mallol (2011) —uao pertrechos transitorios para la investigación en diseño

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Pertrechos transitorios para la investigación en diseño Miquel Mallol Esquefa PhD. Barcelona Cali. Agosto 2011 El presente texto corresponde a una revisión y ampliación académica de la conferencia leída en la Universidad Autónoma de Occidente, en Cali, el 18 de agosto del 2011. A pesar de estos cambios se ha querido conservar en su redacción el estilo ágil que exige la comunicación verbal directa para que prevaleciera el carácter de provisionalidad, hoy por hoy todavía indispensable en la argumentación de los contenidos de la metodología de la investigación en diseño. Introducción Mi primera especialidad de investigación fue la metodología. Pero, no se traba de metodología de investigación, sino directamente metodología de diseño. Era una época (final de los años 60) en la que la metodología del diseño guardaba en el interior la esperanza de poder dar, por fin, una determinación del diseño: el diseño sería una forma de proceder determinado del proyectar artefactos de uso de la vida cotidiana para la producción industrial. Fue la época de los grandes metodólogos: Rittel, (Rittel, Horst W. J.; Webber, Melvin M.; 1969) Archer (Archer, Leonard Bruce ; 1963/1964), Jones (Jones, John Christopher; 1959), Alexander (Alexander, Christopher Wolfgang John ; 1963) y los estímulos que llegaban, tarde pero llegaban, de los debates de la Escuela de Ulm. Pero, poco a poco esta esperanza de determinación del diseño se fue convirtiendo en simple normativismo procedimental: miles de métodos se publicaron con la delirio de automatizar procesos y, en definitiva convertir al diseño en no algo determinado sino algo cerrado, acallado, muerto diría, en la inconsciencia automática. En vano los estudios sobre procesos de diseño basados en los procesos reales intentaron resucitar esta especialidad (Donald Schön (Schön, Donald A. ; 1983), Bryan Lawson (Lawson, Bryan; 1980-1997-2001)) a base de ofrecer experiencias proyectuales y pedagógicas efectivas como arquetipos de lo que ocurre en el proceder del diseñar. La metodología ya no poseía en su interior la esperanza inicial: ya sabíamos que los procederes encierran su lógica en sí mismos y que lo que ocurre en realidad es complejo y a menudo sin seguir ningún hilo de coherencia: no hay mojones en los caminos, el proceder del diseño es casi siempre selvático. Pero aprendimos algo más. Que la ilusión por el método tenía, además de una legítima esperanza por comprender esa nueva actividad que acababa de nacer, —y todavía permanecía en meros pañales teóricos—, otro deseo más mundano: ser reconocido entre las actividades de prestigio de las sociedades modernas y desarrolladas. En la Europa occidental y en Estados Unidos casi todo el mundo

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Algunos criterios básicos y ejemplos para la reflexión metodológica en la investigación en diseño.

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         Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño    Miquel  Mallol  Esquefa  PhD.    Barcelona  -­‐  Cali.  Agosto  2011      El  presente  texto  corresponde  a  una  revisión  y  ampliación  académica  de  la  conferencia  leída  en  la  Universidad  Autónoma  de  Occidente,  en  Cali,  el  18    de  agosto  del  2011.  A  pesar  de  estos  cambios  se  ha  querido  conservar  en  su  redacción  el  estilo  ágil  que  exige  la  comunicación  verbal  directa  para  que  prevaleciera  el  carácter  de  provisionalidad,  hoy  por  hoy  todavía  indispensable  en  la  argumentación  de  los  contenidos  de  la  metodología  de  la  investigación  en  diseño.      Introducción    Mi  primera  especialidad  de  investigación  fue  la  metodología.  Pero,  no  se  traba  de  metodología  de  investigación,  sino  directamente  metodología  de  diseño.  Era  una  época  (final  de  los  años  60)  en  la  que  la  metodología  del  diseño  guardaba  en  el  interior  la  esperanza  de  poder  dar,  por  fin,  una  determinación  del  diseño:  el  diseño  sería  una  forma  de  proceder  determinado  del  proyectar  artefactos  de  uso  de  la  vida  cotidiana  para  la  producción  industrial.  Fue  la  época  de  los  grandes  metodólogos:  Rittel,  (Rittel, Horst W. J.; Webber, Melvin M.; 1969) Archer  (Archer, Leonard Bruce ; 1963/1964),  Jones  (Jones, John Christopher; 1959),  Alexander  (Alexander, Christopher Wolfgang John ; 1963) y  los  estímulos  que  llegaban,  tarde  pero  llegaban,  de  los  debates  de  la  Escuela  de  Ulm.  Pero,  poco  a  poco  esta  esperanza  de  determinación  del  diseño  se  fue  convirtiendo  en  simple  normativismo  procedimental:  miles  de  métodos  se  publicaron  con  la  delirio  de  automatizar  procesos  y,  en  definitiva  convertir  al  diseño  en  no  algo  determinado  sino  algo  cerrado,  acallado,  muerto  diría,  en  la  inconsciencia  automática.  En  vano  los  estudios  sobre  procesos  de  diseño  basados  en  los  procesos  reales  intentaron  resucitar  esta  especialidad  (Donald  Schön  (Schön, Donald A. ; 1983),  Bryan  Lawson  (Lawson, Bryan; 1980-1997-2001))  a  base  de  ofrecer  experiencias  proyectuales  y  pedagógicas  efectivas  como  arquetipos  de  lo  que  ocurre  en  el  proceder  del  diseñar.  La  metodología  ya  no  poseía  en  su  interior  la  esperanza  inicial:  ya  sabíamos  que  los  procederes  encierran  su  lógica  en  sí  mismos  y  que  lo  que  ocurre  en  realidad  es  complejo  y  a  menudo  sin  seguir  ningún  hilo  de  coherencia:  no  hay  mojones  en  los  caminos,  el  proceder  del  diseño  es  casi  siempre  selvático.  Pero  aprendimos  algo  más.  Que  la  ilusión  por  el  método  tenía,  además  de  una  legítima  esperanza  por  comprender  esa  nueva  actividad  que  acababa  de  nacer,  —y  todavía  permanecía  en  meros  pañales  teóricos—,  otro  deseo  más  mundano:  ser  reconocido  entre  las  actividades  de  prestigio  de  las  sociedades  modernas  y  desarrolladas.  En  la  Europa  occidental  y  en  Estados  Unidos  casi  todo  el  mundo  

 Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño                      Miquel  Mallol  Esquefa.                            Barcelona  -­‐  Barcelona-­‐Cali.  Agosto  2011.  

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tenía  o  tendría  en  poco  tiempo  frigoríficos,  automóviles,  estufas,  lavadoras,  centrifugadores  de  ensalada,  cepillos  de  dientes,  máquinas  herramientas,  etc.    Ya  casi  todo  el  mundo  podía  hacerse  su  tarjeta  de  visita,  su  cartel  luminoso,  su  catálogo  de  productos,  su  imagen  corporativa,  etc.    Era  necesario  contar  con  algo  más  que  la  quimera  del  progreso  tecnológico  constante  —ahí  el  diseño  poco  tenía  que  decir—  y  la  necesidad  de  cambiar  anualmente  de  estilo  de  imagen  pública  mediante  el  vestido,  el  modelo  de  coche  ,  los  colores  de  cosmética,  los  accesorios  de  vestir,  de  peinado,  etc.  no  parecía  establecer  profesiones  del  calado  intelectual  que  había  hecho  nacer  el  diseño.  Era  necesaria  otra  imagen  de  progreso,  que  fuera    prestigioso  y  formal,  como  el  famoso  progreso  científico,  inacabable  gracias  a  su  famoso  método  de  rigor  y  racionalidad.  Aprendimos  con  ello  que  el  "recurso  del  método"  (Carpentier, Alejo; 1974)  había  sido  una  propuesta  de  interés  para  las  necesidades  de  determinación  del  diseño,  a  pesar  de  haber  llegado  a  la  constatación  de  sus  límites;    pero  aprendimos  también  que  una  propuesta  tan  abstracta  como  ésta  no  tiene  acogida  si  no  se  disfruta  a  su  vez  de  una  imagen  aceptable  para  los  editores  y  publicistas.  Incluso  los  más  prestigiosos  congresos  internacionales  (ICSID)  se  organizaban  en  base  a  un  requerimiento  metodológico:  la  definición  —que  visto  actualmente  nos  pudiera  parecer  ridículo.  Se  trataba  frenéticamente  de  definir  universalmente  al  diseño,  en  una  especie  de  viejo  ejercicio  neoclásico  de  seguimiento  aristotélico  (11-­‐8-­‐2011  <http://www.icsid.org/about/about/articles31.htm>.  

Esta  es  ya  una  experiencia,  y  aunque  sólo  sea  como  reflexión  analógica,  algo  nos  podría  enseñar  respecto  a  lo  que  acontece  hoy  con  la  investigación  académica  del  diseño  y  sus  necesidades  de  determinación  metodológica.    

