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Edición marzo-abril 2015

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Page 1: Organizando Resistencia
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www.entremundos.org

Page 3: Organizando Resistencia

www.entremundos.org

Page 4: Organizando Resistencia

Nos gustaria mucho escuchar sus comentarios o preguntas. Contacte a: [email protected]

EntreMundos es una organización guatemalteca sin fines de lucro dedicada a estrechar y fortalecer a las organizaciones

y grupos comunitarios. Esto se logra a través de voluntarios, talleres de capacitación, forma-

ción y la sensibilización sobre cuestiones de desarrollo a través de nuestra revista.

EntreMundos no se hace partícipe de las opiniones y cometarios en la siguiente publicación. La responsabilidad es de quienes firman

los textos. Revista EntreMundos tan solo actúa como intermediario promoviendo la libertad de prensa.

FUNDADO EN 20016a Calle 7-31, Zona 1

Quetzaltenango, [email protected]

(502) 7761-2179

ENTRE MUNDOSNOTICIAS Y COMENTARIOS DE LOS

DERECHOS HUMANOS Y EL DESARROLLO EN GUATEMALA

EntreMundos es impreso por: Serviprensa

3av. 14-62 zona 1, Guatemala

NOTA DEL EDITOR

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www.entremundos.org

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Nota del editor

del mundo en general

comunidad

el informe de em

el informe de em

el informe de em

conversaciones EM

conversaciones em

acción política

acción política

voces colectivas

la página pensativa

derechos humanos

Editor: Richard BrownDirector: Fabio Carbone

Coordinador de Programa de Voluntarios: Adam Chalmers

Coordinadora de Desarrollo: Simona Rovelli

Asistente de Programa de Capacitacion: Yessica Pastor

Coordinadora de Programa de Turismo: Patricia Rabanales

Diagramación: Valeria AyerdiPortada y Fotografía: Patricia Macías

Diseño Original de EntreMundos:Sergio Villatoro y Angelika Kaltenbrauer

Colaboradores:Maynor Amézquita (Energuate), Aquí me Quedo,

Yoloanda Colom, José Cruz (Ediciones del Pensativo), José Cubur (CUC), Anaís Garcia (CIRMA),

Blake Nelson, Leiria Vay (CODECA).

En estas páginas encontrará noticias sobre activismo cakchiquel, q’eqchi’, y k’iche’, dos negocios locales subversivos, represión y respuesta, fracasos y victorias. Las lecciones de movimientos pasados sobre cómo debemos o no organizarnos para enfrentar a la injusticia no son solo valiosas. Para muchos hoy, son asuntos de vida o muerte. Y teniendo en cuenta las estadísticas demo-gráficas guatemaltecas, crisis profundas se aproximan en el futuro, y las organizaciones actuales serán las que lo enfrenten.

Guatemala es el país más joven de América Latina. Casi la mitad de su población tiene 18 años o menos. Lea sobre el gran número de gente joven en la Primavera Árabe. Verá que los expertos coinciden: cuando una generación amplia de jóvenes se encuentra sin trabajo digno y enfrenta a un gobierno que favorece la desigualdad extrema, los cambios súbitos son inevitables.

Resulta que cada uno de los artículos en esta edición, desde el reportaje en primera persona sobre el ébola en Liberia hasta el perfil de un nuevo negocio de entrega a domicilio en Xela, abarca la desigualdad extrema, creciente, y global que nos afecta

a todos (en los EEUU, fue el movimiento Occupy el que obligó a los grandes medios y a la casta política a hablar sobre ello). Nos afecta desde arriba, por la creciente influencia del dinero en la política, y desde abajo, por lo que comemos y hasta cuánto nos cuesta.

La migración hacia los EEUU solo baja la presión a la élite por un tiempo. En los próximos años, la sociedad tendrá que cambiar. El proceso puede ser exitoso y pacífico, si las bases mantienen sus valores, los estudiantes se involucran y la élite cede terreno, o puede que sea violento, teniendo en cuenta que el estricto programa estatal sobre control de armas, desapareció misteriosamente tras de la firma de la paz. Informémonos y organicémonos, después será demasiado tarde… La próxima edición: Cambio Climático en Guatemala.

voces colectivas

Foto de portada: despedida aFectuosa de revolucionaria, sin Fecha. colección del eGp (ejército Guerrillero de los pobres), 1968-1996. parte de una serie exclusiva de FotoGraFías que Forman parte del archivo de cirma (centro de investiGaciónes reGionales de mesoamérica). lee más sobre las Fotos en entremundosrevista.wordpress.com.

marcha indiGena en la ciudad de Guatemala, sin Fecha. colección del eGp, 1968-1996. Fuente: cirma

Page 5: Organizando Resistencia

We would love to hear from you. Please email your questions and comments to: [email protected]

EntreMundos is a Guatemalan registered non-profit dedicated to the strengthening of local non-government

organizations and community groups. This is achieved through providing volunteers, capacity building work-

shops, IT training and raising awareness about development issues through our magazine.

EntreMundos is not responsible for the views and opinions expressed in this magazine. Responsibility for the content of all the articles is solely

that of the individual author. EntreMundos Magazine only acts as an intermediary promoting the freedom of the press.

FOUNDED IN 20016a Calle 7-31, Zona 1

Quetzaltenango, [email protected]

(502) 7761-2179

ENTRE MUNDOS NEWS AND COMMENTARY ON

HUMAN RIGHTS AND DEVELOPMENT IN GUATEMALA

EntreMundos is printed by: Serviprensa

3av. 14-62 zona 1, Guatemala

NOTEEDITOR´S

Contents

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editor's note

the world at large

community

the em report

em conversations

political action

political action

the "pensativa" page

collective voices

Editor: Richard BrownDirector: Fabio Carbone

Volunteer Coordinator: Adam Chalmers

Development Coordinator:Simona Rovelli

Capacity Building Program Assistant: Yessica Pastor

Community Tourism Program Coordinator: Patricia Rabanales

Lay Out: Valeria AyerdiCover and Photo Editor: Patricia Macías

EntreMundos’ Original Design:Sergio Villatoro y Angelika Kaltenbrauer

Contributors:Maynor Amézquita (Energuate), Aquí me Quedo,

Yoloanda Colom, José Cruz (Ediciones del Pensativo), José Cubur (CUC), Anaís Garcia (CIRMA),

Blake Nelson, Leiria Vay (CODECA)

human rights news

the em report

em conversations

the em report

collective voices

In these pages you’ll find descriptions of cakchiquel, q’eqchi’, and k’iche’ Maya activism, of two subversive local businesses, of repression and response, of failure and victory. Lessons from past movements about how we should and shouldn’t organize ourselves to confront injustice are not just valuable. For many here they are even today matters of life and death. But given Guatemala’s demographics, we can see that major crises lie in the near future, and that today’s organizations will be the ones to confront them.

Guatemala is Latin America’s youngest country. Nearly half of its population is 18 or under. Read about the youth bulge in the Arab Spring, and you’ll find that experts agree: when a large generation of young people finds itself confronted by unemploy-ment and governance that favors extreme inequality, abrupt change is inevitable.

It turned out that every one of this issue’s articles, from a first-hand account of the ebola epidemic in Liberia to a profile of a new food delivery service in Xela, references the extreme and growing global inequality that affects every one of us (in the US, it was

the Occupy movement that first forced the media and then the political class to talk about it). It affects us from the top, through the increasing power of money in politics, and from the bottom, even through what we eat and how much it costs.

Migration to the north will only relieve pressure on the elite for so long. In the next years, something’s got to give. The process can be successful and peaceful if the gras-sroots maintain their values, students get involved, and the elite respond appro-priately, or it can be violent, considering the state’s strict and strategically successful civil war gun control mysteriously expired after the Peace Accords. Let’s get informed, and get organized, before it’s too late… The magazine’s next theme: Climate Change in Guatemala.

cover photo: a revolutionary’s emotional Goodbye. undated. From the eGp (Guatemalan army oF the poor) collection, 1968-1996. part oF an exclusive series in this issue From the cirma (mesoamerican reGional research center) archives. read more about the photos at entremundosrevista.wordpress.com.

misa en la montaña, sin Fecha. colección del eGp, 1968-1996. Fuente: cirma

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El proceso penal por la masacre de 201 personas en el parcelamiento Las Dos Erres, Petén, se reactivó luego que la Corte de Constitucionalidad (CC) declarara sin lugar un amparo que mantuvo estancado el caso desde 2012.

El expediente judicial en el que se encuentra involucrado el exjefe de Estado José Efraín Ríos Montt perma-necía en el limbo, luego de una acción legal que buscaba separar del proceso a Carol Patricia Flores, titular del Juzgado A de Mayor Riesgo.

La recusación fue promovida por la Fiscalía de Derechos Humanos del Ministerio Público (MP) y el Centro de Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH) debido a que en la audiencia en la que el militar fue ligado a proceso, la jueza le imputó el delito de genocidio y no el de asesinato, como ambas entidades pedían.

Para los acusadores esa decisión favoreció a Ríos Montt, pues el delito que enfrenta no prohíbe el arresto domiciliario, como sí lo hace el de asesinato, por lo que fue beneficiado con una fianza de Q500 mil.

Según las investigaciones de la fiscalía, Ríos Montt, quien fungía como presidente de fac to y comandante general del Ejército de Guatemala, conoció, controló, coordinó y supervisó los planes Victoria 82 y Firmeza 83, de los cuales se desprendió esta matanza ocurrida en Las Cruces, Petén, en diciembre de 1982.

Por este caso, en agosto de 2011, el Tribunal A de Mayor Riesgo dictó una sentencia condenatoria contra los exkaibiles Manuel Pop, Reyes Collín Gualip, Daniel Martínez y Carlos Carías, quienes recibieron penas de al menos 6 mil años de prisión.

La Corte de Constitucionalidad (CC) resolvió dejar en suspenso el fallo que envió a juicio al coronel del Ejército, Juan Chiroy y a ocho soldados involucrados en la masacre ocurrida el 4 de octubre de 2012, en la Cumbre de Alaska.

Durante un enfrentamiento con

civiles que protestaban contra el precio de la energía eléctrica y las reformas a la Constitución en el kiló-metro 169 de la Ruta Interamericana, integrantes del Ejército dispararon contra la población y le quitaron la vida a ocho personas e hirieron a 30.

La máxima corte del país ordenó a Carol Patricia Flores, titular del Juzgado A de Mayor Riesgo, emitir una nueva resolución en la que argu-mente por qué razón cambió a los sindicados el delito de ejecución extrajudicial por el de homicidio en estado de emoción violenta.

El veredicto de la CC se emitió casi dos años después de que el Ministerio Público interpusiera un amparo, debido a que el cambio de esa figura penal supuestamente benefició a los militares acusados de esta tragedia.

Los magistrados Anabella Cardona, Mynor Oxom y Marvin Reyes argu-mentaron que la jueza no externó opinión ni valoró los medios de prueba a favor de los sindicados, como lo sostenía la fiscalía. Desde hace más de dos años los inte-grantes del Ejército permanecen en el Cuartel Militar de Matamoros.

La Dirección General de Migración reporta que en enero de 2015 fueron deportados por tierra desde México 536 menores, lo que representa un incremento del 165% al comparar las del mismo período en 2014, cuando se contabilizaron 202.

Con relación a la deportación vía aérea de guatemaltecos desde los Estados Unidos, Fernando Lucero, portavoz de Migración, informó que este año se registro un leve descensó, ya que retor-naron tres mil 12 conciudadanos en 31 vuelos; de estos, dos mil 629 hombres, 368 mujeres y 15 niños.

Las cifras de este año reflejan un descenso de mil 64 personas, al comparar enero de 2014, cuando ingre-saron cuatro mil 76. En esa ocasión se reportaron tres mil 585 hombres, 477 mujeres y 14 menores.

Desde 2009 el número de muertes violentas de mujeres ha reportado un incremento anual del 2 ó 3 por ciento, situación que nuevamente se presenta

en enero de 2015, que reporta un incre-mento del 8.06 por ciento, en relación con el mismo período del año anterior, señala un estudio del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM).

Las mujeres deben tomar mucho valor para presentar una demanda y cuando finalmente lo hacen el proceso se vuelve extremadamente largo, a tal punto que el agresor se entera y muchas veces toma represalias; en otras ocasiones las mujeres desisten de la denuncia y continúan siendo víctimas de violencia.

Gran parte del problema sería solu-cionado si por ejemplo las denuncias de mujeres por violencia intrafamiliar fuesen eficientemente atendidas y se diera atención psicosocial por parte del Estado a las víctimas, esto generaría en el entorno familiar un ambiente de seguridad y tranquilidad para cada uno de los miembros e impediría que los menores tuviesen tendencia a la violencia, indicó el GAM.

En Guatemala existen actualmente 702 mil niños y niñas trabajadoras, que oscilan entre las edades de siete a 17 años, de los cuales la mayoría son indígenas del área rural y laboran en el sector informal, señala un estudio presentado este jueves por la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES).

El informe detalla que del total de infantes trabajadores, 427 mil son indí-genas y 274 mil 846 son mestizos; de la población indígena 336 mil 687 perte-necen al área rural y apenas 93 mil 584 laboran en el área urbana.

El Código de Trabajo en su Artículo 148 establece que ningún menor de de 14 años podrá ser empleado, salvo las excepciones establecidas en la ley, sin embargo existen 194 mil 689 infantes, entre las edades de siete a 14 años, que actualmente laboran.

El 60.5 por ciento de los menores de edad se encuentran en trabajos no remunerados, el 19.1 por ciento son empleados privados, el 13.6 por ciento son jornaleros o peones, el 2.9 por ciento labora en una casa particular y solo el 1.1 por ciento trabaja por cuenta propia.

El estudio de ASÍES fue elaborado con base en datos de la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos (ENEI) 2014, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

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NOTICIAS SOBRE DERECHOS HUMANOS

Juicio a Ríos Montt

Cumbre de Alaska

Deportación de menores

Femicidio

Niños Trabajadores

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The judicial process for the 1982 massacre of 201 people in the area of Las Dos Erres, Petén, was reactivated after Guatemala’s Constitutional Court (the country’s highest) declared invalid an appeal that had suspended the case since 2012.

The case, in which ex-President José Efraín Ríos Montt is among those charged, was in limbo after an appeal sought to recuse Judge Carol Patricia Flores, chair of Court A for Highly Sensitive Cases.

