la casita de carton
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Ahora hay que ir al colegio con frío en las manos. El desayuno es una bola caliente en el estómago, y una dureza de silla de comedor en las posaderas, y unas ganas solemnes de no ir al colegio en todo el cuerpo. Una palmera descuella sobre una casa con la fronda, flabeliforme, suavemente sombría, neta, rosa, fúlgida. Y ahora silbas tú con el tranvía, muchacho de ojos cerrados. Tú no comprendes cómo se puede ir al colegio tan de mañana y habiendo malecones con mar debajo.
La casa de cartón
Biografía
Martín Adán fue el seudónimo de Rafael de la Fuente Benavides, nació
27 de octubre de 1908 en Lima, en la calle corazón de Jesús en la cuadra que
va del jirón Lampa al jirón Azángaro, a unos metros del Parque Universitario en
un solar con zaguán, propiedad de su abuelo, Rafael Benavides1. Fue hijo de
Rosa Mercedes Benavides y Santiago de la Fuente Santolalla.
Martín Adán perteneció a la clase alta, su familia era aristocrática por lo
tanto su infancia estuvo envuelta en un ambiente donde la amplia comodidad
era parte de lo cotidiano. Sin embargo, el Perú empieza a ser víctima de
problemas políticos que desquilibran a la sociedad limeña, sobre todo a las
familias acomodadas que es el caso de la familia de Martín Adán.
En 1914 se produce el golpe de estado de Oscar R. Benavides a
Guillermo Billinghurst esto se produce en un contexto terrible para el mundo
entero pues la Primera Guerra Mundial ha llegado y con ella una quiebra de los
principales bancos europeos. Los constantes devaneos de los conflictos
sociales han influenciado en la obra y vida de Adán. Los años que duraron la
primera guerra mundial fueron los años en el que el poeta cursaba sus estudios
en el Colegio Alemán, en ese tiempo es donde empieza su aventura por la
lectura en español y alemán. Aunque perteneciente a una familia aristocrática
1 Bravo, José Antonio. Biografía de Martín Adán. Serie Perulibros, Lima 1988, p. [9]
su familia y él pasan por una precariedad económica que le hace más difíciles
las cosas, además de la ausencia paterna.
Esta situación origina en el Perú un total desequilibrio económico y en
casos como la familia de Martín Adán originó un cambio radical en sus
costumbres. El contexto social en el Perú era caótico en el aspecto económico
se tuvo que cambiar las monedas de oro a los billetes de papel moneda este
hecho conlleva a continuos movimientos sociales y sindicales, hay huelgas
paros, marchas, trabajadores y estudiantes se levantan a protestar por el caos
económico; los trabajadores empiezan su lucha por la jornada laboral de ocho
horas y los estudiantes piden una total reformulación educativa. Todo este
mundo al alcance de la mano del poeta quien vivía a solo unos pasos del
Parque Universitario.2
En la década del 20 la familia hipoteca la casa donde siempre vivieron,
así que tuvieron que mudarse a Barranco, su querido y admirado hermano
César muere a causa de la escarlatina, enfermedad que también sufre el poeta
dejándole una terrible cicatriz detrás de la oreja y otra terrible en el alma al
llevarse a su hermano menor.
La casa de cartón fue el primer paso que dio Martín Adán pues luego de
la mano de su editor Juan Mejía Baca publicará una serie de títulos que gozan
de una alta calidad estético-literario. Martín Adán tuvo la peculiaridad de vivir
en sanatorio o más precisamente en un manicomio, debido a ciertos
desequilibrios emocionales que se manifestaban en una terrible abulia que lo
sumía durante horas meditando o durmiendo.
