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Comunicación Alternativa

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Page 3: La Mancha 100

Un espacio para la comunicaciónEnciende tu vozRed Afectiva NacionalQué es la comunicación alternativaCronopiesca revolución bolivarianaUna comunicación para las buenas noticiasDominatus, el rasgo de la decadenciaBiodiversidad y ancestralidad indígenaNecesidad de un nuevo modelo comunicacionalFormación ciudadana para un ciudadano Kane¡No me quiten la telenovela!Decálogo La ManchaDe la tecnología dialéctica del culo y la pestaña¿Qué distancia... lo que queremos de lo que necesitamos?Datos sobre la guerra de cuarta generaciónSistema nacional de MAC -Propuestas-¿Cuál será el verdadero papel de los MAC?La televisión ¿Es necesaria?Comunicación popular Entre la herida y el grito Disculpas poetaMAC en la formación sociopolítica y la educación bolivarianaLa comunicación ceñudaLa cultura como fusil insurgente de liberaciónEmpaquetadas para la venta o vivas para transmitir mensajesMedios de domesticación en la era de las comunicacionesQuien todo lo ignora todo lo aprende, quien todo lo tiene nada ganaSin TVLa comunicación de por sí no es verticalComunicación en emergenciaUn intento literario por reinvindicar la comunicación y la cultura Ecosocialismo y movimientos sociales emergentesDe la comunicación alternativaBuscando las líneas fuera del círculoPalabra más palabra menos¿Cuán alternativos deben ser los impresos de hoy?Guarra de cuarta generaciónPalabra Comunicación Información Nuevo mundoLíneas de Chávez Comunicadores socialistasLo estamos haciendoComunicar es un acto humanoAndo comunicandoLa Mancha

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ISSN: 1690-2718Depósito Legal: pp200201cs565

Tlf: (0212) 578 07 30 0416 825 40 75Apartado Postal: 17362 zp. 1015-A

Ipostel Parque Central Caracas [email protected] [email protected]

http://www.lamanchaweb.blogspot.com

Consejo EditorialOscar Sotillo Meneses

Janette Rodríguez HerreraFrancisco Issa Zambrano

Dayana López

ColaboradoresHenys Peña

Heberto HernándezZobeida GuzmánMarianella YanesMarlon ZambranoErnesto NavarroMaigualida PérezJosé Javier León Ernesto Sánchez

José Manuel MilanoAlejo SisoCayapo

Willian TrujilloClaudia Cordero

Oscar Rodríguez PérezJusto Soto CastellanoComandante Chávez

Co-responsables Juan Carlos SotilloNicanor Cifuentes GilMaracaibo-Edo. Zulia

Leila MedinaJouseline Rodríguez

César SantanaGran Caracas

Solangel MoralesHely UzcáteguiMoisés Mirele

Los Teques-Edo. MirandaOscar Fernández

La Victoria-Edo. AraguaMarco Aurelio Rodríguez

Gastón FortisCatia La Mar Edo. Vargas

[email protected]

CoresponsalesDarién Giraldo

Fernando Vargas ValenciaDiego Arturo Grueso

BOGOTÁ-COLOMBIA

CorrecciónColectiva

AgradecimientosA l@s que entienden la comunicación

como un deber y no se callan.

LA MANCHA se hace cómplice de loscomentarios emitido por sus colaboradores.

Edici

ón es

pecia

l.

Han sido cien las veces que el periódico La Mancha ha salido a la calle. Ha sido un camino de aprendizajes, de construcción de nuevos espacios para la comunicación, así como

lo decía nuestra primera portada allá por el mes de diciembre de 2002. Hemos mantenido nuestra bandera

en alto, y entre las adversidades, las alegrías y los retos seguimos construyendo aquel espacio colectivo que encendió los ánimos. Hemos aprendido del camino, hemos atesorado las enseñanzas y nos ha guiado el desafío y la convicción de que la revolución se construye todos los días en cada acción liberadora, en cada gesto de solidaridad, en cada acción de compromiso.

Presentamos en esta edición especial una compilación de los artículos que a lo largo de ocho años han tocado el tema de la comunicación alternativa. Cada artículo refleja el momento

en que fue escrito, allí está la fecha y el número de edición para no descontextualizar las palabras. Queda

escrito e impreso un cuerpo reflexivo e interpretativo que en conjunto

abre un espacio para la discusión del nuevo modelo comunicacional emergente en Venezuela. No todos los artículos enfocan el tema de la misma manera, cada colaborador,

colaboradora, es parte de un todo más grande que se construye desde las experiencias más diversas.

Aparece en el entramado reflexivo algunas líneas constante: la necesidad de construir un nuevo modelo

comunicacional, la urgencia de nuevas voces, el compromiso revolucionario, la construcción colectiva de las experiencias y otros elementos fundamentales que

poco a poco van dibujando la nueva realidad.

Nos sabemos parte de un proceso histórico más grande, más extenso en el tiempo y el espacio de lo que

una vida humana puede abarcar. Nos toca en este momento ser difusoras y difusores y promotoras y promotores de las ideas, las emociones

y los amores que se irán configurando con los tiempos, sin embargo militamos profundamente cada

día, cada acción emprendida y dejamos aquí impreso un sencillo aporte que permita

organizar algunas ideas fundamentales.

Dejamos este manojo de palabras y afectos que por todo el territorio nacional van germinando en la tierra fértil que es nuestra

REVOLUCIÓN SOCIALISTA BOLIVARIANA.

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A mediados del año 2002 un grupo de amigos guiados por el compromiso político, artístico y cultural, comen-zamos el programa La Mancha Radio, en La Voz de Guaicaipuro 102.9 FM, radio comunitaria de Los Teques,

estado Miranda. Varios meses después en pleno paro petrolero se bautiza el primer número del periódico La Mancha en Caracas con el lema: “Voces, ideas e imágenes”. La tapa de ese primer número con la frase “Un nuevo espacio para la comunicación” conceptualizó el sueño de trabajar por un nuevo sistema comunicacional que abriera espacios para la experimentación de nuevas maneras de comunicar, en un país que se enrumba hacia el Socialismo Bolivariano que estamos construyendo. Siempre nos ha guiado la responsabilidad social, el compromiso con nuestros principios y la vocación de trabajar por un modelo comunicacional basado en la participación, la corresponsabilidad, la crítica responsable, la contraloría social y la experimentación de modelos alternativos. Ya hemos publicado 104 números del periódico ininterrumpida-mente, con mucho esfuerzo, desde los cuales hemos construido espacios para más de 100 poetas inéditos, más de 700 colaboradores entre escritores, ilustradores, fotógrafos y ciudadanos con la sencilla necesidad de comunicar sus ideas. Desde el año 2007 La Mancha publica la Colección “Tinta Socialista”, un libro experimental plegable que sirve de cuaderno de estudio para círculos de lectura, Consejos Comunales y colectivos en formación que circula encartado en los ejemplares del periódico, bajo ese título publicamos textos de Gramsci, Gandhi, Ludovico Silva, Bakunin, El Jefe Seattle, El Che Guevara y muchos otros que han aportado ideas y conceptos para la discusión y la construcción del socialismo.A lo largo de seis años de funcionamiento hemos desarrollado un sistema alternativo de distribución que hoy permite que el periódico llegue a 32 ciudades de Venezuela, a espacios sociales, políticos y culturales, y a las radios comunita-rias de la Gran Caracas.Además iniciamos en agosto de 2006 la colección de poesía “La Buena Calle” para poetas jóvenes o inéditos de marcada tendencia urbana. Igualmente en febrero de 2008 aparece el primer número de la colección “Sin Límites”. Que recoge trabajos en colaboración con colectivos de países hermanos de América Latina y otros países del mundo que luchan por su emancipación. “Tierra Común” poesía de Venezuela y Colombia, es el nombre del primer número de esta colección, y el segundo número, “Sueño urgente” recoge la poesía de Venezuela y México.En mayo de 2008 se bautiza en el marco del Quinto Festival Internacional de Poesía la revista 5 años de poesía e imágenes, una coedición con la Fundación El perro y la Rana que recoge la obra de más de 50 poetas editados en la página de poesía del periódico desde su fundación. A partir de allí esta revista pasa a ser una publicación anual.Paralelamente al trabajo editorial, nuestro colectivo ha mantenido un compromiso inquebrantable con el desarrollo for-mativo de los Medios Alternativos y Comunitarios (MACs) desde la Comisión de Educación junto a otros colectivos de comunicación alternativa, en conjunto a la Dirección General de Medios Alternativos y Comunitarios del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información, desde allí hemos adelantado proyectos dirigidos al mejoramiento y desarrollo de los MACs y actualmente desde la mesa de trabajo generada en CANTV en la que, desde la diversidas y superando las diferencias, un amplísimo grupo de MACs hemos hecho espacio para entendernos y trabajar juntos.Es importante destacar también la trayectoria muralista y de formación a traves de talleres facilitados para la creación de nuevos colectivos muralistas como la brigada muralistas del Frente Francisco de Miranda y todos aquellos compa-ñeros que luego de participar en los talleres han dedicado el conocimiento aprendido al trabajo comunitario usando el mural como herramienta de organización La Mancha, siendo consecuente con el pensamiento socialista que le dio vida, ha organizado cuatro ediciones de “AndoComunicando” Encuentro de experiencias de comunicación alternativa y comunitaria impresa, en busqueda de construir una red afectiva de trabajo conjunto entre los MACs.Desde abril de 2005 el programa La Mancha Radio está al aire a través del canal ACTIVA en la Radio Nacional de Venezuela, todos los lunes del mundo de 8 a 10pm.Desde hace alrededor de cinco años el colectivo La Mancha forma parte de los ECPAI (Equipo Comunitario de Producción Audiovisual Independiente) de la Televisora Comunitaria del Oeste, Catia TVe, donde ha producido más de veinte documentales que recogen experiencias formativas y creadoras en varios estados de Venezuela y nuestra américa.Es necesario destacar que todo el trabajo de nuestro colectivo se hace de manera solidaria y bajo la visión de la cons-trucción colectiva que exige toda actividad que busque transformar las relaciones de producción en el área cultural y social de la Venezuela que camina con paso firme hacia el Socialismo Bolivariano.Reivindicamos una vez más nuestro compromiso con una visión crítica y que de manera corresponsable y respetuosa trabaja con colectivos, organizaciones sociales e instituciones del Estado, siempre orientados por la construcción del modelo socialista bolivariano y la patria buena que todos nos merecemos.

La Mancha 71, 2da. quincena de marzo 2009

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La Red de Radio Comunitaria representa la concreción de un largo esfuerzo, de quienes nos agrupamos en torno a Proyecto Michelena, por presentar una

propuesta de comunicación alternativa para los Altos Mirandinos. Mucho hemos te-nido que transitar, aprender, madurar y discutir, para llegar a la Asamblea Comuni-cacional, instancia responsable de producir y establecer normas a los cometidos por la radio.Este largo camino también nos condujo a los Colectivos Comunicacionales, que no son otra cosa que los grupos organizados con diversidad de objetivos, desde Cen-tros de Estudiantes y Movimientos, pasando por sindicatos y asociaciones de veci-nos, hasta grupos culturales o ecológicos, que, tras un breve proceso de información sobre las bondades y ventajas de la radio, y sin abandonar la especificidad de sus tareas, espacios y sueños, se dotan de una tribuna para comunicar e informar, ha-ciendo uso de la Radio Comunitaria.

La vida te da sorpresas.Comentamos un tanto a juego que, hace apenas tres o cuatro años, efectuar una transmisión de prueba podía arrojar como mínimo unos cuantos días en un calabozo de la Disip, con su correspondiente dosis de tortura.La realidad hoy es otra, nuestra mayor amenaza la representa, por un lado, el que nos privemos de usar todo el espacio que se abre para la participación y la comuni-cación, y por el otro, el que pretendamos estatizar lo que a toda costa debe permane-cer en manos del pueblo. Hay que evitar el retroceso a la democracia representativa del bipartidismo, conquistar con la participación la ampliación de derechos y opor-tunidades para el protagonismo de la gente. El proceso Constituyente en nuestra opinión apenas comienza, apenas a tocado unos pocos pero valiosos aspectos del esquema de desigualdades y exclusión social imperante en Venezuela, ahora se inicia la discusión del reglamento de Radios y Televisoras Comunitarias, nos toca, organizadamente, ser parte de su discusión y elaboración.

Adónde vamos.Sabemos que transitamos un camino largo y tortuoso, para variar, como siempre ha sido. Pero ahora llenamos las casas de nuevos sonidos y con ellos llegan otros sueños y esperanzas, hablan los que siempre fueron callados, el amor simple y cotidiano.Parafraseando a la Red de Radio Libre (Free Radio Network) EL SILENCIO ESTA DERROTADO, con la voz de las comunidades, con la Radio Comunitaria, se alza por los aires la resistencia indígena, la de quinientos años, la de todos los días, la de mi abuela, la de mi novia, la de mi hija.Inevitablemente técnicos.Las estaciones de Radio Comunitarias atienden áreas geográficas específicas, y en algunos casos están orientadas a segmentos específicos, minorías, incapacitados, o concentran su esfuerzo en asuntos concretos como la defensa del medio ambiente, educación a distancia, etc.Las estaciones de Frecuencia Modulada (FM) son comúnmente denominadas de baja potencia, por cuanto, comparativamente con las estaciones de radio comercial, hacen uso de transmisores de pequeña potencia, que alcanzan a cubrir desde una barriada o urbanización, hasta una pequeña ciudad o caserío.Estos transmisores, son relativamente económicos y accesibles, para un grupo organizado e informado adecuadamente. En todo caso han sido un fenómeno en acelerada y constante expansión, inicialmente en Europa y Estados Unidos, y lue-go en América Latina, resaltando por su número las Radios Comunitarias en Brasil y Chile.Estos transmisores en algunos casos son ensamblados en las propias comunidades, por profesionales o autodidactas, abaratando y facilitando aún más su adquisición.

La red de RadioVenimos discutiendo, analizando, proponiendo y trabajando en la concreción de la Red de Radio Comunitaria, con una Estación de Radio principal o más potente, que sirva de escuela e instancia articuladora. Esta radio será acompañada de una red de transmisores pequeños, en las comunidades que se organicen y estén dispuestas a operarlos.

El futuro se hace a mano y sin permisoarando el porvenir con viejos bueyes.

Silvio Rodríguez

Comenzamos este editorial con una pregunta que quizá necesite miles de respuestas que están regadas por las calles, esperando las acciones y las

voluntades que las vuelvan al mapa de lo posible. En todo caso hay gente creando nuevos medios de comunicación que rompen con los paradigmas hasta ahora reinantes. Creemos que esto ayuda a dar con la respuesta.

Salimos a la calle a buscar las voces, ahora se ven, miles de nuevos protagonis-tas, millones de palabras, de imágenes, de cantos y de ideas. Por todas partes aparecen grandes esfuerzos organizativos en forma de periódicos, en forma de televisoras alternativas y radios que vuelven sonoro y visible lo que por muchos años durmió esperando que los tiempos llegaran.

Si bien muchos de los proyectos de comunicación alternativa en Venezuela han recorrido largos caminos en el tiempo, es indudable que, a partir de la nueva legis-lación, el panorama cambió. Y es que las leyes también son creaciones humanas que acompañan e interpretan las necesidades de las sociedades.

Los venezolanos hemos sido testigos, víctimas y creadores de episodios mediáti-cos únicos o al menos extraños, que son sencillamente el reflejo o el producto de una relación de vieja data, los medios de comunicación de masa tradicionales en Venezuela crearon una realidad aparte, una realidad a su medida donde el país real, ese que camina, sufre y crea en las calles, en los pueblos y en la selva, no tenía cabida, sólo era un receptor pasivo de mensajes que favorecían los intereses de los dueños de estos grandes medios y de su grupo de empresas. El que ejerce el dominio sueña y trabaja para que nada cambie, pero la historia siempre apuesta a lo contrario.

LA MANCHA también forma parte de este fenómeno, porque no es más que un producto de esta historia y es por eso que decidimos salir a la calle a recoger los testimonios de los protagonistas, de la gente que a diario se sienta ante los micrófonos de la radio del barrio para ejercer su derecho a la voz o que desde las más diferentes urbanizaciones, en una computadora que milagrosamente estira su poca memoria, arma un periódico soñador que se suma cada vez que puede a las aceras de Caracas o de cualquier otra ciudad de Venezuela con otra voz.

Como otro punto sorprendente dentro de nuestra historia mediática, entendemos la relación que se ha desarrollado entre el gobierno y los medios alternativos, a veces no ha sido sencilla y han llovido críticas de lado y lado, tanto personales como políticas.

Por lo general la comunicación alternativa en el mundo ha formado parte de una contracultura opuesta radicalmente al poder, es una lucha de la gente contra los poderes económicos y políticos, pero en Venezuela, gracias a las características únicas de nuestra revolución, se ha comenzado por levantar puentes para comuni-car en ambas direcciones sin que esto signifique la sumisión ni la compra de estos nuevos medios por parte del ejecutivo. Sería muy pronto (la nueva ley de teleco-municaciones por ejemplo data del año 2000) para sacar conclusiones; creemos que esta relación está en pleno desarrollo y que por supuesto tendrá altibajos y buenas y malas páginas que serán responsabilidad de nosotros.

Sería impensable por razones de espacio y de tiempo reflejar aquí la totalidad de los medios alternativos y comunitarios que ruedan por las calles, intentamos levantar una información que dé un ejemplo sencillo de cómo funcionan, quien los hace, por qué se hacen. Esperamos con humildad que este sea un pequeño aporte para entender los tiempos que vivimos.

Editorial

Vamos a poner las barajas sobre la mesa, todo el mundo a sincerarse, la historia nos insta por el bien propio a asumir, por horrendas e ineficientes que sean, nuestra realidad y nuestras maneras de vivir. ¿No es esto acaso lo que termina por llamarse cultura?Por qué perder tanto tiempo tratando de crear o armar un Estado eficiente, cientos de insti-tuciones que al fin, después de quinientos años o más, sirvan para lo que tienen que servir, quizá sean esfuerzos inútiles. Nosotros ya contamos con nuestro propio modelo de relación social: es la R.A.N. (Red Afectiva Nacional).Allí donde otros ven tráfico de influencias o como usted quiera llamar a ese acto de habilita-ción filial, no se confunda, sólo se está en la presencia de la RAN. Si usted le cae bien a al-guien así de buenas a primeras (bien por usted) y esta simpatía gratuita le permite obtener un recaudo o que un funcionario público lo atienda con respeto, para qué alarmarse, es la RAN de nuevo actuando. Esta red mil veces más rica que Internet, es un producto cien por ciento hecho en Venezuela, con puro talento criollo, es por eso que debemos sentirnos orgullosos, es nuestra creación cimera. Tómese la molestia de ir a cualquier dependencia pública y pregúntele al burócrata de turno algo tan sencillo como el horario de atención o si quiere algo un poco más complicado, in-quiéralo sobre los funcionamientos de dicha oficina. La respuesta del funcionario no sirve de nada, son ruidos amorfos que se van con el viento, porque de haber ido otro día y ser atendido por un burócrata distinto usted habría recibido una respuesta distinta, cuidado si no contraria, es decir, lo que se llama institución sólo existe en la mente de cada funcionario, quien la va creando según su estado de ánimo, su dolencia, su humor o según el grado de simpatía que usted haya trasmitido al cruzar el umbral de la puerta.No es de extrañar que un país que envía delegaciones de periodistas a las olimpiadas, no para entrevistar a nuestros atletas ni mucho menos para hacer un interesante reportaje, sino para consolarlos cuando no obtienen ni el bronce, sea el mejor sitio en la tierra para crear y poner en práctica una red de las características antes señaladas.Toda normativa, ley, acuerdo, regla, manual de procedimiento o cualquier otra cosa que algu-na vez pudo ser diseñada como acuerdo colectivo de funcionamiento para una institución, es sencillamente incompatible con un emplasto de afectividades que rigen de forma absoluta los funcionamientos burocráticos generales, es decir la RAN. Esta red nos ha obligado a crear algunos adminículos de segundo orden que permiten su mejor desempeño, este es el caso de amiguímetro. Objeto que permite medir el grado exacto de amistad de larga data o a primera vista para establecer becas, tazas, trámites burocráti-cos y hasta aranceles aduaneros. Otros de estos accesorios auxiliares son el risómetro y el lagrimómetro, utilizados respectivamente para establecer una proyección casi exacta de las posibilidades de triunfo social de un individuo.Como usted bien ha intuido, el establecimiento definitivo y la aceptación total de la RAN con-llevaría muchos cambios particularmente en el área educativa, donde desaparecerían casi la totalidad de las carreras que prometen triunfos y logros entre sus congéneres, para dar paso a una serie de cursos cortos destinados a potenciar en usted el hecho de caer bien, que es la manera real de lograr sus metas sociales.La RAN está en todas partes, no se avergüence, usted también ayuda cada día a fortalecerla, a que desarrolle sus tentáculos y estrangule cualquier intento de crear un Estado eficiente. Claro, es más fácil culpar a los demás, pero es que su tiempo es más valioso que el del próji-mo, esas veinte paginitas y esa caja de clips no van a desbancar al Estado y además usted se siente subpagado y así se compensa. Bueno, hay miles de excusas para querer al engendro que entre todos hemos alimentado y criado, ojalá no sean eternas.

La Mancha 3, jiluo 2003

La Mancha 8, julio 2004

La Mancha 3, julio 2003

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A Julio Cortázar se le reveló un día la existencia de seres muy es-peciales; llenos de una felicidad que se desborda, de un corazón

bondadoso y algo ingenuos y despreocupados, los llamó Cronopios. En contraposición a los Cronopios están Los Famas, y, en un punto intermedio Las Esperanzas. Así los describe Cortazar: “el fama es un infra-vida, la esperanza para-vida y el cronopio mismo, se considera ligeramente súper-vida, pero más por poesía que por verdad.”Los críticos han categorizado a los cronopios, famas y esperanzas. Así el cronopio sería la equivalencia del artista, los famas los burgueses y las esperanzas son un poco seres intermedios, asimilables en su con-ducta a los esnobs: no saben bien dónde situarse, pero les gusta estar del lado de lo prestigioso. Se podría ver en los famas la denuncia de la burguesía frente a la libertad y la poesía.Así como Cortazar en el cuento “Viaje a un país de cronopios” definía a Cuba como un país de cronopios yo me atrevería a decir que en Ve-nezuela se ha venido revelando desde hace unos 5 años que somos también un país de cronopios, cronopios bolivarianos. Esto lo he venido en las actitudes, en los gestos, las acciones, en la sonrisa de los los que creemos profundamente en el proceso bolivariano. Por supuesto en Venezuela también hay famas y esperanzas.Una imagen típica de lo cronopios que somos surge en las marchas bolivarianas. Estas marchas derrochan una felicidad alegría y desorden cronopiesco tremendos. Como toda buena marcha cronopia se desbor-da por todos lados, por las calles circundantes, regados y acostados en las aceras, totalmente despreocupados y muertos de riza, haciendo parrillas y sancochos en los espacios abiertos que circundan Parque Central, no habiendo manera ni organizadores que logren contenerlas y hacer que se marche ordenaditamente, como en una marcha escuá-lida de famas donde se marcha como autómatas, sin alegría, con odio, pálidos y vestidos de negro; marchas a la que se asiste muy bien prepa-rado y organizado, con agua, vinagre, lentes anti UB, armamento y TV portátil por si se sale en televisión; tal como dice la canción de nuestros amigos de Lloviznando Cantos. Recordemos la última marcha cronopia que se desvió de su ruta y tomaron una triste plaza, más que fama fascista, bailaron (bailaron Tregua y bailaron Catala) en ella y la llenaron de alegría, mientras los más fascistas que famas , que decían ser muy valientes, sumamente asustados corrían cuadras y cuadras, para huirle a la alegría.Sucede también en conciertos, representaciones artísticas, foros y en-cuentros bolivarianos. Recuerdo cuando con Artistas y Trabajadores de la Cultura con la Constitución realizamos el evento Creo, Creamos Creemos... en el Teatro Municipal de Caracas, el 18 de enero de este año 2003 durante el paro empresarial. Allí los cronopios, cronopios hu-mildes del pueblo, desbordaron y llenaron el teatro de alegría. Todos participaban invadiendo el escenario desparramándose por el suelo, apelotonándose en todos los espacios disponibles y no disponibles. An-tes de comenzar la función subían al escenario y tomaban el micrófono

para hacer discursos inauditos llenos de una gran sabiduría; para recitar sus poesías de pueblo; gritar sus consignas y exigir participar. Igual-mente supieron disfrutar de lo que les fue ofrecido, llevaron sus corazo-nes llenos de esperanzas y dejaron a los artistas que participaron (a los otros artistas, porque ellos también lo son) colmados de gratitud. Todos conocemos cuan diferente puede ser un concierto fama, actos llenos de protocolo y de caras largas y almidonadas, perfectamente organizado, donde todos están colocados donde deben estar, ¡que público tan bien educado!; evento al que se asiste por error, porque había que ir, o por-que la entrada era cara; como sucede con los famas del cuento “Louis enormísimo cronopio” Otros signos del ser cronopiesco venezolano son los gestos, declara-ciones y acciones públicas de los cronopios bolivarianos. El desprendi-miento de hábitos adquiridos, la sinceridad de sentimientos, la sustitu-ción del pragmatismo por actos gratuitos y la razón por la imaginación; que producen en los famas escuálidos gran escándalo e indignación. Un ejemplo de ello podríamos tenerlo cuando nuestro Presidente Hugo Chávez Frías (¿también enormísimo cronopio?) visitó Inglaterra. Duran-te esta visita se suscito un hecho que causo gran escándalo entre los famas venezolanos, sobre todo mediáticos, que quedaron estupefactos cuando Chávez hizo el gesto – sólo el gesto - sincero de abrazar a la Reina de Inglaterra, ¡¿cómo se le ocurre?! ¡que vergüenza! ¡tratar de abrazar, tocar a su majestad la reina! decían los famas escuálidos escandalizados. Así cualquier cosa que digamos, expresemos, llenas de sinceridad y pasión causara escándalo entre los famas. Se escan-dalizan cuando hablamos de los derechos de los desposeídos, cuando se desarrollan planes para alfabetizar a una gran parte de venezolanos que lo necesitan, cuando se les lleva salud barrio adentro. Hace unos días hablando sobre las políticas publicas de distribución, igualdad y libertad individual escuche a un fama decir que los planes del gobierno de destinar recursos para el Plan Robinson atentaban contra su libertad y se preguntaba ¿a cuenta de que se va a alfabetizar a un millón de venezolanos gastando una enorme cantidad de dinero? sólo un fama se haría una pregunta como esa.Indudablemente la mejor prueba de que somos un país de cronopios fue lo que sucedió el 13 de Abril, cuando cientos de miles de cronopios des-bordaron las calles de Venezuela, armados con un librito llamado constitu-ción, para enfrentarse a fascistas armados de fusiles y restituir la esperan-za, la libertad y la alegría contra toda la lógica política golpista.

¿Y las esperanzas?Hay muchas esperanzas en nuestra Venezuela. Encontraran el camino y comprenderán lo que sucede asumiendo su ser cronopio, cronopio bolivariano. Para terminar les dejo un cuento de Historias de cronopios, famas y esperanzas de Julio Cortazar. Tal vez ayude a intuir o les permita comprender el porque me parece que somos cronopios, cronopios bolivarianos...

¿Es acaso la participación social en el escenario comunicacional un in-dicador de que algo está cambiando en Venezuela? Si partimos de la

Constitución Bolivariana, la caracterización de la comunicación como libre y plural (Art. 58) conlleva a un ejercicio democrático de la comunicación, no sólo de la libertad de expresión, como baluarte de la mediocracia; sino a la comunicación como elemento fundamental y constitutivo de la vida humana solidaria.Encender el televisor es casi una pesadilla. Un insólito ejercicio que puede servir como termómetro del grado de saturación al que hemos estado ex-puestos en esta prolongada batalla que nos bombardea constantemente. Ante mi perplejidad por lo que han repetido unos cuantos años, aún en-ciendo el televisor y me escurro en lo que, he pensado, es un consumo selectivo, que no siempre es muy bueno – las alternativas son pocas- pero que conllevan rápidamente a pensar que quiero ver buenas noticias en la televisión. Será que están tan escasas las pequeñas grandes historias que reivindican la condición humana.La comunicación, tal y como expresa nuestra Carta Magna, es libre y plural, pero también debe entenderse que ésta debe ser parte de un proceso de desarrollo integral del ser humano. La comunicación es una mediación fun-damental, el tejido constitutivo de la vida social. Nada más y nada menos porque ésta establece relaciones discursivas y prácticas sociales determi-nadas. Esto es muy interesante si vemos cuáles son los modelos que se transmiten para mantener la ilusión y la sonrisa ante las cámaras.Afortunadamente, puede decirse que el espectro comunicacional ha cam-biado en los últimos años con la habilitación de frecuencias para las trans-misiones audiovisuales, el surgimiento de una prensa alternativa, periódicos vecinales y otras experiencias telemáticas; algunas que no escapan de la propaganda, otras que la evaden y muchas que surgen para dar diversidad al letargo creativo de la industria, el momento político y otras circunstancias que no voy a enumerar aquí.Esta diversidad de las formas de representación de la comunicación se entiende como una relación distinta con la industria comunicacional de los medios, la mediocracia. Esta comunicación alternativa no es un invento de hoy día, ya la experiencia del Cono Sur puede bien servirnos de ejemplo. Este es un sector que en Venezuela ha comenzado a emerger con nuevos ímpetus, pero al cual debe entenderse como un elemento fundamental para la participación comunitaria.Conviene observar, aparte del despliegue propagandístico del bando que sea, un mensaje que permita reflejar un modelo de vida solidaria con los demás, que fomente el respeto a la individualidad, a la diversidad, a la po-sibilidad de otro mundo. Una realidad que aunque cotidiana no debe –pien-san ellos- seducir tan asombrosamente como el cotilleo político-farandulero del momento.La comunicación solidaria puede palparse en los pueblos indígenas que aprovechan las bondades de una radio comunitaria para establecer unos vínculos con su entorno y ocuparse de la educación para el trabajo comu-nitario y difundir su cultura. En este aspecto la organización de algunas comunidades indígenas en el estado Zulia, así como en otras regiones del país, es un reflejo de esta realidad.La experiencia de la prensa alternativa es otro buen indicador del ensan-chamiento de este sector en el país. Los periódicos comunitarios, separa-tas, hojas volantes, entre otros medios impresos han diversificado la lectu-ra, abriendo paso a otros géneros y hasta reviviendo al suplemento cultural como una expresión ahora transformada en los medios eufemísticamente como arte y espectáculos. La cultura había perdido espacio poco a poco en la prensa tradicional hasta casi desaparecer.En estos momentos es cuando se hace necesaria una cultura solidaria para el desarrollo vital humano que fomente la participación social en los mensajes y que también permita decidir lo que recibe. Los usuarios también tienen de-recho observar otras realidades, no sólo la que el medio desea transmitir. La comunicación es para todos y debe ser para todos, en un verdadero ejercicio revolucionario para aquellos que creemos que hay otro mundo posible con una comunicación que permita la interrelación con el otro y el ejercicio res-ponsable de la ciudadanía con una política pública con base en el consenso social y la participación popular.

