la vision de syme en geza alfoldy alverto garcia

UNED. Espacio, Tiempo y FormaSerie II, Historia Antigua, t. 25, 2012

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* rea de Historia Antigua. Universidad de La Laguna. Facultad de Geografa e Historia. Campus deGuajara. 38205- La Laguna Tenerife. Correo electrnico: [email protected]. El Dr. Jos A. DelgadoDelgado, Profesor Titular de Historia Antigua de la Universidad de La Laguna, ley una primera versinde este trabajo y me proporcion una serie de atinadas sugerencias sobre el mismo. Los profesoresSusan M. Treggiari (Oxford), Keith R. Bradley (Notre Dame-Indiana, Estados Unidos) y Anthony R.Birley (Dsseldorf), este ltimo discpulo directo de Syme, tuvieron la amabilidad de leer este artculoantes de su impresin final y me proporcionaron valiosas observaciones. Les estoy muy agradecido atodos ellos. En cualquier caso, somos los ltimos responsables de las ideas de este artculo.

La visin de la Historia y el mtodo de Sir Ronald Syme en la obra de

Gza Alfldy: algunas consideracionesThe conception of History and the historical method of Sir

Ronald Syme in the work of Gza Alfldy: some reflections

GUSTAVO ALBERTO GARCA VIVAS*

RESUMENEl propsito de este trabajo es analizar lavisin de la Historia que tena Sir RonaldSyme y su mtodo historiogrfico a travsde una serie de trabajos obra de uno de

sus mejores y ms perspicaces analistas,el profesor Gza Alfldy. l y Symemantuvieron una relacin personal y

profesional durante ms de un cuarto desiglo y eso le sirvi a Alfldy para conocercomo pocos los entresijos de la obra delCamden Professor de Historia Antigua dela Universidad de Oxford, llegando a seruno de los ms finos comentaristas de la

misma.PALABRAS CLAVE:

Sir Ronald Syme, Gza Alfldy, Historia

ABSTRACTThe purpose of this paper is to analyze SirRonald Symes view of History and hishistoriographical method through the workof one of his better commentators,Professor Gza Alfldy. Syme and Alfldykept personal and professional contact formore than a quarter of a century. Alfldygained a close insight into Symes entirebody of work and eventually became oneof his finest critics.

KEYWORDS:Sir Ronald Syme, Gza Alfldy, RomanHistory, Historiography.

Espacio, Tiempo y Forma, Serie II, Historia Antigua, t. 25, 2012, pp. 19-38

Recibido el 21 de mayo de 2012. Aceptado el 16 de junio de 2012

El historiador alemn de origen hngaro Gza Alfldy (1935-2011),recientemente fallecido en Atenas, fue uno de los mejores y ms perspicacesanalistas que ha tenido la obra y la concepcin historiogrfica de Sir Ronald Syme(1903-1989). Syme fue Camden Professor de Historia Antigua en Oxford durantems de veinte aos, de 1949 a 1970, y es uno de los ms importanteshistoriadores de la antigedad romana de todo el siglo veinte1.

Ronald Syme naci en Eltham (Nueva Zelanda) en 1903 y destac ya desdesu juventud por sus excepcionales dotes para las lenguas clsicas y modernas. EnOxford desarroll la mayor parte de su vida docente e investigadora. Fue fellow deTrinity College de 1929 a 1949. De 1942 a 1945 ocup la Ctedra de FilologaClsica en Estambul. En 1949 pas al Brasenose College donde sucedi a HughLast como Camden Professor hasta su jubilacin en 1970. Hasta el final de su vidamantuvo un vertiginoso ritmo de produccin como fellow de Wolfson College.

Aunque Gza Alfldy perteneca a una generacin ms joven que elneozelands, ambos hombres trabaron desde 1964 una relacin personal yprofesional derivada de intereses coincidentes en muchos aspectos de suprofesin. El propsito de este trabajo es aproximarnos a la visin de la Historia yel mtodo de Sir Ronald Syme mediante el anlisis de los cuatro textos msrepresentativos de la produccin de Alfldy en los que analiza las claves de laproduccin historiogrfica del profesor de Oxford.

Los cuatro trabajos, en concreto una amplia recensin y tres artculos, abarcanun perodo de catorce aos. El primero data de 1979 y es una densa resea de losdos primeros volmenes de los Roman Papers de Syme (en adelante RP) queacababan de ver la luz en Oxford en una edicin al cuidado de Ernst Badian, unode los ms importantes discpulos del neozelands2. El siguiente, de 1983, es untrabajo de gran relieve publicado en una revista de la Academia de Ciencias deHeidelberg y cuya primera versin fue una conferencia pronunciada por Alfldy enmayo del ao anterior3. El tercero de los artculos, aparecido en Gerin ese mismoao, es el resultado de una conferencia que el profesor alemn de origen hngaro

GUSTAVO ALBERTO GARCA VIVAS

20 UNED. Espacio, Tiempo y FormaSerie II, Historia Antigua, t. 25, 2012

1 Sobre la figura de Sir Ronald Syme se han escrito numerosas notas y perfiles biogrficos. Entreotros, son especialmente tiles: BOWERSOCK, Glen, The emperor of Roman History The New YorkTimes Review of Books, 27-3, 6 de marzo de 1980, pp. 8-13 (en adelante Emperor); BIRLEY, Anthony,Sir Ronald Syme, necrolgica en The Independent, 7 de septiembre de 1989; CHRIST, Karl, RonaldSyme, Neue Profile der Alten Geschichte, Darmstad, 1990, pp. 188-247; BOWERSOCK, Ronald Syme1903-1989, Proceedings of the British Academy, 84 (1994), pp.539-563 (en adelante Proceedings).Vase tambin MILLAR, F. Style abides, JRS, 71 (1981), pp. 144-152; GRIFFIN, Miriam T, SirRonald Syme 1903-1989, JRS, 80 (1990), xi-xiv; ALONSO TRONCOSO, Vctor, Desesperadamenteajeno: Sir Ronald Syme and The Roman Revolution, Estudios Clsicos, 97 (1990), pp. 77-92 yWISEMAN, Timothy Peter, Late Syme. A Study in Historiography en T. P. WISEMAN (ed.), RomanDrama and Roman History, Exeter, University of Exeter Press, 1998, pp.135-152.

2 ALFLDY, Gza, Review-discussion. Ronald Syme, Roman Papers, edited by E. Badian, 2 vols.,Oxford, 1979, American Journal of Ancient History, 4 (1979), pp. 167-185 (en adelante Review).

3 ALFLDY, Sir Ronald Syme, Die rmische Revolution` und die deutsche che Althistorie, Sitz.Der Heidelberger Akademie der Wissenschaften., Philosophisch-historische Klasse, 1 (1983), pp. 5-42.(en adelante Ronald Syme).

La visin de la Historia y el mtodo de Sir Ronald Syme...


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dict en Dsseldorf en 19824. Por ltimo, nos ocuparemos de un texto publicadopor el docente de Heidelberg en la revista italiana Athenaeum en 19935.

Al comienzo de la importante resea publicada en el American Journal ofAncient History6, con ocasin de la aparicin de los dos primeros volmenes de losRP de los que al final se editaron cinco ms, Alfldy se felicita por dicho eventoeditorial ya que constituye un importante hito para la investigacin de la Historia deRoma y reconoce a Badian el mrito a la hora de recopilar casi sesenta trabajos deSyme entre artculos y recensiones. Ms si se tiene en cuenta la prolficaproduccin de Sir Ronald de casi trescientos artculos y ms de una veintena demonografas7.