2 Ibidem. p. [11]
En 1984 es operado de cataratas y pierde la visión de un ojo, posteriormente
es trasladado al Hospital Loayza. No quiere que nadie que lo visite ni
entreviste. A pesar de la precariedad de su salud, no pierde el sentido del
humor. A instancias de don Juan Mejía Baca, acepta que yo pueda visitarlo
“Véngase, en las tardes doctor Bravo, porque en las mañanas hay una
jamoncita que viene a hacerme unos masajes”. Yo pensé que se trata de
aquellas modalidades de terapia; pero una tarde de aquellas, en las que
hablamos de todo, menos de literatura, apareció la doña, era efectivamente
una señora madura de redondos encantos; “Esa es la gallina de mi caldo”, me
dijo. No era una enfermera, me hizo un gesto comprendí que era la hora de
hacer el quite por el foro y me fui, asegurándome de que la puerta estuviera
bien cerrada. Juanito Mejía hacía bromas con él y le decía: “Estando con salud,
aunque uno se enferme”. Pasó luego al Albergue Canevaro del Rímac.
El muerto/ ya no es muerto/ es/ la muerte. Había dicho Borges alguna vez.
Rafael de la Fuente Benavides, nos dejó para siempre un 29 de enero de
1885.3
3 Bravo, José Antonio. Biografía de Martín Adán. Serie populibros, Lima, 1988, p. [69-70]
El canon literario
Según la Real Academia Española el concepto de canon es la regla,
precepto, catálogo o lista de algo, modelo de características perfectas. En el
caso de la literatura podríamos interpretarlo como el catálogo de libros que
contiene las características perfectas para ser considerados los mejores libros.
Sin embargo, la pregunta que envuelve a esta definición es quién decide cuales
son las características de los mejores libros.
Esa duda desprendió una serie de temas sociales, políticos y estéticos;
temas que son parte integrante del desarrollo de la literatura. La cultura
empieza a ser parte fundamental para la evolución literaria, los aconteceres de
la problemática urbana o rural son abordados y son tomados como temas
implicantes de las novelas de este modo se amplía los campos del análisis
canónico literario.
Será en 1978 cuando Carlos Rincón, en su libro El cambio de noción de
literatura, plantea por primera vez las transformaciones del campo de estudio
de la literatura así como los desafíos de los estudios literarios. Basándose en
los ejemplos de la narrativa testimonial y en la llamada “sub-literatura”, se
refiere al cambio de noción de literatura en América Latina y anuncia la
necesidad de liberar los estudios literarios de las garras del canon para abrirlos
a los caminos intrincados pero sugestivos del corpus (subliteratura, cultura
popular, narrativa testimonial).4
4 López Lenci, Yazmín. 1905: un viaje por el mapa del conflicto republicano o la imposibilidad de fijar un canon de la literatura peruana. Revista de Crítica Latinoamericana, Lima, 2008 p. [199]
De este modo es que la literatura se encuentra frente a un nuevo reto
donde los discursos son un reflejo de los diferentes contextos y se puede
percibir y/o conocer a una sociedad o comunidad gracias al discurso, es
entonces que la literatura da un giro y toma una nueva “utilidad”.
De este modo la literatura tiene nuevos retos y el análisis del discurso ya
no se circunscribe sólo a las páginas que contiene el libro sino que ahora el
mundo representado de la novela es sólo un factor de todo el contexto que
debe ser tomado en cuenta para poder establecer o siquiera aproximarse a la
esencia literaria de lo que el discurso embadurnado de literatura nos quiere
mostrar.
Si retrocedemos los años y llegamos a 1905 encontraremos un
interesante libro que ha sido denominado por Cornejo Polar como la primera
manifestación madura del pensamiento histórico-literario el Carácter de la
literatura del Perú independiente de José de la Riva Agüero observamos que
ya existe una intención de entrelazar el contexto social y el discurso literario
aunque desde el punto de vista de Riva Agüero no exista el plano
independiente de la literatura nacional, es decir extrapolando estos concepto a
nuestro tema, según ese libro no cabría la posibilidad de tener un canon
literario peruano.
