potosi barbaro1

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QUINCENAL AÑO 1, NÚMERO 1 LUNES 24 DE FEBRERO DEL 2014 PRECIO 3Bs ITACA COMUNICACIÓN S.R.L POTOSÍ-BOLIVIA Usos y Abusos de la Consigna Potosí Federal / Pag 9 Informe de COMIBOL contradice COMCIPO / Pag 4 Viviendas Patrimoniales en Riesgo / Pag 10 Inicio de Clases... Inicio de Gastos / Pag 8 Mal de Altura ¿Mito o Realidad? / Pag 11 Estrategia Boliviana ante la Haya Una mirada desde Potosí / Pag 6 A partir del fallo de la Haya, de 27 de enero del 2014, en el proceso Perú vs. Chile, una hipotética franja maritima boliviana, necesariamente tendría que cambiar de curso Potosí ya tiene un nuevo periódico Sale el primer número del quincenal POTOSÍ BÁRBARO / página 3 Potosí Bárbaro inaugura su se- gunda temporada como proyecto de prensa escrita. Sale a la luz su perió- dico quincenal en un formato tabloide y con un estilo de redacción serio y re- novado. A partir de hoy y cada quince días, los potosinos podrán adquirir su Potosí Bárbaro por sólo 3 bs. La producción de este periódico potosino tiene muchas cosas para des- tacar, pero son dos las características que aseguran su éxito: Por una parte, la conformación de un equipo multidisci- plinario de jóvenes profesionales liga- dos a la investigación y a la comunica- ción; Por otra, la alianza con Industria Gráfica Zulver, cuya experiencia en la impresión de textos nos permitirá ofre- cerle un periódico de calidad e impreso en Potosí. En su primera temporada, la revista Potosí Bárbaro rompió con la monotonía y la exigua producción de escritos periodísticos en la capital del departamento. Su preocupación por te- mas culturales y patrimoniales le valió la colaboración de destacados escrito- res potosinos..... POTOSÍ BÁRBARO

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  • QUINCENAL AO 1, NMERO 1 LUNES 24 DE FEBRERO DEL 2014 PRECIO 3Bs ITACA COMUNICACIN S.R.L POTOS-BOLIVIA

    Usos y Abusos de la Consigna Potos Federal / Pag 9

    Informe de COMIBOL contradice COMCIPO / Pag 4

    Viviendas Patrimoniales en Riesgo / Pag 10

    Inicio de Clases... Inicio de Gastos / Pag 8

    Mal de Altura Mito o Realidad? / Pag 11

    Estrategia Boliviana ante la Haya

    Una mirada desde Potos / Pag 6

    A partir del fallo de la Haya, de 27 de enero del 2014, en el proceso Per vs. Chile, una hipottica franja maritima boliviana, necesariamente tendra que cambiar de curso

    Potos ya tiene un nuevo peridico

    Sale el primer nmero del quincenal POTOS BRBARO / pgina 3

    Potos Brbaro inaugura su se-gunda temporada como proyecto de prensa escrita. Sale a la luz su peri-dico quincenal en un formato tabloide y con un estilo de redaccin serio y re-novado. A partir de hoy y cada quince das, los potosinos podrn adquirir su Potos Brbaro por slo 3 bs.

    La produccin de este peridico potosino tiene muchas cosas para des-tacar, pero son dos las caractersticas que aseguran su xito: Por una parte, la conformacin de un equipo multidisci-plinario de jvenes profesionales liga-dos a la investigacin y a la comunica-cin; Por otra, la alianza con Industria Grfica Zulver, cuya experiencia en la impresin de textos nos permitir ofre-cerle un peridico de calidad e impreso en Potos.

    En su primera temporada, la revista Potos Brbaro rompi con la monotona y la exigua produccin de escritos periodsticos en la capital del departamento. Su preocupacin por te-mas culturales y patrimoniales le vali la colaboracin de destacados escrito-res potosinos.....

    POTOS BRBARO

  • 2 Lunes 24 de FebreroOPININ

    EditorialPor Luis Alemn Vargas

    Hace algunos das, en una de sus interven-ciones pblicas, el presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, afirm que la incorporacin de

    profesionales de poncho, pollera y sombrero en la administracin de la Justicia no logr cambios en este sistema y observ que la re-tardacin y la corrupcin se han constituido en un cncer que de-mand extirpar.

    El primer mandatario ex-

    pres, En vano incorporamos poncho, pollera y sombreros (a la Justicia) porque no cambia nada. Las declaraciones, adems, apun-taron a la mentalidad de los ope-radores de la justicia boliviana, como la causa de estos males his-tricos.

    Tales declaraciones conlle-van dos mensajes para la reflexin:

    Por un lado, la compleja tarea de desmontar un sistema judicial ob-soleto y anmalo, demandar de mltiples y planificadas acciones

    que no vern resultados en el cor-to plazo. Por ello, para cambiar el sistema judicial no es suficiente la

    incorporacin de profesionales de poncho, pollera y sombrero.

    Por otro lado, la alusin a las insuficientes capacidades que

    los operadores indgenas de jus-ticia renen para generar cambios en el sistema judicial, abre una disyuntiva en el partido oficialis-ta, pues hasta ahora se haba pri-vilegiado el compromiso poltico y el simbolismo indgena como elementos importantes para la seleccin y nombramiento de las autoridades y los recursos huma-nos en los diferentes niveles de la gestin pblica.

    Esperemos que estas de-

    claraciones generen autocrtica en el oficialismo y se intente equili-brar la seleccin de autoridades y funcionarios pblicos incorporan-do el elemento de capacidad pro-fesional y tcnica.

    Decir buenos dasPor Rene Clavijo Pearanda

    Decir buenos das, responder con ama-bilidad al saludo, sonrer, mos-trar afabilidad, son reglas de cortesa compartidas y vlidas en casi todas partes del mundo; sin embargo, estas conductas son mucho ms que una obligacin de urbanidad. Si bien es cierto que nos alegra el momento si nos responden amablemente cuando deseamos los buenos das; si nos atienden con solicitud y cordiali-dad en los comercios; oficinas, o

    en cualquier contexto en el que sea necesario hacer interaccin social entre seres humanos. No es menos cierto que el beneficio

    no es nicamente para uno de los interlocutores.

    O no es cierto que, mien-tras nos es posible, tratamos de relacionarnos con personas agra-dables y de buen trato, al mismo tiempo que intentamos alejarnos de otras cuya aspereza y hosque-dad nos incomoda? Personalmen-te, prefiero caminar un poco ms,

    hasta la tienda de barrio en la que comparto una sonrisa. Prefiero,

    incluso, pagar ms que tolerar el trato mezquino y acomplejado con el que se me atiende en algu-nos negocios.

    Tal vez sea slo yo, quiz a la mayora no le afecten los tonos de respuesta de sus interlocutores; pero personalmente, soy un con-vencido de la buena educacin y la sonrisa, no slo benefician al

    que los recibe, sino que son el te-soro de quien los brinda. Pero cmo puede ser que brindar algo implique una ganancia? Como dije, a veces, no me importa que un servicio sea ms caro si es me-

    jor y ms cordial ahora, piensen en m como un consumidor pro-medio, como uno ms del mon-tn y vern que todos (excepto casos que manifiestan alguna pa-tologa) gustamos de que nos tra-ten con genuino inters y buenos modales, y de que ciertamente la mayora de nosotros vuelve al lu-gar donde se nos trata bien.

    La vida urbana post mo-derna, y los procesos polticos progresistas, estn eliminando permanentemente los monopo-lios, con lo que la competencia entre negocios, entre profesiona-les, entre candidatos, entre preten-dientes, es cada vez ms exigente, como cada vez ms exigente ser el consumidor, el cliente, el vo-tante, el vecino. Vivir en un Pas de progreso, en un Potos de pro-greso, implica comportarnos al nivel de las exigencias y deman-das de una sociedad de progreso, como gente de progreso, y progre-

    sar, implica no slo mirar hacia adelante, justo dados los tiempos que corren, parece necesario mi-rar en blanco y negro y recuperar los viejos hbitos de cordialidad y gentileza que otrora hiciesen fa-mosa a la sociedad potosina.

    Potos no debe perder una ventaja por la que era conocida y relievada hasta hace ms o me-nos diez aos, decir buenos das, responder al saludo sonrer son antiguos y modernos al mismo tiempo, pero si son convenien-tes que se lo digan los que pro-gresan.

    Un martes lluvioso cancel mi cita con el odontlogo, ah cerca de la mesita del telfono, vi el vie-jo estante de libros, me puse a escudriar en l y encontr mis primeros libros y cuadernos de escuela que aun conservaban el papel madera con el que mis padres lo forraron y mi nombre grabado en un sencillo mem-brete escrito con el puo y letra de mi pap.

