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JUAN GUILLÉN TORRALBA IN MEMORIAM Por KLAUS WAGNER A poco de llegar a Sevilla, y de esto hace unos 40 años, me metí en la Biblioteca Colombina y hasta hoy no he salido de ella. He vivido 40 años de su historia, de la qu e puedo dar fe. Por milagro me escapé del derrumbamiento de una de las naves que comporúan enton- ces la Biblioteca. Ocurrió de madrugada, el 8 de enero de 1986, y yo, infaliblemente, terúa la intención de entrar en ella a las once en punto, como siempr e. Tuve suerte aquel nefasto día. Viví el final de la antigua Biblioteca Capitular y Colombina, aquejada sobre todo del mal de la falta de medios, pero dignamente defendida y abierta al público, mientras era posible, gracias a la firme- za de su entonces director D. Francisco Álvarez Seisdedos, y he vivi- do también el resurgimiento de la nueva, que en gran parte es obra de D. Juan Guillén Toffalba, cuyo fallecimiento la Real Academia Sevi- llana de Buenas Letras quiere evocar hoy, con el fin de honrar su memoria, como miembro que fue de nuestra Corporación desde 1995. Canónigo Lectora! por oposición de la Catedral de Sevilla desde 1977, poco después de ser nombrado director de la Biblio- teca Capitular y Colombina en 1986, D. Juan me hizo llamar un día para intercambiar impresiones sobre ella. Desde este encuen- tro arrancó nuestra amistad que ha durado 17 años y que la muerte atajó tan trágicamente, dejándome inolvidables recuerdos. Hoy la "nueva " Colombina es una biblioteca moderna en todos los sentidos, que recibe el apoyo económico de varias institu-

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JUAN GUILLÉN TORRALBA

IN MEMORIAM

Por KLAUS WAGNER

A poco de llegar a Sevilla, y de esto hace unos 40 años, me metí en la Biblioteca Colombina y hasta hoy no he salido de ella. He vivido 40 años de su historia, de la que puedo dar fe. Por milagro me escapé del derrumbamiento de una de las naves que comporúan enton­ces la Biblioteca. Ocurrió de madrugada, el 8 de enero de 1986, y yo, infaliblemente, terúa la intención de entrar en ella a las once en punto, como siempre. Tuve suerte aquel nefasto día.

Viví el final de la antigua Biblioteca Capitular y Colombina, aquejada sobre todo del mal de la falta de medios, pero dignamente defendida y abierta al público, mientras era posible, gracias a la firme­za de su entonces director D. Francisco Álvarez Seisdedos, y he vivi­do también el resurgimiento de la nueva, que en gran parte es obra de D. Juan Guillén Toffalba, cuyo fallecimiento la Real Academia Sevi­llana de Buenas Letras quiere evocar hoy, con el fin de honrar su memoria, como miembro que fue de nuestra Corporación desde 1995.

Canónigo Lectora! por oposición de la Catedral de Sevilla desde 1977, poco después de ser nombrado director de la Biblio­teca Capitular y Colombina en 1986, D. Juan me hizo llamar un día para intercambiar impresiones sobre ella. Desde este encuen­tro arrancó nuestra amistad que ha durado 17 años y que la muerte atajó tan trágicamente, dejándome inolvidables recuerdos.

Hoy la "nueva " Colombina es una biblioteca moderna en todos los sentidos, que recibe el apoyo económico de varias institu-

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ciones, con un personal bibliotecario experimentado, dotada de los más modernos adelantos en lo que se refiere al tratamiento informá­tico de los fondos bibliográficos y a su reproducción: la mayoría de los libros se han microfilmado, creándose así un archivo de seguri­dad. Numerosas obras se restauraron y encuadernaron.

Mucho de lo conseguido se debe a la iniciativa de Don Juan Guillén.

Se ve que conoció y aprendió de antecesores suyos de siglos precedentes, sobre todo de D. Juan de Loaysa, archivero y encarga­do de la librería en el siglo XVII, que mandó encuadernar los libros de la Colombina, y al que también se debe un índice concluido en 1684.

Por otra parte, tampoco es casual que su discurso de ingreso en esta Real Academia versara sobre D. Diego Alejandro de Gálvez, restaurador de la Colombina1

• - Y, dicho sea de paso, cofundador de la Academia. Bajo su dirección "la Biblioteca Capitular y Colom­bina, recuperó - como señala D. Juan Guillén apoyándose en el tes­timonio de D. Antonio Ponz - el esplendor que tuvo en tiempos de Loaysa, alcanzando una fama que irradiaba al exterior".

En este contexto conviene no olvidar que Juan Guillén dirigió también la publicación del manuscrito que la Biblioteca Capitular posee del Itinerario geográfico, histórico, crítico y litúrgico de la España, Francia, País Bajo y gran parte de Alemania escrito por el propio Diego Alejandro de Gálvez, presbítero, Maestro Segundo de Ceremonia de la Catedral de Sevilla y Académico Numerario de la de Buenas Letras.2

l. Discurso leido a11te la Real Academia Sevillana de Buenas l etras el día 12 de febrero en la recepción del Excelentísimo Se1ior ... y contestación del Excelentísimo Se1ior Don José Hemández Díaz. Sevilla. 1995.

