mesters, carlos el profeta elías. hombre de dios, hombre del pueblo

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  • 8/10/2019 MESTERS, Carlos El Profeta Elas. Hombre de Dios, Hombre Del Pueblo

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    Carlos Mesters oc

    El Profeta ElasHombre de Dios

    Hombre del Pueblo

    Contenido:

    UN POCO DE HISTORIAIsrael en tiempo de ElasEl "Ciclo de Elas"Menos mal que son leyendas!

    1. El texto de la Biblia que nos habla del profeta ElasTexto incompleto, imagen completaMantener viva la memoria del pueblo

    Leer la historia de los reyes con los ojos de un ProfetaCaptar el espritu de los hechosAnimar y orientar la lucha del puebloRevelar el rostro de DiosDiscernir entre verdaderos y falsos profetas

    2. COMO COMENZO LA ACCION DE LOS PROFETAS ANTES DE ELIASAl principio los profetas eran llamados videntesAl principio el rey y el profeta andaban juntosEl engao trgico de los hombres del poderYav, nuestro Dios, es un Dios diferenteEl conflicto entre reyes y profetas

    Verdaderos y falsos profetasLos criterios para discernir3. LA SITUACION DEL PUEBLO QUE PROVOCO LA ACCION DE ELIAS

    Captar el grito callado del pobreElas entra en escenaLa preocupacin del rey: salvar los caballos y los burrosPueblo dividido, Alianza rota, Religin manipuladaEsconder al pueblo el rostro de DiosHacer el mal a los ojos de Yav

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    Semillas de resistencia4. EL RETRATO QUE EL PUEBLO NOS DEJO DEL PROFETA ELIAS

    Hombre de DiosHombre del Pueblo

    Hombre de OracinToma postura ante los conflictosSeal de contradiccinLa lucha personal y la lucha del puebloEl reencuentro con Dios

    AYUDAS PARA EL ESTUDIO DE ELIASActividadesPreguntas generales para los textosPreguntas para algunos textos concretosNombres de personas y lugares

    Introduccin: UN POCO DE HISTORIA

    Durante los primeros siglos de su historia, los israelitas tuvieron una organizacin socialque respetaba las necesidades del pueblo. Haba cierta unidad entre todos; pero cada tribu cuidabade su propia vida de la forma que los clanes y las familias crean que debera ser. Las decisionesms importantes se tomaban en las reuniones de los liderazgos de diversas tribus. Pero no todoera perfecto. Haba problemas. Pero el pueblo participaba en la vida social y poltica.

    Hacia el ao 1030 a.C., los israelitas resolvieron imitar a los pueblos vecinos: adoptaron elrgimen monrquico. Con esto consiguieron producir ms; se volvieron ms fuertes. Pero elpueblo pas a ser menos escuchado; sus valores, su modo de ser, fueron dejados de lado. ElEstado se distanci del pueblo.

    Quienes ms sufrieron con el nuevo rgimen fueron las poblaciones del centro y del nortedel pas. Eran los que ms trabajaban y producan; fueron los que tuvieron que pagar msimpuestos. La opresin lleg a tal punto que esas poblaciones no aguantaron ms. En el 931 a.C.,cien aos despus de que adoptaron el rgimen monrquico, el centro y el norte proclamaron suindependencia y se separaron del sur. Tomaron el nombre de Reino de Israel; hoy es corrientellamarlos tambin el Reino del Norte, en oposicin al del Sur, que es el Reino de Jud.

    El pueblo que proclam su independencia esperaba que la nueva monarqua resolviera susproblemas. Pero, de nuevo esta monarqua no signific gran cosa: cambiaron de rey, pero no desistema. Por eso, esta separacin no benefici en nada al pueblo. Los reyes usaban mal el poderque tenan. Tambin cuando hacan grandes obras, stas no miraban al bien de los que msnecesitaban. Los reyes estaban ms interesados en su fama y en su poder. Eran opresores.

    Veamos cul es la situacin del pas en aquella poca de Elas, poco ms de 50 aosdespus de la separacin entre Norte y Sur.

    ISRAEL EN TIEMPO DE ELIAS

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    Ya que el rey no se preocupa por su pueblo, tampoco al pueblo le importa el rey. En 57

    aos desde la independencia, el pas haba tenido siete reyes; tres de ellos fueron asesinados engolpes de estado. Otra seal de inestabilidad poltica del reino: Samara ya era la cuarta capital

    del pas (despus de Siqun, Fanuel y Tersa).Y la poltica externa? Las relaciones con Jud en el sur, y Tiro, en el noroeste estn bien.Moab, al sureste est sujeto a Israel. Con Damasco las relaciones estn tensas: de vez en cuandohay combates.

    Cul es el motivo de esas complicaciones? Es que Israel est en pleno desarrolloeconmico. Mucha produccin. Mucha exportacin. Y para conseguir ms produccin, muchaexplotacin de los pobres. Lo importante es producir siempre ms; quien no est de acuerdo sequeda pobre, cada vez ms pobre.

    Resultado: de una parte, gran desarrollo de la agropecuaria, crecimiento de algunasciudades, el Estado cada vez ms poderosos. Por otro lado, se multiplican los que no tienenninguna oportunidad. En nombre del progreso, los valores del pueblo sencillo y moralmente sano

    van siendo olvidados. Todo es como antes de la separacin.Y la religin? Es que la fe no logra crear un acuerdo ante las distintas tendencias

    desastrosas que el pas va tomando? En general, no. Por el contrario. El rey Ajab porconveniencia se cas con Jezabel, hija del rey de Tiro. Esta introdujo su religin, tambinnumerosos sacerdotes y una mentalidad que de religin no tena nada. Jezabel lleg hastaperseguir a los que se oponan a su maldad: Qu lo diga Elas!

    El pueblo estaba medio adormecido. Reaccionaba poco. Se mostraba indeciso, picoteandode aqu y de all segn sus intereses personales. Ya no estaban unidos a su Dios que los habaliberado de Egipto. Quedaba libre el camino para la injusticia. En este escenario entra en accinel profeta Elas.

    El Ciclo de ElasElas no dej ningn escrito. Fueron sus discpulos los que transmitieron lo que aprendieron

    de l.Por algn tiempo, estos recuerdos fueron conservados vivos de boca en boca. Despus, al

    final del siglo IX a.C. alguien decidi recoger por escrito aquel material, para que no se perdiera.Result una increble historia de fe.

    A esta coleccin de narraciones en torno al profeta, se la llama Ciclo de Elas. Por quciclo? Esta palabra viene del griego: quiere decir rueda (como en la bicicleta, motocicleta,triciclo). Elas es el centro de un rueda de recuerdos.

    El centro de la rueda tiene una gran importancia; pero es ms importante saber hacia dndenos va a llevar.

    El ciclo de Elas, hacia dnde nos lleva? Reflexionemos y respondamos.

    Menos mal que son leyendas!Elas fue una persona que impresion a todo el mundo, amigos y enemigos. Impresion

    principalmente a sus discpulos. Por decenas de aos, no se cansaban de recordar su modo de ser:bueno con los pequeos; valiente a la hora de enfrentar a los poderosos para defender la fe de supueblo; confiado en Dios. Y tambin muy humano, sujeto a crisis, con sus limitaciones.

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    A los viejos, estos recuerdos les hacan revivir momentos que jams volveran. Losjvenes, que no conocieron a Elas, quedaban deslumbrados por aquellas historias.

    Claro que, en el entusiasmo de los recuerdos, los buenos ancianos le ponan mucho color yfiesta a los pormenores; de vez en cuando aumentaban las cosas. Los jvenes se daban cuenta de

    esto; pero les agradaba. Si los viejos no hablaban as, no tena gracia. Slo quien estentusiasmado logra entusiasmar a los otros y alimentar la mstica del grupo.Es ms. Los nuevos discpulos podan estar tranquilos: Este Elas ciertamente era un

    hombre de valor. De lo contrario, los que lo conocieron no habran contado cosas maravillosassobre l. El pueblo aumenta, pero no inventa.

    Y nosotros, qu pensamos? El hecho de que un texto tenga ciertas exageraciones,aadiduras y hasta un poco de fantasa, crear problemas al lector de hoy?

    Para algunos, s. A ellos les gustara que la Biblia siempre dijera todo como realmentesucedi. Pero, vamos a pensar un poco:

    - Se podr contar todo como realmente sucedi?- Estara bien contarlo siempre as?

    1. No es posible. El relato completo o totalmente exacto, no existe. La persona sloconsigue decir una parte de lo que ve, piensa y siente. Es la parte de verdad que la persona ve apartir de una posicin: a partir de la posicin en que nosotros estamos. Ser la nica posible? Osea: la verdad es siempre mayor y mucho ms que aquello que la persona ve, piensa, siente, dice.

    2. Aunque se pudiera contar todo como realmente fue y es, no siempre podramos estarsatisfechos con ello. Hay ocasiones en que la comunicacin humana pide ms.

    Cuando contamos experiencias muy fuertes que tuvimos, siempre las comunicamos demodo ms animado, con mucha emocin. De esa manera comunicamos no slo el hecho, sinotambin nuestra reaccin delante del mismo: El hecho tal como lo sentimos.

