respuesta inmune de las aves y sus alteraciones

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  • 7/26/2019 RESPUESTA INMUNE DE LAS AVES Y SUS ALTERACIONES

    1/10

    ARXltiS de I Esc. Sup. d Agricultura. Barcelona

    81

    RESPUESTA INMUNE DE LAS AVES

    Y

    SUS ALTERACIONES

    lberto San Gabriel Closas

    RESUMEN

    Se analiza el sistema inm une de las aves,

    as com o las alteraciones que pueden presen-

    tarse en el mismo. Se destaca el cuadro de

    inmunosupresin como el ms im portante,

    ya que se presenta ta nt o en gallinas com o en

    pavos.

    La inm unosup resin explicara el porqu

    de muchos procesos ocasionados en aves por

    agentes tales como adenovirus, reovirus

    y

    otros patgenos.

    Se termina el trab ajo desta can do la nece-

    sidad de disponer de m todos qu e sirvan pa-

    ra valorar el grado de inmunosupresin de

    las aves, y as analizar si la patologa pre-

    sente en un rebao puede ser inculpada to-

    tal o parcialmente a un estado de inmuno-

    supresin.

    RESUM

    S estudia el sistema inmune de les aus , aix

    com les alteracions qu e es poden presentar

    en l esmentat sistem a.

    Es destaca la immunosupressi com el

    qua dre ms imp ortan t, que es presenta tan t

    en les gallines com en els galls dindis.

    Aixo explicaria el perque de moltes ma-

    lalties produides en les aus per agents com

    adenovirus, reovirus o altres patbgens.

    l acabam ent de l estudi es veu la neces-

    sitat d e disposar d un mktode per poder va-

    lorar el grau d immuno supressi en les aus,

    i d aquesta manera analitzar si la patologia

    que es presenta a un ramat es pot atribuir

    totalm ent o parcial al nivel1 d imm unosu-

    pressi.

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    SUMMARY

    We have study the immune system of

    explanation o w hat happen in infections with

    birds, and the pathology of this system, with

    adeno, reo and other

    viruses.

    the conclussion that immunosupression is

    Finaly we have seen that is im portan to h a-

    the most im porta nt facto r in certain diseases

    ve a method ology of imm unosupression eva-

    of birds.

    luation, an d t o be able to know if a disease

    Immunosupression has been detected in

    that a ppears in a flok have something to d o

    chickes and turkeys, and will give us some

    with it.

    Los fenmenos de la inmunocom petencia

    son los que ms preocupa n en al actualidad

    en medicina humana y veterinaria, y enten-

    demos que en la produccin avcola indus-

    trial tiene, co m o hem os dicho mu chas veces,

    una importancia fundamental , sobre todo

    porq ue tiene incidencia en el funcionalism o

    del sistema inm une de los anim ales jvenes.

    A este respecto po dem os citar los hallaz-

    gos de Terry y colaborad ores 1979), segn

    los cuales en el homb re,en bvidos y en ani-

    males de experime ntacin se ha visto qu e la

    tripanosomiasis africana produce inmuno-

    deficiencias secundarias, quiz por

    1 activacin policlonal de los linfocitos

    B, que producira un agotamiento clonal,

    2. estiumulacin excesiva de clulas supre-

    soras u otros mecanismos.

    Phillips afirm a 1979) que tambin la in-

    feccin por babesias produce estados de in-

    mu nosupresin . Hak im 1980) obtiene sus-

    tancias imunosup resoras de un lisado de cul-

    tivo celular de m elanom a maligno, obteni-

    do con estradiol.

    Sobre la inmunosupresin en aves son mu-

    chos los trabajos publicados que muestran

    las graves consecuencias que puede tener u na

    deficiencia o falta de respuesta inm une, qu e

    inciden directamente en los rendimientos

    econmicos de los rebaos afectados.