Esto nos lleva a la cuestin del perodo cronolgico en el que se inserta el corpusinvestigador de Sir Ronald. El mbito temporal de los RP es, escribe Alfldy, el queinteres a Syme durante toda su vida: la historia romana desde el final de la Repblicahasta el trnsito de los siglos IV al V de nuestra era. Ms en concreto, el perodo queva de Julio Csar hasta Antonino Po, echando a veces la vista un poco ms atrshasta Mario o Sila y llegando hacia delante hasta la poca de la Historia Augusta,fuente a la que prest especial atencin en las dcadas finales de su carrera8.

1. SYME Y SUS TEMAS DE INVESTIGACINQu temas de investigacin le interesaban al neozelands? Alfldy asegura

que el leitmotiv principal de la investigacin de Syme, a lo largo de toda su vida, fueel anlisis del grupo dominante, la governing class y cmo esa lite ejerce elpoder, cul era su mentalidad y cmo interactuaban sus miembros entre s. Quintereses y aficiones los definan. En definitiva, cules eran los estmulosintelectuales de los gobernantes, entre los que la literatura ocupaba un lugarpreeminente. La historia narrativa que hace Syme no debe considerarse en ningncaso, una histoire vnementielle en el sentido que esta expresin tendra, porejemplo, para la escuela francesa de los Annales. No, en absoluto: Ronald Symehace historia poltica y esa historia poltica es, al mismo tiempo, historia social. Latesis de Syme como historiador poltico y social es la que defender siempre

4 ALFLDY, La Historia Antigua y la investigacin del fenmeno histrico, Gerin, 1 (1983), pp.39-61 (en adelante Historia Antigua). Un dato: por error tipogrfico o de correccin de pruebas, en laparte inferior de la primera pgina de todos los artculos de ese primer nmero de la revista se da comoao de publicacin el de 1984, que corresponde en realidad al ao de publicacin del segundo nmerode Gerin.

5 ALFLDY, Two Principes: Augustus and Sir Ronald Syme, Athenaeum, 81 (1993), pp.101-122.(en adelante Principes).

6 ALFLDY, Review, p. 167.7 Una bibliografa muy completa de Syme desde 1928 hasta los trabajos suyos publicados a ttulo

pstumo puede consultarse en el apndice con el que finalizan estos dos artculos de DEVINE, A.M., SirRonald Syme (1903-1989): A Roman Post Mortem, AncW, 20 (1989), pp. 67-75; e dem., Sir RonaldSyme and The Roman Revolution , AncW, 20 (1989), pp. 77-92.

8 Vase n. 6.

Alfldy a la hora de analizar la Geschichtsbeschreibung del britnico. El autor deeste trabajo comparte plenamente la tesis del historiador de Heidelberg9.

El papel ejercido por la clase dominante en el Imperio Romano: ese es eltema principal de la obra de Syme. Un historiador al que puede aplicrsele, en loreferente a su estilo literario, una afortunada frase igualmente atribuible a EdwardGibbon:He was fortunate in discovering a historical theme of high import thatwas congenial to his tastes and not beyond his talents10.

En el neozelands el tema de investigacin, que atraviesa toda su obra, semantiene prcticamente invariable durante ms de sesenta aos. Funciona comoun perpetuum mobile recurrente. Puede decirse que todas sus monografas,artculos y recensiones los escribe con el propsito de demostrar el papelfundamental que la oligarqua gobernante ejerce durante toda la historia de Roma.

Las claves sobre cmo Syme se aproxima al hecho histrico nos lasproporciona Alfldy en las pginas que componen la recensin antesmencionada11, aplicndolas sabiamente a los dos primeros volmenes de los RP.

El profesor de Oxford fue un autntico especialista en la clasificacin y estudio delas carreras polticas de los miembros de la lite. Fue siempre un maestro en laGrundlagenforschung del mtodo prosopogrfico, tcnica rida y difcil donde lashaya12. Syme fue quiz el mximo experto de la tcnica prosopogrfica en su poca.En los volmenes que Alfldy analiza, puede citar los siguientes artculos donde esamaestra queda bien patente: The wrong Marcius Turbo, Who was Vedius Pollio?o Who was Decidius Saxa?13. Ese inters de Syme en la prosopografa, queinculc al profesor alemn objeto de este homenaje, le hace estar especialmenteatento a la procedencia geogrfica de los miembros de la clase dirigente. La epigrafaes fundamental para entender esa excelencia symeana en el mtodo prosopogrfico.

El britnico y el hngaro tenan en comn una serie de aspectos. Entre otrascosas, un origen perifrico. Por ello, ambos tenan un gran inters investigador enlos senadores y funcionarios provenientes de las provincias del Imperio, lo queSyme vino a denominar Colonial elites14. Los senadores del sur de la Galia, la



9 ALFLDY, Review , p. 168.10 SYME, Ronald, How Gibbon came to History en P. DUCREY (ed.), Gibbon et Rome la

lumire de lhistoriographie moderne, Ginebra, 1977, p.48. (en adelante Gibbon).11 Vase n. 2.12 Sobre el mtodo prosopogrfico el artculo cannico es el de STONE, Lawrence,

Prosopography Daedalus, vol. 100, n 1 (1971), pp. 46-79. Ms en concreto para la historia deRoma: NICOLET, Claude, Prosopographie et histoire sociale: Rome et lItalie lpoche republicaine,Annales, 5 (1970), pp. 1209-1228. Sobre Syme y su importancia en el desarrollo de la prosopografapuede consultarse a CABALLOS, Antonio, La tcnica prosopogrfica en la Historia Antigua. Ante laprdida de Sir Ronald Syme, Veleia, 7 (1990), pp. 189-207.

13 SYME, The wrong Marcius Turbo, JRS, 52 (1962), pp. 87-96; dem, Who was VediusPollio?, JRS, 51 (1961), pp. 23-30; y Who was Decidius Saxa?, JRS, 27 (1937), pp. 127-137.

14 A estas lites dedic Syme un delicioso libro donde practica un notable ejercicio de historiacomparada: Colonial lites: Rome, Spain and the Americas, Oxford, 1958 (traduccin espaola: litesColoniales. Roma, Espaa y las Amricas. Traduccin, introduccin y notas de A. Caballos, Algazara,Mlaga, 1993).



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Narbonense, constituyeron un tema de permanente atencin en Syme junto con losde las provincias hispanas, debilidad compartida con Alfldy. En el caso delprimero, apunta el sabio de origen magiar, este inters trasluce incluso maticessociolgicos y psicolgicos ya que Syme defendi siempre que el sistemameritocrtico de la poca romana imperial dependa tanto de la capacidad delindividuo como del encuadre de ste en un grupo o lobby de carcter geogrfico.Como vemos, las vivencias personales de Sir Ronald y en especial su origen en lasantpodas de la metrpoli, poseen una enorme importancia para explicar suspreferencias investigadoras15.

Para Alfldy, el ejemplo ms acabado que Syme ofrece como representantede la aristocracia romana durante el Imperio lo constituye el homo novus: thenew man from the rising upper classes of provincial Northern Italy and of someprovinces who devoted himself with extreme vigour and engagement to thegovernment of the Empire and at the same time to the preservation of the mosmaiorum16.

La evaluacin de las interrelaciones sociopolticas de los distintos magnates ysus ncleos familiares fueron siempre un tema central en Syme. De ah, lainfluencia fundamental del alemn Friedrich Mnzer (1868-1942) y del alemn deorigen suizo Matthias Gelzer (1886-1974) en el opus symeano. Sobre todo, desdefinales de la dcada de los 40 del siglo XX. Ms en concreto desde 1939, ao depublicacin de The Roman Revolution17 (en adelante RR). Y es que no debemosolvidar que la primera decena de aos de actividad investigadora de sir Ronald losdedic sobre todo a temas de historia militar. Eso es ahora difcil de dilucidarpero cuando La Revolucin Romana se public, Syme era ampliamente respetadoy conocido en los crculos acadmicos como un reputado historiador militar18.

