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Mercurita y el castigo

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Entertainment & Humor


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La traviesa hada, se dispone a pasar el verano, en una ciudad, castigada por haberse portado mal durante el curso. Pero ¿No es demasiado castigo, dejarla sin vacaciones?

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Page 1: Mercurita Y El Castigo

Mercurita y el castigo

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Llena de incertidumbre, Mercurita llega a la ciudad de Sankar, donde deberá estar el verano, cumpliendo un castigo. Antes que nada, deberá presentarse a Darama, la gobernadora. Esta, fue una profesora temporal, en la escuela de hadas.Ahora gobierna Sankar, en sustitución de su enfermo tío. Antes de verla, se toma un respiro para abrir su equipaje, y colocarse las alitas de hada reglamentarias, en la espalda y presentarse con la varita. No sabe qué es lo que le espera, pero al menos se tranquiliza un poco, sabiendo que en Sankar, respetan mucho los derechos humanos. Eso no es tan frecuente en las frías regiones del norte. El caluroso y acogedor sur, es diferente.

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Darama (“Dara” para los amigos) acoge con alegría a la traviesa hada.-¡Eh! Yo a ti te conozco. Eres el hada esa tan inquieta…¡Vaya, no recuerdo tu nombre! Pero dime ¿Qué te trae por aquí?-Hola “Dara”. Me llamo Mercurita, y me envía la directora, a ponerme a tu disposición durante el verano, por haberme portado mal durante éste curso. Pronto te mandará una carta, confirmándolo. Pero es mentira. No te creas todo lo malo que se dice de mí.

-¡Ja, ja, ja, ja! Cuando estuve en tu escuela, ya tenías fama de traviesa. Debes de haber hecho algo muy gordo, para que estés todo el verano castigada. Ya me contarás tu versión, cuando tengas un rato libre. Ahoradesayuna, luego ve al conserje, y dile de mi parte, que te busque una habitación, y ropa civil. Ahora no estás en la escuela, y no vas a hacerlabores de magia. Así que quítate el uniforme de verano. Luego tepresentarás en el puesto de guardia, y dile al capitán, que te busqueuna ocupación. Allí, siempre hay algo que hacer. Si eres buena, te dejarélas tardes libres.-Gracias, gobernadora ¿Te gusta mi varita? La estrella azul, me la concedieron el año pasado, por ayudar en una colonia. Como puedes ver,no soy tan mala como se dice.

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Tal y como le dijo la gobernadora, la mandaron a hacer todo tipo dedeberes. Desde barrer la puerta de la entrada de la ciudad, a fregar en lacocina. Lo más frecuente, era ir a por agua. Tenía que traer cubo trascubo, no solo para beber, sino para limpiar. No son trabajos excesivamente pesados, pero sí, muy entretenidos. Por suerte, nuestraamiguita se lo toma con resignación.

-Menos mal que éste es el último cubo. Dentro de poco regresarán los patrulleros, y sus caballos, suelenvenir sedientos de tanto caminar. Es increíble. Bebencomo elefantes.

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Un día, pasa junto a una fuente, y se queda pensativa.-Hmm. ¿Lo hago, o no lo hago?

Entonces, se decide, y echa detergente en el agua.-Lo siento, pero si no lo hago, jamás me lo perdonaré ¡Je, je, je, je! Se dice a sí misma, sonriendo con maldad. De inmediato empieza a salir espuma descontroladamente.

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Un soldado ve la travesura y sonríe. Pero al llegar junto al hada, se pone serio, y le dice:-¡Vaya, vaya! Veo que eres una niña muy traviesa ¿Te gustaría que se lo dijera a la gobernadora?-No lo hagas por favor. Si se lo dices, me castigará. Además, mira que bonito ha quedado. Más que una travesura es una obra de arte.-Tienes suerte de haberme cogido de buen humor, pero la próxima vez, se lo diré.

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Ya lleva dos semanas, y acaba de recibir una carta de su compañera “Poly”.Solo hace un año que la conoce, pero es su mejor amiga. Tras acabar la jornada, aprovecha para leerla.