Los  que  desde  hace  mucho  hemos  deseado  que  la  academia,  las  escuelas,  las  universidades,  los  institutos  de  investigación,  acogieran  al  diseño  como  ámbito  específico  de  trabajo  deberíamos  estar  hoy  de  continuos  festejos.  En  todas  partes  se  habla  de  la  investigación  en  diseño:  en  las  universidades,  en  los  congresos  especializados,  todo  el  mundo  hace  investigación;  !se  debe  hacer  investigación¡.  El  diseño  se  afianzará  porqué  se  establecerá,  a  partir  de  la  investigación  rigurosa  su  cuerpo  específico,  su  temática,  sus  procederes,  sus  preocupaciones,  sus  sensibilidades.  En  vano  hacen  brillar  sus  canas  los  antiguos  popes  de  la  teoría  de  diseño  argumentando  que  la  investigación  es  lo  que  ellos  han  estado  haciendo  desde  siempre  y  que  son  precisamente  ellos  los  que  poseen  las  llaves  del  rigor  científico.  Hoy  ya  no  existen  autoridades  personificadas  (no  pueden  existir  si  estamos  hablando  verdaderamente  de  investigación)  que  muestren  el  camino  del  diseño  a  partir  de  una  teoría;  ahora  será  —  esta  es  la  ilusión  actual—  la  investigación  de  las  academias,  de  sus  esforzados  profesores  y  profesoras  que,  con  los  instrumentos  adecuados  pueden  prometer  el  progreso  en  la  determinación  del  diseño.  Por  supuesto,  si  no  se  precipitan  otra  vez,  —como  hicieron  aquellos  metodólogos  del  diseño  de  la  época  de  la  pasión  por  el  automatismo  definitivo—,  y  no  consideran  al  diseño  como  algo  ya  sabido  y  que  debe  estudiarse  solamente  como  si  de  mera  tecnología  se  tratase,  como  si  fuera  un  fenómeno  que  ocurre  ahí  fuera  en  la  relación  entre  objetos  y  usuarios  y  que  sólo  necesita  la  instrumentación  antropológica,  psicológica  o  sociológica  necesaria,  como  si  no  hubiera  nada  más  de  específico.  

 Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño                      Miquel  Mallol  Esquefa.                            Barcelona  -­‐  Barcelona-­‐Cali.  Agosto  2011.  

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1  -­‐  La  indeterminación  del  diseño  

Así  que  empezaré  este  breve  repaso  a  algunas  consideraciones  sobre  la  metodología  de  investigación  en  diseño  proponiendo  como  principio  metódico  —casi  debería  decir  "político"—    que  el  diseño  es  una  actividad  indeterminada.  

Bien  podría  aducirse  a  esta  decisión  que  si  es  indeterminada  debería  terminar  aquí  mi  charla.  ¿Como  estudiar  algo  que  no  sabemos  lo  qué  es?  

Creo  poder  defender  esta,  mi,  posición  por  dos  motivos.  En  primer  lugar,  muchas  investigaciones  sobre  algo  han  nacido  sin  saber  claramente  cual  era  su  objeto  de  estudio.  Y  no  me  refiero  sólo  a  los  Ovnis,  también  me  refiero  a  la  investigación  sobre  el  cáncer,  sobre  los  fenómenos  eléctricos  y  magnéticos,  a  la  misma  psicología,  a  la  sociología,  y,  por  supuesto  a  la  antropología,  esta  ciencia  a  la  que  su  objeto  se  le  escurre  persistentemente  entre  los  dedos  metodológicos,  listo  siempre  en  su  libertad  para  ser  aquello  que  no  ha  sido  previsto.  Además,  si  pensamos  hoy  sobre  los  grandes  campos  de  la  investigación  científica:  ¿quien  pondría  hoy  límites  decididos  entre  la  física  y  la  química;  entre  la  química  y  la  biología;  entre  la  biología  y  la  psicología;  entre  la  psicología  y  la  sociología;  entre  los  hombres  y  los  homínidos?  

En  segundo  lugar  porque  tampoco  es  cierto  que  no  sepamos  absolutamente  lo  que  es.  Aunque  Stephen  Hawking  haya  escrito  un  libro  sobre  el  «gran  diseño»,  ninguno  de  los  presentes  ha  creído  hoy  que  de  lo  que  aquí  se  hablaría  sería  del  "big  bang".  Sabemos  que  se  trata  de  los  objetos  de  uso  producidos  en  sociedades  industriales  actuales,  de  la  relación  con  esos  usuarios  como  tales,  pero  especialmente  como  hombres,  mujeres,  niños,  niñas,  colectivos,  instituciones,  sociedades,  culturas.  Sabemos  que  no  vamos  a  hablar  de  piedras,  a  no  ser  que  vayamos  a  sentarnos  en  ellas.  

La  indeterminación  del  diseño  es  la  primera  regla  metodológica  a  la  que,  a  mi  entender,  debemos  someternos.  Y  no  es  en  absoluto  una  cuestión  de  valor:  aquellas  actividades  proyectuales  que  tiene  bien  definidos  sus  briefings  y  sus  métodos,  sean  ingenierías  industriales,  de  comunicaciones,  de  gestión  empresarial  o  económica,  o  incluso  cualquier  otra  actividad  no  específicamente  proyectual  poseen  aquí  el  mismo  valor.  

Si  no  partimos  de  esta  regla,  que  sería,  de  hecho,  una  simple  regla  de  modestia  científica  ante  un  tema  marcado  por  la  perpetua  precariedad  de  la  teoría  sobre  lo  humano  y  la  cultura,  corremos  el  peligro  de  construir  métodos  para  estudiar  lo  que  ya  hemos  determinado  artificiosamente.  

Pero  es  más  que  una  regla  metodológica.  Es  una  característica  que  la  historia  del  diseño  viene  ejemplificando  una  y  otra  vez  a  partir  de  una  serie  exuberante  de  propuestas  distintas  para  su  realización:  ¿Quién  no  se  extraña  todavía  hoy  que  un  entendido  ebanista  empiece  a  jugar  con  listones  y  planos  coloreados  (Gerrit  Rietveld),  y  sus  extravagantes  resultados  tengan  tanta  influencia  posterior?;  ¿quien  no  se  pregunta  por  qué  motivo  un  minucioso  costurero  invente,  desde  la  experiencia  de  la  abstracción,  el  vestido-­‐escultura  (Cristóbal  Balenciaga)?;  ¿quien  

 Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño                      Miquel  Mallol  Esquefa.                            Barcelona  -­‐  Barcelona-­‐Cali.  Agosto  2011.  

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no  se  maravilla  del  invento  conceptual  de  las  tres  formas  fondo-­‐figura-­‐vida  para  la  unidad  de  comunicación  de  los  carteles  y  las  marcas  gráficas  (Milton  Glaser)?;  ¿quien  no  se  siente  motivado  a  reflexionar  seriamente  sobre  la  cultura  de  la  imagen,  después  de  observar  con  atención  algunos  de  los  carteles,  fotografías  y  marcas  corporativas  de  Stefan  Sagmeister,  llenos  siempre  de  una  ambivalencia  entre  imagen  y  materia?;  ¿cómo  se  puede  llevar  al  último  extremo  la  visión  topológica  de  la  cultura  si  no  es  en  la  propuesta  de  metodología  interdisciplinar  del  "bestiario"  de  Santiago  Ortiz?;  ¿quién  no  encuentra  en  Josep  María  Jujol  una  verdadera  propuesta  para  hacer  frente  a  la  actualización  del  último  gran  prototipo  de  cultura  del  barroco,  que  tanto  nos  une  a  Europa  y  Latinoamérica?;  ¿quien  no  admira  la  invitación  a  la  perfección  y  simplicidad  formal  como  símbolos  del  compromiso  en  la  cultura  de  David  Consuegra?;  ¿cómo  se  puede  entender  el  diseño  como  una  propuesta  de  escuela  —Bauhaus—  en  la  que  los  estudiantes  sean  capaces  de  comprender  y  afrontar  las  realidades  cambiantes  de  la  cultura,  hasta  el  punto  de  entender,  como  Friedl  Dicker-­‐Brandeis,  la  expresión  plástica  como  salvación  del  sentido  de  vida,  frente  a  la  barbarie  nazi  que  arremetió  contra  los  niños  judíos  de  Terezín  (Theresienstadt)?  

Decir  que  el  diseño  es  indeterminado  no  es  decir  que  es  algo  falto  de  interés,  insubstancial,  frívolo:  estos  ejemplos,  y  miles  que  seguro  que  se  nos  presentan  inmediatamente  a  la  memoria,  convierten  a  esa  indeterminación  en  un  motivo  más  —  o  justamente  el  motivo—  por  el  que  puede  valer  la  pena  la  investigación  en  diseño.  

El  motivo  de  su  aparición  —como  carga  de  inquietud  cultural  y  humanista  en  el  desarrollo  de  oficios  y,  especialmente  en  la  actividad  proyectual  de  las  sociedades  industriales—,  deberíamos  buscarlo  en  la  historia,  desde  las  primeras  formulaciones  de  Morris  hasta  la  actualidad,  en  su  constante  refundación.  La  indeterminación  del  diseño  expresa,  ante  todo,  que  debemos  aprehenderlo  en  la  singularidad  de  sus  resultados  y  teorías,  constantemente  en  actualización.  El  diseño  no  es  un  fenómeno  humano,  como  sí  lo  es  el  andar  erguido,  la  vida  en  sociedad,  el  lenguaje,  quizás  el  arte,  etc..  El  diseño  es  simplemente  un  acontecimiento  histórico,  circunstancial;  que  se  da  en  la  historia  y  contiene  historia,  que  nació  en  un  momento  y  que  seguramente  desaparecerá  en  otro  (si  es  que  no  lo  han  hecho  desaparecer  ya).  

 

2  -­‐  Una  simbiosis  de  construcción  social  mutua    

Lo  que  ocurrió  en  la  época  de  la  metodología  de  diseño  —y  que  no  acabo  de  entender  porqué  los  historiadores  del  diseño  parecen  haber  olvidado  casi  por  completo—,  puede  estar  sucediendo  también  en  ésta,  nuestra  época  de  la  investigación  en  diseño.  Podríamos  preguntarnos  porqué  precisamente  hoy  surge  de  forma  tan  generalizada  esta  inquietud  por  la  investigación.    

Esta  pregunta  no  es  nada  fácil  de  responder.  Y  no  lo  es  por  razones  metodológicas.  En  primer  lugar  porqué  nos  parece  tan  evidente  la  necesidad  de  dicha  investigación  que  casi  nos  atreveríamos  a  decir  que  es  natural  que  así  sea,  

 Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño                      Miquel  Mallol  Esquefa.                            Barcelona  -­‐  Barcelona-­‐Cali.  Agosto  2011.  