En los dos primeros volmenes de los RP, Syme otorga especial importancia alos Fasti. El propio Alfldy seala la relevancia de esta relacin de cnsules ygobernadores provinciales como marco fundamental para cartografiar la historiasocial del perodo. Los Fasti son una fuente de primera mano a la hora de iluminarla estructura y el desarrollo de la administracin imperial y revelan los cambios quese producen, especialmente a lo largo del siglo I d.C., en la composicin de la

15 De hecho, Syme empez a trabajar en un libro sobre el tema de la condicin del provincial enRoma en 1934. Un ao ms tarde y con el manuscrito casi finalizado, lo dej aplazado para empezar atrabajar en The Roman Revolution. Ese libro fundamental para entender al Syme joven ha sidomagnficamente editado y publicado en 1999 por Anthony Birley: SYME, The Provincial at Rome andRome and the Balkans 80 BC-AD14, A. Birley (ed.), University of Exeter Press, 1999.

16 ALFLDY, Review, p.170.17 The Roman Revolution es, como veremos a lo largo de este trabajo, una obra fundamental en la

historiografa del siglo XX. Ha conocido numerosas traducciones a diversas lenguas. La traduccinespaola la llev a cabo el aorado Antonio Blanco Freijeiro: La Revolucin Romana, Taurus, Madrid,1989. La editorial Crtica reedit la obra en 2010 sin cambio alguno en la traduccin llevada a cabo porBlanco y con un breve prlogo de Javier Arce.

18 Arnaldo Momigliano alude crpticamente a esta evolucin de Syme en su conocida y tempranaresea a RR publicada en JRS, 30 (1940), p. 75: It is premature to guess how far Mr. Syme will go in thisevolution of a moralist historian from a first-class researcher in military history (la cursiva es nuestra).

clase gobernante. Como ejemplos del trabajo de Syme en este aspecto, surecensin a la obra de Attilio Degrassi Fasti Consolari dellImperio Romano o subrillante trabajo sobre los consulados detentados por los legados de las provinciaspretorias in absentia19. Pero, como advierte el profesor de origen magiar: Syme sRoman History is not identical with the whole history of Rome20. Segn Alfldy,hay diversos aspectos de la historia romana que a Syme no parecen interesarle: lareligin, la economa, los estratos menos favorecidos de la sociedad o el estudiodel derecho romano Staatsrechts.

Nosotros disentimos en parte. A diferencia de Alfldy, creemos que Syme sesinti atraido por el estudio de ciertas cuestiones religiosas e incluso dedic aestos temas una monografa, bien es cierto que desde el punto de vistaprosopogrfico21.

Ahora bien, es cierto que entre las prioridades del neozelands no estaba elestudio del lenguaje artstico y sus smbolos. De hecho, como bien apunta Alfldyen su artculo de 199322, habr que esperar a la aparicin del libro fundamental dePaul Zanker Augustus und die Macht der Bilder23, para encontrar algo equivalentea la aparicin de RR en la especialidad de la Historia del Arte.

Casi contemporneamente a la publicacin de RR se publicaron dos importantesestudios del hngaro Andreas Alfldi (1895-1981), que en opinin de Alfldy quecomparto, poseen una importancia similar para la investigacion de determinadosaspectos del Principado, comparable a los escritos de Mommsen o del propio SirRonald Syme. En ambos trabajos, de una gran transcendencia, se analizan aspectosde las imgenes y los smbolos del perodo usando la evidencia arqueolgica ynumismtica en combinacin con las fuentes literarias y epigrficas24.

La publicacin en 1987 de la monografa de Zanker supuso una autnticarevolucin. Toda una catarsis25. Alfldy est de acuerdo con que Augusto no quisoerigir una republikanische Scheinfassade para engaar a los romanos sino queide y puso en prctica un programa de gobierno de horizontes amplios y novedosos.Un programa de renovacin general. Un autntico back to basics, basado enconvicciones polticas y religiosas. Y ese estimulante programa de imgenes,



19 SYME, Review of A. Degrassi I Fasti Consolari dell Impero Romano dal 30 Avanti Christo al 613Dopo Christo, JRS, 43 (1953), pp. 148-161. dem., Consulates in absence JRS, 48 (1958), pp. 1-9.

20 ALFLDY, Review, p. 177.21 SYME, Some Arval Brethren, Oxford, 1980. Para un punto de vista similar al nuestro, vese la

magnfica aportacin de SCHEID, John, Ronald Syme et la religion des Romains en Entretiens surLAntiquit classique, XLVI: La Rvolution Romaine aprs Ronald Syme: Bilans et perspectives,Fondation Hardt, 2000, pp. 39-72.

22 ALFLDY, Principes, p. 112.23 ZANKER, Paul, Augustus und die Macht der Bilder, Mnich, 1987 (en adelante Augustus). Una de

las primeras recensiones publicadas sobre el libro tras su traduccin al espaol en 1992 fue la nuestra:GARCA VIVAS, Gustavo, Imago Augusti, Tempus, 8 (1994), pp. 87-93.

24 ALFLDI, Andreas, Die Augestaltung des monarchischen Zeremoniells am rmischenKaiserhofe RM, 49 (1934), pp. 1-118 e dem, Insignien und Tracht des rmischen Kaiser, RM, 50(1935) pp. 1- 171.

25 Vase en GARCA VIVAS, op. cit., (n. 23), p. 88, el elogio que le tribut al libro A. Wallace-Hadrill en su resea en JRS, 79 (1989), p. 157.



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propuesto desde arriba por la governing class, recibi por parte de los romanos detodos los grupos sociales una respuesta positiva de carcter espontneo. Esa es latesis del libro de Zanker. Y esa renovacin lleg incluso hasta las inscripciones y elarte epigrfico. Escribe Alfldy: the epigraphic culture of the Romans underwent arevolutionary transformation under Augustus, becoming imperial both in the sense ofits function in the service of the imperial monarchy and in the sense of its spreadingthroughout the whole Empire during a single generation26.

Esa misma generacin, la que vivi bajo Augusto, fue testigo de unatransformacin radical de las formas artsticas. El Princeps y sus consejerosestaban convencidos de las virtudes de su programa de gobierno, y lo presentarone implementaron en pblico bajo diversas formas, estudiadas por Zanker en suobra. Lo hicieron sin un sentido de la propaganda en la acepcin ms modernadel trmino, sino casi espontneamente a modo de ensayo y error. El resultadofue de una consistencia y un xito admirables.

Si bien es cierto, como nos dice Alfldy, que las formas artsticas nuncainteresaron demasiado a Syme, en su ltima gran obra publicada antes de morir,encontramos una clara definicin de lo que fue la propaganda augustea:

There exist propaganda in vacuo`, where competition is absent, the audiencepassive or already won over: not arts of persuasion, but the exhibition of power andbeneficence. () Like sumptuary laws or state-enforced morality, a programme ofindoctrination would arouse resentment and disbelief. There was a simple remedy:leave it to the educated class to devise formulations or acceptance. Willing agentswere to hand, some convinced and some ingenious, as well as the falsi etfestinantes`27.

Ni en palabras de Paul Zanker, apunta Alfldy en un juicio penetrante quecomparto plenamente28, se pudo haber formulado de forma ms certera la tesiszankeriana sobre la efectividad de la autorepresentacin del Principado en base a suaceptacin espontnea por las masas. Las lneas anteriores son reveladoras. Y esque en la produccin del ltimo Syme se observa una sensibilidad ms y mscreciente por acercarse, si cabe tangencialmente, a los nuevos caminos abiertos en lainvestigacin del Principado, especialmente en aspectos ideolgicos y, en menormedida, artsticos.

