los atributos de dios - vol. 1 (incluye guia de estudio...

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    Los atributos de Dios volumen uno con guía deestudiopor A.W. TozerPublicado por Casa CreaciónUna compañía de Charisma Media600 Rinehart RoadLake Mary, Florida 32746www.casacreacion.com

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    Traducido por: María Mercedes Pérez, María del C.Fabbri Rojas y María Bettina López.Coordinación, revisión de la traducción y edición:María del C.

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  • Fabbri RojasDirector de diseño: Bill Johnson

    Attributes of God © 1997 by Zur Ltd. Attributes ofGod Volume 1 Study Guide © 2003 by David E.Fessenden. Translated and printed by permission. Allrights reserved.

    Copyright © 2013 por Casa CreaciónTodos los derechos reservados

    Library of Congress Control Number: 2013934435ISBN: 978-1-62136-168-8E-book ISBN: 978-1-62136-174-9

  • Contenido

    1. La infinitud de Dios

    2. La inmensidad de Dios

    3. La bondad de Dios

    4. La justicia de Dios

    5. La misericordia de Dios

    6. La gracia de Dios

  • 7. La omnipresencia de Dios

    8. La inmanencia de Dios

    9. La santidad de Dios

    10. La perfección de Dios

    Notas finales

    Notas de la traducción

  • Capítulo 1

    La infinitud de Dios

    Si, pues, habéis resucitado conCristo, buscad las cosas de arriba,donde está Cristo sentado a ladiestra de Dios. Poned la mira enlas cosas de arriba, no en las de latierra. Porque habéis muerto, yvuestra vida está escondida conCristo en Dios (Colosenses 3:1-3).

  • Las últimas palabras de este versículoconstituirían un buen sermón paracualquiera: “Vuestra vida está escondidacon Cristo en Dios”. Quisiera remitirmea un libro escrito hace seiscientos añosy citar algunas cosas que entrelazaré eneste mensaje sobre el viaje hacia elcorazón de Dios: “con Cristo en Dios”.

    El viaje hacia el infinitoEste libro fue escrito por lady Juliana

    de Norwich, una mujer muy piadosa.Quiero citar lo que esta señora dijo

    sobre la Trinidad: “Súbitamente laTrinidad llenó mi corazón de gozo. Yentendí que así sería en el cielo, por la

  • eternidad”. Esto va más allá del cieloutilitario al cual anhela ir la mayoría dela gente, donde tendrá todo lo quequiera: una casa de dos pisos, doscoches y una fuente, una piscina y callesde oro. lady Juliana vio que el cieloserá el cielo porque la Trinidad llenaránuestros corazones con “gozo sin fin”,ya que la Trinidad es Dios y Dios es laTrinidad. La Trinidad es nuestroHacedor y nuestro Guardador, nuestroamor eterno y gozo y felicidad sin fin.

    Todas estas cosas caracterizaban aJesucristo, y como dijo Juliana: “Dondeaparece Jesús se entiende la benditaTrinidad”. Debemos comprender ennuestras mentes y corazones queJesucristo es la manifestación total y

  • completa de la Trinidad: “El que me havisto a mí, ha visto al Padre” (Juan14:9). ¡Él mostró la gloria del trinoDios, todo lo que hay de Dios! Dondeaparece Jesús, está Dios. Y cuandoJesús es glorificado, Dios lo es.

    No citaría a nadie a menos quehubiera una escritura que lo confirme, yla Escritura de hecho confirma que laTrinidad llenará nuestros corazones:“Nadie ha visto jamás a Dios. Si nosamamos unos a otros, Dios permaneceen nosotros, y su amor se haperfeccionado en nosotros. En estoconocemos que permanecemos en Él, yÉl en nosotros, en que nos ha dado de suEspíritu” (1 Juan 4:12-13). Allí tiene alPadre y al Espíritu. “Y nosotros hemos

  • visto y testificamos que el Padre haenviado al Hijo, el Salvador del mundo.Todo aquel que confiese que Jesús es elHijo de Dios, Dios permanece en él, y élen Dios” (1 Juan 4:14-15). Allí tiene alPadre y al Hijo, o a la Trinidad.

    “Mas no ruego solamente por éstos,sino también por los que han de creer enmí por la palabra de ellos, para quetodos sean uno; como tú, oh Padre, enmí, y yo en ti, que también ellos seanuno en nosotros; para que el mundo creaque tú me enviaste” (Juan 17:20-21).¿Cree usted en Jesucristo por la palabrade los apóstoles? De ser así, entoncesJesús dijo aquí claramente: “Oro paraque todos sean uno como el Padre es enmí y yo en Él, que ustedes sean uno en

  • nosotros. Yo en ustedes y el Padre enmí”.

    El otro día escuché a un hombre haceresta oración: “Oh, Dios, tú eres laverdad; hazme uno contigo en amoreterno. Con frecuencia me preocupo alleer y oír muchas cosas, pero en ti estátodo lo que quisiera tener y podríadesear”. La Iglesia saldrá de suestancamiento cuando nos demos cuentade que la salvación no es solo unalámpara, que no es solo una póliza deseguro contra el infierno, sino una puertahacia Dios y que Dios es todo lo quetendremos y podremos desear. De nuevocito a Juliana: “Vi que Dios es paranosotros todo lo que es bueno yconfortable. Él es nuestro abrigo; su

  • amor nos envuelve y nos rodea con suternura, Él nunca nos dejará, y es paranosotros todo lo que es bueno”.

    El cristianismo es una puerta haciaDios. Y entonces, cuando usted entra enDios, “con Cristo en Dios”, está en unviaje hacia lo infinito, a la infinitud. Nohay límites ni lugar para detenerse. Nohay solamente una obra de la gracia, niuna segunda o tercera, y eso es todo.Hay innumerables experiencias yépocas y crisis espirituales que puedenocurrir en su vida mientras usted viajahacia el corazón de Dios en Cristo.

    ¡Dios es infinito! Ese es elpensamiento más difícil que le pediréque capte. Usted puede no entender loque significa infinito, pero no deje que

  • eso lo moleste; ¡yo no lo entiendo yestoy tratando de explicárselo a usted!“Infinito” implica mucho más de lo quecualquiera podría captar, pero sinembargo la razón se inclina y reconoceque Dios es infinito. Con infinitoqueremos significar que Dios no tienelímites, frontera ni final. Lo que Dios es,lo es sin límites. Todo lo que Dios es, loes sin límites ni fronteras.

    El infinito no puede sermedido

    Debemos eliminar todo discursodescuidado en esto. Usted y yo hablamossobre la riqueza ilimitada, pero noexiste cosa semejante; usted puede

  • contarla. Hablamos de energía ilimitada—que no siento tener en este momento—pero no existe tal cosa; usted puedemedir la energía de un hombre. Decimosque un artista pasa por un dolor infinitocon su cuadro. Pero no sufre molestiasinfinitas; solo hace lo mejor que puede yluego levanta sus manos y dice: “No estábien todavía, pero tengo que dejarloasí”. A eso nosotros lo llamamosmolestias infinitas.

    Pero ese es un uso equivocado de laspalabras “ilimitado”, “inagotable” e“infinito”. Estas palabras describen aDios: no describen otra cosa sino aDios. No describen un espacio ni untiempo ni una situación o un movimientoni una energía; estas palabras no

  • caracterizan a criaturas o arena oestrellas o cualquier cosa que pueda sermedida.

    La medición es una manera que tienenlos objetos creados de ser cuantificados.Por ejemplo, el peso es una forma en laque nos cuantificamos: por la fuerzagravitacional de la tierra. Y tambiéntenemos distancia: el espacio entrecuerpos celestes. También está lalongitud: extensión del cuerpo en elespacio.

    Nosotros podemos medir cosas.Sabemos cuán grandes son el sol y laluna, cuánto pesa la tierra y cuánto pesanel sol y otros cuerpos celestes. Sabemosaproximadamente cuánta agua hay en elocéano. Parece algo sin límites para

  • nosotros, pero sabemos la profundidadque tiene y podemos medirlo, de maneraque no es para nada algo ilimitado. Nohay nada ilimitado sino Dios, y nadainfinito sino Dios. Dios existe por símismo y es absoluto; todo lo demás escontingente y relativo. No hay nada quesea lo suficientemente grande ni sabio nimaravilloso. Todo es relativo. SoloDios no conoce medida.

    El poeta dice: “Un Dios, unaMajestad. No hay otro Dios, solo tú.Ilimitada, inextensa unidad”. Por muchotiempo me pregunté por qué él decía:“Ilimitada, inextensa unidad”; entoncesme di cuenta de que Dios no se extiendeen el espacio. C. S. Lewis dijo que siusted pudiera pensar en una hoja de

  • papel extendida infinitamente en todasdirecciones, y si tomara un lápiz ehiciera una línea de una pulgada delargo, eso sería el tiempo. Donde ustedempieza a presionar el lápiz representael comienzo del tiempo y donde lolevanta del papel, el fin del tiempo. Yalrededor, infinitamente extendido entodas direcciones, está Dios. Esa es unabuena ilustración.

    Si hubiera un punto en el que Dios sedetuviera, no sería perfecto. Porejemplo, si Dios supiera casi todo, perono todo, no sería perfecto enconocimiento. Su entendimiento no seríainfinito, como dice el Salmo 147:5.

    Tomemos todo lo que puede serconocido—pasado, presente y futuro,

  • espiritual, físico y psíquico—en todo eluniverso. Y digamos que Dios sabe todoexcepto un porcentaje: Él conoce elnoventa y nueve por ciento de todas lascosas que pueden ser conocidas. Medaría vergüenza ir al cielo y mirar a lacara a un Dios que no lo supiera todo.Él debe saber todo o no puedo adorarlo.No puedo adorar a alguien que no esperfecto.

    ¿Y qué sucede con el poder? Si Diostuviera todo el poder excepto unpoquito, y hubiera algún otro queacaparara un poquito de ese poder queDios no tuviera, entonces noadoraríamos a Dios. No podríamosdecir que ese Dios tiene un poderinfinito; solo estaría cerca de tenerlo.

  • Aunque sería más poderoso quecualquier otro ser y quizás máspoderoso que todos los seres deluniverso juntos, tendría un defecto, y porconsiguiente no podría ser Dios. NuestroDios es perfecto: perfecto enconocimiento y en poder.

    Si Dios tuviera bondad, pero hubieraun punto en el que Dios no fuera bueno,entonces no sería nuestro Dios y Padre.Si Dios tuviera amor, pero no todo elamor, sino solo noventa y nueve porciento de amor—o quizás un porcentajeaún mayor—Dios todavía no sería Dios.Dios; para ser Dios, debe ser infinito entodo lo que es. No puede tener límites nifronteras, nada que lo detenga, ningúnpunto que no pueda alcanzar. Si usted

  • piensa en Dios o en algo relacionadocon Dios tiene que pensar infinitamenterespecto a Él.

    Usted podría terminar con uncalambre en la cabeza durante dossemanas después de intentar esto, perosería una buena cura para este pequeñodios barato que tenemos ahora. Estepequeño dios barato que hemosinventado puede ser su compinche: “elde arriba”, el que lo ayuda a ganar losjuegos de béisbol. Ese dios no es elDios de Abraham, de Isaac y de Jacob.No es el Dios que puso los fundamentosdel cielo y de la tierra; es otro dios.

