la ciencia en la edad de la fe - wordpress.com€¦ · web viewla edad media fue un periodo de...
TRANSCRIPT
MODULO IV
FILOSOFIA | Juan José López Alvarado
UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÌA, SEDE ESTELI
MODULO IV. LA CIENCIA EN LA EDAD DE LA FE
21
III UNIDAD: LA CIENCIA EN LA EDAD DE LA FE
En esta unidad, abordaremos importantes
temas desde los primeros siglos del
cristianismo en donde se da el predominio de
la teología sobre la filosofía, y la razón se
somete a la fe, tratando someramente las
cruzadas, la inquisición, los avances
científicos, el nuevo orden social y económico hasta el principio de la revolución
renacentista.
La edad media fue un periodo de estancamiento cultural, ubicado
cronológicamente entre la gloria de la antigüedad clásica y el renacimiento. La
investigación actual tiende, no obstante, a reconocer este periodo como uno
más de los que constituyen la evolución histórica europea, con sus propios
procesos críticos y de desarrollo.
La Iglesia en el sistema feudal.
La Iglesia recibió por donación o legado extensas tierras que estaban sujetas a
las obligaciones feudales. Los obispos y abades, al mismo tiempo de ser
ministros de la Iglesia, se convirtieron en vasallos de los reyes y en grandes
señores.
Cuando moría un vasallo laico sin herederos, la administración del feudo volvía
a manos del señor. En cambio, los feudos de la Iglesia no pertenecían a un
obispo o abad en particular. Por eso, cuando moría un obispo, el contrato
feudal no era alterado y la Iglesia conservaba la tierra. De esta manera, las
posesiones de la Iglesia aumentaron cada vez más y finalmente la tercera parte
de la propiedad agrícola en la Europa occidental y central perteneció a la
Iglesia.
21
3.1El desarrollo de la civilización a la caída del Imperio Romano
La decadencia y caída del Imperio romano es un concepto historiográfico que
hace referencia a las transformaciones operadas durante la Crisis del siglo III y
el Bajo Imperio romano, que a partir de 395 condujeron a un rápido deterioro
del poder romano, y al hundimiento del Imperio de Occidente, cuyo último
emperador efectivo, Rómulo Augusto, fue depuesto por el caudillo Hérulo
Odoacro.
La decadencia y caída del Imperio romano es una de las cuestiones más
debatidas y estudiadas de la Historia. Es considerada por algunos como "el
mayor enigma de todos", y ha sido uno de los ejes del discurso histórico clásico
desde San Agustín de Hipona. La ruina de la “Roma eterna” ha perdurado
como el paradigma por excelencia del agotamiento y muerte de las
civilizaciones, una caducidad mundana interpretada como el precedente y
anuncio del fin del mundo o, al menos, de la civilización occidental. Los siglos
XX y XXI han visto multiplicarse el interés por este problema histórico, debido
probablemente al hecho de que la civilización contemporánea tiene muchos
rasgos comunes con la de la Antigüedad Tardía, y a que la cultura occidental
está en un período de transición, como la Roma de las SS. III y IV.
Considerado el proceso como una larga transformación debida a fenómenos
endógenos (la "decadencia") o un derrumbamiento repentino por causas
fundamentalmente exógenas (la "caída"). En concreto, el término decadencia
y caída hace referencia a la obra maestra del historiador inglés Edward Gibbon,
quien, sin ser el primero en abordar el tema, en el siglo XVIII renovó la ciencia
historiográfica por medio de su análisis del período tardo-romano, asumiendo
una postura a medio camino entre las endógenas y las exógenas.
Por otra parte, sigue habiendo quienes defienden una visión más "catastrofista"
y acorde a la concepción tradicional de este problema histórico. De igual modo,
hay diferencias entre quienes ponen el acento en el carácter romanista
endógeno de las transformaciones, y quienes por el contrario apuntan hacia el
carácter germanista exógeno
21
La versión tradicional del final del mundo antiguo fue que, la desintegración
política y militar del poder romano en Occidente acarreó la ruina de su
civilización. Desde San Agustín hasta el siglo XXI ha predominado la idea de
que las culturas ofrecen una evolución similar a la de los seres vivos, y que la
decadencia es su fase final. Esta visión tuvo su origen en el siglo XVIII. Hasta
entonces el absolutismo político y el Cristianismo del Bajo Imperio habían sido
valorados positivamente, pero con los nuevos vientos ilustrados, comenzó a
valorarse de manera peyorativa, surgiendo la idea de la decadencia.