2. SYME, SU MTODO Y SU CONCEPCIN DE LA HISTORIAAlfldy seala que la concepcin de la Historia de Roma que tena Ronald

Syme se define en el que quiz sea su pasaje ms citado de RR: In all ages,

26 Vase n. 22. Y especialmente sobre este tema, el fundamental artculo de ALFLDY, Augustusund die Inschriften: Tradition und Innovation. Die Geburt der imperialen Epigraphik, Gymnasium 98(1991), pp. 298-324.

27 SYME, The Augustan Aristocracy, Oxford, 1986, pp. 439 y 441 (en adelante AA).28 ALFLDY, Principes, p.120.

whatever the form and name of government, be it monarchy, republic ordemocracy, an oligarchy lurks behind the faade29. Podemos afirmar que, conmnimas variantes de matiz, esta frase programtica rige toda la produccinhistoriogrfica de Syme durante ms de sesenta aos desde 1928, ao en el quepublica su primer artculo en el Journal of Roman Studies30 hasta su muerteacaecida en 1989.

Por lo tanto, la omnipresencia de la oligarqua, de una lite gobernante quemaneja los destinos de la historia de Roma independientemente de la forma degobierno existente en la ciudad del Tber es una idea intrnseca a la concepcinsymeana de la Historia. Seala tambin Alfldy otras dos constantes presentes enla obra del profesor de Oxford. En primer lugar, Ronald Syme era sobre todo unhistoriador del poder. Del poder y la lucha por conseguirlo. De la visin del poderen Roma manejado a fines de la Repblica por distintas facciones enfrentadasentre s y despus controlado directamente por la figura del emperador. Ensegundo lugar, el enorme inters de Syme en explorar y dilucidar los gustosliterarios de la aristocracia romana. Poseedor l mismo del ms exquisito estiloliterario, su peculiar high style31, Syme era un apasionado de la literatura, enespecial de la literatura francesa del siglo XIX. Las fuentes literarias ocupan unlugar determinante en toda su produccin. Desde Salustio y Tcito, hasta Plinio elJoven o Veleyo. Pero tambin Tucdides y Gibbon, Macaulay y Toynbee hanmerecido su atencin32. Alfldy capt como pocos una constante permanente en laobra de Syme: Literatura y Historia, Filologa Clsica e Historia Antigua convergenuna y otra vez. Son un todo. Dos caras de la misma moneda. La literatura comoparte de la tradicin histrica. La literatura tambin como transmisora de hechos yeventos y como vehculo para la expresin de ideas y comportamientos.

Valgan dos ejemplos, los poemas amorosos de Ovidio nos hablan de guerra yde poltica. Y son, a la vez, un poderoso medio de expresin del clima moral y lamentalidad que permeaban la aristocracia augustea33. De igual manera, el discursoque Tcito transcribe en sus Anales sobre la concesin del ius honorum a laaristocracia gala nos habla, en atinado juicio de Syme, de la necesidad derevitalizar la aristocracia senatorial reclutando novi homines de las provincias34.

Subject, method and tendency, indica Alfldy35. El tema, el mtodo y lainfluencia. Estos son los tres asuntos que han generado siempre mayoresdisensiones entre partidarios y oponentes de Syme y su modo de ver la historia.



29 SYME, RR, Oxford, 1939, reimp. 1960, p. 7.30 dem., Rhine and Danube Legions under Domitian , JRS, 18 (1928), pp. 41-55.31 MILLAR, op. cit., (n. 1), p. 146.32 Sobre Tucdides, vase SYME, Thucydides, PBA, 48 (1962), pp. 39-56 (en adelante

Thucydides). Sobre el resto de la relacin: dem., Three English Historians: Gibbon, Macaulay andToynbee, Emory University Quaterly, 18, (1962).

33 SYME, History in Ovid, Oxford, 1978, pp. 72 y 199 s.34 dem., Ten studies in Tacitus, Oxford, 1970, p. 26 s. (en adelante Studies ...); y Tacitus, Oxford,

1958, pp. 317 ss.35 Principes, p. 105.



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Ya en su temprana y fundamental crtica a RR, Arnaldo Momigliano se hace eco delas importantes limitaciones que comportaba el mtodo prosopogrfico36. Lasobservaciones de Momigliano son correctas en buena medida. Sin embargo, laproposopografa en Syme es ms que un fin en si misma. Es un mtodo llevado asus ms altas cotas de excelencia. En un autor como Syme que era, ante todo, unhistoriador de la poltica y un historiador social. As lo deja entrever Sir Ronald enel que quiz sea el trabajo de su carrera dotado con una mayor carga terica37.

El Camden Professor dej muy claras cules eran las caractersticas que, a sujuicio, debe poseer un buen historiador: en primer lugar, erudicin. Ya lo diceSyme parafraseando a Gibbon: diligence and accuracy38. Tambin familiaridadcon los temas de la alta poltica y buen conocimiento de los entresijos de lanaturaleza humana. Y la importancia de viajar y conocer distintas culturas. TantoSir Ronald como el profesor Alfldy fueron ambos impenitentes viajeros.Recorrieron una buena cantidad de pases europeos y africanos intentando trabajarin situ en las inscripciones originales all donde se encontraran. O simplemente porel mero placer de viajar. De hecho, Gza Alfldy falleci cuando se encontraba enla capital griega, en concreto visitando la Acrpolis, en vsperas de recibir undoctorado honoris causa en la Universidad de Corf39.

Alfldy seala que Ronald Syme no dedic jams un artculo a la descripcinterica de su mtodo de trabajo. Esta afirmacin es de una gran importancia. Elmtodo de Syme es bien simple: hard work and accuracy40. Esto es, el anlisisprofundo y meticuloso de las fuentes y los hechos. Por supuesto, su discursohistoriogrfico est plagado de ideas pero stas no deben confundirse con lateora abstracta. Lo que se necesita para escribir bien Historia, segn Syme es:education, hard work and accuracy, composition and style, familiarity with politicsand human nature. O sea, inteligencia: intelligence is the supreme virtue41.

Esas cualidades hacen que su forma de escribir, el antes mencionadohighstyle, no tenga equivalente en la prosa histrica del siglo XX. Conviene citarllegados a este punto la bellsima descripcin que Mason Hammond hiciera all por1959 del estilo literario de Syme: though often elliptical, staccato, and occasionallydifficult to follow, is lively, stimulating and Tacitean42.

En efecto, Tcito es uno de sus modelos. Como bien seala Alfldy, Syme es elltimo de los grandes historiadores en una lnea que comienza con nombres de la

36 MOMIGLIANO, op. cit. (n. 18), pp. 77-78.37 SYME, Ronald, Oligarchy at Rome. A Paradigm for Political Science, Diogenes, 141 (1988), p.

65.38 SYME, Gibbon, p.52. 39 Debo este dato a la amabilidad del Dr. Jos A. Delgado Delgado, Profesor Titular de Historia

Antigua de la Universidad de La Laguna. Adems, lo proporciona el Prof. Juan Manuel Abascal en lanecrolgica que acaba de publicar en Veleia sobre el Prof. Alfldy, cf (n. 99), p. 319.

40 SYME,Thucydides, p. 41.41 Ibdem., p.56.42 HAMMOND, Mason, Review of R. Syme Tacitus , The American Historical Review, 64, n 4

(1959), p. 916.

talla de Salustio, Polin o Livio, pasando por Tcito y mucho despus Gibbon y quedesemboca en Theodor Mommsen. Citando una vez ms a Alfldy, su estiloimitates the style of the ancient literary sources which he uses, and thus they reflectfrom the first something of the mentality of that lite in which Syme is interested43.

