petirrojos de los tiempos modernos

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1 PETIRROJOS DE LOS TIEMPOS MODERNOS MIGUEL ÁNGEL BERNAT

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Un libro de Miguel Ángel Bernat bajo Licencia Creative CommonsReconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License

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  • 1

    PETIRROJOS DE LOS TIEMPOS MODERNOS

    MIGUEL NGEL BERNAT

  • 2

    a ngeles

  • 3

    Una roca

    puede ser

    una almohada suave

    si sabes esperar

    La sangre

    pasea

  • 4

    Una carta un silencio

    una pincelada una mirada

    para Dios

    para que sepa que le conocemos

    La verdad escribe palabras

    que sin ojos ve,

    toca msica

    que sin odos oye,

    dibuja colores

    que sin manos percibe

  • 5

    De la maana a la noche

    nunca fui ms rico

    ni estuve ms descansado

    que laborando el campo del Seor

    El abuelo

    pasea la cuchara

    por la sopa,

    a la abuela

    se le cae encima

    el armario

  • 6

    El azul de la noche

    la torre del colegio

    ando despacio

    recuerdo a mi abuelo

    voy a la papelera

    a por un frasco de tinta

    La suave luz del semen

  • 7

    Estoy aqu para ti

    luz de los das de lluvia

    Los pobres de espritu

    son ricos

    no tienen yo

    estn llenos del Seor

  • 8

    lamos de una tarde

    mecidos por el viento

    no pueden negarse

    La tranquila tormenta del Ser

  • 9

    Olvidado del cuerpo que declina

    despreocupado de la mente defectuosa

    simplemente siendo

    el burro sonriente entra en el Paraso

    Campanas al abrir una puerta

    al posar un vaso

    sonidos humildes

    me llaman a ser

  • 10

    Tarde de otoo

    la naturaleza de Buda en forma de perro

    consuela a un hombre

    Como una nube en una nube

    yo en ti

  • 11

    Los pases han muerto

    por eso se ven mejor los ros

    las montaas, los animales,

    como una unin

    Las manos del enfermo y del mdico son una

    manos que descansan de s mismas

    manos de la curacin

  • 12

    El milagro de la existencia

    slo hace falta asentir

    En el reino de las metforas

    fuiste una luna en silencio

    en el reino de la abundancia

    fui pastor de m mismo

  • 13

    Soy slo un nio

    mis preguntas no tienen palabras

    mi pregunta es paz

    mi pregunta es Quin eres t?

    Saboreando este haiku sin palabras

    paso la tarde

  • 14

    Un nico haiku da tras da

    Los que han llegado al haiku son

  • 15

    El sentido que capta lo invisible

    es la mera existencia

    as se derrama el Atman por todo el universo

    La oracin de los nios

    es jugar un partido de ftbol

    beber un vaso de agua

    reposar la cabeza en el silln

  • 16

    Un verso que no necesita las palabras

    llena de espritu

    el mundo

    Se ha hecho tarde en mi vida

    ya no vendr nadie

    tomo t con la vida

  • 17

    El desierto suea sus patinadores

    La muchacha del bar

    limpia tambin

    el interior del cubo de basura

  • 18

    Sin telfono mvil

    sin fax o internet

    sin ni siquiera tener que llamar

    en contacto con nuestro mejor amigo

    Feliz de mi rendicin

  • 19

    Tantos poemas

    qu son frente a una espiga

    Los pensamientos son a la Conciencia

    lo que los ruedines auxiliares

    a la bicicleta de los que estn

    aprendiendo a montar

  • 20

    La voz de la taza de barro

    al pasar mi mano alrededor

    Cancin de Navidad

    La tarde de fuego ilumina los blancos corazones,

    los nios suean con Drcula y Boris Karloff,

    la Navidad se acerca como una prostituta

    vestida de fro, hojas y lluvia

    En el silencio desnudo, libre de la Iglesia,

    est Dios

    Puedes hablarle y estar con l

    como con una maana nueva

    y la tarde es ahora un camino infinito, ntimo,

    grandes nubes para un limpio corazn

  • 21

    Pensaba or unas canciones

    no necesito canciones

    pensaba leer un libro

    no necesito leerlo

    estas nubes son lo que soy

    este viento es lo que soy

    No hay algo

    que no alumbre a lo dems

  • 22

    Anochecer invernal

    una nia y su abuela

    vuelven a casa del colegio

    Nubes grises, rboles y hojas nuevas

    Cincuenta y un aos

    aunque no he viajado mucho

    me he alejado de las cosas

    y slo tengo nimo

    para lo que siento esencial

    Veo a los hombres y sus deseos

    y pienso en nios y juguetes

    que rompen a sus dueos

    A la luz de una vela que no se apaga

    me despido de mi vida y mis pensamientos sin pesar

  • 23

    Tengo una mquina de descoser,

    descose pensamientos,

    los demasiados hilos que zurcimos

    a la limpia tela de la mente:

    me libera de ellos

    y queda la mente pura

    tan refrescante que da gusto estar con ella

    la mente misma

    hace esa tarea

    con su silencio

    su paciencia

    su aguja de discernir

    tambin tiene un pensamiento certero

    tiene ese poder

    Incluso los poetas traman sus planes perfectos

    cmo es que, precisamente ellos,

    se olvidan del viento?