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diríamos  que  siempre  ha  sido  así,  aunque  fuera  sólo  de  forma  latente.  Aceptar  el  carácter  histórico  de  la  investigación  en  diseño  nos  parece  absurdo  porque  se  ajusta  a  nuestra  manera  de  percibir  la  realidad  o,  lo  que  es  lo  mismo,  se  ajusta  a  la  realidad.  En  segundo  lugar,  porqué  no  es  posible  ningún  distanciamiento  reflexivo  que  permita  situar  lo  que  hoy  ocurre  en  el  curso  de  la  historia;  no  hay  un  después,  una  otra  situación  posterior  al  hoy,  que  dé  sentido  al  presente.  En  resumen,  porqué  hoy  no  ocurre  nada;  todo  son  fenómenos  de  lo  que  evidentemente  existe.  

Continuando  con  la  visión  metodológica,  diríamos  que  lo  único  que  podemos  obtener  del  presente  provendría  de  estudios  críticos  de  casos  concretos,  como  aproximaciones  diseminadas.  La  contextualización  cultural,  social  y  política  que  estos  estudios  necesitan,  así  como  el  intento  de  encontrar  y  presentar,  sin  imposiciones  teóricas  previas,  su  pretendida  coherencia  intrínseca  dejarían  huellas  dispersas  que,  en  su  conjunto  podrían  sugerir  una  cierta  figura  unitaria.  

Por  ejemplo,  si  estudiáramos  los  criterios  de  renovación  actuales  de  los  planes  de  estudio  de  las  universidades  quizás  descubriríamos  —como  creo  haber  observado  yo  mismo—  un  cierto  proceso  de  abstracción  de  los  contenidos  que  se  van  a  impartir:  los  planes  docentes  se  parecen  demasiado  entre  distintas  facultades.  Y  no  sólo  abstracción,  sino  acentuación  de  la  enseñanza  de  las  mismas  habilidades  de  relaciones  públicas  y  de  presencia  en  medios  de  comunicación.  El  éxito  del  libro  de  Richard  Sennett  «El  Artesano»  se  debe,  quizás,  no  tanto  en  la  defensa  del  trabajo  minucioso  y  concreto  —al  bien  hacer—,  frente  al  menosprecio  de  la  industrialización,  sino  al  deseo  de  reconstrucción  pragmática  de  la  dignidad  del  hombre  público  (hombre  y  mujer,  debe  entenderse),  frente  al  espectro  autista  de  las  insignificantes  relaciones  sociales  del  "Facebook",  del  "Twitter"  y  de  las  fiestas  de  inauguración  con  gafas  de  sol.    

[es  curioso  aquí  recordar  como  Nigel  Cross  (Cross,  Nigel:  2005)  arremete  contra  lo  que  para  él  es  solamente  un  presunto  estudio  sobre  investigación  en  diseño  —  el  libro  "Design  Research",  de  Brenda  Laurel—  en  términos  que  parecen  corroborar  esta  idea.  Dice  en  su  crítica:  "parece  que  el  editor  de  este  libro  sea  un  fan  de  Star  Trek"]  La  investigación  en  diseño  sugeriría  aquí  que  hay  un  trabajo  a  hacer,  minucioso  y  concreto,  para  el  afianzamiento  del  diseño  como  cultura,  que  él  sólo,  en  su  desarrollo  práctico  habitual,  en  el  desconcierto  de  su  cotidianidad,  no  se  ha  bastado  para  obtener  la  consideración,  la  dignidad  pública,  de  unas  preocupaciones  y  inquietudes  que  hay  que  especificar  en  una  labor  progresiva,  como  la  ciencia.  

Pero  en  este  caso  hay  algo  más  que  la  imagen  de  rigor  perpetuo  de  la  ciencia.  Hay  el  soporte  de  la  imagen  institucional,  del  prestigio  de  cada  una  de  las  instituciones  académicas  universitarias  respecto  de  las  otras.  La  investigación  en  diseño,  y  más  concretamente  la  metodología  de  dicha  investigación  podría  ser  un  instrumento  de  la  imagen  corporativa  a  la  que  da  soporte  con  la  codificación  de  su  rigor  y  que,  a  su  vez,  es  reforzada  socialmente  a  través  de  la  presencia  y  prestigio  socio-­‐económico  de  cada  institución  académica.  

 Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño                      Miquel  Mallol  Esquefa.                            Barcelona  -­‐  Barcelona-­‐Cali.  Agosto  2011.  

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Y,  si  eso  fuera  cierto,  las  tendencias  de  investigación  actual  podrían  ser  objeto  de  estudio  en  este  sentido  de  aporte  de  consideración  social  para  la  especificidad  del  diseño.  Aparecerían  grandes  temas,  algunos  antiguos  pero  renovados  para  esta  finalidad.  Por  ejemplo:  estudios  sobre  procesos  proyectuales  —los  más  clásicos  y  conocidos—,  con  Nigel  Cross  a  la  cabeza  de  su  academización  en  la  Design  Research  Society;  estudios  de  crítica  como  los  "Looking  Closer"  de  Bierut;  los  estudios  de  historia,  con  Victor  Margolin,  Anna  Calvera,  Alain  Findeli,  etc.  y  los  congresos  de  la  Design  History  Society  o  del  International  Committee  of  Design  History  and  Design  Studies  (ICDHS);  estudios  de  plástica  (mal  llamada  "morfología"),  con  los  clásicos  como  Attillio  Marcolli  i  los  nuevos  estudios  de  Jean-­‐François  Renaud,  los  llamados  estudios  culturales,  todavía  en  desarrollo  y  con  poca  incidencia  en  el  diseño,  los  estudios  de  la  relación  entre  teoría  de  diseño  y  filosofía,  pudiendo  mencionar  distintas  corrientes,  desde  la  analítica  a  la  crítica  cultural;  estudios  tecnológicos,  que  abarcan  desde  el  estudio  de  las  artes  gráficas  tradicionales,  hasta  el  llamado  eco-­‐diseño;  los  estudios  sobre  la  significación,  como  por  ejemplo  el  estudio  de  las  interfaces  de  los  artefactos  y  la  operatividad  de  las  pantallas,  así  como  de  la  significación  plástica  en  general.  Todos  ellos,  quizás  con  excepción  de  los  meramente  historiográficos,  con  el  tenaz  objetivo  de  la  reconstrucción  constante  de  la  especificidad  de  los  conceptos  propios  del  diseño  como  actividad,  como  proceso  proyectual  específico.  

 

3  -­‐    La  lógica  de  la  investigación  y  los  procesos  efectivos  

Pero  para  conseguir  un  avance  en  esta  línea  general  de  investigación  en  diseño  es  necesario  ante  todo  plantear  lo  que  el  diseño  aporta  al  conocimiento.  Me  refiero  a  lo  que  Bruce  Archer  llamaba  "la  tercera  habilidad".  Con  esta  expresión  aparece  un  nuevo  campo  de  estudio  que  afecta  muy  significativamente  lo  que  podamos  hacer  en  la  investigación  en  diseño:  podría  ser,  probablemente  la  segunda  gran  lección  del  diseño  para  las  consideraciones  de  una  metodología  propia,  después,  por  supuesto  de  su  consideración  como  actividad  proyectual  indeterminada.  

Aunque  algo  largo,  creo  que  es  necesario  recordar  las  palabras  de  Bruce  Archer:  

Cuando  Sir  William  Curtis,  miembro  del  Parlamento,  hacia  el  1807,  inventó  la  frase  "Las  tres  habilidades»,  enfatizó  la  habilidad  para  leer  y  escribir  que  reflejaba  el  virtual  monopolio  que  había  tenido  la  iglesia  para  dirigir  escuelas.  Yo  tenía  una  tía-­‐abuela  ya  mayor  que,  cada  vez  que  se  mencionaba  la  frase  "Las  tres  habilidades»,  protestaba  enérgicamente.  Afirmaba  que  Sir  William  lo  había  hecho  todo  mal.  Las  tres  habilidades  eran:  

1.  Leer  y  escribir.  2.  Contar  y  calcular.  3.  Teoría  y  aplicación.  

Para  ella,  teoría  significaba  saber  cómo  son  hechas  las  cosas,  lo  que  nosotros  entendemos  por  tecnología;  aplicación  quería  decir  saber  cómo  hacerlo,  aquello  que  para  nosotros  es  la  técnica.  De  leer  y  escribir  sale  la  idea  de  alfabetización,  que  para  nosotros  significa  más  que  la  capacidad  para  leer  y  escribir.  Letrado  quiere  decir  ser  capaz  de  entender,  apreciar  y  evaluar  ideas  expresadas  mediante  las  palabras.  De  contar  y  calcular,  viene  la  idea  de  competencia  numérica,  lo  quiere  decir  poder  comprender,  apreciar  y  evaluar  las  ideas  expresadas  en  el  lenguaje  de  las  matemáticas.  El  rico  conjunto  de  las  Humanidades  fue  formado  a  raíz  de  la  capacidad  para  leer  y  escribir.  La  inmensa  estructura  de  las  Ciencias  se  formado  a  raíz  de  la  competencia  numérica.  Y  la  teoría  y  la  aplicación?  Es  importante  saber  que  el  inglés  actual  no  tiene  ninguna  palabra  o  expresión  paralela  

 Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño                      Miquel  Mallol  Esquefa.                            Barcelona  -­‐  Barcelona-­‐Cali.  Agosto  2011.  