    Volvamos al Ciclo de Elas. Justamente por contener tambin mucha fantasa, el texto sevuelve ms expresivo. Aade muchas cosas que un texto fro no conseguira expresar. Por

    ejemplo:- el entusiasmo que Elas despert en los que convivieron con l;- sus cualidades que ms los impresionaron;- lo que descubrieron ms importante en su vida.Entonces, cmo vamos a leer hoy el Ciclo de Elas?- Leemos las narraciones a partir de un punto de vista, de un modo de vivir. Optamos por la

    viuda de Sarepta, por Nabot, por los pobres, por los que son fieles a Dios, por Elas y su causa.No por Ajab y Jezabel y sus servidores.

    - Cuando percibimos que hay exageraciones en la historia estamos ms atentos y nosinteresamos ms: es justamente as como los discpulos de Elas revelaron elementos importantese impresionantes de la vida del profeta.

    - Elas estaba completamente comprometido con su pueblo y con su Dios.En las historias sobre Elas, lo que ms interesa no es su persona, sino la causa que l

    defendi.Lo que acabamos de reflexionar sobre el ciclo de Elas se puede aplicar tambin a otras

    narraciones, como la de Eliseo (2 Re. 2 a 13) o la de Sansn (Jue. 13 a 16). Es vlido tambinpara las leyendas que fueron surgiendo a lo largo de la historia, por ejemplo, respecto a algunossantos.

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    No es verdad que aun hoy se van creando leyendas alrededor de ciertos personajes muyestimados? Tenemos algn ejemplo de esto?

    Mientras haya personas que nos entusiasman y gente dispuesta a ser como ellos, siemprehabr leyendas en nuestro mundo.

    CAPITULO 1EL TEXTO DE LA BIBLIA QUE NOS HABLA DEL PROFETA ELIAS

    1. TEXTO INCOMPLETO, IMAGEN COMPLETAEl texto de la Biblia que nos habla del profeta Elas es como un lbum de fotografas. Pero

    es un lbum incompleto. Faltan las primeras y las ltimas pginas. La historia comienza en elmedio y termina antes del fin: no dice nada sobre el nacimiento y la vocacin del profeta, ni sobresu ancianidad y muerte. Quedaron slo seis fotografas: seis captulos. El texto se parece a un

    ladrillo que el albail coloc en el hueco de una pared ya terminada. El hueco era menor que elladrillo. Para poder colocarlo, cort un poco de los dos lados y peg el resto con cemento.

    Aun as, a pesar de estar incompleto, el texto ofrece una imagen perfecta y completa dequin era Elas, de lo que l haca como profeta, y del ideal que quera realizar. Para sentir elgusto de un dulce no es necesario comrselo todo. Es suficiente comer slo un pedazo. Y laBiblia nos ofrece seis pedazos.

    2. MANTENER VIVA LA MEMORIA DEL PUEBLOCada uno de los seis captulos trae una historia sobre el profeta Elas. Seis fotografas, vivas

    y coloridas. Seis historias sueltas, independientes una de otra. Antes de ser escritas, fueroncontadas por el pueblo, transmitidas durante siglos, en ruedas de conversaciones. Mantenan vivo

    el recuerdo del profeta. Recuerdo incmodo para los hombres del poder. Estos, si de ellosdependiera, haran que el recuerdo de Elas fuese olvidado y enterrado para siempre (ver 1 Re.18,17; 19,1.2;21,20; 2 Re 1,9.11; 2 Cro. 21,12.15).

    Pero el pueblo no permiti que Elas fuese olvidado. Puso empeo en conservar el recuerdode su vida, de sus andanzas y la historia de sus luchas contra la reina Jezabel, contra el rey Ajab ycontra el rey Ococas. La historia de Elas ayudaba al pueblo a no olvidar el pasado, a no perdersu identidad, la conciencia de su misin. Serva para mantener viva la memoria subversiva delpueblo de Dios.

    Tambin hoy existen historias as. Conocemos alguna?

    3. LEER LA HISTORIA DE LOS REYES CON OJOS DE PROFETALa historia del profeta Elas ocupa cuatro captulos en el primer libro de los Reyes y dos en

    el segundo: 1 Reyes, captulos 17,18,19 y 21; 2 Reyes, captulos 1 y 2. En la Biblia de loscristianos, los libros de los Reyes se les llama libros histricos, pues cuentan la historia de losreyes. Pero qu hace un profeta en medio de los reyes? Cmo es que Elas, el defensor de lospequeos, fue a parar en medio de la historia de los grandes?

    En la Biblia de los judos, los libros de los Reyes tienen otro nombre, a saber: Librosprofticos o, ms precisamente Profetas Anteriores. Para ellos la finalidad principal de estoslibros no es informar al pueblo lo que hacan los reyes, sino es formar y ensear al pueblo a leer

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    la historia de los reyes con los ojos de un profeta. Por eso Elas aparece en medio de los reyes,criticando y condenando el comportamiento de los grandes que oprimen y confunden a lospequeos.

    Nosotros intentamos leer la historia con ojos de profeta? Cmo sera? Intentamos leer la

    historia de nuestro pueblo o de nuestra comunidad con los ojos de un profeta?

    4. CAPTAR EL ESPIRITU DE LOS HECHOSEl lenguaje de estos seis captulos sobre la historia del profeta Elas es simple y profundo.

    Es lenguaje popular. Ahora bien, en las historias que cuenta el pueblo, no todo puede ser tomadoal pie de la letra. Aun hoy, las historias del pueblo tienen un significado ms profundo. Su sentidova ms all de la letra.

    Un ejemplo de hoy: un campesino sin-tierra, que particip en una larga romera realizadaen el Sur de Brasil en 1986 cont: Cierto da, el camin que llevaba un grupo de romeros cayen un pozo, pero no se vir. Nadie sali herido. Fue Dios el que asegur el camin. Alguien queno particip en la romera, pregunt: Don Juan, cmo fue que Dios asegur el camin, us

    poleas?" El campesino sonri, le dio pena del hombre que hizo la pregunta y respondi conmucho sentido: El hombre no entendi la historia. No se dio cuenta del sentido de la historia".

    Pues bien, la Biblia cuenta las historias del profeta Elas para ayudar a la gente a entenderel espritu de los acontecimientos, el Espritu de Dios, presente en los hechos de nuestra historia.

    Conocemos historias verdaderas de hoy que tienen un sentido ms profundo y donde notodo puede ser tomado al pie de la letra? Contar alguna.

    5. ANIMAR Y ORIENTAR LA LUCHA DEL PUEBLOEl origen de estas historias, sin duda alguna, est en los grupos de los profetas que vivan

    alrededor de Elas y de Eliseo, su sucesor (2 Re. 2,3.5.7; 1 Re. 18,4.13). Ellos tenan el espritude Elas (2 Re. 2,9.15). Como Elas, luchaban por mantener al pueblo en la fidelidad a Yav (1

    Re. 18,21) y en la observancia de la ley de Dios (1 Re. 19,10).Eran ellos los que contaban y divulgaban las historias de Elas para orientar al pueblo en la

    defensa de la Alianza y para animarlo a no desistir de la lucha contra el abuso de la religinpromovido por los hombres del poder (1 Re. 16,3233; 21.810; 2 Re. 1,2); contra la falsaimagen de Dios divulgada por los profetas de Baal (1 Re. 18,27); contra la explotacin y lamatanza del pueblo comandadas por el mismo rey (1 Re. 21,19; 1 Re. 18,12.14); contra la reinaJezabel que persegua y mataba a los profetas (1 Re. 18,13; 19,1.2).

    Quin es hoy el que mejor orienta al pueblo en la defensa y en la observancia de laAlianza? Y quines son los que ms le animan en su lucha contra la injusticia y la opresin?

    6. REVELAR EL ROSTRO DE DIOSLas historias de Elas funcionaban como un espejo. El pueblo miraba all dentro y descubra

    la gran verdad: Dios est con nosotros en la lucha por la defensa de la Alianza. Y no slo eso.Descubra tambin las exigencias de Dios. Descubra el rostro de Dios en los hechos de la vida yde la historia . El rostro de Dios es el anuncio ms subversivo y ms incmodo, ms exigente yms liberador que se pueda imaginar.

    Hoy, el pueblo que lucha por tierra y por justicia, por fraternidad y por una nueva sociedad,mira en el espejo de las historias de Elas y descubre en ellas de qu lado est Dios. Descubre loque Dios quiere de nosotros, cules son sus exigencias y llamados, cmo est El presente en la

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    lucha del pueblo. Descubre el rostro de Dios mirando hacia nosotros desde dentro de los hechosde nuestra vida e historia.

    Dnde aparece hoy ms claramente el rostro de Dios? Qu hemos descubierto ya respectode Dios, mirando el espejo de la Biblia?

    7. DISCERNIR ENTRE VERDADEROS Y FALSOS PROFETASUn lbum de fotografas puede no ser completo. La Biblia puede no informar todo lo que a

    la gente le gustara saber sobre el profeta Elas. Pero lo que no es incompleto en las historias deElas es la imagen, el retrato, que la Biblia nos dej de Elas. Es el retrato de cmo debe ser elverdadero profeta. A travs de aquellas seis historias, la Biblia nos ofrece el modelo perfecto delprofeta ideal.