Querida “Mercu”: Espero que estés bien. Presta atención a lo que voy a contarte, porque es importante para ti. Al pocode irte, seguí con las internas. El colegio estaba casi vacío. Alas mayores, les quedaba poco más de una semana de clase.Así que antes de que se fueran, convencí a Titania, la delegada de 8º curso, para que me acompañara a ir a hablarcon la directora, ya que temía que no me hiciera caso, o me diera la espalda. Como sabes, tengo una gran intuición. Había algo oscuro en tu castigo. Todo el verano castigada, esdemasiado duro para una travesura leve. Y si fuera grave, ya estarías expulsada. Titania opinaba lo mismo que yo.

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-Directora, a Poly y a mí, no nos parece adecuado el castigo de Mercurita. Gracias a ella, se pudo demostrar que Jantia, obligabaa sus alumnas, a leer libros de terror, y participar en sesiones de espiritismo. Su error fue, que lo demostró usando métodos pococonvencionales, y algo peligrosos. Pero dígame ¿Merece sercastigada por ello?

La directora no se inmutó, aunque me miró con seriedad, quizás reprochándome que hubiera llamado a Titania, en vez de hablarle a solas. Luego, dijo:

-Titania, Poly. Coged las sillas y acercaros. Quiero contaros una historia.

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Tal vez sepáis que durante el verano pasado, Mercurita fue a visitar a su amigaFlorenia, a la escuela de hadas de “El Barrizal” en la región de Neuria, que es donde nació. Le comunicaron que estaba ayudando en una colonia. Como nosabía el camino, varias hadas la acompañaron. Dicha colonia es una ciudad destruida, rodeada por la salvaje Naturaleza, y habitada por presos, a los quelos guardianes obligan a trabajar, a punta de espada. Las hadas van allí, paraayudarlos, y suavizar tensiones.

Florenia sintió una gran alegría, al ver a su amiga, y lecontó los muchos problemas que tenía. El principal de todos, era la escasez de hadas y de voluntarios paraayudar. Mercurita, se conmovió, y se ofreció a ayudar durante el verano, pese a su corta edad y no pertenecer a lamisma escuela de hadas, sobre la que recaía el cuidadode la colonia.

Su entusiasmo hizo que la mayoría de sus acompañantes, también se animaran a ayudar. Antetanta voluntad, fueron admitidas por los responsables.

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Amaxo, el barón de Neuria, fue informado de los progresos dela colonia, y de la mejor actitud de sus pobladores. Aunque aún había mucho por hacer, invitó a varios nobles y personalidades Importantes, a visitarla. Entre ellos, me encontraba yo, y la reina Denka III de Lamokia, de incógnito.

Pese a su avanzada edad, tiene una vista excelente, y notardó a ver a Mercurita, con su uniforme celeste.-¡Casia! ¿Ha visto eso? ¿Qué hace ese hada en un lugarcomo éste?-Ah sí. Hace un rato, que hablé con ella. Ha venido a visitar a una amiga, y viendo que necesitaban ayuda, se ofrecióvoluntaria para ayudarles.-¡Pués bien podría haber hecho lo mismo en mi reino! Hay muchos lugares que necesitan ayuda, y somos nosotros, los que le estamos pagando sus estudios.-Alteza, ella nació en Neuria. Esta es la tierra que la vio nacer. Vino aquí, impulsada por la nostalgia.

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Mis argumentos, en vez de tranquilizar a la reina, la enfurecieron aún más.-¿Así que nació en Neuria? ¡Pues ya que le gusta tanto, que se quede aquí! Encárguese de encontraruna excusa, para echarla. De camino, le anulará sus estudios y logros. De esa manera, si quiere seguir estudiando la carrera de hada en otro centro, deberá hacerlo desde el principio.

No estaba de acuerdo con esa forma de pensar, tanpoco apropiada para éstos tiempos, pero no dije nadaconfiando en que se le pasaría el enfado , o se olvidaríadel asunto. Me equivoqué.

