poesía cubana, primeras manifestaciones hasta 1990

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    Poesa cubanaOrlando Rodrguez Sardias (Rossardi) y Jess J. Barquet

    Poesa cubana: primeras manifestaciones hasta 1990

    Orlando Rodrguez Sardias (Rossardi)

    Cubanos emigrados, exililados y cubano-americanos

    Los cubanos han llegado a los Estados Unidos en olas sucesivas de emigraciones y en sumayora con carcter de exiliados desde mediados del siglo XIX hasta la fecha, y se han dis-tribuido con preferencia primero en las ciudades de Tampa, Cayo Hueso y Nueva York, yms tarde, ya avanzado el siglo XX, en la ciudad de Miami. Otros grupos, desde 1850 hoy

    da, pueden ser localizados en casi todas las grandes ciudades norteamericanas, especial-mente aquellas situadas en la costa del Atlntico. Desde muy temprano, en su residenciaen suelo extranjero el cubano se ha mantenido intelectualmente activo intentando congran afn divulgar sus creaciones artsticas, publicando su produccin literaria con par-ticular afecto la poesa en folletines y peridicos, adems de lograr reunirla luego en for-ma de libro,como es muestra la antologa El lad del desterrado (Nueva York, 1858),que re-ne la produccin potica de un grupo de emigrados de entonces como Jos AgustnQuintero (1829-1885), Pedro Santacilia (1826-1910), Pedro ngel Castelln (1820-1856), Leo-poldo Turla (1818-1877) y Juan Clemente Zenea (1832-1871). Ya por esas fechas los esfuerzoseditoriales de los cubanos sern mltiples y muy variados. Algunos publican coleccionescomo el poemario El Arpa del Proscripto (Nueva York, 1856),de Pedro Santacilia y otros sacana la luz ms de una docena de peridicos y folletos de todo tipo como El Horizonte (Nueva

    York, 1850), de Miguel Teurbe Toln, La verdad (Nueva York, 1848-1860), El Mulato (Nue-va York, 1854) y El Eco de Cuba (Nueva York, 1855),escritos en espaol aunque con algn con-tenido en ingls y que dedicaban sus pginas mayormente a dar informes del conflicto delos criollos con el Gobierno de la Pennsula, pero que a su vez ofrecan,aqu y all, poemas yartculos sobre arte y literatura de plumas distinguidas.

    Cuando Jos Mart llega a Nueva York en 1880 ya los intelectuales cubanos haban estadopublicando por ms de cincuenta aos. A la gran actividad literaria y editorial de Mart ensus quince aos de exilio le acompaan otros esfuerzos como los de Enrique Pieyro, quedirigiera el peridico trisemanal La Revolucin y que fundara luego El Mundo Nuevo concontenido poltico, aunque inclua secciones de modas y de literatura; los de Juan Ignaciode Armas, con suAmrica Ilustrada; o hasta aquellos folletines satricos de Martn Mora

    Delgado, e incluso la publicacin de un Diccionario tecnolgico (ingls/espaol), como elque edita Nstor Ponce de Len y Laguardia. Baste mencionar la variedad de las obrasapuntadas para darnos una idea de la dimensin de esas publicaciones en el siglo XIX.

    Podemos dividir en tres grandes grupos las olas de cubanos que llegan a los Estados Uni-dos a partir de la Revolucin de 1959. Un primer contingente de ms de 200.000 entre 1959

    y los aos de 1961 y 1962, los aos de la invasin de Baha de Cochinos o Playa Girn y la lla-mada Crisis de los Cohetes. Un segundo grupo de unos 300.000 individuos que entra alpas por va area o martima, y mediante trmites oficiales organizados entre 1965 y 1975.Ms tarde, con la apertura del puente martimo del puerto del Mariel entrarn ms de125.000 refugiados.Tambin ha de tenerse en cuenta que alrededor de unos 150.000 cuba-nos ms entran a los Estados Unidos por terceros pases, y aquellos otros que llegan a tie-

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    rras norteamericanas en rsticas embarcaciones y que se les conoce por el nombre genri-co de balseros. Este enorme caudal humano no solo ha marcado de una manera profundala experiencia afectiva, social y econmica, moral y cultural de estos cubanos,sino la histo-ria ms reciente de los Estados Unidos de Norteamrica aadiendo al pas, entre otros mu-chos factores, un nuevo y muy vital grupo social,el cubano-americano.

    Antecedentes: las dos orillas

    Con la entrada de Fidel Castro en La Habana en enero de 1959 prcticamente comienza lasalida de los nuevos exiliados a los Estados Unidos. Un grupo de poetas ya hechos y conuna obra considerable se mantiene en plena produccin cuando se produce el cambio1.Es-tos escritores ya haban formado parte de otros quehaceres anteriores y hasta de otros exi-lios: ngel Gaztelu (1914-2004), Cintio Vitier (1921),Jos Lezama Lima (1910-1976),Virgilio Pi-era (1912-1979), Fina Garca Marruz (1923), Octavio Smith (1912-1987), Gastn Baquero(1918-1997),Eugenio Florit (1903-1999),Samuel Feijoo (1914-1992), Eliseo Diego (1920-1993),Lorenzo Garca Vega (1926) y Agustn Acosta (1886-1979) son unos ejemplos.Mientras unostomaban bando del lado oficialista, algunos de los mencionados se divorciaran de cual-

    quier atadura ideolgica con la Revolucin y otros lo haran inclusive dejando la Isla y mar-chando al exilio. Entre aquellos poetas que forman parte del primer contingente de emi-grados algunos ya han publicado sus obras en Cuba, en libros o en publicaciones diversas,

    y otros comienzan a dar sus primeros pasos en el oficio. Unos llegan a ver sus nombres denuevo en revistas, esta vez publicadas fuera de Cuba y otros, los menos,aparecern en unaserie de poemarios que se publican durante estos primeros aos, quizs los ms duros, deun xodo que se extender luego por muchos aos.

    Un grupo de poetas muy jvenes por entonces hace su aparicin y podramos dividirlos enpromociones: la Primera y la Segunda Promocin de la Revolucin, y de las que se nutrenlos grupos que podramos llamar luego de la Primera y Segunda Promocin del Exilio. Al se-gundo grupo o promocin pertenecen aquellos nacidos a partir de 1940 y que son llama-

    dos novsimos, que en Cuba se renen a la sombra de la revista El Puente (vid. Revistas li-terarias, en el artculo Instituciones y revistas culturales cubanas en esta Enciclopedia),encabezada por el poeta Jos Mario Rodrguez (1940-2002). Los puentistaseditan en 1962una antologa, Novsima poesa cubana, y cuando ms tarde se disponan a sacar una Se-

    gunda Novsima poesa cubana, la edicin es confiscada por las autoridades del Gobiernorevolucionario junto a otros libros publicados por el grupo editorial. Algunos de estos poe-tas van a dar a la crcel, entre ellos su director, Jos Mario Rodrguez, que luego se marchaal exilio.Otros se pasan y se acogen a las pautas revolucionarias de la revista El caimn bar-budo, suplemento cultural del peridicoJuventud Rebelde, dirigida en aquel momento porel escritor Jess Daz (1941-2002), que se dedica a atacar fuertemente a los que llama des-viacionistasde la Novsima, y que mucho ms tarde, en 1996, fundara en Madrid, Espaa,la revista Encuentro (vid. Revistas literarias). Formaban aquel grupo, entre otros, Orlando

    Alom, Luis Rogelio Nogueras, Guillermo Rodrguez Rivera, Vctor Casas, Flix Contreras yHelio Orovio.

    Dos caminos: la Isla y el exilio

    Es posible llegar a una nmina, ms o menos extensa, que, excluyendo a los escritores na-cidos antes de 1925 (Primera y Segunda Generacin Republicana),recoja a dos grandes gru-pos de poetas cubanos unidos todos en un mismo quehacer literario, pero separados por lavisin aceptacin o rechazo de los acontecimientos polticos y sociales del momento.De un primer grupo, los nacidos entre 1925 y 1940, unos se mantendrn en la Isla, como Ro-lando Escard, Roberto Branly, Ana Nez Machn, Roberto Fernndez Retamar, Pablo

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    Armando Fernndez, Fayad Jamis,Pedro de Ora,Rafael Alcides,Csar Lpez, Antn Arrufaty Luis Suardaz. El poeta Manuel Daz Martnez permanecer hasta 1992, y ngel Cuadra,Alberto Mller y Heberto Padilla tendrn que ver cumplidas sus sentencias de crcel paradejar el pas definitivamente. Otro grupo optar por dejar la Isla, entre ellos Ana Rosa N-ez, Antonio Giraudier, Pura del Prado, Armando lvarez Bravo, Matas Montes Huidobro,Raimundo Fernndez Bonilla, Fernando Palenzuela, Jos A. Baragao, Carlos M. Luis, JackRojas, Martha Padilla, Mireya Robles, Yolanda Ortal Miranda, Rita Geada, Jorge Garca G-mez, Jos Antonio Arcocha, Mauricio Fernndez y Orlando Rossardi, entre otros de menosreconocimiento en las letras cubanas de esos aos.

    A un segundo grupo, aquellos nacidos despus de 1940, pertenecen los Novsimos a losque hemos hecho referencia y entre los que se encontraban algunos que optaron por dejarel pas, como Belkis Cuza Mal, Isel Rivero, Mercedes Cortzar, Reinaldo (Felipe) Garca Ra-mos y Jos Mario Rodrguez. Algunos de estos, como lo es el caso de Nancy Morejn y Mi-guel Barnet, an permanecen en la Isla. Al entusiasmo de estos jvenes y al desnimo pos-terior de algunos de ellos se suman otros poetas como David Fernndez (Chericin), DelfnPrats, Lilliam Moro, Manuel Ballagas, Luis Rogelio Nogueras, Lina de Feria, Pedro Prez Sar-duy, Guillermo Rodrguez Rivera y Ren Ariza. Este ltimo abandonar el pas despus de

    sufrir el rigor de la prisin y de estar injustamente confinado entre dementes. Aos mstarde, con las publicaciones de revistas y las ediciones de libros en el exilio, un buen nme-ro de jvenes autores de calidad har su entrada a la escena literaria del destierro; entreellos se destacan Rolando Campins, Jos Kozer y Dolores Prida, que se darn a conocer du-rante esos primeros aos.

    Poemas y poetas: los primeros aos

    Si bien la poesa del momento est marcada por la triste experiencia del exilio y la conse-cuente separacin de lugares y seres queridos, que en muchas ocasiones provocan creacio-nes de escaso calibre,no es menos cierto que en estos primeros aos se dan tambin sea-

    les inequvocas de una produccin potica de calidad. Entre 1960 y 1975 salen al mercadocuatro libros que dan muestra de esa produccin y que renen los nombres de un extensogrupo de poetas dispersos que publican por estas fechas. En primer lugar, el volumen Poe-sa cubana contempornea (un ensayo de antologa), de Humberto Lpez Morales,publica-do en Cdiz, Espaa, en 1963 y luego reeditado por Las Amricas Publishing Co. de NuevaYork en 1967,ofrece una muestra de esta produccin, pero se ocupa solamente de los nom-bres de autores que publican sus obras en la Isla, aunque ya establece el puente con el exi-lio incorporando dos destacados nombres de poetas que ya residen fuera de Cuba, EugenioFlorit y Gastn Baquero, y al joven poeta Orlando Rossardi, que desde 1960 se haba asen-tado en Espaa y ms tarde residir en los Estados Unidos.

    En 1970 la poeta y bibliotecaria Ana Rosa Nez edita el tomo pionero Poesa en xodo (elexilio cubano en su poesa, 1959-1969), que sacan a la venta las Ediciones Universal de Mia-

    mi. En sus pginas iniciales, a manera de pequeo prlogo, la poeta expresa que movidapor el temor a que tanto material humano se pierda en el horizonte de ediciones limitadasen su mayora, he credo y he sido entusiasmada en este propsito por un nmero de archi-veros del dolor, a recoger la produccin potica del exilio cubano, atendiendo solamente auna calidad: la calidad del dolor por ausencia, por incomprensin, por falta de raz telrica.Como lo expone su autora, la antologa cubre un amplio y diverso campo de investigacinen el que entran revistas, libros,folletos, peridicos, etc. En 1973 los profesores Matas Mon-tes Huidobro y Yara Gonzlez sacan en Espaa (Coleccin Plaza Mayor Scholar) una impor-tante Bibliografa crtica de la poesa cubana (Exilio: 1959-1971), cuya intencin es la de di-vulgar la poesa cubana en el exilio, procurando, adems, ofrecer una mnima orientacincrtica. El tomo es un documento indispensable para orientarse en las publicaciones de

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    esos aos.Y, por ltimo, la antologa reunida con un estudio preliminar, tambin publicadaen Espaa y en ese mismo ao de 1973, La ltima poesa cubana (1959-1973), de Orlando Ro-drguez Sardias (Rossardi),bajo la firma editorial Hispanova de Ediciones. Este volumen esun trabajo extenso que por primera vez rene un buen nmero de producciones de poetasde Cuba y del exilio. Como lo explica su autor,las antologas y los estudios de poesa cuba-na que desde 1960 al presente se han publicado, pecan de partidismos de uno u otro color,

    y amparados por polticas de estrechas miras tratan de ignorar la produccin de la otra ori-lla en un afn de reducir al olvido lo imposible de olvidar (...) mostrar la verdadera cara denuestra poesa actual....Estos cuatro libros ya recogen un corpus considerable de poesa enel que se expone lo bueno y excelente junto a creaciones de muy relativo valor literario,pe-ro que quedan como prueba de esa efervescente actividad literaria de los primeros aos deexilio cubano2. Por ello es necesario hacer un recuento de muchas de esas producciones y,muy brevemente,de algunas de las circunstancias que giran a su alrededor.