    A S P E CT O S I M P O RT A N T E S D E L SI ST E M A I N M U N O CO M P E T E N T E

    1. S ISTEMA DE MAYOR HISTOCOMPATIBILIDAD

    En la especie hum ana se am plia ca da vez

    ms el espectro de enfermedades en cuya

    evolucin patogn ica juega un papel fund a-

    me ntal el sistema m ayor de

    histocompatibi-

    lidad SM H), que en el hom bre se denomi-

    na HL A Hu ma no Leucocito locus A) que

    fue el prim ero descubie rto Batle et al. 1978),

    que consiste en un co nju nto de genes situa-

    dos en el brazo co rto del cromo som a 6 y cu-

    yos productos estn implicados en la reac-

    cin orgnica del rechazo. Los genes se re-

    lacionan en tres reagrupaciones funcionales:

    Una , responsable de la respuesta inmu ne

    dirigida hacia antgenos unidos a clulas y

    que resultan extra os al individuo clulas

    infectadas por virus o aqullas con antge-

    nos modificados por agentes fsicos o qu-

    micos o alteradas de otra forma).

    O tro grupo controla la respuesta inm une

    de anticuerpos frente a antgenos solubles.

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    . \ R S I L S de I EK.

    S u p d Agr icu l tu ra . Barce lona

    R

    El ltimo, es responsable de la regulacin

    de los niveles sricos de ciertos componen-

    tes del sistema de complemento.

    Como ejemplo de patologa de sistemas

    del organismo que implica una asociacin

    con el SMH en medicina humana tenemos

    la Esclerosis mltiple, la Artritis psorisica,

    la Diabetes mellitus juvenil, la Hepatitis cr-

    nica activa, etc. y quizs algunos procesos

    neoplsicos. En aves se estudia en relacin

    con21aenfermedad de Mareck.

    Presumimos que algunos problemas de la

    compleja patologa de las colectividades, que

    de forma directa o indirecta influyen en la

    produccin avcola, puedan deberse a situa-

    ciones parecidas. La gentica aviar es la ms

    evolucionada dentro de la gentica animal,

    y pueden surgir en el futuro situaciones si-

    milares a las que se producen en el hombre.

    Tizard (1979) afirm que para una respues-

    ta inmune compleja entre las celulas T y B,

    stas han de ser idnticas en el locus de

    histocompatibilidad-B

    Keller y Sevoian (1983) estudian profun-

    damente la relacin de la respuesta inmune

    de aves seleccionadas para resistencia o sen-

    siblidad gentica a enfermedad de Marek,

    llegando a la conclusin de que el mtodo

    de la liberacin del cromosoma S1 es un m-

    todo til para mesurar el nivel de histocom-

    patibilidad en el sistema aviar.

    2. EL SISTEMA INMUNE EN AVES

    El proceso inmunitario aviar est descri-

    to por A. Lesli, A. Peterson, Bienenstock y

    T

    Kramer en 1975, y por Tizard, Glick y

    Cheville en 1979.

    Bsicamente, el sistema inmune se apoya

    en el sistema linfoide, la clula plasmtica

    y el sistema MM (monocito-macrfago)

    (A.L. Borrasca et al. 1978).

    El sistema linfoide

    Est integrado por tres compartimentos:

    1. El pool de clulas stem, que tiene capa-

    pacidad de replicacin y autoperpetuacin,

    a la par que de evolucin hacia elementos

    ms maduros. Todas las clulas sanguneas

    derivan de este pool, que se origina en la em-

    briognesis en el saco vitelino, progresando

    luego al timo y a la bolsa de Fabricio.

    2. Organos linfoides primarios o centra-

    les integrados por el timo, que presenta una

    linfopoyesis independiente de la estimulacin

    antignica, ya que se produce por mediado-

    res humorales secretados por las clulas epi-

    teliales, la timosina, sustancia que intervie-

    ne por ello en la regulacin de la respuesta

    inmune. El timo produce los linfocitos T que

    intervendrn en la inmunidad celular o lo-

    cal y que son cortisona dependiente en un

    85-90 .

    El otro rgano primario es la Bol-

    sa de Fabricio, donde se producen los linfo-

    citos B encargados de la inmunidad humo-

    ral.

    Tanto los linfocitos B como los T proce-

    den del pool de clulas del saco vitelino que

    evolucionan adquiriendo su especificidad en

    estos rganos linfoides primarios.

