las tic y la escuela competitiva
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LAS TIC Y LA ESCUELA COMPETITIVA
Articulación de Nuevas Tecnologías de Información y comunicación NTIC al
currículo de la Educación Básica y Media como generadoras de ventaja
competitiva.
Luis Andrés Ochoa Duque
Especialización en Gerencia de Sistemas y Tecnología
Universidad Pontificia Bolivariana
Licenciado en Educación Básica con Énfasis en Tecnología e Informática
Docente Investigador
Palabras Clave:
Educación Básica y Media, Ventaja competitiva, NTIC.
CONTENIDO GENERAL DEL ARTÍCULO
1. Las instituciones de Educación Básica y Media como negocio
2. Caracterización del cliente de la Educación Básica y Media
3. Articulación de las TIC en el currículo de la Educación Básica y Media
para el desarrollo de competencias
4. Las TIC como ventaja competitiva en la educación Básica y Media.
RESUMEN
Entender la escuela como empresa requiere retomar el verdadero significado de mercadeo y negocio e
intentar superar los prejuicios culturales que existen alrededor de estos dos conceptos. El primero
como un verdadero estudio de las necesidades e intereses de los clientes y el segundo como un
intercambio de valor.
Si se habla de mercadeo y de negocio en el sector educativo, debe definirse claramente cual es el
cliente de la educación básica; no limitándose a aquella concepción que solo incluye a los niños y
jóvenes, sino también, los padres de familia, el sector productivo, el estado y la sociedad en general.
Para diseñar nuevos ambientes de enseñanza y aprendizaje en el desarrollo de competencias que
cumplan con las demandas que de la escuela hace su cliente, no basta solamente con facilitar el acceso
a las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC), si no que éstas sean
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articuladas eficazmente al currículo escolar con todos los elementos que exige, desde la incorporación
al proyecto educativo, hasta su utilización en las actividades escolares cotidianas.
Una Institución educativa que articula las NTIC a su curriculo le está agregando valor al servicio que
ofrece a sus clientes, diferenciandose de sus competidores y generando ventaja competitiva ; ya que las
exigencias del mundo globalizado están poderosamente mediadas por los efectos del uso de las NTIC y
su poder en el desarrollo económico y cultural de las naciones.
1. LAS INSTITUCIONES DE EDUCACIÓN BÁSICA Y MEDIA COMO
NEGOCIO
“El mercadeo educativo tiene una intencionalidad: la búsqueda
del bienestar total de la comunidad educativa atendida a través
del hacer institucional.” (Martínez Díaz, 2002)
Es normal y frecuente que en el sector educativo se evite hablar de comercio
educativo, mercadeo y todos aquellos términos que de alguna u otra forma pretenden
darle a las instituciones educativas un carácter de negocio, pues en nuestra cultura
sacralizada, el sentido de utilidad económica tiene una connotación que se acerca al
concepto de pecado.
Otra mirada que también evita utilizar este término es aquella que considera como
inaceptable que se hable del sujeto -ser humano- como objeto de mercadeo o negocio
del cual se pueda sacar ventaja o utilidad, pues este debe ser visto exclusivamente
como un ser con el derecho constitucional fundamental de ser educado y no como el
objeto de un negocio o transacción económica.
Está muy arraigada a nuestra cultura latinoamericana esta postura hacia la educación,
lo que también produce a su vez, el surgimiento de la labor docente como una
vocación más que una profesión y que la sociedad sea entendida simplemente como
usuaria de un sistema que debe ofrecer el estado o que debe pagar, en su defecto, a
una institución privada.
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Se desarrolla entonces, el imaginario cultural de que la Educación Básica y Media
sólo debe ser vista como un deber del estado, y como debe ser pública y gratuita,
muchas veces no obedece a las verdaderas necesidades de la sociedad con respecto a
las demandas culturales, económicas y laborales de sus estudiantes, padres de
familia, docentes y sector productivo.
Es preciso pues, realizar una reflexión entorno a lo que significa hacer mercadeo en
la educación y las implicaciones que esto tiene en la estructuración de un proyecto
educativo coherente, tanto con las necesidades, intereses y problemas de la sociedad,
como de las exigencias del nuevo escenario global.
El primer paso lo está dando la educación superior, debido a que la oferta privada
tiene gran parte de este y mercado y se le ha exigido coherencia tanto con las
exigencias del sector productivo nacional, como de las demandas que implica la
globalización cultural y económica, obligándola a incorporar políticas de calidad que
la diferencien y le permitan competir con las demás instituciones.
