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Dossieres EsF Nº 24, Invierno 2017 LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS

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Page 1: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

LA ENERGIacuteA RETOS Y PROBLEMAS

INDICE

PRESENTACIOacuteN LA ENERGIacuteA RETOS Y PROBLEMAS 4 Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

CONSIDERACIONES SOBRE EL NECESARIO CAMBIO DE MODELO ENERGEacuteTICO 6Alejandro Arizkun (profesor jubilado de la Universidad Puacuteblica de Navarra) EN LA ENCRUCIJADA ENTRE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES Y LAS ENERGIacuteAS RENOVABLES 10Pedro Prieto (Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos)

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES 15Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia Comillas)

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL 20Cristoacutebal J Gallego Castillo (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL 25Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA 30Pablo Cotarelo (socio de eKona)Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

EL LIBRO RECOMENDADO ENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA DE SEBASTIAgrave RIUTORT 34Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

PARA SABER MAacuteS 36

Los textos de este dossier reflejan exclusivamente la opinioacuten de sus autores que no tiene por queacute coincidir con la posicioacuten institucional de EsF al respecto

Economistas sin Fronteras (EsF) es una Organi-zacioacuten No Gubernamental de Desarrollo (ONGD) fundada en 1997 en el aacutembito universitario que ac-tualmente integra a personas interesadas en cons-truir una economiacutea justa solidaria y sostenible con una orientacioacuten prioritaria en la erradicacioacuten de la pobreza y las desigualdades

En Economistas sin Fronteras creemos necesario otro modelo de desarrollo que ponga a la economiacutea al ser-vicio del ser humano y no como sucede en la actualidad a millones de personas al servicio de la economiacutea

Nuestro objetivo es contribuir a la construccioacuten de una ciudadaniacutea socialmente responsable activa y compro-metida con la necesaria transformacioacuten social

Queremos ser una ONG de referencia en la buacutesqueda de una economiacutea justa y contribuir a facilitar el diaacutelogoy fomentar el trabajo en red de los distintos agentes sociales y econoacutemicos Porque soacutelo a traveacutes del logro de una amplia participacioacuten social podremos alcanzar una economiacutea justa

Gracias a las aportaciones perioacutedicas de nuestros socios podemos planificar y realizar proyectos de larga du-racioacuten sin depender de subvenciones

Si deseas hacerte socio de Economistas sin Fronteras y colaborar de forma perioacutedica con nosotros cumpli-menta el formulario disponible en nuestra web

wwwecosfronorgO en el teleacutefono 91 549 72 79

Si crees que nuestros Dossieres te aportan nuevos puntos de vista sobre la economiacutea y quieres apoyarnosrealiza una aportacioacuten

La ley 492002 de 23 de diciembre (BOE 24122002) de reacutegimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos establece un trato fiscal maacutes favorable para las donaciones realizadas por personas fiacutesicas obteniendo una deduccioacuten a la cuota del IRPF

CONSEJO EDITORIAL Joseacute Aacutengel Moreno ndash Coordinador Luis Enrique AlonsoMariacutea Eugenia CallejoacutenMarta de la CuestaJoseacute Manuel Garciacutea de la CruzJuan A GimenoCarmen Valor

Coordinacioacuten de este nuacutemeroJoseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Ma-drid)

Dossieres EsF es una publicacioacuten digital trimestral de Economistas sin Fronteras

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

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Se permite la reproduccioacuten total o parcial y la comunicacioacuten puacuteblica de la obra siempre que no sea con finalidad comercial y siempre que se reconozca la autoriacutea de la obra original No se permite la creacioacuten de obras derivadas

Maquetacioacuten Disraeli Collado (Economistas sin Fronteras)

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PRESENTACIOacuteNLA ENERGIacuteA RETOS Y PROBLEMAS

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

Acostumbrados como estamos a cambiar la posicioacuten del interruptor y ver como se ldquoencienderdquo o se ldquoapa-gardquo la luz nos cuesta entender que ese sencillo gesto condicione de manera brutal nuestra existencia Na-die se extrantildea de que la alimentacioacuten sea un derecho tampoco de que el agua limpia deba ser considerada un bien puacuteblico o que en determinadas condiciones debamos dejar el coche aparcado para que el aire se renueve y vuelva ser respirable

Sin embargo cada mes abonamos la factura de la luz o maacutes cotidianamente abonamos el importe de relle-nar el depoacutesito del carburante del coche A veces nos quejamos de su coste en otras de no entender queacute se paga y en la mayoriacutea de las ocasiones nos resignamos a pagar como si de un cafeacute se tratara Pero la energiacutea no es como el cafeacute maacutes auacuten sin energiacutea no nos seriacutea posible tomar cafeacute Sin luz solar (energiacutea) no brotariacutea el cafeacute sin gasolina (energiacutea) no podriacuteamos transpor-tarlo y sin electricidad (energiacutea) la cafetera no funcio-nariacutea Y muchos necesitan tomar cafeacute (energiacutea) antes de salir de casa

Es una obviedad pero el empleo de energiacutea es abso-lutamente necesario en las actividades de produccioacuten distribucioacuten y consumo de la sociedad humana Es-tamos dejando a un lado la definicioacuten de energiacutea en cuanto a propiedad de la materia para centrarnos a los aspectos econoacutemicos y sociales de su produccioacuten y empleo La razoacuten es que no se trata de debatir sobre la energiacutea en abstracto maacutes bien al contrario se trata de hacerlo sobre su caraacutecter de insumo imprescindible para el sostenimiento de la humanidad Sin olvidar las peculiaridades que convierten a la energiacutea en uno de los pilares de la organizacioacuten social

Seguramente uno de los mayores eacutexitos de la ideo-logiacutea dominante haya sido la aceptacioacuten social como loacutegica de la separacioacuten de las discusiones seguacuten una determinada pero nunca definida fragmentacioacuten de los conocimientos evitando la inclusioacuten de las re-flexiones sobre la tecnologiacutea en los debates sociales y viceversa la contribucioacuten de las formas de organi-zacioacuten social en el devenir de los conocimientos tec-noloacutegicos sin embargo hoy diacutea se acepta e incluso se

reclama la recuperacioacuten de la reflexioacuten conjunta entre ambos campos

Juliaacuten Mariacuteas en El oficio del pensamiento recuer-da que ldquoUnamuno opinaba que muchos se dedican a contarle las cerdas al rabo de la esfinge por miedo a mirarla a los ojosrdquo1 Pues bien con este dossier se pretende contribuir a ese cambio en la mirada se pre-tende contribuir a ampliar el foco de los debates sobre la energiacutea incorporando las cuestiones teacutecnicas junto a las sociales y todas ellas dentro de dos amplios y urgentes objetivos indiscutibles la sostenibilidad am-biental y la sostenibilidad social

El dossier se inicia con la contribucioacuten de Alejandro Arizkun que ha sido profesor de Economiacutea en la Uni-versidad Puacuteblica de Navarra buena parte de su vida y que introduce en ldquoConsideraciones sobre el necesa-rio cambio de modelo energeacuteticordquo la complejidad del asunto abordado Trata de las relaciones entre natura-leza y actividad humana de las limitaciones fiacutesicas y tambieacuten econoacutemicas para resolver los problemas am-bientales y apela a la urgente necesidad de profun-dizar en los debates con visioacuten a largo plazo con un examen riguroso de las distintas alternativas Y nos advierte de los riesgos del atractivo de la eficiencia a corto plazo que pueden llegar a agravar los proble-mas maacutes que a resolverlos si no se producen cambios en la organizacioacuten poliacutetica y sobre todo en los valo-res sociales

Aquiacute no hemos llegado casualmente como recuerda Pedro Prieto Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos (AEREN) en su texto ldquoEn la encrucijada entre las energiacuteas foacutesiles y las energiacuteas renovablesrdquo ha sido un largo proceso his-toacuterico en el que la sustitucioacuten paulatina de unas fuen-tes de energiacutea por otras nos ha situado en el momento actual Sin embargo a pesar de las oportunidades tec-noloacutegicas para la difusioacuten de energiacuteas de origen reno-vable y su apoyo desde organismos internacionales se sentildeala el limitado alcance de su aplicacioacuten en la

1 Mariacuteas J (1958) El oficio del pensamiento Biblioteca Nueva Madrid paacuteg 15

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generacioacuten de energiacutea eleacutectrica Esta cuestioacuten es sin duda muy relevante dada la importancia de la ener-giacutea no eleacutectrica en la demanda final lo que exige plan-teamientos maacutes ambiciosos y cada diacutea maacutes urgentes

En una liacutenea proacutexima discurre la aportacioacuten de Pedro Linares profesor e investigador en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad de la Universidad Pontificia Comillas En su contribucioacuten ldquoEl futuro de las ener-giacuteas foacutesilesrdquo despueacutes de poner de relieve la impor-tancia de las energiacuteas foacutesiles en la economiacutea actual procede a evaluar las posibilidades de mantenimiento del actual modelo energeacutetico apostando por su sus-titucioacuten ante las dudas acerca de la viabilidad de las propuestas teacutecnicas de descarbonizar el modelo de energiacuteas foacutesiles Tambieacuten apela a la necesaria coope-racioacuten internacional ante las dificultades que para mu-chas economiacuteas supone compatibilizar sus objetivos de desarrollo con el reto energeacutetico que es global

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz ingenieros del Observatorio Criacutetico de la Energiacutea en sus ldquoNotas sobre la (des)regulacioacuten del sector eleacutectri-co espantildeolrdquo explican la regulacioacuten del sistema eleacutectri-co espantildeol Si algo queda claro de su lectura es que las dudas de los consumidores sobre queacute pagan y porqueacute estaacuten plenamente justificadas El componente oligo-poacutelico del mercado espantildeol junto a la desafortunada poliacutetica de promocioacuten de las energiacuteas renovables dota de caracteriacutesticas particulares a la situacioacuten espantildeola Sin embargo los problemas se acumulan no solamen-te por la primaciacutea de los intereses privados sino por la creciente complejidad de todo lo relativo a la energiacutea complejidad analizada en las contribuciones anterio-res

Los problemas de desarrollo se asimilan a la pobre-za Pues bien el problema de acceso garantizado a la energiacutea para poder sostener una vida digna estaacute muy presente en las sociedades avanzadas constituyendo seguramente uno de los escenarios de denuncia del funcionamiento del sistema econoacutemico capitalista Victoria Pellicer investigadora de INGENIO (CSIC-UPV) lo pone de relieve en su artiacuteculo ldquoLa pobre-za energeacutetica reflexiones sobre el caso espantildeolrdquo En este texto se reclama y se propone una definicioacuten de pobreza energeacutetica que incorpore no solamente las dificultades econoacutemicas para afrontar el pago del ldquore-cibordquo sino reformas en el sistema energeacutetico en las instituciones y en la cultura para evitar la estigmati-zacioacuten la marginacioacuten y el deterioro de la dignidad personal de quienes padecen de pobreza energeacutetica Aunque se parte del caso espantildeol la perspectiva es

maacutes amplia llegando a plantear propuestas que sin duda son trasladables a otras latitudes con problemas de marginacioacuten y exclusioacuten energeacuteticas

Entre las propuestas de soluciones institucionales estaacuten las de retomar la dimensioacuten local de los pro-blemas energeacuteticos y la revalorizacioacuten de las coope-rativas tanto de productores como de consumidores de energiacutea Es el tema que abordan Pablo Cotarelo ingeniero socio de eKona y Sebastiagrave Riutort profe-sor de Sociologiacutea de la Universidad de Barcelona en ldquoEnergiacutea local democracia real una reflexioacuten sobre la democracia energeacuteticardquo Partiendo de la justificacioacuten de la reapropiacioacuten social de la energiacutea sobre todo teniendo en cuenta las limitaciones regulatorias y la necesidad de impulso de un nuevo modelo energeacutetico que contribuya a resolver los problemas ambientales y sociales del actual analizan las experiencias coope-rativas en marcha y sus resultados concluyendo con un balance esperanzador aunque lleno de obstaacuteculos por superar

Como es habitual en Dossieres EsF se antildeade a los textos mencionados una resentildea del libro que nos ha parecido recomendable para este tema (Energiacutea para la democracia de Sebastiagrave Riutort) y lecturas comple-mentarias (ldquoPara saber maacutesrdquo) sugeridas en su mayor parte por los propios autores de los artiacuteculos de este dossier Autores a los que Economistas sin Fronteras les agradece cordialmente su colaboracioacuten y su gene-rosidad

Crisis econoacutemica y modelo energeacutetico

La crisis econoacutemica ha puesto de manifiesto en pri-mer plano lo injusto de un sistema de funcionamiento que ha conducido a la precariedad a amplias capas de poblacioacuten mientras que una minoriacutea veiacutea crecer sus beneficios En el terreno energeacutetico se ha mani-festado en la visibilidad de la pobreza energeacutetica de muchos hogares en la subida desproporcionada de los precios eleacutectricos en la oscuridad del funcionamiento empresarial que se muestra patente en la opacidad de la factura energeacutetica que resulta incomprensible para la mayoriacutea de la poblacioacuten en el crecimiento impa-rable de los beneficios de las grandes empresas en la permanencia del nivel de emisiones de gases efecto invernadero

Esta realidad hace cada vez maacutes aceptada la necesi-dad de un cambio de modelo energeacutetico que en lugar de estar al servicio de los beneficios particulares de las empresas energeacuteticas esteacute al servicio del suminis-tro de energiacutea a la poblacioacuten seguacuten sus necesidades El modelo a construir debe ser un modelo de energiacutea distribuida para evitar los despilfarros energeacuteticos de su transporte a larga distancia y para tener cerca-no el origen de la energiacutea a sus usuarios sostenible para evitar la destruccioacuten de las bases fiacutesicas del pla-neta democraacutetica para que su gestioacuten responda a las necesidades ciudadanas y equitativa para evitar las injusticias manifiestas que hoy se visualizan

El cambio de modelo energeacutetico no es un problema exclusivamente teacutecnico ni un problema exclusiva-mente econoacutemico sino un problema social que hay que abordar de conjunto Un modelo energeacutetico como el que buscamos solo seraacute posible en una sociedad di-ferente apoyada en valores diferentes y por tanto debemos reflexionar sobre coacutemo podemos actuar maacutes allaacute del mercado para contribuir a esa transformacioacuten social

iquestPor queacute el cambio de modelo energeacutetico debe nece-sariamente insertarse dentro de un cambio social maacutes amplio

Los humanos formamos parte de un ecosistema el

ecosistema planetario en el que estamos intriacutenseca-mente relacionados con los materiales las energiacuteas otros seres vivos y entre nosotros Las ideas conven-cionales al uso nos presentan primero coacutemo separados de la naturaleza que aparece como algo distinto de nosotros y a nuestro servicio1 A su vez nos presen-ta a los individuos como seres autoacutenomos y autosu-ficientes que debemos competir entre nosotros para obtener lo que necesitamos Al estudiar la sociedad humana tambieacuten aplica la parcelacioacuten y nos presenta a la economiacutea y la poliacutetica como dos aacutembitos separa-dos en los que la primera a traveacutes del mercado libre toma ldquodemocraacuteticamenterdquo las decisiones sobre queacute se produce a traveacutes de la libre accioacuten de consumidores iguales y la segunda a traveacutes de la representacioacuten de los libres votantes decide ldquodemocraacuteticamenterdquo sobre la organizacioacuten de la sociedad al servicio del bien comuacuten Pero ni las decisiones del mercado ni las decisiones en el ritual electoral estaacuten dirigidas a sa-tisfacer las necesidades de las personas sino que se subordinan a los intereses de minoriacuteas privilegiadas Recuperar una visioacuten de la identidad humana como parte indisoluble de los otros componentes del eco-sistema nos permitiraacute integrar en el estudio las rela-ciones entre esos componentes Ademaacutes economiacutea y poliacutetica actuacutean indisolublemente unidas engrasadas por unos valores y se dirigen a ampliar los beneficios de una minoriacutea Un modelo energeacutetico democraacutetico soacutelo es posible en el marco de una sociedad realmente democraacutetica un modelo energeacutetico distribuido soacutelo es posible en una sociedad sin grandes empresas un modelo energeacutetico sostenible soacutelo es posible en una sociedad que cambie profundamente sus valores

Parece evidente que es perfectamente compatible el uso de energiacuteas renovables con praacutecticas insosteni-bles El ejemplo tantas veces manejado de un bosque que se utiliza para obtener lentildea (energiacutea renovable) y que puede ser gestionado de forma insostenible si se tala a un ritmo mayor al de su reproduccioacuten lo mues-tra

CONSIDERACIONES SOBRE EL NECESARIO CAMBIO DE MODELO ENERGEacuteTICO

Alejandro Arizkun (profesor jubilado de la Universidad Puacuteblica de Navarra)

1 Esta visioacuten del mundo llamada conocimiento parcelario procede en la cul-tura occidental de Descartes que al aplicar el ldquoanaacutelisisrdquo como meacutetodo de conocimiento propone separar el objeto de estudio en sus partes para poder conocer cada una de ellas pero despueacutes se apoya en la ilusioacuten de que el todo es la suma de las partes ya analizadas perdiendo las relaciones entre las partes

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Vivimos en un mundo limitado el ecosistema plane-tario del que formamos parte tiene una disponibilidad limitada de materiales de energiacutea de sumideros de residuos de espacio La sostenibilidad es precisa-mente ajustar la accioacuten de los humanos a esos liacutemites para no sobrepasarlos Destruir las bases fiacutesicas sobre la que se apoya nuestra vida y la de otros seres vi-vos sin los cuales no podriacuteamos vivir significariacutea la desaparicioacuten de nuestra civilizacioacuten y si continuacutea la dinaacutemica destructiva podriacutea conducir a la extincioacuten de la especie humana

Entre los liacutemites fiacutesicos que tiene nuestro ecosistema planetario los liacutemites energeacuteticos presentan una par-ticularidad el planeta recibe continuamente energiacutea del exterior la energiacutea solar Esto permite revertir la inevitable peacuterdida de utilidad de la energiacutea que utili-zamos pero tambieacuten esta reversioacuten tiene sus liacutemites Se estima que la vida futura del Sol estaraacute en 5000 millones de antildeos y esto nos permite considerar a escala humana indefinida en el tiempo esa aporta-cioacuten exterior de energiacutea Sin embargo es limitada la energiacutea solar que llega al Planeta en cada unidad de tiempo Por otra parte esa energiacutea solar que nos llega no podemos utilizarla toda nosotros una parte inevi-tablemente se refleja y dispersa en el Universo otra parte la utilizan para su supervivencia otros seres vi-vos otra es necesaria para mantener en el planeta las condiciones de temperatura presioacuten y composicioacuten de la atmoacutesfera que hacen posible la vida Ademaacutes la obtencioacuten de energiacuteas utilizables por nosotros a partir de las fuentes primarias de energiacutea comporta nece-sariamente dispersioacuten de energiacutea en forma de calor y uso de energiacutea para construir y utilizar los artilugios que realizan esa transformacioacuten energeacutetica

Por estas razones la sustitucioacuten de energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables que proceden del sol tiene sus liacute-mites y hay que explorarlos y considerarlos

Por otra parte la eficiencia energeacutetica el esfuerzo por conseguir lo mismo con menos uso de energiacutea es un camino que hay que explorar con decisioacuten porque la buacutesqueda de eficiencia econoacutemica que predomina en nuestro mundo ha dejado sin explorar amplios campos en los que es posible mejorar la eficiencia energeacutetica pero eacutesta a su vez tiene sus liacutemites A medida que mejoramos la eficiencia energeacutetica las nuevas mejo-ras son cada vez maacutes pequentildeas y tienden a cero iexclNo es posible que ninguna accioacuten se produzca con un uso cero de energiacutea Ademaacutes en un mundo con aumentos continuos de actividad la mejora energeacutetica puede conducir a un uso total de energiacutea mayor que antes

Precisamente la variable que afecta a la sostenibili-dad es el uso total de energiacutea y no los porcentajes de energiacuteas renovables y no renovables2

La sostenibilidad ambiental es un problema de liacutemi-tes de saber que vivimos en un mundo limitado y que necesitamos acomodarnos a esos liacutemites para no destruir las bases fiacutesicas de nuestra supervivencia La sostenibilidad no es un problema teacutecnico aunque la teacutecnica juegue un papel importante en su consecucioacuten La sostenibilidad es un problema de comportamiento humano que lejos de apoyarse en valores expansivos y utilitaristas del medio fiacutesico sepa reconocer sus li-mitaciones y adaptar su comportamiento a ellas

La sostenibilidad energeacutetica no puede ser abordada al margen de otros liacutemites a considerar (materiales su-mideros espacio) porque si para conseguir sustituir energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables afectamos gravemente a alguno de estos otros liacutemites habremos ldquohecho de una torta un panrdquo habremos metido por la puerta de atraacutes la insostenibilidad

Ademaacutes el alcance de esos liacutemites no es algo per-fectamente definido y establecido -iexcltambieacuten nuestra capacidad de conocimiento es limitada- sino un ca-mino que debe ser construido con la reflexioacuten sobre nuestro accionar y con el meacutetodo de prueba y errorPor otra parte en cualquier proceso la energiacutea no pue-de utilizarse completamente e inevitablemente se dispersa una parte en forma de calor Estamos frente a un proceso irreversible en que siempre perderemos parte de la utilidad de la energiacutea Una mayor eficiencia energeacutetica permitiraacute reducir la cantidad de utilidad de energiacutea que se pierde pero resulta imposible realizar una accioacuten sin energiacutea sin alguna peacuterdida de utilidad en la energiacutea Por esta razoacuten la eficiencia energeacutetica tiene sus liacutemites

Sostenibilidad energiacutea y sociedad

Sobre estas bases comencemos con algunas precisio-nes sobre el concepto de sostenibilidad Vivimos en un mundo fiacutesicamente finito que limita nuestras posi-bilidades Tenemos limitaciones en la cantidad de re-cursos energeacuteticos y materiales que utilizamos para satisfacer nuestras necesidades y deseos Tenemos limitaciones en los sumideros que absorben los resi-duos que generamos Tenemos limitaciones de espa-cio en competencia con otros seres vivos Un mundo

2 Se llama ldquoefecto reboterdquo o ldquoefecto Jevonsrdquo al resultado de que una mayor eficiencia energeacutetica conduzca a un ahorro econoacutemico a la empresa que derive en un aumento de inversioacuten para aumentar el tamantildeo de la planta Si esto se produce seriacutea compatible un uso inferior de energiacutea por producto y un aumento del uso total de energiacutea

sostenible es aqueacutel en el que nuestras actividades no sobrepasan esos liacutemites Alcanzar la sostenibilidad es conseguir un funcionamiento que nos permita actuar dentro de esos liacutemites sin hipotecar un funcionamien-to similar de nuestra proacutexima generacioacuten3

Es en esta direccioacuten en la que discutimos un tema central las relaciones entre economiacutea y poliacutetica Las ideas convencionales que se manejan nos presentan a la economiacutea y la poliacutetica como aacutembitos separados existe un sistema econoacutemico se dice que funciona automaacuteticamente regido por el mercado donde el pre-cio es el resultado ldquodemocraacuteticordquo de la actuacioacuten de multitud de oferentes y demandantes que actuacutean autoacute-nomamente en situacioacuten de igualdad y perfectamente informados iexclEs la democracia de los consumidores4 Este precio ldquoresultante democraacuteticordquo del juego de mercado es la guiacutea para la toma de decisiones baacutesi-cas en la economiacutea queacute producir coacutemo producir para quieacuten producirPero ni somos autoacutenomos porque nuestras opiniones se conforman a traveacutes de las rela-ciones sociales ni partimos de una situacioacuten de igual-dad porque el desigual reparto de la propiedad da ventajas a unos sobre otros ni estamos perfectamente informados De esta manera la pretendida maacutexima eficiencia que teoacutericamente se deriva del ldquomercado de competencia perfectardquo se deshace como un azucarillo en agua Pero ademaacutes la consideracioacuten de un uacutenico valor -ldquola eficienciardquo- deja de lado otros valores como la equidad o la sostenibilidad De este modo las deci-siones de los mercados reales ni son eficientes ni son equitativas ni son sostenibles

Por otra parte se nos presenta un sistema poliacutetico ldquode-mocraacuteticordquo en el que las decisiones se toman por los representantes elegidos en elecciones a traveacutes del voto de ciudadanos autoacutenomos iguales y perfectamente informados cada cuatro antildeos y esto deja viacutea libre a la toma de decisiones reales separadas de la mayoriacutea de los representados

Nuestra sociedad se organiza en torno a un objetivo central la acumulacioacuten de beneficios particulares que aparentemente debe ofrecer al conjunto de la so-ciedad la satisfaccioacuten de sus necesidades Pero para hacer prevalecer los intereses de quienes acumulan beneficios se produce un deslizamiento cultural que situacutea las necesidades humanas en la pura satisfaccioacuten individual y material desconociendo las necesidades humanas de relacioacuten y de autoperfeccionamiento

(Una paradoja de nuestra sociedad) cifra la felici-

dad fuera del individuo mismo en los logros de la teacutecnica y en la acumulacioacuten de bienes materiales y propiedades La meta no es el perfeccionamiento del individuo sino de su entorno para hacerlo maacutes con-fortable (Naredo 2015 121)

La cultura predominante desprecia profundamente las ventajas de los viacutenculos colectivos y los valores comunes para hacer frente a los asuntos que son de todos y de cada uno Sois libres nos dicen porque podeacuteis acumular ilimitadamente bienes materiales aunque eso suponga el sufrimiento de otros seres humanos y el colapso del planeta Hoy son muchas las personas que se plantean la necesidad de llevar a cabo un cambio cultural que no desean simplemente plegarse a los mecanismos que nuestra sociedad -toda sociedad- tiene ya dispuestos para ahormarnos tam-bieacuten son muchas las que se sienten impotentes ante las dificultades que obstaculizan esa transformacioacuten Porque a diferencia de por ejemplo los chimpanceacutes los seres humanos tienen muchas opciones de modi-ficar reflexivamente su conducta (Riechmann 2015 contraportada)

Aquel conjunto de ideas tiende a oscurecer el fondo de las cuestiones Detraacutes de un sistema econoacutemico que se nos presenta como productor de bienes y servi-cios para satisfacer necesidades nos encontramos una realidad econoacutemica cuyo objetivo es hacer crecer los beneficios particulares Detraacutes de un sistema poliacutetico que se nos presenta como el mecanismo de reflejar y armonizar los intereses de cada uno nos encontramos con unas decisiones que benefician a los poderosos iquestOs suenan las puertas giratorias que condicionan la regulacioacuten del sector eleacutectrico La separacioacuten entre electores y elegidos permite vaciar de contenido las acciones parlamentarias o municipales cuando las de-cisiones reales se toman en otros foros

Pero a su vez la economiacutea y la poliacutetica no estaacuten sepa-radas Baste observar la enorme fuente de beneficios que han significado determinadas decisiones poliacuteti-cas recalificacioacuten de terrenos privatizacioacuten de em-presas rescate de bancos En el momento actual la acumulacioacuten de beneficios particulares se apoya cada vez maacutes en las praacutecticas especulativas y en decisio-nes poliacuteticas de ayuntamientos y gobiernos La pro-

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3 No es necesario referirse a las generaciones futuras porque si cada genera-cioacuten entrega a la siguiente un mundo sostenible estaacute garantizada la sostenibilidad hasta que alteraciones en la llegada de la energiacutea solar al planeta la hipotequen

4 Pero los humanos somos mucho maacutes que consumidores somos personas con muchas maacutes necesidades que consumir bienes y servicios Una vez maacutes se ignora nuestra necesidad de relacionarnos entre nosotros con el mundo vivo y material que nos rodea

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duccioacuten de bienes y servicios cumple un papel cada vez menor5

En esta sociedad potenciadora de beneficios particu-lares de algunos que potencia un crecimiento econoacute-mico que genera desigualdad e insostenibilidad se inserta el actual modelo energeacutetico Ademaacutes se han generalizado en la sociedad ciertas ideas que tienden a difuminar los privilegios de unos pocos Un punto central de estas ideas es presentarnos la realidad so-cial con dos sistemas separados el sistema econoacutemi-co regido de forma neutral por el mercado concebido como un mecanismo automaacutetico y un sistema poliacuteti-co que se presenta como democraacutetico y que reproduce y ampliacutea las diferencias sociales Pero no soacutelo con-funde y legitima los privilegios la separacioacuten de los aacutembitos econoacutemicos y poliacuteticos tambieacuten la forma de pensar el sistema econoacutemico y el sistema poliacutetico es fuente de ocultacioacuten

La principal funcioacuten encubridora que ejerce la no-cioacuten al uso de ldquosistema econoacutemicordquo parte de conside-rar el proceso econoacutemico como produccioacuten de rique-za soslayando los procesos de mera adquisicioacuten de la misma que estaacuten cada vez maacutes a la orden del diacutea parasitando subordinando y devaluando las fuentes primarias de la riqueza misma(Naredo 2015 45)

Tenemos frente a nosotros buenos ejemplos en el sec-tor eleacutectrico con los pagos por capacidad los pagos de transicioacuten a la competencia o los cobros abusivos que se introducen en las complejas e incomprensibles para muchos facturas eleacutectricas A su vez el sistema poliacutetico se presenta como democraacutetico cuando su rea-lidad es muy otra

El actual despotismo democraacutetico trata de hacer un manejo puramente ceremonial de los contrapesos teoacutericamente ideados para corregir esa tendencia despoacutetica siendo el caso de la democracia espantildeo-la ejemplar en ese manejo Nos encontramos asiacute con una democracia formal que sirve de coartada para revestir de legitimidad las decisiones de los gober-nantes por muy impopulares o interesadas que sean Tras conseguir el miacutenimo de votos necesario para lle-gar al poder los gobernantes se las ingenian para pactar en la sombra las grandes decisiones dejando a las instancias deliberativas de los parlamentos y los plenos municipales una mera funcioacuten ornamental (Naredo 2015 69)

Tambieacuten en nuestro sector eleacutectrico tenemos muacutelti-ples ejemplos de disposiciones despoacuteticas alejadas de los intereses de las mayoriacuteas

El sentido de las liacuteneas anteriores y de las citas que las acompantildean no es trazar un anaacutelisis completo de nuestras sociedades que desborda las posibilidades de este texto sino mostrar la indisoluble conexioacuten entre la economiacutea y la poliacutetica que hay que considerar es-trateacutegicamente Seriacutea una ilusioacuten ingenua en mi opi-nioacuten creer que con poder econoacutemico exclusivamente se puede construir un modelo energeacutetico alternativo por el contrario su buacutesqueda hay que insertarla en un cambio de sociedad apoyada en nuevos valores que redefinan sus objetivos hacia la satisfaccioacuten de la re-produccioacuten de la vida en lugar de la acumulacioacuten de beneficios y con la participacioacuten activa del conjunto de ciudadanos para ir abriendo paso a nuevos valores sociales de igualdad real no solo formal de satisfac-cioacuten de las necesidades reales de las personas y no de las necesidades artificiales creadas por la publicidad para reproducir la rueda de aumento de demanda au-mento de ventas aumento de beneficio de equilibrar el comportamiento social con los liacutemites fiacutesicos que la naturaleza impone

Soacutelo en una sociedad cuyo objetivo sea satisfacer ne-cesidades de las personas en la que lejos de la ilu-sioacuten del mercado se tomen las decisiones a traveacutes de la participacioacuten y deliberacioacuten de los afectados seraacute posible construir un nuevo modelo energeacutetico como el que aquiacute se propone

5 Un ejemplo proacuteximo pero ni mucho menos uacutenico ha sido la noticia de que la empresa de actividades agriacutecolas y ganaderas SAVIAL SL (propiedad de Esperanza Aguirre y su marido) a pesar de estar en peacuterdidas y de haber recibido subvenciones puacute-blicas y creacuteditos millonarios de BSCH y de la Caja de Cataluntildea ha invertido maacutes de 3000 millones de euros en Bolsa (ldquoPuacuteblicordquo 13616)

EN LA ENCRUCIJADA ENTRE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES Y LAS ENERGIacuteAS RENOVABLES

Pedro Prieto (Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos AEREN)

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Energiacutea y sociedad humana

La prodigiosa evolucioacuten de nuestra sociedad sobre todo en los uacuteltimos 150 antildeos nos ha traiacutedo hasta un punto que obliga a una reflexioacuten

Mientras fuimos simples monos desnudos eacuteramos apenas un puntildeado de muy pocos millones de seres hu-manos sobre la Tierra cuyo consumo energeacutetico era el metaboacutelico que supone unas 2900 kilocaloriacuteas dia-rias de ingesta promedio que es por donde recibimos la energiacutea que necesita nuestro cuerpo para vivir Esto es en energiacutea equivalente apenas la de una bombilla de 100 vatios encendida permanentemente por cada ser humano Es la llamada energiacutea endosomaacutetica o in-herente al propio cuerpo y requerida por eacutel

El entonces supuestamente fraacutegil ser humano fue sin embargo capaz de sobrevivir como especie durante al menos 2 millones de antildeos como homo sapiens-sapiens (y muchos millones maacutes anteriormente en formas maacutes primitivas de su evolucioacuten) en un medio natural abru-mador y muchas veces hostil pero siempre base del sustento

No lo debieron hacer muy mal nuestros antepasados cuando sobrevivieron todo ese tiempo No debieron ser tan brutos (convendriacutea revisar los conceptos de animal o de salvaje) cuando pasaron durante millo-nes de antildeos sobre el medio ambiente de nuestro plane-ta sin mancharlo ni agotarlo de forma miacutenimamente apreciable sin extinguir ninguna de las especies de las que viviacutean (vegetales y animales)

El invento del fuego hace alrededor de medio milloacuten de antildeos (su control maacutes bien en beneficio propio) antildeadioacute a su consumo energeacutetico promedio como in-dividuo unos 50 vatios maacutes de potencia La mitologiacutea considera este paso de forma ambigua Progreso por un lado y castigo de los dioses a Prometeo el que les roboacute el uso del fuego y permitioacute alterar al hombre el medio de forma maacutes importante Se trata de la prime-ra captura de energiacutea de forma exosomaacutetica o exterior al propio cuerpo aparte de la que claro estaacute ofrece el sol al exponerse a eacutel

El siguiente gran salto en la Humanidad se dio hace

unos 10000 antildeos en lo que se conoce como el arran-que del Neoliacutetico cuando el ser humano aprende a ldquodomesticarrdquo plantas (arranque de la agricultura) y algunos animales en su provecho Es un paso de gi-gante que implica el cambio del nomadismo a ciertas formas incipientes de sedentarismo Este salto permi-te al ser humano apropiarse de una mayor cantidad de energiacutea aunque necesitando tambieacuten consumir a ve-ces algo maacutes de energiacutea para el cultivo de plantas que antes simplemente recolectaba o para cuidar cercar y alimentar el ganado que antes simplemente caza-ba Tambieacuten el esfuerzo para construir haacutebitats en los lugares maacutes propicios para la agricultura y cercanos para la ganaderiacutea donde antes utilizaba cuevas La domesticacioacuten de equinos le proporcionoacute una fuerza de traccioacuten adicional de gran utilidad Los antropoacutelo-gos calculan ese nivel energeacutetico del hombre del neo-liacutetico en unos 300 vatios de potencia equivalente en promedio esto es ya unas 3 veces maacutes que lo que su metabolismo exige para la pura supervivencia como el mono desnudo que somos

A pesar de ese salto apenas se conocen impactos me-nores en el medio ni desapariciones de especies por causa humana y soacutelo un ligero o muy ligero aumento de la poblacioacuten humana a los largo de esos diez mi-lenios El ser humano siempre ha sido 100 renova-ble pues solo transformaba y utilizaba en su beneficio muy poca biomasa fuese en forma de lentildea de ali-mentos o de traccioacuten animal

Las energiacuteas foacutesiles

El siguiente salto cualitativo de importancia obvian-do el lento progreso desde sociedades agriacutecolas pri-mitivas a sociedades agriacutecolas avanzadas siempre con elementos mecaacutenicos y fuerza de trabajo animal o esclava y el desarrollo de la navegacioacuten a vela a grandes distancias no tuvo lugar hasta el siglo XIX cuando ya bastante agotados los bosques de las Islas Britaacutenicas los humanos no tuvieron maacutes remedio que buscar bajo tierra y empezar a explotar el carboacuten de forma cada vez maacutes masiva En apenas 80 antildeos des-de el comienzo de su explotacioacuten masiva y debido al invento de las maacutequinas de vapor se produce un salto sin precedentes

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Hacia 1900 el carboacuten superoacute a nivel mundial al uso de la biomasa (cuyo consumo tambieacuten siguioacute aumen-tando) Ese tremendo impulso del maquinismo del llamado siglo de las luces (las ciudades empezaron a ser luminarias) tuvo lugar con un consumo de unos 856 vatios de potencia promedio para cada uno de los 1600 millones que entonces habitaban el plane-ta Esto en promedio mundial aunque algunos paiacuteses -como la pionera Alemania- ya alcanzaban una cifra cercana a los 3000 vatios de potencia promedio por persona unas 30 veces la necesidad metaboacutelica El impacto ambiental de finales del XIX era ya visible y acusado en algunas regiones industrializadas pero la maacutequina del progreso ya era imparable

Y entonces el petroacuteleo arrancoacute con fuerza inusitada Aunque las primeras explotaciones para consumo energeacutetico tuvieron lugar a mediados del siglo XIX en Pensilvania y los primeros motores de combustioacuten interna que utilizaron liacutequidos combustibles maacutes o menos refinados tuvieron lugar en el uacuteltimo cuarto del siglo XIX el fulminante arranque del petroacuteleo tuvo lugar en el primer tercio del siglo XX cuando Gran Bretantildea cambioacute su flota de guerra de carboacuten a petroacuteleo un combustible mucho maacutes denso versaacutetil y manejable y mucho mejor almacenable que el carboacuten

Fue en los antildeos 60 del siglo XX cuando el petroacuteleo consigue superar respectivamente a los consumos de carboacuten y biomasa a nivel mundial Este nuevo punto culminante se alcanza con cada uno de los 3000 mi-llones de habitantes que eacuteramos en 1960 consumien-do en promedio unos 1370 vatios de potencia por persona aunque algunos paiacuteses desarrollados alcan-zaron consumos per caacutepita mucho maacutes desorbitados que podiacutean llegar a los 6500 vatios per caacutepita unas 65 veces sus necesidades metaboacutelicas Los impactos ambientales ya alcanzaban niveles que empezaban a ser preocupantes y a tener alcance global

Han pasado apenas 56 antildeos desde que el petroacuteleo to-mase el liderazgo de los consumos de energiacutea mun-diales y ni el incremento considerable de consumo de gas natural ni el desarrollo de la energiacutea nuclear (que apenas supone un 5 de nuestra dieta energeacutetica ac-tual) ni la hidroelectricidad (un 3 de nuestro con-sumo global) han conseguido superar el papel domi-nante del petroacuteleo pero todos los consumos de cada tipo de combustible han ido aumentando exponencial-mente hasta al menos 2005 El petroacuteleo sigue siendo dominante sobre todo porque el 95 del transporte mundial funciona con sus derivados y no resulta faacutecil reemplazarlo ni en la agricultura mecanizada ni en

el transporte aeacutereo o el mariacutetimo ni en el transporte terrestre pesado ni en las fuerzas armadas Ni siquiera se lo ha podido reemplazar en el transporte privado por maacutes intentos que se estaacuten haciendo que no llegan a alcanzar las densidades energeacuteticas requeridas para dotar a los mil millones de vehiacuteculos de combustioacuten interna de la misma autonomiacutea durabilidad y flexibi-lidad de operacioacuten Y eso que el transporte privado es solo una pequentildea parte y no criacutetica de nuestra forma de actuar vivir y consumir

Hoy nos encontramos en un mundo en el que los 7300 millones que lo habitamos gracias precisamente a que esa enorme disponibilidad de energiacutea barata y accesible lo ha hecho posible tenemos un consumo promedio mundial unos 2560 vatios de potencia por persona aunque hay sociedades como la norteameri-cana que alcanzan ya los 10000 vatios de consumo por persona promedio cien veces maacutes que el consu-mo del cuerpo

Este consumo son unos 14000 millones de tonela-das de petroacuteleo equivalente o puesto en equivalente energeacutetico eleacutectrico unos 17 teravatios esto es como 17000 grandes centrales nucleares de 1GW De todo este enorme consumo energeacutetico las energiacuteas foacutesiles reinan (petroacuteleo un 313 del total carboacuten 286 del total habiendo reducido distancias en los uacuteltimos antildeos al frenarse el aumento del consumo de petroacute-leo por los agotamientos graduales de los principales yacimientos) El gas sigue creciendo pero supone el 212 Asiacute nos encontramos con que las energiacuteas foacute-siles suponen todaviacutea en 2014 maacutes de un 81 del con-sumo total mundial de energiacutea y si se suma la energiacutea nuclear como fuente no renovable se observa que casi el 87 de nuestra energiacutea no es renovable Y del res-to del consumo mundial una buena parte del mundo atrasado sigue consumiendo biomasa (lentildea bosta de vaca pajas etc) que todaviacutea representa un 10 del consumo mundial aunque merman los bosques crece de forma invasiva la superficie cultivada y la deman-da mundial de agua dulce que supone que ya supera los 5000 de los 9000 Km3 que se supone accesibles a los seres humanos Si se antildeade el 23 que supone la energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten alcanzando maacuteximos en ocupaciones de cuencas fluviales en casi todos los continentes (en Europa los embalses ocupan ya cer-ca de un 90 de lo que es posible embalsar en gran-des cuencas) apenas nos queda aproximadamente un 07 de nuestro consumo de energiacutea mundial que hoy aportan las llamadas ldquoenergiacuteas renovablesrdquo a pesar de las ocupaciones de espacios que podemos apreciar en nuestra geografiacutea

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La difiacutecil situacioacuten crecimiento versus sostenibili-dad

En la presente situacioacuten nos encontramos con dos factores cruciales que vienen a despertarnos del sue-ntildeo del crecimiento infinito en el que habiacuteamos dor-mitado en los anteriores 150 prodigiosos antildeos Un crecimiento que aumenta el confort para algunos (no todos) a cambio de destrozar el medio en el que ne-cesariamente tenemos que vivir Kenneth Boulding quien fuera en su diacutea presidente de la American Eco-nomic Association es famoso por su frase ldquoQuieacuten crea que es posible un crecimiento infinito en un pla-neta finito o es un loco o es un economistardquo

Por un lado tenemos encima la graviacutesima preocu-pacioacuten del calentamiento global y el cambio climaacute-tico cuyos efectos ya se sienten en una buena parte del planeta y son bastante irrreversibles Aunque se atribuye la causa al aumento de emisiones de CO2 a la atmoacutesfera -que han pasado en poco tiempo de 280 partes por milloacuten (ppm) a maacutes de 400 ppm- esto no deja de ser tambieacuten un efecto La causa de que se emi-tan unos 30000 millones de toneladas de carbono al antildeo la tiene obvia y directamente la quema de maacutes de 10000 millones de toneladas anuales de petroacuteleo y de combustibles foacutesiles Eacutesa es la verdadera causa

Por otro lado y por si fuera poco tenemos una cons-tancia cada vez mayor de que los yacimientos de com-bustibles foacutesiles estaacuten llegando a un liacutemite de extrac-cioacuten conocido como cenit de su produccioacuten mundial En el caso del combustible por excelencia que hasta ahora no tiene sustitutos previsibles en muchas de sus actuales aplicaciones la propia Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) admitioacute en 2010 que el petroacuteleo convencional habiacutea llegado a su cenit de extraccioacuten mundial maacuteximo en 2006

Desde entonces el petroacuteleo ha seguido aumentando en volumen producido gracias a los desesperados es-fuerzos por extraer petroacuteleo no convencional (aguas ultraprofundas petroacuteleo polar arenas asfaacutelticas de Canadaacute o petroacuteleo de los esquistos o lutitas un petroacute-leo de mucha peor calidad mucho maacutes esfuerzo ex-tractivo y un impacto ambiental si cabe auacuten mucho mayor que el del convencional) Si estamos arantildeando los posos o las heces energeacuteticas no es por deporte sino por la desesperacioacuten de ver que las mejores fuen-tes y de maacutes calidad se van agotando aunque disfra-cemos de ingenio la capacidad de sacar de ellas algo

maacutes de energiacutea como el que exprime una esponja para sacar las uacuteltimas gotas del liacutequido que contiene

Pero esto no garantiza que la energiacutea neta obtenida para la sociedad de ese mayor volumen se correspon-da proporcionalmente La Tasa de Retorno Energeacuteti-co (TRE o en ingleacutes Energy Return on Investment o EROI) al ser mucho maacutes baja hace que una buena parte de la energiacutea obtenida se gaste en la propia ob-tencioacuten y procesamiento del combustible y repercuta cada vez menos en los demaacutes usos sociales

Hay maacutes de 50 paiacuteses productores de petroacuteleo que ya estaacuten en declive productivo muchos de ellos en decli-ve terminal y no se estaacuten encontrando nuevos yaci-mientos que puedan compensar ni de lejos estas caiacute-das Los medios de mayor difusioacuten afanosos siempre de ofrecer soacutelo buenas noticias indican estos uacuteltimos antildeos nuevos descubrimientos de forma muy acriacutetica y superficial con tal de tranquilizar sobre la dispo-nibilidad de energiacutea Abunda el anumerismo como cuando recientemente se ha anunciado el descubri-miento de 20000 millones de barriles en yacimientos en Texas y Nuevo Meacutexico sin indicar que no ha sido un descubrimiento porque esas regiones estaacuten geoloacute-gicamente muy bien estudiadas desde hace deacutecadas y se conocen sus potenciales sino maacutes bien una de-cisioacuten poliacutetica de anunciar ahora que van a por ellos a toda costa Sin explicar a los lectores con claridad que son de esquistos no de petroacuteleo convencional que son recursos (no reservas) y ademaacutes denominados ldquosin descubrir aunque teacutecnicamente recuperablesrdquo y sobre todo sin indicar que aunque pudiesen sacarse los maacutes que dudosos 20000 millones de barriles eso prolongariacutea nuestro consumo mundial unos 7 meses y la llegada al cenit de la produccioacuten de petroacuteleo un trimestre

El uacuteltimo informe ldquoWorld Energy Outlookrdquo (WEO 2016) de la Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) indica de nuevo aunque trate de disimularlo que enfrentamos un problema sin precedentes en estos actuales niveles de consumo energeacutetico altiacutesimo Y en sus proyecciones hacia 2040 oacute 2050 se va enco-mendando a que se descubran enormes yacimientos que sabe que no se van a encontrar Aun asiacute anuncia declives energeacuteticos considerables y crecimientos de consumos energeacuteticos ridiacuteculamente bajos para lo que ha sido el histoacuterico del uacuteltimo siglo con cotas habi-tuales de crecimiento y disponibilidad de combusti-ble del 3 anual acumulativo Ahora la AIE situacutea los crecimientos en el entorno del 01 si se producen los milagros esperados con lo que lo maacutes probable

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es que haya que esperar ya reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos que mueven a la sociedad industrial y tecnoloacutegica global

Para evitar reconocer la llegada a este liacutemite crucial apuesta porque el aumento de la eficiencia debida a los avances tecnoloacutegicos consiga que la actividad econoacutemica -que siempre ha ido como no podiacutea ser de otra forma pareja y muy directamente ligada con el aumento de la disponibilidad de energiacutea para habilitar dicho crecimiento- permita la quimera de deslindar el crecimiento del PIB del crecimiento de la energiacutea dis-ponible algo que no ha sucedido en los uacuteltimos 150 antildeos pese a los continuos avances de la ciencia

Renovables iquesttabla de salvacioacuten

En esta situacioacuten para la uacuteltima tabla de salvacioacuten ldquopara seguir como estamosrdquo -es decir en modo de crecimiento permanente y continuo- las miradas se vuelven con cierta premura y desesperacioacuten a las lla-madas energiacuteas renovables El argumento es que la ventaja es doble Por un lado se reduciriacutea el consumo de energiacuteas foacutesiles causantes del calentamiento glo-bal y el cambio climaacutetico consiguiente Por el otro alejariacuteamos el problema del agotamiento de los recur-sos foacutesiles finitos

Entre las energiacuteas renovables cabe destacar las si-guientes seguacuten el uacuteltimo informe de la AIE de 2016 (con datos de 2014)

La biomasa que constituye el 103 de la energiacutea pri-mariaLa energiacutea hidroeleacutectrica que supone el 24 del to-tal de energiacutea primariaLas restantes renovables apenas representan un 14 del total de energiacutea primaria y se pueden desglosar en energiacutea geoteacutermica solar (en sus versiones teacutermi-ca solar termoeleacutectrica y solar fotovoltaica) eoacutelica y energiacutea de olas y mareas

El resto de la enorme cantidad de energiacutea consumida no renovable es el petroacuteleo con el 313 el carboacuten con el 286 el gas natural con el 212 y la energiacutea nuclear con el 48 del total de la energiacutea primaria Es decir el mundo sigue consumiendo un 811 de energiacutea no renovable

En cuanto a la biomasa maacutes nos valdriacutea no aumentar su consumo toda vez que ya hemos hecho desapa-recer maacutes del 50 de los bosques originales de hace

200 antildeos y se avanza en la deforestacioacuten a ritmos muy preocupantes de maacutes del 1 mundial anual de todos los bosques

La energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten anda bastante al cabo Pese a representar todaviacutea hoy soacutelo el 24 del total de energiacutea primaria global los embalses del planeta ya han anegado maacutes del 30 de las grandes cuencas fluviales del planeta y en algunos continentes como el europeo sobrepasan el 80 largamente sea para agricultura y consumo humano y animal o para producir electricidad

Las llamadas energiacuteas renovables modernas maacutes concretamente la eoacutelica y la solar junto con la hi-droeleacutectrica soacutelo producen electricidad La electrici-dad es apenas el 13 de la energiacutea primaria mundial y 181 del consumo final de energiacutea ya refinada

Es decir al movernos en un mundo baacutesicamente no eleacutectrico las modernas renovables tienen una misioacuten muy difiacutecil para reemplazar algunos usos masivos y comunes de las energiacuteas foacutesiles tales como la avia-cioacuten civil el transporte mariacutetimo la agricultura me-canizada el transporte terrestre las fuerzas armadas etc

Deben resolverse antes los enormes problemas de es-tos sistemas de captacioacuten de energiacutea entre los que se encuentranbull Las intermitencias propias del sol del viento y del agua ciclos diacuteanoche vientoencalmada o ciclos estacionalesbull Los sistemas de almacenamiento masivo de energiacutea requeridos sea el bombeo inverso de agua de embalse a embalse o con bateriacuteas muy costosas para la muy poca capacidad que ofrecen y con ciclos de carga y descarga muy limitadas que las convierten raacute-pidamente en chatarra muy contaminante El almace-namiento masivo es algo que los combustibles foacutesiles o el nuclear tienen resuelto si se dotan de las reservas suficientes en el punto de generacioacutenbull El coste energeacutetico de tener que utilizar vecto-res energeacuteticos del que el maacutes conocido es el hidroacutege-no a partir de la electricidad que generan para servir determinadas funciones sociales no eleacutectricasbull El coste de tener que desarrollar toda la in-fraestructura mundial de redes eleacutectricas y sus in-terconexiones y mallados para servir a la sociedad mundial de forma 100 eleacutectrica lo que implicariacutea multiplicar entre 5 y 10 veces la infraestructura eleacutec-trica mundial actual Y unas 15 veces la red eleacutectrica mundial actual si tuvieacutesemos que ofrecer el miacutenimo

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

58193

Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

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INDICE

PRESENTACIOacuteN LA ENERGIacuteA RETOS Y PROBLEMAS 4 Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

CONSIDERACIONES SOBRE EL NECESARIO CAMBIO DE MODELO ENERGEacuteTICO 6Alejandro Arizkun (profesor jubilado de la Universidad Puacuteblica de Navarra) EN LA ENCRUCIJADA ENTRE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES Y LAS ENERGIacuteAS RENOVABLES 10Pedro Prieto (Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos)

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES 15Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia Comillas)

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL 20Cristoacutebal J Gallego Castillo (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL 25Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA 30Pablo Cotarelo (socio de eKona)Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

EL LIBRO RECOMENDADO ENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA DE SEBASTIAgrave RIUTORT 34Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

PARA SABER MAacuteS 36

Los textos de este dossier reflejan exclusivamente la opinioacuten de sus autores que no tiene por queacute coincidir con la posicioacuten institucional de EsF al respecto

Economistas sin Fronteras (EsF) es una Organi-zacioacuten No Gubernamental de Desarrollo (ONGD) fundada en 1997 en el aacutembito universitario que ac-tualmente integra a personas interesadas en cons-truir una economiacutea justa solidaria y sostenible con una orientacioacuten prioritaria en la erradicacioacuten de la pobreza y las desigualdades

En Economistas sin Fronteras creemos necesario otro modelo de desarrollo que ponga a la economiacutea al ser-vicio del ser humano y no como sucede en la actualidad a millones de personas al servicio de la economiacutea

Nuestro objetivo es contribuir a la construccioacuten de una ciudadaniacutea socialmente responsable activa y compro-metida con la necesaria transformacioacuten social

Queremos ser una ONG de referencia en la buacutesqueda de una economiacutea justa y contribuir a facilitar el diaacutelogoy fomentar el trabajo en red de los distintos agentes sociales y econoacutemicos Porque soacutelo a traveacutes del logro de una amplia participacioacuten social podremos alcanzar una economiacutea justa

Gracias a las aportaciones perioacutedicas de nuestros socios podemos planificar y realizar proyectos de larga du-racioacuten sin depender de subvenciones

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La ley 492002 de 23 de diciembre (BOE 24122002) de reacutegimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos establece un trato fiscal maacutes favorable para las donaciones realizadas por personas fiacutesicas obteniendo una deduccioacuten a la cuota del IRPF

CONSEJO EDITORIAL Joseacute Aacutengel Moreno ndash Coordinador Luis Enrique AlonsoMariacutea Eugenia CallejoacutenMarta de la CuestaJoseacute Manuel Garciacutea de la CruzJuan A GimenoCarmen Valor

Coordinacioacuten de este nuacutemeroJoseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Ma-drid)

Dossieres EsF es una publicacioacuten digital trimestral de Economistas sin Fronteras

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Maquetacioacuten Disraeli Collado (Economistas sin Fronteras)

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PRESENTACIOacuteNLA ENERGIacuteA RETOS Y PROBLEMAS

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

Acostumbrados como estamos a cambiar la posicioacuten del interruptor y ver como se ldquoencienderdquo o se ldquoapa-gardquo la luz nos cuesta entender que ese sencillo gesto condicione de manera brutal nuestra existencia Na-die se extrantildea de que la alimentacioacuten sea un derecho tampoco de que el agua limpia deba ser considerada un bien puacuteblico o que en determinadas condiciones debamos dejar el coche aparcado para que el aire se renueve y vuelva ser respirable

Sin embargo cada mes abonamos la factura de la luz o maacutes cotidianamente abonamos el importe de relle-nar el depoacutesito del carburante del coche A veces nos quejamos de su coste en otras de no entender queacute se paga y en la mayoriacutea de las ocasiones nos resignamos a pagar como si de un cafeacute se tratara Pero la energiacutea no es como el cafeacute maacutes auacuten sin energiacutea no nos seriacutea posible tomar cafeacute Sin luz solar (energiacutea) no brotariacutea el cafeacute sin gasolina (energiacutea) no podriacuteamos transpor-tarlo y sin electricidad (energiacutea) la cafetera no funcio-nariacutea Y muchos necesitan tomar cafeacute (energiacutea) antes de salir de casa

Es una obviedad pero el empleo de energiacutea es abso-lutamente necesario en las actividades de produccioacuten distribucioacuten y consumo de la sociedad humana Es-tamos dejando a un lado la definicioacuten de energiacutea en cuanto a propiedad de la materia para centrarnos a los aspectos econoacutemicos y sociales de su produccioacuten y empleo La razoacuten es que no se trata de debatir sobre la energiacutea en abstracto maacutes bien al contrario se trata de hacerlo sobre su caraacutecter de insumo imprescindible para el sostenimiento de la humanidad Sin olvidar las peculiaridades que convierten a la energiacutea en uno de los pilares de la organizacioacuten social

Seguramente uno de los mayores eacutexitos de la ideo-logiacutea dominante haya sido la aceptacioacuten social como loacutegica de la separacioacuten de las discusiones seguacuten una determinada pero nunca definida fragmentacioacuten de los conocimientos evitando la inclusioacuten de las re-flexiones sobre la tecnologiacutea en los debates sociales y viceversa la contribucioacuten de las formas de organi-zacioacuten social en el devenir de los conocimientos tec-noloacutegicos sin embargo hoy diacutea se acepta e incluso se

reclama la recuperacioacuten de la reflexioacuten conjunta entre ambos campos

Juliaacuten Mariacuteas en El oficio del pensamiento recuer-da que ldquoUnamuno opinaba que muchos se dedican a contarle las cerdas al rabo de la esfinge por miedo a mirarla a los ojosrdquo1 Pues bien con este dossier se pretende contribuir a ese cambio en la mirada se pre-tende contribuir a ampliar el foco de los debates sobre la energiacutea incorporando las cuestiones teacutecnicas junto a las sociales y todas ellas dentro de dos amplios y urgentes objetivos indiscutibles la sostenibilidad am-biental y la sostenibilidad social

El dossier se inicia con la contribucioacuten de Alejandro Arizkun que ha sido profesor de Economiacutea en la Uni-versidad Puacuteblica de Navarra buena parte de su vida y que introduce en ldquoConsideraciones sobre el necesa-rio cambio de modelo energeacuteticordquo la complejidad del asunto abordado Trata de las relaciones entre natura-leza y actividad humana de las limitaciones fiacutesicas y tambieacuten econoacutemicas para resolver los problemas am-bientales y apela a la urgente necesidad de profun-dizar en los debates con visioacuten a largo plazo con un examen riguroso de las distintas alternativas Y nos advierte de los riesgos del atractivo de la eficiencia a corto plazo que pueden llegar a agravar los proble-mas maacutes que a resolverlos si no se producen cambios en la organizacioacuten poliacutetica y sobre todo en los valo-res sociales

Aquiacute no hemos llegado casualmente como recuerda Pedro Prieto Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos (AEREN) en su texto ldquoEn la encrucijada entre las energiacuteas foacutesiles y las energiacuteas renovablesrdquo ha sido un largo proceso his-toacuterico en el que la sustitucioacuten paulatina de unas fuen-tes de energiacutea por otras nos ha situado en el momento actual Sin embargo a pesar de las oportunidades tec-noloacutegicas para la difusioacuten de energiacuteas de origen reno-vable y su apoyo desde organismos internacionales se sentildeala el limitado alcance de su aplicacioacuten en la

1 Mariacuteas J (1958) El oficio del pensamiento Biblioteca Nueva Madrid paacuteg 15

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generacioacuten de energiacutea eleacutectrica Esta cuestioacuten es sin duda muy relevante dada la importancia de la ener-giacutea no eleacutectrica en la demanda final lo que exige plan-teamientos maacutes ambiciosos y cada diacutea maacutes urgentes

En una liacutenea proacutexima discurre la aportacioacuten de Pedro Linares profesor e investigador en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad de la Universidad Pontificia Comillas En su contribucioacuten ldquoEl futuro de las ener-giacuteas foacutesilesrdquo despueacutes de poner de relieve la impor-tancia de las energiacuteas foacutesiles en la economiacutea actual procede a evaluar las posibilidades de mantenimiento del actual modelo energeacutetico apostando por su sus-titucioacuten ante las dudas acerca de la viabilidad de las propuestas teacutecnicas de descarbonizar el modelo de energiacuteas foacutesiles Tambieacuten apela a la necesaria coope-racioacuten internacional ante las dificultades que para mu-chas economiacuteas supone compatibilizar sus objetivos de desarrollo con el reto energeacutetico que es global

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz ingenieros del Observatorio Criacutetico de la Energiacutea en sus ldquoNotas sobre la (des)regulacioacuten del sector eleacutectri-co espantildeolrdquo explican la regulacioacuten del sistema eleacutectri-co espantildeol Si algo queda claro de su lectura es que las dudas de los consumidores sobre queacute pagan y porqueacute estaacuten plenamente justificadas El componente oligo-poacutelico del mercado espantildeol junto a la desafortunada poliacutetica de promocioacuten de las energiacuteas renovables dota de caracteriacutesticas particulares a la situacioacuten espantildeola Sin embargo los problemas se acumulan no solamen-te por la primaciacutea de los intereses privados sino por la creciente complejidad de todo lo relativo a la energiacutea complejidad analizada en las contribuciones anterio-res

Los problemas de desarrollo se asimilan a la pobre-za Pues bien el problema de acceso garantizado a la energiacutea para poder sostener una vida digna estaacute muy presente en las sociedades avanzadas constituyendo seguramente uno de los escenarios de denuncia del funcionamiento del sistema econoacutemico capitalista Victoria Pellicer investigadora de INGENIO (CSIC-UPV) lo pone de relieve en su artiacuteculo ldquoLa pobre-za energeacutetica reflexiones sobre el caso espantildeolrdquo En este texto se reclama y se propone una definicioacuten de pobreza energeacutetica que incorpore no solamente las dificultades econoacutemicas para afrontar el pago del ldquore-cibordquo sino reformas en el sistema energeacutetico en las instituciones y en la cultura para evitar la estigmati-zacioacuten la marginacioacuten y el deterioro de la dignidad personal de quienes padecen de pobreza energeacutetica Aunque se parte del caso espantildeol la perspectiva es

maacutes amplia llegando a plantear propuestas que sin duda son trasladables a otras latitudes con problemas de marginacioacuten y exclusioacuten energeacuteticas

Entre las propuestas de soluciones institucionales estaacuten las de retomar la dimensioacuten local de los pro-blemas energeacuteticos y la revalorizacioacuten de las coope-rativas tanto de productores como de consumidores de energiacutea Es el tema que abordan Pablo Cotarelo ingeniero socio de eKona y Sebastiagrave Riutort profe-sor de Sociologiacutea de la Universidad de Barcelona en ldquoEnergiacutea local democracia real una reflexioacuten sobre la democracia energeacuteticardquo Partiendo de la justificacioacuten de la reapropiacioacuten social de la energiacutea sobre todo teniendo en cuenta las limitaciones regulatorias y la necesidad de impulso de un nuevo modelo energeacutetico que contribuya a resolver los problemas ambientales y sociales del actual analizan las experiencias coope-rativas en marcha y sus resultados concluyendo con un balance esperanzador aunque lleno de obstaacuteculos por superar

Como es habitual en Dossieres EsF se antildeade a los textos mencionados una resentildea del libro que nos ha parecido recomendable para este tema (Energiacutea para la democracia de Sebastiagrave Riutort) y lecturas comple-mentarias (ldquoPara saber maacutesrdquo) sugeridas en su mayor parte por los propios autores de los artiacuteculos de este dossier Autores a los que Economistas sin Fronteras les agradece cordialmente su colaboracioacuten y su gene-rosidad

Crisis econoacutemica y modelo energeacutetico

La crisis econoacutemica ha puesto de manifiesto en pri-mer plano lo injusto de un sistema de funcionamiento que ha conducido a la precariedad a amplias capas de poblacioacuten mientras que una minoriacutea veiacutea crecer sus beneficios En el terreno energeacutetico se ha mani-festado en la visibilidad de la pobreza energeacutetica de muchos hogares en la subida desproporcionada de los precios eleacutectricos en la oscuridad del funcionamiento empresarial que se muestra patente en la opacidad de la factura energeacutetica que resulta incomprensible para la mayoriacutea de la poblacioacuten en el crecimiento impa-rable de los beneficios de las grandes empresas en la permanencia del nivel de emisiones de gases efecto invernadero

Esta realidad hace cada vez maacutes aceptada la necesi-dad de un cambio de modelo energeacutetico que en lugar de estar al servicio de los beneficios particulares de las empresas energeacuteticas esteacute al servicio del suminis-tro de energiacutea a la poblacioacuten seguacuten sus necesidades El modelo a construir debe ser un modelo de energiacutea distribuida para evitar los despilfarros energeacuteticos de su transporte a larga distancia y para tener cerca-no el origen de la energiacutea a sus usuarios sostenible para evitar la destruccioacuten de las bases fiacutesicas del pla-neta democraacutetica para que su gestioacuten responda a las necesidades ciudadanas y equitativa para evitar las injusticias manifiestas que hoy se visualizan

El cambio de modelo energeacutetico no es un problema exclusivamente teacutecnico ni un problema exclusiva-mente econoacutemico sino un problema social que hay que abordar de conjunto Un modelo energeacutetico como el que buscamos solo seraacute posible en una sociedad di-ferente apoyada en valores diferentes y por tanto debemos reflexionar sobre coacutemo podemos actuar maacutes allaacute del mercado para contribuir a esa transformacioacuten social

iquestPor queacute el cambio de modelo energeacutetico debe nece-sariamente insertarse dentro de un cambio social maacutes amplio

Los humanos formamos parte de un ecosistema el

ecosistema planetario en el que estamos intriacutenseca-mente relacionados con los materiales las energiacuteas otros seres vivos y entre nosotros Las ideas conven-cionales al uso nos presentan primero coacutemo separados de la naturaleza que aparece como algo distinto de nosotros y a nuestro servicio1 A su vez nos presen-ta a los individuos como seres autoacutenomos y autosu-ficientes que debemos competir entre nosotros para obtener lo que necesitamos Al estudiar la sociedad humana tambieacuten aplica la parcelacioacuten y nos presenta a la economiacutea y la poliacutetica como dos aacutembitos separa-dos en los que la primera a traveacutes del mercado libre toma ldquodemocraacuteticamenterdquo las decisiones sobre queacute se produce a traveacutes de la libre accioacuten de consumidores iguales y la segunda a traveacutes de la representacioacuten de los libres votantes decide ldquodemocraacuteticamenterdquo sobre la organizacioacuten de la sociedad al servicio del bien comuacuten Pero ni las decisiones del mercado ni las decisiones en el ritual electoral estaacuten dirigidas a sa-tisfacer las necesidades de las personas sino que se subordinan a los intereses de minoriacuteas privilegiadas Recuperar una visioacuten de la identidad humana como parte indisoluble de los otros componentes del eco-sistema nos permitiraacute integrar en el estudio las rela-ciones entre esos componentes Ademaacutes economiacutea y poliacutetica actuacutean indisolublemente unidas engrasadas por unos valores y se dirigen a ampliar los beneficios de una minoriacutea Un modelo energeacutetico democraacutetico soacutelo es posible en el marco de una sociedad realmente democraacutetica un modelo energeacutetico distribuido soacutelo es posible en una sociedad sin grandes empresas un modelo energeacutetico sostenible soacutelo es posible en una sociedad que cambie profundamente sus valores

Parece evidente que es perfectamente compatible el uso de energiacuteas renovables con praacutecticas insosteni-bles El ejemplo tantas veces manejado de un bosque que se utiliza para obtener lentildea (energiacutea renovable) y que puede ser gestionado de forma insostenible si se tala a un ritmo mayor al de su reproduccioacuten lo mues-tra

CONSIDERACIONES SOBRE EL NECESARIO CAMBIO DE MODELO ENERGEacuteTICO

Alejandro Arizkun (profesor jubilado de la Universidad Puacuteblica de Navarra)

1 Esta visioacuten del mundo llamada conocimiento parcelario procede en la cul-tura occidental de Descartes que al aplicar el ldquoanaacutelisisrdquo como meacutetodo de conocimiento propone separar el objeto de estudio en sus partes para poder conocer cada una de ellas pero despueacutes se apoya en la ilusioacuten de que el todo es la suma de las partes ya analizadas perdiendo las relaciones entre las partes