    3 Organos linfoides secundarios o peri-

    frico~ ue estn integrados por poblaciones

    mixtas de T y B nacidas en rganos prima-

    rios, que son el bazo, el hgado, la mdula

    sea y el tejido linfoideo presente en las aves

    en todo el conjunto orgnico, constituyen

    do los tejidos BALT (Bronchus-ass. linfoid

    tisue) y GALT (Gut-ass.

    -

    linfoid tisue), en

    el aparato respiratorio y digestivo respecti-

    vamente.

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    ARX IUS de I Ecc. Sup. d Agncultura. Barcelona

    La glndula de Harderian juega un papel

    muy importante en la inmunidad local. El

    contacto de antgenos vivos o inertes con la

    glndula produce un aumento de tejido lin-

    foideo e incremento de las clulas con cuer-

    pos de Rusell clulas RB derivadas de las

    clulas plasmticas) B.D.Survashe

    1979 .

    La clula plasmtica

    Es el elemento diferenciado, funcional y

    final de la serie B, con capacidad, gracias a

    su bien desarrollado retculo endoplsmico,

    para secretar anticuerpos especficos, que,

    como mencionbamos, evolucionan a clu-

    las RB, hallndose los dos tipos de clulas

    en igual proporcin en aves normales.

    El sistema monocito-macrfago SMM)

    Tiene su origen en el tejido mesenquima-

    toso, y constituy el antiguo sistema retculo-

    endotelial, integrado por monocitos de la

    mdula sea, de la sangre perifrica y ma-

    crfagos hsticos, cuya funcin es captar an-

    tgenos para transformarlos en ms inmun-

    genos superantgenos), presentndolos as

    a los linfocitos, y motivar la inmunidad es-

    pecfica.

    La respuesta inmune humoral RIH) ocu-

    rre con la produccin de inmunoglobulinas,

    por accin de los antgenos, que son

    T

    de-

    pendientes o

    B

    dependientes. Los T depen-

    dientes tambin pueden sensibilizar linfoci-

    tos B despus de haber sido procesados por

    macrfagos y unidos a linfocitos

    T,

    en una

    respuesta inmunitaria compleja, que requiere

    una colaboracin T-B.

    3.

    ESTRUCTURA

    DE

    LAS INMUNOGLOBULINAS

    Consisten bsicamente en dos cadenas po-

    lipeptdicas pesadas y dos ligeras. Su funcin

    primaria, es decir la capacidad de combinar-

    se con un antgeno, depende de la asociacin

    de una cadena pesada con una ligera, orga-

    nizando el lugar de combinacin que es una

    zona muy restringda. La Ig

    Y

    que es sim-

    trica, debe tener dos lugares de combinacin.

    Las cadenas pesadas condicionan las fun-

    ciones secundarias especficas.

    La Ig Y est formada por dos cadenas pe-

    sadas Gamma, la Ig A y por dos Alfa, etc.

    Las cadenas ligeras son de dos tipos: Kap-

    pa y Lambda, que se asocian a las pesadas

    de todas las inmunoglobulinas.

    La inmunoglobulinas tienen en sus mol-

    culas regiones comunes o constantes, y las

    variables, tanto en las cadenas pasadas co-

    mo en las ligeras, siendo las variables las que

    prestan a la molcula su actividad de anti-

    cuerpo, y las constantes las portadoras de los

    lugares relacionados con las funciones secun-

    darias que determinan la clase y subclase de

    las globulina.

    Las dos cadenas pesadas se unen por

    puente disulfuro, as como tambin la lige-

    ra con la pesada.

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    CLASES Y F UNC IONE S DE L AS INM UNOGL OB UL INAS

    La Ig

    Y

    de las aves es el elem ento f un da -

    Factores que controlan el nivel

    mental d e la defensa h um ora l frente a virus,

    de las inmunoglobulinas.

    bacterias y toxinas bacterianas.

    Las fu ncion es especficas de las subclases

    estn relacionadas co n las secundarias de las

    cadenas pesadas y son la fijacin d e comple-

    mento

    y

    la interaccin con los mac rfag os.