Edward Gibbon y su monumental History of the decline and fall of the Roman
Empire recibieron de la historiografía anterior un legado muy mediatizado por la
religión, puesta en tela de juicio por los filósofos ilustrados. Gibbon plantea que
tras la Edad de Oro racionalista de los Ulpio-Aelios (para él "los Antoninos") se
inicia la decadencia, el inicio del triunfo de lo bárbaro y lo cristiano, el momento
en el que la irracionalidad ocupa el poder. La visión de Gibbon, probablemente
el historiador más influyente de todos los tiempos. Fue compartida por los
grandes historiadores positivistas del siglo XIX como Jacob Burckhardt u Otto
Seeck. Entre las obras del primero se destaca Die Zeit Constantins des Großen
(Basilea, 1853), donde abundaba en la idea de la decadencia como un
envejecimiento social reflejado en la creencia en la inmortalidad y la vida
ultraterrena, que desintegró la civilización clásica.
En general, hasta los últimos decenios del siglo XX se mantuvo la visión que de
este periodo había establecido Gibbon, principalmente de la mano de Mikhail
Rostovtzeff, y su influyente “Social and Economic History of the Roman Empire”
(Oxford, 1926). Este historiador ruso realizó la primera explicación sistemática
de la crisis bajo imperial, con una metodología concreta pero muy
condicionada. Rostovtzeff mantuvo el mismo esquema establecido por Gibbon,
pero cambiando las religiosas por las económicas.
De la mano de Rostovzeff se retomó a Max Weber, estudiándose los
fenómenos económicos que serán seguidos fundamentalmente por la
historiografía marxista. Siguiendo esta tendencia, a lo largo del siglo se ahondó
en aspectos más concretos, pero sin cuestionar la tesis "decadentista".
21
Otros importantes historiadores retomarán las ideas de la "barbarizaciòn del
imperio". Todos ellos mantienen el mismo concepto de fondo iniciado por
Gibbon que llevaría a otro importante historiador como André Piganiol a decir
que "la civilización romana no ha muerto de muerte natural. Ha sido
asesinada". En general, los rasgos más importantes de la teoría tradicional de
la "decadencia del Imperio romano" pueden resumirse en 7 puntos:
1. Ruina económica: depreciación monetaria, carestía y contracción de la
actividad, en especial de la comercial, lo que conduce a la autarquía.
2. Guerras civiles e intensificación de las rapiñas de una soldadesca cada
vez más barbarizada.
3. Plagas pestíferas y despoblación.
4. Desórdenes internos, revueltas sociales (bagaudas), bandidaje
terrestre y marítimo (piratería sajona).
5. Abandono de tierras y expansión de la vinculación personal (colonato).
6. Luchas de poder entre el ejército bárbaro y los funcionarios civiles
romanos por la dirección del Estado, con victoria de los militares: surgen
diversos caudillajes (Estilicón, Aecio, Ricimero).
7. Destrucción de las clases privilegiadas e imposición del dominio del
campo sobre la ciudad.
El concepto de "decadencia" implica necesariamente un juicio de valor que
sustenta toda una filosofía de la historia: humanistas e ilustrados pretendían
"disipar las tinieblas de la Edad Oscura", para redescubrir una antigüedad
pretendidamente luminosa, la existente hasta la muerte de Marco Aurelio. El
Bajo Imperio, con el triunfo del cristianismo y el absolutismo, era desdeñado
por los prejuicios ilustrados como un período de «barbarie», «tiranía» y
«superstición».
El Imperio Tardío no era en nada inferior al de Augusto o los Antoninos. Su
cultura y modelo de civilización no eran decadentes ni reproducían, sin
21
comprenderlos, los esquemas del Alto Imperio. Además, estaban produciendo
nuevos modelos, es decir, que la época mostraba originalidad.
A la luz de los nuevos estudios, la historiografía piensa actualmente que existió
una crisis importante, pero matizada y condicionada a zonas geográficas
concretas, de las cuales todavía queda mucho por determinar.
Las relaciones entre los diferentes grupos sociales eran muy malas llegando a
convertirse en enemigo internos del imperio desertores rebeldes, bandidos. A
medida que el imperio se volvía mas burocrático (la alta administración paso
de unos 200 cargos a 6000 mil cargos), el poder absoluto iba escapando de
manos del emperador a favor de los funcionarios civiles y militares. Esto solo
velaba por sus intereses personales, lo que llevo a la corrupción, los abusos de
poder y la creciente incapacidad para enfrentarse adecuadamente a los
problemas administrativos y militares. Uno del efecto más notable el deterioro
del ejército Romano
La descomposición del imperio precisamente tenía sus orígenes en el recurso
de las fuerzas y la coacción. Ningún romano fue capaz de comprender que la
decadencia del imperio era consecuencia de la injerencia estatal en los precios
y envejecimiento de la moneda. Entre las medidas regulatorias que había
tomado el imperio estaría castigado a quien osara abandonar la ciudad.la
nacionalización del comercio de grano.la regulación de los precios agrícolas y
del sector naviero el aumento y la creación de nuevos impuestos específicos
desde el siglo III después Cristo (sobre herencia y vienes militares la creación
de espectáculos y obras públicas para la pensión de soldados veteranos)a esto
se sumarian un constante envilecimiento y devaluación de la moneda para
adquirir mayores beneficios ``señoreaje´´ (diferencia entre el valor nominal de
la moneda y su costos de fabricación.