    En otras palabras, las historias de Elas servan y hasta hoy sirven como criterio para que elpueblo pueda distinguir entre verdaderos y falsos profetas. Este discernimiento no siempre fuefcil (ver 1 Re. 22, 528).

    Y hoy, cmo hacemos nosotros para distinguir entre verdaderos y falsos profetas? Qu

    criterios usamos para ello?

    CAPITULO 2

    COMO COMENZO LA ACCION DE LOS PROFETAS ANTES DE ELIAS

    1. AL COMIENZO A LOS PROFETAS SE LES LLAMABA VIDENTESAl comienzo de la historia del pueblo de Dios no estaba muy claro lo que vena a ser un

    profeta. Haba profetas para todo. Haba profetas no slo en el pueblo de Dios, sino tambin enotros pueblos. El profeta era una figura comn de la cultura de aquel tiempo.

    Muy al principio, tanto en el pueblo de Israel como en los otros pueblos, los profetas erangrupos religiosos de artistas y cantantes, videntes y poetas, carismticos y beatos (1 Sam.10,5.10). Con la ayuda de instrumentos musicales (1 Sam. 10,5; 2 Re. 3.5) entraban en trancecolectivo y bailaban. Nadie se resista. Todos entraban en el baile (1 Sam. 19,20-24).

    Eran grupos muy populares. El pueblo consideraba a los profetas como hombres de Dios(1 Sam. 9,6). Por eso, los buscaban para resolver sus problemas como, por ejemplo, la prdida deun animal (1 Sam. 9, 3-6 ,20), problemas de salud (1 Re. 17,17.18), o falta de agua (2 Re. 2,19-22). Los profetas eran los consejeros del pueblo, llamados videntes. Antiguamente, en Israel,cuando alguien iba a consultar a Dios, deca: vamos al vidente, porque en vez de profeta, comohoy se dice, se deca vidente (1 Sam. 9,9).

    2. AL COMIENZO EL REY Y EL PROFETA ANDABAN JUNTOSTanto en Israel como en los otros pueblos, los gobernantes buscaban el apoyo de estos

    grupos profticos o carismticos. El apoyo de un profeta significaba el apoyo de Dios. Era unaespecie de confirmacin divina del poder del rey. Con el apoyo de un profeta era ms fcil llevaral pueblo a obedecer al gobierno y a cumplir las rdenes del rey. Y as se hace hasta hoy en da.Los polticos y los hombres del poder buscan el apoyo de la religin; van a Caacup, se tomanfotografas con el Papa, visitan las zonas inundadas, consultan videntes y adivinos. La religinsigue siendo usada y hasta manipulada por los hombres del poder.

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    Lo mismo sucede en el principio de la historia del pueblo de Israel. Los jefes de las docetribus buscan el apoyo del profeta Samuel para cambiar el sistema de gobierno tribal e introducirla monarqua (1 Sam 8, 45). Los tres primeros reyes, Sal, David y Salomn, surgen, cada unoa su tiempo, con el apoyo de un profeta (1 Sam 10,1.24; 16,1-13; 2 Sam 7,1-17; 1 Re. 1,28-37).

    Hasta el mismo rey Jerobon, tan criticado posteriormente por los propios profetas, tiene el apoyode un profeta para realizar la separacin entre los reinos de Israel y Jud (1 Re. 11,28-40).En resumen, al principio, los reyes de Israel podan contar con el apoyo de los profetas.

    Pues la monarqua era, en aquellos momentos, la expresin de la voluntad de Dios para el pueblo.Pero fue slo por poco tiempo.

    3. EL ENGAO TRAGICO DE LOS HOMBRES DEL PODERPoco a poco, en las comunidades del pueblo de Israel, la figura del profeta comienza a tener

    un rostro propio, diferente de los profetas de los otros pueblos. En la mayora de los otrospueblos, el rey era considerado hijo de dios. Pero el dios de ellos no pasaba de una invencinhumana, creada para legitimar el as llamado derecho del rey (1 Sam 8,9). Los profetas de

    estos dioses no tenan autonoma. Eran empleados del rey, controlados por l. Coman en la mesade la reina (1 Re. 18,19). Los reyes podan contar siempre con el apoyo de sus profetas. O sea,Dios, la religin y los profetas formaban parte del sistema de los reyes. Eran una pieza importanteen el motor de la sociedad de aquel tiempo.

    Los reyes de Israel, despus de un comienzo de mucha esperanza, comienzan a imitar aestos otros reyes (1 Sam. 8,5.20; 1 Re. 11,1-2) y, su corazn ya no es todo de Yav como habasido el corazn de David (1 Re. 11,4). Apoyndose en el derecho del rey (1 Sam 8, 1118),introducen los trabajos forzados (1 Re. 5,27; 12,4), desvan al pueblo de la Alianza y rinden cultoa los falsos dioses (1 Re. 11,1-3). Traen de nuevo la opresin de Egipto, de la que Dios habadicho: A Egipto nunca ms debern regresar" (Dt . 17,16). Y lo peor era que hacan todo estocomo si fuese expresin de la voluntad de Yav que los sac de Egipto (1 Re.12,28). Imaginan a

    Yav, el Dios del pueblo, como uno de aquellos falsos dioses de otros pueblos, como un dolocualquiera sin autonoma, al servicio exclusivo de los intereses de la monarqua. Y es aqu dondeest el engao de los reyes, el error trgico de los hombres del poder. Yav, el Dios de Israel, noes igual a los otros dioses.

    4. YAV, NUESTRO DIOS, ES UN DIOS DIFERENTEYav no es un Dios creado por el pueblo, sino que es El mismo, el Creador del pueblo. No

    es una invencin humana para que el rey consiga el apoyo del pueblo. Por el contrario. Es el reyquien debe obedecer a Yav y ser su representante para gobernar al pueblo, no de acuerdo con elderecho del rey", sino de acuerdo con los Diez Mandamientos de la Ley de Dios ( Dt. 17,18-19).Yav no es una pieza en el plan del rey, sino que es el rey el que debe ser el ejecutor del plan deYav.

    Yav, el Dios de Israel, es un Dios diferente. Y por eso tambin sus profetas sondiferentes. Ellos no pueden ser iguales a los profetas de los otros pueblos. Porque son hombresde Dios", tienen su experiencia propia del Dios de Israel, y actan de acuerdo con las exigenciasde ese Dios.

    La experiencia de Yav, el Dios del pueblo, trae consigo su propia concepcin de la vida.Es, ante todo, una experiencia del Dios de la Alianza, del mismo Dios que sac al pueblo deEgipto. Por eso trae consigo el recuerdo de todo lo que Dios hizo en el pasado. El profeta, se

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    convierte as, en la memoria crtica del pueblo. Recuerda cosas incmodas que a muchos lesgustara olvidar. La experiencia de la santidad de Dios, es, al mismo tiempo, la experiencia delpecado y de las fallas que existen en medio del pueblo y en la vida de los gobernantes.

    Es en esta experiencia de Dios y del pueblo de Dios donde est la fuente de la libertad y de

    la autonoma del profeta frente al poder del rey. Aqu est la simiente del futuro conflicto entrereyes y profetas.

    5. EL CONFLICTO ENTRE REYES Y PROFETASLa simiente del conflicto entre reyes y profetas ya exista en el fondo de la vida del pueblo,

    desde los tiempos del profeta MOISES (Dt. 18,18), de la profetisa DBORA (Jue. 4,4) y delprofeta SAMUEL (1 Sam. 3,20). La simiente era, y sigue siendo, la propia fe en Yav, el Dios delpueblo. El conflicto creca lentamente, poco a poco, bajo la lluvia de los hechos. En la medida enque los reyes de Israel imitaban la prctica de los otros reyes y pueblos, en esa misma medida, losprofetas reaccionaban. Se iniciaba as la tensin entre carisma y poder.

    La separacin qued clara y definitiva en la accin de Elas. Con Elas, la profeca irrumpe

    desde el fondo de la conciencia del pueblo de Dios. Nace como fuerza independiente, libre frenteal poder del rey, expresin de la libertad del propio Dios frente a los hombres, sus criaturas. Apartir de Elas, los profetas toman el camino de la defensa de la Alianza y de la vida del pueblocontra la prepotencia del poder.

    Ante la resistencia y la crtica que el profeta le hace, el rey percibe que no es dueo ni deDios ni del pueblo. Su poder no es ilimitado, ni puede ser usado sin control. El nico dueo detodo y de todos es Yav, el Dios del pueblo, de quien tanto el rey como el profeta deben serempleados para servir al pueblo de Dios, cada uno a su modo, dentro de las exigencias de laAlianza.

    6. VERDADEROS Y FALSOS PROFETAS

    No todos los profetas siguen el ejemplo de Elas (1 Re. 22,6). Siempre hubo y siemprehabr profetas y profetisas (Ez. 13,17) ligados a los dioses falsos del poder opresor. Ellos usan lareligin en beneficio propio y reducen a Dios al tamao de sus propias ideas e intereses.

