proyecto maec-aecid

24
SOLUCIÓN CORROSIVA DE LO CONVENCIONAL Proyecto pictórico Beca MAEC-AECID de residencia en la Academia de España en Roma para españoles Alberto Castelló Juan Licenciado en Bellas Artes por la Facultad de Bellas Artes de Altea, Universidad Miguel Hernández de Elche

Upload: alberto-castello

Post on 23-Mar-2016

242 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Proyecto pictorico para la Academia de España en Roma

TRANSCRIPT

SOLUCIÓN CORROSIVA DE LO CONVENCIONAL

Proyecto pictórico

Beca MAEC-AECID

de residencia en la Academia de España en Roma para españoles

Alberto Castelló Juan

Licenciado en Bellas Artes por la Facultad de Bellas Artes de Altea,

Universidad Miguel Hernández de Elche

ÍNDICE

Introducción.....................................................................................................................................1

El voyeur mirando al voyeur, primeras reflexiones..................................................................4

Proceso.............................................................................................................................................12

Relación con Roma.........................................................................................................................14

¿Costumbrismo?..............................................................................................................................16

Presupuesto ....................................................................................................................................18

Calendario........................................................................................................................................20

Bibliografía y filmografía...............................................................................................................22

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

INTRODUCCIÓN

Este proyecto es la continuación de mi trabajo anterior a partir de la idea inicial de un

viaje que nunca realicé, ya que el viaje pictórico pensado a partir de Mientras Agonizo

(William Faulkner, 1932) se convirtió en un viaje hacia dentro, hacia mi memoria,

adaptada a la casa donde muere esa madre que siempre vi como nefasta y culpable. La

idea es examinar el comportamiento del voyeur en el que me convertí y llevar mi pintura

a un terreno menos obsesivo, más despegado emocionalmente para convertirlo en un

conjunto de imágenes analíticas, más abiertas. Ahora no quiero estar pendiente de una

obra tan potente y realista como la novela de William Faulkner. Quiero mirar a mi

alrededor para ver algo nuevo, más alejado de la ficción aunque esta será

extremadamente realista. Quiero fijarme en mi entorno para conseguir acercarme a un

paisaje íntimo.

El concepto de viaje será básico para conseguir imágenes que me lleven hacia el exterior.

No voy a dejar de mirar el lado oculto de las personas, se alejaría de mi lenguaje, que

siempre es personal y sin concesiones. Voy a valorar mucho más la realidad que me

rodea, voy a acabar con la sordera, voy a dejar entrar luz, que no tiene nada que ver con

la luz natural, esta luz se convertirá en algo arbitrario e incisivo, iluminando lugares

comunes donde sucede lo que nunca vemos, o mejor dicho, lo que no queremos ver.

Esta serie se alimentará de un paisaje que no conozco, seré un inmigrante privilegiado

en una ciudad desconocida, buscaré la sencillez. Si mi anterior serie se convirtió en un

viaje hacia dentro esta lo será hacia fuera. Espero encontrar un espacio para la

eliminación de mi ego respetando siempre la inteligencia del espectador.

Tengo la necesidad de empezar de nuevo, de resaltar lo simple, de eliminar filtros

fetichistas, de sentir la sensación de cuadro acabado y ajeno. Mi mayor reto será que mi

obra se convierta en algo libre, que las obsesiones que se encuentren en ella

pertenezcan a otros, que el espectador se vea tal como es.

El proceso de trabajo será el mismo que utilicé en mi serie anterior, sencillo y con los

mínimos medios posibles. No digo que vaya a renunciar a la tecnología, sería estúpido

por mi parte hacerlo, mi concepción del proceso creativo siempre a sido muy

1

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

esencialista. Me familiarizo con el entorno, leo, reflexiono sobre que quiero pintar,

consigo a través de material audiovisual propio o ajeno los referentes que voy a utilizar,

compongo la imagen a partir de dibujos esquemáticos a lápiz y cuando la imagen está

clara, la pinto.

Tengo un referente claro de lo que quiero hacer, convertir la pintura en algo continuado

siempre ha sido una obsesión desde que decidí dedicarme plenamente. Uno de los

puntos de partida será la obra de Hugo Pratt, principalmente toda la relacionada con

Corto Maltés. Me encanta ver como Corto pasea por las calles de cualquier lugar como si

no fuese un extraño cuando siempre lo es. Presta atención a todo lo que sucede como si

no le incumbiese cuando en realidad lo que él ve siempre nos incumbe a todos. No voy a

decir que los cómics de Hugo Pratt hablan de lo cotidiano, al menos no de lo cotidiano

como lo entiende una persona con una vida normal. Sus personajes siempre viven entre

sueños de aventuras, lo que yo quiero es lograr ese aura romántica que envuelve a Corto

a partir de la normalidad. Quiero hablar de romanticismo, de lo que es fumar un cigarro

sin que parezca un pecado, de mujeres que salen de casa para ir a trabajar mientras los

hombres con los que se cruzan las miran reprimiendo un deseo, de espacios íntimos en

plena calle porque cuando un voyeur mira todo se convierte en íntimo. Y el voyeur

también saldrá, tratado con cariño por otro voyeur que lo mira para juzgarle en toda su

realidad. Porque al final lo que hacía Hugo Pratt con Corto era eso, utilizar un alter ego

romántico para opinar sobre concepciones morales perdidas a través del tiempo en un

mundo en el que son prácticamente imposibles de recuperar.

Anexo a la serie pictórica escribiré un diario publicable, utilizaré los dibujos preparatorios

para hacer una memoria visual acompañada de reflexiones a modo de apuntes sobre un

viaje. Convertiré los textos en una narración gráfica sobre los pensamientos a partir de

los cuales se construyen las imágenes. Todo el material que utilizo tiene que ver con mi

memoria. Me faltó tiempo en mi anterior trabajo, debido principalmente al

encorsetamiento académico que te carga de trabajo que muchas veces no puedes

convertir en periférico. Miro el trabajo de Goya en los caprichos y veo algo completo, sus

comentarios acerca del significado de sus aguafuertes no condicionan al espectador en

ningún sentido. Nos acercan a su pensamiento sin interferencias, hablan de realidades de

2

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

su entorno de un modo directo y claro, sin que el espectador se sienta responsable de lo

que piensa respecto a su obra. En ocasiones escribe varias notas sobre la misma imagen

que no tienen nada que ver entre si, sin que ello nos parezca una traición a su

pensamiento o un engaño. Y es que la riqueza de una imagen se encuentra en los

significados infinitos a los que nos pueda llevar.