    De los aos sesenta en adelante

    En 1960 circulan entre los exiliados el poemario de Rafael Estnger Cuba en la cruzy el mar-cadamente comprometido volumen Sangre de Cuba, de Miguel Gonzlez, ambos publi-cados en Mxico, pero el mejor recibimiento para la poesa de la dcada lo hacen GastnBaquero3 con su libro Poemas escritos en Espaay Eugenio Florit, con Siete poemas (Monte-video, Uruguay). Al ao siguiente ven la luz los poemarios Cantos de Libertad (Miami), deModesto Garca Mndez,y Patria en lgrimas, poemas de dolor,de lucha y de esperanza (M-xico), de Ofelia Surez de Fox,bajo el seudnimo de Li-An-Su. En 1962 salen Versos claros co-mo agua (Buenos Aires), de Ana Alom Velilla; Poemas del exilio (Miami),de Alfredo CeperoSotolongo, y Rosal de amor y recuerdo (Miami), de Berta Miranda. En ese ao, 1963, y como

    ya se ha mencionado, se publica en Cdiz, Espaa, la antologa y estudio de Humberto L-pez Morales, Poesa cubana contempornea, que viene a ser una especie de puente para darpaso a poetas que luego llevarn a cabo el resto de su obra en el exilio,como lo indican Ma-

    tas Montes Huidobro y Yara Gonzlez en su Bibliografa crtica de la poesa cubana antes ci-tada, al decir que el libro va ms all del marco de la insularidad geogrfica cubana. Esteao aparecen Marchas de guerra y cantos de presidio (Coral Gables), de Manuel Artime,un li-bro cuyos versos fueron escritos en prisin despus de transcurridos los hechos histricosde Baha de Cochinos; tambin en 1963 se publica Remanso (Coral Gables), de Francis Gon-zlez Vlez, y un libro importante, Tundra (Nueva York), de Isel Rivero, que en Cuba ya habapublicado Fantasas de la noche (1959) y La marcha de los hurones (1960) bajo el patrocinioeditorial de El Puente, y que se marchar a residir ms tarde en Viena y en Espaa.

    Al siguiente ao, 1964, Sergio Becerra publica Poticas (Miami); Pablo Le Riverend, Glosasmartianas (Miami) y Cantos del dilatado olvido (Miami); Lourdes Gmez Franca, Poemas n-timos (Miami);y dos libros de muy seria factura salen tambin al mercado este ao: Ciuda-

    La ltima poesa cubana, OrlandoRodrguez Sardias (Rossardi).

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    des, de Jorge Garca Gmez, y El dimetro y lo estero, de Orlando Rossardi, ambos publica-dos en Madrid. Algunos poemas del libro de este ltimo sern los primeros de autor exilia-do junto a los de Florit y Baquero recogidos luego en una antologa editada fuera deCuba y en este caso de nuevo en Espaa, la Poesa cubana contempornea (1964), de LpezMorales mencionada antes. Durante 1965 publica ngeles Caias Ponzoa, Versos (NuevaYork); Ana H. Gonzlez,La sombra invitada (Nueva York), y Mercedes Cortzar, en edicin bi-linge espaol y francs, Dos poemas (Nueva York). En las ediciones nsula, Eugenio Florit,profesor en la Universidad de Columbia, publica su Hbito de esperanza (Madrid), que re-ne poemas de 1936 a 1964, y en su edicinAntologa de poesa espaola, 1964-1965 (Ma-drid: Aguilar), que recoge lo mejor de lo publicado en Espaa ese ao, ya aparecen consig-nadas dos entradas a poetas cubanos exiliados: Gastn Baquero, residente en Madrid, yOrlando Rossardi, que se marchar luego a estudiar a los Estados Unidos.

    En 1966 un pequeo poemario sin paginar, Elega en azul, de ngeles Caias Ponzoa, se pu-blica en Chile, y Pablo Le Riverend edita Pena trillada (Miami).Tambin salen los poemas re-ligiosos de Manantial de mis anhelos (Nueva York), de Rafael Matos; los tomos Beso del sol(Boston-Valencia), de Ignacio A. Ortiz Bello y Veinticinco poemas y un monlogo (Miami),deEnrique J. Ventura, y Poemas del exilio, de Leonardo Garca Fox; Vecindario (Madrid), de Ro-

    lando Campins4 (vid. tambin nota 3). En diciembre, y entre el 27 al 30 de ese mes,se celebraun encuentro literario y artstico de importancia, la Primera Exposicin Simultnea de Arte

    y Poesa/Miami 1966, que rene a un grupo de escritores jvenes del momento, entre losque se encontraban su promotor, Mauricio Fernndez, y los poetas Juan William Bush,Nor-ma Niurka Acevedo, Mari Rodrguez Ichaso, Jos Kozer y Orlando Rossardi, entre otros.

    El ao 1967 es de gran actividad editorial para la poesa publicada en el exterior: Juan Wi-lliam Bush saca el breve pero muy legtimo poemario, Los muros rotos (Miami); ArstidesSosa de Quesada, Errante (Nebraska); Concha Valds Miranda, Sus poemas y canciones(Miami); ngeles Caias Ponzoa,Agonas (Bilbao);Luis Carta, Estos humanos dioses (Bar-celona); Benito Maciques,Ansias (Nueva Jersey); Oscar Ruiz-Sierra Fernndez, Pensando enCuba (San Juan); y dos libros de un mismo autor pero muy diferentes en tema y estilo, co-

    mo lo son Poemas de otoo e inviernoy Ritmo de sol, de Jos Snchez-Boudy, publicadosambos en Barcelona. Otros libros de inters son Espacio deseado (Nueva York), de Carlos M.Luis, y el libro de Dolores Prida, Treinta y un poemas (Nueva York). Sin embargo,los libros demayor importancia son Las siete lunas de enero (Miami),de Ana Rosa Nez, Meridiano pre-sente (Miami), de Mauricio Fernndez, ambos bajo la firma editorial de Cuadernos delHombre Libre, del mismo Fernndez; Cuando cantan las pisadas (Buenos Aires), de RitaGeada, que ya nos haba anticipado Desvelado silencio (1959) en Cuba y la pequea edicinbilinge espaol y portugusAo romper da aurora (Pulsar del alba) (Lisboa); y el volu-men La vaca de los ojos largos (Honolul), del tambin dramaturgo Matas Montes Huido-bro. Este ltimo grupo de creadores va a formar parte de la llamada Generacin del Sesen-ta, a la que otros ms se incorporan y que dejan una fuerte huella en la poesa cubana delexilio y, por consiguiente, dentro de la literatura cubana contempornea. Es importante

    destacar que este ao sale el ensayo Estudios sobre poesa cubana contempornea (NuevaYork), del profesor Jos Olivio Jimnez, que destaca la obra de cinco poetas de los cualestres van a residir en los Estados Unidos.

    En 1968, Lorenzo Abella publica Isla sin alba (Puerto Rico); ngeles Caias Ponzoa, Diez ro-mances (Nueva York); Mercedes Garca Tudur, Ausencia (Madrid); Enrique Ventura, Veintecantos y una elega (Miami) y la futura editora de la revista Areto (vid. Revistas literarias),Lourdes Casal, Cuadernos de agosto (Nueva York).Sin embargo,los libros ms destacados eseao son, sin lugar a dudas, Tambor sin cuero (Madrid), de Jack Rojas; la primera edicin dePoemas de Israel (Puerto Rico), de Israel Rodrguez; Seal en el agua (Costa Rica), de TeresaMara Rojas; El libro tonto (Madrid), de Julio E. Miranda y El rito de los smbolos (Miami), deMauricio Fernndez, que en 1964 haba editado la primera revista literaria del exilio,Cuader-

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    nos Desterrados (vid. Revistas literarias) en la ciudad de Miami.El ao de 1969 se publican enNueva York Trece poemas y una epstola, de Rubn Arango; Desnudezy Destierro, ambos dengeles Caias Ponzoa; Carta invernal (Miami), de Ignacio Ortiz Bello; Poemas del silencio(Barcelona), de Jos Snchez-Boudy;Veinte cantos y una elega, de Enrique J.Ventura,y se dana conocer tres libros de gran inters: El reino impenetrable, de Jos Antonio Arcocha, y Sonso-nero mulato (Nueva York) y Habitante de toda esperanza (Palencia),de Rolando Campins,quepronto se marchar a Espaa, donde habr de publicar el resto de su produccin.Ese mismoao se publica el pequeo tomo en edicin bilinge de Rita Geada, Poemas escogidos (Niza) yun volumen, Poesa en mesa redonda (Tegucigalpa), de Antonio de Undurraga con poemas deAlberto Baeza Flores,Rita Geada, Ana Rosa Nez y Teresa Mara Rojas.Tambin en 1969 pu-blican Jorge Daz Molina, En la ruta del deber(Miami); Jos Snchez-Boudy,Poemas del silen-cio (Barcelona); Ignacio A. Ortiz Bello, los poemarios, Martha, letanas de amory Carta inver-nal, los dos en Miami; Carlos Alberto Montaner, Los combatientes (Puerto Rico), y MauricioFernndez dos libros, Los caminos enanosy Regin y existencia,ambos en la ciudad de Miami.

    En 1970 sale al mercado una edicin de Cinco poetisas cubanas (Miami) de ngel AparicioLaurencio, con las colaboraciones de Mercedes Garca Tudur, Rita Geada, Pura del Prado,Ana Rosa Nez y Teresa Mara Rojas. En su estudio preliminar el editor hace hincapi en

    que asombra comprobar que en un medio adverso, los cubanos del destierro se hayan en-tregado a la tarea de conservar y acrecentar su patrimonio cultural y artstico.... NuestroGustavo Adolfo Bcquer(Miami) es un tomo homenaje que cuatro poetas deciden rendirleal poeta sevillano, y lo hacen bajo el nombre de Grupo Coaybay; ellas son Martha Padilla,Josefina Incln, Pura del Prado y Ana Rosa Nez.

    Pero el ao est particularmente marcado por la publicacin de un libro fundamental:Poe-sa en xodo (Miami), de esta ltima, Ana Rosa Nez, que recoge una seleccin de la poe-sa cubana en el exilio entre los aos 1959 y 1969, aquellos poemas que han visto la luz enlibros,en revistas, en peridicos y hasta se han dado a conocer en programas de radio. Esteao su autora tambin publica Viaje al casabe (Miami) y en las ediciones de El Puente, JosMario, que como editor haba publicado unos nueve ttulos en Cuba antes de su salida en

    1968, da a conocer No hablemos de la desesperacin (Madrid) y edita un tomo, Lenguaje demudos, de Delfn Prats, poeta residente en la Isla, que circula con gran aceptacin en el exi-lio. Rita Geada saca el libro Mascarada (Barcelona), que obtuvo el premio espaol Carabelade Oro del ao anterior, y Martha Padilla, que en Cuba haba publicado Comitiva al creps-culoy Modos del pan, publica en Miami La alborada del tigre. Tambin en 1970 se publicanHorizonte no es siempre lejana (Nueva York), de Octavio Armand;Amuletos del sueo (Mia-mi), de Fernando Palenzuela; Mordiendo el tiempo (Puerto Rico), de Norma Niurka Acevedo;Tiempo en sombra (Barcelona), de Jos ngel Buesa;Alegras de coco (Barcelona), de JosSnchez-Boudy; Lejos de mi patria (Miami),de Sergio Becerra; Formas y espritus (Miami),dePablo R. Fajardo; El lecho nuestro de cada da (Puerto Rico), de Carlos Lpez Hernndez; Re-cuerdos de un instante... (Madrid),de Eduardo J.Tejera;La estrella sobre la llaga (Ohio), de Pa-blo Le Riverend,y el breve tomoAo nuevo (San Francisco), de Jos Varela-Ibarra.Dos tomos

    de poesa y una antologa son particularmente bienvenidos ese ao. Se trata de Que voy devuelo (Madrid), de Orlando Rossardi; Calendario del hombre descalzo (Miami), de MauricioFernndez que tambin dar a conocer un poemario en francs, Gomtrie pour un di-logue, en Niza, y laAntologa penltima (Madrid), de Eugenio Florit, un conjunto de laobra del poeta hasta la fecha con un excelente estudio preliminar del profesor y crtico cu-bano Jos Olivio Jimnez (1926-2003).