    Entre sus pginas en-contr los palotes y puntitos de ejercicios, y las bolitas de papel crep que tanto me gus-

    taba hacer para luego rellenar algn nmero dibujado por mi maestra. En el mismo estante encontr mis li-bros de primaria,

    el alma de nio y el alborada con los que aprend a leer, to-dos forrados con papel madera y el sencillo membrete con mi nombre grabado en l.

    Record la emocin con la que, al inicio de cada ao sala con mi mam a comprar el material escolar, los pliegos de papel madera y nylon para forrar mis cuadernos, libros y carpetas y la emocin que sen-ta al imaginar lo que apren-dera en el transcurso del ao. Se me vino a la mente tambin el rostro de mi mam cuando

    se concentraba para hacer el clculo matemtico necesario para que aquel pliego de papel madera, alcance a cubrir todos mis cuadernos sin desperdiciar ni un solo centmetro.

    Volv al presente y pen-s en la cantidad de material escolar que ahora existe para escoger, membretes con lind-simos dibujos, hojas perfuma-das, bolgrafos, etc. Un sinfn de variedad que los estudiantes pueden aprovechar, pero todos hemos tenido que pasar por el mismo proceso de aprendizaje, comenzando por los puntos y palotes, y todo aquellos que nos ensean en las aulas, el hecho de tener al alcance tanta variedad de chucheras para adornar los libros , cuadernos y carpetas no har que el estu-diante sea ms inteligente, ni

    que aprenda ms o mejor, el gasto para quien deba costear esos gastos ser mayor pero no har la diferencia en la capaci-dad de aprender del estudiante y posiblemente marcar gran-des diferencias sociales entre quienes puedan adquirir todo ese lujoso material y los que al igual que en mi generacin slo tenamos a la mano el pa-pel madera, los sencillos cua-dernos y mucha creatividad.

    Extrao el papel madera...Por Ximena Montoya Sejas

    POTOS BRBARO

    Direccin:Luis Alemn Vargas

    Direccin de Arte:Vladimir Crz Llanos

    Diagramacin:Adrin Guerra Tapia

    Redactores:Rene Clavijo PearandaXimena Montoya SejasLuis Alemn Vargas

    Distribucin:Jos Crdenas Carren

    Deposito Legal:

  • 3Lunes 24 de Febrero LA NOTICIA

    Cuatro profesionales conforman el equipo de redaccin del quincenario. El socilogo Luis Alemn Vargas tendr a su cargo la coordinacin del equipo, adems de escribir la seccin poltica y colaborar en los espacios de reportaje y artculo de fondo.

    El Psiclogo Ren A. Cla-vijo Pearanda es el primer redac-tor, encargado de la seccin de salud y de los reportajes y artcu-los de fondo. Le acompaa en el equipo, la Comunicadora Social Ximena Montoya encargada de la seccin cultural y de los espacios de reportaje, entrevista y crnica.Por ltimo, pero no menos impor-tante, est el profesor de lengua-je Jos Amrico Crdenas quin tiene a su cargo la redaccin de reportajes, entrevistas y crnicas, adems de promocionar y distri-buir el Potos Brbaro.

    A ellos se suman: Vladimir Cruz Llanos, como parte de nues-tro Consejo Editorial y Adrin Guerra como diagramador y parte del Consejo Editorial.

    Seis profesionales, que pese a su juventud, renen la ex-periencia necesaria para presentar a la poblacin potosina un peri-

    dico quincenal coherente y anal-tico.

    Luis Vctor Alemn Vargas / Coordinador de redaccin

    Joven socilogo e investi-gador potosino. Public su primer libro de investigacin el ao 2010, bajo el ttulo El transportista vive del volante. El mismo ao pu-blic el artculo Empresarios al volante en la Revista Transporte y Territorio de la Universidad de Buenos Aires. Al mismo tiempo, particip en la el proyecto Prin-cipio Potos Reverso en calidad de investigador, escribiendo el artculo Un Cristo Heterodoxo: Evangelizacin y resistencia en una parroquia minera, publicado por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofa de Madrid.

    En el 2011, la Editorial Acadmica Espaola publica la segunda edicin de su libro El transportista vive del volante. Ese mismo ao, el Programa de Coordinacin en Salud Integral (PROCOSI) publica su investiga-cin ...No nos dan nuestro lugar. Conciencia mdica y participa-cin social en Potos.

    Durante su residencia en Potos produjo y dirigi el docu-

    mental Coroma: La lucha por los recursos naturales, y produjo el documental La ciudad del olvi-do.

    Ren Antonio Clavijo Pearan-da / Redactor 1

    Joven escritor y psiclogo chuquisaqueo. Public su primer libro de poemas, titulado Reta-zos Romanceros en el ao 1997. Debido a la buena recepcin de su obra, el ao 2000 publica un se-gundo volumen Retazos Roman-ceros II, con el cual es invitado por la UNESCO Bolivia a partici-par como expositor en la Jornada por el da Mundial del Libro. En diciembre del 2002, publica la no-vela titulada Villancico, con el auspicio de la Compaa Elctrica Sucre S.A. Luego, en el 2006, pu-blica el libro de poemas La duda definitiva, con el cual es invita-do al Festival Internacional de la Cultura Potos de aquella gestin.

    Como psiclogo ha ejer-cido la docencia universitaria en las reas de la Psicologa, Socio-loga y Comunicacin Social, en diferentes universidades de Chu-quisaca y Potos. Tambin se ha desempeado como psicoterapeu-ta en consultorio particular y fue

    designado como Director Depar-tamental del Rgimen Penitencia-rio y Supervisin de Chuquisaca en la gestin 2002.

    Ximena Montoya Sejas / Redac-tora 2

    Joven comunicadora so-cial potosina. Ha trabajado en diferentes medios de comunica-cin de Potos y Chuquisaca. El ao 2005 desempe labores de prensa para la Radio Universitaria de la UMRPSFXCH. El 2009 se desempe como conductora en un programa independiente de la Radio Imperial de Potos. Luego incursion en la televisin como presentadora y realizadora del Desayuno con Bolivisin, en la gestin 2009.

    El ao 2010 produjo y condujo el programa el mnibus de la maana en SABCO VI-SIN, para luego pasar a la Red ATB en calidad de presentadora y periodista. En 2012 y 2013, forma parte de Interactivo TV como pre-sentadora.

    Su pasin por la comuni-cacin le ha llevado a formar su propia productora audiovisual Cdigo comunicacin, de la cual es Gerente Propietaria.

    Joven equipo de profesionales encara la redaccin del quincenario POTOS BRBARO Los contenidos reflejarn la frescura y juventud de sus redactores

    Redaccin Potos Brbaro

    Jos Amrico Crdenas Ca-rren / Distribuidor

    Joven potosino egresado de la Escuela Superior de For-macin de Maestros Eduardo Avaroa como profesor del nivel primario de la especialidad de len-guaje y comunicacin.

    Ha participado de diferen-tes seminarios y talleres en las reas del lenguaje, anlisis polti-co y relaciones humanas.

    Adrian Guerra Tapia / Diagra-madorJoven diseador grfico y docu-mentalista potosino. Estudi cine-matografa en la Escuela de Cine y Artes Audiovisuales; estudi y realiz fotografas dentro del Club de Fotgrafos de Altura 5500. Es-tudi diseo grfico en la Uni-versidad Catlica Boliviana San Pablo y en el Tecnolgico Suizo Boliviano. Estudi computacin en el CEC. Realiz varios documentales y cartillas entre el 2008 y el 2013, para la Sociedad Potosina de Ecologa SOPE y para la Liga de Defensa del Medio Ambiente LI-DEMA.

  • 4 Lunes 24 de FebreroREPORTAJE

    Por Luis Aleman

    COMCIPO denuncia a Empresa Minera Manquiri por supuestos trabajos encima de la cota 4400 m.s.n.m. y abre una vez ms histrico deba-te sobre preservacin de la forma cnica del yacimiento

    El pasado lunes 27 de ene-ro, los dirigentes del Comit Ci-vico Potosinista denunciaron ante los medios de comunicacin que la Empresa Minera Manquiri S.A. habra realizado movimiento de carga por encima de la cota 4400 m.s.n.m., activando la depreda-cin del Cerro Rico de Potos.

    Entre la noche y madruga-da del viernes 24 y sbado 25, he-mos visto que Manquiri activa, en horas de la noche, su trabajo de depredacin gradual y sistemtica del Cerro Rico de Potos afirm

    el Vicepresidente de COMCIPO. Lamentando a su vez, que ni la gerencia regional de COMIBOL ni la Secretara Departamental de Minera de la Gobernacin tomen acciones para sancionar a los res-ponsables.