  • 24

    Por todos ellos

    por todos los que sufren

    he de estar en paz

    para que tambin ellos puedan estarlo

    he de estar sereno

    Ha llegado el verano

    con la luna dorada

    los farolillos amarillos

  • 25

    Piedrecillas en los zapatos

    para que las lime el tiempo

    Me preguntas qu mano, al meditar,

    ha de apoyar a la otra

    lo mejor es hacerlo

    como si te faltaran las dos manos

  • 26

    No luna llena

    un poco de luna vale

    para creer lo que quiere decir

    El viejo estanque

    la rana estaba dentro

    antes de saltar

  • 27

    Desde la sepultura abierta

    asciende la luna

    Un ojo infinito

    eso eres t

  • 28

    Un hombre no hizo ningn vaso de barro,

    ninguna casa, no escribi ningn libro,

    no pint ningn cuadro, pero fue

    y quiz est aqu sentado con nosotros

    aunque no lo sepamos ver

    Y hubo otro hombre que pint un cuadro,

    y escribi un libro e hizo un vaso de barro

    porque, como en el primer hombre,

    una luz pura tambin cantaba en l

    Paseos por las montaas

    la pureza de las cimas

    la infinitud de los cielos

    Si te dejas ser por lo que eres

    a qu ms alta cumbre podras llegar?

  • 29

    Poco a poco

    me voy comiendo

    las ciruelas que no me gustan

    Al caer la tarde

    el rbol respetuosamente

    tosi

  • 30

    Al caer la tarde

    el gato, las moscas,

    el petirrojo, el peine

    Al caer la tarde, los humildes

    alzan su voz en silencio:

    Eh, estamos aqu

    somos invisibles, como t

    no nos pertenecemos

    somos de algo ms grande

    que nosotros

    Estamos aqu

    y nos hacemos quieta compaa

    mientras estamos

    Camino

    me ato los zapatos

    siento el dios que soy

  • 31

    Ningn obstculo

    en esta avenida

    por la que la inmensidad

    entra en ti

    ninguna diferencia

    entre t y Dios

    Maana de Pascua,

    de C.D. Friedrich

    Unas manchitas de Cezanne

    nos dan la encarnacin de la paciencia,

    un campesino

    cuyo rostro apenas vemos

    y perfectamente vemos

  • 32

    Por qu estrella

    se guan las hormigas?

    Por qu hormiga

    se guan las estrellas?

    Un pintor annimo

    ha desplegado su lienzo:

    el mar, el amplio cielo,

    esta habitacin donde me encuentro,

    sin pedir que le admiremos

    En su obra infinita, sublime y delicada,

    siempre hallo descanso,

    de l todos somos aprendices

  • 33

    En el hospital

    el silencio viene,

    no noto la gente,

    como cuando era nio

    y esperaba mi turno en el mdico

    y el silencio como entonces susurra

    soy t, soy eterno

    La luz maternal

    de un cuadro de Arikha

  • 34

    Dos viejecitas

    del brazo del diablo

    van paseando

    No se sabe

    quin va ayudando a quin,

    si el diablo a las ancianas o al revs

    Una de ellas susurra:

    -Qu Gracia en la calle

    Y el diablo les responde:

    -Pues s, as es

    Hay una cara en la piedra,

    es de alguien que se retrat

    a s mismo, no por vanidad,

    sino para mostrarnos algo importante:

    gracias a no ser nosotros

    podemos ver

    Peter Parler el Joven,

    Catedral de Praga,

    1379-1386

  • 35

    No es obra ma

    haberme dado cuenta

    de lo que soy

    Nuestras frentes juntas

    al despertarnos

    un regalo de la eternidad

  • 36

    En manos de

    nuestro padre celestial

    al mendigar

    Spinoza pone una mosca

    en la tela de la araa

    para recordarnos lo que somos, lo que es

    Somos uno con todo

    ni predadores ni presas del Ser

  • 37

    Modigliani pint un violonchelista

    que recuerda a Jess en la Cruz

    lejos de la turba que lo insulta

    convertido en msica eterna

    Nubes del color

    de la mirada de Buster Keaton

    serenan mi mente

  • 38

    Mi hijo tiene dos brazos

    y dos piernas,

    se parece a m,

    a veces me pregunto

    de dnde habr salido

    este monstruo?