    Estos son los as llamados falsos profetas: confunden al pueblo (Jer. 27,9-10), hacenpropaganda del sistema del rey y slo dicen lo que al rey le gusta or (1 Re. 22,6.11-12). Estalucha entre verdaderos y falsos profetas recorre toda la historia de los reyes, desde Elas (1 Re.18,13;19,10) hasta el cautiverio. Casi todos los profetas tuvieron problemas, conflictos y peleascon los falsos profetas (Jer. 28,1-17; 23,9-40; 14,13-16; Ez. 13,1-23; Is.28,7-13).

    Para el pueblo no era fcil discernir (1 Re. 22,8). Se preguntaban: Cmo vamos a saberque una palabra no viene de Yav? ( Dt. 18,21). Problema serio que continua hasta hoy. Elpueblo est admirado frente a las faltas de unin existentes dentro de la Iglesia: un obispo diceuna cosa y otro dice otra distinta.

    Qu hacer? Cmo discernir cuando todos pretenden hablar en nombre de Dios? Cmohizo el pueblo de aquel tiempo para resolver este problema? Cules son los criterios que usabanpara discernir entre verdaderos y falsos profetas?

    7. LOS CRITERIOS PARA DISTINGUIRLOS:La Biblia registra varios criterios usados en aquel tiempo para discernir entre verdaderos y

    falsos profetas. He aqu algunos de ellos:

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    1. Dios dice a Moiss: Yo har que se levante en medio de ellos un profeta como t(Dt.18,18). Un criterio bsico es verificar si las palabras y la prctica del profeta estn encontinuidad con las palabras y prctica de Moiss ( Dt. 18,15). Moiss es visto por el pueblocomo el mayor de todos los profetas (Nm. 12 6-8; Dt. 34,10-12).

    2. Como ya vimos, Elas qued en la mente del pueblo como marco y modelo del profetaideal. Las historias de Elas sirven como norma para evaluar a las personas que se presentan alpueblo como profetas de Yav.

    3. Norma segura es comprobar si las seales anunciadas por el profeta se cumplen. En estecaso, confirman que la profeca viene de Yav. Si el profeta habla en nombre de Yav, pero lapalabra no se cumple, se trata entonces de una palabra que Yav no dijo. Tal profeta habl pororgullo. No lo temas (Dt. 18,22; ver 1 Sam 10,1-8; 1 Re. 22,26-28; Is. 7,14; Jer. 28,15-16;44 29-30).

    4. A veces no es suficiente que la seal se realice. Hay falsos profetas que realizan seales yque, al mismo tiempo, confunden al pueblo, diciendo: Vamos a seguir a otros dioses y servirles(Dt. 13,3). No hagas caso de las palabras de este profeta. Porque Yav tu Dios te prueba, para

    saber si realmente lo amas con todo tu corazn y con todo tu ser (Dt. 13,3). En otras palabras,el criterio ms seguro es cuando la vida y el mensaje del profeta estn de acuerdo con lasexigencias de la Alianza y de la ley de Dios que pide: Amar a Dios con todo el corazn y contodo el ser ( ver Dt. 6,4-5;13,2-6; Jer. 23,16-18).

    CAPITULO 3

    LA SITUACION DEL PUEBLO QUE PROVOCO LA ACCION DE ELIAS

    1. CAPTAR EL GRITO CALLADO DEL POBREDonde aparecen pedazos de vidrio en el suelo, t pasas, miras y dices: alguien rompi la

    ventana. Donde aparecen pobres en medio del pueblo de Dios, el profeta pasa, mira y dice:alguien rompi la Alianza. Algunos se acostumbran a los pedazos y los ignoran. El profetahace lo contrario. Confronta al pueblo con los pobres y exige cambio en nombre de Dios: entreustedes no deben existir pobres (Dt. 15,4).

    La Alianza con Dios pide que todos sean hermanos (Lev. 19,15-18), que los bienes seancompartidos (Dt. 15,7; Ex. 16,4), que el poder sea servicio (Dt. 17,14-20; Ex. 18, 13-23), que elpobre no sea explotado (Ex. 22,2026), que se observen los Diez Mandamientos (Ex.20,1-17),que el pueblo nunca ms regrese a Egipto (Dt. 17,16). Viviendo as, el pueblo cumple la Alianzae imita a Dios que escucha el clamor de los pobres (Ex. 22,22-26) y baja para liberarlos (Ex. 3.8).Si el pueblo observa todo esto, no habr pobres en medio de l (Dt. 15,4-5).

    Si aparece algn pobre en medio del pueblo, aun cuando sea uno solo de tus hermanos, enuna de tus ciudades (Dt. 15,7) es entonces seal de que alguien quebr la Alianza. Alguien seapoder de lo que no le perteneca y as empobreci al hermano. Por eso, aun cuando no diganada, slo existiendo, el pobre es un grito que golpea la conciencia del pueblo de Dios.

    El profeta capta el grito callado del pobre y lo devuelve al pueblo. Lo interpreta comollamado de Dios. Por eso el profeta incomoda y provoca la rabia, muchas veces irracional, deaquellos que se enriquecen a costa de los pobres.

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    2. ELIAS ENTRA EN ESCENAElas aparece alrededor del ao 860 antes de Cristo. Epoca de una sequa que dur ms de

    tres aos (1 Re. 17,1 y 1 Re. 18,1). Epoca de Omri y Ajab reyes de Israel. Elas se presenta a Ajab

    y le dice que la sequa es castigo de Dios: Vive Yav, el Dios de Israel, en cuya presencia estoy.No habr en estos aos ni gara, ni lluvia, a no ser que yo lo ordene (1 Re. 17,1).Elas entra en escena provocando un conflicto abierto con las autoridades. El conflicto es

    tan grave que el rey considera a Elas como el flagelo de Israel" (1 Re. 18,17), esto es, como elresponsable de los males que se abaten sobre el pas. Enva emisarios a todos los lados paraapresarlo (1 Re. 18,10). Elas es visto por el rey como enemigo (1 Re. 21,20) que merece lamuerte (1 Re. 19,1-2)

    Cules son los errores en la vida del pueblo que llevaron a Elas a hablar y actuar deaquella manera? Qu llamado de Dios escuch? Qu hizo l para merecer una reaccin tanviolenta por parte del rey y la reina?

    3. LA PREOCUPACION DEL REY:SALVAR LOS CABALLOS Y LOS BURROSOmri, el padre de Ajab, era el jefe del ejrcito del rey de Israel (1 Re. 16,16). En un

    momento de mucha confusin (1 Re. 16,8-16) tom el poder (1 Re. 16,17-22). Su hijo Ajabconsolid el poder. Padre e hijo, juntos, reinaron durante 34 aos (1 Re. 16,23-29). Trajeron grandesarrollo econmico, atestiguado hasta hoy por la Arqueologa y la Biblia.

    Omri nombr a Samara como su nueva capital (1 Re. 16,23-24) y Ajab construy all sucasa de marfil (1 Re. 22,39) condenada ms tarde por el propio profeta Ams (Am. 3,15;6,4).Adems, Ajab mand reconstruir y fortificar las ciudades (1 Re. 22,39; 16,34) e hizo una alianzacon el rey de Tiro que fue sellada con el matrimonio con Jezabel, la hija del rey de Tiro (1 Re.16,31).

    Pero este desarrollo econmico se haca a costa de muchas injusticias. En la antigua capital,Tersa, por ejemplo, donde Omri rein durante seis aos (1 Re. 16,23), los arquelogosencontraron vestigios de barrios ricos y pobres.

    Apelando al "derecho del rey (1 Re. 21,7), Ajab y Jezabel pisaban a los pobres, robabansus tierras y mataban a los campesinos para enriquecerse y vivir rodeados de lujos, como si ellosfuesen los dueos de la vida y de la muerte de sus sbditos (1 Re. 21,1-16). Y para ello podancontar con la ayuda y apoyo de los nobles", de los ancianos (1 Re. 21,8) y de los "jefesmilitares (2 Re. 1,9-11).

    En aquella poca de sequa y de hambre (1 Re. 18,2), el rey no se preocupaba ni un pocopor salvar al pueblo, sino slo en mantener vivos los caballos y los burros (1 Re. 18,5). Esto es,l slo estaba preocupado por mantener su poder (caballos) y en aumentar su riqueza(burros).

    As, cmodamente sentados en el lujo de su capital, Samara (Am. 6,1), los ricos celebransus fiestas a costa de los pobres y de los necesitados (Am 4,1), pero sin afligirse por el desastredel pueblo ( Am 6,6).

    4. PUEBLO DIVIDIDO, ALIANZA ROTA, RELIGION MANIPULADA

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    Desapareci la igualdad y la fraternidad. El pueblo qued en el medio: del lado del rey, losancianos, los nobles, los jefes militares; del otro lado, los campesinos, las viudas, los profetasperseguidos, los pobres. La Alianza estaba rota (1 Re. 19,10-14).

    La culpa de todo lo tena el propio rey (1 Re. 18,18), a quien ya no le importaba ni la

    Alianza ni los pobres. Hizo lo malo a los ojos de Yav (1 Re. 16,30): abandon a Yav, el Diosdel pueblo (1 Re. 18,18), y permiti que Jezabel, su esposa, trajese consigo al falso dios Baal y loinstalase en el templo de Samara (1 Re. 16,31-32).

