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MARTÍ LOBET EN LA CATEDRAL DE VALENCIA (1417-1439). LA RENOVACIÓN DEL LENGUAJE GÓTICO VALENCIANO M ATILDE M IQUEL J UAN U NIVERSIDAD C OMPLUTENSE DE MADRID

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marTÍ lobeT en la caTedral de Valencia

(1417-1439). la renoVaciÓn del lenGuaje GÓTico

Valenciano

Matilde Miquel Juanuniversidad cOMplutense de Madrid

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Los maestros más relevantes de la arquitectura gótica va-lenciana han destacado por su conocimiento del trabajo de traza y montea, por la confección de grandes y valio-sas obras arquitectónicas como el portal de serranos, o la capilla funeraria de Alfonso el Magnánimo en el conven-to de santo Domingo, pero en cierta medida su forma-ción descuidaba el aspecto más decorativo de sus empre-sas, a favor de la monumentalidad, sobriedad y alardes técnicos. En este panorama destacan artistas como Pere Balaguer, Francesc Baldomar o Pere Compte, los grandes arquitectos del gótico valenciano del siglo XV. En parale-lo despunta Martí Lobet, escultor-imaginero y maestro de obras de la catedral de Valencia, que la historiografía ha descuidado, o quizá sanchis sivera no intuyó el alcance de sus aportaciones. Desarrolló prácticamente toda su actividad en la seo valentina encargándose de significati-vas reformas o ampliaciones como la claraboya o apitra-dor, hoy podríamos decir cenefa calada, parapeto o ante-pecho sobre el campanario, la reparación del cimborrio, la rehabilitación de la capilla de san Vicente o la cons-trucción de la librería nueva. La primera vez que aparece en la documentación de la catedral es en septiembre de 1417 como diseñador de plantillas para la confección de los ventanales del último cuerpo del campanario nuevo, nombrándolo como maestro de la mazonería, y bajo la dirección de Pere Balaguer. A partir de 1428 ejerce como maestro de obras de la catedral, cargo que desempeñó hasta 1439, año de su fallecimiento.

La primera formación de Martí Lobet debió ser con su padre Joan Lobet, maestro de obras de la catedral de Valencia en 1404. La noticia se confirma al documen-tar en 1406 a Joan Lobet, junto con su hijo y otros can-teros, confeccionando la cruz del camino real de Xàti-va con piedra de Benidorm, donde se trasladaron para extraerla de la cantera2. La noticia quizá habría pasado desapercibida, si de esta contrata se hubiera desviado parte de la piedra para la vivienda de G. Gençor, y se solicitase en 1414 el justiprecio de la obra a Francesc Tona y Pere Balaguer, además de la presencia de otros obreros a la órdenes de Joan Lobet como Jaume Aure-ro, Pere Capella y Domingo Maçanet. Declaraciones que terminaron confirmando la apropiación indebida de material, e imponiendo una multa a Gençor. Lo interesante de dicha investigación es que se confirma la dirección de la escultura a Joan Lobet, y la par-ticipación de su hijo con un salario de un sueldo y seis dineros, correspondientes al de un discípulo. En segundo lugar, el hecho de que en 1414 no declare Joan Lobet nos hace pensar en su fallecimiento, qui-zás cercano a la fecha de 1408, cuando aparece Pere Balaguer como maestro de obras de la catedral de Valencia3. Las noticias de Joan Lobet, ‘el Viejo’, son escasas, pero nos ayudan a formarnos una idea so-bre su vinculación con el mundo de la escultura y la talla: entre 1386 y 1387 trabajó junto con Pere Lobet en las esculturas de los apóstoles de la colegiata de

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1 Estudio realizado bajo el marco de las ayudas posdoctorales de la Fundación Española de Ciencia y Tecnología del Ministerio de Ciencia e Innovación. Agradezco al doctor Arturo Zaragozá y a Federico Iborra los inspiradores consejos y recomendaciones que me hicieron durante la preparación del estudio. Y a Pablo González por las fotografías realizadas de la catedral de Valencia. 2 CARRERES ZACARÉS, S. «Cruces terminales de la ciudad de Valencia», Archivo de Arte Valenciano (AAV), 1927, pp. 83-108, concretamente pp. 90-96. Carreres Zacarés reproduce gran parte de la documentación de esta investigación, donde no declaran Joan y Martí Lobet (Véase: AMV (Archivo Municipal de Valencia), Sotsobrería de Murs i Valls, sign. d3-17 (1406), fol. XLIIIv., CXXXVIIIr., CLXXVIIII y hojas sueltas en este folio). En dicha documentación se alude al hijo de Joan Lobet, sin citar ningún nombre, pero tanto su presencia como un documento de 1437 parecen confirmar dicha paternidad (APCPV (Archivo de Protocolos del Colegio del Patriarca de Valencia), Notario Joan ÇAPOSA, sign. 24715. 14 de marzo de 1437). Un primer intento de identificación y distinción de personalidades en: TRAMOYERES BLASCO, L. «Los artesanos de la antigua Casa Municipal de Valencia», AAV, 1917, pp. 69-70. El cual, indica, que Joan Lobet, ‘el Viejo’, fue discípulo o compañero de Joan Franch.3 Sobre Joan Lobet, ‘el Viejo’, como maestro de obras de la catedral de Valencia en 1404: SANCHIS SIVERA, J. «Maestro de obras y lapicidas valencianos en la Edad Media», AAV, 1925, pp. 30-34. ACV (Archivo de la Catedral de Valencia), Actas Capitulares, sign. 3579. fol. 55v.-56r. Sabemos que en 1407 aún seguía vivo puesto que junto con Julià Martínez estimó el coste de la obra del puente de la Trinidad de Francesc Tona en 1.650 sueldos (SERRA dESFILIS, A. «Al servicio de la ciudad: Joan del Poyo y la práctica de la arquitectura en Valencia (1402-1439)» en Ars Longa, núm. 5, 1994, p. 112). Otras noticias: Francisca, esposa de Joan Lobet, difunto, imaginero de la ciudad de Valencia, el 22 de septiembre de 1430, nombra procurador (APCPV, sign. 25743. Pere TOdO (1430-31) 22 de septiembre de 1430). En 1395 se cita a un tal Joan Lobet, pintor en la ciudad de Valencia, que desconocemos si se puede identificar con el lapicida (COMPANY, X. y ALIAGA, J. Documents de la pintura valenciana medieval i moderna, I (1238-1400), Universitat de València, Valencia, 2005, p. 385. 28 de abril de 1395).

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santa María de Gandia4; en 1390 acoge como discípulo al hijo del pedrapiquer Vicent Cubells5; en 1401 realiza una escultura de san Jorge para una torre de la muralla, entre el portal de serranos y el de Catalanes6; en 1402 estaba a cargo de la preparación de los entremeses para la entrada de Martín I, junto a Vicent y Joan Çaera7; en 1405 elabora varios ventanales para la vivienda del no-tario Leonardo Gomiç8; y el 3 de agosto de 1405 percibe 226 sueldos y 9 dineros por diversas obras de manos de Pere Mir, mayordomo de la confradía de san Jaime de Valencia9. El trabajo de Martí Lobet desarrollado con su padre, quizás en gran parte de las actividades citadas, le proporcionaría una sugerente comprensión de la obra de la catedral de Valencia, y las empresas emprendi-das durante la centuria anterior, el conocimiento de las pedreras a las que asiduamente acudirá, y una aproxi-mación al mundo de la cantería, la talla y escultura de las principales actividades constructivas valencianas de finales del siglo XIV y principios del XV.

El segundo de los elementos clave de la formación de Martí Lobet sería la estancia de trabajo desarrollada en la ciudad de Barcelona, donde se le documenta en 1414, aprendiendo el vocabulario estilístico y formal del gótico internacional. Barcelona desde finales del siglo XIV respiraba un ambiente de eclosión creativa, la propia catedral y municipio favorecían la contrata-ción de obras, el viaje de los artistas y la renovación del lenguaje artístico. Y parece que fue la generación formada entre 1400 y 1410 en Barcelona la que poste-riormente se distribuiría geográficamente por los terri-torios de la Corona de Aragón para dirigir la fábrica de las catedrales: Bertomeu Gual, para quien trabajaron algunos de los más jóvenes, permaneció en la catedral de Barcelona; Antoni Canet fue maestro de obras pri-mero en la seu d´Urgell y luego en Gerona; Carlí Gau-ter en Lleida desde 1410; Guillem Albiel en Palermo desde 1419; Pere Joan en Lleida, y maestro del retablo mayor de la catedral de Tarragona, y Zaragoza; o Gui-

4 PELLICER, V. y COMPANY, X. «L’evolució constructiva i arquitectònica de l’esglesia col·legiata de Santa Maria de Gandia» en La Seu de Santa Maria de Gandia, vol. 1, Gandia, 2002, pp. 67-127, especialmente 88-90; vol. 2, pp. 30-33. Las obras en esos años estaban bajo la dirección de Joan Franch. Un análisis de las piezas: LLONCH PAUSAS, S. «Sobre les escultures d’Apòstols procedents de l’església de Santa Maria de Gandia» en Miscel·lània en homenatge a Joan Ainaud de Lasarte, vol. I, Barcelona, 1998, pp. 375-382. Posiblemente este Pere Lobet debió ser hermano de Joan Lobet, ‘el Viejo’.5 COMPANY, X. y ALIAGA, J. 2005, p. 343, 25 de noviembre de 1390.6 COMPANY, X. y ALIAGA, J. 2005, p. 501, 22 de septiembre de 1400.7 ALIAGA, J.; TOLOSA, Ll. i COMPANY, X. Documents de la pintura valenciana medieval i moderns. II. Llibre de l´entrada del rei Martí, Universitat de València, València, 2007, pp. 22, 84, 85, y ss.8 APCPV, AVINYÓ F. sign. 1346. (1405). 11 de febrero de 1405, y otros pagos que se suceden en el mismo registro.9 ARV (Archivo del Reino de Valencia), Protocolo de Francisco MONZÓ sign. 1554 (1405), 3 de agosto de 1405.

Coro de la catedral de Barcelona de Pere Sanglada, vista general y detalle.

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llem sagrera en Mallorca, por citar algunos ejemplos, y ahora podemos añadir Martí Lobet en Valencia. Ade-más de otros maestros que acrecentaron la cantera de escultores catalanes durante la primera mitad del siglo XV: Llorens Reixac, Bernat safont, Pere de santjoan, o Pere Oller.

Esta noticia lo presenta como un miembro de la cua-drilla del maestro de obras de la catedral de Barcelo-na, Bertomeu Gual, y concretamente en los trabajos de construcción del aula capitular y las capillas occi-dentales del templo, junto a Andreu Escuder, Antoni Canet, Pere Joan y Francesc Marata10. La formación de Antoni Canet y Francesc Marata junto a Arnau Bar-gués y Pere Sanglada, desde finales del siglo XIV y principios del siglo XV, en significativas empresas de la ciudad de Barcelona como el coro de la seu, o la fachada del Palau de la Generalitat, les encumbró a todos ellos como los renovadores e iniciadores de la corriente del gótico internacional en la ciudad con-dal11. La evolución de Canet y Marata nos hace intuir la doble vertiente de las actividades de Lobet entre la escultura y la arquitectura. Canet, activo en Barcelo-na, la seu d´Urgell, Mallorca y Girona, representa a la perfección la capacidad y ambivalencia de estos maestros capaces de tallar un sepulcro, diseñar una portada, o dirigir la fábrica de una catedral. Francesc Marata resulta especialmente interesante, y no sola-mente por su viaje a Dijon para trabajar al servicio de Claus sluter en la cartuja de Champmol, sino por los trabajos emprendidos a su regreso y las noticias que nos proporciona la documentación exhumada que lo califican como «magistro maçonarie sive de ymages», «piquer», e «imaginaire». Estas referencias

lo vinculan con cierto interés con el dibujo, la traza y confección de plantillas, bien para el diseño de la fa-chada de la catedral de Barcelona, bien para el portal del capítulo12, unas características que como veremos son similares a las que desarrollará Martí Lobet en la catedral de Valencia. Mientras esta primera genera-ción se caracterizó por la introducción y uso de la tracería y claraboya como un elemento de elegancia ornamental, la segunda generación, protagonizada entre otros por Martí Lobet o Pere Joan, la emplearía de una forma profusa y abundante, y casi, incluso, como un signo de identidad.

La presencia de Martí Lobet en Valencia a partir de 1417 ampliaba un camino que posteriormente segui-rían otros artistas, y mantenía el creciente interés ar-quitectónico de Valencia; Bertomeu Gual, maestro de obras de la catedral de Barcelona, viajó a Valencia en 1418 para estudiar el cimborrio cuando su discípulo Lobet ya se encontraba plenamente activo trabajando en la obra valentina. Un tal Pere Joan aparece como piquer en las obras del antepecho del campanario de la catedral bajo la dirección de Martí Lobet durante los meses de octubre a diciembre de 1424, el cual podría identificarse con su antiguo compañero en las obras de la catedral de Barcelona en 1414, y que pos-teriormente sería maestro de obras de la seu vella de Lleida, además de reputado escultor de la Corona de Aragón. Esta idea se confirma si atendemos primero al gran número de discípulos valencianos que tuvo Pere Joan, y la presencia de un maestro con este nom-bre en Valencia en 1431, 1436 y 145913. El mestre Carli, Charles Gautier, en 1429 tasaba unas columnas para las ventanas de la Casa de la Ciudad de Valencia

10 Sobre la presencia de Martí Lobet en Barcelona, y un estudio sobre el ambiente artístico de la ciudad de Barcelona: TERÉS I TOMÁS, M. R. «Obres del segle XV a la Catedral de Barcelona. La construcció de l’antiga sala capitular» en Lambard. Estudis d´Art Medieval, vol. VII, 1993-1994, pp. 389-413, especialmente pp. 400 y 411. 11 Arnau Bargués fue maestro mayor de la catedral de Barcelona entre 1398, y aunque con algunas interrupciones, hasta 1405 ó 1406. Su influencia al igual que la de Pere Sanglada en 1414 aún debía ser muy fuerte, y sus discípulos activos en la catedral continuaron manteniendo un mismo lenguaje e innovaciones que supusieron, junto con la llegada de maestros extranjeros, la total renovación del lenguaje gótico internacional en Barcelona. Y es, precisamente, la herencia de este lenguaje, con la personalidad artís-tica propia de Lobet, la que se imprime en el decorativismo del último cuerpo del campanario. Para un resumen de la situación y bibliografía actualizada: TERÉS I TOMAS, M. R. «Pere Sanglada i l’arrivada del gòtic internacional a Barcelona», «L’herència de Pere Sanglada», «Antoni Canet, arquitecte i escultor», «Arnau Bargués i els seus escultors» en L´Art Gòtic a Catalunya. Escultura II, L’Enciclopèdia Catalana, Barcelona, 2007, pp. 36-81.12 CARRERAS CANdI, F. «Les obres de la catedral de Barcelona» en Boletín de la Real Academia de las Buenas Letras de Barcelona, vol. VII, 1913, p. 315. Reproducido y revisado en: TERÉS I TOMÁS, M. R. «Les obres de la catedral de Barcelona i la intervenció de Francesc Marata, un escultor del gòtic internacional» en Quaderns d´Història. Barcelona, 8, 2003, pp. 201-231.13 Pere Joan está activo en la catedral de Valencia desde el sábado 16 de octubre al sábado 30 de diciembre de 1424, como colaborador en las obras del antepecho de la catedral bajo la dirección de Martí Lobet. Sabemos que en abril de 1424 aparece en Lleida como testigo y maestro de la obra de la capilla familiar que se estaba contratando entre Nicolau Gralla y el cabildo catedralicio. Y el contrato se cancela en septiembre de 1424, lo que perfectamente permitiría su presencia en Valencia. Apoyando esta posible identificación de Pere Joan se presenta con un discípulo del reino de Valencia llamado Miquel Çaragossa. Así como también indicar la existencia de un pedrer llamado «Zaragoza» entre la documentación de la catedral, proporcionando piedra en 1422 (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, 1411-1412, fol. 25v.). Se trata de muchas coincidencias en nombres bastante comunes. Para la presencia de Pere Joan en Lleida en 1414: FITÉ I LLEVOT, F. «Ritual i cerimònia a la seu vella de Lleida: les devociones, aniversaris i fundacions» en Imágenes y promotores en el arte medieval. Miscelánea en homenaje a Joaquín Yarza Luaces, Universitat Autònoma de Barcelona, Bellaterra, 2001, pp. 373-390, especialmente el documento 2. Una revisión de la figura de Pere Joan: MANOTE I CLIVILLES, M. R. «Pere Joan» en L´Art Gòtic a Catalunya. Escultura II, L’Enciclopèdia Catalana, Barcelona, 2007, pp. 124-143.