Afortunadamente, éste año, hizo muybuenas amigas en la escuela. Te conoció aTi; Poly, y también a Anasti, y a Cleo. Al jefe de estudios, Fando, no le gustó que la reina quisiera expulsarla, y la protegió siempre que pudo, dentro de sus limitaciones.

Gracias a él, y a vosotras, Mercurita no cayó en las provocaciones de las alumnas mayores que fueron sobornadas por la reina, para motivar su expulsión.

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Seguramente os preguntaréis el motivo de que una mujer como Jantia, estuviera dando clases a unas haditas. Siento tener que decir, que fue unerror mío. Entre las muchas profesoras que dejaron sus solicitudes paratrabajar en la escuela, había una tal “Jana Berea”, con un brillantehistorial. Pero confundí su nombre con el de “Jantia Berek” y llamé a lapersona equivocada. Lo que sucedió a continuación, no fue ningunasorpresa. Mercurita y ella son conflictivas, y totalmente opuestas. Era lógico, que acabaran enfrentadas. Como sabeis, dicho enfrentamiento sesaldó con la expulsión de Jantia, pero la traviesa hada, estuvo cerca de serechada. Menos mal, que aparecieron los libros, y eso inclinó la balanza a su favor. Sin embargo, la castigué a ayudar durante el verano en Sankar,para compensar el enfado de la reina, y esperar que se diese por satisfecha.

Su respuesta no se hizo esperar. Ahora era aún más rencorosa. Quería que Mercurita dejara su carrera de hada para siempre o morir. Me acusaba de ser demasiado blanda, perocomprendía que sus deseos solo serían satisfechos por suguardia personal; las temidas brujas de Wamian, llamadas así,en memoria de una profesora que tuvo. Mandaría a dos deellas; Arkala, y Casia, a darle un ultimátum a la hadita.“Quizás me equivoqué de Casia. Esta es una aprendiz con mucho futuro. Lo que Casia la directora no consiguió, loconseguirá, Casia la bruja”. Escribió la reina, con burla. Lo siento mucho, creí que castigando a Mercurita, conseguiríasu perdón, y en vez de eso, me temo que la he llevado a unaencerrona. Dijo la directora, apesadumbrada.

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Bueno, Mercu. Ya sabes lo que hay. Es evidente que necesitasayuda. Cuenta conmigo, pero sabes que soy novata. Me llevéuna desagradable sorpresa, cuando le pedí a Titania, que me ayudase. Pero muy temblorosa me dijo que no podía, ya que tenía cosas importantes por hacer. Dicho esto, se fue, dejándomecon la palabra en la boca. Ya ves, no te puedes fiar de nadie. Seveía muy amistosa durante el curso, siempre intentando ayudar.Pero cuando más la necesitas, te decepciona. Cleo y Anasti se fueron con sus padres, pero dudo que pudiera contar con ellas. Es mejor dejarlas donde están, ya que son aún más novatas que yo. Lo primero que me pregunto es cómo voy a ir a Sankar volando, si apenas he volado un par de veces, y regular. Me da vueltas la cabeza, con solo pensarlo. Así que he decidido ir a la biblioteca, y ver si encuentro algo que me pueda servir. Creo que pediré consejo a la vieja bibliotecaria. Ella es muy veterana. Un abrazo. Poly.

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-¡Vaya! Pues sí que son malas noticias. Tanto, queme pregunto si Poly no me está gastando una bromade mal gusto. Hmm. Creo recordar que Titania teníauna prima llamada Casia, y estaba interesada en serbruja. Las amigas se burlaban de ella, preguntándolepor su prima. Siempre se ponía seria, cuando se lomencionaban. Son las típicas bromitas escolaresque se suelen gastar cuando alguien tiene algún pariente cuyo nombre es igual o parecido al de unprofesor del colegio.¿Será la misma bruja, y por eso no quiere ayudarme?¿O es solo coincidencia? Hay tantas Casias en éstaregión…Piensa Mercurita.

