partidul politic dreapta political party the right
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Partidul politic Dreapta Political party The Right Parti politique La Droite
Partido politico La Derecha
Str.Lazo, 3, Chișinău
Republica Moldova
Tel. (022) 83 53 50; 068660403
www.dreapta.md
www.rightgov.eu
UNIFICACIÓN DE RUMANIA Y LA REPÚBLICA DE MOLDOVA
– LA NACIÓN RUMANA DEBE
REINTEGRARSE
Chișinău – 2016
Unificación de Rumania y la República de Moldova – la nación rumana debe reintegrarse
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CONTENIDO
I. Introducción ……………………………………………………………………………………………………………..………………...………… 3
II. Ocupación de Moldova de entre Prut y Dniéster por Rusia zarista …………………………………………………………………………………………………….……………………
4
III. Unificación de Moldova con el País Rumano y
formación de la Rumania moderna ……………………..…………………………………………
7
IV. Liberación de Basarabia de la dominación zarista y su unificación con Rumania ……………………………………………..………………………………………….………
9
V. Tentativas soviéticas de recuperación a Besarabia y el
comienzo de las manipulaciones antirumanas ……………………………
13
VI. Transformación de la parte natural del territorio de Rumania en colonia soviética ………………………………………………………………………….……....
16
VII. Proclamación del estado de la República de Moldova y
su destino …………………………………………..…………………………………………………………………………………………………...
24
VIII. ¿Quién somos y que deseamos? ………………………………………………………………………….. 30
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I. INTRODUCCIÓN
Durante casi 25 años, en el mapa de Europa existe un estado
situado entre Rumania y Ucrania, que se llama República de
Moldova.
Foto no. 1. La Republica de Moldova tal como está hoy. Mapa administrativo.
Unificación de Rumania y la República de Moldova – la nación rumana debe reintegrarse
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Aunque su existencia es reconocida por todos los demás países
y, también, por las Naciones Unidas, la República de Moldova es, en
realidad, el resultado de un plan urdido en Kremlin, a principios
de 1920 para dividir la nación rumana.
Para aclarar este problema, nos referimos a continuación a
algunos episodios importantes de la historia.
II. OCUPACIÓN DE MOLDOVA DE ENTRE PRUT Y DNIÉSTER
POR RUSIA ZARISTA
A finales del siglo XVIII, al mismo tiempo con la Revolución
Francesa, la Turquía otomana comenzaba a perder guerra tras
guerra contra Rusia zarista. El motivo de estas guerras era el
deseo de los rusos de recuperar Constantinopla, la capital del
Imperio Bizantino, ocupada por los turcos otomanos en 1453 y
transformada en la capital de su imperio. Para lograr este objetivo,
Rusia necesitaba de reemplazar la dominación otomana o la go-
bernabilidad directa de los otomanos, en los Balcanes, a través de
su propia dominación.
Los puntos específicos de interés de Rusia fueron los pueblos
eslavos de los Balcanes, en particular los serbios y los búlgaros, a
los cuales esperaba atraerlos de su lado contra los otomanos e
incluso de incluirlos en el Imperio ruso.
En los planes de los rusos se hallaba un pueblo latino – el pueblo
rumano, que hablaba una lengua neo-romana, el rumano. Este
pueblo vivía en tres países: Transilvania, Muntenia y Moldova.
Muntenia y Moldova estaban bajo el dominio otomano, pero
ellos, luchando sin cesar, consiguieron guardar intactos su propia
cultura, su religión cristiana y sus costumbres. Los turcos otomanos
no tenían derecho a colonizar Los Países Rumanos, ni imponerles
su religión, su idioma y sus costumbres.
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Foto no. 2. El espacio rumano en el período medieval. El territorio de entre Prut y Dniéster es parte de Moldova hasta el año 1812.
A principios del siglo XIX se produce una gran guerra entre los
rusos y los turcos. Y esta vez, el territorio de los dos principados ru-
manos sirve como campo de batalla y como base de suministro para
las dos partes beligerantes en un primer momento y, posteriormente,
sólo para Rusia, que mantiene, desde 1806 hasta 1812, a ambos prin-
cipados bajo su ocupación. Sus planes de extensión territorial incluían
a los dos principados, con tal de que el Danubio llegara a ser la
frontera entre los imperios otomano y ruso. Pero el empeoramiento de
las relaciones entre Rusia y Francia y el comienzo de la campaña
militar de Napoleón contra Rusia determinaron a Petersburgo templar
sus ganas, haciéndole limitarse a todo el principado de Moldova,
después, al territorio de Moldova hasta Siret y, por último, se contentó
con la propuesta de los turcos de fijar la frontera en la línea de
Prut, dividiendo, de este modo, a este territorio rumano en dos
partes, este y oeste. Los turcos cedieron a Rusia, sin tener derecho de
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hacerlo, de acuerdo al estatuto de su influencia sobre los principados
rumanos – un territorio que no era de ellos, porque no formaba parte
del territorio del propio Imperio Otomano.
De este modo, en 1812 Moldova ha sido dividida. Su territorio
de entre el río Prut y el río Dniéster ha sido incluido en el Imperio
Ruso. Para distinguirlo del resto de Moldova, con tal de creársele
una identidad regional distintiva, los rusos lo han denominado
Besarabia. De hecho, ellos sólo han extendido a todo el territorio
de entre Prut y Dniéster la denominación que llevaba sólo la parte
sureña de este
interfluvio. Este
nombre proviene
de la dinastía re-
inante del País
Rumano, Basarab,
que gobernaba
los territorios del
sur de Moldova,
incluyendo las
desembocaduras
del Danubio y la
balnearia del Mar
Negro.