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realizadas por Joan Lobet14, por citar algunos de los ejemplos menos conocidos, y vinculados al tema que abordamos.

La primera referencia de Martí Lobet en la ciudad de Valencia es en septiembre de 1417 cuando trabajando en la catedral se encarga de la confección de plantillas para las ventanas del último cuerpo del campanario. su denominación es la de maestro de la mazonería, es de-cir, como maestro escultor. Un artista con conocimien-tos del diseño escultórico y su aplicación ornamental a la arquitectura monumental. Hasta el momento, la urbe había carecido de maestros escultores capaces de acometer obras de gran calado. Por ejemplo, el coro de la catedral se había encargado a Bernard y Francesc Tosquella, procedentes seguramente de Mallorca, y se había solicitado la presencia del maestro de obras de la catedral de Lleida, Guillem solivella, para la confección del portal del coro en piedra15, que finalmente se encar-gó a Jaume Esteve, con unos resultados deslucidos16. Es, precisamente, Joan Lobet, padre de Martí Lobet, quien confecciona las esculturas de los apóstoles de la cole-giata de Gandia, y una de las primeras cruces de cami-nos de la ciudad de Valencia. En cuanto a los retablos, otra de las obras de arte en la que podían despuntar los escultores, la mayoría de los realizados en la ciudad de Valencia son de madera, a excepción del retablo de piedra de la iglesia parroquial de santa Catalina, contra-tado con el imaginero Francisco sanz en 141017, o el re-lieve de mármol en el altar de la capilla del palacio del Real esculpido en 1449 por el maestro alemán Pedro staquar18. Las esculturas en piedra eran escasas, y úni-camente los arquitectos pedrapiquers se aventuraban en

la talla de algunos y discretos elementos decorativos19. Una de las primeras rupturas fue el elegante friso deco-rativo del portal de serranos, obra de Pere Balaguer20.

Por ello, la trayectoria de Martí Lobet en la ciudad de Valencia se vislumbraba con tintes de éxito. Las posi-bilidades que ofrecía la maestría de Lobet alcanzaba a todas las empresas arquitectónicas, puesto que sus esquemas decorativos podían disponerse en cualquier espacio. La versatilidad de su trabajo, así como de sus conocimientos, se aprecia primero en la documenta-ción, la fuente principal de información que hemos utilizado en este estudio, pero también en las obras emprendidas. A través de los libros de fábrica de la catedral podemos descubrir las profesiones, o mejor dicho, especialidades con las que se le vincula: Mes-tre de l´obra (1417, refiriéndose al campanario nue-vo), Mestre de la maçoneria (1417, 1419), maçoner (1417), mestre de fulles (1418), lapicida (1424), mes-tre de la claraboya del campanar nou (1424), mestre pedrapiquer (1425), mestre de l´obra de la seu (1428), mestre d´obra de talla (1431), e imaginaire (1432, 1440). Incluso en 1420 tenemos un Martí Lobet, pin-tor, con el que se le podría identificar, teniendo en cuenta que las obras que emprende son principal-mente arquitectónicas21.

La abundancia de personajes con el apellido Lobet vinculados al mundo de la construcción nos habla de un linaje adaptado a los cambios y nuevas modas ar-quitectónicas, extendido en territorios de la Corona de Aragón: la primera y obligada referencia es Joan Lobet, ‘el Viejo’, maestro de obras de la catedral de Valencia

14 SERRA dESFILIS, A. y MIqUEL JUAN, M. «Pere Balaguer y la arquitectura valenciana entre los siglos XIV y XV» en Historia de la Ciudad: IV. Memoria Urbana, Colegio Territorial de Arquitectos de Valencia, Valencia, 2005, p. 105.15 Una revisión del tema en: MIqUEL JUAN, M. «El coro de la catedral de Valencia (1384-1395). La introducción de nuevos elementos decorativos del gótico internacional» en Arquitectura en construcción en época medieval y moderna. Técnica y organización de la obra, Universitat de València, Valencia, (en prensa).16 SANCHIS SIVERA, J. «La escultura valenciana en la Edad Media», AAV, 1924, pp. 5-9; SANCHIS SIVERA, J. La Catedral de Valencia, Imp. Vives Mora, Valencia, 1909, pp. 215-218.17 GÓMEZ-FERRER LOZANO, M. «La cantería valenciana en la primera mitad del siglo XV: El maestro Antoni dalmau y sus vinculaciones con el área mediterránea» en Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte, vol. IX-X, 1997-1998, p. 93. El retablo contaba con al menos cuatro historias: la Resurrección, santa María Magdalena, la Ascensión y la Venida del Espíritu Santo, posteriormente pintadas por Pere Rubert (SANCHIS SIVERA, J. Pintores medievales en Valencia, L’Avenç, Barcelona, 1914, p. 148).18 SANCHIS SIVERA, J. 1924, op. cit., pp. 22-23. 19 desde finales del siglo XIV y principios del XV más parece que sean los maestros vinculados con el mundo de la orfebrería los que se aventuran en labores de talla figurativa sobre piedra, o bien los tallistas o mazoneros los que lo hagan en madera. Para un estudio sobre los artistas que confeccionan la mazonería de los retablos, y los vínculos con otras profesiones artísticas: MIqUEL JUAN, M. y SERRA dESFILIS, A. «Mazoneros, talla y soporte en los retablos góticos de la Corona de Aragón: el caso valenciano» en Estructuras y sistemas constructivos en retablos: estudio y conservación, Grupo Español del Instituto de Patrimonio Cultural de España, (en prensa). Esta relativa rareza del retablo escultórico la comparte, por lo demás, Valencia con Mallorca en el mismo período.20 SERRA dESFILIS, A. «El portal de los Serranos en los siglos XIV y XV» en Las Torres de Serranos. Historia y restauración, Valencia, 2003, pp. 11-26. En relación con la nota anterior, habría que apuntar las conexiones establecidas entre Pere Balaguer y Bertomeu Coscolla en la catedral de Valencia, y las semejanzas del friso del portal con obras de orfebrería, entre las que destaca especialmente la silla-custodia de la catedral de Barcelona, con unas fechas similares a las del portal valenciano.21 CERVERÓ GOMIS, L. «Pintores Valentinos. Su cronología y documentación» en ACCV (Anales del Centro de Cultura Valenciana), núm. 48, año XXIV, 1963, pp. 113-114. 25 de noviembre de 1420. Aunque no se especifican claramente sus tareas, en esos meses las labores eran más bien de talla.

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en 1404, del que ya hemos hablado. El segundo de los personajes es el propio hijo de Martí Lobet, llamado Joan Lobet. sabemos que Martí Lobet tuvo cuatro hi-jos: Miquel, Joan, Jaume y Caterina. Este Joan Lobet, ‘el Joven’, como lo llama Carreres Zacarés, trabajó dentro del obrador de Martí. Entre 1423 y 1424 Martí Lobet trabaja en la realización de la cruz de término del camino del Mar haciendo moldes, confeccionando el diseño de la escultura, y viajando a la pedrera para acordar los detalles de la pieza con los canteros. Las obras se paralizaron entre 1425 y 1426, retomándose en 1428 bajo la dirección de Joan Lobet, encargado de tallar las ménsulas de los pilares y otras imágenes para la cruz y cubierta22. Entre 1428 y 1429 trabaja en el Palacio del Real de Valencia, cobrando por la talla de piedra para unas ventanas y portal de la cuarta torre del Real Vell, entre otras actividades23. En 1431 asiste

a su padre en las tareas de reparación del portal de los Apóstoles24, y en la elaboración de claves de bóveda y gárgolas en piedra para la capilla de san Vicente de la catedral de Valencia25. Joan Lobet extendería su trayec-toria con actividades para el gobierno de la urbe, posi-blemente como colaborador de Joan del Poyo, primero como imaginero en los elementos de talla de la cubier-ta interior de la cruz del camino de Mislata, labor que fue tasada por los escultores Francisco Propri y Joan Çanou, y los maestros Joan del Poyo y Bernard Climent (que además dirigían las obras), en 83 sueldos26. sin embargo, su participación más reveladora fue en la cambra del Consell en la Casa de la Ciudad, bajo la maestría de Joan del Poyo27. Tramoyeres, sin aludir a sus fuentes documentales, indica que este Joan Lobet a finales de 1434 se trasladó a Sigüenza para trabajar en la catedral, donde falleció un año después, puesto que su esposa Gueralda en 1437 recibía ciertos sala-rios que le adeudaban por las obras en la cruz de Mis-lata28. Y, por tanto, el Joan Lobet que aparece en 1455 trabajando en el portal de Serranos debe identificarse con un descendiente suyo de cuarta generación, o pa-riente del mismo nombre29. Las noticias que se refieren a Joan Lobet, ‘el Joven’, se caracterizan por combinar una especializada obra de talla y conocimientos de arquitectura que le permitirían abordar con éxito em-presas significativas, similares a las de su padre, con el que seguramente se habría formado.

Además, conocemos la existencia de otros miembros de la familia Lobet vinculados al mundo de la cons-trucción: Pere Lobet, maestro de obras en la ciudad de Barcelona, estuvo a cargo del saló de Cent de dicha urbe entre 1369 y 137330, y se le atribuye la dirección

22 CARRERES ZACARÉS, S. 1927, pp. 103-108. Las piedras de la pedrera de Godella fueron abonadas a Joan Sánchez, colaborador de Martí Lobet. También se ha de indicar que muchas de las imágenes ya fueron confeccionadas dos años antes, bajo la dirección de Martí Lobet, siendo la tarea de Joan la de colocar las piezas, y ultimar los detalles del conjunto.23 SANCHIS SIVERA, J. 1924, op. cit., p. 20.24 ACV, Notario Jaume MONTFORT, sign. 3658 (años 1421-1431). 6 de noviembre de 1431. Percibió la cantidad de 154 sueldos. (También en: ACV, Llibre d’obres de la cate-dral, sign. 1479, 1431-1432, fol. 22v., 31r.-32r., 34bis. La colaboración del escultor Joan Lobet se centró en la reparación y la mejor sujeción de las esculturas de los apóstoles, santos y ángeles músicos de portal. En estas fechas Joan Lobet ya contaba con un discípulo).25 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1428-1429, fol. 40v., 44r. En 1434 aparece la madre de Joan Lobet cobrando por la confección de una piedra azul que había hecho su hijo para el pavimento de la catedral que se estaba colocando en esos años (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1434-1435, fol. 36v.).26 CARRERES ZACARÉS, L. 1927, pp. 96-101. Estas obras en la cruz cubierta de Mislata quizá fueron una primera toma de contacto con la cuadrilla de trabajadores de Joan del Poyo, que en este caso fue el que confeccionó los moldes de las claves de la cubierta.27 TRAMOYERES, L. 1917, op. cit., pp. 38-47; SERRA dESFILIS, A. «El fasto del Palacio Inacabado. La Casa de la Ciudad de Valencia en los siglos XIV y XV» en Historia de la Ciudad: III. Arquitectura y Transformación urbana de la ciudad de Valencia, Colegio de Arquitectos de Valencia, Valencia, 2004, pp. 74-99. También nos consta su presencia en dife-rentes tareas en la sala del archivo (AMV, Notal de Joan MARTÍNEZ, sign. O-2. (1430-1432). 15 de octubre de 1431).28 TRAMOYERES, L. 1917, op. cit., p. 70.29 AMV, Sotsobrería de Murs i Valls, sign. d (3)-57, fol. 22. Lo que se corrobora por el salario de dos sueldos y seis dineros que percibía, y su consideración de manobre, y no piquer, como correspondería a su experiencia.30 BESERAN I RAMÓN, P. «La casa de la Ciutat de Barcelona» en L´Art Gòtic a Catalunya. Arquitectura III, Enciclopedia Catalana, Barcelona, 2003, pp. 183-185. También consta como maestro en las obras del edificio de la Seca de Barcelona (p. 225). Parece que este Pere Lobet tuvo dos hijos, uno de ellos también llamado Pere y otro con nombre Vicent, que se ocuparon del cargo municipal de maestro de las fuentes (p. 229).

Portal de los Apóstoles, Catedral de Valencia. detalle. Fotografía de P. González.

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de las obras de la Lonja del Mar de Barcelona entre 1352 y 135731. Otro Pere Lobet, vecino de Valencia, en 1398 se encarga de la confección de la sepultura de los padres de Francisca, esposa del mercader Gui-llem Costa, en el claustro del convento de san Fran-cisco de Valencia por 147 sueldos, y la colocación de tres imágenes en dicha capilla, una de las cuales sería la de la Virgen32. Por otra parte, también consta un Francesc Lobet, maestro de obra de villa, activo entre 1410 y 142533, y un Antoni Lobet, maestro de obra de villa, difunto en 143134. El manobre Bernard Lobet35 y un lapicida llamado Antoni Lobet36 aparecen a partir de la década de 1430 en diversas obras de la fábrica valentina, sin que podamos descubrir ningún vínculo con su maestro de obras Martí Lobet. Por último, y aunque sea a modo de apunte, habría que citar la pre-sencia de Vicent Lobet como presbítero-beneficiado y síndico de la catedral de Valencia en las mismas fe-chas que está activo Martí Lobet.

Martí Lobet falleció entre los meses de julio y noviem-bre de 1439, puesto que el 12 de noviembre de ese año, tras su muerte, el cabildo catedralicio decide re-parar su casa para el nuevo maestro de obras de la ca-tedral37. Poco después, el 2 de marzo de 1440 hace su aparición el que sería maestro de obras de la catedral,

Antoni Dalmau, con el título de maçoner ymaginaire, confeccionando una imagen de santa Marta para la ca-pilla homónima del coro38. A partir de 1441 ejercería como maestro de obras, con la principal tarea de termi-nar de confeccionar el portal del coro de la seu. El he-cho de que las grandes obras de la catedral de Valencia estuvieran ya realizadas, y ante los éxitos y resultados positivos de Lobet, el cabildo catedralicio prefirió con-tinuar contratando a un maestro-escultor, de similares características a las de Lobet, con la intención de fina-lizar adecuadamente la inconclusa obra del portal del coro39.