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Vivimos en un mundo limitado el ecosistema plane-tario del que formamos parte tiene una disponibilidad limitada de materiales de energiacutea de sumideros de residuos de espacio La sostenibilidad es precisa-mente ajustar la accioacuten de los humanos a esos liacutemites para no sobrepasarlos Destruir las bases fiacutesicas sobre la que se apoya nuestra vida y la de otros seres vi-vos sin los cuales no podriacuteamos vivir significariacutea la desaparicioacuten de nuestra civilizacioacuten y si continuacutea la dinaacutemica destructiva podriacutea conducir a la extincioacuten de la especie humana

Entre los liacutemites fiacutesicos que tiene nuestro ecosistema planetario los liacutemites energeacuteticos presentan una par-ticularidad el planeta recibe continuamente energiacutea del exterior la energiacutea solar Esto permite revertir la inevitable peacuterdida de utilidad de la energiacutea que utili-zamos pero tambieacuten esta reversioacuten tiene sus liacutemites Se estima que la vida futura del Sol estaraacute en 5000 millones de antildeos y esto nos permite considerar a escala humana indefinida en el tiempo esa aporta-cioacuten exterior de energiacutea Sin embargo es limitada la energiacutea solar que llega al Planeta en cada unidad de tiempo Por otra parte esa energiacutea solar que nos llega no podemos utilizarla toda nosotros una parte inevi-tablemente se refleja y dispersa en el Universo otra parte la utilizan para su supervivencia otros seres vi-vos otra es necesaria para mantener en el planeta las condiciones de temperatura presioacuten y composicioacuten de la atmoacutesfera que hacen posible la vida Ademaacutes la obtencioacuten de energiacuteas utilizables por nosotros a partir de las fuentes primarias de energiacutea comporta nece-sariamente dispersioacuten de energiacutea en forma de calor y uso de energiacutea para construir y utilizar los artilugios que realizan esa transformacioacuten energeacutetica

Por estas razones la sustitucioacuten de energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables que proceden del sol tiene sus liacute-mites y hay que explorarlos y considerarlos

Por otra parte la eficiencia energeacutetica el esfuerzo por conseguir lo mismo con menos uso de energiacutea es un camino que hay que explorar con decisioacuten porque la buacutesqueda de eficiencia econoacutemica que predomina en nuestro mundo ha dejado sin explorar amplios campos en los que es posible mejorar la eficiencia energeacutetica pero eacutesta a su vez tiene sus liacutemites A medida que mejoramos la eficiencia energeacutetica las nuevas mejo-ras son cada vez maacutes pequentildeas y tienden a cero iexclNo es posible que ninguna accioacuten se produzca con un uso cero de energiacutea Ademaacutes en un mundo con aumentos continuos de actividad la mejora energeacutetica puede conducir a un uso total de energiacutea mayor que antes

Precisamente la variable que afecta a la sostenibili-dad es el uso total de energiacutea y no los porcentajes de energiacuteas renovables y no renovables2

La sostenibilidad ambiental es un problema de liacutemi-tes de saber que vivimos en un mundo limitado y que necesitamos acomodarnos a esos liacutemites para no destruir las bases fiacutesicas de nuestra supervivencia La sostenibilidad no es un problema teacutecnico aunque la teacutecnica juegue un papel importante en su consecucioacuten La sostenibilidad es un problema de comportamiento humano que lejos de apoyarse en valores expansivos y utilitaristas del medio fiacutesico sepa reconocer sus li-mitaciones y adaptar su comportamiento a ellas

La sostenibilidad energeacutetica no puede ser abordada al margen de otros liacutemites a considerar (materiales su-mideros espacio) porque si para conseguir sustituir energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables afectamos gravemente a alguno de estos otros liacutemites habremos ldquohecho de una torta un panrdquo habremos metido por la puerta de atraacutes la insostenibilidad

Ademaacutes el alcance de esos liacutemites no es algo per-fectamente definido y establecido -iexcltambieacuten nuestra capacidad de conocimiento es limitada- sino un ca-mino que debe ser construido con la reflexioacuten sobre nuestro accionar y con el meacutetodo de prueba y errorPor otra parte en cualquier proceso la energiacutea no pue-de utilizarse completamente e inevitablemente se dispersa una parte en forma de calor Estamos frente a un proceso irreversible en que siempre perderemos parte de la utilidad de la energiacutea Una mayor eficiencia energeacutetica permitiraacute reducir la cantidad de utilidad de energiacutea que se pierde pero resulta imposible realizar una accioacuten sin energiacutea sin alguna peacuterdida de utilidad en la energiacutea Por esta razoacuten la eficiencia energeacutetica tiene sus liacutemites

Sostenibilidad energiacutea y sociedad

Sobre estas bases comencemos con algunas precisio-nes sobre el concepto de sostenibilidad Vivimos en un mundo fiacutesicamente finito que limita nuestras posi-bilidades Tenemos limitaciones en la cantidad de re-cursos energeacuteticos y materiales que utilizamos para satisfacer nuestras necesidades y deseos Tenemos limitaciones en los sumideros que absorben los resi-duos que generamos Tenemos limitaciones de espa-cio en competencia con otros seres vivos Un mundo

2 Se llama ldquoefecto reboterdquo o ldquoefecto Jevonsrdquo al resultado de que una mayor eficiencia energeacutetica conduzca a un ahorro econoacutemico a la empresa que derive en un aumento de inversioacuten para aumentar el tamantildeo de la planta Si esto se produce seriacutea compatible un uso inferior de energiacutea por producto y un aumento del uso total de energiacutea

sostenible es aqueacutel en el que nuestras actividades no sobrepasan esos liacutemites Alcanzar la sostenibilidad es conseguir un funcionamiento que nos permita actuar dentro de esos liacutemites sin hipotecar un funcionamien-to similar de nuestra proacutexima generacioacuten3

Es en esta direccioacuten en la que discutimos un tema central las relaciones entre economiacutea y poliacutetica Las ideas convencionales que se manejan nos presentan a la economiacutea y la poliacutetica como aacutembitos separados existe un sistema econoacutemico se dice que funciona automaacuteticamente regido por el mercado donde el pre-cio es el resultado ldquodemocraacuteticordquo de la actuacioacuten de multitud de oferentes y demandantes que actuacutean autoacute-nomamente en situacioacuten de igualdad y perfectamente informados iexclEs la democracia de los consumidores4 Este precio ldquoresultante democraacuteticordquo del juego de mercado es la guiacutea para la toma de decisiones baacutesi-cas en la economiacutea queacute producir coacutemo producir para quieacuten producirPero ni somos autoacutenomos porque nuestras opiniones se conforman a traveacutes de las rela-ciones sociales ni partimos de una situacioacuten de igual-dad porque el desigual reparto de la propiedad da ventajas a unos sobre otros ni estamos perfectamente informados De esta manera la pretendida maacutexima eficiencia que teoacutericamente se deriva del ldquomercado de competencia perfectardquo se deshace como un azucarillo en agua Pero ademaacutes la consideracioacuten de un uacutenico valor -ldquola eficienciardquo- deja de lado otros valores como la equidad o la sostenibilidad De este modo las deci-siones de los mercados reales ni son eficientes ni son equitativas ni son sostenibles

Por otra parte se nos presenta un sistema poliacutetico ldquode-mocraacuteticordquo en el que las decisiones se toman por los representantes elegidos en elecciones a traveacutes del voto de ciudadanos autoacutenomos iguales y perfectamente informados cada cuatro antildeos y esto deja viacutea libre a la toma de decisiones reales separadas de la mayoriacutea de los representados

Nuestra sociedad se organiza en torno a un objetivo central la acumulacioacuten de beneficios particulares que aparentemente debe ofrecer al conjunto de la so-ciedad la satisfaccioacuten de sus necesidades Pero para hacer prevalecer los intereses de quienes acumulan beneficios se produce un deslizamiento cultural que situacutea las necesidades humanas en la pura satisfaccioacuten individual y material desconociendo las necesidades humanas de relacioacuten y de autoperfeccionamiento

(Una paradoja de nuestra sociedad) cifra la felici-

dad fuera del individuo mismo en los logros de la teacutecnica y en la acumulacioacuten de bienes materiales y propiedades La meta no es el perfeccionamiento del individuo sino de su entorno para hacerlo maacutes con-fortable (Naredo 2015 121)

La cultura predominante desprecia profundamente las ventajas de los viacutenculos colectivos y los valores comunes para hacer frente a los asuntos que son de todos y de cada uno Sois libres nos dicen porque podeacuteis acumular ilimitadamente bienes materiales aunque eso suponga el sufrimiento de otros seres humanos y el colapso del planeta Hoy son muchas las personas que se plantean la necesidad de llevar a cabo un cambio cultural que no desean simplemente plegarse a los mecanismos que nuestra sociedad -toda sociedad- tiene ya dispuestos para ahormarnos tam-bieacuten son muchas las que se sienten impotentes ante las dificultades que obstaculizan esa transformacioacuten Porque a diferencia de por ejemplo los chimpanceacutes los seres humanos tienen muchas opciones de modi-ficar reflexivamente su conducta (Riechmann 2015 contraportada)

Aquel conjunto de ideas tiende a oscurecer el fondo de las cuestiones Detraacutes de un sistema econoacutemico que se nos presenta como productor de bienes y servi-cios para satisfacer necesidades nos encontramos una realidad econoacutemica cuyo objetivo es hacer crecer los beneficios particulares Detraacutes de un sistema poliacutetico que se nos presenta como el mecanismo de reflejar y armonizar los intereses de cada uno nos encontramos con unas decisiones que benefician a los poderosos iquestOs suenan las puertas giratorias que condicionan la regulacioacuten del sector eleacutectrico La separacioacuten entre electores y elegidos permite vaciar de contenido las acciones parlamentarias o municipales cuando las de-cisiones reales se toman en otros foros

Pero a su vez la economiacutea y la poliacutetica no estaacuten sepa-radas Baste observar la enorme fuente de beneficios que han significado determinadas decisiones poliacuteti-cas recalificacioacuten de terrenos privatizacioacuten de em-presas rescate de bancos En el momento actual la acumulacioacuten de beneficios particulares se apoya cada vez maacutes en las praacutecticas especulativas y en decisio-nes poliacuteticas de ayuntamientos y gobiernos La pro-

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3 No es necesario referirse a las generaciones futuras porque si cada genera-cioacuten entrega a la siguiente un mundo sostenible estaacute garantizada la sostenibilidad hasta que alteraciones en la llegada de la energiacutea solar al planeta la hipotequen

4 Pero los humanos somos mucho maacutes que consumidores somos personas con muchas maacutes necesidades que consumir bienes y servicios Una vez maacutes se ignora nuestra necesidad de relacionarnos entre nosotros con el mundo vivo y material que nos rodea

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duccioacuten de bienes y servicios cumple un papel cada vez menor5

En esta sociedad potenciadora de beneficios particu-lares de algunos que potencia un crecimiento econoacute-mico que genera desigualdad e insostenibilidad se inserta el actual modelo energeacutetico Ademaacutes se han generalizado en la sociedad ciertas ideas que tienden a difuminar los privilegios de unos pocos Un punto central de estas ideas es presentarnos la realidad so-cial con dos sistemas separados el sistema econoacutemi-co regido de forma neutral por el mercado concebido como un mecanismo automaacutetico y un sistema poliacuteti-co que se presenta como democraacutetico y que reproduce y ampliacutea las diferencias sociales Pero no soacutelo con-funde y legitima los privilegios la separacioacuten de los aacutembitos econoacutemicos y poliacuteticos tambieacuten la forma de pensar el sistema econoacutemico y el sistema poliacutetico es fuente de ocultacioacuten

La principal funcioacuten encubridora que ejerce la no-cioacuten al uso de ldquosistema econoacutemicordquo parte de conside-rar el proceso econoacutemico como produccioacuten de rique-za soslayando los procesos de mera adquisicioacuten de la misma que estaacuten cada vez maacutes a la orden del diacutea parasitando subordinando y devaluando las fuentes primarias de la riqueza misma(Naredo 2015 45)

Tenemos frente a nosotros buenos ejemplos en el sec-tor eleacutectrico con los pagos por capacidad los pagos de transicioacuten a la competencia o los cobros abusivos que se introducen en las complejas e incomprensibles para muchos facturas eleacutectricas A su vez el sistema poliacutetico se presenta como democraacutetico cuando su rea-lidad es muy otra

El actual despotismo democraacutetico trata de hacer un manejo puramente ceremonial de los contrapesos teoacutericamente ideados para corregir esa tendencia despoacutetica siendo el caso de la democracia espantildeo-la ejemplar en ese manejo Nos encontramos asiacute con una democracia formal que sirve de coartada para revestir de legitimidad las decisiones de los gober-nantes por muy impopulares o interesadas que sean Tras conseguir el miacutenimo de votos necesario para lle-gar al poder los gobernantes se las ingenian para pactar en la sombra las grandes decisiones dejando a las instancias deliberativas de los parlamentos y los plenos municipales una mera funcioacuten ornamental (Naredo 2015 69)

Tambieacuten en nuestro sector eleacutectrico tenemos muacutelti-ples ejemplos de disposiciones despoacuteticas alejadas de los intereses de las mayoriacuteas

El sentido de las liacuteneas anteriores y de las citas que las acompantildean no es trazar un anaacutelisis completo de nuestras sociedades que desborda las posibilidades de este texto sino mostrar la indisoluble conexioacuten entre la economiacutea y la poliacutetica que hay que considerar es-trateacutegicamente Seriacutea una ilusioacuten ingenua en mi opi-nioacuten creer que con poder econoacutemico exclusivamente se puede construir un modelo energeacutetico alternativo por el contrario su buacutesqueda hay que insertarla en un cambio de sociedad apoyada en nuevos valores que redefinan sus objetivos hacia la satisfaccioacuten de la re-produccioacuten de la vida en lugar de la acumulacioacuten de beneficios y con la participacioacuten activa del conjunto de ciudadanos para ir abriendo paso a nuevos valores sociales de igualdad real no solo formal de satisfac-cioacuten de las necesidades reales de las personas y no de las necesidades artificiales creadas por la publicidad para reproducir la rueda de aumento de demanda au-mento de ventas aumento de beneficio de equilibrar el comportamiento social con los liacutemites fiacutesicos que la naturaleza impone

Soacutelo en una sociedad cuyo objetivo sea satisfacer ne-cesidades de las personas en la que lejos de la ilu-sioacuten del mercado se tomen las decisiones a traveacutes de la participacioacuten y deliberacioacuten de los afectados seraacute posible construir un nuevo modelo energeacutetico como el que aquiacute se propone

5 Un ejemplo proacuteximo pero ni mucho menos uacutenico ha sido la noticia de que la empresa de actividades agriacutecolas y ganaderas SAVIAL SL (propiedad de Esperanza Aguirre y su marido) a pesar de estar en peacuterdidas y de haber recibido subvenciones puacute-blicas y creacuteditos millonarios de BSCH y de la Caja de Cataluntildea ha invertido maacutes de 3000 millones de euros en Bolsa (ldquoPuacuteblicordquo 13616)

EN LA ENCRUCIJADA ENTRE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES Y LAS ENERGIacuteAS RENOVABLES

Pedro Prieto (Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos AEREN)

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Energiacutea y sociedad humana

La prodigiosa evolucioacuten de nuestra sociedad sobre todo en los uacuteltimos 150 antildeos nos ha traiacutedo hasta un punto que obliga a una reflexioacuten

Mientras fuimos simples monos desnudos eacuteramos apenas un puntildeado de muy pocos millones de seres hu-manos sobre la Tierra cuyo consumo energeacutetico era el metaboacutelico que supone unas 2900 kilocaloriacuteas dia-rias de ingesta promedio que es por donde recibimos la energiacutea que necesita nuestro cuerpo para vivir Esto es en energiacutea equivalente apenas la de una bombilla de 100 vatios encendida permanentemente por cada ser humano Es la llamada energiacutea endosomaacutetica o in-herente al propio cuerpo y requerida por eacutel

El entonces supuestamente fraacutegil ser humano fue sin embargo capaz de sobrevivir como especie durante al menos 2 millones de antildeos como homo sapiens-sapiens (y muchos millones maacutes anteriormente en formas maacutes primitivas de su evolucioacuten) en un medio natural abru-mador y muchas veces hostil pero siempre base del sustento

No lo debieron hacer muy mal nuestros antepasados cuando sobrevivieron todo ese tiempo No debieron ser tan brutos (convendriacutea revisar los conceptos de animal o de salvaje) cuando pasaron durante millo-nes de antildeos sobre el medio ambiente de nuestro plane-ta sin mancharlo ni agotarlo de forma miacutenimamente apreciable sin extinguir ninguna de las especies de las que viviacutean (vegetales y animales)

El invento del fuego hace alrededor de medio milloacuten de antildeos (su control maacutes bien en beneficio propio) antildeadioacute a su consumo energeacutetico promedio como in-dividuo unos 50 vatios maacutes de potencia La mitologiacutea considera este paso de forma ambigua Progreso por un lado y castigo de los dioses a Prometeo el que les roboacute el uso del fuego y permitioacute alterar al hombre el medio de forma maacutes importante Se trata de la prime-ra captura de energiacutea de forma exosomaacutetica o exterior al propio cuerpo aparte de la que claro estaacute ofrece el sol al exponerse a eacutel

El siguiente gran salto en la Humanidad se dio hace

unos 10000 antildeos en lo que se conoce como el arran-que del Neoliacutetico cuando el ser humano aprende a ldquodomesticarrdquo plantas (arranque de la agricultura) y algunos animales en su provecho Es un paso de gi-gante que implica el cambio del nomadismo a ciertas formas incipientes de sedentarismo Este salto permi-te al ser humano apropiarse de una mayor cantidad de energiacutea aunque necesitando tambieacuten consumir a ve-ces algo maacutes de energiacutea para el cultivo de plantas que antes simplemente recolectaba o para cuidar cercar y alimentar el ganado que antes simplemente caza-ba Tambieacuten el esfuerzo para construir haacutebitats en los lugares maacutes propicios para la agricultura y cercanos para la ganaderiacutea donde antes utilizaba cuevas La domesticacioacuten de equinos le proporcionoacute una fuerza de traccioacuten adicional de gran utilidad Los antropoacutelo-gos calculan ese nivel energeacutetico del hombre del neo-liacutetico en unos 300 vatios de potencia equivalente en promedio esto es ya unas 3 veces maacutes que lo que su metabolismo exige para la pura supervivencia como el mono desnudo que somos

A pesar de ese salto apenas se conocen impactos me-nores en el medio ni desapariciones de especies por causa humana y soacutelo un ligero o muy ligero aumento de la poblacioacuten humana a los largo de esos diez mi-lenios El ser humano siempre ha sido 100 renova-ble pues solo transformaba y utilizaba en su beneficio muy poca biomasa fuese en forma de lentildea de ali-mentos o de traccioacuten animal

Las energiacuteas foacutesiles

El siguiente salto cualitativo de importancia obvian-do el lento progreso desde sociedades agriacutecolas pri-mitivas a sociedades agriacutecolas avanzadas siempre con elementos mecaacutenicos y fuerza de trabajo animal o esclava y el desarrollo de la navegacioacuten a vela a grandes distancias no tuvo lugar hasta el siglo XIX cuando ya bastante agotados los bosques de las Islas Britaacutenicas los humanos no tuvieron maacutes remedio que buscar bajo tierra y empezar a explotar el carboacuten de forma cada vez maacutes masiva En apenas 80 antildeos des-de el comienzo de su explotacioacuten masiva y debido al invento de las maacutequinas de vapor se produce un salto sin precedentes

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Hacia 1900 el carboacuten superoacute a nivel mundial al uso de la biomasa (cuyo consumo tambieacuten siguioacute aumen-tando) Ese tremendo impulso del maquinismo del llamado siglo de las luces (las ciudades empezaron a ser luminarias) tuvo lugar con un consumo de unos 856 vatios de potencia promedio para cada uno de los 1600 millones que entonces habitaban el plane-ta Esto en promedio mundial aunque algunos paiacuteses -como la pionera Alemania- ya alcanzaban una cifra cercana a los 3000 vatios de potencia promedio por persona unas 30 veces la necesidad metaboacutelica El impacto ambiental de finales del XIX era ya visible y acusado en algunas regiones industrializadas pero la maacutequina del progreso ya era imparable

Y entonces el petroacuteleo arrancoacute con fuerza inusitada Aunque las primeras explotaciones para consumo energeacutetico tuvieron lugar a mediados del siglo XIX en Pensilvania y los primeros motores de combustioacuten interna que utilizaron liacutequidos combustibles maacutes o menos refinados tuvieron lugar en el uacuteltimo cuarto del siglo XIX el fulminante arranque del petroacuteleo tuvo lugar en el primer tercio del siglo XX cuando Gran Bretantildea cambioacute su flota de guerra de carboacuten a petroacuteleo un combustible mucho maacutes denso versaacutetil y manejable y mucho mejor almacenable que el carboacuten

Fue en los antildeos 60 del siglo XX cuando el petroacuteleo consigue superar respectivamente a los consumos de carboacuten y biomasa a nivel mundial Este nuevo punto culminante se alcanza con cada uno de los 3000 mi-llones de habitantes que eacuteramos en 1960 consumien-do en promedio unos 1370 vatios de potencia por persona aunque algunos paiacuteses desarrollados alcan-zaron consumos per caacutepita mucho maacutes desorbitados que podiacutean llegar a los 6500 vatios per caacutepita unas 65 veces sus necesidades metaboacutelicas Los impactos ambientales ya alcanzaban niveles que empezaban a ser preocupantes y a tener alcance global

Han pasado apenas 56 antildeos desde que el petroacuteleo to-mase el liderazgo de los consumos de energiacutea mun-diales y ni el incremento considerable de consumo de gas natural ni el desarrollo de la energiacutea nuclear (que apenas supone un 5 de nuestra dieta energeacutetica ac-tual) ni la hidroelectricidad (un 3 de nuestro con-sumo global) han conseguido superar el papel domi-nante del petroacuteleo pero todos los consumos de cada tipo de combustible han ido aumentando exponencial-mente hasta al menos 2005 El petroacuteleo sigue siendo dominante sobre todo porque el 95 del transporte mundial funciona con sus derivados y no resulta faacutecil reemplazarlo ni en la agricultura mecanizada ni en

el transporte aeacutereo o el mariacutetimo ni en el transporte terrestre pesado ni en las fuerzas armadas Ni siquiera se lo ha podido reemplazar en el transporte privado por maacutes intentos que se estaacuten haciendo que no llegan a alcanzar las densidades energeacuteticas requeridas para dotar a los mil millones de vehiacuteculos de combustioacuten interna de la misma autonomiacutea durabilidad y flexibi-lidad de operacioacuten Y eso que el transporte privado es solo una pequentildea parte y no criacutetica de nuestra forma de actuar vivir y consumir

Hoy nos encontramos en un mundo en el que los 7300 millones que lo habitamos gracias precisamente a que esa enorme disponibilidad de energiacutea barata y accesible lo ha hecho posible tenemos un consumo promedio mundial unos 2560 vatios de potencia por persona aunque hay sociedades como la norteameri-cana que alcanzan ya los 10000 vatios de consumo por persona promedio cien veces maacutes que el consu-mo del cuerpo

Este consumo son unos 14000 millones de tonela-das de petroacuteleo equivalente o puesto en equivalente energeacutetico eleacutectrico unos 17 teravatios esto es como 17000 grandes centrales nucleares de 1GW De todo este enorme consumo energeacutetico las energiacuteas foacutesiles reinan (petroacuteleo un 313 del total carboacuten 286 del total habiendo reducido distancias en los uacuteltimos antildeos al frenarse el aumento del consumo de petroacute-leo por los agotamientos graduales de los principales yacimientos) El gas sigue creciendo pero supone el 212 Asiacute nos encontramos con que las energiacuteas foacute-siles suponen todaviacutea en 2014 maacutes de un 81 del con-sumo total mundial de energiacutea y si se suma la energiacutea nuclear como fuente no renovable se observa que casi el 87 de nuestra energiacutea no es renovable Y del res-to del consumo mundial una buena parte del mundo atrasado sigue consumiendo biomasa (lentildea bosta de vaca pajas etc) que todaviacutea representa un 10 del consumo mundial aunque merman los bosques crece de forma invasiva la superficie cultivada y la deman-da mundial de agua dulce que supone que ya supera los 5000 de los 9000 Km3 que se supone accesibles a los seres humanos Si se antildeade el 23 que supone la energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten alcanzando maacuteximos en ocupaciones de cuencas fluviales en casi todos los continentes (en Europa los embalses ocupan ya cer-ca de un 90 de lo que es posible embalsar en gran-des cuencas) apenas nos queda aproximadamente un 07 de nuestro consumo de energiacutea mundial que hoy aportan las llamadas ldquoenergiacuteas renovablesrdquo a pesar de las ocupaciones de espacios que podemos apreciar en nuestra geografiacutea

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La difiacutecil situacioacuten crecimiento versus sostenibili-dad

En la presente situacioacuten nos encontramos con dos factores cruciales que vienen a despertarnos del sue-ntildeo del crecimiento infinito en el que habiacuteamos dor-mitado en los anteriores 150 prodigiosos antildeos Un crecimiento que aumenta el confort para algunos (no todos) a cambio de destrozar el medio en el que ne-cesariamente tenemos que vivir Kenneth Boulding quien fuera en su diacutea presidente de la American Eco-nomic Association es famoso por su frase ldquoQuieacuten crea que es posible un crecimiento infinito en un pla-neta finito o es un loco o es un economistardquo

Por un lado tenemos encima la graviacutesima preocu-pacioacuten del calentamiento global y el cambio climaacute-tico cuyos efectos ya se sienten en una buena parte del planeta y son bastante irrreversibles Aunque se atribuye la causa al aumento de emisiones de CO2 a la atmoacutesfera -que han pasado en poco tiempo de 280 partes por milloacuten (ppm) a maacutes de 400 ppm- esto no deja de ser tambieacuten un efecto La causa de que se emi-tan unos 30000 millones de toneladas de carbono al antildeo la tiene obvia y directamente la quema de maacutes de 10000 millones de toneladas anuales de petroacuteleo y de combustibles foacutesiles Eacutesa es la verdadera causa

Por otro lado y por si fuera poco tenemos una cons-tancia cada vez mayor de que los yacimientos de com-bustibles foacutesiles estaacuten llegando a un liacutemite de extrac-cioacuten conocido como cenit de su produccioacuten mundial En el caso del combustible por excelencia que hasta ahora no tiene sustitutos previsibles en muchas de sus actuales aplicaciones la propia Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) admitioacute en 2010 que el petroacuteleo convencional habiacutea llegado a su cenit de extraccioacuten mundial maacuteximo en 2006

Desde entonces el petroacuteleo ha seguido aumentando en volumen producido gracias a los desesperados es-fuerzos por extraer petroacuteleo no convencional (aguas ultraprofundas petroacuteleo polar arenas asfaacutelticas de Canadaacute o petroacuteleo de los esquistos o lutitas un petroacute-leo de mucha peor calidad mucho maacutes esfuerzo ex-tractivo y un impacto ambiental si cabe auacuten mucho mayor que el del convencional) Si estamos arantildeando los posos o las heces energeacuteticas no es por deporte sino por la desesperacioacuten de ver que las mejores fuen-tes y de maacutes calidad se van agotando aunque disfra-cemos de ingenio la capacidad de sacar de ellas algo

maacutes de energiacutea como el que exprime una esponja para sacar las uacuteltimas gotas del liacutequido que contiene

Pero esto no garantiza que la energiacutea neta obtenida para la sociedad de ese mayor volumen se correspon-da proporcionalmente La Tasa de Retorno Energeacuteti-co (TRE o en ingleacutes Energy Return on Investment o EROI) al ser mucho maacutes baja hace que una buena parte de la energiacutea obtenida se gaste en la propia ob-tencioacuten y procesamiento del combustible y repercuta cada vez menos en los demaacutes usos sociales

Hay maacutes de 50 paiacuteses productores de petroacuteleo que ya estaacuten en declive productivo muchos de ellos en decli-ve terminal y no se estaacuten encontrando nuevos yaci-mientos que puedan compensar ni de lejos estas caiacute-das Los medios de mayor difusioacuten afanosos siempre de ofrecer soacutelo buenas noticias indican estos uacuteltimos antildeos nuevos descubrimientos de forma muy acriacutetica y superficial con tal de tranquilizar sobre la dispo-nibilidad de energiacutea Abunda el anumerismo como cuando recientemente se ha anunciado el descubri-miento de 20000 millones de barriles en yacimientos en Texas y Nuevo Meacutexico sin indicar que no ha sido un descubrimiento porque esas regiones estaacuten geoloacute-gicamente muy bien estudiadas desde hace deacutecadas y se conocen sus potenciales sino maacutes bien una de-cisioacuten poliacutetica de anunciar ahora que van a por ellos a toda costa Sin explicar a los lectores con claridad que son de esquistos no de petroacuteleo convencional que son recursos (no reservas) y ademaacutes denominados ldquosin descubrir aunque teacutecnicamente recuperablesrdquo y sobre todo sin indicar que aunque pudiesen sacarse los maacutes que dudosos 20000 millones de barriles eso prolongariacutea nuestro consumo mundial unos 7 meses y la llegada al cenit de la produccioacuten de petroacuteleo un trimestre

El uacuteltimo informe ldquoWorld Energy Outlookrdquo (WEO 2016) de la Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) indica de nuevo aunque trate de disimularlo que enfrentamos un problema sin precedentes en estos actuales niveles de consumo energeacutetico altiacutesimo Y en sus proyecciones hacia 2040 oacute 2050 se va enco-mendando a que se descubran enormes yacimientos que sabe que no se van a encontrar Aun asiacute anuncia declives energeacuteticos considerables y crecimientos de consumos energeacuteticos ridiacuteculamente bajos para lo que ha sido el histoacuterico del uacuteltimo siglo con cotas habi-tuales de crecimiento y disponibilidad de combusti-ble del 3 anual acumulativo Ahora la AIE situacutea los crecimientos en el entorno del 01 si se producen los milagros esperados con lo que lo maacutes probable

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es que haya que esperar ya reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos que mueven a la sociedad industrial y tecnoloacutegica global

Para evitar reconocer la llegada a este liacutemite crucial apuesta porque el aumento de la eficiencia debida a los avances tecnoloacutegicos consiga que la actividad econoacutemica -que siempre ha ido como no podiacutea ser de otra forma pareja y muy directamente ligada con el aumento de la disponibilidad de energiacutea para habilitar dicho crecimiento- permita la quimera de deslindar el crecimiento del PIB del crecimiento de la energiacutea dis-ponible algo que no ha sucedido en los uacuteltimos 150 antildeos pese a los continuos avances de la ciencia

Renovables iquesttabla de salvacioacuten

En esta situacioacuten para la uacuteltima tabla de salvacioacuten ldquopara seguir como estamosrdquo -es decir en modo de crecimiento permanente y continuo- las miradas se vuelven con cierta premura y desesperacioacuten a las lla-madas energiacuteas renovables El argumento es que la ventaja es doble Por un lado se reduciriacutea el consumo de energiacuteas foacutesiles causantes del calentamiento glo-bal y el cambio climaacutetico consiguiente Por el otro alejariacuteamos el problema del agotamiento de los recur-sos foacutesiles finitos

Entre las energiacuteas renovables cabe destacar las si-guientes seguacuten el uacuteltimo informe de la AIE de 2016 (con datos de 2014)

La biomasa que constituye el 103 de la energiacutea pri-mariaLa energiacutea hidroeleacutectrica que supone el 24 del to-tal de energiacutea primariaLas restantes renovables apenas representan un 14 del total de energiacutea primaria y se pueden desglosar en energiacutea geoteacutermica solar (en sus versiones teacutermi-ca solar termoeleacutectrica y solar fotovoltaica) eoacutelica y energiacutea de olas y mareas

El resto de la enorme cantidad de energiacutea consumida no renovable es el petroacuteleo con el 313 el carboacuten con el 286 el gas natural con el 212 y la energiacutea nuclear con el 48 del total de la energiacutea primaria Es decir el mundo sigue consumiendo un 811 de energiacutea no renovable

En cuanto a la biomasa maacutes nos valdriacutea no aumentar su consumo toda vez que ya hemos hecho desapa-recer maacutes del 50 de los bosques originales de hace

200 antildeos y se avanza en la deforestacioacuten a ritmos muy preocupantes de maacutes del 1 mundial anual de todos los bosques

La energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten anda bastante al cabo Pese a representar todaviacutea hoy soacutelo el 24 del total de energiacutea primaria global los embalses del planeta ya han anegado maacutes del 30 de las grandes cuencas fluviales del planeta y en algunos continentes como el europeo sobrepasan el 80 largamente sea para agricultura y consumo humano y animal o para producir electricidad

Las llamadas energiacuteas renovables modernas maacutes concretamente la eoacutelica y la solar junto con la hi-droeleacutectrica soacutelo producen electricidad La electrici-dad es apenas el 13 de la energiacutea primaria mundial y 181 del consumo final de energiacutea ya refinada

Es decir al movernos en un mundo baacutesicamente no eleacutectrico las modernas renovables tienen una misioacuten muy difiacutecil para reemplazar algunos usos masivos y comunes de las energiacuteas foacutesiles tales como la avia-cioacuten civil el transporte mariacutetimo la agricultura me-canizada el transporte terrestre las fuerzas armadas etc

Deben resolverse antes los enormes problemas de es-tos sistemas de captacioacuten de energiacutea entre los que se encuentranbull Las intermitencias propias del sol del viento y del agua ciclos diacuteanoche vientoencalmada o ciclos estacionalesbull Los sistemas de almacenamiento masivo de energiacutea requeridos sea el bombeo inverso de agua de embalse a embalse o con bateriacuteas muy costosas para la muy poca capacidad que ofrecen y con ciclos de carga y descarga muy limitadas que las convierten raacute-pidamente en chatarra muy contaminante El almace-namiento masivo es algo que los combustibles foacutesiles o el nuclear tienen resuelto si se dotan de las reservas suficientes en el punto de generacioacutenbull El coste energeacutetico de tener que utilizar vecto-res energeacuteticos del que el maacutes conocido es el hidroacutege-no a partir de la electricidad que generan para servir determinadas funciones sociales no eleacutectricasbull El coste de tener que desarrollar toda la in-fraestructura mundial de redes eleacutectricas y sus in-terconexiones y mallados para servir a la sociedad mundial de forma 100 eleacutectrica lo que implicariacutea multiplicar entre 5 y 10 veces la infraestructura eleacutec-trica mundial actual Y unas 15 veces la red eleacutectrica mundial actual si tuvieacutesemos que ofrecer el miacutenimo

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

58193

Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

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Page 3: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

Economistas sin Fronteras (EsF) es una Organi-zacioacuten No Gubernamental de Desarrollo (ONGD) fundada en 1997 en el aacutembito universitario que ac-tualmente integra a personas interesadas en cons-truir una economiacutea justa solidaria y sostenible con una orientacioacuten prioritaria en la erradicacioacuten de la pobreza y las desigualdades

En Economistas sin Fronteras creemos necesario otro modelo de desarrollo que ponga a la economiacutea al ser-vicio del ser humano y no como sucede en la actualidad a millones de personas al servicio de la economiacutea

Nuestro objetivo es contribuir a la construccioacuten de una ciudadaniacutea socialmente responsable activa y compro-metida con la necesaria transformacioacuten social

Queremos ser una ONG de referencia en la buacutesqueda de una economiacutea justa y contribuir a facilitar el diaacutelogoy fomentar el trabajo en red de los distintos agentes sociales y econoacutemicos Porque soacutelo a traveacutes del logro de una amplia participacioacuten social podremos alcanzar una economiacutea justa

Gracias a las aportaciones perioacutedicas de nuestros socios podemos planificar y realizar proyectos de larga du-racioacuten sin depender de subvenciones

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La ley 492002 de 23 de diciembre (BOE 24122002) de reacutegimen fiscal de las entidades sin fines lucrativos establece un trato fiscal maacutes favorable para las donaciones realizadas por personas fiacutesicas obteniendo una deduccioacuten a la cuota del IRPF

CONSEJO EDITORIAL Joseacute Aacutengel Moreno ndash Coordinador Luis Enrique AlonsoMariacutea Eugenia CallejoacutenMarta de la CuestaJoseacute Manuel Garciacutea de la CruzJuan A GimenoCarmen Valor

Coordinacioacuten de este nuacutemeroJoseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Ma-drid)

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Maquetacioacuten Disraeli Collado (Economistas sin Fronteras)

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PRESENTACIOacuteNLA ENERGIacuteA RETOS Y PROBLEMAS

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

Acostumbrados como estamos a cambiar la posicioacuten del interruptor y ver como se ldquoencienderdquo o se ldquoapa-gardquo la luz nos cuesta entender que ese sencillo gesto condicione de manera brutal nuestra existencia Na-die se extrantildea de que la alimentacioacuten sea un derecho tampoco de que el agua limpia deba ser considerada un bien puacuteblico o que en determinadas condiciones debamos dejar el coche aparcado para que el aire se renueve y vuelva ser respirable

Sin embargo cada mes abonamos la factura de la luz o maacutes cotidianamente abonamos el importe de relle-nar el depoacutesito del carburante del coche A veces nos quejamos de su coste en otras de no entender queacute se paga y en la mayoriacutea de las ocasiones nos resignamos a pagar como si de un cafeacute se tratara Pero la energiacutea no es como el cafeacute maacutes auacuten sin energiacutea no nos seriacutea posible tomar cafeacute Sin luz solar (energiacutea) no brotariacutea el cafeacute sin gasolina (energiacutea) no podriacuteamos transpor-tarlo y sin electricidad (energiacutea) la cafetera no funcio-nariacutea Y muchos necesitan tomar cafeacute (energiacutea) antes de salir de casa

Es una obviedad pero el empleo de energiacutea es abso-lutamente necesario en las actividades de produccioacuten distribucioacuten y consumo de la sociedad humana Es-tamos dejando a un lado la definicioacuten de energiacutea en cuanto a propiedad de la materia para centrarnos a los aspectos econoacutemicos y sociales de su produccioacuten y empleo La razoacuten es que no se trata de debatir sobre la energiacutea en abstracto maacutes bien al contrario se trata de hacerlo sobre su caraacutecter de insumo imprescindible para el sostenimiento de la humanidad Sin olvidar las peculiaridades que convierten a la energiacutea en uno de los pilares de la organizacioacuten social

Seguramente uno de los mayores eacutexitos de la ideo-logiacutea dominante haya sido la aceptacioacuten social como loacutegica de la separacioacuten de las discusiones seguacuten una determinada pero nunca definida fragmentacioacuten de los conocimientos evitando la inclusioacuten de las re-flexiones sobre la tecnologiacutea en los debates sociales y viceversa la contribucioacuten de las formas de organi-zacioacuten social en el devenir de los conocimientos tec-noloacutegicos sin embargo hoy diacutea se acepta e incluso se

reclama la recuperacioacuten de la reflexioacuten conjunta entre ambos campos

Juliaacuten Mariacuteas en El oficio del pensamiento recuer-da que ldquoUnamuno opinaba que muchos se dedican a contarle las cerdas al rabo de la esfinge por miedo a mirarla a los ojosrdquo1 Pues bien con este dossier se pretende contribuir a ese cambio en la mirada se pre-tende contribuir a ampliar el foco de los debates sobre la energiacutea incorporando las cuestiones teacutecnicas junto a las sociales y todas ellas dentro de dos amplios y urgentes objetivos indiscutibles la sostenibilidad am-biental y la sostenibilidad social

El dossier se inicia con la contribucioacuten de Alejandro Arizkun que ha sido profesor de Economiacutea en la Uni-versidad Puacuteblica de Navarra buena parte de su vida y que introduce en ldquoConsideraciones sobre el necesa-rio cambio de modelo energeacuteticordquo la complejidad del asunto abordado Trata de las relaciones entre natura-leza y actividad humana de las limitaciones fiacutesicas y tambieacuten econoacutemicas para resolver los problemas am-bientales y apela a la urgente necesidad de profun-dizar en los debates con visioacuten a largo plazo con un examen riguroso de las distintas alternativas Y nos advierte de los riesgos del atractivo de la eficiencia a corto plazo que pueden llegar a agravar los proble-mas maacutes que a resolverlos si no se producen cambios en la organizacioacuten poliacutetica y sobre todo en los valo-res sociales

Aquiacute no hemos llegado casualmente como recuerda Pedro Prieto Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos (AEREN) en su texto ldquoEn la encrucijada entre las energiacuteas foacutesiles y las energiacuteas renovablesrdquo ha sido un largo proceso his-toacuterico en el que la sustitucioacuten paulatina de unas fuen-tes de energiacutea por otras nos ha situado en el momento actual Sin embargo a pesar de las oportunidades tec-noloacutegicas para la difusioacuten de energiacuteas de origen reno-vable y su apoyo desde organismos internacionales se sentildeala el limitado alcance de su aplicacioacuten en la

1 Mariacuteas J (1958) El oficio del pensamiento Biblioteca Nueva Madrid paacuteg 15

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generacioacuten de energiacutea eleacutectrica Esta cuestioacuten es sin duda muy relevante dada la importancia de la ener-giacutea no eleacutectrica en la demanda final lo que exige plan-teamientos maacutes ambiciosos y cada diacutea maacutes urgentes

En una liacutenea proacutexima discurre la aportacioacuten de Pedro Linares profesor e investigador en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad de la Universidad Pontificia Comillas En su contribucioacuten ldquoEl futuro de las ener-giacuteas foacutesilesrdquo despueacutes de poner de relieve la impor-tancia de las energiacuteas foacutesiles en la economiacutea actual procede a evaluar las posibilidades de mantenimiento del actual modelo energeacutetico apostando por su sus-titucioacuten ante las dudas acerca de la viabilidad de las propuestas teacutecnicas de descarbonizar el modelo de energiacuteas foacutesiles Tambieacuten apela a la necesaria coope-racioacuten internacional ante las dificultades que para mu-chas economiacuteas supone compatibilizar sus objetivos de desarrollo con el reto energeacutetico que es global

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz ingenieros del Observatorio Criacutetico de la Energiacutea en sus ldquoNotas sobre la (des)regulacioacuten del sector eleacutectri-co espantildeolrdquo explican la regulacioacuten del sistema eleacutectri-co espantildeol Si algo queda claro de su lectura es que las dudas de los consumidores sobre queacute pagan y porqueacute estaacuten plenamente justificadas El componente oligo-poacutelico del mercado espantildeol junto a la desafortunada poliacutetica de promocioacuten de las energiacuteas renovables dota de caracteriacutesticas particulares a la situacioacuten espantildeola Sin embargo los problemas se acumulan no solamen-te por la primaciacutea de los intereses privados sino por la creciente complejidad de todo lo relativo a la energiacutea complejidad analizada en las contribuciones anterio-res

Los problemas de desarrollo se asimilan a la pobre-za Pues bien el problema de acceso garantizado a la energiacutea para poder sostener una vida digna estaacute muy presente en las sociedades avanzadas constituyendo seguramente uno de los escenarios de denuncia del funcionamiento del sistema econoacutemico capitalista Victoria Pellicer investigadora de INGENIO (CSIC-UPV) lo pone de relieve en su artiacuteculo ldquoLa pobre-za energeacutetica reflexiones sobre el caso espantildeolrdquo En este texto se reclama y se propone una definicioacuten de pobreza energeacutetica que incorpore no solamente las dificultades econoacutemicas para afrontar el pago del ldquore-cibordquo sino reformas en el sistema energeacutetico en las instituciones y en la cultura para evitar la estigmati-zacioacuten la marginacioacuten y el deterioro de la dignidad personal de quienes padecen de pobreza energeacutetica Aunque se parte del caso espantildeol la perspectiva es

maacutes amplia llegando a plantear propuestas que sin duda son trasladables a otras latitudes con problemas de marginacioacuten y exclusioacuten energeacuteticas

Entre las propuestas de soluciones institucionales estaacuten las de retomar la dimensioacuten local de los pro-blemas energeacuteticos y la revalorizacioacuten de las coope-rativas tanto de productores como de consumidores de energiacutea Es el tema que abordan Pablo Cotarelo ingeniero socio de eKona y Sebastiagrave Riutort profe-sor de Sociologiacutea de la Universidad de Barcelona en ldquoEnergiacutea local democracia real una reflexioacuten sobre la democracia energeacuteticardquo Partiendo de la justificacioacuten de la reapropiacioacuten social de la energiacutea sobre todo teniendo en cuenta las limitaciones regulatorias y la necesidad de impulso de un nuevo modelo energeacutetico que contribuya a resolver los problemas ambientales y sociales del actual analizan las experiencias coope-rativas en marcha y sus resultados concluyendo con un balance esperanzador aunque lleno de obstaacuteculos por superar

Como es habitual en Dossieres EsF se antildeade a los textos mencionados una resentildea del libro que nos ha parecido recomendable para este tema (Energiacutea para la democracia de Sebastiagrave Riutort) y lecturas comple-mentarias (ldquoPara saber maacutesrdquo) sugeridas en su mayor parte por los propios autores de los artiacuteculos de este dossier Autores a los que Economistas sin Fronteras les agradece cordialmente su colaboracioacuten y su gene-rosidad

Crisis econoacutemica y modelo energeacutetico

La crisis econoacutemica ha puesto de manifiesto en pri-mer plano lo injusto de un sistema de funcionamiento que ha conducido a la precariedad a amplias capas de poblacioacuten mientras que una minoriacutea veiacutea crecer sus beneficios En el terreno energeacutetico se ha mani-festado en la visibilidad de la pobreza energeacutetica de muchos hogares en la subida desproporcionada de los precios eleacutectricos en la oscuridad del funcionamiento empresarial que se muestra patente en la opacidad de la factura energeacutetica que resulta incomprensible para la mayoriacutea de la poblacioacuten en el crecimiento impa-rable de los beneficios de las grandes empresas en la permanencia del nivel de emisiones de gases efecto invernadero

Esta realidad hace cada vez maacutes aceptada la necesi-dad de un cambio de modelo energeacutetico que en lugar de estar al servicio de los beneficios particulares de las empresas energeacuteticas esteacute al servicio del suminis-tro de energiacutea a la poblacioacuten seguacuten sus necesidades El modelo a construir debe ser un modelo de energiacutea distribuida para evitar los despilfarros energeacuteticos de su transporte a larga distancia y para tener cerca-no el origen de la energiacutea a sus usuarios sostenible para evitar la destruccioacuten de las bases fiacutesicas del pla-neta democraacutetica para que su gestioacuten responda a las necesidades ciudadanas y equitativa para evitar las injusticias manifiestas que hoy se visualizan

El cambio de modelo energeacutetico no es un problema exclusivamente teacutecnico ni un problema exclusiva-mente econoacutemico sino un problema social que hay que abordar de conjunto Un modelo energeacutetico como el que buscamos solo seraacute posible en una sociedad di-ferente apoyada en valores diferentes y por tanto debemos reflexionar sobre coacutemo podemos actuar maacutes allaacute del mercado para contribuir a esa transformacioacuten social

iquestPor queacute el cambio de modelo energeacutetico debe nece-sariamente insertarse dentro de un cambio social maacutes amplio

Los humanos formamos parte de un ecosistema el

ecosistema planetario en el que estamos intriacutenseca-mente relacionados con los materiales las energiacuteas otros seres vivos y entre nosotros Las ideas conven-cionales al uso nos presentan primero coacutemo separados de la naturaleza que aparece como algo distinto de nosotros y a nuestro servicio1 A su vez nos presen-ta a los individuos como seres autoacutenomos y autosu-ficientes que debemos competir entre nosotros para obtener lo que necesitamos Al estudiar la sociedad humana tambieacuten aplica la parcelacioacuten y nos presenta a la economiacutea y la poliacutetica como dos aacutembitos separa-dos en los que la primera a traveacutes del mercado libre toma ldquodemocraacuteticamenterdquo las decisiones sobre queacute se produce a traveacutes de la libre accioacuten de consumidores iguales y la segunda a traveacutes de la representacioacuten de los libres votantes decide ldquodemocraacuteticamenterdquo sobre la organizacioacuten de la sociedad al servicio del bien comuacuten Pero ni las decisiones del mercado ni las decisiones en el ritual electoral estaacuten dirigidas a sa-tisfacer las necesidades de las personas sino que se subordinan a los intereses de minoriacuteas privilegiadas Recuperar una visioacuten de la identidad humana como parte indisoluble de los otros componentes del eco-sistema nos permitiraacute integrar en el estudio las rela-ciones entre esos componentes Ademaacutes economiacutea y poliacutetica actuacutean indisolublemente unidas engrasadas por unos valores y se dirigen a ampliar los beneficios de una minoriacutea Un modelo energeacutetico democraacutetico soacutelo es posible en el marco de una sociedad realmente democraacutetica un modelo energeacutetico distribuido soacutelo es posible en una sociedad sin grandes empresas un modelo energeacutetico sostenible soacutelo es posible en una sociedad que cambie profundamente sus valores

Parece evidente que es perfectamente compatible el uso de energiacuteas renovables con praacutecticas insosteni-bles El ejemplo tantas veces manejado de un bosque que se utiliza para obtener lentildea (energiacutea renovable) y que puede ser gestionado de forma insostenible si se tala a un ritmo mayor al de su reproduccioacuten lo mues-tra

CONSIDERACIONES SOBRE EL NECESARIO CAMBIO DE MODELO ENERGEacuteTICO

Alejandro Arizkun (profesor jubilado de la Universidad Puacuteblica de Navarra)

1 Esta visioacuten del mundo llamada conocimiento parcelario procede en la cul-tura occidental de Descartes que al aplicar el ldquoanaacutelisisrdquo como meacutetodo de conocimiento propone separar el objeto de estudio en sus partes para poder conocer cada una de ellas pero despueacutes se apoya en la ilusioacuten de que el todo es la suma de las partes ya analizadas perdiendo las relaciones entre las partes

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Vivimos en un mundo limitado el ecosistema plane-tario del que formamos parte tiene una disponibilidad limitada de materiales de energiacutea de sumideros de residuos de espacio La sostenibilidad es precisa-mente ajustar la accioacuten de los humanos a esos liacutemites para no sobrepasarlos Destruir las bases fiacutesicas sobre la que se apoya nuestra vida y la de otros seres vi-vos sin los cuales no podriacuteamos vivir significariacutea la desaparicioacuten de nuestra civilizacioacuten y si continuacutea la dinaacutemica destructiva podriacutea conducir a la extincioacuten de la especie humana

Entre los liacutemites fiacutesicos que tiene nuestro ecosistema planetario los liacutemites energeacuteticos presentan una par-ticularidad el planeta recibe continuamente energiacutea del exterior la energiacutea solar Esto permite revertir la inevitable peacuterdida de utilidad de la energiacutea que utili-zamos pero tambieacuten esta reversioacuten tiene sus liacutemites Se estima que la vida futura del Sol estaraacute en 5000 millones de antildeos y esto nos permite considerar a escala humana indefinida en el tiempo esa aporta-cioacuten exterior de energiacutea Sin embargo es limitada la energiacutea solar que llega al Planeta en cada unidad de tiempo Por otra parte esa energiacutea solar que nos llega no podemos utilizarla toda nosotros una parte inevi-tablemente se refleja y dispersa en el Universo otra parte la utilizan para su supervivencia otros seres vi-vos otra es necesaria para mantener en el planeta las condiciones de temperatura presioacuten y composicioacuten de la atmoacutesfera que hacen posible la vida Ademaacutes la obtencioacuten de energiacuteas utilizables por nosotros a partir de las fuentes primarias de energiacutea comporta nece-sariamente dispersioacuten de energiacutea en forma de calor y uso de energiacutea para construir y utilizar los artilugios que realizan esa transformacioacuten energeacutetica

Por estas razones la sustitucioacuten de energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables que proceden del sol tiene sus liacute-mites y hay que explorarlos y considerarlos

Por otra parte la eficiencia energeacutetica el esfuerzo por conseguir lo mismo con menos uso de energiacutea es un camino que hay que explorar con decisioacuten porque la buacutesqueda de eficiencia econoacutemica que predomina en nuestro mundo ha dejado sin explorar amplios campos en los que es posible mejorar la eficiencia energeacutetica pero eacutesta a su vez tiene sus liacutemites A medida que mejoramos la eficiencia energeacutetica las nuevas mejo-ras son cada vez maacutes pequentildeas y tienden a cero iexclNo es posible que ninguna accioacuten se produzca con un uso cero de energiacutea Ademaacutes en un mundo con aumentos continuos de actividad la mejora energeacutetica puede conducir a un uso total de energiacutea mayor que antes

Precisamente la variable que afecta a la sostenibili-dad es el uso total de energiacutea y no los porcentajes de energiacuteas renovables y no renovables2

La sostenibilidad ambiental es un problema de liacutemi-tes de saber que vivimos en un mundo limitado y que necesitamos acomodarnos a esos liacutemites para no destruir las bases fiacutesicas de nuestra supervivencia La sostenibilidad no es un problema teacutecnico aunque la teacutecnica juegue un papel importante en su consecucioacuten La sostenibilidad es un problema de comportamiento humano que lejos de apoyarse en valores expansivos y utilitaristas del medio fiacutesico sepa reconocer sus li-mitaciones y adaptar su comportamiento a ellas

La sostenibilidad energeacutetica no puede ser abordada al margen de otros liacutemites a considerar (materiales su-mideros espacio) porque si para conseguir sustituir energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables afectamos gravemente a alguno de estos otros liacutemites habremos ldquohecho de una torta un panrdquo habremos metido por la puerta de atraacutes la insostenibilidad

Ademaacutes el alcance de esos liacutemites no es algo per-fectamente definido y establecido -iexcltambieacuten nuestra capacidad de conocimiento es limitada- sino un ca-mino que debe ser construido con la reflexioacuten sobre nuestro accionar y con el meacutetodo de prueba y errorPor otra parte en cualquier proceso la energiacutea no pue-de utilizarse completamente e inevitablemente se dispersa una parte en forma de calor Estamos frente a un proceso irreversible en que siempre perderemos parte de la utilidad de la energiacutea Una mayor eficiencia energeacutetica permitiraacute reducir la cantidad de utilidad de energiacutea que se pierde pero resulta imposible realizar una accioacuten sin energiacutea sin alguna peacuterdida de utilidad en la energiacutea Por esta razoacuten la eficiencia energeacutetica tiene sus liacutemites

Sostenibilidad energiacutea y sociedad

Sobre estas bases comencemos con algunas precisio-nes sobre el concepto de sostenibilidad Vivimos en un mundo fiacutesicamente finito que limita nuestras posi-bilidades Tenemos limitaciones en la cantidad de re-cursos energeacuteticos y materiales que utilizamos para satisfacer nuestras necesidades y deseos Tenemos limitaciones en los sumideros que absorben los resi-duos que generamos Tenemos limitaciones de espa-cio en competencia con otros seres vivos Un mundo

2 Se llama ldquoefecto reboterdquo o ldquoefecto Jevonsrdquo al resultado de que una mayor eficiencia energeacutetica conduzca a un ahorro econoacutemico a la empresa que derive en un aumento de inversioacuten para aumentar el tamantildeo de la planta Si esto se produce seriacutea compatible un uso inferior de energiacutea por producto y un aumento del uso total de energiacutea

sostenible es aqueacutel en el que nuestras actividades no sobrepasan esos liacutemites Alcanzar la sostenibilidad es conseguir un funcionamiento que nos permita actuar dentro de esos liacutemites sin hipotecar un funcionamien-to similar de nuestra proacutexima generacioacuten3

Es en esta direccioacuten en la que discutimos un tema central las relaciones entre economiacutea y poliacutetica Las ideas convencionales que se manejan nos presentan a la economiacutea y la poliacutetica como aacutembitos separados existe un sistema econoacutemico se dice que funciona automaacuteticamente regido por el mercado donde el pre-cio es el resultado ldquodemocraacuteticordquo de la actuacioacuten de multitud de oferentes y demandantes que actuacutean autoacute-nomamente en situacioacuten de igualdad y perfectamente informados iexclEs la democracia de los consumidores4 Este precio ldquoresultante democraacuteticordquo del juego de mercado es la guiacutea para la toma de decisiones baacutesi-cas en la economiacutea queacute producir coacutemo producir para quieacuten producirPero ni somos autoacutenomos porque nuestras opiniones se conforman a traveacutes de las rela-ciones sociales ni partimos de una situacioacuten de igual-dad porque el desigual reparto de la propiedad da ventajas a unos sobre otros ni estamos perfectamente informados De esta manera la pretendida maacutexima eficiencia que teoacutericamente se deriva del ldquomercado de competencia perfectardquo se deshace como un azucarillo en agua Pero ademaacutes la consideracioacuten de un uacutenico valor -ldquola eficienciardquo- deja de lado otros valores como la equidad o la sostenibilidad De este modo las deci-siones de los mercados reales ni son eficientes ni son equitativas ni son sostenibles

Por otra parte se nos presenta un sistema poliacutetico ldquode-mocraacuteticordquo en el que las decisiones se toman por los representantes elegidos en elecciones a traveacutes del voto de ciudadanos autoacutenomos iguales y perfectamente informados cada cuatro antildeos y esto deja viacutea libre a la toma de decisiones reales separadas de la mayoriacutea de los representados

Nuestra sociedad se organiza en torno a un objetivo central la acumulacioacuten de beneficios particulares que aparentemente debe ofrecer al conjunto de la so-ciedad la satisfaccioacuten de sus necesidades Pero para hacer prevalecer los intereses de quienes acumulan beneficios se produce un deslizamiento cultural que situacutea las necesidades humanas en la pura satisfaccioacuten individual y material desconociendo las necesidades humanas de relacioacuten y de autoperfeccionamiento

(Una paradoja de nuestra sociedad) cifra la felici-

dad fuera del individuo mismo en los logros de la teacutecnica y en la acumulacioacuten de bienes materiales y propiedades La meta no es el perfeccionamiento del individuo sino de su entorno para hacerlo maacutes con-fortable (Naredo 2015 121)

La cultura predominante desprecia profundamente las ventajas de los viacutenculos colectivos y los valores comunes para hacer frente a los asuntos que son de todos y de cada uno Sois libres nos dicen porque podeacuteis acumular ilimitadamente bienes materiales aunque eso suponga el sufrimiento de otros seres humanos y el colapso del planeta Hoy son muchas las personas que se plantean la necesidad de llevar a cabo un cambio cultural que no desean simplemente plegarse a los mecanismos que nuestra sociedad -toda sociedad- tiene ya dispuestos para ahormarnos tam-bieacuten son muchas las que se sienten impotentes ante las dificultades que obstaculizan esa transformacioacuten Porque a diferencia de por ejemplo los chimpanceacutes los seres humanos tienen muchas opciones de modi-ficar reflexivamente su conducta (Riechmann 2015 contraportada)

Aquel conjunto de ideas tiende a oscurecer el fondo de las cuestiones Detraacutes de un sistema econoacutemico que se nos presenta como productor de bienes y servi-cios para satisfacer necesidades nos encontramos una realidad econoacutemica cuyo objetivo es hacer crecer los beneficios particulares Detraacutes de un sistema poliacutetico que se nos presenta como el mecanismo de reflejar y armonizar los intereses de cada uno nos encontramos con unas decisiones que benefician a los poderosos iquestOs suenan las puertas giratorias que condicionan la regulacioacuten del sector eleacutectrico La separacioacuten entre electores y elegidos permite vaciar de contenido las acciones parlamentarias o municipales cuando las de-cisiones reales se toman en otros foros

Pero a su vez la economiacutea y la poliacutetica no estaacuten sepa-radas Baste observar la enorme fuente de beneficios que han significado determinadas decisiones poliacuteti-cas recalificacioacuten de terrenos privatizacioacuten de em-presas rescate de bancos En el momento actual la acumulacioacuten de beneficios particulares se apoya cada vez maacutes en las praacutecticas especulativas y en decisio-nes poliacuteticas de ayuntamientos y gobiernos La pro-

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3 No es necesario referirse a las generaciones futuras porque si cada genera-cioacuten entrega a la siguiente un mundo sostenible estaacute garantizada la sostenibilidad hasta que alteraciones en la llegada de la energiacutea solar al planeta la hipotequen

4 Pero los humanos somos mucho maacutes que consumidores somos personas con muchas maacutes necesidades que consumir bienes y servicios Una vez maacutes se ignora nuestra necesidad de relacionarnos entre nosotros con el mundo vivo y material que nos rodea

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duccioacuten de bienes y servicios cumple un papel cada vez menor5

En esta sociedad potenciadora de beneficios particu-lares de algunos que potencia un crecimiento econoacute-mico que genera desigualdad e insostenibilidad se inserta el actual modelo energeacutetico Ademaacutes se han generalizado en la sociedad ciertas ideas que tienden a difuminar los privilegios de unos pocos Un punto central de estas ideas es presentarnos la realidad so-cial con dos sistemas separados el sistema econoacutemi-co regido de forma neutral por el mercado concebido como un mecanismo automaacutetico y un sistema poliacuteti-co que se presenta como democraacutetico y que reproduce y ampliacutea las diferencias sociales Pero no soacutelo con-funde y legitima los privilegios la separacioacuten de los aacutembitos econoacutemicos y poliacuteticos tambieacuten la forma de pensar el sistema econoacutemico y el sistema poliacutetico es fuente de ocultacioacuten

La principal funcioacuten encubridora que ejerce la no-cioacuten al uso de ldquosistema econoacutemicordquo parte de conside-rar el proceso econoacutemico como produccioacuten de rique-za soslayando los procesos de mera adquisicioacuten de la misma que estaacuten cada vez maacutes a la orden del diacutea parasitando subordinando y devaluando las fuentes primarias de la riqueza misma(Naredo 2015 45)

Tenemos frente a nosotros buenos ejemplos en el sec-tor eleacutectrico con los pagos por capacidad los pagos de transicioacuten a la competencia o los cobros abusivos que se introducen en las complejas e incomprensibles para muchos facturas eleacutectricas A su vez el sistema poliacutetico se presenta como democraacutetico cuando su rea-lidad es muy otra

El actual despotismo democraacutetico trata de hacer un manejo puramente ceremonial de los contrapesos teoacutericamente ideados para corregir esa tendencia despoacutetica siendo el caso de la democracia espantildeo-la ejemplar en ese manejo Nos encontramos asiacute con una democracia formal que sirve de coartada para revestir de legitimidad las decisiones de los gober-nantes por muy impopulares o interesadas que sean Tras conseguir el miacutenimo de votos necesario para lle-gar al poder los gobernantes se las ingenian para pactar en la sombra las grandes decisiones dejando a las instancias deliberativas de los parlamentos y los plenos municipales una mera funcioacuten ornamental (Naredo 2015 69)

Tambieacuten en nuestro sector eleacutectrico tenemos muacutelti-ples ejemplos de disposiciones despoacuteticas alejadas de los intereses de las mayoriacuteas

El sentido de las liacuteneas anteriores y de las citas que las acompantildean no es trazar un anaacutelisis completo de nuestras sociedades que desborda las posibilidades de este texto sino mostrar la indisoluble conexioacuten entre la economiacutea y la poliacutetica que hay que considerar es-trateacutegicamente Seriacutea una ilusioacuten ingenua en mi opi-nioacuten creer que con poder econoacutemico exclusivamente se puede construir un modelo energeacutetico alternativo por el contrario su buacutesqueda hay que insertarla en un cambio de sociedad apoyada en nuevos valores que redefinan sus objetivos hacia la satisfaccioacuten de la re-produccioacuten de la vida en lugar de la acumulacioacuten de beneficios y con la participacioacuten activa del conjunto de ciudadanos para ir abriendo paso a nuevos valores sociales de igualdad real no solo formal de satisfac-cioacuten de las necesidades reales de las personas y no de las necesidades artificiales creadas por la publicidad para reproducir la rueda de aumento de demanda au-mento de ventas aumento de beneficio de equilibrar el comportamiento social con los liacutemites fiacutesicos que la naturaleza impone

Soacutelo en una sociedad cuyo objetivo sea satisfacer ne-cesidades de las personas en la que lejos de la ilu-sioacuten del mercado se tomen las decisiones a traveacutes de la participacioacuten y deliberacioacuten de los afectados seraacute posible construir un nuevo modelo energeacutetico como el que aquiacute se propone

5 Un ejemplo proacuteximo pero ni mucho menos uacutenico ha sido la noticia de que la empresa de actividades agriacutecolas y ganaderas SAVIAL SL (propiedad de Esperanza Aguirre y su marido) a pesar de estar en peacuterdidas y de haber recibido subvenciones puacute-blicas y creacuteditos millonarios de BSCH y de la Caja de Cataluntildea ha invertido maacutes de 3000 millones de euros en Bolsa (ldquoPuacuteblicordquo 13616)

EN LA ENCRUCIJADA ENTRE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES Y LAS ENERGIacuteAS RENOVABLES

Pedro Prieto (Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos AEREN)

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Energiacutea y sociedad humana

La prodigiosa evolucioacuten de nuestra sociedad sobre todo en los uacuteltimos 150 antildeos nos ha traiacutedo hasta un punto que obliga a una reflexioacuten

Mientras fuimos simples monos desnudos eacuteramos apenas un puntildeado de muy pocos millones de seres hu-manos sobre la Tierra cuyo consumo energeacutetico era el metaboacutelico que supone unas 2900 kilocaloriacuteas dia-rias de ingesta promedio que es por donde recibimos la energiacutea que necesita nuestro cuerpo para vivir Esto es en energiacutea equivalente apenas la de una bombilla de 100 vatios encendida permanentemente por cada ser humano Es la llamada energiacutea endosomaacutetica o in-herente al propio cuerpo y requerida por eacutel

El entonces supuestamente fraacutegil ser humano fue sin embargo capaz de sobrevivir como especie durante al menos 2 millones de antildeos como homo sapiens-sapiens (y muchos millones maacutes anteriormente en formas maacutes primitivas de su evolucioacuten) en un medio natural abru-mador y muchas veces hostil pero siempre base del sustento

No lo debieron hacer muy mal nuestros antepasados cuando sobrevivieron todo ese tiempo No debieron ser tan brutos (convendriacutea revisar los conceptos de animal o de salvaje) cuando pasaron durante millo-nes de antildeos sobre el medio ambiente de nuestro plane-ta sin mancharlo ni agotarlo de forma miacutenimamente apreciable sin extinguir ninguna de las especies de las que viviacutean (vegetales y animales)

El invento del fuego hace alrededor de medio milloacuten de antildeos (su control maacutes bien en beneficio propio) antildeadioacute a su consumo energeacutetico promedio como in-dividuo unos 50 vatios maacutes de potencia La mitologiacutea considera este paso de forma ambigua Progreso por un lado y castigo de los dioses a Prometeo el que les roboacute el uso del fuego y permitioacute alterar al hombre el medio de forma maacutes importante Se trata de la prime-ra captura de energiacutea de forma exosomaacutetica o exterior al propio cuerpo aparte de la que claro estaacute ofrece el sol al exponerse a eacutel

El siguiente gran salto en la Humanidad se dio hace

unos 10000 antildeos en lo que se conoce como el arran-que del Neoliacutetico cuando el ser humano aprende a ldquodomesticarrdquo plantas (arranque de la agricultura) y algunos animales en su provecho Es un paso de gi-gante que implica el cambio del nomadismo a ciertas formas incipientes de sedentarismo Este salto permi-te al ser humano apropiarse de una mayor cantidad de energiacutea aunque necesitando tambieacuten consumir a ve-ces algo maacutes de energiacutea para el cultivo de plantas que antes simplemente recolectaba o para cuidar cercar y alimentar el ganado que antes simplemente caza-ba Tambieacuten el esfuerzo para construir haacutebitats en los lugares maacutes propicios para la agricultura y cercanos para la ganaderiacutea donde antes utilizaba cuevas La domesticacioacuten de equinos le proporcionoacute una fuerza de traccioacuten adicional de gran utilidad Los antropoacutelo-gos calculan ese nivel energeacutetico del hombre del neo-liacutetico en unos 300 vatios de potencia equivalente en promedio esto es ya unas 3 veces maacutes que lo que su metabolismo exige para la pura supervivencia como el mono desnudo que somos