    Ingresan en el pollito recin nacido a travs

    del vitelo.

    Ig A tiene el comp one nte secretorio, que

    es el activo y muy resisente a la proteliosis.

    Tienen muchas clases de inmunoactividad

    con tra bacterias, m icoplasmas, virus, prote-

    nas alimentarias y autoantgenos.

    Interviene en la defensa inicial co ntra los

    microorganismos, especialmente en el trac-

    to respiratorio superio r, y es posible qu e eli-

    mine antgenos alimentarios no destruidos

    por la digestin. Pasa a las secreciones ex-

    ternas interviniendo por ello en la defensa

    local.

    Ig M fija el complemento y se for m a co-

    mo respuesta primaria al antgeno; se cree

    qu e interviene, sobre todo en la defensa con-

    tra las infecciones tempran as d e origen

    he-

    matgeno. Es segregada al exterior local-

    mente y ap are ce unida a la defensa celular

    sobre todo a nivel intestinal.

    Parece que en aves, a nivel de las placas

    linfoides intestinales, la Ig. A es necesaria

    par a seguir la transforma cin de Ig M en A

    y para la elaboracin de la Ig A secretoria

    sera precisa la presencia de clulas T.

    Son mltiples

    y

    pueden resumirse, segn

    se sabe en la especie h um an a

    y

    aplicable a

    las aves, en los siguientes ms importantes:

    a )

    Genticos.

    Se conoce q ue existen lneas

    com mayor capacidad de formacin de

    anticuerpos.

    b)

    Ambientales.

    En contacto antignico

    es el ms im portante; las aves S P F no han

    de poseer an ticuerpo s especificos, porq ue se

    cran apartadas artificialmente de los ant-

    genos especificos.

    c Edad. Los niveles de anticu erpo s son

    ms c onstantes en adu ltos. Las aves jvenes

    tienen una variabilidad en el nivel de anti-

    cuerpos. E sta es la razn de q ue las pruebas

    serolgicas para averiguar el momento de

    oportunidad de revacunaciones son ms

    constantes en resultados en aves adultas que

    en jvenes. Hasta que no funcione plena-

    mente el sistema inmunocompetente del

    adulto no es regular la respuesta.

    d Mecankmos internos de regulacin.

    La

    Ig

    Y

    se cataboliza m s rpidam ente cuan do

    su nivel srico es alto

    y

    en fo rm a directamen-

    te prop orion al. L as Ig A y

    M

    se catabolizan

    con independencia de su nivel srico; por ello

    en aves jvenes, la inm unidad local ha usarse

    en el con trol de virasis inmunizaciones por

    spray).

    AL T E R AC IONE S DE L F UNC IONAM IE NT O DE L S IS T E M A INM UNE

    DE LAS AVES

    Estud iado el sistema inmu ne de las aves,

    En 1975, Fadly et al. pusieron de mani-

    vamos a analizar los conocimientos actua-

    fiesto cm o en los pollos qumica me nte bur-

    les sobre su posible alteracin funcional.

    sectomizados con ciclofosfamida, o previa-

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    mente infectad os con virus bursales, se exal-

    taba la patogeneidad de los adenovirus.

    Tambin en 1975, Rosenberger y sos co-

    laboradores dem ostraron com o la infeccin

    subclnica de pollitos con el virus bursal ocu-

    rre cua nd o stos tienen escasa o nula inm u-

    nidad matern a, ocasionando un aum ento en

    su sensibilidad a otros agentes (adenovirus,

    micoplasmas, Colis, etc.), ocasionndose

    graves procesos d e derm atitis necrtica, co-

    libacilosis, aerosaculitis, snd rom e de mala

    absorcin, etc. , como atualmente estamos

    constatando en camp o, sobre tod o en aves

    procedentes de rep roductoras con inmuni-

    dad deficiente.

    El

    1977, Lukert afirm que el virus bur-

    sal produce un a lesin inmuno lgica de los

    pollitos recin nacido s, represen tada p or le-

    siones microscpicas hemorrgicas de la bol-

    sa. Nagi llega a la conclusi n de que la ane-

    mia aplstica seria una enfermedad del sis-

    tema inm une de gran complejidad, afectan-

    d o al sistema inmunolgico en su totalidad .