Feurbach, esa especie de extensión moderna del pensamiento de Heráclito, dijo que la Historia se repite, pero nunca de igual forma, porque los acontecimientos ocurrirán en una vuelta superior del espiral dialéctico. Sin embargo, se repiten los acontecimientos, y al mirar el pasado podemos alcanzar una visión del presente y una proyección del futuro.José Luis Romero, en su libro La Edad Media, y haciendo un análisis de la temprana Edad Media explica que: “en el esfuerzo por mantener su hegemonía el Imperio Romano comenzó a suprimir los últimos vestigios del orden republicano, y cedió a las crecientes influencias orientales que apuntaban hacia una autocracia cada vez más enérgica y echó las bases de un nuevo orden político – el Dominatus”. Fue a partir de entonces cuando los símbolos de la dominación absoluta, tales como la diadema, el manto púrpura y la genuflexión se implantaron; en una palabra, el impe-rio comenzó a imitar la autocracia persa apoyado en una vigorosa fuerza militar para imponerse, aun a costa de la renuncia a todas las garantías que ofrecía el derecho tradicional.En un nuevo giro del espiral dialéctico, el contemporáneo imperio norteamericano, adalid de las leyes, la democracia y la libertad, acaba de obligar a las naciones del mundo a realizar una sumisa genuflexión ante él para que aceptaran su intervención en el territorio de la soberana República de Irak. Este nuevo paso en la escalada de dominación imperial que ha acometido el gobierno de George Bush, representante de los intereses de uno de los grupos más reaccionarios que forman la oligarquía norteamericana, ha sido el gesto desafiante del gorila que se golpea pecho en el medio de la jungla de la actual confrontación inter-imperialista. Y cuando hablamos de una confrontación inter-imperialista nos referimos al enfrentamiento de in-tereses que existen entre los países más poderosos de la Unión Europea, que conforman actual-mente el bloque progresista: Alemania, Francia, solos frente a Inglaterra, Italia, pero fortalecidos por la presencia de una España que ha regresado al carril de la europeidad.Ciertamente la Unión Europea no es un modelo de unidad monolítica y eso se explica, por razo-nes que responden más a asuntos coyunturales de la política interna de cada país, por ejemplo Italia y Berlusconi, que a proyectos estratégicos, como la integración de la Europa Occidental con los países del ex bloque socialista. En este sentido sí debiéramos hablar de la alianza estra-tégica, coincidente con la actual política norteamericana, de algunos países de Europa Central, cuya postura sí se corresponde con un proyecto de visión nacional congruente con la orientación política de esos pueblos antes de la Segunda Guerra Mundial, de tradición monárquica y compro-metidos con una burguesía nacional industrial decadente, cuyo pensamiento ya reaparece entre las actuales clases medias esas naciones.La dominación planetaria, la antiutopía, tan temida por la cultura de masas del los Estados Unidos, preconizada por George Orwell y tan endilgada al socialismo, en su desviación estalinista, es ahora un rasgo de la sociedad norteamericana. Quiéranlo o no, los conciudadanos de Bush son todos co-legionarios del imperio.En esta nueva cruzada cristiana, emprendida para el rescate de la cultura occidental y su petró-leo, los centuriones modernos avanzan hacia ningún lugar, chapoteando en el mismo terreno, sitiados y acosados por el tiempo, que pasa tan lentamente sin permitir que terminen de arder los pozos petroleros, o demasiado rápido sin que sus soldados puedan reponerse del asedio.Ya el Imperio Norteamericano suprimió los últimos vestigios del orden republicano que quedaban en Irak y estableció una tiranía más sangrienta e inaceptable, por extranjera, que la del mismo Saddam Hussein, Estados Unidos ha golpeado su pecho como el rey de los gorilas en la más salvaje de las selvas, la del capitalismo y ha alzado el cetro del Dominatus, para que nadie dude de su vigorosa fuerza militar. Ya vemos a los “modernos bárbaros hispanos” asaltar las fronteras del imperio para invadir con su idioma y su cultura hasta apoderarse de sus opulentas ciudades, mientras los aristócratas SWAP engordan sus fortunas en guerras lejanas y llenan de miseria a sus propios ciudadanos.El imperio comenzó a imitar a la autocracia a la que dicen combatir, ya han hecho mundialmente pública su renuncia al derecho internacional y a la libertad de la que alguna vez se pretendieron campeones. La Historia está dando un nuevo giro hacia un final ya por todos conocido.

_______________________________________________________José Luis Romero: La Edad Media. Edit. Fondo de Cultura Económica, 1961, pág 11.

La Mancha 5, diciembre 2003

La Mancha 10, septiembre 2004

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Ya en el transitado siglo XX, las minas de la región Carbonífera del Guasa-re definían a nuestra región como la más anclada al enfoque desarrollista

del peor signo. Sin haber aprendido la lección histórica de tanta farsalia y dolor que promovió socialmente el petróleo, volvíamos a rasgar suelos, a expulsar a colectivos indígenas so pretexto de mejoras a la economía regional.

Luego de la acidificación de mantos acuíferos, luego del ensayo depredador de la diversidad biológica y de las consecuencias para con el futuro hídrico de la región, ha tocado registrar en el tiempo, en el alma dolida, lo que la retina logra ver sin ninguna máscara: caseríos a orillas de las carreteras por donde se extrae el carbón mineral, mendigando, sobreviviendo, padeciendo las lecciones locales que el capital y el lucro profesaban por estas tierras zulianas.

No existe el progreso si se sustenta en frustraciones y en experiencias suicidas. Esto lo sabía y saben muy bien los “planificadores” de nuestro Estado, envestidos de la técnica y no de la lógica de lo natural en la intuición sabia de nuestros indígenas.

Las “cintas de asfalto” permitieron llegar a importantes cantidades de personas a lugares inaccesibles de nuestro piedemonte perijanero y, en efecto incontro-lable, innumerables haciendas comenzaron a hacer de nuestros bosques origi-narios, espacios de pastizales donde las reses y la ociosidad de tierras lucrara a unos pocos, a costa del creciente deterioro ambiental que ahora pagamos en sedienta e incierta actitud colectiva.

Las minas Paso Diablo y Mina Norte (noroccidente del Estado Zulia) nunca re-virtieron regalías algunas a los sectores desnutridos y desasistidos de sus alre-dedores. Ya lo decía un amigo: Las nuevas Potosí, nuevos espacios de neoco-lonialismo exacerbado, donde la máquina manda, donde las frases: “progreso y bienestar” sólo servían para rasgar más el suelo y para alejar los ojos de la creciente crítica al modelo de explotación de carbón a cielo abierto.

El Estado y sus legislaciones de tipo ambiental, la carnavalesca y grotesca an-danada de discursos sobre el futuro no podían permitirse el saboteo a las nego-ciaciones que se hacían con el carbón de Guasare. “Cuestión de Estado” fue la consigna y así, los otrora Distritos Mara y Páez (hoy Municipios), comienzan a enfilarse hacia el abismo de la muerte. La UNICEF dirá luego desde su lejana sede que estos espacios político territoriales son de los más pobres y atrasados en el Hemisferio Occidental.

Así el capitalismo nos acogía en su seno, embadurnada las conciencias de fal-sas estabilidades y anhelos. Alienaba pues todo lo relacionado con la existencia: Todos contra todos, que el muro se cayó y ahora la historia se muere.

Qué farsalia esta en la que nuestros indígenas de las etnias wayuú, añú, barí y yucpas se llevaron y siguen llevando la peor parte. Asentados en espacios “sui generis”, según lo hace ver la declaración de la Comisión para el Ordenamiento Territorial del Estado Zulia en el año de 1985, nuestros hermanos indígenas constituyen, desde el enfoque tecnocrático, un obstáculo, una condicionante a revisar con detalle para que fluya la bonanza, eso sí, sin los aborígenes presentes.

Anexo la cita del informe para ilustrar de manera más clara el discurso de dicha Comisión:

“[…] La presencia indígena plantea un reto especial a la planificación del desa-rrollo: “Estas comunidades indígenas responden a patrones de vida muy dife-rentes a los que son compartidos por el resto de la población regional y ocupan, además, espacios muy sui generis desde el punto de vista natural y político territorial. Consecuentemente, las políticas para la ordenación del territorio a

[…] El descrédito más común y ya poco novedoso, dice que ser ecologista

es estar en contra del progreso.” Marcel Claude. (En: Elogio de la Ecología)

ser aplicadas allí, deberán basarse en un reconocimiento previo de esa especi-ficidad y en un diseño imaginativo de acciones, en el que participen verdaderos especialistas en antropología y en tecnologías muy ligadas a lo que el medio es capaz de ofrecer”.

Y entonces crecemos como ciudad y nos toca asumir que somos una urbe que ha crecido aglomerando periferias desasistidas, que somos una ciudad atestada de deficiencias; que somos puerto anclado en la ceguera de no ver el lago como espacio de agua y vida.

Asumimos desde la poca conciencia colectiva, que hemos traicionado lo verdadero; que hemos cercenado de tajo lo que nos otorgó la vida: la naturaleza y sus tierras vivas, los bosques y sus cauces de agua, las especies de mariposas, los indígenas y su cosmovisión. Y desde este dolor comenzamos a actuar como colectivo social en una “lentitud criminal” para generar una nueva relación con el indígena que está allá lejos en esas montañas, desasistido y muerto por progreso.

La Serranía de Perijá, la planicie de desborde que es esta que los tecnócratas han llamado Planicie de Maracaibo, el Lago y todo su universo de piraguas, pe-ces y marullo fueron derrotados por la explotación de petróleo, por los campos de perforación, por las tuberías sublacustres, por los hacendados y sus fertilizantes químicos. Sucumbimos pues a la más grave y triste lección que sordera colecti-va alguna pueda dejar. Somos un puerto atestado de bitumen y ajetreo, somos colectivo consumista enamorado del oropel y la ilusoria estabilidad. El desarrollo no llegó y el futuro está aquí. Estafados y sin ninguna garantía de un eficiente servicio de agua potable, la ciudad se acerca a frases que aprende en los medios de desinformación masiva: “En este siglo XXI las guerras serán por el agua” y, al aparecer de nuevo Irak y el petróleo en escena global, olvidamos que aquello es cierto, cruel y brutal y pensamos que todo es un inmenso video juego que nubla nuestro quehacer de ciudadanos del planeta.

De las minas se sigue extrayendo pesadas toneladas de carbón para exportar a la Europa y a la costa este estadounidense, aumentan los casos de accidentes en las vías que llevan el carbón a los puertos de embarque a orillas del lago; la muerte se asoma a nuestras narices y el hedor nos inmoviliza.

Maracaibo, capital desde donde escribo, olvida su posibilidad de denuncia y cae en la trampa del dinero y la complicidad. Empresas contratistas, profesionales doblegados a la inmediata y lucrativa visión minera, siguen expoliando y ocasio-nando más riesgo a la zona del Guasare. No se sabe a estas alturas cuántos casos por exposición al polvillo en humanos (neumoconiosis) existen; y cuántos de ellos han sido tratados por las instituciones de salud pública con la dignidad teórica que consagran los derechos laborales y humanos.

Cientos son ya los muertos en la vía, varias las casas enlutadas por este ensayo de progreso sustentado en el llanto y en la máquina que el hombre ha de ser.

Perijá, La Cuenca del Lago de Maracaibo, nuevamente se convierten en Zonas de Sacrificio Nacional. Amenazas de ampliación de las minas actuales más la puesta en marcha de nuevas concesiones a empresas mineras trasnacionales, ponen en jaque, en verdadera contradicción el discurso social y de cambios im-pulsado por el Presidente Chávez, electo a finales del siglo XX (1998).

Los Ministerios de Ambiente y de Energía y petróleo entran en pugna por estos espacios ubicados en la cuenca del Guasare. Los “colmillos amarillos” da tanta experiencia mortal salen a relucir con su brillo enceguecedor. Ahora prometen más trabajo, más salud, más inversión social, más escuelas y más ambulatorios. Su publicidad colorida que inunda asimétricamente los medios de comunicación regionales, se aprovecha del desconocimiento colectivo de que ya los bosques

fueron talados, que ya no habrá, por ende, más agua y que el avance de la frontera agrícola ha dejado sequía e incertidumbre social.

Impactado el ciclaje del agua, trastocada la región con tanta dinamita que hace aflorar la veta de carbón, ya no vale reforestación alguna que puedan ejercer las empresas mineras nacionales o internacionales. Bosques con eucaliptos son la alternativa que ya se ha visto, bosques sin aves, sin indígenas, al pie de la mina y el ruido. En prensa son miles las hectáreas que nadie, ministerio y fiscales ambientales incluidos, logra constatar.

En virtud de las declaraciones del 24 de mayo de 2006 de nuestro Presidente, relacionadas con una exigencia hacia el director de la Corporación para el Desa-rrollo del Zulia CORPOZULIA (y por ende Carbozulia), Carlos Martínez – Mendo-za, para que con argumentos “de verdad verdad” le demuestre con certeza que la explotación carbonífera no impactará los bosques de Guasare (Perijá); cito a un amigo entrañable de la biología activa, el biólogo zuliano y colega Carlos A. Portillo que, asumiendo con inteligencia y experticia su conocimiento sobre los bosques de la cuenca del Lago de Maracaibo, expresa:

“Lo que saben los técnicos de Carbozulia, lo que sabemos nosotros, es que los ecosistemas boscosos de los yacimientos a explotar están casi extintos, es decir, fueron deforestados en la última década por la expansión rural gracias a las vías de penetración realizadas para Paso Diablo y Mina Norte. Esta zona no es calificada como un área forestada, sino un área agrícola o tierras agropecua-rias mezcladas con algunos bosques pequeños. Los bosques que quedan son bosques ribereños o riparinos, y están en muy mal estado. Los técnicos de carbozulia no van a tener ningún problema en demostrar que la proporción de bosque a deforestar será mínima, y que no está asociada a los lotes boscosos importantes de la Sierra. Lo peor de todo, es que tendrán razón. Ahora, la exigencia de Chávez no se subordina al cambio potencial en el modo de vida indígena, ni en el efecto multiplicador de deforestación por construcción de vías de penetración en la zona y mayor acceso a recursos madereros antes de difícil acceso ¿Por qué? ¡¡¡Aviso!!!...esto facilita el camino a la explotación.

El desconocimiento puede hacer que tanto las organizaciones indígenas, como ONGs, etc. hagan el mismo planteamiento de Chávez a Corpozulia: subordinar la explotación al efecto sobre el bosque, y una vez que Corpozulia responda con los hechos....no habrá espacio para discernir.

En este caso, el efecto de la explotación sobre el ambiente es general : degrada-ción de ecosistemas, degradación atmosférica, degradación cultural y aceleración del proceso de conversión de los bosques fuera de los linderos de las minas....exactamente lo que ocurrió de 1986-2006 con las otras minas. Ojo con esto...”

Desde esta región, desde este espacio de diversidad biológica y sociocultural, amenazado bajo la sombra de la homogeneidad y el pensamiento unívoco, donde abundan las discusiones de aranceles y “mercado libre” pero nulo es el debate sobre las opciones civilizatorias que el capitalismo ha mutilado, Marcel Claude, ensayista chileno, en una de sus columnas de opinión del año 2005, de manera certera, aguda, logra develar que:

“La “cuestión ecológica” nace como parte de la crítica al consenso generalizado sobre los beneficios del racionalismo científico antropocéntrico que estableció una relación funcional entre el hombre y la Naturaleza, en donde ésta sólo se ex-plica como insumo para las necesidades de la sociedad humana, sin vida propia y menos aún como sujeto de derechos, al punto en que, en aras del bienestar de la especie humana y del progreso científico, se ha llegado hasta la crueldad

“El hombre no progresa, porque su alma es la misma.”

Ernesto Sábato.

La Mancha 31, julio 2006

y la tortura de los animales, lo que constituye uno de los abusos más extendidos de la era de la razón.

En cierto sentido, la “cuestión ecológica” es una expresión del desencanto en rela-ción a un orden que prometió mucho y que, no obstante sus pretensiones paradi-síacas, provocó enormes frustraciones. No es para menos, dado que la era de la razón se planteó como meta la emancipación de todas las formas de esclavitud, a través de una conjunción armoniosa entre lo bello, lo bueno y lo verdadero.”

Esto se ha experimentado en los cinco continentes. Este padecer es global y ahora trata de maquillarse en un nuevo intento por legitimar el tema integracio-nista entre países (y no pueblos). Desde el profundo malestar que genera este oprobio histórico en el que estamos sumidos con muy difusas alternativas para contravenir el lucro y al oropel inserto en el tuétano más profundo de las indivi-dualidades del orbe, surgen “lucecitas sagradas” en la juntez, en la red repleta de rocío que son los movimientos sociales que en verdad construyen en sincero gesto, el socialismo de este siglo, el siglo de la ecología.

En el Zulia desde hace más de dos décadas se ensaya “la conversión de los archipiélagos de los grupos colectivos” en la movilización más amiga del verdor, de la clorofila y los derechos humanos de los indígenas.

Hace un buen tiempo se afinan las investigaciones que revelan la mortandad y el descaro de la industria petrolera y carbonífera en la región. Se compilan desde un tiempo para acá interesantes y dignas, diversas y plurales expresiones relacionadas a la defensa cierta, urgente, sabia de los espacios de Perijá donde abundan el agua y la biodiversidad bajo la amenaza del “nuevo desarrollismo”.

La idea de este escrito era la de exorcizar tanta acumulación de polvo sobre la verdad que Bolívar, Sucre, Simón Rodríguez y nuestras miles de etnias indíge-nas de la América toda, encarnan ancestralmente.

Digo con profunda humildad que me opongo a que un líder, por mucha benevolen-cia y mucha hermosura en sus ánimos solidarios para con el planeta, amague una trampa tecnocrática como la que se evidencia en sus declaraciones recientes.

El Presidente no puede abrogarse ese derecho. Su firma no puede apagar el clamor de las aguas y la ruidosa multiplicidad de aves que en Perijá ansían seguir viviendo. Nuestro Presidente, respetado Presidente, debe hacerse aliado de la verdad y de la historia para evitar tránsitos por “veredas difíciles”.

Porque el hambre se instaló hace rato con promesas de beneficio; porque la he-rida hecha a la tierra es purulenta en la actualidad y sólo una sabia decisión plu-ral y no técnica y unívoca, es la que salvará a nuestros bosques junto a nuestros indígenas, bosques humanos que se niegan a ser talados por demostraciones corporativas, concluyo este ejercicio de palabra con lo comentado por el magís-ter en historia de la Universidad del Zulia, profesor Jorge Hinestroza, cuando, en virtud de la polémica rueda de prensa de nuestro Presidente Chávez, expresa de manera digna y muy claramente:

“Abrir nuevas minas de carbón y nuevos pozos petroleros, sin un proyecto civiliza-torio que supere la dependencia tecnológica de las fuentes energéticas que llevan al mundo en forma acelerada al despeñadero climático, sólo tiene que ver con el ‘socialismo y el capitalismo’ del siglo XX, que tanto sufrimiento han causado.

Además, ¿Cómo podemos hablar de «Socialismo del siglo XXI» dejando in-tactas las bases materiales y espirituales que condujeron a la aparición de los «Condenados de la Tierra»?”.

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Zobeida Guzmán

En un proceso de cambio social y económico, las fuerzas que producen la vida se imponen por encima del sistema de representaciones que mantiene a los grupos sin horizonte de acción. La conciencia de las fuerzas propias y derechos se muestra a través de las formas en que los grupos manifiestan su condición. Se cuestionan actitudes que hay que abolir o superar. Se exige un cambio en la manera de valorar. El despla-zamiento de relaciones productivas va acompañado de un cambio de sensibilidad, una nueva manera de sentir, otro estilo de hacer las cosas.

Toda sociedad genera las formas de expresión que corresponden a sus peculiaridades. La nuestra es una sociedad donde la información tiene un valor inestimable, los medios de comunicación ocupan un lugar esencial en la opinión pública y las comunidades comienzan a tomar las riendas de su destino. Dadas estas características, es evidente que en correspon-dencia con el nuevo modelo de economía popular y su sistema de relaciones de solidaridad y cooperación, debe haber un modelo comunicacional.

Bajo la necesidad de desarrollar un nuevo mode-lo comunicacional y cumpliendo con el mandato constitucional de garantizar el acceso a la realización y disfrute de la cultura como un bien irrenunciable del ciudadano, se presenta el proyecto de confor-mar una red nacional de productores audiovisuales capaces de plasmar mensajes afines a su realidad local y con la intención de democratizar y masificar el acceso a la producción de dichos mensajes. Para crear esta red de Unidades de Producción Audiovisual Independientes y Comunitarias, se desarrollará un plan de formación, una red de soporte, un sistema de financiamiento y un plan de difusión. El curso formará individuos que sean capaces de organizarse en coo-perativas, conformadas como unidades de producción de material audiovisual, para ver, producir y distribuir dicho material.

En el modelo comunicacional tradicional, fundamental-mente somos consumidores de mensajes audiovisuales producidos por pequeños grupos económicos, frente a los cuales nos mantenemos indefensos en una actitud pasiva. El primer paso para revertir la ingenuidad frente al cotidiano bombardeo audiovisual, sería la creación de una misión o plan que tuviera como objeto la supera-ción del analfabetismo audiovisual y dar las herramien-tas para comenzar a ver críticamente los mensajes, aprender a leer audiovisualmente.

El segundo paso sería que las comunidades comien-cen a producir los mensajes que se corresponden a sus necesidades: materiales para el debate, para la formación, para reforzar las redes de economía popu-lar, materiales encaminados a reforzar los Consejos Comunales y difundir sus planteamientos para po-tenciar todas las iniciativas estratégicas que afianzan el proceso de cambio y revolución que sólo una Red auspiciada por el Estado puede garantizar.

El periodismo no es una profesión que se aprende en una escuela, se aprende en el ejercicio y la ex-periencia cotidiana del manejo de la comunicación, en la escuela de la vida, inserto en el entramado

socio cultural. En esa cotidianidad estamos insertos los medios alternativos, respondiendo a los intereses de muestras comunidades. En los medios alternativos y comunitarios es donde la sociedad y los grupos sociales organizados podemos expresar nuestra opinión y reemplazar el espectáculo, la representación de los hechos, por la palabra de los mismos actores sociales en su propia voz. Eso somos los medios alterna-tivos y comunitarios de comunicación. Nuestra filosofía editorial está absolutamente parcializada hacia los intereses de los sectores populares, y nuestro fin es difundir todos aquellos eventos de trascendencia social y cultural, que signifiquen desarrollo y unidad de las tendencias auténticamente democráticas y progresistas sin estar sujetos a intereses mezquinos y de cualquier poder económico transnacional e imperialista de cualquier signo.De otro lado están muchos periodistas con “título” de la Escuela de Comunicación Social y colegiados, que en la mayoría de los casos están bajo el dominio de los grandes empresaurios de la comunicación masiva. Empresas que engloban todos los aspectos de la producción y la distribución, de la que son dueños, y así como son dueños de los medios, son dueños de algunos periodistas, ejerciendo de esta manera la mono-polización comunicativa unilateral, que con frecuencia trata a los lectores, oyentes y espectadores como si fueran receptores pasivos de información, pretendiendo incluso tratarnos como idiotas. De este otro lado la sociedad en general se ve impedida de desempeñar un papel más activo en la comunicación y de poder expresar su opinión, queriéndosele someter cada día a las manipulaciones ejercida por los poderosos empresaurios de la comunicación.Ese cerco que nos impidió en el pasado acceder a la información fue tendido por los monopolizadores de la difamación mediática amparados desde la IV república en la “Ley del ejercicio del periodismo”, que en su artículo 2 dice: “todo ciudadano debe poseer un titulo universitario en Comunicación Social o carrera afín, y debe estar inscrito en el Colegio Nacional de Periodistas, y si es de una universidad extranjera debe validar el título”. Increíble que en esta “revolución” esté vigente y no se haya derogado semejante ley violatoria de los principios de la Constitución Bolivariana; aunque no es de extrañar por la defensa que de ella hizo la diputada Desiré Santos Amaral recientemente en la ya tristemente conocida rueda de prensa anunciando el Premio Nacional de Periodismo 2006 el pasado lunes ocho de mayo.En esta rueda de prensa el sirviente de los empresaurios de la comunicación, Levy Benshimol, presi-dente de esa cosa que llaman Colegio Nacional de Periodistas exteriorizó su “formación ciudadana”, excluyente y despreciativa de la libertad de expresión a la que todos los venezolanos tenemos derecho, con estas palabras:“Para ejercer la profesión de periodista profesional, se requiere preparación, formación, capacitación y formación como ciudadanos” “Cualquier persona puede escribir en los diarios, pero para ejercer esta profesión, se requiere tener mucha intelectualidad y dominio de las herramientas tecnológicas, y por ende exige mayor formación de la persona que quiere ejercer la profesión”Es decir necesariamente para alcanzar una formación ciudadana, tener “intelectualidad” y “dominio de la tecnología” debemos todos pasar por la escuela de Comunicación Social y estar inscritos en el Colegio de Periodistas como lo están el Sr. Benshimol, Desire Santos Amaral, William Lara y Marta Colomina.Rebatir esto en verdad no cuesta mucho, Benshimol y los periodistas que piensan como él saben que la cosa no es así, sólo siguen manipulando y ejerciendo su cada día marchito poder y monopolio de la difamación, legitimada por la Ley del Ejercicio del Periodismo. Pero tal vez en verdad se lo estén creyendo, tengan la convicción de que no existen personas, hasta niños de cualquier barrio, que sin haber ido jamás a la escuela de comunicación o cualquier escuela, manejen las herramientas tecnológicas como el mismo Benshimol jamás llegaría a hacerlo. En verdad se estén creyendo que la actuación de muchos periodistas durante el golpe de estado, cuando secuestraron la información y manipularon a miles de Venezolanos para llevarlos a la muerte, está en correspondencia con una ética y con una correcta formación ciudadana que reciben en la escuela de comunicación social, o la que adquieren al inscribirse en el colegio de periodistas.Pero se nos ocurre que Benshimol, al hablar de formación ciudadana está pensando en la formación de un ciudadano, el ciudadano Kane (el personaje de la famosa película de Orson Wells), empresario dueño de periodistas y de medios; inescrupuloso, arribista, egoísta y tracalero, que hace de la mentira y el estupro un medio de comunicación. Cuya filosofía informativa sería “el fin lo justifican los medios” Los medios alternativos como uno de los principales protagonistas del poder popular y una de las más efec-tivas armas de la democracia de base revolucionaria, seguiremos siendo una herramienta de los pueblos para servir a sus propios intereses. Pronto debemos ponernos a dar la pelea por la derogación de la “Ley del ejercicio del periodismo” y la colegiatura para ejercer la comunicación y la información que nos pertene-ce a todos y todas.

Marianella Yanes

David espera en la acera de enfrente. La calle es oscura, pero la lu-cecita que viene del cuarto de Magdalena ilumina su rostro, saca una sonrisa de sus labios y lo ayuda a soportar el frío que se cuela entre las aberturas de su saco. Lo que más quiere en la vida es que esa mujer que adora se asome y lo mire, para él basta con eso, que sólo lo mire y, repentinamente, como si Dios lo hubiese escuchado, las hojas de la ventana se abren poco a poco, como con timidez. David: (Para sí, en un murmullo) ¡Es ella!

Efectivamente una sombra se acerca a la ventana. David tiembla. Cámara en subjetiva nos deja ver cómo va apareciendo el cuerpo de Magdalena. Lleva una dormilona blanca, traslúcida. Ella apenas se cubre con la cortina que ondea al viento que entra de la calle. Ella lo mira enamorada, casi quiere volar y llegar a sus brazos. Magdalena: (Trémula) ¡¡¡David, mi amor!!! David: (Trémulo) Magdalena…

De pronto se escucha un portazo. Una voz fuerte y grave: (Amenazante) ¿Qué haces allí, Magdalena?