Después de la anexión abusiva al Imperio ruso, la parte oriental
de Moldova, convertida en la provincia de Besarabia, había sido
sometida a sucesivas oleadas de colonización que iban disminu-
yendo sustancialmente la proporción de la población autóctona
rumana, de 95% en 1812 a 47%, según los datos oficiales del
censo de la población del año 1897. Al mismo tiempo, el régimen
zarista prohíbe gradualmente el uso de la lengua rumana en la
Foto no. 3. En 1812, el Imperio Ruso aneja el territorio de
entre Prut y Dniéster y crea la provincia (después la
Gubérniya) de Besarabia.
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administración y la educación, lo que hace que a principios del
siglo XX, sólo el 10% de la mayoría rumana étnica sea capaz de
leer y escribir. A los representantes de las etnias colonizadoras se
les daba un tratamiento preferencial, siendo exentos de impuestos
y ofreciéndoseles para las actividades agrícolas, tierras fértiles,
mientras que a la mayoría étnica rumana no se le había concedido
tierras y dependía de la nobleza, una capa social, rusificada con el
tiempo y, dentro de la cual, la proporción de la nobleza que era de
fuera de Besarabia, llega a superar irredimiblemente el número de
descendientes de las antiguas familias de la nobleza de Moldova.
La población rumana mayoritaria era discriminada en base de
criterios étnicos y culturales, pidiéndoseles a los representantes
de la élite rusificarse, abandonar su propia cultura y su propia
lengua, para acceder a las funciones y beneficios de la administra-
ción imperial rusa. Toda manifestación a favor de las relaciones
más estrechas con los rumanos de Moldova y Muntenia era casti-
gada severamente. El régimen zarista comienza a obstruir los
vínculos entre rumanos, especialmente a partir de 1848, cuando
en los Países Rumanos, Moldova y Valaquia, se produce una re-
volución cuyos objetivos eran tanto democráticos como de libera-
ción nacional y de unificación de los principados en un solo estado.
III. UNIFICACIÓN DE MOLDOVA CON EL PAÍS RUMANO Y
FORMACIÓN DE LA RUMANIA MODERNA
Finalmente, el movimiento de liberación y la unificación de los
principados rumanos, implementada por representantes de una joven
generación que recibió educación en Occidente, sobre todo en París,
ganó terreno. En 1859, en las Asambleas electivas de los dos Princi-
pados estuvo elegida la misma persona, Alexandru Ioan Cuza de
Moldova, como príncipe (gobernante) de los dos estados, hecho que
inicia la unificación de Moldova y Valaquia. El Estado unificado fue
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nombrado Rumania, nombre que re-
flejaba la denominación del pueblo,
documentada a lo largo de la Edad
Media, y su procedencia romana. Ru-
manía está experimentando en la se-
gunda mitad del siglo XIX, un período
de rápida modernización y el progreso
económico, político y cultural, lo que
lo convierte en un atractivo para muchos
residentes de la misma lengua y etnici-
dad de otro lado del río Prut, de la actual
República de Moldova – en aquel en-
tonces la gubérniya rusa Besarabia.
La existencia de Rumania como
estado de la nación rumana, aunque sus
fronteras no encubrían después de 1878, el año del reconocimiento in-
ternacional de su independencia, ni siquiera la mitad del espacio étnico
rumano, fue un hito para los intelectuales rumanos de Transilvania,
Banat, Bucovina y, no de menos importancia para los de Besarabia.
Foto no. 4. Al. I.Cuza, originario de Moldova, elegido príncipe de
Moldova y de Pais Rumano en 1859, artesano principal del proceso de
unificación de los dos países rumanos en los años 1859-1862 y de
la constitución de Rumania.
Foto no. 5. Los Principados Unidos de Moldova y de Principado de
Valaquia, denominados desde 1862 Rumania. La parte sureña de
Besarabia, devuelta a Moldova por el Imperio Ruso después de perder la
guerra de Crimea.
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IV. LIBERACIÓN DE BASARABIA DE LA DOMINACIÓN
ZARISTA Y SU UNIFICACIÓN CON RUMANIA
En medio de la primera revolución rusa de 1905-1907 y la
relativa liberalización de la vida social y política en Besarabia
empiezan a formarse grupos activos de intelectuales rumanos que
inician un movimiento para reclamar los derechos nacionales para
la mayoría étnica rumana discriminada por las autoridades
zaristas. El movimiento continúa hasta la Primera Guerra Mundial.
Aparecieron periódicos, revistas y se desarrollan congresos de los
profesores y soldados de etnia rumana.
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Se solicita la introducción de la lengua rumana en las escuelas,
la fundación de nuevas escuelas rumanas, la asignación de tierras
a los campesinos (la solución de la así llamada „cuestión agraria”).
Representantes de las capas y grupos sociales, de las etnias,
pueblos y condados de Besarabia reunidos en un consejo nacional
denominado Consejo de Estado constituyen la República Demo-
crática de Moldova (Besarabia). Tras el caos creado en Besarabia
por las unidades del ejército ruso que se retiraban del campo de
batalla rumano, las autoridades de Besarabia, el Consejo de Estado
como institución legislativa, y la Junta Ejecutiva como órgano
ejecutivo invitan a las unidades del ejército rumano para que
intervengan y establezcan el orden, proclamando en consecuencia
la independencia de la RDM del Imperio Ruso.