    La denuncia gan rpida-mente la atencin de la poblacin potosina, generando expectativa en torno a las futuras declaracio-nes de las instituciones aludidas.

    La respuesta surgi el jue-ves 13 de febrero desde el Mi-nisterio de Minera y Metalurgia, que denunci doble moral en los dirigentes del Comit Cvico Potosinista, quienes habran reci-bido de manera irregular 17.000 dlares de la Empresa Minera Manquiri.

    A los pocos das el pre-sidente de COMCIPO, Jhonny Llally, desminti estas declara-ciones y explic que dicho dinero fue una donacin, que permiti la compra de un vehculo para la en-tidad cvica. La gestin del monto de dinero y la compra del vehcu-lo habran contado con la aproba-cin del directorio ampliado de aquella gestin.

    Estas denuncias y contra denuncias han reactivado la ex-pectativa, siempre latente en la poblacin potosina, respecto a la preservacin del Cerro Rico de Potos. Un debate de larga data que merece en este nmero nues-

    tra atencin.

    Los intereses en torno al pro-yecto minero San Bartolom

    La Empresa Minera Man-quiri SA es subsidiaria de la empresa estadounidense Coeur dAlene Mines Corporation, que desarrolla la operacin minera San Bartolom. Produce lingotes de plata a partir de la remocin y procesamiento metalrgico de pa-llacos, sucus, desmontes, que es-tn en las laderas del Cerro Rico de Potos.

    Se trata de un emprendi-miento privado encarado por la norteamericana Coeur D`Alene con el concurso de siete coope-rativas mineras (Reserva Fiscal Ltda., Rosario Ltda., Diez de Noviembre Ltda., Villa Imperial Ltda., Compotosi Ltda., 27 de marzo Ltda. y Unificada Ltda.),

    que otorgan sus concesiones de sucos y pallacos, y la Corporacin Minera de Bolivia (Comibol) que cede derechos de concesiones sin enajenarlos para participar en un proyecto de riesgo compartido.

    El inicio de este proyecto minero se remonta a la dcada

    de 1990, cuando an no exis-ta la razn social de la Minera Manquiri S.A. Inicialmente, en la gestin 1992 la empresa consul-tora EXPROMIN especializada en prospeccin minera, identific

    las potencialidades del proyecto minero. Posteriormente, en 1996, se iniciara el proceso de nego-ciacin con las Cooperativas Mi-neras ya mencionadas, quienes tenan la concesin de los sucos, pallacos y desmontes necesarios para el emprendimiento minero.

    Segn un informe de in-vestigacin del Centro de Promo-cin Minera (CEPROMIN) que data del 2003, la empresa Minera Manquiri habra consolidado la negociacin y firma de contrato

    con las Cooperativas mineras y COMIBOL, recin hasta fines del

    ao 2003. De acuerdo a este informe

    de investigacin, los contratos suscritos entre la Empresa Minera Manquiri y las Cooperativas Mi-neras establecieron que las coo-perativas aporten al proyecto San Bartolom sus concesiones sobre las reas de pallacos y sucus, que mantenan en calidad de arriendo

    de COMIBOL, para que la Em-presa Minera Manquiri realizara por su cuenta y riesgo la explo-racin, desarrollo, construccin y operacin del proyecto minero.

    Luego indica el informe, a cambio las cooperativas reciben de parte de la empresa pagos por participacin en las utilidades durante las fases de preproduccin y produccin, que se estimaron en 5,9 millones de dlares (CEPROMIN, 2003: 60).

    Si bien, hasta el ao 2003, la Empresa Minera Manquiri SA haba consolidado los contratos, no es hasta el ao 2008 que arran-ca el proyecto, justamente con la inauguracin de la planta de trata-miento de la Empresa Minera.

    En todo este tiempo, la compaa Coeur D`Allene haba prevista invertir un total de 70 mi-llones de dlares. Con la intensin de sacar entre cuatro a siete mi-llones de onzas de plata por ao, desde el arranque del proyecto (La Razn, 09 / 08 / 2004).

    Desde la fecha de arran-que del proyecto San Bartolom, incluso antes, la demanda del Co-mit Cvico Potosinista por la pre-

    servacin de la forma cnica del Cerro Rico de Potos ha detonado conflictos, o entre dichos por lo

    menos, en torno a la viabilidad del proyecto dicho proyecto minero.

    Preservacin del Cerro RicoDesde que la Unesco acep-

    to la inscripcin de Potos en la lista del patrimonio mundial, all por el ao 1987, el tema de la pre-servacin de la forma cnica del Cerro Rico de Potos se ha con-vertido en una demanda social recurrente en las ltimas dcadas.

    Ya en 1996, la sociedad potosina, y entre ellos COMCI-PO, se opona a un proyecto mi-nero propuesto por la COMIBOL, cuya explotacin intensiva se de-sarrollara en la cspide del Cerro Rico. Aquel proyecto ambicioso prevea acceder al corazn del yacimiento mediante una rampa gigantesca que permitiera despla-zar tecnologa de punta en explo-tacin minera. Sin embargo, ante la fuerte oposicin que plant el Comit Civico Potosinista, el pro-yecto nunca puedo desarrollarse.

    Si bien, como en este caso, se hicieron los esfuerzos por im-

    Denuncia y contra denuncia

    Una vez ms se pone en duda la preservacin del Cerro Rico de Potos

    Hundimiento en la cuspide del Cerro Rico (Fuente Agencia EFE)

  • 5Lunes 24 de Febrero

    REPORTAJE

    pedir la depredacin del Cerro Rico, poco tiempo despus se in-formaron de hundimientos y raja-duras por encima de la cota 4.400 m.s.n.m.

    Recin en abril del 2007, las denuncias de hundimientos despertaron la preocupacin del Ministerio de Minera y Metalur-gia, que a travs de conferencia de prensa daba a conocer la con-formacin de una Comisin Cole-giada para proceder con la audi-tora tcnica del Cerro Rico, que tena como objetivo determinar la posibilidad de daos en su figura

    cnica. Pese a la conformacin de

    esta comisin, en mayo del 2008

    el proyecto minero San Bartolo-m arranca con la inauguracin de la planta de tratamiento de la Empresa Minera Manquiri S.A.

    Pas un poco ms de un ao, para que en octubre del 2009, los primeros entredichos entre COMCIPO y la Empresa Minera Manquiri S.A. salieran a relucir. Bajo la presidencia de Celestino Condori, la entidad cvica hizo pblicas sus denuncias respec-to a los trabajos que la Empresa Minera Manquiri estara realizan-do en la cspide del Cerro Rico, siendo que algunas de estas zonas ya estaran sufriendo hundimien-tos hace algn tiempo. COMCI-PO demandaba la paralizacin de

    trabajos mineros en la cspide del Cerro, especficamente por enci-ma de la cota 4400 m.s.n.m. Para ser escuchados, los dirigentes c-vicos anunciaron llevar a cabo di-ferentes medidas de presin.

    Anoticiado de aquella postura, y conociendo de los di-ferentes hundimientos ocurridos en el Cerro Rico, el presidente de la COMIBOL, en fecha 17 de octubre del 2009, comunic a la Empresa Minera Manquriri S.A., a travs de nota oficial, la pro-hibicin de trabajos por encima de la cota 4.400 m.s.n.m. hasta no contar con los resultados del diagnstico tcnico respecto a los hundimientos ocurridos en el ya-

    cimiento. El tan esperado informe

    tcnico acerca del estado del Ce-rro Rico, fue socializado con la poblacin Potosina recin en sep-tiembre del 2011. A cargo del Ser-vicio Nacional de Geologa y Tc-nico de Minas (Sergeotecmin), el informe anunciaba de cuatro zo-nas de alto riesgo en la cspide del Cerro Rico. Recomendando, a su vez, la paralizacin total de operaciones mineras por encima de la cota 4.400 m.s.n.m.

    Con dicho informe justi-fic tcnicamente la paralizacin

    de trabajos mineros por encima de la cota 4.400 m.s.n.m. Sin embar-go, la Empresa Minera Manquiri

    S.A. continu con el proyecto San Bartolom, especficamente en las

    concesiones que se encontraban por debajo del sector en riesgo. Aunque, las denuncias del Comit Cvico Potosinista mantienen la hiptesis de que dicha empresa continuara desarrollando sus ac-tividades mineras por encima de la cota 4.400 m.s.n.m. de forma encubierta e ilegal.

