,.LLE C5 €rzATo Dsef et rz ag. € 9fa o ErLA

A LA B,' r.Lf a Ec A A)aa;64 /Q. 2e- Pap,t /- ,{ -

Pf &*o QtuE es ,P€G€ F-7o

Arr UAJS 65'rr E E-aof 6 pE g

Port ;+"€:rJ a &e-s o € <^J to o I5Las (Lee,xos oE esTA ParcA P4

@co€ ,beEt|-rz a 9e6pazQ-A *s L as

g a*-/ LuLrfenaT

tu4'e*l-L t t( ,' S4Z/'A -

2,2-f //

Dedicatoria

A mi esposa, María Teresa Arango,

permanente fuente de inspiración

A mis hijos, principalmente Luis Miguel,

quien con su actitud de conformidad ante la

muerte, me dio un gran ejemplo de

fortaleza.

Cnel. Amado Sanjur (Ret)

Ex Jefe de Estado Mayor

Antigua Guardia Nacional de Panamá

Reconocimiento

No soy un buen escritor y nunca me distinguí en las letras, por lo que no pretendo que éste libro sea un modelo literario. La veracidad de los hechos y el deseo natural de ser independiente y libre, sin temores ni ataduras, son los fundamentos que me inspiraron a escribir el presente libro.

Esto tiene que ser así, para el esclarecimiento de muchos conceptos equivocados o deliberadamente tergiversados de una parte de la historia de Panamá. Me mueve también el principio moral profesional de mi formación: “El Honor es su Divisa”, lema de mi Alma Mater de Venezuela, durante mis años de cadete de la “Promoción Araure” de 1954, a cuyos compañeros e instructores les debo el compromiso tácito de escribir éste libro.

Debo agradecerle a muchas personas que han querido colaborar conmigo aportando información o relatando hechos que ellos conocieron y/o vivieron, como es el caso de Jorge Antonio “Rudy” Vallarino, quien escribió un libro, dando a conocer sus experiencias en Panamá con el antiguo Departamento Nacional de Investigaciones (DENI) y su trabajo con la C.I.A. (Agencia Central de Inteligencia) de los Estados Unidos en el Istmo de Panamá, quien ayudó a apuntalar mi tesis con relación a lo acaecido durante los años 1964 y posteriores.

Cuando comencé a escribir y hacer mis investigaciones, invité a Rudy para que aportara conocimientos acerca de sus experiencias, pero entonces, no se encontraba en la mejor disposición para narrar nada de lo que sabía acerca de sus amigos de la Agencia Norteamericana y el compromiso con la dictadura panameña.

Su testimonio y su libro: “Estampas de la Época”, del cual poseo el borrador, ya que colaboré con él a escribirlo, el cual, nunca fue publicado en Panamá en su versión original, sin saber el por qué, pero que hubiesen ayudado a esclarecer varias de las incógnitas de la época que nunca se dieron a conocer, siendo de suma importancia y de gran sustento para el tema que aquí se trata.

Tengo una gran deuda de gratitud con el Profesor Francisco S. Céspedes (QEPD), un educador panameño que se retiró del Consejo Interamericano de la OEA (Organización de Estados Americanos) en Washington, D.C., que fue receptor de la Condecoración Andrés Bello de Venezuela, junto con otras Condecoraciones y Distinciones. El Profesor Céspedes fue quien revisó buena parte del borrador del inicio de éste libro, haciendo varias correcciones y aportando importantes informaciones históricas.

Grande también es mi deuda con el Profesor José González (QEPD), PhD., retirado de la Universidad de Pensilvania, quien a su vez, trabajó en Panamá con el Ejército de Estados Unidos en la Zona del Canal, regresando luego en función de su trabajo educacional, representando a la Universidad de Pensilvania con el Ministerio de Educación de Panamá. El Profesor González, me ayudó en la semántica y otras expresiones gramaticales.

Deseo también expresar mi gratitud a muchos panameños que han colaborado aportando información en forma desinteresada, para que éste libro sea una realidad, pero prefieren que sus nombres no sean revelados.

Debo expresar mi agradecimiento a todos aquellos que, en forma directa o indirecta, me apoyaron mediante acciones o actividades, como fueron mis hermanos y otras personas, cuyos nombres es imperativo preservar en razón su propia seguridad. Cabe el honor de mencionar a los amigos desaparecidos, Andreas “Pepsi” Poschl, Oscar “El Negro” Taitt y el Guardia Nacional Andrés “El Zorro” García; por quienes elevo una Oración para que el Señor, que se encuentra en Las Alturas, los tenga en un sitio especial por su gallarda actitud, Tributo Póstumo del cual son merecedores.

Andreas Poschl, arriesgó su posición en la Policía de la Zona del Canal por prestar ayuda a sus amigos, el autor de éste libro y su esposa María Teresa Arango. Oscar Taitt fue arrestado y confinado en la Isla Penal de Coiba junto con el Sargento 2º José Alfredo Atencio, sin ni siquiera conocerse el uno con el otro, vinculándolos a una supuesta conspiración contra la dictadura.

Taitt fue golpeado salvajemente, padeciendo posteriormente convulsiones, producto de los golpes recibidos en la cabeza, afectándole el cerebro, muriendo finalmente como consecuencia de una de esas convulsiones, mientras que el Guardia Andrés García fue asesinado a mansalva en su propia casa, por el solo hecho manifestar que era mi amigo y que prefería retirarse de la institución armada. Posteriormente, le otorgaron un ascenso póstumo de Cabo de la Guardia Nacional de Panamá, acto irónico para tratar de encubrir un caso grave.

Muchos otros también han sufrido y son del conocimiento público, sin embargo, muchos que han tenido que pasar por las duras experiencias de haber sido encarcelados, torturados o de haber perdido a un ser querido en manos de la terrible dictadura que azotó a Panamá, han permanecido en el anonimato. Pero como no todo ha estado a mi alcance para poder narrarlo, les hago llegar por este medio a todos ellos, mis palabras de sentimiento.

Cnel. (Ret) Amado Sanjur

Ex-Jefe de Estado Mayor

Antigua Guardia Nacional de Panamá

Alexandria, Virginia, Estados Unidos

Mi Unidad

Cnel. Amado Sanjur

A fines del año 1961, éste escritor era capitán comandante del Destacamento de Panamá Viejo de la Guardia Nacional de Panamá y para 1965, ya había sido ascendido a mayor. La unidad allí destacada se componía de un grupo policial, un grupo de aviación y una compañía de combate y de control de orden público. “Los Tigres”, cumplíamos los servicios de ser policías y militares, dependiendo del área y la tarea ordenada en el momento.

Dentro de nuestras actividades, teníamos la misión de vigilar la región fronteriza con la República de Colombia, de Puerto Obaldía al Norte y hacia las montañas al Sur. En nuestro cometido, le dábamos protección al Programa Anti-Aftoso de la OIRSA (Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria) con base entonces en El Salvador. Una vieja casona de un ruso llamado Joakim Kazub, nos servía de cuartel general localizada en un pequeño valle llamado La Bonga en medio de las montañas.

Desde allí cumplíamos nuestra labor fronteriza y tratábamos de evitar que la temida Fiebre Aftosa se propagara desde Colombia. Nos correspondió allí, repeler a bandoleros colombianos que cruzaron la frontera y asaltaron Puerto Obaldía, hirieron al amigo Kazub y se llevaron dinero y otros productos del botín. Uno de nuestros hombres fue asesinado en el lugar y otro resultó herido.

Como no siempre teníamos suficientes provisiones, nos valíamos del lugar para adiestrar personal novato en tácticas y técnicas de supervivencia, aunque muchos de los nacidos en el campo, no necesitaban mucho adiestramiento en supervivencia pues habían crecido en un ambiente en donde se necesitaba sobrevivir y podían enseñarle a otros muchas técnicas utilizadas por ellos.

Nuestras relaciones con las Autoridades Colombianas fronterizas eran excelentes, por lo que muchas veces nos escapábamos cruzando la frontera por el Cabo Tiburón en compañía del Dr. Otto Álvarez, Supervisor del Programa Anti-Aftoso y navegábamos hasta Zapzurro, para reunirnos en un rato de solaz con el Jefe Civil del Pueblo, Sr. Blanco, a libar unas cuantas “aguilitas” colombianas en el lugar y cambiar impresiones.

Zapzurro, la primera población colombiana del otro lado de la frontera, es un bello y agradable lugar costero, provisto de una paradisíaca caleta con una endemoniada salida al mar y como siempre tuvimos excelente relaciones y muy buena colaboración de las autoridades fronterizas, nuestra labor se facilitaba enormemente.

En Panamá, ciudad capital, elaborábamos con “tres gorras”. Nuestras misiones consistían en prestar un servicio policial rutinario en nuestra área, pero cuando se presentaban disturbios civiles o de rebeldía, nos convertíamos en unidad de combate llamada Cuerpo de Orden Público (COP), mera coincidencia que las siglas sean como se conoce popularmente a la policía en los Estados Unidos.

Nuestra pequeño grupo de aviación estaba dotado de un avión Cessna 185 donado por el AID (Agency for International Development) de los Estados Unidos y que operaba desde el Aeropuerto Marcos A. Gelabert, ubicado entonces en Paitilla, cumpliendo con labores de vigilancia aérea, transporte para otras unidades y socorro a la población civil. Este grupo de aviación dio origen a lo que posteriormente se llamó “Fuerza Aérea Panameña” (FAP).

En nuestro pequeño destacamento, dimos albergue a algunos cubanos que vagaban por el mundo en busca de trabajo, perseguidos por la tiranía de Fidel Castro. También le dimos albergue a algunos “Trotamundos”, como lo fueron John O’friel y su esposa en 1962, y aún conservo la acuarela que me regaló, pintada por él, que describe su viaje desde Norte América hasta el Istmo de Panamá, de donde no pudo continuar a pie por las regulaciones fronterizas existentes.

Aunque éramos una minúscula unidad y carecíamos con frecuencia de recursos, considerábamos que “Los Tigres” contaban con una organización bastante adecuada, basada en la distribución COLIFUS (Compañía Ligera de Fusileros), que éste Autor había presentado en la COPECODECA (Consejo Permanente de Defensa Centroamericano), para que fuese adoptada en los países componentes.

Organización apropiada para las necesidades del país, con bastante cohesión y apta para ser movilizada con rapidez y poder soportar situaciones difíciles. Y aunque nos quejábamos con frecuencia de la falta de dotación, que a otras unidades les sobraba, nos considerábamos con una organización bastante balanceada sin compararnos con otros destacamentos mucho más poderosos y mejor equipados que “Los Tigres”.

Contábamos también con la cooperación de un grupo de profesionales en el campo de la medicina, arquitectura, ingeniería, comercio y otras especialidades. Puedo recordar entre ellos, al Arq., “Jumping” Hernández, al Dr. Raúl De León y su hermano el Ing., Julio De León, al publicista Alberto Conte, a Luís Varcacía en el campo bomberil y otros cuyos nombres escapan a mi memoria. Pero estos hombres no solamente nos ayudaban profesionalmente, sino que se fajaban trabajando con nosotros en la calle o en el campo cuando la situación lo requería. Y desde luego, es imposible dejar por fuera a nuestro Capellán y Consejero Espiritual, Padre José Casal, asignado entonces a la Parroquia de San Gerardo Mayela.

En medio de todos éstos menesteres, me encontraba un buen día de Octubre de 1966 inspeccionando el muro de la parte posterior del edificio del cuartel, después de un fuerte oleaje que durante la noche anterior había estremecido el edificio de uno a otro extremo, ya que nuestro cuartel se encontraba pegado al mar en la antigua ciudad de Panamá y a veces, esos “aguajes” causaban problema abriendo grietas en el muro, que podían afectar la estructura del edificio.

Mientras hacía mi inspección, se me acercó uno de los cabos de turno para decirme:

- Mi mayor, lo llaman por teléfono.

Dejé lo que estaba haciendo y me encaminé a la oficina.

- Bueno? Contesté poco después.

- Hola pariente…! me dijo una voz, vas a estar ocupado más tarde?

- Voy a la comandancia a las once y espero salir a la una de la tarde, le respondí sabiendo que era más o menos la rutina de cuando se hacían citas en la jefatura.

- Crees que puedes pasar por mi oficina a las dos de la tarde?

- Creo que sí..., allí estaré. Colgué el aparato y me quedé pensando.

Eliécer Alvarado Segovia era el Sub-Administrador General de Aduanas de Panamá. Aunque tenemos parentesco, no acostumbrábamos llamarnos con frecuencia o socializar a menudo, por lo que estimé que la llamada obedecía a algo importante y su solicitud de que pasara por su oficina sonaba en mi cabeza camino de la comandancia y me preguntaba qué era lo que podía estar sucediendo, que Eliécer necesitara de mí o que me podía ofrecer. Al cabo de un buen rato decidí tranquilizarme y esperar la entrevista para saber el misterio.

Al salir de la comandancia, me reuní con mi esposa y comimos juntos un refrigerio y la dejé en su oficina para luego dirigirme a la oficina de Eliécer en el Ministerio de Hacienda, a donde llegué pocos minutos antes de la hora.

- Pariente, me dijo Eliécer, aquí tenemos algo en que necesitamos su ayuda y luego de una conversación sin importancia me invitó a seguirlo a la oficina de su jefe.

La oficina de Ramón Real Méndez era sobria y sin ostentaciones. Fuera de un mapa de la República de Panamá, en alto relieve, que colgaba detrás de su escritorio, no había nada extraordinario.“Monchi” Real era el Administrador General de Aduanas de Panamá. Rápido y sin tapujos, luego de una pequeña pausa de introducción, “Monchi” procedió a extraer una bolsa plástica de una de las gavetas de su escritorio, la puso sobre él y me preguntó:

- Mayor, ¿sabe lo es esto?

- Eso... parece cocaína, le respondí.

- Exactamente eso es lo que es. Pruébela!... Pruébela! Me invitó.

Metí el dedo índice dentro del paquete para tomar un poquito de la sustancia semi-cristalina y me la llevé a la lengua.

- Esto está fuerte! le contesté enseguida, sintiendo que se me dormía la lengua.

- Sí, ya le hemos hecho un análisis y encontramos que tiene un alto grado de pureza.

- Y qué esperan que haga yo con esto? Yo no consumo ni me dedico a negociar con esa basura.

- No nos interprete mal mayor, es que su pariente, me dijo mirando a Eliécer, lo ha recomendado a Ud. como profesional serio y reservado, para que nos ayude a una investigación relacionada con esto... Podemos contar con Ud.?

Me explicaron que la investigación se encontraba estancada y que necesitaban un criterio independiente en cuanto al caso.

- Tienen por dónde comenzar? Les pregunté.

- Tenemos un hombre en el Aeropuerto Internacional de Tocumen. El lo sabe todo y es la única persona en quien podemos confiar.

El asunto me llenó de deseos de colaborar y decidí hacerles el oficio de “Sherlock Holmes”.

- Creo que puedo contar con un personal que tengo, son muy despiertos pero tendré que ponerlos al día y necesitaré algún equipo adicional.

- El que necesite! Respondió Monchi. Cuándo cree que podemos comenzar ?

Luego de ponernos de acuerdo con relación al equipo necesario, decidimos comenzar en unos tres días. Me puse al tanto de la investigación y me retiré al cuartel para organizarme y seleccionar el personal. Aunque no era nuestra especialidad investigar operaciones de narcotráfico, era mi deseo colaborar con Eliécer y ayudarlo a destapar la banda de traficantes lo antes posible. Y luego de poner en antecedentes a mi segundo al mando, capitán Serafín Achurra, elaboramos un plan que pusimos en marcha tres días después.

Aduanas sabia mas de lo que yo sospechaba-

Durante el transcurso de la investigación, jamás pensé que me iba encontrar con semejante sorpresa, que luego iba a ejercer influencia en mis decisiones futuras.

Comenzamos nuestra investigación observando a los pasajeros en busca del personaje que nos diera nuestro contacto de Aduanas, entre los que desembarcaban de los vuelos procedentes de Sur América.

Pasó una semana y el sospechoso no aparecía y cuando nuestro contacto no se encontraba, conseguíamos la lista de pasajeros en forma ilegal, porque cuando él se encontraba todo se nos facilitaba. Pasaron diez días y nada. Mi gente comenzaba a inquietarse y pensar que todo era una broma pesada, hasta que al anochecer del decimosegundo día, apareció el sospechoso.

Esa noche me llamaron de emergencia del cuartel a mi casa para informarme que el cabo Correa deseaba verme con urgencia. Localicé a Correa, quien procedió a darme el siguiente informe:

- Nuestro hombre de Aduanas me indicó al sospechoso y lo seguimos. Nos llamó la atención que el chofer del Tnte.Cnel. Omar Torrijos lo esperaba y lo ayudó a pasar Aduanas sin ser revisado, por órdenes del coronel. Lo seguimos hasta el Hotel El Continental y el chofer regresó más tarde con el Cnel. Torrijos. Los dos parecen tener mucha familiaridad...

Logramos establecer que el sospechoso se había registrado con el nombre de Jaramillo y aun cuando no tenía dudas de lo que Correa me decía, dudaba de que el Tnte.-Cnel.. Omar Torrijos, Secretario Ejecutivo de la Guardia Nacional de Panamá, pudiera estar envuelto en una operación de narcotráfico y pensé que pudieran estar utilizándolo por razones de su posición y rango.

Y a pesar de que había tenido mis encuentros desagradables con Torrijos, cuando siendo él mayor y yo capitán en la Zona Atlántica (Colón); en donde descubrimos un contrabando de Whisky escocés, el cual Torrijos “arregló” para que no se produjeran detenciones. Le perdí la confianza a mi superior y solicité mi traslado hacia Panamá Viejo.

Pero una cosa era el contrabando de licores y de cigarrillos que abundaba en la Costa Atlántica y otra muy diferente y peligrosa era el tráfico de drogas. El contrabando causaba daño a la economía y al fisco nacional, pero para mí, el contrabando de drogas era algo muy grave y ante mis dudas, pregunté a Correa:

- ¿Estás seguro de lo que estás hablando?

- Estamos seguros, Señor! Respondió Correa, implicando también a su compañero.

- Pero... ¿vieron Uds. el producto ?

- No señor. Nosotros nos guiamos por lo que nos dijo el hombre de Aduanas.

- Está bien, vamos a ver si nos las arreglamos para echarle un vistazo a la habitación del Sr. Jaramillo.

Como no teníamos ninguna autoridad para allanar la habitación, opté por localizar a un amigo que trabajaba en el hotel y logramos abrir la habitación, pero no encontramos nada. Aparentemente la cocaína, si existía, había sido ya entregada mientras nosotros tratábamos de buscar ayuda para abrir la habitación. Descuido que nos costó tiempo en recuperar y dos días más tarde, después de una gran fiesta en compañía de Torrijos y otros allegados, el hombre viajó hacia el Perú.

Aproximadamente una semana más tarde, apareció Jaramillo nuevamente. Esta vez, se encontraba de turno el Sgnto. Sánchez. Se observó el mismo procedimiento: lo esperaba el chofer del Tnte.-Cnel.. Torrijos en el auto oficial, lo pasó por Aduanas sin ser requisado y lo condujo al Hotel El Continental. Esta vez estaba preparado con mi contacto del hotel para que estuviera pendiente.

Sí, me dijo. El coronel anda por aquí, parece estar esperando a alguien.

Aprovechando que el sospechoso y el coronel fueron al bar de hotel luego de su registro, Sánchez subió a la habitación y luego me llamó por teléfono:

- Bingo, Señor ! Hay seis aparatos y varios pasaportes. Qué hago ahora ? (*)

Buen trabajo, Burro ! Le dije a Sánchez, como solía llamarlo. Espere mi llamada en unos minutos.

Traté por todos los medios posibles de localizar a Eliécer, pero todo fue en vano. Había salido fuera de la ciudad y se esperaba que estuviera de regreso al día siguiente temprano. Dejé recado de que lo vería temprano en su oficina y ordené a Sánchez de no hacer nada hasta que tuviéramos plena autorización, ya que estábamos actuando por cuenta de Aduanas.

- Ven temprano para ir a la oficina de Eliécer Alvarado, le ordené.

Nuestro personaje era alto y de personalidad imponente, afable y alegre. Tenía una conversación firme y segura. Hablaba con la seguridad de aquél que se siente protegido y que no tiene nada que esconder y muchas veces como el superior que le hablaba a su subalterno.

Debido a sus varios pasaportes, no sabíamos si su nacionalidad era ecuatoriana, peruana, boliviana o colombiana; pero por su acento inconfundible decidimos que era de origen colombiano “Paisa”, término que se utiliza en Colombia para distinguir a los naturales del Departamento de Antioquia, pero que en Panamá se aplicaba por igual a todos los colombianos.

Llegamos a establecer que la cocaína procedía de Perú y de Bolivia y que por lo general nuestro “Paisita” transportaba de cinco a siete kilos de “mercancía” por viaje. Descubrir un cargamento de ésta cantidad de droga durante aquella época, era hablar de un escándalo de grandes proporciones y Colombia entonces no era un importante productor de cocaína y la droga estaba llegando a Panamá impunemente con una conexión importante del engranaje oficial.

¿Qué hacer?. Sobre todo cuando teníamos solamente la misión de investigar, pero no la de producir arrestos, aunque a mí me hacía cosquillas el ánimo y todo el cuerpo por practicar un arresto y acabar con la banda de contrabandistas.

Al día siguiente a eso de las ocho y media de la mañana llegamos a la oficina de Eliécer, quien nos esperaba y de inmediato nos condujo a la oficina de Monchi Real a quien rendí el informe y quien me respondió lo siguiente:

- Exactamente mayor, hasta aquí hemos llegado nosotros ! Ud. está confirmando lo que ya sabemos, necesitábamos saberlo por una fuente independiente y nos damos cuenta que Ud. lo ha logrado.

Sus palabras me hicieron sentir incómodo y le respondí molesto:

- Uds. me han tomado por idiota! Saben que me encuentro investigando a un superior jerárquico y no puedo proceder a hacer un arresto a menos que Uds. lo autoricen o lo hagan. Deben aceptar la responsabilidad del caso y dar la orden de arresto.

Para esa época, yo no estaba muy ducho en la investigación del tráfico de drogas y no veía las implicaciones detrás de quienes pudieran estar apoyando a Torrijos, pero para esa época yo veía el caso como una acción e implicación directa de él.

- No se incomode mayor, por favor tenga paciencia! Dijo Monchi Real. No podemos precipitar las cosasy actuar como Ud. piensa. La cosas son más graves y complicadas de lo que Ud. se imagina. Vamos a hablar con el Presidente de la República para buscarle una solución al problema, mientras tanto necesitamos toda la mayor información y pruebas que se puedan aportar.

Le ruego que no se aparte de nosotros. Y las palabras del Jefe de Aduanas podían tener lógica, pues el Secretario Ejecutivo de la comandancia tenía alto poder y pudiera estar respaldado por alguno de sus superiores, o habría que hablar con el Presidente de la República para poner en antecedentes a los superiores de Torrijos, si era que este actuaba por su cuenta.

Dos embarques más y el patrón era el mismo: Aeropuerto de Tocumen con cortesía de Aduanas, el chofer de Torrijos esperando al “Paisita” para llevarlo al Hotel El Continental y por último, que el Secretario Ejecutivo de la Guardia Nacional recibía dinero del tal Jaramillo o como se llamase.

La pandilla de contrabandistas se encontraba tan segura y protegida, que no tenía la necesidad de hacer ningún cambio en el procedimiento de sus operaciones.

Durante esa época, había un grupo de oficiales y civiles satélites alrededor del Secretario Ejecutivo y que el público había bautizado con el nombre de “El Combo” y acostumbraban referirse a “Torrijo y su Combo”, (Torrijo sin la “s”) como la forma popular de remedar al famoso conjunto musical de Puerto Rico, “Cortijo y su Combo”, que estuvo de moda por varios años.

De modo que “El Combo”, acostumbraba reunirse con Jaramillo y hacer grandes “pachangas” (**) Y aunque no pudimos establece si habían otros oficiales que recibían dinero de jaramillo, sí pudimos establecer que dos de los civiles estaban involucrados directamente en las operaciones: el Sr. Tito Ramos y el Ing., Demetrio B. Lakas, el hombre que varios años más tarde iba a ser designado por Torrijos el “Presidente de Panamá”.

Con el surgimiento de varios disturbios callejeros, me vi obligado a retirar el personal asignado a la investigación, Eliécer salió de Aduanas para ocupar otro cargo, la investigación se diluyó y nunca se practicó ningún arresto.

¿Siempre viví con ese recuerdo en mi memoria y me he preguntado una y otra vez, por qué no se practicaron arrestos? ¿Sería que el coronelito que estaba destinado a ser el “hombre fuerte de Panamá”, era más poderoso de lo que yo podía imaginarme?

Y como son las cosas del destino, muchos años después en exilio, conocí personalmente en Miami, Estados Unidos, al tal Guillermo Jaramillo, que era su verdadero nombre y quien me confesó ser amigo de Torrijos sin decirme cual había sido su relación y sin yo decirle lo que sabía... Ya para esa fecha, Omar Torrijos era difunto y Noriega su heredero.

(*) - Aparato. Nombre popular con que algunos identifican a 1 Kg. de cocaína.

(**) - Pachangas. Grandes parrandas (Fiestas).

PANAMA... Veinte Años Después.

Reconocimiento

No soy un buen escritor y nunca me distinguí en las letras, por lo que no pretendo que éste libro sea un modelo literario. La veracidad de los hechos y el deseo natural de ser independiente y libre, sin temores ni ataduras, son los fundamentos que me inspiraron a escribir el presente libro.

Esto tiene que ser así, para el esclarecimiento de muchos conceptos equivocados o deliberadamente tergiversados de una parte de la historia de Panamá. Me mueve también el principio moral profesional de mi formación: El Honor es su Divisa, lema de mi Alma Mater de Venezuela, durante mis años de cadete de la Promoción Araure de 1954, a cuyos compañeros e instructores les debo el compromiso tácito de escribir éste libro.

Debo agradecerle a muchas personas que han querido colaborar conmigo aportando información o relatando hechos que ellos conocieron y/o vivieron, como es el caso de Jorge Antonio Rudy Vallarino, quien escribió un libro, dando a conocer sus experiencias en Panamá con el antiguo Departamento Nacional de Investigaciones (DENI) y su trabajo con la C.I.A. (Agencia Central de Inteligencia) de los Estados Unidos en el Istmo de Panamá, quien ayudó a apuntalar mi tesis con relación a lo acaecido durante los años 1964 y posteriores.

Cuando comencé a escribir y hacer mis investigaciones, invité a Rudy para que aportara conocimientos acerca de sus experiencias, pero entonces, no se encontraba en la mejor disposición para narrar nada de lo que sabía acerca de sus amigos de la Agencia Norteamericana y el compromiso con la dictadura panameña.

Su testimonio y su libro: Estampas de la Época, del cual poseo el borrador, ya que colaboré con él a escribirlo, el cual, nunca fue publicado en Panamá en su versión original, sin saber el por qué, pero que hubiesen ayudado a esclarecer varias de las incógnitas de la época que nunca se dieron a conocer, siendo de suma importancia y de gran sustento para el tema que aquí se trata.

Tengo una gran deuda de gratitud con el Profesor Francisco S. Céspedes (QEPD), un educador panameño que se retiró del Consejo Interamericano de la OEA (Organización de Estados Americanos) en Washington, D.C., que fue receptor de la Condecoración Andrés Bello de Venezuela, junto con otras Condecoraciones y Distinciones. El Profesor Céspedes fue quien revisó buena parte del borrador del inicio de éste libro, haciendo varias correcciones y aportando importantes informaciones históricas.

Grande también es mi deuda con el Profesor José González (QEPD), PhD., retirado de la Universidad de Pensilvania, quien a su vez, trabajó en Panamá con el Ejército de Estados Unidos en la Zona del Canal, regresando luego en función de su trabajo educacional, representando a la Universidad de Pensilvania con el Ministerio de Educación de Panamá. El Profesor González, me ayudó en la semántica y otras expresiones gramaticales.

Deseo también expresar mi gratitud a muchos panameños que han colaborado aportando información en forma desinteresada, para que éste libro sea una realidad, pero prefieren que sus nombres no sean revelados.

Debo expresar mi agradecimiento a todos aquellos que, en forma directa o indirecta, me apoyaron mediante acciones o actividades, como fueron mis hermanos y otras personas, cuyos nombres es imperativo preservar en razón su propia seguridad.

Cabe el honor de mencionar a los amigos desaparecidos, Andreas Pepsi Poschl, Oscar El Negro Taitt y el Guardia Nacional Andrés El Zorro García; por quienes elevo una Oración para que el Señor, que se encuentra en Las Alturas, los tenga en un sitio especial por su gallarda actitud, Tributo Póstumo del cual son merecedores.

Andreas Poschl, arriesgó su posición en la Policía de la Zona del Canal por prestar ayuda a sus amigos, el autor de éste libro y su esposa María Teresa Arango.

Oscar Taitt fue arrestado y confinado en la Isla Penal de Coiba junto con el Sargento 2º José Alfredo Atencio, sin ni siquiera conocerse el uno con el otro, vinculándolos a una supuesta conspiración contra la dictadura. Taitt fue golpeado salvajemente, padeciendo posteriormente convulsiones, producto de los golpes recibidos en la cabeza, afectándole el cerebro, muriendo finalmente como consecuencia de una de esas convulsiones, mientras que el Guardia Andrés García fue asesinado a mansalva en su propia casa, por el solo hecho manifestar que era mi amigo y que prefería retirarse de la institución armada.

Posteriormente, le otorgaron un ascenso póstumo de Cabo de la Guardia Nacional de Panamá, acto irónico para tratar de encubrir un caso grave.

Muchos otros también han sufrido y son del conocimiento público, sin embargo, muchos que han tenido que pasar por las duras experiencias de haber sido encarcelados, torturados o de haber perdido a un ser querido en manos de la terrible dictadura que azotó a Panamá, han permanecido en el anonimato. Pero como no todo ha estado a mi alcance para poder narrarlo, les hago llegar por este medio a todos ellos, mis palabras de sentimiento.

Cnel. (Ret) Amado Sanjur - Ex-Jefe de Estado Mayor

Antigua Guardia Nacional de Panamá - Alexandria, Virginia, Estados Unidos

Consideraciones

Al escribir sobre los acontecimientos que llevaron a Panamá a ser regida por una dictadura militar corrupta y despiadada por algo más de dos décadas, resultaría muy sencillo manifestar que tal régimen surgió meramente de un golpe de estado. Los hechos en mi opinión, van mucho más allá de los sucesos ocurridos en Octubre de 1968; razón por la cual hay que indagar un poco en la historia con relación a esos hechos y los antecedentes que llevaron a cierto grupo de los militares panameños a lanzarse a producir ese golpe de estado y ver los otros intereses concomitantes que los acompañaron o apoyaron durante este proceso; y el de por qué ellos mismos y buena parte de los sectores de la población panameña y otros intereses internacionales, se comportaron sin ninguna vocación democrática hasta llegado el momento en que dicha corrupción, la represión y la perversidad ya no se podían ocultar.

Tampoco se puede rehuir a la inevitable tarea de relatar cómo el Istmo Centroamericano se transformó de un solitario territorio de los aborígenes locales, para convertirse en un puente de tránsito obligado explotado por la corona española, sirviéndole de centro de comercio y expediciones para la conquista de otros territorios. El Istmo de Panamá fue desde entonces el Puente Entre dos Mares y de ahí en adelante lo seguirá siendo para el mundo.

No se pueden eludir las intrigas políticas de ciertas épocas. Una de ellas culminó con el asesinato del Presidente José Antonio Remón Cantera, en donde testigos del trágico crimen vieron en los alrededores del lugar a un joven oficial de la recién creada Guardia Nacional. Hechos que en opinión de algunos fueron parte del comportamiento del Instituto Armado y que se reflejaron en el golpe de estado de 1968 y de otros acontecimientos políticos.

Lo cierto es, que ese joven oficial se convierte en un tiempo relativamente corto, en el Amo y Señor de Panamá; quien mientras adquiere un poder sin límites, convierte al Istmo en un importante trampolín del narcotráfico internacional. El hombre logra consolidar todo el poder, gobernando con los conocidos comunistas, con la llamada oligarquía panameña y con la ayuda del Tío Sam, logrando establecer una extraña simbiosis nunca vista en la historia de esta pequeña república.

Si tratamos de explicar específicamente en quienes fuera de la Guardia Nacional, le ayudaron a consolidar tanto poder y por qué, resultaría en una tarea muy difícil... Tal pregunta ha repercutido con obstinación en mi memoria durante muchos años. Y aunque sabemos de la participación de ciertos intereses internacionales, el Autor considera que nos son suficiente prueba conclusiva.

El solo hecho de tener el dominio de la Fuerzas Armadas, a mi juicio, no era bastión suficiente para ostentar tal poder sin límites.

La intimidación, el terror oficialista, las concesiones económicas y políticas y todo tipo de manipulación pudieron haber sido barajas importantes en las manos del dictador; pero el Autor piensa que no fueron los únicos ases para lograr someter a todo el país y a sus mayores enemigos naturales. Pienso en algo mucho más poderoso en intrigante aún.

El hecho real es que Omar Torrijos termina de aliado con la llamada Oligarquía Criolla, que tradicionalmente había mantenido el control político y económico del país. En éste caso, al hablar de oligarquía, cabe señalar que existe la tendencia a confundirlos con los Rabiblancos, que aun cuando eran de la clase pudiente de Panamá, no todos eran oligarcas.

Al examinar todos éstos acontecimientos, es menester también incluir las experiencias personales del Autor, que son las que ocupan la mayor parte de éste libro y quien, en el intento de devolver al país por un carril democrático, fue encarcelado, humillado, degradado, confinado en las celdas más sucias de Panamá y acusado de ambiciones personales; pero escapó de ese confinamiento solitario para venir al exilio a denunciar el papel que Panamá ha jugado en el narcotráfico internacional.

Aun cuando resulta sumamente difícil para el Autor, demostrar en forma conclusiva todas las denuncias y los hechos, sin llegar en algunos casos a especulaciones y quizá nunca pueda llegarse a desenmascarar toda la verdad, pues el investigador que se lance a esa tarea se encontrará con muchas personas desaparecidas, muchas bocas cerradas y muchas informaciones cubiertas con un manto de apariencia verídica. Sin embargo, los acontecimientos que se desarrollaron al ocaso de la tiranía y que llevaron a los Estados Unidos de América a movilizar sus Fuerzas Armadas para destruir ese régimen de opresión y vicio, parecieran ser el corolario resultante de lo que éste libro trata de explicar.

Si bien es cierto que muchas personas y autores tratan de establecer un punto de separación entre Omar Torrijos y Manuel Antonio Noriega, como jugando un papel en eras diferentes, no es menos cierto que Noriega fue el verdadero sucesor y heredero de su jefe. Empero aún cuando Noriega llegó a encaramarse en la cumbre del poder, conjuntamente con todo el andamiaje y organización de espionaje y de poder, con que ayudó a su jefe, nunca pudo consolidar ese poder como Torrijos logró hacerlo.

No pienso que la falta de carisma y su apariencia física fuesen las únicas causas para no poder lograrlo, no obstante ser un líder mucho más intrigante y más sagaz que su jefe, a quién socorre precisamente cuando más lo necesitaba. Lo ayuda al control de los negocios de narcotráfico y se hace cargo de la represión y de la Seguridad del Estado.

Sin embargo, Noriega en primera fila, con el poder en sus manos y con la continuidad de las lucrativas operaciones ilegales, ante un país endeudado y convulso, se viene abajo; no porque los panameños lograsen echarlo del poder en sus fallidos intentos de libertad, sino por la inevitable intervención Norteamericana... Panamá y Noriega eran ya para los Estados Unidos, algo más que una piedra en el zapato.

Al hablar de la era de Noriega como una etapa diferente a la era de Torrijos, no es imputable a una equivocación, sino complicidad. Es más bien, la típica actitud que adaptan los pueblos víctimas de su propia hecatombe. Ejemplo histórico de aparente inocencia que se hace evidente en el pueblo alemán de la post-guerra. Lo que a Torrijos le sobró con la ayuda del Tío Sam y la complicidad oligarca y de los grupos de izquierda, a Noriega le faltó.

Y aunque estuviese en la nómina de la C.I.A., se quedó finalmente solo, con el poco apoyo de la Fuerzas Armadas y algunos grupos de izquierda que lo acompañaron. Y es muy probable que si Omar Torrijos hubiese llegado en vida a afrontar la pérdida de apoyo y pasar por las presiones económicas por las que pasó Noriega, hubiese tenido el mismo trágico final que sufrió su protegido, de haber adoptado la misma actitud.

Pero hay que entender, que Noriega luego de la firma de los Tratados Canaleros con una cláusula de intervención y de que Panamá sirviera como una gran fuente de lavado de dinero a grupos interesados internacionales, el Istmo ya no era de gran interés para esos grupos. Después de todo, ya Omar Torrijos había manifestado públicamente en la sede de la Organización de Estados Americanos, que ... Panamá queda bajo el Paraguas del Pentágono.

Sin embargo, el trauma psicológico de la culpabilidad en masa, revienta con Noriega, porque la maldad que a Torrijos no se le veía y que todos aplaudían, a Noriega se le notaba. Era quizás la oportunidad que los panameños y otros grupos encontraron para saltar la cerca de la complicidad y acomodarse para poder salvar su pellejo. Manuel Antonio Noriega había logrado consolidar toda la perversidad que pudiera reunirse en el Istmo de Panamá, pero...Con el derrumbe de la dictadura, se habría realmente disipado el mal?

Muchas publicaciones sobre Panamá y los acontecimientos alrededor del golpe de estado del 11 de Octubre de 1968 y de la dictadura resultante, han sido escritos con información de segunda y hasta tercera mano. Y en muchos de los casos, dictadas por los elementos que componían el régimen dictatorial.

El papel que nos tocó jugar a protagonistas de éste drama, en el cual salimos como perdedores los que realmente deseábamos una verdadera democracia para el país, como es el caso del Autor, representa el testimonio directo del centro de los acontecimientos durante el proceso del golpe de estado y de algunos de los años que siguieron.

Acontecimientos en los que un cuerpo armado con oficiales provenientes de diferentes orígenes familiares y de formación profesional, con un enfoque diverso en cuanto a su real misión institucional, sin ninguna fundamental doctrina nacional orientadora, actuaron de acuerdo a su formación básica, sus creencias partidistas o sus propios valores y experiencias.

Jamás un participante de la vorágine de los acontecimientos ha escrito algo que ayude a esclarecer el por qué del 11 de Octubre de 1968, sus éxitos, sus fracasos y las causas que lo llevaron a formar parte de tal o cual acción.

Después de todo, la historia de Panamá pareciera comenzar allí pues los grupos que se disputan la alternabilidad del poder en la actualidad, son las mismas ideas protagonistas de los acontecimientos del 11 de Octubre de 1968 y que parecieran llevar el país a una irreparable derrota, por lo que el Autor piensa que debiera existir un proceso de cambio y armonización por el cual el Istmo de Panamá se encamine por un sendero de progreso, de trabajo y de mejoramiento educacional, sanitario y económico, guiado por una ... generación política responsable como una tercera posición y una mejor alternativa para el país.

Este libro pretende eso, además de dar luz a varias incógnitas que no se han esclarecido y que aún permanecen sin publicar. Este libro es parte de la vida del Autor, en la cual se expone la forma como se desarrollaron los hechos que dieron por resultado el 11 de Octubre de 1968, de cómo los Estados Unidos alentaron la expulsión del coronel Boris Martínez en apoyo de Omar Torrijos y sus apetitos personales de poder para lograr sus propósitos políticos y económicos y de por qué el Tío Sam toleró crímenes y actividades evidentemente ilegales, adoptando una actitud de connivencia de mirar para el otro lado, sin importarle la suerte de los panameños que sufrían.

Esa actitud de see no evil (no veo maldad) y el apoyo que recibió la dictadura, llegando al extremo cinismo de emitir informes y firmar tratados, dándole al régimen panameño visos de legalidad en notorio sacrificio de la libertad del Pueblo Panameño y en clara violación a los principios que dieron origen a la gran Democracia del Norte; obligaron a los panameños a tener que sufrir por varios años más el encadenamiento dictatorial y que trajo por consecuencia que se profundizara la corrupción existente, con un efecto multiplicador que llegó hasta afectar al pueblo norteamericano por medio del tráfico de drogas y el lavado de dineros. Hechos que obligaron a los Estados Unidos a tomar la decisión posterior, de invadir a Panamá y destruir a su propia criatura.

La falta de apoyo y el vacío que encontramos los panameños que desde el exilio luchábamos por devolverle a Panamá una democracia, fue evidente y principalmente traumática por los que pensábamos que podíamos conseguir ayuda para la lucha desde éste país de la Democracia y la libertad; quien en lugar de ayuda, lo que hizo fue acusarnos e investigarnos por actividades terroristas en contra de la dictadura panameña que eran sus amigos y hasta fuimos intimidados con amenazas de deportación.

Aún así, el autor no pretende que este libro sea tomado como un texto Anti-Gringo pues el propósito es la denuncia de un período por el cual el país tuvo que pasar por severas penurias causadas por el apoyo dado a una dictadura para que un grupo minoritario internacional lograra sus propósitos; proceso en el cual quedaron envueltos varios gobiernos de la potencia del norte.

Tal fue la desilusión de los panameños, que muchos prefirieron abandonar la lucha y regresar al país a correr la suerte de aceptar la vida de sumisión, tomando una actitud, según el argot panameño de juega vivo o de navegar con bandera de tonto; que no eran más que actitudes populares para saber acomodarse a la corrupción y al terrorismo oficial y aprender también a mirar para el otro lado, para no ver lo malo y hasta aplaudirlo o de lo contrario correr la suerte de quedar confinados sufriendo torturas o persecuciones.

Otros menos moralistas, se dieron a la tarea de trabajar en labores de espionaje en favor de los opresores en perjuicio de los panameños que clamaban por justicia, desacreditando inclusive a los que trabajábamos por la libertad y en favor de ellos mismos.

Al escribir sobre mis experiencias en exilio, combatiendo el tráfico de drogas que afluía desde Panamá, debo mencionar que una mayoría de los oficiales de mayor rango eran partícipes de las ganancia del narcotráfico y pocos eran ajenos a tan sucio comercio y algunas de estas investigaciones se quedaron en los archivos. Irónicamente, varios de estos jefes se encuentran gozando de jugosos retiros pagados por el Estado.

Aun cuando la mayor parte de éste libro proviene de las experiencias propias del Autor, con relación a temas que no se han publicado o que algunos autores han distorsionado, contiene también citas de otros autores o publicaciones que ayudan a complementar este trabajo o para esclarecer algún concepto. Y como se trata de esclarecer algunas incógnitas, he decidido llamarlo:

Aun cuando el estimado lector pueda calificar el contenido de éste libro de aburrido en algunas ocasiones, acusativo en otras circunstancias, acaso vago en otras particularidades, espero que no dejará de ser interesante. Deseo que el lector pueda ilustrarse con relación a PANAMÁ... Veinte Años Después.

Introducción

Antes de las elecciones de Mayo de 1952, se reunían en Miami, Florida, un ciudadano cubano, un general mexicano, un piloto contrabandista norteamericano y una dama representante del Partido Liberal de Panamá, Doña Elvira Jované de Zayas. El candidato opositor a la presidencia del país, Don Roberto F. Chiari, sospechaba que aliados del candidato oficialista, Cnel. José Antonio Remón Cantera, pudieran estar preparando un fraude en las próximas elecciones.

Don Nino Chiari había recibido una oferta de ayuda en armas procedente del entonces Presidente de Costa Rica, Don José Figueres, enemigo de la expansión militarista que estaba teniendo lugar en toda la América Latina. Aparentemente, Figueres temía que Remón pudiese estar haciendo arreglos con el Gral. Marco Pérez Jiménez, dictador de Venezuela, con quien tenía problemas a menudo por darle albergue de asilo en Costa Rica a contrarios del régimen venezolano.

Las armas en referencia, se decía, serían utilizadas en Panamá para defender el triunfo en las elecciones y luego regresarían a su lugar de origen. Aunque cada uno de los participantes de la reunión tenía sus razones para estar allí, llamó la atención de la dama representante panameña, el motivo del piloto encargado de hacer el transporte de las armas en mención... El Piloto Lipstein refirió:

Yo soy contrabandista dijo. Hace ya algún tiempo, hice escala en una pista de aterrizaje de Panamá procedente de Sur América con un contrabando de oro. Remón, quien era entonces de la Policía y de acuerdo a lo previsto debía ofrecerme protección y reabastecerme de combustible, pero lo que hizo fue despojarme de mi cargamento y me envió a la cárcel, para dejarme posteriormente libre sin mi carga de oro... He jurado vengarme de él. (1)

Eventualmente, el plan del transporte de armas no se llevó a cabo, Remón fue elegido Presidente de Panamá y gobernó hasta el 2 de enero de 1955, cuando fue asesinado a tiros en el viejo Hipódromo de Juan Franco.

* * * * *

Antonio Murillo, palafrenero en las cuadras de caballos del hipódromo, y a quien se le daba la oportunidad de trabajar durante los fines de semana, luego de sus labores con los caballos, sirviendo bebidas en el bar del Jockey Club del Hipódromo, le refirió al Veterinario Panameño, Dr. Alexis Sinclair, lo siguiente:

El día 2 de Enero de 1955 era Domingo. Como de costumbre, luego de salir de los establos, me encontraba trabajando en la cantina del hipódromo. Recogí unos vasos que se habían acumulado en la mesa en donde el Presidente Remón se encontraba, con varios de sus amigos, celebrando el triunfo de una potranca y los llevé a la cocina...

...Estando en la cocina, escuché la detonación de unos cohetes... todos los que nos encontrábamos allí, pensamos que la celebración de la potrilla ganadora, era en grande por el sonido de los petardos; pero al escuchar gritos y lamentos de dolor, corrí hacia el palco en donde ellos se encontraban y al llegar a la puerta de salida de la cocina, me tropecé con un joven oficial que me apuntó con una sub-ametralladora Thompson y me obligó a meterme de regreso a la cocina... ese joven era Omar Torrijos.

Era muy difícil, sino imposible, que el Sub-Tnte. Torrijos, aun cuando se encontrase de servicio en las cercanías del viejo hipódromo, pudiese llegar de súbito al lugar de los hechos a cumplir con sus labores policiales. Además, cuando se encontraban en labores de patrullaje, los oficiales a cargo nunca portaban otra arma sino su pistola de reglamento; al menos que la Guardia Nacional se encontrase en situación de alerta y sus unidades acuarteladas. Sin embargo, eso no pareció ser el caso, asunto que fue también comentado por otras personas en esa época, no se sabe tampoco si el oficial Omar Torrijos se encontraba participando en labores de seguridad. (2)

- Por qué esto nunca fue investigado? No lo sabemos.

- Qué relación pudo existir entre la carrera meteórica de Omar Torrijos dentro de la Guardia Nacional? Tampoco lo sabemos.

El piloto Lipstein, encontrado sucio de fango y puesto bajo arresto durante algunos días, pero salió de Panamá sin ser indagado y Rubén Oscar Miró, un abogado militante del Partido Panameñista, fundado por el Dr. Arnulfo Arias, fue encausado por el crimen y salió absuelto en un juicio por jurados.

* * * * *

El 11 de Octubre de 1968, la Guardia Nacional de Panamá derroca al recién investido Presidente, Dr. Arnulfo Arias, quien se hacía cargo de la presidencia por tercera vez desde 1940. El golpe de estado parecía ser la culminación resultante de las confrontaciones entre el líder político y su facción, con la Fuerza Pública, desde que fuera derrocado por primera vez allá por 1941 y que conduciría esta vez a una dictadura militar.

El Tnte-Cnel. Omar Torrijos, quien había sido relevado de su posición y enviado a una especie de exilio a Centro América, se había puesto de acuerdo con el Mayor Boris Martínez para llevar a cabo dicha acción. Se nombra una Junta Provisional de Gobierno y se lanza una Proclama llamada Decálogo de la Revolución sin Dictadura y Libertad con Orden que es un documento de diez puntos en donde se resumen las gestiones que el nuevo gobierno promete cumplir al Pueblo Panameño. Boris Martínez surge como el líder del nuevo movimiento militarista revolucionario.

Pero la llamada Revolución no cumple desde un principio con los preceptos que ella misma se ha impuesto, convirtiéndose de hecho dicho Decálogo, en un documento sin valor y la Junta de Gobierno queda relegada a ejercer una función de marionetas, obligados firmar cualquier nombramiento o documento que se les presente en su escritorio.

El 14 de Diciembre de 1969, la Junta Provisional de Gobierno, compuesta por los Coroneles José M. Pinilla y Bolívar Urrutia, en un intento por hacer valer su mandato por el cual han sido investidos de tal responsabilidad, decide separar a Omar Torrijos de la comandancia de la Guardia Nacional, para despejar así el camino y poder cumplir con las promesas hechas al Pueblo Panameño, mediante el establecimiento de un gobierno civil que comenzaría a hacer los arreglos para celebrar elecciones a corto plazo.

La acción gubernamental fue apoyada por el Autor, siendo coronel Jefe de Estado Mayor de la Guardia Nacional, al igual que la alta oficialidad del cuerpo armado. Pero tal acción, que debió conducir el país por un carril democrático, fracasa cuando la oficialidad reniega de su compromiso con la democracia y se pasa a las filas dictatoriales de Torrijos, dando por consecuencia que se prolongara la dictadura hasta finales de 1989, cuando fue derrocada por la acción invasora de los Estados Unidos de América, veinte años después, destruyendo a las Fuerzas de Panamá y tomando preso a Manuel Antonio Noriega, sucesor de Omar Torrijos y quien había adquirido un gran poder después de la muerte de su protector.(3)

Restablecido Torrijos como comandante de la Guardia Nacional, nombró como presidente a un miembro de su combo, Demetrio B. Lakas, quien fuera uno de los que lo ayudó a regresar al poder.

El 2 de Enero de 1970, fecha de aniversario del asesinato del Presidente Remón Cantera, el cadáver de Rubén Oscar Miró, el abogado que fuera sindicado por el asesinato del Presidente Remón en 1955, es encontrado en las afueras de la Ciudad de Panamá, en las cercanías de la Población de Pacora, acribillado a tiros.

El nuevo crimen se convierte en un sonado caso, pero la dictadura empeñada en ocultar el hecho de sangre, le echa tierra al asunto, degradándolo a un caso sin solución, cuya investigación no conduce a nada... se esperaba que con el tiempo, todo pasaría a los sacos del olvido, aun cuando actualmente se hacen diligencias para investigar el caso.

Las autoridades civiles, sumisas y comprometidas con Omar Torrijos, quien ostenta el poder, no hacen ningún genuino esfuerzo por esclarecer el crimen y lo más patético del caso fueron las palabras del Procurador General de la Nación a familiares cercanas del occiso: ... resulta ser el caso de suicidio más extraño en la historia jurídica de Panamá.(4)

El cuerpo de Rubén Miró presentaba múltiples laceraciones en las manos, como si fuesen machacadas, al igual que golpes en todo el cuerpo. Pero sobre todo, presentaba múltiples agujeros de bala de diferentes calibres; calibres de las armas que poseía en dotación la Guardia Nacional, inclusive la nueva adición de calibre 9 mm de las sub-ametralladoras Uzi, adquiridas en Europa recientemente... Extraño caso de suicidio, sobre todo que ya Miró había sido víctima de un atentado de asesinato en años anteriores.

Omar Torrijos se convirtió a corto plazo en el amo y señor de Panamá y gobernó por muchos años sin oposición, utilizando todos los posibles recursos de terror oficial. Todo lo que se opusiera era objeto de represión, intimidación, exilio, despojo, abusos, inducción al vicio, desaparición o muerte; y aunque todos los altos jefes participaron en una u otra forma con esas actividades ilegales, el verdadero jefe de la organización criminal, por cuenta de Torrijos, lo fue Manuel Antonio Noriega, quien era su brazo derecho, al frente del Servicio de Inteligencia G-2 que se convirtió en un organismo de terror oficial y quien fungía por otro lado, participar como agente de la C.I.A. en Panamá.

- Qué lograba la dictadura, particularmente Omar Torrijos con el asesinato de Rubén O. Miró?

- Sería un hecho típico de venganza o se buscaba acallar a Rubén Miró por alguna otra razón?

- Estaría Rubén Miró extorsionando a Omar Torrijos y otros allegados a la dictadura por algo que Rubén sabía?

- Quiénes fuera de las Fuerzas Armadas Panameñas apoyaban a la dictadura y estaban interesados en que Omar Torrijos se sostuviera en el poder?

* * * * *

En Septiembre de 1981, Omar Torrijos muere al estrellarse su avión personal contra el Cerro Marta, cuando viajaba a visitar uno de sus proyectos favoritos en la Provincia de Coclé. A pesar de que se establece una lucha por el poder luego de su muerte, los negocios ilegales de narcotráfico, de lavado de dineros, tráfico de armas y otros, siguen sin interrupción e incluso aumentaron.

El Cnel. Florencio Flores, quien queda a cargo, se ve obligado a acogerse al retiro al ser forzado por sus compañeros Rubén D. Paredes, Manuel Antonio Noriega y Roberto Díaz Herrera; quienes pudieron llenarse de gloria, aprovechando el momento oportuno para declarar una apertura democrática, pero el poder los mareaba y Paredes aprovecha la ocasión para declararse jefe y ponerse los entorchados de General. Pero no se conforma con ello, sino que desea ser presidente de la nación y con la ayuda de Noriega se lanza a la búsqueda de su candidatura por el Partido Revolucionario Democrático (P.R.D.) que fundara su difunto jefe.

Pero Noriega le rescinde el apoyo, dejando sin efecto su palabra, convirtiendo las aspiraciones de Paredes en un hecho risible, conocido en Panamá como el salto sin paracaídas, dejando a Rubén Darío Paredes sin mando en la Guardia Nacional y sin candidatura para presidente, emergiendo Noriega como el único heredero de su difunto jefe y mentor por encima de las ambiciones de Roberto Díaz Herrera, quien se consideraba por su cuenta sucesor del mando, por ser pariente del difunto dictador.

Pero es Noriega quien espera coronar con glorias todos los años anteriores pasados en la sombra, al servicio de su antiguo jefe. Sin embargo, no todos los planes resultaron como Manuel Antonio esperaba, pues al pasar a primera fila se convierte en blanco fácil de los ataques de sus enemigos, con mayor vulnerabilidad aún, que su difunto protector; por lo que para lograr sostenerse en el poder, tiene que apelar al incremento de las prácticas de terrorismo oficial que lo convierten en un peor monstruo que su predecesor jefe.

El coronel Díaz Herrera por su cuenta, le hace la vida difícil y el asesinato del Dr. Hugo Spadafora, quien acusara a Noriega ante Omar Torrijos de traficante de drogas, adquiere características similares al asesinato de Rubén Oscar Miró.

* * * * *

- Qué relación guardaba el narcotráfico de los años anteriores con el tráfico floreciente durante los años de dictadura?

Resulta notable mencionar que durante la Administración de Remón se especuló mucho acerca del contrabando de cocaína que llevó la Primera Dama a Puerto Rico, diligencia que le valió el mote popular de Doña Coca y que el gobierno de esa isla acalló para evitarle al gobierno de Panamá un escándalo internacional, versión confirmada por un agente, ya retirado, que se encontraba en Puerto Rico en esa ocasión...

Nunca se supo si el contrabando al cual se refiriera el piloto Lipstein era en realidad de oro o bien pudiera referirse a otra cosa, pues para entonces se vislumbraba Panamá como un importante puente del narcotráfico internacional.

Sin embargo, para los observadores de la época, José A. Remón fue un buen presidente y su buen gobierno pudo ser debido a un arrepentimiento de sus malas acciones anteriores. Y respondiendo a sus críticos con ocasión de imputarle planes para perpetuarse en el poder, respondió con las siguientes palabras textuales: ... no es cierto que pretenda quedarme en la Presidencia de la República ni un día más del término de mi gobierno, ni aun cuando me lo pidan todos los panameños y todos los Partidos Políticos. Es necesario acabar con la especie que los militares cuando llegan al poder, no pretenden otra cosa que permanecer allí indefinidamente...

- Tendría Omar Torrijos y quienes le ayudaron y acompañaron, motivo para hacerle honor a estas palabras?

Lipstein, el piloto contrabandista aquél, que se creyó traicionado por Remón, apareció posteriormente muerto en circunstancias extrañas en México, y la vida en Panamá siguió su curso.

Muchos creíamos que con la intervención armada de los Estados Unidos, la tiranía conjuntamente con el narcotráfico iban a tener su fin y que en Panamá renacería una real democracia con la participación de sectores marginados, que no fuesen responsables por los mismos viejos problemas políticos y sociales de Panamá. Aparentemente la pesadilla no ha terminado aún...

(1)- Entrevista con Doña Elvira Jované de Zayas - Residencia de David, Provincia de Chiriquí.

(2)- Entrevista con el Dr., Alexis Sinclair - Aguadulce, Provincia de Coclé

(3) - Decálogo de la Revolución sin Dictadura y Libertad con Orden. - Documento que fue ocultado y desconocido o deliberadamente ignorado por muchos panameños y publicaciones.

(4)- Entrevista con el Lic., Enrique Rogers, yerno del Lic., Rubén Oscar Miró. Miami, Florida –USA

Primera Parte

Compendio Histórico - El Istmo Estratégico

La Ruta Más Corta-

En 1501, el navegante español Rodrigo de Bastidas, descubrió la costa norte de Panamá y en 1502, el Almirante Cristóbal Colón recorrió la misma costa norte, en su cuarto viaje a las nuevas tierras conquistadas. la adición de esta nueva tierra iba dar lugar a un nuevo gran descubrimiento que iba a ser importante para la navegación mundial.

Cuando el 1º de Septiembre de 1513, Vasco Núñez de Balboa, al servicio de la corona española, inicia otra empresa de titanes al atravesar las montañas de Panamá con rumbo al Sur, junto con sus buques y en compañía de indígenas locales, para encontrarse con un bello e inmenso mar que lo bautiza con el nombre de “Mar del Sur”, y se da cuenta de que Panamá no es más que una faja estrecha de tierra, un istmo, que se va a convertir desde entonces en un sendero, “un puente” para llegar al Mar del Sur.

Panamá desde entonces, viene a convertirse en una base para la conquista de nuevos territorios para la corona española, desde donde salió Pascual de Andagoya a la conquista de la costa Sur de Centro América y Francisco Pizarro hacia el Sur, para conquistar a los Incas en el Perú.

Las razones que empujaron a Cristóbal Colón a navegar hacia el Occidente en busca de una nueva ruta para llegar de Europa a la India, con la convicción de que la Tierra era redonda, se convirtió en el hallazgo de un “Nuevo Mundo”, que fue para la época como el despeje de una bruma en medio del Océano de conceptos equivocados.

Un mito que era imposible de entender por los navegantes costeros de entonces, sin atreverse a navegar más allá de una parte del horizonte por temor a caer en una enorme cascada. Años más tarde, con el navegante y cartógrafo florentino, Américo Vespucio, se supo que la inmensa y bella tierra descubierta, era en realidad un nuevo continente. Continente que fue posteriormente bautizado con su nombre: “América”.

Pero América quedaba atravesada cual monstruo marino que impedía el paso, entre Europa y El Asia en la mitad del mundo, limitando la navegación entre los dos continentes; pero con la conquista de nuevas tierras y el establecimiento de nuevas rutas marinas, se desvanecían las creencias de entonces de que la navegación marina terminaba en una abrupta y enorme cascada en el horizonte.

Es así, cuando otro superhombre del mar, el lusitano Hernandode Magallanes, quien con su hazaña de navegar alrededor del mundo, lograba establecer una vez más el concepto de que La Tierra era redonda, encontrando un difícil paso por el Estrecho que lleva su nombre, se encuentra con un bello, tranquilo en inmenso mar que bautiza con el nombre de “Océano Pacífico”.

Su viaje de circunnavegación marina lo hace famoso, al igual que el español Juan Sebastián El Cano en su camino hacia el Asia. Pero la vuelta al mundo por el cono Sur, para llegar a Asia, era una hazaña muy costosa y un viaje muy largo y peligroso, expuesto al bravo mar y a piratas y corsarios que surcaban los mares en busca de botines y hazañas guerreras.

Se hacía necesario entonces encontrar una ruta que fuese más corta y menos peligrosa, que permitiera a la navegación comercial la carga y entrega de productos con mayor seguridad y menos riesgos de pérdidas.

Es así que después de que Vasco Núñez de Balboa descubriera el paso por el Istmo, Panamá iba estar destinada a convertirse en esa ruta más segura, más corta y por lo tanto más rápida. Iba a ser “el paso”, el ‘puente entre dos mares’ como dieron por llamarle a este Istmo. Y los conquistadores españoles para defender ese “puente” o punto estratégico, construyeron fortificaciones al Norte y al Sur, pues a medida que se conquistaban nuevas tierras para la corona española.

Panamá crecía en importancia, pero así mismo se convertía en blanco de Piratas y Corsarios al servicio de otras naciones enemigas de la corona Española, que ya no podía abarcar y defender tantos territorios. Y Panamá se convertía así en la envidia de otras potencias mundiales, pues era la ruta más corta, en resumen, un punto estratégico que estaba dominado por los Españoles.

Y resultó un hecho notable que cuando Gonzalo Pizarro, hermano de Francisco, conquistador del Perú, se rebeló contra la corona española, ordenó la toma de las ciudades de Nombre de Dios al Norte y de Panamá al Sur del Istmo, para cubrir su retaguardia. Fue éste quizá uno de los primeros movimientos separatistas que registra la historia de América Hispana y cuya maniobra militar demostraba así la importancia estratégica del Istmo de Panamá para cualquier potencia en el mundo.

No fue por puro accidente que Carlos V, a dos años de descubierto el Mar del Sur, pensara que se podía abrir un canal interoceánico por el Istmo de Panamá. Su hijo, ordenó el estudio de una ruta viable por el Darién, Provincia cercana a la frontera con Colombia, cuyos estudios reposan en los Archivos de Indias; pero las mentes obtusas de la época lo convencieron de no continuar con los planes de abrir un canal para no despertar la codicia de los gobernantes de otras potencias rivales de España.

Hacia el año 1515, nos dice el Historiador panameño, E. J. Castillero, “…Panamá era un emporio de tráfico suramericano y había adquirido esplendor y opulencia.” Hasta el Siglo XVIII, éste punto estratégico, centro de exploraciones y de comercio, fue el blanco de Piratas, Corsarios, Bucaneros y Filibusteros en busca de riquezas y aventuras. La Historia nos cuenta que Henry Morgan, al servicio de la Corona Inglesa, saqueó a Panamá en 1571 y regresó al Norte con 600 prisioneros y 175 mulas cargadas de oro y otras riquezas producto del botín.

Los escoceses tuvieron también la ambición de controlar el Istmo de Panamá y enviaron a William Patterson, quien fundó al Banco de Inglaterra en la costa Norte en un lugar que llamó Puerto Escocés, para utilizar a Panamá como un punto estratégico entre los dos hemisferios. Sin embargo, tantos ataques y tanta codicia, conjuntamente con el decaimiento de su poderío, determinó que la corona Española relegara el Istmo al abandono y Panamá fue empobreciendo.

Con la rebelión de las colonias en medio de las luchas de liberación, España perdió a Panamá, que formando parte de la Nueva Granada, se unió a la Gran Colombia fundada por el Libertador Simón Bolívar el 28 de Noviembre de 1821.

Bolívar, Libertador y Visionario, cuyo pensamiento de hermandad Americana dio origen al Panamericanismo, viendo la importancia del Istmo, llamó a Panamá “Puente del mundo, corazón del universo...” y “Corinto de América”.

Fue en Panamá en donde se celebró el primer Congreso Panamericano en 1826, del cual proclamó Bolívar cuando dijo: “... cuando después de cien siglos, la posteridad de nuestras naciones busque el origen de nuestro Panamericanismo, revisará con orgullo los Protocolos del Istmo.”

Fue en Panamá en donde se organizó y se adiestró el Batallón del Istmo, que combatió en las Batallas de Junín, Matará y Ayacucho, para sellar la independencia de la Gran Colombia y de las naciones que suelen llamarse hoy Bolivarianas: Venezuela, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Bolivia.

Movimientos Separatistas de Colombia-

Con el descalabro de la Gran Colombia, separándose en varios países, el Istmo de Panamá permaneció como un Territorio de Colombia, convertida en una región tropical, malsana, llena de bosques húmedos y de enfermedades, pero sus habitantes querían su libertad y ser dueños de su propio destino y es así, como en 1830 se produce el primer movimiento separatista, posteriormente en 1831, luego en 1840 y más tarde en 1850.

Y aun cuando seguía siendo un puente, no era muy explotado, salvo durante la fiebre el oro en California, que Panamá se convertía en la ruta más rápida entre la costa Este de los Estados Unidos y la costa Oeste, ya que cruzar el continente era un era un gran peligro por la luchas contra bandas de Indios armados.

Durante la Administración del Presidente Andrew Jackson, los Estados Unidos comisionó al coronel Charles Biddle para obtener por parte de Colombia, los derechos para la apertura de un canal interoceánico por Panamá. El Cnel., Biddle logró la concesión, pero desafortunadamente murió en un naufragio y el proyecto no prosperó. Más tarde, siendo Gobernador de Panamá el Gral., Tomás Herrera, se reanudó la navegación por Panamá.

En 1846, se celebró entre los Estados Unidos y Colombia un Tratado de Paz y de Comercio, por el cual los Estados Unidos se comprometían a garantizar la neutralidad y mantener el libre tránsito por el Istmo.

Los Estados Unidos aseguraban así, su influencia sobre “el puente”, que se reconfirmó con el Tratado Clayton-Buweler con Gran Bretaña, por el cual los Ingleses se comprometieron a no construir un canal por Centro América y ese mismo año, 1846, se firmó en Santa Fe de Bogotá el Contrato Stephan-Paredes para la construcción de un ferrocarril por Panamá.

En 1882, el Conde francés Ferdinand De Lesseps, quien ganó fama por abrir el Canal de Suez y conectar el Mar Mediterráneo con el Mar rojo facilitando así una ruta de navegación con el Asia, comenzó los trabajos de excavación del Canal de Panamá en virtud de acuerdo con Colombia.

Pero los deshonestos manejos de sus subalternos y las enfermedades locales, trajeron por consecuencia la quiebra de la empresa provocando la paralización de las obras, lo que produjo un escándalo de grandes proporciones que le dio mala fama a Panamá y lo que posteriormente se llamó el “Canal Francés,” quedó asociado con la mala fama de Panamá.

La nueva empresa que se hizo cargo, no tuvo el capital suficiente para continuar la obra. Por extraña razón, Panamá tenía que pasar por fatídicas experiencias antes de ver coronada su ambición de poder lograr la construcción de un canal por el Istmo.

Con la aprobación del Congreso, el Presidente de los Estados Unidos William Mckinley, nombró una comisión presidida por el contra-almirante John Walker para estudiar la ruta de un canal interoceánico por Centro América en 1899 y posteriormente con Theodore Roosevelt, quien sucedió a Mckinley, la comisión recomendó por unanimidad, la ruta por el Istmo de Panamá y no la otra rival por Nicaragua.

Colombia se encontraba entonces en una lucha fratricida, conflicto que empujaba a los Panameños en su afán separatista y que impide a los colombianos por entero, darle mayor atención a Panamá. Sin embargo, nos dice el historiador norteamericano David McCullough en su minucioso libro “The Path Between the Seas” (Sendero entre los Mares), “...

La labor del Dr. Carlos Martínez Silva, representante del gobierno colombiano en Washington con ese fin, logró en favor del Istmo, que se construyera el canal por Panamá.

Separación de Colombia - Los Tratados sobre El Canal.

Luego de adquiridos los derechos sobre el Canal Francés por los Estados Unidos, el nuevo tratado es rechazado por abrumadora mayoría en el Senado de Colombia en 1903, rechazo que llenó la copa de la tolerancia de los panameños, quienes esperaban que con la aprobación del nuevo tratado, Panamá tuvieran una ola de progreso, de trabajo y de esperanza para su población.

De modo pues, que el movimiento separatista no se hizo esperar y de inmediato se hicieron arreglos “...por si estallaba una revolución”, el gobierno norteamericano interviniera en virtud del tratado suscrito en 1846, que garantizaba por parte de los Estados Unidos, la neutralidad y el libre paso.

El 3 de Noviembre de 1903, estalla el movimiento y el Ayuntamiento de la Ciudad de Panamá, en plena ebullición, emitió un “Acta de voluntad del Pueblo de Panamá de ser libre e independiente y soberano sin estar subordinado a Colombia ni a ningún otro país...” y se crea un gobierno provisional.

Pero aun cuando el gobierno de Colombia no se cruza de brazos y trata de negociar con los panameños, en las conversaciones que se llevaron a cabo a bordo del buque norteamericano Mayflower, Panamá y Colombia no lograron llegar a ningún acuerdo; a pesar de las concesiones que ofreció Colombia para que Panamá regresara a seguir siendo parte colombiana. Los istmeños de entonces, viéndose liberados de Colombia, cantaron una copla que se hizo popular, en donde se reflejaban sus sentimientos:

La teta, la teta,

la teta de Panamá,

la lloran, la lloran,

la lloran en Bogotá... (1)

Una vez instalado el nuevo gobierno de Panamá, nombra a Philip Bunau Varilla, un ingeniero del canal francés, como Ministro Plenipotenciario ante Washington, quien de acuerdo a los historiadores “... se precipita a firmar con los Estados Unidos, un tratado para la construcción del canal, en condiciones más desventajosas que el tratado que fuera rechazado por el Senado de Colombia...”

Según el criterio de muchos, era obvio que el Embajador Plenipotenciario no fue fiel al nuevo país que lo aceptó como insigne hijo y lo distinguiera con tal alto cargo y leasignara tan grave responsabilidad de poner en sus manos el destino de la nueva República. Y a pesar de las insistentes gestiones posteriores que hicieron los panameños para renegociar con los Estados Unidos un tratado más justo y en mejores condiciones, todo fue en vano.

Sin embargo, calificar a los Próceres, Libertadores de la época, como ‘vende-patrias’, según algunas publicaciones de escritores nacionalistas de entonces, es tal vez injusto. Los Próceres de Panamá fueron hombres probos y maduros, insignes ciudadanos que hicieron lo posible por darle a los panameños un país, una nación. El encontrarse en primera fila y aceptar la responsabilidad de llevar las riendas de la incipiente nación, iba a ser un sacrificio y un alto riesgo de honorabilidad que iba a pesar sobre éstos hombres a lo largo de la historia.

Lo importante era que conociendo el proceso de la historia y teniendo todas las experiencias sucedidas desde 1903 hasta 1977, otro gobierno no legítimo, pudiera repetir la acción de vender la soberanía patria, sobre todo valiéndose de una engañosa campaña nacionalista tomando ventaja de su propio pueblo, firmando un tratado de supuesta “liberación” con una cláusula intervencionista, que será discutida más adelante.

A poco más de cuatro siglos, de que Vasco Núñez de Balboa descubriera el “Mar del Sur”, hoy Océano Pacífico, el 15 de Agosto de 1914 se inauguró el Canal de Panamá con el cruce del Vapor Ancón en el que viajaban el Presidente Belisario Porras de Panamá, el Gral. Goethals, Gobernador de la Zona del Canal y altos oficiales y personalidades civiles y militares.

El Vapor Ancón negoció el paso desde el Puerto de Cristóbal al Norte hasta Balboa al sur en un aproximado de nueve horas. La fecha coincidió con la fundación de Panamá por Pedro Arias Dávila en 1515 y desde 1914, la navegación internacional quedó abierta para el mundo.

El Canal Interoceánico - El Fundamento de Intervención-

Luego de comenzados los trabajos del canal, la importancia de la obra estratégica se demostraba con la presencia del Presidente de los Estados Unidos, Cnel., Theodore Roosevelt, quien viajó a Panamá para ver en persona el progreso de las obras en 1906.

La “big ditch”, esa enorme zanja, era de mucha importancia para la navegación del mundo; pero tal navegación en poder de la potencia que la controlara, significaba poder mundial y eso era lo que el coronel Roosevelt veía y de ahí que la lanzara la famosa expresión de “I took Panama” -Me tomé a Panamá- y la política del garrote (the big stick) que imperaba entonces, conjuntamente con un tratado lleno de controles, lazos y amarres, redujeron al nuevo país a, prácticamente, una dependencia del canal.

Y aun cuando es injusto decir que los panameños no prosperaron ni se beneficiaron del canal con la presencia norteamericana, quedaron aparentemente sujetos a nunca más ser dueños de su propio destino. Y si durante la época de la colonia española se dependía del Paso de la Cruces para a travesar el Istmo y posteriormente del ferrocarril, el destino ahora de los panameños parecía ser dependencia exclusiva del canal.

Como era de esperarse y siguiendo el ejemplo de los colonizadores españoles, la Zona del Canal se convirtió en una enorme base militar que le serviría de protección a la obra estratégica. Para ello, se construyeron fuertes militares que eran modificados en su estructura de organización y equipo, instalaciones y personal, de acuerdo a las condiciones imperantes. Igualmente, los colonizadores españoles habían construido fortificaciones al Norte y al Sur, que le sirvieron en ese momento.

Pero defender el canal interoceánico era una labor mucho más sofisticada aún, particularmente en tiempos de guerra pues se hacía necesario darle protección en profundidad, por lo que la Zona del Canal, que incluía cinco millas a cada lado de la zanja canalera, no eran suficiente terreno para esa necesaria seguridad y sobre todo, cuando casi después de terminado el canal, una gran conflicto internacional se avecinaba, la I Guerra Mundial.

Y es que el canal, como todo objetivo inmóvil, es unblanco fácil; por lo que era necesario por parte de los norteamericanos establecer el principio de la intervención y en tal sentido, la Constitución de Panamá de 1904, garantizó ese fundamento en el Artículo 136, al igual que la cláusula inscrita en el Tratado Hay-Bunau Varilla y que quedaría igualmente inscrita en el tratado Torrijos-Carter firmado en Washington, llamada “Cláusula de DeConcini”.

Fundamento de intervención que se introdujo sin casi publicidad al Pueblo Panameño, para celebrar el Plebiscito al escaso tiempo de 60 horas de su firma. Y luego de ser firmado en Washington en la Sede de la OEA (Organización de Estados Americanos), el dictador Torrijos declaró que “... Panamá queda bajo el Paraguas del Pentágono” en público conocimiento de lo que estaba firmando.

Esto significa, que se firmó un tratado con el conocimiento de que los Estados Unidos de América puede entrar a Panamá cuando lo estimen necesario, con la autorización o no de la autoridades panameñas, manteniendo a perpetuidad el fundamento de intervención.

Nacionalismo Demagogo-

Es muy importante señalar aquí, que el fundamento de la intervención ha sido la principal causa de conflicto entre Panamá y los Estados Unidos, ya que el llamado “gobierno revolucionario” le dio un gran despliegue propagandista al hecho de que no iba a firmar ningún tratado que fuese a incluir ninguna causa de conflicto y que tanto la intervención como la presencia de tropas norteamericanas eran las causa fundamentales que lesionaban la soberanía nacional.

En su importante libro “Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente y al funcionamiento del Canal de Panamá”, el Dr. Julio Linares, eminente jurista panameño, discute le dudosa capacidad de Omar Torrijos para firmar y ratificar por parte de Panamá los Tratados Torrijos-Carter.

El Dr. Linares denuncia una serie de irregularidades (algunas de ellas son discutidas más adelante en éste libro) y hace un extenso análisis de quien envió Panamá a estampar su firma, aceptando dicha cláusula y dejando al país convertido de hecho en un Protectorado.

Es inevitable entonces, como lo fue en el pasado y lo seguirá siendo en el futuro, que con la excusa de la defensa del canal, los Estados Unidos ocupe parte del territorio de ”La República”, como podemos revisar en la historia, como lo fue la ocupación de la Provincia de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica en 1918.

Ese mismo año, el gobierno de la Zona del Canal notificó al gobierno de Panamá, que en virtud del tratado existente, ocuparía la Isla de Taboga para convertirla en una fortificación militar para la defensa del canal.

Era lógico, de acuerdo a los principios de estrategia militar, que la Isla de Taboga quedase incluida dentro de la defensa del canal, por cuanto que se encuentra localizada en la boca Sur de la vía interoceánica y lo que es inexplicable es el por qué no se incluyó en el Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903. Por lo que tales actitudes imperialistas producían incidentes sentimentales en el ánimo de los panameños, los cuales sentían lesionada su soberanía.

“Siendo incapaz el gobierno de Panamá, de contener una manifestación masiva en 1925, en donde el pueblo protestaba por el alza inmoderada de los alquileres, solicitó al gobierno de la Zona del Canal, el envío de tropas para mantener el orden y la paz”.

Pero tales incidentes, unidos a otros sensitivos, como lo eran las prácticas discriminatorias de que eran objeto los nacionales en territorios del canal, por los cuales los panameños se sentían ofendidos y relegados a ciudadanos de segunda categoría en su propia patria, fueron convirtiéndose en una bomba de tiempo.

Fue muy obvio que los Estados Unidos nunca trató en serio de conquistar el corazón de los panameños para convertir al Istmo en un territorio “Yankee”, como fue evidente en Hawái porque su mayor interés era el canal y se atrincheraron allí, convirtiéndose en realidad en una “ocupación militar”.

Existe entonces una gran diferencia en cuanto a la colonización de aquella región insular, que fue llevada a la práctica por humanistas mientras que en Panamá se convirtió en un enclave colonial, por lo que los panameños veían en la Zona del Canal como otra nación entronizada en el corazón del país, dividiéndolo en dos partes.

Esa “otra nación”, tenía sus propias leyes y jueces, su propia policía, su ejército, sus propios regulaciones y eran inmensamente ricos; y por añadidura, los panameños eran discriminados, teniendo que vivir empobrecidos con múltiples lacras sociales, de las cuales los “Zoneítas” no deseaban participar ni ejercitar ninguna acción para ayudar a corregirlas.

Los panameños abrigaban entonces, sentimientos de admiración, de envidia y de celos hacia los habitantes de la Zona, por lo que no podían alcanzar. Sin embargo, esos sentimientos negativos desaparecían por momentos y cuando habían acciones independientes de alguna alma caritativa que se acercaba a los panameños para hacer alguna buena obra, era calificada de “gringos buenos”, pero cuando un gringo hacía alguna mala acción, todos los gringos “eran malos”.

Un gran ejemplo de aprecio o de popularidad quedó demostrado durante la reunión de presidentes del hemisferio en Panamá en 1956, cuando el Pueblo Panameño en pleno, se lanzó a las calles de la Ciudad a vitorear al Presidente de los Estados Unidos, Gral. Eisenhower, demostrando así, que los panameños no eran anti-norteamericanos, sino “anti-gringos malos”.

Primer Golpe de Estado-

No debemos olvidar las intrigas internas políticas que ayudaron también a moldear los sentimientos y las corrientes públicas de gobierno y que por lógica influyeron en varias etapas de la historia del país.

El 2 de Enero de 1931, se produce el primer golpe de estado de la era republicana de Panamá, al ser derrocado el Presidente Florencio Harmodio Arosemena, quien fuera elegido por votación popular. El suceso, aun cuando tuviera su origen en razones de justicia social, no deja de ser el primer acto ilegal en contra de un presidente constitucional, con las funestas consecuencias políticas en la historia del país.

Y el grupo revolucionario “Acción Comunal” a pesar de su gran popularidad, pasaría a la historia del Istmo como el primero en asumir una actitud golpista para resolver los problemas políticos. Durante esa época, el mundo sufría una aguda crisis económica y el ‘crash’ afectaba duramente a Panamá, debido a que su economía dependía de sus relaciones con el extranjero.

La corriente revolucionaria de 1931, trajo algunos cambios de tipo nacionalista. Por lo que en Octubre de 1933, en una declaración conjunta de los gobiernos de los Estados Unidos y de Panamá, se establece que “... los Estados Unidos reconoce que la República de Panamá tiene derecho, como nación soberana, a aprovechar las ventajas comerciales inherentes a su posición geográfica hasta donde puede hacerlo sin estorbar el mantenimiento, funcionamiento, saneamiento y protección del Canal de Panamá...” en donde por lógica, la “protección del canal” se refería a su seguridad, a su defensa, cuya defensa debía ser en profundidad.

En 1936, se eliminó del Tratado Hay-Bunau Varilla, la cláusula de intervención de los asuntos internos de la república. Sin embargo, los Estados Unidos reafirma su derecho exclusivo de defender el canal de cualquier agresión o peligro.

Otros Movimientos Políticos-

En 1940, fue declarado ganador de los comicios electorales el Dr. Arnulfo Arias, quien fuera líder de Acción Comunal, al retirarse de la contienda política el Dr. R. J. Alfaro, por considerar que el proceso estaba viciado; lo que dejó a Arias solo en la contienda y ganó las elecciones sin ninguna oposición. Una ola de esperanza llenó el corazón de sus seguidores, influenciados por las nuevas ideas que traía su líder recién llegado de Alemania.

Se llevó a cabo un plebiscito para modificar la Constitución Nacional de 1904 y el 2 de enero de 1941, fecha que coincidía con el aniversario del primer golpe de estado, se promulgó la nueva constitución “... en medio de una apoteósica ceremonia”.

Pero los grandes planes de reforma anunciado por el nuevo mandatario, no fueron del todo populares y las nuevas medidas que se introdujeron, “... causaron unmalestar creciente que se sintió en todas las clases sociales” nos dicen los historiadores, y por otro lado, la política exterior del gobierno, sobre todo en lo que se refería a las relaciones poco amistosas con los Estados Unidos, tampoco merecía apoyo público, en los momento en que existía un gran conflicto internacional en Europa.

El 7 de Octubre de 1941, el Presidente Arias se ausentó del país sin autorización legal hacia Cuba, “... detrás de unas faldas” según versiones populares de la época. Momento que es aprovechado por elementos opositores para preparar un golpe de estado y el 9 de Octubre se produce el cambio, que fue apoyado por todos los poderes del estado, todos los partidos políticos y simpatizantes en el extranjero.

Por alguna razón, se siguieron todos los pasos, para legalizar el golpe, que se siguió Acción Comunal en 1931, diez años después. “... la loca carrera que llevaba el país al fracaso y la pérdida de reputación como nación de rectos principios...” nos dice el historiador panameño, E. J. Castillero, fueron algunos de los argumentos que se utilizaron para el derrocamiento de Arias. Por extraña coincidencia, fue la reputación del Presidente Florencio Harmodio Arosemena, lo que empujó al grupo de Acción Comunal a dar el primer golpe de estado el 2 de enero de 1931.

El 2 de Enero se convertía en fecha fatídica para el país.

Para el razonamiento de algunos prohombres de la época, el golpe de estado contra Arias en 1941, fue alentado por las autoridades de la Zona del Canal, según el comentario de algunos, que manifestaron que el poco interés que tenía el Dr. Arias en mejorar las relaciones con los Estados Unidos, por causa de “... las ideas pro-nazistas del líder de Acción Comunal”, según el comentario de algunos de los entrevistados.

Muchos fueron los comentarios de que en las montañas de la Provincia de Chiriquí, un grupo de Suizos que buscaron refugio en Panamá, fueron sacrificados (2) y también el hecho de que los techos de las casas de la Ciudad de Panamá, fueron por decreto gubernamental, obligadas a ser pintadas de rojo, para diferenciarlas de los de la Zona del Canal, en caso de un ataque aéreo por fuerzas del eje. Lo cierto era, que los norteamericanos, celosos de la seguridad del canal y de la navegación mundial, no iban a estar dispuestos a tener como vecino a un régimen hostil y harían su cuota parte para neutralizarlo.

Con el ataque japonés por sorpresa contra la flota norteamericana surta en Puerto de Pearl Harbor, Hawái, se desata pon entero la II Guerra Mundial. Panamá solidaria con los Estados Unidos, le declara la guerra al Eje, grupo de naciones bajo el liderazgo de Alemania nazi, gobernada por Adolfo Hitler, Italia fascista regida por Benito Mussolini y Japón bajo el mando del Emperador Hirohito.

Y con el desarrollo de nuevas armas, submarinos y poderosos aviones, el canal se hacía más vulnerable al ataque enemigo; por lo que Panamá y los Estados Unidos llegaron al acuerdo de celebrar un Tratado de Bases, que permitiera a los norteamericanos construir fortificaciones y el emplazamiento de tropas y equipos en diferentes localizaciones del país, para la defensa en profundidad de la vía interoceánica.

En tal sentido se emplazaron armas y hombres a lo largo y ancho del país. Hacia el Sur, en el Archipiélago de las Perlas, se construyeron pistas de aterrizaje y se emplazaron armas, tropas y puntos de observación, igualmente hacia el Norte, Este, Oeste y centro del país. En varios lugares se construyeron muelles que fueron utilizados por la Fuerzas Navales y más al Norte aún, dominando el Paso de los Vientos, en un complejo militar, se encontraba la Base Naval de Guantánamo en Cuba.

Y con esto, se reunía el cuadro de defensa en profundidad. Era obvio que solamente una poderosa potencia mundial, estuviese en la capacidad de ofrecerle protección al canal, como lo podían hacer Los Estados Unidos de América.

Panamá No Aprovecha las Instalaciones y Equipo

Terminada la II Guerra Mundial con la victoria de las democracias, las bases militares y emplazamientos son devueltos a posesión de Panamá. Una enorme cantidad de equipos, materiales, vehículos, instalaciones, puertos y pistas de aterrizaje son devueltos al cuidado de Panamá y de los panameños. Pero Panamá no estaba preparada para recibir y aprovechar juiciosamente tal volumen de instalaciones y materiales.

No existieron planes para su aprovechamiento y por consecuencia muchas de esas instalaciones se perdieron por deterioro o vandalismo. Un ejemplo claro lo fue el Puerto de Mandinga que fue pasto de las llamas por lo vándalos. Mandinga poseía un gran muelle en aguas profundas, con una pista de aterrizaje que pudieron ser aprovechados para el desarrollo del turismo en gran escala, con un buen planeamiento.

Con la entrega al país de pistas de aterrizaje en diferentes sitios, sin ninguna utilización seria y sin ninguna capacidad para su seguridad, Panamá iba a ser presa fácil de los modernos piratas y contrabandistas, pues la pobre capacidad de la Policía Nacional y los organismos de seguridad del estado, no podían igualarse a los equipos actualizados de los contrabandistas de la época, contra una nación sin Fuerza Aérea, ni Armada, y sin Servicio de Guardacostas; por lo que iba a tener que depender de la información que pudieran darle los servicios de inteligencia de la Zona del Canal.

Situación que lesionaba lo que pudiera llamarse Fuerza Pública, pues toda pista de aterrizaje y rada sin vigilancia, era una tentación para los modernos contrabandistas, con aviones y lanchas poderosos...Lipstein, el piloto aquel de la época de Remón, no era ninguna excepción. Panamá seguía siendo el puente de paso obligado, pero los contrabandistas en mención, no siempre actuaban solos y necesitaban del concurso de las autoridades para llevar a cabo sus jugosas operaciones ilegales.

Regresa Arnulfo Arias

En 1949, luego de algunas refriegas de tipo político, el comandante de la Policía Nacional de Panamá, Cnel. José Antonio Remón, quien más tarde fuera Presidente de la República, impuso en la presidencia al Dr. Arnulfo Arias, asumiendo que Arias había ganando las elecciones pasadas. Posteriormente en 1951, existiendo diferencias entre Arias y el Poder Legislativo, Arias disolvió la Asamblea Nacional, decretó la anulación de La Constitución vigente y en su reemplazo impuso la Constitución de 1941, que fuera aprobada durante su primer mandato.

En una acción legal legislativa, la Asamblea destituyó a Arias y llamó al Primer Vice-Presidente, Don Alcibíades Arosemena, para hacerse cargo del poder; pero Arias se negó a abandonar el Palacio. Sin embargo, la fuerza de la opinión pública declarada en graves disturbios populares contra él, unida a la orden de desalojo de la Corte Suprema de Justicia, obligaron al comandante Remón a cumplir la orden de desalojo.

Remón envió un pequeño grupo negociador, pero Arias se negó rotundamente a abandonar la presidencia, con el trágico suceso de que uno de los negociadores de la Fuerza Pública, perdió la vida, según se dice en manos del propio presidente; por lo que en una acción sangrienta, Arias fue desalojado de Palacio, puesto preso acusado de rebeldía y enjuiciado por la Asamblea Nacional que se constituyó en Tribunal de Justicia, negándole de por vida sus derechos políticos.

Arias, con sus seguidores, consideraron que la acción de la Fuerza Pública que cumplía una Orden de Impugnación por parte de dos poderes del estado, era un acto de traición por parte de Remón y calificaron la Orden de Impugnación como un “golpe de estado” y el asunto, produjo una rivalidad malsana de por vida, entre el líder político y la Fuerza Pública, que se iba a reflejar más tarde en las acciones que se llevaron a cabo durante las elecciones de 1968 y el golpe de estado que iba a conducir a una dictadura militar corrupta y despiadada.

Panamá, La Guardia Nacional, La CIA y El Grupo 470 de Inteligencia del Ejército.

Una tarde de Septiembre de 1964, nos relata Jorge A. “Rudy” Vallarino (3), un grupo de hombres de la C.I.A. (Central Intelligence Agency) de los Estados Unidos, se reúne en Balboa, Zona del Canal, para hacer una evaluación de la oficialidad de la Guardia Nacional de Panamá.

Algunos de éstos hombres vinieron desde el Norte para hacer un trabajo que en términos castrenses se llama “Orden de Batalla”, que no es más que una información pormenorizada de cada oficial de una fuerza amiga o enemiga, ya sea en la posición de comando o de servicios; para de acuerdo con esa información hacer los planes de acercamiento amistoso, aliado o de enemigo. Rudy, quien no da nombre de los participantes y que funge como asesor el grupo por parte de Panamá, recibe órdenes de acercarse al capitán Amado Sanjur, quien era comandante del Destacamento de Panamá Viejo, y “cultivar su amistad” como un posible futuro comandante de la Guardia Nacional.

Muy pronto, Amado Sanjur sin saberlo, era enviado a hacer cursos en la Escuela de las Américas como una de las medidas para ser preparado y convertirse así en una especie de “Golden Boy” de los Gringos, cuyo destino podía ser determinado por terceros, sin siquiera Sanjur, tener conocimiento. Y es así, como entre ellos, Sanjur quedó identificado con el nombre de “El Estudiante”.

A ésta fecha, el Autor era capitán comandante de unidad, pero antes de esto, fue enviado siendo teniente en el Servicio de Armamento a cursar estudios de Comando y Plana Mayor en 1961 y pasó el curso que estaba diseñado para Mayores y Tenientes Coroneles con buenas calificaciones, lo que le valió los méritos de ser ascendido a Capitán y ser enviado a Colón como Segundo Jefe de Zona, bajo el comando y la vigilancia de Torrijos.

El Autor por su propia cuenta y por cultivar los lazos de amistad, acostumbraba tener sus propias amistades dentro de la Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y se reunía con ellos a jugar al golf en los Fuertes de Clayton, Davis, Roadman y otros. Pero por otro lado estaban los contactos del 470 de Inteligencia del Ejército, que acostumbraban abordarnos en un plan de “amistad profesional” y cuando nos solicitaban ayuda en algún caso, yo acostumbraba ayudarlos sin que para mí significara un acto de “entrega” como quizá lo calificaran algunos, pero para mí eran manifestaciones de sencilla amistad.

Para entonces yo tenía la plena convicción de que los Gringos “de buena fe”, nos ayudaban a combatir “lo malo y lo feo” y que como amigos, si en realidad lo eran, los panameños debíamos contar con ellos. De modo que mis relaciones transcurrían así, sin ninguna malicia y sin la postura aquella de sentirse bajo el ejercicio de un dominio.

El 9 de Enero de 1964, un grupo de estudiantes de la Universidad de Panamá y del Instituto Nacional, se presentó a la Escuela de Balboa, Zona del Canal, para el acto de izar la bandera de Panamá en conjunto con la de los Estados Unidos, de acuerdo a lo ordenado por el Presidente de los Estados Unidos, Lyndon Johnson.

Los estudiantes “zoneitas”, se negaron a llevar a cabo la ceremonia y para ello, no izaron la bandera de los Estados Unidos para que tampoco fuese izada la bandera de Panamá; por lo que los panameños iniciaron el acto de izar el pabellón panameño, a lo que los “zoneítas” se opusieron y en el forcejeo, la bandera panameña resultó rota.

Al regreso a su plantel, los estudiantes panameños presentaron la Enseña Patria rota, mancillada por los “zoneitas”. Tal deshonra, fue considerada como una afrenta y produjo que los estudiantes panameños se lanzaran a las calles, provocando un alzamiento masivo popular en contra de la Zona del Canal y de los estadounidenses en general.

Las autoridades de la Zona del Canal, al no tener apoyo de las autoridades panameñas para el control de las multitudes, movilizaron sus Fuerzas Armadas para protegerse del alzamiento público, con el resultado de varios muertos por ambos bandos y la ruptura de relaciones entre ambos países.

Este episodio de rebelión masiva, considerado como un hecho sin precedentes en la historia Gringo-Panameña, iba a marcar un cambio de rumbo en las relaciones de los Estados Unidos y Panamá, como verá el estimado lector en las páginas subsiguientes.

Para el año 1964, Jorge A. Vallarino continuaba trabajando para la CIA Norteamericana. La agencia había establecido desde principios de los años sesenta, con Arthur Kamm, un programa de “Acción Cívica” para la Guardia Nacional, de ayuda a las comunidades pobres y necesitadas del país, financiada por la agencia.

El programa tenía como objetivo principal mejorar la imagen de la Fuerza Pública panameña. Rudy participaba de esos programas en donde se disponía del concurso de profesionales médicos, medicinas, vacunas, alimentos y otros tipos de asistencia.

También se logró que el Ejército de los Estados Unidos donara equipo pesado y maquinarias para ser utilizados en esas labores de acción cívica, abriendo carreteras y otras obras de asistencia. El plan fue logrando una gran popularidad para la Guardia Nacional, la cual iba apoyada por una agresiva propaganda de prensa.

Pero tales actividades eran vistas con recelo por ciertos políticos que resentían tales acciones, que consideraban como una entremetimiento de la Fuerza Pública en actividades que ellos debían desarrollar y que podían conducir a un desenlace impredecible.

Por otro lado, en opinión del Autor, la situación estaba produciendo una rivalidad malsana entre la C.I.A. y el 470 de Inteligencia del Ejército de los Estados Unidos, que se disputaban la “carrera de influencia” a ver quién podía tener los mejores contactos o la mejor amistad con la Guardia Nacional, para mantener así “el control de esas relaciones” con la Fuerza Pública.

Sin embargo, durante los disturbios de enero de 1964, el comandante de la Guardia Nacional, Gral. Bolívar Vallarino,”... no solo no mueve un dedo para controlar las manifestaciones masivas en contra de la Zona del Canal, sino que también se muestra solidario con la causa de los estudiantes y sus aliados los comunistas”, según manifestaciones de la C.I.A., expresados en un estudio llevado a cabo a fines de 1964.

“Todos los oficiales de la Guardia nacional son una partida de delincuentes juveniles habilitados como policías...” según la Agencia, nos dice Rudy Vallarino. Por lo que tal actitud inactiva, conciliatoria e incluso aprobatoria por parte el comandante de la Fuerza Pública, era considerada desde luego como una traición a quienes los ayudaban en las labores de acción cívica y en las propagandas periodísticas para el mejoramiento de su imagen.

La C.I.A. no encontraba respuesta al porqué del Gral. Vallarino de “... encontrarse indeciso en impotente en controlar un grupo de estudiantes insolentes e irrespetuosos.” ... “... un sargento al mando de un pelotón era suficiente para controlar esos pocos muchachos que amenazaban con convertir su manifestación en un problema serio e incontrolable.”

El Autor recuerda haber recibido la orden del Gral. Vallarino, de proteger la Embajada de los Estados Unidos, misión que se cumplió con el mínimo de daños, llevando la misión más allá, hasta el salvamento en varios sitios de la ciudad, a muchos soldados y ciudadanos estadounidenses, que se vieron atrapados por la sorpresa de los disturbios, a los cuales tuvimos que reunir en lugar seguro en el cuartel de Panamá Viejo, para luego enviarlos por puente aéreo por el Aeropuerto de Paitilla a la Zona del Canal. Esta acción me valió una mención de agradecimiento por parte del Comando Aéreo de los Estados Unidos en la Zona del Canal (ver anexo).

Como nota independiente del Autor, debo reconocer que si se hubiese puesto pronta atención a la manifestación de estudiantes, la situación se habría controlado y se hubiera evitado ser convertida en un problema irreconciliable, que produjo un cambio de relaciones y por ende en la historia con los Estados Unidos.

Pienso que hay que decir las cosas por su nombre y lo cierto es que las autoridades panameñas se cruzaron de brazos ante un disturbio público que pudo ser controlado fácilmente y se hubiera evitado lo que posteriormente dio lugar a lo que yo doy por llamar “La Venganza de la C.I.A o Venganza de Langley” y que Jorge Vallarino relata en su libro “Estampas de la Época”.

La Venganza de la C.I.A. o Venganza de Langley- (4)

El Autor ha decidido llamarle la Venganza de Langley, por ser el área de Langley, Estado de Virginia, el lugar en donde se encuentra la sede de la Agencia Central de Inteligencia (C.I.A.). Luego de la investigación de los sucesos de Enero de 1964, en donde la Agencia estableció una serie de puntos en discusión, se llegó a establecer más o menos las siguientes conclusiones:

1.- “Que la Guardia Nacional se abstuvo deliberadamente de participar, al no enviar tropas para el control del orden en contra de la Zona del Canal...”

2.- “…Que el Gral. Vallarino, con el fin de sacar mayor ventaja de la C.I.A., utilizó a los comunistas criollos como medio de extorsión en contra de los Estados Unidos.”

3.- “ Que el foco virulento en contra de Estados Unidos se encuentra en la Universidad de Panamá y que recibe simpatía y apoyo de la Guardia Nacional.”

4.- “ Que el Presidente de Panamá, Roberto F. Chiari, se precipitó a romper relaciones con los Estados Unidos, sin haber hecho una investigación de los hechos iniciales para tener una imagen más clara del origen de los acontecimientos.”

Establecidas las conclusiones y después de largas consultas con Washington, la C.I.A. de panamá recibe la aprobación para ejecutar un plan que conduciría a la ”destrucción política de Bolívar Vallarino, comandante de la Guardia Nacional, con el objetivo final de salvar a Panamá del comunismo.

”Debemos recordar al estimado lector, que durante esos años se vivía con la Unión Soviética, una aguda Guerra Fría y los comunistas soviéticos trataban de mantener activos todos sus núcleos en el mundo en contra de los Estados Unidos y Panamá era un punto clave por razón del canal, y la Zona del Canal era atacada como un enclave colonialista de los Estados Unidos.

Aun cuando la investigación de la agencia no menciona la participación de Omar Torrijos, quien era uno de los principales opositores de enviar tropas para el control de los motines en contra de la zona del Canal y quien a la sazón era Tnte.Cnel. Secretario Ejecutivo de la Guardia nacional. El plan comienza con el envío de Jorge Antonio “Rudy” Vallarino como emisario de la C.I.A. a hablar con el líder político Dr. Arnulfo Arias a su finca cafetera en la población de Boquete, Provincia de Chiriquí.

“... Arias no solo afirma que desea postularse como candidato en los próximos comicios electorales, sino que expresa también sus deseos de hablar con la C.I.A. en un ambiente de mutuo respeto y civilidad.” Y ^...Posteriormente, nos dice Rudy, la C.I.A. logra que los conocidos hombres públicos, Raúl “Lul” Arango y José Dominador Bazán, apoyen al Dr. Arias como primero y segundo vice-presidentes respectivamente. Anotándose así, un espectacular triunfo al dividir la oligarquía criolla para las próximas elecciones de 1968.^

Arango y Bazán eran conocidas figuras políticas de mucho arrastre popular, que conjuntamente con Arias, serían imbatibles; lo que aseguraba la maniobra de triunfo de la C.I.A., terna que ponía en una posición muy difícil al comandante Vallarino por si se aventuraba a la búsqueda de una candidatura, ya que Arango y Bazán eran amigos de “Lilo Vallarino”, como acostumbraban llamarle sus amigos y familiares al comandante y Arias era considerado su enemigo... Panamá y muchos inocentes íbamos a pagar con creces el precio de la venganza, a través de varios años de su historia, por causa de los errores de sus funcionarios.

El plan de venganza nos da lugar a pensar que con el empleo de los programas de acción cívica, los Estados Unidos por medio de la Agencia Central de Inteligencia, preparaba al Gral. Bolívar Vallarino como el próximo candidato a la presidencia, convirtiéndolo en un hombre muy popular para los cercanos comicios electorales y quien parecía ser una persona indispensable para la paz, el orden y el desarrollo económico del país, pero “su traición”.

Llevó a los hombres del Tío Sam a darle la espalda y pactar con su enemigo, destruyéndolo al dejarlo sin ningún apoyo popular, ya que conquistaron en favor de Arias sus amigos y su base política , abandonándolo a la única alternativa de ser candidato oficialista, en donde también fue rechazado, quizá por acción misma de la C.I.A. Esta maniobra, iba a producir un profundo vacío de poder como vamos a ver más adelante, aunque meses atrás, Vallarino era públicamente considerado como el candidato imposible de perder.

Las elecciones se celebraron el 1º de Mayo de 1968, cuyos hechos son relatados por el Autor en capítulo por separado y luego de los comicios, se produce un largo conteo de votos, en donde parece que se prepara una trampa electorera contra Arnulfo Arias.

Pero “... el viejo amigo del Gral. Vallarino, Arthur Kamm, quien iniciara los programas de acción cívica y quien había sido trasladado a Europa, es enviado a llevarle al Comandante, un mensaje del Presidente Lyndon Johnson y decirle que los Estados Unidos esperaba que la Guardia Nacional respetaría la voluntad popular.”

Una amenaza velada, y poco después en una reunión privada de Arias con los tres comandantes, Vallarino accede a retirarse como comandante de la Fuerza Pública, efectiva el 11 de Octubre de 1968 y le solicita a Arias que por su propia seguridad, no hacer cambios en la estructura de la Fuerza Pública, a lo que Arias accede, asegurando así el pleno triunfo de Arnulfo Arias, producto de la concepción arquitectónica política de Langley para Panamá.

El 1º de Octubre, Arias llega al poder “... con el compromiso de dos promesas” nos dice Rudy Vallarino.

- “La primera era la de acelerar la discusión y la aprobación de los tratados sobre el canal, ya que para los Estados Unidos era importante, y

- “La segunda era el respeto al escalafón de la Guardia Nacional... en donde Arias se comprometió a no hacer cambios en la Fuerza Pública.”

Según esto indudablemente, el segundo comandante, Cnel. José M. Pinilla sería ascendido a general y el tercer comandante, Cnel. Bolívar Urrutia, pasaría ocupar la posición de segundo comandante.

Esto significaba inequívocamente, que el Presidente Lyndon Johnson tenía interés en acelerar la negociación y firma de los tratados sobre el canal y que la C.I.A. prefería mantener una Guardia Nacional unida sin Vallarino, como garantía de estabilidad y de seguridad en el país, pero se equivocaba.

En realidad, la imagen de la institución armada había mejorado grandemente y el público en general tenía mucho aprecio y respeto por la Guardia Nacional, pero lo que parecía ser la culminación de la “venganza de Langley” al deshacerse de Bolívar Vallarino, la historia iba a determinar que se convertiría en uno de los mayores y costosos errores políticos y de intervención en la vida interna de la nación.

Que iba a terminar por llevar al país a una terrible dictadura, con el costo de muchas vidas, abusos, tráfico de drogas, corrupción, lavado de dinero y mucho más. Dictadura que solamente tuvo su final mediante la acción invasora de los Estados Unidos como única solución de poder dar fin a su propia criatura.

El día 10 de Octubre de 1968, el presidente Arias rompió su promesa firmando dos Decretos, el Nº 71 por el cual se ordenaba el retiro del Cnel. José M. Pinilla y el Nº 72 por el cual se ascendía al Tnte.Cnel Bolívar Urrutia Parrilla al cargo de comandante de la Guardia Nacional y conjuntamente con esto, el traslado masivo de oficiales. “Arias rompía así, el compromiso con la agencia, de respetar el escalafón de la Fuerza Pública...” Dando lugar a que se produjera el golpe de estado.

Inmediatamente después del golpe” el 12 de Octubre por la tarde, relata “Rudy” Vallarino, Omar Torrijos se reunió con representantes de la Agencia, e igualmente al día siguiente 13 de Octubre, a eso de la misma hora.

También, un agente de la C.I.A., de origen puertorriqueño, fue de visita a la residencia del Autor durante esos días por la noche, para informarse acerca de quiénes eran los comunistas que se encontraban nombrados en el gobierno de Arias. Y aunque no recuerdo la fecha, y aunque Rudy insiste en que fue el 12 de Octubre, estoy seguro que fue posterior a esa fecha, porque nunca me reuní con ningún agente de la CIA en las fechas del 11 al 13 de Octubre.

El día 14 de Octubre, la agencia en Panamá, recibe la autorización para darle apoyo y negociar con Omar Torrijos y aunque Jorge Vallarino no da nombres, se supone que son hombres de alto nivel con quien Torrijos adquiere el compromiso y con ello, viene todo el proceso que el estimado lector verá en páginas posteriores de la “PANAMÁ… Veinte años después.” Una especie de conspiración que fue dirigida en un principio, desde Langley por un hombre de nombre Edward Landsdale, pero que posteriormente tuvo que ceder a la influencia del grupo del Gobernador Nelson Rockefeller.

(1) Tonada que me enseñó mi padre a temprana edad.

(2) Obra del Tnte.Cnel A. Hassan. En su libro relata que su mayor fuente de información lo fue el Sr Manuel Celestino González “Gonzalito”, quien fue herido de bala cuando participaba en el ataque al Cuartel de Colón en Dic. de 1945, en una acción ordenada por Arnulfo Arias. El Tnte.Cnel A. Hassan, hijo del Tnte.Cnel Hassan, éste último nombrado por el Presidente Arias como Segundo Comandante de la GN en 1968, ordenó de inmediato mi relevo de la Unidad de Panamá Viejo, el 11 de Octubre de 1968.

(3) Colaboración de Jorge A. “Rudy” Vallarino y de su libro “Estampas de la Época,” del cual conservo el borrador.

(4) Lugar en donde se encuentra localizada la sede de la Central Intelligence Agency (C.I.A.)

Segunda Parte

La Tensa Situación Política

Preámbulos De Golpe-

La noche era serena, cálida y húmeda en la Escuela de las Américas. Este Autor era uno de los pocos oficiales de menor jerarquía que estudiaba en el Curso de Comando y Estado Mayor en ese centro de estudios militares, cuyo contenido tenía fama de ser duro y no se lograba pasar sin gran esfuerzo.

El edificio de la School of the Americas, que se convirtió en ruinas luego de que pasara a administración panameña y después fue rescatado por una famosa cadena hotelera española, se encuentra localizado en lo que era Fort Gulick, Zona del Canal a unas cuatro o cinco kilómetros de la Ciudad de Colón, en un plácido rincón de la ribera Este del lago Gatún, que suministra agua para la vía interoceánica.