    En 1980, Lucio e Hitchner demuestran

    que los pollitos na cidos de mad res con nive-

    les inm unitarios altos cont ra bursitis qued an

    protegidos co ntr a la atrofia virica precoz de

    la bolsa durante las primeras dos semanas

    de vida (de aqu que, a veces, sea necsario

    vacunar pol li tos contra Gum boro, cuand o

    se crian en zonas muy infectadas).

    Yuasa y colabora dore s, en 1980, demo s-

    traron que para desencadenar la anemia

    aplstica en pollos es necesaria una previa

    infeccin bu rsal. Recordem os que el deno-

    minado C .A.A . (Chick Anemia Agent) por

    los japoneses parece ser un parvovirus que

    ocasiona lesiones d e anem ia, h epatitis, etc.

    similares a las que se inculpan a los adeno-

    virus.

    M c.Douglald y col., en 1979, observaron

    qu e la accin de los virus bursales increme-

    taba la mortalidad por coccidiosis, pero n o

    bloqueaba el desarrollo de la inmunidad,

    aunque s su nivel segn el grado de infec-

    A R X I U S de

    I Esc.

    Sup. d Agricultura. Barcelona

    cin.

    Se sabe que la accin in mu nosu presora de

    los vims bursales afecta ta nto a la serie T co-

    mo a la B. Segn Winterfield, a los

    3

    das

    de la infeccin expe rimen tal, el virus se ais-

    la de la bolsa, timo, hgado, rin y bazo,

    es decir, qu e crece en los org ano s linfoideo s

    primarios, y tambin en los que anid an c-

    lulas

    B

    y T procedentes de los primarios. El

    virus bursal afecta la produccin de inmu-

    noglobulinas G y

    H

    pero sobre todo afecta

    inhibiendo el funcionalismo de la glndula

    de Hard erian, tram o respiratorio, t ra mo re-

    productor y digestivo, q ued and o muy afec-

    tada la inm unidad celular, a un cuando real-

    mente, Hirai

    y

    Col., en 1979, demostraron

    qu e estos virus afe ctan preferentemente a las

    clulas B solamente.

    Segn Glick, el virus bursal a ct a tambin

    en el bazo, esencial en la formacin de in-

    muno globulinas G , influenciando la pobla-

    cin perifrica

    B.

    Se han identificado recien-

    temente clulas secretoras en la mdula de

    la bolsa d e Fabricio. La secrecin d e estas

    clulas controla la atraccin de clulas lin-

    foideas libres en la sangre, p ara que se fijen

    en la bolsa y se produz ca su diferenciacin.

    Lo s virus bursales alter an es ta secrecin y es-

    timulan secreciones supreso ras d e clulas

    Y,

    que, a su vez, suprimen las funciones de las B.

    Quizs por ello, la infeccin subclinica ori-

    gina un a depresin en tod o el sistema inmu -

    ne, que , cua nd o se asocia a un a infeccin por

    adenovirus, puede afectar el futu ro produc-

    tivo del ave. La acci n sup reso ra de los vi-

    rus bursales lo es con respecto a o tros agen-

    tes, pero no en relacin consigo m ismo, ya

    que el ave adquiere resistencia frente a el.

    Berry, en 1969, ya dem ostr la imp ortan -

    cia de la accin de los adeno virus en las ca-

    das d e puesta de po nedoras comerciales, so-

    bre to do si se asocian a otr os virus o mico-

    plasmas.

    El 1972, K.A. C oo k describi fenm enos

    de interferencia entre virus CE LO y virus de

  • 7/26/2019 RESPUESTA INMUNE DE LAS AVES Y SUS ALTERACIONES

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    A R X I U S de 1 Erc. S up. d Ag ricultura. Barcelona

    la bronquitis infecciosa en ponedoras, y el

    mismo autor estudia dichas interferencias en

    pollitos de un da.