3.2 Estructura económica, política y social.
En la estructura Económica el modo de producción esclavista fue sustituido
por el modo de producción feudal. El Esclavismo privaba de libertad a las
personas y ejercía sobre ellas el trabajo forzoso; este sistema surgió a partir del
excedente económico, es decir, cuando las personas empezaron a desarrollar
21
las diferentes actividades sociales y económicas que producían ingresos y
necesitaban de la ayuda de otros para la subsistencia, siendo esta la principal
causa para la trata de esclavos.
En la edad media la esclavitud no desapareció pero se modifico de forma
importante para convertirse en servidumbre y la condición del siervo y el
esclavo fueron diferentes.
Cuando los Esclavos se revelaron por el trabajo forzoso se da la transición al
feudalismo. Se denomina feudalismo a la organización social, política y
económica basada en el feudo que predominó en la Europa occidental entre los
siglos IX y XV. Se trataba de propiedades de terrenos cultivados principalmente
por siervos, parte de cuya producción debía ser entregada en concepto de
"censo" (arriendo) al amo de las tierras, en la mayoría de los casos un pequeño
noble (señor) nominalmente leal a un rey.
Estructura Social: La organización social medieval, edad media o feudalismo
tenía una estructura estamental que basaba su estabilidad en los vínculos de
fidelidad personal, vasallaje y feudo, a través del homenaje. Esta sociedad estamental está organizada de forma piramidal. Hay tres estamentos
básicos la nobleza, el clero y el estado llano.
Para la mentalidad medieval de los siglos de la plenitud, la sociedad responde
a una división tripartita de funciones: los que rezan; los que luchan y los que
trabajan.
La nobleza: Forma la cima de la sociedad feudal. La cúspide la ocupa el rey, el
único legitimado para hacer leyes. La nobleza medieval es heredera de los
grandes latifundistas romanos y de la aristocracia germánica. Controlaba la
vida económica, y tras la desaparición del Imperio germánico ejerció el poder
de manera absoluta, en la plena Edad Media.
El clero: Es una institución plenamente feudalizada. Las órdenes religiosas son
terratenientes, y aumentan sus posesiones gracias a las donaciones. Son
auténticos señores feudales con idéntico papel económico y político que la
nobleza. Durante la Alta Edad Media, el control de Roma sobre las órdenes
religiosas es muy escaso, y se dedican a ejercer su poder con autoritarismo. La
ausencia de una regla que regule la vida en los monasterios favorece la
corrupción y la degeneración de la espiritualidad. El clero también tenía su
21
propia legislación, por la que regirse, y estaba exento de pagar impuestos,
además de ser perceptor del diezmo. Sin embargo, la Iglesia, como institución,
pagaba tributos al rey. No obstante, el nivel de rentas no era el mismo para
todo el clero. Las órdenes monacales eran muy ricas, así como los obispados,
como el de Toledo, mientras que los curas de parroquias campesinas eran muy
pobres. Existe una red de parroquias que sostienen tanto la Iglesia como el
Estado.
El estado llano: El estado llano es el más complejo y variado. Está formado
por el común de los vecinos de que se compone un pueblo, a excepción de los
nobles, los eclesiásticos y los militares. En un principio es fundamentalmente
campesino y pobre. Existen hombres libres y esclavos, o siervos de la gleba,
vinculados a la tierra y que se pueden vender con ella. Eran los que trabajaban
y pagaban los impuestos, y estaban sometidos al derecho común, que no será
el derecho romano hasta la recepción después del año 1000. Algunos de los
campesinos libres tenían derecho a elegir señor
El campesino no podía abandonar el manso si no pagaba una redención, esta
era llamada “rémense”. Hacia el siglo XIII los campesinos se liberan de los
«malos usos» y comienzan a tener libertad de movimientos. Se empieza a
hacer negocios y aparece la burguesía urbana y las diferencias económicas
entre ellos. La burguesía alcanza gran poder en las ciudades y aspira a su
gobierno.
Estructura Política: El poder político estaba totalmente descentralizado, de
hecho no había naciones en el sentido moderno de la palabra. Los feudos -
porciones relativamente pequeñas de territorio- eran gobernados con base a
ciertas prácticas de costumbre y, generalmente, prevalecían las personales y
caprichosas decisiones del señor amo.