2. [Un Sevillano por Europa. El viaje de Gáfvez en 1755.] ltinerario geográfico, histórico, critico y Jiuírgico dela Espa1la, Francia, Paú Bajo y gran parte de Alemania. Parte primera (segunda) escribía/o D. Diego Alejandro de Gá/ve;;, Presbítero. Maestro Se­grmdo de Ceremonias de la S. Iglesia Patriarcal de Sevilla y Académico Numerario de la

Rl. Academia de Buenas letras de dicha ciudad, al presente Racionero y Bibliotecario Ma­yor de la expresada Sª Iglesia en el viaje a dichos pafses, que emprendió el atio de 1755. Prólogo de Juan Guillén Torralba. Transcripción y adaptación de textos, selección de ilustra­ciones y confección de índices onomástico y toponímico: José Francisco Sáez Guillén, Antonio Segura Morera, María del Pilar Vallejo Orellana. Coordinador editorial: José Sánchez de Dubé. Sevilla . Guadalquivir Ediciones S.L. para el Excmo. Cabildo de la Santa. Metropoli­tana y Patriarcal Iglesia Catedral de Sevilla, 1997.

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A su iniciativa se deben también el Catálogo de incunables de la Biblioteca Capitular y Colombina3

, el de los Impresos del siglo XVI de la Biblioteca Colombina, cuyo tercer volumen acaba de publicarse, estando el cuarto ya en preparación4• Completa la serie el Catálogo de Manuscritos de la Biblioteca Colombina5•

Los trabajos los realizaron con entusiasmo "los chicos", como él los llamaba: Pilar Vallejo, Pilar Jiménez de Cisneros, Antonio Segura y José Francisco Sáenz, a los que habría que añadir otros que no intervinieron directamente. Creo, estoy segu­ro, porque los trataba con la bondad, cariño -y severidad (cuando hacía falta) - del padre y del amigo, que no del superior.

No tiene nada de extraño que Don Juan se contagiara de la personalidad y de la obra de Remando Colón al que dedicó los estudios: "Remando Colón"6

, y "La Biblioteca Colombina después de Remando Colón"7

. Al alimón intervinimos los dos en la mesa redonda sobre "Pasado, presente y futuro de la Biblioteca Colom­bina", en el ciclo Remando Colón y su época, organizado por la Real Academia Sevillana de Buenas Letras en noviembre de 19898.

Recientemente ha prologando el catálogo de la exposición Her­nando Colón y la Biblioteca Colombina: una vida de libros9, y ten­go entendido que también tiene terminada una obra sobre el funda­dor de la Biblioteca Colombina, que esperamos se publicará pronto.

3. Segura Morera, Antonio, Pilar Vallejo Orellana y José Francisco Sáez Guillén: Carálngo de incunables de la Biblioteca Capitular y Colombina. Siendo Director de la Bi­blioteca El Excmo. Dr. D. Juan Guillén Torralba. Sevilla, Cabildo de la Santa Metropolitana y Patriarcal Iglesia Catedral de Sevilla, 1999.

4. Segura Morera. Antonio, Pilar Vallejo Orellana: Catálogo de los impresos del siglo XVI de la Biblioteca Colombina de Sevilla. Siendo Director de la Biblioteca El Excmo. Dr. D. Juan Guillén Torralba. Sevilla. Cabildo de la S. M. y P. l . Catedral de Sevilla -Institución Colombina. 2001-2003. 3 vols. [En vías de publicación.]

5. Sáez Guillén, José Francisco: Catálogo de manuscritos de la Biblioteca Colombi­na de Sevilla. Elaboración de índices Pilar Jiménez de Cisneros Vencelá, José Francisco Sáez GuiUén. Siendo Director de la Biblioteca El Excmo. Dr. D. Juan Guillén Torralba. Sevilla, Cabildo de la S. M. y P. I. Catedral de Sevilla - Institución Colombina, 2002. 2 vols.

6 . En: lsidorian111n Il (1992), págs. 185-221. 7. En: lsidorianum IV (1993), págs. 115-148. 8. En: Boletín de la Real Academia Sevillana de Buenas Letras XVIII (1991), 61-

77. También en: Hernando Colón y su época. Sevilla, Real Academia Sevillana de Buenas Letras. 1991, 61-77.

9. Catálogo de la Exposición Remando Colón y la Biblioteca Colombina: una vida de libros. Sevilla, 2003.

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Desde hace años estaba investigando sobre la historia de la Biblioteca Capitular aprovechando sobre todo las Actas Capitula­res del Archivo de la Catedral, trabajo que quedó interrumpido por su muerte. La historia de la Colombina ya la había tratado ante­riormente en "Las Bibliotecas de la Catedral: La Colombina"'º·

* * *

En mayo de 2000 tuve el privilegio de asistir, invitado por D. Juan, al cambio de las losas de la tumba de Hernando Colón. Eran las nueve de la noche. Aparte del personal técnico, sólo estu­vimos él y yo. Al lado del inmenso hoyo había una caja de acero inoxidable con los restos de don Hemando. No se encontró más que el esqueleto y los pocos huesos que vimos en la caja, no pre­sentaban sino un enorme rompecabezas. Sic transit gloria mundi.

