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La crítica a la moral platónico-cristiana La moral de los esclavos. La moral de los señores. El nihilismo y la transmutación de valores.

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Page 1: La crítica a la moral platónico-cristiana La moral de los esclavos. La moral de los señores. El nihilismo y la transmutación de valores

La crítica a la moral platónico-cristianaLa moral de los esclavos.La moral de los señores.

El nihilismo y la transmutación de valores.

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Nietzsche considera que la moral occidental se ha basado en el platonismo y en el cristianismo, pero al hablar de moral se refiere tanto a la moral kantiana, la moral utilitarista, la moral marxista, etc.

El error de la moral platónica consiste en desvalorar este mundo y poner el Bien en un mundo trascendente: el mundo de las Ideas.

La moral cristiana participa de la desvalorización de este mundo. La felicidad plena está en Dios.

Para Nietzsche ambas la moral platónico-cristiana es antinatural: establecen normas que van contra los instintos vitales. Se basan en un dominio de los instintos por la razón.

La moral occidental es una moral nihilista: el triunfo del dios Apolo o del Dios cristiano, sobre los valores del dios Dionisos: la moderación frente a la desmesura, el sometimiento del cuerpo y las pasiones a la razón, la restricción de los instintos vitales.

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La moral de los esclavos es la moral de los débiles que, al no poder realizar los valores de la vida, elevan a la categoría de “buenos”, valores como la resignación, la obediencia, el control de los instintos, la compasión.

“Esclavo” es aquel incapaz de darse libremente su propia norma de actuación. A la moral de los esclavos la denomina moral del rebaño

Esta moral nace con el judaísmo y es reafirmada por el cristianismo, religión de esclavos y débiles, que al no encontrar consuelo en esta vida lo buscan en otra.

Es una moral basada, según Nietzsche, en el resentimiento frente a los valores de la vida y considera “malos” todos los valores por los que se guía el hombre vitalista, como el disfrute de la vida, la salud, la realización de los instintos, la libertad, el egoísmo.

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Es la moral de los fuertes, de aquellos que no se someten a otra voluntad que la suya propia. Nietzsche llama “señores” a los que buscan su voluntad de poder por encima de todo

Es una moral pagana que imperaba en la Grecia anterior a Sócrates, antes del dominio de la moral de Platón o Aristóteles.

Es la moral del “superhombre” que hay que recuperar realizando una transmutación de valores (cambiar los valores de los “esclavos” por los de los “señores”)

Nietzsche piensa que los débiles han impuesto su moral a Occidente y ve la prueba de ello en el cristianismo y en el socialismo.

Es preciso elevarse más allá de todo juicio moral, “más allá del bien y del mal”. La moral de los “débiles” es una ficción que no favorece el aumento de las fuerzas vitales.

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Con el platonismo se produce la transmutación de los valores del hombre trágico: se desvalora el mundo sensible y los valores de la vida a los que se les despoja de sentido.

La desvalorización del mundo conduce al nihilismo. Por nihilismo entiende Nietzsche la incapacidad para valorar afirmativamente: la negación de la voluntad de vida

Nietzsche anuncia la “muerte de Dios”. Con ella el filósofo constata el proceso de laicización y ateísmo en que se encuentra sumido el hombre contemporáneo. La cultura contemporánea ha sustituido a Dios por la razón, la tecnología y la ciencia.

Frente al nihilismo pasivo del hombre contemporáneo, propone un nihilismo activo: reivindicar y afirmar los valores del hombre trágico, los valores de la vida,