Foto no. 7. Los Diputados de “Sfatul Țării”, el parlamento de Besarabia, que votaron el 27 de marzo, de 1918, la unión de Besarabia con Rumania, fotografiados en la sala
donde se llevó a cabo la votación.
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Poco tiempo después para reparar la grave injusticia cometida
en 1812 con la división de Moldova, Besarabia se proclama unida
con Rumania la única continuadora histórica y legal de Moldova,
por un voto mayoritario del Consejo de Estado, con 86 votos a
favor, 3 en contra y 36 abstenciones.
Después de la unión de Besarabia con Rumania, se produce la
reforma agraria – a los campesinos, de los cuales la mayoría eran
rumanos, se les dan en propiedad terrenos. Se fundan miles de
escuelas donde la educación se hace en rumano, lengua hablada
por la mayoría y el número de los alfabetizados aumentó en dos
décadas a más de la mitad de la población. En 1939 en todo el
territorio de Besarabia había más de 2.800 instituciones educati-
vas de todos los niveles. Se produce un proceso de modernización
de Besarabia en el espíritu europeo, la provincia, a través de
Rumania, está conectada a la vida cultural y a la civilización de
Europa interbélica.
Se funda un Teatro Nacional, conservatorios, una facultad de
agronomía y una de teología, las dos perteneciendo a la Universidad
de Iasi. Se crea una emisora de radio en Chisinau, se construyen
nuevas vías férreas, aumenta más de cuatro veces la frecuencia de
la circulación de los trenes, crece cinco veces la longitud de las
carreteras, más de siete veces el número de puentes. Se constru-
yen tres aeropuertos en Chisinau, Cetatea Alba e Ismail. El valor
de la producción industrial en 1932 en comparación con 1913 era
tres veces mayor, registrándose un crecimiento de 250 millones
de lei a 800 millones de lei. Se abren bancos e instituciones de
crédito, que apoyan especialmente actividades agrícolas. Como
resultado, Besarabia da pasos decisivos para superar el subde-
sarrollo. Lo más importante destacar aquí es que la moderniza-
ción en la cual se integra Besarabia en 1918 enfoca la pertenencia
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a una nación, la cual es la nación rumana. La aspiración de la élite
de Besarabia que fundó y construyó la actual Rumania de integrar
a la mayoría étnica rumana de Besarabia en el Estado nacional
unitario rumano era una solución para la no privación de la etnia
rumana de Besarabia, después de la ocupación zarista, de la comu-
nicación con los otros rumanos. Este objetivo era en consonancia
con el espíritu de la época de después de la Primera Guerra Mundial,
cuando la formación de los estados nacionales, de acuerdo con el
principio étnico se considera un paso adelante en comparación
con la tiranía de los imperios que había impuesto durante
siglos fronteras abusivas e injustas, que divisaban pueblos, así
como lo era la frontera instalada a lo largo del río Prut, a la fuerza
de las armas, por Rusia en 1812.
Foto no. 8. El contorno de las provincias de Rumania unificada después del año 1918.
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V. TENTATIVAS SOVIÉTICAS DE RECUPERACIÓN A
BESARABIA Y EL COMIENZO DE LAS MANIPULACIONES
ANTIRUMANAS
Después del fin de la guerra civil de Rusia y la formación de la
Unión Soviética, la gobernación comunista de Moscú, sobre todo
de Iósif Stalin, establece su objetivo de recuperar los territorios
europeos perdidos por Rusia después de la Primera Guerra Mundial.
Este objetivo se refiere y al territorio rumano de Besarabia. Los
soviéticos provocan y apoyan por todos los medios unos cuantos
ataques organizados por diversionistas bolcheviques, presentados
como „levantamientos populares” con el fin de generar un gran
movimiento anti-
rumano en Besa-
rabia, hecho que
les permitirían de-
sestabilizar Ruma-
nia y extenderse
sobre el río Prut.
Los disturbios de
Hotín y Tighina
en 1919, o de Ta-
tarbunar en 1924,
ponen de manifie-
sto dichos inten-
tos. Tras la inca-
pacidad de atraer
de su lado a las
grandes masas de
la población, ellos,
sin embargo, fal-
lan, siendo con-
tracarados por las
Foto no. 9. La imagen pone de relieve, marcando con rojo, la República Autónoma Soviética Socialista de Moldova,
creada dentro de Ucrania en 1924, con el objetivo declarado de reincorporar Besarabia en Rusia/ URSS con
las capitales primero en Balta, y después en Tiráspol.
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fuerzas armadas rumanas. A continuación, los soviéticos cambian
su estrategia.
Foto no. 10. La composición étnica de la RASSM, un área dividida
predominantemente (en etnias rumana en el oeste) y ucraniana (en el este).
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Con el fin de anular la unión de Besarabia a Rumania y de recuperar el
territorio de Besarabia, el gobierno de la URSS forma en 1924 la así
llamada „República Autónoma Soviética Socialista de Moldova” en el
marco de la República Soviética Socialista de Ucrania, oficialmente
una república de plenos derechos dentro de una federación de estados
libres, en realidad, una simple colonia rusa tal como lo había sido
hasta 1917. RASSM fue fundada con el objetivo declarado de „unir al
pueblo soviético de Moldova” en el marco de la misma república. La
frontera occidental de la república fue declarada el río Prut, todo el
territorio de Besarabia siendo considerado como una parte ocupada de
la RASSM.