    Los estadounidenses cultos podemosfabricarnos dioses como hacen lospaganos. Usted puede hacer un dios de

  • plata, madera o piedra, o puede hacerloen su propia imaginación. Y el dios quese adora en muchos lugares ensimplemente un dios imaginario. No esel Dios verdadero. No es el Diosinfinito, perfecto, omnisciente, sabio,todo amor, infinitamente ilimitado,perfecto. Es algo menos que eso. Elcristianismo está en decadencia y se estáhundiendo en la alcantarilla porque eldios del cristianismo moderno no es elDios de la Biblia. No quiero decir queno oramos a Dios; me refiero a queoramos a un dios que es menos de lo quedebería ser. Debemos pensar en Dioscomo el ser perfecto.

  • Dios se complace consigomismo

    Lo que diré a continuación podríasorprenderlo: Dios se complace consigomismo y se regocija en su propiaperfección. He orado, meditado,investigado y leído la Palabra durantedemasiado tiempo como pararetractarme de esto. Dios se complaceen sí mismo y se regocija en su propiaperfección. ¡La divina Trinidad secomplace consigo misma! Dios sedeleita en sus obras.

    Cuando Dios creó los cielos y latierra y todas las cosas que están sobreella, dijo una y otra vez “y vio . . . queera bueno” (Génesis 1:4, 10, 12, 18, 21,

  • 25). Luego Dios creó al hombre a suimagen y al contemplarlo dijo que era“bueno en gran manera” (1:31). Dios seregocijó en sus obras. Estaba contentode lo que había hecho.

    La redención no es una tarea pesadapara Dios. Él no se encontró de repenteen problemas y tuvo que correr tratandode resolver algún asunto de “políticaexterior” con los arcángeles. Dios hizolo que hizo gozosamente. Hizo los cielosy la tierra gozosamente. Es por eso quelas flores miran hacia arriba y sonríen,las aves cantan y el sol brilla, el cielo esazul y los ríos fluyen hacia el mar. ¡Dioshizo la creación y amó lo que hizo!

    Él se complace en sí mismo, en supropia perfección y en la perfección de

  • su obra. Y cuando se trata de laredención, repito que no fue una tareaforzada que le impuso una necesidadmoral. Dios quería hacerlo. Dios notenía la necesidad moral de redimir a lahumanidad. No tenía que enviar a suHijo Jesucristo a morir por lahumanidad. Lo envió, pero al mismotiempo Jesús lo hizo voluntariamente. SiDios estaba dispuesto, esa fue la felizvoluntad de Dios.

    Una madre no tiene que levantarsepara alimentar a su bebé a las dos de lamadrugada. No hay ninguna ley que laobligue a hacerlo. La ley probablementela obligará a cuidar al chiquillo, pero notendría la obligación de darle eseamoroso cuidado que le brinda. Ella

  • quiere hacerlo. Yo solía hacerlo pornuestros pequeños y lo disfrutaba. Unamadre y un padre hacen lo que hacenporque les gusta hacerlo.

    Lo mismo sucede con nuestroformidable, eterno, invisible, infinito,sabio, omnisciente Dios, el Dios denuestros padres, el Dios y Padre denuestro Señor Jesucristo y el Dios aquien llamamos “nuestro Padre que estáen los cielos”. Él es ilimitado e infinito;no puede ser pesado ni medido; no se lepueden aplicar la distancia, el tiempo niel espacio, ya que Él hizo todas lascosas y todas las cosas en Él subsisten,en su propio corazón. Aunque se levantapor encima de todo, al mismo tiempoeste Dios es un Dios amigable,

  • agradable, y se deleita consigo mismo.El Padre se deleita en el Hijo: “Este esmi Hijo amado, en quien tengocomplacencia” (Mateo 11:25). Y desdeluego el Espíritu Santo se deleita en elPadre y en el Hijo.

    La encarnación, además, no fue algoque Jesucristo hiciera a regañadientes,diciendo: “Odio esto; me encantaríapoder librarme de esto”. Uno de losqueridos escritores de himnos antiguosdijo: “No aborreció el vientre de lavirgen”. El escritor pensó en esto y dijo:“Espera un minuto. ¿El vientre de unacriatura? ¿Cómo puede ser que el Diosimperecedero, eterno, infinito, a quien elespacio no puede contener, estéconfinado dentro de una de sus propias

  • criaturas? ¿Eso no sería unahumillación?” Luego sonrió y dijo: “No,Él no aborreció el vientre de la virgen”,lo escribió, y lo hemos estado cantandodurante centurias. La encarnación de lacarne inmortal de Jesucristo no fue unatarea pesada. La segunda persona de laTrinidad, el Hijo imperecedero, elVerbo eterno hecho carne, ¡gozosamente!Cuando los ángeles cantaban respecto ala encarnación, cantaban con gozo.

    Dios se complace en su obraY también se deleita en la salvación.

    Fíjese en Lucas 15:5 que cuandoJesucristo salva a un hombre, lo ponesobre sus hombros. ¿Y cuál es el verbo

  • de este versículo? ¡Regocijándose!(BTX) Dios no solo se complace consigomismo, se deleita en su propiaperfección y está feliz con su obra decreación y redención, sino que tambiénestá entusiasmado. Hay entusiasmo en laDeidad, y hay entusiasmo en la creación.

    Si no hubiera entusiasmo en lacreación, pronto se deterioraría. Todoestá hecho de átomos, protones,neutrones y electrones, cosas que nopueden permanecer estáticas, ¡ni por unsegundo! Se disparan en todasdirecciones a una velocidad tremenda, ylos cuerpos celestes se mueven de lamisma manera.

    Los antiguos griegos llamaban almovimiento que ellos producen al

  • atravesar el espacio “la música de lasesferas”. No creo que estuvieran muyequivocados. Creo que Dios cantabacuando creaba las cosas. El movimientoy la velocidad de los cuerpos celestes,la obra de las pequeñas criaturas de latierra para ablandar el suelo, la obra delsol sobre la tierra: todo esto es elgozoso obrar de Dios en su creación.

    Se ve el entusiasmo en la creación; seve en la luz. ¿Alguna vez se detuvo apensar cómo sería todo si no hubieraluz? Si el Dios todopoderoso cubrieratodos los cuerpos celestes y de repenteapagara todas las luces que existen, a míno me gustaría estar vivo. Me gustaríaapagarme como un bombillo y pedirle aDios que por favor me aniquilase, y no

  • creo en la aniquilación. Imagine: ¡sinluz, ni velocidad, ni color ni sonido!

    Algunas personas le temen al color.Creen que la espiritualidad consiste enser gris. ¡Pero Dios hizo el color! Hizotoda clase de tonalidades. Mire elamanecer: ¿qué es eso, solo algocientífico? ¿Cree usted que Dios salpicóel precioso cielo con rosas, guindas,azules y blancos y no estaba sonriendomientras lo hacía? ¿Es un meroaccidente de la naturaleza,científicamente explicado? ¡Entoncesusted tiene mucho que aprender por supropio bien! Vacíe su cabeza y llene sucorazón y así estará mucho mejor. ElEspíritu Santo escribió 150 salmos yesos salmos celebran las maravillas de

  • la creación de Dios.En mi estado de Pensilvania los

    sinvergüenzas que especulan con eldinero compraron los derechos delcarbón en ciertas secciones del estado.Crecí contemplando y amando preciosascolinas, hermosas laderas besadas porel sol, en ocasiones azuladas pormísticas puestas de sol. Y los arroyosdescendían hacia el río y luego hacia elmar. Todo era muy bello.

    Pero volví a mi antiguo hogar añosdespués y encontré que estos sujetosavaros no cavaron un hoyo para sacar elcarbón; llevaron topadoras y removieronla parte superior de la tierra—árboles,césped, todo—para llegar al carbón. Elresultado fue que miles y miles de acres

  • —colinas enteras que se elevaban consu verdor para encontrarse con el azuldel cielo—, yacían cortadas como unaenorme tumba abierta. El estado dePensilvania dijo: “Deben llenarlas o lespondremos una multa de $300”. Y lagente minera se miraron unos a otros y aregañadientes pagaron los $300.Dejaron todo como estaba, y me fui deallí golpeado por el dolor de ver a mispreciosas colinas convertidas enenormes y horribles canteras de arena.

    Regresé unos años más tarde, ¿y sabelo que había hecho la naturaleza? Laquerida y ocupada madre naturaleza,entusiasta, amorosa, gozosa, comenzó adibujar un verde velo sobre aquelhorrible tajo. Y ahora si usted va verá

  • que se ha curado. ¡El Dios todopoderosoestá en ello! Deberíamos dejar depensar como científicos y pensar comosalmistas.

    Este Dios infinito está disfrutando.Alguien la está pasando bien en el cielo,en la tierra, en el mar y en elfirmamento. Alguien está pintando elcielo. Alguien está haciendo crecer losárboles donde había solo tajos un añoatrás. Alguien está haciendo que el hielose derrita y baje hacia el río y hace quelos peces naden y las aves canten ypongan sus huevos azules y construyansus nidos y empollen a sus crías.Alguien está haciendo funcionar eluniverso.

  • Cantar con júbiloY creo que sé quién es. Creo que es el

    Padre eterno, “fuerte para salvar, cuyopoder gobierna los agitados mares”.Creo que es la Trinidad, nuestro Padreque está en los cielos y su único HijoJesucristo, nuestro Señor. Dios la pasabien en su rol. Así que no pensemos másen Dios como alguien sombrío, con elceño fruncido. Repito que cuando Dioshizo los cielos y la tierra ellos cantaronjuntos y todos los hijos de Dios gritaronde júbilo. No hubo un funeral en lacreación del mundo; hubo un cántico.Toda la creación cantó.

    En la encarnación cantaron. Algunaspersonas colocan un paño mortuoriohúmedo y pastoso sobre sus felices

  • bocas y dicen: “Los ángeles nocantaban: ‘Paz en la tierra, buenavoluntad a los hombres’”. De acuerdocon el griego, ellos decían: “Paz en latierra, buena voluntad a los hombres”.Pero no se puede leer esto sin que algoempiece a moverse dentro de usted.Capte el ritmo; capte la música en sucorazón. “En la tierra paz, buenavoluntad para con los hombres”, decían.Hubo canto en la encarnación.

    Y luego en la resurrección tambiénhubo canto. “Cantaré de ti entre lasnaciones” (Salmos 57:9) dijo Jesús enel salmo. En el Nuevo Testamento no senos dice que Jesús cantó cuando selevantó de entre los muertos. Pero elAntiguo Testamento predice que una de

  • las primeras cosas que haría Jesús seríacantar. Y una de las últimas cosas quehizo antes de ir a morir fue cantar a corocon sus hermanos. ¡Me hubieraencantado oír ese himno!

    ¿Alguna vez se detuvo a pensar en elrapto? Va a ser algo que jamás hasucedido. Tal vez usted podría estarcaminando por la calle cuando oiga elsonido de la trompeta ¡y de repente serátransformado! No sabrá qué hacer nicómo actuar. Y las personas que yacenen sus tumbas, ¿qué harán? Sé lo queharán, ¡van a cantar! ¡Habrá canto en laconsumación, en ese gran día!

