la mántica en la guerra de troya -...

51
La mántica en la Guerra de Troya Olga Ojeda Sánchez Director: César Sierra Máster de la Mediterránea Antigua Curso: 2015-16

Upload: haliem

Post on 31-Oct-2018

220 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • La mntica

    en la Guerra de Troya

    Olga Ojeda Snchez

    Director: Csar Sierra

    Mster de la Mediterrnea Antigua

    Curso: 2015-16

  • esumen: en el presente trabajo analizaremos los diversas alusiones que

    recogen en la Ilada sobre la mntica griega. Se abordar el mensaje y el

    contexto de los presagios y cmo se sucedan, la figura del mntis y sus

    funciones, los falsos adivinos, la profeca y los sueos. El ensayo busca llenar

    los grandes vacos que discurren en el arte adivinatorio y explicar todas las

    menciones mnticas de la Ilada. La metodologa se basar como fuente primaria la

    obra homrica y otros autores clsicos como Cicern, Platn o Plutarco, y se servir

    de fuentes secundarias como artculos y ensayos bibliogrficos. Con todo, analizarn

    los smbolos profticos, los mnteis en s mismos, la relacin que pudieran tener en la

    sociedad, su influencia, y su manejo de la verdad en el marco contextual de la Guerra

    de Troya.

    Palabras clave: Homero, mntica, Grecia, Ilada, adivinos.

    Calcante

    De nada me sirven

    los herbarios

    de la ciudad.

    Tampoco el loto

    ni la lengua de Mercurio.

    Slo el cerezo

    bajo la lluvia

    apaga

    estas visiones

    de la muerte

    en Troya.

    Walther Espinal1.

    1 Festival Internacional de Poesa de Medelln, Revista Latinoamericana de Poesa nm.86-87, PORMETEO, 2010. El

    cuadro en cuestin es Cassandra, de Evelyn De Morgan, reconocida pintora inglesa. Lo pint en 1898, localizado en

    la Coleccin De Morgan de almacenamiento. Me ha parecido la mejor imagen para introducir la investigacin ya que,

    refleja la frustracin y la tragedia de la destruccin de Troya, profetizada por esta adivina torturada con la maldicin de

    que nadie pudiera creerla, de mano de Febo Apolo por no corresponderle. En el cuadro, Cassandra se estira del pelo

    como smbolo de frustracin y drama, al cumplirse su augurio. [http://www.demorgan.org.uk]

    R

  • INDEX

    1. Introduccin1

    1.1. Justificacin y objetivos..3

    1.2. Estado de la cuestin4

    1.3. Metodologa8

    2. Los mnteis.9

    2.1. La mntica griega...9

    2.2. Los mnteis en la Ilada...12

    3. Sueos y presagios17

    3.1. Los sueos17

    3.2. Los presagios...20

    3.3. El destino25

    4. El adivino como profesin28

    5. El falso adivino.36

    6. Conclusin43

    7. Bibliografa45

  • 1

    1. INTRODUCCIN

    El tema elegido para esta investigacin se centra en la interpretacin de los presagios

    y sueos de los mnteis en la Ilada, obra posterior a Troya. En el mundo antiguo, el

    arte adivinatorio de los mnteis se basaba en la toma de auspicios y en la

    interpretacin de los signos divinos, interpretaban la voluntad divina. Se formaban

    durante aos de estudio y constituan una fuerte influencia poltica, sobre todo en los

    conflictos blicos. Hay que tener en cuenta la distincin entre el trmino o

    (su transcripcin sera prophts cuyo significado es adivino) y augur

    (trmino romano de adivino). Como seala W. Lips y C. Urenda (2014:379), el

    trmino mancia cuyo significado es adivinacin o prctica de predecir, provienen del

    latn tardo mantia, que a su vez, procede del griego (mantea), donde la

    palabra griega mntis (vidente, adivino) se relacion con (mania) es decir,

    locura, furia, frenes. Algunos escritores como Esquilo y Pndaro, usan

    indistintamente las palabras propheta y mantis, pero Herdoto en cambio, us

    promantis y propheta como sinnimos. El augur jugaba, as como el mntis, un papel

    importante en el mbito religioso, en la peligrosa balanza del poder autoritario y la

    potestad. Por un lado, el trmino augur se halla emparentado etimolgicamente con

    auctoritas y ambos con el verbo augeo, donde la autoridad de los augures era de tal

    magnitud que la desobediencia al augur era estimada como delito capital (Casinos,

    1999:89). De igual manera ocurra en el caso griego. La tendencia a la creencia en el

    poder del mntis est testimoniada en la importancia que ha tenido en las decisiones

    privadas y comunitarias hasta pocas avanzadas, donde sobran los ejemplos de su

    importante valor en pocas de guerra. En el presente trabajo, encontraremos

    referencias extradas de la Ilada, donde analizaremos adivinos o intrpretes de

    sueos, como por ejemplo, el siguiente caso donde se menciona a Calcante, uno de

    los ms renombrados y populares:

    Pero, vamos, consultemos a algn adivino o sacerdote, o a un intrprete de sueos,

    pues tambin los sueos proceden de Zeus; que nos diga con que se enfureci tanto

    Febo Apolo, si es de alguna promesa de lo que tiene quejas o de alguna hecatombe; por

    si al encontrarse con el humo de la grasa quemada de carneros y cabras sin tacha

    quisiera alejar de nosotros la ruina! (Aquiles). As diciendo, tom asiento y de entre ellos

    se alz el Testrida Calcante, con mucho, el mejor de los adivinos, que conoca lo que

    es, lo que ser y lo que ha sido, y que haba conducido las naves de los aqueos hasta

    Ilin gracias al arte proftico que Febo Apolo le haba concedido. Hom. Il. I. 60.

    U otros como Euridamante, que no revel sus presagios a sus hijos y por ello

    perecieron:

    Entonces (Diomedes) abati a Astnoo e Hipirn, pastor de gentes; a uno o alcanz con

    su lanza rematada en bronce, sobre una tetilla, mientras que al otro lo golpe con su

    enorme espada en la clavcula, junto al hombro, descuajndoselo del cuello y de la

    espalda. Dejndolos pues, all, sali en persecucin de Abante y de Polido, hijos de

    Euridamante, el viejo intrprete de sueos; stos haban partido sin que el anciano les

    revelara sus presagios, y a ellos el poderoso Diomedes los despoj de sus armas.

    Hom. Il. V. 150.

  • 2

    Con todo, queremos investigar las siguientes cuestiones:

    - cmo surgan y se realizaban los presagios en dicha poca y porqu se

    realizaban?

    - Cul era realmente su interpretacin y como se distinguan los virtuosos de

    los malignos?

    - Cmo se interpretaban los sueos realmente para convertirse en un

    presagio?

    El gran problema en este terreno es la distincin del mito y de la realidad pero el

    misterio del es de tal magnitud que se nos escapa de la lgica realidad. La

    magia y la adivinacin parecen escapar a la veracidad, a la realidad, ya que es

    imposible establecer unos lmites en este terreno. Empero, hay que asimilar que la

    misteriosa y mgica figura del plantea tantos problemas como incgnitas y que

    en el mundo antiguo la adivinacin era una prctica que estaba a la orden del da, por

    lo que cuanto ms nos acercamos a la figura del , ms nos aproximaremos al

    papel que ejercan y cmo eran vistos por la sociedad.

    En este trabajo se abordar pues la realidad de los augures para comprender su visin

    del mundo y de sus sueos, atendiendo al debate mito/realidad que mana siempre en

    estos campos de estudio en el mundo antiguo y las complicaciones que esto atae.

    Para la realizacin de esta investigacin, creemos que es esencial entender una serie

    de factores a tener, a saber, realidad/mito, ya que contamos con un ncleo histrico

    en la obra de Homero la tradicin , Homero escribi sobre sus dioses y hroes y

    despus historiadores como Herdoto o Tucdides tendrn que usar este material para

    la reconstruccin histrica, cosa que representa un problema para aislar el ncleo

    histrico envuelto por dioses, hroes y magia que deben ser debidamente

    descifrados; autor/autores, donde no sabemos si la Ilada fue compuesta oralmente

    por una voz o ms, formndose cada vez un canto ms extenso antes de escribirse;

    las manipulaciones/incorporaciones, hecho que el historiador debe tener en cuenta

    siempre a la hora de estudiar un texto antiguo; y la valoracin e interpretacin, ya

    que cuanto ms nos alejamos de la actualidad, ms interpretaciones y valoraciones

    surgen unas a partir de otras, llegando a una valoracin general que se ha creado a

    partir de aadidos, ya que sera imposible llegar a una valoracin sin influencias. Es

    decir, entraramos en lo que Felipe Criado (1996:73-78) llama cadena interpretativa,

    donde la reconstruccin histrica es el resultado de la aplicacin y adicin de prcticas

    valorativas sucesivas, y este proceso constituye una cadena interpretativa en la que

    unas valoraciones descansan sobre otras previas, donde cuanto ms se avance en la

    reconstruccin, esta ser cada vez menos slida, ms provisional y discutible, aunque

    esto no est del todo claro. No podemos escapar de las interpretaciones anteriores,

    siendo este nuestro legado histrico. Como dijo Benedetto Croce: toda historia es

    historia contempornea.

    En el presente ensayo expondremos las diferentes cuestiones que el estudio pretende

    responder en cuatro bloques, respectivamente: el primero, La mntica griega, fruto

    del anlisis de diversas investigaciones anteriores y actuales sobre lo que se ha

    estudiado en dicho campo, en un segundo bloque, La interpretacin y mtodos de

    adivinacin, que pretende explicar cmo los mntis llevaban a cabo sus presagios y

  • 3

    sueos, en un tercer bloque, Los presagios y sueos, donde expondremos los

    presagios y sueos encontrados en la Ilada y su posible interpretacin con la ayuda

    de diferentes fuentes y autores, y el ltimo, Los mntis en poca troyana, resultado

    de todo nuestro trabajo que explicar las influencias que pudo tener la mntica en el

    relato sobre la guerra de Troya.

    1.1. Justificacin y objetivos

    Esta propuesta enmarcada en el mundo grecorromano da su importancia a conocer la

    relevancia de la mntica en poca arcaica. Sabemos bien que las decisiones de los

    mnteis eran de vital importancia en cuanto a determinar el equilibro de la inestable

    balanza autoridad-potestad, pero para que esto se diera cabo, haca falta que los

    adivinos interpretaran presagios y sueos. Entender cmo se llevaba a cabo esta

    interpretacin y el porqu es un punto significativo y valioso para comprender su lugar

    en el mbito poltico y social.