    Del vientre de su madre,

    como yo de la ma,

    esa caverna sin fin

    Todo es un espejo

    que acoge todo, regala todo

  • 39

    Las hojas vuelan en la calle

    la luna en el cielo

    la anciana vuela en la casa

    la tierra danza en torno a s misma

    con la misma devocin misteriosa

    que una bailarina en su cajita de msica

    En ese edificio hermoso

    con la luz del sol

    en la suave pared

    y el delicado cielo azul

    trabaja mi mujer

  • 40

    Dondequiera que est,

    estoy yo y algo ms grande que yo:

    un bosque de rboles, de edificios,

    de libros, de los hermanos cotidianos:

    grifos, platos, cucharas

    Para qu favorecer un bosque

    en detrimento de otro, no requieren todos

    la misma paciencia, la misma entrega?

    Ya no soy lo bastante importante

    para morir

  • 41

    Cosas que puedes ver en la noche

    El verdadero color de tus padres

    la verdadera forma de tu cuerpo y tu mente

    entonces nada es ello mismo

    todo es todo lo dems,

    el rumor de la oscuridad

    te mece y te deja

    a la orilla del da,

    un smbolo manejable

    de una ms grande verdad

    No se chocan tantos pjaros

    volando entre s

  • 42

    Un cuadro de Salvator Rosa

    Jess entre los doctores

    los doctores parecen listos

    Jess bueno

    Appaloosa y sus canciones

    extradas de la noche

    para brillar en la mente

    de amantes solitarios.

    Tulu Rogers, Thoughts for Polly,

    la voz de Parker Compton,

    el violn sinuoso de Robin Batteau,

    grcil como un ro,

    el cello de Rosov, el bajo de Reiser,

    como una gema cautiva el alma

    me envuelven con su latir profundo,

    ah dicha misteriosa,

    su cristalina, oscura belleza

    an no rota

  • 43

    No os hiris, no os aflijis

    somos copos de nieve

    que el viento lleva al anochecer

    Todos los pjaros

    parecen el mismo,

    pero cada uno

    vio una cosa

    que es todas las cosas,

    como t

  • 44

    Unas muchachas llevan sobre sus cabezas

    vasijas con leche y cantan: Shiva, Shiva,

    aunque no todas estn libres de pesares

    Shiva canta en su corazn

    Shiva se asoma a sus ojos

    y nos mira

    Soy ciego y voy en la oscuridad

    acariciando el aire las cosas

    la oscuridad me gua

    el amor me gua

  • 45

    Hokusai pint a Bodhidharma,

    que llev el budismo zen a China,

    y en su rostro la compasin brilla

    como en el rostro de mis abuelos

    como en una lluvia de verano

    En la inmensidad

    tuve una cabaa

    era redonda o era cuadrada

    pero al dibujarla

    me sali la inmensidad

    no la cabaa

  • 46

    A mi novia le gusta el vino

    A m me gusta rezar

    A veces rezo

    por la salvacin de los monos

    otras por la salvacin de las ardillas

    y las hojas de afeitar

    otras por la salvacin

    de los zapatos rotos

    Con ello no es que quiera

    que lleguen al fin de los tiempos

    sino que los que pierdan su cuerpo

    salven su alma

    Cmo podr salvar su alma

    un zapato roto?

    Ya se ha salvado

    si se ha entregado

    al dios de los zapatos

    y le ha dicho:

    Seor, haz de m lo que quieras,

    djame a la intemperie

    para que me recoja en un lienzo

    el hermano Van Gogh

    Rezo por los pobres y los ricos

    por los gordos y los flacos

    para que el espejo de mi oracin sin palabras

    les muestre su peso verdadero

    su verdadera riqueza

    mientras bajan entre la niebla

    hacia el mar

  • 47

    Es el crepsculo de hoy

    una lgrima

    del anochecer de ayer?