Parece que tras largos años a cargo de las obras de la catedral de Valencia la situación económica de Martí Lobet era positiva, comprobable por la dote de 100 libras que concede en el testamento a su esposa Fran-cisca40, en el caso de que todos sus hijos fallecieran. sabemos igualmente del pago de 150 sueldos en abril de 1432 de un censo que estableció la fábrica de la seu con el maestro41. De esta relativa riqueza, lo que más nos interesa fue la compra de parte de un monte llamado la Pedrera, sito en Godella, al cantero Miquel Navarro, que anteriormente había sido del también cantero Domingo Maçanet, y que linda con la pedre-ra de Joan Roiz, y con una montaña42, y que quizás

31 CARBONELL BUAdES, M. «Marc Safont (ca. 1385-1458) en l’arquitectura barcelonina del segle XV. documents per a un esbós biogràfic» en Estudis històrics i documents dels arxius de protocols, núm. 21, 2003 , pp. 181-226.32 SANCHIS SIVERA, J. «Pintores medievales en Valencia» en EUC, vol. VI, 1912, p. 235; SANCHIS SIVERA, J. 1914, pp. 25-26, 27 de noviembre de 1398. En dicho documento resulta interesante que actúen como testigos los escultores Pere Torregrosa y Jaume Esteve, los cuales posteriormente se vincularán con obras de talla en la catedral de Va-lencia. El primero se encargó de la capilla de San Juan Bautista, o de la familia de los Artes, mientras que Esteve del portal del coro, ambas en la catedral de Valencia. Este Pere Lobet debía ser hermano de Joan Lobet, ‘el Viejo’, como ya se ha comentado. Ambos trabajaron en la colegiata de Gandía entre 1386 y 1387.33 ARV, Protocolo de Francisco MONZÓ. sign. 1555 (1410). 19 de marzo de 1410. Actúa como testigo en los capítulos entre el escultor Francesc Sanç y la fábrica de la iglesia de Santa Catalina de Valencia para la confección de un retablo de piedra para dicha iglesia; y el 16 de octubre de 1425 Francisco Lobet, maestro de obra de villa de la ciudad de Valencia, trabaja en la capilla del castillo de Chiva (ARV, Protocolo de Francisco MONZÓ, sign. 1555 (1410). 19 de marzo de 1410).34 ACV, Notari Jaume MONTFORT, sign. 3658 (años 1421-1431). 24 de febrero de 1431. Nombra heredero de sus bienes al monasterio cartujo de Portaceli.35 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1438-1439, fol. 233r., y ss.36 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1428-1429, fol. 25v.37 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1439-1440, fol. 25v. Era la casa que previamente había ocupado Pere Balaguer, y anteriormente Joan Franch.38 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1439-1440, fol. 31v. Sería la imagen que antes se había encargado a Martí Lobet, y que al parecer dejó inconclusa.39 GÓMEZ-FERRER LOZANO, M. y ZARAGOZÁ CATALÁN, A. «Bajo la maestría de Antoni dalmau y de Francesc Baldomar» en Pere Compte. Arquitecto, Generalitat Va-lenciana, Valencia, 2007, pp. 24-35; GÓMEZ- FERRER LOZANO, M. El maestro de la catedral de Valencia Antoni Dalmau (act. 1435-1453), http://www.gothicmed.com/gothicmed/GothicMed/library/maestros.html., consultado el 20-05-2008. Ejerció como maestro de obras de la catedral de Valencia hasta 1453.40 ACV, Cláusula testamentaria de Martí Lobet, sign. 3243. Referencia proporcionada por: OLMOS CANALdA, E. Inventario de los pergaminos del archivo de la catedral de Valencia, dirección General de Archivos y Bibliotecas, Ayuntamiento de Valencia, Valencia, 1961, p. 594. núm. 5255. Cláusula testamentaria de Martí Lobet. Notario Berenguer Cardona. 15 de julio de 1439. perg. 3243. El 21 de octubre de 1446 se hizo copia de una cláusula del testamento de Martí Lobet, fechado el 15 de julio de 1439, en la que instituye como herederos suyos, y a partes iguales, a sus hijos Miquel, Joan, Jaume y Caterina. Indica que si alguno muriera, sus bienes pasarían a sus respectivos hijos, y si no los tuviera a sus hermanos. En el caso de que todos murieran, y sin hijos legítimos, se pagaría a su esposa Francisca 100 libras de su dote, y el resto de bienes distribuidos por sus albaceas a huérfanos, mujeres sin dote, o usos benéficos similares. Otras noticias sobre su esposa: ACV, Pergamino, sign. 6578. Los herederos de Martí Lobet, maestro de obras de la catedral, venden a la viuda de éste unos censos. (25 de julio de 1446). Su esposa, Francisca, falleció el 25 de marzo de 1478, y como miembro de la orden de santa Mónica fue enterrada en la iglesia de San Agustín. En su testamento, además de obras pías, niega cualquier donación a su hijo Jaume Lobet, y concede gran parte de sus escasos bienes a su sobrina Caterina, esposa del carpintero Guillem Fuster. Tenía también un sobrino llamado Joan Floris, orfebre de oficio, y casado con Beatriz (ACV, sign. 632: 21, 22). ACV, sign. 2710. Cancelación de un censo por Berenguer dezlor a Francisca, esposa de Martí Lobet, el 4 de julio de 1440 (OLMOS CANALdA, E. 1961, p. 596, núm. 5266, perg. 2710).41 ACV, Protocolo de Jaume MONTFORT, sign. 3659 (1432-1442). Pagos fechados el 23 de abril de 1432 y el 24 de mayo de 1434. El registro carece de año 1433.42 APCPV, Notario Joan SAPOSA, sign. 8931 (1437). Agradezco a Jaume Richart la referencia de este documento. Habría que intentar dilucidar si dicha cantera llamada la Pedrera, de Godella, corresponde con la cantera que tan asiduamente aparece en la documentación de la época.

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pueda identificarse con la pedrera de Godella a la que asiduamente acudía.

campanario de La catedraL43

En 1376 se concede licencia real para la expropia-ción de varias casas en cuyo terreno se iniciaría la construcción del nuevo campanario, y claustro de la catedral de Valencia. En 1380 las tareas de tasación y derribo habían concluido, iniciándose en 1381 la obra del nuevo campanario, como así confirma la inscripción que existe en la base de la torre. En esas mismas fechas, el cabildo ya había requerido los ser-vicios del maestro de obras de la catedral de Valencia Andreu Julià, que también lo era en Tortosa, para dise-ñar y proyectar un nuevo campanario que hizo tanto sobre pergamino, como en la huerta de Ruzafa, donde seguramente enseñó a los canónigos las dimensiones y estructura de la empresa44.

Las estrecheces económicas de la fábrica motivaron que las obras avanzaran más lentamente, con ciertos años de activación que hicieron progresar algunas fases del proyecto como el primer cuerpo seguramente termina-do bajo la dirección de Joan Franch alrededor de 1395-1396, y el alcance del segundo tramo entre 1402 y 1405. Entre 1410 y hasta 1413 se está trabajando en el tercer cuerpo, correspondiente a la casa del escolans, bajo la dirección de Pere Balaguer45. La documentación alude a ciertos detalles como el empleo de un andamiaje y una roda como sistema constructivo46. En 1415 ya se inician

las labores para montar el andamio que ayudaría a la construcción del último cuerpo, o de las campanas47. Aunque en mayo de 1417 se siguen sucediendo las no-ticias sobre el andamiaje, comenzamos a apreciar cam-bios en septiembre de 1417 cuando se cita a Martí Lobet confeccionando plantillas para las cimbras de las venta-nas del campanario, y dibujando sobre pergamino. Ade-más de confeccionar las plantillas, Lobet se trasladó a la pedrera de Alaquàs durante 13 días con dos tallapiedras, otros dos picapedreros y un mozo para encargar y dirigir la confección de las piedras de las ventanas. Todos ellos trabajaron en la pedrera durante 45 días, y en marzo de 1418 trasladaron un total de 248 piedras48. En agosto de 1418 mientras Lobet visitaba la pedrera de Llombay, se estaba quitando la roda de la casa dels escolans, y cubriendo la última sala del campanario49. En enero del año siguiente se montaba el andamiaje exterior y se co-menzaba a levantar las paredes, mientras que Balaguer recibía la barra de hierro que colocaría en la escalera de caracol del campanar50. Las obras del último cuerpo del campanario se dieron por terminadas en septiembre del año 1419. Desde septiembre de 1417 y hasta sep-tiembre de 1419, en paralelo a la cuadrilla de Balaguer, Lobet trabaja con sus propios oficiales: Johani ‘lo Fran-cés’, Gualter, Anzelli ‘el Alemán’, y uno o dos mozos a su servicio (como también los tenía Balaguer)51.

Pere Balaguer ejerció como maestro de obras de la fábrica de Valencia desde 1408 y hasta 1427, des-empeñando una gran labor de arquitecto en la urbe y reino de Valencia al servicio de la monarquía, el

43 El campanario es una torre de 151 metros de altura, de planta octogonal, con cuatro cuerpos iguales, sin adornos los tres primeros, y en el último una abundante decoración que acompaña a las ocho ventanas de arco apuntado. Se trata de un imponente bloque macizo de piedra con tres salas interiores: la inferior empleada como refugio para aquellos perseguidos por la justicia, la segunda denominada sacristía, por servir de vivienda a los sacristanes, y la tercera es la sala de las campanas, la que exteriormente alberga la decoración más lujosa y rica. Y, por último, se alcanza la terraza protegida por un antepecho de tracería calada.44 SANCHIS SIVERA, J. 1909, op. cit., pp. 87-110; ALMUNI BALAdA, V. La Catedral de Tortosa als segles del gòtic, vol. I, Onada edicions, Benicarló, 2007, pp. 104-106. También sabemos que en 1358 viajó a Aviñón para colocar un suelo cerámico de Manises en el palacio del cardenal Aubert Audoin (OSMA, G. J. Los maestros Alfareros de Manises, Paterna y Valencia. Contratos y Ordenanzas de los siglos XIV, XV y XVI, 2ª edición, Madrid, 1923, p. 9; GONZÁLEZ MARTÍ, M. «La cerámica medieval valenciana», AAV, 1927, p. 20; J. SANCHIS SIVERA, «Maestros de obras y lapicidas valencianos en la Edad Media», AAV, 1926, p. 26).45 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, año 1410-1411, fol. 18.46 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, año 1416-1417, fol. 12v.47 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, año 1414-1415, fol. 17v. «Item divendres a XX de decembre (de 1414) comprí d’en Pere Jener, mercader, vint fustes per a basti-ments en la obra del campanar nou de la seu a reguesta d’en Pere Balaguer, mestre de la dita obra, costaren a raó de LVIII sous lo fust…». Entre otras tareas, como la reparación de las vidrieras del altar mayor de la catedral para la que se compraron 18 fajas de hierro, agujas, clavos y gafas, entre otras herramientas (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, año 1414-1415, ápoca suelta).48 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, año 1417-1418, fol. 18r., 19r., 21r. Los dos tallapiedras son Antoni Colom y Andreu Esteve, los dos pedrapiqueros Pere Sánchez y Jaume Aurero, y el mozo seguramente sería discípulo de Pere Balaguer. Las piedras se trasladaron en barca desde Alaquàs hasta el Grao de Valencia, y pesaron 105 quintales (4.473 kg).49 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, año 1418-1419, fol. 18r.50 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, año 1418-1419, fol. 17v.-19v. «Item doni a XV d’abril an Ramon, lo manyà, per una barra de ferre que li feu fer lo mestre en Balaguer per al caracol de la casa dels campaners, la qual pessa set liures e mig, a raó de nou diners la lliura, suma, V sous, VI diners».51 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, año 1417-1418, fol. 36v., y ss. La documentación relativa a los jornales de 1418 y 1419: ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, año 1418-1419, fol. 29r. y ss. También se une al grupo de trabajadores un tal Pere Alvernia, Jaume Esteve, maestro del portal del coro, domingo Mínguez, escultor, y Terry Alemany (fol. 33r., 34r., 35r., 37r., respectivamente). Sobre la trayectoria y personalidad de Jaume Esteve y domingo Mínguez: MIqUEL JUAN, M. y SERRA dESFILIS, A. «Mazoneros, talla y soporte» (en prensa).

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gobierno de la ciudad, la Iglesia y el patriciado ur-bano52. Y en este contexto de dominio y control de la actividad arquitectónica, en 1417 aparece Martí Lobet con su propia cuadrilla y desempeñando unas tareas muy concretas vinculadas a los ventanales del último cuerpo del campanario, que podemos dedu-cir que estaban principalmente ceñidas a su diseño decorativo y talla. Su cuadrilla de oficiales extran-jeros (francés y alemán con seguridad), además de los conocimientos aprendidos en el rico ambien-te barcelonés de 1400-1415 le proporcionaron la capacidad para reinterpretar y finalizar la obra del campanario, que acaso ya fue trazada desde el inicio de su construcción. El proyecto del campanario fue realizado por Andreu Julià que además de maestro de la catedral de Valencia entre 1358 y 1381, tam-bién lo fue de Tortosa entre 1376 y 1377. De hecho, fue el cabildo tortosino el que abonó el viaje de Julià a Lleida para estudiar campanarios para su propia catedral, conocimientos que poco después emplea-ría en la seo valentina.

En la catedral de Tortosa se conservaba hasta 1936 un dibujo de un campanario que reproduce muchos de los elementos decorativos del Miguelete, aunque con una estructura en tres cuerpos decrecientes, que conectaría con el campanario de Lleida. Este dibujo obliga a plantearnos la existencia de un pergamino primigenio que se empleó a lo largo de todo el proce-so de construcción del campanario, y que bien pudo servir de ayuda, o modelo, a Martí Lobet para la tra-cería calada del último cuerpo en 1418. La conexión de estos modelos decorativos con otros existentes en la catedral de Valencia, principalmente en el portal de los Apóstoles, o en el cuerpo inferior del cimbo-rrio, cobran fuerza a favor de un mismo maestro y años de confección. También cabría la posibilidad de que el valenciano Antoni Guarch, presente en la ca-tedral de Tortosa, fuera el que imitara este dibujo y lo llevara consigo a Tortosa, como el que actualmente sí que se conserva sobre la planta de la catedral tor-tosina, que lleva la inscripción: «En Antoni Guarch. Mostra per a portar».

Uno de los hitos importantes de la dirección de las obras del campanario de la catedral fue el viaje de Pere Bala-guer en 1415 para estudiar diferentes campanarios del territorio de la Corona de Aragón, o incluso más allá, por el que percibió 50 florines de oro. Sanchis Sivera, tan exhaustivo y preciso, únicamente proporciona la fecha del 18 de mayo de 1415 y el protocolo de Jau-me Pastor, número 35453. El citado documento no se

dibujo de un campanario. Archivo de la Catedral de Tortosa. Actualmente en pa-radero desconocido.

52 SERRA dESFILIS, A. y MIqUEL JUAN, M. 2005, pp. 90-111. En abril de 1427 consta activo trabajando en el portal de la fruta y en pequeñas reparaciones en el campanario viejo de la catedral, en tareas menores como el cierre de dos ventanales por los que entraba el agua con un tabique doble de ladrillo, según consejo del mismo Pere Balaguer y Joan Amorós, así como en unos agujeros en la parte de las campanas. Parece que igualmente se encargaron del traslado de las campanas, pequeñas y grandes (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1426-1427, fol. 31v., 32v., 33v.).53 SANCHIS SIVERA, J. 1909, p. 95. Es extraño, además, que a pesar de la exhaustividad que Sanchis Sivera imprimía en sus trabajos no aludiera a las palabras exactas del documento, o las reprodujera, como sucede en gran parte de sus trabajos. No dudamos del posible viaje de Pere Balaguer por diversos territorios de la Corona de Aragón, a la luz de las obras ejecutadas, pero parece que las razones fueron otras, y posiblemente también las fechas.

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encuentra en dicho volumen, que además no se ciñe a la fecha de 1415, como tampoco en otros registros del mismo notario en los años indicados por sanchis sivera. Esto nos llevaría a poner en tela de juicio la razón del viaje de Balaguer. Pahoner vuelve a recupe-rar la noticia, pero en este caso fechándola en 1383, y con el maestro Joan Franch. La referencia es bastante detallada puesto que dice que Franch viajó a Lleida por mandato del cabildo para estudiar la disposición, estructura y medidas del campanario, así como del claustro, entre otras obras necesarias para la fábrica de la catedral de Valencia. Pasaron dos días en Lérida, y otros ocho días en Tortosa, donde consiguieron la ayu-da económica de 1.500 florines por parte del monarca para la obra54. Ante esta diversidad de datos, ¿quizá, acaso, no se trate del viaje de Andreu Julià en 1377?

