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La historia de Celina… Celina es una anciana que llegó al hogar por medio de unas religiosas. Desde el comienzo manifestó su deseo de hacerse católica, por lo que ha estado prepa- rándose con mucha ilusión durante el año con sus compañeros. A finales de junio cayó gravemente enferma y una tarde, temiendo por su vida, decidimos administrarle el Bautismo, pues sabiendo de su gran deseo no queríamos que fuera a morir sin recibirlo. Fue un momento muy emotivo: las hermanitas al re- dedor de su cama y con la ayuda de una aspirante que nos hacía de intérprete, ya que solo habla changana, le explicamos el rito y la preparamos para la cele- bración. Ella estaba gozosa porque ya iba a ser cristiana y no hacía más que mirar el cuadro de la Virgen y echarle besos diciendo: “Mamana María” (“Madre” como la llaman aquí) y besar un crucifijo que le pusimos en sus manos. Al terminar, tuvo un gesto muy significativo, el cual nos hizo ver muy bien lo consciente que era del sacramento recibido: Celina llevaba siempre una pulsera enroscada en su brazo, una costumbre muy propia de estas tierras, y una de las hermanas, bromeando, a veces se la pedía, y ella siempre decía que no, dán- donos a entender que eso para ella era algo importante. Sin embargo en ese mo- mento, después de recibir el Bautismo, comenzó a desenroscarla del brazo y a decir que aquello ya no lo tenía que llevar porque ya era cristiana. Al entregar- nos su apreciada pulsera nos miró, y con gracia nos dijo: “ahora tienen que darme una nueva”. Le pusimos una pulserita con la Santa Madre quedando feliz y contenta. Días más tarde mejoró y cuando ya pudo ir a la capilla el Sacerdote concluyó de manera solemne el ritual del Bautismo. Nuestra querida Celina es- taba gozosa revestida de blanco acompañada de su madrina y cate- quista. Agradecemos al Señor la oportuni- dad de poder realizar nuestra misión de hermanitas en estas tierras tan se- dientas de Dios. Tenemos cada día el privilegio de acompañar en la fe a estos ancianos que se encuentran ante las puertas de la eternidad y a pesar de nuestra pobreza El hace que seamos el medio a través del cual muchos de ellos entren a formar parte de la gran familia de los hijos de Dios: La Iglesia. Celina acompañada de Sor Magdalena, Sor Mª José y de la madrina de bautismo

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Page 1: La historia de Celina… - Hermanitas · 2019. 10. 5. · La historia de Celina… Celina es una anciana que llegó al hogar por medio de unas religiosas. Desde el comienzo manifestó

La historia de Celina…Celina es una anciana que llegó al hogar por medio de unas religiosas. Desde elcomienzo manifestó su deseo de hacerse católica, por lo que ha estado prepa-rándose con mucha ilusión durante el año con sus compañeros. A finales dejunio cayó gravemente enferma y una tarde, temiendo por su vida, decidimosadministrarle el Bautismo, pues sabiendo de su gran deseo no queríamos quefuera a morir sin recibirlo. Fue un momento muy emotivo: las hermanitas al re-dedor de su cama y con la ayuda de una aspirante que nos hacía de intérprete,ya que solo habla changana, le explicamos el rito y la preparamos para la cele-bración. Ella estaba gozosa porque ya iba a ser cristiana y no hacía más quemirar el cuadro de la Virgen y echarle besos diciendo: “Mamana María”(“Madre” como la llaman aquí) y besar un crucifijo que le pusimos en sus manos.

Al terminar, tuvo un gesto muy significativo, el cual nos hizo ver muy bien loconsciente que era del sacramento recibido: Celina llevaba siempre una pulseraenroscada en su brazo, una costumbre muy propia de estas tierras, y una delas hermanas, bromeando, a veces se la pedía, y ella siempre decía que no, dán-donos a entender que eso para ella era algo importante. Sin embargo en ese mo-mento, después de recibir el Bautismo, comenzó a desenroscarla del brazo y adecir que aquello ya no lo tenía que llevar porque ya era cristiana. Al entregar-nos su apreciada pulsera nos miró, y con gracia nos dijo: “ahora tienen quedarme una nueva”. Le pusimos una pulserita con la Santa Madre quedando felizy contenta. Días más tarde mejoró y cuando ya pudo ir a la capilla el Sacerdoteconcluyó de manera solemne el ritual del Bautismo. Nuestra querida Celina es-taba gozosa revestida de blancoacompañada de su madrina y cate-quista.

Agradecemos al Señor la oportuni-dad de poder realizar nuestra misiónde hermanitas en estas tierras tan se-dientas de Dios. Tenemos cada día elprivilegio de acompañar en la fe aestos ancianos que se encuentranante las puertas de la eternidad y apesar de nuestra pobreza El hace queseamos el medio a través del cualmuchos de ellos entren a formarparte de la gran familia de los hijosde Dios: La Iglesia.

Celina acompañada de Sor Magdalena, SorMª José y de la madrina de bautismo