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a  la  capacidad  para  leer  y  escribir,  y  para  la  aritmética,  que  signifique  entender,  apreciar  y  evaluar  las  ideas  que  se  expresan  mediante  hacer  y  actuar.  No  tenemos  ninguna  palabra,  equivalente  a  ciencia  y  humanidades,  que  signifique  la  experiencia  adquirida  de  la  cultura  material.  Sin  embargo,  la  producción  de  las  artes  prácticas  llena  nuestros  museos  y  galerías,  equipa  nuestras  casas,  construye  nuestras  ciudades  y  constituye  nuestro  hábitat.  La  antropología  y  la  arqueología,  al  intentar  conocer  y  entender  otras  culturas,  recogen,  al  menos,  tantas  muestras  de  arte,  de  edificios  y  de  artefactos  de  estas  culturas  como  de  su  literatura  y  ciencia.  A  primera  vista,  si  la  expresión  de  ideas  mediante  hacer  y  actuar  representa  un  aspecto  distintivo  de  una  cultura,  entonces  la  transmisión  de  la  experiencia  adquirida  del  aspecto  de  hacer  y  actuar  debería  representar  un  área  distintiva  en  la  educación  .  

¿Por  qué  razón  ha  sido  esta  habilidad  'teoría-­‐  práctica'  tan  poco  considerada  para  la  educación?  

No  vamos  ahora  a  responder  a  esta  pregunta:  probablemente  las  causas  son  muchas.  Pero  sí  vamos  a  recordar  una  forma,  precisamente  de  teoría  metodológica  de  la  ciencia,  de  cómo  y  porqué  se  ha  desestimado  este  saber  práctico.  Se  trata  del  célebre  texto  de  Karl  Popper:  La  lógica  de  la  investigación  científica.  

También  en  este  caso  necesitamos  mostrar  directamente  el  texto  que  nos  interesa:  

 

ELIMINACIÓN  DEL  PSICOLOGISMO  He  dicho  más  arriba  que  el  trabajo  del  científico  consiste  en  proponer  teorías  y  en  contrastarlas.  La  etapa  inicial,  el  acto  de  concebir  o  inventar  una  teoría,  no  me  parece  que  exija  un  análisis  lógico  ni  sea  susceptible  de  él.  La  cuestión  acerca  de  cómo  se  le  ocurre  una  idea  nueva  a  una  persona  —ya  sea  un  tema  musical,  un  conflicto  dramático  o  una  teoría  científica—  puede  ser  de  gran  interés  para  la  psicología  empírica,  pero  carece  de  importancia  para  el  análisis  lógico  del  conocimiento  científico.  

(…)  mi  opinión  del  asunto  —valga  lo  que  valiere—  es  que  no  existe,  en  absoluto,  un  método  lógico  de  tener  nuevas  ideas,  ni  una  reconstrucción  lógica  de  este  proceso.  Puede  expresarse  mi  parecer  diciendo  que  todo  descubrimiento  contiene  «un  elemento  irracional»  o  «una  intuición  creadora»  en  el  sentido  de  Bergson.  Einstein  habla  de  un  modo  parecido  de  la  «búsqueda  de  aquellas  leyes  sumamente  universales...  a  partir  de  las  cuales  puede  obtenerse  una  imagen  del  mundo  por  pura  deducción.  No  existe  una  senda  lógica  —dice—  que  encamine  a  estas...  leyes.  Sólo  pueden  alcanzarse  por  la  intuición,  apoyada  en  algo  así  como  una  introyección  («Einfühlung»)  de  los  objetos  de  la  experiencia».  

Pp.  31-­‐32  

Si  hacemos  caso  a  la  tía-­‐abuela  de  Bruce  Archer,  ¿qué  deberíamos  decir  del  texto  de  Popper?  

En  primer  lugar  que  está  haciendo  un  esfuerzo,  uno  más  de  la  historia,  para  situar  en  un  lugar  privilegiado  a  la  habilidad  del  cálculo,  puesto  que  las  reglas  formales  de  éste—las  de  las  matemáticas  y  la  lógica—son  las  que  van  a  justificar  en  último  término  incluso  las  expresiones  verbales  con  las  que  se  formulan  los  conocimientos  científicos.  Y,  sobre  todo,  que  cree  que  le  basta  el  principio  de  autoridad  "mi  opinión  del  asunto  —valga  lo  que  valiere—",  para  no  sólo  negar  una  cuestión  de  método,  sino  para  negar  incluso  las  posibilidades  de  "reconstrucción  lógica".  Pero,  como  decía  la  tía-­‐abuela,  Popper  "lo  ha  hecho  todo  mal",  porqué,  incluso  para  desdeñar  el  poder  legitimador  de  las  habilidades  teórico-­‐prácticas,  ha  necesitado,  aunque  sólo  sea  como  conjetura  vergonzosa,  formular  la  existencia  de  

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una  "etapa  inicial",  de  que  hay  «elementos  irracionales»,  o  de  que  existen  soportes  teóricos  básicos  (imágenes  del  mundo,  según  la  expresión  de  Einstein).  

Consienten  un  presunto  misterio  de  la  intuición,  antes  que  conceder  algo  de  racionalidad  en  el  saber-­‐hacer.  Y,  a  pesar  de  ello,  en  su  mismo  hacer  no  pueden  evitar  dicho  margen  racional.  

Pues  bien,  precisamente  esto  —el  interés  de  la  investigación  sobre  procesos  de  elaboración  y  la  crítica  de  sus  posibilidades  legitimadoras—  es  una  de  las  herencias  que  ya  ha  dejado  la  investigación  sobre  el  diseño  cuando  era,  casi  exclusivamente,  investigación  metodológica  sobre  el  proceso  proyectual.  

Existen  dos  opciones  para  plantear  la  investigación  científica.  Una,  la  tradicional,  limitada  en  formular  procesos  lógicos  a  los  que  la  expresión  del  resultado  de  las  investigaciones  debe  adaptarse  para  hacer  plausible  su  revisión  y  control.  Una  especie  de  fábulas  de  pureza  procedimental.  La  otra,  que  ya  ha  derivado  en  un  quehacer  crítico,  que  se  debate  entre  la  legitimación  y  el  desarrollo  efectivo  de  procesos  de  investigación,  tanto  individuales  como  colectivos.  Una  crítica  que  tampoco  puede  desestimar  a  la  primera  opción,  puesto  que  le  es  soporte  fundamental  de  contraste.  

-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐-­‐  

Como  resumen  de  lo  dicho  hasta  ahora  podemos  recordar:  

1)  La  indeterminación  del  diseño  en  tanto  que  actividad  establecida  en  el  marco  de  la  producción  de  las  sociedades  fuertemente  industrializadas,  pero  que  además  se  caracteriza  por  su  raíz  humanista  y  por  ser  solamente  un  hecho  histórico  y  no  una  actividad  extrapolable  a  ninguna  substancia  natural  o  antropológica.  

2)  La  dependencia  simbiótica  entre  la  investigación  del  diseño  y  la  imagen  de  dinamismo  en  la  modernización  de  las  instituciones  académicas.  Investigación  e  institución  se  aportan  mutuamente  una  parte  del  prestigio  social  que  precisan:  es  por  ello  que  la  legitimación  por  el  rigor  de  la  metodología  pasa  a  tener  un  papel  preponderante.  

3)  La  metodología  de  la  investigación  en  diseño  posee  en  su  raíz  histórica  el  saber  heredado  de  la  metodología  del  diseño.  Muy  especialmente  la  necesidad  del  debate  entre  la  legitimación  de  los  procedimientos  y  su  desarrollo  efectivo.  El  diseño,  en  su  más  estimable  humanismo,  nos  recuerda  íntima  dependencia  que  ya  había  señalado  Francis  Bacon  entre  los  procesos  de  producción  industrial  y  la  metodología  de  la  ciencia  moderna.  La  autonomía  del  conocimiento  científico  es  algo  que  debe  conseguirse  para  no  volver  a  creer  en  las  evidencias  señaladas  por  los  jerarcas  de  turno:  el  diseño  y  su  metodología  crítica  nos  lo  recuerdan.  

 

 

 

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4  –    Distinciones  

 

En  este  quehacer  crítico  sobre  la  metodología  de  investigación  del  diseño  puede  realizarse  ya  una  selección  de  debates  sobre  conceptos  y  procedimientos.  Estos  son  los  que  vamos  a  tratar  a  continuación.  Por  lo  dicho  hasta  ahora,  no  es  posible  esperar  un  listado  de  instrucciones  ordenadas,  ni  tan  solo  una  serie  de  conceptos  y  procedimientos  que  vayan  a  seguir  un  orden  teórico  previo.  Hoy  por  hoy,  este  orden  no  es  posible,  y  probablemente  no  lo  será  nunca:  pasemos  por  el  tamiz  de  consideraciones  que  vienen  a  continuación  cualquier  presunción  de  pureza  procedimental.  

 

 

a)  Distinciones  según  las  condiciones  generales  de  los  contenidos  

 

Proyecto  /  Diseño    

A  pesar  de  ser  los  ingleses  lo  que  iniciaron  el  camino  del  diseño,  e  incluso  lo  señalaron  historiográficamente,  la  lengua  inglesa  no  permite  establecer  bien  la  distinción  entre  ambos  conceptos.  La  idea  fundamental  es  que  el  diseño  es  parte  del  proyecto,  o  dicho  con  más  propiedad,  el  diseño  es  una  forma  de  proyectar.  

Si  proyectar  es,  en  términos  muy  simplificados,  preparar,  preconfigurar  algo  antes  de  llevarlo  a  cabo.  diseñar  es  éste  mismo  preparar,  pero  con  una  particularidad,  como  caso  específico.  

Si  lo  intentamos  decir  en  términos  metodológicos,  podemos  recordar  dos  fórmulas  clásicas:  

 1)  Christopher  Alexander  (Alexander;  1964)  señalaba  que,  en  los  sistemas  actuales  de  producción,  el  fitness  (el  ajuste)  entre  las  circunstancias  y  la  forma  sólo  pueden  ser  representados  como  complejidades  constantemente  cambiantes.  El  diseño  sería  la  tarea  de  proyectar  cuando  se  asume  plenamente  esta  situación  actual.  