    Mi madre es la tierra,

    ella ha visto morir a todos sus hijos,

    todas las civilizaciones han perecido

    y se han sucedido unas a otras

    y ahora son slo un puado de polvo

    en la tranquila mano del tiempo

    Lo que queda de todos los que han amado esta tierra

    es la tranquilidad

    Lo que queda de todos los que hemos amado la tierra

    es la tierra misma

    en la que nos hemos convertido

    Ella nos trajo a la luz

    y ahora nosotros alimentamos a nuestra madre

  • 48

    Chora, Onitsura, Garaku, Ryokan

    maestros antiguos construyen

    una choza tranquila

    donde en cualquier momento

    puedo entrar

    Desde lo alto de la colina se poda ver el mar,

    los acantilados y las rocas,

    y el cercano mar lejano susurrando a las sombras

    a la cada de la tarde

    Las ovejas habamos llegado all por azar y

    tambin por destino. Estbamos perdidas

    y no estbamos perdidas

    Entre la hierba, las mariposas y el sol

    del final de la tarde, mirbamos a nuestro alrededor

    buscando un redil para la noche

    Hasta que una de nosotras, por azar y tambin

    por destino, al masticar una hoja de hierba o andar

    un momento despreocupada entre las rocas,

    sinti un hogar en aquella vasta y dulce intemperie

    y el rebao se apacigu y el rebao se salv

    a William Holman Hunt

  • 49

    Mi to Lauren elegante, tranquilo,

    ponindose el chaqu

    para la boda de su hija Mavi

    hace ya casi cincuenta aos

    cuando yo era nio,

    vivimos para el Atman

    cada instante

    podemos ser elegantes, tranquilos

    Qu pocas personas hay

    como las hojas de otoo

    a Angelines Marn

    a D. Luis de Lassaletta

  • 50

    Para llevarnos ah

    nos mira Ramana Maharshi

    desde el presente eterno

    Ante las bailarinas con los ojos cerrados

    de Degas, alguien comenta qu arrogantes,

    pero no es cierto,

    estn escuchando

    la msica que ellas son

  • 51

    No debe resultar cmodo morir en la cruz,

    no acabas de coger la postura

    No debe ser fcil vivir en la cruz,

    a no ser que abandones tu cuerpo y tu mente

    no acabas de coger la postura

    Junto a la frente de mi esposa

    escucho los pjaros y la lluvia

  • 52

    En la pintura holandesa del siglo XVII

    en Pieter de Hooch, en Vermeer,

    en Berckheyde, en tantos otros,

    est el respeto a las cosas,

    a cada cosa, a cada partcula

    de la vida, de la existencia

    Es como si dijeran

    silenciosamente

    por qu tener prisa

    si todo es santo?

    Es como si nos susurraran

    amorosamente:

    aqu, aqu, aqu tambin

    Con qu despreocupacin se mueven

    las ramas de los cedros,

    ha llovido hace un rato,

    qu bien se est bajo los castaos

    qu bien se entiende

    que los pintores quieran conservar

    un tiempo as

    para gozar de este bienestar

    siempre

  • 53

    Hice un fuego

    con todos mis lpices

    y con las cenizas

    comenc a escribir

    El nio que su madre ha rechazado

    come un pastelillo

    en la fiesta infantil

  • 54

    Donde nosotros vemos un cuerpo muerto

    la naturaleza ve un campo de trigo

    La mirada de D. Luis de Lassaletta

    te comprenda

    comprenda quin eras

    y te ayudaba

  • 55

    Los olivos que pint Van Gogh

    lloraban extendiendo sus ramas

    extendiendo sus ramas

    para traer el Cielo a la tierra

    Mi esposa dormida

    es una flor que resplandece

  • 56

    La antigua taberna de Eusebio

    surge su imagen

    su sonrisa de irona piadosa

    como cuando viva

    ngeles

    tan acogedora

    como la luz de una vela

  • 57

    La niebla en las ramas

    no se ve la cima de las montaas

    dos cisnes blancos navegan en calma

    la lluvia cae sobre el lago

    en el pueblo se encienden las luces

    surge la luna

    la recin fallecida mujer de un amigo

    no somos de nadie

    un paseo sin lmites

    se necesitan pocas palabras

    Los almendros de los pobres

    no tienen almendras

    se las llevaron los ricos

    bajo los almendros de los pobres

    me ilumina la luna

    oigo una cancin invencible

    de labios de una pequea flor

  • 58

    En un lenguaje sin palabras

    nos hablan las estrellas

    y de alguna manera lo entendemos

    La noche profunda que todo lo puede

    me lleva hacia ti

  • 59

    Gente en una calle iluminada por la luna,

    de Hiroshige

    En esta pintura,

    hombres y mujeres estn en una calle

    y sus cabezas parecen, a su vez, lunas,

    reflejos de la luna en el cielo.

    Tranquilos, serenos, no parece faltarles nada

    ni que deseen nada,

    es una escena de iluminacin.

    Parecen estar dentro de la naturaleza,

    de su naturaleza.

    Como en otras imgenes de este pintor,

    haga fro o llueva, entre cielos grises

    y copos de nieve cayendo,

    las figuras humanas, aun en armona con lo que las rodea,

    estn replegadas en su ser, sobre s mismas,

    y no pierden de vista nunca lo que son.

