modernización administrativa y política
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"Modernización administrativa y política", El Cotidiano, División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco, núm. 3, México, diciembre de 1984-enero de 1995, pp. 4-5.TRANSCRIPT
NUMERO: 3
FECHA: Diciembre 1984-Enero 1985
INDICE ANALITICO: Balance Político 1984
AUTOR: Ricardo de la Peña
TITULO: Modernización Administrativa y Política
TEXTO:
La modernización como programa general del gobierno, no sólo impulsa una
modificación en las pautas de comportamiento del gobierno en las empresas públicas y en
su relación con las empresas privadas, sino que conlleva también, una transformación en
el ejercicio de la administración.
La Renovación Moral es una iniciativa que busca superar "viejas formas viciadas" de
acción de los sectores sociales entre ellos y con el gobierno, así como el incremento de la
eficiencia en la conducción gubernamental. Por su parte la descentralización, es otra
medida complementaria que pretende racionalizar la utilización de los recursos humanos
y materiales de la nación.
La acción pública sufría regularmente de cuellos de botella debido a formas demasiado
tradicionales, que se reflejaban en la deficiencia en el manejo de los trámites
administrativos. Existía una serie de faltas de control que permitían la corrupción, la
distracción de recursos y que provocaban en definitiva la ineficiencia.
Como respuesta a estas deficiencias se crea la Contraloría, y los cuerpos de control tanto
del manejo de los recursos financieros como de su ejercicio, a fin de estar en condiciones
de cumplir con el programa de obras y de servicios.
Sin embargo, para el cumplimiento de estos programas habría que distinguir el ejercicio
administrativo público de la tarea específicamente política. Actividades que si bien están
relacionados tienen espacios distintos. Bajo esta premisa, la Planeación Democrática, es
un proceso de apertura hacia la sociedad civil, que se expresa en dos niveles:
democratización del espacio político partidista y modernización de las relaciones entre
empresas y sindicatos.
La Planeación Democrática, no está referida solamente a la transformación de la política
de subsidios y al saneamiento general de las finanzas públicas, sino a la necesidad de
establecer un marco de referencia para la negociación, llamémosle, libre, "entre el capital
y el trabajo organizado". Esto significa que los pactos den razón al específico
comportamiento de los factores en el mercado.
Pensar así el problema de la negociación y emprender medidas al respecto generó sin
embargo, una agudización de las tensiones. Todo parece indicar que en 1984 hay una
vuelta a la forma convencional, cupular, de las negociaciones entre gobierno, movimiento
obrero organizado y organismos empresariales, lo que ha permitido aligerar las tensiones
acumuladas, tanto por los efectos de la crisis sobre los niveles de vida como por los
programas de modernización que buscaban modificar las viejas prácticas de negociación.
Por el lado de la modernización administrativa, ésta ha encontrado limitaciones que van,
desde la resistencia del sector burocrático para aceptar nuevos sistemas, hasta el rechazo
de parte de algunos sindicatos a medidas que buscan incrementar la productividad, pero
que afectan antiguas prerrogativas. Puede tomarse como ejemplo al respecto los recientes
conflictos de telefonistas electricistas.
La actual situación obliga al gobierno a seguir adelante con su modernización, así como a
los sindicatos a defender los beneficios hasta ahora obtenidos. En este sentido, el
sindicalismo puede ser factor de contención de programas modernizadores.
En lo referente al plan electoral, no creo que se haya concretado una transformación más
allá de lo que sería el programa de reforma política original. Una relativa modificación es
la referente a los municipios, la cual abre la posibilidad de una participación directa de
los partidos en el gobierno municipal, lo que permite al mismo tiempo un ejercicio más
autónomo al municipio. Ahora bien, el programa político electoral del gobierno se ha
visto sumamente cuestionado en razón de que ha permitido los avances políticos, en
ciertas regiones del país, de Acción Nacional, partido que manifiesta una posición
beligerante y un planteamiento en exceso triunfalista.
Ahora bien este desarrollo de Acción Nacional, no es un crecimiento que sea únicamente
resultado de una partida hacia una democracia, es también, todo un conjunto de
modificaciones en este partido que les lleva a conjuntar, además de los sectores
tradicionales, sectores empresariales, eclesiásticos e incluso, empresas extranjeras que
gustan apoyar en el país un modelo bipartidista. Por otra parte el gobierno tiene ante sí el
problema de dar respuesta a la necesidad de renovación del partido, sobre todo ante el
avance del PAN en lo referente a la captación del electorado que se manifiesta
individualmente al margen de las organizaciones de masas. Al respecto existen algunas
iniciativas como la creación de la Comisión Nacional de Información Política del PRI, la
que supuestamente debe actuar como eje de la Función Política. Sin duda, las próximas
elecciones permitirán evaluar el efecto de estas iniciativas, como los resultados de los
nuevos procesos que se están impulsando para la selección de candidatos. Sin embargo, a
este respecto los avances son pocos y siguen predominando los sistemas tradicionales.
En lo referente a la necesaria transparencia electoral, habría que señalar que, en
ocasiones, políticas federales no son respetadas por grupos de poder regional, lo que sin
duda afecta el concenso del gobierno.
A pesar de todo, el avance panista no es capaz de amenazar la hegemonía del PRI, tan
solo se manifestará, tal vez, en un incremento relativo de su participación en puestos de
elección popular.