De pronto, se pone en guardia. Hay dos personas, que no la pierden devista. Eso es lógico, ya que la gente siente mucha curiosidad, cuandove a un hada. Algunos, incluso la miran a escondidas, porque sientenrespeto. Mercurita lo ve normal, y se ha acostumbrado a ello. Pero trasleer la carta, no se siente tranquila, y presta más atención a su alrededor.

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Las dos mujeres se ponen a charlar entre ellas, cuando la hadita se vuelve. Si quieren decirle o hacerle algo, es evidenteque aún no están preparadas, o no se ponen de acuerdo, sobre la forma de actuar.

Mercurita, se da la vuelta, como si nohubiera pasado nada, pero mira condisimulo, el reflejo de las ventanas. Esole confirma, que esas dos mujeres estánsiguiéndola. Y a juzgar por su forma de vestir, parecen brujas. Aunque tambiénpodrían ser brujas mercenarias en buscade trabajo; eso es normal. Pero algo ledice a la hadita, que esas dos, son las siniestras mensajeras de la reina, de lasque Poly le habló en su carta.

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Llena de miedo y tristeza, va en busca de la gobernadora. Al verla, laabraza, y rompe a llorar. Luego le enseña la carta. Esta, trata de consolarla.-Venga, no es nada. Tranquilízate. Es solo una broma de tu amiga.Nadie quiere hacerte daño. Es tu imaginación. Tu sabes que la gentesuele ser muy curiosa cuando ve a un hada.

Mercurita no duda de la buena voluntad de Darama, pero cree quese equivoca.

En ese momento, las dos mujeres se acercan a la gobernadora. Parece evidente, que quieren hablar conella. Mercurita se mete a toda prisa, dentro del edificio.Los guardias que han oído los temores de la pequeñahada, las miran con desconfianza.

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La gobernadora se acerca a las recién llegadas.-Buenos días, señoritas ¿Qué les trae por aquí?-Me parece a mí, que sabe muy bien lo que nos trae.Dice la joven Casia, en tono burlón. Su compañera le reprocha con la mirada sus malos modales, y toma laPalabra con educación. Pese a formar parte del reinode Lamokia, Sankar es una ciudad muy respetuosa con la ley. Tal vez fuera por eso, por lo que la directoramandó allí, a Mercurita.

-Buenos días, gobernadora. Ella es Casia, y yo me llamo Arkala. Somos miembros de la guardia personal de la reina Denka y queremos hablar con el hada que se llama Mercurita, que hace un rato hemos visto con usted.

Darama se estremece. Empieza a creer que los temores de la jovenhada, son reales.

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-Ah, dígame ¿Qué es lo que quieren decirle?-Lo siento, pero es un asunto privado. Es entre ella ynosotras.La gobernadora, no está conforme con esa respuesta.-Si no me dicen en qué consiste el asunto, no dejaré quela vean.-¡No se meta en ésto! Cumplimos órdenes de la reina.-Esa niña está bajo mi protección. O me enseñan esa orden, o las encierro ya mismo, en los calabozos.

Muy a su pesar, Arkala le enseña las instrucciones de la reina. La gobernadora, se llena de horror al leerlas.-¡No puede ser verdad! Pero si Mercurita, es solo una niña.-Pues ya lo ve, querida. Es totalmente real.

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-¡Asesinas! No permitiré que la maten.-Si esa niña es razonable, no tiene por qué morir. Son órdenes de la reina, y debe acatarlas, como también las acatamos nosotras ¡Es lo que hay! ¡Si no le gusta, dimita!

Al ver el mal ambiente creado, uno de los guardias interviene.-Hagan el favor de tratar con educación a la gobernadora, y de suavizar sus modales.

-Veo que no tengo más remedio que acatar esa orden. Al menos, garantíceme que usará toda su paciencia, para que nosea necesario matarla.-¡Ni lo dude! No somos asesinas. Insistiremos una y otra vez, hasta que logremos convencerla ¿Verdad Casia? -¡Por supuesto!