    Me traen a la memoria las palabras a un amigo

    del maestro zen Shunryu Suzuki

    cuando el cncer lo alcanz:

    siempre sers algo en este universo,

    s quin soy, no temas por m

  • 60

    Las rocas dicen

    con su silencio

    lo que cantan las cigarras

    recordando a Basho

    Para vivir en silencio

    se ha suavizado mi corazn

  • 61

    Dios

    ha empezado a hablar

    en las cosas

    Cada hoja

    en el sol

  • 62

    Se puede aprender a usar suavemente

    un ordenador

    Una isla de luz

    me pareces mientras duermes

  • 63

    El da que descubr

    a buda en ti

    La luz es feliz

  • 64

    Antes de ir

    a pasar el da en las montaas

    la tranquila penumbra

    del cuarto de bao

    La brisa de verano

    me pregunta:

    -eres feliz?

    -contesta, helecho, por m.

    Y el humilde helecho,

    al que todo contenta,

    dice s

  • 65

    Inocencia

    al comer un poco de queso

    Lluvia que llueves en rincones nuestros

    que apenas conocemos

    y los alumbras con tu ternura

  • 66

    Hay muchas maneras de ser hermosa

    si tu corazn ama

    La cerveza en su copa

    en lo alto de la barra

    como una victoria

  • 67

    Es difcil expresar

    la eternidad que hay en ti

    que hay en m

    pero quizs la puedas sentir

    De noche me asomo al balcn

    de un hotel de un pueblo,

    la farola, algn coche que se aleja

    por una carretera secundaria,

    el rbol, el cubo de basura,

    todas las cosas parece que estn solas,

    la montaa negra como tinta,

    las remotas estrellas solitarias

    unidas entre s por hilos invisibles,

    todas las cosas parecen estar solas,

    las une el hilo del silencio,

    va enhebrndolas, discretamente,

    respetando la distancia entre ellas

  • 68

    La sonrisa de un judo en un campo de concentracin

    es el Cielo en la Tierra,

    significa la comprensin

    de la irrealidad ltima del sufrimiento,

    la comprensin de que hay una realidad

    ms profunda.

    Como si esa sonrisa

    estuviera viendo el horror

    no desde el campo de concentracin,

    sino desde el Cielo: el Cielo al que accedes

    al comprender que el Cielo est en ti

    el Cielo eres t

    el Cielo es tu comprensin

    Van Gogh pintaba para ciegos

    se lo daba todo hecho:

    el rbol, el sol, la casita

    Pero los ciegos prefirieron

    seguir siendo ciegos

    pero Van Gogh no cej en su amor

  • 69

    A quin pedirs

    garantas sobre Buda

    sino a ti?

    Nubes de verano

    libres para deshacerse

    y seguir de otra manera

    y t tambin

  • 70

    En nosotros la visin del Atman,

    la visin de nuestra esencia,

    as vemos como los que decimos

    que estn muertos,

    sub specie aeternitatis,

    nuestros ojos eternos nos traen la paz,

    nos traen la luz

    Pobre gente, pobre gente

    tan hambrientos

    tan hambrientos de no saben qu

    que no pueden dejar de comer

  • 71

    El rostro y el cabello

    de una empleada municipal de la limpieza

    como una Madonna de Rafael

    su labor es la misma

    traer luz al mundo

    Todo conspira para ayudarte

  • 72

    En Londres, hace ya treinta aos,

    junto al Parlamento,

    en un pub

    por la maana

    entr en otro mundo

    Era un lugar muy pequeo,

    dos o tres figuras oscuras

    sentadas en silencio,

    fuera del tiempo

    Su dignidad y soledad imponan,

    parecan reyes, nuestros verdaderos reyes,

    y aquel pequeo pub, su catedral

    Dnde ir a veranear?