    Una de las primeras justificaciones de este estudio hara referencia a un acicate

    personal. Durante mi formacin acadmica uno de los puntos ms interesantes y

    donde quizs que la investigacin puede avanzar es en el terreno cultual, mgico y

    divino del mundo antiguo. Esta premisa, creemos, es una cuestin sustancial para

    entender la realidad y pensamiento de la poca en cuestin. El mundo mgico

    envuelve factores de la vida cotidiana y social que consideramos pilares para entender

    otros como la poltica, que desencadenan en hechos histricos sobresalientes como

    son los conflictos beligerantes, construcciones arquitectnicas magnificentes, u obras

    literarias exclusivas. Asimismo, el desarrollo de la sociologa humana, el agente

    espiritual como necesidad para buscar respuestas a preguntas que carecen de ella, o

    la justificacin de la toma de alguna decisin importante, son consideraciones que el

    mundo mgico, y en nuestro caso la adivinacin, podran intentar responder.

    Por ello, nuestro anlisis debera llevarse a cabo para incluir una base de datos del

    mbito mgico-religioso en dicha poca. Dicha base contendr un amplio abanico de

    posibilidades como la interpretacin de decisiones polticas, rituales sociales, o

    profundizar sobre la visin y pensamiento colectivo. Entender la visin de un cargo tan

    considerado y relevante como era el en la sociedad, as como los presagios e

    interpretaciones divinas dar lugar al desmembramiento de la realidad, juicio, y

    propsitos de estas mgicas figuras del mundo antiguo. La relevancia social y valor

    terico de dicho tema reside en el aporte del estudio especfico del anlisis de sueos

    y presagios en la influencia blica de la guerra de Troya, con todos los mitos que la

    envuelven. Asimismo, la utilidad metodolgica del estudio pueden ser los cimientos de

    variantes ensayos dentro del mbito religioso, poltico (especficamente familias de

    adivinos que se hacan pasar por descendientes de adivinos mticos), sociales y,

    finalmente, la figura del adivino como profesin. En este ltimo punto analizaremos si

    ejercer la mntica daba beneficios materiales y si sus servicios estaban bien

    remunerados.

    Las preguntas que pretendemos resolver, abordan la relacin entre el mundo mgico y

    el real, extraer lo que es mito y lo que es realidad de la profesin con realidad nos

    referimos a la profesin de adivino en s misma, a sus actos y ejercicios testificados.

  • 4

    Igualmente, es un trmino relativo ya que la realidad en sus presagios era la que ellos

    haban interpretado, pero eso lo desarrollaremos posteriormente en torno a la

    adivinacin, sus mntis y su interpretacin. La influencia y construccin de la

    adivinacin, del destino como fin y creencia de la sociedad de dicha poca, no escapa

    tan lejos de la actualidad. An hoy en da se cree en la adivinacin como mtodo para

    conocer el destino. Se pretende demostrar adems que gran parte de la sociedad y

    pensamiento colectivo ha sido curioso en conocer su destino y el de los suyos desde

    la antigedad, con diferentes fines y propsitos. Es decir, el inters que compartimos

    todos los humanos por el pasado y el futuro.

    Los objetivos esenciales de este trabajo recaen en la bsqueda de la actividad de los

    mnteis que interpretaron sueos o presagios, as como su praxis e influencia. En

    primer lugar, encontrar estos magos griegos y su tarea ser el objetivo principal de

    esta investigacin, en segundo lugar, testificar su metodologa e interpretacin de

    presagios, en tercer lugar, encontrar por qu y cules fueron los sueos de estos

    adivinos, y en ltimo lugar, la influencia que pudieron tener estas interpretaciones en la

    sociedad. Una vez realizado el anlisis exhaustivo de las fuentes primarias, se

    proceder a la bsqueda de datos vinculantes en las fuentes secundarias que puedan

    ayudar a la interpretacin y extraccin de referencias que sean de utilidad, con los

    objetivos siguientes:

    - Extraer el mayor nmero posible de mntis y su funcin en el desarrollo y desenlace

    de la guerra de Troya.

    - Recogida de todas las menciones de adivinos, presagios y sueos en la Ilada

    - Mtodos que utilizaban para la interpretacin de presagios y sueos.

    - Cuales fue la interpretacin de presagios y sueos y que devenir tuvieron en la

    poltica y la sociedad.

    - El adivino como profesin.

    - Los presagios de los adivinos: un mal presagio significaba un mal adivino?

    1.2. Estado de la cuestin: marco temporal y geogrfico

    Uno de los grandes problemas que plantea nuestro trabajo es la diferenciacin entre

    mito-realidad. Cmo saber qu es verdad? Ya lo seala Marcel Detienne en Los

    maestros de la verdad en la Grecia arcaica, donde analiza verdad y sociedad y al

    poeta como profetizador de la verdad. Sobre esta verdad, creemos pertinente hacer

    un parntesis. Ya hemos mencionado antes la separacin entre mito/realidad (o

    verdad), debate a la orden del da en obras literarias antiguas de donde se intenta

    extraer un ncleo histrico. Empero, es intangible separar mito de historia. Graf

    (1993:125) 2 lo define como el relato de los eventos del pasado de los griegos, y esta

    es la realidad histrica que puede detectarse en los mitos, o reconstruirla a partir de

    ellos. Podramos compararlo con la idea de mundo fuera de tiempo de Daz Tejera

    2 GRAF, F:; (1993): Greek Mythology. An introduction. The Johns Hopkins University Press, pp.121-141.

  • 5

    (1993:358), donde seala que la situacin presente no es una abertura de aquel

    pasado, aunque este esconda hechos reales y contina con ejemplos de una

    comunidad helnica que se enfrent a una Asia Menor (refirindose a Troya), como

    tambin seala Graf en la coleccin de cuentos de Hecateo que constituan la historia

    griega en el tiempo de la guerra de Troya, periodo que solo conocemos por

    narraciones mticas. Vemos hechos ciertos en relatos irreales de un pasado

    legendario.

    Podramos decir entonces que los deseos de los griegos se escondan en los

    corazones de los hroes, pero eran deseos personales o colectivos? Haba una

    consciencia (o inconciencia) colectiva en referencia a los mitos? Freud3 habla sobre la

    existencia de un inconsciente colectivo, donde nacieron los arquetipos de hroes,

    dioses, y posteriormente los relatos y mitos sobre ellos. Partiendo de esta

    inconsciencia social, no podemos separar mito e historia, ni tampoco sus realidades,

    ya que son realidades a diferentes niveles pero unidas, igual que se unieron las ideas

    y mentalidades de diferentes individuos. Sobre esto, destacan asimismo Jean Pierre

    Vernant proporcionando Origines de la Pense grecque y Mito y pensamiento en la

    Grecia Antigua Pierre Vidal-Naquet con su Mundo de Homero, de especial importancia

    si vamos a guiarnos con la Ilada de Homero para nuestro estudio de la mntica.

    Por otro lado, vamos a centrarnos en el trmino mntica, ya que supone una

    problemtica a la hora de citarlo en fuentes clsicas por sus diferentes

    interpretaciones y sinnimos atribuidos. Lips y Urenda, abordan en su estudio Revisin

    de los principales dioses mticos de la medicina griega antigua la terminologa

    relacionada con la adivinacin, de donde proviene y su lexicologa, punto bsico para

    entender de lo que hablamos. Asimismo, comentaremos la figura del vidente, mago y

    hechicero, en faceta sobrenatural que consideraban los griegos, un estado de

    posesin4. En relacin a esto, Walter Burkert en su De Homero a los magos, es una

    fuente indispensable para conocer la cosmogona griega, interpretacin de sueos

    (orfismo) y el surgimiento de magos en Homero. Sobre Homero, si consideramos

    Frmulas Homricas y Lenguaje Oracular, encontraremos jugosos argumentos y datos

    que prueban, a mano de Nieto Ibez (1988:32), una mayor relacin entre el

    hexmetro oracular y la poesa homrica, asimismo, la obra de Robert Fowler Homer5,

    es una gua esencial de los aspectos de la crtica de Homero incluyendo la recepcin

    de los poemas en tiempos antiguos y modernos.

    No podemos obviar en este campo la gran aportacin de Eurpides para conocer el

    arte adivinatoria y los nombres griegos de los propios mnteis. En Adivinos y arte

    adivinatoria en Eurpides de E. Caldern, encontramos todo el vocabulario religioso

    griego relacionado con el campo de la adivinacin. Otros autores clsicos griegos

    incidieron en el mundo de la adivinacin, a saber Orfeo, Pitgoras o Epimnides, entre

    otros. Asimismo, aunque la Ilada ser una de nuestras obras principales para este

    estudio, en la Odisea encontramos referencias importantes como nos muestra Helena

    interprete de presagios, de Helena Guzmn, donde se presentan rasgos que no

    3 Citado por JUNG, C.G., (1970): Arquetipos e inconsciente colectivo. Ed. Paids Ibrica, Madrid.

    4 Lips, W. Urenda, C., (2014): Revisin de los principales dioses mticos de la medicina griega antigua. Gaceta Mdica

    de Mxico, 150, Suppl 3:377-85. 5 Fowler, R. (ed.) 2006: The Cambridge Companion to Homer, Cambridge University Press.

  • 6

    aparecen en el resto de la tradicin, que tambin comentaremos. Una vez analizado

    las fuentes secundarias, pasaremos a las primarias.

    La transmisin de la Ilada narra un episodio del mito de la guerra de Troya, que acab

    con su toma y saqueo, con la participacin de hroes y dioses. Con una extensin de

    15.690 versos, solo relata la clera de Aquiles y los sucesos de unos pocos das del

    dcimo ao de guerra, no se narran los hechos anteriores ni se explica que la causa

    ltima era el deseo de Zeus de aliviar la tierra del peso de hombres y el juicio de Paris

    sobre la belleza de las diosas Afrodita, Hera y Atenea; pero aunque la muerte de

    Aquiles y la toma de Troya no sean narradas, se anuncian varias veces, con lo que

    ocurrirn pronto (Crespo, 2000:9).

    La Ilada proporciona informacin de la tradicin pica griega y su estructura. Es un

    tema delicado ya que la Ilada fue en un principio (o as se estima) de tradicin oral.

    La narracin se instala en el pasado heroico y evita toda referencia al presente y al

    poeta en nuestro caso de estudio habr que diferenciar entre poeta y profeta y se

    anuncia desde el mito, donde es la Musa quien canta (Crespo, 2000:17). El hecho de

    que sea un mito con un ncleo histrico ha despertado muchas hiptesis, sobre todo

    por el descubrimiento arqueolgico de Schliemann de fortalezas helensticas y

    romanas en la colina Hissarlik, bautizndolo como la Ilio de Homero, entrando en el

    eterno debate de mito/realidad. En la antigedad la narracin homrica se consider

    histrica, no una ficcin potica (aunque esto es cuestionado por varios autores

    clsicos como Tucdides), la Guerra de Troya se databa en 1194-1184 antes de

    nuestra era por Eratstenes, que en la actualidad coincidira con la Edad del Bronce,

    es decir, poca de civilizacin micnica (Crespo, 2000:17).