Documentándome para este proyecto me encontré con Roberto Arlt en una entrevista a

Hugo Pratt:

G.C.: Siguiendo con la Argentina, se comenta que Ud. es admirador de Roberto Arlt.

H.P.: En efecto; hay autores que escriben mejor, pero Arlt reflejó la desolación de personajes urbanos como Erdosain, el Astrólogo y el Rufián Melancólico. Me interesa más que Borges, quien es el arquetipo del escritor refinado y culto. Claro que escribe con estupenda calidad, pero me da la impresión de que me está transmitiendo su versación libresca. En cambio, Arlt representa las durezas de la vida de ciudad. Obras como Los siete locos, Los lanzallamas, El juguete rabioso y El amor brujo son inolvidables. Sus Aguafuertes porteñas me atraen menos.

(Entrevista con Supermán, Germán Cáceres, Ed. Fraterna, Buenos Aires, 1988).

La verdad es que las entrevistas que he leído con Pratt me han decepcionado bastante,

en sus respuestas me parece que se encuentra fuera de la realidad, como si quisiese

alargar su personaje a través de él por vanidad, es una impresión. En la entrevista, H.P

habla de Arlt comparándolo con Borges, casi menospreciando a este último, poniéndolo

por encima en honestidad y realismo. Este comentario me abocó a leer (ya que siempre

que cae un mito debes encontrar el porqué) la colección de artículos que Arlt escribió

para el diario El Mundo, de 1928 hasta su muerte en 1942. Estos artículos se recopilaron

más tarde con el título de Aguafuertes, divididos en varios libros según el lugar en el que

se encuentra o el ambiente territorial que analiza. En estos artículos hace un sentido

homenaje a Goya, concretamente a Los Caprichos, un maravilloso tributo al

costumbrismo que se abstiene de cualquier referencia a la fantasía, alejándose así del

maestro y mostrando un costumbrismo muy cercano al que yo siempre he tenido en

mente. Quizás Borges no le gusta a Pratt porque carece de esa realidad romántica en la

que él se relame. Esa realidad es la que me interesa, una realidad pegada a la fantasía del

autor pero actual y sin filtros, como en la obra de Blasco Ibañez, la de Faulkner o la de

3

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

Balthus. Cada uno de estos autores utiliza su realidad para dar una opinión, para

posicionarse, que es lo que creo que debe hacer cualquier artista para que su obra tenga

verdad.

Los personajes de estos artículos siempre los puedes encontrar en tu entorno. Cuando

te enfocas en conceptos básicos siempre hay una mujer que se sienta al fresco con el

gato a sus pies, alguien que quiere casarse y no tiene suerte, un hombre maligno que no

supo ni sabrá nunca el significado de la palabra empatía, niños persiguiendo animales en

una vorágine de tensión antes de descubrir del todo lo que es la piedad, un hombre

enamorado que mira a otras mujeres pasar y piensa si con ellas estaría mejor, o

simplemente porque le apetecería tener relaciones sexuales con ellas, una mujer que

camina hacia su trabajo pensando que nunca la valorarán como se merece. Lo cotidiano,

lo que siempre está a nuestro alcance y nunca llegamos a descubrir del todo porque sus

misterios son infinitos. Borges no era cotidiano, pero si sabía que era lo infinito...¿o no?...

EL VOYEUR MIRANDO AL VOYEUR, PRIMERAS REFLEXIONES.

Comenzaré la serie a partir de un falso autorretrato que pinté en mi etapa de estudios

en Santa Cruz de Tenerife en 2011. Situar a un personaje en escena es una idea a la que

no renunciaré fácilmente. Todavía no sé si será un personaje ficticio, está claro que su

personalidad debe ser carismática. Para eso tendré que relatar su entorno, un entorno

inventado lleno de romanticismo. Crear un personaje que no tenga incoherencias, un

ideal. Siempre mío, claro. Es necesario que tenga una pureza maligna, que sea insensible,

ya que lo que pretendo hacer es una serie dramática, que refleje lo que me encuentre, y

como mi mirada siempre es cínica, ese cinismo debe encontrarse en el personaje. Debe

quedar patente que nunca intervendrá, que por muy dramático que sea lo que esté

viendo, siempre se encuentre ausente. Porque el que debe intervenir es el espectador,

para que no se sienta libre de culpa respecto a lo que está sucediendo. Que el

espectador diga – mira el cabrón como mira y no hace nada para aliviar ese sufrimiento –

y el personaje responda -¿tu lo harías?-

Recuerdo la pieza nefasta del perro en la galería que, como se intentó publicitar, murió

de hambre porque nadie lo atendió (Hacabuc, exposición nº1, Galería Códice, Managua, Nicaragua,

4

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

2007). ¿Puede un pintor permitirse atacar a la sensibilidad del espectador que tiene que

colgarse el cuadro en su casa?

El romanticismo siempre se encontrará en el personaje que no interviene. Un

romanticismo pegado a una realidad ficticia, la más real de todas. Una advertencia de lo

que hay que mirar y de como hay que mirarlo. Ver algo nefasto ante un ser insensible, o

un objeto insensible, o ante cualquier filtro que nos haga resaltar esa realidad a través

del contraste.

Puede estar apoyado contra la pared al lado de la puerta de un bar mientras un cliente

en la terraza en medio de la calle humilla a una camarera que hace 12 horas y le pagan 6.

Puede pasear hacia el fondo de una calle mientras un hombre le pega una paliza a una

prostituta.

Puede acompañar a un niño que espera sentado a que sus padres le den permiso para

levantarse sin comer.

Puede mirar por una ventana mientras un hombre eyacula dentro de una mujer

insatisfecha.

Puede ver las arrugas de una mujer mientras ella se mira en el espejo viendo pasar su

juventud y su vanidad.

Puede sentarse al lado de una prostituta de carretera mientras ella muestra sus

encantos a los coches que pasan por la carretera de la salida de Oliva, en la provincia de

Valencia, en las cañadas; al lado de una hamaca de playa en la que se sienta cuando el

proxeneta la deja.

Puede sentarse a tomar café al lado de unos ejecutivos sin escrúpulos que ríen sin parar

en un restaurante de lujo.

Puede ver entrar al amanecer a los trabajadores de una fábrica.

Puede sentarse en un tocón mientras un agricultor se desloma cogiendo pimientos en un

invernadero.

Puede sentarse mirando al mar, a medianoche, para ver llegar una patera a una playa de

Almería, ¿Fiedrich?

¿Puede esto suceder en Roma? Por supuesto que si, buscar en escenarios universales es

lo que nos hace entender. Entender que el mal siempre está presente.