    Los profetas de este falso dios gozaban de muchos privilegios en la casa de Jezabel (1 Re.18,19). Y los verdaderos profetas, compaeros de Elas, eran perseguidos y muertos (1 Re.18,13;19,10-14). El nmero de los falsos profetas era enorme: haba 450 profetas de Baal quevinieron con Jezabel all de Tiro (1 Re. 18,19). Haba otros 400 profetas ligados al rey Ajab (1Re. 22,6). Todos ellos hacan la propaganda del rey y de la reina, mientras que Elas estaba solitopara divulgar el mensaje de Yav el Dios del Pueblo (1 Re. 18,22;19,10).

    El que no pensaba como la cabeza del rey era considerado flagelo del pueblo (1 Re.18,18) y enemigo del rey (1 Re. 21,20). El pueblo qued lleno de miedo, sin capacidad de

    contestar y reaccionar (1 Re. 18,12-14). Qued confundido, sin saber de qu lado quedarse (1 Re.18,21).

    5. ESCONDER AL PUEBLO EL ROSTRO DE DIOSEn la prctica, Yav, el Dios del pueblo, el Dios vivo y verdadero, qued encuadrado

    dentro del sistema de la monarqua, reducido al tamao de los intereses de Ajab. Era veneradocomo si fuese un dolo cualquiera, un baal, pieza central el sistema del rey.

    De este modo, la estructura injusta de la sociedad no slo robaba al pueblo el dinero y elpoder, sino, lo que era peor, le esconda el rostro de Yav. Y cuando el rostro de Yav estescondido, todo se desintegra, y el pueblo pierde el sentido de su vida. Hubo gente que lleg alabsurdo de sacrificar a su propio hijo a los falsos dioses. Como si los dioses necesitaran sangre

    humana para poder garantizar la seguridad a sus protegidos (1 Re. 16,34).La falsa imagen de Dios que se estaba difundiendo en medio del pueblo a travs de los

    profetas de Baal, era la imagen de un dios distante, ocupado en altos negocios, un diosconversador, viajero, dormiln, que necesita que se le recordasen las cosas: Griten ms fuerte.Cierto que Baal es Dios, pero debe estar ocupado, debe andar de viaje; tal vez est durmiendo ytendr que despertarse" (1 Re. 18,27).

    Un dios as slo favorece a los que tienen fuerza, prestigio y dinero. Jams escuchar elclamor de los pequeos y difcilmente ser invocado por ellos. Un dios as slo sirve paralegitimar la opresin y la dominacin.

    6. HACER EL MAL A LOS OJOS DE YAVAl relatar la vida de Omri y Ajab, reyes de Israel, la Biblia afirma de cada uno de ellos:

    Hizo el mal a los ojos de Yav (1 Re. 16,25-30). La misma frase, o frase semejante, es usadapara todos los reyes de Israel desde Ajab hasta Oseas, el ltimo (2 Re. 17,2). Todos ellos, sinexcepcin "hicieron el mal a los ojos de Yav. Y muchas veces se aada que imitaban elcomportamiento de sus padres (1 Re. 22,53; ver 2 Re. 8,27; 13,2; 14,24; etc.).

    En otras palabras, el vicio y el pecado pasaban de padres a hijos. El sistema del rey era tanfuerte que no mora con la muerte del rey. Tena una vida ms resistente que sus mantenedores.Su organizacin se reproduca y consegua sobrevivir y fortalecerse. En cierto modo, todos los

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    reyes eran prisioneros del sistema que ellos mismos crearon y que, al fin, les llev a ellos y alpueblo a la ruina (2 Re. 17,7-18).

    A causa de este sistema se abrieron las puertas para los falsos dioses, con sus cultos sincompromiso y con sus numerosos profetas que se encargaban de la propaganda oficial en medio

    del pueblo.Por causa de este sistema, en el tiempo de Elas, casi todos haban abandonado la Alianza(1 Re. 19,10-14). Muchos estaban confundidos, sin saber de qu lado estar (1 Re. 18,21); otros yani cuestionaban el sistema y obedecan ciegamente las rdenes del rey, ya fuera para matar alhermano (1 Re. 21,11-14), o para apresar a los profetas de Yav, crticos del sistema (2 Re.1,9,11).

    7. SEMILLAS DE RESISTENCIABajo esta situacin de opresin, a pesar de todas las apariencias en contra, existan los que,

    fieles a la Alianza, resistan la presin del ambiente.Abdas, el empleado del rey, contrari las rdenes de la reina y, con el riesgo de su propia

    vida, salv la vida de cien profetas, alimentndoles a escondidas (1 Re. 18,13). La viuda deSarepta, pobre y extranjera, continuaba fiel al ideal de compartir y supo dividir con Elas el pocopan y aceite que le quedaba (1 Re. 17,13-15). Nabot, el campesino, continuaba fiel a la ley queprohiba la venta y cambio de tierras (1 Re. 21,3). Estaban los grupos de los profetas, compaerosde Elas, que vivan en Betel (2 Re. 2,3) y en Jeric (2 Re. 2,5). Finalmente, quedaban siete milpersonas que no haban doblado la rodilla ante los falsos dioses (1 Re. 19,18).

    En una palabra, los pobres, los pequeos, los annimos, los desconocidos, los profetas,continuaban fieles a la Alianza. Callados y escondidos resistan la presin del rey y de la reina. Esde en medio de ellos de donde surge el profeta Elas para denunciar lo que estaba equivocado yrevelar nuevamente el rostro de Dios al pueblo. Elas asumi la defensa de los pequeos y seconvirti en la gran revelacin del Dios vivo. Entr en la memoria del pueblo y ste nos conserv

    su retrato.

    CAPITULO 4

    EL RETRATO QUE EL PUEBLO NOS DEJO DEL PROFETA ELIAS

    1. HOMBRE DE DIOSEl profeta Elas es conocido como el hombre de Dios (1 Re. 17,18-24; 2 Re. 1,9-11.13).

    No de cualquier dios, sino de Yav, el Dios del Pueblo, Dios vivo y liberador, el Dios de laAlianza. El lema de Elas, su marca registrada, era: Vive Yav, el Dios de Israel, en cuyapresencia estoy. Es con esta frase como l entra en la historia del pueblo y se presenta al rey (1Re. 17,1;18,15).

    Elas permiti que Dios tomase cuenta de su vida: la palabra del Seor vino hasta l y leempuj a comprometerse (1 Re. 17,2-8; 18,1; 19,9.15;21,17-28); el ngel de Dios le animaba yorientaba (1 Re. 19, 5-7; 2 Re. 1,3.15); el Espritu de Dios poda disponer de l y arrebatarlo encualquier momento para los servicios ms imprevisibles (1 Re. 18,12; 2 Re. 2,16); la mano deDios vena sobre l y le haca correr ms aprisa que el propio rey (1 Re. 18,46).

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    Esta experiencia tan profunda de Yav, el Dios del pueblo, capacita a Elas para percibir ydesenmascarar la falsa imagen de Dios divulgada por la religin del rey (1 Re. 18,27), y ser parael pueblo la revelacin de Dios vivo y verdadero (1 Re. 18,39), hasta el punto de hablarse delDios de Elas (2 Re. 2,14). Elas no acta por inters propio. Es el celo por la causa de Dios lo

    que le mueve (1 Re. 19,10.14). Todo lo que hace, lo hace en nombre de Dios (1 Re. 18,36).Para los pobres, Elas es el hombre de Dios que habla las palabras de Dios (1 Re. 17,24).Para los compaeros, los profetas de las comunidades de Betel y Jeric, es conocido como elhombre siempre disponible que puede ser arrebatado en cualquier momento por la accinimprevisible del Espritu de Dios (2 Re. 2,3.5). El entr en la historia como el "hombre de fuego,cuya palabra arda como una antorcha (Eclo. 48,1) y como el que debe volver al fin de lostiempos para restablecer las tribus de Israel (Eclo. 48,10) y, as, preparar un pueblo bienorganizado para el Seor (Lc. 1,17).

    2. HOMBRE DEL PUEBLOHombre de Dios, Elas era tambin hombre del pueblo. Dos lados de la misma medalla, dos

    fotografas del mismo rostro. Dios del pueblo, pueblo de Dios!Elas haba nacido en Tesbi. De ah su apellido Tesbita (1 Re. 17,1; 2 Re. 1,3.8). Tesbi era

    un pueblo que quedaba en la regin de Galaad, en Transjordania, del otro lado del Jordn, en elnoroeste de Palestina. Tierra de fuertes tradiciones religiosas con un pueblo aguerrido yconservador. Conservador en el buen sentido de la palabra; conservaba los valores de la fe en elDios vivo y verdadero y reaccionaba fuertemente contra los desmanes y abusos del rey.

    Miembro de este pueblo de campesinos, Elas no frecuentaba el palacio del rey, ni coma enla mesa de la reina Jezabel, como hacan los profetas oficiales (1 Re. 18,19). Viva en la soledaddel desierto (1 Re. 17,3; 19,4) y de las montaas (2 Re. 1,9), o conviva con los pobres (1 Re.17,9.19). Vesta pobremente (2 Re. 1.8) y se alimentaba de aquello que la naturaleza le ofreca (1Re. 17,46) o lo que los pobres compartan con l (1 Re. 17,11.16).