    “Y cantaban un nuevo cántico,diciendo: Digno eres de tomar el libro yde abrir sus sellos; porque tú fuiste

  • inmolado, y con tu sangre nos hasredimido” (Apocalipsis 5:9): ese es eltema de la nueva canción. El tema de esanueva canción no es “Yo soy”, es “Túeres”. ¡Note la diferencia! Cuando ustedmira los himnos de Wesley, Montgomeryy Watts, eran: “Tú eres, oh Dios, túeres”. Pero cuando miramos los himnosmodernos, dicen: “Yo soy, yo soy, yosoy”. Me enferma. De vez en cuando unbuen himno con testimonios está bien,pero estamos exagerando. La cancióndel rapto será: “Tú eres digno, ohDios”.

    Y cantaban un nuevo cántico,diciendo: Digno eres de tomar ellibro y de abrir sus sellos; porquetú fuiste inmolado, y con tu sangre

  • nos has redimido para Dios, detodo linaje y lengua y pueblo ynación; y nos has hecho paranuestro Dios reyes y sacerdotes, yreinaremos sobre la tierra. Y miré,y oí la voz de muchos ángelesalrededor del trono, y de los seresvivientes, y de los ancianos; y sunúmero era millones de millones(Apocalipsis 5:9-11).

    Si usted puede escribir en una pizarracuántos son, le pago la cena. ¿No es raroque los hombres tengan semejantes vigasen sus mentes que en vez de ponersecontentos por esto solo intenten entenderquiénes son esos diáconos, ancianos,bestias y criaturas? Escriben libros

  • sobre quiénes son y cómo son. ¿No esraro eso? ¿Cuán tonto se puede volverun erudito? Yo no sé nada de estascriaturas que se mencionan aquí.Búsqueme cinco minutos después delrapto y le contaré todo sobre ellas. Peroahora solo quiero tomarlo por fe. “Nosha hecho . . . reyes y sacerdotes”, dijoJuan. Todas las criaturas respondieron:“el Cordero que fue inmolado es digno”(5:12). No decían: “Mírenme a mí. Soymaravilloso; estoy feliz, feliz, feliz”.No: el Cordero, el Cordero es digno.

    Esa es la consumación. La infinitaDeidad nos invita a que vayamos a Él acompartir las intimidades de laTrinidad. Y Cristo es el camino.

    La luna y la tierra giran de tal manera

  • que solo vemos un lado de la luna ynunca vemos el otro. El eterno Dios estan inmenso, tan infinito, que no puedotener la esperanza de conocer todo loque haya para saber de Él. Pero Diostiene un lado enfocado hacia el hombre,así como la luna tiene un lado enfocadohacia la tierra. Así como la luna siempretiene esa cara sonriente hacia la tierra,Dios siempre tiene un lado enfocadohacia el hombre, y ese lado esJesucristo. El lado enfocado hacia latierra, Jesús, es la forma en que Diosnos ve. Siempre nos mira y ve aJesucristo en nosotros. Entoncesvolvemos a la cita de lady Juliana:“Donde aparece Jesús se entiende labendita Trinidad”.

  • ¿Está conforme usted con elcristianismo nominal? Si lo está, notengo nada que decirle. ¿Está satisfechocon el cristianismo popular de personasinfluyentes? Si lo está, no tengo nadaque decirle. ¿Está satisfecho con elcristianismo elemental? Si lo está, todolo que tengo para usted es exhortarlo aque siga adelante hacia la perfección.Pero si no está satisfecho con elcristianismo nominal ni popular ni concómo comenzaron las cosas y quiereconocer al Trino Dios por sí mismo,siga leyendo.

  • Capítulo 2

    La inmensidad de Dios

    Porque todo el que quierasalvar su vida, la perderá; y todoel que pierda su vida por causa demí, la hallará. Porque ¿quéaprovechará al hombre, si ganaretodo el mundo, y perdiere sualma? ¿O qué recompensa dará elhombre por su alma? (Mateo

  • 16:25-26).Y vuestra vida está escondida

    con Cristo en Dios (Colosenses3:3).

    Y ciertamente, aun estimo todaslas cosas como pérdida por laexcelencia del conocimiento deCristo Jesús, mi Señor, por amordel cual lo he perdido todo, y lotengo por basura, para ganar aCristo (Filipenses 3:8).

    Padre, somos indignos de tenerestos pensamientos, y nuestrosamigos no merecen escucharlos.Pero trataremos de escuchar yhablar dignamente. Sabemos quehemos admirado cosas malignas,hemos escuchado con nuestros

  • oídos palabras y caminosmalignos. Pero ahora confiamosen que todo eso ha quedado atrásy nuestros ojos están puestos en ti.¡Muéstrate a nosotros, oh Dios!Pastor, dulce maravilla, Jesús, terogamos que esta tarde podamosvolver a tener otra visión del trinoDios por medio de Jesucristonuestro Señor. Amén.

    La fe es de dos clases: nominal y real.La fe nominal es la que acepta lo que seha dicho y puede citar texto tras textopara probarlo. Es asombroso ver cómola fe y la creencia nominal puedenconvertir estos textos en ropajes, velos y

  • cortinas para la Iglesia.Pero hay otra clase de fe: es la fe que

    depende del carácter de Dios. Ustedrecordará que la Escritura no dice:“Abraham creyó el texto, y le fuecontado por justicia”. Dice: “CreyóAbraham a Dios” (Romanos 4:3). Nofue en qué creyó Abraham, sino a quiénle creyó lo que contó. Abraham le creyóa Dios, y el hombre con fe verdadera lecree a Dios y su fe descansa en elcarácter de Dios. El hombre que tieneuna fe real en vez de nominal haencontrado la respuesta correcta a lapregunta: “¿Cómo es Dios?”. No existeuna pregunta más importante que esa. Elhombre de fe verdadera ha encontradouna respuesta a esa pregunta por

  • revelación e iluminación.La dificultad de la Iglesia hoy—

    incluso la Iglesia que cree en la Biblia—es que nos hemos detenido en larevelación. Pero la revelación no essuficiente. La revelación es la Palabradada por Dios. Es algo objetivo, nosubjetivo; es externo, no interno. Es larevelación de Dios sobre la verdad. Unhombre puede creer en esoprofundamente y sostenerlo comoverdadero. Pero aún así tendrá solo unarevelación objetiva de la verdad que hasido revelada objetivamente.

    IluminaciónHay otra manera de encontrar una

  • respuesta a la pregunta: “¿Cómo esDios?” y es por iluminación. El hombrede fe real cree la Palabra, pero ha sidoiluminada de manera que él sabe lo queesa Palabra significa. Eso no quieredecir que sea un mejor maestro de laBiblia. Pero significa que ha tenido loque los cuáqueros llaman “unaapertura”. Su corazón se ha abierto a laPalabra. La revelación dada es un mediopara un fin, y Dios es ese fin, no el textoen sí mismo.

    Es por eso que nunca discuto sobreuna traducción ni me enojo por ella. Untexto es solo un medio para un fin.Ahora bien, como hay mucho dinero ylos editores publican cualquier cosa,cometemos el error de creer que si

  • logramos que la Palabra sea dicha deuna manera diferente habrá un efectomágico en esa Palabra. Creemos que sise la lee en la Versión Reina Valera1960 estará bien, pero si tenemos unaversión más moderna, que varía solo unpoquito, automáticamente hemosrecibido algo nuevo. ¡No es así!

    La iluminación es lo que importa y laPalabra de Dios es un medio hacia unfin, así como los caminos son mediospara llegar a un destino. Un camino noes nada en sí mismo. Nadie construyójamás un camino y luego lo cercó enambos extremos y plantó flores a suslados y lo hermoseó para luego decir:“Esto es un camino”. En cambio se dice:“Esto es un camino, un medio para

  • llegar a algún lugar”. La Biblia es unacompleta serie de carreteras, y todasconducen a Dios. Y cuando el texto hasido iluminado y el creyente del textosabe que Dios es el fin hacia el cual seestá dirigiendo, entonces ese hombreadquiere verdadera fe.

    La magnitud de las cosasHablo frecuentemente de un librito

    llamado Revelations of Divine Love[Revelaciones del amor divino], escritopor una mujer llamada Juliana, haceseiscientos años. Un día mientras orabatuvo una pequeña experiencia. Ellacuenta: “Vi un objeto muy pequeño, deltamaño de una avellana”. Cuando yo era

  • chico teníamos avellanas en la granja, yeran del tamaño de una canica grande,no más que eso. Ella dijo que vio eseobjeto pequeñito y preguntó: “¿Quépuede ser eso?”. Y algo en su corazónrespondió: “Esto es todo lo que ha sidohecho; esto es todo lo que ha sidohecho”. Esa pequeña avellanarepresentaba todo lo que ha sido hecho.Quiero que piense esto conmigo: “Estoes todo lo que ha sido hecho”.

    El gran filósofo y matemático místicofrancés, Blaise Pascal, dijo: “Estamos amitad de camino entre la inmensidad ylo que es infinitesimalmente pequeño”.Él dijo que podríamos encontrar mundosmás allá de otros mundos en el espacio.Nuestro sistema solar se mueve

  • alrededor de otro sistema solar. Y esesistema solar se mueve alrededor deotro sistema solar, y así sucesivamentehasta la infinita vastedad. Luego, dijo, siusted gira en la dirección inversa,encontrará pequeños mundos dentro depequeños mundo: la molécula, el átomo,el electrón y el protón, dentro de unapequeñez infinitesimal. Él creía que elhombre, hecho a imagen de Dios, estáexactamente a mitad de camino entre loque es infinitamente grande y lo que esinfinitesimalmente pequeño. No haymanera de probar eso, pero es unasituación aterradora estar en el puntomedio de algo tan grande como eluniverso y también de algo tan pequeño.

    Creemos que el sol es muy grande,

  • con sus planetas girando alrededor deél. Pero si estudiamos astronomía—aunastronomía elemental—veremos que haysoles tan grandes que podrían absorber anuestro sol, a todos sus planetas y atodos los satélites que giran alrededorde ellos. Dicen que hay soles tangrandes que dentro de ellos se podríancolocar millones del tamaño de nuestrosol. Me doy por vencido. Yo ni siquieratrato de entenderlo.

    Luego está el espacio. No creo que elespacio sea una cosa. Creo que es solouna manera que tenemos de representardiferentes posiciones en el vastouniverso. Lo llamamos distancia.Sabemos que no se mide. Si se trata dela luna se dicen 250 000 millas o si del

  • sol 93 millones de millas. Pero despuésse comienza a hablar en años luz,digamos 10 millones solo para empezar.Así que si usted quiere saber a quédistancia está la tierra de ese cuerpo delque estoy hablando, lo multiplica por 5billones, 862 mil millones, 484 millonespor 10 millones. ¿No lo pasma esto?¡Me produce dolor de cabeza! Encomparación con todo eso, usted y yosomos terriblemente pequeños.

    Pero no somos lo más pequeño queexiste, porque podemos disolvernos,derretirnos y llegar hasta las moléculasy átomos y trocitos de materiaincorpórea o energía que llamamos condiferentes nombres comerciales. Ustedencontrará que estamos, de acuerdo con

  • Pascal, a mitad de camino en eluniverso.

    La inmanencia de DiosY luego está Dios. Dios tiene el

    atributo de inmanencia e inmensidad.Dios es inmanente, lo cual significa queusted no tiene que atravesar unadistancia para encontrarlo. Él está entodo. Él está justo aquí.