    Ante las constantes de-nuncias, el Gerente Regional de la COMIBOL Potos, Ingeniero Carlos Colque, present a Potos Brbaro, un informe tcnico que contradice las denuncias recien-temente expuestas por el Comit Civico Potosinista.

    El movimiento de carga y desplazamiento de equipo pesado no habra ocurrido por encima de la cota 4.400

    En una entrevista sosteni-da con el Ingeniero Carlos Col-que, Gerente Regional Potos de la Corporacin Minera de Bolivia, pudimos ampliar el desarrollo de estos hechos noticiosos.

    Segn nos cuenta el Inge-niero Colque, la Empresa Minera Manquiri cuenta con una serie de contratos que estn vigentes en la actualidad y los que evidente-mente estn en explotacin. Estos permitiran el trabajo en pallacos, sucos, troceras y cierta cantidad de desmontes, que ya no quedan muchos porque generalmente se encuentran por las partes bajas, si

    vale el trmino, del Cerro Rico, indic el Ingeniero.

    Sin embargo, como bien sabe la poblacin potosina, la Empresa Minera Manquiri no puede desarrollar trabajos por en-cima de la cota 4.400. Razn por lo cual, las denuncias de dirigen-tes de COMCIPO, en sentido de que la Empresa Minera Manquiri hubiera desarrollado movimiento de carga y trabajos con equipo pe-sado por encima de la cota 4.400, preocup de sobremanera a la Ge-rencia Regional de COMIBOL.

    Ante las denuncias expre-sadas por dirigentes del Comit Cvico Potosinista por distintos medios de comunicacin, inme-diatamente hice un reconocimien-to del sector a travs de los tcni-

    cos de la COMIBOL, inform el Ingeniero Carlos Colque.

    Dicho informe expresa innegablemente, que la Empresa Minera Manquiri hubiera desa-rrollado trabajos por debajo de la cota 4.400, exactamente en la cota 4250, y en el sector de Santa Rita, el lugar donde evidentemen-te, la Empresa Minera Manquiri tiene su contrato. El informe fue acompaado de fotografas que evidencian el movimiento de car-ga, el recorrido de equipo pesado en el sector de Santa Rita, donde tienen acercados los desmontes las Cooperativas: 10 de noviem-bre, Unificada y Rosario. Por tan-to, indica el Ingeniero Carlos Col-que, el informe de los tcnicos de COMIBOL estuviera contradi-

    ciendo las versiones o denuncias de COMCIPO contra la Empresa Minera Manquiri.

    El Gerente Regional de la COMIBOL, tambin nos in-forma que envi, en fecha 31 de enero, una respectiva solicitud de aclaracin a la Empresa Minera Manquiri respecto a las denuncias vertidas por dirigentes de COM-CIPO. Es as que la Empresa Minera Manquri, mediante nota escrita, desminti las versiones vertidas por dirigentes de COMCIPO indi-cando, Desde la declaratoria de la prohibicin de trabajos por en-cima de la cota 4.400 m.s.n.m.la Empresa Minera Manquiri S.A. ha sido fiel en el cumplimiento de esta norma, adems, que son los mismos tcnicos de la COMIBOL quienes fiscalizan los trabajos y quienes tienen conocimiento de los programas semanales de re-

    mocin y transporte de material. Aclara la Minera Manquiri en nota remitida al Gerente Regional de la COMIBOL, recibida en fe-cha 13 de febrero de la presente gestin.

    Las preocupacin de CO-MIBOL no queda all, menciona el ingeniero Carlos Colque, sino ms al contrario yo quisiera soli-citarle a COMCIPO, sin el nimo de enfrentar, solicitarle aclare y justifique aquella denuncia que hizo respecto a que la Empresa Minera Manquiri estuviera tra-bajando por encima de la cota 4.400.Seguramente no se harn esperar las repercusiones de COMCIPO, a las cuales estaremos atentos para hacer el seguimiento a este entredicho histrico.

    Informe tcnico de COMIBOL contradice las denuncias vertidas por dirigentes de COMCIPO

    En Fecha 29 de enero del 2014, el Supervisor de la COMIBOL Angel Cornejo envia nota sobre inspeccin tcnica a Sector Santa Rita

  • 6 Lunes 24 de FebreroLunes 19 de Febrero6 ARTCULO DE FONDO

    Las batallas se ganan con el uso inteligente de los recursos, Chile lo demostr al invertir rpidamente, a manera de botn de guerra, las riquezas sa-litreras de la recin arrebatada Ta-rapac para financiar su campaa

    militar contra Bolivia y Per; uti-lizando esos recursos para conti-nuar y consolidar la invasin. Esa estrategia fue permanente, hasta la firma del tratado de 1904 con

    Bolivia y 1929 30 con el Per, prueba de ello, es que al comenzar la contienda del Pacfico en 1879,

    la fuerza operativa militar chilena dispona de cerca de 2600 solda-dos al mando del General Justo Arteaga; mientras que para 1881, el mismsimo presidente Pinto, junto con el Gral. Jos Francisco Vergara, encaran la campaa con-tra Lima con un ejrcito de 42000 hombres.

    AntecedentesCiento treinta y cinco aos

    despus del inicio de la Guerra del Pacfico, Bolivia, el Estado Pluri-nacional de Bolivia, consecuente con el art. 10 de la Constitucin Poltica del Estado (NCPE), en el que se declara como un Estado pacifista, confronta nuevamente a

    su vecino Chileno, pero esta vez en un escenario legal, la Corte In-ternacional de Justicia con sede en la Haya, capital del Reino de los Pases Bajos, Tribunal que, por su naturaleza, dirime nicamente controversias entre estados.

    Para esta campaa que alienta las esperanzas bolivianas, el Presidente Evo Morales Aima, designa al abogado Eduardo Ro-drguez Veltz, ex Presidente de la entonces Repblica de Bolivia y ex Presidente de la Corte Su-prema de Justicia, hoy Tribunal Supremo de Justicia como Em-bajador Extraordinario y Plenipo-tenciario para actuar como agente en representacin de Bolivia en la demanda contra el Estado Chile-no; demanda que fuera presentada el mircoles 24 de abril de 2013.

    El Cambio de FrenteLa demanda boliviana es

    simple pero novedosa. En mu-chos sentidos implica un viraje dramtico en la orientacin es-

    tratgica que Bolivia planteado, hasta esa fecha, en los esfuerzos reivindicativos de su cualidad ma-rtima. Histricamente, el Estado boliviano, haba protestado como injusto el tratado de 1904 que en su artculo II, textualmente seala: Por el presente Tratado, quedan reconocidos del dominio absoluto y perpetuo de Chile los territorios ocupados por ste en virtud de del artculo 2 del Pacto de Tregua de 4 de abril de 1884. Tratado en el que Bolivia resigna la posibilidad de recuperar su Litoral.

    Hasta ese mircoles 24 de abril, en el que el Tribunal Inter-nacional de Justicia, presidido por el juez eslovaco Peter Tomka, acusa recepcin oficial de la de-manda boliviana, la estrategia es-tuvo centrada en la posibilidad de anular (por considerarlo injusto) el Tratado de 1904, posibilidad cerrada, como por un candado por el artculo sexto del Pacto de Bogot que, desde 1948, impide a la Corte Internacional de Justicia para conocer asuntos ya resuel-tos regidos por acuerdo o tratados en vigencia en la fecha de celebra-cin del presente pacto, es decir que en virtud a este artculo, La Haya, no tendra vela en el en-tierro respecto de tratados, con-venios o pactos celebrados entre estados antes de 1948, enterran-

    do de ese modo las expectativas bolivianas (firmante del Pacto de

    Bogot de 1948) de impugnar el funesto Tratado de 1904.

    Si bien, en junio de 2011, desde la representacin boliviana se intent modificar, sin xito, el

    lapidario artculo sexto en fun-cin de que los intereses vitales de un Estado podran justificar

    la reactivacin de la controversia en tribunales internacionales; la nueva estrategia presentada a la cabeza de Rodrguez Beltz, retira sin asco esta reserva y ratifica, no

    slo ese artculo, sino que se sus-cribe al pacto de Bogot con todas sus letras y consecuencias. He ah el viraje dramtico, la estrategia consiste en tragarse el Tratado de 1904, sepultando toda posibilidad de revisarlo, pero habilitndose, as como litigante sin reservas, ante el Tribunal Internacional de Justicia.

    Si bien este cambio de di-reccin en lo que hace a la postura de La Paz frente a Santiago repre-senta; en s mismo, una estrategia, la apuesta boliviana va y ve ms all y ms ac al mismo tiempo. La demanda presentada el 24 de abril, guarda una sutil, pero im-portante relacin con la demanda interpuesta por Per frente a Chi-le, demanda resuelta este 27 de enero por la CIJ.

