la batalla de las mesasebenezer.org.gt/site/spanish/assets/la-batalla-de-las-mesas.pdf · la...

2
La Batalla De Las Mesas Pastor Steve López Tercer Servicio de Santa Cena Guatemala, 6 de mayo del Año De La Revelación www.ebenezer.org.gt 1 1 Corintios 10:21 (LBLA) No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios. La escritura nos deja ver en este verso que hay dos mesas que están a nuestra disposición si queremos participar de ellas: la mesa del Señor y la de los demonios; ante esto debemos ser cuidadosos pues podría ser que participemos de la mesa de los demonios sin saberlo. Existe una especie de confrontación entre estas dos mesas, pues el enemigo sirve su mesa para que las personas sean atraídas hacia ella y así no puedan participar de la mesa del Señor. La palabra mesa se traduce del Strong G5132 trapeza que significa mesa o taburete, como de cuatro patas, por lo general para comer, mostrador para dinero, figurativamente la oficina de un cambista que presta a intereses. Esto nos habla de una negociación, sin embargo sabemos que la mesa del Señor es santa y no podemos utilizarla para negociar con Él tratando de obtener un beneficio económico, sino solo debemos saber que el Señor nos dará a dada uno según nuestra obra. 1 Corintios 10:21 (LBD) No se puede beber de la copa en la Cena del Señor y sentarse después en la mesa de Satanás. No se puede comer pan de la mesa del Señor y de la mesa de Satanás. En esta versión el mismo verso nos deja ver que después de sentarnos a la mesa del Señor no podemos ir a sentarnos a la mesa del enemigo. Debemos preguntarnos qué haremos después de tomar la Santa Cena, pues el enemigo nos tentará con su mesa llena de abominaciones. 1 Corintios 10:21 (TLA) Ustedes no pueden beber de la copa en la Cena del Señor y, al mismo tiempo, beber de la copa que se usa en las ceremonias donde se honra a los demonios. Tampoco pueden participar en la Cena del Señor y, al mismo tiempo, participar en las fiestas para los demonios. Esta versión nos habla de las fiestas paganas, de las cuales no podemos participar pues forman parte de la mesa del enemigo, por lo que si antes participamos de ellas debemos arrepentirnos, sabiendo que somos nuevas criaturas desde que recibimos al Señor en nuestro corazón. 1 Corintios 8:10 (LBLA) Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un templo de ídolos, ¿no será estimulada su conciencia, si él es débil, a comer lo sacrificado a los ídolos? Alguien que es débil, es decir que recién ha llegado al Señor, será influenciado por los que tienen conocimiento, es decir los que llevan ya tiempo en los caminos del Señor. Es nuestra responsabilidad no ser de mala influencia para otros, pues por amor a los débiles nos debemos privar de muchas cosas, por lo que esta batalla la venceremos por medio de nuestro testimonio. Génesis 43:34 (LBLA) El les llevó porciones de su propia mesa, pero la porción de Benjamín era cinco veces mayor que la de cualquiera de ellos. Bebieron, pues, y se alegraron con él. Este verso nos habla de la mesa de José, que le sirvió cinco veces más a su hermano Benjamín. Nuestro hermano mayor es Cristo y nos servirá porciones quíntuples es decir a través de la ministración de los cinco ministerios.

Upload: phamquynh

Post on 20-Oct-2018

217 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

La Batalla De Las Mesas Pastor Steve López Tercer Servicio de Santa Cena Guatemala, 6 de mayo del Año De La Revelación