El largo proceso de construcción del campanario de-bía llegar a su fin, y parece que únicamente Martí Lobet fue capaz de traducir el esquema primitivo al trabajo de la talla en piedra, además de dotarlo de una mayor actualidad a partir de la concentración y abundancia decorativa propia de la escultura de esos años. La nueva línea de concentrada ornamentación escultórica, principalmente protagonizada por Pere Joan, cobraba un nuevo adepto en los diseños de Martí Lobet que adquiría y se apropiaba en la propia catedral de los diseños de claraboya y tracería más

innovadores, y a la vez proporcionaba cierta unidad ornamental a los espacios más emblemáticos de la catedral. El diseño de este último cuerpo de venta-nas del campanario, posiblemente el más dibujado de la historia de la arquitectura española, se centra en torno a un gablete triangular de rizadas cárdenas, en cuyo interior se dibuja una tracería ciega de curvadas líneas similar a la empleada por Francesc Marata en la remodelada puerta románica del claustro de la cate-dral de Barcelona. El ventanal enmarcado por un arco ligeramente apuntado y dovelas talladas con arquillos lobulados, ocupa únicamente una tercera parte del paño, mientras que el espacio de las enjutas del paño, a modo de galería claustral corrida, acoge unos arcos geminados y óculos de claraboya calada. En los án-gulos se superponen unos pináculos decorados con finos baquetones y una delicada labor de crochets que podría tener su continuidad en el antepecho que coronaría el campanario, encargado a Martí Lobet en 1424.

Parece que el éxito del último cuerpo de ventanas del campanario hizo que años más tarde se solicitaran los servicios de Martí Lobet en la confección del antepe-cho o apitrador para la citada torre, contratados el 18 de septiembre de 142455. Pocos días antes de la firma del contrato Lobet recibía 110 sueldos por unos dibu-jos que había confeccionado de la obra del antepecho

54 PAHONER, J. Recopilación de especies perdidas pertenecientes a esta santa Iglesia Metropolitana y sus preeminencias, mss. original de 1756, consultada copia de principios del siglo XX, libro 2, fol. 13-14. Indica que la información se encuentra en el libro de fábrica del año 1382-1383, pero dicha indicación no la hemos encontrado, como tampoco la de los años 1380-1382, 1389, 1393, 1395-1397, 1399, 1410-1413, 1415-1440, que actualmente se pueden consultar.55 ACV, Notal de Jaume PASTOR, sign. 3546 (años 1421-1426), fol. 203r. 204r. Los capítulos fueron parcialmente publicados por CHABÁS, R. «El Remate del Miguelete» en Almanaque. Las Provincias, Valencia, 1899, pp. 103-106. Por ello reproducimos aquí la parte relativa a la obra. El 18 de septiembre de 1424 el cabildo de la catedral de Valencia y el lapicida Martí Lobet firman el siguiente contrato:«… Capitols fets e fermats entre los senyors de capítol de la una part, e en Martí Lobet, mestre picapadrer de la part altra, sobre la obra fahedora en lo campanar de la dita seu de la claravoya, alias apitrador, del dit campanar. Primeramente que.l dit Martí sia tengut continuar e acabar l’entaulamente de la sumitat del campanar a començat de pedra ab ses gargoles, e ab tot ço que necessari hic serà, e aquesta obra haia a fer a sos jornals e a despens de la obra, administrant-li la obra tot ço que mester hi serà, e pagant-li sos jornals al (fol. 203v.) for, e rahó que ell obra huy ab la ciutat.Item que acabada la obra del dit entaulament bé e notablement segons se pertany lo dit Martí Lobet sia tengut e obligat de fer la dita obra de claravoya, o apitrador, ab sos banch de part de dins del apitrador, per nogir la dita claravoya o seure en aquells, la qual dita obra de la claravoya haia a fer bé e notablement segons se pertany al dit campanar, e de la altaria segons la forma e manement de la mostra per ell feta, e donada al dit capitol, e traçada per ell mateix en l´ort de Pere Daries.Item que.l dit Martí Lobet haia e sia tengut fer ab acabament de proper dita obra de claravoya e banchs, a tot son carrech e despens de pedra, de calç, d´arena, d´algepç, de reble, e tot altre pertret allí necessari. Açó exceptant que la obra li sia tenguda donar e administrar la roda, e xarçiada, de gumenes, de taulells, de cabaços, e de tot ço que necessari serà per obs de muntar la manobra al campanar, e encara los bastiments de fusta necessaris a la dita obra, e gaffes de ferre, e plom per licuar la dita obra. Item que.l dit Martí Lobet prometa e s´obligue que dins hun any e mig comptadors del dia anant que la dita obra de entaulamente serà acabada, farà, e complidamente acabarà la dita obra de claravoya e banchs en la forma e manera desus dits. E si no ho farà vol e consent per special pacte que encorregua pena de cinch cents florins applicadors a la obra de la dita seu, de la qual puxa esser feta execucio en sos bens per qualsevulla jutge seglar ab carta excutoria e submissio de for. E açó puxa cert ordenat en son cars l´argument segons requir la forma de tals contractes. Item que.l dit Martí Lobet haia haver e metra en la dita obra bona pedra e fina de la millor que.s trobe en la pedrera de Valencia, e fer, e acabar la dita obra de claravoya e banchs a tota coneguda e noticia dels honorables mossén Francesch Daries e micer Perre Figuerola, canonges de la dita seu, als quals les dits parts donen e atribuexen plen poder de jutgar e coneixer dels dits obra e pedra, si seran les que deven o no al dit dels quals les dites parts haian star totalment. Item los dits senyors de capitol prometen e sien tenguts donar e pagar al dit Martí Lobet per tota la dita obra de la dita claravoya, e banchs, e per tota la manobra dessus dita, e salari, e treballs de ell, e de tots los qui ab ell obraran, dos milia florins d´or comuns d´aragó, sens nenguns altres despesas o carrech de la obra sino la roda, e xarcia, e bastimentes, gaffes de ferre, e plom, dessus dits. Los quals dos milis florins li sie donats e pagats en los termes manats e pagues seguents; ço es que tantost de present li sien donats cent florins per fer aparell de pedra. E aprés que haurá acabat l´entaulament e gargolles, e (fol. 204r.) deurà començar en la claravoya altres cent florins per obs de pagar menestrals. E obrada la pedra per a un pany de la claravoya doents florins, e a cascún dels altres panys, los quals panys son VIII. E los doents florins restants çom la obra serà acabada…».

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y espiga del campanario, y del retablo de la catedral, y marchó a la pedrera para la talla de nuevas piedras para el entablamento y gárgolas56. Entre los meses de diciembre de 1424 y enero de 1425 se documenta la compra de hojas de madera para la confección de las plantillas que se emplearían en la talla de piedra, entre ellas las gárgolas que sabemos llegó a confeccionar, e incluso compró una tabla de nogal para las plantillas de los triángulos57. En enero de 1425 volvió a com-prar hojas de madera para la confección de moldes o plantillas necesarias para la tracería calada de la ce-nefa decorativa que ornamentaría junto con el reloj de la ciudad la cumbre campanar58. Lo que parece in-tuirse de la documentación y del propio contrato de la claraboya es que el campanario estaba terminado, y Lobet debe realizar el entablamento y la claraboya externa decorativa a destajo. El contrato divide la obra de Lobet en dos partes: el entablamento y el apitrador (alias claraboia, indica el contrato). El entaulament, tal y como se cita en el registro notarial, se refiere más que a la concepción clásica de basa, fuste y capitel, a la terminación del último cuerpo del campanario de tal modo que pudiera acoger el anillo decorativo, o an-tepecho exterior. Las obras del entablamento, que ya estaba iniciado, se retomaron el 2 de octubre de 1424, y finalizaron el 17 de julio de 1425, colocando el pavi-mento a partir del 11 de agosto de 1425, y terminando el 9 de febrero de 1426. según el contrato, la obra del entablamento de piedra, así como los materiales y sa-larios, serían abonados por la propia fábrica de la seu, mientras que en el caso del antepecho superior, Lobet debía proporcionar la piedra de la tracería calada y bancos, además de la arena, cal, yeso y ripio, mientras que la roda con su montaje, las gafas, agujas de hierro, y andamiajes, eran aportados por la propia fábrica.

Los trabajos para la talla en piedra del antepecho o apitrador se inician a partir del 17 de marzo de 1425 con la entrega del segundo pago de 100 florines de

oro a Martí Lobet para comenzar la obra de la clara-boya59. Esta segunda fase del contrato consistía en la confección de un apitrador o claraboya, que nosotros podríamos traducir como antepecho, es decir, un pre-til o baranda que se coloca en lugar alto para poder asomarse sin peligro de caer, enuncia el diccionario de la lengua española. Y el sustantivo de claraboia de la documentación se refiere más bien a la principal característica de dicha barandilla de estar decorada con elementos ornamentales de claraboya, es decir, de círculos o prismas calados. se trata de un elemento especialmente decorador de la cima o parte superior de campanarios, torres, o capillas. su característica principal es la de estar calado, lo que proporcionaba un juego de luces y sombras, en comparación con el muro inferior, muy interesante, y en el que los arqui-tectos podían explayar su imaginación, y jugar con nuevas combinaciones decorativas de óculos, ele-mentos vegetales o geométricos, florones, o macollas. El elevadísimo precio de este elemento, así como el dibujo que hizo del antepecho y aguja nos induce a

56 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1424-1425, fol. 19r. «Item logui un mul per al desus dit en Martí Lobet lo qual anà a la pedrera per a fer tallar pedra per al entaulament e guarguoles del campanar nou, costà dos sous». El viaje a la pedrera se repitió el 7 y 30 de octubre de 1424. En diciembre de 1426 cuando las obras del campanario se encontraban a pleno rendimiento el cabildo de la catedral de Valencia abonó a Lobet 20 florines por el viaje que tuvo que hacer a la pedrera para tallar la piedra que le hacía falta en la claraboya, aludiendo a la falta de pedrapiquers cualificados o conocedores de sus exigencias (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1426-1427, fol. 30r.)57 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1424-1425, fol. 21r.-21v. 29 de diciembre, «Item compri mes de una fulla de fust de un fuster del mercat per a moltles an Martí Lobet per a les guargoles del campanar nou, costa sis sous; Item compri mes al dit en Martí Lobet una taula de noguer per a motles de triangles, costa sis sous». Sobre el pago por su trabajo en las gárgolas del campanario: ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1425-1426, fol. 22r.58 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1424-1425, fol. 21v. 59 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1424-1425, fol. 22v. «Item disapte a XVII de març, de volentat dels honorables mestres Pere Figuerola e mossen Francesc Daries, canonges de la seu, doni al mestre en Martí Lobet, cent florins per a començar l’apitrador o claravoya del campanar nou, segons fora dels capitols hani apocha en poder d’en Jacme Pastor, notari». Pere Figuerola y Francesc daries eran los canónigos encargados de la supervisión de la obra. A partir de esta fecha, el contrato estipula la finalización del antepecho en un año y medio.

dibujos del apitrador del campanario de la catedral. Archivo de Historia de la ciudad de Valencia.

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pensar que la citada obra de la «haia a fer bé e notable-ment segons se pertany al dit campanar, e de la altaria segons la forma e manement de la mostra per ell feta, e donada al dit capitol, e traçada per ell mateix en l´ort de Pere Daries», debió ser más elaborada y compleja de lo que hoy en día se conserva. Martí Lobet se compro-metía a confeccionar el antepecho con la mejor piedra que se encontraba en Valencia, y a terminarlo un año y medio después de la finalización del entablamento, y bajo la supervisión de los canónigos Francesc Daries y Pere Figuerola.

La documentación del archivo de la catedral, rica en detalles, nos informa sobre el montaje en julio de 1425 de una roda nueva60, un andamiaje calado que facilita-ría la construcción del antepecho de tracería, y aluden a un artificio que denominan leva, que sería como una palanca, entre otras herramientas y materiales de me-nor cuantía. En abril de 1425 sabemos que Lobet or-denó el traslado de una gran piedra que serviría para el apitrador del caragoler del campanario61. El sistema de anclaje y unión de las piezas de la claraboya del cam-panario fueron las gafas de hierro, y el plomo, com-prado en grandes cantidades. La más notable, el 1 de diciembre de 1425 se adquirieron 21 arrobas (268 kg) de gafas de hierro para unir las piezas de la claraboya del campanar, a razón de 7 dineros la libra62. Gran par-te de la obra del apitrador estaba concluida alrededor de 142763, pero las obras se suceden hasta principios de 1429 con pequeñas intervenciones consistentes en la colocación de gafas de hierro, con la intención de garantizar la estabilidad del calado apitrador a tanta al-tura, coincidiendo con los últimos pagos. Los canteros que colaboraron con Lobet en las obras del antepecho

60 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1424-1425, fol. 20r. Las obras de la roda se iniciaron en el mes de noviembre de 1424. «Item a XX de novembre fiu fer la roda nova d’alt al campanar nou, com l’altra fos tota podria an Lois Amorós, e en Johan Amorós, e tres altres homens laguiaren-hi nou jorns, e primerament comprí dos cercles per a la dita roda e costaren fets e acabats de vint palms de tou cinquanta e dos sous—LII sous». La siguientes noticias se refieren a la compra de clavos y láminas de hierro para dicha roda.61 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1425-1426, fol. 25v. Los tallapiedras de Godella que confeccionaron gran parte de las piedras del antepecho del campanario fueron los mismos que años antes habían trabajado para Pere Balaguer en las obras de construcción del campanario, y entre los que destacan Joan Sánchez (o Sanchis, Sanxez) y Petit Moro. Los primeros pagos por piedra para el apitrador fueron a Joan Sánchez (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1424-1425, fol. 44r.- 45v.). Sabemos que llegó a enviar alrededor de 76 carretas de piedra y losas para dicho entablamento y apitrador, constituyéndose en 1424 y 1425 en el principal suministrador y tallador de piedra. Sobre las obras en el campanario: ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, 1412-1413, fol. 26r.-33.62 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1425-1426, fol. 24r. Ascendió a 441 sueldos, una considerable cantidad. Otras compras: «Item pos en date los quals a dos de juny de l’any damunt dit (1426) pagui an Franch Barcelo, mercader, per lo preu de dues roves de plom e VIII liures mes, a raó de LXX IIII solidos lo quintar per ops de metre les gaffes en l’apitrador del campanar, XXXXI sous, II diners», o más preciso es «Item mes pos en date los quals a VII de juny de l’any damunt dit pagui an Domingo Navarro, ferrer, per una plancha gran de ferre e dues d’olles grosses per al cap de la maça prenia ab que sospenien les peçes de pedra del apitrador, d’altra part una perola per fondre lo plom que posaven en les gaffes de ferre que liguen la obra del dit apitrador del campanar, pesaren totes les coses XXIII liures mig que a raó de VIII diners la liura, munten, XV sous, VIII diners». ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1426-1427, fol. 22v. y 23v., respectivamente. Las compras de gafas de hierro y plomo se vuelven a intensificar entre 1428 y 1429 (Sign. 1478, año 1428-1429, fol. 23r., 33r.-v., 35r., 36r., 37r., 39v.). El uso de dichas gafas de hierro y plomo queda corroborado por los pagos al herrero Aloy Pont: ACV, Notari Jaume MONTFORT, sign. 3658 (años 1421-1431), Registro sin foliar, 10 de enero de 1429.63 En junio de 1427 Lobet solicitaba a Joan Amorós el bancal que se situaría en el interior del apitrador del campanario (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1426-1427, fol. 24r.), y en octubre le encargó a Lluís y Joan Amorós quitar el andamiaje calado de la obra del campanario, por lo que deducimos que la parte exterior ya estaba terminada (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1426-1427, fol. 27v.).