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La triste Mercurita, ha estado observando detrás de la puerta, y se desespera cuando ve que la gobernadora, cede a las brujas

Lo único que se le ocurre, es esconderse en uno de los cuartos para invitados, que hay vacíos en el edificio de gobierno, y esperara que se cansen de buscarla, y se vayan . Pero teme que no sirvade mucho.

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Así es. Las brujas, no tardan en encontrarla, y se ríen deella.-¡Ja, ja, ja, ja! Mira Casia en ese rincón. Ya hemos encontrado a la ratita ¡No temas! No vamos a hacerte daño. Anda, ven. Tenemos que hablar.

-Mira lo que tengo en la mano. Es una bolsa con dinero. Todopara ti. Con ésta cantidad, hay suficiente como para comprar tres casas. No negarás, que la reina es generosa ¿Y a cambiode que? Basta con que dejes tu carrera de hada. Pero piensa¿Para qué quieres ser un hada, si con éste dinero podrás vivircon comodidad, el resto de tu vida?-Eh…sí. Supongo que sí. Contesta Mercurita, aturdida.

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Siguiendo un impulso, el hada, coge la bolsa. Arkala, saca unpergamino, al tiempo que responde llena de júbilo:-¡Muy bien! Eres muy razonable. Pero para confirmar tu decisión,debes de firmar con una gota de tu propia sangre, en éste papel. Casia, mira a ver si encuentras una aguja, u objeto punzante porahí, para que firme nuestra amiga.

Mercurita está inquieta. Ella no tiene intención de abandonar su carrera de hada. Si aceptara el trato y luego no lo cumple, le alcanzará una terrible maldición, que puede costarle la vida.

¿Qué hacer ahora? Esas mujeres de diplomacia engañosa, no son sus amigas. Las manda una reina siniestra, para obligarla a firmar algo que no le gusta. Por lo tanto, de acuerdo a su forma de pensar; ese dinero, es botín capturado al enemigo, y por ello, de su propiedad. Se considera muy libre de hacer con él, lo que quiera, sin cuestionarse si eso es robar. Así que lo mejor que se le ocurre hacer es huir…pero sin soltar la bolsa ¡Ahora es suya, faltaría más!

-¡Eh! ¿A dónde vas? No puedes irte sin firmar. Dice la sorprendida Arkala.

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Pero ella sigue corriendo, sin detenerse. Justo al bajar de las escaleras, ve un aterrador destello. Una de las brujas le ha lanzado un hechizo deataque, probablemente el “Llamarada” de uso muy común entre ellas, y de terrible fama. Eso demuestra la poca paciencia de las dos mujeres, pese a la palabra dada a la gobernadora. El asunto es serio. Muy serio.

En el exterior, Mercurita sale por la parte de atrás deledificio. Para despistar mejor a sus perseguidoras, semete por los laberínticos callejones de la ciudad.

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A las dos brujas, no les hace gracia meterse en las estrechascallejuelas.-Ten prudencia, a partir de ahora. Podrías cruzarte con alguienmientras cruza la esquina, y alcanzarlo. Tendríamos problemas.Dice Arkala.-Descuida, no soy tan torpe como piensas. Le responde Casia,molesta.

Pero las calles están casi vacías. Eso es una desventaja parala pequeña hada. Así que trata de encontrar un atajo, que la lleve al centro de la ciudad.

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Al llegar a una esquina, se encuentra el pasocortado. -¡Oh, qué rabia! Un callejón sin salida…o casi. Ahora tendré que saltar esa valla. En el cole era mi entretenimiento favorito. Es lo malo detener amigas. Por respeto a ellas, no hago tantastravesuras como antes. Es casi tan alta, como la del cole. ¿Habré perdido facultades? Piensa la pequeña hada.

-Bien, habrá que intentarlo. Primero lanzaré el dinero, para que no me estorbe, y luego veré si puedo saltarla yo.

Mercurita sabe que el golpear de la bolsa al suelo, la puede delatar, perolo considera como un mal inevitable. Reza en su interior para que susperseguidoras no le den importancia, y lo confundan con uno de los tantossonidos procedentes de las casas cercanas.