    a la mirada

    de esa monja budista

    con la que me acabo de cruzar

    una mirada libre

    de las mil ataduras del mundo,

    radiante, feliz

  • 73

    La anciana cuida

    de la rosa seca

    la rosa seca

    cuida a mi madre

    Los cuentos de Andersen no terminan nunca,

    siempre estn naciendo nuevos cuentos suyos,

    siempre continan: en el retorcerse

    de cualquier manera de una hoja de otoo,

    en el repiqueteo de la lluvia y lo que cuenta

    a los aleros del tejado y al cristal de la ventana,

    en el silencio blanco de un paseo solitario,

    en la soledad de un anciano,

    en el optimismo de una taza de t rota,

    en el valor y la fe en la pura vida

    de tantos corazones rotos

  • 74

    Llova y llova y este dolor aqu, en m,

    en todo lo que vea,

    una lluvia silenciosa de dolor

    que me redujo a un silencio sin fondo

    y no pude sino ofrecer mi dolor al Seor

    Todo el mundo

    tiene un padre y una madre,

    una hoja de un rbol

    puede ser un buen padre,

    una gota de lluvia, una lgrima,

    pueden ser una madre

  • 75

    La forma es vaco

    lo saben los nios

    con su mirada ocenica

    y los adultos si dejamos vagar la mirada

    por las cosas y los asuntos

    y vemos por fin

    Madrid, cuarto de estar, agosto

    de dos mil nueve

    -No sabemos quines somos, dijo Billy the Kid

    durante el recorrido de la bala de Pat Garrett

    hasta su corazn

    -No sabemos quines somos, sonri Napolen

    desde su derrota en Waterloo

    hasta su penltima isla, Santa Elena

    -No sabemos quines somos, respir aliviado

    Luis XVI, mientras la guillotina caa alegremente

    no buscando su garganta

  • 76

    Manuel Revuelta, hace unos veintids aos,

    iba con alguien en un tren

    y Manuel puso un caramelito

    en medio del asiento frente a ambos

    y su compaero de viaje lo vio

    y no pregunt por qu

    al monje zen Manuel Revuelta

    Un campesino que no necesita cultivar la tierra

    un astrnomo que no sufre por no mirar el cielo

    un escritor que no se inquieta por no escribir

    un pintor que es feliz tan slo mirando

  • 77

    En m, no en mi cuerpo,

    brilla una luz,

    me recojo y descanso

    en esa luz

    Copos de nieve, Ramana Maharshi

    era el punto ms blanco

    de una hoja en blanco, Jung lo supo

    no lo sabemos

    pero todos somos ese punto en la hoja

    ese copo en la nieve

  • 78

    No nos salv la belleza

    fue la derrota lo que nos salv

    El amor salva los lpices

    el amor salva las cosas

  • 79

    La farolilla de la estacin de tren

    me revela en un instante

    lo joven que soy

    El leopardo no se mueve, no tiembla

    no invoca el Sutra del Diamante

    no hace balance al final del ao

    no resume su vida en la selva y la jaula

    no publica sus memorias

    una misma sangre corre por los dos tigres

    el leopardo de juguete y el leopardo real

  • 80

    La cntara de leche en una pintura

    de Jan Brueghel

    un bosque de Rubens

    la luz que recorre una tarde de Claudio de Lorena

    dan testimonio

    de la paz eterna, universal

    que llena todas las cosas

    Toda la existencia

    es criatura de este gran Ser

    es este gran Ser

    Este cubo con agua

    este muro de piedra

    este anochecer de Friedrich

    estn ah

    para que sepamos quines somos,

    son con nosotros

    en este ahora eterno

    Nuestra Conciencia ms alta

    impresa en esta mera existencia

    no precisa pensamientos o palabras

    para dejarse ver

  • 81

    El mar borr mis huellas

    el mar borr mis pecados

    lo que soy los borr

    El cedro, el mirlo

    El roble , la lluvia

    Al or estas palabras

    habr alguien que sepa

    que estoy hablando de l

    y de su eternidad?

  • 82

    rboles iluminados en la noche

    rboles iluminados en el da

    te dan lo mejor de s mismos

    Coloco las mantas y las sbanas

    y ellas me colocan a m

  • 83

    So un poema y despert con un verso:

    rindonos en la nieve

    con la felicidad del verso

    nevando sobre m

    me volv a dormir

    Ante el gran tiburn

    el nio ve

    que el tiburn y l

    son una sola esencia

    El tiburn y el nio,

    de Juan Daz

  • 84

    La sola existencia es conciencia,

    un poco de agua en el desierto

    rodeada de unas cuantas piedrecillas

    como peregrinos que han venido a beber

    la gracia pura, el puro don de la existencia,

    encarnada en este escaso y milagroso charco,

    en esta luz y arena infinitas

    Si Barcel hubiera anhelado

    decir algo parecido a lo que Friedrich

    dijo una vez: Lo divino est en todas partes,

    una vez lo pint en un grano de arena, en los juncos,

    creo que lo podra haber dicho esta vez

    El charco,

    de Miguel Barcel

  • 85

    Vi

    el cielo desde los prados

    Pensando en mi vida,

    sentado en la hierba,

    bajo el arco iris y

    el sol de los aos,

    vi el

    paraso

    desde los prados

    La catedral de Salisbury

    desde los prados,

    de John Constable

    La eternidad del burro

    es mi propia eternidad

    Proezas magistrales,

    de J.C. Savater

  • 86

    Para alguien tan limitado como yo

    es suficiente maestro

    esta silla o este hotel

    Te vas dejando dormir

    te vas dejando morir,

    en manos de algo ms grande que t,

    como cuando vivimos y nos damos cuenta

    de que nuestros deseos son absurdos

    y no tienen que ver con la realidad,

    y entonces bajamos

    por el camino

    de la existencia,

    fcilmente,

    as

  • 87

    Cuando yo muera no se lo digas a nadie,

    que todo siga igual

    el verano con su rueda feliz

    los nios jugando un victorioso partido

    no digas nada de m,

    que fui malo, a veces bueno,

    y seguir ms transparente ahora

    tan feliz, vestido con las hojas de otoo

    brillando en el aire en el viento de invierno

    junto a ti

    Es bueno tener un cuadernillo siempre blanco,

    como si estuviera nevado,

    la nieve ha cubierto las palabras

    y stas palpitan secretas bajo la nieve,

    no sabemos si algn da deshelar

  • 88

    Una revelacin al mirar al cielo

    yo soy esto este gran poder

    en accin tan vivo

    en todas las cosas

    una gran alegra me llena

    puedo andar dentro de este Gran Ser

    toda mi vida siempre

    dejar atrs las cadenas

    y caminar ligero en mi reino

    Qu luna tan hermosa

    la noche del funeral de Lydia

    Qu reales las estrellas, el cielo oscuro,

    la maravillosa brisa de primavera,

    qu real la misma Lydia ahora,

    qu presencia tan real,

    qu poderosa existencia,

    ms real y verdadera

    que cualquiera de nuestros deseos

    a Lydia Ollero

  • 89

    Nunca tuve una familia

    excepto ahora

    que no tengo nada

    El sonido de una mano aplaudiendo

    el triunfante silencio;

    el color del viento, la felicidad

  • 90

    Para llegar a lo que eres

    nada mejor

    que una escalera sin peldaos

    Acordaos de Jesucristo en la Cruz

    que se las tuvo que arreglar sin Coca-Cola

  • 91

    Al caer la tarde

    silencio en la casa

    silencio en la calle

    las farolas se encienden

    mi esposa duerme

    hojeo un libro de Vermeer

    su luz salvadora

    bendice la habitacin

    Si la figura ante la niebla

    en el cuadro de Joaqun Risueo

    se volviera hacia nosotros

    veramos en su rostro

    la niebla, ese gran ser,

    la pureza y la inocencia de la niebla

    que llega a todas partes.

    Si la mujer que abre sus brazos

    ante el sol

    en el cuadro de Friedrich

    volviera su rostro hacia nosotros

    veramos en l la alegra

    y ternura del sol y todas las estrellas

  • 92

    Un planeta libre

    de la ambicin de los poderosos,

    libre de la esclavitud del progreso,

    un planeta en paz,

    una revolucin que hacemos nosotros,

    t y yo, las pequeas motas de polvo,

    siendo lo que somos

    aunque nadie lo vea

  • 93

    San Francisco de Ass

    cuando estaba ya muy malito de lo corporal

    se pona en el ojo su penicilina: hierro candente

    y San Francisco al hermano fuego,

    corts le daba permiso y le vena a decir:

    ande yo caliente, rase la gente

    En lo mental tampoco San Francisco

    se quedaba atrs,

    todas las tardes se daba una vuelta

    con los hermanos pjaros

    por la cima del Monte Alvernia

    y practicando el desapego ms hondo

    sobrecoga nuestros corazones

    y nos haca rer y llorar

    pero al final antes de irse

    nos ense cunto nos ama

    la luz original

  • 94

    Bob Dylan y San Francisco de Ass

    Bob Dylan, de joven

    feliz en la nieve un da cant

    la alegra de cantar libre

    sin estar protegido

    sin necesitar proteccin

    San Francisco de Ass

    un da renunci

    y supo quin era:

    un ser libre

    como un da lo seremos

    t y yo

    y renunciando a las prisiones del yo

    se fue andando descalzo en la nieve

    feliz por fin de or cantar a su corazn

  • 95

    Nueva Cancin de las Criaturas

    S corts rog San Francisco

    al hermano fuego antes de que los mdicos

    quemaran sus ojos intentando curarle

    sta es la nueva cancin de las criaturas

    El hermano sol abrasa, la luna congela

    el fuego nos quema, saltan por los aires

    nuestros hermanos los hombres

    al comps de las bombas.

    Las estrellas son preciosas pero tambin estallan.

    El agua inunda nuestras casas

    y ahoga a nuestros seres queridos.