Durante este período, las autoridades soviéticas comienzan a utilizar
los hechos de la lengua, la etnicidad y la cultura en el interés geopo-
lítico para la implementación de la política estalinista de recuperación
por la URSS de los territorios perdidos por el Imperio Ruso después
de la Primera Guerra Mundial. Como tal, la denominación regional
de lengua rumana utilizada de otro lado del río Dniéster „idioma mol-
davo” se introduce por los soviéticos para construir un „pueblo sovié-
tico” moldavo con una lengua „moldava” para que sea diferente del
rumano. Con este fin, hay intentos de crear una variante literaria del
„moldavo”, diferente del rumano, usándose el alfabeto cirílico mediante
la introducción de miles de palabras de origen ruso y la eliminación de
los neologismos lingüísticos de origen francés e italiano introducidos
en el uso por la lengua rumana en el siglo XIX. El fracaso de estos in-
tentos ha sido reconocido por la gobernación soviética en 1932, cuando
se hizo constar que la población local de etnicidad y lengua rumana no
entendía la nueva „lengua moldava”. Entonces las autoridades soviéticas
introdujeron la lengua rumana en su versión literaria de Rumania
(incluyendo Besarabia) en las escuelas y en la administración de la
RASSM, manteniendo sólo la denominación de „moldavo”. Oficial-
mente, esta maniobra se justificaba por la necesidad de ampliar la in-
fluencia de la propaganda comunista hacia Rumania y por entre los
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jóvenes de Besarabia que ya no sabían las letras cirílicas. En el medio
del terror estalinista, una parte de escritores transnistrenses que optaban
por el alfabeto latino, fueron ejecutados, siendo acusados, por simpa-
tizar con „lo rumano” – en vez de contribuir a la sovietización de
Besarabia, el abandono del proyecto de la „lengua moldava” sólo con-
tribuyó a la expansión de la influencia cultural de Rumania más allá
del río Dniéster. En 1938, se volvió al alfabeto cirílico y nuevamente
se prohibieron a los escritores rumanos, creándose una „literatura so-
viética moldava”.
Al mismo tiempo, la población local y la población del resto de
Ucrania, fue obligada a someterse a las políticas soviéticas de colecti-
vización forzada. Quienes se oponían a veces eran condenados y
fusilados, o, hambrientados hasta la muerte. En 1932-1933, más de 6
millones de ciudadanos de Ucrania son víctimas de las campañas
organizadas por las autoridades soviéticas que obligaban a los cam-
pesinos ceder sus tierras a los colectivos agrícolas. Por entre ellos
había miles de étnicos rumanos de RASSM. Algunos residentes locales,
especialmente aquellos que tenían parientes en Besarabia, Rumania
cruzaban ilegalmente el río Dniéster y se iban a Rumania. Los que
tenían menos suerte, morían fusilados por la guardia soviética de fron-
teras mientras la traspasaban.
Sin embargo, los esfuerzos de la propaganda de la URSS, con el
fin de atraer a los habitantes de Besarabia, fueron dirigidos hacia la
creación de la impresión que la población de la RASSM vivía una
vida próspera y feliz.
VI. TRANSFORMACIÓN DE LA PARTE NATURAL DEL
TERRITORIO DE RUMANIA EN COLONIA SOVIÉTICA
El 23 de agosto de 1939, URSS y Alemania firman un tratado de
no agresión acompañado por un protocolo adicional secreto donde
se menciona que las partes convienen sobre la división de Europa
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del Este. Caen víctimas de este plan, conocido en la historia como
el Pacto Molotov-Ribbentrop, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia,
que fu atacada por ambas partes y divisada en el mes de sep-
tiembre del año 1939, cuando la URSS y Alemania nazi comienzan
la segunda guerra mundial. En el caso de Rumania, el pacto
Molotov-Ribbentrop prevé un „interés especial” de la URSS para
los territorios del noreste de este país, esto es, por Besarabia.
Foto no. 11. Los territorios del norte de Bucovina y la región de Hertza en la parte noreste que pierde Besarabia en el verano del año 1940.
Desde agosto de 1939 hasta junio de 1940, la URSS estaba de-
masiado ocupado en otros frentes de la guerra europea ya desatados
(Polonia, Finlandia) para que pueda „ocuparse” de Rumania.
Además, ellos como sus aliados esperaban, que la Alemania nazi
ocupara Francia, el principal aliado occidental de Rumanía. Pocos
días después de la caída de París, el 26 de junio de 1940, al
embajador rumano de Moscú se le presentó un ultimátum donde
el gobierno soviético requiere a Rumania ceder a la URSS el
territorio de Besarabia y una parte de Bucovina, que se había
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unido también con Rumania en 1918. La anexión del norte de
Bucovina a la República Soviética Ucrania se solicitó como „com-
pensación” por „la dominación de Besarabia durante 22 años” y la
motivación inicial de la nota ultimátum estaba vinculada a la
„unidad de Besarabia, habitada en su mayoría por los ucranianos”.
Para volver a ocupar Besarabia, las autoridades de Moscú habían
utilizado a Ucrania haciendo declaraciones falsas: ni siquiera en el
censo zarista de 1897 los ucranianos no constituían más del 20%
de la población total de Besarabia.
Habiendo amenaza militar de parte de Hungría y Bulgaria, con
su aliado más importante, Francia, ocupado por la Alemania nazi y
con las autoridades alemanas que recomendaban a Bucarest
satisfacer las demandas soviéticas, Rumania cedió el territorio de
Besarabia y la parte del norte de Bucovina el 28 de junio de 1940
informándoles, sin embargo, que la retirada de Besarabia, im-
puesta bajo amenazas no significa que ellos reconocen a estos
territorios como pertenecientes de la URSS. Un año más tarde,
Rumanía recuperó el territorio de Besarabia y Bucovina, pero lo
perdió de nuevo en 1944, tras las operaciones militares soviéticas
en el frente oriental.