Por eso en la actualidad es común ver estrategias de mercadeo que pretenden llevar
la oferta académica a los sujetos interesados en los programas de pregrado y
posgrado, convenios institucionales con empresas del sector productivo, bolsas de
empleo, titulación internacional, equipamiento tecnológico, procesos de certificación
y acreditación de organismos estatales y privados, y programas académicos a la
vanguardia de los nuevos escenarios, entre otros.
En este punto también radica la diferencia entre la percepción social que tiene un
maestro de la educación básica y un docente universitario. Pues el primero es visto
como un sujeto obligado a desempeñar una labor con más funciones de las que está
facultado a cumplir, a lo que se le agrega un bajo reconocimiento social y
económico; y el segundo como un sujeto altamente capacitado, que goza de prestigio
social y reconocimiento económico.
Considero entonces, que las instituciones de educación básica deben, como lo ha
hecho hasta el momento la educación superior, estudiar las necesidades e intereses
de aquellos que considera como los integrantes potenciales de su institución (que en
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el próximo capitulo llamaremos “El Cliente de la educación básica y media”) para
ofrecer un servicio que verdaderamente genere satisfacción.
Nos acercamos así al concepto de mercadeo que, según Philip Kottler (1994),
consiste en estudiar las necesidades y deseos de su público objetivo para satisfacerlos
de una manera eficaz, esforzándose por producir bienestar entre sus consumidores.
Si en este caso los consumidores son los sujetos que componen una sociedad y su
proyecto de nación, estamos hablando de un mercadeo educativo sin un fin
netamente consumista, sino con la intención de elaborar su proyecto educativo y
dotar a su institución con los recursos necesarios para satisfacer las necesidades y
mejorar la calidad de vida.
Al hacer mercadeo educativo se pretende lograr un compromiso eficaz con los
diferentes estamentos de la sociedad, a los cuales debe considerar como los clientes a
satisfacer, haciendo que su oferta nazca de las verdaderas necesidades sociales y
culturales y no como el simple cumplimiento de un deber del estado.
¿Cuál es entonces el producto de la educación sobre el cual se debe hacer
mercadeo?
Sigue produciendo escalofríos el pensar en el estudiante de la Educación Básica y
Media como objeto y producto de un negocio. Por eso para poder referirme con
naturalidad al negocio educativo y al sujeto como objeto de la oferta, debo intentar
aclarar el concepto de negocio y la concepción que éste término en nuestra cultura.
El concepto de negocio entendido solo como una transacción o intercambio que
pretende una ganancia o utilidad económica se considera insuficiente e injusto,
teniendo en la cuenta la gran gama de significados y aportes de valor social que éste
tiene
Un negocio es un verdadero intercambio de valor que pretende generar bienestar
entre dos o más participantes, o como dice Carlos Julio Rojas Bernal (2001) “Un
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negocio ya no se define por el producto o servicio que ofrece, sino por el valor que
le agrega”
“El marketing educativo no solo es viable, es necesario e integralmente
pertinente para respaldar el compromiso de las instituciones
educativas con las personas, y es una herramienta generadora de ideas
y acciones para incrementar el valor de sus educandos y de la
institución en y para la sociedad.” (Martínez Díaz, 2002)
Se hace mercadeo para ofrecer un producto, y el producto se ofrece para hacer un
intercambio de valor más allá de sus características físicas. Se puede decir de esta
manera que, en el mercadeo educativo, el sujeto, además de considerarse el cliente al
que se le ofrece un producto o servicio, es a su vez un producto que se le entrega a la
sociedad (Martínez Díaz, 2002), que es, como lo veremos en el capítulo siguiente, el
gran cliente de las instituciones de educación básica y media.
Deben así, las instituciones de Educación Básica y Media hacer mercadeo para
generar ideas y plantear su proyecto educativo a la luz de las necesidades, intereses y
problemas de la sociedad, entendiéndola como su cliente más valioso, para hacer un
intercambio que verdaderamente le agregue valor, o sea un negocio “gana – gana”
donde se entregue un “producto de calidad” a la sociedad y donde la institución
educativa genere los excedentes necesarios para poder permanecer en el mercado y
obtener mejores recursos para su oferta educativa.
2. CARACTERIZACIÓN DEL CLIENTE DE LA EDUCACIÓN BÁSICA
Y MEDIA
Cuando se habla del cliente o usuario de la educación Básica y Media, se tiende a
referirse exclusivamente a los niños y jóvenes que participan directamente de las
actividades de aprendizaje. Ésta sería una caracterización muy limitada, pues estos
sujetos no son los únicos beneficiarios de éste servicio.
