misión por la vida y la reconciliación. septiembre

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Misión por la Vida y la Reconciliación. Septiembre-diciembre 1985. Orientaciones básicas Fecha: Lunes 01 de Julio de 1985 Pais: Chile Ciudad: Santiago Autor: Comisión Pastoral del Episcopado, COP Indicaciones metodológicas 1. La misión por la vida y la reconciliación será desarrollada en cada diócesis, bajo la responsabilidad del obispo diocesano. A nivel nacional se ofrecerán algunos subsidios pastorales, los que pueden ser aprovechados por las diócesis según su propia programación. 2. Será muy conveniente realizar una preparación a la misión, con el clero y agentes pastorales en cada diócesis. Allí se puede profundizar la motivación y también elaborar el programa específico de la misión. 3. Conviene hacer un programa diocesano para la misión en el que se detallen las actividades a realizar, las fechas, los responsables y los materiales que serán requeridos. 4. Las "orientaciones básicas" aquí contenidas sirven de marco general para los objetivos, espíritu y líneas de acción de la misión. Están preparadas para uso de los agentes pastorales y no para difusión masiva. Conviene elaborar otro tipo de material para dar a conocer masivamente la misión. 5. Es recomendable utilizar al máximo los recursos existentes en la diócesis y ponerlos en el contexto de los objetivos de esta misión para fortalecer la participación amplia de la vida eclesial en esta acción pastoral. Un llamado a todos Del frecuente contacto que los obispos mantienen, por su servicio pastoral, con personas de los más diversos sectores de la vida nacional, nace su preocupación por la situación del país, la que han hecho pública en diversas ocasiones. La crisis económica, social, institucional y moral que vivimos los chilenos (Renacer de Chile, diciembre 1982) ha hecho exclamar a los obispos, con el Papa Juan Pablo II, que estamos en "un mundo en pedazos" (Reconciliación en la verdad, junio 1985). El llamado de los obispos a una convivencia serena, respetuosa, que recoja los valores nacionales, ha sido reiterado e insistente. Ha sido escuchado, tal vez. Pero no ha sido suficientemente asumido, suficientemente expresado en un compromiso activo que nos lleve a mejorar la situación. Frente a dolorosas situaciones de violencia y muerte, ellos han exclamado más de una vez: ¡Basta de violencia ¡No más muertes (Declaración con ocasión del asesinato del Gral. Urzúa, 30 agosto 1983). Fueron también testigos de la represión con ocasión de una protesta en Santiago (Un nuevo llamado, agosto 1983) y han sido conmovidos por la crueldad en los recientes asesinatos de marzo pasado. El país está herido. Duele Chile Sin embargo, también los obispos han afirmado: "Nunca perderemos la esperanza". Porque su esperanza está en Dios, el Señor de la Vida, y en el hombre. La Encarnación de Dios en Jesucristo hace posible la reconciliación entre el hombre

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Misión por la Vida y la Reconciliación. Septiembre-diciembre 1985. Orientaciones básicas

Fecha: Lunes 01 de Julio de 1985Pais: ChileCiudad: SantiagoAutor: Comisión Pastoral del Episcopado, COP

Indicaciones metodológicas

1. La misión por la vida y la reconciliación será desarrollada en cada diócesis, bajo la responsabilidad del obispo diocesano. A nivel nacional se ofrecerán algunos subsidios pastorales, los que pueden ser aprovechados por las diócesis según su propia programación.

2. Será muy conveniente realizar una preparación a la misión, con el clero y agentes pastorales en cada diócesis. Allí se puede profundizar la motivación y también elaborar el programa específico de la misión.

3. Conviene hacer un programa diocesano para la misión en el que se detallen las actividades a realizar, las fechas, los responsables y los materiales que serán requeridos.

4. Las "orientaciones básicas" aquí contenidas sirven de marco general para los objetivos, espíritu y líneas de acción de la misión. Están preparadas para uso de los agentes pastorales y no para difusión masiva. Conviene elaborar otro tipo de material para dar a conocer masivamente la misión.

5. Es recomendable utilizar al máximo los recursos existentes en la diócesis y ponerlos en el contexto de los objetivos de esta misión para fortalecer la participación amplia de la vida eclesial en esta acción pastoral.

Un llamado a todos

Del frecuente contacto que los obispos mantienen, por su servicio pastoral, con personas de los más diversos sectores de la vida nacional, nace su preocupación por la situación del país, la que han hecho pública en diversas ocasiones.

La crisis económica, social, institucional y moral que vivimos los chilenos (Renacer de Chile, diciembre 1982) ha hecho exclamar a los obispos, con el Papa Juan Pablo II, que estamos en "un mundo en pedazos" (Reconciliación en la verdad, junio 1985).

El llamado de los obispos a una convivencia serena, respetuosa, que recoja los valores nacionales, ha sido reiterado e insistente. Ha sido escuchado, tal vez. Pero no ha sido suficientemente asumido, suficientemente expresado en un compromiso activo que nos lleve a mejorar la situación.