Fort Gulick había sido un hospital militar de ultramar durante la II Guerra Mundial y durante la Guerra Fría fue convertido en una escuela para dar cursos de adiestramiento a personal del Ejército de los Estados Unidos, para convertirse más tarde en lo que era actualmente, Escuela de las Américas, dando cursos de adiestramiento a oficiales y personal de los países de América Latina, en su lucha contra el comunismo.

El lema de la escuela era Uno para Todos y todos para Uno y el lugar mantenía un ambiente de tranquilidad que era una invitación a la meditación y al estudio. Pasar con buenas calificaciones el Curso de Comando y Estado Mayor, merecía el verse recompensado con un viaje de visita a los Estados Unidos recorriendo varios fuertes militares, lo que era una buena oportunidad para ver cómo operan las Fuerzas Armadas en la democracia de ese gran país del norte y valía la pena hacer el esfuerzo para pasar el curso con calificaciones de alto nivel.

Hoy se dice de la escuela, que oficialmente cerró sus puertas el 16 de Diciembre de 2000, tenía cursos de enseñanza para la práctica de métodos de torturas como medio de hacer confesar a los prisioneros y que para el efecto existían unos manuales para aprender tales técnicas. Manuales que nunca vi ni me enseñaron en mis cursos en Fort Gulick y de los cuales me siento muy orgulloso de haber pasado, aunque algunos exaltados extremistas me juzgan como ... un asesino golpista egresado de la escuela.

No sé de donde han obtenido dicha información éstos apasionados, pues parecieran estar mejor informados que yo, que he sido el que ha pasado por mis propias experiencias, que ellos parecen desconocer. No sé sin embargo, si los estudiantes escogidos para esos cursos eran seleccionados de acuerdo a sus inclinaciones personales y de ahí la causa de tantos dictadores egresados de la escuela; aunque tengo la plena confianza en que ese nunca fue el objetivo de la enseñanza.

Aunque ya conocía a los Estados Unidos por haber viajado en un par de ocasiones, y esta vez, era para mí motivo de orgullo el poder visitar los fuertes militares, ya que durante mi primer viaje a esa gran nación, tuve la oportunidad de visitar junto con mis compañeros de la Promoción Araure I de Venezuela, la famosa Academia Militar de West Point en 1951 y me gustó mucho lo que vi.

Allí, en una demostración de incomparable disciplina, los cadetes se auto supervisaban el castigo impuesto por un superior. Nuestra escuela, CIFAC, hoy EFOFAC [Escuela de formación de Oficiales de las Fuerzas Armadas de Cooperación] tenía que desfilar en Nueva York con motivo del traslado de la estatua del Libertador Simón Bolívar a la Avenida de las Américas, frente al Central Park; acto en donde debían desfilar también otros institutos y fuerzas militares de otros países bolivarianos.

En la Escuela de las Américas se ofrecía además, la oportunidad a los estudiantes que sobresalían en sus estudios, de servir como instructores en la escuela. Era para mí motivo de orgullo poder servir como instructor y por eso hacía mi cuota parte para representar bien a mi país y me quedaba un poco tarde repasando mis lecciones. Esa noche, escuché de pronto una voz que me llamaba a la puerta.

- Mayor Sanjur!... Mayor Sanjur!

Esa noche a mediados de Abril de 1968, yo había repasado mis lecciones y me preparaba para pasar el resto de la noche en cama a gozar de un merecido descanso y estar listo para mis clases en la mañana siguiente.

Me encontraba tranquilo y ajeno a que fuesen a interrumpir mis estudios, los cuales deseaba aprovechar al máximo, aunque sabía que 1968 era un año de elecciones en el país y que podían presentarse problemas como en otras ocasiones en que el Dr. Arnulfo Arias participaba en política, ya que hacía algún tiempo le habían restituido sus derechos políticos y ahora se había lanzado a candidato opositor.

Me decía, tal vez a manera de autoengaño, que me encontraba lejos estudiando y que esperaba terminar mi curso que demoraba todo el año y era mi mayor deseo dedicarme por entero a mis estudios y mantenerme lejos de cualquier actividad politiquera. Costosa equivocación, que ni por mi mente pasaba la idea de que yo iba a ser uno de los protagonistas principales de ese drama nacional que nos esperaba en el camino...

- Mayor Sanjur! Insistió la voz que tocaba a la puerta.

- Sí, quién es…? contesté con atención.

- Soy el sargento Rodríguez de la administración, el Capitán Guardiola me envió a decirle que de Panamá lo necesitan con urgencia. Su jefe el Gral. Vallarino ordenó que le avisaran.

Me levanté y abrí la puerta

- Está bien Rodríguez. Ha dicho algo más?

- No señor, solamente que se presente a Panamá lo antes posible.

- Está bien Rodríguez. Responda que estoy informado y que me alistaré de inmediato.

Rodríguez se retiró y me quedé pensando por unos instantes... Bendita sea!...

Qué será lo que sucede que se necesita de mi presencia de inmediato? y mientras me preparaba, mil preguntas me asaltaban todas al mismo tiempo, sin tener respuesta para ninguna y mientras iba camino en busca de un teléfono para llamar a Panamá, solamente se me ocurría pensar que la situación política podía estarse deteriorando. Tan pronto le eché mano a un teléfono llamé a Panamá, pero el oficial que se encontraba de turno no pudo darme detalles, solamente que todo el personal de la Fuerza se encontraba en estado de alerta... acuartelado.

Regresé a mi habitación y arreglé lo necesario para llevarme a Panamá y me dije que una vez terminada mi misión regresaría a continuar con mis estudios. Quise despedirme del comandante naval venezolano Paco Pérez, quien era instructor en la escuela y a quien conocía desde mis tiempos de cadete en Venezuela, pero era ya muy tarde y me dije: después lo veré, sin saber que jamás regresaría a Fort Gulick, a continuar con mi último curso en la Escuela de las Américas.

Regreso a mi unidad-

Partí hacia la Ciudad de Panamá, llegando al cuartelito de Panamá Viejo poco más de medianoche, en donde me puse al tanto de la situación y me sumé al acuartelamiento. Me encontré con que debido a la actividad electoral, las tensiones políticas iban en aumento y que no se presagiaba nada bueno.

Procuré dormir algo y al día siguiente temprano, pasé a visitar a mi esposa, quien trabajaba para la Embajada de los Estados Unidos, sección de la USIA en la Biblioteca Amador-Washington [1] me encaminé hacia la comandancia para ponerme a las órdenes de mi jefe el Gral. Bolívar Vallarino y cerciorarme de la situación.

- Manténgase acuartelado y esté preparado para salir a mantener el orden público cuando sea necesario.

Lo peor no era esa orden sino que no regresaría a la Escuela de las Américas a terminar mis estudios. El año próximo, tal vez... Sin saber que no habría año próximo. Me causó mucha pena y desilusión no poder continuar mis estudios, que no solamente me servían para mejorar mis conocimientos, sino también para escapar de la rutina de Panamá y enredarme por un año en un ambiente más profesional.

La Ciudad de Panamá, en donde se encontraba la mayor actividad política, era una marejada de acción febril en reuniones, conferencias de prensa, manifestaciones y múltiples actividades politiqueras.

El apasionamiento partidista de los panameños por sus candidatos, había llegado a un grado de calor casi enfermizo y ambos bandos tanto oficialista como oposición, patrullaban las calles en manifestaciones con actitud bélica, agresiva y bullanguera insultándose hasta el grado más bajo de lo íntimo; con la utilización de todos los medios posibles en una forma tan despreciable que daba vergüenza.

Tal actitud me decía, no era digna de personas que pretendieran gobernar el país y con quienes había que compartir la seguridad del mismo. Pero por otro lado, mi misión no era la hacer de crítico ni censor público, solamente la de mantener el orden. Misión que ante las circunstancias que se presentaban, no era fácil ni agradable de cumplir.

Para el final de la contienda electoral, los ánimos estuvieron tan caldeados, que hubo tiros, incendios provocados, explosiones de bombas por doquier y hasta muertos y heridos... Terrorismo.

Durante esos días, el amigo Luis Varcacía, quien se dedicaba al negocio de recargar extinguidores contra-incendios, me ofreció su ayuda desinteresada.

Me dijo que podía utilizar algunos de sus extinguidores, cargados con Carbonato de Soda para una labor de emergencia en sofocar el inicio de algún incendio, mientras nuestra unidad se encontraba en servicio y poder ayudar así al Cuerpo de Bomberos, el cual no tenía descanso.

La oferta me pareció una gran iniciativa, ya que el equipo podía ser de una gran utilidad preventiva, por lo que decidí dotar a cada pelotón de un equipo extinguidor cargado a cuestas en los soportes de los tanques de aire comprimido de nuestra pequeña sección de hombres-rana y con ello, quedamos listos para lanzarnos a la calle con lo que posteriormente dieron por llamar nuestra nueva arma secreta.

La dotación fue de gran ayuda, pues logramos prevenir algunos incendios que pudieron convertirse en serios pero sobre todo, resultó eficaz para el control de motines.

La marcha de damas y el arma secreta-

Los acontecimientos electorales seguían su curso de acuerdo a los sentimientos de los panameños con relación a sus candidatos, con los consabidos problemas, insultos y manifestaciones. era cercano el mediodía, cuando se me acercó el cabo de guardia:

- Mi Mayor, lo llaman por teléfono de la comandancia...

- Aló ? contesté enseguida.

- Mi Mayor, espere un momento, que el Gral. Vallarino va a hablarle.

- Está bien sargento, esperaré.

Reconocí la voz del Sgto. que trabajaba de secretario en la comandancia, y mientras esperaba, nunca me imaginé que me iban a ‘echar un hueso’, dándome semejante misión.

La expresión que se utiliza para designar una sobra de la mesa, se aplica también a una misión inconveniente, difícil. Esperé tranquilo en el teléfono y apareció la voz del comandante:

- Sanjur ?

- Sí, mi Gral., a sus órdenes!

- Sanjur, prosiguió... para el día de mañana, la oposición ha solicitado llevar a cabo una marcha de mujeres. El permiso para tal acto ha sido negado por el Alcalde de la Ciudad. Ud. se encargará de hacer cumplir la orden del Alcalde y evitar que la manifestación se lleve a cabo. Está claro ?

- Está bien, Señor. Alguna orden especial ?

- Pase por mi oficina a recoger copia del Oficio de la Alcaldía Municipal por el cual se niega dicha manifestación y póngase de acuerdo con Pantaleón para el equipo de transporte que necesite.

Mal rayo me parta! Controlar una manifestación de mujeres, y de la oposición que son las peores. Ya otros han fracasado en dominarlas.

Una marcha por las calles de la ciudad traía siempre problemas, que si no eran de congestionamientodel tránsito y disturbios del orden público, muchos de ellos llevados cabo por agentes provocadores que podían convertirse en incontrolables. Conocía bien el lugar en donde comenzaría la manifestación, la Plaza Porras.

Me puse a pensar en cómo ‘rumiar mi hueso’ y hacer planes para evitar problemas, pues una cosa eran las manifestaciones de hombres y otra cosa diferente eran las de las damas. Recogí copia del Oficio de la Alcaldía y fui a hablar con Pantaleón, para pasar de regreso a echarle un vistazo a la Plaza Porras.

El Mayor Pantaleón de la Guardia, Jefe de la Sección de Transporte y Mantenimiento de la Institución, hombre de hablar altisonante y lenguaje poco florido, tenía un carácter jovial y leal a sus amigos, como también muy celoso en el cumplimiento de su deber y de la inspección y mantenimiento de los vehículos y del equipo a su cargo. Luego de ponerme de acuerdo con él, regresé al cuartelito de Panamá viejo y al día siguiente muy temprano tenía el transporte que necesitaba.

Los comandantes de pelotones pasaban revista a sus unidades, cerciorándose de que cada hombre tuviera el equipo apropiado y con ello, un extinguidor contra-incendios por cada pelotón y uno para mi grupo de mando.

Abandonamos el cuartel y marchamos con destino al sitio de reunión, para encontrarnos con que la Plaza Porras comenzaba llenarse de público. Recorrimos las calles haciéndole saber a la concurrencia, que la manifestación no estaba permitida, que lo mejor era retirarse para evitar problemas.

Pero era inútil, pues cambiaban de lugar agrupándose en otro sitio; hasta que de pronto comenzaron la marcha con las damas a la cabeza por la Avenida Perú rumbo al centro de la ciudad, y aunque participaban más hombres que mujeres, eran la damas las dueñas del show. Les corté el paso en la esquina en donde se encontraba el antiguo Registro Civil y le hice saber que la marcha no estaba autorizada y tampoco ninguna reunión o manifestación política en ese momento; que era mejor retirarse para evitar problemas y para el efecto, les leí el Oficio de la Alcaldía de Panamá y les entregué copia.

Procuré ser afable, pero firme... me arrebataron el Oficio de mis manos, lo arrugaron y lo tiraron contra el suelo y lo pisotearon, mientras algunas mujeres gritaban improperios, por lo que les hablé con mayor fuerza, pero insistieron en seguir. Por fin logré que cambiaran de rumbo, en vista de que nuestro personal les cerraba el paso y por un momento pensé que había logrado disuadirlas de su propósito y me dije que había ganando una batalla muy fácil.

Las manifestaciones públicas son en su mayoría impredecibles, ellas dependen de sus líderes, su propósito, las circunstancias y la capacidad del jefe que esté al mando del personal de tropas enviado para controlarlas.

Recordaba durante mis años de cadete, cómo me maravillaba estudiando la psicología de las masas, y en el caso de Panamá, había momentos en que los manifestantes eran capaces de llegar a cualquier extremo, por lo que no se podía dejar que la situación se saliera del control, como sucedió durante los graves disturbios del 9 de enero de 1964, en donde murieron 21 panameños y 3 soldados norteamericanos; por lo que había que mantener el control a toda costa. Y solía suceder, pasado el momento de efervescencia, nadie lograba mover o levantar el ánimo de las masas; por eso yo le acostumbraba llamar a pueblo de Panamá, un pueblo Alka-Zeltzer. Y éste era precisamente un caso en que se sabía cómo comenzaba, pero que no podíamos predecir el resultado final.

- Mi Mayor, informan de la avanzada que la muchedumbre se ha reorganizado y ahora marchan por la Avenida Central.

- Enterado! Y di la orden para que la unidad de reserva les cortara el paso.

Mientras me dirigía con dirección a la Avenida Central, a mi nuevo encuentro con los manifestantes, me di cuenta de que éramos objeto de cercana observación por la prensa extranjera, vi camarógrafos que enfocaban sus cámaras hacia nosotros e iban en la dirección que nosotros nos movíamos. Mis ojos se cruzaron con los del amigo Carl Davis de la Agencia de Información de los Estados Unidos [USIA], lugar en donde trabajaba mi esposa.

El amigo Davis tenía una expresión interrogante, quizá preguntándose cómo iba yo a manejar la situación, que como se veía no se presentaba nada agradable y más bien parecía empeorarse.

Nunca jamás había visto semejante cobertura de prensa internacional en unas elecciones en Panamá y se me antojó pensar que nuestro país se había convertido en una especie de conejillo de indias político y que nos encontrábamos bajo la lente de un enorme microscopio de curiosidad internacional, sin ocurrírseme el por qué de que nuestras elecciones llamaran tanto la curiosidad del mundo, principalmente la prensa de los Estados Unidos, sin conocer entonces, que detrás de esto estaba el plan que llevaba a cabo la Agencia Central de Inteligencia del Tío Sam, en apoyo de Arnulfo Arias para la destrucción política del Gral. Bolívar Vallarino.

Mientras caminaba, se me acercó el cabo que portaba el aparato apaga-fuegos y me preguntó si iba a usarlo. Le contesté que sí y le dije que estuviera preparado para cuando le diera la orden de dispararlo. Mi atención se concentró en los manifestantes y por un momento me olvidé de los corresponsales extranjeros y unos pasos detrás mío, se encontraba el cabo con la nueva arma secreta.

- Señoras ! les dije levantando la voz y enfrentándome de nuevo al grupo, en una situación diferente a la anterior.

- Ya les informé que la marcha no estaba permitida. Les pido que se retiren en orden.

- No nos retiramos, seguiremos adelante!

- Señoras, por favor, retírense en forma pacífica ! Insistí.

- Marcharemos por encima de su cadáver si es necesario ! Fue la respuesta.

Qué disparate! me dije, disparar un aparato apaga-fuegos en contra de una multitud que no sabemos cómo pueda reaccionar es una locura, pero veremos...

- Es esa su última palabra ?

- Es la última ! y enseguida agregó Adelante !

La muchedumbre comenzó a avanzar hacia nosotros. Ver venir esa masa hacia nosotros no era nada grato, pues no podíamos emplear nuestras armas contra civiles desarmados y menos mujeres. Y aunque sabíamos que podían existir agentes provocadores, y teníamos personal vigilando, nunca podíamos predecir qué podía pasar.

Mujeres, Bah! en hora buena me vino a tocar esto. Si empleaba gases lacrimógenos en un sitio tan céntrico, iba a tener las quejas y el clamor público, aunque teníamos las granadas lacrimógenas provistas por los Estados Unidos... Iba a ser un escándalo. Y la prensa extranjera ? posiblemente dirá que somos unos perversos. Y si utilizamos mangueras o culatas para dispersarlos? No! no contra mujeres. Ese es un procedimiento reservado contra hombres cuando se comportan en rebeldía. Los pensamientos y opciones corrían por mi cabeza en forma vertiginosa. No había nada que hacer y la masa avanzaba decididamente y se nos venía encima sin remedio.

Miré alrededor, y en medio del silencio que solamente rompía el traqueteo del paso de la muchedumbre, vi las caras de los observadores internacionales en actitud de suspenso y las cámaras apuntando, en espera de cualquier acontecimiento para convertirlo en noticia sensacional. Todo nuestro personal tenía la máscara antiguas puesta... Di media vuelta en forma decidida hacia el hombre que portaba el aparato apaga-fuegos y ordené:

- F U E G O !

- PTFFFTTRRRSSHHPT, escupió el aparato rompiendo el silencio.

- PTFFFTTRRRSSHHPT, volvió a sonar por segunda vez.

La calle se llenó de una espesa nube blanca y gritos se escucharon por todos lados y en medio de la nube, una voz de mujer gritó a todo pulmón:

- Veneno... Corran !!!

La gente desconcertada comenzó a correr en todas direcciones... a huir ! ! Y en medio de la niebla, vi también a los corresponsales extranjeros corriendo para ponerse a salvo y entre ellos, al amigo Carl Davis, a quien nunca había visto correr. Y el incidente produjo de momento un escándalo de grandes proporciones, pues se creyó en serio que el arma empleada, era en realidad una arma química nueva y venenosa.

La marcha terminó de inmediato y los hombres que acompañaban a las damas parecieron ser los primeros en huir. La calle quedó limpia de público y la nube del blanco químico persistió por un buen rato.

- Mi Mayor, lo llama el comandante Vallarino !

- Aquí Sanjur, para informar que... no pude terminar la frase.

- OIGA SANJUR ! me interrumpió enseguida. Su voz sonaba a amenaza y a tono de reprimenda. CO... CO... COMO SE LE OCURRE A UD UTILIZAR GA... GA... GASES VENENOSOS ENTRE TANTO PUBLICO, SOBRE TODO MUJERES !!

El general tenía fama de que en ciertas ocasiones se le pegaba la lengua y éste era uno de esos momentos.

- Mi Gral., traté de explicar, no he utilizado ninguna sustancia noci...

- Me interrumpió de nuevo. DEJE ENCARGADO A SU SEGUNDO EN MANDO Y VENGA A MI... MI... OFICINA DE INMEDIATO ! !

- Si Señor, allí estaré !

Dejé encargado al capitán serafín Achurra y me dirigí a la comandancia, a la Avenida A, con la preocupación de que me encontraba en problemas por la actitud de mi jefe, cuyo tono me había sonado a relevo y parecía que la nube blanca del aparato apaga-fuegos, que terminó con éxito la manifestación.

Se había de pronto convertido en negra. Me preguntaba si la información llegada al comandante había sido distorsionada por mala fe o por ignorancia.

- La grandísima P... ! Quién sería el condenado que habrá ido con bochinches ? Me retiraron del curso de Fort Gulick, en donde me encontraba tranquilo y contento, para venir en busca de problemas... Me hablaba a mi mismo sin percatarme de que lo hacía en voz alta. Me encontraba enojado, frustrado e incómodo.

- No se preocupe, mayor. Ud. no ha hecho nada malo, ya verá que todo se aclarará.

El conductor del vehículo que me conducía a la Avenida A, hacía su parte para tranquilizarme. La noticia había corrido más rápido de lo que pudiera esperarse, en donde se trataba de crear una imagen de monstruos utilizando un producto nuevo y dañino. El Diario La Hora, tabloide que aparecía a mediodía, se preparaba para lanzar un tiraje que decía a grandes titulares:

Nuevo tipo de Arma Venenoso Practica la Guardia Nacional

Y a continuación relata los hechos de acuerdo a su versión.

El complejo de culpa me estaba haciendo sentir como un ser maligno, y en medio de los comentarios de la radio y las noticias circulantes, tuve duda de que si la carga del aparato utilizado pudiera haber sido alterada, pues se decía que varias personas habían tenido que ser atendidas y hospitalizadas por intoxicación...

Bendita sea, lo que me he encontrado! Me veía en un problema mayúsculo cuando llegué a la comandanciapara encarar mi problema.

- Lo felicito, jefe! Me dijo un subalterno que me encontré al paso.

- Te felicito, Sanjur! Me dijo otro compañero de rango.

Las felicitaciones y muestras de simpatía me confundían, ya que no coincidían con las noticias de la radio que me hacían sentir como un monstruo envenenador en masa... Temía lo peor, pero decididamente subí las escaleras que tiempo después se iban a convertir en lo que yo llamé mi calvario, pasé el corredor y llegué a la oficina de mi jefe para enfrentar el destino que pudiera esperarme.

Entré casi de espaldas como para no ser notado, me di vuelta y me encontré con los tres jefes: Vallarino, Pinilla y Urrutia, que me miraban sonriendo. Desorientado de momento por no saber el cambio de actitud, no acertaba qué decir.

- Mu... Mu... Muy bien hecho, Sanjur, lo felicito ! se apresuró a decir Vallarino, al momento en que prendía un cigarrillo... No hubo ninguna persona golpeada y solamente dos señoras que se desmayaron del susto, fueron llevadas al hospital.

El alma me regresó al cuerpo, al saber que el aparato apaga-fuegos no estaba cargado con alguna sustancia dañina por equivocación. Me sentí tranquilo de nuevo y me agradó saber que la nube que de momento se había convertido en negra, se había disipado; evitándole a la Institución Armada y a mis jefes un grave problema, en donde no fue necesario el empleo de la fuerza bruta a la que muchos eran inclinados a utilizar. Esta era la imagen en mi opinión, de lo que debía ser la Guardia Nacional de Panamá.

- Tuvo suerte, Sanjur! fue el comentario del Tnte.Cnel Secretario Ejecutivo de la Institución, cuando me retiraba. Era Omar Torrijos, que mientras mis jefes me felicitaban, él decía que había tenido suerte.

En cierto modo sí, nadie en realidad podía predecir el resultado final de ese enfrentamiento en medio de tantos que se daban a diario, pues parecía que en Panamá algo se había confabulado para hacer que ambos bandos políticos se atacaran sin cesar, para mantener a la Guardia Nacional en pleno movimiento que iba minando su comportamiento y la oficialidad iba tomando bandos.

Me enteré al día siguiente de que Jeremiah O’Leary, un reportero del Washington Star, había escrito un artículo en donde decía que una manifestación de damas en Panamá, había sido disuelta con polvos de harina.

El asunto de los polvos y la marcha de las señoras, se convirtió por un buen tiempo en un hecho risible en la ciudad. Sin embargo, ni el público independiente, ni los participantes, supieron del trabajo que pasamos para evitar que personas exaltadas pudieran tomar ventaja de la situación y convertirla en un problema sin remedio... Y las risas del momento, iban a convertirse posteriormente en lágrimas.

Los abusos se generalizaban

Mientras el tiempo seguía su marcha y los acontecimientos políticos se desarrollaban con las consabidas manifestaciones, debates públicos, discursos, disparos, bombas e incendios provocados. En medio de éstos espasmos de violencia se encontraba la Guardia Nacional que debía ser una fuerza imparcial, cuya misión debía ser la de mantener el orden, pero su oficialidad iba tomando bandos y la paz y la tranquilidad iban minándose más y más al recibir propuestas de uno y otro lado; y los llamados profesionales de las armas iban tomando posiciones con sus candidatos preferidos.

Era notorio ver como algunos oficiales se mostraban visiblemente partidarios del candidato oficialista o el de oposición. Debo confesar que yo, como ente también político, tuve también mis simpatías, pero no compartía los métodos como muchos oficiales manejaban sus emociones en los encuentros públicos y en sus comentarios.

En resumen, los sentimientos pasionales que se habían apoderado de las masas, ejercían también influencia dentro de los partidarios de ambos candidatos dentro de la Fuerza Armada, acción diabólica que empujaba de la política al insulto, a la agresión y a las bajas pasiones; situación que era muy peligrosa para la salud y el bienestar del país, cuyo precio se iba a pagar posteriormente.

Tan bajos eran los abusos cometidos, que en una ocasión una emisora radial de la oposición emitió un programa tan agresivo e inmoral, que ofendía la honra de varias personalidades influyentes en el gobierno y la vida pública, inclusive la de algunos oficiales de la Guardia Nacional, que empujaban a los ofendidos a actuar en contra de tales diatribas, atizando así el fuego de las pasiones políticas y los ánimos se enardecían haciendo imposible evitar los abusos de algunas unidades de la Guardia Nacional, cuyos comandantes estaban comprometidos.

Tal fue elcaso, en el que una unidad de tropas se lanzó con furia salvaje contra el centro político del candidato opositor, según se decía, en busca de armas, explosivos y elementos terroristas. Durante la acción se cometieron desastres contra la propiedad y al no encontrar nada significativo, el asunto se convirtió en una carga de municiones de explotación política en contra del comandante de la Guardia Nacional y el candidato oficialista, Ing., David Samudio.

La publicaciones internacionales y locales describiendo el recuento de daños no se hizo esperar, los cuales fueron devastadores.

La influencia que ambos bandos ejercían sobre los oficiales comprometidos, era tan notoria y fuera de lo común, que era casi imposible detener la contaminación dentro de mi pequeña unidad, la cual deseaba mantener imparcial de tanta basura política. Sabía que dentro del personal, había simpatías por uno u otro candidato y algunos de mis oficiales eran invitados a participar de reuniones o debates internos en favor de alguno de ellos.

Yo fui invitado por Omar Torrijos a participar en uno de estos debates y expresé mi opinión, sin embargo, debía mantener el equilibrio a toda costa, aun por encima de las murmuraciones de mis oficiales ya que algunos estaban perdiendo la actitud imparcial y desapasionada.

Había que reconocer que las tácticas de ambos bandos eran tan agresivas, groseras e inmorales, que hacían muy difícil mantener la calma. Y varios de éstos incitadores políticos, se pasaron posteriormente a las filas del otro, como permanentes tránsfugas de los cuales está llena la fauna política del país.

El 1º de Mayo se llevaron a cabo las elecciones y desde tempranas horas el público se lanzó a las urnas, con los consabidos abusos de los agitadores en los lugares que les fueron permitidos.

En nuestro sector logramos mantener el orden sin ningún problema, pues yo no permitía parcialización en nuestra unidad. Yo había recibido órdenes de mi jefe, el Gral. Vallarino, de dedicarnos a mantener el orden. Y creo firmemente que de habernos dedicado a mantener una actitud imparcial y profesional, era suficiente herramienta para que todos hubiesen sabido ocupar su lugar.

Sin embargo, yo no tenía conocimiento aún de toda la trama para destruir políticamente al Gral. Vallarino y quizá esa sería la causa de rebeldía de algunos oficiales, quienes querían actuar por su cuenta. Tal vez por eso, es que en algunos destacamentos, sabiendo que el conteo de votos favorecía a la oposición, sus comandantes ordenaron cambiar el resultado de los comicios, irrumpiendo violentamente en los recintos electorales, para robar las urnas y reemplazarlas por otras preparadas con votos en favor del candidato oficialista.

El asunto fue tan grave y bochornoso, que algunas acciones fueron filmadas presumiblemente por agentes del Tío Sam, en donde se veía claramente a personajes uniformados reconocidos como hombres de la Guardia Nacional, actuando en forma tan salvaje arrestando y maltratando a elementos de la oposición.

Luego de las elecciones, se produjo un largo conteo de votos en donde ambos candidatos se declaraban ganadores. Fue aquí en donde intervino directamente la C.I.A., pues en compromiso de apoyo a Arias y temiendo una trampa electorera, mandó a buscar a Arthur Kamm, el personaje aquel amigo de Lilo Vallarino, que iniciara los programas d acción cívica, cuando el comandante se encontraba en buenos términos con la agencia.

Kamm vino desde Checoeslovaquia, según Rudy Vallarino, para llevar un mensaje del Presidente Lyndon Johnson en donde decía ... que los Estados Unidos esperaba que el gobierno de Panamá y la Guardia Nacional sabrían mantenerse imparciales y respetar el resultado de los comicios recientes.

Poco tiempo después, Arnulfo Arias fue proclamado ganador y ... escogió, conjuntamente con los Gringos, sus propios legisladores, dentro de las filas de sus candidatos, con el resultado de 21 para el Partido Panameñista y 10 Legisladores para los otros partidos aliados. Esto significó, que ... el fraude electoral que se preparaba por parte del gobierno de Marcos Robles contra Arias, no solo fue abortado por la C.I.A., sino que se reemplazó por otro en favor de Arias, con el beneplácito y la complicidad de la Agencia, según Rudy Vallarino.

Es aquí en donde Lilo Vallarino consintió en retirarse y dejar el futuro de Panamá en manos del nuevo gobernante y de los nuevos jefes de la Agencia, quienes lograban así satisfacer sus planes de venganza, al llevar a Vallarino camino del ostracismo político.

Como será la Vida con el Nuevo Mandatario? - Los Rumores

Mientras se hacían los preparativos para la toma de posesión del nuevo presidente el 1º de Octubre de 1968, las bolas, una ola de rumores y de noticias que nadie corroboraba, se hacían cargo de la situación.

El mar de rumores se extendía por todo el país y dentro de la Guardia Nacional se comentaba que la institución iba a ser convertida en una policía política dividida en jefaturas provinciales, cuyos jefes iban a depender directamente del nuevo presidente. Se comentaba insistentemente, que la mayoría de los oficiales de origen académico, que no fueran adeptos a Arias, iban a ser dados de baja o transferidos a una posición en el extranjero y las vacantes producidas iban a ser reemplazadas por personal incondicional del nuevo mandatario.

Dichas, bolas, que nadie se tomaba el trabajo de desmentir o aseverar, iban acumulando un sentimiento adverso dentro de la Fuerza Pública. En medio de ese mar de rumores, me encontré un día en un supermercado con un opositor a Arias, quien comenzó a dejar ver sus sentimientos con relación a la situación y si éste lo hacía conmigo, era de suponer que muchos otros estuvieranhaciendo lo mismo con otros.

... ‘El Fufo’, decía el hombre, está más viejo y más mañoso que nunca. Su sed de venganza en contra de la Guardia Nacional y de sus enemigos es implacable y Uds., partidarios de él o no, van a pagar las consecuencias. Uds. van a ser convertidos en una policía política dependiente de él, pues su mayor deseo es que Uds. terminen siendo sus limpiabotas. terminó diciendo el personaje.

El Dr. Arnulfo Arias Madrid, nuevo Presidente electo de Panamá, era llamado en forma popular por varios nombres, dependiendo del grupo que lo utilizara; El Fufo, por ejemplo, era para remedar a su nombre de Arnulfo. El Fuhrer, porque era un tirano y porque según varias personas mayores, decían que había tenido sus inclinaciones nazistas.

El Líder, porque según el decir popular, era el único jefe que tenía el Partido Panameñista y se acostumbraba decir que ... después de Arnulfo, todos los demás son indios y finalmente El Ñame, que en realidad en un tubérculo comestible, pero que en Panamá se aplica a las personas que no están bien de la cabeza y Arnulfo en sus momentos de ira y de arrebato, daba la impresión de no estarlo. Y tanto era la falta de respeto de ambos bandos, que contrarios de Arias se buscaron a un ex-boxeador no muy cuerdo, lo vistieron ropas elegantes y lo lanzaron a las calles de Panamá con una banda presidencial cuya leyenda decía el Presidente Ñame.

Al escribir ésta líneas, me da vergüenza relatar éstos acontecimientos ridículos, pero uno de los objetivos en este libro es el de demostrar la naturaleza del panameño y de que quizá sea una de las razones de haber sucedido ciertos hechos, que tal vez sean inexplicables en otras sociedades. El mismo Dr. Gil Blas Tejeira, Periodista, Diplomático, Escritor y Profesor, se refiere de Arias en poesía:

<<Ya de Arnulfo la locura no temo en alto nivel pues con Monseñor Clavel su locura tiene cura >>

Tal era éste el panorama político y social con el que nos encontrábamosen 1968 con una situación de casi absoluta corrupción, con una contienda electoral en la cual sus líderes le permitían a sus seguidores que insultaran al otro bando en una forma ofensiva y grosera por cualquier medio posible; con un público enardecido, guiado por las diatribas sin que hubiese una repulsa por parte de alguno. Y por añadidura una Guardia Nacional, única fuerza armada y policial necesaria para el mantenimiento del orden, cuya oficialidad se había politizado.

Y desde mi interior, consideraba que tal polarización era sin lugar a dudas un peligro para cualquiera de los bandos en pugna y para el país en general, en medio de una sociedad que se le antojaba ser autodestructiva.

Pero también existían otras pajas en el aire, los Camaradas buscaban acomodarse y luchaban por el nombramiento de varios de sus hombres en el gobierno y por el otro lado, ya sabemos por fuente de Rudy Vallarino, el papel que los Gringos jugaron durante esa temporada.

Y dentro de este fenómeno, muchos oficiales de la Guardia espiaban para sus grupos políticos y el espíritu de cuerpo, esencial para mantener la cohesión y la disciplina, se había perdido.

Era desafortunado ver cómo oficiales de la Guardia Nacional se habían convertido en lo que yo llamé políticos con uniforme y la visión de una Guardia unida, sólida, disciplinada y alejada de los vaivenes politiqueros, estaba lejos de convertirse en una realidad.

Hay que reconocer empero, que siendo entes individuales políticos por tener derecho al voto, el personal de la Fuerza Armada Panameña, había concurrido a las urnas en muchas ocasiones y habría inclinado la balanza en favor de tal o cual candidato; pero jamás había visto yo una marejada tan partidista como lo que viví en 1968.

Y aunque tuviera mis preferencias, mi deber era el de mantenerme fuera y ajeno a las actividades politiqueras. Y aunque se notaba claramente la preferencia de los funcionarios estadounidenses por Arnulfo Arias, yo era totalmente inocente a las manipulaciones y planes de la C.I.A...

Cometía un error quizá, en considerar que la rivalidad malsana entre Arias y buena parte de la institución, no podía afectar a un oficial, que a pesar de mis comentarios que eran de rigor, en vista de la situación, me mantuve imparcial en la acción.

Y dentro de la situación de inestabilidad en que nos encontrábamos, yo pensaba mas bien, que para la propia seguridad y estabilidad de Arias, él debía dejar a la cabeza de la Guardia Nacional al Gral. Bolívar Vallarino aunque había que considerar que ciertos oficiales con tendencias políticas, abrigaban las aspiraciones de ser el reemplazo de Vallarino; pero tal plan de dejar a Vallarino podría funcionar por un tiempo prudencial, mientras el gobierno se estabilizaba.

Y como para echarle carbón al fuego de las tensiones, durante esos días aterrizó en la Ciudad de David el Presidente Electo, para hacer una visita a sus electores e ir a su finca productora de café. El Mayor Boris Martínez, quien se encontraba al mando de esa zona, próxima con Costa Rica y región en donde se cometieron abusos en la urnas, se preparaba para darle la bienvenida al visitante, con honores militares con revista de tropas y banda de música; pero Arias rechazó dicha distinción y se negó a pasar por dicha calle de honor, saliendo del avión en otra dirección a reunirse con sus electores.

La actitud de tan hondo desprecio, hirió profundamente a un hombre tan resentido y orgulloso como Boris Martínez, quien según se decía, trataba de hacer las paces luego de los abusos cometidos; pero Arias, poseedor de un carácter agrio y tosco, no perdonaba y Martínez por su cuenta no olvidaba...

Recordaría quizá los ratos amargos que pasó cuando siendo estudiante y habiéndose ganado una beca para cursar estudios médico-militares en México, fue despojado de ella por personas influyentes que se la otorgaron a otro estudiante. Y como medida compensatoria, le asignaron a Martínez otra beca para el Heroico Colegio Militar de ese mismo país, pero al llegar allí, Martínez se encontró con que no tenía ninguna beca...

El estudiante Boris Martínez había sido engañado. Sin embargo tuvo la suerte de encontrarse con un bondadoso general mexicano quien se convirtió en su protector y logró conseguirle la ansiada beca. Esto, Boris Martínez no lo olvidaba y mantendría ese resentimiento de por vida en lo más profundo de su corazón y Arias, conocido por tener ese temperamento brusco, vengativo y resoluto, no lo ayudaba a olvidar.

Las prácticas de desfile para la celebración de la toma de posesión del nuevo mandatario, se llevaban a cabo en el Aeropuerto de Tocumen y un día, al terminar, el Tnte.Cnel Omar Torrijos llamó a los oficiales a participar de una reunión para tocar el tema del nuevo presidente, en donde yo asistí. Torrijos había sido relevado de su cargo como Secretario Ejecutivo y su nuevo cargo era representante de Panamá ante la COPECODECA (Consejo de Defensa Centroamericano) con base en Guatemala y en su reemplazo el May Camilo Saavedra fue ascendido a Tnte.Cnel para ocupar el cargo.

Saavedra era un seguidor y protegido de Arias y Torrijos era visto, principalmente por los oficiales del Combo, como una especie de mártir, quien tenía que pagar por los errores que muchos cometieron durante las elecciones. En la reunión de Tocumen, los oficiales que participaron expusieron sus puntos de vista con relación a la situación existente. Cuando me tocó mi turno, expuse mi manera de pensar con claridad y contundencia. Me manifesté en desacuerdo con la ola de rumores que nadie desmentía y que estaban haciendo daño a la institución, ayudando a profundizar la división interna que no conducía a nada saludable ni a la seguridad para el país.

Expresé también mi desacuerdo con relación al desmembramiento de la Guardia Nacional con relación a los ascensos y traslados que estaban teniendo lugar y dije que si los partidarios de Arias estaban promoviendo la desarticulación de la institución, conforme se estaba viendo, podían ser considerados como unos traidores a la unidad y al espíritu de cuerpo, que se había forjado a lo largo de muchos años y que ante tal actitud era obvio que estaban encaminados a satisfacer los apetitos personales de un pequeño grupo para el logro de posiciones relevantes y de compromisos personales con Arias y no con la real vida institución y la estabilidad nacional.

Con ocasión de hacer una visita a la comandancia para tantear el terreno por mi propia cuenta, con relación a la reunión de Tocumen, aproveché el momento para invitar al Gral. Vallarino para participar de una de las reuniones.

El hombre se negó rotundamente y por el contrario, me conminó a no participar de tales reuniones y me aconsejó a no participar en cualquier actividad que fuese a alterar el curso de los acontecimientos, por lo que durante algunos días estuve confundido en cuanto a que no sabía si Torrijos promovía las reuniones por su propia cuenta o con anuencia del comando.

Sin embargo, Vallarino fue acremente criticado por los oficiales a quienes yo consideraba sus protegidos, principalmente los del Combo, por considerarse traicionados por el comandante quien los abandonaba a la suerte de las pasiones de Arias, cuando por el contrario debió tomar una postura firme frente al presidente. Pero Bolívar Vallarino ya se iba... había sido destruido, produciendo así un gran vacío de poder, que iba a ser aprovechado por las circunstancias.

En dichas reuniones se habló de la posibilidad de golpe de estado, pero yo no veía la posibilidad de que la ejecución de un golpe de estado tuviera éxito sin el liderazgo de Vallarino. Sin embargo, después de hablar con Vallarino me convencí de que no era partidario de participar en ninguna actividad que estuviera destinada al derrocamiento del nuevo presidente.

Quizá el comandante esperaba que los Gringos recapacitaran y convencieran a Arias de que cometía errores al empujar a la Guardia Nacional favoreciendo a sus partidarios internos; actividad que confirmaba los rumores de que se le estaba dando prominencia a sus seguidores, en detrimento de los méritos de otros.

El 1º de Octubre se llevó a cabo la toma de posesión, en medio de una ceremonia imponente frente al Palacio Legislativo. La Guardia Nacional desfiló con sus arreos de combate y el Gral. Vallarino se encontraba al lado del nuevo mandatario, quien lucía su arrogancia acostumbrada. El público se lanzó a la calle a presenciar el espectáculo y como comentario popular se dijo que ... la Guardia había desfilado con cuanto trabuco disponía, que lucía como un despliegue de fuerzas que constituía como un mensaje para Arnulfo.

Nuestra pequeña unidad desfiló con el equipo corriente, ya que no contábamos con el equipo pesado con que estaban dotadas otras unidades y después de la toma de posesión, supe que varios oficiales, bajo la dirección de Omar Torrijos, se volvieron a reunir en el Cuartel de Tocumen, en donde se planteó un golpe de estado con el liderazgo de Vallarino, pero que éste se negó rotundamente.

Torrijos se refirió del comandante, diciendo que no se atrevía actuar en contra de Arias, según supo Rudy Vallarino y que ... tenía plumas en las patas, expresión popular para significar que era un cobarde.

Tal reunión y expresiones llegaron a información de Rudy, quien a su vez informó al comandante y quien a su vez citó a Torrijos y a los otros oficiales, para conminarlos a abandonar su actitud golpista. Esta vez, el comandante Vallarino se refirió diciendo: es inútil que Uds. insistan, Rudy lo sabe todo...

Esto separó aún más la amistad que pudieran tener Rudy con Torrijos, quien le llamó a Rudy un ...pinche traidor y con ello, un distanciamiento de la Guardia Nacional con la Agencia, ya que Rudy era su mayor agente en Panamá.

El General Héctor Tosta Salas-

A raíz de ese tiempo, estuve conversando con el Gral. Héctor Tosta Salas. Tosta era agregado militar de Venezuela en Panamá y con quien me unía un especial lazo de amistad por ser mi primer instructor y comandante de pelotón en la escuela de cadetes. Tosta y Beatriz, su esposa, habían hecho una gran amistad con mi esposa María Teresa y nos deleitaba su compañía.

Nos gustaba reunirnos con ellos y pasar un rato ameno, en realidad a Terín y a mí nos gustaba reunirnos con nuestras amistades de otras fuerzas, pero reunirnos con la familia Tosta era pasar un rato particularmente agradable y aprovechábamos los momentos de solaz para recordar viejos tiempos y el Gral. pronto iba a regresar a Venezuela a ocupar otra posición y los ratos que pasamos sirvieron para aconsejarme, como lo hace el viejo profesor con el alumno.

Y así, Tosta el general, me previno de las consecuencias que podrían traer un golpe de estado en contra de un presiente constitucional, y Tosta el amigo, me aconsejó de no participar en una actividad de tal naturaleza. Y aunque no quedé del todo convencido por causa de cómo se desenvolvían los acontecimientos, logré darme cuenta que me aconsejaba con toda honestidad y por mi bien como profesional y amigo, lo que hizo tranquilizarme de momento por un tiempo, porque veía venir el descalabro sin remedio.

Las visitas sorpresivas a media noche-

La celebración de la subida de Arias iba a tener lugar a todo lujo en la Embajada de España. Yo era uno de los invitados como miembro de la Guardia Nacional, pero se exigía ir vestido de estricta etiqueta y yo no contaba con frac ni uniforme de gala, ya que no acostumbraba asistir a esas suntuosidades y no estaba preparado para ello.

Traté de conseguir un traje de etiqueta pero fue imposible, por lo que me excusé de no poder asistir. Se me ocurrió pensar que tal exigencia para asistir al acto, era aplicado como una fórmula para apartar a los elementos no deseados y se me asemejaba ver un ilógico paralaje político, con un presidente tan popular celebrando a toda pompa en condiciones en que ninguno de sus electores populares pudiera asistir.

Me parecía un desprecio a sus propios electores... una extravagancia.

Para el día 2 de Octubre, luego de la toma de posesión, la C.I.A. tenía ya informaciones de que Arias no pensaba cumplir sus compromisos con la Agencia y ésta no sabía qué hacer ni cómo justificarse ante sus superiores acerca del comportamiento del nuevo presidente y decide cruzarse de brazos nos dice Rudy. situación que le echaba carbón al fuego del vacío de poder.

Durante esos primeros días, se desata una nueva ola de rumores y con ellos, una serie de visitas sorpresivas a diferentes cuarteles de la capital, se lleva acabo a media noche por los Tnte.Cnel. Díaz Duque y Camilo Saavedra, despertando sospechas principalmente entre los cuarteles del Combo.

- No te han hecho visitas sorpresivas a medianoche? Me llamó por teléfono otro jefe de cuartel para preguntarme.

- No sé a qué te refieres, no me he dado cuenta.

- Hace dos noches, a eso de medianoche, se presentaron los Tntes-Cneles Díaz Duque y Camilo Saavedra a mi cuartel y le hicieron preguntas capciosas a los centinelas.

- Ah caramba, eso no es nada bueno, le dije

Camilo Saavedra Córdoba, recién ascendido a Tnte.Cnel y nombrado Secretario Ejecutivo en reemplazo de Omar Torrijos, era uno de los protegidos por el nuevo mandatario y Díaz Duque era un personaje desconocido para la institución del cual los rumores decían que era algo así como un arma secreta que Arnulfo había importado de Argentina para nombrarlo comandante de la Guardia Nacional en su debida oportunidad.

Para los efectos del caso, no había nada fuera de lo común que los oficiales de otras unidades visitaran los cuarteles del país, pero lo que produjo la alerta fue la manera como se llevaron las visitas en forma furtiva a media noche, en donde se le hacían preguntas a los centinelas acercade las costumbres de sus jefes y que hizo cundir la alarma entre varios cuarteles.

Díaz Duque, quien había sido nombrado edecán del presidente, debió saber por formación, el protocolo a seguir en éstos casos, por lo que las visitas debieron ser programadas por la comandancia y puestas a conocimiento de los cuarteles.

Pero en todo caso, si Díaz Duque era ignorante del protocolo que es universal, Saavedra debió prevenirlo, para no caer en la sospecha de que algo se tramaba en contra de los jefes de dichos cuarteles, pues tales visitas imprevistas en la forma que se llevaban a cabo, minaban la autoridad del comandante y no hacían más que confirmar la ola de rumores, agravando la situación existente.

Debemos reconocer con justificada razón legal, que el presidente tenía toda la autoridad para pasar revista a sus Fuerzas Armadas cuando lo creyere conveniente, pero la lógica imponía un procedimiento, un protocolo y no inspecciones llevadas en forma furtiva a media nochepor un desconocido edecán, sobre todo en los momentos en que la situación requería un gramo de ingeniosidad y de prudencia; actitud que empujó a muchos oficiales a pensar que la ola de rumores se confirmaba.

Los cambios y traslados se producían en forma brusca, tan brusca como Arias acostumbraba tratar a sus seguidores, no había ninguna sutileza ni procedimiento, actitud que aumentaba el descontento interno y los que nos considerábamos imparciales dentro de esa especie de venganza, quedamos atrapados en medio de ese cruce de fuegos pasional, producto de la ventaja que tomaban los que ahora se encontraban con el poder en las manos.

Por demás está decir que tal situación no producía ninguna tranquilidad dentro de mí, pues tenía que pagar también por los que abusaron. Temía por mi familia, por mi pequeña unidad de Panamá Viejo y por el futuro de la Guardia Nacional de seguir por éste sendero revanchista. No había nada previsto, no se hacían planes y los traslados y acciones caían por sorpresa y así se lo comenté al Gral. Tosta Salas en busca de consejo, pues ya no tenía a quien apelar en consulta de algo.

- Los están castrando sin anestesia... me dijo un médico contrario de Arias cuando nos encontramos accidentalmente.

- Así parece. Le respondí sin profundizar en el tema.

- Mire Mayor, insistió el hombre. Gozar de las ventajas de estar en la cumbre del poder no es nada nuevo ni nada malo, alguien tiene que gobernar, pero cuando se tiene el poder hay que saberlo utilizar con sabiduría y precisión. Arnulfo tendrámucha popularidad, pero nunca ha sabido hacer uso del poder en forma racional, siempre ha sido un egoísta, un patán y un abusivo.

Es un ególatra que no le gusta compartir con nadie y menos el poder... Mire si tendré yo razón o no, que en el Partido Panameñista solo manda él y cuando muera o desaparezca, el partido quedará sin verdaderos líderes. Situación que pareciera presentarse en el presente.

El Partido Panameñista tenía sus glorias y sus trayectorias de luchas, algunas de ellas sangrientas, como el ataque al Cuartel de Colón. Se fundó con Acción Comunal con el primer golpe de estado en 1931, cambió posteriormente a Partido Revolucionario Auténtico [PRA] y finalmente se llamó Partido Panameñista, para establecer el panameñismo como doctrina. Uno de los pocos Partidos políticos de Panamá con historia de luchas populares.

Nacido del liberalismo panameño, sucesor del liberalismo colombiano, mantenía esa tradición liberal añadiendo sentimientos nacionalistas. Contrario a varios partidos políticos que se asociaban en forma de coalición para ganar el poder, el panameñismo mantenía una línea de conducta por la cual había que asociarse con ellos, o mejor dicho, con Arnulfo Arias; y ésta vez, la coalición con el líder había triunfado, gracias a las gestiones hechas por la Agencia del Tío Sam, como plan para la destrucción política de Bolívar Vallarino.

Pero el panameñismo tenía también sus problemas: un líder político muy carismático, pero que era un tirano y ya en los inicios de su gobierno comenzaron a verse fricciones entre el partido y otros que lo acompañaron al triunfo.

El día siete de Octubre de 1968, fui de visita a la residencia de Rudy Vallarino. Rudy, amigo de muchos años y yo, nos ayudábamos mutuamente cuando estábamos cortos del bolsillo y aun cuando nos llamamos compadres, no tenemos ningún compadrazgo

Además, el llamarse compadre es una forma de demostrar cercana amistad y confianza, y no necesariamente ser el padrino de alguno de nuestros hijos. Rudy, como dije anteriormente, trabajaba para la C.I.A. norteamericana y a pesar de nuestra amistad y confianza, ninguno husmeaba en el trabajo del otro.

Tanto era así, que para esa fecha yo no tenía el menor conocimiento del plan para la destrucción política del comandante, pues Rudy no era un agente que tomara decisiones, sino que producía informaciones y hacía recomendaciones para que sus jefes las convirtieran en inteligencia.

Quizá la cercana amistad con Rudy, el hecho de que mi esposa trabajara para la Embajada de los Estados Unidos, Sección USIA, unido a mi acción de proteger su embajada durante los disturbios de Enero de 1964, me valieron el mote popular de que Sanjur era un hombre de los Gringos y si en realidad lo era, los Gringos me abandonaron posteriormente en apoyo de Torrijos y acogieron a Manuel Antonio Noriega como su golden boy en reemplazo de Rudy, brazo derecho del dictador.

Ese día en mi conversación con Rudy, salió a relucir el inevitable tema de la situación política y la Guardia Nacional, en donde le expresé a Rudy la importancia de mantener la estabilidad dentro de la Guardia y la única persona que podía hacerlo era el Gral. Bolívar Vallarino, comandante de la institución y le decía que de relevar a Vallarino de la comandancia de la Guardia Nacional, sin duda habría problemas. Rudy me sugirió hablar con el nuevo Ministro de Gobierno, Don Norberto Zurita a quien no conocía y quedó de lograr una cita.

Entrevista con el Ministro de Gobierno-

Al día siguiente por la tarde, Rudy me llamó al cuartel para decirme que había hablado con el Vice-Ministro de Gobierno, Dr. Bolívar Dávalos Moncayo, quien confirmó una cita para el día siguiente 9 de Octubre en la oficina del Arquitecto Norberto Navarro a las dos de la tarde.

En medio de esa atmósfera cargada de rumores y de tensión, que no se sabía lo que iba a suceder, me dirigí a la oficina del Arq., Navarro localizada en el área de Bellavista, a donde llegué poco antes de la hora. La oficina del arquitecto no era un local muy grande ni tampoco lujosa, pero era cómoda y estaba gustosamente arreglada con cuadros y decoraciones. Se podía apreciar que era la de un profesional. La Sra. Navarro, muy atenta y fina, me recibió.

- Pase Ud. adelante, mayor, que el Sr Ministro lo espera. y de inmediato pasó a presentarme a su esposo, el Arq., Navarro.

- Mucho gusto, mayor, pase adelante que el Sr Ministro lo espera. Voy a retirarme para dejarlos solos de modo que puedan hablar con confianza.

Me dio mucha vergüenza haber llegado después del Sr Ministro y pedí disculpas.

- Caramba... Cuánto siento haber llegado tarde !

- No mayor, Ud. no ha llegado tarde. Lo que pasa es que el Sr Ministro y yo teníamos una reunión anterior, pero ya hemos terminado.

Me condujo a su estudio y luego de presentarme al Ministro, procedió a retirarse. Me di cuenta de que tenían rato conversando.

El rostro y la apariencia del Sr Norberto Zurita, Ministro de Gobierno y Justicia de Panamá, lucían los de un viejo luchador del Partido Panameñista. Rebelde y aguerrido, Zurita había estado algunas veces preso por la causa de su líder Arnulfo Arias.

Esta vez, la suerte le había acompañado y había logrado llegar al poder, ocupando una posición importante dentro del engranaje del gobierno, la cual tenía a su cargo la supervisión de la Guardia Nacional, una fuerza que tenía las funciones policiales y de ejército. No era mi costumbre pasar por encima del órgano regular, pero allí estaba yo con la oportunidad de hablar con el Sr Ministro.

La conversación comenzó un poco lenta y tensa, pero al recordar que entre nosotros existía una relación de afinidad, nos ayudó a romper el hielo. Me dio la impresión de que él esperaba que yo le iba a pedir algún favor, como lo era un ascenso o mejor posición.

- Sr Ministro le dije, iniciando la conversación en serio. Tengo entendido que Uds. tienen sus asesores militares y policiales y que tienen también simpatizantes internos en la Guardia Nacional, pero no se qué tipo de asesoramiento les están proporcionando puesto que la situación dentro de la institución se está deteriorando rápidamente y creo que lo que pueda recomendarle podría salvar a su gobierno de un problema serio.

Al escuchar éstas palabras, el Ministro pareció agudizar su entendimiento.

- Y qué cree que pueda recomendarme, mayor?

- Mire Sr Ministro. Hay varias normas que de acuerdo a los protocolos militares y que son universalmente conocidos, están siendo violadas. Esto está produciendo un gran descontento interno, que unido a una ola de rumores con relación al futuro de la institución, está llegando a un clima en donde se está hablando de golpe de estado.

Hablarle de golpe de estado a un Panameñista era algo así como meterle las espuelas a un caballo brioso. Antes de llegar a mi cita, ya yo estaba consciente de que al Gral. Vallarino le habían ofrecido que encabezara un golpe en contra de Arias, pero se negó rotundamente. El Ministro dio un pequeño brinco en su silla y me interrumpió.

- Concretamente mayor, puede explicarme lo que está pasando?

- Debo explicarle que existe un fuerte rumor de que el presidente va a convertir la Guardia Nacional en una policía política dividida en comisarías provinciales. Es de todos conocido la preferencia que el presidente le ha otorgado a ciertos oficiales que son partidarios de él, ascensos y posiciones relevantes. Todo esto, sumado al hecho de que el edecán está llevando a cabo visitas sorpresivas a varios cuarteles a media noche, en donde hace preguntas capciosas a los centinelas, acerca de sus jefes, han hecho cundir la alarma y muchos están preparados en espera de algo.

- Prosiga, mayor, qué más puede decirme?

- Yo no sé, proseguí, si sus asesores le han hecho llegar estas informaciones, y sobre todo qué hacer para contrarrestar cualquier tipo de acción que pueda producirse. Sospecho que Uds. no están enterados de toda la verdad o de que sus asesores o no están enterados o les ocultan la tensión existente. Pero dudo mucho que el exceso de confianza no los deje ver más allá de sus propios sentimientos. No creo que puedan estar tan miopes.

- Dígame mayor, qué cree que podamos hacer para aliviar esas tensiones y eliminar el descontento existente?

- Lo primero que hay que hacer es dejar al comandante Vallarino al frente de la institución y que se haga cargo del comando, en lugar de estar minando su autoridad. Yo creo que hay que tomar en consideración el hecho histórico, de que con Vallarino en primera fila, al frente de la institución armada aun cuando se han cometido errores, el hombre ha logrado mantener una bonanza democrática en el país y no se han producido golpes de estado.

Mientras yo seguía hablando, haciendo un análisis de la situación y de las cualidades y debilidades del comandante, aunque nunca trabajé muy cerca de su círculo como otros lograron hacerlo, pensaba que era la mejor baraja para lograr mantener la estabilidad política en el país.

Para mí era entonces un rumor el hecho de que Vallarino se retiraba, pues ignoraba totalmente los compromisos existentes... Me pareció que Zurita ponderaba mis palabras y vi en su rostro un gesto quizá de aprobación.

Observe el estimado lector, que mi recomendación era contraria al plan de la CIA con relación a Vallarino, de destruirlo.

- Además, seguí diciendo, yo hablé con él y estoy totalmente convencido de que no tiene en su mente una actitud golpista. Sé que lo han tratado de convencer para encabezar un golpe, pero el hombre se ha negado rotundamente. Vallarino sabe que el Presidente Arias ha llegado al poder con el beneplácito y la ayuda de los Gringos y presumo que sabe también que sería un suicidio meterse en el problema de un golpe, por lo que él es el único que puede estabilizar el país y retirarse dejando al Dr. Arias bien instalado.

El Ministro Zurita seguía escuchando con atención, me pareció que entendía que le estaba hablando con sinceridad y con la verdad.

- Por otro lado, continué, es el único jefe que pega un grito y todo el mundo corre a obedecerle. Es cierto que lleva muchos años en el mando y que es un supernumerario, pero eso en éstos momentos eso es una ventaja para el presidente Arias y mi recomendación es que esa ventaja debe aprovecharse. Y aunque los críticos dicen que es la personificación del sistema y que ha sobrepasado los años necesarios para el retiro, éste no es el momento de mandar a Vallarino a su casa. Y si para los efectos de hacer un parangón, él es la Guardia Nacional y no tiene sustituto en las circunstancias actuales...

Si alguien no les ha hecho tal recomendación, le agradezco que la tome en consideración. Ahora existe mucho resentimiento, rumores y zozobra. Y nuevamente, éste no es el momento para despedir al hombre que por mucho tiempo ha mantenido una estabilidad saludable en el país, aun cuando todos los errores y existan varios aspirantes a su puesto...

Cualquiera que Uds. designen al frente de la institución, no va a poder contener esa ola de jóvenes oficiales ambiciosos que se les viene encima. Y para hacer un ejemplo gráfico, el retiro de Vallarino en estos momentos, representa algo así como cortar el horcón principal de ese rancho que se llama presidencia. Se viene abajo...! [2]

Hice una pausa para ordenar mis ideas, mientras miraba con atención la cara de Zurita. Me daba la impresión de que nadie le había planteado las cosas como yo lo estaba haciendo ahora y que el análisis hecho lo tenía pensando. Sospechaba que había compromisos o aspirantes a la posición del comandante, bien dentro de las filas de Arnulfo o dentro de la institución y que a lo mejor mi recomendación se encontraba en discordia con relación a cualquier compromiso que tuviera el presidente. Zurita aprovechó el momento para interrumpirme.

- Mire mayor, lo que Ud. me está diciendo es muy grave, muy importante y muy razonable. Creo que ya he escuchado bastante y... déjeme decirle que Ud. me ha convencido. Nadie me había planteado una situación en la forma tan imparcial como Ud. lo ha hecho. A mí se me han acercado otros oficiales para pedirme ascensos y posiciones, pero Ud. se me ha acercado para sugerirme algo que tiene sentido. Quiero que sepa desde éste momento, que Ud. se queda en Panamá Viejo y que vamos a aceptar su recomendación... vamos a proceder de inmediato a trabajar en eso !

Le agradecí al Ministro Zurita su muestra de confianza por aceptar mi recomendación y desde luego, que me dejara cerca de casa ya que yo vivía cercano a mi unidad. Me di cuenta de que muchos otros personajes allegados al presidente, no veían la situación de acuerdo a un criterio que me parecía tan lógico y siempre pensé que por encima de los apetitos personales, existía un país que necesitaba estabilizarse y una institución que debía ser imparcial para poder mantener esa labor de estabilización.

Me llené de satisfacción al saber que mi recomendación era aceptada, pues significaba devolverle la autoridad perdida al comandante, para que pudiera controlar la situación interna y poder prevenir así un mal mayor.

Poco tiempo después nos despedimos y cuando al salir, me despedí de la Sra. Navarro, me sentí salir de su oficina por una puerta ancha a respirar aire puro y tranquilo, pues no había nada que me tranquilizara más, que la búsqueda de la paz que el país necesitaba en esos momentos. Era mi deber, no mis sentimientos. Me encaminé al cuartelito de Panamá Viejo y llamé a Rudy:

- Compa, le dije, creo que la reunión tuvo un éxito total. El hombre me ha dicho rotundamente que acepta mi recomendación y que se iba a trabajar en eso inmediatamente. Me pareció que se fue honestamente convencido de que le recomendé bien, por el bienestar del país y la paz de todos,

Varios años después en exilio, confirmé que yo no estaba equivocado pues supe que otras personas habían recomendado lo mismo y que Zurita trató de convencer a Arias de aceptar mi recomendación, pero que Arnulfo se opuso empecinadamente. Me enteré también, por el Sr Luis Carlos García, quien trabajó para Zurita en Miami, que el ex-ministro comentó a principios de los años setenta: - Y pensar que si le hubiésemos puesto atención a las recomendaciones de Sanjur, aún estuviéramos en el poder.

El Sr Luis Carlos García, fue expulsado por la dictadura seguido de un cable dirigido a un grupo en Miami, que decía:

Le devolvemos a su hombre vivo, la próxima vez envíenlo armado. Firmado: Omar Torrijos.

García, quien permaneció varios años en exilio en Miami, Florida, llegó inocentemente a comprar unos automóviles para llevarlos a revender a Panamá, se encontró con unos panameños, entre ellos a uno de mis hermanos a quien le compró unos autos y eso fue suficiente para mandarlo de regreso a Miami al exilio, perdiendo su inversión y quedando en la quiebra. Este hombre confirma así, lo que Zurita le confesó.

[1]-USIA - United States Information Agency. La Agencia de Información de los Estados Unidos en Panamá contaba con la Biblioteca Amador-Washington que era un lugar muy amplio que proporcionaba información a los estudiantes, a hombres de negocios y a muchos otros sectores, al igual que a los aficionados a la lectura y que quisieran aprender el idioma inglés. Este centro fue pasto de las llamas en Enero de 1964, por elementos exaltados que destruyeron el local. Más tarde fue reconstruido y abierto al público nuevamente, pero las constantes amenazas posteriores, hicieron que fuese reducido y mudado de lugar.

Tercera Parte

El Golpe de Estado

Todo al revés de lo recomendado-

Como de costumbre, me levanté temprano. Era la mañana del 10 de Octubre de 1968 y había dormido la noche anterior en el cuartel, me sentía alegre y animado. Ese sentimiento de alegría, seguridad y dinamismo era propio del que siente haber cumplido con su deber, me empujaba a celebrar dentro de mí ese pequeño gran triunfo; pero el momento de alegría iba a durar muy poco, y lo que era peor, se iba a convertir en sombrío.

El diario “La Estrella de Panamá”, matutino que parecía haberse convertido en una especie de vocero oficial del gobierno, publicaba a grandes titulares la noticia de que el Gral., Bolívar Vallarino, comandante de la Guardia nacional, había sido enviado al retiro e informaba asimismo, el traslado en masa de oficiales de posiciones importantes a otras secundarias y en su reemplazo, se nombraba a oficiales adeptos de Arias.

Todo se asemejaba a una degradación cuantiosa. Busqué entre los traslados y encontré mi nombre trasladado a la Ciudad de Colón... No puede ser ! me repetía a mí mismo y el asunto que daba la impresión de ser un castigo de gran magnitud, era una sorpresa desagradable. No podía creerla ! !

Tomé el teléfono y llamé a la comandancia para informarme de si lo que decía el periódico era cierto. La noticia en efecto era verídica y el nuevo comandante era el Cnel., José M. Pinilla, quien seguía en mando a Vallarino y quien sería ascendido al rango de general para retirarlo en unos tres meses.

Pedí hablar con Pinilla para felicitarlo y aprovechó el momento para decirme que preparara el Cuartel de Panamá Viejo para hacerle un agasajo de despedida a Vallarino al día siguiente 11 de Octubre a eso de mediodía.

Procedí a cumplir la orden y mientras eso hacía, me sentía engañado, burlado, utilizado... traicionado ! No podía disimular la frustración y el enojo que me embargaban. No me importaba el traslado a Colón, ya que allí contaba con buenas amistades; pero lo que me preocupaba terriblemente era la recomendación de dejar a Vallarino como comandante de la fuerza no fue tomada en consideración de acuerdo a la promesa de Zurita, por lo que veía venir problemas. No se necesitaba ser un vidente o tener una bola de cristal para predecir el descalabro que se avecinaba.

El teléfono del cuartel no dejaba de sonar con la noticia por todas partes. Al cabo de cierto tiempo, volví a llamar a Pinilla, para encontrarme con la otra sorpresa de que también había sido enviado al retiro.

- Pero... no era que le habían prometido retirarlo de general en tres meses ?

- Es cierto, respondió el May Saverio Epifanio. El comentario es que le prometieron ascenderlo a general y retirarlo en tres meses, pero no duró ni tres horas.

- Y quién es el nuevo comandante? pregunté.

- El coronel Urrutia.

- Y aguantará hasta mañana ? Pregunté.

- No se sabe, esto aquí es una casa de locos ! Aquí nadie sabe lo que está pasando ni lo que pueda suceder mañana !

No había terminado de colgar el teléfono cuando volvió a sonar una y otra vez. Las noticias combinadas con los rumores corrían vertiginosamente como reguero de pólvora encendida, sin saber hacia qué polvorín se dirigían. El descontento comenzó a desbordarse y ante la inseguridad de lo que pudiera pasar, decidí llamar a Rudy.

- Compa... te enteraste de lo que dice el periódico ? Mi teléfono no ha dejado de sonar desde temprano. No solamente volaron a Vallarino y a Pinilla, sino que también han llevado a cabo traslados en masa. Aquí existe un descontento total.

- Me enteré de las noticias, pero no sabía lo de Pinilla.

Le relaté lo que sabía del caso del Cnel. Pinilla, se lamentó de lo que estaba pasando y me deseó suerte en Colón. Aproveché para decirle:

- Dile a tu amigo que me engañó, traicionándome al no cumplir su palabra y que las medidas tomadas por el gobierno han alborotado un avispero de tal magnitud, que nadie sabe a dónde va a terminar esto !

El Nuevo Comandante-

Colgué el teléfono con Rudy y tenía el otro esperándome con una llamada de la comandancia para una reunión con el nuevo comandante, Cnel. Bolívar Urrutia Parrilla. Me preparé para ir a la Avenida “A” y antes de salir di órdenes de tomar medidas de precaución y continuar con los preparativos del acto de agasajo al Gral. Vallarino al día siguiente 11 de Octubre.

Llegué a la comandancia en medio de un mare mágnum de oficiales que preguntaban qué era lo que sucedía, sin saber con certeza hacia dónde habían sido trasladados, ya que los movimientos de personal no se habían publicado en el órgano oficial de la institución, llamado “Orden del Día”, sino que fueron dados como noticia en periódico local y existía la confusión de que si los traslados eran reales o se trataba de otro rumor.

Yo me sentía como muchos otros, víctima de un huracán de pasiones que nos arrastraba cual hoja al viento y quizá los únicos en saber la verdad de los hechos eran los favorecidos con ascensos y posiciones relevantes. En suma, los hechos estaban confirmado la ola de rumores.

La reunión en la comandancia tenía por objeto discutir los problemas que se presentaban a causa de los traslados y ascensos, que habían tomado por sorpresa a todos y para lo cual muchos no estábamos preparados; y además, había que establecer el significado del movimiento imprevisto sin ningún ordenamiento y sin saber cuál sería el próximo paso.

Se estableció claramente que el nuevo comandante no tenía ningún control de lo que estaba sucediendo y que los traslados y ascensos los hacía directamente el Presidente de la República, por recomendaciones de alguien y sin ninguna consulta con la comandancia, por el cual no existía ningún interés institucional o nacional, sino meramente personal o político; por lo que se estimaba que alguien estaba manejando los hilos desde dentro de la institución y haciendo las recomendaciones.

La oficialidad se enfrentó al nuevo comandante, quien acababa de regresar de la presidencia de una entrevista con el Dr. Arias. Urrutia trataba por todos los medios de aparentar estar en control de la situación y de explicar lo que sucedía con relación al movimiento sorpresivo de traslados, llevado a cabo con toda brusquedad y sin el conocimiento de los jefes como si no existieran.

Se le inquirió acerca del futuro de la institución, del cuerpo de oficiales y si debíamos esperar que la Guardia Nacional iba a convertirse en una policía política del presidente, o en un campo de minas político en donde no se podía caminar por temor a caer víctima de en una intriga.

Que se habían despedido a Vallarino y a Pinilla en acciones relámpago, como en el ejercicio de un plan de venganza y que en tales circunstancias quién podía predecir su propia estabilidad dentro del cuerpo ? Ni siquiera él, Urrutia. No existía planeamiento ni predicción de actividades, sino acciones que eran hechas “a la mala” y de sorpresa en sorpresa.

Desagradables medidas que solamente aumentaban el clima de tensión existente, en donde eran favorecidos los seguidores de Arias y que estaba minando la institución induciendo a una desmoralización peligrosa.

El coronel Bolívar Urrutia Parrilla, alto,blanco, algo pelón, inteligente y de buen porte, aunque salido de las filas de la institución, había cursado importantes estudios en la Escuela de Infantería de Venezuela cuando la Misión Militar de Venezuela laboraba en Panamá.

Urrutia era considerado como un buen y moderado profesional y no un político con uniforme, pero como no era de los adeptos al nuevo presidente no se podía predecir nada en cuanto a su futuro y tampoco él podía predecir nada en cuanto al futuro de la institución ni de los demás oficiales, ya que se encontraba al mando de una Guardia Nacional que estaba siendo desarticulada desde arriba y sin su conocimiento.

Urrutia respondió que acababa de llegar de la presidencia, de una reunión con el presidente, quien le “garantizó” que no había “nada que temer”, que los ascensos y traslados se limitaban a los ya llevados a cabo y anunciados y que no se harían más movimientos de personal.

El coronel Urrutia no pudo contener la ola de oficiales jóvenes y ambiciosos que se le vino encima, tal comose lo había pronosticado al Ministro Zurita, y aun cuando logró tranquilizar las cosas de momento, no pudo convencer a ninguno en cuanto a la estabilidad futura de la Guardia Nacional y las reales intenciones del presidente, ya que era vox populi, que “Arnulfo no respetaba ningún pacto”, según se decía popularmente y la C.I.A. norteamericana, quienes fueron los artífices de destapar a Arnulfo, lo estaba viviendo en carne viva.

Por mi parte yo estaba viviendo también la experiencia con Zurita, la cual nopodía expresar, por lo que me sentía seguro de que más despidos y traslados se iban a producir, al igual que cambios en la estructura de la institución en cualquier otro momento.

La reunión en la comandancia no condujo a una diáfana conclusión y cada quien al retirarse hacía sus propias conjeturas. Y llamó la atención de algunos de que en la reunión no participaba el Tnte.Cnel Camilo Saavedra, el nuevo Secretario Ejecutivo.

Al salir de la Avenida “A”, me dirigí hacia Panamá viejo para hacer una revisión de los preparativos para el agasajo del Gral. Vallarino al día siguiente, y al mismo tiempo hacer los preparativos para mi mudanza a Colón. Mientras tanto, “El Combo” trabajaba por su cuenta.

Mi Relevo - La Acción-

El 11 de Octubre por la mañana, el cuartelito de Panamá viejo se encontraba listo para la reunión almuerzo, como agasajo de despedida que se le daba a Vallarino. Al lugar comenzaron a llegar personalidades de diferentes lugares y posiciones.

Políticos conocidos, hombres de negocios, autoridades civiles y militares de la Zona del Canal, los nuevos comandantes coroneles Urrutia y Arístides Hassan, oficiales de la GN y desde luego, oficiales y civiles del “Combo” encabezados por Omar Torrijos. Tampoco podían fallar representantes del 470 de inteligencia del Ejército de USA, con el amigo Efraín Angueira a la cabeza y otros agentes que lo acompañaban. Con todo éste conjunto, llegó también mi reemplazo el recién ascendido a mayor y nuevo comandante de Panamá Viejo, Carlos “El Negro” Martínez, quien me entregó un anota de relevo, firmada por el segundo comandante Hassan.

“El Negro Martínez, quien era también popularmente conocido como “El Paisita” Martínez, por haber estudiado en Colombia, fue compañero de estudios en la Escuela de las Américas cuando siendo yo teniente y él capitán, estudiábamos el curso de Comando y Plana Mayor. Era un hombre de buen carácter y se decía de él que fue un gran deportista del balompié.

Yo no conocía a Martínez por sus habilidades deportivas sino como compañero de estudios y llegué a tenerle mucho aprecio como compañero de armas, pero poco respeto como estudiante porque tuve que rebelarme cuando me pidió que le leyera las lecciones y más bien tuve que ayudarlo a aprender y a hacer las tareas, pero me atrasaba en mis estudios. Y aunque seguí ayudándolo, lo hice de modo que fuese más independiente y debo admitir que después de “mi rebelión”, Martínez aunque estudiante duro, mostró mayor dedicación y resultó ser muy buen compañero.

Las actividades del agasajo de Vallarino, seguían adelante y aunque se llevaban a cabo en mi cuartel, yo no era el verdadero anfitrión pues pasé la mayor parte del tiempo recorriendo el cuartel, ya que parecían estar apurados en relevarme.

Recuerdo con aprecio, que la tropa se reunió por su cuenta en formación espontánea, me hizo un pequeño homenaje y me regaló un anillo de oro que mandaron a grabar y que me entregaron como un gesto de sincero aprecio y de amistad por los años que pasamos juntos.

Un sencillo acto que salió del fondo de sus corazones, hombres que habían compartido conmigo éxitos y fracasos, vicisitudes y honores, insultos y elogios. Quizá no todos compartían los mismos sentimientos, pero el pequeño homenaje fue para mí un gran honor que llevo grabado dentro de mi ser como la mejor medalla que jamás gané durante mis años de servicio.

El 11 de Octubre de 1968 era viernes y antes de retirarme a mi residencia, sin haber terminado mis arreglos de mudanza, comuniqué al Cnel., Urrutia, nuevo comandante, que mi relevo había tomado posesión del cuartel y que solicitaba permiso para retirarme a mi residencia, para presentarme el Lunes próximo a tomar posesión de mi nuevo cargo en Colón, lo cual fue concedido.

De regreso a mi casa, aproveché para jugar con mis pequeños hijos y más tarde fui en busca de mi esposa a su trabajo. Recordaba mi corto tiempo en Colón como capitán segundo comandante de zona en 1961. Allí hice buenas amistades, como lo fueron los hermanos Feoli, los hermanos Berrío y muchos otros que en el corto tiempo fueron buenos amigos.

En Colón trabajé duro elaborando un nuevo plan de vigilancia, para el control de los atracos y robos que abundaban en la ciudad, con el cual logramos reducir la delincuencia; pero que no gustó a mi jefe el mayor Omar Torrijos. Colón fue para mí muy bueno, pero recordaba también pasajes no muy gratos, como lo fueron dos experiencias que tuve con mi jefe.

Uno de ellos cuando capturamos un contrabando de Whiskey escocés, que Torrijos “arregló” para que no se produjeran detenciones y el otro en que existía una combinación con algunos amigos de él de Panamá, que venían desde esa ciudad a cometer un robo, se desaparecían y nunca se lograba llegar al final de la investigación.

Desilusionado de Colón, no por causa de la ciudad sino por mi jefe, decidí un buen día que vine a Panamá, solicitar mi traslado y pedí al Cnel. Pinilla, mi traslado para la unidad de Panamá Viejo, en donde pensé que podía trabajar con mayor independencia.

Pinilla me recomendó para la posición de comandante de unidad, en donde algunos de mis compañeros me pronosticaron el más rotundo fracaso. Sin embargo, a pesar de la falta de recursos y el poco apoyo que recibía con relación a otros cuarteles, Panamá Viejo fue mi mejor plaza y aún con algunos sinsabores, obtuve mis mejores éxitos.

En la tranquilidad de mi casa, trataba de formarme una idea de lo que pudiera ser la Zona Atlántica, y de lo que pudiera hacer para ayudar a esa gente a combatir lo malo y lo feo en esa larga área que comprendía desde Cabo Tiburón en la frontera con Colombia pasando por la región Kuna Yala, hasta la Provincia de Veraguas y Coclé al Oeste.

Una zona muy difícil de controlar con los pocos recursos que la Guardia Nacional disponía y en donde el principal actividad contra el delito era perseguir el contrabando. Unido a esto, el rea estaba dividida en dos por la Zona del Canal, que encerraba a la Ciudad de Colón que tenía que depender de un corredor o por mar para mantener la comunicación.

Esta situación geográfica y división política, limitaban la efectividad de la vigilancia y aunque se contaba con las buenas relaciones de las autoridades del canal y viendo todo éste panorama, me daba cuenta que desde mi posición en Panamá Viejo por medio del Aeropuerto de Paitilla, me era más fácil en aquella época comunicarme con la región Kuna que desde Colón. Actualmente colón cuenta con las pistas de aterrizaje de France Field y de Fort Sherman de la antigua Zona del Canal.

En Colón se encuentra localizada la Zona Libre, pujante bazar internacional de gran importancia económica y comercial para la Provincia de Colón y era muy probable para el año 1968, que la Zona Libre siguiera su crecimiento y con ello también, el aumento de la operaciones de contrabando.

Me encontraba metido en mis pensamientos cuando llamó Rudy para saber cómo me encontraba. Le dejé saber que ya había sido relevado de mi cargo en Panamá Viejo y que no tenía tropa ni cuartel hasta que llegara a Colón el próximo lunes y que lo invitaba a visitarme cuando lo estimara conveniente. Aproveché de nuevo para quejarme del engaño de Zurita.

A casa de Efraín Angueira del 470 de Inteligencia-

Terminando con Rudy, mi esposa me invitó a pasar a la mesa para la cena y en medio de la comida, sonó el teléfono...

- Señor Amado, es para Ud. Me dijo la empleada doméstica que tomó la llamada.

- Bueno? Respondí, dejando la mesa.

- Sanjur? Reconocí la voz de Omar Torrijos.

- Sí, mi coronel, diga !

- Puedes venir a casa de Efraín Angueira, enseguida ?... Es urgente !

- De inmediato, mi coronel. Tan pronto me aliste salgo para allá !

Colgué el aparato y quedé pensativo por unos instantes, preguntándome qué es lo que podía estar sucediendo ahora. Abandoné la mesa y me preparé. Una llamada de urgencia no era cosa de bromas, además, Torrijos no acostumbraba llamarme a mi casa.

- Sucede algo? Me preguntó mi esposa al ver que me alistaba para salir. Ella vivía a sobresaltos la situación que estábamos pasando.

- No lo sé, me ha llamado Torrijos para citarme a una reunión urgente en casa de Efraín Angueira en la Zona del Canal.

- Ten cuidado Amado, mira que están pasando todas éstas cosas tan raras y no deseo que te pase nada malo. Mi esposa sabía la opinión que tenía de “Torrijo y su Combo”, al igual que de los oficiales políticos de cualquier facción.

- No te preocupes, tú sabes bien que sé cuidarme. Seré cauteloso.

Para los oficiales de la Guardia Nacional no era nada nuevo ni extraordinario ir a casa de Efraín Angueira, ya que el hombre de enlace entre el 470 de Inteligencia del Ejército de Estados Unidos en la Zona del Canal con la Guardia Nacional, acostumbraba hacer reuniones de carácter social en su residencia, al igual que invitaciones de pesca en la Bahía de Panamá.

Angueira había mantenido estrecho contacto con su Compadre, Cnel. Bolívar Urrutia, nuevo comandante.

Y aunque trataba de ser muy atento y jovial con todo el mundo, Angueira sabía aplicar el clásico principio doctrinal del Ejército de los Estados Unidos: “la explotación de fuentes de información” y siempre que Angueira u otro del 470 de Inteligencia se acercaba a Amado Sanjur a solicitarle algo, aunque fuese en una forma muy jovial, sabía que se trataba de algo profesional, yo se lo facilitaba si podía sin mayores problemas.

Panamá, no era ni es una potencia atómica que necesitara estar ocultando sus programas de competencia con el Tío Sam. Quiero aclarar pues, que nosotros no teníamos nada de importancia militar que ocultar y quizá por eso, el personal del 470 se comportó conmigo en una forma muy profesional - 9 -

Sin embargo, me causó extrañeza el artículo que apareció en la Revista “LIFE” de Marzo de 1990, escrito por Seymour Hersh, en donde un antiguo miembro del 470 declaró haber visto un memorándum de la C.I.A. en donde se me ofrecían cien mil dólares [US$ 100,000.00] para llevar a cabo mi plan para derrocar a Omar Torrijos en 1969.

Tal falsedad, me empujó a enviar una carta a la revista, negando tal falacia y protestando por la forma poco profesional de conducir una investigación sin preguntar directamente al afectado. Mi carta nunca fue publicada por la revista y solamente se refirió en un cintillo de protesta en uno de los números siguientes, pero decía:

“Sí, yo mantuve relaciones con algunos miembros de la comunidad de inteligencia de los Estados Unidos. Juzgo por sus declaraciones a la Revista Life, que ellos estuvieron más interesados en comprar nuestras almas, que en ayudarnos a combatir lo malo y lo feo en nuestro país. En mis relaciones con la Embajada de Estados Unidos y con sus Fuerzas Armadas, yo pude cultivar muy buenas amistades y aún mantengo contacto con algunos que fueron verdaderos profesionales...”

Regresando al tema, una cosa era ir a casa de Angueira a compartir un rato social tomándose un par de copas, y otra era ir a una reunión urgente. Esto era algo fuera de lo normal en los momentos de tensión y de zozobra que estábamos viviendo, por lo que había que tomar algunas precauciones.

Tomé la pistola cal .38 de reglamento y me cercioré de que estuviese apropiadamente cargada, igual hice con la pistola Browning cal 9 mm, regalo de mi Promoción Araure de Venezuela. Con ambas armas me metí en el auto y marché a casa de Angueira a la Zona del Canal.

Durante el trayecto me preguntaba lo que podía estar sucediendo, sin acertar en nada, pues todo era conjeturas. Pensaba en la rivalidad existente entre el 470 y la C.I.A., pues ambos trataban de mantener la “hegemonía” de las relaciones con la Guardia Nacional y mantenían un clima de “lucha” de cada uno por ganarse la amistad y control de la institución, tratando de mantener al otro alejado; hasta llegar al extremo de las habladurías personales, como fue el caso de uno de los del 470, quien me dijo que “... no tuviera relaciones con la C.I.A porque estaba llena de maricas.”

Por mi lado yo mantenía el contacto con Rudy, no por razones profesionales, sino por sincera amistad personal y con su familia, sin intereses de explotación de ninguna índole. Rudy, quien se encontraba imposibilitado con la enfermedad de Parkinson y falleció ya hace algún tiempo,

había decidido por su propio fuero, colaborar con informaciones que yo desconocía para la escritura de éste libro y escribió otro llamado “Estampas de la Época” en donde narra sus experiencias y corrobora muchas de las informaciones que aquí se escriben y que despejan las dudas en cuanto a la conspiración que aquí trato de demostrar. Sin embargo, la publicación que circuló en Panamá, dista mucho del borrador que me envió y que aún conservo.

Llegando a casa de Angueira, abandoné mis pensamientos y me concentré en lo que pudiera suceder... reunión con Omar Torrijos y quiénes más?

Localizada detrás del Instituto Nacional en las faldas del Cerro Ancón, la residencia de Angueira era un caserón de madera de esas utilizadas para alojar personal ejecutivo del canal y que dominaba buena parte de la ciudad. Me encontré allí con varios oficiales de la Guardia Nacional: Juan Bernal, Ramiro Silvera, Federico Boyd, Humberto Jiménez, Luis Nenzen Franco y dos más cuyo nombre no recuerdo. También se encontraban Angueira desde luego, Esparza y otro del 470 sirviendo de anfitriones.

Poco después de yo llegar, los oficiales se retiraron a cumplir sus misiones... El golpe de estado en contra del Presidente Arias estaba en plena ejecución y nadie ya podía evitarlo y aunque los oficiales presentes se tomaron un par de copas, no son ciertos los comentarios de que Torrijos se encontraba borracho mientras Boris Martínez se rebelaba en Chiriquí.

Ese es un episodio posterior al golpe de estado como se verá más adelante. En realidad yo no jugué un papel de líder en estos acontecimientos, puesto que ya yo no tenía ni tropa ni cuartel; yo fui atrapado por el volcán de pasiones que traté de evitar y que otros engendraban y que me arrancó de mi casa cuando casi estaba pronto a ponerme mis pijamas.

Retirados los oficiales a cumplir sus misiones, Torrijos se acercó a mí y me dijo:

- Sanjur, Boris Martínez se ha alzado en Chiriquí desde las 4 de la tarde, ha cerrado la frontera con CostaRica, se ha tomado las emisoras radiales para lanzar proclamas y ha invadido la finca del Dr. Arias... se nos ha adelantado, poniendo en peligro lo que nosotros vamos a hacer en Panamá.

Me enteré por Torrijos mismo, que durante el agasajo del Gral. Vallarino esa mañana en Panamá Viejo, se pusieron de acuerdo para reunirse en Tocumen con Boris Martínez, quien viajó a Chiriquí y allá se rebeló persiguiendo y encarcelando a cuanto “Arnulfista” encontraba; persecución que se hizo encarnizada y cuya ejecución fue llevada a cabo en su mayor parte por un joven oficial: Manuel Antonio Noriega. El Tnte.Cnel Omar Torrijos prosiguió.

- Sanjur, Cómo está su cuartel de Panamá viejo?

- Ya yo no tengo cuartel, fui relevado por el “Negro” Martínez durante el agasajo ésta mañana.

- Y de quién fue esa orden ?

- Del comandante Hassan.

- Se atreve Ud. a tomarse Panamá Viejo? Si necesita tropas se las puedo proporcionar de Tocumen.

Recordé que entre el personal de tocumen y el de Panamá Viejo existía un “tique” de rivalidad y pensé que de llevarlos se iba a crear un problema mayor y le respondí.

- No creo que sea necesario, puedo hacerlo yo solo.

- Está seguro, Sanjur?

- Completamente.

Antes de retirarme, le reclamé que yo fui el último en enterarme, y buscó una excusa por el desarrollo de los acontecimientos. Le recordé que Panamá Viejo era un cuartel sin transporte y que no podía responder por lo que mi relevo pudiera haber hecho desde mi reemplazo. Se retiró y quedé por unos momentos en compañía de Angueira, quien me hizo el siguiente comentario:

- Amado, tú sabes que Omar no es el hombre para esto.

Pero el “hombre que no era para esto” estaba desde ya jugando un papel importante con la aprobación del Tío Sam. Hice un gesto de aprobación con la cabeza, pero en realidad me encontraba confundido. No lograba entender el papel que jugaba Omar Torrijos en casa de Angueira en la Zona del Canal, como líder de un golpe de estado, si “no era el hombre para esto”.

Eso a mí no me convencía, por lo que entendí que los Gringos ya le habían dado la espalda a Arnulfo Arias. Y aunque tenía mis preguntas con relación al desarrollo de los acontecimientos, me encontraba impotente a merced de los hechos sin formar parte de ningún bando político. Yo era miembro de la Guardia Nacional.

Camino de Panamá viejo, me preguntaba.

- Qué papel jugaba en realidad Efraín Angueira y el 470 en esto ?

- Acaso era coincidencia que Omar Torrijos y otros oficiales se reunieran en casa de Efraín Angueira en la Zona del Canal a conspirar contra Arnulfo ?

- Dónde estará el Gral. Vallarino y qué papel estará jugando en esto ?

Y a medida que me hacía una pregunta, afloraba otra, pero lo cierto era que el derrocamiento de Arias estaba en camino y parte de ellos se llevaron a cabo en casa de un miembro importante del Ejército del Tío Sam, que fungía como el hombre de enlace con la Guardia Nacional.

Pero no fue sino mucho tiempo después que Rudy Vallarino me confió y en su libro “Estampas de la Época” afirma, que la Agencia Central de Inteligencia estaba al tanto de todo, pero como Arias se precipitó a hacer cambios dentro de la Fuerza Pública, ya no podía detenerlo y como también vieron venir problemas en el futuro, las acciones contra Arias se aprobaron sin demora. Pero no solamente eso, sino que posteriormente se supo que

Omar Torrijos se acobardó y se refugió en su casa de San Francisco, pero Angueira fue a buscarlo lo trajo a su residencia de la Zona del Canal y lo conminó a llamar a los oficiales, para iniciar una acción en Panamá, para contrarrestar el golpe de estado que había iniciado Boris Martínez en la Provincia de Chiriquí.

Para ser honesto, yo hubiese preferido que las órdenes debieron ser impartidas por el Gral. Vallarino y no por Omar Torrijos, ya que le había perdido el respeto desde Colón y una Guardia al mando de un hombre que tenía esos antecedentes, más la investigación que hice de Aduanas, no me inspiraba confianza.

No teniendo mano a quién apelar y haber visto cómo el gobierno de Arias manejó el asunto de la institución armada en forma tan torpe hasta perder el control, después que yo se lo había pronosticado al Ministro Zurita y le había dado la clave de la solución para evitarlo, sin querer escucharme, ya no había nada que hacer; de modo que el golpe era un hecho, pero la situación futura para mí era confusa pues a quien consideraba el líder natural de la Guardia Nacional estaba retirado y quizá pudiera ser el único capaz de evitar el caos que se veía venir, pero el General Chester L. Johnson lo tenía en una sospechosa excursión de pesca.

No supe cómo se desenvolvieron muchas acciones, pero supe que Arias y muchos de sus oficiales seguidores corrieron a refugiarse en la Zona del Canal. Se comentaba que ninguno fue capaz de presentar lucha y que solo el capitán Abraham Crócamo se tomó una emisora radial y lanzó una proclama en favor de Arias y como verán más adelante, fue uno de los más activos en contra de la dictadura.

Como era de esperarse, los oficiales del “Combo” se desenvolvieron de acuerdo con sus planes de acuerdo con su reunión en casa de Angueira, pues nunca fueron relevados de sus cuarteles y me pareció que al único que se le pidió entregar su cuartel ese día fue al Autor.

Considerándome un individuo moderado, era elemental en mi opinión como lo sería para un estudiante de Psicología, de Filosofía y aún de Sociología, de ver los hechos y poder hacer las predicciones del caso con relación a las posibles reacciones, viendo precisamente esos hechos.

Yo estaba viviéndolos en carne propia y había manifestado mi predicción a Zurita hacía dos días... No había demorado mucho tiempo para que mi predicción se cumpliera, por lo que con mayor razón ellos, políticos con tantas experiencias de años de luchas en el campo de la subversión y quienes se estaban jugando el todo por el todo, debían saberlo.

¿Ante los hechos, cómo debían esperar la reacción de la oficialidad de la Guardia Nacional que se sentían afectados y empujados sin compasión?

¿Esperaban los adeptos de Arias, que los desplazados iban a soportar en forma pacífica los empujones y las intrigas de las que estaban siendo objeto, teniendo las armas en su poder y sin haber sido relevados?

Vamos Hombre...! En honor a la verdad, ni un niño podía aguantárselo. Por lo que habrá que llamarle a esto: un golpe de estado provocado por los mismos derrocados. Y lo que es peor, los mismos arquitectos de su subida al poder ahora les daban la espalda en apoyo de los militares.

Y como para hacer un ejemplo gráfico mental de semejante cuadro, comencemos por imaginarnos la existencia de un avispero, cuyas avispas ya le han picado, por lo que lo que las avispas y el afectado son enemigos declarados.

De cierto entonces que si el afectado elimina una avispa, el caso podría resultar un trabajo fácil, pero meterse en contra de todo el avispero sería un riesgo mayor para el cual el afectado debía estar preparado. Qué hacer entonces? O el afectado decide acabar con el avispero utilizando un método apropiado o deja las avispas tranquilas para convivir con ellas, porque como las moleste, inevitablemente lo volverán a picar...

Y para el caso, esto era lo que estaba sucediendo: los que no pudieron aguantar la presión a la que estaban siendo sometidos y se sintieron llevados contra las cuerdas, reaccionaron en masa en forma drástica, alzándose contra el gobierno que tomaba ventaja del poder en forma revanchista, llegando a tocar hasta muchos hombres imparciales que no participaron en acciones contra ellos, por lo que se sintieron una avispa más.

De modo que se “alborotó el avispero” conforme se lo manifesté a Rudy Vallarino.

Existieron múltiples formas de manejar la situación de la Guardia Nacional. Yo recomendé una, que a mi juicio era la mejor, pero estaba en desacuerdo tal vez, con intereses o compromisos ya adquiridos, por lo que fue rechazada de plano; aunque otros también moderados como yo, fuera de la Guardia Nacional, vieron el mismo problema y recomendaron lo mismo.

Sin embargo, se aplicaron soluciones en un forma irracional, más bien dirigidas por una mente resentida y enferma que buscaba venganza. Elemental por decirlo, que tales medidas, iban a provocar un desenlace dramático.

Y si profundizamos más en el tema, hemos de mencionar, que los viejos comandantes, Vallarino y Pinilla, aceptaron el retiro sin protestas personales, pero en el caso que nos ocupa de tratar de explicar un hecho típico de rebelión en masa de oficiales jóvenes que vieron amenazada su carrera y su seguridad, y actuaron contra el gobierno con razón o sin ella. Fue por lógica, una reacción de tipo biológica, social; no legal, estimulada por la desesperación.

Porque es injusto decir que los golpistas tenían la razón legal para derrocar a Arnulfo Arias, puesto que Arias como presidente , elegido por voto popular, tenía todo el derecho constitucional de hacer cambios y traslados dentro de sus Fuerzas Armadas; pero ejerció ese derecho en una forma tan irracional, que provocó también una reacción irracional.

Me recordé del personaje aquel, que dijo que “Arnulfo podía ser muy popular pero no sabía gobernar”. Pero hemos de ir un poco más allá, reacción que fue aprovechada por los arquitectos del plan para destruir políticamente al Gral. Bolívar Vallarino, quienes desilusionados de Arias en tan corto plazo, salieron en forma furtiva en apoyo de los golpistas.

No es mi interés el de caer en una polémica de tipo jurídico, ni internacional, pues no estoy tratando de justificar una tesis de tipo legal ni mucho menos constitucional, sino que trato de explicar en una forma más o menos racional el de por qué se produjeron acciones irracionales.

Es por lógica natural, que existan opiniones discrepantes, no todos estamos en la situación de ver las cosas desde el mismo punto de vista, pero lo real es, que en éste caso, no se llevó a cabo un planeamiento a largo plazo por una organización, para la ejecución de un acto, sino que fue el efecto típico de una reacción que podríamos llamar “biológica bruta,” obedeciendo a un estímulo exterior.

Sin embargo, es un hecho histórico, el de que por alguna razón, el gobierno del Dr. Arnulfo Arias llegó en corto plazo a un infeliz término; sin el planeamiento a largo plazo de un grupo político rival o discrepante con relación a situaciones políticas adversas.

Y me atrevo a llamarle “hecho histórico”, porque en mi opinión estaba de hecho planteado en la historia del Istmo con el encuentro de dos facciones de poder, una política y la otra armada, que tendrían que chocar en algún momento cuando se encontraran, fuese 11 de Octubre o cualquier otra fecha tan pronto subiera Arnulfo Arias al poder.

Pero el 11 de Octubre en sí, no es la resultante del planeamiento a largo plazo de un grupo contrario a Arias con ese propósito. Por el contrario, un grupo exterior poderoso, llegó a la conclusión de que la solución política, social y económica para Panamá estaba representada por el líder Arnulfo Arias como la única solución y lo ayudó a llegar al poder para destruir a otro líder. Pero lo que hizo fue promover el choque de las dos fuerzas existentes y no le quedó otro recurso que apoyar a alguna de las dos, pero... y el resultado posterior ?

El Cuartel de Panamá Viejo-

Tomando las precauciones del caso, llegué al cuartel que había entregado a su nuevo jefe por la mañana. Se me había ocurrido que debido a la situación de emergencia que ya estaba en camino, podía refugiarme allí puesto que aún no había tomado posesión de Colón. Era una excusa que pude aprovechar al máximo, pues mis subalternos se pusieron a órdenes mías de inmediato y poco tiempo después de discusión con Martínez, éste entregó su arma y prefirió declararse prisionero.

Me encontré con la desventaja de que el personal había sido puesto en franquicia y que solamente se encontraba el pelotón de guardia. Sin embargo, ya que la emergencia era pública y después del llamado, comenzó a llegar personal poco a poco.

Tiempo después en exilio, me enteré por el mismo Fred Boyd, de que Omar Torrijos había ordenado al Cuartel de Tocumen, al mando de él, rodear a Panamá Viejo y tomar posiciones para atacarnos si fuese necesario. Y así como Arias no tuvo confianza en las recomendaciones que le hiciera para salvar su gobierno, “El Combo” tampoco tenía confianza en nosotros.

Sin embargo, yo no sentía la menor inclinación en salvar a Arnulfo y además, nuestro cuartel estaba en desventaja con relación a cualquier ataque exterior, y mayor era la desventaja sin soldados, había que estar loco para exponer la vida y la de mis soldados contra otro cuartel mejor equipado y más numeroso que nosotros, en favor de un grupo que no creyó en mis recomendaciones, y por añadidura habían faltado a su palabra internacional.

Quizá la única opción que pudiera tener era la de huir como hicieron los partidarios de Arias, lo que significaba que ellos mismos se sintieron en desventaja. Pero yo no tenía por qué temer aun cuando se tuviera desconfianza en mi unidad.Era lamentable lo que sucedía, pero los hechos y las acciones no estaban bajo mi control, no era yo quien había creado tal situación, por el contrario.

Y si hubiese tenido una unidad con mayor capacidad y bien armado, en posición para la lucha, tampoco me hubiera tirado a defender a un grupo por el cual me sentí traicionado. No pienso que sean las Fuerzas Armadas las que tengan que servir de jueces en cuestiones de disputas políticas, ni pienso que ningún candidato tenga que utilizar el poder en una revancha sentimental en contra de quien él considere sus enemigos, asumiendo una actitud de ponerse una soga al cuello la cual no pudiera nunca zafar.

Experiencias vividas por el autor. - Colaboración de Rudy Vallarino.

Cuarta Parte

“La Revolución Sin Dictadura y Libertad Con Orden”

Momentos de Confusión

La Avenida “A”, sede de la comandancia de la Guardia Nacional, era un una casa de locos, tropas y oficiales iban y venían por escaleras y pasillos en acto de júbilo y de acción. No había caos como lo vi pocos días antes, pero había desorden. Llegué a la oficina principal y me encontré al Tnte.Cnel Omar Torrijos al mando, pues era el oficial de mayor jerarquía al quedar los comandantes Urrutia y Hassan detenidos, después que los oficiales partidarios de Arias habían huido hacia la Zona del Canal.

Nadie sabía qué hacer y se tenía el mando de la Guardia, sin aparentemente percatarse que con ello se tenían las riendas del país sin ningún plan a seguir. El mayor Boris Martínez, quien inició las actividades en Chiriquí, había salido por avión hacia Panamá y llegaría en cualquier momento.

Me di cuenta también, de que el Gral. Vallarino había llamado varias veces sin saber de dónde, y los oficiales que atendían las llamadas, muchos de ellos sus discípulos y a quienes tantas veces ayudó, le respondían colgando el aparato. Tal era el respeto y consideración que guardaban por quien fuera su antiguo jefe y quien los distinguiera con estudios y ascensos.

La situación había cambiado radicalmente... “Los Gorilas” se hacían cargo del poder. Jóvenes aún, sin barba política y sin ninguna experiencia en la dirección de una nación, no sabían qué hacer ni por dónde comenzar.

Empezaron a llegar amigos de Omar Torrijos y otros personajes de la política enemigos de Arnulfo Arias, que hacían recomendaciones, viniendo cada uno con una diferente; hasta que alguien dijo algo que tenía sentido:

- “Hay que ofrecerle la presidencia a Raúl “Lul” Arango, para que siga el orden constitucional...”

El Sr Raúl Arango Navarro, era el primer Vice-Presidente y uno de los reclutados por la C.I.A. para apoyar a Arnulfo y caído éste, era a quien le correspondía hacerse cargo del poder y se esperaba que con esto se podían calmar los ánimos populares y evitar que las masas se lanzaran a las calles a causar desórdenes, daños y quizá actos sangrientos.

Se envió una comitiva a hablar con “Lul” Arango a hacerle el ofrecimiento, ya que en esos momentos no existía en la Guardia Nacional el apetito por el poder de quedarse gobernando el país. Yo estaba de acuerdo con el plan de ofrecerle la presidencia a Raúl Arango, pero no es cierto que fui en persona a hacer dicha oferta como dice un libro por ahí, que posiblemente tenga información de tercera mano.

Yo no era el jefe del movimiento, pues debo recordarles que los acontecimientos me tomaron por sorpresa, ya que obedecía a la orden de traslado a Colón y aun no me había reportado a tomar posesión de ese comando.

Y debo reconocer que cuando se debatían las medidas políticas, mi mente no se encontraba totalmente a tono con la situación, pues me tomó un largo rato lograr reunir algún personal de Panamá Viejo y disponer de los vehículos para trasladarme al Cuartel Central mientras ya todo estaba en camino en el Cuartel Central, por lo que me costó algún tiempo ponerme en contactocon la realidad y con que sin duda, la Guardia Nacional tenía control de todo el país, ya que Arias y sus oficiales adeptos habían tomado refugio en la Zona del Canal.

Y como inmediatamente fui nombrado Jefe de Operaciones, G-3, mi mayor preocupación era la del control del orden público. Tal vez si hubiese sido uno de los líderes, quizá hubiese saltado de mayor a tener los galones de coronel como sucedió con otros, como Torrijos que de Tnte.Cnel se puso el rango de General y una vez que llegó Martínez de Chiriquí todos le dieron el rango moral como iniciador del movimiento y se ascendió al rango de Coronel.

Raúl Arango no acepta y Rechazan a Vallarino

Raúl Arango Navarro, conocido en todos los círculos como un hombre muy correcto y de un gran don de gentes, rechazó el ofrecimiento que le llevaron de hacerse cargo de la presidencia, aduciendo que él era un constitucionalista y no iba a traicionar a su presidente Arnulfo Arias; motivo por el cual muchos oficiales se sintieron relevados del compromiso porque consideraban a Arango como un “Rabiblanco y Oligarca, calificativo popular de llamar a las personas pudientes, influyentes y gobernantes de Panamá. Esto hizo que se consideraran otras opciones pero todas fueron descartadas. - Bueno, y por qué no el general Vallarino... ? Dije yo en un momento de quietud y de busca de respuestas. - NOOOOO...! VALLARINO NOOOOO ! Fue la respuesta casi a coro de los que me escucharon. Algunos se voltearon para mirarme mal y otros dijeron que estaba loco al proponer a Vallarino. Yo no esperaba una reacción tan negativa en contra de nuestro antiguo jefe, principalmente por parte de quienes por tantos años fueron protegidos por él.

No sabía ni podía suponer que mis compañeros sintieran tanta repulsión por el hombre que fuera nuestro comandante, que no pudieran perdonarle por alguna razón grave. El asunto me puso en mayor desventaja y tuve que mantenerme a la defensiva por un buen tiempo. - 3

El hecho de que Vallarino los protegiera y les asignara mejores recursos que a Panamá Viejo, no me hacían un resentido contra mi jefe.

Yo hacía mis reclamos y protestas, sin que se convirtieran en odio y era este un momento en que había que reconocerle méritos al hombre que mantuvo una bonanza democrática por muchos años, aún cuando se cometieron errores en el pasado y que podía ser ahora un elemento nivelador.

Prueba de lo que estoy diciendo se estaba dando en éstos precisos momentos cuando el hombre fue relevado de su cargo, se vino Arnulfo abajo, cumpliéndose el pronóstico que le había hecho a Zurita.

Por lo que consideraba que Vallarino tenía los méritos acumulados por lo cual debía ser considerado para entregarle las riendas del país y llevarlo en corto plazo a una feliz vuelta a la democracia, pero otros no lo veían así. Quizá porque tenían el resentimiento que el hombre en algún momento les lanzó un grito.

- Vallarino llamó aquí, varias veces, para tratar de conminarnos a abandonar el golpe contra Arnulfo ! Me dijo uno de los compañeros.

Para los efectos de la situación, Vallarino se había convertido en un enemigo cuando intentó disuadirlos de abandonar su actitud golpista, pero en mi caso fuera de foco con la realidad o no, Vallarino era el hombre perfecto para la formación de un gobierno de transición hasta entregarle las riendas del poder a un gobierno civil, una vez saneada la administración, de modo que pudiéramos vivir tanto civiles como militares en saludable armonía por el resto de nuestras vidas.

Temor a los Gringos - Esto es una Revolución

Durante la noche del 11 de Octubre, se observaron movimientos de tropas en la Zona del Canal. Ante esta situación, Omar Torrijos tenía el temor de que los Gringos pudieran estar preparando un ataque para restaurar al presidente depuesto ya que ellos, aunque habían aprobado el golpe de estado, pudieran haber hecho arreglos con Arnulfo y haber llegado a algún pacto.

Otra situación podía ser que al demorar tiempo en hacer anuncios de estabilización, podría haberse presentado una lucha interna dentro de la Guardia Nacional y los Gringos podrían entrar a Panamá y sofocar cualquier lucha.

Torrijos habló conmigo y me manifestó los temores de que los Gringos pudieran estar traicionando el movimiento, ya que se observaban movimientos de tropa en la Zona del Canal. Yo le sugerí llamar a Rudy Vallarino para ver qué sabía de lo que estaba pasando, a lo que Torrijos aprobó.

- Compa le dije, el coronel Torrijos desea hablar contigo.

- Muy bien, compa, pónmelo al teléfono. - 4 –

Yo desconocía, hasta entonces, que ellos habían sido muy buenos amigosy que hasta ese momento estaban distanciados por razones de que Rudy había denunciado ante el comandante Vallarino, los previos preparativos de golpe de estado en donde Omar Torrijos participaba; de modo que el contacto sirvió para que reanudaran esa amistad y momentos después, vi a Torrijos tomar respiro y tranquilizarse.