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Se debe comprender que, es el padre de familia el que escoge el tipo de educación que
desea darle a sus hijos, el sector productivo define que tipo de individuo necesita para
hacer parte de sus proyectos industriales, la sociedad decide que tipo de persona es
“normal” con respecto a las condiciones culturales y es el estado el que genera la
política educativa dentro de un proyecto cultural, político y económico para enfrentar
los desafíos locales y globales.
Considero este conjunto de instituciones como los clientes de la Educación Básica y
Media, debido a que son los directamente interesados en el servicio educativo y en
escoger la oferta de la Institución que más satisface sus necesidades de formación, en el
desarrollo de ese proyecto de hijo, empresario o trabajador y ciudadano.
Comenzaré haciendo una reflexión acerca de las características actuales de ese cliente
directo: el niño o joven estudiante de la educación básica. Aquí no haré referencia a las
características sicológicas de su desarrollo ni aquellas teorías cognitivas que orientan la
pedagogía en torno al aprendizaje, sino a los hábitos que están adquiriendo los jóvenes
en nuestra época, debido a la penetración de la Nuevas Tecnologías de Información y la
Comunicación (NTIC).
“Mediante el uso de los medios digitales, la generación Net
desarrollará e impondrá su cultura al resto de la sociedad” (Don
Tapscott 1998)
Es necesario en nuestra pretensión, caracterizar al niño y al joven desde otra visión,
desde esta que Don Tapscott (1998) denomina la “Generación Net”.
Esta generación nació y está creciendo en un entorno digital, para ellos las nuevas
tecnologías de la información y la comunicación han existido toda su vida, no son un
elemento novedoso y extraño como lo suele ser para los adultos.
Para la “Generación Net” la novedad de un aparato o sistema no dura más tiempo que
el que gasta la misma empresa fabricante de tecnología en lanzar un avance del mismo
producto. Las ideas para ellos tienen el mismo grado de obsolescencia que los mismos
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artefactos tecnológicos, por lo que se hace necesario brindarles un ambiente de
aprendizaje tan novedoso y actual, pues ésta se convierte en la forma natural de acceder
al conocimiento.
La “Generación Net” está exigiendo un nuevo modelo de enseñanza y aprendizaje en
un ambiente diseñado de acuerdo con aquellas características que aun son ignoradas en
la mayoría de los países de Latinoamérica, pues existe en ellos una nueva forma de
acceder al conocimiento en el que se desarrollan las competencias para enfrentarse a los
nuevos desafíos.
Ésta será la generación que tomará las riendas del poder en los próximos 20 ó 30 años,
serán quienes dirigirán las formas de producción, cuyas estructuras sociales estarán
determinadas por el nivel de acceso y dominio de las Tecnologías de la Información y
la Comunicación.
Se rompen las barreras del tiempo y del espacio...
Nos enfrentamos a una generación que no conoce las fronteras entre el tiempo y el
espacio, ya que por las cualidades de interactividad de las NTIC es posible romper estas
barreras, pudiendo acceder a la información y al conocimiento, además de la
posibilidad de establecer relaciones sociales sin tener que disponer de un tiempo y un
espacio específico.
Pero estas características, a pesar de la globalización, no son uniformes para todos los
jóvenes del mundo, pues están condicionados al acceso y formación que tengan con
respecto a las NTIC. Condiciones que por supuesto son desiguales entre los países
desarrollados y los países de Latinoamérica; diferencias que son notables, no solo por el
acceso a ellas, sino además, por la insuficiente infraestructura tecnológica y por las
condiciones económicas de nuestras naciones.
A pesar de las condiciones existentes, consideraré las características generales de esta
generación que será quien definirá las nuevas reglas de juego, no solo en el sector
educativo, sino en toda la estructura social, que incluye la economía, la política y la
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misma producción de conocimiento, y para lo cual el país debe prepararse si quiere ser
competitivo frente a otras naciones que hoy en día imponen las condiciones.
“La generación Net no solo se convertirá en el medio de producción, sino
que será la fuerza social dominante configurando no solo la actividad
económica sino nuestras estructuras sociales, el entorno y la existencia
humana” (Tapscot, 1998)
Si analizamos detenidamente el papel que juegan los padres de familia en la educación
de sus hijos, me atrevería a decir que es protagonista y cliente fundamental, ya que es él
que define el tipo de educación que desea dar a sus hijos, que en la mayoría de
ocasiones responde a las exigencias culturales y sociales, en la búsqueda de la inclusión
de social en lo que se refiere al éxito profesional y personal.