The appeal was submitted by the Public Ministry’s Human Rights Prosecutor’s office and the Center for Human Rights Legal Action (CALDH) because during the initial phases of the case, the judge charged Ríos Montt with genocide instead of the prosecution’s recommendation of murder.

Prosecutors say the new charge benefits Ríos Montt because it does not prohibit house arrest as a murder charge would have. He was released to house arrest after posting Q500,000 bail.

According to prosecutors, Ríos Montt, as President and commander-in-chief of the military, controlled, coordinated, and supervised the campaigns Victoria ’82 and Firmeza ’83, which are both implicated in the December, 1982 massacre in Petén.

In the same case, Court A for Highly Sensitive Cases condemned ex-Kaibil special forces members Manuel Pop, Reyes Collín Gualip, Daniel Martínez, and Carlos Carías in August, 2011. Each received a sentence of at least 6,000 years in prison.

Guatemala’s Constitutional Court ruled that it would suspend the ruling that brought Colonel Juan Chiroy and eight other army soldiers to trial for the October 4, 2012 massacre near Alaska Peak that killed eight and wounded another 34.

Army soldiers fired into a crowd

of civilians who were protesting rising costs of electricity and certain Constitutional reforms on the Interamericana Highway near kilometer marker 169.

The Court ordered Judge Carol Patricia Flores, chair of Court A for Highly Sensitive Cases, to file another explanation for why she changed the charges from extrajudicial execution to homicide in a state of intense emotion.

The Court’s ruling came almost two years after the Public Ministry first filed the appeal, which was based on the belief that the new charge favors the accused.

Magistrates Anabella Cardona, Mynor Oxom, and Marvin Reyes argued that the judge neither adequately explained the change nor correctly evaluated the evidence in favor of the accused. For over two years the soldiers have been held in the military prison at Matamoros.

The heads of the Office of Migration reported that in January, 2015, 546 minors were deported to Guatemala from Mexico, which represents an increase of 165% over January, 2014, when 202 were deported.

Meanwhile, there was a slight decrease in deportations from the United States by air, said Fernando Lucero, a spokesman for the office. 3,012 citizens (2,629 men, 368 women, and 15 children) returned on 31 flights.

The figures for this year reflect a decline of 64 people compared to January 2014, when 585 men, 477 women, and 14 minors (a total of 4,076 people) were repatriated.

Since 2009, the number of violent deaths of women has increased at two or three percent per year. January, 2015 saw an increase of 8.06 percent over January, 2014, according to the Grupo de Apoyo Mutuo (Mutual Aid Group – GAM).

Women must show a great deal of courage to report cases of violence

against women, because when they do, the process is extremely long, which means that the accused often have the opportunity to seek revenge. For this reason, aggressors sometimes go free and women continue to be victimized.

A big part of the problem would be resolved if, for example, women’s reports of domestic violence were processed efficiently and the state provided victims with psychological counseling. According to GAM, this would encourage safe family relations and domestic security and peace for all family members.

Guatemala is home to 702,000 child laborers between seven and 17 years old, of which the majority are indigenous, work in rural areas, and hold informal jobs, according to a February, 2015 report by the Association for Social Investigation and Study (ASIES).

The report shows that of child laborers in Guatemala, 427,000 are indigenous and 274,846 are mestizo, and of the indigenous children, 336,687 work in rural areas and just 93,584 work in urban areas.

Article 148 of Guatemala’s Labor Code establishes that no child under 14 years old can be employed, except under specific circumstances. 194,689 children from seven to 14 years old, however, are working.

60.5% of working minors are not paid for their labor, 19.1% work for formal employers, 13.6% are day laborers, 2.9% work in a specific household, and 1.1% work on their own.

The ASIES study used statistics from the 2014 National Survey of Labor and Income (EINE), authored by the National Institute of Statistics (INE).

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HUMAN RIGHTS NEWS

The Trial of Ríos Montt

Massacre at Alaska Peak

Child labor

Deportation of Minors

Femicide

Source: Centro de Estudios de

Guatemala - CEG -

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www.entremundos.org

La Gran Crisis de LiberiaBlake NelsonLa fiebre empezó a desaparecer el pasado octubre, cuando pasé una semana en Liberia, aún considerada el epicentro del brote de ébola. Ya podías ver en ese momento como pequeñas acciones de mucha gente buena ayudaban a reducir el número de casos de ébola en Liberia hasta, mientras escribo, cinco.

Fuera del país, no parecía así; Liberia aún sufría muchos casos de ébola , los militares estadounidenses construyeron nuevas Unidades de Tratamiento del Ébola (ETU por sus siglas en inglés) y los liberianos que podían se fueron. La semana que estuve allí, Godfrey Orymen, un especialista en sanamiento de agua del Cuerpo Médico Internacional mencionó que el número de pacientes en su ETU estaba disminuyendo. Las calles, me dijeron, solían estar llenas de cadáveres. Ahora no había ninguno.

Habían muchas razones para ello. Además de los ETU, una campaña de relaciones públicas del gobierno liberiano cubrió la capital con murales y cárteles detallando los síntomas de la enfermedad y lo que necesitas hacer si tienes alguno. Leerlos podría ser desconcertante, ya que muchos (diarrea o fatiga) son muy comunes. Pero era tranquilizador ver a los ciudadanos encargándose de las estaciones de control de temperatura o lavado de manos esparcidas por la ciudad, de las ambulancias improvisadas y de los centros de atención primaria o información. Sin duda ya habían escuchado las charlas apocalípticas, pero aun así por muchas

razones habían decidido que el brote podría ser vencido a través de pequeñas acciones con calma y valentía.

Durante mi viaje conduje a través de West Point, una comunidad pobre que se volvió famosa el año pasado cuando protestó contra la cuarentena impuesta por el gobierno. Si el ébola pudiera haber diezmado a una comunidad entera, hubiera sido esta; pequeñas calles repletas de gente, atravesadas por un mar de tejados de zinc. Al final, con la

excepción de una joven, lo notable en esta comunidad no es la enfermedad, sino la salud. Casi tan notable como las jarras de lavado de manos enfrente de casi cada casa, preparadas por la ONG inglesa Oxfam. Estas jarras no eran nada especial, llenas solo de agua y quizá algo de cloro. Pero el impacto de un poco de higiene (el jabón mata al virus del ébola) se vio en los miles volviendo al trabajo. O a buscar trabajo. La tasa de desempleo en el sector formal Liberiano es aproximadamente del 85%, superado solo por Nauru y Zimbabue (Como en Guatemala, los empleos informales dominan la economía). Una década después de la guerra civil en Liberia, la crisis económica persiste.

El futuro no parece más esperanzador. Oxfam presentó recientemente un estudio que muestra que menos de 100 personas controlan la misma cantidad de dinero ($1.9 trillones) que los más pobre,s 3.5 trillones de personas. En el lenguaje de Occupy Wall Street, el 1% está a punto de controlar tanta riqueza como el 99%.

Esta desigualdad golpea especialmente fuerte a los países en desarrollo, causando la ‘fuga de cerebros,’ la migración de los más educados del país siguiendo el dinero concentrado en cada vez menos manos y países. La gente que dejó Liberia por la guerra y el ébola se llevaron consigo dinero, experiencia y educación, difícilmente reemplazables.

Por eso, puede que el futuro dependa de liberianos como James Williams. Nacido en Monrovia, él emigró a Ghana donde recibió una buena educación. James podría trabajar en cualquier corporación en cualquier país. Pero mucho antes de que el ébola golpeara a su país, regresó a Liberia para trabajar con la ONG Mujeres saludables, Liberia saludable, y ahora ayuda a dirigir un ETU con otra organización. Cuando le pregunté porque volvió a Liberia cuando tenía opciones más seguras, me contestó, ‘Podría morir por algo, o morir no preocupándome por nada.’

La historia nos contará que la crisis del ébola se venció gracias a ciudadanos ordinarios que ocuparon las primeras líneas de acción a pesar de los riesgos y dudas. Esperemos que su ejemplo inspire a más gente a tomar la elección de James.

Blake Nelson es escritor y documentalista freelance. Para ver más de su trabajo,

visita: blakecnelson.com.

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DEL MUNDOEN GENERAL

‘La crisis del ébola se venció gracias

a ciudadanos ordinarios que ocuparon las

primeras líneas de acción a pesar de los

riesgos y dudas.’

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Liberia’s Bigger CrisisBlake NelsonThe fever began to break last October, when I spent a week in Liberia, still considered the epicenter of the Ebola outbreak. You could already see that small actions by a lot of good people were helping to reduce the number of Liberian Ebola cases to, as of this writing, five.

You couldn’t tell outside the country; Liberia still had plenty of Ebola cases, the U.S. military was building new Ebola Treatment Units (ETU’s), and Liberians who could afford it were leaving. But there were signs of improvement. The week I was there, Godfrey Oryem, a clean water specialist with International Medical Corps mentioned that the number of patients at their ETU was dropping. The streets, people told me, used to have corpses. Now there were none.

There were many reasons why. Besides the ETU’s, a public relations campaign spearheaded by the Liberian government covered the capital in murals, billboards and signs detailing Ebola’s symptoms, and what to do if you had any. Reading them could be unnerving, since so many (fatigue, diarrhea) are so common. But reassuring were the citizens who manned the tempe-rature-check and hand-washing stations throughout the city, the improvised ambu-lances and the first-aid and information centers. No doubt they had heard all the doomsday talk, but for a variety of reasons had decided enough small gestures of calm and courage could defeat the outbreak.

During my stay I drove through West Point,

an impoverished community that became famous last year when it protested a gover-nment-imposed quarantine. If Ebola were to decimate an entire town, it would be this one; people are jammed together on tiny roads that crisscross a sea of tin roofs. Yet with the exception of one listless young woman, the most noticeable feature wasn’t the sick but the healthy. Almost as noticeable were the hand-washing jugs in front of almost every house, provided by the British charity Oxfam. The jugs were nothing special, filled only with water and perhaps a little chorine. But the impact of just a little sanitation (the Ebola virus itself can be killed by soap) could be seen in the thousands back to work.

Or looking for work. Liberia’s formal-sector unemployment rate is around 85%, exceeded only by Nauru’s and Zimbabwe’s. (As in Guatemala, informal employment dominates the economy.) A decade after Liberia’s civil war ended, this economic crisis remains and the future doesn’t look much better. Oxfam, the charity mentioned earlier, recently made headlines with a study showing that less than 100 people control the same amount of wealth ($1.9 trillion) as the poorest 3.5 billion people. In the language of Occupy Wall Street, the 99% are about to split the world’s wealth with the 1% down the middle.

This disparity hits developing countries particularly hard, leading to ‘brain drain,’ the migration of a country’s best and brightest as they follow the money being concen-trated in ever fewer hands in ever fewer

places. The people who fled Liberia because of war and Ebola took money, experience, and education with them that will not be easily replaced.

Which is why the future may rest with Liberians like James Williams. Born in Monrovia, Liberia, he migrated to Ghana where he got a good education. James could work for any number of corporations in any number of countries. But long before Ebola hit his home, he returned to Liberia to work for a non-profit called Healthy Women, Healthy Liberia, and now helps run an ETU with another non-profit. When I asked why he returned to Liberia when there are safer options available, he told me, ‘I either die for something, or die not caring about things.’

History books will tell us the Ebola crisis was beaten by the ordinary citizens who manned the front lines in the face of risk and uncertainty. Let’s hope that their example inspires more people to make James’ choice.

Blake Nelson is a freelance writer and filmmaker. See more of his work at:

blakecnelson.com.

THE WORLDAT LARGE

liberia, october, 2014. Foto por blake nelson

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Cantel VotaRichard Brown23,391 en contra, 139 en favor. Así votó en una consulta comunitaria la muni-cipalidad de Cantel, cercana a Xela, el 9 de noviembre de 2014; sobre si están de acuerdo con la exploración y explotación minera en su municipio. Se convocó a la consulta porque hay una solicitud de la transnacional Bogotá (originalmente de capital colombiano) de exploración y explotación en un área enorme de 97 kiló-metros cuadrados. Abarca partes de los municipios de Cantel, Zunil, Almolonga, Quetzaltenango, Totonicapán y Santa Catarina Ixtahuacán y Nahualá en Sololá. Organizadores de la consulta dicen que la empresa busca piedrín y otros recursos similares.

Josué Sacalxot, miembro del Grupo Juvenil y miembro del Consejo Permanente para la defensa de la vida y el territorio de Cantel, resumió el porqué del resultado: ‘No es que se esté en contra del progreso… la cuestión acá es que, los beneficios solo son para pocas personas, para unas empresas, para unas familias, pero el daño es para la población.’ Cantel es el primer municipio que lleva a cabo una consulta sobre este megaproyecto; pero ahora parece que Zunil se está prepa-rando para seguir su ejemplo.

Pero ‘no fue fácil,’ dijo Martín Aguilar, fundador de una academia de idioma y cultura k’iche’ en Cantel (municipio mayo-ritariamente maya k’iche’) y subcoordi-nador de la comisión de información para la consulta. Las primeras reuniones para denunciar la propuesta minera fueron organizadas un año antes de la consulta, por miembros del Consejo Maya K’iche’ originarios de Cantel. El proceso de plani-ficar la consulta llevó seis meses, y requirió un esfuerzo intenso, prolongado, y comu-nitario. De hecho, la consulta fue una expresión de tres fenómenos que reflejan cada vez más al país. El primero es el alto nivel de organización social en Cantel, con mucha participación comunitaria en varias organizaciones sociales y en radios y otros medios comunitarios. El segundo es la creciente desconfianza social en el modelo de desarrollo promovido por el estado. Esta desconfianza generalizada obligó a la municipalidad de Cantel a proporcionar Q33,000 al proceso de la consulta, y convenció a la organización guatemalteca Serjus para proporcionar otros Q45,000. El tercero es la disposición de tantos vecinos para sacrificar su tiempo

y energía de manera voluntaria por el bien común. Estos tres factores muestran el poder creciente de la sociedad civil reju-venecida, aun recuperándose del conflicto armado y enfrentando nuevas presiones.