Magdalena se sobresalta y en la angustia cierra las ventanas. David queda paralizado. Todo anuncia conflicto. La atmósfera es tensa. Acordes de tensión, misterio

Corte a:

El suspenso rompe con la cotidianidad “…La vida cotidiana… es sinónimo de gris, es convencional; a ella se con-trapone lo que no sucede todos los días, el hecho dominical o las experien-cias vividas interiormente”, es una cita de Henry Lefebvre* que calza como anillo al dedo para justificar por qué no debe morir la telenovela. Si colocamos en imágenes la escena descrita, cada uno de nosotros le pon-dría la carga emotiva que transita en su imaginario. No sólo emociones vin-culadas, necesariamente, al agrado. Pueden ser de rechazo, de negación, de fastidio, pero todas ligadas a nuestro universo simbólico, todas ligadas a nuestro cotidiano, a nuestra cadena de valores. Seguro, por ejemplo, hemos descubierto más de una vez a un negador de este género, mirando con el guiño del ojo cada vez que pasa frente al televisor a las nueve de la noche.La telenovela es una representación de la cotidianidad latinoamericana. Cotidianidad amorosa, por demás. No es gratuito que haya sido en nuestros pueblos, en ese encantamiento del realismo mágico, donde se hace contun-dente su producción. Nuestra cultura hizo de la serialidad, de la secuencia-lidad, del qué sigue mañana, una forma de relación humana. Me equilibro en mi entorno porque tengo un tema: ¿Dónde terminó la novela anoche? De allí al cuento del enamorado, al cuento del marido y los niños, de las penas y alegrías, sólo hay un elemento significante que me coloca como el protagonista real de la vida. Aristóteles ya lo definía en su Poética. El Drama es necesario porque conlleva a la catarsis. Que exista un clímax me libera por los breves minutos que dura una emoción. La Psique elabora y sublima los propios efectos, o marcas, de la vida cuando los traspolo y coloco en la ficción. ¡Soy como la protagonista de una novela! ¡Quisiera conseguirme un amor así! ¡Sí! La ridiculez, la cursilería, que supone un deseo parecido ha estado con-tenida, en algún momento, en cada uno de los seres humanos que habita este lado del planeta. Es la única forma de modificarlo luego. De hacerlo concreto y específico en cada hombre. Pero todos fantaseamos en nuestra adolescencia con la idea del amor eterno, del príncipe azul, del villano que nos rapta para que llegue “el propio” a demostrar su fortaleza y su amor, o en el caso de los hombres, la “propia mujer” que nos acepta como único va-rón. Esos sentimientos se niegan. No se reconocen y siempre saca sonrisas en los soliloquios, en los monólogos, en las confesiones íntimas, por eso la

ficción nos libera. La telenovela recoge toda esa variedad de elementos. El hecho de dejarnos en suspenso durante un día ya implica un ejercicio emocional único. Es tener dentro algo que vive fuera de nosotros, que es independiente, pero que lo hago mío, porque acudo a mi imaginario y pongo mi propia historia colada en el cuento. No en vano ciudades completas se han paralizado a la hora de la telenovela. “El derecho de nacer” dejaba petrificadas a las muje-res frente al televisor blanco y negro; igual ocurrió antes con la producción radial. Muchos años después tuvimos fenómenos de audiencia en Vene-zuela como el de “La mujer sin rostro”, “La señora de Cárdenas”, “Malú”, “Cristal”, “La Revancha”, “Por estas calles”, etc. Las calles de La Habana se quedaban abandonadas, en los años 80, a la hora de “La esclava Isaura”. Eran esclavos de “La esclava…”, decían para entonces. Río de Janeiro se paralizó completamente el día del capítulo final de “Roque Santeiro”. Los españoles compraron “Cristal” a las productoras venezolanas e hicieron famoso en España a Carlos Mata, un ídolo. El Medio Oriente se identificó con un producto como “Cassandra”. Los japoneses y chinos ven nuestras telenovelas como nosotros vemos sus comiquitas.He escuchado a intelectuales venezolanos, que viven de la telenovela, ha-blar de ella con desprecio. He escuchado a escritores llamarla el subgénero. Otros sienten vergüenza al contar que son creadores de historias de amor. Muchos se acercan por el valor económico que implica hacerla. Pero pocos defienden conceptual y literariamente su producción. Valga la comparación: La telenovela como libro es una representación de la historia cotidiana de estos nuevos pueblos. ¿Ideologiza? ¡Sí! Crea valores. ¡Sí! Tal como lo hace Shakespeare en Otelo cuando presa de los celos asesina a Desdémona. Nadie puede negar que el autor más importante de toda la historia de la literatura, que cuenta las pasiones humanas, le hablaba al pueblo. Habría que separar el género como tal del producto que mercadean los medios. Del producto que asesinan los medios. Sería importante dentro de estos cambios que se producen en nuestro país pensar en ello. ¿Por qué matarla? ¿Por qué no convertirla en una aliada si ella nos cuenta a nosotros mismos?

* Citado en “Cuéntame en qué se quedó”, La telenovela como fenómeno social, editorial Trillas, México 1994.

La Mancha 28, abril 2006La Mancha 29, mayo 2006

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Hay celulares con los que puedes sostener teleconferencias en tiempo real viendo el rostro del otro en vivo, como ni siquiera pudie-ron soñar los más atrevidos futurólogos al estilo de Huxley, Orwell y McLuhan. Desde hace rato están en el mercado, son la última generación y de seguro para muchos ya se han vuelto una especie de necesidad fatal, como nos tiene acostumbrados la publicidad: es que si no lo tenemos no somos nada. Ahora, si quieres, con un sencillo manosear de teclas puedes esta-blecer contacto inmediato y presencia efectiva a través de una red invisible que nos hace tan omnipresentes como Dios, tornando a los enamorados y a los yuppies en inmunes a las distancias.Se trata, en efecto, de un fenómeno tecnológico que avanza con una celeridad aplastante. Su rostro de vértigo nos lleva a saber que atravesamos el siglo de desarrollo más avasallante de la historia. Pero, sin saberlo, no vemos sino la punta del iceberg de un proceso que en sus fauces resulta aterrador y cuyas consecuencias por lo general no imaginamos. Por eso hay que dudar, de todo y de todos como Santo Tomás, porque la vida da muchas vueltas y el tópico “ The American Way of Life” está muy lejos de ser tan amable como nos lo pintan Hollywood y toda la maquinaria publicitaria de los grandes monopolios mediáticos que nos seducen a diario. Siempre se analiza cómo están cambiando nuestras vidas las nue-vas tecnologías, pero en ningún momento se cita cómo su produc-ción cambia la vida de otros lugares de la Tierra. Me explico: para la fabricación de los teléfonos celulares son imprescindibles elementos como el niobio y el tantalio, que úni-camente se obtienen de un mineral poco abundante que se llama columbita-tantalita (coltan) con el cual las baterías de los teléfonos móviles mantienen más tiempo su carga, pero que además se utiliza para el mejor desempeño de los videojuegos. La gran demanda ligada al boom de la tecnología móvil ha producido una reacción en cadena en la que el comercio ilegal de coltan retroalimentó la llamada I Guerra Mundial Africana, con epicentro en la República Democrática del Congo, situación reconocida en diferentes informes de las Naciones Unidas. Este conflicto se inició en 1998 y terminó “formalmente” en 2003. Su explotación, transporte y venta están controlados por gobernan-tes corruptos y militares de alto rango en connivencia con conocidas compañías multinacionales, todo ello sin la intervención de organis-mos internacionales. Algunos autores hablan de un nuevo colonia-lismo que desde 1997 ha provocado unos 4,5 millones de muertos, 2 millones de desplazados internos y más de 500 mil refugiados, además de situaciones de semiesclavitud, explotación infantil y deterioro del medio donde habitan los gorilas de las tierras bajas. ¿Y eso alguna vez aparece en la TV, sale en la prensa, nos lo comenta algún amigo? ¿Tan fácil se nos hace gozar de los avances tecnológicos a costa de la miseria y la muerte? ¿O es que como son ellos, esos negros perdidos en el mapa, inmersos en la inciviliza-ción, no nos debe importar su tragedia? Ahora, si quieres, con el sencillo manosear de tu celular, puedes estar contribuyendo al asesinato de niños, mujeres y hombres y tú bien gracias, sin siquiera una reflexión. ¿Y ahora me van a decir que uno no frunce el culo cuando se arranca de cuajo una pestaña?

Es asunto conocido cómo el capitalismo de manera sistemática ha venido permeando la condición del ser, alterando su estructura de valores, modificando su percepción del mun-do y en consecuencia la relación que con éste establece. Somos para el sistema regido por las reglas del capital, unidades de consumo pertenecientes a tal o cual estrato social, con una capacidad económica (es decir, de consumo): alta, mediana o baja.Desconocer a estas alturas de la vida, del siglo o del proceso, los nocivos modos que ha sembrado en nosotros la sociedad de consumo, sería (por decir lo menos) una peligrosa ingenuidad, capaz, en el momento menos esperado, de cambiar el curso de cualquier destino trazado, por noble y altruista que este sea.La metamorfosis a la que el ser ha sido obligado no es de fácil reversión, y no resulta fácil desmontarla porque de los “sentidos” nos afecta con exactitud; todos.Desde el comienzo del día, hasta el final de la noche cuando nos disponemos al descan-so, la vida de todos y cada uno de nosotros consiste en resolver “problemas” de todos los tamaños y dimensiones, decimos con esto: los seres vivos, cada cual a su ritmo están permanentemente estudiando un problema y buscando la manera de resolverlo, cuando finalmente consideramos que hemos encontrado la solución al problema, se toma enton-ces la decisión que nos lleva a uno de dos resultados: el éxito o el fracaso.Basados en este principio han evolucionado las especies hacia condiciones de mayores ventajas al momento de adaptarse y sobrevivir, pero cabe preguntarse: ¿Por qué opera este principio sobre las especies, y no sobre el individuo? La respuesta es simple: nos necesitamos unos a otros para sobrevivir y reproducirnos, esto, que es un principio establecido por la naturaleza misma, es lanzado al cesto de la basura por un sistema políticoeconómico como el capitalista que nos enseña a vivir contra natura, nos invo-lucra sólo con nosotros mismos y establece como clave del desarrollo y la evolución el individualismo, y adquirimos entonces con el individualismo, el egoísmo y (por si esto fuera poco) la indolencia; “no te preocupes por el otro, en esta carrera son pocos los que triunfan, y tu tienes las condiciones para ser un triunfador”, esta máxima capitalista se nos ha repetido hasta formar parte de nuestra corteza cerebral, empujándonos cada vez con mayor violencia y voracidad a “querer tener”, porque tener está directamente ligado a la capacidad de consumo, es decir quien tiene mucho es porque su capacidad de consumo es igualmente mucha, y el triunfador del cual nos habla el capitalismo es justamente de aquel que tiene, y que tiene además desmesuradamente.Nuestra ambición por tener se manifiesta a cada momento y en todos los aspectos de nuestra vida, convirtiendo nuestras necesidades en espejismos inalcanzables, pero inde-lebles. Estamos permanentemente queriendo tener bienes, propiedades y servicios que la mayoría de las veces no necesitamos, pero para discernir entre lo que queremos y lo que necesitamos debemos silenciar la conseja capitalista que constantemente nos repite: “lo necesitas todo, no puedes ser uno de los que tiene menos, o peor aun, de los que no tienen nada”. Nos preguntamos entonces: ¿Cómo silenciamos al capitalismo?A lo largo de la historia el imperio primero, el feudalismo después, el capitalismo luego hasta llegar a nuestros días de neoliberalismo imperial y globalizado, ha diseñado estrate-gias y empleado armas y herramientas de todo tipo para garantizar su permanencia como sistema de vida entre los humanos, pero ninguna fue tan efectivamente peligrosa como lo son los medios de propaganda y difusión radioeléctricos, conocidos como “medios de comunicación masivos”: radio, cine y televisión (y recientemente Internet), estas herra-mientas, verdaderas armas letales, ocultas tras la “inocente” fachada de la industria del entretenimiento, se han convertido en los últimos tiempos en el arsenal armamentístico más peligroso y devastador del neoliberalismo, con un alcance ilimitado y un poder de in-cidencia total en la conciencia del ser, reproducen y afianzan modelos culturales, políticos y económicos que favorecen a pocos en perjuicio de las mayorías, porque los “triunfado-res” conforman un “club” de poquísimos miembros que no admiten nuevos ingresos.Despojar al neoliberalismo de estos instrumentos y transformarlos de armas de destruc-

ción masiva, en herramientas para la construcción de un nuevo ser y en consecuen-cia, un nuevo mundo, puede inscribirse sin lugar a dudas en lo que ha dado en llamar-se guerra de cuarta generación, sin embargo ganar esta batalla no debe convocarnos al triunfalismo, por el contrario, avanzar sobre el terreno del enemigo despierta en éste mayor agresividad traducible en un incremento de ataques y contra ataques.RCTV. ¿Cómo convertir la conquista de este espacio en una verdadera derrota para el enemigo? En torno a esta pregunta invitamos a reflexionar para abrir otro campo de discusión, es decir, ante la inminente caducidad de la concesión otorgada por el Esta-do venezolano al sector privado que explota el espacio radioeléctrico conocido por el nombre comercial de RCTV (canal 2 de la frecuencia VHF), se asoma la posibilidad de crear la primera televisora de servicio público en la República Bolivariana de Venezue-la, por lo cual se ha generado un gran movimiento social que viene debatiendo acerca del concepto de la “televisión que queremos”, concepto que constituye un campo im-portante de discusión, pero tratando de blindar el espacio conquistado tendríamos que debatir también en torno al concepto de la “televisión que necesitamos”. Decimos esto porque el “querer” puede, y es lo más seguro, que esté contaminado por el arraigado sentido de consumo que habita en todos, y que se activa de manera automática tanto en el individuo como, y a mayor escala, en el colectivo que conforman los individuos, y correríamos el riesgo de hacer un simple cambio de propietarios, que a la larga terminaría por reproducir las formulas y modelos inoculados por el neoliberalismo a lo largo de los años. Visto así la conquista de este espacio no sería más que una victoria para el enemigo, quizás no en los aspectos económico y financiero, pero si en los as-pectos cultural y político, ya que estaríamos, sin proponérnoslo, continuando el trabajo del enemigo. ¿Cuál es entonces la televisión que necesitamos?Para respondernos esta pregunta debemos primero desmontar el tramposo concep-to de “entretenimiento” que circunda nuestra vida, llenando todos los espacios; el “entretenimiento” al cual nos acostumbró el capitalismo y ha encontrado su máxima expresión en la fase neoliberal, podríamos definirlo como un estado de letargo donde el ejercicio de la reflexión no tiene cabida, hábilmente nos indujeron a creer que pensar es un fastidio, y nos encerraron en un “getho”, donde casi por voluntad propia hemos decidido idiotizarnos progresivamente hasta alcanzar el punto máximo de la no reflexión o nulidad del pensamiento, mientras nuestra realidad va en un sentido, el “entretenimiento” industrializado no sólo invisibiliza dicha realidad, sino que además crea otras “realidades”,fatuas y absurdas que le permiten transformarnos en unidades de consumo. El “entretenimiento” es en síntesis el sistema de ideologización del neo-liberalismo, a través de este los modos y costumbres del consumismo alcanzan todos los ámbitos de la sociedad hasta convertirnos en una sociedad de consumo.Es por tanto, más que necesario, urgente, reconceptualizar el término, nutriéndolo de un contenido no sólo diferente, sino radicalmente opuesto al conocido hasta hoy.Como dijimos antes, vivimos realidades tan desdibujadas, que detectar a primera vista nuestras necesidades, no siempre resulta tarea fácil. En consecuencia la televisión necesaria será el resultado de la reflexión colectiva, cuidada y profunda, no obstante podemos adelantar algunas propuestas.La nueva televisión, la necesaria, debe orientarse a ser un sistema apoyado firme-mente en tres bases, estas son: la televisión como instrumento de formación político ideológica, la televisión como herramienta de construcción del nuevo sistema social, entiéndase socialismo, y finalmente la televisión como arma de defensa de los logros alcanzados.Definitivamente en esta televisión el entretenimiento tendrá que ser otra cosa, puesto que no tenemos tiempo para perder.Finalmente, y aunque nos venga difícil admitirlo, debemos reconocer que la distancia que separa lo que queremos de lo que necesitamos, es exactamente igual a la que separa al capitalismo del socialismo.

1 Comunicación libreEstamos construyendo la nueva comunica-ción, entendemos la comunicación hecha desde el ciudadano, desde las comunidades (sea geográfica o de intereses) una comuni-cación no adscrita a ningún poder constituido, sea estatal, o del capital privado.Nuestra naturaleza socialista nos conduce a trabajar desde una óptica de equidad, tanto desde dentro de las estructuras del medio como con los nexos que se hacen con otros grupos sociales.Libertad de comunicación con responsabilidad.

2. Creación libreCreemos en el principio que todos somos creadores, tanto de cultura, de política, de relaciones y de nosotros mismos.

3 Visión y práctica de la EcologíaEcología: relación cultural con la naturaleza. Ecología social. ¿Cuáles son los principa-les problemas ecológicos de hoy, tanto en Venezuela como en el mundo? Creemos no sólo en la ecología como conservacionismo, sino que además vemos en la ecología una filosofía de vida.

4 Educación para la libertadPrincipios básicos de la educación, Basados en la escuela Robinsoniana. Educación permanente y a través de la experiencia.Principios de la no violencia de Ghandi.Siempre inmersos en una lógica de pensamiento continuo en permanente transformación.

5 Bolivarianos, Solidarios, Sobe-ranos, Internacionalistas, Comprometidos ideológicamente. Latinoamericanistas. Cons-tructores de la patria grande.Antiimperialistas.

6 Principio del cooperativismoAdhesión abierta y voluntaria, control demo-crático de los socios, participación económica de los socios, autonomía e independencia, educación, entrenamiento e información, cooperación entre cooperativas, Compromiso

con la comunidad. solidaridad, trabajo en equipo, construcción colectiva.

7. Respeto por la diversidad.Apoyo, promoción y acción dentro de la cultura emergente, visión de género, diversi-dad cultural (multietnicidad, pluriculturalidad, interculturalidad).Respeto por las decisiones y gustos sexuales, dentro de los límites de la ética, que permita la convivencia y no la autodestrucción, siempre en el marco de la tolerancia, que nos permita comprendernos sin afectar las libertades de nuestros vecinos en este universo mundo.

8 Somos iconoclastasBúsqueda constante de la transformación de los paradigmas aceptados. Creamos espacio para las nuevas propuestas desde la identidad propia. -Acciones con corresponsabilidad-Somos conscientes de nuestro espacio y nuestra temporalidad.Buscamos constantemente los códigos culturales que genera lo urbano. Incluyendo la mezcla que hemos logrado hacer entre lo urbano- lo pueblerino- lo indígena- lo afro, asumiendo la dialéctica.Identidad: Respeto, práctica y reflexión sobre la identidad cultural caraqueña, venezolana y latinoamericana.

9. Visión crítica de la realidadNo nos conformamos con lo establecido. Creemos que las visiones críticas contribuyen más a la construcción de conceptos, realida-des y sueños.

10 Promovemos la complementa-riedad de los opuestos: en el marco de un pensamiento Eco-socialista en continua construcción, promovemos la contínua y permanente discusión y debate de ideas, que no necesariamente por ser opuestas deban oponerse, sino que por el contrario pueden complementarse y fortalecerse de forma per-manente, en la eterna espiral del pensamiento que nos dice que un retorno no es volver a lo mismo, pues la experiencia nos hace ver siempre con distintos ojos la realidad siempre cambiante.

Maqueta en construcción

La Mancha 40, abril 2007

La Mancha 38, febrero 2007

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Siempre había sospechado que en el interior de la república, o sea, todo lo que no es capitales de estados grandes o menos cosmopolitas, la percepción de la realidad está sujeta a la interpretación de los personajes destacados de dichas localidades y con esto no estoy restando importancia a dichos municipios o estados, sólo trato de exponer un punto de vista. Por ejemplo en una reunión en la que estuve el 25 de julio de 2006 sobre la nueva política del Conac, los representantes del mismo encabezaron la nueva plataforma de municipalización cultural de la siguiente manera:[…Estamos concientes de que si las comunidades no responden a las convocatorias he-chas por el Estado, es porque estamos cansados de tanto engaño, por lo tanto esperamos que éste no sea un nuevo engaño por razones electorales…] la dualidad del discurso asusta y alerta a los que realmente creemos en aquello de que “Inventamos o erramos”. La política comunicacional no escapa a este tratamiento. Las emisoras de radio comunita-rias se han lanzado en una competencia loca en la búsqueda de usuarios y patrocinantes con todo lo que ello implica: El no cumplimiento de la norma que rige a las emisoras alter-nativas que es: Información, participación, educación y entretenimiento.Entonces usted escucha maratónicos espacios de vallenato, reggeton, Hip-Hop, rancheras y rap acompañado de mensajes de texto que asustan y pare de contar exabruptos y críme-nes audibles. Estamos claros que la música es parte importante de la comunicación, tanto radial como de TV, pero no tanto como para deformar la intención del Minci al poner en

manos del colectivo la herramienta importantísima de los medios alternativos que jugaron un papel determinante en los días infames del 2002. Para completar el panorama, los dueños, perdón, directores de las emisoras intentan manipular a los productores, directores y conductores de programas, tratando de crear (subliminalmente) una matriz de opinión contraria a las políticas de Estado. Hacen uso y abuso del derecho que tienen como figuras preponderantes dentro de la colectividad haciendo de aquel discurso dual una línea editorial que beneficie en los números a dichas emisoras. Existe clara competencia al tomar como punto importante de niveles de audición la cantidad de llamadas y mensajes de texto que entran en los programas y si no tienen patrocinios, presionan a los productores para que busquen comerciales. No hace falta decir que los dueños, perdón, directores de dichas emisoras, son los que acaparan la mayor cantidad de comerciales de los negocios más poderosos de las localidades. Yo soy una citadina que vive en el interior de la República (Yaracuy) y siempre tuve mis dudas de cómo se ven las cosas desde el interior; ahora con la óptica certera desde el interior del país, me pregunto: ¿Cuál será el verdadero papel de los medios alternativos? si éstos se convierten en la herramienta que pueda vulnerar el proceso de cambios que lidera el Presidente, al darle (sutilmente) un rumbo comercializador a la noble idea de informar-participar-educar y entretener libremente y con el objetivo claro que el norte es: Inventamos o erramos.

Un Sistema Nacional de Medios Alternativos y Comunitarios debe estar basado en el principio de corresponsdabilidad, respeto, solidaridad y voluntad sincera de transformación del modelo comuni-cacional existente en el país. En este sentido creemos que no sólo debe ser replanteado el papel y el funcionamiento de los MAC sino toda la relación que el Estado venezolano mantiene con las maquinarias mercantiles de difusión de información. Entendemos que en el tránsito hacia el socialismo debemos avanzar a paso firme hacia un sistema popular de comunicación que apunte hacia la soberanía comunicacional transfor-mando el papel de las comunidades y grupos organizados de diferentes naturalezas en verdaderos protagonistas y creadores de la información.Es necesario, abrir un compás de experimentación que permita a la institución y a la comunidad orga-nizada intentar modelos aun no existentes de relación comunicacional. Este sistema debe estar apo-yado por una amplia campaña de formación para usuarios de medios, trabajadores, y comunidades que bajo una visión robinsoniana de formación permanente y liberadora construyan colectivamente sus nuevos referentes para la comunicación y la vida.Para avanzar hacia este sistema es necesario invocar el principio de corresponsabilidad, deponer personalismos, gremialismos y arrogancias y comprender que este sistema será construido con el esfuerzo y la voluntad de muchos factores trabajando en conjunto y con un fin claro: la profundización del proceso revolucionario bolivariano.Es necesario el replanteamiento integral de todo el sistema comunicacional del país.Este intento de creación del SNMAC debe estar acompañado de una reflexión y una voluntad de transformar también la relación que el gobierno revolucionario viene estableciendo con los medios mercantiles de difusión de información. Es urgente avanzar hacia un sistema socialista de comuni-cación que dé prioridad a las necesidades comunicacionales de la gente y deje atrás la naturaleza mercantil y publicitaria de los sistemas que todavía persisten.Se hace necesaria la transformación del MPPCI para poder dar respuestas y soluciones y actuar de manera dinámica y corresponsable con los colectivos de comunicación.Proponemos la transferencia de la oficina DGMAC al Vice ministerio de Estrategia Comunicacional, esto con la intención de replantear el espacio que ocupan los MAC dentro del aparato burocrático estatal e igualmente redefinir el tema presupuestario. Somos partidarios de transformar la concepción del sistema comunicacional y no de definir un porcentaje de asignación de recursos. Los MAC son una expresión genuina de organización social, de red de productores de contenidos locales y de profunda participación social. En este sentido debemos crear alianzas con el Estado basadas en el respeto, el entendimiento y el compromiso transformador.Proponemos una amplia discusión acerca del sistema académico y gremial del periodismo y la dis-cusión de un reglamento o conjunto de normas que ayude a organizar e impulsar el movimiento de medios alternativos y comunitarios bajo una nueva visión y una nueva ética.Condenamos el modelo mercantil de comunicación y el apoyo que el gobierno brinda a éste a través de las inmensas sumas de dinero que se les transfiere con la asignación de pautas publicitarias y campañas. Este modelo no hace más que perpetuar una relación mercenaria y chantajista que dificul-ta el avance hacia los nuevos planteamientos que en materia de comunicación el país demanda.

La llegada al poder en Venezuela, de las fuerzas políticas y sociales agrupadas (para 1998) en el Polo Patriótico, significó el inicio de un cambio sustancial en

el paradigma de democracia representativa (predominante por más de 40 años) y se abrieron las puertas a la posibilidad real de transferirle el poder al pueblo por medio de la concepción de la democracia participativa.No obstante, la ruta para transitar los cambios que conducen a la transformación de las estructuras del Estado se ha inscrito dentro de una perspectiva distinta al uso de la fuerza. El proceso venezolano, por sus características particulares de revolución pacífica, encara un frente de batalla intangible, es decir no se mide contra un ejército convencional. Hablamos de un frente cuyos comandos se ejercen desde los ámbitos de las Tecnologías de la Comunicación y la Información que, en el momento histórico actual, es orquestado por poderes transnacionales que buscan dominar las fuentes energéticas necesarias para afrontar sus crisis internas.Luis Bonilla Molina en su libro Guerra de Cuarta Generación y Sala Situacional Social, señala que “precisamente, desde esa perspectiva, la mayoría de los medios de comu-nicación nacional ha desarrollado, impulsado y fomentado la más desproporcionada e injusta campaña de oposición al modelo de democracia participativa y protagónica, así como al líder del proceso Bolivariano, Hugo Chávez. Iniciativas que les han llevado a aliarse con los sectores contrarios a los intereses nacionales que estaban enquistados en la corporación petrolera venezolana (Pdvsa). La industria de la Comunicación y la Información nacional en abril de 2002, (construyó) una alianza estructural con el campo energético y armamentista global”Evidentemente, toda la campaña que auspicio la ejecución de un golpe de estado con-tra el presidente Hugo Chávez, en abril e 2002, tenía una coordinación central desde los medios privados de comunicación (Venevision, Globovision, Rctv, Televen, Cmt), quienes se aliaron en los tres grandes ejes descritos por Bonilla: Mediático (Dominado por la Corporación Cisneros en alianza con otros grupos comunicacionales) Energético (en manos -para ese entonces- de la cúpula de la estatal petrolera agrupada hoy en la Gente del Petróleo) y Armamentista (Tráfico de armas ligado a Isaac Pérez Recado y alguno ex militares del Four Season´s) Al unirse estos tres ejes, en conjunto con pode-rosos capitales trasnacionales, estamos frente a un Guerra de Cuarta Generación.

GUERRA DE CUARTA GENERACION (1989) Esta teoría fue elaborada por William S. Lind y cuatro oficiales del Ejército y del Cuerpo de Infantería de Marina (Army and the US Marine Corps — USMC) de los Estados Unidos. La guerra de cuarta generación es principalmente una teoría a nivel táctico, la cual a veces abarca los niveles operacionales, y está situada en la era moderna, desde el Tratado de Westfalia en 1648 hasta la actualidad. Fue publicada simultáneamente en la edición de octubre de 1989 del Marine Corps Gazette y del Military Review. Esta teoría está basada en una dialéctica cualitativa derivada del conflicto entre tesis y antítesis. Dentro de este contexto, las revoluciones militares están consideradas como innovaciones tácticas, posiblemente operacionales, que producen una ventaja decisiva a todo el que se adapte a ellas primero. Desde 1989, el ejército norteamericano baraja una nueva concepción de la guerra denominada de cuarta generación, más conocida como Fourth Generation Warfare (4GW), que es la que corresponde a la revolución de la información, aunque todavía no ha sido oficialmente asumida.

Vanessa Marsh, de la Revista Tendencia 21 explica la Guerra de Cuarta Generación apuntando que “La evolución tecnológica, la aparición de enemigos que no responden a definiciones clásicas y la ofensiva terrorista, han llevado a los estrategas militares a con-cebir un nuevo modelo de guerra que se apoya, por primera vez, más en los elementos culturales que en el potencial bélico. Se llama guerra de cuarta generación y lo que pretende es la victoria a través de la movilización cultural contra un enemigo impercepti-ble y volátil como es el terrorismo”. La guerra de cuarta generación oscila del aspecto armamentista al psicológico. Lo que pretende es una movilización masiva de la población en un antagonismo integral contra el supuesto enemigo, que abarca los aspectos políticos, económicos, sociales y culturales de una nación con el objetivo de alcanzar el sistema mental y organizativo del adversario. La guerra de cuarta generación es totalmente asimétrica, ya que opone a dos agen-tes que apenas tienen nada en común: por un lado potencias tecnológicamente muy desarrolladas, con capacidad para emplear armas inteligentes muy sofisticadas, y por otro agentes transnacionales o infranacionales, ya sean religiosos o étnicos, que se enfrentan a distintos símbolos como el mercado o el imperio, y con un nivel armamentis-ta muy elemental.

EEUU VS IRAKEn un artículo escrito por William S. Lind titulado: A Warning from Clausewitz, puede leerse: “Con la invasión de Irak, Washington está intentando convertir una guerra de cuarta generación, una guerra con entidades no-estatales, en una guerra de segunda generación, una guerra contra otro estado que puede ser conquistado por la aplicación simple del poder de fuego a los blancos”. El atentado contra las torres gemelas el 11de Septiembre de 2001, es un claro reflejo de este estadio de la guerra actual, ya que representó un golpe certero contra el corazón del enemigo que perseguía sobre todo un impacto mediático y psicológico que se consiguió completamente. En síntesis, la emergente guerra de cuarta generación prevé estar firmemente basada en las ideas, en particular las ideas no occidentales. El terrorismo, el cual sobrepasa las fuerzas militares tradicionales y ataca directamente a la población civil de una nación, es considerado un componente importante de este modo de guerra.

TELEGUERRA EN VENEZUELALos autores de los eventos desestabilizadores contra el Presidente Chávez, agrupa-dos en la coordinadora de oposición, hacen uso irracional de los medios de comuni-cación privados del país, básicamente de la televisión, para generar una matriz de opinión desfavorable a los logros del gobierno nacional. La utilización de los medios trabaja las siguientes aristas: Fomentar miedo en la población, la desinformación, la confusión en el ambiente informativo y/o las pantallas televisivas (utilizando los supuestos, los aparentes y las informaciones no confirmadas), generación de una matriz para victimizar a los canales de tv, control informativo, propa-ganda psicológica para legitimar a los golpistas y el fomento de una la guerra mediática. Pero como dice el dicho, en el amor y la guerra todo se vale, y la historia nos demuestra que en los conflictos inventados o magnificados por la gran prensa venezolana, la crónica es torcida por la desinformación la cual pretende manipular al mundo entero.