Es el padre de familia quien en ultima instancia analiza la oferta de las diferentes
instituciones educativas de educación básica y la elige según cumpla o no, con las
expectativas del proyecto de hijo que se ha trazado, aunque lógicamente, mediado por
las posibilidades económicas para satisfacerlas.
Por eso puede considerar al padre de familia como Cliente de la Educación Básica y
Media, pues es él quien debe elegir la institución educativa donde desea formar a sus
hijos y que esté acorde con el proyecto de hijo, de ciudadano y de país que desea al
momento de tomar la trascendental decisión.
Es la familia la que se esfuerza por la inclusión de su hijo en un sistema social y
cultural que exige determinadas características para considerar si un individuo es
“normal” o no, en los términos exigidos en cuanto a valores, costumbres, tradiciones y
conocimientos necesarios para hacer parte activa de la sociedad.
La sociedad está compuesta, además, de instituciones que determinan la subsistencia de
la misma, como el sector productivo que, traza parámetros de formación para poder
incluir al sujeto en empleos y oficios que le permitan tener una producción y una
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relación laboral aceptable. Esta institución requiere sujetos formados en unos valores,
habilidades y conocimientos básicos para poder enfrentarse al mercado local y global.
El nuevo panorama mundial está caracterizado por los adelantos tecnológicos y por
desarrollarse en un entorno digital, donde el acceso a la información y al conocimiento
por medio de las NTIC, se convierte en un elemento fundamental para la subsistencia
de las empresas en el mercado global.
“Los gobiernos se están quedando rezagados en sus reflexiones
sobre las implicaciones que tendrá esta nueva generación en los
planes de acción que abarcan desde la ciberpornografía y provisión
de servicios sociales hasta la influencia de la generación Net sobre
la naturaleza del gobierno y la democracia”. (Tapscott, 1998)
Llegamos así al cliente macro. Aquel encargado de definir las políticas educativas: El
Estado a través del gobierno nacional y los gobiernos locales. Pues es éste el que
consagra los fines de la educación en la constitución nacional y los hace coherentes con
un sistema de normas y disposiciones políticas y administrativas para tratar de darles real
cumplimiento.
El estado es el encargado no solo de definir el tipo de ciudadano que desea formar, sino
de esforzarse por brindar las condiciones necesarias para que el país sea lo
suficientemente productivo y competitivo con respecto a las exigencias de los mercados
internacionales y las necesidades económicas internas.
Este esfuerzo debe realizarse desde la Educación Básica y Media. Algunos de los
componentes esenciales deben ser las posibilidades de acceso a las NTIC con una
infraestructura adecuada, unos programas educativos que los articulen efectivamente para
desarrollar las competencias básicas necesarias y amplias oportunidades de acceso a la
educación superior
Podemos ver entonces, como el cliente de la Educación Básica y Media no es sólo el
joven o el niño que participa de las actividades de enseñanza y aprendizaje en institución
escolar, sino que es un conjunto de componentes sociales interdependientes como lo son
la familia representada en sus padres, la sociedad, el sector productivo y el estado.
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3. ARTICULACIÓN DE LAS NTIC EN EL CURRÍCULO DE LA
EDUCACIÓN BÁSICA Y LA MEDIA PARA EL DESARROLLO DE
COMPETENCIAS.
No se puede desatender al llamado que hace el cliente de la Educación Básica y Media
a la Escuela de hoy para que diseñe nuevos ambientes de enseñanza y aprendizaje
coherentes con las características de la “Generación Net” (Tapscott, 1998)”, en el
marco de los nuevos desafíos que trae la globalización y la llamada “sociedad de la
información y el conocimiento”.
Estos nuevos ambientes de enseñanza y aprendizaje deben estar mediados por
herramientas que permitan el acceso a la información y al conocimiento producido y
acumulado y a las Nuevas Tecnologías de la Información y Comunicación (NTIC) que,
se convierten en el mejor material didáctico para preparar al estudiante a enfrentar los
desafíos actuales.
Para utilizar las NTIC como mediadoras en los procesos de enseñanza y aprendizaje no
basta con que el alumno tenga acceso a ellas o que la institución adquiera equipos de
última tecnología, no. Implica que se realice un riguroso proceso de incorporación de
éstas al currículo escolar; entendiendo por currículo, todas las actividades y relaciones
académicas y pedagógicas que se dan en una institución educativa.