2)  Horst  W.J.  Rittel  y  Melvin  M.  Webber,  entre  otros,  definieron  en  1969  los  Wicked  problems,  entre  los  que  se  encontrarían  los  problemas  que  el  proyecto  de  diseño  debe  resolver.  Estos  problemas  se  caracterizan  por:  

•   no  permitir  una  formulación  que  los  haga  comprensibles  hasta  que  no  se  propone  una  solución,    

•   se  presentan  siempre  como  casos  únicos  y    

•   no  se  pueden  ofrecer  soluciones  alternativas  para  resolverlos.  

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Aunque  sea  solamente  en  forma  de  hipótesis  creo  que  estas  dos  formas,  entre  otras,  de  entender  la  labor  proyectual  del  diseño  se  fundamentan  en  la  idea  que  la  lógica  que  establece  la  coherencia  de  un  resultado  es  sólo  una  regla  contingente,  momentánea,  diríamos  sin  trascendencia.  Esto  es  lo  que  caracteriza  el  pragmatismo  como  forma  de  cultura:  el  pragmatismo  como  forma  de  pensamiento  se  basa  en  la  habilidad  de  delimitación  estricta  de  lo  que  se  trata  en  cada  momento,  para  que  sea  precisamente  este  momento,  estas  circunstancias,  este  su  contexto  específico  el  que  pueda  emitir  un  juicio,  una  decisión,  un  resultado  o  una  solución.  El  ver  el  diseño  como  resolución  de  problemas  es  un  ejemplo  de  esta  actitud.  Y  es  esta  actitud  la  que  entra  en  crisis  cuando  se  puede  demostrar,  por  ejemplo,  la  existencia  de  complejidades  o  de  problemáticas  perversas.  

Los  que  podemos  ser  prácticos,  pero  no  necesariamente  pragmáticos  —quizás  porqué  provenimos  de  otras  fuentes  de  cultura  en  las  que  la  lógica  de  un  juicio  puede  perderse  sin  ansiedades  excesivas  en  un  horizonte  inabarcable  (somos  buenos  no  para  que  el  colectivo  que  nos  rodea  lo  sea  con  nosotros,  sino  porque  lanzamos  esta  bondad  al  infinito  en  nuestro  propio  sentimiento  de  dignidad)—  no  nos  asusta  esta  indeterminación  de  los  contenidos  y  los  procederes  del  diseño  (algo  de  esto  hay  en  la  disputa  entre  Peirce  y  William  James,  que  algunos  han  interpretado  como  un  debate  entre  el  catolicismo  y  el  protestantismo).  

Así,  pues,  podríamos  comprender  el  diseño  como  actividad  proyectual  que  no  delimita  sus  contenidos  a  partir  de  consideraciones  operativas  previas.  

Por  supuesto  que  muchos  expertos  proyectistas  van  a  considerar  siempre  al  diseño  como  torpeza  proyectual.  

 

Investigación  teórica  e  investigación  científica  

En  un  sentido  muy  amplio,  y  también  no  muy  estrictamente  riguroso,  consideramos  que  una  teoría  es  aquel  conjunto  de  conceptos  y  proposiciones  que,  buscando  su  coherencia  interna,  y  precisamente  por  ella,  permiten  orientar  acciones  en  lo  que  se  entiende,  por  contraste  la  "realidad".    

La  necesidad  de  teoría  en  toda  actividad  es  un  axioma  teórico.  (No  puede  demostrarse,  puesto  que  para  ello  seria  necesaria  una  teoría  de  teorías,  es  decir  la  negación  de  las  teorías  en  la  misma  consideración  de  una  absoluta  y  suficiente  que  las  contendría  a  todas  las  demás  posibles  —y  ya,  entonces,  innecesarias.  Tampoco  puede  investigarse  empíricamente,  puesto  que  para  ello  sería  necesario  que  la  realidad  se  doblegara  a  la  teoría  de  la  existencia  de  las  teorías.)  

En  un  sentido  igualmente  laxo,  entendemos  que  la  investigación  científica  —especialmente  en  la  ciencia  moderna—  es  aquel  conjunto  de  actividades  que  permiten  ir  afianzando,  modesta  y  temporalmente,  una  descripción  de  aspectos  y  regularidades  de  la  realidad.  

La  desigualdad  entre  ambos  conceptos  —teoría  y  ciencia—  es  radical.  Y  debe  ser  radical,  en  la  medida  que  la  ciencia  no  puede,  y  de  hecho  no  pretende  a  corto  plazo,  

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conseguir  una  coherencia  absoluta  de  todos  sus  contenidos,  por  más  general  que  sea.  

Un  ejemplo  de  ello  es  la  misma  antropología:  mientras  que  la  ciencia  no  consigue  una  definición  de  ser  humano,  sino  sólo  unas  aproximaciones  a  algunas  de  sus  características  específicas  y  su  evolución,  en  cambio  una  teoría  sobre  el  ser  humano  es  precisamente  esto,  una  tesis  que  se  pretende  coherente,  incluso  si  está  en  contradicción  con  lo  que  han  expuesto  las  ciencias  en  un  momento  determinado.  

La  investigación  que  caracteriza  al  diseño  es  la  investigación  teórica.  Sólo  la  historiografía  puede  sugerir  una  cierta  aproximación  a  una  genealogía  del  diseño,  el  resto  de  ciencias  no  encuentran  al  diseño  como  objeto  de  estudio  y  no  tienen  más  opción  que  centrarse  en  el  estudio  de  los  efectos  que  producen  los  artefactos  y  servicios  diseñados  previamente,  como  fenómenos  sociales,  culturales,  psicológicos,  etc.  

 

 

Investigación  para  el  proyecto  /  Investigación  sobre  el  proyecto  

Entendemos  que  una  investigación  para  un  proyecto  es  la  búsqueda  de  información  necesaria  para  la  determinación  de  un  aspecto  del  artefacto  resultante.  Así,  por  ejemplo  la  investigación  de  las  dosis  necesarias  de  ingredientes  para  un  fármaco,  la  generación  de  alternativas  para  un  aspecto  a  configurar,  la  construcción  del  listado  de  requerimientos  que  definen  el  problema  a  resolver,  o  la  medición  de  un  terreno  para  la  construcción  de  un  edificio.  

Entendemos  que  la  investigación  sobre  el  proyecto  es  el  estudio  de  la  actividad,  sus  procesos,  sus  herramientas,  las  formas  de  presentación  de  resultados,  la  reglamentación  existente  en  tanto  que  profesión,  etc..    También,  si  se  trata  del  estudio  de  casos,  podemos  entender  que  la  investigación  sobre  el  proyecto  el  estudio  de  los  contenidos  de  los  distintos  documentos  tratados  en  un  caso  o  unos  casos  específicos,  los  procesos  e  instrumentos  utilizados,  las  circunstancias  que  lo  han  originado,  los  criterios  para  desarrollar  las  alternativas  generales  o  parciales  planteadas,  los  especialistas  que  han  intervenido,  su  situación  en  los  procesos  de  producción,  etc..  

La  investigación  sobre  el  proyecto  no  está  limitada  a  una  simple  descripción  de  aspectos  del  proyecto,  puede  intervenir  en  el  mismo  desarrollo  proyectual  para,  por  ejemplo,  generar  nuevos  procedimientos  y  técnicas  metodológicas  generales  o  específicas  que  sean  necesarias  en  un  momento  determinado.  En  cambio  la  investigación  para  el  proyecto  tiene  como  objeto  de  estudio  exclusivamente  aspectos  que  determinan  el  resultado  final.  

 

Investigación  para  el  proyecto  /  Investigación  científica  

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El  requerimiento  de  universalidad  para  la  ciencia  moderna  exige  su  autonomía.  Se  consiga  o  no  dicha  autonomía,  sea  o  no  coherente  con  la  efectiva  dependencia  a  la  que  la  ciencia  está  siempre  sometida,  la  necesidad  de  autonomía  esta  incluida  en  su  definición.  Una  de  las  más  efectivas  formas  de  respetar  esta  intrínseca  autonomía  es  explicitar  al  máximo  los  principios  que  promueven  cada  investigación  científica.  Por  ejemplo,  podemos  hablar  correctamente  de  ciencia  feminista.  Dar  por  supuesta,  o  incluso  exigir,  la  neutralidad  de  una  investigación  sirve  solamente  para  disimular  sus  dependencias,  mezclar  las  teorías  que  la  orientan  con  los  resultados  que  se  obtienen.  

La  característica  fundamental  de  una  investigación  científica  es  que  el  fracaso  en  la  corroboración  de  sus  hipótesis  es  un  éxito  también  para  la  ciencia.  

En  cambio,  una  investigación  para  el  proyecto  debe  ser  siempre  un  éxito:  de  ella  depende  la  consecución  del  proyecto  y  la  realización  de  sus  resultados.  El  fracaso  de  estos  resultados  en  el  uso  efectivo,  real,  del  artefacto  es  lo  que  puede  ser  útil  para  la  revisión  de  las  teorías  que  han  generado  el  proyecto,  pero  no  es  especialmente  útil  para  el  proyecto  concreto.  

 

Investigación  para  el  proyecto  o  científica  /  Investigación  de  tesis  

Comúnmente,  las  investigaciones  para  el  proyecto  o  científicas  tienen  delimitado  su  objeto  mediante  los  criterios  establecidos  por  las  convenciones  académicas  y/o  por  las  líneas  de  investigación  existentes.  La  experiencia  de  muchas  investigaciones  de  uno  u  otro  tipo  puede  legitimar  la  investigación  teórica  o  científica  con  la  finalidad  de  aportar  una  mejora  o  un  cambio  —parcial  o  general—  de  los  criterios,  conceptos,  o  instrumentos  metodológicos  definidos  por  estas  convenciones  o  líneas.  

Una  tesis  doctoral  es  este  último  tipo  de  investigación.  

En  aquellas  actividades  cuya  formación  no  incluye  investigación,  o  sólo  incluye  investigación  para  el  proyecto  —el  diseño  es  uno  de  estos  casos—  se  suele  confundir  una  investigación  cualquiera  como  investigación  de  tesis.  