    Ciertamente, la naturaleza de la demanda boliviana, es en muchos sentidos, diferente de la peruana y guarda, adems, una propia identidad, sin embargo, en-cuentra un punto comn, ya que el Agente del Estado Peruano ante la Haya, Allan Wagner, no impugn el Tratado de Lima de 1929, que fij, en virtud a la Guerra del Pa-cfico, la frontera territorial entre

    Chile y Per, as como tampoco el Acuerdo de 1930 que, conso-lida estos lmites. El Per, como estrategia jurdica, plante que estos: Tratado y Acuerdo de 1929 y 1930, respectivamente, no regu-laban la frontera martima, sino nicamente la territorial o terres-tre, desde el hito 1, de manera que la Corte Internacional de Justicia, poda conocer la demanda perua-na de delimitacin martima, ya que al hacerlo, no se pretenda revisar, impugnar ni anular un tra-tado ya existente, previo a 1948.

    La EstrategiaLa representacin Boli-

    viana, queda claro, tampoco de-manda a Santiago la revisin o impugnacin del Tratado de 1904. La demanda, va en otro sentido, un sentido basado en recursos que la misma diplomacia chilena y su estrategia permanente a lo largo de 110 aos (contados desde la

    suscripcin del Tratado de 1904) ha otorgado histricamente, obse-sionada en su poltica de encerrar o bilateralizar el diferendo mar-timo.

    La demanda del Estado Plurinacional de Bolivia es clara y simple, se basa en un principio jurdico del Derecho Romano, el principio venire contra factum propium non valent, que vendra a traducirse como que: no es l-cito actuar en contra de los actos propios, y, que a decir de Hernn Corral Talciani expresa la regla de que no es admisible otorgar efectos jurdicos a una conduc-ta de una persona que se plantea en contradiccin flagrante con un

    comportamiento suyo anterior. Qu comportamiento an-

    terior?: la demanda describe, de-talla y profundiza acerca de los varios actos formales en los que el Estado chileno, a travs de sus representantes autorizados, ha planteado materialmente la posi-bilidad de otorgar a travs de ne-gociaciones bilaterales una salida al mar con soberana boliviana. La interpretacin de la CIJ de la demanda boliviana, hecha pbli-ca por sus rganos de publicidad, reza que Bolivia demanda el cum-plimiento de compromisos que en virtud del derecho internacio-nal, Chile se ha comprometido, en concreto a travs de acuerdos, la prctica diplomtica y una serie de declaraciones atribuibles a los representantes de ms alto nivel, a negociar una salida soberana al mar para Bolivia. Y que otro principio, el de bona fidei, buena

    fe en espaol, del que Se deriva () la teora de los actos propios que impiden a una persona ac-tuar en contra del sentido de su comportamiento anterior que ha creado una confianza en terceros

    que han actuado al amparo de la misma (Mnica Ortiz Snchez, 2004).

    Como ejemplo, simple-mente, de estos actos en tanto manifestaciones volitivas de com-promisos Chilenos, para la reso-lucin del diferendo martimo, nos es fcil citar, por ser los ms recientes, el de 1950, la reunin entre los dictadores Hugo Banzer y Augusto Pinochet en Brasilia en

    La Estrategia Boliviana ante la Haya Escudriando las claves de la batalla legalRen A. Clavijo Pearanda *

  • 7Lunes 24 de Febrero 7Lunes 19 de Febrero ARTCULO DE FONDO

    1974, que dio pie al clebre abra-zo de Charaa, previos firma de

    acuerdo, en 1975, y el acto de di-ciembre de ese mismo ao, en el que el Ministro chileno de Rela-ciones Exteriores, Patricio Car-vajal, redacta una carta-propuesta dirigida al Estado boliviano en la que consignaba expresamente que la base de las negociaciones era la cesin de una salida soberana al ocano de Chile para Bolivia.

    Es en ese sentido, que el Canciller boliviano, David Cho-quehuanca expresa que se le so-licita a la Corte Internacional de Justicia, el velar por la obliga-cin de Chile de negociar de bue-na fe y con eficacia con Bolivia

    con el fin de llegar a un acuerdo

    que otorgue a Bolivia un acceso plenamente soberano al ocano Pacfico.

    Per, Bolivia y Chile, los pue-blos sern los protagonistas

    El Estado peruano, a travs de sus rganos pertinentes, segu-ramente observar, con detenida atencin el proceso instaurado por Bolivia ante la Corte de Jus-ticia de las Naciones unidas el 24 de abril de 2013; por sus caracte-rsticas y consecuencias, el litigio La Paz Vs. Santiago despertar (ya despierta) un inters inusitado a nivel continental, pero, como es previsible, con caractersticas superlativas en los tres pases in-volucrados histrica e inevitable-mente en este diferendo.

    El fallo de la Corte In-ternacional del 27 de enero del presente 2014 con respecto al planteamiento peruano de la de-limitacin de la frontera marti-ma chileno peruana, fallo que marca una tendencia conciliadora, alejada de dramatismos por parte de la CIJ, plantea un panorama an ms de minuto 90 para las aspiraciones bolivianas.

    Pero, qu tiene que ver el Per en el diferendo entre Bolivia y Chile?, fcil. Por el tratado de 1929 y el Acuerdo de 1930, sus-critos para consolidar el cese de hostilidades entre Chile y Per, el Estado peruano, pierde por causa de la guerra, las provincias de Ta-rapac y Arica. Los actuales lmi-tes entre Chile y el Per son fruto de estos actos post blicos, y a esa frontera, forzada por la guerra, se la conoce como La Lnea de la Concordia, la lnea de la con-cordia, recorre desde el clebre hito 1, a 264.50 m del punto de la concordia a orillas del Ocano Pacfico, hasta alcanzar una actual

    triple frontera en las cercanas de la localidad fronteriza de Charaa (Bolivia).

    El Tratado de La Concodia de 1929, firmado por los gober-nantes Carlos Ibaez y Augusto Legua, compromete una cesin territorial, que hasta nuestros das el Per seala como injusta, con-virtindose Arica en una especie de cono de reivindicacin perua-na, pero nuevamente, qu tiene eso que ver con las expectativas de la demanda boliviana?, tiene mucho que ver, las expectativas nacionales ms realistas, sealan justamente, la posibilidad de ac-ceso a puertos del Pacfico por un

    corredor que tendra, necesaria-mente que recorrer paralelo a la Lnea de la Concordia, corredor que podra concebirse entre los diez kilmetros que distan desde el puente sobre el ro Lluta, cer-cano a la poblacin antiguamente peruana de Arica y la Lnea de la Concordia.

    Sin duda ninguna, que la estrategia boliviana ante la CIJ de Holanda debe entonces, estar acompaada de una sesuda, per-manente y altamente cordial aco-metida diplomtica por parte del Estado boliviano para con nuestro hermano y vecino peruano. Es necesario comprender ahora, da-das las circunstancias histricas que vivimos, que el Per ser fi-nalmente, quien tenga la ltima palabra en cuanto a una posible solucin de la actual controversia entre la Paz y Santiago. La solida-ridad y elevado altruismo que les exige la historia, no slo a Chile, sino adems al Per, va ms all de un fallo justiciero de los quin-ce magistrados de las Naciones Unidas. La solucin satisfactoria y elevada de este conflicto, est

    rodeada de necesidades, expec-tativas e intereses nacionalistas, polticos, empresariales, econ-micos humanos.

    El desprendimiento y el desarme moral internacional son las vas idneas para que los tres pueblos involucrados gocen con la carga de la justicia; ya que si se observa detenidamente el mapa actual americano, hay dos detalles que no pueden pasarnos desaper-cibidos, uno es el hecho de que el Estado peruano, no slo tendra que allanarse a la cesin de una franja de lo que an considera un territorio suyo, ocupado injusta-mente; sino que tanto Chile como el Per, en el hipottico caso de que la CIJ fallara a favor de la de-manda boliviana del 24 de abril de 2013, y en el supuesto caso de

    que Chile asumiera este fallo con inters y benevolencia, encararan un fenmeno poltico de incier-tas consecuencias comerciales y diplomticas: la actual relacin fronteriza entre Chile y Per en los hechos se vera separada por la hipottica franja que acercara a Bolivia a la conclusin de una tan larga aoranza.

    Otro dato ms. Incluso dentro del mismsimo Estado Plurinacional de Bolivia el des-prendimiento, la solidaridad y la primaca de los inters nacionales tendrn que ser puestos por en-cima de intereses y aspiraciones regionales, polticos, familiares y personales, ntese que dada la

    explicacin previa en prrafos an-teriores, hace notorio claramente que, materialmente es posible, nicamente un punto geogrfico

    nacional como eslabn articulador hacia el hipottico corredor hacia el anhelado ocano Pacfico: la lo-calidad pacea de Charaa.