5

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

Lo importante es el distanciamiento entre el personaje y la situación. La distancia debe

ser clara, irreal. Su imagen debe resaltar lo que sucede a su alrededor. Que cuando lo

veamos su presencia se convierta en secundaria. Acentuación del drama a partir de lo

irreal, más real que la realidad. Confrontar al espectador con la realidad a través de la

insensibilidad.

Está claro que es un personaje masculino, nunca lo podría plantear de otra manera.

Porque siempre hablo de lo que me sucede o de lo que he visto. Y una cosa muy

importante para mí, tengo que dar mi opinión. Tengo que esforzarme para que esa

opinión sea lo más clara posible.

En Visitor Q (Takashi Miike, 2001), nos encontramos un personaje que entra en casa de

una familia disfuncional, su comportamiento crea una tensión bastante próxima a las

atmósferas que quiero desarrollar. Dicho personaje si se mezcla directamente con los

sucesos que le rodean, es como un corregidor del comportamiento nefasto. Este

personaje se implica cuando no tiene más remedio debido a la degradación que

encuentra a su alrededor. Se que no se puede quitar del todo el efecto que tiene un

personaje en una imagen, ese es uno de los lujos que se permite Takashi Miike en su

película; pero al contrario que en su film, pienso en utilizarlo como un valor estético

fuera de significado, como un elemento distorsionado que tiene vida para una sola

función. El corrector en este caso será el espectador, que siempre es el que tiene que

juzgar, condenar o aprobar. Servirá como valor de distanciamiento entre el autor y lo que

se cuenta, una barrera para ayudar al espectador a atreverse a opinar. Un engaño, una

diversión y un fetiche. Un sinsentido del que no se puede huir. Siempre presente y sin

importancia, porque lo que importa es el que mira desde un espacio de seguridad que

nunca es real, desde la comodidad de la distancia, con libertad para juzgar.

Puedo convertirlo en un gato, siempre me han atraído los gatos de los cuadros del gran

Balthus. Discutiendo sobre ellos me he encontrado en muchas ocasiones con la opinión

de que el gato era él. Nunca me ha convencido este razonamiento. Creo que es más una

ilusión que un personaje. ¿Y quien nos dice que no es un capricho?, yo creo que es más un

capricho que cualquier elucubración filosófica que se le pueda dar. Simplemente creo

que vivía rodeado de gatos y que le gustaban. Y que dentro de sus cuadros quedaba

6

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

como un valor estético y distorsionante que los hacía mucho más crípticos. Es una nota

de humor entre tanto drama, que ayuda a relajar la tensión del que mira, que hace más

comerciales sus cuadros dentro de temas que siempre se esforzó en explicar

concienzudamente en sus principios, explicaciones que los espectadores y la crítica

especializada nunca terminaron de creer. Al final las explicaciones se espaciaron igual

que su obra, y cuando las dio fue para hablar de poesía e inocencia. Los gatos eran una

salida que no tenía que justificar, un filtro sin explicación que nos transmite una nueva

inquietud fuera de escena. Un fetiche. Mi pensamiento artístico siempre a sido más

fetichista que iconoclasta y al mismo tiempo siempre me ha parecido que el espectador

tiene tanta o más importancia que el creador. Cuando un cuadro se encierra en si mismo

me parece que pierde su función, que en definitiva siempre es la de transmitir algo fuera

de su concepción como objeto. Siempre he visto una obra de arte como un vehículo a

través del cual que comunica un mensaje que alguien tiene que recibir y entender, no

importa lo críptico que sea ese mensaje, Nunca podemos esperar que alguien que

intenta entenderlo lo mire del mismo modo que nosotros. Por eso hablo de

romanticismo en este proyecto, todo debe ser entendible a través de la imaginación, y

no precisamente a través de la nuestra. El romanticismo debe extenderse al espectador,

que el espectador vea a través del cuadro lo que es el romanticismo en una profesión

como la pintura. Una entrada para el entendimiento del mundo mediante la imaginación.

Hoy en día creo que la pintura le debe mucho de lo que es al cine. Creo sinceramente que

los pintores actuales debido a nuestro ritmo de trabajo no podemos escapar de la

tecnología. Gracias a los nuevos medios vemos continuamente imágenes de todo tipo,

somos unos afortunados si pensamos que nuestros antecesores no tenían ni una mínima

parte de nuestra educación visual. Todo ante nosotros pasa tan rápidamente que nos

hemos acostumbrado a asimilar lo superficial sin ningún tipo de filtro. Cuando pienso

que tenemos toda esa información y veo la obra de los pintores contemporáneos no dejo

de preguntarme si alguna vez nos paramos a pensar o simplemente somos víctimas de

ese estrés neutro que asimilamos sin ningún pudor. ¿Es suficiente plasmar lo que vemos?

Mi opinión es que no. no se cuantas veces habré dicho esta frase, - ¡hay que pintar lo que

uno ve! - Cada vez estoy más lejos de ese razonamiento descrito de manera literal. Me

7

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

limpiaré la vista mil veces antes de comenzar. Tengo la sensación de que si no lo hago es

como si estuviese viendo un reality-show. Esas tripas y vísceras que pintaron Rembrant o

Goya en su contexto histórico tenían verdad. En este tiempo de sobreexposición visual

creo que pintarlas es intrascendente. Para pintar eso le hago una foto a un cerdo

degollado por una mujer llena de pureza por su falta de empatía con el animal. Libre de

culpa, situación casi criminal en unos tiempos visuales de excesiva limpieza emocional.

Un canto a la locura nos vendría bien, nos vendrá bien, me vendrá bien.

Como ya he dicho, mi primera intención es sacar a la calle mi serie anterior, conseguir

salir del espacio íntimo en el me siento cómodo para mirar lo que hay a mi alrededor con

limpieza. Utilizaré el paisaje que me rodea para juzgar lo que me encuentre. Está claro

que siempre busco un espacio en el que analizar lo moral...¿cómo limpiar si no se busca

en lo sucio? Lo que está claro en estos momentos en mi cabeza es que debo encontrar el

humor, siempre negro, el blanco es superfluo. En la pintura nunca me ha gustado el

blanco y la razón es sencilla, no existe. Siempre que lo veo en un cuadro me parece un

efectismo, los efectismos nos alejan de la realidad, quedan sucios, distraen de la verdad,

la verdad nunca será blanca. La suciedad de la distracción nos aleja de la verdad.