A pesar de ese salto apenas se conocen impactos me-nores en el medio ni desapariciones de especies por causa humana y soacutelo un ligero o muy ligero aumento de la poblacioacuten humana a los largo de esos diez mi-lenios El ser humano siempre ha sido 100 renova-ble pues solo transformaba y utilizaba en su beneficio muy poca biomasa fuese en forma de lentildea de ali-mentos o de traccioacuten animal

Las energiacuteas foacutesiles

El siguiente salto cualitativo de importancia obvian-do el lento progreso desde sociedades agriacutecolas pri-mitivas a sociedades agriacutecolas avanzadas siempre con elementos mecaacutenicos y fuerza de trabajo animal o esclava y el desarrollo de la navegacioacuten a vela a grandes distancias no tuvo lugar hasta el siglo XIX cuando ya bastante agotados los bosques de las Islas Britaacutenicas los humanos no tuvieron maacutes remedio que buscar bajo tierra y empezar a explotar el carboacuten de forma cada vez maacutes masiva En apenas 80 antildeos des-de el comienzo de su explotacioacuten masiva y debido al invento de las maacutequinas de vapor se produce un salto sin precedentes

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Hacia 1900 el carboacuten superoacute a nivel mundial al uso de la biomasa (cuyo consumo tambieacuten siguioacute aumen-tando) Ese tremendo impulso del maquinismo del llamado siglo de las luces (las ciudades empezaron a ser luminarias) tuvo lugar con un consumo de unos 856 vatios de potencia promedio para cada uno de los 1600 millones que entonces habitaban el plane-ta Esto en promedio mundial aunque algunos paiacuteses -como la pionera Alemania- ya alcanzaban una cifra cercana a los 3000 vatios de potencia promedio por persona unas 30 veces la necesidad metaboacutelica El impacto ambiental de finales del XIX era ya visible y acusado en algunas regiones industrializadas pero la maacutequina del progreso ya era imparable

Y entonces el petroacuteleo arrancoacute con fuerza inusitada Aunque las primeras explotaciones para consumo energeacutetico tuvieron lugar a mediados del siglo XIX en Pensilvania y los primeros motores de combustioacuten interna que utilizaron liacutequidos combustibles maacutes o menos refinados tuvieron lugar en el uacuteltimo cuarto del siglo XIX el fulminante arranque del petroacuteleo tuvo lugar en el primer tercio del siglo XX cuando Gran Bretantildea cambioacute su flota de guerra de carboacuten a petroacuteleo un combustible mucho maacutes denso versaacutetil y manejable y mucho mejor almacenable que el carboacuten

Fue en los antildeos 60 del siglo XX cuando el petroacuteleo consigue superar respectivamente a los consumos de carboacuten y biomasa a nivel mundial Este nuevo punto culminante se alcanza con cada uno de los 3000 mi-llones de habitantes que eacuteramos en 1960 consumien-do en promedio unos 1370 vatios de potencia por persona aunque algunos paiacuteses desarrollados alcan-zaron consumos per caacutepita mucho maacutes desorbitados que podiacutean llegar a los 6500 vatios per caacutepita unas 65 veces sus necesidades metaboacutelicas Los impactos ambientales ya alcanzaban niveles que empezaban a ser preocupantes y a tener alcance global

Han pasado apenas 56 antildeos desde que el petroacuteleo to-mase el liderazgo de los consumos de energiacutea mun-diales y ni el incremento considerable de consumo de gas natural ni el desarrollo de la energiacutea nuclear (que apenas supone un 5 de nuestra dieta energeacutetica ac-tual) ni la hidroelectricidad (un 3 de nuestro con-sumo global) han conseguido superar el papel domi-nante del petroacuteleo pero todos los consumos de cada tipo de combustible han ido aumentando exponencial-mente hasta al menos 2005 El petroacuteleo sigue siendo dominante sobre todo porque el 95 del transporte mundial funciona con sus derivados y no resulta faacutecil reemplazarlo ni en la agricultura mecanizada ni en

el transporte aeacutereo o el mariacutetimo ni en el transporte terrestre pesado ni en las fuerzas armadas Ni siquiera se lo ha podido reemplazar en el transporte privado por maacutes intentos que se estaacuten haciendo que no llegan a alcanzar las densidades energeacuteticas requeridas para dotar a los mil millones de vehiacuteculos de combustioacuten interna de la misma autonomiacutea durabilidad y flexibi-lidad de operacioacuten Y eso que el transporte privado es solo una pequentildea parte y no criacutetica de nuestra forma de actuar vivir y consumir

Hoy nos encontramos en un mundo en el que los 7300 millones que lo habitamos gracias precisamente a que esa enorme disponibilidad de energiacutea barata y accesible lo ha hecho posible tenemos un consumo promedio mundial unos 2560 vatios de potencia por persona aunque hay sociedades como la norteameri-cana que alcanzan ya los 10000 vatios de consumo por persona promedio cien veces maacutes que el consu-mo del cuerpo

Este consumo son unos 14000 millones de tonela-das de petroacuteleo equivalente o puesto en equivalente energeacutetico eleacutectrico unos 17 teravatios esto es como 17000 grandes centrales nucleares de 1GW De todo este enorme consumo energeacutetico las energiacuteas foacutesiles reinan (petroacuteleo un 313 del total carboacuten 286 del total habiendo reducido distancias en los uacuteltimos antildeos al frenarse el aumento del consumo de petroacute-leo por los agotamientos graduales de los principales yacimientos) El gas sigue creciendo pero supone el 212 Asiacute nos encontramos con que las energiacuteas foacute-siles suponen todaviacutea en 2014 maacutes de un 81 del con-sumo total mundial de energiacutea y si se suma la energiacutea nuclear como fuente no renovable se observa que casi el 87 de nuestra energiacutea no es renovable Y del res-to del consumo mundial una buena parte del mundo atrasado sigue consumiendo biomasa (lentildea bosta de vaca pajas etc) que todaviacutea representa un 10 del consumo mundial aunque merman los bosques crece de forma invasiva la superficie cultivada y la deman-da mundial de agua dulce que supone que ya supera los 5000 de los 9000 Km3 que se supone accesibles a los seres humanos Si se antildeade el 23 que supone la energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten alcanzando maacuteximos en ocupaciones de cuencas fluviales en casi todos los continentes (en Europa los embalses ocupan ya cer-ca de un 90 de lo que es posible embalsar en gran-des cuencas) apenas nos queda aproximadamente un 07 de nuestro consumo de energiacutea mundial que hoy aportan las llamadas ldquoenergiacuteas renovablesrdquo a pesar de las ocupaciones de espacios que podemos apreciar en nuestra geografiacutea

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La difiacutecil situacioacuten crecimiento versus sostenibili-dad

En la presente situacioacuten nos encontramos con dos factores cruciales que vienen a despertarnos del sue-ntildeo del crecimiento infinito en el que habiacuteamos dor-mitado en los anteriores 150 prodigiosos antildeos Un crecimiento que aumenta el confort para algunos (no todos) a cambio de destrozar el medio en el que ne-cesariamente tenemos que vivir Kenneth Boulding quien fuera en su diacutea presidente de la American Eco-nomic Association es famoso por su frase ldquoQuieacuten crea que es posible un crecimiento infinito en un pla-neta finito o es un loco o es un economistardquo

Por un lado tenemos encima la graviacutesima preocu-pacioacuten del calentamiento global y el cambio climaacute-tico cuyos efectos ya se sienten en una buena parte del planeta y son bastante irrreversibles Aunque se atribuye la causa al aumento de emisiones de CO2 a la atmoacutesfera -que han pasado en poco tiempo de 280 partes por milloacuten (ppm) a maacutes de 400 ppm- esto no deja de ser tambieacuten un efecto La causa de que se emi-tan unos 30000 millones de toneladas de carbono al antildeo la tiene obvia y directamente la quema de maacutes de 10000 millones de toneladas anuales de petroacuteleo y de combustibles foacutesiles Eacutesa es la verdadera causa

Por otro lado y por si fuera poco tenemos una cons-tancia cada vez mayor de que los yacimientos de com-bustibles foacutesiles estaacuten llegando a un liacutemite de extrac-cioacuten conocido como cenit de su produccioacuten mundial En el caso del combustible por excelencia que hasta ahora no tiene sustitutos previsibles en muchas de sus actuales aplicaciones la propia Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) admitioacute en 2010 que el petroacuteleo convencional habiacutea llegado a su cenit de extraccioacuten mundial maacuteximo en 2006

Desde entonces el petroacuteleo ha seguido aumentando en volumen producido gracias a los desesperados es-fuerzos por extraer petroacuteleo no convencional (aguas ultraprofundas petroacuteleo polar arenas asfaacutelticas de Canadaacute o petroacuteleo de los esquistos o lutitas un petroacute-leo de mucha peor calidad mucho maacutes esfuerzo ex-tractivo y un impacto ambiental si cabe auacuten mucho mayor que el del convencional) Si estamos arantildeando los posos o las heces energeacuteticas no es por deporte sino por la desesperacioacuten de ver que las mejores fuen-tes y de maacutes calidad se van agotando aunque disfra-cemos de ingenio la capacidad de sacar de ellas algo

maacutes de energiacutea como el que exprime una esponja para sacar las uacuteltimas gotas del liacutequido que contiene

Pero esto no garantiza que la energiacutea neta obtenida para la sociedad de ese mayor volumen se correspon-da proporcionalmente La Tasa de Retorno Energeacuteti-co (TRE o en ingleacutes Energy Return on Investment o EROI) al ser mucho maacutes baja hace que una buena parte de la energiacutea obtenida se gaste en la propia ob-tencioacuten y procesamiento del combustible y repercuta cada vez menos en los demaacutes usos sociales

Hay maacutes de 50 paiacuteses productores de petroacuteleo que ya estaacuten en declive productivo muchos de ellos en decli-ve terminal y no se estaacuten encontrando nuevos yaci-mientos que puedan compensar ni de lejos estas caiacute-das Los medios de mayor difusioacuten afanosos siempre de ofrecer soacutelo buenas noticias indican estos uacuteltimos antildeos nuevos descubrimientos de forma muy acriacutetica y superficial con tal de tranquilizar sobre la dispo-nibilidad de energiacutea Abunda el anumerismo como cuando recientemente se ha anunciado el descubri-miento de 20000 millones de barriles en yacimientos en Texas y Nuevo Meacutexico sin indicar que no ha sido un descubrimiento porque esas regiones estaacuten geoloacute-gicamente muy bien estudiadas desde hace deacutecadas y se conocen sus potenciales sino maacutes bien una de-cisioacuten poliacutetica de anunciar ahora que van a por ellos a toda costa Sin explicar a los lectores con claridad que son de esquistos no de petroacuteleo convencional que son recursos (no reservas) y ademaacutes denominados ldquosin descubrir aunque teacutecnicamente recuperablesrdquo y sobre todo sin indicar que aunque pudiesen sacarse los maacutes que dudosos 20000 millones de barriles eso prolongariacutea nuestro consumo mundial unos 7 meses y la llegada al cenit de la produccioacuten de petroacuteleo un trimestre

El uacuteltimo informe ldquoWorld Energy Outlookrdquo (WEO 2016) de la Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) indica de nuevo aunque trate de disimularlo que enfrentamos un problema sin precedentes en estos actuales niveles de consumo energeacutetico altiacutesimo Y en sus proyecciones hacia 2040 oacute 2050 se va enco-mendando a que se descubran enormes yacimientos que sabe que no se van a encontrar Aun asiacute anuncia declives energeacuteticos considerables y crecimientos de consumos energeacuteticos ridiacuteculamente bajos para lo que ha sido el histoacuterico del uacuteltimo siglo con cotas habi-tuales de crecimiento y disponibilidad de combusti-ble del 3 anual acumulativo Ahora la AIE situacutea los crecimientos en el entorno del 01 si se producen los milagros esperados con lo que lo maacutes probable

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es que haya que esperar ya reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos que mueven a la sociedad industrial y tecnoloacutegica global

Para evitar reconocer la llegada a este liacutemite crucial apuesta porque el aumento de la eficiencia debida a los avances tecnoloacutegicos consiga que la actividad econoacutemica -que siempre ha ido como no podiacutea ser de otra forma pareja y muy directamente ligada con el aumento de la disponibilidad de energiacutea para habilitar dicho crecimiento- permita la quimera de deslindar el crecimiento del PIB del crecimiento de la energiacutea dis-ponible algo que no ha sucedido en los uacuteltimos 150 antildeos pese a los continuos avances de la ciencia

Renovables iquesttabla de salvacioacuten

En esta situacioacuten para la uacuteltima tabla de salvacioacuten ldquopara seguir como estamosrdquo -es decir en modo de crecimiento permanente y continuo- las miradas se vuelven con cierta premura y desesperacioacuten a las lla-madas energiacuteas renovables El argumento es que la ventaja es doble Por un lado se reduciriacutea el consumo de energiacuteas foacutesiles causantes del calentamiento glo-bal y el cambio climaacutetico consiguiente Por el otro alejariacuteamos el problema del agotamiento de los recur-sos foacutesiles finitos

Entre las energiacuteas renovables cabe destacar las si-guientes seguacuten el uacuteltimo informe de la AIE de 2016 (con datos de 2014)

La biomasa que constituye el 103 de la energiacutea pri-mariaLa energiacutea hidroeleacutectrica que supone el 24 del to-tal de energiacutea primariaLas restantes renovables apenas representan un 14 del total de energiacutea primaria y se pueden desglosar en energiacutea geoteacutermica solar (en sus versiones teacutermi-ca solar termoeleacutectrica y solar fotovoltaica) eoacutelica y energiacutea de olas y mareas

El resto de la enorme cantidad de energiacutea consumida no renovable es el petroacuteleo con el 313 el carboacuten con el 286 el gas natural con el 212 y la energiacutea nuclear con el 48 del total de la energiacutea primaria Es decir el mundo sigue consumiendo un 811 de energiacutea no renovable

En cuanto a la biomasa maacutes nos valdriacutea no aumentar su consumo toda vez que ya hemos hecho desapa-recer maacutes del 50 de los bosques originales de hace

200 antildeos y se avanza en la deforestacioacuten a ritmos muy preocupantes de maacutes del 1 mundial anual de todos los bosques

La energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten anda bastante al cabo Pese a representar todaviacutea hoy soacutelo el 24 del total de energiacutea primaria global los embalses del planeta ya han anegado maacutes del 30 de las grandes cuencas fluviales del planeta y en algunos continentes como el europeo sobrepasan el 80 largamente sea para agricultura y consumo humano y animal o para producir electricidad

Las llamadas energiacuteas renovables modernas maacutes concretamente la eoacutelica y la solar junto con la hi-droeleacutectrica soacutelo producen electricidad La electrici-dad es apenas el 13 de la energiacutea primaria mundial y 181 del consumo final de energiacutea ya refinada

Es decir al movernos en un mundo baacutesicamente no eleacutectrico las modernas renovables tienen una misioacuten muy difiacutecil para reemplazar algunos usos masivos y comunes de las energiacuteas foacutesiles tales como la avia-cioacuten civil el transporte mariacutetimo la agricultura me-canizada el transporte terrestre las fuerzas armadas etc

Deben resolverse antes los enormes problemas de es-tos sistemas de captacioacuten de energiacutea entre los que se encuentranbull Las intermitencias propias del sol del viento y del agua ciclos diacuteanoche vientoencalmada o ciclos estacionalesbull Los sistemas de almacenamiento masivo de energiacutea requeridos sea el bombeo inverso de agua de embalse a embalse o con bateriacuteas muy costosas para la muy poca capacidad que ofrecen y con ciclos de carga y descarga muy limitadas que las convierten raacute-pidamente en chatarra muy contaminante El almace-namiento masivo es algo que los combustibles foacutesiles o el nuclear tienen resuelto si se dotan de las reservas suficientes en el punto de generacioacutenbull El coste energeacutetico de tener que utilizar vecto-res energeacuteticos del que el maacutes conocido es el hidroacutege-no a partir de la electricidad que generan para servir determinadas funciones sociales no eleacutectricasbull El coste de tener que desarrollar toda la in-fraestructura mundial de redes eleacutectricas y sus in-terconexiones y mallados para servir a la sociedad mundial de forma 100 eleacutectrica lo que implicariacutea multiplicar entre 5 y 10 veces la infraestructura eleacutec-trica mundial actual Y unas 15 veces la red eleacutectrica mundial actual si tuvieacutesemos que ofrecer el miacutenimo

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

58193

Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

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Page 4: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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PRESENTACIOacuteNLA ENERGIacuteA RETOS Y PROBLEMAS

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

Acostumbrados como estamos a cambiar la posicioacuten del interruptor y ver como se ldquoencienderdquo o se ldquoapa-gardquo la luz nos cuesta entender que ese sencillo gesto condicione de manera brutal nuestra existencia Na-die se extrantildea de que la alimentacioacuten sea un derecho tampoco de que el agua limpia deba ser considerada un bien puacuteblico o que en determinadas condiciones debamos dejar el coche aparcado para que el aire se renueve y vuelva ser respirable

Sin embargo cada mes abonamos la factura de la luz o maacutes cotidianamente abonamos el importe de relle-nar el depoacutesito del carburante del coche A veces nos quejamos de su coste en otras de no entender queacute se paga y en la mayoriacutea de las ocasiones nos resignamos a pagar como si de un cafeacute se tratara Pero la energiacutea no es como el cafeacute maacutes auacuten sin energiacutea no nos seriacutea posible tomar cafeacute Sin luz solar (energiacutea) no brotariacutea el cafeacute sin gasolina (energiacutea) no podriacuteamos transpor-tarlo y sin electricidad (energiacutea) la cafetera no funcio-nariacutea Y muchos necesitan tomar cafeacute (energiacutea) antes de salir de casa

Es una obviedad pero el empleo de energiacutea es abso-lutamente necesario en las actividades de produccioacuten distribucioacuten y consumo de la sociedad humana Es-tamos dejando a un lado la definicioacuten de energiacutea en cuanto a propiedad de la materia para centrarnos a los aspectos econoacutemicos y sociales de su produccioacuten y empleo La razoacuten es que no se trata de debatir sobre la energiacutea en abstracto maacutes bien al contrario se trata de hacerlo sobre su caraacutecter de insumo imprescindible para el sostenimiento de la humanidad Sin olvidar las peculiaridades que convierten a la energiacutea en uno de los pilares de la organizacioacuten social

Seguramente uno de los mayores eacutexitos de la ideo-logiacutea dominante haya sido la aceptacioacuten social como loacutegica de la separacioacuten de las discusiones seguacuten una determinada pero nunca definida fragmentacioacuten de los conocimientos evitando la inclusioacuten de las re-flexiones sobre la tecnologiacutea en los debates sociales y viceversa la contribucioacuten de las formas de organi-zacioacuten social en el devenir de los conocimientos tec-noloacutegicos sin embargo hoy diacutea se acepta e incluso se

reclama la recuperacioacuten de la reflexioacuten conjunta entre ambos campos

Juliaacuten Mariacuteas en El oficio del pensamiento recuer-da que ldquoUnamuno opinaba que muchos se dedican a contarle las cerdas al rabo de la esfinge por miedo a mirarla a los ojosrdquo1 Pues bien con este dossier se pretende contribuir a ese cambio en la mirada se pre-tende contribuir a ampliar el foco de los debates sobre la energiacutea incorporando las cuestiones teacutecnicas junto a las sociales y todas ellas dentro de dos amplios y urgentes objetivos indiscutibles la sostenibilidad am-biental y la sostenibilidad social

El dossier se inicia con la contribucioacuten de Alejandro Arizkun que ha sido profesor de Economiacutea en la Uni-versidad Puacuteblica de Navarra buena parte de su vida y que introduce en ldquoConsideraciones sobre el necesa-rio cambio de modelo energeacuteticordquo la complejidad del asunto abordado Trata de las relaciones entre natura-leza y actividad humana de las limitaciones fiacutesicas y tambieacuten econoacutemicas para resolver los problemas am-bientales y apela a la urgente necesidad de profun-dizar en los debates con visioacuten a largo plazo con un examen riguroso de las distintas alternativas Y nos advierte de los riesgos del atractivo de la eficiencia a corto plazo que pueden llegar a agravar los proble-mas maacutes que a resolverlos si no se producen cambios en la organizacioacuten poliacutetica y sobre todo en los valo-res sociales

Aquiacute no hemos llegado casualmente como recuerda Pedro Prieto Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos (AEREN) en su texto ldquoEn la encrucijada entre las energiacuteas foacutesiles y las energiacuteas renovablesrdquo ha sido un largo proceso his-toacuterico en el que la sustitucioacuten paulatina de unas fuen-tes de energiacutea por otras nos ha situado en el momento actual Sin embargo a pesar de las oportunidades tec-noloacutegicas para la difusioacuten de energiacuteas de origen reno-vable y su apoyo desde organismos internacionales se sentildeala el limitado alcance de su aplicacioacuten en la

1 Mariacuteas J (1958) El oficio del pensamiento Biblioteca Nueva Madrid paacuteg 15

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generacioacuten de energiacutea eleacutectrica Esta cuestioacuten es sin duda muy relevante dada la importancia de la ener-giacutea no eleacutectrica en la demanda final lo que exige plan-teamientos maacutes ambiciosos y cada diacutea maacutes urgentes

En una liacutenea proacutexima discurre la aportacioacuten de Pedro Linares profesor e investigador en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad de la Universidad Pontificia Comillas En su contribucioacuten ldquoEl futuro de las ener-giacuteas foacutesilesrdquo despueacutes de poner de relieve la impor-tancia de las energiacuteas foacutesiles en la economiacutea actual procede a evaluar las posibilidades de mantenimiento del actual modelo energeacutetico apostando por su sus-titucioacuten ante las dudas acerca de la viabilidad de las propuestas teacutecnicas de descarbonizar el modelo de energiacuteas foacutesiles Tambieacuten apela a la necesaria coope-racioacuten internacional ante las dificultades que para mu-chas economiacuteas supone compatibilizar sus objetivos de desarrollo con el reto energeacutetico que es global

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz ingenieros del Observatorio Criacutetico de la Energiacutea en sus ldquoNotas sobre la (des)regulacioacuten del sector eleacutectri-co espantildeolrdquo explican la regulacioacuten del sistema eleacutectri-co espantildeol Si algo queda claro de su lectura es que las dudas de los consumidores sobre queacute pagan y porqueacute estaacuten plenamente justificadas El componente oligo-poacutelico del mercado espantildeol junto a la desafortunada poliacutetica de promocioacuten de las energiacuteas renovables dota de caracteriacutesticas particulares a la situacioacuten espantildeola Sin embargo los problemas se acumulan no solamen-te por la primaciacutea de los intereses privados sino por la creciente complejidad de todo lo relativo a la energiacutea complejidad analizada en las contribuciones anterio-res

Los problemas de desarrollo se asimilan a la pobre-za Pues bien el problema de acceso garantizado a la energiacutea para poder sostener una vida digna estaacute muy presente en las sociedades avanzadas constituyendo seguramente uno de los escenarios de denuncia del funcionamiento del sistema econoacutemico capitalista Victoria Pellicer investigadora de INGENIO (CSIC-UPV) lo pone de relieve en su artiacuteculo ldquoLa pobre-za energeacutetica reflexiones sobre el caso espantildeolrdquo En este texto se reclama y se propone una definicioacuten de pobreza energeacutetica que incorpore no solamente las dificultades econoacutemicas para afrontar el pago del ldquore-cibordquo sino reformas en el sistema energeacutetico en las instituciones y en la cultura para evitar la estigmati-zacioacuten la marginacioacuten y el deterioro de la dignidad personal de quienes padecen de pobreza energeacutetica Aunque se parte del caso espantildeol la perspectiva es

maacutes amplia llegando a plantear propuestas que sin duda son trasladables a otras latitudes con problemas de marginacioacuten y exclusioacuten energeacuteticas

Entre las propuestas de soluciones institucionales estaacuten las de retomar la dimensioacuten local de los pro-blemas energeacuteticos y la revalorizacioacuten de las coope-rativas tanto de productores como de consumidores de energiacutea Es el tema que abordan Pablo Cotarelo ingeniero socio de eKona y Sebastiagrave Riutort profe-sor de Sociologiacutea de la Universidad de Barcelona en ldquoEnergiacutea local democracia real una reflexioacuten sobre la democracia energeacuteticardquo Partiendo de la justificacioacuten de la reapropiacioacuten social de la energiacutea sobre todo teniendo en cuenta las limitaciones regulatorias y la necesidad de impulso de un nuevo modelo energeacutetico que contribuya a resolver los problemas ambientales y sociales del actual analizan las experiencias coope-rativas en marcha y sus resultados concluyendo con un balance esperanzador aunque lleno de obstaacuteculos por superar

Como es habitual en Dossieres EsF se antildeade a los textos mencionados una resentildea del libro que nos ha parecido recomendable para este tema (Energiacutea para la democracia de Sebastiagrave Riutort) y lecturas comple-mentarias (ldquoPara saber maacutesrdquo) sugeridas en su mayor parte por los propios autores de los artiacuteculos de este dossier Autores a los que Economistas sin Fronteras les agradece cordialmente su colaboracioacuten y su gene-rosidad

Crisis econoacutemica y modelo energeacutetico

La crisis econoacutemica ha puesto de manifiesto en pri-mer plano lo injusto de un sistema de funcionamiento que ha conducido a la precariedad a amplias capas de poblacioacuten mientras que una minoriacutea veiacutea crecer sus beneficios En el terreno energeacutetico se ha mani-festado en la visibilidad de la pobreza energeacutetica de muchos hogares en la subida desproporcionada de los precios eleacutectricos en la oscuridad del funcionamiento empresarial que se muestra patente en la opacidad de la factura energeacutetica que resulta incomprensible para la mayoriacutea de la poblacioacuten en el crecimiento impa-rable de los beneficios de las grandes empresas en la permanencia del nivel de emisiones de gases efecto invernadero

Esta realidad hace cada vez maacutes aceptada la necesi-dad de un cambio de modelo energeacutetico que en lugar de estar al servicio de los beneficios particulares de las empresas energeacuteticas esteacute al servicio del suminis-tro de energiacutea a la poblacioacuten seguacuten sus necesidades El modelo a construir debe ser un modelo de energiacutea distribuida para evitar los despilfarros energeacuteticos de su transporte a larga distancia y para tener cerca-no el origen de la energiacutea a sus usuarios sostenible para evitar la destruccioacuten de las bases fiacutesicas del pla-neta democraacutetica para que su gestioacuten responda a las necesidades ciudadanas y equitativa para evitar las injusticias manifiestas que hoy se visualizan

El cambio de modelo energeacutetico no es un problema exclusivamente teacutecnico ni un problema exclusiva-mente econoacutemico sino un problema social que hay que abordar de conjunto Un modelo energeacutetico como el que buscamos solo seraacute posible en una sociedad di-ferente apoyada en valores diferentes y por tanto debemos reflexionar sobre coacutemo podemos actuar maacutes allaacute del mercado para contribuir a esa transformacioacuten social

iquestPor queacute el cambio de modelo energeacutetico debe nece-sariamente insertarse dentro de un cambio social maacutes amplio

Los humanos formamos parte de un ecosistema el

ecosistema planetario en el que estamos intriacutenseca-mente relacionados con los materiales las energiacuteas otros seres vivos y entre nosotros Las ideas conven-cionales al uso nos presentan primero coacutemo separados de la naturaleza que aparece como algo distinto de nosotros y a nuestro servicio1 A su vez nos presen-ta a los individuos como seres autoacutenomos y autosu-ficientes que debemos competir entre nosotros para obtener lo que necesitamos Al estudiar la sociedad humana tambieacuten aplica la parcelacioacuten y nos presenta a la economiacutea y la poliacutetica como dos aacutembitos separa-dos en los que la primera a traveacutes del mercado libre toma ldquodemocraacuteticamenterdquo las decisiones sobre queacute se produce a traveacutes de la libre accioacuten de consumidores iguales y la segunda a traveacutes de la representacioacuten de los libres votantes decide ldquodemocraacuteticamenterdquo sobre la organizacioacuten de la sociedad al servicio del bien comuacuten Pero ni las decisiones del mercado ni las decisiones en el ritual electoral estaacuten dirigidas a sa-tisfacer las necesidades de las personas sino que se subordinan a los intereses de minoriacuteas privilegiadas Recuperar una visioacuten de la identidad humana como parte indisoluble de los otros componentes del eco-sistema nos permitiraacute integrar en el estudio las rela-ciones entre esos componentes Ademaacutes economiacutea y poliacutetica actuacutean indisolublemente unidas engrasadas por unos valores y se dirigen a ampliar los beneficios de una minoriacutea Un modelo energeacutetico democraacutetico soacutelo es posible en el marco de una sociedad realmente democraacutetica un modelo energeacutetico distribuido soacutelo es posible en una sociedad sin grandes empresas un modelo energeacutetico sostenible soacutelo es posible en una sociedad que cambie profundamente sus valores

Parece evidente que es perfectamente compatible el uso de energiacuteas renovables con praacutecticas insosteni-bles El ejemplo tantas veces manejado de un bosque que se utiliza para obtener lentildea (energiacutea renovable) y que puede ser gestionado de forma insostenible si se tala a un ritmo mayor al de su reproduccioacuten lo mues-tra

CONSIDERACIONES SOBRE EL NECESARIO CAMBIO DE MODELO ENERGEacuteTICO

Alejandro Arizkun (profesor jubilado de la Universidad Puacuteblica de Navarra)

1 Esta visioacuten del mundo llamada conocimiento parcelario procede en la cul-tura occidental de Descartes que al aplicar el ldquoanaacutelisisrdquo como meacutetodo de conocimiento propone separar el objeto de estudio en sus partes para poder conocer cada una de ellas pero despueacutes se apoya en la ilusioacuten de que el todo es la suma de las partes ya analizadas perdiendo las relaciones entre las partes

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Vivimos en un mundo limitado el ecosistema plane-tario del que formamos parte tiene una disponibilidad limitada de materiales de energiacutea de sumideros de residuos de espacio La sostenibilidad es precisa-mente ajustar la accioacuten de los humanos a esos liacutemites para no sobrepasarlos Destruir las bases fiacutesicas sobre la que se apoya nuestra vida y la de otros seres vi-vos sin los cuales no podriacuteamos vivir significariacutea la desaparicioacuten de nuestra civilizacioacuten y si continuacutea la dinaacutemica destructiva podriacutea conducir a la extincioacuten de la especie humana

Entre los liacutemites fiacutesicos que tiene nuestro ecosistema planetario los liacutemites energeacuteticos presentan una par-ticularidad el planeta recibe continuamente energiacutea del exterior la energiacutea solar Esto permite revertir la inevitable peacuterdida de utilidad de la energiacutea que utili-zamos pero tambieacuten esta reversioacuten tiene sus liacutemites Se estima que la vida futura del Sol estaraacute en 5000 millones de antildeos y esto nos permite considerar a escala humana indefinida en el tiempo esa aporta-cioacuten exterior de energiacutea Sin embargo es limitada la energiacutea solar que llega al Planeta en cada unidad de tiempo Por otra parte esa energiacutea solar que nos llega no podemos utilizarla toda nosotros una parte inevi-tablemente se refleja y dispersa en el Universo otra parte la utilizan para su supervivencia otros seres vi-vos otra es necesaria para mantener en el planeta las condiciones de temperatura presioacuten y composicioacuten de la atmoacutesfera que hacen posible la vida Ademaacutes la obtencioacuten de energiacuteas utilizables por nosotros a partir de las fuentes primarias de energiacutea comporta nece-sariamente dispersioacuten de energiacutea en forma de calor y uso de energiacutea para construir y utilizar los artilugios que realizan esa transformacioacuten energeacutetica

Por estas razones la sustitucioacuten de energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables que proceden del sol tiene sus liacute-mites y hay que explorarlos y considerarlos

Por otra parte la eficiencia energeacutetica el esfuerzo por conseguir lo mismo con menos uso de energiacutea es un camino que hay que explorar con decisioacuten porque la buacutesqueda de eficiencia econoacutemica que predomina en nuestro mundo ha dejado sin explorar amplios campos en los que es posible mejorar la eficiencia energeacutetica pero eacutesta a su vez tiene sus liacutemites A medida que mejoramos la eficiencia energeacutetica las nuevas mejo-ras son cada vez maacutes pequentildeas y tienden a cero iexclNo es posible que ninguna accioacuten se produzca con un uso cero de energiacutea Ademaacutes en un mundo con aumentos continuos de actividad la mejora energeacutetica puede conducir a un uso total de energiacutea mayor que antes

Precisamente la variable que afecta a la sostenibili-dad es el uso total de energiacutea y no los porcentajes de energiacuteas renovables y no renovables2

La sostenibilidad ambiental es un problema de liacutemi-tes de saber que vivimos en un mundo limitado y que necesitamos acomodarnos a esos liacutemites para no destruir las bases fiacutesicas de nuestra supervivencia La sostenibilidad no es un problema teacutecnico aunque la teacutecnica juegue un papel importante en su consecucioacuten La sostenibilidad es un problema de comportamiento humano que lejos de apoyarse en valores expansivos y utilitaristas del medio fiacutesico sepa reconocer sus li-mitaciones y adaptar su comportamiento a ellas

La sostenibilidad energeacutetica no puede ser abordada al margen de otros liacutemites a considerar (materiales su-mideros espacio) porque si para conseguir sustituir energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables afectamos gravemente a alguno de estos otros liacutemites habremos ldquohecho de una torta un panrdquo habremos metido por la puerta de atraacutes la insostenibilidad

Ademaacutes el alcance de esos liacutemites no es algo per-fectamente definido y establecido -iexcltambieacuten nuestra capacidad de conocimiento es limitada- sino un ca-mino que debe ser construido con la reflexioacuten sobre nuestro accionar y con el meacutetodo de prueba y errorPor otra parte en cualquier proceso la energiacutea no pue-de utilizarse completamente e inevitablemente se dispersa una parte en forma de calor Estamos frente a un proceso irreversible en que siempre perderemos parte de la utilidad de la energiacutea Una mayor eficiencia energeacutetica permitiraacute reducir la cantidad de utilidad de energiacutea que se pierde pero resulta imposible realizar una accioacuten sin energiacutea sin alguna peacuterdida de utilidad en la energiacutea Por esta razoacuten la eficiencia energeacutetica tiene sus liacutemites

Sostenibilidad energiacutea y sociedad

Sobre estas bases comencemos con algunas precisio-nes sobre el concepto de sostenibilidad Vivimos en un mundo fiacutesicamente finito que limita nuestras posi-bilidades Tenemos limitaciones en la cantidad de re-cursos energeacuteticos y materiales que utilizamos para satisfacer nuestras necesidades y deseos Tenemos limitaciones en los sumideros que absorben los resi-duos que generamos Tenemos limitaciones de espa-cio en competencia con otros seres vivos Un mundo

2 Se llama ldquoefecto reboterdquo o ldquoefecto Jevonsrdquo al resultado de que una mayor eficiencia energeacutetica conduzca a un ahorro econoacutemico a la empresa que derive en un aumento de inversioacuten para aumentar el tamantildeo de la planta Si esto se produce seriacutea compatible un uso inferior de energiacutea por producto y un aumento del uso total de energiacutea

sostenible es aqueacutel en el que nuestras actividades no sobrepasan esos liacutemites Alcanzar la sostenibilidad es conseguir un funcionamiento que nos permita actuar dentro de esos liacutemites sin hipotecar un funcionamien-to similar de nuestra proacutexima generacioacuten3

Es en esta direccioacuten en la que discutimos un tema central las relaciones entre economiacutea y poliacutetica Las ideas convencionales que se manejan nos presentan a la economiacutea y la poliacutetica como aacutembitos separados existe un sistema econoacutemico se dice que funciona automaacuteticamente regido por el mercado donde el pre-cio es el resultado ldquodemocraacuteticordquo de la actuacioacuten de multitud de oferentes y demandantes que actuacutean autoacute-nomamente en situacioacuten de igualdad y perfectamente informados iexclEs la democracia de los consumidores4 Este precio ldquoresultante democraacuteticordquo del juego de mercado es la guiacutea para la toma de decisiones baacutesi-cas en la economiacutea queacute producir coacutemo producir para quieacuten producirPero ni somos autoacutenomos porque nuestras opiniones se conforman a traveacutes de las rela-ciones sociales ni partimos de una situacioacuten de igual-dad porque el desigual reparto de la propiedad da ventajas a unos sobre otros ni estamos perfectamente informados De esta manera la pretendida maacutexima eficiencia que teoacutericamente se deriva del ldquomercado de competencia perfectardquo se deshace como un azucarillo en agua Pero ademaacutes la consideracioacuten de un uacutenico valor -ldquola eficienciardquo- deja de lado otros valores como la equidad o la sostenibilidad De este modo las deci-siones de los mercados reales ni son eficientes ni son equitativas ni son sostenibles

Por otra parte se nos presenta un sistema poliacutetico ldquode-mocraacuteticordquo en el que las decisiones se toman por los representantes elegidos en elecciones a traveacutes del voto de ciudadanos autoacutenomos iguales y perfectamente informados cada cuatro antildeos y esto deja viacutea libre a la toma de decisiones reales separadas de la mayoriacutea de los representados

Nuestra sociedad se organiza en torno a un objetivo central la acumulacioacuten de beneficios particulares que aparentemente debe ofrecer al conjunto de la so-ciedad la satisfaccioacuten de sus necesidades Pero para hacer prevalecer los intereses de quienes acumulan beneficios se produce un deslizamiento cultural que situacutea las necesidades humanas en la pura satisfaccioacuten individual y material desconociendo las necesidades humanas de relacioacuten y de autoperfeccionamiento

(Una paradoja de nuestra sociedad) cifra la felici-

dad fuera del individuo mismo en los logros de la teacutecnica y en la acumulacioacuten de bienes materiales y propiedades La meta no es el perfeccionamiento del individuo sino de su entorno para hacerlo maacutes con-fortable (Naredo 2015 121)

La cultura predominante desprecia profundamente las ventajas de los viacutenculos colectivos y los valores comunes para hacer frente a los asuntos que son de todos y de cada uno Sois libres nos dicen porque podeacuteis acumular ilimitadamente bienes materiales aunque eso suponga el sufrimiento de otros seres humanos y el colapso del planeta Hoy son muchas las personas que se plantean la necesidad de llevar a cabo un cambio cultural que no desean simplemente plegarse a los mecanismos que nuestra sociedad -toda sociedad- tiene ya dispuestos para ahormarnos tam-bieacuten son muchas las que se sienten impotentes ante las dificultades que obstaculizan esa transformacioacuten Porque a diferencia de por ejemplo los chimpanceacutes los seres humanos tienen muchas opciones de modi-ficar reflexivamente su conducta (Riechmann 2015 contraportada)

Aquel conjunto de ideas tiende a oscurecer el fondo de las cuestiones Detraacutes de un sistema econoacutemico que se nos presenta como productor de bienes y servi-cios para satisfacer necesidades nos encontramos una realidad econoacutemica cuyo objetivo es hacer crecer los beneficios particulares Detraacutes de un sistema poliacutetico que se nos presenta como el mecanismo de reflejar y armonizar los intereses de cada uno nos encontramos con unas decisiones que benefician a los poderosos iquestOs suenan las puertas giratorias que condicionan la regulacioacuten del sector eleacutectrico La separacioacuten entre electores y elegidos permite vaciar de contenido las acciones parlamentarias o municipales cuando las de-cisiones reales se toman en otros foros

Pero a su vez la economiacutea y la poliacutetica no estaacuten sepa-radas Baste observar la enorme fuente de beneficios que han significado determinadas decisiones poliacuteti-cas recalificacioacuten de terrenos privatizacioacuten de em-presas rescate de bancos En el momento actual la acumulacioacuten de beneficios particulares se apoya cada vez maacutes en las praacutecticas especulativas y en decisio-nes poliacuteticas de ayuntamientos y gobiernos La pro-

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3 No es necesario referirse a las generaciones futuras porque si cada genera-cioacuten entrega a la siguiente un mundo sostenible estaacute garantizada la sostenibilidad hasta que alteraciones en la llegada de la energiacutea solar al planeta la hipotequen

4 Pero los humanos somos mucho maacutes que consumidores somos personas con muchas maacutes necesidades que consumir bienes y servicios Una vez maacutes se ignora nuestra necesidad de relacionarnos entre nosotros con el mundo vivo y material que nos rodea

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duccioacuten de bienes y servicios cumple un papel cada vez menor5

En esta sociedad potenciadora de beneficios particu-lares de algunos que potencia un crecimiento econoacute-mico que genera desigualdad e insostenibilidad se inserta el actual modelo energeacutetico Ademaacutes se han generalizado en la sociedad ciertas ideas que tienden a difuminar los privilegios de unos pocos Un punto central de estas ideas es presentarnos la realidad so-cial con dos sistemas separados el sistema econoacutemi-co regido de forma neutral por el mercado concebido como un mecanismo automaacutetico y un sistema poliacuteti-co que se presenta como democraacutetico y que reproduce y ampliacutea las diferencias sociales Pero no soacutelo con-funde y legitima los privilegios la separacioacuten de los aacutembitos econoacutemicos y poliacuteticos tambieacuten la forma de pensar el sistema econoacutemico y el sistema poliacutetico es fuente de ocultacioacuten

La principal funcioacuten encubridora que ejerce la no-cioacuten al uso de ldquosistema econoacutemicordquo parte de conside-rar el proceso econoacutemico como produccioacuten de rique-za soslayando los procesos de mera adquisicioacuten de la misma que estaacuten cada vez maacutes a la orden del diacutea parasitando subordinando y devaluando las fuentes primarias de la riqueza misma(Naredo 2015 45)

Tenemos frente a nosotros buenos ejemplos en el sec-tor eleacutectrico con los pagos por capacidad los pagos de transicioacuten a la competencia o los cobros abusivos que se introducen en las complejas e incomprensibles para muchos facturas eleacutectricas A su vez el sistema poliacutetico se presenta como democraacutetico cuando su rea-lidad es muy otra

El actual despotismo democraacutetico trata de hacer un manejo puramente ceremonial de los contrapesos teoacutericamente ideados para corregir esa tendencia despoacutetica siendo el caso de la democracia espantildeo-la ejemplar en ese manejo Nos encontramos asiacute con una democracia formal que sirve de coartada para revestir de legitimidad las decisiones de los gober-nantes por muy impopulares o interesadas que sean Tras conseguir el miacutenimo de votos necesario para lle-gar al poder los gobernantes se las ingenian para pactar en la sombra las grandes decisiones dejando a las instancias deliberativas de los parlamentos y los plenos municipales una mera funcioacuten ornamental (Naredo 2015 69)

Tambieacuten en nuestro sector eleacutectrico tenemos muacutelti-ples ejemplos de disposiciones despoacuteticas alejadas de los intereses de las mayoriacuteas

El sentido de las liacuteneas anteriores y de las citas que las acompantildean no es trazar un anaacutelisis completo de nuestras sociedades que desborda las posibilidades de este texto sino mostrar la indisoluble conexioacuten entre la economiacutea y la poliacutetica que hay que considerar es-trateacutegicamente Seriacutea una ilusioacuten ingenua en mi opi-nioacuten creer que con poder econoacutemico exclusivamente se puede construir un modelo energeacutetico alternativo por el contrario su buacutesqueda hay que insertarla en un cambio de sociedad apoyada en nuevos valores que redefinan sus objetivos hacia la satisfaccioacuten de la re-produccioacuten de la vida en lugar de la acumulacioacuten de beneficios y con la participacioacuten activa del conjunto de ciudadanos para ir abriendo paso a nuevos valores sociales de igualdad real no solo formal de satisfac-cioacuten de las necesidades reales de las personas y no de las necesidades artificiales creadas por la publicidad para reproducir la rueda de aumento de demanda au-mento de ventas aumento de beneficio de equilibrar el comportamiento social con los liacutemites fiacutesicos que la naturaleza impone

Soacutelo en una sociedad cuyo objetivo sea satisfacer ne-cesidades de las personas en la que lejos de la ilu-sioacuten del mercado se tomen las decisiones a traveacutes de la participacioacuten y deliberacioacuten de los afectados seraacute posible construir un nuevo modelo energeacutetico como el que aquiacute se propone

5 Un ejemplo proacuteximo pero ni mucho menos uacutenico ha sido la noticia de que la empresa de actividades agriacutecolas y ganaderas SAVIAL SL (propiedad de Esperanza Aguirre y su marido) a pesar de estar en peacuterdidas y de haber recibido subvenciones puacute-blicas y creacuteditos millonarios de BSCH y de la Caja de Cataluntildea ha invertido maacutes de 3000 millones de euros en Bolsa (ldquoPuacuteblicordquo 13616)

EN LA ENCRUCIJADA ENTRE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES Y LAS ENERGIacuteAS RENOVABLES

Pedro Prieto (Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos AEREN)

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Energiacutea y sociedad humana

La prodigiosa evolucioacuten de nuestra sociedad sobre todo en los uacuteltimos 150 antildeos nos ha traiacutedo hasta un punto que obliga a una reflexioacuten

Mientras fuimos simples monos desnudos eacuteramos apenas un puntildeado de muy pocos millones de seres hu-manos sobre la Tierra cuyo consumo energeacutetico era el metaboacutelico que supone unas 2900 kilocaloriacuteas dia-rias de ingesta promedio que es por donde recibimos la energiacutea que necesita nuestro cuerpo para vivir Esto es en energiacutea equivalente apenas la de una bombilla de 100 vatios encendida permanentemente por cada ser humano Es la llamada energiacutea endosomaacutetica o in-herente al propio cuerpo y requerida por eacutel

El entonces supuestamente fraacutegil ser humano fue sin embargo capaz de sobrevivir como especie durante al menos 2 millones de antildeos como homo sapiens-sapiens (y muchos millones maacutes anteriormente en formas maacutes primitivas de su evolucioacuten) en un medio natural abru-mador y muchas veces hostil pero siempre base del sustento

No lo debieron hacer muy mal nuestros antepasados cuando sobrevivieron todo ese tiempo No debieron ser tan brutos (convendriacutea revisar los conceptos de animal o de salvaje) cuando pasaron durante millo-nes de antildeos sobre el medio ambiente de nuestro plane-ta sin mancharlo ni agotarlo de forma miacutenimamente apreciable sin extinguir ninguna de las especies de las que viviacutean (vegetales y animales)

El invento del fuego hace alrededor de medio milloacuten de antildeos (su control maacutes bien en beneficio propio) antildeadioacute a su consumo energeacutetico promedio como in-dividuo unos 50 vatios maacutes de potencia La mitologiacutea considera este paso de forma ambigua Progreso por un lado y castigo de los dioses a Prometeo el que les roboacute el uso del fuego y permitioacute alterar al hombre el medio de forma maacutes importante Se trata de la prime-ra captura de energiacutea de forma exosomaacutetica o exterior al propio cuerpo aparte de la que claro estaacute ofrece el sol al exponerse a eacutel

El siguiente gran salto en la Humanidad se dio hace

unos 10000 antildeos en lo que se conoce como el arran-que del Neoliacutetico cuando el ser humano aprende a ldquodomesticarrdquo plantas (arranque de la agricultura) y algunos animales en su provecho Es un paso de gi-gante que implica el cambio del nomadismo a ciertas formas incipientes de sedentarismo Este salto permi-te al ser humano apropiarse de una mayor cantidad de energiacutea aunque necesitando tambieacuten consumir a ve-ces algo maacutes de energiacutea para el cultivo de plantas que antes simplemente recolectaba o para cuidar cercar y alimentar el ganado que antes simplemente caza-ba Tambieacuten el esfuerzo para construir haacutebitats en los lugares maacutes propicios para la agricultura y cercanos para la ganaderiacutea donde antes utilizaba cuevas La domesticacioacuten de equinos le proporcionoacute una fuerza de traccioacuten adicional de gran utilidad Los antropoacutelo-gos calculan ese nivel energeacutetico del hombre del neo-liacutetico en unos 300 vatios de potencia equivalente en promedio esto es ya unas 3 veces maacutes que lo que su metabolismo exige para la pura supervivencia como el mono desnudo que somos

A pesar de ese salto apenas se conocen impactos me-nores en el medio ni desapariciones de especies por causa humana y soacutelo un ligero o muy ligero aumento de la poblacioacuten humana a los largo de esos diez mi-lenios El ser humano siempre ha sido 100 renova-ble pues solo transformaba y utilizaba en su beneficio muy poca biomasa fuese en forma de lentildea de ali-mentos o de traccioacuten animal

Las energiacuteas foacutesiles

El siguiente salto cualitativo de importancia obvian-do el lento progreso desde sociedades agriacutecolas pri-mitivas a sociedades agriacutecolas avanzadas siempre con elementos mecaacutenicos y fuerza de trabajo animal o esclava y el desarrollo de la navegacioacuten a vela a grandes distancias no tuvo lugar hasta el siglo XIX cuando ya bastante agotados los bosques de las Islas Britaacutenicas los humanos no tuvieron maacutes remedio que buscar bajo tierra y empezar a explotar el carboacuten de forma cada vez maacutes masiva En apenas 80 antildeos des-de el comienzo de su explotacioacuten masiva y debido al invento de las maacutequinas de vapor se produce un salto sin precedentes

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Hacia 1900 el carboacuten superoacute a nivel mundial al uso de la biomasa (cuyo consumo tambieacuten siguioacute aumen-tando) Ese tremendo impulso del maquinismo del llamado siglo de las luces (las ciudades empezaron a ser luminarias) tuvo lugar con un consumo de unos 856 vatios de potencia promedio para cada uno de los 1600 millones que entonces habitaban el plane-ta Esto en promedio mundial aunque algunos paiacuteses -como la pionera Alemania- ya alcanzaban una cifra cercana a los 3000 vatios de potencia promedio por persona unas 30 veces la necesidad metaboacutelica El impacto ambiental de finales del XIX era ya visible y acusado en algunas regiones industrializadas pero la maacutequina del progreso ya era imparable

Y entonces el petroacuteleo arrancoacute con fuerza inusitada Aunque las primeras explotaciones para consumo energeacutetico tuvieron lugar a mediados del siglo XIX en Pensilvania y los primeros motores de combustioacuten interna que utilizaron liacutequidos combustibles maacutes o menos refinados tuvieron lugar en el uacuteltimo cuarto del siglo XIX el fulminante arranque del petroacuteleo tuvo lugar en el primer tercio del siglo XX cuando Gran Bretantildea cambioacute su flota de guerra de carboacuten a petroacuteleo un combustible mucho maacutes denso versaacutetil y manejable y mucho mejor almacenable que el carboacuten

Fue en los antildeos 60 del siglo XX cuando el petroacuteleo consigue superar respectivamente a los consumos de carboacuten y biomasa a nivel mundial Este nuevo punto culminante se alcanza con cada uno de los 3000 mi-llones de habitantes que eacuteramos en 1960 consumien-do en promedio unos 1370 vatios de potencia por persona aunque algunos paiacuteses desarrollados alcan-zaron consumos per caacutepita mucho maacutes desorbitados que podiacutean llegar a los 6500 vatios per caacutepita unas 65 veces sus necesidades metaboacutelicas Los impactos ambientales ya alcanzaban niveles que empezaban a ser preocupantes y a tener alcance global

Han pasado apenas 56 antildeos desde que el petroacuteleo to-mase el liderazgo de los consumos de energiacutea mun-diales y ni el incremento considerable de consumo de gas natural ni el desarrollo de la energiacutea nuclear (que apenas supone un 5 de nuestra dieta energeacutetica ac-tual) ni la hidroelectricidad (un 3 de nuestro con-sumo global) han conseguido superar el papel domi-nante del petroacuteleo pero todos los consumos de cada tipo de combustible han ido aumentando exponencial-mente hasta al menos 2005 El petroacuteleo sigue siendo dominante sobre todo porque el 95 del transporte mundial funciona con sus derivados y no resulta faacutecil reemplazarlo ni en la agricultura mecanizada ni en

el transporte aeacutereo o el mariacutetimo ni en el transporte terrestre pesado ni en las fuerzas armadas Ni siquiera se lo ha podido reemplazar en el transporte privado por maacutes intentos que se estaacuten haciendo que no llegan a alcanzar las densidades energeacuteticas requeridas para dotar a los mil millones de vehiacuteculos de combustioacuten interna de la misma autonomiacutea durabilidad y flexibi-lidad de operacioacuten Y eso que el transporte privado es solo una pequentildea parte y no criacutetica de nuestra forma de actuar vivir y consumir

Hoy nos encontramos en un mundo en el que los 7300 millones que lo habitamos gracias precisamente a que esa enorme disponibilidad de energiacutea barata y accesible lo ha hecho posible tenemos un consumo promedio mundial unos 2560 vatios de potencia por persona aunque hay sociedades como la norteameri-cana que alcanzan ya los 10000 vatios de consumo por persona promedio cien veces maacutes que el consu-mo del cuerpo

Este consumo son unos 14000 millones de tonela-das de petroacuteleo equivalente o puesto en equivalente energeacutetico eleacutectrico unos 17 teravatios esto es como 17000 grandes centrales nucleares de 1GW De todo este enorme consumo energeacutetico las energiacuteas foacutesiles reinan (petroacuteleo un 313 del total carboacuten 286 del total habiendo reducido distancias en los uacuteltimos antildeos al frenarse el aumento del consumo de petroacute-leo por los agotamientos graduales de los principales yacimientos) El gas sigue creciendo pero supone el 212 Asiacute nos encontramos con que las energiacuteas foacute-siles suponen todaviacutea en 2014 maacutes de un 81 del con-sumo total mundial de energiacutea y si se suma la energiacutea nuclear como fuente no renovable se observa que casi el 87 de nuestra energiacutea no es renovable Y del res-to del consumo mundial una buena parte del mundo atrasado sigue consumiendo biomasa (lentildea bosta de vaca pajas etc) que todaviacutea representa un 10 del consumo mundial aunque merman los bosques crece de forma invasiva la superficie cultivada y la deman-da mundial de agua dulce que supone que ya supera los 5000 de los 9000 Km3 que se supone accesibles a los seres humanos Si se antildeade el 23 que supone la energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten alcanzando maacuteximos en ocupaciones de cuencas fluviales en casi todos los continentes (en Europa los embalses ocupan ya cer-ca de un 90 de lo que es posible embalsar en gran-des cuencas) apenas nos queda aproximadamente un 07 de nuestro consumo de energiacutea mundial que hoy aportan las llamadas ldquoenergiacuteas renovablesrdquo a pesar de las ocupaciones de espacios que podemos apreciar en nuestra geografiacutea

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La difiacutecil situacioacuten crecimiento versus sostenibili-dad

En la presente situacioacuten nos encontramos con dos factores cruciales que vienen a despertarnos del sue-ntildeo del crecimiento infinito en el que habiacuteamos dor-mitado en los anteriores 150 prodigiosos antildeos Un crecimiento que aumenta el confort para algunos (no todos) a cambio de destrozar el medio en el que ne-cesariamente tenemos que vivir Kenneth Boulding quien fuera en su diacutea presidente de la American Eco-nomic Association es famoso por su frase ldquoQuieacuten crea que es posible un crecimiento infinito en un pla-neta finito o es un loco o es un economistardquo

Por un lado tenemos encima la graviacutesima preocu-pacioacuten del calentamiento global y el cambio climaacute-tico cuyos efectos ya se sienten en una buena parte del planeta y son bastante irrreversibles Aunque se atribuye la causa al aumento de emisiones de CO2 a la atmoacutesfera -que han pasado en poco tiempo de 280 partes por milloacuten (ppm) a maacutes de 400 ppm- esto no deja de ser tambieacuten un efecto La causa de que se emi-tan unos 30000 millones de toneladas de carbono al antildeo la tiene obvia y directamente la quema de maacutes de 10000 millones de toneladas anuales de petroacuteleo y de combustibles foacutesiles Eacutesa es la verdadera causa

Por otro lado y por si fuera poco tenemos una cons-tancia cada vez mayor de que los yacimientos de com-bustibles foacutesiles estaacuten llegando a un liacutemite de extrac-cioacuten conocido como cenit de su produccioacuten mundial En el caso del combustible por excelencia que hasta ahora no tiene sustitutos previsibles en muchas de sus actuales aplicaciones la propia Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) admitioacute en 2010 que el petroacuteleo convencional habiacutea llegado a su cenit de extraccioacuten mundial maacuteximo en 2006

Desde entonces el petroacuteleo ha seguido aumentando en volumen producido gracias a los desesperados es-fuerzos por extraer petroacuteleo no convencional (aguas ultraprofundas petroacuteleo polar arenas asfaacutelticas de Canadaacute o petroacuteleo de los esquistos o lutitas un petroacute-leo de mucha peor calidad mucho maacutes esfuerzo ex-tractivo y un impacto ambiental si cabe auacuten mucho mayor que el del convencional) Si estamos arantildeando los posos o las heces energeacuteticas no es por deporte sino por la desesperacioacuten de ver que las mejores fuen-tes y de maacutes calidad se van agotando aunque disfra-cemos de ingenio la capacidad de sacar de ellas algo

maacutes de energiacutea como el que exprime una esponja para sacar las uacuteltimas gotas del liacutequido que contiene

Pero esto no garantiza que la energiacutea neta obtenida para la sociedad de ese mayor volumen se correspon-da proporcionalmente La Tasa de Retorno Energeacuteti-co (TRE o en ingleacutes Energy Return on Investment o EROI) al ser mucho maacutes baja hace que una buena parte de la energiacutea obtenida se gaste en la propia ob-tencioacuten y procesamiento del combustible y repercuta cada vez menos en los demaacutes usos sociales

Hay maacutes de 50 paiacuteses productores de petroacuteleo que ya estaacuten en declive productivo muchos de ellos en decli-ve terminal y no se estaacuten encontrando nuevos yaci-mientos que puedan compensar ni de lejos estas caiacute-das Los medios de mayor difusioacuten afanosos siempre de ofrecer soacutelo buenas noticias indican estos uacuteltimos antildeos nuevos descubrimientos de forma muy acriacutetica y superficial con tal de tranquilizar sobre la dispo-nibilidad de energiacutea Abunda el anumerismo como cuando recientemente se ha anunciado el descubri-miento de 20000 millones de barriles en yacimientos en Texas y Nuevo Meacutexico sin indicar que no ha sido un descubrimiento porque esas regiones estaacuten geoloacute-gicamente muy bien estudiadas desde hace deacutecadas y se conocen sus potenciales sino maacutes bien una de-cisioacuten poliacutetica de anunciar ahora que van a por ellos a toda costa Sin explicar a los lectores con claridad que son de esquistos no de petroacuteleo convencional que son recursos (no reservas) y ademaacutes denominados ldquosin descubrir aunque teacutecnicamente recuperablesrdquo y sobre todo sin indicar que aunque pudiesen sacarse los maacutes que dudosos 20000 millones de barriles eso prolongariacutea nuestro consumo mundial unos 7 meses y la llegada al cenit de la produccioacuten de petroacuteleo un trimestre

El uacuteltimo informe ldquoWorld Energy Outlookrdquo (WEO 2016) de la Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) indica de nuevo aunque trate de disimularlo que enfrentamos un problema sin precedentes en estos actuales niveles de consumo energeacutetico altiacutesimo Y en sus proyecciones hacia 2040 oacute 2050 se va enco-mendando a que se descubran enormes yacimientos que sabe que no se van a encontrar Aun asiacute anuncia declives energeacuteticos considerables y crecimientos de consumos energeacuteticos ridiacuteculamente bajos para lo que ha sido el histoacuterico del uacuteltimo siglo con cotas habi-tuales de crecimiento y disponibilidad de combusti-ble del 3 anual acumulativo Ahora la AIE situacutea los crecimientos en el entorno del 01 si se producen los milagros esperados con lo que lo maacutes probable

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es que haya que esperar ya reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos que mueven a la sociedad industrial y tecnoloacutegica global

Para evitar reconocer la llegada a este liacutemite crucial apuesta porque el aumento de la eficiencia debida a los avances tecnoloacutegicos consiga que la actividad econoacutemica -que siempre ha ido como no podiacutea ser de otra forma pareja y muy directamente ligada con el aumento de la disponibilidad de energiacutea para habilitar dicho crecimiento- permita la quimera de deslindar el crecimiento del PIB del crecimiento de la energiacutea dis-ponible algo que no ha sucedido en los uacuteltimos 150 antildeos pese a los continuos avances de la ciencia

Renovables iquesttabla de salvacioacuten

En esta situacioacuten para la uacuteltima tabla de salvacioacuten ldquopara seguir como estamosrdquo -es decir en modo de crecimiento permanente y continuo- las miradas se vuelven con cierta premura y desesperacioacuten a las lla-madas energiacuteas renovables El argumento es que la ventaja es doble Por un lado se reduciriacutea el consumo de energiacuteas foacutesiles causantes del calentamiento glo-bal y el cambio climaacutetico consiguiente Por el otro alejariacuteamos el problema del agotamiento de los recur-sos foacutesiles finitos

Entre las energiacuteas renovables cabe destacar las si-guientes seguacuten el uacuteltimo informe de la AIE de 2016 (con datos de 2014)

La biomasa que constituye el 103 de la energiacutea pri-mariaLa energiacutea hidroeleacutectrica que supone el 24 del to-tal de energiacutea primariaLas restantes renovables apenas representan un 14 del total de energiacutea primaria y se pueden desglosar en energiacutea geoteacutermica solar (en sus versiones teacutermi-ca solar termoeleacutectrica y solar fotovoltaica) eoacutelica y energiacutea de olas y mareas

El resto de la enorme cantidad de energiacutea consumida no renovable es el petroacuteleo con el 313 el carboacuten con el 286 el gas natural con el 212 y la energiacutea nuclear con el 48 del total de la energiacutea primaria Es decir el mundo sigue consumiendo un 811 de energiacutea no renovable

En cuanto a la biomasa maacutes nos valdriacutea no aumentar su consumo toda vez que ya hemos hecho desapa-recer maacutes del 50 de los bosques originales de hace

200 antildeos y se avanza en la deforestacioacuten a ritmos muy preocupantes de maacutes del 1 mundial anual de todos los bosques

La energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten anda bastante al cabo Pese a representar todaviacutea hoy soacutelo el 24 del total de energiacutea primaria global los embalses del planeta ya han anegado maacutes del 30 de las grandes cuencas fluviales del planeta y en algunos continentes como el europeo sobrepasan el 80 largamente sea para agricultura y consumo humano y animal o para producir electricidad

Las llamadas energiacuteas renovables modernas maacutes concretamente la eoacutelica y la solar junto con la hi-droeleacutectrica soacutelo producen electricidad La electrici-dad es apenas el 13 de la energiacutea primaria mundial y 181 del consumo final de energiacutea ya refinada

Es decir al movernos en un mundo baacutesicamente no eleacutectrico las modernas renovables tienen una misioacuten muy difiacutecil para reemplazar algunos usos masivos y comunes de las energiacuteas foacutesiles tales como la avia-cioacuten civil el transporte mariacutetimo la agricultura me-canizada el transporte terrestre las fuerzas armadas etc

Deben resolverse antes los enormes problemas de es-tos sistemas de captacioacuten de energiacutea entre los que se encuentranbull Las intermitencias propias del sol del viento y del agua ciclos diacuteanoche vientoencalmada o ciclos estacionalesbull Los sistemas de almacenamiento masivo de energiacutea requeridos sea el bombeo inverso de agua de embalse a embalse o con bateriacuteas muy costosas para la muy poca capacidad que ofrecen y con ciclos de carga y descarga muy limitadas que las convierten raacute-pidamente en chatarra muy contaminante El almace-namiento masivo es algo que los combustibles foacutesiles o el nuclear tienen resuelto si se dotan de las reservas suficientes en el punto de generacioacutenbull El coste energeacutetico de tener que utilizar vecto-res energeacuteticos del que el maacutes conocido es el hidroacutege-no a partir de la electricidad que generan para servir determinadas funciones sociales no eleacutectricasbull El coste de tener que desarrollar toda la in-fraestructura mundial de redes eleacutectricas y sus in-terconexiones y mallados para servir a la sociedad mundial de forma 100 eleacutectrica lo que implicariacutea multiplicar entre 5 y 10 veces la infraestructura eleacutec-trica mundial actual Y unas 15 veces la red eleacutectrica mundial actual si tuvieacutesemos que ofrecer el miacutenimo

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

58193

Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

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Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

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generacioacuten de energiacutea eleacutectrica Esta cuestioacuten es sin duda muy relevante dada la importancia de la ener-giacutea no eleacutectrica en la demanda final lo que exige plan-teamientos maacutes ambiciosos y cada diacutea maacutes urgentes

En una liacutenea proacutexima discurre la aportacioacuten de Pedro Linares profesor e investigador en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad de la Universidad Pontificia Comillas En su contribucioacuten ldquoEl futuro de las ener-giacuteas foacutesilesrdquo despueacutes de poner de relieve la impor-tancia de las energiacuteas foacutesiles en la economiacutea actual procede a evaluar las posibilidades de mantenimiento del actual modelo energeacutetico apostando por su sus-titucioacuten ante las dudas acerca de la viabilidad de las propuestas teacutecnicas de descarbonizar el modelo de energiacuteas foacutesiles Tambieacuten apela a la necesaria coope-racioacuten internacional ante las dificultades que para mu-chas economiacuteas supone compatibilizar sus objetivos de desarrollo con el reto energeacutetico que es global

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz ingenieros del Observatorio Criacutetico de la Energiacutea en sus ldquoNotas sobre la (des)regulacioacuten del sector eleacutectri-co espantildeolrdquo explican la regulacioacuten del sistema eleacutectri-co espantildeol Si algo queda claro de su lectura es que las dudas de los consumidores sobre queacute pagan y porqueacute estaacuten plenamente justificadas El componente oligo-poacutelico del mercado espantildeol junto a la desafortunada poliacutetica de promocioacuten de las energiacuteas renovables dota de caracteriacutesticas particulares a la situacioacuten espantildeola Sin embargo los problemas se acumulan no solamen-te por la primaciacutea de los intereses privados sino por la creciente complejidad de todo lo relativo a la energiacutea complejidad analizada en las contribuciones anterio-res

Los problemas de desarrollo se asimilan a la pobre-za Pues bien el problema de acceso garantizado a la energiacutea para poder sostener una vida digna estaacute muy presente en las sociedades avanzadas constituyendo seguramente uno de los escenarios de denuncia del funcionamiento del sistema econoacutemico capitalista Victoria Pellicer investigadora de INGENIO (CSIC-UPV) lo pone de relieve en su artiacuteculo ldquoLa pobre-za energeacutetica reflexiones sobre el caso espantildeolrdquo En este texto se reclama y se propone una definicioacuten de pobreza energeacutetica que incorpore no solamente las dificultades econoacutemicas para afrontar el pago del ldquore-cibordquo sino reformas en el sistema energeacutetico en las instituciones y en la cultura para evitar la estigmati-zacioacuten la marginacioacuten y el deterioro de la dignidad personal de quienes padecen de pobreza energeacutetica Aunque se parte del caso espantildeol la perspectiva es

maacutes amplia llegando a plantear propuestas que sin duda son trasladables a otras latitudes con problemas de marginacioacuten y exclusioacuten energeacuteticas

