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Universidad Nacional del Litoral
Facultad de Humanidades y Ciencias
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Título del trabajo: Estudiar Historia ¿Para qué?Autores: Brizuela Silvestri, Leonel Hernán
Navas Larrea , Lucía Beatriz
Rojas, Elián José María
Profesora tutora: Silvestri, Silvia Alejandra
Institución Escolar: : E.E.S Nª 177 ''Prof. Mercedes Moreno''-Corzuela-Chaco
Olimpíada por la que participa: Olimpíada de Historia
-Categoría: Bicentenario: ‘’Muros con Historia’’.
Pensar la Independencia en el Bicentenario 1816-2016 -Año 2016
Estudiar Historia ¿Para qué?
Nuestro equipo de trabajo está compuesto por Brizuela Silvestri, Leonel Hernán; Navas Larrea Lucia Beatriz; Rojas Elián José María y la profesora tutora Silvestri Silvia Alejandra.
Nos resultó interesante la propuesta del equipo de Olimpíadas de Historia 2016 a través de la Categoría Bicentenario 1816-2016, Muros con Historia que culminaba con la realización de un Mural.
A partir de la lectura realizada con motivo del Simposio nos permitió reflexionar sobre el para qué de la historia por lo cual elegimos este título.
Decidimos representar nuestro mural estableciendo una analogía entre el ADN y los hechos
históricos, teniendo en cuenta la definición de ambos conceptos encontramos similitud, la
misma radica en que el ADN almacena información única e irrepetible, como lo son los hechos
históricos; porque nunca nada se repite en la historia. Refutando lo que durante mucho tiempo
se creyó: que la Historia era la maestra de la vida, idea que ya se encuentra en Cicerón y que
descansa en concebir que la historia se repite. También objetamos la afirmación de George
Santayana cuando dice; “Aquellos que no recuerdan su pasado están obligados a repetirlo”;
teniendo en cuenta esta frase, el conocimiento del pasado sería una forma de memoria o
recuerdo cuya función esencial consiste en evitar la repetición del pasado.
Belvedresi pone énfasis en el conocimiento del pasado y no en su recuerdo, señalando lo
valioso que es conocerlo, comprender qué ocurrió, así el conocimiento del pasado es útil para
“proveer una mirada atenta sobre el presente”, según Collingwood, o como dice Andrés Rivera:
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Auspicia y financia:
“establecer las genealogías del presente” .Es decir, considerar y partir de un problema actual e
intentar hacer su genealogía, o sea analizar el problema a partir de una situación presente.
Si nos preguntamos ¿De qué se trata conocer el pasado? puede tener una respuesta, para
entender cómo este mundo ha resultado de quienes en el pasado, como nosotros hoy, han
seguido ciertos cursos de acción en lugar de otros, para comprender lo existente como
realización de una parte de los proyectos del pasado, mientras que otros, no han podido ni
siquiera empezar a realizarse, pero nada nos impide trabajar para que alguna vez sea posible.
La Historia nos enseña que nada es para siempre, tiene la virtud potente de mostrarnos que
ni los imperios más poderosos han sido eternos; con esto, ella nos demuestra la fugacidad de
lo humano y aquello que ha sido alguna vez, pero ya no es ni volverá a serlo; la investigación
histórica produce verdades transitorias, ya que no hay verdades absolutas, debido a que han
sido sustituidas por una visión que acepta en uno u otro grado la falibilidad del conocimiento,
consecuentemente lo que se afirmó en una época puede haber sido cuestionado
posteriormente.
Por ejemplo, durante fines del siglo XIX y gran parte del siglo XX el Estado Argentino, a través
de la escuela que funcionaba como un ámbito de estandarización cultural; se empeñaba en
enseñar y celebrar el pasado de la nación, en versiones que muchas veces rozaba el mito,
enalteciendo la figura de los próceres; dejando de lado la participación de los sectores
subalternos.
Es un interés relativamente reciente en la historiografía el papel que ocuparon esos
sectores subalternos y la mujer en los hechos independentistas, porque los historiadores
contemporáneos pueden argumentar distinto, polemizar sobre un mismo hecho y hacer
opciones al investigar de acuerdo a lo que les interesa.
Por lo expuesto anteriormente, consideramos que fue importante el rol desempeñado por
estos protagonistas de la historia. Por eso, el ADN histórico que diseñamos y realizamos, está
compuesto por los distintos actores sociales como los pardos, morenos, mestizos, mujeres e
indios. En el segundo segmento del ADN representamos la figura de una mujer, en ella están
caracterizadas las distintas mujeres que participaron activamente organizando reuniones y
tertulias donde se discutían las nuevas ideas políticas, características de la Revolución, como:
Mariquita Sánchez de Thompson, Casilda Igarzabal Rodríguez Peña, Melchora Sarratea,
fueron alguna de las mujeres de mejor posición económica de la época de la sociedad porteña.