Aguja calada, procedente de la casa del Gremio de Blanquers. Archivo Municipal de Valencia. Maqueta de aguja calada, similar a la que pudo haber confeccionado Antoni dalmau para el campanario de la catedral.

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fueron: Pere Lazer, Francesc Calder, Pere Joan, sancho Martínez, Francesc Asensi, Anzelli ‘el Alemán’, Pere Az-tor, Bertomeu Rienost, Pere Soll, Goçalbo ‘lo Castellà’, Joan Conejos, y Pere sanç. Aunque el diseño del ante-pecho de la catedral sea similar a otros esquemas deco-rativos presentes en pinturas contemporáneas, no pode-mos dejar de aludir las semejanzas que presenta con el apitrador que corona las capillas occidentales de la ca-tedral de Barcelona, confeccionadas durante la maestría de Bertomeu Gual y su grupo de colaboradores Marata, Canet, Joan, y quién sabe si también Martí Lobet64.

La obra del apitrador estaba estimada en la elevadí-sima cantidad de 2.000 florines, válidos por 22.000 sueldos, los cuales se fueron progresivamente pagan-do desde el 3 de octubre de 1418, poco después de la firma del contrato, y hasta el 28 de enero de 1429. Las arcas de la fábrica parece que se encontraban en una situación precaria por lo que con fecha de 18 de junio de 1430 establecen un censo con Martí Lobet por la cantidad de 230 sueldos pagaderos cada año, corres-pondientes a 161 libras, 1 sueldo y 9 dineros restantes por pagar por la obra del antepecho del campanario. El censo fue cancelado el 7 de noviembre de 143165. De esto se deduce que los pagos fueron ligeramente aleatorios, y se retrasaron en el tiempo. se trata de una cifra desorbitante, comprensible por la complejidad y belleza de este diseño calado y la ausencia de maes-tros capaces de confeccionar un tipo de elemento de-corativo en el reino de Valencia. su precio es compa-rable con la realización de dos capillas con decora-ción escultórica en la propia catedral de Valencia66.

Por último, además del antepecho, y el reloj que acordó colocar el cabildo y el consejo de la ciudad en el cam-

panario67, la visión de la torre se remataba con una ve-leta, pomo, cruz y saeta en la cima. En octubre de 1436 con motivo del incendio del penell, o veleta, y tejados del cimborrio en el día de san Dionisio se decidió la creación de uno nuevo en el campanario de la catedral. Ante las elevadas dimensiones que alcanzaría la torre, el cabildo solicitó el consejo de hombres expertos en el arte de la madera que confirmaron la posibilidad de colocar la veleta. Para el nuevo penell se empleó parte de la madera de pino del coro, y se adquirieron cuatro tirantes de 40 palmos, equivalentes a casi 8,8 metros68. se montó un andamio y en noviembre de ese año se colocó la veleta, con su pomo, cruz, y saeta, el cual fue dorado por el pintor Joan Peris69. Ese mismo año, y por el mismo motivo, se trasladaron los faros del cimborrio al campanario, lugar donde los jóvenes solteros reali-

64 TERÉS I TOMAS, M. R. 1993-1994, pp. 404-405. Tampoco podemos dejar de indicar la confección de esta parte de la catedral bajo el patronazgo del obispo de Barcelona, Francesc Climent. Valenciano de origen, mantuvo siempre una estrecha relación con la catedral de Valencia, en donde tenía incluso el privilegio de ser el fundador de la primera capilla del coro de la catedral de Valencia. No podemos, por menos, apuntar el posible papel de nexo que pudo ejercer Francesc Climent entre los artistas escultores de ambas catedrales.65 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1430-1431, fol. 18r. ACV, Notari Jaume MONTFORT, sign. 3658 (años 1421-1431) 18 de julio de 1429, y la cancelación el 7 de noviembre de 1431.66 En 1414 se abonaron 9.500 sueldos a Pere Torregrosa por la realización de la capilla de San Juan Bautista, para la familia de los Artes, la cual, además, se caracteriza por una rica decoración escultórica, tal y como indica el contrato (SANCHIS SIVERA, J. 1924, pp. 12). Incluso si lo comparamos con otras coetáneas como la capilla que Pere Balaguer confeccionó en la iglesia de San Juan del Hospital por 1.600 sueldos en 1416, aumentamos aún más el valor y aprecio del antepecho calado (GARCÍA MARSILLA, J. V. «Pere Balaguer y la iglesia de San Joan de l’Hospital de Valencia», en Ars Longa, núm. 9-10, 2000, pp. 87-91).67 La obra del campanario se completaba con el reloj que el Consejo de la Ciudad colocaría en la cima del campanario, según acuerdo fechado el 21 de febrero de 1418. La Casa de la Ciudad tenía un reloj en su torre, pero sus reducidas dimensiones indujeron a un traslado del reloj de la ciudad al recién terminado cuerpo principal del Miguelete de la catedral, lo que permitiría oír y ver mejor las horas del día y la noche. Sería un acuerdo que alcanzaría al obispo y cabildo catedralicio y, por otra parte, a los Jurados, Racional, obreros de muros y valladares y el síndico procurador, firmada el 21 de febrero de 1418 ante el notario Lluís Ferrer (SANCHIS SIVERA, J. 1909, pp. 112-114). Y gran parte de los gastos de construcción del nuevo reloj, y de su montaje, por parte de la ciudad los detalla: APCPV, Notario Llorens SARAGOÇA, sign. 18447 (1419). Sobre todo a partir del 2 de marzo y hasta el final del año. 68 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1436-1437, fol. XXVIIv. Y en esa misma fecha se abona la compra de cañas de nogal para los sitiales del coro, que pocos meses más tarde serían reparados por Joan Çanou (fol. XXXV r.). 69 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1436-1437, fol. XXVIIIr. Con fecha del jueves, 22 de noviembre de 1436.

Torre campanario de la catedral de Valencia.

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zarían a partir de ese momento los fuegos artificiales70. Años más tarde, el maestro de obras de la catedral Anto-ni Dalmau realizó una maqueta para una nueva espiga destinada al campanario que no se llegó a realizar; un tipo de elemento ornamental mucho más acorde con la importancia del monumento. La admiración que des-pertaba esta maqueta hizo que el cabildo la adquiriera a la viuda de Antoni Dalmau en 145371.

La imagen del campanario tempranamente quedó des-virtuada por problemas de mantenimiento y desalojo de aguas. En la vista de Wyngaerde de 1564 apenas se aprecia el apitrador de Lobet. Y en 1795 se decidió una reforma de las barandas, refiriéndose al apitrador como una barandilla, cuyo gasto ascendió a 13.250 libras, que terminarían, junto con la destrucción del siglo XIX72, por desvirtuar la imagen del gótico antepecho calado.

cimborrio

El cimborrio fue un elemento planeado desde el mis-mo inicio del proyecto catedralicio. Tiene un proceso constructivo complejo de descifrar, que los libros de fábrica no nos han llegado a desvelar, y vamos inter-pretando a partir de noticias sueltas. se tiene constan-cia de su existencia durante el pontificado de Vidal de Blanes (1356-1369). En principio, tanto la documenta-ción como su estructura parecen aludir a la existencia de un único cuerpo construido en piedra y cubierto por una techumbre de madera, que requería de cons-

tantes renovaciones y obras de mejora: en 1380 se es-tán colocando «fustes per obs de fer les traveses del cenbori», es decir, las maderas travesas para formar el suelo sobre el que asentará la techumbre exterior73; en 1382 se reparan dos ventanas del cimborrio, por las que se compraron 6 hojas de madera de más de 5 metros de altura74; en abril de 1383 el fuerte viento provocó el derrumbe de 4 ventanas del cimborrio75; y lo mismo sucedió en 1392, año en que repararon 3 ventanales76. El estado de conservación y limpieza del cimborrio, así como el de los tejados de la catedral, fue una de las constantes del cabildo, expresado a tra-vés del mandamiento de su limpieza y revisión dos ve-ces al año, generalmente en los meses de marzo y sep-tiembre77. Obras de mayor envergadura se realizaron entre 1395 y 1396: Lluís Amorós, padre, en octubre de 1395 confeccionó un talador con el que desmontar las piezas de madera del cimborrio, para en el mes de diciembre volver a montar y colocar una nueva te-chumbre78. Poco después, en febrero de 1396, Lluís Amorós, junto con su yerno el albañil Miquel Peris, terminarón las obras de la techumbre79, y se encar-garon de la colocación de los ventanales de madera del cimborrio80. En diciembre de ese año se contrató a Domingo Crespí, iluminador de libros, para la ela-boración de las telas enceradas para los ventanales81. Igualmente se desmontó el penell o veleta, que estaba en peligro de caer. En diciembre de 1397 la ciudad de Valencia sufrió un grave terremoto que inició nuevas, aunque reducidas, obras de rehabilitación y limpieza

70 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1437-1438, fol. XVIIr. Tras el incendio del cimborrio en octubre de 1436, en septiembre de 1437, y previo a la fiesta de san dionisio, se decidió que los fuegos artificiales que realizaban los jóvenes solteros se hiciesen en el campanario, puesto que su aislamiento del cuerpo principal de la catedral impediría daños con consecuencias tan graves como las acaecidas en 1436. Para ello se encargó al herrero Aloy Pont la colocación de 7 faros, con la ayuda del carpintero Joan Amorós, y la confección de uno nuevo, para la próxima fiesta de san dionisio. Sobre el uso de estos fanales, o faros, en las fiestas valencianas: CARRERES ZACARÉS, S. Ensayo de una bibliografía de libros de fiestas, Imp. Vives Mora, Valencia, 1925, pp. 16-17.71 SANCHIS SIVERA, J. 1909, op. cit,. pp. 99-100. 72 ACV, deliberaciones capitulares, sign. 322 (año 1795), fol. 2v.-3r.; ACV, deliberaciones capitulares, sign. 320 (año 1793), fol. 147v. Ya se expresa el deseo de reforma del remate del Miguelete. ACV, deliberaciones capitulares, sign. 321 (año 1794), fol. 91v.-92r. Sobre el proceso de deterioro y destrucción del apitrador véase: CHABÁS, R. 1899, pp. 105-106.73 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1473, 1380, fol. 39r. Traviesas que quizá se incrustaban en los huecos superiores de las claves, aún hoy visibles y sin decoración.74 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1473, 1382-1383, fol. 41v. Y en el mes de marzo de 1383 se compró más madera para las traviesas de uno de los paños del cim-borrio. 75 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1473, 1382-1383, fol. 46. 76 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1473, 1392-1393, fol. 45v. 13 de diciembre de 1392. Se compraron siete maderas de 5,72 metros de alto al carpintero del mercado, Ponç Cebra, y Lluís Amorós fue el encargado de colocarlas.77 Otras noticias en fechas posteriores; en mayo de 1582 debido a unas grandes lluvias acaecidas en la ciudad y reino de Valencia se emprendieron obras de rehabilitación: ACV, Obras de reparación del cimborrio, sign. 68: 120. fol. 120. «Lo adob del sambori de la jener lo any 1582». Las lluvias se produjeron en el mes de diciembre de 1581.78 ACV, Obras de 1395, sign. 673: 13. documento 1. 1 de diciembre de 1395: «Yo, en Lluís Amorós, fuster e vehí de Valencia, confés a nos senyor en Bernat Punyet, prevere, beneficiat e sotsobrer de la fabrica de la seu de Valencia, que he hauts e reebuts de vos per I cobertor de fusta que e fet a la ho del cimbori, entre fusta, claus, pegunta, alquitrà, benes de drap per en benar les juntes, e per III jornals, e II homens qui hajudaren per muntar-la al cembori, que prenen IIII sous, entre tot trenta hun solidos, sis dineros…». Y documento 2 indicando la reparación de la escalera del cimborrio. Participaron Lluís y su hermano Pere Amorós.79 ACV, sign. 1996. 26 de febrero de 1396.80 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1474, 1395-1396, fol. 42r.-56v. 81 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1474, 1396-1397, fol. 45r. y en el fol. 45v. Consta la compra de nueve alnas y media de tela (8,607 m), que junto con la trementina y la cera blanca se empleaban en confeccionar estos paños a modo de vidrieras. Para su colocación se compraron 900 tachas, y 6 libras de carbón, principalmente.

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en el cimborrio82. Finalizando las obras, en diciembre de 1397 Lluís Amorós elaboró una nueva veleta, se le colocó una nueva antena, y se clavó firmemente para que resistiera los vientos levantinos83.

Es en 1424 cuando la documentación por primera vez parece hacer referencia a la existencia de dos cuerpos en el cimborrio; se alquilaron unas vigas para la coloca-ción de una cabria en «lo vell del cimbori», aludiendo al cimborrio viejo, diferente del nuevo, o superior84. Las noticias que confirman esta idea se siguen sucediendo, puesto que en 1431 se cita el mal estado del pasaje in-terno del círculo inferior, o «lo duell», el cual «se des-paredava tot», y la necesidad de reparaciones que el maestro Martí Lobet dispuso85. se desconocen las dos

etapas de construcción del cimborrio de la catedral y, sobre todo, el alarde técnico que demostró el arquitecto que sobreelevó sobre el primer cuerpo, un segundo cír-culo de elevadas dimensiones con grandes ventanales de tracería calada. Como ya se ha dicho, su diseño se acerca al mundo de la orfebrería86, y a un artista que despreciaba las leyes naturales de la gravedad, pero que contó con la pericia de un maestro arquitecto con la au-dacia suficiente para construirlo. La figura del arquitec-to Pere Balaguer se vislumbra como el posible autor del segundo cuerpo del cimborrio, el cual, además, pudo contar con el ingenio del orfebre Bertomeu Coscolla. Pero los libros de fábrica no citan unas obras de esta envergadura, lo que nos obliga a trabajar en el campo de la hipótesis87. La documentación de la obra del cim-

82 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1474, 1396-1397, fol. 48r.-48v.83 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1474, 1397-1398, fol. 37v.-38v. Los trabajos de carpintería que se realizaban en la catedral estaban a cargo de la familia Amorós; en los primeros años Lluís, padre, para después sucederle sus hijos Lluís, Joan y Gabriel. Lluís, ‘el Joven’, aparece desde 1395 acompañando a su padre en diferentes tareas de la catedral, y poco después lo harán sus hermanos. En el caso de las grandes obras de la catedral como el campanario, el cimborrio, o las pinturas del altar mayor, los Amorós se centraron en la elaboración y mantenimiento del andamiaje. Uno de los más significativos e importantes fue el «bastiment caladiç» confeccionado en el último cuerpo del campanario de la catedral, y para la capilla de San Vicente. La importancia de su trabajo se traduce en los altos salarios percibidos, alrededor de 5 sueldos, ó 5 sueldos y 6 dineros, dependiendo de los casos. Su valor no se medía por las obras artísticas emprendidas, sino más bien por la capacidad para responder a los problemas de construcción. La documentación también parece traslucir ciertas labores como albañil. 84 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1423-1424, fol. 15r.-v., y 17v. Sobre la compra de madera: ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1424-1425, fol. 19r.-21r.85 Colocó a su discípulo Pere, seguramente Pere Enguera, a cargo de las reparaciones que duraron dos semanas, y que se centraron en el citado pasaje interior que hoy en día se puede apreciar, y en la colocación de un mainel, encargado al tallapiedra Petit Moro (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1431-1432, fol. 26r.).86 Sirva como ejemplo la comparación que proponemos con un relicario de la escuela catalana, fechado en el primer cuarto del siglo XV, y donado por el Barón Rothschild al Museo del Louvre, donde actualmente se custodia (dALMASES, N., Orfebrería catalana medieval. Barcelona, 1300-1500, vol. I, Barcelona, Institut d’Estudis Catalanas, 1992, pp. 340-341).87 Ya se apuntó esta posibilidad en: SERRA dESFILIS, A. y MIqUEL JUAN, M. 2005, pp. 106-109. En 1421 se reparó la parte interna del antepecho colocando tres barras de hierro por el peligro que podían provocar en la fiesta de la Asunción de la Virgen (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1420-1421, fol. 16v.). En 1423 se le cita reparando los tejados, y confeccionando un andamiaje para la colocación de una campana en el cimborrio, además de hacer una cubierta de madera para el agujero del cimborrio debido a las lluvias, incluso tenemos la noticia de que en diciembre de 1424 se estaban colocando unos fanales y una cabria. La semana del 14 de marzo de 1429, quizá como culminación y finalización de la obra, se abonó por un nuevo penell a los carpinteros Joan y Gabriel Amorós (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1428-1429, fol. 45r.).