Entre las propuestas de soluciones institucionales estaacuten las de retomar la dimensioacuten local de los pro-blemas energeacuteticos y la revalorizacioacuten de las coope-rativas tanto de productores como de consumidores de energiacutea Es el tema que abordan Pablo Cotarelo ingeniero socio de eKona y Sebastiagrave Riutort profe-sor de Sociologiacutea de la Universidad de Barcelona en ldquoEnergiacutea local democracia real una reflexioacuten sobre la democracia energeacuteticardquo Partiendo de la justificacioacuten de la reapropiacioacuten social de la energiacutea sobre todo teniendo en cuenta las limitaciones regulatorias y la necesidad de impulso de un nuevo modelo energeacutetico que contribuya a resolver los problemas ambientales y sociales del actual analizan las experiencias coope-rativas en marcha y sus resultados concluyendo con un balance esperanzador aunque lleno de obstaacuteculos por superar

Como es habitual en Dossieres EsF se antildeade a los textos mencionados una resentildea del libro que nos ha parecido recomendable para este tema (Energiacutea para la democracia de Sebastiagrave Riutort) y lecturas comple-mentarias (ldquoPara saber maacutesrdquo) sugeridas en su mayor parte por los propios autores de los artiacuteculos de este dossier Autores a los que Economistas sin Fronteras les agradece cordialmente su colaboracioacuten y su gene-rosidad

Crisis econoacutemica y modelo energeacutetico

La crisis econoacutemica ha puesto de manifiesto en pri-mer plano lo injusto de un sistema de funcionamiento que ha conducido a la precariedad a amplias capas de poblacioacuten mientras que una minoriacutea veiacutea crecer sus beneficios En el terreno energeacutetico se ha mani-festado en la visibilidad de la pobreza energeacutetica de muchos hogares en la subida desproporcionada de los precios eleacutectricos en la oscuridad del funcionamiento empresarial que se muestra patente en la opacidad de la factura energeacutetica que resulta incomprensible para la mayoriacutea de la poblacioacuten en el crecimiento impa-rable de los beneficios de las grandes empresas en la permanencia del nivel de emisiones de gases efecto invernadero

Esta realidad hace cada vez maacutes aceptada la necesi-dad de un cambio de modelo energeacutetico que en lugar de estar al servicio de los beneficios particulares de las empresas energeacuteticas esteacute al servicio del suminis-tro de energiacutea a la poblacioacuten seguacuten sus necesidades El modelo a construir debe ser un modelo de energiacutea distribuida para evitar los despilfarros energeacuteticos de su transporte a larga distancia y para tener cerca-no el origen de la energiacutea a sus usuarios sostenible para evitar la destruccioacuten de las bases fiacutesicas del pla-neta democraacutetica para que su gestioacuten responda a las necesidades ciudadanas y equitativa para evitar las injusticias manifiestas que hoy se visualizan

El cambio de modelo energeacutetico no es un problema exclusivamente teacutecnico ni un problema exclusiva-mente econoacutemico sino un problema social que hay que abordar de conjunto Un modelo energeacutetico como el que buscamos solo seraacute posible en una sociedad di-ferente apoyada en valores diferentes y por tanto debemos reflexionar sobre coacutemo podemos actuar maacutes allaacute del mercado para contribuir a esa transformacioacuten social

iquestPor queacute el cambio de modelo energeacutetico debe nece-sariamente insertarse dentro de un cambio social maacutes amplio

Los humanos formamos parte de un ecosistema el

ecosistema planetario en el que estamos intriacutenseca-mente relacionados con los materiales las energiacuteas otros seres vivos y entre nosotros Las ideas conven-cionales al uso nos presentan primero coacutemo separados de la naturaleza que aparece como algo distinto de nosotros y a nuestro servicio1 A su vez nos presen-ta a los individuos como seres autoacutenomos y autosu-ficientes que debemos competir entre nosotros para obtener lo que necesitamos Al estudiar la sociedad humana tambieacuten aplica la parcelacioacuten y nos presenta a la economiacutea y la poliacutetica como dos aacutembitos separa-dos en los que la primera a traveacutes del mercado libre toma ldquodemocraacuteticamenterdquo las decisiones sobre queacute se produce a traveacutes de la libre accioacuten de consumidores iguales y la segunda a traveacutes de la representacioacuten de los libres votantes decide ldquodemocraacuteticamenterdquo sobre la organizacioacuten de la sociedad al servicio del bien comuacuten Pero ni las decisiones del mercado ni las decisiones en el ritual electoral estaacuten dirigidas a sa-tisfacer las necesidades de las personas sino que se subordinan a los intereses de minoriacuteas privilegiadas Recuperar una visioacuten de la identidad humana como parte indisoluble de los otros componentes del eco-sistema nos permitiraacute integrar en el estudio las rela-ciones entre esos componentes Ademaacutes economiacutea y poliacutetica actuacutean indisolublemente unidas engrasadas por unos valores y se dirigen a ampliar los beneficios de una minoriacutea Un modelo energeacutetico democraacutetico soacutelo es posible en el marco de una sociedad realmente democraacutetica un modelo energeacutetico distribuido soacutelo es posible en una sociedad sin grandes empresas un modelo energeacutetico sostenible soacutelo es posible en una sociedad que cambie profundamente sus valores

Parece evidente que es perfectamente compatible el uso de energiacuteas renovables con praacutecticas insosteni-bles El ejemplo tantas veces manejado de un bosque que se utiliza para obtener lentildea (energiacutea renovable) y que puede ser gestionado de forma insostenible si se tala a un ritmo mayor al de su reproduccioacuten lo mues-tra

CONSIDERACIONES SOBRE EL NECESARIO CAMBIO DE MODELO ENERGEacuteTICO

Alejandro Arizkun (profesor jubilado de la Universidad Puacuteblica de Navarra)

1 Esta visioacuten del mundo llamada conocimiento parcelario procede en la cul-tura occidental de Descartes que al aplicar el ldquoanaacutelisisrdquo como meacutetodo de conocimiento propone separar el objeto de estudio en sus partes para poder conocer cada una de ellas pero despueacutes se apoya en la ilusioacuten de que el todo es la suma de las partes ya analizadas perdiendo las relaciones entre las partes

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Vivimos en un mundo limitado el ecosistema plane-tario del que formamos parte tiene una disponibilidad limitada de materiales de energiacutea de sumideros de residuos de espacio La sostenibilidad es precisa-mente ajustar la accioacuten de los humanos a esos liacutemites para no sobrepasarlos Destruir las bases fiacutesicas sobre la que se apoya nuestra vida y la de otros seres vi-vos sin los cuales no podriacuteamos vivir significariacutea la desaparicioacuten de nuestra civilizacioacuten y si continuacutea la dinaacutemica destructiva podriacutea conducir a la extincioacuten de la especie humana

Entre los liacutemites fiacutesicos que tiene nuestro ecosistema planetario los liacutemites energeacuteticos presentan una par-ticularidad el planeta recibe continuamente energiacutea del exterior la energiacutea solar Esto permite revertir la inevitable peacuterdida de utilidad de la energiacutea que utili-zamos pero tambieacuten esta reversioacuten tiene sus liacutemites Se estima que la vida futura del Sol estaraacute en 5000 millones de antildeos y esto nos permite considerar a escala humana indefinida en el tiempo esa aporta-cioacuten exterior de energiacutea Sin embargo es limitada la energiacutea solar que llega al Planeta en cada unidad de tiempo Por otra parte esa energiacutea solar que nos llega no podemos utilizarla toda nosotros una parte inevi-tablemente se refleja y dispersa en el Universo otra parte la utilizan para su supervivencia otros seres vi-vos otra es necesaria para mantener en el planeta las condiciones de temperatura presioacuten y composicioacuten de la atmoacutesfera que hacen posible la vida Ademaacutes la obtencioacuten de energiacuteas utilizables por nosotros a partir de las fuentes primarias de energiacutea comporta nece-sariamente dispersioacuten de energiacutea en forma de calor y uso de energiacutea para construir y utilizar los artilugios que realizan esa transformacioacuten energeacutetica

Por estas razones la sustitucioacuten de energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables que proceden del sol tiene sus liacute-mites y hay que explorarlos y considerarlos

Por otra parte la eficiencia energeacutetica el esfuerzo por conseguir lo mismo con menos uso de energiacutea es un camino que hay que explorar con decisioacuten porque la buacutesqueda de eficiencia econoacutemica que predomina en nuestro mundo ha dejado sin explorar amplios campos en los que es posible mejorar la eficiencia energeacutetica pero eacutesta a su vez tiene sus liacutemites A medida que mejoramos la eficiencia energeacutetica las nuevas mejo-ras son cada vez maacutes pequentildeas y tienden a cero iexclNo es posible que ninguna accioacuten se produzca con un uso cero de energiacutea Ademaacutes en un mundo con aumentos continuos de actividad la mejora energeacutetica puede conducir a un uso total de energiacutea mayor que antes

Precisamente la variable que afecta a la sostenibili-dad es el uso total de energiacutea y no los porcentajes de energiacuteas renovables y no renovables2

La sostenibilidad ambiental es un problema de liacutemi-tes de saber que vivimos en un mundo limitado y que necesitamos acomodarnos a esos liacutemites para no destruir las bases fiacutesicas de nuestra supervivencia La sostenibilidad no es un problema teacutecnico aunque la teacutecnica juegue un papel importante en su consecucioacuten La sostenibilidad es un problema de comportamiento humano que lejos de apoyarse en valores expansivos y utilitaristas del medio fiacutesico sepa reconocer sus li-mitaciones y adaptar su comportamiento a ellas

La sostenibilidad energeacutetica no puede ser abordada al margen de otros liacutemites a considerar (materiales su-mideros espacio) porque si para conseguir sustituir energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables afectamos gravemente a alguno de estos otros liacutemites habremos ldquohecho de una torta un panrdquo habremos metido por la puerta de atraacutes la insostenibilidad

Ademaacutes el alcance de esos liacutemites no es algo per-fectamente definido y establecido -iexcltambieacuten nuestra capacidad de conocimiento es limitada- sino un ca-mino que debe ser construido con la reflexioacuten sobre nuestro accionar y con el meacutetodo de prueba y errorPor otra parte en cualquier proceso la energiacutea no pue-de utilizarse completamente e inevitablemente se dispersa una parte en forma de calor Estamos frente a un proceso irreversible en que siempre perderemos parte de la utilidad de la energiacutea Una mayor eficiencia energeacutetica permitiraacute reducir la cantidad de utilidad de energiacutea que se pierde pero resulta imposible realizar una accioacuten sin energiacutea sin alguna peacuterdida de utilidad en la energiacutea Por esta razoacuten la eficiencia energeacutetica tiene sus liacutemites

Sostenibilidad energiacutea y sociedad

Sobre estas bases comencemos con algunas precisio-nes sobre el concepto de sostenibilidad Vivimos en un mundo fiacutesicamente finito que limita nuestras posi-bilidades Tenemos limitaciones en la cantidad de re-cursos energeacuteticos y materiales que utilizamos para satisfacer nuestras necesidades y deseos Tenemos limitaciones en los sumideros que absorben los resi-duos que generamos Tenemos limitaciones de espa-cio en competencia con otros seres vivos Un mundo

2 Se llama ldquoefecto reboterdquo o ldquoefecto Jevonsrdquo al resultado de que una mayor eficiencia energeacutetica conduzca a un ahorro econoacutemico a la empresa que derive en un aumento de inversioacuten para aumentar el tamantildeo de la planta Si esto se produce seriacutea compatible un uso inferior de energiacutea por producto y un aumento del uso total de energiacutea

sostenible es aqueacutel en el que nuestras actividades no sobrepasan esos liacutemites Alcanzar la sostenibilidad es conseguir un funcionamiento que nos permita actuar dentro de esos liacutemites sin hipotecar un funcionamien-to similar de nuestra proacutexima generacioacuten3

Es en esta direccioacuten en la que discutimos un tema central las relaciones entre economiacutea y poliacutetica Las ideas convencionales que se manejan nos presentan a la economiacutea y la poliacutetica como aacutembitos separados existe un sistema econoacutemico se dice que funciona automaacuteticamente regido por el mercado donde el pre-cio es el resultado ldquodemocraacuteticordquo de la actuacioacuten de multitud de oferentes y demandantes que actuacutean autoacute-nomamente en situacioacuten de igualdad y perfectamente informados iexclEs la democracia de los consumidores4 Este precio ldquoresultante democraacuteticordquo del juego de mercado es la guiacutea para la toma de decisiones baacutesi-cas en la economiacutea queacute producir coacutemo producir para quieacuten producirPero ni somos autoacutenomos porque nuestras opiniones se conforman a traveacutes de las rela-ciones sociales ni partimos de una situacioacuten de igual-dad porque el desigual reparto de la propiedad da ventajas a unos sobre otros ni estamos perfectamente informados De esta manera la pretendida maacutexima eficiencia que teoacutericamente se deriva del ldquomercado de competencia perfectardquo se deshace como un azucarillo en agua Pero ademaacutes la consideracioacuten de un uacutenico valor -ldquola eficienciardquo- deja de lado otros valores como la equidad o la sostenibilidad De este modo las deci-siones de los mercados reales ni son eficientes ni son equitativas ni son sostenibles

Por otra parte se nos presenta un sistema poliacutetico ldquode-mocraacuteticordquo en el que las decisiones se toman por los representantes elegidos en elecciones a traveacutes del voto de ciudadanos autoacutenomos iguales y perfectamente informados cada cuatro antildeos y esto deja viacutea libre a la toma de decisiones reales separadas de la mayoriacutea de los representados

Nuestra sociedad se organiza en torno a un objetivo central la acumulacioacuten de beneficios particulares que aparentemente debe ofrecer al conjunto de la so-ciedad la satisfaccioacuten de sus necesidades Pero para hacer prevalecer los intereses de quienes acumulan beneficios se produce un deslizamiento cultural que situacutea las necesidades humanas en la pura satisfaccioacuten individual y material desconociendo las necesidades humanas de relacioacuten y de autoperfeccionamiento

(Una paradoja de nuestra sociedad) cifra la felici-

dad fuera del individuo mismo en los logros de la teacutecnica y en la acumulacioacuten de bienes materiales y propiedades La meta no es el perfeccionamiento del individuo sino de su entorno para hacerlo maacutes con-fortable (Naredo 2015 121)

La cultura predominante desprecia profundamente las ventajas de los viacutenculos colectivos y los valores comunes para hacer frente a los asuntos que son de todos y de cada uno Sois libres nos dicen porque podeacuteis acumular ilimitadamente bienes materiales aunque eso suponga el sufrimiento de otros seres humanos y el colapso del planeta Hoy son muchas las personas que se plantean la necesidad de llevar a cabo un cambio cultural que no desean simplemente plegarse a los mecanismos que nuestra sociedad -toda sociedad- tiene ya dispuestos para ahormarnos tam-bieacuten son muchas las que se sienten impotentes ante las dificultades que obstaculizan esa transformacioacuten Porque a diferencia de por ejemplo los chimpanceacutes los seres humanos tienen muchas opciones de modi-ficar reflexivamente su conducta (Riechmann 2015 contraportada)

Aquel conjunto de ideas tiende a oscurecer el fondo de las cuestiones Detraacutes de un sistema econoacutemico que se nos presenta como productor de bienes y servi-cios para satisfacer necesidades nos encontramos una realidad econoacutemica cuyo objetivo es hacer crecer los beneficios particulares Detraacutes de un sistema poliacutetico que se nos presenta como el mecanismo de reflejar y armonizar los intereses de cada uno nos encontramos con unas decisiones que benefician a los poderosos iquestOs suenan las puertas giratorias que condicionan la regulacioacuten del sector eleacutectrico La separacioacuten entre electores y elegidos permite vaciar de contenido las acciones parlamentarias o municipales cuando las de-cisiones reales se toman en otros foros

Pero a su vez la economiacutea y la poliacutetica no estaacuten sepa-radas Baste observar la enorme fuente de beneficios que han significado determinadas decisiones poliacuteti-cas recalificacioacuten de terrenos privatizacioacuten de em-presas rescate de bancos En el momento actual la acumulacioacuten de beneficios particulares se apoya cada vez maacutes en las praacutecticas especulativas y en decisio-nes poliacuteticas de ayuntamientos y gobiernos La pro-

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3 No es necesario referirse a las generaciones futuras porque si cada genera-cioacuten entrega a la siguiente un mundo sostenible estaacute garantizada la sostenibilidad hasta que alteraciones en la llegada de la energiacutea solar al planeta la hipotequen

4 Pero los humanos somos mucho maacutes que consumidores somos personas con muchas maacutes necesidades que consumir bienes y servicios Una vez maacutes se ignora nuestra necesidad de relacionarnos entre nosotros con el mundo vivo y material que nos rodea

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duccioacuten de bienes y servicios cumple un papel cada vez menor5

En esta sociedad potenciadora de beneficios particu-lares de algunos que potencia un crecimiento econoacute-mico que genera desigualdad e insostenibilidad se inserta el actual modelo energeacutetico Ademaacutes se han generalizado en la sociedad ciertas ideas que tienden a difuminar los privilegios de unos pocos Un punto central de estas ideas es presentarnos la realidad so-cial con dos sistemas separados el sistema econoacutemi-co regido de forma neutral por el mercado concebido como un mecanismo automaacutetico y un sistema poliacuteti-co que se presenta como democraacutetico y que reproduce y ampliacutea las diferencias sociales Pero no soacutelo con-funde y legitima los privilegios la separacioacuten de los aacutembitos econoacutemicos y poliacuteticos tambieacuten la forma de pensar el sistema econoacutemico y el sistema poliacutetico es fuente de ocultacioacuten

La principal funcioacuten encubridora que ejerce la no-cioacuten al uso de ldquosistema econoacutemicordquo parte de conside-rar el proceso econoacutemico como produccioacuten de rique-za soslayando los procesos de mera adquisicioacuten de la misma que estaacuten cada vez maacutes a la orden del diacutea parasitando subordinando y devaluando las fuentes primarias de la riqueza misma(Naredo 2015 45)

Tenemos frente a nosotros buenos ejemplos en el sec-tor eleacutectrico con los pagos por capacidad los pagos de transicioacuten a la competencia o los cobros abusivos que se introducen en las complejas e incomprensibles para muchos facturas eleacutectricas A su vez el sistema poliacutetico se presenta como democraacutetico cuando su rea-lidad es muy otra

El actual despotismo democraacutetico trata de hacer un manejo puramente ceremonial de los contrapesos teoacutericamente ideados para corregir esa tendencia despoacutetica siendo el caso de la democracia espantildeo-la ejemplar en ese manejo Nos encontramos asiacute con una democracia formal que sirve de coartada para revestir de legitimidad las decisiones de los gober-nantes por muy impopulares o interesadas que sean Tras conseguir el miacutenimo de votos necesario para lle-gar al poder los gobernantes se las ingenian para pactar en la sombra las grandes decisiones dejando a las instancias deliberativas de los parlamentos y los plenos municipales una mera funcioacuten ornamental (Naredo 2015 69)

Tambieacuten en nuestro sector eleacutectrico tenemos muacutelti-ples ejemplos de disposiciones despoacuteticas alejadas de los intereses de las mayoriacuteas

El sentido de las liacuteneas anteriores y de las citas que las acompantildean no es trazar un anaacutelisis completo de nuestras sociedades que desborda las posibilidades de este texto sino mostrar la indisoluble conexioacuten entre la economiacutea y la poliacutetica que hay que considerar es-trateacutegicamente Seriacutea una ilusioacuten ingenua en mi opi-nioacuten creer que con poder econoacutemico exclusivamente se puede construir un modelo energeacutetico alternativo por el contrario su buacutesqueda hay que insertarla en un cambio de sociedad apoyada en nuevos valores que redefinan sus objetivos hacia la satisfaccioacuten de la re-produccioacuten de la vida en lugar de la acumulacioacuten de beneficios y con la participacioacuten activa del conjunto de ciudadanos para ir abriendo paso a nuevos valores sociales de igualdad real no solo formal de satisfac-cioacuten de las necesidades reales de las personas y no de las necesidades artificiales creadas por la publicidad para reproducir la rueda de aumento de demanda au-mento de ventas aumento de beneficio de equilibrar el comportamiento social con los liacutemites fiacutesicos que la naturaleza impone

Soacutelo en una sociedad cuyo objetivo sea satisfacer ne-cesidades de las personas en la que lejos de la ilu-sioacuten del mercado se tomen las decisiones a traveacutes de la participacioacuten y deliberacioacuten de los afectados seraacute posible construir un nuevo modelo energeacutetico como el que aquiacute se propone

5 Un ejemplo proacuteximo pero ni mucho menos uacutenico ha sido la noticia de que la empresa de actividades agriacutecolas y ganaderas SAVIAL SL (propiedad de Esperanza Aguirre y su marido) a pesar de estar en peacuterdidas y de haber recibido subvenciones puacute-blicas y creacuteditos millonarios de BSCH y de la Caja de Cataluntildea ha invertido maacutes de 3000 millones de euros en Bolsa (ldquoPuacuteblicordquo 13616)

EN LA ENCRUCIJADA ENTRE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES Y LAS ENERGIacuteAS RENOVABLES

Pedro Prieto (Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos AEREN)

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Energiacutea y sociedad humana

La prodigiosa evolucioacuten de nuestra sociedad sobre todo en los uacuteltimos 150 antildeos nos ha traiacutedo hasta un punto que obliga a una reflexioacuten

Mientras fuimos simples monos desnudos eacuteramos apenas un puntildeado de muy pocos millones de seres hu-manos sobre la Tierra cuyo consumo energeacutetico era el metaboacutelico que supone unas 2900 kilocaloriacuteas dia-rias de ingesta promedio que es por donde recibimos la energiacutea que necesita nuestro cuerpo para vivir Esto es en energiacutea equivalente apenas la de una bombilla de 100 vatios encendida permanentemente por cada ser humano Es la llamada energiacutea endosomaacutetica o in-herente al propio cuerpo y requerida por eacutel

El entonces supuestamente fraacutegil ser humano fue sin embargo capaz de sobrevivir como especie durante al menos 2 millones de antildeos como homo sapiens-sapiens (y muchos millones maacutes anteriormente en formas maacutes primitivas de su evolucioacuten) en un medio natural abru-mador y muchas veces hostil pero siempre base del sustento

No lo debieron hacer muy mal nuestros antepasados cuando sobrevivieron todo ese tiempo No debieron ser tan brutos (convendriacutea revisar los conceptos de animal o de salvaje) cuando pasaron durante millo-nes de antildeos sobre el medio ambiente de nuestro plane-ta sin mancharlo ni agotarlo de forma miacutenimamente apreciable sin extinguir ninguna de las especies de las que viviacutean (vegetales y animales)

El invento del fuego hace alrededor de medio milloacuten de antildeos (su control maacutes bien en beneficio propio) antildeadioacute a su consumo energeacutetico promedio como in-dividuo unos 50 vatios maacutes de potencia La mitologiacutea considera este paso de forma ambigua Progreso por un lado y castigo de los dioses a Prometeo el que les roboacute el uso del fuego y permitioacute alterar al hombre el medio de forma maacutes importante Se trata de la prime-ra captura de energiacutea de forma exosomaacutetica o exterior al propio cuerpo aparte de la que claro estaacute ofrece el sol al exponerse a eacutel

El siguiente gran salto en la Humanidad se dio hace

unos 10000 antildeos en lo que se conoce como el arran-que del Neoliacutetico cuando el ser humano aprende a ldquodomesticarrdquo plantas (arranque de la agricultura) y algunos animales en su provecho Es un paso de gi-gante que implica el cambio del nomadismo a ciertas formas incipientes de sedentarismo Este salto permi-te al ser humano apropiarse de una mayor cantidad de energiacutea aunque necesitando tambieacuten consumir a ve-ces algo maacutes de energiacutea para el cultivo de plantas que antes simplemente recolectaba o para cuidar cercar y alimentar el ganado que antes simplemente caza-ba Tambieacuten el esfuerzo para construir haacutebitats en los lugares maacutes propicios para la agricultura y cercanos para la ganaderiacutea donde antes utilizaba cuevas La domesticacioacuten de equinos le proporcionoacute una fuerza de traccioacuten adicional de gran utilidad Los antropoacutelo-gos calculan ese nivel energeacutetico del hombre del neo-liacutetico en unos 300 vatios de potencia equivalente en promedio esto es ya unas 3 veces maacutes que lo que su metabolismo exige para la pura supervivencia como el mono desnudo que somos

A pesar de ese salto apenas se conocen impactos me-nores en el medio ni desapariciones de especies por causa humana y soacutelo un ligero o muy ligero aumento de la poblacioacuten humana a los largo de esos diez mi-lenios El ser humano siempre ha sido 100 renova-ble pues solo transformaba y utilizaba en su beneficio muy poca biomasa fuese en forma de lentildea de ali-mentos o de traccioacuten animal

Las energiacuteas foacutesiles

El siguiente salto cualitativo de importancia obvian-do el lento progreso desde sociedades agriacutecolas pri-mitivas a sociedades agriacutecolas avanzadas siempre con elementos mecaacutenicos y fuerza de trabajo animal o esclava y el desarrollo de la navegacioacuten a vela a grandes distancias no tuvo lugar hasta el siglo XIX cuando ya bastante agotados los bosques de las Islas Britaacutenicas los humanos no tuvieron maacutes remedio que buscar bajo tierra y empezar a explotar el carboacuten de forma cada vez maacutes masiva En apenas 80 antildeos des-de el comienzo de su explotacioacuten masiva y debido al invento de las maacutequinas de vapor se produce un salto sin precedentes

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Hacia 1900 el carboacuten superoacute a nivel mundial al uso de la biomasa (cuyo consumo tambieacuten siguioacute aumen-tando) Ese tremendo impulso del maquinismo del llamado siglo de las luces (las ciudades empezaron a ser luminarias) tuvo lugar con un consumo de unos 856 vatios de potencia promedio para cada uno de los 1600 millones que entonces habitaban el plane-ta Esto en promedio mundial aunque algunos paiacuteses -como la pionera Alemania- ya alcanzaban una cifra cercana a los 3000 vatios de potencia promedio por persona unas 30 veces la necesidad metaboacutelica El impacto ambiental de finales del XIX era ya visible y acusado en algunas regiones industrializadas pero la maacutequina del progreso ya era imparable

Y entonces el petroacuteleo arrancoacute con fuerza inusitada Aunque las primeras explotaciones para consumo energeacutetico tuvieron lugar a mediados del siglo XIX en Pensilvania y los primeros motores de combustioacuten interna que utilizaron liacutequidos combustibles maacutes o menos refinados tuvieron lugar en el uacuteltimo cuarto del siglo XIX el fulminante arranque del petroacuteleo tuvo lugar en el primer tercio del siglo XX cuando Gran Bretantildea cambioacute su flota de guerra de carboacuten a petroacuteleo un combustible mucho maacutes denso versaacutetil y manejable y mucho mejor almacenable que el carboacuten

Fue en los antildeos 60 del siglo XX cuando el petroacuteleo consigue superar respectivamente a los consumos de carboacuten y biomasa a nivel mundial Este nuevo punto culminante se alcanza con cada uno de los 3000 mi-llones de habitantes que eacuteramos en 1960 consumien-do en promedio unos 1370 vatios de potencia por persona aunque algunos paiacuteses desarrollados alcan-zaron consumos per caacutepita mucho maacutes desorbitados que podiacutean llegar a los 6500 vatios per caacutepita unas 65 veces sus necesidades metaboacutelicas Los impactos ambientales ya alcanzaban niveles que empezaban a ser preocupantes y a tener alcance global

Han pasado apenas 56 antildeos desde que el petroacuteleo to-mase el liderazgo de los consumos de energiacutea mun-diales y ni el incremento considerable de consumo de gas natural ni el desarrollo de la energiacutea nuclear (que apenas supone un 5 de nuestra dieta energeacutetica ac-tual) ni la hidroelectricidad (un 3 de nuestro con-sumo global) han conseguido superar el papel domi-nante del petroacuteleo pero todos los consumos de cada tipo de combustible han ido aumentando exponencial-mente hasta al menos 2005 El petroacuteleo sigue siendo dominante sobre todo porque el 95 del transporte mundial funciona con sus derivados y no resulta faacutecil reemplazarlo ni en la agricultura mecanizada ni en

el transporte aeacutereo o el mariacutetimo ni en el transporte terrestre pesado ni en las fuerzas armadas Ni siquiera se lo ha podido reemplazar en el transporte privado por maacutes intentos que se estaacuten haciendo que no llegan a alcanzar las densidades energeacuteticas requeridas para dotar a los mil millones de vehiacuteculos de combustioacuten interna de la misma autonomiacutea durabilidad y flexibi-lidad de operacioacuten Y eso que el transporte privado es solo una pequentildea parte y no criacutetica de nuestra forma de actuar vivir y consumir

Hoy nos encontramos en un mundo en el que los 7300 millones que lo habitamos gracias precisamente a que esa enorme disponibilidad de energiacutea barata y accesible lo ha hecho posible tenemos un consumo promedio mundial unos 2560 vatios de potencia por persona aunque hay sociedades como la norteameri-cana que alcanzan ya los 10000 vatios de consumo por persona promedio cien veces maacutes que el consu-mo del cuerpo

Este consumo son unos 14000 millones de tonela-das de petroacuteleo equivalente o puesto en equivalente energeacutetico eleacutectrico unos 17 teravatios esto es como 17000 grandes centrales nucleares de 1GW De todo este enorme consumo energeacutetico las energiacuteas foacutesiles reinan (petroacuteleo un 313 del total carboacuten 286 del total habiendo reducido distancias en los uacuteltimos antildeos al frenarse el aumento del consumo de petroacute-leo por los agotamientos graduales de los principales yacimientos) El gas sigue creciendo pero supone el 212 Asiacute nos encontramos con que las energiacuteas foacute-siles suponen todaviacutea en 2014 maacutes de un 81 del con-sumo total mundial de energiacutea y si se suma la energiacutea nuclear como fuente no renovable se observa que casi el 87 de nuestra energiacutea no es renovable Y del res-to del consumo mundial una buena parte del mundo atrasado sigue consumiendo biomasa (lentildea bosta de vaca pajas etc) que todaviacutea representa un 10 del consumo mundial aunque merman los bosques crece de forma invasiva la superficie cultivada y la deman-da mundial de agua dulce que supone que ya supera los 5000 de los 9000 Km3 que se supone accesibles a los seres humanos Si se antildeade el 23 que supone la energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten alcanzando maacuteximos en ocupaciones de cuencas fluviales en casi todos los continentes (en Europa los embalses ocupan ya cer-ca de un 90 de lo que es posible embalsar en gran-des cuencas) apenas nos queda aproximadamente un 07 de nuestro consumo de energiacutea mundial que hoy aportan las llamadas ldquoenergiacuteas renovablesrdquo a pesar de las ocupaciones de espacios que podemos apreciar en nuestra geografiacutea

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La difiacutecil situacioacuten crecimiento versus sostenibili-dad

En la presente situacioacuten nos encontramos con dos factores cruciales que vienen a despertarnos del sue-ntildeo del crecimiento infinito en el que habiacuteamos dor-mitado en los anteriores 150 prodigiosos antildeos Un crecimiento que aumenta el confort para algunos (no todos) a cambio de destrozar el medio en el que ne-cesariamente tenemos que vivir Kenneth Boulding quien fuera en su diacutea presidente de la American Eco-nomic Association es famoso por su frase ldquoQuieacuten crea que es posible un crecimiento infinito en un pla-neta finito o es un loco o es un economistardquo

Por un lado tenemos encima la graviacutesima preocu-pacioacuten del calentamiento global y el cambio climaacute-tico cuyos efectos ya se sienten en una buena parte del planeta y son bastante irrreversibles Aunque se atribuye la causa al aumento de emisiones de CO2 a la atmoacutesfera -que han pasado en poco tiempo de 280 partes por milloacuten (ppm) a maacutes de 400 ppm- esto no deja de ser tambieacuten un efecto La causa de que se emi-tan unos 30000 millones de toneladas de carbono al antildeo la tiene obvia y directamente la quema de maacutes de 10000 millones de toneladas anuales de petroacuteleo y de combustibles foacutesiles Eacutesa es la verdadera causa

Por otro lado y por si fuera poco tenemos una cons-tancia cada vez mayor de que los yacimientos de com-bustibles foacutesiles estaacuten llegando a un liacutemite de extrac-cioacuten conocido como cenit de su produccioacuten mundial En el caso del combustible por excelencia que hasta ahora no tiene sustitutos previsibles en muchas de sus actuales aplicaciones la propia Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) admitioacute en 2010 que el petroacuteleo convencional habiacutea llegado a su cenit de extraccioacuten mundial maacuteximo en 2006

Desde entonces el petroacuteleo ha seguido aumentando en volumen producido gracias a los desesperados es-fuerzos por extraer petroacuteleo no convencional (aguas ultraprofundas petroacuteleo polar arenas asfaacutelticas de Canadaacute o petroacuteleo de los esquistos o lutitas un petroacute-leo de mucha peor calidad mucho maacutes esfuerzo ex-tractivo y un impacto ambiental si cabe auacuten mucho mayor que el del convencional) Si estamos arantildeando los posos o las heces energeacuteticas no es por deporte sino por la desesperacioacuten de ver que las mejores fuen-tes y de maacutes calidad se van agotando aunque disfra-cemos de ingenio la capacidad de sacar de ellas algo

maacutes de energiacutea como el que exprime una esponja para sacar las uacuteltimas gotas del liacutequido que contiene

Pero esto no garantiza que la energiacutea neta obtenida para la sociedad de ese mayor volumen se correspon-da proporcionalmente La Tasa de Retorno Energeacuteti-co (TRE o en ingleacutes Energy Return on Investment o EROI) al ser mucho maacutes baja hace que una buena parte de la energiacutea obtenida se gaste en la propia ob-tencioacuten y procesamiento del combustible y repercuta cada vez menos en los demaacutes usos sociales

Hay maacutes de 50 paiacuteses productores de petroacuteleo que ya estaacuten en declive productivo muchos de ellos en decli-ve terminal y no se estaacuten encontrando nuevos yaci-mientos que puedan compensar ni de lejos estas caiacute-das Los medios de mayor difusioacuten afanosos siempre de ofrecer soacutelo buenas noticias indican estos uacuteltimos antildeos nuevos descubrimientos de forma muy acriacutetica y superficial con tal de tranquilizar sobre la dispo-nibilidad de energiacutea Abunda el anumerismo como cuando recientemente se ha anunciado el descubri-miento de 20000 millones de barriles en yacimientos en Texas y Nuevo Meacutexico sin indicar que no ha sido un descubrimiento porque esas regiones estaacuten geoloacute-gicamente muy bien estudiadas desde hace deacutecadas y se conocen sus potenciales sino maacutes bien una de-cisioacuten poliacutetica de anunciar ahora que van a por ellos a toda costa Sin explicar a los lectores con claridad que son de esquistos no de petroacuteleo convencional que son recursos (no reservas) y ademaacutes denominados ldquosin descubrir aunque teacutecnicamente recuperablesrdquo y sobre todo sin indicar que aunque pudiesen sacarse los maacutes que dudosos 20000 millones de barriles eso prolongariacutea nuestro consumo mundial unos 7 meses y la llegada al cenit de la produccioacuten de petroacuteleo un trimestre

El uacuteltimo informe ldquoWorld Energy Outlookrdquo (WEO 2016) de la Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) indica de nuevo aunque trate de disimularlo que enfrentamos un problema sin precedentes en estos actuales niveles de consumo energeacutetico altiacutesimo Y en sus proyecciones hacia 2040 oacute 2050 se va enco-mendando a que se descubran enormes yacimientos que sabe que no se van a encontrar Aun asiacute anuncia declives energeacuteticos considerables y crecimientos de consumos energeacuteticos ridiacuteculamente bajos para lo que ha sido el histoacuterico del uacuteltimo siglo con cotas habi-tuales de crecimiento y disponibilidad de combusti-ble del 3 anual acumulativo Ahora la AIE situacutea los crecimientos en el entorno del 01 si se producen los milagros esperados con lo que lo maacutes probable

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es que haya que esperar ya reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos que mueven a la sociedad industrial y tecnoloacutegica global

Para evitar reconocer la llegada a este liacutemite crucial apuesta porque el aumento de la eficiencia debida a los avances tecnoloacutegicos consiga que la actividad econoacutemica -que siempre ha ido como no podiacutea ser de otra forma pareja y muy directamente ligada con el aumento de la disponibilidad de energiacutea para habilitar dicho crecimiento- permita la quimera de deslindar el crecimiento del PIB del crecimiento de la energiacutea dis-ponible algo que no ha sucedido en los uacuteltimos 150 antildeos pese a los continuos avances de la ciencia

Renovables iquesttabla de salvacioacuten

En esta situacioacuten para la uacuteltima tabla de salvacioacuten ldquopara seguir como estamosrdquo -es decir en modo de crecimiento permanente y continuo- las miradas se vuelven con cierta premura y desesperacioacuten a las lla-madas energiacuteas renovables El argumento es que la ventaja es doble Por un lado se reduciriacutea el consumo de energiacuteas foacutesiles causantes del calentamiento glo-bal y el cambio climaacutetico consiguiente Por el otro alejariacuteamos el problema del agotamiento de los recur-sos foacutesiles finitos

Entre las energiacuteas renovables cabe destacar las si-guientes seguacuten el uacuteltimo informe de la AIE de 2016 (con datos de 2014)

La biomasa que constituye el 103 de la energiacutea pri-mariaLa energiacutea hidroeleacutectrica que supone el 24 del to-tal de energiacutea primariaLas restantes renovables apenas representan un 14 del total de energiacutea primaria y se pueden desglosar en energiacutea geoteacutermica solar (en sus versiones teacutermi-ca solar termoeleacutectrica y solar fotovoltaica) eoacutelica y energiacutea de olas y mareas

El resto de la enorme cantidad de energiacutea consumida no renovable es el petroacuteleo con el 313 el carboacuten con el 286 el gas natural con el 212 y la energiacutea nuclear con el 48 del total de la energiacutea primaria Es decir el mundo sigue consumiendo un 811 de energiacutea no renovable

En cuanto a la biomasa maacutes nos valdriacutea no aumentar su consumo toda vez que ya hemos hecho desapa-recer maacutes del 50 de los bosques originales de hace

200 antildeos y se avanza en la deforestacioacuten a ritmos muy preocupantes de maacutes del 1 mundial anual de todos los bosques

La energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten anda bastante al cabo Pese a representar todaviacutea hoy soacutelo el 24 del total de energiacutea primaria global los embalses del planeta ya han anegado maacutes del 30 de las grandes cuencas fluviales del planeta y en algunos continentes como el europeo sobrepasan el 80 largamente sea para agricultura y consumo humano y animal o para producir electricidad

Las llamadas energiacuteas renovables modernas maacutes concretamente la eoacutelica y la solar junto con la hi-droeleacutectrica soacutelo producen electricidad La electrici-dad es apenas el 13 de la energiacutea primaria mundial y 181 del consumo final de energiacutea ya refinada

Es decir al movernos en un mundo baacutesicamente no eleacutectrico las modernas renovables tienen una misioacuten muy difiacutecil para reemplazar algunos usos masivos y comunes de las energiacuteas foacutesiles tales como la avia-cioacuten civil el transporte mariacutetimo la agricultura me-canizada el transporte terrestre las fuerzas armadas etc

Deben resolverse antes los enormes problemas de es-tos sistemas de captacioacuten de energiacutea entre los que se encuentranbull Las intermitencias propias del sol del viento y del agua ciclos diacuteanoche vientoencalmada o ciclos estacionalesbull Los sistemas de almacenamiento masivo de energiacutea requeridos sea el bombeo inverso de agua de embalse a embalse o con bateriacuteas muy costosas para la muy poca capacidad que ofrecen y con ciclos de carga y descarga muy limitadas que las convierten raacute-pidamente en chatarra muy contaminante El almace-namiento masivo es algo que los combustibles foacutesiles o el nuclear tienen resuelto si se dotan de las reservas suficientes en el punto de generacioacutenbull El coste energeacutetico de tener que utilizar vecto-res energeacuteticos del que el maacutes conocido es el hidroacutege-no a partir de la electricidad que generan para servir determinadas funciones sociales no eleacutectricasbull El coste de tener que desarrollar toda la in-fraestructura mundial de redes eleacutectricas y sus in-terconexiones y mallados para servir a la sociedad mundial de forma 100 eleacutectrica lo que implicariacutea multiplicar entre 5 y 10 veces la infraestructura eleacutec-trica mundial actual Y unas 15 veces la red eleacutectrica mundial actual si tuvieacutesemos que ofrecer el miacutenimo

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

58193

Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 6: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

Crisis econoacutemica y modelo energeacutetico

La crisis econoacutemica ha puesto de manifiesto en pri-mer plano lo injusto de un sistema de funcionamiento que ha conducido a la precariedad a amplias capas de poblacioacuten mientras que una minoriacutea veiacutea crecer sus beneficios En el terreno energeacutetico se ha mani-festado en la visibilidad de la pobreza energeacutetica de muchos hogares en la subida desproporcionada de los precios eleacutectricos en la oscuridad del funcionamiento empresarial que se muestra patente en la opacidad de la factura energeacutetica que resulta incomprensible para la mayoriacutea de la poblacioacuten en el crecimiento impa-rable de los beneficios de las grandes empresas en la permanencia del nivel de emisiones de gases efecto invernadero

Esta realidad hace cada vez maacutes aceptada la necesi-dad de un cambio de modelo energeacutetico que en lugar de estar al servicio de los beneficios particulares de las empresas energeacuteticas esteacute al servicio del suminis-tro de energiacutea a la poblacioacuten seguacuten sus necesidades El modelo a construir debe ser un modelo de energiacutea distribuida para evitar los despilfarros energeacuteticos de su transporte a larga distancia y para tener cerca-no el origen de la energiacutea a sus usuarios sostenible para evitar la destruccioacuten de las bases fiacutesicas del pla-neta democraacutetica para que su gestioacuten responda a las necesidades ciudadanas y equitativa para evitar las injusticias manifiestas que hoy se visualizan

El cambio de modelo energeacutetico no es un problema exclusivamente teacutecnico ni un problema exclusiva-mente econoacutemico sino un problema social que hay que abordar de conjunto Un modelo energeacutetico como el que buscamos solo seraacute posible en una sociedad di-ferente apoyada en valores diferentes y por tanto debemos reflexionar sobre coacutemo podemos actuar maacutes allaacute del mercado para contribuir a esa transformacioacuten social

iquestPor queacute el cambio de modelo energeacutetico debe nece-sariamente insertarse dentro de un cambio social maacutes amplio

Los humanos formamos parte de un ecosistema el

ecosistema planetario en el que estamos intriacutenseca-mente relacionados con los materiales las energiacuteas otros seres vivos y entre nosotros Las ideas conven-cionales al uso nos presentan primero coacutemo separados de la naturaleza que aparece como algo distinto de nosotros y a nuestro servicio1 A su vez nos presen-ta a los individuos como seres autoacutenomos y autosu-ficientes que debemos competir entre nosotros para obtener lo que necesitamos Al estudiar la sociedad humana tambieacuten aplica la parcelacioacuten y nos presenta a la economiacutea y la poliacutetica como dos aacutembitos separa-dos en los que la primera a traveacutes del mercado libre toma ldquodemocraacuteticamenterdquo las decisiones sobre queacute se produce a traveacutes de la libre accioacuten de consumidores iguales y la segunda a traveacutes de la representacioacuten de los libres votantes decide ldquodemocraacuteticamenterdquo sobre la organizacioacuten de la sociedad al servicio del bien comuacuten Pero ni las decisiones del mercado ni las decisiones en el ritual electoral estaacuten dirigidas a sa-tisfacer las necesidades de las personas sino que se subordinan a los intereses de minoriacuteas privilegiadas Recuperar una visioacuten de la identidad humana como parte indisoluble de los otros componentes del eco-sistema nos permitiraacute integrar en el estudio las rela-ciones entre esos componentes Ademaacutes economiacutea y poliacutetica actuacutean indisolublemente unidas engrasadas por unos valores y se dirigen a ampliar los beneficios de una minoriacutea Un modelo energeacutetico democraacutetico soacutelo es posible en el marco de una sociedad realmente democraacutetica un modelo energeacutetico distribuido soacutelo es posible en una sociedad sin grandes empresas un modelo energeacutetico sostenible soacutelo es posible en una sociedad que cambie profundamente sus valores

Parece evidente que es perfectamente compatible el uso de energiacuteas renovables con praacutecticas insosteni-bles El ejemplo tantas veces manejado de un bosque que se utiliza para obtener lentildea (energiacutea renovable) y que puede ser gestionado de forma insostenible si se tala a un ritmo mayor al de su reproduccioacuten lo mues-tra

CONSIDERACIONES SOBRE EL NECESARIO CAMBIO DE MODELO ENERGEacuteTICO

Alejandro Arizkun (profesor jubilado de la Universidad Puacuteblica de Navarra)

1 Esta visioacuten del mundo llamada conocimiento parcelario procede en la cul-tura occidental de Descartes que al aplicar el ldquoanaacutelisisrdquo como meacutetodo de conocimiento propone separar el objeto de estudio en sus partes para poder conocer cada una de ellas pero despueacutes se apoya en la ilusioacuten de que el todo es la suma de las partes ya analizadas perdiendo las relaciones entre las partes

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Vivimos en un mundo limitado el ecosistema plane-tario del que formamos parte tiene una disponibilidad limitada de materiales de energiacutea de sumideros de residuos de espacio La sostenibilidad es precisa-mente ajustar la accioacuten de los humanos a esos liacutemites para no sobrepasarlos Destruir las bases fiacutesicas sobre la que se apoya nuestra vida y la de otros seres vi-vos sin los cuales no podriacuteamos vivir significariacutea la desaparicioacuten de nuestra civilizacioacuten y si continuacutea la dinaacutemica destructiva podriacutea conducir a la extincioacuten de la especie humana

Entre los liacutemites fiacutesicos que tiene nuestro ecosistema planetario los liacutemites energeacuteticos presentan una par-ticularidad el planeta recibe continuamente energiacutea del exterior la energiacutea solar Esto permite revertir la inevitable peacuterdida de utilidad de la energiacutea que utili-zamos pero tambieacuten esta reversioacuten tiene sus liacutemites Se estima que la vida futura del Sol estaraacute en 5000 millones de antildeos y esto nos permite considerar a escala humana indefinida en el tiempo esa aporta-cioacuten exterior de energiacutea Sin embargo es limitada la energiacutea solar que llega al Planeta en cada unidad de tiempo Por otra parte esa energiacutea solar que nos llega no podemos utilizarla toda nosotros una parte inevi-tablemente se refleja y dispersa en el Universo otra parte la utilizan para su supervivencia otros seres vi-vos otra es necesaria para mantener en el planeta las condiciones de temperatura presioacuten y composicioacuten de la atmoacutesfera que hacen posible la vida Ademaacutes la obtencioacuten de energiacuteas utilizables por nosotros a partir de las fuentes primarias de energiacutea comporta nece-sariamente dispersioacuten de energiacutea en forma de calor y uso de energiacutea para construir y utilizar los artilugios que realizan esa transformacioacuten energeacutetica

Por estas razones la sustitucioacuten de energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables que proceden del sol tiene sus liacute-mites y hay que explorarlos y considerarlos

Por otra parte la eficiencia energeacutetica el esfuerzo por conseguir lo mismo con menos uso de energiacutea es un camino que hay que explorar con decisioacuten porque la buacutesqueda de eficiencia econoacutemica que predomina en nuestro mundo ha dejado sin explorar amplios campos en los que es posible mejorar la eficiencia energeacutetica pero eacutesta a su vez tiene sus liacutemites A medida que mejoramos la eficiencia energeacutetica las nuevas mejo-ras son cada vez maacutes pequentildeas y tienden a cero iexclNo es posible que ninguna accioacuten se produzca con un uso cero de energiacutea Ademaacutes en un mundo con aumentos continuos de actividad la mejora energeacutetica puede conducir a un uso total de energiacutea mayor que antes

Precisamente la variable que afecta a la sostenibili-dad es el uso total de energiacutea y no los porcentajes de energiacuteas renovables y no renovables2

La sostenibilidad ambiental es un problema de liacutemi-tes de saber que vivimos en un mundo limitado y que necesitamos acomodarnos a esos liacutemites para no destruir las bases fiacutesicas de nuestra supervivencia La sostenibilidad no es un problema teacutecnico aunque la teacutecnica juegue un papel importante en su consecucioacuten La sostenibilidad es un problema de comportamiento humano que lejos de apoyarse en valores expansivos y utilitaristas del medio fiacutesico sepa reconocer sus li-mitaciones y adaptar su comportamiento a ellas

La sostenibilidad energeacutetica no puede ser abordada al margen de otros liacutemites a considerar (materiales su-mideros espacio) porque si para conseguir sustituir energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables afectamos gravemente a alguno de estos otros liacutemites habremos ldquohecho de una torta un panrdquo habremos metido por la puerta de atraacutes la insostenibilidad

Ademaacutes el alcance de esos liacutemites no es algo per-fectamente definido y establecido -iexcltambieacuten nuestra capacidad de conocimiento es limitada- sino un ca-mino que debe ser construido con la reflexioacuten sobre nuestro accionar y con el meacutetodo de prueba y errorPor otra parte en cualquier proceso la energiacutea no pue-de utilizarse completamente e inevitablemente se dispersa una parte en forma de calor Estamos frente a un proceso irreversible en que siempre perderemos parte de la utilidad de la energiacutea Una mayor eficiencia energeacutetica permitiraacute reducir la cantidad de utilidad de energiacutea que se pierde pero resulta imposible realizar una accioacuten sin energiacutea sin alguna peacuterdida de utilidad en la energiacutea Por esta razoacuten la eficiencia energeacutetica tiene sus liacutemites

Sostenibilidad energiacutea y sociedad

Sobre estas bases comencemos con algunas precisio-nes sobre el concepto de sostenibilidad Vivimos en un mundo fiacutesicamente finito que limita nuestras posi-bilidades Tenemos limitaciones en la cantidad de re-cursos energeacuteticos y materiales que utilizamos para satisfacer nuestras necesidades y deseos Tenemos limitaciones en los sumideros que absorben los resi-duos que generamos Tenemos limitaciones de espa-cio en competencia con otros seres vivos Un mundo

2 Se llama ldquoefecto reboterdquo o ldquoefecto Jevonsrdquo al resultado de que una mayor eficiencia energeacutetica conduzca a un ahorro econoacutemico a la empresa que derive en un aumento de inversioacuten para aumentar el tamantildeo de la planta Si esto se produce seriacutea compatible un uso inferior de energiacutea por producto y un aumento del uso total de energiacutea

sostenible es aqueacutel en el que nuestras actividades no sobrepasan esos liacutemites Alcanzar la sostenibilidad es conseguir un funcionamiento que nos permita actuar dentro de esos liacutemites sin hipotecar un funcionamien-to similar de nuestra proacutexima generacioacuten3

Es en esta direccioacuten en la que discutimos un tema central las relaciones entre economiacutea y poliacutetica Las ideas convencionales que se manejan nos presentan a la economiacutea y la poliacutetica como aacutembitos separados existe un sistema econoacutemico se dice que funciona automaacuteticamente regido por el mercado donde el pre-cio es el resultado ldquodemocraacuteticordquo de la actuacioacuten de multitud de oferentes y demandantes que actuacutean autoacute-nomamente en situacioacuten de igualdad y perfectamente informados iexclEs la democracia de los consumidores4 Este precio ldquoresultante democraacuteticordquo del juego de mercado es la guiacutea para la toma de decisiones baacutesi-cas en la economiacutea queacute producir coacutemo producir para quieacuten producirPero ni somos autoacutenomos porque nuestras opiniones se conforman a traveacutes de las rela-ciones sociales ni partimos de una situacioacuten de igual-dad porque el desigual reparto de la propiedad da ventajas a unos sobre otros ni estamos perfectamente informados De esta manera la pretendida maacutexima eficiencia que teoacutericamente se deriva del ldquomercado de competencia perfectardquo se deshace como un azucarillo en agua Pero ademaacutes la consideracioacuten de un uacutenico valor -ldquola eficienciardquo- deja de lado otros valores como la equidad o la sostenibilidad De este modo las deci-siones de los mercados reales ni son eficientes ni son equitativas ni son sostenibles

Por otra parte se nos presenta un sistema poliacutetico ldquode-mocraacuteticordquo en el que las decisiones se toman por los representantes elegidos en elecciones a traveacutes del voto de ciudadanos autoacutenomos iguales y perfectamente informados cada cuatro antildeos y esto deja viacutea libre a la toma de decisiones reales separadas de la mayoriacutea de los representados

Nuestra sociedad se organiza en torno a un objetivo central la acumulacioacuten de beneficios particulares que aparentemente debe ofrecer al conjunto de la so-ciedad la satisfaccioacuten de sus necesidades Pero para hacer prevalecer los intereses de quienes acumulan beneficios se produce un deslizamiento cultural que situacutea las necesidades humanas en la pura satisfaccioacuten individual y material desconociendo las necesidades humanas de relacioacuten y de autoperfeccionamiento

(Una paradoja de nuestra sociedad) cifra la felici-

dad fuera del individuo mismo en los logros de la teacutecnica y en la acumulacioacuten de bienes materiales y propiedades La meta no es el perfeccionamiento del individuo sino de su entorno para hacerlo maacutes con-fortable (Naredo 2015 121)

La cultura predominante desprecia profundamente las ventajas de los viacutenculos colectivos y los valores comunes para hacer frente a los asuntos que son de todos y de cada uno Sois libres nos dicen porque podeacuteis acumular ilimitadamente bienes materiales aunque eso suponga el sufrimiento de otros seres humanos y el colapso del planeta Hoy son muchas las personas que se plantean la necesidad de llevar a cabo un cambio cultural que no desean simplemente plegarse a los mecanismos que nuestra sociedad -toda sociedad- tiene ya dispuestos para ahormarnos tam-bieacuten son muchas las que se sienten impotentes ante las dificultades que obstaculizan esa transformacioacuten Porque a diferencia de por ejemplo los chimpanceacutes los seres humanos tienen muchas opciones de modi-ficar reflexivamente su conducta (Riechmann 2015 contraportada)

Aquel conjunto de ideas tiende a oscurecer el fondo de las cuestiones Detraacutes de un sistema econoacutemico que se nos presenta como productor de bienes y servi-cios para satisfacer necesidades nos encontramos una realidad econoacutemica cuyo objetivo es hacer crecer los beneficios particulares Detraacutes de un sistema poliacutetico que se nos presenta como el mecanismo de reflejar y armonizar los intereses de cada uno nos encontramos con unas decisiones que benefician a los poderosos iquestOs suenan las puertas giratorias que condicionan la regulacioacuten del sector eleacutectrico La separacioacuten entre electores y elegidos permite vaciar de contenido las acciones parlamentarias o municipales cuando las de-cisiones reales se toman en otros foros

Pero a su vez la economiacutea y la poliacutetica no estaacuten sepa-radas Baste observar la enorme fuente de beneficios que han significado determinadas decisiones poliacuteti-cas recalificacioacuten de terrenos privatizacioacuten de em-presas rescate de bancos En el momento actual la acumulacioacuten de beneficios particulares se apoya cada vez maacutes en las praacutecticas especulativas y en decisio-nes poliacuteticas de ayuntamientos y gobiernos La pro-

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3 No es necesario referirse a las generaciones futuras porque si cada genera-cioacuten entrega a la siguiente un mundo sostenible estaacute garantizada la sostenibilidad hasta que alteraciones en la llegada de la energiacutea solar al planeta la hipotequen

4 Pero los humanos somos mucho maacutes que consumidores somos personas con muchas maacutes necesidades que consumir bienes y servicios Una vez maacutes se ignora nuestra necesidad de relacionarnos entre nosotros con el mundo vivo y material que nos rodea

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duccioacuten de bienes y servicios cumple un papel cada vez menor5

En esta sociedad potenciadora de beneficios particu-lares de algunos que potencia un crecimiento econoacute-mico que genera desigualdad e insostenibilidad se inserta el actual modelo energeacutetico Ademaacutes se han generalizado en la sociedad ciertas ideas que tienden a difuminar los privilegios de unos pocos Un punto central de estas ideas es presentarnos la realidad so-cial con dos sistemas separados el sistema econoacutemi-co regido de forma neutral por el mercado concebido como un mecanismo automaacutetico y un sistema poliacuteti-co que se presenta como democraacutetico y que reproduce y ampliacutea las diferencias sociales Pero no soacutelo con-funde y legitima los privilegios la separacioacuten de los aacutembitos econoacutemicos y poliacuteticos tambieacuten la forma de pensar el sistema econoacutemico y el sistema poliacutetico es fuente de ocultacioacuten

La principal funcioacuten encubridora que ejerce la no-cioacuten al uso de ldquosistema econoacutemicordquo parte de conside-rar el proceso econoacutemico como produccioacuten de rique-za soslayando los procesos de mera adquisicioacuten de la misma que estaacuten cada vez maacutes a la orden del diacutea parasitando subordinando y devaluando las fuentes primarias de la riqueza misma(Naredo 2015 45)

Tenemos frente a nosotros buenos ejemplos en el sec-tor eleacutectrico con los pagos por capacidad los pagos de transicioacuten a la competencia o los cobros abusivos que se introducen en las complejas e incomprensibles para muchos facturas eleacutectricas A su vez el sistema poliacutetico se presenta como democraacutetico cuando su rea-lidad es muy otra

El actual despotismo democraacutetico trata de hacer un manejo puramente ceremonial de los contrapesos teoacutericamente ideados para corregir esa tendencia despoacutetica siendo el caso de la democracia espantildeo-la ejemplar en ese manejo Nos encontramos asiacute con una democracia formal que sirve de coartada para revestir de legitimidad las decisiones de los gober-nantes por muy impopulares o interesadas que sean Tras conseguir el miacutenimo de votos necesario para lle-gar al poder los gobernantes se las ingenian para pactar en la sombra las grandes decisiones dejando a las instancias deliberativas de los parlamentos y los plenos municipales una mera funcioacuten ornamental (Naredo 2015 69)

Tambieacuten en nuestro sector eleacutectrico tenemos muacutelti-ples ejemplos de disposiciones despoacuteticas alejadas de los intereses de las mayoriacuteas

El sentido de las liacuteneas anteriores y de las citas que las acompantildean no es trazar un anaacutelisis completo de nuestras sociedades que desborda las posibilidades de este texto sino mostrar la indisoluble conexioacuten entre la economiacutea y la poliacutetica que hay que considerar es-trateacutegicamente Seriacutea una ilusioacuten ingenua en mi opi-nioacuten creer que con poder econoacutemico exclusivamente se puede construir un modelo energeacutetico alternativo por el contrario su buacutesqueda hay que insertarla en un cambio de sociedad apoyada en nuevos valores que redefinan sus objetivos hacia la satisfaccioacuten de la re-produccioacuten de la vida en lugar de la acumulacioacuten de beneficios y con la participacioacuten activa del conjunto de ciudadanos para ir abriendo paso a nuevos valores sociales de igualdad real no solo formal de satisfac-cioacuten de las necesidades reales de las personas y no de las necesidades artificiales creadas por la publicidad para reproducir la rueda de aumento de demanda au-mento de ventas aumento de beneficio de equilibrar el comportamiento social con los liacutemites fiacutesicos que la naturaleza impone

Soacutelo en una sociedad cuyo objetivo sea satisfacer ne-cesidades de las personas en la que lejos de la ilu-sioacuten del mercado se tomen las decisiones a traveacutes de la participacioacuten y deliberacioacuten de los afectados seraacute posible construir un nuevo modelo energeacutetico como el que aquiacute se propone

5 Un ejemplo proacuteximo pero ni mucho menos uacutenico ha sido la noticia de que la empresa de actividades agriacutecolas y ganaderas SAVIAL SL (propiedad de Esperanza Aguirre y su marido) a pesar de estar en peacuterdidas y de haber recibido subvenciones puacute-blicas y creacuteditos millonarios de BSCH y de la Caja de Cataluntildea ha invertido maacutes de 3000 millones de euros en Bolsa (ldquoPuacuteblicordquo 13616)

EN LA ENCRUCIJADA ENTRE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES Y LAS ENERGIacuteAS RENOVABLES

Pedro Prieto (Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos AEREN)

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Energiacutea y sociedad humana

La prodigiosa evolucioacuten de nuestra sociedad sobre todo en los uacuteltimos 150 antildeos nos ha traiacutedo hasta un punto que obliga a una reflexioacuten

Mientras fuimos simples monos desnudos eacuteramos apenas un puntildeado de muy pocos millones de seres hu-manos sobre la Tierra cuyo consumo energeacutetico era el metaboacutelico que supone unas 2900 kilocaloriacuteas dia-rias de ingesta promedio que es por donde recibimos la energiacutea que necesita nuestro cuerpo para vivir Esto es en energiacutea equivalente apenas la de una bombilla de 100 vatios encendida permanentemente por cada ser humano Es la llamada energiacutea endosomaacutetica o in-herente al propio cuerpo y requerida por eacutel

El entonces supuestamente fraacutegil ser humano fue sin embargo capaz de sobrevivir como especie durante al menos 2 millones de antildeos como homo sapiens-sapiens (y muchos millones maacutes anteriormente en formas maacutes primitivas de su evolucioacuten) en un medio natural abru-mador y muchas veces hostil pero siempre base del sustento

No lo debieron hacer muy mal nuestros antepasados cuando sobrevivieron todo ese tiempo No debieron ser tan brutos (convendriacutea revisar los conceptos de animal o de salvaje) cuando pasaron durante millo-nes de antildeos sobre el medio ambiente de nuestro plane-ta sin mancharlo ni agotarlo de forma miacutenimamente apreciable sin extinguir ninguna de las especies de las que viviacutean (vegetales y animales)

El invento del fuego hace alrededor de medio milloacuten de antildeos (su control maacutes bien en beneficio propio) antildeadioacute a su consumo energeacutetico promedio como in-dividuo unos 50 vatios maacutes de potencia La mitologiacutea considera este paso de forma ambigua Progreso por un lado y castigo de los dioses a Prometeo el que les roboacute el uso del fuego y permitioacute alterar al hombre el medio de forma maacutes importante Se trata de la prime-ra captura de energiacutea de forma exosomaacutetica o exterior al propio cuerpo aparte de la que claro estaacute ofrece el sol al exponerse a eacutel

El siguiente gran salto en la Humanidad se dio hace

unos 10000 antildeos en lo que se conoce como el arran-que del Neoliacutetico cuando el ser humano aprende a ldquodomesticarrdquo plantas (arranque de la agricultura) y algunos animales en su provecho Es un paso de gi-gante que implica el cambio del nomadismo a ciertas formas incipientes de sedentarismo Este salto permi-te al ser humano apropiarse de una mayor cantidad de energiacutea aunque necesitando tambieacuten consumir a ve-ces algo maacutes de energiacutea para el cultivo de plantas que antes simplemente recolectaba o para cuidar cercar y alimentar el ganado que antes simplemente caza-ba Tambieacuten el esfuerzo para construir haacutebitats en los lugares maacutes propicios para la agricultura y cercanos para la ganaderiacutea donde antes utilizaba cuevas La domesticacioacuten de equinos le proporcionoacute una fuerza de traccioacuten adicional de gran utilidad Los antropoacutelo-gos calculan ese nivel energeacutetico del hombre del neo-liacutetico en unos 300 vatios de potencia equivalente en promedio esto es ya unas 3 veces maacutes que lo que su metabolismo exige para la pura supervivencia como el mono desnudo que somos

A pesar de ese salto apenas se conocen impactos me-nores en el medio ni desapariciones de especies por causa humana y soacutelo un ligero o muy ligero aumento de la poblacioacuten humana a los largo de esos diez mi-lenios El ser humano siempre ha sido 100 renova-ble pues solo transformaba y utilizaba en su beneficio muy poca biomasa fuese en forma de lentildea de ali-mentos o de traccioacuten animal

Las energiacuteas foacutesiles

El siguiente salto cualitativo de importancia obvian-do el lento progreso desde sociedades agriacutecolas pri-mitivas a sociedades agriacutecolas avanzadas siempre con elementos mecaacutenicos y fuerza de trabajo animal o esclava y el desarrollo de la navegacioacuten a vela a grandes distancias no tuvo lugar hasta el siglo XIX cuando ya bastante agotados los bosques de las Islas Britaacutenicas los humanos no tuvieron maacutes remedio que buscar bajo tierra y empezar a explotar el carboacuten de forma cada vez maacutes masiva En apenas 80 antildeos des-de el comienzo de su explotacioacuten masiva y debido al invento de las maacutequinas de vapor se produce un salto sin precedentes

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Hacia 1900 el carboacuten superoacute a nivel mundial al uso de la biomasa (cuyo consumo tambieacuten siguioacute aumen-tando) Ese tremendo impulso del maquinismo del llamado siglo de las luces (las ciudades empezaron a ser luminarias) tuvo lugar con un consumo de unos 856 vatios de potencia promedio para cada uno de los 1600 millones que entonces habitaban el plane-ta Esto en promedio mundial aunque algunos paiacuteses -como la pionera Alemania- ya alcanzaban una cifra cercana a los 3000 vatios de potencia promedio por persona unas 30 veces la necesidad metaboacutelica El impacto ambiental de finales del XIX era ya visible y acusado en algunas regiones industrializadas pero la maacutequina del progreso ya era imparable

Y entonces el petroacuteleo arrancoacute con fuerza inusitada Aunque las primeras explotaciones para consumo energeacutetico tuvieron lugar a mediados del siglo XIX en Pensilvania y los primeros motores de combustioacuten interna que utilizaron liacutequidos combustibles maacutes o menos refinados tuvieron lugar en el uacuteltimo cuarto del siglo XIX el fulminante arranque del petroacuteleo tuvo lugar en el primer tercio del siglo XX cuando Gran Bretantildea cambioacute su flota de guerra de carboacuten a petroacuteleo un combustible mucho maacutes denso versaacutetil y manejable y mucho mejor almacenable que el carboacuten

Fue en los antildeos 60 del siglo XX cuando el petroacuteleo consigue superar respectivamente a los consumos de carboacuten y biomasa a nivel mundial Este nuevo punto culminante se alcanza con cada uno de los 3000 mi-llones de habitantes que eacuteramos en 1960 consumien-do en promedio unos 1370 vatios de potencia por persona aunque algunos paiacuteses desarrollados alcan-zaron consumos per caacutepita mucho maacutes desorbitados que podiacutean llegar a los 6500 vatios per caacutepita unas 65 veces sus necesidades metaboacutelicas Los impactos ambientales ya alcanzaban niveles que empezaban a ser preocupantes y a tener alcance global

Han pasado apenas 56 antildeos desde que el petroacuteleo to-mase el liderazgo de los consumos de energiacutea mun-diales y ni el incremento considerable de consumo de gas natural ni el desarrollo de la energiacutea nuclear (que apenas supone un 5 de nuestra dieta energeacutetica ac-tual) ni la hidroelectricidad (un 3 de nuestro con-sumo global) han conseguido superar el papel domi-nante del petroacuteleo pero todos los consumos de cada tipo de combustible han ido aumentando exponencial-mente hasta al menos 2005 El petroacuteleo sigue siendo dominante sobre todo porque el 95 del transporte mundial funciona con sus derivados y no resulta faacutecil reemplazarlo ni en la agricultura mecanizada ni en

el transporte aeacutereo o el mariacutetimo ni en el transporte terrestre pesado ni en las fuerzas armadas Ni siquiera se lo ha podido reemplazar en el transporte privado por maacutes intentos que se estaacuten haciendo que no llegan a alcanzar las densidades energeacuteticas requeridas para dotar a los mil millones de vehiacuteculos de combustioacuten interna de la misma autonomiacutea durabilidad y flexibi-lidad de operacioacuten Y eso que el transporte privado es solo una pequentildea parte y no criacutetica de nuestra forma de actuar vivir y consumir