    En 1977, Wi~terf ield studia la posible in-

    munizacin de ponedoras con distintos se-

    rotipos de adenovirus, destacando los ms

    importantes agrupados en los tipos 1 India-

    na C que es CELO) y el Phelps; el tipo

    representado por el virus Gal y Stein; y los

    tipos 3, representado por el virus Tipton, que

    se asocia a la anemia aplstica o hepatitis de

    cuerpos de inclusin.

    Actualmente, se ha visto que la vacuna-

    cin no acta como se pens, y slo en el

    agente que produce el sndrome de cada de

    puesta tiene un sentido la vacunacin,

    y

    en

    este caso slo en aves de color. La cadas de

    puesta se atribuyen mucho ms a infeciones

    por virus bronquitis, que actan subclinica-

    mente, siendo especialmene peligrosos los

    que pertenecen a las cepas variantes.

    As pues, es Baxendale quien, en 1977,

    describi el llamado sndrome de cada de

    puesta, producido por la cepa C14, distinta

    de los 11 serotipos, descritos por Calneck,

    de adenovirus.

    Esta cepa se difundi segn.parece va va-

    cuna de Mareck, elaborada con clulas de

    embrin de pato, adaptndose a gallina

    y

    tornndose infeccioso para esta especie. Slo

    la vacunacin con vacunas inactivadas do-

    min el problema. Realmente, en este caso

    no jug papel alguno el estado funcional del

    sistema inmune de las ponedoras.

    En 1976, Cho aisl el serotipo 1 de pavos.

    Como vemos, la patologa aviar actual es

    compleja, y sobre todo en relacin con los

    agentes bursales y los adenovirus.

    Estos virus estn ampliamente distribui-

    dos por las aves y actan, por un lado, co-

    mo agentes que pueden modificar la

    inmu-

    nocompetencia de animales jvenes, o por

    otro, modificando su agresividad segn es-

    te estado inmunitario.

    Tambin producen fenmenos de interfe-

    rencia con otros virus, como es el caso de

    la que ocurre entre los virus CELO y el de

    la bronquitis infecciosa, seudopeste e

    influenza.

    En 1977, Rosemberger y Gelb demuestran

    que una infeccin prematura con virus bur-

    sales en pollitos ocasiona una reduccin de

    la resistencia frente a los virus de bronquitis

    y seudopeste, produciendo una infeccin

    persistente. Es decir, que los pollitos que su-

    fren la infeccin subclnica de virus bursa-

    les hace que la viremia por virus BI y SA pa-

    tgeno~ vacunales se mantenga por largos

    periodos, y los niveles de anticuerpos neu-

    tralizantes son ms bajos que en los testigos.

    En 1977, Cowen et al. aislan 8 serotipos

    de adenovirus en aves sanas.

    En 1977, Anderson et al. demuestran me-

    nor respuesta inmunitaria frente a E. Tene-

    lla en pollitos previamente infectados por vi-

    rus bursal.

    C. Pejkovski et al. 1979) demuestran co-

    mo la inoculacin de pollitos con virus bur-

    sales produce inmunosupresin frente a la

    vacunacin contra bronquitis infecciosa. La

    accin supresora es ms intensa cuando la

    infeccin bursal se produce entre los das 1-5

    de edad del pollito.

    En 1976, Ciiambrone et al. destacaron en

    ponedoras cmo en la crianza de aves en una

    zona contaminada de gumboro produca

    aves con marcada inmunosupresin, que se

    manifestaba por una mayor incidencia de

    Mareck

    y

    una menor respuesta inmunitaria

    a seudopeste.

    En 1977, Henry et al. demuestran altera-

    ciones bioqumicas en aves infectadas con

    adenovirus experimentalmente, produciendo

    un incremento de la actividad de la transa-

    minasa glutmica oxalactica y de la trans-

    aminasa glutmico-pirvica plasmtica, uni-

    do a una disminucin de la seroalbmina,

    lo que indica necrosis heptica.

    Toda esta panormica nos conduce a la

    necesidad de controlar todos los aspectos pa-

  • 7/26/2019 RESPUESTA INMUNE DE LAS AVES Y SUS ALTERACIONES

    8/10

    88

    A R X I U S

    e

    I EK. Sup d Ag r icul tura .