www.ebenezer.org.gt

1

1 Corintios 10:21 (LBLA) No podéis beber la copa del Señor y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor y de la mesa de los demonios. La escritura nos deja ver en este verso que hay dos mesas que están a nuestra disposición si queremos participar de ellas: la mesa del Señor y la de los demonios; ante esto debemos ser cuidadosos pues podría ser que participemos de la mesa de los demonios sin saberlo. Existe una especie de confrontación entre estas dos mesas, pues el enemigo sirve su mesa para que las personas sean atraídas hacia ella y así no puedan participar de la mesa del Señor. La palabra mesa se traduce del Strong G5132 trapeza que significa mesa o taburete, como de cuatro patas, por lo general para comer, mostrador para dinero, figurativamente la oficina de un cambista que presta a intereses. Esto nos habla de una negociación, sin embargo sabemos que la mesa del Señor es santa y no podemos utilizarla para negociar con Él tratando de obtener un beneficio económico, sino solo debemos saber que el Señor nos dará a dada uno según nuestra obra. 1 Corintios 10:21 (LBD) No se puede beber de la copa en la Cena del Señor y sentarse después en la mesa de Satanás. No se puede comer pan de la mesa del Señor y de la mesa de Satanás. En esta versión el mismo verso nos deja ver que después de sentarnos a la mesa del Señor no podemos ir a sentarnos a la mesa del enemigo. Debemos preguntarnos qué haremos después de tomar la Santa Cena, pues el enemigo nos tentará con su mesa llena de abominaciones. 1 Corintios 10:21 (TLA) Ustedes no pueden beber de la copa en la Cena del Señor y, al mismo tiempo, beber de la copa que se usa en las ceremonias donde se honra a los demonios. Tampoco pueden participar en la Cena del Señor y, al mismo tiempo, participar en las fiestas para los demonios. Esta versión nos habla de las fiestas paganas, de las cuales no podemos participar pues forman parte de la mesa del enemigo, por lo que si antes participamos de ellas debemos arrepentirnos, sabiendo que somos nuevas criaturas desde que recibimos al Señor en nuestro corazón. 1 Corintios 8:10 (LBLA) Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un templo de ídolos, ¿no será estimulada su conciencia, si él es débil, a comer lo sacrificado a los ídolos? Alguien que es débil, es decir que recién ha llegado al Señor, será influenciado por los que tienen conocimiento, es decir los que llevan ya tiempo en los caminos del Señor. Es nuestra responsabilidad no ser de mala influencia para otros, pues por amor a los débiles nos debemos privar de muchas cosas, por lo que esta batalla la venceremos por medio de nuestro testimonio. Génesis 43:34 (LBLA) El les llevó porciones de su propia mesa, pero la porción de Benjamín era cinco veces mayor que la de cualquiera de ellos. Bebieron, pues, y se alegraron con él. Este verso nos habla de la mesa de José, que le sirvió cinco veces más a su hermano Benjamín. Nuestro hermano mayor es Cristo y nos servirá porciones quíntuples es decir a través de la ministración de los cinco ministerios.

La Batalla De Las Mesas Pastor Steve López Tercer Servicio de Santa Cena Guatemala, 6 de mayo del Año De La Revelación

www.ebenezer.org.gt

2

Juan 13:27 (LBLA) Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo pronto. Judas comió un bocado de la mesa del Señor, sin embargo después de comerlo Satanás entró en el. Debemos ser cuidadosos al acercarnos a la mesa del Señor pues es necesario discernirla correctamente. Judas perdió la batalla en la mesa pues luego se convirtió en un traidor y no pudo arrepentirse. Hoy el Señor nos está dando la oportunidad de discernir el cuerpo de Cristo y arrepentirnos de cualquier actitud negativa antes de tomar la Santa Cena, y así no perder esta batalla. Juan 13:23 (LBLA) Uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa reclinado en el pecho de Jesús. Juan se sentó a la mesa teniendo intimidad con el Señor. Esto quiere decir que depende de nosotros y de la forma en que nos acercamos a la mesa, así será la bendición que recibiremos. Malaquías 1:12 (DHH) En cambio, vosotros me ofendéis, porque pensáis que mi altar, que es mi mesa, puede ser despreciado, y que es despreciable la comida que hay en él. El altar es también una mesa que debemos apreciar, de tal forma que si tenemos un privilegio en el cual subimos al altar del Señor, es necesario que lo apreciemos y no lo tengamos en poco, pero debemos hacerlo en humildad. Jueces 1:7 (LBLA) Y Adoni-bezec dijo: Setenta reyes, con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados, recogían migajas debajo de mi mesa; como yo he hecho, así me ha pagado Dios. Lo llevaron a Jerusalén, y allí murió. Este hombre estaba lleno de orgullo, y por eso perdió la batalla en la mesa, trayéndole como consecuencia la muerte. Si hemos perdido alguna de estas batallas por actitudes negativas en nuestro corazón, arrepintámonos y acerquémonos a la mesa del Señor sabiendo que Él nos dará la victoria, así no participaremos de la mesa del enemigo.