La evolución literaria en el Perú ha tenido diferentes representantes y
corrientes que lo identifican por ejemplo, tenemos a la corriente romántica,
realista, neoclásica, entre otras. Para efectos de establecer conceptos de
canon daremos unos ejemplos de los lazos entre algunas corrientes y las
características de canon que se establecieron. El Realismo fue una corriente
que tuvo muchas particularidades, la principal la semejanza que hay entre las
cualidades literarias francesas que fueron copiadas o tomadas como referente
por muchos escritores y/o poetas peruanos en este caso el canon no es
netamente peruano, es decir hablamos de un referente foráneo que no
contiene una identidad propia. En el caso de Gonzáles Prada este autor tuvo la
intención de darle a la literatura peruana la singularidad, no obstante en el caso
de la poesía él utilizó varias licencias métricas propias de la literatura francesa,
pero en el caso de la narrativa, exactamente en las cuestiones gramaticales
buscó darle matices propios de un rebelde que no quiere basarse bajo las
normas dictadas por la escuela europea.
Tenemos en las primeras décadas del siglo XIX una búsqueda por
realzar o integrar el concepto de identidad nacional y con ella la literatura fue
una herramienta que contribuyó con el factor discurso para lograr el objetivo. El
tema de la oralidad es una de las principales manifestaciones que tiene el Perú
y esta es emplazada en la literatura, Max Uhle en sus estudios da las primeras
pautas de lo que son las representaciones andinas por lo tanto parte de la
identidad netamente peruana sin todavía ejercer la hibridación española de la
que después ha dado como resultado la identidad peruana.
En conclusión, el canon en el Perú ha tenido el problema desde las
primeras épocas el de conocer o tener en claro el concepto de identidad
nacional, en la actualidad el concepto se relaciona con el status de la persona
que es capaz de leer y entender un conjunto de libros “representativos” hecha
la colección por algún destacado humanista letrado (a). Sin embargo, el detalle
que ahora enmarca el catálogo canónico es la visión editorial o el aspecto
mercantil que de un tiempo a esta parte es la que prima aun por encima que la
visión literaria. Para muestra un botón, el libro Abril rojo ya es parte del canon
peruano pues fue el ganador del concurso literario de una de las principales
editoriales.
El canon en “La casa de cartón”
La casa de cartón se publica en 1928 esta obra fue escrita por un joven
poeta que aún está cursando los años de colegial, las características que
contiene el poemario no cuentan con precedente alguno, demostrando así que
el poeta es un asiduo lector de poesía foránea. Hasta ese momento no se
había publicado una obra con características semejantes, es decir marcó un
precedente al ser una particularidad, una isla en medio del océano; el lenguaje
cargado de figuras e imágenes, estampas impresionistas, emoción intensa y
una muy tenue columna vertebral que contribuya con algún elemento
argumentativo.
El poemario ha sido dedicado al gran Eguren, las figuras, el lenguaje, el
sentido poético son reflejos que entrelazan ambas poéticas, para Martín Adán
es de suma importancia la preponderancia del ritmo en la poesía que es uno de
los rasgos que le otorga al idioma español mayor belleza. El conocimiento que
tiene sobre el verso germánico contribuye con un mejor manejo o alteración de
la sintaxis y la gramática española. El estilo de Martín Adán refleja una serie de
matices y contrastes, es decir un manejo sorprendente de la lengua española,
se ha sabido después que una de las principales pasatiempos sino pasiones
era la de sumergirse en los libros antiguos y revisar detalladamente el léxico
usado en la antigüedad de ese modo la recepción y la interpretación del
lenguaje se percibe en esencia y se conoce a la verdadera lengua.
La casa de cartón nunca fue admitida por Martín Adán como una obra
escrita bajo el formato novela él la calificaba como una obra donde se
representaba y se presentaba una serie de imágenes que recordaban el tiempo
que vivió en Barranco y es precisamente en estas imágenes donde
observamos la finura de su quehacer poético.
Ese esmerado trabajo estilístico que ofrece situaciones desacostumbradas
para un lector de la época: frases que, con ánimo de precisar la descripción, se
extienden en forma desusada para obligar a que el lector concentre la
imaginación en un detalle son recursos que denuncian premeditada decisión
creadora.5
La obra de Martín Adán había sido ya presentada en sociedad a través
de la revista Amauta, exactamente la Nº 10 que se publicó en diciembre del
año de 1927, la obra no fue mostrada completa sino que se presentaron los
primeros capítulos acompañando esta presentación aparece el primer artículo
que emite una opinión sobre esta prosa poética, el encargado de desarrollar el
artículo fue nada mas y nada menos que el director de la revista el mismo José
Carlos Mariátegui, éste calificó a Martín Adán como un singular poeta que ha
empezado a marcar la diferencia en el quehacer poético limeño.
