliga vaktavlösningen.

Livgardets livbataljon är det insatsför-band som i en krigssituation har ansvaret att skydda rikets ledning. I fredstid me-dverkar bataljonen vid högtidliga cere-monier och verkar som skyddsvakter vid de kungliga slotten Stockholms slott och Drottningholms slott. Det är en lång tradi-tion som varat sedan 1523. I högvakten in-går flera traditionsenliga moment och det är populärt bland turister att komma och titta på när vaktparaden marscherar till slottet och genomför högvaktsavlösning.

Livbataljonens tre enheterLivbataljonen ska också kunna förstärka

skyddet av rikets centrala och militära ledning i Stockholmsområdet. Därför utbildas och tränas bataljonen för  strid i bebyggewwlse. Arbetet inriktar sig mot ceremonitjänsten varvat med utbildning för strid i bebyggelse. Förbandet är organiserat i tre enheter med placering på Ka-vallerikasernen i cent rala Stockholm. Den ena delen är bataljonsstaben som leder och plane-rar verksamheten. Den andra enheten består av livkompaniets infanterister som genomför högtidliga ceremonier och högvakt till fots i sin mörkblåa uniform. Den tredje delen utgörs av livskvadronen kavallerister som genomför högvakt till fots och till häst och rider parad vid högtidliga ceremonier i sin mellanblåa uni-

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form. De medverkar i statsceremonier så som audienser, statsbesök, beriden kortege, vaktpa-rader samt att bevaka de kungliga slotten. I alla vaktparader, både till fots och till häst, �nns all-tid en Försvarsmaktens musikkårer. Antingen är det en av Försvarsmusikens musikkårer eller en av Hemvärnets 26 musikkårer.

Arbetet på livbataljon är varierande och det är ett högt tempo med olika arbetsuppgifter. Tjänstgöringen är omväxlande för att högsta effekt ska kunna uppnås vid genomförandet.

Att vara anställd vid livbataljon ställer sto-ra krav på personligt uppträdande då perso-nalen representerar Sverige vid livbataljons ge-nomförande av ceremonier.

Livskvadron Livskvadron har cirka 130 anställda

gruppbefäl och soldater. All personal ge-nomför utbildningsperioder med inriktning mot strid i bebyggelse. Detta för att tillsam-mans med övriga delar i livbataljon kunna medverka i försvaret av Stockholm.

Soldaterna och gruppbefälen vid livskvadron har ett mycket omväxlande och fysiskt krävan-de arbete. Det kan innebära allt från att en dag till häst eskortera kungen och drottningen, till

principales ocasiones de la nación, como audiencias, visitas de Estado, des�les a caballo, cambios de guar-dia y vigilancia de los palacios reales y, con ellos, pie a tierra o montados, actúan formaciones musicales de las Fuerzas Armadas, o bien la propia banda de música de la Guardia Real, o cualquier otra de las 26 que se integran en los ejércitos de Suecia.

Los trabajos en el batallón de la Guardia Real son muy variados y exigen un alto rendimiento debido a la gran cantidad de tareas que abarcan. Así pues, se alternan servicios para lograr una ejecución �-nal excelente. Formar parte del batallón supone una enorme exigencia en la conducta personal, dado que sus miembros son la representación de toda Suecia en las ceremonias en que participan.

El “Livskvadron”El escuadrón de caballería (Livskvadron) se

compone de unos 130 miembros entre cuadros de mando y tropa. Todo este personal lleva a cabo se-siones de capacitación con el objetivo de estar pre-parado para un escenario de guerra urbana, ya que junto a las otras unidades de la Guardia Real, debe ser capaz de garantizar la defensa de Estocolmo.

Tanto los jefes como los soldados del escuadrón tienen que enfrentarse a un variado elenco de tareas que demandan una excelente condición física. De este

El uniforme azul es característico de los soldados y o�ciales del livskvadron,

la parte montada de Livbataljonen. Foto: Johan Lundahl

Granaderos de la livkompaniet recubren las escaleras de la iglesia del castillo, donde el príncipe Carlos Felipe contrajo matrimonio con la princesa Sofía

en el verano de 2015. Foto: Jimmy Croona

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modo, un día cualquiera pueden estar prestando es-colta montada al rey y la reina, y la jornada siguiente estar junto con el resto de sus compañeros haciendo un ejercicio de limpieza de un edi�cio con fuego real.