Para dar un ejemplo de este proceso de incorporación, propongo cinco pasos para que
exista una verdadera articulación de la NTIC al curriculo escolar:
3.1. Adopción del uso de las NTIC en el Proyecto Educativo Institucional
3.2. Docentes capacitados en NTIC y en su uso pedagógico
3.3. Infraestructura Tecnológica adecuada
3.4. Integración de las NTIC a los diferentes saberes en la escuela
3.5. Definición de objetivos de aprendizaje mediados por las NTIC
3.6. Metodología de incoporación de las NTIC a las actividaes académicas de las
áreas del plan de estudio.
3.7. Utilización de las NTIC en las actividades escolares cotidianas
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3.1. Adopción del uso de las NTIC en el Proyecto Educativo Institucional
Del capítulo anterior podemos concluir que, para que exista el desarrollo de
competencias y formación del pensamiento científico y tecnológico, se debe contar
con una infraestructura adecuada, con maestros capacitados para utilizarlos y con
una política y normativa educativa coherente con las necesidades del país en cuanto
a formación en ciencia y tecnología.
Pero aunque se cuente con estas condiciones, no siempre son efectivas, pues sólo
contar con la infraestructura, el personal y la normatividad, no garantiza que se
utilice con los fines propuestos, debido a que deben ser incorporados efectivamente
al currículo escolar a través del Proyecto Educativo Institucional.
Esta incorporación debe partir del componente conceptual de la institución, pues
desde la definición de los objetivos, la visión y la misión, debe estar contemplada la
formación del pensamiento y las competencias tecnológicas; en el componente
administrativo se deben definir los procedimientos para conseguirlos; y en el
pedagógico, diseñar las estrategias y metodología para llevar efectivamente las
NTIC al currículo escolar.
3.2. Docentes capacitados en el manejo de NTIC y en su uso pedagógico
Ninguna iniciativa prospera si no se cuenta con sistema de capacitación que permita
a los docentes desarrollar las competencias necesarias y básicas en el uso de
Tecnologías de Información y Comunicación, tanto para sus actividades cotidianas,
como para preparar y desarrollar sus actividades de enseñanza.
Este es el paso a seguir. De lo contrario será una innovación que quedará en el
papeI, y que en una eventual exigencia de utilización para su uso pedagógico, no
producirá más que la resistencia normal entre el personal docente. Esto ocasionaría
que este tipo de propuesta se desgaste en el intento de aplicación.
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Son los docentes sensibles y capacitados los que se convierten en dolientes de esta
articulación y se encargan de manera natural de gestionar y exigir una
infraestructura adecuada y de realizar los aportes pedagógicos para definir la
metodología y para diseñar ambientes de aprendizaje significativos con el uso de las
NTIC.
3.3. Infraestructura Tecnológica adecuada
Un requisito indispensable para la articulación de las NTIC al currículo escolar es la
adquisición o disposición de una infraestructura tecnológica adecuada que, permita
desarrollar los objetivos de aprendizaje que se trazan desde los diferentes saberes
escolares y que permitan la conectividad e interacción con la información y el
conocimiento disponible en estos medios.
3.4. Integración de las NTIC a los diferentes saberes en la escuela
Contar con las condiciones ideales en cuanto recursos no siempre garantiza el
desarrollo de competencias, debido a que si no existen unos objetivos y unas acciones
claras definidas por las instituciones, así como unas estrategias pedagógicas y
metodologícas para su incorporación, solamente se tendrán unos equipos inertes y
subutilizados que no desempeñarán como dice Morton (1996) “un papel diferente al
desempeñado por el pizarrón y el retroproyector”, los cuales son vistos como simples
herramientas.
Para articular las NTIC al currículo escolar, no vasta con dotar a las instituciones
educativas de salas de informática y llevarlos una vez a la semana a realizar ejercicios
de diferentes aplicaciones de software. La Tecnología Informática no es un área
específica; se trata de un conjunto de herramientas para procesar, analizar información
y convertirla en objetos de conocimiento al servicio de los saberes escolares y las
actividades humanas.
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Según Laurie B. Diaz (1999) « Cuando se usa de manera transparente para apoyar y
ampliar los objetivos del curriculum e involucrar a los estudiantes en aprendizajes que
les sean significativos. No es un acto aislado, sino que forma parte de las actividades
diarias que suceden en el salón de clases”
Un ejemplo de condiciones ideales se dió en la ciudad de Medellín entre el año 2000 y
2003, epoca en la cual en un programa llamado por la administración muncipal
« Computadores para todos » y « Masificación de Internet » se dotó a numerosas
instituciones educativas de computadoras de ultima generación con acceso a Internet.