Con fina perspicacia y con intuición crítica, José Carlos Mariátegui, director de
esa memorable revista, registró que había surgido en el Perú un prosador de
singulares méritos. El acierto del auspiciador cobraba mayor mérito si
reparamos que el autor de La casa de cartón era un mozo de 19 años que
nada había publicado hasta entonces.6
Estuardo Nuñez, Xavier Abril, Emilio Adolfo Westphalen fueron amigos
cercanos del poeta, juntos compartieron clases en el Colegio Alemán de Lima y
5 Cisneros, Luis. Prólogo de La casa de cartón. Alfaguara. Lima, 2006 p. [7]6 Nuñez, Estuardo. Anteprólogo de La casa de cartón. Ediciones Nuevo mundo, 1961 p. [7]
por lo tanto todos fueron testigos privilegiados de la creación de La casa de
cartón, ya que aunque el libro se publicó cuando Martín Adán tenía 19 años la
obra empezó hacer gestada desde que el poeta tenía sólo 16 años de edad. Es
decir aproximadamente se escribió entre los años 1924 y 1926 fueron escritos
como composiciones para la escuela y bajo la guía de su profesor Huidobro.
La primera edición de La casa de cartón se publicó en los talleres de
impresiones y encuadernaciones Perú en 1928 contando 113 páginas más 9 de
prólogo y colofón estuvo respaldado por dos importantísimos representantes de
las letras en el Perú, puesto que, el prólogo fue escrito por Luis Alberto
Sánchez y el colofón por José Carlos Mariátegui, es decir que el libro fue
publicado bajo la aprobación de dos respetables representantes de la literatura
peruana. El libro no podía ser editado con su verdadero nombre sino que tenía
que elegir un seudónimo
En los días finales del verano de 1927 en las instalaciones de de la revista
Amauta, surge el seudónimo que llevaría toda su vida; Estuardo Nuñez le
propone el nombre de Martín, como homenaje al mono de la Teoría de la
Evolución de la Especie de Darwin; y José Carlos Mariátegui, a su turno, le
adjudicará el apellido: Adán, como el primer hombre del Génesis. Martín Adán,
sería desde entonces el seudónimo de Rafael de la Fuente Benavides.
¿Pero, cuál fue la razón por la que se buscaba un seudónimo? La respuesta
era que La casa de cartón –que era en el fondo una novela autobiográfica- no
podía ser editada con su nombre por temor al encono de su tía Tarsila. Pero
también, en el fondo del mundo interior de Rafael, la dualidad de perfiles que lo
habitaba, sin dudas, lo impelía a configurar dos identidades: la de aquel joven
que aspiraba, por influencia familiar a ser un abogado de renombre a la altura
de su extracción social y su apellido; y la del poeta que lleva consigo.7
7 Bravo, José Antonio. Op.Cit.p. [22]
Sin embargo, la sociedad o el público lector aún no estaban preparados
para recepcionar un texto de tal envergadura.
La crítica inmediata – aparte de la comprobación del hecho del surgimiento de
un escritor nato y de valía singular- no podía medir aún la trascendencia y
proyección del libro publicado. Carecía de perspectiva panorámica y además,
preocupaban circunstancias secundarias de anécdota y motivación, propias de
la época en la que fermentaba una actitud de renovación en las letras peruanas
y americanas, debatidas en términos provisorios y en juegos espectaculares.
Se quiso ver en La casa de cartón una expresión de decadentismo, algún eco
de Proust y de Joyce, algún producto del magisterio estético de Eguren y hasta
la impronta escéptica de France. Pero aquel libro constituía algo más que una
modalidad ingeniosa de la vanguardia que entonces irrumpía o el fruto digerido
o indigesto de tales o cuales influencias.8
La edición no tuvo la acogida esperada además el tiraje fue muy corto,
así que el autor decidió distribuir los ejemplares entre sus más allegados, los
comentarios fueron casi nulos en los años posteriores. Martín Adán volvió a
hacer noticia en el futuro por sus otras publicaciones: Las campanas de
Catalina, La rosa de la Espinela, Travesía de Extramares, entre otros.