- “Dice Rudy, expresó Torrijos, que siga a delante con mis planes de un nuevo gobierno pues no tengo nada que preocuparme de los Estados Unidos. Ellos no van a atacar a Panamá al menos que los panameños se metan en territorio de la Zona del Canal y además dice que me va a recomendar un par de personas para el gabinete ministerial.”

La información produjo un gran alivio entre los oficiales, ya sé que se había formado un momento de tensión que para algunos fue asunto serio y de ahí en adelante los temores de traición por parte de los Gringos se apagaron y una vez que Omar Torrijos y Rudy reanudaron su amistad, se produce los siguiente, de acuerdo con el agente de la C.I.A. en Panamá:

- “ El día 12 de Octubre por la tarde, se arregló una cita de Torrijos con los jefes de la agencia en casa de Rudy, quienes se encontraban muy preocupados por el camino que pudiera tomar la Guardia Nacional luego del golpe de estado y después de este encuentro, quedaron de verse al día siguiente con jefes de mayor nivel, quienes expresaron que los Estados Unidos entendían perfectamente la posición de la institución armada con relación a los hechos recientes y querían hacerle a Omar Torrijos algunas preguntas, a lo que éste accedió:

- “ Si la GN estaba en control de todo el territorio nacional.”

- “ Si la GN podía mantener el orden y la paz en todo el territorio nacional.”

- “ Si la GN podía garantizar la vida y la hacienda de todos los ciudadanos.”

- “ Si la GN controla en forma en forma efectiva todas las actividades del país.”

- “ Si la GN estaba dispuesta a negociar con otros grupos políticos que se agitan en la arena pública.”

- “ Torrijos respondió con un rotundo Sí a todas las preguntas y con relación a la última, dijo lo siguiente:

- “ En representación y en nombre de toda la oficialidad de la Guardia Nacional, puedo decir que esta institución se encuentra en condiciones de negociar el poder con cualquiera de los grupos políticos, a excepción de los grupos comunistas o de orientación marxista, los cuales quedarían excluidos.”

Y es así, como el Tnte.Cnel Omar Torrijos se atrevía a hablar en nombre de todos, comprometiendo a toda la oficialidad de la Guardia Nacional y por ende al país. Y esto, le iba a traer más tarde problemas con Boris Martínez y también, desde este momento, Panamá comenzaría a pagar la deuda que tenían Bolívar “Lilo” Vallarino y Roberto Chiari con Washington por causa del 9 de Enero de 1964.

Pero en realidad los Comunistas y Marxistas iban a estar excluidos...?

“Los agentes del Tío Sam se despidieron de Omar Torrijos con un fuerte apretón de manos, prometiendo verse al día siguiente a eso de la misma hora. Y desde el 14 de Octubre la C.I.A. en Panamá recibe la autorización para negociar con Torrijos; para aplicar en el Istmo, la doctrina que aplicaron en Filipinas con Ramón Macsaysay.” Nos dice Rudy Vallarino. [*]

A raíz de esos días, Omar Torrijos y Boris Martínez concurren a una cita con el Gral. Chester L. Johnson del Comando Sur de los Estados Unidos, pero la falta de coordinación con la Policía Militar, que desconocía de la visita, al entrar al fuerte donde se va a llevar a cabo la reunión, resultó en que ambos fuesen detenidos, desarmados y amenazados con armas. Tal acción produjo una reacción adversa en el ánimo de Boris Martínez, quien tenía una permanente aversión en contra de los Gringos y que no ayudaba en nada a la situación de acercamiento que se buscaba.

Pero el 14 de Octubre, luego de una serie de consideraciones, los agentes del Tío Sam se comprometen a:

- “ ... ayudar a Omar Torrijos a gobernar a Panamá, pero con el compromiso de que no interfiriera con los negocios de la Oligarquía y los Rabiblancos.”

Mientras tanto, las consideraciones políticas dentro de la Guardia Nacional continuaban, hasta que el hombre que aparentemente se había convertido en el líder del movimiento, Boris Martínez, anunció:

- “ Esto es una Revolución y vamos a gobernar con una Junta Militar...” - 6 –

Dadas las circunstancias y para tal efecto, eso era precisamente lo que yo proponía cuando sugerí a “Lilo” Vallarino para entregarle la presidencia, pero había sido rechazado de plano.

Y a lo mejor el retirado general no hubiese aceptado el papel que correspondió a los coroneles Pinilla y Urrutia, a quienes se les asignó el cargo de Presidente y Vice-Presidente respectivamente.

En suma, los oficiales que se hicieron cargo de la llamada “Revolución”, no pensaban entregar las riendas del país, sino gobernar desde la Avenida “A”, pues la asignación de la presidencia al coronel Pinilla, no tenía otro significado que darle una distinción al hombre de quien se hizo burla al prometerle el retiro luego de haber sido ascendido a general, pero que fue retirado unas tres horas después, sin el ascenso prometido.

La Junta Provisional de Gobierno

En una ceremonia improvisada y muy diferente a la pompa del 1º de Octubre, se instaló el gobierno provisional el día 14 de Octubre de 1968 con los respectivos honores y de lealtad de las Fuerzas Armadas, y se comienza así a trabajar en la “Revolución”.

Pero los partidarios de Arias no se daban por vencidos y turbas se lanzan a las calles, y aunque no son muy numerosas, se les une el estudiantado de varios colegios de la capital a causar desórdenes públicos en plan de protesta. En las montañas de las Provincias de Coclé y de Chiriquí, se organizan guerrillas espontáneas en apoyo del depuesto líder; quien encontrándose en la Zona del Canal, exigía a los Gringos que lo restituyeran en el poder y se añadió a las tensiones existentes, la ruptura de relaciones con muchos países.

Sobre la marcha y a la carrera se organizó un estado mayor, del cual quedé yo nombrado Jefe de Operaciones [G-3] con el rango de Tnte.Cnel, pero las funciones de esa organización propiamente militar, para ayudar a comandante en el ejercicio del mando, se convirtieron inmediatamente en políticas, en donde el Cnel. Boris Martínez como Jefe de Estado Mayor, dirigía la política del país, los nombramientos en el gobierno y toda la supervisión de los organismos del estado.

En resumen, era un estado mayor que desde su cuna se alejó de sus típicas funciones militares para convertirse en una organización política con nombres militares, en donde las funciones de unos se confundían y entrelazaban con las de otros. Me llamó mucho la atención de ver a muchos oficiales que a pesar de su formación castrense, no conocían las funciones propias de cada una de las ramas del estado mayor. Y el G-2, que debió dedicarse a la investigación y producción de inteligencia, se convirtió en un organismo de represión. Y así, el vicio siguió. - 7

Sin embargo, aun cuando muchos civiles estaban en desacuerdo con la Guardia Nacional a mantener el poder, hubo una gran mayoría que aprobó el nuevo gabinete nombrado, en donde uno de los recomendados por Rudy Vallarino fue el Ing., Celso Carbonell, quien quedó a cargo del Ministerio de Obras Públicas. Yo tuve amplia participación en la selección de personalidades, de donde salió el comentario de que el Autor había hecho la selección del gabinete ministerial, aunque ese comentario no estaba de acuerdo con la realidad.

Las Guerrillas

Como Jefe de Operaciones, era mi obligación la de hacer planeamiento y supervisión de operaciones y de adiestramiento, pero era imposible trabajar con Chiriquí porque era un terreno vedado para cualquier otro que no fuera Boris Martínez, en donde las operaciones de terrorismo oficial estaban al mando de un hombrecito sanguinario llamado capitán Manuel Antonio Noriega.

La región del El Volcán, con una topografía muy irregular y casi sin ninguna llanura, parecía ser un terreno ideal para la insurrección guerrillera. Área de muchos cultivos y de ganadería, poblada por gente decidida, que se lanzaron a la lucha armada sin ninguna organización adiestramiento y recursos, produciendo una reacción sangrienta y despiadada por parte de las fuerzas operacionales de Noriega.

En esa zona, el toque humano había desaparecido y el terrorismo oficial se dedicó a perseguir, encarcelar, torturar y desaparecer civiles; muchos de ellos capturados del otro lado de la frontera, en territorio de Costa Rica.

En mi lucha interna, trataba de establecer una línea definida entre los que eran guerrilleros combatientes y los que se rendían, al igual que el personal civil que cooperaba en alguna forma con las guerrillas, para evitar abusos innecesarios; como eran los casos de fusilamientos.

Era mi pauta a seguir, que no había necesidad de excederse en torturas, humillaciones y abusos de diferente índole en contra de seres humanos, que aunque las pasiones los llevaron a empuñar las armas en contra de los que consideraban sus opresores, había que respetarle los derechos a quienes se rendían o deponían su actitud rebelde.

Pero desafortunadamente se cometieron actos barbáricos alejados de las normas generales humanitarias que no se podían evitar por no tener acceso al área. Pero tan pronto podía hacerle honor a los derechos humanos, lo hice sin ver quiénes era los protagonistas del drama.

Y aunque no recuerdo el nombre de ninguno de quienes quizá le salvé la vida o le evité una tortura, que en muchos casos dejaban heridas permanentes, supe que varios de ellos hicieron comentarios favorables de mi persona en el exilio, dejando saber que yo les salvé la vida o los ayudé en alguna forma, que quizá en manos de otro la hubiesen perdido.

Esos comentarios los llevo con orgullo, como una condecoración invisible y aunque mi posición estaba dentro de las Fuerzas Armadas, no me consideraba un enemigo personal de los que fueron arrastrados por las pasiones y que luchaban voluntariamente en favor de aquellos que luego de provocar el avispero, se refugiaron en la Zona del Canal cuando vieron el peligro que ellos mismos provocaron.

Por tercera mano de información, me enteré que en Chiriquí se planeó, con la aprobación de Torrijos y de Martínez, un ataque a una alcabala o garita de seguridad de la Guardia Nacional, con el trágico suceso de que unos guardias quedaron mal heridos. El hecho, que perseguía hacer ver que los guerrilleros no dormían, sirvió para enardecer a las tropas que reaccionaban con odio hacia los guerrilleros en el campo.

Así, en medio de estos actos de violencia, de terror, encarcelamientos masivos y de represión, se fundó la llamada “Revolución”. Pero no solamente se había abierto un frente de lucha contra las guerrillas, sino que produjo un distanciamiento con los políticos que podrían haberse atraídos para ayudarnos a gobernar, con la prensa que podía ser portadora y diseminadora de importantes noticias del gobierno.

Con el clero por razón de la violación de los derechos, con el profesorado y los estudiantes, con el cuerpo diplomático y con los gremios civiles, que producían un efecto dañino que impedía un progreso real en la actitud del público con relación a la confianza que pudiera tener en la institución armada.

En la Universidad Nacional, que había sido clausurada, se refugió un grupo de estudiantes escudándose en la autonomía universitaria. Se organizó un plan de desalojo y a pesar de que se le dio instrucciones a la unidad a cargo, de causar no daños, se cometieron actos salvajes que incluyeron daños a diferentes equipos importantes de laboratorio y de investigaciones. Excesos a los cuales no era necesario llegar.

Omar Torrijos Sin Mando - El Terror:

El “general” Omar Torrijos, quien supuestamente ha sido nombrado comandante de las fuerzas, va quedando relegado a la ociosidad y al enorme consumo de tabaco y de licor. Una gruesa mancha amarilla de nicotina en los dedos de las manos y en las fosas nasales, evidenciaban que el nuevo comandante de las fuerzas no tenía acceso a nada y que el “coronel” Boris Martínez estaba al control de todo, situación que iba a empujar a los agentes del Tío Sam a buscar una solución ya que tenían compromiso de apoyo en favor de Torrijos.

Varios oficiales corrieron la suerte de quedar relevados de sus cargos, presos o enviados al exilio, por el solo hecho de hacer un comentario que no fuera del agrado de Martínez. Un caso típico fue el del mayor Bolívar Rodríguez, quien comentó: “Bueno, ya se dio el golpe, ahora, ¿cuándo se van a hacer las nuevas elecciones?

Lo que fue suficiente para ser relevado de su cargo, quedar encarcelado y luego ser enviado al exilio a El Salvador. Otro caso que supe fue el del Tnte. Alexander, quien siendo piloto y que sirvió en el cuartelito de Panamá viejo, fue enviado de patrullaje aéreo en compañía de un amigo de Martínez. Alexander cometió la ligereza de hacer un comentario con relación al Dr. Arnulfo Arias y a su regreso fue encarcelado y enviado al exilio sin que nadie pudiese ayudarlo.

En esa forma, el terror que se había implantado en las calles y diferentes zonas, se apoderaba también de los cuarteles y varios oficiales y jefes de cuarteles, iban siendo relevados por incondicionales de Martínez y su grupo.

Ante tal situación, si antes protesté por las medidas bruscas e inconsultas de Arias, protesté también porque se estaba aplicando el mismo procedimiento.

Para la celebración del 1º de Enero de 1969, el Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos en la Zona del Canal, envió invitaciones a la alta oficialidad de la Guardia Nacional. Boris Martínez con el apoyo de Torrijos, dio la orden de no asistir a dicho acto.

Yo por mi parte, tenía mis propias amistades dentro de la oficialidad del Ejército de los Estados Unidos, por lo que desafié la orden y asistí en compañía de mi esposa, con quien pasé un rato ameno, lejos de los bochinches y presiones internas; aunque no sé si Martínez se dio por enterado o prefirió ignorarlo.

Cuando en otra ocasión, Martínez impartía la orden de prohibir que los Gringos entraran a los cuarteles, desafié nuevamente la orden y la hice risible. Y para el efecto, levanté el mantel de la mesa en donde me encontraba sentado diciendo que no veía en dónde estaba la bomba atómica. La respuesta brusca, grosera e irrespetuosa no se hizo esperar...

-” Mira Sanjur, tu eres un vendido que vives de rodillas a los gringos! “

La sangre se me subió de pronto a la cabeza, pues sabía que el asunto de impedir que los Gringos entraran a la Guardia Nacional, era indirectamente conmigo... El día anterior, un mayor del Servicio de Justicia Militar del Ejército de los Estados Unidos vino a verme, porque fui el único que se atrevió a recibirlo y desde luego alguien le llevó el bochinche a Martínez.

El mayor en mención, vino al cuartel no a verme a mí en particular, sino que necesitaba resolver el problema de los soldados que caían presos en Panamá por diferentes razones, y pedía que se los entregáramos a ellos para castigarlos. Le dije que algunos casos podían ser resueltos por nosotros, pero en el caso de un soldado fumando marihuana o encontrado con drogas, no era de nuestra competencia porque el fumar marihuana era un delito punible por la ley en Panamá y no podíamos pasar por encima de la ley.

Esto había que buscarle solución judicial y yo iba a consultar ese preciso día para darle una respuesta, pero Martínez interpretaba mal las cosas y nadie se atrevía a enfrentarlo y yo mantenía el concepto de que debíamos mantener la comunicación con las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, debido que era un hecho, no accidente, de que ellos se encontraran en la Zona del Canal.

Además, yo tenía mis propias amistades con la Embajada en Panamá, ya que mi esposa trabajaba con ellos y mantenía esas amistades con sinceridad, no como entrega, ya que cuando tenía que hacerles una crítica se las hacía sin ningún rodeo y cuando había que felicitarlos por algo, también lo hacía. Yo no necesitaba ocultarme para nada.

Me puse de pie violentamente y dando un manotazo contra la mesa, me encaré a Martínez en una actitud firme y decidida, pues no soy de las personas que se dejan amedrentar como lo estaba haciendo con otros oficiales.

- MIRE CORONEL, le dije levantando la voz, pero guardando el respeto del rango, el cual había saltado por encima del de Tnte.Cnel, NOSOTROS MANTENEMOS FRENTES DE ENEMISTAD CON LOS POLITICOS, LOS PROFESIONALES, LOS COMERCIANTES, EL CLERO, LOS ESTUDIANTES Y EL PROFESORADO, EL CUERPO DIPLOMATICO Y OTROS MAS. NO PIENSO QUE DEBEMOS SEGUIR OBSTINADOS EN PELEAR EN CONTRA DE TODO EL MUNDO POR EL PRURITO DE PELEAR Y DE CONTARLOS COMO ENEMIGOS... CREO QUE HAY QUE HACERLE ESPACIO A LA MANIOBRA Y COMENZAR A HABLAR CON TODOS EN VEZ DE MANTENER UNA TENSION CONTINUA QUE NO SABEMOS A DONDE NOS VA A CONDUCIR. ADOPTAR UNA ACTITUD DE PELEA CONTRA LOS GRINGOS ES UN SUICIDIO... LOS GRINGOS NOS ACABAN EN CUESTION DE MINUTOS!

Mis palabras parecieron causar impacto en algunos oficiales presentes que intervinieron para separarnos y evitar que la discusión llegara los golpes o tal vez a los tiros, dándome la razón, entre ellos Torrijos.

A Boris Martínez se le bajaron los humos y pareció darse cuenta de que le hablaba con propiedad, ya que se estaba acostumbrando a tratar a todos los oficiales como personas inmaduras, que necesitaban ser supervisados a cada paso.

Y si el asunto era evitar el contacto con los Gringos, por qué insistió que yo debía participar en la reunión de Omar Torrijos con los comunistas en casa de “Monchi” Torrijos, hermano de Omar ? Ambos conocían mi posición con relación al comunismo, al cual no tolerabaporque mantenía una doctrina de rebaño y del cual hablaba abiertamente y además pronosticaba su fracaso.

Desde luego que para esa fecha, aunque yo no conocía los compromisos que tenían los agentes del Tío Sam con Omar Torrijos, pero éste último sí sabía que se le estaban escapando de sus manos esos compromisos, por lo que no iba a poder cumplir con los Gringos, de acuerdo con Rudy Vallarino.

Y así, con los tropiezos iniciales normales de este tipo de movimientos políticos, la llamada “Revolución” llevaba un camino muy autoritario, aunque mostraba bastante aceptación en cuanto al uso de los dineros públicos.

Sin embargo, sin ninguna intención en darle cumplimiento al “Decálogo de la Revolución”, cuyos puntos no parecían cumplirse; además, la presión por dinero por parte de Omar Torrijos y otros oficiales que se quejaban de tener pocos recursos para mantener sus familias., por lo que buscaban más.

La llamada revolución comienza a corromperse

Una mañana llegué un poco tarde de lo acostumbrado a la reunión de oficiales del Estado Mayor. Noté que en el puesto que acostumbraba sentarme había un sobre blanco sin ninguna leyenda en su exterior. Pregunté de quién era y la respuesta vino por parte del Tnte.Cnel Rodrigo “Botita” García, quien me contestó en voz alta de la siguiente forma:

- “ Cállate la boca y métete eso en el bolsillo...!

Procedí a abrirlo y me encontré con que contenía varios billetes de cien dólares. - 10 –

- Esto... En qué va a ser utilizado? Respondí.

- “Cállate la boca y métete esa plata en el bolsillo... Eso es tuyo! Me repitió.

Debo ser franco y confesar que el dinero no me disgusta. Pienso que todo ser humano tiene en su interior el deseo natural de tener algo de riqueza, pero la forma tan burda y poco elegante como me contestó García, no me hacía ninguna gracia... La llamada “Revolución” comenzaba a podrirse desde adentro y más tarde sería tan notoria que el público daría por llamarle “LA ROBOLUCION”.

Más tarde me enteré de que Omar Torrijos y Boris Martínez se pusieron de acuerdo y enviaron un emisario a pactar con un personaje que se encontraba en preso por peculado en la Cárcel Modelo, con quien se transó dejarlo en libertad por la asignación de la impresión de los billetes de la Lotería Nacional, para utilizar los fondos para labores de acción cívica; pero los dineros se quedaron en los bolsillos de la oficialidad del Estado Mayor y en la caja menuda de la comandancia.

Pudo haberse adoptado un plan de bonificaciones en lugar de utilizar un método tan tosco como el de “métete esa plata en el bolsillo” y que estaba evidenciando el camino que estaba tomando la llamada “Revolución”, en lugar de la anunciada “Moralización y el adecentamiento de la Administración Pública”, de acuerdo con los compromisos publicados en el “Decálogo de la Revolución”; cuyos Postulados estaban desde su comienzo corrompidos bajo la dirección de una oficialidad que una vez saboreados los frutos económicos del poder, no iban a querer soltarlo e iban a convertirse en una clase privilegiada con un apetito insaciable por el dinero hasta el extremo de hacer pactos y comprometer el país en negocios muy cuestionables.

Aun recuerdo la cara de avaricia de Omar Torrijos al referirse al personaje en mención:

- “ Dice que va a ser muy generoso...!

Esto nos demostraba que los mismos hombres que iniciaron la llamada “Revolución” se encontraban ya corrompidos y no necesariamente fueron los políticos o los civiles quienes los corrompieron, lo que sucedió fue que los ayudaron a sofisticar los métodos.

El pueblo y muchos sectores civiles esperaban un pronunciamiento con relación a esos Postulados ya que muchas personas pensaron que esas diez promesas al Pueblo Panameño, demostraban un gran propósito de progreso moralista, pero dicho pronunciamiento nunca se llegaba a concretar.

El “Decálogo” se fue convirtiendo en un papel sin valor que fue a parar a los sacos del olvido y muchos años después de derrocada la dictadura, pasé por dos experiencias de la “post-revolución”, en la que en una ocasión me encontré con líderes del Partido del Pueblo (Partido Comunista de Panamá) y que auto titula “el único Partido Torrijista de Panamá”, uno de ellos se dirigió a mí diciéndome: “... nosotros lo que debemos buscar es el bille”. Refiriéndose a que cuando el estómago está vacío, la ideología no cuenta y había que buscar el dinero a como diera lugar.

Igualmente, cuando en una ocasión conversé en Mayo de 1996 con un joven del interior del país, de inclinación torrijista y le pregunté si había oído hablar de los “Postulados de la Revolución” y su significado, me respondió que nunca había oído hablar de tal cosa.

Hablar de falta de ‘ideología panameña’ a casi 500 años de que Vasco Núñez de Balboa descubriera el “Mar del Sur” y Panamá se convirtiera en lo que es, un puente de paso, nos indica que en Panamá no existe una definida identidad como nación, sino tal vez una “manera de ser panameña” y que quizá sea esto lo que se impone durante los años de “Revolución”, en lugar de una verdadera dirección o doctrina revolucionaria; y que le da base a varios historiadores o escritores que han narrado sus experiencias acerca del Istmo, de hablar sobre la corrupción perenne de Panamá.

Es por eso que necesitamos establecer aquí, que si se hubiesen seguido los preceptos que se prometieron a la nación panameña en lo que se llamó “Los Postulados de la Revolución sin Dictadura y Libertad con Orden”, los militares panameños hubiesen pasado a la historia de América como el grupo más glorioso que hubiese ofrecido al continente, ninguna nación del hemisferio.

Y aunque suene suntuoso al estimado lector, es por eso que se hace necesario discutir aquí dicha proclama. Pero las influencias extranjeras iban a demostrar ser más poderosas e iban a cambiar todo el panorama, como se verá más adelante.

Postulados de la Revolución Sin Dictadura y Libertad Con Orden

El 20 de Octubre de 1968, el Gobierno Provisional a cargo de la Junta, emitió a la luz pública un documento sin precedentes en donde se hacían diez promesas al Pueblo Panameño, que se llamó “Decálogo de la Revolución”. Dicha Proclama decía a la letra lo siguiente:

“Postulados De La Revolución Sin Dictadura Y Libertad Con Orden:

Pueblo Panameño: Los siguientes son los postulados permanentes e invariables del movimiento de restauración de la República, que tuvo su origen en la noche del 11 de Octubre de 1968.

PRIMERO: Adecentamiento efectivo e inmediato de la Administración Pública y repudio absoluto al comunismo y a cualquiera ideología extrema.

SEGUNDO: Erradicación del peculado y fijación de sanciones severas para quienes lo cometan, sin distingos de posición social, económica y política.

TERCERO: Erradicación del nepotismo, como sistema para el logro de posiciones oficiales.

CUARTO: Fijación de un nueva escala de valores humanos, en la cual, la capacidad y la honradez sean las únicas credenciales.

QUINTO: Limitación del volumen burocrático, con base al estudio científico de las necesidades reales de la nación.

SEXTO: Dignificación de los organismos de justicia a fin de que garanticen la sanción indiscriminada, sin privilegios ni padrinazgos, de todo delincuente.

SEPTIMO: Utilización juiciosa de todos los recursos del estado, tendientes al beneficio de los más y no en provecho de los menos.

OCTAVO: Desvinculación total de la Guardia Nacional del afán político partidista, mediante legislación que prohíba la participación directa de sus miembros en los menesteres proselitistas y de elección y que convierta a la Guardia Nacional en un organismo garante del orden y del equilibrio de los derechos eleccionarios, determinados por las instituciones creadas al efecto.

NOVENO: Identificación plena de ideales entre la Junta de Gobierno y la Guardia Nacional.

DECIMO: Llamado a elecciones generales, previa designación de 3 miembros del Tribunal Electoral, cuya trayectoria inspire confianza a todos los sectores de opinión y constituya plena garantía de unas elecciones libres y puras, mediante la revisión del Código Electoral.

Panamá 20 de Octubre de 1968 Junta Provisional de Gobierno Cnel. Bolívar Urrutia Cnel. José M. Pinilla Vice-Presidente Presidente.

Cómo ve el estimado lector, los postulados de por sí, estaban hablando de la situación que se estaba viviendo en esos momentos en el país.

El publicar un documento de tal naturaleza, que mencionaba acabar con la corrupción, con el nepotismo, adecentamiento de la administración, asentar nuevos valores humanos, dignificar la justicia y muchas otras cosas, atrajo cual limpia tela de araña a muchos nacionales de buena fe, que pensaron que por primera vez en la historia del Istmo, Panamá resucitaba de un letargo social y se encaminaría por el sendero correcto de la sana Administración Pública.

La justa aplicación de la ley, las elecciones limpias; y finalmente, que los militares panameños abandonarían la tendencia a ser politiqueros y dejarían el poder luego de sentar pautas por las cuales se encaminaría el país de ahora en adelante.

Pero muchos de estos que se acercaron para ayudar a gobernar, se desilusionaron posteriormente y lograron salir, pero otros temerosos a la revancha de los maleantes uniformados que prefirieron permanecer en el poder. Y desde luego que muchos otros cuya proclividad no necesitaba del adecentamiento, aprovecharon hasta el máximo para enriquecerse.

Tal es así, que no solamente no se adecentó ninguna administración, sino que se profundizó la corrupción, convirtiendo el país en un trampolín del tráfico de estupefacientes y de lavado de dinero. No importó el imperio de la ley y ninguna de las promesas, llegando hasta la comisión de crímenes algunos de ellos aún sin ser juzgados o juzgados a medias y el los “Postulados de la Revolución” se ignoraron y pasaron a los sacos del olvido, a tal punto que un joven “torrijista” nunca conoció de ellos.

Años después en exilio, me encontré con dos prominentes panameños, uno de ellos ex-presidente de Panamá. En nuestra conversación salió a colación el famoso decálogo incumplido, cuando uno de ellos me dijo que el partido político mejor organizado en Panamá, era la Guardia Nacional, pues estaba establecido con ramas en todos los pueblos del país, con comunicaciones, con aviones y helicópteros, armas y el mejor financiamiento.

No le faltaba razón, los maleantes con uniforme se habían adueñado de toda la nación con la ayuda e influencia exterior y nada podía moverse sin su influencia; pero cuando la conversación se desvió hacia el antiguo comandante Vallarino, ambos tuvieron que concluir dándome la razón, de que con Vallarino, Panamá sin duda tendría una democracia.

La Agencia Central de Inteligencia busca hacer contacto conmigo

En Enero de 1969, el país con Boris Martínez a la cabeza como líder de la “Revolución” marchaba a paso forzado. Aunque para esa época se van venciendo los reductos guerrilleros y las manifestaciones callejeras, el terror y el miedo se va apoderando de todos los sectores. Sentimientos que se convierten en odio hacia la clase gobernante, los militares.

Y si varios de esos sectores civiles aplaudieron el derrocamiento de Arnulfo y veían en la Guardia Nacional, la institución capaz de salvar el país, ahora levantaban los ojos con temor hacia la Avenida “A”, incluyendo a Ministros de Estado nombrados por nosotros, quienes temían exponer sus ideas por no verse en situaciones de mal rato con Boris Martínez. Y asimismo, los Gringos van tomando posiciones.

Se tenía el temor de hombres que parecían caminar por sobre un campo minado, pues cualquiera actitud que fuese calificada de equivocación, le podía costar a cualquiera un insulto, la destitución, cárcel o el exilio.

Pero había que seguir andando aunque para los efectos de definición “sin brújula”, pues existía un clima de tensión en todos los sectores de opinión, ya que muchos se acercaban a mí para expresar sus temores, pedirme consejo o preguntarme algo.

Me convertí por un tiempo en algo así como “un paño de lágrimas” tanto para oficiales de la institución, funcionarios públicos y algunos del sector empresarial, según algunos, “para no ser tratados como soldados reclutas”. Pero no era mucho lo que yo podía hacer, sino aconsejarlos.

En medio de estas situaciones de tensión y de consuelos, una mañana de trabajo, sonó el teléfono. El Sgto. Álvarez, mi secretario, respondió:

- Mi coronel, la llamada es para Ud.

- Bueno ? Contesté de inmediato.

- Compa...! Reconocí la voz de Rudy Vallarino.

- En qué puedo servirte Compa ? Le contesté.

- Compa... necesito hablarte !

Por el tono misterioso de su voz, me di cuenta de que no quería decirme nada por teléfono, ya que Rudy no temía hablarme de nada, a menos que fuese rutina de su trabajo, por lo que acordamos un lugar y nos reunimos.

- Qué se te ofrece, Compa ?

- Mira Compa... me dijo en tono muy serio, poco acostumbrado. Tenemos un pequeño problema que resolver y mi jefe desea hablar con alguno del Estado Mayor para resolverlo. Después de todo son ustedes los que mandan en el país y yo, por la amistad que nos une, decidí acercarme a ti para que seas tú quien se reúna con él, preferiblemente en su residencia.

Nunca había visto tan serio a Rudy y tampoco me había ofrecido reunirme con su jefe. Nuestras conversaciones no solían ser a nivel de gobierno, aunque las ideas que intercambiábamos podían ayudar a cada uno en su trabajo.

Pero la situación actual había llegado a un nivel de tensión con los norteamericanos, que se había perdido casi todo contacto para la solución hasta de los más pequeños problemas entre ambos gobiernos y por eso Rudy apelaba a nuestra amistad.

Aunque yo no era la persona más indicada para la solución de un problema por el cual Rudy sabía que existía un compromiso con Omar Torrijos y que la misma C.I.A. había recomendado la reanudación de relaciones diplomáticas de los Estados Unidos con Panamá, ya que consideraron a Arnulfo Arias “un viejo poco cuerdo”.

Cuando Rudy Vallarino terminó de hablar, le dije que yo tenía mis problemas con Boris Martínez ya que él había dado la orden de que ningún Gringo debía ser recibido en los cuarteles y que no debía existir ningún contacto. Y como yo había sido el único que los ha atendido, tuve una fuerte discusión con Martínez, sin embargo, accedí a escuchar a su jefe y pedí que hasta el momento Boris Martínez no se enterara.

- Está bien Compa, conversaré con él.

- Te traerá alguna complicación con Boris Martínez?

Rudy sabía que mencionarle los Gringos a Boris Martínez era algo así como un pecado inexcusable, porque aun cuando la agencia había recomendado la reanudación de relaciones diplomáticas, que se iniciaron el 13 de Noviembre de 1968, la actitud de Martínez hacia ellos producía un clima de tensión y como yo hablaba con todos los sectores aun cuando no podía encontrar soluciones, decidí también conversar con los agentes del Tío Sam.

- Mira Rudy, yo soy partidario de buscarle solución a las tensiones en donde quiera que se encuentren, después de todo soy un hombre marcado como “gringófilo”; juego golf en la Zona del Canal, mi esposa trabaja con la Embajada Americana y yo asisto a su fiestas, durante los disturbios de Enero de 1964 protegí a la Embajada, etc. En fin, yo no tengo nada que perder.

Nos pusimos de acuerdo en cuanto a la fecha y hora y luego procedió a escribir en un papel la dirección de la residencia de su jefe.

La residencia de Tim Desmond de la C.I.A. en Panamá era amplia, limpia, cómoda y arreglada con muy buen gusto. Estaba ubicada en uno de esos edificios nuevos que se levantaban en Punta Paitilla, con una inmensa vista a la Bahía y buena parte de la ciudad y el canal. Un panorama digno de ser grabado en el lienzo de un artista.

Tim Desmond era medianamente alto, delgado y de buen físico y aunque no lucía uno de esos personajes varoniles de las películas de espionaje filmadas en Hollywood, Desmond parecía un típico norteamericano. Se encontraba vistiendo una bata y sandalias en el ambiente tranquilo de su casa. Me invitó a tomar asiento y sin mayores preámbulos entró en materia de conversación.

- Me dijo Rudy que puedo hablarle con confianza.

- Rudy y yo somos viejos amigos y no pienso que me recomiende mal, le respondí.

- Así es... En vista del cambio de situación y de que Uds. tienen el poder, mi gobierno desea pedirles un favor. Se trata de Félix Dixon, quien se encuentra cumpliendo condena por el asesinato del estudiante Navas Pájaro.

Lo miré profundamente a los ojos, pero no se inmutó.

- Félix Dixon, continuó Desmond, es un miembro del Partido del Pueblo, Partido Comunista de Panamá, pero trabaja para nosotros desde hace varios años y aunque sea miembro de ese partido, su corazón no está con ellos porque se encuentra desilusionado de esa doctrina exótica desde hace mucho tiempo.

Con su acento cortado a veces, Desmond se defendía muy bien hablando el español. Volteó su mirada hacia mis ojos, como buscando esta vez alguna reacción. En mi interior me encontraba pasmado y aunque trataba de ocultar indicio de sorpresa o algo de emoción, pienso que me encontraba con la boca abierta. No era para menos. Recordaba que el estudiante Navas Pájaro había sido herido durante los graves disturbios de Enero de 1964 cuando se enfrentó a tropas de los Estados Unidos en el área de Colón.

El protestaba contra los Gringos cuando un perdigón de munición de escopeta le atravesó parte del cuello y se alojó en la base del cerebro. La localización del plomo en un sitio tan sensitivo, hacía imposible la práctica de una operación quirúrgica por el gran peligro de perder la vida o de quedar inútil para el resto de su vida.

Era imposible operar a Navas Pájaro para extraerle el perdigón, por lo que estaba condenado a vivir con horribles dolores de cabeza. Pero el Partido del Pueblo lo convenció de ser enviado a la Unión Soviética, en donde “la ciencia médica se encontraba más avanzada que en Occidente”, y existía la tecnología apropiada para ese tipo de cirugía.

- Dixon, continuó Desmond, ha llegado a una escala tan alta dentro del engranaje internacional del partido, que es uno de los pocos hombres de América Latina que tiene el privilegio de sentarse en la mesa de Mao-Tze-Tung a desayunar con él.

Esta revelación resultaba para mí aún más increíble. Pensar que un panameño del Partido Comunista tuviera el derecho de sentarse a desayunar con Mao, no era fácil de creer, por lo que me sentí escéptico pero decidí seguir escuchando.

- Félix Dixon ha sido el primer hombre que nos puso al tanto de las diferencias y enemistad entre el Comunismo Soviético y el Comunismo Chino y las diferencias son sorprendentes, siguió diciendo Desmond.

Tal situación era por lógica, explotable por una potencia rival a los dos imperios comunistas, como era el caso de los Estados Unidos en medio de una Guerra Fría, por lo que me di cuenta de lo que Félix Dixon significaba para el Tío Sam.

Por eso harían todo lo necesario para ayudarlo a salir de la cárcel... manifestar que un panameño, que era considerado insignificante en Panamá y que por añadidura se encontraba cumpliendo condena por asesinato, se encontraba dentro de los planes de la C.I.A. para ser ayudado, por considerado como persona muy importante, ya que dio “el soplo” acerca de la enemistad entre Pekín y Moscú, me parecía salido de las mejores novelas de espionaje.

- Dixon, prosiguió Desmond, por causa de su desilusión con la ideología comunista, ha querido renunciar al partido, pero nosotros se lo hemos impedido porque significa perderlo para siempre sin poder colaborar con nosotros en una empresa tan importante y ha tenido que pagar un precio muy alto, ya que su hijo es un comunista convencido.

No me imaginaba a Dixon haciendo el papel de un padre amoroso preocupado por la suerte de sus hijos. La prensa local lo describía como un grotesco y salvaje criminal, que participó el asesinato del estudiante Navas Pájaro para silenciarlo.

- No fue Dixon quien asesinó al estudiante Navas Pájaro, continuó Desmond, lo que pasó fue que cuando Navas fue enviado a la Unión Soviética para ser operado, lo discriminaron por ser negro y además, no pudieron operarlo por las razones científicas que se diagnosticaron aquí.

El Partido Comunista había anunciado a grandes títulos, que el estudiante Navas Pájaro había sido operado con éxito en Moscú y eso demostraba la superioridad científica del “Mundo Comunista” sobre “Occidente”. Pero la realidad era otra...

- Por lo que Navas Pájaro amenazó con ir a los medios de comunicación a denunciar, como falsos, el buen trato que le dieron en la Unión Soviética y el éxito de la operación.

La actitud de Navas provocó la ira de sus camaradas y para disciplinarlo le dieron de golpes. El joven, que se encontraba delicado por el perdigón en la cabeza, cayó al suelo golpeándose de lleno en la cabeza, murió en el acto. La única participación de Dixon fue la de prestar su camioneta para deshacerse del cuerpo sin vida de Navas, que fue lanzado en las afueras de la Ciudad de Colón.

Lo que sucedió fue que a los camaradas “se les fue la mano” dándole de golpes a su compañero y Félix Dixon estaba pagando por el crimen que no cometió y que nadie había sido capaz de ayudarle en la situación tan difícil en la que se encontraba ahora y los únicos en venir en su ayuda eran los agentes del Tío Sam para quien trabajaba...

Recordaba yo que recién encontrado el cuerpo de Navas, los estudiantes secundarios de la Ciudad de Panamá, que a menudo eran instrumento de los comunistas, repartían volantes acusando al DENI [Departamento Nacional de Investigaciones] y a la C.I.A., de ser los autores del asesinato. Despertando de mi asombro, interrumpí a Desmond.

- Perdone, pero... qué papel juego yo en este asunto?

- Yo soy el responsable por mi país, de hacer los arreglos para aliviar las tensiones entre nuestro país y el suyo. Además le solicito que eleve a quien corresponda, la solicitud de parte nuestra, de poner en libertad a Félix Dixon; o que me lleve a quien considere conveniente para hacerle la solicitud. Creemos que Félix Dixon ha sufrido lo suficiente, pagando de sobra por un crimen que no ha cometido, por lo que es nuestro deber corresponderle en alguna forma por toda la ayuda que nos ha proporcionado durante tantos años. No nos perdonaríamos si no hacemos algo por él.

Tim Desmond disparaba con una escopeta de dos cañones, por un lado quería aliviar las tensiones que Boris Martínez había creado cerrándole las puertas a los Gringos y por el otro lado pedía la libertad de uno de sus importantes agentes. Problemas que en ningún caso podía yo resolver y menos llevándoselos a Boris Martínez, por... “solicitud de los Gringos?”

Y a Torrijos, quien también comenzaba a expresarse mal de los Gringos. Hasta ese momento yo desconocía del pacto que había hecho con la C.I.A. y quizá sus manifestaciones anti-gringas eran para aparentar ante Boris Martínez, ya que no podía cumplir con su compromiso con la agencia en vista de que Martínez se había convertido en el líder del movimiento, quedando Torrijos como “segundón” sin mando y sin participación, buscando refugio en el tabaco y el alcohol.

Debo suponer, que los agentes del Tío Sam entonces, ya habían acudido a Omar Torrijos, pero el hombre no podía ayudarlos en su petición por estar relegado a segundo plano y por eso vinieron a mí, quien tampoco podía hacer nada precisamente por ser “pro-gringo”. Me preguntaba entonces qué estaba haciendo el Partido delPueblo por su hombre encarcelado y si la lista que le dieron a Omar en la reunión que tuvimos con líderes del Partido en casa de “Monchi” Torrijos, hermano de Omar Torrijos, pudiera estar el nombre de Félix Dixon para ser liberado.

Buscaba en mi mente un camino para complacer la solicitud de Desmond, ya que se trataba de una solicitud del gobierno de los Estados Unidos por medio de uno de sus agentes. Sabía que Martínez prefería reunirse con los comunistas que con los gringos, a juzgar por el fracaso de la reunión que tuvieron con el Gral., Chester L. Johnson en la Zona del Canal, en donde Torrijos y él fueron arrestados y desarmados.

Y aunque Desmond calificaba a ambos como “idealistas”, yo no me sentía muy convencido de los idealismos de ambos, porque me daba la impresión de que por debajo de su piel podían ser más izquierdistas de lo que me podía imaginar y el “coqueteo” con los comunistas era evidente... Qué hacer entonces ?

Como sabía que la situación entonces era como caminar por sobre un campo de minas, en donde cualquier equivocación podía provocar la ira de Boris Martínez y conociendo que ya Omar Torrijos comenzaba a hablar mal de Boris, criticándolo por la forma como manejaba la situación produciendo tanta tensión en diferentes sectores, obviamente en busca de manipular las opiniones en su favor.

Yo pensaba que estos hombres iban a terminar peleándose por el poder y me dije que como se presentaban las cosas, era una buena oportunidad darle valor a la Junta Provisional de Gobierno, por lo que decidí llevarle el problema al Presidente Pinilla, e hice los arreglos para la cita y después de dejarlos en contacto, no supe el resultado de sus reuniones.

Y mientras la brecha entre “el comandante” de la Guardia Nacional y su jefe de estado mayor se agrandaba, Martínez hacía cada vez más enemigos y Torrijos trataba de “barrer pa’ dentro” haciendo más amigos, cortejando al 470 de Inteligencia y a la C.I.A. y mientras su campaña de manipulaciones continuaba, Torrijos acostumbraba decir que Boris Martínez se reservaba los Viernes para lanzar cada nueva sorpresa y como para corroborar la crítica.

El Viernes 4 de Febrero de 1969, Martínez se disparó un discurso por el Canal 4 TV, en donde anunció la eliminación de los partidos políticos y la iniciación de una Reforma Agraria, que sonaba a la perpetuación de la Guardia Nacional en el poder y la toma de un camino que muchos calificaron de comunista.

Entre ellos me encontraba yo, como oficial de operaciones de la Fuerza Armada... El país entero se convirtió en un gran campo de rumores, en donde se hablaba de una “cubanización castrista” y por las calles de la ciudad se llegó hasta a decir que ya había llegado el “Fidel Castro de Panamá”.

- Amado, me preguntó un amigo de la colonia helénica de Panamá. Es cierto lo que se comenta de que Boris Martínez es comunista?

En honor a la verdad, yo no tenía respuesta a esa pregunta, por lo que opté por responder con evasivas. Pero los comentarios corrían del uno al otro confín de la nación y la banderola de “Boris comunista” ya la estaba creyendo todo el mundo y por otro lado, la política, o mejor dicho la politiquería, “la comidilla” cotidiana de todo panameño, iba a ser abolida.

El 470 de Inteligencia del Ejercito de los Estados Unidos va en mi busca

En medio de los rumores, bochinches y corrillos, la noche del 21 de Febrero de 1969 decidí ir a una función de danzas al Teatro Nacional. Esa noche era tranquila, fresca y algo seca, al acostumbrado clima húmedo de la ciudad.

Pero detrás de esa aparente tranquilidad, un mundo inconforme, ambicioso e inquieto se movía. El Teatro Nacional se encontraba lleno de público yo había sido invitado por el Ministerio de Educación y el palco en donde me encontraba, frente al escenario, era para mí como un refugio de paz para presenciar tan bello espectáculo, en medio de ese mar de intrigas y de pasiones.

No me sentía muy a gusto que las llamas de ese volcán de pasiones fuese a tocarme, pero me equivocaba nuevamente; pues vivía en la búsqueda de la paz y los problemas me perseguían. En medio del espectáculo, se me acercó mi chofer y me dijo:

- Mi coronel, el Sr Efraín Angueira desea hablar con Ud.

- Y en dónde está Angueira?

- En la planta baja fuera del teatro.

- Está bien, bajaré a verlo.

Bajé las escaleras, pues pensé que si Angueira venía a buscarme al Teatro Nacional a esa hora, no era para una invitación de pesca ni tampoco a tomarnos algunas copas.

- En dónde está Efraín ? Le pregunté al del 470 que me encontré en la planta baja.

- Angueira no vino. Vine yo solo a hablar contigo.

Consideraba a Espinoza como uno de los hombres más brillantes del 470 de Inteligencia. El y su esposa estuvieron de visita en nuestra casa de campo, que fuera de mi cuñado en Cerro Azul, en donde pasamos un rato ameno.

A mi esposa y a mí nos gustó su don de gentes y nos dimos cuenta de que eran personas educadas, ya que aunque tratábamos a todas las personas por igual, éramos bastante selectivos en escoger a nuestros invitados.... Hubo un espacio de tiempo que parecía no terminarse y Espinoza prosiguió.

- Amado, dándole un tono grave a su pregunta. Qué opinas de la salida de Boris Martínez ? Y de inmediato prosiguió, es que el general Torrijos opina que Boris debe irse. Ha implantado un régimen de terror, todo el mundo se queja, la tensión ha aumentado con las últimas declaraciones...

- Bueno, respondí. Ya es hora de que el Gral., Torrijos se amarre los pantalones, él es el jefe, ellos son amigos y sabe lo que tiene que hacer.

Recordé las palabras que le dije a Boris Martínez durante nuestra confrontación en la mesa; recordé la noche del 11 de Octubre en casa de Angueira, en donde se planeó el derrocamiento de Arias y me di cuenta de que el 470 venía al rescate de Torrijos.

En otras palabras, el Pentágono y el Tío Sam venían en auxilio del hombre a quien ellos consideraban que debían ayudar y habían determinado que Boris Martínez debería marcharse. Tan sencillo como eso.

- Sería bueno que te entrevistaras con el Gral. Torrijos lo antes posible. Dijo Espinoza antes de marcharse.

Acto seguido se marchó. No había duda de que Espinoza era portador de una orden y que de aquí en adelante ellos harían todo lo posible por hacer que esa orden fuese cumplida. Quedé metido en mis pensamientos... otra vez el 470 de Inteligencia, pero ésta vez no vino Omar ni me llamó por teléfono, sino que vino el 470 en persona a comunicármela.

El asunto se veía a todas luces urgente y la llamada “Revolución” podía tomar un rumbo diferente. Pero acaso... era mi revolución ? Me repetí a mí mismo, que el tratar de prevenir el golpe de estado, me condujo a un problema que yo no busqué y ahora, me correspondía participar en otro problema que también quise prevenir.

De acuerdo con Jorge Vallarino, la C.I.A. no participa en ninguna actividad o acción si no está aprobada por el Presidente de los Estado Unidos, igualmente sucede con cualquier otra dependencia, la cual no puede ejercitar ninguna acción si no está autorizada, por lo que se desprende de que el Tío Sam estaba respaldando a Omar Torrijos para deshacerse de su jefe de estado mayor lo antes posible.

Me retiré del Teatro Nacional y localicé a Omar Torrijos en su casa. Me ordenó que lo viera al día siguiente temprano en la oficina y ese Sábado fui a verlo. Se la pasó casi todo el tiempo hablando como loro mal de Martínez, utilizando quizá el mismo tipo de manipulación con otros oficiales y luego de un rato me invitó que lo acompañara a la Residencia del Embajador de los Estados Unidos, Mr. Charles Adair.

Yo conocía al Embajador Adair, pero no me consideraba su amigo como le hicieron ver a Torrijos. Tuve la ocasión de su compañía en una gira por el Darién, cercano a la frontera con Colombia, cuando asistimos a una gira de inspección de la OIRSA, remontando el Río Chucunaque.

Sin embargo, el haber estado cerca de él y haber asistido a un par de fiestas de la Embajada, no me hacía un amigo íntimo como quiso Torrijos hacerme ver en la conversación... Pienso más bien, que los del 470 de Inteligencia, le recomendaron a Torrijos llevarme a ver al Embajador Adair, teniendo ya la cita previa. Todo estaba preparado.

El día era claro ycaluroso, típico de la temporada de pocas lluvias y con vientos del norte. Camino de la residencia del Embajador Adair, Torrijos seguía hablando, me hizo saber que Boris Martínez se preparaba para eliminar a un grupo de oficiales que no pensaban como él y entre ellos estaba yo.

El comentario lo había hecho Boris en casa de un amigo en la Población de El Valle, una vecindad rural vacacional en donde muchas familias pudientes de Panamá va a pasar vacaciones o el fin de semana.

- Ud. recordará, Sanjur, que Ud. fue enviado a la COPECODECA para que quedara el camino libre para producir una crisis de gabinete y poder despedir a los ministros de estado que Ud. había recomendado porque no pensaban como él y reemplazarlos por sus incondicionales. Lo que está haciendo es preparando el camino para ser el único que mande en el país.

En realidad, no eran muchos los ministros de estado que yo había recomendado, pues algunos fueron recomendados por Rudy Vallarino. Yo recomendé personas altamente calificadas, capaces y de una moral intachable; capaces de hacer un trabajo de transición hacia la democracia y dejar todo listo para cuando el gobierno civil tomase posesión y en un momento que fui enviado a Guatemala (COPECODECA) , al regresar me encontré con que no tenía amigos en el gabinete pues habían sido reemplazados por Martínez y nunca se me dio una explicación de por qué, esas personas de criterio independiente habían sido despedidos.

- Y cómo piensa arreglar las cosas con Martínez, “general”?

- No hay ningún problema, Sanjur, todo esto está arreglado y nada por qué preocuparse. Yo me encargo de ello.

- Está bien “general”, Ud. sabe lo que hace.

- Por otro lado Sanjur, el discurso por televisión en donde anunciaba la eliminación de los partidos políticos y el establecimiento de una Reforma Agraria, ha dejado a todo el mundo temblando de miedo y diciendo que ya llegó Fidel Castro.

Aunque ya sabía la versión porque la había escuchado de varios amigos, luego del discurso del Viernes, yo no tenía interés en entrar en un tema de discusión. Después de todo, yo no me sentía “revolucionario” y solamente era un miembro de la institución armada y no fui uno de los jefes que instaló la llamada “Revolución” y además, no creía que una revolución que rompió desde su cuna, las promesas que ofreció al Pueblo Panameño.

Por otro lado había tenido mis duros encuentros con Martínez y también tenía no muy gratas experiencias con Torrijos. Después de todo, ellos eran los jefes del “Combo” y de la tal “Revolución”; pero tampoco me imaginaba el trágico desenlace que iba a tener esa confrontación.

La reunión en la Residencia del Embajador Adair, aunque bastante cordial, fue un poco tensa al principio. La residencia de La Cresta, tenía una magnífica vista a la ciudad y al canal y el ambiente tranquilo en esa área de la ciudad invitaba a la conversación y como Torrijos había estado muy conversón desde temprano y como la reunión no era para mí, sino para que le dieran el “visto bueno”, me limité la mayor parte a escuchar, luego de pocas palabras para “romper el hielo”.

Y como haciendo ver que el Sr Embajador no conocía nada, Omar Torrijos abrió la conversación explicando lo que todos sabemos, el daño que se le estaba causando al país y a su gente, manteniendo un clima de terror y detensión en todos los sectores de opinión; produciendo un clima de intranquilidad, situación que él con ayuda de la Guardia Nacional, iba a corregir para ayudar a la Junta a gobernar en un clima de paz y de tranquilidad, mejorando las relaciones con los diferentes grupos para aliviar las tensiones existentes.

Para tal efecto, se había decidido enviar a Boris Martínez a una posición en el extranjero, quizá de Cónsul o de Embajador. Cuando Torrijos terminó, me pidió que interviniera. Yo confirmé que se estaba viviendo un clima de tensión, manifestado por varias de mis amistades dentro del público y que existía también un clima de tensión y de temor dentro de la Guardia Nacional.

Cuando el Embajador intervino, preguntó que si con la salida de Boris Martínez se podían esperar disturbios callejeros. Yo me atrevía asegurar, debido a la información que tenía, que no creía que se produjeran brotes de violencia públicos.

El Embajador asintió con la cabeza y se dirigió a Torrijos diciéndole que procediera con cautela. Años más tarde, en 1977, cuando se discutía en el Senado de los Estados Unidos la firma de los tratados, me encontré en Miami con el Ex-Embajador Adair, quien se encontraba defendiendo la firma de los mismos y me acerqué a saludarlo.

- Sr Embajador, le dije, cómo es posible que esté Ud. defendiendo la firma de los tratados?

- Ud. bien sabe que tarde o temprano los Estados Unidos deberá devolver el canal a Panamá. Fue su respuesta.

- De cierto que sí, pero no es el caso de una democracia firmar tratados con una dictadura de ésta calaña, Embajador, le afirmé...

- “I know what you mean...” [Sé lo que Ud. quiere decir...] Fue su única respuesta, sin entrar en ninguna conversación.

Pero volviendo al tema que nos ocupa, parecíaobvio que Omar Torrijos tenía todos los cabos bien amarrados con los Gringos cuando llegamos a casa del Embajador Adair. Sin embargo no sé por qué Torrijos o el 470 de Inteligencia necesitaban mi presencia en esa reunión.

Nunca pude encontrar una respuesta, salvo que los Estados Unidos necesitaba estar seguro de que yo no iba a apoyar a Martínez o que actuara por mi cuenta, y sobre todo, hacerme saber que Omar Torrijos contaba con el apoyo del Tío Sam desde el 14 de Octubre de 1968, cuando “...Omar Torrijos se vendió en cuerpo y alma a la C.I.A.” según palabras textuales de Rudy Vallarino. Y de regreso al Cuartel Central, luego de la reunión con el Embajador Adair, le comenté nuevamente a Torrijos:

- No veo cómo va Ud. a convencer de irse al extranjero a un hombre tan obstinado como Boris, general.

- No se preocupe Sanjur, yo haré que Boris entre en razón.

- Está bien general, Ud. sabe lo que hace.

También le inquirí acerca del Decálogo de la Revolución y me respondió que había que ponerlo en práctica de inmediato.

Me despreocupé del asunto y me dediqué a pasar elresto del fin de semana entre Cerro Azul y la finca de Utivé, en donde cuidaba del ganado de mi otro cuñado y en donde había logrado muy buenas mejoras tanto en los cultivos como en el aumento de peso de los becerros. Yo estaba muy interesado en mis progresos agrícolas y en producir más y mejores alimentos para el país y si era posible exportar, cuyos resultados con una cuidadosa anotación que me servía de guía, para estar enredado en disputas en donde los Gringos tenían ya todo “arreglado”.

Me dije que “El Combo” tendrá sus fórmulas de cómo resolver sus diferencias internas y yo no tenía la menor intención de participar directamente en ellas porque no eran problemas de mi competencia. Sin embargo, me preocupaba el hecho de que los líderes del “El Combo” se encontraban en franca lucha y los Gringos se inclinaron por uno de ellos, en virtud del compromiso ya adquirido; aunque no sabía si la lucha era realmente por el poder o por que los gringos no tenían el control o por poder controlar “otra cosa”....

Y el personaje aquel, cuyas operaciones de narcotráfico estaban asociadas con el “Combo”, vino a mi memoria aunque nunca había vuelto a saber de él.

Panamá, Los Estados Unidos y Los Zonians

Para Panamá, que según el decir de muchos estadounidenses, “nosotros fundamos”, no era nada nuevo ni extraño el de que funcionarios de la Embajada de los Estados Unidos o de la Zona del Canal intervinieran en los asuntos internos de “La República” o que algunos gobernantes panameños “pidieran permiso” a funcionarios estadounidenses, para hacer o dejar de hacer tal o cual cosa.

A tal punto, que en Panamá era normal oír decir: “... no te preocupes, que los Gringos no va a permitir tal cosa”. En realidad, el poderío político y militar de la faja canalera no era solamente para mantener las relaciones con Panamá y la Guardia Nacional, pues la influencia llegaba mucho más allá hasta todos los países de América Latina.

No era por mero gusto decorativo militar, que todos los países de América Latina tuviesen agregados militares, navales y aéreos en todas sus embajadas del Istmo, y quienes no veían en Panamá y en la Guardia Nacional un poderío con el cual mantener ese tipo de relaciones militares.

Eso era lo que yo veía, cuando traté de hacer que Boris Martínez abriera los ojos, pero no pareció entender que mantener una lucha en contra de los Gringos era un suicidio, por lo que era necesario llevar cualquier diferencia al campo de las conversaciones y negociaciones.

Actitud de lucha, que Omar Torrijos aprovechó para su ventaja, con el apoyo del Tío Sam, representado en su Embajada y sus agentes de la C.I.A. y del 470 de Inteligencia del Pentágono.

“La República” como solían llamarle los militares de la Zona del Canal a Panamá para establecer una diferencia con la Zona, tenía para ellos todo lo malo que pudiera existir y por eso, se le daba instrucciones al personal de estudiantes internacionales de la Escuela de las Américas, de no asistir a ciertos lugares de Panamá que estaban vedados... “Off limits - fuera de límites”. Esto hería la susceptibilidad panameña de Boris Martínez cuando asistía a la Escuela, y así lo comentaría de regreso a Panamá.

Para hacer cumplir con esas disposiciones, el Ejército enviaba unidades de la policía militar en compañía de guardias nacionales panameños que recorrían las zonas contaminadas socialmente, en donde existía la prostitución y sus condiciones sanitarias eran peores.

Sin embargo, a menudo se veían soldados y habitantes de la Zona del Canal, en barrios de “mal vivir”, burlando la vigilancia de la Policía Militar y de sus autoridades a donde venía a recrearse y divertirse; de modo que los gringos venían a Panamá a pasar un buen rato o ir de compras, sobre todo artículos que ellos no podían encontrar en los almacenes del canal. Esto era desde luego, un gran negocio para los establecimientos comerciales panameños.

Cuando los norteamericanos se instalaron en el canal y se unieron en matrimonio a muchachas panameñas o viceversa, nuevas familias de residentes en la Zona del Canal comenzaron a formarse y los panameños dieron por llamarles “Zonians”.

Los Zonians, debido al dominio del idioma inglés y por ser nativos del lugar, lograban colocarse en los mejores empleos y los mejores salarios y muchos panameños repudiaban a los Zonians porque no se mezclaban con los panameños y porque se consideraban “mejor clase” que los nacionales y porque su nivel de vida era superior al promedio de los istmeños, al igual que sus escuelas.

Esto desde luego, era resentido por muchos que no podían alcanzar ese nivel de vida o de cultura, aunque muchos Zonians preferían vivir en Panamá y las relaciones con ellos eran más que cordiales, aun cuando se presentaban momentos de tensión entre uno y el otro lado. Y aun cuando existían los lazos familiares y su país de origen era la Zona del Canal, fue allí en donde nacieron crecieron y se educaron, también sintieron amor por Panamá y las cosas típicas del país eran también de su haber cultural.

Así, el Istmo de Panamá tenía dos países: la República de Panamá y la Zona del Canalque tenía sus leyes, su propia policía, jueces, escuelas, ejército y el idioma era diferente. Ese otro país, era visto por muchos panameños con envidia por su riqueza y poderío y muchos panameños no se aventuraban muy adentro de la Zona por temor a verse en enredos y enfrentarse a los jueces, cuyas autoridades eran más severas que en Panamá.

En ese otro país, los Zonians podían comprar más barato porque no pagaban impuestos, lo que hacía de los habitantes de Zona una clase privilegiada con un poder adquisitivo mayor que los istmeños y lo que producía un comercio ilícito de artículos que se compraban en la Zona y se revendían en Panamá.

Obligando a las autoridades panameñas a tener que combatir un contrabando en el corazón mismo de la ciudad capital, que lesionaba el comercio local. Pero a menudo se veían a ciudadanos de la Zona cargando regalos para sus amigos de Panamá.

Y cuando por alguna razón se daban momentos de tensión entre ambos lados, los habitantes de la Zona se encerraban en su hábitat y no se aventuraban a venir a Panamá por temor a represalias por parte de los ofendidos panameños, ya que sus automóviles eran de fácil identificación por tener placa de “Canal Zone”.

Aún así, “ambos países” seguían su marcha y muchos norteamericanos se quejabande no haber podido colonizar a Panamá por entero, tal vez porque los que vinieron a instalarse en la Zona, vinieron con el concepto de ver a “The Canal Zone” como una faja de atrincheramiento y no tenían el interés de extenderse por todo el Istmo para conquistarlo.

Esa actitud iba a ser a la larga, costosa y dolorosa para los Zonians, quienes eran ciudadanos Gringos, pero sentían también, como suya, la cultura panameña.

La caída de uno de los líderes

La mañana de 24 de Febrero de 1969, contrario al acostumbrado clima de Panamá para la temporada algo más fresco y seco, era bastante húmeda. Una ligera lluvia pasajera que se dejó caer por algunos sectores de la capital, había dejado las calles brillantes como un espejo. Aunque uno que otro aguacero se podía presentar, no era la temporada de lluvias, por lo que quizá todos se salvaron de pasar por un aguacero.

En dirección al Cuartel Central, el tráfico se movía con lentitud y al llegar a la Avenida “A”, noté que no había caído lluvia, pero dentro de las paredes de la comandancia de la Guardia Nacional, un aguacero torrencial de pasiones caía sin contemplaciones. Eran pasadas las ocho cuando llegué a mi oficina para encontrarme con el nuevo lío en marcha. Me dirigí a la oficina del comandante, cuando...

- Yo no entraría ahí, mi coronel...! Me aconsejó uno de los oficiales que se encontraba montando guardia en la puerta.

- Qué sucede, han dado orden de que no pueda entrar?

- No señor, pero el general Torrijos llamó algunos oficiales a su oficina y los tiene bajo arresto...! A mí me han puesto de guardia aquí.

- Quiénes son?

- No lo sé Señor. A mí solamente me ordenaron montar guardia aquí y limitar las entradas, pero si Ud. desea entrar, lo hará por su propio riesgo.

- Hubo disparos, algún herido?

- Negativo, Señor!

Recodé las palabras de Torrijos ese fin de semana: “No se preocupe Sanjur, yo haré que Boris entre en razón”

Decidí entrar y el oficial me cedió el paso. Torrijos al verme me ordenó que me hiciera cargo de inmediato, de Panamá Viejo.

- Pero general, yo... Traté de responderle pero se me adelantó.

- No hay problema Sanjur, aquí todo está bajo control ! Asegúrese de que Panamá Viejo no nos vaya a dar un susto...

Parecía lógico porque Martínez había hecho cambios en el personal del cuartel y había nombrado algunos de sus incondicionales en ese destacamento y todo parecía, según el comportamiento de Torrijos, que no me quería cerca del Cuartel Central, quizá para poder tener libertad de hacer los arreglos para deshacerse de Boris Martínez.

- Está bien, general, iré a Panamá Viejo. Y partí hacia mi antiguo cuartel.

Junto con Omar Torrijos se encontraban el Cnel. Ramiro Silvera y los Tnte-Cneles Rodrigo García y Luis Nenzen Franco. Todo me parecía tranquilo.

Camino de las ruinas de la vieja ciudad, todo se veía en paz y aunque era muy temprano para determinar el impacto público que podía producir la detención de Boris Martínez, no se mostraba ninguna alteración del orden y el rastro de la lluvia fina que cayó en tempranas horas de la mañana, había desaparecido.

La vida seguiría su curso normal, aun cuando la situación en el Cuartel de Panamá Viejo no era normal con relación al 11 de Octubre del año anterior, cuando fui a hacerme nuevamente cargo del destacamento, por lo que en este momento podía encontrarme con una situación difícil... A lo mejor eso era lo que esperaba Omar Torrijos al encontrarme con los elementos nombrados por Martínez, sin embargo no fue así, nadie se movilizó o arriesgó el pellejo para defender a Boris.

Me cercioré de que todo estuviera en orden y mientras lo hacía, me preocupaba por la suerte de los oficiales arrestados. No sabía cuántos eran, ni en dónde los tenían ni cuál sería su suerte. Curioso por conocer los detalles de lo que sucedía, llamé a la comandancia, Torrijos estaba hablando por teléfono y el mayor Saverio Epifanio me puso al corriente de la situación.

- El Cnel. Boris Martínez había sido arrestado, esposado y amordazado junto con el Tnte.Cnel Federico Boyd y los mayores Humberto Jiménez y Humberto Ramos. Boyd y Ramos por ser muy allegados a Martínez y Jiménez por ser su cuñado. Todos habían sido enviados bajo custodia a Tocumen para ser transportados a Estados Unidos.

- Pero... y no fue que Torrijos le ofreció una posición a Boris en el extranjero, quiere decir que la rechazó.

- No lo sé porque no tengo detalles. Cuando yo llegué ya estaban bajo arresto.

Era lógico que fuesen enviados a los Estados Unidos, pues el Tío Sam era uno de los principales y podía vigilarlos mejor teniéndolos en su territorio y aunque yo veía una situación dura, no esperaba un desenlace ni tan violento ni tan rápido y las palabras del nuevo agregado militar de Venezuela, que reemplazó al Gral. Tosta Salas, vinieron como rayo a mi memoria:

- “Sanjur, recuerde que las revoluciones devoran a su gestores”. No era más que “El Combo” peleándose por el mando de la llamada “Revolución”... O sería por otra cosa ?

El poder no era mi lucha, sino la imagen de la institución armada como garante de la paz, el orden y la seguridad pública, y si así hubiese sido, tan pronto tuve la oportunidad de regresar a Panamá, pude haberme inscrito en alguno de los Partidos Políticos y luchar por alguna Curul y de allí ir en busca de la Presidencia u otra posición de poder, pues popularidad no me faltaba; pero por extraña paradoja, la Guardia Nacional se estaba convirtiendo en el peligro precisamente para lo que debía servir de garantía.

Por eso era que yo veía al Gral., Bolívar Vallarino como el único personaje capaz de mantener esa paz y estabilidad necesarias, pero los agentes del Tío Sam lo destruyeron por venganza, en apoyo de Arnulfo Arias, quien a su vez desató una increíble inestabilidad y ahora los Gringos manipulaban las cosas en favor de Omar Torrijos.

Y si los políticos se comportaron en una forma tan reprochable durante la campaña electoral de 1968, los militares ahora con el poder en nuestras manos, no estábamos dando un ejemplo de virtudes ciudadanas.

No era más que un reflejo de las pasiones y ambiciones de poder y que los Gringos aprovechaban para manipularlas a su antojo y conveniencia. Y mientras Boris Martínez era enviado a los Estados Unidos, otros tendrían sus razones para celebrar.

Decidí dejar las cosas en Panamá Viejo y regresé al Cuartel Central, para encontrarme al capitán Patricio Janson haciendo planes para el vuelo a los Estados Unidos en el avión DC3 que comprara la Guardia Nacional recientemente.

- Cuba, decía Janson, es un obstáculo para la navegación aérea y si damos la vuelta por el Golfo de México, tomará unas tres horas más y no tenemos combustible.

Finalmente se tomó la decisión de hacer escala en Jamaica y se marchó hacia Tocumen. Era obvio que no iba a tener ningún problema en el vuelo ni en la entrada en los Estados Unidos, cuyo plan estaba de antemano aprobado por el Tío Sam.

Es más, la oficina del INS (Immigration and Naturalization Service) los esperaba para procesar sus entradas. También supe que algunos funcionarios panameños fueron a su encuentro para ofrecerles dinero y posiciones por parte del gobierno de Panamá, cuyo ofrecimiento, según Torrijos, iba a hacerse en Panamá.

Posteriormente, por medio del 470 de Inteligencia, se sabía quién cocinaba, barría o lavaba la ropa y planchaba. No cabía duda que los hombres del Tío Sam le servían bien a Torrijos, quien una vez más estaba en deuda con ellos y que demostraba hasta el cansancio, la versión de Rudy Vallarino, de que “Omar se había entregado hasta los huesos con los Gringos”.

Esto iba a valerle el derecho de firmar los tratados y de que le pagaran los viajes por el mundo, exponiendo su reclamo sobre el canal. En otras palabras, los Gringos tenían asegurado el futuro de la firma de los tratados y los planes que tenían para Panamá, aun cuando “...conocían de los desórdenes psicosomáticos del ‘hombre fuerte’, pero que ellos podían controlar”, de acuerdo con la versión de Jorge “Rudy” Vallarino.

La Junta Provisional de Gobierno y el Decálogo de la Revolución

Con el control de la situación por parte de Omar Torrijos, yo esperaba que se le comenzara a dar valora la Junta Provisional de Gobierno y que se hiciera un pronunciamiento en cuanto a los Postulados de la Revolución de acuerdo a lo que hablaba Torrijos y aun cuando no tomaran en totalidad las riendas del país, había que ponerlos a trabajar repartiendo las labores de gobierno en algo que ellos pudieran hacer en lugar de negarles toda participación.

Ya que las tensiones comenzaron a bajar a medida que se conversaba con los diferentes sectores, muchos de ellos sin mi conocimiento; pero de todos modos, ya algunos políticos comenzaron a llegar por la comandancia a informarse del curso que tomaría el gobierno, al igual que los del 470 de Inteligencia y otros sectores.

También se comienza a trabajar más de cerca con los Gringos en los asuntos del ejército y los patrullajes de la Policía Militar. Pero así como se aliviaban algunas tensiones, los nombramientos de figuras comunistas en posiciones gubernamentales fue en aumento, en donde los miembros de la Junta eran obligados a firmar los decretos, de modo que Torrijos daba las órdenes y la Junta debía firmar... No había cambio.

Algún tiempo después de la salida de Boris Martínez, tuve un encuentro con Efraín Angueira y al tocar el tema me respondió con evasivas, pero me dejó saber como para que no hubiese confusión, que Omar Torrijos recibía dineros del 470 de Inteligencia y firmaba con su nombre.

Por otro lado, yo sabía que Torrijos había dado la orden de apartarse de la C.I.A. y cerrar filas con el 470 de Inteligencia porque detrás estaba el Pentágono. Ya desde entonces, Omar Torrijos comenzaba a hablar del Pentágono y un “paraguas”, pero yo no entendía su significado ni el alcance que pretendía darle; sin embargo, parecía ser que la agencia se quedaba atrás, dirigiendo los hilos desde las cortinas.

Eran para mí momentos de confusión, pues yo no veía el acercamiento con los Gringos como una empresa lucrativa personal ni entreguista, sino como un gesto de sincera amistad y de lealtad que unía a dos países que luchaban por una causa común y que consistía en impedir que el comunismo se entronizara entre los nuestros y por eso no entendía el hecho de que los Gringos apoyaran a Torrijos, quien a su vez ayudaba a los comunistas a encaramarse en el poder.

O a lo mejor yo estaba equivocado y los comunistas nombrados eran parte de un compromiso de Torrijos por ser pagados por la C.I.A. o el 470 de Inteligencia, como lo era Félix Dixon. Lo real era, que se estaba formando una extraña simbiosis político-social que no lograba descifrar, que no sabía a dónde iba a conducir y que me tenía incómodo. Panamá se convertía en una especie de Casablanca y encima de esto, los Postulados, esas promesas al Pueblo Panameño, no se pensaban cumplir.

Confieso que el estar encaramado en las altas esferas del gobierno y del poder produce satisfacciones y por lógica conlleva responsabilidades y obligaciones que cumplir y servir. Pero un gobierno dictatorial, que no tiene responsabilidades para con sus electores, tiene muchas imposiciones que hacer sin tener una genuina y noble misión con su electorado. Pero sí tiene compromisos con aquellos que los ayudan a mantenerse en el poder y con los que está obligado a sostenerse para poder cumplir con esos compromisos.

Esto impone una actitud por la que hay que mantener el poder a toda costa, no importa la ética ni las leyes establecidas y ante esta situación, surge entonces el ‘personalismo de grupo’ que impone lo que le parece más conveniente y que alimenta los apetitos personales. Este era el caso que se estaba viviendo. Por tales razones, aun cuando yo recibía zalamerías por parte del público que me encontraba, no me sentía cómodo ni ennoblecido por hacer un papel que realmente no me había ganado,como coronel Jefe de Estado Mayor con el cual fui nombrado.

Noble hubiese sido, el haber hecho una labor de limpieza y adecentamiento de la Administración Pública, conforme decía el Decálogo, anunciar la celebración de elecciones y dejar una administración saneada en manos civiles, como un ejemplo de “civilidad militar”, para poder tener la moral posteriormente de enarbolar la bandera del patriotismo y de un verdadero ejemplo de Revolución... y no “una Robolución”. Panamá, los militares panameños ni su pueblo en general, aprovecharon la oportunidad para borrar el estigma de corrupción que pesa sobre Panamá y los panameños.

Durante esos días, teniendo pendiente un caso de un ciudadano costarricense que fue arrestado, acusado de ayudar las guerrillas panameñas en la frontera, viajé en compañía del Fiscal para resolver el caso y entregar el hombre a las autoridades de Costa Rica, me encontré por mera casualidad con el Gral. Bolívar Vallarino en compañía del Sr Carlos Eleta, en un hotel de la Ciudad de David y por pura formación y rindiéndole respeto al hombre que fuera nuestro comandante.

Ordené al personal firme y fui a saludar militarmente a mi antiguo jefe, a quien me dio mucho gusto volver a ver y quien ahora se encontraba apartado y abandonado por los que él protegió y ayudó cuando en su tiempo siempre andaba con un séquito de seguidores y arribistas que lo acosaban con solicitudes y muestras de zalamería, pero ahora podría encontrarse tranquilo y orgulloso de que durante su gestión como comandante de las Fuerzas Armadas, aun con los errores y con la venganza de los hombres de Langley, mantuvo un período de estabilidad políticasin golpes de estado y en donde hubo progreso.

Invitación de los camaradas a unirme al partido del pueblo

La tierra por donde se mire es redonda, es una pelota en la cual por diferentes direcciones podemos llegar al mismo punto. Se me ocurre decir esto, a manera de introducción de la siguiente anécdota aunque suene un poco fuera de lo común.

Desde que tomó Omar Torrijos el control de la llamada “Revolución” o del poder, comenzaron a sucederme algunas cosas extrañas, tales como visitas de algunas personas conocidas y también desconocidas, con ofertas de empleo y de participación en negocios que nunca me había imaginado. En éste caso fue el de dos personas conocidas, cuyo nombre prefiero no mencionar y quienes me invitaron a tomarme unas copas.

Tomarse unos tragos con cualquier pretexto, no era nada fuera de lo común para las costumbres panameñas y menos para un oficial de la Guardia Nacional, que en las actuales circunstancias recibía cientos de invitaciones; pero era el caso de que estas personas aunque conocidas, jamás me habían hecho una invitación a divertirnos.

Ellos querían hablar de Política, Filosofía y Sociología, hasta llegar al punto de lo que se proponían: invitarme a formar parte del Partido del Pueblo (Partido Comunista de Panamá). Según ellos, yo era el candidato ideal que poseía todas las cualidades para ser un verdadero militante comunista.

- Yo jamás podré ser comunista les dije. Mi padre un campesino pequeño comerciante no muy letrado y mi madre una maestra de escuela, firmes en sus convicciones políticas liberales e independientes, me enseñaron desde temprana edad de que el comunismo no es de fiar y que no hay nada comparable con la independencia y la libertad.

Durante mis años de estudiante, no fui muy asiduo lector, pero libro que caía en mis manos, por lo menos lo hojeaba para ver el tema de su contenido. Leí mucho acerca de los autores que defendían la doctrina de Marx, Engels, Lenín y otros. Leí también a autores contrarios a las ideas comunistas, tales como El Zar Rojo, Escogí la Libertad, Maestros del Engaño y otros, pero el libro que más me llamó la atención con relación al tema, fue “Ensayos”, cuyo autor venezolano Dr. Cristóbal Benítez, describía allá por los años treinta lo que el comunismo era y el daño que era capaz de hacer.

De suerte pues, que en materia de filosofía comunista yo me encontraba preparado y podía repeler cualquier argumento en favor de la doctrina roja, por lo que para cualquier alegato, yo tenía mis razonamientos y ante los personajes que me invitaron, yo hacía aparecer la doctrina comunista como ridícula, inflexible e impracticable y contraria a la naturaleza humana, cuyo destino era el fracaso tarde o temprano, ya que había que imponerla a la fuerza.

Finalmente después de varias intentonas de convencerme por medio de su “filosofía reflexiva”, desarticulada por mis razonamientos, uno de los caballeros dijo:

- Recuerde primo, que el mundo gira hacia la izquierda...!

- Así es...! Afirmó el otro.

Mi respuesta no se hizo esperar y los tomó por sorpresa.

- Depende del punto de vista, les respondí, porque si lo miras de frente gira hacia la derecha. Aunque con eso no deseo significar que soy un extremista de derecha, pues más bien me considero un moderado.

- Con Ud. no se puede, primo ! fue su respuesta y procedimos a despedirnos.

Aunque para entonces desconocía la injerencia extranjera y el plan de la C.I.A. para destruir a Vallarino y por el cual se aceleraron las acciones, les había dicho que el golpe de estado del 11 de Octubre de 1968 había tenido su origen desde hacía mucho tiempo, precisamente porque los protagonistas del drama eran dos fuerzas antagónicas que desencadenaron sus acciones el uno contra el otro y que alguno.

El más fuerte, tenía que triunfar; en donde los oficiales de la Guardia Nacionalvieron amenazada su carrera, mientras se le protegía a otros, no porque fuesen imparciales sino porque eran adeptos al hombre en el poder. Porque si no se les hubiese tratado en una forma tan burda, jamás hubiesen tenido una excusa para rebelarse.

Les dije también que las dictaduras de cualquier tipo o ideología no deben prolongarse en el poder porque tienden a corromperse al perpetuarse en él, lo que estaba demostrado una y otra vez a lo largo de la historia y había que aprender de ello. Sin embargo, les dije, la historia norteamericana nos da un gran ejemplo con el principal fundador de esa nación, muy digno de tomar en cuenta, en donde el Presidente George Washington fue investido de poderes dictatoriales y los utilizó solamente durante un tiempo prudencial.

Hoy, cuando escribo éstas líneas y luego del derrumbe del imperio comunista soviético y de haber sido derrocada la tiranía panameña, por los mismos que la crearon, me acuerdo de la conversación con aquellos amigos y termino por concluir que los hechos me dieron la razón.

Y conociendo Omar Torrijos mi posición con relación al comunismo, quiso nombrar una de estas personas en un cargo público, pero antes de hacerlo, consultó conmigo su nombramiento... Por qué no lo hizo cuando nombró a varios otros comunistas sin consultarme ? O era que sabía acerca de la reunión que tuve con esas personas?

Con ocasión de un homenaje que la hacían en la Ciudad de Santiago, Torrijos me invitó a que lo acompañara. No tenía el menor conocimiento de que era una reunión comunista y me encontré con que el orador de fondo era el “Viejo Barría” o “El Viejo Camarada”, como solían llamarle quienes lo conocían. Me retiré del acto y aproveché para visitar algunos de mis familiares y dejé a Torrijos para que fuese abanicado por sus camaradas, pues no era mi interés estar envuelto en las actividades de los comunistas.

Otra vez los del 470 de Inteligencia

En medio de las marejadas y el vaivén de la llamada “Revolución”, se me acercó a mi oficina un mañana el amigo Espinoza del 470 de Inteligencia, que parecía ser el hombre a quien le habían asignado mi persona, y sin mucho preámbulo me dirigió la siguiente pregunta:

- Amado, qué piensas tú de que Panamá sea un Estado Libre Asociado?

- METO, NO ! ! Fue mi respuesta instintiva.

Se me salió sin siquiera pensarlo, una expresión típica de mi provincia, la palabra “meto”, que es un modismo local que se utiliza para significar sorpresa, admiración o negación; aunque algunas veces se aplica como vocablo condicional y aún como expresión grosera.

Sin embargo, para el caso de la pregunta de Espinoza, la estaba aplicando para responder a un rotundo no. Pero al ver la expresión de mi interlocutor, me di cuenta de que estaba adoptando una actitud muy tajante y traté de explicar mi posición, aunque no recuerdo las palabras exactas.

- Panamá, le dije, ha sido objeto de la ambición de muchas potencias por su posición geográfica y estratégica, aunque está ligada a los Estados Unidos por razones delcanal, la potencia del norte nunca se ocupó de conquistar el corazón de los panameños como para hacerlos sentir parte de ese maravilloso país, cosa que pudo haber sido lograda de múltiples formas.

Al panameño le gusta el dólar y las buenas cosas que tiene Norteamérica, pero no le gusta estar sometido como se siente cuando entra al área canalera, en donde pareciera que Uds. prefieren vivir atrincherados, haciéndonos sentir como viviendo en dos países diferentes.

El hombre pareció entender mi razonamiento y no continuó con el tema. Quizá lo hice sentir incómodo o resintió mi forma de razonar, pero era el sentimiento general de todos los panameños aun cuando muchos sentíamos gran admiración y amistad por nuestros vecinos, entre ellos yo, creo que era lo más honesto decirle a mi interlocutor mis sentimientos.

Sin embargo hoy, cuando escribo este libro y echo una mirada atrás después de tantos años de vivir precisamente en los Estados Unidos, me doy cuenta de que los sentimientos nacionalistas panameños, son producto de la mera pasión por causa de la actitud que tomaron los fundadores del canal y no por un puro razonamiento de que Panamá no pueda ser conquistada pacíficamente.

Varios hechos podrían ser determinantes ante esa posibilidad: uno, por razones de los tratados, que deja a Panamá “... bajo el Paraguas del Pentágono”, convertida en lo que yo llamo un “Protectorado”; otra, la colaboración desinteresada que ofreció el Pueblo Panameño a las tropas de los Estados Unidos en diciembre de 1989 para el derrocamiento de la dictadura y una tercera posibilidad se encuentra en la historia.

Cuando en 1840 Panamá no podía sostenerse por sí misma, tuvo que regresar a ser parte colombiana. Las encuestas en Panamá de hoy, arrojan más de un 60% en favor de que los Gringos no debieron irse del Istmo, ya que los gobiernos panameños que han asumido el poder después de que los Gringos se retiraron de Panamá, no han encontrado una fórmula para llenar el vacío económico que ha producido el retiro del personal norteamericano.

Puedo agregar además, que en mis recientes viajes a Panamá, fuera del criterio de algunos nacionalistas, la mayoría del pueblo añora el dólar que pudo haberse ganado cuando los residentes de la Zona del Canal venían a la Ciudad de Panamá o al interior del país en plan de compras o a ver un espectáculo que no podían ver en su ambiente Zoneíta.

Y aunque existe un boom de construcciones y se hacen planes de ensanche del canal, cuyas inversiones producen fuentes de trabajo y de empleo, existen lugares del interior del país que se encuentran marginados y sin trabajo.

Inversiones extranjeras son rechazadas

La llamada “Revolución” ahora con Torrijos a la cabeza, se encaminaba en forma diferente que con Boris Martínez y algunas empresas internacionales comenzaban a llegar en búsqueda de información para poder instalarse a establecer negocios en Panamá y ver las ventajas que el Istmo podía ofrecer.

Yo le recomendaba a Omar Torrijos que esta era la mejor oportunidad que podíamos tener para abrir sus puertas a las inversiones extranjeras para establecerse a manufacturar o ensamblar productos para la exportación, ya que Panamá en esa época, con una población menor a los tres millones de habitantes no era un mercado atractivo para muchas empresas, pero sí para aprovechar la posición geográfica del Istmo, lo cual era un gran momento para la creación de fuente de empleo.

Además, le decía, que cuando se instalara el gobierno civil con una nueva democracia, la Guardia Nacional habría dejado un ejemplo de patriotismo y de civismo, dejando una economía pujante y creciente, basada en la exportación de esos productos y en donde la fuerza laboral panameña estaría ocupada al máximo posible. También insistía en que las empresas que se instalaran, debían dispersarse en diferentes regiones del país, para evitar el hacinamiento en las ciudades de Panamá y de Colón...

Pero Torrijos parecía oír, pero no escuchar, porque no creía en la empresa privada. Asesorado como estaba por elementos de izquierda, no tenía la capacidad de ver una nueva economía basada en la expansión de la empresa privada, sino en los consejos que le daban sus más cercanos asesores quienes le recomendaban la instalación de empresas estatales o la nacionalización de algunas existentes.

Dentro de mis experiencias, puedo nombrar a un grupo cubano-norteamericano que buscaba instalar un ingenio azucarero para la producción de melazas, alcoholes y azúcar morena para la exportación. Me senté con ellos para elaborar un plan que pudiera favorecer al máximo posible a los campesinos productores de caña y que pudiese ofrecer la mayor cantidad posible de fuentes de empleo y se encontró que podían ofrecer un sobreprecio por tonelada de caña entregada en la unidad industrial, cuyo valor se reconocería en acciones del Ingenio (unidad industrial).

En otras palabras, los colonos productores de caña iban a ser co-dueños del ingenio hasta en un 40% e iban a ganar dividendos producto de los negocios de la empresa. Empresa que por lógica iban a defender por ser parte de ella. Sin embargo, Torrijos rechazó la propuesta y en cambio posteriormente, después de yo caer preso, se instaló en el mismo lugar un ingenio estatal con préstamo internacional, sin beneficio para los colonos.

Y así, varias otros empresas fueron rechazadas porque llevaban el sello de ser empresas privadas, que fueron reemplazados por planes masivos de control de la población por medio de empresas estatales, como lo fueron los llamados “Asentamientos Campesinos”, para los cuales se expropiaron tierras para que los campesinos pudieran trabajar, pero el proyecto se convirtió en un farsa en donde la mayor parte pasó a ser una carga burocrática y muchos de ellos nunca fueron dueños de sus tierras, mientras se lesionaba el derecho legítimo de sus dueños.

El plan no fue más que una maniobra para llevar a los campesinos bajo control del estado. Y conforme me refirió un dueño de equipo, el amigo Ulpiano Grana, que fue utilizado para una gran siembra de arroz para un asentamiento campesino:

- A mí me alquilaron el equipo para una gran siembra de arroz. Llegó el momento del arado y el Asentado sentado... ! Llegó el momento de rociar pesticidas y el Asentado sentado...! Llegó el momento de la cosecha y el Asentado sentado...!

Y ninguno de los programas estatales condujo a la independencia o liberación del panameño, ni los campesinos, ni los estudiantes, ni los obreros; por el contrario, se convirtieron en un apéndice del estado que cuando se disipó el dinero y su mentor,Panamá quedó endeudado y las organizaciones empobrecieron. El resultado no fue más que un despilfarro enorme, con un agudo desempleo al final.

Una vez que Panamá saturó su capacidad de endeudamiento para satisfacer su falsa economía, y una vez que las instituciones de crédito internacional no ofrecieron más dinero para ese despilfarro, que no fueron más que medidas para el control político del país, apoyado por personas influyentes del Tío Sam y una vez que se vio el fracaso de muchos de los proyectos que el gobierno impulsaba, la economía nacional comenzó a decaer con el resultado de gran desempleo y el empobrecimiento de grandes sectores de la población.

La dictadura ahora en manos de Manuel Antonio Noriega, no disponía de suficientes recursos para pagar a susacreedores y el lazo corredizo de las imposiciones de pago, comenzó a correrse... Manuel Antonio Noriega iba a pagar con creces los errores políticos y económicos de su mentor, “general” Omar Torrijos y de las influencias gringas que lo ayudaron.

El Informe del Contralor General de la República, con fecha de 1º de Mayo de 1994, nos da un amplio análisis y excelente explicación de lo que era el panorama económico, político y social inmediatamente después del derrocamiento de la dictadura que por más de veinte años rigió al país y que se comprometió con el Pueblo Panameño en un documento de diez promesas que nunca fueron cumplidas.

Experiencias personales del Autor. Aportes de Jorge A. Vallarino. Informe del Contralor, República de Panamá, 1º de Mayo de 1994.

Quinta Parte

La Junta Provisional debía Gobernar - “Pobre País”

Armas para la Republica de El Salvador-

Durante la Administración del Presidente José A. Remón, a principios de los años cincuenta, Panamá recibió una donación de armas y municiones procedentes de Venezuela y como complemento vino también la Misión Militar Venezolana a ayudar a la Guardia Nacional de Panamá a reorganizarse, educarse, entrenarse y prepararse para cumplir mejor con sus funciones de Ejército, Guardia de fronteras y Policía.

Yo me encontraba entonces cursando estudios como cadete en la Escuela de Formación de Oficiales de las Fuerzas Armadas de Cooperación (EFOFAC) en Caracas, a donde fui a estudiar en virtud de una ganada beca y en donde tengo excelentes compañeros con quienes aún mantengo contacto.

Luego de graduarme en EFOFAC, que en aquella época se llamaba CIFAC, pasé a prestar servicios en el Ejército de Venezuela, en donde tuve la suerte de contar con distinguidos compañeros y oficiales que me guiaron y me enseñaron cuanto sabían y me extendieron su clara mano de amistad sincera.

Durante el tiempo que permaneció la Misión Militar de Venezuela, se dictaron cursos para mejorar la capacidad de la oficialidad, en donde yo fui instructor y la Guardia Nacional panameña necesitaba unificar criterios en cuanto a procedimientos y principalmente ética, que era uno de las materias en donde se necesitaba hacer mayor énfasis.

Posteriormente la Misión Militar tuvo que marcharse, pero el armamento y las municiones donadas: fusiles, morteros ligeros y ametralladoras reformadas, quedaron en poder de la Guardia Nacional, Sección de Armamento; supuestamente bajo el cuidado de una organización responsable.

En Noviembre de 1969, yo fui enviado a visitar la fábrica de tractores John Deere de la Ciudad de Rosario, Argentina, con el propósito de recomendar una compra de equipo agrícola para los Asentamientos Campesinos. De Rosario viajé a Punta del Este, Uruguay a presenciar la exposición de muchos equipos y luego de ver la maquinaria, acorté mi viaje y regreséa Panamá para hacer mis recomendaciones para que fuesen estudiadas.

El gobierno, decía, debía financiar la compra del equipo conjuntamente con el adiestramiento para su uso y mantenimiento preventivo, entregárselo a los usuarios y cobrarlos en un plazo prudente y blando que incluyera productos en su pago.

En otras palabras, mi intención era la de convertir a los productores en propietarios independientes, siempre y cuando sus tierras también estuviesen saneadas de compromisos, en lugar de convertirlos eninstrumentos del estado.

Yo por mi cuenta estaba desarrollando labores agrícolas y ganaderas en donde hacía mis propios experimentos y pensaba que podía aplicar algunos de esas experiencias de los experimentos propios y compartirlos con los campesinos productores, cuyas cosechas podían ser exportadas. Pero el propósito de ser enviado a la Argentina parecía en realidad tener otra intención.

Durante esa época, Honduras y El Salvador se batían a tiros y los ejércitos de ambos países se empeñaban en combate en sus fronteras. Conflicto que se conoció popularmente como “La Guerra del Fútbol”, por su origen en un juego de balompié.

El 29 de Noviembre de 1969, regresé a Panamá desde Punta del Este, vía Buenos Aires, acortando mi viaje en dos días, para encontrarme que el avión DC-3, el mismo que había llevado a Boris Martínez a Miami, estaba siendo cargado con pertrechos militares para ser enviados a El Salvador para atizar así el fuego de la pasiones entre ambos países hermanos y allí se iban las armas que donó la República de Venezuela.

Torrijos no se encontraba en la ciudad de Panamá y cuando le pedí explicación al Tnte.Cnel Rodrigo “Botita” García acerca del embarque de armas, se limitó a decirme que “... él solamente cumplía órdenes del Gral. Torrijos”.

Yo no consideraba ni oportuno ni prudente el envío de pertrechos a ninguno de los dos países que se jugaban la vida tratando de arreglar sus diferencias por medio de la guerra.

Tal actitud decía yo, no era el medio apropiado para la ventilación de un conflicto que comenzó con un partido de balompié y mucho menos apropiado era el hecho de que un país hermano se impusiese la tarea de atizar el fuego de las pasiones con el envío de material de guerra, en clara violación de los principios panamericanos.

Nuestra labor debía ser la de pacificadores y tratar de apartar a dos hermanos que se mataban y así lo hice saber, sobre todo, cuando Omar Torrijos me había dicho algunos días antes, de que Panamá haría todo lo posible para que ambos países hicieran las paces.

Pero no solamente era esto que yo encontraba incorrecto, por diferentes fuentes me llegaba la información de que por el país estaba circulando gran cantidad de drogas, sobre todo cocaína y marihuana.

Pensaba que Panamá se estaba convirtiendo en un centro de contrabando ilegal... Me recordé del personaje aquel de mi investigación de Aduanas.

Sospechas de marginación-

Durante esos días, se me acercó un personaje extraño que fue a visitarme a mi casa para ofrecerme un empleo muy bien remunerado en El Salvador, con una empresa petrolera. Yo tenía todas las cualidades para ser el ejecutivo que ellos andaban buscando: capacidad, personalidad, poder de adquirir conocimientos rápidamente, vitalidad, Etc., Etc.

Por demás, las condiciones de trabajo y las bonificaciones eran excelentes y mi labor consistía en mantener buenas relaciones con los gobiernos de Centro América. El hombre dijo venir de parte de Rudy Vallarino, sin embargo Rudy nunca lo recomendó.

Mis sospechas de que Torrijos y quienes lo apoyaban buscaban la fórmula de apartarme de mis labores dentro de la Guardia Nacional o ponerme fuera del país iban en aumento, mientras que la infiltración comunista, los contrabandos y el acercamiento con elementos indeseables también aumentaban.

Una noche me acerqué a saludar a Omar Torrijos en un conocido club nocturno de la ciudad y sus guardaespaldas se comportaron como si yo fuese una persona extraña, actitud que confirmaba que algo raro estaba pasando y que ya no me extrañaba que podía caer en desgracia en cualquier momento o por cualquier comentario adverso. Comencé a tomar toda clase de precauciones y evitar cualquier roce con sus guardaespaldas.

Encontrándome en un estado de tensión por las presiones de diferentes sectores, que me preguntaban qué era lo que sucedía con el nombramiento de tantos comunistas en el gobierno y viendo que yo estaba siendo apartado lentamente de mis labores, y viéndome preocupado, mi esposa me preguntó:

- Amado, hacia dónde vamos... ? Refiriéndose al camino que estaba tomando la llamada “Revolución”.

- A veces, le respondí, ni yo mismo se en dónde estoy parado, porque cuando ante mí se discuten temas o problemas en donde se toma una decisión, me encuentro con la sorpresa de que al día siguiente las cosas han cambiado en 180 grados, sin ninguna explicación de por qué se cambiaron las cosas. Eso me deja desconcertado al igual que a otros del Estado Mayor, con un sentimiento de inutilidad y muchas personas en la calle me preguntan qué es lo que sucede y yo no tengo respuestas para darles.

Los Gringos apoyan a Torrijos, el Estado Mayor se ha convertido en una máquina de estampillas, de puros “yes men”, que apoyan todo lo que Torrijos diga, a pesar de que mañana se cambien las decisiones que fueron aprobadas hoy.

Se limitan sencillamente a recibir su sueldo y los dineros extras de la caja menuda y con eso parecieran estar contentos. No tienen el menor decoro ni sentimientos patriotas... me encuentro desilusionado, desorientado y disgustado. Pero eso no es todo, el tráfico de drogas que está pasando por Panamá va en un aumento de niveles increíbles.

Y aunque mi ascenso como Jefe de Estado Mayor con el rango de coronel, imponía que mis funciones fuesen dentro de las fuerzas y a las reuniones de gabinete ministerial, con frecuencia era enviado al exterior a alguna misión de poca monta.

Las guerrillas desaparecieron-

En un recorrido que hicimos por la frontera Tico-Panameña, Omar Torrijos, “Botita” García y yo, nos dimos cuenta de que las actividades guerrilleras habían menguado hasta el punto en que no tuvimos ningún incidente durante el viaje y tampoco se informó de ninguna actividad en mucho tiempo, aun cuando existían algunas tensiones dejadas por los encuentros armados y los abusos cometidos.

Me parecía lógico que después de estar invirtiendo buenas sumas de dinero en la compra de informantes entre el personal que salió al exilio con Arias, el apoyo externo fuese en decadencia y los grupos internos se vieran desamparados y solos, por lo que su actividad se encontraba en descenso. Los comunistas se sumaban a las filas torrijistas y no participaban en ninguna actividad en contra del régimen y por consecuencia, la actividad estudiantil también decayó.

Del 470 de Inteligencia se recibía a menudo información acerca del exilio y de los coroneles en Miami. Para mí había algo que andaba mal, pues no entendía el apoyo que los Gringos le daban en todo sentido a Torrijos, sobre todo después del “Estudio” que hiciera la C.I.A. sobre la Guardia Nacional de Panamá y su plan para evitar que el país cayera en manos comunistas y mi confusión estaba en si los agentes del TíoSam tenían el compromiso con Torrijos del nombramiento de ellos.

Me encontraba ante un campo minado nuevamente, en donde yo criticaba con frecuencia al comunismo y los tenía al lado mío en las labores de gobierno y los Gringos los dispensaban. Mucho tiempo después en exilio, Jorge Vallarino me confesó que los Gringos le habían permitido a Torrijos que gobernara con quienes él considerara conveniente, siempre y cuando no se metiera con los asuntos del canal ni con los Estados Unidos.

Luego de mi regreso de Punta del Este, vía Buenos Aires, me enteré de que algunos arnulfistas comenzaban a entregarse por dinero y colaboraban con la dictadura enviando informaciones sobre el exilio y que según Rudy Vallarino eran pagados por la C.I.A. Igualmente algunos oficiales que se refugiaron con Arias en el canal.

Se sabía también acerca del capitán Abraham Crócamo, de quien se decía ser un activo arnulfista y que se había convertido en el jefe del movimiento armado deArias en el exterior y cuyas actividades le estaban causando daño al régimen de Torrijos.

Mi macabra misión-

Con ocasión de una reunión de tipo social el 2 de Diciembre de 1969, en el antiguo Hotel La Siesta en las cercanías del Aeropuerto de Tocumen, Omar Torrijos me llamó aparte del grupo para hablarme a solas y me dijo:

- Sanjur, Crócamo me está haciendo mucho daño en el exterior. El está radicado en Venezuela, pero tiene la capacidad de poder moverse por varios países y su propaganda contra mí está surtiendo efecto... Ud. es egresado de Venezuela y sé que cuenta con buenos contactos ahí y va a tener que hacerse cargo de Crócamo.

Yo pensé que como algunos arnulfistas y ex-oficiales estaban recibiendo paga para quedarse tranquilos y servir de informantes, Torrijos me proponía que le ofreciera algo también a Crócamo, por lo que le respondí:

- Y qué quiere que le ofrezca, general ?

- A éste no hay que ofrecerle nada.... Hay que eliminarlo para que no siga haciendo daño !

Omar Torrijos no proponía ofrecerle dinero a Crócamo, sino que quería poner sobre mis hombros la eliminación física de Abraham.

- Bueno general, esa no es misión para mí.

El asunto me tomaba por sorpresa y nunca pensé que alguien fuese a hacerme una proposición de tal naturaleza y menos Torrijos, que aunque no paso por santo, conocía bien mi reputación y quien tenía a su alrededor un grupo de mal encarados “mata-sietes” de guardaespaldas, que eran capaces de cometer cualquier fechoría con solo una señal de su jefe.

- Mire, general. Yo no soy el hombre para eso... esa no es mi misión.

El hombre molesto por mi negativa, levantó la voz y me dijo tajantemente:

- ES UNA ORDEN, SANJUR ! Pase mañana por la caja menuda y recoja el dinero que haga falta para que salga cuanto antes.

Torrijos se retiró sin esperar ninguna otra respuesta y me quedé plano con un enojo interior que me llevaba el demonio pero no estaba en condiciones de formar un espectáculo, por lo que decidí tratar las cosas por otros medios.

Le eché un vistazo a algunos de sus matones guardaespaldas y me dije que lo mejor era no intentar nada, pues eran hombres capaces de matar a sangre fría...Yo los conocía y nada más había que ver su facha.

La situación se había puesto muy difícil para mí, eran momentos de tomar decisiones rápidas. Una cosa era la de estar adiestrado para matar en situaciones de combate o para salvar la vida o la de alguien y otra era la de hacer el trabajo de preparar un asesinato.

Además consideraba que la orden era una ofensa y una falta de respeto con un subalterno, que me encomendaba una empresa como a cualquiera de sus matones. Me di cuenta de que mi carrera, mi futuro y mi vida pendían de un hilo.

Cuando me retiraba del hotel, me encontré con un viejo amigo de Nueva York, Abbe Sanger, quien por la expresión de su rostro y su mirada interrogante, posiblemente notó mi preocupación.

Antes de viajar a Caracas traté de localizar a Efraín Angueira pero no fue posible y estuve pensando si hacía arreglos con mis compañeros de escuela para quedarme enVenezuela y buscar trabajo allá para llevarme mi familia posteriormente, pero decidí que era mejor buscar otra solución y el 4 de diciembre viajé a Caracas a “cumplir mi macabra misión”.

No hacía mucho tiempo que había estado allí cuando en mi carácter de Vice-Presidente del Comité Organizador de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, había viajado con la comitiva que hacía las invitaciones.

Venezuela siempre tuvo un gran atractivo para mí, no solo porque cursé mis estudios y mis compañeros venezolanos me trataron como un hermano, sino también porque serví en sus Fuerzas Armadas y nunca me hicieron sentir como un extranjero.

Aunque nunca faltaron las “mamaderas de gallo” como suelen llamarle a las bromas o tomaduras de pelo y aunque uno que otro me llamase “portugués” por causa de mi nombre poco común para ellos, y que era un vocablo que se les aplicaba como uso despectivo a los inmigrantes europeos que venían a Venezuela a hacer trabajos febriles.

Yo lo consideraba una broma y nunca me sentí ofendido. Hice una gran amistad con mis compañeros con quienes mantengo mis lazos de cercana hermandad y contacto, y hasta he escrito y dedicado poemas a algunos de los que hemos perdido.

Siempre consideré a Venezuela como mi segunda patria y durante el viaje con el Comité Organizador, aprovechamos para reunirnos en casa del Embajador de Panamá, para pasar un rato ameno.

Fue allí en donde algunos de mis compañeros, preocupados por la suerte de la democracia panameña y también por la mía, me preguntaron si el régimen de fuerza por el que pasaba mi país sería de carácter temporal.

Yo me atreví a garantizarles que sí y que haría todo lo posible para que la Guardia Nacional Panameña regresara a los cuarteles y que mi país tendría un gobierno civil.

Me preocupaba infinitamente lo que mis compañeros pudiesen pesar si se enterasen acerca de mi misión macabra y recordaba con orgullo el lema de mi Alma Mater y de la Institución FAC, “El Honor es su Divisa”, pues en realidad no se me había encomendado una misión de honor y mis sentimientos internos eran un volcán en proceso de erupción, aunque el vuelo era tranquilo y por mi parte yo procuraba estar calmado.

Decidí que era mejor atenerme al plan que había elaborado el día anterior, pero me hacía falta hacer algunos contactos en Caracas para llevarlo a cabo pues no tenía la intención de convertirme en un asesino o participar en el planeamiento de un crimen, por lo que tenía que hacer un buen plan de simulación para tratar de evitar sospechas.

Llegué a Venezuela sin novedad, el aeropuerto Simón bolívar de la Ciudad de Maiquetía localizado en la costa estaba cálido como de costumbre y de inmediato me encaminé hacia la Ciudad de Caracas en medio de las montañas y me alojé en el Hotel la Floresta, un lugar sin mayores lujos pero cómodo y agradable.

De inmediato comencé a trabajar en mi plan, tratando por un lado de localizar a Crócamo y convencerlo de que se perdiera por un tiempo prudencial y que me dejara algo de su cartera. Hice contacto con dos periodistas locales para que publicaran una foto de Crócamo con una leyenda diciendo que estaba desaparecido y con ello formar un escándalo que me permitiera ganar la confianza del dictador por lo menos por un tiempo para planear su caída y darle valor a la Junta Provisional de Gobierno para que pudiera cumplir con las promesas al Pueblo Panameño, anunciar un gobierno civil y fecha posible de elecciones.

Las gestiones que hice para localizar a Crócamo fueron en vano, pues parecía que a Crócamo se lo había tragado la tierra y nadie sabía en dónde encontrarlo. Algo me decía por instinto que su desaparición podía significar algo malo, pero a pesar de mi presentimiento seguí adelante con mi plan. El día 5 de Diciembre cumplí rápidamente con un par de compromisos sociales y seguí tratando de localizar a Crócamo.

Decidí suspender la búsqueda y salir hacia Bogotá de acuerdo con mi plan y de allí regresara a Caracas y el día 6 tomé avión y al llegar me hospedé en el Hotel Tequendama. Llamé a Caracas a uno de mis contactos, pero la búsqueda era inútil, por lo que preferí seguir camino de panamá a donde llegué el día 7, para enterarme según comentario de uno de los oficiales, que Crócamo trabajaba para el G-2 panameño y que quizá por eso no pude localizarlo, pues estaba al conocimiento de que yo lo buscaba.

Años después en exilio, cuando nos reunimos en Houston con Fred Rodell, un hombre de negocios de Houston amigo de Arnulfo Arias y un grupo de exiliados, Abraham Crócamo me confirmó tener conocimiento de mi viaje a Caracas para enviarlo al “...mundo de los acostados”, según sus propias palabras.

Al tener sospechas de que Crócamo pudiera estar adscrito a la inteligencia panameña, me puso en la situación de tener que adoptar mayor cautela, pues el encargo macabro de Omar Torrijos pudo haber sido una trampa, pero de momento parecía que la suerte estaba conmigo. El mismo día 7, luego de mi llegada, estuve tratando de localizar a Torrijos, pero me enteré que andaba por el interior del país, por lo que decidí sacar tiempo y hacerle una visita a la Junta Provisional de gobierno, pues era parte de mi plan. Quería ver cómo andaban las cosas por palacio y conversar acerca de la posibilidad de que Torrijos se fuera.

La abandonada Junta Provisional de Gobierno-

El “Palacio de las Garzas”, que es como se conoce popularmente a la Presidencia de Panamá, por tener unas cuantas garzas domesticadas alrededor de una pileta de agua en su patio interior, era un lugar solitario.

A diferencia de la comandancia de la Guardia Nacional, que se encontraba siempre abarrotada de gente en busca de empleos y recomendaciones, periodistas a la caza de noticias y políticos tratado de ver cómo acomodarse; la Presidencia de Panamá no era el centro del poder y el área y sus alrededores frente a la Bahía de Panamá, eran un desierto.

Subí las escaleras en dirección a las oficinas, para encontrarme al Presidente Pinilla completamente solo mirando por la ventana con nostalgia hacia la lejanía del mar. A pesar de la sonrisa de aprecio con que me recibió, se notaba detrás de esa alegría de verme, un hombre apesadumbrado. Luego de saludarlo y excusarme por no haberlo visitado más a menudo por mis viajes al extranjero, Pinilla, mirando hacia todos lados como sintiendo temor, me tomó del brazo y me llevó a otra habitación.

- Mire Sanjur, me dijo en un tono de profunda tristeza y lágrimas en los ojos. Su voz se apagaba por momentos, “...he sido obligado por Omar a firmar nombramientos de comunistas en el gobierno y a hacer otras cosas que no están dentro de nuestra ética y moral.”

El Presidente José M. Pinilla no acertaba a decir nada más. Detrás de esas lágrimas de dolor y de rabia contenida tratando de desahogarse, había un hombre frustrado y temeroso. Poco tiempo después llegó el Vice-Presidente Bolívar Urrutia quien me confirmó lo que Pinilla trataba de explicarme. Era un hecho real, los hombres que nosotros escogimos para entregarles las riendas del poder y llevar el país a una feliz Democracia, no eran más que prisioneros en Palacio.