    De un lado, su unin con Dios no le aleja de los hermanos. Al contrario. Hace que seaproxime ms al pueblo oprimido: a la viuda de Sarepta, pobre y hambrienta (1 Re. 17,9); aAbdas, el empleado esforzado, amenazado de muerte (1 Re. 18,7-16); a Nabot, el campesinoasesinado a causa de problemas de tierra (1 Re. 21, 17-19); al pueblo engaado y confuso (1 Re.18,20-24).

    De otro lado, su convivencia con los pobres no le aleja de Dios. Al contrario. Hace que lebusque cada vez ms: su permanencia en la casa de la viuda le lleva a rezar por ella y por su hijo(1 Re. 17,2022); su lucha en favor del pueblo abandonado le lleva a buscar a Dios en el MonteHoreb y a reencontrar en l la fuente de su valor (1 Re. 19,1-14).

    Elas participaba activamente en la vida nacional: saca la sequa de la neutralidad y lainterpreta, a la luz de los acontecimientos, como castigo de Dios (1 Re. 17,1); convoca al puebloal Monte Carmelo y le ayuda a decidirse ante los hechos y ante Dios (1 Re. 18,21); interviene elproceso poltico de Arn y de Israel (1 Re. 19,15-16).

    3. HOMBRE DE ORACIONHombre de Dios y del pueblo, Elas es hombre de oracin. Esta es la leccin que de l

    qued en la memoria del pueblo hasta el Nuevo Testamento.Dice Santiago en su carta: La oracin fervorosa del justo tiene gran poder. As, Elas,

    hombre semejante a nosotros, or con insistencia para que no lloviera, y no hubo lluvia en la

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    tierra durante tres aos y seis meses. De nuevo, volvi a orar y el cielo envi su lluvia y la tierravolvi a producir su fruto (Sant. 5,16-18).

    Elas saba rezar. Su oracin accionaba el poder de Dios a favor del pueblo: devolvi lavida al hijo de la viuda (1 Re. 17,22) ; trajo la lluvia despus de una sequa prolongada (1 Re.

    18,41-45); hizo descender fuego sobre el capitn que cumpla las rdenes injustas del rey (2 Re.1,10.12); hizo que el fuego consumiera el sacrificio y prob as al pueblo que Yav es elverdadero Dios (1 Re. 18,3638).

    Elas reabasteca su vida de oracin y de unin con Dios en las fuentes de la fe que estabanen el origen del pueblo: se retir al desierto de Karit, del otro lado del Jordn (1 Re. 17,3), dedonde, en tiempos de los jueces, el pueblo haba venido para ocupar la tierra (Jue. 3,1.17); allbeba del torrente y reciba el pan y la carne (1 Re. 17,5), como el pueblo en los tiempos deldesierto (Ex. 17,6; 16,1.36); anduvo por el desierto, al sur de Betsaida, cuarenta das y cuarentanoches (1 Re. 19,3.8), donde en tiempos del xodo el pueblo anduvo durante cuarenta aos (Dt.8,2); fue hasta el Monte Horeb (1 Re. 19,8), montaa de Dios, donde en tiempos del xodo, naciel pueblo y fue ratificada la Alianza con Dios (Ex. 19, 18).

    Viva en la soledad de las montaas (1 Re. 18,1942; 2 Re. 1,9), pues el Dios de Israel eraconocido como un Dios de las Montaas (1 Re. 20,23-28); vivi con la viuda que, a pesar de lasequa y de la pobreza, conservaba el ideal antiguo de la Alianza y practicaba el compartir de lospocos bienes que posea (1 Re. 17,9). En una palabra, Elas rehizo el camino del Pueblo de Dios.Vuelve a las fuentes de la fe y, as, reencuentra a Dios y se pone a su servicio.

    De este modo, a travs de una oracin encarnada en la vida y en la historia de su pueblo, lavida de Elas se vuelve transparente, seal elocuente de la presencia viva de Yav en medio delpueblo. El propio nombre del profeta es el resumen de su fe y de su testimonio: ELIAS quieredecir Mi Dios es Yav.

    4. TOMA POSTURA ANTE LOS CONFLICTOS

    Yav, el Dios de Elas, no es neutro. Por eso, Elas no es neutro. El toma posicin ante losconflictos. Se coloca del lado de los pequeos y oprimidos y asume su causa. Toma posicincontra los grandes que oprimen y explotan al pueblo.

    Toma posicin contra el rey Ajab que traiciona la Alianza (1 Re. 18,18); contra la reinaJezabel que roba y mata (1 Re. 21,23); contra el rey Ococas que consulta a los falsos dioses (2Re. 1,3.4); contra el rey Jorn de Jud que mata a los hermanos y lleva al pueblo a prostituirsecon otros dioses ( 2 Cor. 21,1215); contra los falsos profetas que sustentan el gobierno injustode Ajab y Jezabel (1 Re. 18,40); contra el capitn que ejecuta rdenes injustas de prisin (2 Re.1,10.12).

    Toma posicin a favor de la viuda y de su hijo, ambos pobres, que comparten lo poco queles queda para vivir (1 Re. 17,11.16); a favor de Abdas, el empleado del rey, que con riesgo desu vida desobedece a la reina y defiende la vida de cien profetas de Yav (1 Re. 18,7.15); a favorde Nabot, campesino asesinado a causa de su fidelidad a la ley que prohibe vender o cambiar lastierras (1 Re. 21,3.37-39 y Lev. 25,23); en favor del capitn, que por amor a la vida, desobedecela orden del rey (2 Re. 1,13.15); en defensa del pueblo confundido que fue desviado por lapropaganda oficial de los falsos profetas (1 Re. 18,20-21.39).

    En una palabra, a travs de su accin tan decidida y de su palabra tan clara, Elas se haceportavoz y revelacin de Yav, el Dios del pueblo. Hace saber que el Espritu de Yav interviene

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    en la historia humana a favor y en defensa de los pequeos y oprimidos que conservan la Alianzay contra los opresores que practican la injusticia.

    A causa de los conflictos que as enfrenta, Elas es perseguido y amenazado de muerte (1Re. 19,1.2), buscado por el rey en todos lados (1 Re. 18,10), forzado a descender de la montaa y

    comparecer ante el rey (2 Re. 1,9.11). Debe huir al otro lado del Jordn, de vuelta a su tierra deorigen (1 Re. 17,3) o para el desierto al sur del pas (1 Re. 19,3). El asume las consecuencias.

    5. SEAL DE CONTRADICCIONNo todos lo reconocen a Elas como profeta de Yav. Para Ajab, el rey, es el enemigo (1

    Re. 21,20); el flagelo de Israel (1 Re. 18,17). Para los funcionarios del rey, es un desconocidode apariencia extraa, vestido de pieles (2 Re. 1,6-8). Para la reina Jezabel, es una personapeligrosa que debe ser exterminada lo ms rpido posible (1 Re. 19,2).

    Slo los pequeos supieron reconocer la verdadera identidad del profeta y aceptar sumensaje. Ellos reconocen las seales que l pone y se abren a Dios: la viuda de Sarepta (1 Re.17,24), el empleado del rey Abdas (1 Re. 18,7.8), el capitn miedoso con amor a la vida (2 Re.

    1,13.14). Eliseo que dej todo para seguir a Elas (1 Re. 19,19.21), los compaeros profetas delas comunidades de Betel y Jeric (2 Re. 2,14.15), el pueblo confuso y abandonado (1 Re.18,39.40).

    Los grandes no le reconocen porque defienden intereses contrarios. El rey no cumple lasexigencias de la Alianza (1 Re. 18,18; 19,10.14; 21,20). Sus intereses son: salvar los caballos(ejrcito) y los burros (comercio) (1 Re. 18,5), aumentar sus tierras (1 Re. 21,2), matar a susadversarios (1 Re. 19,1.2), ganar las guerras (1 Re. 22,1.6). Los intereses de los funcionarios delrey, esto es, de los nobles y ancianos (1 Re. 21,8) y de los capitanes (2 Re. 1,9.11) esobedecer al rey. Y ejecutando las rdenes del rey y de la reina, llegan a matar al campesino Nabot(1 Re. 21,8.11.14) y apresar a los profetas de Yav (2 Re. 1,9.11).

    Los pequeos reconocen en Elas el hombre de Dios que habla las palabras de Dios,

    porque tienen los mismos intereses; su prctica est de acuerdo con las consecuencias de laAlianza: la viuda, que comparte los bienes (1 Re. 17,11.16); Abdas que observa la ley de Diosdesde su juventud (1 Re. 18,12); Nabot, que observaba la ley de la tierra (1 Re. 21.3).

    Slo la prctica, de acuerdo con las exigencias de la Alianza y de la ley de Dios, es la queabre los ojos para poder descubrir el llamado de Dios presente en las personas y en los hechos dela vida. As era en tiempos de Elas, y as contina siendo hoy.

    6. LA LUCHA PERSONAL Y LA LUCHA DEL PUEBLOA pesar de su admiracin por el profeta Elas, el pueblo no lo transform en un superhroe,

    sino que conserv de l la imagen de un hombre humano, limitado, igual a nosotros. Elas tuvosus momentos de miedo y desnimo. El, que haba enfrentado solito al rey y a los 450 profetas deBaal, ahora tiene ganas de morir: Basta, Seor! Quiero morir. No soy mejor que los otros (1Re. 19,4). Cmo explicar esta contradiccin?