Soy de Valencia, hay aquí una tradición pastosa del blanco que no me gusta por su

irrealidad. Nunca he entendido esa admiración por Sorolla, he pasado por tes

universidades, tanto en Cuenca como en Tenerife me hablaban de Sorolla como de un

genio al que nunca se valoró, en Altea ni se mencionaba. Yo digo que se le valoró

siempre en su justa medida. Era un buen pintor, pero perdido en lo anecdótico. Para mi

siempre vendió una realidad que no existía, y no veo eso como un defecto, el defecto

para mí es que esa irrealidad está vacía, como un estúpido cuadro pop que no dice nada.

Sus cuadros carecían de cualquier atisbo de intimidad, para mí absolutamente necesaria

en toda expresión artística. Vivir un tiempo en Valencia es darse cuenta de que siempre

estamos entre sombras, hay demasiada luz para dejarla entrar, cuando levantas una

persiana la tienes que cerrar porque molesta. Sombras cálidas que nos den un poco de

frío, de calma, de silencio. Huir de la luz. Salir en verano antes de las seis de la tarde es un

castigo, todo hierve, intentar caminar hasta una sombra representa un esfuerzo

sobrehumano, sin nadie alrededor al que pedir socorro, nadie con quien lamentarte de tu

8

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

desgracia o castigo...Un profesor castellano que tuve en un curso en Segovia me dijo que

era el primer pintor valenciano que veía que no tenía luz, yo le contesté que la luz que el

decía es la luz que yo siempre intento evitar, que no la veo nunca, que cuando la veo

aparto la vista porque me molesta, que la apago cuando puedo porque no me deja ver. Y

es que a mí me gusta ver. No veo la razón para meter un blanco iluminando una escena

en la que al final lo único que se ve es el efecto de ese no color, ese sucio blanco que

todo lo cubre.

Quiero salir a la calle. A una calle real, llena de visiones transformadas a partir de

visiones colectivas, instaladas en el imaginario cinematográfico que todos tenemos.

Buscaré una realidad pictórica, ¿nocturna?. ¿Aún no estoy preparado para el sol?, de

noche se ven las cosas mejor. La luz artificial hace que los colores se fijen, que el

claroscuro aumente y que todo se vea con más claridad. Esa luz la hemos inventado

nosotros, está hecha a nuestra medida, nos ayuda a reconocer. Tal vez haga algún cuadro

de media tarde... los pardos son hermosos, como un refinamiento del blanco y negro

ligeramente iluminado. Libres de agresividad. Como un descanso para moderar la

tensión. ¡No!, saldré a la calle, miraré como siempre, juzgaré como siempre, me juzgaré a

mi mismo a partir de ellos.

¿Tendré que comenzar desde dentro? He pensado en empezar la serie con la máxima

intimidad. Encontrar dentro algo que después pueda utilizar en el exterior. ¿Como

conseguir intimidad en el exterior?, ¿en paisajes urbanos que nos hagan pensar en la

intimidad de unos protagonistas ajenos a lo que sucede a su alrededor?

Estoy leyendo Las uvas de la ira (Steinbeck, 1939). Hay en este libro un personaje que se

muestra desde mi punto de vista en total intimidad, un predicador que acompaña a la

familia protagonista en un viaje hacia un mundo hostil, difuso. Donde la ética del ser

humano se ha distorsionado para mostrarnos un mundo en el que el único valor del

hombre es económico. El predicador es como un voyeur, un testigo casi mudo de la

barbarie más triste y sucia. Ese personaje se encontraría en la misma tesitura en todas

partes, pasa por encima de todo sin ningún cambio en su ánimo. Parece indolencia, pero

es simplemente estética, una estética de contraposición al sufrimiento continuo que se

muestra en toda la narración. Nada le puede afectar porque se encuentra a parte, su

9

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

mundo no tiene nada que ver con lo que sucede en su entorno. Lo mira todo desde un

espacio neutro, limpio, se mantiene a distancia para ver con claridad y solo habla cuando

hay algo importante que decir, algo lógico en un mundo en el que el hombre a dejado de

importar.

Este es otro ejemplo de lo que quiero contar, ese testigo que se mantiene ajeno, limpio,

libre de inmundicia, sereno. Fijar la vista en él, en lo superfluo, en lo anecdótico. Otra

pregunta que debería formularme es: ¿que tiene de malo lo anecdótico?, despreciado

hasta el aburrimiento en el arte actual, en el que todo debe ser trascendente, o al menos

parecerlo, las más de las veces. ¿Se ha perdido criterio, tiene base lo que hacemos?,

¿cuando vemos esos cuadros figurativos hechos con acrílicos de personajes famosos

heredados de Warhol pensamos que son trascendentes, decorativos, pantallazos sin

alma?,¿puede tener un pantallazo alma? El alma es importante. Siempre lo ha sido. Lo

humano debe estar, debe mostrarse como algo que ocurre. Mirar un cuadro debe ser

siempre un ejercicio intelectual, de pensamiento, y a partir de ahí llegar a las

sensaciones, justo al revés que en la música. La visión de una imagen debe hurgar en el

interior del espectador para sacar lo oculto, para enriquecer al mirón. La sensación, un

aspecto de la contemplación que viene después del pensamiento, cuando la imagen a

sido analizada, disminuida, descifrada. El placer de la simplicidad es analítico, reflexivo,

libre de interpretación después del filtro, del reconocimiento de nuestro mundo en un

mundo ajeno.

El mirón escruta para ver al mirón en una situación ya vista, reconocida por el que lo ve,

en sus recuerdos. Los recuerdos nos mienten precisamente para que reconozcamos lo

que tenemos delante y lo convirtamos en algo que nos pertenece, aunque pertenezca a

otros. Nuestro ego hace que todo se convierta en algo personal, esta transformación

hace que nos sintamos protagonistas de algo único, aunque sepamos que nunca lo

es...único.

Comenzar desde lo más íntimo para salir al exterior, ¿cómo sino podemos estar

preparados para ver lo otro, lo que no nos pertenece, lo que queremos hacer nuestro?.

Apropiarnos de algo ajeno, visitar nuestras carencias en un mundo incomprensible. Mirar

a los demás desde una óptica irreal, distorsionada.

Lo cotidiano a partir de la vida de un hombre irreal, situado siempre arbitrariamente en

10

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

el lugar que quiere ver, que quiere escrutar. Una invención, una mentira como tantas

otras que nos llevan por el camino de la ficción. La ficción de lo escogido en un momento

de cualquier vida para que los mirones lo vean y digan si, eso lo he visto yo, yo lo haría de

otra forma pero no puedo negar que en mi vida a sucedido. Limpiar el alma, sentirnos

menos sucios, saber que alguien lo ve con total naturalidad y lo muestra sin ningún

pudor. Debemos perder pudor, considerarlo un pecado castrador de la libertad, de la

libertad de ver y expresar, de convertir en normal lo que no nos atrevemos a contar.