Hoy nos encontramos en un mundo en el que los 7300 millones que lo habitamos gracias precisamente a que esa enorme disponibilidad de energiacutea barata y accesible lo ha hecho posible tenemos un consumo promedio mundial unos 2560 vatios de potencia por persona aunque hay sociedades como la norteameri-cana que alcanzan ya los 10000 vatios de consumo por persona promedio cien veces maacutes que el consu-mo del cuerpo

Este consumo son unos 14000 millones de tonela-das de petroacuteleo equivalente o puesto en equivalente energeacutetico eleacutectrico unos 17 teravatios esto es como 17000 grandes centrales nucleares de 1GW De todo este enorme consumo energeacutetico las energiacuteas foacutesiles reinan (petroacuteleo un 313 del total carboacuten 286 del total habiendo reducido distancias en los uacuteltimos antildeos al frenarse el aumento del consumo de petroacute-leo por los agotamientos graduales de los principales yacimientos) El gas sigue creciendo pero supone el 212 Asiacute nos encontramos con que las energiacuteas foacute-siles suponen todaviacutea en 2014 maacutes de un 81 del con-sumo total mundial de energiacutea y si se suma la energiacutea nuclear como fuente no renovable se observa que casi el 87 de nuestra energiacutea no es renovable Y del res-to del consumo mundial una buena parte del mundo atrasado sigue consumiendo biomasa (lentildea bosta de vaca pajas etc) que todaviacutea representa un 10 del consumo mundial aunque merman los bosques crece de forma invasiva la superficie cultivada y la deman-da mundial de agua dulce que supone que ya supera los 5000 de los 9000 Km3 que se supone accesibles a los seres humanos Si se antildeade el 23 que supone la energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten alcanzando maacuteximos en ocupaciones de cuencas fluviales en casi todos los continentes (en Europa los embalses ocupan ya cer-ca de un 90 de lo que es posible embalsar en gran-des cuencas) apenas nos queda aproximadamente un 07 de nuestro consumo de energiacutea mundial que hoy aportan las llamadas ldquoenergiacuteas renovablesrdquo a pesar de las ocupaciones de espacios que podemos apreciar en nuestra geografiacutea

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La difiacutecil situacioacuten crecimiento versus sostenibili-dad

En la presente situacioacuten nos encontramos con dos factores cruciales que vienen a despertarnos del sue-ntildeo del crecimiento infinito en el que habiacuteamos dor-mitado en los anteriores 150 prodigiosos antildeos Un crecimiento que aumenta el confort para algunos (no todos) a cambio de destrozar el medio en el que ne-cesariamente tenemos que vivir Kenneth Boulding quien fuera en su diacutea presidente de la American Eco-nomic Association es famoso por su frase ldquoQuieacuten crea que es posible un crecimiento infinito en un pla-neta finito o es un loco o es un economistardquo

Por un lado tenemos encima la graviacutesima preocu-pacioacuten del calentamiento global y el cambio climaacute-tico cuyos efectos ya se sienten en una buena parte del planeta y son bastante irrreversibles Aunque se atribuye la causa al aumento de emisiones de CO2 a la atmoacutesfera -que han pasado en poco tiempo de 280 partes por milloacuten (ppm) a maacutes de 400 ppm- esto no deja de ser tambieacuten un efecto La causa de que se emi-tan unos 30000 millones de toneladas de carbono al antildeo la tiene obvia y directamente la quema de maacutes de 10000 millones de toneladas anuales de petroacuteleo y de combustibles foacutesiles Eacutesa es la verdadera causa

Por otro lado y por si fuera poco tenemos una cons-tancia cada vez mayor de que los yacimientos de com-bustibles foacutesiles estaacuten llegando a un liacutemite de extrac-cioacuten conocido como cenit de su produccioacuten mundial En el caso del combustible por excelencia que hasta ahora no tiene sustitutos previsibles en muchas de sus actuales aplicaciones la propia Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) admitioacute en 2010 que el petroacuteleo convencional habiacutea llegado a su cenit de extraccioacuten mundial maacuteximo en 2006

Desde entonces el petroacuteleo ha seguido aumentando en volumen producido gracias a los desesperados es-fuerzos por extraer petroacuteleo no convencional (aguas ultraprofundas petroacuteleo polar arenas asfaacutelticas de Canadaacute o petroacuteleo de los esquistos o lutitas un petroacute-leo de mucha peor calidad mucho maacutes esfuerzo ex-tractivo y un impacto ambiental si cabe auacuten mucho mayor que el del convencional) Si estamos arantildeando los posos o las heces energeacuteticas no es por deporte sino por la desesperacioacuten de ver que las mejores fuen-tes y de maacutes calidad se van agotando aunque disfra-cemos de ingenio la capacidad de sacar de ellas algo

maacutes de energiacutea como el que exprime una esponja para sacar las uacuteltimas gotas del liacutequido que contiene

Pero esto no garantiza que la energiacutea neta obtenida para la sociedad de ese mayor volumen se correspon-da proporcionalmente La Tasa de Retorno Energeacuteti-co (TRE o en ingleacutes Energy Return on Investment o EROI) al ser mucho maacutes baja hace que una buena parte de la energiacutea obtenida se gaste en la propia ob-tencioacuten y procesamiento del combustible y repercuta cada vez menos en los demaacutes usos sociales

Hay maacutes de 50 paiacuteses productores de petroacuteleo que ya estaacuten en declive productivo muchos de ellos en decli-ve terminal y no se estaacuten encontrando nuevos yaci-mientos que puedan compensar ni de lejos estas caiacute-das Los medios de mayor difusioacuten afanosos siempre de ofrecer soacutelo buenas noticias indican estos uacuteltimos antildeos nuevos descubrimientos de forma muy acriacutetica y superficial con tal de tranquilizar sobre la dispo-nibilidad de energiacutea Abunda el anumerismo como cuando recientemente se ha anunciado el descubri-miento de 20000 millones de barriles en yacimientos en Texas y Nuevo Meacutexico sin indicar que no ha sido un descubrimiento porque esas regiones estaacuten geoloacute-gicamente muy bien estudiadas desde hace deacutecadas y se conocen sus potenciales sino maacutes bien una de-cisioacuten poliacutetica de anunciar ahora que van a por ellos a toda costa Sin explicar a los lectores con claridad que son de esquistos no de petroacuteleo convencional que son recursos (no reservas) y ademaacutes denominados ldquosin descubrir aunque teacutecnicamente recuperablesrdquo y sobre todo sin indicar que aunque pudiesen sacarse los maacutes que dudosos 20000 millones de barriles eso prolongariacutea nuestro consumo mundial unos 7 meses y la llegada al cenit de la produccioacuten de petroacuteleo un trimestre

El uacuteltimo informe ldquoWorld Energy Outlookrdquo (WEO 2016) de la Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) indica de nuevo aunque trate de disimularlo que enfrentamos un problema sin precedentes en estos actuales niveles de consumo energeacutetico altiacutesimo Y en sus proyecciones hacia 2040 oacute 2050 se va enco-mendando a que se descubran enormes yacimientos que sabe que no se van a encontrar Aun asiacute anuncia declives energeacuteticos considerables y crecimientos de consumos energeacuteticos ridiacuteculamente bajos para lo que ha sido el histoacuterico del uacuteltimo siglo con cotas habi-tuales de crecimiento y disponibilidad de combusti-ble del 3 anual acumulativo Ahora la AIE situacutea los crecimientos en el entorno del 01 si se producen los milagros esperados con lo que lo maacutes probable

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es que haya que esperar ya reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos que mueven a la sociedad industrial y tecnoloacutegica global

Para evitar reconocer la llegada a este liacutemite crucial apuesta porque el aumento de la eficiencia debida a los avances tecnoloacutegicos consiga que la actividad econoacutemica -que siempre ha ido como no podiacutea ser de otra forma pareja y muy directamente ligada con el aumento de la disponibilidad de energiacutea para habilitar dicho crecimiento- permita la quimera de deslindar el crecimiento del PIB del crecimiento de la energiacutea dis-ponible algo que no ha sucedido en los uacuteltimos 150 antildeos pese a los continuos avances de la ciencia

Renovables iquesttabla de salvacioacuten

En esta situacioacuten para la uacuteltima tabla de salvacioacuten ldquopara seguir como estamosrdquo -es decir en modo de crecimiento permanente y continuo- las miradas se vuelven con cierta premura y desesperacioacuten a las lla-madas energiacuteas renovables El argumento es que la ventaja es doble Por un lado se reduciriacutea el consumo de energiacuteas foacutesiles causantes del calentamiento glo-bal y el cambio climaacutetico consiguiente Por el otro alejariacuteamos el problema del agotamiento de los recur-sos foacutesiles finitos

Entre las energiacuteas renovables cabe destacar las si-guientes seguacuten el uacuteltimo informe de la AIE de 2016 (con datos de 2014)

La biomasa que constituye el 103 de la energiacutea pri-mariaLa energiacutea hidroeleacutectrica que supone el 24 del to-tal de energiacutea primariaLas restantes renovables apenas representan un 14 del total de energiacutea primaria y se pueden desglosar en energiacutea geoteacutermica solar (en sus versiones teacutermi-ca solar termoeleacutectrica y solar fotovoltaica) eoacutelica y energiacutea de olas y mareas

El resto de la enorme cantidad de energiacutea consumida no renovable es el petroacuteleo con el 313 el carboacuten con el 286 el gas natural con el 212 y la energiacutea nuclear con el 48 del total de la energiacutea primaria Es decir el mundo sigue consumiendo un 811 de energiacutea no renovable

En cuanto a la biomasa maacutes nos valdriacutea no aumentar su consumo toda vez que ya hemos hecho desapa-recer maacutes del 50 de los bosques originales de hace

200 antildeos y se avanza en la deforestacioacuten a ritmos muy preocupantes de maacutes del 1 mundial anual de todos los bosques

La energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten anda bastante al cabo Pese a representar todaviacutea hoy soacutelo el 24 del total de energiacutea primaria global los embalses del planeta ya han anegado maacutes del 30 de las grandes cuencas fluviales del planeta y en algunos continentes como el europeo sobrepasan el 80 largamente sea para agricultura y consumo humano y animal o para producir electricidad

Las llamadas energiacuteas renovables modernas maacutes concretamente la eoacutelica y la solar junto con la hi-droeleacutectrica soacutelo producen electricidad La electrici-dad es apenas el 13 de la energiacutea primaria mundial y 181 del consumo final de energiacutea ya refinada

Es decir al movernos en un mundo baacutesicamente no eleacutectrico las modernas renovables tienen una misioacuten muy difiacutecil para reemplazar algunos usos masivos y comunes de las energiacuteas foacutesiles tales como la avia-cioacuten civil el transporte mariacutetimo la agricultura me-canizada el transporte terrestre las fuerzas armadas etc

Deben resolverse antes los enormes problemas de es-tos sistemas de captacioacuten de energiacutea entre los que se encuentranbull Las intermitencias propias del sol del viento y del agua ciclos diacuteanoche vientoencalmada o ciclos estacionalesbull Los sistemas de almacenamiento masivo de energiacutea requeridos sea el bombeo inverso de agua de embalse a embalse o con bateriacuteas muy costosas para la muy poca capacidad que ofrecen y con ciclos de carga y descarga muy limitadas que las convierten raacute-pidamente en chatarra muy contaminante El almace-namiento masivo es algo que los combustibles foacutesiles o el nuclear tienen resuelto si se dotan de las reservas suficientes en el punto de generacioacutenbull El coste energeacutetico de tener que utilizar vecto-res energeacuteticos del que el maacutes conocido es el hidroacutege-no a partir de la electricidad que generan para servir determinadas funciones sociales no eleacutectricasbull El coste de tener que desarrollar toda la in-fraestructura mundial de redes eleacutectricas y sus in-terconexiones y mallados para servir a la sociedad mundial de forma 100 eleacutectrica lo que implicariacutea multiplicar entre 5 y 10 veces la infraestructura eleacutec-trica mundial actual Y unas 15 veces la red eleacutectrica mundial actual si tuvieacutesemos que ofrecer el miacutenimo

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

58193

Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

Angel J (2016) Strategies of energy democracy Rosa Luxemburg Stiftung Bruselas Disponible en httpswwwrosaluxdefileadminrls_uploadspdfssonst_publikationenstrategies_of_energy_democracy_Angel_englpdf

Banco Mundial (2016) Los costes de la contamina-cioacuten atmosfeacuterica World Bank WashingtonDisponible enhttpsopenknowledgeworldbankorghand-le1098625013

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Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

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Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

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Vivimos en un mundo limitado el ecosistema plane-tario del que formamos parte tiene una disponibilidad limitada de materiales de energiacutea de sumideros de residuos de espacio La sostenibilidad es precisa-mente ajustar la accioacuten de los humanos a esos liacutemites para no sobrepasarlos Destruir las bases fiacutesicas sobre la que se apoya nuestra vida y la de otros seres vi-vos sin los cuales no podriacuteamos vivir significariacutea la desaparicioacuten de nuestra civilizacioacuten y si continuacutea la dinaacutemica destructiva podriacutea conducir a la extincioacuten de la especie humana

Entre los liacutemites fiacutesicos que tiene nuestro ecosistema planetario los liacutemites energeacuteticos presentan una par-ticularidad el planeta recibe continuamente energiacutea del exterior la energiacutea solar Esto permite revertir la inevitable peacuterdida de utilidad de la energiacutea que utili-zamos pero tambieacuten esta reversioacuten tiene sus liacutemites Se estima que la vida futura del Sol estaraacute en 5000 millones de antildeos y esto nos permite considerar a escala humana indefinida en el tiempo esa aporta-cioacuten exterior de energiacutea Sin embargo es limitada la energiacutea solar que llega al Planeta en cada unidad de tiempo Por otra parte esa energiacutea solar que nos llega no podemos utilizarla toda nosotros una parte inevi-tablemente se refleja y dispersa en el Universo otra parte la utilizan para su supervivencia otros seres vi-vos otra es necesaria para mantener en el planeta las condiciones de temperatura presioacuten y composicioacuten de la atmoacutesfera que hacen posible la vida Ademaacutes la obtencioacuten de energiacuteas utilizables por nosotros a partir de las fuentes primarias de energiacutea comporta nece-sariamente dispersioacuten de energiacutea en forma de calor y uso de energiacutea para construir y utilizar los artilugios que realizan esa transformacioacuten energeacutetica

Por estas razones la sustitucioacuten de energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables que proceden del sol tiene sus liacute-mites y hay que explorarlos y considerarlos

Por otra parte la eficiencia energeacutetica el esfuerzo por conseguir lo mismo con menos uso de energiacutea es un camino que hay que explorar con decisioacuten porque la buacutesqueda de eficiencia econoacutemica que predomina en nuestro mundo ha dejado sin explorar amplios campos en los que es posible mejorar la eficiencia energeacutetica pero eacutesta a su vez tiene sus liacutemites A medida que mejoramos la eficiencia energeacutetica las nuevas mejo-ras son cada vez maacutes pequentildeas y tienden a cero iexclNo es posible que ninguna accioacuten se produzca con un uso cero de energiacutea Ademaacutes en un mundo con aumentos continuos de actividad la mejora energeacutetica puede conducir a un uso total de energiacutea mayor que antes

Precisamente la variable que afecta a la sostenibili-dad es el uso total de energiacutea y no los porcentajes de energiacuteas renovables y no renovables2

La sostenibilidad ambiental es un problema de liacutemi-tes de saber que vivimos en un mundo limitado y que necesitamos acomodarnos a esos liacutemites para no destruir las bases fiacutesicas de nuestra supervivencia La sostenibilidad no es un problema teacutecnico aunque la teacutecnica juegue un papel importante en su consecucioacuten La sostenibilidad es un problema de comportamiento humano que lejos de apoyarse en valores expansivos y utilitaristas del medio fiacutesico sepa reconocer sus li-mitaciones y adaptar su comportamiento a ellas

La sostenibilidad energeacutetica no puede ser abordada al margen de otros liacutemites a considerar (materiales su-mideros espacio) porque si para conseguir sustituir energiacuteas foacutesiles por energiacuteas renovables afectamos gravemente a alguno de estos otros liacutemites habremos ldquohecho de una torta un panrdquo habremos metido por la puerta de atraacutes la insostenibilidad

Ademaacutes el alcance de esos liacutemites no es algo per-fectamente definido y establecido -iexcltambieacuten nuestra capacidad de conocimiento es limitada- sino un ca-mino que debe ser construido con la reflexioacuten sobre nuestro accionar y con el meacutetodo de prueba y errorPor otra parte en cualquier proceso la energiacutea no pue-de utilizarse completamente e inevitablemente se dispersa una parte en forma de calor Estamos frente a un proceso irreversible en que siempre perderemos parte de la utilidad de la energiacutea Una mayor eficiencia energeacutetica permitiraacute reducir la cantidad de utilidad de energiacutea que se pierde pero resulta imposible realizar una accioacuten sin energiacutea sin alguna peacuterdida de utilidad en la energiacutea Por esta razoacuten la eficiencia energeacutetica tiene sus liacutemites

Sostenibilidad energiacutea y sociedad

Sobre estas bases comencemos con algunas precisio-nes sobre el concepto de sostenibilidad Vivimos en un mundo fiacutesicamente finito que limita nuestras posi-bilidades Tenemos limitaciones en la cantidad de re-cursos energeacuteticos y materiales que utilizamos para satisfacer nuestras necesidades y deseos Tenemos limitaciones en los sumideros que absorben los resi-duos que generamos Tenemos limitaciones de espa-cio en competencia con otros seres vivos Un mundo

2 Se llama ldquoefecto reboterdquo o ldquoefecto Jevonsrdquo al resultado de que una mayor eficiencia energeacutetica conduzca a un ahorro econoacutemico a la empresa que derive en un aumento de inversioacuten para aumentar el tamantildeo de la planta Si esto se produce seriacutea compatible un uso inferior de energiacutea por producto y un aumento del uso total de energiacutea

sostenible es aqueacutel en el que nuestras actividades no sobrepasan esos liacutemites Alcanzar la sostenibilidad es conseguir un funcionamiento que nos permita actuar dentro de esos liacutemites sin hipotecar un funcionamien-to similar de nuestra proacutexima generacioacuten3

Es en esta direccioacuten en la que discutimos un tema central las relaciones entre economiacutea y poliacutetica Las ideas convencionales que se manejan nos presentan a la economiacutea y la poliacutetica como aacutembitos separados existe un sistema econoacutemico se dice que funciona automaacuteticamente regido por el mercado donde el pre-cio es el resultado ldquodemocraacuteticordquo de la actuacioacuten de multitud de oferentes y demandantes que actuacutean autoacute-nomamente en situacioacuten de igualdad y perfectamente informados iexclEs la democracia de los consumidores4 Este precio ldquoresultante democraacuteticordquo del juego de mercado es la guiacutea para la toma de decisiones baacutesi-cas en la economiacutea queacute producir coacutemo producir para quieacuten producirPero ni somos autoacutenomos porque nuestras opiniones se conforman a traveacutes de las rela-ciones sociales ni partimos de una situacioacuten de igual-dad porque el desigual reparto de la propiedad da ventajas a unos sobre otros ni estamos perfectamente informados De esta manera la pretendida maacutexima eficiencia que teoacutericamente se deriva del ldquomercado de competencia perfectardquo se deshace como un azucarillo en agua Pero ademaacutes la consideracioacuten de un uacutenico valor -ldquola eficienciardquo- deja de lado otros valores como la equidad o la sostenibilidad De este modo las deci-siones de los mercados reales ni son eficientes ni son equitativas ni son sostenibles

Por otra parte se nos presenta un sistema poliacutetico ldquode-mocraacuteticordquo en el que las decisiones se toman por los representantes elegidos en elecciones a traveacutes del voto de ciudadanos autoacutenomos iguales y perfectamente informados cada cuatro antildeos y esto deja viacutea libre a la toma de decisiones reales separadas de la mayoriacutea de los representados

Nuestra sociedad se organiza en torno a un objetivo central la acumulacioacuten de beneficios particulares que aparentemente debe ofrecer al conjunto de la so-ciedad la satisfaccioacuten de sus necesidades Pero para hacer prevalecer los intereses de quienes acumulan beneficios se produce un deslizamiento cultural que situacutea las necesidades humanas en la pura satisfaccioacuten individual y material desconociendo las necesidades humanas de relacioacuten y de autoperfeccionamiento

(Una paradoja de nuestra sociedad) cifra la felici-

dad fuera del individuo mismo en los logros de la teacutecnica y en la acumulacioacuten de bienes materiales y propiedades La meta no es el perfeccionamiento del individuo sino de su entorno para hacerlo maacutes con-fortable (Naredo 2015 121)

La cultura predominante desprecia profundamente las ventajas de los viacutenculos colectivos y los valores comunes para hacer frente a los asuntos que son de todos y de cada uno Sois libres nos dicen porque podeacuteis acumular ilimitadamente bienes materiales aunque eso suponga el sufrimiento de otros seres humanos y el colapso del planeta Hoy son muchas las personas que se plantean la necesidad de llevar a cabo un cambio cultural que no desean simplemente plegarse a los mecanismos que nuestra sociedad -toda sociedad- tiene ya dispuestos para ahormarnos tam-bieacuten son muchas las que se sienten impotentes ante las dificultades que obstaculizan esa transformacioacuten Porque a diferencia de por ejemplo los chimpanceacutes los seres humanos tienen muchas opciones de modi-ficar reflexivamente su conducta (Riechmann 2015 contraportada)

Aquel conjunto de ideas tiende a oscurecer el fondo de las cuestiones Detraacutes de un sistema econoacutemico que se nos presenta como productor de bienes y servi-cios para satisfacer necesidades nos encontramos una realidad econoacutemica cuyo objetivo es hacer crecer los beneficios particulares Detraacutes de un sistema poliacutetico que se nos presenta como el mecanismo de reflejar y armonizar los intereses de cada uno nos encontramos con unas decisiones que benefician a los poderosos iquestOs suenan las puertas giratorias que condicionan la regulacioacuten del sector eleacutectrico La separacioacuten entre electores y elegidos permite vaciar de contenido las acciones parlamentarias o municipales cuando las de-cisiones reales se toman en otros foros

Pero a su vez la economiacutea y la poliacutetica no estaacuten sepa-radas Baste observar la enorme fuente de beneficios que han significado determinadas decisiones poliacuteti-cas recalificacioacuten de terrenos privatizacioacuten de em-presas rescate de bancos En el momento actual la acumulacioacuten de beneficios particulares se apoya cada vez maacutes en las praacutecticas especulativas y en decisio-nes poliacuteticas de ayuntamientos y gobiernos La pro-

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3 No es necesario referirse a las generaciones futuras porque si cada genera-cioacuten entrega a la siguiente un mundo sostenible estaacute garantizada la sostenibilidad hasta que alteraciones en la llegada de la energiacutea solar al planeta la hipotequen

4 Pero los humanos somos mucho maacutes que consumidores somos personas con muchas maacutes necesidades que consumir bienes y servicios Una vez maacutes se ignora nuestra necesidad de relacionarnos entre nosotros con el mundo vivo y material que nos rodea

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duccioacuten de bienes y servicios cumple un papel cada vez menor5

En esta sociedad potenciadora de beneficios particu-lares de algunos que potencia un crecimiento econoacute-mico que genera desigualdad e insostenibilidad se inserta el actual modelo energeacutetico Ademaacutes se han generalizado en la sociedad ciertas ideas que tienden a difuminar los privilegios de unos pocos Un punto central de estas ideas es presentarnos la realidad so-cial con dos sistemas separados el sistema econoacutemi-co regido de forma neutral por el mercado concebido como un mecanismo automaacutetico y un sistema poliacuteti-co que se presenta como democraacutetico y que reproduce y ampliacutea las diferencias sociales Pero no soacutelo con-funde y legitima los privilegios la separacioacuten de los aacutembitos econoacutemicos y poliacuteticos tambieacuten la forma de pensar el sistema econoacutemico y el sistema poliacutetico es fuente de ocultacioacuten

La principal funcioacuten encubridora que ejerce la no-cioacuten al uso de ldquosistema econoacutemicordquo parte de conside-rar el proceso econoacutemico como produccioacuten de rique-za soslayando los procesos de mera adquisicioacuten de la misma que estaacuten cada vez maacutes a la orden del diacutea parasitando subordinando y devaluando las fuentes primarias de la riqueza misma(Naredo 2015 45)

Tenemos frente a nosotros buenos ejemplos en el sec-tor eleacutectrico con los pagos por capacidad los pagos de transicioacuten a la competencia o los cobros abusivos que se introducen en las complejas e incomprensibles para muchos facturas eleacutectricas A su vez el sistema poliacutetico se presenta como democraacutetico cuando su rea-lidad es muy otra

El actual despotismo democraacutetico trata de hacer un manejo puramente ceremonial de los contrapesos teoacutericamente ideados para corregir esa tendencia despoacutetica siendo el caso de la democracia espantildeo-la ejemplar en ese manejo Nos encontramos asiacute con una democracia formal que sirve de coartada para revestir de legitimidad las decisiones de los gober-nantes por muy impopulares o interesadas que sean Tras conseguir el miacutenimo de votos necesario para lle-gar al poder los gobernantes se las ingenian para pactar en la sombra las grandes decisiones dejando a las instancias deliberativas de los parlamentos y los plenos municipales una mera funcioacuten ornamental (Naredo 2015 69)

Tambieacuten en nuestro sector eleacutectrico tenemos muacutelti-ples ejemplos de disposiciones despoacuteticas alejadas de los intereses de las mayoriacuteas

El sentido de las liacuteneas anteriores y de las citas que las acompantildean no es trazar un anaacutelisis completo de nuestras sociedades que desborda las posibilidades de este texto sino mostrar la indisoluble conexioacuten entre la economiacutea y la poliacutetica que hay que considerar es-trateacutegicamente Seriacutea una ilusioacuten ingenua en mi opi-nioacuten creer que con poder econoacutemico exclusivamente se puede construir un modelo energeacutetico alternativo por el contrario su buacutesqueda hay que insertarla en un cambio de sociedad apoyada en nuevos valores que redefinan sus objetivos hacia la satisfaccioacuten de la re-produccioacuten de la vida en lugar de la acumulacioacuten de beneficios y con la participacioacuten activa del conjunto de ciudadanos para ir abriendo paso a nuevos valores sociales de igualdad real no solo formal de satisfac-cioacuten de las necesidades reales de las personas y no de las necesidades artificiales creadas por la publicidad para reproducir la rueda de aumento de demanda au-mento de ventas aumento de beneficio de equilibrar el comportamiento social con los liacutemites fiacutesicos que la naturaleza impone

Soacutelo en una sociedad cuyo objetivo sea satisfacer ne-cesidades de las personas en la que lejos de la ilu-sioacuten del mercado se tomen las decisiones a traveacutes de la participacioacuten y deliberacioacuten de los afectados seraacute posible construir un nuevo modelo energeacutetico como el que aquiacute se propone

5 Un ejemplo proacuteximo pero ni mucho menos uacutenico ha sido la noticia de que la empresa de actividades agriacutecolas y ganaderas SAVIAL SL (propiedad de Esperanza Aguirre y su marido) a pesar de estar en peacuterdidas y de haber recibido subvenciones puacute-blicas y creacuteditos millonarios de BSCH y de la Caja de Cataluntildea ha invertido maacutes de 3000 millones de euros en Bolsa (ldquoPuacuteblicordquo 13616)

EN LA ENCRUCIJADA ENTRE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES Y LAS ENERGIacuteAS RENOVABLES

Pedro Prieto (Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos AEREN)

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Energiacutea y sociedad humana

La prodigiosa evolucioacuten de nuestra sociedad sobre todo en los uacuteltimos 150 antildeos nos ha traiacutedo hasta un punto que obliga a una reflexioacuten

Mientras fuimos simples monos desnudos eacuteramos apenas un puntildeado de muy pocos millones de seres hu-manos sobre la Tierra cuyo consumo energeacutetico era el metaboacutelico que supone unas 2900 kilocaloriacuteas dia-rias de ingesta promedio que es por donde recibimos la energiacutea que necesita nuestro cuerpo para vivir Esto es en energiacutea equivalente apenas la de una bombilla de 100 vatios encendida permanentemente por cada ser humano Es la llamada energiacutea endosomaacutetica o in-herente al propio cuerpo y requerida por eacutel

El entonces supuestamente fraacutegil ser humano fue sin embargo capaz de sobrevivir como especie durante al menos 2 millones de antildeos como homo sapiens-sapiens (y muchos millones maacutes anteriormente en formas maacutes primitivas de su evolucioacuten) en un medio natural abru-mador y muchas veces hostil pero siempre base del sustento

No lo debieron hacer muy mal nuestros antepasados cuando sobrevivieron todo ese tiempo No debieron ser tan brutos (convendriacutea revisar los conceptos de animal o de salvaje) cuando pasaron durante millo-nes de antildeos sobre el medio ambiente de nuestro plane-ta sin mancharlo ni agotarlo de forma miacutenimamente apreciable sin extinguir ninguna de las especies de las que viviacutean (vegetales y animales)

El invento del fuego hace alrededor de medio milloacuten de antildeos (su control maacutes bien en beneficio propio) antildeadioacute a su consumo energeacutetico promedio como in-dividuo unos 50 vatios maacutes de potencia La mitologiacutea considera este paso de forma ambigua Progreso por un lado y castigo de los dioses a Prometeo el que les roboacute el uso del fuego y permitioacute alterar al hombre el medio de forma maacutes importante Se trata de la prime-ra captura de energiacutea de forma exosomaacutetica o exterior al propio cuerpo aparte de la que claro estaacute ofrece el sol al exponerse a eacutel

El siguiente gran salto en la Humanidad se dio hace

unos 10000 antildeos en lo que se conoce como el arran-que del Neoliacutetico cuando el ser humano aprende a ldquodomesticarrdquo plantas (arranque de la agricultura) y algunos animales en su provecho Es un paso de gi-gante que implica el cambio del nomadismo a ciertas formas incipientes de sedentarismo Este salto permi-te al ser humano apropiarse de una mayor cantidad de energiacutea aunque necesitando tambieacuten consumir a ve-ces algo maacutes de energiacutea para el cultivo de plantas que antes simplemente recolectaba o para cuidar cercar y alimentar el ganado que antes simplemente caza-ba Tambieacuten el esfuerzo para construir haacutebitats en los lugares maacutes propicios para la agricultura y cercanos para la ganaderiacutea donde antes utilizaba cuevas La domesticacioacuten de equinos le proporcionoacute una fuerza de traccioacuten adicional de gran utilidad Los antropoacutelo-gos calculan ese nivel energeacutetico del hombre del neo-liacutetico en unos 300 vatios de potencia equivalente en promedio esto es ya unas 3 veces maacutes que lo que su metabolismo exige para la pura supervivencia como el mono desnudo que somos

A pesar de ese salto apenas se conocen impactos me-nores en el medio ni desapariciones de especies por causa humana y soacutelo un ligero o muy ligero aumento de la poblacioacuten humana a los largo de esos diez mi-lenios El ser humano siempre ha sido 100 renova-ble pues solo transformaba y utilizaba en su beneficio muy poca biomasa fuese en forma de lentildea de ali-mentos o de traccioacuten animal

Las energiacuteas foacutesiles

El siguiente salto cualitativo de importancia obvian-do el lento progreso desde sociedades agriacutecolas pri-mitivas a sociedades agriacutecolas avanzadas siempre con elementos mecaacutenicos y fuerza de trabajo animal o esclava y el desarrollo de la navegacioacuten a vela a grandes distancias no tuvo lugar hasta el siglo XIX cuando ya bastante agotados los bosques de las Islas Britaacutenicas los humanos no tuvieron maacutes remedio que buscar bajo tierra y empezar a explotar el carboacuten de forma cada vez maacutes masiva En apenas 80 antildeos des-de el comienzo de su explotacioacuten masiva y debido al invento de las maacutequinas de vapor se produce un salto sin precedentes

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Hacia 1900 el carboacuten superoacute a nivel mundial al uso de la biomasa (cuyo consumo tambieacuten siguioacute aumen-tando) Ese tremendo impulso del maquinismo del llamado siglo de las luces (las ciudades empezaron a ser luminarias) tuvo lugar con un consumo de unos 856 vatios de potencia promedio para cada uno de los 1600 millones que entonces habitaban el plane-ta Esto en promedio mundial aunque algunos paiacuteses -como la pionera Alemania- ya alcanzaban una cifra cercana a los 3000 vatios de potencia promedio por persona unas 30 veces la necesidad metaboacutelica El impacto ambiental de finales del XIX era ya visible y acusado en algunas regiones industrializadas pero la maacutequina del progreso ya era imparable

Y entonces el petroacuteleo arrancoacute con fuerza inusitada Aunque las primeras explotaciones para consumo energeacutetico tuvieron lugar a mediados del siglo XIX en Pensilvania y los primeros motores de combustioacuten interna que utilizaron liacutequidos combustibles maacutes o menos refinados tuvieron lugar en el uacuteltimo cuarto del siglo XIX el fulminante arranque del petroacuteleo tuvo lugar en el primer tercio del siglo XX cuando Gran Bretantildea cambioacute su flota de guerra de carboacuten a petroacuteleo un combustible mucho maacutes denso versaacutetil y manejable y mucho mejor almacenable que el carboacuten

Fue en los antildeos 60 del siglo XX cuando el petroacuteleo consigue superar respectivamente a los consumos de carboacuten y biomasa a nivel mundial Este nuevo punto culminante se alcanza con cada uno de los 3000 mi-llones de habitantes que eacuteramos en 1960 consumien-do en promedio unos 1370 vatios de potencia por persona aunque algunos paiacuteses desarrollados alcan-zaron consumos per caacutepita mucho maacutes desorbitados que podiacutean llegar a los 6500 vatios per caacutepita unas 65 veces sus necesidades metaboacutelicas Los impactos ambientales ya alcanzaban niveles que empezaban a ser preocupantes y a tener alcance global

Han pasado apenas 56 antildeos desde que el petroacuteleo to-mase el liderazgo de los consumos de energiacutea mun-diales y ni el incremento considerable de consumo de gas natural ni el desarrollo de la energiacutea nuclear (que apenas supone un 5 de nuestra dieta energeacutetica ac-tual) ni la hidroelectricidad (un 3 de nuestro con-sumo global) han conseguido superar el papel domi-nante del petroacuteleo pero todos los consumos de cada tipo de combustible han ido aumentando exponencial-mente hasta al menos 2005 El petroacuteleo sigue siendo dominante sobre todo porque el 95 del transporte mundial funciona con sus derivados y no resulta faacutecil reemplazarlo ni en la agricultura mecanizada ni en

el transporte aeacutereo o el mariacutetimo ni en el transporte terrestre pesado ni en las fuerzas armadas Ni siquiera se lo ha podido reemplazar en el transporte privado por maacutes intentos que se estaacuten haciendo que no llegan a alcanzar las densidades energeacuteticas requeridas para dotar a los mil millones de vehiacuteculos de combustioacuten interna de la misma autonomiacutea durabilidad y flexibi-lidad de operacioacuten Y eso que el transporte privado es solo una pequentildea parte y no criacutetica de nuestra forma de actuar vivir y consumir

Hoy nos encontramos en un mundo en el que los 7300 millones que lo habitamos gracias precisamente a que esa enorme disponibilidad de energiacutea barata y accesible lo ha hecho posible tenemos un consumo promedio mundial unos 2560 vatios de potencia por persona aunque hay sociedades como la norteameri-cana que alcanzan ya los 10000 vatios de consumo por persona promedio cien veces maacutes que el consu-mo del cuerpo

Este consumo son unos 14000 millones de tonela-das de petroacuteleo equivalente o puesto en equivalente energeacutetico eleacutectrico unos 17 teravatios esto es como 17000 grandes centrales nucleares de 1GW De todo este enorme consumo energeacutetico las energiacuteas foacutesiles reinan (petroacuteleo un 313 del total carboacuten 286 del total habiendo reducido distancias en los uacuteltimos antildeos al frenarse el aumento del consumo de petroacute-leo por los agotamientos graduales de los principales yacimientos) El gas sigue creciendo pero supone el 212 Asiacute nos encontramos con que las energiacuteas foacute-siles suponen todaviacutea en 2014 maacutes de un 81 del con-sumo total mundial de energiacutea y si se suma la energiacutea nuclear como fuente no renovable se observa que casi el 87 de nuestra energiacutea no es renovable Y del res-to del consumo mundial una buena parte del mundo atrasado sigue consumiendo biomasa (lentildea bosta de vaca pajas etc) que todaviacutea representa un 10 del consumo mundial aunque merman los bosques crece de forma invasiva la superficie cultivada y la deman-da mundial de agua dulce que supone que ya supera los 5000 de los 9000 Km3 que se supone accesibles a los seres humanos Si se antildeade el 23 que supone la energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten alcanzando maacuteximos en ocupaciones de cuencas fluviales en casi todos los continentes (en Europa los embalses ocupan ya cer-ca de un 90 de lo que es posible embalsar en gran-des cuencas) apenas nos queda aproximadamente un 07 de nuestro consumo de energiacutea mundial que hoy aportan las llamadas ldquoenergiacuteas renovablesrdquo a pesar de las ocupaciones de espacios que podemos apreciar en nuestra geografiacutea

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La difiacutecil situacioacuten crecimiento versus sostenibili-dad

En la presente situacioacuten nos encontramos con dos factores cruciales que vienen a despertarnos del sue-ntildeo del crecimiento infinito en el que habiacuteamos dor-mitado en los anteriores 150 prodigiosos antildeos Un crecimiento que aumenta el confort para algunos (no todos) a cambio de destrozar el medio en el que ne-cesariamente tenemos que vivir Kenneth Boulding quien fuera en su diacutea presidente de la American Eco-nomic Association es famoso por su frase ldquoQuieacuten crea que es posible un crecimiento infinito en un pla-neta finito o es un loco o es un economistardquo

Por un lado tenemos encima la graviacutesima preocu-pacioacuten del calentamiento global y el cambio climaacute-tico cuyos efectos ya se sienten en una buena parte del planeta y son bastante irrreversibles Aunque se atribuye la causa al aumento de emisiones de CO2 a la atmoacutesfera -que han pasado en poco tiempo de 280 partes por milloacuten (ppm) a maacutes de 400 ppm- esto no deja de ser tambieacuten un efecto La causa de que se emi-tan unos 30000 millones de toneladas de carbono al antildeo la tiene obvia y directamente la quema de maacutes de 10000 millones de toneladas anuales de petroacuteleo y de combustibles foacutesiles Eacutesa es la verdadera causa

Por otro lado y por si fuera poco tenemos una cons-tancia cada vez mayor de que los yacimientos de com-bustibles foacutesiles estaacuten llegando a un liacutemite de extrac-cioacuten conocido como cenit de su produccioacuten mundial En el caso del combustible por excelencia que hasta ahora no tiene sustitutos previsibles en muchas de sus actuales aplicaciones la propia Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) admitioacute en 2010 que el petroacuteleo convencional habiacutea llegado a su cenit de extraccioacuten mundial maacuteximo en 2006

Desde entonces el petroacuteleo ha seguido aumentando en volumen producido gracias a los desesperados es-fuerzos por extraer petroacuteleo no convencional (aguas ultraprofundas petroacuteleo polar arenas asfaacutelticas de Canadaacute o petroacuteleo de los esquistos o lutitas un petroacute-leo de mucha peor calidad mucho maacutes esfuerzo ex-tractivo y un impacto ambiental si cabe auacuten mucho mayor que el del convencional) Si estamos arantildeando los posos o las heces energeacuteticas no es por deporte sino por la desesperacioacuten de ver que las mejores fuen-tes y de maacutes calidad se van agotando aunque disfra-cemos de ingenio la capacidad de sacar de ellas algo

maacutes de energiacutea como el que exprime una esponja para sacar las uacuteltimas gotas del liacutequido que contiene

Pero esto no garantiza que la energiacutea neta obtenida para la sociedad de ese mayor volumen se correspon-da proporcionalmente La Tasa de Retorno Energeacuteti-co (TRE o en ingleacutes Energy Return on Investment o EROI) al ser mucho maacutes baja hace que una buena parte de la energiacutea obtenida se gaste en la propia ob-tencioacuten y procesamiento del combustible y repercuta cada vez menos en los demaacutes usos sociales

Hay maacutes de 50 paiacuteses productores de petroacuteleo que ya estaacuten en declive productivo muchos de ellos en decli-ve terminal y no se estaacuten encontrando nuevos yaci-mientos que puedan compensar ni de lejos estas caiacute-das Los medios de mayor difusioacuten afanosos siempre de ofrecer soacutelo buenas noticias indican estos uacuteltimos antildeos nuevos descubrimientos de forma muy acriacutetica y superficial con tal de tranquilizar sobre la dispo-nibilidad de energiacutea Abunda el anumerismo como cuando recientemente se ha anunciado el descubri-miento de 20000 millones de barriles en yacimientos en Texas y Nuevo Meacutexico sin indicar que no ha sido un descubrimiento porque esas regiones estaacuten geoloacute-gicamente muy bien estudiadas desde hace deacutecadas y se conocen sus potenciales sino maacutes bien una de-cisioacuten poliacutetica de anunciar ahora que van a por ellos a toda costa Sin explicar a los lectores con claridad que son de esquistos no de petroacuteleo convencional que son recursos (no reservas) y ademaacutes denominados ldquosin descubrir aunque teacutecnicamente recuperablesrdquo y sobre todo sin indicar que aunque pudiesen sacarse los maacutes que dudosos 20000 millones de barriles eso prolongariacutea nuestro consumo mundial unos 7 meses y la llegada al cenit de la produccioacuten de petroacuteleo un trimestre

El uacuteltimo informe ldquoWorld Energy Outlookrdquo (WEO 2016) de la Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) indica de nuevo aunque trate de disimularlo que enfrentamos un problema sin precedentes en estos actuales niveles de consumo energeacutetico altiacutesimo Y en sus proyecciones hacia 2040 oacute 2050 se va enco-mendando a que se descubran enormes yacimientos que sabe que no se van a encontrar Aun asiacute anuncia declives energeacuteticos considerables y crecimientos de consumos energeacuteticos ridiacuteculamente bajos para lo que ha sido el histoacuterico del uacuteltimo siglo con cotas habi-tuales de crecimiento y disponibilidad de combusti-ble del 3 anual acumulativo Ahora la AIE situacutea los crecimientos en el entorno del 01 si se producen los milagros esperados con lo que lo maacutes probable

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es que haya que esperar ya reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos que mueven a la sociedad industrial y tecnoloacutegica global

Para evitar reconocer la llegada a este liacutemite crucial apuesta porque el aumento de la eficiencia debida a los avances tecnoloacutegicos consiga que la actividad econoacutemica -que siempre ha ido como no podiacutea ser de otra forma pareja y muy directamente ligada con el aumento de la disponibilidad de energiacutea para habilitar dicho crecimiento- permita la quimera de deslindar el crecimiento del PIB del crecimiento de la energiacutea dis-ponible algo que no ha sucedido en los uacuteltimos 150 antildeos pese a los continuos avances de la ciencia

Renovables iquesttabla de salvacioacuten

En esta situacioacuten para la uacuteltima tabla de salvacioacuten ldquopara seguir como estamosrdquo -es decir en modo de crecimiento permanente y continuo- las miradas se vuelven con cierta premura y desesperacioacuten a las lla-madas energiacuteas renovables El argumento es que la ventaja es doble Por un lado se reduciriacutea el consumo de energiacuteas foacutesiles causantes del calentamiento glo-bal y el cambio climaacutetico consiguiente Por el otro alejariacuteamos el problema del agotamiento de los recur-sos foacutesiles finitos

Entre las energiacuteas renovables cabe destacar las si-guientes seguacuten el uacuteltimo informe de la AIE de 2016 (con datos de 2014)

La biomasa que constituye el 103 de la energiacutea pri-mariaLa energiacutea hidroeleacutectrica que supone el 24 del to-tal de energiacutea primariaLas restantes renovables apenas representan un 14 del total de energiacutea primaria y se pueden desglosar en energiacutea geoteacutermica solar (en sus versiones teacutermi-ca solar termoeleacutectrica y solar fotovoltaica) eoacutelica y energiacutea de olas y mareas

El resto de la enorme cantidad de energiacutea consumida no renovable es el petroacuteleo con el 313 el carboacuten con el 286 el gas natural con el 212 y la energiacutea nuclear con el 48 del total de la energiacutea primaria Es decir el mundo sigue consumiendo un 811 de energiacutea no renovable

En cuanto a la biomasa maacutes nos valdriacutea no aumentar su consumo toda vez que ya hemos hecho desapa-recer maacutes del 50 de los bosques originales de hace

200 antildeos y se avanza en la deforestacioacuten a ritmos muy preocupantes de maacutes del 1 mundial anual de todos los bosques

La energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten anda bastante al cabo Pese a representar todaviacutea hoy soacutelo el 24 del total de energiacutea primaria global los embalses del planeta ya han anegado maacutes del 30 de las grandes cuencas fluviales del planeta y en algunos continentes como el europeo sobrepasan el 80 largamente sea para agricultura y consumo humano y animal o para producir electricidad

Las llamadas energiacuteas renovables modernas maacutes concretamente la eoacutelica y la solar junto con la hi-droeleacutectrica soacutelo producen electricidad La electrici-dad es apenas el 13 de la energiacutea primaria mundial y 181 del consumo final de energiacutea ya refinada

Es decir al movernos en un mundo baacutesicamente no eleacutectrico las modernas renovables tienen una misioacuten muy difiacutecil para reemplazar algunos usos masivos y comunes de las energiacuteas foacutesiles tales como la avia-cioacuten civil el transporte mariacutetimo la agricultura me-canizada el transporte terrestre las fuerzas armadas etc

Deben resolverse antes los enormes problemas de es-tos sistemas de captacioacuten de energiacutea entre los que se encuentranbull Las intermitencias propias del sol del viento y del agua ciclos diacuteanoche vientoencalmada o ciclos estacionalesbull Los sistemas de almacenamiento masivo de energiacutea requeridos sea el bombeo inverso de agua de embalse a embalse o con bateriacuteas muy costosas para la muy poca capacidad que ofrecen y con ciclos de carga y descarga muy limitadas que las convierten raacute-pidamente en chatarra muy contaminante El almace-namiento masivo es algo que los combustibles foacutesiles o el nuclear tienen resuelto si se dotan de las reservas suficientes en el punto de generacioacutenbull El coste energeacutetico de tener que utilizar vecto-res energeacuteticos del que el maacutes conocido es el hidroacutege-no a partir de la electricidad que generan para servir determinadas funciones sociales no eleacutectricasbull El coste de tener que desarrollar toda la in-fraestructura mundial de redes eleacutectricas y sus in-terconexiones y mallados para servir a la sociedad mundial de forma 100 eleacutectrica lo que implicariacutea multiplicar entre 5 y 10 veces la infraestructura eleacutec-trica mundial actual Y unas 15 veces la red eleacutectrica mundial actual si tuvieacutesemos que ofrecer el miacutenimo

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

58193

Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

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Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 8: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

sostenible es aqueacutel en el que nuestras actividades no sobrepasan esos liacutemites Alcanzar la sostenibilidad es conseguir un funcionamiento que nos permita actuar dentro de esos liacutemites sin hipotecar un funcionamien-to similar de nuestra proacutexima generacioacuten3

Es en esta direccioacuten en la que discutimos un tema central las relaciones entre economiacutea y poliacutetica Las ideas convencionales que se manejan nos presentan a la economiacutea y la poliacutetica como aacutembitos separados existe un sistema econoacutemico se dice que funciona automaacuteticamente regido por el mercado donde el pre-cio es el resultado ldquodemocraacuteticordquo de la actuacioacuten de multitud de oferentes y demandantes que actuacutean autoacute-nomamente en situacioacuten de igualdad y perfectamente informados iexclEs la democracia de los consumidores4 Este precio ldquoresultante democraacuteticordquo del juego de mercado es la guiacutea para la toma de decisiones baacutesi-cas en la economiacutea queacute producir coacutemo producir para quieacuten producirPero ni somos autoacutenomos porque nuestras opiniones se conforman a traveacutes de las rela-ciones sociales ni partimos de una situacioacuten de igual-dad porque el desigual reparto de la propiedad da ventajas a unos sobre otros ni estamos perfectamente informados De esta manera la pretendida maacutexima eficiencia que teoacutericamente se deriva del ldquomercado de competencia perfectardquo se deshace como un azucarillo en agua Pero ademaacutes la consideracioacuten de un uacutenico valor -ldquola eficienciardquo- deja de lado otros valores como la equidad o la sostenibilidad De este modo las deci-siones de los mercados reales ni son eficientes ni son equitativas ni son sostenibles

Por otra parte se nos presenta un sistema poliacutetico ldquode-mocraacuteticordquo en el que las decisiones se toman por los representantes elegidos en elecciones a traveacutes del voto de ciudadanos autoacutenomos iguales y perfectamente informados cada cuatro antildeos y esto deja viacutea libre a la toma de decisiones reales separadas de la mayoriacutea de los representados

Nuestra sociedad se organiza en torno a un objetivo central la acumulacioacuten de beneficios particulares que aparentemente debe ofrecer al conjunto de la so-ciedad la satisfaccioacuten de sus necesidades Pero para hacer prevalecer los intereses de quienes acumulan beneficios se produce un deslizamiento cultural que situacutea las necesidades humanas en la pura satisfaccioacuten individual y material desconociendo las necesidades humanas de relacioacuten y de autoperfeccionamiento

(Una paradoja de nuestra sociedad) cifra la felici-

dad fuera del individuo mismo en los logros de la teacutecnica y en la acumulacioacuten de bienes materiales y propiedades La meta no es el perfeccionamiento del individuo sino de su entorno para hacerlo maacutes con-fortable (Naredo 2015 121)

La cultura predominante desprecia profundamente las ventajas de los viacutenculos colectivos y los valores comunes para hacer frente a los asuntos que son de todos y de cada uno Sois libres nos dicen porque podeacuteis acumular ilimitadamente bienes materiales aunque eso suponga el sufrimiento de otros seres humanos y el colapso del planeta Hoy son muchas las personas que se plantean la necesidad de llevar a cabo un cambio cultural que no desean simplemente plegarse a los mecanismos que nuestra sociedad -toda sociedad- tiene ya dispuestos para ahormarnos tam-bieacuten son muchas las que se sienten impotentes ante las dificultades que obstaculizan esa transformacioacuten Porque a diferencia de por ejemplo los chimpanceacutes los seres humanos tienen muchas opciones de modi-ficar reflexivamente su conducta (Riechmann 2015 contraportada)

Aquel conjunto de ideas tiende a oscurecer el fondo de las cuestiones Detraacutes de un sistema econoacutemico que se nos presenta como productor de bienes y servi-cios para satisfacer necesidades nos encontramos una realidad econoacutemica cuyo objetivo es hacer crecer los beneficios particulares Detraacutes de un sistema poliacutetico que se nos presenta como el mecanismo de reflejar y armonizar los intereses de cada uno nos encontramos con unas decisiones que benefician a los poderosos iquestOs suenan las puertas giratorias que condicionan la regulacioacuten del sector eleacutectrico La separacioacuten entre electores y elegidos permite vaciar de contenido las acciones parlamentarias o municipales cuando las de-cisiones reales se toman en otros foros

Pero a su vez la economiacutea y la poliacutetica no estaacuten sepa-radas Baste observar la enorme fuente de beneficios que han significado determinadas decisiones poliacuteti-cas recalificacioacuten de terrenos privatizacioacuten de em-presas rescate de bancos En el momento actual la acumulacioacuten de beneficios particulares se apoya cada vez maacutes en las praacutecticas especulativas y en decisio-nes poliacuteticas de ayuntamientos y gobiernos La pro-

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3 No es necesario referirse a las generaciones futuras porque si cada genera-cioacuten entrega a la siguiente un mundo sostenible estaacute garantizada la sostenibilidad hasta que alteraciones en la llegada de la energiacutea solar al planeta la hipotequen

4 Pero los humanos somos mucho maacutes que consumidores somos personas con muchas maacutes necesidades que consumir bienes y servicios Una vez maacutes se ignora nuestra necesidad de relacionarnos entre nosotros con el mundo vivo y material que nos rodea

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duccioacuten de bienes y servicios cumple un papel cada vez menor5

En esta sociedad potenciadora de beneficios particu-lares de algunos que potencia un crecimiento econoacute-mico que genera desigualdad e insostenibilidad se inserta el actual modelo energeacutetico Ademaacutes se han generalizado en la sociedad ciertas ideas que tienden a difuminar los privilegios de unos pocos Un punto central de estas ideas es presentarnos la realidad so-cial con dos sistemas separados el sistema econoacutemi-co regido de forma neutral por el mercado concebido como un mecanismo automaacutetico y un sistema poliacuteti-co que se presenta como democraacutetico y que reproduce y ampliacutea las diferencias sociales Pero no soacutelo con-funde y legitima los privilegios la separacioacuten de los aacutembitos econoacutemicos y poliacuteticos tambieacuten la forma de pensar el sistema econoacutemico y el sistema poliacutetico es fuente de ocultacioacuten

La principal funcioacuten encubridora que ejerce la no-cioacuten al uso de ldquosistema econoacutemicordquo parte de conside-rar el proceso econoacutemico como produccioacuten de rique-za soslayando los procesos de mera adquisicioacuten de la misma que estaacuten cada vez maacutes a la orden del diacutea parasitando subordinando y devaluando las fuentes primarias de la riqueza misma(Naredo 2015 45)

Tenemos frente a nosotros buenos ejemplos en el sec-tor eleacutectrico con los pagos por capacidad los pagos de transicioacuten a la competencia o los cobros abusivos que se introducen en las complejas e incomprensibles para muchos facturas eleacutectricas A su vez el sistema poliacutetico se presenta como democraacutetico cuando su rea-lidad es muy otra

El actual despotismo democraacutetico trata de hacer un manejo puramente ceremonial de los contrapesos teoacutericamente ideados para corregir esa tendencia despoacutetica siendo el caso de la democracia espantildeo-la ejemplar en ese manejo Nos encontramos asiacute con una democracia formal que sirve de coartada para revestir de legitimidad las decisiones de los gober-nantes por muy impopulares o interesadas que sean Tras conseguir el miacutenimo de votos necesario para lle-gar al poder los gobernantes se las ingenian para pactar en la sombra las grandes decisiones dejando a las instancias deliberativas de los parlamentos y los plenos municipales una mera funcioacuten ornamental (Naredo 2015 69)

Tambieacuten en nuestro sector eleacutectrico tenemos muacutelti-ples ejemplos de disposiciones despoacuteticas alejadas de los intereses de las mayoriacuteas

El sentido de las liacuteneas anteriores y de las citas que las acompantildean no es trazar un anaacutelisis completo de nuestras sociedades que desborda las posibilidades de este texto sino mostrar la indisoluble conexioacuten entre la economiacutea y la poliacutetica que hay que considerar es-trateacutegicamente Seriacutea una ilusioacuten ingenua en mi opi-nioacuten creer que con poder econoacutemico exclusivamente se puede construir un modelo energeacutetico alternativo por el contrario su buacutesqueda hay que insertarla en un cambio de sociedad apoyada en nuevos valores que redefinan sus objetivos hacia la satisfaccioacuten de la re-produccioacuten de la vida en lugar de la acumulacioacuten de beneficios y con la participacioacuten activa del conjunto de ciudadanos para ir abriendo paso a nuevos valores sociales de igualdad real no solo formal de satisfac-cioacuten de las necesidades reales de las personas y no de las necesidades artificiales creadas por la publicidad para reproducir la rueda de aumento de demanda au-mento de ventas aumento de beneficio de equilibrar el comportamiento social con los liacutemites fiacutesicos que la naturaleza impone

Soacutelo en una sociedad cuyo objetivo sea satisfacer ne-cesidades de las personas en la que lejos de la ilu-sioacuten del mercado se tomen las decisiones a traveacutes de la participacioacuten y deliberacioacuten de los afectados seraacute posible construir un nuevo modelo energeacutetico como el que aquiacute se propone

5 Un ejemplo proacuteximo pero ni mucho menos uacutenico ha sido la noticia de que la empresa de actividades agriacutecolas y ganaderas SAVIAL SL (propiedad de Esperanza Aguirre y su marido) a pesar de estar en peacuterdidas y de haber recibido subvenciones puacute-blicas y creacuteditos millonarios de BSCH y de la Caja de Cataluntildea ha invertido maacutes de 3000 millones de euros en Bolsa (ldquoPuacuteblicordquo 13616)

EN LA ENCRUCIJADA ENTRE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES Y LAS ENERGIacuteAS RENOVABLES

Pedro Prieto (Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos AEREN)

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Energiacutea y sociedad humana

La prodigiosa evolucioacuten de nuestra sociedad sobre todo en los uacuteltimos 150 antildeos nos ha traiacutedo hasta un punto que obliga a una reflexioacuten

Mientras fuimos simples monos desnudos eacuteramos apenas un puntildeado de muy pocos millones de seres hu-manos sobre la Tierra cuyo consumo energeacutetico era el metaboacutelico que supone unas 2900 kilocaloriacuteas dia-rias de ingesta promedio que es por donde recibimos la energiacutea que necesita nuestro cuerpo para vivir Esto es en energiacutea equivalente apenas la de una bombilla de 100 vatios encendida permanentemente por cada ser humano Es la llamada energiacutea endosomaacutetica o in-herente al propio cuerpo y requerida por eacutel

El entonces supuestamente fraacutegil ser humano fue sin embargo capaz de sobrevivir como especie durante al menos 2 millones de antildeos como homo sapiens-sapiens (y muchos millones maacutes anteriormente en formas maacutes primitivas de su evolucioacuten) en un medio natural abru-mador y muchas veces hostil pero siempre base del sustento

No lo debieron hacer muy mal nuestros antepasados cuando sobrevivieron todo ese tiempo No debieron ser tan brutos (convendriacutea revisar los conceptos de animal o de salvaje) cuando pasaron durante millo-nes de antildeos sobre el medio ambiente de nuestro plane-ta sin mancharlo ni agotarlo de forma miacutenimamente apreciable sin extinguir ninguna de las especies de las que viviacutean (vegetales y animales)

El invento del fuego hace alrededor de medio milloacuten de antildeos (su control maacutes bien en beneficio propio) antildeadioacute a su consumo energeacutetico promedio como in-dividuo unos 50 vatios maacutes de potencia La mitologiacutea considera este paso de forma ambigua Progreso por un lado y castigo de los dioses a Prometeo el que les roboacute el uso del fuego y permitioacute alterar al hombre el medio de forma maacutes importante Se trata de la prime-ra captura de energiacutea de forma exosomaacutetica o exterior al propio cuerpo aparte de la que claro estaacute ofrece el sol al exponerse a eacutel

El siguiente gran salto en la Humanidad se dio hace

unos 10000 antildeos en lo que se conoce como el arran-que del Neoliacutetico cuando el ser humano aprende a ldquodomesticarrdquo plantas (arranque de la agricultura) y algunos animales en su provecho Es un paso de gi-gante que implica el cambio del nomadismo a ciertas formas incipientes de sedentarismo Este salto permi-te al ser humano apropiarse de una mayor cantidad de energiacutea aunque necesitando tambieacuten consumir a ve-ces algo maacutes de energiacutea para el cultivo de plantas que antes simplemente recolectaba o para cuidar cercar y alimentar el ganado que antes simplemente caza-ba Tambieacuten el esfuerzo para construir haacutebitats en los lugares maacutes propicios para la agricultura y cercanos para la ganaderiacutea donde antes utilizaba cuevas La domesticacioacuten de equinos le proporcionoacute una fuerza de traccioacuten adicional de gran utilidad Los antropoacutelo-gos calculan ese nivel energeacutetico del hombre del neo-liacutetico en unos 300 vatios de potencia equivalente en promedio esto es ya unas 3 veces maacutes que lo que su metabolismo exige para la pura supervivencia como el mono desnudo que somos

A pesar de ese salto apenas se conocen impactos me-nores en el medio ni desapariciones de especies por causa humana y soacutelo un ligero o muy ligero aumento de la poblacioacuten humana a los largo de esos diez mi-lenios El ser humano siempre ha sido 100 renova-ble pues solo transformaba y utilizaba en su beneficio muy poca biomasa fuese en forma de lentildea de ali-mentos o de traccioacuten animal

Las energiacuteas foacutesiles

El siguiente salto cualitativo de importancia obvian-do el lento progreso desde sociedades agriacutecolas pri-mitivas a sociedades agriacutecolas avanzadas siempre con elementos mecaacutenicos y fuerza de trabajo animal o esclava y el desarrollo de la navegacioacuten a vela a grandes distancias no tuvo lugar hasta el siglo XIX cuando ya bastante agotados los bosques de las Islas Britaacutenicas los humanos no tuvieron maacutes remedio que buscar bajo tierra y empezar a explotar el carboacuten de forma cada vez maacutes masiva En apenas 80 antildeos des-de el comienzo de su explotacioacuten masiva y debido al invento de las maacutequinas de vapor se produce un salto sin precedentes

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Hacia 1900 el carboacuten superoacute a nivel mundial al uso de la biomasa (cuyo consumo tambieacuten siguioacute aumen-tando) Ese tremendo impulso del maquinismo del llamado siglo de las luces (las ciudades empezaron a ser luminarias) tuvo lugar con un consumo de unos 856 vatios de potencia promedio para cada uno de los 1600 millones que entonces habitaban el plane-ta Esto en promedio mundial aunque algunos paiacuteses -como la pionera Alemania- ya alcanzaban una cifra cercana a los 3000 vatios de potencia promedio por persona unas 30 veces la necesidad metaboacutelica El impacto ambiental de finales del XIX era ya visible y acusado en algunas regiones industrializadas pero la maacutequina del progreso ya era imparable

Y entonces el petroacuteleo arrancoacute con fuerza inusitada Aunque las primeras explotaciones para consumo energeacutetico tuvieron lugar a mediados del siglo XIX en Pensilvania y los primeros motores de combustioacuten interna que utilizaron liacutequidos combustibles maacutes o menos refinados tuvieron lugar en el uacuteltimo cuarto del siglo XIX el fulminante arranque del petroacuteleo tuvo lugar en el primer tercio del siglo XX cuando Gran Bretantildea cambioacute su flota de guerra de carboacuten a petroacuteleo un combustible mucho maacutes denso versaacutetil y manejable y mucho mejor almacenable que el carboacuten

Fue en los antildeos 60 del siglo XX cuando el petroacuteleo consigue superar respectivamente a los consumos de carboacuten y biomasa a nivel mundial Este nuevo punto culminante se alcanza con cada uno de los 3000 mi-llones de habitantes que eacuteramos en 1960 consumien-do en promedio unos 1370 vatios de potencia por persona aunque algunos paiacuteses desarrollados alcan-zaron consumos per caacutepita mucho maacutes desorbitados que podiacutean llegar a los 6500 vatios per caacutepita unas 65 veces sus necesidades metaboacutelicas Los impactos ambientales ya alcanzaban niveles que empezaban a ser preocupantes y a tener alcance global

Han pasado apenas 56 antildeos desde que el petroacuteleo to-mase el liderazgo de los consumos de energiacutea mun-diales y ni el incremento considerable de consumo de gas natural ni el desarrollo de la energiacutea nuclear (que apenas supone un 5 de nuestra dieta energeacutetica ac-tual) ni la hidroelectricidad (un 3 de nuestro con-sumo global) han conseguido superar el papel domi-nante del petroacuteleo pero todos los consumos de cada tipo de combustible han ido aumentando exponencial-mente hasta al menos 2005 El petroacuteleo sigue siendo dominante sobre todo porque el 95 del transporte mundial funciona con sus derivados y no resulta faacutecil reemplazarlo ni en la agricultura mecanizada ni en

el transporte aeacutereo o el mariacutetimo ni en el transporte terrestre pesado ni en las fuerzas armadas Ni siquiera se lo ha podido reemplazar en el transporte privado por maacutes intentos que se estaacuten haciendo que no llegan a alcanzar las densidades energeacuteticas requeridas para dotar a los mil millones de vehiacuteculos de combustioacuten interna de la misma autonomiacutea durabilidad y flexibi-lidad de operacioacuten Y eso que el transporte privado es solo una pequentildea parte y no criacutetica de nuestra forma de actuar vivir y consumir

Hoy nos encontramos en un mundo en el que los 7300 millones que lo habitamos gracias precisamente a que esa enorme disponibilidad de energiacutea barata y accesible lo ha hecho posible tenemos un consumo promedio mundial unos 2560 vatios de potencia por persona aunque hay sociedades como la norteameri-cana que alcanzan ya los 10000 vatios de consumo por persona promedio cien veces maacutes que el consu-mo del cuerpo

Este consumo son unos 14000 millones de tonela-das de petroacuteleo equivalente o puesto en equivalente energeacutetico eleacutectrico unos 17 teravatios esto es como 17000 grandes centrales nucleares de 1GW De todo este enorme consumo energeacutetico las energiacuteas foacutesiles reinan (petroacuteleo un 313 del total carboacuten 286 del total habiendo reducido distancias en los uacuteltimos antildeos al frenarse el aumento del consumo de petroacute-leo por los agotamientos graduales de los principales yacimientos) El gas sigue creciendo pero supone el 212 Asiacute nos encontramos con que las energiacuteas foacute-siles suponen todaviacutea en 2014 maacutes de un 81 del con-sumo total mundial de energiacutea y si se suma la energiacutea nuclear como fuente no renovable se observa que casi el 87 de nuestra energiacutea no es renovable Y del res-to del consumo mundial una buena parte del mundo atrasado sigue consumiendo biomasa (lentildea bosta de vaca pajas etc) que todaviacutea representa un 10 del consumo mundial aunque merman los bosques crece de forma invasiva la superficie cultivada y la deman-da mundial de agua dulce que supone que ya supera los 5000 de los 9000 Km3 que se supone accesibles a los seres humanos Si se antildeade el 23 que supone la energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten alcanzando maacuteximos en ocupaciones de cuencas fluviales en casi todos los continentes (en Europa los embalses ocupan ya cer-ca de un 90 de lo que es posible embalsar en gran-des cuencas) apenas nos queda aproximadamente un 07 de nuestro consumo de energiacutea mundial que hoy aportan las llamadas ldquoenergiacuteas renovablesrdquo a pesar de las ocupaciones de espacios que podemos apreciar en nuestra geografiacutea

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La difiacutecil situacioacuten crecimiento versus sostenibili-dad

En la presente situacioacuten nos encontramos con dos factores cruciales que vienen a despertarnos del sue-ntildeo del crecimiento infinito en el que habiacuteamos dor-mitado en los anteriores 150 prodigiosos antildeos Un crecimiento que aumenta el confort para algunos (no todos) a cambio de destrozar el medio en el que ne-cesariamente tenemos que vivir Kenneth Boulding quien fuera en su diacutea presidente de la American Eco-nomic Association es famoso por su frase ldquoQuieacuten crea que es posible un crecimiento infinito en un pla-neta finito o es un loco o es un economistardquo

Por un lado tenemos encima la graviacutesima preocu-pacioacuten del calentamiento global y el cambio climaacute-tico cuyos efectos ya se sienten en una buena parte del planeta y son bastante irrreversibles Aunque se atribuye la causa al aumento de emisiones de CO2 a la atmoacutesfera -que han pasado en poco tiempo de 280 partes por milloacuten (ppm) a maacutes de 400 ppm- esto no deja de ser tambieacuten un efecto La causa de que se emi-tan unos 30000 millones de toneladas de carbono al antildeo la tiene obvia y directamente la quema de maacutes de 10000 millones de toneladas anuales de petroacuteleo y de combustibles foacutesiles Eacutesa es la verdadera causa