No se respetaba su integridad moral y Torrijos los utilizaba a su antojo para que firmaran cualquier papel que necesitara, y lo que es peor, los obligó a firmar pistola en mano cuando Pinilla se opuso a firmar nombramientos de comunistas en importantes posiciones en el gobierno. Se veía claramente que no existía ninguna intención de cumplir el pacto con el pueblo anunciado el 20 de Octubre de 1968.

Qué podía esperar nuestro país y el mundo, de nuestra honorabilidad de militares?

Pero también dentro de la Guardia Nacional a nadie parecía importarle un bledo, pero a mí sí porque no podía ver semejante injusticia y a nuestra institución cada vez más enredada en los asuntos politiqueros, en lugar de dedicar su esfuerzo en cumplir con sus verdaderas funciones.

Pero eso no era lo peor, sino que el contubernio con los comunistas estaba confirmando el informe levantado por la C.I.A. en el año 1964 y por añadidura el tráfico de drogas aumentaba a proporciones considerables, en los momentos en que el poder se encontraba dominado por la Institución Armada, o mejor dicho, en manos de Omar Torrijos, porque varios oficiales éramos los últimos en enterarnos de lo que sucedía.

Al retirarme de la Presidencia, les prometí ayudarlos a recuperar su poder, a instalar una democracia en Panamá y a hacer que la Guardia Nacional regresara a los cuarteles. Les prometía también en caso de triunfar, que respetaríamos el escalafón dentro de la institución y salí ofreciendo regresar muy pronto... no tenía la menor idea de que me iba a enfrentar a las fuerzas del Tío Sam, quienes habían convertido a Omar Torrijos en el Ramón Magsaysay de Panamá, según las palabras de Rudy Vallarino.

No se necesitaba ser un agudo investigador para darse cuenta de la orientación que tomaba Panamá bajo Torrijos, dándole auge a los marxistas y promoviendo un acercamiento con Castro en Cuba.

A mí no me hacía ninguna gracia acercarme a Castro, un guerrillero que bajó de la Sierra Maestra cargado de medallas y símbolos Católicos, para luego tirarlos a la basura y declararse comunista y encerrar y expulsar a muchos sacerdotes y dándole poder a un asesino como el Ché Guevara a quien apodaron “El Carnicero de la Cabaña.”

Además, las verdaderas revoluciones se llevan a cabo en la historia para la liberación, no para la esclavización de un pueblo. El ejemplo es muy claro cuando a tantos años del golpe de estado en Panamá y que Castro aún permanece en el poder en Cuba, en donde el pueblo no tiene ninguna alternabilidad política, se cayó el muro de Berlín y el imperio soviético; los nacionales cubanos prefieren seguir desafiando las enormes olas del Atlántico y arriesgarse a morir ahogados que permanecer esclavos de la dictadura comunista cubana y tener que permanecer encadenados de conciencia sin poder expresar libremente su pensamiento.

Decía yo entonces: “...qué podía producir el acercamiento con una tiranía que demostraba ser peor que la de Fulgencio Batista ?” Pero también me atrevía a asegurar, que el mundo comunista debía derrumbarse algún día, porque el destino de toda tiranía, históricamente hablando, es la de derrumbarse, mientras que el hombre en condiciones de libertad produce cambios y adelantos políticos, económicos y sociales que son saludables para el bienestar de todos.

El amigo, Licenciado Fernando Manfredo, ex-vice Administrador de la Comisión del Canal, en su entrevista del 3 de Agosto de 1984 con el capitán G. Russelll Evans, en su libro “The Panamá Canal Treaties Swindle - Consent for Disaster -” confirma la infiltración comunista por Torrijos.

La tarde estaba oscura y muy nublada cuando abandone Palacio. Esa oscuridad y condición atmosférica eran precursora de la lluvia que se avecinaba desde la bahía y era quizá un mal agüero del desenlace adverso que íbamos a tener muy pronto.

En mis estimados, de acuerdo a varios comentarios de oficiales que se acercaban a verme, al igual que el de muchos políticos y buena parte de la empresa privada, podían apoyar la apertura democrática. Estimaba también que podíamos contar con los norteamericanos, sin saber lo que Rudy Vallarino ya conocía y así como destruyeron políticamente al Gral. bolívar Vallarino, ahora trabajaban intensamente para mejorar la imagen de Omar Torrijos; situación extraña que contradecía las conclusiones a la que había llegado la C.I.A. en 1964.

Por alguna razón estaban dando pedal a la reversa y tal vez Jorge Vallarino lo supiera.

Juzgaba a además, que por el descontento de varios oficiales, que a menudo se manifestaban en privado en contra de los comunistas, se podía contar con ellos. Lo demás vendría por añadidura. Lo peor era tenerle miedo al miedo, me decía.

No cabía duda de que Torrijos gozaba ya de cierta popularidad, sobre todo dentro del campesinado, que lo veían como el líder que les daba tierras sin estimar que no era más que un plan de explotación política y los grupos de izquierda a los que les dabaposiciones en el gobierno y dinero; pero estimaba que con una pronta actividad propagandista ganaríamos pronto el apoyo en favor de la Junta Provisional de Gobierno que se manifestaría en favor de un gobierno civil.

Ante el temor de que pudiera fracasar, podía optar por la alternativa de renunciar a la idea y dedicarme como muchos otros, a cobrar mi salario y las ”coimas de la caja menuda de la comandancia”, vendarme los ojos ante la injusticia y la corrupción para ganarme mi retiro, o solicitar ser enviado a una posición en el extranjero para no verme tan contaminado. A lo mejor podía aceptar el empleo que me ofrecieron en Centro América y olvidarme de todos los problemas de Panamá...

Pero mi conciencia me acusaba, porque no podía seguir viviendo una traición a mis principios. Era acaso que no tenía sentimientos de honor y de patriotismo, ni respeto por mi familia ni mis amistades ? Y tomando en consideración la tendencia histórica de los panameños a odiar los gobiernos dictatoriales, estimaba que Torrijos no iba a llegar muy lejos; pero me equivocaba.

Darle poder a la junta provisional de gobierno

Decidí que no podía dar marcha atrás, que me encontraba comprometido con mis principios, con el Pueblo Panameño, con la Junta y con mi propia familia. No era posible seguir viviendo con una venda autoimpuesta a lo que estaba sucediendo e ignorando el enorme tráfico de drogas que pasaba por Panamá...

No podía compartir el concepto que tenía Omar Torrijos de que la marihuana era medicinal y que se opuso rotundamente al plan de erradicar la siembra, cuando propuse regar matamalezas a las siembras de la hierba, aduciendo que le hacía daño a las siembras colaterales de los “pobres campesinos”.

Mi respuesta fue clara y al punto, cuando le dije que sembrar y distribuir marihuana estaba tipificado como un delito por la ley panameña y que si existían otras siembras asociadas con la plantación ilegal, era precisamente para ocultar el delito y que ningún agricultor honesto se identificaba con siembras ilegales.

El caso era, que productores deshonestos estaban sembrando la marihuana asociada con la yuca (mandioca o cassava) cuyas hojas se parecen un poco a la cannabis, para así ocultar la planta ilegal y finalmente con la vehemente negativa de Torrijos de combatir las siembras ilegales, tuve que abortar la operación.

El pasaje trajo a mi memoria el personaje narcotraficante asociado con Omar Torrijos cuando era Secretario Ejecutivo. Me convencía ahora de que Panamá estaba a merced de los traficantes de drogas y que vivió Luis Carlos Muller siendo teniente y que posteriormente tuvo que irse al exilio.

Me sentía cansado y necesitaba un tiempo de reposo para pensar mejor, soy del tipo de personas que me gusta vivir en paz. La presión, la discordia y la intriga me mortificaban y aunque trataba de sacarles el cuerpo insistían en perseguirme.

Decidí tomarme un tiempo de reposo en casa ya que el cuerpo me lo pedía y traté de cerrar los ojos, pero mi mente se negaba a descansar y seguía trabajando sin cesar. Me levanté, tomé el teléfono y llamé al Cnel. Ramiro Silvera, quien no era la mejor alianza, pero era el segundo en mando en la Guardia Nacional.

- Aló, quién habla... ?

- Mi coronel, necesito hablar con Ud., le dije sin identificarme. Como sabe, llegué ayer de una misión en el exterior y vine un poco indispuesto... Podría pasar por mi casa ?

- Está bien Sanjur, estaré allí como en una hora.

Yo vivía en el Edificio Cayla localizado en Calle Uruguay, no muy lejos de la residencia de Silvera. La noche anterior me había dejado ver públicamente en compañía de un amigo griego y el cuerpo me pedía otro baño y mientras sentía el agua caer sobre mí. Recordaba el día en que García y Silvera me citaron para hacer un juramento por el cual, “...pasara lo que pasara” se mantendrían unidos conmigo y éste era el momento de saber la verdad.

Ninguno de los dos eran los apropiados para unirse, pero había que comenzar por algo y el Presidente Pinilla creía que se podía contar con García, ya que trabajó bajo su mando por buen tiempo.

Silvera llegó más pronto de lo que esperaba y de inmediato entramos en materia de conversación.

- Pili, le dije, tú sabes que estamos ante un fuerte infiltración comunista que nuestro mismo jefe está promoviendo.

- Es cierto, me respondió de inmediato.

- Tú sabes también que el tráfico de drogas que pasa por Panamá se está agudizando.

- También es cierto, me respondió.

- Tú mismo, proseguí, trajiste a reunión del Estado Mayor al Ing., Demetrio Lakas para que respondiera por el tráfico de drogas y por Tito Ramos, ya que ambos son amigos del general Torrijos.

- Y con lágrimas en los ojos, respondió Silvera, aceptó haber escondido drogas de Ramos en su casa... El Gral., mandó a Tito Ramos al Perú.

- Lo envió al Perú ? Pero... si es de allí de donde traen la droga.

- Es cierto, respondió Silvera, pero temía hacer ciertos comentarios.

Todo indicaba que Silvera estaba también tomando sus precauciones y caminaba con cuidado para no cometer equivocaciones y no romper el piso.

- Esto nos confirma una vez más, continué, de que Panamá está siendo convertido en un centro de distribución de cocaína y además de la infiltración comunista, tenemos a la junta provisional convertida en unos títeres sin poder cumplir con las promesas que se le hicieron al Pueblo Panameño...

Soy de la firme convicción de que hay que cumplir con esas promesas, pero no se tiene la menor intención de hacerlas cumplir, pues por el contrario, estamos cada vez más envueltos en politiquería, y lo que es peor, enredados con los camaradas y mucho peor aún, sirviendo de trampolín del narcotráfico internacional, que no sabemos a dónde nos va a conducir...

- En resumen, Pili, somos del escalón más alto de la guardia Nacional y no sabemos en dónde estamos, porque nuestro jefe nos oculta muchas cosas y nos deja ver solamente lo que él quiere que sepamos. Igual se lo oculta a la Junta Provisional de Gobierno y aquí vivimos en la oscuridad. Yo no quiero ni por asomo que me asocien con ninguna de las porquerías y las actividades ilegales que están sucediendo en Panamá.

- Pienso igual que tú, respondió Silvera. Qué opinas que debemos hacer?

Tragué saliva por un instante. La cadena de acontecimientos desde la campaña política del año anterior hasta la toma de posesión de Arias, con el consabido revanchismo y canibalismo interno, la lucha por favoritismos, ascensos y posiciones, habían llevado a la Guardia Nacional a jugar un papel cada vez más político en la vida del país.

Luego vino la rebelión de Boris Martínez que implantó la persecución de los partidarios de Arias, lanzando otra ola de abusos, que llevó al exilio a varios oficiales de la institución armada. Igualmente, conla caída de Boris Martínez se fueron otros oficiales camino del destierro, algunos de ellos considerados mis amigos y subalternos a los cuales no pude ayudar.

Quizá el idealismo de alguno en algún momento, lo empujó a inclinarse por tal o cual atractivo político, pero varios de los que se encontraban en exilio podían ser recuperados en lugar de ofrecerles dinero para que se quedaran en el extranjero; por lo que consideraba que con un cambio, se les podía ayudar a regresar y terminar su carrera con la Guardia Nacional como institución no política.

Recordaba que en una nota recibida de autoridades diplomáticas de los Estados Unidos yo respondí que nuestra institución era a menudo utilizada como fuerza política y una de esas actividades eran los programas de “acción cívica”, que se llevaban a cabo financiados por la C.I.A. Yo pensaba que la institución debía tecnificarse y servir como garante de la estabilidad en el país, en vez de servir de trampolín político de cualquier fuerza.

- En mi opinión, le dije a Silvera, lo primero que hay que hacer es reforzar la Junta Provisional de Gobierno, separando a Torrijos para que no siga usurpando las funciones que les corresponde a ellos hacer con nuestra ayuda. Hay que abrirle paso a la junta para que pueda cumplir con los compromisos con el Pueblo Panameño y no continuar con el engaño público y preparar las cosas para que el país sea gobernado por civiles.

Creo que nuestra labor consiste en dejarle a los civiles una administración saneada como ejemplo de honestidad y dejar establecidas las oportunidades para ricos y pobres por igual, con múltiples oportunidades de trabajo, en lugar de dejar que Omar Torrijos convierta al país en una hacienda a su servicio. Los panameños debemos tener libertad y no dependencia.

Es por eso que pienso que el gobierno debe legislar y maniobrar para establecer las oportunidades para todos, regularlas y vigilar que se cumplan. Hay que abrir las puertas para que muchos negocios se establezcan a crear fuentes de trabajo, en lugar de mantener controles en una economía estatal.

En ningún momento pensé que la solución a la apertura democrática debía consistir en el regreso de Arnulfo Arias al poder, a quien consideraba el gobernante que produjo toda la catástrofe e hizo lo posible por caerse; sobre todo después de que lo alerté con relación al golpe de estado potencial y de lo que había que hacer para evitarlo.

Su regreso podía ser una salida “populachera” pero no una solución permanente porque traería a la larga mayores problemas. La historia nos demostraba que con anterioridad el pueblo se lanzó a las calles pidiendo su caída cuando abusó del poder en el año 1951.

- Debemos hacerle una visita cuanto antes a la Junta para conversar sobre el tema y tomar una decisión lo antes posible. Mientras tanto, debemos andar con el mayor cuidado para no despertar sospechas.

Nos pusimos de acuerdo en cuándo visitar a la Junta, y luego de platicar sobre otras cosas, nos despedimos.

Aunque sabía el riesgo que corría, no tenía el menor presentimiento de la gran tormenta que se nos vendría encima. Regresé a mis labores cotidianas y dos días después nos reunimos con la Junta, en donde se tomaron los siguientes acuerdos:

1. Reconocer a la Junta como la cabeza del gobierno, aunque por lógica, le ayudaríamos a gobernar con todo el apoyo necesario.

2. Se le daría vigor a los Postulados enunciados en 20 de Octubre de 1968.

3. La Junta separaría a Omar Torrijos de la comandancia de la Guardia Nacional y lo enviaría a una posición en el extranjero.

4. Se instalaría cuanto antes un gobierno dirigido por civiles, que se encargaría de la elaboración de un plan para hacer un llamado a elecciones libres.

5. Se harían los arreglos para que la Guardia Nacional regresara a los cuarteles tan pronto fuese posible.

Hablé con Rudy Vallarino, lo alerté acerca de la situación, le dije sobre el tráfico de drogas, sobre el tráfico de armas y de la infiltración comunista. Le dije que habíamos tomado la decisión de apoyar a la Junta de Gobierno y le solicité ayuda de parte de la agencia por cualquier contingencia que se presentara.

Posteriormente me dijo que había logrado la aprobación y el apoyo de la agencia. Igualmente hice con Efraín Angueira del 470 de inteligencia, quien no me contestó nada, aunque sabía que todos estaban enterados de lo que sucedía en Panamá.

Golpe de Estado? Imposible

Es necesario enfatizar, para claridad del estimado lector por si habrá leído otra versión, que el verdadero gobierno debía recaer sobre la Junta Provisional de Gobierno y no en la comandancia de la Guardia Nacional, por lo que no se estaba preparando un “golpe de estado” como se ha querido ver y que varios organismos en el extranjero y órganos noticiosos, por ignorancia de los hechos o por complicidad, se hicieron eco de la noticia y llamaron, a la acción de La Junta de separar a Omar Torrijos de la comandancia, un “golpe de estado” y hasta llevar a cabo una conspiración contra un “gobernante legítimo”. Hago ésta observación, por lo que habré de exponer más adelante.

En nuestra reunión en la Presidencia, comentamos también acerca del personal que usualmente rodeaba al supuesto comandante de las fuerzas, sobre todo a sus guardaespaldas, quienes tenían la reputación de ser matones, malos servidores y fumadores de marihuana; por lo que nos comprometimos a hacer una limpieza de esos malos hombres, pues si en realidad íbamos adecentar la administración pública, debíamos comenzar por limpiar a la Guardia Nacional de la podredumbre existente; pues si el centro de la seguridad del Estado estaba podrido, qué podía esperarse del resto ?

Ante esta situación que se vivía en Diciembre de 1969 y que aparentemente los Gringos persistían en no ver y seguían apoyando a Torrijos en todo; y en medio de este clima de inseguridad y viendo que la institución la cual pertenecíamos y de la que dependía precisamente la seguridad del país y de sus habitantes, se llenaba de maleantes con uniforme, nosotros sentíamos la necesidad de hacer algo para corregir esas irregularidades y dignificar a los hombres que portaban el uniforme con el verdadero propósito de servir con honor. Irregularidades que ninguno se atrevía a denunciar por temor a ser encarcelado, enviado al exilio o perder la “coima” de la caja menuda.

Pero con las seguridades de que la agencia iba a ayudarnos en caso de necesidad, podíamos proceder a aventurarnos a un cambio saludable en los destinos del país, para ayudar a la Junta a gobernar y encaminar el futuro de Panamá en manos civiles y honestas.

En la calle también existían muchos rumores que no se atrevían a comentar abiertamente, pero en secreto como lo hacen aquellos que viven una vida temerosa, se escuchaban comentarios en voz baja. Un buen día, un amigo de la comunidad helénica me abordó y me dijo:

- Coronel, que hay de cierto que Omar Torrijos es comunista ? Veo al gobierno llenándose de elementos de tendencia de izquierda y a la Guardia Nacional llenándose de hombres malos... Qué es lo que está pasando ?

La pregunta no me tomaba por sorpresa, pero era imprudente responderle de frente porque sabía que Torrijos tenía amigos en la comunidad griega por medio del Ing. Demetrio Lakas, quien fungía como Director General de la Caja de Seguro Social. Yo sabía que del depósito de esa institución estaban desapareciendo medicamentos con alto contenido de opios y de cocaína, pero nadie se atrevía a investigar.

El amigo Jorge Vallarino lo sabía, pues fue él quien me puso al corriente de la anomalía cuando regresé de uno de mis viajes al exterior y aún era yo miembro de la Junta directiva da la Caja de seguro Social... Recordaba la investigación de Aduanas de años anteriores y si uníamos la experiencia vivida entonces y atando los cabos, nos encontrábamos con un claro patrón de conducta de Torrijos y sus asociados más cercanos.

La posible ocasión que podía tener la junta de gobierno

El 12 de Diciembre pasé a ver un amigo quien me pedía que lo ayudara con Aduanas, para recuperar una pieza del motor para reparar una lancha que iba a participar en un evento deportivo. Por medio del amigo me enteré que Omar Torrijos salía hacia México a presenciar una carrera de caballos y me pareció una buena oportunidad, por lo que decidí consultar con la Junta y hablar con Silvera. Se tomó la decisión de movernos de inmediato.

El 14 de Diciembre era día Domingo, desde ese instante, la Junta Provisional de Gobierno se hizo cargo del gobierno. Se convocó a una reunión de oficiales en la comandancia de la Guardia Nacional para el día siguiente Lunes, a la cual todos los jefes de zona asistieron, menos el mayor Manuel A. Noriega de la Zona Norte de Chiriquí.

El Tnte.Cnel Alejandro Arauz, Jefe de Inteligencia Militar G-2, preparó un informe que leyó ante la reunión refiriéndose a la penetración comunista, dio nombres y hechos, al igual que otras actividades sucias. Todos los presentes estuvieron de acuerdo en apoyar a la Junta y la apertura democrática, salvo uno o dos oficiales que protestaron.

Pero el congreso, en donde la mayoría estuvo de acuerdo con separar a Torrijos de la comandancia de la Guardia Nacional, se convirtió en un fracaso cuando la Junta anunció la entrega del poder a los civiles y que la Guardia Nacional regresaría a los cuarteles. El mismo Tnte.Cnel Arauz, que momentos antes hablara con vehemencia en contra de la penetración comunista, hizo ante mí el siguiente comentario:

- De modo que regresamos a la politiquería?

Sin embargo, la gran mayoría no entendía que eso era en lo que precisamente nos encontrábamos enredados y que como institución armada debíamos evitar estar envueltos.

El Comunicado Contraproducente-

Con los primeros actos de la Junta, la oficialidad no estaba demostrando una vocación democrática aun cuando todo parecía haber sido ganado y la Junta se retiraba a palacio a hacer sus anuncios provisionales. Mientras esto sucedía, el Consejo Nacional de la empresa Privada [CONEP] se disparó un comunicado nacional por televisión, que fue de lo más devastador para nosotros

En donde se pedía el regreso inmediato a la democracia y la restitución de Arnulfo Arias en el poder. El comunicado, que parecía estar esperando cualquier ocasión para ser lanzado, produjo un efecto contraproducente a lo que nosotros nos proponíamos y que era precisamente a la entrega del poder a los civiles, pero condujo a la creencia dentro de la Guardia Nacional, de que lo que estábamos promoviendo era la entrega de la presidencia a Arnulfo Arias y que el comunicado de CONEP lo confirmaba, como preparativo del terreno de la traición.

Esto nos colocaba como cómplices que queríamos que el gobierno regresara a manos de la “Oligarquía”, causa por la cual fuimos calificados de “traidores a la Patria y a la causa popular que Torrijos impulsaba entre los pobres.”

Sin embargo, Rudy Vallarino confirma que la C.I.A. se encontraba en todas partes en ayuda de Omar Torrijos y todo parecía indicar que habíamos caído en una emboscada de la cual nunca jamás íbamos a poder salir y que por las reacciones provocadas por nosotros mismos, íbamos a pagar las consecuencias por querer ser realmente honestos.

No sabemos si el comunicado de CONEP estaba en espera de algo y manipulado por la C.I.A o si fue lanzado de buena fe, pero decididamente fue emitido en forma inoportuna en los momentos en que luchábamos con convencer a la oficialidad de adoptar la postura correcta y ver la institución como una empresa de seguridad y estabilidad nacional y no como una institución politiquera más.

Y aunque Rudy Vallarino no confirma en su libro ni en la colaboración prestada al Autor, si el comunicado de la CONEP fuese manipulado por la C.I.A., fuentes del exilio posteriormente me informaron que autoridades de los Estados Unidos hicieron contacto con ellos para decirles que se prepararan porque la acción que llevábamos a cabo era para que Arnulfo regresara a la presidencia de Panamá; lo cual no era cierto.

Lo que sí confirma Jorge Vallarino, es que la Agencia gastó grandes sumas de dinero en favor de su protegido y es importante dejar claro que después del comunicado, los partidarios de Torrijos tomaron aliento y comenzaron a fortalecerse, explotando dicha comunicación pública en su favor.

No hay duda dice Rudy, que Torrijos era su hombre y los agentes del Tío Sam no estaban dispuestos a cambiar el curso de acción, que comenzó con la destrucción política de “Lilo” Vallarino, el apoyo que le dieron a Arias que después se convirtió en aprobación del golpe de estado contra éste y ahora el apoyo irrestricto a Torrijos, aunque no sabemos en realidad cuáles eran los compromisos que adquiría el “Hombre Fuerte”, salvo la conversión de Panamá en un centro bancario internacional, que iba a ser explotado por influencias de poderosos intereses internacionales.

Rudy Vallarino sabía, que cuando Omar Torrijos regresó de los Estados Unidos, invitado por el Gobernador Rockefeller y de visitar su mansión, Omar Torrijos le declaró al periodista Jorge Carrasco: “...ya tengo mi papacito”. Y aunque sin elaborar, quería significar que ya tenía una persona influyente en Washington.

Anastasio Somoza y la C.I.A

Cuentan fuentes de panameños que se encontraban en México que cuando a Omar Torrijos se le comunicó la noticia de que estaba destituido de la Guardia Nacional, el hombre se derrumbó, llamó a los otros militares que lo acompañaban y también se derrumbaron.

Sin embargo Demetrio Lakas los reunió a todos y les dijo que si él tenía que morir, lo haría en Panamá y para el efecto empuño un revólver que cargaba, diciendo: - “...aunque sea con éste revólver.”

Eso le dio aliento a los otros, quienes se envalentonaron, reunieron todo el dinero que tenían y fueron a una Aerotaxi del aeropuerto y como no tenían el dinero necesario para el viaje, lograron que el Embajador Alejandro Remón Cantera, hermano del ex-Presidente difunto, José Antonio Remón Cantera, los ayudara y la Cónsul de Panamá en ese lugar expidió un cheque sin fondos para pagar al piloto del avión que los llevaría de regreso.

Se estima que de allí salió el compromiso de Torrijos con Alejandro Remón, por la cabeza del Lic., Rubén Oscar Miró; quien había sido sindicado por la muerte del Presidente Remón, y quien había salido absuelto en un juicio por jurado, muchos años antes.

El grupo se encaminó hacia San Salvador, desde donde se estima que recibió ayuda de la agencia, por la influencia que ejerció el grupo Rockefeller en las esferas de Washington, ya que tenían fuerte interés en convertir a Panamá en un centro bancario internacional.

El 15 de Diciembre era un día claro en el Aeropuerto de las Mercedes de Managua, Nicaragua. Aprovechando el buen tiempo, se reunían allí una comisión que fue enviada por Anastasio “Tachito” Somoza a encontrarse con Omar Torrijos y su grupo que vino de El Salvador, luego de llegar de México para recibir la venia del dictador de Nicaragua.

El Salvador le pagaba a Omar Torrijos, el envío de armas para su guerra con Honduras, protegiéndolo en su territorio para que pudiera moverse.

- “Luego de la entrevista con el Jefe de Estado Mayor Aéreo de Nicaragua, Tachito Somoza puso a entera disposición de Torrijos y su comitiva, su avión privado, un bimotor Aerocomander identificado como ‘Alfa-Sierra-Delta’, que eran las iniciales correspondientes a Anastasio Somoza Debayle...”

Dice el Gral. César Napoleón Suazo Córdoba, ex-miembro de la Guardia Nacional de Nicaragua, en entrevista con el Autor y con el Capitán G. Russell Evans en su libro: “The Panamá Canal Treaties Swindle - Consent for Disaster-” (Pag. 58).

Un piloto, “Red” Gray, quien se encontraba en la nómina de la C.IA., se encontraba listo para volar el “Alfa-Sierra-Delta” hasta el Aeropuerto Malek de la Ciudad de David. Gray era un veterano de la II Guerra Mundial, con mucha experiencia en las pequeñas pistas de aterrizaje de toda Centro América.

Otro empleado de la C.IA., Manuel Antonio Noriega, trabajaba afanosamente en la preparación de Malek para asegurar el regreso del tirano y así, la Agencia se cercioraba de que su protegido estuviera a salvo en territorio de Panamá y se sabe que aviones de la Fuerza Aérea de El Salvador escoltaron al “Alfa-Sierra-Delta” hasta ese aeropuerto fronterizo con Costa Rica y regresaron posteriormente a su base, luego de saber que su huésped estaba seguro en tierra.

Anastasio Somoza iba a sentirse arrepentido de haber cumplido con las instrucciones de ayuda proporcionada al dictador de Panamá, quien le iba a pagar con la traición conspirando para su derrocamiento, conjuntamente con las guerrillas sandinistas y tal vez colaborar con su asesinato después de encontrarse en exilio en Paraguay.

Y mientras la Junta comenzaba a funcionar, haciendo los primeros pasos para consolidar su mando, para luego iniciar la apertura política para la nueva democracia, la conspiración de los inconformes y de maleantes con uniforme, ayudados por los poderosos intereses extranjeros, se movían en la sombra con fulminante velocidad.

Nos encontrábamos en medio de una clase de seres humanos que después de haber saboreado los frutos metálicos del poder, no iban a volver a querer entregar el botín conquistado de los políticos y que sabiendo que contaban con la poderosa ayuda, podían considerarse unos superhombres.

No es fácil, y resulta muy penoso para el Autor escribir sobre el tema, después de tantos años de investigaciones para escribir éste libro, reconociendo el fracaso y las causas que lo produjeron; pero pienso que es una necesidad ilustrativa para las futuras generaciones de panameños honestos y estudiosos de la historia, de saber cómo se desenvolvieron muchos hechos que no se conocen o que poca publicidad se les ha dado.

Debo confesar que se aprovecharon de nuestra “cándida honestidad” por querer ser derechos, para establecer una tiranía que por muchos años explotó a los sentimientos nacionales en servicio de intereses foráneos.

Es duro reconocer que no contábamos con toda la información necesaria para evitar estrellarnos contra una pared que estaba apuntalada desde afuera y que miraba nuestra acción como un peligro a sus propios intereses. Y como suele suceder, cuando no se desconocen todos los hechos, he escuchado muchos comentarios y versiones por las cuales fracasamos:

- Ustedes fallaron, me dijo una persona en Venezuela, porque no fusilaron a dos o tres para dar un escarmiento...

- La única causa de su derrota, me dijo otro panameño, fue por dejar a “Pili” Silvera en la Guardia Nacional, pues tenía mala reputación...

- Yo no me explico, me dijo un ex-militar de los Estados Unidos, cómo Ud., Amado Sanjur, pudo permanecer tanto tiempo dentro de la Guardia Nacional, una institución llena de cucarachas humanas disfrazadas de militares...

A lo mejor todos tendrían razón, pero jamás pasó por mi mente imaginarme que los Agentes del Tío Sam vendrían al rescate de un hombre y de una institución a la cual ayudaron, armaron, financiaron y posteriormente tuvieron que destruir.

Pero de todos modos, a pesar del fracaso, mi conciencia se siente tranquila por no haber decretado el fusilamiento, la ejecución o haberle mandado a quitar la vida a otro ser humano. Y aunque reconozco haber sido blando en los momentos en que debí ser más severo, me equivoqué al hacer el juicio de muchos que se me acercaron para que les escuchara sus quejas y con quienes creí contar. Y después de haberlo perdido todo: dinero, propiedades, posición social y rango, me queda solamente la satisfacción del deber cumplido.

Me doy cuenta de que las quejas de muchos oficiales que vinieron a mi oficina a manifestarse en contra de la infiltración comunista, del tráfico de drogas y otros negocios sucios, no procedían de genuinos patriotas u hombres que desearan realmente enderezar el sendero que estaba tomando la institución armada y que debieron dar su apoyo cuando se lo ordené... eran los momentos de demostrar su verdadero espíritu patriota.

Tal es así, que en la noche del 15 de Diciembre, ya muchos oficiales sabían del apoyo que Somoza le daba a Torrijos y me lo ocultaron y aunque traté de agotar todos los recursos posibles, para convencerlos del verdadero camino que debíamos tomar, nadie quiso escuchar... TENIAN MIEDO ! ! y sus pantalones se llenaban ya de excremento...

El mismo Tnte.Cnel Arauz, quien habló de la infiltración comunista, se desapareció, quizá por instrucciones, ya que según Rudy él y varios de sus subalternos se habían convertido en informantes de la Agencia y había tratado de “cruzar” a Jorge para tomar su puesto con la agencia; el Cnel. Silvera, que horas antes había acompañado a la Junta a Palacio, se metió en su cuarto haciendo ver que yo lo tenía preso...

El pánico se había apoderado de todos como si estuvieran frente a un fantasma, sin poder lograr sacarlos de la parálisis en que se encontraban. Todos hacían silencio, me ocultaban la verdad y uno tras otro fueron “saltando la cerca” para ponerse del lado del tirano. Actitud que posteriormente iban a lamentar muchos de ellos.

Como último recurso mandé a llamar al mayor Rogelio Alba,, ahora al mando de Panamá Viejo y también me engaño haciendo ver que la situación era otra. Alba, quien había servido conmigo, también estaba muerto de miedo y no se atrevió a decirme la verdad... Me di cuenta de que me habían dejado COMPLETAMENTE SOLO !

Resulta penoso y quizá ridículo contarlo, pero era difícil pensar que una institución en la que supuestamente debían existir hombres valerosos y dispuestos a defender sus principios, se comportaran en una forma tan cobarde. Cobardía en masa de la cual supe que muchos posteriormente se sintieron arrepentidos, pero prefirieron dedicarse a salvar su “pellejo”, en lugar de luchar por sus principios.

Nosotros ofrecimos principios e ideales, pero según Rudy Vallarino, a ellos se le ofreció dinero, aunque no se por cuanto fueron comprados y cuanto se le ofreció a cada uno.

“El Pobre País”-

Ante tal situación pude haber optado por huir y buscar refugio en una embajada, pero decidí quedarme y enfrentar la situación hasta lo último y previniendo posibles tiroteos, ordené al personal civil que se encontraba, que abandonasen el Cuartel Central. Mientras tanto, el dictador llegaba a Chiriquí en el “Alfa-Sierra-Delta” que proporcionó Somoza, con la escolta de los aviones de combate de El Salvador.

Los cuarteles comenzaron a ponerse a las órdenes de Torrijos y una vez que se sintió seguro, teniendo el apoyo de los cuarteles, procedió a llamarme por teléfono y me conminó a rendirme. Le respondí que iba a seguir luchando para convencer a los cuarteles que la causa merecía la lucha, aunque en mi fuero interno ya no sabía en realidad con quien podía contar. Al escuchar Torrijos mi respuesta, me llamó traidor y se refirió de Panamá como “EL POBRE PAIS”.

Sí, reconozco que fui un traidor a la tiranía, pero no a mis principios ni a mi Patria. Prueba de ello es la escritura de éste libro, que dejo como único legado a las futuras generaciones de panameños, a mi familia y a otros para que se miren en éste espejo y no se dejen engañar por falsas promesas.

La mayor traición es la de haber emitido diez promesas y no haber cumplido ninguna, mayor traición es la de haber utilizado el terreno patrio como centro de narcotráfico y mayor traición aún, es la de haber engañado a todos los panameños con una campaña nacionalista por tanto años, para terminar firmando un tratado que vende a Panamá.

Y si mi acción se llama traición porque quise la liberación de mi país, volveré a ser traidor cuantas veces sean necesarias, pero nunca puedo sentirme arrepentido de la verdad y de mis principios y juro por los restos de mis padres, por mi honor, por mi familia y por mi formación, que actuaría en la misma forma si me volviera a encontrar en las mismas circunstancias.

Como último y quizá desesperado recurso, decidí hacerme cargo de Panamá Viejo para ir en apoyo del mayor Serafín Achurra, el único que respondió con lealtad a la causa de la democracia, pero fue sojuzgado por la superioridad del cuartel que Noriega comandaba y luego de haber sido puesto prisionero, Noriega intentó asesinarlo, tratando de aplicarle la ley de fuga.

- Noriega me dejó solo, refiere Achurra, y luego buscó colocarse a mis espaldas... Escuché claramente el sonido al desabrocharse la funda de la pistola...

Llamé a los oficiales más cercanos, llamado al cual acudieron El Cnel. Silvera y el Tnte.Cnel Luis Nenzen.

- Tenemos la obligación de hacer algo, les dije. Yo no puedo manejar todo solo...

Le iba a asignar a cada uno una misión cuando se abrió la puerta violentamente y dos oficiales de menor jerarquía nos encañonaron con sus armas.

- Usted me engañó ! ! Dijo el Tnte Germán Torres dirigiéndose a mí. No me dijo que el Gral. Somoza estaba a poyando al Gral. Torrijos y que lo ayudó a regresar a Panamá.

- Si van a acabar con esto, terminen de una vez ! Fueron mis últimas palabras antes de que nos tomaran prisioneros.

Y termina aquí mi último capítulo como miembro de la institución armada llamada Guardia Nacional de Panamá, de ahora en adelante iba a ser nada más que un recluso, un paria sin ningún derecho a nada...

Supe que mis fieles servidores, el Sgto. Carlos Sánchez y el Cabo Arquímedes Broce fueron también encarcelados y maltratados. Mi fiel y eficiente secretario, el Sgto. Álvarez, también fue confinado y el guardia Morales, que era de los más allegados, prefirió desertar y refugiarse en la Provincia de Chiriquí.

Me lo merecía, porque teniendo la oportunidad de huir o entregarme a disfrutar la “dolce vita” de los beneficios económicos del poder, sin importarme mi país, el honor de mi familia y mis principios, preferí jugarme el todo por el todo. Y con mi arresto y la caída de la Junta Provisional de gobierno, el sueño de devolverle a Panamá una democracia, se convertía en una quimera.

No fui más que un Quijote, que se enfrentó a una fuerza mayor que tenía por qué luchar: el poder como objetivo y el “pobre país” como botín fuente de reparto para una nueva clase de privilegiados con una sed insaciable por el dinero.

Era mi turno de pagar en confinamiento solitario, mi sueño quimérico de libertad para el país y de devolver la Guardia Nacional a los cuarteles, con una oficialidad que iba camino a la autodestrucción que nadie veía... Y reducido a la nada, no era yo más que un preso de los tantos que cayeron con motivo o si él, arrastrados por un proceso el cual yo traté de prevenir, pero que fuerzas mayores se encargaron de cambiar lo pudo ser el verdadero destino de Panamá.... Pobre país ! !

De acuerdo a la versión de Rudy Vallarino, “...la C.IA. se da cuenta de que su protegido no contaba con la fuerza que ellos creyeron inicialmente y ahora se enfrentaban al compromiso de seguir ayudándolo, ya que queda el camino despejado para la firma de los tratados sobre el canal, pero la imagen de Omar era la de un “ignorante cholo” del interior del país vestido con uniforme...” por lo que debían “elaborar un plan para mejorar su imagen y convertirlo a toda prisa en un personaje que fuese capaz de firmar acuerdos por la República...”

Había entonces que trabajar “para convertirlo en un jefe de estado que tuviese más cancha y mejor apariencia de personaje internacional y”... por eso deciden darle cursos de habilitación y se le monta una gigantesca maquinaria de propaganda en su favor, se le financian viajes a Sudamérica a países tales como Chile, Argentina, Bolivia, Ecuador, Etc., en donde el humilde gobernante panameño aparecía en público pidiendo justicia para su país...”

Con el éxito logrado y el apoyo de éstos países, “...se le financian posteriormente viajes a Sri Lanka a la reunión de países no alineados y más tarde a Cuba, para entrevistarse con Fidel Castro.”

En otras palabras, el pobre “Cholo Omar”, era utilizado por los agentes del Tío Sam en las labores que ellos creyeron pertinentes y lo premiaron más tarde con la firma de los tratados en la forma que el Tío Sam quiso. Y en recientes publicaciones de las agencias de inteligencia del los Estados Unidos, se confirma el trabajo de informante que Torrijos llevó a cabo para la Potencia del Norte. Más adelante discutiremos la obra del Dr. Julio E. Linares, “Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente y al Funcionamiento del Canal de Panamá” (Panamá 1983).

Experiencias del Autor. Colaboración de Jorge A. “Rudy” Vallarino.

Novena Parte

El Precio De La Derrota

El Martirio

A pocas horas de mi arresto y de los que conmigo cayeron, los mismos que estaban a mi lado y al lado de la Junta Provisional de Gobierno, aprobando la vuelta a la democracia, preparaban para los caídos una “calle de honor” de patadas, puñetazos y culatazos.

Era la hora de comenzar a saborear el precio de la derrota. Uno tras otros fuimos pasados por tan humillante prueba y cuando llegó mi turno, procuré recibir mi castigo con riguroso estoicismo.

Ambas filas golpeaban por la espalda sin cesar, sin atreverse a golpear de frente. Ni siquiera me volteé a mirar a aquellos de quienes recibía los golpes y dos de los culatazos recibidos fueron los más dolorosos pues golpearon en una anterior dolencia que tenía en la espalda; uno de los golpes hizo que me flaquearan las piernas, pero me negué a caer para seguir recibiendo golpes.

El dolor intenso me dejaba sin resuello y en vano trataba de buscar aire.

El aporreo se detuvo cuando Silvera, quien iba a delante mío se detuvo a protestar por el trato y al final de la “calle de honor” cuando ya nadie me golpeaba, me esperaba la escalera que para mí fue mi “Calvario” pues logré bajarla a duras penas.

La afección que tenía en la espada y de la cual ya me encontraba mejor, se agravó y el dolor era tan agudo que mis piernas se negaban a moverse y sostenerme, casi tuve que echar mano para agarrarme de alguno de los carceleros que me acompañaban para no caer escaleras abajo camino de mi encierro.

Hoy cuando escribo esta líneas, aun cuando me encuentro bastante recuperado de las heridas psíquicas, jamás pude recuperarme de los golpes recibidos en la columna que me imposibilitaron de por vida hasta llegar a tener que practicar dos cirugías en dos vértebras para corregir el daño.

La última para hacer una fusión de cuatro de las vértebras y que se llevó a cabo en el Hospital de la Universidad de Georgetown en Washington, pues llegaba a temporadas en que no podía caminar.

Nunca pude recuperar mi condición de atleta que mantuve anteriormente y el dolor, aunque con tratamiento se disipaba por un tiempo, siempre volvía; quizá como para recordarme que debía escribir éste libro para revelarle al mundo la conspiración por la cual tuvimos que pasar y que muchos seres inocentes tuvieron que pagar, por causa de las manipulaciones de otros intereses.

Me confinaron en una de las celdas del Cuartel Central y a pesar del dolor que me doblegaba, me impresionó mucho ver a Silvera tirado al lado de un viejo ataúd y pensé que le habían dado muerte. “Pili” había pasado la “calle de honor” antes que yo y también fue mal golpeado por la turba, que mas que soldados se asemejaban a una jauría salvaje de Hienas enardecidas que se divertían buscando en donde clavar su mejor mordida; pero cuando lo llamé reaccionó diciéndome que trataba de descansar.

Poco después internaron junto con nosotros al Tnte.Cnel Luis Nenzen y poco después al Tnte.Cnel Juan Bernal y así, el Cuartel Central y la Cárcel Modelo se llenaron de los que cayeron junto con nosotros y que consideraron “traidores a la patria” y también a los que consideraron no confiables para los fines que se pretendían.

Torrijos y quienes lo apoyaban necesitaban estar seguros de no tener ningún tropiezo cuando entraran a la Ciudad de Panamá, de modo que todo aquel por cualquier sospecha pudiese causar problemas, fue puesto entre rejas antes de la llegada del dictador.

Desde mi celda alcanzaba a ver parte de la Avenida “A”, en donde parecía prepararse un carnaval en un frenesí de locura para recibir al líder. Camiones cargados de personal armado hasta los dientes se veían llegar. Trepado en uno de ellos estaba el Tnte.Cnel “Botita” García, que al paso de conga blandía su arma en alto en señal de triunfo.

Quizá pensando haber llegado al final de una epopeya gloriosa, sin medir las consecuencias de lo que hacía y sin predecir la suerte que iba a correr más adelante cuando sería despedido de la institución armada como cualquier canino callejero.

Más allá como preparando el púlpito para el líder, se veía al Tnte.Cnel Luis Segura, que iba y venía dando órdenes. El mismo que más tarde iba a ser puesto preso por su líder y despedido por ladrón. No había duda de que a Torrijos se le preparaba un gran recibimiento y muy pronto iba a explotar con creces el éxito logrado en conjunto con los poderosos intereses que lo apoyaban.

Desde mi encierro, lugar especial como para que sirviera de escarnio a la derrota, no me dolía haber perdido, sino que me preocupaba la suerte de Panamá y de si esos hombres que preparaban el carnaval sabrían lo que estaban haciendo...

- No les causará dolor más adelante?

Los estudiosos de la Sociología, saben que la historia nos relata muchos ejemplos de los pueblos que han sido víctimas de sus propias decisiones... Ruego a Dios que no esté yo equivocado, pues la historia de Panamá hablará en el futuro por sus hechos. Hoy soy yo motivo de burla para ellos, al igual que mis compañeros de infortunio, pero espero que esto no se convierta después en lágrimas.

“El dinero por el cual nos vendimos”

Al enterarse el Cnel. Silvera de que Omar Torrijos había llegado al Cuartel Central y que el pueblo se había tirado en masa a vitorearlo, esperó un buen rato que pasaran las festividades y cuando lo consideró prudente y queriendo ser agradable con el homenajeado, llamó a uno de los carceleros para que le hiciera llegar la llave de su pupitre al Gral. Torrijos.

- Por favor, dijo Silvera al carcelero, hágale llegar esta llave de mi escritorio al Gral. Torrijos y dígale que allí está algo que él sabe de qué se trata.

- Está bien, dijo el carcelero y se retiró a cumplir su encargo.

Al inquirir a Silvera acerca de lo que se trataba, nos contó a Nenzen, a Bernal y a mí, el siguiente relato:

- Cuando Omar me mandó a comprar un equipo pesado para el uso de obras públicas y que compré por medio de unos amigos de Nueva York, me gané una comisión, le entregué parte a él y me autorizó para separar cien mil dólares para enviarlos a Guatemala para financiar la campaña política del general Arana, quien fuera mi instructor en la escuela militar de ese país.

La revelación nos dejó atónitos. Bernal Nenzen y yo quedamos boquiabiertos... En una situación en que nos jugábamos la vida, Silvera aún tenía confianza en que Omar Torrijos le haría llegar esos dineros a su antiguo instructor. Además, Silvera pudo optar por tomar refugio en una embajada o en la Zona del Canal, llevándose su dinero, cuando se sintió acorralado.

- Qué barbaridad Pili, cómo pudo ser eso ?

- Nadie lo sabía, ese fue un arreglo entre Omar y yo...

Y para colmo de nuestros males, con los golpes recibidos y el escarnio con la celebración de carnaval y el despliegue en apoyo del hombre que tratamos de separar de la comandancia de la Guardia Nacional, supimos más tarde, que el dinero en mención fue desparramado por el pasillo de la comandancia, haciendo ver que fue parte del “botín por el cual nos vendimos para tumbar a Torrijos”.

Algún tiempo después, supimos que solamente se desplegaron noventa mil dólares de los cien mil que aparecieron en el pupitre de Silvera, por lo que se deduce que diez mil dólares se quedaron en los bolsillos de alguien...Tal era la calidad de hombres que adornaban a la institución armada.

Sin embargo, en un número de la Revista Life, un antiguo miembro del 470 de Inteligencia declaró haber visto un memorándum de la C.IA. en donde se me ofrecieron cien mil dólares por la caída de Torrijos (???) Yo le respondo, con entera certitud a este señor, que solamente una mente obtusa puede imaginarse hacer semejante aseveración y asociar el dinero que apareció en el pupitre de Silvera y que él mismo denunció, con una empresa que yo pudiera tener con la Agencia, cuando ellos mismos sabían del firme apoyo que Torrijos recibía del Tío Sam, por medio del grupo

Rockefeller y poderosas influencias de los Estados Unidos; por lo que tal aseveración podría formar parte de la conspiración de que este libro habla y trata de demostrar; por lo que no acepto ser quien tenga que cargar con la culpa. En todo caso, solo una mente estúpida podría ocurrírsele guardar dineros de una acción como esta, en su oficina.

El caso de Silvera es diferente, el dinero que reposaba en su pupitre era con la seguridad del conocimiento de Torrijos para el empleo de esos dineros. A lo mejor Silvera pensó en que quizá con la entrega del dinero, podría “suavizar” su situación, aunque nunca supe por ninguna fuente, que lo dijera.

Pero los hechos posteriores demuestran lo contrario en asociar los cien mil dólares del pupitre de Silvera con la declaración de Espinoza a la Revista Life, a quien consideré un hombre más capaz e inteligente; pues a Torrijos se le dieron préstamos millonarios, que no necesariamente fueron para el país, pues muchos de estos fondos tuvieron su destino en los bolsillos de los triunfadores, de acuerdo con Jorge A. Vallarino.

Estábamos entonces y aún parece que los estamos, en un mundo al revés, en donde los valores morales y legales se habían invertido; pues los que tratábamos de darle valor a la Junta Provisional de Gobierno como verdaderos representantes del poder, y que en efecto eran los que habían sido reconocidos por los gobiernos extranjeros como los gobernantes de Panamá, inclusive los Estados Unidos; para que pudieran ejercer sus facultades legales provisionales, quedamos convertidos en unos criminales.

Los que nos encontrábamos presos no podíamos estar en contra de la ley, pues la ley no era Torrijos quien en realidad era un usurpador de las funciones de la Junta; pero como los poderosos intereses apoyaban a OmarTorrijos por los compromisos ya adquiridos aportaron fuertes sumas, propaganda y movimiento de masas para que vitorearan a su protegido, tenían que acusarnos de usurpadores, ladrones y ambiciosos de poder al actuar “en contra de los poderes constituidos”. Y para ello se armarían de cualquier retórica, como era la de regresar a los oligarcas al poder, traición a la patria, ladrones, Etc.

De modo pues, que mientras la masa aplaudía a los verdaderos ladrones, y que quedó ampliamente demostrado en la historia por los hechos posteriores, los que quisimos enderezar la ley y el orden, nos consumíamos con la “culpabilidad” en la cárcel. Así entonces, La Ley o sea el mismo dictador, nombró como “Presidente” a un miembro de su “combo”, al Ing., Demetrio Basilio Lakas, a quien el lector ya conoce, y los intereses creados lo reconocieron de inmediato.

En mi mundo, quizá de fantasía o de ingenuidad, no logré ver la real cara de los que me rodeaban y que no veían a panamá como yo lo podía apreciar. El corazón de Panamá parecía ser otro y tal vez seguirá siéndolo mientras sus habitantes no cambien de actitud...

Pareciera que Panamá seguirá siendo un sendero que explota todo el mundo y los panameños seguirán al servicio del mejor postor. A lo mejor la realidad del Istmo era otra que yo no veía, pues traté de evitar el golpe de estado contra el Presidente Arias y ahora trataba de enderezar el poder para que funcionara a favor del pueblo y resulta que soy un traidor.

Los norteamericanos construyeron el canal y se atrincheraron en él porque no confiaron en los panameños para compartir con ellos su administración. Ellos sabían que la falta de disciplina y la “cultura del mañana” eran el modus vivendi de la mayoría de los panameños y la llamada “Revolución” con Torrijos al frente, no pensé que fuese posible ver en el horizonte nacional un cambio de actitud.

Pero... de qué valía la pena seguir pensando en mi país en el sitio en donde me encontraba ? Qué podía hacer ahora desde la cárcel, si no pude lograrlo cuando tuve la oportunidad ? Del enfoque que le daba la dictadura a mi gestión liberadora, acusándome de traidor, ladrón, ambicioso de poder y oligarca; el pueblo en masa se hacía eco.

Y para la dictadura no eran meras expresiones de retórica, la llamada “Revolución” iba a explotar esto al máximo en todos sus sentidos, medios y formas. Y con ello, el apoyo del Tío Sam, que era lo que iba a definir de una vez por todas, la permanencia militar como clase gobernante por el tiempo que les sirviera... ya yo había caído, pero desde mi encierro insistía en pensar en mi país y en su gente. Pero por qué insistir en un cambio de actitud si el pueblo había dado su sello de aprobación a lo que viniera, lanzándose a la calle en celebración de carnaval ?

Todo parecía indicar que eso era lo que el pueblo quería en realidad. Quizá hubiera sido preferible haber muerto... Si esos oficiales que nos apresaron hubiesen disparado cuando les dije “acaben esto de una vez” ya todo habría terminado para mí y el pueblo habría tal vez celebrado colgando mis restos de algún poste.

Pero a pesar de que la obsesión de la muerte iba a dominarmepor un buen tiempo, el amor a mi país se negaba a abandonarme y me seguía diciendo que no era posible estar equivocado, que la historia algún día lo aclararía. Y habiendo dejado las cosas limpias en mi análisis de conciencia, pude dormir por primera vez en varios días aun cuando las circunstancias eran terribles.

Tiempo después en exilio, pude enterarme de que varios de los que me acompañaron y aprobaron la apertura democrática, recomendaron para mí la pena de muerte por “traidor a la patria”. No me explico por qué no lo llevaron a cabo.

De la celda del Cuartel Central, fuimos trasladados a la Cárcel Modelo. Al llegar al lugar, el capitán Philides se aprestaba manopla en mano para darme golpes. Se veía claramente su actitud con el objeto metálico en su mano derecha listo para dar el primer golpe, cuando uno de los guardias que lo acompañaba lo aconsejó diciéndole:

- No mi capitán, no lo haga, él ha recibido ya muchos golpes...

Afortunadamente, Philides abandonó su actitud de torturador y se limitaron a quitarme las esposas, las insignias militares y me alojaron en una de las celdas solitarias, que compartí con el Tnte.Cnel Bernal provisionalmente. Allí, una nueva vida comenzaba.

Noriega aprovecha para ganar ventaja-

Mientras tanto allá arriba, en la comandancia, todos me acusaban. Yo era el ladrón, el usurpador, el ambicioso de poder y de dinero y que todo lo hice por la oligarquía y por órdenes de la C.IA. Sin embargo, el hombre de la Agencia en Panamá y que reemplazó oficialmente a Alejandro Arauz y que manejaría muchos dineros de la C.I.A., iba a permanecer al lado de Torrijos y se convertiría en el jefe del terror en apoyo de su jefe...

Manuel Antonio Noriega sacaba ventaja acusando a compañeros y superiores, de ser cobardes, declarándose el único “leal a la patria”, para ser premiado con el ascenso a Tnte.Cnel y nombrado jefe del G-2, Servicio de Inteligencia de la Guardia Nacional, estrechando así sus lazos con el Tío Sam, con el 470 de Inteligencia y con otros servicios de inteligencia en el mundo, principalmente con el G-2 cubano, del cual iba a recibir ayuda.

Pero eso no era todo, consolidaría los negocios de narcotráfico, de la prostitución y otros más, que le producirían a la dictadura enormes sumas de dinero para espionaje, compra de adeptos y sobre todo para la “caja menuda” de los altos oficiales de la institución.

Desde mi pequeña celda, ya no me preocupaba mucho por mi suerte, sino por la de mi familia: mi esposa y mis dos pequeños hijos, el mayor (QEPD) por cumplir entonces ocho años y la menor por cumplir sus cuatro años (actualmente graduada de la Universidad de Georgetown). Interiormente temblaba de pavor porque les fuera a suceder algo.

Estos salvajes, me decía, son capaces de hacer cualquier suciedad por lograr lo que se proponen. Y mientras me olvidaba del poder y de los disfrutes de la vida, se abría dentro de mí, una profunda preocupación por saber la suerte de mi familia... era lo único que me quedaba, pues ya todo lo demás había terminado y la esperanza de llevar a Panamá por el sendero democrático había fracasado y quedaba confinada entre cuatro paredes. Y mientras “allá arriba” en el Estado Mayor, mis antiguos subalternos se disputaban el derecho de demostrar ser el “más leal” y el “más revolucionario”, acá “abajo” en mi pequeña celda yo recordaba.

Recordaba cuando me retiraron de mi curso de Estado Mayor para luego hacerme cargo de la manifestación de damas arnulfistas.

Recordaba cuando el Gral. Vallarino me citó a su oficina para darme instrucciones de permanecer imparcial durante el período electoral y concentrarme a mantener el orden, tratando de evitar cualquier alteración del orden público. Órdenes que cumplí hasta la última coma. Sin embargo, otros dijeron que Vallarino les ordenó lo contrario.

Recordaba los abusos que se cometieron durante el proceso y de cómo la oficialidad se parcializaba con los bandos políticos y que iba a producir el revanchismo nunca visto en la historia del país y que ambos candidatos se declaraban ganadores en esos comicios de Mayo de 1968...

Y qué otra cosa podía dedicarme a hacer en una pequeña celda, entre cuatro paredes, sino pensar en algo ? Y aunque hubiese querido olvidar muchas cosas. mi mente se negaba a hacerlo, como adición al martirio por el que pasaba.

Seguí pensando y recordaba la noche del 11 de Octubre de 1968, cuando Omar Torrijos me citó a casa de Efraín Angueira en la Zona del Canal en donde se preparó parte del golpe contra Arnulfo Arias.

Finalmente pensaba en que las recientes manifestaciones masivas en favor del dictador, servían como para situarme como el único en Panamá que deseaba vivir en un paíscon democracia, pues ni pueblo ni militares demostraron vocación democrática.

Por el contrario, los militares no quisieron soltar los privilegios que el poder les hacía posible, y el pueblo con sus manifestaciones en favor, lo aprobaba... Que tal vez confirmaba que yo era el único que estaba equivocado.

En medio de mis lamentaciones internas, sintiéndome un paria, trataba por otro lado de darme ánimos. Me decía que si hubiese triunfado a lo mejor ese mismo pueblo que se tiró a la calle, estaría aplaudiendo y vitoreando la apertura democrática; porque así es el populacho. Nadie desea estar del lado del perdedor y hoy aplauden a uno y mañana será a otro, pues nadie desea estar del lado del perdedor y el asunto es encontrarse en primera fila aplaudiendo al ganador.

Aunque mis períodos de paz y de bonanza interior iban en aumento, venían también momentos de depresión. Ahora ya no tenía la compañía de “Neco” Bernal, quien fue trasladado a otra celda de un piso superior; quedando Silvera, Nenzen y yo en las solitarias, llamadas también “El Sótano”.

El Sótano era un lugar de tres celdas individuales localizadas entre la celda de mujeres y la lavandería del penal. Era considerado el último lugar de la Cárcel Modelo y con la reputación de ser el sitio más seguro, guardado por pasillos protegidos por gruesos barrotes de hierro y un pequeño patio exterior con una alta pared que terminaba en filosos vidrios empotrados en su parte superior.

Allí no podía entrar nadie a menos que fuese el personal a cargo y desde que se construyó el edificio durante la administración de el Dr. Harmodio Arias en 1936, nadie había podido escapar de las celdas solitarias. Yo había oído de las celdas solitarias, pero no las conocía ni las suponía tan tétricas.

Se decía que el líder Arnulfo Arias estuvo encerrado allí después de haber sido impugnado y depuesto en acción sangrienta en 1951. Y cuando alguien debía ser mantenido en condiciones de alta seguridad, era enviado al Sótano.

Me dolía en lo más profundo de mi ser haberle fallado a mi patria, a mis amigos y a mi familia. El fracaso sabía a amargura, amargura que se hacía más profunda al no tener ninguna noticia alentadora. Sin embargo, habían personas decentes que queriendo la libertad de Panamá, se preocupaban por mi salud, mi bienestar y el de los demás reclusos.

Por lo que después de varios días de estar prisioneros y ante la creciente opinión pública de esos que se preocupaban, la dictadura permitió la visita de Monseñor MacGrath, Arzobispo de Panamá, acompañado del Obispo de Santa Ana, Monseñor Lewis y el Capellán del Penal, Padre Laureano Crestar Durán (actualmente Obispo).

La Iglesia y el público querían saber acerca de la golpiza de que fuimos objeto y aunque los golpes del cuerpo tal vez no se veían, pero se sentían, no creí que el momento era oportuno enseñar el orgullo herido, pues mi mayor preocupación era la de saber de mi familia y el Padre Crestar Durán, con un gesto digno de su clase, se encargó de la tarea de localizar a mi esposa y a mi hijos. Fue él quien pocos días después, me trajo una nota que me supo a gloria:

- Su esposa y sus hijos se encuentran bien, me dijo, ello se encuentran refugiados en casa de un amigo vuestro en la Zona del Canal.

Después de la comunión me sentí mejor y la confianza estaba regresando dentro de mí... El hecho de saber el paradero de mi esposa y de mis hijos, era reconfortante y consolador.

Era lo que más me entristecía en esos momentos. Y desde mi comunión, mi salud espiritual comenzó a mejorar notablemente y a pesar de pasar la Navidad bajo el encierro, la incomunicación y la soledad parecían ser como una especie de terapia interior que comenzaba a producir una transformación que jamás había sentido anteriormente.

Mi moral comenzaba a crecer y la mejora espiritual producía una condición en la que podía pensar y razonar con mayor claridad, pero no iba a ser por mucho tiempo pues las aves de rapiña necesitaban ablandarme.

Me trasladan de celda para ablandarme-

Esa noche, si mal no recuerdo 26/27 de Diciembre, era tranquila, tibia y húmeda. En la Cárcel Modelo, localizada en la Avenida “B”, del otro lado del Cuartel Central; ambos ya desaparecidos por demolición, los portones de hierro sonaban sin cesar.

Del uno al otro confín de la Cárcel se escuchaban risas, lamentos y expresiones, dependiendo de quienes fuesen los protagonistas del drama al cual pertenecían. El tintineo de las llaves y el sonar de los portones de hierro se me ocurría oírlos tan tristes que producían melancolía... unos pasos que bajaban las escaleras del Sótano se escuchaban cada vez más cerca atravesando la celda de mujeres.

- Sargento, ábrame la puerta, se oyó decir a la voz del hombre que hablaba desde el portón de la celda de mujeres.

El sargento procedió abrir el portón y los pasos del visitante se encaminaron a mi celda y dirigiéndose a mí, me dijo lacónicamente:

- Señor, alístese que viene conmigo.

Me llegó mi hora, me dije, y me preparé lo más rápido que pude y luego de estar listo y fuera de mi celda, me despedí de mis vecinos de celda.

- Bueno Lucho, Pili, quizá hasta nunca... les dije cuando me despedía.

Fuera de la celda me esposaron. Los guardias que me conducían eran desconocidos para mí, jamás los había visto. Se notaba que tomaban cuidado en no asignar personal conocido en mi custodia, por aquello de evitar la posible confianza en el trato. El “Alacrán”, mote popular con que se conocía a los carros que transportaban reclusos, me esperaba a fuera y con él, tres guardias más de escolta.

Con las manos esposadas era difícil mantener el equilibrio en el sitio en donde me sentaron y pensé que el “paseo” iba a ser mayor de lo esperado, pero me llevaron directamente al Cuartel Central. Subimos las escaleras que fuera “mi calvario” al lugar en donde recibí los golpes y que suele estar lleno de personal. De inmediato quedó limpio y solo.

Todo el mundo pareció ver un fantasma o un enfermo de lepra y parecían huir en busca de refugio. Hubo momentos de confusión, pues parecían no saber qué hacer conmigo y mientras me encontraba sentado en espera de mi nueva suerte, los que me veían corrían esconderse de mi vista. Finalmente la voz vino del G-2, ordenando que se me encerrara solitario, en la celda común de ese cuartel.

La celda común, localizada en la planta baja del Cuartel Central, en contraste con la pequeña celda solitaria de la Cárcel Modelo, era enorme, húmeda, fría y maloliente. Cuando mi vista se acostumbró a la oscuridad, me di cuenta de por qué era tan hedionda.

El piso, que originalmente debió ser más claro, tenía una gruesa capa de sucio que se asemejaba a una capa de melcocha negra endurecida con una formación de tolondrones cercanos a la gruesa pared que daba hacia la calle. Pared que quedaba frente al Cerro Ancón, con dos pequeñas ventanas con barrotes empotrados, que servían de ventilación. Muy pronto me iba a dar cuenta de por qué la acumulación de sucio que formaba los tolondrones cercanos a la pared.

Si el piso de la celda era tan sucio que quizá nunca había sido lavado, sus paredes parecían haber sido pintados en alguna ocasión tal vez cuando se construyó el edificio y lo que debía ser el baño y el servicio higiénico, lucían mucho peor. El tazón o asiento del retrete, que pudo ser originalmente de color blanco, se encontraba recubierto de un gruesa capa de mugre endurecida compuesta de pura porquería humana y la única manera de poder hacer las necesidades abdominales para no ensuciarme, era cubriendo en alguna forma los lados del tazón y encaramarse en posición de agazapado.

Arriba del techo del baño, de donde supuestamente debía pender un tubo con regadera para tomar la ducha, había un hueco como único recurso para tomar el baño y poder surtirme de agua que pudiera ser llamada potable. El chorro impredecible, había que saber sortearlo porque nunca se podía saber hacia dónde iba a correr el agua. Con el tiempo y con la práctica aprendía no quedar empapado cuando solamente necesitaba agua para beber.

La pared que daba hacia la guardia de prevención, llegaba hasta el techo de la celda, impidiendo la visibilidad y la claridad. La pared interior de enfrente, se componía de media pared de bloques rellenos, con gruesos y pesados barrotes de metal empotrados hasta el techo y en el centro, una puerta también de gruesas rejas de metal, como única entrada y salida de la celda. Durante la noche, la brisa húmeda y fría que bajaba del Cerro Ancón, era peor durante la madrugada y me causaba incomodidad y angustia.

El céfiro me calaba hasta los huesos y el único lugar en donde podía lograr un poquito más de abrigo, era en donde se encontraban los gruesos tolondrones del piso, cercanoa la pared, que sin cama y sin tener con qué cobijarme, me impedían el sueño, ya que los bultos en el piso se me metían en las costillas y en los huesos, acentuándome el dolor en la columna.

Pronto aprendí que la función de los barrotes del pasillo, no era simplemente la de mantener a los reclusos en seguro, sino que al batirlos de continuo con el tolete o vara policial, producían un ruido infernal a medida que caminaba el guardia por el pasillo, sirviendo de diana para despertar a los reclusos. Del otro lado del pasillo, se encontraba otra celda tan grande y similar a la mía, salvo que se encontraba ubicada a la inversa y estaba limpia

Nunca pasé las noches solitario, pues era objeto de la visita en masa de ratas y cucarachas de un tamaño que jamás había visto.

Así, frente a la adversidad, con el céfiro calándome los huesos, sin tener con qué cubrirme, el batir de rejas y la visita de las intrusas ratas y cucarachas, pasé algunos días. Una noche, mientras trataba de dormitar un rato, tuve una especie de sueño.

Veía un enorme monstruo, cuyos grandes ojos se acercaban a mí, pero al despertarme por el susto, volví a la realidad, que era una enorme rata que se encontraba sobre mi estómago, que dio un brinco para ponerse a salvo. Otra noche me despertó el dolor que me produjo el mordisco de una rata sobre un dedo del pié.

Para buscar con qué cubrirme, logré convencer a uno de los guardias carceleros, que me permitiera un periódico viejo y fue así como el buen guardia, cuyo nombre nunca supe, me trajo un grueso periódico con el cual hice mi cama y logré cubrirme un poco.

Finalmente después de sostenerme con mendrugos, que es la comida de los reclusos, me dejaron llegar alimentos de mi casa y como eran buena cantidad, procuré guardar para el día siguiente, pero como no tenía en dónde guardarlos protegidos, procuré ponerlos al lado de mi cabeza, pues temía que las voraces ratas fuesen a sopetear mi comida, que por estar cerca de mí, podía defender mejor.

Pero la medida fue un grave error, pues al quedarme dormido desperté en medio de una docena de ratas que se disputaban mis alimentos que habían desparramado por toda la celda.

Por segunda vez solicité útiles de aseo y desinfectantes para limpiar mi celda, pero nuevamente me los negaron y como pude recogí los desperdicios que dejaron las voraces ratas y esa noche fue peor. El olor y los residuos de comida atrajo más cucarachas y más ratas y con ellos, millares de hormigas que invadieron mi celda.

La incomodidad y la repugnancia fueron minando mi espíritu y también mi salud, por lo que llegó lo inevitable y comencé a sentirme mal, la fiebre me producía escalofríos y ronco, se me desaparecía la voz.

Mal de salud, la moral que casi había recobrado, se vino irremediablemente al suelo y quise nuevamente morir... quizá las ratas me hayan transmitido una enfermedad mortal y espero que sea cuestión de días para acabar con mi existencia.

La neumonía no me dejaba respirar y la fiebre me había debilitado. Viendo mis carceleros que no quería probar bocado, mandaron a buscar un médico y el Dr. García, un médico militar con rango de mayor, vino a verme. Le dije en inglés que me pusiera una inyección para terminar mis días, pero García me reprochó diciéndome que no tomara las cosas así, que éste no era el fin del mundo...

Pero para mí sí lo era, pues yo quería morir, pero él hizo lo posible por curarme y de nuevo me sentí mejor. Logré entender que si yo hubiese muerto, aún de muerte natural, nadie fuera de mi celda habría creído acerca de mi muerte por causa natural, por lo que García ni la dictadura podían correrse el riesgo de dejarme morir. Además, se perdía el sádico propósito de tenerme encerrado viéndome sufrir.

Mi pequeño reino-

A partir de ese incidente, me dejaron pasar un pequeño catre con una colchoneta y una sábana para abrigarme, que me hicieron sentir como en el aposento de un monarca, en donde mis súbditos eran las ratas, las cucarachas y las hormigas. Aprendí mucho de mis súbditos: de las ratas aprendí que se comunican con un silbido que hasta logré imitar.

Las hormigas son un gran ejemplo de trabajo cooperativo, era admirable ver cómo éstos insectos himenópteros arrastraban en grupo una cucaracha muerta, la subían por la pared del pasillo hasta la planicie en donde los barrotes se encontraban empotrados, para dejarla caer al vacío del pasillo y luego bajar a buscarla para seguir arrastrándola y llevársela presumiblemente a su lugar de banquete. Mi extraño y pequeño reino no iba a durar mucho e iba a terminar cuando ya estaba acostumbrándome a convivir con mis súbditos.

Durante mi estadía en la enorme celda, pude saber de mi familia, mi esposa, mis hijos y mis hermanos. Uno de mis hermanos me hizo llegar una pequeña Biblia, aunque no era Católica, pero devoré su lectura con mucho anhelo y la confianza y la paz regresaba dentro de mí. Soy de los que creen que Dios tiene sus formar de reconfortar y proteger a sus creyentes, pues durante una entrega de alimentos; uno de esos momento en que uno se encuentra con un alma caritativa, mandé un recado a mi esposa:

Que por favor se mudara a casa de su hermano Ramiro, lo que logró el efecto deseado porque dos días después vino la pregunta que yo esperaba:

- Dice su esposa que si se muda para casa de su hermano Fernando o de Ramiro...

- Por favor, dígale a mi esposa que se mude a casa de su hermano Ramiro... Ramiro le repetí.

Desde el momento de mi captura, me encontraba incomunicado, condición que la ley solamente permitía por 24 horas para ser puesto ante autoridad competente, pero como en la dictadura no había ley, ellos eran la ley, por lo que la bondadosa disposición del guardia, hizo posible el milagro de que mi esposa entendiera que se fuera a los Estados Unidos.

Su hermano Ramiro vivía en los Estados Unidos y con ello, comenzó a prepararse. A todo esto, yo desconocía aún, que supuestamente yo era “un enemigo de los Estados Unidos”, por decreto no sé de quién.

Había pasado la fiesta de Navidad incomunicado en la Cárcel Modelo, Año Nuevo y el cumpleaños de mi hijo Luis Miguel (QEPD), el 11 de enero en la enorme celda. El 27 de Febrero sería el cumpleaños de mi hija menor, Mónica que cumpliría cuatro años y el primero de Marzo de 1970, era mi aniversario de bodas y me encontraba sin saber cuál sería mi suerte, por lo que prefería que mi familia se fuese a los Estados Unidos y que mis hijos crecieran en un país de libertad sin ningún temor, pero jamás me imaginaba que iba a encontrar tantos tropiezos en el futuro porque se me clasificaba como un enemigo.

El “Compañero Tacho”-

En la celda de enfrente, pasillo de por medio, se encontraba otro preso solitario. Su celda era también amplia como la mía, estaba ubicada en sentido inverso, pero con la diferencia que se encontraba limpia.

- Hola ! Mi nombre es Sanjur y me encuentro aquí ... “de paso”.

Me presenté tan pronto tuve la oportunidad de conocer que se encontraba otra persona con quien conversar, para no permanecer ocioso.

- Mucho gusto, me dijo, mi nombre es Anastasio Rodríguez, soy estudiante de la Universidad Nacional y me tienen aquí desde hace varios días sin saber cuál será mi destino.

El nombre de “Tacho” Rodríguez sonó como un campanazo de alerta en mi memoria. Anastasio era de la población de La Chorrera y era estudiante de Ciencias Sociales de la Universidad y según el anterior jefe de inteligencia, Tnte.Cnel Arauz, “Tacho” era un peligroso activista y militante comunista. Este era el cuadro que el G-2 de la Guardia Nacional, pintaba de mi vecino de celda, por lo que pensé de inmediato que lo habían “sembrado” para ver qué información podían obtener de mí.

Pero aun cuando así fuese, yo no tenía nada que ocultar puesto que mis acciones eran completamente claras en lo que yo creía correcto y legal, en apoyo de la Junta Provisional de Gobierno y si “Tacho” quería oír algo con relación a mis actividades, me iba a escuchar con una tesis muy diáfana. Sabía que los estudiantes se habían activado en contra del golpe de estado y de la Guardia Nacional, pero con el acercamiento que hacía Torrijos con los comunistas, Anastasio podía estar jugando un papel de “sapo” en favor del dictador, como se le acostumbra llamar a los informantes.

En mi encarcelamiento jamáspensé encontrarme con un estudiante de la Universidad Nacional de Panamá y menos con “Tacho” Rodríguez, y aunque nunca le confesé lo que la inteligencia panameña pensaba de él, entablé casi de salida, buena amistad con mi vecino.

Además, en la Guardia Nacional se acostumbraba abusar del término, acusando a personas inocentes de comunistas, como me sucedió con un oficial de inteligencia, que me propuso ponerle propaganda comunista en los bolsillos a un panameñista y arrestarlo por difundir propaganda subversiva comunista.

- NO! Le dije, nosotros no estamos en el negocio de fabricar comunistas... !

Si ésta era la práctica torcida e ilegal del G-2 panameño, yo no la aprobaba, por lo que pensé que las estadísticas podrían estar mostrando números irreales y a medida que conversaba con el “Compañero Tacho”, tuve mis dudas de si en realidad era un convencido comunista o un idealista.

Con Anastasio tuve interesantes y largas conversaciones, cuyo nivel nose comparaba con mis otros vecinos de celda de la Cárcel Modelo. Tuvimos tiempo para hablar de Historia, de Ciencias, Sociología, Economía, Geografía y desde luego, llegamos al inevitable tema de la Religión. Se interesó en leer temas de la pequeña Biblia, que yo leía a menudo y para comunicarnos, Tacho “inventó” un sistema que no fallaba, y que consistía en una bolsa de plástico amarrada a la punta de una vara que columpiaba hasta poder alcanzarla con el objeto que queríamos intercambiar en su interior.

Tal “tecnología” era factible debido a los recursos que “Tacho” disponía y que yo carecía; y desde luego, practicábamos los intercambios en ausencia de guardias.

Aunque considero tener el hábito de la lectura, no me considero un ávido lector como lo es mi esposa quien devora libros, pero como en esos días no tenía mucho que leer, repasaba con frecuencia la pequeña Biblia, cuya influencia me hacía sentir en un gigantesco mundo de razonamiento que conjuntamente con las conversaciones con “Tacho”, me serviríande práctica para enfrentarme posteriormente a los interrogatorios del Fiscal.

Después que me transfirieron de allí, jamás volví a ver a Anastasio Rodríguez. Sin embargo, por medio del amigo Nelson Gómez, quien fuera miembro de la Guardia Nacional y residente de La Chorrera, pude posteriormente saber de Tacho, ya quien pienso dedicarle un libro y hacerle saber que comunista o no, llegué a tenerle mucho aprecio en el corto plazo de nuestra amistad y que fue muy interesante conversar con él y agradecerle la oportunidad que me dio de escucharme y quizá entenderme. Dentro de nuestras penas, aun recuerdo la soledad que pasamos durante la noche de Año Nuevo, cuando el mundo exterior celebraba la llegada del año 1970 en medio de tanto ruido.

La lectura no deseada-

Durante esos días de estadía en la gran celda solitaria del Cuartel Central, se me acercó un misterioso personaje que dijo trabajar para el G-2 y llamarse Pedro. El vino a ver cómo me encontraba y si necesitaba algo para ayudarme. Le dije que necesitaba lecturas, una bombilla de mayor tamaño en la celda, que iluminara mejor. Además, necesitaba asear la celda de la inmundicia que me rodeaba pues era imposible que un ser humano pudiese vivir en condiciones tan insalubres, y procedí a enseñarle el ambiente que me rodeaba.

Pedro prometió ayudarme y procedió a cumplir su palabra. Una bombilla de mayor capacidad fue puesta en la celda, el piso y el servicio sanitario fueron aseados un poco, pero la costra de sucio era tan gruesa y estaba tan pegada, que era imposible limpiarlos del todo, pero por lo menos lucían un poco mejor. Una buena cantidad de material de lectura fue enviado a mi celda un día más tarde, pero junto con el material vinieron varias revistas comunistas a todo color, impresas en español en la Unión Soviética.

Luego de revisarlas y de preguntarle a “Tacho”, no nos interesó la lectura y las lancé al pasillo de en medio. Al día siguiente temprano, pasó otro hombre del G-2 y al encontrar las revistas comunistas en el pasillo me preguntó:

- Qué hacen estas revistas en el pasillo?

- Ese es material comunista y como no me interesa su lectura, las “puse” en el pasillo...

- Bueno, ese es material que le decomisamos a los comunistas.

La respuesta llevaba el tono de aquel que pensaba estar tratando con un comunista y que por eso me habían enviado ese tipo de material, por lo que le contesté:

- Ciertamente necesitaba leer, pero buenas lecturas. Ese tipo de material es para mí basura porque no tiene nada de sustancia.

El hombre se marchó y poco tiempo después quedó mi celda sin luz eléctrica, por lo que era imposible seguir leyendo en la penumbra en que me encontraba. Para esos días, mi salud, moral y energías habían mejorado notablemente y para lograr entretenerme, fuera de las conversaciones con “Tacho”, había “inventado” un juego imaginario de Baseball o de Softball, con una pelota de papel que tiraba contra la pared, en donde se encontraba el “home plate” y así, jugaba de lanzador o cualquier otra posición que se antojaba para mantenerme entretenido, activo y no dejarme someter por la oscuridad.

Pero como tenía sed de leer la pequeña Biblia, para poder lograrlo tenía que encaramarme en una pequeña saliente de la pared que daba hacia la guardia de prevención y agarrándome de los barrotes, trataba con una sola mano de alcanzar un pequeño rayo de luz; pero no podía sostener la posición por mucho tiempo. Como una semana después, Pedro me devolvió la luz y entendí que hacía el papel de bueno y el otro de malo.

Prepárese Para Pasar A-A-A-A-Ños En La Cárcel”-

En medio de mi rutina de visitas de ratas, cucarachas, hormigas, conversaciones con “Tacho”, una que otra visita de inspección y el batir de rejas, recibí una visita sorpresiva una noche. Creo que era pasada la media noche porque me encontraba profundamente dormido.

- Hey !... Pssst... Hey ! Pssst... Hey !

Me desperté a ver quién llamaba y me encontré con la sorpresa de que recostados en las rejas se encontraban Los Tnte-Cneles Florencio “Chito” Flores y Rubén “El Negro” Paredes, quienes habían sido mis subalternos, pero como ahora era yo un paria, no merecía el trato disciplinario de ser llamado “mi coronel”; por lo que era más apropiada la forma despectiva de Hey !...

No me ofendí, estaba consciente de la situación de preso en que me encontraba. Presentía que venían a gozar viéndome sangrar y quizá a echarme sal en las heridas... estaba preparado.

- Sí, qué se les ofrece ? Pregunté.

- Bueno, ya sabemos en dónde está el dinero que te pagaron...

- De qué me hablan ?

- De los 450 mil dólares que te pagaron por “tumbar” al Gral. Torrijos. Ya sabemos que los depositaste en Venezuela.

La acusación me causó algo más que indignación y les respondí de inmediato:

- Por dinero NO !... Primero muerto ! Fue mi respuesta tajante. Uds. saben a lo que yo fui enviado a Venezuela !

- Sí, pero no lo hiciste !

- Desde luego que no... y les repito. Por dinero NO ! Pónganme un pelotón de fusilamiento, que yo mismo doy la orden de fuego !

Se dieron el uno al otro una mirada de interrogación, pues quizá pensaron que yo iba aceptarles su argumento mentiroso y cambiaron de tema. La conversación se tornó ahora hacia la Junta Provisional de Gobierno.

- Y de qué se quejaban los coroneles Pinilla y Urrutia si les estábamos pagando cuatro mil dólares a cada uno ?

- Les parece grato a Uds. mantener a nuestros antiguos jefes haciendo el papel de títeres, solamente por dinero ? A los antiguos se les honra. Además...

Paredes, que parecía el más envalentonado de los dos cambió de tema nuevamente.

- Cuando nos llegó la noticia a México, le dije al general: vamos a pelear contra esos ladrones !

- Uds. solamente ven las cosas bajo la lupa del dinero... LES REPITO QUE POR DINERO NO ! PRIMERO MUERTO !

Viendo quizá que no conseguían de mí lo que tal vez se proponían, una súplica o pedido de clemencia, Paredes sentenció:

- LO QUE SI LE VOY A DECIR, ES QUE ESTE PREPARADO PARA PASAR A-A-A-AÑOS EN LA CARCEL... OYÓ ?

Me subrayó la expresión de “a-a-a-años en la cárcel” cual juez dictando sentencia, quizá con base a la seguridad que le daban los hombres del Tío Sam para mantenerse también a-a-a-años en el poder. Y me daba cuenta de que la sentencia ya estaba hecha sin ni siquiera la audiencia de un juicio sumario, sino la decisión unilateral de la “Corte Nacional de Justicia Paredes-Flores”, por orden de su jefe desde luego.

Pero basándose en qué procedimiento penal o legal ? Esa era la condición legal que regía al país: una orden del Estado Mayor de la Guardia Nacional, o mejor dicho de Torrijos y cualquiera quedaba condenado a pasar años en la cárcel por cualquier motivo, bajo la administración de justicia de “Torrijo y su Combo” y que habrían de aplicarla a quien les viniera en gana y cuando fuese necesario.

Me daba cuenta que sus vidas, profesión, su concepto moral de ver las cosas y la visión del futuro giraban alrededor del dinero, que el país sería el botín y el poder su justificación. No había duda, éste gente creía que la ley estaba de parte de ellos; pero el tiempo se encargaría de hablar por sus hechos e identificaría a los verdaderos ladrones y abusadores del poder. Los que por medio del ejercicio de un poder sin límites, vivieron una vida de opulencia, abusos y derroche. Globos inflados a quienes la historia iba a dar su merecido de acuerdo con sus acciones.

El “Gringo Misterioso”

Habían pasado casi tres semanas del mes de Enero y cerca de cuatro que me mudaron a la gran celda solitaria, en donde me encontré con mi “pequeño reino”. “Tacho” y yo seguíamos intercambiando ideas, comidas y lecturas. Ese día me dijo:

- Anoche tarde trajeron a un Gringo preso y lo metieron en la celda al lado tuyo...

- De veras ? Anoche sentí que se abrió la reja del pasillo, pero pensé que era una visita de rutina.

- Sí, lo trajeron como a eso de las tres de la mañana y creo que no ha comido nada porque despreció el mendrugo...

Nos pusimos de acuerdo para juntar algo de nuestra comida y ofrecerla a nuestro desconocido compañero de infortunio. Luego me encaré al vecino de celda.

- Amigo, puedes oírme ?

- No Spagnol... respondió el hombre.

- Can you hear me ? Le dije en inglés.

- Yes I can hear you...

- Has comido algo ?

- No, no he comido nada.

Como la celda en donde se encontraba el “Gringo misterioso” era contigua a la mía, me figuré que estaba construida a la inversa y tendría lo mismo al revés, le dije:

- OK, ponme atención. Entre la pared del baño y la pared del pasillo hay un pequeño espacio, métete allí que también voy a hacer lo mismo. Luego saca el brazo por fuera y lo extiendes hacia mí y trata de tocarme... OK ?

- OK, de acuerdo.

Procedimos a estirar cada uno el brazo y logramos tocarnos las manos.

- OK amigo, ahora te voy a pasar un plato de comida que logramos juntar entre el de la celda de enfrente y yo... De acuerdo ?

- OK, gracias !

Procedí a alcanzarle el plato de comida que pudimos reunir entre “Tacho” y yo, pues el propósito era el de cultivar su amistad. Me dijo que era el capitán Baronick (por lo menos así me sonó) del Ejército de los Estados Unidos.

Yo sabía que un hombre del US Army, si en realidad lo era, no iba a permanecer mucho tiempo encarcelado, porque los Gringos harían todo lo posible para liberarlo. Ellos preferían castigar a su propio personal en lugar de que lo hicieran otros sistemas de justicia, dependiendo del tipo de falta y ésta no parecía un caso penal.

Y aunque pensé que podía tratarse de una trampa, seguí adelante con mi plan; mandaría a mi esposa una carta para que Baronick se la entregara a Eddy Filho, quien era policía de la Zona del Canal y estaba casado con una prima de mi esposa.

Pensé que podía enviársela al amigo “Pepsi”, como le llamábamos los amigos de confianza a Andreas Poschl (QEPD), también policía de la Zona del Canal y quien me enseñó buena parte de las artes de buceo. También pensé en Efraín Angueira, de modo que por algún lado Baronick podría enviar la misiva a mi esposa. (Eddy Filho, quien murió hace poco, le hubiera gustado leer este libro)

La carta que escribí en una gruesa bolsa de papel, llegó finalmente a su destino en original, pero especulo que debieron haberle sacado copias para la C.I.A., el 470 de inteligencia o el G-2 panameño o en alguno de ellos con copia a los otros dos; pero de todos modos le agradezco al capitán Baronick el gran favor que me hizo y espero no haberle causado ningún problema. Además, no pienso que las autoridades de los Estados Unidos, a pesar de estar dando todo el apoyo a la dictadura, se hubiesen opuesto a una misión humanitaria.

Dos días estuvo Baronick en la celda, cuando vinieron a buscar al misterioso vecino. Fue entonces cuando logré verlo por primera vez. Era un tipo alto, delgado y trigueño; pero parecía más bien latinoamericano y pensé que podían haberlo “sembrado”, pero también pensé que podía ser de origen eslavo y mi imaginación corrió, pues la carta que envié no comprometía a nadie.

Virtud de mujer-

Mientras yo trataba a duras penas de demostrarme a mí mismo mi clase, llenándome de razonamientos y de moral, mi esposa afuera, demostraba su calidad y su coraje. Mínima de tamaño, pero grande de corazón y de espíritu, se convertía en activista y redactaba denuncias en contra de la dictadura y en favor de los que nos encontrábamos encarcelados, en violación a los derechos humanos y por mantenernos en condiciones infrahumanas.

Sus denuncias fueron publicadas en la prensa extranjera, ya que en Panamá no existía libertad de prensa y no se publicaba nada que fuera a perjudicar al dictador. Mi esposa logró también que se auspiciara una misa por mi salud, la cual fue muy concurrida y mientras por un lado ganaba admiradores, por el otro perdía “amigos”. Tal fue el caso de la USIA en donde mi esposa trabajaba y su jefe, cuyo nombre es mejor no recordar, se acercó a ella para insinuarle que era mejor renunciar a su empleo en la Biblioteca Amador-Washington, pues el activismo de ella “lesionaba” las buenas relaciones que el gobierno de los Estados Unidos mantenía con la tiranía...

Qué buenos amigos ! que en lugar de protegerla o cambiarla de empleo y aconsejarla, la estaban prácticamente declarando “personna non grata”. Una amenaza velada realmente imperdonable.

Las indagatorias-

Para fines de Enero se iniciaron las indagatorias y fui llevado desde el Cuartel Central a la Cárcel Modelo, para enfrentarme con el “Chinito” Chan, como le llamaban los guardias al Sr Fiscal; quien cargado de preguntas comenzó:

- Diga el indagado si la Junta le ofreció dinero al Gral. Torrijos para que se quedara en el exterior y de dónde iban a salir esos fondos...

- Tengo entendido que la Junta le ofreció una posición a Torrijos en el exterior, pero no sé si le ofrecieron dinero. Pero si por casualidad fue así, lo más lógico que se lo ofrecieran del dinero que Torrijos recibía como comisión por la impresión de los billetes de la Lotería Nacional de Beneficencia, que debían ser utilizados para acción cívica y...

- Esa pregunta va a traer problemas, interrumpió el fiscal.

- No lo sé Sr fiscal. Ud. me pregunta y yo le respondo de acuerdo a la mayor veracidad posible.

- Está Ud. de acuerdo en eliminar esa pregunta ? Preguntó el Fiscal.

- Bueno Sr Fiscal, si la respuesta no le ayuda en la indagatoria, pues... elimínela !

- Señorita Secretaria, elimine esa pregunta de la indagatoria con sus respectiva respuesta.

- Está bien Sr Fiscal. Dijo la secretaria.

- Diga el indagado si sabía de la existencia de un dinero que apareció en el pupitre del Sr Ramiro Silvera, cuál era su procedencia y destino ?

- Yo no sabía de la existencia de ese dinero hasta que caí preso junto con Silvera, quien en presencia de Juan Bernal y Luis Nenzen, nos reveló que ese dinero era producto de una comisión por la compra de un equipo pesado para el gobierno.

Silvera en nuestra presencia mandó llamar a un guardia y le entregó la llave de su pupitre para que exclusivamente se la hiciera llegar a Torrijos, que él sabía lo que allí había. Según Silvera, el dinero en mención, cien mil dólares, eran para financiar la campaña política del coronel Arana en Guatemala y Torrijos había aprobado eso...

- Esa pregunta... dijo nuevamente el Fiscal, va a traer problemas.

- Reconozco que va a traer problemas, Sr Fiscal, pero Ud. me hace la pregunta y yo tengo que responderle con el mejor conocimiento que tengo de los hechos.

- Mejor vamos a eliminarla. Señorita Secretaria...

- Mire Sr Fiscal, le dije queriendo ser cooperativo. Por qué no me hace Ud. lapregunta primero, antes de que la Secretaria tome nota y yo le contesto. De modo que si la respuesta trae problemas, Uds. se ahorran el papel y ganan tiempo. Le parece bien lo que le propongo Sr Fiscal ?

- Sí, me parece bien, vamos a hacerlo así. Dijo el Fiscal y proseguimos.

Mi razonamiento legal-

Aunque hice tres años de estudios legales no me considero ningún jurista, pero estimaba que si era llevado a un juicio, toda la carga de irregularidades iba a salir a la luz pública, al igual que el envío de armas a El Salvador, asunto que yo consideraba muy grave e ilegal; aunque no sabía si había tenido la aprobación de los hombres del Tío Sam, ya que según Jorge A. Vallarino, Torrijos para esa fecha gozaba de todo el apoyo de ellos.

Por otro lado yo mantenía la posición de que mi situación no era ilegal en apoyo de la Junta, ya que eran los responsable legales del gobierno y la dictadura no podía alegar TRAICION A LA PATRIA, TRAICION A TORRIJOS, ni ATENTAR CONTRA LOS PODERES CONSTITUIDOS DEL ESTADO Y SU FORMA DEMOCRATICA DE GOBIERNO, como se pretendía acusarnos, ya que no tenía ningún asidero legal, porque la acción del Presidente Pinilla en separar a Torrijos de la Guardia Nacional, estaba dentro de sus facultades legales y constitucionales.

Y aunque Torrijos tuviese el apoyo de los Estados Unidos y de Nicaragua y que el populacho se lanzara a las calles a vitorearlo, no le daban al tirano una posición constitucional o legal en su favor. La ley era otra, fría y específica; por lo que si mi caso era llevado a palestra de un tribunal, yo podía lucirme en público, denunciando las irregularidades y la patraña de embustes, demostrando quiénes en realidad eran los usurpadores y los verdaderos ladrones.

Ya mí se me habían evaporado las ganas de morirme ante un pelotón de fusilamiento, pero si hubiese que ir, igual estaba dispuesto a dar la orden de fuego; pero si la dictadura quería batirse en una corte, yo no tenía nada que perder, pues por el contrario, tenía mucho que ganar.

Sin embargo, aun cuando los “cerebros” de la Guardia Nacional y de quienes los apoyaban creían tener la razón legal y acusarme de TRAICION, yo pensaba también que tenían un “papa caliente” entre sus manos que no sabían cómo tratarla y era cuestión de tiempo para que todo el mundo llegara a saber la verdad de todo.

En mi opinión, el caso podría despertar expectativas internacionales si se le daba una buena cobertura, con el empleo de un abogado despierto que estuviera dispuesto a lucirse y que compartiera mi opinión en el caso... si era que me permitían tener un abogado defensor, en lugar de cumplir la sentencia de Paredes de “pasar a-a-a-años en la cárcel. “

El caso de ciertos detenidos, había sido puesto a órdenes del Procurador General de la Nación, quien en una resolución inaudita, criticada por muchos jurista sin atreverse a opinar públicamente, encuadró dicho caso como jurisdicción del Decreto Legislativo Nº 11 de 8 de Noviembre de 1945, endonde se señalan las penas aplicables a los delitos de ESPIONAJE, SABOTAJE, TERRORISMO y OTROS, cometidos en contra de los PODERES CONSTITUIDOS DE LA NACION Y SU FORMA DEMOCRATICA DE GOBIERNO.

Este era el mismo procurador que se manifestara del asesinato del Lic. Rubén Miró Guardia, como “... un extraño caso de suicidio”. Tal forma cínica de utilizar la ley para hacer efectiva una interpretación ilegal, solamente era posible en un ambiente de llamados profesionales del derecho dispuestos a torcer el verdadero espíritu de las leyes, para sostener una dictadura y a quienes los apoyaban. Pero lo que es peor, muchos de los maleantes uniformados creían en realidad, que la ley estaba de su parte. Tal era el caso de la “sentencia de Paredes”.

Y si los que apoyamos a la Junta Provisional de Gobierno como verdaderos representantes del poder, aun cuando lo hiciéramos por recomendación nuestra, nos encontrábamos dentro del marco de la ley y el derecho que tenía el Presidente Provisional y su Vice-Presidente, Constitución de 1948 vigente en esos momentos, que establecía en su Art., 144, que a la letra dice:

“Son atribuciones que debe ejecutar el Presidente de la República...

2) Nombrar y separar libremente a los Gobernadores de las Provincias a los jefes y oficiales de la Fuerza Pública y del Cuerpo de Policía Nacional... “

Y si la Constitución vigente lo establecía en forma clara, en dónde se encontraban los delitos de “ESPIONAJE, SABOTAJE, TERRORISMO Y OTROS, cometidos en contra de los PODERESCONSTITUIDOS DE LA NACION Y SU FORMA DEMOCRATICA DE GOBIERNO ? “

Es que esta gente pensaba realmente que ellos eran los dueños de la democracia ?

Y si tomamos en consideración la forma irregular y anómala que se estaba viviendo en el país, en donde un grupo usurpador, que salió de un golpe de estado en contra de un presidente constitucional y posteriormente destituye al gobierno provisional, que había sido reconocido por los países del continente y el mundo. Cómo era posible entonces que el mismo grupo usurpador tomara la ley para escudarse en ella. “COMO PODER DEMOCRATICO CONSTITUIDO EN LA NACION”.

Caso insólito ! Y que se sepa, solamente pocos juristas panameños se pronunciaron en contra de esta patraña, mientras los verdaderos usurpadores y ladrones nos acusaban de “traidores a la patria, ladrones, oligarcas, agentes de la C.I.A., además de ansiosos personalistas de poder...”Sin embargo, los acusadores iban a permanecer en el poder de por vida.

Pero si las indagatorias eran precisamente para la aplicación de la ley, cómo iba a ser posible encajar legalmente la sentencia de Paredes de “... años en la cárcel” si el caso iba a ser ventilado en un juicio ? Pero como parecía que para la mayoría de los que se lanzó a la calle todo era aceptable, era también posible que pudieran ensamblar un proceso “legal” con jueces y jurados incondicionales que iban a condenarnos “legalmente”.

Todo podía ser aceptable en este ambiente de podredumbre que iba a permanecer en el país mientras recibió la ayuda yel financiamiento de los poderosos intereses internacionales, que tomaban ventaja de la situación hasta que ya no les fue de mayor utilidad, el pueblo se rebelaba contra tanta podredumbre y no quedaba otro recurso que derrocarlo.

Logré obtener secretamente, una copia del expediente levantado y encontré que la declaración de todos los indagados me culpaban a mí de todo lo sucedido, e inclusive los que participaron en la aprobación de la vuelta a la democracia y solamente el Vice-Presidente Bolívar Urrutia declaró, que la acción de la Junta estaba dentro del marco de la ley y de la Constitución, porque les correspondía tomar las decisiones que eran de su competencia.

Mi deber legal, aun cuando Torrijos gozara el apoyo del grupo Rockefeller, de la C.I.A., del 470 de Inteligencia o de quien fuera, era el de apoyar a la Junta Provisional de gobierno, por lo que mi participación en su apoyo no era ilegal y mucho menos debía ser encuadrada dentro de una ley que tipificaba los delitos de sabotaje, espionaje y terrorismo; atentando contra un gobierno legal y democrático. Tomando entonces mi razonamiento legal, debo destacar los puntos a considerar en una disputa legal contra la dictadura:

1.- Los acusados fuimos dados de baja de la Guardia Nacional por el llamado “Procurador General de la Nación”, de acuerdo con el mencionado Decreto Legislativo Nº: 11 de 8 de Noviembre de 1945, publicado en la Gaceta Oficial Nº: 9885 de 29 de Diciembre de 1945 y reproducido en la Gaceta Oficial Nº: 9930 de 22 de Febrero de 1946.

2.- Permítame el estimado lector abusar de su paciencia e insistir en que dicho Decreto Legislativo señala como actos delictivos: ESPIONAJE, SABOTAJE, TERRORISMO Y OTROS, cometidos contra los PODERES CONSTITUIDOS DE LA NACION Y SU FORMA DEMOCRATICA DE GOBIERNO. Empleo más que inmoral de una Disposición Legislativa, cuando la Cámara Legislativa actual y electa en los comicios del año anterior, había sido abolida.

Entonces, debo preguntar nuevamente:

a) Hubo algún acto de espionaje, sabotaje o de terrorismo dentro de la actuación de los que nos encontrábamos acusados ?

b) Hubo algún acto que pudiera ser considerado como “OTROS” dentro del apoyo que le brindamos a la Junta Provisional de Gobierno ?

c) Era Omar Torrijos el “PODER CONSTITUIDO DE LA NACION Y SU FORMA DEMOCRATICA DE GOBIERNO?

3.- Téngase en cuenta, que la acción de la Junta Provisional de Gobierno se concentró exclusivamente en la destitución de Omar Torrijos de La Guardia Nacional. Se puede considerar esto legalmente, como un acto de ESPIONAJE, SABOTAJE o de TERRORISMO... Contra ellos mismos ?

Otro traslado de Celda - El Rosario

Comenzando Febrero de 1970, en medio de tanto razonamiento y aún sin ver a mis antiguos vecinos de las celdas solitarias de la Cárcel Modelo, esa noche se presentaron dos guardias y me dijeron:

- Señor alístese, que viene con nosotros... Venga con todo.

Me preparé lo más rápido que pude y me despedí de Anastasio Rodríguez y me olvidé de la ratas, las cucaracha y las hormigas e inclusive el catre se quedó.

Sucio, hediondo, barbudo y con el pelo largo de más de un mes sin afeitar, me instalaron de nuevo en mi vieja celda solitaria, contigua a Silvera y Nenzen en la Modelo. Llegué en medio de los rezos de un Rosario dedicado a San Judas Tadeo, el Santo de los casos difíciles y desesperados. Aunque yo me veía que nuestro caso era difícil, sino que había que pelearlo legalmente y plantarse en la constitucionalidad del mismo, me sumé al Rosario...

Debo confesar que soy un creyente, aunque no muy dedicado católico como muchos que he visto y que son dignos de imitar. Era admirable saber que a dichos rezos se habían sumado las mujeres que desde su celda recitaban una y otra vez las estofas y la letanía del Rosario.

La oración en grupo era espiritualmente reconfortante y a pesar de que había rezado el Rosario muchas veces y de que había asistido al Cursillo de Cristiandad y sentí su impacto, no era sino hasta ahora que comenzaba a darme cuenta de su verdadero significado y la necesidad de Dios, pues se fue abriendo dentro de mí una paz interior que jamás había sentido anteriormente.

No sentía ningún temor a nada y la oración se convertía en una necesidad del alma y no como una obligación de los Domingos ir a Misa... no me explicaba por entero esa transformación interna, más profunda de lo que sentí en mi gran celda del Cuartel Central; pero me di cuenta de la presencia de una fuerza sobrenatural que me ayudaba a liberarme internamente y que me hacía sentir más cerca de ese algo que nosotros llamamos Dios y de nuestro Señor Jesucristo.

Y dentro de éste mundo de los creyentes, puedo referir la anécdota que me contó el Sargento Gilberto Medina, uno de los hombres que nos cuidaba y al cual prefiero no llamarle carcelero porque para mí nunca lo fue, porque Medina se comportó con nosotros como un verdadero profesional y más bien fue un compañero con quien intercambié ideas y conversaciones.

Medina refiere que la Biblia que me envió Monseñor MacGrath y que llegó después que me trasladaron a la gran celda, se la regalaron a una señora que vendía billetes de lotería, y que por hacer un negocio ilegal con su venta, la confinaron en la celda de mujeres. La mujer había sido abandonada por su marido dejándola por otra.

La desesperada mujer con la Biblia en mano, se internó en la Capilla y se dedicó a rezar con tanta devoción, que su marido vino a buscarla y le prometió no abandonarla más.

Cuenta la señora, que el marido explicó que una fuerza extraña y sobrenatural lo hizo buscarla, para darse cuenta que se encontraba encarcelada, fue de inmediato a ponerla en libertad haciéndose cargo de ella y prometerle que jamás la dejaría volver a sufrir.

Tales anécdotas en medio de un libro que trata de otros temas, como es la conspiración que nunca se ha dicho, podrían parecer a ciertos lectores ridículas, pero no para los que hemos conocido la presencia de esa fuerza sobrenatural e inexplicable.

Es por eso que tales testimonios son necesarios de mencionar para el que pueda entender que lo haga. Tal vez la lectura de la pequeña Biblia pudo haber ayudado a Anastasio Rodríguez, como la otra Biblia ayudó a la señora en mención.

Monseñor Laureano Crestar Duran-

Por primera vez, a principios de Febrero luego de mi “exilio en el pequeño reino”, llegó el Padre Laureano Crestar Durán (hoy en día Monseñor Crestar Durán) de visita. Ya para esta fecha me habían afeitado, cortado el pelo y no estaba tan mal oliente a celda común, por lo que quizá no le causaba mala impresión al Padre Durán, como acostumbramos llamarle.

Luego de la comunión y cuando lo consideró prudente, el buen sacerdote sacó una notita del bolsillo y me la extendió. Era una carta de mi esposa, la cual fue una sorpresa que devoré con los ojos y con el corazón. Hubiera querido guardarla, pero era muy comprometedor si la hubiesenencontrado allí y con dolor en el alma tuve que deshacerme de ella, rompiéndola en mil pedazos y enviarla por el inodoro.

A diferencia de la celda común, en la cual no me enteraba de nada del mundo exterior, mis compañeros estaban enterados de todo lo que sucedía, tanto de verdades como de las “bolas”, por lo que se encargaron de ponerme al día en cuanto a lo que sucedió durante mi “exilio”.

- El Ing., Demetrio B. Lakas era el nuevo “presidente”, nombrado por el “poder constituido de la nación”... Omar Torrijos. Y así, el “hombre fuerte” y “líder de la revolución”, colocaba un importante miembro de su “combo” en la presidencia del país y consolidaba a Panamá como un importante puente del narcotráfico internacional.

- El cuerpo sin vida del Licenciado Rubén O. Miró, fue encontrado lleno de agujeros de bala en un lugar cercano a la población de Pacora. Según se sabía, Rubén Miró fue arrestado por agentes del DENI (Departamento Nacional de Investigaciones) y conducido a esa dependencia oficial. De ahí no se supo más de él hasta que fue encontrado muerto en ese lugar.

Varios años después en Miami, su yerno el Licenciado Enrique Rogers, me contó que las manos de Miró se encontraban machacadas por los golpes, su cuerpo amoratado lleno de contusiones y presentaba múltiples agujeros de bala de calibre .45, .38 y la más reciente adquisición de la Guardia Nacional, el calibre 9 mm de las sub-ametralladoras Uzi compradas en Europa. Todo parecía indicar que se ensañaron contra Miró, practicando tiro con su cuerpo.

El Licenciado José Salvador Muñoz-

Así, entre el Rosario nocturno, las noticias que venían y las bolas o bochinches, transcurría la nueva vida en la celda solitaria. Por primera vez me permitieron la visita de un Abogado que mi familia consiguió, el Lic. José Salvador Muñoz, “Pepe” con quien congenié desde el primer momento, coincidía en todo mi razonamiento legal.

El interpuso un recurso de Habeas Corpus para mí y otro de los detenidos, pero como era de esperarse, la Corte falló en contra nuestra, dándole “valor legal” a nuestra detención prolongada. Esto provocó la risa pública y el único Magistrado que tuvo el valor de salvar su voto, fue el Magistrado Pereira.

Posteriormente mi abogado solicitó al Ministerio de Gobierno Y Justicia, órgano responsable por la supervisión de la Fuerza Pública, los siguientes documentos:

a) Decreto Oficial por el cual se ascendía al rango de general al teniente coronel Omar Torrijos.

b) Decreto o Documento Oficial por el cual se nombraba al teniente coronel Omar Torrijos, comandante de la Guardia Nacional.

Tales Documentos Oficiales, deberían aparecer firmados por la Junta Provisional de gobierno y por el Ministro de gobierno y Justicia, pero para sorpresa de mi abogado, nunca se le dio respuesta a su solicitud porque dichos nombramientos no existían en ningún documento público...

Omar Torrijos nunca fue ascendido al rango de general y nunca fue nombrado comandante de la Guardia Nacional; por lo que fueron cargos y rango que se atribuyó por su propia cuenta.

La pregunta que me hacía ahora la de si la oficialidad de la institución no lo sabía y era víctima de un engaño, o que sí lo sabía y era partícipe de una farsa. Y si esto era así, cómo aún dentro de la farsa, esperaban aplicar la ley; sobe todo el Decreto Legislativo Nº 11 de 1945.

El Lic. José Salvador Muñoz tenía un caso muy especial a su cargo. “Pepe” Muñoz, alto, fuerte, con una personalidad muy jovial, hijo del famoso músico del mismo nombre, quien murió en Caracas en el pináculo de su fama, practicaba el ejercicio de la ley desde hacía ya varios años y como mi defensor, estaba destinado a pelear un caso en que la llamada “Revolución” jugaba a la ley con los “dados cargados” y que haría todo lo posible por distorsionarla en su favor.

De modo pues, que la tiranía iba a utilizar todos los recursos que pudiera tener para demorar las acciones, para quizá aplicar la “leguleyada de la sentencia de la Corte de Paredes, para mantenerme “a-a-a-años en la cárcel”.

Y durante el tiempo que me enviaron al “exilio” a mi extraño y pequeño reino, mis compañeros de infortunio fueron indagados primero que yo por el Fiscal Chan y en sus declaraciones, ninguno acepta responsabilidades ni haber participado en nada, por el contrario; toda la culpa fue mía, buscaban cómo negociar su salida y hasta enviaron a sus esposas a entrevistarse con Torrijos, quien invitó a algunas a “Paseos en helicóptero”.