La estructura política entre los siglos XIII al XV, se caracteriza por ser una
confederación de territorios, con leyes e instituciones propias y porque la
relación del gobernante y sus gobernados se mantiene dentro del concepto
feudal de pactos. Entre las instituciones más importantes destacan los
virreinatos donde un virrey asume el papel del monarca cuando éste no está
presente. Las Cortes, defendían los intereses de la nobleza, clero y la alta
21
burguesía, transformándose después en diputaciones permanentes de los
distintos reinos, sirviendo para organizar y controlar la recaudación.
3.3 Dogma, ciencia y filosofía
En la Edad Media domina la religión en todas las esferas de la vida espiritual
de la sociedad.
La filosofía se convierte en sirvienta de la teología, justificando y argumentando
los dogmas religiosos y demostrando su veracidad e inmutabilidad. La ciencia
medieval estuvo dominada por el aristotelismo a tal punto que la verdad se
redujo a lo que “magister dixe” (el maestro lo dice).
Por otra parte el dogma entendido como el enunciado de una verdad contenida
en la Revelación, escrita o transmitida, que la iglesia propone para que se cree
como divinamente revelada en una formulación autentica. Los dogmas se
convierten en verdades de fes indiscutibles e incuestionables por la razón
humana.
En cambio la ciencia se caracteriza por establecer enunciados de carácter
general, es decir enunciados que pretenden ser verdaderos respectos de todos
los individuos.
Suele decirse, y con razón, que ciencia y filosofía son creaciones de la cultura
griega, personajes ilustres como Tales de Mileto y Pitágoras fueron pioneros en
la constitución de la ciencia. Tanto la ciencia como la filosofía nacieron en
Grecia.
En la edad media los pensadores griegos, los científicos y los filósofos
buscaban una explicación racional para los acontecimientos de la naturaleza
como para la conducta de los hombres.
Por tanto los griegos pasaron del mito a logos, es decir de la explicación
religiosa-dogmatica, a la explicación racional argumentada. Los pensadores
griegos concibieron el saber como algo opuesto no solamente al mito, sino en
general, a las meras opiniones que no tenían fundamento.
Los griegos caracterizaban a la filosofía como ciencia universal.
21
San Agustín es una de las figuras emblemáticas, de su tiempo, del cristianismo
y de la filosofía. Su personalidad tan general y abundante deja una huella
profunda en todas las cosas donde pone su mano.
En este periodo sobresalen dos escuelas.
La patrística: la fe se impone a la ciencia (razón), la iglesia tenía el
poder.
La escolástica: intenta utilizar al razón natural humana, en particular, la
filosofía y ciencia de Aristóteles, para comprender el contenido de la
revelación cristiana.
Las teorías dogmaticas en que se defendían la ciencia nos proporcionaban
verdades absolutas, seguras y definitivas, ya que estas teorías provenían de la
teología y la teología de la verdad revelada. Hoy sabemos, como lo señala
Popper y Thomas Kum, que la característica principal de la ciencia es la
falsación, y el cambio,
3.4 Cultura occidental y oriental
En general, se consideran en la actualidad a la Cultura Occidental, o también
llamada Euro atlántica, como aquella influenciada por las civilizaciones
grecorromanas, el Cristianismo, el Renacimiento y la Ilustración, entre otros
eventos históricos. Esto correspondería a las siguientes zonas geográficas:
La Unión Europea y la Europa occidental no integrada, Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda, América (Anglosajona y Latina), Rusia e Israel
Desarrollo cultural de occidente
El surgimiento de las ciudades, la formación de una próspera clase media, las
reformas monásticas y el contacto con otras culturas estimularon el desarrollo
cultural. Los príncipes y la Iglesia necesitaban de personas instruidas en las
leyes. El comercio internacional y las operaciones de dinero requerían de un
mayor grado de instrucción. Con el fin de responder a estas exigencias se
formaron asociaciones de profesores y estudiantes, comparables a los gremios
21
con sus maestros y aprendices. Estas corporaciones de estudio recibieron el
nombre de Universidades. La primera fue la Escuela de Bolonia, famosa por
sus juristas.
Luego, los príncipes y reyes fundaron Universidades en toda Europa. La
fundación debía ser aprobada por el Papa. Cada Universidad recibía sus
estatutos propios. La Universidad estaba dividida en las cuatro Facultades de
Artes, Medicina, Derecho y Teología. El primer grado universitario era el
Bachillerato. El título de Magister confería el derecho de enseñar en la
Universidad. Los estudios culminaban en el Doctorado.
Las Universidades servían a la formación profesional y preparaban a los
profesores, médicos y abogados que la sociedad necesitaba. Pero su tarea
más elevada consistía en la búsqueda e interpretación de la verdad. Los sabios
cristianos estaban convencidos de que la razón y la fe se complementaban. La
filosofía y la teología debían explicar los misterios de la revelación divina. El
sabio más famoso de la Edad Media fue Santo Tomás (1225-1274), el principal
representante de la Escolástica, quien creó con su Summa una síntesis de la
filosofía aristotélica y del pensamiento cristiano.