Se observa una falta de teora palpable en The Roman Revolution enparticular, y en general en toda la obra symeana. Este hecho puede ilustrarsetomando como ejemplo el trmino revolucin. Sabemos que su fuente para eluso de este trmino fue Edward Gibbon44. Pero en ninguna parte de RR seasegura que en el perodo tratado en l, o sea desde el 60 a. C. hasta el 14 d. C.,se produzca una revolucin de acuerdo con la definicin cannica que nosproporcion, por ejemplo, Alfred Heuss en 195645.

En opinin de Syme, la revolucin que se produjo en Roma en el perodo fuea violent transference of power and of property46 en el que la noblezarepublicana tradicional, diezmada por dcadas de guerras civiles y por la terriblecoyuntura de las proscripciones, perdi su estatus de governing class, siendosustituida por una nueva lite reclutada en los municipios y las colonias de lapennsula italiana y ciertas provincias, Narbonense e Hispania especialmente.Este grupo form el ncleo duro del partido cesariano y la base de apoyo desde elque el joven Octaviano se aup al poder. Ese proceso, escribe Alfldy, constituyepara Syme la revolucin romana47.

El vocablo revolucin posee en Syme una funcin ms semntica que otracosa. De hecho, no solo denomina as al proceso que acabamos de describir. ParaSyme, es gibt recht unterschiedliche Revolutionre und Revolutionen48. Dehecho, emplea la palabra un buen nmero de veces a lo largo de RR. La mismacasustica se produce con otros trminos que aparecen en la obra.

Para el docente de Oxford, la Historia es en gran medida la historia de losdestinos de las personas. Se detecta en l, asegura Alfldy, una intensa preocupacinpor el destino de los individuos. De los individuos pertenecientes al grupo que detentael poder. A los aristcratas. Pero el autor no hace ni un intento por definir a qu seconoca en Roma como aristocracia. Es sintomtico que, de entre todos loshistoriadores alemanes, Matthias Gelzer ejerciera una influencia especial en Syme consu breve pero estimulante Die Nobilitt der rmischen Republik49. El hecho es



43 ALFLDY,Review, p.176.44 ALFLDY, Principes, p.115.45 HEUSS, Alfred, Der Untergang der Rmischen Republik und das Problem der Revolution,

Historische Zeitschrift, 182 (1956), p. 1.: Revolution... ist der gewaltsame Austrag einesKlassengegensatzes, in dem eine unterdrckte bzw. von der Herrschaft ausgeschlossene Klasse denoffenen und illegalen Kampf um ihre Freiheit und damit um den dominierenden, um nicht zu sagenausschliesslichen Einfluss auf den Staat unternimmt.

46 SYME, RR, p. vii. 47 ALFLDY, Ronald Syme, p. 12.48 Ibdem., p. 13.49 GELZER, Matthias, Die Nobilitt der rmischen Republik, Leipzig, 1912 (traduccin inglesa e

introduccin de R. Seager, The Roman Nobility, Oxford, 1969).



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llamativo ya que esta obra contiene un anlisis de carcter estructuralista, que noprosopogrfico, de la oligarqua romana.

Pero esa falta de anlisis estructural no se cierne slo sobre la clasegobernante. Tampoco vemos en RR, aade Alfldy, un anlisis del Senado o delas magistraturas. Ni siquiera una gran preocupacin por desentraar las claves dela Verfassung del Principado augusteo. Vale la pena citar textualmente a nuestrohomenajeado:

Deshalb ist die Entstehung des Prinzipates mit dem Jahre 23 v. Chr. als dembedeutendsten Markstein auf einem langen Weg, der zum Sieg der Revolutionund zur Errichtung einer neuen Regierung fhrte nach Syme kaum einWendepunkt in der rmischen Geschichte: At Rome, it did not mark an era indating; in the provinces it passed almost unnoticed`50.

Quines son entonces estos individuos sobre cuyos destinos escribe SirRonald esta obra? Desde luego, no las clases populares: libertos y esclavos.Tampoco el ejrcito y la soldadesca. Alfldy relata una ancdota personal cuandole coment a Syme que el primer artculo suyo que haba ledo de estudiante fue,a su vez, el primero que el britnico haba publicado: Rhine and Danube Legionsunder Domitian51. Sir Ronald repuso que posteriormente en su carrera se habasentido siempre ms interesado por la figura de cualquier legado de leginsenatorial que por toda una legin completa. Otro episodio de corte similar: en unacarta escrita a Syme, Alfldy le interpel por qu nunca escriba sobre los esclavosy las clases menos favorecidas: it bores me. Esa fue la rotunda y sincerarespuesta que recibi del Camden Professor52.

La descripcin y caracterizacin de los protagonistas histricos era algoesencial para Syme. En los aos 30 del pasado siglo en los pases donde habantriunfado los sistemas totalitarios se desarroll un calculado culto al individuo, yafuera ste el Fuhrer, el Duce o el Caudillo. Un hito importante en este proceso, enItalia en concreto, fue la Mostra Augustea que conmemor en Roma en 1937, de lamano de Benito Mussolini, el bimilenario del nacimiento de Augusto53.

En esos aos se publicaron una serie de monografas que proporcionaban unadescripcin bastante benvola de Augusto y de su reinado. En Alemania, la msinfluyente fue la obra escrita por el profesor de Berln, Wilhelm Weber (1882-1948)54. En su artculo de 1993 Alfldy profundiza en esta cuestin. Su opininsobre este asunto, que comparto, es que la produccin y publicacin de RR puedeentenderse en gran medida como una respuesta a todas estas publicacioneslaudatorias, a todo este corifeo de alabanzas que diversos historiadores alemanes

50 ALFLDY, Ronald Syme, p.1551 Vase n. 30.52 Carta de Syme a Alfldy de 22 de febrero de 1981. (apud ALFLDY, Ronald Syme, p.17).53 Sobre la Mostra Augustea vase la excelente monografa de SCRIBA, Friedemann, Augustus im

Schwarzhemd?: die Mostra Augustea della Romanita in Rom, 1937/38., Frankfurt, Lang, 1995. 54 WEBER, Wilhelm, Princeps. Studien zur Geschichte des Augustus I, Stuttgart-Berlin, 1936.

e italianos escribieron adulando la figura de un Augusto del que Sir Ronald yaposea una opinin poco favorable incluso antes de 193755.

Concluimos este apartado. La perspicacia de Alfldy queda de manifiestocuando asegura que, en lo referente a Syme, su manera de trabajar es rechazartodo sistema metodolgico basado en premisas tericas: To insist on the diegesunde Methode is tedious. And it may be superfluous. Nor is the cult ofmethodology always a strength56. La Historia para Syme se explica por s mismay hacer historia rigurosa es hacerla con exactitud y trabajo duro y narrarla con elmejor estilo literario posible57.

Para Alfldy, The Roman Revolution puede calificarse como modelo de historiainductiva, como una obra modlica que parte de las fuentes para reconstruir todoun momento histrico y llega a plantear que la conocida frase de Syme al comienzodel libro58 funciona como idea e incluso ms, como modelo terico deinvestigacin ya que por l estn condicionados en su obra el planteamientogeneral, el mtodo, los resultados ms importantes y no menos la narrativa59.

3. SIR RONALD SYME Y LA RECEPCIN E INFLUENCIA DE THE ROMANREVOLUTION EN LA HISTORIOGRAFA ALEMANAGza Alfldy se alinea con Sir Fergus Millar cuando escribe que el Tacitus,

publicado dos dcadas despus de RR, es el trabajo de mayor influencia deSyme60. Se me permitir disentir de esta aseveracin. Quiz sea as para elmundo acadmico especializado y ni siquiera estamos muy seguros de esto. Perolo cierto es que el impacto de La Revolucin Romana ha sido tremendous, porusar una expresin de uno de los pupilos ms prximos a Syme escrita cuarentaaos despus de la publicacin del libro61. Sin duda alguna, mucho mayor que eldel Tacitus y no solo entre los entendidos sino especialmente entre los lectores deHistoria no profesionales.