Tal actitud, debilitaba mi posición en cuanto a hacer un frente común ante la dictadura y me dejaba nuevamente SOLO en una lucha cuesta arriba.

Jorge A. Vallarino se refugia en la Zona del Canal-

Me enteré, por medio de las informaciones de mis hermanos, que el amigo Rudy Vallarino solicitó asilo en la Zona del Canal, porque pidió apoyo a sus jefes en favor mío y se lo negaron; y porque dándose cuenta de la podredumbre de Torrijos y su Combo, lo denunció y no le oyeron.

Y viendo que sus jefes Gringos preferían ser ciegos dándole apoyo a la tiranía de Omar Torrijos y temiendo por su vida ya que había recibido amenazas, decidió mejor buscar asilo en la Zona del Canal. Sus jefes de disgustaron con él, le “sacaron la tabla” y lo dejaron también solo en su asilo, por lo que tuvo que viajar como un refugiado más a los Estados Unidos, aunque la Policía de la Zona del Canal lerindió un merecido homenaje de despedida, el cual nunca olvidó.

Mis comentarios desde el encierro

Ante la situación de que mis supuestos compañeros adoptaban la actitud de negociar para salvarse ellos, tomé la decisión de que no importaba que me echaran la culpa de cualquier cosa para dejarlos en libertad de que pudieran negociar su libertad; después de todo ya lo estaban haciendo. Yo prefería quedarme “a-a-a-años en la cárcel” y luchar desde allí, que claudicar y enviar a mi esposa a hacerle visitas al dictador.

Yo sabía que desde mi encierro podía hacer más daño a la dictadura, en vez de decidirme a capitular y pedir clemencia. No soy de ese tipo de personas cuando sé que tengo la razón y se me trata como si no tuviera ningún derecho.

Sé que si no tengo la razón soy capaz de pedir disculpas hasta en público, pero éste no era el caso. Fue para mí evidente que el envío a la celda común del Cuartel Central era para “trabajar” a cada uno por separado, ya que Silvera y Nenzen recibían noticias de sus familias de que uno iba a ser enviado a España y el otro a Venezuela y a alguien más a M-México. Disgustado por la actitud poco decorosa y llorona de mis vecinos, escribí a mi hermano Rubén, el hombre que arriesgó su vida para sacarme de la cárcel, varias notas que él conservó:

- ... Parece que soy el único en tener la bragueta en la parte delantera del pantalón.

- ... Juro que no les guardo rencor, solamente les tengo lástima por no ser personas que viven en sus principios.

- ... No me remuerde la conciencia por haberme rebelado, por el contrario, me enorgullece el estar preso por lo que creo y porque sé que la verdad está conmigo. En el fututo, otros vendrán y les corresponderá hacer el esfuerzo por liberar a Panamá de la terrible dictadura y podrán con éxito lograr lo que yo no pude para mi país.

Y comentario ya después de muchos años, por extraña paradoja, los mismos que nos imponían y apoyaban ese régimen de fuerza, se vieron obligados a liberarnos posteriormente, mediante el empleo de sus fuerzas armadas.

Sé que muchos dirán: “yo no como con democracia ni principios, pues es la revolución la que me da de comer”. A esos yo les digo que el temor y el silencio son los mayores cómplices del robo y del saqueo, del terror oficial y de la injusticia, del contrabando y de los negocios oscuros. Prefiero mil veces estar preso que seguir siendo cómplice de la dictadura.

Estos son algunos de los comentarios que envié clandestinamente a mis hermanos, cuando se hizo posible que pudiera comunicarme con la familia, y que reflejaban el estado de conciencia en que me encontraba; pero también habían otros comentarios que reflejaban el estado de ánimo:

- ... mi “sistema alcohólico” ya tiene sangre. Con ello quería significar que no me había tomado un trago en mucho tiempo.

- ... reconozco que no tengo madera de líder, pero mi manera independiente de ser y de actuar, tratando a todos por igual, ricos y pobres, con apellido o sin él, o de cualquier nivel social, credo o nacionalidad, son condiciones que me han ayudado a mantenerme libre de compromisos de grupo. Sobre todo “Combos” cuya moralidad no es digna de fiar.

No sé de dónde, en su libro “Panamá Odissey”, William Jorden obtuvo la información de que yo era miembro del Combo de Torrijos. Esto demuestra la falsedad que varios que se han atrevido a escribir acerca de mi persona o que han publicado relatos de tercera o cuarta mano de información, con falsas aseveraciones Tome en consideración el estimado lector, que yo soy el afectado, el que se encontraba en el lugar de los hechos y soy del vortex de los acontecimientos; por lo tanto soy de primera mano de información. Disputo entonces, los conceptos falsos emitidos sin conocimiento de causa.

- ... aquí todo el mundo quiere salirse del problema tratando de negociar o “huir” de la responsabilidad que asumió. Yo no, prefiero afrontar la situación con la verdad, por lo que no tengo miedo en encararla.

La Cárcel Modelo era un mar de rumores. Se decía que íbamos a salir al exilio en cualquier momento, habladurías que yo me resistía a creer porque sabía el concepto que se me tenía, ya manifestado por Rubén Darío Paredes.

Pero mis vecinos de celda creían que ser liberados era un hecho en cuestión de días y se veían camino de Venezuela uno y camino de España el otro. Se comentaba por otro lado el desembarco de guerrilleros en Chiriquí y muchas otras “bolas” producto de la mente fabulosa del panameño. En medio de esos rumores escribí a mi esposa, cuya nota decía en parte:

- ... se dice que en Panamá existen varios generales: el general rumor, el general miedo y el general descontento.

Aunque sí creía que podían existir personas descontentas, no pensaba que nadie fuese capaz de tirarse a la calle a protestar contra la tiranía; no pensaba que los que se tiraron a la calle a vitorear al dictador lo hacían por miedo, pues parecía que el pueblo lo quería. Yo me equivoqué al juzgar al pueblo de Panamá, que por tradición era inclinado a rechazar los regímenes de fuerza.

Tradición que se había demostrado a lo largo de la historia, aunque desconocía el esfuerzo propagandita que se había hecho en su favor y todo parecía para mí, que al pueblo le gustaba la tiranía de Torrijos y que aquella inclinación natural se había roto sin sospechar el por qué, pero que iba a llevar a los panameños a depender en una forma u otra, sea en alguna forma social o económica. Recordé lo que alguien me dijo anteriormente:

- “... recuerda Sanjur, que a Arnulfo Arias lo adora el pueblo porque es duro, engreído y patán con su propia gente y con el mismo pueblo.”

Sin embargo, el pueblo se tiró a la calle en 1951 para derrocarlo.

Me negaba a creer que ésta “luna de miel” del pueblo con la dictadura iba ser duradera. La historia del mundo ha demostrado una y otra vez, lo repito aquí, que los regímenes dictatoriales siempre han llegado a un trágico final. No lo saben o no quieren reconocerlo los que no son estudiosos de la Sociología y de la Historia, que está llena de ejemplos hasta en la Biblia.

Pero también se cosechan ejemplos en que los pueblos esclavos han vitoreado a sus amos. Pero los tiempos cambian y los pueblos aunque muchos son engañados y otros se equivocan, caen en muchas ocasiones en situaciones de las cuales más tarde tienden a lamentarse, como víctimas de sus propias acciones.

El Sacerdote José Casal-

Aun cuando muchas veces me rompía el cerebro con razonamientos, de los cuales en muchos casos no veía la lógica, recibía también algunos momentos de satisfacción. Se me apareció un buen día a mi celda un gran amigo, lo cual fue una sorpresa agradable.

Una de esas cosas que Nuestro Señor tiene preparadas para su gente, me decía, cuando recibí la visita del Padre José Casal. El Padre Casal era de la Iglesia San Gerardo Mayela de Panamá Viejo y había sido consejero espiritual de nuestra unidad, en donde dictaba charlas todos los viernes por la noche.

El Padre Casal había sido militar en España, tiempo después recibió el llamado del Señor y cambió el uniforme por la Sotana y vino a Panamá a predicar el Evangelio. Cómo se las arregló el Padre Casal para venir a verme, haciendo el oficio de Capellán en reemplazo del Padre Crestar Durán ?

Bueno, es algo que solamente ellos lo saben, pero para mí fue un enviado del Señor. Años después en exilio, mantuve correspondencia con él al Collegio Saint Alfonso en Italia, a Costa Rica y luego lo perdí en Honduras. Es posible que hoy ahora sea Obispo y si en algún momento llega a sus manos una copia de este libro, deseo que sepa que lo apreciamos mucho en casa.

Experiencias propias del autor.

- G. Russell Evans [The Panama Canal Treaties Swindle - Consent to Disater-]

- William Jorden [Panama Odissey]

- Aportes de Jorge A. Vallarino.

Séptima Parte

La Celda Solitaria - Fuga de la Cárcel Modelo

Perseguían a Familiares y Amigos-

Conjuntamente con mi encarcelamiento, familiares y amigos eran encarcelados, perseguidos para ser interrogados o por cualquier motivo. Mi hermanos Rubén, Félix y Fidencio fueron encarcelados en diferentes ocasiones; lo que los convirtió en activistas y al declararse leales a mi causa, fueron encarcelados nuevamente. No esperaba menos de ellos. Fidencio y Félix tuvieron que tomar refugio en la Zona del Canal para escapar del asedio en el que se encontraban y tener que venir como refugiados los Estados Unidos.

Mi socio Lymberios Diamantópulos, de origen griego pero ya nacionalizado y más panameño que muchos nacidos en Panamá, fue encarcelado de inmediato tan pronto yo fui apresado. Diamantópulos (QEPD) casado con una dama panameña, la Profesora Ana Borrero, era mi amigo y juntos formamos una sociedad y compramos unos pequeños barcos camaroneros que pescaban en la Bahía de Panamá y apenas ganaban para sustentarse.

Con sus dueños en la cárcel, Lymberios le envió un recado a otro griego amigo, Jorge Liakópulos, para hacerse cargo de los botes para no perderlos. Tal encomienda fue suficiente para que Jorge fuese encarcelado. Los botes, según informaciones posteriores,quedaron confiscados a órdenes de un oficial del Estado Mayor; lo que se llama robo. Jimmy Lekas y su hermano Juan también fueron perseguidos por manifestar su amistad con el autor y Juan, quien fue acosado y perseguido a tal grado, que prefirió lanzarse desde el puente sobre el canal, perdiendo la vida.

El amigo Cruz, de la empresa Crusal, S.A., cometió la “grave falta” de pasar por la Cárcel Modelo y dejar un cartón de cigarrillos para que fuese entregado al su amigo el coronel Sanjur. El bello gesto de amistad de Cruz, fue interpretado como un acto de solidaridad con un espía y su residencia fue allanada y sus armas que se encontraban registradas como miembro activo del Club de Caza y Tiro, fueron confiscadas; según se supo por órdenes del Tnte.Cnel Paredes, el mismo que me condenó a pasar años en la cárcel... Y el destino de Panamá quedaba en manos del hampa con uniforme.

Durante los carnavales de Febrero de 1970, el guardia nacional Andrés García Torres, fue muerto a tiros... “El Zorro” García, sobrenombre que le pusieron en Panamá Viejo por ser buen rastreador en la selva, pidió que le dieron de baja porque él no quería seguir en una Guardia Nacional en donde no estuviera Amado Sanjur. Tal declaración y su negativa de regresar al cuartel, fue suficiente motivo para decretar su muerte y ser ejecutado a sangre fría en su propia casa.

Que a pesar de haberse rebelado, no era motivo para matarlo a mansalva.

Muchos fueron los perseguidos aunque no he tenido contacto con todos ellos. Este libro se concentra a denunciar una conspiración que llevó el país a un caos por el cual muchos panameños inocentes sufrieron, pero no está escrito como un texto de denuncia de derechos humanos.

El amigo Luis Varcacía, quien se encontraba en Alemania durante mi fuga e inocente de lo que sucedía, fue detenido el Aeropuerto de Tocumen a su regreso. Afortunadamente el hecho de encontrarse en el extranjero lo salvó de un carcelazo.

En la Provincia de Veraguas, lugar de nacimiento de mi padre, mis familiares fueron perseguidos y algunos tuvieron que refugiarse en la Provincia del Darién y trabajar en una finca de plátanos para poder comer, porque se declaró allí públicamente por radio, que: “... los Sanjur no podían tener ni siquiera el derecho al aire que se respira en Veraguas.”

Tal era el ensañamiento y las persecuciones de que eran víctima los que por asomo, amistad, vinculación familiar o aún por razones humanitarias, tenían relación conmigo. Esto lo declaré recientemente en el Diario La Prensa, con motivo de salir la denuncia de la muerte de García y el coronel Paredes ripostó que mis denuncias eran “puras fábulas,” como si los afectados nunca vivieron tales persecuciones.

El expediente y las acusaciones-

A mediados de Marzo de 1970, logré llevar copia de mi expediente a mi celda y echarle un vistazo en persona, en lugar de depender de las informaciones sobre él. Ya sabía acerca de la posición de mis vecinos quienes trataban de negociar su libertad.

En mi caso hube de admitir mis responsabilidades, las cuales no iba a negar, salvo el caso de los dineros que aparecieron en el pupitre de Silvera, que eran de mi entero desconocimiento, lo cual era inaceptable para mí tener que admitir responsabilidad sobre ello.

Trataron también de que inculpara a otras personas como al Sr Marcel Penso, un magnate azucarero, a Augusto Samuel Boyd y a su hijo Sammy Jr, conocidos hombres de negocios de Panamá. Sammy Boyd me llamó poco antes del 15 de diciembre de 1969 para que le ayudara a recuperar una pieza de repuesto que se encontraba en Aduanas, que era para una lancha deportiva; pero me negué a inculparlo. Yo no iba a hacerme responsable de la suerte de otros por salvar mi pellejo.

Además aprendí a tenerle lástima a Nenzen y a Silvera por sus continuos lloriqueos y lamentos, sobre todo Nenzen, quien no podía aceptar verse entre rejas. De modo pues que mi regreso a la Cárcel Modelo, no siempre fue de todo mi agrado como yo esperaba y a veces prefería regresar a la enorme celda con mi “pequeño reino”, en donde me encontré más tranquilo.

Y en la lectura del expediente, me daba cuenta que no solo cargaba con la culpa de mis vecinos quejosos, sino también con la de toda la Guardia Nacional... parecía que yo era el único, sin ayuda de nadie, que separó a Torrijos de su puesto y que obligué a todo el mundo a apoyarme. Desilusionado y contrariado, escribí a mi esposa y mis hermanos:

- ... Parece, por las declaraciones que ahora leo en el expediente, que nadie más que yo, tuvo participación en la destitución de Torrijos de la Guardia Nacional. Según los declarantes, todo lo hice yo solo... quizá sea un ‘superhombre’ y soy el único que no lo sabe.

Mis Carceleros - Preludios de Fuga-

A principios de Mayo se comentó mucho acerca del discurso que dijo Omar Torrijos en la Población de Puerto Armuelles, Provincia de Chiriquí, con motivo de la celebración del Día del Obreroel 1º de mes; en donde se refirió al sindicalismo obligatorio.

Cuyo anuncio puso “los pelos de punta” a mucha gente, según el comentario de las “Madres”, que era como se les llamaba a las señoras que se encargaban de cuidar a las mujeres detenidas, y quienes decían que en la calle se comentaba con insistencia y con temor de que en Panamá se instalara un régimen comunista con Torrijos. Igualmente comentaba el Sgto. Gilbeto Medina y el Gdia José González.

El Sgto. Medina, un buen hombre y servidor intachable, me hacía comentarios de lo que se decía en la calle o entre sus cercanas amistades. Fue él quien me comentó que cuando “Tito” Ramos fue encarcelado en una de las celdas solitarias, enviado por “Pili” Silvera y antes de ser enviado a ”exilio” al Perú, gritó a todo pulmón una noche diciendo que: “... él no podía permanecer allí por mucho tiempo, porque dos o tres personas iban a caer si él hablaba.”

Y luego de eso, más rápido que inmediatamente, vino el Ing., Demetrio Lakas a verlo y luego de dejarlo tranquilo, hablando en voz muy baja, Lakas se marchó. Medina, un servidor honrado, se daba cuenta de la podredumbre de la dictadura, pero... qué podía hacer él, fuera de un comentario furtivo con quien él podía demostrar su confianza ?

Ramos, para desautorización de Silvera, según se supo más tarde, fue enviado por Torrijos al Perú para que trabajara sus contactos en directo desde allá y enviar más drogas a Panamá.

El Gdia José González, a quien Medina gustaba de llamar “Swing”, pero José prefería que le llamaran “Swim”, con una tez trigueña, fornido y de buena apariencia física; tenía en su rostro las marcas indelebles de cuando fue boxeador y hacía guantes con el famoso pugilista panameño Roberto “Manos de Piedra” Durán.

Los dos en sus ratos de ocio, según cuenta “Swim”, solían robar bombillas eléctricas en el Barrio del Chorrillo de Panamá, para cambiarlas por alguna golosina. Fue “Swim” quien me contó que durante algunos días, la Guardia Nacional ordenó reclutar cuanto maleante hubiese en el Barrio del Chorrillo, para entrenarlos como guardias nacionales. Muchos de ellos iban a robar más tarde con uniforme, emulando a sí a sus superiores.

“Swim” mantenía contacto con mis hermanos y en un gesto humanitario, me trajo en una ocasión una nota de mi hermano Rubén, en donde me decía que había hecho contacto con el amigo Peter Mossack, un alemán que vivía en Panamá, quien me ofrecía ayuda para que escapara de la Cárcel Modelo. Peter proponía la evasión solamente para mí, pues en el plan no se incluía a ninguno de mis vecinos de celda, por lo que mi hermano me pedía mucha prudencia.

Mi primera reacción a la propuesta fue la de mandar un rechazo rotundo y le respondí que yo prefería “...salir cara al sol”. Lo que quería significar que era más partidario de jugarme mi suerte en un juicio porque sabía que estaba del lado de la ley y que tarde que temprano, los hechos me iban a dar la razón porque mis actuaciones no eran ilegales.

Y hasta entonces, consideraba que mi abogado tenía un magnífico caso en sus manos y que podía lucirse logrando que fuese puesto en libertad o ser enviado al exilio. Con mayor razón podían los otros salir libres, ya que me culpaban de todo. Y además, cómo podía yo evadirme del penal sin que los otros se dieran cuenta y denunciarme ?

Muy pronto mi hermano logró hacer contacto con Walter “Baby” MacComas y formaron un equipo, ya que MacComas era compadre de Silvera. Walter trabajaba en la Zona del Canal y su aporte podía ser significativo para unificar criterios con mis vecinos de celda y así se formó un intercambio de ideas y de información.

Posteriormente yo propuse a mi hermano que de organizarse un plan de evasión, debía incluirse a Nenzen y a Silvera, a lo que Nenzen respondió afirmativamente y Silvera a medias tintas -si, pero no-. Pero que con el correr de los días y viendo que las promesas de asilo uno en Venezuela y el otro en España no se cumplían, la idea de evasión fue tomando fuerza.

Yo sabía que la dictadura, tratándose de mí, no tenía ninguna oferta que hacerme, ya que tenía la sentencia sobre mis espaldas de “a-a-a-años en la cárcel”; por lo que tenía solamente dos alternativas: o aguantarme la sentencia a ver si se les ocurría llevarme a juicio, lo que era muy improbable; o jugarme la vida en una evasión, la cual podía tener mayor probabilidad de éxito porque iba a depender de mi habilidad para llevar a cabo el plan y de la ayuda que pudieran aportar los otros.

Ante ésta situación y mientras con “Baby” MacComas y Rubén se unían criterios y planes, yo me inclinaba cada vez más al plan de fuga y para la segunda semana de Mayo, todos estábamos de acuerdo en que la única manera de salir del lugar en donde nos encontrábamos era por medio de la evasión. No existía ninguna otra alternativa en el horizonte, por lo que nos pusimos a trabajar de común acuerdo en ello, aportando cada uno lo que podía y MacComas fue una gran adquisición porque podía conseguir walkies-takies para comunicación a corto alcance, armas y otros equipos a los cuales le pudiera echar mano.

La Hacienda Utive-

A todo esto, poco después de mi regreso de la celda del Cuartel Central, tuve un raro sueño con la Hacienda de Utivé, propiedad de mi cuñado y en donde criaba ganado, hacía experimentos con las razas y con otros cultivos. Pero el sueño resultó ser una realidad y lo que sucedió fue que los que me ayudaban en la hacienda, tuvieron que huir y esconderse, ya que uno fue a denunciar a la Guardia nacional, que camiones habían atravesado los cultivos, causando grandes daños y dejando la marca de las llantas en medio de las siembras.

El denunciante fue puesto preso, le pusieron una capucha oscura cubriéndole la cabeza y se lo llevaron a un lugar extraño para interrogarlo. Las marcas de las ruedas eran de camiones de la Guardia Nacional de Tocumen que indiscriminadamente atravesaban los cultivos, para llevarse las mejores cabezas de ganado y productos de la finca; utilizando como excusa que los hombres que trabajan para mí eran guerrilleros que actuaban en mi favor.

Recordaba meses atrás, cuando me encontraba aún en ejercicio de mi cargo, que unos supuestos guerrilleros atacaron el Centro Demócrata Cristiano localizado frente a la finca, llevándose camas, colchones y otras prendas. Sabiendo yo que no podían haber guerrilleros en la zona, por experiencia propia y teniendo sospechas de que guardias nacionales hicieron el asalto, me encaré a Torrijos, quien admitió haber enviado guardias nacionales para ‘amedrentar a los democristianos’.

La finca de Utivé volvía ahora al tapete público. El ganado, los mejores novillos y vacas, morían por causa de una “extraña enfermedad” decían los periódicos. El trabajo dedicado a la costosa experimentación de cruces para la mejora de la producción con un vigor híbrido aceptable y capaz de ganar peso en un plazo más corto y producir así mayores ganancias, se perdía para siempre.

El kardex manual en donde llevaba todas las anotaciones de cruces, registros de peso, medicamentos, vacunas, alimentos, mejoras en los pastos y en fin, todo tipo de información que pudiera servir a cualquier otro productor, fue decomisado y destruido. Los mismos que pudieron beneficiarse y beneficiar al país con la información allí acumulada, se encargaban de destruirla y de cerciorarse de que Utivé no produjera nada. Parecían ser éstos los mismos ignorantes que participaron en el asalto a la Universidad Nacional y que destruyeron objetos científicos y de laboratorio.

Con las malas noticias corriendo por encima de mi encarcelamiento, se unió otra de mi abogado, quien le comunicó a mi esposa que los costos de mi defensa serían unos quince mil dólares (US$ 15,000.ºº) que nos dejó en el suelo. No teníamos ese dinero, por lo que mandé una nota a ella diciéndole que desistiera del abogado porque no podíamos pagarlo, que viajara lo antes posible a los Estados Unidos a reunirse con sus hijos, que yo vería a ver cómo me las arreglaba.

Pero mi esposa se negaba a abandonarme dejándome solo a la suerte de la dictadura... Ella no podía ver a sus hijos crecer sin la compañía de su padre y con esto, la idea de la fuga se hizo más evidente en mi cabeza.

Necesitaba tener una idea más precisa en cuanto al exterior del penal, sobre todo del otro lado de la gran pared, por lo que pedí que se hiciera una inspección ocular del sitio, para saber con seguridad cómo lucía, los obstáculos que existían y las salidas a la calle. Yo no quería quedar clavado en una barra de acero nos esperara del otro lado si el plan pudiera ser saltando la pared, y además quería saber cuál era el mejor camino para salir a la calle sin ser notado. Yo necesitaba el mayor sigilo posible con los menores obstáculos.

Por regla general, Mayo es el mes de año cuando la temporada de lluvias comienza en el país, lo que nos favorecía en una evasión. Los acontecimientos dentro y fuera del penal, hacían que este mes fuese muy activo. Los anuncios de sindicato obligatorio, los rumores de la calle, los destrozos de Utivé, la cuenta del abogado y otras cosas. Pero lo que más me favorecía eran los aportes de MacComas y la unificación de criterios.

Yo trabajaba con “Swim” con mucha dedicación, lo mismo que los otros, ya que si se quedaba iba a recibir un castigo severo. Yo por mi lado pensaba que podía irme a Venezuela, en donde tenía amigos y a mis compañeros de escuela, quienes podían ayudarme a reiniciar mi nueva vida junto con mi familia en ese rico país.

A todo esto, el sargento Gilberto Medina, a quien “Swim” insistía en llamarle “Boca ‘e Jaiba” y quien supuestamente no debía saber nada de los planes de fuga, me sorprendió un día cuando me dijo: “... no haga nada de lo cual pueda arrepentirse después.” Palabras con las que me dejó sospechoso de que presentía algo de que estábamos en el proceso de preparar una evasión. Pero a medida que pasó el tiempo y conversaba con Medina, me di cuenta de que el bondadoso sargento no sospechaba absolutamente nada de los preparativos de evasión.

El plan de evasión-

Durante las noches y algunas veces durante el día, nos dejaban salir de nuestras celdas y poder así estirar las piernas y los huesos, al igual que en nuestro encuentro con el barbero, quien nos afeitaba en el pasillo. Estos pequeños ratos eran para mí momentos de estudio, anotación y observaciones mentales, pudiendo hacer así un cuadro casi exacto del panorama interno que nos rodeaba y de la situación en donde nos encontrábamos con relación al penal, a las calles y las posibles salidas al “mundo exterior.”

Había observado que detrás de mi celda se encontraba la lavandería del penal y detrás de la lavandería estaba el salón de visitas de los presos comunes, a donde los visitantes entraban por un portón de hierro, guardado arriba del muro por un centinela armado dentro de una garita construida con paredes de piedra.

Aunque la parte externa no era muy desconocida para mí, pues sabía que esa salida o portón se comunicaba a la parte de atrás de un local fabricante de dulces, llamado Gladiola y aunque no recordaba los detalles, sabía también que entre el edificio de la Gladiola y el de la Estafeta de Correos en la esquina de la Avenida “B”, en donde funcionaba el Juzgado Nocturno de Policía en su planta alta, había un solar vacío y frente a la estafeta de correos y el solar vacío, estaba localizado el Cementerio de Panamá, rodeado por un muro.

Del otro lado del portón de hierro, mirando hacia la Avenida “A”, se veía la parte posterior de una estación de gasolina situada en frente del Cuartel Central. Ambos sitios me decía, eran buenos para salir de noche sin ser vistos, y mejor aún, si la salida estuviese protegida por lluvia, de esas que suelen caer durante esa temporada. La lluvia era un elemento importante para la sorpresa, por lo que rogué para que lloviera esa noche.

Me preocupaba qué forma utilizar para neutralizar el centinela de la garita sobre el portón, pues era un problema que había que resolver en una forma no violenta para evitar mayores complicaciones, a menos que me vea obligado a hacerlo; pero jamás pensé que la neutralización del guardia de turno en la garita debía ser por su eliminación física. Había que utilizar cualquier otro medio para no causarle daño a una persona inocente, inutilizándolo por unos instantes mientras nos dábamos a la fuga, al menos que fuese absolutamente necesario.

Decidí levantar un croquis del lugar, para ilustrar a MacComas y a Rubén con relación al sitio en donde nos encontrábamos dentro del penal, señalando las rutas posibles de escape, para así mismo ellos pudieran estacionar el vehículo que nos conduciría a la libertad.

El croquis en mención se componía de un total de siete páginas de una libreta que tenía a disposición. En él se ubicaba una vista general del penal y en páginas subsiguientes se daba la posición de la Estafeta de Correos, el solar vacío, la ubicación de la Gladiola, la estación de gasolina, el gimnasio de la esquina y además llevaba en forma más amplia, el muro con el patio exterior con los tendederos de ropa, la ubicación de la garita arriba del portón y nuestras celdas; el muro con los afilados vidrios en su parte superior y como detalle incluí las lámpara eléctricas que iluminaban el patio durante la noche y que pendían del muro.

Era importante apagar las luces si queríamos actuar con sorpresa, negándole visibilidad a los centinelas de la azotea. También incluía la ubicación de las tinas de lavar, que se encontraban sujetas del muro y las cuales consideré importante porque podían servirnos para escalar el muro.

Al extremo derecho del patio, se encontraba una cerca de láminas de metal, del zinc que se utiliza para techos, que limitaba la visibilidad, pero fácil de salvar para alcanzar el portón.

Conociendo esos detalles, elaboré tres posibles planes de fuga, pero decidí que el mejor era saliendo por el portón de la garita, la cual opté por llamarle garita Nº 4, pero el centinela arriba seguía siendo el obstáculo principal y había que inmovilizarlo en alguna forma. Decidimos ‘cebar’ a los centinelas, ofreciéndoles refrescos, café y otras golosinas durante los turnos en que hacían su servicio, principalmente de noche.

Para ello, Nenzen y Silvera, que poseían buenos termos, en donde podían guardar sus refrescos y para el propósito, guardaban siempre parte de lo que ellos recibían de sus casas para darle a los centinelas.

La mejor forma para salir por el portón era obteniendo la llave, pero como era una llave grande, siempre reposaba en la guardia de prevención del penal, a menos que fuese durante la visita de los presos comunes. Sin embargo, cuando Swim estaba de guardia, a él le era fácil obtenerla furtivamente durante unos momentos; por lo que mandé a buscar masilla para sacar una impresión de la gran llave y también ordené pastillas para dormir... yo quería probar su efecto.

Nenzen y Silvera también aportaban. Ellos habían visto una escalera larga en el depósito de la lavandería, que podía ser utilizada para uno de los planes alternos, apoyándola sobre las tinas de lavar, subir con las colchonetas para ponerlas sobre los filosos vidrios del muro y saltar del otro lado cayendo al solar vacío.

Para llevar a cabo ese plan, había que dormir al guardia de la Garita Nº 4, pero teníamos el problema del guardia de la azotea, quien pudiera sorprendernos. Esta alternativa imponía la necesidad de actuar rápidamente escalando el muro y desapareciendo lo más pronto posible del lugar, pero exponía mayormente al último en escalar.

El otro plan alterno consistía en salir por un hueco que se encontraba en el muro detrás del salón de visitas de los presos comunes. El hueco estaba guardado por una plancha de acero, fijada por un grueso pestillo asegurado por un gran candado al cual no teníamos acceso a la llave o a alguna ganzúa; por lo que si utilizábamos esa salida, tendríamos que romper el candado a golpes y el ruido sería muy escandaloso para una evasión en la cual necesitábamos sorpresa.

La salida conducía a la estación de gasolina, por donde entraban y salían las visitas a los presos. El plan podía ser bueno, porque podía simular una salida de la estación de gasolina, aunque fuese tarde; pero forzar el candado era nuestro problema.

Aproximadamente el 18 de Mayo de 1970, mandé la impresión de la llave del portón que se encontraba debajo de la “garita Nº 4”. La masilla que pedí era de buena calidad, lo que me permitió sacar una buena impresión de la llave, de lado y de punta, aunque casi nos las echa a perder Silvera con sus nerviosidades.

El 21 de Mayo envié a mi hermano el croquis del plan de fuga, en donde le decía que para cualquiera de los planes se necesitaba lo siguiente:

1.- Dormir al guardia de la “garita Nº 4”.

2.- “Swim” tiene que venir con nosotros porque de lo contrario lo van a “crucificar”.

3.- De todos los planes luce más simple el del portón, pero depende del funcionamiento de la llave y el tiempo de efecto de las pastillas.

4.- Saltar el muro luce sencillo, pero llamaría mucho la atención en la enfermería del penal y al centinela de la azotea.

5.- Hay que vigilar la estación de gasolina y el edificio del correo.

Y en el croquis describía los planes Nº 1, Nº 2 y Nº 3: “el muro” , “el portón” y “la plancha” y aunque para ésta fecha no teníamos decidido la fecha de fuga y cuál sería el sitio de reunión, todo dependía ahora del buen juicio de “Baby” MacComas y de mi hermano Rubén.

El 22 de Mayo, el director del penal, mayor Corro, en compañía del director del DENI, hacían una revisión a la Cárcel Modelo en el sector de las celdas solitarias, pues parece que algo se supo.

Todo pareció ser, según me enteré mucho tiempo después, que “El Negro Taitt”, piloto amigo mío, trató de conseguir un avión en Miami para sacarme fuera de Panamá, pero los cubanos con quienes habló en Miami, en vez de ayudar a Taitt, denunciaron la fuga y la tiranía, luego de echar un vistazo, dieron por descontada la posibilidad de fuga. Tuvimos suerte que Oscar Taitt no conocía los pormenores del plan.

En una ocasión en que nos mudaron de sitio a una de las galerías de uno de los pisos superiores, quizá para pasar revista de las celdas solitarias, me hicieron un favor porque pude apreciar desde arriba la mejor ubicación del lugar con relación al área exterior, la ubicación de los otros centinelas del patio, confirmar las horas de relevo y ver el solar vacío.

Y desde que fue construida allá por el año 1936, nadie había logrado escapar de las celdas solitarias o “el sótano”, sitio que era considerado el más seguro de todo el penal. Sin embargo, me convencía una vez más, que era el sitio de donde más fácil se podíauno escapar... y desde arriba, con la tenue luz de la luna, se lograban ver los destellos de los punzante vidrios empotrados en la parte superior del muro, como sirviendo de advertencia para que nadie se atreviera a desafiarlos.

Pero aunque para fines de mayo teníamos todos los criterios unidos y “Pili” Silvera dispuesto a la fuga, aún faltaban algunos detalles como lo eran la coordinación de salida con hora y tiempo de cada fase de la fuga, el punto de reunión y finalmente la fecha. Aproximadamente el 30 de Mayo me llegó un aparato que supuestamente era un transmisor-receptor “hecho-en-casa”, con las instrucciones para su uso; pero la cantidad enorme de barrotes existentes en el penal, hacían imposible su utilización y hubo que descartarlo. En su reemplazo recibí un aparato Walkie-Talkie que funcionó con una recepción legible.

Cuando me llegó la llave del portón, “Swim” fue a probarla y funcionó perfectamente, de modo pues que equipado con la llave, dos armas que envió MacComas, el Walkie-Talkie y las pastillas para dormir enviadas por un amigo médico cuyo nombre es mejor mantenerlo en discreción para no causarle problemas al buen amigo galeno, estábamos listos para la evasión.

Faltaba un último detalle y que consistía en saber el tiempo de efecto de las pastillas soporíferas, por lo que decidí hacer una prueba conmigo mismo y al cabo de corto tiempo, según mis vecinos de celda, dormía como un bendito. Todo el equipo lo tenía “bien guardado debajo de la cama”, pues era mejor tenerlo yo porque si en algún momento llevaban a cabo una revisión de celdas y llegaban a encontrarlo, prefería recibir solo el castigo a que fuera sometido y liberar así de culpa a mis llorones vecinos.

El arrepentimiento de Silvera

Pocos días antes de la evasión, le pedí al Padre Crestar Durán la bendición para lo que “iba a hacer”, y el buen sacerdote me bendijo y me encomendó al Señor, sin saber de qué se trataba. Me alegré de saber que el Sacerdote confió en que la bendición iba a ser utilizada para una buena obra. Y los planes continuaron así, mientras Nenzen parecía totalmente decidido a continuar adelante, pero era ahora Silvera quien se arrepentía.

El día 3 de Junio de 1970, “Pili” escribió un carta a su compadre MacComas en donde le decía: “... aparentemente mis compañeros piensan que tengo miedo a saltar la muralla, pero más sabe el diablo por viejo que por diablo...” en dicha carta, que llegó a mis manos por fuente de Rubén, mencionaba otras razones familiares.

Tal comportamiento de Yo-Yo en donde hoy estaba de acuerdo, pero mañana se arrepentía, era una situación peligrosa que me tenía preocupado y contrariado; tanto es así, que le perdimos la confianza y le decíamos poco.

Me parecía Silvera tan iluso en creer en las promesas que le hacían, que algunas veces se veía de nuevo con el uniforme de coronel... no era más que el mismo comportamiento de los oficiales que aprobaron la apertura democrática quienes estuvieron de acuerdo hoy y al día siguiente dijeron que nunca estuvieron de acuerdo... “pobre país”.

Por mi parte yo no podía dar marcha atrás y soy de los que cuando toma una decisión me muero con ella, al menos que me convenzan razonablemente de lo contrario.

Y estos eran los momentos en que estaba totalmente decidido a evadirme de las narices del tirano y nada ni nadie iba a convencerme ahora de lo contrario. Esto no era un juego de niños, pues estábamos arriesgando la vida y el más comprometido era yo tenía el equipo debajo de mi cama... no era ninguna broma.

Ya había pasado por la experiencia de asociarme con hombres indecisos, que nos condujo al gran fracasoy ahora no estaba dispuesto a fracasar, pues sabía que estaba condenado por el decreto Paredes-Flores de “a-a-a-años en la cárcel”.

Aun cuando yo tenía un panorama bastante claro en cuanto a la situación aunque no tenía los datos completos de la visión exterior del penal en cuanto al camino exacto por el cual íbamos a seguir, solamente me faltaba fijar la fecha la cual decidimos tentativamente para el 6 de Julio.

Silvera mandó a pedir el barbero en una fecha fuera de la que el hombre acostumbraba venir, lo cual era una locura y que llamaría la atención de inmediato; por lo que tuvimos que reprenderlo y pareció quedarse tranquilo, por lo menos en apariencia. A todo esto, yo desconocía, para entonces, de las cartas que enviaba a sus familiares, contrarias a su compromiso de fuga adquirido con nosotros.

Por razones cuyas causas no recuerdo, pero aparentemente porque Peter Mossack lo pidió, se pospuso la fecha de evasión para la noche del día 8 de Junio, durante el turno de “Swim”, quien amanecía esa noche y fijamos la hora tentativa para las 0:30 Hrs del 8 de Junio, treinta minutos después de su relevo y me di cuenta después, que fue muy prematura, pues debió fijarse por lo menos a la 01:00 Hrs.

Hice una revisión del estado del tiempo y todo parecía que íbamos a tener lluvia para esa noche, todo marchaba bien pues “Swim” relevaba al Sgto. Medina y el guardia “Purio”, sobrenombre que le daban por el nombre de su pueblo natal, entraba se servicio en la “garita Nº 4” a las 12 de la noche. Todos procedimos a prepararnos, yo tenía mi ropa oscura y misbotines de gamuza también oscuros, que había pedido hacía algún tiempo “para vestirme mejor cuando me citara el Sr Fiscal.”

Una vez se instaló “Purio”, y hay que darle el mayor mérito a “Swim” quien en todo momento estaba pendiente de cada paso y cada detalle, le preguntó al centinela que si le gustaría un vaso de refresco. El respondió que “sí, que le gustaría probarlo”. Yo tenía seis pastillas para dormir pulverizadas, se las añadí al vaso con el refresco y aunque revolví suficiente, temí que parte se quedara en el fondo, por lo que le mandé a decir a Purio que revolviera bien pues tenía azúcar en el fondo.

El buen hombre se tomó todo y devolvió el vaso vacío poco tiempo después. Eran aproximadamente las 00:15 Hrs (12:15 AM) cuando Purio tomó su refresco, Nenzen comenzaba a prepararse, “Swim” estaba listo, pero no veía ningún movimiento de que Silvera estuviera haciéndolo y al preguntarle lo que sucedía, me respondió lo siguiente:

- Es mejor que se vayan Uds., yo no voy...

La respuesta me encabritó, sentí que los pelos de la nuca y del “espinazo” se me erizaban de la cólera. Ira que no podía descargar para no hacer ruido y echar a perder todo el plan, por lo que insistí...

- Silvera, es mejor que te alistes... pero de nuevo replicó.

- No... yo no voy... déjenme aquí, yo...

“Pili” Silvera podía estar muriéndose de miedo, pero habiendo pasado por las traiciones recientes por desear la libertad de mi país, confiando en la integridad de mis compañeros, me negaba a creer que después de estar todos de acuerdo, a Silvera le temblaran las piernas cuando llegó el momento de la verdad.

Por mi cabeza pasaron vertiginosos pensamientos mientras trataba de calmarme. Pensé, con justificada razón, que Silvera bien podía haber denunciado la fuga y ahora buscaba la forma de quedarse mientras los demás nos metíamos camino del matadero, en una emboscada.

Y aún en el mejor de los casos y suponiendo que Silvera no hubiese denunciado la evasión, él podía posteriormente alegar que trató de disuadirnos y que nos negamos a escucharlo, y con ello ganar canonjías.

En medio de la ira contenida, me encaré a Silvera y le dije:

- Mira Pili, tú conoces todos los detalles del plan porque has participado en ellos. Tú has aprobado todos los movimientos que se te han consultado y hoy precisamente, hoy, el día de la ejecución, te niegas a participar ? Eso está sospechoso !

- N... no... yo no voy... déjenme aquí amarrado y amordazado.

Peor aún, me pedía que le dejara resuelto su futuro. Y pensando lo peor, que Silvera nos mandaba al matadero para salvarse él, le respondí con una amenaza:

- Mira Silvera, te repito que tú conoces todos los pormenores del plan, éste no es el momento para arrepentirse. Si quieres quedarte te quedas muerto y si quieres quedar con vida vienes con nosotros. Tú escoge !

La suerte estaba echada. Nos estábamos jugando la vida y el riesgo teníamos que correrlo por parejo y este no era el momento en que podíamos permitir que al alguien se le aflojaran las piernas. Pero recordé también que Silvera no estaba arriesgándolo todo solo, que su compadre MacComas estaba esperándonos afuera en compañía de mi hermano Rubén y que si por alguna razón había urdido alguna traición, había traicionado también a su compadre; por lo que pensé que Silvera lo que estaba era muriéndose de MIEDO. Y finalmente con las amenazas hasta de “Swim”, “ Pili” comenzó a prepararse.

Mientras todo esto sucedía, las comunicaciones con MacComas, iban y venían por medio del Walkie-Talkie. Yo había decidido esperar porque “Purio”, a pesar de la alta dosis, era duro de dormirse y no quise que el auto se situase demasiado temprano al lado del edificio de correos, en donde acordamos el sitio de reunión, para no despertar sospechas. Pero cuando el centinela se quedó dormido, lo hizo como un fardo de plomo.

Asentado ya Silvera y listo Nenzen, les entregué un arma a cada uno. Yo tomé una canasta en donde tenía la Biblia abierta en el Libro de los Salmos, y el Salmo decía:

“Quien habita al abrigo del Altísimo

morará bajo la sombra del Omnipotente... “

Mientras tanto, “Swim” Salió al patio y llamó...

- Purio... ! Purio... ! Se oyó la voz de González en medio de la noche, como otras veces lo había hecho, de modo que no fuese muy alto y que solamente él pudieraoírlo, y al no recibir respuesta, regresó adentro y nos dijo:

- Señores, llegó la hora... Purio está dormido.

Antes de ponernos en marcha y teniendo la certeza de que Panamá iba camino del comunismo, Nenzen sugirió, dejar a última hora un mensaje en alusión de las prisiones soviéticas y rayamos las paredes con los nombres de “Prisión La Butirka”, “Prisión Vladimir”, Etc. y tomamos rumbo al portón de hierro por donde entraban las visitas de los presos comunes. Arriba, en la garita Nº 4, Purio roncaba y la enorme cerradura cedió ante la presión de la llave, la puerta se abrió y salimos todos al “mundo exterior”.

Me eché la llave al bolsillo y la puerta quedó abierta. Pensé posteriormente que fue un error en haber dejado el portón abierto, para poder convertir la fuga en un enigma, pero como teníamos prisa de desaparecer del lugar y seguir a “Swim” quien servía de guía en la oscuridad, me olvidé del portón y de ahí en adelante, ya nadie miró atrás. Estábamos camino de nuestra propia libertad, ganada, no concedida, trabajada con el sudor y la paciencia de aproximadamente tres meses y medio de planeamiento metódico.

No le iba a deber a la tiranía, la clemencia de dejarme en libertad cuando les viniera en gana y tampoco iba a dejarle saborear el regocijo de dejarme “a-a-a-años en la cárcel” de acuerdo a la sentencia del “Juez Paredes”... ahora había que mirar hacia adelante y ver lo que me esperaba.

En el mundo exterior

Fuera de la Cárcel Modelo y siguiendo a González en la oscuridad, lo perdí por unos instantes en medio de la penumbra que rodeaba al lote vacío y luego de un sonido sordo, lo encontré en el fondo de un hueco que había en el lote, cubierto por la maleza. “Swim” había caído y luchaba por subir, pero como todos lo seguíamos cual corderos al amo, hicimos la absurda maniobra de entrar al hueco y salir de él, en lugar de sortearlo y ganar tiempo.

Era por eso precisamente, que necesitaba que se hiciera un reconocimiento de la parte exterior, para proceder sin demoras. Al salir del hoyo, avistamos el automóvil en donde nos esperaban Rubén, quien se encontraba al volante y MacComas a su lado.

Sobre la marcha, “Swim” se apostó en la esquina del correo mientras yo entraba al auto, pero en el momento de hacerlo, un cabo de la Guardia Nacional, que Swim identificó como Cornelio y quien bajaba del Juzgado Nocturno que se encontraba en el piso superior, nos reconoció y sorprendido por nuestra presencia, gritó para llamar nuestra atención y se apostó en la esquina del cementerio y comenzó a disparar.

Detrás mío entraron Nenzen, Silvera y de último ”Swim” quien nos protegió sin siquiera disparar un sólo tiro, ya que González iba a contestar el fuego, pero Nenzen lo conminó a olvidarse de Cornelio y que procediera a subir al auto.

Los impactos de bala sonaban en el auto, pero Rubén con absoluta sangre fría bajo circunstancias tan peligrosas, maniobró el automóvil en dirección hacia el Cuartel Central y afuera, el Tnte Saravia se unía al tiroteo. Sin prisa ni aspavientos, pasamos por la Avenida “A”, frente al edificio que antes fuese mi oficina y nos condujo a la estación de gasolina de Balboa, en donde minutos después nos reunimos con Peter Mossack, quien nos esperaba.

Un rápido reconocimiento al auto que condujo Rubén, mostró impactos de bala en varios lugares; pero el que más llamó lo atención fue la de un impacto de plomo en el soporte de la puerta trasera izquierda, cuya localización, si hubiese pasado un centímetro más atrás, le habría dado impacto a mi hermano en toda la nuca y jamás hubiésemos podido salir de allí con vida.

Tuvimos suerte, pues si mi hermano Rubén se hubiese apurado un segundo más, la bala irremediablemente le habría golpeado de lleno en la nuca y si no hubiésemos tenido la demora de entrar al hueco en el solar vacío, Cornelio jamás nos habría descubierto y la evasión hubiese sido descubierta en la mañana siguiente. Por otra parte, di gracias porque el auto no se incendió con el impacto que golpeó el tanque de gasolina y veníamos chorreando gas durante el trayecto... Y recordé el Salmo en la Biblia abierta”

“Quien habita al abrigo del Altísimo...”

Años después, con ocasión de visitar a Panamá en busca de información para mi libro, quise entrevistar a Cornelio quien se encontraba trabajando como guardia de seguridad en la Piscina Olímpicade Juan Díaz. Fue él quien me informó que el Tnte Saravia se unió al tiroteo contra nosotros y creían que alguno en el auto había sido herido o estaba muerto, pero afortunadamente, todos salimos ilesos. Tiempo después, supe que Cornelio (QEPD) estaba enfermo de cáncer.

Fuerte Amador, Zona del Canal-

Rubén se retiró en compañía de MacComas y llamó a mi esposa quien se encontraba lista en espera del éxito de la operación, para refugiarse también en la Zona del Canal, que era el único lugar en donde los panameños en contra de la tiranía podíamos tener mayor seguridad, sin saber aún del grado de compromiso que tenía el Tío Sam con el dictador.

Mientras Mossack se hizo cargo de nosotros y nos condujo a Fuerte Amador en la Zona del Canal, en donde nos dejó solos frente a un edificio... de la C.I.A.? Sabía que nos encontrábamos en Fuerte Amador y sabíamos que la agencia tenía sus oficinas principales allí, pero nunca estuve en el edificio y no sabía de su ubicación, por lo que no puedo decir con certeza si el edificio a donde fuimos era en realidad la agencia.

Aunque al parecer a nadie le preocupaba en dónde nos encontrábamos y celebrábamos entre nosotros el éxito de la evasión, encontré a “Swim” sombrío, pues nunca pensó que Cornelio, a quien consideraba su amigo, iba a disparar contra él. Debió darse cuenta de que nos jugábamos la vida.

De regreso, Peter nos condujo a un lugar cercano a la Policía de Balboa, con instrucciones de presentarnos allí a solicitar asilo, declarando nuestra condición de evadidos de la Cárcel Modelo. Instrucciones que seguimos y la policía nos recibió. Pero aún faltaba otra batalla por ganar, y que iba a ser nuestra salida de la Zona del Canal hacia el destierro.

Yo sabía que el 470 de Inteligencia del Ejército estaba situado en el Fuerte Clayton y que la C.I.A. estaba localizada en Fuerte Amador, pero en ninguno de los casos conocía el edificio en donde se encontraban y me preguntaba si Peter sería de la SS alemana como me dijera anteriormente o si en realidad trabajaba para la C.I.A.

Mil preguntas me asaltaban y si la C.I.A. había participado en ayudarme a salir, ellos pudieron haber hecho la llave. Pero en realidad qué interés pudieron haber tenido en mí o en alguno de los evadidos la agencia o la SS alemana ?

Como el régimen de Torrijos propagó la noticia de que la CIA había llevado a cabo el plan de fuga, es necesario dejar claro el papel que jugaron McComas y mi hermano Rubén, quienes nunca estuvieron en contacto con la agencia y si el trabajo que llevamos a cabo internamente también lo hizo la CIA. Las preguntas que pudieran resaltar para una persona avezada en estos asuntos y aparecen a primera vista en éste caso son las siguiente:

- Qué podía Amado Sanjur o cualquiera de los evadidos representar para la CIA ?

- Tenía alguno de nosotros alguna información valiosa que pudiera ser de utilidad ?

- Por qué cuando debieron ayudar no lo hicieron y tener que evitar esto ?

- Qué papel estaba jugando el dictador en el asunto de Panamá, que no se intentó evitar su regreso a l Istmo y por el contrario se le dio toda clase de ayuda, después de que se le aseguró a Rudy Vallarino la ayuda para nuestro grupo ?

Como verá el lector más adelante, mi acción en apoyar a La Junta para la remoción de Torrijos, lo que les trajo fue una complicación en sus planes; por lo que la respuesta me pareció posteriormente muy sencilla: yo constituía un problema para la dictadura estando en la cárcel, mi esposa se había convertido en activista contra el régimen; mientras que el Tío Sam le daba todo el apoyo a Torrijos por medio del influyente grupo Rockefeller y no les convenía que yo me convirtiera en algo peor que una piedra en el zapato para la dictadura. El problema principalmente, era de tipo legal.

Era por eso, tal vez, que el plan de evasión era solamente para el autor. Los otros no tenían ningún valor para ellos. Y aun cuando el análisis no deja de ser una conjetura, es una conjetura lógica. Fue por eso, que establecieron un equipo para vigilarme en los Estados Unidos y negarme toda ayuda futura, que pudiera ir en contra del tirano.

La Cárcel de Gamboa-

Luego de nuestras declaraciones fuimos enviados a la Cárcel de Gamboa, escoltados por la Policía de la Zona del Canal, en donde fuimos alojados en el salón de clases de ese penal, que contrario a la Cárcel Modelo, en donde en el sótano solamente se veían barrotes de hierro por doquier, Gamboa era un sito tranquilo en donde se podía apreciar el bello panorama tropical.

Gamboa no era el alojamiento deseable, pero tampoco podíamos aspirar a ser alojados en el mejor hotel pues teníamos que darnos cuenta de nuestra condición de refugiados. Además para esa fecha aun no sabía la clasificación de peligrosos, por encontrarnos en contra de la dictadura.

Del otro lado, en “La República”, la reacción del régimen no se hacía esperar y salieron a relucir toda clase de epítetos en contra nuestra, tratando de desacreditarnos hasta en lo personal, mientras el llamado Estado Mayor se halaba los pelos y arremetía en contra de Corro, el Sgto. Medina y el pobre Purio, pagando el precio de la ira. Y así, las noticias corrían por todas partes:

- “... coroneles quese evadieron de la Cárcel Modelo, pagaron grandes sumas de dinero al “sargento” José González, alias ‘Swing’...”

Otra vez el dinero, me decía yo. Esta gente no tiene la capacidad de medir las cosas sino por el dinero. No son capaces de ver la otra cara de la moneda y poder aprender a medir toda acción con otra escala.

Y mientras las noticias corrían por la televisión a mediodía, el salón de recreo de la Cárcel de Gamboa, en donde se encontraban reunidos los reclusos de ese plantel, se venía abajo de júbilo con la noticia, pues los presos allí celebraban como suyo el éxito de nuestra evasión. Fue para mí motivo de satisfacción interno, saber que otros celebraran por nosotros lo que no podíamos hacer públicamente.

Pero la tiranía no se quedaba con los brazos cruzados y hacía todo lo posible por lograr que fuésemos enviados de regreso, pidiendo nuestra extradición y se supo que una de las excusas era la de haber dado muerte a un guardia durante la evasión, pero cuando la Policía de la Zona del Canal inspeccionó las armas que llevábamos en el auto se encontró que no habían sido disparadas, ni siquiera la del guardia José González; por lo que era imposible que los que huíamos, podíamos haber dado muerte a alguien...

Bueno si no mataron a alguien, vamos a pedirlos por traidores a la patria; pero...a qué patria traicionamos? Bueno, entonces por ladrones; sin embargo no aportaron ninguna prueba, porque si utilizaban el argumento de los dineros en el pupitre de Silvera, el dictador iba a quedar implicado en un litigio legal.

Con los buenos auspicios de algunos policías de la Zona del Canal, logramos por primera vez en tanto tiempo, reunirnos con nuestras esposas. Desde el 14 de Diciembre de 1969 no veía a ”Terín,” quien me puso al corriente de varias cosas, sobre todo familiares. Ella, tan pronto recibió la llamada de mi hermano Rubén, se puso en marcha y se refugió en casa de unos amigos nuestros en la Zona del Canal y con ello logró burlar a los sicarios de la tiranía, quienes fueron a buscarla para ponerla presa y tenerla como rehén.

Uno de éstos, a quienes se le encomendó la captura de mi esposa, me dijo en la entrevista que le hice, que efectivamente tenían órdenes de captura para ella y cuando le pregunté si podía revelar su nombre, prefirió ocultarlo; por lo que le doy las gracias por la entrevista y respeto su deseo.

La Prisión Juvenil de Gatún

La estadía en Gamboa no iba a durar mucho, pues a los pocos días nos mudaron de local enviándonos a la Prisión Juvenil de Gatún, otra población dentro de la Zona del Canal, del lado atlántico, cercano a la ciudad de Colón y al Lago Gatún.

El viaje por lancha por el Lago Gatún, que le provee agua al canal, no era muy largo tampoco. Gatún no se encontraba muy distante de Gamboa y el nuevo local no se encontraba en uso, por lo que éramos los únicos inquilinos en ese lugar y nos sentíamos lejos de la civilización. Y aunque teníamos plena libertad de movernos dentro del ámbito asignado, nos encontrábamos nuevamente entre barrotes.

Fue aquí en donde “Pili” Silvera finalmente perdió el control, por pensar que las autoridades norteamericanas optarían por enviarnos de regreso a Panamá.

Silvera lloró desconsoladamente y Nenzen, González y yo tuvimos que apelar a toda clase de argumentos para que se calmara. El Sgto. Chase de la policía zoneíta, quien hablaba el español, escuchó los lamentos de Silvera y me llamó la atención cuando oyó claramente cuando Silvera dijo:

-”... éstos Gringos hijos de la gran puta nos van a entregar a Panamá...”

- Afuera, me dijo Chase, hay personal que entiende el español y muchos simpatizan con ustedes, pero las expresiones de Silvera produjeron un sentimiento adverso a quienes trataban de ayudarnos dentro de lo que podían, dándonos protección y trayéndonos los alimentos. Pero afuera no se sabía de parte de quién venían los lamentos, por lo que todos éramos culpables del mismo.

Pero los presentimientos de Silvera no eran del todo infundados, pues en efecto, logramos saber que la dictadura hacía todo lo posible para que fuésemos enviados de regreso a Panamá por medio de las gestiones que hacían ante la Secretaría de Estado de los Estados Unidos, que se encontraba según supimos, partidaria de nuestro extradición y en favor de la tiranía, pero que la Secretaría de Justicia se encontraba en nuestro favor y nos defendía, por lo que le he dado muchas veces las gracias a nuestros defensores desconocidos.

Y mientras se ventilaban todas éstas diligencias de tipo legal internacional, nosotros sufríamos el encierro en la Prisión de Gatún. Y “Swim”, quien en condiciones de libertad, gozaba del oficio de ser nuestro carcelero, se convertía ahora en compañero de infortunio.

A fines de Junio de 1970, nos hicieron llegar maletas y equipos de viaje y todo parecía que se habían logrado salvar los últimos obstáculos para poder salir al exilio y poder así viajar a los Estados Unidos a encontrarnos con nuestros familiares y decidir nuestro futuro, si continuar en Estados Unidos o irnos a otros lugares.

El SS Export Aide - Camino del Destierro-

El 27 de Junio, el vapor de carga y de pasajeros “SS Export Aide” de la Isbrandsten Lines, Inc., se movía lentamente con rumbo Norte por el canal. El capitán Edward L. Jungerheld, mientras descansaba durante el trayecto, permitía que un Práctico tomara su lugar y condujera su nave durante la corta travesía por la vía interoceánica.

Jungerheld sabía que tenía que recoger unos pasajeros durante la marcha, para ocupar algunos de sus camarotes vacíos en la torre del barco, pero no sabía quiénes.

El Export Aide se acercó a las Exclusas de Gatún, unos remolcadores llamados “Mulas” lo engancharon y toaron al interior de la exclusa y lo aseguraron para iniciar el lento proceso de bajarlo al nivel del Mar Caribe para que el carguero siguiera rumbo a su destino en Hoboken, New Jersey, USA; en donde quedaba su base de operaciones.

Mientras el Export Aide se acercaba a la Exclusa de Gatún, nosotros recibíamos la orden de prepararnos para abordar un barco, pero no se nos dijo cual ni dónde. Una vez listos, nos llevaron por carretera hasta un pequeño muelle para abordar una lancha que nos llevó a estribor del Export Aide, que se encontraba ya navegando el último tramo del canal, rumbo a alta mar. Tiramos nuestras maletas a bordo y saltamos al barco para luego ocupar nuestros camarotes.

El Export Aide, el cual sería nuestro refugio por varios días hasta nuestra llegada a los Estados Unidos, era uno de esos barcos de carga y de pasajeros, que llevaba solamente carga hasta que se encontró con nosotros, quienes seríamos los únicos pasajeros hasta su llegada a Hoboken.

Muy pronto hicimos buenas migas con la tripulación, que era muy atenta y algunos de origen hispano que hablaban español. Pero la alegría que sentía de verme sin ninguna reja alrededor se iba disipando a medida que veía la costa de mi patria alejarse y alejarse para convertirse en una vaga nube y con ello, la nostalgia me embargó.

Pensaba en los hombres que abandonaban su país sin ningún apremio para establecerse en otro, pensaba en aquellos que abandonaban su patria por no tener oportunidades económicas. Pero el caso mío era otro...Yo me veía obligado a abandonar mi país porque no podía vivir en él sin ser perseguido.

Un torbellino de pensamientos de golpe me rodeaba, pensando en mis años de niño feliz en la finca de mi padre allá en Bugaba, en la Provincia de Chiriquí; pensaba en mis años de escuela y en mis compañeros venezolanos de la Promoción Araure.

Y aunque quería mucho a Venezuela y le llamo mi segunda patria, Panamá era para mí la madre de mis sentimientos... Cuándo volveré ? Y en medio de la angustia que me producía el torbellino de pensamientos, comencé a recitar lo que me recordaba de la composición poética “PATRIA” del famoso poeta panameño Ricardo Miró, que incluyo al final por si el amigo lector se interesa en leerla y apreciar su significado ante tales circunstancias. Y como si estuviese en un trance, comenzaron a salir rimas de mis labios:

“Oh Patria tan pequeña tendida sobre un Istmo...”

donde es más claro el cielo y es más vibrante el sol”

“... Revuelvo la mirada y a veces siento espanto

cuando no veo el camino que a ti me ha de tornar

quizá nunca supiera que te quería tanto

si el hado no dispone que atravesara el mar...”

Y por primera vez en tanto tiempo, salieron lágrimas de mis ojos. Lágrimas de dolor, lágrimas de pasión, lágrimas contenidas, lágrimas a solas... lágrimas de hombre!

La buena disposición de “Swim” y la de mis compañeros, me sacaron de ese estado en que me encontraba y aunque esa noche irremediablemente teníamos que tomamos unas copas para celebrar en alta mar, por el resto de nuestro viaje no me sentía el que yo acostumbraba ser.

Al día siguiente revisé mis papeles para cerciorarme de que todo estuviese en orden, ya que no había tomado el tiempo necesario para hacerlo. Encontré que mi pasaporte panameño Nº 96819, documento de viaje expedido el 14 de Agosto de 1968, con el cual viajé a Guatemala para representar a mi país en la COPECODECA el día 6 de Enero de 1969 y que contenía también la visa Nº: 00905 otorgada por la Embajada de los Estados Unidos en Panamá cuando otrora me encontraba en buenos términos.

La visa válida hasta el 1º de Abril de 1974, ahora se encontraba cancelada. Pero no conforme con ponerle el sello de “CANCELLED” una sola vez, éste aparecía impreso cuatro veces como para que no hubiese motivo de confusión. Además de eso, aparecía una previsión escrita en máquina y subrayada, que decía:

“Cancelada por el Secretario Ejecutivo de la Zona del Canal, Balboa Heights, Zona del Canal, y reemplazada por una visa de no-inmigrante (B-2) de una sola entrada, a solicitud del Departamento de Estado. (Ver página 15) “ [*]

Así con el subrayado, la visa normal que se encontraba en la página 13 del pasaporte, fue transferida a la página 15 y reemplazada por la Nº 457 expedida en la Zona del Canal por el Assistant Executive Secretary of the Canal Zone, Mr. Robert F. Jeffries (parece leerse) con fecha de 26 de 1970, válida solamente hasta el 31 de diciembre de 1970. Esta nueva visa tenía también una previsión subrayada que decía:

“No debe ser renovada sin la autorización del Departamento de Estado.” [*] Véase copia adjunta de mi pasaporte y de la visa en mención.

En otras palabras, me cancelaban la visa otorgada por cuatro años enla Embajada de Panamá y en su reemplazo me imponían otra de “paria”, cuya validez era por solamente seis meses, que conjuntamente con la previsión del Departamento de Estado, me convertían en individuo sin libertad, en un “objeto de control”.

Lograba darme cuenta de que aun cuando me escapaba de la Cárcel Modelo y aspiraba respirar aires de libertad en la democracia del norte, no lograba escaparme de las garras de la dictadura, pues me encontraba con una “libertad condicionada” bajo el control de los amigos del dictador.

Y aunque preferí callar por no saber lo que me esperaba, me preocupaba lo que pudiera pasar, sin tener conocimiento de que por mucho tiempo iba a ser vigilado por las autoridades federales y hasta intimidado por el mismo sistema del cual yo pensé que podíamos recibir ayuda para recuperar nuestra libertad.

El viaje fue tranquilo e interesante. Las cristalinas aguas del Atlántico, de color azul profundo algunas veces y de tonos turquesa en otros tramos, fueran para mí panorama familiar cuando años antes atravesé el mar, siendo cadete en la compañía de mis compañeros venezolanos para desfilar en la Ciudad de Nueva York.

A medida que nos acercábamos al Paso de los Vientos, mi pequeña radio portátil recibía solamente las potentes radioemisoras cubanas, cuyos programas eran alusivos a su revolución y al paraíso en que vivían los habitantes de esa isla.

Me hizo pensar, que no me gustaría vivir en un paraíso del cual tuviera que escapar, como lo hacían miles de cubanos para llegar a tierras de libertad. Y así como nos alejábamos del Paso de los Vientos, rumbo Norte, se desvanecían también los mensajes del paraíso revolucionario y nos acercábamos cada vez más a hacerle frente a nuestro destino.

Al amanecer del día 3 de Julio de 1970, el Export Aide se acercaba a rada de destino, arribando a Hoboken para terminar así otra etapa de sus recorridos por los mares. Al retirarnos del barco, el oficial de migración que procesó nuestras entradas, nos dio instrucciones de no hablar nada y de no hacer declaraciones a nadie, orden mordaza que cumplimos al pie de la letra, por lo que esquivamos la prensa y televisión que nos esperaba y nos retiramos en un auto que proporcionó unos amigos de Silvera de Nueva York.

Al día siguiente partí hacia Miami a reunirme brevemente con mis hermanos y salir de inmediato hacia San Francisco a reunirme con mi esposa y mis hijos. El vuelo a San Francisco me pareció tan largo, que era casi como volar de Buenos aires a Panamá... tenía impaciencia por llegar.

Reunirme con mi esposa e hijos en el Aeropuerto de san Francisco, fue algo fuera de éste mundo, después de pasar varios meses incomunicado y convertido en una escoria humana, para encontrarme nuevamente “libre”.

Por varios años viviríamos en San José, California, lo que iba a ser para nosotros una nueva experiencia y habría que hacer ajustes mentales y económicos. Y luego de varios años en exilio, de las experiencias vividas y de tener la colaboración de Rudy Vallarino y de leer el borrador de su libro “Estampas de la Época”, me doy cuenta de que yo era una “papa caliente” para la dictadura; algo más que una piedra en el zapato. Una situación poco deseable para los agentes del Tío Sam, quienes necesitaban de la popularidad del dictador para llevar a cabo sus planes.

Era entonces entendible, que ellos participaran en apoyo de la evasión, facilitando la hechura de la llave del portón, aun cuando el amigo Jorge Liakópulos pagó por la hechura de la llave y otras cosas. Había que desinflar el globo que se hacía cada vez más grande y peligroso para sus planes en favor del dictador y sus negocios internacionales.

* * * * *

Experiencias propias del Autor.

Colaboración de Jorge A. Vallarino.

Expediente levantado.

Copia del pasaporte y visa en mención.

Desde el exilio

La corrupción perenne-

El historiador David MacCullough en su libro “Path Between the Seas” -Sendero entre los Mares- (Pág. 112) escribe acerca de un capitán de barco norteamericano, quien a comienzos de la fiebre del oro en California estuvo en Panamá, describe a Panamá y a los panameños de la siguiente manera: “... Panamá es un viejo pueblo miserable... las casas están deterioradas y las Iglesias se caen.” “... la mayoría de la gente es deficiente en sus altos atributos morales.”

Esto era lo que pensaba de Panamá y de los panameños un “vaporino” allá por el año 1850. Panamá era un país que luego de sus años de esplendor durante la colonia española formando parte de la Nueva Granada, quedó relegada a su suerte por la corona. Durante las guerras separatistas se unió a la Gran Colombia fundada por el Libertador Simón Bolívar y al desintegrarse ésta unión, el Istmo Panameño quedó formando parte, como Dependencia olvidada de Colombia.

Poco tiempo antes de que comenzara la fiebre del oro en California, el año 1840 había sido el escenario de una gesta separatista, por la cual los panameños querían su independencia de la antigua Nueva Granada. Pero Panamá, cuyos medios de subsistencia dependían de los negocios con el extranjero, se encontraba en ese momento sola en medio del mundo por lo que las circunstancias de no poderse mantener por sí misma la obligaron a reincorporarse a Colombia y permanecer relegada al olvido.

Pasarían muchos años para que los panameños lograsen su separación de los antiguos neogranadinos y verse formando parte de las naciones del Continente Americano. A más de un siglo después que pasara el aludido “vaporino” por el Istmo, cuando Panamá se encontraba separada de Colombia hacía ya 65 años, los militares panameños se adueñaron del poder y proclamaron “acabar con la corrupción” [véanse los Postulados de la Revolución].

Pero la llamada “Revolución” no solo no hizo ningún esfuerzo por erradicar la corrupción que dijeron combatir, sino que sumieron al país en el foso de la mayor corrupción jamás vista en la historia del Istmo. Tal corrupción servía a los militares como fuente de poder y de dominio. Tal era entonces, que al no existir ninguna separación de Poderes del Estado, como es lo normal en una democracia, toda decisión quedaba en manos del tirano.

Nada podía hacer una Cámara Legislativa o un Poder Judicial sin la anuencia de los militares, por lo que los más elementales derechos humanos, como eran el derecho a la vida, a la libertad y el derecho a la justicia, quedaron conculcados al antojo. Se otorgaron concesiones antojadizas a grupos o individuos por favoritismo político o personal.

Se hicieron ejecuciones criminales como lo fueron los asesinatos del Lic., Rubén O. Miró Guardia, el Sacerdote Héctor Gallego, el Dr. Hugo Spadafora y otros. A muchos favorecidos por la tiranía se les estableció negocios, mientras que los que eran perseguidos se les extorsionaba con dinero y hasta se les llevó a la bancarrota o irremediablemente tenían que ir al exilio.

- Qué comentario hubiese podido hacer el “vaporino” aquel, si hubiese venido a Panamá durante los años de dictadura?

Siendo yo teniente y estando próximo a casarme, conocí a un tío de mi futura esposa, el Profesor Cristóbal Adán de Urriola, ya retirado y autor de varias obras. Enfermo como se encontraba, me tocaba a mí llevarlo a veces de visita a sus familiares de la Población de Arraiján y durante esas giras aprovechábamos para conversar de todo un poco.

La confianza lo llevó a contarme algunas aventuras de cuando se encontraba activo en la política, por lo que me enseñó los sitios en donde solía esconderse en la Zona del Canal cuando la policía panameña lo buscaba para ponerlo preso por ser partidario del líder político Arnulfo Arias.

En nuestras conversaciones surgió el inevitable tema de la corrupción en Panamá. Contrario al criterio del “vaporino” aquel que visitó Panamá durante los años de la fiebre del oro en California, Cristóbal Adán decía que fueron los Gringos los que corrompieron a Panamá.

- Quién tenía razón, el capitán “vaporino” o el Profesor ? A lo mejor ambos, pero el Profesor se refería más que todo a la corrupción política.

En su libro “Panamanian Militarism: A Historical Interpretation” -Militarismo Panameño: Una Interpretación Histórica- [Ohio University Press], Carlos Guevara Mann sostiene que la corrupción panameña se remonta allá por los tiempos de la colonia española, que era la forma como los funcionarios públicos complementaban sus salarios. Pero el “vaporino” aquel no solo se refería a los funcionarios públicos.

La corrupción panameña se hace tema de actualidad cuando en 1994, a cuatro años de haber sido derrocada la dictadura y a 144 años del comentario del referido vaporino, la Iglesia Católica nos habla del tema cuando Monseñor Rómulo Emiliani se refiere al mismo de la siguiente forma:

- “... pareciera ser que la corrupción forma parte de la cultura del pueblo panameño.”

Palabras que denotan un razonamiento profundo por el distinguido clérigo y que orientan en cuanto al problema en una época más reciente. Y más reciente aún, cuando el famoso escritor y novelista inglés, John Le Carre, entra en el tema cuando nos habla en su artículo publicado en la revista, New York Magazine [13 de Octubre de 1996], en donde el artículo en mención se refiere de Panamá como:

- “... el perennemente corrupto país.”

Y cuyo título: “Aquel Panamá”, nos remonta a las críticas francesas con relación a la quiebra del Canal Francés y nos dice de Panamá y de los panameños en una forma muy satírica, pero acertada:

- “... Panamá para prosperar debe primero alimentarse, darle vivienda y educación a los pobres, construir carreteras, hospitales y escuelas...”

Y más adelante dice: “ ha sido un chiste para los Estados Unidos el comentario de cuando las tropas se llevaron arrestado a Noriega”

- “Los Gringos se llevaron a Alí Babá, pero dejaron a los cuarenta ladrones...”

Sin embargo, algunos Gringos en Panamá recuerdan con nostalgia a la tiranía que los hizo millonarios; y que denota quizá, el criterio del Profesor de Urriola.

“Panamá es un país hermoso” sigue diciendo Le Carre, “con gente muy espléndida, playas, montañas, llanuras, selvas e islas en el mar. Pero...será la pereza, la corrupción y la estupidez lo que arruinen esta nación, como ha arruinado a otras ?”

Me parece prudente mencionar, que durante los disturbios contra Noriega, el coronel Roberto Díaz Herrera, quien riñó con Noriega, admitió públicamente haber logrado su fortuna en una forma ilícita y menciona otras negociaciones ilícitas de su grupo; pero ningún otro militar salió públicamente a apoyar la denuncia.

“Es muy posible que surja en el futuro una generación política responsable que encuentre que con su voz y su actitud, pueda deshacerse de lo podrido, que es bastante por cierto.” termina diciendo Le Carre.

Pienso en forma similar a Le Carre. Eso era lo que muchos panameños esperaban de los militares cuando tomaron el poder. Debe recordarse que se prometió adecentar el país y regresarlo depurado a los civiles, pero se dejaron absorber por la corrupción en forma mucho peor; por lo que cabe adoptar una postura quizá más profunda que Le Carre.

Por la cual no solamente una “generación política responsable”, sino una generación de panameños responsables que con su compromiso de “deshacerse de lo podrido”, pueda arreglar a Panamá y educar a los panameños y cuya acción esté comprometida a borrar el estigma de corrupción que pesa sobre Panamá y los panameños... “desde los tiempos de la colonia española.”

Cuál es el atractivo por el cual los panameños se dejan seducir por la corrupción?

- Quizá necesitamos pasar por una gran ‘catarsis social’ para salir depurados del proceso. Sea lo que fuere, la realidad es que la corrupción jamás se practicó en Panamá con tanta profundidad y amplitud, como en los años de tiranía. Por alguna razón Mr. Le Carre escogió a Panamá como el País con el ambiente de corrupción y de intrigas que él necesitaba como escenario de su novela “El Sastre de Panamá”.

Tal vez no sea un tema de definir ahora, cuándo con exactitud nació esa cultura de corrupción, pero nótese que Monseñor Rómulo Emiliani se refiere al “pueblo de Panamá” en general y no a los funcionarios públicos en particular, lo que coincide con el “vaporino” aquel que vino a Panamá en 1850.

Siguiendo con el tema de la corrupción, en Nota Nº 165-94, con fecha de 1º de Marzo de 1994, el Sr Contralor de la República, Lic., José Chen Barría, en el punto Nº 11 comenta lo siguiente:

“...los panameños estaremos enfrentándonos a grandes retos, así como oportunidades. En el campo social la desnutrición, la baja calidad de la educación, el desempleo, la falta de viviendas populares, el mejoramiento de los sistemas de salud y de seguridad social, la delincuencia y la desintegración social, nos ponen al borde de una crisis social. Los pobres no pueden esperar más.”

“... la lucha contra la corrupción en todas sus formas, niveles, mecanismos y promotores debe ser la actividad que identifique a todos los panameños.”

En el mismo informe, Capítulo VIII, página 185, continúa:

“La corrupción entendida como fenómeno creciente, peligroso yabarcador de nuestro tiempo, constituye una enfermedad de la sociedad, que tiene expresión de gravedad, crisis y trauma en las actividades políticas y lógicamente en los actores políticos.”

“Y en relación con tales manifestaciones enfermizas, torcidas y peligrosas en el sistema político, denominado democracia, referimos en ésta memoria analizar el costo político de la corrupción, en sus aspectos de legitimidad, gobernabilidad, credibilidad, cambio y participación ciudadana.”

“La pérdida de valores éticos ymorales, sensibilidad social, violencia política, golpes de estado, fraudes electorales, etc. son manifestaciones de corrupción política que ponen en tela de duda la legitimidad del sistema político democrático.”

“ Cómo puede el sistema político tener una base sólida de legitimidad, cuando los partidos políticos y los procesos electorales son actos de máxima expresión de la corrupción política?”

“Muchos partidos políticos en nuestro país nacieron o nacen de defectos congénitos de corrupción política. Sonproductos de:

- Compra de inscripciones o firmas fraudulentas. - Inscripciones obligadas a cambio de permanecer o conseguir un cargo. - Partidos carentes de ideologías o programas de gobierno. - Partidos electoreros con inscripciones falsas. - Financiamiento de dudosa procedencia. - Formas fraudulentas para escoger los dignatarios o candidatos. - Partidos que no representan sectores sociales. “

“ Acaso nuestros procesos electorales ayudan a legitimar el proceso político ? “

Y así, el estimado lector puede ver en éste documento público, y que es el más honesto que yo he visto, elaborado por una oficina de gobierno y que me regaló el Lic., Edgar Barahona como colaboración desinteresada a éste libro; en donde se detallan los casos de corrupción en Panamá.

Corrupción tan abrumadora, que no ha dado oportunidad a que se levante una generación responsable que pueda hacer cambios de adecentamiento en nuestra sociedad.

Pero sigamos adelante...

“Enumerar las manifestaciones de corrupción política sería una tarea casi interminable... Entre ellas se enumeran: “Los espacios políticos, el nepotismo, las contrataciones de bienes y servicios, los pagos de coimas, los peculados, el tráfico de influencia y el uso de los recursos del estado para asuntos personales.”

“Sin embargo cuando los actos de corrupción son denunciados, a pesar de que en algunos no se aplique la justicia...” sigue diciendo el informe “...solo el hecho de la denuncia y de la sanción moral de la ciudadanía produce algunos resultados positivos en la lucha contra la corrupción.”

Esto puede ser una indicación de que exista la posibilidad de que pueda surgir en Panamá una “generación política responsable”, para hacerse cargo de enderezar el país.

“En reciente encuesta realizada en Panamá por la Fundación Istmeña de Estudios Económicos y Sociales, los partidos políticos y los sindicatos se destacaron en último y penúltimo lugar en cuanto a la credibilidad del pueblo panameño.”

Párrafos que dejan al descubierto el despilfarro de tantos años de dictadura. Y algunas de las conclusiones de éste importante informe, dicen:

“... el principal costo de la corrupción no es la pérdida del poder, sino la pobreza, el desempleo, subdesarrollo e inestabilidad social...”

“La pérdida de la credibilidad...” “... en el sistema político y judicial está socavando los cimientos de nuestra sociedad. El ciudadano común ya no cree en nada ni en nadie y la famosa expresión de ‘juega vivo’ representa una expresión del pensamiento y acción de los ciudadanos de adaptarse lo mejor posible a una sociedad corrupta...”

Si tomamos en consideración los comentarios hechos en diferentes etapas de la historia, podríamos decir que si los militares cuando tomaron el poder se dejaron seducir por lo malo y se convirtieron en maleantes con uniforme, podríamos imaginarnos que si el pueblo panameño es por cultura corrupto, esta condición pudo favorecer a la dictadura para poder gobernar; convirtiendo la corrupción en la espina dorsal de su doctrina, logrando que los panameños fuesen ‘dependientes’ del dictador y de su séquito.

Quizá sea esta una de las razones de por qué Omar Torrijos y su ‘odiada oligarquía’ se dejaran seducir uno del otro y terminaran de la mano gobernando a Panamá. Sin embargo, hay que estimar también que la C.I.A. según Rudy Vallarino, intervino en favor de la oligarquía, para que Torrijos no les tocara sus negocios. Es tal vez, labor de los Sociólogos e historiadores, lograr determinar el grado de corrupción durante los años de dictadura y el impacto de las consecuencias posteriores en la sociedad panameña.

Pienso entonces, que vale la pena describir algunos de los personajes dentro del grupo interno que rodeaba al dictador Torrijos, que en mi opinión fueron los más influyentes después de la caída de la Junta Provisional de Gobierno y que por consiguiente fueron parte del eje de manipulaciones dentro de ese engranaje corrupto, aunque todos participaban de él.

Tal engranaje tenía por lógica natural, que desmoronarse en algún momento por ser la ‘espina dorsal del dominio’ y por no estar cimentado en principios sólidos y progresistas.

Sin embargo, decir que en Panamá no hubo progreso material durante ese tiempo. Debemos corregir, que para lograr afianzar el progreso material, éste debe crecer paralelamente, con un saludable progreso o desarrollo moral; sin el cual no puede existir un legado moralmente histórico. Es por eso que la estructura montada sobre esa corrupción tenía que venirse abajo, cuando el pueblo harto ya de tanta descomposición que por mucho tiempo apoyó, dijera “basta ya!”

Y aunque no lograra derrocar tanto vicio sin la ayuda de la intervención de los Estados Unidos, se manifestaba en contra de tanta ‘podredumbre’ y hacía lo posible por triunfar por encima de lo malo. Hecho histórico que nos da la oportunidad de pensar que existe la esperanza de que “pueda surgir en el futuro una generación política responsable.”

En manos de quienes quedaba Panamá? “.... Ya tengo mi papacito.”

Por fuente de Rudy Vallarino y su libro “Estampas de la Época”, conocemos que cuando Omar Torrijos viajó a los Estados Unidos, invitado por Rockefeller a su mansión, Don Nelson le hizo varias preguntas con relación a si estaba dispuesto a respetar la propiedad, los negocios y a mantener una estabilidad en el país.

El interlocutor buscaba desde luego, una respuesta satisfactoria para saber si podía o no apoyar al que se iba a convertir en el “hombre fuerte”, para poder lograr lo que necesitaba en Panamá con su banco y sus negocios. Omar Torrijos respondió que sí a sus preguntas... fue entonces cuando vino la propuesta de convertir a Panamá en un centro bancario internacional, como paraíso fiscal y de utilizar su gran influencia, para ayudarlo a mantenerse en el poder.

A su regreso, manifestó al periodista Carrasco: “Ya tengo mi papacito.” lo que es lo mismo decir, ’ya tengo mi padrino en los Estados Unidos’.

Rudy piensa que con la entrega de Omar Torrijos a Rockefeller, la C.IA. perdía así la influencia que pudiera tener sobre el dictador después de los compromisos adquiridos durante las reuniones de los días 12 y 13 de Octubre de 1968, inmediatamente después del golpe de estado y posteriores. Aunque a Rudy no le falta razón, yo pienso un poco diferente en cuanto a ese concepto.

Creo más bien, que la C.I.A. pasó a ocupar un plano de segundo orden, mientras que el grupo Rockefeller pasaba a primera fila a ayudarle al dictador a gobernar y a llevar a cabo los pasos necesarios para ello y para asegurarse de tener le estabilidad necesaria, como era el cambio de la constitución que le diera visos de gobernante, organizar un partido político y posponer la firma de los tratados hasta haber logrado sus propósitos.

Es necesario recordar, que Omar Torrijos no tenía por ley panameña ningún ápice de legalidad y la nueva Constitución de Panamá (1972) debía llevar su nombre como el gobernante de Panamá y aunque fuese aceptado por los Estados Unidos de América, por informes del Congreso Norteamericano, por el grupo Rockefeller o cualquier organismo norteamericano o internacional, ninguno podía nombrarlo como mandatario nacional, solamente Panamá.

Esa era la única razón de reemplazar la Constitución con nombre propio. Sin embargo, en cuanto a la nueva estructura de relación con el Tío Sam, soy de opinión de que ni la Agencia Central de Inteligencia, ni el 470 de Inteligencia, ni el Ejército de los Estados Unidos perdieron un ápice de influencia.... El manejo pasaba a manos de los políticos influyentes, en una simple maniobra de relevo, como podrán ver en el transcurso de la lectura de éste libro.

El Capitán, G. Russell Evans, en su libro “The Panamá Canal Trieties Swindle - Consent to disaster-” [La Estafa de los Tratados del Canal de Panamá - Consentimiento al Desastre-] (Pág. 94), se refiere a que Nelson Rockefeller “endosó” a Omar Torrijos desde su viaje a la América Latina presidiendo una comisión y que posteriormente logró que se le equipara al dictador con helicópteros.

Dice G. Russell Evans: “... aunque el Sr Rockefeller no estudió bien los antecedentes del caudillo, sus instintos bancarios eran buenos, porque una vez que llegaron los helicópteros y otros equipos, las leyes bancarias de Panamá fueron liberalizadas en 1971, facilitando las operaciones globales multinacionales.” Jorge A. Vallarino se refiere a “operaciones ilegales.” Sería esto un acto de corrupción?

Pero regresemos a estudiar un poco los personajes que en mi opinión, dentro del círculo íntimo de los militares fueron los más influyentes dentro del engranaje corporativo de corrupción. De la ‘podredumbre’, a que se refiere Le Carre, y que le ayudaron a la dictadura a apuntalar su poder. Desde luego que existieron hombres y mujeres que estuvieron cerca del dictador y de los militares, que pudieron hacer recomendaciones, se sumaron o aprovecharon; pero en realidad no fueron los que dictaron o aprobaron las normas ejecutoras o las decisiones del camino de la corrupción.

Muchos otros, teniendo un empleo cercano y conociendo la ‘podredumbre’, tenían que callar para poder mantener su empleo, no teniendo otro medio de subsistencia. En las siguientes páginas se describen algunos de los personajes, de acuerdo a las experiencias del Autor u otras personas que han colaborado, pero prefirieron mantenerse en el anonimato.

Omar Torrijos Herrera

Conocí al Tnte Omar Torrijos a fines de 1955, cuando regresé a Panamá luego de graduarme y prestar servicios en el Ejército de Venezuela. Torrijos fue a recibirme al Aeropuerto de Tocumen cuando entonces era patrullero y pronto hicimos buena amistad, comenzando a frecuentarnos.

Visité varias veces su casa, en donde conocí a su esposa y a su hijo mayor que aún era muy niño. No tardó Omar en hablarme mal de los Gringos, de la oligarquía y de los adinerados influyentes, quienes todo lo podían, nada les costaba y eran los causantes de todos los males de que sufría el país.

Aproximadamente un mes después de haber llegado a Panamá, me nombraron como Sub-Tnte en la Armería de la Guardia Nacional y poco tiempo después se me asignó las clases de Armamento y Tiro y de Defensa Personal en la Escuela de Guardias Nacionales.

En ocasión de llevar a cabo unas prácticas de tiro, durante un día sábado, para evaluar el personal de reclutas en un área cercana al cuartel de Tocumen, del cual ya era Torrijos comandante, él vino a presenciar las prácticas. Al terminar el ejercicio, nos retiramos juntos en el auto que yo manejaba.

En el trayecto, nos pasó una camioneta de reparto a toda velocidad, a lo que Torrijos me dio la orden de seguirla para ponerle una boleta de tránsito. Apreté el acelerador y alcancé la camioneta, pero a pesar de las señas y el toque constante de bocina, el chofer perseguido no daba señales de detenerse.

Torrijos desenfundó su pistola y disparó dos tiros al aire y el chofer detuvo la camioneta.

- “Menos mal que te paraste porque el próximo tiro te lo iba a poner el cogote.”

Fueron las palabras textuales del teniente Omar Torrijos al dirigirse al chofer del vehículo. Procedió a la retención de la licencia de manejo y ordenarle que siguiera al Cuartel de Tocumen, lo cual el hombre obedeció.

Recién nombrado y aún con uniforme venezolano porque no me habían dado mi dotación de uniformes y equipo panameño. Sin embargo con insignias panameñas, yo no tenía conocimiento del procedimiento para estos casos en vista de que nunca se me dio una orientación y más que todo estaba dedicado al armamento y a mis clases.

Tan pronto llegamos al cuartel, el chofer afectado le pedía disculpas a Torrijos y le rogaba que le perdonara la falta. Mientras esto sucedía, yo me quedé en el auto revisando una goma del auto que se rompió en la carrera, pero vi cómo Omar Torrijos me señalaba y el acusado me echaba una mirada de sorprendido. Para esa fecha elaboraba en Panamá la Misión Militar Venezolana.

El Lunes próximo me presenté a la comandancia para rendir un informe sobre el ejercicio, cuando me di cuenta que un abogado de nombre Heliodoro” “Lolito” Patiño, le reclamaba en mala forma al Mayor José M. Pinilla, quien era el Director de la Escuela de Guardias, el hecho de que un capitán de la Misión Militar de Venezuela ordenara al Tnte Torrijos, ponerle una boleta de tránsito a un panameño...

- “... esto era un abuso insólito.” Decía el abogado.

De inmediato me di cuenta que el “capitán” aludido, no era otro más que yo, un Sub-Tnte panameño; por lo que decidí intervenir para hacer las aclaraciones del caso y dije que quizá por el hecho de que aún vestía el uniforme de Venezuela se podían confundir las cosas. Pero el abogado insistió en que:

- “... la boleta había sido ordenada por el “capitán venezolano que manejaba el vehículo en donde Torrijos viajaba.”

Lo que confirmaba el hecho de que Torrijos me señaló ante el chofer como un capitán de la Misión Militar de Venezuela. Yo intervine de nuevo para confirmar que el la única persona que acompañaba al Tnte Torrijos y que manejaba el auto era yo, un panameño.

Disgustado por haberme utilizado para crear un mal entendido, le reclamé posteriormente a Torrijos y me respondió que lo hizo así para no ceder a la solicitud de perdón que le hacía el chofer. Sin embargo, me enteré más tarde que disgustado porque no lo habían nombrado como instructor, cuyos cursos estaban bajo la dirección de la Misión Militar de Venezuela, aprovechaba cada oportunidad para imputar, a los venezolanos, toda clase de malos hechos.

“Todo el mundo sabía que el sueldo del personal de la Guardia Nacional era muy bajo...” me decía un teniente retirado. “Cuando yo era sargento segundo y chofer de patrulla, el teniente Torrijos acostumbraba ir a los barrios de tolerancia para extorsionar a las prostitutas, para dejarlas seguir operando...” Eran los métodos como elementos de baja moral entre la Guardia Nacional, se conocían como “la rebusca”.

Siendo yo capitán, acudí en ayuda de mi padre en su finca, para negociar unos animales y fui hasta la granja de una señora cerca de Colón; quien me pidió que trajera de regreso a su sobrina hasta Panamá. En la carretera, me encontré con un amigo con quien paré a conversar, mientras la joven me esperaba en mi auto. Minutos después, se unió a nuestra conversación el Mayor Torrijos, jefe de Colón. Fui por unos segundos en busca de algo a mi auto, lo que aprovechó Torrijos para hacer el siguiente comentario acerca de mi persona:

-Te fijaste cómo anda éste bajando de categoría, con esa negretilla en su carro?

Desde luego, que mi amigo me refirió sobre el comentario. Tal hecho, sin conocer las circunstancias del caso y mediante la ofensa a otra persona por su color y por añadidura desconocida, eran propios de una personalidad inclinada a lo que nosotros llamamos, en buen panameño, “bochinche”.

El sargento Bolívar Trejos, buen conocedor de Omar Torrijos, por haber trabajado muy de cerca con él por muchos años, dice que su antiguo jefe era “... un maestro de la manipulación.” En efecto, no le falta razón a Trejos, cuando Torrijos me hizo pasar como un oficial venezolano, para no hacerse responsable de sus acciones.

“Torrijos, dice Trejos refiriéndose a otro caso, me despojó de una beca bien ganada para cursar estudios en la Escuela de las Américas, para asignársela a otro de sus subalternos favoritos, quitándome la oportunidad de superarme y después jamás me envió a estudiar otro curso, de acuerdo a lo que me prometió.”

Estos eran algunos de los antecedentes que iba Omar Torrijos a traer como bagaje, a ser líder de la llamada “Revolución”. Recordarán el amigo lector o lectora, mi experiencia en Colón y la investigación acerca del tráfico de drogas con Aduanas de Panamá, sumado a la impresión de los billetes de la Lotería Nacional, a cambiode liberar a alguien de la cárcel preso por peculado.

Todo esto iba a ser aprovechado por los agentes del Tío Sam y desde luego, por el grupo Rockefeller en beneficio propio, pero a la larga serían los panameños lo que tendrían que pagar.

Durante los alzamientos populares en contra de la Zona del Canal, en Enero de 1964, el Tnte.Cnel Omar Torrijos le ordenó a algunos oficiales disparar en contra de la Zona y de los Gringos en general, sin medir las consecuencias que la orden podría acarrear, mientras que por la otra mano recibía dineros de la C.IA, y del 470 de Inteligencia.

Así mismo en el poder, jugó el papel ante el pueblo, de un honesto nacionalista, mientras servía a la causa del grupo Rockefeller para explotar la situación bancaria de Panamá. Y tanto fue así, que se permitió firmar los tratados con una cláusula de intervención, que se discutirá más adelante.

Y así como convenció a Don Nelson de que tuvo que marcharse al extranjero, a hacer estudios militares porque no tenía oportunidades en Panamá, seguiría haciendo su papel a lo largo de todo su poder.

El capitán Virgilio Guerrero, quien por ser inclinado a Arnulfo Arias fue perseguido y encarcelado por Boris Martínez hasta quedar sin empleo, al cabo de varios años lo llevó un amigo a visitar al “general” Omar Torrijos a su casa de la Playa de Farallón, para que le solicitara empleo para poder mantener a su familia. Guerrero encontró a Torrijos metido en una hamaca.

- Buenas tardes, mi general! Se ve Ud. de lo más bien...

- No crea Guerrero que me encuentro bien, aquí en donde Ud. me ve soy el hombre más infeliz del mundo!

- No es posible que sea Ud. el hombre más infeliz del mundo, general, Ud. lo tiene todo y no le falta nada...

- Precisamente por eso, Guerrero, ahora me sobra. Fue su respuesta.

Omar Torrijos, el joven que cuando era estudiante se avergonzaba por faltarle los dientes incisivos superiores, y que ya de hombre siendo teniente, solía decir “detesto la pobreza” ahora de poderoso gobernante era ya tan rico que todo le sobraba.

Había logrado encaramarse en la cumbre del poder y tener todo lo que ansiaba, incluso a las mujeres de la oligarquía, de las cuales acostumbraba decir “...que lo mejor de la oligarquía eran sus mujeres.” Sin embargo se sentía solo y deprimido, tomando refugio ensu casa de la Playa de Farallón.

La anécdota de Guerrero trajo a mi memoria, un pasaje en donde el 470 de Inteligencia había organizado una caminata-cacería para un coronel del Ejército de los Estados Unidos en las cercanías de la Población de Pacora y tomó como punto de reunión el Cuartel de Tocumen cuyo jefe era el capitán Omar Torrijos, quien en atención a los huéspedes, ordenó a un indiecito que se encontraba preso, servir café para los invitados.

El solícito indio, perdió un escalón al bajar por las escaleras y rodó por ellas abajo. “Paco” González del 470 y yo corrimos a socorrer al pobre indio, al igual que el coronel agasajado, mientras que el capitán Torrijos celebraba a carcajadas la caída del indiecito como si fuese un chiste.

- JO, JO, JO, JO... Lo que pasa es que esa es la forma como él acostumbra bajar las escaleras... JO, JO ,JO...

Descubrimos que el pequeño preso usaba unos zapatos de mayor tamaño que su medida y eso le hizoenredarse, perdiendo el escalón.

Siempre me pregunté si el líder de la llamada “Revolución”, con los agentes del Tío Sam detrás de las cortinas y la gran influencia de los Rockefeller, para que dirigiera los destinos de Panamá, y que hizo tema de risa el susto del pobre indio, tendría realmente la sensibilidad social para ofrecer una genuina

ayuda a los necesitados del país, o si tal preocupación por la pobreza no era más que una excusa demagógica para enriquecerse y mantenerse en el poder ?

Años más tarde, siendo yo un paria en el destierro, me encontré con un periodista nicaragüense que se había refugiado en Miami cuando los Sandinistas tomaron el poder en su país, quien me contó una anécdota del líder de la ”Revolución Panameña” con quien se tomó unas copas en su oficina del Cuartel Central.

- “Este hombre, decía el periodista, en medio de sus copas me contaba anécdotas de Julio César y de la historia Romana. Pero no solo eso, sino que el jodido me hacía preguntas para ponerme en aprietos, ya que por muchos años no había leído sobre Roma y no podía contestar a sus preguntas. Desde luego que él se daba el lujo de contestarlas por mí...

- “Me figuré que el jodido estaba estudiando como un salvaje para mejorar su condición de estadista y como se hacía tarde, las copas estaban haciendo su efecto y el hombre me estaba haciendo pasar un ridículo, decidí que era mejor retirarme a dormir, pero Torrijos me ofreció su dormitorio del cuartel, lo cual acepté porque tenía sueño. Yo me acosté y él se retiró de la comandancia.

Una vez a solas en mi cuarto, me acomodé en la cama y sentí algo debajo de la almohada, metí la mano y encontré una revistica estilo pasquín que estaba titulada “Vidas Ilustres - Julio César-”. Era de esas revisticas que distribuía la Embajada de los Estados Unidos en las escuelas primarias del país.”

Y con esto, el periodista en mención, terminó la anécdota en una carcajada.

Tiempo después que ya podía regresar a Panamá y entrevistaba a varias personas con relación a diferentes hechos, para la escritura de éste libro me tocó la oportunidad de escuchar a algunas de las mujeres que acompañaron al “hombre fuerte” durante los últimos años de su vida y cuentan que el hombre “se volvía cada vez más paranoico, pues tenía el temor de que alguna de las personas de quienes se había abusado, se volvieran contra él en plan de venganza.”

En efecto, su amigo Carlos Andrés Pérez, mandatario venezolano para quien la dictadura de Marcos Pérez Jiménez era mala para Venezuela, pero la dictadura de Torrijos era buena para los panameños, confirma públicamente el hecho de que “... Omar Torrijos no podía dormir más de dos noches seguidas en el mismo lugar.”

“El hombre parecía esta fuera de onda...” comentaba una de éstas mujeres. “esto lo hacía sentirse depresivo, miserable, huir del mundo y buscar cada vez más refugio en el alcohol y las drogas, en vez de conseguir ayuda médica...

Pero había algo más que lo asediaba y que llevaba como una carga en su conciencia. Vivía tomando todo el día, hasta el punto de estar tan intoxicado que se vomitaba sobre él quedándose dormido en su hamaca. Y al despertarse, así hecho un asco, se daba un pase de cocaína para sentirse mejor y seguir tomando.”

En efecto, dice uno de mis entrevistados. “El hombre tomaba tanto que en una ocasión en que yo participaba en una operación de transporte de un enorme tanque de agua que donó el gobierno de Estados Unidos para una población rural, el cual nosotros no podíamos acarrear por ser demasiado grande.

Torrijos, por parte de Panamá, solicitó a la Zona del Canal el envío de un enorme helicóptero que enganchó el tanque y lo llevó al lugar de destino. Ese día, celebrando con seco [ron de caña], la llegada del tanque de agua. El hombre se pegó un juma [borrachera] que se quedó durmiendo la borrachera en medio de la plaza del pueblo.” [ver foto adjunta que me entregó el entrevistado].

Los vecinos de su casa de la Playa de Farallón comentan que en las fiestas de Torrijos se veían cuadros tan poco aptos para menores y personas decentes, que a menudo tenían que tomar medidas para proteger a sus hijos de la vista de tan viciosos e inmorales actos, poniendo gruesas cortinas en sus

recámaras e impidiendo que sus niños salieran fuera de sus casas durante la estadía del “hombre fuerte” en ese lugar.

Con el surgimiento de las guerrillas sandinistas en Nicaragua, y con el apoyo de sus protectores norteamericanos, traiciona al hombre que lo enviara de regreso a Panamá prestándole su avión privado, Anastasio Somoza, con el envío de pertrechos militares a los guerrilleros contrarios a Somoza, mientras que a la Guardia Nacional Nicaragüense se les enviaba cinturones de lona, cantimploras y equipo no p-eligroso.

- “No me digáis nada, jodido, que vos tenías razón y no te quisimos escuchar...”

Me dijo un general nicaragüense en exilio en Miami, después del derrocamiento de Somoza, al encontrármelo por mera casualidad cuando salía de la oficina de Migración. Yo traté de hacerles comprender que el gobierno de Torrijos los estaba traicionando y en ese sentido les envié una larga carta, de la cual nunca recibí respuesta; dejando por sentado que no creyeron con relación a lo que yo les informaba.

Por el contrario, la carta pasó a manos del G-2 panameño, indicando el grado de confianza que tenían en quienes los estaban traicionando. Ahora, ya muy tarde y después de varios años, habían descubierto la verdad.

El 19 de Abril de 1978, la conocida comentarista de televisión, Bárbara Walters, entrevistó a Omar Torrijos y en uno de sus comentarios aseveró que “... en 1968 la oficialidad en pleno, conjuntamente con las unidades de tropa, juró ante la juventud panameña que la situación colonial de Panamá sería eliminada por la vía de la negociación o la liberación.”

Una aseveración que suena como cuando me hizo pasar por un extranjero ante el chofer vendedor, porque en 1968 este Autor se encontraba allí y nunca se produjo ningún juramento. Tal embuste solamente podía decírselo a Doña Bárbara, porque para información del estimado lector, durante el tiempo que estuvo Torrijos en el poder, jamás se produjo ninguna amenaza en contra de la zona del Canal.

Salvo los desplantes nacionalistas del dictador “para el consumo público”, como acostumbraba decirle a los Gringos y que condujo al comentario por parte de las autoridades norteamericanas a comentar que “... jamás habían tenido un período de tanta estabilidad en las relaciones Panamá-Zona del Canal.

Y cuando se refirió a la posible intervención de los Estados Unidos, Omar Torrijos dijo:

- “... si algún día la intervención sucede, encontrará a un Panamá que no quiere ser intervenido y si el objetivo de la intervención es la defensa del canal, lo que van a encontrar es la imposibilidad de transitar por él...”

Sin embargo en Washington, acto seguido a la firma de los Tratados, en donde aprobó la intervención unilateral por parte de los Estados Unidos, declaró:

- “... Panamá queda bajo el paraguas del Pentágono.”

Y ciertamente que fue así, demostrado con la intervención del 20 de diciembre de 1989. Y la costumbre de decir una cosa al pueblo y hacer otra, quedó sellada con la acción del mayor “vende-patria” en la historia del Istmo de Panamá. Sin embargo, el pueblo de Panamá recibió a los invasores como a verdaderos libertadores y a medida que los Gringos se retiraban de Panamá, las encuestas demostraban que los panameños preferían que los Gringos se quedaran.

De acuerdo a algunos especialistas en el narcotráfico internacional, se cree que con el tráfico de drogas que pasaba por Panamá, que era utilizado como trampolín, muchos movimientos guerrilleros de Colombia, se convirtieron en narco-guerrillas, pues una vez que tuvieron contacto con Panamá y vieron las enormes ganancias, eso los indujo a la protección de las siembras de coca, primero y luego a la producción.

En realidad las acciones de la tiranía hablarían más por sus hechos que por sus palabras. Hechos que fueron de muchos conocidos: crímenes, torturas, persecuciones, tráfico de drogas, tráfico de guerrilleros y de armas, etc., etc.; y así, el grupo Rockefeller, la C.I.A., el 470 de Inteligencia y otras agencias, se convertían en los “patrocinadores” de esas actividades ilegales, que ataban la suerte de Panamá y de los panameños al dominio de Torrijos y de su mafia uniformada.

En Julio de 1970, el antiguo Inspector del DENI y ex-empleado de la C.I.A. en Panamá, Jorge A. “Rudy” Vallarino le envió una carta al Senador Edward M. Kennedy en donde le decía entre otras cosas, refiriéndose a Omar Torrijos, lo siguiente:

“ como Tnte.Cnel, vendió protección a los prostíbulos y a las casas clandestinas de juego, estuvo estrechamente vinculado a Frank Marshall de Costa Rica para el tráfico ilegal de armas de fuego y otros contrabandos de mercancías... El Sr Torrijos no solamente es reo de delitos comunes, sino también políticos. Para ser específico me limitaré al hecho de que recibió dinero del candidato oficialista, Ing., David Samudio, para perseguir amedrentar y encarcelar a los partidarios de la oposición (Dr. Arnulfo Arias)... robó urnas de votación y alteró Actas Electorales.

Hechos que no solamente contravienen preceptos constitucionales, y legales, sino también desobedeciendo órdenes específicas de sus superiores jerárquicos. Para terminar éste capítulo diré que el Sr Torrijos vendió armas de propiedad de la Guardia Nacional de Panamá a la República del Salvador... desvirtúa en lo que a Panamá se refiere, el hecho de que en América Latina han surgido nuevos oficiales con una nueva mentalidad, tal como expresara tan cándidamente, por no decir irresponsablemente, el Sr Rockefeller.”

A fines de Septiembre de 1981, Omar Torrijos muere en un “accidente” de aviación, cuando su avión se estrella contra el Cerro Marta de la Provincia de Coclé, cuando iba en viaje de visita a uno de sus proyectos favoritos. Algunos familiares cercanos culpan a la C.I.A. norteamericana.

Sin embargo, a lo largo de este libro con los aportes de Jorge ‘Rudy’ Vallarino y otras informaciones, se demuestra que el dictador fue impuesto, protegido, financiado, armado, ayudado y firmó los tratados que los Gringos quisieron. La pregunta que resalta entonces es:

- Qué necesidad tenían de buscarse a otro que no iba a poder mantener la misma estabilidad?

Muchos están de acuerdo que lo que hicieron fue crear la ilusión de un patriota nacionalista para lograr lo que buscaban... El Tío Sam no tenía la necesidad de eliminar a su propio hombre. Sin embargo, este autor que inició ciertas investigaciones con relación al accidente que terminó con la vida de Omar Torrijos, encontró por declaración de testigos de primera mano, que los hombres del G-2 [Servicio de Inteligencia Panameño] comenzaron a trabajar ocultando cualquier pista o indicio criminal inmediatamente después del “accidente”.

Testigos oculares informan, que el olor a explosivo, en el sitio en donde se encontraba la nave “accidentada” era insoportable. Pienso más bien, que la conspiración salió del seno de su propio Estado Mayor, pero esto es motivo de una investigación más profunda, ya que existen una serie de conjeturas alrededor de dicho “accidente.” De acuerdo al Sr Daniel P. Dagedorn, de los Archivos del Museo Aero Espacial Smithsonian en Washington, D. C., un especialista en aviación latinoamericana y autor de varias obras al respecto, el avión del dictador tenía el mejor mantenimiento que se le pudiera dar al mejor avión de Panamá, por lo que él descarta la posibilidad de algún desperfecto mecánico como causa de accidente.

Y ante la pregunta de que si él sabe de que si algún equipo donado por los Estados Unidos de América pudiese haber sido utilizado para el narcotráfico, dice que: “...existe la posibilidad”. Otros especialistas en el campo de la aviación, opinan que no podía haber alguna razón para que los cuerpos de las víctimas que viajaban en el avión, estuviesen tan mutilados y chamuscados, que ninguno pudiese ser reconocido sin un dictamen forense, ya que este tipo de avión volaba a una velocidad tan lenta que no podía ser posible que todos estuviesen tan desfigurados, aún en el peor de los accidentes.

En entrevista a campesinos que se encontraban en áreas cercanas cuando ocurrió el accidente, el Sr Everardo Ortega cuenta que escuchó una explosión como a eso de las once de la mañana, según él, cuando el avión chocó contra el cerro, pero nadie asegura haber visto el avión chocar contra la montaña, por lo que no podemos estar seguros que la explosión que se oyó era producida por el choque contra el cerro o por un artefacto explosivo.

En comentarios no confirmados, pero que aseguran que procede de la investigación forense, se comenta que se encontraron residuos de explosivos en los cuerpos de las víctimas, pero no existe una denuncia pública al respecto. Es por eso que una investigación más profunda es necesaria, ya que el Estado Mayor aceptó la versión de accidente sin mayores discusiones e investigaciones.