    En tercer lugar, entramos en la concepcin y la extensin de la propia Ilada. Lo

    primero que destaca de dicha obra es su extensin y su carcter inicial, ya que es de

    tradicin oral. Eso significa que puede ser de varios autores, una recopilacin de

    cantos e historias que se recitaban en diversas celebraciones que fue de boca en boca

    ates de ser plasmada al papel. En la actualidad, la mayora de quienes consideran que

    hay un autor responsable de la concepcin general de la Ilada estiman que este

    compuso la Ilada hacia 750 antes de nuestra era. Concuerda con la datacin hacia

    700 de Arctino de Mileto, que compuso la Etipide para narrar los episodios

    inmediatamente posteriores a la Ilada (Crespo, 2000:23). El problema es saber si se

    compuso nicamente de la tradicin oral o tuvo cabida la escritura para su concepcin,

    adems de los cambios, rectificaciones y manipulaciones que pudo haber sufrido,

    como hemos comentado anteriormente. Se ha propuesto, entre otras hiptesis, que el

    propio Homero us la escritura, que el alfabeto griego fue inventado para poner por

    escrito la Ilada, que alguien tom al dictado ambos poemas, que ninguno fue escrito

    hasta el siglo VI antes de nuestra era en Atenas (Crespo, 2000:24). La cuestin

    homrica de la que estamos hablando, es un factor importante a tener en cuenta a la

    hora del anlisis de la unidad de composicin de la Ilada y la Odisea.

    En cuarto lugar, el tema central de la Ilada. Como ya hemos mencionado, la clera de

    Aquiles y la guerra entre aqueos y troyanos es el tema central de la obra, y aunque se

  • 7

    dan bastantes contradicciones6, nosotros extraeremos la mntica griega que entre sus

    lneas se oculta.

    Para finalizar este parntesis, repasaremos la cuestin divina y heroica que envuelve a

    la Ilada. Aunque en este ensayo no vayamos a entrar en este punto, la adivinacin y

    magia van ligadas a la trama divina y heroica que se relata en Homero. En toda ella

    se emplaza a los dioses en un plano superior al de los hombres, como la guerra se

    dibuja como un castigo, y que los hroes, aun siendo de una naturaleza superior,

    estn lejos de llegar a ser dioses. Pero hay algo an ms poderosos que las

    divinidades, donde ni siquiera Zeus poda ejercer su poder: el destino. ste jugar un

    papel importante en nuestro ensayo ya que el objetivo de los mntis radicaba en

    adivinar el destino de los hombres, para poder salvarlos y cambiar su trgico sino.

    Esta aparente incoherencia en el pensamiento acerca de la jerarqua otorgada los

    dioses y al destino produce una sensacin de realismo y refleja una concepcin

    popular muy extendida tambin hoy (Crespo, 2000:30).

    En un marco posterior, en 2008 Michael Flower publica The Seer in Ancient Greece,

    que plantea cuestiones muy interesantes para nuestro estudio como Quin es el

    adivino? Es el mejor adivino el que adivina bien? Es posible que muchas

    predicciones que no convenan al pueblo o a la guerra, fueran rechazadas, o incluso

    que atentaran contra la religin y fueran tratados de traicin o considerados malos

    adivinos. Es un principio a considerar dentro del campo poltico y social que trataremos

    posteriormente. Mantik ser otro referencia utilizado en nuestro ensayo donde

    encontramos adivinacin y crtica literaria, los manteis como adivinos independientes y

    el problema de la autoridad (punto base de nuestro ensayo), y las voces, libros y

    sueos en la diversificacin de la adivinacin, a mano de Sarah Iles Johnston y Peter

    T. Struck, reuniendo varios artculos de diferentes autores sobre el rea de la

    adivinacin y clarividencia. Concentrndonos en la cuestin de los sueos, William

    Harris escribe Dreams and Experience in Classical Antiquity, que trata la revolucin en

    la descripcin de los sueos, la verdad de stos y su realidad en el mundo greco-

    romano. Para el estudio onrico utilizaremos Los griegos y lo irracional, de E.R. Dodds,

    centrndonos sobre todo en el captulo V donde habla de Los chamanes griegos y el

    origen del puritanismo. Igualmente, en el captulo IV hace una interesante referencia

    al mundo de los sueos, dividindolos a partir de otros autores clsicos en tres tipos,

    simblicos, visiones, y orculos. Estos ltimos creemos son bastante comunes en la

    Ilada, aunque Dodds opina que no es corriente en absoluto en nuestra experiencia

    onrica, pero una documentacin considerable prueba que era bien conocido en la

    antigedad. Pensamos que en realidad, uno de los ms apreciables en los poemas

    homricos son los orculos, ya que era la forma que tenan las divinidades, tanto de

    un bando como de otro, de comunicar a sus hroes lo que deban hacer y lo que no

    para encontrar la victoria, pero hablaremos del tema en su correspondiente captulo.

    Asimismo, otros obras de la misma lnea se han sumergido en el mundo de la

    clarividencia como Divination and interpretation of signs in the ancient world, a manos

    de Amar Annus, donde rene en tres grandes secciones las teoras de la adivinacin y

    sus signos, la interpretacin de signos en Mesopotamia, y la historia de la

    interpretacin de signos desde la adivinacin en la Era de los Estados de Guerra,

    6 Debido a la posibilidad de que intervinieran ms autores en su concepcin, pero no entraremos en este campo.

  • 8

    hasta la Profeca y Adivinacin Omen. Por otro lado, Adivinos, magos, brujas,

    astrlogos de Martnez Garca y Montero Montero es otro trabajo imprescindible para

    el conocimiento de los aspectos de las religiones en el Mundo Antiguo. En nuestro

    caso utilizaremos el apartado de Adivinacin ctnica y adivinacin apolnea: sobre la

    evolucin del discurso y del espacio sacro en la mntica griega de Hernndez de la

    Fuente7. De este mismo autor es Orculos griegos, publicado en 2008, donde

    presenta el panorama del arte adivinatorio y oracular.

    1.3. Metodologa

    La metodologa que se emplear para este trabajo ser de dos tipos. En primer lugar,

    se utilizarn fuentes clsicas como la Ilada, o las Eptomes de Apolodoro. Como el

    ttulo de nuestro ensayo indica, trabajaremos en los mntis de poca arcaica, con lo

    cual, nuestra base para dicha investigacin radicar en la Ilada.

    En primer lugar, hemos de saber que la Ilada es un conjunto de manuscritos

    anteriores a la invencin de la imprenta, es decir, papiros escritos desde el siglo in

    antes de nuestra era hasta el siglo VII d.C., papiros escritos en Bizancio desde el siglo

    IX hasta el siglo XV de nuestra era y manuscritos escritos en papel a partir del siglo

    XIII (Crespo, 2000:7-8). Este texto que est en la base de copias que se custodian hoy

    en bibliotecas europeas y americanas fue el que editaron los fillogos alejandrinos,

    Aristarco en particular, donde se desconoce qu fuentes utiliz para su edicin en la

    primera mitad del siglo II a.C (Crespo, 2000:7-8). Es notorio dichos datos ya que, el

    historiador y el mismo lector deben tener en cuenta las fuentes primarias con las que

    trata: copias, falsificaciones, manipulaciones, etc. Por esta coyuntura la lectura y

    estudio de cualquier ensayo o fuente, ya sea primaria o secundaria, debe tratarse

    objetivamente y teniendo en cuenta los diferentes factores que han podido influir en

    dicha fuente. Estas fuentes secundarias se obtendrn a travs de webs y catlogos

    como Dialnet, CSIC, Perse, Jstor, Academia.edu, y varias bibliotecas universitarias.

    Hay varias ediciones sobre la Ilada que utilizaremos, como la edicin de Gredos con

    la traduccin de Emilio Crespo, que ya hemos mencionado utilizado y mencionado

    anteriormente, la edicin Ctedra, la de Loeb classical con la traduccin de A.T

    Murray, donde en su introduccin podemos encontrar una edicin crtica de los dems

    estudios homricos de los ltimos aos, la edicin de Bernat Metge, muy interesante

    ya que toda la traduccin contiene apuntes y adems el texto original en griego, y

    finalmente la edicin francesa CUF., de P. Mazon Homre, Illiade, de Les Belles

    Lettres.

    De la misma manera, se usarn fuentes secundarias como los artculos, ensayos e

    investigaciones de otros estudiosos y expertos sobre el tema. Se buscarn primero los

    nombres de los adivinos de dicha poca, comprobando su testimonio en cuanto a

    presagios y sueos. Posteriormente se averiguar cules fueron los presagios y su

    interpretacin, seguido de los sueos mediante las fuentes secundarias y primarias.

    Finalmente, despus de haber analizado dichas fuentes, los personajes hallados y sus

    presagios, se intentar sondear la metodologa que usaron para interpretar dichos

    7 Este autor es conocido como un notable estudioso del mundo clsico y de sus traducciones de autores clsicos como

    Plutarco.

  • 9

    presagios, as como la influencia social u otros factores externos que pudieron afectar

    a dicha interpretacin. Para acabar, se har un pequeo anlisis del peso de los

    presagios y los cambios que pudieron provocar estos poltica y socialmente, as como

    el prestigio de los adivinos.

    En esta investigacin se espera realizar una recopilacin de nombres de mntis en

    poca troyana, as como el estudio de la mntica de dicha poca acogiendo en este

    trmino la interpretacin de presagios y el orfismo. Se espera que a partir de las

    fuentes clsicas y la bsqueda de secundarias puedan contestarse las preguntas

    iniciales y los objetivos previstos de la investigacin con testimonios literarios, siempre

    teniendo en cuenta lo relativo que es el mundo mstico/mgico griego. Entre las

    preguntas iniciales, como ya hemos dicho antes, cuestionamos a investigar:

    1) cmo surgan y se realizaban los presagios en dicha poca y porqu se

    realizaban?

    2) Cul era realmente su interpretacin y como se distinguan los virtuosos de

    los malignos?

    3) Cmo se interpretaban los sueos realmente para convertirse en un

    presagio?

    Todo esto se intentar responder una vez hayamos extrado todos los datos y fuentes

    posibles del tema, para posteriormente efectuar el anlisis y responder a estas

    preguntas e hiptesis iniciales.

  • 10

    2. LOS MANTEIS

    2.1. La mntica griega

    En el ser humano siempre se ha conservado el anhelo de conocer el futuro, lo que

    pasar, desvelar lo desconocido, es decir la mntica, hecho que florece de manera

    significante en la literatura y en la vida cotidiana de la antigua Grecia. En Grecia

    tuvieron implantacin dos tipos de adivinacin: la adivinacin inspirada y la conocida

    como adivinacin inductiva o basada en seales, cada una de ellas con su originalidad

    propia (Caldern, 2006:121). La primera de ellas se basaba en un estado de xtasis,

    donde el dios irrumpe en el cuerpo del mntis para revelarle lo desconocido. La

    segunda era una mntica ms tcnica, que utilizaba diferentes mtodos y prcticas

    rituales para conseguir el vaticinio. As, el adivino era el hombre que revelaba las

    causas de los fenmenos incomprendidos por los dems, donde su funcin primordial

    era en definitiva, interpretar aquellos designios de los dioses que estn ocultos o

    expresados de manera ambigua (Caldern, 2006:121) y que los hombres no podan

    comprender sin ayuda de los mnteis.