    Dios está por encima de todas lascosas, por debajo de todas las cosas,afuera y adentro de todas las cosas. Diosestá encima, pero no es levantado. Estádebajo, pero no es hundido. Está afuera,pero no excluido. Está adentro, pero noconfinado. Dios preside por encima de

  • todas las cosas, sostiene por debajotodas las cosas, abraza desde afueratodas las cosas y llena la parte internade todas las cosas. Esta es la inmanenciade Dios.

    Dios no necesita trasladarse para ir aningún lado. Podríamos orar: “Oh, Dios,ven a ayudarnos”, porque nosexpresamos de una manera psicológica.Pero en realidad Dios no “viene” aayudarnos, porque no hay ningún lugaren el que Dios no esté.

    Si tomare las alas del alba, yhabitare en el extremo del mar, aunallí me guiará tu mano, me asirá tudiestra . . . Si subiere a los cielos,allí estás tú; y si en el Seol hiciere

  • mi estrado, he aquí, allí tú estás(Salmos 139:9-10, 8).

    Así que es imposible pensar en unlugar donde Dios no esté.

    La inmensidad de DiosLas Escrituras nos enseñan también

    sobre la inmensidad de Dios. Isaíasdice: “¿Quién midió las aguas con elhueco de su mano y los cielos con supalmo, con tres dedos juntó el polvo dela tierra, y pesó los montes con balanzay con pesas los collados?” (40:12).

    Imagínese si se alejara en el espaciomillones de años luz y encontrara uncuerpo tan inmenso que pudiera arrojar

  • a todo nuestro sistema solar en él. Comosi aventara una palada de carbón en unacaldera, tragaría nuestro sistema solar yseguiría adelante. Después que ustedhaya pensado en eso, recuerde que Dioslo contiene todo. Recuerde que Diosestá afuera de todas las cosas y adentrode todo y alrededor de todo. Recuerdeque nuestro Dios lo hizo. Esa es lainmensidad de Dios.

    El Espíritu Santo es más grande quetodo el universo, la pequeña avellanaque vio Juliana. “He aquí que lasnaciones le son como la gota de aguaque cae del cubo” (Isaías 40:15). Sabe,es muy difícil lograr que un cristiano seasuste. Es difícil hacerlo entrar enpánico si realmente cree en Dios. Si es

  • meramente un miembro de la iglesia,puede ponerse muy nervioso. Pero sirealmente cree en Dios es muy difícilque lo haga.

    Es muy difícil para un bocón comoNikita Kruschev [líder de la antiguaUnión Soviética en las décadas de 1950y 1960] asustar a alguien queverdaderamente crea en Dios. Kruschevsonaba cada vez más como AdolfoHitler, ¿y dónde está Hitler? El mismoDios que dispuso de Adolfo dispusotambién de Nikita uno de esos días. “Heaquí que las naciones le son como lagota de agua que cae del cubo, y comomenudo polvo en las balanzas le sonestimadas; he aquí que hace desaparecerlas islas como polvo” (Isaías 40:15): tan

  • pequeño que Él ni siquiera las nota.“Como nada son todas las nacionesdelante de él; y en su comparación seránestimadas en menos que nada, y que loque no es” (Isaías 40:17).

    El veterano Dr. Neighbor solía decirque la palabra vanidad en hebreosignifica: “una pompa de jabón”: algoque flota con una piel infinitamentedelgada. Cuando se la toca, desaparece;nadie puede volver a encontrarla. Eso eslo que significa: todas las naciones delmundo son como una pompa de jabónpara Él.

    El está sentado sobre el círculo dela tierra, cuyos moradores soncomo langostas; él extiende los

  • cielos como una cortina, losdespliega como una tienda paramorar . . . ¿A qué, pues, me haréissemejante o me compararéis? diceel Santo. Levantad en alto vuestrosojos, y mirad quién creó estascosas; él saca y cuenta su ejército;a todas llama por sus nombres;ninguna faltará; tal es la grandezade su fuerza, y el poder de sudominio (Isaías 40:22 y 25-26).

    Este pasaje probablemente sea el másosado vuelo de la imaginación jamáshecho por la mente humana. Aquí enIsaías tenemos eso que es más vasto eimponente que cualquier cosa que hayapodido salir de la mente de

  • Shakespeare. Es el pensamiento del granDios, el Pastor del universo, que semueve a través de su universo, con susmiles de millones y billones de años luz,con sus mundos tan grandes que todonuestro sistema solar se vería como ungrano de arena en comparación. Y Diossobresale por allí y llama a estosmillones de mundos sus ovejas; losllama a todos por nombre y los guía através del vasto cielo.

    Diría que este es el pensamiento máselevado que conozco, dentro o fuera dela Biblia. Y Dios hace esto por “lagrandeza de su fuerza, y el poder de sudominio” (Isaías 40:26). Así como unpastor cuida a todas sus ovejas yninguna se le pierde, Dios guarda todo

  • su universo. Los hombres señalan lasestrellas con sus pequeñísimas gafas yhablan con erudición, pero solo hanestado contando las ovejas de Dios,nada más. Dios es quien gobierna suuniverso.

    Y en los Salmos leemos:

    Bendice, alma mía, a Jehová.Jehová Dios mío, mucho te hasengrandecido; Te has vestido degloria y de magnificencia. El que secubre de luz como de vestidura,Que extiende los cielos como unacortina, Que establece susaposentos entre las aguas, El quepone las nubes por su carroza, Elque anda sobre las alas del viento

  • (104:1-3).

    Eso es grandeza, la inmensidad de lainmanencia de Dios, comparada con lavastedad y la pequeñez del mundo.Porque Juliana dijo: “Vi toda suvastedad reducida, y vi cuán grande eraen verdad, comparada con el Diostodopoderoso. ‘Era del tamaño de unaavellana’”. Luego dijo: “Me maravillóuna sola cosa”. Y yo pensé: “Memaravillé de lo que podría mantenerlounido”.

    Dios protege lo que ama¿Se preguntó usted alguna vez qué es

    lo que sostiene juntas todas las cosas?

  • ¿Se ha preguntado alguna vez por quélas cosas no se desintegran? ¡Yo sí! Mehe preguntado cómo es que las cosas nose vienen abajo. “Me maravilló”, dijoella, “cuánto podría durar”. Aunque ladistancia lo envuelve todo y aunque lamateria depende de la Palabra de Dios,y aunque la vida es un rayo desde elcorazón de Dios, ¡no hay mucho de quépreocuparnos! Pero ella dijo: “¿Cuántopodría durar? ¿Cómo podría esomantenerse unido?”. Luego dijo: “Loentendí. Vi que todas las cosas fueroncreadas por el amor de Dios y que Él lashizo y las ama y las guarda”.

    Por eso es que usted no se desintegra:porque Dios lo hizo, Dios lo ama y loguarda. Dios ama lo que hace, porque

  • sería inconcebible que Dios hiciera algoque no amase.

    Un sujeto me trajo hace poco uncuadro en el que había estado trabajandodurante un tiempo y me lo mostró paraver si me gustaba. Sería inconcebibleque a él no le gustara su propia pintura.A mí también me gustó, pero me lamostró porque a él le gustaba. Nos gustalo que hacemos nosotros mismos. Diosama lo que Él hizo. Y como lo hizo, loama y porque lo ama, lo cuida.

    Las personas no van a perder nadaque amen si pueden evitarlo. Una madrepuede perder a su bebé si muere, perono lo hará si puede ayudarlo. Un hombrepuede perder una propiedad o suautomóvil o su empleo, pero no lo hará

  • si puede evitarlo. Y así el Diostodopoderoso está en una posición de noperder nunca nada porque es capaz deno perderlo. Él lo guarda porque lo amay lo ama porque lo hizo—¿o lo hizoporque lo ama?—no lo sé.

    Escuché predicar a un párrocoepiscopal un sermón sobre lainmortalidad. Dio una de los másmagníficos razonamientos sobre lainmortalidad que jamás había oído. “LaBiblia dice que Abraham era amigo deDios”, dijo el párroco. “Ahora bien,¿cómo podría ser que un hombreabandonara a sus amigos? Si un hombrees su amigo, usted no lo va a perder sipuede evitarlo. Y si muriera ustedtrataría de traerlo de vuelta si pudiera.

  • Usted conservaría a su amigo porque essu amigo.

    “Bien, el Dios todopoderoso puedeconservar a su amigo. Por eso sabemosque Abraham regresará de entre losmuertos, porque es amigo de Dios y Élno permitirá que su amigo esté sepultadoy se pudra para siempre. Él lo traerádesde la tumba. Y es por eso que yocreo en la inmortalidad. Creo que Diosnos hizo y nos ama y Él guarda lo queama”.

    Así que todas las cosas tienen su seren Dios. Quiero que usted piense enDios el Creador: Dios el Padretodopoderoso, Creador de los cielos yla tierra. Quiero que piense en el Diosamante: “Porque de tal manera amó Dios

  • al mundo, que ha dado a su Hijounigénito” (Juan 3:16). Y quiero quepiense en Dios el Guardador, si usted esun verdadero cristiano. Si no esrealmente un cristiano, si usted no hanacido de nuevo y no se ha lavado en lasangre del Cordero, esto no se le aplica,y no tiene sentido que yo trate de hacerque se le aplique. Pero si es unverdadero cristiano esto se aplica austed.

    ¿Por qué no somos felices?Cuando lady Juliana pensó en esto,

    dijo: “Si todo esto es cierto, entonces¿por qué no tenemos todos una gran pazen el alma y en el espíritu? ¿Por qué los

  • cristianos no son las personas másfelices, más reposadas de todo elmundo?” Entonces ella respondió supropia pregunta: “Porque buscamosnuestro descanso en cosas que sondemasiado pequeñas. Esta avellana en lacual todo esto está condensado:procuramos encontrar placer en esaspequeñas cosas”.

    ¿Qué es lo que lo hace feliz a usted?¿Qué es lo que lo alegra y le levanta lamoral? ¿Es su trabajo? ¿El hecho de quetiene buena ropa? ¿Es porque se hacasado bien y tiene una buena posición?¿Qué es exactamente lo que le producegozo?

    Ese en nuestro problema. Sabemosque Dios es tan inmenso que en

  • comparación todo tiene el tamaño de unaavellana. Y sin embargo no somospersonas felices porque nuestra menteestá puesta en cosas. Multiplicamoscosas, las acrecentamos y lasperfeccionamos. Embellecemos lascosas y ponemos nuestra confianza enellas y en Dios. Tenemos nuestro trabajoy a Dios; a nuestro esposo y a Dios;nuestro fuerte cuerpo y Dios; nuestrobuen trabajo y Dios; nuestro hogar yDios. Tenemos nuestra ambición en elfuturo y Dios, y de esa manera ponemosa Dios como un signo más después detodas las demás cosas.

    Todas las grandes almas del mundodesde David y Pablo y Agustín y todaslas demás hasta las de hoy, todo escritor

  • responsable que ha sido iluminadodesde las Escrituras por medio delEspíritu Santo ha dicho lo mismo. Y seaque venga de una escuela depensamiento cristiano o de otra,mientras sea ortodoxo y espiritual dirálo mismo: nuestro problema es queponemos nuestra confianza en cosas y noen Dios. Y Juliana dijo: “Dios memostró que todas las cosas son apenasdel tamaño de una avellana. ¿Por quéponemos nuestra confianza en cosas tanpequeñas que Dios mantiene juntas?¿Por qué habría yo de confiar en cosas?”