    Barcelona

    tolgicos, genticos o de manejo que p rodu-

    rus bursales son los agentes inmu nosu preso-

    cen estados de inmunosupresin.

    res ms importantes, pero no los nicos.

    Segn las investigaciones actuale s, los vi-

    O T RO S A G E N T E S P

    En 1970, L.N. Pa yn e seal la accin in-

    munosupresora de los virus oncognicos

    aviares, funda me ntalm ente el de la enferme-

    dad de Mareck y el de la leucosis linfoide.

    Ya en 1968, Jacowski et al. haban des-

    crito que el virus de Mareck produce necro-

    sis de los linfocitos bursales con atrofia de

    la bolsa.

    En 1978, Witter destac a qu e el virus de la

    leucosis linfoide es ligeramente inmunosu-

    presor, por lo que algunas aves infectadas

    son ms sensibles a otras enfermedades.

    Burg.et al. en 197 1, sealaron que las aves

    con enfemedad d e Mareck sufren una depre-

    sin d e su sistema inmune, tan to bolsa co-

    m o timodependiente.

    Sh arm a (1979) puso de m anifiesto como

    la enferm edad de M arec k, la leucosis linfoi-

    de y la retculo-endoteliosis ocasionan inmu -

    nodeficiencias en las aves qu e las padecen.

    Au nqu e en ello existe u na interdependen-

    cia acusa da, ya que po r o tro lad o, la infec-

    cin bursal previa a la de Mareck, segn

    Cho, hace que la severidad de las lesiones

    nerviosas se incremente considerablem ente.

    La accin del virus bursal, en este caso,

    ha de ser ms am plia qu e la simple destruc-

    cin de la bolsa de Fabricio, ya qu e Fernan -

    d o y Calnech, en 197 1, dem ostraron que la

    bursecto mia e ulterior radiacin

    X

    corporal

    total no m odificab a la patologa d e la enfer-

    medad de Marek.

    Efectivamente, en 1979, Tizard puso de

    manifiesto que la bolsa secreta un a ho rmo -

    na que inhibe la actividad de las clulas T

    supreso ras. Se sabe que los extractos de bol-

    sas estimulan la produccin de anticuerpos

    en animales no rmales. Las clulas T

    supre-

    soras actan directamente sobre las cluas

    B, reduciendo en bazo y tonsilas cecales la

    presencia de clulas plasmticas y centros

    germinales.

    O sea que el papel d e la bolsa de Fabricio

    sera ms amplio que simplemente actuar

    m ad ura nd o los clones de las clulas B pro-

    cedentes del vitelo.

    En este caso, los virus bursales incidiran

    en el funcion alism o integral de la bolsa, afec-

    tan do la produccin de l infocitos

    B

    bursa-

    les y a la secrecin d e sustan cias especficas.

    Segn Nagi (1977), el virus d e la hepatitis

    de cuerpos de inclusin se comporta como

    agente inmunosupresor .

    Conocida es la accin inmunosupresora

    directa de las aflatox inas, po r influir en la

    respuesta inmunitaria y por altera r la fago-

    citosis, o la de form a indirecta que pueden

    ocasionar otras m icotoxinas com o las T-2 y

    la ocratoxina, al ser nefro y hepatotxicas

    o interferir la absorcin de principios esen-

    ciales pa ra form ar sistemas enzimticos que

    intervienen en la form acin d e anticue rpos.

    Los factores stress y los adenovirus, por

    s solos, pueden inducir a la atro fia de la bol-

    sa de Fabricio e inmunosupresin (Purcha-

    se, 1977)

    Los propios adenovirus, en animales apa -

    rentemente san os pueden o casionar proce-

    sos subclnicos, afectando a la funcin he-

    ptica y con ello al metabolismo proteico,

    interfiriendo la funcin inmunolgica.

    En resumen, la inmuno supresin aumen-

    ta, segun Purcha se, la severidad de la accin

    de los agentes patgenos com o M arek, seu-

  • 7/26/2019 RESPUESTA INMUNE DE LAS AVES Y SUS ALTERACIONES

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    AR Xl ljS de I Esc. Sup. d Agricultura. Barcelona

    U

    dopeste, bronquitis infecciosa, coccidiosis,

    adenovirus, laringotraqueitis , reovirus, in-

    fecciones por Colis, clostridium y salmone-

    las.