Reconocer que siempre hay alguien que mira las cosas más íntimas con normalidad. Y

cuando salga fuera, lo mismo. Atrevernos a mostrar la vida como una opinión es un

ejercicio purificador que nos hace siempre un poco más libres, felices, normales. El

exterior siempre será más barroco, más contaminado de elementos superfluos.

Cargarlos de significado será una tarea ardua, silenciosa. Tratar estos objetos con el

suficiente amor se traslada al espectador de forma lírica, la lírica del drama de la

creación, del esfuerzo por identificar. El momento de la identificación con el narrador se

encuentra en ese esfuerzo compartido entre cuadro y mirón. El que recibe siempre da

más, sin ninguna obligación se esfuerza en reconocer, un esfuerzo del que solo obtiene

placer. Estos son malos tiempos para el placer, el placer no es productivo, me refiero a

productivo-material. Al menos el placer del que yo hablo.

¿Cómo se mide el nivel de intimidad en un cuadro? ¿Pintándose uno mismo? ¿Pintando el

cenicero que siempre tenemos delante? ¿Pintando esa taza de café que siempre se

queda pegada a la mesa? El voyeurismo un modo de escrutar, de limpiar, de quedarnos

con lo que queremos. La gracia de un cuadro es que lo puedes mirar desde el punto de

vista que quieras, que dependiendo de tu estado de ánimo su significado cambia, sobre

todo si tiene calidad. Esa calidad que hace que el tiempo no pase para él.

El tiempo... pasará el tiempo, mi intención es que pase narrativamente. Que las

estaciones se sucedan a medida que voy pintando enriqueciendo el proceso. Eso es el

realismo, un realismo pictórico como el de Monet en la Catedral de Rouen. Siempre se

habla de como cambian las estaciones y los momentos del día en esa serie de Monet. No

me interesa ese efecto, lo que me interesa es la atmósfera a partir de los sentimientos

de los personajes vistos a través del color. Si pinto a un hombre sentado en una silla y es

11

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

gris, en un espacio semivacío, con una tristeza tenebrosa, y detrás hay una ventana a

través de la cual todo se ve marrón... pienso que estoy en un otoño tardío, que hace frío,

su ropa es gruesa, de lana. Lo pinto dándole una luz en la cara, amarilla, la persiana

medio cerrada para filtrar la luz, descalzo, recostado en una butaca fumando un cigarro,

relajado... Lo pinto sentado en una butaca con una estufa al lado, cubierto de pies a

cabeza con ropa gruesa y vieja de la que nunca nos deshacemos, el cigarro pegado a los

labios en una mueca, la ventana cerrada a cal y canto, con una luz tenue que apenas

ilumina la estancia... ese es el paso del tiempo que me interesa, no el que tiene que ver

con el paisaje, el que tiene que ver con las personas, en como les afecta en su

comportamiento, el que nos explica como se condiciona nuestra vida a través del

ambiente que nos rodea.

PROCESO

Esto es un proyecto, tanta reflexión quizás aburra, no lo sé. En estos momentos miro

atrás y veo como evoluciona. La idea del voyeur siempre está presente, miro

atentamente mi entorno, no se si todo lo que yo considero importante es trasladable a

nivel plástico. Estoy pensando en pintar toda mi casa basándome en los formatos

panorámicos de la fotografía. Como cuando sacas con un móvil una foto panorámica en

una habitación llena de gente y te das cuenta de que se ve todo, no das tiempo a los

personajes a poner cara de palo, salen tal y como son en ese momento. Estas fotos

tienen un extraño realismo, como si no escogieras lo que vas a fotografiar, como si la

verdad saliese por si misma a través de una imagen incontrolada. Las mejores son la

tercera o la cuarta, la gente no tiene paciencia para esperar con la pose a que llegues, me

gusta eso. Es la otra cara de las fotos de familia, la verdad, la mirada no distorsionada del

voyeur.

Estoy intentando simplificar mi mirada, hacerla menos barroca, con menos recovecos,

que todo se vea con más claridad, con menos aspectos psicológicos. Quiero que la

mirada del espectador, igual que la mía, entre sin ningún filtro en lo que es la pintura en

si. Plano y color. Recuerdo un cuadro de Dubuffet que se llama Campo Feliz(1944). Es un

12

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

cuadro limpio, a pesar de todos sus rallajos, da la impresión de que todo lo que busca el

autor entra en él, es totalmente comprensible para cualquiera. Los colores nos indican la

materia, los garabatos con que representa las figuras hacen que cualquier mirón sepa

que es lo que son, lo que representan, nada es críptico, todo es sencillo a un primer

vistazo. Tiene narración, por supuesto, pero es una narración personal, incomprensible

para cualquiera que no tenga relación directa con el autor, y no importa. Nos invita a

narrar, una narración a partir del color y la línea, con escenas representativas de la

cotidianidad, una cotidianidad que aunque nos sea ajena vemos en nuestra mente

debido a nuestra educación visual, los temas que trata son tan sencillos que se vuelven

complejos por nuestra culpa, bendita culpa que nos muestra lo sencillo que es pintar, y lo

difícil es llegar a esa sencillez.

Otra de las ideas al comenzar la serie era encontrar un espacio de intimidad entre el

voyeur y el espectador, un punto de encuentro en el que el espectador intercambia los

papeles con el mirón. Ver al mirón en el cuadro era una de las bases que manejaba para

dar conjunción a la serie, perseguir al personaje que mira como algo ajeno cualquier

escena; cada vez estoy alejándome más de esa traba, estoy seguro que lo utilizaré, pero

también estoy convencido en estos momentos de que no será un pilar tan fundamental

como había pensado en un principio. Si parto de la intimidad del espectador respecto a la

obra, también puedo buscar esa intimidad a través de los objetos, los objetos que mira el

voyeur, vistos desde el punto de vista del color. Utilizando las tonalidades para guiar al

espectador hacia un protagonista que ya no está presente, mejor dicho, que está

presente pero solo visto a través de las emociones que siente descritas en el claroscuro,

en la densidad de la pintura. Que deja su visión, su memoria, en la imagen representada.