    La palabra de Dios es como una espada que va penetrando en lo ms profundo del alma ypone al desnudo los defectos. Elas tena un defecto, el defecto de muchos. Crea ser el nicodefensor de la causa de Dios: Slo qued yo (1 Re. 19,10). En realidad quedaban siete mil (1Re.19,18). Qu le impeda descubrir los siete mil que defendan la misma causa?

    El sistema injusto del rey Ajab esconda la cara de Dios y, por eso, robaba al pueblo lafuente de la libertad. Elas enfrenta al rey y busca revelar, de nuevo, al pueblo el rostro de Dios.

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    El campo de batalla donde l lucha por la justicia y por la libertad no es slo la sociedad injustacreada por el sistema del rey. Es tambin su propio interior, donde l, enfrentndose consigomismo y con Dios, busca destapar la fuente de la libertad. Para la buena marcha del pueblo, lalucha escondida del profeta en el Monte Horeb (1 Re. 19) es tan importante como su lucha

    pblica en el Monte Carmelo (1 Re. 18).Pues la gran tentacin de quien lucha por la causa de Dios es pensar que Dios es igual a laidea que l se hace de l. Esta tentacin es como arena en los ojos: impide ver siete mil personas.Es como la basura en la gasolina: hace morir al motor: Basta, quiero morir. Elas sufri estatentacin, pero luch y venci. No busc un Dios a su propia medida. Dej a Dios ser Dios!

    En su bsqueda de Dios, Elas se orienta por los criterios de la tradicin: terremoto, rayo,tempestad (1 Re. 19,11-12), seales de la presencia de Dios desde los tiempos de Moiss (Ex.19,1618). El sabe que Dios est de su lado y no del lado del rey (1 Re. 18,36). Sabe que en estalucha, puede contar siempre con la ayuda de Dios (2 Re. 1,10-12). Pero an debe aprender que, niaun por eso, tiene privilegios delante de Dios. Dios no queda debiendo nada a Elas! Dios eslibre y soberano, no slo frente al rey, sino tambin frente al propio Elas. Elas sabe respetar la

    libertad de Dios y, por eso, salv la libertad del pueblo.

    7. EL REENCUENTRO CON DIOSLos criterios seguros de la tradicin no fueron suficientes. Dios ya no estaba en el

    terremoto, ni en la tempestad, ni en el rayo (1 Re. 19,11-12). Elas tuvo que dar un paso ms.Dios estaba en la brisa suave (1 Re. 19,12).

    Revelndose en la brisa suave, Dios mostr que continuaba siendo el mismo Dios desiempre; totalmente libre, imposible de ser aprisionado en cualquier proyecto, esquema opensamiento humano; ms grande que todo aquello que nosotros o la tradicin pensamos,hablamos o enseamos respecto de l. Dios es mayor que nuestro corazn (1 Jn. 3,20).

    Esta libertad de Dios es el ltimo fundamento de la libertad y de la seguridad humana.

    Nadie, quien quiera que sea, conseguir control sobre Dios! Jams los 450 profetas conseguirnencuadrar a Yav en el esquema del rey. Y aun cuando consigan dar al pueblo la impresin detener el apoyo de Dios, aparecer siempre un Elas para desenmascarar la mentira. Pero ni por esoDios queda debiendo nada a Elas. Dios es libre!

    La certeza de que Dios est con Elas no depende del hecho de que Elas sea el nicodefensor de la causa de Dios, ni del hecho de haber sido fiel a la tradicin. Depende nicamentede Dios mismo: de la decisin que l tom, una vez por todas, de or el clamor del pueblo (Ex.2,24), de descender para liberarlo (Ex. 3,8) y de ser Yav, Dios-con-nosotros, para siempre (Ex.3,13-15). As fue como l se present a Moiss y as se deja encontrar por Elas en aquella mismamontaa de Dios (1 Re. 19,8). Dios no cambia! Contina siendo Yav, presencia liberadora,de generacin en generacin (Ex. 3,15).

    Por eso, siempre habr esperanza para los pobres, los pequeos, los marginados, losoprimidos, que tengan el coraje de creer en este Dios y tomarlo en serio (Sal 91, 14.15). Podrngritar siempre! Y siempre sern odos! Cuando encuentren en la vida la presencia de este Dios,habrn tocado la fuente de la libertad frente a cualquier poder opresor. Si saben conservar viva enel corazn la fe en este Dios, ningn opresor conseguir destruir en ellos la raz de la libertad.

    Como pasando por una Noche Oscura y siendo desarmado por dentro, Elas revel estaraz y la hizo limpiar. Descubri el acceso a la fuente y as el pueblo puede nuevamente, beberde su propio pozo.

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    Ayudas para el estudio de Elas

    ActividadesNunca nos contentemos slo con la reflexin bblica. Ver y juzgar sin actuar en la

    transformacin de nuestra sociedad es lo mismo que visitar al mdico y no tomar las medicinasnecesarias para sanar.

    Para encaminar esa transformacin de la realidad tenemos varios recursos. Lo mejor esenfrentarnos, a partir de la vida y del texto bblico, a los problemas que nos desafan. Pero hayotras actividades que podemos hacer. A modo de ejemplo, sugerimos algunas. El grupoencontrar otras.

    - Elegir cantos apropiados al texto bblico que leemos.

    - Escenificar el texto y despus hacer un debate sobre lo que fue presentado.- Realizar una entrevista a Elas, a la viuda de Sarepta, a Ajab y Jezabel, Nabot, los

    sacerdotes de Baal y los soldados de Ocozas.- Organizar un juicio simulado de Ajab y Jezabel, de Nabot, de los sacerdotes de Baal, de

    Elas despus de la matanza de estos sacerdotes.- Hacer carteles relativos a lo que fue reflexionado.- Despus ver si aaden algo ms al texto.- Hay alguna cosa que nos gustara cambiar o aumentar?- Qu ttulo daramos a cada cartel?- Organizar una peregrinacin al Monte Carmelo (o algn lugar escogido por el grupo)

    para revivir el desafo de Elas, rezar, renovar las promesas del Bautismo.

    - Preparar oraciones relativas al texto ledo.- Redactar una carta:- de protesta a Ajab, o a algn gobernante que lo imita;- de solidaridad a Elas, o a un profeta de hoy;- de solidaridad a Nabot, a la viuda de Sarepta y a su hijo, o a un grupo de oprimidos de

    hoy;- de decepcin y llamado a los sacerdotes de Baal, o a alguien de hoy.

    Preguntas generales para los textos- El grupo puede reflexionar sobre el texto que elija de la forma que crea mejor. Es bueno

    que no se apegue a esquemas.- Siguen algunas preguntas que pueden ayudar. Pero son solamente sugerencias. El grupo

    puede cambiar las preguntas, dejar algunas, crear otras.- Para algunos textos sugerimos, adems de stas, algunas preguntas especficas. Se

    encuentran a continuacin de las preguntas generales.1. Cules son los personajes de esta historia?2. Cmo es el modo de ser de cada uno de estos personajes?

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    3. Quin est a favor de quin? Quin est contra quin?4. Cules son los intereses que cada uno o cada grupo defiende?5. Se pueden percibir diversos tipos de religin?6. Procurar descubrir los diversos conflictos que el texto revela.

    7. Estn unidos entre s?8. Cules son las causas ms profundas de la situacin?9. Cules son los mensajes centrales de este texto?10. Qu nos recuerda el texto sobre la prctica de Jess?11. Algunas conclusiones que el texto sugiere.12. Cmo ilumina el texto nuestra realidad de hoy?13. Qu ttulo le quedara bien a este texto?

    Preguntas para algunos textos concretos1 Re. 17, 1-6: Vocacin de Elas

    1. La situacin de Elas, recuerda la del Exodo? En qu? (ver Ex. 16, 8.12).2. Esta semejanza con el Exodo surge inmediatamente con el ciclo de Elas. Qu quiere

    decir esto?3. Profeta es slo el que sabe lo que va a suceder en el futuro?

    1 Re. 17,7-16: Elas y la viuda de Sarepta1. Dejar Elas de ser importante en Sarepta? Dialoguemos sobre ello (ver versculo 9).2. Notemos la situacin de esta persona: mujer, pobre, viuda; ni su nombre sabemos.

    Tenemos hoy personas y categoras as? Dialoguemos sobre ello.3. Y el hijo? Cul es su situacin? Qu sabemos de l? Dialoguemos.

    1 Re 18,17-46: El sacrificio del Carmelo1. Repasar y contar la narracin, de forma que captemos todos sus detalles.2. Qu diferencias encontramos entre Yav y Baal?3. Y entre las actuaciones de los sacerdotes de los dos?4. Tambin en nuestro tiempo se dan los dos tipos de profetas? En qu se distinguen?

    1 Re. 19, 1-18: Elas en el desierto se encuentra con Dios1. Por qu Elas est desanimado?2. Cmo busca vencer el desaliento?3. Primero viene el huracn, el terremoto, el fuego; despus la brisa suave. Hagamos un

    comentario.4. Dios manda organizar un golpe de estado. Por qu? Sera porque el profeta no tena

    recursos espirituales ms eficientes para cambiar la situacin sociopoltica equivocada?5. Este episodio tiene relacin con los otros episodios, con las luchas de Elas por el

    pueblo y su fe?