Para  que  exista  investigación  de  tesis  doctoral  es  indispensable  la  existencia  previa  de  líneas  de  investigación  y  la  formación  —y  práctica—  necesaria  en  esta  actividad.  

 

Investigación  en  el  proyecto  /  Investigación  en  el  proyecto  de  diseño  (investigación  en  diseño)  

La  investigaciones  "para"  y  "sobre"  el  proyecto  son  las  que,  de  forma  directa  o  indirecta  generan  la  temática  de  la  investigación  "en"  el  proyecto.  Aunque  sean  generalizaciones  y  puedan  ser  tratadas  autónomamente,  recuerdan  su  origen  en  el  proyecto.    

 Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño                      Miquel  Mallol  Esquefa.                            Barcelona  -­‐  Barcelona-­‐Cali.  Agosto  2011.  

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Y  son  siempre  investigaciones  teóricas,  aunque  utilicen  el  conocimiento  científico  para  su  fundamento  y  actualización.  

Un  ejemplo,  no  específicamente  de  proyecto,  de  esta  característica  de  ser  únicamente  teórica  y  no  ciencia  lo  podemos  encontrar  en  la  reflexión  que  realiza  Umberto  Eco  frente  al  problema  del  iconismo.  Si  el  estudio  del  iconismo  pretende  ser  científico,  entonces  encuentra  que  no  sólo  el  icono  es  una  entidad  mistérica  sino  que  lo  es  el  mismo  concepto  de  signo.  

Así,  por  ejemplo,  el  estudio  de  alternativas  figurativo-­‐cromáticas-­‐texturales  que  pueden  ser  desarrolladas  en  forma  limitada  en  un  proyecto,  o  estudiadas  en  su  capacidad  de  generar  de  forma  más  general  alternativas  en  todo  proyecto,  pueden  ser  estudiadas  como  tema  independiente  a  partir  de  nuevos  criterios  de  generación  y  clasificación  que,  incluso,  pueden  ser  influenciados    reformulados  a  partir  de  los  estudios  de  otras  ramas  de  conocimiento,  como  por  ejemplo  el  estudio  clasificatorio  de  cristalografía.  

La  investigación  en  diseño  es  también  una  investigación  en  el  proyecto.  Es  un  caso  especial  de  esta  investigación,  en  el  que  se  añade  en  toda  temática  la  necesidad  de  reconstrucción  del  sentido  del  proyecto  y  de  las  mismas  investigaciones  que  se  lleven  a  cabo.  

Así,  por  ejemplo,  una  investigación  de  tipo  ecologista  sobre  el  uso  de  determinados  materiales  y  procesos  de  fabricación,  puede  presuponer  su  legitimidad  (dejar  al  margen  de  la  investigación  misma)  por  el  hecho  de  considerarse  parte  de  un  progreso  necesario  y  constante.  Es  una  investigación  'para',  'sobre',  es  decir,  'en'  el  proyecto.  

Sin  embargo,  una  investigación  del  mismo  tipo  que  ponga  en  cuestión  dicha  legitimidad  (la  legitimidad  de  la  relación  entre  la  ideología  ecologista  y  el  diseño),  que  pretenda  que  sus  resultados  afiancen,  o  no,  el  sentido  humanista  del  proyecto,  es  una  investigación  'en'  diseño.    

Un  ejemplo  de  esta  investigación  ecologista  en  diseño  es  el  artículo  de,  María  Cecilia  Loschiavo  Dos  Santos  sobre  el  reciclaje  espontáneo  en  los  carros  de  propiedad  de  gentes  marginales  de  las  ciudades  del  Brasil.  En  este  caso  se  sugiere  que  el  diseño  es  una  preocupación  que  pone  en  cuestión  su  legitimidad  en  ámbitos  exclusivamente  profesionales  y  para  temáticas  tecnológicas  pretendidamente  aislables  de  la  problemática  social.  

Un  ejemplo  bien  distinto    de  planteamientos  ecologistas  o  tecnológicos  podría  ser  el  estudio  sobre  el  ornamento  actual  en  los  artefactos  de  fabricación  industrial  más  allá  de  la  retórica  de  Adolf  Loos  (Josep  Maria  Martí),  o  la  vindicación  de  la  estética  del  gusto  (Anna  Calvera),  o  de  la  vinculación  de  los  movimientos  de  la  moda  con  el  desarrollo  histórico  de  las  artes  plásticas  (Oscar  Scopa),  o  la  modelización  de  la  historiografía  del  diseño  (Renato  de  Fusco),  o  a  revisión  filosófica  de  tesis  teóricas  del  diseño  (Richard  Coyne),  etc.  

 

 Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño                      Miquel  Mallol  Esquefa.                            Barcelona  -­‐  Barcelona-­‐Cali.  Agosto  2011.  

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b)  Distinciones  generales  en  los  estadios  de  las  investigaciones  

 

A  partir  de  la  experiencia  actual  podríamos  proponer  unas  distinciones  que  eventualmente  pueden  ser  de  utilidad.  Su  justificación  queda  pendiente:  

 

Finalidad  /  intención  /  propósito  /objetivo.  

La  distinción  entre  estos  conceptos  pretende  señalar  que  puede  considerarse  una  cierta  jerarquía  en  las  aspiraciones  (intencionalidades)  de  una  investigación.  Mientras  que  entendemos  que  una  finalidad  se  refiere  a  una  mera  dirección  de  trabajo,  un  sentido  de  legitimidad  general,  el  objetivo  es  la  determinación  explícita  y  cerrada  de  lo  que  debe  obtenerse  al  final  de  dicha  investigación.  Si  se  considera  en  sentido  de  plazos  de  trabajo  puede  decirse  que  mientras  que  la  finalidad  no  determina  ningún  plazo  puesto  que  es  sólo  una  orientación,  en  cambio  'Intención',  'propósito'  i  'objetivo'  van  limitando  el  tiempo  hasta  el  medio  o  corto  plazo.  

Por  supuesto  esto  se  refiere  a  una  mirada  de  comprensión  de  la  investigación  a  partir  de  lo  que  queda  en  conseguir  en  el  futuro:  es  la  tensión  hacia  este  futuro  —más  o  menos  explícito—  lo  que  explica  las  aspiraciones  (intencionalidades).  Hay,  sin  embargo,  otra  mirada,  la  que  proviene  del  pasado  o  del  presente  inmediato,  que  también  puede  ofrecer  la  comprensión  del  sentido  del  trabajo.  Términos  como  'motivación',  'incitación'  o  'estímulo'  darían  cuenta  de  la  investigación  desde  el  empuje  que  genera  su  actividad.  

Comúnmente  se  considera  motivo  o  razón  suficiente  para  legitimar  una  actividad  de  investigación  los  términos  referidos  a  lo  que  va  a  obtenerse.  Los  impulsos  son  considerados  como  más  contingentes  y  subjetivos;  probablemente  esto  es  debido  al  carácter  público  del  proyecto  que  despersonaliza  las  aspiraciones  (intencionalidades).  Sin  embargo,  especialmente  en  el  caso  del  seguimiento  de  investigaciones  de  diseño,  no  debería  desdeñarse  la  indispensable  presencia  de  estos  impulsos.  De  hecho,  sin  ellos  el  ejercicio  de  investigación  no  posee  la  resolución  necesaria  para  llevarse  a  cabo  efectivamente.  

 

Tema  /  Objeto  de  estudio  o  de  investigación  

El  objeto  de  estudio  es  el  contenido  observado  en  un  hecho,  texto  o  representación,  dado  o  generado  a  propósito,  mediante  instrumentos  y  procedimientos  adecuados.  

 Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño                      Miquel  Mallol  Esquefa.                            Barcelona  -­‐  Barcelona-­‐Cali.  Agosto  2011.  

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El  tema  es  el  marco  específico  donde  queda  situado  el  objeto  de  estudio  y  los  resultados  de  la  investigación.  

Un  ejemplo  simple  puede  aclarar  esta  formulación:  

Un  tema  de  investigación  podría  ser  la  influencia  del  culto  al  sol  en  la  construcción  de  los  templos  aztecas  e  incas.  Un  objeto  para  este  tema  podría  ser  el  estudio  de  las  figuras  que  se  producen  en  las  sombras  de  los  bajo-­‐relieves  de  dichos  templos,  bajo  la  hipótesis  que  según  el  ángulo  y  época  las  sombras  de  distintos  templos  son  equivalentes.  

 

La  unidad  del  objeto  de  estudio:    investigación-­‐condiciones  de  determinación  /  análisis.  

En  el  apartado  anterior  referente  a  la  indeterminación  metodológica  del  proceso  de  diseño  hemos  mencionado    una  característica  fundamental  de  los  problemas  mal  definidos:  su  singularidad,  el  hecho  de  ser  únicos.  De  hecho  es  esta  unicidad  y,  por  ello,  su  supuesta-­‐deseada-­‐necesaria  cohesión  interna,  es  lo  que  los  hace  mal-­‐problemáticos,  misteriosos.    

Para  definir  estos  problemas  es  posible  hacerlo  de  forma  intensiva  mediante  requerimientos  que  debería  dar  respuesta  su  solución.  Pero  el  listado  de  dichos  requerimientos  no  puede  ser  planteado  a  partir  de  ninguna  clasificación  general  previa  de  posibles  requerimientos.  No  puede  haber  este  listado  previo  puesto  que  depende  de  su  particularidad.  Todo  análisis  generalizado  presupone  una  síntesis  también  generalizada,  y  en  este  caso  la  única  síntesis  es  particular.  Por  ello  los  procedimientos  generales  de  análisis  no  debe  ser  usado  en  estos  casos,  incluso  es  inadecuado  utilizar  el  término  'análisis':  el  resultado  sería  la  obtención  de  partes  no  propias  del  objeto  de  estudio,  una  especie  de  "carne  picada".  