Vista interior del cimborrio de la catedral de Valencia. Fotografía de P. González. Relicario de la escuela catalana,ca. 1400-1425. Museo del Louvre.

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borrio debió de anotarse en un libro aparte, que hoy en día no se conserva.

La grave y aparatosa situación del cimborrio se agravó con la tempestad, fuertes vientos y lluvias que azota-ron la ciudad en enero de 1432, imponiendo la nece-sidad de una reconstrucción de gran calado. Además de las muchas piedras desprendidas por la tormenta, el cimborrio corría el grave riesgo de caer, según re-conocieron los maestros de la catedral, por lo que el cabildo dispuso que «fos reparada e messa a punt e totes les altres formes del cercle alt del dit cembori, e que totes se empostassen de nou»88. Los daños del cimborrio inferior se ciñeron a los paños de ponien-te y levante, precisamente los que miraban al palacio arzobispal, y a la Casa de la Ciudad89. Lo primero fue llamar a Martí Lobet, que en ese momento se hallaba en Morvedre, se limpió de escombros y se prepararon para la obra. La primera de las compras realizadas fue la de 48 libras de plomo para engafar (18 kg) y 26 libras de gafas de hierro (9,23 kg), una primera decla-ración de intenciones de la forma de reparación del cimborrio. La compra de gafas de hierro aumentó a lo largo de 1431 y hasta 1433 alcanzando la cifra de 96 kg, complementado con docenas y docenas de agujas de hierro, que sumaron 498 kg, además de los quin-tales de plomo, que en una aproximación estimamos en 191 kg. Como ya es habitual, una de las prime-ras actividades de Martí Lobet fue viajar a la pedrera para acordar un precio por la piedra necesaria para el cimborrio con los talladores, que volvemos a ver que se trata, principalmente, de Joan sánchez (o sanxez, sanchis) y Petit Moro, y, en segundo lugar, se dispuso a diseñar reglas y plantillas, algunas de nogal, otras en papeles enyesados, con los que iniciar la talla de piedra90. La segunda de las grandes compras a las que alude la documentación fueron los maineles de pie-

dra, adquiridos principalmente a tallapiedras de Go-della, de una altura de 5 palmos (110 cm), 4 palmos de ancho (0,88 cm), y un palmo y dos dedos de grue-so91. Y la tercera de las adquisiones fue cal y pinceles para blanquear el cimborrio. El cimborrio estaría co-ronado por un penell o veleta, que en 1432 el viento y tempestad derrocó, pero que reparó el herrero Aloy Pont, y plateó y barnizó Goçalbo sarrià92.

En septiembre de 1432 parece que las obras del cim-borrio inferior estaban tan avanzadas que ya no era ne-cesaria la intervención de los picapedreros, aparecien-do en las nóminas de estos meses los carpinteros Joan Amorós, Bertomeu Andreu, Guillem Andreu y Joan Gar-cía, principalmente93. En noviembre de 1433 trabajan en el cierre del paño inferior del cimborrio que miraba a poniente, con la intención de reducir la luz que pene-traba en el altar mayor y que parecía perjudicar las re-cién terminadas pinturas del altar mayor94. El análisis de la documentación se refiere no a obras de construcción, sino más bien de reparación y concretamente de la tra-cería calada de los ventanales, de ahí la compra de pie-dras para los maineles y las gafas y agujas de hierro, que junto con la pintura de cal, reforzó todo el conjunto.

Un nuevo golpe sufrió la construcción del cimborrio de la catedral, puesto que en la noche de san Dionisio de 1436, los fuegos artificiales que realizaban los jóve-nes solteros en los faros del cimborrio provocaron un incendio que acabó con el penell colocado en 1432, y desperfectos en diferentes partes de la techumbre de la seo, y suponemos que especialmente en la del cimbo-rrio. Al día siguiente se iniciaron las obras de limpieza y reparación en las que participaron principalmente car-pinteros y albañiles, y en menor medida, canteros. Cu-riosamente este incendio fue el que acució la construc-ción del penell para el campanario de la catedral, tal y

88 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1431-1432, fol. 26r.89 La alusión al paño de levante la hace en el propio mes de enero indicando: «Comprí aquesta jornada per a engafar la dita forma de levant en moltes lochs XXXXVIII liures de plom…», «Item comprí del sobredit Moro (Petit Moro) una peca de pedra de la pedrera for d’alló ho arranquaven los maynells la qual peca havia V palms de l’arch, e quatre palms d’ample, e hun palm e dos dits de gruix, que era per a la forma del levant, per una peça que fou enderroquada ab lo vent…» (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1431-1432, fol. 36v.-37), mientras que de la de poniente se dice: «de la dita tirant fiu serrar fulla per a cloure lo pany del cembori baix que està ver ponent per tal com hi entrava lo sol, e dava en lo retaule mayor de la capella, e en la pintura que.y es e guastavas tot, costà per tot de serrar los dos troços que era tot hun fust, e quant fos serrar postarlo ab lo carrató a la seu…» (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1433-1434, fol. 30v.), «Dimarts, a XXIIII novembre (1433), obraren en la dita obra de la cloenda de la forma del cembori baxa ver ponent» (fol. 33r.).90 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1431-1432, fol. 36v-37r.91 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1431-1432, fol. 37r. (una piedra de mainel), 39r. (6 piedras), 42v. (1 piedra de mainel grande), 44v. (2 piezas, pero al tallapiedra Pere Condessa). ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1432-1433, fol. 24v. (a Tomás Giner por dos piezas grandes de piedra para maineles), 25v. (1 pedra de mainel, a Pere Condessa), 26v. (dos y otras dos piezas grandes de piedra para hacer maineles de Jaume Colom, tallapiedra de Godella), 27v. (dos piedras grandes para hacer maineles a Jaume Colom).92 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1431-1432, fol. 40r., y 37r.93 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1432-1433, fol. 30v. 94 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1433-1434, fol. 30v., 32v., 33r. Las pinturas del altar mayor finalizaron en diciembre de 1432, véase pie de nota 89.

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como ya se ha comentado. A partir del 1 de diciembre, reparada la techumbre del cimborrio y los tejados de la catedral se inician las obras para una nueva aguja de madera y veleta para el cimborrio. En los trabajos de diseñar o pertrechar la nueva aguja y veleta participaron los carpinteros Joan Amorós, Bertomeu y Guillem An-dreu95. Las obras para la aguja de madera del cimborrio se iniciaron en ese mes de diciembre de 1436, en el que participaron y se encargaron de trazar los carpinteros Joan y Gabriel Amorós, Bertomeu y Guillem Andreu, llegándose a colocar a finales de ese mes. Dicha aguja en madera tenía una veleta en la parte superior consis-tente en un asta, cruz y pomo, que fueron realizadas por el herrero Aloy Pont, el cual ya había trabajado en diversos encargos con la catedral de Valencia96. Parece que las dimensiones de la aguja y su veleta eran tales que el cabildo desconfiaba de su estabilidad, solicitan-do el 17 de diciembre un informe sobre la estabilidad y daño que podía provocar la nueva aguja y veleta a los maestros Joan del Poyo, Jaume Guillem, ‘el Viejo’, y Goçalbo, a los carpinteros Joan Amorós y Bertomeu Andreu, y al perpuntero Vicent Çaera97. su sentencia fue positiva, y acordaron que era posible poner no solamen-te esa aguja, sino incluso una de mayores dimensiones. Completando la decoración del cimborrio y su espacio interior se encargó la pintura de los cuatro evangelistas para las pechinas, que se confeccionaron, como las pin-turas del altar mayor, sobre hojas de estaño98.

La nueva imagen del recién restaurado cimborrio se veía acompañada por las pinturas de la capilla mayor de la catedral, bajo la dirección de Miquel Alcanyiç, Felipe Porta, Berenguer Mateu, y participando con igual paga de 6 sueldos, aunque en mucha menor medida Gonçal Peris sarrià, García sarrià, Francesc Mayso, Arnau Gassies, Berenguer Mateu y Joan Este-

ve99. La colocación en febrero de 1432 de la nueva clave del altar mayor, sustituyendo la antigua, y con-feccionada por los imagineros-escultores Joan Çanou y Mateu Job, bajo la supervisión de Martí Lobet que diseñó la imagen principal de la Virgen, debió ser la culminación de una obra proyectada por el cabildo desde hacía tiempo100.

95 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1436-1437, fol. XXXv. «Dimecres, 1 de decembre. Obraren en la dita obra per a ensaiar e traçar la agulla que los honorables senyor de capitol manaren fer per al cembori per a que.s metés enmig hun penell: Primo en Johan Amorós, mestre, en Berthomeu Andreu, fuster, Guillem Andreu». Inmediatamente se abonaron a estos maestros los materiales necesarios (fol. XXXr.- XXXIr.).96 ACV, Llibre d’obres de la catedral, 1479, 1436-1437, fol. XXXVv.97 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1436-1437, fol. XXXIIr. «Aquesta jornada per manament dels honorables senyors de capitol fiu muntar algunes homens esperts en la cosa per veure e senter si lo cembori passaria dany, ho affayn per la dita agulla quant hi fos mesa. E pujaren hi en Johan del Poyo, en Jachme Guillem, lo Vell, e en Goçalbo, maestres de obra de vila, en Johan Amorós, en Berthomeu Andreu, fusters, e en Vicent Çaera, perpunter, los quals tots concordatment digeren que sens lesio ne dany del dit cembori si podia metre bé la dita agulla de fusta, e encara major. E per lo treball que havien agut, fiu-los fer collacio e despenguí primo una lliura de confits de sucre, I sou, VI diners. Item vi cuyt, hun sou, VI diners. Es per tot--- III sous». Hemos de tener en cuenta que para la construcción y montaje de la aguja y su veleta se compraron dos tirantes al mercader Miguel Giner de 38 palmos, es decir, de más de 8 metros de altura. En 1462 se inciaron los trámites para confeccionar otra nueva espiga (SANCHIS SIVERA, J. 1909, pp. 199-200).98 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1435-1436, fol. XVIIIr.99 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1432-1433, fol. 37r., y ss.100 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1431-1432, fol. 47r.-49r. La clave realizada en madera de álamo contenía la imagen de la Virgen María, y estaba rodeada por una especie de chambrana calada. Los escultores percibieron un salario de 4 sueldos y 6 dineros diarios respectivamente. La clave fue pintada por García Sarrià, sobrino de Gonçal Peris, recibiendo por su trabajo la elevada cantidad de 400 sueldos, y dorada con cientos de panes de oro de gran calidad comprados al batifulla Vicente Boni (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1432-1433, fol. 35v.-36r.).

Cimborrio de la catedral de Valencia. Vista exterior. Fotografía de P. González.

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obras menores: capiLLa de san vicente, Librería nueva, y portaL de Los apóstoLes

según la tradición la capilla de san Vicente Mártir, situada en la plaza de la Almoina, era el lugar donde fueron aprisionados san Vicente y san Valero101. Vinculada a la sede catedralicia, en 1427 se contrató a Martí Lobet la construcción en esta capilla de un apitrador, o antepecho, la colocación de un nuevo pavimento y algunos bancos. Las obras comenzaron alrededor del 18 de julio de 1427102, fechas en las que posiblemente debió firmar un contrato que no hemos encontrado, por el que el 29 de julio de 1430 percibió la cantidad de 100 florines de oro (1.100 sueldos), sin que sepamos si se trataba de una cantidad mayor103. Como parece ser una tónica habitual en la práctica de Martí Lobet, en diciembre de 1428 estaba dibujando las plantillas que servirían para la talla de las piedras del apitrador, que serían talladas por el carpintero Bertomeu Abat104. Los libros de fábrica, además, traslucen la progresiva llegada de piedra y la compra de material para su construcción, pero también algunos suministros más relevantes, como las cargas de piedra de dos tallapiedras, Joan sánchez y Petit Moro, que debían ser las que conformarían el apitrador de la capilla105. El pavimento se confeccionaría con piedra oscura procedente de Benidorm. La culminación de la decoración interna de la capilla la conformarían las rejas colocadas en las ventanas106, y las claves de

piedra de Benidorm y gárgolas confeccionadas por Joan Lobet, ‘el Joven’107.

Tras el traslado de las campanas del antiguo campa-nario al nuevo, o Miguelete, la vieja librería y fosar anexo iniciaron un proceso de grave deterioro. En julio de 1430 los trabajos se centran en la repara-ción de la canal del agua, ciertas obras de los carpin-teros Joan y Gabriel Amorós, además del derrumbe del puente que conectaba con el palacio arzobispal, que se recomendó construir de nuevo a doble ladri-llo108. Tras las tareas de reparación del cimborrio, a mediados de 1433 se toma la decisión de construir un nuevo edificio que albergase en la planta baja un almacén de pertrechos de la obra, y en la primera planta la nueva librería109. se terminan de eliminar los restos del antiguo fossar, o cementerio, se com-pran materiales, entre los que se señalan cordeles de esparto para «senyalar los dits fonaments», y se prepara el espacio para la nueva edificación. Tras las obras de demolición del antiguo cementerio, que ya debía encontrarse en una situación bastante lamen-table, por el progresivo saqueo y utilización de pie-dra en otros espacios catedralicios, es en 1438-1439 cuando se documentan las obras más significativas de la librería: la compra de nuevas jarras rotas de ce-rámica para relleno de la bóveda, las piedras para la columna entorchada, las ventanas de corbes, o los arcos perpiaños110. El jueves 23 de octubre de 1438 se cubrió la bóveda, por lo que el cabildo invitó a

101 SANCHIS SIVERA, J. 1909, op. cit., pp. 485-486. Para esta capilla Gabriel Martí pintó un retablo de san Vicente y san Valero en 1417, por encargo del canónigo Pere Guitardi. Uno de los últimos estudios, con bibliografía anterior de los mismos autores: SORIANO SÁNCHEZ, R. y SORIANO GONZALVO, F. San Vicente Mártir y los lugares Vicentinos en Valencia, Ajuntament de València, Valencia, 2001.102 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1428-1429, fol. 23r. «E continuant la obra de la capella de sant Vicente, la qual començam a obrar en l’any pasat, divendres a XVIII de juliol any M CCCC XXVII…». Hemos buscado el contrato de la obra en esos años, pero no lo hemos encontrado. 103 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1430-1431, fol. 22v. «Item mes pos en date los quals a XXVIIII de juliol de l’any damunt dit pagui an Martí Lobet, maestre de la obra de la seu, cent florins per lo preu dels quals ell sera obligat fer l’apitrador, pahiment, e banchs sobre la capella de sant Vicent segons consta en lo contracte fet entre l’onorable capitol e lo dit en Martí Lobet, maestre--- MC sous».104 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1428-1429, fol. 36r.-v. Se compraron al carpintero Jacme Monçó dos hojas de madera de pino para confeccionar las plantillas, que posteriormente fueron talladas por Bertomeu Abat durante tres días. La semana del 22 de marzo de 1429 se compraron dos hojas anchas de madera de plantillas para el apitrador de la capilla para el maestro Lobet, al carpintero Francesc Oliver (fol. 47v.).105 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1428-1429, fol. 24bis, r. Para este nuevo apitrador volvieron a utilizar la exitosa solución de confeccionar un andamiaje calado que, sin duda, facilitaría la elaboración y montaje de las diferentes partes.106 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1428-1429, fol. 26r. Sabemos que tenía, al menos, una ventana grande y otra pequeña, correspondientes a la vidriera pequeña y a la grande que se citan. 107 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1428-1429, fol. 40v., 44r. El 2 de febrero de 1429 Joan Lobet aparece cobrando 20 florines por el precio de 6 piedras de Benidorm para las claves y gárgolas de dicha capilla de san Vicente. Y el 12 de marzo recibe 45 sueldos por diez días de trabajo en la confección de dos claves de bóveda, a razón de 4 sueldos y 6 dineros diarios.108 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1430-1431, fol. 23r.-28v. La documentación referente a la librería fue publicada por: TOLOSA, Ll. y FRAMIS, M. «La biblioteca de la seu de Valencia. documents de la seua construcció al segle XV» en La Ciudad de la Memoria. Los códices de la catedral de Valencia, Generalitat Valenciana, Valencia, 1997, pp. 265-285.109 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1433-1434, fol. 22r.-25r.110 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1438-1439, fol. XXVIIII v. Fue el propio Martí Lobet el que viajó a Paterna para comprar dichas jarras, y en el viaje encargar a los tallapiedras Petit Moro y Joan Sánchez las piedras para la columna entorchada (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1438-1439, fol. XXVIIIr., XXXIIr., XXXIIIv.).