Alcaldes comunitarios y otros líderes convocaron a las primeras reuniones entre los miembros de las varias organi-zaciones sociales de las comunidades de Cantel. Esto incluye a los comités de agua, que se encargan de la conservación de agua, tuberías, y los proyectos de refores-tación; los cocodes; las organizaciónes de mujeres; las comisiónes de salud; el grupo juvenil; la Iglesia Católica; y varias iglesias evangélicas.

Crearon cuatro comisiones: información, finanzas, jurídica, y logística. Las respon-sabilidades fueron repartidas según la experiencia y disponibilidad de los participantes. Ningún compromiso tenía

remuneración alguna. Estos comités se coordinaron para organizar y dar a conocer decenas de asambleas populares en las diversas comunidades de Cantel para sensibilizar a la población sobre los riesgos de la minería en Cantel percibidos por los organizadores. Y a cada asamblea, cientos de vecinos asistieron. Estos riesgos incluían amenazas contra los nacimientos de agua en las montañas y bosques espesos, tanto como para los cultivos del municipio. La mayoría de las familias de Cantel se ganan la vida con sus cultivos. El valle alto en que Cantel se ubica es suma-mente fértil, y su aire es igual de fresco. Hay varias iniciativas de reforestación en Cantel porque los vecinos saben que los árboles descontaminan el aire e impiden las inundaciones.

En los meses antes de la consulta, el Consejo Permanente se enfocó en la concienciazión, en español y k’iche’, a través de mantas, volantes, afiches, tele-visión y sobre todo, las radios comuni-tarias locales. Serjus, una organización de acompañamiento jurídico y logístico para el desarrollo y lucha comunitaria, propor-cionó materiales sobre la minería en las asambleas, y ofreció capacitaciones sobre la planificación, evaluación, y estrategia.

El gobierno ignora a menudo las consultas populares. Por eso, el Consejo Permanente sigue reuniéndose cada 15 días. Llama a todas las organizaciones de Cantel para que se sumen a la lucha de defensa del territorio.

Lee más sobre Cantel, la consulta y otras campañas de defensa del territorio en

entremundosrevista.wordpress.com.

‘La cuestión acá es que, los beneficios

solo son para pocas personas,

para unas empresas, para unas familias,

pero el daño es para la población.’

COMUNIDAD

primer plano de la mina en el valle de palajunoch. Foto por patricia macías

Page 11: Organizando Resistencia

www.entremundos.org 1111

Cantel VotesRichard Brown139 for, 23,391 against. This was the vote-count on November 9th, 2014, in Cantel’s consulta comunitaria, organized by local government and civil society so that Cantel could vote on whether it approved of mining and mining-related exploration in its territory. Cantel is a collection of communities of around 40,000 people located just southeast of Xela. The vote was called because international mining giant Bogotá has requested a license to explore and mine in an area of 97 square kilometers that includes parts of Cantel, Zunil, Almolonga, Xela, Totonicapán, Santa Catarina Ixtahuacán, and Nahualá. Organizers say the corporation is looking for gravel and similar construction resources.

Josué Sacalxot, member of the local Youth Collective and the Permanent Committee for the Defense of Life and Territory of Cantel, explained the vote’s result: ‘It’s not that we’re against progress… The problem here is that the gains are for only a few people, a few businesses, a few families, but the harm is for the population.’

Cantel is the first area to organize a vote on the megaproject, and now Zunil may be preparing to follow Cantel’s example.

But, ‘it wasn’t easy,’ said Martín Aguilar, founder of a K’iche’ language and culture academy and subcoordinator of the consulta’s information committee. The first meetings to publicize the possi-bility of mining activity in Cantel were organized a year before the vote by local members of the Consejo Maya K’iche’.

The process of organizing the consulta took six months, and required an intense, prolonged, and community effort. In fact, the consulta was an expression of three phenomena that increasingly reflect other parts of the country. The first is the high level of social organization in Cantel, with much community partici-pation in civic groups and in community radio and other local media. The second is the willingness of so many community members to sacrifice time (in many cases hundreds of hours for the consulta) to volunteer for the common good. The third is the growing social mistrust of the development model promoted by the Guatemalan government. This broad mistrust, combined with the other two factors, obliged Cantel’s central authorities to provide Q33,000 to the process of the vote, and convinced the Guatemalan NGO Serjus to provide another Q45,000. The combination of these three factores illus-trates the growing power of Guatemala’s civil society, which is facing new pressures while still recovering from the 36-year civil war that ended in 1996.

Community mayors and other leaders organized the first meetings by calling on members of the various civic groups of Cantel’s communities to participate. These included local water committees that manage water supplies, plumbing systems, and reforestation campaigns; local cocodes, or development councils that are part of the formal government structure; women’s organizations; health committees; youth groups; the Catholic Church; and various evangelical denominations.

The first meetings created four committees to move forward: information, finance, legal, and logistics. Responsibilities

were assigned based on the experience and availability of those in attendance. No position came with any pay. These committees organized and publicized dozens of popular assemblies in Cantel’s communities to raise awareness about the risks they perceived of mining activity in Cantel. Hundreds of people attended each assembly. The risks raised included pollution of the mountain springs that water Cantel, and of crops and air.

The majority of Cantel’s residents make their living from their crops. There are various reforestation projects in Cantel because locals know that trees clean the air and prevent floods. In the months before the vote, the Permanent Committee focused on publicity in Spanish and k’iche’, using banners, flyers, posters, local tele-vision spots, and, especially, community radio stations. Serjus, an NGO that provides legal and logistical support to community movements, provided mate-rials on mining and provided community organizing training in planning, strategy, and other areas.

The Permanent Committee is still meeting every 15 days to support the vote and to systematize a permanent defense of Cantel. They consider this necessary to defend their territory from the aggres-sions of Guatemala’s polico-economic system. Many other similar consultas have been ignored by the government and industry. They call on all organizations in Cantel to join the struggle for the defense of its territory, and national and interna-tional organizations to stand in solidarity.

Read more on Cantel, its consulta, and other defense-of-territory campaigns at

entremundosrevista.wordpress.com.

‘The problem here is that the gains

are for only a few people, a few

businesses, a few families, but the harm is for the

population.’

COMMUNITY

vista del valle de palajunoch y la mina. Foto por patricia macías

Page 12: Organizando Resistencia

www.entremundos.org12

Nota Editorial: Energuate y CodecaLa controversia de la electricidad es una de las más importantes del país, a pesar de que no afecta a las grandes ciudades. Energuate y el gobierno dicen que los usuarios en resis-tencia roban electricidad a través de cone-xiones ilegales. Las cuales son responsables de los malos servicios y apagones. Dicen que los que animan a la población a hacer cone-xiones ilegales son delincuentes cobrando por esas conexiones. Pero comunidades por toda la zona de Energuate dicen que los malos servicios antedatan las conexiones caseras y que son demasiado altos los cobros de Energuate, una distribuidora controlada mayo-ritariamente por la firma inglesa Actis Capital.

Entremundos opera en monopolio en el 86% del país. Por lo menos 160,000 de los 1.6 millones usuarios de Energuate están ‘en resistencia’; se han conectado directamente al flujo eléctrico y no pagan a Energuate. Muchos ven a una corporación extranjera abusando de la gente pobre y rural de Guatemala, cuyos ingresos a menudo no alcanzan para la canasta básica. Hay 16 distribuidoras municipales, como la de Xela; por eso, Energuate opera primariamente en las áreas rurales donde hay más pobreza y analfabetismo. Activistas han sido secuestrados, encarcelados y hasta asesinados exigiendo la nacionalización de la distribución de la electricidad para que sea el estado y no el capital privado el que se beneficie de los pagos por la electricidad. En octubre de 2012, por ejemplo, en Alaska, Totonicapán, miembros del ejército mataron a ocho indígenas en una manifestación pacífica movilizada en contra de Energuate/Actis, en favor de la nacionalización y en contra de otras

reformas de ley.

Actis compró las distribuidoras DEORCSA-DEORSA en 2011 de la empresa española Unión Fenosa y las renombró Energuate. La distribución de la electricidad fue privatizada en los 90. Una distribuidora compra energía de generadores, paga transportistas, mantiene cablería, subestaciones y postes, conecta usuarios a la infraestructura eléctrica que ya existe, monitorea su uso de energíay les cobra. La electrificación rural y la ampliación de la infraestructura eléctrica (aparte de postes) son responsabilidad del estado. Igual, la tarifa social que beneficia a 95% de los usuarios guatemal-tecos, es subvencionada por completo por el gobierno. Es decir, la distribuidora cobra a los usuarios y colecta también de las arcas públicas. La privatización prometía bajar costos y mejorar el servicio. Tras casi 20 años, los resultados son dispares, en el mejor de los casos. Energuate tiene un negocio sumamente rentable; pagó a Unión Fenosa $449 millón en 2011, mientras Unión Fenosa pagó $101 millón en 1999. CODECA calcula los ingresos anuales de Energuate a más de $300,000,000. Energuate dijo a Entremundos que ésta suma es demasiada alta, pero no por cuánto.

Las dos distribuidoras extranjeras en Guatemala, EEGSA y Energuate, operan mono-polios en zonas distintas. EEGSA es filial de Empresas Públicas de Medellín, una empresa pública colombiana que aporta una gran parte del presupuesto municipal de Medellín. Actis es privada, pero paga dividendos al gobierno británico por unas inversiónes pasadas. Miembros de la resistencia señalan que la convulsión social solo existe donde opera Energuate.

Las comunidades generalmente toman la decisión de declararse en resistencia mediante asambleas populares y la anuncian en carteles o mantas en la entrada. Energuate suele cortar la electricidad en la comunidad (esto puede

durar meses) y negociar. Cuando es una muni-cipalidad más grande, como ha pasado varias veces, la empresa a veces deja sin electricidad durante unas horas al día. Las comunidades aguantan hasta que lleguen a un acuerdo con la empresa. El gobierno ha concentrado sus esfuerzos en frenar a dos organiza-ciones en concreto: CODECA y Frena (Frente de Resistencia en Defensa de los Recursos Naturales y los Derechos de los Pueblos) de San Marcos. En 2008, Frena se involucró cuando, después de años de costos en crecimiento y deficiencias en el servicio, un apagón el 24 de diciembre causó una convulsión social que duró tanto que en noviembre de 2009, el Presidente Álvaro Colom decretó un Estado de Excepción en varias municipalidades.

Entremundos envió este editorial y otras preguntas sobre la perspectiva de CODECA a Energuate con tres semanas de anticipación. En suma, dijo: que hay tantas comunidades ‘en resistencia’ porque CODECA y otros grupos ganan cobrando por conexiones ilegales, y a veces usan la intimidación; que Energuate no cobró Q200,000,000 que se le debía en 2014; que invirtió Q500,000,000 en la red en tres años; el gobierno establece los montos máximos que pueden cobrar; que seis de diez usuarios pagan más por el alum-brado público que por su uso personal y éste cobro es responsabilidad de las autoridades locales; que recuperó 60,000 usarios en 2014; que los supuestos ‘secuestros’ de miembros de CODECA son realizados por vecinos que están hartos de los cortes y la conflictividad causados por las conexiones ilegales; y que ‘la conflictividad responde a demandas sociales de la población no atendidas por el Estado.’ En este punto, los dos están de acuerdo. Energuate no comentó dentro del plazo de tres semanas que la revista le otorgó, sobre la demás información.

Lee más sobre esta problemática y las respuestas de Energuate en

entremundosrevista.wordpress.com

EL INFORMEDE ENTREMUNDOS

Page 13: Organizando Resistencia

www.entremundos.org 13

Editorial Note: Energuate and CODECAThe controversy over electricity is one of the most important in Guatemala, though it does not affect the country’s largest cities. One on side, Energuate and the government say that customers who are ‘in resistance’ are stealing electricity through illegal connections that are responsible for poor service and increasingly common blackouts. They say that those who encourage the population to make these illegal connections are criminals who are charging for the connections. Meanwhile, communities throughout Energuate’s operating zone say that poor service predated the direct connec-tions and that they can’t afford the bills from Energuate, an electricty distributor whose majority owner is Actis Capital, an English private equity firm.

Energuate operates a monopoly in 86% of the country. At least 160,000 of Energuate’s 1.6 million customers are ‘in resistance’; they’ve reconnected themselves around Energuate’s meters and no longer pay the company. Many see a foreign company abusing the poor rural population, whose wages often don’t allow them even basic nutrition.

There are 16 municipal distributors like Xela’s; Energuate operates primarily in rural areas where rates of poverty and illiteracy are espe-cially high. Activists and movement leaders have been kidnapped, incarcerated, and even killed demanding the nationalization of elec-tricity distribution, so that the state instead of private capital would profit from citizens’ electricity payments. In October, 2012, for example, near Alaska, Totonicapán, the army shot and killed eight peaceful demonstrators in

a protest against Energuate/Actis and in favor of nationalization, and against unrelated legal reforms.

Actis Capital bought the distributors DEORSA-DEOCSA in 2011 from the Spanish firm Unión Fenosa and changed their names to Energuate. In the 90s, electricity distribution was nationa-lized. A distributor buys energy from producers, pays transport companies, maintains cables, substations, and wirepoles, connects customers to existing infrastructure, monitors their energy use, and charges them. Rural electrification and infrastructure expansion (apart from wireposts) is the responsibility of the government, as is the publicly funded discount that 95% of Guatemalans receive; the distributor collects both from customers and from public coffers. Privatization was supposed to lower costs and improve service, but after 20 years, the results are mixed at best. Energuate runs a very profitable business; Actis paid $449 million for DEORSA-DEOCSA in 2011, while Unión Fenosa paid $101 million in 1999. CODECA estimates Energuate’s annual revenue at over $300,000,000. Energuate told Entremundos that that was too high, but not by how much.

The two foreign distributors in Guatemala, EESGA and Energuate, operate monopolies; EEGSA operates in the two departments where Energuate does not. EEGSA is owned by the Medellín Public Corporation (EPM), a Colombian public utility that contributes a large portion of Medellín’s city budget. Actis is private, but still pays dividends to the British government for past investments. Members of the resistance point out that conflict is only occurring where Energuate operates.