 

La  descripción  del  objeto  de  estudio:  modelos  /  tipos  

Para  la  realización  de  muchas  de  las  investigaciones  sobre  artefactos  proyectados  o  diseñados  puede  ser  indispensable  la  consecución  de    

a)   descripciones  de  dichos  artefactos  en  tanto  que    

b)   modelos  y  en  tanto  que  se  establezcan    

c)   tipologías.  

Estas  descripciones  deben  ser  consecuentes  con  una  formulación  de  su  unidad  y,  por  consiguiente,  con  una  aspiración  (intencionalidad).  Sin  embargo,  el  proceso  real  de  trabajo  en  la  investigación  puede  ser  de  forma  que  exista  una  aproximación  mutua  y  sucesiva  de  estos  tres  momentos  (descripción,  modelos,  tipologías)  de  comprensión  de  los  artefactos.  

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Modelos  de  procedimientos  

Una  vez  señalado  la  necesidad  de  tener  en  consideración  modelos  "de  inicio"  de  procedimientos  de  trabajo  (aquellos  que  efectivamente  guían  la  labor)    y  modelos  "  de  finalidad"  (aquellos  que  legitiman  un  presunto  proceder  lógico),  respecto  de  los  primeros  se  pueden  establecer  ciertas  distinciones:  

a)  Según  se  trate  de  algoritmos,  conjuntos  ordenados  de  instrucciones  o  recetas,  es  decir  según  se  trate  de  formulaciones  explícitas,  puede  hablarse  de  "procedimientos"  y  "técnicas  metodológicas",  en  la  medida  que  hayan  sido  formuladas  a  partir  de  una  experiencia  previa  de  la  labor  o  a  partir  de  una  reflexión  teórica.  A  la  reflexión  abierta  sobre  técnicas  metodológicas  la  llamamos  método.  Él  método  no  es,  por  tanto  un  algoritmo,  ni  un  procedimiento,  es  una  reflexión  teórica  sobre  estas  formulaciones  explícitas  y  su  relación  con  su  objeto,  sus  circunstancias  e  intencionalidades.  

Al  estudio  de  estas  reflexiones  teóricas  la  llamamos  "metodología"  

Como  ejemplo  podríamos  señalar  este  mismo  discurso:  al  discurso  entero  lo  calificaríamos  de  reflexión  metodológica  sobre  la  investigación  en  diseño.  A  la  parte  en  la  que  estamos  en  estos  momentos  y  que  pretende  establecer  un  cierto  orden  terminológico,  lo  podríamos  llamar  método.  

b)  Según  se  trate  de  hábitos,  habilidades  o  pericias  (destrezas),  podríamos  distinguir  grados  de  uso  de  descripciones  hasta  el  mínimo  caso  en  el  que  hablaríamos  sólo  de  adiestramiento.  Aparecerían  aquí  términos  como  "conocimiento"  (apelación  a  la  comprensión  de  los  contenidos,  del  proceso  y  de  los  instrumentos)  "seguimiento"  (introspección  y  debate  sobre  lo  ocurrido  y  sobre  acciones  posteriores),  "consejos"  y  "órdenes".  Un  entrenador  suele  utilizar  procedimientos  se  seguimiento,  consejos  y  órdenes.  Si  se  limita  más  al  seguimiento  y,  a  pesar  de  ello,  se  hace  más  hincapié  en  la  determinación  y  obtención  de  objetivos,  al  procedimiento  se  le  llama  actualmente  "coaching".  

Para  describir  estos  procedimientos  y  su  desarrollo  se  puede  usar  términos  como  "aclaraciones",  "forma  de  proceder",  "modos  de...",  "ritmo"  (referido  al  orden  respecto  al  paso  del  tiempo  y  la  forma  —racional,  técnica  o  sensitiva—  de  adecuación  a  la  continuidad),  "manera"  (término  muy  genérico  y  personalizado  de  hablar  de  procedimientos,  con  la  imagen  del  hacer  manual).  

 

 

 

c)  Posibles  campos  generales  de  investigación  de  diseño  

 

 Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño                      Miquel  Mallol  Esquefa.                            Barcelona  -­‐  Barcelona-­‐Cali.  Agosto  2011.  

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•  —  Investigación  sobre  la  historia  

Exclusivamente  para  hablar  del  proyecto  o  el  diseño  en  situaciones  no  actuales.  

En  el  caso  del  diseño  la  investigación  historiográfica  sólo  puede  aportar  sugerencias  de  la  genealogía  de  una  situación  histórica  del  diseño.  

Las  investigaciones  cuyo  objeto  es  determinar  lo  que  ocurre  en  la  actualidad,  —tan  extendidas  en  el  ámbito  del  diseño  como  forma  de  promoción  de  determinados  sectores  que  tienen  acceso  a  los  medios  de  comunicación—,  deben  considerarse  como  búsqueda  y  ordenación  de  información  periodística.  En  la  medida  que  este  periodismo  da  por  supuesto  al  diseño  es  solamente  investigación  sobe  la  tecnología,  y  no  puede  llegar  a  referirse  a  la  problemática  que  define  en  cada  momento  al  diseño;  no  es  periodismo  sobre  diseño.  

 

•  —  Investigación  crítica  

Presentación  de  un  artefacto,  del  itinerario  curricular  de  un/una  diseñador/a  o  equipo  de  diseño,  o  de  una  teoría  de  diseño.  Su  labor  tiene  como  finalidad  la  determinación  de  la  coherencia  de  lo  que  se  presenta  así  como,  si  es  necesario  de  las  contradicciones  intrínsecas  que  pudiera  contener.  

A  pesar  de  que  la  finalidad  se  centra  exclusivamente  en  la  coherencia  interna,  necesita  de  su  contextualización  histórica,  social,  cultural  y  política.    

Toda  teoría  del  diseño  que  no  tenga  en  cuenta  la  complejidad  de  su  indeterminación,  niega  la  posibilidad  de  la  crítica.  Así,  por  ejemplo,  el  funcionalismo  ingenuo.  

 

•  —  Estudio  de  caso  de  diseño.  

Debe  ser  capaz  de  señalar  el  caso  como  caso  de  coherencia  suficiente  para  definir  una  unidad  de  diseño,  o  bien  proponer  lo  que  podría  ser  útil  para  otros  casos,  aunque  no  lo  proponga  como  ley  general.  

 

•  —  Investigación  sobre  el  proyecto  de  diseño  

Se  trata  de  un  estudio  "sobre"  el  proyecto  en  el  que  se  tiene  en  consideración  los  avances  i/o  debates  culturales  de  los  procesos  y  de  los  resultados  obtenidos  y  su  generalización.  Los  estudios  sobre  las  distintas  especialidades  del  diseño  pertenecerían  a  este  grupo.  

En  la  máxima  generalización  puede  proponerse  —no  sin  debate—    la  posibilidad  de  una  fenomenología  del  diseño.  Por  ejemplo,  Flusser.  

   

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•  —  Investigaciones  plásticas  

Aunque  actualmente  se  haya  vuelto  a  la  investigación  sobre  la  topología,  la  consciencia  de  este  ámbito  como  extremo  infranqueable  de  las  investigaciones  plásticas  sugiere  la  reconsideración  de  otros  ámbitos  de  igual  interés.  En  este  sentido  cabe  recordar,  sin  embargo,  que  los  estudios  desde  la  percepción  —tan  apreciados  por  las  escuelas  de  artes  visuales—  son  sólo  un  campo  de  estudio  entre  muchos  otros.  Las  investigaciones  plásticas  no  son  investigaciones  sobre  comportamientos  perceptivos  sino  sobre  las  reglas  y  características  resultantes  en  tanto  que  propiedades  específicas.  

 

 

•  —  Investigaciones  tecnológicas  y  ecológicas.  

Lo  que  determina  la  realidad  efectiva  de  un  artefacto  es  su  materialidad,  sea  cual  sea  ésta.  (física,  estructural,  energética,  administrativa,  etc.).  Las  investigaciones  tecnológicas  tiene  como  objeto  de  estudio  estas  formas  de  materialidad  en  tanto  el  objetivo  del  todo  proyecto  de  diseño  sea  la  realización  de  lo  proyectado.  Sin  embargo,  dicha  materialidad  se  define  necesariamente  en  relación  al  campo  humano-­‐cultural  que  recibe  las  oportunidades  y  consecuencias  de  la  presencia  de  estas  materialidades.  El  debate  del  materialismo  es  el  fondo  de  las  investigaciones  tecnológicas  en  el  diseño.  Si  no  hay  oportunidad  para  su  existencia  y  expresión  la  investigación  se  limita  exclusivamente  a  ser  una  investigación  en  el  proyecto.  

 

•  —  Investigaciones  sobre  el  comportamiento  humano  frente  los  artefactos  de  uso  físico  y  perceptivo.  

De  forma  parecida  a  las  investigaciones  tecnológicas,  la  "materialidad"  vio-­‐psico-­‐sociológica  exige  la  presencia  de  los  debates  culturales  respecto  a  las  oportunidades  y  consecuencias  de  que  estas  investigaciones  establezcan  requerimientos  para  la  forma.  En  este  caso  estos  debates  culturales  son  debates  fundamentalmente  políticos  y  filosóficos  sobre  la  ciencia  y  su  estudio  de  lo  humano.  

 

•  —  Investigaciones  legales  

Es  de  sobra  conocido  el  substrato  humanista  y  cultural  del  derecho,  incluso  de  las  simples  normativas  deontológicas.  Aunque  conocemos  investigaciones  de  gran  interés  en  este  campo,  ninguna  de  ellas  plantea  la  problemática  de  la  determinación  del  diseño,  incluso  sabiendo  que  los  problemas  de  la  responsabilidad  civil  o  las  de  la  contratación  de  supuestos  profesionales  de  diseño  abrirían  reflexiones  e  investigaciones  que  podrían  ser  muy  significativas.  Resulta  

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muy  decepcionante  la  lectura  de  les  definiciones  de  diseño  en  las  normativas  legales.  