    La mntica griega, en especial la patrocinada por Apolo en sus santuarios, es un tema

    fundamental dentro del estudio de conjunto de la religin griega, pero no es

    ciertamente, como ya se apuntaba en el Himno homrico a Apolo, un fenmeno

    original sino, como sugiere el mito, un conglomerado religioso heredado (Martnez y

    Montero, 2015:80). Los orculos de Apolo fueron los ms clebres y los que se

    rodeaban de ms mitos mgicos, siendo el orculo central Delfos, aunque tambin la

    gnesis de los orculos de Apolo est relacionado con la isla de Creta: de Cnoso eran

    los hombres que Apolo Delphios llev a su santuario como servidores (Hernndez,

    2010:60), donde interpretaran sus seales. Uno de estos hechos simblicos fue la

    mntica fulgural, consistente en que en determinada poca del ao se vea

    relampaguear en el Parnaso, cosa que se atribua al dios (Caldern, 2006:124).

    Aunque al escuchar la palabra adivinacin o mntica pensemos directamente en el

    Orculo de Delfos y en Apolo, debemos mirar mucho ms all. Qu ocurra pues, con

    los adivinos que nunca pudieron ir a Delfos y no podan recibir directamente la voz de

    los dioses? No eran autnticos adivinos? En los prximos captulos iremos

    deshilando el arte adivinatorio griego a travs del poema homrico, para analizar

    dichas cuestiones.

    En la Ilada encontramos referencias en abundantes sobre la comunicacin entre

    hombre-divinidad, donde los ltimos revelan en algunos casos lo que ocurrir en el

    futuro. Dodds E. lo llama intervencin psquica: la comunicacin de poder de dios a

    hombre. En la Ilada, el caso tpico es la comunicacin de menos en el curso de una

    batalla, como cuando Atenea pone una triple porcin de menos8 en el pecho de su

    protegido Diomedes, o Apolo pone menos en el thyms del herido Glauco (Dodds,

    1997:22). De hecho, hay referencias como las palabras de Andrmaca a Hctor: Sin

    duda, alguien que conoce bien los presagios se lo cont, o puede que haya sido su

    propio nimo el que los ha empujado y los gua. No podemos interpretar realmente,

    estos arrebatos de coraje como una intencin adivinatoria, ya que el personaje en

    cuestin no ha realizado ningn ritual ni ha tenido ninguna intencin de recibir un

    8 Dodds habla del menos como el valor moral que capacitar al hroe para enfrentarse a sus enemigos, se trata de una

    adaptacin literaria.

  • 11

    presagio sobre su futuro, si no que la divinidad se le presenta en diferentes formas

    porque su protegido gane confianza y ventaja para vencer al enemigo. No hay que

    confundir, aparicin divina con adivinacin tcnica, aunque las dos cumplen el mismo

    objetivo: conocer el futuro y saber lo que se debe o no se debe hacer.

    Una de las explicaciones que se daban antiguamente del poder del arte adivinatorio

    era el alma. El alma no era prisionera del cuerpo, si no que era la vida o el espritu

    del cuerpo; es aqu donde el nuevo esquema religioso hizo su contribucin decisiva: al

    atribuir al hombre un yo oculto de origen divino, rompe el equilibro entre el cuerpo y el

    alma, introduciendo en la cultura europea una nueva explicacin de la interpretacin

    de la existencia humana (Dodds, 1997:137). Podramos compararlos con los

    chamanes. El Chamn se describe como una persona psquicamente inestable que ha

    recibido una vocacin religiosa, sometindose a un riguroso entrenamiento para entrar

    a voluntad en un estado de disociacin mental, condiciones en las que el chamn,

    como la Pitia o como un mdium moderno, no est posedo por un espritu ajeno, sino

    que su propia alma ha abandonado su cuerpo y viaja a partes lejanas (Dodds,

    1997:138). El mntis no es un individuo psquicamente inestable, se compara ms con

    un sabio que conoce las artes ocultas de la profeca y de la interpretacin onrica.

    Claro est, que cada regin tiene una cultura ritual, unas deidades y un arte

    adivinatorio particulares, aunque algunos estudiosos afirman que la clarividencia lleg

    a Grecia desde Oriente, por lo que, an de sus diferencias, es normal que

    encontremos similitudes por la influencia oriental.

    Igual que fueron muchos los pueblos que imitaron la cultura griega, los helenos no

    estuvieron aislados respecto a otras corrientes culturales. Pudo ser pues, que la

    adivinacin surgiera por una influencia externa? O fueron los griegos que, en su

    nutrida sociedad y cultura surgiera la figura del mntis? Por ejemplo, en Escitia y

    Tracia, los griegos haban entrado en contacto con pueblos que estaban influidos por

    la cultura chamanstica, donde pudieron sucederse a fines de poca Arcaica con la

    aparicin de videntes curanderos mgicos y maestros religiosos, algunos relacionados

    con la tradicin griega del Norte, todos ellos con manifiestos rasgos chamansticos

    (Dodds, 1997:138). Los griegos nunca estuvieron aislados, ni siquiera en el perodo

    clsico, pero, mientras que el llamado Oriente se haba quedado a puertas de Grecia

    arcaica hasta 547 a.C., el imperio aquemnida ocup de improviso casi un tercio del

    mundo griego (Burkert, 2002:123-124) por lo que la coexistencia y el intercambio

    cultural fueron inevitables. Encontramos estas influencias y diferencias tambin en la

    terminologa. Un buen ejemplo con la conexin oriental sera la palabra magush,

    mago, donde su uso en griego es una prueba irrefutable de influencia irania, aunque

    sin embargo, la palabra aparece en griego con doble significado, y su misma

    atestacin en iranio no est libre de problemas (Burkert, 2002:131-132). No es lo

    mismo un magush que un mntis, ni siquiera un hechicero era lo mismo. Podramos

    decir que posean dones y artes diferentes, incluso socialmente eran tratados de

    manera distinta, pero eso lo analizaremos en otro captulo. Ya en un libro atribuido a

    Aristteles, M, los autnticos magos son sacerdotes con una teologa especfica

    y un ritual propio, en contraposicin a la magia de hechicera, es decir, magia con

    efectos maravillosos (Burkert, 2002:132), pero no poseen la cualidad de la

    clarividencia.

  • 12

    Pero, fuere el pueblo que fuere, qu pueblo, qu ciudad hay que no se deje

    impresionar por las predicciones de los arspices, de los intrpretes de seales y

    relmpagos, de los augures, de los astrlogos, o por las predicciones de las tablillas, o

    bien por las que ofrecen los sueos y los vaticinios? As lo expresa Cicern en su obra

    Sobre la adivinacin, sobre el destino, Timeo (I, 11-12). La opinin de Cicern va ms

    all de la simple metodologa del arte adivinatorio y de las predicciones:

    Considero, desde luego, que hay que preguntarse ms por lo que pasa a continuacin

    de estas predicciones que por sus causas, porque lo que existe es una especie de

    poder natural, capaz de anunciarnos de antemano el futuro, unas veces gracias a la

    observacin prolongada de los signos, y otras gracias a una instigacin o inspiracin de

    carcter divino (I, 11-12).

    Por otro lado, la adivinacin para Platn es, adems de un don de los dioses, una

    ciencia, arte o saber que se poda aprender; recordemos que en la antigua Grecia

    haba dos tipos de adivinacin representados por Hleno y Cassandra de Troya: la

    primera, la adivinacin inspirada por la posesin de un dios, es decir, un estado de

    posesin que poda provocar o no el adivino, y la adivinacin tcnica, por medio de

    dados, augurios y variados (Hernndez, 2010:55). Con todo, podemos ver que en la

    sociedad estaba bien presente la mntica, y la opinin sobre ella de los clsicos lo

    demuestra, no considerada como un factor secundario, si no como un esquema

    religioso definido y un clebre saber.

    2.2. Los mnteis en la Ilada

    Uno de los adivinos ms conocidos en el mundo antiguo es el Testrida Calcante, hijo

    de Tstor, de Micenas, y considerado por Homero como , pues

    era clebre por sus conocimientos en la interpretacin del vuelo de las aves,

    conocimiento otorgado por Apolo (Caldern, 2006:126). Este adivino que predeca

    para la expedicin griega de Troya, profetiz en ulide la duracin del conflicto

    troyano, pero no supo prevenir a los suyos de la catstrofe que se avecinaba sobre la

    ciudad (Caldern, 2006:126). En la Ilada es nombrado por primera vez por Aquiles, el

    cual pide la ayuda de algn adivino para dominar lo desconocido, el por qu Apolo se

    ha enfurecido se interpret as porque una epidemia se haba extendido en el

    campamento aqueo y nadie saba el origen de la enfermedad, aunque no solo

    nombra a un adivino, vinindole bien tambin un intrprete de sueos o un sacerdote,

    aunque realmente no sean los mismo. Puede verse como ya Homero seala a

    Calcante como el mejor de los adivinos por el don que le concedi Febo Apolo:

    Pero, vamos, consultemos a algn adivino o sacerdote, o a un intrprete de sueos,

    pues tambin los sueos proceden de Zeus; que nos diga con que se enfureci tanto

    Febo Apolo, si es de alguna promesa de lo que tiene quejas o de alguna hecatombe; por

    si al encontrarse con el humo de la grasa quemada de carneros y cabras sin tacha

    quisiera alejar de nosotros la ruina!

    As diciendo, tom asiento y de entre ellos se alz el Testrida Calcante, con mucho,

    el mejor de los adivinos, que conoca lo que es, lo que ser y lo que ha sido, y que haba

    conducido las naves de los aqueos hasta Ilin gracias al arte proftico que Febo Apolo

    le haba concedido. Hom. Il. I. 609.

    9 Traduccin de scar Martnez Garca, 2010, Ilada Homero, Ed. Alianza. Las traducciones a partir de aqu, sern

    todas del mismo autor.

  • 13

    Calcante se caracteriza mntis en otros contextos, como en Ifigenia en ulide,

    llamado por Agamenn mientras que le encarga la preparacin de todo lo relativo al

    sacrificio de Ifigenia, es decir, los granos de cebada para el fuego purificador y las

    abluciones, aunque Eurpides no aclara si el que realiza el sacrificio es el mismo

    Calcante, es ms, deja ver que solo ser el acompaamiento necesario ya que se trata

    de un sacrificio prescrito por un orculo y cuyo bien fin debe colaborar, pero no ser el

    autor del sacrificio (Caldern, 2006:133). Aquiles, cuando se entere de todo, apoyar a

    las mujeres hasta el punto de proponer su propia muerte, y en ese momento Ifigenia

    toma resuelta el camino de la muerte despus de entonar un canto en honor de

    rtemis. Igualmente, esta obra es posterior a la guerra de Troya con lo que la

    descripcin de estos mnteis a mano de Eurpides pudieron contener influencia

    homrica. En este fragmento, vuelve a ser nombrado en una conversacin con

    Aquiles, explicndole a que se debe la clera de Febo Apolo:

    Aquiles: ten confianza y pronuncia el vaticinio que sabes! Por Apolo, favorito de Zeus,

    a quien t, Calcante, elevas tus rezos al revelar tus orculos a los dnaos!