En la cuarta cadena del ADN, nuevamente se representa el rostro de otra mujer, en ella
están caracterizadas todas la mujeres que contribuyeron de otra manera a nuestra
independencia, participando como: correos proporcionando información, siendo espías,
transportando alimentos, ropas y material bélico, reparando armas, participando en los
campamentos como troperas, rabonas, soldaderas, acompañando a las tropas, cocinando,
atendiendo a los heridos, enterrando a los muertos, portando armas, luchando como miembros
de las guerrilleras patriotas o como soldados en los campos de batalla. Algunas vestidas de
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_____________________________________________________________________________________ hombres para ser aceptadas en el combate, otras ejerciendo su condición de mujeres
guerreras, en ocasiones desempeñando rangos militares y actuando como estrategas, algunas
fueron: María Remedios del Valle, Macacha Güemes, Juana Azurduy, entre otras.
Asimismo, mediante la representación del rostro del negro, nuestra intención fue
simbolizarlos, al igual que a los pardos y morenos que lucharon por nuestra libertad; pueden
ser Santiago Manul o Juan Bautista Cabral. Pero “ para hacer una verdadera historia de las
clases populares y no las que dominaron, los historiadores tienen que seguir buscando en los
archivos” como lo expresó Raúl Fradkin en una entrevista.
Como se puede observar, en el mural graficamos el ADN histórico en forma de árbol, donde
resumimos acontecimientos, distintos actores sociales e ideas y el fruto de todo esto,
personificado en una mujer con el gorro frigio, cuyos brazos y cabellos atraviesan un proceso
de metamorfosis formando el número 200, simbolizando la libertad, valor imprescindible para
todo ser humano.
En nuestra participación nos ocupamos del Bicentenario y su conmemoración conociendo
las revisiones de los historiadores sobre los hechos independentistas pero no nos deja de
interesar que la historiografía se ocupe del pasado cercano que hace de la historia reciente un
campo en expansión y muy dinámico. Se la puede definir en los términos en que Aróstegui
piensa en la historia del tiempo presente; es decir, aquello que se ocupa de historizar
acontecimientos que constituyen experiencias vividas; se trata de una historia experimentada
frente a la historia heredada, porque “(…) cada generación deja a la que sigue los tesoros que
ella heredó a su vez (…).” Consiste en analizar, estudiar, reconstruir las vivencias de los
actores que aún están con vida a partir de testimonios orales recogidos en las entrevistas.
El contenido de la siguiente historieta dice.
En esta viñeta Miguelito cuestiona a Mafalda la forma de abordar en la escuela la historia
heredada, proponiendo que se la enseñe hacia adelante; por lo tanto es necesario trabajar la
Historia Reciente en las aulas, porque guarda relación con la realidad que vivimos.
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Dejamos como sugerencia, trabajar la historia mediante la confección de murales porque es
una forma diferente de abordarla, comprender su grado de significatividad e impacto visual,
interesarse por los hechos históricos, permitiéndonos leerlos y analizarlos diferente a lo
habitual.
Dado el tema del simposio quisimos destacar el valor del conocimiento histórico actualizado
porque nos permite ver problemas donde otras miradas solo reconocen datos y la posibilidad
de estudiar los nuevos enfoques que proponen los historiadores
Bibliografía : Javier Núñez Jover ‘’La ciencia y la tecnología como procesos sociales. Lo que la educación científica no debería olvidar, Editorial Felix Varela. La Habana, 1999 (páginas 7,
8 y 9)
Rosa Belvedresi ‘’Cernadas, J. y Lvovich, D. (ed.) Historia, ¿para qué? Revisitas a una vieja pregunta, Prometeo, Buenos Aires, 2010. (páginas13, 14 y 15) Elías J. Palti ‘’Cernadas, J. y Lvovich, D. (ed.) Historia, ¿para qué? Revisitas a una vieja pregunta, Prometeo, Buenos Aires, 2010. (página16) María Laura Tornay y Natalia Vega ‘’ Entre la memoria y la historia: deslindes conceptuales y cuestiones metodológicas’’ (páginas 24, 25 y 26)
“La historia en tiempos difíciles”, publicado en la Revista Todavía. Pensamiento y Cultura en América Latina, Número 32. (página 21) Video:-Historia de las clases populares – Las Palabras de Manulhttps://www.encuentro.gov.ar/sitios/encuentro/programas/ver?rec id=117286