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beber a los obreros111, aunque las labores y pagos en la zona de la cubierta no finalizan hasta julio-agosto de 1439. Las obras se compaginan con la confección de los ventanales y la escalera y, en marzo de 1439, con la decoración de la librería, encargada a Bertomeu Peris, Joan Reixach y Pere Guillem, centrada en la preparación y pinturas de las cabezas en los capçals, o modillones de la cubierta112. El espacio de la antigua librería, cer-cana al fossar, por deseo del obispo Alfonso de Borja se destinó a capilla de san Luis obispo, la cual albergaría las reliquias del santo traídas por el monarca Alfonso V, según acuerdo del cabildo en 1437113.

Con la obra de la librería nueva y, sobre todo, con la confección de una columna salomónica en un

emplazamiento de saber y conocimiento, Lobet se incorporaba a las novedades arquitectónicas que se imponían en territorio de la Corona de Aragón. Era la primera vez que se empleaba en el reino de Va-lencia. El diseño de este tipo de columnas ya estaba presente en el mundo de la talla y la mazonería, y visible en algunos retablos de la época, a los que la profesión de Lobet no era ajena. Pero el referente ar-quitectónico más importante es el salón columnario de la Lonja de Mallorca (1423-1447), de Guillem sa-grera. La ciudad de Valencia era una urbe en expan-sión, y un enclave especialmente significativo para artistas, cuyo trabajo era valorado y apreciado, por lo que no resulta extraño encontrar a maestros concre-tamente mallorquines trabajando incluso en la pro-

111 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1438-1439, fol. XXXIr.112 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1438-1439, fol. XXXXIIIv., XXXXIIIIv. El año anterior se citaba a Gonçal Sarrià como uno de los maestros invitados al convite del maestro campanero de Langres, encargado de la construcción de las campanas Vicente y Manuel del campanario (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign-1479, 1437-1438, fol. 47v.). En dicho documento se indica «en Goçalbo Sarrià, pintor, ab alguns de sa casa», lo que alude a la existencia de otros pintores como es el caso de García Sarrià, o Bertomeu Peris, y al que ahora documentalmente podría añadir a Joan Reixach. Confirmaría una sospecha estilística que recorre durante años el estudio y trayectoria de Joan Reixach.113 SANCHIS SIVERA, J. 1909, op. cit., pp. 267-270. ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1438-1439, fol. XXv.-XXIIr.

Maqueta del interior de la librería, catedral de Valencia. Columna entorchada de la librería de la catedral de Valencia.

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pia catedral. Tal es el caso de Juan sagrera, familiar de Guillem Sagrera. Pero, quizás, más significativa por la cercanía con Lobet sea la presencia en octubre de 1428 de un maestro llamado Verguer, procedente de Mallorca, que permaneció durante 4 días junto al maestro Martí Lobet, por los que percibió 6 sueldos diarios. Aunque se desconocen más noticias del ci-tado maestro mallorquín, existe un tal Joan Verger, maestro de obras de Narbona, trabajando en 1391 en el patio central de la casa de la ciudad de Barcelona, que puede tenerse en cuenta, pero, sin duda, tanto su procedencia, como el salario nos hablan de un arqui-tecto de experiencia, y de una práctica más frecuente de lo que pensamos114.

Como maestro de obra de talla, y en relación con obras de escultura, se encarga de la reparación de las figuras de los apóstoles y los santos de los extremos sisto y Lo-renzo, Valero y Vicente, concretamente en manos, pies, y atributos, entre otros detalles, del portal de los Após-toles de la catedral de Valencia en septiembre de 1431,

en los que también participa su hijo Joan Lobet. E igual-mente colabora en los sucesivos cambios necesarios en el andamiaje que los pintores requerían para la pintura del portal115. En 1432 canceló el contrato de tres ánge-les que debía confeccionar para la parte superior de la puerta de la primera sala de la cuarta torre del palacio real viejo, que estimó en 1.815 sueldos116. La causa fue quizá los trabajos emprendidos en el cimborrio que de-bieron ocupar gran parte del tiempo y obligaciones del maestro. No ocurrió lo mismo cuando años más tarde, el 27 de febrero de 1438, el cabildo le encargó la con-fección de dos ángeles para la parte superior del coro117. Los ángeles que debían ser bien tallados, insistiendo en su buena caracterización, seguirían un modelo en papel confeccionado por el mismo Andreu García, un canó-nigo especialmente vinculado con el mundo artístico, por el precio de 24 florines. Igualmente sabemos que en 1436 se le encargó una imagen de santa Marta para la capilla homónima del coro, que no llegó a finalizar y que posteriormente confeccionaría Antoni Dalmau118.

Además de las grandes empresas, también consta su labor en pequeñas reformas y construcciones efíme-ras, que constituían el día a día de la fábrica de la seo: en 1430 confeccionó un catafalco para la fiesta del Domingo de Ramos119; entre los meses de julio y agosto de 1434 y hasta finales de junio de 1435 renovó el pavimento del altar mayor, la girola y sus capillas radiales, para el que empleó la mejor piedra azul de la zona de Morvedre120; reparó el pilar cen-tral de la casa de los piquers, situada cerca del portal de los Apóstoles, que albergaba el material y herra-mientas de las obras catedralicias121; se encargó de subsanar los pilares de madera de los dos órganos, el mayor y el menor, en 1434122. E, incluso, trabajó en la casa de uno de los canónigos, Nicolás Conill, ar-

Portal de los Apóstoles, catedral de Valencia. detalle. Fotografía de P. González.

114 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1428-1429, fol. 30v. Sobre su posible identificación: BESERAN I RAMÓN, P. «La casa de la Ciutat de Barcelona» en L´Art Gòtic a Catalunya. Arquitectura III, Enciclopèdia Catalana, Barcelona, 2003, p. 186. En la misma línea de participación en las obras o de estudio puede tenerse en cuenta la visura de las ventanas del maestro Carlí en 1429; y con propósitos diferentes, el viaje de Bertomeu Gual, con su carpintero, para ver el cimborrio de la catedral de Valencia en 1418.115 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1431-1432, fol. 22v., 31r.-32r., 34bis. La colaboración del escultor Joan Lobet se centró en la reparación y la mejor sujeción de las esculturas de los apóstoles, santos y ángeles músicos de portal. SANCHIS SIVERA, J. 1909, pp. 53-66.116 SANCHIS SIVERA, 1924, op. cit., pp. 19-20. Se trata de una cantidad muy considerable, equivalente, por ejemplo, a un retablo.117 SANCHIS SIVERA, 1924, op. cit., pp. 17-29.118 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1436-1437, fol. XXXIIIv. Fue precisamente con esta escultura de santa Marta cuando aparece dentro del escenario de las obras de la catedral Antoni dalmau (fol. 31v.). Noticia publicada por: SANCHIS SIVERA, J. 1924, op. cit., p. 21.119 ACV, Notari Jaume MONTFORT, sign. 3658 (1421-1431). 29 de julio de 1430. Se le abonó la cantidad de 55 libras.120 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1434-1435, fol. 28r.-37v. Las obras del nuevo pavimento se sucedieron hasta el 27 de junio de 1435. El maestro Martí Lobet, junto a su discípulo Pere Enguera, fue enviado a Morvedre para discernir y elegir la mejor piedra azul de la zona, que finalmente encargó a Martí Conejos, posiblemente padre de Joan Conejos, discípulo de Lobet. Los pagos nos indican que Conejos talló un total de 230 piedras de dos palmos y medio de largo y un palmo y medio de ancho, a razón de un sueldos y tres dineros la pieza.121 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1434-1435, fol. 25v.-26v. Estuvo ayudado principalmente por su discípulo Pere Enguera.122 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1434-1435, fol. 25r.

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chidiácono y miembro de la curia pontificia de Avi-ñón y Roma123. Y se ocupó de visurar la realización de dos candelabros altos para la capilla trasera del altar mayor al imaginero-escultor Garcia Rimio, o Rimyo, al que juzgó el abono de 51 sueldos124. La estrecha co-laboración con los canónigos y cabildo le garantizaba su confianza, la cual está en la base de las obras de re-construcción del cimborrio, o el derrumbe del puente o pasaje de la librería con el palacio arzobispal, que recomendó confeccionar con ladrillo doble125.

la maestría de martí Lobet:sus coLaboradores y saLarios

La contratación del apitrador o antepecho a Martí Lobet está en relación con otras obras confeccionadas en la catedral y encargadas a artesanos diferentes del maestro de la fábrica de la seo. Por ejemplo, Jaume Esteve con-trató el portal del coro; Pere Torregrosa la confección de la capilla de san Juan Bautista; diversos orfebres, entre ellos Pere Bernés y Bertomeu Coscolla, realizaron el re-tablo de plata del altar mayor; la familia de carpinteros Amorós se ocupó del trabajo en madera; mientras que el obrador de Gonçal Peris de los encargos pictóricos. La aparición de Martí Lobet en 1417 es al servicio de las obras de la seo y bajo la dirección de Pere Balaguer. Lobet, citado como maestro de la mazonería, colabora con sus conocimientos en aquellas empresas o detalles para los que se encontraba especialmente capacitado, siendo el último cuerpo del campanario la primera toma de contacto y prueba para futuras colaboraciones.

Parece que, al contrario de lo que sucede en otras fábri-cas de catedrales de la Corona de Aragón, en las que se valora especialmente la llegada de un maestro proce-dente de otra ciudad, desde finales del siglo XIV y gran parte del siglo XV, el cabildo catedralicio confió la suce-sión de las obras de la catedral a alguno de los oficiales del maestro mayor, y, por tanto, a alguien de su estima.

Joan Franch, maestro de obras de la catedral desde 1381 y hasta 1399, tuvo como miembro de su obrador a Joan Lobet, y a Pere Balaguer, y ambos arquitectos le sucedie-ron a cargo de la fábrica catedralicia. La trayectoria de Martí Lobet en Valencia es la de maestro, algunas veces independiente, pero siempre en colaboración con Pere Balaguer, y por supuesto, discípulo de otro maestro de la catedral, su padre. Antoni Dalmau llegó poco antes de la muerte de Martí Lobet, debió de hacer valer su tra-bajo, y en menos de un año fue maestro de obras de la catedral. La aparición de Francesc Baldomar dentro del panorama valenciano plantea más problemas, pero no hay duda del vínculo que estableció Pere Compte tan-to con los arquitectos Francesc Baldomar y Antoni Dal-mau, maestros de la seo, y posiblemente maestros suyos. salvo contadas ocasiones el cabildo atrajo la presencia de maestros foráneos para sus empresas. Podemos ha-blar de Nicolás Florentino o de Paolo de san Leocadio y Francesco Pagano, cuya experiencia, además de ser sometida a un examen, no siempre tuvo los resultados esperados por los canónigos. Significativas razones que, unidas a la alta calidad desarrollada por los arquitectos y sus oficiales en Valencia, pudo propiciar esta endoga-mia ciertamente exitosa, y sin posibilidad de fracaso126.

Los resultados del binomio Lobet-Balaguer pueden valorarse como positivos, no sólo por la confección del último cuerpo del campanario, sino por la distri-bución de tareas y la colaboración mutua que existió entre ellos; Balaguer como maestro arquitecto, y Lobet como escultor, especializado en la decoración mura-ria y diseño de tracerías y claraboyas. Una situación similar quizá pudieron tener Pere Balaguer y Bertomeu Coscolla en los años anteriores, como se comprueba en la visura del portal de coro, cuya confección a car-go de Jaume Esteve, fue considerada deslucida y poco acorde con la muestra en pergamino que acaso pudo haber realizado Coscolla, aportada en la firma del contrato en 1415127. Bertomeu Coscolla, activo desde

123 ACV, Protocolo de Jaume MONTFORT sign. 3659 (1432-1442). 20 de octubre de 1434. Nicolás Conill fue curial de Benedicto XIII y luego de Martín V, e importante miembro de la curia pontificia. Alrededor de 1434-1435 se instala en Valencia, motivando el grave pleito que interpuso para disponer, como arcediano mayor de la seu, de la primera silla del coro, generalmente destinada al obispo (Sobre la disputa y trayectoria de Nicolás Conill: MILIAN BOIX, M. «Nicolás Conill: un valenciano en la corte de tres papas (1403-1439)» en Anthologia Annua, 17, 1970, pp. 11-132).124 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1438-1439, fol. XVIIIr. Pago fechado el 22 de noviembre de 1438.125 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1430-1431, fol. 23r. En las obras participaron tanto Joan y Gabriel Amorós, con su discípulo Joan, como el aprendiz de Lobet llamado Francoy.126 Sin duda, uno de los sucesos que puede demostrar la excelencia de los maestros y sus obras, y el auge que demostró la ciudad a lo largo del siglo XV fue la consulta del río Ter en Gerona. GÓMEZ-FERRER, M. y ZARAGOZÁ, A. Pere Compte. Arquitecto, Generalitat Valenciana, Valencia, pp. 26-29, 36. 127 En el contrato entre el cabildo y Jaume Esteve se alude en varias ocasiones a la muestra confeccionada en un pergamino grande del portal que debía ser reproducido por Jaume Esteve. La muestra que no se ha conservado, se indica que aún no estaba terminada y que se conservaría en la sacristía de la catedral. Aunque el contrato no indica el autor de la muestra, parece bastante probable que fuera el orfebre Bertomeu Coscolla, el cual había confeccionando el retablo de plata de la catedral de Valencia. Contrato y visura publicados por: SANCHIS SIVERA, J. 1924, op. cit., pp. 5-9.

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1373 como maestro orfebre al servicio de la cate-dral de Valencia, debía ser un diestro dibujante, con la capacidad para diseñar y confeccionar, además de relicarios, la escultura de la Virgen del retablo de plata de la catedral de Valencia, para clientes como la Catedral, o la propia monarquía128. Debió falle-cer entre 1427 y 1430, lo que hizo que la presencia innovadora de Lobet desde 1417 significase la lle-gada de un maestro de orígenes valencianos con la capacidad para el dibujo y la creación de esquemas decorativos, además, evidentemente, del trabajo de la talla, como confirman sus viajes a las canteras al inicio de cada una de sus grandes empresas.

