los pasos de lópez revistados

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Universidad de GuadalajaraCentro Universitario de Ciencias Sociales y HumanidadesDivisin de Estudios Histricos y HumanosDepartamento de LetrasLic. En Letras HispnicasNovela Histrica.

Resea Los Pasos de Lpez de Jorge IbargengoitiaPrograma de festejos, aniversarios cvicos.Los pasos de Lpez, novela de la Independencia de Mxico.

Josu Abraham Parra Prez303854469Novela HistricaProf. Javier Moreno Rodrguez

Guadalajara, Jalisco a viernes 4 de junio del 2010.

Programa de festejos, aniversarios cvicos. Los pasos de Lpez, novela de la Independencia de Mxico.Por Josu A. Parra Prez

Con el advenimiento de lo que a los polticos les ha dado por llamar bicentenario, este ao 2010 se vienen como avalancha eventos que celebran los doscientos aos del inicio de la guerra de Independencia. Que mejor manera de entender que es lo que los polticos celebran en sus soporficos discursos, que leyendo Los pasos de Lpez[footnoteRef:2] del escritor mexicano Jorge Ibargengoitia. [2: Ibargengoitia, Jorge. Los pasos de Lpez. Mxico: Joaqun Mortiz, 1987, pp. 172.]

Ibargengoitia naci en Guanajuato en 1928 y muri en un accidente areo Madrid en 1983. A veintisiete aos del avionazo, Jorge Ibargengoitia, an sigue muerto, pero sus obras estn ms vivas que nunca. Dej, en su vida trunca, seis novelas: Los relmpagos de agosto, Maten al Len, Estas ruinas que ves, Las muertas, Dos crmenes y Los pasos de Lpez; una veintena de obras de teatro, un libro de cuentos: La ley de Herodes, y alrededor de seiscientos artculos periodsticos, tanto en el diario Exclsior como en la revista Vuelta, que despus seran recopilados en forma de libros por Guillermo Sheridan y publicados pstumamente por la editorial Joaqun Mortiz[footnoteRef:3]. [3: La editorial Joaqun Mortiz tambin ha publicado un libro de Piezas y cuentos para nios de Jorge Ibargengoitia. Adems el FCE ha utilizado tres de los cuentos para hacer dos libros ilustrados por Mag, una dibujante muy famosa en el mundo de la literatura infantil.]

Su juventud estuvo llena de vicisitudes econmicas. Durante sus primeros aos como escritor, pudo sobrevivir cabalgando de beca en beca, hasta que se terminaron. Lo que muchos ignoran es que Ibargengoitia fue dramaturgo antes que novelista, pero las malas recepciones por parte del pblico, aunado a la tirante relacin que tena con los encargados de los montajes de sus obras, hicieron que desistiera del gnero. Su suerte cambiara con los premios Casa de las Amricas: El atentado (1963) y Los relmpagos de agosto (1964) que editara sus obras ganadoras en tirajes de diez mil ejemplares cada una.A Jorge o Coco como le llamaban sus tas, la historia de la Independencia le interes desde pequeo, sera porque vivi en un pueblo donde la historia se poda tocar, Guanajuato, a la sombra de la Alhndiga de Granaditas, o porque descenda directamente de algunos de los personajes que participaron en uno y otro lado del conflicto armado de la independencia:

En materia de la Independencia los informes que me daba [su madre] eran de otra ndole. Saba los nombres de la familia de seis o siete generaciones. Me deca: -T te llamas Jorge Ibargengoitia Antilln, Cuming, Castaeda aqu seguan una lista de nombres que he olvidado excepto los tres ltimos, que eran: Aldama, Crespo y Picacho. Aldama, el hroe de la Independencia, cuya cabeza estuvo colgada de uno de los ganchos de la Alhndiga, era mi abuelo en cuarto grado; es decir, yo soy su chozno. [] En el interior de la Alhndiga estaba el penltimo gachupn de la familia, don Pedro Ibargengoitia, quien muri en esa ocasin, all mismo y por la razn antes expuesta.[footnoteRef:4] [4: Tomado de Ibargengoitia, Jorge. Instrucciones para vivir en Mxico. Mxico: Joaqun Mortiz, 1990, pp. 39-40.]

Llevaba la historia en la sangre por los dos lados, la sangre que sus antepasados derramaron. De all que decidiera usar uno de los temas que ms le emocion en su niez para hacer su ltima novela: Los pasos de Lpez.Con las novelas histricas, a partir de la reconstruccin de personajes y hechos histricos, se pueden llenar huecos que la historia con sus documentos no puede, por razones obvias[footnoteRef:5]. Claro, se puede objetar que varios de los hechos presentados en este tipo de novela son slo suposiciones aventuradas del escritor, con poco fundamento histrico; pero, esa es una de las caractersticas de la novela histrica, la libertad que el autor tiene de ficcionalizar a los personajes y la poca -respetando s es que se lo propone- en lo ms posible la historia. [5: Un historiador puede especular sobre algn acontecimiento, pero jams dar por hecho algo de lo que no tenga una total certeza. En cambio un literato puede llegar ms lejos y detallar hechos que a la historia no interesan o no puede fundamentar.]