    El ao 1971, el affairePadilla y los cubanos del exilio

    En Cuba y en 1968 el poeta Heberto Padilla obtiene el premio Julin del Casal concedidopor la UNEAC (Unin de Escritores y Artistas de Cuba) a su libro Fuera del juego, tras la con-

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    cesin de un jurado compuesto por J.M. Cohen,Csar Calvo,Jos Lezama Lima,Jos Z.Tallety Manuel Daz Martnez. Sin embargo, el comit director de la UNEAC hace objeciones a laobra por ofrecer puntos conflictivos en un orden polticoy, aunque decide publicar el libro,lo hace con una nota aclaratoria expresando su desacuerdo por entender que la misma esideolgicamente contraria a la Revolucin. Ms tarde, en febrero de 1971 Padilla es detenido

    y puesto en libertad el 28 de abril tras firmar una confesin en la que se acusaba a s mis-mo de difamar la Revolucin.

    El caso tuvo dimensiones internacionales y levant una ola de protesta en el mundo inte-lectual extranjero en la que se acusaba al Gobierno cubano de adoptar medidas de tipo es-talinista para la supresin del pensamiento libre. Un documento protesta firmado a fina-les de mayo de 1971 contiene, entre otras muchas firmas, aquellas de partidarios delrgimen de la Isla como Jean-Paul Sartre, Mario Vargas Llosa, Juan y Luis Goytisolo, CarlosFuentes, Jos Mara Castellet, Simone de Beauvoir, Alberto Moravia, Maurice Nadeau, JuanRulfo, Natalie Sarraute, Susan Sontag, Jos ngel Valente, Julio Cortzar y el cubano CarlosFranqui, ex director del diario Revolucin, que se encuentra fuera de Cuba. Ese mismo ao,1971, y en relacin directa con estos acontecimientos, la Editorial San Juan, en Puerto Rico,publica una edicin del libro de Padilla Fuera del juego que contiene una rica cronologa e

    informacin de lo ocurrido entre noviembre de 1968 y julio de 1971. Al ao siguiente,1972, lahermana de Heberto Padilla, Martha Padilla, prologa una nueva edicin de Fuera del juego(Puerto Rico) y la Editorial San Juan de nuevo saca otra edicin del libro El justo tiempo hu-mano, publicado en Cuba en 1962. Ms tarde, Padilla situar su residencia en los EstadosUnidos y desde Nueva Jersey, junto a su esposa, la poeta Belkis Cuza Mal, publicar la re-vista literaria Linden Lane.

    La dcada de los setenta

    En 1971 tambin se publican dos libros de Pablo Le Riverend, Minutos en m quedadosy qui-zs su poemario ms logrado, La alegra sin quehacer, ambos editados en Ohio.Tambin sa-

    len los Poemas del destierro (Madrid),de ngel A. Castro;Brasas en la nieve (Miami),de Ars-tides Sosa de Quesada; Versos mos (Oviedo), de Rosa M. Cabrera; Humo y palabra (Madrid),de Roberto Padrn, con prlogo de Carlos Alberto Montaner; el tomo Un poeta cubano;poemas y dcimas (Miami), de Luis Mario; Sinfona martiana (Madrid), de Manuel H. Her-nndez; Races en el corazn (Miami),de Enrique J.Ventura; Poemas de mi fantasa (Madrid),de Carlos Manuel Taracido; Horario del viento (Miami) y Mis poemas preferidos (Nueva York),los dos de Jos ngel Buesa; Grito (Nueva York), de Ivn Acosta; Sonmbulo del sol (Barcelo-na), de Ana Rosa Nez; Voces de dos mundos (Miami), de Eduardo J. Tejera; Races en el co-razn (Miami), de Enrique J. Ventura, y Sangre, fusil y canana (Madrid), de Jack Rojas. Otrospoemarios de gran inters ese ao son: La destruccin de mi doble (Madrid), de Jos Anto-nio Arcocha; El visitante (Valencia), de Gladys Zaldvar, con prlogo de Concepcin T. Alzola;Raz en el desierto (Barcelona), de Teresa Mara Rojas, y el libro de vietas Eternidad (Ma-

    drid), de Uva de Aragn Clavijo, adems de la tercera edicin neoyorquina del libro de IsraelRodrguez, El libro de Israel. Este ao la revista literaria mexicana El Rehilete (nmero 34) pu-blica todo un nmero especial dedicado a los Poetas latinoamericanos radicados en losEE. UU., en seleccin y estudio de Jos Kozer. De los treinta poetas incluidos entre Chile, Pe-r, Ecuador, El Salvador, la Argentina, Repblica Dominicana, Paraguay, Puerto Rico y un es-paol, trece son cubanos, todos residentes en los Estados Unidos: Norma Niurka Acevedo,Juan Arcocha, Octavio Armand, Mercedes Cortzar, Hamaury Ener Cruz, Mauricio Fernn-dez, Rita Geada, Martha Padilla, Dolores Prida, Mireya Robles, Jos Varela-Ibarra, OrlandoRossardi y el propio Jos Kozer.

    Los aos 1972 y 1973 recogen una serie de publicaciones de inters, entre las que se desta-can la mencionada antologa de Orlando Rodrguez Sardias La ltima poesa cubana (Ma-

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    drid), que se nutre de una seleccin de las producciones de los poetas que publican antes dela fecha de su salida. Del libro en cuestin se ha dicho que es la primera antologa integralde la poesa de Cuba y del exilio que hasta el momento [1994] es el antecedente ms com-pleto en ofrecer una visin de conjunto de la poesa de las dos orillas [y que] aunque ha pasa-do mucho tiempo de su publicacin, tiene todava vigencia cuando analiza las causas queoscurecen la correcta comprensin del acontecer potico cubano contemporneo5. En 1972se publica Mi Habana (Miami) de lvaro de Villa; Las horas furtivas (Miami), de Gustavo Go-doy; Expresiones (Miami),de Sergio Tigera; Gotas de presente (Miami),de Rogelio A.de la Torre,

    y salen los tomos La otra orilla (Nueva York), Otoo enamorado (Barcelona) y Color de orisha(Barcelona),de Pura del Prado, que en Cuba ya haba publicado cuatro poemarios.Tambin sepublican dos libros de Martha Padilla, El fin del tiempo injustoy Los tiros del miserere,en Puer-to Rico y en Miami, respectivamente.En Barcelona, Mireya Robles editar este ao su Tiempoartesanoy tambin en 1972 se publican en Madrid Eternidad, de Uva de Aragn Clavijo; enMiami, Rumores de mi boho, de Oscar Prez Moro; y en Nueva York, los poemarios, Padres yotras profanaciones de Jos Kozer y Ritmos acribillados, de Lorenzo Garca Vega.

    Ya en 1973 la editorial La Gota de Agua de Jos Mario (vid. Editoriales cubanas, en el artcu-lo Las empresas editoriales de los cubanos en el exterioren esta Enciclopedia) saca un to-

    mo, Provocaciones (Madrid), con los ltimos poemas inditos del affaire Padilla, que con-tiene una esclarecedora introduccin de su editor; Flix Cruz lvarez publica, Varadero:sueo con mareas (Miami);apareceAs es mi tierra (Miami), de Oscar Prez Moro; FernandoPalenzuela da a luz Amuletos del sueo (Miami); Rafael Catal, Caminos (Roads) (NuevaYork) edicin bilinge; Jaime E. Barba Jordi, Ms all de la mies (Miami);Carlos M. Luis,Entrada en la semejanza (Nueva York); Clara Niggemann, En la puerta dorada (Valencia);Te-resa Mara Rojas, La casa de agua (Madrid);Ana Rosa Nez, Sol de un solo day Los oficiale-ros, ambos publicados en Miami; Juan Alonso,Azul (Nueva York); Crocante de man(Miami),de Jos Snchez-Boudy;Herminia D. Ibaceta, Canto a Cuba (Nueva Jersey); Luis Mario,Desdemis domingos (Miami); Enrique Mrquez, Esquema tentativo del poema (Miami); RicardoPau-Llosa, Veinticinco poemas (Twenty-five poems) (Miami); Raquel Fundora, Nostalgia in-consolable (Miami); Francisco Henrquez, Reflejos (Nueva York); Arstides Sosa de Quesada,

    Estos (Miami); el pequeo poemario Unisangrio (Miami), como homenaje al poeta espaolMiguel Hernndez de tres autores cubanos, Enrique Mrquez, Orlando Gonzlez Esteva yOscar L. Martn; una tercera reedicin del conocido poemario Oasis (Nueva York) de Josngel Buesa, publicado en Cuba en 1949 y en Mxico en 1964; y cuatro publicaciones quemerecen consideracin: En los das que suceden (Barcelona), de Mauricio Fernndez; Pala-bra de hombre (Madrid),de Wifredo Fernndez;Poemas de Guadalupe (Buenos Aires), de Jo-s Kozer, y el cuaderno conjunto del peruano Isaac Goldemberg y Jos Kozer, De Chepn aLa Habana (Nueva York), con su aportacin al libro Por la libre de este ltimo.

    Las publicaciones de libros de poesa en los aos 1974 y 1975 cuentan con la tirada de un to-mo especial bilinge, Poesa y poltica: Poemas escogidos de Heberto Padilla (Selected Poemsof Heberto Padilla) (Madrid-Washington), que editan Frank Calzn, Laura Ymayo y Mara

    Luisa lvarez,bajo el patrocinio de la Universidad de Georgetown en la ciudad de Washing-ton D.C., con traducciones al ingls de Berta Lastre, Jorge Guitart y Silvia Font, entre otros.Adems,ese ao publica Octavio Armand,Entre testigos (Madrid);Julio E. Hernndez-Miya-res,Antillana Rotunda (Barcelona);Maya Islas, Sola... desnuda sin nombre (Nueva York); Jo-s ngel Buesa, Los naipes marcados (San Juan, Puerto Rico) y Poeta enamorado (NuevaYork); Fernn de la Vega (Oscar Fernndez de la Vega), sus Sonetos en vilo (Nueva York); Emi-lio Bejel, Del aire y la piedra (Madrid);Ernesto Carmenate, Un ro inmvil (Nueva Jersey); Ra-fael Catal, Crculo cuadrado (Nueva York-Madrid); Israel Rodrguez, Materia virgen (Ma-drid); y aparece el tomo De tiempo y agona (Madrid),de Eugenio Florit.

    En 1975 Fernn de la Vega saca tres tomos: Filo que nunca siega, En inmvil torrentey La in-dmita querella, serie de sonetos publicados en Nueva York, y Carlos Fojo Hermida, Poemas

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    del ltimo esto (Miami); tambin contamos con el libro de Jos Antonio Arcocha, Los lmi-tes del silencio (Madrid);Luis Mario, Y naci un poema (Miami); Jos Snchez-Priede,A girolimpio: poemas negros (Miami); Esperanza Rubido, Ms all del azul (Miami); Jos Snchez-Boudy, los tres libros Pregones, Eku abamku,Ekuy Ach,Babal,Ay (Miami);Eliana Rive-ro, De cal y arena (Sevilla);Maricel Mayor Marsn, Lgrimas de papel (Miami); Rafael Catal,Ojo sencillo: triqui-traque (Nueva York); Pura del Prado, Idilio del girasol (Barcelona);OrlandoGonzlez Esteva, El ngel perplejo (Miami); Octavio Armand, Entre testigos (Nueva York);Omar Torres, Conversacin primera (Nueva York); Luis F. Gonzlez-Cruz, el tomo bilinge Ti-rando al blanco (Shooting Gallery) (Miami); los dos poemarios de Pablo Le Riverend, De undoble (Barcelona) y El tiempo sobre las voces y el silencio (Nueva Jersey); Flix Cruz lvarez,Sonetos (Miami); Amelia del Castillo, Urdimbre (Miami); Pura del Prado, Idilio del girasol(Barcelona);y aparece el libro de Jos Kozer publicado en Tenerife, Espaa, Este judo de n-meros y letras.