Y aunque algunos campesinos locales aseguran que tropas de los Estados Unidos bajaron al lugar del accidente sostenidos con cuerdas desde helicópteros antes que nadie pudiera llegar al sitio, no pareciera existir ninguna prueba de que hicieron nada que pudiera indicar que estaban ocultando algo. Mas bien, como “... para cerciorarse del accidente.” Según dijeron fuentes de campesinos locales.

En recientes publicaciones que proceden de documentos desclasificados por las agencias de inteligencia de los Estados Unidos, se confirma que Omar Torrijos había sido reclutado desde 1955 y que recibía dineros del 470 de Inteligencia y firmaba con su nombre, lo que reconfirma lo que me confesó Efraín Angueira, de esa agencia, en 1969. Todo esto nos dice mucho acerca de este proceso o parte de la Historia de Panamá, a la cual yo le llamo una conspiración.

Manuel Antonio Noriega

Varios autores se han referido al hombre que reemplazó al Tnte.Cnel Alejandro Arauz y a Jorge ‘Rudy’ Vallarino en Panamá y principal encargado de darle protección al “hombre fuerte”, Omar Torrijos, en diferentes formas y maneras. El Autor procurará una descripción basada en un enfoque simple y de acuerdo a mis experiencias. Miguel Antonio, a quien sus compañeros de escuela le pusieron el sobrenombre de “Cara ‘e Piña” y algunos lo llamaban “Cara ‘e Piedra”, por llevar en su rostro las cicatrices indelebles del acné, salió del Instituto Nacional desde donde se comenta que ya recibía dineros de la C.I.A. y pasó a trabajar al Hospital Santo Tomás como ayudante de laboratorio.

Más tarde fue a cursar estudios en la Escuela Militar de Chorrillos en el Perú, en virtud de beca lograda por su hermano quien trabajaba como Secretario de la Embajada de Panamá en Lima y para esto, se logró falsificar la Partida de Nacimiento, pues el futuro cadete estaba pasado de la edad aceptable.

De acuerdo a algunos cadetes panameños que cursaron estudios en la misma escuela, Manuel Antonio fue expulsado del plantel militar por sodomía, pero la oportuna intervención de su hermano desde la embajada panameña, logró impedirlo y así poder graduarse.

A su regreso a Panamá, logró relacionarse con “El Combo” y el Mayor Omar Torrijos lo recomendó para ser dado de alta en Colón para trabajar con él en la sección de tránsito de ese cuartel. Allí fue “utilizado” por su jefe en diferentes misiones, comenzando por labores de inteligencia, pero muchas de ellas fuera de las reglas de moral y de servicio, por lo que Torrijos celebraba con frecuencia el hecho de que su protegido “...le obedecía como un perrito”, según sus propias palabras, “asignándole tareas muy especiales”.

Algún tiempo después de que Noriega trabajaba para Torrijos, lucía en su rostro la sonrisa procaz y burlona, propia de los allegados a Torrijos; quizá como patente de seguridad de lo que su jefe se jactaba.

Cuando su jefe fue transferido a Jefe de la Zona Norte (Chiriquí, limítrofe con Costa Rica), Torrijos se llevó a su fiel Noriega, quien seguía cumpliendo las extrañas y raras asignaciones que su jefe le asignaba inclusive dentro del ámbito de la prostitución y cuando su jefe fue ascendido al rango de Tnte.Cnel con el cargo de Secretario Ejecutivo.

Noriega permaneció como capitán bajo el mando del May. Boris Martínez en esa zona y durante el alzamiento en contra del Presidente Arias, Noriega se destacó como uno de los de mayor sádicas inclinaciones, persiguiendo a los partidarios de Arias. Posteriormente fue ascendido a mayor y puesto a cargo de ese cuartel, cuando Torrijos expulsó a Boris Martínez con el apoyo de los norteamericanos.

La lealtad de Noriega se hace manifiesta en favor de Torrijos cuando en diciembre de 1969, habiendo la Junta Provisional de Gobierno separado a Torrijos de la comandancia de la Guardia Nacional, Manuel Antonio apoya Torrijos y lo ayuda a regresar, haciendo los arreglos para el aterrizaje del avión que proporcionó el dictador de Nicaragua Anastasio “Tachito” Somoza, con ayuda de otros agentes del Tío Sam

En éste sentido, el Autor entrevistó a un antiguo agente de la C.I.A., quien me confirmó que Somoza y la agencia le proporcionaron ayuda a Torrijos para regresar a Panamá. Sin embargo, debo respetar la ética de la entrevista por el hecho de que el hombre no puede decir su nombre. Además aseguró:

- “... Tenga la plena seguridad de que Somoza no se iba a aventurar a ayudar a Torrijos, si no tenía el visto bueno de arriba.”

Noriega explota su actitud de lealtad al dictador en su favor, echándole en cara a sus compañeros la falta de valentía y de fidelidad y más tarde quiere convertirlo en una fecha de celebración nacional, llamándole “el día de la lealtad”, confundiéndolo deliberadamente con lealtad a la patria.

Torrijos lo asciende a Tnte.Cnel y lo nombra Jefe delServicio de Inteligencia, G-2, de la Guardia Nacional, que lo coloca en una posición privilegiada con relación a sus compañeros y en roce con varias otras agencias internacionales de inteligencia, que incluyen la C.I.A. y el 470 de inteligencia, la MOSD de Israel y el temible G-2 de Castro en Cuba.

Se hace cargo de muchos de los negocios cuestionables de Omar Torrijos, como lo son el tráfico de drogas, el cual aumenta; coimas de los prostíbulos, en donde muchas prostitutas son también utilizadas como agentes de inteligencia; tráfico de armas y varios otros; en donde el hombre no tiene límites.

“Noriega, el hombre que infunde terror instantáneo...” publicaba el Washington Post el 8 de Marzo de 1978, era hechura de Torrijos, quien lo corrompió hasta la médula desdeque cayó en sus manos como subteniente, aunque no necesitaba mucha influencia para corromperse según aseguran muchos que lo conocieron.

Era el brazo derecho del terrorismo oficial de Panamá, del Torrijismo. Pero los empeñados en ensalzar la imagen del tirano, trataron siempre de ocultar que la fuente de las órdenes procedían de arriba. Manuel Antonio Noriega, acusado de comunista por algunos, drogadicto y traficante de drogas por otros, de marica, de torturador y de muchos otros actos, pero siempre las publicaciones lo mantenían sospechosamente aislado de su jefe, como para que éste no se manchara.

El control del tráfico de drogas le gana la enemistad del ‘presidente’ Jimmy Lakas, quien comienza a combatirlo internamente pero Torrijos se lo impide y por otro lado también el Vice-Ministro de Salud, Dr. Hugo Spadafora lo acusa ante Torrijos por tráfico dedrogas. El dictador Torrijos le promete “...hacer algo” pero Omar Torrijos nunca hizo nada en contra de Noriega, por el contrario, cada vez que tenía la oportunidad de defenderlo lo hacía y aún más, lo protegía.

Estando yo en exilio, se me acercaron unos colombianos quienes querían vengarse de Noriega y de Torrijos porque según ellos, les habían entregado una gran cantidad de marihuana y se la robaron; conociendo ellos que la vendieron por otro lado para ser embarcada a los Estados Unidos, confirmaron su llegada al norte. Estos hombres buscaban venganza y me ofrecieron dinero para derrocar la dictadura.

Pero mi venganza, cuyo compromiso tenía un precio, no era mi tipo. Yo quería la libertad de mi país, no encadenarla a otro compromiso de drogas. También se me acercaron productores de Bolivia, quienes

igualmente me ofrecieron dinero para la toma del poder en Panamá y solamente pedían en cambio que una vez llegado al poder, debía declarar que Panamá era un país libre de tráfico y de consumo de drogas, tal como es el licor...

Cómo ve el estimado lector, aun seguí en exilio y aún no he regresado a Panamá a vivir permanentemente.

Si por haber tratado de combatir lo malo y lo feo había sido puesto preso, maltratado y humillado, de donde me costó meses poder fugarme de allí, iba yo ahora a pactar con lo malo y lo feo, por el puro prurito de regresar al poder?

Así como la tiranía se fue afianzando, con ayuda del extranjero, Noriega fue también ganando poder incluso por encima de sus más cercanos superiores a quienes les preparó sendos expedientes para utilizarlos como extorsión cuando fuese necesario.

Organiza por parte de Torrijos el envío de armas y pertrechos de guerra a los guerrillero sandinistas que combatían al régimen de Anastasio “Tachito” Somoza de Nicaragua, jugando un doble papel de engaño contra Somoza, a quien le envía equipo no peligroso. Todo con la aprobación y supervisión de sus protectores del norte.

Luego de la muerte de su jefe dictador y mentor, traiciona a sus compañeros más cercanos y se adueña del poder, convierte la Guardia Nacional en las Fuerzas de Defensa de Panamá [PDF] y se cree un invencible superhombre, retando a sus antiguos representados; por lo que en acción rápida y sin precedentes.

Los Estados Unidos invade a Panamá, destruye a las Fuerzas de Defensa y toma preso a Noriega para juzgarlo por narcotráfico y lavado de dineros; a lo que fue condenado a 30 años en los Estados Unidos. Sin embargo, a su jefe y a ninguno de los otros altos jefes de la Guardia Nacional, sospechosamente nunca se les acusó de ningún crimen.

Rubén Darío Paredes

Paredes salió de la oscuridad y del anonimato cuando en Diciembre de 1969, apoyó a Torrijos y lo acompañó de regreso a Panamá en el avión del dictador Somoza. Fue cuando en realidad “El Negro Paredes” comenzó a sentirse jefe e importante. Egresado de la Academia de la Guardia Nacional de Nicaragua, fue dado de alta primero que Noriega, por lo que lo aventajaba en antigüedad. Antigüedad que Noriega respetó hasta que tuvo la oportunidad de traicionarlo y eliminarlo como jefe. Rubén Darío ejerció alguna influencia sobre ciertas decisiones del régimen de Omar Torrijos, particularmente en el sector agropecuario cuando fue Ministro de Desarrollo Agropecuario; posición política que lo aparta de las labores cotidianas de la Guardia Nacional, mientras que Noriega ganaba terreno dentro de la institución armada y con su jefe. A pesar de graduarse en Nicaragua y tener alguna deuda de gratitud con su alma mater, traicionó a su antiguo mentor, cuando aprueba el envío de armas y pertrechos a los guerrilleros sandinistas para derrocar a Anastasio Somoza.

Más tarde, con el triunfo Sandinista, Paredes encabezó una delegación panameña para ayudar al nuevo gobierno revolucionario en la reconstrucción de su país, pero se encontró desplazado por los enviados de Fidel Castro, quienes reclamaron el derecho exclusivo de ayudar a Nicaragua por haber luchado al lado de los sandinistas desde los comienzos de la revolución.

Paredes desanimado y burlado, se ve obligado a regresar a Panamá sin poder cumplir su cometido y las pretensiones del régimen Torrijista, de convertir a Panamá en un país exportador de ayuda externa, se convierte en un fracaso.

Rubén Darío Paredes, en compañía de Florencio Flores, fue a visitarme una media noche cuando me encontraba preso. Fue él mismo quien me confesó esa noche, que cuando la Junta De Gobierno

Provisional separó a Omar Torrijos de la comandancia de la Guardia Nacional en Diciembre de 1968, le dijo a su jefe:

- “... vamos a pelear contra estos ladrones.”

Esa misma noche sentenció al Autor con la frase que aún recuerdo, de:

- “... pasar a-a-años en la cárcel.” Como si fuese un Juez dictando sentencia.

Este personaje, que me calificó de ladrón por haber obedecido una directiva de la Junta Provisional de Gobierno en uso de sus facultades legales conferidas por la constitución, cayó en bocas del público panameño cuando el dicho popular refiriéndose a él y a sus más cercanos familiares era:

- “... los hijos de Rubén Paredes son unos maleantes. A todas partes a donde llegan, van llenos de guardaespaldas cargados de armas, abusando del público. Hacen alarde de tener mucho dinero,tirando billetes de a cien dólares sobre las mesas.”

Y según se comentaba “... era el dinero que su padre les regaló en libretas de banco millonarias.”... “solamente para comenzar” Según la versión de personas allegadas al hecho.

Y si se hace un arqueo de los números, podemos sin lugar a dudas concluir que los sueldos más altos de los oficiales de la Guardia Nacional o aún de Ministro de Estado, no eran suficientes para producir una entrada de 1 millón de dólares en cinco años; por lo que debemos preguntarnos cuál sería la procedencia del dinero ?

Pues las matemáticas para regalarle a cada hijo millones de dólares “solamente para comenzar”, era muy cuestionable. Tanto es así, que uno de esos jóvenes fue asesinado como vendetta entre mafiosos colombianos. “... ajusticiado por ellos.” Según la versión del entrevistado. “Hecho doloroso que cae sobre la conciencia de su padre.” Termina diciendo el hombre y muchas de las cosas sucedidas en Panamá no han sido investigadas.

Paredes fue partícipe de una burla de Noriega, conocida en Panamá como “el salto sin paracaídas”, en donde Paredes renunció a su cargo de comandante de la Guardia Nacional para lanzarse a candidato por el Partido Revolucionario Democrático [PRD] que fundara su difunto dictador y jefe, pero Noriega le “saca la tabla”, dejándolo sin comandancia y sin candidatura presidencial.

Demetrio Basilio Lakas

Conocí al ingeniero Lakas siendo miembro civil del grupo que el público panameño dio por llamar “El Combo”, era el compañero inseparable de Omar Torrijos, a quien ayudaba a hacer las reparaciones en los cuarteles en donde éste prestaba servicios. Nació en la Ciudad de Colón de padres griegos y llevaba en su sangre esa lealtad que caracteriza a la cultura helénica cuando consideran a alguien su amigo o su pariente.

Pero la sincera amistad con el dictador lo empuja a abrazar una causa injusta y el público iba a señalarlo como “el presidente de a dedo”, “el capataz de hacienda” y el “Presidente Laka-Gada”, títulos populares para significar que el llamado “presidente de Panamá” no tenía ningún valor como mandatario, pues era Omar Torrijos quien lo había nombrado, y quien en realidad mandaba en el país.

Como uno de los más viejos miembros civiles del “Combo”, Lakas haría varios negocios cuestionables como lo eran las viejas actividades que envolvían a los que rodeaban a Torrijos. Demetrio Lakas fue el hombre que fue llevado por el Cnel. Ramiro “Pili” Silvera a reunión de Estado Mayor, para que respondiera por la conducta de Tito Ramos y su relación con el narcotráfico; y con lágrimas en los ojos aceptó haber ayudado a Ramos a guardar cocaína en su casa, como un favor porque lo ayudó cuando se encontraba en malas condiciones económicas.

Sin embargo su arrepentimiento no pareció ser genuino, porque posteriormente entabla sórdida lucha con Noriega cuando éste lo desplaza del control del narcotráfico y trata de influenciar sobre su amigo

Torrijos para que se deshaga de Noriega asignándolo en el extranjero. Y al no lograrlo pierde terreno, Noriega gana el control del narco y Lakas, aun cuando sigue siendo asesor cercano de Torrijos, tiene que conformarse con “las sobras” que Manuel Antonio le deja.

Su educación como ingeniero civil, cursada en la Universidad de Texas, lo ayuda a mantener buenas relaciones con los negociadores de los tratados sobre el canal por parte de los Estados Unidos y trata de introducirles despampanantes elementos femeninos que fuesen de su agrado.

Siendo el Autor miembro de la Junta Directiva de la Caja de Seguro Social, cuando Lakas era su Director General. Me invitaba con frecuencia a su oficina para darme largas peroratas no solicitadas, en defensa de su amigo Torrijos, de quien decía no ser comunista cuando existían los rumores callejeros acerca de las tendencias de izquierda del dictador. Sin embargo, cuando fue puesto “presidente” y viendo las inclinaciones de “su amigo”, le aconsejó a varias de sus amistades que vendieran sus propiedades y se marcharan a los Estados Unidos.

- “Y tú por qué no vendes.” Le preguntó un amigo cercano.

- “Porque no puedo...” Fue su respuesta.

Fue Lakas, quien a pesar de que altos oficiales de la Guardia Nacional, consintieron en declararse comunistas, se impuso por encima de ellos y logró abortar dicha declaración. Y así como muchos pueblos son víctimas de sus propias acciones y existen situaciones difíciles y de tensión, también existe un espacio para el chiste, y haciendo acopio del buen humor, el pueblo panameño se refería de Lakas parodiando a la famosa película ^Zorba el Griego^, diciendo: “Sobra el Griego”, como alusión a su mera figura decorativa como gobernante.

- “Path Between the Seas” - Sendero entre los Mares- David McCullough.

- Profesor Cristóbal Adán de Urriola. –Panamá

- “Panamanian Militarism - A Historical Interpretation -” Carlos Guevara Mann.

- Monseñor Rómulo Emiliani. -Panamá-

- “El Panama” - John Le Carre - New York Times Magazine.

- Colaboración de Jorge ‘Rudy’ Vallarino.

La vida en los Estados Unidos

Las persecuciones

San José - California-

San José iba a ser el lugar en donde iba a establecerme por varios años y en 1970, para los estándares del Estado de California, era una ciudad agraria-rural, con una población aproximada de unos 500 mil habitantes. Localizada en el Valle de Santa Clara al Sur de la Ciudad de San Francisco, , San José estaba destinada a convertirse en el futuro en el centro del “Silicon Valley”, de donde saldrían muchos inventos y adelantos en los equipos computarizados modernos y su población aumentaría enormemente después que salimos de allí.

Mi familia y yo no teníamos a dónde ir, por lo que fuera de mis hermanos que trataban de instalarse en Miami, Florida, ya mi familia se asentaba en San José con los buenos auspicios de mi cuñado y su familia, quienes vivían allí desde hacía algún tiempo; y cuando yo logré llegar, ya mi hijo mayor [QEPD] comenzaba la escuela y aprendía inglés. Además, mucha gente “supuestamente” no sabíaen dónde encontrarme, por lo que ésta población se convertía en mi casa y “mi escondite”.

Yo necesitaba un tiempo para orientarme y hacer planes para mi futuro y el de mi familia, pues mientras me encontraba encarcelado y con mucha oportunidad de darle rienda suelta a mis pensamientos, hacía fantasías acerca de la posibilidad de dedicarme a trabajar en mi nueva vida de exilio, posiblemente a estudiar y luego ir en busca del “sueño americano” [The American Dream], tan codiciado por todos y que consiste en conseguir trabajo, educarse, ganar dinero, tener casa propia y una vida sin necesidades y estrecheces.

Eso era con lo que yo soñaba al llegar a los Estados Unidos, ya que me sentía rechazado en Panamá. Pero poco fue el tiempo que estuve tranquilo en San José porque el exilio me reclamaba... se necesitaba mi concurso para derrocar a la tiranía e instalar una democracia.

“...Que mi acción precursora” refiriéndose en mi acción en favor de la democracia, “...no podía quedarse en un simple carcelazo tirado al abandono”; por lo que me consideraban una “persona muy importante” en la lucha contra la dictadura que azotaba al país.

Pues había sido el único militar que había demostrado tener una “vocación democrática bien cimentada” y que un hombre de mis pensamientos y mi actitud “no podía darle la espalda a la libertad”. Tales palabras que venían de personas importantes del exilio, me hacían sentir incómodo y molesto porque en realidad mis deseos eran dedicarme a mi familia.

Pero las palabras dichas en esa forma me hacían sentir como un antipatriota si no me activaba en la lucha, aunque nadie pensaba en que yo tuviera deberes para con mi familia... la situación vista en esa forma, me empujaba a la acción pues no deseaba que nadie me calificara de traidor a la causa de la libertad.

Debo ser franco y confesar que yo me sentía fracasado. La derrota me cayó encima cuando más necesitaba del concurso de los panameños, cuando los que creí que apoyaban me dejaron solo y además, el pueblo se tiró a las calles a vitorear al tirano.

Me encontraba en estos momentos en una encrucijada de confusiones, decisiones y sentimientos mixtos, en donde por un lado me sentía un individuo inútil a una lucha contra la tiranía a la cual el pueblo había dado su apoyo.

Qué iba yo a poder hacer contra tanto poderío? No obstante por otro lado, aunque las palabras de alabanza no fuesen más que mera retórica para empujarme a la lucha, pensaba también que se podían reunir algunas fuerzas dispersas.

En medio de esa incertidumbre, entre si dedicarme a mi familia y a trabajar en busca de un sueño dorado o a la lucha contra la tiranía, el exilio no me dejaba en paz, mis hermanos, amigos y muchos otros. Expresaban su admiración por mí y por lo que me atreví a hacer, tratando de poner a Panamá sobre un carril democrático y abrigaban la esperanza de que yo pudiera ser un elemento catalizador uniendo las filas en el exilio para darle calor al movimiento en favor de la libertad; y que mi concurso serviría para darle esperanza a los buenos panameños que luchaban y que con mi ayuda se podía lograr.

Primera reunión con Arnulfo Arias

Según muchas personas, yo debía unirme a Arnulfo Arias para formar un acción masiva en el exilio para asegurar el regreso a Panamá. Por mi lado yo veía a Arnulfo como el único político capaz de poder mantener unida a la Guardia Nacional alrededor de Torrijos y para trabajar en un plan para derrocarlo. Además, los oficiales pro-Arias habían huido y no se encontraban activos o estaban jugando un papel de informantes en favor de la dictadura.

Teníamos por lo tanto, que elaborar un buen proyecto propagandista que tendiera a debilitar el organismo armado, causando la discordia entre ellos, aprovechando la tendencia izquierdista del tirano, el enriquecimiento ilícito de los oficiales de alto rango, la corrupción y el tráfico de drogas.

Y aunque sabía la gran popularidad de Arias entre el público, ese mismo populacho se tiró a la calle a darle la bendición al dictador; por lo que pensaba que la táctica que debía seguir el exilio, si era que querían a Arias, era que éste se mantuviera detrás de las cortinas hasta un momento oportuno en que saliera públicamente a ocupar su puesto, mientras tanto se adelantara un plan que incluyera varios puntos de explotación, como eran los siguientes:

1.- PROPAGANDA, no bolas ni bochinches, incitando el temor al comunismo y la inclinación marxista del dictador, tratando de ganar adeptos dentro de la institución armada.

2.- ORGANIZAR MAS CÉLULAS en todo el país y reforzar las células existentes. organizando un plan por separado de adiestramiento y de acción.

3.- ATENTADOS contra el dictador y los altos oficiales, no contra la tropa. La experiencia me enseñaba que esto podía ganar muchos adeptos dentro de la tropa (clases y rasos), para utilizarlos como medio de división interna.

4.- ACCION. La acción sería rápida contundente y aplicada en ciertos puntos en los momentos precisos.

5. DINERO. Para todo esto se necesitaba dinero, que yo no tenía ni sabía en donde obtenerlo para cualquier propósito.

Esto era lo que yo pensaba y recomendaba sin que fuera un rígido plan, sino flexible con los ajustes que fuesen necesarios; pero en ningún momento clamé ser el líder de un movimiento armado clandestino o directo o político, pues me consideraba fuera de toda posibilidad como líder de cualquiera actividad, por haber sido rechazado por los panameños y pensaba que cualquier información sobre mi participación podía afectar el movimiento. Me inclinaba más bien a figuras nuevas.

Para entonces, aún pensaba que se podía convencer a los Gringos de que era un error el apoyo que le daban a la tiranía, sin saber que eran nuestros máximos enterradores. Yo me decía que con base a los cimientos democráticos conque se fundó esta nación del norte, los Estado Unidos podía apoyar en alguna forma al derrocamiento de la tiranía, que tarde que temprano iba a ser peligrosa para el canal, el cual ellos cuidaban con tanto celo.

Traté entonces de buscar a poyo entre los conocidos de las fuerzas armadas y entre los diplomáticos, pero me eludieron, se perdieron, cambiaron sus números de teléfono y por último hicieron mutis a mis comentarios. En otras palabras, mis “amigos o conocidos” también me abandonaron y los pocos reales amigos y profesionales, no podían hacer nada y aunque comprendían la situación, estaban sujetos a las órdenes de sus superiores.

Aún así, me resistía a creer que todo el andamiaje tan complicado de gobierno de éste país estuviese comprometido con una tiranía tan abusiva y tan corrupta; que sería cuestión de tiempo a que se dieran cuenta de su error y se decidieran a ayudar.

Luego de tratar de zafarme del compromiso directo de estar involucrado en la acción, por considerar que era contraproducente, pero que podía ayudar desde cualquier otra posición, me convencieron de reunirme con Arnulfo Arias. La primera reunión fue en privado y muy cordial, prometiendo ayudarnos y sin mayores compromisos.

Reunión en Houston, Texas - Traición de Nenzen-

Los apartamentos del 5600 Chimney Rock en Houston, Texas, lugar que nos sirvió de punto de reunión, estaban localizados en un área tranquila y eran bastante cómodos.

A ésta reunión fuimos invitados un grupo de ex-militares y nos encontramos allí Fred Boyd, Luis Nenzen, Abraham Córcame, vino también Peter Massack desde Alemania, dispuesto a jugarse el todo por el todo por Panamá y con quien tenía una deuda de gratitud por ser el promotor de la evasión de la Cárcel Modelo y quien se encargó de la elaboración de la llave grande del portón de fuga.

También se encontró allí Jorge A. Vallarino, pero cuando los promotores de la reunión supieron que trabajó para la CIA en Panamá, se asustaron y paralizaron toda actividad. La CIA y su gente, dijeron, no son de fiar y no tenemos confianza en ellos.

Nuestro anfitrión en Houston, Fred Redel, quien fuera Cónsul de Panamá en esa ciudad durante el corto tiempo de la administración de Arias, procuraba ser muy amable y atento con todos. Ellos parecían tener un plan, pero cuando se nos propuso a los militares utilizar como insignia el logo del Partido Panameñita, le echó “agua a la leña” y dijimos que en todo caso, llevaríamos la bandera de Panamá.

Yo fui el principal en oponerme, no porque estuviese contra Arias o contra algún partido político, sino porque debíamos adoptar una postura nacional, no partidista o personal.

Había que ser realista: ni Arnulfo Arias ni Omar Torrijos son sinónimos de Panamá, por el contrario, sus criterios opuestos son los que le hacían mucho daño a los panameños que son ni arnulfistas ni torrijistas, sino sencillamente panameños, los que creemos que nuestro país debe crecer y progresar por nuestras ideas y por nuestros principios y no por seguir particularmente a caudillos, pero parece que somos incorregibles.

El hecho de que el liderazgo sea llevado por un hombre o por un grupo en particular es otra cosa, pero pienso que el país debe ser madre de los sacrificios.

De todos modos se trataba de llegar a un acuerdo para organizar algo y aunque no tenía detalles, el plan que ellos habían elaborado consistía en el empleo de un grupo de mercenarios europeos disfrazados de frailes, al cual acompañaríamos los panameños con una escala técnica en el Aeropuerto Internacional de Tocumen, en donde tomaríamos por asalto al aeropuerto y el cuartel.

Se cancelarían los vuelos y se declararía el área “tierra libre”, para iniciar desde allí una revuelta masiva con la llegada de Arnulfo Arias al lugar, pero el hombre que supuestamente debía coordinar todos los planes en Europa y quien tenía los dineros, no aparecía, por lo que tuvimos que posponer el plan y el grupo se fue diluyendo.

Rudy Vallarino regresó a California y no fue invitado de nuevo, aun cuando éste esbozo de plan no fue discutido con nadie y solamente conmigo y con Córcame. Silvera nunca fue invitado porque desde un principio, ya en exilio, dijo que no se contara con él porque sabía que Torrijos estaba esperándonos armado hasta los dientes.

Poco tiempo después, Nenzen a quien se le veía ya flaquearte, “saltó la cerca” y se volvió en favor de la dictadura, convirtiéndose en informante porque se le prometió enviarlo de agregado militar a Venezuela, país en donde vivía su padre.

Nenzen regresó a Houston, tomó fotografías del lugar y del local de Fred Redel, y con las últimas informaciones de que disponía viajó a Panamá y desde aquí se cuenta que al llegar a Panamá, en lugar de cumplirle lo prometido, fue puesto preso, torturado salvajemente y enviado a la Colonia Penal de Coiba, una isla al Sur de Panamá, en el Océano Pacífico, en donde purgan condena los más duros criminales, en donde fue aislado y mantenido incomunicado.

Cuentan que cuando fue llevado ante el tirano, fue obligado a pedirle perdón de rodillas para luego ser enviado de regreso a Coiba y ser encerrado de nuevo en su celda solitaria en el bosque, en donde no tenía facilidades sanitarias para hacer sus necesidades íntimas y de allí dicen que: “... el hombre estuvo trastornado por un buen tiempo, hablando solo y jugando con su propia porquería.” Posteriormente, Nenzen fue enviado al Perú sin un centavo, pero logró irse a Venezuela, en donde consiguió trabajo y volvió a contraer matrimonio y rehacer su vida.

Abraham Crócamo es puesto preso

Terminada la reunión en Houston, regresé a California. Sin dinero, tenía que ir en busca de trabajo y necesitaba una extensión de estadía en los Estados Unidos, pues el plazo de seis meses se me agotaba y necesitaba que me dieran permiso para trabajar. Solicité el permiso y logré que me extendieran la estadía por seis meses más. Armado con esto, estuve haciendo gestiones de trabajo.

Anduve en busca de trabajo por el área de San José. Me encontré que con el permiso dado no calificaba, en otros el trabajo había sido tomado; pero me llamó la atención de que en algunos lugares a donde fui en busca de empleo, llegaron autoridades federales a averiguar lo que yo hacía en el lugar y el empleo fue negado porque no podían darle empleo a alguien por quien los federales indagaban, “...no queremos problemas!“

La investigación que llevaba a cabo el FBI, me negaba la posibilidad de conseguir un buen empleo. Me di cuenta también, que cuando viajaba, mi maleta era generalmente marcada con una tarjeta roja o amarilla. Esto me indicaba de que era vigilado muy de cerca. Sin embargo, me decía, espero que la “luna de miel” que tienen los Estados Unidos con la tiranía no dure mucho y se den cuanta pronto de la podredumbre a la que le están prestando su apoyo.

Regresé a Miami a instancias del exilio, para enterarme de que a Abraham Crócamo lo habían puesto preso en la Zona del Canal, acusado por Panamá de haber cometido el asalto a un banco local. Los agentes de inteligencia panameños le indicaron a la Policía de la Zona en dónde se encontraba y los Gringos lo apresaron para evitar que siguiera utilizando la zona para actividades en contra del régimen.

El senador venezolano - Otra reunión con Arias-

A eso de mediados del año 1971, me reuní en Miami con un amigo quien era Senador de un Estado en Venezuela. El viajó a los Estados Unidos para hacer contacto conmigo y ver qué apoyo podía aportar a la lucha por la libertad de Panamá.

En nuestra conversación salió a colación una gran finca de 14,000 hectáreas que tenía cerca de los llanos en ese país, que podía utilizarse para adiestrar personal en diferentes tácticas y además, su avión particular para la movilización que fuese necesaria en pequeña escala. La oferta calzaba bien dentro de la concepción de plan que yo tenía, pues el pequeño avión se podía equipar con tanques de gas adicionales para largos vuelos.

El plan que concebí consistía en extraer personal de confianza para la formación de líderes para determinadas acciones y áreas, luego los devolvíamos a Panamá para que hicieran su proselitismo, para equiparlos más tarde por aire. Ahora, hacía falta lo principal: dinero, pero... dónde conseguirlo? Al hacer algunas gestiones, me dada cuenta de que me involucraba más de lo que no quería estar directamente, metiéndome en otra rebelión y las respuestas para conseguir dinero apuntaban hacia Arnulfo Arias.

- El problema que tengo con Arnulfo, le dije a un amigo, es que al pedirle dinero él quiere estar en primera fila y es el único político que logra unir a la Guardia Nacional alrededor de Torrijos y la primera condición que debo lograr en las filas de los oficiales es una brecha de desunión para poder echar adelante mi plan. A mí no me importa que él sea el jefe, pero debe quedarse detrás de la cortina por un tiempo.

- Es cierto me dijo el amigo, pero es el único que ha logrado tener donaciones de dinero para su lucha en contra de Torrijos.

Hice arreglos y concerté una cita del Senador con el Dr. Arias en Miami, reunión a la cual vino Fred Rodell desde Houston y los resultados del encuentro, del cual yo esperaba que se convirtiera en todo un éxito, fue un desastre.

- Senador, tengo el gusto de presentarle a nuestro Presidente de Panamá, el Dr. Arnulfo Arias...

- Mucho gusto Dr., placer en conocerlo...Cómo ve Ud. las cosas por Panamá?

Arias levantándose un poco de su asiento, en un gesto de arrogancia y una actitud brusca y altanera, levantando la voz y agitando el dedo índice se dirigió al venezolano:

- Es que ya tenemos los planes para atacar a Tocumen y Ud. nos va a proveer los hombres y las armas... !

Así, en una forma tan brusca y repentina, sin ninguna cortesía ni preámbulo de su parte, Arnulfo Arias le ordenaba a un desconocido, que le supliera las armas y los hombres para atacar Panamá... Tomado por sorpresa y viendo la patanería de Arias, el venezolano respondió:

- Ud., Ud. debe querer mucho el poder, porque solo una persona que ama mucho el poder me habla en esa forma... !

Ante ésta palabras, Arias me dirigió una mirada acusativa, como si fuese yo el causante del problema. Vi claramente cómo le bailaban los ojos dentro de sus órbitas, “como balín en totuma”, (*) como me dijera un campesino, y de ahí en adelante la reunión ya no tuvo éxito. Y aunque traté de calmar los ánimos, no fue posible evitar el fracaso de dicho encuentro.

(*) Expresión utilizada por los campesinos cuando a una persona le giran los ojos dentro de sus órbitas. La totuma es una vasija hecha de calabaza.

Salí de la habitación en compañía del Senador y con los ánimos destemplados, fuimos a dar una caminata por Flagler Street en donde por mera casualidad nos encontramos con el Tnte.Cnel Luis Segura. “Lucho”, quien andaba de compras y al verme por sorpresa, no encontraba detrás de qué bolsa esconderse.

Segura, uno de los hombres responsables por preparar la “calle de honor” en la que llevé los golpes, recibió como premio que lo nombraran Gerente General del Instituto de Telecomunicaciones (INTEL), hoy ya privatizado; pero habiendo hecho un negocio ilegal en su nueva posición, sin haber participado a su dictador jefe, fue acusado por ladrón, puesto preso y despojado de su título militar y ahora, luego de su cárcel, se encontraba de compras en Miami.

Al ver el mohín de incomodidad y de pena que Segura hacía cuando me le acercaba, me dirigía él y le dije que no se preocupara e incomodara y procedía saludarlo como en los viejos tiempos cuando los dos éramos oficiales, pues siempre he pensado que el odio es un mal consejero.

Don Alberto Pérez Perazzo-

Una gran persona por su don de gentes lo es Don Alberto Pérez Perazzo. Don Alberto era Cónsul de Venezuela en Miami.

Su oficina del 120 Biscayne Boulevard, estaba siempre concurrida y ese día, luego del saludo correspondiente, Don Alberto extrajo un pasaporte de una de las gavetas de su pupitre y me lo enseñó:

- Conoces a éste hombre ? Me preguntó.

- Sí, éste es Abraham Crócamo... le respondí.

- Hace poco tiempo éste hombre vino a visitarme, se encontraba visiblemente nervioso, me dijo que era amigo tuyo y que lo perseguían. Me solicitó que le diera una prórroga del pasaporte de emergencia venezolano que portaba, el cual se encontraba vencido. Me enseñó un pasaje aéreo de regreso a Venezuela. Para ayudarlo y viendo que tenía todo en regla, con mi puño y letra le autoricé una extensión con el único propósito de regresar a Venezuela... aquí está.

Pero eso no termina allí, siguió diciendo Don Alberto.

- Como a eso de tres o cuatro horas más tarde, se aparecieron a visitarme el Vice-Cónsul panameño en compañía de dos hombres mal encarados que a leguas se veía que eran policías. Me enseñaron una fotografía de Crócamo a quien buscaban por el robo de un banco en Panamá y sabían que había venido al consulado.

- Yo les negué que el hombre había estado en mi oficina y como una semana más tarde, me llamó el Cónsul de Panamá, Sr Manzanares, para pedirme que lo ayudara a recobrar el pasaporte de Crócamo y una maleta que se encontraba en posesión de la línea de vapores “Costa Lines”, porque en esa maleta estaban 60 mil dólares producto del robo a un banco de Panamá.

- Yo le respondía Manzanares, que si el asunto era tan grave, debía acudir a la policía, pues yo no podía disponer de las pertenencias de un pasajero de una flota y menos si tenía problemas con la ley. Pero Manzanares me dijo que la policía no quería prestar su cooperación, lo cual no es cierto si se manejan las cosas apropiadamente...

Poco tiempo después me llamaron de la Costa Lines para decirme que en poder de ellos se encontraba una maleta y un pasaporte de un pasajero venezolano, que eran solicitados por el Cónsul de Panamá. Yo le di instrucciones de enviar el pasaporte a mi oficina porque pertenecía a mi gobierno y que las pertenencias del pasajero debían ser entregadas a su familiares identificados como tales, o a la policía si el pasajero había cometido algún delito.

Me daba cuenta de que el Consulado de Panamá en Miami acusaba a Crócamo del robo a un banco, pero si eso era así, por qué no recurría a la policía o a los federales, ya que éstos estaban locos por encontrar a un terrorista entre los exiliados y ayudar así al régimen panameño. Además, ni la policía ni el FBI tenían por qué negarse a ayudar al esclarecimiento de un caso criminal.

Como mi estadía en Miami no lograba el progreso que yo deseaba, decidí llamar al Dr. Arias para ver si se le habían bajado los humos y si podía tener algunas cosas claras con relación a Crócamo.

- Buenas tardes Dr., le habla Sanjur. He sabido que Crócamo lo detuvieron en la Zona del Canal... Qué es lo que ha sucedido ?

- No le haga caso a esas cosas, váyase a Houston a nuestros amigos, que allí aún nos queda algo y prepare el ataque a un pueblo!

- Pero Dr., Ud. sabe que las cosas no son así, yo prefiero trabajar en un plan gene...

El hombre no me dejó terminar la frase y me tiró el teléfono. Ya antes había tenido una pequeña discusión con él porque me dijo que le habían aconsejado matar guardias de servicio en las calles, pero le dije que yo no era partidario de ese plan porque los guardias le darían mayor apoyo a su jefes.

Mi plan era hacer atentados contra los jefes y la propaganda diría que los atentados solamente eran en contra de la oficialidad corrupta y de los maleantes con uniforme, explotadores de los pobres guardias inocentes. De modo pues, que desde el momento en que me tiró el teléfono se rompieron las comunicaciones y jamás se volvieron a reanudar.

Ya para esa fecha, el Aeropuerto de Tocumen se encontraba plagado de guardias por todos lados en espera de una invasión, indicación de que los planes de Arias eran conocidos por la inteligencia panameña; por lo que suponía que el Dr. Arias se encontraba infiltrado y era fácil de imaginarse que el plan de Crócamo había sido detectado con suficiente anticipación. Decidí hacer algunas indagaciones y esto fue lo que encontré:

- Con las únicas personas que Crócamo se reunió en Miami, fueron el Dr. Arias y su secretario, Hildebrando Nicosia, para llevar a cabo el asalto a un banco en Panamá, presumiblemente la sucursal del Banco Nacional de Panamá de San Francisco de la Caleta, un barrio sub-urbano de la ciudad de Panamá.

- Posterior a la reunión, Crócamo fue al Consulado de Venezuela para poner al día su pasaporte y de allí fue a la Costa Lines, que quedaba en el mismo edificio del consulado de Venezuela, para comprar un boleto para el viaje por vapor con escala en el Puerto de Cristóbal, Zona del Canal, en donde al llegar desembarcó, dejando su maleta con el pasaporte en el barco. Fuentes panameñas del mayor Bolívar Rodríguez, quien se encontraba en Panamá, listo para la acción, informaron que Crócamo nunca salió fuera de la Zona del Canal.

- El G-2 panameño tenía conocimiento de los movimientos de Crócamo por medio de Hildebrando Nicosia, quien ya había sido reclutado como informante y una vez que se supo de la llegada de Crócamo a Panamá, se ordenó el asalto al banco y se le indicó a la policía el lugar en donde Crócamo se encontraba.

- Según sé, el G-2 panameño quería recuperar la maleta de Crócamo, para “sembrarla” con los billetes “del robo” y así tener la prueba para pedir su extradición. Es quizá por eso, que Manzanares dijo no tener la cooperación de la policía.

En entrevista con Crócamo, llevada mucho tiempo después de la caída de la dictadura y con fines de escribir este libro, me confirma parte de lo que ya sabía de antemano:

- El asalto al banco se planeó con el Dr. Arias, pero no se llevó a cabo.

- El guardia nacional que se encontraba se servicio en el banco, un Sgto. 2º, fue relevado un ahora antes del tiempo de relevo acostumbrado.

- Se levantó un informe acerca del caso, en donde se acusó a Crócamo del robo. Fueron en busca del Sgto. 2º para que firmara el informe, pero como a él no le constaba porque no estaba allí, por haber sido relevado de su puesto, no firma el informe.

- Ante su negativa, los agentes del G-2 panameño le dan una golpiza y lo acusan de complicidad, conminándolo a firmar. Pero el hombre se niega y lo vuelven a golpear en forma tan salvaje, que el hombre tiene que ser hospitalizado. Torrijos, aplicando su vieja táctica de dar órdenes malignas por un lado y por el otro hacer el oficio de benefactor, va a visitar al sargento al hospital y darle consuelo.

El misterio que encerraba el desenvolvimiento de este drama, en donde la lógica indica la concepción de un plan para atrapar a Crócamo, no deja menos que pensar que existía un informante en las filas de Arnulfo Arias.

Las sospechas apuntaban a un solo hombre, Hildebrando Nicosia, que se confirma posteriormente cuando el hombre pasa a trabajar bajo las órdenes directas de Manuel Antonio Noriega y organizan un plan para dejar a Arias sin partido político.

El F.B.I. viene a verme-

Desilusionado por los bochinches de Miami y convencido que la cabeza del movimiento que todo panameño supuestamente apoyaba, estaba infiltrado por el servicio de inteligencia panameño, G-2 a cargo de Manuel A. Noriega, me regresé con mi familia a California en busca de empleo.

Para esa época me llegaba la información de que el negocio de las drogas aumentaba en Panamá, principalmente cocaína y marihuana. Yo no tenía ninguna prueba que pudiera aportar, sino lo que me recordaba mentalmente, ya que todas mis notas cayeron conmigo en diciembre de 1969 y para las autoridades norteamericanas nada les servía de palabra.

Casi una semana después de mi regreso a San José, el F.B.I. vino a verme a mi casa. Se presentaron dos agentes que investigaban el caso de Crócamo y el robo al banco en Panamá. Ellos sabían que Crócamo se había entrevistado conmigo en Houston y sin ocultarles nada de lo que sabía, les dije lo que pensaba: que Crócamo no podía haber cometido el asalto al banco que apenas había sido planeado.

Les indiqué lo que me dijo Don Alberto Pérez Perazzo y les dije que si querían hablar con él podían hacerlo con toda confianza. Me dijeron que no era necesario y pienso que mi explicación fue lo suficiente convincente porque poco tiempo después, Crócamo fue puesto en libertad.

Pero de aquí en adelante yo no tuve vida propia, pues otros agentes del F.B.I. me asediaban a menudo porque buscaban armas, explosivos, municiones, nombres de personas, hechos, Etc., Etc. Se me investigaba principalmente por terrorista.

Ustedes, les decía, están investigando al hombre equivocado, pero a pesar de que les explicaba una y otra vez que a los que tenían que investigar eran a los que se encontraban en el poder en Panamá, todo era inútil, se negaban a escucharme.

Traté en muchas ocasiones de explicarles que el traficante de todo, principalmente drogas era el gobernante de Panamá y sus subalternos, pero se negaban a oírme; porque sencillamente, para ellos, yo era el acusado... “the bad guy.” El maleante.

Finalmente vino un agente que consideré de mucha experiencia, Mr. Sample, quien fue el primero en escucharme y tomó nota de lo que le dije, pero nunca más volvió. Y como la imaginación es muchas veces mayor que las realidades, se me ocurrió pensar que lo sacaron de la investigación porque no llevó los informes que se esperaban.

Por fin logre conseguir empleo-

Anduve por varios lugres de San José en busca de empleo, llené múltiples aplicaciones sin éxito. Llegué hasta San Francisco en donde me entrevistaron para un trabajo de ventas, pero como no era vendedor, mi trabajo fue un completo fracaso.

Busqué refugio en un agencia de empleos, que me ofreció trabajo en una cadena de pequeños mercados llamados “STOP ‘N GO MARKETS, muy parecidos a los conocidos “7 Eleven”. Comencé con ellos mi adiestramiento en la caja registradora, en poner precios y cargar y acomodar mercancías en los anaqueles. Una semana después, había pasado mi curso de adiestramiento “con honores”, aunque tuve algunos dolores de cabeza con clientes que me insultaron por equivocaciones cometidas.

Durante mi “training”, yo era enviado a diferentes tiendas para que fuera adiestrado y siendo novato en el área y sin conocer muchos de los vocablos que se aplicaban en diferentes casos, acciones o gente, una noche que me tocó ir a una tienda en donde el ’Manager’ era para mí de origen mexicano y hablaba español, cuando tuvo la ocasión de dirigirme la palabra me preguntó:

- Es Ud. Chicano ?

La palabra me sonó a insulto y le contesté.

- Dios me libre, yo soy panameño y me considero honrado!

El hombre no me dirigió más la palabra, solamente para cambiarme de labor y ponerme a limpiar el piso. En adelante no me dejó hacer otra cosa. Para esa época, yo no sabía lo que el vocablo “Chicano” significaba para ciertos grupos de origen latino o español en USA, pues solamente lo conocía por su acepción básica y no por el significado que los grupos Chicanos pretenden darle. Hoy día, los Chicanos han crecido y se han educado, llegando a ocupar posicionesde mayor remuneración.

Después de pasar el “training”, pasando por las experiencias de varios mercaditos durante esa semana, me asignaron en forma permanente en una tienda al norte de San José. “Mi tienda”, quedaba en un sitio muy concurrido cercano a donde pasaban dos carreteras importantes.

Este era el premio por haber pasado mi curso con buenas calificaciones y con esto, me iniciaba en un pequeño empleo sin haber logrado uno mejor por las investigaciones de los federales... sería que ya me dejaron tranquilo?

En mi nueva asignación, aunque la ganancia era reducida para mantener mi familia, me iba bien y muchas personas de habla hispana comenzaron a llegar al lugar cuando se enteraron de que había un empleado nocturno que hablaba el idioma.

Mi pesado turno era de seis de la tarde hasta las seis de la mañana, y mi “manager”, aunque tenía la obligación de relevarme a la hora, muchas veces no lo hacía sino hasta las ocho sin pago adicional e irremediablemente, al cabo de unos meses de poco sueño, mi organismo comenzó a actuar como una especie de sonámbulo.

De “mi tienda” tengo varias anécdotas. Recuerdo que todos los días pasaba un capataz de construcción que me pedía que mantuviera en la parte más fría del “cooler”, la nevera, tres litros de champan “Cold Duck” e invariablemente pasaba todos los días a eso de las 6 AM a recogerlos.

También, muy temprano dos o tres veces por semana, pasaba una elegante y alta campesina a quien se me ocurrió ponerle el apodo de “La Amazona” porque vestía un atuendo de vaquera. La mujer, parada fuera del mostrador, aunque yo estuviera parado sobre una tarima del otro lado de la caja registradora, la copa de su sombrero me sobrepasaba en altura.

En el Estado de California, la venta de bebidas alcohólicas en este tipo de establecimiento, está permitida hasta las dos de la mañana. Después de esa hora, la venta de cualquier licor está castigado por la ley; pero a pesar del conocimiento público, muchas veces se me acercaban personas a comprarme cerveza u otro tipo de bebidas.

Yo me negaba haciéndoles saber la prohibición, pero muchos necios se quedaban pidiendo y rogando que les vendiera, pero siempre me negué porque cualquiera de ellos pudo ser un policía.

En esta tienda muchas veces me sentí vigilado por individuos desconocidos que llegaban a la tienda y no compraban nada. Algunas veces me acerqué a ellos para preguntarles si les podía servir en algo, algunos compraban alguna golosina, pero otros preferían irse de la tienda.

El trasnocho y el cansancio al cabo de un par de meses, se dejaban ver y aunque hacía todo lo posible por descansar lo más que podía para mantenerme lúcido y mantener el empleo lo más que podía mientras buscaba otro trabajo mejor remunerado y en mejores condiciones, no lo lograba.

Tuve la suerte de vender un pequeño avión para Sur América, que me permitió abrir la puerta para dedicarme a trabajar para mí mismo y decidí anunciar que me retiraba.

Poco después vino uno de los jefes a verme y a pedirme que me quedara, pues yo había logrado aumentar las ventas en mil dólares por semana y según él, eso era bueno porque podía hacer carrera con ellos. Me imaginé que parte de la vigilancia podía haber sido de ellos mismos, pero yo estaba ya decidido y me fui a mi casa.

Steve Csukas-

Regresé a mi casa. Estaba determinado a descansar un poco y seguir buscando trabajo, al igual que seguir la venta de aviones para el exterior; y como en Panamá estuve tomando clases de aviación, podía seguir quizá la carrera en California, pero pasar el curso para lograr la licencia era muy caro para mí. Poco fue lo que pude descansar. Un amigo me buscaba desde Miami para que me entrevistara con un alto funcionario de Aduanas de los Estados Unidos, por lo que viajé a Miami a la entrevista.

El local en donde se encontraba la oficina de inteligencia de Aduanas de los Estados Unidos en Miami, en donde Steve Csuckas operaba, parecía una inocente oficina de negocios; pero allí se encontraba una de las oficinas de inteligencia de Aduanas más importante en todo el país.

Csukas, un hombre de edad madura y de mediana estatura, no era muy amante de tomar notas; pero tenía una mente privilegiada y hacía muchas preguntas. Tenía fama de ser un buen agente y andaba detrás del contrabando de drogas de América Latina y Panamá y Colombia eran los lugares que más le llamaban la atención por la cantidad de drogas que se manejaban desde allí.

Steve fue el primero en ponerle atención a lo poco y viejo que yo sabía del tráfico desde Panamá y a juzgar por sus preguntas y sus comentarios, me daba cuenta de que durante el tiempo que yo pasé encerrado, el tráfico prosperó bastante con Torrijos, pero Csukas sabía más de lo que yo ya sabía. Yo m-as bien estaba atrasado y luego de la entrevista, le prometí hacerle llegar cualquier información que tuviera disponible.

Me pareció que el haber hecho contacto con Steve, tenía en mis manos la oportunidad de poder destapar el embrollo del tráfico y poder desacreditar así a la tiranía, pero a pesar de que aportamos múltiples informaciones, inclusive de grupos de colombianos que acusaban directamente a Torrijos y Noriega del tráfico, porque confesaban haberles vendido o confiarle cantidades significativas de drogas, parecía que el dictador tenía más poder del que pudiéramos imaginarnos.

Algo se supo del Aeropuerto de Tocumen, en donde llegaban vuelos que no eran registrados en la Bitácora de la Torre de Control, a cargo de un amigo del dictador. Tales vuelos cargabancantidades considerables de cocaína y de marihuana y la investigación condujo al arresto del amigo de Torrijos, Joaquín Him González, produciendo una reacción del tirano, quien en una “bravata” pública demandó el regreso de Him, pero éste fue condenado en Estados Unidos.

Pero esto no fue suficiente para ir en contra del hombre fuerte, pues sus amigos protectores eran muy influyentes en Washington para que se tomara alguna acción en contra de él; y desde luego, no les convenía deshacerse del hombre porque los favorecía en sus negocios internacionales bancarios y además, para la firma de los tratados. Igual también se supo acerca de varios contrabandos de armas, en donde se consideró que algunos cónsules panameños estaban involucrados.

Bob Porter-

Aunque las investigaciones continuaron, yo me regresé a California. Yo estaba impaciente porque se tomara acción en contra del dictador, porque el tiempo se me iba y mi familia se encontraba sola en San José, y no podía seguir en Miami sin ganar dinero.

No había terminado de llegar a mi casa de San José, cuando se me presentaron tres agentes del F.B.I. a verme. Ellos querían saber qué estaba haciendo, me preguntaron por una armas, por unos explosivos y por algunos nombres de personas. Les dije de lo que sabía y lo que desconocía. Les dije que conocía algunos personas mencionadas, pero que no tenía ningún negocio con ellos. Uno de los agentes que parecía de origen hispano, fue el que más duro me trató, llamándome embustero.

El trato me indignó a tal grado, que les dije que si pensaba que yo mentía, que me pusieran de inmediato en la cárcel si querían por rebeldía, porque no estaba dispuesto a seguir viviendo en un país que se suponía el campeón de la democracia y de la libertad en el mundo, que se encontraba ayudando a una tiranía narcotraficante en Panamá.

Que yo había llegado a los Estados Unidos en busca de libertad, huyendo de una dictadura delincuente y en lugar de encontrarme en libertad se me trataba como un delincuente, mientras los delincuentes se encontraban muertos de risa llenándose los bolsillos con sus negociaciones ilegales, con la ayuda del Tío Sam

Después de varias visitas y de varios interrogatorios en el transcurso de varios meses, aunque mencionara a Steve Csukas, mi esposa y de mis hijos comenzaron a tener miedo. hasta que vino a verme un nuevo agente, Bob Porter. Bob, quien vivía en el 7814 Alto Way. Dublin, California, vino en una actitud diferente y tuvo la cortesía de poner a mi disposición hasta el teléfono de su casa y de su oficina, autorizándome para llamarle por cobrar (collect).

Porter era un hombre mucho más inteligente y más educado y su forma de llevar a cabo los interrogatorios era más refinada que sus antecesores. Se veía claramente que era un agente de mucho más categoría y fue el único, después de Mr. Sample, en escucharme todo lo que sabía de la tiranía y del tráfico de drogas.

Después de todo, le dije, el hecho de haber estado preso por haber querido la libertad de mi país y haber escapado de allí, no era patente para condenarme a ser un delincuente. Yo me encontraba preso porque quería devolverle al país un democracia, no para la comisión de delitos como se pretende hacer ver y tampoco soy un terrorista como parecen acusarme.

Al final, Porter me dio instrucciones de no hacer nada sin consultar con él. Y aunque se veía claramente que se trataba de una nueva forma de control, obedeciendo a una nueva táctica, yo no la resentía, pues Bob logró hacer un buen trabajo sin insultos, bravuconerías ni presiones; por lo que logramos establecer una buena comunicación, aunque sabía por lógica que ellos debían hacer su trabajo.

Yo no resentía el hecho de que se me investigara, sino que se me tratara como un delincuente sin tener conocimiento de los antecedentes del caso, juzgándome a priori. Y aunque todavía no se hacía pública toda la verdad acerca de los negocios de la tiranía y Bob Porter parecía hacerse cargo de mí, tenía la esperanza de que el tiempo iba hablar toda la verdad, no parecía ser yo la voz convincente. Y así, Bob me recomendó varias cosas y me dio instrucciones de que si viajaba a Miami, me entrevistara con Clamsy Graham por si tenía algún problema allí.

El cambio de actitud del F.B.I. por medio de Bob Porter, me daba la impresión de que la balanza se estaba inclinando del lado nuestro y de que la verdad podía salir a flote en cualquier momento y que pronto se sabría quiénes eran los verdaderos ladrones, terroristas y traficantes de drogas. Mientras tanto, los panameños seguíamos siendo vigilados de cerca, como me pasó en una ocasión en que me encontraba en el Aeropuerto de Miami, haciendo fila para abordar de regreso a California. Un policía se me acercó y me preguntó en inglés:

- Es Ud. Amaendo Seinyur... ?

- Si, yo soy. Le dije sin temor ni apremio, dándome cuenta que por su acento inglés no podía pronunciar bien mi nombre.

Y sin mediar mayor palabra, el policía me sacó de la fila, me condujo aparte contra la pared manos en alto, me preguntó si cargaba armas y procedió a registrarme mientras su compañero registraba el maletín de mano que cargaba.

La pena que pasé y la vergüenza ante el público presente ante tan bochornoso acto, me hizo sentir con una terrible angustia durante todo el viaje, ante las miradas interrogantes de los pasajeros. Tales incidentes me llenaban de pesar y de furia. Rabia contenida que iba a manifestarse en enfermedad con el tiempo.

Pero también hube de pasar por momentos risibles. En otra ocasión que viajaba de Miami a San Francisco por no poder conseguir conexión a San José, había un pasajero que no quitaba la vista de encima, por lo que me imaginé que me lo habían puesto de “cola”.

Durante el vuelo y con el fin de echarle un vistazo al individuo y dejarle saber que me vigilaba, al volver a mi asiento el hombre me abordó preguntándome que si hablaba español. Le dije que sí, y me contó que él venía becado de Venezuela a la Universidad de San Francisco, que era Veterinario y no hablaba inglés, por lo que me pedía que lo ayudara al llegar.

Despejado el momento de tensión que yo mismo había creado, le conté que era panameño, que había estudiado en Venezuela y que lo llevaría en compañía de mi familia a la universidad. Así lo hice, le dejé mi teléfono y no volví a saber de él.

Yo creí, cuando llegué a los Estados Unidos, que hablaba mi poco de inglés o por lo menos me podía hacer entender. Una vez que viajaba de New Orleans a Los Ángeles, me levanté después de un par de horas de vuelo a estirar las piernas, me encontré con una Aeromoza y le hablé, mientras esperaba entrar al baño. La mujer abrió la boca en señal de atención o de estar en el limbo y me dijo:

- Lo siento Señor, pero no le entiendo nada de lo que me dice...Es usted de la India?

Aunque yo sabía que mi inglésno era bueno, pensaba que podía hacerme entender, pero ésta Señora no entendió nada de lo que le dije. Poco a poco fui aprendiendo que en un país tan grande, y sucede en los pequeños como los nuestros; existen diferentes dejos o acentos en el hablar, de modo que los del Sur hablan con un acento diferente a los del Norte y a los otros. Así fui aprendiendo los dejos de cada lugar y hasta pude posteriormente imitarlos.

El tiempo pasaba y la tiranía seguía haciéndome acusaciones ante sus amigos, las letanías eran las mismas, terrorismo, armas y explosivos. Se me acusaba de ser especialista en tiro con diferentes armas, en defensa personal, en explosivos, de ser buzo y era piloto de pequeños aviones.

La ironía del caso era que me había fugado de una cárcel pequeña para caer en otra y tener todo el territorio por cárcel me decía. Pero a pesar de los malos ratos que pasaba, iba también ganando amigos que entendieron mi problema y el de la injusticia que se cometía contra los panameños.

Esa misma gente me dio apoyo y ayuda en el Senado y en otros lugares. Un hombre como Bob Porter entendió el problema y me dio la razón, empero aun cuando la actitud de su organización cambió, no fue así con su gobierno y él tenía que cumplir con su trabajo.

Preferí no hacer mas planes con Arnulfo Arias

Aunque había muchos panameños que deseaban sumarse a la lucha contra la tiranía, algunos no eran partidarios de Arnulfo.

Otros me pedían que me uniera a Arnulfo, pero yo me resistía a hace planes con él porque sabía que iban a ser detectados por la inteligencia del régimen y tales informaciones iban a ser utilizadas para la campaña de decepción y de distorsión de la verdad,al igual que para sus planes de intimidación de la contrainteligencia y una carga de municiones contra el exilio.

Por mi parte, yo estaba determinado a negarle todo tipo de información al régimen, por lo que preferí trabajar por mi cuenta con la utilización de otros medios, pero sin exponerme y exponer a otros a quedar a merced de la inteligencia del dictador. Sabía que me aislaba de un sector del exilio, sabía también que mi trabajo sería aprovechado por los políticos, pero mis aspiraciones no eran políticas ni de quedar encaramado en las cumbres de nuevas influencias, sino para la liberación de mi país.

Supe que varios hablaron mal de Amado Sanjur que los había abandonado, pero preferí unirme a la lucha en contra del narcotráfico que fluía desde Panamá, porque sabía que era el punto débil de la dictadura y que en algún momento ese tema se convertiría en la prioridad de la lucha contra la tiranía, para la liberación del Istmo.

Mayor aún fue mi desilusión, cuando en una reunión con personas pudientes de Panamá, me preguntaron qué cuánto dinero hacía falta para derrocar a la dictadura, yo les respondí que en reciente contacto con soldados retirados, me dijeron que pedían dos millones y medio de dólares.

A las personas les pareció exagerada la cantidad y poco después se escuchó el comentario de que “... el coronel Amado Sanjur lo que anda es en busca de dinero”. Y como siempre, el bajo comentario se adueñaba de la empresa de liberar Panamá. Pero el tiempo se iba a encargar de demostrar la poca capacidad que teníamos los panameños para poder liberarnos sin el apoyo de una buena fuerza armada. Hecho que queda demostrado por la invasión de los Estados Unidos en Diciembre de 1989.

El Dr. Gilberto Arias (QEPD), sobrino del famoso líder político Arnulfo Arias (QEPD), entendió el problema y mi posición cuando en una reunión logré explicarle la situación de Panamá y la forma de liberarla. Gilberto terminó por darme la razón.

Un hombre moderado, con una profunda educación y dotado de una gran inteligencia, era la persona en quien yo pensé que podía unir el futuro de los panameños, pero desafortunadamente falleció en plena madurez de su vida y con ello, perdió Panamá un gran talento y los panameños la oportunidad de tener un gran gobernante. La última vez que hablé con Gilberto, se encontraba enfermo y me ofreció las páginas del famoso periódico “El Panamá América” para que escribiera cuanto quisiera publicar.

No había duda, los Gringos nos habían dado la espalda y teníamos que aprender a vivir con el estigma de abandono y hacer ajustes a nuestro cinturón para a prender a sobrevivir en medio de una vida frugal y llena de necesidades. Sin embargo no había que olvidar la procedencia provinciana en donde nunca faltaban las necesidades.

Las persecuciones internas

Como si el infierno que pasábamos en el exilio fuese poco, mis amigos y familiares seguían siendo perseguidos en Panamá. el 18 de Octubre de 1970, el diario “La Estrella de Panamá”, publicaba en su página 20, la noticia con una fotografía en donde aparecían unos amigos y un familiar presos por “...desarrollar actividades subversivas”, por lo que serían enviados a la colonia Penal de Coiba como saben la famosa isla en el Pacífico a donde eran enviados los más duros criminales a hacer trabajos forzados.

En la foto publicada, aparecían el Piloto Oscar Taitt (QEPD), uno de mis maestros de aviación, el policía de la Zona del Canal Andreas “Pepsi” Poschl (QEPD), uno de mis maestros de buceo, el Sgto. de la Guardia Nacional José A. Atencio, familiar cercano; un miembro del Cuerpo de bomberos de la Zona del Canal, Luis Argote y un miembro del Partido Panameñista, Don Víctor Salas. Estos personajes “peligrosos” serían enviados a Coiba lo antes posible.

Atencio, Salas y Taitt no tenían ninguna posibilidad de lograr que alguien los defendiera. Estaban condenados de inmediato, como fui yo condenado a pasar “a-a-a-años en prisión”, violándoles sus más elementalesderechos de justicia; pero llamaba doblemente la atención de que Argote y Poschl, empleados de la Zona del Canal, no solamente no tuvieran defensa, sino que sus jefes se hacían eco de la “tiránica justicia panameña”, condenándolos también sin siquiera ser escuchados.

Estos hombres por lo menos sobrevivieron, pero muchos otros, quienes ni siquiera fueron presentados a ninguna autoridad, fueron sacrificados y se comenta que fueron enterrados en los patios de los cuarteles y otros lugares.

Y para hacer una explicación más amplia en cuanto a la posición de la justicia de la Zona del Canal, con relación al caso de Andreas Poschl y demostrar una vez más que la gran democracia del norte le daba su apoyo a la tiranía existente, dándole la espalda a sus propios empleados, en desprecio de los más elementales principios de justicia y de libertad... caso que considero insólito, vamos a hacer una revisión del caso de Andreas Poschl:

El 27 de Agosto de 1970, el Director de Personal de la Policía de la Zona del Canal, le enviaba una nota a Andreas Poschl dándole de baja por la supuesta “violación” de ciertas reglas. Entre ellas se encontraban las siguientes:

1.- No informar del conocimiento que tenía de la evasión del coronel Amado Sanjur de la Cárcel Modelo el día 8 de Junio de 1970.

- La Zona del Canal sabía de sobra sobre los planes de fuga, ya que Peter Mossack estaba en contacto con la C.I.A., si ellos no le informaron a la Policía, esto no era competencia de Poschl. Además, si “Pepsi” hubiese informado acerca de la evasión, la policía habría dado el “soplo” a la dictadura y con plena seguridad no habrían estado esperando armados hasta los dientes, apostados fuera de la cárcel. Esto indica que Poschl ha sido condenado por adoptar un actitud humanitaria.

2.- Por estar “envuelto en actividades políticas” en territorio de Panamá.

- Pero...La pregunta que cabe hacer con relación a esta acusación, es la de que

Quién acusaba a Poschl de estar “envuelto en actividades políticas”?

Pues nada menos que la tiranía. En otras palabras, el Gobierno de la Zona del Canal, personificado en la policía, se hacía eco de las acusaciones que hacía la dictadura y daba como hecho consumado dichas acusaciones, sin siquiera haber pasado por un juicio, violando los derechos de justicia más elementales de Poschl. Pero vamos más allá y veamos quién hacía la acusación: la inteligencia panameña (G-2), un equipo oficial terrorista a cargo de Manuel Antonio Noriega, un hombre pagado por la C.I.A.

3.- Acusado de conducta perjudicial.

- Cual era el caso de conducta perjudicial ? Por qué, años más tarde, el gobierno de los Estados Unidos desencadenó una invasión desde la Zona del Canal y desde territorio continental, para derrocar precisamente a su propia criatura?

4.- Por no haberse presentado a trabajar desde el 25 de Agosto de 1970.

La policía zoneíta sabía de sobra que “Pepsi” era prisionero de la tiranía, acusado falsamente de actividades subversivas, pero prefirió ignorarlo, apoyando en esta forma la condena sumaria y arbitraria impuesta por la autocracia que su gobierno apoyaba.

El 10 de Septiembre de 1970, el Director de personal de la policía zoneita, envió a Poschl otra nota rescindiendo la del 27 de Agosto, porque “aparecieron noticias en el periódico de que el Gbno panameño lo condenaba a prisión”, sin embargo, la acusación por “abandono de su empleo” la mantienen, por lo que la pena de baja es efectiva.

- Es aquí en donde yo considero esta acción de la Policía de la Zona del Canal como un caso insólito y fuera de toda justicia elemental, porque Poschl no abandonó su empleo. En todo caso debió ser acusado de FALTAR INVOLUNTARIAMENTE A SU EMPLEO, por razones que escaparon a su control.

Y parece increíble que una nación que se considera tener una cultura superior y en donde supuestamente existe la verdadera justicia y que con frecuencia nos acusa a los panameños de ser corruptos, indisciplinados e injustos, fuese capaz de cometer un caso de injusticia por el solo hecho de las buenas relaciones existentes entre su gobierno y el de la tiranía, para evitar que el tirano se enojara y siguiera apoyando sus intereses. Hay que decir entonces las cosas como realmente pasaron:

POSCHL FUE SECUESTRADO POR LA TIRANIA Y ACUSADO DE SUBVERSION, CONJUNTAMENTE CON OTROS. CASO QUE FUE FABRICADO POR EL G2 PANAMEÑO, COMO MUCHOS OTROS, PERO LA GENTE DEL TIO SAM PREFERIAN NO INTERVENIR Y MIRAR PARA EL OTRO LADO Y NO VER LO MALO.

El 27 de Septiembre, el Abogado Henry H. Allen se hace cargo del caso de Poschl y envía una nota al director de personal de la policía, en donde le explica que “ni siquiera a la esposa de Poschl se le ha permitido ponerse en contacto con su esposo” y por lo tanto le ha sido imposible poder cumplir con las previsiones solicitadas el 27 de Agosto.

Así entonces, víctimas de un juicio sumario dictado por la tiranía, tanto Poschl, Taitt, Atencio, Argote y Salas; eran penados en Panamá sin la permisión del más elemental derecho de justicia, con un abogado que los defendiera.

Y en la Zona del Canal, conociendo hasta la saciedad de que en Panamá no había justicia, bajo las leyes de los Estados Unidos, la Policía de la Zona del Canal, condenaba también a Poschl con base al mismo procedimiento.

El 15de marzo de 1971, el Abogado Allen envió un anota al Gobernador de la Zona del Canal, Mr. David Parker, informándole sobre la condición de su defendido y en donde le confirma lo siguiente:

a) Que su defendido no fue condenado en ninguna corte ni bajo juicio competente.

b) El sub-director del Departamento Nacional de Investigaciones (DENI) de Panamá emitió un anota con fecha del 29 de Septiembre de 1970, en donde dice que el DENI no tiene ningún record de la condena de Poschl y que por lo tanto, la Policía de la Zona del Canal no podía tener ningún registro con antelación a la condena de Poschl.

c) El 10 de Septiembre, el Abogado Allen envió un anota al Sr Edward Doolan, director de personal de la policía zoneita, en donde le explica que el abandono de cargo por parte de Poschl, no era un caso de intención voluntaria. El Sr Doolan no contestó.

d) El 16 de Diciembre, dos días después de haber sido puesto en libertad de su “condena”, en la Isla Penal de Coiba, Andreas Poschl se presentó a la oficina del capitán Charles Fears, para informarle que se encontraba listo para continuar con su trabajo. Nunca recibió respuesta.

e) El 12 de Julio de 1971, en aparente respuesta a la última carta enviada por el abogado Allen, el Jefe de Asuntos civiles de la Policía de la Zona del Canal, envió un anota a Andreas Poschl, en donde le notificaba el propósito de darle de baja a los 31 días de recibida la nota y las razones que expone son las siguientes. Mire bien estimado lector:

1.- Por no revelar el conocimiento que tenía acerca de la fuga de los coroneles Amado Sanjur, Ramiro Silvera y el Tnte.Cnel Luis Nenzen, quienes se encontraban prisioneros en la Cárcel Modelo de Panamá. Tal evento dice la nota, dio como resultado serias tensiones entre las relaciones de los Estados Unidos con Panamá, ya que los Estados Unidos negó la solicitud de extradición de los evadidos solicitada por Panamá, porque se tomó como base el protocolo de las Naciones Unidas con relación al status de refugiados.

Esto confirma el rumor de que las autoridades del Departamento de Estado Y las Autoridades de la Zona del Canal, eran partidarias de entregarnos de regreso a Panamá, en lugar de darnos refugio como era su deber.

2.- Por estar envuelto en actividades prohibidas. Según esto, Poschl admitió “haber traído a su casa de la Zona del Canal, un maletín del coronel Sanjur con papeles y pasaportes y otros asuntos, cuatro o cinco días antes de la fuga de la Cárcel Modelo.” Y el 25 de Agosto fue arrestado en Panamá y acusado de participar en actos subversivos en contra del “gobierno de Panamá” y desde ese día hasta el 16 de Diciembre de 1970, se mantuvo ausente de su empleo. Se informó que había sido condenado a 12 años de prisión.

El 16 de Diciembre, Ud. se presentó al comandante de la Policía de Balboa y declaró que había sido puesto en libertad por las autoridades panameñas. El 23 de Abril, el Departamento nacional de Investigaciones (DENI) de Panamá, proporcionó a la Policía del Canal una copia de su record policivo en donde dice que Ud. fuecondenado a dos años de prisión “por el planeamiento de actos terroristas en contra del gobierno revolucionario. Sentencia expedida en el Juzgado Nocturno de Policía de la Ciudad de Panamá el 22 de Septiembre de 1970.”

- Tal parece que la policía del canal, se las arregló con la tiranía para que ésta vez el DENI le expidiera un informe completo con el record policivo que antes no existía. Todas esta anomalías fueron aceptadas por las autoridades de la Zona del Canal, para condenar de todos modos y darle de baja a Andreas Poschl. Igualmente yo fui condenado a “a-a-a-años en la cárcel” sin el concurso de un abogado ni siquiera en una corte competente y ahora se me acusaba de “terrorista” en los Estados Unidos. La misma vieja historia... ningún cambio.

4.- Actos cuya acción afectarían adversamente la confianza pública en la integridad del gobierno.

- Aquí se acusa a Pepsi de haber viajado a los Estados Unidos el 20 de Junio en el Vapor SS Australis acompañando a mi esposa, María Teresa Arango... Andreas Poschl, a quien desde el momento que conocí, hicimos una imperecedera amistad y mutua confianza, al igual que su esposa Sonia Perigault, compañera de escuela de mi esposa, en un gesto humanitario y de solidaridad familiar, porque más que amigo era como un hermano de mi esposa y mío, decidió acompañar a la que consideraba como una hermana para darle protección hasta Fort Lauderdale, para que siguiera viaje a California camino del exilio, a reunirse con nuestros hijos, ya que no podía contar más con sus jefes de la Embajada de los Estados Unidos en donde trabajaba.

Deseo aclarar, como homenaje póstumo al entrañable amigo, que nuestra amistad fue sincera y llegó hasta el grado familiar sin malicias y sin perversas interpretaciones. Pero para ésta gente, que no conocían lo que una amistad sincera significa, eran capaces de apelar a cualquier argucia, igual que la dictadura, para lograr los fines que se proponían.

5.- Convicto de crimen “Su convicción criminal en Panamá se considera una violación...”

- Un convicto de crimen es un reo de delito legal. Se trata pues de un delincuente que ha sido juzgado y encontrado culpable en unacorte competente. Sin embargo, la Zona del Canal consideró como buena una condena impuesta por una orden de la dictadura, sabiendo hasta el cansancio, que en Panamá no había justicia; por lo que estaban aprobando como justa, una injusticia cometida.

El 11 de Agosto de 1971, en otra nota dirigida a Andreas Poschl, el nuevo director de personal, Daniel Prolucci, mantiene la pena de expulsión, con base a las mismas conclusiones anteriores y desde el día 12 de Agosto de 1971, Andreas Poschl, el amigo, casi hermano, pagaba una vez más el sacrificio de amistad sincera con Amado Sanjur y María Teresa.

Esto era más bien una conspiración para eliminarlo. Así mismo, pagaban también el piloto y gran amigo Oscar Taitt, con quien tendré siempre una gran deuda de gratitud y en la misma forma la lealtad del Sgto. José A. Atencio.

Es por eso que en este libro, considero que es mi deber rendir tributo a la lealtad y sincera amistad de estos hombres poco comunes.

También en los Estados Unidos

Así pues, conforme me movía, iban los federales indagando. Y cuando visité al Dr. José M.Trujillo en Houston , Texas, un galeno panameño que se ha distinguido en las investigaciones contra el cáncer, allá también fue un agente que identificó ser de la C.IA., a investigarlo y a hacerle preguntas.

Durante mi tiempo de estadía en California, conocí a un gran canadiense con quien traté de hacer algunos negocios y con quien establecí una amistad imperecedera. Aprendí a tenerle un gran respeto al amigo Donald J. Barry por su don de gentes y por su lealtad. John Barry (QEPD) como le llamamos los amigos a Donald, y a quien tuve el gran honor de tener de visita en mi casa más de una vez, fue también visitado por los federales en Toronto, Canadá, para hacerle preguntas acerca de mi persona.

John, desde entonces, me ha brindado su apoyo moral y me ha hecho saber que una persona con una esposa y una familia como la que tengo, no puede ser un delincuente. John y yo hemos mantenido una gran amistad y cuando viajé por primera vez a Toronto, fue la primera persona a quien fui a visitar. Desafortunadamente perdí a un amigo canadiense, víctima del cáncer.

Estos ejemplos en donde el Dr. Trujillo y el amigo Barry fueron abordados, son pocos pues hay muchos más que respondieron por mí. Pero también se dieron casos de personas sin principios, que al verse interrogados, me acusaron de ser un hombre que buscaba el derrocamiento del “gobierno legítimo de Panamá, amigo de los Estados Unidos”.

Decidí mudarme de California-

California es uno de los estados más bellos de la unión norteamericana. Localizado en la costa Oeste y bañado por el Océano Pacífico, fue colonizado por sacerdotes que fundaron Misiones en diferentes lugares. Esta Misiones eran el centro del gobierno, de la economía, la política y el desarrollo social de cada región.

El Padre Junípero Serra se destacó en esa labor de colonización pacífica humanista, que señala una gran diferencia en cómo fueron colonizados otros estados de la unión y de muchos países de América, que fue llevada a cabo por militares, por aventureros o caudillos. De ahí, queel caudillismo es una forma de gobierno común en nuestra América Hispana.

California posee una pujante economía, tanto agrícola como industrial. Yo pude aprovechar y quedarme en California estudiando y buscando un mejor empleo, olvidándome de toda actividad en contra de la dictadura, pero mi decisión estaba hecha y había dispuesto que seguiría luchando contra viento y marea para liberar a mi país de tanta podredumbre.

Y aunque sabía que muchos paisanos me criticaban por no unirme a Arnulfo Arias, yo seguiría con mis medios y mis contactos combatiendo el narcotráfico y me mantendría alejado de varios panameños que no me inspiraban confianza.

Cuando los federales se enteraron de que yo me mudaba, me cayeron como abejas a mi casa a hacerme preguntas. Para esa época, Bob Porter, el hombre que pareció entender el problema de Panamá, había sido según informaciones, muerto a tiros en un encuentro con maleantes mexicanos en la Ciudad de Fresno, localizada al centro del Estado de California... Desafortunadamente, como dice el dicho fatalista, “lo bueno no dura”.

Por segunda vez atravesé el país, manejando desde California hasta el Estado de la Florida, ésta vez con mi esposa y mis tres hijos; la menor cercano a cumplir cuatro años, nacida en San José. Busqué establecerme inicialmente en el norte del estado y busqué la Ciudad de Jacksonville, que era para 1977 una ciudad en crecimiento, pero no era lo ideal para mi familia, por lo que decidí seguir buscando y nos convertimos en una especie de nómadas. Sabía que nuestra supervivencia dependería de la habilidad mía de equilibrio sobre una cuerda floja, en la cual no había lugar a equivocaciones.

Durante mi corta estadía en Jacksonville se discutían en la administración del Presidente Carter, la firma de los tratados sobre el canal en el Senado de los Estados Unidos. La administración de Jimmy Carter estaba empeñada en que el Senado aprobara los tratados, para que el canal pasase a administración panameña en el año 2000.

Yo estaba opuesto a que se firmaran los tratados con una dictadura que no representaba legalmente al pueblo de Panamá, y me decía que un país con una profunda tradición democrática no podía abandonar a los panameños que luchábamos por nuestra libertad, pues le daría “alas a la dictadura” para sentirse “legítimos” y con ello, extender la opresión al pueblo. Pero el empeño del Presidente Carter parecía ir más allá de los compromisos de orden político y no se sabe qué oscuros intereses lo empujaban.

Ya yo había sido invitado por el Sub-Comité de Seguridad Interna del Senado a declarar con relación a Panamá, al cual concurrí el 27 de Febrero de 1971 y fui el primero en acusar a la tiranía de estar enredada en el narcotráfico internacional y pedía que se investigara. Posteriormente regresé a Washington, invitado por el American Security Council a una conferencia de prensa con los buenos auspicios del amigo Philip Harman, en donde expresé mis puntos de vista y contesté preguntas.

Dije que no me parecía propio de un país democrático firmar tratados con una dictadura narcotraficante, aunque no quise profundizar en el tema porque pensé que podía entorpecer las investigaciones que se llevaban a cabo por el US Customs y el BNDD, asuntos que se ventilaban en el Senado. Sin embargo, muchas de las informaciones que nosotros aportamos y que fueron investigadas por éstos organismos, fueron enviadas al Senado con páginas enteras veladas, tachadas con gruesos trazos en negro para que no pudieran ser leídas. Una versión que los especialistas dieron por llamarle “versión saneada.”

Que empujaba a la Administración Carter a firmar los tratados?

La respuesta a esta pregunta nadie la sabe con certeza. La tesis de que se estaba tratando de cometer un acto de justicia con el Pueblo de Panamá, era una mera fórmula especulativa... Omar Torrijos no era Panamá, y el empeño era firmar con Torrijos, tirano del Istmo. Además, es cosa sabida que los actos humanitarios del Tío Sam conllevan un propósito ulterior, aun cuando sean de buena conducta.

No los critico en cuanto a los intereses políticos, sino en cuanto a la aplicación de sus métodos para cumplir sus objetivos... Panamá es punto estratégico de gran importancia para el mundo de los negocios, por donde se pueden construir dos canales interoceánicos y por donde pueden pasar oleoductos y ferrocarriles también interoceánicos.

No obstante sabemos que los Estados Unidos nunca perdió el control del paso por el Istmo desde mediados del Siglo XIX. Iba acaso a perderlo ahora? Por eso iba a lograr que el dictador firmara los acuerdos y borrar el estigma de colonialista.

Sea lo que fuere, se especuló mucho acerca de los asesores que envió el Gobernador Nelson Rockefeller a ayudar al dictador panameño al establecimiento del centro bancario, a la formación de un partido político, a la consecución de préstamos multimillonarios y que se le equipara con equipos y armas.

Así, Rockefeller y su grupo podían hacer múltiples transacciones bancarias que de otro modo nunca podían hacer desde territorio continental, y que dio más bien origen a un “centro internacional de lavado de dinero” el cual tuvieron que rectificar posteriormente, inclusive bajo la misma presión de Washington.

Se ha especulado también acerca de ciertos sectores de mar territorial panameño que dio el dictador en secreta concesión a otros grupos de interés petrolero, durante los años setenta.

Además de centro de lavado de dinero, ya sabemos que Panamá se había convertido en un centro del narcotráfico internacional, que quedó posteriormente confirmado. Ambas actividades producían enormes ganancias para los delincuentes internacionales y para quienes ostentaban el poder.

Unido a esto, se sabía también que drogas eran transportadas en aviones de la Fuerza Aérea de USA desde la Zona del Canal y que quizá en los informes de Steve Csuckas, que fueron enviados “saneados” al Senado, pudieran encontrarse y que llevó a Csuckas a viajar a Washington para una serie de consultas.

Un artículo publicado por la prensa de los Estados Unidos, enviado desde Washington por la UPI, escrito por dos famosos periodistas, Nicholas Daniloff y Cheril Adverson, y cuyo contenido es de mucho interés para el lector porque analiza con bastante amplitud la posición de los Estados Unidos con relación al narcotráfico durante esos años de dictadura panameña, el cual me tomo la libertad de transcribir a continuación, con autorización de su autora, por ser de importancia histórica.

Las acusaciones sobre el trafico de drogas:

Desde 1971, los Estados Unidos ha recibido un torrente de alegatos que atan al líder supremo revolucionario, Gen Omar Torrijos, sus familiares y asociados, con el tráfico de drogas; acusaciones que han sido investigadas por la UPI.

Los alegatos -algunos oficiales, otros de traficantes de drogas y otros por informaciones de segunda mano- se encuentran en los archivos de la Zona del Canal, la DEA, la CIA, el Ejército de los Estados Unidos y los records congresionales.

“El Procurador General Griffin Bell, escribió en el pasado Octubre al Senador Jesse Helms, Republicano de Carolina del Norte, que un Gran Jurado ha revisado los alegatos contra Torrijos y no ha encontrado suficiente evidencia para iniciar una investigación. El Jefe de la DEA (Drug Enforment Administration) Peter Bensinger, se refiere al tema con mayor cautela diciendo que el general Torrijos nunca ha sido blanco de una investigación. (??) Las interrogantes son del autor.

“El Presidente Carter está al tanto de los alegatos, Carter, Bell y Bensinger se reunieron el pasado otoño para discutir tales implicaciones en la lucha cuesta arriba para que el Senado ratifique los Tratados del canal y que entregará el canal a Panamá.

“Los alegatos impulsaron al Senado a llevar a cabo una sesión a puerta cerrada el 21 de Febrero, para examinar tales informaciones.

“Los que apoyan los tratados dicen que el asunto de las drogas es una cuestión periférica al asunto del canal. Pero el Senador Robert Dole, Republicano de Kansas, dice que el asunto de las drogas compromete la integridad del gobierno de Panamá y su habilidad para mantener su posición detrás de los acuerdos.

“La Prensa Unida Internacional empezó sus investigaciones en Enero. Dos de los periodistas de la UPI, examinaron una cantidad de documentos. Muchos de ellos proporcionados por los opositores a los tratados. Esto incluye investigaciones y entrevistas con oficiales en Panamá y en Washington.

La Familia Torrijos y el Gobierno

Entre los 45 archivos de la “Panama Connection” acumulados por la DEA, se encuentran expedientes de Omar Torrijos, su hermano Hugo, jefe de los casinos de Panamá, su hermano Moisés embajador de Panamá en España, el coronel Manuel Antonio Noriega, jefe del servicio de inteligencia panameño y de otros oficiales asociados.

“Durante las investigaciones, UPI confirmó que Moisés Torrijos fue enjuiciado por la Corte Este del Distrito de Nueva York por tráfico de heroína en 1972 y una orden de arresto fue emitida el 15 de mayo del mismo año.

“Un fallido intento por arrestar a Moisés Torrijos en el canal, se debió a que al hermano de Torrijos se le informó de su arresto por altos oficiales de Estados Unidos. Sin embargo se sabe que Moisés se encuentra bajo orden de arresto si entra a territorio de los Estados Unidos.

“UPI también se enteró de una serie de acciones poco usuales para mantener en condiciones de seguridad (*) los archivos de la DEA con relación a la situación de Panamá. Tales archivos fueron mudados de lugar en varias ocasiones en una semana en Octubre y existen rumores en el Senado de que varios de esos archivos han sido excluidos.

Nota el Autor: Debe entenderse que tal seguridad se refería a toda acción encaminada a confirmar el nombre de Torrijos, sus hermanos, Manuel Antonio Noriega y altos oficiales panameños, ligados al narcotráfico.

El trafico data de mucho antes

El conocimiento que tienen las autoridades de los Estados Unidos acerca del tráfico de drogas desde Panamá, data de la era de Viet Nam, cuando oficiales de USA estimaron que unas 48 toneladas de estupefacientes fueron embarcadas desde éste país cada año. El volumen indica que la “Panama Connection” se encuentra directamente protegida por altos oficiales panameños.

“No existe ninguna duda de que altos oficiales de ese país están envueltos” dijo un antiguo oficial de USA a la UPI. La fuente fue una de las responsables de detener el tráfico que fluye desde Panamá.

“Durante los últimos diez años, los agentes de drogas han vigilado mercancías y pasajeros que transitan por el canal, por la Zona del Canal, y por el Aeropuerto Internacional de Tocumen de Panamá. Un oficial del aeropuerto, José Delgado, fue señalado por dos informantes panameños como el contacto para recibir paquetes conteniendo cocaína, embarcados desde Colombia destinados a Omar Torrijos.

Nota del Autor: Esto confirma la investigación que yo llevé a cabo para Aduanas de Panamá en años anteriores.

“Un ex-agente de inteligencia panameño Alexis Watson, (*) dijo a investigadores de la Casa de Representantes el 5 de Enero, acerca de un incidente en Noviembre en el aeropuerto de Panamá:

“^ Hay un colombiano que dice ser primo de Torrijos, quien viene a Panamá cada semana. Esto es algo que yo mismo investigué. He visto los paquetes y algunos han sido recibidos por el mismo Torrijos.^

“Dijo además, ^... que Carlos Duque, gerente de Transit, S. A. y “Orejita” Ruíz, un guardia que fue guardaespaldas de Torrijos y el Tnte.Cnel Cecilio Fisher de la Guardia Nacional. estaban envueltos en el narcotráfico.^ Otro panameño confirmó lo mismo...

“En 1972, Watson dijo haber visto a presidente de Panamá, Demetrio Lakas, en compañía de un traficante de cocaína llamado Padilla, en la oficina de Lakas repartirse UD$ 200,000,00 (doscientos mil dólares) en billetes de a cien. ^Yo se que si Padilla estaba allí, el dinero era de drogas, dijo Watson.

“Noriega, quien la semana pasada llamó a Watson un ‘paranoico y falsificador’, fue ensalzado recientemente por Bensinger, por sus esfuerzos contra el narcotráfico. Y en los informes de inteligencia de la DEA, Noriega aparece mencionado en el narcotráfico, conjuntamente con otros narcotraficantes...

(*) Nota del Autor:

Posteriormente Alexis Watson hizo una declaraciones públicas, retractándose de lo dicho anteriormente. El 15 de Agosto de 1979, apareció en periódicos de USA, alegando que le pagaron US$ 6,000.00 (seis mil dólares) para que acusara al régimen de Torrijos de tráfico de drogas.

El Autor no sabía sobre las declaraciones de Watson en la Cámara de Representantes (acto acusatorio que se considera muy serio), por lo que en una reunión en Miami, lo conminé a declarar públicamente lo que sabía del narcotráfico de Panamá, en una rueda de prensa. Me dijo que se encontraba sin dinero y que si podía hacerle un préstamo.

Hice las gestiones y la colonia de exiliados panameños lograron juntar lo poco que pudieron y se logró conseguir seis mil dólares para que Watson pudiera vivir por un tiempo mientras conseguía un trabajo. Pero Watson utilizó ese gesto de solidaridad, de compañerismo y de ayuda, como una acción de compra por sus declaraciones.

En una investigación posterior, logré informarme que Watson hizo las paces con Noriega, quien le ofreció diez mil dólares por retractarse de las declaraciones. Táctica usual, que fue aplicada también en el caso de Nenzen.

Manuel Antonio Noriega - Brazo Derecho de Torrijos

Watson también atestiguó haber recibido la orden de Noriega en 1971, de dejar en libertad al hermano de Padilla y a un americano que fue arrestado en la Ciudad de Panamá. ^Llamé a mi comandante y le informé que tenía a dos personas arrestadas por narcotráfico. Le di los nombres y enseguida recibí la orden de dejarlos en libertad.^

“Quien es su comandante ? Le preguntaron los investigadores de la Casa de Representantes, y Watson contestó: ^Noriega.^

“Habló Ud. con Noriega ? ^No directamente, pero se escuchó claramente por la radio, ‘número uno dice que dejes esa gente en libertad’. ^ Quiere decir que numero uno es Noriega ? ^Sí, respondió Watson^.

“El testimonio congresional se engrana con la imagen que emerge de los siguientes documentos que manan de la DEA:

“Un documento de 1973, establece que un colombiano de nombre Andrés Velásquez, planeó un viaje al Aeropuerto de Tocumen para hacer una entrega de drogas a los hermanos de Torrijos.

“Otro documento de 1974, habla de informantes que declararon que Frank Marshall Jiménez ^...trabaja directamente con Torrijos y que entre ambos controlan el contrabando de la Zona Libre de Colón, Panamá^. Establece también que los hermanos Torrijos son dueños del 33-1/3% del Gran Hotel de Costa Rica y del casino de juegos que se opera con intereses de los Torrijos, el cual se sospecha de ser un centro de contacto de narcotraficantes internacionales.^

“Otro documento de 1975, establece que Ramiro Rivas, dueño de una empresa asociada con Omar Torrijos, trató de comprar un negocio de carga para el movimiento de drogas para Hugo y Omar Torrijos...

Los Estados Unidos conocía de Torrijos y sus allegados

En una entrevista, un alto diplomático estadounidense en Panamá, criticó a Omar Torrijos por tener a su hermano Hugo como director nacional de los casinos ^es una tentación muy grande^ dijo el diplomático. El nombre de Hugo Torrijos salió a relucir cuando se capturó un cargamento de 145 libras (aprox., 70 Kilogramos) el 9 de Junio de 1977.

“Uno de los sospechosos, Gerardo San Clemente, colombiano casado con una parienta de Torrijos, Gloria Nubia Quinceno, y quien posee una tarjeta de ^cortesía de puerto^, que asegura el libre tránsito para el movimiento de cualquier ‘mercancía’ por el aeropuerto y además, un trato preferencial, conjuntamente con una carta de Torrijos a Delgado.

La Sra. San Clemente dijo que en una llamada recibida, Hugo le dijo: ^...quiero que Gerardo se entregue a Darío Arosemena, (*) jefe de la equivalente al FBI en Panamá, y que lo llame por teléfono al 22-2415, para que se entregue pues esa es la forma en que puedo ayudarlo para que le den un buen trato.^ San Clemente siguió las instrucciones y fue recluido en el Hospital de Paitilla, cercano al Aeropuerto de Paitilla, en la Ciudad de Panamá...

(*) Nota del Autor: Darío Arosemena, también pariente político de los Torrijos.

“Uno de los mejores documentos que envuelve al gobierno de Panamá y que condujo al enjuiciamiento de Moisés Torrijos, ahora embajador de Panamá en España, por tráfico de heroína, es una investigación de dos meses que condujo la UPI, que confirma que al ^supremo líder revolucionario de Panamá^ se le informó por autoridades estadounidenses, acerca del enjuiciamiento de que era objeto su hermano Moisés, por lo que pudo evadir el arresto.

La familia y el gobierno en acción

El 8 de Junio de 1971, Rafael Richard (debe decir Richa) González, hijo del embajador de panamá en Taiwan, fue arrestado en el Aeropuerto Kennedy de Nueva York, con 154 libras de heroína (70 Kgs) en sus maletas. Richa era portador de un pasaporte diplomático firmado por Juan A. Tack, Ministro de Relaciones Exteriores de Panamá y quien representó a Panamá en la discusión de los tratados sobre el canal, durante los años Nixon-Ford.

^Richa clamó por inmunidad diplomática,^ pero los agentes de Aduanas determinaron que no tenía una legítima posición diplomática. Otro de los arrestados fue Nicolás Polanco, chofer del tío de Richa, Guillermo González, un ex-guardaespaldas de Moisés Torrijos y de quien se sospecha que es un cabecilla del tráfico de heroína.

“Los agentes de Aduanas descubrieron que este era el quinto viaje de Richa, con similares cantidades de drogas y que en viajes anteriores, Guillermo Gonzales acompañó a Richa, pero ésta vez, Richa y Polanco deberían llamar por teléfono a González a Panamá, para que hiciera la entrega de la heroína.

“Los agentes convencieron a Richa de llamar a su tío, para que viniera a Nueva York. Cuando González llegó, fue arrestado conjuntamente con otros, un argentino y dos panameños. González fue convicto por contrabando de heroína y sentenciado a siete años de prisión.

“Cuando la noticia llegó a Panamá, de acuerdo con un panameño que se encontraba presente, el Cnel. Manuel Antonio Noriega, jefe de la inteligencia panameña, le comentó a su asociado: ^...te fijaste cómo éste estúpido metió la pata ? ^ Otro panameño confirmó en declaración a la Sub-Comisión de Marina Mercante, que el asociado contestó:

“ ^Sí, sí... Nosotros vamos a arreglar este asunto.^

“ Investigaciones subsiguientes, llevaron a la conclusión de que Moisés Torrijos debía ser enjuiciado por co-conspirador en el transporte de heroína, por un Gran Jurado de la Corte Este del Estado de Nueva York en Mayo de 1972 y la orden de arresto se emitió el 15 de ese mes. Como se sabe, el enjuiciamiento y la orden de arresto se mantienen en pie, lo que significa que si Moisés Torrijos pisa territorio americano, será arrestado.

Un alto oficial del gobierno, ya retirado y enterado del caso, dijo a la UPI que la ayuda para obtener un pasaporte diplomático para Richa, ^indicaba que teníamos un buen caso en contra de Moisés Torrijos.^

“Al momento del arresto de Richa, Moisés era embajador en Argentina. Luego en 1971, a solicitud del gobierno argentino, por causa de una ofensa en una recepción diplomática (*) fue nombrado embajador de Panamá en España. La acusación por tráfico nunca fue abierta, aunque el Miami Herald dijo haber recibido confirmación de agentes del Departamento de Justicia acerca de sus existencia.

(*) Orinarse en público durante una recepción diplomática.

“Porqué se protegía a Omar Torrijos y su familia?

La UPI supo que agentes de narcóticos de los Estados Unidos intentaron arrestar a Moisés Torrijos en Diciembre de 1972, pero la acción falló porque oficiales de USA pasaron información secreta a Omar Torrijos. UPI confirmó por tres fuentes diferentes, que John Ingersoll, antiguo jefe del Bureau de Narcóticos y Drogas Peligrosas, precursora de la DEA, fue a Panamá y pasó la información a Omar Torrijos.

“El agente retirado de la DEA, Leland Riggs, quien trató de arrestar a Moisés Torrijos, dijo en una declaración jurada ante el Sub-Comité Judicial del Senado, ^que fue asignado al caso a su arribo a Panamá en 1972.^ ^Me ordenaron permanecer en alerta para el arresto de Moisés Torrijos en caso de que viajara de España a Panamá y pasara por la Zona del Canal, controlada por los Estados Unidos.

En Diciembre de 1972, dijo Riggs, me informaron que Moisés Torrijos acompañado de su esposa, viajaba a Panamá a bordo de un barco de pasajeros, e información posterior confirmó que el barco pararía en Cristóbal, dentro de la Zona del Canal. Se hicieron los arreglos para el arresto de Torrijos cuando la nave llegara.

Sin embargo, Moisés Torrijos fue obviamente informado de su arresto pendiente y desembarcó en Venezuela, de donde voló por línea aérea al Aeropuerto de Tocumen, dentro de la República de Panamá y cuando la nave llegó, solamente la Sra. Torrijos desembarcó.

“ ^Era cosa sabida que las únicas autoridades fuera del BNDD, eran la CIA y el Departamento de Estado. Moisés Torrijos solamente pudo haber sido alertado por las autoridades de USA.^ Dijo Riggs en su declaración jurada.

“UPI logró determinar que en Junio de 1972, seis meses antes del intento de arresto Moisés Torrijos, el jefe del BNDD Ingersoll, viajó a Panamá para discutir con Omar Torrijos, el asunto de la denuncia relacionada con su hermano. En información que fue obtenida por un participante de la reunión dada a los investigadores del Senado, dijo que ^...Omar Torrijos estaba recostado en un hamaca con los pies trepados en ella, fumando un gran tabaco cuando Ingersoll y su grupo llegaron. Ingersoll le dijo que él no estaba muy anuente a discutir la situación de su hermano Moisés, pero que por razones de justicia, él pensó que el general debía saber que su hermano había sido enjuiciado en Nueva York por contrabando de heroína y que se había emitido contra él una orden de arresto.^

“ ^El informante acerca de la reunión, dijo que Torrijos no movió ni un dedo y continuó fumando el tabaco que tenía en la boca. No se vio ningún cambio en la expresión de su cara. Ni siquiera los pies bajó de la hamaca...^

Comienza a ocultarse el trafico

^No sé de qué me hablan...^ contestó Ingersoll, quien ahora trabaja para la IBM en París, cuando se le preguntó sobre su viaje a Panamá. ^Cómo esperan que yo recuerde lo que hice en Junio de 1972 ? ^ dijo haber volado ^varias veces^ y le dijo al periodista ^que le preguntara a la DEA^ el propósito de los viajes. ^No estoy negando ni confirmando sus alegatos no citados en el Departamento de Justicia.^ “dijo Ingersoll. UPI supo por tres fuentes diferentes, que una decisión del gobierno, llevó a Ingersoll a reunirse con Torrijos en donde la información de enjuiciamiento fue dada.

Dos fuentes dijeron que creían que la decisión se hizo para ^ejercer presión^ sobre el gobierno de Torrijos y la otra fue la de reinstalar agentes que fueron expulsados de Panamá en Marzo de 1972, después que los periódicos publicaron la noticia de Richa, que implicó a Moisés Torrijos y al Ministro de Relaciones Exteriores Tack. La otra fue que Ingersoll pudo haber recomendado ^tratar suave^ a Panamá si hacía esfuerzos para combatir el narcotráfico.

La tercera fuente indicó que el viaje se hizo ^para evitar un incidente internacional^. Y dijo que se llevaron a cabo tres reuniones en la Casa Blanca, para discutir ^el soplo^. A éstas reuniones, dijo la fuente, asistieron Ingersoll, EgilKrogh, Vernon Acree y representantes del Departamento de Estado y a Ingersoll se le asignó la misión por su ^familiaridad^ con Torrijos, para acercarse y discutir el tema.^

“Después del regreso de la denuncia, hubo gran consternación porque se encontraba envuelto el hermano de Torrijos... Y por otro lado, que si venía a USA, sería arrestado. ^Pienso que algunos miembros del Departamento de Estado temían que pudiera producirse un incidente internacional^, dijo la fuente. La UPI preguntó, que podía suceder si las leyes sobre narcotráfico y la política exterior chocan (*).

Varias fuentes entrevistadas por la UPI en dos meses de investigación, han dejado una clara impresión de que algunas veces dan ^tratos preferenciales^ cuando las investigaciones ‘basadas en rumores’ eran dirigidas a líderes de otras naciones, incluyendo pero no limitadas, a Panamá. Esa política se basa por lo menos en los años setenta. Existe, indican las fuentes, ^porque las consideraciones políticas y diplomáticas se imponen por encima de los esfuerzos policiales.^ (*) En éste caso, no es necesario a los intereses de los Estados Unidos, perseguir vigorosamente esas demandas.^

(*) Nota del Autor:

Queda claro entonces, que la política de USA se concentraba entonces en la firma de los tratados y en cortejar a Torrijos para la firma en condiciones deseables para USA. Y era posible entonces, utilizar como ^medida de presión^, el conocimiento que se tenía del tráfico de drogas por Panamá, y que el poderoso e influyente grupo Rockefeller, manejaba la política de Panamá. Situaciones que con un gobierno democrático era más difícil para los Estados Unidos de América

“Se sugiere también, ^...que a pesar del conocimiento que se tiene de que el gobierno panameño esté envuelto en el narcotráfico^, los agentes de narcóticos necesitan aún, tener buenas relaciones con la policía del país, para detener otros contrabandos hacia los Estados Unidos. ^Alguna cooperación es mejor que ninguna^, comentó un oficial de drogas.

“Un antiguo oficial comentó a la UPI, ^tenemos que negociar con ellos. Si son corruptos, tenemos que saber por qué se han corrompido...^ (*) ^No tenemos ninguna duda de que el gobierno de USA sabe lo que está sucediendo y ‘eventualmente’ se harán públicas^ dijo un diplomático estadounidense en Panamá. ^Pero mientras tanto, los Estados Unidos está en un dilema real. Nuestra inteligencia contiene información potencial de varios líderes mundiales. Acaso tenemos que nacerla pública ? O si la mantenemos ‘en reserva’ porque si la publicamos podría afectar nuestros intereses políticos en el exterior ...?^

(*) Nota del Autor:

Desde 1964, en estudio hecho por la CIA. se tenía una opinión acerca de la oficialidad de la Guardia Nacional, lo que dio lugar a un cambio de política con relación a Panamá Sin embargo, las razones que se imponían ahora no eran causa de un cambio de política porque los intereses indicaban la necesidad de negociar con Torrijos.

La Administración Carter tenía interés en que se firmaran los tratados:

La administración Carter heredó ésta política, pero las prácticas que se siguieron en el pasado se hicieron muy significativas cuando los negociadores de Carter llegaron a un acuerdo paraentregar el control del canal.^ El encontrarse Omar Torrijos , sus hermanos y el gobierno de Panamá envueltos en el narcotráfico, puede ser un ’asunto periferal’ como dicen los que apoyan la firma de los tratados, concuerdan en que sería lo único que podría detener la firma de los tratados.

”Ante la intensa oposición conservadora, la administración Carter decidió hacer un esfuerzo extraordinario para eliminar de la vista pública el asunto de las drogas, incluyendo una acción administrativa para aplastar una acción congresional, que podría traer a la luz pública algunos movimientos secretos y también la posible extracción de documentos de la DEA con relación a las acusaciones, limitando la acción a solamente darle unos pocos documentos al Comité de Inteligencia del Senado y en Septiembre último, el Senador James Allen, un demócrata por Alabama y opuesto a los tratados, llevó a cabo las primeras audiencias del Sub-Comité Judicial.

El Sub-Comité no sabíanada acerca de las acusaciones de drogas, aunque enfocaba sus actividades en las investigaciones internas de Torrijos, y éste Comité “deseaba saber si Torrijos conocía de lo que se trataba y si lo estaba utilizando para lograr concesiones que luego fueron negadas por el Comité de Inteligencia.

Lo que puede considerarse un esfuerzo para ocultar la verdad:

El Sub-Comité de Allen, emitió dos órdenes de comparecencia a un sargento del ejército que supuestamente vendió la información de que Torrijos era objeto de una investigación secreta por parte de los agentes de inteligencia del Departamento de Justicia. La primera se relacionó con la investigación en sí, pero la segunda causó alarma porque abriría al público el asunto del negociado de drogas, según Quentin Cronelin, director del Staff del Sub-Comité de Allen.

“UPI obtuvo la información de que el pasado 7 de Octubre, las carpetas de archivos, conteniendo la información sensitiva sobre Panamá, fueron trasladadas del sitio normal de la DEA, al décimo piso del edificio. Una de las oficinas del décimo piso es la de Gordon Fink, asistente de inteligencia de la DEA, en donde se siguió el siguiente procedimiento:

“Con guardias armados emplazados, se diseminaron las carpetas de archivos sobre la mesa y se procedió a examinarlas para extraer el material sensitivo. Bill Link, un asistente de Bensinger, ha sido identificado como el supervisor de dicha operación. Una vez que los archivos llegaron al décimo piso, Link ordenó el proceso como ^rastreo de papel^ (paper trace), sus pendiendo toda solicitud de los mismos.

Los documentos fueron entresacados, trabajando en ellos hasta medianoche y Bensinger fue a la Casa Blanca para informar a Carter, quien habló del peligro que esto representaba si se hacían públicos. (*) La Casa Blanca dijo no tener registro de la visita de medianoche el día 7, pero quizá por lo tarde de la noche, no se asentó en los libros.

(*) Nota del Autor:

Cuál era el peligro de hacerlos públicos, si al final de cuentas hubo de hacerse con el empleo de las Fuerzas Armadas y solamente el enjuiciamiento de Noriega, cuando debieron enjuiciar a Torrijos, Noriega y a otros varios desde entonces?

“El Sábado 8 de Octubre, un individuo dio detalles del movimiento de los archivos por medio de una fuente congresional y expresó su preocupación por la suerte de los archivos. Y el domingo 9 de Octubre, los archivos fueron trasladados otra vez, regresando a la oficina principal y entregados a uno identificado como “Goe”, jefe dela División Latinoamericana de Seguridad de la oficina de inteligencia.

Un antiguo oficial de narcóticos, que fue entrevistado, dijo que los archivos fueron mudados a la oficina de Bell durante esa semana. ^Sé de primera mano, que cuando eructó el asunto de Torrijos envuelto en el tráfico de drogas, los archivos se mudaron de la DEA a Justicia . No tengo ninguna duda de ello...^ Una fuente congresional dijo que los archivos fueron guardados en la caja fuerte de la oficina de Bell. UPI también supo que una secretaria de la DEA, por razones de rutina preguntó el día 11 de Octubre por la carpeta titulada ‘Panama-Miami’, ya que no la encontraba.