Juan Guillén dijo una oración por el eterno descanso de don Hemando, y nos fuimos cada uno por su lado cabizbajos, apesadumbrados, pensativos, pero en el fondo consolados, recor­dando el magnífico legado que el hijo del Almirante había dejado a la Catedral de Sevilla.

* * * Nuestra amistad se renovaba todos los días que tuvimos la

suerte de coincidir en la biblioteca. "Titi, hace un café", me decía, y entonces íbamos al Horno de San Buenaventura para seguir ha­blando de la biblioteca, también de cosas insignificantes, pero casi siempre de un tema recurrente, el de los mal llamados herejes lute­ranos de mediados del siglo XVI: el Dr. Constantino Ponce de la Fuente, Juan Gil (Egidio ), Francisco de Vargas y otros, que en un tiempo fueron objeto de mi interés e investigación. Pero allí esta­ban también los auténticos herejes del Monasterio de San Isidoro del Campo, huidos a Ginebra, entre ellos Casiodoro de Reina y luego Cipriano de Valera, que dieron a la lengua española una de las traducciones más bellas de las Sagradas Escrituras. ·

LO. En: La Biblioleca Colombina y Capitular. Sevilla. Junta de Andalucía: Conseje­ría de Cultura y Medio Ambiente - Cabildo Catedral. Biblioteca Capitular Colombina. 1990.

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Juan Guillén, con la mente abierta y la inmensa tolerancia que le caracterizaba, en colaboración con D. José Mada González Ruiz y D. Gonzalo Flor Serrano, editó la llamada "Biblia del Oso", que fue un auténtico éxito editorial, si tenemos en cuenta no solo la repercu­sión que tuvo en la crítica nacional, sino más acusada todavía en la del extranjero, y particularmente en los ambientes reformados 11•

Juan Guillén era un hombre bondadoso, afable, buen con­versador, que irradiaba simpatía. Un buen amigo. Sencillo, no le gustaba nada el protocolo. Y sobre todo era un hombre extraordi­nariamente culto, como así lo recordamos por su intervenciones en los actos celebrados por esta Academia.

Su amor por Sevilla y su Catedral queda patente en la "Guía de visita" de la misma, que publicó en 199512 y "El mundo de la Catedral entre los años 1526-1570" que se editó cinco años después 13.

No me atrevo a adentrarme en su labor como profesor del Seminario Metropolitano y del Centro de Estudios Teológicos de nuestra ciudad y los trabajos de su especialidad, de los que tam­bién da testimonio una larga lista de publicaciones.

Me limito a nuestro común interés por la Biblioteca Colombi­na. Y, en este contexto, quiero recordar aquí las palabras del huma­nista sevillano Pedro Mexía dedicadas al fundador de la Colombina que, a mi entender, valen también para nuestro llorado Juan Guillén, fiel guardián del legado colombino: "que deve ser alabado, y meres­ce que, los que en esta ciudad bivimos, roguemos a Dios por su ánima; la qual según fue su vida, tan virtuosamente gastada, en le­tras, y en honestos exercicios, y su tan christiana y buena muerte, yo creo cierto está en la gloria de Jesúchristo" 14

• Así sea.

11. Biblia del Oso (La), Libros Históricos. según la Traducción de Casiodoro de Reina publicada en Basilea en el año 1569. edición de Juan Guillén Torralba, Madrid. Ediciones Alfaguara. 1987, 2 vols.: Libros Proféticos y Sapienciales, segtín la Traducción de Casiodoro de Reina publicada e11 Basilea e11 el mio 1569. edición de Gonzalo Flor Serra­no, Madrid. Ediciones Alfaguara. 1987; Nuevo Testamento. segú11 la Traducción de Casiodoro de Reina publicada en Basilea e11 el año 1569, edición de José M.ª González Ruiz, Madrid, Ediciones Alfaguara. 1987.

12. Guía de Vis ita: Catedral de Sevilla. Madrid, Aldeasa, 1995. 13. "El mundo de la Catedral entre los años 1526-1570" en: Gig"nt" de Sevilla,

Sevilla, Fundación El Monte , 2000, págs. 74-115. 14. Mexía, Pedro : Silva de vari" lección. Edición de Antonio Castro Díaz. Madrid,

Ediciones Cátedra. 1989 y 1990. 2 vals. Il, pág. 31.