La Mancha 7, mayo 2004

La Mancha 52, marzo 2008

La Mancha 35, noviembre 2006

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Medios Masivos y Sociedad del Oscurantismo

La comunicación es hecho, fenómeno y proceso cultural, político – econó-mico y hace parte de la dialéctica de la lucha de clases, emergiendo como

factor social que se desenvuelve y dinamiza en el marco de las contradicciones entre la comunicación de élite - comercial y la popular - alternativa.De la misma forma que en la sociedad capitalista la política se limita a ser una técnica en provecho de la administración del Estado y sus instituciones de clase, para defender y robustecer el despojo milenario hoy presentado como riqueza naturalmente originaria de quienes cuentan con el poder económico; la comuni-cación en el capitalismo global actual juega un papel fundamental en la propaga-ción de la información que favorece y permite hacer viable dicha política de clase y que por tanto redunda en el fortalecimiento del estatus quo del capital.Esta comunicación busca sustentar al sistema y al mismo tiempo se convierte en estructura amplificadora de plusvalía, en una industria que permite al tiempo que efectuar un trabajo político, una misión financiera en el sentido de convertirse en sector relativamente autónomo de la economía.En el contexto de la actual globalización, fundamentada en la anexión, porque lo es, de la propiedad privada, que encarna sin más un proceso de privatización de la tierra, la comunicación del capital cumple su misión política conservadora al tiempo que es industria que crea un producto de consumo por el que pagan millones de seres humanos, dicho producto es la desinformación que delinea por tanto, no la tan propalada Sociedad del Conocimiento, sino la Sociedad del Oscurantismo.Los medios se convierten en instrumentos que permiten la ampliación de la enajenación en los seres humanos, favoreciendo la neutralización del sujeto revolucionario, cercenando su creatividad colectiva e individual, interiorizando las estructuras ideológicas dominantes, y permitiéndole a la clase en el poder silenciar las verdaderas necesidades humanas desde una pedagogía mediática asentada en los mecanismos de la oferta y la demanda.

Fascismo y Medios en Colombia un ejemplo de oscurantismoColombia, sin duda alguna, es un descomunal laboratorio en el que se escenifica rotundamente la tragedia que significa la guerra imperialista contra los pueblos. Lo mismo que en Irak, Palestina, Líbano y Afganistán, en Colombia se mani-fiesta el proceso de aniquilamiento contra el movimiento social y revolucionario mundial.La guerra civil de mediados del siglo XX regentada por las élites liberales y conser-vadoras, dejó más de 300.000 muertos del pueblo y una anti reforma agraria que hoy se consolida. La actual guerra civil lleva más de 150.000 mil víctimas, en un país con una oligarquía que cuenta en su haber además con el exterminio de todo un partido político como lo fue la U.P (Unión Patriótica), con más de 5.000 asesi-nados por fuerzas estatales y para estatales, genocidio en el que cayeron líderes políticos, campesinos, indígenas, estudiantes y la base social de este movimiento político que emergía como proyecto popular en la década de los 80 y 90 y que fue resultado de las negociaciones de paz entre el Estado y la insurgencia, por tales hechos, recientemente el Estado colombiano fue sancionado internacionalmente por ser culpable de genocidio y de crímenes de lesa humanidad.Desde el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, los medios de comunicación de la burguesía y los sectores latifundistas han jugado un papel siniestro a favor de las guerras al servicio de los poderosos y han trabajado incesantemente en contra de la soberanía del país, fieles a la trágica herencia santanderista que representan.En Colombia prácticamente existe sólo un medio masivo de comunicación impreso; la Casa Editorial el Tiempo, propiedad de la familia Santos, histórica representante de la oligarquía colombiana y que en el actual gobierno de Uribe Vélez, cuenta con vicepresidente y ministro de defensa. Las principales emisoras de radio y canales de televisión son propiedad de Ardila Lule y Santo Domingo, los dos grandes magnates del país, status conseguido gracias a que han sido los principales inspiradores de los planes de guerra contra el pueblo y desde allí se han hecho dueños del país por completo, dominan desde la caña de azúcar hasta los medios de comunicación (RCN y CARACOL radio y televisión).

Los medios masivos en Colombia son, de facto, medios de la Presidencia de la República, del ejército y la Policía Nacional y ahora que comparten su propie-dad con grupos españoles como PRISA Y PLANETA; se encargan en unión con ellos, de conspirar contra el movimiento popular y social de Colombia, Latino-américa y el mundo, desde la propagación de la fallida teoría de la no existencia del conflicto, al tiempo que se convierten en indiscutibles medios de guerra que encubren hasta donde pueden la violenta realidad, y esconden con farándula y distorsiones los miles de muertos y torturados por las fuerzas del Estado y sus ya comprobados aliados los paramilitares en el marco de una tenebrosa estra-tegia en donde se utiliza el descuartizamiento, técnicas de tortura y mutilación, que incluyen desde la moto sierra y el machete, hasta la navaja o el garrote. Esta violencia no es gratuita, es la forma como la burguesía colombiana ha hecho y hace política para mantenerse en el poder, esta sevicia ocultada durante largo tiempo y que hoy emerge por la misma fuerza de los hechos y las denuncias del pueblo, tiene como corolario que el 90% de la tierra esté en manos de un reducido y privilegiado 5% de los colombianos, sector exiguo de la sociedad pero que cuenta con los medios de comunicación, las instituciones del Estado, las fuerzas militares y paramilitares, miles de informantes obligados o voluntarios, ejércitos armados desde las agencias de seguridad privada y más de 3.000 asesores y “contratistas” estadounidenses.Día a día se comprueba cómo la orientación que los poderosos medios de información le dan a esta crueldad, sólo busca perpetuar la impunidad des-de la artera estrategia de legitimación de tales hechos llevada a cabo por la producción de películas, series, novelas y desde los noticieros y documentales direccionados todos hacia la exaltación de la cultura mafiosa y el silenciamiento de los cientos de miles de víctimas. Integración y comunicación popular A pesar de esta realidad ejemplificada desde el caso particular de Colombia, pero que se extiende por gran parte del planeta, los procesos y proyectos de comunicación alternativa forjados en la lucha misma, y no en pocos casos, desde la obligada clandestinidad, emergen cada vez con más fuerza, más variedad, extensión y cobertura, con nuevas estrategias y lógicas que colocan como epicentro la iniciativa popular y propulsan las dinámicas organizativas, rompiendo paulatinamente y desde abajo la hegemonía y la desinformación en correspondencia con los logros del pueblo respecto a la dominación.Los procesos y cambios en la producción en el marco de la actual globalización, manifiestan la lucha de clases en una dimensión expresada en términos genera-les entre la anexión o la integración global. En este sentido todo proyecto de liberación nacional hoy más que nunca adquiere una dimensión continental y mundial, los pueblos en lucha por la toma de las estructuras estatales o por la toma del poder, en la actualidad en América Latina deben articularse e integrarse de manera autónoma e independiente. Los pueblos tienen el derecho y el deber histórico de hacer de las condiciones de la globalización capitalista el motor para la integración en el marco de un proceso simultáneo de independencia e interdependencia. En el contexto del imperialismo es necesaria la independencia, el fortaleci-miento y defensa del Estado Nación y la recuperación de la soberanía, pero al mismo tiempo es necesaria la interdependencia popular (superación del Estado Nación), proceso que al parecer los pueblos del continente americano están llamados a liderar. De allí que el fenómeno venezolano y latinoamericano actualmente esté contraponiendo una lógica diferente en el sentido en que no se configura un nuevo centro que anexiona sino nuevos caminos de intercambio y solidaridad como oposición al imperialismo, que no pueden derivar en una reafirmación de las burguesías nacionales, ya que esto significaría un retroceso. En consecuencia, el emerger y visibilizar las diversas realidades de los pueblos latinoa-mericanos, que en mucho se parecen, demostrar las causas de sus problemáticas, favo-recer la aparición de los sujetos ocultados y omitidos, acompañar y fortalecer los procesos revolucionarios continentales; hace parte de las tareas y compromisos más urgentes que la comunicación popular en la América Nuestra debe asumir con gusto, como alternativa al monopolio del dominio capitalista de la información y el conocimiento y en respuesta a los innegables apetitos y a la ferocidad imperialista que se muestra peligrosamen-te amenazador sobre el cabalgante proyecto de Patria Grande.

ILos debates y críticas sobre los medios de comunicación parten, según me parece, de un punto más bien común, cual es que no se concibe la actualidad (y hasta la existencia misma) sin medios de comunicación. No obstante, los medios que conocemos son históricamente recientes. La radio cumplió un poco más de cien años y la televisión es incluso más joven. Más antigua sin duda es la sociedad de masas, estrictamente su posibilidad histórica.En efecto, a partir del siglo XIII ya se perfilan las condiciones para su exis-tencia con el nacimiento de las ciudades y la llamada economía mundo. Sólo dos siglos después nacerá la imprenta, con lo que ya tendríamos las bases completas para el diseño del mundo moderno que nos acompaña hasta hoy. Lo que ha habido desde entonces son variaciones de un mismo tema.No es de extrañar la naturalización del mundo moderno, pero no cabe duda de que estamos en un momento especial para interrogar esa naturalización y tomar algunas decisiones obligantes dadas las circunstancias políticas, his-tóricas, culturales, sin dejar a un lado las ecológicas. Parto pues de la consi-deración de que hemos naturalizado una civilización que ha labrado su des-trucción, y con ella, la del planeta. Desde este supuesto, creo que debemos pensar la comunicación y, sobre todo, la de masas.IIEste punto de arranque para el análisis y la crítica sobre los medios me lleva a observar el actual debate desde una distancia difícil.No puedo menos que alegrarme de que el país todo esté implicado en las deliberaciones, públicas o domésticas: en plazas, en los medios, en las calles, desfilan los argumentos.Pero el problema, creo, y es un creo muy particular, está en el modelo de civiliza-ción que llevó al diseño de este tipo particular de comunicación de masas.IIICreo con muchos que una revolución es un cambio de modelo civilizatorio.IVAsí pues, el debate debe dirigirse al modelo de comunicación desarrollado (e impuesto) por la civilización occidental, que responde al continuo histórico de la modernidad, la cual tiene su albor en el feudalismo. Lo digo porque el modelo de Estado que conocemos nació entonces, entre los siglos XII y XIII, con la ciudad y el mercado; y la conjunción de todos estos elementos propició la aparición del concepto “individuo”. Con el individuo, como sabemos, nació la propiedad, y las leyes y filosofías que la sustentan.Pero lo que me parece más interesante es que la noción de individuo se ha opuesto históricamente a la de comunidad. Ciertamente, a la caída del Imperio Romano sucedió paulatinamente la virtual desaparición del Estado, de modo que Europa conoció hasta el siglo X un largo intervalo en el que sus habitan-tes vivieron en comunidades que incluso desconocían el dinero. Fueron los monjes en el 940 los primeros en comenzar a acuñar monedas, llevaron al campo el mercado de la tierra y significativamente el tiempo moderno (con las horas canónicas que segmentaban el tiempo de acuerdo a una programación, con lo que nacerían los hábitos y las rutinas, y por descontado la valorización del tiempo que habría de convertirlo en mercancía), prototipo del urbano, en oposición al tiempo agrícola campesino.En lo que luego sería América también conocimos un largo y profundo tiempo sin Dios, sin Estado ni Ley, y ese registro no está borrado en nosotros, acaso por ello nuestra rebeldía de hoy. La resistencia del discurso salvaje, en térmi-nos de J. M. Briceño Guerrero.VHoy mismo estamos discutiendo la rede finición de las nociones mencionadas, comenzando por el Estado. Refundar la República pone hoy el debate en la construcción de nuevas ciudades, en la reconfiguración del territorio, en la nueva geometría del poder. Todo esto nos llevará tarde o temprano a toparnos de frente con los criterios macroeconómicos del régimen de mercado interna-cional, sobre todo cuando la integración corra por cuenta de los pueblos y no del mercado. (Obsérvese la insistencia del Presidente Chávez en conminar a una integración política antes que mercantil, que lo ha llevado a criticar el nombre mismo de Mercosur.)

VIPues bien, lo que me parece estar en crisis y en discusión es el modelo de civilización, que concibió el mercado mundo, que necesitó de ferias, mercados internacionales, imprenta, periódicos, radio, televisión, Internet. Este modelo ne-cesitó igualmente del individuo, esto es, del ser aislado pero vinculado al Estado por medio de la ley. Necesitó al propietario. (¿Acaso no estamos en nuestro país participando en un intenso debate sobre el régimen de propiedad?)VIDiscusión en fragmentos Primer aparte. Observemos la oposición: comunidad o individuo. Y hemos insistido que la comunicación que necesitamos construir es la comunitaria, sin embargo son las tecnologías de la comunicación de masas las que hemos puesto en el debate y no las comunitarias.En este sentido, observo que la comunicación que está puesta en el debate es la construida por el liberalismo ayer, el neoliberalismo de hoy. Estamos discutiendo las formas de hacer viable el modelo comunicacional burgués. Nos ofusca y entrampa la palabra comunitaria, aplicada a las tecnologías de la comunicación de masas a escala local.Me parece que ese es el quid del asunto. Segundo aparte. Se entiende que no podemos considerar sin una larga discu-sión la posibilidad de una radio o televisión comunitarias, pues está claro que se trata de radio y televisión. Me explico con una pregunta: ¿necesitan per se las comunidades de radio y televisión?Tercer aparte. Hace poco escuché que una herramienta (digamos un martillo) era “inocente”.Los que así piensan dirán la televisión lo es, en tanto herramienta. Yo no comparto ese criterio, pues considero que toda herramienta responde a una necesidad concebida en un marco civilizatorio específico (los griegos no ne-cesitaron la rueda, por ejemplo.) El martillo no es culpable, pero su existencia no es inocente. De modo que no criticar la herramienta, esto es renunciar a ponerla en situación y contexto, es de alguna manera soslayar una cuestión esencial. Además, esa herramienta es también su empleo, y el manejo que de ella se hace responde a una corpo-oralidad concreta. No quiero ser purista, pero ¿acaso no hablamos, incluso entre los habituados, del “impacto” de las nuevas tecnologías?Cuarto aparte. Verdad de Perogrullo: Los intereses privados no son los de las comunidades.Nada podemos esperar de los medios privados. Luego, los intereses de la co-munidad interesan a la comunidad… y al Estado revolucionario, que promueve, incentiva, llama a la organización a través de los Consejos Comunales (CC). Ne-cesitamos una TV de y para los CC. No una televisión de denuncia que fortalece el “país” (caótico, ineficiente, corrupto) que explotan los medios.No una televisión que “entretenga” el ocio del tiempo libre del “trabajo asalaria-do”. No una televisión que “eduque” en tiempo televisivo, esto es, sin tiempo ni posibilidad para construir argumentos y réplicas. Necesitamos una televisión que investigue, eduque y organice en el tempo de la vida, que rompa la relación tiempo-dinero. Que argumente y cuestione, que transparente los procesos.Quinto aparte. De querer, no quiero TV. Y no me como el cuento de la influen-cia, al menos como lo echan. Cada vez que lo dicen le hacen un grueso favor a la industria televisiva, como decir campaña de a gratis. Y si todo el mundo lo dice debe ser cierto... Ahí está la falacia. Propongo salir de este círculo en el cual se reafirma el poder de la TV. Prefiero pensar contra toda evidencia, que la TV no es necesaria, per se. Que bien pudiera no existir. Que existió para fortalecer el mercado a través del estímulo masivo del con-sumo. Que construyó al tele-vidente, y lo hizo impermeable a la palabra. Que instrumentalizó la otra gran falacia: Una imagen vale más que mil palabras. Que potenció la imagen como mercancía comunicacional (otra vez y siempre sobre la base de ganancia en el más corto tiempo posible), adelgazando el espesor vital de la fotografía y el cine, dejando al efecto –especial- suplir la falta de sentido con sentido súbito, inmediato, efectista, fugaz, absurdo.Finalmente, prefiero la conversación, el encuentro, la gente. No me interesan mediaciones interesadas. Amo el tiempo real; no los reality show. La realidad, no su simulación.

José Javier León

Darién Giraldo, desde Colombia

La Mancha 40, abril 2007La Mancha 67, 2da quincena de noviembre 2008

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En mi Barriolos pipotes de basura son sonorosy algo de pestilencia erótica me animaCada familia tiene su locoy las viejas utilizan un poco de cloro o de lejíapara espantar nostalgias de otros tiempos

En mi Barriolas muchachas son asiduas visitantes de la maternidady nunca se les conoce maridoTe amo cada vez que desde el bloque 50me llamas a la radio para hacerme saber que existesMi memoria se impregna a ese olor a escaleras usadas sexualmente

En mi Barriono falta la ruda ni el sancochoy la provincia se llama Cruz de Mayo y décima espinelaEl portugués del abasto también le tiene fe a Santa Bárbaray siempre le prende una velitapara que su hijo llegue a GeneralTengo una vecina lesbianaque de vaina habla castellano

En mi Barriolos poetas hablan a mordiscosNo escuchan a BachPrefieren el feeling de Guadalupe Victoria Raymondy las descargas de Milton CardonaLa rumba disipa las nostalgiasy el anís nos despierta los demonios

Mi Barrioes de pingaTodo el mundo bebeTodo el mundo debey todos pelamos bolasSomos orgullosos y sabios“Buscando guarapo, semilla y Ashé”

En mi Barriohasta para beber hacemos eleccionesCuando no hay disparoses porque están tumbando al gobiernoTodos somos buhonerosprofesores, curas y mendigosNo sé que harían los gobiernossin los votos de los Barrios

En mi Barrioedificios y ranchosson la urbe enteraSomos expertos transeúntes de escalerasPor eso las piernas de nuestras féminasson las más sabrosas de la tierraTodos somos amantesPedimos la bendicióny la música siempre esta a alto volumenAquí la gente muere bailando

Mi Barriopor donde se le mirees una sola cabillaPor esole escriboEstas Letras de asfalto

Cuando uno toma un libro de poesía y lee el título: Letras de Asfalto, a uno no le queda otra salida que pensar en la ciudad, en la urbe. Es como si la sola sugerencia comenzara a presentir el vértigo de la calle.La poesía de Efraín Valenzuela es eso: es el barrio con su praxis cotidiana. La palabra de todos los días que se vuelve argumento para justificar lo espontáneo, es decir, lo inmediato del gesto, lo intrascendentemente cotidiano.Lo ético y lo estético se conjugan en una extraordinaria alqui-mia. El ethos urbano, la cohesión y la costumbre se expresan en el verbo aparentemente de uso ordinario y lúdico, y se tras-mutan, con la fuerza del grito vehemente que sale del alma, de cada una de estas letras, para ser pronunciadas con rango de poesía conversacional.La calle está en la metáfora del asfalto, el hogar está en ese ethos colectivo, llamado hombre común, sin el juicio moral, sin la hipocresía de la retórica complaciente; es la simple ex-terioridad, pero que expresan el impulso vital, sin la censura previa. Lo conversacional se hace intranscendente, se hace parroquia, se hace piel, porque está en lo inmediato y viviente de cada expresión.Pero, bueno, así funciona esta alquimia de verbo urbano con-vertido en recitación para la música de corte experimental, para la poesía visual o para el pensamiento convertido en imagen repetitiva, que de tanto oírla miles de veces, ya no nos damos cuenta de su existencia verdadera y ,sobre todo de esa belleza invisible, como si se tratara de un tesoro oculto.La poesía de Efraín reivindica lo inmediato que se encuentra en nuestro ser colectivo. La comunión-acción se hace familia o parroquia: es Gregorio, Maita, la sobrina, la vecina, el portu-gués del abasto. Comunicación y amor que será grabado en la memoria de todo los días, pero que aquí se hace siempre presente en estas Letras de Asfalto.

a Efraín Valenzuela

Es terrible arrastrar un error por tantos años y además reincidir en el error sin darnos cuenta ¡...y que eso casi te cueste un amigo...!Efraín ofrecemos nuestras disculpas y reeditamos corregido tu poema Letras de asfalto del poemario del mismo nombre, que tanto nos gusta.

Este poema apareció en La Mancha 6, de abril de 2004 y en la revista 5 años de poesía e imágenes y en las dos ocasiones presentó el mismo error.Con el paso de los años he aprendido a reco-

nocer tanto a los buenos amigos como a los mejores poetas, irreductibles en sus voces y sus te-mas, consagrados al legado de versos que pese a las adversidades de la vida, están dispuestos a dejar como huella al resto de los seres humanos que seguiremos aquí hasta el fin de los tiempos. Y, aunque como dije he aprendido a distinguir la calidad en esas dos cate-gorías, con mucha más frecuencia exteriorizo mis opi-niones respecto a la amistad, que no así a la “poetad”, sin embargo toda regla merece ser irrespetada con una excepción, y queda claro que dicha excepción debe ser merecedora de tal subversión. Es así, como el caso que despierta estas breves, sencillas pero, vaya que muy sentidas palabras, de tanto merecerlo se convirtió en una deuda que, (admito, no sin vergüenza) no sabía siquiera como cancelar, ya que cada vez que me pro-ponía escribir acerca de Efraín Valenzuela y su poema-rio “Letras de Asfalto”, nunca sabía como empezar y, lo que siempre he considerado peor que no saber como comenzar, no tenía idea de cómo terminar, lo que inde-fectiblemente me llevaba a sospechar que no alcanza-ría a hacerle justicia al autor y su obra, y como siempre caben todas las posibilidades, es posible que en esta oportunidad tampoco logre el objetivo. No obstante, un infortunado evento editorial me ayuda al momento de escribir estas líneas. Hace ya algunos años l@s camaradas de la coope-rativa editorial La Mancha (ejemplo de esfuerzo y constancia en el universo editorial, actividad ésta, en unas horas dulce y en otras amarga), a través de su publicación periódica, en un intento de hacer un me-recido homenaje al buen amigo y mejor poeta Efraín Valenzuela, publicaron de su libro “Letras de Asfalto” el poema que da nombre al libro pero, como nunca falta la “mala leche”, en esa oportunidad tampoco faltó, y resultó que quien transcribió el texto cambió por error una palabra en un verso, modificando así el sentido del poema. Y a la fecha aunque los amig@s de La Mancha me recuerdan que para entonces integraba yo el consejo editorial de la publicación, por razones de afecto, que da lo mismo decir de amistad, dejaré a car-go de Janette y Oscar todo lo relativo a la errata (estoy convencido que lo harán mucho mejor de lo que pueda hacerlo yo), pendiente desde aquellos años.Nunca me he considerado un poeta, por tal razón el primer sorprendido fui yo, por allá en el 89, cuando después de haber enviado algunos textos para tratar de ingresar a los talleres de poesía del CELARG, días después me llamó una secretaria de la institución para notificarme que había resultado seleccionado. Por aquellos años (ignoro si en la actualidad tienen estos talleres la misma importancia para los nuevos creado-res), los talleres del CELARG en sus distintos géneros, eran para los escritores nóveles (e incluso, ya con re-corrido como en el caso de Efraín), lo que la Meca para los musulmanes, de allí salió (sólo por mencionar un par de ejemplos) “Mas si yo fuera un poeta, un buen

poeta” Un extraordinario libro de William Osuna (qui-se decir, posterior al taller el CELARG publicó el libro de William), Ángel Gustavo Infante magnifico narrador (de quien por cierto hace un montón de años que no tengo noticias), hizo taller con uno de los grandes de la literatura latinoamericana en sus años venezolanos; Tomas Eloy Martínez. En fin, había para “exportar” tanto del lado de los facilitadores, como del lado de los “ta-lleristas”. Como dije antes, corría el año 1989 o quizá era el 88, ya no recuerdo con exactitud, cuando nos en-contramos allí los y las que eran, con los y las que no éramos, y entre los que sin lugar a dudas era, estaba Efraín encabezando la lista. Debo decir en este punto, que ni Efraín ni yo concluimos el taller, las razones quizá las comente en otra oportunidad, en ésta sólo me con-voca “letras de Asfalto” y el humano detrás del libro. Es desde allá, desde los años del caracazo, que recuerdo haber trabado amistad con este controvertido poeta, de personalidad arisca, hombre curtido de barrio y de resis-tencia revolucionaria urbana que oponía en el pasado, la conciencia de clase y la formación política ideológica a la brutalidad policial y la política represiva de la dere-cha más rancia, dirigente y explotadora. Frontal en sus opiniones con propios y ajenos, gran lector y pensador, con una memoria que sin temor a equivocarme sería la envidia de unos cuantos elefantes, levantó con tal vigor la bandera de la poesía, que yo, humildemente le con-fío ese estandarte en cualquier batalla. Así pues, entre otras formas, es Efraín, porque entre los tragos, en los bares, en las noches, en medio de la conversación con los amigos y las amigas, se multiplica por sí mismo, y llega al paroxismo de su pasión; la vida, que es para todos los efectos, tratándose de Efraín, lo mismo que la poesía. Hasta allí dejo al personaje pero, dejo cons-tancia antes de pasar a la obra, de su inquebrantable fe católica, así como de su labor a lo largo de los años en el campo (aun sin ser abogado) de la legislación cultural en nuestro país, dos aspectos que a vistas de cualquier hombre o mujer militante de la izquierda libertaria, po-drían parecer contradictorios, en él logran coherente unidad (es asunto de fe en la humanidad).

LETRAS DE ASFALTO. Si no me equivoco ( cosa que pasa con frecuencia), “Letras de Asfalto”,es la primera vez que cobran forma de libro los poemas de Efraín, antes por supuesto, sus versos fueron publicados en distintas revistas, periódicos, pero, además militante de la palabra viva, para el momento de la publicación (como casi todos los poetas), ya había participado en cualquier cantidad de recitales a lo largo y ancho del país, por eso es bueno acla-rar que “Letras de Asfalto” no es en ningún caso un libro de “aprendiz de brujo”, nada tiene que ver este libro con aque-llas primeras publicaciones que terminan siendo para sus autores motivo de arrepentimiento, por el contrario es una obra largamente pensada; “teñida y puesta al sol, y vuelta a teñir”, era por decirlo de alguna manera un libro esperado por todos, conocido por todos. “Voy a leer, dijo Efraín en el bautizo del libro (como tantas veces antes), un poema que

casi me hace famoso” y leyó: Te escogí Para que destapes Mi lata de atún ¡TE VES HERMOSA! Con el abrelatas En las manos

Pero este poema aunque recordado y celebrado por todos, es un divertimento, que sirve para recordarnos en cierto punto del libro que no sólo de plomo muere el hombre, porque tanto antes como después de este abrevadero, el verbo se pasea con la misma intensi-dad por la crudeza de la calle (y más específicamente del barrio), como por la cálida estación de los afectos, o el grito honesto del “ser”, sin más pretensiones que las que pueda albergar un sabio abandonado: ME ES IMPOSIBLE Atraer duendes Con este pedazo de derrota Andar unos cuantos grados Todo etéreo Fulminar la última letra de tu nombre…

Así comienzan las “Letras de Asfalto”, anunciando el autor que no puede mentir, porque su testimonio es y será célula que compone el inalterable tejido molecu-lar de la historia (o cuando menos nuestra historia), y mentir ante la historia, es mentir ante las estrellas, y para Efraín irremediable creyente en Dios, es mentir ante lo más sagrado (la vieja Carmen Valenzuela re-pitiéndole desde el más allá, como lo hizo desde el más acá: “ No hay tiempo para deprimirse”) ; la poesía. Con este poeta tenemos dos opciones convertirnos en enemigo del hombre (le ha pasado a muchos), o amistarnos con el verbo para aprehenderlo y encarnar en sus textos, como lo que somos; caraqueños de los tiempos que corren. Armar nuestra locura Volver a la irreverencia Lanzarnos sobre el estruendo de los viejos vicios Entre belleza y eros en el propio abismo Soltar las preguntas que nos vengan en ganas En un solo canal (el de 80) En un solo asfalto “desde un escaño” “una cuneta” Entre esquina y esquina los propios vagos…….

Y aquí como si citara a la Biblia, su Biblia, son mucho los convocados pero, pocos los que asistimos. Hasta ahora, mientras escribo estas líneas caigo en cuenta que en mi libro “25 Madrugadas” también evo-co el amor entre el hombre y la locura (su locura divi-na); ¡Vaya comunión! Termino diciendo que “Letras de Asfalto” es una sín-tesis magistralmente lograda de la vida en nuestros barrios, en nuestras vidas, en nuestros años en pala-bra poética.

P.D: Dejo constancia de mi amor por el poeta Efraín Valenzuela..

Gastón Fortis Silva

¡En Vino veritas, poeta!como dijera Ludovico

Ernesto Sánchez

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24 2524 25PROPUESTA PRESENTADA EN MESA DE TRABAJO DEL II ENCUENTRO DE EDUCACIÓN BOLIVARIANA

La situación En principio necesario es reconocer que un medio alternativo de comunicación re-presenta una manera no tradicional de intercambio de información entre individuos de una comunidad, heterogénea en apariencia, pero que se homogeniza según la particularidad del mensaje expresado, sin que esto le prive del cumplimiento de la interactividad necesaria en el proceso comunicacional. No todo medio de información es en esencia un medio de comunicación, el concepto que los teóricos de la comunicación han manejado como comunicación de masas, no es otra cosa que un canal masivo de información que no permite, en la mayoría de los casos, que el receptor intercambie su mensaje de manera personal con su emisor. Esta situación ha permitido que con el uso de una tecnología cada vez más avanzada algunos grupos humanos erigidos como empresarios de la información se hayan dado a la tarea de llevar al colectivo mensajes que inducen a un acondicionamiento del receptor en función de facilitar los intereses de élites de poder en lo económico, po-lítico y/o cultural. Todo esto contribuye, por lo menos en Venezuela, en que de forma progresiva intereses imperialistas se apoderen de los medios de información y, una vez en ellos, emprendan una sistemática campaña de transculturación y alienación de la población que durante más de cien años ha socavado los valores y principios fun-damentales de los ciudadanos de la patria. Valores como la solidaridad, la familia, la sana convivencia, y el sentido de pertenencia y arraigo tan necesarios en un individuo o sociedad para fortalecer el concepto de patria y soberanía, y no ser así presa fácil del mercantilismo imperial representado en parte por los desarraigados morales que la misma dinámica ha perpetuado en nuestro sagrado suelo americano. Los Medios de Comunicación Social son instrumentos esenciales para el desarrollo del proceso educativo y como tal deberán cumplir funciones informativas, formativas y recreativas a fin de contribuir al desarrollo de valores, conocimientos y actitudes que fortalezcan la convivencia ciudadana. En cumplimiento de lo establecido en la legislación venezolana, los Medios de Comunicación Social dirigidos por el Estado, por entes privados y por productores independientes, en cualquiera de sus modalida-des, prensa, televisión, radio, multimedia y otros que surjan como consecuencia del avance de las telecomunicaciones, están obligados a conceder espacios y ajustar su programación con el fin de permitir ser utilizados en actividades educativas dirigidas al logro de los valores y objetivos consagrados en la presente Ley. La responsabilidad social de los medios de comunicación queda determinada por lo expresado en el ordenamiento jurídico vigente.