Communities generally make the decision to declare themselves ‘in resistance’ through popular assemblies and announce their decision through sheets and banners at the entrances of their communities. Energuate’s

most common reaction is to cut electricity to the community (which can last months) and negotiate. When it’s a larger town, as has happened repeatedly, Energuate cuts power for certain hours. The communities tolerate this until they reach an agreement with Energuate, which often involves a reduction in the back-payments demanded by Energuate. The government has mainly focused its efforts on confronting two organizations: CODECA and Frena (Front of Resistance for the Defense of Natural Resources and Communities’ Rights, from San Marcos). Frena became involved in 2008 when, after years of rising costs and poor service, a blackout on December 24 caused social unrest that lasted so long that in November 2009 President Colom declared a State of Emergency in several cities.

Entremundos sent this commentary and other questions about CODECA’s perspective to Energuate three weeks before publish. In summary, they said: that there are so many communities ‘in resistance’ because this is profitable for CODECA and others who charge for illegal connections and sometimes use intimidation; that Energuate didn’t collect Q200,000,000 that it was owed in 2014; that it has invested Q500,000,000 in infrastructure in three years; that the government establishes the maximum that distributors can charge; that six of ten customers pay more for public lighting than their own use, and this charge is set by local authorities; that 60,000 customers reconnected with Energuate in 2014; that the supposed ‘kidnapping’ of CODECA members has been on the part of community members fed up with poor service caused by illegal connections; and that ‘the social unrest comes from social demands that the government doesn’t attend to.’ On this point, the two sides agree. Energuate did not respond to the rest of the information in time for publication.

Read more about this conflict and Energuate’s answers at

entremundosrevista.wordpress.com.

THE ENTREMUNDOSREPORT

Page 14: Organizando Resistencia

www.entremundos.org14

Leiria VayComunicadora social de CODECA

EM: Vea la nota editorial en las páginas anteriores para contexto. Amenazar y asesinar es un mecanismo para generar terror y dudas, que en Guatemala no solo es historia, sino prác-ticas que siguen vigentes y que cada día dejan más víctimas en el pueblo Guatemalteco. Los sectores de poder, con la participación o en contubernio con las mismas autoridades estatales, reprimen a quienes intentan alzar su voz, organi-zarse y decir, ‘Basta ya de tantas injusticias, exigimos nuestros derechos.’

CODECA surgió en 1992 para exigir el derecho al acceso a la tierra y salarios justos en las fincas agrícolas de la Costa Sur de Guatemala. Actualmente, después de 23 años defendiendo derechos, las luchas de CODECA siguen siendo el derecho a la tierra, el salario justo y también se han sumado a la lucha por la equidad de género, por la participación y desarrollo de la juventud campesina, los derechos de los pueblos indígenas y la lucha desgraciadamente controvertida por el derecho al acceso a los servicios básicos, como agua, salud, y electricidad.El mecanismo de trabajo de CODECA está basado en la organización, la formación

sociopolítica, la movilización y el poder local. CODECA cuenta con organización en 20 de los 22 departamentos de Guatemala, y trabaja con 15 microrre-giones que mantienen coordinación y procesos de formación permanente.

Como consecuencia de las diferentes luchas, en los últimos meses se ha inten-sificado una campaña de persecución y criminalización contra CODECA. Esta campaña sucia busca principalmente desvanecer la organización y trata de esconder la verdad y así seguir saqueando los recursos naturales y violando los derechos individuales y colectivos del pueblo guatemalteco.

Por la publicación de un estudio, dispo-nible en nuestro sitio web, sobre condi-ciones laborales agrícolas que muestra que en Guatemala decenas de miles de familias viven en condiciones de semi-esclavitud, el CACIF (Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras) y la Cámara del Agro señalaron a CODECA de estar en contra del desarrollo y la inversión privada. Además, los 117 investigadores comunitarios voluntarios sufrieron algún tipo de persecución por haber participado en la investigación y socialización de esa realidad. De ellos, dos fueron asesinados. Los dos tuvieron amenazas previas vía telefónica donde se les advirtió de no meterse en ‘babosadas.’ Ambos siempre ejercieron un liderazgo comunitario en

CODECA. Enrique fue ahorcado cerca de su casa en Huehuetenango. Héctor fue degollado en su casa frente a su familia. Entremundos no publica los apellidos por razones de seguridad.

Ante la privatización de la energía eléc-trica, varias comunidades miembras y no miembras de CODECA se encuentran en resistencia exigiendo nacionalización para no tener que pagar montos abusivos a empresas extranjeras o de la oligarquía guatemalteca para la electricidad, un derecho fundamental. Ante esta lucha comunitaria amplia, CODECA ha pedido públicamente al gobierno de Guatemala que atienda esa demanda de la población. La respuesta estatal ha sido de señala-mientos infundados y amenazas públicas por parte del Presidente, Vicepresidenta y Ministro de Gobernación diciendo que emitirán ordenes de captura contra toda la dirigencia de CODECA, así como una campaña sucia de difamación por parte de la empresa distribuidora de energía eléctrica, Energuate, cuyo dueño mayori-tario es la firma inglesa Actis Capital.

Por la resistencia comunitaria exigiendo el derecho a la energía eléctrica, así como por las luchas por el derecho a la tierra y los salarios dignos en el campo, en el 2014 miembros de CODECA sufrieron tres asesinados, 68 heridos o agredidos, 44 encarcelados, y siete secuestrados, así como cientos de amenazas. La perse-cución estatal no ha sido únicamente iniciar proceso penal contra defensores/as de derechos humanos, sino también en contubernio con agentes privados quienes secuestran, agreden y amenazan de muerte a defensores y luego los encarcelan.

Continúa en la página 14...

La represión contra CODECA: La criminalización de la organización

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Page 15: Organizando Resistencia

www.entremundos.org 15

Leiria Vay Comunicadora social de CODECA

EM: See the Editorial Note on the previous pages for context.

Threats and murder sow terror and uncer-tainty, and in Guatemala, these don’t just belong to the past, but are current prac-tices that every day leave more victims in Guatemala. The elite, with the partici-pation or tacit approval of government authorities, repress those who try to raise their voices, organize themselves, and say, ‘Enough of these injustices, we demand our rights.’

CODECA (Committee for Campesino Development) appeared in 1992 to demand the right to land and fair wages on the plantations of Guatemala’s southern coast. Today, after 23 years defending peoples’ rights, CODECA continues to fight for land and fair wages, and has also joined the struggle for gender equality, youth development and activism, indigenous rights, and the disgracefully controversial struggle for affordable basic services, like water, health, and electricity.

CODECA works based in organization, sociopolitical education, and large- and local-scale mobilization. CODECA has organizations in 20 of Guatemala’s 22 departments, and works in 15 microre-gions that are constantly coordinating

and developing together.

As a consequence of our various struggles, the campaign of persecution and crimi-nalization against CODECA has recently intensified. This campaign seeks prin-cipally to weaken our organization and obfuscate the truth so that the pillagin of our natural resources and the violations of

citizens’ rights can continue.

When we published a report, avai-lable on our website, about plantation working conditions that shows that today in Guatemala tens of thousands of families live in conditions of virtual slavery, CACIF (Coordinating Committee of Agricultural, Commercial, Industrial, and Financial Associations) and the Association of Agribusiness (Cámara

de Agro) labeled CODECA as against development and private investment. Our 117 local volunteer investigators all experienced some kind of persecution for their investigation into this reality. Of those 117, two were murdered. They were both warned by telephone to drop the ‘nonsense.’ Both were active local CODECA leaders. Enrique was hung near his house in Huehuetenango. Héctor’s throat was cut in front of his family. Entremundos withheld last names for security.

In the face of the privatization of elec-tricity, many member and non-member communities have declared them-

selves ‘in resistance,’ demanding the natio-nalization of electricity so they won’t have to pay exorbitant amounts to foreign companies or the Guatemalan oligarchy for electricity, a fundamental right. In response to this wides-p r e a d c o m m u n i t y s t r u g g l e , CO D E C A has publicly called on the government to nationalize the sector. The state’s response has been unsubstan-tiated accusations and

public threats from the President, the Vice President, and the Interior Ministry announcing that they will issue arrest warrants for CODECA’s leadership, adding to the defamation campaign led by the electricity distributor Energuate, majority-owned by British private equity firm Actis Capital.

Continued on Page 15...

Repression against CODECA: The criminalization of organization

THE ENTREMUNDOSREPORT

Funeral por los tres muertos de semococh el 17 de aGosto de 2014. Foto de codeca

Page 16: Organizando Resistencia

www.entremundos.org16

EL INFORMEDE ENTREMUNDOS

...Viene de la página 14

En Marzo del 2014, un grupo armado, expresamente en defensa de los intereses de Energuate/Actis, atacó a miembros de CODECA quienes se encontraban en una reunión departamental de defen-sores comunitarios en la Aldea Cayuga, municipio de Morales Izabal. Después de haber agredido a varios defensores presentes (entre ellos varias mujeres, niños y ancianos), los hombres armados se llevaron a tres defensores, les dieron una golpiza, y les dejaron con las insti-tuciones del estado (la Policía Nacional Civil y el Ministerio Público), quiénes los encarcelaron por más de tres meses. Esos hombres armados siguen amedrentando a las comunidades organizadas diciendo que si siguen organizados los encarce-larán o matarán.

En Junio de 2014, agentes privados de ENERGUATE que se hicieron pasar por miembros de un COCODE secuestraron por cuatro horas líderes nacionales de CODECA (el coordinador nacional, la vice-presidenta y un defensor comunitario de CODECA) en Chiantla, Huehuetenango, y luego los entregaron a la policía quienes en vez de liberarlos los encarcelaron. Estos defensores fueron ligados a proceso por los delitos de ‘atentado contra la segu-ridad interna de la nación’ y ‘caso especial de estafa.’ El juez no aceptó el recurso de Exhibición Personal a pesar que no había ninguna prueba de delito contra los defen-sores. Actualmente estos defensores se encuentran en libertad condicional, limi-tados sus derechos de organización, sus derechos políticos y también de loco-moción fuera del perímetro departamental y en espera de audiencia para debate programada para el febrero del 2016.

El 15 de Agosto de 2014, parte de un grupo de más de 1000 policías dispararon contra una manifestación que bloqueaba la ruta que tomaba la policía después de arrestar a varios vecinos por su supuesto involucramiento con CODECA. Asesinaron a balazos a tres defensores comunitarios y encarcelaron a otros 22 en la aldea Semococh, Alta Verapaz. Durante este ataque también resultaron heridas otras 65 personas. Hasta la fecha las personas que fueron encarceladas están en libertad condicional y ligadas a procesos en su contra.

Ante la ola desatada de persecución y criminalización contra defensores/as de los derechos humanos, CODECA ha buscado mecanismos de protección y autoprotección para quienes luchan por defender los derechos desde las comunidades.

Organizamos una red de defensores comunitarios para la protección y auto-protección. Esta red empezó a integrarse

a finales del 2013 y fue fortaleciéndose en todo el año 2014. La finalidad de la red es proteger los defensores de derechos humanos desde las comunidades, teniendo como primer punto de apoyo la comunidad. En el 2014 se integraron 11 puntos focales o microrregiones quienes ha trabajado en un diagnostico en su microrregión para identificar sus debili-dades, amenazas, fortalezas y actores en apoyo. Elaboramos y socializamos una guía para defensores/as comunitarios basada en la experiencia y elaborado de manera participativa local. La guía es una herramienta que identifica como debe de ser un defensor de derechos humanos y las medidas de precaución que este debe protegerse y auto protegerse. Hacemos capacitaciones en derechos humanos mediante jornadas participativas para generar capacidades locales y dar a conocer leyes y convenios internacionales que amparan en teoría nuestros derechos y organizaciones. Principalmente se ha enfocado en el código de trabajo y el convenio 169 de la Organización Internacional de Trabajo.

CODECA se ha unido a otras redes nacio-nales para la denuncia de la represión contra los defensores. Este esfuerzo ha dado como resultado la denuncia de alungos casos y ha hecho que varias misiones nacionales e internacionales investiguen los casos, visiten a los defensores encarcelados y con ello se ha generado presión sobre el gobierno de Guatemala para frenar un poco la persecución.

Lee más sobre condiciones laborales y la conflictividad en el sector eléctrico, y lee las

respuestas de Energuate en www.entremundosrevista.wordpress.com

‘Por la publicación de un estudio sobre

condiciones laborales agrícolas que muestra

que en Guatemala miles de familias

viven en condiciones de semi-esclavitud,

el CACIF y la Cámara del Agro señalaron a CODECA de estar en

contra del desarrollo.’

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Page 17: Organizando Resistencia

www.entremundos.org 17

THE ENTREMUNDOSREPORT

...From Page 15

For CODECA’s support of community resistance that demands the right to affor-dable electricity, as well as the struggle for land and fair wages in rural Guatemala, in 2014 alone, three of our members were murdered, 68 injured or assaulted, 44 incarcerated, and seven kidnapped, while hundreds received threats. The persecution has not only involved the state’s efforts to bring charges against our human rights defenders, but conspiracy with private agents who kidnap, assault, and threaten with death our activists who are later jailed.

In March, 2014, an armed group, acting expressly in the interests of Energuate/Actis, attacked CODECA members who were meeting local activists in Cayuga, Morales I z a b a l . A f t e r assaulting some of those present, including women, c h i l d re n , a n d elderly people, the armed men kidnapped three activists, beat them, and left them with the police, who jailed them for three months. These armed men continue to intimidate organized communities, saying that if they continue their activism, they will be jailed or killed.

In June, 2014, private Energuate security agents that disguised themselves as

local authorities kidnapped CODECA leaders (the national coordinator, the vice president, and a local activist) for four hours in Chiantla, Huehuetenango, and then handed them over to the police, who instead of liberating them incarce-rated them. These activists were charged with ‘attacks against the internal security of the nation’ and ‘special fraud.’ The judge ignored habeas corpus, despite the fact that there was no evidence of any crime having been committed. Currently the three are under supervised release, which limits their right to organize, their poli-tical rights, and even their right to travel outside of their department, until their next hearing in Febuary, 2016.

On August 15, 2014, part of a contingent of over 1,000 police officers fired into a demonstration outside of Semococh, Alta Verapaz, that was blocking the road the police were taking after arresting three people they sought for connec-tions with CODECA. They murdered three community activists and arrested 22 more. 65 were injured. Those arrested are

also under supervised release and have charges pending.

In the face of this onslaught of perse-cution and criminalization against human rights activists, CODECA has been deve-loping mechanisms of protection and community self-defense for those who defend their communites’ rights.