A pesar de las buenas condiciones de los equipos, estos fueron perdiendo vigencia,
debido a que en pocos casos se gestionaron programas al servicio del currículo escolar
y la institución no tenía definido en su proyecto educativo institucional un plan para la
utilización de estos medios. Aunque sí se contaba con algunos docentes expertos en el
manejo de la herramientas informaticas, eran meramente instrumentales, sin ninguna
articulación a los diferentes saberes.
Algunas instituciones educativas optaron por no utilizar las máquinas para evitar
problemas, y otras las destinaron para uso exclisivo del profesor de informatica,
ignorando el gran potencial que poseían para diseñar ambientes de aprendizaje en las
diversas áreas del saber y para incorporarlas a las actividades escolares.
Otra de las realidades de la desarticulación de las NTIC al currículo escolar, se basa en
que la mayoría de los profesionales que desarrollan software educativo son personas
que no poseen competencias pedagógicas y que conocen muy poco las verdaderas
necesidades de enseñanza y aprendizaje ; casi siempre se trata de ingenieros
informáticos o de sistemas cuyos agogoritmos pueden ser interesantes, pero no siempre
pertinentes con las necesidades pedagógicas.
3.5. Definición de objetivos de aprendizaje mediados por las NTIC
Existe en el medio gran cantidad de software educativo y enciclopedias, entre otros
materiales ; así como toda la información y conocimiento que está disponible en las
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numerosas bases de datos y en la Internet. Pero esto es simple información cuando no
se cuenta con una efectiva estrategia pedagógica en la que se pongan objetivos claros a
su utiliuzación.
Cuando se planifican actividades de enseñanza y aprendizaje mediadas por las NTIC, se
deben tener muy claros cuales son los objetivos qué se pretenden y los procedimientos
adecuados para acceder a ellos. En este proceso el docente debe realizar una selección
de la información y el contenido más relevante, conviertiendo la información en objetos
de aprendizaje preparados para que el estudiante tenga una experiencia significativa y
adquiera conocimientos útiles y valiosos para su vida.
Si no se utiliza las información disponible en la internet y en las demás tecnologías de
información y comunicación para crear objetos de aprendizaje, se corre el riesgo de
dejar a los estudiantes solos en un mar de información que no siempre tiene el
contenido más adecuado para el sujeto en formación.
Es fundamental el papel del docente y de la Instución educativa en la elaboración de
planes de estudio y de actividades de aprendizaje mediadas por NTIC, que partan de
objetivos y estrategias elaboradas a la luz de criterios pedagógicos, académicos y éticos
adecuados para la formación de sus estudiantes.
3.6. Metodología de incoporación de las NTIC a las actividaes académicas
de las áreas del plan de estudio.
En aras a la necesidad de funcionalidad que requiere un diseño curricular, para el
proceso de planificación de las actividades escolares que desarrollaran directamente los
estudiantes, es necesario crear un modelo y una metodología que permita planearlas con
un procedimiento y secuencia lógica definida, de tal forma, que logre desarrollar las
competencias y los contenidos del saber específico mediados eficazmente por las
NTIC.
Esta metodología deberá incluir por los menos los objetivos de aprendizaje del área que
se planificará, los procedimientos que realizará el estudiante y el docente y que le
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permitirán desarrollar las compètencias del saber específico y del pensamiento
tecnológico, además de actividades que utilicen las NTIC como herramientas y
mediadores en el aprendizaje de los contenidos básicos.
La metodología debe contar con una guía de planificación de recursos tecnológicos e
informáticos que sean adecuados y útiles para generar aprendizajes significativos y
unos criterios evaluativos que le sirvan al docente para emitir juicios calificativos, tanto
del desarrollo de las competencias y contenidos del área, como de las competencias
tecnológicas en el uso y apropiación de NTIC.
Actualemente en Colombia existen modelos interesantes de incoporación de NTIC al
curriculo escolar, como los utilizados por la Universidad Pontificia Bolivariana de
Medellín en su Academia de Tecnologías de Información, en la cual, orientan al
docente en el diseño de objetos de aprendiazaje y propuestas didacticas mediadas por
NTIC, partiendo de un diagnóstico institucional y de la articulación de una modalidad
de integración curricular con otros saberes, para desarrollar de esta manera, las
competencias básicas en las diferentes áreas del currículo escolar.
Otro ejemplo es la metodología propuesta por el programa « Intel® Educar para el
futuro » que se desarrolla en varios países de Latinoamerica, etre ellos Colombia. Éste
programa presenta un modelo de capacitación docente que, pretende incorporar el uso
de las NTIC al aula de clase.