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Hasta ese momento, las brujas estaban desorientadas, peroal escuchar la bolsa del dinero caer al extremo de la tapia,creen adivinar, que Mercurita está cerca.-¿Has oído, Casia? Parece que estamos sobre la pista de esapícara ladrona. -¡Déjamela a mí ¡No soporto a las hadas!

Las brujas llegaron justo a tiempo de verla cogiendo la bolsa, y salir corriendo. La enfurecida Casia, lanzó dos disparos, pero sin suerte. Uno de éstos, quemó un poco dehierba, y el otro rompió un trozo de la tapia.

-¡Ven aquí y suelta lo que no es tuyo, ladrona! Dice Casia, furiosa por haber fallado.-¡Ni loca! ¡Y no soy una ladrona! Exclama Mercurita, ofendida.

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El peso del dinero es un grave obstáculo, y le resta velocidad, además del molesto tintineo de las monedas. Así que huye, todo lo más silenciosamente que puede. Ni se le pasa por la cabeza, soltarlo. Quiere hacer un buen uso deél. Su vestido tiene unos arañazos, causados al saltar la tapia.

Lo que ella no sabe, es que las brujas, también tienen problemas. ACasia, le cuesta trabajo subir al muro. -Arkala, ayúdame, por favor. Esa niña me ha debido de echar una maldición. Me siento muy débil.

Su compañera la ayuda, pero se burla de ella.

-Estúpida aprendiz, no es una maldición ¿No sabes que los hechizos, consumen energía? Y los de ataque, más que de cualquier otro tipo. Has lanzado tres de ellos, y es imposible que te sientas en plena forma. Hasta dentro de unas horas, no recuperarás toda tu energía.-¡Eres muy cruel! Debías habérmelo dicho.-¿Por qué? Es tu obligación, saberlo.

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Mercurita, por fin llega al mercado. Eso la alegra. No legustan las estrechas y solitarias callejuelas de Sankar.

Curiosamente, sus enemigas también se alegran.-¡Bien! Ya la tenemos cogida. Cuando estemos un poco más cerca,gritaremos: “¡Coged a esa ladrona!”. Evidentemente, no irá muylejos. Cuando los ciudadanos, le corten el paso, la coseremos a cuchilladas y cogemos el dinero que nos ha robado. Para evitar que se enfaden, les enseñaremos las órdenes de la reina, y nos dejarán en paz. Así que ¡Animo, Casia! Esfuérzate, que nuestra misión, está casi cumplida. La reina nos premiará, si la hacemos bien.-De acuerdo. Dice su compañera.

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El hada ve a un grupo de personas, bailando. Parece que son cómicos, o ciudadanos pertenecientes a algún grupode danza. Un soldado que tiene el día libre, se ha unido a ellos.

Uno de los bailarines, al verla indecisa, exclama:-¡Eh niña, anímate y baila con nosotros! Mercurita, ve a sus dos perseguidoras dirigirse hacia ella. Aúnestán un poco lejos, pero no tardarán en darle alcance.-Sí, creo que me uniré a vuestra fiesta. Seré muy breve, pero meuniré.

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Inesperadamente, Mercurita abre la bolsa, y sin dejar de andar, se pone a lanzar puñados de monedas al aire, al tiempo que grita:

-¡Yo regalo dinero! ¡Yo regalo dinero! ¡El que lo coja, suyo es! ¡Aceptad éste obsequio de la reina Denka, a la ciudad de Sankar! ¡Yo regalo dinero! Dice en tono burlón una y otra vez, hasta que se queda sin nada.

Algunos ciudadanos, creen que se ha vuelto loca. Otros piensan, que es realmente una enviada de la reina. Da igual. Todo el que puede, se acerca a coger las monedas. Mercurita guarda en uno de sus grandes bolsillos, el saquito vacío. Luego huye, y se esconde.