Vayamos por partes, en primer lugar un breve apunte sobre la relacin Syme-Alfldy. El hecho de que el profesor de origen hngaro fuera el acadmico elegidopara pronunciar la primera Ronald Syme Lecture que tuvo lugar en el WolfsonCollege de Oxford el 21 de noviembre de 1991, da una idea de la intensa relacinacadmica y personal que ambos investigadores mantuvieron durante ms deun cuarto de siglo. El propio Alfldy lo explica muy claramente: Having known SirRonald for almost 25 years I was very glad to undertake this task (). I owe him agreat deal, both concerning the choice of my subjects and the historical method. But



55 ALFLDY, Principes , p. 104. 56 SYME, Ronald, The Historia Augusta. A call for clarity, Bonn, 1971, p. 5.57 ALFLDY, Historia Antigua , p. 49.58 Vase n. 29.59 ALFLDY, Historia Antigua , p. 52. 60 ALFLDY, Principes, p. 10861 BOWERSOCK, Emperor, p. 8.



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I ascribe the honour given to me by the invitation principally to the fact that Irepresent a German University which is proud to have counted Sir Ronald amongits friends for almost four decades62. Su artculo de 1993 es, en esencia, laconferencia que Alfldy dict en esa feliz efemrides.

La aportacin de Alfldy de 198363 se abre con dos rotundos juicios sobre TheRoman Revolution, efectuados por dos eximios especialistas ingleses, D.R.Shackleton-Bailey64 y Sir Fergus Millar65. Ambos poseen un carcter laudatorio. Eltercero que recoge Alfldy, en tono negativo, es el del alemn H.E. Stier66. Resultainteresante, aade el profesor de Heidelberg, que la valoracin negativa de RRest hecha por un alemn ya que, a primera vista, el libro parece tener mspuntos en comn con la tradicin historiogrfica alemana que con la anglosajona.Sin embargo, no ha ocurrido as.

Desde su aparicin cuatro das despus de que Gran Bretaa declarara laguerra a Alemania, en concreto el 7 de septiembre de 193967, la RR supuso unanovedad historiogrfica de primer orden. Como bien apunta Alfldy68, el tema dellibro haba sido abordado incesamente, pero su enfoque y estilo, as como lametodologa usada: no del todo prosopogrfica, no del todo historia factual sinouna soberbia mezcla de ambos; hacan de la monografa algo del todo novedoso.Sin embargo, slo a comienzos de la dcada de los cincuenta el libro comenz aser ampliamente conocido en Alemania. Con seguridad, el conflicto blico tuvo queser un factor a tener en cuenta para esta recepcin tarda. De hecho, la primeraedicin en alemn es de 195769.

En la Alemania de los aos 30 y 40 del siglo pasado, de forma similar a lo quesucede hoy en nuestro pas, la Historia Antigua y la Filologa Clsica erandisciplinas diferenciadas. Sin embargo, a Alfldy no se le escapa un importantedetalle: cuando leemos RR es difcil dilucidar si nos encontramos ante el trabajo deun historiador o ante el de un fillogo. Para Syme ambas disciplinas iban de lamano y formaban un todo armonioso. Su dominio de ambas era prodigioso. Llamapoderosamente la atencin el uso tremendamente moderno de los textos antiguospor parte del neozelands, como muy bien apuntara A. Rstow en la primeraresea de la obra que se public en alemn70.

62 ALFLDY, Principes, p.101. 63 ALFLDY, Ronald Syme, p. 5.64 SHACKLETON-BAILEY, D.R., The Roman Nobility in the Second Civil War, The Classical

Quaterly, 10 (1960), p. 266.65 MILLAR, op. cit. (n. 1), p. 146.66 STIER, H.E., Augustusfriede und Rmische Klassik, ANRW II.2, Berlin-New York, 1975, pp. 9

y 11.67 El profesor Birley me ha proporcionado la fecha exacta.68 ALFLDY, Ronald Syme..., p. 8.69 SYME, Die Rmische Revolution. Machtkmpfe in antiken Rom, Stuttgart, 1957. El primer

ejemplar que se vio en Heidelberg de RR lo trajo de Suiza el historiador Walter Schmitthenner, cf.:MALITZ, Jrgen, Walter Schmitthenner Gnomon, 71 (1999), 2, p. 175. n.3.

70 RSTOW, A., Die Rmische Revolution und Kaiser Augustus Rev. De la Facult des SciencesEconomiques de lUniversit dIstanbul, 5 (1944), pp. 244 ss.

Alfldy observa muy agudamente una influencia ms que posible en Syme a lahora de escribir RR, aunque ste nunca lo reconociera: el libro de Sir LewisNamier The Structure of Politics at the Accession of George III, publicado en192971. Diez aos antes de que viera la luz The Roman Revolution. Con finocriterio, el alemn cree que Arnaldo Momigliano tiene toda la razn en resaltar lainfluencia de Namier y de su atmosfera intellettuale` en Ronald Syme y suconocida obra72. Momigliano dice de Syme que ha namierizzato la costituzione diAugusto73.

Como hemos apuntado ms arriba en nuestro trabajo, en el nimo de Syme ala hora de escribir el libro influy el auge de los fascismos en Europa e incluso lanueva constitucin de la Unin Sovitica promulgada por Stalin en 1936. Pero lapublicacin de La Revolucin Romana, que tiene su germen en unas conferenciasdictadas por el fellow del Trinity College en el verano del 37, fue en gran medidauna reaccin contra la visin optimista del primer emperador de Roma y de sureinado, visin imperante en ese momento en toda la historiografa alemana ybritnica sobre el perodo. La forma que Syme adopt para mostrar su profundodesacuerdo contra normal Anglo-Saxon attitudes que reverenciaban a Augustoas the archetype of the good headmaster, firm and serene, who seldom has toexert the vast authority he holds in reserve74.

El estallido del hecho blico tuvo una influencia decisiva en la prisa de Symepor publicar su libro. En gran parte, como respuesta personal del scholar detalante liberal que, en su paradisaca y tranquila atalaya de Oxford, supo ver conrapidez las negras nubes que los totalitarismos entonces en auge iban a cernirsobre el continente europeo.

Pocos especialistas conocen que el original de RR fue dado a la ClarendonPress sin demasiadas correcciones por parte de Syme en las fechas en quecomenzaba la guerra y que, en cierto modo, presion a los editores para que ellibro viera la luz con la mayor rapidez posible. Asimismo, en las sucesivasediciones de la obra el neozelands no corregira sino muy pequeos detalles deltexto original de 1939, manteniendo prcticamente igual todo el texto75.

El impacto de RR incluso durante la guerra en el Reino Unido y los pases delengua inglesa fue enorme. A escala internacional, el libro empez a ser valorado



71 NAMIER, Lewis, The Structure of Politics at the Accession of George III, Londres, 1929. Hemosmanejado la segunda edicin de 1957.

72 ALFLDY, Ronald Syme..., pp. 10 y 11.73 MOMIGLIANO, Arnaldo, Introduzione a Ronald Syme.The Roman Revolution, traducc. Italiana,

Torino, 1962, p.X =Terzo Contributo alla storia degli studi classici e del mondo antico, Roma, 1966, p.730. Anthony Birley me hace notar lo extendida que se encuentra esta idea que, segn me indica, carecepor completo de fundamento.

74 SYME, History or Biography. The case of Tiberius Caesar Historia, 23 (1974), p. 482.75 Sir Fergus Millar, discpulo directo y amigo personal de Syme, adems de sucesor en la Ctedra

Camden desde 1984 a 2002, me proporcion estos datos en un encuentro mantenido en el OrientalInstitute de Oxford en agosto de 2011.