    Entre las publicaciones que salen en 1976 tenemos otros tres poemarios de Fernn de laVega:Al doblar de la ausencia,Entre verdes y azulesy Reverso de la sombra, todos publicadosen Nueva York; el tomo de Justo Rodrguez Santos, El diapasn del ventisquero (Madrid);En-tre las rejas (Miami), de Miguel Sales; Siempre el amor(Miami), de Carmen R. Borges; Razn

    del mar(Madrid), de Alina Fernndez; Los mercaderes del alba (Miami), de Jaime E. BarbaJordi; La luz en el camino (Miami), de Ana Alom Velilla; Los desheredados (Miami), de Ma-nuel Prieres; Comunin (Connecticut), de Enrique Sacerio Gar; Desvelo (Madrid), de Jos A.Amaro Jimnez;y el tomo de Pablo Le Riverend,Donde sudan mis labios (Nueva Jersey), conun prlogo de Matas Montes Huidobro. Tambin ese ao ven la luzAmanecer de la ceniza(Coral Gables),de Wifredo Fernndez;Mujer martes (Madrid),de Laura Ymayo;Ecos de un la-berinto (Nueva York), de Omar Torres; Piel menos ma (Los ngeles), de Octavio Armand; Pe-nnsula (Miami),de Elena Iglesias;Cuerpos breves (Tucson, Arizona),de Eliana Rivero; En estaaurora (Mxico), de Mireya Robles; Pan de sol (Miami),de Juana Rosa Pita, y los libros de dospoetas que han estado en las prisiones polticas cubanas: Impromtus (Washington D.C., enla recin estrenada Ediciones Solar), de ngel Cuadra y Desde las rejas (Miami), de MiguelSales.

    Al ao siguiente, 1977, Juana Rosa Pita publica de nuevo otros dos libros de poemas, Las car-tas y las horasy Mar entre rejas, ambos en la ciudad de Miami. Tambin saca un tomo n-gel Cuadra, Tiempo del hombre, con prlogo de Pura del Prado, y Rita Geada publica Verti-zonte; ambos libros sern publicados por la nueva editorial Hispanova de Ediciones enMadrid. Este ao tambin salen al mercado Homenaje a las furias (Miami),de Flix Cruz l-varez; Direcciones y parasos y Ese viaje nico, de Emilio Bejel, editados ambos en NuevaYork; Cosas pasan (Caracas),de Octavio Armand;Campo oscuro (Miami),de Teresa Mara Ro-

    jas; Edn (Miami), de Waldo R. Mesa; Esperando la alborada (Miami), de Pablo Rodrguez;Cantos de dos caminos (Barcelona), de Lucas Lamadrid; Giro, clave y cencerro (Miami), deJos Snchez-Priede; 77 Poemas del destierro (Miami), de Aldo R. Fors; Chubascos del exilio(Miami),de Aurelio Torrente; Tiempo congelado (Miami),de Jos Snchez-Boudy; Horizontes

    (Washington D.C.-Miami), de Raoul Garca Iglesias; Palabralfa (Nueva Jersey), de Israel Ro-drguez; Homenaje a las furias (Miami), de Flix Cruz lvarez; Los milanos de la luna (Mia-mi),de Jaime E.Barba Jordi; y Proyeccin (Miami),de Jos Ignacio Beaumud.

    La produccin potica en los aos 1978 y 1979 se revela en libros como la antologa Cincopoetas disidentes (Madrid), prologada por Ramn J. Sender, que incluye a ngel Cuadra, Er-nesto Daz Rodrguez, Heberto Padilla, Miguel Sales y Armando Valladares, y el tomo En-tronque:cuatro poetas cubanos (Madrid),de Enrique Mrquez. En ese ao 1978 tambin sa-len El libro de Wifredo (Madrid), de Wifredo Fernndez; Trigo de luna (Santo Domingo), deAgustn Acosta; Por ms seas (Barcelona), de Pablo Le Riverend; Desde el pueblo donde vivo(Nueva Jersey), de Alberto Romero; Tengo prisa (Miami), de Olga Rosado; El arca de los sue-os (Miami), de Juana Rosa Pita; Lmites al mar(Mayagez, Puerto Rico), de Luis Carta;

    Poesa cubana Orlando Rodrguez Sardias (Rossardi) y Jess J. Barquet

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    Mundo de aire (Miami), de Elena Iglesias;Ausencias (Miami), de Rogelio A. de la Torre; Losmascarones de oliva (Miami), de Ulises Prieto; Instantes violados (Nueva York), de Xavier Ur-p; Tiempo sin regreso (Nueva York), de Mary Calleiro; Prfugo de la sal (Miami), de Luis Ma-rio; Construcciones (Nueva York), de Frank Rivera;Razones y amarguras:poemas del que llegaa los 40 (Nueva Jersey), de Jos Corrales;Ancla (Tampa), de Jorge Riopedre; Tiempo robado(Nueva Jersey), de Omar Torres; Diecisiete poemas y un saludo (Miami), de Maricel MayorMarsn; Sombras de papel (Nueva York), de Maya Islas, y los cuatro volmenes de Jaime E.Barba Jordi que ven la luz en Miami: La clera del viento, Velamen, Rumor y pulsoy Roman-cero antillano. Los libros a tener en seria consideracin ese ao son Versos de exilio (Miami),de Uva de Aragn Clavijo; Voces de silencio (Madrid),de Amelia del Castillo y la primera edi-cin de Y as tomaron posesin de las ciudades (Barcelona), de Jos Kozer. Tambin este ao,Siglo XXI Editores (Mxico) saca un libro polmico editado por el Grupo Areto: Contra vien-to y marea: jvenes cubanos hablan desde su exilio en Estados Unidos, libro de gran interspara ahondar en la experiencia diasprica de los jvenes cubanos y cubano-americanos.En 1979 se publica laAntologa Solar(Miami),a cargo de Juana Rosa Pita y David Lagmano-vich, que recoge selecciones de ngel Cuadra, Raoul Garca y Elena Iglesias y de los propioseditores. Otros libros del ao sern Los naipes conjurados (Madrid),de Justo Rodrguez San-

    tos; Rumbo al punto cierto (Nueva York), de Rosario Rexach; Reflejos de luna (Miami), de Li-llian D.Bertot; Como escribir con erizo (Mxico), de Octavio Armand; Plpitos (Madrid),de Jo-s A. Amaro Jimnez; Eurdice en la fuente (Miami) y Manual de magia (Barcelona),de JuanaRosa Pita; la plaquette, Poemas (Barcelona), de Pablo Le Riverend; la segunda edicin de Ko-zer, esta vez en Mxico, de Y tomaron posesin de las ciudades; Crayolas (Miami), de Nor-man Rodrguez; Tiempo congelado (Miami),de Jos Snchez-Boudy; Por los caminos del aire(Miami), de Jaime E. Barba Jordi; Sonetario y poemas en silencio (Miami), de Carmen R. Bor-ges; los relatos poticos de Concepcin T. Alzola, Las canciones y los das (Miami); Cubana-cn (Miami),de Jorge A. Riopedre;Versos de ayer y de hoy(Miami),de Juan F. Lpez;los librosde muy seria consideracin De su ardiente llama (Miami) y la bilinge y muy cuidada edi-cin Fabulacin de Eneas, ambos de Gladys Zaldvar; y El mundo se dilata (Miami),de Orlan-do Gonzlez Esteva, quien este mismo ao saca un pequeo libro con un enjundioso ensa-

    yo, De la poesa (Miami, Ediciones Isimir), precisamente sobre el desenvolvimiento de lacreacin potica en el exilio.Tambin en 1979 se publican dos tomos ms de Pablo Le Rive-rend: Con una salvedad congruenteyAntologa de primera intencin, ambos en Barcelona;el libro Poemas en correspondencia (Washington D.C.-Miami), de ngel Cuadra Landrove,con traducciones al ingls de Donald D.Walsh; y los grandes versos del tomo Versos peque-os (Miami), de Eugenio Florit.

    La dcada de 1980 a 1990

    Estos diez aos se caracterizan por la salida de buenas selecciones antolgicas que ya em-piezan a recoger la copiosa produccin potica de los cubanos residentes en los EstadosUnidos y por el acontecimiento poltico, social y literario que provoca el llamado xodo delMariel, circunstancia que da nombre a un grupo de creadores que se constituyen rpida-mente en grupo artstico y literario. Una de esas antologas es Poesa compartida: ochopoetas cubanos (Miami) en 1980,que trae selecciones de Roberto Cazorla,Amelia del Casti-llo, Rita Geada, Isel Rivero, Lucas Lamadrid, Pablo Le Riverend, Orlando Rossardi y MatasMontes Huidobro, con prlogo de este ltimo. Ese ao Benita C. Barroso publica Caminos(Miami); Manuel H. Hernndez, Romancero de la invasin (Miami); Alina Galliano, Entre elprpado y la mejilla (Bogot);Jos Corrales, Los trabajos de Cerin (Barcelona);Felipe Lzaro,In Memoriam (Madrid); Octavio Armand, Biografa para feacios (Valencia) y Superficies (Ca-racas); Norman Rodrguez, Canto a Mart(Miami); Mara Gmez Carbonell, Volver(Miami);Raoul Garca Iglesias, Crnicas del porvenir(Miami); Daro Espina Prez, Pablo Le Riverend,Hijo de Cuba soy, me llaman Pablo (Barcelona), con poemas desde 1962 hasta 1980; Rafael

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    Catal, Copulantes (Santo Domingo); Juana Rosa Pita, Viajes de Penlope (Miami); GladysZaldvar,Zjeles para el clavel (Miami) y La baranda de oro (Miami); Armando Valladares, Elcorazn con que vivo (Miami); Manuel J. Santayana, La luz sitiada (Miami); Alberto Mller,USA, tierra condenada (Miami); y Jos Kozer, tres tomos:Jamn de las abreviaturasy Nuevelminas, ambos publicados en Mxico, y La rueca de los semblantes (Len).

    En 1981Azor en vuelo (Barcelona) rene una seleccin de poemas de diecisiete poetas cuba-nos y en las Ediciones Universal sale el tomo Tres Goldars en la poesa del siglo XX; tambinen este ao se editan los poemarios Races y alasy Una isla, la ms bella (Miami), de Nievesdel Rosario Mrquez; Las peras del sueo (Miami), de Justo Rodrguez Santos; Poemas inte-rreales (Pensilvania),de Enrique Sacerio Gar; El pudor infinito (Miami),de Norman Rodrguez;Mara: cuando la muerte canta (Miami), de Luis Conte Agero;A sangre y fuego (Miami), deDaro Espina Prez; Das cratas (Nueva York), de Alberto Guigou; Gesta de siete bravos (Mia-mi), de Manuel H. Hernndez; Esa palabra (Miami), de Rubn D. Rumbaut; Capilla ardiente(Miami), de Teresa Mara Rojas; Ditirambos (Madrid), de Felipe Lzaro; Sin decir el mar(Ma-drid),de Jess Barquet; La baranda de oro (Madrid),de Gladys Zaldvar; Donde estoy no hay luz

    y est enrejado (Madrid), de Jorge Valls Arango; Maas de la poesa (Miami), de Orlando Gon-zlez Esteva; El hombre junto al mar (Barcelona), de Heberto Padilla; Cauce de tiempo (Ma-

    drid-Miami),de Amelia del Castillo; Entresemforos (Miami), de Uva de Aragn Clavijo; los to-mos De nunca a siempre (Miami) y Lnea en diluvio (Nueva York), de Omar Torres; Es peligrosoasomarse (Madrid),de Gastn lvaro Santana,y El Central (Barcelona), de Reinaldo Arenas.