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Al percatarse de lo que está sucediendo, las brujas corren como pueden, para impedirlo. Pero es demasiado tarde. La multitud, les impide ver donde se ha metido la pequeña hada. Cuando les piden a los ciudadanos, que devuelvan el dineroque han cogido, unos se burlan de ellas y otros se ofenden, pero no recuperan ni una sola moneda. Ahora entienden paraqué quería el dinero, la traviesa niña. Después de todo, un hada que ama el dinero, pierde sus poderes. Solo lo usan cuandorealmente lo necesitan, y para ayudar a los demás….o para facilitarles la huida, como en el caso de Mercurita. -Así que esa niña os ha robado el dinero, para repartirlo ¡Ja, ja, ja, ja! Eso no hay quien se lo crea.-Y si fuera cierto, bien hecho está. De vez en cuando, hay que pensar en los demás. Dice una mujer.-No hagáis caso a éstas desvergonzadas oportunistas. Esa niña, es una enviada de la reina. Dice otra mujer.

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La furiosa Arkala, paga su enfado, con su compañera.-¡Estúpida! Por culpa tuya, se nos ha escapado. Y el dinero, es ahora irrecuperable. Eso no le va a gustara la reina ¡Así que vete preparando una excusa, para que el castigo sea menor! -¡Eh, sin ofender! Si estoy cansada, es porque me esforcé en cumplir con la misión de la mejor forma posible. En cambio tú, no has hecho nada más, que quejarte. Eres tú, la que debe prepararse para el castigo.

La traviesa niña, desde su escondite, contempla con alegría los apuros de las brujas. Se considera feliz por haber repartido el dinero entre lagente sencilla , consiguiendo despistar a sus enemigas, durante el reparto. Estas, están que muerden. Al fracaso de no haber conseguido que renunciara a su carrera, hay que añadir la pérdida monetaria. Eso pondrá de peor humor, a la rencorosa reina.

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Cuando la daban por perdida, la ven sentada en un rincón discreto. Tiene aspecto de estar cansada. De inmediato, se dirigen hacia ella.-Hola, pequeña. Estamos encantadas de volver a verte. Ya creíamos que te habías ido. Dice Casia, con ironía.

El hada al verlas, protesta con actitud infantil.-¡Eh! ¿Vosotras nunca os cansáis? Esperad al menos a que descanse. No seáis tramposas.

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Al ver que siguen avanzando, Mercurita vuelve a protestar.-¡Yo no os he hecho nada. Habéis empezado vosotras! ¡Dejadme en paz de una vez!-¡Niña estúpida! ¿No eres capaz de comprender, que esto no es un juego? Dice Arkala, furiosa.

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La bruja dispara, pero Mercurita pega un “Salto Mágico” y esquiva el impacto. Eso sorprende a sus perseguidoras, que no esperaban semejante maniobra.-¡Fallaste! Pensé que lo harías mejor que Casia. Me has decepcionado.

Luego se eleva a una altura prudencial, y saca su varita.

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Tras eso, lanza su conjuro, antes de que las brujas, reaccionen.-Tomad nota de éste hechizo. Cuesta muy poca energía, y es muy eficaz. Comprobadlo vosotras mismas ¡Je, je, je, je!

Es el llamado “Lodazal”. De inmediato se ven rodeadas por una amplia masa de lodo que sale de detrás. Los setos y los asientos, dificultan asimismo la huida de las brujas hacia delante, o los lados, y fueron atrapadas con rapidez. Para colmo, la cansada Casia, se agarra a Arkala, para que la ayude a salir, y con ello ambas comparten el mismo destino. Todo eso fue tenido en cuenta por la inteligente hada, que escogió ese terreno, tan favorable para sus planes.

Las asustadas brujas, temen ahogarse, y tratan de agarrarse a los arbustos cercanos, al tiempo que suplican por sus vidas. Mercurita, las tranquiliza.-Tranquilas, cerditas. Son solo cien centímetros de barro, más o menos ¡Ah! Pero de ahí no vais a salir, hasta que juréis por vuestras vidas, que no me volveréis a atacar, a mí, ni a nadie de mi entorno!-Pero la reina nos mandó…Dijo Casia.-Nada de excusas. Juradlo ahora mismo, si no queréis que me enfade, y os envíe un hechizo de abejas furiosas.Las apuradas brujas, lo juran de inmediato. -Bien. Ahora si no os importa, sigamos con las normasmágicas, y lanzad las varitas cerca de mi alcance.Estas obedecen, y Mercurita las recoge.