We’ve organized a network of community activists for protection and self-defense. This network began to coalesce in 2013 and as grown through 2014. Its goal is to protect local leaders by training communities to respond to repression. In 2014, we formalized the work of 11 focial points or microregions that had been formulating assessments of their strengths, weaknesses, threats, and allies. We developed and circulated a guide for community activists based in our experience and created through broad local participation. The guide is a tool to identify the roles of a human rights activist and precautionary self-defense measures. We also hold trainings in human rights promotion to develop local capacities and educate communities about the national and international laws that support and theoretically protect our rights and activism. We focus on the Labor Code and Convention 169 of the International Labor Organization.

CODECA has also joined other national networks of organizations that denounce respression of activism. These efforts have created a growing consciousness about such cases, and prompted various national and international organizations to investigate them, visit incarcerated activists, and thereby generate pressure on the Guatemalan government to slow down its persecutions.

Read more about labor conditions and the conflict over electricity, and read

Energuate’s responses at www.entremundosrevista.wordpress.com

‘When we published a report that shows that thousands of families

live in conditions of virtual slavery on

plantations today in Guatemala, CACIF

and the Association of Agribusiness labeled

CODECA as anti-development and

private investment.’

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Page 18: Organizando Resistencia

www.entremundos.org18

Yolanda ColomEntrevista por Patricia Macías y Richard BrownYolanda Colom nació en Guatemala en 1952. Es Educadora, autora y ex-guerri-llera del EGP. Vivió más de 20 años en la clandestinidad y el exilio. Actualmente trabaja con Ediciones del Pensativo, compilando la obra del que fue su compañero, el también líder en el EGP y ya fallecido, Mario Payeras.

Esta entrevista ha sido editada y condensada.

EM: ¿Qué cambios observa entre la situación actual de Guatemala y la que existía cuando decidió unirse a la lucha?

YC: Como contexto socioeconómico considero que el sistema sigue siendo el mismo, las causas estructurales que generan las problemáticas socioeconómicas de acá siguen siendo las mismas, solo que más agudas, más profundizadas y por lo tanto los problemas que generan más graves. Las causas sistémicas del hambre, de la desnu-trición, del analfabetismo, del desempleo creciente, de los salarios de hambre… Y la expresión de los daños es mayor, porque no son sólo físicos o materiales, son también psicológicos, emocionales y de valores. Estos fenómenos son más fuertes y por lo tanto se ve en la migración, que para mi es una expulsión. El país vomita a su propia gente, la expulsa... Y también migración interna, me impresiona como de unos años para acá veo más q’eqchies por todas partes en la ciudad. Cosa que antes no, los q’eqchies mas han migrado a los alrededores y ahora están en la capital y ¿qué es eso? desplazamientos y expulsiones a lo bestia.

Se ve también en los volúmenes de gente que anda en las calles, cuidando carros, lustrando, vendiendo cualquier bagatela, mendigando o simplemente sentados en el parque centenario. Para mi esos son indicadores, también como el servicio de transporte urbano ¡las mismas camionetas de los 60 siguen caminando! Cuando yo era chica en las camionetas se daba boleto, una persona en cada asiento y había inspectores, además los buses salían de una terminal y volvían a otra, no se salían de ruta. Pero ahora todo fue para atrás, el transporte publico extra urbano y urbano es indicador de calidad vida de una ciudad, tu calidad de vida no es solo como vives adentro de tu casa y cuanto ganas, sino acceso a servicios, calidad de calles seguras no seguras, limpia o no limpia, banquetas en zonas verdes públicas, baños…

Todos estos problemas se han ido agudizando, cuantitativa y cualitati-vamente, desde el punto de vista de calidad de vida y sobre las perspec-tivas de vida, desde el niño chiquito al adulto. Cuando yo crecí había clase media en este país, otro indicativo de la polarización socioe-conómica, ideológica y política… Un país donde la cinturita de la clase media es de abeja, no es ya ni la pirámide. Con una mayoría de niños y adolescentes, esa es la población que hay que sostener en educación, en salud, en transporte, en servicios. Pero la franja de población productiva es minoritaria porque la pirámide está demasiado invertida y esa clase media es casi inexistente. Además con un salario mínimo que ni da para la canasta básica. Somos de los países mas caros en relación a lo que se gana.

Y las armas. Ahora compra uno el arma que quiera, hay ventas hasta en los pueblos o en las cabeceras departamentales, ¿y de dónde vienen? ¡Antes no había esto! Yo me acuerdo para recuperar en el movimiento revolucionario eran dos o tres tiendas, que eran ferreterías, y eran armas de cacería, escopetas, fusiles 22… y me acuerdo el EGP limpió estos lugares y lo otro era quitárselas al ejército y la policía. Y tras la firma de la paz las ventas crecieron como hongos, en todo el país… ¿Y quiénes son los dueños de todos estos negocios? Militares, Narcos. Y les echan la porquería a los de abajo, los mareros.

Es un deterioro social generalizado, de deshumanización por decir algo y de empobrecimiento. Nos vamos enrejando en nuestras casas y nuestros barrios, cada vez hay menos calles donde se puede circular. Todo por la seguridad, ¿Es eso calidad de vida? Hasta un barrio pobre esta enrejado

porque hasta una tortillería la asaltan y le piden extorsión

Entonces comparado con cuando yo quemé mis naves y me tiré al vacío de una lucha social con ahora, yo digo ahora esta más grave la situación y mas perdidos los valores de todo tipo, en todos los status sociales. El deterioro y la deshumanización, no solo provocado por el sistema de por si capitalista, sino que encima viene toda una política de anticomunismo visceral, dicta-duras militares y una contrainsurgencia que se encargó sistemáticamente de degradar al ser humano, no solo a las victimas inocentes, reprimidas, violentadas, oprimidas, tortu-radas... sino que también a los ejecutores de eso, a la mano de obra barata que era la tropa, embrutecida para hacer esas cosas que las patrullas de protección civil hacían, la mayoría también embrutecidas. Fue clarísimo como a partir de las masacres y las tierras arrasadas, se destapó la prostitución infantil, juvenil y adulta de mujeres indí-genas cuando no existía dentro la cultura, cuando dentro de las zonas indígenas la prostitución era casi inexistente. No había la prostitución que hay ahora, y eso también es indicador de degradación social.

Y ahora ves que el discurso oficial mete como guerrilleros, como subversivos, como terroristas a los pueblos que luchan contra la minería, a la gente que se opone a las hidroeléctricas, a los obreros que piden pactos colectivos. Igual que cuando era chiquita, comunista y culpable de los males del país es todo aquel que pide sus derechos, pero es de en medio para abajo, los que exigen, protestan, denuncian, critican, los que ponen el dedo en la llaga.

Continúa en la página 20...

CONVERSACIONESENTREMUNDOS

‘El poder económico, el poder financiero, el poder

militar, el poder policial ¿dónde está el poder de la posesión de los bienes de producción? sea la tierra ¿dónde está? ¿quiénes lo poseen? ¿quiénes lo han

dirigido? ¿cómo funciona el sistema de partidos

acá?’

yolanda colom y mario payeras. Foto cortesía de ediciones del pensativo

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Yolanda ColomInterview by Patricia Macías and Richard BrownYolanda Colom was born in Guatemala City in 1952. She is an educator, author, and exguerrillera of the Guatemalan Army of the Poor (EGP). She lived more than 20 years in secrecy or exile during the armed conflict. She currently works with Ediciones del Pensativo, and edits and compiles the written works of her deceased partner Mario Payeras, who was also a leader in the EGP.

This interview has been edited and condensed. EM: How is Guatemala’s social situation different today than it was when you decided to join the armed resistance in the 70s?

In terms of social and economic context, I think the system continues as it was, the structural causes that generate our socio-economic issues are as they were, but more severe, deeper, and so the problems are graver. The structural causes of hunger, of malnutrition, of illiteracy, of growing unemployment, of hunger wages... And the expression of the harm is greater, because it’s not just physical or material, it’s also psychological, emotional, and moral. These phenomena are stronger and we see it in migration, which for me is expulsion. The country vomits its own people, it expels them. And internal migration… it strikes me that over the last few years I see more and more q’eqchie’s all over the city. Before, no… los q’echie’s used to migrate to the outskirts of their territories, but now they’re in the capital. And why is that? Brutal displa-cements and expulsions.

You also see it in the profusion of people walking the streets, washing cars, shining shoes, selling whatever trinkets, begging or just sitting in the park. For me these are indi-cators… also like public transport, the same buses in the 60s are still running! When I was a kid the buses gave tickets, one person for one seat, and there were inspectors. The buses even left one stop and went to another, they didn’t vary their route. But now everything’s regressed… Public transport in the city and outside the city is an indicator of the quality of life of a city. Your quality of life isn’t just how you live inside your house and how much you make, but access to services, quality of safe or unsafe streets, clean or dirty, park benches in green public spaces, bathrooms...

All these problems have been getting worse, quantitatively and qualitatively, from the point of view of quality of life and people’s life prospects, from kids to adults. When I was growing up, there was a middle class in this country, another indicator of the socioe-conomic, ideological and political polari-zation of the country. A country where the tiny belt of middle class people is shrinking. It’s not even a pyramid anymore. We have a huge majority young and adolescent population, and this is exactly the demo-graphic that needs to be supported with education, health, transport, services. But the productive band of society is small because the pyramid is too inverted and the middle class is nonexistent. And with a minimum wage that doesn’t even cover basic food requirements... We’re one of the most expensive countries relative to wages.

And the guns. Today you can buy whatever gun you want, there are stores even in small towns and rural department capitals. And where did they come from? Before they didn’t exist! I remember in the revolutionary movement to resupply there were two or three stores, hardware stores! And they had hunting rifles, shotguns, or .22s. And I remember, the EGP cleaned those out. The other way was to take them from the army or police, that was it. And after the Peace

Accords the gun stores spread like a fungus through the country… And who own these businesses? Military people, narcos. And they blame the little people, the gang members.

It’s a generalized social deterioration, of dehumanization, let’s say, of impoveris-hment. We run barbed wire around our houses and our neighborhoods, we can walk down fewer and fewer streets. All for security. Is this quality of life? Even the poor neighborhoods are barred up, because even tortilla makers get robbed and extorted.

So comparing today to when I ‘burnt my ships’ and threw myself into the void of the struggle, I’d say today the situation is graver and all kinds of values are degraded, at all social levels. The deterioration and dehu-manization isn’t just caused by the capitalist system itself, but also on top of it comes the policy of vitriolic anti-communism, military dictatorship, and a counterinsur-gency that has systematically degraded humanity. Not only in the innocent victims, repressed, abused, tortured… but also in the enforcers, in the cheap manual labor of the infantry, made brutish to do these things. The Community Self-Defense Patrolls (PACs) were also full of people turned brutish. It was so clear after the massacres and the scorched earth unleashed indigenous child prostitution, adult prostitution, when it hadn’t existed in the culture, when in indi-genous territories prostitution was almost nonexistent. There wasn’t the prostitution there is now, and that’s another indicator of social degradation.

And now you see the official discourse paints as guerrillas, subversives, terrorists the communities that fight mining, the people who fight dams, the workers who ask for collective bargaining.

Continued on Page 21....

CONVERSATIONSENTREMUNDOS

yolanda colom. Foto por patricia macías

‘The economic power, the financial power,

the military power, the political power. Where is

the power of the control of the means of production?

Like land. Where is it? Who owns it? Who’s managed

it? How does the party system work here?’

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...Viene de la página 18

Pero ese es un discurso simplista, de blanco y negro, para que nadie se fije en quienes son los verdaderos responsables de que las cosas caminen como caminen. El poder económico, el poder financiero, el poder militar, el poder policial, ¿dónde esta el poder de la posesión de los bienes de producción? Sea la tierra, ¿dónde esta? ¿quiénes lo poseen? ¿quiénes lo han dirigido? ¿cómo funciona el sistema de partidos acá?

EM: Y en cuanto a la movilización social ¿cómo eran los movimientos sociales de aquellos años?

YC: En cuanto a movilización social fue muy grande en los 60 y 70. Especialmente la movilización del estudiantado, universi-tario y de secundaria, era enorme. Hombres y mujeres que luchaban al lado de obreros en las áreas marginales, al lado de otros estudiantes, incluso al lado de lucha contra la Exmibal, que fue paradigma de la minería en aquellos años.

En los 60 eran fuertes el cooperativismo, las ligas campesinas, de Acción Católica. La Iglesia hizo mucha labor reformista promo-viendo el cooperativismo y con comités pro mejoramiento de la escuela, comités pro mejoramiento del agua, pro mejoramiento de los caminos. Hubo también muchas luchas magisteriales: hicieron historia las del 73 y el 78, poderosísimas y muy lucidas. El sindicalismo, no fue solo impulsado por los comunistas, fue impulsado por un montón de gente demócrata y completamente dentro del sistema, amparados en la ley y en los países desarrollados. Los sindicatos que llegaron a crecer y a crecer.

Y era un sindicalismo y un movimiento estu-diantil y magisterial no solo por sus reivindi-

caciones gremiales sino que en solidaridad con los demás. A veces ni siquiera se iban a las calles por reivindicaciones propias, sino que por la represión. Llego a ser un movi-miento amplio dentro de los marcos de la ley con mucha visión de clase y de país, de soberanía, de defender sus derechos, de soli-darizarse con el otro sindicato que peleaba por otra cosa. Fueron movimientos y actua-ciones muy heroicas.

EM: ¿Qué herramientas pueden emplear los movimientos de hoy para forjarse y hacerse fuertes?

YC: La única herramienta para los de abajo, los opositores, y los que buscan un mundo mejor es la organización. No hay otra herra-mienta mejor: organizarse. Eso forma parte de la escuela de conciencia. Y de forjar un liderazgo que responde a sus valores y a las necesidades del país. La práctica. Y la acción. Esto es pura práctica. Y solo la practica de la organización y de la lucha va a forjar lucha-dores, organizaciones, conciencia, liderazgo. Pero no son solo líderes los responsables, sino que… el conjunto tiene que madurar.

Todas las que existían en este país, todas las luchas eran conscientes, luchadoras. Ahora están surgiendo movimientos otra vez, y lo están reprimiendo. ¿Cuántos dirigentes sindicales van muertos después de la firma de la paz? ¿Cuántos líderes campesinos o comunitarios van desaparecidos, presos, o muertos ya?