    Calcante: No es por causa de una promesa ni de una hecatombe por lo que se queja,

    sino porque el sacerdote al que ultraj Agamenn, quien no liber a su hija ni acept su

    rescate; por este motivo, el dios que hiere de lejos nos trajo dolores y nos los seguir

    trayendo, no apartar de los dnaos esa plaga maldita hasta que la muchacha, de

    encendida mirada, sea devuelta a su padre, sin pago ni rescate y conduzcamos a Crisa

    una sagrada hecatombe; tal vez entonces, ya aplacado, podamos convencerlo. Hom. Il.

    I. 90.

    En este pasaje, Homero hace referencia a la interpretacin de Calcante sobre la

    terrible epidemia que embisti al campamento aqueo, que poticamente Homero lo

    describe como una lluvia de flechas que caen en el campamento de los aqueos, una

    seal de Febo Apolo:

    Apolo mand sus terribles flechas sobre los argivos. Los hombres caan fulminados

    unos sobre otros y las saetas del dios atravesaban de parte a parte el ancho

    campamento de los aqueos. Entonces un experto adivino nos anunci los orculos del

    dios que hiere de lejos. Hom. Il. I. 380.

    Indagando en los cantos homricos encontramos tres nombres de adivinos de los que

    no se conoce casi nada. El primero de ellos es Mrope, que sale dos veces en cantos

    diferentes pero casi con el mismo texto. Predijo la muerte de sus hijos Adresto y Anfio,

    pero al desobedecer a su padre, perecieron:

    Y los que dominaban Adrestea y el pueblo de Apeso, y posean Pitiea y el escarpado

    monte de Terea, a estos, mandaban Adresto y Anfio, de coraza de lino, hijos los dos del

    percosio Mrope, conocedor como ningn otro del arte proftico, por lo que haba

    prohibido a sus dos hijos alinearse en la exterminadora contienda. Sin embargo, no le

    obedecieron, pues los negros hados de la muerte los conducan hacia ella. Hom. Il. II.

    830.

    A continuacin capturaron un carro de guerra y a sus dos ocupantes, los ms bravos de

    entre su gente, hijos los dos del percosio Mrope, conocedor como ningn otro del arte

    proftico, por lo que haba prohibido a sus hijos alinearse en la exterminadora contienda.

    Sin embargo, no le obedecieron, pues los negros hados de la muerte los conducan

    hacia ella. Hom. Il. XI. 330.

  • 14

    El segundo es nnomo, con escasas referencias en la Ilada. Solo es nombrado

    cuando muere en el ro a manos de Aquiles y ms adelante en el canto XVII, cuando

    Hctor pronuncia un discurso para subir la moral de sus guerreros. Es extrao ya que

    en el canto II, Homero relata cmo no pudo guardarse con sus augurios de la negra

    muerte, si no que la encontr, y en el canto XVII, est en las lneas de batalla de

    Hctor:

    A los misios los mandaban Cromis y el adivino nnomo, quien, sin embargo, no pudo

    guardarse con sus augurios de la negra muerte, si no que la encontr a manos del

    Ecida de rpidos pies, en el ro donde tambin masacr a otros troyanos. Hom. Il. II.

    860.

    Hctor [], recorriendo las lneas, enardeca con palabras a cada uno de los guerreros,

    a Mestles y a Glauco, a Medonte y a Tersloco, a Asteropeo, Disnor e Hiptoo, a Forcis

    y a Cromio, y al adivino nnomo. Hom. Il. XVII. 210.

    En el siguiente pasaje se nombra al adivino Euridamante, del que tampoco se conoce

    gran cosa, intrprete de sueos y padre de Abante y Polido, a los que no pudo revelar

    sus presagios. Diomedes10, siempre apoyado por Atenea, los desarm despus de

    abatir a Astnoo e Hipirn:

    Entonces (Diomedes) abati a Astnoo e Hipirn, pastor de gentes; a uno o alcanz con

    su lanza rematada en bronce, sobre una tetilla, mientras que al otro lo golpe con su

    enorme espada en la clavcula, junto al hombro, descuajndoselo del cuello y de la

    espalda. Dejndolos pues, all, sali en persecucin de Abante y de Polido, hijos de

    Euridamante, el viejo intrprete de sueos; stos haban partido sin que el anciano les

    revelara sus presagios, y a ellos el poderoso Diomedes los despoj de sus armas. Hom.

    Il. V. 150.

    Destaca sobre todo, como Calcante, la figura de Hleno, hijo de Pramo, en el bando

    de Troya, la cual fue destruida sin que realizara ningn aviso, ya que los griegos lo

    capturaron y se vio obligado a contarles los orculos que se referan a las condiciones

    bajo las cuales Troya poda ser tomada (Caldern, 2006:126). Hleno tiene una

    psykh divina (que se imagina habitando en algn lugar de las profundidades del

    organismo, puede hablar con su dueo con voz propia, algo extrao, sobrenatural y

    metafsico) no porque sea ms listo o ms virtuoso que otros hombres, sino porque es

    un vidente (Dodds, 1997:137). En este prrafo, Homero lo cita como el mejor de los

    adivinos, al igual que a Calcante, donde Hleno profetiza lo que se debe y no se debe

    hacer para salir airosos. Entre los quehaceres, Hleno ordena colocar un peplo en las

    rodillas de Atenea, y que prometan en su templo doce terneras para que se apiade de

    la ciudad y mantenga alejado a Diomedes, ms temido que Aquiles segn cuenta

    Hleno:

    El Primida Hleno, el mejor con mucho de los adivinos, acudi junto a Eneas y Hctor

    y les dijo: Hctor y Eneas! Dado que entre los licios y los troyanos el afn de la guerra

    descansa principalmente en vosotros por ser en toda empresa los mejores tanto en la

    batalla como en el consejo, deteneos aqu y corred de un lado a otro conteniendo a

    vuestras gentes ante las puertas antes de que caigan huyendo en brazos de sus

    mujeres y se conviertan en motivo de burla para sus adversarios! Una vez que entre los

    10

    Diomedes tiene una historia propia que se revela en otras alusiones del poema y otros textos derivados de la

    tradicin pica; por ejemplo, tambin haba participado en la expedicin de los epgonos contra Tebas (donde su

    historia tomar entidad propia), aparece como hroe argivo en el Catlogo, Ilada, II 559-568, pero conectado siempre

    con Etolia, y aunque las hazaas de Diomedes son independientes, estn integradas en el sentido del poema (Plcido,

    2013:117-18).

  • 15

    dos hayis enardecido a todas las falanges, nosotros permaneceremos aqu

    presentando batalla a los dnaos, por muy agotados que estemos, pues la necesidad

    nos apremia! En cambio t, Hctor, entra en la ciudad y habla all con aquella que es tu

    madre y la ma para que rena a las ancianas en el templo de Atenea, de ojos de

    lechuza, en lo alto de la ciudadela, y que, abriendo con la llave las puertas de la sagrada

    morada, coloque el peplo que le parezca ms grande y delicado de los que hay en

    palacio, y que adems sea el ms preciado para ella misma, sobre las rodillas de

    Atenea de hermoso cabello; que tambin haga promesa de sacrificar en su templo doce

    terneras aales sin amansar, para que se apiade de la ciudad, de las esposas de los

    troyanos y de sus tiernas criaturas, en la esperanza de que mantenga apartado de la

    sagrada Ilin al hijo de Tideo, el salvaje lancero, poderoso consejero del espanto, de

    quien sigo que es el ms violento de los aqueos. Ni siquiera a Aquiles temimos as, al

    caudillo de guerreros, de quien aseguran que naci de una diosa, sin embargo, este otro

    ha desbordado su furia y nadie puede rivalizar con l en furor. Hom. Il. VI. 80-90-100.

    Sabemos que Diomedes es, en todas las obras donde participa, el protegido de

    Atenea, por lo que los ruegos de los troyanos a la diosa no alterarn los planes

    divinos. En este fragmento encontramos un ejemplo de cmo los dioses hablaban a

    los hombres sin necesidad de que estos fuesen adivinos:

    Atenea, detenindose a su lado, le dijo al divino Diomedes: Hijo del magnnimo Tideo,

    acurdate del regreso a las huecas naves, no sea que tengas que regresar a la fuga en

    el caso que alguno otra deidad despierte a los troyanos! As dijo, y comprendi que era

    la voz de la diosa la que le hablaba, por lo que rpidamente mont sobre los caballos:

    Entonces Odiseo los fustig con el arco y estos volaron veloces hacia las naves de los

    aqueos. Hom. Il. X. 510.

    Otro adivino nombrado en la Ilada es Polido, descendiente de Melampo a travs de

    Clito, calificado de adivino local, ya que es corintio; famoso por su interpretacin del

    ensueo de Belerofontes en el que Atenea le obsequia con las bridas que le servirn

    para domar a Pegaso, pero ms que interpretar, Polido aconseja acerca del ensueo

    y prescribe el procedimiento a seguir (Surez, 1988:78). En la Ilada, Polido no acta

    como consejero si no que predice la muerte de su hijo de dos posibles formas: por

    dolencia o derrotado por los troyanos, cumplindose esta ltima:

    Una gran ira se apoder del nimo de Paris por la muerte de Harpalin, pues era su

    husped entre mucho paflagonios, y, clerico por su prdida, dispar una flecha

    rematada en bronce, que fue a clavarse en un tal Euqunor. Este Euqunor era hijo del

    adivino Polido, acaudalado hombre de bien con hacienda en Corinto, que haba

    embarcado en su nave sabedor de su funesto destino de muerte; no en vano, el buen

    anciano Polido, le haba referido en muchas ocasiones que perecera a causa de una

    horrible dolencia en su propio palacio, o sucumbiendo en las naves de los aqueos en

    manos de los troyanos, y por este motivo, para evitar dolores en su nimo, quiso evitar a

    la vez, tanto el severo castigo que los aqueos le impondran en caso de no acudir, como

    la aborrecible enfermedad. Hom. Il. XIII. 660-670.

    En el siguiente extracto, Homero nombra Dodona, hogar de los intrpretes de Zeus.