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desde principios de la dcada de los 50. La obra cre escuela y como ejemplosAlfldy menciona76 las investigaciones de Howard H. Scullard77 y Lily Ross Taylor78,aunque Syme nunca se preocup por formar una escuela en el sentidocontinental que posee el trmino. Tambin Ernst Badian se alineara en estegrupo79

En Alemania sin embargo, y como bien apunta Alfldy, la influencia de RR enlos aos inmediatamente posteriores a su publicacin estuvo lejos de serimportante. Las primeras recensiones en lengua alemana la firman, la primera A.Rstow cuya especialidad era la historia econmica80. La segunda fue obra de W.Ensslin, que en doce pginas hace un detallado anlisis captulo por captulo.Sin embargo, tan slo hace un breve comentario sobre el mtodo del libro y limitaa una frase su evaluacin general de la obra81. Finalmente, H.E. Stier en unvolumen colectivo sobre la poca de Augusto produjo una resea bastantedesfavorable del libro rechazando violentamente tanto el mtodo prosopogrficousado en l, como las consideraciones que Syme hace sobre el Princeps82.

En el pas germano, dos grupos o escuelas de investigadores se hanimpregnado de manera especial de la influencia de RR. El primero de estos gruposfue el formado por Hans Schaefer (1906-1961), Walter Schmitthenner (1916-1997),el politlogo Hans Buchheim (1922-) y Peter Sattler (1930-1961), trgicamentefallecido junto a Schaefer en Ankara en accidente areo. Estos estudiosos sededican principalmente a la historia poltica en el momento del ascenso deOctaviano y el establecimiento del Principado. Siguen muy de cerca el punto devista de Syme pero han intentado ir unos pasos ms all, tratando de comprender elproceso poltico en su conjunto. Este grupo, que podemos denominar escuela deHeidelberg, quiere ampliar y complementar, que no corregir, la imagen symeanade este perodo.

Algo muy distinto ocurre con la segunda escuela en la que se percibe lainfluencia de Syme. Es la encabezada por Christian Meier (1929-), uno de loshistoriadores de Roma ms importantes en Alemania actualmente, que tambin fuediscpulo de Schaefer. En sus trabajos, en especial en su obra ms conocida Respublica amissa83, se pregunta hasta qu punto puede considerarse la existencia enRoma de facciones polticas permanentes o partidos dentro de la clase dirigente.Hay, por tanto, una crtica frontal a lo que la historiografa alemana ha denominadola Faktions-theorie defendida principalmente por Syme, Scullard o Ross Taylor.

76 ALFLDY, Ronald Syme, p. 25.77 SCULLARD, Howard H., Roman Politics 220-150 BC, Oxford, 1951.78 ROSS TAYLOR, Lily, Party Politics in the Age of Caesar, Berkeley-Los Angeles, 1949.79 Aunque de origen austriaco, Badian pas su juventud en Nueva Zelanda. Vase su obra ms

representativa: Foreign Clientelae 26470 B.C., Oxford, 1958.80 RSTOW, op. cit., (n. 70).81 ENSSLIN, Wilhelm, Besprechung The Roman Revolution Historia 1 (1950), pp. 128-139. 82 STIER, op. cit., (n. 66), pp. 3 y 6. 83 MEIER, Christian, Res Publica Amissa. Eine Studie zu Verfassung und Geschichte der spten

rmischen Republik, Wiesbaden, 1966, nueva edicin de 1980, pp. 182 ss.

No creo que Syme defendiera en RR, en particular y en toda su obra engeneral, un concepto rgido e inmanente de faccin o partido como pretendeMeier. Este aspecto est ms presente tanto en Scullard como en Ross Taylor. Encualquier caso, segn Meier, stos fundamentan su tesis en las fuentes, en las queno se dice ni una sola palabra sobre estas facciones. Su crtica no es tanto almtodo prosopogrfico en si, sino a la naturaleza de su aplicacin. Alfldy sealaen su artculo de 198384 que no es se el lugar para demostrar quin de los dos:Syme o Meier, tiene razn. Y cede la palabra a otro mandarn de la HistoriaAntigua, en este caso el americano de origen austraco Erich S. Gruen, en unalarga cita que vale la pena recoger en su totalidad:

It will not be obligatory to select between these two alternatives. The former(Syme) ignores significant changes which Roman society and politics hadundergone since the era of the Gracchi. Links among noble houses cannot bythemselves explain the course of politics. Too many other elements, social,economic and personal, permeated the scene. In a constantly changing politicalclimate, those links did not possess consistency or endurance. The alternativeview, howewer, (Meier) would appear to deny all structure to Roman politics.Aristocratic families continued to form marriage connections, to adopt relativesand friends, to flaunt their amici, and to feud with their inimici. It would be foolish toimagine that these maneuvers possessed no political connotations85.

Alfldy sugiere que la recepcin plena y eficaz en Alemania del contenido y dela carga de profundidad historiogrfica que contiene RR se hizo patente solo bienentrado el siglo XX. En 1993, est en condiciones de asegurar, a diferencia de loque suceda diez aos antes, que la influencia de RR en el mundo acadmicoalemn es muy similar al del resto de los pases. Para el docente de Heidelberg, eneste cambio de tendencia han influido decisivamente dos trabajos: el magnficocaptulo de Karl Christ dedicado a Sir Ronald en una obra de 199086 y la aparicindel libro de Paul Zanker, que ya hemos comentado87.

Alfldy asegura que, en contra de la communis opinio, existe un hilo conductorque une al Gibbon de Decline and Fall con Syme. En ese hilo conductor, elprofesor de Heidelberg seala como dos nexos importantes las grandes figuras deBarthold Niebuhr y Theodor Mommsen, en concreto el primer Mommsen, elautor de los tres primeros volmenes de la Rmische Geschichte (1854-1856)88. Sepuede estar de acuerdo con este juicio de Alfldy en el caso concreto deMommsen. No as en el de Niebuhr ya que no apreciamos sus concomitancias conSyme, ni en lo que se refiere a su estilo ni a sus intereses histricos89.



84 ALFLDY, Ronald Syme, p.31.85 GRUEN, Erich S., The Last Generation of the Roman Republic, Berkeley-Los Angeles-London,

1974, p. 49.86 CHRIST, op. cit., (n. 1).87 ZANKER, op. cit., (n. 23). 88 ALFLDY, Ronald Syme, pp. 33 s. Sobre la Rmische Geschichte y su recepcin en nuestro

pas, vd. DELGADO DELGADO, Jos A., La obra de Theodor Mommsen en Espaa. La traduccinespaola de la Rmische Geschichte Gerin, 21 (2003), pp. 45-58.

89 Debo esta observacin al Prof. Jos Delgado.



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Mommsen y Syme, por su parte, s que poseen caractersticas convergentes.Ambos crean en la importancia de las fuentes para construir una ciencia de laAntigedad con garantas. Postulaban la necesidad de que las disciplinas histricay filolgica fueran de la mano y formaran un todo unitario que ayudara a comprendermejor todos los matices del hecho histrico. Ambos eran firmes defensores de laimportancia de la historia narrativa, de la historia factual. Y prestan gran atencin altratamiento de las personalidades ms destacadas del perodo.

No es casualidad que la descripcin de la personalidad de Octaviano en losdos autores sea muy similar. Mommsen y Syme experimentaron una ciertaaversin hacia la figura del futuro Augusto. Desde luego, supieron ver ms all y nose dejaron fascinar por la imponente fachada ideolgica del Principado. Asimismo,el estilo literario es excelente en ambos. Mommsen, galardonado con el Nobel deLiteratura en 1902, es un modelo de la prosa histrica en alemn. Gibbon y Symelo son en la lengua inglesa.