    Las multiplicamos, las acrecentamos,y seguimos estando ansiosos einsatisfechos. ¿Por qué? Porque todo loque esté por debajo de Dios no nos

  • satisfará. Dios lo hizo a su imagen yusted es así. Dios no hizo al chimpancéa su imagen. No hizo al caballo, esasinfonía en movimiento, a su imagen.Dios no hizo a su imagen a ese preciosopájaro del cual el poeta dice: “Canta alanochecer . . . su nota nocturnal” a suimagen. Dios lo hizo bello, pero no lohizo a su imagen.

    Dios solo lo hizo a usted a su imageny usted está pegado a Él, tantopecadores como cristianos. Usted fuehecho a la imagen de Dios, y nadamenos que Dios puede satisfacerlo. Yaunque espere ser de esos cristianos que“meten la moneda en la ranura (es decir,con la certeza de obtener algo acambio), obtienen la salvación, escapan

  • del infierno y van al cielo” (esa pobrevisión infantil del cielo) recuerde unacosa: con el paso de los años encontraráque no está satisfecho con “cosas másDios”. Usted necesitará tener a Diosmenos todas las cosas.

    Usted podría preguntarme: “¿Usted notiene cosas?” Seguro que las tengo. Diossabe que no tengo mucho, solo unmontón de libros. Tengo una esposa,hijos, nietos y amigos: tengo todo eso.

    Pero apenas ponga mis esperanzas ymi comodidad en esas cosas y en esaspersonas perderé algo de mi corazón.Mejor que no sea cosas y Dios, mejorque no sean personas y Dios: debe serDios y nada más. Luego, todo lo demásque Dios nos dé, podemos tomarlo en

  • nuestros brazos y quererlo en nombre deJesús. Y podemos amarlo por Él, perosin que sea necesario para nuestrafelicidad. Si hay algo que es necesariopara su felicidad eterna además de Dios,usted no es todavía la clase de cristianoque debería ser. Porque solo en Dioshay verdadero descanso.

    Dios se complace cuando un almadesamparada va hacia Él sencillamente,sin rodeos e íntimamente. Siente placeren que lleguemos a Él, Esta clase decristianismo no atrae grandes multitudes.Atrae solo a quienes tienen su corazónpuesto en Dios, que quieren a Dios másque a ninguna otra cosa en el mundo.Estas personas quieren la experienciaespiritual que viene de conocer a Dios

  • por lo que Él es. Podrían quitarles todo,pero ellos seguirían teniendo a Dios.

    Estas personas no son muy numerosasen ninguna localidad dada. Esta clase decristianismo no atrae a grandesmultitudes, pero seguramente atraerá alos hambrientos y sedientos y a algunosde los mejores. Y por ello Dios secomplace tanto cuando gentedesamparada va hacia Él, sencillamente,sin rodeos e íntimamente. Él quiere quevayamos sin toda la gran carga de lateología. Él quiere que vayamossencillamente y sin rodeos, como unniño pequeño. Y si el Espíritu Santo lotoca, usted será así.

  • El entusiasmo de DiosComo dije en el capítulo anterior,

    Dios es ilimitadamente entusiasta. Mealegra que alguien lo sea, porque noencuentro muchos cristianos que lo sean.Si lo son, su entusiasmo no estáconcentrado en las cosas importantes. Sivan a ver una película, esta puedeobnubilarlos. Se alborotan por ir a uncrucero a la luz de la luna. Pero si unotan solo les dice: “Mira, mira, ¡mira aDios, mira a Dios!”, no obtienedemasiado entusiasmo.

    Dios es entusiasta. Se entusiasmaconsigo mismo en las Personas de laTrinidad. Las Personas de la Trinidad sedeleitan infinitamente cada una con lasotras. El Padre está infinitamente

  • complacido con el Hijo y el Hijo estáinfinitamente complacido con las otrasdos personas de la Trinidad. Él sedeleita en toda su creación, y enespecial en los hombres hechos a suimagen. La incredulidad llega y arrojaun velo sobre nosotros y no deja pasarla luz de Dios, y entonces no creemosque Dios se deleita, se deleitainfinitamente con nosotros.

    Aquí le comparto una oración hechapor lady Juliana:

    Oh Dios, dame tu bondad, porquetú eres suficiente para mí, y nopodría pedir nada más ni encontrarhonra en nada además de ti. ¡Diosdame de ti!

  • Decimos que hay un avivamientocuando todo el mundo corre y se caeencima de los demás y dicen:“Perdóname por haber tenido un malpensamiento sobre ti. Perdóname por loscinco centavos que olvidé devolverte”.O decimos que los avivamientosconsisten en gente que se pone muyruidosa. Bueno, eso puede suceder en unavivamiento, pero la única clase deavivamiento que podría haber aquícuando los mundos se enciendan, es elavivamiento que comienza con la frase:“Oh Dios, dame de ti! Porque nada fuerade ti puede llenarme”.

    Hambre de Dios

  • “Jamás he querido”, dijo lady Juliana“algo [que fuera] menos que Dios”. Megusta esa expresión. Traducido alespañol moderno se diría: “No me seríasuficiente”. Juliana en efecto dijo: “OhDios, si tuviera toda la avellana—todo,desde el protón hasta el cuerpo celestemás remoto, hacia arriba y hacia abajoen la escala de todas las cosas bellas dela tierra, el cielo, el mar, los diamantesde las minas, la madera de los bosques,el encanto de un paisaje y la riqueza delas ciudades—si tuviera todo eso perono te tuviera a ti, siempre me haríasfalta”. No sería suficiente.

    El problema del mundo de hoy es quetodos dicen: “siempre me harías falta”,pero no saben qué. Hay un pequeño altar

  • dentro de usted, un altar tan profundoque nadie lo conoce, solo usted. Y en laparte más interna, más profunda de esealtar, “un huerto en Edén, al oriente”(Génesis 2:8). Yace en la enorme almade ustedes, esa alma que es más grandeque el universo estrellado. Hay un altarallí, un jardín y un trono. Y sin importarqué pase, usted recibirá un grito desdeese trono: ¡Siempre me harías falta!¡Oh, Dios! ¡Sigo estando hambriento,sigo estando hambriento!

    ¿Quién se suicida? No el pobre: elrico. No el desconocido de la calle: sonlos actores de cine y los políticos ygente que es muy conocida. Como dicela canción: “Quédate con el mundo perodame a Jesús”. Podríamos tener todo el

  • mundo pero no tener a Jesús, y entonceshabría un clamor muy adentro denosotros: “Siempre me haces falta”.

    Esta es la peor calamidad para unalma humana: haber sido hecha a laimagen de Dios, con un espíritu tangrande que puede contener el universo,pero que clama por más. Imagine unalma más grande que los cielos y loscielos de los cielos, pero vacía de Dios.Imagine ir por la eternidad gritando:“Nunca me faltes, oh Dios”, por siemprey siempre. “Oh Dios, estoy hambriento yno puedo comer; estoy sediento y nopuedo beber. Envíame a Lázaro para quemoje la punta de su dedo en agua, yrefresque mi lengua; porque estoyatormentado en esta llama” (vea Lucas

  • 16:24).Me pregunto si las llamas del infierno

    no serán atizadas desde lo profundo enese santuario [del corazón] donde, árida,deshecha y reseca, el alma del hombreclama: “Oh Dios, nunca me faltes. Lohe tenido todo: religión, posición,dinero, un cónyuge e hijos, ropas, unbuen hogar; pero todo eso es como unapequeña avellana: no es nada. Oh, Dios,¡perdí lo que más quería!”.

    Muy en el fondo, ese es el problema.Ese es el problema en Rusia, enWashington, en todos lados: siempre,siempre lo han querido, aunque lo tienentodo. Usted debe conocer la historia deAlejandro Magno, quien conquistó todoel mundo y lloró porque no había más

  • mundo para conquistar. El hombre haido al Polo Norte y al Polo Sur y ahoravuelve sus codiciosos ojos hacia la lunay los planetas. Tiene y obtiene, obtiene ytiene.

    La nación más rica de la tierra esEstados Unidos. Creemos que estamosen una recesión, pero los autos se siguenhaciendo más largos, más grandes ycada vez se parecen más a una máquinade discos. Y cada vez hay más dinero enmás cuentas bancarias. Se le hacendeducciones a su salario, pero despuésque le hayan sacado todo lo que ustedpueda imaginar, el hombre promediosigue teniendo más dinero del que teníaantes.

    Cuando yo era joven, un hombre

  • podía criar a diez hijos con un dólar pordía y lo hacía bien. Ahora tenemos todo,absolutamente todo. ¿Pero qué país entodo el mundo es el que tiene másproblemas, más crisis, más locura, másasesinatos, más triángulos, máshospitales mentales, más psiquiatras ydivanes?

    Dios debe estar primeroEs un pensamiento más bien cínico, e

    irónico, que la nación más rica delmundo tenga la mayor tasa de divorcios,de suicidios y de delincuencia juvenil.Eso vuelve a probar que sin importarcuánto se le dé al hombre, si pierde aDios clama: “Por siempre me faltas”, y

  • sale a cometer un crimen. Si usted le datodo y luego añade a Dios, lo haceequivocar, y él se equivoca en su propiaalma. Porque Dios quiere ser el primeroy el todo.

    El dinero no es todo. Si usted aceptael reino de Dios y su justicia, Dios leañadirá dinero: el que usted necesite. Siusted acepta el reino de Dios y sujusticia, Dios puede enviarlo a queaprenda arte, música u otros amoresterrenales legítimos. Dios puedeenviarle todo y dejar que usted lo tenga.Pero siempre en el entendimiento de queÉl puede volver a quitárselo todo sinsiquiera una queja de su parte. Ustedsigue teniendo a Dios, y Dios es todo.

    Isaías escribió: “No se pondrá jamás

  • tu sol, ni menguará tu luna; porqueJehová te será por luz perpetua, y losdías de tu luto serán acabados” (Isaías60:20). El tejedor de seda alemánGerhard Tersteegen, escribió ciertaalocada paráfrasis de esto:

    Oh rápido, y se ha ido,Cuán grande es Dios,Cuán pequeño soy yo,Una partícula en el cielo sinlímites,Y dejemos que la gloria profunda,ancha y altaDel sol sin nubes del cielo,Nunca jamás yo olvidePerdido, consumido en la

  • inmensidad del amor.El mar que no conoce ruidos nicostas,Solo Dios está allí, no yo,Se me puede acercar, tan cercacomo estoy de mí mismoAsí que me he perdido alencontrarlo a Él.El cielo ilimitado de tu eterno amorA mi alrededor, por debajo y porencimaEn la gloria de aquel dorado día,Las cosas viejas pasaron,Sí, pasaron.

    Casi hemos perdido nuestracapacidad de arrodillarnos con los pies

  • descalzos ante una zarza ardiente comoesta.

    Cuando la Iglesia haya restaurado laclase de espíritu que puede entender loque Isaías quiso decir y lo queTersteegen significó cuando parafraseó aIsaías, entonces sí tendremos unavivamiento: la clase de avivamientoque tuvieron los cuáqueros y losmetodistas, y que hubo en Pentecostés.

    Así que me he perdido alencontrarlo a Él.Me he perdido para siempre, ohHijo tuyo,El cielo ilimitado de tu eterno amorA mi alrededor, por debajo y porencima.