    En 1982 Armando lvarez Bravo, que ya haba publicado en Cuba los tomos El azoro (1964) yRelaciones (1973), da a conocer su libro, premiado el ao anterior, Para domar un animal (Ma-drid), y ademsJuicio de residencia (Madrid). Roberto Valero publica, Desde un oscuro ngulo(Madrid) con un prlogo de Reinaldo Arenas; Antonio Acosta, Mis poemas de otoo (NuevaJersey); Jaime E. Barba Jordi, La llama de cristal (Miami); Gastn lvaro Santana, Es peligrosoasomarse (Madrid); Ninoska Prez Castelln, Dulcmara (Bittersweet) (Miami); Josefina A. Pu-

    jals, Que color del otoo (Mxico); Arminda Valds Ginebra, Poemas (Madrid); Jos ngel Bue-sa, Para ellas: Libro de amor (Miami);Olga Rosado, Pecadora (Miami); y Roberto Yanes, Herejas

    recientes (Recent Heresies),libro bilinge,en una curiosa edicin con innovadores diseos gr-ficos.Pablo Le Riverend publica,en 1983, Ir tolerando el ltigo del tiempo (Nueva Jersey); el mis-mo ao el sacerdote Fernando Lpez,jesuita, da a luz Mami! Cunto te quiero (Miami).Tam-bin en 1983 se publican los ttulos Crnicas del Caribe (Miami), de Juana Rosa Pita; de RaquelFundora, El canto del viento (Nueva York); Ana Rosa Nez,Atlas potica (Miami); MercedesGarca Tudur,Andariega de Dios: tiempo de exilio (Nueva York); Daro Espina Prez, Poemariode historia universaly Fabulario y otras rimas, ambos en Miami; Lourdes Gil, Vencido el fuegode la especie (Nueva Jersey),y Jos Kozer saca en Mxico su poemario Bajo este cien.Tambinen Miami, y en 1983, Luis Mario publica un tomo de ensayos tcnicos-literarios, Poesa y poe-tas; y Jos B.Fernndez y Roberto G. Fernndez editan un importante tomo de referencia, ndi-ce bibliogrfico de autores cubanos (Dispora, 1959-1979) en la editorial Universal de Miami. En1984 sale un volumen, 9 poetas cubanos, de la editorial Catoblepas (Madrid), fundada por el

    poeta Felipe Lzaro,que recoge una seleccin de la poesa de Lillian Bertot, Rafael Bordao,LuisCarta, Jos Corrales, Mercedes Limn,Elas M. Muoz, Alicia Rodrguez, Esperanza Rubido yel propio Felipe Lzaro. Este ao tambin salen al mercado La otra cara de la moneda (Miami)de Beltrn de Quirs; Entre las islas del silencio (Miami),de Ernesto Carmenate; Sale del verso elcorazn ileso (Miami),de Carlos Casanova Cancio; De la sangre de otras venas (Madrid),de Ro-berto Martn Prez; Ondas del eco (Nueva York), de Herminia D.Ibaceta;Sonetos del amor, de lavida y de la muerte (Miami), de Agustn D. Lpez; los tomos Bolvar o el sueo que interroga(Miami) y Clamor(Miami), de Jaime E. Barba Jordi; Poema del parque (Miami), de Jos Sn-chez-Boudy;los poemariosA la paloma nocturna,Desde mis soledadesy Hojarasca y otros poe-mas (Miami),de Jorge Valls; la edicin facsmil,sacada clandestinamente de la crcel en Cuba,de La campana del alba (Madrid), del preso poltico y poeta Ernesto Daz Rodrguez; En fin, la

    Poesa cubana Orlando Rodrguez Sardias (Rossardi) y Jess J. Barquet

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    noche (Miami), de Roberto Valero; Las lejanas (Madrid), de Armando lvarez Bravo; y el volu-men Donde habita el recuerdo (Miami),de Eugenio Florit.

    Este ao de 1985 recoge importantes publicaciones poticas, como los dos volmenes del expreso poltico ngel Cuadra, Esa tristeza que nos inunda (Madrid) y Fantasa para el viernes

    (Miami); el pequeo libro con portada del pintor Jos Mijares, Tus ojos y yo (Miami), de Uvade Aragn Clavijo; el poemario bilinge,A veces me llamo infancia (Sometimes I call myselfchildhood) (Miami), de Carlota Caulfield,y la seleccin de poemas, tambin en edicin bilin-ge espaol-italiano, Grumo dalba (Pisa), de Juana Rosa Pita. Asimismo, aparecen Dharma(Miami), de Roberto Valero; Tierra metalizada (Miami), de Alberto Mller;Amor sin fronteras(Miami), de Tirso R. Herrera Cabello; Distancia de un espacio prometido (Miami), de Mary Ca-lleiro; Ros y poemas (Miami), de Oscar Prez Moro;Con meneo y guaguanc (Miami), de JosM. Snchez-Priede; Un ojo de asombro (Madrid), de Benigno S. Nieto; Calificacin al lado(Nueva York), de Jess Blas Comas; Orestes de noche (Madrid), de Jos Abreu Felippe; Libro delas exhortaciones al amor (Madrid), de Juan Abreu; Imgenes (Nueva York), de Antonio Acos-ta; En la otra orilla del silencio (Miami), de Omar G. Amador; El castillo de iras (Mxico), de Jo-sefina A.Pujals; Lo esperado,lo vivido (Borrowed time) (Madrid), publicacin bilinge, de Enri-

    que Mrquez; La garza sin sombras (Barcelona), de Jos Kozer; los tomos de Jess Barquet,caro (Nueva Orleans) y Sagradas herejas (Miami); de Eugenio Florit, Momentos (Miami), ylos tres volmenes de las Obras completas de este ltimo editados en Nebraska.

    En 1986 la editorial Catoblepas de Madrid saca un tomo, Poesa cubana contempornea,que contiene una seleccin de 49 poetas residentes fuera de la Isla, muchos de ellos resi-dentes en los Estados Unidos: Jos Abreu Felippe, Magali Alabau, Armando lvarez Bravo,Octavio Armand, Gastn Baquero, Benita C. Barroso, Rafael Bordao, Ernesto Carmenate,Amelia del Castillo, Luis Carta, Roberto Cazorla, Uva A. Clavijo, Elena Clavijo Prez, BelkisCuza Mal,Hortensia Delmonte Ponce de Len,Eugenio Florit,Alina Galliano, ngel Gazte-lu Gorriti, Rita Geada, Luis F. Gonzlez-Cruz, Jos Kozer, David Lago, Lucas Lamadrid, FelipeLzaro, Pablo Le Riverend, Mercedes Limn, Agustn D. Lpez, Edith Llerena Blanco, Jos Ma-

    rio, Enrique Mrquez, Claudio Martell, Lilliam Moro, Benigno S. Nieto, Clara Niggemann,Jorge Oliva, Heberto Padilla, Isabel Parera, Juana Rosa Pita, Francisco Revuelta Hatuey, IselRivero, Justo Rodrguez Santos, Orlando Saa, Enrique Sacerio-Gar, Jos Snchez-Boudy, PoE. Serrano, Arminda Valds Ginebra, Armando Valladares y Orlando Acosta.

    Este ao tambin se publican los siguientes libros de poesa: La inquietud del ala (Barcelo-na), de Antonio Acosta; Canto a Bolvar(Montevideo), de Nieves del Rosario Mrquez; Salve

    Amrica! (Miami), de Jos Ral Goldars; los poemarios Patriticasy Candelario Soled. Gua-yaba y ltigo (Miami), de Jos Snchez-Boudy; La soledad detenida (Miami), de Sara MartnezCastro; Disgregaciones (Madrid), de Luis F. Gonzlez-Cruz; los dos poemarios de Magali Ala-bau, Electra Clitemnestra (Chile) y La extremauncin diaria (Barcelona); El Infierno de Ariely ElPurgatorio de Ariel, de Jaime E. Barba Jordi, ambos publicados en Miami; Clamor adulto (Mia-

    ndice Bibliogrfico deautores cubanos (Dispora,1959-1979), Jos B. Fernndez

    y Roberto G. Fernndez.

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    mi),de Jos A.Amaro Jimnez; los poemarios de Norman Rodrguez,Regreso a la llamay La luzdistante, publicados ambos en Miami;Visiones de ventana (Chicago),de Jorge Rodrguez Flori-do;Sangre bajo las banderas (Miami),de Enrique Joaqun Piedra; Rostro cercano (Maryland),deMaricel Mayor Marsn; Con Cuba en la garganta (Barcelona),de Benita C.Barroso; Diario de uncaracol (Miami), de Mercedes Ares; De una angustia por destino (Barcelona), de Orlando Saa;Proyectura (Madrid), de Rafael Bordao; La niez que dilata (Madrid), de Walter de las Casas;

    Agua y espejos (Miami), de Amelia del Castillo; Luz en la piedra (Madrid), de Vicente Echerri;Ciencia-poesa (Madrid), de Rafael Catal; Herir el tiempo (Madrid), de Amando Fernndez(1949-1994), con prlogo de Eugenio Florit,y el tomo Perfil de la materia (Miami); El sol tatuado(Boston) de Juana Rosa Pita, y El tiempo es una mujer que espera (Madrid),de Carlota Caulfield.

    Los ltimos aos de una dcada

    Los tres ltimos aos de la dcada del ochenta resultan de una inmensa actividad para lapoesa. En 1987 Eugenio Florit saca su Castillo interior y otros versosyA pesar de todo (Mia-mi) yAbecedario de un da gris (Madrid);Gladys Zaldvar publica Viene el asedio (Miami);Jo-s Snchez-Boudy,Acuara Ochn de caracoles verdes: canto a mi Habana (Madrid); CarlotaCaulfield,Oscuridad divina (Madrid);Reinaldo Garca Ramos, El buen peligro (Madrid); JessBlas Comas, Monlogo del infantado (Los ngeles); Esperanza Rubido, En un mundo denombres (Madrid);Jos Abreu Felippe,Cantos y elegas (Madrid);Magali Alabau, Ras (NuevaYork); Jaime E.Barba Jordi, El Paraso de Ariel (Miami);Olga Rosado, Dos dcadas (Miami);Ro-berto Ponciano, Canto indispensable (Miami);Oscar Prez Moro, Liras criollas (Miami);Salva-dor E. Subir, Don Sinsonte de la Palma (Miami); Juan Martn, Hasta que el tiempo estalle(Miami); Oscar Guerra, Miscelneas campesinas (Miami);Daro Espina Prez, Politemas: bio-

    grafa lrica de Mart(Miami). Este ao, adems, Juana Rosa Pita saca el tomo bilinge (es-paol-italiano)Aires etruscos (Arie etrusche) (Cagliari) y Plaza sitiada (San Jos,Costa Rica) yAmando Fernndez los poemarios,Azar en sombras (Miami) y Pentagrama (Jan, Espaa);Ana Rosa Nez, Verde sobre azul (Miami); Iraida Iturralde, Tropel de espejos (Madrid); Jos

    Kozer, El carilln de los muertos (Buenos Aires);Octavio Armand, Origami (Caracas),y AndrsReynaldo, La cancin de las esferas (Barcelona),premio Letras de Oro.

    Dos libros publicados en 1988, Carolina Cuban, en triple crown (Arizona) de Gustavo PrezFirmat y la seleccin antolgica de Carolina Hospital The Cuban Writers, Los atrevidos(Princeton,Nueva Jersey), marcan un hito en la produccin literaria de los cubanos residen-tes fuera de Cuba. Esta vez se trata de la muestra de un grupo de enorme creatividad, loscubanos-americanos, que indistintamente publican sus poemas en espaol o en ingls,aunque muchos de ellos van a preferir el ingls como lengua general de comunicacin es-crita. El libro de Carolina Hospital incluye textos de Roberto G. Fernndez, Ricardo Pau-Llo-sa, Mercedes Limn, Pablo Medina, Iraida Iturralde, Lourdes Gil, Jorge Guitart, Carlos Rubio,Berta Snchez-Bello, Elas Miguel Muoz, Gustavo Prez Firmat y la propia editora CarolinaHospital.Tambin en 1988 salen al mercado varios tomos que recogen una excelente selec-

    cin de poesa de autores cubanos y cubano-americanos que publican sus poemas fuerade Cuba. Pablo Le Riverend publica un muy til Diccionario biogrfico de poetas cubanos enel exilio (contemporneos)y Felipe Lzaro los volmenes Poetas cubanos en Espaa6y Poe-tas cubanos en Nueva York. Este ltimo, que contiene un excelente prlogo de Jos Olivio Ji-mnez, trae textos de Antonio Acosta, Magali Alabau, Reinaldo Arenas, Rafael Bordao, Er-nesto Carmenate, Walter de las Casas, Ins del Castillo, Rafael Catal, Jos Corrales,ErnestoEscudero, Alina Galliano, Jorge Garca Gmez, Reinaldo Garca Ramos, Lourdes Gil, AntonioGiraudier, Maya Islas, Iraida Iturralde, Jos Kozer, Pablo Le Riverend, Rolando D. H. Morelli,Emilio M. Mozo, Isabel Perera, Luisa M. Perdig, Isel Rivero, Justo Rodrguez Santos, OrlandoSaa, Arminda Valds Ginebra y Jorge Valls. Otra antologa publicada este ao es 107 poetascubanos del exilio. Antologa potica hispanoamericana (Miami),de Daro Espina Prez.