    En o tro orden de cosas, Pan igrahy y co-

    laborad ores, en 1978, dem ostraron en pavos

    que la gentamicina, tilosina y clorotetraci-

    clina producen in mu nosu presin . El levami-

    sol restaura el nivel de inm unid ad norm al en

    animales inmunosupresos por rayos

    X

    o tra-

    tados con antibiticos.

    Tam bin es conocido el efecto inmunosu-

    presor de las hormonas corticoadrenales, y

    Cheville, en 1979, puso de man ifiesto la ac-

    cin inmu nosu preso ra de los factores stress,

    como calor, fr o, amonaco, densidad, as

    como las aflatoxinas, la hiponutricin pro-

    teica, etc.

    Los factores stress actuara n po r su efec-

    to estimulante de la corteza adren al, l iberan-

    d o ho rm ona s corticales que se sabe actan

    lisando las molculas globulnicas

    y

    provo-

    can do un a cada d e su concentracin en el

    organismo.

    Th axto n y Siegel, en 1970, ya haban pues-

    to de manifiesto que la Metyrapon a inhibe

    la sntesis de corticoesteroides

    y

    reduce el

    efecto inmunosupresor del calor y de la

    A C T H .

    Vemos qu e la integridad de la bolsa y del

    s istema inmune es fundam ental para la pro-

    duccin norm al e integridad funcional de las

    aves de carne y pon edoras , pero es que Pe-

    relman y H eller, en 1983, observan que ocu-

    rre lo mism o en pavos. Pavos infectados con

    virus bursales de gallinas sufren lesiones sub-

    clnicas qu e les produ cen inmunosupresiones

    transi torias .

    E n 1982, Fadley y Nazerian destacaro n c-

    m o la integrida d de la bolsa de Fabricio in-

    flua en la p atogen ia de la enteritis hemorr-

    gica de los pavos, pero en este caso, debid o

    a q ue el virus de esta enferme dad precisa cre-

    cer en el tejido bursal, o de lo contrario no

    se com pleta su ciclo al no replicarse en otro s

    tejidos.

    Pa ra concluir y

    detacar la importancia qu e

    actualmente tiene este tema en avicultura,

    transcribimo s el resumen que D ohm s y Saif

    publicaron en 1984, que expresa:

    El xito en la produccin intensiva de

    aves y anim ales de volatera est ligado con

    una adecuad a inmunidad del rebao. La re-

    duccin de la respuesta inmune conduce a

    un increm ento en las prdidas debid o a en-

    fermedades que pueden afectar seriamente

    a las industrias avcola y ganadera. Inmu-

    nosupresin 1s) es el trm ino ms frecuen-

    temente usado para describir este fenme-

    no y se ha convert ido en pa rte de lenguaje

    comn agropecuario. Es usado por granje-

    ros, personal de servicio, veterinarios de

    cam po, supervisores de sanidad animal e in-

    vestigadores, para describir una variedad de

    problemas. El trmino aparece en artculos

    y propa gan das de revistas agrarias y es usa-

    do en publicaciones cientficas. Sin embar-

    go, algunas veces puede ser usado equivo-

    cadam ente, conduc iendo a interpretaciones

    erradas y creando confusin.

    Lo s objet ivos de es te com entario son el

    propon er una definicin para la IS, con cri-

    terios par a evaluarla, que p odran basarse en

    resultado s a la exposicin d e los anim ales a

    agentes infecciosos y n o infecciosos corrien-

    tes de la indu stria agropecu aria)) .

    Creemo s que el tetxo anterior plantea muy

    bien la problemtica y es evidente que, en

    el futu ro , la etiopatogenia de ciertas enfer-

    medades de colectivos ganaderos ha de re-

    laciona rse con la IS, para ver qu papel jue-

    ga en el conjunto del proceso productivo.

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    9

    ARXIUS de I Esc. Sup. d Agricultura. Barcelona

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