El 2 de agosto de 1940 la URSS creó una nueva república
soviética en Besarabia, llamada la RSS de Moldavia, violando la
constitución de 1936 que permitía a la URSS recibir sólo estados
ya existentes. Esta era la „reunificación del pueblo moldavo” sobre
la cual hablaba la propaganda soviética desde 1924 hasta 1940.
Esto se debe al hecho de que la nueva república incluía algunos
territorios de la RASSM – 6 de 14 distritos. En esencia, se trataba
de la expansión en Besarabia de una administración de factura
colonial que había sido preparada para transformar aquella pro-
vincia rumana en una nueva y obediente república soviética. Tras
una decisión arbitraria e injustificada, ignorando el deseo de los ciu-
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dadanos a los cuales no habían consultado, Moscú desprende una
parte del sur de Besarabia, una parte del norte de Besarabia y el
norte de Bucovina, y se les atribuye a la RSS de Ucrania. Después
de la división territorial de Besarabia, la RSS de Moldavia pierde el
acceso al Danubio y al Mar Negro.
Foto no. 12. La República Soviética Socialista
de Moldova constituida por las autoridades soviéticas con
violar sus propias constituciones, después de
haber ocupado forzosamente y bajo amenaza el territorio
de Basarabia, en el año 1940-1941 y en el agosto de 1944.
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La administración soviética de ocupación recurre a medidas
vio-lentas y brutales de intervención en la sociedad de Besarabia y
el norte de Bucovina para asegurar el control total sobre estos
territorios. Estas medidas se refieren tanto al exterminio físico de
los „elementos hostiles”, como a la discriminación en base de
criterios étnicos de los rumanos residentes en este territorio. En la
segunda mitad de los años 1940, 50 y 60 del siglo XX, en las
estructuras administrativas, el número de los autóctonos rumanos,
que constituían en la RASSM más de dos tercios de la población
era ínfima: sólo 4 de los 75 miembros de los comité ejecutivos y
sólo 2 de los 26 miembros de la Corte Suprema de Justicia de la
RASSM eran rumanos. Más del 60% de los Diputados del Soviet
Supremo de la RASSM eran de Transnistria, lo mismo que la
mayoría de los ministros, lo constituían los eslavos – los rusos y
los ucranianos. Los empleados de los ferrocarriles que eran de
origen rumano, en este período, eran de 1,1%. En el ministerio de
Asuntos Interiores, los rumanos constituían sólo el 7,7%. En las
asociaciones de consumidores (que controlaba la distribución de
alimentos), sólo el 1,7% de los empleados eran residentes de
origen rumano. En las estructuras del Partido Comunista de la
RASSM, que era, al igual que en cualquier parte de la URSS, el
centro supremo de la toma de decisiones (o de ejecución de las
órdenes procedentes de Moscú, por línea del partido), la situación
inicial era similar: de los 71 secretarios de los comités del partido
de distrito „confirmados” por el Politburó del CC del PC(b)M, sólo 7
eran de etnia rumana, y ninguno de ellos de Besarabia – todos
eran comunistas procedentes de la orilla izquierda del río
Dniéster.
Los ocupantes soviéticos recurrieron a crímenes masivos para
asegurarse que cualquier forma de oposición a la afiliación a la
URSS impuesta a Besarabia se eliminara. Del 28 de junio de 1940 a
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julio de 1941 (cuando Besarabia se reincorpora al territorio de
Rumania), más de 300.000 personas habían sufrido tras la
ocupación soviética, una cifra que representa el 12% de la
población de Besarabia en 1940. Más de 48.000 personas fueron
detenidas, la mayoría de ellos siendo representantes de la
administración del estado rumano, que no habían conseguido
refugiarse en el interior del país, habiendo también por entre
ellos campesinos y representantes de la intelectualidad. De entre
ellos, alrededor de 30.000 personas murieron fusiladas o tortu-
radas. Más de 280.000 personas fueron deportadas a Siberia, más
allá del círculo polar ártico, de los cuales unos 135.000 hasta
septiembre de 1940, 19.200 personas en octubre y noviembre de
1940, 27.000 personas en diciembre de 1940 y cerca de 100.000
personas, el 13 y 14 de junio de 1941. Después del regreso de los
soviéticos en 1944, otras 250.000 personas son deportadas de su
tierra natal en Siberia entre 1944 y 1948. El 6 de julio de 1949,
fueron deportadas más de 35.000 personas de Besarabia. Entre
1954 y 1964 más de 300.000 habitantes fueron obligados por las
autoridades alistarse en „unidades de trabajo voluntario” para ir a
Rusia y Kazajstán para obras públicas (como por ejemplo, para
desmonte de tierras para la agricultura), medida concebida como
una última ola de deportaciones programáticas, aunque a la
población se la alentaban de dispersarse por toda la URSS a lo
largo de toda su existencia. Además, las autoridades soviéticas,
bajo el pretexto de restaurar la URSS después de la guerra y
remitiéndose a los principios del comunismo de guerra. Les había
sacado a la población todas las reservas de trigo y otros alimentos.