De inmediato no solo se le negó la carpeta, sino que fue interrogada durante tres horas por la división de seguridad de Fink, para averiguar si ella era alguna fuente de ‘soplos’ de información. También se supo, por medio de un alto funcionario de la DEA, que los archivos en mención de algunos miembros del congreso. Esta fuente dice que por lo menos un Senador es recipiente de fondos para su campaña política, procedente de un gobierno extranjero; y que los archivos dan un indicio de los trabajos de inteligencia de la DEA que envuelve a miembros del congreso.

“El Senador Dole solicitó el día 14 de Octubre, con base al Acto de Libertad de Información, por el material acerca del envolvimiento de Panamá en el narcotráfico y envió una lista de posibles carpetas de archivos, relacionadas con la participación de Omar Torrijos, su familia y el gobierno de Panamá en el narcotráfico. Después de cierta demora, Dole recibió un informe de 75 páginas que no contenía nada del material solicitado. Dole dijo que el material enviado estaba ‘fuertemente censurado y casi en su totalidad saneado’. ‘Todo lo han terminado en un montón de recortes de periódicos’, dijo el Senador.

“Cuando Dole protestó, Bensinger replicó que ^la DEA estaba cumpliendo con los requerimientos de los líderes de ambos partidos del Senado, en que los archivos con relación a los oficiales panameños y de la familia del Gen., Torrijos, se harían disponibles específicamente al Comité de inteligencia del Senado^. Bensinger dijo que ^hemos cumplido a cabalidad con la directiva y hemos enviado la completa información de los archivos.

Y como hemos indicado, el Gen, Torrijos nunca ha sido blanco de una investigación.^ Pero en una carta anterior al Senador Jesse Helms, Bell admitió que Omar Torrijos era objeto de una investigación por un Gran Jurado. Helms le había escrito a Bell en Octubre, en donde le enviaba un material no completo sobre Omar Torrijos y le pedía mayor información.

Bell respondió que la agencia de noticias CBS tenía planes para hacer un reportaje sobre el documento y que la oficina de información pública del Departamento de Justicia informó a la CBS que un Gran Jurado, basado en ese reporte, había fracasado en producir una evidencia “que uniera al jefe del estado panameño con el tráfico ilegal de drogas.^ “Esta práctica dijo, la DEA y el Departamento de Justicia no debería darle credibilidad a tales rumores, anunciando pasos, si alguno se daba, para la investigación de ellos. (*)

(*) Nota del Autor:

Pues para conocimiento del estimado lector, tales ^rumores^ tuvieron que ser destruidos a cañonazos y hubo que darles ^credibilidad^ por medio de la Fuerzas Armadas de los Estados Unidos en Dic., de 1989.

“Bell dijo que ^por lo tanto, se había instruido a los voceros de Departamento de Justicia, a establecer que ninguno de los alegatos han dado como resultado la investigación de Torrijos.Y la orden se mantuvo hasta ahora, el Depto. de Justicia rehusó decir que un Gran Jurado estaba investigando a Torrijos.

Dole a su regreso de Panamá, escribió una nota a Bensinger diciendo que Omar Torrijos le prometió hacer contacto con la DEA para ayudar al Senador a conseguir los archivos sobre drogas. Pero Bensinger respondió con información acerca de la cooperación entre las autoridades panameñas y la DEA, con relación a las drogas.

Dole envió un anota de regreso diciendo: ^Ud. me ha malinterpretado sobre el punto de mi comunicación.^ Bensinger admitió que existen dos asuntos envueltos en lo sugerido ^con relación a los archivos de la DEA, le recomiendo que haga contacto con el Comité Selecto de Inteligencia del Senado, que tiene las copias de la DEAcon relación a este asunto.^

“Cuando UPI solicitó una orientación con relación al tema de las drogas de Panamá, se le dijo a los reporteros que no se aceptarían preguntas relacionadas con Omar Torrijos. Posteriormente UPI hizo contacto con Leland Riggs, el agente aquel que intentó arrestar a Moisés Torrijos y que ahora se encontraba retirado, para preguntarle sobre la declaración jurada que hizo ante los investigadores del Senado.

Una fuente congresional hizo una llamada telefónica para introducir al periodista, y luego de rechazar cuatro llamadas, Riggs dijo a los ayudantes del Congreso, que recibió una orden de un oficial de la DEA, advirtiéndole de ^no hablar con nadie, excepto con el Comité de Inteligencia del Senado.^

“ ^...He sido puesto en el hielo.^ Dijo Riggs.

“UPI también buscó la forma de hacer contacto con un agente de la DEA en Denver, que estuvo envuelto en la investigación que condujo a la acusación de Moisés Torrijos. El agente, Wilbur Place, dijo que ^necesitaba permiso de Bensinger antes de hablar con alguien. Y eso admitió, sería improbable.^

“En una carta que el Procurador Griffin Bell envió al Senador James Eastland, demócrata de Mississippi y Presidente el Comité Judicial, dijo que ^las citaciones eran demasiado amplias^ y también dijo que ^podían resultar en un serio mal entendido^ entre los Comités de Justicia y de Inteligencia.

“La administración logró ayuda del líder demócrata Robert Byrd, que como Eastland eran miembros del Sub-Comité de Allen y de altos miembros del Comité de Inteligencia, Senadores Daniel Inouye, demócrata de Hawaii y de Barry Goldwater, republicano de Arizona, para detener la audiencia de Allen.

“Después de que un individuo describió como ^la mayor presión nunca vista^ sobre Allen, que incluyeron de amenazas de censura al Senado, el Senador de Alabama cedió. Las audiencias fueron canceladas y las citaciones quedaron suspendidas.

Para esta fecha, dos opositores de los tratados, Senadores Bob Dole y Jesse Helms, estaban recibiendo información acerca de los archivos del tráfico de drogas del gobierno de Torrijos. Las audiencias del Comité de Allen fueron canceladas el viernes 13 de Septiembre y circularon rumores de que el próximo Lunes, se llevaría a cabo una reunión en la Casa Blanca con Bell, Carter y otros.

“El Departamento de Justicia confirmó que Bell se reunió con el Presidente Carter ese día, pero la Casa Blanca dijo que no se registró ninguna reunión en esa fecha. Sin embargo, la oficina de prensa de la Casa Blanca dijo que Carter pudo haber tenido una reunión, fuera de record ese día. Fuentes congresionales informaron a la UPI, que en las sesiones del 3 y del 6 de Octubre, hubo considerable discusión acerca del asunto de las drogas y sus ramificaciones, en los debates sobre los tratados si éstos se hacían públicos.

“UPI se cercioró de que Bell y el jefe de la DEA, Peter Bensinger, le dieron una orientación a los Senadores Baker (*), BID, Intuye, Goldwater el día 6 de Octubre, acerca de los alegatos sobre drogas.

De acuerdo con una fuente congresional, Byrd le dijo a Bell que la mejor manera de mantener a buen recaudo los alegatos, era enviando los archivos al Comité de Inteligencia bajo estricta seguridad a modo de lograr que no ^habría fugas de información^.

Más tarde durante el día, la misma orientación se le dio al vocero de la Casa de Representantes, Thomas O’Neill, quien dijo a Bensinger que ^bajo ninguna circunstancia^, los archivos deberían ser enviados a ningún Comité de la Casa de Representantes, para evitar fugas de información.

(*) Nota del Autor:

En reunión del Autor con el Senador Baker, auspiciada por Philip Harman, el Senador se manifestó en favor de la firma de los tratados. ^...y después habrá tiempo para pensar en deshacerse de Omar Torrijos.^ Dijo el Senador. Esto nos indica que la política de USA era la firma de los tratados, no importaba con quién.

“Una gran cantidad de carpetas de los archivos fue traslada de la DEA al Comité de Inteligencia del Senado a fines de Octubre o a principios de Noviembre. Los Senadores debían firmar una promesa de no revelar lo leído en los archivos, bajo amenaza de acción punitiva por parte del Comité de Ética del Senado.

Un informe del Comité de Inteligencia del Senado fue presentado en una sesión secreta del Comité de Relaciones Exteriores y una ^versión saneada^ será dada a conocer muy pronto. Una sesión a puerta cerrada del Senado, será también con relación al material en manos del Comité de Inteligencia.

“A pesar de que en repetidas ocasiones, oficiales de la administración dijeron que todos los archivos fueron enviados completos al Comité de Inteligencia, a la UPI se le informó que buena parte del material fue extraído antes de que llegara a la Colina (Senado) y se cree que el material sensitivo fue enviado a la caja de seguridad de Bell o que fue destruida.

“En adición a esto, UPI recibió información, de que los archivos en mención y que se refieren al tráfico de drogas del gobierno de Panamá, fueron trasladados de lugar por lo menos cuatro veces durante esa semana de Octubre.

Todos, sin el usual proceso de contabilidad y de recibo, para su debida protección, antes de que llegaran al seno del Comité de Inteligencia del Senado. Dole hizo la primera mención de que los archivos de la DEA fueron trasladados de la oficina principal, durante los debates de la Cámara el 13 de Octubre. La mudanza de los archivos también salió a relucir durante las audiencias del Comité de Allen el 15 de Noviembre.

“Pero cuando los periodistas de la UPI trataron de conseguir mayor información, tuvieron que hacerlo en forma indirecta, aparentemente debido a la orden de Bensinger el 7 de Octubre, en el sentido de que cualquier empleado de la DEA que filtrara alguna información con relación al asunto de Panamá y del envolvimiento del gobierno de Panamá en el narcotráfico, sería despedido y se le haría un acusación criminal. (*)

(*) Nota del Autor:

Increíble! Mientras que los verdaderos criminales y traficantes eran protegidos por el gobierno, que escondía las informaciones que podían implicarlos, por el prurito de satisfacer sus intereses en cuanto a su política exterior, los que pudieran informar sobre tales delitos y desenmascarar a los traficantes, eran amenazados con ser acusados de criminales.

La pregunta que el Autor se hace, después de haber sido revelado el envolvimiento de los Torrijos, Noriega y el gobierno de Panamá en el narcotráfico y el lavado de dinero. Cómo ha sido posible que se desencadenó una invasión contra Panamá para la captura y enjuiciamiento de un sólo hombre, mientras los conspiradores internacionales, que negociaron enormes sumas de dinero a través de Panamá, nunca fueron mencionados?

Qué tanto sirvió Omar Torrijos al Tío Sam, que fue tan protegido?

Oh sweet land of liberty... ! - (oh dulce Tierra de Libertad !)

Qué le parece al estimado lector? Todas las acciones por ocultar las actividades de una banda de narcotraficantes y protegerlos en aras de alcanzar un logro político, no puede llamarse menos que CONSPIRACION; y que dio como resultado el envalentonamiento de la banda de ladrones y de traficantes internacionales, que no solo fue abono para el aumento de la operaciones ilegales, sino que también le dio impulso ala represión interna.

Debo dejar claro antes de terminar éste capítulo por si el estimado lector piensa que soy una especie de persona anti-gringa o anti-norteamericano o como suelen llamarle “anti-yankee”, es preciso decir que en éste país he hecho mi vida, mis hijos se han criado aquí e inclusive la menor de mis hijas nació en ésta nación.

Yo adoro a los Estados Unidos de América y a los buenos Americanos, que los hay muchos; pero también hay quienes llegan al gobierno de la nación, no para proteger los intereses del país, sino para proteger sus propios intereses y no les importa un comino con el sufrimiento de los pueblos de otras naciones.

Los verdaderos enemigos de éste país se encuentran aquí. Los que sabiendo que hacen daño a otros pueblos y ocultan la verdad para proteger a organizaciones criminales, los que con sus malas acciones, alimentan malos sentimientos que empujan pueblos a abrazar doctrinas exóticas a manera de venganza porque se sienten traicionados, cuyos regímenes y formas extremas sociales, no son compatibles con el libre ejercicio de la libertad y del derecho en un ambiente de democracia.

Esta es mi modesta opinión y lo que sucedió en Panamá, puede haber sucedido en otros lugares y puede suceder en otras latitudes, mientras existan hombres poderosos y de gran influencia enviados a cambiar el curso de la historia de otros países y se equivoquen en sus apreciaciones, gobernando detrás de la cortina de conspiraciones, para imponer regímenes con el propósito de lograr sus propios objetivos políticos y económicos, en detrimento de los nacionales inocentes de ese país; y que en esencia son los verdaderos anti-norteamericanos, como queda demostrado en el caso del Istmo de Panamá.

- Experiencias propias del Autor.

- Caso de Andreas Poschl - Notas del Abogado Allen y de las autoridades de la Zona del Canal.

- UPI - Artículo de Nicholas Daniloff y Cheryl Ardvidson.

En que se basaba la doctrina norteamericana?

Veía al comunismo asentarse en Panamá:

Viajé a Puerto Rico con Steve Csukas, para hacer contacto con un grupo de Colombia que hacía negocios en Panamá y en el cual Steve tenía mucho interés. Luego regresé a Miami y de allí a California. Tenía que seguir buscando empleo, pues los años 1971, 1972 y parte de 1973 fueron muy duros para mí y mi familia, a tal punto en que solamente ganaba para las necesidades más apremiantes.

Apelé a un banco para ver si recuperaba algo de Panamá y me dijo que tenía que entregar la libreta de ahorros para recuperar el dinero que tenía allí para mis hijos, su escuela y sus necesidades. El banco envió la libreta a Panamá para el cobro, pero varios días después me llamó para informarme que “los dineros fueron secuestrados por el gobierno panameño”. Qué hacer y a quién podía apelar para recobrar esa cuenta de ahorros, dinero que necesitaban mis hijos ? A nadie!

Tuve la suerte de encontrarme con un buen escocés, Robert Dawson, con quien hice un par de negocios, pagué varias cuentas y hasta me compré un auto nuevo en 1973. Este fue el año en que nació mi hija menor, María Teresa (Jr.) y el auto que compré, poco después de nacer ella, fue el mismo que me transportó desde San José, California hasta la Florida en 1977, cuatro años después. Yo veía que el comunismo se arraigaba al poder en Panamá.

En Septiembre de 1973, el “Times de Moscú”, publicaba un artículo con ocasión de la visita del presidente del Partido comunista de Panamá, Rubén Darío Souza, dándole apoyo soviético a los objetivos panameños sobre el canal. Souza fue uno de los comunistas que se reunió conmigo y Omar Torrijos, en casa del hermano Moisés Torrijos a principios de la llamada “revolución”. Moisés “Monchi”

Torrijos estaba a hora enjuiciado por drogas y Souza era enviado a Moscú en busca de apoyo soviético, presumiblemente según Rudy Vallarino, pagado por la C.I.A., lo que yo desconocía entonces. Por otro lado, la revista “East Europe”, publicación de Nueva York, y su editor John Speller, hacía un llamado de alerta haciael peligro que Panamá podía representar.

Para 1972, el Ministro de Relaciones Exteriores panameño, Juan Antonio Tack, le daba órdenes mediante cable, a la embajada panameña en México, de expedir visas a los ‘trabajadores’ cubanos Alfredo Suarez Quintela, con pasaporte D-69-798; Juan Agüero Pérez con pasaporte D-69-997 y Manuel López Tejada con pasaporte Nº:D-77-42.

Estos ‘trabajadores’ cubanos que viajaban con pasaporte diplomático, posteriormente se supo que iban en misión de espionaje al canal; pero aunque no pude obtener mayor información fuera e esa, se sabía que el Istmo se convertía en un puente de trasiego de personal que venía de diferentes países de América Latina, de paso para Cuba a recibir adiestramiento en diferentes actividades.

Y así, chilenos, bolivianos, colombianos y nacionales de varios países, principalmente nicaragüenses, eran enviados a Cuba para recibir adiestramiento en tácticas y técnicas de subversión, y de guerrillas en el centro de adiestramiento de Yaguajay y las escuelas de Tamarindo...

Nicaragua parecía ir tomando forma, y así, el dictador panameño junto con Noriega y otros oficiales graduados en Nicaragua, traicionaban al hombre que los ayudó a regresar al poder, Anastasio Somoza Debayle, con la ayuda del Tío Sam, con el presidente Carter a la cabeza.

Para mediados de 1973, se estimaba que Panamá tenía cerca de doscientos “asesores” cubanos en el gobierno. Unos eran asesores económicos, otros en el sector campesino y la Reforma Agraria y muchos en la inteligencia panameña G-2, que recibía pagos de la C.I.A. Todo parecía una orquesta en la que cada quien tenía su puesto y su instrumento.

Y de esta manera, se formaba una especie de simbiosis, de una increíble naturaleza, entre cubanos, panameños y agentes del Tío Sam Todo parecía indicar, según Rudy Vallarino, que la C.I.A., “financiaba el comunismo en Panamá”, en una forma similar a como lo hacía con Félix Dixon, el camarada aquel, que desilusionado del comunismo, se había convertido en importante informante.

Para 1974 se reanudaron oficialmente las relaciones diplomáticas de Panamá con Cuba y con ocasión del evento, fueron “invitados” a la Habana panameños de diferentes capas sociales, económicas y políticas. Invitación cuya obligatoriedad pocos protestaron por miedo a la represión. Sin embargo, un panameño valiente, el Sr Miguel Ángel Brenes, a su regreso de Cuba, publicó una carta abierta que dirigió al “general” Omar Torrijos; la cual me tomo la libertad de insertar en este libro, por considerar ser el pensamiento de los panameños de honor y por considerarla de gran importancia para ser escrita en este libro.

Carta Abierta del Sr Miguel A. Brenes al ‘General’ Torrijos

30 de Agosto de 1974

General de Brigada Omar Torrijos

Comandante de la Guardia Nacional de Panamá

Panamá

Estimado General Torrijos:

“A mi regreso de la Habana, por inconveniencias de última hora, no pude concurrir a la reunión que celebrara con usted la delegación que acompañó al Dr. Barletta a los actos de reanudación de relaciones diplomáticas con Cuba, y por tanto, no tuve ocasión de exponerle mis apreciaciones de este viaje.

Creo que debo hacerlo con toda confianza como usted lo solicitó y ahora lo hago, después de algunos días que me han permitido con algún reposo, escribir estas líneas para cumplir con una obligación moral para con mi país y para con usted.

“Cuando acepté ir en compañía de otras personas que integran la representación de la empresa privada para el proyecto del ingenio de Chiriquí en Alanje, oportunidad que le agradezco, pensé que no obstante el conocimiento que tenía del actual régimen cubano, de sus antecedentes y de su estructura comunista, de su orientación y de sus realizaciones, y que yo había tenido ocasión de conocer a Cuba, antes de la revolución, así como he conocido otros países, debía despojarme de prejuicios y con serena objetividad prepararme a observar y evaluar lo que tendría oportunidad de ver, sin pensar por un momento la perspectiva de nuestro país y de la realidad panameña, de los avances y logros y fallas de sus gobernantes, y del actual gobierno que usted jefatura, y la trascendencia de la visita.

“Como ya he apuntado, yo visité a Cuba antes de Castro. Cuba era indiscutiblemente un país rico. Tenía una industria azucarera muy avanzada, cuya elevada producción a juzgar por apreciaciones imparciales -pues no se conocen datos- apenas si ha sido superada. Tenía una de las ganaderías más valiosas de América Hispana, una floreciente industria tabacalera y de licores, infinidad de fábricas que producían artículos de alta calidad y una infraestructura bastante avanzada.

Estaban en proceso algunos programas de alcance social y entre ellos el de vivienda. El pueblo panameño entonces, independiente de sus realizaciones oficiales, tenía muchos y muy antiguos nexos con el pueblo cubano y sus gentes demostraban gran afinidad entre ellos. Creo que esas relaciones con ese pueblo hermano, como la de todos los pueblos del mundo son necesarias y convenientes para Panamá. Yo no creo en los aislamientos de los pueblos, voluntarios o impuestos.

“Pero Cuba tenía, desgraciadamente, gobernantes que sin escrúpulos se aprovechaban del poder político para el enriquecimiento y el despilfarro y una gran mayoría enriquecida con prebendas de toda clase, hacía ostentación de su opulencia. El bienestar y el mejoramiento social y económico de la población marginada no parecía importarles a los gobernantes, que lejos de beneficiarla la sojuzgaban y la explotaban utilizando, entre otros medios, juegos de azar de toda clase y otros vicios conocidos.

Castro y su revolución en su génesis, constituyo una esperanza para su país, y dentro y fuera de Cuba lo admiramos y lo aplaudimos. Nadie sospechó el derrumbamiento de una tiranía para suplantarla por otra en la que nadie es dueño de nada, ni de su trabajo, ni de sus ideas, ni de sus hijos, ni de su propio destino.

“Han transcurrido quince años (*) y la historia es demasiado conocida para repetirla. Lógicamente, lo que esperábamos con ansiedad ver eran los frutos positivos de tan tremendos y crueles sacrificios materiales y humanos. Un resurgimiento después de la destrucción sistemática de toda empresa privada, grande o pequeña, nacional o extranjera, de la desintegración de la familia y de la sociedad en aras de una nueva estructura y un nuevo sistema.

Fuimos recibidos y atendidos con esmero, colmados de atenciones innumerables y conducidos a ver principalmente en los campos de vivienda, de agricultura. de ganadería y educación. Obras innegablemente de gran envergadura y de costos astronómicos, que tienen su razón de ser en países seis veces mayor que el nuestro y realizados con una ayuda tecnológica y subsidio económico extranjero cuantioso e interesado, que es harto conocido.

“Confieso que me ha producido profunda pena ver ahora cómo, totalmente olvidado de lo nuestro, de nuestro Panamá, perdido todo sentido de proporciones, no pocos se han manifestado deslumbrados con los logros de la Cuba revolucionaria de hoy y así han tratado de exponerlo al país. Como se han perdido para muchos las perspectivas de nuestras realizaciones y conquistas.

Como si Panamá -un país, totalmente diferente en muchísimos aspectos fundamentales, tiene y ha alcanzado, nada vale- Como si los nuestros, nuestros dirigentes, nuestros profesionales, nuestros hombres de empresa grandes y pequeñas, no tienen importancia! Como si los logros personales de usted, como dirigente, su liderazgo y manifiestas preocupaciones, nada valen al lado de Fidel Castro.

“Pareciera que nuestro proceso de desarrollo con índices elevados que organismos internacionales encomian sin reticencia; que nuestras instituciones como la Caja de Seguro Social, para citar tal vez la más prestigiosa que se expone en la América como ejemplo, no valen nada. Como si la planificación panameña carece de sentido; como si los diversos programas de vivienda realizados y en proceso de realización, como muchos otros valiosos en los campos y en las ciudades, infinidad de los cuales usted personalmente impulsa, no valen nada.

Como si nuestras universidades y Colegios Secundarios, de los que han salido y salen Pléyades de profesionales de toda índole, con integridad y capacidad que menospreciamos, y un prestigio que rebasa las fronteras patrias, no valen nada. Como si la industria de la construcción, que hecho de nuestra ciudad capital una de las más bellas y modernas de América, no vale nada. Como si la infinidad de empresas panameñas y extranjeras, frutos de la capacidad e iniciativa libre de miles de hombres, no valen nada.

Como si nuestra agricultura y ganadería, con el esfuerzo de hombres honestos y luchadores, que proporciones guardadas, tienen cultivos y lecherías con rendimientos superiores a los que nos mostraron, tampoco valen! Eso debe mostrarse al país al lado de lo que hay hoy en Cuba y que ojala podamos mostrarlo igualmente al pueblo cubano, para que las apreciaciones sean justas y las verdades no se conozca a medias.

“Pero todo eso y mucho más tenemos, con un elemento, con una condición que todos los panameños debemos valorar en su más profundo alcance; con libertad, absoluta o relativa, para pensar, para opinar, para crear, para disentir, para creer y para actuar y para disponer de lo nuestro sin temores. Sin que se nos conduzca y se nos forme como piezas de una maquinaria gigantesca, que poco a poco va destruyendo desde los fundamentos de la familia, de nuestra fe y de nuestra libre determinación e iniciativa, hasta las profundas y arraigadas instituciones democráticas.

Todos estos factores y hechos positivos deben ser los elementos de juicio y comparación. Cierto es también, que aún tenemos nuestros propios problemas, que allá también existen. Tenemos pobreza en infinidad de familias sin ropas y sin alimentación adecuada -tenemos atraso-. Tenemos grandes desequilibrios. Somos un país en proceso de desarrollo.

“Eso a usted le preocupa y le inquieta. Todos los panameños tenemos que formar conciencia de las situaciones y actuar positivamente para mejorar la calidad de vida de nuestros hermanos, si realmente queremos un Panamá libre de miserias humanas. Pero se está avanzando, y mucho se logra con nuestros propios medios y fórmulas, sin necesidad de producir de producir en Panamá un esquema cubano, ni imponernos el trauma de su revolución, ni dejarnos seducir por su doctrina política, su tecnología interesada, ni valernos de su dialéctica falsa.

“Eso no implica en forma alguna que no debemos estar abiertos a todas las culturas, a todos los avances tecnológicos de todos los países que realmente nos aventajan en progreso integral, o abstenernos de mantener relaciones con todos los pueblos del mundo. Pero sí implica que debemos procurar asimilar por todos los medios lo que realmente nos mejorará y no destruir los cimientos de la genuina felicidad de nuestro pueblo.

“En ningún momento en nuestra historia se ha dado a un solo hombre los poderes ilimitados que usted tiene, general Torrijos. Esos poderes le imponen inconmensurables y correlativas responsabilidades. De esto está usted plenamente consciente y lo reconoce con gran valentía. Usted tiene una insospechable responsabilidad histórica. Usted tiene actualmente en sus manos los destinos de la patria panameña. Aunque no todo el tiempo estemos de acuerdo con los medios y las formas, creo que sí estamos de acuerdo en los aspectos fundamentales y reconocemos su sensibilidad social.

“Pero lo importante para Panamá es su propio destino y los medios o los métodos que se utilicen para acelerar el logro de sus metas fundamentales que comprometen su porvenir. Es necesario utilizar racionalmente todos los propios recursos y su riqueza material, humana y espiritual.

“Usted es en estos momentos guardián de esos elementos que proporcionan al país el legítimo bienestar a que este tiene derecho, sin sacrificio de sus más caras libertades. Para que hoy nosotros, mañana nuestros hijos y después nuestros descendientes sientan que ante todo son libres. Libres de miserias y libres de expresar sus sentimientos y creencias, opiniones y razonamientos.

Libres para crear, sintiendo en todo momento la inconmensurable felicidad de sus hogares cristianos, de una sociedad digna con hombres dignos, con hermanos y amigos que no se espíen, y que nos ofrezcan sin recelo su mano franca. Con hijos que jamás olvidarán, como usted, sus padres. Ni padres que se sientan despojados de la responsabilidad de sus hijos. Con su territorio soberano y su posición geográfica privilegiada abierta a todas las culturas y las armónicas relaciones con todos los pueblos.

“Esto resume mis apreciaciones muy personales que le ofrezco a usted y a todos los panameños que se puedan interesar por su objetividad y su sinceridad.

“Su Atento Servidor,

“(Firmado)

M. A. BRENES·“

Como puede apreciar el estimado lector, el Sr Miguel Ángel Brenes era uno de los tantos panameños preocupado porque podía instalarse en Panamá una tiranía comunista. No obstante había una gran mayoría que vivía con el temor del acercamiento comunista, pero no se atrevían a emitir abiertamente sus pensamientos como lo hizo el Sr Brenes, por temor a las actividades de represión.

Nótese que la carta va dirigida al “Comandante de la Guardia Nacional y no al Presidente de la República”. Nótese también que lo conmina al empleo de talentos nacionales, en lugar de importados a pensar y actuar dentro de un orden cristiano y al asentamiento de valores morales que sirviesen como ejemplo a futuras generaciones.

Esta carta, la cual considero de un profundo contenido nacional y moral, me llamó mucho la atención para incluirla en el libro. Le ruego al Sr Brenes que acepte mis saludos por tan valiente y noble gesto. Pero la llamada “Revolución” no estaba atenta a aceptar las recomendaciones de sus mejores ciudadanos y hacía y deshacía de acuerdo a sus mejores conveniencias. Recuérdese que buena parte del pueblo dio por llamarle “La Robolución”

El 19 de Julio d e1977, Panamá firma un pacto económico con la unión soviética (hoy ya desaparecida). Una delegación de ese gobierno, presidida por Nikolai Ziniviev, jefe de la División de Comercio de la URSS para la América Latina, se reunía con Marcelino Jaén, cuñado de Omar Torrijos y el 26 de Octubre de ese mismo año, la Asamblea de Representantes de Corregimientos de la República de Panamá, aprueba un acuerdo de cooperación económica con Libia... Que podía traerle de beneficios a Panamá el acercamiento con Cuba, La Unión Soviética y con Libia?

En condiciones normales y conociendo el tema, históricamente, los Estados Unidos habrían hecho todo lo que estuviera a su alcance para evitarlo, para darle protección al canal y evitar así la posibilidad de tener terroristas cercanos. Por lo que Panamá en esencia, no tenía nada que buscar en esos países, al menos que tal acercamiento cumpliera una misión como la de Félix Dixon.

Y aunque algunos Senadores, Congresistas y aún la prensa de USA, no existía por parte del Tío Sam preocupación alguna; por el contrario, dichos acercamientos era alentados por sus hombres. Y mientras en Panamá, hombres de vergüenza como Miguel A. Brenes, derramaban sus honestas lágrimas de preocupación y en los Estados Unidos el exilio era vigilado de cerca, casi perseguido, el gobierno de los Estados Unidos de América seguía los lineamientos de lo que parecía ser su política o “doctrina” a seguir con relación a Panamá; la cual me permito publicar a continuación:

Informe de la Comisión Especial del Congreso Norteamericano a la América Latina

El 7 de Mayo de 1970, el Sub-Comité de Política y de Seguridad Nacional y Desarrollos Científicos del Comité de Asuntos Exteriores del 91º Congreso de los Estados Unidos de América, emitió una Resolución autorizando al Comité para conducir una investigación y estudio sobre varias materias, dentro de la jurisdicción del Comité. Una misión especial fue enviada la América Latina, la cual cubrió asuntos militares y de otra índole en países y áreas como Brasil, Colombia, Panamá, Perú, El Comando Sur y las Escuelas de la Zona del Canal.

Yo sabía de la existencia de la Comisión Rockefeller, aunque no conocía sus recomendaciones y me decía que solamente un ciego y sordo no se daba cuenta de lo que sucedía en Panamá. No obstante la eficiencia y celo de los organismos de inteligencia con que cuentan los Estados Unidos, me negaba a creer que no solo se hicieran los sordos a la infiltración comunista en el Istmo, sino que también se hicieran los ciegos al semejante volumen del tráfico de drogas que pasaba por Panamá, que no fueran investigados; por lo que debía existir alguna razón poderosa para que el Tío Sam no se activara contra el daño que se le estaba haciendo a su pueblo.

Por otro lado, yo estimaba que la ayuda que se le daba a Panamá podía llegar muy pronto a su fin con todo este bagaje de información que llegaba por diferentes fuentes. Sin embargo me equivocaba, y que queda demostrado en el informe que publico y comento, que se encuentra en las páginas 18 a la 20 de dicho informe, que no solo no ve nada malo en la dictadura del “hombre fuerte”, sino que “recomienda seguir ayudando a Panamá en su nivel actual” y además, “aumentar y profundizar la ayuda”. Y que a la letra dice: “PANAMA... (Traducción del Autor)- Véase versión en inglés, Anexo.

“La Misión de Estudios se detuvo en la Zona del Canal para discutir el adiestramiento MAP (Programa de Ayuda Militar) con los oficiales del Comando Sur y la escuela de servicios, que nos dio también la oportunidad de revisar el programa que opera en la República de Panamá.

“Como la menor nación de América Latina, con solo 1.3 millones de habitantes, Panamá no ha sido la mayor recipiente de la asistencia MAP. Sin embargo, en términos per cápita, los Estados Unidos ha proporcionado mayor adiestramiento a la fuerzas armadas panameñas que a cualquier otro país de América Latina.

Panamá es también de particular interés, “el actual líder del grupo militar que mantiene control, General Omar Torrijos, ha sido citado por el Gobernador Rockefeller como un ejemplo de nuevos militares en América Latina que están interesados en el desarrollo político, social y económico de sus países.” (*)

“Mientras estuvimos en Panamá, recibimos excelente orientación del embajador Robert M. Sayre, de su oficina y del coronel R. R. Gilbert, comandante del grupo militar de ayuda para el país.

La Situación Política y Económica

“En el presente, Panamá está gobernada por una junta de gobierno que se estableció luego del golpe contra el presidente Arnulfo Arias en Octubre de 1968, una semana después del golpe en el Perú. La Guardia Nacional de Panamá tiene una influencia predominante y el Gral. Torrijos, su comandante, es el poder detrás de la junta civil de dos hombres y el gabinete compuesto por civiles.

La legislación se efectúa por decretos, la Asamblea Nacional ha sido suspendida y “las elecciones que han sido prometidas han sido pospuestas.” (**)

“Mientras la Constitución garantiza las libertades civiles, que han sido en parte restituidas, nuevas leyes que controlan las manifestaciones públicas y la libertad de prensa han sido impuestas, asegurando de este modo la capacidad de la Guardia Nacional de continuar con el control de la nación. Solamente se permiten críticas limitadas y la libertad de reunión ha sido restringida en las ciudades de Panamá y de Colón.

“La junta se ha caracterizado ella misma como reformista y ha rehusado negociar con la oligarquía quienes previamente controlaban la vida política de Panamá. Se han hecho esfuerzos para reformar el sistema electoral, asegurar la honestidad del gobierno y se ha lanzado una reforma agraria. Aunque se ha trabajado arduamente para alcanzar el apoyo de las clases rurales y urbanas bajas, el Gobierno Panameño tenía poca popularidad hasta el último Diciembre, cuando el General Torrijos “sofocó un atentado de golpe contra él” por los hombres número 2 y número 3 de la Guardia Nacional. (***)

“El desenvolvimiento económico de la junta provisional ha sido respetable. Mientras que muchos observadores sostienen que “Panamá no se ha recuperado del efecto de inestabilidad política de 1968, (****) existe un considerable optimismo de las perspectivas a largo plazo.

El producto nacional bruto ha aumentado en aproximadamente 7 por ciento en 1969, un marcado aumento sobre el 5.4 por ciento registrado en 1968. El gobierno ha declarado apoyo a la empresa privada y libre, ha alentado las inversiones extranjeras y en general reconocen la importancia del Canal de Panamá a su propia economía.

Programa de Adiestramiento Map y su Impacto

“Cuando se compara con países como Brasil y Perú, Panamá, por su corto tiempo -desde 1962- ha sido recipiente del programa de ayuda militar de los Estados Unidos. Durante este tiempo, sin embargo, 3,000 miembros de la Guardia Nacional, que incluye todos los servicios, han sido adiestrados bajo los auspicios de los Estados Unidos, que es cerca de la mitad de la Guardia nacional.

El General Torrijos y virtualmente toda la totalidad de la oficialidad de la Guardia Nacional ha recibido una u otra forma de adiestramiento MAP, instrucción para la Guardia Nacional ha sido alcanzada casi en su totalidad por las escuelas de servicio o equipos de entrenamiento móvil. De éstos, 35 panameños, principalmente oficiales, han sido enviados a entrenar en los Estados Unidos.

“El grupo militar (milgroup) de los Estados Unidos, que consiste en cinco oficiales, uno de ellos tradicionalmente un veterinario, tres hombres de tropa y dos civiles. Su comandante el coronel Gilbert, sirve también como Attaché Militar de la Embajada de los Estados Unidos. Su situación es única por la presencia de gran número de tropas militares en la Zona del Canal, representando todos los servicios.

“El principal objetivo de la asistencia militar en Panamá, es el de desarrollar una eficiente y profesional fuerza que pueda participar en forma efectiva en la defensa regional y mantener una seguridad interna. El progreso hasta ahora ha sido lento por la falta de una competencia profesional en el adiestramiento dentro de la Guardia Nacional y varios de los adiestrados han sido ocupados en labores de gobierno.

“Con la ayuda y el aliento de los Estados Unidos, las fuerzas de seguridad panameñas han cooperado hasta cierto límite, con otros países de Centro América (*****) principalmente a través del Concejo de Defensa Centroamericano.

La seguridad interna de la Guardia Nacional ha sido adecuada para desenvolverse contra la pequeña insurgencia desarrollada por elementos que apoyan al depuesto Presidente Arnulfo Arias que salen a la superficie periódicamente cerca de la frontera con Costa Rica. Nuestro grupo militar ha promovido el envolvimiento de las fuerzas panameñas en actividades de acción cívica y los programas han sido limitados a cierto número de personas alcanzadas.

Notas del Autor: Le ruego al estimado lector, poner mucha atención al siguiente párrafo, porque merece un comentario especial.

“Mientras que el adiestramiento profesional ha sido dado a un grupo de oficiales de la Guardia, el concepto del papel militar que hace el Ejército de los Estados Unidos, es relativamente nuevo para una fuerza que tiene herencia de intervenciones militares. Los oficiales aun ven su papel en términos de ambiciones personales, por ejemplo, los dos oficiales que intentaron derrocar a Torrijos en Diciembre, ambos hombres han recibido adiestramiento por los Estados Unidos.

Uno de ellos, el Cnel. Ramiro Silvera, ha tomado cursos de transito en la Universidad Norwestern y en la Universidad de Indiana. Su cómplice, Cnel. Amado Sanjur, asistió a la escuela del ejército en la Zona del Canal en donde estudió descontaminación nuclear y guerra en la selva. (Ver comentario especial).

“El General Torrijos ha impresionado a varios norteamericanos, entre ellos, al Gobernador Rockefeller, con su interés en establecer una viable y popular forma democrática de gobierno para Panamá. Hasta qué extensión sus actividades han sido “moldeadas por el MAP, y cuan firmes son sus ideales, no es posible determinar en este momento. Su futuro comportamiento podrá ayudar a contestar esta pregunta.

Futuro de las relaciones militares Estados Unidos-Panamá

“Como muchos otros países de América Latina, existe un gran interés entre los oficiales militares en obtener más y mejores armas. A pesar de que el gobierno ha efectuado compra de armas de suplidores en Europa, se ha solicitado y seguido el asesoramiento del grupo militar de Estados Unidos. Nuestros representantes de servicios han sido alentados a desarrollar y mantener a solamente las fuerzas y el equipo que el país legítimamente necesita, de acuerdo con el Cnel. Gilbert. Sin embargo, se ha notado un creciente interés en una mayor más moderna fuerza aérea.

“Se ha llegado a un acuerdo militar y con el personal diplomático de la Embajada, que los Estados Unidos deberá ser cooperativo y ayudar siempre a los militares panameños. Sería una equivocación mantienen ellos, que los Estados Unidos rehúse negociar con el gobierno de Panamá por causa de su carácter autoritario y se sugiere que nueva asistencia sea dada al país en el campo naval y aéreo, tanto en adiestramiento como equipos.”

“Debido a que las relaciones entre Panamá y los Estados Unidos se han mantenido en una interdependencia única, debido al Canal de Panamá. La República de Panamá ha sido dividida en dos partes por la Zona del Canal en donde se encuentran estacionados 14,000 soldados de Estados Unidos, bien adiestrados y bien equipados.

Las necesidades de la defensa panameña, en términos de interés para los Estados Unidos, son en alguna forma diferentes a otros países de la Organización de Estados Americanos visitados por la misión de estudios. Estas realidades, afectarán la futura cooperación militar entre los Estados Unidos y Panamá en una forma directa con relación a las aspiraciones e ideales de cualquier gobierno panameño dado. “

A. Tiene el estimado lector alguna pregunta?

B. Pues el autor tiene varios comentarios.

Por extraña y paradójica ironía, el informe tiene su respuesta en el mes de Diciembre de 1989, a poco más de 19 años de haber sido publicado. Y si al estimado lector, después de haber leído los capítulos anteriores, tiene algunas preguntas, el autor tiene varios comentarios.

Pero antes de proseguir, voy a verme en la necesidad de pedirle disculpas al estimado lector por tener que verme en la necesidad de utilizar cierto nivel de lenguaje que con todo cinismo se publica y que una mano amiga me hizo llegar después de hacer ciertos subrayados.

El informe, que forma parte de la conspiración y cuyo veneno y contradicciones estaban diseñados para ayudar a su protegido dictador, olvida muchos pasajes y se concentra solamente en sus intereses.

No importa el costo humano, ni el despilfarro económico, ni la moral del gobernante con el mayor índice de corrupción en la historia del país. Aquí no hay narcotráfico y solamente el interés del Gobernador Rockefeller... era posible que una mente medianamente desarrollada pudiese pensar en que una dictadura que negaba los más elementales derechos a sus ciudadanos, pudiera darle desarrollo político y social a una nación, al igual que una democracia ? No importaban los desaparecidos ni el asesinato de Rubén Miró... había que darle apoyo.

Comentarios del Autor con relación al informe-

(*) El Gobernador y el grupo Rockefeller tenía interés en establecer en Panamá un centro bancario internacional. Torrijos fue invitado a su residencia y allí se comprometió. A su regreso de Nueva York, Omar eufórico, le comunicóal periodista Carrasco: “...Ya tengo mi papacito.”

En otras palabras, que ya tenía influencias en Estados Unidos y de ahí en adelante recibió el apoyo en todo.

(**) No solamente le dan vigencia exclusiva a Torrijos, sino que desconocen en su totalidad a la Junta Provisional que ellos mismos, por la vía diplomática, reconocieron como gobierno. No se mencionan las promesas que se enunciaron en el decálogo.

(***) Observe el estimado lector que aquí se habla de que el “Gral. Torrijos sofocó un atentado de golpe contra él”. Cómo es posible que ésta gente hable en forma cínica de un golpe, cuando yo obedecía la directiva de la Junta Provisional de Gobierno que ellos reconocieron ?

(****) La inestabilidad política fue creada por ellos mismos cuando la C.I.A. llevó a cabo su famoso estudio y decidió destruir políticamente a Gral. Bolívar Vallarino. Desde ese momento el país entró en un caos político.

(*****) Esta es una aseveración muy peligrosa, porque la cooperación con otros países de Centro América bien podía interpretarse como que el envío clandestino de armas a El Salvador fue aprobado por ellos.... OJO ! !

Comentario especial:

El informe se empeña en establecer como verdad un gran embuste.

Sí, estimado lector, así como lo lee. Vemos por qué:

1) El lector completó tres cursos en la Escuela de las Américas:

a) Plana Mayor al nivel de Batallón y de Regimiento.

b) Mantenimiento preventivo para oficiales.

c) Sanidad militar para oficiales.

En ningún momento hice curso guerra en la selva ni descontaminación nuclear.

2) “...ambiciones personales” Se ve nuevamente el veneno en el informe que trata de justificar al dictador. Es de todos conocido que la Junta Provisional de Gobierno anunció en la reunión de oficiales en la comandancia de la Guardia Nacional, que pondría un gobierno civil, la Guardia Nacional regresaría a sus cuarteles y se anunciarían elecciones. Pretender desconocer esto, es precisamente ser nada menos que ser COMPLICE DE UNA CONSPIRACION.

3) “...una fuerza que tiene herencia de intervenciones”. Nada menos que los Estados Unidos tiene una larga historia de intervenciones en el Istmo de panamá. Para hacer una lista corta, vea algunos de los más recientes:

a) 1941. Alentar golpe de estado contra el presidente Arnulfo Arias.

b) 1964. Comienzo de desestabilización de Panamá, con la destrucción política del Gral. Bolívar Vallarino y apoyo a Arnulfo Arias en 1968.

c) 1968. Darle la espalda a Arnulfo Arias y apoyar a Omar Torrijos en el golpe de estado contra Arias.

d) 1969. Darle apoyo a Omar Torrijos en contra del Cnel. Boris Martínez.

e) 1989. Invasión a Panamá para la destrucción de su propia criatura.

Si el informe hubiese tenido una buena intención y hubiese balanceado sus comentarios en un tono más moderado y no con tantos embustes, el autor no hubiese tenido la necesidad de incluirlo en el libro, pero es necesario que se sepanlos hechos y que no se distorsione la verdad, por el solo hecho del apoyo que se le daba a la tiranía, porque el Gobernador Rockefeller había sido ‘impresionado’ por Torrijos o porque se estaba aprovechando a Panamá para jugosos negociados internacionales.

Y como complemento a los requisitos que el poderoso grupo internacional necesitaba, se aprobó una nueva Constitución para el país, con nombre propio... ninguna otra Constitución en la historia de Panamá se ha aprobado con nombre propio, por una Constituyente escogida por la tiranía.

Pienso que la historia misma y los Estados Unidos, por sus hechos, responden a varias interrogantes y las fechas de Diciembre de 1969 quedó en dicha historia como la ayuda que otorgaron al dictador para “el regreso”; el informe del Congreso como “la doctrina” y la invasión de Diciembre de 1989 como “el reverso” de esa política aplicada a Panamá, que tanto daño ha hecho a personas inocentes... a 20 años después de lo que yo precisamente traté de prevenir.

En Panamá se tenía el temor al comunismo-

En el país se temía que se instalara un gobierno dictatorial comunista. Ya el estimado lector leyó la carta del Sr Miguel A. Brenes y ahora me voy a tomar la libertad de de transcribir parte de una carta que un funcionario público de Panamá le envió en aquella ocasión, a un amigo a los Estados Unidos:

“ Para dominar el comercio y la industria, se elaboró el Código del Trabajo, para dominar la agricultura se crearon los Asentamientos Campesinos y la Reforma Agraria. En cuanto a tales, ninguno de estos instrumentos son perjudiciales para el desarrollo del país.

Sin embargo, controlados por el Partido del Pueblo se han convertido en instrumentos para destruir la base de la libre empresa y del sistema democrático, la pequeña y mediana empresa. Por convicción o por corrupción, los Juzgados de Trabajo, el Tribunal Superior de Trabajo, han administrado justicia laboral distorsionada, dañando la pequeña empresa, así como a la mediana empresa y algunas grandes empresas.

“Los Asentamientos Campesinos y la Reforma Agraria, han servido para impedir el desarrollo de la agricultura ya que aquellos instrumentos han acaparado las tierras productivas e impiden que la agricultura libre pueda desarrollarse, ya que los campesinos no tienen tierras porque están en manos de estos organismos. Por otra parte, más de veinte millones de dólares anuales da el presupuesto nacional a los Asentamientos Campesinos, sin que se sepa la utilización de esos dineros...”

En realidad, nadie sabía cómo se utilizaban los dineros públicos en general y la utilización completa de los grandes préstamos internacionales en particular. El primer informe público y honesto de la Contraloría General de la República de Panamá, después de los años de dictadura, lo emitió la Administración del Presidente Guillermo Endara en 1994.

Un recuento del 9 de enero de 1964

Cuando ocurrieron los sucesos del 9 de Enero de 1964, en donde se desataron graves demostraciones públicas en contra dela Zona del Canal y en contra de los Gringos en general, éste Autor y su pequeña unidad de Panamá Viejo, se dedicó a proteger la embajada de los Estados Unidos, localizada en la Avenida Balboa; pero nuestra misión no solamente se concentró en defender ese local diplomático de la acción agresiva de las turbas, sino que nos dedicamos a salvar a los ciudadanos Gringos que se encontraban sin rumo y en peligro de ser atacados en cualquier momento por los extremistas panameños.

Muchos de ellos se vieron en la necesidad de abandonar el hotel en donde se encontraban para salvar su vida, pero se vieron en mayor peligro en las calles sin rumbo, ya que los problemas se extendieron y los tomaron por sorpresa y la misión adicional de nuestro personal fue el de recogerlos y llevarlos al cuartel para que estuvieran a salvo y luego enviarlos a la Zona del Canal por medio de un puente aéreo que se estableció desde el aeropuerto local de Paitilla y otros fueron enviados al Aeropuerto de Tocumen, como ya dijimos anteriormente. Esto pueden atestiguarlo muchas personas que lo vivieron.

En la embajadatuvimos que repeler turbas amenazantes que fueron a prender fuego a la sede diplomática y mi unidad actuó en unísono, cumpliendo su misión en un desenvolvimiento muy profesional y fuera de los sentimientos nacionalistas, defendió la extraterritorialidad que le correspondía a la Embajada de los Estados Unidos. El personal que tenía los Estados Unidos en la Embajada, pueden dar fe de que esto fue así.

Y mientras las turbas nos llamaban traidores a la patria y nos endilgaban toda clase de insultos nacionalistas, el Tnte.Cnel Torrijos, desde su cómoda butaca del Cuartel Central, daba órdenes a ciertos oficiales para que descargaran sus armas de fuego contra la Zona del Canal y contra los Gringos, cuando la situación exigía una gran dosis de control y serenidad, y sobre todo, que se desplegaran tropas nuestras en el límite de Panamá con la Zona del Canal para el control de la situación y evitar derramamiento inútil de sangre.

Yo veía el caso como una acción satánica el enviar jóvenes estudiantes al suicidio, enardecidos por una retórica exaltada, a enfrentarse a tropas de los Estados Unidos con una pequeña arma para que fuera a ser sacrificado. Muchos otros panameños pensaron como yo e hicieron su parte en forma independiente para evitar mayores conflictos, pero el problema fue tan grave, que su pequeña acción se quedó opacada por los sucesos en el límite de Panamá y la Zona del Canal.

Pero el asunto no se quedó allí, poco tiempo después, cuando ya todo se encontraba aparentemente en paz, fui atacado por varios hombres cuando trataba de pasar un rato de esparcimiento y de solaz en compañía de unos amigos. Los atacantes me llamaron traidor a la patria, sin embargo al defenderme, los atacantes tuvieron que huir y posteriormente alguien me acusó antes mi jefes de promover escándalos en un bar de la ciudad y fui fuertemente amonestado.

Pero el asunto trascendió a otros niveles de la prensa extranjera y un periodista inglés quiso entrevistarme por ser un miembro de la Guardia Nacional de Panamá que era leal a los Estados Unidos. Le respondí que como oficial de la Guardia Nacional y como profesional educado, era mi deber defender la extraterritorialidad de la sede diplomática, aún cuando estuvieran en desarrollo otros conflictos el área y que bajo ninguna circunstancia se podían permitir actos vandálicos por parte de las turbas.

Era mi deber. Sin embargo, aun cuando muchos otros, Como Rudy Vallarino y varios de sus amigos, como Guillermo “Mimo” Martínez y otros, hicieron labores de salvamento.

Fui receptor de una carta de reconocimiento de la Fuerza Aérea de Estados Unidos: CUARTEL GENERAL

FUERZA AEREA DE ESTADOS UNIDOS - COMANDO SUR

BASE AEREA DE ALBROOK, ZONAL DEL CANAL

29 de Junio de 1964

Capitán Amado Sanjur

Comandante de la Guardia Nacional Panamá Viejo

Panamá, República de Panamá

Estimado Capitán Sanjur

Es mi deseo mostrarle mi agradecimiento por la excelente cooperación que Ud. nos dio durante los penosos problemas del pasado Enero. Las previsiones que Ud. tomó, conjuntamente con las acciones subsiguientes, dieron como resultado la evacuación exitosa de incontables norteamericanos de áreas críticas de Panamá hacia la Zona del Canal y el Aeropuerto de Tocumen. Su acción fue indudablemente el instrumento que salvó incontable número de personal de recibir serias heridas e inclusive muerte.

Le saludo a Ud. por su deber cumplido. Este comando aprecia muy sinceramente todo lo que Ud. ha hecho.

Sincera y Respetuosamente

(Signed)

I. J. Klette - Colonel USAF

Deputy Chief of Staff/Operations ““

(Traducción del Autor- Ver copia en Inglés en el Anexo Nº----)

Precisamente, uno de los colaboradores de nuestro Cuartel de Panamá Viejo, que más se destacó en transportar ciudadanos de los Estados Unidos a la Zona del Canal, fue el amigo Luis Varcacía (QEPD).

Antes de leer el informe del Congreso, con fecha de 7 de mayo de 1970, yo honestamente creí que la dictadura ganaba su legitimación con la firma de los tratados con la administración Carter, pero aun cuando les dio aliento para ampliar sus operaciones ilegales y mejorar sus técnicas de intimidación y de terror oficialista, me di cuenta de que la legitimación de la tiranía estaba ya aprobada en 1970 con éste informe.

Era por eso, que los panameños perdíamos el derecho legítimo que teníamos de rebelarnos para ganar nuestra libertad y éramos acusados de cualquier cosa: terroristas, traficantes de armas, ambiciosos de poder, atentar contra las autoridades legítimamente constituidas, Etc.

Mientras tanto, muchos desaparecían, otros eran asesinados y otros eran torturados brutalmente. Un caso que llenó de luto a todo el país fue la desaparición del Sacerdote Héctor Gallego.

El caso del sacerdote Héctor Gallego

La Iglesia Católica tiene, dentro de sus actividades humanitarias y de comunidad, cooperativas y otras organizaciones. Una de ellas de campesinos, asentada en Santa Fe de Veraguas, provincia de donde era oriundo el dictador.

La cooperativa se encontraba a cargo del Sacerdote Héctor Gallego, un joven colombiano muy activo y apreciado por su comunidad, por su entrega total a la religión y los servicios de Dios y a su comunidad.

La actividad de Gallego se hacía antagónica a ciertos parientes de Torrijos en la región y también a los intereses del gobierno con relación a los Asentamientos Campesinos, ya que la dictadura no quería perder el control del campo y éste resultaba un mal ejemplo para otras comunidades, por lo que había que había ‘quitar al Padre de por medio’.

Una noche de Junio de 1972, se presentaron a su casa hombres uniformados de la oficina del G-2 panameño, en un jeep de la Guardia Nacional y secuestraron al Sacerdote, haciéndolo desaparecer.

Nunca se supo la verdad entera con relación a este hecho criminal con sello oficial. Y aunque algunos hombres cumplen condena, habiendo sido juzgados años después de la caída de la dictadura, se estima que aún existen jefes entorchados de la Guardia Nacional, que tienen que ver con la aprobación de este horrendo crimen.

Se cuentan muchas leyendas acerca del caso. Se dice que a los secuestradores se “les fue la mano” torturando al Sacerdote y que Gallego quedó muy mal herido y semi-paralizado. El dictador ordenó confinarlo en una casa de Bellavista que tenía en alquiler uno de los entorchados y que era utilizada como sitio de torturas.

Pero que murió allí y Torrijos ordenó deshacerse de su cuerpo enterrándolo en las cercanías del Cuartel de Tocumen o tirándolo al mar desde un helicóptero. Si esto es así, los que cumplen condena no han dicho toda la verdad y muchas preguntas están aún sin contestar en la comisión de éste delito.

En aquella ocasión, la Iglesia Católica trató por todos los medios posibles para el esclarecimiento del caso, pero el dictador Torrijos negó toda participación de la Guardia Nacional en el hecho e impidió el esclarecimiento del crimen, pero aun cuando el caso ha salido a la luz pública algunas veces y se tejen algunas informaciones, sostengo, por mi experiencia y por lógica policial, que toda la verdad no ha salido a la luz pública y que algunos jefes muy cercanos a Torrijos deben conocer mucho más del hecho de sangre.

La noticia de mi muerte-

El 5 de Octubre de 1973, un periodista venezolano, Ezequiel Díaz Silva, lanzó a la publicidad la noticiade mi muerte caso que según él acaeció en la frontera colombo-venezolana. La UPI se hizo eco de la noticia y muy pronto, los periódicos del continente hablaban de mi muerte y de cómo sucedieron los hechos. Muchos parientes y amigos se preocuparon y llamaron a mi casa, para encontrarse que yo me encontraba sano y salvo en mi residencia en California.

Díaz Silva, un hombre con una imaginación novelesca, decía que yo me había batido a tiros con unos bandoleros colombianos, allá en la población del Tibú, por una disputa acerca de unas armas y en la refriega salí yo muerto a tiros.

Todo parecía que Díaz Silva se hacía eco de las acusaciones del régimen panameño por las cuales yo era un facineroso terrorista traficante de armas, quizá como parte del montaje propagandista para hacer ver que el “enemigo de Torrijos” era un tipo peligroso.

Cuando apareció la noticia ese día, yo me encontraba pacíficamente haciendo mercado y a mi casa llamó Bob Porter de la oficina del FBI de San Francisco y dejó dicho que me reportara, llamando por cobrar si era necesario.

De regreso a mi casa, llamé a Bob Porter y todo quedó aclarado y satisfecho de que yo me encontraba en San José y se dio cuenta de que la noticia era una mera patraña. Poco tiempo después, se desmintió la información y un periódico de la dictadura, que publicó: “...

El Amado Sanjur muerto en la frontera con Colombia y Venezuela, era un cuatrero colombiano.” Como se ve, siempre el veneno.

Recibí notificación de abandonar el país

Por medio del amigo Julio Ros Montero, vieja gloria del deporte chiricano, quien se encontraba viviendo en Miami, después de tener que abandonar Cuba, conocí a la Sra. Elvira Jované de Zayas (QEPD), a quien Uds. ya conocen, casada con el Caballero cubano, Don José María Zayas.

Elvirita quiso presentarme el Sr Alphonse L. Tarabochia, quien trabajaba para el Senador Eastland en Washington del Sub-Comité de Seguridad Interna, y quien me llevó a declarar a dicho Comité. Preferí declarar por separado a un grupo de panameños, para evitar encontrarme con Hildebrando Nicosia, de quien sabía que iba a declarar, pero yo tenía profundas sospechas.

En esa ocasión conocí a varias personalidades, como lo fue al Senador Jesse Helms y a varios de sus ayudantes, quienes me impresionaron mucho por su fervor patriótico y por su convicción de que Panamá tuviera un gobierno democrático, en lugar de ser regido por una dictadura.

Aproveché para acusar a la dictadura panameña de estar involucrada en el narcotráfico internacional, pero no pude aportar pruebas porque mis notas y datos que había compilado en Panamá, habían sido confiscados cuando caí preso. Sin embargo, me acordaba de algunos detalles.

Poco tiempo después de mi regreso a California, luego de mis declaraciones en Washington, recibí una notificación de la oficina de Migración, ordenándome abandonar el país, dándome plazo hasta Diciembre 9 de ese año. Hasta entonces, me estaban dando permisos controlados por el Departamento de Estado, y ésta vez me ordenaban que me fuera.

Lo curioso de la ‘orden de desalojo’ es que vino después de mis declaraciones en el Senado y solamente fue dirigida a mi persona, pues ninguno otro de los declarantes recibió la orden de abandonar el país. Yo no sabía a dónde ir y qué poder hacer sin dinero y qué sería de mi familia. El único lugar que se me ocurría ir era Venezuela, para ir en busca de ayuda a mis compañeros de estudios; pero no quise buscarles problemas a ellos porque el gobierno de ese país apoyaba a la dictadura, pero decidí que mejor era buscar otra solución.

Tomé la decisión de jugarme el todo por el todo. Ya estaba hecho a casi toda clase de vicisitudes, y una más... por qué no? Tomé el teléfono y llamé a la oficina del Senador Jesse Helms y hablé con uno de sus ayudantes, el Sr John Carbaugh, quien me atendió de lo más atento y me dio instrucciones de enviarle copia de la carta recibida de Migración, lo que hice de inmediato.

Pocos días después, el amigo Carbaugh me llamó por teléfono para decirme que de la oficina de Migración de San Francisco, me llamarían para presentar una solicitud de asilo. Y efectivamente así fue, me llamaron del Distrito de san Francisco para que presentara pruebas de que no podía regresar a Panamá porque iba a ser perseguido.

Cargado con una caja de recortes, cartas e informaciones relacionadas con Panamá y con mi persona, me dirigía a San Francisco. La bella ciudad, como de costumbre estaba fresca, nublada y muy transitada. Me presenté al Servicio de Migración a la oficina del funcionario que me había citado, quien me asignó un inspector para que vira mi caso.

El nuevo oficial me pidió que presentara pruebas que confirmaran mi impedimento para regresar a Panamá. Abrí mi caja y procedí a presentar primero los documentos en inglés y algunos en español. Cuando llegué al cuarto o quinto documento o noticias de los periódicos, me interrumpió y me dijo que eran suficientes y desistió de ver el resto.

Me puso a llenar una forma de asilo que hasta entonces me habían dicho que no existía y cuando terminé la entregué, informándome que posteriormente me enviarían un oficio comunicándome su aprobación. En efecto, recibí la nota de aprobación de asilo... parecía que la espada de Democles que pendía sobre mí iba a desaparecer y que el horizonte comenzaba a despejarse (?)

- Experiencias personales del Autor.

- Carta Abierta del Sr Miguel A. Brenes.

- Informe del Congreso de USA - Mayo 7 de 1970 -

- Carta del Cnel. I, J. Klette - Fuerza Aérea de los Estados Unidos.

Panamá y el trafico de drogas

Algunas experiencias del autor

La entrega por aire-

A pesar de todos mis problemas, yo seguí mi trabajo con Aduanas, con el BNDD, precursor de la DEA, la DEA y con el FBI. En mi trabajo como informante y muchas veces en forma directa en la investigación del tráfico de drogas, aprendí mucho, sobre todo en cuanto a las limitaciones que tienen los agentes de los Estados Unidos que combaten el narcotráfico, pero vamos a concentrarnos en éste capítulo a algunas experiencias, como fue el caso de una entrega por aire de un cargamento de marihuana al norte de la Isla Bimini, del grupo de las Bahamas.

La “yerba” estaba embalada en bultos sellados impermeables y atados unos detrás del otro en forma de cadena, llamados “gang”, de manera que al empujar el primero desde el avión, los demás seguían cayendo y quedaban flotando en el mar para que los narcotraficantes recogieran la “mercancía” en sus botes y la llevaran a la Florida. Durante las entregas nocturnas, cada “gang” iba equipado de una varita luminosa de esas que usan los Boy Scouts o las personas que acampan en el bosque para alumbrarse durante la noche y que tienen una duración aproximada de cuatro a seis horas, de modo que le sirviera a los narcos marinos poder localizar la carga y llevársela.

La imaginación, los medios y recursos con que cuentan los narcotraficantes, son increíblemente amplios y sofisticados. Ellos utilizan todas las técnicas modernas posibles, que puedan ser aplicadas a su trabajo ilegal, por lo que se necesita personal muy especializado y altamente equipado para poder combatir este tipo de delito internacional, que tanto daño hace a la juventud de muchos países produciendo una escoria humana de personas dañadas por el vicio y la corrupción.

Pero no solamente es necesario el empleo de personal especializado, sino el riesgo al cual constantemente están expuestas las unidades policiales que combaten el sucio negocio, muchos pierden la vida y tienen que pasar por muchas tentaciones. Aunado a esto, en muchos casos tienen que pasar por el peligro de su propio gobierno que decide por intereses políticos, que pone en riesgo la vida de sus propios hombres.

Riesgos mayores por los que pasan los narcotraficantes en sí, quienes no tienen ninguna regla ni ley que obedecer y gozan de mayor libertad de acción y los frutos económicos de su “negocio” son incalculables, lo que les permite “comprar” autoridades para el libre pasaje de sus embarques, abogados que los defiendan y hasta políticos corruptos que los apoyan en sus decisiones.

Pero aunque el tema es fascinante y se puede escribir otro libro concerniente a él, permítame el estimado lector concentrarnos en lo que nos ocupa, que es el tema de Panamá, cuyas experiencia y peligros no siempre las afronté porque siempre trabajé sin armas de fuego y no siempre se me permitió estar al frente de todas las operaciones de la acción, porque mi trabajo más que todo se concentró en inteligencia.

El misterioso personaje colombiano - Labor de la Fuerza Aérea Panameña-

Como fui piloto aficionado y volé un número de horas aviones pequeños en Panamá y una de las actividades comerciales para ganarme la vida era la venta de aviones pequeños y piezas de repuestos para ellos, lo cual hacía trabajando por mi cuenta.

Para esa época, ya me había mudado para la Ciudad de Pembroke Pines, Estado de la Florida y un buen día, a comienzos de 1981 se me acercó uno de mis hermanos que vivía en Miami y me preguntó:

- Puedes conseguir un avión que tenga la capacidad para cargar 35 mil libras...?

- Desde luego que sí, pero necesito saber el volumen de la carga y algunos otros datos como el alto, largo y ancho; porque algunos bultos aunque pesan poco, son muy grandes para algunos aviones, por lo que necesito saber del tipo de carga.

- Está bien, te voy a presentar la persona interesada, es un colombiano.

Mi hermano sabía que yo mantenía buenos contactos con la DEA (Drug Enforcement Administration), con el FBI (Federal Bureau of Investigations), con US Customs (Aduanas) e inclusive con el Secret Service (Servicio Secreto) y me previno que el avión lo necesitaban unos contrabandistas para transportar drogas desde Panamá a los Estados Unidos.

Nosotros sabíamos con sobrado conocimiento, de que Panamá estaba siendo utilizado como un centro de narcotráfico internacional, pero a pesar de haber aportado gran cantidad de información que considerábamos de importancia, al gobierno del Tío Sam no parecía importarle y aparentemente no teníamos ninguna prueba que implicara a Panamá.

Esto describía a los panameños que queríamos limpiar a nuestro país de tanta podredumbre, como unos embusteros que urdíamos esta patraña por ser enemigos de la dictadura. De allí quizá, la expresión que me endilgaron de “enemigo de Torrijos”.

Mi hermano y yo nos reunimos con el hombre en Miami y me preguntó lo mismo.

- ¿Puede usted conseguirnos un avión que pueda cargar 35 mil libras?

- Sí puedo, pero necesito ciertos datos para poder determinar el tipo de avión que se necesita... Es un bulto muy grande o son muchas cajas pequeñas ? Dígame...

- Son bultos más o menos de éste tamaño, me dijo el hombre haciendo un gesto con las manos y los brazos extendidos en el aire.

- ¿Cuanto pesa cada bulto y cuántos son? Le pregunté.

- No sé el peso exacto de cada uno, pero pesan de 35 a 40 kilos el bulto.

- Mire, le dije, es preferible que me consiga el peso exacto, porque en aviación solemos ser muy exactos.

El hombre se volteó hacia mi hermano y le preguntó.

- ¿Puedo hablar con él con confianza?

- Claro que sí, él es mi hermano...

- Bueno, en ese caso, mire... lo que vamos a transportar son bultos de “Panamá Red”.

Al hablarme de “Panamá Red”, una corriente me recorrió el cuerpo. Este es la variedad de marihuana que se produce en Panamá, principalmente en las Islas del Pacífico de Panamá, pero también la producen en otros lugares y se llama “red” porque es más oscura y más fuerte que la dorada que produce Colombia, comúnmente llamada “Colombia Gold”.

A la red se le atribuyen varias propiedades como son la dilatación de las pupilas, que puede producir que la persona bajo el efecto de la “yerba” vea visiones. Una persona que maneje bajo el efecto, puede poner en peligro a otras personas inocentes, porque está más propensa a cometer errores.

Mi experiencia me enseñó ver a personas bajo el efecto de la “Panamá Red” tratando de capturar mariposas imaginarias en el aire o la de tratar de saltar charcos de agua que no existen en la calle. Muchos que fumaban el producto con la semilla, le llamaban “la traqueadora” por el ruido que produce su semilla u otras partes de la yerba al quemarse. De modo que me decidí a preguntarle.

- Al hablarme de “red”, ustedes no pueden conseguirla a menos que sea en Panamá. Cómo van a poder entrar y salir de Panamá, burlando las autoridades? Por un lado está la Guardia Nacional y por el otro están las autoridades de la Zona del Canal.

- Usted no tiene por qué preocuparse por eso, nuestra carga está almacenada en un fuerte militar de la Guardia Nacional de Panamá. Nuestro avión va a entrar a Panamá escoltado por la Fuerza Aérea de Panamá, para el embarque de “productos agrícolas” y al salir, vamos a ser escoltados de nuevo. Los Gringos no se meten con nosotros.

Mi corazón dio un vuelco al escuchar ésta declaración y a duras penas pude controlar mis emociones, por encontrarme en medio de lo que pensé era un magnífico caso. Era lógico pensar que el hombre no estuviera mintiendo y que la marihuana en verdad podía venir de Panamá, porque allí debido a la influencia gringa, no se utiliza el sistema métrico de pesas y medidas como en el resto de América Latina, que se utiliza el kilogramo y el metro, por lo que el peso completo de la carga se daba en libras.

Yo veía esta, como mi oportunidad de oro, para demostrarle a los Gringos que sus protegidos de la Guardia Nacional, a quienes adiestraban, equipaban y financiaban; eran nada menos que los protectores del narcotráfico desde Panamá. Además, ardía en deseos de demostrar que en Panamá nada se movía sin la autorización del “hombre fuerte” y sus ladrones con uniforme.

Alentado por creer tener en mis manos algo importante para los panameños, le dije al misterioso personaje que haría todo lo posible para conseguirle el avión y que a lo mejor podía hacer gestiones para localizar un lugar para su aterrizaje y descarga del producto. Luego me dediqué a elaborar un plan que expuse al “Task Force” de Miami, una organización de varias agencias del gobierno de Estados Unidos, con el fin de combatir el narcotráfico.

El avión ideal

En realidad, el tipo de avión que andaban buscando los colombianos no era difícil de determinar. Un DC-6 o un DC-4 podían hacer el trabajo, pero yo necesitaba saber más, sin embargo, no eran fáciles de conseguir por las regulaciones existentes y éstos aviones eran muy populares entre los narcotraficantes, pues era un avión capaz de volar horas y horas, recoger su carga, reabastecerse de combustible y volver a volar de regreso para descargar y ya vacío, perderse entre los aeropuertos.

Comencé a hacer mis estimados de los sitios en donde podía llegar el avión a Panamá y en donde pudiera estar almacenada la droga y entre los aeropuertos o pistas estaban el Aeropuerto de Tocumen, sede de la Fuerza Aérea; La Joya, una antigua pista de aterrizaje en donde los Estados Unidos tenía una base durante la II Guerra Mundial; la pista de la Base de Río Hato, recientemente entregada por los Gringos de regreso a Panamá y el Aeropuerto de Malek en la Ciudad de David, Provincia de Chiriquí. Y analizando me dije: Malek no puede ser porque llamaría mucho la atención.

Río Hato podría ser el sitio ideal para cargar “productos del agro”, pero con la escuela que habían establecido allí, me imaginé que se correrían el riesgo de que los estudiantes enteraran del tráfico. La Joya, en donde se encontraba “Cimarrón”, podía ser el sitio ideal, al igual que Tocumen.

Llegué a la conclusión de que el mejor sitio era Tocúmen, en donde llegaban todo tipo de aviones, estaban localizados dos cuarteles (la Fuerza Aérea y el Cuartel de “Los Pumas” de Tocumen yen donde se podían utilizar hasta los presos para cargar el avión, a los cuales eran capaces de ofrecerle la libertad a cambio de su silencio y nadie se iba a enterar de nada.

Se sabía, por informaciones que ya el estimado lector conoce, que Tocumen era un centro de movimiento de droga y muchos comentaban que la aviación panameña (Fuerza Aérea) se había convertido en algo así como la anfitriona de los narcotraficantes colombianos.

Hecho el análisis, me dediqué a conseguir un avión DC-6 y con mis contactos del Task Force, dotarlo de equipos sofisticados de filmación y de sonidos y si no tenía la colaboración para ello, buscaría la forma de equiparlo ya que anteriormente lo propuse en otra operación pero no siempre ponían mucha atención a lo que yo pudiera sugerir.

Los compradores ideales

Durante ese tiempo, la policía estatal del Estado de Georgia, GBI, le seguía la pista a un grupo de maleantes de ese estado, a quienes le llamaban la “Dixie Mafia” y que operaba también en los Estados de la Florida, Carolina del Sur y Alabama.

Se decía de éste grupo, que era muy peligroso, ya que habían dado muerte a algunos contrincantes de ellos, volándolos con explosivos. Aun cuando peligrosos, eran los compradores ideales y con ello, las autoridades podían matar “dos pájaros de un solo tiro”, me decía yo. Y que consistían en las pruebas de que las autoridades panameñas estaban vinculadas al narcotráfico internacional, y por el otro lado tenían a la mafia que les compraba.

Entré así a uno de los juegos más peligrosos de mi vida, en donde los únicos que podíamos perder eran mis familiares y yo, pero impulsado por el fervor de demostrar que muchos estaban equivocados o que los que hacíamos las denuncias no estábamos utilizando falacias en acusar a la tiranía panameña porque éramos sus contrarios.

La pista de aterrizaje ideal-

Uno de mis contactos de una de las agencias del gobierno, dijo tener la pista de aterrizaje ideal y me condujo a verla a Immokalee, localizada al centro del Estado de la Florida. La vieja pista de aterrizaje se asimilaba a la Base de Río Hato de Panamá, que fueron utilizadas durante la II Guerra Mundial y que se encontraban en magníficas condiciones para el aterrizaje de un DC-6.

Llevé más tarde a dos de los maleantes de la Dixie Mafia a inspeccionar la pista, ya que uno de ellos iría hasta Panamá en el avión y regresaría en él. El hombre dijo al principio que no le gustaba el lugar, pero posteriormente, después de haber hecho sus análisis y sus cálculos, me dijo que la pista era fantástica y que se encontraba bien ubicada, por lo que le dieron sus aprobación y se comenzaron a hacer los planes, en donde las autoridades hacían lo suyos y los maleantes los de ellos, quedando yo en el medio prácticamente como un coordinador. Las claves de radio de los maleantes serían las siguientes:

Se utilizaría la frecuencia 128.80 para las comunicaciones, que se iban a restringir a lo necesario:

Ruby Bird - Sería el avión DC-6

Ruby Ground - Sería el personal de tierra

Silver Bird - Sería un avioneta que vigilaría desde el aire.

Silver Ground - Sería el camión que recogería la carga.

Green Bird - Go ahead - Señal de seguir adelante, todo claro.

Yellow Bird - Cuidado! - Precaución, proceder con cuidado.

Red Bird - NO GO! - Señal de abortar la operación.

En éste último caso, el camión no se movería de su sitio de aproximación a la carga, el avión seguiría rumbo a otro aeropuerto en Chattanooga, Tennessee, para descargar allí como aeropuerto alterno. Los dixies se reservaban de dar cualquier información con relación a la identificación de la avioneta, del personal de tierra y del camión que recogería la mercancía.

A medida que me enredada más en dicha operación, me daba cuenta de que los que vendían la “mercancía” en Panamá, lo tenían todo bien calculado: Un avión podía cargar 35,000 libras y un camión grande podía también cargar 35,000 libras, lo que constituía una carga completa; en otras palabras, eran profesionales y sabían lo que estaban haciendo.

Hice los arreglos para la compra de un avión DC-6 y entregué a los vendedores, un cheque de gerencia de un banco para que preparan el avión mientras yo preparaba el equipo de filmación. Pero durante ese tiempo se me presentó a mi casa un agente del FBI, con muchos aires de importancia. Sonó el timbre varias veces y aporreó la puerta, salí a ver quién era y el hombre se identificó de inmediato y me preguntó:

- Entregó Ud. éste cheque para la compra de un avión ? Ensenándome copia del mismo.

- Sí, efectivamente fui yo quien lo entregó.

El hombre se instaló en la mesa del comedor de mi casa, sacó papel y lápiz y me conminó a hacer declaraciones. Traté de explicarle que se trataba de una operación especial encubierta que ayudaría a mi país y a los Estados Unidos, para establecer la vinculación de Panamá en el narcotráfico. Que por favor esperara los resultados.

- Ah Sí...? De modo que Ud. no quiere declarar ? Entonces lollevaré a un Gran Jurado para que tenga que declarar de todos modos!

El asunto fue tan bochornoso, por las amenazas e imposiciones del hombre, quien no creía nada de lo que yo le decía y hasta se pasaba la mano por el revólver como acariciándolo para amedrentarme. Nunca supe si el hombre fue por iniciativa propia o fue enviado por alguien, por lo que no puedo aseverar que su misión era abortar el plan, pero para evitar problemas y tratar de buscarle otra solución al plan, decidí declarar y le dije:

- OK... saque papel y lápiz, pero no me raye la mesa !

Le conté todo lo que sabía, por qué lo hacía y le di nombres de los agentes que me ayudaban, tanto de la DEA como Aduanas y otros. Le hable de la pista de aterrizaje de Immokalee, Etc., Etc. Absolutamente todo.

Cuando terminó de escribir en unas seis o siete páginas, me ordenó no hablar con nadie, que iba a corroborar todo lo que le había dicho y además, que no abandonara la ciudad. Le respondí que no tenía la necesidad de abandonar la ciudad, que yo vivía en el lugar a donde fue a verme y que investigara todo lo que quisiera.

Pasaron varios días. Yo obedecí las órdenes dadas. Dos de los cubanos en Miami, quienes me pusieron en contacto con le empresa que vendía el avión, me llamaron para quejarse y reclamarme que el agente del FBI que había enviado, los trató muy mal y en una forma muy poco profesional insinuándoles que eran unos maleantes.

Los reuní y los llevé a la oficina del FBI para reunirme con el agente, para asumir la responsabilidad por los dos cubanos, a quienes considero honestos hombres de negocios personas de mucho respeto. Pero el agente no solo no nos atendió, sino que mandó a decir en forma muy grosera, con una de las secretarias, que él no tenía por qué atendernos y que nos llamaría cuando él lo considerara conveniente.

El hombre fue a visitar a uno de mis contactos de la DEA, Brent Eaton, un agente especial ya retirado y persona de intachable conducta, a quien considero mi amigo, y lo trató como si fuese un facineroso policía tratando de hacer una trampa, asumiendo que era uno de los traficantes de drogas. Brent Eaton, un hombre de muy buena reputación durante sus años de labor con Aduanas, BNDD y la DEA, tuvo conmigo la cortesía de ofrecerme una recomendación por si necesitaba ir en busca de trabajo.

Y como suele suceder con este tipo de bravucones, aunque tengan autoridad, llegó a la conclusión de que le había dicho la verdad y me contaron que se halaba los pelos de la cabeza porque quería llevarme al banquillo de los acusados, pues supe que él mismo había sido recién trasladado a Miami por tener problemas en otra oficina y que el primer caso que tuvo en sus manos fue el mío.

Finalmente, el hombre al no encontrar cómo encarcelarme, dijo que revisaría mi afiliación política, para encontrarse que el Autor era un refugiado, escapado de una cárcel de Panamá, cuyo país tenía un gobierno investigado por narcotráfico.

Finalmente me enteré de que éste hombre, cuyo nombre prefiero no recordar, fue trasladado de Miami por ser un problema en la oficina local, pues había entorpecido otras investigaciones y en resumen, la operación que pudo haber sido un éxito, fue abortada y el tráfico de drogas desde Panamá continuó sin interrupción; pero considero yo, que se encontraba en una situación en que ya no podía ser ocultado.

La labor de recolección-

Otra de mis experiencias de mi “oficio no oficial” de combatir el narcotráfico, sobre todo concentrándome en Panamá, fue el que se me presentó cuando los mismos colombianos fueron en busca de mi hermano, para que me encargara de la operación de recoger una “mercancía” que había sido lanzada por avión en un área cercana a la frontera con Nuevo México y Texas, al norte de la Carretera 54.

“La mercancía” consistía en una entrega por aire de 170 kilogramos de cocaína que había sido traída de Panamá, pasada por México en tránsito, y luego ser lanzada allí para que fuese recogida en ese sitio semidesértico. Según ellos y por recomendación de mi hermano quien sabía lo que yo hacía, yo era la persona ideal para hacer la “recolección” porque hablaba el inglés y podía pasar por buscador de serpientes de cascabel, que abundan en el lugar. Me pagarían US$ 100 mil dólares para que la transportara hasta Miami y su plan era el siguiente:

- Como Ud. habla inglés y nosotros no, bien puede disfrazarse de capturador de culebras. Ármese de una buena vara de esas especiales y alquile un remolque de los de U-Haul, recoja la mercancía, póngala hacia adelante del remolque y los sacos con las culebras atrás, de modo que si lo paran en el camino, los policías pensarán dos veces antes de aventurarse a registrarlo. Dígales que tengan cuidado, no sea que alguna de las cascabel pudo haberse escapado de un saco.

Según esta gente, parecía muy fácil ganarse cien mil dólares recogiendo culebras de cascabel. Pero mi sexto sentido, esa capacidad de percibir el peligro, después de tantas y amargas experiencias, me decía que había algo malo en el asunto y me decidí a preguntarles:

- Han confirmado si el sitio está vigilado?

- Sí, hemos estado vigilando con anteojos gemelos y no hemos visto ninguna señal de que se esté montando vigilancia.

Les respondí que su oferta era muy atractiva, que yo iba a prepararme, pero quería confirmar por mi cuenta si el sitio estaba siendo vigilado. Que viajaría al ciudad de Amarillo en Texas y que de allí haría mis investigaciones.

De inmediato pensé en “Walrus”, quien era el agente de contacto que tenía en ese momento en la DEA, ya que Brent Eaton había sido enviado a Canadá.

Hablé con “Walrus”, a quien llamaba así por el tamaño de sus bigotes, y le dije que me gustaría ganarme ese dinero, pero que no quería hacer nada fuera de la ley, que necesitaría que un agente fuese conmigo para evitar problemas en el lugar por si estaba vigilado, protegerme en la carretera y para que ellos pudieran actuar una vez entregada la “mercancía”. El quedó de averiguar si el sitio estaba bajo vigilancia y dos días después regresó con la respuesta:

- Ni te metas, porque están en espera de que cualquier mosca se mueva al lugar para caerle encima! Yo no puedo hacer nada, porque todo está fuera de mi control.

El caso para mí y para mi hermano fue asunto terminado. No nos íbamos meter en un asunto fuera de la ley y le comunicamos a los personajes colombianos, que habíamos averiguado que el sitio estaba bajo vigilancia y que era un suicidio meterse allí, que prefería mayor tiempo para ‘darle vuelta’ al asunto e idear un mejor plan.

- Nos hemos dado cuenta de que los panameños son unos cobardes! Fue la respuesta de uno de los colombianos y procedieron a retirarse.

Poco tiempo después, nos enteramos por el periódico, de que tres colombianos disfrazados de rastreadores de serpientes de cascabel, fueron arrestados por posesión de cocaína en la frontera de Nuevo México-Texas. Y así terminó otro capítulo de mis experiencias relacionadas con la investigación de drogas procedente de Panamá.

Existían otras investigaciones, de embarques de droga que llegaban por aerolíneas, pero como no eran de mi competencia, no tengo información directa al respecto, aunque entre ellos existen algunos sonados casos. Sin embargo, a pesar de existir información de que altos entorchados de la Guardia Nacional de Panamá se encontraban envueltos en el narcotráfico, solamente un hombre está pagando los errores de los demás, los de él mismo y los de su difunto mentor.

El pintor colombiano Orlando A. Botero

En medio de mis andanzas, una vez que viajaba de Miami a Washington, tuve la suerte de encontrarme con un ilustre colombiano, el pintor Orlando AB, descendiente de famosos artistas de Colombia. Orlando Agudelo Botero pinta para tratar de borrar la imagen de los malos colombianos que se dedican por el mundo a traficar con drogas.

Sus pinturas, que han sido expuestas en las galerías famosas de Nueva York, Washington y otros lugares, llevan ese mensaje de abolengo, de que en Colombia también hay buenos hombres y mujeres.

De familias enteras que desean un cambio de actitud por el bien de todos los nacionales y que significa un magnífico ejemplo de que en nuestros países no solamente hay grandes talentos, sino también de grandes valores morales, que se ven en la necesidad de emigrar para poder progresar. Pero la noble misión que se ha impuesto Orlando AB, sobrepasa las barreras de hacer conocer a los buenos colombianos y sus pinturas, llegando a destacarse entre los mejores talentos latinoamericanos.

Mi regreso a Panamá

Al comenzar Abril de 1984, supe que la salud de mi padre empeoraba. Para ‘mi viejo’, cuya compañera de muchos años, mi madre, había desaparecido dos años antes, ya no era lo mismo vivir y su salud comenzó a decaer después del deceso de mi madre. Uno de mis hermanos, a quien le permitían viajar a Panamá, fue a acompañar a nuestro viejo en sus últimos días y el 9 de Abril recibí la noticia de que mi padre había fallecido.

Me decidí a prepararme para viajar a Panamá para su sepelio, ya Manuel Antonio Noriega me había llamado por teléfono en febrero de ese año, para decirme que podía regresar a Panamá, pues ya no había ningún cargo en contra mía. Desde luego que esto no era una ‘Resolución Judicial’, sino una decisión de él mismo como nuevo y heredero dictador.

Ya no se me acusaba de ser agente de la C.I.A., agente de la oligarquía, un ambicioso de poder, ladrón, traidor a la patria, Etc., ni tampoco prófugo de la Cárcel Modelo ni terrorista. Tampoco contaban mis acusaciones sobre el narcotráfico ni mi activismo en el exilio... parecía que Manuel Antonio quería hacer las paces con todo el mundo y se sentía muy seguro en el poder.

Con todas las reservas del caso hice mis arreglos para la compra del pasaje y la agencia de viajes a la que le compré mi pasaje, me confirmó la reservación; pero cuando llamé a la aerolínea “Air Panamá”, me respondieron:

- Usted no tiene ninguna reservación...

Mi reservación había sido cancelada, pero para cerciorarme volví a llamar un poco más tarde, pensando que la agencia de viajes había demorado en hacer la reservación, pero me encontré con que la respuesta era la misma. Me decidí a llamar por primera vez al Consulado de Panamá en Miami.

- Sr Cónsul...? Le habla Amado Sanjur. Mi padre ha fallecido en Panamá y yo viajo para su sepelio. La reservación aérea que hice me la han negado. Hace dos meses recibí un llamada del Gral. Noriega diciéndome que podía regresar a Panamá. Hace dos años me negaron la entrada Panamá para el sepelio de mi madre... Cómo es posible que aún me persigan ?

- No se preocupe mi coronel, que voy a consultar con Panamá y lo llamaré en unos minutos. Por favor espere mi llamada.

Efectivamente el Sr Cónsul, quien fuera oficial de la Guardia Nacional, me devolvió la llamada:

- Mi coronel, dice el Gral. Noriega que usted no tiene ningún problema para regresar a Panamá. Le confirmo que tiene su reservación por “Air Panamá” (fenecida aerolínea) y yo estaré esperándolo en el aeropuerto mañana a la hora de partida...

- Gracias Sr Cónsul, nos veremos en el aeropuerto mañana.

Colgué el aparato y aunque estaba angustiado, me sentí más aliviado. Quería ir al entierro de mi padre, pero no hubiese querido regresar a Panamá en esa forma. Yo hubiera preferido regresar por la puerta ancha, pero el sepelio de mi padre era algo imperioso y debía pedir permiso para regresar a Panamá a acompañar a ‘mi viejo’ a su última morada, en donde le haría compañía a mi madre, Doña Carmen, su compañera de tantos años y de tantos sacrificios.

Cuando llegué al Aeropuerto de Miami, el Sr Cónsul me esperaba. Me informó que en Panamá me esperaba una comisión del Gral. Noriega para darme el pésame y la bienvenida. Yo me imaginé otra cosa, pero la suerte estaba echada y no iba a dar marcha atrás. Le agradecí al Sr Cónsul las atenciones y me dispuse a abordar.

Llegué al Aeropuerto de Tocumen, una delegación de parte de Noriega me esperaba para darme la bienvenida y las condolencias. Me ofrecieron un vehículo con chofer, el cual preferí aceptarlo, aún con las protestas familiares y los comentarios de otros, para evitar complicaciones.

Conocía a Noriega y sabía que iba a seguir indagando sobre mí; por lo que prefería presentar una imagen de paz y de concordia, en lugar de una actitud bélica o rebelde. Esto me sirvió en futuro, como punto de partida para poder hacer el trabajo que me correspondió llevar a cabo posteriormente.

Aproveché para visitar a mis familiares más cercanos y para visitar la tumba de mi pequeña hija que murió a los pocos días de haber nacido, dolorosa y amarga experiencia que llevo siempre conmigo, también fui a visitar la tumba de mis tíos en Santiago de Veraguas.

Durante la semana que estuve en Panamá, la idea de mi venganza fue tomando forma más clara, pues nunca olvidé que el causante de mis desgracias fue Noriega, cuando ayudé a la Junta Provisional de gobierno y él se puso de parte de la dictadura.

A pesar de la repugnancia que me producía el personaje, me reuní con él y hasta le acepté dinero. Dinero que me sirvió en parte para comenzar a trazar mi plan de venganza, que comencé a llevar a cabo durante mis viajes a Panamá y cuando conocí a Orlando AB en el vuelo a Washington, me encontraba en plena ejecución de mi plan.

Mi trabajo con el FBI

Aunque siempre tuve mi resentimiento por el abandono que los gobiernos de los Estados Unidos hizo a los panameños apoyando a la tiranía, nunca abandoné mis contactos con la DEA, con Aduanas y con el FBI.

Sabía que en algún momento los iba a necesitar y quizá ellos también me necesitarían. Ellos conocían de sobra el envolvimiento del gobierno de Panamá en el narcotráfico, pero no les quedaba otro recurso que seguir los lineamientos de la política de su gobierno.

En Julio de 1984, viajé a Venezuela por invitación de mis compañeros, para el retiro de nuestra “Promoción Araure I” y fui en compañía de mi esposa. Como siempre, mis compañeros fueron buenos anfitriones y nos colmaron de atenciones y aproveché para establecer nuestros viejos lazos de amistad y de compañerismo; muchos de ellos sin haber visto desde que nos graduamos. El viaje me sirvió para regresar por Panamá y poder tantear el terreno.

En Panamá pude reunirme con viejas amistades, Lymberios Diamantópulos, Andreas “Pepsi” Poschl y sus señoras. Fue un momento agradable para recordar viejos tiempos y contar anécdotas y recordamos un momento jocoso en que mi hijo Luis Miguel le llamaba a Lymberios, “Maliantópulos”.

Regresé a los Estados Unidos y durante ese tiempo desde 1984 a 1986, se notaba ya la erosión popular con relación a la tiranía, al igual que el apoyo del Tío Sam. Aproveché para pasar un tiempo en Panamá, sobre todo informándome, y tiempo más tarde, Robert Levinson, (*) uno de los agentes del FBI más activos y con quien mantenía contacto, me abordó:

- Sabemos que puedes hacer contacto con Noriega.

- Sí, le respondí. Desde la primera vez que viajé a Panamá me entrevisté con él y he mantenido contacto periódicamente. Es más, algunas veces me prestan los vehículos de la comandancia de las Fuerzas de Defensa...

- ¿Te puedes acercar lo más que puedas a él?

- Puedo tratar por todos los medios, si es que es necesario. El hombre es peligroso y hay que saberlo tratar porque desconfía de todo el mundo y se cuida mucho.

- Nos interesa el hombre. Necesitamos saber los sitios a donde concurre, con los mayores detalles posibles. No necesito darte mayores informes porque tú nos has demostrado ser un buen profesional en las investigaciones y has cumplido a cabalidad con las misiones que se te han impuesto, pero ahora necesitamos concentrarnos en él y necesitamos capturarlo vivo.

- Está bien, creo que puedo hacerlo.

- Hay que mantener la mayor cautela posible. No te metas en ningún lío porque no podemos auxiliarte y tendrás que defenderte como puedas. Sabemos que hay refriegas populares en Panamá, te aconsejamos que te mantengas fuera de ellas, pero estás por cuenta y riesgo tuyo. Entendido...?

- Entiendo perfectamente y sabré correr el riesgo.

- Levinson no hablaba en broma... Nosotros cubriremos solamente los gastos de viaje. Los gastos locales son por cuenta tuya, terminó diciendo.

Tragué grueso... Una oferta de tal naturaleza era lo que yo necesitaba, que aunque no era del todo completa y tenía que correr mis riesgos, “fajándome por los palos” para mi subsistencia, calzaba perfectamente dentro de mi plan, porque a pesar de que trabajaba en inteligencia aportando informaciones, ahora sí estaba completamente seguro de que el Tío Sam se había volteado en contra de su criatura, por lo que comencé a trabajar en ello de inmediato.

Regresé a Panamá y me alegré saber que dentro de los círculos de Noriega se hablaba de que Amado Sanjur recibía dinero de la dictadura y me gustaba porque estaba acorde con mi plan y la gente con quienes trabajaba sabían de sobra lo que yo estaba haciendo y yo les daba algo de esos dineros. No me importaba lo que dijeran, yo tenía mi misión impuesta y no me iba apartar de ella.

Sabía también que muchos otros trabajaban para la CIA en otras labores, pero procuraba mantenerme alejado de ellos y como muchas actividades las hacía solo, aunque mucha gente me ayudaba, decidí llamarme “El Solitario”, como la composición musical de ese músico famoso panameño, Dorindo Cárdenas, que ha pasado las fronteras panameñas.

Mi gente era leal a “la causa” y una de las que más trabajó con esmero y dedicación fue “Lenny” Hurtado. Me llamó la atención de que Magdalena era capaz de hacer los mayores sacrificios y correr los riesgos necesarios por lograr las informaciones que yo le asignaba conseguir. No solo eso, sino que viajó hasta Costa Rica cuando yo fui expulsado de Panamá por última vez, para llevarme los últimos detalles.

En realidad, muchos fueron los que me ayudaron y también corrieron riesgos, pero “Lenny” tiene un sitio especial y como no tiene nada que esconder le doy una mención en éste libro y también lo saben los que me encomendaron la misión.

Otro de las menciones honoríficas, de la hago a Rey González, que aunque no trabajó conmigo en Panamá, siempre estuvo dispuesto a colaborar en lo que fuera y me llevó a diferentes sitios del país.

También conté con la colaboración de algunos familiares, pero a pesar de que escuchaba a algunos, no me gustaba comprometerlos en asuntos peligrosos y preferí que algunos pensaran que yo apoyaba a la dictadura. Es cosa curiosa que a ninguno de los que trabajamos, les ha importado poco que los políticos fueron los que aprovecharon el fruto de nuestro trabajo y lo consideran como un deber patrio, no político partidista.

Tiempo después de la caída de la dictadura y antes de la elecciones de 1994, escribí un artículo en el prestigioso diario “El Panamá América”, en donde me referí a mi visita de 1984 y decía lo siguiente:

<<En 1984, cuando por primera vez me permiten regresar al país con motivo del sepelio de mi padre, noté ya ese malestar propio de la decadencia de las dictaduras y aunque el pueblo temía hacer declaraciones públicas, en privado se criticaba acremente al régimen y a los militares en el poder. >>

<< 1984 era un año de elecciones, las pasiones políticas propias del carácter de los panameños, se encontraban en todo su apogeo. Muchos de los proyectos patrocinados y financiados por la dictadura eran un completo fracaso y la mayoría de las inversiones constituían una carga para el Tesoro Nacional. Los partidos de la oposición explotaban esas debilidades con éxito y las elecciones terminan en un fraude. >>

<< Conjuntamente con esos malestares políticos y la baja económica en el país, se notaba un franca erosión en el apoyo popular que otrora gozara el régimen. Ya no había mucho dinero para la compra de adeptos y las instituciones de crédito internacional habían impuesto severas condiciones para el pago de la voluminosa deuda externa. Cualesquiera de los maleantes uniformados que hubiese estado en primera fila, habría sufrido el mismo desprecio público. No todo se detiene allí...>>

Los que trabajaban conmigo sabían, para beneficio de mi plan, que el tráfico de drogas seguía corriendo por Panamá y con Noriega al frente, era más vulnerable que su antiguo y difunto jefe, quien gozaba de toda protección. Y pensaba que con el descontento existentepodía lograr apoyo de algunos sectores que estuvieran en la capacidad de aportar mayores pruebas, aunque ya el Tío Sam no necesitaba de mucho, pues tenía todo lo que necesitaba para enjuiciar a Noriega y no sabía a quienes más. Pero el asunto no era fácil y muchos no deseaban correr el riesgo.

De modo que cada vez que viajaba a Panamá, lograba que me asignaran un auto de la comandancia, al cual prefería con chofer porque así me podía mover por todo el país sin ningún problema, pues era una ventaja porque al identificarse el chofer como de la comandancia, teníamos ‘paso expedito’ por todas partes; de modo que así hacía mis contactos y cuando el chofer se retiraba, yo hacía mi trabajo.

Trabajé por todos los medios de recopilar la mayor información solicitada, sin meterme en problemas ni líos que pudieran despertar sospechas, aunque sabía que los choferes que me asignaban, tenían órdenes de informar mis movimientos y uno de ellos me lo dijo con entera confianza luego de conocerme mejor.

Sabía también que teníanórdenes de eliminarme a tiros si fuese necesario, pero nunca les di ninguna razón para hacerlo, aunque en algunos casos era inevitable encontrarnos con manifestaciones de la Cruzada Civilista que se encontraba en todo su apogeo.

Sin embargo, la vigilancia demoraba mi investigación porque en muchos casos debía cerciorarme de que no hubiese alguna vigilancia extra, con la que me encontré en varios casos, cuando abandoné el lugar en donde dormía e iba “en busca de cigarrillos u otra cosa”, por lo que me devolvía después de hacer la compra.

Para 1988, me volví a establecer en la Ciudad de Aguadulce y la orden definitiva era la preparación de captura de Noriega, por lo que debía acelerar un poco las investigaciones y establecer los sitios definitivos. Era una ventaja Aguadulce porque era uno de los sitios en donde el hombre llegaba y contaba con la ayuda de Lenny para las informaciones.

Ya se había establecido en años anteriores, que habían dos puertos del interior que recibían embarques de cocaína desde Colombia, uno era fluvial y el otro en la costa. También se estableció que se hacían entregas por aire. Uno de éstos, cuyo procedimiento debía seguir las luces intermitente en la parte superior de una camioneta, erró el tiro desde el aire y la “mercancía” cayó al mar y el personal de tierra que debió recibir la entrega, tuvo que contratar pequeñas embarcaciones para recuperar la droga.

También logré establecer que muchos lavadores de dinero pagaban el mejor precio de los productos pesqueros en playa y los vendían por menor precio, perdiendo hasta un 20% del costo de su producto y el blanqueo de dinero producía una competencia desleal para los negociantes honestos que vivíamos realmente de la pesca. Durante una de estas pesquisas, llegué hasta Chiriquí, Ciudad de Puerto Armuelles en Septiembre de 1985 y al regresar de allí, me pareció ver mayor vigilancia de la acostumbrada en el trayecto y ordené al chofer poner rumbo directo a la Ciudad de Panamá.

El cuerpo decapitado del Dr. Hugo Spadafora, quien había servido como Vice-Ministro de Salud con Omar Torrijos, fue encontrado del otro lado de la frontera en Costa Rica. Los hechos y circunstancias apuntan directamente hacia Manuel Antonio Noriega.

Spadafora había llevado a cabo severas denuncias contra Noriega, acusándolo de tráfico de drogas y de otros crímenes. Yo había participado de una de sus conferencias que se llevó a cabo en el Club Unión de la Ciudad de Panamá. Y él, cuando ocupó el cargo de Vice-Ministro, acusó a Noriega ante el dictador Torrijos, pero Torrijos no le puso atención al acusador, precisamente por ser el “padrino” de dichas operaciones de narcotráfico.

En esta ocasión el hecho de sangre se convierte en otro detonante que pesa sobre la cabeza de los opresores. Los ingredientes públicos que forman esa masa explosiva popular van en aumento y conjuntamente con esa acción erosiva de conflictos políticos, de narcotráfico y de crímenes, se va presentando una crisis de mando y el que otrora fuera el jefe de la represión de Omar Torrijos, busca afianzarse en el poder y hace empleo de los medios más brutales.

En 1987, el coronel Roberto Díaz Herrera, primo de Omar Torrijos y luego que fue retirado de las Fuerzas de Defensa contra su voluntad, lanza a la luz pública su famosa “mea culpa”, en donde confiesa ser ladrón y de obtener propiedades y fortuna en forma ilícita.

La confesiones en conjunto con el sinnúmero de denuncias en contra de Noriega, produce incidente de conmoción nacional que dispara el detonador de los sentimientos populares por tanto tiempo reprimidos y el pueblo se lanza a las calles en protestas masivas.

Panamá se estremece del uno al otro confín y la dictadura se tambalea y el catálogo de abusos y de formas de represión se agudiza. Noriega, el lógico heredero, nuevo amo y señor de Panamá, busca cómo mantenerse en el poder.

Por primera vez se forma en Panamá una amalgama de intereses variados. Aquí se conglutinaron intereses políticos, económicos y populares. Todos los sectores sociales del país se encontraban representados en un verdadero fervor cívico de libertad formando la llamada “Cruzada Civilista”, una organización que fue en suma la expresión más alta y sublime de la combatividad del Pueblo Panameño para el logro de su libertad anhelada, dejando de lado todos los sentimientos politiqueros, personalistas y mezquinos.

Por todas partes los pitos sonaban, las pailas y copas tintineaban y los pañuelos blancos ondeaban en señal de protesta y de libertad... Pailas, Pitos y Pañuelos se convertían en el símbolo de desafío civil a la funesta proclama del tirano de “Plomo para los enemigos, Palo para los indecisos y Plata para los amigos”.

Se corría a sí, el velo del nuevo lema de la institución armada, que había sufrido la metamorfosis de “Todo por la Patria” a “Todo por la Plata” y finalmente a “Plomo, Palo y plata”. Era pues, la esencia de tantos años de proceso “Robolucionario”, como muchos dieron por llamarle... la doctrina resumida, la conciencia y formación cívicas que jamás tuvieron.

Más de una vez estuve tentado a participar en las demostraciones, pero tenía en compromiso de no meterme en problemas e igual compromiso de disciplina tenía con el pequeño grupo que me auxiliaba y en medio de una de estas manifestaciones, cuando me disponía regresar a Aguadulce, tuve que refugiarme en un banco y me encontré con el ex-Presidente Don Ricardo Arias y me preguntó qué hacía, le respondí que “veía los toros desde la barrera”.

(*) El hombre me reprendió dándome un sermón, diciéndome que éstos no eran los momentos para permanecer indefinido, pero como no estaba dispuesto a dar explicaciones, opté por retirarme. Me encontré también con el amigo Dr. Sousa Lennox, quien al saludarnos entendió mi posición y me deseó suerte... sabía que yo no tenía nada que perder.

Para esa temporada, me había ganado la confianza del chofer que me habían asignado permanentemente. Fui poco a poco ganando su confianza y se convirtió en una fuente de información, fue él quien me previno de tener cuidado porque tenía órdenes de proceder en contra mía y aunque no me dijo de utilizar su arma, yo lo sabía; pero como yo no estaba dedicado a ningún activismo, sino a la búsqueda de informaciones y conocía que no era el único, procuraba no meterme en líos ni exponerme para evitar complicaciones.

A mi chofer le gustaba tomarse sus cervezas heladas y a mí también, por lo que era excusa suficiente para invitarlo y escuchar su conversación, en donde con muchas reservas expresaba su aversión por Noriega y lo que estaba sucediendo. Algunas veces lo dejaba escuchar una que otra opinión de las personas que se reunían conmigo y se daba cuenta de que los días de Noriega estaban contados, pero en ningún momento le dejé sabe acerca de mi trabajo.

Algunas veces se me perdía para hacer sus diligencias personales y las entregas que tenía que hacer de mariscos en Panamá, ya que estaba operando una pequeña operación de proceso para ayudarme en los gastos locales, se me tardaban.

Tuve que hacer arreglos con un oficial de la comandancia para que me relevara del chofer, pues ya para esa fecha había mayor confianza en que no estaba participando en problemas de subversión. El hombre me pidió cien dólares, se los entregué y eso me permitió moverme con mayor libertad y poder acelerar mis actividades.

Sabía que Noriega se movía la mayor parte del tiempo en su helicóptero “El Puma” y tenía un recuento de los sitios en donde solía aterrizar, e inclusive los teléfonos de los lugares, número de guardaespaldas y otras informaciones. Necesitaba ahora establecer las prioridades, para llevar a cabo mi propio plan, que consistía en la captura del helicóptero conjuntamente con Noriega, volar a la Base Aérea de Howard Field en Fort Kobbe, entregarlo al FBI y volar desde allí de regreso a los Estados Unidos, con los hombres que me acompañaran en la misión cumplida.

Ya “contaba” con cuatro hombres voluntarios para la acción, pero no eran suficientes, necesitaba por lo menos cuatro más, que conmigo harían nueve. Logré reclutarlos y pensé que tenía la “fuerza” que podía batir al “temible hombrecito” como acostumbraban llamarle algunos periodistas norteamericanos y quería darle una lección de sorpresa a todo el mundo y aunque dos de mis hombres eran ex-guardias, pasados de edad igual que yo, todos parecían dispuestos a hacer “el trabajo”, aunque no se contaba con armas, salvo un viejo revólver calibre .32 que funcionaba y varios filosos cuchillos, el plan consistía en proveernos de las armas de los guardaespaldas.

Con la ayuda de Lenny, sabíamos cuando el helicóptero llegaría al lugar, ella quería también correr el riesgo, pero yo me resistía a que participara por cualquier desenlace adverso que pudiera pasar. Llegó el día de la acción, ordené encontrarnos en el punto de reunión a la hora indicada con un día de anticipación y solamente dos hombres se me presentaron, a pesar de esperar el resto por una tres horas, cuando el helicóptero despegó y no pudimos llevar a cabo el plan. Era imposible cumplir mi plan con solo tres hombres, el solo hecho de fallar, podía entorpecer cualquier otro plan que cualquier otro grupo o agencia llevara a cabo.

Cuando se presentó la rebelión del Mayor Giroldi en 1988, yo me encontraba en Aguadulce. Giroldi, quien capturó a Noriega y luego lo perdió para ser ejecutado por órdenes de su jefe, tropas del Ejército de Estados Unidos acantonadas en la Zona del Canal, bloquearon ciertas vías de acceso y esperaban órdenes de entrar a Panamá y capturar a Noriega, pero no bloquearon la vía de aproximación que utilizó el Batallón 2000 para venir en auxilio de Noriega y la inacción de los Gringos en ese momentos al no prestarle la ayuda a Giroldi, costó vidas que pudieron salvarse y mucho tiempo que pudo ser recuperado.

En esa ocasión, le di albergue a un familiar que vino de Panamá con su esposa y sus pequeños hijos, sin saber que se encontraba comprometido en activismo contra Noriega, luego salí de Panamá rumbo a los Estados Unidos el día 4 de Agosto de 1988 y regresé el 9 de Septiembre, para ser detenido en el Aeropuerto de Tocumen y ser enviado de regreso al exilio. Fue ese el único error que se cometió durante mi misión y los últimos trabajos hube de hacerlos desde Costa Rica en 1989, en donde me entrevisté con Lenny que vino desde Panamá y otro de mis contactos, cuyo nombre prefiero reservar para no comprometerlo.

Ya para esa época, las relaciones de los Estados Unidos y Noriega habían llegado al fondo de deterioro, La Cruzada Civilista y todo elemento en contra, habían recibido toda clase de severos atropellos y persecución, muchos panameños salían de Panamá y no había otra solución para derrocar a la tiranía, por la vía de las armas... de modo que el “paraguas del Pentágono” entró en función y el 20 de diciembre de 1989 se desencadenó la acción armada que todo el mundo conoce.

- Experiencias propias del Autor.

(*) Robert Levinson se retiró tiempo después del FBI y perdí el contacto con él. Yo tuve que mudarme y supe que había fundado una empresa de seguridad, pero los contactos no se reanudaron. Posteriormente me enteré por la prensa de Estados Unidos que había desaparecido en Irán cuando trabajaba en una encomienda de una empresa de Turquía y a pesar de todas las indagaciones, el gobierno de Irán no ha dado respuesta sobre su paradero.

El futuro de Panamá

Bajo el paraguas... del Pentágono

La invasión... Liberación o intervención?