EM: ¿Ve usted algún germen de espe-ranza para el movimiento social hoy?

YC: Tras la firma de los acuerdos de paz vuelve a surgir movimiento social y el sistema sigue en las mismas verdad, el desempleo creciendo, la escuela funcionando mal... entonces vuelve a surgir poco a poco movi-

miento social otra vez, diferente que antes porque lo que más empezó a despuntar en ese entonces fue la lucha por los desapare-cidos, los asesinados. Luego aparece la lucha feminista, la lucha indígena, ya por reivindi-caciones socio-culturales e históricas here-ditarias, territoriales y comunitarias, antes de la lucha contra las mineras o hidroeléctricas. Y a estas alturas está unido a la lucha por el territorio, la lucha por el medio ambiente, la lucha de las mujeres contra la violencia, por la igualdad, salarios justos…

Y no es por el ongismo… Para mi la única manera de que un movimiento social crezca es sustentado en la conciencia, sustentado en la organización, sustentado el liderazgo genuino y sustentado en la claridad o la búsqueda de afinar sus objetivos, finan-ciados por nadie más que ellos mismos y movidos por razones de clase o de sector.

La lucha u organización que merece la pena es la que descansa en la mente, los corazones, en los pies, en el esfuerzo y el trabajo de los involucrados, y eso requiere mucho sacrificio y requiere lucha y requiere claridad y producir su propio liderazgo, sean estudiantes, sean trabajadores, sea lo que sea. Eso es una necesidad vital y en países como el nuestro el estudiantado que logra llegar a la universidad, que logra llegar a la segunda parte de la secundaria tiene una gran responsabilidad, no solo para luchar por sus derechos, sino por los derechos ciudadanos de todos. Velar por el conjunto de la sociedad, porque aquí somos privile-giados los que accedemos a esos niveles de formación.

Entrevista realizada y editada por Patricia Macías y Richard Brown. Lee más de esta

entrevista en entremundosrevista.wordpress.com

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...From Page 19

Just like when I was little, they call Communist or responsible for the ills of the country anyone who asks for their rights, the people from the middle down, those who demand, protest, denounce, criticize, those who don’t shy away from painful truth.

But this is a simplistic, black-and-white discourse, so that nobody notices who is really responsible for the way things are going. The economic power, the financial power, the military power, the political power. Where is the power of the control of the means of production? Like land. Where is it? Who owns it? Who’s managed it? How does the party system work here?

EM: What were social movements like back in that era?

YC: In the 60s and 70s social mobilization was huge. Especially the student movement, in universities and high schools, it was enormous. Men and women who fought beside workers in marginalized areas, beside other students, including beside the movement against Exmibal, which symbo-lized the mining sector in those days.

In the 60s the cooperatives and farmer unions of Catholic Action were strong. The Church did a lot of good reformist work promoting cooperatives and committees for improving schools, committees for improving water, for improving roads. There were also the academics’ strikes that made history in 73 and 78, very powerful and very clearheaded. Syndicalism, unions were not only encouraged by Communists, they were encouraged by a lot of democratic people and totally within the system, protected by the law and by developed countries. Unions that grew and grew.

And it was a syndicalism and a student movement and an academic movement not only for their own groups’ interests but in solidarity with the others. At times they went to the streets not even for their own issues, but against repression in general. It grew into a broad movement within the bounds of the law with a lot of class consciousness, national consciousness, for sovereignty, for the defense of their rights, for solidarity with other unions that fought for different issues. They were movements and acts that were quite heroic.

EM: How can today’s movements become stronger?

YC: The only way for those at the bottom, the resisters, those who want a better world is organization. There is no better way: self-organization. This is part of the school of consciousness… and the only way to form leadership that acts on its ideals, and the needs of the country. Experience, and action. This is simply practice. Only the practice of organization and struggle will form fighters, organizations, consciousness, leadership. But leaders aren’t the only part, the whole has to mature, too.

All of the organizations that existed in this country, all of the struggles were conscious, combative. Now movements are emerging again, and they’re repressing them. How many unión leaders have been killed since the Peace Accords? How many rural leaders or community leaders are disappeared, incarcerated, or dead already?

EM: Do you see any rays of hope in social movements today?

YC: After the Peace Accords were signed, social movements started to emerge again, and the system remains the same,

rising unemployment, education working poorly… so social organization is starting to emerge again little by little, though it’s different from before because before what really caught on was the struggle for the disappeared, the murdered. Then came the feminist movement, the indigenous movement, out of social and cultural demands, out of historical, territorial, and community demands, before the movement against the mines or dams. And today it’s fused with struggles for territory, for the environment, the struggle of women against violence, for equality, fair wages…And it’s not through NGO culture… To me the only way for a social movement to grow is based in consciousness, based in organi-zation, based in genuine leadership and based in clarity or the effort to refine goals, financed by nobody else but themselves, and moved by class or group interests.The struggle or the organization that’s worthwhile is the one that rests in the mind, in hearts, in feet, in the effort and work of those involved, and that requires a lot of sacrifice, and requires struggle, and requires clarity and its own leadership, whether that means students, or workers, whatever. This is a vital need, and in countries like ours, students who make it to university, who manage to make it through high school, have a big responsibility, not just to fight for their rights, but for the civil rights of everyone. To look out for all of society, because here we’re privileged, we who have access to that level of education.

Interview conducted and edited by Patricia Macías and Richard Brown. Read more of

this interview at entremundosrevista.wordpress.com.

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La derogación de la ‘ley Monsanto’José Gabriel Cubur PirirComunicador social del Comité de Unidad Campesina (CUC)

Entre las represiones y criminalizaciones de 2014 en contra de las organizaciones indígenas y campesinas, se alcanzó una gran victoria: la derogación de la ‘ley para la protección de obtenciones vegetales (LPOV)’ conocida popularmente como ‘ley Monsanto,’ aprobada silenciosamente por el Congreso el 10 de junio, 2014.

Sin duda alguna las manifestaciones pací-ficas que se dieron en todo el país, por más de una semana, fueron clave para que los diputados y diputadas del Congreso dero-garan el decreto. La derogación de la ley gracias a las campañas en redes sociales, la fuerte presencia mediática, y sobre todo a las manifestaciones pacíficas con gran participación ciudadana que se hicieron en las vías principales del país, representa un modelo para nuestras próximas luchas.

Nuestras semillas originarias se encon-traban directamente amenazadas por la privatización, ya que hubieran podido pasar a ser propiedad de empresas que comercializan semillas transgénicas, entre ellas, DuPont, Syngenta, Bayer, Dow, y Monsanto. La LPOV en su artículo 50 decía que cualquier persona que utilice o emplee las variedades vegetales regis-tradas por alguna empresa o persona particular, sin permiso de la misma, podría ser encarcelada por hasta cuatro años o

multada con hasta Q10,000.

La privatización de nuestras semillas pondría en peligro nuestra soberanía y seguridad alimentaria, y la salud y la vida de todas y todos, ya que una empresa extrajera podría patentar cualquier parte de nuestro patrimonio ancestral después de hacer algún cambio mínimo y hacernos pagar por el derecho de usarlo. Sus crea-ciones protegidas podrían también desplazar nuestros alimentos ancestrales. En un país en que la pobreza y desnu-trición extrema son ordinarias, cualquier amenaza a nuestra soberanía sobre nuestros cultivos preciosos es grave.

En 2008 Monsanto compró al gran proveedor guatemalteco de semillas, Semillas Cristiani Burkard. ‘Esta adqui-sición… solidifica la posición de Monsanto como el principal proveedor de semillas de maíz en Latinoamérica,’ dijo Brett Begemann, un vicepresidente de Monsanto. Así comprando proveedores puede monopolizar la venta de semillas (en los EEUU ganó control del 80% del mercado de semillas de maíz por medio de tales adquisiciones) y limitar nuestras opciones según sus intereses.

La amenaza que representaba la LPOV para la vida de los guatemaltecos fue entendida rápidamente por las grandes mayorías. Fue así como se obtuvo una respuesta en contra de esa ley por parte de los pueblos indígenas, campesinos, sindicalistas, maestros, y el resto de la población organizada.

Por su parte el CUC, en alianza con orga-nizaciones hermanas, lanzó una campaña en Internet con rostros de diputados y diputadas que votaron en favor de la ley. En dicha campaña se les señalaba de trai-

dores a la patria a los congresistas que aprobaron la LPOV, y así no contaron más con el anonimato común en el Congreso.

Líderes y autoridades locales Kaqchiqueles de Sololá, con apoyo de las organizaciones populares que trabajan allí, organizaron las manifestaciones masivas y pacíficas que exigieron la derogación de la ley. Fueron decenas de miles que tomaron la Carretera Interamericana, con el apoyo de alcaldes indígenas, cocodes y organi-zaciones populares, entre ellas el CUC, de Sololá.

Mientras tanto, plantones rodearon el Congreso por una semana. A la capital llegaron comisiones provenientes de Alta Verapaz, Quiché, Totonicapán y Sololá, incluyendo miembros de varias organi-zaciones como el CUC, para acuerpar las acciones sociales que se realizaron frente al Organismo Legislativo. Y para participar en conferencias de prensa y reuniones con otros sectores de la sociedad civil organizada y planificar nuevas presiones al Congreso. Asimismo ante los medios de comunicación CUC argumentó lo negativo de dicha ley para la población guatemalteca. Una petición virtual de 200,000 firmas también tuvo su efecto. Otras organizaciones hermanas hicieron lo suyo interponiendo recursos legales en los tribunales en contra de la LPOV.

En su mayoría las acciones sociales fueron masivas, lúdicas, sobre todo pacíficas, y efectivas. Se considera que la derogación de la ‘ley Monsanto’ es un triunfo de la población civil organizada del país que se pronunció en contra o que participó en las acciones sociales.

Continúa en la página 24...

COMUNIDAD

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The repeal of the ‘Monsanto Law’José Gabriel Cubur PirirSpokesman for the Committee for Campesino Unity (CUC)

Amidst the repression and criminalization in 2014 of indigenous and campesino activism, we saw a major victory: the repeal of the ‘Vegetable Variety Protection Law’ (LPOV), popularly called the ‘Monsanto Law,’ silently approved by Congress on June 10, 2014.

The country-wide peaceful demonstra-tions that lasted over a week were undou-btedly key to convincing members of Congress to overturn the law. The repeal, achieved by social media campaigns, a strong media presence, and especially large peaceful protests with broad citizen participation in the country’s major roads, is a model for our future activism.

Our native seeds were directly threatened with privatization because they could have become the property of companies that sell genetically modified seeds, like DuPont, Syngenta, Bayer, Dow, and Monsanto. Article 50 of the LPOV said that any person employing crops patented by a company or individual without permission could be jailed for up to four years or fined up to Q10,000.

The privatization of our seeds would put in jeopardy our sovereignty and food security, and so our health and our lives. A foreign company could patent any part of our ancestral inheritance after making some small change, and then charge

us for its use. The companies’ protected crea-tions could also d i s p l a c e o u r ancient crops. In a country in which extreme poverty and malnutrition a r e c o m m o n -place, any threat to our sovereignty over our precious harvests is grave.

In 2008, Monsanto b o u g h t t h e Guatemalan seed megadistributor Semillas Cristiani Burkard. ‘This acqui-sition… solidifies Monsanto’s position as the leading corn seed provider in the Latin and Central American regions,’ said Brett Begemann, a Monsanto vice president. By buying seed distributors, Monsanto can monopolize the seed market (it won control of 80% of the US maize seed market through such acquisitions) and limit our options according to its interests.

The great majority quickly understood the threat that the LPOV represented to Guatemalan lives; this was why the response against the law was so strong from indigenous peoples, campesinos, unions, academics, vegetarians, and the rest of the organized population. Organizations including CUC launched an online campaign using the faces of Congressmen and women who voted for the law. We called them out as traitors to the country, which deprived them of the anonymity so common in Congress.

Kaqchiquel leaders and authorities in Sololá, along with grassroots groups like CUC that have a presence there, orga-

nized the massive, peaceful demonstra-tions of the Kaqchiquel people and allies that demanded the repeal of the law. Tens of thousands of people took the Interamericana Highway.

Meanwhile, protests surrounded Congress for a week. Delegations that included many organizations like CUC arrived from Alta Verapaz, Quiché, Totonicapán, and Sololá in the capital to knock on Congress’ doors and participate in press conferences and meetings with other sectors of orga-nized civil society to plan new ways to pressure Congress. CUC also took part in the media campaign to argue against the law. A virtual petition of 200,000 signa-tures also had its effect. Other sibling organizations undertook legal campaigns against the law.

The majority of the civil actions were massive, festive, especially peaceful, and effective. The repeal of the ‘Monsanto Law’ was a triumph for the organized civil society of the country that stood up to the law and took action.

Continued on Page 25...

COMMUNITY

maniFestantes Frente al conGreso. Foto por ricard busquets

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...Viene de la página 22

La LPOV quedó oficialmente derogada el 25 de septiembre. Pero eso no garantiza que el sector empresarial del país no busque aprobar otro decreto parecido a la ‘ley Monsanto,’ por eso la población organizada debe estar atenta y volver a las calles para defender sus semillas, si es necesario.

De hecho, la LPOV responde a los compromisos asumidos por el gobierno de Oscar Berger al firmar el Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Centroamérica y República Dominicana (DR-CAFTA) en 2005. Este tratado exige que Guatemala acceda al Convenio Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV). De ahí surgió la LPOV, y todavía no sabemos cuáles serán las consecuencias de rechazar esa ley y ese convenio.

Lógicamente la aprobación de la LPOV era un juego económico-político en donde los ganadores eran las empresas y

empresarios nacionales e internacionales que se dedican a comercializar con las semillas nativas de los pueblos originarios. El Congreso aprueba leyes a favor de estos intereses y en contra de las mayorías.

El CUC es una organización que surgió por las violaciones a los derechos humanos y laborales que sufrían los pueblos indí-genas y campesinos en la década de los setentas, y salió a luz pública en 1978.