El caso particular de Los pasos de Lpez es an ms interesante. Sus personajes son tomados de la historia oficial, sin embargo, jams son llamados por sus nombres reales, esta forma segn Mara Cristina Pons, es conocida como disfraz[footnoteRef:6]. Este fenmeno por s mismo no es nada original, otro autor mexicano hizo lo mismo, Martn Luis Guzmn, en La sombra del Caudillo, pero, en su caso se debi ms a una tctica para pasar por la censura (y evitar represalias por parte de los aludidos) que en realidad un rasgo estilstico buscado. El disfraz que utiliza Ibargengoitia es endeble, deja entrever fcilmente a los personajes que lo traen puesto, y los hechos a los que narra se identifican plenamente con la independencia de Mxico. [6: Pons, Mara Cristina: Memorias del olvido. La novela histrica del siglo XX. Mxico, Siglo XXI, p. 16.]

Ibargengoitia toma en cuenta la historia oficial y sus participantes, sin embargo, siguiendo su costumbre de cambiar nombres de los lugares[footnoteRef:7] a los que hace referencia, ahora tambin lo hace con los personajes, estos a pesar de los nombres cmicos que reciben de Ibargengoitia, son identificados por el lector promedio con conocimientos bsicos de historia nacional. [7: Vanse otras de sus novelas donde el cambio de los nombres de los lugares a los que alude, es comn. Ej. En Ests ruinas que ves, Cuvano es Guanajuato. Toda la regin del Bajo es personalizada por Ibargengoitia como Plan de abajo.]

Cmo en cualquier lectura es conveniente acercarse con un ojo crtico al texto y la novela Los pasos de Lpez no es la excepcin, es conveniente leerla con ciertas reservas. Al tratarse de una novela histrica, la ficcionalizacin est presente, e Ibargengoitia tiene la libertad para especular sobre la historia, no todo lo que escribi est documentado, por eso es posible que se aventuren hechos que un historiador no se atrevera hacer, y un escritor s. Con la premisa de que su obra es ficcin y en ningn instante se propone hacer historia. Ibargengoitia escribe sobre esto, en una contestacin a unos comentarios sobre su novela:No admito la observacin que hizo alguien: que prescindir del Ppila sea un defecto de la novela. sta trata la toma de Cuvano y de la Troje de la Requinta, no la toma de Cuvano y de Grabaditas. Son dos batallas diferentes, y la que yo invent la escribo como me da la gana. El episodio del Ppila siempre me ha parecido una tontera piadosa: el minero humilde arriesga la vida y vence al Imperio espaol. [] Con una tea no se quema la puerta de alhndiga. [sic.][footnoteRef:8] [8: Ibargengoitia, Jorge. Autopsias rpidas. Mxico: Vuelta, 1988, pp. 88.]

Claramente se contradice, al mismo tiempo que afirma que l escribe la historia como le da la gana, da sus razones para no incluir al Ppila, entre ellas; no lo toma en cuenta porque no tiene ningn fundamento histrico. En fin, si ests escribiendo tu versin de la Independencia de Mxico con todas las libertades, argir que un personaje que no tiene suficientes argumentos como para considerar que no existi, es suficiente motivo para no incluirlo en la tuya, es motivo para sospechar que, s se escribe sobre la guerra de Independencia y la conspiracin de Quertaro y por lo tanto la no inclusin del Ppila le aporta ms veracidad a la narracin. Esto se puede corroborar al leer dentro de la misma novela una de las apreciaciones del narrador personaje:[] Al recordar este acto a la luz de los treinta aos pasados, me asombra la variedad de suertes que el destino nos reservaba a los que estbamos all. La mayora estn muertos, pero mientras unos descansan en el altar de la Patria, los huesos de otros yacen en tierra bruta porque en ningn cementerio quisieron recibirlos. [] Los dems no entraron en la historia Patria y no tienen por qu aparecer en sta.[footnoteRef:9] [9: Los pasos, op cit., pp.39-40, Las negritas son mas.]