    Narra las costumbres de estos adivinos de caminar descalzos y dormir en el suelo,

    como mtodo para estar en contacto con los dioses. Dodona era el orculo griego ms

    antiguo, en el Epiro, ligado a la vida de la naturaleza vegetal y animal, donde se

    ofreca una combinacin de mntica exttica y artificiosa, y en el que las aves ejercan

    una funcin especfica, fundamentalmente palomas y guilas (Caldern, 2006:138-

    139), donde el ltimo era bien conocido como presagio asociado a Zeus. En Herdoto

    II. 50 ss., nos habla del origen del orculo:

  • 16

    Esto fue lo que o en Tebas de boca de los sacerdotes: he aqu lo que dicen sobre el

    mismo caso las Promntidas Dodoneas. Escapronse por los aires desde Tebas de

    Egipto dos palomas negras, de las cuales una lleg a la Libia y la otra a Dodoria, y

    posada esta ltima sobre una haya, les dijo, en voz humana, ser cosa precisa y

    prevenida por los hados que existiese un orculo de Jpiter en aquel sitio; y persuadidos

    los Dodoneos de que por el mismo cielo se les intimaba aquella orden, se resolvieron

    desde el instante a cumplirla. De la otra paloma que aport a Libia, cuentan que orden

    establecer all el orculo de Amn, erigiendo por esto los Libios a Jpiter un orculo

    semejante al de Dodona. Tal era la opinin que, en conformidad con los misterios de

    aquel templo, profesaban las tres sacerdotisas Dodoneas, la ms anciana de las cuales

    se llamaba Promenia, la segunda Timareta y Nicandrala menor

    Eurpides tambin nombra esta prctica de no lavarse los pies y dormir en el suelo, y

    adems aade que las sacerdotisas se identificaban con palomas (Caldern,

    2006:138):

    Entonces, de pie en medio del recinto, derram el vino (Aquiles) y, con su mirada puesta

    en el cielo, elev una plegaria que a Zeus, que disfruta del rayo, no le pas inadvertida:

    Zeus soberano! Dodoneo! Pelsgico! T que habitas en la distancia y eres seor de

    la cruda Dodona, donde, en tu compaa moran los selos, intrpretes tuyos que no lavan

    sus pies y duermen sobre la tierra! Ya qu en una ocasin diste odos a mi plegaria y

    me honraste golpeando cruelmente al ejrcito de los aqueos, concdeme de nuevo este

    ruego! Hom. Il. XVI. 230.

    Entre las mujeres, estn entre las ms destacadas Cassandra, hija de Hcuba.

    Cassandra es una intrprete de sueos, don que recibi del divino Apolo, pero a su

    vez fue castigada por ste por no querer entregarse a l, as que fue maldita de la peor

    forma posible para una adivina: nadie creera sus vaticinios nunca. Su fin llegar

    cuando prediga su propia muerte y no sea creda, condenada a morir sola. Cassandra

    le correspondi a Agamenn como esclava en el reparto el botn troyano, pero el

    monarca heleno no respet el deseo de Apolo en el sentido de que la joven

    permaneciera virgen y se uni a ella con total desprecio de las leyes divinas y de la

    religin (Caldern, 2006:128). En esta cita, Homero seala como Cassandra divisa a

    Pramo con Hctor antes que ninguno11:

    Ningn otro de entre los hombres y las mujeres, de ceido talle, los divis antes que

    Cassandra [] Hom. Il. XXIV. 690.

    No menos importante entre las mujeres es Helena. Personaje complejo y trgico.

    Helena posee el don de la sabidura, sabiendo lo que va a pasar y lamentndose de su

    esposo. En una de las ocasiones, el corifeo recomienda a Helena que consulte con

    Tenoe (una adivina) la suerte de su esposo Menelao, pues la joven todo lo sabe,

    cosa que har y la adivina anunciar que Menelao, tras numerosos avatares, vive;

    aunque sin embargo Helena advierte que el orculo de Tenoe se manifestaba

    incompleto acerca del porvenir de Menelao (Caldern, 2006:131). En esta ocasin,

    11

    Martnez O. (2010:701) hace un apunte interesante en esta parte sobre Cassandra, citando as: En Homero no

    aparece expresada la virtud proftica de Cassandra, que constituye un conocido argumento de la literatura posterior de

    Pndaro en adelante. Como bien es sabido, Cassandra haba recibido el don de la profeca de manos de Apolo, quien,

    al no verse correspondido en su amor, la conden a ser creda. Al trmino de la guerra ser conducida a Micenas como

    cautiva de Agamenn, donde vaticinar su propia muerte y la del exterminador de su pueblo, cf. Esquilo Agamenn,

    1080, 1130.

  • 17

    mientras habla con su suegro, deja ver su desgraciado matrimonio y, ms importante,

    su don proftico:

    Ojal que el mismo da en que mi madre me dio a luz se me hubiera llevado un maldito

    remolino de viento hasta una montaa o sobre las olas del mar resonante, donde el

    oleaje me habra tragado antes de que estos hecho tuvieran lugar! Pero dado que los

    dioses decretaron estas desgracias, ojal que al menos me hubiera tocado ser la

    esposa de un hombre mejor [...]! Hom. Il. VI. 350.

    3. SUEOS Y PRESAGIOS

    Rastreando la Ilada, podemos ver como sueo y presagio difieren en su significado.

    Los sueos se presentaban en una determinada forma definida por los dioses,

    mientras que el presagio, era producto de la interpretacin de diferentes smbolos

    divinos o, resultado de una mntica tcnica. La adivinacin mediante la interpretacin

    de sueos es la figura del , ejemplo de los cuales encontramos con

    Helena, donde en una ocasin Teoclmeno pregunta a Helena si su dolor es por un

    sueo nocturno, o en Hcuba, donde sta ve a su hija Polxena en sueos y reclama

    la presencia de Hleno y Cassandra, hijos de Pramo y Hcuba, para que interpreten

    sus sueos (Caldern, 2006:140).

    Desde nuestro punto de vista, la Ilada contiene muchos presagios que se adaptan a la

    perfeccin al esquema religioso de la antigua Grecia. En este captulo vamos a

    analizar cada uno de ellos donde se mencione algn sueo premonitorio o presagio,

    para contestar preguntas como:

    1) Eran los presagios dictados realmente por los adivinos, o eran resultado de la

    influencia de su superior?

    2) Los generales y altos cargos dirigieron su campaa o carrera poltica guindose

    por los presagios?

    3) O su racionalidad se encontraba en una encrucijada de dudas?

    3.1. Los sueos

    Antes de empezar con este apartado, citar un apartado que aparece al inicio de la

    Ilada que me pareci de lo ms interesante:

    Pero, vamos, consultemos a algn adivino o sacerdote, o a un intrprete de sueos,

    pues tambin los sueos proceden de Zeus; que nos diga con que se enfureci tanto

    Febo Apolo, si es de alguna promesa de lo que tiene quejas o de alguna hecatombe; por

    si al encontrarse con el humo de la grasa quemada de carneros y cabras sin tacha

    quisiera alejar de nosotros la ruina! (Aquiles). As diciendo, tom asiento y de entre ellos

    se alz el Testrida Calcante, con mucho, el mejor de los adivinos, que conoca lo que

    es, lo que ser y lo que ha sido, y que haba conducido las naves de los aqueos hasta

    Ilin gracias al arte proftico que Febo Apolo le haba concedido. Hom. Il. I. 60.

  • 18

    En este caso, Aquiles exclama la necesidad de consultar a un adivino por la

    enfermedad que estaba asediando a los aqueos, levantndose Calcante cuando

    acaba el discurso. Pero lo interesante de este pasaje es la frase de Aquiles: Pues

    tambin los sueos proceden de Zeus! En esta frase podemos leer dos cosas, por un

    lado, que los sueos no solo proceden de una sola fuente, y dos, que una de ellas es

    Zeus. Podemos interpretar que cuando las diferentes diosas se van apareciendo a sus

    respectivos tutelares para revelarles el futuro, o les conceden algn sueo en la

    noche, proviene originalmente de Zeus. Representar a Zeus como un dios tambin

    onrico es una idea fascinante en Homero.

    Los sueos fueron una manera muy comn que utilizaban los dioses para

    comunicarse con su protegido a travs de mensajeros divinos, como por ejemplo Iris,

    enviada por Zeus en la Ilada. En la mayor parte de sus descripciones de sueos los

    poetas homricos tratan lo que se ve en ellos como si fuera realidad objetiva; el

    sueo suele adoptar la forma de una visita hecha a un hombre o mujer dormidos por

    una sola figura onrica (la palabra misma oneiros significa casi siempre en Homero

    figura onrica, no experiencia onrica), que puede ser un dios, un espritu, o un

    mensajero preexistente, o una imagen creada especialmente para la ocasin (Dodds,

    1997:105). Por ejemplo, al inicio del canto II de la Ilada, vemos como un Ensueo se

    presenta en sueos a Agamenn, enviado por Zeus:

    (Zeus se dirige a un funesto Ensueo): As dirigindose a l, pronunci aladas palabras:

    Adelante Ensueo funesto, acude a las veloces naves de los aqueos y, entrando en la

    tienda de Agamenn, comuncale con exactitud todo lo que ahora te mando: ordnale

    que arme a los aqueos de arrogante cabellera con toda celeridad, pues ha llegado el

    momento de tomar la ciudad de anchas calles de los troyanos! Hom. Il. II. 10.

    El divino Ensueo le comunic este mensaje: duermes, hijo de Atreo, el belicoso

    domador de caballos. No es conveniente que un guerrero con voz en el consejo, a quien

    se le han confiado las tropas y tiene a su cargo tantas responsabilidades, duerma toda

    la noche. Ahora prstame tu atencin de inmediato, pues soy mensajero de Zeus, quien

    a pesar de las distancia mucho se ocupa de ti y te compadece. Te ordena que armes a

    los aqueos, de arrogante cabellera con toda premura, pues ha llegado el momento de

    tomar la ciudad de anchas calles de los troyanos. Los inmortales, que mueran en el

    Olimpo, ya no mantienen posiciones opuestas, pues Hera ha convencido a todos con

    sus ruegos y sobre los troyanos se ciernen ahora desastrosas acciones procedentes de

    Zeus. Guarda esto en tus entraas, y no dejes que el olvido se apodere de ti cuando el

    meloso sueo te abandone Hom. Il. II. 20-30.

    En este caso, Agamenn recibe de Zeus instrucciones de lo que debe hacer, pero no

    le muestra el futuro. Hay una clasificacin transmitida por Artemidoro, Macrobio y otros

    autores tardos, donde distinguen tres tipos de sueos: el simblico, que contiene

    metforas, como una especia de acertijo, la visin o hrama, que es la representacin

    previa de un acontecimiento futuro, y el orculo o khrematisms, que se da cuando en

    el sueo el padre del soador, o algn personaje respetado o imponente, quiz un

    sacerdote o un dios, revela sin simbolismo lo que suceder o no suceder, lo que debe

    o no debe hacerse (Dodds, 1997:107-108), que es donde colocaramos el sueo de

    Agamenn. Otro ejemplo lo encontramos en la siguiente cita donde, esta vez Atenea,

    enva un sueo a su protegido Diomedes:

  • 19

    Pero cuando el hijo de Tideo lleg junto al rey, a este, en decimotercer lugar, le arranc

    la dulce vida mientras respiraba pesadamente, pues, esa noche, un siniestro sueo,

    bajo la forma del hijo del Enida, se pos sobre su cabeza por voluntad de Atenea. Hom.

    Il. X. 490.