  • ¡Este es Dios!

    Ahora recuerde nuevamente elversículo: “Escondida con Cristo enDios” (Colosenses 3:3). Si usted ganaratodo el mundo y no encontrara a Dios ensu alma, ¿qué tendría?

    Nada tendría valor para usted.Busquemos, oremos, quedémonosquietos, hagamos silencio. Aprendamosla maravilla del silencio. Aprendamosla belleza, el secreto de buscar a Dios.Con nuestra Biblia abierta ante nosotrose inclinados de rodillas, solos enhumildad y arrepentimiento, clamemos:“¡Solo Dios, solo Dios y Diossolamente! ¡Quédese con el mundo, perodeme a Jesús!” ¿Haría usted eso?

  • Necesitamos eso en la Iglesia. Que Diosnos lo conceda en Jesucristo nuestroSeñor.

    Ahora, Padre, ¿querrías bendecir atodo aquel que reciba este mensaje?¿Nos concederás, te rogamos, quepodamos olvidar las cosas que estánatrás y avanzar hacia las que estándelante? ¿Permitirás que podamos vertodo lo que existe como apenas deltamaño de una avellana y a nosotrosmismos en Dios como vastos, tanvastos, que abarquemos los mundospero estemos completamente vacíos sinti? Llénanos, oh Dios, llénanos de ti,porque sin ti todo nos faltará. Llénanosde ti en el nombre de Jesucristo. Amén.

  • Capítulo 3

    La bondad de Dios

    Bueno eres tú, y bienhechor(Salmo 119:68).

    De las misericordias de Jehováharé memoria, de las alabanzas deJehová, conforme a todo lo queJehová nos ha dado, y de lagrandeza de sus beneficios hacia

  • la casa de Israel, que les ha hechosegún sus misericordias, y segúnla multitud de sus piedades (Isaías63:7).

    ¡Cuán preciosos me son, OhDios, tus pensamientos! ¡Cuángrande es la suma de ellos! (Salmo139:17).

    Porque Jehová volverá agozarse sobre ti para bien(Deuteronomio 30:9).

    ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tumisericordia! Por eso los hijos delos hombres se amparan bajo lasombra de tus alas (Salmo 36:7).

    Gustad, y ved que es buenoJehová (Salmo 34:8).

  • Pues si vosotros, siendo malos,sabéis dar buenas dádivas avuestros hijos, ¿cuánto másvuestro Padre que está en loscielos dará buenas cosas a los quele pidan? (Mateo 7:11).

    Durante más de treinta años he habladode la bondad de Dios. Es muyimportante que conozcamos su bondad yque sepamos qué clase de Dios es.¿Cómo es Dios? Es una pregunta quedebe ser respondida si de alguna maneraqueremos ser cristianos. No dé esto porsupuesto ni diga: “Ya lo sé”.

    Hay quienes dicen que la religión esalgo injertado en el hombre como

  • resultado de su debilidad o superstición.Sin embargo, la historia indica queninguna tribu o nación se ha elevadomoralmente por encima de su religión.Si ha tenido una religión degradada hatenido un pueblo corrompido, y si elpueblo no está degradado la religión,aunque no sea el cristianismo ni eljudaísmo, ocupa un nivel relativamentealto en la escala de las religiones noreveladas. Y recuerde que ningunareligión se ha elevado por encima de suconcepción de Dios. Si los paganoscreen que Dios es tramposo,malhumorado, horrible y embustero, sureligión será edificada en torno de eseconcepto. Intentarán ser taimados con sudios y actuarán de la forma en que

  • actúan sus dioses.Si creen, por otro lado, que Dios es

    uno, que es un Dios enaltecido, fiel ynoble, entonces, aunque no hayan sidoredimidos, su religión tenderá a seguirsu concepto de un Dios enaltecedor,aunque sea una religión pagana y nolleve a la redención.

    El cristianismo de cualquier época hasido fuerte o débil dependiendo de suconcepto de Dios. E insisto en lo que hedicho muchas veces: el problema básicode la Iglesia de hoy es su indignaconcepción de Dios. Hablo con eruditosy gente piadosa de todo el país, y todosopinan lo mismo.

    Los no creyentes dicen: “Toma tu diosvaqueroa y vete a casa”, y nosotros nos

  • enojamos y decimos: “Son vilespaganos”. No, no son viles paganos, o almenos no es por eso que hablan así. Nopueden respetar a nuestro “dios delvaquero”. Y como el evangelicalismo seha pasado de la raya con su “religión delvaquero”, su concepción de Dios esindigna de Él. Nuestra religión espequeña porque nuestro dios espequeño. Nuestra religión es débilporque nuestro dios es débil. Nuestrareligión es innoble porque nuestro dioses innoble. No vemos a Dios como Éles.

    El salmista dijo: “Engrandeced aJehová conmigo” (Salmos 34:3).“Engrandecer” puede significar doscosas: “hacer que se vea más grande de

  • lo que es” o “verlo tan grande como es”.El salmista usó esta última acepción de“engrandecer”.

    Si usted quiere examinar una cantidadmuy pequeña de materia, la coloca en elmicroscopio y la agranda para que sevea más grande de lo que es. Pero esimposible hacer que Dios se vea másgrande de lo que es. Cuando decimos:“Engrandeced a Jehová” nos referimos aque tratemos de ver a Dios de un modosimilar a lo inmenso que es. Esto es loque yo quiero hacer. Esto es lo que, conla ayuda de Él, me he dedicado a hacer.

    Una iglesia local solo será tan grandecomo su concepción de Dios. Uncristiano será exitoso o fracasarádependiendo de lo que piense de Dios.

  • Es de fundamental importancia quetengamos conocimiento del Santo, quesepamos cómo es Dios. Por supuestosolo podemos conocerlo mediante lasEscrituras: es de donde obtenemosnuestra información. También podemosaprender algo de la naturaleza: “Loscielos cuentan la gloria de Dios, y elfirmamento anuncia la obra de susmanos” (Salmo 19:1). Pero aunque lapluma de la naturaleza escriba sindemasiada claridad, la Palabra de Dioses muy, muy clara.

    Es muy importante que sepamos queDios es bueno. Leemos que Dios esbueno y hace el bien y que su amorosabondad (misericordia) está sobre todassus obras y todos esos pasajes de las

  • Escrituras citados antes. Tome laconcordancia y busque la palabra“bueno” o la palabra “misericordia” yvea cuánto tiene para decir la Bibliasobre que Dios es de buen corazón, tantoen el Antiguo como en el NuevoTestamento.

    Lo que significa “bueno”Dios es de buen corazón, gentil,

    amable y benevolente en su intención.Recordemos que Dios también escordial. En realidad, nosotros solopensamos que creemos. Somos creyentesen un sentido, y confío en que creamoslo suficiente como para ser salvos yjustificados por gracia. Pero no creemos

  • con la intensidad y la intimidad quedeberíamos. Si lo hiciéramos,creeríamos que Dios es un Dios cordial,que es gentil y que sus intenciones sonamables y benévolas. Deberíamos creerque Dios nunca piensa algo malo sobrenadie, y jamás ha tenido un malpensamiento sobre alguien.

    Ahora, todo lo que he dicho significaque Dios es bueno. Todo eso Él lo esinfinitamente. ¿Por qué digo esto?Porque la infinitud es un atributo deDios. Y es imposible que Dios sea algopero no sea completamente,infinitamente lo que es. Es posible queel sol sea brillante, pero noinfinitamente brillante porque no tienetoda la luz que hay. Es posible que una

  • montaña sea grande pero noinfinitamente grande. Es posible que unángel sea bueno, pero no infinitamentebueno. Solo Dios puede reclamarinfinitud. Cuando digo que Dios esbueno, que tiene un buen corazón, quierodecir que tiene un corazón infinitamentebueno y que no tiene límites para ello.Cuando digo que Dios es amable, buenoy comprensivo por naturaleza, quierodecir que Él es infinitamente así.

    Dios no solo es infinitamente bueno,también es perfectamente bueno. ¡Diosnunca es parcialmente algo! Cuandodigo que Dios es de buen corazón, merefiero a que es perfectamente de buencorazón. No significa que pueda haberveces en que Dios no se sienta bien y no

  • sea bondadoso.Nunca habrá un momento en que Dios

    no sea cordial. Hasta el mejor de loscristianos no es cordial siempre. Quizásno durmió bien, y aunque no esté loco yviva como cristiano, quizás no le gustehablar por las mañanas. No se sientecordial; no es comunicativo; no esentusiasta. Pero nunca hay un momentoen que Dios no lo sea. Porque lo queDios es, lo es perfectamente.

    Con gozo le anuncio que lo que Dioses, es inmutable. Dios nunca cambia. Loque Dios fue, eso es. Lo que Dios fue yes, eso será. Jamás habrá un cambio enDios. No me llame hereje, averígüelo.Vaya a la Palabra y vea si esto escorrecto. Si usted fuera un buen bereo

  • iría a las Escrituras e investigaría siestas cosas son ciertas (vea Hechos17:10-11), eso es todo lo que le pido.

    Recuerde que Dios es entusiastarespecto de sus obras. Dios no es uningeniero ausente que dirige su mundopor control remoto. Las Escrituras dicenque Él “sustenta todas las cosas con lapalabra de su poder” (Hebreos 1:3). Lapresencia de la Palabra invisible en eluniverso hace que las cosas funcionen.Dios es el creador perfecto y manejatodo al estar presente en sus obras. Esose ve en los profetas, los Salmos y ellibro de Job, todo en el AntiguoTestamento.

    Cuando llegamos a la era de laciencia nos olvidamos de todo eso;

  • ahora hay “leyes”. La Biblia no sabíanada sobre “las leyes de la naturaleza”.La Biblia solo sabía que Dios estabaallí. Si llovía, era Dios que regaba lascolinas desde sus aposentos. Si habíarayos, era Dios, y si eran truenos, era la“voz de Jehová que desgaja las encinas”(Salmo 29:9).

    Los escritores de la Escritura teníanaguda conciencia de Dios y nunca sesentían solos porque Dios estaba allí.“Ciertamente Jehová está en este lugar, yyo no lo sabía” (Génesis 28:16). Estaidea de que Dios es un ingeniero ausenteque maneja su universo por controlremoto está completamente equivocada.Él está presente con un entusiasmocontinuo y perpetuo, con todo el fervor

  • de su extasiado amor impulsado por susdesignios santos. Si usted no siente deesta manera, es la incredulidad lo quehace que se sienta así; es lapreocupación de este mundo. Si usted lecreyera a Dios, sabría que esto esverdad.

    La bondad de Dios significa que Él nopuede sentirse indiferente hacia nadie.Las personas son indiferentes, pero Diosno. Dios ama con una energíaabsolutamente ilimitada u odia con fuegoconsumidor. Se ha dicho sobre lasegunda persona de la Trinidad: “Hasamado la justicia, y aborrecido lamaldad, por lo cual te ungió Dios, elDios tuyo, con óleo de alegría más que atus compañeros” (Hebreos 1:9). El

  • mismo Señor Jesús que amó con unilimitado y arrollador amor tambiénodió con terrible fuego consumidor yseguirá haciéndolo por los siglos. Labondad de Dios exige que no puedaamar el pecado.

