mi respuesta a diario hoy

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News & Politics


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Page 1: Mi respuesta a diario Hoy

Quito, 14 de octubre del 2013

Sr. José HernándezDirector adjuntoDiario HoyQuito.-

De mis consideraciones:

El artículo “El mundo femenino al paso del jefe” de autoría de Roberto Aguilar es una muestra de mal periodismo en el medio de comunicación para el que Ud. presta sus servicios. Si en diario Hoy se tomaran en serio la responsabilidad en la redacción de una crónica, lo escrito por Roberto Aguilar en sus columnas dominicales no merecería tal nombre. Sé, por su respuesta a mi colega asambleísta Miguel Carvajal, que en diario Hoy se considera como “crónica” simplemente a “lo que un periodista ve y oye en un lugar determinado” sin necesidad del rigor periodístico que se debería tener para la redacción de las noticias. Esas fueron sus palabras, Sr. Hernández. Y según Ud., “huellas de esta definición” se las puede encontrar en “cualquier manual de periodismo”.

Esto es una evidente mentira, Sr. Hernández, la que solamente puede sostenerse por manifiesta mala fe o por profunda ignorancia. La redacción de una crónica apegada a la ética del oficio periodístico es muy distinta a este adefesio subjetivo que Ud. describió como “crónica” en su respuesta a Miguel Carvajal. Tomemos como ejemplo el afamado Manual de Estilo de diario El País de España, publicado por primera vez en noviembre de 1977. En su apartado 2.61 sobre “Crónicas”, se lee exactamente lo contrario de lo que Ud. afirmó. Veamos:

“Puede emplearse el estilo de crónica cuando se trate de informaciones amplias escritas por especialistas del periódico en la materia de que se trate, corresponsales en el extranjero, enviados especiales a un acontecimiento o comentaristas deportivos, taurinos o artísticos”.

El señor Roberto Aguilar no es ningún especialista en asuntos legislativos. Era, hasta hace poco, crítico de televisión: una persona que miraba una pantalla y criticaba mordazmente lo que en ella se presentaba. Ésta puede ser la raíz de su problema como supuesto “cronista” de un diario: el todavía creer que puede realizar su oficio inmóvil frente a algo, por lo que sus críticas no requieren de otra cosa como no sea de su frondosa imaginación (espoleada por las cosas que “ve y oye”).

“La crónica debe contener elementos noticiosos -será titulada por regla general como una información- y puede incluir análisis (y, por tanto, cierta opinión o interpretación). El autor debe, no obstante, explicar y razonar las interpretaciones que exprese, y construir su texto de modo que la información prime sobre la interpretación”.

Que “la información prime sobre la interpretación” es todo lo contrario de lo que hace Aguilar en su “crónica” de este domingo 13. La única información de relevancia que presentó Aguilar es que el Código Orgánico Integral Penal contiene “743 artículos en 316 páginas mecanografiadas” y que el número de mujeres con discapacidad mental que han quedado embarazadas producto de una violación representa el 0.2% de la población del país; datos meramente ornamentales que no le sirven para interpretar, explicar ni razonar idea alguna. Todo lo demás son sus interpretaciones realizadas detrás de un vidrio, desde donde Roberto Aguilar ha observado un Iphone que no tengo y que, por tanto, no revisé ni en esa ni en ninguna otra sesión del Pleno de la Asamblea Nacional. ¿Cómo fiarse de interpretaciones tan antojadizas?

Page 2: Mi respuesta a diario Hoy

“No es tolerable, en cambio, la coletilla que refleja opiniones personales o hipótesis aventuradas. Las exigencias informativas de rigor y edición en una crónica son asimilables a las indicadas en el apartado de Noticias”.

Lo que el Manual de Estilo de diario El País considera como no tolerable es precisamente lo que constituye el sustrato de las “crónicas” de Aguilar, esto es, la “coletilla que refleja opiniones personales o hipótesis aventuradas”. Una crónica, según el Manual de Estilo de diario El País, es asimilable en cuanto a sus “exigencias informativas de rigor y edición” a las exigencias propias del “apartado de Noticias”. Éste es el núcleo del problema: Ud., Sr. Hernández, jefe inmediato de Roberto Aguilar, piensa que redactar una crónica es diferente a la redacción de una noticia (por lo cual, exime a su “cronista” de la obligación de ofrecer información “debidamente verificada, contrastada, precisa y contextualizada” como pedía el asambleísta Carvajal) mientras que el Manual de Estilo más influyente del periodismo de España y la América hispana piensa exactamente lo contrario. Y, como Ud. debería saberlo (o lo sabe, y se hace el gil), no es el único.

Por cierto, es probable que así como se hizo con Miguel Carvajal, por mi condición de asambleísta, se me dé una respuesta por parte de autoridades de su medio de comunicación. Eso mismo es lo que espera uno de mis asesores, Xavier Flores, quien presentó hace algún tiempo (el 20 de septiembre) una queja por el mal periodismo del “cronista” Aguilar ante su defensora del lector, Ana Angulo. Si tanto se enorgullecen de ser “el único periódico ecuatoriano que tiene un defensor del lector”, que cumpla entonces con su propósito. ¿O es meramente ornamental y calla cuando le tocan asuntos incómodos?

En todo caso, hay que dejar en claro que esto no es sobre Roberto Aguilar, un bufón semi-gracioso que busca ganarse su paga. Es sobre el mal periodismo que bajo el membrete de “crónica” se tolera en diario Hoy, por parte de quienes tendrían la obligación ética de impedirlo, si es que estuvieran genuinamente interesados en satisfacer las necesidades informativas de sus lectores en vez de avanzar una burda y cizañera agenda política, amparada en un membrete que (como ha sido demostrado) les queda ancho.

Ojalá rectifiquen (y que su defensora del lector sirva para algo). Pero visto lo visto, no es que tenga muchas expectativas de que vayan a hacerlo. Son el diario Hoy, al fin y al cabo.

Atentamente,

Marcela Aguiñaga Vallejo