En 1959 Mario Vargas Llosa busca darle un realce a La casa de cartón
publicando un artículo en la revista Cultura peruana luego en 1961 Hubert P.
Weller publica en la revista Letras un artículo titulado La casa de cartón de
Martín Adán y el mar como elemento metafórico, tres años después en 1964
Mario Castro Arenas publica bajo la serie Populibros Peruanos Cimientos
estéticos de La casa de cartón de Palma a Vallejo, en 1967 Edmundo Bendezú
nuevamente, en la revista Letras publica un artículo Lo grotesco en La casa de
cartón, siete años después en 1974 Luis Loayza publica en la revista El Sol de
8 Nuñez, Estuardo. Op. Cit. p. [8]
Lima un artículo titulado Martín Adán en su casa de cartón. Posteriormente, el
interés por La casa de cartón se incrementa pues, se encuentra en esta obra
una calidad estético-literario singular, respaldadas por los ensayos y artículos
publicados en las diferentes revistas literarias.
Esta obra esta considerada como vanguardista y rompe muchas de las
normas establecidas en su época, quizá sea por eso que en sus inicios la
publicación no fue bien recibida o cabría decir no fue recepcionada no fue
entendida, ya que esta es una obra que exige a un lector, es decir es imposible
ser leída y captada por un lector pasivo que sólo cumpla la función de captador
sino que debe desdoblarse e involucrarse con el texto. Esta obra es una
narración autorreferencial, la numeración caótica, imágenes inciertas y una
visibilidad poco realista, es decir es una obra netamente subjetiva.
En conceptos canónicos esta obra rompió los esquemas establecidos
pero no por esto no fue bien recepcionada por los entendidos, ya que sabemos
que tuvo dos espaldarazos importantes presentes en la primera publicación del
libro. Esta característica demuestra que el canon literario no es precisamente lo
más consumido ni lo que lo establece los importantes letrados de la época. A
modo particular dado el caso singular en La casa de cartón los que han
marcado su presencia ha sido la inacabable interpretación que puede ser
estudiada y analizada por los entendidos. Sin embargo, el particular caso del
canon editorial también es importante ya que es la que rige que el libro se
renueve y/o se mantenga actual. Desde la primera publicación en 1928 hasta el
2007 este libro ha sido reimpreso más de una decena de veces, por diferentes
editoriales nacionales e internacionales como bien lo dijera Estuardo Nuñez
hace medio siglo.
Pero más que con sus poemas, (Martín Adán) ha influido en la poesía nueva
del Perú y en los nuevos espíritus, con un libro novela y poema juntamente; la
obra más rotunda modernidad y el más grande suceso de los últimos tiempos
en la literatura peruana: se llama La casa de cartón (Lima, 1928). Novela
poema de la más fina calidad, literaria y vital, con esa deliciosa impresión e
indeterminación de género que caracteriza a muchas creaciones literarias
contemporáneas, ha señalado un rumbo y un credo estéticos.9
9 Nuñez, Estuardo. Panorama de la poesía peruana. Lima, Editorial Antena, 1938, p. [57]
Bibliografía
Nuñez, Estuardo. Panorama de la poesía peruana. Lima, Editorial
Antena, 1938.
Martín Adán. La casa de cartón. Ediciones Nuevo mundo, 1961.
Martín Adán. Prólogo de La casa de cartón. Alfaguara. Lima, 2006.
López Lenci, Yazmín. 1905: un viaje por el mapa del conflicto
republicano o la imposibilidad de fijar un canon de la literatura peruana.
Revista de Crítica Latinoamericana, Lima, 2008.
Bravo, José Antonio. Biografía de Martín Adán. Serie Perulibros, Lima,
1988.
Mariátegui, José Carlos. Revista Amauta nº 10. Lima, 1927