 

•  —  Investigaciones  socio-­‐económicas  

A  menudo  se  realizan  estudios  de  la  situación  del  diseño  en  el  tejido  empresarial  de  áreas  económicas  o  del  movimiento  de  globalización  económico  y  financiero.  Ninguna  de  estas  investigaciones  es  una  investigación  en  diseño  sino  sólo  para  el  proyecto.  La  investigación  económico-­‐cultural  en  diseño  estudia  la  teoría  del  valor  y,  en  este  sentido  de  la  innovación  como  principio  de  cultura.  Por  innovación  debemos  considerar  el  sentido  estricto  del  término,  es  decir  el  sentido  de  la  disposición  de  algo  nuevo  en  un  contexto  socio-­‐cultural,  sea  esto  algo  recientemente  creado  o  ya  antiguo,  sea  verdaderamente  novedoso  o  superficialmente  novedoso.  

 

•  —  Investigaciones  de  gestión.  

Además  de  la  gestión  de  proyectos  y  de  su  realización,  cuya  investigación  debería  llamarse  para  el  proyecto  o  simplemente  para  la  gestión  de  la  producción,  el  proyecto  puede  implicar  a  la  misma  gestión  de  la  empresa  promotora  y  a  todos  sus  estamentos  de  dirección.  Hay  una  posibilidad  de  investigación  sobre  el  proyecto  en  este  sentido.  Y  también  se  podría  hablar  de  investigación  en  diseño,  pero  sólo  en  aquellos  casos  en  los  que  todos  los  estamentos  directivos,  técnicos  y  gestores  de  la  empresa  implicada  asuman  el  carácter  complejo  o  mal  definido  de  los  procesos  de  diseño,  la  indeterminación  del  mismo  diseño.  Puede  haber,  por  ejemplo,  investigaciones  sobre  el  mecenazgo  de  determinados  diseños.  Sin  embargo,  esto  es  muy  poco  común  en  la  actualidad,  cuando  la  preocupación  por  las  aspiraciones  (intencionalidades)  ha  quedado  pragmáticamente  reducida  a  la  determinación  de  objetivos  de  ganancia  financiera.  

 

•  —  Investigación  sobre  metodología  de  diseño  y  de  proyecto  

Aunque  ya  hay  conclusiones  respecto  a  los  límites  de  esta  investigación  en  tanto  que  investigación  en  diseño,  ha  quedado  abierta  la  posibilidad  efectiva  del  estudio  crítico  de  los  procedimientos  del  proyecto  cuando  asumen  la  indeterminación  del  diseño.  Los  estudios  respecto  a  modelos,  tipos,  ornamento  y  respecto  a  la  nominación  del  artefacto  en  el  proceso  de  diseño  o  sobre  la  antropología  crítica  del  proyecto  son  una  muestra.  

 

•  —  Investigaciones  socio-­‐ético-­‐políticas  

Este  es  sin  duda  el  campo  que  esta  permitiendo  un  número  más  elevado  de  investigaciones.  En  tanto  que  una  gran  mayoría  de  las  teorías  de  diseño  que  se  han  

 Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño                      Miquel  Mallol  Esquefa.                            Barcelona  -­‐  Barcelona-­‐Cali.  Agosto  2011.  

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dado  en  la  historia  son  de  esa  índole,  su  estudio  crítico  ofrecen  un  amplio  abanico  de  posibilidades  de  estudio.  De  hecho  muchas  de  las  investigaciones  sobre  las  artes  ya  poseen  este  mismo  sentido.  Uno  de  los  casos  de  este  tipo  de  investigaciones  sería  aquel  que  pretenda  incluir  como  investigación  en  diseño  a  los  llamados  estudios  culturales,  sin  que  derive  de  ello  meros  estudios  externos  sobre  artefactos  en  tanto  que  utilizados  o  percibidos  por  individuos  o  colectivos  humanos.  Un  ejemplo  de  estos  estudios  podría  ser  el  estudio  crítico  sobre  los  procedimientos  de  proyectación  participativa.  

 

 

•  —  Investigaciones  semióticas  

Los  estudios  sobre  la  comunicación,  ya  sean  filosóficos,  sociológicos  psico-­‐sociológicos  o  vio-­‐psicológicos,  teorías  de  la  información,  no  pueden  ser  considerados  investigaciones  en  diseño  —aunque  sean  de  gran  interés  para  la  formación  continua  de  diseñadores.  Su  objeto  de  estudio  son  o  bien  estructuras  matemáticas  o  bien  situaciones  de  influencia  entre  seres  animados,  no  la  problemática  de  una  proyectación  indeterminada.  Esto  ocurre  en  todos  los  estudios  sobre  el  significado,  las  señales  y  la  simbología.  

Si  embargo  si  es  un  ámbito  de  estudio  para  la  investigación  en  diseño  las  investigaciones  sobre  el  significante.  La  construcción  de  material  significante  es  una  de  las  constantes  en  todo  proyecto  que  no  tenga  predeterminado  el  conjunto  de  soluciones  posibles,  y  muy  especialmente  en  aquellos  casos  en  los  que  cada  artefacto  resultante  se  va  a  caracterizar  por  su  singularidad,  por  su  pretensión  de  coherencia  unitaria.  Como  investigación  teórica,  así  renace,  por  ejemplo  el  estudio  sobre  el  iconismo,  el  estudio  de  los  límites  de  la  construcción  de  material  significante-­‐plástico  en  la  topología  o  el  estudio  crítico  del  funcionalismo  semiológico.  

 

•  —  Investigación  sobre  la  investigación  en  diseño  

Estos  estudios  se  centran  en  la  misma  posibilidad  de  investigación  en  diseño,  tal  y  como  ha  sido  aquí  caracterizado.  Son,  por  tanto  estudios  críticos  de  los  cuales  puede  derivar  la  posibilidad  de  reconstrucción  y  debate  sobre  procedimientos  y  legitimidades  lógicas  para  la  investigación  sobre  el  proyecto  de  diseño.  Lo  que  se  ha  señalado  hasta  aquí  podría  ser  una  forma  de  expresar  su  particularidad,  su  amplitud  y  sus  lugares  oscuros.  

 

   

 Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño                      Miquel  Mallol  Esquefa.                            Barcelona  -­‐  Barcelona-­‐Cali.  Agosto  2011.  

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Recomendaciones  a  los  estudiantes:  solo  para  situaciones  extremas  

 

•  No  entren  ustedes  en  ninguna  investigación  si  no  saben  ya  de  qué  se  trata,  es  decir  si  no  han  tenido  previamente  y  espontáneamente  inclinación  por  el  tema.  

•  No  investiguen  nada  excesivamente  actual:  no  hay  espacio  para  mantener  la  distancia  necesaria  para  percibir  y  reflexionar.  

•  El  fracaso  es  también  una  opción  para  la  investigación  científica.  Si  su  investigación  no  permite  el  fracaso  con  interés  universal  es  que  es  solamente  investigación  para  un  proyecto  (mejor  seria  considerarlo  búsqueda  de  información,  solamente).  

•  Si  saben  el  resultado  de  lo  que  van  a  investigar  y  sólo  pretenden  que  el  desarrollo  de  la  investigación  acredite  su  saber,  entonces  nunca  investiguen  esto.  Investigar  quiere  decir  no  saber  lo  que  se  busca  y  lo  que  se  sabe  verdaderamente  no  necesita  acreditación,  se  vale  por  sí  solo.  

•  Delimiten  siempre  el  objeto  de  estudio  a  algo  asequible  para  ustedes  y  para  su  nivel  de  formación.  Permitan  que  la  investigación  eleve  este  nivel,  es  decir  permitan  su  cambio  de  conocimientos,  su  cambio  personal,  en  cada  investigación.  No  se  avergüencen  nunca  de  su  bajo  nivel,  sólo  en  caso  de  falta  de  esfuerzo  para  elevarlo.  Su  nivel,  como  el  de  todo  el  mundo,  siempre  va  a  ser  bajo.  

•  Si  les  dan  un  tiempo  para  realizar  una  investigación,  entonces  exijan  el  triple,  seguro  que  van  a  necesitar  cinco  veces  más;  todavía  están  haciendo  descuento.  Si  no  les  otorgan  este  tiempo,  reduzcan  drásticamente  el  nivel  de  los  objetivos.  

•  Cuando  se  propongan  una  investigación,  pregúntense  primeramente  qué  sentido  tiene  para  ustedes,  para  su  vida  de  aprendizaje  y  para  su  vida  profesional  posterior.  Si  no  quieren  algo,  si  no  tienen  una  pretensión  genuina,  no  hagan  investigación.  No  esperen  nunca  que  el  propósito  que  va  a  dar  marcha  a  su  trabajo  provenga  de  fuera  de  ustedes.  

•  Citen  todo  aquello  que  no  es  suyo,  señalándolo  con  los  datos  bien  claros  de  los  autores.  Pero  no  citen  a  un  texto  o  a  un  autor  si  no  lo  han  leído  (y  madurado)  directamente.  El  número  de  referencias  será  corto,  pero  verdadero.  Si  una  investigación  tiene  pocas  referencias  puede,  a  pesar  de  lo  que  parece,  estar  bien.  Si  una  investigación  tiene  muchas  referencias  (en  relación  a  su  extensión)  seguro  que  no  es  correcta:  el  autor  quiere  dar  una  imagen  que  no  consigue  con  el  contenido  de  su  trabajo;  o  no  ha  sido  capaz  de  madurar  suficientemente  su  aportación  como  para  seleccionar  las  verdaderamente  necesarias.  

•  La  impulsividad  es  necesaria,  pero  también  la  constancia  y  sistematización.  

•  No  hay  investigación  sin  pasión  por  descubrir  lo  que  no  se  sabe.  

 

 Pertrechos  transitorios  para  la  investigación  en  diseño                      Miquel  Mallol  Esquefa.                            Barcelona  -­‐  Barcelona-­‐Cali.  Agosto  2011.  

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Bibliografía  

 

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