Frente a dolorosas situaciones de violencia y muerte, ellos han exclamado más de una vez: ¡Basta de violencia ¡No más muertes (Declaración con ocasión del asesinato del Gral. Urzúa, 30 agosto 1983).

Fueron también testigos de la represión con ocasión de una protesta en Santiago (Un nuevo llamado, agosto 1983) y han sido conmovidos por la crueldad en los recientes asesinatos de marzo pasado.El país está herido. Duele Chile

Sin embargo, también los obispos han afirmado: "Nunca perderemos la esperanza". Porque su esperanza está en Dios, el Señor de la Vida, y en el hombre. La Encarnación de Dios en Jesucristo hace posible la reconciliación entre el hombre

y Dios, base y fuente de toda reconciliación. Ellos saben que si nos ponemos en manos de Dios como instrumentos fieles, El mismo nos regalará el don de la reconciliación. Y los obispos quieren ser esos instrumentos fieles. Y nos invitan a todos a serlo.

Saben que la reconciliación es difícil, especialmente cuando ella debe llegar a tanta situación diversa, a tanto sufrimiento acumulado, a tanta distancia establecida, y por eso es que en su reciente declaración propusieron las exigencias de la reconciliación que deben estar a la vista de quienes quieran ser también instrun1entos fieles del Señor de la Vida y la reconciliación.

Nos invitan, pues, a todos los católicos, sin exclusiones ni preferencias, a promover la reconciliación en nuestra patria. Por ser mayoría en Chile, tenemos la obligación, nos dijeron recientemente (Reconciliación en la verdad, N° 3). Y nos invitan ahora, con esta misión por la vida y la reconciliación, a actuar con el testimonio personal, con el compromiso de las comunidades, con el servicio generoso al país, para mostrar que es posible el respeto a la vida, a la dignidad humana y al derecho de cada persona, en gestos cotidianos, en la relación habitual y la promoción del necesario cambio de estructuras para que los chilenos podamos vivir en una sociedad más justa, más libre, más participativa y más solidaria.

En fin, una patria más humana.

"Misión por la Vida y la Reconciliación". Septiembre - diciembre 1985

1. Objetivo general

Impulsar en los cristianos una corriente de oración, penitencia, reflexión y renovación para promover en Chile, junto a todos los hombres de buena voluntad, la reconciliación en la verdad, en la justicia, en la libertad y en el amor a la vida.

2. Objetivos específicos.

2.1. Impulsar una corriente de oración que implore, como don de Dios, la gracia del respeto a la vida, de la reconciliación y de la paz para nuestra patria.

2.2. Impulsar una corriente penitencial que nos lleve a reconocer humildemente el propio pecado, a pedir perdón a Dios y a los hermanos, y nos mueva a perdonamos unos a otros para constituimos en una Iglesia reconciliada y reconciliadora.

2.3. Impulsar una corriente de reflexión e intercambio para confrontar nuestras posturas personales y grupales y nuestra realidad nacional con la enseñanza social del Evangelio, entregada por la Iglesia.

2.4. Impulsar una corriente de renovación que, como expresión de los objetivos anteriores, nos permita rehacer la tradición cristiana de nuestra sociedad a través de gestos y actos concretos de amor a la vida y reconciliación en la verdad, la justicia y la libertad.

3. Lema:

"Por amor al Dios de la vida, reconciliémonos en la verdad".

4. Tiempo

Desde el 29 de septiembre (Día de oración por Chile), hasta el 25 de diciembre (Fiesta de la Navidad del Señor).El 8 de diciembre (Solemnidad de la Inmaculada Concepción), podría ser un momento culminante, según sea programado en las diócesis.

5. Promotores preferenciales

5.1. Los jóvenes, por ser el cuerpo más dinámico en el tejido social, por la realidad que vive y por la celebración del Año Internacional de la Juventud.

5.2. Las CEBs como organismos de animación de la Iglesia en la base.

6. Niveles

Desarrollaremos la misión atendiendo tres dimensiones preferenciales, las que pueden corresponder a niveles sucesivos o simultáneos en su proceso:- nivel de la familia: pondrá énfasis en el compromiso con la vida y la reconciliación en cada familia y en las relaciones interpersonales.- nivel comunitario y organizacional: pondrá énfasis en el compromiso con la vida y la reconciliación en todas las comunidades de Iglesia y organizaciones de base en las relaciones vecinales e intraeclesiales (clero, movimientos, congregaciones religiosas, etcétera.- nivel social: pondrá énfasis en el compromiso con la vida y la reconciliación, a través de testimonios públicos, entre los actores del cuerpo social a nivel local, provincial, regional y/o nacional.

7. Acciones para toda la Iglesia en Chile

Preparación y motivación: durante el mes de agosto y la primera quincena de septiembre, conviene que en cada diócesis se elabore un programa para la misión, se prepare y motive su realización con el clero diocesano, se asignen tareas y responsabilidades, se suscite la máxima participación de las organizaciones eclesiales, etcétera.