    Poesa cubana Orlando Rodrguez Sardias (Rossardi) y Jess J. Barquet

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    Tambin en 1988, Elas Miguel Muoz publica su importante ensayo Desde esta orilla:poe-sa cubana del exilio (Madrid), y Silvia Burunat y Ofelia Garca dan a conocer el tomo Veinteaos de literatura cubanoamericana: antologa 1962-1982 (Tempe, Arizona); ngel Cuadra,Las seales y los sueos (Teruel) y el largo poema Rquiem violento por Jan Palach (Miami);Jos Snchez-Boudy, Tus ojos Cuba: sosiego, viento, ola (Miami);Roberto Ponciano, Canto in-dispensable (Miami); Pedro F. Bez, Insomnia (Miami); Luis Carta, Canciones olvidadas(Madrid); Amando Fernndez, El ruiseor y la espada (Crdoba); Eugenio Florit, Las noches(Miami);Ana Rosa Nez,Hora doce (Buenos Aires); Israel Rodrguez, La estatua de sal (Mia-mi);Benita C. Barroso,Polndromo amor y dudas (Madrid); Jos Kozer, Carece de causa (Bue-nos Aires); Miguel Gonzlez,Don Quijote de Amrica (Madrid);Rodolfo Hsler, Tratado de li-cantropa (Madrid);Luis Carta, Canciones olvidadas (Madrid);Roberto Martn Prez,Claroque estoy pensando (Miami); Francisco Lori Bertot, La inmvil carrera (Miami); FernandoPrez, Poemas (Miami); Noel Jardines, Pan canbal (Barcelona); Rafael Bordao,Acrobacia deabandono (Madrid);Orlando Gonzlez Esteva, El pjaro tras la flecha (Mxico), y Rita Geada,Esa lluvia de fuego que nos quema, publicado en Madrid.

    En 1989 la editorial Betania (Madrid), del poeta cubano Felipe Lzaro (vid. Editoriales cuba-nas), mantiene una intensa actividad y publica el libro de Lourdes Gil, Blanca aldaba pre-

    ludia; los tomos de Elas Miguel Muoz, No fue posible el sol; de Gustavo Prez-Firmat,Equi-vocaciones; de Luis Ignacio Larcada, La imagen que no se deteriora; de Arminda Valds-Mi-randa, Sombras imaginarias; y de Maya Islas,Altazora acompaando a Vicente. Otros librosde poemas publicados por Betania ese ao son Hasta el presente: poesa casi completa, deAlina Galliano; Hermana, de Magali Alabau; Permanencia del fuego, de Luis Carta; Tropelde espejos, de Iraida Iturralde y Voluntad de vivir manifestndose, de Reinaldo Arenas. Tam-bin este ao Lillian D. Bertot publica Separados por la espuma (Miami) y Jorge Valls, Colo-quio del azogamiento (Miami); Berta G. Montalvo, Para mi gaveta (Miami); Flix Cruz lva-rez, Entre el ro y el eco (Mxico); fray Miguel ngel Loredo, franciscano, De la necesidad y elamor (Miami); Jos Snchez-Boudy, Mi barrio y mi esquina (Miami); ngel Pardo, los poe-marios Neomamby Horizonte a la deriva (Miami); Olga Rosado, Guajiro: poesas (Miami),

    y Luis Mario, La Misma (Miami);Emilio Bejel, Casas deshabitadas (Santo Domingo),y Tercero

    sueo y otros poemas (Miami) de Eugenio Florit.

    De esta extensa produccin de libros de poemas en el mercado, durante los aos consigna-dos,algunos de ellos aparecen sin paginar y otros sin lugar o fecha de publicacin;entre estosencontramos los poemarios de ngeles Caias Ponzoa,Elega en azul; Nina Folch,Cosecha deotoo; Eulalia Garca, Yamn; Lidia Berdeal Montalvo, Espigas doradas, alas al viento; Jos RalBernardo,Poemas msticos; Leonardo Garca Fox,Poemas del exilio; el tomo de Carlos GonzlezTadeo,Arpegios de una lira;Poemas innominados de Andrs Vargas Gmez, y Esperando la al-borada de Pablo Rodrguez. En los aos noventa, la produccin de libros de poesa se mantie-ne en un altsimo nivel y de eso da cuenta el recuento de esas prximas dcadas.

    Cubanos: poesa cubana y cubano-americana 1990-2007

    Jess J. Baquet

    Introduccin

    La dcada del noventa ratificar y continuar diversificando y enriqueciendo la poesa cu-bana y cubano-americana dentro de los Estados Unidos. Se mantiene el constante arribode escritores provenientes de la Isla o de otros pases (terceros pases, en la jerga migrato-ria cubana), tales como Espaa y Mxico.Como haba ocurrido en los aos ochenta,no solo

    X LA PRODUCCIN LITERARIA EN ESPAOL

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    llegan a los Estados Unidos poetas provenientes de diferentes promociones literarias ante-riores que,por una u otra causa,no haban abandonado el pas, sino tambin,y fundamen-talmente, los jvenes nacidos despus de 1959. Las primicias literarias de estos jvenesocurren hacia la segunda mitad de los aos ochenta (la llamada Generacin de los Ochen-ta) o en los aos posteriores. Todos ellos han vivido en carne propia los dramticos efectosde la cada del socialismo real en Europa, el llamado Perodo Especial, de extrema crisismaterial y moral dentro de la Isla, la dolarizacin de la economa nacional, la crisis de losbalserosen 1994 otro xodo masivo que remed al del puerto del Mariel en 1980, ascomo el desencanto de los mayores que alguna vez creyeron y empearon su vida en elproceso poltico iniciado en 1959, desencanto este que en los jvenes como haba ocurri-do ya entre los escritores y artistas del Grupo del Mariel se traduce como descreimientoo desinters o desconfianza ante las sirenas de la Utopa y sus varias formas de establecerla autoridad. Pero, a diferencia de los lustros anteriores, los jvenes de los noventa han vivi-do expuestos, por momentos, no solo a una mayor permisividad en el mbito ideoesttico

    y cultural de la Isla, sino tambin a mayores intercambios afectivos y culturales con elmundo de afuera. Por haber aprovechado estos mayores espacios, muchos de ellos llegana los Estados Unidos con obras publicadas y hasta premiadas dentro o fuera de la Isla.

    Adems de las ventajas de comunicacin que trae la aparicin de Internet en Cuba lla-mada Intranet debido a las restricciones con que se ha implementado y, aunque el uso deIntranet no es masivo, muchos escritores por razones personales o laborales tienen accesoa ella y de menores restricciones para viajar al extranjero o para concursar y publicar fue-ra del pas, aparecen de pronto en la Isla, en nmero rpidamente creciente, los extranje-ros: turistas pero tambin escritores,artistas, acadmicos, estudiantes y parientes, muchosde ellos descendientes de cubanos o sencillamente cubanos de fuera. A partir de 1990 sepuede observar a poetas cubanos del exilio que viajan de visita a la Isla y hasta algunosque divulgan su obra en Cuba a travs de lecturas,encuentros y publicaciones en las edito-riales nacionales. Por otra parte, tambin es posible ver a los de dentro haciendo viajes alexterior, incluyendo los Estados Unidos, y hasta residir en el extranjero sin romper oficial oradicalmente con el Gobierno de Fidel Castro, por lo que una peculiaridad de este perodo esaquella inusitada propuesta de que abandonar el pas o, si se prefiere, fijar residencia en elextranjero no sea un hecho calificable nicamente con la palabra exilio,sino que los hechosahora se hacen ms complejos hasta ponerse en uso otros trminos tales como dispora,exilio rosado, exilio de terciopelo, emigraciny comunidad cubana en el exterior, algunosde los cuales constituyen, para muchos exiliados, meros paliativos o eufemismos lingsti-cos, cuando no recursos retrico-demaggicos de nombrar una realidad obvia: sea cual fue-re la causa, despus de 1990 sigue reafirmndose e incrementndose la presencia cubanaen los Estados Unidos, la cual contina contando, cuando se cumplen los correspondientesrequisitos migratorios, con el salvoconducto legal del Gobierno estadounidense. Adems,aunque no constituye exclusivamente un enclave cubano y cubano-americano, Miami, consus regiones aledaas (Coral Gables, Hialeah, Miami Beach,etc.), sigue siendo el centro neu-

    rlgico de dicha poblacin, el espacio imantado que la convoca y reclama. Aunque duea desu propia identidad multicultural y afn cosmopolita, la zona extendida de Miami no dejade ser,en lo referente a lo cubano, una extensin de la cultura insular.

    El perodo posterior a 1990 est, pues, marcado por todas las tensiones hasta aqu descri-tas: en los Estados Unidos, y de manera ejemplar en Miami, conviven representantes de lasprimeras generaciones republicanas (Eugenio Florit, Lorenzo Garca Vega) con los de losaos cincuenta, sesenta y setenta (Pura del Prado, Armando lvarez Bravo, Rita Geada, JosKozer), los marielitos (Reinaldo Garca Ramos, Carlos A. Daz Barrios), los cubano-america-nos (Ricardo Pau-Llosa, Dionisio D. Martnez) y los jvenes llegados despus de 1990 (FlixLizrraga, Germn Guerra, Carlos Pintado); todos utilizan las mismas casas editoriales deMiami o de otras ciudades del mundo (Universal, Betania, Verbum, La Torre de Papel, Stru-

    Poesa cubana Orlando Rodrguez Sardias (Rossardi) y Jess J. Barquet

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    mento,etc.) y las mismas revistas en papel o electrnicas (Baquiana,Encuentro de la cultu-ra cubana, Linden Lane Magazine, La Habana Elegante, Decir del agua, La Zorra y el Cuervo,etc.); los autodeclarados exiliadosconviven pacficamente con los autodeclarados emigra-dos; algunos viajan a, y publican en, la Isla, mientras que otros prefieren no hacerlo hastacuando lo consideren polticamente factible; unos practican la dcima y el soneto y tratanasuntos tradicionales como el paisaje insular y la nostalgia, mientras que otros se aventu-ran en personalsimos y poco convencionales asuntos de forma y contenido; unos elogianel pas adoptivo, otros lo critican duramente. Es decir, el espacio democrtico en que vivenpermite y garantiza esta pluralidad de opiniones y opciones en todos los mbitos del sersocial, y especialmente en lo poltico y lo literario.

    Resultado de lo anterior es el hecho de que, como novedades destacables a partir de 1990,no solo algunos cubanos exiliados (Eugenio Florit, Juana Rosa Pita, Jos Kozer,Mauricio Fer-nndez, etc.), ya sea muertos o vivos, tengan sus obras publicadas en Cuba, algo que unoslustros antes resultaba totalmente impensable en la Isla; sino que tambin algunos anto-logadores y crticos erradiquen de sus trabajos la distincin entre poetas de dentro y poe-tas de fuera y busquen integrarlos a todos en un nico corpus potico nacional.

    1990

    Como observaremos, cada ao nos ofrece una muestra significativa de lo vasto y lo va-riado que es el asunto de las publicaciones de poesa. Solo en 1990 aparecen los siguien-tes ttulos: Venas, de Roberto Valero (1955-1994), integrante del Grupo del Mariel y resi-dente en Washington D.C.; El prisma de la razn, de Armando lvarez Bravo (1938),perteneciente a la Generacin del Cincuenta y residente en Miami; En este andar febril,de Clara Niggemann (1910); Nuevos sueos, de Lidia Alfonso de Fonteboa (1924); Sabor detierra amarga, de Mercedes Limn, con prlogo de Elas Miguel Muoz; Noser(prlogode Ana Rosa Nez), de Mario G. Beruvides (1959); Miniaturas, de Berta G. Montalvo; Soli-loquios del amor y la muerte, de Juan Martn (1954); Los viernes lloro y el sbado sale el sol,de Ela Lee, residente en los Estados Unidos desde 1966;Atrs he dejado la ciudad fants-tica: la poesa en su definicin mejor, de Silvia Eugenia Odio; Iris del alma en las gotas devida, de Nieves del Rosario Mrquez (1931); Vocabulario sencillo: dcimas cubanas, de Os-car Guerra; Sendero de ensueos, de Raquel Fundora de Rodrguez Aragn (1924); Barlow

    Avenue (prlogo de Israel Rodrguez), de Rafael Romn Martel (1958), radicado en los Es-tados Unidos desde 1973; Vigilia del aliento, de Arminda Valds Ginebra (1923), una vozinjustamente poco estudiada por la crtica; De donde oscilan los seres en sus proporciones

    y la plaquette, Verdehalago, de Jos Kozer (1940), quien emigra a los Estados Unidos en1960 y reside en Nueva York hasta 1997, as como el cuaderno Dos con Lezama, un terceroa Florit, dos para Silvia Eugenia y otros ms, de Mauricio Fernndez (1938), quien sale deCuba en los aos sesenta y despliega una amplia labor de divulgacin literaria entre1964 y 1973.