Consite en una plantilla en la que se definen los objetivos de aprendizaje del área, sus
referentes curriculares, posibilidades de integración con otras áreas y un manual que
incluye tutoriales y ayudas pedagógicas y ténicas para el diseño de actividades de
enseñanza y aprendizaje utilizando las NTIC.
Se trata pues, de que cada institución y cada docente en particular, adopte o construya
un modelo que permita la integración efectiva de las NTIC al plan de estudio de su área
y que se convierta en una guía o referente para planificar y desarrollar actividades
académicas, utilizandolas adecuadame para desarrollar las competencias y contenidos
básicos.
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3.7. Utilización de las NTIC en las actividades escolares cotidianas
Si entendemos por currículo todas las actividades escolares y las relaciones de
enseñanza y aprendizaje que se dan en la institución educativa, no podemos limitar el
uso de las NTIC exclusivamente al plan de estudios y a la planificación de actividades
escolares.
Se requeire que el uso y la apropiación de las NTIC se de en todos los espacios que
componen el entorno escolar, desde los procedimientos administrativos, el manejo de
las relaciones con la comunidad educativa, hasta las actividades de rutina del personal
administrativo y docente, como documentos personales, actividades de autoformaciòn,
sistematización de datos y entretenimiento, entre otros.
El utilizar las NTIC en la realización de actividades escolares cotidianas, permite una
interacción constante de la comunidad educativa con estas herramientas, lo que facilita
la formación hábitos y desarrollo habilidades que, van configurando lo que podemos
llamar una « cultura tecnológica », permitiendo que no se asuman las NTIC como
elementos especiales o aislados de la realidad de las sujetos.
Cuando se cuenta con una aceptable cultura tecnológica, se hace mucho más fácil y
efectivo el proceso de incorporaciòn de tecnologías al aula de clase en el desarrollo de
las actividades de enseñanza y aprendizaje, debido a que las herramientas ya son
utilizadas en la vida cotidiana, constituyendose así en conocimientos previos que
permitiran aprendizajes más significativos al momento de llevarlas a las actividades
escolares.
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4. LAS NTIC COMO VENTAJA COMPETITIVA EN LA EDUCACIÓN
BÁSICA Y MEDIA.
Competitividad
“Habilidad de la economía de una nación para lograr rápidos y sostenidos
incrementos en los estándares de vida de la población de una nación” (FORO
ECONÓMICO MUNDIAL, Informe mundial de competitividad años 94 a 2000,
Suiza)
Ventaja competitiva
“La ventaja competitiva resulta principalmente del valor que una empresa es
capaz de crear a los compradores. Michael Porter (1993)
Hasta nuestros días, se sigue definiendo el negocio educativo por el servicio que debe
prestar a la sociedad y por el cual es obligatoriamente aceptado, a pesar de las falencias
que este pueda presentar en cuanto a su calidad, pues es un derecho fundamental del
cual todos los ciudadanos buscan hacer uso, pero que hasta ahora en nuestro país, poco
han participado sus propios clientes y administradores en una transformación que los
convierta en una empresa competitiva.
Carlos Julio Rojas (2001) afirma que un negocio ya no es definido por el servicio o el
producto que ofrece y por las características del mismo, sino por el valor que agrega a
su cliente. El valor ya no es innato al producto o servicio por simple naturaleza, sino
que debe ser pensado y definido a través de la investigación y desarrollo, para que
ofrezca valor agregado a través del conocimiento aplicado.
El conocimiento aplicado que genera valor, no es más que el estudio y análisis de las
necesidades y costumbres del cliente, para generar ofertas de solución materializadas en
el diseño de productos y servicios.
Por eso el servicio educativo no tiene valor en si mismo por el solo hecho de dar
cumplimiento a un derecho fundamental, sino que debe incorporar en su oferta, los
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recursos y conocimientos necesarios que le permitan ofrecer un servicio que sea
percibido como valioso por su cliente.
“El cambio tecnológico es una de las principales guías para la competencia.
Juega un papel importante en el cambio estructural de los sectores.”
(Michael Porter, 1993)
En las instituciones educativas de nuestro país, más que hablar del cambio tecnológico,
debemos hablar de la penetración de nuevas tecnologías, ya que ha sido poco lo que se
ha hecho desde que éstas ingresaron a otros sectores como la industria, la medicina y
las comunicaciones, entre otros.