La amenaza No significa esto que no hayan algunas excepciones dignas de contextualizar, sin embargo el precio de esa situación lo hemos pagado caro con el saqueo económico y moral de nuestra patria, a tal efecto el nuevo Estado Bolivariano de Venezuela reconoce que es necesario fortalecer dichos valores y a la vez combatir las amena-zas crecientes del imperialismo capitalista de apropiarse materialmente de nuestro patrimonio físico y destruir mediante la colonización mediática nuestra idiosincrasia y gentilicio. Definitivamente la necesidad de emprender una campaña intensiva y man-comunada de reeducación revolucionaria en todo el país nacional, es y debe ser la prioridad suprema de gobierno nacional. En ese contexto los medios alternativos de comunicación deben jugar un papel protagónico y vital, en principio partiendo del hecho mismo de ser verdaderamente comunicacionales, o sea no sólo informando al pueblo sino informándose del pueblo. De tal manera que si partimos de los usos y abusos de los canales informativos tradicionales, sean radio, prensa, televisión o web,

debemos repensar su uso y aplicación. No parece apropiado el hecho de combatir fuego con fuego, sería una felonía imperdonable, la idea debe estar centrada más que en reformar el medio en transformar al comunicador.

La tarea Oficialmente la tarea de regulación de los contenidos es propia de CONATEL, y compete de manera directa la formación de periodistas y comunicadores socia-les al MES y el MED. Por su puesto que la legislación al respecto recae sobre la Asamblea Nacional, pero quizás la mayor de las responsabilidades está, de forma implícita, en el derecho constitucional que tiene el usuario ante cualquier atentado que amenace su calidad de vida y la de su comunidad. El Minci, tiene en este caso el papel compartido de mediar, convocar y velar porque la sociedad venezolana tenga el uso pleno de la garantía de su derecho a estar informada de forma veraz y objetiva, sólo así el ciudadano venezolano podrá ejercer de manera libre su capacidad de asentir, discernir o participar de manera protagónica en los procesos propios de su comunidad local y nacional. Pero son los propios individuos y colectivo a través de los diferentes mecanismos que ofrece el Estado y las leyes quienes tienen el deber suprapartidista de ejercer un libre y sin cuartel combate por el rescate, para el pueblo, de los medios de comunicación que el imperio les ha confiscado y puesto en contra para desgracia y deshora de la gloria libertadora. El Ministerio de Educación y Deportes como órgano rector de la educación en todos los niveles y modalidades del Sistema Educativo Bolivariano propondrá políticas educativas relacionadas con la formación de los niños, niñas, adolescentes, jóve-nes, padres, madres, representantes, educadores, educadoras y demás miembros de la comunidad para la formación ciudadana, información y análisis de los mensa-jes emitidos a través de los medios de comunicación social. La Educación para los medios será parte del contenido curricular de la educación bolivariana.

El momento es ahora La globalización tecnológica comercial es inevitable, los individuos de esta repúbli-ca deben tener la fortaleza necesaria para asimilar el impacto que ella genere, de manera tal que de este encuentro salgamos fortalecidos como nación, que en el intercambio los que otrora eran amenazas alienantes salgan cargados de socialismo bolivariano. Hay que formar humanistas y por antonomasia tendremos ideólogos bo-livarianos, si algún error hemos cometido en las premuras de esta década es el de graduar bolivarianos sin ideas humanistas, es un problema de difícil factura inculcar valores bolivarianos a un dirigente político, pero resulta fácil y placentero cosechar valores políticos en un humanista bolivariano, en otras palabras para construir la revolución necesario es primero construir al revolucionario. La Educación Bolivariana se fundamenta en el Ideario Robinsoniano y Bolivariano, en el Humanismo Social para la formación del nuevo republicano y nueva republicana, y responde al continuo del desarrollo humano como proceso integral y de calidad. La Educación Bolivariana es un proceso integral y de calidad, permanente, continuo, multifactorial e interactivo que promueve la construcción social del conocimiento, la valoración ética del trabajo, la formación de nuevos republicanos y nuevas republicanas para la participación ac-tiva, consciente y solidaria en los procesos de transformación individual y social. La Educación Bolivariana está consustanciada con los valores de la identidad nacional y con los de una visión latinoamericana, caribeña y universal.

Qué hacer En lo que a educación bolivariana respecta pocas cosas nuevas han de inventarse, el mismo ideario de por sí es bicentenario, nos referimos a que hay que retomar con

fuerza las ideas robinsonianas, martianas, mirandinas, zamoranas, prietanas etc., bolivarianas todas y conjugarlas en nuestro contexto para el siglo XXI. Muchas cosas que pueden ser efectivas se están aplicando en el momento de manera apática y sin convencimiento de fondo, entre algunas muchas podemos mencionar, en el caso que nos atañe, al periodismo impreso alternativo y escolar. En este momento existen dos concursos nacionales de periodismo escolar, el denominado Jesús Rosas Marcano y el Rafael Rivero Oramas ambos bajo la tutela del MED a través de Asocimed, aun cuando estos son de obligatoria aplicación el porcentaje de participación de los planteles a nivel nacional es de bochornosa mención. Pero es que acaso el Estado nacional, al que todos lo educadores y dirigentes políticos pertenecemos no hemos internalizado que la única forma de devolver el derecho a la población de tener el control de la información es formando periodistas comunitarios, cuyo germen debe ser producto de la experiencia periodística escolar satisfactoria. Cuando tengamos niños y jóvenes mediáticos y sensibles inundaremos a los ortodoxos recintos de educación superior de potenciales periodistas bolivarianos. No podemos esperar que lleguen alienados para entonces transformarlos, es vital que de niños tengan la claridad y la sensibilidad social de ser comunicadores para la patria y no para el empresario explotador del medio. No debe haber en la nueva república otro perio-dista sino el comunitario, profesional o no, el periodismo debe ser comunitario en su máxima esencia, deben desaparecer de nuestro suelo patrio las transnacionales de la comunicación, todos los medios deben ser alternativos en lo local y únicos en el contexto nacional, en los que se refiere a su inherente papel socializador, contralor y comunicador.

Cómo hacerlo Cada cual tiene su forma de hacer arepas, pero lo interesante es que todos estén ha-ciendo arepas. La idea es emprender una campaña de capacitación y actualización en la realización de medios alternativos impresos escolares y comunitarios, radiales, televisivos y web, pero de manera firme y fundamental en el Currículo Escolar Na-cional, y en el MES se debe reestructurar la visión del perfil de ingreso, pues si se analiza lo dicho por el ex ministro Istúriz donde plantea que no tenemos los maestros que necesitamos para la educación bolivariana y peor aun no los estamos formando, si ésta es la situación, está planteado un problema de Estado. La Educación Boli-variana tiene como finalidad desarrollar el potencial creativo de cada ser humano para el pleno ejercicio de su personalidad y ciudadanía, en una sociedad humanista, democrática, multiétnica, pluricultural y plurilingüe, basada en la valoración ética del trabajo liberador y la participación activa, consciente, protagónica, responsable y so-lidaria, de los procesos de transformación social, consustanciados con los principios de soberanía, los valores de la identidad local, regional, nacional y con una visión latinoamericana, caribeña y universal. Acá pondremos a su disposición una serie de documentos y sugerencias que desa-rrolladas en el contexto de cada cual podrán enriquecer el trabajo de promoción de los medios alternativos escolares, pero de manera fundamental ha de hacerse énfa-sis en los medios comunitarios ya que según el argumento desarrollado en párrafos anteriores debe haber una actividad mediática de formación humanística constante y progresiva, pero al mismo tiempo debe hacerse un periodismo en defensa de la patria ante las despiadadas campañas oligárquicas y golpistas que la mayoría de las empresas privadas de información están desarrollando cada día contra la revolución bolivariana latinoamericana. -.Proyecto para la aplicación del Programa de Letras y Periodismo Escolar a través de las zonas educativas de cada estado. -.Guía metódica para la realización de periódicos comunitarios y escolares. -.Proyecto de realización de un periódico para defensa de nuestro actual sistema político social. -.Contenido sistematizado por el Minci para la aplicación de talleres de actualización y capacitación de medios alternativos impresos. -.Logros y funciones del Minci con respecto a la promoción de medios comunitarios y alternativos. Estos materiales son propuestas sencillas que han sido puestas en práctica con no-table éxito en algunas regiones del país, pero que no todas conforman una política de Estado y además no han contado con el análisis y el consenso de grupos repre-sentativos de educadores venezolanos, por ello vale nuestra humilde propuesta para que en esta mesa se considere su discusión y enriquecimiento para poder pedir al Estado venezolano sea declarada la Misión Comunicación, y nada más sano que di-cha propuesta, ambiciosa pero noble, salga como producto del II Encuentro Nacional de Educadores Bolivarianos.

Sin prisa, pero sin risa…Las anécdotas ilustran tanto la vida, que a mi parecer son un sucedáneo del proverbio chino del dibujo y las mil palabras, por eso ahí les va el cuento: Hace pocos meses atrás y pasados ya 10 años de revolución, una de estas jefezuelas “revolucionarias” que tanto abundan ahora por allí, me impuso, a fuerza de jefa, que fungiera de asistente de producción de una periodista que iba a cubrir un evento internacional que tuvo lugar en nuestro país. Inicialmente dudé de que algún periodista pudiese, en serio, pretender que alguna institución le nombrara un productor ad hoc para que le asistiese en su trabajo periodístico… pero era en serio, de manera que la periodista en cuestión me llamó para que acomodase la agenda de los distinguidos invitados, de manera tal de que estos estuvieran obligados a caerle solitos por su set de grabación. Por supuesto que de antemano me negaba a la idea, ya que en mi calidad de periodista me pareció poco ético que mientras a una fablistana los invitados le iban a llegar solitos hasta el set, los otros periodistas tuviesen que irlos a corretear a campo traviesa. Y de verdad lo que me pareció más indignante era que los menos favorecidos en esa extraña estrategia del tubazo iban a ser los medios comunitarios y alternativos. Al final, con esa taumaturgia que nos caracteriza a los empleaduchos desobedientes, tumbé la estrategia de la jefezuela y de la favorecida periodista. Pero lo que puso la guinda en la torta e hizo inamovible mi decisión a negarme a entubarle los tubazos a nuestra heroína, fue que en una llamada telefónica me recomendó dijese a sus futuros entrevistados que la cita sería con una periodista de verdad, que no una aficionada, recalcándome: “Que sepan que soy de un medio de verdad y no de una estación de esas comunitarias”

¿Verdad que no da risa?Así ha sido la cosa con muuuchos periodistas, la actitud de estos hacia los comunicadores alterna-tivos y comunitarios ha sido el de la obstetra frente a la partera, el ingeniero frente al maestro de obra, el chef frente a la cocinera… Un asunto de nivel pues, pero no de nivel revolucionario, porque sus conciencias no pueden generar una cosa distinta a la ideología de dominados que les fue ino-culada por sus maestros de infamia, esos que hoy campean en las atalayas de las universidades, lanzando dardos medievales e invocando a la Santa Inquisición de la Academia ante el anatema del Periodismo Popular.Sin embargo, pocos de estos periodistas que tanto defienden la tradición del oficio, los rangos y los títulos, han logrado una estructura como la que se vislumbra en el sistema de medios comunitarios y alternativos, en construcción. Una verdadera alternativa más allá del uso convencional de los medios, un campo en el que los periodistas de la academia no se hallan, porque se sitúa al margen del pensamiento cuadriculado del periodismo importado, ese inmaculado, de imágenes perfectas y no de los “ranchos comunicacionales” que tanto les pica.Pero ese periodismo burgués tiene su aliado en muchos directivos de muchas instituciones del Esta-do, donde sostenían y siguen sosteniendo que los “comunitarios y alternativos no sirven porque no le llegan a nadie”, como tantas empresas estatales de servicio público que no querían dejar de anunciar en la prensa golpista “porque la clase media es la que mejor paga por el servicio”, y así durante años alimentaron al monstruo que los borró del mapa el 11 de abril, monstruo que no pudo engañar al pensamiento y la conducta alternativa y comunitaria del pueblo, que nos devolvió a la vida, arrancán-donos de las garras del fascismo y poniéndonos a caminar y a escribir libres en este país.Esos aliados del periodismo burgués son los que han intentado ahorcar económicamente a los medios alternativos y comunitarios. Lo hemos visto con nuestros propios ojos y con los prestados de los camaradas que se han mantenido alertas registrando los mecanismos de la reacción ante lo nuevo, de lo que está muriendo y que no puede soportar la irreverencia metodológica que ha comenzado a llenar todos los espacios de la comunicación.No es casual que se les haya colado entre palos a los académicos, la pustulación de William Echabe-rríos para el premio Anibal Nazoa, que tan deportivamente declinó, dejando a sus bienintencionados compañeritos de pupitre y de redacción con la mejor cara de bobos que les hayamos podido ver en pantalla. Y es que probablemente los alternativos y comunitarios no sean tan buenos en el oficio, pero no son tan gafos como los periodistas ingenuos que creyeron que el fascismo es pendejo.

¿Verdad que no es cómico?Hay muchas cosas que impiden escribir para reír en los medios alternativos y comunitarios, y es que muchos compatriotitas -estrategas comunicacionales- nos espantan el humor con el chorro de millardos que le meten a Últimas Noticias y a los demás privados, por cuenta del erario público, mientras a la prensa popular, del proceso, les pichirrean, hasta permitirse cambiarles las tarifas, imponiéndoles vergonzosos acuerdos y pagándoles cuando les sale de sus académicas ganas. ¿Qué tal?Y ya a manera de colofón, para que no vayan a decir que no sabemos escribir un cuento para son-reír, ahí les va este: Un buen día, encontrándose de visita en la casa de sus padres un muchacho recién casado con su joven esposa, observa como su papá recorre la casa buscando un mache-te. El viejo registra todos los rincones y finalmente entra en el cuarto de su hijo, quien se había mudado de la casa llevándose todas sus pertenencias, el muchacho al verle entrar a su antigua habitación le dice –Papá no lo busques ahí, porque ese machete yo me lo llevé para mi casa. A lo que la joven esposa respondió – Qué va suegro siga buscando; ese se habrá llevado un cuchillito de mantequilla, porque en aquella casa yo machete no he visto.

El Macaurelio

José Manuel Milano, Periódico TereTereLa Mancha 52, marzo 2008

La Mancha 58, 1ra. quincena de julio 2008

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La mayoría de la gente cree que en la actualidad está más comunicada que en otros tiempos de la historia, así hacen pensar los nuevos inventos tecnológicos como: la televisión, radio, intenet, y otros. Estos medios nos transportan en segundos de extremo a extremo, hacia los más apartados rincones del planeta.Si partimos de que la comunicación es un encuentro e intercambio de símbolos, saberes y conocimientos. Es cuestionable el concepto de que a mayor tecnología mayor comunicación. Actualmente la tecnología utilizada sólo sirve para difundir a gran escala, la información comercial de las empresas transnacionales. A partir de que Guillermo Marconi en 1897 monta la primera estación de radió del mundo en la isla de Wigth y John Logie Bard, realiza la primera demostración de un sistema de televisión en Londres el 26 de enero de 1926, toda la humanidad cuentan con nuevos miembros en las casas, los mismos que durante todo el tiempo nos están hablando, entregándonos música, mostrándonos lugares, trayéndonos “noticias” y entreteniéndonos.Pero todo este universo simbólico de imágenes y sonidos está construidos bajo intereses y ambición de ciertos grupos de poder.Frente a esta realidad se han preguntado: ¿Hay alguien detrás de los medios de comunicación?, ¿Será que éstos lo tienen todo fríamente calculado?Pues claro mis queridos lectores los nuevos miembros que viven con nuestras familias, que nos hablan al oído a través de la radio o se presentan con hermosas mujeres semidesnudas y musculosos hombres en nuestras pantallas de televisión son audaces personajes a ordenes de las grandes corporaciones multinacionales, son macabros vendedores de infinidad de productos que nos hacen pensar que los necesitamos.El objetivo principal es domesticar nuestros pensamientos para que de una manera sutil seamos peones y fuente de enriquecimiento de oligarcas en todo el mundo.Lo positivo y esperanzador es que la vida no es un destino, sino, una construcción histórica, y la realidad en que vivimos puede ser modificada. Nosotros tenemos el poder para romper el espejo mediático y pasar de simples espectadores a ser protago-nistas de la nueva comunicación, esa que se recree en la diversidad el humanismo y la justicia.

Wiftiam Trujillo, Revista Vientos del Sur - Ecuador A la pregunta ¿Cuál es la televisión que queremos?

Respondemos: no queremos ninguna televisión. Por favor regálennos varios días o semanas o meses en negro, en estática, sin programación, sin tormento de ningún tipo.Primero fue inventado el aparato y luego para vender más aparatos inventaron la peor parte del invento: la programa-ción, que por supuesto le indicaba que siguiera comprando.La verdad, sea cual sea luce horrible en la televisión. En Sábado Sensacional o en cualquier programa del canal ocho en plena revolución socialista bolivariana hay alguien que te indica cuándo aplaudir.Intente ver la televisión sin audio, luego apáguela e intente verla por media hora, hágase consciente de lo idiota que se ve Ud. perdiendo el tiempo.Toda toma televisiva ya implica una manipulación del punto de vista.Los tiempos televisivos comprimen la realidad hasta conver-tirla en ficción. La edición comprime y adecúa la realidad a una cápsula tragable.Televidente, usuario, teleaudiencia, unos más activos que otros, todos yacen semiparalizados por horas.En qué país del mundo existe esa televisión “buena”.En los años setenta el predicador evangélico Yiye Ávila convocó a la gente a que trajera su televisor para ser lanzado al rio y sacar al diablo de sus casas.Ahora Yiye Ávila conduce un prestigioso programa evangeli-zador en la televisión.La televisión agotada en sus géneros, inventó la televisión real, un nuevo género que mostraba las cosas tal cual eran. Pronto debieron montarle guiones precocidos. La realidad fue incompatible con la televisión.Golpes de Estado dados por televisión, conspiraciones montadas por televisión, generaciones y generaciones de apátridas criados por la televisión, ¿qué más soportaremos?.El imperio invierte en armas y tropas entrenadas, pero invier-te mucho más en la artillería televisiva y la envía adelante, cuando llegan los marines ya la televisión ha ablandado al enemigo.Máquina de validar verdades, máquina de construir la reali-dad, máquina de hacer famosos, máquina de falsear hasta lo falso, máquina de desverdaderizar lo verdadero, máquina de distraer de la vida, maquina de sustraer la voluntad.Hasta que no apagas el televisor no te das cuenta de la ventana que da a la calle, que da a los vecinos, que da a la gente, ni de la biblioteca y los libros y las revistas y todo eso.En sus orígenes la televisión prometió ver lo que estaba lejos, lo que no podías ver, nunca prometió quepodías verte tú mismo.El ojo aventajado de la cámara impone el punto de vista.Separe la música, los encuadres de la toma, los colores, las palabras, los fondos y las formas, los ritmos,altérelos, construya sus propios contenidos.La televisión inocula contenidos a una velocidad vertiginosa, te transfiere valores, puntos de vista, mañas y estilos cuando dice que te está entreteniendo.Cuando dice que es para educarte, se transforma en un tren de fastidios.El concepto de entretenimiento intenta sugerir que no existe en ello ninguna otra intensión sino hacerle pasar el rato. Ese es el género más ideologizante.Propuesta de programación: Comparta con sus amigos, vea el cielo, observe las guacamayas volando, vaya a una cruz de mayo, revise un buen libro como quien sale con su novia por primera vez, vaya al jardín botánico y acuéstese bajo un Ficus Religiosa aunque sea unos minutos y mañana vaya a la misma hora con el mismo entusiasmo, el entusiasmo de estar en el mundo SINTV. otra vez...

Editorial

Ya no es posible seguir cometiendo los mismos errores, o los mismos caprichos o

gustos, o pareceres, o subjetividades enajenadas, enfoques limitados, parcializados o fragmentados, que guían la direccionalidad de lo que tiene que ver con el eje cultura, que a su vez está interrelacionado con ambiente, comunicación, educación y artes.Por una parte, como Poder Popular, como gentes que saben cuáles son sus deberes y responsabilida-des desde este frente que tiene que ver con la cultura, seguiremos con una visión insurgente del arte, con un enfoque en la cual el arte como parte de la cultura, y la cultura misma, no se limite ni se pierda en museos y otras tantas parcelas que el rostro capitalista de las bellas artes tiene reservado en nuestro país, al talento y a la creatividad comprometida con la revolución, y la capacidad para crear e impulsar lo distinto, que definitivamente rompa los cercos de la costumbre, y de los prejuicios que heredamos de la vieja sociedad putrefacta, y que como sublime mariposa vuele al encuentro de lo nuevo y a la evolución de la conciencia que nos permita refundarnos como pueblo y como gentes.Desde nosotros, desde abajo, la cultura será un fusil insurgente, a pesar que hayan ministros que miren el hecho cultural para seguir haciendo bodegones, mirar ventanas o llenar museos.Desde nosotros, la Batalla Cultural será para que cada aporte que surja desde lo más profundo de nuestros andares y reflexiones, sea para derrocar al Mc Donald y reivindicar la arepa, para boicotear coca-colas y tomar jugos naturales, para desplazar lo que nos viene hecho, empaquetado en nombre de las transnacionales, y retomar aquellas cosas que podamos hacer con nuestras propias manos.Desde la visión en la cual estamos inmersos, la Cultura no será espejo de la exhibición y de la promoción de consumo, tampoco será la publicidad en donde salga la demagógica sonrisa de un alcalde, el logo corporativo de alguna institución, ya sea ésta pública o privada. La cultura es el reflejo del nosotros, es el reflejo del pueblo, tal como es, con sus virtudes y defectos, con su música, con sus tinajas de barro, con sus collares, con su teatro, sus bailes, con sus símbolos ancestrales sintiéndose en todas partes y de diversas maneras, es la expresión de lo que somos como pueblo, de lo que queremos decir y expresar,

desde nuestros referentes históricos, es la concien-cia colectiva que se manifiesta sin pedir permiso y que construye y va forjando su propia liberación.En este Bicentenario, todo lo que hagamos debe estar en el campo de la batalla, y entre otras cosas, tiene el imprescindible acto de comunicar y de desafiar a los enemigos de la Revolución Bolivariana, no debe que-darse por tanto en museos, ni esperar a decorar salas, salones o eventos, o esperar reconocimiento de “ilus-tres” representantes de las bellas artes, que pareciera que detentaran las políticas de Estado, obstaculizando por lo tanto una verdadera REVOLUCIÓN CULTURAL.El fusil de la cultura como insurgencia libertaria, que transgrede la simbología del capitalismo y la desplaza por nuevas simbologías y lenguajes propios que parten de lo ancestral, del proceso socio-cultural de la localidad, del barrio, la comunidad, del hacer cotidiano en transformación y Revolución permanente, enfoque en la cual se conjuga el cambio estructural de la sociedad a través de la superación de la trans-culturización y la concreción de la DESCOLONIZACIÓN de la sociedad.Un enfoque de la CULTURA que engloba todo, y no se atasque en el concepto fragmentado, limitado a lo artístico por lo artístico, un enfoque que conjuga cienciastécnica-antropología-etnología-sociología-educación-agroecología-ambiente y por supuesto “artes”…Hasta ahora si bien ha habido una política de inclusión en la política cultural del Estado, se necesita ir más allá, radicalizar al máximo lo que significa enaltecer, valorar, apreciar, impulsar y difundir NUESTRA CULTURA, que se convierta en la conciencia de cada venezolano, en una barrera frente a los elementos invasores del libre mercado, y no permita que posturas ambiguas se cuelen por allí, y le den más ventajas de las que ya posee la oposición en contra de nosotros.El bombardeo mediático de quienes pretenden des-truir la Revolución Bolivariana viene acompañada de una sistemática y bien preparada industria cultural, lo que nos lleva a plantear que desde nuestras posibili-dades como pueblo y como gentes, debemos crear lo que en paralelo pueda derrocar esa maquinaria, para lo cual necesitamos ver integralmente, actuar integralmente, y desde una direccionalidad que tenga como punta de lanza NUESTRA CULTURA, lo que SOMOS, y no los caprichos personales o las subjetividades de cualquier carajo que pase por un cargo o ministerio, o las modas que se suceden en el marketing y el entretenimiento.

Alejo R. Siso

Junto a la palabra comunicación se ha hecho un

espacio la palabra “periodismo”.

Este concepto ha nacido ligado a la práctica de

aquélla. A la luz de los tiempos que corren lo “perio-

dístico” (así llamado) pareciera tener una identidad

propia y ser fácil de identificar. Mucha gente tiene

estos dos conceptos como sinónimos.

Desde nuestra práctica comunicacional entende-

mos lo “periodístico” como la versión empaqueta-

da para lo académico y lo laboral de la comunica-

ción humana. Este empaquetamiento, por supuesto empobrecido

y llevado a su más triste expresión, construye una

serie de “fórmulas” y “técnicas” para transformar

acciones y manifestaciones comunicacionales en

mercancía vendible, publicable.

En un medio de comunicación del Estado venezo-

lano se emitió hace algún tiempo un memorando

para que los productores evitaran hacer “entrevis-

tas periodísticas” a sus invitados y cuando esto

fuera necesario contactaran a un periodista de la

planta para que la hiciera.

Esta increíble y particular anécdota hace evidente

el desfase histórico presente en los grandes medios

en manos del gobierno revolucionario; de los con-

ceptos de periodismo, entrevista y comunicación y

de la relación vital que entre éstos debe existir en

una sociedad en vía al socialismo.

El “periodismo” tiene ya tiempo desdibujándose

entre las prácticas populares de la comunicación

estimuladas por el huracán de la revolución. La ley

de ejercicio del periodismo ya deja ver su costura

anti-constitucional.

La profesión periodística y sus programas de for-

mación en las universidades lucen diseñados para

otras realidades.

La entrevista es una manera viva de acercar las

voces a los oídos, a los ojos, es un género que da

la impresión de ser directo, descarnado, cercano,

cálido, por ese tono de palabra viva que le es pro-

pio. Esta manera de comunicar es una herramienta

poderosa y de mucho uso entre los proyectos de

comunicación popular. “Periodísticas” o no, empa-

quetadas para la venta o vivas para transmitir men-

sajes, ideas y sentimientos allí está la entrevista.

Editorial

El mundo de sabios en el que hemos nacido ha colapsado, el aparato de producción se derrumba, sus instituciones sólo repiten inercialmente su ideología, el sistema de compraventa superó los inimaginables parámetros de la especulación, el modo de acumulación del dinero como representatividad de la ostentación del poder ha estallado, los bancos, seguros y reaseguros muestran su verdadero comportamiento, el robo. Hemos vuelto a la piratería. ¡Viva el capitalismo! Estamos maravillados ante el deslumbramiento que nos pro-duce ver el funcionamiento del sistema en sus exactas dimensiones, mirar sus podridas carnes y su endeble esqueleto. Lo bueno es que está desnudo en medio de la sabana; ya no le calza ningún disfraz.A todos los colectivos, y a las personas que estén dispuestas a separarse del capitalismo les hacemos llegar estas angustias no terminadas, la mayoría son interrogantes nacidas de estos sudores y estas tierras donde nació el cayapo.Son interrogantes que deseamos conversar en el marco de los distintos encuentros que nos hacen ignorantes, son interrogantes que requieren de otro verbo y otra mirada y otro abrazo, que se parezca o refleje el nosotros, son angustias que requieren el valor de desprendernos del lenguaje poderoso que nos impuso el invasor desde sus púlpitos, caballos, espadas y academias universitarias o no, son ignorares que requieren de otra manera de hablar y de encontrarnos, de acentuarnos, sentarnos y enraizarnos, son preguntas que sólo lo afectivo puede responder desde el adentro, desde la cultura interior no tocada por la cultura capitalista.Cada palabra de este tiempo debe ser sometida a la hoguera que genere la conversa de los juntos, porque ellas nacieron del hambre, del miedo y la ignorancia que nos hace esclavos como individuos.¡El lenguaje nunca será inocente, nunca lo fue!

Cayapo

La Mancha 97, 1ra. quincena de mayo 2010

La Mancha 44, agosto 2007

La Mancha 67, 2da. quincena de noviembre 2008

La Mancha 40, abril 2007

La Mancha 91, 1ra. quincena de febrero 2010

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No cometeré el atrevimiento de comenzar a categorizar la comunicación. Que si es masiva, que si popular, o mediática. Sólo quiero referir puntualmente, con

apoyo de los “teóricos” y “entendidos” en la materia, que la comunicación no es ni será nunca un proceso vertical, soportado por estructuras igualmente erguidas. Mi objetivo: alertar a quienes vivimos de la comunicación, pues ésta no se construye ni se genera de abajo hacia arriba o viceversa, sino juntos, uno al lado de la otra.Antonio Pascuali define la comunicación como “una relación humana conciente en la emisión-recepción de mensajes entre interlocutores en estado total de reciprocidad, siendo por ello un factor esencial de convivencia y un elemento determinante en las formas que asume la sociabilidad del hombre”.Este señor, plantea que la comunicación es un proceso de interlocutores, o sea entre locutores, y no me refiero a los locutores de radio (ese que todos podemos ser) sino en referencia al termino en sí, en la acepción de hablantes, no existe entre ellos una estructura jerárquica, donde uno es sujeto activo y otro pasivo, donde una es protago-nista y otra es de reparto. No. En el proceso comunicacional los individuos involucrados son iguales, de hecho intercambian sus papeles de emisor y receptor a medida que se desarrolla el proceso.Después, dice Pascuali según interpreto, que la comunicación es capaz de formular los términos en los cuales se desarrollan los procesos sociales del hombre. En otras pala-bras, es como que una sociedad donde prevalece un sistema comunicacional capitalis-ta, estará contenida mayoritariamente por sujetos sometidos a sistemas de producción y en general relaciones capitalistas.Si vamos a la realidad venezolana, tenemos que sigue predominando un aparato comunicacional que responde a intereses capitalistas. La información se convierte en mercancía y no en vehículo para la educación y organización popular. Pascuali agrega además que “toda estructura social será reflejo del sistema de comunicaciones en ella existente, de sus cierres y aperturas, de su permisividad o controles, de su desarrollo o subdesarrollo”.En los años de la democracia representativa, en Venezuela sólo se permitieron estos sistemas comunicacionales. Sabemos que tenían el poder los señores de la gran pren-sa, de poner presidentes, ministros… Pocas familias controlaban el país con el apoyo de herramientas comunicacionales que permitieron mantener al pueblo “dormido”. Hoy en día, el Estado se ha preocupado por hacerse de espacios sobre todo en el espectro radioeléctrico, y adicionalmente ha permitido sin represión alguna, más bien con cierto apoyo, la proliferación de medios alternativos y comunitarios que han venido ocupando las imprentas y el espectro. De manera que la permisividad del Estado al respecto ha sido flexibilizada, debido al papel importante que han cumplido estos medios en mo-mentos de coyuntura política, a pesar de su aun incipiente organización, con respecto a las grandes “industrias culturales”.Pero cuidado, insisto en esta alerta que particularmente me preocupa. No pueden los medios alternativos y comunitarios reproducir los modelos comunicacionales aplica-dos desde los grandes consorcios para controlar y manipular mediáticamente nuestro accionar cotidiano. Esa estructura impuesta, vertical donde es un ser supremo quien decide qué informaciones deben ser de dominio público, y cuáles se deben eclipsar en función de sus intereses de dominación. Recordemos que estamos en medio de la construcción de un socialismo propio de los venezolanos y venezolanas.Convengo, en ese sentido, citar al maestro Mario Kaplún, cuando refiere que “el esquema clásico “emisor-mensaje-receptor” nos acostumbró a poner al emisor al inicio del proceso comunicativo, como el que determina los contenidos del mismo y las ideas que quiere comunicar; en tanto el destinatario está al final, como receptor, recibiendo el mensaje”.Agrega Kaplún que “la experiencia nos enseña, sin embargo, que si se desea comen-zar un real proceso de comunicación en una comunidad, el primer paso debiera consis-tir en poner al destinatario no al final del esquema, sino también al principio: originando los mensajes, inspirándolos, como fuente de pre-alimentación.”La función del comunicador, en ese sentido ya no sólo cumpliría el papel de emisor, donde se limita a transmitir sus propias ideas. “Su principal cometido es el de recoger las experiencias de la comunidad, seleccionarlas, ordenarlas y organizarlas y, así estructuradas, devolverlas a los destinatarios, de tal modo que éstos puedan hacerlas conscientes, analizarlas y reflexionarlas”. A ello nos exhorta Kaplún, de manera que los medios alternativos y comunitarios deben ser creados a partir de un trabajo conjunto con los individuos y colectivos que integran el área espacial o geográfica para el cual están dirigidos.