    Conscientes de que viven en un pas principalmente de habla inglesa y en aras de llegar aun pblico internacional, los autores no descuidan la posibilidad de editar poemarios bi-linges y, en algunos casos, hasta trilinges. Este ao aparecen Osada de los soles truncos(Daring of the brief suns) (traduccin al ingls de Angela McEwan), de Lydia Vlez Romn;Sorbos de luz (Sips of Light) (traduccin al ingls de Mario Salvatierra y la autora), de JuanaRosa Pita (1939), en el exilio desde 1961; Crisantemos, Chrysanthemums (traduccin alingls de Jay H. Leal y prlogo de John C. Stout), de Ana Rosa Nez (1926-1999), que resi-di en Miami desde su exilio en 1965 hasta su muerte; y Polvo de ngel (Angel Dust, Polve-re dangelo), de Carlota Caulfield (1953), con traduccin al ingls de Carol Maier, y al italia-no de Pietro Civitareale, y textos introductorios de ambos traductores y Miguel ngelZapata.

    X LA PRODUCCIN LITERARIA EN ESPAOL

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    El exilio es tambin espacio donde voces silenciadas en la Isla encuentran apoyo y difusin:tambin bilinge aparece en 1990 Everyone will have to listen (Todos me van a tener que or),de la autora disidente residente en Cuba Tania Daz Castro (1939), en traduccin al ingls dePablo Medina y Carolina Hospital,poemario que constituye una reedicin del original publi-cado en La Habana en 1970 y al que se le suman otros poemas aparecidos posteriormenteen la revista Linden Lane Magazine, dirigida por Belkis Cuza Mal y Heberto Padilla.

    Se recuperan tambin figuras relevantes del pasado: en Miami aparecen recogidas en el vo-lumenAlma errante;Amrica las respectivas ediciones facsimilares de estos dos poemariosde Emilia Bernal (1884-1964), el primero publicado originalmente en La Habana en 1916 y elsegundo en Chile en 1938. En Cuba van surgiendo voces del exilio,cautelosamente primeromediante el rescate de autores ya difuntos: en Matanzas aparece Exlibris, de Agustn Acosta(1886-1979), autor nombrado Poeta Nacional por el Congreso de la Repblica de Cuba en1955 y despojado de dicho ttulo por el Gobierno castrista cuando el poeta opt por el exilio.

    La importante editorial madrilea Betania,dirigida por el poeta cubano Felipe Lzaro, tieneel mrito de haber destacado la produccin potica de Reinaldo Arenas (1943-1990), msconocido internacionalmente como narrador e integrante del Grupo del Mariel. Despus

    de la aparicin en 1989 de una recopilacin de la poesa dispersa de Arenas, bajo el ttulode Voluntad de vivir manifestndose, Betania publica en 1990 otra suerte de recopilacin ti-tulada Leprosorio (triloga potica), la cual incluye,dentro de la referida estructura trilgica,el largo poema El central, cuya primera edicin en forma de libro haba aparecido en Barce-lona bajo el sello Seix Barral en 1981, en francs (La plantation) en 1983 y en ingls (El cen-tral: a Cuban sugar mill) en 1984. Voluntad de vivir manifestndose reaparecer en BuenosAires bajo el sello Adriana Hidalgo Editora en 2001.

    Tras los cinco poemarios publicados entre 1986 y 1989, Amando Fernndez (1949-1994),quien marcha a Espaa en 1960 y se traslada a Miami en 1980, es ahora una de las voces im-prescindibles del exilio cubano. La dcada del noventa presenciar su batalla y su triunfocontra una muerte anunciada: este ao aparecen sus poemarios Los siete crculos (PremioAntonio Gonzlez de Lama) y Materia y forma (Premio de Poesa Ciudad de Badajoz, 1989).Por otra parte, la reconocida narradora Alma Flor Ada, en colaboracin con F. Isabel Campoy,publica varias colecciones de poesa para nios: Huertos de coral, Gorrin gorrin, Nuevo da,La rama azul, Ros de lava, Dulce es la saly El verde limn. Y de su propia autora publica,tam-bin para el pblico infantil, el poemarioAbecedario de los animales, con ilustraciones de Vi-vi Escriv.Y aunque radicado en Inglaterra, Pedro Prez Sarduy (1943) publica en Nueva York,en edicin bilinge, Cumbite and other poems (Cumbite y otros poemas).

    Dos antologas con colaboraciones de poetas del exilio aparecen este ao: Los municipiosen dcimas, editada por Francisco Henrquez, Oscar Prez Moro y Daro Espina Prez, quienedita adems Poetisas cubanas contemporneas, con textos de Mercedes Garca Tudur,Ana Celia Santos y Lourdes Gil, entre otras.

    Dentro del mundo acadmico estadounidense en muchos casos, ganado por una iz-quierda poltica que, durante dcadas y por razones ideolgicas, haba excluido de sus es-tudios generales sobre el exilio y los latinosestadounidenses a los cubanos residentes enlos Estados Unidos aparece Paradise lost or gained? The literature of Hispanic exile, edita-do por Fernando Alegra y Jorge Ruffinelli, quienes cautelosamente registran all al exiliocubano al incluir poemas en espaol de Alina Galliano y de Jos Quiroga, as como artcu-los sobre poetas cubanas en los Estados Unidos.

    Dos diccionarios ayudan a registrar esta vasta produccin cubana: Diccionario biogrfico deescritores cubanos en el exilio (contemporneos), de Pablo Le Riverend; y, ms enciclopdica-mente, el Dictionary of twentieth-century Cuban literature, editado por Julio A. Martnez,quien incluye sucintos ensayos sobre la actividad literaria del exilio y, en particular, sobre la

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    obra individual de muchos poetas residentes en los Estados Unidos, tales como AgustnAcosta, Eugenio Florit, Amelia del Castillo,Rita Geada,Orlando Rossardi, Jos Kozer, Jos Sn-chez-Boudy,Gladys Zaldvar, Juana Rosa Pita, ngel Cuadra y Octavio Armand, entre otros.

    1991

    Los aos noventa encuentran muy activo al veterano poeta Eugenio Florit (1903-1999).Na-cido en Madrid, se traslada desde muy joven a Cuba y forma parte fundamental de la cul-tura nacional republicana desde la publicacin de sus32 poemas brevesy Trpico,en 1927 y1930,respectivamente, y su activa participacin en las revistas literarias de entonces.En losaos cuarenta se instala en Nueva York y, a diferencia de muchos otros autores, no regresaa Cuba con el triunfo de la Revolucin cubana en 1959 sino que, por el contrario, se identifi-ca con la causa del exilio desde sus inicios en los aos sesenta. Para 1980 ya est residiendoen Miami, donde publica casi todos sus ltimos poemarios.Tras publicar en 1990 una nue-va traduccin de El cementerio marino, de Paul Valry, Florit publica ahora Nio de ayer(condibujos de Jos Luis Florit); Hasta luego: versos 1990-1991, el cual tendr una segunda edi-cin ampliada en 1992; y el quinto volumen de sus Obras completas, editado por Luis Gon-zlez del Valle y Roberto Esquenazi Mayo, en Colorado.

    Antiguo integrante del importante Grupo Orgenes que lideraba Jos Lezama Lima (1910-1976) en La Habana en los aos cuarenta y cincuenta, y llegado al exilio (Nueva York y Mia-mi fundamentalmente) en 1968, Lorenzo Garca Vega (1926) recopila su dispersa obra po-tica en Poemas para penltima vez, 1948-1989. Otro antiguo origenista, Gastn Baquero(1918-1997),exiliado en Madrid desde los aos sesenta, publica Poemas invisibles.

    El ritmo de las publicaciones y triunfos literarios de Amando Fernndez no cesa: este aoaparecen Espacio mayor(Premio Juan Ramn Jimnez) yAntologa personal. Otros poema-rios de autores cubanos del exilio que resultan premiados son Inmanencia de las cenizas(Premio Agustn Acosta de Poesa, 1990), de Ins del Castillo (1927), residente en NuevaYork; y el curiossimo poema largo No estar en tu camino (Premio Adonis), de Roberto Va-lero.Y decenas de poemarios se suman al concierto potico: Sonetaro y romancero,de Da-ro Espina Prez; Marginalmente literario, de Emilio M. Mozo (1941), residente en Andover,Massachusetts; Uno y veinte golpes por Amrica, de Ana Rosa Nez; Por dentro, de Jorge J.Rodrguez Florido (1943),quien reside en los Estados Unidos desde 1962 y en Chicago desde1970; Sigo zurciendo las medias de mi hijo, de Arminda Valds Ginebra; Caibarin, de AurelioN. Torrente (1924); Dispersos, de Csar Alnimo (1928);As cualquiera puede ser poeta, de Ju-lio E. Miranda (1945-1999), quien desde su exilio en 1961 residi en varios pases,entre elloslos Estados Unidos; Sus ltimos poemas, de Agustn Lpez, con introduccin de Luis Mart-nez; Cajn de parafernales, del tambin dramaturgo Jos Corrales, nacido en 1937 y residen-te en Nueva York desde 1965 hasta su muerte en 2002; Sobre esta clara piel octogenaria, dePablo Le Riverend (1907-1991), en el exilio desde los aos sesenta; La palabra potica: discur-

    so en verso, de Luis ngel Casas (1928); Las aristas desnudas, de Amelia del Castillo (1923); yel tomo Los espacios llenos (con prlogo de Gastn Baquero), de Orlando Rossardi (1938),quien desde su salida de Cuba en 1960 ha residido en los Estados Unidos y Espaa. Estepoemario suyo aparece bajo el sello de la prestigiosa editorial Verbum, dirigida en Madridpor el tambin poeta cubano Po E. Serrano.

    En homenaje a Alberto Baeza Flores (1914-1998) nacido en Santiago de Chile, pero nti-mamente vinculado a los destinos cubanos desde 1939, y en el exilio desde 1960 hasta sufallecimiento en Miami, el poeta espaol Juan Ruiz de Torres publica Las dos orillas: poe-mas de los encuentros, con obras de ambos. Otro homenaje, ahora pstumo, realizan Ma-tas Montes Huidobro y Yara Gonzlez Montes al editar Memorias de un joven que naci enenero, de Guillermo Hernndez (1959-1988), llegado a Miami en 1980 va Mariel, libro que

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    incluye, entre otros textos, su poesa.Tras la aparicin de sus memorias,Self-portrait of theother, bajo el sello de la famosa casa Farrar, Straus,Giroux, de Nueva York, en 1990 (La mau-vaise mmoirey La mala memoria sern los ttulos que ellas adopten al publicarse en fran-cs en 1991 y en espaol en 1992, respectivamente),Heberto Padilla (1932-2000) publica enla misma casa editorial una excelente edicin bilinge espaol-ingls de su poesa intitu-ladaA fountain, a house of stone, con Alastair Reid y Alexander Coleman como traductores.Otros poemarios bilinges espaol-ingls de este ao son Sea of my infancy (Mar de mi in-

    fancia) (traduccin de Ildara Klee), de Ernesto Daz Rodrguez (1939); Merla (traduccin deEdgar Soberon), de Maya Islas (1947), en el exilio desde 1965; y Pequea antologa (traduc-cin de Tom Hall), de Ren Ariza (1940-1994), llegado al exilio tras su salida de la prisin enCuba en 1979. La plaquette, Prjimos (Intimates) constituye, despus de la edicin bilingede The ark upon the number en 1982, el segundo poemario bilinge de Jos Kozer con tra-duccin al ingls de Amiel Alcalay.

    En 1991 aparece tambin Voces en sueos (versos y cuentos para nios de todas las edades),de Estela Garca Cabrera, en colaboracin con Olga Bizoso y Migdalia Gonzlez. Nacida en1945, Garca Cabrera llega a los Estados Unidos en 1962 y se instala en Puerto Rico en 1966.Desde all, y ms particularmente en la ciudad de Ponce, ha desplegado una extensa labor

    como profesora de lengua y literatura hispnicas, difusora radial de la literatura infantil atravs del laureado programa Una aventura con el saber, y directora desde 1995 de la revis-ta universitaria Horizontes, rgano de la Pontificia Universidad Catlica de Puerto Rico; di-cha revista est dedicada mayormente a la crtica y creacin literarias, as como a todo lorelacionado con la enseanza de la lengua espaola. Autora de textos sobre la lengua es-paola, tales comoAbriendo caminos: el espaol como segundo idiomay Espaol prctico,ambos de 1997 y pensados en funcin de los jvenes hispanos residentes en los EstadosUnidos,Garca Cabrera se haba estrenado como poeta en 1987 conAl oeste de mi voz.