Ibargengoitia escribe sobre la independencia sin tapujos, sin reverenciarla en Los pasos de Lpez. Por ese motivo podemos conocer los hechos que se festejan en el bicentenario, los pasos del cura Hidalgo, uno de los festejados, la conspiracin de Quertaro, el primer movimiento armado para la independencia de Mxico. Adems existe una certeza: es ms divertido y gratificante leer Los pasos de Lpez, que asistir a alguno de los soporficos eventos que prepara el gobierno.Anexo.Algunas consideraciones de Jorge Ibargengoitia sobre los aniversarios y los hroes de bronce.

En el libro Instrucciones para vivir en Mxico, se recopila parte de los artculos publicados en el diario Exclsior entre los aos 1969-1976. He aqu algunas consideraciones del autor sobre las festividades en honor de los prceres nacionales, los monumentos y la guerra de Independencia: Para nosotros, la independencia no trajo consigo igualdad, sino que dej una clase que sigui comportndose como los conquistadores, con gran seoro. Que se sigue comportando igual a pesar de cien aos de pleitos y cincuenta de justicia social.[footnoteRef:10] (33) Las frustraciones de Ibargengoitia quedaran reflejadas directamente en sus artculos periodsticos y con una elegante irona en sus novelas, cuentos y teatro. [10: Instrucciones, op cit. pp. 33]

En un artculo publicado en Exclsior el siete de marzo de 1972 escribe:

[] Supongamos que se trata de conmemorar a un general que despus de una largusima carrera opaca, le toc perder gloriosamente una de las batallas decisivas en la historia de nuestra patria. Qu hacer? Desde luego inventarle una frase clebre, que ponga de manifiesto la entereza de su nimo ante la derrota total. Algo as como nos pegaron, pero no nos vencieron, maana ser otro da; o bien una frase que contenga la evidencia de que nuestro hroe no fue responsable de la derrota, sino que la culpa la tuvo la caballera, la intendencia o el cuerpo de mensajeros. Por ejemplo, inventar algo que supuestamente el conmemorado dijo al enemigo al deponer las armas:-Si la caballera no anduviera por las Lomas, estaran ustedes corriendo como conejos. []Lo mismo aplica al aspecto fsico. Para crear una imagen hay que proceder por eliminacin. Hay que conmemorar al prcer en un momento determinado y siempre con la misma ropa, al fin no tiene por que cambiarse. Hay que tener en cuenta que la calva del cura Hidalgo, la levita de Jurez y el pauelo de Morelos son ms importantes para identificar a estos personajes que su estructura sea. Supongamos que vemos la imagen de un militar de mediados del siglo pasado. No nos dice nada. En cambio, si vemos que est rasurado y trae anteojitos, sabemos que es Zaragoza. Una vez determinada la imagen, conviene proceder a zonificar las celebraciones. Supongamos que el festejado naci en Zumpango de los Tejocotes. Se quitan los Tejocotes y se agrega el apellido del festejado.[footnoteRef:11] [11: Instrucciones, op cit. pp. 23-24]

Lo ltimo, relacionado con el nombre del lugar de nacimiento de una figura histrica es una clara referencia a Dolores Hidalgo, Guanajuato, entre otras en que se present este caso.No solamente estaba en contra de las festividades que slo causaban pesares econmicos en los ciudadanos. Tambin estaba en contra de los monumentos en otro artculo de Exclsior del diez de marzo de 1972 que por cierto es de donde me fusil el nombre de la resea-escribe: Los buenos festejos cvicos son la cosa ms difcil de inventar, sobre todo si se pretende que sean originales, solemnes sin llegar a ser soporficos- y que afecten positivamente a todas las capas de la poblacin, sin provocar divisiones ni enemistades.Desgraciadamente, lo primero que se les ocurre a los comits encargados de formular el programa de festejos es hacer un monumento.Es posible que hay divisin y que la mitad de los miembros proponga que se tumben rboles para erigir la estatua, mientras que la otra mitad propone que se arrase con una colonia de pobres foco de contaminacin fsica y moral- y que se planten rboles para hacer un parque, en cuyo centro se erigir la consabida estatua. Si el prcer est en el candelero y la patria boyante, se har el parque, si no, se tumbarn los rboles, pero, podemos estar seguros de que en ningn caso nos escapamos del monumento.Los monumentos, hay que admitir, son piedras que cuestan una fortuna y que se olvidaran si no fuera porque estorban al trnsito.[footnoteRef:12] [12: Instrucciones, op cit. pp. 25]

Lo que se puede decir es que sigue al pie de la letra sus conceptos, sus artculos son, por decirlo de una manera, una potica de la interpretacin de la historia hecha por un profano. Por eso en la novela la calva y los cabellos canos de Hidalgo son tan referidos. Durante el encuentro con uno de sus compaeros del seminario, nos damos cuenta que se trata de Morelos debido al paliacate que Ibargengoitia menciona como de pasada al describirlo.