    Es verdad. El hermano Per, podra alargar an ms la espera en caso de que el Tribunal Internacional de Justicia fallara a favor de la demanda boliviana; y consecuentemente el Estado Chi-leno asumiera con altruismo este fallo. S, el Per podra iniciar una nueva demanda ante la Haya, pro-testando sus derechos sobre Ari-ca dificultando de ese modo la

    resolucin de la ms que centena-ria injusticia; pero quiz, incluso en casa tendramos que esperar el desprendimiento que pedimos a nuestros vecinos, ya que no podra ser otro, sino el hermano departa-mento de La Paz el que, segura-mente detentara el alto honor de llevarnos hasta el mar de nuestras esperanzas. Una vez ms, la ver-dadera justicia, la ltima gestin, la decisin definitiva, no est en

    manos de los tribunales, ni de los estados y sus representantes, el futuro de una Amrica armoniosa y plena de justicia est en manos de los pueblos.

    *El autor es Psiclogo y Conflictlogo.

    Estrategia boliviana apelara a acuerdos alcanzados entre Bolivia y Chile (1950;1974;1975) para acceder a un hipottico corredor maritimo

    Lnea de la Concordia frontera postbelica instaurada por gobernantes de Per y Chile en el Tratado de la Concordia de 1929

  • 8 Lunes 24 de FebreroECONOMA

    La lista de tiles esco-lares resulta ser un dolor de cabeza para las familias al inicio de las labores educativas, pues desde que los nios asisten al pre knder e incluso a los parvula-rios, los padres de familia deben entregar los tiles y materiales requeridos por los (las) maestros. Pudimos constatar que dichos ma-teriales educativos llegan a costar entre 200 Bs hasta 350Bs aproxi-madamente.

    En el caso de los parvula-rios la lista de tiles escolares es ms ampulosa, por la variedad de manualidades que los pequeos realizarn en el aula, incremen-tndose por ejemplo: palitos de helado, palitos de brocheta, ser-villetas de cocina, papeles de re-galo, revistas para colorear, entre otros.

    No hay padres de familia que escapen de estos gastos, en cualquiera de los ciclos en los que su hijo est, tendr que comprar el material correspondiente y ms grande ser dicho gasto cuando tenga ms de un hijo en edad es-colar.

    No olvidemos que previa-mente el alumno tuvo que adquirir el uniforme del establecimiento educativo al que pertenece, ya sea particular o fiscal: mandil, chom-pa, pantaln, zapatos, implemento deportivo, mochila, etc.

    Considerando que el sala-

    rio mnimo nacional es de 1200Bs y en algunos casos por debajo de este, se tendr que hacer el sacrifi-cio durante el mes para abastecer su canasta familiar, pago de servi-cios y cumplir con lo requerido en la escuela, otros debern incluir a sus gastos los pasajes diarios por haberse inscrito en un estableci-miento alejado de su zona. En algunas unidades educativas se pide una cuota adicional de menos de 50 BS, para comprar equipamiento como ser: estantes o para el mejoramiento del aula, esto claro bajo el consentimiento de todos los padres de familia.

    Inicio de clasesInicio de gastos En nivel inicial los gastos llegan a 400 Bs

    Por Ximena Montaya

    Durante toda la gestin escolar debern acotar algo ms de dinero segn las actividades en las que participen, como ser la festividad de Chutillos, fechas cvicas, acti-vidades deportivas y otros.Por ltimo este ao el precio de los materiales escolares no se ha incrementado e incluso se puede encontrar a precios de oferta ya sea en libreras o de comerciantes ambulantes, lo que de alguna ma-nera tranquiliza a quienes ao tras ao deben reservar un dinerito para cumplir con sus obligacio-nes de padres mientras los hijos acuden al templo del saber.

    Nivel Inicial

    Textos de motricidad fina y gruesa, hojas bond, lpices, cuadernos, caja de colo-res, caja de marcadores, caja de crayo-nes, caja de plastilina, hojas varias de cartulina, hojas varias de goma eva, sili-cona en barra y tijeras. Material de higiene: papel higinico, al-cohol en gel, bolsa de higiene, cepillo dental, toalla pequea.

    Total aproximado 400 BS

    Nivel primario

    Libro de distintas editoriales, lpiz rojo y negro, lpices de colores, cuadernos de 100 hojas, carpetas forradas con los co-lores correspondientes al curso o al cole-gio, hojas bond y de carpeta, bolgrafos rojo y azul de distintas marcas, membre-tes (algunos con el diseo de la unidad educativa correspondiente), archivadores, dic-cionario.

    Total aproximado: 200 Bs

    Nivel secundario

    Los materiales son separados por asig-natura, van desde cuadernos forrados con colores especficos, textos de alguna edi-torial, estuche geomtrico, lgebra, bol-grafos, lpices y otros de preferencia del alumno, obras literarias, carpetas dividi-das con distintas cartulas, membretes (muchas veces con el diseo de la unidad educativa). Total aproximado: 150 Bs

    En estos cuadros se muestran los precios de las listas de tiles para los niveles: Inicial, preimario y secundario

    ECONOMA

  • 9Lunes 24 de Febrero POLTICA

    Al igual que los car-pinteros o albailes, nuestros polticos cuentan con amplia gama de herramientas para el desempeo de su oficio.

    Esta caja de herramientas est compuesta por consignas polti-cas, ya sean heredadas de gene-raciones anteriores o creadas por un grupo poltico contemporneo. Cualquiera sea el caso, la utilidad de estas consignas se mide por el grado de adhesin que logren ge-nerar en una poblacin votante.

    La consigna Potos Federal es una de estas herramientas pol-ticas, y como tal, goza de buena recepcin en algunos sectores de la poblacin potosina. Por esta razn ha sido utilizada sin ma-yor reparo en estos ltimos aos, y seguramente se apelar a ella durante la larga carrera electoral 2014-2015.

    El Potos Federal renov su vitalidad durante las moviliza-ciones de julio y agosto del 2010. Hbilmente diseminada por di-rigentes cvicos, la consigna fue sumando adhesin de la ciudada-na para convertirse en estribillo retumbante de discursos incendia-rios.

    Tal fue el xito de la con-signa que se torn incontrolable. Aquellos dirigentes que encendie-ron la mecha, luego fueron apabu-llados por la demanda de iniciar procesos federalistas reales. Los dirigentes no imaginaron tal reac-cin de la poblacin, su objetivo

    fue utilizar la consigna, movilizar a la poblacin y presionar al go-bierno. Nunca planificaron iniciar

    acciones federalistas.El motivo por el cual la

    consigna Potos Federal moviliz a tanta gente durante esta movili-zacin, y genera simpata en va-rios sectores de la poblacin, es su directa relacin histrica con un discurso de dignificacin y res-peto a las demandas potosinas lar-gamente postergadas. Es decir, los potosinos por costumbre y cultura poltica relacionamos la consigna Potos Federal con la defensa de la dignidad y el respeto a las de-mandas potosinas.

    La fuerza de esta consig-na es producto de nuestra historia poltica, de la suma de eventos polticamente importantes para la poblacin potosina, como en 1990 la defensa de los recursos evaporticos del Salar de Uyuni, o en 1996 la defensa de la forma icnica del Cerro Rico de Potos, entre otros anteriores. Justamente, esta fuerza de convocatoria es la que atrae a los polticos quienes usan, y muchas veces abusan, de la consigna Potos Federal para lograr beneficios partidarios y/o

    particulares.

    UsosEn junio del 2013, el fren-

    te Potos Federal Siglo XXI, a la cabeza de Jhonny Llalli fue ele-gido como nuevo directorio del Comit Cvico Potosinista. El dis-

    curso de aquel frente se soportaba claramente en la consigna Potos Federal y en los preceptos de de-fensa de los recursos naturales y de la dignidad potosina. Pero no fue hasta semanas antes del 10 de noviembre, que los dirigentes de COMCIPO hicieron gala de la consigna.

    Un paro cvico de 48 ho-ras, el 5 de noviembre, y posterio-res amenazas de impedir el arribo del presidente Evo Morales a los festejos del 10 de noviembre, fue-ron las acciones de presin que ejercieron los dirigentes del Co-mit Cvico Potosinista.