En los años 1946-1947, en medio de intensas sequías, la población
fue dejada sin cualquier alimento y tras la hambre que siguió,
fallecieron más de 300.000 residentes de Besarabia. En lo que se
refiere a la población de Besarabia, el único caso similar con el
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cual se puede comparar la hambre de 1946-47 es el más conocido
periodo ucraniano de Holodomor. Al igual que en el Holodomor, a
los campesinos de Besarabia se les fueron barridos los desvanes y
las cámaras sin dejar un grano de trigo u otros alimentos, todo lo
que tenían, siendo dejados a morir de hambre. En total, entre
1940-1941 y 1944-1964 fueron retirados por la fuerza de la
RASSM cerca de 900.000 personas y fueron matados más de
330.000. De entre los deportados más de 320.000 personas
perdieron la vida durante el camino debido a las condiciones
inhumanas (en vagones de ganado, sin suficiente comida y agua) o
en los lugares de destino, en los sitios de Gulag. Si añadimos a este
número y el número de los procedentes de Besarabia, muertos en
la guerra en el frente occidental, donde fueron mandados por las
autoridades soviéticas para defender a un país que no era el suyo,
observamos que en el período 1940-1941 y 1944-1953 han perdido
la vida tras la ocupación soviética más de 700.000 habitantes, la
mayoría de ellos rumanos. De acuerdo con estas estimaciones, un
tercio de los rumanos de Besarabia fue exterminado físicamente
durante este período.
Después de que las autoridades soviéticas de ocupación se
deshicieron de los „elementos hostiles”, comenzaron a colonizar la
RASSM con eslavos de fuera del país, en su mayoría rusos y ucra-
nianos, que eran favorecidos a los habitantes rumanos con
respecto al empleo y domicilio, incluso otros bienes. Esta
discriminación que se hacía, aunque no declarada como tal
públicamente, continuó hasta el final de la existencia de la Unión
Soviética. Sus reminiscencias se sienten todavía hoy.
En la posguerra, la RSSM siguió siendo industrializada, pero esa
industria se orientaba principalmente hacia las necesidades de la
URSS, no de la población local. Al mismo tiempo se seguía la
colonización con étnicos eslavos traídos al país como especialistas
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y trabajadores cualificados para las empresas „de importancia
nacional”. Mientras tanto, la producción agro-alimentaria de la
RSSM era transportada fuera del país a precios muy bajos,
creándose un modelo de explotación económica intensa de Moldova
Soviética. La lengua rumana había sido marginada durante todo el
período, siendo reducido su uso oficial, considerada de uso en la
cocina, ni siquiera tenía un estatuto oficial como lo estipulaba la
ley. El número de escuelas donde se enseñe rumano disminuye,
haciéndose crecer el número de escuelas con enseñanza en ruso.
Muchos étnicos elegían la educación infantil en ruso con la
esperanza de que tengan una ascensión personal y profesional
mucho más rápida y más segura. El conocimiento de la lengua
rusa era un atributo obligatorio para cualquiera que quiera
avanzar en su carrera. Se crean todas las condiciones para la
desnacionalización de los étnicos rumanos de Besarabia y su
integración en la „gran cultura soviética” (rusa).
Foto no. 13. Nativos rumanos deportados a Siberia el 12 de 13 de junio de 1941 por las autoridades de ocupación soviética.
Unificación de Rumania y la República de Moldova – la nación rumana debe reintegrarse
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VII. PROCLAMACIÓN DEL ESTADO DE LA REPÚBLICA DE
MOLDOVA Y SU DESTINO
La política soviética etnocultural de crear una „nación soviética”
románica, oriental europea que se llame „moldavo” y diferente de
la nación rumana ha fallado tras el fracaso de crear otra forma de
lengua literaria, otra literatura – ha fallado incluso a causa de la
represión estalinista. Así, desde 1950, la única diferencia entre
„lengua moldava” de la RSS de Moldavia y la lengua rumana de
Rumania era sólo el alfabeto cirílico impuesto en la RSS de
Moldavia. Los clásicos de la literatura rumana del el siglo XIX
como Mihai Eminescu, Vasile
Alecsandri, Constantin Ne-
gruzzi, Bogdan Petriceicu
Hasdeu se estudiaban en las
escuelas pero estaban con-
siderados clásicos „de la li-
teratura moldava”, aunque
algunas de sus obras que
representan la unidad na-
cional de todos los rumanos
estaban censuradas o pro-
hibidas. El mejor ejemplo de
esto es el poema de Mihai
Eminescu „Doina” en la que
los límites del espacio habi-
tado por los rumanos están
claramente delineados: Dniéster en el este y Tisa en el oeste.
También estaban prohibidos muchos otros poemas de Mihai
Eminescu y toda su obra publicista donde el poeta decía que
Rumanía es su país de origen. Al mismo tiempo, el régimen
Foto no. 14. El busto del poeta nacional rumano Mihai Eminescu, ubicado en Chisinau, un símbolo de la resistencia rumana en Basarabia de posguerra.
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permitía e incluso alentaba el préstamo de neologismos, de los
términos técnicos, científicos de los diccionarios rumanos
impresos en el mismo período en Rumania, y su inclusión en los
diccionarios explicativos, ortográficos, ortoépicos y especializados
de la RSS de Moldavia.