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En cuanto las toca, emiten un fuerte destello que dura unos segundos. Ahora Mercurita, es oficialmente, vencedora de las dos brujas. Estas pierden sus poderes temporalmente, y añaden experiencia mágica al hada.-Ahora podéis ir a contarle a la reina, lo bien que lo hemos pasado ¡Je, je, je, je! Recordad que si rompéis vuestro juramento, no tardaréis en fallecer dolorosamente.

Page 38: Mercurita Y El Castigo

Pero la gobernadora, ordena que sean encarceladas de inmediato, para que sean llevadas a juicio. No solo se les acusa de intento de asesinato, sino también de poner en peligro la vida de los ciudadanos. Al bajar a los calabozos, Casia tiene un gesto chulesco, al decir:-No importa, estaremos poco tiempo encerradas.Su compañera prefiere no hablar, por prudencia.

Page 39: Mercurita Y El Castigo

Mercurita le pregunta a Darama, por qué ha detenido a las dos brujas.-No es que me caigan bien, pero ya sabes…es la costumbre de dejar marchar, a tu enemigo vencido.-Es que además de atacarte a ti, han causado inquietud entre la población. Yo estoy sustituyendo a mi tío, y entiendo poco de leyes, así que he llamado a éste señor que es abogado, para que nos instruya acerca del comportamiento de esas brujas.-Verá, gobernadora. La pretensión de esas mujeres, no era legal. Nadie puede pretender obligar a nadie a hacer cualquiercosa, usando un papel con la firma de la reina. Eso es chantaje. Para que tenga validez, ha de emitirse un bando público, ouna orden judicial. Este reino, tiene sus leyes, y la reina no puede ignorarlo.

Page 40: Mercurita Y El Castigo

Nuestra amiguita se siente optimista. No es bueno llevarse mal conuna reina, pero el enfrentamiento con las dos brujas, le ha demostradoque sigue en plena forma y tan llena de ingenio como siempre. No sabe lo que pasará luego, pero confía en poder seguir con sus estudios. -Menos mal que la gobernadora “se olvidó” mencionar el dinero a eseabogado. Eso me pondría en un aprieto, por uso indebido de riquezas ajenas. Pero no creo que la reina, me lo reproche. No le conviene que se hable mucho de éste asunto. Además, ha sido dinero bien empleado. Sino, que se lo pregunten a los agradecidos ciudadanos de Sankar.

La reina Denka, siguió el enfrentamiento, desde su bola de cristal. No pudo evitar sentir un escalofrío, cuando vio a Mercurita sosteniendo las varitas mágicas de sus enemigas derrotadas.-Mis brujas…mis queridas brujas. Han sido vencidas por esa niña. Ya me advirtieron que es muy hábil, pero no me lo quise creer.

Ella pretendía acabar con la carrera de Mercurita, de forma discreta e ilegal, pero le ha sido imposible. Ahora, si quiere hacerlo, tendrá la difícil tarea de buscar pruebas sólidas, o arriesgarse a perder su delicada popularidad. Denka, prefiere ser prudente.

FIN

Page 41: Mercurita Y El Castigo

Esta aventura, está basada en mi futuro libro “Mercurita y sus amigas” del que soy autor. Es lasegunda parte de la serie Mercurita. La primera es “Mercurita la aprendiz de hada. La aventurano es exactamente la misma que lo escrito en el libro, porque sería muy complicado hacerlaexactamente igual.

Los que hayáis visto el anterior power point, tal vez os hayáis dado cuenta, de que el hada Titania, tiene una cara distinta a la de éste. El motivo está, en que se me perdió el skin, y el quesalió, era algo distinto al anterior.

Los skins y personajes, son del juego “Los sims 2”.

Un saludo.

Tio Antonio