El Livskvadron, junto con sus caballos, se acan-tona en el centro de Estocolmo. La unidad se divide en cuatro secciones que rotan semanalmente en el servicio. Estas responsabilidades incluyen la ali-mentación y cuidado de los caballos, que son pro-piedad de una asociación sin ánimo de lucro, e in-cluso actividades de equitación a diferentes niveles.

La organización a la que nos referimos �nancia la compra y preparación de los 80 caballos que se requie-ren para las ceremonias y también la alimentación, lo que representa la mayor parte de los costos directos que afectan a las caballerizas del cuartel de caballería, de manera que ya no es el Estado quien se hace cargo de estos gastos, sino la asociación y sus miembros.

La “Livkompaniet”También la ”Livkompaniet”, que cuenta entre

cuadros de mando y tropa con unos 130 com-ponentes, desarrolla un programa de instrucción centrado en el combate en zonas urbanas. Al igual que en el escuadrón, las tareas son enormemente variadas y de gran exigencia física, así es que los soldados pueden pasar de prestar guardia de honor durante una visita de Estado a realizar un ejercicio de fuego real dentro de un edi�cio con sus compa-ñeros del Livskvadron.

Los miembros de la Livkompaniet alternan sus ta-reas diarias dependiendo del tipo de instrucción que se esté implementando, ya sea entrenamiento de combate, guerra urbana, mantenimiento y cuidado del equipo, instrucción de orden cerrado o entrenamiento físico.

A su vez, la compañía de infantería es responsable de la protección que se despliega durante las 24 horas del día, 7 días a la semana, para vigilar y custodiar el cuartel de caballería. Este servicio rota entre las cua-tro secciones de las que consta la Livkompaniet.

El “Kommendantstaben”El “Kommendantstaben”, que es una parte esen-

cial de la Guardia Real, y por tanto de la activi-dad ceremonial del Estado sueco, se ubica en el ala principal del Palacio Real de Estocolmo. El perso-nal que desempeña aquí su labor actúa como un vínculo entre la corte, las o�cinas del gobierno y las Fuerzas Armadas. Desde allí coordina las ope-raciones de la Guardia y conduce la participación militar en las ceremonias de Estado tales como el

att nästa dag tillsammans med sina gruppka-mrater rensa ett hus med skarp ammunition.

Livskvadronen är grupperad mitt i Stoc-kholm där även hästarna som används vid den beridna högvakten finns. Livskvadron består av fyra plutoner som efter ett rullan-de schema svarar för hästtjänsten under en vecka per pluton. I arbetsuppgifterna ingår utfodring och skötsel av hästarna som ägs av en ideell förening. Även ridutbildning i olika nivåer ingår i arbetsuppgifterna.

Den ideella föreningen finansierar inköp och utbildning av de 80 hästar som krävs för verksamheten samt står för huvuddelen av de direkta kostnaderna (foder med mera) för driften av stallen på Kavallerikasern. Det är alltså inte längre staten som betalar hästarna, utan föreningen och dess medlemmar.

LivkompanietÄven vid livkompaniet, som har cirka 130

anställda gruppbefäl och soldater, genomför all personal utbildningsperioder med inriktning mot strid i bebyggelse. Liksom på livskvadron är kompaniets arbetsuppgifter mycket växlande och fysiskt utmanande. Ena dagen kan soldater-na ingå i hedersvakten vid ett utländskt stats-besök, för att nästa dag, tillsammans med ko-llegorna på livskvadron, rensa huset med skarp ammunition.

För de anställda varvas den dagliga tjänsten under olika perioder, beroende på vad som ska genomföras, med till exempel stridsutbildning, strid i bebyggelse, vård av utrustning, exempel-vis putsning av paradkängor, och fysisk träning.

Livkompaniet svarar även för den en insatsbe-redd skyddsstyrka som svarar för bevakningen av 24 timmar om dygnet, sju dagar i veckan sva-rar för bevakning av Kavallerikasern. Tjänsten rullar mellan de fyra plutonerna på kompaniet.

KommendantstabenKommendantstaben, som också är en del av

Livgardet, styr högvakten och Sveriges stats-ceremoniella verksamhet och �nns i högvakts-�ygeln på Stockholms slott. Staben fungerar som en länk mellan hovet, Regeringskansliet och Försvarsmakten.

Kommendantstaben arbetar bland annat med samordning av högvaktsverksamheten. De leder det statsceremoniella arbetet när det gäller

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militär medverkan vid till exempel nationalda-gen, riksmötets öppnande, kungliga bemärkel-sedagar, högtidliga audienser och statsbesök.