    En el mundo antiguo haba varias formas o tcnicas de obtener el sueo divino, entre

    las cuales encontramos el aislamiento, la oracin, el ayuno, la auto-mutilacin, dormir

    sobre la piel de un animal sacrificado, o en contacto con algn otro objeto sagrado y,

    finalmente, la incubacin (dormir en un lugar sagrado); aunque Homero no menciona

    ninguna de stas, ni siquiera la incubacin, se emple sobre todo para dos clases de

    fines concretos: para obtener de los muertos sueos mnticos, o para fines mdicos

    (Dodds, 1997:110-111). En Grecia, la creencia homrica en el Hades, as como el

    escepticismo de los tiempos clsicos, deben haber contribuido a impedir esa

    evolucin12 y de hecho los sueos mnticos concedidos por los muertos, solo parecen

    haber desempeado un papel muy secundario en la poca clsica (Dodds, 1997:111),

    de hecho, los sueos mnticos que encontramos en la Ilada provienen de dioses o

    figuras enviadas por stos. El mundo del espiritismo ocup igualmente, un lugar

    importante en la sociedad griega. La creencia en lo superior, el destino y la presencia

    del pensamiento filosfico, construyeron las bases del campo de la adivinacin. La

    creencia en el alma no jug un papel menos importante, como ya hemos mencionado

    anteriormente, incluso se crea que stas eran las culpables de sueos premonitorios.

    Ya lo deca Digenes Laercio en los hypomnmata pitagricos: que todo el aire est

    lleno de almas, y que stas se las cree dmones y hroes, y ellas transmiten a los

    hombres los sueos y los signos, pero tambin las enfermedades13 (Burkert,

    2002:152). Esta idea sugiere que, las propias almas de los hroes podan transmitir

    sueos y presagios, con lo que podramos llegar a pensar que ellos tambin podan

    sufrirlos. No es de extraar, ya que como vemos en la Ilada, muchos de los

    personajes reciben seales y mensajes de sus respectivas divinidades tutelares,

    aunque no siempre de manera directa. Por ejemplo, en el canto XIX, Hera dota con el

    don del habla a uno de los caballos de Aquiles, Janto, donde le revela su terrible

    destino:

    Tras estas palabras, las Erinies detuvieron su habla y terriblemente turbado, Aquiles, de

    pies ligeros, le dijo en respuesta: Janto! Por qu profetizas mi muerte? Hom. Il. XIX.

    410.

    Pero Aquiles no sufri solo presagios de forma directa. Era comn que su madre,

    Tetis, lanzara sobre su hijo todos los augurios posibles para prevenirle de su oscuro

    hado. En esta ocasin, Patroclo, personaje que ya saba que Aquiles reciba este tipo

    12

    Aqu Dodds se refiere al esquema cultural que se dio origen en algunas sociedades a una especie de espiritismo.

    Para saber ms ver: Dodds, (1997): Los griegos y los irracional. Captulo: IV. Alianza. 13

    Segn Burkert, Digenes Laercio seala que las almas son dmones y hroes y que transmiten sueos y signos. En

    cambio, Flower M. (2008:7-8) seala que: During the archaic and classical periods most Greeks believed that the gods

    would speak directly through the mouth of a priest or priestess, or else that a religious specialist, who was able to detect

    and interpret the signs that the gods sent, could ascertain their intentions. Some of those specialists, primarily in myth,

    were given the gift of second sight, which in some way and to some degree they passed on to their descendants; but no

    classical author (apart from Plato, who claims that the liver is the seat of divination) speaks of a prophetic element being

    present within the soul of every mortal. La diferencia se haya pensamos en que, Digenes Laercio habla de las almas

    del aire, de las que han abandonado el cuerpo, por lo que as la premisa de Flower sera cierta y llegaramos a la

    conclusin de que las almas que han abandonado el cuerpo pueden llegar adquirir el poder de transmitir sueos y

    signos, pero las que se encuentran an encerradas dentro del cuerpo, no.

  • 20

    de presagios, va a pedirle al rey de los mirmdones poder combatir en el conflicto

    blico de Troya:

    Patroclo: Pero si en tus entraas intentas ocultarme un orculo, incluso alguno

    procedente de Zeus que te haya revelado tu soberana madre, permteme al menos a m

    acudir al combate con el resto del ejrcito de los mirmdones, por si as me convierto en

    luz de salvacin para los dnaos! Hom. Il. XVI. 30.

    Aquiles: Ay de m, Patroclo, estirpe de Zeus! Qu acabas de decir! Ni me preocupa

    orculo alguno del que tenga conocimiento, ni mi soberana madre me ha revelado

    ninguno procedente de Zeus, si no que un fiero dolor se apodera de mi corazn y mi

    nimo desde el momento en que un guerrero pretende robar a su igual y despojarle de

    su botn abusando de su poder! Hom. Il. XVI. 50.

    3.2 Los presagios

    Aun conociendo su sino por parte de su madre y Calcante, Aquiles durante toda la

    obra esta cegado por su clera, factor muy caracterstico de en la Ilada. Asimismo,

    haba otros en relacin con el submundo, como Melampo o Anfiarao, donde el primero

    es mencionado por Homero en la Odisea afirmando que el origen de su don proftico

    fue una serpiente, animal ctnico y relacionado con el mundo de la caverna

    subterrnea: tras descubrir un nido de serpientes, Melampo so que las cras le

    laman las orejas y al despertar, se dio cuenta de que entenda el lenguaje de las aves

    y estaba dotado del don de la profeca (Martnez y Montero, 2015:86). Similar es la

    historia, en nuestro caso, de Hleno y Cassandra. Su padre, Pramo, los hizo

    pernoctar en el templo de Apolo cuando eran nios y descubri cmo unas serpientes

    les laman los rganos sensoriales; Cassandra y Hleno simbolizan cada uno un tipo

    de adivinacin, inspirada y tcnica, respectivamente (Martnez y Montero, 2015:86).

    Pero no solo Aquiles recibi el dictamen de los dioses directamente. Iris, enviada por

    Zeus, se presenta ante Hctor para indicarle lo que debe de hacer (comparable al

    Ensueo de Agamenn, un orculo):

    Iris a Hctor: Hctor, hijo de Pramo, comparable a Zeus en astucia! Zeus padre me

    enva a anunciarte estas cosas: mientras veas a Agamenn, pastor de gentes, correr

    furioso entre los hombres de la vanguardia, despedazando las columnas de los

    guerreros, mantente al margen y enva al resto de tu ejrcito a batirse contra el enemigo

    en el violento combate. Pero el momento en que, herido de lanza o alcanzado por una

    flecha, salte sobre su carro, entonces Zeus te conceder la fuerza necesaria para

    continuar tu masacre hasta que llegues a las naves, de buenas bancadas, y el sol se

    ponga y sobrevenga la sagrada oscuridad. Hom. Il. XI. 200.

    Igualmente, los vaticinios no solo llegaban a los hroes y mnteis de forma directa.

    Existan una serie de smbolos que por s solos ya profetizaban un mal o buen augurio,

    por ejemplo, los vaticinios de Calcante, destacado adivino. En este caso, Calcante

    pronuncia una profeca a partir de la escena de una serpiente devorando a unas cras

    de gorrin y a su madre. El smbolo de la serpiente nunca ha sido buen augurio, y esto

    era universal. El pensamiento colectivo y la racionalidad son los factores importantes a

    tener en cuenta a la hora de analizar estas citas. Las experiencias de este tipo, son un

    reflejo de un esquema de creencia admitido no solo por el que recibe los presagios o

    los sueos, si no por todos los que viven en el mismo ambiente, donde su forma est

    determinada por la creencia (Dodds, 1997:112):

  • 21

    Enseguida Calcante pronunci esta profeca: Por qu os habis quedado sin habla

    aqueos de arrogante cabellera? El providente Zeus ha manifestado ante nosotros este

    enorme prodigio, todava lejano y tardo cumplimiento, pero cuya fama jams perecer.

    Tal y como esa serpiente ha devorado a sus cras de gorrin y a su madre, ocho en

    total, y su madre, la que haba alumbrado a las cras, la novena, as nosotros habremos

    de combatir all durante otros tantos aos, y al dcimo, conquistaremos la ciudad de

    anchas calles. Eso es lo que vaticino, y ahora todo ello se est cumpliendo. Vamos

    aqueos de buenas grebas! Aguantad todos aqu hasta que tomemos las gran ciudad de

    Pramo! Hom. Il. II. 320-330.

    Cuando Calcante pronuncia Por qu os habis quedado sin habla aqueos de

    arrogante cabellera?, confirma lo que hemos dicho anteriormente. El hecho de que

    todos los aqueos vieran a la serpiente y supieran que no era buen augurio antes de

    que Calcante vaticinara nada, demuestra que el colectivo pensaba igual y su creencia

    era la misma, todo enmarcado en el mismo patrn y esquema. Asimismo, hay que

    tener en cuenta que, igual que nosotros pensamos que puede o no haber fuerzas

    sobrenaturales que informen al vidente, los griegos podan haber pensado lo mismo.

    La clarividencia es tratada como un atributo psicolgico, y puede o no ser una

    caracterstica de algunos de los individuos, pero desgraciadamente, la verdad o

    falsedad de estos fenmenos no puede ser probado (Flower, 2008:6). Esto podemos

    verlo en las ltimas lneas que Andrmaca dice a Hctor:

    Detn al ejercito junto a la higuera, all donde resulta ms fcil asaltar la ciudad y la

    muralla es ms franqueable, pues por ah ya intentaron cruzar en tres ocasiones los

    mejores hombres que acompaan a los dos Ayantes, el muy insigne Idomeneo, a los

    Atidas y al vigoroso hijo de Tideo! Sin duda, alguien que conoce bien los presagios se lo

    cont, o puede que haya sido su propio nimo el que los ha empujado y los gua. Hom.

    Il. VI. 430.

    Aqu Andrmaca no pronuncia el nombre de ningn adivino14, y ni siquiera afirma que

    la informacin provenga de uno. Simplemente lo contempla como una posibilidad: que

    hayan seguido un presagio o haya sido su propio nimo lo que les haya empujado.