    Durante el desarrollo de estas acciones, la dirigencia cvica enarbol una vez ms la consig-na Potos Federal, provocando el reproche de distintas autoridades oficialistas. Y aunque no se cum-plieron las amenazas del Comit Cvico Potosinista la consigna Po-tos Federal despert la expectati-va de iniciar procesos federalistas. En un mal clculo poltico, la di-rigencia del Comit Cvico Poto-sinista contino con el uso de la consigna Federalista. Anunciaron la organizacin de un Cabildo de la Potosinidad, en el cual se sen-taran las bases reales de un pro-yecto federalista. Sin embargo, unos das despus, los dirigentes anunciaron la postergacin del Cabildo, cayendo en cuenta del adverso contexto poltico y de la falta de apoyo en las provincias del departamento.

    Para esta temporada electoral se prev

    Uso y abuso de la consigna Potos Federal Por Luis Vctor Alemn

    Esto demuestra que no siempre se consigue beneficio po-ltico cuando se utiliza consignas de fuerte carga histrica y emo-cional. Si bien el uso de la fuer-za emotiva de la consigna Potos Federal resulta siempre tentador para los polticos; para la pobla-cin de a pie se convierte en un juego perverso de sentimientos y emociones polticas, en el que siempre sale perdiendo.

    AbusosEs predecible que la con-

    signa Potos Federal y el conte-nido discursivo de la dignidad potosina y defensa de los recursos naturales, sean utilizados en la larga carrera electoral 2014-2015. Los partidos polticos que pugnen por llegar a los Gobiernos Depar-tamental y Municipal buscaran, con el uso de la consigna, ampliar su votacin.

    De hecho ya se perfilan al-gunos discursos y propuestas pro-gramticas electorales bajo esta intensin electoral. Por ejemplo, en su visita de campaa del 10 de noviembre a nuestra capital, el Gobernador Cruceo Rubn Cos-tas expres, Comparto el sen-timiento de indignacin de una tierra que tanto ha dado a nuestra patria y no puede dejar pasar esta segunda oportunidad que le da la historia para lograr la prospe-ridad y el bienestar de potosinas y potosinos (Los Tiempos, 10/11/2013). Segn Costas, esta

    oportunidad histrica se abre en las elecciones presidenciales, y su candidatura es la opcin de pros-peridad y bienestar.

    Por su parte, el coordina-dor del Movimiento Demcrata en Potos, Gonzalo Barrientos reforz este mensaje discursivo, indicando los potosinos atra-vesamos por momentos difciles en que el centralismo sigue ge-nerando injusticia, porque lamen-tablemente nuestra riqueza no se reinvierte para generar fbricas, industrias, empleos y un mejor fu-turo para el departamento (www.hoybolivia.com, 11/11/2013).

    Sin duda, varios de estos discursos se escucharan durante la campaa electoral 2014-2015, buscando ampliar su votacin, los partidos polticos apelarn al sen-timiento potosinista. Abusarn de las consignas Potos Federal, de-fensa de los recursos naturales y dignidad del pueblo potosino.

    Como dijimos al princi-pio de este escrito, los polticos disponen de estas consignas y las utilizan como herramientas para lograr la mayor adhesin a su propuesta electoral. Sin embargo, resulta abusivo recurrir a senti-mientos polticos histricos de un pueblo para alcanzar objetivos particulares y no colectivos.

    Fuentes consultadas Los Tiempos (10/11/2013) www.hoybolivia.com (11/11/2013)

    Fotografa: Jaime Crdenas

    ECONOMA

  • 10 Lunes 24 de FebreroCULTURA

    Con ms de 500 aos de vida, la tan famosa villa imperial de Carlos V, ha sido testigo del paso del tiempo, una ciudad que respira historia trans-portando a pocas fascinantes a los habitantes y visitantes de estas tierras.

    Aun con el descuido de sus edificios y calles se muestra orgu-llosa ante las miradas de quienes las transitan como si se resistiera a declinar ante su ahora enemiga: la madre naturaleza, pues durante los ltimos aos ha sido vctima de los fenmenos naturales en este caso de las fuertes lluvias que ocasionan el desmoronamiento de muchas viviendas en el casco vie-jo de Potos.

    La construccin de las pri-meras viviendas, en este territorio llamado a un comienzo asiento minero de Potos, fueron impro-visadas, con los materiales que se encontraban al alcance de los ha-bitantes, es decir: piedras, barro, caa hueca, paja y otros, mismos que en la actualidad an se pue-den encontrar en las casas que to-dava se mantienen en pie.

    Los terrenos sobre los que se edificaba tambin resultaba

    un problema, pues cuentan los primeros cronistas de la colonia, que la tierra potosina era tan rida e imperfecta, as como hmeda e inestable, que cada quien se aco-modaba como mejor poda, sin respetar un orden en las calles. Cabe comprender que los servi-cios bsicos en aquella poca tu-vieron que improvisarse, rastro de ello es la cantidad de pozos que an se encuentran en algunas ca-sas antiguas y otros que sirvieron para desages.

    Una ciudad que se levanta a ms de 4.000 m.s.n.m. a causa de las interminables riquezas del Cerro Rico, que atrajo la aten-cin de aventureros deseosos de fortuna, quienes a partir del ao 1.545 llegaron a estas tierras con una sola misin: extraer la plata del Sumaj Orcko.

    Motivo por el cual el asen-tamiento humano creci exaspe-radamente, nadie haba pensado en quedarse a vivir en estas tie-rras, de acuerdo al jefe de archivo de la Casa Nacional de Moneda, Jos Antonio Fuertes Lpez, en su libro Creacin de la Villa Im-

    perial de Potos. La capitulacin de 1.561 nos cuenta: Acudie-ron muchos espaoles y casi la mayora vecinos de Porco y de la ciudad de la Plata. Se fue forman-do una poblacin que sin lugar a dudas, en este primer momento no era ms que un asiento minero. Se anota que desde el comienzo el Cerro Rico haba atrado a los espaoles y extranjeros ms atre-vidos, inescrupulosos y sedientos de riquezadivulgndose a los cuatro vientos el descubrimien-to de la plata en el cerro rico de potos los espaoles levanta-ron una ciudad a toda prisa, pues (como dice Acosta) cada cual hizo su casa con tanta prisa que care-ciendo de la forma, hubieron de quedar sin calles por donde pasar; y as en espacio de 18 meses se hicieron ms de 2.500 casas para ms de 14.000 personas que entre espaoles e indios haba.

    Desde hace algunos aos atrs, los vestigios de que Potos fue una ciudad rica y cosmopoli-ta, van quedando en el olvido de la colectividad y ms an cuando termina la temporada de lluvias que deja a su paso edificaciones

    de importante valor histrico solo en ruinas, poco a poco vemos que el casco viejo de la cuidad se est deteriorando.

    De acuerdo a testimonios recogidos de los vecinos y pro-pietarios de la ciudad potosina pu-dimos constatar que son muchos los propietarios de inmuebles antiguos que se han visto perjudi-cados ante el deterioro de sus vi-viendas, algunos por su descuido, otros que estuvieron en disputa por el derecho propietario de di-chos inmuebles y que ninguno de los litigantes pudo hacerse cargo del mantenimiento de la vivienda otros que pidieron ayuda a las au-toridades pertinentes recibiendo como respuesta; - su inmueble en calidad de bien patrimonial debe ser conservado tal y como est, sin hacer ningn cambio, caso contrario sern sancionados. Esto en muchos casos ha ocasionado que el propietario prefiera ver su

    casa cada pedazo a pedazo para finalmente poder construir una

    nueva vivienda acorde a sus gus-tos y necesidades.

    Indudablemente existen vecinos a los que no les interesa,

    para nada, el hecho de vivir en una Ciudad nica que an en el estado de descuido en el que se encuentra, es un museo abierto por toda la riqueza arquitectnica que posee.

    Uno de los servicios ms requeridos en la poca de lluvias es el de la albailera, es as que el maestro albail Leonardo Esco-bar de 60 aos de edad, quien se dedica a ese oficio desde sus 12

    aos, nos cuenta: algunos dueos de casa previenen, pero algunos esperan a que se caiga y recin quieren hacer algoen esta po-ca no se puede hacer nada porque las tejas estn remojadas, casas que chorrean con goteras tenemos que tapar con nylon nomas, algu-nas paredes ya estn cansadas hay que revocar usamos cemento, mallas, no cuesta mucho, es man-tenimiento nomas, pero algunos dueos de casa son muy descui-

    dados.Segn la explicacin del

    arquitecto Jhonny Churata Mon-tero, s hay posibilidades de res-tauracin para infraestructura patrimonial, previa evaluacin de cada caso en particular, sobre todo tomando en cuenta que l o la propietaria del inmueble debe hacer un mantenimiento eventual de las cubiertas de su vivienda, pues el descuido de los tejados es una de las causas para empeorar el deterioro de la misma. Somos una ciudad patrimonial pero no le damos la importancia que debe-ramos.