Por otro lado y por si fuera poco tenemos una cons-tancia cada vez mayor de que los yacimientos de com-bustibles foacutesiles estaacuten llegando a un liacutemite de extrac-cioacuten conocido como cenit de su produccioacuten mundial En el caso del combustible por excelencia que hasta ahora no tiene sustitutos previsibles en muchas de sus actuales aplicaciones la propia Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) admitioacute en 2010 que el petroacuteleo convencional habiacutea llegado a su cenit de extraccioacuten mundial maacuteximo en 2006

Desde entonces el petroacuteleo ha seguido aumentando en volumen producido gracias a los desesperados es-fuerzos por extraer petroacuteleo no convencional (aguas ultraprofundas petroacuteleo polar arenas asfaacutelticas de Canadaacute o petroacuteleo de los esquistos o lutitas un petroacute-leo de mucha peor calidad mucho maacutes esfuerzo ex-tractivo y un impacto ambiental si cabe auacuten mucho mayor que el del convencional) Si estamos arantildeando los posos o las heces energeacuteticas no es por deporte sino por la desesperacioacuten de ver que las mejores fuen-tes y de maacutes calidad se van agotando aunque disfra-cemos de ingenio la capacidad de sacar de ellas algo

maacutes de energiacutea como el que exprime una esponja para sacar las uacuteltimas gotas del liacutequido que contiene

Pero esto no garantiza que la energiacutea neta obtenida para la sociedad de ese mayor volumen se correspon-da proporcionalmente La Tasa de Retorno Energeacuteti-co (TRE o en ingleacutes Energy Return on Investment o EROI) al ser mucho maacutes baja hace que una buena parte de la energiacutea obtenida se gaste en la propia ob-tencioacuten y procesamiento del combustible y repercuta cada vez menos en los demaacutes usos sociales

Hay maacutes de 50 paiacuteses productores de petroacuteleo que ya estaacuten en declive productivo muchos de ellos en decli-ve terminal y no se estaacuten encontrando nuevos yaci-mientos que puedan compensar ni de lejos estas caiacute-das Los medios de mayor difusioacuten afanosos siempre de ofrecer soacutelo buenas noticias indican estos uacuteltimos antildeos nuevos descubrimientos de forma muy acriacutetica y superficial con tal de tranquilizar sobre la dispo-nibilidad de energiacutea Abunda el anumerismo como cuando recientemente se ha anunciado el descubri-miento de 20000 millones de barriles en yacimientos en Texas y Nuevo Meacutexico sin indicar que no ha sido un descubrimiento porque esas regiones estaacuten geoloacute-gicamente muy bien estudiadas desde hace deacutecadas y se conocen sus potenciales sino maacutes bien una de-cisioacuten poliacutetica de anunciar ahora que van a por ellos a toda costa Sin explicar a los lectores con claridad que son de esquistos no de petroacuteleo convencional que son recursos (no reservas) y ademaacutes denominados ldquosin descubrir aunque teacutecnicamente recuperablesrdquo y sobre todo sin indicar que aunque pudiesen sacarse los maacutes que dudosos 20000 millones de barriles eso prolongariacutea nuestro consumo mundial unos 7 meses y la llegada al cenit de la produccioacuten de petroacuteleo un trimestre

El uacuteltimo informe ldquoWorld Energy Outlookrdquo (WEO 2016) de la Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) indica de nuevo aunque trate de disimularlo que enfrentamos un problema sin precedentes en estos actuales niveles de consumo energeacutetico altiacutesimo Y en sus proyecciones hacia 2040 oacute 2050 se va enco-mendando a que se descubran enormes yacimientos que sabe que no se van a encontrar Aun asiacute anuncia declives energeacuteticos considerables y crecimientos de consumos energeacuteticos ridiacuteculamente bajos para lo que ha sido el histoacuterico del uacuteltimo siglo con cotas habi-tuales de crecimiento y disponibilidad de combusti-ble del 3 anual acumulativo Ahora la AIE situacutea los crecimientos en el entorno del 01 si se producen los milagros esperados con lo que lo maacutes probable

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es que haya que esperar ya reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos que mueven a la sociedad industrial y tecnoloacutegica global

Para evitar reconocer la llegada a este liacutemite crucial apuesta porque el aumento de la eficiencia debida a los avances tecnoloacutegicos consiga que la actividad econoacutemica -que siempre ha ido como no podiacutea ser de otra forma pareja y muy directamente ligada con el aumento de la disponibilidad de energiacutea para habilitar dicho crecimiento- permita la quimera de deslindar el crecimiento del PIB del crecimiento de la energiacutea dis-ponible algo que no ha sucedido en los uacuteltimos 150 antildeos pese a los continuos avances de la ciencia

Renovables iquesttabla de salvacioacuten

En esta situacioacuten para la uacuteltima tabla de salvacioacuten ldquopara seguir como estamosrdquo -es decir en modo de crecimiento permanente y continuo- las miradas se vuelven con cierta premura y desesperacioacuten a las lla-madas energiacuteas renovables El argumento es que la ventaja es doble Por un lado se reduciriacutea el consumo de energiacuteas foacutesiles causantes del calentamiento glo-bal y el cambio climaacutetico consiguiente Por el otro alejariacuteamos el problema del agotamiento de los recur-sos foacutesiles finitos

Entre las energiacuteas renovables cabe destacar las si-guientes seguacuten el uacuteltimo informe de la AIE de 2016 (con datos de 2014)

La biomasa que constituye el 103 de la energiacutea pri-mariaLa energiacutea hidroeleacutectrica que supone el 24 del to-tal de energiacutea primariaLas restantes renovables apenas representan un 14 del total de energiacutea primaria y se pueden desglosar en energiacutea geoteacutermica solar (en sus versiones teacutermi-ca solar termoeleacutectrica y solar fotovoltaica) eoacutelica y energiacutea de olas y mareas

El resto de la enorme cantidad de energiacutea consumida no renovable es el petroacuteleo con el 313 el carboacuten con el 286 el gas natural con el 212 y la energiacutea nuclear con el 48 del total de la energiacutea primaria Es decir el mundo sigue consumiendo un 811 de energiacutea no renovable

En cuanto a la biomasa maacutes nos valdriacutea no aumentar su consumo toda vez que ya hemos hecho desapa-recer maacutes del 50 de los bosques originales de hace

200 antildeos y se avanza en la deforestacioacuten a ritmos muy preocupantes de maacutes del 1 mundial anual de todos los bosques

La energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten anda bastante al cabo Pese a representar todaviacutea hoy soacutelo el 24 del total de energiacutea primaria global los embalses del planeta ya han anegado maacutes del 30 de las grandes cuencas fluviales del planeta y en algunos continentes como el europeo sobrepasan el 80 largamente sea para agricultura y consumo humano y animal o para producir electricidad

Las llamadas energiacuteas renovables modernas maacutes concretamente la eoacutelica y la solar junto con la hi-droeleacutectrica soacutelo producen electricidad La electrici-dad es apenas el 13 de la energiacutea primaria mundial y 181 del consumo final de energiacutea ya refinada

Es decir al movernos en un mundo baacutesicamente no eleacutectrico las modernas renovables tienen una misioacuten muy difiacutecil para reemplazar algunos usos masivos y comunes de las energiacuteas foacutesiles tales como la avia-cioacuten civil el transporte mariacutetimo la agricultura me-canizada el transporte terrestre las fuerzas armadas etc

Deben resolverse antes los enormes problemas de es-tos sistemas de captacioacuten de energiacutea entre los que se encuentranbull Las intermitencias propias del sol del viento y del agua ciclos diacuteanoche vientoencalmada o ciclos estacionalesbull Los sistemas de almacenamiento masivo de energiacutea requeridos sea el bombeo inverso de agua de embalse a embalse o con bateriacuteas muy costosas para la muy poca capacidad que ofrecen y con ciclos de carga y descarga muy limitadas que las convierten raacute-pidamente en chatarra muy contaminante El almace-namiento masivo es algo que los combustibles foacutesiles o el nuclear tienen resuelto si se dotan de las reservas suficientes en el punto de generacioacutenbull El coste energeacutetico de tener que utilizar vecto-res energeacuteticos del que el maacutes conocido es el hidroacutege-no a partir de la electricidad que generan para servir determinadas funciones sociales no eleacutectricasbull El coste de tener que desarrollar toda la in-fraestructura mundial de redes eleacutectricas y sus in-terconexiones y mallados para servir a la sociedad mundial de forma 100 eleacutectrica lo que implicariacutea multiplicar entre 5 y 10 veces la infraestructura eleacutec-trica mundial actual Y unas 15 veces la red eleacutectrica mundial actual si tuvieacutesemos que ofrecer el miacutenimo

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

58193

Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

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Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 9: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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duccioacuten de bienes y servicios cumple un papel cada vez menor5

En esta sociedad potenciadora de beneficios particu-lares de algunos que potencia un crecimiento econoacute-mico que genera desigualdad e insostenibilidad se inserta el actual modelo energeacutetico Ademaacutes se han generalizado en la sociedad ciertas ideas que tienden a difuminar los privilegios de unos pocos Un punto central de estas ideas es presentarnos la realidad so-cial con dos sistemas separados el sistema econoacutemi-co regido de forma neutral por el mercado concebido como un mecanismo automaacutetico y un sistema poliacuteti-co que se presenta como democraacutetico y que reproduce y ampliacutea las diferencias sociales Pero no soacutelo con-funde y legitima los privilegios la separacioacuten de los aacutembitos econoacutemicos y poliacuteticos tambieacuten la forma de pensar el sistema econoacutemico y el sistema poliacutetico es fuente de ocultacioacuten

La principal funcioacuten encubridora que ejerce la no-cioacuten al uso de ldquosistema econoacutemicordquo parte de conside-rar el proceso econoacutemico como produccioacuten de rique-za soslayando los procesos de mera adquisicioacuten de la misma que estaacuten cada vez maacutes a la orden del diacutea parasitando subordinando y devaluando las fuentes primarias de la riqueza misma(Naredo 2015 45)

Tenemos frente a nosotros buenos ejemplos en el sec-tor eleacutectrico con los pagos por capacidad los pagos de transicioacuten a la competencia o los cobros abusivos que se introducen en las complejas e incomprensibles para muchos facturas eleacutectricas A su vez el sistema poliacutetico se presenta como democraacutetico cuando su rea-lidad es muy otra

El actual despotismo democraacutetico trata de hacer un manejo puramente ceremonial de los contrapesos teoacutericamente ideados para corregir esa tendencia despoacutetica siendo el caso de la democracia espantildeo-la ejemplar en ese manejo Nos encontramos asiacute con una democracia formal que sirve de coartada para revestir de legitimidad las decisiones de los gober-nantes por muy impopulares o interesadas que sean Tras conseguir el miacutenimo de votos necesario para lle-gar al poder los gobernantes se las ingenian para pactar en la sombra las grandes decisiones dejando a las instancias deliberativas de los parlamentos y los plenos municipales una mera funcioacuten ornamental (Naredo 2015 69)

Tambieacuten en nuestro sector eleacutectrico tenemos muacutelti-ples ejemplos de disposiciones despoacuteticas alejadas de los intereses de las mayoriacuteas

El sentido de las liacuteneas anteriores y de las citas que las acompantildean no es trazar un anaacutelisis completo de nuestras sociedades que desborda las posibilidades de este texto sino mostrar la indisoluble conexioacuten entre la economiacutea y la poliacutetica que hay que considerar es-trateacutegicamente Seriacutea una ilusioacuten ingenua en mi opi-nioacuten creer que con poder econoacutemico exclusivamente se puede construir un modelo energeacutetico alternativo por el contrario su buacutesqueda hay que insertarla en un cambio de sociedad apoyada en nuevos valores que redefinan sus objetivos hacia la satisfaccioacuten de la re-produccioacuten de la vida en lugar de la acumulacioacuten de beneficios y con la participacioacuten activa del conjunto de ciudadanos para ir abriendo paso a nuevos valores sociales de igualdad real no solo formal de satisfac-cioacuten de las necesidades reales de las personas y no de las necesidades artificiales creadas por la publicidad para reproducir la rueda de aumento de demanda au-mento de ventas aumento de beneficio de equilibrar el comportamiento social con los liacutemites fiacutesicos que la naturaleza impone

Soacutelo en una sociedad cuyo objetivo sea satisfacer ne-cesidades de las personas en la que lejos de la ilu-sioacuten del mercado se tomen las decisiones a traveacutes de la participacioacuten y deliberacioacuten de los afectados seraacute posible construir un nuevo modelo energeacutetico como el que aquiacute se propone

5 Un ejemplo proacuteximo pero ni mucho menos uacutenico ha sido la noticia de que la empresa de actividades agriacutecolas y ganaderas SAVIAL SL (propiedad de Esperanza Aguirre y su marido) a pesar de estar en peacuterdidas y de haber recibido subvenciones puacute-blicas y creacuteditos millonarios de BSCH y de la Caja de Cataluntildea ha invertido maacutes de 3000 millones de euros en Bolsa (ldquoPuacuteblicordquo 13616)

EN LA ENCRUCIJADA ENTRE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES Y LAS ENERGIacuteAS RENOVABLES

Pedro Prieto (Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos AEREN)

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Energiacutea y sociedad humana

La prodigiosa evolucioacuten de nuestra sociedad sobre todo en los uacuteltimos 150 antildeos nos ha traiacutedo hasta un punto que obliga a una reflexioacuten

Mientras fuimos simples monos desnudos eacuteramos apenas un puntildeado de muy pocos millones de seres hu-manos sobre la Tierra cuyo consumo energeacutetico era el metaboacutelico que supone unas 2900 kilocaloriacuteas dia-rias de ingesta promedio que es por donde recibimos la energiacutea que necesita nuestro cuerpo para vivir Esto es en energiacutea equivalente apenas la de una bombilla de 100 vatios encendida permanentemente por cada ser humano Es la llamada energiacutea endosomaacutetica o in-herente al propio cuerpo y requerida por eacutel

El entonces supuestamente fraacutegil ser humano fue sin embargo capaz de sobrevivir como especie durante al menos 2 millones de antildeos como homo sapiens-sapiens (y muchos millones maacutes anteriormente en formas maacutes primitivas de su evolucioacuten) en un medio natural abru-mador y muchas veces hostil pero siempre base del sustento

No lo debieron hacer muy mal nuestros antepasados cuando sobrevivieron todo ese tiempo No debieron ser tan brutos (convendriacutea revisar los conceptos de animal o de salvaje) cuando pasaron durante millo-nes de antildeos sobre el medio ambiente de nuestro plane-ta sin mancharlo ni agotarlo de forma miacutenimamente apreciable sin extinguir ninguna de las especies de las que viviacutean (vegetales y animales)

El invento del fuego hace alrededor de medio milloacuten de antildeos (su control maacutes bien en beneficio propio) antildeadioacute a su consumo energeacutetico promedio como in-dividuo unos 50 vatios maacutes de potencia La mitologiacutea considera este paso de forma ambigua Progreso por un lado y castigo de los dioses a Prometeo el que les roboacute el uso del fuego y permitioacute alterar al hombre el medio de forma maacutes importante Se trata de la prime-ra captura de energiacutea de forma exosomaacutetica o exterior al propio cuerpo aparte de la que claro estaacute ofrece el sol al exponerse a eacutel

El siguiente gran salto en la Humanidad se dio hace

unos 10000 antildeos en lo que se conoce como el arran-que del Neoliacutetico cuando el ser humano aprende a ldquodomesticarrdquo plantas (arranque de la agricultura) y algunos animales en su provecho Es un paso de gi-gante que implica el cambio del nomadismo a ciertas formas incipientes de sedentarismo Este salto permi-te al ser humano apropiarse de una mayor cantidad de energiacutea aunque necesitando tambieacuten consumir a ve-ces algo maacutes de energiacutea para el cultivo de plantas que antes simplemente recolectaba o para cuidar cercar y alimentar el ganado que antes simplemente caza-ba Tambieacuten el esfuerzo para construir haacutebitats en los lugares maacutes propicios para la agricultura y cercanos para la ganaderiacutea donde antes utilizaba cuevas La domesticacioacuten de equinos le proporcionoacute una fuerza de traccioacuten adicional de gran utilidad Los antropoacutelo-gos calculan ese nivel energeacutetico del hombre del neo-liacutetico en unos 300 vatios de potencia equivalente en promedio esto es ya unas 3 veces maacutes que lo que su metabolismo exige para la pura supervivencia como el mono desnudo que somos

A pesar de ese salto apenas se conocen impactos me-nores en el medio ni desapariciones de especies por causa humana y soacutelo un ligero o muy ligero aumento de la poblacioacuten humana a los largo de esos diez mi-lenios El ser humano siempre ha sido 100 renova-ble pues solo transformaba y utilizaba en su beneficio muy poca biomasa fuese en forma de lentildea de ali-mentos o de traccioacuten animal

Las energiacuteas foacutesiles

El siguiente salto cualitativo de importancia obvian-do el lento progreso desde sociedades agriacutecolas pri-mitivas a sociedades agriacutecolas avanzadas siempre con elementos mecaacutenicos y fuerza de trabajo animal o esclava y el desarrollo de la navegacioacuten a vela a grandes distancias no tuvo lugar hasta el siglo XIX cuando ya bastante agotados los bosques de las Islas Britaacutenicas los humanos no tuvieron maacutes remedio que buscar bajo tierra y empezar a explotar el carboacuten de forma cada vez maacutes masiva En apenas 80 antildeos des-de el comienzo de su explotacioacuten masiva y debido al invento de las maacutequinas de vapor se produce un salto sin precedentes

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Hacia 1900 el carboacuten superoacute a nivel mundial al uso de la biomasa (cuyo consumo tambieacuten siguioacute aumen-tando) Ese tremendo impulso del maquinismo del llamado siglo de las luces (las ciudades empezaron a ser luminarias) tuvo lugar con un consumo de unos 856 vatios de potencia promedio para cada uno de los 1600 millones que entonces habitaban el plane-ta Esto en promedio mundial aunque algunos paiacuteses -como la pionera Alemania- ya alcanzaban una cifra cercana a los 3000 vatios de potencia promedio por persona unas 30 veces la necesidad metaboacutelica El impacto ambiental de finales del XIX era ya visible y acusado en algunas regiones industrializadas pero la maacutequina del progreso ya era imparable

Y entonces el petroacuteleo arrancoacute con fuerza inusitada Aunque las primeras explotaciones para consumo energeacutetico tuvieron lugar a mediados del siglo XIX en Pensilvania y los primeros motores de combustioacuten interna que utilizaron liacutequidos combustibles maacutes o menos refinados tuvieron lugar en el uacuteltimo cuarto del siglo XIX el fulminante arranque del petroacuteleo tuvo lugar en el primer tercio del siglo XX cuando Gran Bretantildea cambioacute su flota de guerra de carboacuten a petroacuteleo un combustible mucho maacutes denso versaacutetil y manejable y mucho mejor almacenable que el carboacuten

Fue en los antildeos 60 del siglo XX cuando el petroacuteleo consigue superar respectivamente a los consumos de carboacuten y biomasa a nivel mundial Este nuevo punto culminante se alcanza con cada uno de los 3000 mi-llones de habitantes que eacuteramos en 1960 consumien-do en promedio unos 1370 vatios de potencia por persona aunque algunos paiacuteses desarrollados alcan-zaron consumos per caacutepita mucho maacutes desorbitados que podiacutean llegar a los 6500 vatios per caacutepita unas 65 veces sus necesidades metaboacutelicas Los impactos ambientales ya alcanzaban niveles que empezaban a ser preocupantes y a tener alcance global

Han pasado apenas 56 antildeos desde que el petroacuteleo to-mase el liderazgo de los consumos de energiacutea mun-diales y ni el incremento considerable de consumo de gas natural ni el desarrollo de la energiacutea nuclear (que apenas supone un 5 de nuestra dieta energeacutetica ac-tual) ni la hidroelectricidad (un 3 de nuestro con-sumo global) han conseguido superar el papel domi-nante del petroacuteleo pero todos los consumos de cada tipo de combustible han ido aumentando exponencial-mente hasta al menos 2005 El petroacuteleo sigue siendo dominante sobre todo porque el 95 del transporte mundial funciona con sus derivados y no resulta faacutecil reemplazarlo ni en la agricultura mecanizada ni en

el transporte aeacutereo o el mariacutetimo ni en el transporte terrestre pesado ni en las fuerzas armadas Ni siquiera se lo ha podido reemplazar en el transporte privado por maacutes intentos que se estaacuten haciendo que no llegan a alcanzar las densidades energeacuteticas requeridas para dotar a los mil millones de vehiacuteculos de combustioacuten interna de la misma autonomiacutea durabilidad y flexibi-lidad de operacioacuten Y eso que el transporte privado es solo una pequentildea parte y no criacutetica de nuestra forma de actuar vivir y consumir

Hoy nos encontramos en un mundo en el que los 7300 millones que lo habitamos gracias precisamente a que esa enorme disponibilidad de energiacutea barata y accesible lo ha hecho posible tenemos un consumo promedio mundial unos 2560 vatios de potencia por persona aunque hay sociedades como la norteameri-cana que alcanzan ya los 10000 vatios de consumo por persona promedio cien veces maacutes que el consu-mo del cuerpo

Este consumo son unos 14000 millones de tonela-das de petroacuteleo equivalente o puesto en equivalente energeacutetico eleacutectrico unos 17 teravatios esto es como 17000 grandes centrales nucleares de 1GW De todo este enorme consumo energeacutetico las energiacuteas foacutesiles reinan (petroacuteleo un 313 del total carboacuten 286 del total habiendo reducido distancias en los uacuteltimos antildeos al frenarse el aumento del consumo de petroacute-leo por los agotamientos graduales de los principales yacimientos) El gas sigue creciendo pero supone el 212 Asiacute nos encontramos con que las energiacuteas foacute-siles suponen todaviacutea en 2014 maacutes de un 81 del con-sumo total mundial de energiacutea y si se suma la energiacutea nuclear como fuente no renovable se observa que casi el 87 de nuestra energiacutea no es renovable Y del res-to del consumo mundial una buena parte del mundo atrasado sigue consumiendo biomasa (lentildea bosta de vaca pajas etc) que todaviacutea representa un 10 del consumo mundial aunque merman los bosques crece de forma invasiva la superficie cultivada y la deman-da mundial de agua dulce que supone que ya supera los 5000 de los 9000 Km3 que se supone accesibles a los seres humanos Si se antildeade el 23 que supone la energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten alcanzando maacuteximos en ocupaciones de cuencas fluviales en casi todos los continentes (en Europa los embalses ocupan ya cer-ca de un 90 de lo que es posible embalsar en gran-des cuencas) apenas nos queda aproximadamente un 07 de nuestro consumo de energiacutea mundial que hoy aportan las llamadas ldquoenergiacuteas renovablesrdquo a pesar de las ocupaciones de espacios que podemos apreciar en nuestra geografiacutea

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La difiacutecil situacioacuten crecimiento versus sostenibili-dad

En la presente situacioacuten nos encontramos con dos factores cruciales que vienen a despertarnos del sue-ntildeo del crecimiento infinito en el que habiacuteamos dor-mitado en los anteriores 150 prodigiosos antildeos Un crecimiento que aumenta el confort para algunos (no todos) a cambio de destrozar el medio en el que ne-cesariamente tenemos que vivir Kenneth Boulding quien fuera en su diacutea presidente de la American Eco-nomic Association es famoso por su frase ldquoQuieacuten crea que es posible un crecimiento infinito en un pla-neta finito o es un loco o es un economistardquo

Por un lado tenemos encima la graviacutesima preocu-pacioacuten del calentamiento global y el cambio climaacute-tico cuyos efectos ya se sienten en una buena parte del planeta y son bastante irrreversibles Aunque se atribuye la causa al aumento de emisiones de CO2 a la atmoacutesfera -que han pasado en poco tiempo de 280 partes por milloacuten (ppm) a maacutes de 400 ppm- esto no deja de ser tambieacuten un efecto La causa de que se emi-tan unos 30000 millones de toneladas de carbono al antildeo la tiene obvia y directamente la quema de maacutes de 10000 millones de toneladas anuales de petroacuteleo y de combustibles foacutesiles Eacutesa es la verdadera causa

Por otro lado y por si fuera poco tenemos una cons-tancia cada vez mayor de que los yacimientos de com-bustibles foacutesiles estaacuten llegando a un liacutemite de extrac-cioacuten conocido como cenit de su produccioacuten mundial En el caso del combustible por excelencia que hasta ahora no tiene sustitutos previsibles en muchas de sus actuales aplicaciones la propia Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) admitioacute en 2010 que el petroacuteleo convencional habiacutea llegado a su cenit de extraccioacuten mundial maacuteximo en 2006

Desde entonces el petroacuteleo ha seguido aumentando en volumen producido gracias a los desesperados es-fuerzos por extraer petroacuteleo no convencional (aguas ultraprofundas petroacuteleo polar arenas asfaacutelticas de Canadaacute o petroacuteleo de los esquistos o lutitas un petroacute-leo de mucha peor calidad mucho maacutes esfuerzo ex-tractivo y un impacto ambiental si cabe auacuten mucho mayor que el del convencional) Si estamos arantildeando los posos o las heces energeacuteticas no es por deporte sino por la desesperacioacuten de ver que las mejores fuen-tes y de maacutes calidad se van agotando aunque disfra-cemos de ingenio la capacidad de sacar de ellas algo

maacutes de energiacutea como el que exprime una esponja para sacar las uacuteltimas gotas del liacutequido que contiene

Pero esto no garantiza que la energiacutea neta obtenida para la sociedad de ese mayor volumen se correspon-da proporcionalmente La Tasa de Retorno Energeacuteti-co (TRE o en ingleacutes Energy Return on Investment o EROI) al ser mucho maacutes baja hace que una buena parte de la energiacutea obtenida se gaste en la propia ob-tencioacuten y procesamiento del combustible y repercuta cada vez menos en los demaacutes usos sociales

Hay maacutes de 50 paiacuteses productores de petroacuteleo que ya estaacuten en declive productivo muchos de ellos en decli-ve terminal y no se estaacuten encontrando nuevos yaci-mientos que puedan compensar ni de lejos estas caiacute-das Los medios de mayor difusioacuten afanosos siempre de ofrecer soacutelo buenas noticias indican estos uacuteltimos antildeos nuevos descubrimientos de forma muy acriacutetica y superficial con tal de tranquilizar sobre la dispo-nibilidad de energiacutea Abunda el anumerismo como cuando recientemente se ha anunciado el descubri-miento de 20000 millones de barriles en yacimientos en Texas y Nuevo Meacutexico sin indicar que no ha sido un descubrimiento porque esas regiones estaacuten geoloacute-gicamente muy bien estudiadas desde hace deacutecadas y se conocen sus potenciales sino maacutes bien una de-cisioacuten poliacutetica de anunciar ahora que van a por ellos a toda costa Sin explicar a los lectores con claridad que son de esquistos no de petroacuteleo convencional que son recursos (no reservas) y ademaacutes denominados ldquosin descubrir aunque teacutecnicamente recuperablesrdquo y sobre todo sin indicar que aunque pudiesen sacarse los maacutes que dudosos 20000 millones de barriles eso prolongariacutea nuestro consumo mundial unos 7 meses y la llegada al cenit de la produccioacuten de petroacuteleo un trimestre

El uacuteltimo informe ldquoWorld Energy Outlookrdquo (WEO 2016) de la Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) indica de nuevo aunque trate de disimularlo que enfrentamos un problema sin precedentes en estos actuales niveles de consumo energeacutetico altiacutesimo Y en sus proyecciones hacia 2040 oacute 2050 se va enco-mendando a que se descubran enormes yacimientos que sabe que no se van a encontrar Aun asiacute anuncia declives energeacuteticos considerables y crecimientos de consumos energeacuteticos ridiacuteculamente bajos para lo que ha sido el histoacuterico del uacuteltimo siglo con cotas habi-tuales de crecimiento y disponibilidad de combusti-ble del 3 anual acumulativo Ahora la AIE situacutea los crecimientos en el entorno del 01 si se producen los milagros esperados con lo que lo maacutes probable

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es que haya que esperar ya reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos que mueven a la sociedad industrial y tecnoloacutegica global

Para evitar reconocer la llegada a este liacutemite crucial apuesta porque el aumento de la eficiencia debida a los avances tecnoloacutegicos consiga que la actividad econoacutemica -que siempre ha ido como no podiacutea ser de otra forma pareja y muy directamente ligada con el aumento de la disponibilidad de energiacutea para habilitar dicho crecimiento- permita la quimera de deslindar el crecimiento del PIB del crecimiento de la energiacutea dis-ponible algo que no ha sucedido en los uacuteltimos 150 antildeos pese a los continuos avances de la ciencia

Renovables iquesttabla de salvacioacuten

En esta situacioacuten para la uacuteltima tabla de salvacioacuten ldquopara seguir como estamosrdquo -es decir en modo de crecimiento permanente y continuo- las miradas se vuelven con cierta premura y desesperacioacuten a las lla-madas energiacuteas renovables El argumento es que la ventaja es doble Por un lado se reduciriacutea el consumo de energiacuteas foacutesiles causantes del calentamiento glo-bal y el cambio climaacutetico consiguiente Por el otro alejariacuteamos el problema del agotamiento de los recur-sos foacutesiles finitos

Entre las energiacuteas renovables cabe destacar las si-guientes seguacuten el uacuteltimo informe de la AIE de 2016 (con datos de 2014)

La biomasa que constituye el 103 de la energiacutea pri-mariaLa energiacutea hidroeleacutectrica que supone el 24 del to-tal de energiacutea primariaLas restantes renovables apenas representan un 14 del total de energiacutea primaria y se pueden desglosar en energiacutea geoteacutermica solar (en sus versiones teacutermi-ca solar termoeleacutectrica y solar fotovoltaica) eoacutelica y energiacutea de olas y mareas

El resto de la enorme cantidad de energiacutea consumida no renovable es el petroacuteleo con el 313 el carboacuten con el 286 el gas natural con el 212 y la energiacutea nuclear con el 48 del total de la energiacutea primaria Es decir el mundo sigue consumiendo un 811 de energiacutea no renovable

En cuanto a la biomasa maacutes nos valdriacutea no aumentar su consumo toda vez que ya hemos hecho desapa-recer maacutes del 50 de los bosques originales de hace

200 antildeos y se avanza en la deforestacioacuten a ritmos muy preocupantes de maacutes del 1 mundial anual de todos los bosques

La energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten anda bastante al cabo Pese a representar todaviacutea hoy soacutelo el 24 del total de energiacutea primaria global los embalses del planeta ya han anegado maacutes del 30 de las grandes cuencas fluviales del planeta y en algunos continentes como el europeo sobrepasan el 80 largamente sea para agricultura y consumo humano y animal o para producir electricidad

Las llamadas energiacuteas renovables modernas maacutes concretamente la eoacutelica y la solar junto con la hi-droeleacutectrica soacutelo producen electricidad La electrici-dad es apenas el 13 de la energiacutea primaria mundial y 181 del consumo final de energiacutea ya refinada

Es decir al movernos en un mundo baacutesicamente no eleacutectrico las modernas renovables tienen una misioacuten muy difiacutecil para reemplazar algunos usos masivos y comunes de las energiacuteas foacutesiles tales como la avia-cioacuten civil el transporte mariacutetimo la agricultura me-canizada el transporte terrestre las fuerzas armadas etc

Deben resolverse antes los enormes problemas de es-tos sistemas de captacioacuten de energiacutea entre los que se encuentranbull Las intermitencias propias del sol del viento y del agua ciclos diacuteanoche vientoencalmada o ciclos estacionalesbull Los sistemas de almacenamiento masivo de energiacutea requeridos sea el bombeo inverso de agua de embalse a embalse o con bateriacuteas muy costosas para la muy poca capacidad que ofrecen y con ciclos de carga y descarga muy limitadas que las convierten raacute-pidamente en chatarra muy contaminante El almace-namiento masivo es algo que los combustibles foacutesiles o el nuclear tienen resuelto si se dotan de las reservas suficientes en el punto de generacioacutenbull El coste energeacutetico de tener que utilizar vecto-res energeacuteticos del que el maacutes conocido es el hidroacutege-no a partir de la electricidad que generan para servir determinadas funciones sociales no eleacutectricasbull El coste de tener que desarrollar toda la in-fraestructura mundial de redes eleacutectricas y sus in-terconexiones y mallados para servir a la sociedad mundial de forma 100 eleacutectrica lo que implicariacutea multiplicar entre 5 y 10 veces la infraestructura eleacutec-trica mundial actual Y unas 15 veces la red eleacutectrica mundial actual si tuvieacutesemos que ofrecer el miacutenimo

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

58193

Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

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Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 10: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

EN LA ENCRUCIJADA ENTRE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES Y LAS ENERGIacuteAS RENOVABLES

Pedro Prieto (Vicepresidente de la Asociacioacuten para el Estudio de los Recursos Energeacuteticos AEREN)

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Energiacutea y sociedad humana

La prodigiosa evolucioacuten de nuestra sociedad sobre todo en los uacuteltimos 150 antildeos nos ha traiacutedo hasta un punto que obliga a una reflexioacuten

Mientras fuimos simples monos desnudos eacuteramos apenas un puntildeado de muy pocos millones de seres hu-manos sobre la Tierra cuyo consumo energeacutetico era el metaboacutelico que supone unas 2900 kilocaloriacuteas dia-rias de ingesta promedio que es por donde recibimos la energiacutea que necesita nuestro cuerpo para vivir Esto es en energiacutea equivalente apenas la de una bombilla de 100 vatios encendida permanentemente por cada ser humano Es la llamada energiacutea endosomaacutetica o in-herente al propio cuerpo y requerida por eacutel

El entonces supuestamente fraacutegil ser humano fue sin embargo capaz de sobrevivir como especie durante al menos 2 millones de antildeos como homo sapiens-sapiens (y muchos millones maacutes anteriormente en formas maacutes primitivas de su evolucioacuten) en un medio natural abru-mador y muchas veces hostil pero siempre base del sustento

No lo debieron hacer muy mal nuestros antepasados cuando sobrevivieron todo ese tiempo No debieron ser tan brutos (convendriacutea revisar los conceptos de animal o de salvaje) cuando pasaron durante millo-nes de antildeos sobre el medio ambiente de nuestro plane-ta sin mancharlo ni agotarlo de forma miacutenimamente apreciable sin extinguir ninguna de las especies de las que viviacutean (vegetales y animales)

El invento del fuego hace alrededor de medio milloacuten de antildeos (su control maacutes bien en beneficio propio) antildeadioacute a su consumo energeacutetico promedio como in-dividuo unos 50 vatios maacutes de potencia La mitologiacutea considera este paso de forma ambigua Progreso por un lado y castigo de los dioses a Prometeo el que les roboacute el uso del fuego y permitioacute alterar al hombre el medio de forma maacutes importante Se trata de la prime-ra captura de energiacutea de forma exosomaacutetica o exterior al propio cuerpo aparte de la que claro estaacute ofrece el sol al exponerse a eacutel

El siguiente gran salto en la Humanidad se dio hace

unos 10000 antildeos en lo que se conoce como el arran-que del Neoliacutetico cuando el ser humano aprende a ldquodomesticarrdquo plantas (arranque de la agricultura) y algunos animales en su provecho Es un paso de gi-gante que implica el cambio del nomadismo a ciertas formas incipientes de sedentarismo Este salto permi-te al ser humano apropiarse de una mayor cantidad de energiacutea aunque necesitando tambieacuten consumir a ve-ces algo maacutes de energiacutea para el cultivo de plantas que antes simplemente recolectaba o para cuidar cercar y alimentar el ganado que antes simplemente caza-ba Tambieacuten el esfuerzo para construir haacutebitats en los lugares maacutes propicios para la agricultura y cercanos para la ganaderiacutea donde antes utilizaba cuevas La domesticacioacuten de equinos le proporcionoacute una fuerza de traccioacuten adicional de gran utilidad Los antropoacutelo-gos calculan ese nivel energeacutetico del hombre del neo-liacutetico en unos 300 vatios de potencia equivalente en promedio esto es ya unas 3 veces maacutes que lo que su metabolismo exige para la pura supervivencia como el mono desnudo que somos

A pesar de ese salto apenas se conocen impactos me-nores en el medio ni desapariciones de especies por causa humana y soacutelo un ligero o muy ligero aumento de la poblacioacuten humana a los largo de esos diez mi-lenios El ser humano siempre ha sido 100 renova-ble pues solo transformaba y utilizaba en su beneficio muy poca biomasa fuese en forma de lentildea de ali-mentos o de traccioacuten animal

Las energiacuteas foacutesiles

El siguiente salto cualitativo de importancia obvian-do el lento progreso desde sociedades agriacutecolas pri-mitivas a sociedades agriacutecolas avanzadas siempre con elementos mecaacutenicos y fuerza de trabajo animal o esclava y el desarrollo de la navegacioacuten a vela a grandes distancias no tuvo lugar hasta el siglo XIX cuando ya bastante agotados los bosques de las Islas Britaacutenicas los humanos no tuvieron maacutes remedio que buscar bajo tierra y empezar a explotar el carboacuten de forma cada vez maacutes masiva En apenas 80 antildeos des-de el comienzo de su explotacioacuten masiva y debido al invento de las maacutequinas de vapor se produce un salto sin precedentes

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Hacia 1900 el carboacuten superoacute a nivel mundial al uso de la biomasa (cuyo consumo tambieacuten siguioacute aumen-tando) Ese tremendo impulso del maquinismo del llamado siglo de las luces (las ciudades empezaron a ser luminarias) tuvo lugar con un consumo de unos 856 vatios de potencia promedio para cada uno de los 1600 millones que entonces habitaban el plane-ta Esto en promedio mundial aunque algunos paiacuteses -como la pionera Alemania- ya alcanzaban una cifra cercana a los 3000 vatios de potencia promedio por persona unas 30 veces la necesidad metaboacutelica El impacto ambiental de finales del XIX era ya visible y acusado en algunas regiones industrializadas pero la maacutequina del progreso ya era imparable

Y entonces el petroacuteleo arrancoacute con fuerza inusitada Aunque las primeras explotaciones para consumo energeacutetico tuvieron lugar a mediados del siglo XIX en Pensilvania y los primeros motores de combustioacuten interna que utilizaron liacutequidos combustibles maacutes o menos refinados tuvieron lugar en el uacuteltimo cuarto del siglo XIX el fulminante arranque del petroacuteleo tuvo lugar en el primer tercio del siglo XX cuando Gran Bretantildea cambioacute su flota de guerra de carboacuten a petroacuteleo un combustible mucho maacutes denso versaacutetil y manejable y mucho mejor almacenable que el carboacuten

Fue en los antildeos 60 del siglo XX cuando el petroacuteleo consigue superar respectivamente a los consumos de carboacuten y biomasa a nivel mundial Este nuevo punto culminante se alcanza con cada uno de los 3000 mi-llones de habitantes que eacuteramos en 1960 consumien-do en promedio unos 1370 vatios de potencia por persona aunque algunos paiacuteses desarrollados alcan-zaron consumos per caacutepita mucho maacutes desorbitados que podiacutean llegar a los 6500 vatios per caacutepita unas 65 veces sus necesidades metaboacutelicas Los impactos ambientales ya alcanzaban niveles que empezaban a ser preocupantes y a tener alcance global

Han pasado apenas 56 antildeos desde que el petroacuteleo to-mase el liderazgo de los consumos de energiacutea mun-diales y ni el incremento considerable de consumo de gas natural ni el desarrollo de la energiacutea nuclear (que apenas supone un 5 de nuestra dieta energeacutetica ac-tual) ni la hidroelectricidad (un 3 de nuestro con-sumo global) han conseguido superar el papel domi-nante del petroacuteleo pero todos los consumos de cada tipo de combustible han ido aumentando exponencial-mente hasta al menos 2005 El petroacuteleo sigue siendo dominante sobre todo porque el 95 del transporte mundial funciona con sus derivados y no resulta faacutecil reemplazarlo ni en la agricultura mecanizada ni en

el transporte aeacutereo o el mariacutetimo ni en el transporte terrestre pesado ni en las fuerzas armadas Ni siquiera se lo ha podido reemplazar en el transporte privado por maacutes intentos que se estaacuten haciendo que no llegan a alcanzar las densidades energeacuteticas requeridas para dotar a los mil millones de vehiacuteculos de combustioacuten interna de la misma autonomiacutea durabilidad y flexibi-lidad de operacioacuten Y eso que el transporte privado es solo una pequentildea parte y no criacutetica de nuestra forma de actuar vivir y consumir

Hoy nos encontramos en un mundo en el que los 7300 millones que lo habitamos gracias precisamente a que esa enorme disponibilidad de energiacutea barata y accesible lo ha hecho posible tenemos un consumo promedio mundial unos 2560 vatios de potencia por persona aunque hay sociedades como la norteameri-cana que alcanzan ya los 10000 vatios de consumo por persona promedio cien veces maacutes que el consu-mo del cuerpo

Este consumo son unos 14000 millones de tonela-das de petroacuteleo equivalente o puesto en equivalente energeacutetico eleacutectrico unos 17 teravatios esto es como 17000 grandes centrales nucleares de 1GW De todo este enorme consumo energeacutetico las energiacuteas foacutesiles reinan (petroacuteleo un 313 del total carboacuten 286 del total habiendo reducido distancias en los uacuteltimos antildeos al frenarse el aumento del consumo de petroacute-leo por los agotamientos graduales de los principales yacimientos) El gas sigue creciendo pero supone el 212 Asiacute nos encontramos con que las energiacuteas foacute-siles suponen todaviacutea en 2014 maacutes de un 81 del con-sumo total mundial de energiacutea y si se suma la energiacutea nuclear como fuente no renovable se observa que casi el 87 de nuestra energiacutea no es renovable Y del res-to del consumo mundial una buena parte del mundo atrasado sigue consumiendo biomasa (lentildea bosta de vaca pajas etc) que todaviacutea representa un 10 del consumo mundial aunque merman los bosques crece de forma invasiva la superficie cultivada y la deman-da mundial de agua dulce que supone que ya supera los 5000 de los 9000 Km3 que se supone accesibles a los seres humanos Si se antildeade el 23 que supone la energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten alcanzando maacuteximos en ocupaciones de cuencas fluviales en casi todos los continentes (en Europa los embalses ocupan ya cer-ca de un 90 de lo que es posible embalsar en gran-des cuencas) apenas nos queda aproximadamente un 07 de nuestro consumo de energiacutea mundial que hoy aportan las llamadas ldquoenergiacuteas renovablesrdquo a pesar de las ocupaciones de espacios que podemos apreciar en nuestra geografiacutea

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La difiacutecil situacioacuten crecimiento versus sostenibili-dad

En la presente situacioacuten nos encontramos con dos factores cruciales que vienen a despertarnos del sue-ntildeo del crecimiento infinito en el que habiacuteamos dor-mitado en los anteriores 150 prodigiosos antildeos Un crecimiento que aumenta el confort para algunos (no todos) a cambio de destrozar el medio en el que ne-cesariamente tenemos que vivir Kenneth Boulding quien fuera en su diacutea presidente de la American Eco-nomic Association es famoso por su frase ldquoQuieacuten crea que es posible un crecimiento infinito en un pla-neta finito o es un loco o es un economistardquo

Por un lado tenemos encima la graviacutesima preocu-pacioacuten del calentamiento global y el cambio climaacute-tico cuyos efectos ya se sienten en una buena parte del planeta y son bastante irrreversibles Aunque se atribuye la causa al aumento de emisiones de CO2 a la atmoacutesfera -que han pasado en poco tiempo de 280 partes por milloacuten (ppm) a maacutes de 400 ppm- esto no deja de ser tambieacuten un efecto La causa de que se emi-tan unos 30000 millones de toneladas de carbono al antildeo la tiene obvia y directamente la quema de maacutes de 10000 millones de toneladas anuales de petroacuteleo y de combustibles foacutesiles Eacutesa es la verdadera causa

Por otro lado y por si fuera poco tenemos una cons-tancia cada vez mayor de que los yacimientos de com-bustibles foacutesiles estaacuten llegando a un liacutemite de extrac-cioacuten conocido como cenit de su produccioacuten mundial En el caso del combustible por excelencia que hasta ahora no tiene sustitutos previsibles en muchas de sus actuales aplicaciones la propia Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) admitioacute en 2010 que el petroacuteleo convencional habiacutea llegado a su cenit de extraccioacuten mundial maacuteximo en 2006

Desde entonces el petroacuteleo ha seguido aumentando en volumen producido gracias a los desesperados es-fuerzos por extraer petroacuteleo no convencional (aguas ultraprofundas petroacuteleo polar arenas asfaacutelticas de Canadaacute o petroacuteleo de los esquistos o lutitas un petroacute-leo de mucha peor calidad mucho maacutes esfuerzo ex-tractivo y un impacto ambiental si cabe auacuten mucho mayor que el del convencional) Si estamos arantildeando los posos o las heces energeacuteticas no es por deporte sino por la desesperacioacuten de ver que las mejores fuen-tes y de maacutes calidad se van agotando aunque disfra-cemos de ingenio la capacidad de sacar de ellas algo

maacutes de energiacutea como el que exprime una esponja para sacar las uacuteltimas gotas del liacutequido que contiene

Pero esto no garantiza que la energiacutea neta obtenida para la sociedad de ese mayor volumen se correspon-da proporcionalmente La Tasa de Retorno Energeacuteti-co (TRE o en ingleacutes Energy Return on Investment o EROI) al ser mucho maacutes baja hace que una buena parte de la energiacutea obtenida se gaste en la propia ob-tencioacuten y procesamiento del combustible y repercuta cada vez menos en los demaacutes usos sociales

Hay maacutes de 50 paiacuteses productores de petroacuteleo que ya estaacuten en declive productivo muchos de ellos en decli-ve terminal y no se estaacuten encontrando nuevos yaci-mientos que puedan compensar ni de lejos estas caiacute-das Los medios de mayor difusioacuten afanosos siempre de ofrecer soacutelo buenas noticias indican estos uacuteltimos antildeos nuevos descubrimientos de forma muy acriacutetica y superficial con tal de tranquilizar sobre la dispo-nibilidad de energiacutea Abunda el anumerismo como cuando recientemente se ha anunciado el descubri-miento de 20000 millones de barriles en yacimientos en Texas y Nuevo Meacutexico sin indicar que no ha sido un descubrimiento porque esas regiones estaacuten geoloacute-gicamente muy bien estudiadas desde hace deacutecadas y se conocen sus potenciales sino maacutes bien una de-cisioacuten poliacutetica de anunciar ahora que van a por ellos a toda costa Sin explicar a los lectores con claridad que son de esquistos no de petroacuteleo convencional que son recursos (no reservas) y ademaacutes denominados ldquosin descubrir aunque teacutecnicamente recuperablesrdquo y sobre todo sin indicar que aunque pudiesen sacarse los maacutes que dudosos 20000 millones de barriles eso prolongariacutea nuestro consumo mundial unos 7 meses y la llegada al cenit de la produccioacuten de petroacuteleo un trimestre

El uacuteltimo informe ldquoWorld Energy Outlookrdquo (WEO 2016) de la Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) indica de nuevo aunque trate de disimularlo que enfrentamos un problema sin precedentes en estos actuales niveles de consumo energeacutetico altiacutesimo Y en sus proyecciones hacia 2040 oacute 2050 se va enco-mendando a que se descubran enormes yacimientos que sabe que no se van a encontrar Aun asiacute anuncia declives energeacuteticos considerables y crecimientos de consumos energeacuteticos ridiacuteculamente bajos para lo que ha sido el histoacuterico del uacuteltimo siglo con cotas habi-tuales de crecimiento y disponibilidad de combusti-ble del 3 anual acumulativo Ahora la AIE situacutea los crecimientos en el entorno del 01 si se producen los milagros esperados con lo que lo maacutes probable

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es que haya que esperar ya reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos que mueven a la sociedad industrial y tecnoloacutegica global

Para evitar reconocer la llegada a este liacutemite crucial apuesta porque el aumento de la eficiencia debida a los avances tecnoloacutegicos consiga que la actividad econoacutemica -que siempre ha ido como no podiacutea ser de otra forma pareja y muy directamente ligada con el aumento de la disponibilidad de energiacutea para habilitar dicho crecimiento- permita la quimera de deslindar el crecimiento del PIB del crecimiento de la energiacutea dis-ponible algo que no ha sucedido en los uacuteltimos 150 antildeos pese a los continuos avances de la ciencia

Renovables iquesttabla de salvacioacuten

En esta situacioacuten para la uacuteltima tabla de salvacioacuten ldquopara seguir como estamosrdquo -es decir en modo de crecimiento permanente y continuo- las miradas se vuelven con cierta premura y desesperacioacuten a las lla-madas energiacuteas renovables El argumento es que la ventaja es doble Por un lado se reduciriacutea el consumo de energiacuteas foacutesiles causantes del calentamiento glo-bal y el cambio climaacutetico consiguiente Por el otro alejariacuteamos el problema del agotamiento de los recur-sos foacutesiles finitos

Entre las energiacuteas renovables cabe destacar las si-guientes seguacuten el uacuteltimo informe de la AIE de 2016 (con datos de 2014)

La biomasa que constituye el 103 de la energiacutea pri-mariaLa energiacutea hidroeleacutectrica que supone el 24 del to-tal de energiacutea primariaLas restantes renovables apenas representan un 14 del total de energiacutea primaria y se pueden desglosar en energiacutea geoteacutermica solar (en sus versiones teacutermi-ca solar termoeleacutectrica y solar fotovoltaica) eoacutelica y energiacutea de olas y mareas

El resto de la enorme cantidad de energiacutea consumida no renovable es el petroacuteleo con el 313 el carboacuten con el 286 el gas natural con el 212 y la energiacutea nuclear con el 48 del total de la energiacutea primaria Es decir el mundo sigue consumiendo un 811 de energiacutea no renovable

En cuanto a la biomasa maacutes nos valdriacutea no aumentar su consumo toda vez que ya hemos hecho desapa-recer maacutes del 50 de los bosques originales de hace

200 antildeos y se avanza en la deforestacioacuten a ritmos muy preocupantes de maacutes del 1 mundial anual de todos los bosques

La energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten anda bastante al cabo Pese a representar todaviacutea hoy soacutelo el 24 del total de energiacutea primaria global los embalses del planeta ya han anegado maacutes del 30 de las grandes cuencas fluviales del planeta y en algunos continentes como el europeo sobrepasan el 80 largamente sea para agricultura y consumo humano y animal o para producir electricidad

Las llamadas energiacuteas renovables modernas maacutes concretamente la eoacutelica y la solar junto con la hi-droeleacutectrica soacutelo producen electricidad La electrici-dad es apenas el 13 de la energiacutea primaria mundial y 181 del consumo final de energiacutea ya refinada

Es decir al movernos en un mundo baacutesicamente no eleacutectrico las modernas renovables tienen una misioacuten muy difiacutecil para reemplazar algunos usos masivos y comunes de las energiacuteas foacutesiles tales como la avia-cioacuten civil el transporte mariacutetimo la agricultura me-canizada el transporte terrestre las fuerzas armadas etc

Deben resolverse antes los enormes problemas de es-tos sistemas de captacioacuten de energiacutea entre los que se encuentranbull Las intermitencias propias del sol del viento y del agua ciclos diacuteanoche vientoencalmada o ciclos estacionalesbull Los sistemas de almacenamiento masivo de energiacutea requeridos sea el bombeo inverso de agua de embalse a embalse o con bateriacuteas muy costosas para la muy poca capacidad que ofrecen y con ciclos de carga y descarga muy limitadas que las convierten raacute-pidamente en chatarra muy contaminante El almace-namiento masivo es algo que los combustibles foacutesiles o el nuclear tienen resuelto si se dotan de las reservas suficientes en el punto de generacioacutenbull El coste energeacutetico de tener que utilizar vecto-res energeacuteticos del que el maacutes conocido es el hidroacutege-no a partir de la electricidad que generan para servir determinadas funciones sociales no eleacutectricasbull El coste de tener que desarrollar toda la in-fraestructura mundial de redes eleacutectricas y sus in-terconexiones y mallados para servir a la sociedad mundial de forma 100 eleacutectrica lo que implicariacutea multiplicar entre 5 y 10 veces la infraestructura eleacutec-trica mundial actual Y unas 15 veces la red eleacutectrica mundial actual si tuvieacutesemos que ofrecer el miacutenimo

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

58193

Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 1 ldquoNuevos tiempos para la cooperacioacuten internacional para el desarrollordquo abril 2011

Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

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Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 11: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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Hacia 1900 el carboacuten superoacute a nivel mundial al uso de la biomasa (cuyo consumo tambieacuten siguioacute aumen-tando) Ese tremendo impulso del maquinismo del llamado siglo de las luces (las ciudades empezaron a ser luminarias) tuvo lugar con un consumo de unos 856 vatios de potencia promedio para cada uno de los 1600 millones que entonces habitaban el plane-ta Esto en promedio mundial aunque algunos paiacuteses -como la pionera Alemania- ya alcanzaban una cifra cercana a los 3000 vatios de potencia promedio por persona unas 30 veces la necesidad metaboacutelica El impacto ambiental de finales del XIX era ya visible y acusado en algunas regiones industrializadas pero la maacutequina del progreso ya era imparable

Y entonces el petroacuteleo arrancoacute con fuerza inusitada Aunque las primeras explotaciones para consumo energeacutetico tuvieron lugar a mediados del siglo XIX en Pensilvania y los primeros motores de combustioacuten interna que utilizaron liacutequidos combustibles maacutes o menos refinados tuvieron lugar en el uacuteltimo cuarto del siglo XIX el fulminante arranque del petroacuteleo tuvo lugar en el primer tercio del siglo XX cuando Gran Bretantildea cambioacute su flota de guerra de carboacuten a petroacuteleo un combustible mucho maacutes denso versaacutetil y manejable y mucho mejor almacenable que el carboacuten

Fue en los antildeos 60 del siglo XX cuando el petroacuteleo consigue superar respectivamente a los consumos de carboacuten y biomasa a nivel mundial Este nuevo punto culminante se alcanza con cada uno de los 3000 mi-llones de habitantes que eacuteramos en 1960 consumien-do en promedio unos 1370 vatios de potencia por persona aunque algunos paiacuteses desarrollados alcan-zaron consumos per caacutepita mucho maacutes desorbitados que podiacutean llegar a los 6500 vatios per caacutepita unas 65 veces sus necesidades metaboacutelicas Los impactos ambientales ya alcanzaban niveles que empezaban a ser preocupantes y a tener alcance global

Han pasado apenas 56 antildeos desde que el petroacuteleo to-mase el liderazgo de los consumos de energiacutea mun-diales y ni el incremento considerable de consumo de gas natural ni el desarrollo de la energiacutea nuclear (que apenas supone un 5 de nuestra dieta energeacutetica ac-tual) ni la hidroelectricidad (un 3 de nuestro con-sumo global) han conseguido superar el papel domi-nante del petroacuteleo pero todos los consumos de cada tipo de combustible han ido aumentando exponencial-mente hasta al menos 2005 El petroacuteleo sigue siendo dominante sobre todo porque el 95 del transporte mundial funciona con sus derivados y no resulta faacutecil reemplazarlo ni en la agricultura mecanizada ni en

el transporte aeacutereo o el mariacutetimo ni en el transporte terrestre pesado ni en las fuerzas armadas Ni siquiera se lo ha podido reemplazar en el transporte privado por maacutes intentos que se estaacuten haciendo que no llegan a alcanzar las densidades energeacuteticas requeridas para dotar a los mil millones de vehiacuteculos de combustioacuten interna de la misma autonomiacutea durabilidad y flexibi-lidad de operacioacuten Y eso que el transporte privado es solo una pequentildea parte y no criacutetica de nuestra forma de actuar vivir y consumir

Hoy nos encontramos en un mundo en el que los 7300 millones que lo habitamos gracias precisamente a que esa enorme disponibilidad de energiacutea barata y accesible lo ha hecho posible tenemos un consumo promedio mundial unos 2560 vatios de potencia por persona aunque hay sociedades como la norteameri-cana que alcanzan ya los 10000 vatios de consumo por persona promedio cien veces maacutes que el consu-mo del cuerpo

Este consumo son unos 14000 millones de tonela-das de petroacuteleo equivalente o puesto en equivalente energeacutetico eleacutectrico unos 17 teravatios esto es como 17000 grandes centrales nucleares de 1GW De todo este enorme consumo energeacutetico las energiacuteas foacutesiles reinan (petroacuteleo un 313 del total carboacuten 286 del total habiendo reducido distancias en los uacuteltimos antildeos al frenarse el aumento del consumo de petroacute-leo por los agotamientos graduales de los principales yacimientos) El gas sigue creciendo pero supone el 212 Asiacute nos encontramos con que las energiacuteas foacute-siles suponen todaviacutea en 2014 maacutes de un 81 del con-sumo total mundial de energiacutea y si se suma la energiacutea nuclear como fuente no renovable se observa que casi el 87 de nuestra energiacutea no es renovable Y del res-to del consumo mundial una buena parte del mundo atrasado sigue consumiendo biomasa (lentildea bosta de vaca pajas etc) que todaviacutea representa un 10 del consumo mundial aunque merman los bosques crece de forma invasiva la superficie cultivada y la deman-da mundial de agua dulce que supone que ya supera los 5000 de los 9000 Km3 que se supone accesibles a los seres humanos Si se antildeade el 23 que supone la energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten alcanzando maacuteximos en ocupaciones de cuencas fluviales en casi todos los continentes (en Europa los embalses ocupan ya cer-ca de un 90 de lo que es posible embalsar en gran-des cuencas) apenas nos queda aproximadamente un 07 de nuestro consumo de energiacutea mundial que hoy aportan las llamadas ldquoenergiacuteas renovablesrdquo a pesar de las ocupaciones de espacios que podemos apreciar en nuestra geografiacutea

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La difiacutecil situacioacuten crecimiento versus sostenibili-dad

En la presente situacioacuten nos encontramos con dos factores cruciales que vienen a despertarnos del sue-ntildeo del crecimiento infinito en el que habiacuteamos dor-mitado en los anteriores 150 prodigiosos antildeos Un crecimiento que aumenta el confort para algunos (no todos) a cambio de destrozar el medio en el que ne-cesariamente tenemos que vivir Kenneth Boulding quien fuera en su diacutea presidente de la American Eco-nomic Association es famoso por su frase ldquoQuieacuten crea que es posible un crecimiento infinito en un pla-neta finito o es un loco o es un economistardquo

Por un lado tenemos encima la graviacutesima preocu-pacioacuten del calentamiento global y el cambio climaacute-tico cuyos efectos ya se sienten en una buena parte del planeta y son bastante irrreversibles Aunque se atribuye la causa al aumento de emisiones de CO2 a la atmoacutesfera -que han pasado en poco tiempo de 280 partes por milloacuten (ppm) a maacutes de 400 ppm- esto no deja de ser tambieacuten un efecto La causa de que se emi-tan unos 30000 millones de toneladas de carbono al antildeo la tiene obvia y directamente la quema de maacutes de 10000 millones de toneladas anuales de petroacuteleo y de combustibles foacutesiles Eacutesa es la verdadera causa

Por otro lado y por si fuera poco tenemos una cons-tancia cada vez mayor de que los yacimientos de com-bustibles foacutesiles estaacuten llegando a un liacutemite de extrac-cioacuten conocido como cenit de su produccioacuten mundial En el caso del combustible por excelencia que hasta ahora no tiene sustitutos previsibles en muchas de sus actuales aplicaciones la propia Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) admitioacute en 2010 que el petroacuteleo convencional habiacutea llegado a su cenit de extraccioacuten mundial maacuteximo en 2006

Desde entonces el petroacuteleo ha seguido aumentando en volumen producido gracias a los desesperados es-fuerzos por extraer petroacuteleo no convencional (aguas ultraprofundas petroacuteleo polar arenas asfaacutelticas de Canadaacute o petroacuteleo de los esquistos o lutitas un petroacute-leo de mucha peor calidad mucho maacutes esfuerzo ex-tractivo y un impacto ambiental si cabe auacuten mucho mayor que el del convencional) Si estamos arantildeando los posos o las heces energeacuteticas no es por deporte sino por la desesperacioacuten de ver que las mejores fuen-tes y de maacutes calidad se van agotando aunque disfra-cemos de ingenio la capacidad de sacar de ellas algo

maacutes de energiacutea como el que exprime una esponja para sacar las uacuteltimas gotas del liacutequido que contiene

Pero esto no garantiza que la energiacutea neta obtenida para la sociedad de ese mayor volumen se correspon-da proporcionalmente La Tasa de Retorno Energeacuteti-co (TRE o en ingleacutes Energy Return on Investment o EROI) al ser mucho maacutes baja hace que una buena parte de la energiacutea obtenida se gaste en la propia ob-tencioacuten y procesamiento del combustible y repercuta cada vez menos en los demaacutes usos sociales

Hay maacutes de 50 paiacuteses productores de petroacuteleo que ya estaacuten en declive productivo muchos de ellos en decli-ve terminal y no se estaacuten encontrando nuevos yaci-mientos que puedan compensar ni de lejos estas caiacute-das Los medios de mayor difusioacuten afanosos siempre de ofrecer soacutelo buenas noticias indican estos uacuteltimos antildeos nuevos descubrimientos de forma muy acriacutetica y superficial con tal de tranquilizar sobre la dispo-nibilidad de energiacutea Abunda el anumerismo como cuando recientemente se ha anunciado el descubri-miento de 20000 millones de barriles en yacimientos en Texas y Nuevo Meacutexico sin indicar que no ha sido un descubrimiento porque esas regiones estaacuten geoloacute-gicamente muy bien estudiadas desde hace deacutecadas y se conocen sus potenciales sino maacutes bien una de-cisioacuten poliacutetica de anunciar ahora que van a por ellos a toda costa Sin explicar a los lectores con claridad que son de esquistos no de petroacuteleo convencional que son recursos (no reservas) y ademaacutes denominados ldquosin descubrir aunque teacutecnicamente recuperablesrdquo y sobre todo sin indicar que aunque pudiesen sacarse los maacutes que dudosos 20000 millones de barriles eso prolongariacutea nuestro consumo mundial unos 7 meses y la llegada al cenit de la produccioacuten de petroacuteleo un trimestre

El uacuteltimo informe ldquoWorld Energy Outlookrdquo (WEO 2016) de la Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) indica de nuevo aunque trate de disimularlo que enfrentamos un problema sin precedentes en estos actuales niveles de consumo energeacutetico altiacutesimo Y en sus proyecciones hacia 2040 oacute 2050 se va enco-mendando a que se descubran enormes yacimientos que sabe que no se van a encontrar Aun asiacute anuncia declives energeacuteticos considerables y crecimientos de consumos energeacuteticos ridiacuteculamente bajos para lo que ha sido el histoacuterico del uacuteltimo siglo con cotas habi-tuales de crecimiento y disponibilidad de combusti-ble del 3 anual acumulativo Ahora la AIE situacutea los crecimientos en el entorno del 01 si se producen los milagros esperados con lo que lo maacutes probable

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es que haya que esperar ya reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos que mueven a la sociedad industrial y tecnoloacutegica global

Para evitar reconocer la llegada a este liacutemite crucial apuesta porque el aumento de la eficiencia debida a los avances tecnoloacutegicos consiga que la actividad econoacutemica -que siempre ha ido como no podiacutea ser de otra forma pareja y muy directamente ligada con el aumento de la disponibilidad de energiacutea para habilitar dicho crecimiento- permita la quimera de deslindar el crecimiento del PIB del crecimiento de la energiacutea dis-ponible algo que no ha sucedido en los uacuteltimos 150 antildeos pese a los continuos avances de la ciencia

Renovables iquesttabla de salvacioacuten

En esta situacioacuten para la uacuteltima tabla de salvacioacuten ldquopara seguir como estamosrdquo -es decir en modo de crecimiento permanente y continuo- las miradas se vuelven con cierta premura y desesperacioacuten a las lla-madas energiacuteas renovables El argumento es que la ventaja es doble Por un lado se reduciriacutea el consumo de energiacuteas foacutesiles causantes del calentamiento glo-bal y el cambio climaacutetico consiguiente Por el otro alejariacuteamos el problema del agotamiento de los recur-sos foacutesiles finitos

Entre las energiacuteas renovables cabe destacar las si-guientes seguacuten el uacuteltimo informe de la AIE de 2016 (con datos de 2014)

La biomasa que constituye el 103 de la energiacutea pri-mariaLa energiacutea hidroeleacutectrica que supone el 24 del to-tal de energiacutea primariaLas restantes renovables apenas representan un 14 del total de energiacutea primaria y se pueden desglosar en energiacutea geoteacutermica solar (en sus versiones teacutermi-ca solar termoeleacutectrica y solar fotovoltaica) eoacutelica y energiacutea de olas y mareas

El resto de la enorme cantidad de energiacutea consumida no renovable es el petroacuteleo con el 313 el carboacuten con el 286 el gas natural con el 212 y la energiacutea nuclear con el 48 del total de la energiacutea primaria Es decir el mundo sigue consumiendo un 811 de energiacutea no renovable

En cuanto a la biomasa maacutes nos valdriacutea no aumentar su consumo toda vez que ya hemos hecho desapa-recer maacutes del 50 de los bosques originales de hace

200 antildeos y se avanza en la deforestacioacuten a ritmos muy preocupantes de maacutes del 1 mundial anual de todos los bosques

La energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten anda bastante al cabo Pese a representar todaviacutea hoy soacutelo el 24 del total de energiacutea primaria global los embalses del planeta ya han anegado maacutes del 30 de las grandes cuencas fluviales del planeta y en algunos continentes como el europeo sobrepasan el 80 largamente sea para agricultura y consumo humano y animal o para producir electricidad

Las llamadas energiacuteas renovables modernas maacutes concretamente la eoacutelica y la solar junto con la hi-droeleacutectrica soacutelo producen electricidad La electrici-dad es apenas el 13 de la energiacutea primaria mundial y 181 del consumo final de energiacutea ya refinada

Es decir al movernos en un mundo baacutesicamente no eleacutectrico las modernas renovables tienen una misioacuten muy difiacutecil para reemplazar algunos usos masivos y comunes de las energiacuteas foacutesiles tales como la avia-cioacuten civil el transporte mariacutetimo la agricultura me-canizada el transporte terrestre las fuerzas armadas etc

Deben resolverse antes los enormes problemas de es-tos sistemas de captacioacuten de energiacutea entre los que se encuentranbull Las intermitencias propias del sol del viento y del agua ciclos diacuteanoche vientoencalmada o ciclos estacionalesbull Los sistemas de almacenamiento masivo de energiacutea requeridos sea el bombeo inverso de agua de embalse a embalse o con bateriacuteas muy costosas para la muy poca capacidad que ofrecen y con ciclos de carga y descarga muy limitadas que las convierten raacute-pidamente en chatarra muy contaminante El almace-namiento masivo es algo que los combustibles foacutesiles o el nuclear tienen resuelto si se dotan de las reservas suficientes en el punto de generacioacutenbull El coste energeacutetico de tener que utilizar vecto-res energeacuteticos del que el maacutes conocido es el hidroacutege-no a partir de la electricidad que generan para servir determinadas funciones sociales no eleacutectricasbull El coste de tener que desarrollar toda la in-fraestructura mundial de redes eleacutectricas y sus in-terconexiones y mallados para servir a la sociedad mundial de forma 100 eleacutectrica lo que implicariacutea multiplicar entre 5 y 10 veces la infraestructura eleacutec-trica mundial actual Y unas 15 veces la red eleacutectrica mundial actual si tuvieacutesemos que ofrecer el miacutenimo

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

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Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 12: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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La difiacutecil situacioacuten crecimiento versus sostenibili-dad