    Esto deja al descubierto la incertidumbre de los individuos respecto a los mnteis, ya

    que no siempre era la opcin ms razonable ni viable. En el mismo orden, al igual que

    la serpiente, el trueno y el guila eran dos de los smbolos ms caractersticos de

    Zeus, y la sociedad lo saba. No era necesario que un adivino explicara que significaba

    la presencia de una serpiente o el altivo vuelo de un guila. Este ltimo es muy comn

    en los presagios; Deytaro de Gallaecia, rey de Armenia Menor, dijo una vez a su

    amigo Quinto Cicern que haba abandonado su viaje por la advertencia que le dio el

    vuelo de un guila, (Flower, 2008:8) y la habitacin en la que precisamente se habra

    alojado, caso de proseguir su marcha, se derrumb durante la noche siguiente, afirma

    Cicern (I,26). Podemos ver el simbolismo del guila en este pasaje donde Agamenn

    reza a Zeus pidindole la huida y la salvacin, y como respuesta, Zeus envi un guila

    que dej caer un cervatillo en su altar, en seal de sacrificio:

    14

    A quien s nombra Andrmaca es al hijo de Tideo. En Suplicantes de Eurpides encontramos la ancdota de

    Polinicies y Tideo: Cuenta Polinices que tanto l como Tideo buscaban como vagabundos un lugar donde dormir en el

    atrio de Adrasto; por lo que encarnizado del enfrentamiento de ambos, Adrastro dedujo que se trataba de las fieras del

    orculo. En los escolios puede hallarse una explicacin del hecho: Tideo llevaba en su escudo el emblema del jabal de

    Calidn, mientras que Polinices portaba el de la Esfinge tebana de cuerpo de len (enfrentamiento que encontramos

    tambin entre dichas fieras como un smil del encuentro entre Patroclo y Hctor). La divinidad ha puesto a disposicin

    de los hombres el arte adivinatorio, pero la autosuficiencia del ser humano, o su ignorancia, son la causa de sus

    errores (Supp. 214-18, en Calern, 2006:138)

  • 22

    As dijo entre lgrimas, y el padre tuvo piedad de l y dio su asentimiento a que sus

    hombres estuvieran a salvo y no perecieran. En seguida mand un guila, la ms

    certera de las aves, que en sus garras sujetaba un cervato, cra de una rpida cierva, y

    junto al magnfico altar de Zeus dej caer al cervatillo en el lugar en que los aqueos

    solan rendir sacrificios a Zeus, seor de todo presagio. Hom. Il. VIII. 240.

    Otro caso del presagio del guila lo hallamos en Pramo, que debe ir a por el cadver

    de su hijo. ste, ruega a Zeus que le enve un augurio para ir confiado a las naves de

    los dnaos. Es interesante la enorme diferencia entre Pramo y Hctor, el cual

    necesita un augurio favorable para poder iniciar su quehacer, es interesante al pedir

    que el guila aparezca por la derecha como smbolo de buen augurio, y no por la

    izquierda, ya que esto supondra peligro y un mal presagio. Mientras, Hctor no confa

    en ningn vaticinio ni necesita de ellos, al contrario que su padre. Aqu Homero

    describe el guila como la sombra depredadora a la que llaman guila negra.

    Una vez lavado, cogi la copa que le tenda su esposa; y a continuacin elev una

    plegaria, y de pie en medio del patio, derram el vino con la mirada levantada hacia el

    cielo, mientras pronunciaba en voz alta estas palabras: Zeus padre, que desde el Ida

    dominas muy glorioso y altsimo! Concdeme llegar hasta Aquiles y ser tratado como

    amigo y suplicante! Envame un augurio! Que por la derecha aparezca el veloz

    mensajero que es para ti tu ms preciada ave de presa, y cuyo poder es inmenso; de

    este modo, vindolo con mis propios ojos, podr acudir confiado a las naves de los

    dnaos, de rpidos potros! As habl en su plegaria, y el providente Zeus atendi su

    ruego. En seguida mand un guila, la ms certera de las aves, la sombra depredadora

    a la que llaman guila negra. Hom. Il. XXIV. 300-310.

    El guila era un smbolo tan importante, que incluso influenci al propio Hctor15, que

    rechaza los consejos de Ayante al ver el vuelo del ave:

    Mientras as deca, un ave, un guila de altivo vuelo, pas volando por su derecha y,

    ante ello, el ejrcito de los aqueos grit enardecido por el augurio, pero el glorioso

    Hctor dijo en respuesta: Ayante, necio hablador, buey fanfarrn! Qu acabas de

    decir? Ojal fuera por siempre hijo de Zeus que porta la gida y ojal me hubiera

    engendrado la soberana Hera y recibiera los honores que Atenea y Apolo reciben!

    Ojal ello fuera tan cierto como que el da de hoy traer la desgracia a los argivos, a

    todos sin excepcin! Y t morirs entre ellos, si tienes la insolencia de enfrentarte a mi

    enorme lanza, que desgarrar tu piel de lirio! Hom. Il. XIII. 820.

    Hctor no solo rechazaba los consejos de Ayante, sino tambin los de Polidamante.

    Pretendemos explicar con esto que la recepcin de las interpretaciones vara segn el

    personaje. Hctor es el perfecto ejemplo de escepticismo segn le convenga al ritmo

    de la batalla. En este caso, Polidamente, furioso, reprende a Hctor por sus

    constantes rechazos en la asamblea al ver como una terrible serpiente consegua

    liberarse de un guila:

    En ese instante, deseosos como estaban por cruzarlo, les lleg desde el cielo un

    augurio: un guila de altivo vuelo bordeaba por la izquierda el ejrcito y en sus garras

    llevaba una monstruosa y sangrienta serpiente, todava con vida y luchando por

    desasirse, pues an no haba olvidado el ardor del combate; de este modo,

    revolvindose hacia atrs, mordi en el pecho, junto al cuello, al ave que la sujetaba, y

    esta, presa de dolor, la arrojo contra el suelo, hacindola caer en medio de la multitud, y

    con un chillido se alej volando con el soplo del viento. [] Polidamante a Hctor:

    15

    Hctor no era muy dado a los orculos, y se deja llevar por sus emociones. Si el presagio no es de su agrado no

    coincide con sus ideas, no lo escuchar. Podemos confirmar esto en Hom. Il. XII. 240. Donde Hctor rechaza otro

    vaticinio y exclama: solo un orculo es el mejor, luchar por la patria!

  • 23

    Hctor! Constantemente me reprendes en la asamblea a pesar de mis excelentes

    propuestas, porque no es conveniente que un hombre del pueblo se exprese en tu

    contra, ni en el consejo y mucho menos en la guerra, pues lo correcto es que siempre

    refuerce tu autoridad. Pero ahora yo expresar lo que pienso que es lo mejor. No

    acudamos a batallar con los dnaos en torno a las naves, pues creo que es as como

    esto se habr de cumplir, si es cierto que a los troyanos, deseosos como estaban de

    cruzar el foso, les lleg desde el cielo un augurio: un guila de altivo vuelo bordeaba por

    la izquierda al ejrcito y en sus garras llevaba una monstruosa y sangrienta serpiente,

    todava con vida, que de repente ha dejado caer antes de llegar a su nido, sin llegar a

    cumplir su intencin de llevarla y entregrsela a sus polluelos. Igualmente nosotros

    aunque abriramos brecha en las puertas y en los muros de los aqueos con nuestro

    inmenso vigor y los aqueos te dieran, no habramos de volver de las naves en formacin

    por el mismo camino, si no que dejaramos atrs a muchos troyanos a los que los

    aqueos exterminaran con el bronce en defensa de sus naves. As es como lo

    interpretara un adivino, alguien que en su nimo albergara un claro conocimiento de los

    presagios y al que la gente diera odos. Hom. Il. XII. 200-210-220.

    Polidamante expresa con dureza como el hecho de que la serpiente se liberara y el

    guila no consiguiese alimentar a sus polluelos, significaba que fracasaran en su

    intento de abatir a los aqueos. Es interesante la ltima frase de Polidamante as es

    como lo interpretara un adivino, alguien que en su nimo albergara claro conocimiento

    de los presagios y al que la gente diera odos. Aunque las interpretaciones pueden

    ser diferentes, aqu Polidamente especifica que su interpretacin es la correcta porque

    es el que posee un claro conocimiento de los presagios, y por ello las dems opiniones

    son errneas, pero aun as, Hctor no confiaba en los vaticinios. Esto segn

    Jenofonte, era signo de un mal jefe militar. En Ciropedia, explica extensamente todos

    los buenos atributos que debe poseer un individuo para ser un buen jefe militar, y entre

    ellos se encuentra el confiar en los augurios. Jenofonte da a entender implcitamente

    que todas estas virtudes, que l posee y que a los dems les faltan, gracias a las

    cuales sus empresas resultan siempre exitosas, se deben a su conducta sumamente

    piadosa de respeto a la voluntad divina (Varias, 1999:15). Antes de emprender

    cualquier accin no olvida nunca hacer un sacrificio a los dioses para pedirles ayuda, y

    luego un adivino examina las vctimas; si stas no son favorables la accin queda

    postergada. En este punto Jenofonte se sita en la lnea tradicional del pensamiento

    griego, subrayando la importancia del elemento sobrenatural en todo quehacer

    humanos, acercndose ms a Herdoto que a Tucdides (Varias, 1999:15). Un caso

    interesante es en cuando Jenofonte tiene un sueo que ser el estmulo para asumir el

    mando de las tropas, como todo buen jefe militar debera hacer, al contrario de Hctor

    que no confa en ningn sueo ni augurio:

    Puesto que es una situacin difcil, Jenofonte estaba apenado como los dems y no

    poda dormir; pero tras echar una cabezadita tuvo un sueo. Le pareci or un trueno y

    que un rayo caa en su casa paterna, y por esto brillaba toda entera. Lleno de espanto,

    se despert al instante y por una parte, juzgaba el sueo de buen augurio, porque

    estando fuera entre fatigas y peligros le preci haber visto una gran luz procedente de

    Zeus, pero por otra, tambin tena miedo de que, como el sueo le pareca venir de

    Zeus en tanto que Rey y le pareca que el fuego brillaba rodendole, no pudiera salir del

    territorio del Rey y estuviera cercado por todas partes por diversos obstculos. Qu

    significa realmente haber visto tal clase de sueo es posible aclararlo por lo sucedido

    despus (Jenofonte, An.III. 1, 11-13)

  • 24

    Esto ocurre por la visin que cada uno pudiese tener del mundo, no solo los

    personajes homricos, sino de la sociedad griega en general. La Ilada actuara como

    espejo de este pensamiento. Este ejemplo de Polidamante y Hctor es un reflejo de

    las variantes interpretativas de la sociedad griega respecto a los presagios y smbolos,

    pero no solo de los griegos en s, sino de los investigadores. Queremos decir, que es

    comn que los investigadores que estn sesgados por sus experiencias y por otras

    culturas y visiones del mundo propias, influyan tanto en la observacin como en la

    interpretacin de textos literarios, incluso de monumentos, cosa que da como

    resultado un significado para cada lector y espectador, que trasciende de su

    significado original (Flower, 2008:10). Podemos encontrar otra premisa semejante en

    el canto IX, verso 230. Aqu se especifica como Zeus enva presagios favorables, en

    este caso relmpagos, esperando que estos enerven el nimo de los guerreros. Pero,

    Hctor cegado por su clera, ignora cualquier smbolo o presagio que puedan enviarle

    los dioses o mnteis:

    Los altivos troyanos y sus aliados, cuyo prestigio alcanza remotos parajes, han puesto

    su campamento al lado de las naves y del muro y han encendido numerosas hogueras

    por todo su ejrcito; aseguran que no sern rechazados, si no que caern sobre

    nuestras negras naves. El Crnida Zeus les enva presagios favorables mandando

    relmpagos a su diestra, y Hctor, terriblemente exultante de poder, se comporta con

    una furia desaforada, fiado de Zeus, y ya no respeta ni a hombres ni a dioses, pues un

    poderoso