Durante toda la Edad Media el latín fue la lengua de la Iglesia, de las
Universidades y de la ciencia. Al formarse las nacionalidades europeas, éstas
desarrollaron sus propias lenguas, que luego encontraron también expresión
literaria. En España nació como primer documento literario de la lengua
vernácula el Poema del Cid. Se considera que la obra literaria más grandiosa
de la Edad Media es la Divina Comedia, del poeta italiano Dante. Esta obra,
que narra la historia del viaje mítico del poeta por el infierno, el purgatorio y el
cielo, es auténtica expresión del espíritu religioso de la Edad Media.
La religiosidad medieval encontró también su expresión
en las creaciones del arte y, en especial, en la
arquitectura. A partir del siglo X se desarrolló el arte
21
románico, que se caracteriza ante todo por el empleo del arco de medio punto y
la bóveda y la cúpula de media naranja.
En el siglo XII nació en Francia un nuevo arte que recibiría el
nombre de gótico. Sus elementos más típicos son el arco
apuntado u ojiva, las ventanas de lancetas, los rosetones y las
vidrieras de múltiples colores. La catedral gótica, con sus altas
torres y sus altas naves era expresión de una profunda
religiosidad y de la mística esperanza del hombre medieval de
unirse a Dios.
En la actualidad, la edad media es como una etapa en la que tuvieron lugar
hechos y procesos relevantes. En su transcurso entraron en contacto los tres
legados del mundo antiguo –el grecorromano, el judeocristiano y el germano–,
y de sus interrelaciones y entrecruzamientos emergió como síntesis perdurable
y trascendente la cultura occidental. Una cultura que, durante la Edad Media,
iba a ser enriquecida por los aportes del islam.
Muchas creaciones de esa época aún perduran. Durante esos siglos se produjo
la expansión y consolidación del cristianismo y de la Iglesia, surgieron reinos
que fueron el fundamento de muchos Estados europeos actuales, se constituyó
una nueva religión –militante y agresiva– que favoreció la unificación y
expansión de los árabes, nacieron y renacieron muchas de las ciudades más
importantes del mundo actual, se conformó la burguesía y comenzó a
elaborarse, en el seno mismo de la sociedad feudal, la mentalidad capitalista.
Durante la primera etapa de la Edad Media arraigaron en el pensamiento
europeo ideas sobre la forma y la estructura del Universo directamente
surgidas de la interpretación literal de la Biblia. Así, por ejemplo, se aceptó la
idea de que la Tierra estaba inmóvil basándose en el pasaje bíblico donde se
afirma que Dios ordenó al Sol detenerse sobre la ciudad de Gabaón, para que
así el ejército comandado por Josué tuviera tiempo de ganar la batalla que ahí
se estaba librando. Además de la inmovilidad terrestre, ese pasaje implicaba
que el Sol se movía en torno a la Tierra. En ese periodo surgieron varios
dogmas, como el de la Tierra plana, idea que por cierto incorpora mitos
21
cosmogónicos previos al cristianismo. Así arraigó el concepto mesopotámico
de un océano que rodeaba a la Tierra plana y que estaba vedado a la
navegación, ya que el castigo para quienes desobedecieran ese mandato era
la caída al abismo sin límite.
Como para la Edad Media política y derecho son en gran parte lo mismo, ella
ofrece durante mucho tiempo un cuadro de perfecta unidad entre la Iglesia y el
Estado, el cual, según la concepción germánica, es responsable del
mantenimiento de la paz.
Al principio (época de Constantino) se da la idea de gobierno teocrático, que
aspira a la realización del reino de Dios sobre la tierra. Tanto la Iglesia como
los señores temporales aceptan este fin y lo persiguen en armónica
coordinación. Así, lógicamente, los reyes germánicos de los reinos nacidos de
las invasiones en suelo romano son tenidos por vicarios de Cristo.
Tras la restauración de la dignidad imperial de occidente en el año 800, por
obra del papa León III y del rey franco Carlomagno, ambos poderes supremos,
papado e imperio, operan como representantes y garantes de la comunidad
cultural de occidente que se está formando. En lo sucesivo el imperio franco,
sintiéndose heredero de Bizancio, ejerce una función protectora respecto del
papado y aspira a una posición universal según el modelo romano o bizantino.
Así nace una teocracia espiritual y temporal de doble cabeza, que abarca casi
todo el occidente cristiano. Cierto que ella pronto vuelve a disolverse; pero el
poder imperial se renueva por obra de los señores germano-sajones del siglo
X, sobre la base de la tradición carolingia (evangelización de los paganos).
La cristianización interna y los movimientos de reforma (reforma cluniacense)
conducen a la crisis de las investiduras, en que, por la lucha entre el papa y el emperador, se rompe la unidad de Iglesia y Estado. De este modo, el
señorío temporal se ve obligado cada vez más a fundar su posición por el
derecho natural y romano, y llega a postular la autonomía de la autoridad civil.
