las piedras también están vivas

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LAS PIEDRAS TAMBIÉN ESTÁN VIVAS

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Cuentos. "Las piedras también están vivas. ¿A que es increíble mi descubrimiento?"

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LAS PIEDRAS

TAMBIÉN

ESTÁN VIVAS

Las piedras también están vivas

Irene Mariñas

http://ta-lentosediciones.com/book-genre/cuentos/

Ta-Lentosediciones.com

¿Nunca habéis pensado que a veces los mayores

están equivocados? Yo sí.

Esta mañana, el

profe de ciencias ha

estado explicando

todo ese rollo de los

seres vivos, que si

nacen, se

reproducen,

mueren… Y no sé cuántas cosas más… Pues,

resulta, que ha puesto un montón de ejemplos de

seres vivos. Las flores, las moscas, los árboles,

bueno, muchos ejemplos, y después ha dicho que las

estrellas, los granos de arena y las piedras no forman

parte del mundo de los vivos. ¡Pero, qué animalada

más grande! Bueno, el caso es que he levantado la

mano y le he preguntado si es que entonces estaban

muertas y me ha contestado que no, que

simplemente no tienen vida. ¡Hala!

Sin pensarlo le he dicho, ¿seguro? Y Luis, el

profe, me ha mirado como si yo fuese un bicho raro

y me ha contestado: ― Por supuesto que seguro, no

tienen vida, igual que la silla, la mesa o las paredes.

Iba a protestar, pero me di cuenta de que el resto

de la clase me miraba con cara de… pero, ¿tú eres

tonto, chaval?

Así que he optado por cerrar la boca y seguir

atentamente las explicaciones del profe.

Sonó el timbre y salimos al patio. Jugando al fútbol

se me olvidó todo ese rollo de los seres vivos. Pero

hace un rato, cuando regresaba distraído a casa, le he

dado un puntapié a una piedra y me ha parecido…

ahora pensaréis que estoy loco, pero, el caso es que

me ha parecido que la piedra se alejaba por el aire

dándome las gracias por ayudarle a moverse. Y he

pensado que, a lo mejor, aquella piedra estaba

esperando pacientemente a que alguien le diera una

patada para llegar hasta el otro lado de la calle y yo

lo había hecho.

Al llegar a casa,

me he sentado con

el libro delante y

he mirado la

lección de esta

mañana. Quería

saber en qué se

basaban los mayores para decir que las piedras son

materia sin vida.

Pues bien, lo que he descubierto es increíble.

Resulta, que según el libro de ciencias, los llamados

seres vivos, tenemos varias características que nos

distinguen.

Primera: los seres vivos nacemos. Pues muy

bien. Digo yo que las piedras saldrán de algún

sitio, ¿no?, de una montaña o de una roca más

grande, así es que también tienen madre.

Segunda: los seres vivos nos alimentamos.

Vale, ¿pero es que la gente mayor no sabe que

sobre las piedras se van depositando unas cosas

que se llaman sedimentos? Yo lo di el trimestre

pasado. Pues esos sedimentos hacen que la

piedra sea cada vez más grande y mi madre

siempre me está diciendo que para crecer tengo

que comer. Conclusión: los sedimentos hacen

crecer la piedra porque son su alimento. ¡Ah!,

se me olvidaba, ¿y qué me decís del musgo que

tienen a veces encima?

Tercera: los seres vivos crecemos y nos

transformamos. Las piedras también, unas

crecen como ya he explicado antes y otras se

hacen cada vez más chiquitas, como las que

están en la playa, que mi padre me explicó una

vez que de tanto chocar con las olas, poco a

poco se van gastando. A lo mejor, la

transformación de las piedras es muy lenta,

pero en el libro no pone que tenga que ser

rápida.

Cuarta: los seres vivos nos reproducimos. El

profesor dijo esta mañana que una piedra no

hace otras piedras, ¡pero, qué bobada! Todo el

mundo sabe que cuando se rompen hacen un

montón de piedrecitas.

Quinta: los seres vivos nos morimos, y aquí

recuerdo que el profe dijo que no hay diferencia

entre una roca de hace cien años y una roca de

hoy, porque la materia nunca muere. Pero, yo

creo que se equivoca, las rocas cambian con el

tiempo, muy lentamente, por el aire, el agua…

Puede ser que una roca enorme, después de

unos cuantos siglos, se convierta por desgaste

en un granito de arena y que desaparezca en el

aire, y digo yo, ¿eso no es como morir?

¿A que es increíble mi descubrimiento? Resulta

que los mayores se equivocan a veces, y aunque

ellos digan que no, yo sé que las piedras son seres

vivos, porque nacen, se alimentan, cambian y se

transforman, se reproducen y mueren.

Un día cuando tenga más tiempo, porque ahora

me voy a jugar a la play con Pedro, mi amigo del

piso de abajo, investigaré también a las estrellas, y

casi casi estoy seguro que descubriré que ellas

también están vivas.