Utöver statsceremoniell verksamhet arbetar kommendantstaben med många stora arran-gemang i centrala Stockholm. Staben sköter också en del kontakt med media och utåtriktad informationsverksamhet.

Kommendantstaben består av chef, ställföre-trädare, sekreterare samt fem fasta  garnisons-befäl (varav ett ständigt tjänstgör på Drottning-holms slott). Vid de bägge slotten �nns dessutom fast personal som ansvarar för kökshållning och bespisning för dem som ingår i högvakten.

Kommendantstabens uppgift är att samord-na högvaktstjänsten samt myndigheters, orga-nisationers och Försvarsmaktens medverkan vid statsceremonier och andra evenemang i Stockholm. Utöver det reglera Kommendants-taben högvaktstjänsten inom Försvarsmakten.

Även att organisera och delta i of�ciella cere-monier som riksmötets öppnande, kungliga be-märkelsedagar, högtidliga audienser, statsbesök, utländska besök och örlogsbesök på begäran från riksdagens talman, statsministern, rik-smarskalken, departementschef eller Högkvar-teret ingår i arbetsuppgifterna. Kommendants-taben samverkar också med Riksdagens talman, statsministern, riksmarskalken och stabschefen hos kungen i ceremoniella ärenden.

Día Nacional, la apertura del Parlamento, ocasio-nes diversas que afectan a la Familia Real, audien-cias o visitas de Estado. Además de determinar los extremos que afectan al ceremonial, el Kommen-dantstaben participa en numerosos eventos que tienen lugar en el centro de Estocolmo y gestiona los contactos con los medios de comunicación y la divulgación de las actividades de la Guardia Real.

El Kommendantstaben consta de un jefe, un segundo jefe, un secretario y cinco o�ciales de la guarnición (uno de los cuales permanece, en todo momento, en el Palacio de Drottningholm). Tanto en este último, como en el Palacio Real de Esto-colmo, esta unidad se encarga de la plani�cación de la cocina y de la restauración, y entre sus ta-reas principales �gura, también, la coordinación, durante las ceremonias de Estado y otros eventos en la capital, de la Guardia Real con las fuerzas del orden, organizaciones civiles y, por supuesto, con otras unidades de las Fuerzas Armadas. Or-ganiza y participa en otras ceremonias de carácter nacional como son la apertura solemne del Parla-mento (Riksdag), audiencias, eventos diversos de la Familia Real, visitas de Estado de mandatarios ex-tranjeros o visitas navales a petición del presidente del Parlamento, el primer ministro, el mariscal del reino (riksmarskalken) o algunos ministros y, con ellos, y con el jefe de personal de la Casa del Rey, se relaciona para tratar de todos esos asuntos cere-moniales.

Una parte importante del ceremonial de Estado son las visitas de Estado, durante las cuales el mandatario extranjero es recibido en el patio interior del Palacio Real. Imagen de una visita anterior de Rumanía. Foto: Kim Smith

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LaGuardiaRealcaraacara

Nuestro coronel celebró su cumpleaños, allá por el mes de julio, y no quiso perder la oportunidad de fotogra�arse, así de sonriente, con una tarta

de chocolate que duró, más o menos, lo que él mismo tardó en tomar la instantánea.

Durante la peregrinación a Santiago de Compostela, y a su paso por la localidad coruñesa de Fene, hicieron un alto en el “Camino” nuestro cabo mayor Marcos Mosquera Bargo, del Núcleo de Enseñanza Ecuestre,

vigilado de cerca por su padre, don Leopoldo Mosquera Fernández, su esposa, Dolores Romero Vidal y su hijo, Marcos Mosquera Romero, quienes tampoco quitaban ojo al cabo mayor Jesús Maza Carrandi, conscientes

del peligro que entrañan la pareja de “mayores”.

Tampoco es que el “Caminito del Rey” dé para muchas acrobacias, pero el guardia real José

Nofuentes Cantarero, de “La plana mayor del grupo de honores” encontró un lugar ideal

para retratarse durante la ruta que se realizó en ese lugar a principios de septiembre.

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En el previo al relevo solemne del mes de noviembre se retratan –de derecha a izquierda–: “Verano”, y los guardias

reales Cristian Manso Manso, Antonio Diego Santos y César Fernández Soltero –del Núcleo de Enseñanza Ecuestre– ante la mirada atónita del sargento primero

Marín y del cabo Jiménez, que están en segundo término.