7.1. Celebración del Dia de oración por Chile a nivel ciudad, decanato, parroquia y/o capilla, mediante:7.1.1. Acto masivo (procesión de la Virgen del Carmen, peregrinación, gran encuentro, etc.), con textos y signos adecuados.7.1.2. Homilías en todas las misas según una pauta común.7.1.3. Oración por la Vida y la reconciliación, cuyo texto se reza y distribuye.

7.2. Semana de la Familia (29 de septiembre al 6 de octubre), centrada en los objetivos de la Misión, permite su lanzamiento en el nivel familiar.

7.3. Semana de la Juventud, también centrada en los objetivos de la Misión, permite motivar a estos promotores preferenciales y actuar al nivel comunitario y organizacional.

7.4. Mes de María con un temario que, sin perder su contenido mariano, tendrá presente los objetivos de la Misión.

8. Acciones que se sugieren a las diócesis

Estas acciones pueden servir como sugerencias o referencias para que en cada diócesis, en cuanto responsables y promotores de la Campaña, de acuerdo a sus propios medios y posibilidades y con espíritu creativo, se diseñen acciones apropiadas a los objetivos de la Misión.

8.1. Rezar la "oración por la vida y la reconciliación" en los diversos actos litúrgicos y en las reuniones y encuentros de las comunidades. Difundir masivamente para su uso también en el nivel familiar y grupal.

8.2. Usar en las Eucaristías las dos Plegarias Eucarísticas de la Reconciliación y las Misas "Por la Paz y la justicia", "Por el perdón de los pecados", "Para promover la concordia" y "de los jóvenes". Se difundirán sus textos para con celebraciones.

8.3. Programar fechas para celebrar acciones penitenciales invitando a toda la comunidad (ayunos, mortificaciones, etc.), con expresiones solidarias y gestos de compromiso con la vida y la reconciliación. Aplicable tanto al nivel familiar como grupal.

8.4. Programar celebraciones penitenciales y motivar a los sacerdotes a dar penitencias orientadas a gestos de respeto a la vida, reconciliación y/o solidaridad.

8.5. Promover el rezo del Rosario (octubre: mes del Rosario), especialmente a nivel de la familia y grupos, por la intención de esta misión.

8.6. Programar peregrinaciones a nivel de capillas y parroquias, con gestos de amor a la vida y reconciliación.

8.7. Hacer las homilías dominicales conforme a una pauta basada en los textos litúrgicos e inspiradas en los objetivos de la Misión. Estas pautas se distribuirán en folleto especial y en la revista SERVICIO.

8.8. Invitar especialmente a los (as) religiosos(as) contemplativos y movimientos apostólicos y de espiritualidad para participar activamente, con sus especificidades, en la Misión.

8.9. Promover encuentros de reflexión comunitaria y grupal, apoyados por tres fichas adecuadas en sus contenidos a los objetivos de la Misión y que motiven a que los cristianos lleguen a comprometerse concretamente y a actuar promoviendo el amor a la vida y la reconciliación.

8.10. Realizar intercambios de planteamientos entre personas o grupos de diversas realidades o tendencias sociopolíticas o pastorales, a nivel de ciudad, región, etc., con pautas para el diálogo a fin de que sean testimonios públicos de compromiso con el amor a la vida y la reconciliación.

8.11. Promover en los colegios, entre los estudiantes universitarios y secundarios, reflexiones sobre la enseñanza social del Evangelio que los motiven a realizar gestos y actos de compromiso con la vida y la reconciliación.

8.12. Promover la entrega de testimonios públicos de amor a la vida y de reconciliación en la verdad, adecuados al nivel social propuesto, a fin de que sean gestos ejemplificadores.

8.13. Organizar una acción misionera que motive a que las familias visiten a otra familia del barrio llevándoles el afiche de la Misión e invitándolas a incorporarse en esta acción.

8.14. Invitar a tomar parte en esta misión a los enfermos, ancianos y encarcelados, mediante la oración y el ofrecimiento de sus dolores y sufrimientos. Convendría organizar visitas que les participen material de la Misión.

8.15. Suscitar iniciativas ecuménicas que den testimonio de la reconciliación y el amor a la vida.

9. Documentos base

9.1. Declaraciones del Episcopado: "Reconciliación en la verdad" (16 junio 1985) y "Del pecado social a la reconciliación" (14 diciembre 1984).

9.2. Juan Pablo II: Exhortación apostólica "Reconciliación y penitencia".

10. Difusión

Se preparará un afiche común para la misión; una ficha para distribución masiva con oraciones, motivación y reflexiones; material para difusión en radioemisoras y los materiales señalados en este documento. Todo esto será producido por el Área de Servicios Técnicos y podrá solicitarse al servicio de distribución (Av. Brasil 94, Santiago).

Santiago, julio de 1985