Así como para mediados de los años setenta, Panamá con Torrijos, sus hermanos, Manuel A. Noriega, altos oficiales y otros funcionarios del gobierno, presentaban un claro cuadro de narcotráfico y se habían convertido en un problema para los funcionarios del BNDD (Bureau Nacional de Drogas Peligrosas) precursor de la DEA, al igual que para el U. S. Customs (Aduanas de Estados Unidos), pero por razones de interés político, el caso fue confinado dentro de las paredes de las Secretarías de Justicia y Estado, las cosas no permanecían estáticas y el tiempo seguía su marcha.

A medida que se va disipando el humo de la firma de los tratados canaleros, van sucediendo hechos que alteran el resultado de esa luna de miel. El Gobierno Norteamericano cambia de manos del Partido Demócrata al Partido Republicano, el narcotráfico por Panamá aumenta a transacciones considerables y alarmantes, obligando a los Estados Unidos a cambiar de tácticas y procedimientos para combatir el mismo.

Ya no solamente es responsabilidad de las Secretarías de Justicia y del Tesoro, sino que se forma una nueva organización llamada “Task Force”, que podría llamarse literalmente en español “Fuerza de Tarea”. El vocablo es de origen castrense y se utiliza comúnmente para designar una combinación de varias armas para llevar a cabo una misión específica.

La Fuerza de Tarea se organiza a principio de los años ochenta e incluyó la importante Secretaría de Defensa y varios otros departamentos que se agregaron, quedando una fuerte combinación de Ejército, Fuerzas Navales, Fuerzas Aéreas, Aduanas, DEA, FBI y el Secret Service. Un esfuerzo combinado de tal magnitud, sonaba a guerra sin cuartel al narcotráfico y al lavado de dinero.

Con tal esfuerzo conjunto y la captura de varios elementos vinculados al narcotráfico y a los carteles colombianos de la droga, Panamá va tomando forma nuevamente y detrás de ese mapa de sucias operaciones, la imagen de Noriega emerge claramente.

Ya los volúmenes de informaciones que fueron acumulados por la DEA y por Aduanas, y que fueron ocultados sospechosamente por la Administración Carter, durante el proceso de la discusión de los tratados con Omar Torrijos, no se hacían necesarios. Nuevas y contundentes evidencias, exigen de la presente administración norteamericana tomar medidas drásticas, aun cuando Manuel Antonio Noriega fuese su protegido.

La situación política y económica de Panamá con Noriega en primera fila, va en franco deterioro. Los cambios de presidentes panameños suceden en cadena, los encarcelamientos en masa, las severas torturas y la violación a menudo de los más elementales derechos humanos, caracterizados por vejámenes increíbles a hombres y mujeres, va llenando la copa de la tolerancia popular.

Todo se veía venir, movimientos populares, Orden de Captura para Noriega y por otro lado, el nudo corredizo de los organismos financieros internacionales se apretaba.

El año 1989 era de elecciones y antes de que el Autor fuese expulsado por última vez en Septiembre de ese año, había llevado a cabo una encuesta que aunque no era del todo científica, mostraba al candidato oficialista perdiendo por márgenes de 7-3, de 8-2 y hasta de 9-1; dependiendo de la región del país. Sabía para esa fecha que los días de la dictadura estaban contados.

En medio de éstos estertores de violencia, espionaje y de movimiento popular, ocurrió un hecho que culminó con la paciencia del Tío Sam, después de agotar todas las gestiones posibles para que Manuel Antonio Noriega abandonara el poder: un miembro del Ejército de los Estados Unidos de América, fue muerto a tiros por unidades de las Fuerzas de Defensa de Panamá en el límite con la Zona del Canal, y los preparativos de captura, cambian al ataque militar y los planes para la ofensiva son desengavetados y desempolvados...

Panamá se convertiría en el banco de pruebas de las armas que combatirían más tarde en Iraq.

El costo de la libertad

El Istmo de Panamá, conjuntamente con el canal, situados como están en punto más estratégico que domina el comercio mundial de la ancha entrada del Océano Pacífico, y por el Norte al Mar Caribe, frente al Paso de los Vientos, entrada al Océano Atlántico; aun cuando ya no representa para los Estados Unidos un gran baluarte de navegación mundial, por haber reducido su flota mercante y porque los grandes cruceros, portaviones y buques-tanque son tan voluminosos que no logran pasar por el canal, cuyas exclusas tienen un tamaño reducido, aunque sí representa para Panamá un gran valor y seguirá siendo objeto de ambición para otras naciones cuyo comercio depende en gran parte del cruce por el canal...

Cual era la razón entonces para que los Estados Unidos de América estableciera una cláusula de intervención en un nuevo tratado ? Por qué la política de los Estados Unidos debía cambiar de un <<colonialismo roosveliano a un neocolonialismo senatorial>> (?) como apunta el Dr. Julio E. Linares en su importante obra: <<TRATADO CONCERNIENTE A LA NEUTRALIDAD PERMANENTE Y AL FUNCIONAMIENTO DEL CANAL DE PANAMA>> la cual considero que toda persona educada y bien informada debe leer. Aunque Panamá no ha tenido una tradición militarista por excelencia, hay que considerar que los conquistadores españoles tuvieron que construir fortificaciones para la defensa del “paso o puente” entre los dos mares.

Fue importante para los ingleses destruir esas fortificaciones y enviaron a Henry Morgan. Los norteamericanos se atrincheraron en lo que llamaron Zona del Canal y aunque muchos panameños se sumaron a las filas del Libertador Simón Bolívar para la liberación de América, la participación de los panameños no fue importada como tradición militar. El mismo Bolívar uno de los visionarios más grandes que ha dado la historia americana, se refirió de Panamá como “puente del mundo corazón del universo” y dijo: “ojala que el Istmo de Panamá sea para los Americanos lo que el de Corinto fue para los Griegos”.

Todo esto nos demuestra a lo largo de la historia, desde los tiempos de la colonia española, la importancia estratégica del Istmo de Panamá y seguirá siendo un punto sensitivo en las relaciones con los Estados Unidos de América, ya que aun cuando en los nuevos tratados Panamá reciba una vía casi obsoleta que seguirá funcionando bajo administración panameña, una nueva condición ha sido impuesta por los estados Unidos. Cabe preguntar entonces: Es el canal en realidad panameño?

Antes de las elecciones de 1994, me refería ello en el artículo que escribí en el prestigioso diario “El Panamá América”, en donde decía los siguiente:

““Tomando en consideración que la cláusula del Senador DeConcini (Cláusula de Intervención) fue introducida después del plebiscito celebrado en Panamá el 23 de Octubre de 1977, habría Ud. votado en favor de la intervención ? Me temo que no, por lo que hay que destacar que la firma de los tratados en donde se incluye dicha cláusula fue aprobada por un solo hombre por parte de Panamá”

Y ello es así, porque el concepto de intervención, Cláusula de DeConcini” o “Reserva”, como deseen llamarle, se ocultó al máximo y no se habló de ella sino a escaso tiempo antes del plebiscito. A tanta ignorancia fue sometido el Pueblo Panameño, que aún hoy, muchos panameños niegan que tal cláusula existe, inclusive estudiantes de derecho.

Caso similar al envolvimiento de Omar Torrijos y el gobierno de Panamá en el narcotráfico, que también se ocultó al máximo durante el gobierno de Carter, para lograr que los tratados canaleros fuesen aprobados por el Senado de los Estados Unidos de América.

Pero si vamos más allá aún, podemos decir que cuando los negociadores panameños “conocieron” de la “Reserva DeConcini”, dijeron que Panamá presentaría también sus propias “reservaciones”, que como siempre, empleando la doctrina del mañana, no llegaron a tiempo para ser incluidas en la versión en inglés. Motivo suficiente para que el enviado por Panamá se abstuviera de firmar si es que se encontraba en desacuerdo con dicha cláusula.

Es por eso que el concepto de rechazo de la “Reservación de DeConcini” o “Cláusula de Intervención” por parte de Panamá, tiene necesariamente que venirse abajo, con la declaración pública hecha por el dictador Torrijos, luego de la firma de los tratados, cuando dijo:

<<... Panamá queda bajo el ‘paraguas’ del Pentágono.>>

Y si nos remitimos a la definición, un diccionario práctico de la Lengua Española, define ‘paraguas’ de la siguiente manera:

Paraguas. Bastón con varillaje flexible cubierto de tela, que resguarda de la lluvia.

Como podrá ver el estimado lector, si comenzamos a ‘hilar un poco más delgado’, podemos decir que Bastón es una vara que sirve para apoyarse al andar y Resguardo se refiere a seguridad, Protección.

En otras palabras, el ‘general’ Omar Torrijos declaró públicamente que Panamá quedaba convertida en un “Protectorado del Pentágono”. Una nación de hecho sin soberanía. Además observen ustedes, que se refirió a Panamá en general y no al canal en particular.

Y debemos observar con mayor agudeza entonces, que la declaración no dice que Panamá quedaba bajo el paraguas de los Estados Unidos de América, sino de una dependencia del gobierno de esa nación, que corresponde al Departamento de Defensa, su Ministerio de Guerra (sus Fuerzas Armadas). Compete entonces, a las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, la misión de mantener ese Paraguas, ese resguardo o seguridad... esa Protección.

Quise confirmar esa versión en uno de mis viajes a Venezuela, con ocasión de visitar a mis antiguos compañeros de escuela y nuestra Fundación Villa Zoila, y sin mencionarla hice alusión al tema entre ellos, en donde algunos son abogados, y cuando oyeron la declaración, todos dijeron al unísono: Vendió a Panamá !

En efecto, Omar Torrijos, el hombre que declaró que jamás dejaría a Panamá convertirse en otra estrella Yankee y que no firmaría nada quefuese a ser causa de intervenciones, dejó a Panamá convertido en algo peor que eso; no sin antes mencionar la cuota parte de responsabilidad que le corresponde a sus negociadores ‘nacionalistas’.

Y para el concepto de muchos panameños de dignidad, honestos y entendidos, con quienes he conversado, concluyen en que Omar Torrijos ha sido el peor vende-Patria que nos señala la historia del istmo. Y para confirmarlo, basta leer la importante obra del Dr. Julio E. Linares y compenetrarse de ella. Ese es el legado que la dictadura nos ha dejado.

Después de todo, el Pueblo Panameño eligió una Cámara Legislativa nominada por el dictador, que incluyó una artículo en la Constitución de 1972, que nombra (nombre propio) al Gral. Omar Torrijos como jefe de gobierno.

Hay que tomar en consideración entonces, que el canal no fue construido con el exclusivo propósito de ayudar a Panamá y a los panameños, aun cuando claro está, los panameños han recibido beneficios con su construcción ; pero el canal fue construido por una potencia mundial para su explotación como vía marítima de comercio mundial, y aunque para la potencia no tenga ya mayor interés comercial, la única forma de ofrecerle protección es por la vía militar; no existe otra forma de protección, por lo que para los Estados Unidos de América, su mayor interés es estratégico.

Y por considerarlo de mayor interés para todos, para el lector común, para los estudiantes de derecho y todo aquel que desee ilustrarse, me voy a permitir tomar parte de la obra del eminente jurista panameño, Dr. Julio E. Linares (QEPD), quien durante quince años ocupó la cátedra de Derecho Internacional Público de la Universidad Nacional de Panamá y fue Ministro de Relaciones Exteriores. El Autor toma exposiciones desde la página 156 a 169 de la obra: <<Tratado concerniente a la Neutralidad Permanente y al Funcionamiento del Canal de Panamá>>

Expone el Dr. Linares:

<<... al comentar el Art. V, el Tratado de Neutralidad, sin la Reserva DeConcini, no daba a los Estados Unidos de América el derecho de intervenir en asuntos que son de la jurisdicción interna de la República de Panamá.

<<El Senado y la Cámara de Representantes de los Estados Unidos de América expidieron una Resolución Conjunta, denominada Wars Power Resolution (Ley 93-148, de 7 de Noviembre de 1973) con el propósito de asegurar, de acuerdo a la Constitución estadounidense, la participación conjunta del Congreso y el Presidente en la introducción de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos en hostilidades...>>

Se expresa aquí entonces, que los Estados Unidos de América empleará sus fuerzas armadas en las hostilidades que sean necesarias para la defensa del canal y asegurar su neutralidad, <<de acuerdo con la Constitución estadounidense>> en donde para las declaraciones de guerra o el empleo de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, se necesita la anuencia del Congreso estadounidense.

La pregunta que resalta en éste momento, es en lo que pueda establecer la Constitución panameña de 1972, que lleva el nombre del “hombre fuerte”, aun cuando posteriormente fue modificada eliminando el nombre del “hombre fuerte”, en cuanto a que si la Asamblea de Corregimientos convocada por él tendría esa potestad o si la acción sería aprobada por una decisión unilateral del dictador.

<<... a pesar de que el Art. IV del tratado no alude expresamente a los procedimientos constitucionales de Panamá y de los Estados Unidos de América. Reclamar para los Estados Unidos de América, como pretende el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. “un derecho a escoger en cada caso particular para actuar militarmente...”, so pretexto de que en el Tratado de Neutralidad se incorporó como enmienda al Art. IV de la Declaración de entendimientos de 14 de Octubre de 1977, equivale a negar la esencia misma de su obligación de mantener el régimen de neutralidad establecido en el tratado y a desvirtuar su condición de Estado garante de dicho régimen.

Ha sido realmente lastimoso que los asesores del Gral. Torrijos no le hubieran advertido, antes de convenir apresuradamente en la Declaración de Entendimientos que “a veces (los Estados Unidos adoptan) medidas aparentemente anodinas o inocuas para Panamá, pero cuya inocencia o inocuidad es solo aparente y a la larga la República siente el efecto agobiante de su candor y su confianza”, como apuntó el Dr. Narciso Garay en 1930.

Más adelante, en donde se refiere a la enmienda dos o a la preferencia de tránsito por el canal, que se le debe otorgar a las naves de guerra y auxiliares de los Estados Unidos, nos dice:

<<La enmienda no hace más que confirmar el derecho preferencial y privilegiado que el artículo IV, sección I...

<<... Los Negociadores Bunker y Linowitz equipararon el llamado paso expedito a un paso prioritario, mientras que los negociadores panameños negaron esa acepción y la calificaron de una “tramitación simplificada”, explicó el negociador por Panamá, Dr. Rómulo Escobar Bethancourt. “Torrijos explicó “que cuando se encontraba de servicios en la Ciudad de Colón, en la orilla atlántica, le tocó vivir y sufrir los efectos de la demora, o sea el paso expedito,... Los marinos y soldados bajaban a tierra, se emborrachaban y promovían riñas tumultuosas y escándalos...”

<<... es para nosotros inverosímil. nos dice el Dr. Linares, Pero en el supuesto caso de que se hubiesen dado, ellos evidencian una falta de vigilancia policial inexcusable. Mas sea lo que fuere, lo cierto es que el problema del tránsito expedito, se resolvió con criterio de jefe de zona policial, lo cual explica no solo la encomienda dos (2), sino también el Art. IV del Tratado de Neutralidad.

Como comentario del autor, quien también sirvió por un tiempo en la costa atlántica en la Ciudad de Colón, las naves de guerra de los Estados Unidos nunca tuvieron que esperar surtos en rada, el paso expedito por el canal. Los Estados Unidos de América contaba con dos principales puertos navales: la Base Naval de Cocosolo al Norte y la Base Naval de Rodman al sur.

Es cierto que los marinos y soldados que bajaban a tierra provocaban a veces riñas, pero para el control de ellos, existía un servicio de vigilancia especial que era llevado a cabo por la Policía Militar, la Shore Patrol (Naval) y Aérea de los Estados Unidos, en conjunto con unidades de la Guardia Nacional de Panamá; por lo que tiene justificada y sobrada razón el comentario del Dr. Linares. (El subrayado es del Autor).

<<En el comunicado de la Cancillería panameña, de 25 de Abril de 1978, expedido con el propósito de “explicar al pueblo panameño el alcance jurídico de las resoluciones del Senado y de fijar su posición frente a la decisión de su órgano”, se dice en el punto relativo a los DOCUMENTOS QUE RATIFICO LA CIUDADANIA PANAMEÑA EL 23 DE OCTUBRE DE 1977, lo siguiente:

<<“...el Pueblo Panameño aprobó la Declaración de Entendimientos de 14 de Octubre de 1977 acordada por el Jefe de Gobierno de Panamá, General Omar Torrijos Herrera y el Presidente de los Estados Unidos Jimmy Carter...”

<<Más adelante al analizarse las enmiendas que en éstos momentos comentamos agrega:

<<“... la Declaración de entendimientos que acordó el Gral. Torrijos con el Presidente Carter el 14 de Octubre de 1977...contiene una interpretación auténtica del tratado de neutralidad acordado por sus signatarios. La misma fue dada a la publicidad en Panamá antes del plebiscito que fue aceptada por la ciudadanía al aprobar los Tratados Torrijos-Carter”.

<<La Cancillería parte de un supuesto errado, nos asevera el Dr. Linares, de considerar que la Declaración de Entendimientos de 14 de Octubre de 1977 contiene, en su totalidad, una interpretación auténtica del Tratado de Neutralidad...

<<“... lo que hacen las enmiendas supra transcritas es darle formalidad a la Declaración de Entendimientos en vista que la misma no fue firmada.”

<<... debemos indicar aquí que los acuerdos verbales no tienen carácter de tratado, de ahí que algún valor jurídico dependerá de las circunstancias particulares de cada caso concreto. Por ello es que la Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados (1969) establece en su Art. dos (2), literal (a), que “se entiende por tratado un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el Derecho Internacional, ya conste en un instrumento único o dos o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su denominación particular.”

<<No teniendo los acuerdos verbales carácter de tratado, un compromiso de esa naturaleza adquirido por quienes tienen la responsabilidad de dirigir las relaciones exteriores de dos o más Estados no puede modificar las estipulaciones de un tratado por ellos celebrado, a menos que en uno de éstos Estados se de cumplimiento a todas las disposiciones de importancia fundamental del derecho interno concerniente a la competencia para celebrar tratados, como con todo acierto se refiere el Art. 46 de la convención arriba citada.

Ante ésta realidad, afirma el Dr. Linares, la Declaración de Entendimientos de 14 de Octubre de 1977 carecía de idoneidad para modificar el Tratado de Neutralidad, razón por la cual tenían que considerarse nulos y sin ningún valor los cambios que se advierten en ella.

<< Estimamos además inaceptable, advierte el Dr. Linares, que con sofismas y verdades a medias se pretenda compartir con el Pueblo Panameño la responsabilidad por la Declaración de 14 de Octubre de 1977. No es cierto que “la voluntad popular que apoyó los Tratados Torrijos-Carter en el plebiscito, lo hizo con la interpretación auténtica dada en dichos instrumentos por sus signatarios.”

Tampoco es cierto que esa interpretación auténtica fue “aceptada por la ciudadanía al aprobar los Tratados Torrijos-Carter.” Y no son ciertas esas afirmaciones, porque la Ley 33 de 1977 (regulatoria del plebiscito) nunca fue modificada, a efecto de incluir entre los acuerdos que debía aprobar o improbar el Pueblo Panameño, la Declaración de Entendimientos aludida.

““... si bien ésta declaración fue, como afirma la Cancillería, “explicada personalmente por el General Torrijos a la ciudadanía antes del 23 de Octubre de 1977”, la Cancillería calla que esa brevísima explicación fue dada en la noche del 20 de Octubre, es decir, <<sesenta horas aproximadas, antes de que se iniciara el plebiscito, lapso insuficiente... ““ ““...el hecho de que el Dr. Escobar Bethancourt se hubiese referido a ella el 18 de Octubre de 1977, o sea, cinco días antes del plebiscito,...

<<... poca fue la publicidad que en Panamá se le dio a la Declaración de entendimientos.

<< ... en lo que respecta a la Declaración de entendimientos, nos dice el Dr. Linares, vino a ser obligada por Panamá desde el momento que fue aprobada...

<< Con respecto a la otra parte, es decir, la que modifica al Tratado de Neutralidad, la fuerza obligatoria emana de su incorporación por el Senado estadounidense y en su resolución del Consejo y consentimiento en la ratificación del tratado en mención y de su aceptación por Panamá al ratificarlo, hechos éstos posteriores al plebiscito...>>

Se está demostrando aquí, que se le mintió al Pueblo Panameño haciéndoles ver que ellos aprobaron en un plebiscito, inclusiones al Tratado de Neutralidad, posteriores a la encuesta pública, por los que supuestamente estaban autorizados a dirigir las relaciones internacionales de Panamá; cuyas inclusiones no se encontraban cuando se llevó a cabo el plebiscito. Sigamos adelante y veamos cómo analiza el Dr. Linares la “Reserva DeConcini” o lo que es en realidad la cláusula de intervención. Veamos...

<<.”... Reserva de DeConcini.

No obstante las reservaciones del artículo V o cualquiera otra estipulación del Tratado si el canal fuese cerrado o se interfiriera con su funcionamiento, La República de Panamá y los Estados Unidos, cada uno tendrá, independientemente, el derecho de tomar las medidas que cada uno considere necesarias de conformidad con sus procedimientos constitucionales, incluyendo el uso de la fuerza militar en la República de Panamá, para reabrir el canal o reanudar las operaciones del Canal, según fuera el caso.”

Como comentario a la Reserva DeConcini, el Dr. Linares nos hace la siguiente anotación con relación a las declaraciones del dictador, mucho antes de la firma de los tratados:

<<A principios de 1977 el Gral. Torrijos declaró que no iba “cometer la irresponsabilidad de firmarles algo que, santifique, que persigue o que autorice la primera intervención del siglo 21.” Pero no solamente firmó la última intervención del Siglo XX, sino las futuras intervenciones, pues observe usted que la Reserva DeConcini, incluida por el Senado de los Estados Unidos de América, se refiere a ‘el uso de la fuerza militar en la República de Panamá’ y no en particular en el canal. Esto demuestra, según los comentarios del Dr. Linares, que:

<<... Lo anterior significa en buen romance, que los Estados Unidos de América podrán a perpetuidad e independientemente de que el cierre o de que las interferencias se produzcan por motivos internos o externos:

1. Manejar el canal; 2. Realizar todo tipo de intervenciones en Panamá; 3. Ocupar militarmente el territorio de Panamá; 4. Ejecutar facultades que emanan de la soberanía sobre las áreas ocupadas.

<<.... es humillante e inaceptable para cualquier Estado que se respete,por cuanto contradice, además de otros documentos internacionales, la Carta de las Naciones Unidas (1945), la Declaración de Principios de Derecho Internacional (1970),

La Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados (1974), así como la Carta de la Organización de los Estados Americanos (1948) en cuya sede se firmó solemnemente el tratado...

<<.... que en su artículo 20 dispone: “el territorio de un Estado es inviolable, no puede ser objeto de una ocupación militar ni de otras medidas de fuerza tomadas por otro Estado, directa o indirectamente, cualquiera que fuera el motivo, aún de manera temporal.”

En otras palabras, el ‘general’ Omar Torrijos, supuestamente jefe del Estado Panameño, se apropió el derecho de decidir por la República de Panamá, la suerte del futuro de todos los panameños, condenándolos a permanecer a perpetuidad, bajo la amenaza de intervenciones por el motivo que fuese. Esto fue lo que el Pueblo Panameño aprobó, en apoyo a la popularidad del “general” Omar Torrijos.

<<No cabe duda, asevera el Dr. Linares, que la Reserva DeConcini hace al Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente y al Funcionamiento del Canal de Panamá, peor que regresivo, pues, confiere a los Estados Unidos de América potestades que ni siquiera le reconoce el ominoso Tratado Hay-Bunau Varilla (1903) ni le reconocía tampoco el Tratado Mallarino-Bidlack suscrito con la Nueva Granada en 1846 (*)

(*) Tratado de Paz y de Comercio, por el cual los Estados Unidos de América se comprometían a mantener la neutralidad y el libre paso por el Istmo de Panamá.

Y por considerarlo también de interés público y para el estimado lector, voy a permitirme transcribir parte del artículo escrito por el Dr. Julio E. Linares en el diario “La Estrella de Panamá” el 12 de Abril de 1978:

<<... La decisión que tiene que tomar el gobierno nacional es por ello la más importante que ha tenido que tomar gobierno alguno desde que la Junta de Gobierno Provisional ratificó el Tratado Hay-Bunau Varilla, el 2 de Diciembre de 1903. En aquella oportunidad la Junta se vio compelida a actuar en la forma que lo hizo por razonesde seguridad nacional.

En ésta ocasión, por paradójica que parezca, razones asimismo de seguridad nacional imponen el rechazo de los Tratados Torrijos-Carter, con las enmiendas, condiciones, reservas y entendimientos introducidos por el Senado de los Estados Unidos.

En efecto, mientras la ratificación del Tratado Hay-Bunau Varilla constituía en 1903 la única alternativa para conservar nuestra independencia e integridad territorial, esa misma independencia e integridad territorial, con todas sus imperfecciones y quizá por ellas mismas, exigen que los Tratados Torrijos-Carter, con sus reformas senatoriales, sean rechazados.

<<De aceptarlos habremos renunciado -posiblemente por un plato de lentejas- al derecho inalienable de ser libres.>>

Vemos pues, la valía de traer a las páginas de éste libro, la opinión autorizada del Dr. Julio E. Linares, jurista panameño, que con hechos y la legislación apropiada nos demuestra el por qué Panamá debió rechazar la firma de los Tratados Torrijos-Carter, con sus reservas yentendimientos adscritos.

Torrijos sabía que estaba firmando una condena para Panamá y de ahí la expresión de que:

“...Panamá queda bajo el paraguas del Pentágono.”Es posible que ésta fuese una de las razones por confinarse en su casa de Playa de Farallón y se sintiera bajo una fuerte depresión y buscara más refugio en el alcohol y en las drogas, aun cuando muchos opinan lo contrario, que más bien tuvo el descaro de engañar al Pueblo Panameño durante tanto tiempo, sin ningún remordimiento.

Y si el Tratado Hay-Bunau Varilla (1903) le concedía a los Estados Unidos de América, derechos sobre el canal a “perpetuidad”, el Tratado Torrijos-Carter cambia el concepto por “permanente”, pero la permanencia no solo implica al canal, sino a todo el territorio de la República.

Situación que deja a Panamá en peores condiciones que un Estado Libre Asociado, pues deja al país bajo la espada de Democles de la intervención, sin recibir los beneficios económicos y de progreso propios de un Commonwealth.

Es así como Panamá “renunció” a su propia soberanía y adoptó el status de protectorado. Se demuestra pues, que el Pueblo Panameño fue burlado, llevándolo a creer que aprobaba un plebiscito para su plena soberanía.

Y el hecho de que los panameños tengan la administración del canal, le hagan mejoras, ganen sus peajes, hagan desarrollos y planes para el futuro, disfruten recorriendo la tierra que antes no podían pisar por estar vedada para ellos, no desvirtúa ni le resta valor a los compromisos firmados en el Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente y al Mantenimiento del Canal de Panamá. Recuérdese que lo firmado es de carácter permanente.

Las preguntas que ineludiblemente resaltan ante lo expuesto, son las de si en realidad el dictador Torrijos estaba en la capacidad legal de firmar por Panamá los acuerdos en la forma como se presentaron, o si aceptó por separado en negociaciones oscuras, como era su costumbre de decirle al pueblo una cosa, para el “consumo público”, y a los negociadores otra.

Las justificaciones de intervención

Como nos acercamos ya al final de éste libro, me permito, aunque suene un poco insistente al estimado lector, si hacemos un repaso de la historia. Si la intervención era inscrita en el Tratado Hay-Bunau Varilla (1903), ratificado el 2 de diciembre de 1903 y Panamá a su vez consagraba dicha intervención en su Constitución de 1904.

Era por lógica que ambos países vieran la intervención en forma diferente, que para los Estados Unidos de América significaba seguridad para el canal, ya que le permitía en un momento dado, establecer puntos de defensa y emplazamientos guerreros a lo largo y ancho del Istmo, para su defensa en profundidad; y para el Istmo de Panamá representaba la protección que necesitaba el país para evitar un ataque del exterior para la recuperación del territorio para seguir formando parte de la antigua Nueva Granada.

Panamá no disponía de un ejército que cuidara de la integridad territorial, ni una policía que cuidara de la integridad de sus habitantes, no mantenía una economía pujante. La sanidad pública contaba con un servicio muy deficiente, pues los desechos humanos se recogían en carretas, por personas que en forma popular y despectiva eran llamados “mierderos” y los panameños para educarse tenían que ir a las universidades de Colombia o viajar a Europa.

Era pues Panamá, un sitio muy importante para el mundo, pero no contaba con los medios de su subsistencia y de su mantenimiento, con una población muy pobre que tenía que luchar mucho para su mantenimiento. Era pues, el Departamento olvidado de Colombia como varios historiadores prefieren llamarle y reconocido por muchos colombianos. Pero la situación de 1903 era muy diferente a los años setenta de negociación y de firma de los tratados. Panamá para ésta época formaba parte de muchas organizaciones internacionales y había firmado pactos comerciales y de amistad con otras naciones y con una visión muy diferente en cuanto a su futuro y su seguridad territorial, por lo que podía considerarse ni objetiva ni necesaria la inclusión de una cláusula intervencionista y mucho menos ser aceptada por Panamá, por cuanto que había sido abolida ya en años anteriores, por gobiernos de genuinos sentimientos nacionalistas, aun cuando en algunos aspectos fuesen controversiales.

Panamá y El Canal

A pesar de las críticas de los panameños nacionalistas de la época, que acusaron a los iniciadores de nuestra República, los Próceres, como débiles y “vende-patrias”, los panameños aunque con la ayuda limitada de los Estados Unidos, progresaron a pesar de las enormes diferencias en cultura y el idioma; en donde se mejoraron los sistemas de salud y de saneamiento ambiental, erradicando la fiebre amarilla y el control de la malaria, la construcción de sistemas de agua potable, de alcantarillado y se vivió un auge nunca visto desde los tiempos de la colonia española, cuando Panamá era la vitrina comercial durante las famosas ferias de Portobello.

Asimismo los panameños fueron creciendo, madurando y mejorando su situación económica, pues la Zona del Canal representaba un gran mercado para sus productos. Igualmente en cuanto a la educación y las escuelas superiores, ya no se encontraban en Colombia sino en los Estados Unidos y Europa, y varios nacionales educados en esa ola de escuelas del exterior, iban a ser precursores de un nuevo tipo de pensamiento nacionalista con “orgullo panameño” e iban a hacer lo necesario para erradicar las cláusulas, las cuales consideraban causas de conflicto entre las relaciones de Panamá y los Estados Unidos y que muchos en el mundo consideraban a Panamá como el “Protectorado Yankee”, mientras los panameños se consideraban independientes.

Pero a pesar del progreso registrado por los panameños, que pudo ser mayor si los amigos del norte hubiesen puesto atención a la solicitud panameña tal vez en algunos casos muy exagerada y en otras muy tímidas, para mejorar sus condiciones, mientras la Zona del Canal seguía siendo un “paraíso rico” en medio de una jungla pobre, pudiendo haberse convertido todo en un paraíso...

Cual fue la causa responsable de que los Estados Unidos se atrincheraran en la Zona del Canal y no se aventuraran a la conquista del resto de Panamá y de los panameños, en lugar de mantener por tanto tiempo esas causas de conflicto?

“... la manera de pensar y se ser de quienes fueron enviados a gobernar y dirigir el canal, imponiendo condiciones de exclusividad para ellos, discriminando al resto de los panameños, situación que producía sentimientos de rebeldía que se convertirían en una bomba de tiempo...” Según la opinión de algunos entrevistados.

“... porque si hubiesen querido conquistar a Panamá y el corazón de los panameños, lo hubiesen podido hacer con pacifistas sin mayores problemas...” Según la opinión de otros.

“... porque los “Zonians” nunca quisieron perder su condición especial y los privilegios de exclusividad de que gozaban en la Zona del Canal y se oponían a la mejora y el progreso de los panameños...” Opinaron otros. “... los comunistas explotaron al máximo las causas de conflicto y las aprovecharon en su favor, haciendo ver el lado colonialista de los Estados Unidos...” Según el decir de unos cuantos. Cualesquiera que fuera la razón o razones, lo cierto es que las causas de conflicto se fueron acumulando cual volcán que explotó por cualquier chispa o sin ella, el 9 de Enero de 1964, en donde se manifestó el sentimiento de los panameños y que produjo el cambio de política de los Estados Unidos de América, con los resultados que hemos visto en éste libro y que hemos tratado de explicar. Pienso que todos los panameños debimos estar preparados para no dejarnos engañar por falsas corrientes y reales apetitos de grandiosidad y de poder, y de luchar por la verdad, pero las circunstancias y los intereses creados nos dividieron y ayudaron más bien a los que sepultaron la libertad de los panameños, haciéndonos más dependientes de un proceso por el cual caería todo el país en una trampa. Particularmente, como autor de éste libro, no veo nada nocivo o irrazonable en ser Pro-Estados Unidos, cuando lo imperante sea una real causa justa y noble, pero no la de un llamado líder panameño, con un falso proceso llamándose nacionalista, para el engaño de de su propio pueblo y de todo un continente. No critico tanto a los funcionarios de los Estados Unidos por llevar a cabo una política. Para ellos era “su política”, aun cuando yo considero equivocada, era su meta.

Un gigantesco teatro conspirativo

Si al final de cuentas, el dictador panameño terminó firmando por Panamá un tratado que restablece la intervención, abolida ya de los documentos anteriormente firmados (1903) y la Constitución panameña (1904), es por eso que el autor piensa que se montó un gigantesco teatro conspirativo y si nos remitimos a los hechos, podemos hacer el siguiente recuento cronológico:

* 9 de enero de 1964. Los alzamientos populares en contra de la Zona del Canal porparte de los panameños, con el resultado de 21 panameños muertos y 3 soldados norteamericanos.

Se reconoce que Panamá no manejó la situación en una forma profesional para el control de la misma y el asunto se escapa de las manos. Hechos conocidos públicamente.

* Fines del año 1964. El gobierno del Presidente Johnson, por medio de la Agencia Central de Inteligencia (C.I.A.), inicia una investigación para encontrar las causas que produjeron el 9 de enero de 1964. Investigación que está dirigida por el Gral. Edward Landsdale, con experiencias en Filipinas y es responsable de muchos atropellos en Viet Nam, y ahora asesor del Presidente Johnson. La investigación llega a la conclusión de que la Guardia Nacional de Panamá se abstuvo deliberadamente de participar en el control de las hostilidades, con el fin de ‘chantajear’ a la C.IA.

También concluye que la oficialidad de la Guardia Nacional se compone de delincuentes juveniles disfrazados de policías. se toma la decisión de destruir políticamente al Gral. Bolívar Vallarino, comandante de la Guardia Nacional y de promover la figura del Dr. Arnulfo Arias como candidato a la presidencia del país en las próximas elecciones (1968). Declarado por Jorge A. “Rudy” Vallarino, ex-empleado de la CIA en Panamá y quien participó de las actividades conjuntamente con los agentes que vinieron a Panamá a dirigir la investigación.

* Año 1968. Con el financiamiento y la ayuda de los Agentes del Tío Sam, el Dr. Arnulfo Arias es elegido presidente y toma posesión en Octubre de 1968. Arias, según Rudy Vallarino, no cumple con los compromisos contraídos con la agencia y produce una situación de inestabilidad que conlleva a la rebelión de los oficiales jóvenes de la Guardia Nacional.

* 11 de Octubre de 1968. Se produce el golpe de estado contra el Presidente Arnulfo Arias. El Autor es invitado a participar en la reunión en donde se planeó parte del golpe de estado, en la residencia de Efraín Angueira, del 470 de Inteligencia del Ejército de los Estados Unidos en la Zona del Canal.

* 12 al 14 de Octubre de 1968. Según Rudy Vallarino, el Tnte.Cnel Omar Torrijos y la C.I.A. pactan y deciden ayudarse mutuamente. Recibiendo Omar Torrijos, de aquí en adelante toda la ayuda de la agencia.

Febrero de 1969. El 470 de Inteligencia se confabula con Omar Torrijos para expulsar de Panamá al Cnel. Boris Martínez. Un agente del 470 de Inteligencia, de nombre Espinoza, hace contacto con el autor y Omar Torrijos posteriormente invita al autor a la residencia del Embajador de los Estados Unidos.

Más tarde, Omar Torrijos es invitado a visitar los Estados Unidos y se compromete en la residencia del Gobernador Nelson Rockefeller. Torrijos regresa a Panamá y dice tener ya “su papacito”, o sea, un personaje influyente en las esferas de Washington.

* 1969. El grupo de Nelson Rockefeller se hace cargo de la política de Panamá por parte de los Estados Unidos y la CIA queda relegada a segundo plano, no significando ello que rescinda el apoyo al dictador, por el contrario, lo prepara para que sea unmejor líder, dándole clases y entrenamiento. Información de Rudy Vallarino.

* Diciembre de 1969. El autor, siendo Cnel. Jefe de Estado Mayor de la Guardia Nacional, apoya la acción de la Junta Provisional de Gobierno para destituir a Omar Torrijos de la institución armada y preparar el camino para un gobierno civil. Torrijos es ayudado a regresar al poder por agentes del Tío Sam (*) y por el dictador de Nicaragua Anastasio Somoza a regresar a Panamá. El autor, junto con otros es puesto preso y enviado a confinamiento solitario. (*) Parte de ésta información fue proporcionada por Jorge A. Vallarino y por el Gral., César Napoleón Suazo de Nicaragua.

* 7 de Mayo de 1970. Una Comisión de Investigación del Congreso de los Estados Unidos de América publica un informe, que obviamente favorece al dictador Torrijos, con falsas informaciones y desconoce en su totalidad a la verdadera Junta Provisional de Gobierno, reconocida diplomáticamente por los Estados Unidos.

* Desde 1970 en adelante, la Agencia Central de Inteligencia comienza a preparar al dictador panameño y le financia viajes al exterior. Lo envía a Sur América, Cuba, Sri Lanka y otros lugares. Información provista por Rudy Vallarino.

* Durante muchos años. Los Estados Unidos de América encubrió el delito de tráfico internacional de drogas y de lavado de dinero, durante los años de dictadura con Omar Torrijos al frente, por ser favorable a sus intereses. Sin embargo, los Estados Unidos, posteriormente, abrió causa criminal en contra de Manuel Antonio Noriega, el hombre que fuera el brazo derecho del tráfico de drogas de Torrijos.

* Caso Andreas Poschl. Uno de los casos de típica parcialidad en favor de la dictadura, es el del policía de la Zona del Canal Andreas “Pepsi” Poschl, quien fue destituido de su cargo porque la dictadura lo acusó en un juicio sumario y en una corte no competente, de subversión contra el régimen. Poschl, quien debió ser defendido, recibió más bien un doble castigo de sus jefes, quienes aceptaron como buena la condena de Panamá y lo despidieron de su posición, negándole los más elementales derechos de justicia.

* Plebiscito.Se le ocultó al Pueblo Panameño el verdadero trasfondo de lo que va a probar en el plebiscito y se viola la Ley 33 de 1977, que lo regula.

* Finalmente. Omar Torrijos firma los tratados que los Estados Unidos quiso, con la inclusión de una cláusula de intervención abolida ya en años anteriores, y que autoriza el empleo de tropas norteamericanas en todo el territorio de la República de Panamá.

Todo lo anterior, podría resumirse en una sola frase:

“...Panamá queda bajo el paraguas del Pentágono.”

No le parece al estimado lector que todos éstos hechos encaran evidentemente la presencia de una vasta conspiración?

* Diciembre de 1989. Invasión norteamericana para capturar a Manuel Antonio Noriega y destruir a su propia criatura.

De qué sirvió entonces el despilfarro de una ola nacionalista panameña y de engaño por tantos años, para terminar restableciendo el principio de la intervención?

Pienso que para los Estados Unidos de América pueda resultar fácil responder a la pregunta, aun cuando no le importe el apoyo que por tantos años le otorgara a la pérdida de vidas, los abusos y las injusticias cometidas.

Ellos estaban comprometidos a salir del Istmo y de borrar la imagen de colonialistas, desapareciendo físicamente de Panamá; pero necesitaban asegurar el derecho ‘permanente’ de regresar cuando el caso lo requiera, aunque el costo que ha tenido que pagar Panamá y que hemos tenido que pagar los panameños, que realmente queríamos lo mejor para nuestro país ha sido muy alto. Todo esto queda demostrado en Diciembre de 1989.

Sin embargo, no pienso que los nacionalistas panameños tengan, para las generaciones venideras, una respuesta apropiada a la pregunta y el ocultarlo, no desvirtúa el hecho de que el Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente y el Mantenimiento del Canal de Panamá, incluye una cláusula que es denigrante para todos los panameños, pero no solamente ello, sino que también fue declarado públicamente por quien Panamá envió a firmarlo.

Corresponde a la historia también juzgar a los gobernantes de los Estados Unidos de América que ayudaron a sostener durante tantos años a ese régimen de vicio, corrupción y engaño para el logro de sus propios intereses políticos... Y qué de la Organización de Estados Americanos (OEA), sede en dondese estampó su firma.

<<The Canal Is Yours>> - “El Canal Es Vuestro”

Fueron las palabras declaradas por ex-Presidente de los Estados Unidos de América, Sr Jimmy Carter, durante la ceremonia protocolar de “traspaso” del canal el 14 de diciembre de 1999, acto que se adelantó al del 31 de Diciembre, por razones de entrada del tercer milenio, ante la presencia de seis presidentes y el Rey Juan Carlos de España.

El Sr Jimmy Carter expresó: <<...el canal es vuestro.>> <<...nos encontramos aquí reunidos para reconocer la “plena soberanía de Panamá”.>> Palabras que contradicen el espíritu del tratado que él mismo firmó.

“Alcanzamos por fin la victoria”, expresó la Sra. Presidenta de Panamá, recitando la primera línea del coro del Himno Nacional de Panamá y luego exaltó al dictador Omar Torrijos por ser el personaje panameño en lograr esa “victoria”.

No cabe duda de que los Estados Unidos de América se deshizo así de una obra que consideraron para ellos obsoleta y de un gasto enorme en administración, mantenimiento y seguridad, y con ello, eliminar en apariencia el rótulo de ‘colonialistas’, pero transfiere, como con acierto nos dice en el sub-título de su obra el Dr. Julio E. Linares: <<De un colonialismo Roosveliano a un neocolonialismo Congresional.>>

Por parte de Panamá, no existe ninguna duda de que los panameños tengan la capacidad de mantener el canal en óptimas condiciones. Los hechos lo demuestran, pero no solo eso, sino que también pueden mejorarlo y construir un ensanche del mismo; aun cuando la República de Panamá no tenga el poderío bélico para ofrecerle protección a la vía interoceánica y los panameños parecen estar conformes con su situación, a pesar de las quejas de muchos por haber perdido el comercio de los ‘Gringos de la Zona’.

El hechoentonces de que el 31 de Diciembre de 1999, se celebrara en Panamá con pompa y derroche popular el acto de arriar la bandera de las barras y de las estrellas y de enarbolar el Pabellón Panameño en el territorio de lo que fuera la ‘Zona del Canal’, no pasa de ser la expresión de un sentimiento popular puramente romántico.

Operación Causa Justa - Just Cause

El 3 de Noviembre de 1989, viajé a Costa Rica en mi última misión con el FBI, en búsqueda de información. Yo tenía que encontrarme con Lenny y otra persona, quienes viajaron desde Panamá para reunirse conmigo en San José y el 11 de Noviembre regresé a los Estados Unidos, para quedarme tranquilo sin poder hacer más nada, ya que no podía viajar de regreso a Panamá por haber sido expulsado por última vez, desde el Aeropuerto Internacional de Tocumen el 10 de Septiembre.

A eso de las 21:30 Hrs (09:30 PM) del día 20 de diciembre de 1989, recibí un llamada informándome que prendiera la televisión a eso de las 12 PM, una de esas llamadas fue la de mi hija quien se encontraba en San Francisco, para encontrarme con la noticia de que la invasión a Panamá, para la captura de Noriega y la destrucción de las Fuerzas de Defensa, se encontraba en plena ejecución.

Muchos de los jóvenes que fueron explotados por la dictadura para sostenerse en el poder, tenían que pagar ahora por los sucios negocios de varios altos oficiales que ya se habían retirado y que ahora gozaban de jugosas pensiones.

Bill Smith, nombre supuesto para proteger su identidad y con quien hice una buena amistad, era comandante de una pequeña unidad del 87 de Infantería, que se encontraba acantonado en la Zona del Canal. Bill había logrado hacer amistad con varios oficiales de las Fuerzas de Defensa de Panamá, a quienes atendía con mucha dedicación, llevándoles regalos o invitándolos a unas copas cuando se presentase la oportunidad. También aprovechaba sus ratos libres para recorrer el país de un extremo a otro, aprovechando su facilidad para cultivar amigos y de hablar el español. Esto le servía para estar bien informado sobre la situación local y poder organizar una red de inteligencia que le iba a servir durante la ejecución de la “Operación Causa Justa”.

Durante sus indagaciones, Bill había logrado establecer el grado de descontento existente de la población panameña en contra de Noriega y de las Fuerzas de Defensa de Panamá. También se había informado que gran parte de lastropas panameñas consumían ‘bazuko’ (*) y buena parte de los oficiales consumían cocaína.

Tal información en poder de la inteligencia del Ejército de los Estados Unidos, determinaba el grado de baja moral en que se encontraban las fuerzas a las que iban a enfrentar. Pero Smith, además de las informaciones que tenía en su poder, se sorprendió ver un libro que había publicado Panamá, titulado “FUERZAS DE DEFENSA -Fuerzas Armadas de Panamá-”, en donde aparecía toda la información pertinente a las unidades panameñas, sus componentes, sus comandantes, su ubicación y cualquier información que las unidades menores necesitaran saber.

De modo pues, que Smith no se explicaba cómo era posible que esa información tan valiosa y que pertenecía a lo que en términos castrenses se llama “Orden de Batalla” de las Fuerzas de Defensa de Panamá, pudiera estar en una revista pública.

Cuando los hombres de Bill Smith llegaron a la oficina del mayor “Papo” Córdoba, se sorprendieron de encontrar una especie de altar, adornados con motivos que al principio les pareció de un culto de “santería”, pero a medida que indagaban, lograron determinar que se trataba de algo peor, quizá era “magia negra o un culto satánico”.

Fue horripilante ver, cuando sus soldados encontraron en el recinto, una vasija con sangre humana mezclada con otros ingredientes y debajo de la vasija se encontraba una lista con los nombres de personas prominentes de Panamá, como el Lic. Guillermo Endara que fuera Presidente de Panamá, el Sr Guillermo Ford, quien fuera Embajador de Panamá en Washington, El Dr. Ricardo Arias Calderón, quien fuera Vice-Presidente y Ministro de Gobierno y varias otras personas.

Ellos no conocían cual podía ser el significado de tan diabólica exposición y qué se pretendía con ello, perotodos pensaron que tenía un significado de muerte, característica típica de los cultos criminales. Otra de las cosas que les llamó la atención a los hombres de Bill Smith, fue la de encontrarse después de comenzado el ataque, con cadáveres de hombres blancos barbudos, cuya apariencia no era la típica de los panameños. Además, estos hombres se encontraban bien armados, con sus armas limpias y bien mantenidas, dando la impresión de que se encontraban ante la presencia de soldados profesionales bien adiestrados. También estimaron, de acuerdo al dispositivo de la Fuerzas de Defensa de Panamá, de que no esperaban un invasión, sino que se encontraban preparados para sofocar un alzamiento interno; por lo que estimaron que Noriega no esperaba que los Estados Unidos atacaría, sino que fomentaría un golpe de estado contra él.

El inmisericorde saqueo

Al preguntarle al capitán Bill Smith, el de por qué las tropas de los Estados Unidos de América, al desencadenarse la Operación Causa Justa permitierontan salvaje saqueo y pillaje por la población panameña, declaró que los “Rangers” no esperaban que los panameños se tiraran a las calles en una orgía de pillaje y de desorden.

Ellos tenían estimado que el pueblo de Panamá se iba a tirar a las calles a recibirlos festivamente por liberarlos de la tiranía, pero el pillaje los tomó por sorpresa; por lo que no les quedó otro recurso que dejar al pueblo tranquilo y continuar con la misión de perseguir a las fuerzas de Defensa y a la captura de Noriega. La táctica les resultó acertada, porque una vez que se repuso el orden el pueblo comenzó a colaborar inclusive en la prevención de guerrillas.

Smith expresó sus sentimientos en cuanto a lo sucedido y aceptó que su país y las fuerzas atacantes cometieron errores que no debieron suceder, pero si las tropas invasoras hubiesen actuado tratando de evitar el pillaje, quizá hubiesen tenido reacciones populares en contra. Era entonces, un riesgo calculado. Después de todo, Panamá seguirá bajo el “...paraguas del Pentágono.” Esto fue lo que los panameños eligieron.

Y no es propio de la izquierdas panameñas quejarse de la presencia de los Estados Unidos en el Istmo de Panamá, por cuanto a que fueron los que más apoyaron al dictador para que firmara los tratados y engañaron al Pueblo.

<<Una Generación Política Responsable>>

Mientras tanto, Panamá se ha debatido internamente entre dos facciones políticas influyentes, que se han alternado el poder desde 1968. Una, nacida del golpe de estado de ese mismo año y de la dictadura resultante, y la otra nacida del primer golpe de estado de la era republicana en 1931, contra un presidente legítimamente elegido. Como se ve pues, ambas tienen su nacimiento de una acción ilegal y en cuya contienda política, según el decir nacional, ninguna tiene una solución para reducir la corrupción y darle mejor vida a los panameños.

Es necesario como dice John LeCarre, que surja una “generación política responsable” que comprenda los problemas por los pasa el país y sepa hacer verdadero empleo de la ubicación geográfica de Panamá y aprovecharla al máximo para el comercio internacional y combata la delincuencia y la corrupción, lo que podría suceder con la elección de una nueva corriente en la figura del Presidente Martinelli recientemente.

En el caso del autor, puedo tal vez definirme como un sobreviviente, de esos que tuvimos que pasar por el duro proceso de engaño, apoyado por una superpotencia, por el cual hemos tenido que pagar todos; pero rehusó aceptar como bueno un informe Congresional porque basa sus opiniones en falsas aserciones. Y no es aceptable porque no es cierto que el apoyo que el autor le dio a la Junta Provisional de Gobierno fue con base a “ambiciones personales” pues si mi ambición personal hubiese sido el poder, hace muchos años, luego de la invasión, me habría lanzado a la búsqueda política del mismo, pero mi ambición nunca representó el poder como en dicho informe se hizo ver.

Es un hecho cierto que la historia por su propia cuenta, se ha encargado de demostrar lo contrario cuando los Estados Unidos de América hubo de apelar al empleo de sus Fuerzas Armadas para destruir al monstruo de su propia creación. Y rehusó aceptar también el hecho de que un solo hombre haya tenido que pagar por los pecados de toda la dictadura, como es el caso de Manuel Antonio Noriega, quien fuera juzgado en Miami y que según el dicho popular, los Estados Unidos “se llevó a Ali Baba, pero dejó a los cuarenta ladrones.”

Pienso que somos parte de una generación que vivió, que derramó sangre y lágrimas, que entiende el problema y que sabemos que el país necesita de una verdadera reforma que conduzca a los panameños a una era de progreso económico y social, con bases sólidas e íntegras, sin corrupción; que con su “actitud y su trabajo pueda determinar lo que es mejor para Panamá y para los panameños.”

Y para concluir, podemos decir que si Panamá necesitaba de una “revolución” como determinaron aquellos analistas que envió el Presidente Johnson, cual suelo agreste que necesitaba ser roturado con el arado, se utilizó un mal sistema y una semilla que germinó en una maleza llamada dictadura, que fue cuidada, abonada, y alimentada con riego por sus protectores, pero que dio el fruto del crimen, el tráfico de drogas, lavado de dineros y una corrupción nunca vista en la historia del Istmo.

Males que aún a comienzos del Siglo XXI, a más de veinte años de haber sido derrocada la dictadura, no han podido ser desarraigados de la sociedad panameña y que tarde o temprano podrían, en una u otra forma, afectar el desenvolvimiento del canal. Compete entonces a los Estados Unidos de América, en virtud de la Cláusula del Senador DeConcinni, de ayudar a Panamá a deshacerse de lo malo. - Dr. Julio E. Linares - Tratado Concerniente a la Neutralidad Permanente y al Mantenimiento del Canal de Panamá. - Entrevista con el Cap., Bill Smith, Ejército de los Estados Unidos de América. (No es su real nombre). - Aportes de Jorge “Rudy” Vallarino, ex-empleado de la Agencia Central de Inteligencia en Panamá. - John LeCarre - Novelista y Escritor Inglés. - Experiencias y comentarios propios del Autor.

c

r1

l-

l-1--

-D-t

'-

---&

----

o 6_-

s__.

__ _

lf

/,.b

-+f

J-b v-

\e-

n io --+

--.-

-

^s n (w -| )-. c RI

L- \

+ c$ N F

-t- \^

,S L"e€s.,

Lt.eiY't-tr1 ,

rq*z$- g A-S("-i&,'; ?2 r 'a c- "1

-78{,;zrs z-i ''4. ,.-

il,it--T --

Ltoo Q ecACee6.,87?'^"5 ,

9f-caLQ5-1;141,45:, A;r€[pPLnu:!u'oa. ,qiE @

6@l (1I

OoooOOA,r: 9L ?o t,t o"tl;

-aI++\= 1;,

-<*ea;-t94'=--

r"A

TI

(_---6-14

---T--?,*Wx.

AL Pan'o

eg C-,-

8r^r s-u x (ta -

t.l't,gga CavT t+t,lg PaA DAsrnn

Yostgres Sr c? tAs f@ 9i"+rou" Lrg;r.'a" @ue ccea-i z l\L co;r?

Es LA GA (- @ , lEg Ga LA s FA Srr- s 7e-z-

&,l-sSo ?grtu Do 9d rJlsz-{ c4a'JT'\s 93 ?c9'-

@Lg. S-z' pr* {'t&t>iu rt e'rpg sr€aS l4t'Ez?Jr*-

Ve+ ,oo '-tt'7LL gf-oa{- C"o1; uD Nr.i-Ef &O'a!',--i+*--es--€ c.'(- I u-Ji;e^ ;-i a"r€ ecG p'"te-a

-* -*'^LA--{r?' ii'" !1r-QDil^, vtft,)aS 4r-o,icos ?er'P (b*E ^1uvL*>E-:--'\;1, ;i; a;' ze,4 ts--ry, 4y ?a'-@+e--'co I Y(--ItJ- {- tii;ir* lq 't P\P \.'r

Saz-?>r + i, r.Ju-, ',

at:-

z::?4'r-

21"?a_z+

9a ctDt $=

!uL,

----Al-qSt != -& t4.t'z c-<, D - LA L a ,/a^r Oert a .

@ 6'* ;; L i"-ti €J:"-J";'l -; Ci-,:.ra" -'D'{-r;Ee-C-a O& ,u*oo-.---'--. - ,.\

lD U ?o.f ttrL Ll V<+z4x 1 €L- Q-{LtLea ..

- - -@-J<iLA4si

Poo^ T. Do s toS fi g.arJE 5 q-{-r.€>r z-.\,

c> e-L i4ov-ta *ZE >E AA Dan.r*?c t-".

6-C 4.tu*ZzZ .- & Cat< x.)o-S. SJjca Socj,lrae

,LO nuD€ .r.C A_S @.<-,;6e-$r err-..-*

D.l a sr4 Pafb

@ 9r .,a's\ Lo( 1.:LlDEf , LueE .1,.{s9 e,.>c-: t L.__*&_4_r! Ezg D€,?e4D€ Dg

't-L Li: r/E \; a-a6,a-At 4acer-cr ,{I'hr.^,Saqa

D FC P ctd Juu p _ Ld ee tsiaf 'co y oot

{re*tqo{"J A;J La .) ' t .-- -<41+.t'92 (_sd"sa,' i.oq ) L o s

9sLW, --_---__-€' % ; et n- tt v"=ar4t 1 e7 c-t-a4a,

Se r:Ee.G( ?*-a t-L);,*l .ty+tt<-244, (;

*ere.,t-graas c61) acelJ b?EL

g:j-:-g4-Ig T3r-r e-Aq- o*DG 9g

adut, l-: a, u z_A .

gl I ?'1.?,{

t0 I otLd<) ,

HEADQUARTERSUNITED STATES AIR FORCES SOUTHERN COMI,IAND

ALBROOK AIR FORCE BASE, CANAL ZONE

29 June L964

Captain Anado SanjurComrandante de Guardia NacionalPanama ViejoPanama, Republic of Panama

Dear Captain SanJur:

I want to thank you for the excel.Lent cooperation which youprovided during the troubLesome times last January. Your foreeightand subsequent action resulted in the euccessful evacuation ofcountless North Anaericans from criticaL areas of Panarp to the CanalZone and Tocumen Airport. Your action undoubtedl-y was lnstrumentaLin saving countless nunbers of personneL from serious lnjury ordeath.

I salute you for these accomplishments. Ttrig Comand appreciatesmost sLncerely all that you have done.

Sincerely and respectfully,

-";i;'-tJr. J. rcndnColonel ,USAFDeputy Chte f of Sta tt / Operati.ons

lr

I}SPARTMETT OF THE ARMYHEADOUARTTRS !lltrT[,o ErATtg ARMY Ft-,icgg 66ISTHE51N COM]1AND

F(zRT At,lADO;u CA}r; U ZOf\E

15 de r:rero de 1969

Seflor Tenicnte CoronelUon A-rnado SanjurG -3 de la Guardia Nacional(iuardia Nacional de PanarndPanam,6, Repdblica de panamd

Estimado Coronel Sanjur:

En nombre de todos los miembros de las Fuerzas del Ej6rcito de los

Estados unidos, comando del sur, y en el mro propio, me complace

extenderle mis felicitacione.s con motivo de su reciente ascenso al

grado de Teniente coronel y de su nombramiento a la posicion de G-3

de la Guardia Nacional. Iisto es un testimonio de su sobresaliente

capacidad profes ional.

Sea Ia presente portadora de un cordial saludo con las expresiones de

mi mds distinguida consideraci6n.

Atentamente,

GeneralComandante

tl^"*. r-,ONc los EE. frfJ.

de los EE. UIJ.C'ornando del Sur

cito

; ;€!iEf'; ;gl*ilE

ffi; ;g8

; g r: i ;E : igg iE

iigxiiiiiilgE

i I ; iii ; E agi ;IF

giEi!fii

q-:q\J)rL-.qroE

t

v-n\

.J

NN\

;gi{;gF

EuE

ts-'

F:E

i

c!rntr(ll(.,

'- (uFFL

F;E

,f;E

g

3 gE - I i : E

iEsF

iii F€gE

FiE

ii:

E i:g:i !gg g:;c?a:E

E;?g6E

IA

;;gFiiiggE

E tgg ;t iii F

i;E ig

gEE

- -* sl]-ggggg-:e* E

€f EE

€;;EE

t5pi Eig; iE

c

: 15:E gsE

Es'

;fiE:1

H E

*E E

ET

; S'

LIgEgffF

T! ii e€ E

I Ei€g; E

+;: i a! F

i,Ir,i

E =

* EiiiE

iEF

!tii gu*iE;

u ; ' E t ;u! gt ; * : !irgs€ctE

lsa ; ; ; E

: EE

r E ; E

;E 3;E

€s€iEe

(,'€(:)>

==

=lr-rcG16

t.==

Hl

--)/\\:r'

Fil

r-

-l---..-

!l cl'i

tl{l saE

l b

elIlI

ElE

l!

Pena l-Prtreba;

-t

dlo

do

4l-

de le

Contru el Coronel AnadoSlv|-o SanJur Atencto yotret perSoneg por gu -puc;ta lnfracclSn del Dgireto l.egtrlatlvo Nr 11-de L945.

Sglcn FIScAL sEGuNnc DEL PFIII{ER DIS?RIIo JuDICIAL.

con todo rcrpoto yo, ssE SALVAD0R pnr$oz, dc gcncralcs

conoetdet rn ct ncgoelo a qrc aluden las 'ndrgenat superloragde crtc elcrltor comparezco por ortr rncdlo ente ud. an ml

condlet6n dc apodrredo orpetal da 1or rcfioreg Arr,{AB0 srvrosANJttR ATENCI,O, LUIS OtilEDO NEI{7.E}I FRANCO y JUAN BAUTISTA

BERNALT e ftn dr educlr, prr. quG !s practlqurn, las rrguten-t.! prnrebast

DCCWENTALES.

sollctto que rc plde rl Mlnlrtcrto dr Goblcrno y Jugtl-cla * - -:.*--.i{+-EtE;.!.,'qe-

-.-l-.2ak-e.*copla autSntlea de los elgulentee docunootogl

It- Dccrcto nrdtrnte al cual rc rrorabr6 rl rllor OFIAR

T{]RR'IJOS HERREIA Conendentc dc le Gnerdte Hrctonrl de pananl

y rntncro y frehe dr 1r Grcrte oftetrl rn la cual mlt6 prrbll-

1do.2r- Dccreto rrdkatr rl ctrat rc arccndld r1 rcfior 0HAR

loRRrJos II1ERRERA al grrdo dr Gen*el dc Brtgrdal rnlncro y fg,

ehe dc la Gacctr Oftclal en le cuel eell6 publlcedo.

3r Acte dr tocr dr ponrt6n del scfior OMAR ToRRrJos HE-

RRARA del cergo da Coornd.nt. Jrfo dc le Guerdta Nectonel.

Notlfteect6n, tola de poaert6n o dlllgcncte por ne-

ctrel cl tcfior Ol'lAR TORRIJOS IIERRERA accpta cl gre-dr Gcneral dc Brlgeda.

5r- Copla del Decrcto que regleocnte le Lcy Nr 4/+ de 23

dtel-cnbrc de 1953r tll corrn 1o dtrpone el artlcuto 28'dcde

FO RM A DGT.gI

SECRETA.RIA DE COMUNICACIONES Y 'I'RANSPORTES

DIRECC|ON GENERAL Dt:' TEIECOT^UtJlCACl,)ftES

(:Cl.IX;9i,:t5 COfrWEI,TiRN Ul\rON

n,c A.

TriOtlc^t, 3^DloAt l ,r \leRrcAll cAEtEs

rRANS R^DlO CSPeirOtrAtISiN'IINA DE,

T E T ECOTAUilICAC ION€S

RADIO COMUNICACIONESOE CUOA

..F.a.'..' e., . t. ,.. . i

:,".:;:.'.':' ..T C'r -.7 2Et,i 3567 P,\NAl'iAIiP

ETATPAIJ AEI.lBAE14BAJ,lDA DE PANAiIIAR E F 0R i'i A /lO 3-1 305I{EX ICODF

lNSTRUYOI.E CONCEDER VIST POR DIEZ DtAS VIAJARDELEGAt)O:i TRABAJADORES CUBANOS ALFREDO SUAREZ

26/25,, 19 rt+25l.-------

JUAN AGUI:RO PEREZ Y MANUEL LOPEZ TEJADA.-TAC K/E;(TER roR E\ -\\-

cFM F'AN^EMBA.. \ f /tv /uS r r-,,.(; .., -t)\--r '/ / y'.;'

Sirvase transmitir el Precedente mensaie con

FIRMA oo;/l !clLloTT:LEFONO

Fornor goro Nrgo3iot, 3.A. dr C l-z

I00MMTTTEE PETNTI

REPORTS OF THE SPECIAL STUDY

MISSION TO LATIN AMERICAON

I. MILITARY ASSISTANCE TRAININGII. DEVELOPMENTAL TELEVISION

COMPRISING

Hon. Cr,purNr J. ZteLocKt, Wisconsin, Clt'ctirman

Hon. Jauns G. FulroN, PennsYlvania

Hon. Pl.ul, FINILEY, Illinois

OF THE

Subcommittee on National Security Policy and ScientificDevelolttnents, Committee on Foreign Affairs

PL'RSU.{\T TO THE PROVISIONS OF

H. Res. 143

91st Congress

A RESOLUTION AUTHORIZING THE COMMITTEEON FOREIGN AFFAIRS TO CONDUCT THOROUGHSTUDIES AND INVESTIGATIONS OF ALL MATTERS

COMING WITHIN THE JURISDICTION OF SUCHCOMMITTEE

IIAY 7, 1970

U,S. GOYERNMDNT PRINTING O!'IJICD

$ -{SHI}iGTON : 1$70

PANrtllt,l,

Tllr, *l,rrrh. rtii.iiintrts sltlr irr llrr' ('1unl trurr. lrr rlis+ttl*t -\1.ltl' ltsrilltllt'-rvith r,Jfir,irli.r rll lhe jirrttllri.t'tt ( itlrttltirllrl [h:rt'klrlrtrli't$ tttrrl Ihtt *r't't'i,'.'.<r-rhonl.+ rrl,$r Irl'rlrid('d u$ r'illt lrrr {lptr'rt'l.trnit.t'ltr rrlf irltr 1111' 1r1rrm':ttrt:r-c i{.lltt.r rrrrri'll,,rl itt l,lrl ltr.trrrlrlir: rrf Ir:ttntrltfl,

-{r llw ldntlh'ril ultli+rt iii la:lirr rllllrTit'rt rtitll rrnl.t'l.li rlrillir,rrIrrlrtltrlirrll. Fltn,rtttrt hix llol ltrtttt ll rrutjrrt' l'l'r'i;ii+'nl rrf ][[.tTl nrr'isl-,uri.'. tll prlr rrlritrr l{.t'rnR. llr,5',-1;1's, llu'Unitc't[-Slttlr"r luts 1l'rrillr'rl rr

glrrrr[,rrr ;rrin:ctrhi-gt'$f llil. Prrlrntrrilttirttt rrmnd fiill'f i lllnrr fif lrlry rrlltnri-.;rr,in jtiru.ri,tutr ti,ruitrfl. Fru,,t'rtr.r is ttl=.tr ,rf Itrrli+ttfurt'itrl*rr+11, li,rr.rrttsrr

tlm r:,urrnrr{ lrurlnr lf llirr ltrililarta {rt}lll} rrhir,lr h'rl<l* trrrrlrrrl, (lHlrn:lth* ,:,urrnu{ lrurlnr,rrf lliri triilil,:ttlr !Ih]rll] rrhir,lr htl<l* trxrlrrl, (lHlrn:l{-}rttru- 'l'rrg'iigs. lr*s lrrg ritr,rl h,i (:{rr.lrth}r Itrr<.hcfi'll+r rs ltll t"-\rultl}ltl{-}rttru- 'l'rrn'ijtr. lr*s lrrn_rilltt b.1'

(lrrr.r.,?tt*t' Itrr<.kcfi'll+r rs ltll t"-\_r1llq}[tl,if t,l,r'"rrr.ri'rrrililnrr"'irr l,rrtin .r1-rrrprir*. rrl*r:trr'iul+t'r'r{r'tl itt llrcrrI l,lrr. "rrtri' nrililrf,f" itt I.rttin :l.rrrpripn!i1!ri$..s,r+isl, rttrl''t{rrturrtr.il rlrl.rrlrrpltt+nt' Jtl llTii rrlrllltri'r{

:{ rl.rtli. rl ltlffiirlr

'f'f l E t'U t.J'f l{.i:t L :1 rr-lr T:f(}ll ml t{' til'f U'1'f l $:r;

'l

,tl. ltn:.'1lrl, Prrluutll i-* gtrrmtrul lr-t rr ltrrllixioltrtl Jttttlrr rrl f]rrYrrl'l]-nrflnL otl*btl*hcrl ftllrrn'ing lll+ r:oit1t whit:h ttnuiftnnt thu cltttrk:dItt'rsir[rltl..'\t'titllltr .[rin* ilr1r:trrher ]ilti$, (]tllf il lt'r-rlllr rr[l{!r lhc Prrrrt-riiiln (.{rr.rr). Tlrn Frllrtnntiinrt Itntianal (irr:tnl is 1l1p 1x'r.'rlrrntittrrtil' itiltu-crrfr irr ilre [trtt'rrrnronl unrl illi-r'+rrrrrlrl firrlrrrrrtl 'l'rrn'ijas. n,i ils ,r:lrr-rltrrtrlrrrt., iJ'rhr. nt,rr+r batrirrtl tr I.rt{FtIllln ririlinn junlr unrl rr ririlirrtrr:*hiut't-- frr.'isll!.irltt. i,r lrr',rlflr:t'tE tJra.Sntinnrtl 'Lsut'tttbl-t' ltrus lrt'tltotrr.*tr*nile.ffilrtist.r|,ltrrr'tr|i{err1rtr.*|1trrtrrrrI.

ffitit.r c.r-rtrslil.ul.irrnfil Erttrrrrlttflnr *f rivil librrlits hrlvc Sunrr prrrri:rll}rrp.sinrud. slrinconl, l:r$'i goyenriru prrlrli+ rrr'rh'.r ttlttl uho n$$.+ ruurlitrIr$ur; br.r'rr irnirnsnrl- thoroily in*niing tJte Nul'ionul tlrurnl'x r:rrpnbilirylo cnnlilurs tillrl. enrrtnrl 'it'tr r-lrc nrrl.irnr- Ollh' lirrritr:d cril'itixtrt rrfs;,";;iiin"nt ri.-lii*r- ii trarrui{lad in tha Irrs;''. nllhi,rrglt lttvrrs l!oslri(:{it}tr*;inr h.,* rlirtr"l.,rril le.* ltnrrlt I'ltntr rrhtn lhe jrrlrfrr [ir:tl. Itxrk [N:rr;Bl'-Freorlnln nf ttr.+urtl.r, ilrililll^l rl+llie,rl t'ltnrrtgltlttl. lhe *ottnlrl'. trj lttrrrretlrislqi! rnlS itr lrrittntn:t (-ii.r nn<l Crrl<rt.

Tlrs ittrrl$ h*s r:lrnl'nr.tlrrrir:r]r,[ ilxr.lI urr "rv'fiirtttisi" rttttl ltos rt'furt]rl lotle$l wltlr ttro atrlitsrtrt'lts n-lto nrr:r'intult h:r<l t:rrltl,ttrllcrl ]r;rnnntrl'srxrliticrrt lif+, Flffrrrti lurvn lr+ctt intr,l,' In i'uftrrnr th1' llsa'[rr1ql s3'stnnr.

llrslttghorrrxld,:-in-S)t'('ntm{:rtl. trrtrI trnrh::rl*_lic httd rr.[ttt'tt-t- rtlthurrgir it,t!Ttfi-u'nrkefl hnrd il nrhierc ilra supp,u1 of t'lrr rut'rrl rrtrd tlrhrrtr lowar

{r I tu*eisri, llrs Pntrn titr,!:!ritu{i!r:flll-U!$jtl. I i,J, I li l,lln.rltrtrrr|rr '

{t(:rtlll}llll{f rr-sDrrr:fulhl+. \Tlril* irxst ntxtrrvenr mnimltritt tlrnt, Fnttrrrrrtrlttc,r'rn*l fr'urrr tlrt, trlfi:ul€ uf lSSS'* lrrrlirirrrl ttplt*rtrol,

lru,r trrfi fttlh'llrrrrr: is cou,-

{tsl

l$

sirlurtthit rr;rlilrrirrrr rrtrrrul tlrr: lonp.r'rtrr l)rrlhllor:(s" 't'ltc g.rrr,,:r-ttlIirrnttl

lll.rill1r,[ futiga.ilsrll rrrr +siinrrttr^'trl ? pmruttt, in lS{ifl" r lllrtrkl'd irrt;lrtt*c';nctr( rlrr.r tlre I'r.{ lx:n:(.Irl n{'rtrilr\l in ttltiS. '['ltr: (-lirrr'-tlu]tt'rlrI ltlls.led*n.il ils *rrt,lrolil.-itf in,c lltl$rltri$Lr, it{ tlth:irurltFirrg.ltrrrti5lt i*-i".iii,i.i,r'"r,.i'!ilii.r:,,t15 i"*i'ci,i*io*'.ttn inrtt(lrtrrrr,*'i'f ilt,r I'ittrnrtflrrlrtl Irr il* utrrt r\'rrt!(]lltr"

fltll ll.llt Tl1.+tf,:l-\$ t'n(lcnill JLI{D l'I's ljt(l:ac?

il'lrrrlr (.+runuttrl lo seru$trir'# lika Ilvrlril rtrrtl l'rrrtl, Prrrrertttlt lltsnni irrrii: rt ;il1,;i:-rirn,*iinirr [{tig -*lr{rrr l,lrn rnr:ipiorrl, o[ [f -li- Ifnfi*,iitiii-e r,*,.itr,in+e. flrrrirrg l.huL pr.rirrd, holr'Dvttr, i'irrlrc ll.0tl0 tllttltthrtrtr;;i;;i;-ii'ii,,iiiii fi"""l,- ir.hieh 'irrr:lurlp.+ nll tho 6er'1"1,.:(:'', _ltnrc buuttlrnirri",l

- undrr tT.ti. i;;;;t'il'c,,.'fhlrt ix llrurtt" rrttrt-hnlf of [ltu lotrrl

ii,i*fti;r-. ii,,r**J 't'r,rriiir* nnr! virlrttrll-v nll ltin rrlli+rrv t:tlrlt'c lrrrfrir*r:r.irnrl f4rnr1, (.Tnrr.tifi-l,F tnrirring. IuJlnlr'l,irttt for tlrtr l'lrtrlrttlrt!ltrrlr{irri,rirri- li*"rti'}r,J. lrr.*.n rrr"r'ottrplislttrl rtlurrril r.trl.il'r'lv tlf lllr' :4rrtrrt

,.r'r*iri: .ir..lrr*r1., ct' li.l- rn*hilt: trltiliirtg l.t'tll!lri.. Onl5 ilS -l'rllrfttu{tllliltl+,trr.lrriiitrrrlh: oflir'{.rx. f111t'r, lt,'ntr st:ul fttl' trrlilritrg kr t'ho Urrilt:rI Strrrm'' ';f iril-ii.$. ,,iitxr.,rrii i:r1lFiistd rrl liyr: r.tti,'crttt. 1.11s r,f l.lr+rrr Lnrrlitirrtr:tllvn ,

"r.orii,,*t,i;;: ii,i,:.l. ;;;tili-;ift;;-,i,'ri i"t' ;'iiltinn*. 'l'I* +orrrnrrrndrll,

iri',ti*i-l-iiiiiorr.. ,,1*n ;,{i; ,,;-i.iin gnlu. milir,rul' rrl,hrt;fid frrr l.lrtr. ti+i-ii,;,ht;;.;.-'i{i* ,;iim,.i,,ii i; ,u,i'r,re r'rril re,*nlts- fr+rr l.l{ pre;err'+ *fi;ril;-;i;;;',1';; ;:i';{;;;otiortt

"fiur-,tq!i [t-r1t'+'\, repruricrtritrg lll tlrleu

rrrrltir{*, ilt llro (lrtttn[ Zottu.' - Thr, itrirrrurr' r,liJlt.irr ,rf lT.ti, nlilitnrl nsr,igtrrtt+u itt l'tttttrrttrt it lrr

.lnt:,ii*'i''*ri"iTn'i..iit otr,.i t,n,{r:.*;i,inxl fi,n'r' llrrrl rrrttkl p*niriprrttlrlfcr:r.ii.clr irr reriorrrrl defirt+rl nttrl tttzrill[rritt itttunutl rtlr;tlrii:T- 'Ih,l,ri* irr**** h,ri lmrut sl,t',v bcrtttlt*t' rtf l il{tll€l'ftl lnr:k- of-1rrrh:nrionrt!;;,rrl;i;,'-,'*; ,rrrrl tnriuirrg rir.ldn ths N:rtionrrl (lu'rrd. 'lhc ttf i,kmlrni'lttr.tr firrllr*r r:r'rntlrli(rttrlrI It.V llr* firl'crlllnclll-ll..ft*lrottsihili{ier-iiiiii*lt li*".t i,*r'n, ,r,kuii',rii'in-i the-firrnwi; r-'xirf.in4 sliills lrnrt th+r*ht

I

lTitlr tT,$, rlttr,,rttttlgstttot t(.tll rl'll ll tl

rrrlFilUllll_lt\i

!!f-ujy ttt'$'oltLl lrt rt frrrt:o rt-hirnh hlr'; rr..

cr:|fil$.rr-s

lirryc

itt l,trtf tr I ittt-

urill lrrrinttrF ul' tht L. lrllerll1s1[ {gft1rtr n :tcrieJ ,rf rtrtllxr.*

i;l;;'ili','il:i;,i;;ii;;;i'ii,it iii,.* i". tlr.,rgr,rrnli hu'o lt(rt-qt lirrritad i'1 1111rit:

sculc nil{ ig nrlrillnr:r,'f pellilr rtir.tlrtd.-- ti'ltilg p"rlc.iinrrn! lr'triitirri:.lu.o btctt. lri1+rr l* !r'-trrllnlt'' rrf the fi-"r'r.inrurl-hti,rt*i-i,tli*;"r*, ttrc l:.\. r:ru(:clll'of thc rnilitlrrl'-r'rrle is ,r roln-iit:Ut: ,ii.rri .r,,.r r,, r, f,,rtlc ir-liirnh h,,* r,. irrritrtpe *f 1i*[iticrr! ir:ltr'trrtirjrr-

/::

;!

"Ji'iiiiiti **'i|-rr attt| ttt' t'1+ IlIriteuiil1'

f{i;it+:n*t lt r,[iffl'Ti:l'1lffi*j'Ii;ilttirftIt"f.

g{t

held these id+al* nre, ir is- nut ircsritk: to detrrdihu nt r,his tiurJ.Hi** firl.ut* Drlrforurrrttuc ur*v lrdu-snsrrru tlr{se rtrtetlizng,

Irtrfll$ts Ut{ITllD ET"tTE#-Prtli4}l.1lf t.CN tlflrl'l'.rllr lttst.A:r'|O!ftl

Ar. in many otlrcr Lrrt"fur Auroricun r$unlrie*, thnrn i* iu Pur*rnutodgy $tilutrg intrn:s,t- rlnong^ militsry oflir:irrl* in ot:ltining m{rnernodcln $'srlll(rna--Alr$orrgh the--grvunrrnonl, hffi msd$ Bomc *rutgfi purch*wra -firunr Eun4rc.nii_srrpgrlilns, it h.a.r Rrrrtght, Nld gu"rrrgllifolloued, t'ho sdvif$ of [ltrr L'-$. nrilgruul. Our seriirts n:nms[nre[irG

, 'l'u rr,lutC crlsnttltitrrdss lraro bcsn shnped hy his_-\.t.4.I' trninitrg, und how lirlmly

nrilgruul r. Our servirts nnnms+n re[ir{:s

I'tl

r;i:I

lollorresr ErlD solaf$ ol Lnll u-D. nulgtuult. uuF EBrl-t(:g nnnls,s+ilt&[lr{hthilvn crttroltr$*ttil lltt d+yrlaprnonl,-anrf .mginl*nmce,rf -otr]lr thnr.rgItrtr:+s lnd r,*qriipmottl, neco.stnlT t r t.h,,' l+gititrr[k: ursds nf uhs rr.runtry.rtsr$nliug toTjirlonal (iilbert,, Hrrrrcr'sr, [a rrolcd *n furcrnrrr+rl inLurrit]in rr mnre modtln rrir'lursu $monF lho Pan*nrflnirrnrr.

'fherg $'lt$ $Fr1s{ruranl, nmnng bolh lrrilitorl. rrnrl diplom*tic por:qrrrolin the fnnrunn Enrhn-*ry ilrrrc l.lro Urritod slptae shduk] sontiiruo to be

ul ru poasibl-o ]rr lhs Pnrrruurmiur mititwy.

t}o Unitud,Stmtru lrsr boor r

cnuntrie risiterl by l,lrc $lufu nrission. Theso realilicf,, il ruould sEsm.rvill nffcct, futunr ri.ititsr-r coipcrafiorr betu'scn tho Uriitod ,stutee nnriPoutrnu roora_dlrectty lhnn iJre mpimtions und ideals of nny givorrFunEmnnian G$r'orflnuuL

d,fu ffilsnri ftIef,illbJOHN S. KNIGHT, Editoriol Choinnor JAMES [. KNIGHT, Choirmon

E HlLtS, Publisher ALVAH H. CHAPMAN, Jr., Prssidcit DON SHOEllAliEB, Edliot H. J. JURGEhlSl Elf€R, G

GE BEEBE, Scnior A4onoging Editor TARRY JINKS, lilonaging Editor JOHN D. PENNEKAIviP, &sociotc Er

Friday, November 26, l97l

PanCIma A Conduit

Foff Drugs To U,S.BY JACK ANDERSON

Bell-McClure Syndicale

PANAMA, where Sir Francis Drakeand Sir Flenry Morgan once trafficked irtpirate gold, has now become "a conduitthrough which vast amounts of illicitdnrgs are funneled totiie U.S."

--- Th rs disquiet ing

news is contained in aconfidential report, toCongress from the Bu-reau of Narcotics andDangerous Drugs.

In undiplomaticlaqguage, the_ _rgportsuggests that "apathy,ig_4_olance and-or collu-Algd:_ip_Lbg_ Panamani- rrnoersonqn governme ayTe to blame.

The blunt report, submitted by Nar-cotics Director John Ingersoll to Rep.John lv{urphy (D., N.Y.) for the upcom-ing of his Flouse Panama Canal subcom-mittee, states that "gne-twelf th of theheroin and cocaine entering tire U.S.conres thibugh Panama,"

rruS Js s" rr_ad_a*Psn al!a_i-'qne of tlr ern'ost significant countries for the trans-shipment of narcotic drugs to the U.S."The report indicates that tbe_l[iqit druggare,ro_Ute,dt_lrr_oggb_Pafrema--f iomso[thAmerica, Europe aqd even Asia.

I{ere's how the smugglers operate:

O From Panama's 100 airfields,light p'lanes skip from country to coun-tr.r; into the United States with cargoesof cocaine, heroin and hashislt.

O The tiny country's two ntajorports and tett minor ltarbctrs are havensfor powerboats and trawlers whiclt packdope in hidden holds.

O Panama's 600 registered ships, allmanned :by foreign crews, offer possibil-ities for drug smugglins as varied as theworld's multiple dialects.

Four seizttres alone netted narcoticsagents a hefty 641 pounds of heroin,enough to bring narcotic bliss to half thead,dicts in New York City. .fhe repr2{ re-galls, as anpJhqr.pxagnple, that "tlte sottof a Panamanian ambassaclor and hisbpdyguCia were arreifed atTemptirrg t'o

sggggl_e 1!9 Por4.r.r_{s of heroin into {qU

F. Kennedy Internatioual Airport inNew York."

CONCLUDES the report sltarply:"fil_naqra llaq not and is not payiqg su{-ficient attention to ttarcotics enforce-rilqlEaTiVitiesl'

l'ootnote: J'o cotrtttat tlie flout'islringParrama trade, U.S. _4tplqt_l+t $qbe_r!ffis-otl.met rwistlyulhPanamanian off icials. Frotn these sBS-

!io-ns, a new Panamaniap n41_qgtics teanthas been developed, and a swoop is

ili qn_ed _upol1he_ lush _ry arij gana f ields-of P_anamans Las Perlas islands.

THE MOST traveled man iu govern-ment is Federal Aviation Administrator'John Shaffer, who has done for the gov'ernment junket what Colonel Sandersdid for greasy chicken

Shaffer insists it is-his solemn d'utyt,o "n'lonitor the national aviation sys'f enr. " I{e does this by f lying a routrd atpublic expellse in a sleek Lockheed Jet-star.

Last vear, Shaffer hit the rvild blue

),onder for a t,otal of 100.000 miles, andhe expects to top 150,000 miles this'year. It must be the all-time record for'taxpayer-funded travel by one man.

Of course, the FAA maintains a,r-

dently that not a minute of Shaffer's airtime was logged in pursuit of pleasure.It was strictly business, the FAA says'that took him all over the world.

ALL OVER the world? "He has tocarry oul the responsibility of the FAAaclnrinistrator," says an agency spokes-lnall. "He has to monitor the nationalaviation systenr, which is really world-wide. We have facilities in Africa, theMiddl'e East and so on."

Shaffer's "monitoring," however, in-volved a recent, hush-hush weekend tripto Orlando, F la. He played golf with Ar'nold Palmer, and his family visited Dis-ney World.

An FAA spokesman was asked whatl8 holes with Palmer would contributeto Shaffer's wisdont. The official reply:"Pahner is an experienced pilot anduniquely qualif ied" to discuss aviationtnatters.

Anderson

[{o Aparece [|lvo nl lbluerto

el floronel lnemigo de TorrijosL,a Poliefa, Jurlie.ial enviar6 una

comisi6n especial a la fronberacolombo-venezolana pa,ra proce-sa.r el supuesbo asesinato del co-ronel panamefro Amado SanjurAteneio, si familiares de este so-licitan la intervenci6n de esecuerpo de investigaci6n eriminal,dijo ayer un ea,lifieado detectivede ese organismo 'policial.

--De ese caso solo tenemos ln-formaciones .extraoficiales y lospuestos de la PTJ instalados enlos Estados Zuba y T6,chira, cer-ca de la. frontera c,olombo-vene-zolana, no han rePortado qtre enberritorio naeiona,l ha sido ase-sinada una persona, identificadacomo Amado San.iur Atencio. Si?se heeho oe.urri6, rrosiblemente.ie prodrrjo en territorio colom-biano, cerca de la fioblacion lla-mada Tibfi, -exPlieo el infor-rnante.

El coronel Sahiur Atencio. con-siderado enemigo ' numero unodet General Omar Torrijos, hom-bre fuerte de Panami, habia fi-jado su residencid, erl Miarni auaiz de ser depuesto del Podercuando derroc6 a Torrijos Por 72

horas.En fuentes militares se di jo

que el coronel Sanjur , Atencioingreso a Venezuela dias antesde e.elebra,rse en Caracas la XConfereneia de Ejercitos Ameri-ea,nos, posiblemente lo hizo confalsa identidad o procedia deColombla, ya que en las listas depasajeros llegados al pais por viaa6rea en los meses de agosto yseptiembre no aparece su noln-bre.

Se supo ayer que los organls-mos. de investigaciones de Vene-

zuela han solieitado a PanamS,la direccion del domicilio del co-ronel Amado Sanjur Ateneio enMiami pa,ra asi a veriguar consus familiares si no han tenidoinformaciones del ref erido coro-nel panameho en las ultimassemanas.

Es posihle que el supuesto ase-sinato del coronel Sarrjur Aten-cio sea investigado tambien .enColombia por el DAS.

El sitio donde dicen que f rreconsumado el supuesto hecho escercano a Casigua del Cubo, a,

orillas del rio Tarra, cuando el

Lo PTJ cree que si el supuesto osesinoto fue cometidono se produio en territcrio venezolono

SI FUE COMETI DO EL CRIMEN ES POSIBLE

QUT EL CADAVER LO ARROJARANEN UN RIO, SOSPECHAN INVESTIGADORES

Coronel se dirigia en un Jeep eo-lor verde a la poblacion colom-hiana de Tibti, que esti cerea dela f rontera, con Venezuela,, Exis-be la sospecha de que el caCd,verpr.rdo ser arrojado al agua parano de,iar rastros.

En Cara,cas y otras ei'rcladesdel pais, los organismos de se-guridad del Estado --DIM y E-2clel Ej6rcito- han continuado labfisqueda del of ieial retirado pa-nameflo Abraha,m Crocamo. dequien se dice q ue ingreso a Ve-nuezuela con el coronel San.iurAtencio con el proposito de pla-

nificar un atentarlo eriminal enseptiembre pasado contra el co-ronel Rodrigo Gareia ll,amirez,Jefe de la Delegaci6n Militar dePanam6, ante la X Conferenciade Ej6rcitos Americanos, para 1o

cual habian contratado a unos"matones" en el Estado Zultaque no llegaron a eonsurnar elhecho. Posteriormente, hace dosEemanas, fueron acribillados a,

tiros en jurisdiceion de SantaB6rbara del Zulia dos miembrosde la familia Semprirn y se tra-ba ahora de esfablecer si estecaso guarda relacion con el ofro.

Se tienen informasiones en losorga,nismos de seguridad del Es-tado, que en la investiga,cion so-bre la muerte de los Semprun havenido actuando activamente ungrupo de f uncionarios del E-2del Ejercito.

E. D, S.

Pag. 6 DlARlO LAS AMERICAS DOMINGO 7 DE OCTUBRE DE 1973. -

ftfirman que Fue Aseslndo en

Uenezuela Enemigo de TorriiosCARACAS, Oct. 6 (UPI)-EI coronel Amado Sanjur Atencio,

enemigo del general Omar Torrijos, aetual hombre fuerte dePanam6, habria sido asesinado en territorio venezolano hacealgunos dias, cerca a la frontera con Colombia, segtur afirmahoy el diario El Nacional.

Los servicios de seguridad del Estado, entre ellos el Serviciode Inteligencia de las Fuerzas Armadas y la Policia Politicaest6n procesando las informaciones y en las fuentes de esosorganismos no se niega ni se confirma el hecho, prosigue elperi6dico.

Una emboscada registrada el 18 de septiembre en el estadoZuha, al occidente del pais, donde perdieron la vidaTemistocles Antonio Semprun Cedefro y Angel Alcirio Rinc6n,tendria que ver con la muerte del coronel Sanjur Atencio,afirma el peri6dico.

El coronel panamefio dio un golpe de estado que dur6 72horas cuando el general Torrijos se encontraba en Mdxico.Posteriormente, cuando se conjur6 la rebeli6n, Sanjur Atenciofue degradado y desterrado a Miami.

EI peri6dico dice que la presunta muerte del militarpanamefro se habria producido cerca a Tibu, una poblaci6n

. colombiana del norte de Santander, en una emboscada.

October 77, 1977 coNGRESSTON4[ RICORD - SENATE

U.S. 8tr.tarr,Washington, D.Cn Octoba tl, t977.

Hon. OBlrFtt{ B. BELL.Attorne! Genetal, Dcpdrtfient ol Jutticc,

CorLstltlttion Auelte, W$hington, D.e.DEAI l\t!, ArroBNEl GEN'Erat: I Bm cD-

closlDg what purports to bc r ta.slmlle of !DruB Entorcement Admlnlstratlon lnvcstl-Satlvc r€port wblch contaln8 Eerlous allc-gatloDa agslnst Cene:al Omar Tbrruo6. ItappeBrs to be tJle same report q'hlch sasErentloDed tbts tDornlDg oE tbe CBS l\torn-lng Nev6.

fDasEucb as tbc llouse PeDaErs CsDalSubcomrnltte€ reported ln 19?3 tbat a6 mucb,as onc-tn'ellth of all heroh and cocalne en-t€rs the lrnl.,ed Stat€s through the Pena-manlaD tlut€-+nough to destroy the llvesot 20,000 addlcts lD the UDlt€d St^et s-tbequestlon of Thetber GeDeral TorrtJos aDdbls tmmedlBte tartlly condoDc tbls tramcklDgot partlclpste ln lt ls of cruclal lEportance tothe ArDertcan people.

I tbcrelore urge you to report to the Amer-lcau people on sba! st€ps DEA snd ttre De-partmeDt of Justlce havc ta}.en to Inresttgaqe jthese allegatlons. Several ctosc essoctates otthc Tor"Uos tamlly hase beeD apprehendedand convlct d ot drug trafilcklDg by U.S.Cturts; Dloreorer, tour o\r-u Departmeot b8rconarEed. eccordlng to press accouBts, tbat3 Eealed lDdlctmeDt .xlsts. rgatDsi luols.sTorruos. tbc brotber ot thc bead ol stet otPaDaEa.

UDless tbls Elatt€r ls tullf atred, ttre Alaer-lca,u pcople Flll Deeer accept any ag:"eeloeD.tT'tth the Republtc of psDaror, rblch lstalDted at the vert sourcc by lucb altcg.-tloDs. ODce agaln, f urge you to explBlntbls to tbe DatloE B-ttb ftrlt caDdor.

Slncerely.JEssE llrr,us.

lNrEr.LtcENcE R.EpoaTftls report ts for the conideDilal lDd

excluslve use o! law cntorcement egenctcsonly. InformauoB contalDed beretr ls nottor cvldenilal use as contlnts were col-lcet d by senslilve 6ources. Tbe tntormeuolrls tor thE purpose ot supptylng tneesttgattvrlcsds and coDtalDs netgtrer reco--indottonsDot coDcluslons.

DETAtI.Sl. la carly February, l9?S. a coD.fdeDusl

Soulce. lD dlrcct convetrafloD wltb RemlroRlras. owDer of 8 ccmeDt btock comDeDvlocst€d ln pedregst. penaba, tcarnea'thaiRleas EtalntalDs a 6Z50,000 baDk occourt etthe lDtellauoual Bank ot Mlsml to-catcd at 627 s.w. 2?tb Av., Mteml. Ltvrsttat d that hc sas ln-partP_qrthlp *1th OmrrTprlJpa.. e _paiiElriiin Gebeiat, rn =aer-eollsf ll_qF-3qgg aJld sas att Epung to pur-cDalie I traDsportailon compaDt tbat *,ouldprorlde a treat r cEpabutty ltl I'|oylDg nrr_cotlcs tbrougb prDaEa tor Tor"lros,

2. Rtvss Etoted to tbe rcurcc rh.t prD-lutaDlrE alrcratt are curcnily bclng usad totrstrsport na,rcoucs troEr Cuba, pemaud Co-lolnbla to PaDaba. Att r th! nettottca rtrly!lD, PaDarDB, they arc trausporred to tha g.s.Dy- alrcJaft, vessels, snd ln some cescs, byycbtcles oycrlaDd to tbe Mcrlcaa boidci.Rlvis cud Dot spccuy tbc tyF ot rcatrouctlnvolved but lEplted tbat, lt wts EaruuaDr

. aDd cocalDc.

- 3. Rtvas furtbcr sLstcd to tbc sourcc thlctfugo TorTuc, brctb., of Ooar Ton-lros, Gcnalo Barrergs. Jullo ArccmaDt'6.maDlcgo, (FNtt), (Eutlary lDtclltgeDccatatloD?d rt Tocum?n InkrmlloD.al- Alr-port; "El cbolo" (Nl|Il. (ttd to cotonctADtonlo Norlcgr); rnd Eduardo Guzrann-llllor, .n rudltor ot thc prcsldcsrt RcmonR c.trlcI lD Jurn.Dtsz (panrmrl. ara rltlDyotvcd sttb btb rDd Torrrros t! Drr-cottcs tnncktlg.

{. A chccl ot MRO records rcv.& tbetOmsr TortJos 16 hcnttoDed lD OF-psD-amr rlong r'!tb Hugo Torrtjos, Rlvls, Bsrr--!ras. SamrBlcgo, Aroscmcns, "gl Cholo".Norlegr rnd ouzmaD w.rc ncgtttYc.

s 1 7237

I,ETTER TO ATTORNEY GENEA,ALBtrT.T. WITH REGARD TO DEA RE.POR,T ON GEN. O}IAR TORRL'OSI\!r. HEL]IS. Mr. Resldent, last llrl-

day, I sent a ietter to Attorney GeneralGriffin Bell urging hinn to report to theAmerican people on rl'hat steps the DntgEnforcernent Administration of the De-partnxen! of Justice is taking wlth r€-gard to the lnvestigation of Gen. OmarTorrijos and his famliy. T}ere have beennumercus allegations that General Tor-rljos and,ior his famlly have been in-volved in drug trafllcking.

In partieular, the House PanamaCanal Subcommlttee report€d that tn1973 one-twelfti of all cocaine andheroin enlenng tJre United States carnethrough the Panama roule. Tbere is aconsiderable body of evidence that thegeneral hirnsell is or was lnvolved in tltetrade, or at least ha-s condond lt whenengaged in by his brothers.

It is noTv well kno*zr that the DrugEnforcement Administration has manyfiles relating to tlese allegations. Thedistineuished Senator from Kansas (!1r.Dolu ) reported la^sk q'eek that numerousfiles \t'ere removed from the central oficeof DEA and transferred to another sit€,ln an apparent effort to keep the publicfrom knon'ing the extent of the Torrijosinvolvenrent.

On Friday. f wrote to the AttorneyGeneral, asking him to report to theAmerican people, and enclostng I copy ofa DEA investigative report which madeserious allegations against General Tor-rijos. Of course. the allegations in onereport do not constitute proof . But whenthe files are as extensive as they appearto be, the American people deserye anexplanation in detail of hov,' thoroughDEA'S investigation of these allegationss'as, particularly when we have signeda treaty with one of the principals ir-vol ved.

Moreover, on $eturday, CBS EveningNews carried a story aUeging that thematerial in the flles includes t}te follow-lng: Col. Irfanuel lioriega, the head oi

'Paflama's secret police, fs described astJ:e "bag man" for General TorrUos, andas the liaison between TorrUos andCastro. CBS also reported that the f,lescontain allegations tiat General Torrijosand his associates planned to assesstnateformer Paname Preldent Arnufo Anas.who \r'as then l:r exile ln Miami; and thatas late as 1975. Hugo Tonljos, brotherof tJ:e Chief of Statc, was using P&n8ltrta-nlan Alr Force planes to trarsport drugs.

These are chsrges that cannot b€covered up. They must be answered, andanswered directly. If these charges aregroundless, then tt wtll be a slrnplemBtter to bring out the facts and refutethem. But U thls adrnlnlstraUon ts 8t-tempting B grand @verup, tfien theeonsequenees for thts Nation, both athome and abroad, wlll be profound.

Irtr. Presldent, I ask unanlmous coD-sent that my letter to the Attorney Gen-eral and its attschment be prtnted tn tbeIlucono

There being no objeetlon, the matertalwas ordered to be prtnted ln the REcono,as follows:

f, AYIOTAI SNAECY COTTIN€ElP.tl UdAlCo-ffi|fun

Th. Hdonbb Elb.Hr. Dud|wForm.r Ambr$&r

Aoh w. O.lvin, Chlnmn.Motorol!, lnc,

Th Hon. byW. H.nd.DnFormar Amb.E&t

Gd. A.X. fdlMy. usaF (R6r.)

Fomor Conm.dsrin-Chi.l.srar{ic air comm.d

&n. L.L. bnnhr.r, USA {R€t.)Form.. Chlirm.., Joinl

Chi.fs ot S6ff

&n. t.a. Sd.id.., USAF {R.r.}Form.t Commlndinc G.n.rll.At Forc! Sy6t6mr Comd..d

Or. Wil.h J. lbl..chsi.m.n, ft ysid D€Fnil.nt.

Goory.lown Univ66iry

G.n. Lr.ldni4, USAF lR.t.)Formor Ch.irm.n. &ini

Chi66 ot Strfi

PEi. Wi[L6 n. V.n Cldv., Ondcbt,StrEtqic !nd S*urii Studi.6 Prqr.m

Univ.rsfty ot $uth€rn Ctiilorni,

M.mbd.It. G.n. Ed Alnand, usa lf,or.)

Fo.m.r Chi€l ol Si.ff loGonoral Oouslas Madnhu.

J.m. AEldon, Fom6r Chi.t olCou.t6, Inr6llig€nc., Cla

P.oldpr J.ffi D. Atinohprnmoni ol Gov6rnm6nt.

Gea€lown Univ.,siv

G. Duncm t.um.n. Publi3h.r.Sr. Loui! Gl&-Deharar

A.ia. &n. €.F. abcr, Jr.. USA (861.1

lr. G.n. J.f. C.rrcll. USAF {F.t I

Fo.m6r Dt6ctor. OIA

Adm. F.L. D.nniFn. USN (F€1.)

Fodsr S!pr6m Alli6d Codm.nd.r,Ailrnlic

Dr. J.n.r E. Do.n.n, Jr.Chairma^, Dop.nm6nl ol Pohics,

Cilholic Univsrsny

Dr. Sb!fr6. P. GlbnProl*$. ol Gowhmont,

&or9stown UnivlrsiV

It. &n. Oni.l Gr.hm, USA (8cl.lForF6r Dieior, DIA

G6- P.ul O. A.tln., USA lRor.)Form€. Comm.ndino G€.6..1.

u.S Miln.ryAssist.ft€

Cliffo.d F. Xd, formor P.osi&nl,Unnd SEtes Sieel Coeor6tion

J.hd S. X.mFr, Jr,, Pr$id6nt,K6mtsr In6urr6cs Conrni6s

Amb. Willbm A, Klntn.r, PrdidonlFor6agn Policy R6B6rrch In$ilute

vio Ad6. Fililuofr b, USN Inor.lForm€r Comm.nftnr ol rhe

N.rional wrr Collsgs

n. Hono6u. John D.eb Lds.Fom6r Ambss.do.

rh. hononu. Cl.o Bod. b6Form6r Ambssador

A.A. McK6, J.., Presidsnl,For€sr lum&r ComFry and

lmpoflal Vdlley lumbr Company

Ot. Aft!. G.a. U.6lfCh6irma. ol rho g@rd ad ft$ident,

Elecronics CorFrrlion ot Amnca

Di. Robd Monir Pr6si*nrUnivsrsny d Hano

6.tur J.V- Uur!fryF6rired $nio. Edilor, Fonun€

O., Sthn T. PoenyOt4ro. ol Inlornaiional Studiss,

H@v€r lnsrlution. Srsnlord Univ.

arir. G.n. R.C. Rich.d.on,lllUSAF (R€r.l

R.ymod S. Sletsr, Res6archDn4lorC6nt., lor lnrern6rional

S6cu.ty Srudaes

Dr, Cdw.rd Tdlc.,Nucldr Scieniisl

Gs. bwh W. w.lr, USMC (R€l.lFormer A$istant Cdmrndanr.

unnd $ar6s Marine Coes

G.n. A.C. Wd.my.r, USA (R6t )

Chi€l U.S. St6t6gist, wond War ll

Dr, Eq.n ?- Wi9n... Physicasl,

AIVIERICAI{ SECURITY COUNCITWashington Communications Center

Boston, Virginia 22713

March 28, L978

Colonel Arnado SanjurP. O. Box 17448Jacksonville, Florida 322L6

Dear Colonel Sanjur:

lohn M. FsherPresident

ThankI am sureaffairs ofmembers of

I wasIuncheon,

you for your participation at our recent press luncheon.that the insight which you provided regarding the internalthe Torrijos' government was of extreme interest to thosethe Washington press corps who attended.

very sorry that I was unable to attend that particularand therefore, did not have the otrportunity to meet you.

However, I do appreciate the contribution which you made on theissue. I an still optirnistic that the U.S. Senate will refuse toratify the final- Panama Canal treaty.

Best regards,

JIIF/Sf

Sincerely,

President

Oaptain_G. Russell Evans USCG (Ret)5010 Gosnold Avenue

Norfolk, Virginia 23508

August 11, I9B4

Amado Sanjur8311 Ni^I l8th StreetPembroke Pines, Ftr 33024

Dear Amadot

I had a pleasant visit to Panama and had a long taik with ir'lr.Fernando l,'ianfredo on Friday, rrugust 3rd. He spoke highly of

s-*about youi attempted coup. i{e was certainly Ygfy personable,providing me with vail.uable information that urill be helpfulin my book. I gave him your cardr 4s you requested.

I wish to thank you onee again for your kindness in talkrilg- sofreely with me during our interesting interview. You providedone oi ttre high points of my trip in learning some of the truestory of the events surrounding the coup and many other detai-ls.

I understood you to say you would provide me with your writtencomments (in -Spanish, if-preferred) on Chapter 6 of Wil-IiamJorden's book, Panama OdV€sel. It would be such a greathelp if you do ffis possible so I can get on'withthe reviiions to my book. Especially' I am concerned withany errors in Mr. Jorden's book that you can disprove. Pleasegive me back-up proof of your disagreements with i'ri:r. Jorden,where possible.

I had a Canal transit on August 4th in the Japanese i'tt/V .OSUfawhich was very interesting putting a 106 foot beam shipinto a 110 foot Lock chamber.

I tried to reach you on lfonday afternoonr August 6th, on thetelephone; talked with your daughter.

Amado, would you answer the questions on the enclosed sheet andmail them back to me as soon as you possibly can? After Ireceive your comments on chapter 6 of Jordenls book' I can thenrewrite portions of my own book and will send you the partswhere I use your material. Thanks again and please answer thequestions on the enclosure as soon as possible.

Buenas noches,

SineereIV,

Que stionsSASE

EncloG. RusseII Evans

Alejandro Stern

Cuadro de texto

Cárcel Modelo - Antes de ser demolida

Alejandro Stern

Cuadro de texto

Cárcel Modelo - Patio Interior

S'td le c'i cnutl,ot p." T .,$,ctia

itl, g,tl e,s gtlb' r" e\y siu usaiu ju;rt, {f, Co'ihu

Parliercn rumbo r la lslt Penal de Coiba, cuairo suielos que habian uiili:ado los letofonos,lal residencias y los lugares donde lrabaiaban en la Zona del Canal, como sanluario para .tesa.rroliar activldades subversivas conlrl el Gobierrro Revolucionarlo.

La gr6fica mueslra al Ex-Pollcla de Ealboa Andr6s posch, at ex.bombero da le Zona, LulEA. Argsle, al piloto Oscar Taitf y a los senores Viclor Salas y Victor Atenc;o. minutos antes dqpartir rumbo a la lsla Penal donde cumpliran senlenciai de dos afios cada uno"

, I I I t - t L i t : I : I I I I I D I I I I I l ] F rr l b I L ) I l D I F I ) D t |} I t t t - - L h D t t

i:.1.,:lr',r

q"wlBoth photos

Jose Angel Murrllo

eier

r ,i.. ,l,' u,,

", r ' r,r'i

i'

,.d!

,,itl'

.u' ,

' 'r'

i. l.

Alejandro Stern

Cuadro de texto

Torrijos y su protegido Noriega

irll1,1 . 1':l.r:'

I'f,.: 1.,::.r'::' ::

' .:i I'

;$* .r.-:.*

.,--?'or 'r'

iiiiiiitBlt

,f$jt'l.{llri,:,1].1'

ii.]i

:

,'}i

l:1.'::l:rir:

'

"'., ' '":-'.

", .:...

1't.i{

,'l:::

'-.:.i.

r...:, ! .

{

jf,llr',J l

S&.l&&i

ii''rrf

-

*# '.,,ffiu.r',g,ir y k"%q 'ti

..&-iqr.r':ii,

'qw

w; * " "ry.$-.;'{,* *"*ry#l,.d :

dffiF F

ffis s

fP- "#

ffiil*-u;:il;

tfl- .

1ii' .

-11

,fftsir;" /t'r,";"h':'",{t1--*

'

. -"_-*f ' lt;ijiii-lIi' I l;!tij"1-

r;,'a A Il., !1'1i1Jr'

ft"'il

Jwilf,ii#.

, NO CUENTAN JVT EL CRITICO ]IT EL QUE SE BURLA DE LOS TRASPIES

DEL HOMBRE FUERTE, O ST EL HACEDOR DE BUENAS OBRAS PUDO

MEJORARLAS. EL CREDITO ES PARA AQAEL, QUE EN ITEDIO DE LA ARENA,

fttnO DE SUDOR, TIERRA Y SANGRET SURGE VALIENTEMENTE A PESAR

DE SUS ERRORES UNA Y OTRA VEZ, QUE CON GRAN ENTUSIASMO Y DEVOCION

SE CONSUME EN TRABAJAR POR CAUSAS JUSTAS, QUIEN A LO MEJOR VE

AL FINAL, EL TRIUNFO DE SUS ALTOS LOGROST Y QUIEN ANTE LO PEOR,

Sf FRACASA, LO HIZO TRATANDO DE LOGRARLOT DE MODO QAE SU PUESTO

NUNCA ESTARA AL LADO DE AQUELLAS ALMAS TEMEROSAS E INDECISAS

QUE NO CONOCEN NI LA VICTORIA NI LA DERROTA U

THEODORE ROOSEVELT