Desde luego que ha surgido en nuestro país un importante movimiento de medios alternativos y comunitarios. Muchos de ellos constituyen experiencias exitosas de ejer-cicio del poder realmente popular; otros, tristemente, son la mampara de los más bajos intereses políticos y mercantilistas.Aquellos que tienen establecidos claros objetivos políticos, sobreviven como colectivos, aun cuando enfrenten serias dificultades para concretar sus producciones comunicacio-nales, como es el caso de los medios impresos, los cuales se ven en aprietos a la hora de sacar sus periódicos.No obstante, en estos días hemos visto que se abren posibilidades, que como poder popular que constituimos junto a nuestras comunidades, debemos empeñarnos en lograr. De manera que existen salidas a esas dificultades, sólo que como dice algún autor brasilero “Un solo gallo no teje una mañana”, frase que adoptamos como parte de la identidad del medio impreso que emprendimos en meses pasados.

Píldoras para la Distribución e ImpresiónDolores de cabeza de la prensa alternativa zulianaEn el caso específico del estado Zulia, sabemos que constituye una región estratégi-ca para Venezuela y Latinoamérica, tanto por su potencial económico, como por su ubicación geográfica. Ello ha sido la razón por la cual históricamente la prensa regional ha apuntalado sus contenidos hacia el mensaje autonómico, una pretensión ancestral de que el Zulia sea un estado independiente de Venezuela.Esta visión netamente capitalista de la geopolítica ha chocado con los valores del socia-lismo promovidos desde la revolución bolivariana, donde predominan los principios de solidaridad, equidad, igualdad; y hay una cadena de medios impresos que concientes de la necesidad de revertir esta matriz de opinión, han surgido para hacer frente, haciendo analogía a David contra Goliat, a las matrices emitidas desde la gran prensa regional.Muchos de ellos han desaparecido en el intento, otros han ido un poco más allá. Lo cierto es que los medios impresos alternativos y comunitarios del Zulia, tienen su talón de Aquiles en cada pie.La primera dificultad a la cual se enfrentan es el tema de la impresión. Para lo cual se ha venido planteando la necesidad de crear una mancomunidad desde donde se plantee un proyecto de imprenta comunitaria, que permita solventar esta necesidad a través de la autogestión, con la formación de técnicos en los talleres del Instituto para la Capacitación y Educación Socialista (INCES).Creemos que si por ejemplo el Estado venezolano, que emplea tantos recursos a publicitar en medios de comunicación privados capitalistas contrarios al proceso revolu-cionario, dejara de publicitar por un mes en estos espacios, podría dotar a cada región de una imprenta comunitaria para el impulso de los medios impresos alternativos y comunitarios.Sin embargo, lo hemos planteado desde el punto de vista de un proceso sociopro-ductivo, que permita garantizar el mantenimiento y el suministro de consumibles para imprimir los periódicos de todas las comunidades que así lo requieran, de manera organizada y a través de cronogramas de trabajo.Por otro lado, enfrentamos el problema de la distribución de los materiales producidos tanto por medios impresos como por medios audiovisuales y radioeléctricos alternati-vos y comunitarios, así como las ediciones gratuitas de la revolución provenientes de ministerios y otras instituciones.Recientemente, en el marco de la Filven, capítulo Zulia, se presentó la propuesta de creación de la “Red de Kioscos Bolívar Fuerte”, propuesta que conlleva un contenido político más que capitalista, entendiendo la Red como el establecimiento de relaciones entre iguales; al Kiosco, como el espacio de encuentro; Bolívar, como guía ideológica para las acciones y contenidos a producir y difundir; y Fuerte, por la integridad de los individuos que se requieren para actuar dentro de esa RED.De manera que esta propuesta se enmarca en aquellos espacios donde haya la volun-tad y el empeño para abrir una brecha de lucha ideológica, y no sólo como una tienda donde adquirir un “souvenir”. Un espacio donde podamos encontrar películas, que podamos ver en colectivo para abrir espacios de debate. Donde podamos abrir también la página de un periódico y nos enteremos de los logros de una comuna revolucionaria, que nos motiven a seguir su ejemplo; o donde abramos la página de un libro y poda-mos compartir con alguien su moraleja.Es válido también el kiosco como espacio para ejercer acciones concretas en función del logro de nuestros derechos ciudadanos, a partir de la organización comunitaria. de manera que existen opciones, sólo que tenemos que unirnos, quienes compartimos este sueño común, y no esperar por quienes aún no se deciden.

Desde hace ya diez años hemos visto florecer y marchitarse muchos intentos de organización de movimientos de medios libres, alternativos, populares, comunitarios, etc.: ANMCLA, movimientos de periodistas bolivarianos, una variedad de bloques, federaciones, frentes, frentecitos y todo tipo de grupos. Sabemos de la importancia de la organización, sabemos que en la unión está la fuerza, pero haciendo una visión retrospectiva hemos visto cómo todos estos frentes, bloques y organizaciones han repetido formas organizativas contrarias a su naturaleza alternativa (suponemos que lo son), pareciera que no hemos encontrado la fórmula organizativa apropiada para hacer que una cantidad de proyectos de naturaleza comunicacional bastante diversos en propuestas y en fines logren articular (Palabra muy de moda) y trabajar en conjunto y armonía para lograr fines comunes. Aquí surge entonces una primera bifurcación: o los modelos organizativos no son apropiados o realmente estos colectivos no tienen claro sus fines. Seguimos utili-zando formas organizativas piramidales y representativas, que limitan la verdadera participación protagónica y que hacen que a la vuelta de un corto tiempo la estructura esté tocada de muerte por rencillas, celos, ansias de protagonismo desmedido y todo tipo de actitudes destructivas. Estas estructuras no permiten tomar decisiones rápidas y limitan la vocería. Por otro lado estas organizaciones parecieran no saber qué es lo que realmente buscan al juntarse. En algunas sólo vive la idea de enfrentar la supervivencia inme-diata a través de los recursos económicos, en otras prevalece la discusión política sin acciones concretas que puedan identificar con claridad los avances y retrocesos, otras más pierden el tiempo discutiendo acerca de procesos electorales y politiquería.La comunicación impresa carece de un marco legal que la “controle”. Las radios co-munitarias se rigen (o se regían) por el famoso reglamento que ya a todas luces está obsoleto. El mundo de la web ha dado ejemplos muy interesantes de organización y participación que, hay que decirlo, van poco a poco perdiendo su perfil en manos de patrocinadores y protagonismos. Otras manifestaciones de la comunicación popular como el muralismo, las carteleras, las radios parlantes, la volantería gozan de buena salud pese al desamparo. El panorama pinta interesante, porque más allá de lo antes descrito hay que considerar que el número y la diversidad de proyectos de comunica-ción vienen creciendo y proponiendo nuevas maneras y enfoques en esta materia. En los últimos meses hemos visto nacer ante nuestros ojos y desde nuestras manos otros intentos organizativos: Por un lado ha surgido el Movimiento por el Periodismo Necesario. Por otro lado, impulsado por Mario Silva desde su programa La Hojilla, el Frente Socialista de Comunicadores Alternativos (FRENSOCAL). También ha comen-zado su construcción el Consejo Nacional de Comunicadores Socialistas. ¿Nacerán estos nuevos intentos bajo una innovadora estructura organizativa? ¿Cambiarán el protagonismo desmedido por un sistema de construcción y vocería colectiva? ¿Cuáles son los objetivos principales de estas nuevas organizaciones? Cabrían aquí miles de preguntas.Los movimientos que han surgido desde la iniciativa de grupos de periodistas que vienen de la academia comienzas a vislumbrar una reforma a la Ley de Ejercicio del Periodismo vigentes y la abolición o la enmienda del fenómeno del Colegio Nacional de Periodistas. También han comenzado las discusiones acerca de la Fundación Premio Nacional de Periodismo.Hay temas centrales que son abordado por la mayoría de estos grupos: La definitiva articulación a nivel nacional, aspectos formativos, apoyo decidido a las zonas fronteri-zas, nuevas herramientas para la guerra mediática y lo referentes a normativas, leyes, reglamentos y elementos legales. Durante el año 2008 se creo la Red Nacional de Medios Públicos y se comenzó a crear el Sistema Nacional de Medios Alternativos y Comunitarios, estas dos instan-cias fueron propuestas y trabajadas desde el Ministerio de Comunicación e Informa-ción. Sabemos de sobra la diferencia entre los ritmos de la calle y los ritmos institu-cionales, y por la falta de entendimiento de estos ritmos se entorpecen procesos de crecimiento orgánico o se abortan tempranamente propuestas interesantes pero mal aplicadas a la realidad. Creemos que esto fue lo que sucedió en el caso del Sistema Nacional de Medios Alternativos y Comunitarios.Se hace imperante una discusión nacional acerca de los modelos emergentes de comunicación y cómo se ve desde la calle y desde las instancias gubernamentales los modelos socialistas que pudieran surgir del proceso bolivariano. Creemos que es indispensable esta discusión, es urgente encontrarnos para definir un nuevo modelo comunicacional que se abra paso saludablemente ante el evidente derrumbe del sistema mercantil de comunicación que engendró el capitalismo y que sigue gozando de buena salud.

Editorial

i Latinoamérica se alista para realizar el sueño de sus poetas: raza cósmica, madurez americana, mestizaje creador son nuestro compro-miso histórico. Contadas excepciones, cada vez más al margen, nues-tros pueblos agitan la historia con la reivindicación de las propuestas colectivas. Las personas que emplean su tiempo y sus espacios en el trabajo de gestar, apoyar y crear la cultura de un país o de un conti-nente, tienen dos caminos para proyectar su obra: el de los espacios grandilocuentes, cada vez mas estrechos y tautológicos, construidos a partir de la propuesta del costo-beneficio, en los grandes medios de comunicación, en los grandes salones y ademanes, por un lado. El del trabajo con la gente común, en los barrios, en los colegios y escuelas, en las comunidades de las ciudades, pueblos y veredas, donde vive y sobrevive la cultura popular y lo vernáculo, es el otro.En la literatura es muy difícil, pero no por ello escasa, la proyección de la creación cultural y del qué hacer artístico en la segunda alter-nativa. En un país como Colombia, donde como menciona el escritor Fernando Soto Aparicio, la mayor parte del presupuesto se destina a la guerra, al paso que a los oficios de la inteligencia solamente se le dejan migajas, situarse en el segundo camino representa una toma de posición y hacer parte de lo que se conoce como lo alternativo, lo otro. Actualmente, este trabajo por re-dignificar lo otro, se convierte en una necesidad histórica, y en un compromiso que trasciende la perspectiva personal de los artistas y escritores. Es con esta filosofía que aparece el Primer Festival Internacional y Popular del Libro de Bogotá. Se trata de abrir un espacio en el que se defienda un país distinto al que tiene bajos niveles de lectura pero altos índices de ventas en libros. Uno que enseñe a todos, y no a unos pocos, que la lectura y la palabra escrita son actos creativos, formas de emancipación y de auto-conocimiento y que a través de ella se accede al mundo, interpretándolo y transformándolo. En este contexto, el poeta y el artista, no se limitan a contemplar su obra individual, sino que proceden a insertarla en su época, en su sociedad, en su contexto y a agregarla conscientemente a un movimiento en el que se construye una obra más grande de corte colectivo: la cultura. En Bogotá, Colombia, existen varios grupos culturales y literarios que trabajan por la reivindicación de la cultura popular a través del arte y la literatura y principalmente, por la promoción de las voces comunitarias y de los procesos culturales y pluriculturales de expresión colectiva. Las comunidades han generado gran cantidad de lazos y de procesos a través del arte y la palabra, algunos de los cuales se han empezado a concretar y a confrontar en el contexto del Festival Internacional y Po-pular del Libro de Bogotá, que se desplega como un espacio alternativo para divulgar nuevos talentos literarios y para afianzar procesos entre la creación literaria, la comunicación comunitaria y las expectativas, labo-res y necesidades de las comunidades y sectores populares. El Festival Internacional y Popular del Libro de Bogotá pretende convertirse en un espacio de encuentro y divulgación de todas es-tas actividades que hermanan a un sinnúmero de grupos y colectivos artísticos y literarios que han trabajado con seriedad y empeño por seguir escribiendo la otra historia, la jamás contada por los espacios grandilocuentes, la que vio en la imagen poética de un José Arcadio Segundo testigo del primer tren de pasajeros-cadáveres, una mentira, cuando se trataba de la más cruel de nuestras realidades como país y como sociedad: la de la muerte universalizada por decreto. De esto da cuenta la Declaratoria del año 2007, firmada por todos los escritores latinoamericanos que visitaron nuestro país como fueron Venezuela, México, Perú, Guatemala y Chile: “Cansados de los procesos unila-terales, donde la cultura se ve de una manera paternalista, donde los llamados poetas y artistas ven a sus sociedades desde un limbo inexistente, damos el giro de la atención hacia nuestras raíces, hacia nuestra identidad, hacia la fuente verdadera de nuestra inspiración, nuestra estética y nuestra historia: el pueblo, la gente del común que lucha por sobrevivir en estos tiempos de la inmediatez y que se sabe convocada por la palabra y por el por-venir. De estas expresiones, ofrecemos la dignidad de la Memoria”.Cuando se asume a la cultura, a la escritura, al arte como un compro-miso, todos los pasajeros se verán siempre en trance y el arte se con-vierte en una forma de pedagogía, en una expresión de la enseñanza. Es esta la propuesta: la de la tenacidad, la de la terquedad por decir y enseñar lo otro, la de soñar el futuro como el agotamiento de la Era. Tal vez haya en todos nosotros una conciencia poética que nos per-mita escribir nuestra historia hacia adelante, la del hombre nuevo. Re-escribir la oficial, la escrita con sangre. La búsqueda profunda está en la capacidad para olvidar el olvido: prohibido olvidar es la consigna, y la cultura es la más importante e inextinguible fuente de la memoria.F

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La Mancha 67, 2da. quincena de noviembre 2008Dayana López

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“El ecosocialismo mantiene los objetivos emancipatorios del socialismo de primera época y rechaza tanto las metas reformistas, atenuadas, de la socialdemocracia, como las

estructuras productivistas de las variantes burocráticas de socialismo. En cambio, insiste en redefinir tanto la vía como el objetivo de la producción socialista en un marco ecológico. Lo hace específicamente con respecto a los “límites del crecimiento” esenciales para la sustentabilidad de la sociedad. Estos se adoptan, sin embargo, no en el sentido de imponer escasez, privación y represión. El objetivo, por el contrario, consiste en una transformación de las necesidades y un cambio profundo hacia la dimensión cualitativa, alejándose de la cuantitativa. Desde el punto de vista de la producción de mercancías, esto se traduce en una valorización de los valores de uso por sobre los valores de cambio -un proyecto de vasto significado, que se funda en la actividad económica directa”. (Manifiesto ecosocialista. Joel Kovel y Michael Löwy)En el mundo, la propuesta en torno a un ecopensamiento o pensamiento ecológico, transita espacios muy diversos, desde las posturas políticamente radicales del Green Peace, pa-sando por los movimientos indigenistas, obreristas, campesinos, por la ecología profunda, y hasta la New Age; de allí que algunos demarquen su territorio y establezcan sus fronteras conceptuales. Sin embargo para el interés de esta presentación y en el espíritu Cipriano de la visión integral de la vida; consideramos a todos los nichos antes mencionados como parte activa de lo que podíamos llamar una ecofilosofía y tal vez una ecocultura. Esta ecocultura nos habla de la necesidad de trascender nuestras acciones y avanzar hacia la construcción de un mundo armónico y habitable. La mirada destructora y egoísta del capitalismo, nos ha puesto al borde de la autoaniquilación, y es éste el momento para asumir no sólo el control de nuestras vidas, sino además garantizar la existencia de las vidas futuras. La posibilidad de superar nuestras deficiencias parte por reconocer que nuestras diferencias son el calei-doscopio que la derecha ha tomado para hacernos creer que con ellas no podemos construir un mundo nuevo, resulta que desde la diversidad podemos ser muchos y más fuertes debido a que la complementariedad no es precisamente uno de los valores del capital, desde allí debemos acudir a los movimientos sociales emergentes, los cuales están hoy marcando el camino a seguir desde la lucha de los pueblos libres. Pero es muy importante que conside-remos que esto no es ni será posible si no tomamos conciencia de que la lucha de uno es la lucha de todos, es decir: los afrodesciencientes, los sin techo, los aborígenes, los obreros, las mujeres, los estudiantes, los ecologistas, los místicos, los pensadores, los empresarios, etc.; somos los mismos con distintos ropajes, es por ello que aunque parezca que estamos avanzando, nunca este avance será tal, si no entendemos que la fragmentación es y será siempre el arma del enemigo, a continuación coloco algunos pensamientos para el camino:Un refrán milenario de la tribu Ashanti de África dice: “Se requiere de todo un pueblo para educar a un niño”. “Primero vinieron por los judíos y no dije nada porque no era judío. Después vinieron por los socialistas y no dije nada porque no era socialista. Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque tampoco era sindicalista. Finalmente vinieron por mi y no quedaba nadie que dijera algo a mi favor” (Rev. Martin Niemeeller)“Una injusticia que perjudica a una sola persona es una advertida amenaza contra todas las personas” (Ralph Waldo Emerson) “Solamente podremos progresar como sociedad cuando las necesidades de cada organi-zación social y las de cada colaborador, puedan ser satisfechas con las mismas acciones” (Eric Fromm) “Id a donde está la gente. Aprended de ella. Mostradle su amor. Partid de la que ya sabe. Construid sobre lo que ya han hecho. Y cuando hayáis terminado vuestra tarea, sabremos que hemos sido exitosos cuando ellos digan: LO HICIMOS NOSOTROS MISMOS. Si has venido aquí para hacer algo por nosotros, pierdes tu tiempo. Si vienes por que tu transformación está involucrada con la nuestra, manos a la obra” (Lilla. Aborigen australiana a una misionera educadora) “Todavía, más que nunca, estoy convencida de que un pequeño grupo de personas compro-metidas y solidarias, pueden cambiar el mundo”. Dra. Margaret Mead“Lo único necesario para que triunfe el mal, es que las personas de bien no hagamos nada, somos el cambio que queremos ver en el mundo”. (Mahatma Gandhi)“Lo único que te pide Dios es actuar con justicia, amar con ternura y andar en armonía con tu Dios”. (El profeta Miqueas)“Jesucristo: ¡Que todos sean uno! “Marvin Kaplan: Cuando nos enseñan en que pensar en lugar de cómo pensar, terminamos sin pensar”.

Oscar Fernández “Confucio: Quien aprende sin pensar es un tonto; quien piensa sin aprender es un peligro”. “Paulo Freire: La actividad humana consiste en acción y reflexión; es praxis y es transforma-ción del mundo y como praxis requiere teoría para iluminarla. No puede ser reducida ni al mero verbalismo ni al activismo”. “Richard Bach: Aprender es descubrir que ya sabes, hacer es mostrar que sabes, enseñar es facilitar que otros descubran que saben”. “Lao-Tse: En el mundo Hindú el punto de vista es una ilusión”.

Ecofilosofía y neurofilosofía. Visiones concurrentes en la búsqueda de un socialismo de nuevo tipoSi bien es cierto que las derivaciones meta cognitivas del pensamiento complejo nos lleva a pensar en múltiples posibles vías de asociación sígnico-simbólica en torno al hecho político; la existencia de los paradigmas eco y neuro, recién comienzan a sonar en el multiverso del pensamiento contemporáneo. Tomando en cuento que todo lo que existe se puede y debe rela-cionarse entre sí. Hoy les traigo el cómo lo neuro también es asociativo a lo eco y viceversa.Sin embargo sería conveniente recordar ¿Qué entendemos por ecofilosofía y por neu-rofilosofía?:

¿Qué es la ecofilosofía?En primer lugar, no se trata de una suerte de fundamentalismo del tipo “ecología profunda”, o con la característica de utilitarismo materialista de quienes se definen como “ecologistas”, sean los Verdes, el Instituto de Ecología Política u otros afines, y finalmente, tampoco se relaciona directamente con las acciones -en general admirables-, de organizaciones como Green Peace o Codeff en Chile.En realidad es casi todo lo contrario.Se trata de intentar pensar cómo deberíamos pensar para llegar a vivir armónicamente entre nosotros y en relación al Planeta.Se trata de -en palabras de Gregory Bateson-, dar “Pasos hacia una Ecología de la Mente”, es decir, hacia la comprensión del modo en que nuestras ideas y juicios determinan la “reali-dad” en que vivimos, y afectan al Planeta.Se trata de buscar perspectivas más amplias y horizontes más lejanos, que nos ayuden a re-pensar y repensarnos como especie, para encontrar algunas respuestas viables a la crisis en que nos tiene sumidos el materialismo, y de la cual sólo es posible escapar si somos capaces de generar una alternativa válida y contrapuesta”. (Tomado de la sección de ecofilosofía de la revista acción chilena)La necesidad de buscar en el ambiente un correlato que se complemente armónicamente con la vida en sociedad es el espíritu fundante de la ecofilosofía; la cual, como la ecología, como la vida misma, se equilibra homeostáticamente y se autoorganiza sinérgicamente. Siempre y cuando los elementos que constituyen el ecosistema de ideas se encuentren en un rango de libertad tolerable por dicho sistema. En relación a la neurofilosofía no encuentro en la red una definición; sin embargo por razones propias del texto en cuestión y con algunas citas de apoyo intentaremos armar una. La neurofilosofía, representa la existencia de otro paradigma el cual puede ser visto desde la existencia y surgimiento del conocimiento a partir de los elementos informáticos o desde los sistemas neuronales. En tal sentido encontramos a las neurociencias, a los informáticos, a la gente que trabaja con inteligencia artificial e incluso hasta una dimensión de entes eso-téricos que pretenden explicar el mundo espiritual desde una suerte de neuroteología. En consecuencia la neurofilosofía representa como la ecofilosofía toda una multiversidad de encuentros armónicos y disarmónicos que constituyen lo que llamamos vida. (Pero ¿Cómo ir de la ecofilosofía a la neurofilosofía? ¿Son compatibles? ¿Pertenecen a las mismas coordenadas lógicas de conectividad filosóficas? ¿Es posible? ¿Es necesario?¿Y en consecuencia, conducirá esto a la comprensión y posterior construcción del socialismo que deseamos?Las respuestas no pueden ser ni serán nunca recetas mágicas, sin embargo trataré de apor-tar algunos elementos para la comprensión de esto. Lo eco y lo neuro pueden ser concurrentes y complementarios, si el ecosistema produce un grado de satisfacción que estimule la producción de dopamina a nivel del neurosistema colectivo, estaríamos hablando entonces de una integración eco-neuro, y si además esta relación se equilibra y se mantiene en el tiempo hablaríamos entonces de una relación ecoló-gicamente estable, que sería capaz de auto organizarse. Todo esto es sólo una especulación. Pero quién sabe, tal vez no estemos lejos de comprobarlo empíricamente. Seguiremos en la búsqueda del socialismo que queremos. Si el ambiente externo se equilibra con el interno lo eco y lo neuro serían uno. ¿De dónde viene el pensamiento? ¿de la estimulación con la naturaleza, o del ejercicio razo-nable? pues tal vez la respuesta sea ambas o ninguna. Pero sea lo que sea placer neuronal y satisfacción ecológica me suenan igual.

Buscando por aquí, buscando por allá, como suelo hacer cuando se me ocurre o se me insta a pensar en algo, he encontrado un buen intento de definir lo que se conoce o se pretende conocer como “comunicación alter-nativa”: “Generalizando, se puede decir que una comunicación alternativa lo será más o menos, en la medida que subvierta el orden moral, político, social, tecnológico, cultural, simbólico e ideológico que exista en una reali-dad concreta” .Casi podemos oír decir o hasta sentir que se está pensando que cualquier pretensión por definir algo lo está, necesariamente, encasillando, sometien-do a los límites de alguna “forma de comprender”. Hasta podemos pensar que por más bienintencionada que pretenda ser una definición, ésta habrá de encajonar (permítaseme la palabra) casi forzadamente lo que pretende delinear u organizar en nuestro marco referencial cognitivo. Bien claro lo tenía el Dictador Supremo del Viejo Testamento cuando respondió con su célebre “yo soy el que soy” a las intenciones de nombrarlo. Nombre, como definición, encasilla lo que se quiere definir. Hasta allí todo será plausible para quienes hacen de toda libertad una exigencia visceral.La vaina está en que sin definiciones o intentos de ella no iríamos muy lejos en el co-entendernos para edificar. Al menos no en lo edificable que puede hacerse colectivamente, ya que de colectivo debe estar preñada la comuni-cación toda y la alternativa primordialmente. Quedémonos por un rato con esa caracterización y trabajemos basados en ella. Sería muy tirado de los pelos, de parte mía, intentar una definición mejor, dado que mi experiencia de vida, debo decirlo, no me ha llevado mucho por los predios teóricos de la comunicación social como fenómeno, precisamente, social. Acaso sea ésta mi primera incursión. Pues bien, por otro lado, pero en la misma senda, podemos extraer de esa caracterización una razón de utilidad de la llamada comunicación en general y de la comunicación alternativa en particular: el establecimiento de conexiones que metaforicen las sinapsis neuronales pero en la red ya no cerebral sino social. Allí está la fundamentación sine dubio de cualquier estilo o forma de comunicación, pero la llamada comunicación alternativa debe ser “subversiva”, “crítica”, “rompedora de nubes”, como diría Alí Pri-mera, en un poema cantado que rogaba echar la palabra.Y esto cobra importancia pues últimamente se ha caracterizado a las so-ciedades humanas desde el concepto de red, entendidas éstas como las relaciones que articulan “lugares y actores”. Esta caracterización atiende a las sociedades humanas (en este caso particular que nos atañe, pues la caracterización en redes de cualquier conjunto de objetos o actores relacio-nados mediante algún vínculo puede pensarme mucho más extenso o en otras ocasiones más circunscrito a una disciplina o visión particular según sean los casos que se estudien) y reviste un papel de importancia funda-mental, estratégica y táctica, e incluso de supervivencia como especie, ya que la misma movilidad y toma de decisiones (fundamentales, vitales o no) depende de qué tan bien urdida esté la red y qué tan nítidos sean los hilos (comunicacionales) que la unen.Traigamos ahora a colación el proceso constructivo que llevamos a cabo en nuestro país ahora mismo. Podemos llamarlo socialismo “ventiunosecular”, del siglo XXI, bolivariano o de alguna otra manera. Tal vez hasta ni sepamos de qué se trata en realidad (no necesitamos saber exactamente qué busca-mos para saber que eso “es” cuando lo encontramos; lo que sí necesitamos para ello es saber sentir, saber leer: el que tenga ojos que vea, el que tenga corazón que sienta.) De lo que no cabe duda es que hay una necesidad vital de cambiar lo que se debe cambiar (y de eso que sí se debe cambiar tenemos mil ejemplos a punta de lengua), de volver por sendas que nos obligaron a dejar en pro de una ilusión falaz, mediocre y de lesa alma, que podemos también llamar “capitalismo neoliberal” o capitalismo a secas. Ya que el ámbito de acción de esa ilusión de progreso con la que nos embe-lesaron durante mucho más de cuatro repúblicas trasciende lo individual y da forma al tejido mediante el cual la sociedad interactúa; o sea, ya que di-cha ilusión define y caracteriza la red social que pretendemos entender, ha de ser interesante preguntarse cuál sería la ingerencia de la comunicación (alternativa, en nuestro caso) en la construcción y (necesaria) reconstruc-ción de dicho entramado, pues ¿qué más es esa red llamada sociedad que la suma de sus actores, individuales o de agregación más colectiva, inte-ractuando mediante la comunicación, para urdirse así en un todo complejo, auto regulado, o en términos de Maturana y Varela, autopoyético?Y estas redes sociales son, en esencia, redes de comunicación cuya (auto)conformación debe surgir de la búsqueda del bienestar colectivo, entendido éste bastante bien mediante la frase bolivariana de la “mayor suma de felici-dad posible” regulada esta búsqueda sólo a través de una ética, quizá refle-jada en normas de coexistencia y leyes ad hoc. Dicho proceso de desarrollo social, humano y sustentable, sólo es posible sostenerlo en ambientes de

democracia real, a la que son transversales aspectos de la ética colectiva, de solidaridad y esfuerzos comunes liberadores (cualquier parecido con el socialismo no es mera coincidencia.) Esto, desde luego, complejiza la es-tructura de la red social y mientras más complejo, dinámico e incierto sea el contexto social, más informados, comunicados, organizados y articulados tenemos que ser y estar, de modo que sea factible construir una gestión social eficiente y responsable. Sin comunicación no es posible hablar de articulación entre los sectores que conforman la red social, tampoco de la multidimensionalidad que sur-ge en estas redes complejas, entendida esta multiplicidad de dimensiones como la manera efectiva de entender los componentes de la red, desde el individuo, pasando por los agregados pequeños de estos, hasta los agre-gados de agregados. Esto ya preconiza la necesidad de una nueva geome-tría social para entender estas relaciones y estos aspectos multiescalares. Tampoco sería posible entender las relaciones intersectoriales que debe-rían surgir en esta red, ni la capilaridad social que facilitaría los procesos de gestión participativa inmanentes.Aunque esto muestra la necesidad de la comunicación, poco se ha dicho acerca de la necesidad, en esta nueva sociedad, de lo que llamamos arri-ba “comunicación alternativa”, subversiva. Sugiero ahora que la necesidad inmediata de la “comunicación subversiva” será la de educarnos para en-gendrar la manera de pasar de una sociedad que no se parece a la descrita en el último párrafo, pero cuyo embrión ya intenta germinar en cada una de las almas que nos atrevemos a avizorar futuros mejores, en los espíritus de los que soñamos con dar forma a los sueños. La comunicación alternativa tiene que permitirnos desmontar estructuras, echar por tierra armazones de falacias, derrumbar yugos que se erigieron en necesidades de la sociedad capitalista. El cómo debe esta comunica-ción subversiva hacer que eso suceda es, tal vez, el punto de mayor dis-cusión. ¿Qué debo permitir? ¿qué estructura puede soportar una difusión impresa, por ejemplo? ¿cómo hacemos para sobrevivir entre dos mundos, uno por nacer y otro aun no enterrado? ¿hasta dónde es lícito o ético un hecho comercial? Entre otras preguntas que imagino se han colado por los pasillos en ediciones anteriores de ANDO COMUNICANDO.Por otro lado, no hay que olvidar esa memoria de lo común que ha de ser rescatada por la comunicación subversiva, pues la inteligencia es, ante todo, un producto de la red social y ésta se relaciona mediante la comuni-cación y evoluciona hacia unos u otros posibles destinos dependiendo de la naturaleza constructiva y ética del tipo de comunicación que le sirva de in-teracción. Por lo demás, el hecho de que “nadie sabe todo, todos sabemos algo, todo conocimiento reside en la humanidad” nos dibuja la extrema y urgente necesidad de entendernos como seres sociales. Ello requiere, de nuevo y sin duda, de la comunicación “sociogénica”, creadora de sociedad, por introducir un posible neologismo. Para culminar, quisiera decir que, según la caracterización que tomamos como excusa para este comentario, la comunicación alternativa debería, en algún momento, subvertirse a si misma, pues ella misma es una de las estructuras que está llamada a trastocar. Dicha posibilidad, por incó-moda o aparentemente autofágica que pueda parecer, se puede entender sin mucho trauma, mediante la lógica dialéctica. Todo ha de surgir de ese hermoso contrapunteo que se genera entre las partes constitutivas de cual-quier estructura. De allí que la autotransformación sea pues otra de las condiciones necesarias para que una comunicación pueda denominarse alternativa. Además, de no ser así desde su génesis, estaría en disonancia con aque-lla estructura o red social, humana de al cual nace y a la cual nutre y lu-brica: dicha red, compleja, autopoyética, regulada idealmente en función de orientarse hacia la mayor suma de felicidad posible es, a su vez, una entidad cambiante, flexible, retroalimentada, generadora de estancos o moléculas, que comunicadas, darán surgimiento a metacompartimientos, a compuestos, a células, órganos y organismos cada vez más complejos. Esa misma naturaleza debe tenerla esta llamada comunicación alternativa. Sin esa condición de auto regulación, de metamorfoseo positivo, de crítica dialéctica constante, dejaría de ser fiel exponente y traductor de la realidad a la que obedece.Por ahora, siento que esta conversa cierra lo primigenio de lo que quise decir. Sin duda alguna que lo que aquí comento no daría siquiera para un prólogo de algún texto, pero si he dejado sembrada alguna inquietud o si mi primera excursión por este inmenso territorio ha logrado concatenar algunas ideas, me sentiré satisfecho.Saludos inmensos, infinitos, a todos los asistentes a esta jornada poética, a esta maravillosa manera de seguir entendiendo la comunicación subversiva.