En la presente situacioacuten nos encontramos con dos factores cruciales que vienen a despertarnos del sue-ntildeo del crecimiento infinito en el que habiacuteamos dor-mitado en los anteriores 150 prodigiosos antildeos Un crecimiento que aumenta el confort para algunos (no todos) a cambio de destrozar el medio en el que ne-cesariamente tenemos que vivir Kenneth Boulding quien fuera en su diacutea presidente de la American Eco-nomic Association es famoso por su frase ldquoQuieacuten crea que es posible un crecimiento infinito en un pla-neta finito o es un loco o es un economistardquo

Por un lado tenemos encima la graviacutesima preocu-pacioacuten del calentamiento global y el cambio climaacute-tico cuyos efectos ya se sienten en una buena parte del planeta y son bastante irrreversibles Aunque se atribuye la causa al aumento de emisiones de CO2 a la atmoacutesfera -que han pasado en poco tiempo de 280 partes por milloacuten (ppm) a maacutes de 400 ppm- esto no deja de ser tambieacuten un efecto La causa de que se emi-tan unos 30000 millones de toneladas de carbono al antildeo la tiene obvia y directamente la quema de maacutes de 10000 millones de toneladas anuales de petroacuteleo y de combustibles foacutesiles Eacutesa es la verdadera causa

Por otro lado y por si fuera poco tenemos una cons-tancia cada vez mayor de que los yacimientos de com-bustibles foacutesiles estaacuten llegando a un liacutemite de extrac-cioacuten conocido como cenit de su produccioacuten mundial En el caso del combustible por excelencia que hasta ahora no tiene sustitutos previsibles en muchas de sus actuales aplicaciones la propia Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) admitioacute en 2010 que el petroacuteleo convencional habiacutea llegado a su cenit de extraccioacuten mundial maacuteximo en 2006

Desde entonces el petroacuteleo ha seguido aumentando en volumen producido gracias a los desesperados es-fuerzos por extraer petroacuteleo no convencional (aguas ultraprofundas petroacuteleo polar arenas asfaacutelticas de Canadaacute o petroacuteleo de los esquistos o lutitas un petroacute-leo de mucha peor calidad mucho maacutes esfuerzo ex-tractivo y un impacto ambiental si cabe auacuten mucho mayor que el del convencional) Si estamos arantildeando los posos o las heces energeacuteticas no es por deporte sino por la desesperacioacuten de ver que las mejores fuen-tes y de maacutes calidad se van agotando aunque disfra-cemos de ingenio la capacidad de sacar de ellas algo

maacutes de energiacutea como el que exprime una esponja para sacar las uacuteltimas gotas del liacutequido que contiene

Pero esto no garantiza que la energiacutea neta obtenida para la sociedad de ese mayor volumen se correspon-da proporcionalmente La Tasa de Retorno Energeacuteti-co (TRE o en ingleacutes Energy Return on Investment o EROI) al ser mucho maacutes baja hace que una buena parte de la energiacutea obtenida se gaste en la propia ob-tencioacuten y procesamiento del combustible y repercuta cada vez menos en los demaacutes usos sociales

Hay maacutes de 50 paiacuteses productores de petroacuteleo que ya estaacuten en declive productivo muchos de ellos en decli-ve terminal y no se estaacuten encontrando nuevos yaci-mientos que puedan compensar ni de lejos estas caiacute-das Los medios de mayor difusioacuten afanosos siempre de ofrecer soacutelo buenas noticias indican estos uacuteltimos antildeos nuevos descubrimientos de forma muy acriacutetica y superficial con tal de tranquilizar sobre la dispo-nibilidad de energiacutea Abunda el anumerismo como cuando recientemente se ha anunciado el descubri-miento de 20000 millones de barriles en yacimientos en Texas y Nuevo Meacutexico sin indicar que no ha sido un descubrimiento porque esas regiones estaacuten geoloacute-gicamente muy bien estudiadas desde hace deacutecadas y se conocen sus potenciales sino maacutes bien una de-cisioacuten poliacutetica de anunciar ahora que van a por ellos a toda costa Sin explicar a los lectores con claridad que son de esquistos no de petroacuteleo convencional que son recursos (no reservas) y ademaacutes denominados ldquosin descubrir aunque teacutecnicamente recuperablesrdquo y sobre todo sin indicar que aunque pudiesen sacarse los maacutes que dudosos 20000 millones de barriles eso prolongariacutea nuestro consumo mundial unos 7 meses y la llegada al cenit de la produccioacuten de petroacuteleo un trimestre

El uacuteltimo informe ldquoWorld Energy Outlookrdquo (WEO 2016) de la Agencia Internacional de la Energiacutea (AIE) indica de nuevo aunque trate de disimularlo que enfrentamos un problema sin precedentes en estos actuales niveles de consumo energeacutetico altiacutesimo Y en sus proyecciones hacia 2040 oacute 2050 se va enco-mendando a que se descubran enormes yacimientos que sabe que no se van a encontrar Aun asiacute anuncia declives energeacuteticos considerables y crecimientos de consumos energeacuteticos ridiacuteculamente bajos para lo que ha sido el histoacuterico del uacuteltimo siglo con cotas habi-tuales de crecimiento y disponibilidad de combusti-ble del 3 anual acumulativo Ahora la AIE situacutea los crecimientos en el entorno del 01 si se producen los milagros esperados con lo que lo maacutes probable

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es que haya que esperar ya reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos que mueven a la sociedad industrial y tecnoloacutegica global

Para evitar reconocer la llegada a este liacutemite crucial apuesta porque el aumento de la eficiencia debida a los avances tecnoloacutegicos consiga que la actividad econoacutemica -que siempre ha ido como no podiacutea ser de otra forma pareja y muy directamente ligada con el aumento de la disponibilidad de energiacutea para habilitar dicho crecimiento- permita la quimera de deslindar el crecimiento del PIB del crecimiento de la energiacutea dis-ponible algo que no ha sucedido en los uacuteltimos 150 antildeos pese a los continuos avances de la ciencia

Renovables iquesttabla de salvacioacuten

En esta situacioacuten para la uacuteltima tabla de salvacioacuten ldquopara seguir como estamosrdquo -es decir en modo de crecimiento permanente y continuo- las miradas se vuelven con cierta premura y desesperacioacuten a las lla-madas energiacuteas renovables El argumento es que la ventaja es doble Por un lado se reduciriacutea el consumo de energiacuteas foacutesiles causantes del calentamiento glo-bal y el cambio climaacutetico consiguiente Por el otro alejariacuteamos el problema del agotamiento de los recur-sos foacutesiles finitos

Entre las energiacuteas renovables cabe destacar las si-guientes seguacuten el uacuteltimo informe de la AIE de 2016 (con datos de 2014)

La biomasa que constituye el 103 de la energiacutea pri-mariaLa energiacutea hidroeleacutectrica que supone el 24 del to-tal de energiacutea primariaLas restantes renovables apenas representan un 14 del total de energiacutea primaria y se pueden desglosar en energiacutea geoteacutermica solar (en sus versiones teacutermi-ca solar termoeleacutectrica y solar fotovoltaica) eoacutelica y energiacutea de olas y mareas

El resto de la enorme cantidad de energiacutea consumida no renovable es el petroacuteleo con el 313 el carboacuten con el 286 el gas natural con el 212 y la energiacutea nuclear con el 48 del total de la energiacutea primaria Es decir el mundo sigue consumiendo un 811 de energiacutea no renovable

En cuanto a la biomasa maacutes nos valdriacutea no aumentar su consumo toda vez que ya hemos hecho desapa-recer maacutes del 50 de los bosques originales de hace

200 antildeos y se avanza en la deforestacioacuten a ritmos muy preocupantes de maacutes del 1 mundial anual de todos los bosques

La energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten anda bastante al cabo Pese a representar todaviacutea hoy soacutelo el 24 del total de energiacutea primaria global los embalses del planeta ya han anegado maacutes del 30 de las grandes cuencas fluviales del planeta y en algunos continentes como el europeo sobrepasan el 80 largamente sea para agricultura y consumo humano y animal o para producir electricidad

Las llamadas energiacuteas renovables modernas maacutes concretamente la eoacutelica y la solar junto con la hi-droeleacutectrica soacutelo producen electricidad La electrici-dad es apenas el 13 de la energiacutea primaria mundial y 181 del consumo final de energiacutea ya refinada

Es decir al movernos en un mundo baacutesicamente no eleacutectrico las modernas renovables tienen una misioacuten muy difiacutecil para reemplazar algunos usos masivos y comunes de las energiacuteas foacutesiles tales como la avia-cioacuten civil el transporte mariacutetimo la agricultura me-canizada el transporte terrestre las fuerzas armadas etc

Deben resolverse antes los enormes problemas de es-tos sistemas de captacioacuten de energiacutea entre los que se encuentranbull Las intermitencias propias del sol del viento y del agua ciclos diacuteanoche vientoencalmada o ciclos estacionalesbull Los sistemas de almacenamiento masivo de energiacutea requeridos sea el bombeo inverso de agua de embalse a embalse o con bateriacuteas muy costosas para la muy poca capacidad que ofrecen y con ciclos de carga y descarga muy limitadas que las convierten raacute-pidamente en chatarra muy contaminante El almace-namiento masivo es algo que los combustibles foacutesiles o el nuclear tienen resuelto si se dotan de las reservas suficientes en el punto de generacioacutenbull El coste energeacutetico de tener que utilizar vecto-res energeacuteticos del que el maacutes conocido es el hidroacutege-no a partir de la electricidad que generan para servir determinadas funciones sociales no eleacutectricasbull El coste de tener que desarrollar toda la in-fraestructura mundial de redes eleacutectricas y sus in-terconexiones y mallados para servir a la sociedad mundial de forma 100 eleacutectrica lo que implicariacutea multiplicar entre 5 y 10 veces la infraestructura eleacutec-trica mundial actual Y unas 15 veces la red eleacutectrica mundial actual si tuvieacutesemos que ofrecer el miacutenimo

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

58193

Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

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Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 13: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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es que haya que esperar ya reducciones importantes de la disponibilidad de los recursos que mueven a la sociedad industrial y tecnoloacutegica global

Para evitar reconocer la llegada a este liacutemite crucial apuesta porque el aumento de la eficiencia debida a los avances tecnoloacutegicos consiga que la actividad econoacutemica -que siempre ha ido como no podiacutea ser de otra forma pareja y muy directamente ligada con el aumento de la disponibilidad de energiacutea para habilitar dicho crecimiento- permita la quimera de deslindar el crecimiento del PIB del crecimiento de la energiacutea dis-ponible algo que no ha sucedido en los uacuteltimos 150 antildeos pese a los continuos avances de la ciencia

Renovables iquesttabla de salvacioacuten

En esta situacioacuten para la uacuteltima tabla de salvacioacuten ldquopara seguir como estamosrdquo -es decir en modo de crecimiento permanente y continuo- las miradas se vuelven con cierta premura y desesperacioacuten a las lla-madas energiacuteas renovables El argumento es que la ventaja es doble Por un lado se reduciriacutea el consumo de energiacuteas foacutesiles causantes del calentamiento glo-bal y el cambio climaacutetico consiguiente Por el otro alejariacuteamos el problema del agotamiento de los recur-sos foacutesiles finitos

Entre las energiacuteas renovables cabe destacar las si-guientes seguacuten el uacuteltimo informe de la AIE de 2016 (con datos de 2014)

La biomasa que constituye el 103 de la energiacutea pri-mariaLa energiacutea hidroeleacutectrica que supone el 24 del to-tal de energiacutea primariaLas restantes renovables apenas representan un 14 del total de energiacutea primaria y se pueden desglosar en energiacutea geoteacutermica solar (en sus versiones teacutermi-ca solar termoeleacutectrica y solar fotovoltaica) eoacutelica y energiacutea de olas y mareas

El resto de la enorme cantidad de energiacutea consumida no renovable es el petroacuteleo con el 313 el carboacuten con el 286 el gas natural con el 212 y la energiacutea nuclear con el 48 del total de la energiacutea primaria Es decir el mundo sigue consumiendo un 811 de energiacutea no renovable

En cuanto a la biomasa maacutes nos valdriacutea no aumentar su consumo toda vez que ya hemos hecho desapa-recer maacutes del 50 de los bosques originales de hace

200 antildeos y se avanza en la deforestacioacuten a ritmos muy preocupantes de maacutes del 1 mundial anual de todos los bosques

La energiacutea hidroeleacutectrica tambieacuten anda bastante al cabo Pese a representar todaviacutea hoy soacutelo el 24 del total de energiacutea primaria global los embalses del planeta ya han anegado maacutes del 30 de las grandes cuencas fluviales del planeta y en algunos continentes como el europeo sobrepasan el 80 largamente sea para agricultura y consumo humano y animal o para producir electricidad

Las llamadas energiacuteas renovables modernas maacutes concretamente la eoacutelica y la solar junto con la hi-droeleacutectrica soacutelo producen electricidad La electrici-dad es apenas el 13 de la energiacutea primaria mundial y 181 del consumo final de energiacutea ya refinada

Es decir al movernos en un mundo baacutesicamente no eleacutectrico las modernas renovables tienen una misioacuten muy difiacutecil para reemplazar algunos usos masivos y comunes de las energiacuteas foacutesiles tales como la avia-cioacuten civil el transporte mariacutetimo la agricultura me-canizada el transporte terrestre las fuerzas armadas etc

Deben resolverse antes los enormes problemas de es-tos sistemas de captacioacuten de energiacutea entre los que se encuentranbull Las intermitencias propias del sol del viento y del agua ciclos diacuteanoche vientoencalmada o ciclos estacionalesbull Los sistemas de almacenamiento masivo de energiacutea requeridos sea el bombeo inverso de agua de embalse a embalse o con bateriacuteas muy costosas para la muy poca capacidad que ofrecen y con ciclos de carga y descarga muy limitadas que las convierten raacute-pidamente en chatarra muy contaminante El almace-namiento masivo es algo que los combustibles foacutesiles o el nuclear tienen resuelto si se dotan de las reservas suficientes en el punto de generacioacutenbull El coste energeacutetico de tener que utilizar vecto-res energeacuteticos del que el maacutes conocido es el hidroacutege-no a partir de la electricidad que generan para servir determinadas funciones sociales no eleacutectricasbull El coste de tener que desarrollar toda la in-fraestructura mundial de redes eleacutectricas y sus in-terconexiones y mallados para servir a la sociedad mundial de forma 100 eleacutectrica lo que implicariacutea multiplicar entre 5 y 10 veces la infraestructura eleacutec-trica mundial actual Y unas 15 veces la red eleacutectrica mundial actual si tuvieacutesemos que ofrecer el miacutenimo

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

58193

Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 1 ldquoNuevos tiempos para la cooperacioacuten internacional para el desarrollordquo abril 2011

Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

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imprescindible a los maacutes de 1000 millones que no la tienen todaviacutea seguacuten el Banco Mundial y a ofrecer algo maacutes a los otros mil millones que soacutelo la tienen para una iluminacioacuten pobriacutesimabull Como consecuencia de lo anterior la maacutes que probable escasez mundial de muchos materiales criacuteti-cos que hoy se encuentran en las llamadas modernas energiacuteas renovables

La visioacuten de futuro la aclara la propia AIE cuando a pesar de los esfuerzos por demostrar los avances apenas proyecta duplicar para 2040 la participacioacuten de 2014 en el consumo de energiacutea primaria que en el mismo periacuteodo sube un 234 El cuadro siguiente es muy ilustrativo

Importancia de las energiacuteas renovables en el consumo de energiacutea primaria

Fuente de energiacutea 2014 2040Hidroeleacutectrica 24 30Biomasa 104 105Otras renovablesTotal renovables

13141

58193

Datos extraiacutedos del WEO 2016 de la Agencia Internacional de la Energiacutea paacutegina 64 y elaboracioacuten propia

Ello a pesar de que la propia AIE realiza un esfuerzo tecnooptimista considerable previendo que los vehiacute-culos eleacutectricos que rodaraacuten por el mundo en 2040 seraacuten nada menos que 150 millones aunque sentildeala que eso apenas seguiraacute siendo el 8 del total de los 1900 millones de vehiacuteculos ligeros en que se espera para esas fechas que se hayan convertido los 1000 millones que hoy circulan

Reflexiones finales

Estas cifras quizaacute ayuden a pensar que el reto energeacute-tico al que se enfrenta la Humanidad es mucho maacutes considerable de lo que a veces dan a entender las ci-fras de crecimientos exponenciales de las instalacio-nes solares y eoacutelicas de la uacuteltima deacutecada Cuando se colocan en contexto como se ve maacutes arriba deno-tan que apenas han servido en el mejor de los casos como un limitado aporte siempre inferior al aumen-to de la demanda del suministro eleacutectrico ademaacutes y principalmente en paiacuteses desarrollados y con recursos financieros y tecnoloacutegicos para promoverlos a traveacutes de primas subvenciones o exenciones fiscales mien-tras el resto del ancho mundo sigue siendo un erial renovable salvo por la biomasa y alguacuten proyecto hi-

droeleacutectrico Por si fuera poco se espera que 2015 y 2016 terminen siendo un punto de inflexioacuten tambieacuten para los paiacuteses punteros que habiacutean abanderado es-tos desarrollos como Alemania Italia o Reino Unido que sobrepasaron pronto a la pionera Espantildea que fue la que primero quedoacute financieramente exhausta aho-ra ellos mismos dan serias muestras de frenar draacutes-ticamente su crecimiento exponencial cuando ape-nas han alcanzado cotas limitadas en el consumo de energiacutea eleacutectrica no digamos del consumo de energiacutea primaria China que siguioacute esta expansioacuten fulgurante (aunque tambieacuten limitada en el contexto general de la energiacutea primaria) va por detraacutes tambieacuten en mostrar sus propios signos de frenada en los desarrollos que no queda todaviacutea muy claro si se debieron a su intereacutes por desplegar energiacuteas llamadas limpias o al hecho de que al frenar en sus expansiones inicialmente previs-tas sus principales clientes occidentales se quedaron con los almacenes llenos y aprovecharon la ocasioacuten Seguramente es una mezcla de ambas razones y del pragmatismo chino de hacer de la necesidad virtud

En cualquier caso quizaacute sea el momento de reflexio-nar maacutes profundamente sobre hacia doacutende queremos y hacia doacutende podemos ir en un mundo con cuyos liacutemites fiacutesicos estamos empezando a chocar Nadie descarta la conveniencia de mejorar la eficiencia de nuestros consumos pero ninguna mejora de este tipo en las uacuteltimas deacutecadas fue acompantildeada de una reduc-cioacuten del consumo total de energiacutea sino todo lo contra-rio Quizaacute sea tiempo de pensar en el ahorro en la re-duccioacuten sistemaacutetica de nuestro exacerbado consumo energeacutetico sea o no llamado verde En coacutemo salir de esta encrucijada en coacutemo cambiar draacutesticamente un modelo agotado en coacutemo hacerlo ya y hacerlo raacutepido y hacerlo bien No nos queda otra

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

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Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

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Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

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Page 15: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

EL FUTURO DE LAS ENERGIacuteAS FOacuteSILES

Pedro Linares (Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Universidad Pontificia de Comillas)

1 La contribucioacuten actual de las energiacuteas foacutesiles al suministro de energiacutea

Las energiacuteas foacutesiles representaron en 2014 un 81 del consumo de energiacutea primaria a nivel mundial domi-nando pues la escena energeacutetica Por tipos de combus-tible el liacuteder es el petroacuteleo (aunque reduciendo cada vez su participacioacuten) seguido por el carboacuten y el gas natural (que la va aumentando)

Este consumo es distinto seguacuten la regioacuten geograacutefica mientras que el petroacuteleo se distribuye de forma am-plia (asociado a su utilizacioacuten para el sector del trans-porte) el gas tiene un mercado mucho maacutes local por el mayor coste de transporte implicado El carboacuten siacute cuenta con un mercado global pero a la vez tiende a satisfacer demandas locales algo que es particular-mente llamativo en China y la India (Asia-Paciacutefico)

En teacuterminos de energiacutea final la contribucioacuten porcen-tual de las energiacuteas foacutesiles es inferior debido a las peacuter-didas que se producen en los procesos de conversioacuten (mayores en la produccioacuten de electricidad menores en el refino de petroacuteleo y la produccioacuten de calor) En cualquier caso los combustibles foacutesiles siguen siendo predominantes tambieacuten

Su uso directo como vemos se reduce al 67 aunque tambieacuten por supuesto contribuyen a la generacioacuten de electricidad La figura siguiente muestra este desglose en el que se observa coacutemo el carboacuten sigue siendo la fuente principal para produccioacuten de electricidad a nivel global

En la tabla siguiente se muestra el desglose por com-bustibles de los usos energeacuteticos finales Como pode-mos observar el petroacuteleo se dedica fundamentalmen-te al transporte mientras que el carboacuten se utiliza para

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 16: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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Tabla anterior 1 Consumo energeacutetico para usos finales a nivel global (Mtep) Fuente IEA WEO 2016

industria (y produccioacuten eleacutectrica) y el gas natural para industria y sector residencial (ademaacutes de la produc-cioacuten eleacutectrica)

Finalmente una caracteriacutestica muy relevante de casi todos los combustibles foacutesiles es su produccioacuten con-centrada en particular el petroacuteleo y el gas natural lo que da lugar a unas necesidades de transporte inter-nacional muy elevadas fundamentalmente por mar (aunque en el caso del gas natural es igual de impor-tante el volumen transportado por gasoductos)

2 Un anaacutelisis de la sostenibilidad de las energiacuteas foacutesiles

Como se ha podido ver en el apartado anterior las energiacuteas foacutesiles suministran la mayor parte de la de-manda energeacutetica de nuestras sociedades Por tanto es particularmente relevante analizar en queacute medida un modelo energeacutetico basado en ellas puede ser sos-tenible En esta seccioacuten analizamos el modelo ener-geacutetico actual basado en energiacuteas foacutesiles mediante el concepto de sostenibilidad que utilizamos habitual-mente en la Caacutetedra BP de Energiacutea y Sostenibilidad Asiacute decimos que un modelo energeacutetico es sostenible si contribuye de forma no decreciente al bienestar de la humanidad mientras preserva los recursos am-bientales o institucionales y permite su distribucioacuten de forma justa Esto se traduce en la praacutectica en un modelo energeacutetico compatible con la proteccioacuten del medio ambiente con precios de la energiacutea asequibles que reflejen adecuadamente los costes incurridos que facilite el acceso universal a formas modernas de energiacutea que impulse la innovacioacuten y por uacuteltimo que contribuya positivamente al capital social e institucio-nal de las sociedades

En primer lugar y en el caso de la energiacutea foacutesil no re-novable por naturaleza la primera pregunta que surge es si existen suficientes recursos foacutesiles para seguir satisfaciendo la demanda a futuro En este aacutembito existe una discusioacuten larga y compleja acerca de con-ceptos tales como el ldquopeak-oilrdquo (el pico de produccioacuten de petroacuteleo) las tasas de agotamiento o el EROI (el retorno energeacutetico a la inversioacuten) Este debate repleto de opiniones encontradas seguramente seraacute resuelto por la evidencia y no por los argumentos de unos u otros Y es que en este caso la pregunta relevante no es tanto si se agotaraacuten los combustibles foacutesiles (que seguramente no en opinioacuten del autor) sino cuaacutento tardaraacuten en ser sustituidos por alternativas renova-

bles bien por razones de competitividad econoacutemica o por otras de iacutendole ambiental

Como comentaremos posteriormente al hablar del fu-turo hasta ahora la oferta de energiacuteas foacutesiles ha sido capaz de satisfacer la demanda gracias a las nuevas tecnologiacuteas de exploracioacuten y extraccioacuten que ademaacutes han permitido reducir costes de produccioacuten Y eacuteste es el primer elemento a considerar acerca de la sosteni-bilidad del modelo su coste accesible Aquiacute tiene sen-tido distinguir entre los tres principales combustibles foacutesiles el carboacuten muestra unos precios relativamente estables y bajos mientras que el petroacuteleo estaacute sujeto a una volatilidad muy elevada el gas se situacutea en un lugar intermedio Respecto a los precios del petroacuteleo actualmente -cuando se escribe este artiacuteculo- se si-tuacutean en niveles histoacutericamente bajos fundamental-mente por la baja demanda Si la demanda se recupe-rara (maacutes sobre ello posteriormente) podriacutea dar lugar a tensiones de precio similares a las de 2008 ya que no estaacute claro tal como avisa la Agencia Internacional de la Energiacutea que se esteacuten realizando las inversiones necesarias para disponer de suficiente oferta a medio plazo En todo caso se preveacute que los costes de los combustibles foacutesiles van a constituir su mayor pro-blema desde el punto de vista de la sostenibilidad a medio plazo mientras no se incluyan los costes exter-nos (fundamentalmente asociados a su impacto am-biental)

Sin embargo esto no quiere decir que estos combusti-bles vayan a ser competitivos a futuro Los avances en otras tecnologiacuteas alternativas ya estaacuten haciendo que estas tecnologiacuteas sean maacutes competitivas en algunos nichos de mercado La electrificacioacuten rural es uno de los ejemplos maacutes llamativos En el sector eleacutectrico centralizado tambieacuten hay ya sentildeales claras de que las energiacuteas renovables pueden competir por supuesto con el carboacuten y en cierta medida (seguacuten la regioacuten) con el gas natural

El problema quizaacute maacutes relevante aunque no el uacuteni-co de los combustibles foacutesiles es el que se refiere a su impacto ambiental Por un lado los combustibles foacutesiles son los principales emisores de gases de efec-to invernadero (GEI) Aunque el gas natural presenta una tasa de emisioacuten menor (menos de la mitad que el carboacuten) tambieacuten tiene unas emisiones significativas y ademaacutes presenta la amenaza de las fugas de metano en la extraccioacuten transporte y distribucioacuten El petroacuteleo se situacutea en un lugar intermedio Como ha declarado en alguna ocasioacuten John Holdren profesor de Harvard hay suficientes reservas de combustibles foacutesiles como

1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

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Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

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1 De hecho esta idea es la que estaacute detraacutes de los famosos ldquostranded assetsrdquo o ldquoinversiones varadasrdquo de las que cada vez se habla maacutes desde el sector financiero y que baacutesicamente consisten en inversiones en energiacuteas foacutesiles que no se podraacuten rentabilizar debido a la imposibilidad de utilizarlas en un escenario de poliacuteticas activas contra el cambio climaacutetico

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para freir el planeta Por tanto seguramente la restric-cioacuten impuesta por la amenaza del cambio climaacutetico sea mucho maacutes seria para estos combustibles que su potencial agotamiento1 Las soluciones tecnoloacutegicas para ello como la captura y secuestro de carbono (CCS) no terminan de visualizarse por un lado por el alto coste del proceso de captura y por otro por la complejidad de los procesos de almacenamiento a largo plazo del carbono capturado

El otro lado de la amenaza ambiental de los foacutesiles esta vez a corto plazo tiene que ver con la contami-nacioacuten atmosfeacuterica tradicional (SO2 NOx y partiacutecu-las) Ni siquiera el gas natural que no tiene azufre ni partiacuteculas estaacute exento de este problema por cuanto su combustioacuten genera emisiones de NOx (aunque en mucho menor nivel que el resto) e indirectamente de partiacuteculas de pequentildeo tamantildeo (aerosoles) Asiacute cada vez maacutes instituciones denuncian coacutemo el uso de com-bustibles foacutesiles fundamentalmente en el sector trans-porte pero tambieacuten para uso residencial e industrial estaacute creando graves problemas de contaminacioacuten en las ciudades De ahiacute las cada vez maacutes frecuentes ac-tuaciones regulatorias para reducir el uso del vehiacuteculo de combustioacuten en las ciudades ya que las soluciones tecnoloacutegicas son complejas sobre todo a pequentildea es-cala (en el sector eleacutectrico son algo maacutes sencillas)Ademaacutes de estos dos principales problemas ambienta-les tambieacuten se pueden incluir el riesgo de accidentes en el transporte mariacutetimo o terrestre de petroacuteleo o gas y los impactos ecoloacutegicos de la extraccioacuten (funda-mentalmente las minas a cielo abierto)

Pero ademaacutes de los problemas de sostenibilidad am-biental el modelo energeacutetico basado en los combus-tibles foacutesiles tambieacuten presenta riesgos desde el punto de vista del capital social o institucional por varias razones

En primer lugar y como mencionaacutebamos anterior-mente la concentracioacuten de los recursos foacutesiles en unas pocas regiones y sobre todo en algunas con un tejido institucional muy endeble ha sido perjudicial para el desarrollo social de estas uacuteltimas Conocida como ldquola maldicioacuten de los recursosrdquo la existencia de unas rentas elevadas y concentradas ha favorecido el mantenimiento de regiacutemenes dictatoriales y estructu-ras antidemocraacuteticas y ha originado guerras y con-flictos armados en numerosos paiacuteses productores (no

en aquellos como Noruega que siacute contaban con unas instituciones soacutelidas) De hecho esta situacioacuten se ha aprovechado incluso por los paiacuteses desarrollados para mantener el control del suministro de petroacuteleo y gas natural (y tratar de reducir de alguna forma esa vola-tilidad de precios de la que hablaacutebamos antes)

En segundo lugar esta misma concentracioacuten de los recursos foacutesiles hace cuestionarse si es posible o si-quiera sencillo distribuir de forma justa los recursos econoacutemicos y energeacuteticos a los que dan lugar tanto intra- como intergeneracionalmente

Finalmente tambieacuten hay que recordar que esos im-pactos ambientales de los que hablaacutebamos antes (cam-bio climaacutetico o contaminacioacuten atmosfeacuterica) son sufri-dos principalmente por los segmentos maacutes pobres de la sociedad En este sentido el problema ambiental se traslada a la equidad intrageneracional

3 iquestTienen futuro las energiacuteas foacutesiles

Como hemos visto en el apartado anterior un mode-lo basado masivamente en energiacuteas foacutesiles es difiacutecil-mente sostenible a menos que se produzcan cambios significativos (y que ni siquiera garantizariacutean necesa-riamente su pervivencia)

De hecho ni siquiera la industria productora de pe-troacuteleo duda ya de que el futuro es renovable Pero no porque crean que se va a acabar el petroacuteleo o porque su precio vaya a encarecerse demasiado ni siquiera incluso por las poliacuteticas de cambio climaacutetico La gran amenaza es la llamada ldquopeak demandrdquo o maacuteximo de demanda que ya se ha alcanzado en la OCDE y em-pieza a barruntarse en paiacuteses como China (aunque no en la India por ejemplo) El uso del petroacuteleo estaacute con-centrado en el sector del transporte y por tanto es muy sensible a una mejora tecnoloacutegica que permita que los vehiacuteculos eleacutectricos sean competitivos seguramente ayudada por restricciones de calidad ambiental en las ciudades Por supuesto este proceso de sustitucioacuten puede ser lento pero seguramente sea inexorable

El papel del gas es maacutes complejo Por un lado se de-fiende su papel como soporte de la transicioacuten hacia un modelo descarbonizado como respaldo para las energiacuteas renovables en la produccioacuten de electricidad y como fuente energeacutetica menos contaminante para la industria Pero por otro lado si se quieren lograr los objetivos de reduccioacuten de emisiones de CO2 salvo que la opcioacuten del CCS se materialice el gas tampoco tendriacutea hueco en el medio y largo plazo Y entonces

la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

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Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

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la pregunta es coacutemo amortizar las inversiones nece-sarias para ese ldquopuenterdquo si a medio plazo no tienen sentido

Finalmente la gran incoacutegnita es el carboacuten y maacutes pre-cisamente el carboacuten en la India Efectivamente si bien este combustible presenta numerosos problemas ambientales que hacen que su futuro en los paiacuteses desarrollados sea del mismo color que el material su bajo precio hace que algunas regiones en desarrollo sigan tentadas de utilizarlo para permitir acceder a energiacutea barata de forma masiva La India es un buen ejemplo ya que ha confiado su futuro energeacutetico a la solar fotovoltaica pero tambieacuten al carboacuten Aquiacute de nuevo el posible papel del CCS se vuelve criacutetico si esta tecnologiacutea no es viable el uso del carboacuten de for-ma masiva en estas regiones hariacutea imposible cumplir con los objetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y ademaacutes creariacutea importantes problemas de contamina-cioacuten atmosfeacuterica

En estas condiciones pueden plantearse tres posibles escenarios para la contribucioacuten de las energiacuteas foacutesiles en el futuro

El maacutes deseable desde el punto de vista de la sosteni-bilidad es el escenario de descarbonizacioacuten que pue-de llegar tanto por poliacuteticas activas que desincentiven el uso de los foacutesiles (fundamentalmente por razones medioambientales) como por el avance tecnoloacutegico de las energiacuteas limpias que haga que los foacutesiles se vuel-van no competitivos Los ejercicios de prospectiva de las principales instituciones ya anuncian este esce-nario para 2050 en los paiacuteses desarrollados aunque son maacutes cautos acerca de su extensioacuten a los paiacuteses en desarrollo A este respecto seraacute fundamental la velo-cidad de la bajada de costes de las energiacuteas limpias y su extensioacuten a estas regiones

Hay que sentildealar sin embargo que este escenario de descarbonizacioacuten tendraacute seguramente consecuencias sociales serias y que habraacute que gestionar cuidadosa-mente en los paiacuteses productores de petroacuteleo por la gran dependencia que tienen de sus rentas

Un segundo escenario que soacutelo tendriacutea lugar si es viable teacutecnica y econoacutemicamente la captura y sobre todo el almacenamiento de carbono es una extensioacuten de la vida uacutetil de los recursos foacutesiles Para ello por supuesto seriacutea necesario que el avance tecnoloacutegico en este campo fuese igual de raacutepido que en las tecnolo-giacuteas limpias (para mantener sus costes competitivos) que hubiera tecnologiacuteas competitivas de eliminacioacuten

de la contaminacioacuten atmosfeacuterica fundamentalmente para la produccioacuten eleacutectrica (que seriacutea el vector fun-damental) y que ademaacutes la oferta de recursos fuera capaz de mantener el ritmo de crecimiento de la de-manda Este escenario una nueva era de abundancia foacutesil (similar a la que estamos viviendo en la actuali-dad) tendriacutea eso siacute probablemente fecha de caduci-dad a maacutes largo plazo a medida que los recursos se fueran efectivamente agotando

El tercer escenario que estariacutea en liacutenea con las teoriacuteas del ldquogran estancamientordquo y por tanto basado en una ralentizacioacuten de la innovacioacuten y del crecimiento eco-noacutemico supondriacutea un mantenimiento del mix energeacute-tico aunque con una estabilizacioacuten de la demanda de energiacutea a nivel mundial En este escenario los foacutesiles podriacutean seguir manteniendo una cuota similar a la ac-tual y de hecho el carboacuten podriacutea volver a recuperar protagonismo por su bajo coste Evidentemente este escenario en el que tampoco se habriacutean desarrollado tecnologiacuteas de limpieza de carbono y otros contami-nantes tendriacutea consecuencias negativas para el cam-bio climaacutetico y la contaminacioacuten atmosfeacuterica y por tanto requeririacutea poliacuteticas activas contra ellos que en este caso podriacutean suponer costes significativos

4 Conclusiones

El modelo energeacutetico actual basado en una depen-dencia masiva de recursos foacutesiles es claramente in-sostenible fundamentalmente por razones ambienta-les y sociales Afortunadamente cada vez hay maacutes consenso acerca de la necesidad de una transicioacuten hacia otro modelo descarbonizado y con una mayor participacioacuten de la demanda En este sentido nadie ni siquiera en la propia industria foacutesil pone en duda el fondo del asunto claramente las energiacuteas foacutesiles tie-nen fecha de caducidad en los modelos energeacuteticos La cuestioacuten es cuaacutendo llegaraacute ese momento

Idealmente y sobre todo si queremos alcanzar los ob-jetivos de reduccioacuten de emisiones de GEI y tambieacuten reducir la contaminacioacuten atmosfeacuterica en las ciudades a niveles tolerables el proceso de descarbonizacioacuten deberiacutea comenzar ya y alcanzarse a mediados de si-glo XXI Seraacute maacutes raacutepido en los paiacuteses desarrollados por la mayor presioacuten social En los paiacuteses en desa-rrollo sobre todo en paiacuteses del sur de Asia las resis-tencias al abandono del modelo foacutesil seraacuten mayores baacutesicamente por su menor coste aparente (que no real si sumamos los costes de la contaminacioacuten y otros costes externos)

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 1 ldquoNuevos tiempos para la cooperacioacuten internacional para el desarrollordquo abril 2011

Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 19: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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Sin embargo todo indica que la evolucioacuten tecnoloacutegi-ca y la bajada de costes aparejada de las energiacuteas alternativas es imparable y acabaraacute llevaacutendose por delante seguramente tambieacuten a los combustibles foacutesi-les en todo el mundo antes o despueacutes Eso siacute la tran-sicioacuten seraacute seguramente suave una menor demanda de combustibles foacutesiles implica una reduccioacuten en su precio como ya se observa en el carboacuten o el petroacuteleo lo que a su vez generaraacute un rebote de la demanda so-bre todo en paiacuteses en desarrollo Por tanto el proceso de transformacioacuten del modelo energeacutetico seraacute lento al principio quizaacute maacutes lento de lo que deseariacuteamos des-de el punto de vista de la sostenibilidad ambiental y social

Asiacute pues parecen esenciales las poliacuteticas activas que gestionen la transicioacuten Poliacuteticas que por un lado den las sentildeales de inversioacuten a largo plazo correctas que impidan que caigamos en un ldquolock-inrdquo o bloqueo tec-noloacutegico algo maacutes necesario auacuten en un sistema ener-geacutetico en que las inversiones tienen una vida uacutetil muy larga Estas poliacuteticas seraacuten tanto maacutes necesarias en la medida en que la innovacioacuten en energiacuteas limpias no avance tan raacutepido como seriacutea necesario para limitar los impactos de posibles escenarios de abundancia foacute-sil o de estancamiento

Y por otro lado seraacuten necesarias poliacuteticas de alcance internacional que garanticen una transicioacuten justa para los paiacuteses en desarrollo y para los paiacuteses o regiones productores de energiacuteas foacutesiles que necesitaraacuten trans-formar sus economiacuteas y sus modelos energeacuteticos sin que esto suponga perder la carrera en la mejora del bienestar social

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

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Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 20: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

NOTAS SOBRE LA (DES)REGULACIOacuteN DEL SECTOR ELEacuteCTRICO ESPANtildeOL

Cristoacutebal J Gallego Castillo y Daniel Carralero Ortiz (Observatorio Criacutetico de la Energiacutea)

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La energiacutea iquestbien o mercanciacutea

En los uacuteltimos antildeos el sector eleacutectrico ha sido el foco de no pocos titulares por motivos muy diversos y po-leacutemicos Algunos ejemplos se dieron con el abrupto fin de una poliacutetica de apoyo a las energiacuteas renovables la cancelacioacuten por parte del ministro Soria de las su-bastas por supuesta manipulacioacuten (auacuten cuando no era de conocimiento general queacute eran o por queacute existiacutean) o la imposicioacuten del llamado ldquoimpuesto al solrdquo El maacutes reciente tiene que ver con el agravamiento del fenoacute-meno de la pobreza energeacutetica ejemplificado con la lamentable muerte de una anciana en Reus el pasa-do mes de noviembre Los debates que generan es-tas ldquoperlas de la actualidadrdquo suelen ser breves (como sucede con casi todas las noticias en esta eacutepoca de la informacioacuten-espectaacuteculo independientemente de su importancia) pero sobre todo superficiales y des-conectados entre siacute Ademaacutes suelen centrarse en los aspectos maacutes inmediatos y cercanos a la opinioacuten puacute-blica -tales como las subidas del precio de la luz la complejidad de la factura etc- sin acercarse nunca a las causas uacuteltimas de estos problemas que tienen que ver con la manera en que como sociedad hemos organizado el abastecimiento de un bien de primera necesidad como es la electricidad (es decir quieacuten y en queacute teacuterminos es responsable de proporcionar electri-cidad a los consumidores)

Antes de entrar a discutir los detalles teacutecnicos es ne-cesario decidir cuestiones generales que quedan siste-maacuteticamente fuera del debate a pesar de ser las que realmente determinan los aspectos teacutecnicos concretos que siacute suelen discutirse (como las razones por las que aumenta el precio de la electricidad) Un buen ejem-plo de ello seriacutea la cuestioacuten de si la electricidad es un derecho baacutesico y por tanto su suministro debe ser un servicio puacuteblico o se trata de una commodityrdquo maacutes sujeta a las leyes del mercado Si por ejemplo acepta-mos la idea de que el suministro de electricidad debe ser un servicio puacuteblico (como lo fue durante deacutecadas como ahora veremos) el debate de las uacuteltimas sema-nas acerca de la pobreza energeacutetica no se plantea de la misma manera que si no la aceptamos en un servicio puacuteblico lo prioritario es garantizar el servicio a los ciudadanos y no la obtencioacuten de beneficios Ademaacutes el Estado debe garantizar el suministro incluso si es llevado por empresas privadas (como por ejemplo

sucede con la sanidad o la educacioacuten concertadas) y por tanto la denegacioacuten de servicio no es tolerada al menos sobre el papel un hospital privado no puede re-chazar un paciente alegando que tratar su enfermedad no seriacutea rentable Asiacute la cuestioacuten sobre quieacuten debe asumir los costes de reducir -o no cobrar- la factura a las familias en situacioacuten de pobreza energeacutetica es muy distinto dependiendo de la consideracioacuten fundamen-tal que le demos a este servicio

Otro ejemplo lo encontramos en el reparto social de los pasivos y los activos que se derivan de la actividad del sector eleacutectrico es decir quieacuten puede de manera efectiva acceder a los beneficios econoacutemicos de pro-ducir y distribuir electricidad y quieacuten tiene que asumir los costes de dicha actividad tanto monetarios (como el mantenimiento de las infraestructuras o el almace-naje de los residuos radiactivos) como no monetariza-bles (impactos de la contaminacioacuten en la salud o en el medio ambiente local contribucioacuten de las emisiones al cambio climaacutetico etc) De nuevo dependiendo de este planteamiento inicial es evidente que cuestiones muy diversas quedan enmarcadas de manera distinta iquestcuaacutel debe ser el mecanismo de fijacioacuten de precios iquestcuaacutel debe ser el criterio que determine la entrada en el pool de las distintas tecnologiacuteas iquestse debe fomen-tar el autoconsumo o se deben poner barreras a su desarrolloiquestquieacuten debe decidir si se instalan centrales de gas o parques eoacutelicos Las tecnologiacuteas controla-bles (como la hidraacuteulica o el gas) iquestdeben reservarse prioritariamente para respaldar a las renovables inter-mitentes (como eoacutelica y fotovoltaica) o pueden operar independientemente por su cuenta Obviamente si el peso de las externalidades ambientales es distribuido equilibradamente junto con los beneficios obtendre-mos comportamientos muy distintos en el sistema que si se permite que unos pocos actores tomen las de-cisiones y reciban todos los beneficios sin tener que preocuparse por todos los costes

Ahora bien que estas cuestiones generales no aparez-can en el debate puacuteblico no quiere decir que no esteacuten definidas o que los sucesivos Gobiernos las hayan de-jado de lado Muy por el contrario todas las reformas sufridas en las uacuteltimas deacutecadas por el sistema eleacutec-trico espantildeol -con toda su elevada complejidad teacutec-

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

Angel J (2016) Strategies of energy democracy Rosa Luxemburg Stiftung Bruselas Disponible en httpswwwrosaluxdefileadminrls_uploadspdfssonst_publikationenstrategies_of_energy_democracy_Angel_englpdf

Banco Mundial (2016) Los costes de la contamina-cioacuten atmosfeacuterica World Bank WashingtonDisponible enhttpsopenknowledgeworldbankorghand-le1098625013

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

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Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

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nica- pueden entenderse a partir del proceso de libe-ralizacioacuten del sector que se produjo a finales de 1997 y que cambioacute profundamente las reglas del sistema dejando que muchas de las anteriores preguntas pasa-ran a decidirse en espacios de mercado (lo que en la praacutectica implica a un grupo muy reducido de grandes empresas) reduciendo draacutesticamente la capacidad del Estado para hacer poliacutetica energeacutetica y subordinando la reduccioacuten del impacto ambiental a la maximizacioacuten del beneficio econoacutemico Lo que sigue es un resumen de este proceso poniendo especial eacutenfasis en los epi-sodios que a nuestro juicio mejor reflejan coacutemo el cambio de regulacioacuten beneficioacute a ese grupo muy redu-cido de empresas a costa del resto de actores y princi-palmente de los consumidores

La institucionalizacioacuten del mercado eleacutectrico espa-ntildeol

Hasta 1997 la regulacioacuten del sector se basaba en el llamado Marco Legal Estable (MLE) en el cual el suministro teniacutea consideracioacuten de servicio puacuteblico y el precio de la electricidad era fijado por la Adminis-tracioacuten en base a los que se estimaban que eran los costes reales de generacioacuten para las empresas (veacutea-se costes de operacioacuten inversiones realizadas vida uacutetil de las instalaciones etc1) dejando un margen de beneficio estipulado a las empresas Sin embargo en 1997 el sistema eleacutectrico fue liberalizado mediante la Ley 541997 Esta decisioacuten que pasoacute sin gran deba-te social supuso de hecho un replanteamiento total en la definicioacuten de fondo del sistema que perdioacute su consideracioacuten de servicio puacuteblico y pasoacute a emplear mecanismos de libre mercado en la fijacioacuten de pre-cios gestioacuten de infraestructuras nuevas inversiones etc Asiacute pues esta reforma que fue presentada como una medida teacutecnica -y por tanto neutra- que buscaba mejorar ldquola eficienciardquo del sistema fue en realidad un cambio de paradigma poliacutetico en la ordenacioacuten so-cial del sistema eleacutectrico reflejo de la implantacioacuten de postulados ideoloacutegicos neoliberales tras la victoria electoral del PP en 19962

La liberalizacioacuten trajo consigo la creacioacuten de un mer-cado mayorista de electricidad para fijar el precio en el cual la mayor parte del negocio era controlado por un nuacutemero muy reducido de empresas Sin embargo durante nada menos que doce antildeos (desde 1998 has-

ta 2009) el mercado soacutelo fijaba lo que ingresaban las empresas generadoras mientras que los consumido-res pagaban de acuerdo a unos precios auacuten regulados por la Administracioacuten (la llamada ldquotarifa integralrdquo) Asiacute existiacutea la posibilidad de un desajuste entre los precios de mercado que evolucionaban con su propia loacutegica y las tarifas fijadas desde la Administracioacuten con las que se facturaba a los consumidores Con esto se pretendiacutea mantener la evolucioacuten de los precios de la electricidad en una senda razonable que no perju-dicase los objetivos de inflacioacuten para la convergencia con Europa Sin embargo a partir del antildeo 2000 los informes anuales de la Comisioacuten Nacional de la Ener-giacutea comenzaron a advertir del continuo incremento de precios en el mercado al obtener cada ejercicio un nuevo reacutecord con respecto al anterior La diferencia entre esos precios de mercado crecientes y las tari-fas contenidas artificialmente originaron el ldquodeacuteficit de tarifardquo una deuda que los consumidores sin saberlo manteniacutean con las empresas eleacutectricas La magnitud de dicha deuda comenzoacute a crecer antildeo tras antildeo Ya en 2005 el deacuteficit se desbocoacute y superoacute (solo ese antildeo) los 3700 millones de euros

En julio de 2009 el precio de la electricidad pasoacute a fijarse mediante las subastas CESUR Estas subastas supusieron la introduccioacuten de un mercado financie-ro a futuro ya que determinaban un precio estable para los consumidores durante un periacuteodo relativa-mente largo (varios meses siguientes a la subasta) de un ldquoproductordquo cuyo precio en el mercado mayorista cambiaba cada hora A posteriori se comproboacute que las subastas CESUR resultaron ser negocios con renta-bilidades enormes (sufragadas por los consumidores viacutea factura eleacutectrica) para las entidades financieras que participaban de ellas (rentabilidades superiores al 50 en algunos meses y del 17 de media en el pe-riacuteodo 2009-2011) A finales de 2013 los precios de la 25ordf subasta CESUR resultaron tan exorbitantes (ele-vaban la factura final en un 12) y tan sospechosos de manipulacioacuten que obligaron al Ministerio a invali-darla y anular este mecanismo

Este y otros motivos impulsaron la Ley 242013 del Sector Eleacutectrico que reemplazoacute a la de 1997 y la ac-tualizoacute incorporando una gran cantidad de modifica-ciones destinadas a manejar los problemas financieros del sector Desde entonces los consumidores pueden optar por acogerse a los denominados Precios Volun-tarios para el Pequentildeo Consumidor (PVPC) o esta-blecer un contrato con una comercializadora privada Si bien se suele considerar el PVPC como una tarifa regulada en realidad integra el precio del mercado

1 Cuestioacuten aparte es si estos costes eran excesivamente altos debido a que el MLE sirvioacute para mitigar los errores inversores de las empresas httpobservatoriocriticodelaenergiaorgp=21112 Por otra parte eacutesta no fue sino la culminacioacuten loacutegica de la poliacutetica de privatizacioacuten de ENDESA iniciada ya por el PSOE en los 80 (tambieacuten en su diacutea presentada como una medida ldquoteacutecnicardquo que buscaba eficiencia en este caso reducir la deuda puacuteblica)

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

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Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

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3 Del total del deacuteficit de tarifa pendiente de pago a 31 de diciem-bre de 2012 25911 millones el 128 estaba cedido a terceros por las propias empresas eleacutectricas el 556 habiacutea sido titulizado a traveacutes del FADE (Fondo de Amortizacioacuten del Deacuteficit Eleacutectrico) y el 316 estaba pendiente de titulizar y se encontraba en manos de las eleacutectricas wwwrevistasicecomCachePDFBICE_3039_15-24__955B2D1DF7A7A862CC4C5890ABD78418pdf 4 httpblogspublicoesdominiopublico11295hay-que-pagar-el-deficit-de-tarifa

mayorista y le antildeade un pequentildeo sobrecoste por co-mercializacioacuten

Lo cierto es que la liberalizacioacuten del sistema eleacutectri-co no trajo consigo la prometida reduccioacuten de precios que debiacutea producir la supuesta eficiencia de los me-canismos de mercado soacutelo en los uacuteltimos diez antildeos los precios de la electricidad han experimentado una subida del 76 para el usuario domeacutestico medio Ademaacutes el deacuteficit de tarifa acumulado superaba en 2015 los 30000 millones de euros lo que ya supone una deuda en torno al 3 del PIB o unos 600 eu-ros por habitante Como ha sucedido en otros secto-res la mayor parte de estas peacuterdidas se socializaron despueacutes de la crisis financiera en 2010 el Consejo de Ministros aproboacute la creacioacuten de un mecanismo de titulizacioacuten3 que permitioacute a las empresas recuperar inmediatamente el dinero -e incluso especular con eacutel- poniendo al Estado como avalista Vale la pena re-cordar que mientras los consumidores se endeudaban con las eleacutectricas espantildeolas como consecuencia del nuevo marco liberalizado eacutestas declararon beneficios muy superiores a los de sus homoacutelogas europeas soacutelo entre 2008 y 2012 -a pesar de la crisis y el descenso del consumo- las empresas de UNESA recibieron por su actividad en Espantildea 9395 millones de euros de be-neficios extra ademaacutes de los que les corresponderiacutean si tuvieran una rentabilidad como la media europea4

Ademaacutes del deacuteficit de tarifa la liberalizacioacuten trajo tambieacuten consigo otros casos de sobrerremuneracioacuten al oligopolio eleacutectrico Uno de los maacutes paradigmaacuteti-cos fue el caso de los Costes de Transicioacuten a la Com-petencia (CTCs) que supuso un sobrecoste de 3600 millones de euros a los consumidores debido a la omi-sioacuten de una supervisioacuten razonable durante el cambio de marco legislativo Los CTCs fueron creados como un mecanismo de remuneracioacuten adicional al mercado que garantizase a las empresas eleacutectricas un nivel de beneficios acorde al marco legislativo antiguo bajo la premisa de que la posibilidad de que el nuevo merca-do redujese los precios de la electricidad entraba en conflicto con las garantiacuteas que daba el marco anterior bajo las cuales dichas empresas habiacutean tomaron sus decisiones de inversioacuten En el Real Decreto 20171997 se establecioacute una cantidad maacutexima a recibir por las empresas afectadas a lo largo de un periacuteodo de 10 antildeos Sin embargo antes de transcurrir este periacuteodo

el RDL 72006 de 23 de junio eliminoacute los CTCs al considerar que se trababa de un mecanismo ineficien-te y obsoleto y que las instalaciones afectadas estaban ya suficientemente amortizadas Lamentablemente se obvioacute la realizacioacuten de una liquidacioacuten final ne-cesaria para conocer las posibles cantidades cobradas en exceso y que de producirse debiacutean ser devueltas En 2007 un informe de la CNE confirmoacute que ldquolas cantidades cobradas por encima de lo establecido se-riacutean de 3396 millones de eurosrdquo que pasariacutean maacutes tarde a 3587millones de euros al liquidar los CTCs asignados a la planta de Elcogaacutes Si bien el Ministe-rio de Industria y Turismo (Miguel Sebastiaacuten PSOE) conociacutea por la abogaciacutea del Estado el enriquecimiento injusto que suponiacutean el exceso de cantidades cobra-das en concepto de CTCs el asunto quedoacute paralizado dejando que se superase el plazo legal para reclamar la devolucioacuten de los cobros en exceso que se alcanzoacute el 23 de junio de 2010 Ya con el nuevo gobierno del PP en diciembre de 2011 la abogaciacutea del Estado con-firmoacute que podriacutea aplicarse el derecho europeo para reclamarlos al poder considerarse los CTCs como ayuda de Estado incompatible con el mercado inte-rior pero nuevamente no emprendioacute ninguna accioacuten A diacutea de hoy el asunto sigue pendiente Como mues-tra de ello en septiembre de 2015 la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico denuncioacute el caso ante la Comisioacuten Europea y en las elecciones generales de dos meses despueacutes el tema aparece en los progra-mas electorales de varios partidos El problema de los CTCs va maacutes allaacute de la desastrosa gestioacuten que se hizo de ellos (que siacute ha recibido cierta atencioacuten mediaacutetica) y va directamente al planteamiento de fondo asocia-do a la liberalizacioacuten ante un cambio de fondo en el sistema eleacutectrico iquestpor queacute eran las empresas y no por ejemplo los consumidores los que debiacutean recibir salvaguardas Si el objetivo era la reduccioacuten de pre-cios gracias a la eficiencia y la competitividad iquestpor queacute no se condicionoacute el cobro de los CTCs a que esa reduccioacuten fuera efectiva

El caso de las energiacuteas renovables

En principio tras la liberalizacioacuten de 1997 la legis-lacioacuten compatibilizaba el mercado eleacutectrico con el mantenimiento del apoyo econoacutemico a las energiacuteas renovables que existiacutea en la eacutepoca Asiacute se definioacute un sistema de incentivos diferentes para cada tecnologiacutea basado en su nivel de madurez tecnoloacutegica5 en el que los productores podiacutean elegir entre dos modalida-des de retribucioacuten el cobro de una tarifa fija (feed-in

5 Este sistema fue muy similar al de otros paiacuteses europeos como Alemania o Dinamarca liacutederes mundiales en el desarrollo de las energiacuteas renovables

236 httpwwwlamareacom20151214autoconsumo-marca-espana-la-nor-mativa-mas-restrictiva-del-mundo

tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

Angel J (2016) Strategies of energy democracy Rosa Luxemburg Stiftung Bruselas Disponible en httpswwwrosaluxdefileadminrls_uploadspdfssonst_publikationenstrategies_of_energy_democracy_Angel_englpdf

Banco Mundial (2016) Los costes de la contamina-cioacuten atmosfeacuterica World Bank WashingtonDisponible enhttpsopenknowledgeworldbankorghand-le1098625013

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Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

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Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

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Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

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Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 23: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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tariff) o la percepcioacuten de una prima que se suma al precio de la electricidad resultante del mercado La excepcioacuten a esto fue la energiacutea solar fotovoltaica que soacutelo podiacutea vender a tarifa fija Este marco fue estable-cido en primer lugar en el Real Decreto 6612007 (que englobaba todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Espe-cial) Sin embargo la elevadiacutesima velocidad de insta-lacioacuten causada por la dramaacutetica reduccioacuten del precio de los paneles hizo que se cubrieran en unos meses los objetivos de varios antildeos lo que causoacute la promulgacioacuten del Real Decreto 15782008 para intentar moderarla y ajustar las primas al abaratamiento de esta tecnologiacutea

El advenimiento de la crisis econoacutemica y sus con-secuencias poliacuteticas han provocado modificaciones constantes incluyendo medidas retroactivas en 2009 con el Real Decreto 62009 se modificaron ciertos mecanismos relacionados con la creacioacuten de nuevas plantas de tecnologiacuteas del Reacutegimen Especial -excep-to la fotovoltaica que acababa de ser regulada en el Real Decreto 15782008- con el objetivo de controlar el aumento de la potencia instalada Al antildeo siguien-te el Real Decreto 142010 limitoacute retroactivamente el nuacutemero de horas equivalentes retribuidas anualmente para las centrales fotovoltaicas y en la praacutectica supu-so una limitacioacuten de los ingresos de un 30 durante 2011 2012 y 2013 y de un 10 a partir de ese momen-to El Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalaciones renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013

Con la llegada al poder el Partido Popular en 2012 la legislacioacuten contraria a las renovables se intensificoacute considerablemente el Real Decreto 12012 de 27 de enero de 2012 eliminoacute los incentivos a las instalacio-nes renovables que comenzasen a operar despueacutes de enero de 2013 paralizando bruscamente la instalacioacuten renovable y obligando al sector industrial desarrolla-do en los antildeos precedentes a cerrar o dejar el paiacutes El 27 de diciembre de 2012 se aproboacute la Ley 152012 de medidas fiscales para la sostenibilidad energeacutetica que incluiacutea un impuesto del 7 a la generacioacuten eleacutectrica Esta medida ha sido claramente perjudicial para las renovables acogidas a la modalidad de retribucioacuten fija ya que tienen que asumir el impuesto iacutentegramente mientras que las fuentes que venden a precio de mer-cado tienen la posibilidad de trasladar el incremento al consumidor final (como de hecho ha sucedido) A continuacioacuten el Real Decreto 22013 establecioacute por un lado que todas las tecnologiacuteas del Reacutegimen Es-pecial fueran retribuidas mediante la modalidad de tarifa fija perdiendo la posibilidad de acogerse a la modalidad de mercado Por otro modificoacute la metodo-

logiacutea para actualizar la retribucioacuten del Reacutegimen Espe-cial que dejoacute de hacerse siguiendo el IPC para pasar a seguir el IPC a impuestos constantes y excluyendo alimentos no elaborados y productos energeacuteticos A mediados del mismo antildeo se aproboacute el Real Decre-to 92013 En eacutel con el pretexto de tomar ldquomedidas urgentes para garantizar la estabilidad financiera del sistema eleacutectricordquo se introdujo el concepto de ldquorenta-bilidad razonablerdquo para las instalaciones en reacutegimen especial De acuerdo con este concepto el sistema de retribucioacuten cambiaba haciendo que las instalaciones construidas bajo un compromiso de feed-in tariff pa-sasen a percibir una prima (retribucioacuten adicional es-peciacutefica) Este cambio retroactivo en las condiciones de retribucioacuten ha conllevado la insostenibilidad finan-ciera de muchas instalaciones cuyo principal coste es la inversioacuten inicial tiacutepicamente ligada a creacuteditos ban-carios Al mismo tiempo en 2013 se dio a conocer un borrador de Real Decreto en el que se anunciaba una fuerte tasa de 70 euroMWh a la energiacutea autoconsumi-da instantaacuteneamente (conocida popularmente como el ldquoimpuesto al solrdquo) asiacute como la negacioacuten de cual-quier retribucioacuten por la energiacutea excedentaria vertida a la red y diversos obstaacuteculos adicionales al autocon-sumo eleacutectrico Ambas medidas son completamente insoacutelitas en el sentido de que ninguacuten otro paiacutes del mundo grava la energiacutea autoconsumida u obliga a re-galar la energiacutea vertida a la red6 La amenaza de que llegara a aprobarse este borrador desincentivoacute fuerte-mente la inversioacuten en energiacuteas renovables ya bastante castigada por la inseguridad juriacutedica de las medidas retroactivas anteriores Finalmente el Real Decreto entroacute en vigor el 9 de Octubre de 2015 (RD 9002015) Aunque algunas de sus medidas maacutes punitivas fueron moderadas en la redaccioacuten final (por ejemplo la tasa se redujo a 49euroMWh y se eliminoacute para instalaciones menores de 10 kW) sigue siendo una ley claramente contraria al desarrollo de las renovables y que con-vierte a Espantildea en el paiacutes maacutes restrictivo del mundo en materia de autoconsumo

La acumulacioacuten de estas medidas ha llevado a las energiacuteas renovables a una situacioacuten extremadamen-te complicada en Espantildea En primer lugar han su-puesto un freno al desarrollo de un sector con enorme potencial y en el que nuestro paiacutes era ya liacuteder Por otra parte las medidas de caraacutecter retroactivo estaacuten haciendo que inversiones ya realizadas en muchos casos por pequentildeos inversores se vuelvan insosteni-bles7 Esto estaacute permitiendo al oligopolio eleacutectrico -y en algunos casos a fondos buitre- utilizar su poder fi-

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 1 ldquoNuevos tiempos para la cooperacioacuten internacional para el desarrollordquo abril 2011

Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 24: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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nanciero para adquirir estas instalaciones eliminando cualquier competencia en el sector En efecto el desa-rrollo de las renovables es ya inevitable8y el oligopolio eleacutectrico ha pasado de estar frontalmente en su contra a tratar de asegurarse de que su desarrollo permanez-ca bajo su control evitando un desarrollo centrado en el cooperativismo y en las iniciativas ciudadanas (como el que por ejemplo ha tenido lugar en Ale-mania donde el 47 de la potencia renovable estaacute en manos de ciudadanos cooperativas y ayuntamientos y soacutelo el 12 pertenece a las grandes eleacutectricas) Que los desarrollos legislativos de los uacuteltimos antildeos han be-neficiado tanto a las grandes empresas de UNESA mientras iban claramente en contra del intereacutes gene-ral es soacutelo el resultado de unos Gobiernos que han trabajado al servicio de los poderes econoacutemicos y no de la ciudadaniacutea De nuevo vemos coacutemo decisiones presentadas como ldquoteacutecnicasrdquo esconden una visioacuten po-liacutetica y social muy concreta la paralizacioacuten en la ins-talacioacuten de nueva generacioacuten renovable ha detenido la descarbonizacioacuten del sistema eleacutectrico lo que no deja de ser una transferencia de pasivos desde las empre-sas del oligopolio (que se ahorran asiacute los gastos que les supondriacutea una poliacutetica energeacutetica maacutes ecologista) al medio ambiente global y a la sociedad en general que tienen que enfrentarse a los efectos cada vez maacutes evidentes del cambio climaacutetico

Conclusiones

El objetivo de presentar este breve y no exhaustivo repaso a la historia reciente de la regulacioacuten del sector eleacutectrico va maacutes allaacute de ser puramente informativo En nuestra opinioacuten es necesario plantear e impulsar una revisioacuten criacutetica de los diecinueve antildeos de funcio-namiento del sector tras la liberalizacioacuten El deacuteficit de tarifa la expansioacuten de la pobreza energeacutetica las sacudidas al sector renovable los incrementos espec-taculares de precio los exorbitantes beneficios de las eleacutectricas espantildeolas en comparacioacuten con sus homoacutelo-gas europeas la no devolucioacuten de los Costes de Tran-sicioacuten a la Competencia etc son fenoacutemenos que han resultado de entender de una cierta manera el papel que juegan la energiacutea y la poliacutetica energeacutetica en la so-ciedad

Por otro lado estamos ante un momento histoacuterico la necesidad de reducir draacutesticamente nuestras emisio-

nes para moderar las consecuencias del cambio climaacute-tico junto a las persistentes reducciones de coste de las energiacuteas renovables auguran un periacuteodo de pro-fundas transformaciones en el sector que precisaraacute de un marco estrateacutegico donde realizar fuertes inversio-nes de la manera maacutes inteligente posible

Por tanto pensamos que es el momento de volver a poner encima de la mesa cuestiones fundamentales sobre queacute encaje damos en la sociedad al abasteci-miento de un bien baacutesico como es la electricidad no soacutelo es necesario superar la visioacuten puramente econo-micista de tipo neoliberal que ha presidido el sector en las uacuteltimas deacutecadas sino tambieacuten un statu quo fuer-temente oligopoacutelico que impide resolver los conflictos que ya existen y que excluye a la mayor parte de la sociedad del debate sobre queacute objetivos debe perse-guir el sector eleacutectrico

7 En las instalaciones renovables la praacutectica totalidad del coste de operacioacuten corresponde a la inversioacuten inicial8 Resulta muy ilustrativo ver coacutemo UNESA ha cambiado en pocos antildeos su estrategia de comunicacioacuten de una criacutetica general hacia las renovables -a las que acusaba de causar el deacuteficit de tarifa- a aceptar la presencia de renovables pero cargar contra los autoconsumidores que reclaman un balance neto

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 1 ldquoNuevos tiempos para la cooperacioacuten internacional para el desarrollordquo abril 2011

Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 25: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

LA POBREZA ENERGEacuteTICA REFLEXIONES SOBRE EL CASO ESPANtildeOL

Victoria Pellicer (INGENIO CSIC-Universidad Politeacutecnica de Valencia)

1 Introduccioacuten aparicioacuten y evolucioacuten del con-cepto de pobreza energeacutetica en Espantildea

Cuando hace cuatro antildeos se publicoacute en Espantildea el pri-mer informe sobre pobreza energeacutetica donde se evi-denciaba que se trataba de un problema que afectaba a maacutes del 10 de la poblacioacuten (Tirado et al 2012) soacutelo una minoriacutea de nuestra sociedad habiacutea escuchado alguna vez el concepto Pocas ONGD u organizacio-nes sociales llevaban tiempo trabajando en ello pocos investigadores estaacutebamos reflexionando desde la aca-demia y en ninguacuten caso se estaban tomando medidas desde las poliacuteticas puacuteblicas (Pellicer y Lillo 2014)

Pocos antildeos despueacutes la coyuntura en relacioacuten al tema de la pobreza energeacutetica es ya distinta a raiacutez de un potente movimiento ciudadano de denuncia e inci-dencia poliacutetica y del trabajo de varias asociaciones actores del sector energeacutetico periodistas y personal acadeacutemico el fenoacutemeno ha dejado de ser desconoci-do De hecho ha entrado con fuerza en las agendas de algunos medios de comunicacioacuten y de algunos parti-dos poliacuteticos que actualmente estaacuten gobernando en el aacutembito municipal y autonoacutemico

Ya sea por la urgencia en visibilizar el problema o porque no hemos tenido tiempo todaviacutea para reflexio-nar sobre el mismo lo cierto es que en los discursos que generalmente se manejan (en medios de comuni-cacioacuten noticias informes etc) se estaacuten tomado con frecuencia de manera directa y acriacutetica las definicio-nes y los anaacutelisis de causas y consecuencias plantea-das por paiacuteses como Reino Unido o Irlanda Esto es asiacute al ser considerados casos de referencia puesto que nos llevan maacutes de dos deacutecadas de ventaja trabajan-do en la materia No obstante nos preguntamos hasta queacute punto esas definiciones y anaacutelisis abordan ade-cuadamente la cuestioacuten de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola iquestEstamos considerando realmente todas las causas que generan pobreza ener-geacutetica en nuestro contexto iquestEstamos comprendiendo el fenoacutemeno de manera aislada o como causa de otros problemas de calado estructural de nuestra sociedad iquestSe sienten las personas que sufren el problema iden-tificadas con las definiciones que estamos utilizando