Este hecho fue la prueba más evidente para cualquier persona
que quería saber la verdad, de que no había dos pueblos con dos
lenguas, pero sólo uno, el rumano. Y a finales de 1980, en paralelo
con el movimiento para la reestructuración y democratización
iniciado por Gorbachov, los intelectuales de la RSS de Moldavia
(escritores, profesores, personalidades de arte, de la cultura,
actores, científicos) han exigido volver a la escritura latina y al
nombre correcto de la lengua y del pueblo – lengua rumana, y
pueblo rumano. El hecho de volver oficialmente a la identidad
rumana se percibía como una liberación de un régimen de
ocupación que había traído a los habitantes de Besarabia, según
hemos visto, sufrimientos horribles y, separándoles de sus
compatriotas del lado derecho del río Prut, dividieron a decenas
de miles de familias.
En 1989, en la RSS de Moldova se proclamó el alfabeto latino
como el sistema oficial de escritura para la lengua de la mayoría
étnica local, y todo el mundo podía ver la verdad, la verdad que
ponía de manifiesto que no había una „lengua moldava”. Se ha
proclamado por la ley, „la identidad lingüística moldo-rumana” y
el estatuto de lengua del Estado de la lengua rumana. Se vuelve en
1990 a estudiar la historia de todo el pueblo rumano y se dan
pasos significativos para múltiples integraciones con Rumania. Se
adoptan los símbolos nacionales de Rumania – la bandera tricolor
el rojo-amarillo-azul, el himno de estado de Rumania, „Despiértate,
pueblo rumano” se convierte en el himno del estado moldavo, se
oficializa un emblema inspirado obviamente del emblema de
Unificación de Rumania y la República de Moldova – la nación rumana debe reintegrarse
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Rumania, donde el símbolo de la región de Moldova, el torro,
situado sobre un escudo enmarcado por un águila. El emblema de
Rumanía representaba el mismo símbolo de la región de Moldova,
rodeado del símbolo de las otras regiones de Rumania.
Foto no. 15. Una gran manifestación pública, llamada la Gran Asamblea Nacional el 27 de agosto de 1991, el día de la proclamación de la independencia de Moldavia. Tales
Asambleas con la participación de 600-700 miles de personas han tenido lugar el 27 de agosto de 1989 y el 16 de diciembre de 1990, hecho que jugó un papel crucial para el
regreso oficial a la utilización de las herramientas típicas del patrimonio cultural rumano: el alfabeto latino, la bandera, el emblema, el himno, objetos la escuela, la
historia del pueblo rumano, etc.
El retorno masivo a la identidad rumana debería, lógicamente,
finalizar con la unificación de la ex República soviética con Rumania.
En 1991, ella proclama su independencia, pero no sigue el mismo
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camino de la República Democrática de Moldova (Besarabia) del
año 1918. Esto se debe a que el poder político se mantuvo en
manos de los ex nomenclaturitas soviéticos de las principales
estructuras coloniales soviéticas de este territorio, en las manos
del Partido Comunista. Algunos de ellos, como el primer Presi-
dente de la República de Moldova, Mircea Snegur, aceptaron las
reivindicaciones populares del retorno a la identidad rumana,
aclamadas por las reuniones públicas que contaban con cientos de
miles de participantes, para consolidar su proprio poder político,
y después de que él y otros miembros del aparato del partido y del
ex estado soviético fueron apoyados por las masas, abandonaron
el desiderátum de la unión y han proclamado una independencia
local a la que la utilizaron para enriquecerse y transformarse en
una verdadera clase explotadora según el modelo de una repú-
blica bananera de África.
Los principales partidos políticos que gobernaron la República
de Moldova desde 1991 hasta nuestros días han provenido a
través de sus miembros destacados del Partido Comunista de
Moldova, una rama del Partido Comunista de la Unión Soviética. El
Partido Demócrata de Moldova, gobernante ahora, se ha nombrado
desde el año 1997 hasta el año 2000 el Movimiento por Moldova
democrática y próspera, fundado por un grupo de partidarios de
Lucinschi, el segundo presidente de la República de Moldova y
penúltimo secretario general del Partido Comunista de Moldavia
Soviética, que era, como Snegur, un miembro prominente del
partido agrario Demócrata de Moldova, PDAM, que gobernó de
1992 a 1998. Desde 2009 hasta hoy, el Partido Demócrata ha
gobernado, siendo en una coalición proclamada como pro-
europea, pero sacó del medio a su principal partido aliado ini-
cialmente, al Partido Liberal Democrático de Moldova – fundado
en 2007 por un grupo de personas, procedentes todas de PDM. De
Unificación de Rumania y la República de Moldova – la nación rumana debe reintegrarse
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2001 a 2009, la República de Moldova fue gobernada por el
Partido Comunista y su líder, Vladimir Voronin. PCRM había
sido legalizado (como el „sucesor” del Partido Comunista de la
RSSM) durante la gobernación de PDAM en 1995, habiéndose una
gran cantidad de vasos comunicantes e intereses comunes de la
PCRM con el grupo representado por PDM, tanto antes como
después de 2009. Por ejemplo, el vicepresidente y el principal
proveedor de fondos de PDM, y la persona que gobierna hoy
desde la sombra la República de Moldova sin ejercer ningún cargo
en el estado, Vladimir Plahotniuc, fue uno de los principales socios
comerciales del hijo del ex presidente Vladimir Voronin, Oleg.