21
El papado organiza el orden jurídico de la Iglesia e intenta deducir del poder
espiritual el origen y modo de obrar de la autoridad secular (derecho canónico);
al mismo tiempo, por su progresiva organización de los oficios, se convierte en
maestro del Estado en el terreno administrativo.
Desde el siglo XII los papas desgastan sus fuerzas afanándose por un
monismo hierocrático en el terreno político, y así entran cada vez más en
conflicto con el deseo de soberanía -signo de los tiempos futuros- por parte de
los Estados de reyes y príncipes, sobre todo en la Europa occidental.
Con ello la curia romana va perdiendo cada vez más la posibilidad de imponer
su autoridad en el campo de los intereses estatales, que ahora se configuran
por su propio derecho. La respublica christiana medieval se convierte en un
sistema secular de Estados, que abarca toda Europa; las autoridades seculares
se conciben como guardianes del bien común y esgrimen en propio provecho el
principio imperante de la razón de Estado. Se logra un punto final cuanto todos
los ciudadanos quedan referidos en igual forma a la autoridad central.
La Iglesia cristiana
Para este mundo que se estaba desarrollando en lo cultural y político por la
síntesis de lo germánico y lo romano, revistió mayor importancia todavía el
encuentro de los germanos con la fe cristiana durante la edad media. Dentro
del imperio romano los germanos conocieron el cristianismo como religión
estatal.
Desde Constantino y Teodosio la religión cristiana era el credo obligatorio para
todos los ciudadanos del imperio romano; la Iglesia cristiana, apoyándose muy
directamente en las instituciones del Estado, se había convertido en iglesia
imperial, dentro de la cual el emperador ocupaba una posición dominante (era
de Constantino). E igualmente, a causa de la función providencial que la
teología cristiana atribuía al imperio romano, éste siguió teniendo gran
importancia para la Iglesia cristiana. En relación con esto, la sustitución
progresiva del gobierno imperial por autoridades germanas en la parte
occidental del antiguo imperio y, de otro lado, la prolongación de la figura del
21
emperador en el oriente, fueron hechos que repercutieron en la separación
entre la Iglesia occidental y la oriental; y la separación se hizo más profunda
por las diferencias dogmáticas (monofisismo), litúrgicas (disputas sobre el día
de la pascua) y culturales (lucha de las imágenes).
Y en esta situación era lógico que las miradas se dirigieran a la sobresaliente
posición del obispo de Roma como sucesor de Pedro. Su supremacía en el
ámbito espiritual, que inicialmente le fue reconocida también por la Iglesia del
oriente y que tuvo su expresión visible en los grandes concilios imperiales, hizo
que él fuera la suprema autoridad moral y jurídica para el occidente cristiano.
Iglesia imperial del medio
La Iglesia del medio es primariamente una designación de la Iglesia del imperio
franco-germánico, construida sobre bases romano-cristianas y germánicas, en
el tiempo que va desde su fundación por Carlomagno hasta la guerra de las
investiduras.
Esta Iglesia, incorporada a la organización señorial del imperio, estaba bajo la
protección y soberanía del sacro imperio romano-germánico, era generalmente
tenida por elemento constitutivo del mismo imperio y reconocida como única
legítima; ella continuaba conscientemente la tradición universal de la Iglesia del
bajo imperio romano.
Con el nombre de Iglesias imperiales del medio se designan también las que,
dentro de un círculo más limitado, están en una relación semejante con el
poder civil de los otros reinos de la alta Edad Media europea, sobre todo la
Iglesia de Francia (ecclesia gallicana), desprendida del imperio desde fines de
la época carolingia, y la Iglesia anglo-normanda de Inglaterra (ecclesia
anglicana), que en la segunda mitad del siglo XI nació dela Iglesia regional
anglosajona.
Las Iglesias imperiales de la Edad Media encarnan el orden mundial del
primitivo occidente, en que el imperio y el sacerdocio (regnum et sacerdotium)
21
estaban unidos entre sí de la forma más íntima como componentes de la
iglesia.
3.5 El rol de las técnicas en las transformaciones económicas de la Europa occidental a partir de los siglos XI al XIII.
En el siglo XI y finales del siglo XIII se produjo en el occidente de Europa un aumento considerable de población lo que causo la población de nuevas comarcas y el aumento del precio de las tierras.
El perfeccionamiento de las técnicas agrícolas y el aumento de las tierras cultivadas incrementaron la producción de subsistencias, haciendo posible el salto demográfico lo que ocasionó la conquista de nuevas tierras y la intensificación de los cultivos dando así un incremento de alimentos al ensancharse en el mercado..