Este artiacuteculo pretende avanzar en estas reflexiones para poder transitar hacia una narrativa y una com-prensioacuten del fenoacutemeno maacutes contextualizada inclu-siva y transformadora que recoja su complejidad su gravedad y su especificidad en nuestro territorio Para ello planteamos una reflexioacuten sobre la definicioacuten las causas y las consecuencias de la pobreza energeacutetica en el caso de la realidad espantildeola Tras ello conclui-mos que las propuestas de soluciones para combatir el problema deben estar enmarcadas dentro del para-guas de la Transicioacuten Energeacutetica para promover cam-bios reales y sisteacutemicos que reten en su totalidad al modelo energeacutetico actual abrieacutendosenos con ello la oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetica justa y equitativa

2 Avanzando en la definicioacuten nomenclatura causas y consecuencias de la pobreza energeacutetica en Espantildea

No existe realmente una definicioacuten ldquooficialrdquo sobre queacute es la pobreza energeacutetica lo cual lleva en algunos casos a interpretaciones distintas del fenoacutemeno en funcioacuten del eacutenfasis que evidencie la definicioacuten en cuestioacuten En Europa uacutenicamente cuatro paiacuteses de los veintiocho Estados miembros (Reino Unido Francia Repuacuteblica de Irlanda y Eslovaquia) poseen una definicioacuten ofi-cial y de hecho existe un amplio y abierto debate so-bre si es o no conveniente crear una definicioacuten uacutenica para toda la Unioacuten Europea (Thomson et al 2016) Sea como fuere en el Estado espantildeol en el momento de redactar el presente artiacuteculo no existe un recono-cimiento oficial por parte del Gobierno espantildeol En nuestro caso las definiciones que estamos manejando las estamos tomando principalmente de paiacuteses como Reino Unido e Irlanda como las siguientes

middot ldquoIncapacidad (para un hogar) de obtener una cantidad adecuada de servicios de la energiacutea por el 10 de la renta disponiblerdquo (Boardman 1991)middot ldquoDificultad de mantener un hogar en unas condiciones adecuadas de temperatura a un precio justordquo (BEER 2001)middot ldquoIncapacidad de pagar una cantidad de servi-

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

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Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 26: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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cios de la energiacutea suficiente para la satisfaccioacuten de sus necesidades domeacutesticas yo verse obligados a destinar una parte excesiva de sus ingresos para pagar la fac-tura energeacutetica de sus viviendasrdquo (Ecoserveis 2009)

La reflexioacuten sobre coacutemo definir el problema estaacute lle-vando recientemente a utilizar teacuterminos como ldquoem-pobrecimiento energeacuteticordquo ldquoprecariedad energeacuteti-cardquo (Devaliegravere 2009) o ldquovulnerabilidad energeacuteticardquo (Bouzarovsky y Petrova 2015) para asiacute dotar al fe-noacutemeno de un caraacutecter maacutes dinaacutemico frente a la idea estaacutetica que nos evoca la llamada pobreza energeacutetica la vulnerabilidad energeacutetica nos describe un estado temporal de una duracioacuten determinada Y eacuteste es un matiz importante puesto que permite diferenciar dos tipos de colectivos middot personas que se encuentran en situacioacuten de exclusioacuten social desde hace un largo periodo de tiem-po middot aquellas que han pasado recientemente a en-contrarse en situacioacuten de vulnerabilidad debido a causas energeacuteticas En los uacuteltimos antildeos se han visto con dificultades para hacer frente a los suministros energeacuteticos por factores sobrevenidos (peacuterdida de trabajo nacimiento de un nuevo miembro de la fami-lia o reagrupacioacuten familiar por motivos de desempleo subida draacutestica o progresiva del precio de la electrici-dad o del gas etc)

Especialmente para el segundo colectivo tiene sen-tido hablar de ldquovulnerabilidadrdquo puesto que dicho en otras palabras es relativamente sencillo ldquoentrar y sa-lirrdquo de la pobreza energeacutetica

Independientemente de una u otra definicioacuten bien es sabido que la propia palabra ldquopobrezardquo lleva embebi-do un marcado caraacutecter estigmatizante y quizaacute por ello en algunas ocasiones hemos encontrado personas que a pesar de encontrarse en situacioacuten de ldquoimposi-bilidad o dificultad de poder satisfacer sus necesida-des energeacuteticasrdquo no se sienten representadas por el concepto ldquopobreza energeacuteticardquo ni se sienten coacutemodas acudiendo a solicitar ayudas sociales para ello Por es-tas implicaciones entre otras razones es por lo que consideramos que es importante reflexionar sobre coacutemo definimos y entendemos el problema de la po-breza energeacutetica Nuestro posicionamiento en torno a las definiciones que se estaacuten utilizando plantea que aunque resultan uacutetiles para la elaboracioacuten de poliacuteti-cas puacuteblicas y para medir y dimensionar el problema son a la vez limitadas puesto que tienden a invisibi-lizar otros aspectos fundamentales como pueden ser causas maacutes estructurales del sistema o consecuencias

maacutes profundas y problemaacuteticas Sobre estas cuestio-nes reflexionamos en los apartados a continuacioacutenEn relacioacuten a las causas la literatura dominante iden-tifica tres elementos principales como los causantes de este fenoacutemeno

1 Disponer de bajos ingresos 2 Habitar viviendas con baja calidad de eficien-cia energeacutetica 3 Incremento en los precios de la energiacutea

Nadie duda de la importancia que estos tres factores tienen en la aparicioacuten de situaciones de vulnerabilidad energeacutetica Sin embargo la realidad nos demuestra que las causas son maacutes complejas profundas e inter-conectadas Por ello para una justa comprensioacuten del fenoacutemeno debemos mirar maacutes allaacute de las responsabi-lidades de los hogares para comprender que el actual modelo energeacutetico basado en valores mercantilistas de lucro y competitividad es el principal causante Presentamos brevemente tres ejemplos de ello

En primer lugar en el primero de los factores habla-mos de ldquodisponer de bajos ingresosrdquo sin duda una de las causas maacutes evidentes Pero quizaacute seriacutea maacutes justo hablar de ldquodisponer de baja capacidad de pagordquo para invitarnos a pensar que no es uacutenicamente cues-tioacuten de que el hogar disponga de bajos ingresos Algu-nos hogares han manifestado la situacioacuten de disponer de suficientes ingresos como para no tener retrasos en los pagos de los recibos pero ello supone un coste muy elevado puesto que implica vivir de manera ex-tremadamente ajustada difiacutecil y ansiosa y renunciar a disponer de capacidad alguna para comprar alimen-tos variados para invertir en mejoras de eficiencia energeacutetica que ayudariacutean a reducir su vulnerabilidad o para ahorrar y poder sentir una miacutenima tranquili-dad En otras palabras no se trata uacutenicamente de un problema interno del hogar sino que existen otras causas estructurales externas e interconectadas como lo son los otros dos factores -los ldquoelevados precios de la energiacuteardquo1 y la ldquomala calidad de la viviendardquo2- u otros como elevados precios de la alimentacioacuten de la vivienda de la inversioacuten en medidas de eficiencia energeacutetica los bajos salarios etc que son las causan-tes del hecho de que con esos bajos ingresos no sea posible vivir una vida digna

1 Seguacuten Eurostat los precios de la electricidad en Espantildea han aumentado en un 67 desde el antildeo 2007 y los del gas un 23 desde 2011 A causa de estos incrementos la tarifa de la electricidad en los domicilios en Espantildea es la segunda maacutes cara de la UE y la del gas natural en los domicilios la sexta maacutes cara2 Aunque las viviendas espantildeolas no son muy antiguas el 53 de ellas fueron construidas antes de la primera regulacioacuten relativa a la eficiencia energeacutetica en los edifi-cios nuevos la cual se introdujo en 1979 Esto significa que la mayoriacutea de las viviendas espantildeolas no cumplen las normas establecidas por la poliacutetica del Estado

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

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En segundo lugar podriacuteamos incluir como causa que perpetuacutea la pobreza energeacutetica la ldquoescasa flexibili-dadrdquo de que los hogares disponen para poder transitar hacia una situacioacuten maacutes favorable dadas las reglas de juego actuales Citaremos dos ejemplos

1) En relacioacuten al contrato de electricidad o gas nos hemos encontrado que muchos de los hogares en situacioacuten de pobreza energeacutetica que conocemos podriacutean salir relativamente de ella si consiguieran cambiar su contrato a uno maacutes econoacutemico pero las muacuteltiples trabas lo dificultan tales como largas per-manencias contratadas tras el asesoramiento delibera-damente confuso por parte de comerciales de grandes compantildeiacuteas eleacutectricas deudas acumuladas en contra-tos anteriores viviendas en reacutegimen de alquiler sin libertad de realizar cambios o simplemente desco-nocimiento de que se puede efectuar dicho cambio y coacutemo realizarlo

2) En relacioacuten al cambio de la energiacutea de sumi-nistro del hogar hacia una maacutes sostenible en todos los sentidos econoacutemico social y ambiental Pensando maacutes allaacute de invertir en medidas de eficiencia energeacute-tica una cuestioacuten por cierto cargada de controversia y dificultad para los hogares vulnerables iquestpor queacute no se estaacuten planteando instalaciones fotovoltaicas de au-toconsumo para consumidores vulnerables iquestO siste-mas de produccioacuten renovable centralizados en barrios con alto iacutendice de pobreza energeacutetica Quizaacute ahora nos resulta imposible pensar en ello por cuestiones de regulacioacuten y financiacioacuten pero de nuevo estamos ante causas estructurales puesto que estos argumentos es-taacuten basados en valores mercantilistas como el lucro el individualismo o la competitividad Sin duda pue-den existir soluciones alternativas articuladas en tor-no a valores como la solidaridad la sostenibilidad y la participacioacuten ciudadana que son posibles

En tercer lugar otras causas relevantes que contribu-yen a empujar a un hogar a situaciones de vulnerabili-dad energeacutetica son sus necesidades y sus praacutecticas Es importante atender al reconocimiento de la multitud de diversidad de hogares que existen con necesida-des especiales que se traducen en causas que generan vulnerabilidad energeacutetica un miembro del hogar que requiere un aparato especial de respiracioacuten asistida durante la noche un hogar numeroso yo con nintildeosas un hogar compuesto por personas de distintos nuacute-cleos familiares (pisos compartidos) con haacutebitos y ho-rarios de consumo distintos un hogar donde todos sus miembros estaacuten en paro y por tanto pasan la mayor parte del diacutea en casa Ello enlaza directamente con las

praacutecticas del hogar unas praacutecticas energeacuteticas poco eficientes aumentan considerablemente la vulnerabi-lidad del hogar y se ha visto que ello es debido al desconocimiento generalizado sobre educacioacuten ener-geacutetica Algunos ejemplos son no entender los con-ceptos de la factura no conocer ni saber planificar sus propios patrones de consumo y los de su hogar desconocer las posibles ayudas como el bono social rechazar el pago de servicios por desconocimiento o miedo a la estigmatizacioacutenhellip etc Las praacutecticas agre-sivas de algunas compantildeiacuteas energeacuteticas como quitar el contador sin previo aviso o cortar la luz en invier-no tambieacuten generan situaciones de vulnerabilidad

En resumen consideramos que aparte de las tres principales causas reconocidas que estaacuten generan-do pobreza energeacutetica -baja capacidad de pago altos precios de la energiacutea y viviendas con baja calidad de eficiencia energeacutetica- en el caso de la realidad en Es-pantildea existen tambieacuten otros factores como la escasa flexibilidad de que se dispone para mejorar su situa-cioacuten energeacutetica (para cambiar el contrato para inver-tir en medidas de eficiencia energeacutetica o para disponer de un sistema de aprovisionamiento de energiacutea reno-vable) requerir necesidades energeacuteticas especiales o ejercer praacutecticas energeacuteticas poco eficientes derivadas de una cultura con baja alfabetizacioacuten energeacutetica en-tre otras De todo ello lo importante de esta reflexioacuten es reconocer que estas causas no son uacutenicamente de caraacutecter interno al hogar sino que en gran medida es-taacuten vinculadas al modelo energeacutetico actual

3 Consecuencias de pasar friacuteo a no vivir una vida digna

En general y basaacutendose en el trabajo de numerosos estudios (EPEE 2009 Lidell y Morris 2010 Tirado et al 2012 2014 2016) las consecuencias de la pobreza energeacutetica se presentan agrupadas en las siguientes

I Riesgos e impactos sobre la salud fiacutesica (pro-blemas respiratorios utilizacioacuten de fuentes energeacuteti-cas auxiliares con riesgo de accidente incendio yo envenenamiento debido al monoacutexido de carbono) II Riesgos e impactos sobre la salud mental an-siedad aislamiento exclusioacuten social peacuterdida de auto-estima III Degradacioacuten de las viviendas IV Acumulacioacuten de deuda excesiva (el pago de facturas elevadas de suministro energeacutetico limita po-der hacer frente a otras necesidades como son la co-mida y el transporte) V Mayores emisiones de CO2

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 28: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

3 Invitamos a reflexionar sobre la pertinencia de empezar a hablar de precariedadempobrecimiento o vulnerabilidad si con ello se consigue que las personas que sufren elproblema se sientan maacutes coacutemodas con esta nomenclatura

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Sin restar importancia a ninguna de estas consecuen-cias todas ellas ampliamente demostradas podemos plantearnos ir maacutes allaacute y englobarlas bajo la constata-cioacuten de que la pobreza energeacutetica impide a las perso-nas llevar una vida digna puesto que i) les plantea se-rias dificultades para satisfacer necesidades baacutesicas ii) les obliga a verse forzadas a adoptar nuevos haacutebitos y iii) contribuye a generar sufrimiento a traveacutes de una serie de sentimientos y sensaciones no deseables

La dificultad de satisfacer las necesidades baacutesicas se explica en la medida en la que el hecho de hacer frente a los elevados costes de la energiacutea pese a los inmen-sos esfuerzos en reducir el consumo energeacutetico en lo posible resta recursos para poder satisfacer necesi-dades como alimentacioacuten educacioacuten salud vivienda y ocio En la mayoriacutea de los casos las personas se ven obligadas a cambiar su alimentacioacuten puesto que ya no se pueden permitir ciertos alimentos o no pue-den realizar ninguacuten gasto energeacutetico para prepararlos Los hogares con nintildeosas confiesan haber cambiado su rutina de estudio como consecuencia de la pobreza energeacutetica pues al verse restringida la electricidad en casa en invierno soacutelo pueden aprovechar las horas de luz diurna para realizar las tareas escolares Es ade-maacutes comuacuten el hecho de verse obligado a irse a otros espacios a estudiar (como las parroquias o bibliotecas puacuteblicas) donde disponen ademaacutes de ordenadores acceso a internet e impresoras Muchos hogares se ven obligados a renunciar a pagar el alquiler o el agua lo cual profundiza la sensacioacuten de angustia y miedo (por riesgo al desahucio o a nuevos cortes de otros su-ministros baacutesicos) En general la pobreza energeacutetica afecta tambieacuten al ocio y en gran medida a las relacio-nes sociales ya que las personas que sufren el proble-ma manifiestan pudor y verguumlenza en caso que alguacuten conocido entre en su casa y descubra la situacioacuten en la que vive Con ello se refuerzan las sensaciones de ansiedad de estigma de aislamiento y de depresioacutenEn relacioacuten a los nuevos haacutebitos a los que se ven obli-gados a adaptarse la mayoriacutea de ellos giran en torno a reducir el consumo o a aprender a vivir sin eacutel por ejemplo no encender nunca las luces o utilizar lin-ternas ducharse con agua friacutea en casa de familiares y amigos o en instalaciones municipales estar fuera de la casa la mayor parte del tiempo o ir por la casa con mantas o dormir varias personas o incluso con los animales domeacutesticos en una cama para pasar menos friacuteo

Finalmente cuando comentamos que el fenoacutemeno de la pobreza energeacutetica genera en las personas que lo sufren una serie de sentimientos y sensaciones que

limitan que las personas puedan desarrollar una vida digna nos estamos refiriendo a sentimientos como la ansiedad o el miedo (por la llegada del proacuteximo reci-bo por abrir la puerta por si vienen a cortar el agua por descolgar el teleacutefono por si la llamada es para re-clamar la deuda) o la culpa y la verguumlenza (por no poder pagar los recibos por no poder proporcionarles a los hijos una alimentacioacuten equilibrada por pedir a las compantildeiacuteas eleacutectricas un fraccionamiento de los pagos o por acudir a los servicios sociales o a enti-dades para pedir apoyo) Entre las personas que son maacutes conscientes de que la problemaacutetica es sisteacutemica los sentimientos que emergen son de enfado rabia e indignacioacuten primero hacia las compantildeiacuteas energeacuteticas por los precios encarecidos y la falta de simplicidad de las facturas eleacutectricas y despueacutes hacia las institu-ciones puacuteblicas por la falta de soluciones aterrizadas a las realidades diferenciadas de cada persona

Lo expuesto anteriormente nos demuestra que la po-breza energeacutetica es una realidad compleja que va maacutes allaacute de la incapacidad de pagar los recibos energeacuteticos y de pasar friacuteo o calor pues impide a las personas desarrollar una vida plena y digna Las causas que la generan son en gran medida estructurales y propias del modelo energeacutetico actual Por todo ello propone-mos avanzar hacia una definicioacuten que visualice estas cuestiones y de esa manera reconocer su importancia Una potencial propuesta podriacutea ser la siguiente

Se entiende por pobreza energeacutetica3 la dificultad de disfrutar de los servicios energeacuteticos necesarios para vivir una digna bien sea por factores internos del ho-gar (ingresos bajos ineficiencia energeacutetica desinfor-macioacuten malos haacutebitos necesidades especiales etc) o por factores externos derivados del modelo energeacutetico (elevados costes estricta regulacioacuten de desconexioacuten insuficientesineficaces subvenciones complejidad del mercado falta de transparencia malas condicio-nes del parque de viviendas etc)

4 Enmarcando las soluciones iquestdoacutende ubica-mos el debate de la pobreza energeacutetica Del caraacutec-ter asistencialista a la transicioacuten energeacutetica

La principal idea que queremos enfatizar en este ar-tiacuteculo es que la pobreza energeacutetica debe ser entendi-da como un problema complejo de injusticia social consecuencia del modelo energeacutetico actual Por ello para poder ir maacutes allaacute de las soluciones de caraacutecter paliativo yo asistencialista debe ser abordado desde

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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British Petroleum BP Energy OutlookDisponible enhttpwwwbpcomenglobalcorporateenergy-economicsenergy-outlook-2035html

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Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 29: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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una perspectiva transformadora Si intentamos com-batir la pobreza energeacutetica uacutenicamente desarrollando procedimientos para el pago de facturas energeacuteticas a aquellos hogares vulnerables entonces no estaremos realmente atacando el problema desde sus raiacuteces y transformando la situacioacuten

Para ello proponemos buscar soluciones realmente innovadoras que combinadas unas con otras consi-gan retar al sistema energeacutetico desde sus muacuteltiples dimensiones Y es que el modelo energeacutetico actual genera pobreza energeacutetica no uacutenicamente por estar basado en unas reglas de suministro de energiacutea a las que los hogares vulnerables no pueden hacer frente sino tambieacuten porque existen unas poliacuteticas y unas re-gulaciones que lo mantienen una infraestructura que lo permite unos haacutebitos y una cultura que lo perpe-tuacutean unos valores que subyacen tras todo ello entre otros aspectos

En otras palabras debemos apostar por soluciones sis-teacutemicas es decir que promuevan cambios que afecten a las distintas dimensiones del sistema energeacutetico Al-gunas posibles ideas se enumeran a continuacioacuten

bull Cambios en las tecnologiacuteas instalaciones re-novables de autoconsumo para hogares vulnerables con el fin de que eacutestos consigan ser autosuficientes y no estar sometidos a las loacutegicas del mercado a las que no pueden hacer frentebull Cambios en las infraestructuras desarrollar un plan de rehabilitacioacuten subvencionada de los edifi-cios y viviendas con bajo iacutendice de certificacioacuten ener-geacutetica desarrollar auditoriacuteas energeacuteticas domiciliares especiacuteficas en hogares vulnerables facilitar la imple-mentacioacuten de kits de eficiencia energeacutetica de emer-gencia en hogares vulnerablesbull Cambios en las regulaciones asegurar el su-ministro en la estacioacuten friacutea implementar un sistema de ayudas de emergencia desarrollar regulaciones que corresponsabilicen a los distintos actores del sis-tema energeacuteticobull Cambios en la cultura desarrollar un plan de educacioacuten para generar una nueva cultura energeacutetica basada en el ahorro la eficiencia y la sostenibilidadbull Cambios en los haacutebitos implementar una es-trategia de informacioacuten sensibilizacioacuten y formacioacuten en materia de eficiencia energeacutetica para modificar pa-trones de consumomiddot Cambios en las relaciones promover una nue-va relacioacuten de las personas con la energiacutea con capa-cidad real de tomar decisiones sobre la energiacutea que consumen desmontar el caraacutecter estigmatizante que

injustamente recae sobre las personas que sufren po-breza energeacuteticabull Cambios en las instituciones promover el for-talecimiento de redes la coordinacioacuten interdeparta-mental y la creacioacuten de estructuras en las institucio-nes para implementar dar seguimiento y controlar las medidas

bull Cambios en los valores reconocer y cumplir con la obligacioacuten de considerar la energiacutea como un derecho y no una mercanciacutea

Por ello proponemos enmarcar el planteamiento de todas estas soluciones bajo el paraguas de la deno-minada ldquoTransicioacuten Energeacuteticardquo para caminar hacia un modelo energeacutetico no uacutenicamente sostenible sino tambieacuten justo equitativo democraacutetico y ciudadano La Transicioacuten Energeacutetica no trata soacutelo de desarrollar las energiacuteas renovables sino tambieacuten de coacutemo reali-zamos ese desarrollo de manera ambientalmente res-petuosa de coacutemo aprendemos a vivir dignamente con menos energiacutea y de coacutemo la ciudadaniacutea participa y lidera el camino hacia esta transicioacuten energeacutetica Bajo esta perspectiva pasamos de una visioacuten mercantilista de la energiacutea que considera a la energiacutea como un ser-vicio del que se pueden obtener reacuteditos econoacutemicos a una visioacuten que concibe a la energiacutea como un derecho de los seres humanos y de la naturaleza

Abordar la pobreza energeacutetica de una manera am-plia sisteacutemica y transformadora nos presenta una oportunidad para planear un modelo de sociedad no uacutenicamente maacutes sostenible sino tambieacuten maacutes demo-craacutetico justo y equitativo (Manuel-Navarrete 2010 Klein 2012) Un nuevo modelo que ponga en el cen-tro la vida de todas las personas y de todos los seres vivos Un modelo basado en la democracia en nuevas formas de participacioacuten y toma de decisiones y en la responsabilidad compartida por parte de todos los ac-tores que participan en eacutel Y ante todo un modelo energeacutetico en el que no quepa ni tenga justificacioacuten de ser la pobreza energeacutetica

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 1 ldquoNuevos tiempos para la cooperacioacuten internacional para el desarrollordquo abril 2011

Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 30: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

ENERGIacuteA LOCAL DEMOCRACIA REAL UNA REFLEXIOacuteN SOBRE LA DEMOCRACIA ENERGEacuteTICA

Pablo Cotarelo (eKona) y Sebastiagrave Riutort (Universidad de Barcelona)

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Reapropiacioacuten social de la energiacutea hoy

Si acaso hay un solo elemento redentor del crash de 2008 eacuteste seriacutea una paulatina laquotoma de conscienciaraquo de una de las consecuencias del proyecto neoliberal la profunda peacuterdida de soberaniacutea popular sobre las diferentes esferas de la vida social El debilitamiento de los sistemas puacuteblicos garantes de derechos sociales sumado al alcance de los procesos de mercantilizacioacuten han socavado significativamente la capacidad de las personas para decidir de manera autoacutenoma la organi-zacioacuten de su actividad productiva y reproductiva En general la coyuntura actual nos confirma el escaso poder social de control y disposicioacuten de los diferentes recursos esenciales que garantizan una existencia hu-mana en condiciones de dignidad Y entre ellos estaacute la energiacutea ese recurso que tiene la particularidad de ser eje vertebrador de toda la organizacioacuten social el en-granaje baacutesico que posibilita tanto el sustento material como el desarrollo normal del quehacer cotidiano de las personas (sus formas de relacionarse y de dotarse de sentido) y sin el cual la vida social se hace antildeicos

La crisis ecoloacutegica de nuestros diacuteas antildeade elementos de reflexioacuten a esta situacioacuten Esta crisis nos enfrenta a la necesidad de cambiar la actual base energeacutetica a favor de las fuentes renovables y no contaminantes (el sol el agua el viento la biomasa) asiacute como articular una nueva relacioacuten metaboacutelica entre los humanos y la naturaleza que sea sensata con los liacutemites del planeta Esto uacuteltimo supone asimismo la aceptacioacuten de unos usos frugales y eficientes de los recursos minerales y energeacuteticos Este momento histoacuterico de transicioacuten abarca decisivos aspectos teacutecnico-cientiacuteficos y finan-cieros pero tambieacuten plantea cuestiones poliacuteticas y culturales igualmente importantes En este sentido a nuestro entender estamos ante una encrucijada que tiene el potencial de abrir viacuteas favorables a una apro-piacioacuten social de la energiacutea La simultaacutenea crisis eco-noacutemica y ecoloacutegica puede ser una oportunidad para quebrantar las distintas formas de desposesioacuten -pro-piciadas por la dinaacutemica capitalista- que hoy impiden que la energiacutea esteacute sometida a control popular demo-craacutetico y su modelo de provisioacuten esteacute sujeto a criterios de equidad y sostenibilidad

En los uacuteltimos antildeos este planteamiento viene trataacuten-dose en el debate en torno a la ldquodemocracia energeacuteti-

cardquo la ldquojusticia energeacuteticardquo o la ldquosoberaniacutea energeacuteti-cardquo (Cotarelo et al 2014 Global Justice Now 2014 Sweeney 2014) Son diferentes teacuterminos que van utilizaacutendose para enmarcar la reivindicacioacuten poliacutetica de una transicioacuten energeacutetica emancipadora Funda-mentalmente evocan un futuro modelo energeacutetico re-novable articulado a partir de procesos de participa-cioacuten democraacutetica y formas de propiedad y regulacioacuten colectivas fundado en el principio de justicia social orientado al intereacutes general y en contraposicioacuten a la cultura dominante neoliberal de la mercantilizacioacuten y privatizacioacuten Obviamente las estrategias para tal democracia energeacutetica pueden ser varias y difieren ademaacutes en funcioacuten de cuaacutel sea el contexto espacio-temporal en el que tomen forma (Kunze y Becker 2014) Por lo general -y de manera maacutes extendida- se relaciona este horizonte de cambio con la accioacuten que llevan a cabo las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables que se articulan normalmente en el aacutembito comunitario o local (Vansintjan 2015) Pero con el tiempo tambieacuten se viene sentildealando a la Administra-cioacuten Puacuteblica -en todos sus niveles- como un agente motor vaacutelido y necesario de democracia energeacutetica (Angel 2016 Cumbers 2016 Sweeney 2014)

Por lo que concierne al contexto espantildeol los prime-ros pasos se han hecho desde propuestas cooperativas que recientemente han emergido -desde abajo- con la vocacioacuten de hacer partiacutecipe y empoderar a la ciudada-niacutea en el campo de la energiacutea y en la transicioacuten a un modelo cien por cien renovable Pero por otro lado desde algunos aacutembitos de la poliacutetica municipal se es-taacuten empezando ya a plantear propuestas que vislum-bran un futuro papel activo de los ayuntamientos en la transicioacuten a la soberaniacutea energeacutetica

La semilla de las cooperativas ciudadanas de ener-giacuteas renovables

En Europa el cooperativismo energeacutetico para un fu-turo renovable es un fenoacutemeno que data de las deacute-cadas de 1970-1980 Son antildeos que coinciden con la introduccioacuten del debate sobre el cambio climaacutetico y los liacutemites del crecimiento el incipiente desarrollo de las tecnologiacuteas renovables y la cataacutestrofe nuclear de Chernoacutebil asiacute como el surgimiento del ecologismo como movimiento social Pero ha sido maacutes reciente-mente a partir de los primeros antildeos del presente siglo

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 31: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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1 Los principios de la Alianza Cooperativa Internacional son (1) adhesioacuten vo-luntaria y abierta (2) gestioacuten democraacutetica (3) participacioacuten econoacutemica (4) autonomiacutea e independencia (5) educacioacuten formacioacuten e informacioacuten (6) cooperacioacuten entre coopera-tivas y (7) Intereacutes por la comunidad Pueden consultarse en httpicacoopes asumida para converger en el cauce comuacuten donde todos y todas comprendan y abracen la multipli-cidad de sentidos de eacutestas2 Seguacuten datos de la REScoopeu la federacioacuten europea de cooperativas y gru-pos de ciudadanos para las energiacuteas renovables Toda la informacioacuten sobre esta federa-cioacuten puede consultarse en su paacutegina web httprescoopeu

XXI que este tipo de cooperativismo se ha extendido con fuerza Nos referimos en realidad a las llamadas REScoop iniciativas ciudadanas de propiedad colec-tiva fundamentadas en los principios y procedimien-tos cooperativos1 que se involucran en actividades de produccioacuten distribucioacuten o comercializacioacuten de ener-giacutea renovable y en el fomento de su uso responsableEnraizadas en sus territorios de proximidad la singu-laridad de las REScoop radica principalmente en dos cuestiones interrelacionadas Por un lado desplazan el rol de cliente-consumidor como la opcioacuten central y uacutenica posible de implicacioacuten de los ciudadanos en el sistema de provisioacuten energeacutetica En su lugar las REScoop nacen con la voluntad de empoderar a las personas en el proceso de toma democraacutetica de deci-siones que conciernen lo energeacutetico (por ejemplo en la realizacioacuten de proyectos colectivos de generacioacuten de electricidad renovable y eficiencia o en el disentildeo de su sistema de tarifas) y en el acceso a los posibles beneficios que se deriven Por otro lado la actividad econoacutemica que llevan a cabo tiende a estar orientada a la satisfaccioacuten de necesidades humanas -en cohe-rencia con el enfoque de la sostenibilidad- y no a la buacutesqueda del lucro

Hoy se cuentan en Europa maacutes de 2300 REScoop2 esparcidas de manera desigual por el continente y con elementos organizacionales y definitorios particula-res En el contexto espantildeol el desarrollo de este tipo de iniciativas ha sido tardiacuteo Podemos afirmar que no es hasta la irrupcioacuten de Som Energia (creada en Cata-luntildea a finales de 2010) que encontramos por primera vez un claro ejemplo de este tipo de cooperativismo alineado con el horizonte de una transicioacuten carac-terizada por una apropiacioacuten popular de la energiacutea Paulatinamente otras REScoop han ido creaacutendose en diferentes regiones del Estado espantildeol Sin embargo estas otras experiencias no han conseguido -por el momento- desarrollarse de manera tan notoria como la primera (tabla 1) Som Energia presenta significa-tivamente un mayor nuacutemero de socios (en su caso distribuidos por todo el Estado espantildeol) gestiona un volumen mayor de contratos de electricidad combina su actividad de comercializacioacuten de electricidad certi-ficada de origen renovable con la puesta en marcha de proyectos propios de generacioacuten de energiacutea renovable y ademaacutes tiene un modelo organizacional -en conti-

nua construccioacuten- basado en nuevos espacios de par-ticipacioacuten de anclaje territorial y aprendizaje colec-tivo que hacen de la iniciativa un laboratorio social para la democracia energeacutetica (Riutort Isern 2016)

El conocimiento en profundidad que ya tenemos de Som Energia permite poner en valor el gran poten-cial de las REScoop para contribuir a una transicioacuten energeacutetica democraacutetica en el Estado espantildeol Pero asimismo permite apuntar sus liacutemites Como ensentildea el caso de Som Energia las REScoop pueden ser es-pacios de empoderamiento socioeconoacutemico de socia-bilidad y creacioacuten de comunidad de divulgacioacuten de informacioacuten y de creacioacuten colectiva de conocimiento Pero difiacutecilmente estos logros pueden trascender su dimensioacuten organizacional e incluir al conjunto de la ciudadaniacutea Es por esta razoacuten que parece idoacuteneo inte-rrogarse sobre la necesaria intervencioacuten de los actores puacuteblicos para una transformacioacuten de cariz estructural Tabla 1 Principales REScoop en el Estado espantildeol y sus caracteriacutesticas baacutesicas3

Un modelo energeacutetico puacuteblico-comunitario

Estamos de acuerdo con el enfoque de Sean Swee-ney (2014 323) cuando defiende el protagonismo del sector puacuteblico en el planteamiento de una democracia energeacutetica entendida eacutesta como una hoja de ruta po-liacutetica que se fundamenta en al menos tres objetivos amplios y estrateacutegicosbull Resistir a la agenda energeacutetica dominante caracterizada por la hegemoniacutea de los combustibles foacutesiles un proceso de privatizacioacuten y mercantiliza-cioacuten del sector energeacutetico y un compromiso poliacutetico

3 Esta tabla recoge las caracteriacutesticas baacutesicas de las principales REScoop en el Estado espantildeol La informacioacuten estaacute extraiacuteda de sus paacuteginas web a finales de diciembre de 2016 y se marca con un () cuando desafortunadamente no se ha podido encontrar alliacute esta informacioacuten Cabe antildeadir que esta lista de REScoop no es exhaustiva ya que tenemos conocimiento sobre maacutes iniciativas que se encuentran en sus etapas iniciales de gestacioacuten

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 1 ldquoNuevos tiempos para la cooperacioacuten internacional para el desarrollordquo abril 2011

Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 32: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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auacuten insuficiente contra el cambio climaacutetico Esta re-sistencia puede darse desde la reformulacioacuten poliacutetica la creacioacuten de consciencia la construccioacuten de amplias alianzas el lugar de trabajo y la esfera domeacutestica

bull Recuperar el sistema energeacutetico para ponerlo al servicio del intereacutes puacuteblico general recuperar el control puacuteblico de aquellos sectores energeacuteticos que fueron originalmente puacuteblicos y que han padecido procesos de privatizacioacuten y mercantilizacioacuten (Cum-bers 2016) imponer nuevos criterios de servicio puacute-blico para alejarlo de la loacutegica economicista y reivin-dicar el derecho a desarrollar un sistema energeacutetico de propiedad comunitaria y sindicalizado basado en las renovables (sin reducir asiacute el desarrollo de un siste-ma energeacutetico democraacutetico y sostenible a una cuestioacuten de propiedad puacuteblica versus propiedad privada) Esto implica reorientar las empresas puacuteblicas redefinir la economiacutea poliacutetica de la energiacutea en torno a principios verdaderamente sostenibles y establecer nuevas prio-ridades

bull Reestructurar el sector energeacutetico en aras de un modelo distribuido con mayor probabilidad de fa-vorecer el control local crear maacutes empleo y redefinir el papel y la finalidad de la energiacutea en relacioacuten a la cobertura de necesidades ambientales y sociales Es cierto que las tecnologiacuteas renovables abren posibili-dades de acceso a la energiacutea si se modulan de manera distribuida aunque solamente mediante autoridades puacuteblicas comprometidas se puede garantizar el acce-so universal asequible Asimismo la articulacioacuten de sistemas locales de generacioacuten uso y gestioacuten de la energiacutea puede traer consigo la activacioacuten de una eco-nomiacutea productiva y de servicios ad hoc (actividades de produccioacuten de tecnologiacutea trabajos de instalacioacuten motorizacioacuten y mantenimiento -favorables a un uso ahorrador y eficiente- de investigacioacuten y formacioacuten etc)

Es en este punto donde conviene analizar por una parte el papel actual de las administraciones locales en el Estado espantildeol en este aacutembito y por otra parte observar queacute tipo de relacioacuten se puede establecer en-tre eacutestas y las potencialidades que ofrecen las RES-coop Hoy vemos que algunos ayuntamientos -como por ejemplo Barcelona Pamplona Caacutediz Zaragoza Coacuterdoba Rivas o Valencia- con una cierta sensibili-dad social y quizaacutes tambieacuten acuciados por la emer-gencia derivada de la mercantilizacioacuten de la energiacutea (como ha ocurrido con otros bienes) estaacuten empren-diendo actuaciones que pretenden tratarla de manera maacutes o menos expliacutecita como un servicio puacuteblico Con

servicio puacuteblico nos referimos aquiacute al servicio que

1 Es prestado como un servicio esencial para la co-munidad2 Es accesible con caraacutecter universal a la poblacioacuten 3 Tiene un coste adaptado al nivel de renta de los diferentes estratos de la poblacioacuten4 Genera un bajo impacto socio-ambiental tanto a nivel local como global

En este sentido la integracioacuten de poliacuteticas a traveacutes de la coordinacioacuten entre las distintas aacutereas de inter-vencioacuten y gestioacuten municipal se revela como una de las maacutes potentes herramientas para afrontar este reto Asiacute ya no nos encontrariacuteamos ante una separacioacuten te-maacutetica de actividades (eficiencia compra para sumi-nistro municipal impulso a la generacioacuten renovable etc) sin una estrategia que les dotase de coherencia entre ellas y dificultando sobremanera la prestacioacuten de un servicio puacuteblico En su lugar se avanzariacutea hacia un plan integral para garantizar el suministro energeacute-tico para la ciudad en las condiciones descritas maacutes arriba De avanzar en este camino esto supondriacutea otra de las grandes novedades de esta eacutepoca pues el aacutembito municipal de la poliacutetica energeacutetica dariacutea un salto importante al atreverse a planificar el suministro de la ciudad en el marco de la transicioacuten energeacutetica

En algunos casos se ha antildeadido asimismo un prin-cipio maacutes que rige la poliacutetica energeacutetica municipal la redistribucioacuten de la riqueza De esta manera se de-dican prioritariamente los esfuerzos a las familias y los barrios con maacutes dificultades El impulso redistri-butivo de la poliacutetica energeacutetica puede concretarse -en algunos casos ya es asiacute en otros se estaacute en una fase mucho maacutes embrionaria- en torno a cuestiones como las rehabilitaciones energeacuteticas (e integrales) de edi-ficios las medidas de reduccioacuten de la demanda ener-geacutetica mediante asesoramiento gratuito (a traveacutes de programas municipales de fomento del empleo) las instalaciones de autogeneracioacuten (renovable) a costes muy reducidos (o nulos) e incluso la venta de energiacutea con tarifas adaptadas

En la transicioacuten que supone esta nueva mirada hacia la soberaniacutea energeacutetica -venga de las REScoop o de los municipios- debe resaltarse que en esta fase se produce bajo unas condiciones institucionales nor-mativas y econoacutemicas que no se pueden calificar de favorables Es muy amplio el listado de dificultades rigideces e inercias que asiacute lo atestiguan Todas ellas consagradas desgraciadamente al mantenimiento del statu quo del actual sector energeacutetico espantildeol tan-

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 1 ldquoNuevos tiempos para la cooperacioacuten internacional para el desarrollordquo abril 2011

Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 33: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

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to en teacuterminos metaboacutelicos (el predominio de ener-giacuteas no renovables e ineficientes) como poliacuteticos (la concentracioacuten de poder en pocas manos la falta de control democraacutetico y la subordinacioacuten de la energiacutea a intereses privados lucrativos) Un sector que no es ni maacutes ni menos que un ejemplo maacutes de la herencia franquista

Igualmente no se deberiacutea pasar por alto el hecho de que hasta el momento las administraciones locales no hayan explorado los liacutemites de sus capacidades de in-tervencioacuten en este aacutembito para garantizar un servicio esencial a sus conciudadanos Esto nos ofrece un ele-mento maacutes para analizar la calidad del funcionamien-to de las instituciones y en uacuteltima instancia del pacto social de nuestra democracia

En definitiva es en este escenario donde veremos en un futuro no muy lejano coacutemo se resuelven las cre-cientes tensiones entre una tendencia recentralizadora del poder administrativo frente al nuevo impulso del municipalismo de acercarse a alguacuten tipo de sobera-niacutea popular Resulta indudable que la construccioacuten de una nueva institucionalidad social vinculada al muni-cipalismo y las ensentildeanzas extraiacutedas del proceso de desarrollo de REScoop -ademaacutes de la impugnacioacuten al paradigma TINA (There Is No Alternative)- son dos caras de una misma moneda en una observa-mos coacutemo de indispensable han sido estas nuevas ex-periencias cooperativas para plantear una transicioacuten energeacutetica que pone en su centro la cuestioacuten de la so-beraniacutea popular y en la otra se lee la necesidad de aprovechar lo mejor que puede ofrecer el sector puacute-blico para lograrlo Son en definitiva dos estrategias indisociables

Democracia garantiacutea de derechos y equilibrio me-taboacutelico

En el Estado espantildeol las REScoop estaacuten consiguien-do a diacutea de hoy generar un entusiasmo entre la ciuda-daniacutea nada despreciable de ahiacute que de manera gra-dual existan cada vez maacutes iniciativas y que aumente el volumen de personas que son ya miembros o clien-tes de las mismas El foco estaacute puesto en ellas como alternativas al oligopolio Sin embargo se nos plantea el reto de lograr orientar dicho entusiasmo popular hacia la co-produccioacuten de una poliacutetica puacuteblica de de-mocracia energeacutetica que ponga conjuntamente en pri-mer plano el derecho de acceso a la energiacutea su con-trol socializado -maacutes allaacute y ensanchando el que pueda alcanzarse mediante las cooperativas ciudadanas de energiacuteas renovables- y la transformacioacuten del actual

metabolismo socionatural La democracia energeacuteti-ca se abre hoy ya a un amplio abanico de cuestiones conceptuales y estrateacutegicas que es necesario resolver maacutes pronto que tarde

La democratizacioacuten de la energiacutea conduce a su reloca-lizacioacuten fiacutesica (infraestructuras maacutes pequentildeas adap-tadas a un modelo de gestioacuten de la demanda basada en la generacioacuten renovable) y poliacutetica (instituciones que permitan la participacioacuten directa en la toma de deci-siones) El centro de gravedad de la poliacutetica energeacutetica transita pues desde el aacutembito estatal centralizado ha-cia el local que responde a criterios metaboacutelicos

En uacuteltimo teacutermino la democratizacioacuten de la energiacutea conduce a la democratizacioacuten de la economiacutea en lo que se refiere a cumplir con la satisfaccioacuten de las ne-cesidades humanas de manera universal respetando el equilibrio metaboacutelico en lugar de a los principios que sirve actualmente Y este modelo deberiacutea servir como base y espejo para el desarrollo de un nuevo pacto social en el que el conjunto de derechos sociales (inclusive el derecho de acceso a la energiacutea) sean for-malmente reconocidos y efectivamente garantizados

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

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El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Ecoserveis (2009) Guia pragravectica Com actuar davant la pobresa energegravetica Detencioacute i avaluacioacute Elabo-rado en colaboracioacuten del Instutut Catalagrave drsquoEnergia - Generalitat de Catalunya Barcelona

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Georgescu-Roegen N (1996) La entropiacutea y el pro-ceso econoacutemico Fundacioacuten Argentaria-Visor Ma-drid Disponible enht tp w w wfcmanriqueorg publ iDetal le phpidPublicacion=107

Global Justice Now (2014) Rays of hope Clean and democratically controlled energy for everyone Disponible en httpwwwglobaljusticeorguksitesdefaultfilesfilesresourcesgjn_alternatives_energy_justice_web_v2pdf

Greenpeace Greenpeace Energy Revolution Disponible enhttpwwwgreenpeaceorginternationalencam-paignsclimate-changeenergyrevolution

IEA World Energy Outlook

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Disponible enhttpwwwieaorgnewsroomnews2016novem-berworld-energy-outlook-2016htmlIPCC Fifth Assessment ReportDisponible en httpipccchreportar5

Klein N (2012) ldquoOccupy Wall Street The most im-portant thing in the world nowrdquo Critical Quarterly 54(2)1-4

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Liddell C y Morris C (2010) ldquoFuel poverty and hu-man health a review of recent evidencerdquo en Ener-gy Policy 38(6) pp 2987-2997

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Manuel Navarrete D (2010) ldquoPower realism and the ideal of human emancipation in a climate of changerdquo en Wiley Interdisciplinary Reviews Cli-mate Change 1(6)781-785MIT Utility of the Future Disponible enhttpenergymiteduresearchutility-future-study

Naredo Joseacute Manuel (1996) La economiacutea en evo-lucioacuten Historia y perspectivas de las categoriacuteas baacute-sicas del pensamiento econoacutemico 2ordf edicioacuten Siglo XXI Madrid

Naredo Joseacute Manuel (2015) Economiacutea poder y po-liacutetica DiazampPons Madrid

Pellicer V y Lillo P (2014) ldquoA Broader Concep-tualisation of Fuel Poverty Contributions from the Human Development Approachrdquo en Queenrsquos Politi-cal Review 2(2)46ndash 60

Prieto P (2004) Modernos dioses tecnoloacutegicos Helios y Eolo Disponible en httpwwwcrisisenergeticaorgstaticpagesindexphppage=20031126184416943ampquery=modernos+dioses

Prieto P y Hall C (2013) Spainrsquos Photovoltaic Re-

volution The Energy Return on Investement Sprin-ger USA

Riechmann Jorge (2015) Autoconstruccioacuten La transformacioacuten cultural que necesitamos Los Li-bros de la Catarata Madrid

Riutort Isern S (2016) Energiacutea para la democra-cia La cooperativa Som Energia como laboratorio social FUHEM Ecosocial y Los libros de la Catarata Madrid

Shell Shell ScenariosDisponible en httpwwwshellcomenergy-and-innovationthe-energy-futurescenarioshtml

Sweeney S (2014) ldquoHacia una democracia ener-geacuteticardquo en Worldwatch Institute (Ed) La situacioacuten del mundo 2014 Gobernar para la sostenibilidad (pp 319-336) FUHEM Ecosocial ndash Icaria Barcelona

Tirado S et al (2012) Pobreza energeacutetica en Espa-ntildea Potencial de generacioacuten de empleo derivado de la rehabilitacioacuten energeacutetica de viviendas Asocia-cioacuten de Ciencias Ambientales Madrid

Tirado S et al (2014) Pobreza energeacutetica en Espa-ntildea Anaacutelisis de tendencias Asociacioacuten de Ciencias Ambientales Madrid

Tirado S et al (2016) Pobreza vulnerabilidad y desigualdad energeacutetica Nuevos enfoques de anaacute-lisis Asociacioacuten de Ciencias Ambientales Madrid

Thomson et al (2016) ldquoFuel poverty in the Euro-pean Union a concept in need of definitionrdquo en People Place and Policy 10(1)5-24

Vansintjan D (2015) The energy transition to ener-gy democracy Power to the people Final results oriented report of the REScoop 20-20-20 Intelligent Energy Europe project Antwerp Disponible enhttpsrescoopeusystemfilesdownloadsRES-coop20Energy20Transition20to20Ener-gy20Democracy20-20Englishpdf

World Energy Council (2016) World Energy Trilem-ma 2016Disponible enhttpswwwworldenergyorgpublications2016world-energy-trilemma-2016

Dossier nordm 1 ldquoNuevos tiempos para la cooperacioacuten internacional para el desarrollordquo abril 2011

Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

Dossieres EsFNordm 24 Invierno 2017

Page 34: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

EL LIBRO RECOMENDADOSEBASTIAacute RIUTORT ldquoENERGIacuteA PARA LA DEMOCRACIA LA COOPERATIVA SOM ENERGIA COMO LABORATORIO SOCIALrdquo FUHEM ECOSOCIAL Y LOS LIBROS DE LA CATARATA MADRID 2016

Joseacute Manuel Garciacutea de la Cruz (Universidad Autoacutenoma de Madrid)

34

El tiacutetulo de la obra recomendada es ya un resumen claro y sin trampas de su contenido La obra analiza la experiencia de Som Energia iniciativa social que trata de romper con la actual situacioacuten de desposesioacuten que la ciudadaniacutea sufre respecto de la energiacutea impulsando la produccioacuten y el consumo de energiacutea renovable

Nadie duda de que la energiacutea sea un recurso absolu-tamente imprescindible para el disfrute de una vida digna y lugar prioritario de los debates en torno al modelo econoacutemico actual y su transformacioacuten Sin embargo el autor abre el anaacutelisis de una experiencia concreta y nos introduce en un aacutembito mucho maacutes ambicioso y estimulante que incluye temas como las relaciones entre economiacutea y sociedad la compa-tibilidad entre democracia y propiedad privada la contribucioacuten de las formas de producir y acceder a la energiacutea y la oportunidad de impulsar un modo de produccioacuten alternativo y sostenible al sistema capita-lista en su actual configuracioacuten o la reflexioacuten sobre el cooperativismo como medio de atender no solamen-te necesidades sino tambieacuten aspiraciones sociales Temas todos ellos tratados con rigor acadeacutemico que combina las oportunas referencias a anaacutelisis de auto-res imprescindibles con el conocimiento cercano de la experiencia cooperativa de Som Energia

Entre las referencias centrales del trabajo estaacuten Karl Polanyi Joseph A Schumpeter David Harvey y Be-noicirct Levesque De eacutestos -tambieacuten de otros que com-ponen una larga lista- Riutort extrae los conceptos baacutesicos que aplica a su anaacutelisis Particularmente los de arraigo y desarraigo del primero la innovacioacuten del economista austriacuteaco la acumulacioacuten por des-posesioacuten del geoacutegrafo y la necesidad de incorporar la aspiracioacuten como motor del cooperativismo del cana-diense Se define asiacute lo que podriacutea identificarse con el objetivo uacuteltimo del estudio analizar las formas que permitan romper con el obscurantismo de un mode-lo energeacutetico que dificulta el control democraacutetico de la energiacutea y por lo tanto obstaculiza el avance hacia modelos alternativos que faciliten la apropiacioacuten co-lectiva de la energiacutea pero tambieacuten la apertura a opor-tunidades de impulso de nuevas alternativas de orga-

nizacioacuten econoacutemica maacutes abiertas y democraacuteticas

Obviamente a este resultado no se llega sin maacutes y como se ha avanzado la obra exige analizar criacutetica-mente las contribuciones representativas de las co-rrientes de pensamiento que han influido en la expli-cacioacuten de la constitucioacuten del orden liberal en el que opera Som Energia Asiacute la obra se inicia con la aproxi-macioacuten a la contribucioacuten de Karl Polanyi y maacutes con-cretamente a su estudio de la consolidacioacuten de la so-ciedad de mercado como proceso de desarraigo en el que la intervencioacuten poliacutetica fue necesaria para asegu-rar el funcionamiento del capitalismo como sistema basado en el beneficio empresarial A continuacioacuten se debate la importancia de no reducir la innovacioacuten a un proceso meramente tecnoloacutegico apoyado inicial-mente en Schumpeter el autor raacutepidamente incor-pora las criacuteticas de otros autores para argumentar la importancia de los cambios sociales su contexto y de las instituciones en los procesos de innovacioacuten social que son los que interesan al autor Ambos son temas de absoluta actualidad relacionados con retos como la equidad los conflictos sociales y las limitaciones a la intervencioacuten del Estado en la globalizacioacuten o los im-pactos y las reacciones sociales ante los avances de la incorporacioacuten de nuevas tecnologiacuteas que transcien-den el aacutembito especiacutefico de la energiacutea

Sin embargo el sector de la energiacutea es un estupendo ejemplo de coacutemo se ha ido configurando un orden en el que los intereses oligopoacutelicos se han consolidado -y de forma escandalosa- en el caso espantildeol No se trata de ninguna maldicioacuten de los recursos se trata de un proceso histoacuterico que ha contado con grupos concre-tos de beneficiarios a costa del conjunto de la sociedad y que ha repercutido directamente en la configuracioacuten del modelo econoacutemico y en la trayectoria del desarro-llo nacional El anaacutelisis de Harvey encuentra aquiacute un magniacutefico ejemplo

Definido el marco analiacutetico y explicado el proceso histoacuterico de consolidacioacuten del sistema energeacutetico es-pantildeol la obra nos introduce en un mundo distinto el de las alternativas sociales en marcha de la economiacutea

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

Angel J (2016) Strategies of energy democracy Rosa Luxemburg Stiftung Bruselas Disponible en httpswwwrosaluxdefileadminrls_uploadspdfssonst_publikationenstrategies_of_energy_democracy_Angel_englpdf

Banco Mundial (2016) Los costes de la contamina-cioacuten atmosfeacuterica World Bank WashingtonDisponible enhttpsopenknowledgeworldbankorghand-le1098625013

BEER (2001) The UK fuel poverty strategy De-partmentf or Business Enterprise and Regulatory Reform London

Bloomberg (2016) Bloomberg New Energy Finance New Energy Outlook Disponible en httpswwwbloombergcomcompanynew-energy-outlook

Boardman B (1991) Fuel poverty from cold homes to affordable warmth Belhaven Press London

Bouzarovski S y Petrova S (2015) ldquoA global pers-pective on domestic energy deprivation Overco-ming the energy povertyndashfuel poverty binaryrdquo en Energy Research amp Social Science 10 31-40

British Petroleum BP Statistical ReviewDisponible en httpwwwbpcomenglobalcorporateenergy-economicsstatistical-review-of-world-energyhtml

British Petroleum BP Energy OutlookDisponible enhttpwwwbpcomenglobalcorporateenergy-economicsenergy-outlook-2035html

Carpintero Oacutescar (2006) La Bioeconomiacutea de Geor-gescu-Roegen Ed Montesinos Mataroacute

Coderch Marcel (2004) ldquoJames Lovelock y el Es-pejismo nuclear de Gaia a Westinghouserdquo Boletiacuten CF+S 37 Fe en el progreso junio 2004Disponible en httpwwwcrisisenergeticaorgsta-ticpagesindexphppage=20040622091631543

Cotarelo P Llistar D Peacuterez A Guillamon Agrave Campuzano M y Berdieacute L (2014) ldquoDefiniendo la soberaniacutea energeacuteticardquo El Ecologista 81 51

Cumbers A (2016) ldquoRemunicipalizacioacuten la tran-sicioacuten hacia una economiacutea baja en carbono y la democracia energeacuteticardquo En Worldwatch Institute (Ed) La situacioacuten del mundo 2016 Ciudades soste-nibles Del suentildeo a la accioacuten (pp 257-273) FUHEM Ecosocial ndash Icaria Barcelona

Daly H E (1991) ldquoCriterios operativos para el de-sarrollo sosteniblerdquo Debats 35-36

Devaliegravere I (2009) laquoDe lrsquoinconfort thermique agrave la preacutecariteacute eacutenergeacutetique profils et pratiques des meacute-nages pauvresraquo Informations sociales (5) 90-98

Ecoserveis (2009) Guia pragravectica Com actuar davant la pobresa energegravetica Detencioacute i avaluacioacute Elabo-rado en colaboracioacuten del Instutut Catalagrave drsquoEnergia - Generalitat de Catalunya Barcelona

EPEE European fuel poverty and energy efficiency project (2009) Diagnosis of causes and consequen-ces of fuel poverty in Belgium France Italy Spain and UnitedKingdom WP2 - Deliverable 5 Disponible en httpfuelpovertyeuresourcesdiagnosis-of-cau-ses-and-consequences-of-fuel-poverty-in-belgium-france-italy-spain-and-united-kingdom

Georgescu-Roegen N (1996) La entropiacutea y el pro-ceso econoacutemico Fundacioacuten Argentaria-Visor Ma-drid Disponible enht tp w w wfcmanriqueorg publ iDetal le phpidPublicacion=107

Global Justice Now (2014) Rays of hope Clean and democratically controlled energy for everyone Disponible en httpwwwglobaljusticeorguksitesdefaultfilesfilesresourcesgjn_alternatives_energy_justice_web_v2pdf

Greenpeace Greenpeace Energy Revolution Disponible enhttpwwwgreenpeaceorginternationalencam-paignsclimate-changeenergyrevolution

IEA World Energy Outlook

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Disponible enhttpwwwieaorgnewsroomnews2016novem-berworld-energy-outlook-2016htmlIPCC Fifth Assessment ReportDisponible en httpipccchreportar5

Klein N (2012) ldquoOccupy Wall Street The most im-portant thing in the world nowrdquo Critical Quarterly 54(2)1-4

Kunze C y Becker S (2014) Energy democracy in Europe A survey and outlook Bruselas Rosa Lu-xemburg Stiftung Disponible en httpswwwrosaluxdefileadminrls_uploadspdfssonst_publikationenEnergy-de-mocracy-in-Europepdf

Liddell C y Morris C (2010) ldquoFuel poverty and hu-man health a review of recent evidencerdquo en Ener-gy Policy 38(6) pp 2987-2997

Martiacutenez Alier Jy Roca Jusment J (2013) Econo-miacutea ecoloacutegica y poliacutetica ambiental Fondo de Cultu-ra Econoacutemica Madrid

Manuel Navarrete D (2010) ldquoPower realism and the ideal of human emancipation in a climate of changerdquo en Wiley Interdisciplinary Reviews Cli-mate Change 1(6)781-785MIT Utility of the Future Disponible enhttpenergymiteduresearchutility-future-study

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Prieto P y Hall C (2013) Spainrsquos Photovoltaic Re-

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Sweeney S (2014) ldquoHacia una democracia ener-geacuteticardquo en Worldwatch Institute (Ed) La situacioacuten del mundo 2014 Gobernar para la sostenibilidad (pp 319-336) FUHEM Ecosocial ndash Icaria Barcelona

Tirado S et al (2012) Pobreza energeacutetica en Espa-ntildea Potencial de generacioacuten de empleo derivado de la rehabilitacioacuten energeacutetica de viviendas Asocia-cioacuten de Ciencias Ambientales Madrid

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Thomson et al (2016) ldquoFuel poverty in the Euro-pean Union a concept in need of definitionrdquo en People Place and Policy 10(1)5-24

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World Energy Council (2016) World Energy Trilem-ma 2016Disponible enhttpswwwworldenergyorgpublications2016world-energy-trilemma-2016

Dossier nordm 1 ldquoNuevos tiempos para la cooperacioacuten internacional para el desarrollordquo abril 2011

Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

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DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

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Page 35: LA ENERGÍA . RETOS Y PROBLEMAS - base.socioeco.org · PRESENTACIÓN: LA ENERGÍA. RETOS Y PROBLEMAS 4 José Manuel García de la Cruz (Universidad Autónoma de Madrid). CONSIDERACIONES

solidaria del cooperativismo La aproximacioacuten a tra-veacutes de Levesque es criacutetica y se apoya en varias expe-riencias y modelos alternativos analiza sus liacutemites y las oportunidades que ofrecen de manera tal que el aterrizaje en Som Energia se hace sobre un paisaje ya conocido

No obstante el estudio del proceso de creacioacuten de Som Energia de los obstaacuteculos que ha debido de supe-rar de las limitaciones regulatorias establecidas hasta configurar una amplia red de grupos locales por todo el Estado espantildeol permite al autor extraer lecciones de la experiencia y la evaluacioacuten de las posibilidades y limitaciones de la misma El autor destaca como resultados relevantes por su componente innovador la creacioacuten grupos locales y el proyecto Generacioacuten KWh Los grupos estaacuten formados por socios conver-tidos en prosumidores (productores y consumidores) de energiacutea renovable que comprenden las limitacio-nes de su accioacuten pero que no renuncian a un cam-bio mucho maacutes profundo abierto y participado en el aacutembito de la energiacutea (y maacutes allaacute) El Proyecto Gene-racioacuten KWh hace de Som Energia un actor inversor en la produccioacuten de energiacutea renovable mediante un sistema de financiacioacuten participativo y con un sistema de retribucioacuten en kw y no en dinero

Llegar aquiacute ha sido posible en gran medida -entre otros factores tambieacuten recogidos en el libro- por la oportunidad de apoyo mutuo con otras propuestas energeacuteticas proacuteximas a Som Energia en diversos luga-res de Espantildea y de movimientos sociales diversos (de manera especial la Xarxa per la Soberania Energeti-ca y la Plataforma por un Nuevo Modelo Energeacutetico y tambieacuten de otras asociaciones de consumidores y ecologistas) lo que permite evaluar y resaltar la im-portancia de la toma de conciencia colectiva ante el continuado proceso de desposesioacuten de bienes puacuteblicos y baacutesicos

La obra no se cierra con conclusiones al uso sino in-terrogando al lector sobre las oportunidades de la ac-cioacuten colectiva asociativa sobre las nuevas formas de regulacioacuten del sector energeacutetico que libere de trabas la aplicacioacuten de la innovacioacuten tecnoloacutegica y social ha-cia una sociedad sostenible ambientalmente o sobre las oportunidades que el debate sobre la energiacutea y el modelo energeacutetico puede abrir sobre temas maacutes am-plios como la democracia o la relacioacuten de la humani-dad con la naturaleza

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

Angel J (2016) Strategies of energy democracy Rosa Luxemburg Stiftung Bruselas Disponible en httpswwwrosaluxdefileadminrls_uploadspdfssonst_publikationenstrategies_of_energy_democracy_Angel_englpdf

Banco Mundial (2016) Los costes de la contamina-cioacuten atmosfeacuterica World Bank WashingtonDisponible enhttpsopenknowledgeworldbankorghand-le1098625013

BEER (2001) The UK fuel poverty strategy De-partmentf or Business Enterprise and Regulatory Reform London

Bloomberg (2016) Bloomberg New Energy Finance New Energy Outlook Disponible en httpswwwbloombergcomcompanynew-energy-outlook

Boardman B (1991) Fuel poverty from cold homes to affordable warmth Belhaven Press London

Bouzarovski S y Petrova S (2015) ldquoA global pers-pective on domestic energy deprivation Overco-ming the energy povertyndashfuel poverty binaryrdquo en Energy Research amp Social Science 10 31-40

British Petroleum BP Statistical ReviewDisponible en httpwwwbpcomenglobalcorporateenergy-economicsstatistical-review-of-world-energyhtml

British Petroleum BP Energy OutlookDisponible enhttpwwwbpcomenglobalcorporateenergy-economicsenergy-outlook-2035html

Carpintero Oacutescar (2006) La Bioeconomiacutea de Geor-gescu-Roegen Ed Montesinos Mataroacute

Coderch Marcel (2004) ldquoJames Lovelock y el Es-pejismo nuclear de Gaia a Westinghouserdquo Boletiacuten CF+S 37 Fe en el progreso junio 2004Disponible en httpwwwcrisisenergeticaorgsta-ticpagesindexphppage=20040622091631543

Cotarelo P Llistar D Peacuterez A Guillamon Agrave Campuzano M y Berdieacute L (2014) ldquoDefiniendo la soberaniacutea energeacuteticardquo El Ecologista 81 51

Cumbers A (2016) ldquoRemunicipalizacioacuten la tran-sicioacuten hacia una economiacutea baja en carbono y la democracia energeacuteticardquo En Worldwatch Institute (Ed) La situacioacuten del mundo 2016 Ciudades soste-nibles Del suentildeo a la accioacuten (pp 257-273) FUHEM Ecosocial ndash Icaria Barcelona

Daly H E (1991) ldquoCriterios operativos para el de-sarrollo sosteniblerdquo Debats 35-36

Devaliegravere I (2009) laquoDe lrsquoinconfort thermique agrave la preacutecariteacute eacutenergeacutetique profils et pratiques des meacute-nages pauvresraquo Informations sociales (5) 90-98

Ecoserveis (2009) Guia pragravectica Com actuar davant la pobresa energegravetica Detencioacute i avaluacioacute Elabo-rado en colaboracioacuten del Instutut Catalagrave drsquoEnergia - Generalitat de Catalunya Barcelona

EPEE European fuel poverty and energy efficiency project (2009) Diagnosis of causes and consequen-ces of fuel poverty in Belgium France Italy Spain and UnitedKingdom WP2 - Deliverable 5 Disponible en httpfuelpovertyeuresourcesdiagnosis-of-cau-ses-and-consequences-of-fuel-poverty-in-belgium-france-italy-spain-and-united-kingdom

Georgescu-Roegen N (1996) La entropiacutea y el pro-ceso econoacutemico Fundacioacuten Argentaria-Visor Ma-drid Disponible enht tp w w wfcmanriqueorg publ iDetal le phpidPublicacion=107

Global Justice Now (2014) Rays of hope Clean and democratically controlled energy for everyone Disponible en httpwwwglobaljusticeorguksitesdefaultfilesfilesresourcesgjn_alternatives_energy_justice_web_v2pdf

Greenpeace Greenpeace Energy Revolution Disponible enhttpwwwgreenpeaceorginternationalencam-paignsclimate-changeenergyrevolution

IEA World Energy Outlook

36

37

Disponible enhttpwwwieaorgnewsroomnews2016novem-berworld-energy-outlook-2016htmlIPCC Fifth Assessment ReportDisponible en httpipccchreportar5

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volution The Energy Return on Investement Sprin-ger USA

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Dossier nordm 1 ldquoNuevos tiempos para la cooperacioacuten internacional para el desarrollordquo abril 2011

Dossier nordm 2 ldquoiquestCambiar el mundo desde el consumordquo julio 2011

Dossier nordm 3 ldquoSombras en las microfinanzasrdquo octubre 2011

Dossier nordm 4 ldquoLa RSE ante la crisisrdquo enero 2012

Dossier nordm 5 ldquoLa cooperacioacuten al desarrollo en tiempos de crisis Nuevos actores nuevos objetivosrdquoabril 2012

Dossier nordm 6 ldquoCrisis indignacioacuten ciudadana y movimientos socialesrdquo julio 2012

Dossier nordm 7 ldquoiquestOtra poliacutetica econoacutemica es posiblerdquo octubre 2012

Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

Dossier nordm 9 rdquoDesigualdad y ruptura de la cohesioacuten socialrdquo abril 2013

Dossier nordm 10 ldquoSeguridad alimentaria Derecho y necesidadrdquo julio 2013

Dossier nordm 11 ldquoLa agenda de desarrollo post-2015 iquestMaacutes de lo mismo o el principio de la transicioacutenrdquooctubre 2013

Dossier nordm 12 ldquoEconomiacutea en colaboracioacutenrdquo enero 2014

Dossier nordm 13 ldquoOtra Economiacutea Estaacute En Marchardquo primavera 2014

Dossier nordm 14 ldquoRSC Para superar la retoacutericardquo verano 2014

Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

Dossier nordm 16 ldquoEl procomuacuten y los bienes comunesrdquo invierno 2015

Dossier nordm 17 ldquoFinanciacioacuten del desarrollo y Agenda Post-2015rdquo primavera 2015

Dossier nordm 18 ldquoII Jornadas Otra Economiacutea estaacute en marchardquo verano 2015

Dossier nordm 19 ldquoLas exclusiones socialesrdquo otontildeo 2015

Dossier nordm 20 ldquoFiscalidad eficiencia y equidadrdquo invierno 2016

Dossier nordm 21 ldquoRecordando a Joseacute Luis Sampedrordquo Primavera 2016

Dossier nordm 22 ldquoOtra economia estaacute en marcha IIIrdquo Verano 2016

Dossier nordm 23 ldquoEl Buen Vivir como paradigma societal alternativo Otontildeo 2016httpecosfronorgpublicaciones

DOSSIERES EsF

DDossieres EsFNordm 20 Invierno 2015

Economistas sin FronterasCalle Gaztambide 50

(entrada por el local de SETEM)28015 Madrid

Tlf 91 549 72 79ecosfronecosfronorg

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PARA SABER MAacuteSSe agrupan aquiacute las referencias hechas por los dis-tintos autores en sus contribuciones junto a biblio-grafiacutea adicional

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Dossier nordm 8 ldquoBanca eacutetica iquestes posiblerdquo enero 2013

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Dossier nordm 15 ldquoLa ensentildeanza de la economiacuteardquo otontildeo 2014

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