Posiblemente uno de los datos más significativos de la trayectoria de Lobet fue el pago de 110 sueldos por el dibujo del antepecho y aguja del campanario y del retablo mayor de la catedral en 1424. Nos interesa especialmente el diseño que pudo confec-cionar para el retablo mayor, para el cual poco des-pués compró madera129. La tarea encomendada a Lobet debió de consistir en un tipo de mazonería decorada que albergase el reducido retablo de pla-ta diseñado por Pere Bernés, y terminado de con-feccionar, y abonar, a Bertomeu Coscolla en esos mismos años130. se trataba de dotar de una mayor monumentalidad al conjunto, proporcionándole un guardapolvo o marco decorativo que realzase sus dimensiones y protagonismo dentro del altar mayor. Esta empresa, tan delicada y de especial significa-do, debía ser encargada, evidentemente, al mejor escultor de la catedral en ese momento. En la mis-ma línea están los ángeles que confeccionó para el coro, que acompañarían la imagen de la Virgen en un lugar especialmente visible, y que tendrían un especial protagonismo en las representaciones tea-trales de la Asunción.

La capacidad e imaginación desarrollada por Lobet a cargo de las obras de la catedral permitía alimen-

tar la piedad del fiel, pero también con sus elegan-tes diseños adentrarse en el mundo de la técnica y la innovación arquitectónica. El dato más claro es la columna entorchada especialmente dispuesta en el ámbito librario de la catedral, uno de los espa-cios destinados al conocimiento, que entroncaba con el mundo de la sabiduría del rey salomón. La apuesta por la modernidad no debió ser ajena a su obrador, puesto que su hijo Joan Lobet trabajó en la cubrición de la cruz cubierta del camino de Mislata con la talla de 5 claves, bajo la dirección de Joan Lobet131. Esta bóveda que se encuentra dentro de la órbita de la actividad de Joan del Poyo, que segura-mente ya las había empleado antes en el palacio de las Atarazanas de Valencia, confirma la adaptación y preparación de miembros de su obrador a las pri-micias arquitectónicas de la ciudad. La capacidad que demuestra, sobre todo en la confección de la columna entorchada, se hace eco de unas aptitudes que apenas han dejado restos visibles ni documen-tales, puesto que, a diferencia de otros maestros de la catedral de Valencia, su actividad se centra prin-cipalmente en el templo catedralicio, sin que haya-mos podido rastrear apenas otras empresas o clien-tes. Y parece que, como una excepción, únicamente es posible citar la contrata de unas arcadas en el claustro del convento de san Francisco de Valencia en 1430132.

Una prueba más de la alta consideración que el ca-bildo depositó en la maestría de Martí Lobet fueron los salarios que percibió durante toda su trayectoria. En 1417 recibía un estipendio de maestro de 5 suel-dos, comparable con el de los carpinteros Lluís, Joan o Gabriel Amorós en esos mismos años, tras largos años de servicio en la seo133, y que incluso llegó a aumen-tar a 5 sueldos y 6 dineros al iniciar los trabajos del antepecho calado del campanario134. Y, destaca, sobre todo el aumento salarial que obtuvo como maestro de obras de la catedral de Valencia de 2 sueldos y 9 dine-

128 En octubre de 1427 aparece vivo (APCPV, Protocolo de Andreu POLGAR sign. 23194 (1427). 17 de octubre de 1427), pero en 1430 ya había fallecido (SANCHIS SIVERA, J. «La orfebrería valenciana en la Edad Media» en Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, año XXVI, 1922, pp. 11-13). Sobre el retablo de plata de la catedral, y la escultura de la Virgen que parece fue la tarea principal encomendada a Bertomeu Coscolla: SANCHIS SIVERA, J. 1909, pp. 161-167. 129 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1425-1426, fol. 24r. «Item mes pos en data los quals a XVIII de novembre pagui an Johan Amorós, sis sous, II diners, los quals ell havia bestrets en fer portar ab hun carro una gran madera que estava en lo pati de les Magdalenes, la qual per manament del honorable capitol lo discret mossen Lois Civera havia comprada per ops del retaule, qui.s deu fer en l’altar major, ço es al carreter mig florí, e VIII diners, a dos homens qui ajudaren a carregar ,VI sous, II dineros».130 Un resumen sobre la dilatada historia del primer retablo de plata del altar mayor de la catedral: SANCHIS SIVERA, J. 1909, op. cit., pp. 161-167.131 CARRERES ZACARÉS, S. 1927, op. cit. p. 98.132 ARV, Protocolo de Andrés JULIÀ (1430), sign. 1259. 27 de marzo de 1430. Publicado por: SANCHIS SIVERA, J. 1925, op. cit., p. 40.133 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, 1417-1418, fol. 36v. El salario de los hermanos Lluís, Joan o Gabriel Amorós dependía del trabajo que hiciese, pero variaba entre los 4 sueldos y 6 dineros, y los 5 sueldos (fol. 17v., 36v., y ss.). Los tres eran hijos de Lluís Amorós, padre, activo en la catedral desde, al menos, 1380. 134 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1424-1425, fol. 24r.-41r.

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ros, a 3 sueldos y 6 dineros135. Existía un acuerdo con-tractual establecido entre el cabildo y el maestro de obras Nicolás de Ancona en 1304 por el que percibía 2 sueldos y medio por día de trabajo, y una pensión anual de 50 sueldos con la obligación de trabajar en exclusividad para el obispo y cabildo catedralicio136. Un siglo después, en 1404, al desempeñar el mismo cargo se le asigna a Joan Lobet un estipendio de 2 sueldos diarios, una pensión de 15 dineros, pudiendo habitar en una de las casas de la catedral, y en el caso de iniciar otra obra que no fuera en la catedral debería contar con el beneplácito del obispo y cabildo137. En 1408 Pere Balaguer parece confirmar dichas capitu-laciones, pero con un salario diario de 2 sueldos y 9 dineros, además de la pensión que, si se mantiene, era de 15 dineros, y la vivienda. Nada más sabemos de los acuerdos establecidos entre el cabildo y los maestros de obras de la catedral durante la etapa de Pere Bala-guer, y gran parte de la dirección de Martí Lobet. Pero el 8 de agosto de 1438, el cabildo acuerda aumen-tar el salario de Martí Lobet a 3 sueldos y 6 dineros, suponemos que respetando el resto de prerrogativas. Además, en algunas ocasiones sabemos que el cabil-do le abona algún pago extra, por ejemplo en 1431 recibió 55 sueldos por unas tareas de reparación en el portal de los apóstoles, y la limpieza de los tejados y cimborrio138. Las razones de tal ascenso probable-mente se debían a los significativos servicios presta-dos, pero también a un progresivo aumento salarial de los maestros tanto de la ciudad, como de otros lugares de la Corona de Aragón. sin embargo, si comparamos estos salarios con los de otros maestros de obras, com-probaremos que la catedral no era especialmente ge-

nerosa; Pere Balaguer al servicio del municipio en las obras del portal de serranos (1392-1398) recibía un salario de 4 sueldos, que ascendió a 5 sueldos diarios, una casa donde vivir, además de las dietas y gastos de viaje, y gratificaciones en especie como unas telas de Flandes, llegando a recibir 4.400 sueldos más al final de la obra del portal139. Y aunque las variaciones de moneda se deban tener en cuenta, Bertomeu Gual, maestro de obras de la catedral de Barcelona en unas fechas similares a las de Lobet, recibía 4 sueldos dia-rios y 100 sueldos de gracia anualmente140. Razones que obligaban a los maestros a compaginar su activi-dad con otros encargos, generalmente al servicio de la Casa de la Ciudad, o del monarca, y que no se aprecia en la trayectoria de Martí Lobet. La importancia de tra-bajar como maestro de obras de la seo radicaba en el elevado prestigio y consideración social y profesional que conllevaba el cargo.

Otro de los aspectos que llaman la atención de la personalidad y trayectoria de Martí Lobet fue el gran número de discípulos que tuvo durante los 22 años que trabajó en la catedral de Valencia, y los colabo-radores u oficiales que le acompañaron. En 1417 ya consta la presencia de uno o dos discípulos, pero más significativos son sus colaboradores: Joan ‘lo Francés’, Anzelli ‘lo Alemany’, y un tal Gualter141. sus nombres se suceden tanto en las obras del último cuerpo del campanario como en el apitrador. Además de estos nombres debemos atender a otros que aluden a una procedencia igualmente foránea: Luis Roure142, Pere d´Alvernia, Pere soul, o Terry Alemany143. Aunque no hemos encontrado ningún contrato de aprendizaje, son

135 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1438-1439, fol. XXIIIIr. Miércoles, 8 de agosto de 1438. «En aquesta sobre dita jornada, de divendres a VIII d’agost de l’any M CCCC XXX huyt, fon prevehit per los molt honorables senyors de capitol que de aquí davant maestre Martí Lobet, maestre major de la seu, e qual similla altre maestre major de la seu que apres de ell en la dita maestria succehis, que axí com de abans les jornades que obrava en la obra de la seu, ultra les messions prenia per son jornal dos sous, nou diners, que de aquí davant agués de jornal cascun dia que obrara en la obra de la dita seu tres sous, sis diners. Consta de les dites coses ab acte publich reebut per lo discret en Jacme de Montfort, notari scriva del honorable capitol los sobre dits dia e any». deducimos que se mantuvo la pensión de 15 sueldos, así como la vivienda que sabemos tenía tanto Pere Balaguer (por cuyas obras de reparación en 1427 no quiso percibir ningún tipo de estipendio, ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1426-1427, fol. 25r.), como Martí Lobet, y seguramente su sucesor, puesto que en 1439 tras la muerte de Lobet se deciden hacer unas obras de reparación para el futuro maestro de la catedral que viniera a ocupar el cargo (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1439-1440, fol. 25v.). 136 SANCHIS SIVERA, J. 1925, op. cit., pp. 24-25.137 SANCHIS SIVERA, J. 1925, op. cit., pp. 30-33.138 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1431-1432, fol. 22v.139 Sobre una evolución de los salarios, y comparativas con otros maestros: SERRA dESFILIS, A. «El precio del saber: técnica, conocimiento y organización de la obra en la Valencia del siglo XV» en L´Edilizia prima della rivoluzione industriale, secc. XIII-XVIII, XXXVI Settimana di Studi, Istituto Internazionale di Storia Economia F. datini, Le Monnies, Florencia, 2005, pp. 710-721, especialmente pp. 712-713.140 CARRERAS CANdI, F. 1913, p. 28.141 La primera referencia de Joan ‘lo Francés’ y Anzelli, ‘lo Alemany’, es el 20 de noviembre de 1417 (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, año 1417-1418, fol. 38v.), y terminan en septiembre de 1419 (ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, año 1419-1420, fol. 26v.).142 Este Luis Roure firma como testigo el 9 de septiembre de 1418 en el acto de nombramiento de procurador de Martí Lobet, lo que parece aludir a un vínculo previo (APCPV, Pere FERRÁNdIZ, sign. 26790 (1418-19). 9 de septiembre de 1418). También se le documenta en las obras del palacio de las Atarazanas de Valencia en 1418, al servicio de Joan del Poyo (IBORRA, F. y MIqUEL, M. «La Casa de las Atarazanas de Valencia y Joan del Poyo» en Anuario de Estudios Medievales, 37/1, 2007, p. 405.143 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1477, 1417-1418, fol. 32r. A partir de julio de 1418.

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varios los discípulos o mozos que le acompañan: Joan Conejos (1424-1425)144, Pere Enguera (1434-1438), Goçalbet Guillem (1434), Antoni Gomar (1430)145, Françoy (1430)146, Joan Guillem (1430)147, Bernard (1430)148, Jaume Dezplà (1438)149. En un rastreo del nombre de sus mozos o discípulos se puede observar cómo tras un período de tiempo de aprendizaje vuel-ve a repetirse su nombre en este caso ya con el título de piquer, y bajo su maestría, como es el caso de Pere Enguera, uno de sus discípulos y oficiales entre 1434 y hasta su desaparición en 1438150. Joan Conejos, mozo en las obras del antepecho del campanario, debe de identificarse con el hijo del tallapedra Conejos, que aparece junto con su padre en el pago de la piedra de Benidorm para el pavimento azul y blanco de la catedral151. Otro de sus discípulos, al que es posible seguirle la pista, es Antoni Gomar, miembro de la fa-milia de escultores Gomar, posiblemente procedentes de Vimbodí (Tarragona), y activos entre Aragón y Ta-rragona. La primera referencia de Antoni Gomar es en las obras del coro del monasterio de Poblet, junto con el valenciano Bertomeu Cervera, entre 1424 y 1430. En 1430 trabaja en la catedral de Valencia como dis-cípulo directo de Martí Lobet, sin que tengamos más noticias hasta 1444 que, con su hermano Francesc, el autor de la estructura del retablo de la Verge dels Con-sellers para la capilla del Consell de Cent de Barcelo-na, participan en la confección del coro de la catedral de Zaragoza. En 1451 se le cita en Nápoles, en las obras de la capilla del Castelnuovo152.

concLusiones

Tras los estudios biográficos de los principales maestros de la catedral de Valencia del siglo XV: Pere Balaguer, Antoni Dalmau, Francesc Baldomar y Pere Compte, resultaba de obligada referencia el análisis de la figura de Martí Lobet, y su participación en las obras de la seu durante 22 años. La razón de esta diferenciación se debe a la capacidad que han tenido los maestros de obras de la catedral para combinar su actividad en otros enclaves; erigiéndose en arquitectos capaces de

responder a problemas de ingeriería hidráulica, o de enfrentarse a complejas y organizativas empresas que requerían de una dirección tenaz e inteligente, lo que ha hecho que los investigadores pudiéramos rastrear-los en diferentes archivos históricos. Mientras, la abso-luta fidelidad de Lobet a la fábrica valentina lo man-tenía, desde un punto de vista historiográfico, como un maestro de transición. La apertura del archivo de la catedral de Valencia ha permitido desvelar los trabajos emprendidos por Lobet, y atribuirle documentalmente la aparición de un nuevo y rico vocabulario ornamen-tal, vinculado al desarrollo del gótico internacional en el reino de Valencia.

Martí Lobet, hijo del maestro de obras de la catedral de Valencia, Joan Lobet, se formó como tallapiedra y escultor, y durante su estancia de formación en Bar-celona estableció un contacto estilístico y profesional con los principales escultores renovadores del voca-bulario estilístico del gótico internacional, que se tra-dujo en la presencia de algunos de estos maestros en la urbe, y en la continuidad de este vocabulario en Va-lencia. Rodeado de escultores franceses y alemanes, además de otros catalanes, conocedores y continua-dores de la herencia dejada por Arnau Bargues y Pere sanglada en Barcelona, la actividad de Martí Lobet fue la de un escultor-arquitecto con capacidad para dise-ñar y trazar ventanales, portadas, fachadas o rediseñar campanarios y cimborrios, jugar con los volúmenes de claraboyas ciegas y caladas, apoyándose en una rica ornamentación de tracerías y esculturas con exquisitos y extraordinarios resultados. A partir de las conexiones que estableció con el mundo de la orfebrería, el dibu-jo y la escultura, el cargo de maestro de obras de la catedral le permitió abogar por la introducción de las novedades que más tempranamente se hicieron eco en estas disciplinas, abriendo discretamente el cami-no de la traza y montea, y el elegante uso de la es-cultura como elemento decorativo en la arquitectura monumental, cuando anteriormente Valencia había carecido de maestros escultores con la capacidad de obtener resultados de calidad.

144 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1424-1425, fol. 26v.145 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1430-1431. fol. 17r.146 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1430-1431, fol. 26v.147 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1430-1431, fol. 26v.148 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1478, 1430-1431, fol. 28v.149 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1438-1439, fol. XXIIIIr.150 Pasando su salario de aprendiz de un sueldo y 9 dineros, al de piquer de 3-4 sueldos.151 ACV, Llibre d’obres de la catedral, sign. 1479, 1434-1435, fol. 28r., 37v. (21 de abril de 1435).152 LÓPEZ IBORRA, L. «Macià Bonafé i altres tallistas del segle XV» en L´Art Gòtic a Catalunya. Escultura II, L’Enciclopèdia Catalana, Barcelona, 2007, pp. 196-199.