Una de las técnicas que se implementaron fue que se generalizaron instrumentos férreos y sobretodo se usó más el arado de ruedas y vertedera, que aunque necesitaba más fuerza (6-8 bueyes) permitía trabajar suelos más duros y profundos y volteaba mejor la tierra. Se comenzó el uso de la herradura en el caballo para que protegieran sus cascos convirtiéndolo así en un auxiliar extraordinario en las tareas agrícolas.
Paralelamente se produjo una intensificación de los trabajos en el campo: la expansión del molino de viento e hidráulico que supuso el ahorro considerable de mano de obra, que pudo utilizarse en tareas agrícolas, se comenzaron a cultivar cereales en el invierno (trigo candeal-centeno) y de primavera (avena, cavada, trigo tremesino y el barbecho). Las leguminosas que ampliaban la dieta alimenticia y a la vez permitían la recuperación de suelos.
La reactivación del comercio
Más hombres, más productos, más riquezas, más tranquilidad; esos son los factores que incidieron en la reactivación del comercio a partir del siglo XI.
Cuando cesaron las segundas invasiones y nuevamente los caminos, ríos y mares pudieron ser transitados reaparecieron los mercaderes. Se trataba de sirvientes de jerarquías laicas o eclesiásticas que cuando eran manados a comprar o a traer encargos de sus señores aprovechaban para comprar bienes y luego revenderlos a sus paisanos, en otras ocasiones eran campesinos que negociaban los excedentes de sus cosechas o los productos de su ganado. Finalmente eran personas sin tierras que necesitaban un medio de vida y lo encontraban en la compraventa de productos agrícolas o artesanales, estos luchaban con la escasez de rutas, la inseguridad, la codicia, y además la
21
animadversión de la iglesia que calificaba el comercio como algo no grato ante los ojos de Dios.
Para facilitar los intercambios de mercancías de distintas nacionalidades que afluían, aparecieron los cambistas, cuya función originaria se enriqueció con la de depositarios de fondos y más tarde prestamistas.
Los productos comerciales y los medios de pago
Los italianos se especializaron en productos de poco volumen pero de alto precio tales como: sedas, perfumes, fármacos y esclavos, pero no desechaban adquirir productos alimenticios para sus pobladas ciudades o maderas para los musulmanes; los alemanes por el contrario negociaban principalmente mercancías de gran volumen y bajo precio: trigo, vino, sal, maderas, pieles, salazones de pescado y minerales. En cualquier zona el comercio de la lana y los productos textiles ocupaban un gran lugar privilegiado, con la particularidad de que los mismos barcos que llegaban desde Inglaterra llevaban la lana a Flandes retornaban con el producto elaborado y a precio mucho más caro.
3.6 La ciencia Moderna
La Edad Moderna es el periodo en que
triunfan los valores de la modernidad (el
progreso, la comunicación, la razón) frente al
periodo anterior, la Edad Media, que el
tópico identifica con una Edad Oscura o
paréntesis de atraso, aislamiento y
oscurantismo. El espíritu de la Edad Moderna buscaría su referente en un
pasado anterior, la Edad Antigua identificada como Época Clásica.
El paso del tiempo ha ido alejando de tal modo esta época de la presente que
suele añadirse una cuarta edad, la Edad Contemporánea, que aunque no sólo
no se aparte, sino que intensifica extraordinariamente la tendencia a la
modernización, lo hace con características sensiblemente diferentes,
fundamentalmente porque significa el momento de triunfo y desarrollo
espectacular de las fuerzas económicas y sociales que durante la Edad
Moderna se iban gestando lentamente: el capitalismo y la burguesía; y las
entidades políticas que lo hacen de forma paralela: la nación y el Estado.
21
En la Edad Moderna se integraron los dos mundos humanos que habían
permanecido aislados desde la Prehistoria: el Nuevo Mundo (América) y el
Viejo Mundo (Eurasia y África). Cuando se descubra el continente australiano
se hablará de Novísimo Mundo.
3.6.1 Logros científicos de la Edad Moderna
La edad moderna es la época de la Revolución Científica. En ella vivieron
personajes muy importantes como Leonardo Da Vinci, Copérnico, Galileo,
Newton, Cervantes Lutero.
Es uno de los periodos más brillantes de la historia, pues, además de las
grandes realizaciones mecánicas, se cultivaron todas las ramas del saber.
Leonardo Da Vinci recapituló la tecnología de los artesanos e ingenieros
militares que le precedieron e hizo gala de una gran percepción científica e
inventiva. Realizó las primeras observaciones científicas del vuelo de las aves,
proyectó y construyó una máquina de volar, ideó el primer paracaídas, inventó
la bobinadora de seda y el reloj despertador, la carretilla de mano, el quinqué,
unas botas de agua, el rodamiento a bolas de antifricción, el sistema de
articulación universal, la transmisión por cuerdas o por correas, las cadenas de
eslabones, los engranajes cónicos y los tornillos sin fin, el torno de movimiento
continuo y muchos otros más.