    Entre algunas seales de alerta cuando una vivienda corre el riesgo de derrumbarse son: pro-minentes rajaduras en diagonal de sus muros, hundimiento del techo, remojo de los tejados y paredes. Posterior a la colonia, Potos atra-ves por distintos periodos que

    A consecuencia de fuertes lluvias

    Viviendas patrimoniales en riesgo Por Ximena Montoya

    tambin influyeron en su proceso

    histrico, hasta llegar a nuestros das, muestra de ello se encuentra a simple vista en las calles de la ciudad en sus templos, plazuelas y edificios. Posiblemente quienes

    fueron los artfices de tan mara-villosas edificaciones, que ahora

    se caen en pedazos, no imagi-naron siquiera del valor histrico que tendran, casas habitadas por condes, marqueses, damiselas, casas que fueron testigos de ro-mances apasionados o crmenes desalmados, que entre sus paredes cobijaron aventureros del viejo continente, as como a indios y es-clavos, todos ellos, que otrora ca-minaron por nuestras calles, que posiblemente habitaron nuestra casa, van quedando en el olvido, pues con la desaparicin de tan bella arquitectura va desapare-ciendo tambin parte de nuestra historia.

  • 11Lunes 24 de Febrero SALUD, DINERO Y AMOR

    Dolor de cabeza, fa-tiga, agitacin, nauseas, mareos y sensacin de sobreesfuerzo fsico, son que-jas habituales que, casi desaper-cibidos, los potosinos (o los que habitamos ya largo tiempo en Potos) estamos acostumbrados a escuchar de los visitantes que se aventuran por esta ciudad de al-turas. Y es que todos sabemos, o creemos saber, que a ciertas ele-vaciones sobre el nivel del mar, se producen una serie de fenme-nos fisiolgicos, que combinados,

    pueden derivar de estas y otras molestias en los casos menos complejos, hasta complicaciones ms severas en situaciones ma-yores.

    Cul es la causa orgni-ca para esas quejas?, son reales esas molestias?, son slo eso: molestias?, por qu son tan recu-rrentes, incluso tan frecuentes?, a qu altura comienzan a mani-festarse? Son preguntas autom-ticas cuando se trata de compren-der lo que conocemos como mal de altura sorojche o sorojchi.

    Lo cierto, es que aquellas molestias tpicas que refieren

    nuestros ocasionales visitantes, se deben a un, muy simple, proceso de adaptacin fisiolgica con el

    que el cuerpo humano responde a una serie de condiciones que se manifiestan a ms de dos mil qui-nientos metros sobre el nivel del mar (msnm). Una de esas con-diciones, la principal, para desa-rrollar nuestra breve explicacin acerca del llamado, mal de altura, es: el descenso proporcional de oxgeno (a mayor altitud sobre el nivel del mar, menores volmenes de oxigeno) en la atmsfera. De manera que el aire que se respira (que respiramos) en esta ciudad que bordea los cuatro mil msnm, es, por decirlo de algn modo, po-bre en volmenes de oxigeno.

    Un aire pobre de oxge-no, es la principal causa ambien-tal (natural) para el fenmeno fisiolgico denominado hipoxia.

    Existe hipoxia cuando la concen-tracin de oxigeno en la sangre es inusualmente baja. Si el amable lector analiza lo que le hemos contado hasta ac, fcilmente caer en cuenta de la relacin de causalidad: a mayor altura msnm, menor concentracin de oxige-no en la atmsfera y, a menor

    concentracin de oxigeno en la atmsfera, en el cuerpo humano ocurre la condicin que describi-mos como hipoxia, es decir, po-bres o bajos volmenes de oxige-no en la sangre.

    La deficiencia de oxgeno

    en el sistema circulatorio obliga al organismo, al igual que cual-quier otra deficiencia, a realizar

    procesos adaptativos para com-pensar el desequilibrio, es decir, el cuerpo responder siempre, adaptndose. Sin embargo, la se-al que la fisiologa humana em-plea para avisar de la necesidad de realizar cambios adaptativos, es invariablemente: el dolor, este dolor permanecer mientras no se hayan completado mnimamente los inicios de los cambios que se requieren para respirar eficiente-mente un aire pobre en oxgeno.

    Uno de los principales sis-temas fisiolgicos (fisiolgico se

    refiere a los sistemas, rganos, te-jidos, clulas y sus componentes en funcionamiento es decir, por ponerlo de algn modo, la ana-toma en movimiento funcional)

    que requiere, exige y consume grandes cantidades de oxigeno, es el sistema nervioso central, cuyo rgano lo conocemos como: cerebro. El cerebro, como ya lo dijimos, precisa y consume, im-portantes volmenes de oxgeno, este oxgeno, es transportado por la sangre hasta el cerebro para ser empleado en el procesamiento de los nutrientes necesarios para el funcionamiento de las clulas cerebrales, las neuronas. Es de ese modo que el rgano, cuando es sometido a la respiracin de un aire pobre en oxgeno, caracters-tico de las locaciones altas, enva una seal de necesidad de adap-tacin a estas condiciones de ca-rencia esa seal la traducimos como: dolor.

    La seal de dolor causada por la pobre dotacin de oxgeno al cerebro, se manifiesta como

    un dolor occipital bilateralizado, habitualmente en forma de lati-do, cuya intensidad es aumentada por movimientos bruscos, ruidos luz, o situaciones socioambienta-les exigentes. Si lo meditan un

    poco este dolor que sienten los visitantes nefitos en altura cuan-do visitan Potos, es simplemente una seal de su sistema nervioso dicindoles algo como: oye tu necesito ms oxgeno para cum-plir mis delicadas e importantes funciones, haz pronto los cambios necesarios para que eso sea as. Esa es una explicacin, superficial

    por supuesto, del dolor de cabeza que acompaa el sorojchi.

    La respuesta inicial del or-ganismo, es decir, la primera res-puesta, a la demanda fisiolgica

    de oxgeno debido a la hipoxia por condiciones ambientales de respi-racin a ms de tres mil msnm; es un mecanismo de emergencia, algo bsico pero inevitable: dos sistemas, el cardiaco y el respira-torio, naturalmente complementa-rios (aunque, claro, todo en fisio-loga es sinrgico), incrementan, aceleran, esfuerzan sus funciones, aumentando el ritmo cardiaco, e incrementando la frecuencia res-piratoria, en palabras latas, el co-razn late ms rpido y se intenta respirar ms y, con mayor veloci-

    El mal de altura mito o realidad?Por Ren A. Clavijo

    dad para compensar el fenmeno hipxico s, inteligente lector, no se equivoca hipoxia es la pobreza de oxgeno en la sangre ocasionada por la carencia de oxgeno en el aire, caracterstica endmica de las zonas ubicadas a alturas cercanas o mayores a tres mil metros sobre el nivel del mar. De este esfuerzo cardiorespirato-rio, es que el mal de altura pre-senta como otra de sus molestias: la agitacin, las hipo o hiper ven-tilacin, las palpitaciones es decir esa sensacin que describen los turistas como de que el cora-zn se les sale del pecho.

    Las respuestas adaptativas del cuerpo, siempre son integra-les, procesuales, ordenadas y pro-gresivas, otro proceso, sinrgico claro, (decimos otro, slo para separarlo didcticamente de los anteriores) ya que el proceso de adaptacin es muchos y es uno al mismo tiempo. Decamos que otro proceso, ya de segundo nivel, consiste en la adaptacin celular, iniciando sta con el incremento en la produccin de glbulos ro-jos y en la adaptacin endcrina u hormonal, proceso, principal-mente este ltimo que obliga al cuerpo mediante la modificacin

    de los procesos del sistema en-dcrino; a realizar cambios en el flujo hormonal, lo que fcil aun-que superficialmente, explican las

    nuseas y los trastornos del ape-tito.

    Respetado lector, no he-mos querido profundizar ni exten-dernos ms en este punto, ya que en futuros nmeros abordaremos respecto de otros factores como la edad, las condiciones crnicas, y otros padecimientos en relacin con la altura msnm y con lo que conocemos como mal de altura, por lo pronto, si es que escucha a alguien, joven o adulto, dama o varn, atltico, astnico o gordito, quejarse de estas molestias ex-plquele buenamente y como buen potosino, que, la molestia es tem-poral que pasar y, que no es otra cosa que su cuerpo pidiendo adaptacin y/o adaptndose a las condiciones ambientales a las que ya nos adaptamos ms de un cuar-to de milln de personas, ac en la cima de la plata aqu, en Potos.