En sus 37 años de vida el CUC ha luchado junto con comunidades indígenas y campesinas para accesar a la tierra. Se han entregado miles de títulos de propiedad, beneficiando a miles de familias campe-sinas en todo el país. También ha contri-buido a la elaboración y presentación de iniciativas de ley de las cuales se puede mencionar la Ley del Registro de Información Catastral y la iniciativa 40-84 para una Ley de Desarrollo Rural Integral. El acceso a la tierra y la seguridad alimen-taria de todos los guatemaltecos está en peligro también por la explotación minera, las represas hidroeléctricas y los

monocultivos como la palma africana y la caña de azúcar que usan nuestras tierras para exportar productos no comestibles mientras en casa sufrimos de desnu-trición crónica y aguda. Por eso el CUC tiene alianzas con pueblos originarios y organizaciones populares para defender nuestro territorio y la Madre Tierra de estos peligros.

Entre las represiones al CUC en 2014, se encuentra la operación masiva de más de mil agentes de la PNC en contra del pueblo q’eqchi’ en Alta Verapaz. El 15 de Agosto desalojaron a la comunidad Nueve de Febrero, que se había instalado en 2009 en un pedacito del terreno enorme de la familia Ponce, para protestar por la cons-trucción de la hidroeléctrica Santa Rita en ese territorio sin consultar al pueblo q’eqchi’. (El desalojo se desprendió solo horas antes de la masacre al pueblo cercano de Semococh.) El CUC apoya la lucha de la comunidad Monte Olivo, que defiende el territorio del pueblo q’eqchi’. La represión en esta comunidad ha sido constante. En 2013, por ejemplo, un sicario y empleado de la hidroeléc-trica, Guillermo Pacay Bol, buscaba al líder comunitario David Chen, pero al no encontrarle disparó y mató a dos niños, quiénes tenían nueve y trece años.

En la actualidad gran parte de nuestra lucha se enfoca en hacer presión al Congreso de la República para que apruebe de urgencia nacional la Ley de Desarrollo Rural Integral, tan necesaria para que haya un verdadero desarrollo en el área rural para la mayoría pobre de nuestro país. Exhortamos a todos los habitantes de nuestro país a sumarse a esa exigencia. Infórmense de qué es esta ley, apoyen las próximas acciones sociales para la exigencia de la misma, y sepan que la propaganda en contra, proveniente de la oligarquía, que pinta la ley como una reforma agraria extrema, es falsa.

El CUC lucha para arrancar de raíz las injusticias porque los derechos humanos son universales y no son exclusivos para un sector de la población. Cuando el CUC lucha por la tierra para cultivarla y habi-tarla, está luchando por una vida mejor para los pueblos indígenas y campesinos, que en pleno siglo 21 siguen siendo los más explotados laboralmente, excluidos y marginados.

Lee más sobre el CUC, las luchas del pueblo q’eqchi’, y las transgénicas en Guatemala

en entremundosrevista.wordpress.com.

COMUNIDAD

panelistas en el primer aniversario del Frente popular 31 de enero. méxico, 1982. Fuente: cirma

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The LPOV was officially repealed on September 25th. But that doesn’t mean that the business sector of the country won’t look for some other way to get a similar law passed. The organized popu-lation must be ready to go back to the streets, if necessary, to defend their seeds.

In fact, the LPOV is a result of commitments made by the government of Oscar Berger when Guatemala signed a free trade agre-ement between the US, Central America, and the Dominican Republic (DR-CAFTA) in 2005. This treaty requires Guatemala to meet the standards of the International Convention for the Protection of New Plant Varieties. That is the source of the LPOV, and we don’t know what the consequences will be of our rejection of that law.

Logically, the approval of the LPOV was a political and economic ploy meant to benefit national and international big business that patent and profit from the seeds of native peoples. Congress approves laws in favor of those interests and against the interests of the many.

CUC was formed to stem the human rights and labor rights abuses committed against indigenous people and campe-sinos in the 70s, and became public in 1978. Over 37 years, CUC has fought alongside indigenous and campesino communities to help them secure their own lands. We have helped obtain thou-sands of land titles, benefitting thousands of rural families across the country. We’ve also contributed to the formulation of bills like the Law of Land Registry Information and Initiative 40-84 for a version of the Holistic Rural Development Law.

Access to land and food security for all Guatemalans is being jeopardized by mining, hydroelectric dams, and mono-culture plantations of African palms and sugarcane that use our land to export non-edible products as we suffer chronic and severe malnu-tr it ion at home. This is why CUC has alliances with indi-genous and other grassroots groups to defend our land and Mother Earth from these dangers.

Among the cases of repression CUC faced in 2014 was the massive operation by over a thousand police officers against the q’eqchi’ people in Alta Verapaz. On August 15, police evicted the community of Nueve de Febrero that had settled in 2009 on a small piece of an enormous plot owned by the Ponce family, to protest the construction of the Santa Rita hydroelectric dam without consulting the local q’eqchi population. (The eviction took place just hours before the massacre at nearby Semococh.) CUC had organized the community, and its neighbor Monte Olivo, to support the q’eqchi people in the defense of their territory. Repression in this area has been constant. In 2013, for example, a hitman and employee of the dam project was looking for local leader David Chen, and when he didn’t find him, he shot and killed two of his children instead. They were nine and 13 years old.

We focus most of our efforts on pressuring Congress to pass the urgently necessary

Holistic Rural Development Law (Ley de Desarrollo Rural Integral), which is abso-lutely essential to any meaningful future development in rural Guatemala, where our poor majority lives. We ask our whole country to join this effort. Get informed about this law, support activism around the law, and know that the propanganda from the oligarchy against the law that paints it as extreme land reform is false.

CUC fights to uproot the causes of injustice because human rights belong to us all, not just the privileged few. When CUC fights for land to cultivate and live on, we’re fighting for a better life for indigenous people and campesinos, who, in the 21st century, are still regularly exploited, excluded, and marginalized.

Read more about CUC, the struggles of the q’eqchi people, and GMOs in Guatemala at

entremundosrevista.wordpress.com.

José Gabriel Cubur PirirSpokesman for the Committee for

Campesino Unity (CUC)

25

COMMUNITY

LA DESPENSA5451-4510

maniFestantes Frente al conGreso. Foto por ricard busquets

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Organizados grano a granoPatricia Macías LópezDisfrutar de una taza de café justo y orgánico no es tan fácil como imagina-ríamos en Guatemala. La mayoría del café que produce el país se destina a exportación. Además la mayoría de este producto se cultiva en grandes fincas, controladas por muy pocos, y en las que trabajan muchos bajo condiciones labo-rales pésimas. Mientras para los pequeños productores que trabajan sus propios cafetales es difícil competir con estas macro producciones y encontrar una salida a su producto. Además existen otros factores externos a los que no pueden hacer frente por imposiciones económicas como impuestos, altos aranceles o inter-mediarios, así como efectos del cambio climático con enfermedades como la roya disfrutando de veranos más largos o las sequías cada vez más frecuentes en Guatemala. Múltiples variables como hemos visto influyen en el salario de los productores. Pero una forma de asegurar esos salarios justos, así como la producción, es la asociación. Organizarse como pequeños productores trabajando juntos dentro de una cooperativa es la única vía que les permite producir café y vivir de una manera digna.

Manos Campesinas y ASOBAGRI son dos excelentes ejemplos de organizaciones cooperativistas cafeteras en Guatemala. ¿Cómo funcionan? En el caso de Manos Campesinas se trata de una organización de segundo grado (considerando de primer grado a las cooperativas) que agrupa a más de 1000 pequeños produc-

tores y se encarga principalmente de la comercialización del café producido, café que por cierto está certificado como 100% orgánico. Nació en el año 2000 y en palabras de Carlos Reynoso, gerente de Manos Campesinas, ‘La idea de crear un movimiento de pequeños productores fue el germen para crear Manos Campesinas. Es ese entonces no existía la idea de producción orgánica, todo era conven-cional. Incluso la calidad del café no era tan valorado. Pero desde el mero inicio de Manos Campesinas dijo la junta directiva y los asociados, ‘‘Hagamos trabajo natural, no podemos perder de vista esta parte y vamos a seguir protegiendo los ríos, seguir protegiendo la tierra.’’‘

Además de ese trabajo respetando a la Madre Tierra el fundamento de organi-zaciones como Manos Campesinas es asegurar las condiciones laborales de los agricultores, que como promedio poseen una hectárea de terreno y que a su vez están organizados en coope-rativas propias. ‘Si no existiéramos y no estuvieran esas condiciones de mercado estoy seguro de que muchos de los productores que están ahora ya no fueran productores porque los precios no hubieran compensado su trabajo.’ En este sentido Reynoso añadía, ‘Al tener mercados estables, que nos permite

negociar precios, les permite estar todo el año trabajando en su propiedad y con el producto que venden tienen para pasar el año, no la necesidad de tener que ir a otro lado’ como una gran finca.

Tras 15 años de trabajo una nueva iniciativa ha surgido como consecuencia natural ha este sistema organizativo y ha surgido en forma de cafetería: Café Armonía abría sus puertas en Xela hace unos meses. Se trata de una iniciativa especial porque tras este café están Manos Campesinas y ASOBAGRI y por lo tanto el café viene directamente de los pequeños productores que forman parte de estas dos organizaciones. Reynoso comentaba a Entremundos, ‘Café Armonía es nuestra primera experiencia. Queremos ofrecer al consumidor de Xela, de nuestra comunidad, un producto de primera calidad, un producto sano y un producto de pequeños productores’ además, ‘Los demás cafés son de uno o dos propietarios este café va a ser de todos los campesinos de todos los productores.’

Los baristas trabajando en el café son hijos de los pequeños productores que forman la cooperativa. Fueron seleccionados y recibieron formación profesional y ahora trabajan en Armonía. Ondina Victoria, una de las trabajadoras, procedentes de la pequeña comunidad de Loma Linda lo tiene claro ‘Café Armonía es como una familia.’ Una gran familia que como si se trataran de granos de café, unidos trabajan desde los cafetales hasta la taza que todos disfrutamos como clientes, un café económico pero cooperativo, orgánico, de calidad y lo más importante justo para todos los que forman parte de su proceso de producción.

Lee más sobre empresas sociales en entremundosrevista.wordpress.com

VOCESCOLECTIVAS

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Organized Grain by GrainPatricia Macías LópezIt’s harder than you’d think to enjoy a cup of organic and fair-trade coffee in Guatemala. The majority of the coffee produced here is exported, and grown on large plantations owned by very few and worked by many in abysmal labor conditions. It’s difficult for small producers to compete with the industrial-scale producers, even without considering factors like taxes, tariffs, the widespread predatory practices of middlemen, and even the effects of climate change as plant diseases like the fungus la roya enjoy longer summers, droughts become more common, and rainfall becomes harder to predict.

Manos Campesinas (Farmer Hands) and ASOBAGRI (the Barillense Association of Farmers) are two successful Guatemalan coffee cooperatives. Manos Campesinas is a second-level organization (local coope-ratives are considered the first level) that involves over 1,000 small producers and principally manages the commercia-lization of the producers’ coffee, all of which is certified organic. The organi-zation was born in 2000 and in the words of its manager, Carlos Reynoso, ‘The idea to create a movement of small producers was the seed of Manos Campesinas. In that time, the idea of organic production didn’t exist; everything was conventional, and even the quality of the coffee wasn’t very valued. But from the very beginning of Manos Campesinas, the board of

directors and others said, ‘‘Let’s work natu-rally. We can’t lose sight of this… We’re going to continue to protect the rivers, and continue to protect the land.’’’

Beyond caring for the environment, the fundamental job of these organiza-tions is to assure that their farmers, who in the case of Manos Campesinas own on average one hectare of land, work in good conditions and make a fair wage. Large scale coffee production allows plantations to under-price small producers, since they pay low wages and don’t have to work with midd-lemen. Organizations of small producers can make them big, and make their product competitive with large producers. Second-level organizations are larger and can therefore negotiate prices, sell in bulk, and look for reliable markets. They also incentivize and promote grassroots self-organization of campesino collectives by increasing benefits, all of which leads to sustainability.

‘If we didn’t exist and these market condi-tions didn’t exist, I’m sure that many of these producers today wouldn’t be producers because the prices wouldn’t have compensated their work,’ said Reynoso. He added, ‘Having stable markets, which allow us to negociate prices, allows them to spend all year working their own property, and not to have to go somewhere else’ where they would likely have to work on a plantation.After 15 years of work, a new initiative has emerged: Café Armonía opened in Xela in september, 2014. It’s a special initiative

because behind it are Manos Campesinas and ASOBAGRI, and so its coffee comes straight from the small producers that make up these organizations. Reynoso said, ‘Café Armonía is our first experience. We want to offer a product of the highest quality, a product that’s wholesome, a product from small producers.’ Further, ‘The other cafés are owned by one or two propietors. This café belongs to all of the farmers.’

The baristas working in the café are children of members of the coopera-tives. They were selected and then were professionally trained. Ondina Victoria, one of the workers who comes from the small coffee-growing community of Loma Linda, explained, ‘Café Armonía is a family.’ It’s a family that works together from the coffee plant to the coffee mug to deliver competitively-priced coffee that’s cooperative, organic, high quality, and provides fair wages to those in each step of production.

Patricia Macías, journalist and photo editor, Entremundos

Read more about these and other socially-conscious local businesses at

entremundosrevista.wordpress.com

WHERE TO RECYCLE IN XELA?DONDE RECICLAR EN XELA?

PAPEL, PLASTIC, VIDRIO, CARTON, ALUMINIOReciclados de occidente

7a Ave, 15-40, Z5, Las Rosas, Xela

Tel: [email protected]

Tambien recogen las materiales si hay una cantidad grande.

PAPEL, PLASTIC, LATAS DE SODA

Don Tito

8a Calle, D10-31, Z1, Xela

Tel: 5913-3685 / 5494- 0840

COLLECTIVEVOICES

ezequiel antonio en caFé armonía, Foto por patricia macías

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Pizzas, salads, baguettes, hummus, babaganoush, crepes, natural fruit juices & smoothies, hot chocolate, organic coffee & herbal teas

We also show ecological &

humanist movies!

R E S T A U R A N T E

15 Av., 2-38, Zona 1, Xela. Just above the Post Office

Aquí Me Quedo: Empresa Social y ResistenciaVivimos en sociedades cada vez más injustas y Guatemala se posiciona dentro de los países más desiguales del mundo.Podemos ver claramente que esta estructura que fomenta y perpetúa esta inequidad extrema económica, de género, y de oportunidades se alimenta de la confiscación de la democracia por la aris-tocracia lobbyista, o sea, la imposibilidad de acceder al poder político sin la apro-bación de los ricos.