Galileo fue uno de los impulsores de la ciencia tal y
como hoy la conocemos, dedicándose por entero a
la ciencia en general y a la astronomía en particular,
mejorando el telescopio, realizando muchas
observaciones astronómicas o desarrollando las
leyes del movimiento. En 1642 muere Galileo, poco
antes del nacimiento del científico más importante
de la historia: Newton.
Newton estableció las bases de la mecánica clásica, la
ley de la gravitación universal, indagó la naturaleza de
la luz y desarrolló el cálculo matemático.
21
Johannes Gutenberg inventó la imprenta. Tradicionalmente se tallaba en
relieve cada página en modo espejo sobre una tabla de madera, después de
aplicar una capa de tinta sobre la plancha, esta se transfería al papel mediante
presión. Este sistema de impresión se denomina xilografía. La desventaja de
este proceso era que si se cometía un fallo, se debía repetir toda la plancha
entera. Es por eso que Johannes Gutenberg inventó los tipos móviles, que en
un principio fueron de madera, y más tarde de plomo. La tarea de coger los
tipos y combinarlos para formar líneas y páginas se denomina composición.
Con respecto a los relojes más pequeños o transportables, estos hicieron su
aparición en la sociedad el año 1.524. Fue
Peter Henlein quien inventó el primer reloj de
bolsillo. En sus inicios sólo tenían una hora
de autonomía. Pasada la misma había que
darles cuerda par que siguieran funcionando.
El vidrio se empleo en las lentes convexas de las gafas, los anteojos fueron
muy usados en el siglo XV, cuando a causa del invento de la imprenta, se
produjo una gran necesidad de ellos y a finales del siglo se introdujo la lente
cóncava que corregía la miopía. En 1.605, Lippersheim inventó el telescopio y
sugirió a Galileo el medio eficiente para realizar las observaciones
astronómicas. A mitad del siglo XVII, Leeuwenhoek se convirtió en el primer
bacteriólogo mundial gracias al uso del cristal.
En cuanto a las fuentes de energía se puede seguir destacando la utilización
del agua y el viento para generar energía en diversos sectores, también se
empleó en la minería y en la metalurgia, para el bombeo.
Es este periodo desaparecieron los gremios de artesanos y comenzaron
aparecer fábricas. El trabajo manual se fue sustituyendo poco a poco por el
trabajo mecanizado, con la ayuda de máquinas herramienta con el telar
mecánico, el torno de roscar o la talladora de limas.
Los materiales característicos de esta fase son la madera y el vidrio. La madera
fue el recurso industrial dominante, ya que era utilizado como materia prima
21
para instrumentos, máquinas-herramienta, máquinas, utensilios, obras,
combustibles y productos finales. Se empleó en material de construcción junto
con la piedra en edificios.
En el siglo XVII, cuando la fabricación del vidrio se perfeccionó, se abarató y se
multiplicó el número de hornos, el cristal sustituyo completamente a las
contraventanas de madera.
Inventos como el automóvil, el avión, el submarino, el telégrafo, el teléfono, el
cinematógrafo o la bombilla eléctrica son parte de estas innovaciones.
3.6.2 La Revolución científica en lo militar
También el arte militar experimentó profundos cambios, que fueron correlativos
a los cambios políticos que se vivían en ese tiempo. La introducción de las
armas de fuego marcó el final de la época de los caballeros feudales, y el inicio
del predominio de la infantería. Aunque los primeros usos de la pólvora fueron
en China, su empleo militar fue fundamentalmente europeo durante la Edad
Moderna. El código del honor del caballero medieval veía las armas de fuego
como un insulto a la valentía, que permitía abatir al mejor caballero por el más
ruin villano mercenario, pero su aceptación, desarrollo y sofisticación en Europa
es una de las claves de su expansión durante la Edad Moderna. Los cambios
sociales que produjo en su interior terminaron, paradójicamente, incluyendo su
uso en los duelos por honor.
Al mismo tiempo, la ingeniería dio pasos de gigante, perfeccionando una nueva
fórmula de defensa: el bastión. Estimulados por el desafío de los artilleros,
entablan ingenieros militares entre los que se encontraba el propio Leonardo da
Vinci con ellos una carrera de armamentos que no ha parado hasta hoy.
La guerra naval conoce un salto cualitativo con la incorporación de la artillería y
de las mejoras técnicas de la navegación. La capacidad de maniobra rápida y
abordaje de la propulsión a remo (aún útil en 1571 en Lepanto) quedará
obsoleta, en beneficio de la planificación estratégica en un escenario
21
planetario, donde flotas oceánicas llevan la presencia militar a distancias
enormes con una agilidad creciente. (Hasta el siglo XVII).