Como apunta Alfldy90, la historia de Roma como modelo de narrativa fuellevado al culmen de la perfeccin por el neozelands en The Roman Revolution.Es cierto que algunas de sus afirmaciones precisan de una revisin que se vieneefectuando en los ltimos aos. En especial, la imagen y el juicio histrico de Symesobre Augusto y en concreto su metamorfosis de Dux a Princeps, necesitan unaconcienzuda matizacin. Tanto es as, que el mismo Syme reconsider algunosaspectos sobre el personaje conforme avanzaba su propia vida y su investigacin.Pero el libro es y seguir siendo un clsico y los especialistas de la antigedadromana tenemos una enorme deuda contrada con Sir Ronald Syme y su obra enconjunto, y muy especialmente, con su The Roman Revolution.

La aseveracin que hace Alfldy acerca de La Revolucin Romana comoacabado ejemplo de historia narrativa merece ser matizada, en nuestra opinin.Syme fue un historiador en la ms pura tradicin de la narrative history, en laestela de nombres tan excelsos como Gibbon o Macaulay. Pero algunos captulosde RR poseen un carcter rgidamente analtico, en tanto que son netamenteprosopogrficos. El propio Syme advierte, al comienzo del libro, que el lector pocointeresado en estos temas puede obviarlos. Y es que quiz sea ms difcil de loque parece, a primera vista, reconciliar narracin y prosopografa91

4. CONCLUSINEl fellow de Trinity College tuvo desde fecha tan temprana como 1934 una

opinin desfavorable sobre el joven Octaviano y como historiador se sinti siemprerepublican in sentiment92, influenciado por nombres como los de Salustio y

90 ALFLDY, Ronald Syme, p. 41.91 Agradezco al profesor Keith Bradley esta perspicaz observacin. 92 SYME, RR, vii.

Polin. Ya en 1934, en una importante resea a un libro del italiano Mario AttilioLevi, que ha pasado inadvertida para los investigadores pero que es fundamentalpara entender al Syme joven anterior a RR, reivindicaba la figura de MarcoAntonio calificando a Octaviano de sickly and sinister youth93.

Y, sin embargo, a medida que pasaron los aos Alfldy detecta, con enormeperspicacia, en los escritos de Syme un sutil cambio, algo ms de tolerancia haciael trabajo de otros colegas y hacia el personaje de Augusto. Incluso un poco msde humor: less war and more humour. Al final de su recensin de 197994, GzaAlfldy cita una hermosa y muy precisa descripcin de Tcito hecha por Syme quemuy bien podra ser una descripcin de l mismo:

Tacitus is a subtle and sophisticated writer, heir to a long tradition, and writingfor men of understanding. The situations he describes are permeated with all theambiguities of high politics and of human nature- in any age. His manner ismajestic and reticent. Perhaps in himself a complicated character, perhaps not. Whocan say?. Remote, austere and enigmatic, on a surface view, yet perhaps in no waya problem in his comportment towards Rome and the Caesars95.

Estamos, pues, ante un Syme ms tolerante que gan en humor con el pasodel tiempo. El neozelands, transcurrido el ecuador de su vida dedic susesfuerzos a divertimentos como la Historia Augusta96 y su visin de Augusto, elpersonaje central de su obra, fue adquiriendo un tinte cada vez menos siniestro,conforme esa benevolencia fue ganando terreno. Gza Alfldy lo percibi muyclaramente: In the couse of the years and decades, there is a clear tendency totone down the harsh criticism given in The Roman Revolution97.

Como conclusin, el tributo de Syme hacia Augusto fue siempre escueto, segnAlfldy. Pero a lo largo de medio siglo adquiri un empaque cada vez msmonumental. En concreto, estuvo cada vez ms inclinado a reconocer la coherenteorganizacin que el Princeps proporcion al edificio poltico que l mismo cre. O sea,el espectacular y positivo desarrollo de la administracin imperial. El gentlemanoxoniense parece haber experimentado, si no un sentimiento de simpata, s al menoscierta comprensin, cada vez mayor, con respecto a la difcil posicin del emperador.

Syme supo ver como nadie la autntica naturaleza del rgimen creado porAugusto. De hecho en The Apologia for the Principate, el captulo final de sultima gran obra The Augustan Aristocracy expone una crtica feroz de la doctrineof the middle path, que es una de las ms bellas y exactas descripciones delPrincipado como forma de gobierno:



93 SYME, Ronald, From Octavian to Augustus. Mario Attilio Levi: Ottaviano Capoparte, 2 vols.Firenze, 1933 The Classical Review, 48 (1934), p. 78.

94 ALFLDY, Review, p. 181.95 SYME, Studies , p. 131. 96 Vase la divertida ancdota del encuentro en la High Street de Oxford entre Syme y el gran

Eduard Fraenkel a fines de la dcada de los sesenta cuando el Ammianus and the Historia Augustaestaba en la imprenta: BOWERSOCK, Proceedings , p. 558.

97 ALFLDY, Principes, p. 116.



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Liberty but not licence, discipline without despotism. Not an exhilaratingprospect, the middle path, so it appears. It is the recourse of the opportunist and thecareerist. The other name is compromise or collusion. Yet such is the nature ofpolitical life. It exploits ambiguities, it seeks to have the advantages of both ways98.

Todo un encontronazo con la realidad de lo que fue aquel sistema poltico. Y laexpresin del mximo de tolerancia que un aristcrata y un demcrata, cosasque Syme siempre se consider, pudo demostrar hacia un rgimen de carcterautocrtico con un gobernante en la cspide que no estaba sujeto a control alguno.

Como Alfldy apunt muy bien tras conocerlo durante un cuarto de siglo comoamigo y como colega, la tarea de narrar los tiempos de Augusto, no le fueencomendada a Tcito, ni siquiera a Mommsen, sino al ms grande historiador deRoma de nuestra poca: Sir Ronald Syme. La gratitud de todos los historiadoresde Roma hacia su figura debe ser permanente. Por su talento para narrar tanimportante momento de la Historia, por su infatigable capacidad de trabajo, por suestilo literario que an hoy nos asombra y nos lleva a leer y a releer con fruicinsus pginas. Por ser, en definitiva, un autntico princeps de la historia de Roma.

Otro princeps, amigo del neozelands y recientemente fallecido, otro historiadoreminente al que estamos dedicando estas pginas lo tuvo siempre meridianamenteclaro.

Uno de los elogios ms hermosos que pueden escribirse de un historiador y deuna persona fueron las siguientes lneas que Gza Alfldy dedic, al final de unode los textos que hemos analizado, a su amigo y maestro. Se me permitir finalizarcon ellas este trabajo:

No author of an earlier age or afterwards described the history of the greatestRoman Princeps in a more coherent and fascinating manner than this Princeps ofRoman Historians. He relentlessly unmasked the nature of authoritarian regimes forall times. At the same time, he was fortunate to live long enough not only to seeboth criticism and success of The Roman Revolution, but also to develop moretolerance towards the other side, contrary to his own aristocratic ideals. Not solelythe first merit, which he shared, among others, with Ovid, but also the secondinduces me to end with the finale of his book dedicated to this poet: In short and toconclude, he won his war with Caesar99

98 SYME, AA, p. 453-454.99 ALFOLDY, Principes, p. 122. Tomando Alfldy el final de History in Ovid, p.229. El profesor

Juan Manuel Abascal, en la necrolgica de Alfldy que acaba de publicar en Veleia, nos proporciona eldato de que el sabio hngaro estaba ocupado en poner al da unas notas sobre Sir Ronald Syme en losdas previos a su bito: ABASCAL, Juan Manuel, Gza Alfldy (1935-2011), Veleia, 28 (2011), pp. 319-328, en concreto el dato figura en la p. 319.

la vision de syme en geza alfoldy alverto garcia

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