La idea de las panorámicas me parece una buena opción, las obligaciones en el arte no

existen. Me permitirá experimentar en la concepción de las imágenes buscando el plano,

para eso me molestan los personajes, se que siempre estarán presentes, siempre lo

están en mis cuadros, pero creo sinceramente que el análisis del espacio es importante,

sobre todo para crear una sensación de pertenencia. Dar una visión global a las imágenes

más figurativas, que esa sensación de espacio ayude a comprender las imágenes más

densas, más abstractas. La concepción de un cuadro siempre debe ser general, seriada.

El detalle, me concentraré en el detalle, simple, complementario y al mismo tiempo lleno

13

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

de sentido por la temática a desarrollar, la intimidad. Una intimidad como la de las

abstracciones de Samuel Beckett. En El Innombrable no hay espacio, el espacio se

imagina, no quiero llegar a sus niveles de vacío, porque a mi lo que me gusta es verlos.

Los espacios, y a los personajes en ellos sintiendo algo, que el qué no dependa de mi,

depender de los demás también puede ser hermoso, reconfortante, vital para tu

libertad. Beckett lo consigue, depende de nosotros sin ningún pudor. No da tregua a un

lector que pasa toda la lectura intentando imaginar abstracciones. Abstracciones

ilusorias que siempre te dan una oportunidad a la que intentas agarrarte, intentos vanos

dentro de un mundo imposible de cohesionar excepto en el vacío.

RELACIÓN CON ROMA

Supongo que Roma tendrá callejones oscuros, lentamente se esparcen las sombras en

Roma... ¿Las paredes estarán carcomidas por el moho?, lo que las hace más complejas,

contamina las sombras. Seguro que no es como aquí, donde el sol lo quema todo. La

nube tóxica que tendrá me ayudará a buscar colores que no sean blancos. Mi esperanza

es que esté sucia. Que se haga vida de calle, ya que el exterior lo buscaré allí. Miraré con

los ojos entornados para ver más plano. Podría meterme en religión, ¿lo haré?, no se si

podré escapar de tanto catolicismo. Aquí estoy apartado y mis cuadros siempre tienden

hacia lo místico, hacia lo íntimo. La intimidad de un personaje en un espacio extraño, en

el que todo es nuevo y al mismo tiempo lo de siempre. ¿Como se comportará la gente en

el día a día?, seguro que dignamente, la mayoría tenemos una tendencia oculta hacia la

dignidad. Seguro que tienen pensamientos oscuros, ocultos. La gente mientras trabaja

piensa... en su jefe, en su mujer, sus hijos, en sus vanidades y sus anhelos. Siempre nos

sentimos culpables por lo poco que damos. ¿Se puede pintar eso realmente?¿lo que hace

la gente en sus momentos de intimidad?

Los extraños todos se parecen, ¿y si dejamos de ver a las personas como extraños?,

¿como se hace eso? Cuando pintamos a un extraño nos pintamos a nosotros mismos, nos

proyectamos en una persona ajena para ocultarnos. La mentira de la pintura que la

convierte en lo más real. La realidad de un autor.

¿Que puede esperar un espectador italiano de un pintor realista español?, por mi parte

14

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

puede esperar sinceridad, la mirada de un hombre que le gusta hablar de la malignidad

de los demás a partir de sus propios defectos. No ocultaré nada, mi perspectiva será

clara y crítica. ¿El punto de vista de un turista?,¿como en Summertime (David Lean 1955)?

¿Pasear para encontrar algo que nos de vida? Te levantas, te sientas en un café, el humo

de la taza es importante. El personaje lo mira, Corto Maltés tenía sueños venecianos

envueltos en humo, donde se sueña. Con historias lejanas que nos llevan a un mundo que

al final nunca sabemos si es real. Los recuerdos que utilizamos para hablar de nuestras

obsesiones, que modelamos a nuestro gusto para vernos en un espejo limpio. La fábula

de Venecia...(Hugo Pratt, 1977) me gusta Corto Maltés porque nos muestra todo lo que

he estado contando, Pratt nos lo muestra en toda su obra, no solo en Corto. Crear una

realidad llena de romanticismo, como cualquier otra opción, ¿porqué no elegir esa?, es

tan digna como cualquier otra. Además es algo que deberíamos empezar a recuperar. El

romanticismo. El romanticismo pasado por el filtro de la realidad, y es que,¿hay algo más

romántico que la realidad?. Inventar un personaje que sea italiano, que no esté conforme

con lo que sucede en su entorno. Proyectar a través de él lo que sucede visto por un

voyeur, un mirón, un juez que no mire hacia otro lado, que no se esconda, como Corto,

como Pratt.

Cuando leemos sus cómics nos encontramos con un anarquismo militante que nos hace

soñar con que las cosas pueden cambiar. Los villanos siempre existen, por eso las

aventuras de Corto Maltés nos parecen tan cercanas, tan pegadas a la realidad, aunque

se encuentren entre sueños. Y es que el problema es que nos han quitado la libertad

para soñar. Nos avocan a un productivismo que no tiene ninguna percepción moral. Ahí

es donde se encuentran enterrados nuestros sueños. Vivir soñando...la dulce utopía.

Estoy seguro de que Roma invita a soñar, a soñar en pasado, en tiempos mejores de

pintura que ahora no sabemos si volverán. Los retrataré a ellos, a los que terminan con

los sueños, a los que nos obligan a mirar atrás continuamente para ver que sucede, y a

los que no lo hacen, a los que viven su vida en una lucha contra lo cotidiano, y a los que la

disfrutan a pesar de todo, a pesar de los malos, que nos hacen la vida más difícil.

He hablado en este proyecto de mi intento de simplificar, de comenzar desde dentro

hacía un exterior más sencillo. He hablado de Dubuffet, no de su aspiración de volver a

ser niño, como me he encontrado discutiendo con otros artistas alguna vez, sino de su

15

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

búsqueda de esa sencillez de lo básico que aspiramos todos a conseguir. Miro los dibujos

de Hugo Pratt y son sencillos, libres de barroquismos. Las historias que cuenta siempre

hablan de moral. Son personajes que se encuentran entre dos mundos, el convencional y

el de la ensoñación, con unos valores que no se si podríamos encontrar hoy en día, nos

llevan a través de un mundo de aventura que en realidad es secundario. Porque lo que

importa es la aventura en si, el camino que se recorre, un alter ego que haga lo que

nosotros nunca nos atreveríamos a hacer, a decir. Vive los límites con tranquilidad.

¿Es posible en la pintura hacer lo correcto? Hablar de personajes dignos mirados a través

de la óptica de dos personas, el mirón y el que mira al mirón. Debo asegurarme de que

eso sucede. Poner dos filtros me puede ayudar. ¿Dónde se encuentra la dignidad?