    Dirigidas por Juana Rosa Pita y Jess J. Barquet, ven la luz en Nueva Orleans las plaquettesde poesa Edizione de Amatori, en las que aparecieron varios cubanos residentes en los Es-tados Unidos,tales como Reinaldo Garca Ramos (Baladita del crack), Mercedes Cortzar (La

    Afrodita de Gnido), Mario de Salvatierra (La casa escrita), Carlota Caulfield (Trptico de furias)y los propios editores: Juana Rosa Pita (Proyecto de infinitoy Escandinavas:andante con spi-rito) y Jess J. Barquet (El libro de las palabras, El libro de las estacionesy El libro de los cuer-pos,plaquettes estas incluidas despus en su poemario de 1994 Un no rompido sueo).

    En lo referente a antologas colectivas, resalta Poetas cubanas en Nueva York: antologa bre-ve (Cuban women poets in New York: a brief anthology) (prlogo de Perla Rozencvaig), edita-da por Felipe Lzaro en su editorial Betania. Lzaro dirige aqu su atencin hacia un grupode autoras (Lourdes Gil, Iraida Iturralde, Alina Galliano, Magali Alabau y Maya Islas) que,desde sus diferentes estticas individuales,comienzan a destacarse en el escenario poticocubano-americano del rea de Nueva York a fines de la dcada del setenta. Aunque no for-maban, en sentido estricto, un grupo literario, la constante presencia de sus obras indivi-duales y la intensa gestin cultural que desplegaron las hicieron aparecer ante el pblicolector como tal.Esta idea se refuerza ms adelante,en 1997, cuando aparece Web of memo-ries: interviews with five Cuban women poets, editado por Carlota Caulfield, donde junto aJuana Rosa Pita aparecen cuatro de dichas poetisas del rea de Nueva York: Maya Islas,Ma-gali Alabau, Lourdes Gil y Alina Galliano. Por otra parte, la mencionada revista Linden LaneMagazine, editada entonces en Princeton, Nueva Jersey, dedica los nmeros de octubre-di-ciembre de 1990 (volumen 9, nmero 4) y de enero-marzo de 1991 (volumen 10,nmero 1) auna amplia muestra de Escritores y artistas cubanos del exilio, con amplia representacinde poetas residentes en los Estados Unidos.Exiliado en Miami desde 1967,Luis Mario (1935)publica en otra casa editorial fundamental del exilio cubano las Ediciones Universal deMiami, dirigidas por Juan Manuel Salvat la prescriptiva literaria Ciencia y arte del versocastellano.

    Poesa cubana Orlando Rodrguez Sardias (Rossardi) y Jess J. Barquet

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    Dos autores clsicos del exilio cubano entregan una seleccin de sus respectivas obraspoticas: en Miami, Eugenio Florit publica unaAntologa personal, mientras que en Ma-drid Gastn Baquero edita suAutoantologa comentada. A esto se suman los siguientespoemarios: Gotas de roco, de Berta G. Montalvo; Enjambre, de Gabriela Castellanos

    (1944), cuya vida ha alternado entre los Estados Unidos y Colombia; El amor resucitado yamor y filosofa, de Herminia D. Ibaceta (1933); El espritu que sustancia, de Rolando Cam-pins (1940), quien llega a Nueva York en 1959; Las palabras y las sombras (prlogo de Ma-nuel Ulacia), de Manuel J. Santayana (1953), residente en Miami desde 1967; Una paz dif-cil, de Francisco E. Feito; La bandera cubana: historia y poesa, de Mercedes Garca Tudur(1904-1997); Jirones, de Ydilia Jimnez (1912); El caracol y el tiempo, de Carmen Alea Paz(1924); Cantos y elegas, de Jos Abreu Felippe (1947), quien sale al exilio espaol en 1983

    y se traslada a Miami en 1987; Dimensin del alba, de Antonio Acosta (1929); la plaquette,En la dcima noche de Saturno, de Luca Ballester; y en edicin artesanal de tiraje reduci-do, La edad de piedra, de Nstor Daz de Villegas (1956), quien reside en los Estados Uni-dos desde 1979.

    Tras su exitosa aparicin en el panorama potico del exilio cubano en la segunda mitad delos aos ochenta, con cuatro poemarios que ganaron la atencin de lectores y crticos, laantigua actriz y directora teatral radicada en Nueva York desde los aos sesenta MagaliAlabau publica ahora Hemos llegado a Ilin, sobre el lgido tema del regreso del exiliadocubano como turista a la Isla, poemario que tendr una segunda edicin en 1995. Por otraparte, Alma Flor Ada publica tres poemarios para nios y jvenes: Caballito blanco, El cuen-to del gatoy Cinco pollitos; y Alberto Baeza Flores aparece incluido en el volumen colectivoEl estanque amanece, publicado en Madrid.

    La importante poetisa, entonces disidente en Cuba, Mara Elena Cruz Varela (1953), y queresidir en Madrid y ms tarde en Miami, recibe un homenaje de los poetas del exilio:Guirnalda potica dedicada a Mara Elena Cruz Varela , y se publica su poemario El ngelagotado (The exhausted angel), con textos de Nicasio Silva y Uva A. Clavijo, poemario que

    la editorial Plaza & Jans de Barcelona reeditar solamente en espaol en 1999. Otrasediciones bilinges espaol-ingls de 1992 son Mayaland, del autor cubano-americanoRobert Lima; y Memoria de un pasado (Remembrance of a time just past) (traduccin deHugh A. Harter), de Guillermo Arango (1939). Y aadiendo el italiano, aparece el poema-rio trilinge Sorbos venecianos (Sorsi veneziani, Venetian Sips), de Juana Rosa Pita, quienpublica adems Florencia nuestra (biografa poemtica), con introduccin de Luis IgnacioLarcada.

    Tras recopilar en 1989 su poesa en Hasta el presente: poesa casi completa, Alina Gallia-no (1950) gana el Premio Letras de Oro 1990-1991, con La geometra de lo incandescente(en fija residencia); mientras que el Primer Premio V Centenario se adjudica a La Con-quista de Amrica en sesenta sonetos, de Francisco Henrquez (1928), quien por esta fe-

    cha comienza a editar los cuadernillos de poesa Carta lrica, publicacin asociada a laorganizacin acadmica Crculo de Cultura Panamericano, con sede en Miami y NuevaJersey.

    Nedda G. de Anhalt,Vctor Manuel Mendiola y Manuel Ulacia editan en Mxico La fiesta in-nombrable. Trece poetas cubanos, con presentaciones de Anhalt, Gastn Baquero y Guiller-mo Cabrera Infante. Incluyen all a los siguientes poetas del exilio estadounidense:EugenioFlorit, ngel Gaztelu, Justo Rodrguez Santos, Jos Kozer, Orlando Gonzlez Esteva,HebertoPadilla y Belkis Cuza Mal. Tambin en Mxico,Alejandro Gonzlez Acosta edita una selec-cin de Poesa cubana de hoy para la revista Universidad de Mxico (nmero 496, mayo de1992, pp. 62-75), con colaboraciones de Rafael Bordao y Jess J. Barquet; mientras que PedroN. Regalado edita en Miami laAntologa de poetas gineros en el exilio.

    X LA PRODUCCIN LITERARIA EN ESPAOL

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    1993

    Tras publicar su traduccin al espaol de Piranese, de Pierre Seghers, Ana Rosa Nez reedi-ta su poemario de 1973, Sol de un solo da (con un texto de Eugenio Florit) y publica una es-pecie de epistolario potico entre ella y Mario G. Beruvides: Cartas al tiempo. A estas obrassuyas se suman las siguientes: Cuba en mis versos, de Luis Mario;Una como biografa espiri-

    tual, de Emilio M. Mozo; Naufragios y comentarios, de Armando lvarez Bravo;Ave lira: poe-sas de amor, de Conchita Utrera (1912); Renuevo tras la lluvia. Equilibrio del ansia,de Armin-da Valds Ginebra; Jardines de la rima: poemas laureados y otros poemas, de FranciscoHenrquez;Cuba heroica, de Daro Espina Prez; Palabras encantadas, de Benigno Dou, naci-do en Caracas en 1955, pero identificado con Cuba desde sus aos de residencia en la Isla(1967 a 1980); El nio de guano, de Lourdes Gmez Franca, con ilustraciones de Pablo Cano;Confabulacin en la inocencia, de Mauricio Fernndez; Cuarenta y ms cuasi-sonetos, deArstides Sosa de Quesada (1908-2000), quien reside en Miami desde 1975 y donde fundala organizacin literaria Gala; 4 de septiembre de 1933: evocacin sentimental, de MiguelGonzlez (1918-1996), en el exilio desde 1960 hasta su fallecimiento en Miami; Malpartida,primer poemario de la ensayista Rosario Hiriart, quien reside en Nueva York y Madrid; yTransfiguracin de la armona, de Juana Rosa Pita.

    Este ao aparece una reedicin facsimilar deAla:poesas, de Agustn Acosta, inicialmente pu-blicado en 1915,ahora con introduccin de Luis Mario.En Con el soneto, Eugenio Florit recopilasonetos suyos provenientes de sus libros publicados entre 1937 (Doble acento) y 1987 (Hastaluego). De Jos Kozer aparecenUna ndoley las plaquettes, Trazas del lirondo (separata del n-mero 16 de la revista mexicanaCasa del tiempo) yJos Kozer: seleccin de su poesa, ambas conprlogo de Jacobo Sefam.Amando Fernndez publica tres poemarios, uno de ellos premiado:Museo natural (Premio Jos Mara Heredia 1992),El minotauroy Lingua franca.Y Lorenzo Gar-ca Vega publica tambin tres textos: Variaciones a como veredicto para el sol de otras dudas:

    fragmento de una construccin 1936, Espacios para lo huyuyoy Collages de un notario, y aquvale sealar que, ya para esta fecha, la obra de Garca Vega va indefiniendo cada vez ms lasfronteras entre poesa,narrativa de ficcin y memoria autobiogrfica, como l mismo recono-

    cer aos despus en El oficio de perder(2004) al afirmar que,en vez de escribir poemas o na-rraciones en este perodo de su escritura, mi vocacin es acercarme al Texto(p. 266).

    En la importante coleccin de poesa La Torre de Papel,dirigida en Coral Gables por el poetaCarlos A.Daz Barrios,aparecen Empieza la ciudad, de Lourdes Gil (1951);Blanco sobre blanco(1986-1993), de Emilio de Armas (1946);Arcanos del otro, de Walt Jimnez (1963), autor deorigen cubano nacido en Jersey City, Nueva Jersey; Las puertas de la noche, del propio DazBarrios (1950),integrante del Grupo del Mariel y residente en Miami; y Cantos del centinela,de Esteban Luis Crdenas (1945), quien llega a los Estados Unidos en 1980 y se asocia tam-bin al Grupo del Mariel. Otros poemarios de autores de este grupo son Caverna fiel, de Rei-naldo Garca Ramos (1944), antiguo integrante del Grupo El Puente en los aos sesenta enLa Habana y,ya en el exilio, uno de los editores de la revista Mariel (1983-1985);y la plaquet-te El libro de los puentes, de Jess J. Barquet (1953), quien desde 1980 ha residido en NuevaOrleans y Las Cruces, Nuevo Mxico.

    De Magali Alabau se reedita,ahora en edicin bilinge,su poemario de 1985,Hermana (Sis-ter) (prlogo de Librada Hernndez), en traduccin al ingls de Anne Twitty, traductoratambin de su otro poemario bilinge publicado este ao: Liebe. Tambin bilinge apare-cen Escrito hasta en los bordes (Written even in the margins) , de Ren Ariza, con introduc-cin de Carlota Caulfield y traduccin al ingls de Alfonso Texidor, Richard Hack, Tom Hall yJonathan Comisar, entre otros; yJuan Toms: Poems and offerings (Poemas y ofrendas), deJuan Toms (1953-1974), textos compilados pstumamente por Mercedes F. Toms.

    Una antologa de disidentes se publica en Washington D.C.: El desierto que canta (Poesaunderground cubana), editada y prologada por Omar Lpez Montenegro y dedicada a auto-

    Poesa cubana Orlando Rodrguez Sardias (Rossardi) y Jess J. Barquet

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    res que, desde dentro de Cuba, luchan por el respeto a los derechos humanos en la Isla. In-cluye, entre otros, a Fernando Nez Ramos, Rogelio Fabio Hurtado y Clara Estela Jaime Do-ris; algunos de estos autores, tales como Adalberto Guerra Hernndez y Armando ArayaGarca, llegarn ms tarde al exilio. En Amrica Latina aparecen laAntologa de la poesahispanoamericana moderna, coordinada por Guillermo Sucre en Caracas, con poemas deOctavio Armand; y P