    Nuestra razón de vivirLa bondad de Dios es la única razón

    válida para la existencia, la única razónque subyace tras todas las cosas.¿Imagina usted que merece haber nacido,que merece estar vivo? El incrédulopoeta Omar Khayyám dijo:

    Llegado a este Universo el porquéignorando y el de dónde, como

  • agua que, quiera o no quiera,corre,

    salgo de él como el viento que eldesierto cruzando, sin saber haciadónde, quiera o no sigue andando.b

    Y luego acusó a Dios por todoaquello y dijo: “Por todo lo malo que hehecho, oh Dios, perdóname y recibe miperdón”. Él creía que Dios le debíaalgo. Pero recuerde que usted puederesponder cada pregunta con estaexpresión: “Dios en su bondad lo quiso.Dios por su generosidad lo quiso”.

    ¿Por qué fuimos creados? ¿Fueporque merecíamos ser creados? ¿Cómopuede nada merecer algo? Hubo untiempo en el que no había raza humana.

  • ¿Cómo podría una raza que no existíamerecer algo? ¿Cómo podría un hombreque todavía no había sido creado ganaralgo o acumular mérito? No podría serasí. Dios por su bondad nos creó. ¿Porqué no fuimos destruidos cuandopecamos? La única respuesta es queDios en su bondad nos perdonó. EseDios, cordial y bien intencionado, nosperdonó.

    ¿Por qué el Hijo eterno de Dios habrádado su sangre por nosotros? Larespuesta es: por su bondad y sumisericordia. “¡Cuán preciosa, oh Dios,es tu misericordia! Por eso los hijos delos hombres se amparan bajo la sombrade tus alas” (Salmo 36:7). ¿Por qué meva a perdonar Dios si he pecado una, y

  • otra, y otra vez? Porque Dios, en subondad, actúa de acuerdo con ella yhace lo que su amoroso corazón le dicta.

    ¿Por qué responde Dios lasoraciones? No imaginemos que lo haceporque alguien es bueno. Nosotros, losprotestantes, decimos que no creemos enlos santos, pero sí creemos. Loscanonizamos: tenemos a san GeorgeMueller, a san C. H. Spurgeon, a san D.L. Moody y a san A. B. Simpson.Tenemos la idea de que Dios respondiólas oraciones de ellos porque eranrealmente buenos. Si ellos estuvieranaquí, lo negarían fervientemente.

    Nadie jamás obtuvo nada de Diossobre la base de sus méritos. Habiendocaído, el hombre solo merece castigo y

  • muerte. Así que si Dios respondenuestras plegarias es porque es bueno.¡Por su bondad, su misericordia, susbuenas intenciones y benevolencia Dioslo hace! Esa es la fuente de todo.

    Estos son los únicos motivos por loscuales cualquiera ha sido salvo desde elcomienzo del mundo. Está muy difundidala idea de que en el Antiguo Testamentolos hombres eran salvos por la ley y queen el Nuevo Testamento somos salvospor gracia. Lo segundo es correcto, perolo primero está equivocado. Nadie hasido salvo jamás, desde el día en queAbel ofreció la sangre de su cordero enun altar casero, hasta el últimoconvertido de hoy, sino por la bondad deDios. Por la gracia de Dios, su

  • misericordia, su buen corazón, subondad y su gentileza, su cordialidad ylo accesible que es, salvó amablementea las personas. Hemos tomado lapalabra “gracia” y la hemos convertidoen un término técnico.

    La gente del Antiguo Testamento no sesalvaba por hacer algo, porquemerecemos el infierno, y si Dios actuarasolamente de acuerdo con su justicia,simplemente hubiera quitado el tapón ynos hubiera arrojado a todos al infiernoy listo. Pero Dios, por su bondad ygracia misericordiosa perdonó a quieresaceptaron las condiciones queestableció. Todos son salvos por gracia.Abel fue salvo por gracia. Noé fue salvopor gracia: “Pero Noé halló gracia ante

  • los ojos de Jehová” (Génesis 6:8). Asísucedió con Moisés y con todos losdemás hasta la venida de Jesús y sumuerte en la cruz. Todos fueron salvospor gracia por la bondad de Dios. Ytodos han sido salvos por gracia por labondad de Dios desde entonces.

    Bondad y severidadPero no nos ahoguemos en almíbar.

    Dios no solo es bueno; Dios es severo.Romanos 11:22 nos habla de laseveridad de Dios: “Mira, pues, labondad y la severidad de Dios” y diceque como Israel se apartó de Dios, Diosfue severo con Israel y lo cortótemporalmente del buen olivo e injertó a

  • los gentiles en su lugar. Mire, pues, labondad y la severidad de Dios.

    Dios es bueno con todos los queaceptan su bondad. Y por quienesrechazan su bondad, no hay nada que elDios todopoderoso pueda hacer sipermite al hombre su libre albedrío, yyo creo en el libre albedrío. El librealbedrío es un don de Dios: de susoberanía absoluta nos ha dado un pocode soberanía provisional. Él dijo: “Lespermitiré, dentro de ciertos límites, quesean sus propios jefes y que elijan ir alcielo o al infierno”. Si un hombre noacepta la bondad de Dios, deberáaceptar su soberanía hacia todos los quecontinúan en rebelión moral contra eltrono de Dios y se rebelan contra las

  • virtuosas leyes de Dios. No hay nadaque Dios pueda hacer y por ello sujusticia dispone de todos.

    ¿Pero qué sucede con quienes se hanrendido a su amor? Dios es tan santocomo bueno, tan justo como bueno yamable, y nosotros somos pecadores,entonces ¿no estamos necesariamenteperdidos? ¿No debemos perecer? ¿Nosería moralmente lógico quepereciéramos?

    Permítame citar del libro de ladyJuliana: “Dios, en su bondad, haordenado medios para ayudarnos,completos, justos y muchos; el mayor fueque tomó sobre sí la naturaleza delhombre”. Al venir a la tierra comohombre, Dios vino a donde estamos

  • nosotros, y al haber venido nos entiendecon simpatía y empatía.

    La simpatía es una buena palabrapasada de moda en nuestra región: “-patía” tiene la misma raíz que pathos,que significa: “sentimiento o sufrimientofrecuente”; “sim-” significa “juntos”,como en el caso de la palabra sinfónica(un grupo de músicos que tocan juntosen armonía). La simpatía, entonces, esDios que siente y sufre junto connosotros. La empatía, por supuesto, esun poco diferente. Significa lacapacidad de proyectarse en otro ysentir como él siente. Es un temamaravilloso, y cada vieja abuela decualquier granja de Tennessee sabe loque significa la empatía. Pero se

  • necesitó un buen científico para darle unnombre.

    Permítame leérselo de la Biblia, enlenguaje bíblico en lugar de lenguajepsicológico:

    Por lo cual debía ser en todosemejante a sus hermanos [es decir,cuando Él tomó sobre sí la semillade Abraham], para venir a sermisericordioso y fiel sumosacerdote en lo que a Dios serefiere, para expiar los pecados delpueblo. Pues en cuanto Él mismopadeció siendo tentado, espoderoso para socorrer a los queson tentados (Hebreos 2:17-18;explicación entre corchetesañadida).

  • Porque no tenemos un sumosacerdote que no puedacompadecerse de nuestrasdebilidades, sino uno que fuetentado en todo según nuestrasemejanza, pero sin pecado.Acerquémonos, pues,confiadamente al trono de la gracia,para alcanzar misericordia y hallargracia para el oportuno socorro(Hebreos 4:15-16).

    Estos pasajes están llenos de empatía.No solo Él siente lo mismo que nosotrosen nuestra desdicha, sino que también escapaz de proyectarse en nosotros, parasaber cómo nos sentimos y sentirlo connosotros. Eso es buena teología.

  • Ahora Dios en su bondad ha ordenadomedios, “completos, justos y muchos”. Ytodo salió de la bondad de Dios. Aveces decimos: “La justicia de Diosrequiere que Él haga tal y tal cosa”.Jamás utilice ese lenguaje, ¡ni aunqueme oyera a mí hacerlo! No hay nada querequiera que Dios haga algo. Dios hacelo que hace por causa de lo que Él es, yno hay nada que se levante fuera de Élpara requerirle hacer algo. Él hace loque hace por su corazón. Todos losatributos de Dios son simplementefacetas de un Dios en tres Personas.

    ¿Qué son estos “completos, justos ymuchos” medios que Dios ha preparadopara sus hijos? Son los preciososremedios que Él ha hecho para los

  • pecados del hombre, “convirtiendo todanuestra culpa en adoración eterna”.

    Podemos acercarnosconfiadamente a Él

    A veces en oración le digo a Dioscosas que son terriblemente atrevidas,casi arrogantes, y nunca he sidoreprendido por Dios. Se dicen de Lutero(ciertamente no estoy haciendo ningunacomparación; ¡me hubiera encantadolimpiar sus zapatos y ponerlos en lapuerta de su habitación!) que cuando selo oía orar era una experiencia enteología. Cuando comenzaba a orar, lohacía con tal autorrenunciamiento, talhumildad, tal arrepentimiento que

  • despertaba compasión. Pero cuandoseguía orando, lo hacía con tal audaciaque causaba temor.

    A veces en mis oraciones privadas heido a Dios con pensamientos que dudoen mencionar, pero voy a nombrar uno.Hace un tiempo le dije a Dios enoración: “Me alegra haber pecado,Dios; me alegra haber pecado, porque túviniste para salvar a los pecadores”(vea 1 Timoteo 1:15).

    No soy un hombre bueno; soy un . . .bueno, ¡usted tendría que usar unlenguaje callejero para describirme! Soyasí por naturaleza. Y cuando vi esacaracterística en mis hijos, no los culpé.Les di una zurra, pero no los culpé. Nopuedo ir a Dios y decirle: “Dios, no hice

  • lo que hizo esa persona”. He hecho—enrealidad o con el pensamiento—todo loque puede ser hecho. El mismísimodiablo no podría haber pensado lascosas que yo he pensado a lo largo demi vida. De manera que yo estabaorando a Dios acerca de eso y le decía:“Oh Dios, estos buenos hombres”—ycomencé a nombrar a muchos que,comparados conmigo, eran buenoshombres—“no te pueden amar tantocomo yo te amo, porque al que mucho sele perdona, mucho ama” (vea Lucas7:47).

    Si un doctor salva la vida de unhombre al que solo le gotea la nariz, nova a escribir un libro sobre eso. Elhombre se habría mejorado de todos

  • modos. Pero el doctor que recibe a unhombre con un tumor cerebral, loduerme y con sumo cuidado, oración ycapacidad le devuelve la vida, sí hahecho algo.

    Él “salvó a un desgraciado como yo”.Él “convirtió nuestra culpa en eternaadoración”. Creo que la Biblia enseña—nuestro Señor lo insinuó y luegoPablo lo desarrolló más a fondo—quellegará un día en que nos juntaremos detodos lados y diremos: “Considera lasmaravillas de Dios”. Usted lee en ellibro de los Hechos (4:14) que veían alhombre que había sido sanado, queestaba de pie junto a ellos, y no podíandecir nada en contra. Al ver a esemalvado pecador allí de pie, solo

  • podemos decir: “El Cordero que fueinmolado es digno de tomar el poder”(Apocalipsis 5:12). Y la dignidad es labondad de Dios que de su infinitagenerosidad, su perfecta e inmutablemisericordia, Él hizo para nosotrosremedios “completos, justos y muchos”convirtiendo nuestros pecados enadoración eterna.