¡Nos comunicamos¡

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Hablar de la comunicación no es fácil, analizar el tema hasta la “Cultura popular” es complicado y continuar hasta explicar las problemáticas de la “Comunicación

popular en América Latina”, se convierte en todo un reto.Los problemas de las ediciones alternativas, son casi las mismas; ambas forman y te llevan más a un camino de constantes preguntas, que de respuestas.Ya que la comunicación, lo popular y América Latina está conformada y hecha de per-sonas, de seres humanos, volviendo cualquier respuesta y teoría en una aproximación, que trata de tener un espacio en el terreno de la subjetividad, materia (si así se le pudie-ra llamar, imaginémosla así), básica de la que estamos hechos los seres humanos, por lo tanto “La problemática de la comunicación popular en América Latina”, es subjetiva, como la comunicación, como nosotros mismos. El primer problema de la Comunicación popular en América Latina, son los medios de comunicación, así de simple, de obvia y de dura es la realidad.

Calidad y cantidad. Es decir, existen actualmente muchos medios de comunicación (radio, tv, periódicos, revistas, páginas en Internet), y con ello pensaríamos que hay mayor acceso a la información, que tenemos más formas de comunicar y comunicarnos desde distintos ángulos y aunque, en apariencia así es, en realidad tenemos que ser más exigente y preguntarnos si la cantidad es suficiente o tendríamos que analizar y desmenuzar la calidad de cada uno de ellos.Es ahí, donde realmente comienza la problemática, los criterios pueden ser varios, y ya se está dejando atrás el viejo dicho: información verás, y objetiva; eso en la práctica no existe. Como dije la comunicación es realizada por sujetos, por lo tanto es subjetiva; siempre los medios de comunicación y los miembros de ellos responden a un sin fin de intereses que puede no concordar con la sociedad.Por ello el término de moda es: Pluralidad; lo ideal es tener una línea editorial, perso-nal en grupo, clara, a la vista de la gente, para no engañarlos y ser coherentes con la responsabilidad y compromiso que implica transmitir información y poner las opiniones, la información de todas las voces involucradas, para que la gente, entonces con cono-cimiento de causa, la sociedad ustedes y yo, podemos estar más cerca de la realidad, no de la verdad y podremos tomar una postura y/o dedición, sin estar influenciados o dirigidos hacia un punto en específico. Así se compensaría la calidad con la cantidad.

Calladito te ves más bonito y también es probable que vivas más. La censura es otro problema (que igual aplica a las ediciones alternativas) y tiene muchos recovecos también. No todos tienen acceso a los medios de comunicación, no cualquiera dice algo o lo que mejor le parezca en un medio, porque no conviene, porque no importa o simplemente porque no. La que vivimos los reporteros es igual, aunque no debería ser, porque por eso somos reporteros. Aquí hay una variante y es una autocensura, es la que nos aplicamos por falta de oficio, de investigación, de olfato periodístico, por falta de ganas, por comodi-dad, por hacer lo mínimo necesario para cobrar, nos dejamos llevar por los “boletines de prensa”, nos quedamos con la información que quieren que digamos y publiquemos; esa también es una forma de censura. Los comunicadores no se preocupan por ir más allá, se conforman con la información oficial, desganados por la falta de motivación económica, por el peligro que implica hablar, por la misma indiferencia de a sociedad. La manipulación de la información y el tiempo, rapidez o exactitud (salir a costa de lo que sea).

Lo popular y lo alternativo, da miedo.Algo sobre la Comunicación Popular. Mal llamada por los emporios de la comunicación como: ‘De masas’, pretendiendo ser elitista, y contagiándonos de ello, haciéndonos creer que eso es mejor que lo que somos, que no importa lo que somos, que no vale-mos y que es mejor ser como ellos dicen. Medios Alternativos, monopolios, están dando la batalla, la calidad, el compromiso, Muchos medios de comunicación, muchos reporteros, no usan las herramientas de las nuevas tecnologías; encuentro en este punto una variante, muchas organizaciones populares, subversivas, que no tenían cabida en los medios de comunicación conven-cionales, fueron los primeros que tuvieron páginas en Internet y así se hicieron visibles en el mundo, y muchas de ellas son mejores que las de muchos gobiernos o depen-

dencias oficiales y han logrado, a través de éstas llevar la comunicación a lugares y a comunidades lejanas. Los utilizan sólo por la rapidez de la información. A pesar de ello existen muchos blog’s, tienen una característica, estos surgen en la gente y se expanden, muchos aunque pretenden ser espacios alternativos, no lo son, se quedan en una forma de estar en contacto con los demás, no de una verdadera comunicación popular, y está bien sólo como he mencionado hay que ser cuidadosos con la forma en la que los difundimos.

Los elegidos y todos los excesos son malos.Pero a pesar de los logros de la tecnología, los esfuerzos de algunas instituciones y personas, en realidad la comunicación sigue restringida a unos cuantos, es aún en nuestros días, ante esta modernidad que nos consume, un privilegio.La información, es centralizada, no llega a toda la gente, no llegan a quienes deben llegar, por lo tanto, no cumplen su cometido. Estas problemáticas están llenas de contradicciones. Explico, en los medios alterna-tivos tenemos una posibilidad de hacer la diferencia, de proponer cosas nuevas; pero por otro lado, cualquiera tiene un programa de radio, de tv o una revista o periódico; ya no es tan caro. ¿Entonces?

¿Y…entonces?.¿Pero y la propuesta y la verdadera comunicación?, dicen que para ser escritor nece-sitamos leer antes mucho; yo sugiero para poder comunicar: escuchar y callar, antes, ver mucha tv, escuchar mucho radio, pasar mucho tiempo en Internet, leer muchos periódicos y revistas, y no creer todo lo que nos llegue, así nada más, es necesario analizarla y acercarnos a otros medios para tener una mejor postra ante un hecho.Sino, no sabremos hacia dónde ir o a qué camino seguir, leernos entre nosotros mismos, releer nuestras notas, reportear, comunicar es mucho más que estar en un medio, es establecer con bases una lucha frontal contra los monopolios y el enajena-miento, mejor: Con trabajo.Es importante el compromiso, hacerlo de forma artesanal, primitiva, (es decir, ir, hablar con la gente, observar, indagar), buscar las historias, las voces, no vender por vender, que nos lean o nos escuchen por escuchar y leer solamente.Realmente proponer y ser plurales, tener una postura clara ante la gente para no engañarlos con nuestra supuesta verdad; lograr compromiso y libertad, esta cuesta, y es ahí donde tenemos que detenernos a pensar sí, ¿Estamos dispuestos a pagar el precio?; decir no a la corrupción (en todas sus formas y no nada más como popular-mente la conocemos), ni a los monopolios, tradicionalistas y no negar lo que somos, somos seres humanos, comunicativos y lo mejor populares.

Sin embargo existen.Aún en este desolador y rocoso panorama, las ediciones alternativas están ahí, y paradójicamente en todos los medios de comunicación, Internet, radio, tv, prensa escrita; porque hay gente que las hace y un público cautivo que las espera, ansioso de encontrar algo diferente y porque los hacedores de estas publicaciones (impresas o digitales) no sólo han buscado espacios, los han abierto.Sus problemas. La falta de dinero para continuar estos proyectos, una propuesta seria y comprometida, de un conjunto de temas y/o escritos publicables; de la falta de es-pacios o de cobertura, en los medios de comunicación para difundir el trabajo, de falta de público, de lectores (o de un desconocimiento del público y los lectores al que nos podemos dirigir); de una falta de capacitación para hacer las cosas con la seriedad y la formalidad que éstas merecen; aún así existen esfuerzos importante que buscan hacer una diferencia, en beneficio del lector, de nuestras sociedades, de nuestra cultura. Por ello debemos estar comunicados, hacer alianzas y puentes, y hablar y preguntar a la gente que sabe o por lo menos aquellos que llevan más tiempo en esto, que se han preparado más.Más allá de las problemáticas, lo importante y realmente necesario, es, que en este mundo de información masiva y excesiva, nos hablemos, leamos y escuchemos. Que comuniquemos y nos acerquemos a nuestra cultura popular, nos acerquemos a nosotros mismos.Concluyo: En un mundo global, redondo, que todavía es cuadrado, es nuestro deber buscar las líneas tangentes y secantes, que crucen el perfecto círculo y nos permitan vivir, leer, reconocer nuestra cultura, ser lo que somos, ser: Nosotros mismos; esa es nuestra única alternativa.

Claudia Cordero

Es éste el significado que encontramos en los diccionarios del término “alternativo”, sin embargo la cosa se complica cuando aplicamos la receta del diccionario a la realidad de los medios alternativos en la Venezuela de hoy.Efectivamente podríamos decir que es un fenómeno que sucede con alternación. Alterno a la vieja costumbre impuesta por los medios tradicionales, pero pecaríamos por omisión si no ade-rezáramos la definición con algunos datos indispensables para su cabal comprensión. Debemos decir responsablemente que a partir de el triunfo electoral del candidato a la Presidencia de la Republica, Hugo Chávez Frías, e incluso antes, los medios tradicionales comenzaron una descarada arremetida en su con-tra. El objetivo: sacarlo de la presidencia valiéndose de cualquier argumento, sin importar lo peligroso que esto resultara. Lo de-más era coser y cantar, una vez controlado el gobierno aplicarían las formulas reveladas por el mago de la posmodernidad, mejor conocido como Neo-Liberalismo, y empleándonos a todos como conejillos de indias , habrían hacho de Venezuela el gran labora-torio del desastre.¿Costos?, ¿Consecuencias sociales? No importaban, mientras llenaban sus bolsillos con el dinero de la venta apátrida y chucuta de nuestros recursos naturales y soberanía.Expuesto así y visto por un observador distante, podríamos pare-cer exagerados, por lo cual, debemos aclarar que la estrategia de la oposición, donde, por demás hay que incluir como principal ac-tor a los medios de comunicación comerciales, era y sigue siendo utilizar las herramientas de las cuales disponen(prensa, televisión y radio y mucho dinero) para someter a la población (las 24 horas de los días que fueran necesarios), a un continuo estado de alerta, por lo que denominan ellos, la destrucción inminente del país. Así pues, nos llevaron hasta el 11 de abril de 2002, cuando en medio de sus delirios (los de la oposición) creyeron oportuno el año, el mes, la semana, el día, la hora en fin, el momento para dar un golpe de Estado “perfecto”, pero en el “choque”, el carrito virtual en el que se paseaban a toda velocidad sus diabólicos planes, sufrió (lo que llaman las aseguradoras) perdida total.Entonces cabe preguntarse: ¿Contra qué chocaron, que hizo im-posible el triunfo de sus sueños, si todo estaba milimétricamente calculado?.Lo hicieron contra lo que llama Erich Fromm, el Pen-samiento Critico de una sociedad, el pueblo despierto y en pie de lucha. Chocaron contra la Revolución.La Revolución Bolivariana de Venezuela, con todas esas pala-bras habría que complementar el concepto muy general del dic-cionario, para poder ajustarlo a los medios alternativos de Vene-zuela a principios del siglo XXI.Aunque consideramos importante mencionar lo anterior, es igual-mente importante decir que la corriente de medios alternativos no empezó a correr a partir de estos sucesos, sin embargo hasta el más bodoque de los analistas con que cuente la oposición, tendría que admitir que estos puntos en nuestra historia, estimularon pro-pulsaron y generaron (sobre todo en impresos ) centenares de me-dios tanto alternativos como comunitarios, la expresión de aquellos que nunca pasaron de ser una cifra en una tabla de estadísticas encontró camino para hacerse pública.Lo que sigue a toda explosión es la calma, la limpieza de es-combros y el reacomodo, con eso queremos decir, que sin des-estimar el esfuerzo y la mejor de las voluntades con que se han venido haciendo todos los trabajos que componen hoy la gran cantidad de medios alternativos, inevitablemente será que la evolución haga su parte y sobrevivan eventualmente los más aptos. El trabajo constante, consiente y de calidad premiará con la permanencia en el tiempo a los que se apliquen y que con responsabilidad asuman el reto que nos plantea la historia.

Gastón Fortis

ALTERNATIVO, VA: adj. Que se dice, hace o sucede con alternación.

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La Mancha 3, julio 2003

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34 35Cuando la ofensiva de los sectores reaccionarios del neoliberalismo internacional

se hace hoy cada vez más enconada en contra del proceso que estamos cons-truyendo como pueblo hacia el amanecer político del mundo, se reafirma cada vez más la importancia vital del ejercicio de una comunicación alternativa como dimensión socio-cultural y sociopolítica que signifique la desmasificación de las acciones de la ideológía fragmentadora cartesiana-newtoniana, intensificadas durante el decadente industrialismo vivido desde finales del siglo XVII; que comporte la visualización de la diversidad planetaria como producto de la armonización del ejercicio democrático, cuya profundización libertaria se desarrolla en el país desde el 27 de febrero de 1989; la resistencia cultural devenida de los procesos históricos habidos en Venezuela desde el mismo 1498, cuando los invasores europeos surcaron el Orinoco al mando de Vicente Ñáñez Pinzón; y el desarrollo de una auténtica política comunicacional que calce los méritos y armonizaciones generadas por el actual proceso, cuyas características revolucionarias se hacen cada vez más acentuadas, en la medida en que quienes nos sentimos pueblo pulsamos por una mayor participación en las decisiones (protagonismo).Son estas cuatro dimensiones las jugadas en la actualidad desde la práctica de una comu-nicación alternativa que apunte a la fortificación de las raíces de una revolución social pla-netaria, cuyas semillas ya están sembradas desde el mismo momento en que los pueblos del Sur del mundo acentúan su resistencia en contra de los embates del neoliberalismo y las marcas de eventos como el Mayo Francés del año 1968, la derrota militar de USA en el Vietnam y la caída del Muro de Berlín en 1989 que dio al traste con el abúlico y represivo

Oscar Rodríguez Pérez

socialismo real, en su momento prendieron los faroles de alarma de un planeta cuyas gentes no están dispuestas a soportar la destrucción de la humanidad. ¿Será decisivo el papel del ejercicio de la comunicación alternativa en estos eventos mundiales igual de decisivos? No sólo será en el futuro, sino que viene siendo decisivo y en nuestro país, en el área de los impresos lo podemos evidenciar.

DesmasificaciónSabido es ya que las acciones fragmentadoras del industrialismo que ha gobernado durante los últimos 300 años las sociedades mundiales va en total retroceso y es también conocido que la masificación de todos los órdenes, incluido el de la comunicación está sufriendo golpes definitivos, debido entre otros factores, al poderoso desarrollo de la tecnología electrónica ligada a la informática. Desde comienzos de la década de los años 50 del siglo XX se describe una curva descendente de los medios conocidos como “masivos”, al surgir diferentes alternativas que las comunidades utilizan para su expresión.Estábamos lejos de saber con certeza que cuando participamos en la edición del periódico alternativo “Semillero” en el Barrio Niño Jesús de Catia, por allá en el año 1968, además nos inscribíamos en la avanzada desmasificadora producto de la resistencia contra el industrialis-mo uniformador y contra la reacción internacional ayer nazi-alemana y hoy neoliberal-gringa. Luego con “El Mamereño” en el año 1978 en la parroquia Antímano, continuábamos ese proceso de enfrentar la tiranía masificadora de El Nacional, El Universal y Últimas Noticias. En “Semillero” aún teníamos la influencia del periódico leninista masificador e industrializador dirigido a la clase obrera del barrio que desconocía otros sectores de la dimensión popular; en el “Mamereño” ya dimensionábamos la necesidad de incluirnos desde la localidad del barrio “Mamera” y sus luchas particulares. El primer periódico logró reunir élites políticas: sacerdotes, docentes, líderes políticos, luchadores sociales. El segundo nació de la decisión de un frente de lucha colectivo, en el cual la influencia de las élites fue menos decisiva. Una de las características revolucionarias en el actual proceso sociopolítco que desarrolla-mos, es el auge y visualización de la comunicación alternativa impresa, como indicador de los procesos de desmasificación comunicativa que vive el planeta debido a la decadencia del industrialismo. Fuertes voceros del industrialismo comunicativo, anhelan —para “blindar” al proceso revolucionario— una especie de “El Nacional chavista” que recree aquel oterismo de los años ochenta que contribuyeron a oxigenar gentes como el difunto Pedro Chacín. Lamen-to decir que ésta fue quizás la última muestra destacada de masificación del industrialismo comunicacional en Venezuela. Lo demuestra el hoy oxigenado periódico Últimas Noticias que cada vez incluye más secciones desmasificadoras en sus páginas y si aún sobrevive su obligada masificación es por la brutal escualidez que tienen los impresos alternativos en pro-puestas audaces y alternativas desde lo comunicacional. También lo demuestra el periódico VEA, cuya antipatía ante no pocos lectores y lectoras del proceso, está menos en su afán gobiernero que en su intento masificador de la comunicación y del pensamiento.

Diversidad planetariaVenezuela es ejemplo mundial de ejercicio democrático y su pueblo el adalid. El período de democracia representativa bipartidista, represivo y manipulador, fue resistido por dirigencias en minoría que venían de una digna y terrible derrota militar y política en los años 60, que nunca desmeritó la razón de sus luchas. Ese esfuerzo que tuvo la gran contradicción de abrazar el anhelo de la dictadura del proletariado acunado en la acción del aparato leninista del partido de cuadros (¿o cuadrados?), terminó sucumbiendo ante un pueblo que parece haberse tomado a la democracia en serio.Los esfuerzos democráticos que hoy impulsamos frente a la contra cipaya que prefiere la vuelta a la dictadura que la profundización de una democracia de dimensiones libertarias, no sólo responden a iniciativas nacionales, las cuales hasta hace poco fueron movidas y alimen-tadas por asomos y miradas del fallecido socialismo real, además se vinculan con escondi-dos deseos que desde los años 50 se mueven en el planeta con finalidades ecológicas.

Los impresos alternativos en Venezuela deben tener una influencia decisiva en la promo-ción de una visión ecológica de dimensiones planetarias integrada a la desmasificación hoy en marcha definitiva, desde el indicador del reconocimiento de la persona y sus diferentes lenguajeos, el del barrio y sus malandreos maravillosos, el de la comunidad campesina y sus interesantes gabineos, en los cuales hay ciertos indicios de la verdadera democracia.

Resistencia culturalCuando parteamos el periódico alternativo “Querella”, lo hicimos en la asistencia de un pro-tagonismo de años en esto del ejercicio permanente con la comunicación alternativa impresa y su incorporación en las luchas políticas de nuestro pueblo; luchas de resistencia que traían consigo el poderoso alien desmasificador. El Presidente Chávez nos alumbra el camino cuando ejerce una comunicación de dimensio-nes multilineal, pluritemática y multifilosófica inscrita en una alteridad sorprendente. Reco-nocimos nuestra extrañeza al escuchar en el discurso de nuestro Presidente la cantidad de líneas de dirección a quienes va dirigido su discurso, la inmensa cantidad de temáticas que comprende en el cual se incluye el novedoso fractal de la poética del lenguaje —espacio que le vincula poderosamente al pueblo— y el reconocimiento de muchas filosofías y creencias, en apariencia, contradictorias entre sí. Son todos estos espacios comunicacionales, dimensiones con las cuales el pueblo ha resistido políticamente durante años. Es por ello que en estos momentos, el Presidente goza de una popularidad extraordinaria y una adhesión de vastos sectores de la población a su forma de pensar y a sus vericuetos comunicacionales. El pueblo guabina que siempre ha buscado la salida a las penas con alegría, ha encontrado a un Presidente que sabe sonreír con franqueza y también se reconoce guabina cuando la cosa se le pone chiquitica. Por ello “pidió perdón” en abril de 2002 cuando muchos deseaban que viniera “cortando cabezas” y así meternos directo en una guerra civil y en una invasión gringa las cuales pocos desean.Los impresos alternativos, sin copiar el lenguaje y las tendencias del Presidente, deben mirar su poder multidimensional, propio de estos tiempos de desmasificación prolongada. Aunque pretenda ser masificador, el discurso del Presidente Chávez es todo lo contrario. Nuestros im-presos deben inscribirse en un ejercicio de resistencia cultural multidimensional que busque comprender la mayoría de sectores y personas tal cual son.

Auténtica política comunicacional¿Qué queremos decir con construir una política comunicacional hoy? ¿Hacia dónde debe conducir? ¿Qué dimensiones debe comprender? ¿Cuáles armonizaciones debe visualizar? Si queremos seguir desmasificando, la respuesta a estas interrogantes deben ser el producto de una discusión metodológicamente dinámica, incluyente y permanente. Una discusión respetuosa de las iniciativas y de la historia de cada quien o quienes y que brinde pistas para el repensar y la acción. No puede ser una política que intente explicar todo desde el pedazo que se manifieste (fragmentación cartesiana) sino que por el contrario explique su realidad particular hacia un todo diverso que se dinamiza y armoniza mediante procesos democráti-cos, protagónicos y liberadores.No puede ser una política que eduque solamente en la “política” como un estandar o profe-sionalismo. Debe romper con el hecho político de los “políticos profesionales” (error leninista del industrialismo) y el de los “periodistas profesionales” (error del industrialismo comunica-cional) que aún secuestran tanto el ejercicio político y el comunicacional de las manos del pueblo. Debe ser una política comunicacional que apunte a la educación pluricultural que se describe en el planeta hoy. Debe ser una política comunicacional que contribuya a romper con antaños determi-nismos y se inscriba en el ejercicio de un lenguajeo inclusivo en los cuales debe tener cabida todo lo que contribuya con la dimensión de un ejercicio libertario en todas los espacios del ser humano.

El imperialismo, inteligentemente ha creado una herramienta pera reproducir su modelo, una máquina que se mete en tu cerebro y lo moldea mientras estás indefenso y sin ninguna protección: La televisión. Ese aparato, que compras con el dinero producto de tu fuerza de trabajo en empresas que enriquecen a los burgueses, es la punta de lanza de la guerra de cuarta generación. El objetivo, controlar tus pensamientos para que te dejes conquistar sin luchar. La guerra de cuarta generación es una estrategia que viene desarrollando el capitalismo desde hace ya muchos años para profundizar el principio de dominación del hombre por el hombre, pero esta vez te manipulan para que no opongas resistencia a la conquista, sino que creas que es por tu propio bien, siendo la mejor manera de dominar territorios, recursos naturales y mercados, sin generar destrucción y muerte.La destrucción causada por la guerra genera mala publicidad, pero en última instancia no les importa, ellos son artistas de la publicidad y dueños del escenario virtual. Manejan a su antojo la opinión pública globalizando la menti-ra, su capacidad tecnológica e informática les da la capacidad de influir en todo el globo en cuestión de segundos, ésta es su arma. Nos ponen a pensar lo que a ellos les da gana. Nos dan de qué hablar todos los días, nos dicen qué pasó y cómo. Vemos señores y señoritas bien peinadas, maquilladas y sonrientes, que nos mienten sin pestañear, mientras nos venden la imagen del triunfador de película gringa. El bombardeo mediático sin sentido, desorienta y aturde, blo-queando la capacidad de pensar y manipulando la capacidad de memoria, genera procesos de alienación que desembocan en una gran necesidad de distraerte y relajarte, para “despejar la mente” y qué haces, prendes la televisión, invitando nueva-mente a la inoculación de ideología capitalista que te lleva a cooperar con el conquistador.Así desmontaron mediaticamente el movimiento piquetero argentino condenándolo socialmente, diciéndonos que eran movimientos violentos de vagos dispersos en el país. En Bolivia nos presentan el descontento de la población clase media, en Venezuela desarrollan desde la televisión conflictos dispersos pero sistemáticos, adelantados por una supuesta sociedad civil que lucha a gritos desde los medios de comuni-cación mercantiles por su “libertad de expresión” y que recibe grandes sumas de dinero para operativizar la realización de todo tipo de actividades en diferentes regiones, desestimando la organización del pueblo.Los casos de Irak y Afganistán, donde la conquista psicoló-gica adelantada a través de los medios de comunicación y expertos en comunicación estratégica no lograron penetrar las mentes de los ciudadanos, el ejército de los Estados Unidos y sus aliados invadieron con toda su furia destruc-tora, ellos tenían una cuartada mediática -Tienen armas de destrucción masiva- armas que nunca fueron encontradas pero según la televisión tenían buenas intenciones, lo hicie-ron para protegerte.