    1 Re. 19,19-21: Elas llama a Eliseo1. Procuremos observar detenidamente lo que Eliseo es y tiene antes de ser llamado por

    Elas.

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    2. Para qu sirve este cambio en la vida de Eliseo?3. No poda Eliseo ser discpulo de Elas permaneciendo igualmente en su trabajo de

    campesino?4. Se habla en este texto sobre Dios? Hagamos un comentario.

    1 Re. 21,1-29: A Nabot le roban la tierra y lo matan1. Tanto Jezabel como la viuda de Sarepta (cap. 17) son mujeres fenicias. Las dos

    hablan de Dios. Comparemos estos dos modos de hablar sobre Dios.2. Nabot y Jezabel nombran a Dios. Se trata del mismo Dios? Por qu?3. En qu aspectos Jezabel viol los derechos humanos?4. Durante todo el juicio, Nabot no dice una palabra. Hagamos un comentario sobre

    ello. Quin lo conden? Quines colaboraron? Quines lo mataron fsicamente? Quin sequed con su tierra? Pasa hoy algo parecido?

    4. Para acabar con Nabot, Jezabel usa la mscara de la religin Cmo lo hace? Por qu?Sucede esto mismo hoy? Cmo se puede desenmascarar este abuso?

    Nombres de personas y de lugaresAjabSptimo rey de Israel (874 a 853 a.C.). Casado con Jezabel. Estimul las buenas relaciones

    con los pases vecinos, anim el comercio exterior, moderniz el pas. Su poltica econmicaprovoc ms desigualdad social, injusticia y confusin religiosa. Adems de lo que se dice de len el Ciclo de Elas, ver tambin 1 Re. 16,29-34; 22,1-40.

    AmorreosAntiguo pueblo, ya presente haca mucho tiempo en la tierra de Canan. Ver 1 Re. 21,26.Baal

    Era el nombre que diversos pueblos de la regin daban a la divinidad. Significa seor,patrn.

    Baal ZebulVer: Baal. Propiamente, el dios de Acarn se llamaba Baal Zebul, que significa Seor,

    Prncipe. Pero los Israelitas, irnicamente, cambiaban la ltima letra del nombre; entonces venaa significar Seor de las Moscas. En el Nuevo Testamento, Baal Zebul (en Castellano:Belzeb) es llamado tambin, por desprecio, jefe de los demonios (Mt. 12,24).

    BasTercer rey de Israel (909 a 886 a.C.). Ver lo que de l dice la Biblia en 1 Re. 15,33 a 16,7.

    Aqu tambin una alusin a Bas, adems de la que se encuentra en 1 Re. 21,22.BersebCiudad situada muy al sur de Jud, en el desierto del Negueb. Ver 1 Re. 19,3.BetelSituada a 18 Km. al noroeste de Jerusaln. Es un lugar muy citado en el Antiguo

    Testamento. Ver 2 Re. 2,2.CarmeloBonito monte, que da de un lado al mar Mediterrneo, del otro a la actual ciudad de Haifa,

    en Israel. Su nombre quiere decir jardn. Para encontrarlo en el mapa, busque en la costa delMediterrneo, a la altura del lago de Genezaret. Ver 1 Re. 18,19.

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    DamascoUna de las ciudades estado de los arameos en Siria. Ms tarde fue capital de Siria. Est

    situada en un oasis del desierto sirio. Para encontrar esta ciudad en el mapa, busque Sidn, almargen del mar Mediterrneo, bien al norte; despus dirija la mirada hacia la derecha (este), hasta

    las fuentes del ro Jordn; contine ms o menos a la misma distancia y una vez ms encontrarDamasco. Ver 1 Re. 19,15.ElasProfeta que actu en el Reino de Israel en la primera mitad del siglo IX, ms o menos entre

    el 900 y el 850 a.C. En el Judasmo posexlico fue considerado precursor del Mesas (ver Mal.3,23). En el Nuevo Testamento es considerado el representante del profetismo, como Moiss loes de la ley. Es el cuarto personaje del Antiguo Testamento ms citado en el Nuevo (29 veces),despus de Moiss (80 veces), Abrahn (73 veces) y David (59 veces). Su nombre quiere decirMi Dios es Yav.

    EliseoDiscpulo y seguidor de Elas. Como profeta, tuvo fuerte actuacin social y poltica. En la

    Biblia, as como hay el Ciclo de Elas (1 Re. 17 a 2 Re. 1), hay tambin el Ciclo Eliseo (2 Re. 2 a13). El nombre Eliseo significa Dios salv o Dios ayud.

    FeniciaRegin al norte del Reino de Israel, donde hoy est el pas llamado Lbano: Tiro, Sidn y

    Sarepta son ciudades de Fenicia. Beirut, la actual capital del Lbano, queda a 38 km. al norte deSidn tambin a orillas del mar.

    FilisteosPueblo que se estableci en la estrecha planicie de Palestina que acompaa la costa del mar

    Mediterrneo, en la parte que corresponde, ms o menos al Oeste del Reino de Jud.GalaadRegin al este del Ro Jordn, entre el mar Muerto y el lago de Genezaret. Ver 1 Re. 17,1.

    GuilgalEn la Biblia, hay ms de un lugar con este nombre: El Guilgal del que habla 2 Re. 2,1 est

    ms o menos cerca de Betel, en el valle del Ro Jordn.HorebNombre que el pueblo del norte daba al Monte Sina. Ver 1 Re. 19,8.JerobonHay dos reyes de Israel con este nombre. Aqu nos interesa Jerobon I, lder del

    movimiento de independencia del Norte y primer rey del Reino de Israel (931 a 910 a. C.). Ver loque de l dice la Biblia en 1 Re. 11,26-40; 12; 13; 14,1-20. La alusin que el Ciclo de Elas hacede l en 1 Re. 21,22 se refiere a lo que dice en 1 Re. 14,10-11.

    JehDcimo rey de Israel (841 a 814 a.C.). Mat a Jorm y tom el poder, con el apoyo tambin

    de grupos profticos ligados a Elas y Eliseo. En seguida elimin a toda la antigua familia real y alos adoradores de Baal. Pero no era movido por el Espritu de Dios. Ver tambin la historia de sureinado en 2 Re. 9 y 10. Cien aos ms tarde, el profeta Oseas, tambin del Reino de Israel, hizoun juicio muy negativo de este golpe de estado. Ver Os. 1,4.

    Jezabel

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    Hija del rey de Sidn. Mujer del rey Ajab. Segua la religin de Baal, practicada en Fenicia.Hizo todo para acabar con los profetas de Yav en el Reino de Israel. Su nombre pas a sersmbolo de la mujer mala.

    Ver Apocalipsis 2,20 y 1 Re 18,4; 21,5 y siguientes; y su muerte, en 2 Re 9,3037.

    JezraelCiudad a unos 30 km. al sureste del monte Carmelo. Ajab la tomaba como una segundacapital. Tambin all Nabot tena su casa y su vida. Ver 1 Re. 18,4546 y 21, 1.23.

    JormNoveno rey de Israel (852 a 841 a.C.), hermano y sucesor de Ocozas. En su misma poca,

    tambin el rey de Jud, en el sur se llamaba Jorm; no tena nada que ver uno con otro. Ver 2 Re.1,17. Es dentro del relato de su reinado que la Biblia integr el ciclo de Eliseo: ver, el inicio deeste reinado en 2 Re 3,1 ss, y el final en 9,22 ss.

    KeritTorrente que desemboca en el ro Jordn, del lado oriental. Es tan pequeo que slo se

    encuentra en mapas bien detallado. 1 Re 17,3.

    MoabDesigna al pueblo de los Moabitas y la regin que habitaban, al este del mar Muerto. Ver 2

    Re 1,1.NabotCampesino pobre, tratado injustamente y asesinado porque se resisti al injusto

    acaparamiento de tierras de la familia real. Viva en la misma ciudad, Jezrael, en donde el reytena un segundo palacio. Ver 1 Re. 21.

    OcozasOctavo rey de Israel (853 a 852 a.C.), hijo y sucesor de Ajab. Ver 1 Re 22,52-54 y 2 Re. 1.SamaraCapital del reino de Israel en el tiempo de Elas y hasta el fin de aquel reino. Fue elevada a

    Capital por Omri, padre de Ajab. Ver 1 Re. 18,2. Antes de Samara hubo otras tres capitales delreino de Israel: Siqun, despus sustituida por Fanuel (1 Re. 12,25) y Tersa (1 Re. 15,33).

    SareptaCiudad de Fenicia, a orillas del mar Mediterrneo, entre Tiro y Sidn. Ver 1 Re. 17,9.SidnImportante ciudad Fenicia, a orillas del mar Mediterrneo, 16 km. al norte de Sarepta.TisbTierra de Elas. Queda en Galaad. Hoy pertenecera a Jordania. Pero nada se sabe sobre

    ella. Ver 1 Re. 17,1.TiroAntigua ciudad de Fenicia, en la costa del mar Mediterrneo, 23 km. al sur de Sarepta. Era

    un importante puerto martimo y centro comercial. Tuvo gran influencia cultural sobre Israel en eltiempo de la monarqua.