La incorporación de Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (NTIC)
no requiere solo de la dotación de equipos o la adquisición de una infraestructura
adecuada, sino que con estas sea incorporado el conocimiento necesario para su uso y
aplicación efectiva, facilitando un verdadero cambio cultural en la institución y así
poder hacer frente a las oportunidades y demandas que trae consigo el nuevo panorama
global.
Generar una verdadera transformación cultural en la empresa implica como lo comenta
Ignasi Brunet (2000): “(…) gestionar recursos internos y capacidades de manera que
hagan frente a oportunidades externas; así pues, el mantenimiento de la ventaja
depende de las características y disponibilidades de los recursos y capacidades.”
En este orden de ideas, es preciso que dimensionemos la transformación que puede
traer consigo la adecuada incorporación de las NTIC al currículo escolar y el valor que
este proceso le agregaría al servicio educativo, permitiéndole diferenciarse para ser
percibida por sus clientes como una institución educativa valiosa, que le aporte al
desarrollo de los individuos y de la sociedad en general.
Si una Institución de educación Básica y Media se diferencia por el valor que le agrega
a su servicio a través de la incorporación de la NTIC al currículo escolar, estará
generando ventaja con respecto a sus competidores. Será percibida como una empresa
que les aporta valor a sus clientes, ya que permitirá la inmersión en las tecnologías de
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información determinantes en el acceso a la sociedad del conocimiento, respondiendo
así, a las necesidades e intereses de las generaciones actuales y futuras.
Sí. Competidores. Es necesario al hablar de negoció, empresa, mercado y ventaja
competitiva, definir, además, quienes son los competidores, sin negar que, por la
acepción cultural que tiene este término en el sector educativo, también pueda causar
cierto malestar.
Mi interés consiste en definir claramente estos conceptos y relacionarlos con la empresa
educativa, y tratar de ir desmontando aquellos mitos e imaginarios moralistas que no
han permitido que las instituciones educativas se vean como una verdadera empresa o
unidad de negocio.
Cuando se habla de una empresa competitiva, es porque existen competidores en el
mercado que están ofreciendo un servicio o un producto similar. Si se habla de
empresa educativa o de negocio, es porque se está considerando la existencia de
competidores de los cuales se debe diferenciar agregándole valor a este servicio, para
lograr ser percibidos así en el momento en el que el cliente toma la decisión de optar
por una Institución educativa.
Los competidores en el mercado educativo tienen por su naturaleza, diferencias
sustanciales con respecto a otros sectores que ofrecen productos y servicios de
consumo, pues no podemos olvidar que, aunque hablamos de negocio, estamos frente a
un servicio que no deja de ser un derecho fundamental de los ciudadanos y que sus
condiciones para competir en el mercado deben estar sujetas a la legislación educativa y
al cumplimiento de los fines constitucionales de la educación, enmarcados en un
proyecto de nación.
Es por esto que la competencia debe realizarse en un ambiente de cooperación social,
pues a pesar de que las diferentes instituciones de educación básica y Media se pueden
considerar como competidores en el marco del mercado educativo (en especial el sector
de la educación privada) hacen parte fundamental en la construcción de nación y del
desarrollo del proyecto cultural del estado al cual pertenecen.
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“De todas las cosas que pueden cambiar las reglas de competencia, el cambio
tecnológico está entre las más prominentes.” (Michael Porter, 1993)
Es la Incorporación de las NTIC al currículo escolar una apuesta fundamental para que
la institución de Educación Básica y Media le agregue valor no solo al desarrollo de su
plan de estudios y a la transformación de de su modelo pedagógico y didáctico, sino a
todas sus actividades y relaciones institucionales.
Esta incorporación permitirá como lo plantea Grant (1997) “Provocar una lealtad de
los clientes hacia el producto o servicio” ofrecido por la empresa educativa, debido a
que podrá ser percibida como una institución que responde a las necesidades de sus
clientes y a las exigencias del mundo actual.
Las demandas del mundo globalizado están poderosamente mediadas e influidas por
los efectos del uso de las Nuevas Tecnologías de la información y la comunicación
(NTIC) en la producción y aplicación del conocimiento científico y tecnológico y su
poder en el desarrollo económico y cultural de las naciones.
Es responsabilidad entonces del estado, de los legisladores y de los administradores de
las instituciones educativas, superar los prejuicios y comenzar a pensar la escuela como
una empresa educativa, articular efectivamente la NTIC a su proyecto educativo,
gestionando los recursos internos y capacidades para enfrentar las oportunidades
externas que trae consigo el nuevo paradigma de la sociedad del conocimiento,
agregando valor y generando verdaderas ventajas para poder hablar sin limitaciones de
una “Escuela competitiva”
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