Janette Rodríguez HerreraLa Mancha 83, 1ra. quincena de septiembre 2009

Los duendes no dejaron que consiguiéramos la fecha de publicación de este artículo

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No fue un suicidio: esa fue la versión que el aparato represivo del puntofijismo quiso hacerle creer al país. Una versión grotesca y absurda desde donde se la

vea: Fabricio se habría ahorcado con el cordón de una persiana. La verdad verdadera es que fue asesinado en los calabozos del SIFA en el Palacio Blanco: su cuerpo presentaba toda clase de signos de haber sido torturado brutalmente. Pero el tiempo se ha encargado de poner las cosas en su lugar: Fabricio vive, ha vuelto y está hecho millones, mientras que aquellos asesinos miserables son polvo pisoteado por la historia. Así ha sucedido con todos nuestros mártires.Recordamos hoy al hombre que encabezó y fue el alma de la Junta Patriótica y que la convirtió en la vanguardia de la resistencia contra la dictadura de Pérez Jiménez. Al hombre que fue congresista por URD, elegido en los comicios de 1958, pero que muy pronto se convenció de que por el camino del reformismo, Venezuela no tenía nada que buscar, si quería ser libre. En 1962 renunció a su cargo y se fue a las guerrillas. Fabricio sería uno de los fundadores de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional. De reformista pasó a ser un revolucionario radical y convencido: este es uno de los procesos de radicalización ideológica más genuinos que se hayan dado en Venezuela. Veamos cómo entendía este proceso Fabricio haciendo uso de su inmensa lucidez en ese extraordinario libro llamado La guerra del pueblo (1966):“Abandonar el campo reformista y tomar el revolucionario significa decidirse a luchar sin temor alguno, tener seguridad de la victoria y desafiar, cual David, al gigantesco poderío reaccionario, como lo han hecho todos los verdaderos revolucionarios de la historia, incluso los revolucionarios burgueses”. La actualidad del pensamiento de Fabricio es indiscutible. Junto a un Alfredo Maneiro y un Kléber Ramírez, Fabricio destaca a la hora de fusionar pensamiento y acción: a la hora de construir una filosofía de la praxis para nuestra realidad específica. Rescatemos estas valiosísimas palabras de La guerra del pueblo:“La base antifeudal y antiimperialista de nuestro proceso revolucionario plantea un gé-nero de alianzas que está por encima del origen, credo político, concepción filosófica, creencias religiosas, situación económica y profesional, y afiliación partidista de los ve-nezolanos. El enemigo común, su fuerza y poderío, reclama una lucha unitaria para vencerlo”. Este género de alianzas, como decía Fabricio, es necesario para que el proceso de liberación nacional, la conquista de nuestra definitiva independencia, que hoy se define como vía venezolana hacia el socialismo, sea viable. Alianzas que no deben partir de supuestos falsos: el camino es el socialismo. La riqueza histórica de la semana que comienza mañana, las fechas que estamos anu-dando, no puede perderse de vista: no es casualidad que ahora, a las puertas de la era bicentenaria, a 188 años de su consumación, el Campo de Carabobo retumba todavía. Y el 24 de junio de 1821 no es sólo pasado sino presente y porvenir. La determinante vic-toria militar que le dio feliz culminación a tan brillante campaña -concebida hasta el más mínimo detalle por nuestro Libertador -sumó a todo el pueblo -desde todos los caminos, todas las veredas y cada caserío-a la causa de la liberación nacional. Y es a 188 años de la gran gesta que la hermana Patria ecuatoriana se incorpora al ALBA: ¡a 188 años de Carabobo seguimos peleando, ahora por nuestra segunda y defi-nitiva independencia y el ALBA es nuestro proyecto, nuestra cartilla de dirección! El ALBA se fortalece al sumar al Ecuador bolivariano a la batalla por la unidad fraterna de nuestros pueblos. Una causa que siente como propia el presidente Rafael Correa. La palabra de Raúl Castro nos da una pista, cuando en la Cumbre del Alba en Cumaná el pasado abril afirmó lo siguiente: “Nuestras naciones no tienen la capacidad, por sí so-las, de transformar el orden económico internacional, pero sí el poder de sentar nuevas bases y construir sus propias relaciones económicas”. Para seguir con el hondo significado histórico de la semana que entra, recordemos que tres años antes de la Batalla de Carabobo, un 27 de junio de 1818, en la Angostura

recién liberada y en respuesta a la macarrónica Gazeta de Caracas, órgano vocero de las fuerzas realistas, y al calor de la Patria que ya tenía rostro -y con la impronta política de Bolívar- nace el Correo del Orinoco. ¡Fue el inicio de la batalla comunicacional! “Somos libres, escribimos en un país libre, y no nos proponemos engañar al público”, decía en la primera página en su primer número del Correo del Orinoco. Así de clara era la principal propuesta que se planteaba en sus líneas, así de claro debe ser el sentido de nuestra batalla comunicacional. El ejemplo del Correo del Orinoco está más vivo que nunca: en especial, yo lo siento vivo en nuestros medios comunitarios. Ahora más que nunca la artillería del pensamiento pasa a primera línea y es competencia de todas y todos. Esclarecer lo que ocurre, darle el justo lugar que le corresponde a la información, a la realidad cotidiana. Más aún cuando el asedio total y permanente de la plataforma mediática transnacional continúa con su sostenido proceso de distorsión y deformación. Por eso, esta semana estaremos celebrando activamente los 191 años de la salida del primer número del Correo del Orinoco: se inicia la semana de la artillería del pensamiento. Una semana de discusión, crítica y propuesta para seguir avanzando hacia el modelo de comunicación e informativo que queremos. ¿Cómo pretenden proclamarse “independientes” los medios privados cuando la agenda belicista escala a los niveles de irresponsabilidad y engaño de ahora? Nos acusan, sin fundamento alguno, de invadir la patria potestad, de secuestrar a los niños y de disolver a la familia venezolana. ¿Y qué podemos decir de la basura audiovisual y escrita que invade y secuestra la subjeti-vidad de esos niños que pretenden defender? ¿Qué decir del verdadero discurso de fondo, como lo es la preservación de la educación para la dominación, de formar a nuestras niñas y niños para ser propietarios y explotadores? ¿Qué dicen del estrago cultural que provocan todos los días? Queremos un proyecto educativo para hacer Patria, no para entregarla ni venderla al mejor postor.Fomentar el pánico como vía de dominación, administrar la ignorancia: he ahí lo que no ha dejado de hacer la oligarquía. Bien lo dijo en reciente artículo Roberto Hernández Montoya con el tono que lo caracteriza:“Esta ridiculez la profirieron ya cuando la Revolución Rusa, la República Española y la Revolución Cubana. Ella condujo en Cuba a una solución no solo falsa sino monstruosa: una operación masiva, dirigida por la CIA, para sacar de la isla y de sus familias a más de catorce mil niños, que hoy son adultos sumidos en un limbo de identidad, porque no son ni cubanos ni gringos ni tienen familia ni nada y con un trauma emocional irreversible. Para no perder a sus hijos perdieron a sus hijos... El pánico embrutece”. La vía venezolana hacia el socialismo es una propuesta histórica, política, social y econó-mica en construcción teórica y práctica. Construcción colectiva para que el país la haga suya. El socialismo es una opción real y viable. Lo que es inviable es el dualismo esqui-zofrénico entre lo político y lo social que está en la base del capitalismo. En este sentido, la vía venezolana hacia el socialismo supone una transformación a fondo de la estructura económica para viabilizar una mejor redistribución de la riqueza social que pertenece a todos y a todas. Ello supone distintas formas de propiedad. Los latifundios mediáticos han pretendido sacralizar a la propiedad privada e, incluso, han hecho de ella la prueba irrefutable de si existe o no existe libertad. Es propio del capitalis-mo, desde sus orígenes, privilegiar al tener sobre el ser; subordinar el ser al tener. Recordemos a nuestro Robinson, que mucho antes que Marx ya visualizaba cómo el capi-talismo iba a pervertir el derecho de propiedad:“...para convertir la USURPACIÓN en posesión (natural ó civil)-la posesión en propiedad-y, de cualquier modo, GOZAR con perjuicio de tercero (sea quien fuere el tercero), a título de LEGITIMIDAD (y la legitimidad es un abuso tolerado)”. Contra la perversión capitalista no hay otro remedio: ¡El socialismo!

¡Venceremos!

Hugo Chávez Frías

contemporánea. Hoy es necesario un enfoque que aborde los aspectos or-ganizacionales e informacionales de la sociedad humana. Ya que, como afirma Edgar Morin: “no es el poder de los “medios” de producción, es el poder de la producción de la producción, es decir, la generatividad social: no es sola-mente la propiedad de las cosas, de los bienes: la apropia-ción está en la apropiación de los medios de apropiación; el sojuzgamiento de los medios de sojuzgamiento, el control de los medios de control; el poder informacional del apara-to”. Tal es la importancia que hoy tiene la discusión entorno a los medios de comunicación e información sociales.Y hemos llegado por ese camino a develar el problema planteado por muchos filósofos y expresado claramente por Comte, Nietzsche y su discípulo Foucault, entorno a la relación “saber poder”. El poder social está en las ma-nos de quienes manejan los medios de comunicación, ya que manejan la comunicación social, de ahí manejan la sociedad y por consiguiente manejan el mundo del ser hu-mano. Al producirse la alienación de la comunicación, los que manejan la comunicación se apropian del poder social producido por el saber social, de ahí que poseen el poder

de lo político, de lo económico y hasta de lo sagrado en una sociedad. El asunto es de tal magnitud y el deseo de dominio de algunos poderosos es tal, que en el mundo, según la UNESCO, hay tres agencias de prensa que transmiten más del 80% de las noticias destinadas al público mundial: Asociated Press, Reuters y Agence France Press; diez corporaciones controlan todo el mercado de la comunicación, desde estudios cinematográficos hasta la televisión, la radio y el video en distintos formatos. Durante el año 2000, la cifra que se invirtió en publicidad fue mayor de un billón de dólares, más que el gasto militar de ese año.Esto hasta ahora ha sido así, pero en momentos inspirados de la humanidad se rom-pen los modelos o paradigmas, se producen verdaderas rupturas y entonces emergen aquellos que hasta ese momento no tenían voz; aquellos que habían sido acallados, martirizados, silenciados, de los cuales se podría decir que su vida no era parte de la comunicación y de ahí que no era parte del mundo, que no vivían en el verdadero mundo, eran, como en los “mitos del infierno”, simples seres, sin nombre, fantasmas que como sombras deambulaban por el “infierno”, el mundo inferior, el mundo sin nom-bre. Pero, súbitamente irrumpen esos seres humanos, que hasta entonces habían sido marginados y con su voz van haciendo y rehaciendo el mundo desde su palabra y surge un “nuevo mundo”, un mundo de luz, que trae luz al mundo, que le da existencia a sus vidas, que responde a sus necesidades, a sus aspiraciones, a sus esperanzas, que manifiesta su amor, su deseo de vivir en justicia, en solidaridad, en paz y en libertad, en plenitud de ser. Esto se ha producido en Venezuela que, como dicen las propagandas institucionales: “Ahora Venezuela es de todos”, y se hace esta aseveración en un sentido más profun-do, con un alcance insospechado e inconmensurable, ya que los venezolanos han sa-lido del analfabetismo, con ello han superado una profunda desigualdad que atraviesa toda la historia de la humanidad, el pueblo de Venezuela recupera su palabra, ahora Venezuela se hace oír en el mundo, Venezuela es ejemplo para la humanidad.En este proceso se crean por doquier medios alternativos de verdadera comunicación, ya que son fruto de la interretrorelación de todos los miembros del pueblo, en este sentido son verdaderamente “comunitarios”, pero además muestran el rostro, el mun-do, la palabra del otro, son profundamente “alternativos” -de alter, otro- y por esto, la comunicación se convierte en verdaderamente “democrática” y es motor de la misma democracia, es “creación y creadora de la democracia”, es del “demos”, del pueblo, en ella el pueblo participa, es deliberante, “protagonista”, ahora escribe su propia historia, retoma su propia palabra, alza su voz y hace posible el mundo, el mundo en el que todos pueden vivir en comunidad, en donde la comunicación vuelve a ser “comunitaria” y a la vez “alternativa”.Con este despertar del pueblo venezolano se va forjando una nueva utopía necesaria que llena de esperanza a la humanidad. Ese pueblo, mediante su acción comunicativa, dice no a la hegemonía de la comunicación, de esa “pseudocomunicación incomuni-cante” que promueven las grandes transnacionales que reflejan la antigua historia de la palabra en el mundo. Ahora el pueblo de la República Bolivariana de Venezuela, desde la casa, desde la calle, desde el barrio, desde la plaza pública, hace “el nuevo mundo”, el mundo del ser humano en el que cada día es más humano, humaniza la existencia de todos sus miem-bros y de la humanidad entera. Recoge el sentir de los desposeídos, de los pobres del mundo, retoma la voz de los que murieron buscando un mundo mejor para todos y proyecta el socialismo del siglo veintiuno. Un socialismo en el que la comunicación abierta, gestada en la entraña amorosa de la comunidad, en la que las diversas dimensiones de la humanidad se hacen manifiestas se crean, se co-crean y se re-crean, en un diálogo permanente que hace patente lo subjetivo, lo intersubjetivo y lo objetivo, para una sociedad mejor en la cual cada indi-viduo es pleno, vive en plenitud para conservación y promoción de la especie y para que ¡Viva la vida!

La comunicación es una actividad producida por el hombre, que a la vez produce al hombre. Es tal la importancia del fenómeno comunicativo humano para la tradición del pensamiento filosófico, que en la antigua Grecia, Aristóteles pensaba que el ser humano es el único ser que posee “logos”, palabra, y que esto es parte fundamental de lo que lo define. Y es que la palabra refleja la interioridad del mundo del hombre y de la mujer, en ese sentido la palabra es subjetiva, pero al reflejarla se hace intersubjetiva; y no sólo la refle-ja sino que además traduce el mundo externo, el mundo objetivo que se convierte en el mundo social, y todo esto se convierte en “el mundo del ser humano”. Pero ahora sabemos que no sólo refleja el mundo interno, externo, lo traduce, sino que ya hemos dicho, crea el mundo del ser humano, introduce en él a cada momento más información, es decir, formación desde dentro, de ahí que el mundo del ser hu-mano es hecho por la palabra, ella lo forma, lo conforma, lo transforma y en ocasiones lo deforma. Todo lo anterior, hoy tiene una dimensión más profunda, la palabra, es información, y la información es una de las dimensiones de la materia, así como la masa y la energía, ella integra la materia en nuevas formas que dan origen a la vida, a sistemas vivos y estos acumulan información que les sirve para responderle al medio y con ella pueden vivir, reproducirse y fomentar la especie. En la evolución de la vida algunas especies han producido los cerebros en los que se almacena la información y dentro de esas, una ha desarrollado el lenguaje de doble articulación que se manifiesta a través de la palabra. Así, es subsumida la palabra humana en una “teoría de la información”, la que ha permitido la articulación del mundo, desde la física hasta el pensamiento, la cultura, pasando por la biología. De ahí que todo el poder manifiesto, creado y sintetizado en la palabra se posee en comunidad -común unidad-, en la sociedad en la cual y con la cual el ser humano, indi-vidualmente considerado, se interretrorrelaciona, con la que crea, co-crea y re-crea la palabra, que crea, co-crea y re-crea el mundo del ser humano. “La comunicación hace al ser humano humano”.Pero la palabra, por la cual todo fue creado, según afirma otra tradición, igualmente importante, que viene del pensamiento judeo-cristiano, en un momento determinado de la historia de nuestra especie se pudo representar en grafías que parecían cosa de magia, cosa divina, cosa de los dioses, ahora quienes tenían la posibilidad de comuni-carse a través de estas grafías se convirtieron en los manipuladores del poder social, del poder de la comunicación; más adelante, con el desarrollo de los poderes técnicos de la sociedad, se inventó la radio y la televisión, con esto la palabra, ya no sólo mediante las grafías sino con el sonido y la imagen, se extendió, llegó a todos los rincones de la tierra, pero llegó la palabra y la imagen de los que tenían esos medios, esa posibilidad de expresión y así quedaron muchos excluidos de la comunicación, acentuando una tendencia que se remonta a los antepasados homínidos ya olvidados. De esta forma, muchos seres humanos dejaron de ser sujetos comunicativos y comunicantes para con-vertirse en objetos de la comunicación. La palabra, inicialmente surgida en la comunidad como medio de comunicación, se alie-nó, se hizo extraña a sus productores, se convirtió en la revelación del poder, la manifes-tación de la fuerza, ya no de una comunidad, sino de unos cuantos, los “poderosos” que detentan el poder social, que, más exactamente, se apropiaron del poder social y con él forman, conforman y transforman el mundo, lo hacen a imagen y semejanza de ellos, de los que poseen el poder de la palabra. Ahora los que tienen la palabra tienen el mundo y relegan a los excluidos a actividades en las que es necesario obedecer y se les indica, a los sojuzgados, lo que deben hacer y lo que deben pensar. La situación actual, leída con los productos del desarrollo del pensamiento contemporá-neo, la “teoría de la información”, muestra que las relaciones entre los seres humanos y sus problemas de desigualdad no puede ser comprendida cabalmente sólo en términos meramente económicos, ya que esto llevaría a una perspectiva reduccionista, econo-micista, que deja de lado muchos aspectos importantes de la problemática humana

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Los mitos se derrumbaron. Las creencias dejaron de ser estáticas. La lógica ya no

era la misma logiquita barata del dizque sentido más común. Porque trataron de alimentarse de su cotidiano estéril, porque se dieron cuenta de que negar las cosas no es suficiente para que las cosas dejen de existir, porque se dieron cuenta de que el aves-truz lo había notado antes y le agarraron rabia por anticiparse a la ranciedumbre intelectual. Porque era más cómodo sentarse a ver cómo corre el tiempo que ponerse a correr con él. Así fueron alimentando la lógica de la negación. Niego lo que no quiero ver, me convenzo de que (oh, nueva era) pensando algo con los ojos apre-tados y las uñas duramente clavadas en las palmas ya es garantía para que ese «pensa-miento positivo» troque en verdad mis mentiras egoístas. Pensares que no pudieron convertir en sentires las olorosas damas que marcha-ban en monos rosa con zapatos de goma que alcanzaban para alimentar una familia durante seis meses o más. ¿Cuánta porquería de la más costosa no se vino abajo con todo esto que estamos viviendo? A Dios gracias, ¿por qué no?.¿Y se ha puesto a pensar usted, querido lector, en cuánta de esa ingente cantidad de paja carísima era nuestra; es decir, pensada por nosotros, parida entre nosotros? Le aseguro que no en-contrará ejemplo alguno. Porque nos disociamos de nosotros mismos, porque alienamos nuestra magia que huele y calienta el alma por otra de un «wizard disneyficado» que ni siquiera es capaz de darme hambre cuando sus desabridos hot dogs pasan, vaporosos, por la nariz. Porque todo lo que se pagara en billetes verdes anglo comprantes era mejor que nuestra maravilla con sabor a ron o a cachapa de hoja. Y eso para sólo hablar de lo que más palpábamos. Imagínese usted algo más grande, como por ejemplo, la economía. ¿No ha pensado usted que eso funciona como un programa de computadora? Alimente usted el sistema operativo neo-liberal y todo le va a funcionar bien, pensaban ellos. Nosotros nos encargamos del mantenimiento, de darles asesoría, etc. Ah, pero eso sí... eso cuesta (dólares para nosotros... dolores para ustedes, para su mayoría insensata) Trate usted de cargar su país con un sistema operativo diferente, por ejemplo, trate de ser socialista (por no decir comunista, porsia) y nosotros nos encargaremos de mandarle un virus que haga que ese engen-dro deje de funcionar eficientemente y, en algún momento, colapse. Y eso que nada más pensé en dos ejemplitos... Ponga usted el resto; le aseguro que tendrá de sobra.Pero todo eso se les vino abajo y no han en-contrado qué hacer, porque el manual de cómo actuar en casos así no lo venden todavía. Y ellos pensaban que sí, que en Chile o Viet Nam había aprendido algo. ¡Jah!Pero aquí se les enredó el asunto. Lo saben: Lo sabemos. Ya deben estar buscando qué nueva ideología empezar a mercadear para que su miserable sistema de costumbres se nos vuelva a meter por los ojos. No dudo que haya quien lo compre, pero ya no será la mayoría. O ya

tendremos, como ya los hay hoy, algún líder que agarre a su gente de la mano y le diga: por allí no… vénganse por aquí, sigan esta Biblia azulita y hecha por nosotros, ¡vengan!Ya está en marcha ese cambio que tantos de nosotros añoramos casi que desde nuestro nacer a la vida. La mayoría lo sabemos.Tomemos, por ejemplo, el proceso educativo re-volucionario. No es sencillo cambiar paradigmas, pero algo se está haciendo y es algo importante, maravilloso. La educación está basada en pen-samientos que ponen las cosas en su lugar, que no aíslan sino que integran, que no sacan de su contexto las cosas sino que las consideran parte de un todo indisoluble. Por supuesto que ese pensar nuevo dará origen a conclusiones válidas y de mayor potencial explicativo que cualquiera de los métodos mecanicistas y positivistas a los que veníamos rindiendo culto. No del todo errados, para ser francos, es verdad, pero sí ago-tados en cuanto a su alcance deductivo en gran cantidad de áreas, sobre todo el ámbito social. Así se logra conectar inmediatamente al individuo con su entorno inmediato: familiar, social, etc. y lo ubica, en nuestro caso, en un contexto integra-dor, desde lo más inmediato, digamos la familia y la comunidad donde habita, hasta lo más exten-so, por ejemplo, nuestra América toda.Claro está, no nos engañemos. Tenemos enemi-gos. El principal es la impaciencia, el creer que esto que llamamos revolución es un acostarse hoy y despertar mañana y ya todo será nuevo. Hay que tener cuidado con pensar tipo disney de nuevo.

Este proceso que estamos fraguando es costoso, es lento. Pero es nuestro y para nosotros, así lo conocemos mejor de lo que creemos, porque se trata de hacer cotidianos nuestros sueños, de hacernos el camino para que nuestros logros tengan sentido y los celebremos con sonrisas de amor profundo.Porque, definitivamente, nuestra revolución es una revolución de amor. Es un cuento viejo, de cuando andaba un Galileo por esas tierras hablando de amor de los unos para con los otros. En ese sentido es simple, pero no se imaginan (o si, de verdad) cuánto cuesta traer a la realidad compleja en que vivi-mos esos aislados pensares que siempre oímos por ahí, volando solos a nuestro alrededor.Revolución Bolivariana es ponerle color a nuestros sueños, es levantarnos cada día con la certeza de que somos, de que vamos a seguir siendo hechos de sueños y magia, es el pensar-nos como partes no aisladas de un todo que nos necesita, de una totalidad en la que engranamos perfectamente. Es sentirnos realizados en cada sonrisa y en cada apretón de manos de un ciu-dadano de nuestros parajes antes olvidados. Es regodearnos en el sabor de una mazorca y saber que somos nosotros los que la dimos a luz.Revolución es, por supuesto, más que eso. Es el todo y son las partes, es la suma de esas partes y de sus relaciones imbricantes que da nacimien-to a un todo que se apoya en cada una de sus partes y que las alimenta.Es complejo, es difícil (olvídense de que son sinónimos, por favor) pero es posible. Lo estamos haciendo.Ju

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Andocomunicando nació con un planteamiento extremo, sin piso, ni paredes, nació para que cada uno de los colectivos de comunicación popular, dé de lo que tenga, nació de la necesidad de construir algo que no existe y que se manosea pero sin una clara intención, dejar que se active: ARTICULACION ¿…?. Luego de algunos años de andocomunicando nos detuvimos a evaluar el desarrollo de la experiencia y nos dimos cuenta que no fue entendido este espacio y año tras año repetimos un modelo caduco y vació que daba como resultado siempre en las conclusiones del evento la necesidad de articulación, como un cliché. Vimos sorprendidos que quitando una que otra experiencia especíica los colectivos siguen esperando como si la articulación pudiera caer del cielo, no se asumen compromisos con los proyectos, ni siquiera con los que los mismos colectivos proponen, ni siquiera recogen el periódico del otro para saber qué están haciendo, en qué andan, mucho menos para leerlo. Si nos seguimos preguntando ¿Cómo articularnos?, es porque de alguna manera no hemos entendido que la articulación se construye desde el trabajo conjunto con los colectivos, sin indicaciones, ni directrices, sólo porque estamos haciendo el mismo trabajo y queremos crecer, respetando nuestras diferencias y nuestro estilo de hacer las cosas. Nos planteamos que la participación en el encuentro andocomunicando esté sujeta a propuestas escritas hechas por los colectivos y enviadas con un mínimo de una semana por adelantado.Estamos hablando de comunicación impresa revolucionaria, por lo tanto es importante plantearse la imperiosa necesidad de que nuestras propuestas estén en manos del colectivo antes de encontrarnos para que la conversa se genere desde el conocimiento de las diversas posiciones.Tenemos que tener clara la motivación detrás de cada uno de nuestros esfuerzos, ¿es realmente mi periódico un espacio para que la gente se exprese? o ¿el periódico es una excusa para que la gente lea mi pensamiento esclarecedor y sea iluminada por mí? ¿Tiene la gente allá afuera la necesidad de expresarse? o ¿Sólo quieren que le den todo digerido y poder ellos repetir lo que dice el otro? ¿Quién debe escribir en los periódicos alternativos YO, EL, NOSOTROS? ¿Hay que empujar algún hecho comunicacional? ¿Cuál será el que habrá que empujar? ¿Quién creó el hecho comunicacional que yo tengo que empujar? ¿Qué quiere decir avanzar en el hecho comunicacional? ¿Qué es el hecho comunicacional revolucionario? ¿Cómo no reproducir el hecho cultural consumis-ta? ¿Cómo damos direccionalidad al hecho comunicacional? ¿Cuál es la dirección que debemos darle? ¿Qué es la direccionalidad? ¿Qué es línea comuni-cacional? ¿Debo tener una línea comunicacional? ¿Quién decide la línea comunicacional de un periódico que es espacio para la comunicación liberadora? ¿Es la comunicación liberadora una línea? ¿Cuál es la comunicación para liberar? ¿Existe una comunicación para liberar? ¿Cómo puedo dar espacio para que construyamos una comunicación que libere?. Queremos contestar mis preguntas y las tuyas...

¿Qué pasa cuando ponemos el poder de comunicar en los medios comerciales?¿A quién estamos despojando del poder de comunicar cuando lo hacemos?¿Qué hay detrás de este poder cuando está en manos de unos pocos?En estos tiempos de numerosas conversaciones acerca de la comunicación hemos visto cómo muchas veces se deja de lado la con-cepción de que la comunicación es ante todo un acto humano vital y se enfatiza la idea de la comunicación relacionada a los “medios”. Habría que decir para ser más exactos, que no se habla de la comunicación en sí, sino de los medios de comunicación.Todos comunicamos en todo momento. Comunicamos con nuestra manera de vestir, con nuestra manera de cortejar, con nuestros ges-tos corporales, cuando hablamos, cuando reímos, cuando lloramos. Acaso la comunicación humana vital sea más compleja de discutir que la “comunicación mediática”. Asociamos lo social a la comunicación de masa, dejando abandonada al azar y de manera irresponsa-ble el origen del problema, es decir la comunicación humana vital sin darnos cuenta que es en ésta donde se origina la mayoría de los problemas que asociamos con lo “comunicacional”.Cuando decimos que los medios están en crisis, deberíamos decir más apropiadamente que la comunicación humana vital está en crisis, e ir atrás, al origen del problema a ver qué es lo que nos está sucediendo. Es más fácil ubicar el problema en los medios y tratarlo afuera, en el otro, en el sistema, que remitirnos a nuestra propia persona y escudriñar la sensible piel de lo psicológico, de los malos hábitos co-municacionales, de nuestra incapacidad de oír y de transmitir nuestra ideología con nuestros gestos. A cada rato cometemos disparates comunicacionales vitales y no los identificamos como problemas.Los medios de comunicación que tenemos son el simple reflejo de los hábitos comunicacionales que hemos construido, un manojo de enredos, impresiciones aburrimientos, incoherencias, excesos, abusos y mediocridades. Es hora de avanzar en una autocrítica que permita identificar el origen interno de estos problemas. No podemos construir medios sanos cuando nuestra comunicación vital está enferma, y es que está enferma cuando somos usuarios de los medios y también cuando somos productores de contenidos.En estos tiempos cuando ya no nos tiramos en un sofá a ser “televidentes” ni “radioescuchas” sino que hemos comenzado a adquirir el estatus de “usuario” y creador de contenidos, se hace más evidente esta compleja trama de problemas, entonces salen a la luz y nos dan la maravillosa oportunidad de discutirlos. La revolución invita a hurgar en todos los espacios y a asumir de cara a la historia, la responsa-bilidad de la comunicación desde los espacios íntimos, familiares y vecinales, para hacer una base sana que permita en un futuro no muy lejanos comenzar por fin a comunicarnos saludablemente.

Editorial

Janette Rodríguez Herrera

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En esta búsqueda de comunicar iniciamos el Equipo Comunitario de Producción Audiovisual Independiente en Catia TV. El ECPAI La Mancha ha venido realizando documentales temáticos de actualidad cultural, reflexión en torno a problemáticas de la cultura urbana hoy. El año 2008 ganamos el Premio Municipal de Medios de Comunicación Alternativos y Comunitarios “Fabricio Ojeda” como Mejor expresión de las comunidades con el video documental “Entre hermanos”Algunas de nuestras producciones:Miranda vuelve a Caracas, 3min.Simón y Manuelita los amantes, 22min.El Querrequerre, 22min.Caracas desnuda, 22min.AndoCOMUNICANDO, 45min.La poesía, 4min.Guatemala mirada íntima, 22min.Si la quieres cuídala, 7min.Palmeras Kaníbales, 22min.Falcón, 7min.Orquesta sinfónica de Nirgua, 6min.Por 12 metros de cultura, 5min.Capirugente, 22min.Entre Hermanos, 22min.Las letras (infantil), 4min.La Bandera (infantil), 5min.Entrada libre, 22min.Un poema, 5min.

El colectivo La Mancha se forma con compañeros y compañeras que militan la poesía, la música, el diseño, la cerámica, la pintura y los unía un lazo profundo de compromiso con la experimentación en el área de la comunicación. Perseguían articular la dinámica política que el país estaba viviendo con las prácticas artísticas y construir una herramienta innovadora que expresara el proceso revolucionario.

Varios meses antes de salir el primer número del periódico, en la Radio Comunitaria La voz de Guaicaipuro - Los Teques, estado Miranda-, el programa La Mancha Radio comenzaba hablando sobre los viejos medios y los nuevos medios de comunicación y que actualmente puedes escuchar “Todos los lunes del mundo” de 8 a 10pm en RNV Activa 103.9FM. En los 64 años de RNV recibimos un recomocimiento por nuestro trabajo voluntario en pro de la comunicación alternativa.

Un nuevo espacio para la comunicación titular del primer número del Periódico La Mancha, Premio Nacional del Libro 2009. Nace en diciembre del 2002, en pleno paro petrolero y se desplega poco a poco a nivel nacional, luego de cinco años abre un espacio anual para la Revista poesía e imágenes. Además a lo largo de estos ocho años hemos editado, encartados en el periódico, folletos, afiches, periódicos comunitarios resultado de talleres, entre otros.

El tiempo, el compromiso y el respeto fueron amalgamando un equipo que bajo la figura cooperativa y desde la trinchera cultural comenzó a dar forma a proyectos complementarios. La comunicación es ante todo una necesidad humana básica, es diversa, progresiva y dinámica y necesita una gran diversidad de medios para penetrar a fondo en el complejo entramado social que en Venezuela está en plena efervescencia revolucionaria. Así apareció el año 2004 la necesidad de crear la Tribu Muralista La Mancha como herramienta de movilización y politización de la comunidad y los colectivos organizados. Hacemos trabajo voluntario, realizamos murales y facilitamos talleres.

Para comunicarte con nosotr@s escribe a: [email protected] o llama a: 0212 5780730/ 0416 8254075 /0416 8254836y para conocer más nuestro trabajo entra en: www.lamanchaweb.blogspot.com

La idea de comenzar La Mancha Ediciones siempre estuvo presente, pero fue en el año 2006 cuando aparecieron los primeros cuatro títulos de la colección La buena calle, Premio Nacional del Libro 2009.Dedicados a difundir la voz de poetas y poetisas que nunca antes habían editado su trabajo. Actualmente tenemos 16 títulos. A esto le siguió la colección experimental Tinta socialista que en su primera etapa fue un libro plegable que circulaba con el periódico, en este formato publicamos 14 títulos, para luego dar paso a Karl Marx, guía para rebeldes, texto de Mike González, primera edición de esta colección en formato de octavo. Luego nació la colección Sin límites que recoge experiencias de trabajo literario con colectivos de América Latina y otras latitudes del planeta. Ya vieron la luz Tierra común antología de poesía Venezuela y Colombia y Sueño urgente antología de poesía Venezuela y México. Actualmente están en preparación otros títulos y las colecciones Cambimbera y Subversiva.

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COMUNICACIÓN EN REVOLUCIÓN

Cooperativa Editorial 0212-5780730 0416-82548360416-8254075 0416-6317201Apartado postal 17362 zp 1015-AIpostel Pque. Ctral. Ccs-Vzlawww.lamanchaweb.blogspot.com

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