    El aire contaminado es nuestro cncer

    Yo creo que las criaturas y su Creador

    quieren que despertemos de un sueo

    y sonrientes nos dicen:

    Otro es el universo,

    no sois la medida de todas las cosas,

    no sois la medida de vosotros mismos

    Loadas sean pues todas las criaturas

    y su Creador que nos arrojan y llaman

    a una nueva luz, la luz de siempre,

    que nuestros ojos, slo pensando en nosotros,

    no nos dejan ver

    No eres tu cuerpo, no eres tu mente,

  • 96

    s todo esto, s lo que eres en realidad:

    sta es la cancin que le oigo susurrar al Seor

    y su universo esta dulce maana de otoo.

    Y ante la gran avalancha de seres

    que vienen hacia nosotros

    y nos invitan a unirnos

    a esta maana universal,

    parafraseando a San Francisco,

    creo que ha llegado el momento

    no de pedir piedad a las cosas,

    sino de acogerlas y recibirlas diciendo:

    ha llegado para m el momento

    de ser corts con vosotras

  • 97

    Despedida

  • 98

    A Jess en la cruz

    su Padre le pregunt:

    Qu tal ests?

    Y Jess contest:

    Yo estoy contento

    La Cancin del mirlo

    Fui a los descampados

    donde toda la basura del mundo

    haba sido arrojada

    y vi all un mirlo cantando

    Fui a los hospitales

    donde los hombres y las mujeres

    sufren y mueren

    y a la cabecera de un moribundo

    vi un mirlo cantando

    En el campo de batalla,

    cuando todo haba terminado,

    junto a los cuerpos inmviles

    vi un mirlo cantando

    En los altares de los viles banqueros,

    en los altares de todos los que abusan

    y explotan a los dems

  • 99

    vi un mirlo cantando

    En el centro del torbellino,

    donde el dolor, la amargura y el llanto

    giran en un oleaje sin fin,

    vi un mirlo cantando

    Llegu al desierto

    donde la luz y el aire

    apaciguan el alma

    y o all un mirlo cantando,

    y mir y mir

    pero no pude encontrarlo,

    hasta que al fin me di cuenta

    de que era de mi garganta

    de donde brotaba

    aquel inicio de canto,

    era de mi pobre cuerpo

    y mi mente aterida

    de donde naca

    el principio del canto

  • 100

    Od Nuestras Campanas

    No volver a casa

    yo mismo soy mi hogar

    mi silencio es mi paz

    No volver a casa

    no necesito padre

    tampoco madre

    las estrellas del cielo son mis hermanas

    mi patria es la vida sin final

    No volver a casa

    no trabajar para ti

    y tus sucios esquemas

    y mientras vivas

    me reir de los grilletes

    que para m forjaste

    con tanto afn.

    Y cuando mueras,

    mientras escucho la lluvia,

    se ahondar an ms

    el querido silencio

    y la querida paz

    No volver a vosotros,

    no necesito vuestras oportunidades,

    no necesito vuestros bancos

    que nos engaan,

    no necesito vuestros hospitales

    para ricos,

  • 101

    ni las casas que nos quitis,

    no necesito vuestros polticos

    tan zalameros y tan ladrones,

    no necesito una Iglesia

    que prohbe la Vida

    y sirve a la muerte,

    yo soy mi iglesia,

    mi mujer es su propia iglesia,

    la dulce iglesia

    de Shakespeare, Jess y Siddharta,

    sta es la verdad, esto es verdad

    Od nuestras campanas,

    nuestras libres campanas

    ms all de vuestras leyes corruptas

    y vuestra corrupta moral.

    Nuestras libres campanas

    no estn hechas de oro,

    no estn hechas de plata,

    nuestras libres campanas

    de silencio y verdad

    sonarn siempre

    para recordaros

    que no os queremos,

    no os necesitamos,

    sonarn siempre

    desde nuestra paz

    para atormentaros,

    para despertaros

    y recordaros

    nuestra libertad

  • 102

    Haba un hombre

    que nunca deca lo que le pasaba

    slo paseaba en paz

    entre los campos de batalla

    Soy el alud que me aplasta

    y soy el sol que funde el alud,

    soy el cncer que me invade

    y soy el polvo

    donde se desmorona el cncer,

    soy el ladrillo que me golpea

    y soy el palacio donde el ladrillo

    se une a todo,

    soy todo esto,

    no veo los lmites,

    soy esta Conciencia,

    las olas que rompen en la orilla

    vuelven al mar

  • 103

    Paseando por los prados

    prados amplios

    tan gozosos para el pie y la vista

    tan refrescantes

    Nos abran a un gran bienestar

    nos abran a algo sin lmites

    Entonces nos convertamos

    en aquello sin lmites

    paseando por los prados

    paseando por el cielo