Indiferentemente de que se hayan declarado o no „pro-europeos”
para asegurar su control sobre el estado, todos aquellos que han
ejercitado el poder real en la República de Moldova, han demo-
strado un cierto grado de subordinación y la aceptación tácita de
los intereses de Rusia en este espacio. Después de la agresión
militar rusa de 1992 en los distritos de la izquierda del río
Dniéster de la antigua RASSM, la República de Moldova es chan-
tajeada por permanecer dentro de las asociaciones internaciona-
les fundadas por Rusia – la Comunidad Internacional de los
Estados Independientes, y también con la integración en otras – la
Unión de Aduanas y la Unión Económica Euroasiática, si desea la
„reunificación”. Y la mayor parte de la élite política de la República
de Moldova quiere „reunificación” con la región separatista de
Transnistria, ya que de ese modo garantiza la perpetuación de la
independencia de la República de Moldova, es decir, sus propias
posiciones de poder. La dependencia energética de las importa-
ciones de Rusia es total, y la prensa rusa de Rusia y, también la
prensa rusa local domina el espacio informacional audiovisual y
escrito a pesar de que los hablantes de la lengua rusa como lengua
usual lo constituyen no más de 20% de toda la población. La
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propaganda rusa concuerda felizmente con la tesis soviética
del moldovenismo anti-rumano planteada periódicamente desde la
posición oficial en forma „pura” o cosmetizada para contracarar
las tendencias de unirse con Rumania, como ha ocurrido varias
veces en las dos décadas que han pasado desde el colapso de la
URSS. La vulnerabilidad de una población compuesta, en gran parte
de personas educadas en la época soviética sometidas al lavado
del cerebro con respecto a Rumanía y a la identidad rumana, al
discurso „pro-moldavo” abrigado en un vestido nostálgico soviético
y esencialmente pro-ruso, es muy amplio. Estas realidades no
serían capaces de mantenerse mucho tiempo después de la
desaparición de la URSS sin siquiera una aceptación tácita, incluso
una cooperación de los titulares del poder político en el estado
que pretende ser la República de Moldova supuestamente inde-
pendiente.
En 2014 y 2015, tanto los ciudadanos moldavos como la comu-
nidad internacional han podido enterarse sobre la desaparición
„repentina” de una cantidad casi igual a mil millones de dólares, que
constituye la octava parte del producto interno bruto del sistema
bancario. En realidad, este acontecimiento no es ni el primero de
este tipo, ni será el último, que se produce en Chisinau, sino sólo
uno que logró llegar a los ojos y a los oídos de todo el público. Los
sistemas institucionales de la República de Moldova (bancos,
aduanas, justicia, asuntos internos) se utilizan de más de dos
décadas para las operaciones de lavado de dinero, el contrabando
y otras operaciones ilegales, el tráfico de drogas, el tráfico de
personas, que sirve de intersección de los intereses ilegales, tanto
de la élite local, como, y, sobre todo, del inframundo de la
Federación Rusa, con enlaces directos en Kremlin, en el entorno
del presidente Vladimir Putin. De acuerdo con estimaciones de los
periodistas de investigación, a través de la República de Moldova
Unificación de Rumania y la República de Moldova – la nación rumana debe reintegrarse
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se ha producido lavado de dinero, enviándose al Occidente más de
20 mil millones de euros, dinero del establecimiento de Rusia.
Estas fuentes financieras una vez llegadas al Oeste, se utilizan para
financiar la desestabilización de la Unión Europea y para la
proliferación del extremismo político, de derecha o de izquierda,
en los países miembros. Por lo tanto, no sólo a Transnistria, sino a
toda la República de Moldova, se les pueden llamar con razón, un
„agujero negro” de Europa, la existencia del cual, pone en peligro
la seguridad europea en las fronteras orientales.
VIII. ¿QUIÉN SOMOS Y QUE DESEAMOS?
Representamos a un grupo de ciudadanos moldavos y que-
remos la reunificación de este territorio con Rumania. Las razones
por las cuales queremos son tanto nuestra identidad etnocultural
rumana, la misma que la de todos los rumanos de todo el país
como las realidades concretas de la vida política y económica.
La reunificación de la República de Moldavia con Rumanía
solucionaría tanto el problema histórico de la división de la nación
rumana como el problema de la existencia de un pseudo-estado
creado por los soviéticos y aprovechado por los rusos para
perseguir intereses político-económicos y geopolíticos. Ahora
tenemos en este área geográfica un estado de inestabilidad
máxima y muy impredecible, que mañana podría ser utilizado
plenamente por Rusia, en caso de la llegada al poder de las
personas que sirven plenamente a los intereses de Rusia, com-
prometidas en su totalidad, en contra de Europa y sus intereses.
Podría servir como una cabeza de puente para un ataque desde la
espalda contra Ucrania pro-europea. Mediante la unión con Ru-
mania, el territorio entre Prut y Dniéster entrará en el espacio de
la UE y la OTAN, llegando a ser estable, predecible y mucho menos
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penetrable para el régimen antidemocrático y autoritario de
Vladimir Putin, que pone en peligro la estabilidad y la seguridad
en toda Europa.
A lo largo de su historia moderna, la nación rumana ha recibido
un apoyo masivo de Francia. Cuando Francia ha sido fuerte, Ru-
manía también ha sido fuerte. Nunca podríamos olvidar el apoyo
decisivo que el segundo imperio francés bajo Napoleón III, lo
concedió en los años 1859-1866 para la unificación de Moldova
con Valaquia y a la formación de Rumania como estado, sin lo
cual las aspiraciones del pueblo rumano de vivir en el mismo país,
probablemente, hubieran sido frustradas por los imperios vecinos.
Ahora, en 2016, solicitamos la atención y el apoyo de los represen-
tantes de la República Francesa para la causa que representa-
mos del mismo espíritu de la solidaridad latina entre nuestros
pueblos y, también, en el espíritu de la salvaguardia de la civi-
lización europea a cual pertenece” tanto la nación francesa como
la nación rumana.