En Roma hay memoria, una memoria que para hacer esto tengo que tocar, supongo,

palpar. La gran urbe cuna de la civilización occidental que se ha convertido en una más.

Lejos de su esplendor, cubierta de barro por unos pecados de los que debe

enorgullecerse. O al menos así me la imagino.

La verdad es que no se como acabará evolucionando esto, cuando esté allí miraré como

son, las personas. Tengo debilidad por el costumbrismo, no me gustan las

nomenclaturas, porque para mí hablar de lo que hace la gente siempre lo es,

costumbrismo.

¿COSTUMBRISMO?

Roberto Arlt, Aguafuertes: solución corrosiva de lo convencional. Si es que alguna vez

existió, lo convencional. En uno de sus Aguafuertes Porteñas habla de Goya:

Los extraordinarios encuentros de la calle. Las cosas que se ven. Las palabras que se escuchan.

Las tragedias que se llegan a conocer. Y de pronto, la calle, la calle lisa y que parecía destinada

a ser una arteria de tráfico con veredas para los hombres y calzada para las bestias y los

carros, se convierte en un escaparate, mejor dicho, en un escenario grotesco y espantoso

donde, como en los cartones de Goya, los endemoniados, los ahorcados, los embrujados, los

enloquecidos, danzan su zarabanda infernal.

Porque, en realidad, ¿qué fue Goya, sino un pintor de las calles de España? Goya, como pintor

16

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

de tres aristócratas zampatortas, no interesa. Pero Goya, como animador de la canalla de

Moncloa, de las brujas de Sierra Divieso, de los bigardos monstruosos, es un genio. Y un genio

que da miedo.

Y todo eso lo vio vagabundeando por las calles.

La ciudad desaparece. Parece mentira, pero la ciudad desaparece para convertirse en un

emporio infernal. Las tiendas, los letreros luminosos, las casas quintas, todas esas apariencias

bonitas y regaladoras de los sentidos, se desvanecen para dejar flotando en el aire agriado las

nervaduras del dolor universal. Y del espectador se ahuyenta el afán de viajar. Más aún: he

llegado a la conclusión de que aquél que no encuentra todo el universo encerrado en las calles

de su ciudad, no encontrará una calle original en ninguna de las ciudades del mundo. Y no las

encontrará, porque el ciego en Buenos Aires es ciego en Madrid o Calcuta...

Fragmento del libro de Roberto Arlt, Aguafuertes porteñas, Aguafuerte 25, titulado El placer de

vagabundear.

Leo los Aguafuertes porteñas de Arlt y es lo más cercano a los Caprichos de Goya que me

he encontrado jamás. Tienen mucho de análisis psicológico global. Nos damos cuenta en

estas “reseñas” de una afirmación muy cierta, para que una obra realista se acerque a la

realidad del espectador el espectador tiene que reconocerse, tiene que reconocer su

entorno más cercano, que es lo que el espectador siempre analiza de forma permanente.

Llegar a ese nivel de comprensión y mostrarlo de forma crítica siempre es algo que no se

busca. La comprensión del espectador siempre es a través de la realidad. Y la realidad se

muestra siempre lo más sencillamente posible, que siempre es lo más complejo, no caer

en lo banal significa no hablar de lo obvio.

Llevar el costumbrismo contado por un español a Italia me obliga a hablar de Fellini, de

Roma(1972). Fellini se alimentaba de lo mismo que Berlanga, de hablar de las miserias tal

como son para que nos riamos, para que veamos lo ridículos que podemos llegar a ser, de

poner delante de nuestras narices toda la miseria y estupidez de la que somos capaces.

Vemos el extremo, que siempre es real. Veo la trilogía de la Escopeta Nacional como

nuestra Roma, estos dos autores nos muestran nuestra realidad. Lo hablaba antes de

Blasco Ibañez y de Balthus, y de Goya. Roma habla de miserias y de alegrías, y de más

miserias. Roma es la decadencia de la historia en la que siempre ha estado. Lo dice Gore

Vidal al final de la película, “que mejor sitio que Roma para ver el fin del mundo, si es que

17

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

llega, que en esta ciudad que ha renacido tantas veces...”, por supuesto no son las

palabras exactas de Gore, son una interpretación mía, me gustan esas frases

apocalípticas, y más en el contexto en que las dice. Dentro de la película de Fellini son

tan creíbles que esbozas una sonrisa esperando a que llegue.

La serie que quiero realizar hablará de eso, de realismo pictórico a través de una realidad

interpretada a través de mi memoria y mi opinión, como la película de Fellini y las

“Escopetas” de Berlanga. Mi realidad pictórica será una realidad que todos conocemos

pero que siempre ocultamos porque nos resulta incómoda. Mi anterior serie habla de la

familia en ese sentido y con ese lenguaje. Si miro hacia atrás veo que quizás le falta ese

humor que nunca encontré, quizás, si lo pienso, es que me tome la temática a desarrollar

demasiado seriamente. Cuando llegué a la hija hice un giro hacia el fetichismo que la

benefició. No voy a cometer el mismo error dos veces. Esta vez miraré con humor, sin

esconderlo, pensando seguro más en el espectador. Pintaré a una mujer voluptuosa en

un balcón con los pechos llenos de leche para compartir en el gran matriarcado que

siempre ha sido el Mediterráneo. Esos pechos llenos que siempre salen en las películas

de Fellini y Berlanga como signo de alimento. Esos culos que sufren apretados dentro de

los trajes tres tallas menores para que se vean, para que se vea la abundancia. La

realidad de una abundancia que siempre despreciamos o vendemos al mejor postor para

trabajar un poco menos. El poco aprecio por las cosas materiales y el excesivo amor por

las inmateriales, que son tan importantes como nosotros queramos. Por eso las

adoramos, porque no están en venta. Ya hemos vendido todo lo vendible, en el fondo

siempre soy positivo. La verdad es que aquí nos hace falta poco porque no hace frío. Los

colores cálidos te invitan a la calle, a vivir, a buscar la calle para reír, para hablar de los

demás a través de nuestra experiencia, ya que es fácil de tener.

PRESUPUESTO

Esto es un proyecto sobre una serie pictórica que tiene los gastos normales dentro de

una serie de cuadros al óleo, resumida en material y exposición de la obra finalmente

seleccionada.