En la trastienda de una entrega de cartas credenciales –explanada de caballerizas del Palacio Real–, de izquierda a derecha, el guardia real Jesús Abundio,

el guardia real Miguel Romero, el cabo Ignacio Aparicio, la guardia real Belén Fernández Cejudo

y el guardia real Carlos Rodríguez Prieto.

Antes de formar en la ceremonia de concesión de la nacionalidad española a los descendientes de

los judíos sefardíes, se inmortalizan en el patio del Príncipe del Palacio Real de Madrid –de izquierda a derecha– los cabos Jorge Rodríguez Lozano, Sergio Moreno Rey y Andrés Lucas Baranda, alabarderos.

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Los trillizos, presionados por el respetable, no pueden por menos que hacer un

guiño a la posteridad durante el acto de celebración del bicentenario de la Diputación Permanente y Consejo de

la Grandeza de España. De izquierda a derecha, los capitanes Manuel Fernández

del Hoyo, jefe de comunicación, Luis Castro Blanco, jefe de la Compañía de Seguridad, y Hugo O’Donnell y

Armada, jefe de la Batería Real.

También algunos de los o�ciales de la tercera sección del Estado Mayor han hecho un alto para no perder

su cita con Alabarda. De izquierda a derecha, los capitanes Borja

Herráiz de Castro, Antonio Pérez Fresno y Borja Castillo Monroy.

Nuestra odontóloga, la comandante Elena Villalta y su ayudante en el servicio de odontología de la

Guardia Real, la cabo Rocío Pazos, en plena intervención al guardia

real Rubén Mañas, de la Compañía “Monteros de Espinosa” (cambio

de guantes incluido, claro).

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Así estaba Navacerrada durante la marcha del Grupo Logístico el pasado 24 de noviembre. Ponen buena cara al mal tiempo, a la izquierda, el capitán José

Carlos Ordóñez Pozo, jefe de la Compañía de Abastecimiento, a la derecha, el teniente Juan Carlos Bolívar García y, en segundo plano, el teniente Carlos Delgado Delgado.

A pesar del reducido espacio que ofrece la cima del Cavall Bernat, en la montaña de Montserrat, inmortalizar la hazaña no es

algo opcional. Así posan para la historia el capitán Peñarroya, el sargento Paule, los cabos

Plans y Peláez y los guardias reales Jiménez y Beteta, todos del Grupo de Alta Montaña.

Durante los actos de la Pascua Militar, parada técnica en la escalera de embajadores del Palacio Real de nuestros jefes de sección

del Estado Mayor de la Guardia Real. De izquierda a derecha, los comandantes, Ismael Lavado Rodríguez, jefe de cuarta, Francisco

Javier Rodríguez Crespo, jefe de segunda, Joaquín de Pedro Garcimartín, jefe de primera

y David Ramajo Casillas, jefe de tercera.

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A punto de salir pitando para el “Encuentro de Escuadras de Gastadores” promovido por el Regimiento de Infantería

“Inmemorial del Rey n.º 1”, posan los nuestros con la gracia y el porte que les caracteriza. Forman, en el centro, la jefa, la

cabo Elena Jiménez Durand, a retaguardia los guardias reales Cristian Vargas Módenes y Alberto José Alonso Blázquez, en los �ancos los guardias reales David Benítez Ariza y José Manuel

Sánchez Almanazi y, delante, los guardias reales Alberto Sánchez-Mayoral Ballesteros y Javier Palenque Castro.

Preparándose para el último relevo solemne del año, posan, en medio de caballos y piezas –de izquierda a derecha– los artilleros Juan Carracero,Víctor Ramírez y Luis Guardado;

delante Yésica Iglesias y Cristina Hidalgo.

En sus dominios del Centro de Medios Audiovisuales, se inmortalizan los profesionales del asunto, de atrás a delante y de izquierda a derecha: la guardia real Sonia García Javier, la cabo María del Mar Morcuende, el

cabo mayor Jesús Flores, el cabo Joaquín Calvo, el brigada Manuel Aragón, el teniente Carlos López

Bachiller, el cabo Tomás Sánchez y el cabo primero José Miguel Longueira.

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Concurso de dibujo infantil

Alabarda 26 133

Concurso de dibujo infantil

Ganadora Categoría "A" Inés Bordonado de Luis 7 años

Ganadora Categoría "B" Patricia Barro Benito 12 años

Page 136: Revista "Alabarda"

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