    La bondad de DiosJesús es Dios. Y Jesús es el hombre

    más bondadoso que haya vivido en estatierra. Su bondad es algo que nosotrosdebemos tener. Debe ser un reflejo, unpersistente aroma, como una vieja vasijaque alguna vez contuvo bellas flores.

  • Aunque la vasija se haya roto, el aromade esas rosas permanece a su alrededor.Así sucede con la humanidad, caídacomo una vasija rota, hecha añicos en elpavimento y astillada en millones depedazos, pero todavía conserva algo quellamamos bondad.

    Supongo que uno de los hombres másbondadosos de los Estados Unidos fueAbraham Lincoln. Cuando Lincoln visitóel hospital yacía allí un joven oficial delejército del norte tan malherido que eraobvio que iba a morir. Las enfermeras lesusurraron: “Señor presidente, él no lova a lograr”. Y el gran presidente, alto,sencillo, entró a la sala del hospital ycaminó entre aquellos hombres. Y luegose volvió hacia ese oficial agonizante y

  • se detuvo, lo besó en la frente y le dijo:“Teniente, usted se tiene que ponermejor por mí”. Y las enfermeras que losrodeaban dicen que escucharon unsusurro: “Señor presidente, lo haré”. ¡Ylo hizo!

    En otra ocasión entraron a una oficinadonde él estaba sentado mirando elcésped por una ventana y le dijeron:“Señor presidente, se lo ve muy seriohoy”.

    “Sí”, dijo él, “hoy es el ‘día delasesino’. Van a matar a muchos jóveneshoy en el ejército por batirse en retiradaante los disparos o por hacer alguna otracosa en la guerra. No culpo a esosmuchachos; no fueron cobardes. Suspiernas lo hicieron”. Con lágrimas, dijo:

  • “Estoy repasando la lista, y voy a salvara todos los que pueda”.

    Es por eso que amamos a Lincoln, nosolo porque liberó a los esclavos ysalvó la Unión, sino porque tenía un grancorazón. Pero hasta él tenía un límite. Sedice que una vez alguien llegó al céspedde la Casa Blanca y la esposa deLincoln, Mary, estaba corriendo ygritando. El gran presidente, alto comoera, la seguía con una palmeta.

    “¿Qué está pasando aquí?”, preguntóesa persona.

    Él respondió: “Ella no quiereobedecerme”.

    Ve, él podía enojarse. Y podía sercruel, pero Jesús no. El hombre másbondadoso que ha existido es Jesús.

  • Un grupo de literatos estaba hablandodel patetismo en la literatura. Estabanhablando de libros que los habíanconmovido hasta las lágrimas. MatthewArnold dijo de Burns que su poesía eratan dolorosamente bella,desgarradoramente conmovedora, que aveces era difícil leerla porque heríademasiado profundamente. Alguien lepreguntó al señor Dickens qué literaturacreía que tenía el mayor patetismo.“Oh”, dijo, “no hay duda: la historia delhijo pródigo. No hay nada que se lecompare en toda la literatura”.

    ¿Quién escribió esa historia? Dios.¿Quién la contó? El hombre másbondadoso de todo el mundo. Cuandoleo las Escrituras y llego a ese pasaje:

  • “Un hombre tenía dos hijos” (Lucas15:11), instintivamente agacho micabeza. Algo en mí quiere inclinarse enreverencia ante el corazón que pudopensar esa historia.

    A Dios no le repugnan nuestrasmiserias. Él no tiene ningún pesar pornada de lo que ha hecho, ni desdeñaservir a nuestro cuerpo en el más simplede los oficios. El Señor será suEnfermero, su Cuidador, su Ayudador, yno le repugna nada de usted. Él anhelaque usted se goce con Él. Elmaravillosamente eterno y alto, supremoamor de Dios, en su bondad nos veperfectos aunque no lo somos. Y quiereque nos gocemos en Él.

  • Dios quiere complacernosÉl no encuentra placer alguno en las

    lágrimas humanas. Él vino y lloróporque podría detener para siempre lafuente de lágrimas humanas. Él vino yafligió a su madre para poder sanartodas las aflicciones. Vino y perdió todoporque podría sanar las heridas quetenemos por las cosas que perdimos. Yquiere que encontremos placer en Él.Hagamos a un lado todas nuestras dudasy confiemos en Él.

    Dios quiere complacerlo. Él secomplace cuando usted es su hijo,cuando se rinde a Él, cuando su voluntades la de Él y la voluntad de Él es lasuya, cuando usted no es rebelde y nobusca su propia voluntad. Dios ama

  • complacer a su pueblo.¿Usted vio alguna vez a un padre

    trayendo regalos a sus hijos? ¿Vioalguna vez a un novio trayendoobsequios a su novia? Él quierecomplacer a la gente que ama y que loama a Él. La idea de que Dios siemprelo hace sentir triste no es bíblica.Jesucristo conocía a Dios y sufrió losinconvenientes y las persecuciones delmundo, la amargura de sus corazonescontaminados. Le dificultaron mucho lascosas. Pero Él estaba complacido conDios y Dios con Él. “Este es mi Hijoamado, en quien tengo complacencia”(Mateo 3:17). “Bien, buen siervo y fiel”(Mateo 25:21). Ahora Dios puededecirle eso a su pueblo.

  • Dios no se alegra cuando usted sesiente abatido. Él hará que se sientatriste si no lo obedece, pero si se rinde aÉl y es obediente, la bondad que Diostrajo por medio de Jesucristo ahoraquiere complacerlo a usted. Y quiereresponder sus oraciones para que estécontento con Él. Él quiere hacer todoeso. Hagamos a un lado todas nuestrasdudas y confiemos en Él.

    Gerhard Tersteegen escribió unacanción:

    En medio de la oscura tormenta y eldolorVeo un intenso brilloBien sé que el mañana serábendecido

  • Cristo vendrá por mí.

    Luego escribe otras seis estrofas, ylas últimas cuatro líneas dicen:

    Él y yo en esa radiante gloria,Un profundo gozo compartiremos.Mío, para estar por siempre con Él,Y de Él, porque yo estaré allí.

    ¿Alguna vez se detuvo a pensar queDios va a estar tan contento de que ustedesté en el cielo como lo estará usted deestar allí? La bondad y la misericordiade Dios, la benignidad del Señor, ¡sonalgo maravilloso! Él puede llevarnos auna relación tal que puede complacernossin malcriarnos. Nos complace, y Él se

  • complace cuando nosotros estamoscontentos. Y cuando nosotros estamoscontentos, Él se pone feliz.

    Una común alegría quecompartiremos: “mía por estar porsiempre con Él, y de Él porque yo estaréallí”. ¡Gracias Dios, gracias Dios!Alabemos la benignidad de Dios porsiempre, porque su bondad no tiene fin.¡Amén! ¡Amén!

  • Capítulo 4

    La justicia de Dios

    Lejos de ti el hacer tal, quehagas morir al justo con el impío,y que sea el justo tratado como elimpío; nunca tal hagas. El Juez detoda la tierra, ¿no ha de hacer loque es justo? (Génesis 18:25).

    Porque Jehová vuestro Dios es

  • Dios de dioses y Señor de señores,Dios grande, poderoso y temible,que no hace acepción de personas,ni toma cohecho (Deuteronomio10:17).

    El temor de Jehová es limpio,que permanece para siempre; losjuicios de Jehová son verdad,todos justos (Salmo 19:9).

    Para anunciar que Jehová mifortaleza es recto, y que en él nohay injusticia (Salmo 92:15).

    Nubes y oscuridad alrededor deél; justicia y juicio son el cimientode su trono (Salmo 97:2).

    Y ajustaré el juicio a cordel, y anivel la justicia; y granizo barreráel refugio de la mentira, y aguas

  • arrollarán el escondrijo (Isaías28:17).

    Y oí al ángel de las aguas, quedecía: Justo eres tú, oh Señor, elque eres y que eras, el Santo,porque has juzgado estas cosas.Por cuanto derramaron la sangrede los santos y de los profetas,también tú les has dado a bebersangre; pues lo merecen. Tambiénoí a otro, que desde el altar decía:Ciertamente, Señor DiosTodopoderoso, tus juicios sonverdaderos y justos (Apocalipsis16:5-7).

    Si usted conoce a Dios, sabe que Él es

  • absoluta y perfectamente justo. Peroprimero tenemos que definir estetérmino. ¿Qué queremos significar conjusticia?

    Investigando esto cuidadosamente enlas Escrituras, encuentro que la justiciaes indistinguible del juicio en el AntiguoTestamento. Es la misma palabra raízcon variaciones según la parte de laexpresión que se use. Significaintegridad u honradez. Decir que Dioses justo o que la justicia de Dios es unhecho es decir que hay integridad yrectitud en Dios. El Salmo 89:14 dice:“Justicia y juicio son el cimiento de tutrono”. El Salmo 97:2 dice: “Justicia yjuicio son el cimiento de su trono”.Justicia y juicio son indistinguibles el

  • uno del otro.Decir que Dios es justo es decir que

    es equitativo, que es moralmente recto.Si usted va a Ezequiel 18:25 encuentra aDios reprendiendo a Israel. Le dice: “Ysi dijereis: No es recto el camino delSeñor; oíd ahora, casa de Israel: ¿No esrecto mi camino? ¿no son vuestroscaminos torcidos?”. Esa expresión“torcido” significa simplementeinjusticia. ¿Sabía usted que injusticia einiquidad son la misma palabra? Lapersona inicua es moralmente no recta,moralmente no armónica, torcida en símisma.

    La palabra “juicio” tal como es usadaen los textos anteriores, es la aplicaciónde la justicia a una situación moral,

  • favorable o desfavorable. Cuando Diosjuzga a un hombre trae justicia a la vidade ese hombre. Él aplica justicia a lasituación moral que la vida del hombreha creado. Y si los caminos del hombreson rectos, la justicia lo favorece. Perosi los caminos del hombre no son rectos,por supuesto que Dios sentencia alhombre.

    La justicia no es algo que Dios tiene.La justicia es algo que Dios es. Ungramático podría modificar la frase:“Justo es algo que Dios es”. Pero yodigo: “No, la justicia es algo que Dioses”. Dios es amor y, así como Dios esamor, Dios es justicia.

    Usted a veces oye decir: “La justiciarequiere que Dios haga esto”.

  • Probablemente yo mismo use estaexpresión, aunque sea semánticamenteimpropia. El lenguaje humano vacilacuando tratamos de usarlo para describira Dios. Los profetas del AntiguoTestamento y los apóstoles del Nuevopusieron tal presión/esfuerzo en ellenguaje que las palabras gimen yrechinan en el esfuerzo por contar lahistoria. Debemos recordar que lajusticia no es algo externo a Dios a locual Dios debe conformarse. Nadajamás le exige a Dios hacer nada. Siusted tiene un dios al que se le exigehacer algo, entonces tiene un dios débilque debe uncir su cuello a un yugo yallanarse ante la presión externa.Entonces la justicia es mayor que Dios.

  • Pero eso es pensar erróneamente.Todas las razones de Dios para hacer

    algo están situadas dentro de Dios. Noson traídas desde afuera para que Él lascargue. Ellas residen dentro de Dios, esdecir, ellas son lo que Dios es. Y lasr