Dice Oxfam en sus nuevos informes sobre desigualdad que cuando llegamos a este tipo de situación y sin soluciones políticas valientes, perdemos por completo la opor-tunidad de provocar cambios. El estado seguirá sirviendo los intereses de los que más tienen, y las desigualdades seguirán aumentando. Hoy por hoy la mitad de la población mundial que menos riquezas tiene posee igual que las 85 personas más ricas del mundo y siete personas de 10 viven en un país donde la desigualdad no dejo de aumentar en esos últimos 30 años.

¡Basta de números y constataciones, hay que reaccionar!

Primero, hay que liberarse de esos atajos intelectuales de la edad de las cuevas de que “lo que no es capitalismo es comunismo” y proponer alternativas a lo fundamental de la civilización: la forma de producir y repartir las riquezas. Proponemos accionar desde los negocios más chiquitos y sencillos. Probar, arries-garse, crear modelos, criticarlos, mejo-rarlos de nuevo, nutrirse de la crítica,

disfrutar los intentos, inspirar a las personas emprendedoras a seguir una nueva dirección: producir local para un beneficio local y comunitario ante todo.Nuestro análisis del sistema económico, educativo, social y de género que nos rodea nos convenció que hay que crear modelos económicos creativos y sólidos que puedan tanto aportar al bien común como financiar los proyectos sociales.

Necesitamos estructuras alternativas para derrotar a las que provocan la desigualdad. Pero no podemos crear nuevas estructuras si no construimos en paralelo otras formas de financiarse y financiarlas. Es difícil estar solamente participando de la lotería finan-ciera internacional para las ONG, some-tidos a políticas y líneas de acción que responden sobre todo a los intereses de los donantes. Pragmáticamente, como organizaciones sin fines de lucro de la sociedad civil, seguimos respondiendo a las convocatorias y seguimos escribiendo propuestas. Sin embargo es vital crear alternativas en paralelo.

Hay nuevas formas de financiarse que apuntan a modelos económicos emer-gentes que abordan en sus propuestas la economía del bien común, el cuidado ecológico, la transparencia económica, la nueva competitividad para un concepto diferente de éxito social: es más exitoso quien más aporta a su entorno.

Por eso creamos la empresa social culi-naria (¡mmm!) Aquí me Quedo. Aquí Me Quedo es un proyecto de Asociación Payasxs, nace de varios años de acti-vismo en Derechos Humanos desde la sociedad civil y del deseo de reducir las inequidades.

Consumir Aquí Me Quedo es apoyar un sistema alimentario mejor porque también es:Descubrir una comida artesanal que

seduce a sus comensales a través del arte culinario versus la producción industrial. No hay ingredientes ocultos ni trucos químicos.

Comer sano, sin frituras ni artefactos que engañan el paladar y el olfato, usando, en la medida de su disponibilidad, lo máximo de productos orgánicos, integrales, frescos para crear nuestros platos y por supuesto de producción local.

Aportar a la competitividad de una empresa que quiere ser líder y referente en el trato de su personal, sin despreciar el rendimiento ni el profesionalismo de cada integrante.

Fomentar el desarrollo de nuevas vías de comercio directo con productores locales, artesanales y orgánicos.

Promover programas novedosos de cuidado al medio ambiente a través de su Plan Verde de uso de envases retornables.

Participar en el apoyo financiero a proyectos en derechos humanos que apuntan a erradicar las estructuras sociales que provocan injusticias que no queremos seguir soportando, constru-yendo modelos alternativos novedosos. Visite nuestros proyectos en www.metoca.org.

Por fin y más que todo, es aportar a una propuesta política, social, económica alternativa que está sembrando las semillas de cambios sistematicos y de modelos que permitirán replicarse para mejorar nuestras sociedades.

¡Y como se vale soñar, también se vale accionar!

FB: Aquí me Quedo / 7765-4063 / www.aquimequedo.org

VOCESCOLECTIVAS

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COLLECTIVEVOICES

Aquí me Quedo: Social Enterprise and ResistanceWe live in societies that are ever more unjust, especially those of us in Guatemala, one of the world’s most unequal nations.

We can clearly see that the structure that promotes and perpetuates extreme economic, gender, and opportunity inequality survives on the appropriation of democracy by a lobbying aristocracy. Put differenty, it survives because it’s impos-sible to access political power without the approval of the wealthy.

Oxfam’s new studies on inequality show that when we find ourselves in this situation, it’s almost impossible to pull ourselves out of it without bold political solutions. The state will continue to serve the interests of those who own the most and inequality will continue to grow. Seven in ten people live in countries where inequality has grown over the last 30 years. 85 people are as rich as the bottom 3.5 billion.

Enough with the statistics! We need to act!

First, we have to free ourselves from the stoneage intellectual bondange of the idea that ‘what isn’t capitalism is Communism,’ so that we can propose alternatives to the basis of civilization: how we produce and distribute wealth. We propose to act through the smallest, most

humble businesses. To experiment, take on risk, create new models, nourish them with criticism and improvement, enjoy our attempts, inspire entrepreneurial people to adopt a new path of local production with a fundamental commitment to local community improvement.

Our analysis of the economic, education, social, and gender systems that surround us has convinced us that we must create alternative economic models that are as creative as they are sound, whose ultimate goals are to contribute to the public good, and to fund social projects.

We need alternative structures to defeat those that create inequality, but we can’t create new structures without deve-loping a way to finance them and make them sustainable. It’s difficult to be only and always playing the NGO interna-tional finance lottery, to be submitted to the policies, perspectives, and interests of the donors. Pragmatically, as non-profit civil society organizations, we continue to chase opportunities for grants and to write proposals. But it is vital to create parallel alternatives for finding funding.

There are new ways to finance our projects, and they come from emerging economic models that prioritize the common good, ecological consciousness, economic trans-parency, and a new paradigm of compe-tition: the most successful are those who bring the most to their communities.

This is why we created the culinary social enterprise (mmm!) Aquí me Quedo. Aquí me Quedo is a project of the Asociación Payasxs (Clown Association), born of many years of grassroots human rights activism and a desire for a less unequal world.

Ordering from Aquí me Quedo is to push the whole food system in the right direction, because it is also:To discover artisanal food that seduces your dinner guests through culinary crea-tivity instead of industrial production. We use no hidden ingredients or chemical enhancements.

To eat healthy, without deep-frying or other ploys to trick your senses, and to eat as many organic, whole-grain, fresh and, of course, local ingredients as we can find.

To support a business that wants to be a leader and a model in how it treats its employees, respecting the contribution of every member of the team in their different roles.

To encourage the development of more direct relationships between consumers and local, artisanal, and organic producers.

To promote novel ecological programs like our Plan Verde use of nondisposable items.

To financially support human rights projects that aim to uproot the social structures we don’t want to contribute to by creating alternatives. (Find out more about our projects at www.metoca.org.)

Finally and above all, ordering from Aquí me Quedo is supports a political, social, and economic alternative that is sowing the seeds of systems change, by providing models that others can replicate anywhere.

It’s worth it to dream, so it’s worth it to act!

FB: Aquí me Quedo / 7765 – 4063 / www.aquímequedo.org

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El trueno en la ciudad: Episodios de la lucha armada urbana de 1981 en GuatemalaJosé Cruz/El Pensativo Mario Payeras cuenta, en tono sereno, la vertiginosa historia de la derrota del frente guerrillero urbano del EGP, ocurrida en 1981. En ese momento se enfrentaron de manera sorda y a veces trepidante, dos concepciones y dos prácticas militares antagónicas, en las calles y barrios de la ciudad de Guatemala.

El ejército, asesorado por agentes de inte-ligencia de Argentina e Israel, financiado por el gobierno estadounidense a través de sus aliados como la dictadura militar taiwanesa, y conducido por generales que sistematizaron una concepción contrain-surgente que puso en juego las tácticas más feroces contra su propio pueblo. Consiguió proteger con eficacia los privi-legios de la vieja oligarquía y de la nueva casta militar. El adversario a derrotar por esta alianza reaccionaria, el frente urbano del EGP, fue una de las estructuras guerri-lleras (como todas las de la URNG) cuyos métodos conspirativos, formación táctica, tipo de disciplina, concepción operativa y orientación programática, respondía fundamentalmente a una asimilación acrítica de la experiencia cubana.

El análisis que Mario hace de éste y otros episodios de la lucha guerrillera en este volumen y en otra de sus obras clave, Los fusiles de octubre, constituyen el cues-tionamiento más serio y oportuno a las

bases conceptuales e ideológicas del accionar de la izquierda guatemalteca en ese período. En su narración Payeras proporciona las claves para entender el fracaso del proyecto revolucionario guerrillero. Enfrentar al poder político y militar del estado finquero con un aparato miliar distanciado de la acción política de las masas, resulta un esfuerzo de un heroísmo sobrehumano que no puede, por sí mismo, conducir a la victoria. Esta es la lección más importante que nos lega Mario en este libro.

Su planteamiento crítico levanta reac-ciones colmadas de desdén y desagrado, aún en nuestros días. En su momento, el cuestionamiento formulado por Payeras y sus compañeros de Octubre, Revolucionario, significó un gesto radical de consistencia, valentía y seriedad para encarar los propios errores. Hoy sigue siendo un aporte profundo al examen necesario y aún pendiente, del papel y situación de la izquierda guatemalteca.

Releyendo estas páginas me invade la nostalgia por las certezas que conven-cieron a tantos de arriesgarlo todo en pos de la revolución. La disposición combativa hasta el sacrificio, la clandes-tinidad y sus renuncias como modo de vida, la confianza a toda prueba en las virtudes revolucionarias, la referencia al sistema socialista realmente existente y la solidaridad de la gente común con ‘los muchachos’ eran realidades indiscutibles, y hoy están disueltas en el humo-niebla de este principio de siglo. Mario Payeras salió a tiempo de la escena.

Perdimos, sí. Ganó el afán por el oro y su brillo ensangrentado. Más con la derrota de los revolucionarios perdieron todos, hasta los ilusos triunfadores que proclaman su victoria con más guerras

invasoras, con más acaparamiento y más miseria, con un remolino planetario de codicia. Le llaman globalización, libre mercado. Sus voceros se autonombran libertarios, pues en ese afán de latrocinio, se adueñan hasta de nuestro lenguaje. Hacen cálculos sobre cuánto va a durar el petróleo. La pregunta es cuánto va a durar la iniquidad.

Y vemos que los problemas de la ciudad que él narra no han dejado de existir; la desigualdad, el racismo, la contaminación y la violencia siguen siendo problemas pendientes de resolver. Si buscamos construir movimientos eficaces, es funda-mental analizar, estudiar y conocer los éxitos y los fracasos de los que ya lo han intentado.

José Cruz es un activista y ecologista del Colectivo Madreselva.

LA PÁGINA PENSATIVA

reunión de Guerrilleros y población civil, sin Fecha. colección del eGp. por meGan thomas. Fuente: cirma

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Thunder in the City: Stories From the Urban Guerrilla Movement in Guatemala, 1981José Cruz/El PensativoMario Payeras recounts in sober style the dramatic story of the defeat of the urban guerrilla front of the Guatemalan Army of the Poor (EGP – Ejército Guatemalteco de los Pobres) in 1981, when two opposed military philosophies squared off in the streets of Guatemala City, sometimes clumsily, sometimes explosively.

The government army was supported by Argentine and Israeli intelligence, financed by the US government through allies like the Taiwanese military dicta-

torship, and led by generals who syste-matized a counter-insurgency strategy that deployed ferocious tactics against their own people. It eventually succeeded in protecting the privileges of the old oligarchy and the new military caste. This reactionary alliance aimed to defeat the urban front of the EGP, a guerrilla structure that, like all those of the URNG (National Revolutionary Unit of Guatemala – Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca), developed its conspiratory methods, tactical training, discipline regimen, operational strategy, and overall orien-tation from an uncritical assimilation of the Cuban experience.

Mario’s analyses of this and other chapters in the guerrillas’ struggle, in this book as well as another of his major works, The Rifles of October, constitute the most serious and enlightening questioning of the conceptual and ideological foun-dations of the Guatemalan left’s actions during the 70s and 80s. Payeras provides the keys to understanding the failure of the guerrillas’ revolutionary project. Confronting the political and military power of the plantation state with a military apparatus detached from the poli-tical action of the masses was an effort in superhuman heroism that could not, on its own, lead to victory. This is the book’s fundamental lesson.

Even today Mario’s critical theory evokes reactions saturated with displeasure and contempt. In their moment, criticisms from Mario and his compatriots of the Octubre Revolucionario movement, which broke away from the EGP in 1984 for philisophical reasons, represented a radical commitment to moral consis-tency, courage, and seriousness because they focused on self-criticism and the movement’s own errors. Today they

remain a central contribution to the necessary but still incomplete exami-nation of the proper role and direction of the Guatemalan left.

Rereading these pages fills me with nostalgia for the certainties that compelled so many to risk everything for the sake of revolution. The sacrifice and will to fight, the secrecy and the renun-ciation of any hope of a normal life, the faith through the intensest tests of revo-lutionary values, the inspiration gained from models of successful socialism, the solidarity between ordinary people and our compatriots were all real and indispu-table. But in this new century they have evaporated into mist. New collections of the works of Mario Payeras have appeared just in time.

Yes, we lost. The lust for gold and its bloody brillance triumphed. With the defeat of the revolutionaries everyone lost, including those naive victors who proclaim victory after victory in invasion after invasion, as the rich hoard more and the poor suffer dearly in a global whirlwind of greed. They call it globalization and the free market. Their spokesmen call themselves liberals as in their zeal for theft they appropriate even our vocabulary. They calculate how long the oil will last, while we ask how long the injustice will last.

And we see that the problems of the city that he described still exist; inequality, racism, pollution, and violence are still problems without solutions. It is funda-mentally important to study, analyze, and understand the successes and the failures of those who have already tried.

José Cruz is an activist and ecologist with the Madreselva Collective.

THE “PENSATIVA” PAGE

reunión de Guerrilleros y población civil, sin Fecha. colección del eGp. por meGan thomas. Fuente: cirma

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Antigua

Atitlan

Antigua

Alta Verapaz

Monterrico

On the Road