18

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

Materiales

PRODUCTO PRECIO UNIDAD CANTIDAD TOTAL

Óleo Van Gogh Amarillo Azo Limón, 200 ml 6'40€ 2 12'80€

Óleo Van Gogh Anaranjado Azo, 200 ml 6'40€ 2 12'80€

Óleo Van Gogh Anaranjado Azo, 200 ml 6'40€ 2 12'80€

Óleo Van Gogh Azul Cerúleo Ftalo, 200 ml 6'40€ 2 12'80€

Óleo Van Gogh Verde Permanente Medio, 200 ml 6'40€ 2 12'80€

Óleo Van Gogh Verde Ftalo, 200 ml 6'40€ 2 12'80€

Óleo Van Gogh Tierra Siena Natural, 200 ml 6'40€ 2 12'80€

Óleo Van Gogh Tierra Sombra Natural 6'40€ 2 12'80€

Óleo Van Gogh Rojo Inglés, 200 ml 6'40€ 2 12'80€

Óleo Van Gogh Rojo Azo Medio, 200 ml 6'40€ 2 12'80€

Óleo Van Gogh Negro Marfil, 200 ml 6'40€ 2 12'80€

Óleo Van Gogh Blanco de Titanio, 60 ml 3'81€ 4 12'80€

Pincel Sintético Redondo Da Vinci, N.12 5€ 2 10€

Pincel Sintético Redondo Da Vinci, N.6 5€ 2 10€

Pincel Sintético Redondo Da Vinci, N.4 1'75€ 2 3'50€

Pincel cerda Chungking n.20 plano Van Gogh s.210 4'77€ 1 4'77€

Pincel cerda Chungking n.20 plano Van Gogh s.211 4'77€ 1 4'77€

Pincel oriental pelo de cabra, 65 mm 3'90€ 3 11,7€

Lienzos, 70x70 cm, 4cm de espesor 15'68€ 20 313'6€

Block Encuadernado Rojo con goma, 80 gr, 80 h, 20x20 10,87€ 2 21'74€

Esencia de trementina, 750 cl 4'50€ 4 18€

Aceite lino purificado Titan, 1000ml 20'82€ 1 20'82€

Barniz Dammar Mate Talens, 250 ml 13'82€ 1 13'82€

Caja metal dibujo surtida koh-I-Noor 12p -ART- 8'36€ 1 8'36€

Rotulador Edding 750 Oro n.53 3'50€ 3 10'50€

Tinta China negra frasco, 250 ml 3'91€ 1 3'91€

Plástico Burbujas 1'20x1 mt 1'15€ 30 34'5€

TOTAL con IVA INCLUIDO 640, 63€

19

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

Este es un presupuesto de material básico para pintar una serie de unos 15 cuadros,

teniendo en cuenta la criba final antes de su exposición pública. El citado material se

encuentra disponible en la tienda online http://www.totenart.com/ a fecha, 11/04/2013.

Como he comentado en la exposición de proyecto que pretendo realizar mi proceso

creativo es extremadamente esencialista, normalmente me fabrico los bastidores yo

mismo, así como el entelado y las imprimaciones, que realizo normalmente en color

adaptándolo a la imagen que voy a pintar. En caso de poder encontrar dichos materiales

los costes en bastidores se reducirían alrededor de un 20%, condicionado por los costes

de los materiales (tela, listones, pigmentos, cola blanca o latex).

CALENDARIO

Solicito la beca de 9 meses que dividiré en tres fases trimestrales. Una serie de 15 piezas

de esta complegidad analítica la veo imposible de resolver en menos tiempo.

1º Trimestre, de octubre a diciembre:

Recopilación de material (fotografías, prensa italiana, televisión, radio...)

Preparación del espacio de trabajo. Trabajo siempre rodeado de fotografías y dibujos

pegados en las paredes del espacio en el que pinto. Tener contacto visual con las ideas

iniciales me ayuda a no perder la perspectiva global del trabajo.

Análisis con mi tutor-guía sobre el curso de la serie a partir del primer material

recopilado, los primeros dibujos, concepción del diario de artista a partir de dichos

dibujos.

Primeros cuadros, comienzo siempre desde lo general hacia lo particular.

2º Trimestre, de enero a marzo:

Análisis general de las primeras obras. Contraposición directa de ideas junto al

tutor-guía.

Buscar el camino fijo a seguir para evitar dispersiones temáticas.

Dar conjunción estética y temática a la obra.

20

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

Desarrollar el diario publicable con una estética acorde con la obra realizada.

Primeros planteamientos de lo que será la exposición pública de la serie.

3º Trimestre, de abril a junio:

Buscar espacios temáticos olvidados u omitidos en el conjunto de la serie para completar

el discurso y evitar fisuras temáticas o estéticas.

Terminar el libro de artista publicable (maquetación, textos, memoria). Prepararlo para

su impresión a modo de catálogo como parte de la obra en si. Debe concluirse como un

diario de pensamiento estético, temático y artístico.

Concretar un espacio para exponer públicamente la obra realizada. A poder ser un

espacio público relacionado con la obra. Mi criterio es que se debe exponer en un

espacio independiente de la Academia de España en Roma para exponer la obra a una

crítica también independiente. No es conveniente, en mi opinión, exponer la obra en un

espacio influido por el trabajo continuado de 9 meses.

21

Alberto Castelló Juan Proyecto MAEC-AECID

BIBLIOGRAFÍA

John Steinbeck, The Grapes of Wrath, 1939, Luis de Caralt Editor s.a.

Samuel Beckett, El innombrable, 1953, Olympia Press.

Hugo Pratt, La fábula de Venecia, 1977, Norma editorial, edición del 2004.

Goya. Los caprichos, dibujos y aguafuertes. Impresión Altamira, S.A. Edición no venal.

Roberto Arlt, Aguafuertes porteñas, 1933, 1950 2º edición, Editorial Futuro, Buenos

Aires.

Roberto Arlt, Cuentos completos, 2002, Editorial Losada.

FILMOGRAFÍA

Takashi Miike, Bizita Q (Bijitâ Q), 2001, Alphaville / CineRocket .

John Ford, The Grapes of Wrath, 1940, 20th Century Fox. Productor: Darryl F. Zanuck .

Summertime, David Lean, 1955, London Film Productions.

Federico Fellini, Roma, 1972, Coproducción Italia-francia; Ultra Film / Les Productions

Artistes Associés.

Luis García Berlanga, La escopeta nacional, 1978, Impala / In-cine Compañía Industrial

Cinematográfica.

Luis García Berlanga, Patrimonio nacional, 1981, Impala / Jet Films.

Luis García Berlanga, Calabuig, 1956, Coproducción España-Italia; Águila Films / Films

Constellazione.

22